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¿Qué sucede si el proveedor entrega un bien, pero éste tiene observaciones y la entidad le
otorga un plazo adicional para levantarlas? ¿En esta situación la entidad debe cobrar la
penalidad por los días que demore en levantar las observaciones? Sobre este punto el
Organismo Supervisor de las Contrataciones del Estado (OSCE) ha emitido la Opinión N° 027-
2010-DTN, mediante la cual se interpreta que este plazo de subsanación no debe generar el
cobro de penalidades.
“Cuando un contratista realiza la entrega de una determinada prestación (bienes) y estos son
observados por la Entidad, otorgándole un plazo para su subsanación, conforme lo dispone el
artículo 176º de Reglamento de la Ley de Contrataciones del Estado, ¿Correspondería que el
plazo otorgado para la subsanación de dicho bien sea computado como atrasos en la entrega y;
por consiguiente se aplique la penalidad por mora? O de ser el caso ¿cómo se resarciría los daños
causados a la Entidad, considerando que la misma tendría que reprogramar sus metas y
objetivos ante el plazo adicional otorgado al contratista para la subsanación del bien?”
Para comprender las razones por las cuales la Opinión 027-2010-DTN determinó que este plazo
adicional implica el no cobro de las penalidades analizaremos la misma disposición 176 del
Reglamento, que señala textualmente lo siguiente:
Al parecer, la Opinión 027-2010-DTN entendió – al menos ese sería el razonamiento más lógico
– que sólo se cobraría penalidades si es que pese al tiempo otorgado, el contratista no levanta
las observaciones realizadas por la entidad, pues otorgar un plazo para subsanar implica
necesariamente una extensión al plazo de entrega.
Es más, la normativa de contratación pública ha regulado los supuestos en los cuales procede
una ampliación de plazo. Así, el artículo 175 del Reglamento señala que sólo se ampliarán los
plazos del contrato cuando: (i) se apruebe el adicional y éste afecte el plazo; (ii) atrasos o
paralizaciones no imputables al contratista; (iii) atrasos o paralizaciones en la prestación del
contratista por culpa de la entidad; y (iv) caso fortuito o fuerza mayor.
Ahora bien, lo más peligro de ello no es sólo que en vía de opinión se legisle algo que no está, a
nuestro concepto, permitido, sino que bajo esta nueva ampliación de plazo también se establece
una nueva metodología de modificación contractual. En efecto, en virtud del plazo otorgado por
la Entidad, el cual deberá constar en el acta a la que se refiere el artículo 176 del Reglamento,
ya no será necesario suscribir una addenda al contrato, sino que el documento de administración
interna circunscrito a la entrega de los bienes, se convertirá, por arte de interpretación
normativa, en un documento que modifique las condiciones contractuales perfeccionadas en un
documento, las cuales derivan básicamente, sin lugar a equivocarnos, de las bases de un proceso
y la oferta ganadora.
Así, la nueva ampliación de plazo no seguirá el mismo procedimiento que se siguió para la
suscripción del documento que perfeccionó el contrato, sino que será suficiente un acta al
momento de la entrega que podría ser suscrita por funcionarios que no cuentan con las
facultades para suscribir o modificar los contratos.
Por las consideraciones expuestas, considero que la Opinión 027-2009-DTN está errada y ha
legislado creando un supuesto adicional de ampliación de plazo, situación que más que
precisión, estimo, creará confusión en los operadores normativos.