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INTRODUCCIÓN

Los cristianos somos conscientes de que el ​vía crucis​ del Hijo de Dios no fue
simplemente el camino hacia el lugar del suplicio. Creemos que cada paso del
Condenado, cada gesto o palabra suya, así como lo que vieron e hicieron
todos aquellos que tomaron parte en este drama, nos hablan continuamente.
En su pasión y en su muerte, Cristo nos revela también la verdad sobre Dios y
sobre el hombre.

Este año, aun en la soledad y aislamiento que las circunstancias nos han
llevado a vivir, por amor y responsabilidad frente a los hermanos, queremos
reflexionar con particular intensidad el camino de la Cruz, para que nos hable
a la mente y al corazón, y sea así origen de la gracia de una auténtica
participación. Participar significa tener parte. Y ¿qué quiere decir tener parte
en la cruz de Cristo? Quiere decir experimentar el amor que esconde tras de
sí la cruz de Cristo. Quiere decir reconocer, a la luz de este amor, la propia
cruz. Quiere decir cargarla sobre la propia espalda y, movidos cada vez más
por este amor, caminar... Caminar a través de la vida, con las circunstancias
que ella nos da, imitando a Aquel que «soportó la cruz sin miedo a la
ignominia y está sentado a la diestra del trono de Dios» (Heb. 12,2).

La meditación de los sufrimientos de Jesús nos hace penetrar más en su


misterio. Es fructuoso leer, meditar y orar los textos de la Pasión de Cristo,
para ubicarnos en la escena del ​Vía Crucis y detenernos en el momento que
toca más nuestra vida, para dar paso con Jesús al ​Via Lucis​. Las escenas del
Camino dela cruz y del Camino de la Luz, nos permiten encontrar en Jesús al
compañero de camino, que comparte con nosotros los gozos y las alegrías, la
salud y la enfermedad, la abundancia y la escasez, pero ante todo la fidelidad
al Padre haciendo lo que Él le pide para alcanzar la salvación de sus hijos.
Seguir a Jesús con el corazón, a través del camino de la cruz, nos permite ver
renacer el valor y la confianza para caminar como Iglesia en medio de
dificultades, tropiezos, sufrimientos, pero siempre con la esperanza puesta
en Aquél que entregándose por amor, venció la muerte para darnos la Vida.

ORACIÓN INICIAL
Por la señal + de la santa cruz, de nuestros enemigos + líbranos, Señor, Dios
nuestro.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

P​. Hermanos y hermanas: preparemos nuestra vida como discípulos


misioneros de Jesucristo, para recorrer como bautizados, con piedad y
compromiso, las estaciones del Viacrucis, contemplando a la luz de Jesucristo
las heridas profundas de nuestra Iglesia, y experimentar así la infinita
misericordia de Dios que, en su Hijo nos ha amado y ha dado su vida para que
nosotros en Él tengamos Vida. Pidamos perdón por los pecados que
desfiguran el rostro de la Iglesia llamada a la Santidad. (​Silencio​).

Todos​: ​Yo confieso ante Dios Todopoderoso, y ante ustedes hermanos que he
pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión. Por mi culpa, por mi
culpa, por mi gran culpa. Por eso ruego a Santa María siempre Virgen, a los
ángeles, a los santos y a ustedes hermanos, que intercedan por mí ante Dios,
Nuestro Señor. Amén.

P​: Dios todopoderoso tenga piedad y misericordia de nosotros, perdone


nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna. Amén.

Todos​: ​Dios todopoderoso y eterno, refugio en toda clase de peligro, a quien


nos dirigimos en nuestra angustia; te pedimos con fe que mires
compasivamente nuestra aflicción, concede descanso eterno a los que han
muerto, consuela a los que lloran, sana a los enfermos, da paz a los
moribundos, fuerza a los trabajadores de la salud, sabiduría a nuestros
gobernantes y valentía para llegar a todos con amor glorificando juntos tu
santo nombre. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

PRIMERA ESTACIÓN: Jesús es condenado a muerte


- Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos -
que por tu santa cruz redimiste al mundo.

Del Evangelio según San Marcos 15,14-15


Pilato les dijo: «Pues ¿qué mal ha hecho?». Ellos gritaron más fuerte:
«Crucifícalo». Y Pilato, queriendo complacer a la gente, les soltó a Barrabás; y
a Jesús, después de azotarlo, lo entregó para que lo crucificaran​. ​Palabra del
Señor​ / ​Gloria a Ti, Señor Jesús.

«Bienaventurados los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los


cielos». L​ os discípulos de Jesús somos constructores del Reino que Él puso en
nuestras manos. Para poder hacer realidad ese reino de la vida y de la paz,
hay que vivir la pobreza, más no como una ausencia de bienes y posesiones,
sino como una gozosa apertura al amor que Dios nos tiene y a los dones de
su gracia y de su esperanza.
Delante de Pilatos Jesús es modelo de la prefecta pobreza, despojado de
todo no tiene siquiera quién lo defienda, quien levante su voz por El. Sin
embargo, su silencio nos enriquece, su ejemplo de paz y de grandeza nos
interpela y nos recuerda que el único Reino que se nos dará no es el
escenario de la tiranía humana sino el trono para los que, como Jesús, sepan
ser pobres según el Espíritu.
Bendita y alabada sea la pasión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo,
y los dolores de su Santísima Madre al pie de la cruz.
Oración (Todos):
Señor: Tus discípulos queremos construir contigo un Reino de vida y de
esperanza. Danos la alegría de poder mostrar con nuestras obras aquella vida
nueva que nos anuncias, aquella verdad que Pilatos no alcanzó a descubrir en
tu rostro cubierto de dolor, aquella luz que surge de tu corona de espinas, la
única corona que tiene el poder de sanar, de redimir, de hacer más justa y
noble la vida. Amén.
(Por los más frágiles expuesto al virus), Padre Nuestro…

Estación de Vidal: pudo llegar de Dios/. ven del Amado en pos/.


Por mí, Señor, inclinas Oye el pregón, oh
el cuello a la sentencia; Madre,
CANTO:
/que a tanto la llevado por el viento
clemencia /y al doloroso acento
SOMOS UN PUEBLO podremos alcanzar sin penas ni tristezas,
QUE CAMINA otra ciudad que no se ciudad de eternidad.
Y JUNTOS CAMINANDO acaba,
PODREMOS ALCANZAR sin penas ni tristezas, Danos valor siempre
OTRA CIUDAD QUE NO ciudad de eternidad. constante,
SE ACABA, valor en las tristezas,
SIN PENAS NI Sufren los hombres mis valor en nuestro afán.
TRISTEZAS, hermanos, Danos la luz de tu
CIUDAD DE ETERNIDAD. buscando entre las Palabra
piedras la parte de su que guíe nuestros pasos
Somos un pueblo que
pan. en este caminar.
camina,
Sufren los hombres Marcha, Señor, junto a
que marcha por el
oprimidos, nosotros,
mundo buscando otra
los hombres que no pues sólo en tu
ciudad;
tienen ni paz ni libertad. presencia podremos
somos errantes
Sufren los hombres mis alcanzar
peregrinos
hermanos, otra ciudad que no se
en busca de un destino,
más Tú vienes con ellos y acaba,
destino de unidad,
en ti alcanzarán sin penas ni tristezas,
siempre seremos
otra ciudad que no se ciudad de eternidad.
caminantes,
acaba,
pues sólo caminando

SEGUNDA ESTACIÓN: ​Jesús con la cruz a cuestas

- Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos -


que por tu santa cruz redimiste al mundo.
Del Evangelio según San Mateo 16,24
Entonces Jesús dijo a sus discípulos: «Si alguno quiere venir en pos de mí,
niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame». ​Palabra del Señor / R. ​Gloria a
Ti Señor Jesús.

«Bienaventurados los mansos, porque ellos heredarán la tierra». La Cruz que


Jesús recibe con inmenso gozo, no es el patíbulo terrible en el que eran
ejecutados los criminales, es el bastón del Pastor que quiere avanzar por los
caminos del mundo guiando su rebaño con la mansedumbre de su corazón.
Jesús lleva su cruz con amor, la abraza porque sabe que es el cetro de un rey
que reina anunciando siempre la vida, la paz, la serenidad de su corazón.
En ese Madero Santo hay tanta esperanza, tanta vida. Es un árbol que florece
en la esperanza, es la fuente inagotable de consuelo para los que el mundo
ha crucificado de tantos modos. Es la bandera de tantos hermanos que
sufren y esperan la solidaridad cristiana de todos, haciendo lo que nos toca
desde la oración y la difícil tarea del aislamiento, para que la enfermedad no
los toque.

Bendita y alabada sea la pasión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo,


y los dolores de su Santísima Madre al pie de la cruz.

Oración (Todos):
Te suplico, Señor, que con la luz de la cruz victoriosa, símbolo de nuestra fe,
aceptemos nuestros sufrimientos y dificultades, alcanzados por tu amor,
abracemos nuestras cruces, que tu muerte y resurrección vuelven gloriosas.
Danos la gracia de mirar desde Ti nuestra vida y descubrir en ella tu amor por
nosotros. Amén.
(Por las autoridades políticas y sanitarias), Padre Nuestro…

Estación de Vidal:
Esconde, justo Padre, Y Tú, Señora, gimes
la espada de tu ira, cual tórtola inocente;
/y al monte humilde /que tu gemir
mira, clemente CANTO: NUEVA
subir el dulce Bien/. le amansará también/. GENERACIÓN
Yo vengo del Sur y del LO QUE DICE JESÚS //
Norte, Yo quiero dejar mi
del Este y Oeste de todo Yo sé que no tengo la recado,
lugar. edad, no tengo pasado, pero
Caminos y vidas recorro ni la madurez de quien tengo amor.
llevando socorro, ya vivió. El mismo de un
queriendo ayudar. Más sé que es de mi Crucificado,
Mensaje de paz en mi propiedad que quiso dejarnos un
canto, y cruzo montañas buscar la verdad, gritar mundo mejor.
y voy hasta el fin, con mi voz. Yo digo a los
el mundo no me El mundo va herido y indiferentes
satisface, cansado, que soy de la gente que
lo que busco es la paz, de un negro pasado, de cree en la cruz
lo que quiero es vivir. guerras sin fin, y creo en la fuerza del
hoy teme las armas que hombre
// AL PECHO LLEVO hizo que sigue el camino de
UNA CRUZ y la fe que deshizo y Cristo Jesús.
Y EN MI CORAZÓN, espera por mí.

TERCERA ESTACIÓN: ​Jesús cae por primera vez


- Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos -
que por tu santa cruz redimiste al mundo.

Del libro del Profeta Isaías 53,6


“Todos errábamos como ovejas, cada uno siguiendo su camino; y el Señor
cargó sobre él todos nuestros crímenes”. ​Palabra de Dios / R. ​Te alabamos
Señor.
«​Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados» ​ . Jesús Caído
es el caído que levanta caídos, como lo repiten en tantos santuarios nuestros.
Puede parecer a muchos que aquí se humilla y se aplasta un hombre, pero
Jesús se hizo de tal modo solidario con la humanidad, que no esquivo llegar
incluso hasta el dolor mismo con tal de levantar al hombre y de hacerle
recobrar su dignidad y su esperanza. En esta caída Él está con los que lloran,
Él es el consuelo porque conoce el dolor y es el alivio del sufrimiento porque
su sufrimiento es escuela de esperanza, porque es redención y alegría para el
que llora.

Bendita y alabada sea la pasión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo,


y los dolores de su Santísima Madre al pie de la cruz.

Oración (Todos):
Jesús Caído: ​Cuántos te han buscado en tus santuarios, sedientos de vida, de
esperanza, de paz. Vuelve a levantarte que el camino es largo, levanta
contigo a cuantos hemos caído, tiéndenos tu mano amiga para que nosotros,
tus discípulos, podamos ser misioneros de esperanza y levantar el alma
destrozada de este, tu pueblo, que sabe que solo en ti puede encontrar el
apoyo firme, la luz que necesita, la fuerza que otros le han robado. Amén.

(Por la responsabilidad común de todos los ciudadanos), Padre Nuestro…

Estación de Vidal Madre, sin mirar la mentira,


Oh pecador ingrato llanto correr por mí/. lo vacío de nuestras
ves a tu Dios caído, vidas,
/ven a llorar, herido nuestra falta de amor
de contrición aquí/. y caridad.
Levántame a tus Canto: Hoy
brazos Perdóname
¡Oh bondadoso
Padre! Hoy perdóname, hoy Hoy perdóname, hoy
/ve de la tierna por siempre, por siempre,
aún sabiendo que he hoy regreso // vuelvo a Ti, vuelvo
caído, arrepentido, a Ti. //
que de Ti siempre
había huido,

CUARTA ESTACIÓN: ​Jesús encuentra a su Madre Santísima

- Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos -


que por tu santa cruz redimiste al mundo.
Del Evangelio según San Lucas 2,34-35.51
Simeón los bendijo y dijo a María, su madre: «Este ha sido puesto para que
muchos en Israel caigan y se levanten; y será como un signo de
contradicciónón –y a ti misma una espada te traspasará el alma–, para que
se pongan de manifiesto los pensamientos de muchos corazones». Él bajó con
ellos y fue a Nazaret y estaba sujeto a ellos. Su madre conservaba todo esto
en el Corazón. ​Palabra del Señor / R. ​Gloria a Ti Señor.

«Bienaventurada tú porque has creído» (Lc. 1, 45). Esta bienaventuranza es la


primera que aparece en el Nuevo testamento y no interrumpe la serie de las
que san Mateo nos propone. La vía dolorosa es cruzada por varios y
misteriosos caminos, entre ellos el de María, la Madre, la que, según la
tradición espera a Jesús con el corazón transido de dolor. El lugar del
encuentro se ha llamado siempre Calle de la Amargura porque en ella se
recogen los dolores de todos. María es imagen de la Iglesia que sale al
encuentro del que sufre porque es Madre, porque la mujer es dulzura,
porque sabe que no es posible vivir sin madre, porque sin ella los discípulos
seríamos huérfanos.
Bendita y alabada sea la pasión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo,
y los dolores de su Santísima Madre al pie de la cruz.
Oración (Todos):
Jesús, Hijo de María Virgen: Te encuentras con tu Madre y nuestra Madre y
recibes de su corazón el aliento y la fuerza necesaria para seguir tu camino.
Ella viene a ti con la misma ternura con la que te arrulló en Belén y te consoló
en Nazaret. En la hora dramática del mundo en el que vivimos, regálanos una
vez más la dulzura de tu Madre Santa, danos la sensatez de la Inmaculada
Madre Dolorosa, haz que seamos como Ella, valerosos testigos de la vida y de
la esperanza. Amén
(Por todos los que velan por nuestra salud y bienestar), Padre Nuestro…

Estación de Vidal: cortante, secreto


Cercadla, Serafines, que soy el criminal/. que en su vientre Dios
no acabe en desaliento, latía,
/no muera en el cuando fue hasta Belén
tormento, Canto: Madre dolorosa porque el César lo
La Rosa Virginal/. exigía
¡Oh acero riguroso! Una historia de dolor / y cuando no tuvo casa
deja su pecho amante, fue la historia de en la que naciera Dios /
/vuélvete a mí María,
cuando conservó en AUNQUE TUVO LA
ALEGRÍA Herodes, cuando se encontró a
DE SER LA MADRE DE cuando el Hijo se su Hijo
DIOS, perdió con la cruz hacia el
UNA HISTORIA DE entre el templo y los Calvario
DOLOR doctores, cuando vio que lo
FUE LA HISTORIA DE //cuando se quedó en insultaban
MARÍA. el pueblo y escupían con escarnio
mientras Cristo // cuando lo
Una historia de dolor predicó. // crucificaron
fue la historia de María igual que a un vulgar
cuando soportó el ladrón //
exilio Una historia de dolor
por temor al rey fue la historia de María

QUINTA ESTACIÓN: ​Simón de Cirene ayuda a Jesús a llevar la cruz

- Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos -


que por tu santa cruz redimiste al mundo.

Del evangelio según san Lucas 23,26:


“Mientras lo conducían, echaron mano de un cierto Simón de Cirene, que
volvía del campo, y le cargaron la cruz, para que la llevase detrás de Jesús”.
«Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia,
porque ellos quedarán saciados». ​Jesús dijo un día: “Quien quiera seguirme
que tome su cruz” (Lucas 9,23). Hoy, a casi dos mil años de distancia, sigue
vivo en nosotros el recuerdo de un extranjero, venido de Cirene, que luego
contó a sus hijos Alejandro y Rufo, la maravillosa experiencia que cambió su
vida: es el hombre generoso que sabe que “delante va el Señor”; es el
modelo para todos los creyentes que con amor sienten que el hambre y la
sed de la justicia se calman de verdad cuando llevamos la cruz de los
hermanos con generosidad, cuando trabajamos para que reine el amor y la
verdad.

Bendita y alabada sea la pasión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo,


y los dolores de su Santísima Madre al pie de la cruz.

Oración (Todos):
Señor Jesús: Por los méritos de tantos que como tu amigo Simón de Cirene
han hecho suyas las cruces de todos, ayúdanos a trabajar con amor por los
otros, a tender nuestras manos al que padece, a ofrecer nuestro corazón al
que llora, a ser hermanos del que camina en soledad llevando la cruz de sus
dolores, danos la alegría de ser Iglesia solidaria, constructora de justicia y de
paz, testimonio vivo de fraternidad y de esperanza. Amén
(Por los que no tienen dónde refugiarse y pasan hambre), Padre Nuestro…

Estación de Vidal: /manténgame el


empeño, CANTO: Amémonos de
Toma la cruz preciosa, Señora, tu favor/. corazón
me está el deber
clamando, //Amémonos de
/tan generoso cuando corazón,
delante va el Señor/. y, de labios no fingidos //
Voy a seguir constante, //Para cuando Cristo
las huellas de mi Dueño, venga,
para cuando Cristo
venga si no te has vosotros//
nos encuentre bien reconciliado?//
unidos // Tu rebaño en Ti
// // Un mandamiento confía,
// ¿Cómo puedes tú nuevo os doy esperamos tu llegada/ /
orar, que os améis unos a // Para cuando Cristo
disgustado con tu otros // venga,
hermano? / / // Como Yo os he para cuando Cristo
// Dios no oye la amado, venga
oración, como Yo os he amado nos encuentre en pleno
Dios no oye la oración que os améis también día//

SEXTA ESTACIÓN: ​La Verónica limpia el rostro de Jesús

- Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos -


que por tu santa cruz redimiste al mundo.
Lectura del Libro del profeta Isaías 53, 2-3
“Creció en su presencia como brote, como raíz en tierra árida, sin figura, sin
belleza. Lo vimos sin aspecto atrayente, despreciado y evitado de los
hombres, como un hombre de dolores, acostumbrado a sufrimientos, ante el
cual se ocultaban los rostros, despreciado y desestimado”​ Palabra de Dios / R.
Te alabamos Señor.
«Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia».
Una mujer, dice la tradición, sale al encuentro del Señor en el camino hacia el
Calvario. Ha visto en su crudeza todo el dolor del Señor de la vida, que en su
rostro ha decidido asumir los muchos rostros del dolor, de la violencia, de la
muerte. Dicen que Jesús le regaló, impresa en su alma misma, una imagen
que, como extraño misterio no muestra enojo, no revela venganza, solo
irradia amor e inspira compasión. Es el premio a la misericordia, es la
recompensa justa al que hace de la misericordia la expresión viva de una fe
respaldada con obras de amor. Jesús, siervo doliente, retrata en su rostro la
urgencia que tienen tantos hermanos de sentirse amados, de sentirse
rodeados por el afecto y la bondad que en el lenguaje de la fe se llaman
Misericordia.

Bendita y alabada sea la pasión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo,


y los dolores de su Santísima Madre al pie de la cruz.

Oración (Todos):
Cristo, Santa faz de Cristo: Rostro humano que nos retratas, faz serena que
nos devuelve la esperanza, Tú nos has prometido dejarnos ver tu rostro,
danos la alegría de mirar tu hermosura doliente y de poder socorrer con
misericordia a los que nos salen al encuentro. Haz que el valor de aquella
mujer misericordiosa sea motivación para que sigamos siendo la Iglesia de la
Misericordia y de la compasión. Amén.
(Por los que con caridad se dedican a ayudar a los demás), Padre Nuestro…

Estación de Vidal:
Tu imagen, Padre mío, Canto: SI VIENES
ensangrentada y viva CONMIGO
/mi corazón reciba,
sellado con la fe/. // SI VIENES CONMIGO
¡Oh Reina! de tu mano Y ALIENTAS MI FE,
imprímela en mi alma, SI ESTÁS A MI LADO, ¿A
/y a la gloriosa palma, QUIÉN TEMERÉ? //
contigo subiré/.
A nada tengo miedo, a ¡Qué largo mi camino! En cosas que se mueren
nadie he de temer, ¡Qué hondo mi dolor! yo puse el corazón.
Señor, si me protegen Ni un árbol me da Fue tierra mi tesoro, fue
tu amor y tu poder. sombra, ni escucho una vana mi ilusión.
Me llevas de la mano, canción. En cosas que se mueren
me ofreces todo bien. ¿Será que a nadie me voy muriendo yo,
Señor, Tú me levantas si puedo mirar ni sonreír? Tú sólo vives siempre,
vuelvo a caer. Señor, Tú sólo quedas, Tú sólo, mi Señor.
Tú sólo junto a mí.

SÉPTIMA ESTACIÓN: ​Jesús cae por segunda vez

- Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos -


que por tu santa cruz redimiste al mundo.

Del profeta Jeremías 1,19


“Lucharán contra ti, pero no te podrán, porque yo estoy contigo para
librarte–oráculo del Señor–“. ​Palabra de Dios / R. ​Te a​labamos Señor.
«Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios». Jesús
humildemente baja hasta el dolor del mundo otra vez, mil veces más. No
dejará de hacerlo porque sabe que nosotros, sus discípulos, tropezamos y
caemos, porque olvidamos la misericordia y reincidimos en nuestras
infidelidades, porque nuestras miradas, nuestras vidas mismas, están
nubladas por la envidia, por la violencia, por el desamor. Necesitamos
levantarnos nuevamente, volver al camino, recobrar la dignidad, sentir el
amor de Dios, dejar que Dios limpie nuestra vida con la gracia de su infinita
misericordia.

Bendita y alabada sea la pasión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo,


y los dolores de su Santísima Madre al pie de la cruz.

Oración (Todos):
Jesús caído: Te dicen las plegarias humildes que eres “el caído que levantas
los caídos”. Tiéndenos tu mano una vez más, no olvides cuánto necesitamos
la fuerza del Espíritu para no volver a caer. Enséñanos a encontrar en el
corazón de la Iglesia tu legado de amor y de misericordia, ayúdanos a alzar el
vuelo hacia la grandeza del amor de Dios que tú nos revelas. Limpia nuestro
corazón para que veamos a Dios en nuestras vidas. Amén.
(Por la serenidad y esperanza en estos difíciles momentos), Padre Nuestro…

Estación de Vidal: que borre tanta


Yace el divino dueño ofensa
segunda vez /misericordia inmensa
postrado, pródiga de perdón/. Canto: Zamba del
/deteste yo el perdón
pecado,
deshecho en Perdón, por aquel
contrición/. mendigo,
¡Oh Virgen! pide por aquella lágrima
amante, que hice brillar.
// Perdón, por SEÑOR, POR QUÉ SOY // Perdón, por esta
aquellos ojos ASÍ. tristeza,
que al buscar los míos ESTOY COMO CIEGO, por sentirme solo
no quise mirar// NO SÉ cuando estás ahí //
COMPRENDER.
Señor, no le di la // SEÑOR, TÚ ERES Perdón, por otros
mano MI ESPERANZA hermanos
se encontraba solo y DAME TU MIRADA, a quienes no importa
lo dejó partir. QUE TE SEPA VER //. de tu padecer.
// Perdón, por no dar // Estás cerca del que
cariño Señor, no estoy sufre,
por sólo buscarlo y siempre alegre pasan a tu lado pero
tan lejos de Ti // no doy luz a otros que no te ven //
están junto a mí.

OCTAVA ESTACIÓN: ​Jesús encuentra a las mujeres de Jerusalén

- Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos -


que por tu santa cruz redimiste al mundo.
Del Evangelio según San Lucas 23, 28-31
Jesús se volvió hacia ellas y les dijo: «Hijas de Jerusalén, no lloren por mí,
lloren por ustedes y por sus hijos, porque miren que vienen días en los que
dirán: “Bienaventuradas las estériles y los vientres que no han dado a luz y los
pechos que no han criado”. Entonces empezarán a decirles a los montes:
“Caigan sobre nosotros”, y a las colinas: “Cúbrannos”; porque, si esto hacen
con el leño verde, ¿qué harán con el seco?». P ​ alabr​a del Señor ​/ R. ​Gl​ oria a Ti,
Señor Jesús.
«Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados
hijos de Dios». Siempre en el discurrir de la Historia, estarán ellas, las mujeres
fieles, las que, por ser madres, hermanas, hijas, amigas, jamás defraudan,
nunca vacilan, tienen la fuerza y la entereza necesarias para asumir la vida
con decisión y amor. Ellas son las artesanas de la paz, porque la aprendieron
cerca de Jesús, Jesús las encuentra en su vía dolorosa y les prodigará una
mirada de amor agradecido que las hace discípulas misioneras, modelos de
fe, de esperanza y amor de verdad. Ellas nos enseñan que la paz se mece en
la cuna, que la paz se gesta en el vientre materno, que la paz nace de un
corazón que la vive de verdad.

Bendita y alabada sea la pasión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo,


y los dolores de su Santísima Madre al pie de la cruz.

Oración (Todos):
Jesús: Maestro bueno, que supiste asociar a tu camino la fidelidad y la
grandeza de la mujer, que las constituiste en privilegiados testigos de tu
gloria, ayúdanos a seguir encontrando en la dulzura de las mujeres de hoy la
huella maravillosa del amor que no vacila, el testimonio fiel de quienes, como
madres, hermanas, hijas, amigas, serán siempre luz y consuelo para el
mundo, artesanas de la paz, dadoras de vida y esperanza. Amén
(Por todos los creyentes que con fe elevan sus oraciones), Padre Nuestro…

Estación de Vidal: de angustia y de me enseñas la


pesar/. verdad.
Matronas doloridas
Tú me das el valor
que al justo
para la lucha,
lamentáis,
Canto: EL SEÑOR ES sin miedo avanzaré.
/por qué si os
MI FUERZA
lastimáis
Iluminas las sombras
la causa no llorar?/ //EL SEÑOR ES MI
de mi vida,
Y pues la cruz le FUERZA,
al mundo das la luz.
dimos MI ROCA Y
Aunque pase por
todos los SALVACIÓN//
valles de tinieblas,
delincuentes
yo nunca temeré.
/broten los ojos Tú me guías por
fuentes sendas de justicia,
Yo confío el destino su escudo eres Tú. Tú le haces vivir en
de mi vida confianza,
al Dios de mi salud. El Señor es la fuerza seguro en tu poder.
A los pobres enseñas de su pueblo,
el camino, su gran libertador.

NOVENA ESTACIÓN: ​Jesús cae por tercera vez

- Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos -


que por tu santa cruz redimiste al mundo.
Del profeta Isaías 53,11
Por los trabajos de su alma verá la luz, el justo se saciará de conocimiento. Mi
siervo justificará a muchos, porque cargó con los crímenes de ellos. P ​ alabra
de Dios /R. ​Te alabamos Señor.​

«Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es


el reino de los cielos». La tercera caída de Jesús es también la tercera
oportunidad que se nos da de reconsiderar nuestra vida y descubrir que Dios
no cesa en su amor y que su misericordia es constante invitación a vivir
rectamente, con corazón puro. Jesús sigue viviendo su camino de cruz en
tantos que, como El, siguen con empeño en el trabajo de la paz y sufren
persecución en un mundo cerrado al amor y a la esperanza. El reino de los
cielos se vuelve promesa para los que se comprometen, para los héroes
silenciosos que siguen ofreciéndose en el constante esfuerzo por vivir al
estilo de Jesús. El mundo siempre los rechazará.

Bendita y alabada sea la pasión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo,


y los dolores de su Santísima Madre al pie de la cruz.

Oración (Todos):
Señor Caído: Vuelve hacia el dolor del mundo tu luminoso rostro lleno de
misericordia, para que tengamos el valor que seguir nuestro camino con el
corazón fortalecido por el amor providente que nos reconcilia con el Padre.
Danos la alegría de amparar y cuidar la vida de los que trabajan por la justicia,
de los que son combatidos porque aman tu voluntad y quieren seguir
sembrando el Evangelio de la fidelidad y de la alegría incluso en la
persecución. Amén

(Por los que buscan sostener los empleos), Padre Nuestro…

Estación de Vidal: CIELO;


Al suelo derribado, A TI LEVANTO MIS
tercera vez el Fuerte, OJOS,
/nos alza de la muerte PORQUE ESPERO TU
a la inmortal salud/. MISERICORDIA.
Mortales: ¿Qué otro
exceso Como están los ojos de
pedimos de clemencia? los esclavos
/no más indiferencia fijos en las manos de sus
no más ingratitud/. CANTO: A TI LEVANTO señores,
MIS OJOS así están nuestros ojos
en el Señor
A TI LEVANTO MIS esperando su
OJOS, misericordia.
A TI QUE HABITAS EN EL
Como están los ojos de Misericordia, Señor, Nuestra alma está
la esclava misericordia, saciada
fijos en las manos de su que estamos saciados del sarcasmo de los
señora, de burlas, satisfechos;
así están nuestros ojos misericordia, Señor, nuestra alma está
en el Señor, misericordia, saciada
esperando su que estamos saciados del desprecio de los
misericordia. de desprecios. orgullosos.

DÉCIMA ESTACIÓN: ​Jesús es despojado de sus vestiduras

- Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos -


que por tu santa cruz redimiste al mundo.

Del Evangelio según San Marcos 15,24


Lo crucifican y se reparten sus ropas, echándolas a suerte, para ver lo que se
llevaba cada uno. P​ alabra del Señor​ / R. Gloria a Ti, Seño Jesús.

«Bienaventurados ustedes cuando los insulten y los persigan y los calumnien


de cualquier modo por mi causa».​ ​El verdadero discípulo ha de estar
preparado para que su misión no sea comprendida, para que sobrevengan
los venenos de un mundo enemigo de la verdad y de la vida. Jesús nos
muestra aquí el dolor de tantos seres humanos a los que el mundo les ha
arrancado a girones sus esperanzas, sus deseos de vivir, su dignidad. Los
discípulos misioneros del Señor hemos de asumir la tarea de hacer de la
verdad el vestido luminoso de la justicia, el manto de la clemencia, el traje de
gala para el camino de la reconciliación y de la paz.

Bendita y alaba sea la pasión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo,


y los dolores de su Santísima Madre al pie de la cruz.

Oración (Todos):
Jesús despojado: Todo lo has entregado y luces ante el mundo vestido de rey
con la púrpura gloriosa de tu sangre. Cubre con tu amor a tantos
calumniados, y despreciados porque son fieles a ti. Que ese amor inmolado
nos renueve y que, vestidos con la gracia de tu amor, seamos capaces de
cubrir con misericordia a cuantos sufren y a cuantos todo lo esperan de los
que hemos decidido ser tus discípulos. Amén

(Por los trabajadores del campo y las empresas), Padre Nuestro…

Estación de Vidal: Somos el pueblo que


Tu bañas, Rey de has elegido
gloria, CANTO: Perdona a tu y con tu sangre lo has
los cielos en dulzura pueblo, Señor redimido,
/¿Quién te afligió, perdónanos Señor.
Hermosura, PERDONA A TU
dándote amarga hiel?/ PUEBLO, SEÑOR, Reconocemos nuestro
Retorno a tal fineza PERDONA A TU pecado
la gratitud pedía; PUEBLO, que tantas veces has
/cese ya, Madre mía PERDÓNALE, SEÑOR. perdonado,
de ser mi pecho perdónanos Señor.
infiel/. Por tu poder y amor
inefable, Dios de la fiel y eterna
por tu misericordia Alianza,
entrañable, en ti ponemos nuestra
perdónanos Señor. esperanza,
perdónanos Señor.
vuélvenos al abrazo perdónanos Señor.
Desde la Cruz nos del Padre,
diste a tu Madre,

UNDÉCIMA ESTACIÓN: ​Jesús es clavado en la cruz

- Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos -


que por tu santa cruz redimiste al mundo.
De la carta a los Filipenses 2,10:
Por eso Dios lo exaltó sobre todo y le concedió el Nombre-sobre-todo-nombre;
de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra,
en el abismo. ​Palabra de Dios/ R. ​Te alabamos Señor

«Alégrense y regocíjense porque su recompensa será grande en el cielo». ​Se


alza ahora sobre el mundo la única bandera que une y da identidad: Jesús
elevado, sobre todo, vencedor, aunque parezca vencido, triunfador, aunque
michos piensen que ha sido derrotado. Según su promesa, es ahora cuando
atrae a todos, cuando se revela en su grandeza todo el poder del amor,
cuando sus brazos abiertos trazan sobre el mundo la señal del perdón y de la
paz. Ahora están unidos Cristo y Cruz de un modo tan pleno que no podrá
entenderse nunca al Rey sin su trono y al trono sin su Rey. Para Jesús la Cruz
es un trono, su exaltación es un triunfo, su victoria se eleva sobre el mundo
como la bandera de los vencedores ondea victoriosa.

Bendita y alabada sea la pasión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo,


y los dolores de su Santísima Madre al pie de la cruz.

Oración (Todos):
Rey Crucificado: Extiende por el mundo tu reino de salvación. Cosido al
madero danos la libertad, la vida, la paz. Que tus brazos extendidos reúnan el
rebaño, que tu corazón se abra para que en el tengan cabida todas las ovejas
que el pecado dispersó y en ti podamos ser un solo rebaño bajo un mismo
pastor, un solo reino a la sombra redentora de tu cruz. Amén
(Por los científicos), Padre Nuestro…

Estación Vidal: CANTO: !Victoria! ¡Tú


El manantial divino reinarás! Impere sobre el odio,
de sangre está tu Reino de caridad.
corriendo, // ¡VICTORIA! ¡TÚ Alcancen las naciones,
/ven, pecador gimiendo, REINARÁS! el gozo de la unidad.
ven a lavarte aquí/. ¡OH CRUZ! ¡TÚ NOS
Misericordia imploro, SALVARÁS! // Aumenta en nuestras
al pie del leño santo, almas,
/Virgen, mi ruego y El Verbo en ti clavado, tu Reino de santidad.
llanto, muriendo nos rescató. El río de la gracia,
acepte Dios por Ti/. De ti, madero santo, apague la iniquidad.
nos viene la redención.
La gloria por los siglos,
Extiende por el mundo, a Cristo libertador.
tu Reino de salvación. Su cruz nos lleve al cielo,
¡Oh cruz, fecunda la tierra de promisión.
fuente,
de vida y bendición!
DUODÉCIMA ESTACIÓN: ​Jesús muere en la cruz

- Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos -


que por tu santa cruz redimiste al mundo.
Del Evangelio de san Mateo 27, 50-54
Jesús, gritando de nuevo con voz potente, exhaló el espíritu. Entonces el velo
del templo se rasgó en dos de arriba abajo; la tierra tembló, las rocas se
resquebrajaron, las tumbas se abrieron y muchos cuerpos de santos que
habían muerto resucitaron y, saliendo de las tumbas después que él resucitó,
entraron en la ciudad santa y se aparecieron a muchos. El centurión y sus
hombres, que custodiaban a Jesús, al ver el terremoto y lo que pasaba,
dijeron aterrorizados: Verdaderamente este era el Hijo de Dios.

«Ustedes son la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad puesta en la
cumbre de un monte». En verdad este es el Hijo de Dios, dice el centurión y
lo repite la fe. Estamos ante el desconcertante misterio de Dios que se revela
de este modo y que nos anuncia en la muerte de su Hijo hasta dónde puede
llegar el amor, Cuando para muchos cesa la vida, para los que creemos en
Jesús esta hora nona es la hora del reinado de Dios, es la hora en la que,
gracias al amor redentor del Hijo entregado por muchos, por todos, es la
hora en la que se enciende en el Calvario la luz más luminosa, la lámpara que
ilumina la humanidad.

Bendita y alabada sea la pasión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo,


y los dolores de su Santísima Madre al pie de la cruz.

Oración (Todos):
Cristo de la Expiración: ​Que admirable momento: nos has conquistado el
amor del Padre, nos has dado la ternura de una Madre, nos has reconciliado
con todos, nos has dado la vida plena, nos ha hecho hermanos y discípulos,
nos has dado tu Espíritu. Gracias porque en el silencio sacrosanto que
envuelve el Gólgota, todo ha comenzado a ser nuevamente, todo ha sido
creado para siempre, gracias porque eres luz del mundo y semilla de
eternidad. Amén.
(Por los ancianos y personas enfermas), Padre Nuestro…
Estación de Vidal: su cuerpo
Muere la Vida nuestra a la hora de nona,
pendiente del madero, a la hora de nona,
/¿y yo cómo no muero el Señor,
de amor o de dolor?/ Canto: A la hora de el Señor, murió.
Ay, casi no respira nona El Señor murió.
la triste Madre yerta
/del cielo abrir la puerta Por nuestro amor
bien puedes ya, Señor/. murió el Señor; Es la hora de nona
en la cruz, murió el en mi pueblo,
Señor. las sirenas de alarma
Él nos mandó dar han sonado,
la vida y mi pueblo se queda
como hermanos en dormido,
señal de amor. y mi hermano llora,
y mi hermano muere,
Planearon su muerte y el clamor
en silencio, de su voz no nos duele,
asustaron con gritos y mi hermano muere.
al pueblo;
y en un leño colgaron Es la hora de nona
en la tierra, y la guerra, cuando crece
es la hora del hambre es la hora de nona el dolor y el engaño,
y la muerte, cuando sufre mi cuando falta el amor.
es la hora del odio pueblo,

DECIMOTERCERA ESTACIÓN: ​Jesús en brazos de su Madre

- Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos -


que por tu santa cruz redimiste al mundo.
Del evangelio de san Mateo 27, 55-59.
Había allí muchas mujeres que miraban desde lejos, aquellas que habían
seguido a Jesús desde Galilea para servirlo; entre ellas, María la Magdalena y
María, la madre de Santiago y José, y la madre de los hijos de Zebedeo. Al
anochecer llegó un hombre rico de Arimatea, llamado José, que era también
discípulo de Jesús. Este acudió a Pilato a pedirle el cuerpo de Jesús. Y Pilato
mandó que se lo entregaran. José, tomando el cuerpo de Jesús, lo envolvió en
una sábana limpia. P​ alabra del Señor / R. G
​ loria a Ti, Señor Jesús.

"Nadie enciende una lámpara para meterla debajo del celemín; la ponen más
bien sobre un candelero, y alumbra a todos los que están en la casa. Hagan,
pues, que brille su luz ante los hombres; que vean sus buenas obras, y por
ello den gloria al Padre de ustedes que está en los Cielos." ​Bajar a Cristo de la
cruz es encender la lámpara de su esperanza sobre el mundo. Ahora
nosotros queremos ir al mundo a recoger con amor el cuerpo de Cristo
extendido por todos los confines de este mundo, para reunirlo en la Iglesia,
para congregarlo en la comunión del mismo amor, para hacerlo una familia,
para que se nutra con el Pan de los hermanos y se lance al mundo con la
misión de llenarlo todo con el amor de Dios. Jesús descendido de la Cruz ha
de ser Jesús predicado en la esperanza como semilla de eternidad.

Bendita y alabada sea la pasión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo,


y los dolores de su Santísima Madre al pie de la cruz.
Oración (Todos):
Cristo en brazos de María: Te rogamos, Señor y rey de gloria que reúnas tu
Iglesia; tráela desde los extremos del mundo, congrégala en el regazo
maternal de la Reina que te ha recibido primero. Danos el gozo de ser
misioneros de tu amor y de mostrar como en los brazos de la Iglesia, a quien
María representa, hay lugar para todos, hay amor para todos, hay Evangelio
para alegrar el corazón de todos. Amén
(Por las familias que pierden a sus seres queridos), Padre Nuestro…
Estación de Vidal: El drama del hombre
Dispón, Señora, el que fue marginado,
pecho CANTO: DOLOROSA tragedia de niños
para mayor tormento, que ignoran reír,
/la víctima sangrienta Dolorosa de pie junto a la burda comedia
viene a tus brazos ya/. la cruz, de huecas promesas,
Con su preciosa sangre tú conoces nuestras la farsa de muertos
juntas materno llanto, penas, que deben vivir.
/¿quién, Madre, tu penas de un pueblo que
quebranto sufre Dolor de los hombres
sin lágrimas verá?/ tú conoces nuestras sin freno oprimidos,
penas, cansancio de brazos
penas de un pueblo que en lucha sin fin,
sufre. cerebros lavados
a base de slogans,
Dolor de los cuerpos el rictus amargo
que sufren enfermos, del pobre infeliz.
el hambre de gentes
que no tienen pan, El llanto de aquellos
silencio de aquellos que suman fracasos,
que callan por miedo, la cruz del soldado
la pena del triste que mata el amor,
que está en soledad. pobreza de muchos
sin libro en las manos,
derechos del hombre
truncados en flor.

DECIMOCUARTA ESTACIÓN: ​Jesús es puesto en el sepulcro

- Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos -


que por tu santa cruz redimiste al mundo.
Del evangelio de San Mateo 27, 59-60
José, tomando el cuerpo de Jesús, lo envolvió en una sábana limpia, lo puso
en su sepulcro nuevo que se había excavado en la roca, rodó una piedra
grande a la entrada del sepulcro y se marchó. María la Magdalena y la otra
María se quedaron allí sentadas enfrente del sepulcro. ​Palabra del Señor / R.
Gloria a ti, Señor Jesús.

«Sean perfectos como su Padre celestial es perfecto». ​Jesús es puesto con


amor en un sepulcro nuevo, para que desde allí salga el nuevo Adán a
renovar eternamente la vida de quienes lo quieran acoger como Dios y como
hermano. El Sepulcro no es sólo un monumento en el que se guarda un
cuerpo destrozado, es el semillero fecundo del que brota la vida y la paz, del
que surge la esperanza y la alegría, del que ha de salir, victorioso el Señor de
la gloria. En nuestro mundo sumido en dolores y en angustias, en
desesperanza y desolación, Jesús quiere decirnos que en Él hay esperanza, en
su corazón traspasado está la fuente de la verdad y de la alegría, en su amor
está la vida y la verdad.

Bendita y alabada sea la pasión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo,


y los dolores de su Santísima Madre al pie de la cruz.

Oración (Todos):
Jesús Sepultado: ​Haz que alcancemos la perfección y la santidad. Que venga
sobre el mundo el misterio de tu silencio, que encontremos en ti la paz que
buscamos, que puedas ser tú la vida de quienes serán tus discípulos en el
curso de la historia y que han de confesar que las sombras que ahora te
cubren se convertirán en la luz inextinguible que anuncie al mundo tu
victoria. Amén.
(Por todos los fallecidos en esta pandemia), Padre Nuestro…

Estación de Vidal: ¿Cómo le cantaré al demostrando más


Señor? amor.
Al Rey de las ¡Hombre de barro
Virtudes, soy! Él está en los montes
pesada losa encierra, y en el mar.
/pero feliz la tierra, Si yo le he fallado a Él llena el silencio de
ya canta salvación/. Jesús la noche en calma
Sufre un momento, y sus exigencias no y camina en la
Madre, las he cumplido, ciudad.
la ausencia del hoy arrepentido
Amado, estoy. Entre los arroyos de
/presto de Ti cristal;
abrazado, Cuando yo he caído las altas montañas,
tendrasle al en tentación, las flores, los campos
corazón/. Dios, mi Padre dicen: «Aquí Dios
bueno, con su gran está».
ternura
quiere darme su No mira en el
Canto: perdón. hombre su color
Hombre de barro ni mira el dinero: es
Hay una gran fiesta Padre de todos
¿Cómo le cantaré al del perdón, y a todos quiere el
Señor, cuando yo decido Señor.
cómo le cantaré? convertirme a Cristo,
Por las intenciones del Papa Francisco y de la Iglesia, para ganar la
indulgencia: Padre nuestro… Ave María… Gloria al Padre

Oración final

Atiende, Dios de amor,


la oración confiada de esta familia santa
que ha recorrido el camino de la Cruz de tu Hijo,
danos la dicha de realizar en nuestra existencia
las Bienaventuranzas que nos hacen discípulos de verdad
y nos ofrecen el premio y la recompensa
que tienes reservada a quienes vivan al estilo de Jesús,
tu Hijo, nuestro Señor.

Te bendecimos por el misterio de tu Iglesia


y te alabamos porque en ella vas suscitando
respuestas generosas a la llamada
que nos haces a la vida, al Servicio,
al Ministerio, al Apostolado, a la Misión,
te pedimos que seamos custodios de la fe que profesamos,
que encontremos tu amor
y tu presencia en nuestros hermanos,
que aprendamos a leer tu amor en la creación.

Santifícanos con tu gracia y,


por la intercesión de Santa María,
la Virgen fiel, concédenos vivir para darte gloria
y ser anunciadores de la verdad, de la paz, de la vida
en esta patria y en este mundo que tanto nos necesita.

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.


Como era en un principio,
ahora y siempre, por los siglos de los siglos.
Amén.

EL TRIDUO PASCUAL

El triduo es una sola cosa con la pascua. Es un triduo de la pasión y


resurrección, que abarca la totalidad del misterio pascual de Cristo que
muriendo destruyó la muerte y resucitando restauró la vida. El triduo pascual
de la pasión y resurrección de Cristo es la culminación de todo el año
litúrgico.

El triduo comienza el Jueves Santo con la misa vespertina de la cena del


Señor, alcanza su cima el Viernes con la celebración de la Pasión de Cristo y
cierra con Vigilia Pascual en Sábado.

El mismo Cristo, cuando aludía a su pasión y muerte, nunca las disociaba de


su resurrección: "Lo condenarán a muerte y lo entregarán a los gentiles para
que se burlen de él, lo azoten y lo crucifiquen, y al tercer día resucitará" (Mt.
20,18-19).

San Agustín, en una de sus cartas, se refiere al triduo como "los tres
sacratísimos días de la crucifixión, sepultura y resurrección de Cristo".

Las diferentes fases del misterio pascual se extienden a lo largo de los tres
días como en un tríptico: cada uno de los tres cuadros ilustra una parte de la
escena; juntos forman un todo. Cada cuadro es en sí completo, pero debe ser
visto en relación con los otros dos.

El viernes y el sábado de la semana santa no son los últimos dos días de


cuaresma, sino los primeros dos días del "sagrado triduo".
La resurrección es nuestra pascua; es un paso de la muerte a la vida, de la
oscuridad a la luz, del ayuno a la fiesta.

La cruz de Cristo tiene un redentor. En el crucifijo podemos gloriarnos porque


está transfigurado por la gloria de la resurrección.

El camino cristiano es el camino de la cruz, pero también el de la


resurrección; es olvido de sí, es perderse por Cristo, es vida que brota de la
muerte. El misterio pascual que celebramos en los días del sagrado triduo es
la pauta y el programa que debemos seguir en nuestras vidas.

DEL CAMINO DE LA CRUZ A LA ALEGRÍA DE LA LUZ


En el Tiempo de Cuaresma, preparación para la Pascua, oramos siguiendo el
Camino de la Cruz –Viacrucis-; en el Tiempo de Pascua, tiempo de plenitud y
de realización, oramos y celebramos el Camino de la Luz –Vialucis-, con el
ánimo de hacer presente la realidad de la Persona de Jesús tal como ahora
está: resucitado corporalmente y repleto de luz, gloria y esplendor, tal cual
estaremos nosotros con nuestros propios cuerpos transfigurados al final de
los tiempos.

Para ello nada más hermoso y gratificante que recrear las escenas bíblicas de
Jesús Resucitado, no ya en estaciones dolorosas, sino en estaciones
luminosas, gloriosas y renovadoras.

El Vía Crucis se celebra popular y devocionalmente los viernes, y tal vez los
martes (días de misterios dolorosos); el Vía Lucis es propio del Domingo, día
en que resucitó Jesús al amanecer, y también el miércoles, en que
tradicionalmente se meditan los misterios gloriosos de salvación. No
obstante, según la devoción y práctica personal, nada impide que uno y otro
se celebren también particularmente en distintos días y circunstancias, según
lo establezca cada uno por sí mismo, en compañía o en comunidad familiar o
eclesial.

Con la meditación del Camino de la Luz, nuestros ojos se harán más


transparentes, nuestra mirada más límpida, nuestro corazón más puro. La
gloria de la Resurrección penetrando nuestra pobre vida mortal, puede hacer
que nos llenemos de fuerzas nuevas, de una fe capaz de mover montañas y
de, por qué no, cambiar nuestra historia personal y comunitaria, de
esperanza cierta de que las cosas serán modificadas para bien y que no
involucionarán para peor jamás, de amor virtuoso y solidario que busque el
bien y la felicidad de todos.

Jesús Resucitó. Es nuestra esperanza y nuestra vida. Ya desde ahora somos


dichosos. El Via Lucis es el camino de la luz, del gozo y la alegría vividos con
Cristo y gracias a Cristo resucitado. Vamos a vivir con los discípulos su alegría
desbordante que sabe contagiar a todos. Vamos a dejarnos iluminar con la
presencia y la acción de Cristo resucitado que vive ya para siempre entre
nosotros y con su Espíritu nos vivifica.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Oración (Todos): ​Señor Jesús, con tu Resurrección triunfaste sobre la muerte


y vives para siempre comunicándonos la vida, la alegría y la esperanza firme.
Tú que fortaleciste la fe de las mujeres y de tus discípulos, enseñándolos a
amar con obras, fortalece también nuestro espíritu vacilante, para que nos
entreguemos de lleno a Ti. Queremos compartir contigo y con tu Madre
Santísima la alegría de tu Resurrección gloriosa. Tú que nos has abierto el
camino hacia el Padre, haz que, iluminados por el Espíritu Santo, gocemos un
día de la gloria eterna. Amén. Aleluya.
PRIMERA ESTACIÓN: ​JESÚS RESURGE DE LA MUERTE: ESTÁ VIVO

P. Aleluya, Jesucristo ha resucitado.


R/. Verdaderamente ha resucitado. Aleluya.

Mt. 28, 1-7: “​Pasado el sábado, al alborear el primer día de la semana, María
Magdalena y la otra María fueron a ver el sepulcro. De pronto se produjo un
gran terremoto, pues el Ángel del Señor bajó del cielo y, acercándose, hizo
rodar la piedra y se sentó encima de ella. Su aspecto era como el relámpago y
su vestido blanco como la nieve. Los guardias, atemorizados ante él, se
pusieron a temblar y se quedaron como muertos. El Ángel se dirigió a las
mujeres y les dijo: «no teman, sé que buscan a Jesús, el Crucificado; no está
aquí, ha resucitado, como lo había dicho. Vengan, vean el lugar donde
estaba. Y ahora vayan enseguida a decir a sus discípulos: "Ha resucitado de
entre los muertos e irá delante de ustedes a Galilea; allí le verán." Ya se lo
​ alabra del Señor / ​Gloria a Ti, Señor Jesús.
había dicho”. P

¡Nunca será la tumba nuestro lugar definitivo! Cuando la muerte parece


haber dicho la última palabra, hay que proclamar llenos de gozo que Cristo
vive, que ha resucitado. Cristo, que ha querido redimirnos dejándose clavar
en un madero, entregándose plenamente por amor, ha vencido a la muerte.
Su muerte nos ha liberado del pecado y su resurrección nos ha abierto el
camino hacia la Vida Eterna.

P. Verdaderamente ha resucitado el Señor. Aleluya.


R. Como anunciaron las Escrituras. Aleluya.
Oración (Todos):
Señor Jesús, te hemos seguido en los momentos difíciles de tu Pasión y
Muerte. Ahora queremos vivir contigo la verdadera alegría fruto de tu
resurrección. Enséñanos a amar la cruz, porque antes del triunfo suele estar
la tribulación y, sólo tomando tu cruz podremos llenarnos de ese gozo que
nunca acaba. Amén

Canto: ALELUYA, ALELUYA, EL SEÑOR RESUCITÓ

Aleluya, aleluya, aleluya aleluya. (2)


Aleluya, aleluya, aleluya:
El Señor resucitó. (2) Ahora tengo la esperanza
de que Dios siempre perdona,
El Señor resucitó, que Cristo no me abandona,
Cantemos con alegría. aleluya. (2)
Demos gracias al Señor,
aleluya. (2) Alegrémonos, hermanos,
Ya la muerte está vencida
Jesucristo nos libró Porque Jesucristo vive, aleluya. (2)
De todos nuestros pecados;
Ya de libertad gozamos,
SEGUNDA ESTACIÓN: ​LOS DISCÍPULOS ENCUENTRAN EL SEPULCRO VACÍO

P. Aleluya, Jesucristo ha resucitado.


R/. Verdaderamente ha resucitado. Aleluya.

Jn. 20, 1-9: ​“E​ l primer día de la semana, María Magdalena fue al sepulcro al
amanecer, cuando aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro. Echó
a correr y fue a donde estaba Simón Pedro y el otro discípulo, a quien Jesús
tanto quería, y les dijo: "Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos
dónde lo han puesto". Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro.
Los dos corrían juntos; pero el otro discípulo corría más que Pedro; se
adelantó y llegó primero al sepulcro; y, asomándose, vio las vendas en el
suelo y el sudario con el que le habían cubierto la cabeza, no por el suelo con
las vendas, sino enrollado en un sitio aparte. Entonces entró también el otro,
el que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó. Pues hasta entonces no
habían entendido la Escritura: que él había de resucitar de entre los muertos”​
Palabra del Señor / ​Gloria a Ti, Señor Jesús.

El amor todo lo vence. Si crees en la victoria del vencedor Resucitado, sabrás


andar el camino de la vida y lo harás recorrer a los demás, juntos cantando el
himno a la vida, la alegría del amor que todo lo vence.

P. Verdaderamente ha resucitado el Señor. Aleluya.


R. Como anunciaron las Escrituras. Aleluya.

Oración (Todos):
Solamente tú, Jesús Resucitado, nos llevas a la gloria de la vida. Solamente tú
nos haces ver una tumba vacía desde adentro. Convéncenos de nuestro
poder impotente delante de la muerte cuando estamos sin ti. Haz que nos
fiemos totalmente de la omnipotencia del amor, que vence a la muerte.
Amén.

Canto: HOY EL SEÑOR RESUCITÓ

Hoy el Señor resucitó El pueblo en él, vida encontró,


y de la muerte nos libró. la esclavitud ya terminó.

ALEGRÍA Y PAZ HERMANOS La luz de Dios, en él brilló,


QUE EL SEÑOR RESUCITÓ de nueva vida nos llenó.

Porque esperó, Dios le libró Con gozo alzad, el rostro a Dios,


y de la muerte lo sacó. que de él nos llega salvación.
TERCERA ESTACIÓN: ​EL RESUCITADO SE MANIFIESTA A MARÍA MAGDALENA

P. Aleluya, Jesucristo ha resucitado.


R/. Verdaderamente ha resucitado. Aleluya.

Jn. 20, 10-18: “​Los discípulos, entonces, volvieron a casa. Estaba María junto
al sepulcro fuera llorando. Y mientras lloraba se inclinó hacia el sepulcro, y ve
dos ángeles de blanco, sentados donde había estado el cuerpo de Jesús, uno a
la cabecera y otro a los pies. Le dijeron: «Mujer, ¿por qué lloras?» Ella les
respondió: «Porque se han llevado a mi Señor, y no sé dónde le han puesto.»
Dicho esto, se volvió y vio a Jesús, de pie, pero no sabía que era Jesús. Le dice
Jesús: «Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas?» Ella, pensando que era el
encargado del huerto, le dice: «Señor, si tú lo has llevado, dime dónde lo has
puesto, y yo me lo llevaré.» Jesús le dice: «María.» Ella se vuelve y le dice en
hebreo: «Rabbuní» - que quiere decir: «Maestro» -. Le dijo Jesús: «No me
toques, que todavía no he subido al Padre. Pero vete donde mis hermanos y
diles: Subo a mi Padre y Padre suyo, a mi Dios y su Dios.» Fue María
Magdalena y dijo a los discípulos que había visto al Señor y que había dicho
estas palabras”. P​ alabra del Señor / ​Gloria a Ti, Señor Jesús.

Hoy Cristo nos llama por nuestro nombre, personalmente, porque nos ama a
cada uno. Y a veces se oculta bajo la apariencia del hortelano, o de tantos
hombres o mujeres que pasan a nuestro lado, sin que nos demos cuenta.
Recibamos el dulce y desafiante encargo de anunciar al mundo a Cristo
muerto y resucitado para nuestra salvación.

P. Verdaderamente ha resucitado el Señor. Aleluya.


R. Como anunciaron las Escrituras. Aleluya.
Oración (Todos):
Virgen María, Madre de Dios y Madre nuestra, la primera visita de tu Hijo
resucitado fue a ti, para compartir contigo la alegría del triunfo. Te queremos
pedir que seamos testigos y mensajeros de la Resurrección de Jesucristo,
viviendo contigo el gozo de no separarnos nunca del Señor. Amén.

Canto: Aleluya, es la fiesta del Señor

Aleluya, aleluya, no lo dejes, de la mano,


el Señor resucitó. dale tu felicidad.
Aleluya, aleluya,
es la fiesta del Señor. Cuando alguien te pregunte:
Aleluya, aleluya, ¿dónde está la libertad?
el Señor resucitó. Que en tus obras él descubra
que Jesús es quien la da.
Ya no hay miedo, ya no hay
muerte, Si delante de los hombres
ya no hay penas qué llorar; defendemos nuestra luz,
porque Cristo sigue vivo; abriremos mil caminos
la esperanza abierta está. para la resurrección.

Cuando un hombre a tu lado


ya no sabe caminar,
CUARTA ESTACIÓN​: EL RESUCITADO EN EL CAMINO DE EMAÚS

P. Aleluya, Jesucristo ha resucitado.


R/. Verdaderamente ha resucitado. Aleluya.

​ os discípulos de Jesús iban andando aquel mismo día,


Lc. 24, 13-19. 25-27: ​“D
el primero de la semana, a una aldea llamada Emaús, distante una dos leguas
de Jerusalén. Iban comentando todo lo que había sucedido. Mientras
conversaban y discutían, Jesús en persona se acercó y se puso a caminar con
ellos. Pero sus ojos no eran capaces de reconocerlo. Él les dijo: ¿qué
conversación es esa que tienen mientras van de camino? Ellos se detuvieron
preocupados. Y uno de ellos, que se llamaba Cleofás, le replicó: "¿Eres tú el
único forastero en Jerusalén que nos sabe lo que ha pasado allí estos días?" El
les preguntó: "¿Qué"? Ellos contestaron: "lo de Jesús, el Nazareno, que fue un
Profeta poderoso en obras y palabras, ante Dios y ante todo el pueblo" (...)
Entonces Jesús les dijo: "¡Qué necios y torpes son ustedes para creer lo que
anunciaron los profetas! ¿No era necesario que el Mesías padeciera esto para
entrar en su gloria?" Y, comenzando por Moisés y siguiendo por los profetas,
les explicó lo que se refería a él en toda la Escritura”​. ​Palabra del Señor /
Gloria a Ti, Señor Jesús.

Las palabras del resucitado no son comunes, despliegan un sentido


escondido que la historia vivida hasta ahora no ha manifestado y que sólo él
sabe mostrar. Los discípulos se iban tristes y desesperanzados, sin embargo,
Cristo "se viste de caminante" para iluminar sus pasos decepcionados, para
recuperar su esperanza. La palabra del resucitado llena de luz, fe, alegría y
amor nuestros corazones; y nos hace reconocer “es el Señor”.
P. Verdaderamente ha resucitado el Señor. Aleluya.
R. Como anunciaron las Escrituras. Aleluya.

Oración (Todos):
Señor Jesús, danos la limpieza de corazón y la claridad de mente para
reconocer la verdad. Que nunca negociemos con ella para ocultar nuestras
flaquezas, nuestra falta de entrega, que nunca sirvamos a la mentira, para
sacar adelante nuestros intereses. Amén
Canto: EL PEREGRINO DE EMAÚS
No le conocí al caminar,
Que llevabas conversando, ahora sí, en la fracción del pan.
me dijiste buen amigo,
y me detuve asombrado Van tres días que se ha muerto
a la vera del camino. y se acaba mi esperanza,
“¿No sabes lo que ha pasado dicen que algunas mujeres
ayer en Jerusalén, al sepulcro fueron de alba.
de Jesús de Nazareth Pedro, Juan y algunos otros
a quien clavaron en cruz?” hoy también allá buscaron,
Por eso me vuelvo en pena más se acaba mi confianza
a mi aldea de Emaús. no encontraron a Jesús,
por eso me vuelvo triste
Por la calzada de Emaús, a mi aldea de Emaús​.
un peregrino iba conmigo.
QUINTA ESTACIÓN: ​EL RESUCITADO PARTE EL PAN

P. Aleluya, Jesucristo ha resucitado.


R/. Verdaderamente ha resucitado. Aleluya.

Lc.​ 24, 28-35: ​“​Ya cerca de la aldea donde iban, Él hizo ademán de seguir
adelante; pero ellos le apremiaron diciendo: "Quédate con nosotros porque
atardece y el día va de caída" Y entró para quedarse con ellos. Sentado a la
mesa con ellos, tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio. A
ellos se les abrieron los ojos y lo reconocieron. Pero Él desapareció. Ellos
comentaron: "¿No ardía nuestro corazón mientras nos hablaba por el camino
y nos explicaba las Escrituras?" Y, levantándose al momento, se volvieron a
Jerusalén, donde encontraron reunidos a los Once con sus compañeros, que
estaban diciendo: "Era verdad, ha resucitado el Señor y se ha aparecido a
Simón" Y ellos contaron lo que les había pasado por el camino y cómo lo
habían reconocido al partir el pan”.​ ​Palabra del Señor / ​Gloria a Ti, Señor
Jesús.

Señor, "quédate con nosotros" y haz que inflamados por tus palabras, te
acojamos y celebremos la alegría de sentarnos a tu Mesa donde los ojos
vendados se abren, el desconocido se transforma en conocido y cercano, los
pies cansados del viaje se vuelven prontos para salir a anunciar, y en su
nombre acoger a los pobres de pan, a los pobres de corazón, a los pobres de
sentido de la vida a quiénes llenos de alegría se testimonia la Buena Nueva de
la esperanza hecha vida.

P. Verdaderamente ha resucitado el Señor. Aleluya.


R. Como anunciaron las Escrituras. Aleluya.
Oración (Todos):
Señor de la gloria, ayúdanos a preparar y vivir nuestras celebraciones lavando
los pies cansados, de los últimos, acogiendo en el corazón y en las casas a los
"pobres, tullidos, cojos, ciegos" (Lc. 14,13), los necesitados de hoy, que no
tienen otro signo de reconocimiento sino aquél de ser tu imagen viva. ​Amén.

Canto: ​EL PEREGRINO DE EMAÚS (II)

¡Oh tardíos corazones


que ignoráis a los profetas! Hizo señas de seguir
En "la Ley" ya se anunció más allá de nuestra aldea,
que el Mesías padeciera. y la luz del sol poniente
Y por llegar a su gloria pareció que se muriera.
escogiera su aflicción. Quédate forastero
En la tarde de aquel día ponte a la mesa y bendice
yo sentí que con Jesús y al destello de tu luz
nuestro corazón ardía en la bendición del pan
a la vista de Emaús​. mis ojos conocerán
al amigo de Emaús.
Por la calzada de Emaús,
un peregrino iba conmigo.
No le conocí al caminar,
ahora sí, en la fracción del pan.
SEXTA ESTACIÓN: ​EL RESUCITADO SE APARECE A LOS DISCÍPULOS

P. Aleluya, Jesucristo ha resucitado.


R/. Verdaderamente ha resucitado. Aleluya.

Lc. 24, 36-43: “​Estaban hablando de estas cosas, cuando él se presentó en


medio de ellos y les dijo: «La paz con ustedes.» Sobresaltados y asustados,
creían ver un espíritu. Pero él les dijo: «¿Por qué se asustan, y por qué se
suscitan dudas en su corazón? Miren mis manos y mis pies; soy yo mismo.
Tóquenme y vean que un espíritu no tiene carne y huesos como ven que yo
tengo.» Y, diciendo esto, les mostró las manos y los pies. Como ellos no
acababan de creerlo a causa de la alegría y estaban asombrados, les dijo:
«¿Tienen aquí algo de comer?» Ellos le ofrecieron parte de un pez asado. Lo
​ alabra del Señor / ​Gloria a Ti, Señor Jesús.
tomó y comió delante de ellos” P

Cristo resucitado es el mismo Jesús que nació en Belén y trabajó durante


años en Nazaret, el mismo que recorrió los caminos de Palestina predicando
y haciendo milagros, el mismo que lavó los pies a sus discípulos y se entregó
a sus enemigos para morir en la Cruz. No es un fantasma. Es verdaderamente
el mismo Jesús que los eligió como amigos, y ahora come con ellos. En medio
de ellos es Vida que expulsa la amargura, la tristeza y la duda, y hace mirar
más allá de la muerte y su silencio.

P. Verdaderamente ha resucitado el Señor. Aleluya.


R. Como anunciaron las Escrituras. Aleluya.
Oración (Todos):
Señor Jesús, danos la fe y la confianza para descubrirte en todo momento.
Que seas para nosotros no una figura lejana que existió en la historia, sino
que, vivo y presente entre nosotros, ilumines nuestro camino en esta vida y,
después, transformes nuestro cuerpo frágil en cuerpo glorioso como el tuyo.
Amén.

Canto: TE CONOCIMOS AL PARTIR EL PAN

Andando por el camino te te dimos nuestra posada, techo,


tropezamos, Señor, comida y calor;
te hiciste el encontradizo, nos diste sentados como amigos a compartir
conversación. el cenar,
Tenían tus palabras fuerza de vida y allí te conocimos al repartirnos el
amor, pan.
ponían esperanza y fuego en el
corazón. Andando por los caminos te
tropezamos, Señor,
/ TE CONOCIMOS, SEÑOR, AL en todos los peregrinos que
PARTIR EL PAN. necesitan amor;
TÚ NOS CONOCES, SEÑOR, AL esclavos y oprimidos que buscan la
PARTIR EL PAN. / (2) libertad,
hambrientos, desvalidos, a quienes
Llegando a la encrucijada, Tú damos el pan.
proseguías, Señor,
SÉPTIMA ESTACIÓN: ​EL RESUCITADO DA EL PODER DE PERDONAR LOS
PECADOS

P. Aleluya, Jesucristo ha resucitado.


R/. Verdaderamente ha resucitado. Aleluya.

Jn. 20, 19-23: “​Al atardecer de aquel día, el primero de la semana, estando
cerradas las puertas, por miedo a los judíos, del lugar donde se encontraban
los discípulos, se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: «La paz con
ustedes» Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Los discípulos se
alegraron de ver al Señor. Jesús les dijo otra vez: «La paz con ustedes. Como
el Padre me envió, también yo los envío.» Dicho esto, sopló sobre ellos y les
dijo: «Reciban el Espíritu Santo. A quienes les perdonen los pecados, les
quedan perdonados; a quienes se los retengan, les quedan retenidos».
Palabra del Señor / ​Gloria a Ti, Señor Jesús.

En la Iglesia siempre debe soplar este aliento divino del perdón que renueva,
transforma y santifica a la humanidad. Jesús resucitado ​hace partícipes a los
discípulos de la misericordia de Dios: el poder de perdonar los pecados, la
capacidad de volver a la amistad con Dios después de haberlo abandonado
por el pecado. El Padre y el Hijo resucitado han amado tanto al mundo que
han donado su Espíritu para ofrecer el amor hecho perdón.

P. Verdaderamente ha resucitado el Señor. Aleluya.


R. Como anunciaron las Escrituras. Aleluya.

Oración (Todos):
Señor Jesús, cuando nos alejemos de Ti por el pecado, ayúdanos a sentir la
alegría profunda de tu misericordia en el sacramento de la Penitencia,
porque éste nos limpia y purifica, devolviéndonos tu amistad, nos reconcilia
con la Iglesia y nos ofrece la paz y serenidad de conciencia para seguir con
nuevas fuerzas el seguimiento de Cristo. Amén.

Canto: LA ALEGRÍA MÁS HERMOSA

La alegría más hermosa Y, ¡qué inmensa su alegría,


Es la alegría en el perdón, cuando el hijo regresó!.
que en el cielo hay mucha fiesta
cuando vuelve un pecador. La alegría más hermosa…

Si la oveja se ha perdido
a buscarla va el pastor. La mujer buscaba, triste,
Que en el cielo hay mucha fiesta las monedas que perdió;
cuando vuelve un pecador. Y saltaba de alegría,
cuando, al fin, las encontró.
La alegría más hermosa,
la alegría en el perdón. Qué afanosa rebuscaba,
Que en el cielo hay mucha fiesta toda su casa barrió;
cuando vuelve un pecador Y saltaba de alegría,
cuando, al fin, las encontró.
Cuando el hijo se fue lejos,
triste el padre se quedó; La alegría más hermosa…
Y, ¡qué inmensa su alegría,
cuando el hijo regresó!.
Cada día, cada instante,
por su ausencia se apenó;
OCTAVA ESTACIÓN: ​EL RESUCITADO CONFIRMA LA FE DE TOMÁS

R. P. Aleluya, Jesucristo ha resucitado.


S. R/. Verdaderamente ha resucitado. Aleluya

Jn. 20, 24-29: ​“Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con
ellos cuando vino Jesús. Y los otros discípulos le decían: "Hemos visto al
Señor" Pero él les contestó: "Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si
no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado,
no lo creo". A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás
con ellos. Llegó Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo:
"Paz a ustedes". Luego dijo a Tomás: "Trae tu dedo, aquí tienes mis manos;
trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente".
Contestó Tomás: "¡Señor mío y Dios Mío!". Jesús le dijo: "¿Porque me has
visto has creído? Dichosos los que crean sin haber visto". ​Palabra del Señor /
Gloria a Ti, Señor Jesús.

La Fe es aceptar el misterio, es razonar mirando hacia lo alto y hacia


adelante. Fe es creer al sol cuando uno se encuentra en la total oscuridad, al
amor cuando se vive en el odio. Es salto en los brazos de Dios porque con
Cristo todo es posible. Con Cristo lo puedo todo, incluso morir. La razón de la
vida es la Fe en el Dios de la vida, con la certeza que si todo se derrumba, Él
no se derrumba. La fe es la luz que ilumina nuestra existencia y nos ayuda y
fortalece para reconocer la verdad y aprender a amarla.

P. Verdaderamente ha resucitado el Señor. Aleluya.


R. Como anunciaron las Escrituras. Aleluya.
Oración (Todos):
Señor Jesús, danos una fe fuerte y firme, llena de confianza. Te pedimos la
humildad de creer sin ver, de esperar contra toda esperanza y de amar sin
medida, con un corazón grande, de abrazarnos a tu Palabra para que tu
Pueblo permanezca en la verdad que libera. Amén

Canto: COMO TOMÁS

Señor mío y Dios mío, Señor mío y Dios mío …


enséñame, ayúdame a creer.
Señor mío y Dios mío, Porque a veces siento miedo de
no quiero dudar ya más de mi fe. fallarte a tu amor,
y me vence el orgullo y no te veo
Porque cuando tú viniste Señor.
yo no estaba ahí. No quiero como Tomás sólo ver para
y dudé cuando me hablaron creer,
de tu signo de amor. Quiero ser fiel a tus pasos,
Ábreme bien los ojos, quiero ver con quiero que llenes mi ser, ni meter,
claridad; mis dedos en tu costado.
no quiero exigirte nada, sólo No hace falta palpar las heridas de tus
aprenderte a amar, manos y pies.
Ni meter los dedos en tu costado
no hace falta palpar Señor mío y Dios mío..
las heridas de tus manos y pies.
NOVENA ESTACIÓN: ​EL RESUCITADO SE MANIFIESTA EN EL LAGO TIBERÍADES

P. Aleluya, Jesucristo ha resucitado.


R/. Verdaderamente ha resucitado. Aleluya.

Jn. 21, 1-9.13: “​Jesús se apareció otra vez a los discípulos junto al algo de
Tiberíades. Y se apareció de esta manera: estaban juntos Simón Pedro, Tomás
apodado el Mellizo, Natanael el de Caná de Galilea, los Zebedeos y otros dos
discípulos suyos. Simón Pedro les dice: "Me voy a pescar". Ellos contestan:
"Vamos también nosotros contigo". Salieron y se embarcaron; aquella noche
no pescaron nada. Estaba ya amaneciendo, cuando Jesús se presentó en la
orilla; pero los discípulos no sabían que era Jesús. Jesús les dice:
"¿Muchachos, tienen pescado?". Ellos contestaron: "No". Él les dice: "Echen la
red a la derecha de la barca y encontrarán". La echaron, y no tenían fuerzas
para sacarla, por la multitud de peces. Y aquel discípulo que Jesús tanto
quería le dice a Pedro: "Es el Señor". Al oír que era el Señor, Simón Pedro, que
estaba desnudo, se ató la túnica y se echó al agua. Los demás discípulos se
acercaron en la barca, porque no distaban de tierra más que unos cien
metros, remolcando la red llena de peces. Al saltar a tierra ve la brasa con un
pescado puesto encima y pan (...). Jesús se acerca, toma el pan y se lo da, y lo
mismo el pescado”. P ​ alabra del Señor / ​Gloria a Ti, Señor Jesús.

El Resucitado se dirige a las vicisitudes de la vida cotidiana, se introduce en


los dramas y tristezas de los hombres y es portador de esperanza, sobre todo
cuando parece que todo se ha acabado. Jesús resucitado golpea a la puerta
de tantos hombres y mujeres cansados, desesperados, llenos de cosas pero
vacíos de sentido; llenos de éxitos pasajeros que aprovechan sólo a pocos y
cierran la esperanza a muchos porque Dios está ausente. Con su Resurrección
Cristo nos abre a la vida, la paz y la esperanza.
P. Verdaderamente ha resucitado el Señor. Aleluya.
R. Como anunciaron las Escrituras. Aleluya.
Oración (Todos):
Señor Jesús, haznos testigos de tu Pascua en lo cotidiano, donde Tú nos
esperas siempre, en la orilla de nuestros afanes y desvelos. Siéntate Señor a
la mesa de hombres saciados pero vacíos; siéntate a la mesa de los hombres
pobres pero con esperanza, de esclavos que anhelan la libertad; para que el
mundo que tú amas sea nuevo porque celebra y vive tu Pascua. ​Amén.
Canto: PESCADOR DE HOMBRES

Tú has venido a la orilla descansen


no has buscado a sabios, ni a ricos amor que quiero seguir amando.
tan solo quieres que yo te siga. Tu sabes bien lo que quiero
en mi barca no hay oro ni espadas
Señor, me has mirado a las ojos tan solo redes y mi trabajo.
sonriendo, has dicho mi nombre
en la arena, he dejado mi barca Tu pescador de otros mares
junto a ti, buscare otro mar. ansia entera de almas que esperan
amigo bueno que así me llamas.
Tú necesitas mis manos
mis cansancios que a otros
DÉCIMA ESTACIÓN: ​EL RESUCITADO CONFIERE EL PRIMADO A PEDRO

P. Aleluya, Jesucristo ha resucitado.


R/. Verdaderamente ha resucitado. Aleluya.

Jn 21, 15-17: “​Después de comer, dice Jesús a Simón Pedro: "Simón, hijo de
Juan, ¿me amas más que éstos?". Él le contestó: "Sí, Señor, tú sabes que te
quiero". Jesús le dice: "Apacienta mis corderos". Por segunda vez le pregunta:
"Simón, hijo de Juan, ¿me amas?". Él le contesta: "Sí, Señor, tú sabes que te
quiero". Él le dice: "Pastorea mis ovejas". Por tercera vez le pregunta: "Simón,
hijo de Juan, ¿me quieres?". Se entristeció Pedro de que le preguntara por
tercera vez si lo quería y le contestó: "Señor, tú conoces todo, tú sabes que te
quiero". Jesús le dice: "Apacienta mis ovejas." ​Palabra del Señor / ​Gloria a Ti,
Señor Jesús.

Las tres preguntas de Jesús son la mejor prueba de que Él es fiel a sus
promesas, de que nunca abandona a los suyos. Cristo, el Buen Pastor pone a
Pedro y a sus Sucesores al frente de la naciente Iglesia, para pastorear al
Pueblo de Dios con la solicitud de un padre, de un maestro, de un hermano,
de un servidor. ​Solamente la respuesta al amor de Dios anima a ser
colaboradores en el anuncio de su Reino.

P. Verdaderamente ha resucitado el Señor. Aleluya.


R. Como anunciaron las Escrituras. Aleluya.

Oración (Todos):
Señor Jesús, haz que aprendamos a conocer, amar, obedecer y respetar a
nuestra Iglesia. Enséñanos siempre en Ti. Que nunca te perdamos de vista, y
sigamos siempre tus indicaciones, aunque nos parezcan difíciles o absurdas,
porque sólo así alcanzamos frutos que serán tuyos, no nuestros. Amén.
Canto:​ ​IGLESIA SOY Yo la veré envejecer,
pero a mi madre aún con arrugas
Iglesia soy, y tú también. y defectos la querré.
En el Bautismo renacimos La quiero más, pues sé muy bien,
a una vida singular que ha envejecido sin dejarme de
y al confirmar hoy nuestra fe, querer.
lo proclamamos compartiendo el
mismo pan. La Iglesia es tan maternal
que me ha engendrado,
No vayas triste en soledad me alimenta y acompaña sin cesar.
ven con nosotros y verás La Iglesia es tan maternal
a los hermanos caminando en el que nunca duda en abrazarme y
amor. perdonar.
Ven con nosotros y serás
en la familia un hijo más, Tensiones hay y las habrá
iremos juntos caminando en el porque nosotros somos hombres
amor. y no ángeles de luz,
pero al final, sólo al final
la Iglesia humilde encontrará su
plenitud.
UNDÉCIMA ESTACIÓN: ​EL RESUCITADO ENVÍA A LOS DISCÍPULOS

P. Aleluya, Jesucristo ha resucitado.


R/. Verdaderamente ha resucitado. Aleluya.

Mt. 28,16-20: ​“​Los once discípulos se fueron a Galilea, al monte que Jesús les
había indicado. Al verlo, ellos se postraron, pero algunos vacilaban.
Acercándose a ellos, Jesús les dijo: "Se me ha dado pleno poder en el cielo y
en la tierra. Vayan y hagan discípulos de todos los pueblos, bautizándolos en
el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; y enseñándoles a guardar
todo lo que os he mandado. Y sepan que yo estoy con ustedes todos los días,
hasta el fin del mundo."​ P
​ alabra del Señor / ​Gloria a Ti, Señor Jesús.

Ser llamado es un honor, ser enviados es un deber. Las tareas son distintas, la
misión es única, hacer propia la causa de Jesús, es decir por aquello que Él ha
vivido y se ha sacrificado: el reino de justicia, amor y paz. Vayan por todas
partes como bautizados-enviados a anunciar la Buena Nueva que todos
esperan en la familia, en la escuela, en la iglesia, por las calles, por las
autopistas, por los caminos virtuales, porque el corazón continúa también
hoy buscando la felicidad, que es el eterno Amor del Resucitado que está con
nosotros hasta el fin del mundo.

P. Verdaderamente ha resucitado el Señor. Aleluya.


R. Como anunciaron las Escrituras. Aleluya.

Oración (Todos):
Jesús Resucitado, tu promesa llega consoladora: "Yo estoy con ustedes todos
los días" (Mt. 28,20). Solos no somos capaces de llevar el mínimo peso con
perseverancia y entrega. Nosotros somos la debilidad, tú eres la fuerza.
Nosotros somos la tristeza, tú eres la felicidad. Nosotros somos la noche, tú
eres la luz. Amén.
Canto: NOS ENVÍAS POR EL MUNDO

//Nos envías por el mundo //Cuanto soy y cuanto tengo,


a anunciar la Buena Nueva // la ilusión y el desaliento //
//Mil antorchas encendidas //Yo te ofrezco mi semilla
y una nueva primavera // y Tú pones el fermento //
//Si la sal se vuelve sosa, //Nos envías por el mundo
¿quién podrá salar el mundo? // a anunciar la Buena Nueva //
//Nuestra vida es levadura, //Mil antorchas encendidas
nuestro amor será fecundo // y una nueva primavera //
//Siendo siempre tus testigos
cumpliremos el destino //
//Sembraremos de esperanza
y alegría los caminos //
DÉCIMA SEGUNDA ESTACIÓN: ​EL RESUCITADO ASCIENDE AL CIELO

P. Aleluya, Jesucristo ha resucitado.


R/. Verdaderamente ha resucitado. Aleluya.

Hch. 1, 6-11: ​“​Ellos lo rodearon preguntándole: Señor, ¿Es ahora cuando vas a
restaurar el reino de Israel? Jesús contestó: No les toca a ustedes conocer los
tiempos y las fechas que el Padre ha establecido con su autoridad. Cuando el
Espíritu Santo descienda sobre ustedes, recibirán fuerza para ser mis testigos
en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta los confines del mundo".
Dicho esto, lo vieron levantarse, hasta que una nube se lo quitó de la vista.
Mientras miraban fijos al cielo, viéndolo irse, se le presentaron dos hombres
vestidos de blanco, que les dijeron: "Galileos, ¿Qué hacen ahí plantados
mirando al cielo?. El mismo Jesús que los ha dejado para subir al cielo volverá
como lo han visto marcharse."​ P ​ alabra de Dios​ / ​Te alabamos Señor.

Los discípulos sienten el dolor de la separación, pero el Señor les ha llenado


de esperanza. Una esperanza firme: "Yo estaré con ustedes todos los días
hasta el fin del mundo. Es el momento de ponerse a trabajar, de emplearse a
fondo para llevar el mensaje de alegría, la Buena Noticia, hasta los confines
del mundo, porque contamos con la compañía de Jesús, que no nos
abandona. Y no podemos perder un instante, porque el tiempo no es
nuestro, sino de Dios, para quemarlo en su servicio. Jesucristo ha querido ir
por delante de nosotros, para que vivamos con la ardiente esperanza de
acompañarlo un día en su Reino.
P. Verdaderamente ha resucitado el Señor. Aleluya.
R. Como anunciaron las Escrituras. Aleluya.

Oración (Todos):
Señor Jesús, tu ascensión al cielo nos anuncia la gloria futura que has
destinado para los que te aman. Haz, Señor, que la esperanza del cielo nos
ayude a trabajar sin descanso aquí en la tierra. Que no permanezcamos
nunca de brazos cruzados, sino que hagamos de nuestra vida una siembra
continua de paz y de alegría. Amén

Canto: SOIS LA SEMILLA

Sois la semilla que ha de crecer, de mi resurrección,


sois estrella que ha de brillar, id llevando mi presencia,
sois levadura sois grano de sal, con vosotros estoy.
antorcha que debe alumbrar.
Sois una llama que ha de encender
Sois la mañana que vuelve a nacer, resplandores de fe y caridad.
sois espiga que empieza a granar, Sois los pastores que han de guiar
sois aguijón y caricia a la vez al mundo por sendas de paz.
testigos que voy a enviar.
Sois los amigos que quise escoger,
Id amigos por el mundo, sois palabra que intento gritar.
anunciando el amor, Sois reino nuevo que empieza a
mensajeros de la vida, engendrar
de la paz y el perdón. justicia, amor y verdad.
Sed amigos, los testigos
DÉCIMA TERCERA ESTACIÓN: ​CON MARÍA A LA ESPERA DEL ESPÍRITU SANTO

P. Aleluya, Jesucristo ha resucitado.


R/. Verdaderamente ha resucitado. Aleluya.

Hch. 1, 12-14: ​“Después de subir Jesús al cielo, los apóstoles se volvieron a


Jerusalén, desde el monte que llaman de los Olivos, que dista de Jerusalén lo
que se permite caminar en sábado. Llegados a casa, subieron a la sala, donde
se alojaban: Pedro, Juan, Santiago, Andrés, Felipe, Tomás, Bartolomé, Mateo,
Santiago el de Alfeo, Simón el Celotes y Judas el de Santiago. Todos ellos se
dedicaban a la oración en común, junto con algunas mujeres, entre ellas
María, la madre de Jesús, y con sus hermanos”. ​Palabra de Dios / ​Te
alabamos Señor.

La comunidad cristiana se reúne en torno a María en la fe, en la oración


constante y en el amor. ​La madre de Jesús, presente desde el inicio, no puede
estar ausente en el momento culminante. Ella espera ahora con los amigos
de Jesús el inicio de una nueva aurora. Ella nos enseña a tener las manos
juntas para saber tenerlas abiertas, las manos que se ofrecen, las manos
limpias, las manos heridas del amor, como las del Resucitado.

P. Verdaderamente ha resucitado el Señor. Aleluya.


R. Como anunciaron las Escrituras. Aleluya.

Oración (Todos):
Jesús Resucitado que siempre estás presente en la comunidad pascual,
infunde en nosotros, por intercesión de María, tu Espíritu Santo: el Espíritu
de la vida, el Espíritu de la felicidad, el Espíritu de la paz, el Espíritu de la
fuerza, el Espíritu del amor, el Espíritu de la Pascua, el Espíritu de
unidad. Amén.

Canto: ​Santa María de la suelo.


Esperanza Y nosotros soñamos con su vuelta,
queremos la llegada de su Reino.
SANTA MARÍA DE LA ESPERANZA:
//MANTÉN EL RITMO DE NUESTRA Viviste con la cruz de la esperanza,
ESPERA// tensando en el amor la larga
espera;
Nos diste al esperado de los y nosotros buscamos con los
tiempos, hombres
mil veces prometido en los el nuevo amanecer de nuestra
profetas; tierra.
y nosotros de nuevo deseamos
que vuelva a repetirnos sus Esperaste, cuando todos vacilaban,
promesas. el triunfo de Jesús sobre la muerte;
y nosotros esperamos que su vida
Brillaste como aurora del gran día; anime nuestro mundo para
plantaba Dios su tienda en nuestro siempre.
.
DECÍMA CUARTA ESTACIÓN: ​EL RESUCITADO ENVÍA EL ESPÍRITU SANTO

R. P. Aleluya, Jesucristo ha resucitado.


S. R/. Verdaderamente ha resucitado. Aleluya.

Hch. 2, 1-4: ​“Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en un


mismo lugar. De repente vino del cielo un ruido como el de una ráfaga de
viento impetuoso, que llenó toda la casa en la que se encontraban. Se les
aparecieron unas lenguas como de fuego que se repartieron y se posaron
sobre cada uno de ellos; quedaron todos llenos del Espíritu Santo y se
pusieron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía expresarse.
Se encontraban entonces en Jerusalén judíos devotos de todas las naciones de
la tierra. Al oír el ruido, acudieron en masa y quedaron desconcertados,
porque cada uno los oía hablar en su propio idioma”. P ​ alabra de Dios / ​Te
alabamos Señor.​

Jesús, el Hijo de Dios, fiel a la promesa, envía al Espíritu Santo. Él es el que


llena de luz la mente y de fuego el corazón de los discípulos para darles la
fuerza y el impulso para predicar el Reino de Dios. Es el "tiempo de la Iglesia",
que somos todos los bautizados en peregrinación por este mundo. El Espíritu
Santo la guía hasta que un día participemos del gozo junto a Dios en el cielo.
El Espíritu Santo enciende el fuego del amor que calienta el corazón de los
creyentes y los conduce al mundo a dar testimonio de la vida, de la luz y de la
caridad de Dios.

P. Verdaderamente ha resucitado el Señor. Aleluya.


R. Como anunciaron las Escrituras. Aleluya
Oración (Todos):
Dios Espíritu Santo, Consolador y Santificador nuestro, inflama nuestro
corazón, llena de luz nuestra mente para que te conozcamos y amemos cada
vez mejor. Derrama sobre nosotros el fuego de tu amor para que te
pongamos en la entraña de nuestro ser y de nuestro obrar. Amén.

Canto: SIEMPRE ES PENTECOSTÉS


Cuando rezamos, cuando cantamos, con plena lucidez,
cuando la fiesta es //soplan de nuevo vientos del cielo,
un celebrar gozoso es el día porque es Pentecostés //
grande: Pentecostés.
Cuando llevamos en nuestras manos Cuando los hijos ya van creciendo
un resplandor de luz y dicen que quieren ser
//en nuestro pecho vive y palpita, miembros de Cristo y de su Iglesia,
el que murió en la cruz// siempre es Pentecostés.
No nos separan lenguas ni razas,
CUANDO EL SEÑOR, ALIENTA EN nuestra consigna es,
NOSOTROS, // ser en el mundo un testimonio,
SIEMPRE ES PENTECOSTÉS. porque es Pentecostés //
CUANDO EL AMOR, NOS LANZA A
LA VIDA, Cuando la fuerza que estaba oculta
SIEMPRE ES PENTECOSTÉS. vence con su poder,
nuestros temores, nuestro egoísmo,
Cuando queremos comprometernos siempre es Pentecostés.
en una misma fe, Cuando aceptamos ser levadura
una tarea, un compromiso... y llama que quiere arder,
siempre es Pentecostés. //nos vinculamos más a la Iglesia,
Cuando decimos sí a la Iglesia porque es Pentecostés//
CONCLUSIÓN Y RENOVACIÓN DE LAS PROMESAS BAUTISMAL

Caminamos muchas veces derrotados hacia Emaús. Sin embargo un


peregrino viaja con nosotros. Su Palabra nos hace arder el corazón. Y así
entendemos las Escrituras. Comprendemos que “era necesario que el Mesías
padeciera”. Lo reconocemos vivo cuando compartimos el pan. Derrotamos
toda oscuridad porque Él nos acompaña. Lejos queda la desesperanza, lejos
quedan los temores y las cegueras. Una corriente de humanidad se extiende
por todos los caminos. La Iglesia vive desde ahora de la fiesta. Cada domingo
volverá a celebrarla. ¡Aleluya! ¡Aleluya! ¡Aleluya!

Como bautizados estamos llamados a llevar la luz de Cristo Resucitado a los


hermanos que encontremos en nuestro camino, por eso ahora renovamos la
alegría y el compromiso que un día hicieron por nosotros nuestros padres y
padrinos. Si quieren seguir al Resucitado por los caminos del mundo:

P. ​¿Renuncian al pecado para vivir en la libertad de los hijos de Dios?


T. Renuncio.
P. ​¿Renuncian a todas las seducciones del mal, para que no domine en
ustedes el pecado?
T. Renuncio.
P. ​¿Renuncian a Satanás y a todas sus obras?
T. Renuncio.

P. ​¿Creen en Dios Padre Todopoderoso, creador del cielo y de la tierra?


T. Sí Creo.
P. ​¿Creen en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que nació de Santa
María Virgen, murió, fue sepultado, resucitó de entre los muertos y está
sentado a la derecha de del padre?
T. Sí Creo.
P. ¿​Creen en el Espíritu Santo, en la Santa Iglesia Católica, en la comunión de
los santos, en el perdón de los pecados, en la resurrección de la carne y en la
vida eterna?
T. Sí Creo.
P. ​Que Dios todopoderoso, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos
regeneró por el agua y el Espíritu Santo, y que nos concedió la remisión de los
pecados, nos guarde en su gracia, en el mismo Jesucristo nuestro Señor, para
la vida eterna. ​Amén. (Se hace aspersión con el agua bautismal)

Oración (Todos): ​Señor y Dios nuestro, fuente de alegría y de esperanza,


hemos vivido con tu Hijo los acontecimientos de su Resurrección y Ascensión
hasta la venida del Espíritu Santo; haz que la contemplación de estos
misterios nos llene de tu gracia y nos capacite para dar testimonio de
Jesucristo en medio del mundo. Te pedimos por tu Santa Iglesia: que sea fiel
reflejo de las huellas de Cristo en la historia y que, llena del Espíritu Santo,
manifieste al mundo los tesoros de tu amor, santifique a tus fieles con los
sacramentos y haga partícipes a todos los hombres de la resurrección eterna.
Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Bendición solemne
P.​ Dios fuente de luz, que nos ha mandado el Espíritu consolador a través de
sus discípulos, los bendiga y los colme de sus dones.
T. Amén.
P. ​El Señor Resucitado les comparta el fuego de su Espíritu y los ilumine con
su sabiduría.
T. Amén.
P.​ El Espíritu santo, que ha reunido pueblos distintos en una única Iglesia, los
vuelva perseverantes en la fe y felices en la esperanza hasta la visión beata
del cielo.
T. Amén.
P.​ Y la bendición de Dios omnipotente, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda
sobre ustedes, y con ustedes permanezca siempre.
T. Amén.
ORACIÓN A LA VIRGEN DE LA ESPERANZA

Oh María, madre de la esperanza


tú que has conocido nuestra fragilidad
a través del sufrimiento de tu Hijo,
vuelve tu mirada de Madre
a todo sufrimiento y debilidad humana,
en este doloroso momento de la historia.

Tú que esperaste contra toda esperanza


junto a la Cruz de tu Hijo
infundiendo fe a los discípulos
confundidos y desilusionados
alcánzanos el consuelo de la esperanza.

Hoy te imploramos, oh Madre de esperanza:


pide a tu Hijo que tenga misericordia
y nos sostenga en los momento más oscuros de la vida;
intercede por nosotros para que vivamos este duro momento
con la esperanza de la eternidad
para contemplar con gozo la gloria
de Cristo Resucitado. Amén

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