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La Notificación Por Correo Electrónico Según La Ley 14
La Notificación Por Correo Electrónico Según La Ley 14
142
Por Toribio Enrique Sosa (pub. en Doctrina Judicial Procesal, La Ley marzo 2011)
1- “Mail constituido”
Según el art. 40 CPCC reformado por el art. 1 de la ley 14142 [1] [2] [3]:
a- los obligados a constituir domicilio, en las mismas ocasiones en que deben hacerlo,
deben constituir también casilla de correo electrónico;
b- la casilla constituida de correo electrónico será la asignada oficialmente al abogado
apoderado o patrocinante y allí se cursarán las notificaciones por cédula que no requieran
soporte papel y la intervención del oficial notificador.
La expresión “casilla constituida de correo electrónico” es demasiado incómoda para su uso
cotidiano.
La sincopada expresión “casilla constituida” es demasiado ambigua, pues puede referirse
también al casillero elegido –v.gr. en los colegios de abogados, en oficinas compartidas
por varios letrados- para allí recibir cédulas.
“Domicilio electrónico constituido” es la formulación correcta, aunque parece
grandilocuente, pues nadie asocia su dirección de correo electrónico con la idea de
domicilio, máxime que para manejar la correspondencia electrónica se puede utilizar
cualquier computadora en cualquier lugar del mundo conectado a Internet [4].
Lo más práctico parece que será “mail constituido”.
Primero, la voz inglesa mail es usada pacíficamente entre nosotros como sinónimo de
correo electrónico [5]. Cuando hoy se le pide a alquien que envíe un correo electrónico se
le dice que “mande un mail”. El significado de la voz “mail” es entre nosotros, aquí, en
plena era informática, un hecho notorio.
Segundo, “mail constituido”, aunque frase en sí misma imprecisa o hasta incorrecta, se
desliza como breve y compacta, y tiene la ventaja de remitir a conceptos que forman parte
de la jerga procesal y de una mínima cultura informática en la actualidad, que así,
juntos, no requieren mayor explicación y que la mayoría fácil e intuitivamente entiende o
puede entender.
En fin, no es cuestión de conocimiento ni de adivinación, la costumbre y la comodidad de
expresión -que están en la base de toda jerga para facilitar la comunicación- tendrán la
última palabra y ya pronto podrá verse qué expresión terminará por imponerse.
Además, la notificación por cédula en el domicilio real plantea una serie de alternativas
(denuncia por la contraparte, identificación y localización del domicilio, si atiende o no el
destinatario, si nadie atiende, si los vecinos informan que vive o no vive allí, fijación en la
puerta de acceso, en algunos supuestos dejar aviso previo si no atiende en persona el
destinatario, etc. [6]), que de suyo habría que repensar si se propiciase alguna clase de
notificación electrónica que pudiera aspirar a remplazar a la notificación por cédula en el
domicilio real.
Por ejemplo, no hay modo de citar por correo electrónico al demandado para que haga
reconocimiento de firma conforme el art. 524 CPCC (preparación de vía ejecutiva), no sólo
porque aún no ha tenido chance de constituir casilla de correo electrónico, sino porque
encima en caso de no ser encontrado en su domicilio real hay que dejarle el aviso del art.
338 CPCC, trámite que, tal como es concebido en la actualidad, no parece posible que
sea mutatis mutandiscumplimentado electrónicamente.
En suma, si la notificación por correo electrónico en la casilla constituida sólo puede
reemplazar a la notificación por cédula en el domicilio constituido, además de las
situaciones aprehendidas en los incisos 1, 10 y 12 del art. 135 CPCC tampoco pueden ser
notificadas por correo electrónico las resoluciones que deban ser notificadas por cédula en
el domicilio real, pues para éstas se requiere soporte papel y la intervención del oficial
notificador (arg. art. 40 1er. párrafo in fine CPCC texto según ley 14142).
De modo que la respuesta a la pregunta del acápite no sólo se extrae del art. 143, sino
también del art. 40 CPCC, ambos con texto según ley 14142.
De esta forma se ofrecen conjuntamente los servicios de no repudio, ya que nadie excepto
el titular de la clave privada podría haber firmado el documento (si no la clave pública
utilizada no lo podría haber descifrado), y de autenticación, ya que si el documento viene
firmado por el titular de la clave privada, podemos estar seguros de su identidad, dado que
sólo él ha podido firmarlo. En último lugar, mediante la firma digital se garantiza asimismo
la integridad del documento, ya que en caso de ser modificado en el trayecto que va desde
su envío hasta su recepción, resultaría imposible hacerlo de forma tal que se generase la
misma función de resumen que había sido firmada.
El certificado de clave pública es válido únicamente si ha sido emitido por una autoridad
certificante, no ha sido revocado y no ha expirado.
En el esquema de la ley 14142 se vislumbra que la función de autoridad certificante será
realizada por el mismo Poder Judicial bonaerense.
9- Balance preliminar
9.1. Lo positivo.
a- Menor ineficiencia del servicio
Desde la cédula como medio sucedáneo de la notificación personal que debía dejarse sólo
si el funcionario notificador no encontraba personalmente al destinatario de la resolución
judicial para leérsela (arts. 2 a 4 de la ley 973, sancionada el 9-8-1875 [26]), pasando por la
cédula no sólo diligenciada sino también previamente confeccionada por la oficina de
notificaciones (ley 5662, sancionada el 13-9-1951 [27]), se llegó a la cédula que se conoce
en nuestros días como medio de notificación que saturó la capacidad operativa de los
oficiales notificadores bonaerenses y que se ha comprobado dilata enormemente el
desenlace de los juicios.
La sóla relevante reducción del catálogo de resoluciones judiciales notificables por cédula
que producirá la puesta en práctica de la notificación electrónica, podrá devolver al sistema
judicial una porción significativa de la eficiencia cuya falta con toda razón se le ha
endilgado [28].
9.2. Lo negativo.
Mejor implementado el sistema de notificaciones electrónicas, podría haber permitido la
reconversión en tiempo vivo y útil del tiempo muerto para el proceso que antes ganaban los
abogados especulando [34] con la confección/recepción de la cédula mientras o en tanto ya
tenían conocimiento real de la resolución judicial aunque sin notificación formal.
O bien podría lisa y llanamente haberse ampliado el plazo para producir la actividad
procesal siguiente a la notificación electrónica, para “devolver” a los abogados por lo
menos parte del mayor plazo que con el sistema tradicional “ganaban” (mientras lo
“perdía” la efectividad de la justicia, en tiempo difamatorio para su imagen social y en
esfuerzo ingente de sus oficiales notificadores), o bien sin necesidad de modificar los
plazos actuales, podría haberse pautado que la notificación electrónica se iba a considerar
producida no el día de nota inmediatamente posterior, sino recién v.gr. el día viernes de la
semana siguiente a la semana en que se hubiera producido la recepción del correo
electrónico por el destinatario de tal modo que los plazos habrían comenzado a correr a
partir del lunes siguiente a ese viernes.
Además, el incremento de los plazos podría haber contribuido a responder más
tranquilizadoramente a otros cuestionamientos [35], como la falta de conocimiento
informático de algunos abogados y los posibles desperfectos técnicos en cualquier tramo de
la red cibernética[36]; precisamente, con más tiempo esos posibles inconvenientes serían
más manejables, puesto que requerir el auxilio de expertos o idóneos insume, como
mínimo, eso … más tiempo.
En suma, se pudo haber mejorado el servicio de justicia no sólo descongestionando la
labor de las oficinas de notificaciones, sino además cambiando el tiempo especulativo -que
antes se filtraba entre el “notifíquese” y el diligenciamiento de la cédula- por más tiempo
útil en poder de los abogados para optimizar su performance.
[1] La ley 14142 también regula otros métodos alternativos a la cédula: acta notarial,
telegrama colacionado con copia certificada y aviso de entrega y carta documento con aviso
de entrega; como así también métodos sucedáneos a la notificación por
edictos: radiodifusión o televisión. Pero todo ello no será tratado en este trabajo, que se
ciñe a la notificación electrónica.
[2] Que entrará en vigencia a los 270 días –corridos, art. 28 CCiv- contados desde su
promulgación, sucedida el 8/7/2010 por medio del decreto Nº1065/10, o sea que, s.e. u o.,
entrará en vigencia el 4/4/2011 según cálculo hecho con el programa Lex Doctor.
[3] El texto íntegro de la ley 14.142 puede ser consultado vía internet
en www.gob.gba.gov.ar/dijl/.
[4] Para algunos, Internet es un acrónimo de INTERconected NETworks (redes
interconectadas); para otros, Internet es un acrónimo del inglés INTERnational NET, que
traducido al español sería red mundial. Lo cierto es que Internet es una "red de redes", es
decir, una red que no sólo interconecta computadoras, sino que interconecta redes de
computadoras entre sí.
[5] El vocablo mail significa correo como sustantivo y enviar por correo como verbo. En
todo caso la formulación más ajustada sería “e-mail” (que se pronuncia “i meil”) , apócope
de “electrónic mail” (correo electrónico).
[6] Ver SOSA, Toribio Enrique “El nuevo régimen de notificación por cédula" LLBA
2009 (junio), 469.
[7] CPCC: arts. 34.5 proemio, 34.5.a, 34.5.b, 34.5.c, 34.5.d, 34.5.e, 36.1, 36.2, 36.4, 125,
335, 413, 436, etc.
[8] SOSA, Toribio E. "Dos Códigos Procesales en uno (o la reingeniería judicial del
proceso a través de su 'inmunización' contra las nulidades procesales)", en rev.
Jurisprudencia Argentina del 14/7/99; SOSA, Torib io E. "La Reingeniería procesal", en
Revista del Colegio de Abogados de La Plata, año XXXIX, nro. 60, enero/diciembrede
1999 y en www.lex-doctor.com 11/8/99; SOSA, Toribio E. "Reingeniería procesal", Ed.
Platense, La Plata, 2005; SOSA, Toribio E. “Reingeniería procesal: la garantía del debido
proceso y la norma de habilitación”, en Doctrina Judicial del 16-2-2005.
[9] CPCC, art. 156.
[11] CPCC, art. 143 texto según ley 14142, el párrafo que dice “Esta última fecha se
tomará en cuenta en los supuestos que la notificación fuera por medio de correo
electrónico, independientemente que se transcriba o no el contenido de las copias en
traslado.”. La aludida última fecha es la indicada en el párrafo anterior: “el día de nota
inmediato posterior”.
[15] Se conserva para el art. 834 la numeración introducida por el Decreto-Ley 7861/72,
desde que no ha sido modificada por la Ley 11.453 que incorporó el Libro VIII con los
artículos 827 al 853.
[16] CPCC, art. 853: Normas supletorias. Las demás disposiciones de este Código regirán
supletoriamente, en cuanto fueren compatibles.
[17] Ley 12.008, art. 77, ap.1.1.: Serán de aplicación al trámite de los procesos
administrativos, en cuanto no sean incompatibles con las prescripciones del presente
Código, las normas previstas en el Código Procesal Civil y Comercial.
[18] Ley 11653, art. 63: Las normas del Código Procesal Civil y Comercial de la Provincia
de Buenos Aires se aplicarán supletoriamente en cuanto concuerden con el sistema de la
presente ley.
[19] El texto íntegro del Ac. 3397/08 SCBA puede ser consultado vía internet
en www.scba.gov.ar.
[20] Sobre “Internet” e “Intranet”, hallar información en Internet con cualquier buscador
disponible (Google, Yahoo, Live Search, AOL, Lycos, Altavista, Excite, Terra, Hispavista,
etc.), utilizando precisamente esas voces.
[21] Escanear es pasar por el escáner, dispositivo complementario de la computadora que
sirve para digitalizar documentos soportados en papel.
[22] Decía: “Cuando la notificación de un traslado se efectuare mediante acta notarial, carta
documento o telegrama, la parte podrá retirar las copias respectivas en el plazo no superior
de cinco (5) días que se establezca, por si misma, por apoderado o por persona simplemente
autorizada por escrito, dejándose constancia de ello en los autos, con indicación de la fecha
de la entrega y la identidad personal de quien las recibe. El término del traslado comenzará
a partir del vencimiento del plazo fijado para el retiro de las copias.”
[23] Art. 278 ley 24522. “Leyes procesales locales. En cuanto no esté expresamente
dispuesto por esta ley se aplican las normas procesales de la ley del lugar del juicio que
sean compatibles con la rapidez y economía del trámite concursal.”
[24] Y si eso no alcanzara para convencer, la lectura de la nota 28, a la que remito, debería
resultar lapidaria.
[25] Es muy simple: para que lo nuevo reemplace a la viejo debe vencer una inercia y ello
es posible si lo nuevo demuestra ser mejor
[26]“ Art. 2.° — LAS NOTIFICACIONES DEBERÁN HAEERSÉ LEYENDO AL IN-
TERESADO LA PROVIDENCIA ÍNTEGRA Y ASENTÁNDOSE DILIGENCIA EN EL
EXPEDIENTE FIRMADO POR EL ESCRIBANO Y LA PARTE A QUIEN SE
NOTIFIQUE. SI ÉSTA NO SUPIESE O NO PUDIESE FIRMAR, LO HARÁ OTRA
PERSONA A SU RUEGO, Y SI NO QUISIERE SE REQUERIRÁN DOS PERSONAS
QUE FIRMEN LA DILIGENCIA, NO PUDIENDO SERVIRSE NUNCA PARA ELLO
DE LOS DEPENDIENTES DE LA OFICINA.
Art. 3.° — CUANDO NO SE ENCONTRARE EN SU DOMICILIO LA PERSONA A
QUIEN SE HAYA DE NOTIFICAR, EL ACTUARIO OCURRIRÁ EN EL DÍA SI-
GUIENTE QUE NO FUESE FERIADO, Y EN CASO DE NO HALLARLO DEJARÁ
UNA CÉDULA CON COPIA ÍNTEGRA DE LA PROVIDENCIA A SU MUJER, A SUS
HIJOS, A SUS SIRVIENTES, O A CUALQUIERA OTRO DE LA CASA, HACIENDO
QUE LA PERSONA A QUIEN LA ENTREGUE FIRME, PREVIA LECTURA, OTRA
DE IGUAL TENOR QUE SE AGREGARÁ AL-EXPEDIENTE.
SI ÉSTA NO SUPIESE, NO PUDIESE O NO QUISIESE FIRMAR, SE PROCEDERÁ
COMO LO PRESCRIBE EL ARTÍCULO 2°.
ART. 4.° — SI LA NOTIFICACIÓN NO PUDIERE HACERSE DE ESTA MANERA, EL
ESCRIBANO FIJARÁ LA CÉDULA EN LA PUERTA DEL DOMICILIO DEL
INTERESADO Y PONDRÁ EN LOS AUTOS LA DILIGENCIA RESPECTIVA,
FIRMÁNDOLA CON DOS VECINOS.”
[27] “Art. Io créase, en cada departamento judicial de la provincia una oficina para el
diligenciamiento de notificaciones y mandamientos judiciales que deban realizarse por.
Orden de la suprema corte de justicia, de las cámaras de apelación y de los juzgados de-
primera instancia. La oficina del departamento de la capital, ocupará el local que le asigne
la suprema corte y las de los restantes departamentos, ocuparán los lo cales que designen
las respectivas cámaras departamentales. Funcionarán durante las horas en que funcionen
los tribunales en cada departamento.
Art. 2° la oficina de notificaciones del departamento de la capital, funcionará bajo la
jefatura del actual ujier de la suprema corte y las de los restantes ¡departamentos bajo la del
ujier más antiguo de las respectivas cámaras departamentales. Pasarán a depender
directamente de esas jefaturas, los respectivos ujieres y oficiales de justicia de segunda y
primera instancia y los empleados de esas oficinas, en cada departamento judicial, hasta
tanto no se efectúe la reorganización definitiva de las mismas sobre las bases que informe
la suprema corte, en cuanto a las necesidades efectivas de éstas.
Art. 3o los secretarios de la suprema corte y de todas las cámaras y juzgados de primera
instancia de la provincia, deberán enviar el expediente a la oficina notifica-dora, dentro de
las veinticuatro horas de ordenada una cédula o mandamiento.
Art. 4° al entregarse en la oficina el expediente, su jefe o encargado procederá por riguroso
orden a anotar el día y la hora de entrada: ordenará la confección de la cédula o
mandamiento y designará al empleado que deba realizar el diligenciamien-to, dejando
constancia de todo ello con su firma. …”
[28] A través de un minucioso análisis, los doctores Augusto Mario MORELLO y Mario
KAMINKER llegaron a la siguiente conclusión: en un juicio que recorra todas las
instancias, hasta la Corte Suprema Nacional, se consumen dos años y once días... en
trámites de notificación (autores cits., “Las notificaciones y la duración de procesos -
Replanteos y modernización en la política procesal-“, ED T 158 página 1074).
[29] Como la M.E.V. (mesa de entradas virtual) de la Suprema Corte bonaerense.
[30] “Se especula” porque, como es sabido, desde el día siguiente al de la notificación
comienza a correr el plazo para desplegar la actividad procesal correspondiente, y nadie
quiere "reducirse" a sí mismo los tiempos adoptando la iniciativa de notificarse. Desde
luego, la mayor parte de las veces el abogado tiene el conocimiento real de la resolución,
pero esquiva su formalización a través de la notificación personal. El abogado conoce
realmente la resolución, pero no está formalmente notificado, máxime en los lugares en los
que es costumbre la elaboración de "listas de despacho" en las que se incluyen los datos de
todos los expedientes en los que alguna clase de movimiento ha habido en el día hasta
conteniendo una breve síntesis de su contenido: la lista permite que un abogado, sin recibir
cédula, prácticamente no pueda ignorar ni siquiera el dictado sentencia en las causas que
atiende. Puede resultar curioso que “sí se sepa” pero que simultáneamente “no se
sepa” sólo porque nadie puede demostrar que se sabe ni desde cuándo se sabe: esa es una
realidad de la praxis de nuestros tribunales y, si existe así, es porque refleja nuestra
naturaleza humana y nuestra cultura social, en función de las cuales, estando en juicio y
no precisamente haciendo filosofía, lo que es… no es lo que es, sino lo que se demuestra
que es aunque no sea, y lo que no es… no es lo que no es sino lo que no se demuestra
que es aunque sea.
[31] Que es lo que puede estar sucediendo hoy allí donde se estén utilizando las
computadoras para ninguna otra función que no sea la de máquinas de escribir electrónicas.
[32] Pueden ser tan enemigos de un cambio los que lo resisten como los que lo impulsan
arrebatadamente: éstos pueden arruinarlo “desde adentro” proporcionando argumentación
adversa ad hóminem.
[35] Ver CHIAPPINI, Julio “La reforma por ley 14.142 al CPC de la Provincia de Buenos
Aires”, en Anales de Legislación Argentina, año LXX,nro. 24, 20/9/2010, tomo LXX-E,
pág. III.