LA TRAMA DE PERSECUCIÓN

En el artículo 4 tramas maestras, publicado en el blog, te he

hablado de la trama de venganza, la trama de reclusión, la
trama de invasión y la trama de búsqueda. Luego, en el PDF
Cómo usar las tramas maestras te he explicado tres maneras de
usar estos patrones argumentales para dar forma a una historia.

Pues bien, en este PDF voy a darte a conocer una trama

maestra más que puedes usar para dar forma a tus historias: la
trama de persecución.

En una trama de persecución, como su nombre indica, alguien

persigue a alguien. Existen dos variantes de este tipo de trama:
en una, el protagonista es el perseguido: lucha por evitar que lo
atrapen; en la otra, es el perseguidor: lucha por atrapar a
alguien (o a algo).

En este PDF voy a explicar el primer tipo, y dejo el otro para

otra ocasión.

¿Preparado (preparada)? ¡Vamos a ello!

Como he comentado, en una trama de persecución, en su

primera variante, el protagonista lucha por evitar que alguien lo
atrape. Lo habitual es que las fuerzas estén claramente
descompensadas a favor del perseguidor, que será alguien más
poderoso que el perseguido, o contará con más recursos, o será
todo un grupo de perseguidores, o todo a la vez, mientras que
el perseguido estará, en el caso general, solo e indefenso.

Un buen ejemplo de trama de persecución de este primer tipo lo

tenemos en la novela de Stephen King El fugitivo (The running
man). La historia está ambientada en un futuro no muy lejano
(año 2025; la novela se publicó en 1982) en el que la red de
televisión emite concursos en los que los participantes se juegan
la integridad física e incluso mueren. El concurso estrella es El
fugitivo; en él, los concursantes son perseguidos por

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cazarrecompensas profesionales y obtienen dinero por cada día

que logran continuar con vida y por cada cazarrecompensas u
oficial (de policía, por ejemplo) al que matan. Cada concursante,
para demostrar que sigue vivo, tiene que grabarse dos veces al
día con una cámara de vídeo y depositar la película en un buzón
(en este futuro no existe Internet). Si el concursante muere, el
dinero va a parar a su familia, y si aguanta un mes, gana el
concurso y el gran premio del programa: mil millones de nuevos
dólares. En el momento de empezar la historia, el récord del
programa lo tiene un concursante que logró aguantar ocho días
y cinco horas. El protagonista de la historia es un hombre en
paro que decide presentarse a los concursos y que, tras unas
duras pruebas de selección, acaba siendo seleccionado para El
fugitivo. Contra todo pronóstico, supera el récord del programa,
y la audiencia se dispara, y entonces el director del programa
decide poner a todo el país en su busca y captura.

Veamos cuáles son las tres partes en las que se puede dividir
una trama de persecución:

Primera parte: empieza la caza

En la primera parte, la caza dará inicio. Deberá quedar claro el

motivo por el que el protagonista es perseguido y quién va tras
él. Puede ser que haya cometido un delito y le persiga la policía
para detenerle y entregarle a la justicia, o puede que haya
presenciado un crimen y los asesinos le busquen para matarle,
o que sea la presa deseada de un cazador (por ejemplo, un
cazarrecompensas o unos caníbales), etc. En cualquier caso,
deberá quedar claro que el perseguido es una víctima de la
situación, es decir, que no merece que le atrapen, y también
deberá quedar claro que tiene poco que hacer frente a su
perseguidor, ya sea porque éste vaya armado y él no, o porque
el perseguidor sea más fuerte o más rápido, o porque los
perseguidores sean muchos. El protagonista tendrá, de inicio,
una cierta ventaja, ya sea en distancia o en tiempo.

En El fugitivo, el protagonista, Ben Richards, es un hombre que

lleva tiempo en paro y necesita dinero para pagar la medicación

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de su hija. Además, su mujer ha tenido que empezar a

prostituirse para poder traer dinero a casa, y Ben desearía que
no tuviera que hacerlo. Ben decide presentarse a los procesos
de selección de los concursos de la librevisión. Sabe que no
saldrá vivo, pero espera poder reunir el dinero suficiente como
para sacar a su familia de la pobreza. Tras unas duras pruebas,
es seleccionado junto a otras dos personas para concursar en El
fugitivo. El programa presenta a Ben como un delincuente
peligroso, le suelta en una calle cualquiera de Nueva York y le
da doce horas de ventaja.

Segunda parte: el cerco se estrecha

En la segunda parte, el protagonista luchará por evitar que lo

atrapen. Esto lo logrará a veces de manera inesperada, cuando
ya todo apunte a su captura. Como consecuencia, el
perseguidor se quedará con un palmo de narices y volverá a la
carga empleando más medios. Por otro lado, el perseguido irá
debilitándose poco a poco a causa del esfuerzo, aunque, al
mismo tiempo, irá haciéndose más poderoso, ya sea porque
logre apoyos o recursos o porque vaya conociendo cada vez
mejor a su perseguidor. En cualquier caso, ante la imposibilidad
de enfrentarse abiertamente a su oponente, no le quedará otra
que recurrir a la astucia, más que a la fuerza.

Ben consigue una identidad falsa y viaja a Boston. Sus

perseguidores le localizan, pero Ben consigue escapar por las
alcantarillas. Llega a un gueto, donde dos personas primero le
esconden y luego le ayudan a desplazarse a otra ciudad. Gracias
a ellos, averigua que los concursos de la librevisión forman
parte de un plan para tener engañada a la población. Ben
consigue permanecer oculto durante algunos días más;
mientras, los otros dos concursantes son asesinados por los
cazarrecompensas. Todo se le complica a Ben al superar el
récord de supervivencia del concurso: Dan Killian, el director del
programa, decide poner a toda la audiencia en su busca y
captura mediante el ofrecimiento de una recompensa. Ben es
identificado y delatado por una ciudadana, y, en la huida, un
policía le hiere.

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Durante toda esta segunda parte, por más que el protagonista

pueda ir dando esquinazos a su oponente, el cerco se irá
estrechando, de manera que la captura estará cada vez más
cerca. Esta segunda parte deberá dejar al protagonista y al
antagonista muy cerca uno del otro, con muy pocas
posibilidades de escape para el perseguido.

En El fugitivo, Ben se ve ya incapaz de moverse por ningún sitio

sin ser detectado. En una escaramuza con varios policías, se
hace con una rehén y se dirige al aeropuerto, y allí, fingiendo
llevar explosivos, consigue llegar hasta la pista y atrincherarse
en un avión comercial a la vez que captura al jefe de los
cazarrecompensas. En comunicación con Killian, en directo,
trata de obtener su libertad ofreciendo a cambio la vida de los
rehenes, pero Killian no acepta el trato. Antes de que la policía
asalte el avión, Ben ordena hacerlo despegar. Killian envía
aviones de combate tras él. Ben, para evitar que derriben el
avión, ordena al piloto volar en círculos sobre la ciudad a baja
altura.

Tercera parte: no hay salida

En la tercera parte, la persecución terminará. El cerco se habrá

estrechado hasta tal punto que el protagonista se verá sin
posibilidad de escape. Puede que luche hasta el final, o que lo
capturen, o que lo maten, o que se rinda, o que se suicide, tal
vez llevándose por delante al antagonista y así vengándose de
él. También puede ser que en el último momento consiga de
alguna manera librarse definitivamente de sus perseguidores.

Ben, en directo, amenaza con dejar caer el avión sobre la ciudad

si no aceptan sus condiciones. Killian, entonces, le ofrece el
puesto de jefe de los cazarrecompensas, pero Ben, temiendo
que ello ponga en peligro la vida de su familia, rechaza la
oferta. Killian le informa entonces de que su mujer y su hija
fueron asesinadas al de poco de empezar la persecución. El
avión comienza a quedarse sin combustible. Se produce un
tiroteo en la cabina, y Ben es alcanzado en el abdomen, aunque

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logra matar al jefe de los cazarrecompensas y a los miembros

de la tripulación. Herido de muerte, y viendo que su fin está
próximo, deja saltar en paracaídas a la rehén, dirige el avión
hacia el rascacielos en el que tiene su sede la librevisión y se
estampa en él, llevándose así por delante a Killian y su
concurso.

Bueno, pues nada más en cuanto a esta trama maestra. Espero

que la explicación te haya resultado interesante.

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Un saludo,

César Sánchez

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