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OFRECIMIENTO

Señor Dios, cuyo Unigénito Hijo, con su vida, muerte y resurrección, nos alcanzó el premio de la salud eterna, danos a los
que meditamos estos misterios del Santo Rosario, imitar lo que contienen y alcanzar lo que prometen, por el mismo
Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Por estos misterios santos que hemos hecho recuerdo, te pedimos, ¡Oh María!, de la Fe Santa el aumento, la exaltación
de la Iglesia, del Papa el mejor acierto, y de la Nación Mexicana, la unión y el feliz gobierno.
Que el gentil conozca a Dios y el hereje vea sus yerros, y que todos los pecadores tengamos arrepentimiento. Goce
puerto el navegante y de salud los enfermos. Que los cautivos cristianos sean libres del cautiverio, que en el Purgatorio
logren las ánimas refrigerio, y que este Santo ejercicio tenga efecto tan completo en toda la cristiandad, que alcancemos
por su medio, el ir a alabar a Dios en tu compañía en el cielo.  Amén.

OH SOBERANO SANTUARIO

Oh soberano santuario, sagrario del verbo eterno, libra Virgen, del infierno, a los que rezan tu rosario. Emperatriz
poderosa, de los mortales consuelo, ábrenos Virgen el cielo, con una muerte dichosa, tú que eres tan poderosa.

BENDITA SEA TU PUREZA

Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza. A ti, celestial princesa,
Virgen sagrada María, yo te ofrezco en este día alma, vida y corazón, mírame con compasión, no me dejes, Madre mía.

DULCE MADRE

Dulce Madre, no te alejes, tu vista de EL/ELLA no apartes. Ven con EL/ELLA a todas partes y nunca solx lx dejes. Ya que la
proteges tanto como verdadera Madre, Haz que la bendiga el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

SAL ALMA CRISTIANA

Sal, alma cristiana de este mundo, en nombre de Dios Padre omnipotente que te creó; en nombre de Jesucristo, Hijo de
Dios vivo, que por ti padeció; en nombre del Espíritu Santo, cuya gracia se derramó sobre ti ; en nombre de la Gloriosa
Santa Virgen Madre de Dios, María; en nombre de San José, ínclito esposo de la misma Virgen; en nombre de los Ángeles
y Arcángeles; en nombre de los Tronos y Dominaciones; en nombre de los principados y potestades; en nombre de las
Virtudes, Querubines y Serafines; en nombre de los Patriarcas y Profetas; en nombre de los Santos Apóstoles y
Evangelistas; en nombre de los Santos Mártires y Confesores; en nombre de los Santos Monjes y Ermitaños; en nombre
de las Santas Vírgenes y todos los Santos y Santas de Dios, descansa hoy en paz y habita en la mansión celestial. Por el
mismo Jesucristo nuestro Señor. Amen.

LIBRAD SEÑOR

Recibid Señor a vuestro siervo (o sierva) en estado de poder esperar su salvación de vuestra misericordia.
Librad Señor el alma de vuestro (o sierva) de todos los peligros del infierno, y de los lazos de las penas, y de todas las
tribulaciones.
Librad Señor el alma de vuestro siervo (o sierva) como librasteis a Henoc y a Elías de la muerte común del mundo.
Librad Señor el alma de vuestro siervo (o sierva) como librasteis a Noé del diluvio.
Librad Señor el alma de vuestro siervo (o sierva) como librasteis a Abraham y de la ciudad de Ur en la Caldea.
Librad Señor el alma de vuestro siervo (o sierva)como librasteis a Job de sus tribulaciones.
Librad Señor el alma de vuestro siervo (o sierva) como librasteis a Isaac de ser ofrecido como hostia por manos de su
padre Abraham.
Librad Señor el alma de vuestro siervo (o sierva) como librasteis a Lot de los sodomitas y del incendio de aquella ciudad.
Librad Señor el alma de vuestro siervo (o sierva) como librasteis a Moisés de las manos de Faraón, rey de los egipcios.
Librad Señor el alma de vuestro siervo (o sierva) como librasteis a Daniel del lago de los leones.
Librad Señor el alma de vuestro siervo (o sierva) como librasteis a los tres jóvenes del horno de fuego ardiente y de las
manos de un rey inicuo.
Librad Señor el alma de vuestro siervo (o sierva) como librasteis a Susana de un falso testimonio.
Librad Señor el alma de vuestro siervo (o sierva) como librasteis a David de manos del rey Saúl y de las manos de Goliat.
Librad Señor el alma de vuestro siervo (o sierva) como librasteis a San Pedro y a San Pablo de las cárceles.
Y así como librasteis a las Virgen y Mártir Santa Tecla de tres momentos muy atroces, así también, dignaos librar el alma
de este vuestro sirvo (o sierva) y haced que goce con Vos de los bienes celestiales.
Amén.

A NUESTRA SEÑORA DE LOS DOLORES, VIRGEN DE LA ESPERANZA

Virgen María, Madre de la soledad, Señora del silencio. Comparto tu dolor, siento tu pena, unida a ti, callo, elevo mi
corazón a Dios, y espero…
 Virgen María, Madre de la soledad, Señora del silencio. Hoy, triste y acongojada, repito contigo tu “SÍ” de Nazaret y de
Belén, acepto contigo la Voluntad del Padre, aunque no la comprenda, aunque llene mi alma de dolor y mis ojos de
lágrimas, aunque sienta que en ello y por ello, se me va la vida. En el fondo de todo dolor, de todo sufrimiento, hay
siempre una esperanza. Vendrán días mejores, así lo creo. Días de luz, días de Vida. Eso es, Señora, lo que espero. No sé
por qué pasó lo que pasó, no lo entiendo. Sólo tengo preguntas sin respuestas, Pero, igual que tú, no me pregunto, sólo
creo y espero… No intento responderme, para el dolor es difícil hallar una respuesta, Por eso espero. Dios sabe lo que
hace y por qué lo hace. Dios sabe todo. Dios saca bienes de los males porque es bueno. En Dios todo es amor, y del amor
nace la luz, nace la vida, nacen el bien, la belleza, la alegría, la paz. Tu corazón de madre te lo dice, y el corazón de una
madre no se engaña. Tu fe de hija de Dios Padre te pide creer, y la fe mueve montañas. Por eso yo, contigo, estoy segura
de que, aunque parezca el fin, no es el fin. Por eso yo, contigo, siento que sucederán cosas, cosas maravillosas. Por eso
yo, contigo, creo, amo y espero… ¡Virgen de la esperanza! Amén.
MADRE DEL SILENCIO el hambre de gentes
Como una tarde tranquila que no tienen pan,
Como un suave atardecer silencio de aquellos
Era tu vida sencilla que callan por miedo,
En el pobre Nazaret la pena del triste
Y en medio de aquel silencio que está en soledad.
Dios te hablaba al corazón
Virgen María, Madre del Señor Dolorosa, de pie junto a la cruz,…
Danos tu silencio y paz
El drama del hombre
Para escuchar su voz
Danos tu silencio y paz que fue marginado,
Para escuchar su voz tragedia de niños
que ignoran reír,
Enséñanos, Madre buena
Cómo se debe escuchar la burda comedia
Al Señor cuando nos habla de falsas promesas,
En una noche estrellada la farsa de muertos
En la tierra que dormida que deben vivir.
Hoy descansa en su bondad
Dolorosa, de pie junto a la cruz, …
Virgen María, Madre del Señor…
Y sobre todo, María Dolor en los hombros
Cuando nos habla en los hombres sin freno oprimidos,
En el hermano que sufre cansancio de brazos
En la sonrisa del niño en lucha sin fin,
En la mano del amigo cabezas timadas
Y en la paz de una oración
de puras mentiras,
Virgen María, Madre del Señor... el rictus amargo
Virgen María, Madre del Señor del pobre infeliz.
Danos tu silencio y paz
Dolorosa, de pie junto a la cruz, …
Para escuchar su voz
Danos tu silencio y paz El llanto de aquellos
Para escuchar al Señor
que suman fracasos,
DOLOROSA DE PIE JUNTO A LA CRUZ la cruz del soldado
que mata el amor,
Dolorosa de pie junto a la cruz,
pobreza de muchos
tú conoces nuestras penas,
sin libro en las manos,
penas de un pueblo que sufre
derechos del hombre
tú conoces nuestras penas,
truncados en flor.
penas de un pueblo que sufre.
Dolorosa, de pie junto a la cruz, …
Dolor de los cuerpos
que sufren enfermos,

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