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COP Psicologia-Educacion PDF
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E
fue el interŽs en la psicolog’a aplicada al
n esta breve introducci—n al desarrollo
contexto escolar y a la orientaci—n profesio-
hist—rico de la Psicolog’a educativa,
nal el motor de desarrollo de esta disciplina.
podemos delimitar cuatro fases de
Hasta la guerra civil se producen diversas
acuerdo con la aparici—n de las funciones
experiencias precursoras que se ven corta-
m‡s significativas que la psicolog’a educativa
das por dicho acontecimiento y por las
ha ido asumiendo. As’ la primera Žpoca
caracter’sticas represivas y reaccionarias de
(1880-1920) se caracteriza por la preocupa-
la dictadura que la continœa.
ci—n por el estudio de las diferencias indivi-
duales y la administraci—n de tests œtiles para A partir de los a–os cincuenta se produce
el diagn—stico y tratamiento de los ni–os pro- una recuperaci—n de la tradici—n cient’fica
blem‡ticos, de modo que en sus or’genes la que se concreta con la llegada de la
psicolog’a educativa aparece fuertemente Psicolog’a, en la dŽcada de los sesenta, al
ligada a la educaci—n especial. En un segun- mundo acadŽmico lo cual supone un salto
do momento (1920-1955) el impacto del cualitativo hacia su institucionalizaci—n pese
movimiento de salud mental promueve la a las fuertes tensiones estructurales que se
proliferaci—n de servicios psicol—gicos para dan en su seno (entre investigaci—n y profe-
tratar los problemas psicol—gicos infantiles si—n, entre formaci—n b‡sica y especializada,
dentro y fuera de la escuela y divulga la idea as’ como por la diversidad te—rica de parti-
de una psicolog’a ÒescolarÓ no limitada al da debida en parte a la variabilidad de
diagn—stico y tratamiento de los problemas escuelas y enfoques con que cuenta la psi-
de aprendizaje escolar, sino ocupada tambiŽn colog’a). A este respecto pueden hacerse
en la atenci—n a los aspectos emocionales, dos matizaciones, por un lado, la explosi—n
afectivos y sociales del alumno. En la tercera demogr‡fica de titulados en psicolog’a ha
fase (1955-1970) empieza a considerarse la venido m‡s de la demanda vocacional que
necesidad de formar a los profesores en los de la demanda espec’fica de tales especia-
avances del conocimiento psicol—gico y en su listas en el mercado laboral, salvo quiz‡s en
integraci—n en la metodolog’a did‡ctica y se el campo educativo donde ha habido un
piensa en el psic—logo como el profesional desarrollo significativo de la atenci—n a los
que actœe de puente entre tal conocimiento temas psicopedag—gicos, por otro lado,
psicol—gico y la pr‡ctica escolar. A partir de existe un fuerte distanciamiento entre la
1970, comienza la bœsqueda de modelos dimensi—n acadŽmica y la profesional que
alternativos basados en las teor’as cognitivas, repercute en la cualificaci—n de especialistas
sistŽmicas, organizacionales, ecol—gicas y en en psicolog’a aplicada.
la psicolog’a comunitaria intentando dar un
giro al esquema tradicional de atenci—n indi- A partir de los a–os setenta se configura una
vidualizada a los casos problem‡ticos subra- demanda social de intervenci—n psicoeduca-
yando la importancia del contexto, tanto ins- tiva, esta demanda, asociada tanto a la difu-
truccional como sociocomunitario. si—n y generalizaci—n de ideas Òpsicologi-
c—logos del ‡rea educativa. Desde esos ini- ¥ Es preciso se–alar que en el campo de la
cios como servicios complementarios y educaci—n especial se produce inicial-
extraescolares hasta el momento actual su mente cierta eclosi—n de ofertas de tra-
evoluci—n podr’a resumirse en: bajo, al menos en los a–os ochenta, de
asociaciones de padres de discapacita-
¥ Tendencia a la desaparici—n de la actua- dos ps’quicos, sensoriales y mot—ricos; la
ci—n exclusivamente psicotŽcnica y psi- progresiva cobertura por parte de las
comŽtrica, adem‡s de haberse consolida- administraciones pœblicas de servicios
do la presencia de empresas que ofrecen en este sentido ha paralizado bastante
servicios estad’sticos y tŽcnicos as’ como esta v’a.
material psicol—gico que cubren esta
faceta. 2. Las redes pœblicas de
¥ Han aumentado los servicios derivados
atenci—n psicoeducativa
de la presencia continua del psic—logo
en el centro escolar en una situaci—n m‡s
regularizada de trabajo, aunque aœn
ahora, las condiciones laborales (estabi-
L a demanda social va aumentando en
intensidad y llega a influir en las instan-
cias pol’tico-administrativas, entonces en
lidad, horario, dedicaci—n, etc) sean muy proceso de cambio en el contexto hist—rico
diversas. de la transici—n democr‡tica, planteando la
necesidad de cubrir el espacio de interven-
¥ Si bien es cierto que la introducci—n del ci—n psicoeducativa por parte de las admi-
psic—logo en los centros fue acompa–a- nistraciones pœblicas.
da inicialmente de una acentuaci—n de
los aspectos relacionados con la psicolo- Fue en 1970, en la Ley General de
g’a cl’nica tradicional, actualmente se Educaci—n, cuando se formul— por primera
observa una marcada tendencia hacia vez el derecho a la orientaci—n escolar, pero
7. Investigaci—n y Docencia
¥ Intervenci—n comunitaria.
La Formaci—n
Pr‡cticas
Experiencia en el ‡rea