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MADRE DEL REDENTOR

Madre del Redentor,


Virgen María;
unida siempre a Cristo,
y a la Iglesia.

Todo un Dios Omnipotente,


es un niño en tu regazo;
y el Amor más infinito,
busca un poco de tu amor.

Surco abierto son tus brazos,


una tarde en el Calvario;
la semilla es Cristo muerto,
Tú nos das la Salvación.

Eres Madre de los hombres,


de la Iglesia peregrina;
de tu mano caminamos,
en el gozo y el dolor.

A tu lado como niños,


nos sentimos cobijados;
como hijos de la Iglesia,
que nació en Pentecostés.

SEÑOR, TEN PIEDAD


Señor ten piedad de nosotros. (Bis)
Cristo ten piedad de nosotros. (Bis)
Señor ten piedad de nosotros. (Bis)

ALELUYA
Aleluya, Aleluya, Aleluya, Aleluya. (Bis)

NO SÓLO EL VINO Y EL PAN


No sólo el vino y el pan, te venimos a ofrecer,
queremos darte algo más: Te entregamos nuestro ser.

Como lo hizo María que tu mensaje escuchó,


y dijo un sí generoso al aceptar su misión. (Bis)

Quedan sobre este altar nuestras vidas, oh, Señor.


Haz que sepamos luchar para conservar tu amor.
SANTO
Santo, santo, santo es el Señor Dios del universo
llenos están el cielo y la tierra de tu gloria, hosanna.

Hosanna, hosanna, hosanna en el cielo. (Bis)

Bendito el que viene en nombre del Señor


hosanna en el cielo, hosanna.

CORDERO DE DIOS
Cordero de Dios,
que quitas el pecado del mundo;
ten piedad de nosotros. (Bis)

Cordero de Dios,
que quitas el pecado del mundo;
danos la paz, danos la paz.

DOLOROSA
Dolorosa de pie junto a la cruz,
tú conoces nuestras penas,
penas de un pueblo que sufre. (Bis)

Dolor de los cuerpos que sufren enfermos,


el hambre de gentes que no tienen pan,
silencio de aquellos que callan por miedo,
la pena del triste que está en soledad.

El drama del hombre que fue marginado,


tragedia de niños que ignoran reír,
la burda comedia de huecas promesas,
la farsa de muertos que deben vivir.

Dolor en los hombros sin freno oprimidos,


cansancio de brazos en lucha sin fin,
cerebros lavados a base de slogans,
el rictus amargo del pobre infeliz.

El llanto de aquellos que suman fracasos,


la cruz del soldado que mata el amor,
pobreza de muchos sin libro en las manos,
derechos del hombre truncados en flor.
AL PIE DE LA CRUZ ESTABA
Al pie de la Cruz estaba afligida y dolorosa,
la Madre triste y llorosa traspasaba el corazón,
sufriendo junto a su Hijo el dolor de su Pasión.

Santa María, Madre de Dios,


Ruega por nosotros al Redentor.

Lloramos Madre la culpa por la muerte de tu Hijo,


y nos conmueve el perdón de un amor tan infinito
que a ti nos da como Madre y a nosotros como hijo.

Tus lágrimas, Madre nuestra, mantenidas de esperanza


aun cuando tu Hijo espira, crees tú en su palabra,
si el grano de trigo muere resurge una nueva espiga.

Contigo estamos Señora Madre de dolor transida,


para enjugar esas lágrimas que corren por tus mejillas
ofreciéndote el consuelo de una vida arrepentida.

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