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La edición original en inglés fue publicada bajo el título de Pro-


fession of Medecine por Dodd, Mead and Company, de Nueva
Prólogo
York, 1970. '
Copyright. @ 1970 by Harper Row Publisher, Ine.
Traducción de María Isabel Hirsch.

La diferencia entre «prólogo» y «prefacio» tiende a ser pro-


gresivamente más clara. El prólogo consiste en un discurso preli.
minar de presentación .de una obra, realizado por una persona
que no es el autor, mientras que, un prefacio es la introducción
del propio autor narrando la historia y el propósito de la obra,
el alcance del tema, el método empleado y los agradecimientos
debidos. La diferenciación no es sólo de palabras, sino de funcio-
nes. Prologar es presentar una obra al lector interesado; son
páginas que pueden ser olnitidas sin que cambie la sustancia del
libro. En inglés se produce un juego de palabras curioso entre
dos vocablos de pronunciación similar: foreword(prólogo; a su ',.
vez una traducción del alemán vorwort) y forework (fortificación
o estructura defensiva frente a un edificio). El prólogo es cier.,
tamente una defensa intelectual que aparece en vanguardia, pero
I más para hacer atractiva una obra que para defenderla real.
mente contra los ataques de sus enemigos más críticos. A la
postre el prólogo, en ripio unamunia11o,«vende pero no conven-
ce». Hay obras, sin embargo, que no necesitan de fortificaciones
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liIJ especiales ni de llamativos reclanlos, y entre ellas la presente.
Dicho esto tendría que poner punto final si no fuese porque
todavía me resta la agradable tarea de presentar a los lectores
la obra y su autor.
La profesión lnédica, publicada en inglés en 1970, es un libro-
comodín, en el sentido de que representa una contribución a
diversas especialidades, y es a la vez de gran valor. El tema de
la profesión médica, anaiizado desde un punto de vista teórico,
es de utilidad para la Sociología del Trabajo, que. suele incluir
el estudio detallado de profesiones, y ocupaciones; el tema es
básico para la Sociología de la Medicina, donde la clase médica
y la relación médico-paciente ocupan un puesto primordial; para
Cubierta de Loni Geest y Tone Hoverstad. la Sociología de las Organizaciones, el análisis de las funciones
de la 'profesión médica aentro del sector sanitario y la creación
Primera edición: enero de 1978. de asociaciones para la defensa de los intereses de sus miembros
Propiedad de esta edición (incluyendo la traducción y el diseño es vital; y, finalmente, para la Sociología' del Conocimiento, el
de la cubierta): Edicions 62 sla., Provenza 278,Barcelona 8. telna aquí. debatido de la apropiación de un área de acción y
poder, a través del conocimiento especializado y experto, es uno
Impreso en Rigsa, Estruch 5, Barcelona. de los problemas más agudos. de las sociedades contemporáneas.
Depósito Legal: B. 49.244. 1977.'
ISBN: 84.297-1361-1.

5
\

La clase médica es la profesión por antonomasia; segura .. Medicina en esos países no democráticos o que no están en el.
mente una de las más antiguas, un grupo numeroso, con un estadio postindustrial. Llama 'la atención el menguado desarrollo,
prestigio alto, una estructura asociativa con un poder conside .. de la Sociología de la ~iIedicina en nuestro país. La especialidad"
rabIe y una persistencia de la práctica privada llamativa. El que es una de las más numerosas dentro de la Sociología actual
autor principia, pues, por diferenciar 10 que es Medicina -como en el mundo, apenas es conocida en España o Latinoamérica.
ciencia y conocimiento- de lo que es la profesi6n médica en La presente obra nos enseña no sólo las posibilidades de análisis
las sociedades actuales. Demuestra que ambas cosas son bien de una especialidad de este tipo, sino -lo que es. más impor-
distintas y con objetivos diferentes. Sin embargo, los estudios tante- el ava11ce teórico que puede representar en el campo
sobre profesiones (como el presente) caen fácilmente en tIna de la Sociología general. Desde el análisis de Engels sobre la
tradición conservadora al oscurecer el factor de clase social y calidad de vida de los obreros ingleses en el siglo pasado, el sec.
analizar los problemas que generan ciertos grupos sociales sin tal" sanitario ha sido considerado como uno de los más defec-
el marco específico de referencia de la estructura de los intere- tuosos en los países subdesarrollados y uno de los que actual-
ses de clase. En nuestra lengua,. este hecl10 aparece más a la mente introduce más desigualdades dentro de la población de'
vista ya que es uno de los pocos idiomas (quizás el único) donde los países. La carencia de estudios y de sociólogos en ese área
nos referimos a los médicos como la «clase médica», en reco. en los países qtle no han alcanzado la .etapa postindustrial es
nocimiento popular a los intereses típicamente de clase de la una constatación más de esas desigualdades sociales dentro del
profesión médica. Al igual que Ivan Illich et aZii, Freidson pa- círculo vicioso de la pobreza. Si se desea un cambio, la Sociolo-
rece tender a atribuir las disfunciones del sistema a la propia gía de la Medicina debe florecer en los próximos años no sólo
clase médica y no a la estructura social que permite el mono .. para beneficio de la Sociología (y los sociólogos), sino del nivel
polio y la autonomía médicas. Sin embargo, Freidson no cae del de salud y de la distribución de recursos escasos de la población.
todo en la trampa, y en las últhnas págin~s de este libro -sin
duda las más significativas y claras- critica la organización del Eliot Freidson tiene todas las cualidades de un buen intelec.
conocimiento y la «tiranía» de un grupo social que impone sus tual: agudo pero lógico, crítico pero tímido, carismático pero
propios valores dentro, de la sociedad. Su nuevo prólogo a la permanentemente insatisfecho con su propia obra. El autor fue
edición española pone en claro algunos de estos puntos. educado en la tradición de la «Escuela de Chicago» y es cate-
drático de Sociología y director del Departamento de Sociología
El presente análisis de la profesión médica es fornlalmente del NYU (como coloquialmente se conoce a la Universidad de
teórico, pero se refiere insistentemente al caso de los Estados Nueva York). Ha sido presidente de las secciones de Sociología
Unidos de América. Con ello, el libro mantiene un relativo sesgo de la Medicina de la Asociación Internacional de Sociología y de
den10crático, que es una de las epiden1ias típicas de las cien .. la Asociación Norteamericana de Sociología, y director de la revis-
cias sociales en la actualidad. La falacia consiste sencillamente ta «Joumal oí Health and Social Behavior». Su producción en el
y'
en deducir conclusiones (aparentemente) válidas, analizando s(}- campo de la Sociología de la Medicina y Sociología del Trabajo
lamente la realidad social de los países que han sido estudiados es considerable, siendo quizás este libro su nzagnum opus. Como
masivamente por sociólogos (Estados Unidos, Gran Bretaña, Sue- introductor de Profession of Medicine al lector de habla españo-
cia, Francia). Se cae así en una especie de wis11ful thinl<.ing so- la quizá deba expresar aquí mi juicio personal acerca de su
ciológico en donde la realidad parece que tiene que ser únicamen- autor. Dentro de la producción de Sociología de la Medicina de
te la de los países anglosajones, democráticos o desarrollados. estas últimas décadas, el trabajo de Freidson es el que más me
Las conclusiones del excelente libro de Freidson deberían de ser lla llamado la atención y el que de alguna manera más oportu-
complementadas con un análisis del papel de la profesión médica nidades concede para ser criticado, desarrollado y avanzado. Es
en países no den10cráticos (la mayoría de los países del nlundo). ésta una de las mejores cualidades de una obra intelectual y, por,
Entonces se vería que, aden1ás de la imposición de' valores pro- lo tanto, una excelente razón para haber traducido el libro.
pios por parte de la profesión médica orle la defensa de sus
privilegios de «clase», aparece el papel activo de legitimación JESÚS M. DE MIGUEL
del Estado, protección del aparato ideológico de una clase do-
minante y difusor de ideas que mi~imizan el cambio social. Con
un análisis serncjante la tesis del presente libro se completaría
abarcando la clase médica en la extensión real actual. Pero para
ello se requiere antes. un cierto desarrollo de la Sociología de la

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P-refacio
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Cuando fue escrito, este libro constituyó una modesta rebe-


lión contra el modo en que la sociología de los Estados Unidos,
en los años 1950 y 1960, analizaba la naturaleza y la posici6nde
r::;;;~' las principales profesiones en la sociedad industrial. En general,
las profesiones eran caracterizadas por la naturaleza avanzada
de su conocimiento y destreza basados en la universidad y por
la contribución positiva hacia el bien de la humanidad que ellas
realizan aplicando su conocimiento y destreza a la solución de
problemas individuales y sociales. El acento analítico de la li.
teratura discursiva y empírica estaba puesto en los modos im. ',4

-perfectos de entrenar a los profesionales y en la organización


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de su trabajo profesional y en el modo e11que las relaciones de
las personas, según sus roles en ambientes institucionales con-
"cretos, interfería con el desempeño del trabajo efectivo o huma.
no. Se centraba considerablemente sobre los profesionales indi-
viduales. El grueso de la literatura carecía de cualquier intento
"de análisis cuidadoso de las profesiones en tanto ocupaciones.
organizadas con un estatuto político y económico especial que le
permite la delineación de los roles profesionales en el trabajo.
En este libro, mi esfuerzo estuvo dirigido a señalar que una
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teoría adecuada de las profesiones y de la profesionalización
requería que se prestara estrecha atención a los procesos políti-
cos por los cuales las ocupaciones obtienen que el Estado les
conceda derecho exclusivo para desempeñar ciertas tareas, para
reclutar y educar a sus miembros, para dar órdenes a otras
, ocupaciones y para definir en qué consistirá su trabajo. En un
! contexto como éste, yo propuse que el conocimiento, la destreza
y la preocupación por el bienestar público se conciben más
~. ..í útilmente como las proclamas ideológicas que tIna profesión rea-
liza sobre sí misma para lograr apoyo público y político para
sus privilegios. Y ell verdad, mi análisis empírico consecuente
intentó documentar cómo, en el caso de medicina, la jurisdicción
sobre la definición y el manejo de los problemas sociales e in-
dividuales sobrepasaba ampliamente los límites del conocimiento
y destreza confiables. También intenté probar la incapacidad de
la profesión médica, en los Estados U11idos,para asegurar que
todos sus miembros proporcionarán servicios competentes y cons-
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cientes a todos aquellos que los necesiten. En estos términos,
mi propósito fue demostrar que el conocimiento y la ética de la
profesión eran problemáticos elupíricamente y no se los podía

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f puede remediar en parte a través de considerar los principios",


considerar como dados, para constituir parte del modo en que ~ .

se define una profesión. y conceptos planteados en este libro. Parece adecuado ell este
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Conceptualmente, el núcleo de mi proposición consistió en ~ punto elaborar esa opinión.
afirmar que el método más fructífero para analizar las profe-
~~ La teoría marxista no es monolítica, por lo tanto es difícil
siones (y todas las demás ocupaciones),. se basa en centrarse en generalizar sobre ella. Sin embargo, se pueden mencionar varios
el modo en que ellas logran o pierden control sobre los térmi- aspectos sobre sus características generales. Primero, a diferen-
nos, condiciones y, 10 más importante, sobre el contenido de su cia de la sociología académica convencional. no realiza ningún
trabajo. La estrategia analítica acentúa de este modo la orga- esfuerzo para ser neutral o deslindada. Asume que teoría y ac-
nización social, política y econón1ica del trabajo y, conforme a ción (o práctica) están entrelazadas. Por 10 tanto, no se la puede
la tradición clásica de la sociología del conocimi~nto, trata al evaluar exclusivamente por su consistencia lógica y por su capa ..
conocimiento y a la destreza como un derivado, una consecuen- ciclad de crear una explicación parca y elegante de un conjunto
cia, del control o de la falta de control más que como la causa de hechos. También se la debe evaluar por su capacidad de guiar
de éste. Además, mi estrategia fue definir y analizar el conoci- esfuerzos viables para establecer una nueva clase de sociedad.
miento, no por la teoría y la «ciencia» formuladas en los libros Segundo, su proposición básica es que el trabajo productivo es
de texto o tratados, sino más bien por las prácticas de sus el fundamento de la sociedad humana. Tercero, ella asume que
portadores concretos. Por lo tanto, analicé el modo en que las una productividad relativamente alta es un prerrequisito esencial
circunstancias del trabajo en medicina estimulaban cierta «men- para una sociedad socialista ideal, puesto que sólo así se puede
talidad» por parte de sus miembros que los encaminaba a la proveer a todas las personas una vida material decente sin la
selección de evidencias que justificaran sus métodos de realizar cual el desarrollo pleno de la humanidad no es posible. Cuarto,
el trabajo y que sustentara un conjunto de normas característi- propone que el rasgo más notable de todas las sociedades his-
camente proteccionistas para gobernar las relaciones de colegas. tóricas es la explotación por otras clases de la clase trabajadora,
Al considerar las implicaciones prácticas de ese análisis, lle- aquella que realiza .el trabajo productivo esencial sobre el que
gué a la conclusión de que el Estado debería intervenir para dis .. se fundan las sociedades. En las sociedades industriales actuales,
minuir la amplitud de la jurisdicción profesional y ejercer mayor en Europa occidental y en Norteamérica (al igual que en cual ..
control sobre el desempeño profesional para garantizar que las quier otro lugar), es. la clase capitalista la que explota a la clase
necesidades hUlnanas serán atendidas. Mis recomendaciones fue .. trabajadora para lograr beneficios y acumular capital. Cuando,
ron esencialmente reformistas, fundamentadas en la considera .. en el curso de la luclla de clases, la clase trabajadora venza a
ción de los cambios que estimé que sería posible efectuar en la clase capitalista, se hará posible una sociedad sin clases.
los Estados Unidos. No vislumbré entonces, y tampoco ahora, -t:-o, Si se aceptan estos aspectos del marxismo, consecuentemente
cualquier proyecto de un can1bio verdaderamente radical. es posible señalar que la teoría es esencialmente incompleta
Sin embargo, desde que se escribió este libro los vientos in- puesto que ha descuidado el análisis del trabajo productivo como
telectuales han cambiado en los Estados Unidos. Ahora están trabajo en lugar de tratarlo como clase. El trabajo es produc ..
y'
soplando desde Europa occidental, donde el marxismo, en sus tivo en virtud de su diferenciación en tareas especializadas en
distintas formas, ha estado recibiendo una gran cantidad de aten- una división del trabajo. Los escritos lnarxistas, no obstante,
ción y análisis. Éste no ,era el caso, casi diez años atrás, cuando discuten la división del trabajo con un enfoque casi completa-
yo terminé el volumen de este libro: en ese momento, la etno- mente negativo, aludiendo críticamente a la fornla deshumani-
metodología y la fenomenología se disputaban los fundamentos ". L..t zada y explotadora que ella asume bajo el capitalismo. Sin
epistemológicos de la sociología. Dado que soy una persona de embargo, alguna clase de división del trabajo es esencial para
mi época como cualquier otra, no hice ninguna referencia signi- cualquier sociedad, y una que sea capaz de obtener alta pro-
ficativa a los principios esenciales que subraya el marxismo. ductividad es indispensable para una sociedad socialista viable.
Si bien me referí al poder y a las clases, no me centré en el . Con todo, a pesar de su importancia práctica y teórica, la divi-
rol del capital monopolista al ejercer el poder, ni tampoco en- sión del trabajo raramente es discutida de un modo positivo en
foqué la 'cuestión de las clases en un contexto de opresión y los escritos marxistas. En tanto este aspecto permanezca sin ser
lucha. Ahora, no obstante, ningún sociólogo serio en los .Estados analizado, la teoría marxista carecerá de uno de los elementos
Unidos puede ignorar los principios erigidos por la teoría con- fundamentales para la realización de una sociedad socialista: una
~ -... comprensión de la productividad.
temporánea marxista. Habiendo leído mucho de tal teoría desde
que escribí este libro, mi opinión es que, aun con lo poderosa Parte de esta deficiencia en el marxismo parece ser resultado
que es, actualmente el marxismo contiene una debilidad que se de su preocupación por las clases. Por su misma índole, el aná ..'
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10 11,.',.

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lisis clasista subraya Ía posici6n común de todos los trabajado- nes de la división del trabajo en la que participa. Tal análisis
res, en tanto clase explotada,. y su interés común en la lucha de macrosociológico, no obstante, no es suficiente. El análisis tam-
clases, en tanto disminuye la importancia de la diferenciación bié~ debe .empleár conceptos que permitan descender a las ins-
entre trabajadores en una división del trabajo. De este modo el tituciones y a las comunidades concretas en las que el trabajo
análisis clasista proporciona herramientas poderosas para com- es llevado a cabo realmente por los trabajadores. En última
prender por qué los recursos políticos y económicos están dis.;. instancia, la cantidad y especialmente la calidad de la produc-
tribuidos como lo están, quién controla la producción y con qué ción no plleden ser explicadas adecuadamente haciendo referen-
objetivos, pero. deja a la producción misma sin analizar excepto cia exclusivamente a las fuerzas macrosaciológicas. Los traba ..
conlOuna función del poder. Esto es muy extraño para una teo- jadares no son simplemente seres pasivos del poder, de la
ría que asume que el.trabajo productivo, en y fuera de sí mismo, riqueza y de la tecnología organizados: aun bajo las circuns..
es el fundamento sobre el que se basa la sociedad humana. taneias más restringidas y sin el beneficio de la organización
Para reparar esta deficiencia son necesarios conceptos que no y el privilegio profesional, ellos construyen, a partir del medio
mezclen el trabajo en una clase, sino que, en canlbio, tracen la ambiellte laboral y de sus recursos disponibles, la oportunidad
diferenciación del trabajo en tareas productivas, organizadas. para trabajar en el modo en que ellos mismos consideran. ade-
Existen diversos modos de analizar tal diferenciación; algu- cuado. Esos esfuerzos realizados por los mismos trabajadores,
nos ponen de relieve el criterio sustancialmente «objetivo» de en interacción con partes tan relevantes como los consumidores
la tarea establecida por la destreza, el conocimiento y la tecno- y los miembros de otras ocupaciones y dentro de las coacciones
logía relacionados en cualquier período histórico con distintas limitantes de la macroestructura, llegan a ser, de este modo, rma
clases de producciól1 y otros acentúan el rol de las fuerzas eco-
J parte esencial de un .análisis destinado a hallar el sentido de
nómicas, .sociales y políticas en crear diferenciación. En elúIti- los procesos por los cuales la producción tiene lugar. Quizás
IDO caso, hay Ul1 método de analizar la organización del trabajo aquellos que en el presente están interesados en los principios
productivo cuyo potencial aún no. ha sido completamente apro- propuestos por la teoría marxista pueden encontrar algún valor
vechado. Dado que su lógica como método de análisis se está en este libro como un intento de contribución a la tarea de'ana-
desarrollando últimamente, no tiene un nombre convencional. lizar las contingencias del trabajo diferenciado y su relación
Podría, sin elnbargo, llamarse análisis .ocupacional en contraste tanto con la cantidad. como con la calidad de la producción.
con el análisis clasista y organizacional.Como. cualquier método
de análisis, tiene su debilidad; no puede .ser utilizado por sí ELlOT FREIDSON
'mismo para proporcionar una descripción completa del sistema
de. clases y de las fuerzas que operan en él, y vacila cuando se .'.,l~;.

le requiere. que describa de modo meticuloso una división del


trabajo detallada, organizada burocráticamente. De. todos mo-
dos, a diferencia de los otros métodos, se fundamenta en lo que
es genérico de la sociedad humana. Se puede concebir una sa-
ciedad sin clases en la que el análisis clasista pudiera no tener
lugar. También se puede imaginar una sociedad cuyas organi-
zaciones productivas no estén creadas y manejadas .por el ejer-
cicio de la autoridad jerárquica, formal, y que no pueda ser ¡.
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analizada meticulosamente en términos de la teoría organiza-


cional. Pero no se puede concebir una sociedad humana sin que
el trabajo' se haya cristalizado en tareas productivas organizadas
socialmente que puedan ser llamadas ocupaciones.
Además.'de ser un estudio en profundidad de una profesión
socialmente importante e influyente, este libro también puede
ser considerado como un intento de desarrollar de un modo sis-
temático algunos de los parámetros del análisis ocupacional.
Esos parámetros naturalnlente deben tener en cuenta las rela-
ciones formales de una ocupacióll con las fuerzas políticas econó-
l

micas e industriales de una sociedad y con las otras ocupacio~

12 13
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l-ntroducCión

Este libro presenta un amplio análisis de una profesión. Como


su título sugiere, el énfasis está puesto en ambos sentidos del
significado de la palabra -«profesión» en tanto tipo especial de
ocupación y «profesión» como un voto o profesión de fe. Como
trataré de demostrar en los próximos capítulos, conviene consi.
derar a una profesión una ocupación que ha asumido una posi-
ción predominante en la división del trabajo, de tal modo que
logra control sobre la determinación de la esencia de. su propio
trabajo. A diferencia de la mayoría de las ocupaciones, ésta es
autónoma o independiente. La ocupación mantiene este estatuto
especial por la convincente promesa de integridad de sus miem-
bros. Dicha integridad se manifiesta tanto en la adhesión a un
, código ético como en la práctica científica. De hecho, el profe-
sional alega ser la autoridad más confiable en la naturaleza de
la realidad que él trata. Cuando su trabajo típico consiste en
tratar los problemas que le trae la gente, el profesional desarro-
lla su propia e independiente concepción de aquellos problemas
y trata de manejar a ambos, pacientes y problemas, a su modo.
El profesional, a través del desarrollo de su propia aproxima-
ción «profesional», cambia la definición y forma de los proble-
.• . mas tal como eran experimentados e interpretados por el pro-
fano. En la medida en que es tratado, el problema del profano
se recrea -la profesión crea una realidad social nueva. La po-
sición autónoma de esta ocupación en la sociedad es la que per-
mite la recreación del mundo del profano.
Es posible, a partir' de estas observaciones, identificar dos de
los problemas mayores que la profesión presenta al sociólogo
para su análisis. Primero, se ha de comprender cómo se desarro-
lla, organiza y sostiene la independencia o autonomía de la pro-
fesión. Segundo, se debe entender la relación del conocimiento
y de procedimientos profesionales con la organización profe-
sional como tal y COIl el mundo profano. El primero es un
problema de organización social; el segundo, un problema de,
sociología del conocimiento.! Estos son los problemas que. inten-
taré dilucidar a través de mi análisis de una de las principales
profesiones de la sociedad moderna: la Medicina.
1. Peter L. BERGER Y Thomas LUCKMANN, The Social Construction of Reality
(Garden City, Nueva York: Doubleday and Co., 1966), y particularmente Burkart
HOLZNER, Reality Construction in Society (Cambridge: Schenkman Publishing Co.,
1968).

1S
.La Medicinij, sin embargo, no es meramente una de las pro- mos mantenernos, de alguna manera, aparte y fuera de la profe~
fesiones más importantes de nuestro tiempo. Entre las profesio- :sión específica que estudiamos. En el caso de Medicina, Derecho.~
nes tradicionales existentes en las Universidades europeas de la Religión, se deben emplear conceptos analíticos que permitan
Edad Media es la única que desarrolló una conexión sistemática la. 'comparación.de Ullacon las otras. Dichos conceptos nopue-
con la ciencia y la tecnología. A diferencia del Derecho y de la' ..denprovenir de una sola de ellas, pues cada profesión tiene
Religión, que 110 tienen una relación importante con la ciencia su 'objetivo especial, su concepción del mundo y su «ciencia».
moderna y la tecnología, la Medicina desarrolló una división muy ,Por lo tanto, para estudiar la Medicina de un modo tal que
compleja del trabajo, organizando una cantidad cada vez mayor permita esclarecer y extender nuestra comprensión de las pro-
de especialistas y técnicos alrededor de la tarea central de diag- ,fesiones en. general no debemos adoptar los cOllceptos propios
l

nosticar y tratar las enfermedades de la humanidad. Ha' superado de la Medicina en cuanto a su misión, su práctica y su «ciencia».
también a las. otras en importancia. En tanto la producción de Dado que las profesiones son tanto actividades colectivas como
mercancías y de otras formas de bienes raíces son, para las vehículos para el conocimiento, la opinión y la práctica especí-
sociedades postindustriales, un problema menor que el bienestar ficos, la sociología puede centrarse en su organización común en
de sus ciudadanos, puesto que el bienestar ha ido definiéndose tanto grupos, dejando a un lado completanlente sus conocimien-
en términos completamente profanos, y. en tanto la noción de tos específicos.•aportando conceptos generales mediante los cua-
enfermedad se amplió hasta incluir muchas más facetas del bien- les puedan ser cOlnparadas individualmente. Es a esta meta a
estar humano que las que incluía en otras épocas, la Medicina la que espero poder contribuir. A través del análisis minucioso
desplazó al Derecho y la Religión de sus otrora posiciones do- de la Medicina, confío en demostrar la utilidad de conceptualizar
minantes. En efecto, de. uno u otro modo la profesión de la una profesión como un tipo de organización ocupacional en el ..
Medicina, y no las del Derecho, la Religión o cualquier otra, cual prospera cierto esque~a mental y que, .en virtud de su rol
llegó .a ser el prototipo sobre 'el cual moldean sus aspiraciones dominante en la sociedad, es capaz de transformar, si no crear,
las ocupaciones que hoy buscan un status privilegia,do.Cuanto la esencia de su propio trabajo~
mejor comprendamos a la .Medicina, más capaces seremos de Comenzaré el .libro exponiendo la diferencia entre unaprofe-
entender los problemas que puedan ser planteados por la profe- sión y una ocupación común, contrastando el lugar que ocupa
sionalización de los trabajadores de servicios, clave del «Estado el concepto de cuidado médico en la sociedad en las distintas
de bienestar». épocas históricas y sosteniendo que, aun cuando el propósito o
!
-! Mi intención con este libro es contribuir a nuestra compren- la definición del concepto de cuidado médico .no hubieracam-
I
¡
¡1
. 5i6n cie las profesiones, realizando un análisis concienzudo.de la
profesi6nde la Medicina. Obviamente, éste es un compromiso
traicionero, porque, como lo señalara Rueschemeyer,2 hay dife-
biado, sí ha cambiado la posición en la sociedad de las ocupa-
ciernes relacionadas can el cuidado médico. Señalaré cómo la
"i
Medicina logró su status especial, cómo se convirtió. en predo-
¡ rencias tan. importantes simplemente entre dos profesiones como
el Derecho y la Medicina, que la adecuada generalización de
minante en una compleja división del trabajo y cómo, aun. en
i ~ circunstancias en las que no escapa conlpletamentedelcontrol
! una a la otra, sin hablar de una hacia todas las demás, se hace estatal, está, por lo menos.•formalmente libre para controlar no
! i muy difícil. Pero dado que ninglln ser humano puede garantizar sólo su contenido.•sino los límites de su propio trabajo. Trataré
control acerca de mucllOS datos relevantes sobre más de una de demostrar que este. tipo especial de ocupación es típicamente
de las profesiones existentes, la elección está en comparar varias autónolllo e independiente.
profesiones a través de unas pocas y simplificadas variables, o Volviendo a un análisis más preciso de las instituciones mé-
bien el estudio exhaustivo de una en toda su complejidad con dicas norteamericanas, presentaré los distintos marcos en los
la visión orientada hacia las demás. Opté por hacer esto último. que se desarrolla el trabajo lnédico y trataré de considerar el
Tendiendo a esclarecer todas las profesiones a partir del aná- modo en que, bajo la condición de autonomía profesional, el tra-
lisis exhaustivo de una de ellas.•sin embargo, es necesario man- bajo médico es guiado o controlado desde adentro por ellas.
tenerse en un nivel de abstracción que impida confundir lo Esto coñducirá a una caracterizacióll de la organización informal
particular con. lo general. Esto significa que nuestros conceptos de la profesión.. que' ordena lo que se 'conoce sobre las variacio-
rectores pueden no originarse en las características de la pro- nes en la práctica profesional y muestra cómo los individuos
fesión concreta que se está estudiando. Laque implica que debe- de comunidades locales están vinculados con la organización
2. Dietrich RUESCHBMEYER, Doctors and La1lvyers: A Comnlel1t on the Theory formal de la profesión.
of the Professions, «The Canadian Review of Sociology and Anthropology», 1 Finalmente la última sección inlportante del libro se ocupará
l
(196S), pp. 17.30. del objeto de trabajo de la Medicina: la enfermedad. Acorde
16 17

. HS 17.2
a.

. ,
con mi propósito de 'desarrollar conceptos lo suficientemente
generales como para que permitan la comparación sistemática Primara parte
entre profesiones particulares, no haré un uso excesivo de la
noción médica de enfermedad, sino que trataré la enfermedad LA ORGANIZACiÓN FORMAL
como un concepto .social que, como el crimen y el pecado, se DE UNA PROFESION
refiere a la desviación de las expectativas sociales y morales
adscritas a un orden oficial representado por las profesiones.
Intentaré demostrar cómo tanto la estructura mental del profe-
sional como la organización de su trabajo profesional influyen «El sistema muestra dos rasgos p~incipa.
en la naturaleza de sus opiniones, y trataré de demostrar cómo les la reunión espontánea de los médICOS en
el profano también contribuye al proceso de construir la rea. as~ciaciones y la intervención regula~or~ del
lidad social de enfermedad. Estado [ ... ]. El objetivo de la~ aSOCIaCIones
A lo largo del libro, mi exposición procurará presentar un profesionales es ,conseguir un cle~to ~onoP~i
modelo aplicable tanto para el análisis de las profesiones en Ha de la funcion para los médlc<?s, el d",
general como de las profesiones de consulta en particular. Por Estado, cuando interviene, es autorIZarlo.»
lo tanto, habrá que dedicar un análisis al problema de la defini.. A. M. CARR-SAUNDERS: y P. A. WILsoN
ción y de la clasificación. Más importante aún, habrá que incluir
observaciones sobre áreas básicas que son necesarias para la
coherencia lógica del análisis, pero acerca de las cuales la infor-
mación disponible es poco fiable o no sistemática. En considera~
ción a la coherencia lógica, presentaré tales áreas de todos mo-'
dos, confiando más de lo que hubiera preferido en mi propia
experiencia de investigación y en el sentido común. Aquellos
que pudieran estar en desacuerdo conmigo en cuanto a los he-
chos de esas áreas' oscuras de la conducta profesional debieran
tener presente las exigencias lógicas del análisis, que me han
exigido teorizar, dado que aquí lo más importante es el análisis.
Aun cuando estoy interesado en la profesión de la Medicina en
cuanto tal, que estudié durante algunos años, mi interés se nutre
de la posibilidad que ofrece el estudio de la Medicina como un
campo de prueba para el desarrollo de métodos más adecuados
que los existentes actualmente en la Sociología para analizar
ocupaciones y profesiones. Es acerca de la Medicina que escribo,
pero lo hago, primero, en tanto tipo de ocupación y, segundo,
en tanto Medicina misma.

18

---_:-
J. El surgimiento de la Medicina
como una profesión de consulta

En todas las sociedades la gente diagnostica la enfermedad


y adopta distintos métodos para tratarla. En la mayoría de las
sociedades, algunos individuos están considerados con conoci-
mientos especiales acerca de la enfermedad y su tratamiento, y
su ayuda es solicitada por el enfermo o por sus familiares. En
muchos casos, tales curadores son recompensados por su ayuda:
algunos, por la cura, complementan sus medios de vida; otros
desarrollan un oficio suficiente como para ganarse la vida, prin-
cipalmente por la práctica de la curación, y desarrollan así una
vocación, convirtiéndose en miembros de una verdadera ocupa-
ción. Pero no todos los curadores son denominados doctores o
médicos, ni son habitualmente considerados profesionales en otro
sentido que el de ganarse la vida a través de su trabajo (en
oposición a los aficionados). Aquellas ocupaciones que se dis-
tinguen de las otras por ser llamadas profesiones son conside-
rablemente más especiales.

El problenta de la «profesión»

Más allá de ser una ocupación de dedicación exclusiva que


tiene alguna significación o importancia social, es difícil encon-
_trar verdadera coincidencia sobre una definición de la palabra
«profesión». Esto es así por algunas razones. Esta palabra es
tanto taxativa conlO descriptiva.! Virtualmente se la aplican, en
un momento u otro, todos los grupos ocupacionales conscientes
de sí mismos, ya sea para adularse o para tratar de persuadir
a los demás de su importancia. Las ocupaciones a las cuales la
palabra fue aplicada son tan distintas entre sí como para no
tener nada ell común, excepto un anhelo de prestigio. Este esta-
do le llevó a Becker, en una ocasión, a sostener que es inútil espe-
rar que la palabra se refiera a algo más que a, un símbolo social
que la gente asigna a algunas ocupaciones y 110 a otras.2 Una
segunda razón para el desacuerdo que envuelve el ,significado
de la palabra reside en las estrategias que comúnmente funda-
1.. Ver la l'evisión de algunas definiciones en Mon"is L. COGANJ TQward a
Definitíon o/ Professioll, ~Harvard Educational Review»1 XXIII (1953), pp. 33.30.
2. How S. BECKER, Tl1e Nature o/ a Profcssio1l 1 en National Society for the
Study of Education, Educatiol'l for tite Professions (Chicago: National Society for
the Study of Education l 1962), pp. 27.46.

21
\ ~
mentan el proceso de la definición. La geIite con frecuencia forma ci6n se refiere esencialmente- al conocimiento de una ocupación ¡

las definiciones decidiendo primero que ciertas ocupaciones «son» . particular. Conforme con mi propósito, estoy interesado en la
profesiones e intentando luego determinar qué características . Medicina en tanto ocupación cuyos miembros se comprometen a
tienen en común estas ocupaciones. Puesto que la gente no con- diagnosticar y tratar las enfermedades de aquellos. que lo~ con-'
cuerda sobre qué ocupaciones «son» profesiones -biblioteca- sultan para tal asistencia. Las pers0!1as en su trabaJO. c~nstltuyen
rias,3 asistentes sociales,. enfermeras-,s sus definiciones varían mi primer interés, y sólo secundarIamente el conOCImIento que
segú~ las ocupaciones que ellos incluyen (y excluyen), o bien son poseen. Por lo tanto, en este tratamiento sociológico, la Medi~i-
semejantes en un nivel tan abstracto como para ser virtualmente na es una ocupación de consulta organizada, que puede ServIr
inaplicables a la función de diferenciar tareas reales. Finalmente como un descubridor, portador y ejerciente de ciertas ~l~ses
está la cuestión del propósito o la intención subyacentes a la de conocimiento, pero que no constituye un cuerpo de conOCImIen-
definición. Tal como sugerí, algunas definiciones tienen una in. to como tal. Más aún, ante todo es una ocupaCIón, y sólo coyun-
tención principalmente difamatoria y, sólo secundariamente, ana- turalmente, una profesión.
Iíti~a. Cuando la intención es análitica, el interés analítico puede Si consideramos el ejercicio de la Medicina actualmente, re-
varIar: algunos se centran en valores culturales o de conocimien-
sulta claro que su principal característica es la preeminencia. Tal.
to; _otros enfocan el compromiso individual e identificación subs-
tancial. El resultado de este interés tan diverso es una variedad preeminencia no es meramente la del prestigio, sino la de la auto-
importante en las definiciones. ridad experta. Es decir, que el conocimiento. de la Medicina sobr~
Por estas razones debería quedar claro que sería insensato la enfermedad y .su tratamiento está consIderado como auton-
ser dogmático en cualquier definición de «profesión», o preten- zado y definitivo. Aun con excepciones interesantes como la qui ..
d~r q';1e su de~nición es tan bien conocida que no justifica la ropráctica y la homeopatía, no existen representantes de ocupa-
dIscusIón: A mI ~e parece necesario dejar sentados mis supues- cióDes---encompetencia directa con la Medicina, que representa
~os esencIales. P~u!1ero, yo asumo, que si algo «es» una profesión, las posiciones oficiales en las políticas referentes a los asuntos
esta es la medICIna contemporanea. Examinándola cuidadosa- de-la salud. La posición de la Medicina hoyes análoga a la de
mente, podremos aprender más acerca de lo que incluye la ca- las religiones del Estado ayer: tiene un monopolio aprobado
tegoría «profesión» que si examinamos casos ocupacionales me.. oficialmente sobre el derecho a definir y tratar la salud y la en..
nos "c!aramente delimitados. Segundo, supongo que las variables fermedad. Más aún, como lo refleja su gran prestigio, es suma-
analItIcas de una organización social son distinciones más útiles mente estimada por la opini6n pública. Su posición no es muy
que aq~elIas relativas .~ nor~as, actitudes o éticas, y que, de antigua; de hecho tiene menos de cien años. Si,Ia. Medicina !Ue
hecho, tIenen una relaclOn mas estrecha con la conducta las pri. una «profesión» en el pasado~ lo fue con caractenstIcas mur dlfe..
meras que las últimas. Por lo tanto, mis definiciones y análisis rentes de las que tiene hoy. Durante la mayor parte del tIempo
se centrarán más en la organización social que en la psicología registrado no hubo una simple ocupación identificable como «me-
.'- social de la profesión médica. dicina», ya que existían muchas clases de cura~~res. Con el.su.r-
gimiento de lanniversidad en Eur~pa, la MedICIna ~e convIrtIÓ
ante todo en una «profesión erudIta». Llegó posterIormente a
La profesión hoy y ayer
ser una verdadera profesión de consulta, y sólo recient~mente-
logró el poder y la estabilidad que actualmente caracterIzan su
La mayoría de los que tratan de la Medicina parecen tener preeminencia.
en sus mentes una noción muy general sobre la Medicina como
actividad referida al diagnóstico y al tratamiento de la enferme-
dad. Tal co~cepción es tan inclusiva como para abarcarlo todo El caso de la Medicina zande
d~sde las práctic~s individuales de autodiagnóstico y autotrata~
rnIeJ?to d~ Ia~ socled~des pr!~itivas (<<medicinapopular»), hasta El modo más claro de ver algunos de los elementos esencia~.
-le

las InvestIgaCIOnes mas esotencas de la bioquímica. Esta concep- les involucrados en el desarrollo de una profesión que tiene las
características de la Medicina actual es observar cuidadosamen ..
3. William J. GOODE, The Librarian: Prom Occupation to Profession? eThe te un ejemplo en el cual los ejercientes que diagnosticaban y tra-
Ubrary Quarterly», XXI (1961), pp. 306-318. ' _
4. Abraham FLEXNER, Is Social Work a Prof~s,r;ion?, «SchooJ. and Society» 1 taban la enfermedad no constituían una ocupación .estable, mucho
(915), pp. 901-911. ,
menos una profesión. Tal caso negativo es proporcionado por el
5. Ver capítulo 3 de este libro.
clásico estudio de E. E. Evans-Pritchard de los zande del este
22

-==::::..-
de Africa, publicado en 1937.6 Describía la posición de una ocu- . ya que sus prácticas ~ran muy pare.ci.~as.a. aCl;uellasenco~.
pación insegura e inestable, a la que le faltaban los prerrequisi- ::tradas en otras culturas afrIcanas. La pos1clon InferIor del hechi-
tos para convertirse en. una profesióll. Observemos tal ocupación. -cero zande se explica por la teoría zande generaln1ente sostenida
El hechicero -zande hacía dos clases de trabajo. Primero, cele- acerca de la -~atlSadel mal y del método apropiado para determi-
braba sesiones públicas, en las cuales adivinaba las causas de las nar su solución o cura. Esencialmente, la concepción zande de la
desgracias, incluyendo enfermedades, que le traían las víctimas. brujería era tan mecánica e impersonal que el conochniento hu-
Las sesiones públicas eran acontecimientos bastante festivos en mano transmitido y la intervención eran C011sideradosirrelevan-
los que usualmente actuaban más de un llechicero. Los ejecutan- tes como para habérselas con ella; ninguna «ocupación apren-
tes usaban sombreros y orllamentos diferenciales y utilizaban dida» especialmente podía tener mucha inlportancia en el
instrumentos especiales tales como silbatos y medicinas. Danza- tratamiento del mal causado por la brujería.
ban al son de tambores y gangas profanos, dentro de un círculo Entre los azande, cuando los estudió Evans-Pritchard, no se
mágico que establecía su distancia social con respecto a los es- creía que la brujería fuera un poder inmaterial, sino, más bien,
pectadores, 11astaque ~legaban a U11estado de agotamiento. En una sustancia material maligna presente en los cuerpos de los
este punto, los espectadores que deseaban determinar o adivinar brujos. Se creía que esta sustancia se transmitía genéticamente,
la fuente de algunos problemas daban regalos (<<honorarios»)a los hijos la heredaban de sus padres y las hijas de sus madres,
los ejecutantes. Un hechicero se tomaba bastante tiempo para y se pensaba que su potencia aumentaba a medida que el cuerpo
responder, formulando primero al «paciente» cierta cantidad de que la llevaba crecía y maduraba. Considerada como una sus-
preguntas, tal como los nombres de sus esposas. Cuando respOIl- tancia material, se creía que siempre estaba presente en los cuer..
día en público, raralnente nombraba al individuo que era la fuen- . pos de los brujos, aun cuando estuviera. inactiva. o en c~lma. M~s
te de la brujería que causaba la desgracia, prefería insinuar so- aún como corresponde a una sustanCIa materIal, su InfluenCIa
lamente su identidad. - s61~podía actuar localmente, no a través de grandes distancias:
Segundo, el hechicero ejercía una «práctica privada», que eran culpados por las plagas de las cosechas, la desaparición de
Evans-Pritchard llalnó «oficio-sanguijuelas)}(u oficio de la vento- la caza muerte, enfermedad y otros males. I
sa), .que consistía en la administración de medicinas especiales Se ~ulpaba a la brujería sólo cuando la. desgracia ocurría a .\
al cliente y en la extirpación, mediante stlcción, de las píldoras pesar de hab~r sido tomadas precauciones adecuadas y razona..
mágicas supuestamente metidas .el1el cuerpo de la víctima. Si bIes contra tal incidente natural. La persona que no estaba. pres-
bien el hechicero no poseía un monopolio sobre la adivinación tando atención a lo .que hacía cuando' se cortó y luego no cuida
como tal, o sobre el uso de medicinas, sí poseía un monopolio la herida, cuando cae enferma sólo puede culparse a sí mismo,
sobre. la extirpación de las píldoras mágicas. Este servicio debía no a la brujería. Sin embargo, si un individuo sufre alguna des..
ser pagado, porque se creía que la medicina no se tornaría «ca.. gracia que él no sabe explicar como c~nsecue~cia de un~ .f?lta
liente», y por lo tanto realmente efectiva, a menos que el pago propia ode algún otro ser humano, es Im~utaaa ~ la bru}erla. y
fuera hecho. Y como la mayoría de los pacientes de todo el n1un.. discutidos los hechizos implicados. El brujO no tiene 11ecesar~a-
do, el paciente era reticente para pagar, a menos que su sufri. mente la responsabilidad persona~, porq';le se cree qu~ l~ bruJe..
miento fuera considerado grave y que .no hubiera cedido ante ría puede estar «caliente» sin la lntenclon o el conOCImIentode
un autotratamiento anterior, o al tratamiento aconsejado por los su portador. Enfrentado con la evide~cia de qu~ su brujería
mayores, los parientes más experimentados. debe ser culpada, el portador puede dIsculparse, Jurar falta de
En ningún caso el comercio era tan amplio e importante como intención y rogar a su sustancia b~uja que ,se calnie. . ,.
para qtle el hechicero zande fuese una figura prestigiosa en su Un problelila crítico del tratamIento, analogo al d~l dla~no~t~ ..
sociedad. E11 algunas otras sociedades, los médicos y los hechice- cO,era la adivinación, que se utilizaba para desc~brlr al l~dlVl-
ros tuvieron una posición considerablemente nlás. importal1te.7 duo portador de la sustancia causal de la desgraCIa. Un me~o~o
Sin embargo, la posición insignificante del 11echicero zande no de adivinación era el oráculo del tablero de frotar, que conslstIa
es el resultado de diferencias en cuanto a conochniento o habi.. en un tablero que contenía una ranura dentro de la cual se fro..
taba una cuña. Los oráculos eran interpretados según que la
6. Para la exposición que sigue l11e baso c0111pletanlente en E. E. EVANS.•
PRITCHARD, Witclteraft, Oracles and Magic An-ZOI1g the Azande (Oxford: CIaren .. cuña se pegara o no mientras era frotada. U~ segundo .método
don Press, 1937). [Trad. castellana: Brujería, oráculos y magia entre los aZQnde, era el oráculo de las termitas: una o dos varIllas eran Introdu-
Anagrama, Barcelona, 1976.] cidas en uno de los senderos de un termitero; el orácul~ se in.
7. Ver, por ejemplo, la investigación en \V. T. CORBETT, 1'he Afedicine.lvlan
01 the Anzerican lndian al1d Bis Cultural Background (Springfield, Illinois: Char-
terpretaba según que fueran con1idas o no por las ~e:mltas. El
les C. Thomas, 1935). tercero era el oráculo del veneno} en el. cu.al se admInIstraba Ull

24 25'
fluido venenoso a un pollo; el oráculo se interpretaba según si
éste m?ría o no. Los tres oráculos podían ser administrados por brujería sin haberlo heredado: todo lo necesario para ser un
cualquIer persona que contara con el equipo apropiado: estos hechicero era' obtener. una educación técnica correcta' en
oráculos eran formas de autodiagnóstico que utilizaban elemen- ,cuanto a drogas mágicas y otras sustancias. .
tos m:cáni<:os o no hum~~s. Sólo en la ceremonia pública era Segundo. asumían modismos «profesi?nalesll especiales para .
requendo sIempre el semClO de un «profesional» o hechicero: distinguirse ,de los demás -formas peculIares de habla'y de ves-
una forma de consulta y diagnóstico que utilizaba la experiencia timenta, y el uso de un nombre pro~esiona~ particul~r cuando
ocupacional «profesional». , trabajaban-, y farsas deliberada~ para lmpr~slonar al chente ~uan.
En la cultura zande, los Supuestos sobre la brujería favore- do se trataba de extirpar las pIldoras mágIcas. Esto se raCIona-
CÍan los métodos populares de diagnóstico, dado que en ellos él lizaba de un modo especialmente interesante. Cuando se enfrentó"
elemento humano era menos intrusivo. La brujería era concebi- con un aprendiz decepcionado, ~ quien Evans-Pritchard ayudó a .
da como una fuerza física y natural. independiente de la volun. descubrir el fraude implícito en la extirpación de las píldoras
tad humana. En la adivinación se puede llegar más cerca de la máaieas el maestro aseguró que el público debía ser inducido
verdad cuando es menos probable que la ansiosa preferencia hu- a c~nti¡{uar el tratamiento con tal parodia, porque mientras éste
mana influya en los resultados. Por lo tanto, los más valorizados se impresionaba por las píldoras, no se impresionaba P?r las me-
eran aquellos métodos de adivinación en los cuales intervenía dicinas que eran las que ejercían realmente la cu~acI~n. La pa-
menos el elemento humano. Los azande reconocían que era muy rodia era justificada como un placebo, una terapéutIca lnofen~lva
..fácil hacer que la cuña se adhiriera en el tablero de frotar de- dada intencionadamente por el consultor para agradar al paCIen-
liberada o inconscientemente; y reconocían que para los h~chi- te, que mantenía a éste en tratamiento d~ mc:>doque pudiera ?b..
ceros era muy fácil engaI1ar.Siendo aSÍ, ni el tablero de fricción tener los. beneficios del arte real de los eJerCIentes.De cualqUIer
ni el hechicero eran estimados como un método de adivinación modo, ninguno de' estos artificios era fundamento sufici~~te para
definitivo o concluyente. Se consideraba que el oráculo de la ter- una ocupación firme, mucho ~enos para una prof~~Ion. Aun
mita dependía menos de la persona que lo administraba. Aún cuando no sea posible espeCIficar todas las condICIones ne-
menos prob~ble de ser influido era el oráculo del veneno. y por . 'cesarías para tal .fundamento, el caso del hechicero zande su-
tanto, el mas respetado. De hecho, se le había otorgado cierto giere algunos aspectos de cierta importancia. . .,
valor legal. Parece que el hechicero, para estar seguro; prlm~ro debla
. Obviamente, el hechicero ocupaba una posición insegura. Se obtener un control casi exclusivo sobre todos los metodos de
le pe~itía un «arte» ocasional individual, pero no un «oficio» buena fe de la brujería adivinatoria, incluyend? el acceso a los
ocupacIonal especial. Las personas creían, que algunos hechiceros elementos estratégicos de la tecnología necesarIa, de modo que
eran consultores confiables, pero su confiabilidad se atribuía a ningún profano los pudiera utilizar sin su ~yu~a. P~día no ser
la posesión hereditaria en sus cuerpos de la poderosa sustancia necesario que él controlara to?a la tecnol~gIa, SIno sIm~lemente
de la brujería y no a alguna especial destreza o conocimiento aIg~na parte necesaria del cO~Junt?: por:ejemplo, las, ct;nas pero
ocupacional. Insistían en creer que, cualesquiera fueran los ata. nó'- el tablero de frotar. O bIen nI SIqUIeraes necesarIO que él
Vías.que tuviera e! h~c?icero y cualesquiera fueran los actos que controle la tecnología COTI10 tal mientras que se ingenie para con-
él ejecutara, sue~er~lclO era completamente irrelevante, excepto trolar las condiciones de su utilización o administración: ~por
en tanto entreterumlento; el valor de su trabajo no se origina- 'ejemplo, cuándo se la puede utilizar. Tampoco es necesarIO el
ba en destrezas «aprendidas». .control sobre la administración si la profesión se reserva la com-
petencia exclusiva para interpretar ~l resultado. No imp?~t~ cuál '
de estas estrategias se adopte. ObVIamentees una condIcIon mí..,
Condiciones para el ejercicio de la brujería nima de control que la ocupación haya obtenido el control exclu ..
sivo de la capacidad para determinar el contenido adecuado y el
Los hechiceros intentaban hacer frente a esta situación de dos método efectivo para realizar cierta tare~; '. . -,
maneras. Primero, trataban de probar el valor de su ocupación Segundo, para estar segura, la ocupaClon debe fundar su trIun-
sosteniendo que la efi¿aciade su trabajo era una función del co- . fo sobre el conocimiento y la pericia, que sólo s~ puede~ obtener
nacimiento logrado mientras practicaban para dominar. su arte. convirtiéndose en un miembro del grupo ocupaCIonal.SI el cono-
Sostenían que antes de que hicieran su trabajo, ellos comían sus- cimiento preminente y la destreza se originan e.n un accidente ,
tancias especiales que les permitían .adivinar las brujerías; estas de la herencia -si se hereda la brujería-, o es un «toque» de un ,; ,
sustancias secretas, especiales. les permitían adquirir el poder de hueso de perro, o proviene de una «llamada» sobrenatural, o es un
,1 «don» entonces siempre es posible que la gente que está fuera
.
26
27
La Medicina y el hechicero
de la ocupación pueda alegar una pericia igual o superior. Por lo
tanto, el grupo ocupacional debe ser la fuente principal de los
criterios que capacitan a un hombre para trabajar de un nlodo Históricalnente, creo que. se puede. decir. que también la Me..
dicina,' hasta hace muy poco, falló ell conseguir las condiciones
aceptable.
¿Cómo pueden d~rse estas dos condiciones? Recordemos que, básicas para desarrollarse .como. una'. ocupación de consulta con
aun cuando el hechIcero zande proclamaba que su competencia status. verdaderamente profesional; de modo que, e11 tallto no
se basaba en un entrenamiento, no obtuvo un grado importante fue una ocupación cuyo conocimiento y pericia (o «ciencia») tu..
de control sobre las tareas de adivinación. Aun si suponemos vieran el mismo contenido, ha .sido en el pasado una ocupación
con una organización y posición en la sociedad muy similares a
una situación en la que el hechicero es el adivino «oficial»,podría-
mos imaginarnos fácilmente los resultados: el profano continua .. las del hechicero zande. En rigor, la Medicina no fue hasta la
Edad Media, como máximo, ni. siquiera un sinlple grupo ocupa-
ría utilizando de cualquier modo sus propios métodos poco cos-
cional organizado y reconocido. Como demostró Bullough,8en ese
tosos y evitaría al hechicero excepto cuando todo lo demás 11U- momento la Medicina obtuvo el reconocimiento oficial de su pro-
biera fallado. Como ocurre con el médico, el hechicero es un con-
sultor que debe ser consultado antes de que pueda trabajar. La pio .aprendizaje universitario como fuente principal de los crite-
gente no puede ser forzada a recurrir a él. Sin alguna confianza rios .que habilitan a un hombre para ejercer el cuidado médico.
o respeto por sus capacidades, puedell elegir no consultar a na- Se le garantizó al médico la competencia exclusiva para deter-
die antes que consultarlo a él. Por lo, tanto, un simple .control minar el contenido .adecuado y el método efectivo para tratar al
oficial o formal sobre la realización o la. interpretación de una .enfermo. De cualquier modo, la Medicina oficial sólo tenía una
tarea no basta para la supervivencia de una ocupación de con- conexión muy débil, variable, con las creencias de la cultura ge- ...
sulta, de servicio personal. Lo que también es necesario es la neral de la población, y era lnás una profesión de estudio que de.
creencia pública en la con1petencia de la ocupación de consulta, práctica. La mayor parte de la consulta diaria heclla por la pobla-
en el valor del conocimiento y la destreza profesados por ésta. ción general, no era controlada por la ocupación médica organiza..
Sin tal creellcia, la consulta será escasa. da.Llegó a ser una verdadera profesión de consulta hacia fines del
Evidentelnente, tal creencia puede tener una variedad de fun- siglo XIX, luego de haber desarrollado una base lo suficientemen-
dalnentos. Uno de estos fundamentos es la coincidencia del tra- te científica como para que su trabajo pareciera superior al de
bajo de una ocupación con las creencias generales sobre dicho los curadores irregulares. Su posición se consolidó en el siglo XX
trabajo. En el caso de los azande, lo esencial de la creencia gene- a medida que mejoró la educación del prolnedio de sus eJercien-
ral era tal que excluía la posibilidad de qtleUn grupo ocupacio- tes y que la educación de la población se encaminó a buscar y
nal pudiera adivinar efectivamente. Pero los hechiceros zande es- recibir sus servicios.
taban en la senda correcta: si hubieran tenido éxito en persuadir
a su clientela de que el uso de las hierbas que habían aprendido
P09-ía crearles temporariamente un poder de brujo, se. hubieran El. desarrollo de la tecnología n1édica
establecido, por lo menos, como una fuente de consulta alta-
mellte fiable. En este caso, la base para la creencia pública sería Creo que el resultado empí.ricalnente denlostrable del trabajo
la compatibilidad de las prácticas del hechicero con el siste- médico es importante para su desarrollo' COlnoprofesión de con-
ma cultural general de creencias. Tal fundamento, sin embargo, sulta. Analíticamente, se trata de si las prácticas de un determi-
no pudo ser establecido. nado grupo ocupacional son aceptables culturalmente para un
En tanto un método sea simplemente compatible con las creen- público receptor. Aun cuando no necesitalnos creer que los in-
cias culturales generales de su sociedad, probablemente tendrá dividuos son seres completamente prag]Jláticos Y racionales, no
los mismo~ resultados o efectos; sin embargo, esta compatibili- influidos por deseos o supuestos a priori de la índole de los del
dad es insuficiente para su aceptación. No brinda ninguna ven- mundo del sentido común, o, en el caso de la. Medicina, inmu-
taja competitiva sobre cualquier otro método también compati- nes a la influencia de la fe y la esperanza en cuanto a los pro-
ble. Una ventaja competitiva es la eficacia de los métodos del cesos del cuerpo, hay, no obstante, una colección masiva de evi-
hechicero. Si sus adivinaciones y recuperaciones de las píldoras dencia a favor de materiales racionales y pragmáticos que
mágicas hubieran conducido al alivio de la enfermedad y de otras desempeñan Ull rol importante, si no exclusivo, en la aceptación
desgracias 'más frecuentemente que otros métodos, la confianza
en él hubiera crecido notablell1ente; presumiblemente" el hechi.. 8. Vern. L. BULLOUGH, Tite Developnlel1t of Pvledicine as a Professiotl (Nueva
cerozande falló también ell este terreno. York: Hafner Publishing Co., 1966).

29
28
Lpllblica._9-ExperimentalJ11ente.. el trabajo del médico está dirigido, tratamiento era bastante conservador .. apoyándose prin- o
-.ante to~o .• a la solución de un problenla práctico, al igual que el en la dieta y apenas en medicinas o oen la cirugía. El .
- trabajo del hechicero. Hasta qtte tuvo una base científica .. el tra,.
o

era que la onaturaleza era curativa por símisDla y que


bajo del médico podía ofrecer pocas ventajas a sus consumido- debíam'eramente asistirla antes que entremeterse con
res sobre el de una multitud de curadores diversos. La' concepción hipocrática de la salud se basaba en la idea
Desgraciadamente, a la mayoría de los historiadores de la Me- combinación armoniosa de los humores (sangre, flema,
dicina les ha importado únicamente documentar el descubrimien- negra y bilis amarilla, originados respectivamente en el co-
to: de aquellos trozos aislados de información considerados ahora cerebro,- hígado y bazo); la enfermedad sería una lnezcla
como científicamente verdaderos. l\iirando hacia atrás desde nues- defectuosa de estos cuatro humores. Su concepción de la saludOy
tra perspectiva actual de la «ciencia moderna», vemos que e¡' Ola enfermedad también involucraba el estado del espíritu, las- ~, .
historiador se inclina a pasar sobre los siglos rescatando los ele- ,infÍuencias sociales y climáticas y -la constitución del paciente.
mentos «válidos» del conocimiento médico y a enlazar una cro- Pero en Grecia y en los tiempos helénicos, los hipocráticos no
-nología de verdades que conducen a la Medicina científica actual. eran los únicos médicos. Muchas escuelas participaban en la des-
En tales historias, especialmente cuando están imbuidas de con- cripcióny en la clasificación de enfermedades, órganos y proce-
cepciones intachables sobre la dignidad y gloria de la Medicina, _sos biológicos. Durante setecientos años de Medicina, desde los
se hace difícil percibir que en el pasado (como en el presente) °hipocráticos hasta Galeno, hubo varias esc~elas renombradas, tal
las verdades descubiertas individualmente estaban entremezcla- como los Dogmatistas, los Empiristas y Aesclepiades, los meto-
das en una masa indiscriminada de procedimientos ineficaces e distas y los Espiritistas, muchas de las cuales no apoyaron la con-
incluso nocivos, algunos de los cuales eran meramente de tlS0S 'cepción humoral de la enfermedad. Fueron registradas .durante
empíricos y otros derivan sistemáticamente de teorías no menos o-.este período algunas observaciones que ahora son conSIderadas
peculiares que las de los azande. El paciente atendido por un mé- ~correctas: incluyen cuidadosas descripciones anatómicas de par-
dico que hizo o utilizó un descubrimiento válido, pero que en su tés tales como el ojo, la tráquea, el duodeno y los- genitales, y-
práctica entremezclaba tal descubrimiento en una masa de falsas :también descripciones clínicas de la diabetes, la lepra Y,el tétanos.
convenciones médic~s, obtenía un escaso b~neficio neto. Además, , Generalmente se dice que el período griego culmina con la
no había evidencia de que todos los curadores de una época, aun- síntesis de Galeno de Pergamon (130-201), cuya influencia fue sen-
dentro de una «escuela» particular, utilizaran tales verdades en tida por la Medicina considerablemente durante más de mil años
su práctica real. Dado que habitualmente las historias de la Me- más tarde. El trabajo de Galeno estaba dominado por una teolo-
dicina son historias de descubrimientos y de descubridores mé- -gía aristotélica: todo órgano tenía. ,un obje~ivo particular ~e~
dicos más que Iustorias del trabajo médico diario, fallan en co- consecuencia servía para una funcIon espeCIal; y, como ArIsta-
municar cuán inadecuado y radicalmente diferente del de hoy teles y algunos médicos que lo precedieron, se. adscrib~a a un~
era el trabajo diario del médico. Esto no debe ser olvidado nunca. concepción humoral de la enfermedad. El. pr~pIo trabaJO. anato-
Aun cuando se admite que existía un cuerpo desarrollado de mico y fisiológico de Galeno fue extraorci!nar~o, pe~o su lnf1uen-
conocimiento médico en culturas anteriores a la de Grecia, y que _cia más importante sobre tiempos posterIores prOVIno de su e.s-
la Medicina griega fue influida por tales civilizaciones,lo comen- peculación sistemática. Su trabajo hacia fines de la Edad Me~Ia
zar por los griegos es lo convencional, dada la aproximación a se había vuelto tan autoritario que los médicos que supervIsa-
la enfermedad, claramente natural antes que sobrenatural, por ban disecciones de cadáveres humanos no veían más de lo que
parte de algunos de sus curadores.u Más particularmente, los o-odescribía Galeno, aun cuando Galeno aparentemente no había ~i-
médicos hipocráticos se centraron en la observación y la descrip~ - ~,.seccionado jamás un ser humano y distinguía manifiestamente ~Ie-
ción de la enfermedad y su curso, tendiendo a precisar los sínto. zas de la anatomía tan peculiares como la forma de cuerno del ute-
'. ro y los cinco lóbulos del hígado. Con el Renacimiento se aceleró
9. Ver las resefias de la literatura en los siguientes: Homer G. BARNATl' .• el ritmo de nuevos descubrimientos y disminuyó el peso de las
Innovation: The Basis of Cultural Change (Nueva York: McGraw.Hill book Co.,
1953); H. F. LIONBERGER, Adoption. of Ne'w Ideas and Practices (Ames, Iowa: teorías antiguas. Los nuevos viajes de exploración establecieron_
Io\va: State University Press, 1960); E. ROGBRS, Diffusion oi lnnovations (Nueva contacto con otras especies botánicas, y por consiguiente con nue-
. York: The Free Press of Glencoe, 1962). vos medicamentos para los tratamientos. En el siglo XVI, el tra-
10. Para aquellas primeras épocasJ ver Henry E. SIGERIST, A History of Medl~
cine, Vols. 1 y 11 (Nueva York: Oxford University Press, 1951). bajo de anatomía de Vesalius corrigió muchos e~rores de Gale ..
11. En esta secci6n me atengo a diversas historias del conocimiento médico, no y agregó precisiones propias. La ~ntroducció!l hecha por
particulannente la de E. W. ACKERKN'ECHT, Short History o/ Medicine (Nueva Paracelsus de remedios específicos provenIentes de mInerales co~o
York: The Ronald Press. CO., 19.55).
,el hierro, el arsénico y el sulfuro, paralelamente con su teorla
30 31
miento sintomático o empírico por un tratamiento causal y pre-
q:uímica de laerifermedad, conmovieron la antigua teoría hu- ventivo».t3 Además, el desarrollo técnico de la anestesia. y de la
1l!-0ra!. y Anlbroise Paré realizó contribuciones ilnportantesa la asepsia permitieron éxitos en cirugía que antes no htlbieran sido
c1t:'ugla. - posibles, aun cualldo los cirujanos habían desarrollado. tempra-
Durante los siglos' XVII Y XVIII huboUl1 increlnento .continua. namente destrezas y conocimientos verdaderaUlcnte refinados. Es-
mente acelerado de la observación sistemática, así como descu- "tos avances determinaron un corte cualitativo COIl el pasado, per-
brinlientos técnicos especializados. Frecuentemente se considera mitiendo por primera vez la predicción y el control seguro de un
que uno de los avances lnás ilnportantes fue la demostración amplio espectro de enfermedades hlunanas por parte de casi
realizada por Harvey, mediante pruebas experimentales y mor- cualquier médico biel1 entrenado de la ocupación, y no exclusi-
fológicas, de la circulación de la sangre. De cualquier modo, no vamente por un gran clínico. Tal conlO señaló L. J. HendersoD,
obstante su gran contribucióll y la de otros, los desarrollos. de .la por primera vez un paciente medio atendido por Ull profesional
época más importantes para la Medicina no parecen haber sido' medio podía esperar una probabilidad mayor de un 50 % en cuan-
médicos, sino más bien científicos y tecnológicos, tal como la to a su mejoría. La diferenciación entre los médicos y los llama-
inv~nción del microscopio y los trabajos de' Física de Newton y dos curanderos no precisaba apoyarse más en la certificación aca-
Ga.lI1eo. El desarrollo de la física y de la química permitieron por démica de la superioridad de una superstición sobre otra.
prImera vez un fundamento sistemáticamente científico de la Me- El clérigo podía obtener cierta estabilidad ocupacional limi-
dicina. tada consiguiendo la adscripción del Estado al dogma del que
.La práctica médica" sin un fundalnentó sistemático" no podía era custodio. El abogado precisaba meramente controlar el acee-
eVItar ser más que una variedad de concepciones tradicionales .50 a los tribunales donde se ejercía la dirección del poderpolíti-
reforzada por juicios clínicos individuales ~bastante variables. Por co. Pero la fortaleza de tUl. médico depelldíade decisiones indivi-
supuesto que la teoría humoral fue un establecimiento sistemá- duales, personales, que lo reafirlnaran, y entonces necesitaba
tico de clasificaciones" yen una tarea de conocimiento aplicado , atraer extensamente al público .. La calidad de su trabajo no lo
COffi?eS la Medicina sielnpre existe cierta' inconsistencia ,e igno- habilitó para hacerlo llasta el tardío siglo XIX.
TanCla; pero hasta que no se estableció un fundamento verdade-
ram~nte científi~o, no podía existir un inétodo adecuado para
clasificar y analIzar la extensión t.otal de- la experiencia clínica. El desarrollo qe la organización ocupacional
Funcionando a un nivel puramente pragmático y clínico, lo que
para nosotros es fantasioso podía coexistir con lo que conside- Paralelamente al desarrollo de un adecuado fundan lento cien-
ramos exacto y verdadero.12 Sin una noción sistemática de las tífico o técnico del trabajo médico" se desarrolló una base socio-
causas, de .las patologías que habían sido cuidadosamente descrip- lógica para crear una ocupación tan bien es¡ablecida en
tas y clasificadas en el pasado, o de las causas del éxito de una su sociedad que llegó a ser una verdadera profesión de consulta,
d!oga nueva, o de tIn nuevo procedimiento, el progreso no podía con control de los criterios que califican a las personas para tra-
SIno ser confuso y vacilante; y el trabajo 'de los individuos varia- bajar en la cura, con competencia .absoluta para determi-
ba enormemente según la opinión y la experiencia individual. nar los contenidos apropiados.y los métodos efectivos para reali-
Ningún suceso único se sostiene por sí Dlismo, y ninguno tiene zar el trabajo médico, y consultada libremente por aquellos que
por sí ~i~mo importancia remarcable.De cualquier modo, el supuestamente necesitaban su asistencia.
descubrImIento realizado en 1860 de que un bacilo causaba el car- Probablemente no hubo antes de la Edad Media una identidad
bunco tuvo. una importancia decisiva en la historia de la Medici- clara adjudicada a los médicos, excepto de un modo muy gene-
na, ya que de un solo golpe se resolvió el conflicto entre varias ral, ya. que no existían ejercientes eOIl el título especial de «doc-
teorías. La idea de que había agentes específicos causantes de las t_or», y en ciertas épocas y lugares no había un nombre ocupacio-
enfermedades se estableció de la nlano dePasteur, Koch y otros; nal particular para los curadores.l4 A '10 largo de los siglos, los
luego, enfernl,edad tras enfermedad fueron sometidas a investi- curadores diferían notablemente tanto por las escuelas y gru-
gaciones posteriores. Como señalara un historiador, «las causas pos de práctica a los que se subscribían como por su entrena-
de numerosas enfermedades se hicieron conocidas por primera' miento y pericia. Un confuso ruido de pretensiones sonaba en los
vez en la historia. Se abrió el camino para reelnp~azarel trata- oídos de todo grupo de pacientes" algunas eruditas, otras canfor-
12. Para un compendio de las prácticas peligrosas o inservibles de lun1breras 13. ACKERKNECHT, op. cit., p. 171.
tales como los escritores hipocráticos, Galeno, Paracelsus, Paré y Osler, ver .14. ,Ver, por eJernplo, Vern L. BULLOUGH, Tite Tenn. «Docton>, «Journal of the
A.rthur ~. SHAPIRO,A Contribution ta a liistory of the Placebo Efiect, «Beha .. , History of Medicine and AlUed Sciences», XVIII (1963), pp,. 284..287. .
vloral SClence», V (1960), pp. 109-135.
33
32
HS 17. 3
.~~blem.entesimple~ y. domésti~s. Aquellos curadores que. se con.
sId~raban a sí mIsmos especIalmente eruditos y racionales. (es El interés dé los.' curadores hipocráticos en el prO.
declr, muchos de aquellos que podían leer y escribir, dejar regis- (es decir, la predicción del curso de una .enfermed~d) fue
tros, alcanzando de este modo el privilegio de ser reivindicados por Sigerist como un invento creado por trabaJ~dores
co~o nuestros predec~sor~s), estaban rodeados por una colección reputación local que necesitaban algú!1 método para l~pre.
abIg~ada de otros eJerCIentes,algunos sin más pretensión que a un paciente crítico, para consolidar una .reputación y
u~ CIerto do~ para el arreglo de huesos, o un acopio de conoci- una. clientela en un pueblo en el que no se
lDlento es~ecI~1sob~~ simples hierbas medicinales transmitido mucho tiempo. Los mismos hipocráticos (o al me-
p.or la sa~Iduna famIlIar; otros, con enorme ostentación de cien- algunos escritores del corpus hipocrático) deploraban. el uso
CIa y teorla. . ardiles parte de sus competidores para atraer cIIente!a:
P:u-a c?mprender completamente el significado del pasado del de remedios exóticos, por ejemplo, o el cultIVO'
médICO(SI es que realmente po~emos ~ablar de «el médico»), se extraños de hablar y de vestir.16 .
ha d~ tener en cuenta que en nmguna epoca histórica tuvo nada de la Edad Media, los curadores que ate~dían. o tra~a.
se~eJante a un ~onopolio completo sobre los servicios de la cu- para' la élite son aquellos sobre los que. la hIstorIa nos In-
racI~n, formal o 1?form~l. Todavía,es .virtualmente imposible im- más. Nos encontramos a oscuras sobre los que se ocupa-
pe~r que ~ paCIente ~e trate a SI ~smo, o que busque el con- de los artesanos campesinos y esclavos. En algunos casos,
.seJo. de anllgos o panentes. Ademas, cualquiera que fuera el la élite contrataba médicos reconocidos para que cuidaran a C~é~-
motIvo, el ~stado nunca garantizó un monopolio formal absolu- tos sectores de la población general; éste fue. el caso de los.medI-
to. En los tIempos mo~ernos hay pocas excepciones legales con griegos: aparentemente, Galeno fue contratado para cw:d~r a
r~specto a los monopolIos, pero sin embargo existen como por los gladiadores de Roma; y también fueron contratados ~e*cos
eJem.plo,el caso del quiropráctico en los Estados Unidos. En el para cuidar las poblaciones de los ghettos en la Edad MedIa: De
~asado, !a regl~ eran las ex~epciones con respecto al monopolio. todos modos, podemos estar seguros de que tanto en la epoca.
(P~r que sucedía esto, y que implicaciones tenía para las organi- griega como en las épocas siguientes, el pueblo te~1Ía~us. p~o-
z~cIones laboral~s? Revisemos brevemente las circunstancias so- pios médicos humildes, quienes, a p~sar ~e haber SIdo mSlgmfi.
CIales d~l. trabaJo. de aquellos curadores que nuestros historia- cantes históricamente, son los que mas CUIdarona la mayor. par-
dores elIgIeron como «legítimos» y no como «curanderos» del te de la gente. Estos «médicos populares», en cuanto pudIeron
pasado, comenzando nuevamente con los griegos pero teniendo ser nítidamente diferenciados de los curadores «respetables», co-
presente que nuestro conocimiento del pasado depende casi com- menzaron a aparecer en los documentos hist~r~co~como una ~lase
pletamente de los prejuicios de una élite política y literaria que particular. La primera fuente estable de distmcI6~ ~e el tItulo
nos legó sus documentos.1S de «doctor» otorgado por la universidad; por ~onsIgwe?te,.y ~or
~ el ~aso de los curadores griegos, nos encontramos con ocu- primera vez en la historia, la universidad medieval creo cntenos
p'8CIonesmestaóles, defensivas, esperanzadamente reunidas en se- administrativos definidos y diferenciados para establecer una
nes de claus!ros de aprendices, primeros aprendices y maestros identidad profesional única dentro del difuso conjunto de cura-
que les ensenaban; cada claustro preservaba de los demás los ;dores de la época. El desarrollo de la universidad y, de~tro de' (
secre~os aprendidos de su maestro y competían por la clientela ella, de las facultades de medicina, facilitaron la tentatIva por
agre~Ivamente entre ellos. Aún más, algunas de las característi- - parte del Estado y su selecto grupo de curadores de regu~ar f?r-
cas mtelectuale~ y técnicas de cada escuela o claustro parecen malmente las ocupaciones relacionadas con la salud. LegIslaCID-
haber~e P~oducIdo 8l?-t~el problema práctico de destacarse en "hes tales como la de Roger JI de Sicilia, en 1140, y la de Fede-
una sItuac~óncompetItIva tanto como ante el problema de obte- rico 11, en 1224, representaban los más, t~mpraD:0~'si no los
ner una clIentela en las condiciones impuestas por una práctica ptiineros, ensayos de regulación de las practIcas medicas en bas~
a la existencia de credenciales.18
. 1~. E.nti'e los trabajos más útiles que se ocupan de la historia de la práctiea
médtca, ~stán: Lester ~. KING, The Medical World of the Eighteenth Celitury (Chi. 16. Ver Henry L. S iGERIST, On. Hippocrates, «Bulletin C?f the ~i?tory of M7di ... ".
cago: UDIverslty of ChlcagO Press, 1958); George ROSEN, A History of Public Health cine», 11 (1934), pp. 190-214; Louis COHN-HAFT, The Publtc ~hyslclan of Ancrent
(Nueva York: . ~ publications, 19?8); Richard H. SHRYOCK, The Development Greece (Northampton, Massachusetts: Smith College, 1956); Hlppocra~e~, tr. y.ed.
of Modern Medlctne, An [nterpretatlOIi of the SoCial and Scientific Factors [nvol. W. H. S. Jones, Vols. 1 y 11, «Loeb Classical Library» (Londres: WIlham Helne..
ved. (N,!e.va York: Alfred A. Knopf, 1947); Henry E. SIGERISr, On the Sociology mann, 1923 y 1943). . c' •
of M~dlctne, ed. M. l. Roemer (Nueva York: MD PUblications, 1960); Emest S. 17. Ver Jacob R. MARCUS, Communal Sick.Care etl the German Ghetto ( In-
TURNER, Call the Do.c!or (Nueva York: Sto Martin's Press, 1959); BUUOUGH The cinnati: The Hebrew Union College Press, 1947). . .'. . .
Development 01 MedICIne, op. cit. , 18. Anteriormente se estableció una mesa examInadora y que otorgaba hcen-
c~atura. en Ba¡hdad, e~ A. D. 931.
34
35
El qesarrollo de. corporaciones como asociaciones definidamen ..
te secular~s, Jntegra.das por individuos reunidos por su trabaja p~rmiso médi,,:o,y la .expansión de las fronteras impidió la ejecu-
común, y en _cierta forma h~chos responsables del bienestar públi... CIón,de.cualqUIer canJunto elaborada de reglas'estableciendo quién
ca, también facilitó la regulación formal. Tanto la universidad 'podla curar: En la frontera, virtualmente cualquiera podía ejer-
medieval c;omo las corporaciones otorgaron a los médicos una cer la curaCIÓn,y muchos de ellos"se autodenominaron «doctor».21
identidad pública específica y pusieron en marcha los mecanis- Aquellos que deseaban un título podían obtenerlo fácilmente asis-
mos que permitirían establecer su posición definidamente en, re- tiendo auna escuela médica privada.22 De este modo hacia fines
lación a otras ocupacianes. Sabresalía técnicamente entre tra- del siglo XIX, no sólo había una enorme cantidad d~ «doctores»
bajadares afines tales como especieros y boticarios y contralaba en las Estados Unidos, sino también unaenarme confusión en-
sus trabajas. De cualquier 1110' da.. ni, la universidad ni las carpo- ferm!zantemente calculad~ p~ra que el público asimilara y se con-
racianes por sí mismas podían establecer el monopolio del médi- venCIera de los avances ClentIficasdel sigla, a para ganar su COl1-
co sobre el trabajo de la curación, puesto 'que no podían crear fianza incondicianal.
una extensa confianza pública y animar, de este modo, a un ex- En el siglo xx se estableció la matriculación extensivamente en
tenso uso público 'de los servicios médicos-. Los médicos de las los Estados Unidos, basada en normas uniformes para la educa-
corporaciones y la universidad formaran una élite menar. Los ciÓnnlédica.23. Basándose en un entrenamiento uniforme, se podía
clientes estaban limitadas en general a la nobleza y las acauda- esperar que todo médico matriculado tuviera una educación téc-
lados, y hay, pocas pruebas de que aun la élite fuera campleta- nica básica más o menos equivalente a la de todos los otros y
mente fiel a los médicos adiestrados en la universidad, tan camún distinta de cualquier atra clase, de curadores. La posibilidad' de
era la frecuentación y sostén de ejercientes irregulares.l9 Lasciu- poner en vigor leyes de matriculación 'pudo realizarse con la
dadanas pabres y las campesinos se las arreglaban can escasa consolidación política de la nación. COIlsólida base técnica en su
atenciÓll médica, recurriendO', en cambia, a los ejercientes profa- formación, el médico pudo ganar canfianza y demostrar la justi-
nos deseasos de servirlas. Si bien los médicas eran respetadas cia de sus demandas de privilegio. Finalmente, con la educación
en tanto miembras educadas de la élite, no parecen haber poseí- masiva, el público desarrolló canacimientos y creencias más apro-
do gran autaridad como curadores. El establecinlientode asocia~ ximadas a las del médico misma, y par lo tanta se volvió más
ciones profesianales nacianales de Medicina en Inglaterra, Ale- r~ceptivo con su.trabajo. El resultado fue un control sobre la prác-
mania y en otras países, en el siglo XIX, colaboró con la tel1dencia tIca de la curaCIón tal como nunca había disfrutado antes la I\1e-
dicina. _
hacia el monapolio-prafesional, pera aún faltaba. la confianza pú-
blica. Para; asegurarse ésta, parecían ser necesarios más méritos
que un título wliversitario.
En los Estados Unidas, el desagrado experimentado par la Tecnologia y profesiones de consulta
masa hacia las sangrías y las purgas ofrecidas por el ,médica de
las siglos XVIII y XIX, como su selección de tratamientosense- En mi exposición sobre 'el desarrollo de la Medicina hasta su
ñados y científicas, candujo al apoyo de una cantidad de movi- forma actual de organización, traté de demostrar que unelemen-
mientos curativos más soportables y, en el sigla XIX, a un prós- t~ esencial para ~a concepción útil de" «profesión» es la pose-
pero y creciente camercia de alcohal y apio can patente médica.2o SIónde algo senleJante a un monapolio sobre el ejerciciO'del tra-
Par lo tanta, na obstante las carparaciones y la legislación per- bajo. Acfenlás,en el caso de la Medicina específicamente, sostuve
misiva, ningún grupo único de curadores, incluyendo a los mé- que no padía existir un monopolio significativo hasta que se hu-
biera desarrollado una tecnología de trabajo segura' y práctica.
dicas, obtllva un monopolio real y no meramente formal sobre
Esto es necesario pero no suficiente para la Medicina, ya que la
las servicios relacianados can la salud en el siglo XIX. En los Es-
supervivencia de la práctica médica descansa sobre la decisión
tadas Unidos fue particularmente difícil crear una ocupación di-
de consulta de los profanos. La decisión de consultar no puede
ferellte basándase simplemente en credenciales disthltas. El igua-
ser forzada:, debe ser atraída. Los «buenos resultados» de la prác-
litarismo llevó a que se pellsara que, la líbertad de cualquier
persana para curar a otras no debía ser impedida por leyes de 21. Ver M. E. PICKARD y R. C. PUI .•EY, Tlle A1id'west PiOl1eer: His 1l1s, Cures
and Doctors (Crawfordville, Indiana: R. E. Banta, 1945).
19. Ver la discusión sobre «curanderos» en KING, op. cit.} en W. s. C. Ca- 22. Ver por ejemplo, Thomas Neville BONNER, A1edicine in Chicago 1850-1950
l

PBMAN,Doctors and Disease in Tudor Times (Londres: Dawson's, 1960), y especial-


l
(Madison: The American History Research Center, 1957), I

mente en TURNER, op. cit. 23~ Ver- la discusión sobre varios tipos naci()nales de escuelas médica.s en los
20. Ver James H. YOUNG, The Toadstool MillionaJres (Pdncetoll: Pl'inceton c.omienzo.sdel siglo xx, en Abraham FLEXNER, Jrledical Education (Nueva' York:
University Press, 1961). The MacmiUan Ca." '1925), El, anterior ,«Flexner Report» condenaba por supuesto
a las e.scuelas ll1édlcas norteamericanas, en detalle. .

36 37
. i
1,

ticamédica con un sólido fundamento de conocimiento creo que 11. OrganIzación polftica,
son una fuente importante de atracción.
. Evidentemente, los «buenos resultados» no son necesarios para y autonomfa profesIonal
el monopolio de o~ras ocupaciones que fueron llamadas profe-
siones, como por ejemplo, los letrados o los clérigos. La destre-
za de lo~ médicos tiene un carácter diferente de la del letrado.
El trabajo d~l médico, como el del abogado, es resolver los pro-
blemas práctICOSque le trae la gente. No es el custodio de un
dogma revelado cuyo trabajo consistiría en diferenciar lo autén- En el primer capítulo intenté demostrar que la evoluci6n de
ticamente revelado de lo espúreo, tampoco es el depositario ni ,la Medicina hacia una profesión completamente madura involu-
el elaborador de la teoría y el conocimiento atribuido acumulado cró la interacción de diferentes variables. La escuela médica uni-
por una s?ciedad: La demanda es: «Doctor, haga algo», y no: versitaria de la Edad Media sent6 el fundamento para el desarro-
«Doctor, dIgame SI esto es verdad o no». En este sentido hay una llo de criterios nítidos mediante los cuales se podía identificar a
profunda diferencia entre las profesiones que podrían ser llama- un grupo específico de trabajadores. También colaboró en la crea-
da~ de consulta y las profesiones científicas doctas o eruditas. Las ción de un grupo ocupacional consciente de sí mismo que com-
prImeras sobreviven prestando servicios destinados a resolver pro- parte un aprendizaje básico común. Dada la importancia de los
blemas prácticos a una variada clientela 'profana. Ellos deben más altos estudios para la élite de la época, aquellos nuevos doc-
atraer la confianza de la clientela, y el modo más efectivo de con- tores educados en la universidad lograron el apoyo del Estado
seguirlo es proveyendo soluciones adecuadas a sus problemas. como árbitros del trabajo médico. Así fue como la Medicina
Las últimas pueden sobrevivir, de todos modos, simplemente si desarrolló un control oficial sobre su trabajo, control que lleg6
consiguen el interés y el patrocinio de un padrino poderoso, sin a ser completamente operativo una vez que el trabajo mismo se
tener que ganarse la confianza popular general. Las profesiones tomó deseable y atractivo para la población en general.
científic~s d?ctas o eruditas pueden lograr su monopolio sobre . El fundamento del control médico sobre su trabajo tiene en-
el trabajO SImplemente por la conjunción de la asociación pro- tonces un carácter claramente político, incluyendo la colabora-
fesional y el apoyo estatal. Las profesiones de consulta tienen que ción del Estado en el. establecimiento y mantenimiento de la
pasar por la prueba de la solución de problemas prácticos pro- importancia de. la profesión. La ocupación misma. tiene repre-
puesta por su clientela profana. Estos dos tipos de ocupación sentantes formales, ya sean organizaciones o individuos, que in-
pueden ser m!e!Dbros de una clase muy general, la «profesión», tentan dirigir los esfuerzos del Estado hacia las políticas desea-
pero las condICIonesde su establecimiento y mantenimiento son das por el grupo ocupacional. Es así como el control de la
tan diferentes que nos arriesgamos a una gran confusión si las ocupación sobre su trabajo se establece y estructura en base a
consideramos juntas.24 El fracaso en distinguir entre las dos con- la interacción entre agentes formales u órganos de la ocupación
duce al fracaso para reconocer el cambio profundo ocurrido re.. y funcionarios del Estado. La característica más estratégica y
cie~temente en .I~s características de la Medicina en tanto pro- apreciada de la profesión, su autonomía, se debe por ende a la
feSIón. La MedICIna mantuvo un status de profesióIl docta o relación con el Estado soberano, con respecto al cual no es final-
erudita desde la Edad Media, por lo menos. Pero su posición mente autónoma. Y la autonomía del médico individual existe den-
como profesión de consulta parecía, hasta hace muy poco la de tro de un espacio político y social mantenido para su beneficio
los hechiceros zande. I por mecanismos ocupacionales políticos y formales. La autono-
mía profesional no es absoluta: el Estado detenta el poder último
y garantiza autonomía condicional para algunos. Para entender'.
tal autonomía se ha de comprender el carácter de la organiza-
ción ocupacional formal y su relación con los sistemas políticos
del Estado. ¿Puede una ocupación ser verdaderamente «autóno-
ma», una profesión «libre», si debe someterse a la custodia pro-
tectora del Estado? En el caso específico de la Medicina, se podía
pensar que en el grado en que la Medicina depende del Estado
. 24. Q~eetaría claro que tanto aquí como en cualquier parte de este libro, yo para tener su posición preeminente", ésta es vulnerable a los con..
&1go la. distinciónanalítica en Everett c. HUGHES, ePsychology: Science and or troles profanos y a los controles no profesionales, que son ana-
Professlon», en Everett C. HUGHES, Men Qtld Their Work (Nueva York: The Free
Press of Glencoe, 1958), pp. 139~144. -¡ temas.
38 39
Evidentenlente, ésta es una cuestión muy importante para nues. analítico que sea tan actual como un periódico. Por lo' tanto, lo
tra comprensión de la Medicina en particular y de las profesio- único que I!uedo alegar aquí es que, con mi mejor buena fe, los
nes en' general, tan importante para IDla teoría de las profesiones datos menCIonados eran correctos y eran los mejores disponibles
como para la política social. En este capítulo deseo sondear en en el momento en que fueron citados. Mi propósito, presentar
qué medida- la autonomía profesional puede disminuir por su de- tres situaciones nacionales como ejemplos de un recorrido lógi..
pendencia esencial del Estado. Reseñaré las relaciones entre las ins- code variación del poder estatal sobre el trabajo profesional es
tituciones formales de la Medicina y las del Estado en tres instan- de todos modos, lo más im,portante. Dado que los Estados 'Uni:
cias nacionales que representan.variaciones importantes en cuanto dos ilustran útilmente Wl0 de los extremos, evité deliberadamen-
a relaciones. Pondré especial énfasis en el grado en que las aso.. te complicar el análisis con los revolucionarios cambios económi-
ciaciones profesionales nacionales están controladas privadamen- cos y sociales que los diez o veinte años próximos parecen reservar
te y poseen autoridad .legal formal delegada por el. Estado. Para para la Medicina ell este país. Mi objetivo es más analítico que
el análisis será fundamental .la consideración de las distintas di- periodístico al enfatizar las diferenciaciones lógicas de cada ejem..
mensiones de la autonomía profesional (podelnos diferenciar a plo nacional, desde el punto de vista de mi .propósito central
.grandes rasgos estas dimensiones señalando por un lado el co- sobre la autonomía profesional.
nocido juicio sobre el trabajo como pura tecnología, y por otro
lado~ lo que V. O. Key, Ir. llamó «los usos, hábitos y costumbres
que se generan alrededor del trabajo, es decir, modos de tra- La Medicina en los Estados Unidos
bajo».!
En este capítulo trataré de demostrar, esencialmente, que en La 1\1edicinaen los Estados Unidos co;ntelnporáneos es un lUUY
COlltextospolíticos nluy diversos, el Estado deja en mat;0s.de la buen ejemplo de una profesión con una autonomía considerable,
profesión constantemente el control sobre el aspecto tecnlco. de , tanto socioeconómica como técnica.. Muchos de los. poderes que
su trabajo. Lo que cambia según varíen las relaciones con elEs- los Estados de cualquier otro lugar se 'reservaron a sí mismos
tado es .el control sobre la organización social y económica del han sido delegados en su organización fornlal representativa, o
trabajo ..Propondré que la pérdida de control sobre tal organiza- asociación profesional; y sus profesionales estuvieron, por otra
ción no afecta al elemento más impo,rtante y crítico de la auto- 'parte, bastante libres de la interferencia no profesiona1.2 Mien-
nomía profesional, y que la pérdida deeste.co~trol no implica tras que, como veremos, las sociedades profesionales nacionales,
necesariamente la disminución del status profeSIonal. El acento estatales y locales no son de ningún modo la única fuente para
será puesto sobre laque parece tener impor.tancia analítica n- ñ: la elaboracióll y ejecución de reglas' para los médicos, ellas. sí
danlentalen las relaciones que se establecen entre las profeSIO- constituyen el sistema de organización básico, formal, seluilegal,
nes y el Estado: nlientras que una profesión: se libere de la eva- dentro del que trabaja la profesión.
luación técnica y del cOIltrol por parte de otras ocupaciones en , Parece exacto afirnlar que en el momento de escribir este li..
la,.división del trabajo, su carencia de independencia esen~ial.con brono hay en los Estados Unidos Ull sistema organizado de ca-
respecto al Estado, y aun s.u falta de c?ntro~ s~bre~os terlnlnos rácter nacional de los servicios relacionados con la salud, si bien
socioeconónlicos del trabaJo, no cambIan sIgnIficatIvamente su un sistema nacional de financiación de la asistencia médica ha
carácter esencial como profesión. Una profesión no necesita ser comenzado con el nombre de Medicare.3 Hay, en cambio, un cú-
empresaria en un mercado libre para ser libre. mulo de organizaciones y proyectos comunitarios, jurisdicciona-
Finalmente como preámbulo, es necesario hacer una adver- les y estatales, sllperpuestosa veces, y otras en conflicto entre
tencia. Trataré sobre tres naciones extensas, complejas y cam- sÍ, unos pOCOScoordinados según su función; algunos financia-
biantes.Los Estados Unidos parecen dirigirse hacia un ca:mbio dos y administrados por agen~ias privadas, otros públicos y tam~
particularmente rápido. En el caso de cada .u~la de las .naCIones
que presentaré, algunos. de los hechos qtle .clte en el prlnler pro- 2. I\1ás información útil acerca de las relaciones entre las profesiones y el
yecto de este libro. tuvIeron que ser calnblados en el segundo y Gobierno en los Estados Unidos se encontrará en Corine Lathrop GILB¡ Hidden
aún una vez más en la versión final. Adenlás, los 1lechos presen.. Hierarcl1ies: The Professions and Gover1'lmel1t (Nueva York: Harper y Row, 1966).
3. Para el desarrollo del Medicare, ver Eugenc FEINGOLD, A1edicare: Policy
tados surgen de monografías que ya son anticu~das el1 el ID?-
and Polities (San Francisc.o: Chandler Publishing Co./ 19ó6). Para discusiones
mento en que se publican. No hay forma de pubhcar un trabajO generales sobre la financiación del cuidado médico 1 ver Seyrnour E. riARRIS¡ Tl1e
Econol'nics 01 American Afedicine (N'ueva York: TheMacmillan Co.¡ 1964); y' Here
'bert E. KLARMAN, Financing Heatth ~nd Aledical Care, en D. \V. CLARK y B. MAC4
1. V. o. KEV, Jr.¡ Politics, Parties atld Pressure Groups, '5 ed. rev. (Nueva MAHON (eds.), Preventive Medf.cine (Boston: Little, Brown and Co., 1967), pp. 741
York: Thomas Y. Crovvell Ca., 1964), p. 125. Y ss.

40 41
bién financiados por 6rganos públicos y administrados por agen~ a la AMA nacional sin ser miembro de la sociedad de:
cias. privadas.4 Las agencias federales proveen tratamiento o de distrito: esto .hace que la sociedad local de médi.
ambulatorio y asistencia hospitalaria al personal militar y subal- sea decisiva para la representación. Cada sociedad de conda-
ternos, así como a los veteranos, indios y otros." Las agencias do establece sus. propios requisitos para la asociaciÓn. De una '
públicas estatales y comunitarias brindan tratamiento ambula- manera general, la política es que todos los H.cenciados en Me-
torio y asistencia en hospitales a los infradotados, los pobres y dicina «respetables y éticos» pueden ser admitidos en calidad de "
los que padecen enfermedades especiales como tuberculosis; socios, pero esos términos son tan ambiguos que en ocasiones
y brindan servicios especiales .a los niños de edad escolar. Las se han elevado quejas razonables de arbitrariedad, criticando la
agencias públicas estatales, o más frecuentemente las constitui. política de admisión de la sociedad del condado. La AMAha hecho
das localmente, son responsables de la salubridad de los lugares recientes tentativas para evitar que la raza sea un criterio de ad-
públicos y puntos de reunión. La mayor parte de los servicios de misión en las sociedades de condado.
los hospitales y sanatorios privados son provistos mediante pa- Los miembros de la sociedad del condado votan directamen-
trocinio privado, crecientemente con la ayuda de fondos impo- te sus funcionarios y sus representantes ante la «asamblea» del
sitivos públicos y de fondos provenientes de seguros cuasi-públi- Estado, o Cámara de Delegados. Estos delegados seleccionan a los
cos, pero aún dependen del apoyo de .donaciones benéficas funcionarios estatales y eligen a los representantes estatales ante
privadas y de cobros aplicados a quienes utilizan los servicios. la Cámara de Delegados nacional. Los últimos eligen al presiden-
Algunos hospitales están organizados bajo los auspicios de comu- te y a otros funcionarios de la AMA, incluyendo la Junta de Ad-
nidades religiosas, otros son manejados como instituciones «co- ministradores (Board of Trustees). La Junta de Administradores,
munitarias» seculares, que no buscan beneficios y que son no- y particularmente su Comisión Ejecutiva, más reducida, debe ac-
minalmente privados.6 La mayoría de los servicios ambulatorios tuar como directores corporativos que ejercen continua y diaria-
son proporcionados por médicos y otros, operando sobre la base mente el control de la asociación, dado que la Cámara de Dele-
de retribuciones individuales por servicios prestados. gados sólo se reúne semestralmente. La Junta aprueba todos los
:este no es el lugar para discutir en detalle cuán organizados gastos y designa al vicepresidente ejecutivo, que es el adminis-
o desorganizados' están todos los servicios que se ocupan de la trador de la asociacÍón. La Cámara de Delegados elige comisio-
salud en los Estados Unidos. [o que hace a la cuestión es la im- nes permanentes o Consejos, o bien los designa la Junta de Ad.
portancia de la autonomía concedida a los médicos en un sistema ministradores. Un cuerpo de empleados permanentes ayuda a la
como éste, y el.hecho de que las fuentes centrales y formales de in- dirección del Consejo en las diferentes áreas de actividades de
fluencia para preservar o restringir la autonomía ofrecida por la AMA.
ese sistema libre es una organización nacional privada que tiene Esta estructura está dominada aparentemente por un grupo
raíces firmes y bien organizadas en la comunidad local y que a de personas más bien reducido, que mantienen su poder en vir-
.,. través de éstas ejerce una enorme y exclusiva influencia sobre la tud de los procedimientos de elección característicos de la or-
organización de la asistencia médica en los Estados Unidos. Me ganización. Cuando se escribe este libro, a nivel de condado el
refiero a la American Medical Association (Asociación Médica presidente designa un comité elector que presenta una lista de
Americana).' candidatos para ser votada. El presidente estatal hace lo mismo.
La .AMA es una asociación nacional integrada por sociedades Dado que las asociaciones nacionales y estatales prohíben hacer
de Estado y territorÍo (o constituyentes) y por sociedades de con- campaña electoral, la oposición organizada a la lista oficial rara-
dado (o componentes). De cualquier modo, un socio no puede mente tiene éxito, y casi siempre se elige la lista oficial. La reelec-
ción de delegados inlpuestos es común,. y es excepcional, en cam-
4. Ver R. H. HAMLIN, Voluntary H~alth and Welfare Agencies in the United bio, la aparición de «sangre nueva». Estas prácticas electorales
States (Nueva York: Schoolmaster's Press, 1961).
5. Ver Duncan W. CLARK, Social Welfare, en CURK y MAcMAHON, op. cit., no son inusuales para las asociaciones ocupacionales en general,
pp. 781.812; y Duncan W. CLARK, Governmental Health Programs and Services, en y de ningún modo son privativas de la AMA.8 Sus consecuencias.
CURK y MAcMAHON, op. cit., pp. 813.847. son también comunes: ante la típica apatía general de los socios,
6. VerWalte,r J. )\1cN:eRNEY et alii,.Hospital and .Medical Economics, 2 vols.
(Clúcago: Hospital Research and Educational Trust, 1962). el método de elegir a dedo los funcionarios y los representantes,'
7. Ver D. R. HYDE et alii., The American Medical Association: Power, Pur- y la costumbre habitual del «Journal» de la AMA de no publicar
poseand Politics in Organized Medicine, «Yale Law Journal», LXIII (1954), las opiniones que están en desacuerdo con las posiciones de. la
pp. 938.1.022, que, si bien no está actualizado en algunos temas, es virtualmente
la única fuente de su clase. Ver también James O. BURROW, AMA: Voice of Ame.
rican Medicine (Baltimore: Johns Hopkins University Press: 1963), como una 8. Ver la discusión general de este problema en S. M. LIPSET et alii, Unían
historia. Democracy (Garden .City, Nueva York: Anchor Books, 1962). .

42
ha estructurado las normas para el aprendizaje de los profesio-
Cámara de Delegados o de la Junta de Administradores, la aso- nales de la Medicina. Su Departamento de Investigación confee-
ciación presenta ante el mundo exterior. un frente ve~d~deramen- ,?ionó ull.archivo de «curanderos» conocidos y colaboró en su
te unido cuando actúa como la voz ofiCial de la. Medlcma. persecución y aprehensión. Intentó tanlbién eliminar, o limitar,
La organización de .1aAsociación Médica. Americana es, por en la división del trabajo, la práctica de. competidores. En el
consiguiente, monolítica, facilitando .el ejercicio del poder que caso de la .quiropráctica,. que puede ser ejercida legalmente
ésta tiene sobre las cuestiones relacIonadas con la salud. P~ro, en muchos Estados, la presión de la AMA tiende a limitar dicha
.cuál es el poder real que tiene para ejercitar, y cómo se lo e~e~- práctica al «ajuste manual de la columna vertebral». También ha
~ita? Una fuente principal del poder de la A~IfAsobre .108 me~I- sido lilnitada la práctica osteopática, aunque, como los homeó-
cos individuales reside en el hecho de que nInguna otra as~cla- patas del siglo XIX, los osteópatas parecen haber comenzado a
ción profesional de cierta inlportancia en los Estados UnIdos ser absorbidos por la profesión nlédica, dado que las escuelas
proporciona al médico una alternativa .a ~a afiliación en su so- osteopáticas actualnlente ace11tan Y se adecúan a las 110rmas de
ciedad médica local y tampoco una afilIacIón que pueda ~er de- la AMA. En el caso de la psicología, las sociedades médicas in-
cisiva para su carrera. Ocasionalmente, el hecho de. ser mle~bro tentaron en ocasiones impedir la licellciatura, pretendiendo que
de la AMA fue usado como criterio de competencia pr~feslOnal sólo fuera competente legalmente para tratar las enfermedades
por grupos empleadores, como la Mar~na de E~tados Um~os .. E~n n1entales y nerviosas aquella persona que tuviera el título de mé-
el pasado, no se podía escoger a algUIen .que no f~era mIe~bIO dico. Finahnente se debe mencionar el papel de la AMA en lo
para .que participara en las mesas exam~nadol:as y .de claslfica- que. se refiere alestablecinliento de normas para el aprendizaje,
ciones de especialidades, y hoy a veces es ~neleglble.para un nom- registro y licenciatura o certificación de cierto número de espe-
bramiento en el personal de un hOspItal. El. hecho de no cialidadesparamédicas: un papel de colaboración directa y esen-
ser miembro conduce probablemente al pago de prIma~ muy altas cial en el casa de los archivadores y bibliotecarios médicos] téc ..
ell un seguro contra accidentes profesionales. y, ocaSIonalmente, nicos nlédicos y terapeutas ocupaciollales, y un papel indirecto
incluso a la negación de tal seguro. Debemos recordar q~eel ser pero importante en el caso de muchos otros, particularmente
miembro de la A:t\1:A depende de ser miembro de la SOCIedad lo- aquellos formados en los hospitales, como los terapeutas de inha-
cal y que la admisión a la sociedad del candad? depende c?m- lación y los radiólogos.
pl~tamente de la voluntad arbitraria de esta socIedad;. no eXIste Además de corltrolar otras ocupaciones, la AMA también con-
un verdadero derecho a una audiencia y no hay apelación contra trola la calidad y, hasta cierto punto, la cantidad de médicos dis..
el veredicto de la sociedad. En el pasado, la a:nenaza de den~gar ponibles en la Ilación. Todos los Estados exigen la graduación ante
o de expulsar a lniembros se usó para castIgar a Io~ ~édlC?S una facultad pública aceptable como prerrequisito para obtener
que se comprometieron a trabajar sobre bases eCO?OmICaSlI!- la licencia médica. Las juntas examinadoras méclicasestatales de-
compatibles con las de los médicos locales de las .socledade~ .~e- finen como facultades «aceptables» a .aquellas aprobadas por la
dicasdel condado: a todos los médicos de la Elk CItyCooperatIve, comisión.conjunta de la AMA y de la Asociación de Colegios Mé-
de PugetSoundGroup HealtCooperativ~ Y de H~al~~lInsurance dicos Norteamericanos. Ellos confían en estas asociaciones profe-
Plan of Greater New York, les fue iInpedIda la ~fil~~cIone?las 50- sionales privadas para la autorización del mismo modo que se le
iedades de condado y, por 10 tanto, en la aSOClaClonnaCIonal.. confía a otra comisió11 conjunta (con la Asociación de Hospita ..
c Además de poseer gran influencia sobre lasc~rr~,ras de los m. les Americalla) la aprobación de hospitales para cursos especia-
dividuos por su posibilidad de negarles. l~ asoclac~~t.J.,la cuales lizadosde postgrado para médicos. Las normas para la aproba-
virtualmente requerida para muchas actIVIdades n1edIcas, la.AMA ción y la autorización unidas a procedimientos como las visitas
tuvo una historia prestigiosa .en lo que. s7 refiere al. adelanto de de inspeccióll ciertamente 11all mantenido y elevado las normas
los niveles técnicos mínimos de los serVICIOS de la. salud ..Du~ante básicas de la educación médica.
muchas décadas se encargó de pro~10cionar ~iv~l~s stlper~ores La influencia de la AMA sobre la calidad de los servicios de
para la elaboración de medicinas, alImentos dlete~lCos y dlSpO" salud se limitó sobre todo a la influencia que puede esperarse
sitivosdiagnósticos Y terapéuticos, habien.do patr~clnad~ la. «Ley al hacer cumplir normas mínimas en el adiestramiento para la
de Medicinas Y Alimentos Puros» de 1906 Y llab~en?? Inse:tado licenciatura y poner a disposición de los médicos información
en su código ético un itern que proh~be la pr~scrlP.clo~ de Ien1e- técnica nueva y avanzada, a través de las revistas. profesionales
dios clalldesti.nos. Ha otorgado pre~los a la ~v~stlga~16n, y pro- y de cursos de instrucción. «actualizada» para postgraduados.EI
mueve la .comu.nicación del conocinuefolto y tecnlcas Clentlficas .~ supuesto tácito general parece indicar que todo médico provis-
través de sus publicaciones, confere!lcl~s. Y co~gre~o~. Com1;>aho to de Ulla educación mínima .debería ser libre para ejercer la
activalnente la práctica ejercida por IndlvlduoSSlll tItulo n1édlCO y
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p~áct~ca de \ acuerdo a su mejor criterio, sin importar cuántos aparte del principio de «dignidad», ésta sostiene que la "
,anos' hayan pasado desde que obtuvosu-- educación'. La- actividad del trabajo .-médieo- es vulnerable y sensibleacircuns-
voluntaria de las sociedades médicas de -condado se supone que taneias en las que el. médico. es el empleado de una organización
¡ a~egura el mante~i~iento. de los niveles éticos y técnicos apro- que brinda servicios .a los individuos que la contratan y que pa-
pIados para la practIca, mIentras que se menosprecian los juicios gan a. ese «tercero en cuestión» en vez de pagar al médico. De
civiles hechos _por pacientes perjudicados por tratamientos erró- todos modos, no admite que si la calidad del trabajo médico
neos. Las' actividades de las sociedades médicas locales varían varía (y puede ser afectada) como respuesta a tales circunstan-
~ampliamente a 10 largo del país, por lo que podemos decir que el cias. sociales y económicas de la práctica, consecuentemente tam-
único conjunto organizado de normas mínimas impuestas sobre bién existe el peligro de que sea afectada cuando se trate de una
la práctica médica, en oposición a la -educación y a la licenciatu .. práctica basada en honorarios a cambio de servicios, en la que el
r~ médicas, se encuentra en los hospitales aprobados para en. médico .depende de retribuciones individuales y de satisfacer los
trenamiento especializado de graduación, en los cuales las- con. gustos' individuales de los pacientes. No obstante se argumentó'
diciones de la instrucción influyen tanto a los médicos corno a que los elementos decisivos de la autonomía profesional que in.
los estudiantes. fluyen sobre la práctica están en peligro en todas las circunstan.
Junto al .establecimiento de ---límitespara. la práctica 'de la cias en las que no se usa únicamente el modelo de honorarios a
competencia y.de normas de educación mínima y de licenciatura,. cambio de servicios.
y la circulación de información científica actualizada fundamen. La ,manera de 'organizar el pago por los servicios médicos
tando la tecnología de la práctica médica, la AMA ha sido más constituyó un interés activo de la AMA durante algún tiempo.
qtle sobresaliente en su cuidado con respecto al control de la or. Originalmente no hizo sino impedir los planes de seguros priva.
ganización socio-económica de la práctica médica. A pesar de su dos de salud, pero ante la amenaza real de seguros de salud de-
acuerdo oficial con el principio general de la práctica en grupo, pendientes del Gobierno, en 1940, comenzó a apoyar planes priva-
y con el' uso de sistemas de seguros para la financiación del cui. dos frente a los públicos, particularmente aquellos. en los' que
'dado médico, sus «Principios de Ética Médica» están desarrolla. no se ejercía un control no profesional sobre los términos eco-
dos sobre un modelo de práctica individual más que cooperativa, nómicos de ..Ia práctica. Apenas se opuso a los planes de reinte-
financiada por honorarios según los servicios prestados más que gro, que simplemente re.embolsan al paciente una cantidad esta-
basada en un sistema de seguros de pago anticipado. Los últi- blecida por su tratamiento y le dejan la obligación de pagar al'
mos veinte años han visto presiones tremendas, económicas, po- médico los honorarios. que éste establece. En estos términos se
líticas y tecnológicas sobre la forma tradicional de la práctica pronunció a favor del «pago directo» en el caso de Medicare, y
médica empresarial, pero la política de la AMA ha sido la de no está nada disconforme en este punto actualmente. Pero fue
impedir el cambio tanto como fuera posible; una política racio- muy cuidadosa con respecto a los planes de servicio médico que,
nalizada más, con argumentos «éticos» que técnicos. a cambio de' Ulia prima establecida, permiten al paciente hacer
La AMA se opuso principalmente, en el caso de la práctica asa .• consultas médicas por un pago adicional poco significativo, dado
lariada, al empleo por, parte de una organización de un médico, , que en este caso es el plan de seguro el que paga al médico, no
por, cuyos servicios los pacientes pagan a la organización y no el paciente. De cualquier modo, en la medida en que estos planes
al tnédico. Hubo escasa objeción al .trabajo de investigación asa. ~stán bajo los auspicios de la sociedad médica, tal como Blue
lariado, a la salud pública, Ja enseñanza y el trabajo militar, y Shield, han llegado a ser aceptables.
t~mpoco fue objetado en exceso que un médico empleara a otro La principal controversia se dio con los planes de servicios
en base a un salario. Se objetó mucho (principalmente por so- patrocinados por, el Gobierno o por profanos, y aquí .la AMA en.
ciedades especializadas, pero no sin el apoyo de la AMA) el em. fatizó el principio del control profesional sobre el plan. Se tra-
pleo, por parte de los hospitales, de radiólogos, anestesistas y taba esenciafmente de controlar los términos de, la participación
patólogos, porque había una relación médico-paciente Ímpor- del. médico en tales planes: la organización social de la práctica,
tante que debía ser protegida contra la 'invasión de un «terce- y el tipo y nivel de compensación debida al médico por tal prác-
ro». El argumento es que se, disminuye la dignidad de la pro fe. tica ...Fará ..obtener la.,autorización-de~la ~AMA,-en-el.pasado los
sión, que deja una apertura, a una presión por parte, de la términos. de la práctica de tales planes debían ser preparados por
administración del hospital que podría rebajar los niveles de una comisión que representara a todos los doctores de la comu- .
la práctica y que, en general, hace posible la explotación del mé- ni dad, incluyendo aquellos que no deseaban participar en el plan.
dico. La lógica demuestra aquí la curiosa asimetría de los argu- Naturalmente, este requisito hace difícil crear un plan autorizado
mentos de la .AMAacerca de las condiciones de la práctica en ge. que sea financieramente ventajoso para el consumidor. Las so-.

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ciedadeS médicas locales combatieron tales planes por medio de cel~ la fuerza de la necesidad pública y de la presión pQrítrea~ra
la expulsión .0 .amenaz~s de expulsión. Hic~e.ron circular. listas crear un amplio plan nacional de salud y negoció con el Gobier ..
de planes autorizados para alentar a sus mIembros a bOIcotear no un Servicio Nacional de Salud. Se dejó en nlanos de la AMB
o a que rehusaran 'consultar a los médicos de los. pl{lnes desven- y de otras organizaciones profesionales el control directo del
tajosos, y alistaron al cuerpo médico de los hospitales para dene- aspecto técnico del cuidado médico, pero el control sobre los
garles prerrogativas laborale.s a los médicos de tales pl.anes. Estas términos de la práctica fue negociado con el: Gobierno e incorpo ..
crudas formas de resistencIa a los planes de serVICIO de pago rado a la Ley para crear un sistenla nacional de organización y
anticipado, habitualmente se justifican haciendo referencia a la pago de los servicios de salud para todos los ciudadanos.
palabra «ética», con la que se quiere significar la. deslealt~~ de El 5 de julio de 1948, el Ministerio de Salud se hizo cargo de
ciertos tipos de competencia entre médicos y la IndeseabIlldad la estructura administrativa y fiscal de los servicios de salud. Se
(y deslealtad competitiva) que implica restringir la libertad de otorgó a todos los residentes acceso libre a una extensión com-
elección para los pacientes. La acusación de que las personas que pleta de servicios de salud existentes, sin costo directo para ellos.
trabajan en tales planes son !nco~pe~entes técni~am~nt:, o de Los servicios eran susteIltados mayormente por ingresos inlposi ..
que trabajar en tales planes ImplIca IncompetencIa tecmca, ra- tivos generales y, en pequeña proporción, por deducciones espe ..
ramente fue convincente. El punto fundamental es la preserva- ciales en los salarios. Una tercera estructura organizativa y ad ..
ción del status libre empresarial del médico.: .. ministrativa fue creada, paralela a la estructura que ya existía:
De una manera gel1eral, quedaría claro que las aso~IacIones a) el hospital y los servicios especializados; b) los médicos ge..
médicas profesionales representaron en' los Estados UnIdc:>Suna .nerales, dentistas, farmacéuticos y otros servicios sanitarios de
posición .. de control francamente importante sc:>bre la calIdad ~ la comunidad; e) servicios sanitarios públicos, que incluyen la
los términos de la práctica médica. A~nque eVId~n.t~m~nt~ aqw, atención infantil y maternal, servicios sanitarios escolares, pro-
como en cualquier lugar, el Estado tIene la dec~slo~ ultIma en gramas de inmunización y otros por el estilo. Sólo los dos pri-
lo que se refiere a autorización y juicio de los eJerCIentes, gran meros sonespecialmellte importantes para nuestros propósitos
parte de esta autoridad o bien'h~ sido entregada a la AMA ? actuales.
bien se .ha basado en su asesoramIento. El1 el caso de la autorI- En Inglaterra' y Gales hay' quince grupos de hospitales r~gio-
zación los funcionarios estatales son designados habitualmente nales, cada uno tiene un consejo directivo designado por el Minis-
por representantes de las sociedadesmé.dic~s. La AMA usó su .p?" terio de Salud, al que rinde cuentas. Los hospitales de enseñanza
der para construir y mantener normas clel1tIfica~ ..y para constI wr están organizados separadamente en una unidad propia y rinden
y mantener la posición ec.onó~ca de la p:ofesIoll .. En gel1eral, y cuentas directamente al Ministerio a través de su propia organi-
a pesar de la reciente legIslacIon de seguridad nacI0I?-al para.lo~ zación. Los quince consejos 'de h9spitales regionales de Inglate-
ancianos y los infradotad?s~ la p~ofesió~ se desarrollo.en una SI- rra y Gales cubren 350 comisiones administrativas de hospitales,
tuación en la que los medIcos tIenen lIbertad par~ ejercer ~?n que a su vez supervisan más .de 2.600 hospitales. De todos modos,
pocas restricciones formales excepto la de su propIa fo~maCIon. los consejos regionales de hospitales, antes que las comisiones
. Aún más, la libertad de los nlédicos en lo~ .Estados UnIdos fue administrativas,. contratan a los decanos de la. plana mayor de
.tomada como prototipo de la libertad profeSIonal. P~ro en otros los hospitales; las cOlllÍsiones administrativas contratan al res-
países los médicos no tienen autonomla en tantas areas de tra- to. Los salarios se negocian nacionalmente a través de represen-
bajo como en los Estados Unidos. Se trata de ver cómo esto re- tantes con1prometidos directamente con el Ministerio. La dis-
percute en el carácter de la profesión. tribución de especialistas, la clasificación de hospitales y la de-
terminación de recursos para los hospitales son determinados
esenciahnente a nivel nacional, pero se basan en las recomenda~
La Medicina en Inglaterra y en el País de Gales 9 ciones de los consejos regionales y de las conlisiones adminis-

El sistema británico ha llegado a ser considerablemente. más


organizado que el americano. Poco después. de la Segunda Gue- ge Allen y Unwin, 1958); P. GEMMILL, Britain's Search for Health (Philadelphia:
rra Mundial, la Asociación Médica Británica se avino a re cono- University of Pennsylvania Press, 1960); I-Iarry ECKSTEIN, The Ertglish Health Ser.
vices (Cambridge: Harvard University Press, 1959), y Pressure Group Politics: 'rhe
Case Di the Britislz Medical Association (Stanford, California: Stanford Unive:¡;-si-
9. En esta sección me haso en algunos trabajos, .incluy~ndo. AlmontUNDSBY, ty Press, 1960); M. SUSSER y T. WATSON,. Sociology in Medicine (Londres: Oxford
SociaUzed Medicine in England al'ld Wales (Chapel Hlll: Unlver~l~Y of North ~a- University Press, 1962); Roselnary STEVENS,Medical Practice in Modern England
rolina Press, 1962); (\Health Services in Britain», Londres: Brltlsh Info~matlon (New Haven: Yale University Press, 1966), Y GordonFoRSYTH, Doctors and S{ate
Services, 1965; Richard TITMUSS, BssaY$ on. the«Welfare State», (Londres. Geor- Medicine (Filadelfia: J. B. Lippincott Ce., 1967).

49

l:IS 17. 4
. " : ~.
, .tra~i~as.' Estas últimas. est~n dirigidas ad-lzonoreln por ciudada- e instrumental" conducir sesiones clínicas locales y
nos, Incluyendo una rolDana de representantes de la Medicina 'y servicios semejant~s, Para estimular. la medicina-rural, los
algunos, :mpleados. administrativos retribuidos. Tienen aut(j~o- doctores do tales. áre'as 'reciben subsidios' substanciales l,or millá
n:ía pobtIca y ~dmmistrativa y la responsabilidad de la planifica- y.ayud~s extra para nuevas prácticas. Existen además compen~
CIón, pero. no tIenen autoridad fiscal. saciones especiales para .los 'médicos ancianos con listas reduci;.
Los hospit.ales mismos están provistos de consultores (llama .. das, un sistema de pensiones para todos los médicos participan ..
dos «esp~clahstas» en los ~s~ados .unidos); son médicos genera- tes y una .posición impositiva privilegiada.
l~s que tIenen un acceso mIDImo, SI es que tienen alguno, al hos- En general, el Servicio Nacional de Salud está muy interesado
pItal. Al cuerpo de. ,consult?res .se le paga un salario según el en apacIguar a la Medicina organizada, al menos a sus sectores
g~ado. y la pro~orclon de tIempo dedicado al trabajo hospitala- más poderosos .. EI programa de saludes,
I por 10 común, tan po ..
!IO (SI ~spart-tlme o dedicación parcial). El consultor llega a ser pular que ningnno de los principales partidos políticos se incli-
InamOVIble en su cargo y controla un cierto número de camas. Es na a atacarlo. El servicio mismo está organizado de Ull modo tal
el. cons~tor, an~es que el médico general (o clínico), quiendeter- que trata de preservar al médico de la influencia profana y lo deja
mIna SI un paCIente ha de ser o no hospitalizado. Una comisión en libertad para ejercer como él desee. Más allá de sus
eIlcabezad~ por tul médico prominente, de decisiones secretas pacientes del SNS, el médico puede atender tantos pacientes
puede otorgar anualmente «premios por mérito» a alrededor d~ privados como quiera. Además, atendiendo a una demanda de
la tercera p~rte de lo~ especi,alistas, pero además de éstos, el pro- la AMB de 1950, se impusieron restricciones a la facilidad con
greso .a traves de las Jerarqwas es imparcialmente regular y para que los pacientes podían cambiar sus doctores del SNS; se in ..
I?s. OJos de algunos médicos, bastante lento. Dado que I~s po- t,rodujo un período de espera, y en muchos casos se requirió el
sIclo~es de los consultores SOll posiciones burocráticas formales consentimiento escrito del doctor original. Sin embargo, existe
relac~onadas con una cantidad finita de camas disponibles en el una libertad de elección verdaderamente completa tanto para el
hOS:Pl~~I, se deduci~í~ que hay de hecho un límite impuesto a la médico como para el paciente. El paciente puede elegir a cual ..
pOSIbIlIdad de mOVIlIdad, y que muchos aspirantes a los puestos quier médico y, si lo desea, puede .verlo sobre la base de honora ..
~e~onsultor,e~ se ven. contrariados. Estos últimos parecen cons" rios privados. El médico no está .obligado a tomar pacientes de
tltulr lo~ crltIcos más ruidosos del sistema y, por consiguiente SNS, si así lo decide, restringiéndose únicamente a .pacientes pri-
sus «emIgrantes». I
vados, ya sea un consultor o un médico general. Si toma pacientes
~l médicogener~l es retribuid~ en base a una capitación, es del SNS, igualmente, si lo desea, puede tomar tantos pacientes pri-
deCIr, no p~r la cantld~d de veces que atiende a un paciente, sino vados como quiera. Y los hospitales frecuentemente reservan
por la cantIdad de ....
pacI~ntes de cuya atención es responsable du .. «camas de pago» o «camas de favor» para los pacientes privados
ranteel curso del ano, SIn tener en cuenta cuántos servicios necesi- y para aquellos que desean evitar agtlardar una cama común o
te cada uno: ]?uede tener ~ .número m~x!mo establecido de pacien- para quienes prefieren pagar para tener mayor comodidad o pri ..
t~s en ~u lIsta, aunque SI tIene un medICO asistente retribuido, o vacidad que las ventajas ofrecidas normalmente. Los pacien-
SI es ~Ienlbro de un consorcio, puede agregar una cantidad dada tes mismos pueden elegir utilizar algunas formas privadas de se-
de p~clentes a su lista. A diferencia de los médicos generales los guros de salud en vez de utilizar los servicios del Servicio Nacional
dentI~tas son paga?os en base. a honorario~ :por los servicios pres- de Salud .
. tados, ~os.honorarIos se negocIan con el MInIsterio de Salud. A los Un punto final es que, en contraste con el sistema puramente
farlll:aceutlcos se les paga de acuerdo a las prescripciones. los voluntario de los Estados Unidos, un mecanismo para recibir e
preCIOS son negociados con el ministro. ' investigar las quejas de los pacientes se crea dentro del Servicio
El ;Minist~erio. procura utilizar remuneraciones financieras di .. Nacional de Salud. Esto significa que un paciente ptlede llevar a
ferencIales tendIendo a estimular prácticas consideradas desea .. juicio a un médico que le ha disgustado, más fácilmente de lo que
bIes. P~ra !os médicos ge~erales se introdujo en 1952 una «carga» es posible en los Estados Unidos. Hay 134 Consejos Ejecutivos en
d~ capItaCIón de ho~orarlos; consiste en pagar al doctor un adi- Inglaterra y Gales, que son responsables de la administración de
cIonal por cada paCIente cuando. la cantidad total de. sus pa.cien- los servicios de profesionales generales, dentales, farmacéuticos y
tes está dentr~ d~ límites óptimos estipulados; la medida del ópticos, dentro de su localidad. La composición de estos Consejos
pago de .la cap~ta~Ión decrece en tanto la cantidad de pacientes es sumamente profesional y están asesorados por comisiones lo.
s~:peredlchos lImItes. Los médicos generales pueden recibir tam. cales que representan a las distintas profesiones. Son requeridos ..
bIen. honora:ios especiales por b'rindar servicios de maternidad, para constituir comisiones de servicio que investiguen las que-
tratar a reSIdentes temporales, prepara.r asistentes, suministrar jas de los pacientes y pueden recomendar al ministro de Salud '.
so 51
que se retenga el dinero de los médicos que no cumplen las obli- nivel. de remuneraciones de los nlédicos y de otros fac~ltativos
gaciones d~ su práctica. Un tribtmal especial decide aquellos .ca:- .del sIstem.a, de las reglamentaciones diseñadas para distribuir a
SQS en los. que se propolle que un facultativo sea inllabilitado por 10ls J?rofeslon~les .geográficamente de acuerdo a las necesidades
el SNS. De cualquier lnodo, hay una serie de defensas para la publIcas, que ImpIden al médico establecerse donde quiera que él
posición del rílécUco. Las. deliberaciones del SNS S011 secretas ..No de~ee, y sobre la credencial requerida a los médicos del SNS. El
sepernlite abogado defensor a los demandantes, pero al médico prImero de estos problemas condujo en alguna oportunidad a
acusado se le perlnite la represelltación de la AMB, que es al me .. a.~ena~as de retiro masivo por parte de los médicos de su par-
nos cuasi-legal en competencia. Existe el .derecho de apelación tICIpacIón en el SNS. Estos problemas son insignificantes coro-
al ministro de Salud, pero. si bien el.ministro puede no admitir parad?s con aquellos. ?; los meca~islnos conducentes a mejorar
un alegado del tribunal, sólo puede hacerlo a favor. del médico la calIdad de la atenclon, con el aIslamiento de los médicos ge..
, acusado. nera!e? y con la limitada movilidad dentro de la estructura de
Si bien aparentemente no hay un descontento grave, persis- servICIOS consultores, todos los cuales parecen haber sido crea-
tente, eOil el SNS entre los pacientes 10 o entre los médicos 11 (aun- dos por sec~ore? de .la profesión antes que por funcionarios o por
que como veremos éste es una solución muy compleja, difícil la bu~oc:atIzacIó~ lnhere~te .él; cualquier plan de seguridad, ya
de caracterizar de un modo simple), hay problemas operaciona- sea .PU~~I~O o p~lvado. Aun mas, muchas de las particularidades
les que resurgen periódicamente. Un problema fundamental se del SerVICIO NaCIonal de Salud parecen provenir directalnente del
refiere a la cuestión de los incentivos para una práctica tecll016- hec?o de que éste fue constit:Li~o y e~ conducido con la coope-
gica mejor. El pago por paciente no tiene una relación necesaria raCIón y consulta de las aSOCIaCIones Independientes y privadas
con la calidad de la atención, y en algunos casos, como en. la ley q.ue represent.an. a las profesiones de la salud. Tanto como en el
de educación impositiva del mínimo no imponible, mediante la sIst~ma a~e:Icano, las asociaciones profesionales dominan insti-
cual el médico ahorra cierto dinero.' si su límite .de ingresos per- tuclo~es basIca~ como el .Consejo Central de Servicios de Salud,
manece bajo, ciertamente se desalienta la mejora de comodidades y t;nldades «ralces.» cruCIales como la Comisión Médica Local.
materiales de la práctica. Además, el médico general está aÚll Alh.donde la funCIón. admi?istrativa. coincide con las obligacio ..
más aislado del consultor y .del hospital de lo que estaba antes 'nes. Inherentes a la .exlsten~la profeSIonal, la representación pro-
de que el SNS comenzará a funcionar. De este modo está aisla- feSIonal es alta. La InfluenCIa de los miembros médicos sobre los
do de las fuentes ..de nuevos conocimientos médicos y propenso profanos en g~~pos tales ~o.mo l~s juntas regionales de hospita-
a seI1tirse un mero agente intermediario del consultante ..12 Y se les y las comISIones admInIstratIvas de estos hospitales es tan
ve tentado a ser reticente a derivar los casos de maternidad a grande que la Comisión Guillebaud en tIna oportunidad recomen ..
los consultores, por el peligro de perderlos (y de perder tambié? dó que la representación médica fuera reducida al 25 por 100
la cOUlpensación. especial por ellos). La segregación de los me- o menos aún.14
dicas generales del hospital yde los consultorios fue aparen- De un modo 'general, en el sistema inglés el Estado financia
temente resUltado de la presión ejercida por los .consultores más y organiza laadministraci6n de los servicios de. salud. A diferen-
importantes y prestigiosos durante la negociación de las c.~ndi- cia de los Estados Unidos, el Estado británico erigió. esenciál ..
ciones del SNS.13 El sistema de consultores que se estableclo en mente normas administrativas que controlan dónde puede traba-
respuesta a los deseos de los portavoces de los consultores ~is- jar el médico, en qué condiciones trabajará si elige hacerlo dentro
mas parece tan limitado y rígido que los jóvenes que aspIran de! sistema y cómo este sistema será financiado, normas deter-
a puestos de consultores parecen más inclinados a d.ejar el país mInadas s6lo .en parte por las asociaciones profesionales priva-
que a ejercer como médicos .generales o ganarse duramente la das d~ la nacI6n. No obstante, las asociaciones privadas son re-
vida mientras esperan un nombramiento en el SNS. conoc~das como las representantes legítimas de la profesión y
En el sistema británico también hay polémicas alrededor del negOCIan con ..el Estado las condiciones de trabajo. La Asociación
Médica Británica, por lo tanto, no controla completamente mu-
10. Para ver una buena descripción de las respuestas de pacientes .y de mé .. chos ~e los aspectos sociales '1 eC~l1ómicos de la práctica, pero
dicos generales al SNS, consultar Ann CARTWRIGHT, Patients and Thez.r Doctors a traves de su rol en el Consejo Medico General, aún controla la
(Lo.ndres: Routledge y Kegan Paul, 1967).. . autorización de .l~s méd~cos~ y por su ubicación en el Consejo
11. Para una investigación reciente sobre médicos ~enerales, ver DaVId
M.eCHANIC, General Practice in England and 1\1ales, «Medica! Care», VI (1968), Central de ServICIOS SanItarIOS como en las comisiones oficiales
pp. 245-260. regionales y locales, influye firmeinente en la formulaci6n de las
12. STBVENS, op. cit., analiza en profundidad el problema de los consultores
y nlédicos generales en Inglaterra. 14. Recomendación citada en SUSSER y \tVATSON, op. cit' p. 160.
13. Ver ECKSTEIN, Pressure Group Politics, op. cit. J

52 53
nes» para' el saneamiento, atenci6n maternal e infantil,
n?rmas' para el tratamiento. Además, controla aún la determina-
.derpedicina, personal médico, sanitarios especializados,
, clónde las pautas técnicas del trabajo médico y parece tener la
tos de investigación científica y otros servicios semejantes. En el
voz más fuerte en la calificación de 10 «ético» y lo «no ético». .
departamento de salud provincial o regional hay una departamen-
talizaci6n similar, aunque más simple, a la que se anexan Cinlja ..,
La Medicina 'en la Unión Soviética 15 nos, ginecólogos, obstetras, pediatras, especialistas en enferme-
dades contagiosas y otros que actúan como «jefes especialistas»,
. En la Unión Soviética no hay una asociación independiente responsables de las normas de la práctica, conducción y educa ..
prl~ada ~Oln? la AMA o la AIvIB que sirva de portavoz a la pro .. ción de postgrado en los servicios. de salud de las unidades ad.
fesIón. El mIsmo concepto de autonomía profesional parece ser ministrativas de' su especialidad. Municipios localmente operati-
bastante débil; se limita a la libertad de juicio técnico y experto vos o departamentos de salud rural financian y administran las
y aparentemente excluye cualquier opinión sobre cómo está or- instalaciones méd!cas locales y designan a su plana mayor. Son
ganizado el trabajo. Desde 1918, los servicios sanitarios soviéticos responsables de la salud de la poblaciól1 local y encargados de
se organiza!on. en un único sistema de salud bajo la protección mantener vinculación con organizaciones comunitarias volunta-
de un comIsarIado de salud. En el presente, este sistema nacio- rias como la Cruz Roja o las sociedades Creciente Roja. En los .,
nal de saludes planificado, financiado y supervisado por el que distritos rurales, el médico jefe del hospital rural del distrito ha
ahora se denomina 1vlinisterio de Salud; el ministro es U!1 miem- llegado a ser el administrador de los servicios 'sanitarios locales.
bro del Cons.~jo de !,,!i~istros, que es la unidad ejecutiva princi- Dentro de este sistema general de trabajo, la mayoría de los
pal de la Unlon SOvletlca. De hecho, hay una gran diversidad de servicios sanitarios son proporcionados a la población a través'
equivalentes estratificados, cada uno responsable de unidades de médicos que trabajan en policlínicos anexados a los hospita-
geográficas y de importancia .política. de valor: decreciente desde les locales. También existe una variedad de otras unidades sani- "
Ministerios de repúblicas autónomas hasta distritos rurale~ o mu- tarias para atender a los trabajadores industriales y campesinos,
nicipales y, en el nivel admh1istrativo más bajo, hospitales rura- a los estudiantes y a otros sectores de la población,. y hay insta-'
les, microdistritos (uchastok), y jefes médicos de las unidades 1aciones especiales para la atención de la tuberculosis, las enfer.
sanitarias fabriles. Cada unidad sanitaria responde tanto a una medades venéreas, cáncer y pacientes mentales,16 así como servi-
.unidad sanitaria superior como auna unidad superior guberna .. cios de urgencia .
mental; ésta últinla le da apoyo logístico y financiero. ¿Cómo se, sitúa la profesión médica en este sitema? Sin nin-
~ Dejando de lado algunas excepciones especiales como la aten- guna ambigüedad, en la situación de un servicio civil. Los médi-
ción médica de las fuerzas armadas, el Ministerio de Salud pro .. cos ocupan posiciones creadas y apoyadas por el Estado, con es-
. c?ra controlar virtualmente' todos los recursos y servicios rela-. casa (pero no inexistente) oportunidad para la práctica privada .
Clonados estrechamente con la salud. La Federación Sindical del Además, su ocupación es asalariada; 8t1S salarios se determinan
Ministerio de Salud tiene relaciones de carácter asesor con por decreto. Las horas de trabajo se establecen burocráticamente
.', . la Aeaden1iade Ciencias Médicas y relaciones administrativos di- (generalmente son seis horas y media diarias), y normas también
rectas con el complejo estatal para la provisión de las Inaterias burocráticas estipulán el ritmo de su trabajo (por ejemplo, en
primas farmacéuticas. El Ministerio incluye departamentos de- 1960 se esperaba que los pediatras atendieran un promedio de
d!cados a planificar las. construcciones principales, la produc- cinco pacientes externos por hora). Lo que quizás sea más impor-
CIón de productos farmacéuticos y otros implementos médicos, tante para nuestras comparaciones nacionales, de todos modos,
la educación médica, la organización de la salud pública y es que el médico puede parecer una criatura perteneciente casi
la provisión de servicios médicos especiales, tales como radio- completamente al Estado, en tanto no tiene una posición socio-
logía. Los Ministerios de Salud de las repúblicas son más com- política independiente tal que le permita mantenerse fuera del
plejos: incluyen un consejo médico científico y «administracio .. Estado. Si bien existían asociaciones profesionales «privadas»
como la Sociedad Pirogov y las Asociaciones Profesionales Rusas,
15. En esta sección me baso fundalnentahnente en el reciente trabajo suma .. postrevolucionarias,. éstas fueron disueltas. por decreto a comien-,~ .
mente 11tH, Mark G. FIEtD, Soviet Socialized JvIedicine: An Introduction (Nueva
York: The Free Press of Glencoe, 1967). Ver también «Report of tlle .D.S. Pu ..
bIle Health Mission to the U.~.S.S'~I ago.to 13-septiembre 14, 1957, U.S. Public 16. Para ver psiquiatría en la U.R.S.S., consultar Mark G. FIELD Y Jason
Health Servlce Pu~lication. No. 649 (Wf'shington, D. e.: Government Printing Off!- AaON80N, Ths lnstitutional Framework of Soviet Psychiatry, «The Journal of Ner-
ce, 1958), y «IIospltal Servlces in the U.R.S.S.», Report of the U.S. Delegation on vous and Mental Di¡ease», CXXXVIII (1964), pp. 305-322; Y Mark. G. FIELD, SovJet
Hospital Systelus Planning, U .S. Public Health Service Publication No. 930-F-I0 and Amtncan Approaches to Mental Illness: A Comparative Pet'spective, «Re-'
(Washington, D. C.: Governluent Printing Office, 1966). view of Soviet MedicaI Sciences», 1 (1964), pp. 1.36.

54 55
,','
z~:~ de la década del 20,' y se ordenaron disposiciones para asociar tervenir cuando en 1962 contr .•,. . .. ..
nes profanas, I~ Acade~ia de ar~am~nte a, c~ertas firmes opinio-
. ~,
:~,;los médicos can el Sindicato Federal de Trabajadores Médicos de Salud declararon sin valor CIenCIas ~~dlcas y el Ministerio
\~ la Unión Soviética creada por el Estado. Los médicos, 'por lo
mité Central se descalificó a sí ;:::a curaClon del cáncer. El Co-
.,t~to, pertenecen a una sección meramente superior técnicamen-
la determinación del valor médicols~o en tafnt? experto, dejando
"te, o unidad de trabajadores médicos de todas. clases, un sindi- En la Unl.ón So · 't. a os pro eSlonales.t.7
'~£'~catoque es Wl brazo del Estado. Vle lca pues los m' d.
tamente los convenios e~onómicos ed IC?S. no ~ontrolan direc-
No tuve acceso a información sobre las actividades del Sindi-
bajo, ya que son empleados de . y a mlnlstr~tIvoS de su tra-
cato al que .pertenecen los médicos y por lo tanto puedo equi- ción a través de agentes qu 1 Estado ~ no tlenen representa-
vocaínle al suponer que éste es un representante más frágil de
embargo, parecen sin duda ~o~~ope:te~ezcan al Estado. Sin
la profesión que un sindicato o asociación privada; es improbable
que éste sea capaz de llevar a cabo algo tan drástico como una técnicas que utilizan como la eValuala.l, d:r~tame~te tanto las
dio a entender que, en tanto que el c:~ic~ e~s mIsmas. Field 18
huelga, como ocurrió recientemente con los grupos médicos de
Bélgica, Chile y Canadá; y es improbable que amenace con un
,
's tatal, su juicio real sobre la cond ·ó d un empleado es-
retiro masivo del sistema de salud estatal, como lo hizo hace muy to a la influencia de la política es~~~~ nsi: ~~~l~:s~s ~stá expues-
s
poco tiempo la Asociación Médica Británica ante el problema de de producción» que le son n impuest~s E . t e a. «normas
las remuneraciones. Como máximo, puede solicitar, o exigir vigo- piensa que él sea c d. . es e sentIdo, no se
rosamente, mejores condiciones de trabajo para los médicos. De de compromiso con a~t~ie:e:t~~P~~ una. postura «profesional»
ahí que pueda decirse que tiene escaso control sobre las condi- contestaría ,que la. presión de l'a p'-ol"'t. pa.cI.ente. No .obstant.e., y.o
ciones socio-económicas. de la práctica médica. y dado que no
. . . .' ...llca estatal sobre el ID e 'd.
~~ad por eJen;tp~o, minimizar las licencias por enfermedad t~~
hay muchas oportunidades, no ya apoyo, en ,la Unión Soviética
~í n .o a maxlmlz.ar la p~oducción fabril, no socava la autono.
para la práctica privada, el nlédico no tiene a donde ir si está in- ade la e~aluaclón técnIca tanto como establece las .. ' ·
satisfecho con sus condiciones de trabajo. é tleas o SOCIales sobre las que se basa' .el. · '. · d premIsas
En la Unión Soviética, por lo tanto, el .médico no tielle Ulla • • . JUICIO e enfermedad.
premIsas
t.. que eXIsten
.. '. en todos lados ' v.arIan.o· d ,su contenIdo
.. y su .'
posición económica segura independiente del Estado. Pero, ¿signi-
aU oconcle~c¡a.19 Que la autonomía profesional se dé a sí mism
fica esto que no es un verdadero «profe~ional»? Con toda certeza, ta 1es premIsas, una tarea para la que el . 'd. '.. .. a
no es necesario ser unelnpresario en un mercado libre o el mo- ficación especial ética o t' . · me IC~ no tIene cali-
nopolizador en un mercado «libre» de servicios escasos, para ser . '. ' . ecnIca, es una ventaja dudosa ar
un profesional. Lo que es específico del profesional es el control cual~U1era. En ~odos los ~aíses, incluyendo los Estados Unido:
sobre su técnica o destr,eza, el monopolio sobre su práctica. Si bien en a guna ocaSIón se eXIge legalmente al méd. . .• · '
-i salud públi~a antes que l~ privacidad y convenie~~~a ~,:c:~f;:'
hay' evidencia de una cierta ambigüedad con respecto a tal con- I

trol ell los países comunistas, donde la ideología llevó en algunas mas . contaglos,oS.O de algun modo socialmente peligrosos 20 Lo
oportunidades a enfatizar prácticas tales como. la acupuntura en d-~rs~a~ecedm~s rele~~nte para nuestros objetivos en el a~álisis
China, u orientaciones como las de Lysenko o Pavlov en la Unión a us e a MedIcIna en el sistema sanitariosoviét.
Soviética, la evidencia parece. señalar la libertad del médico «pro- e} he~ho de ~ue el m~dico no posea el derecho de de~~~i~o es
fesional»'para determinar la técllica a usar, aUll teniendo en cuen- s. mIsmo qu~ es ?e l-?.terés público y qué importancia seP~~
ta las limitaciones financieras. A pesar de lo burocrático que el puede dar al.mteres. prIvado, sino que él mantiene realmente
sistenlaestat~l de servicios pueda ser, los dirigentes profanos de ~e~echo. de dlagno~tl~ar y prescribir de. acuerdo a criterios ~~
unidades administrativas generales Y de gran escala parecen apo .. a os. en .el conocumento médico, y que su trabajo sea evalua-
yarse en unidades asesoras médicas, mientras' que los dirigentes ~o por col~gas, no por prof<;n0s. Esto es, ciertamente, la verda.
de las unidades operativas como hospitales y policlínicas parecen era esenCIa de la autonoffila profesional, y parece existir tan
ser todos nlédicos. Y aun cuando un médico que es rl1iembro del
Partido Con1unista puede probablemente alcanzar una posición
:~. MVerI~ enFIELD, Soviet Socialized lVledicine, op. cit.
más alta 'en la jerarquía médica que uno que no lo es, es siem- . ark G. FIELD, Doctor and Patient '. S . R .
pre un médico, no un profano. Todavía más, como en el caso de University Press, 1957), passitn. ttt ovte! . USSla (Cambridge: Harvard
la «curación del cáncer» de Krebiozen, médicamente deshauciada 19. En la parte 111 de este libro trataré'. . . . ..'
Dlorales y sociales subyacentes al di 6 f c~n Clerta profundIdad los supuestos
en los Estados Unidos, los profanos en la Unión Soviéticapue .. 20. Sobre este terrla son reIev~~~s s lCO e .enfern:edad.
den instrumentar políticalnente un juicio médico, pero incluso el en T. H.. MARsHALL Class Cit'. . h' los, comentanos . sobre responsabilidad
todopoderoso Comité Central dePartido Comunista se negó a in .. Nueva York: Anchor' Books: 1964)~e;;. tf58~~:. Social Development (Garden City,

56 57
en la 'Uni6n Soviética como en los Estados Unidos .,pación que no controla ..el ejerCICIO de las destrezas sobre.
El conocimiento parece tener poder prC?pio. .:'que pretende conocimiento exclusivo no' puede ser llamada
:' profesión. No obstante, yo respondería que la autonomía técnica
es el centro de lo que. es exclusivo en una profesión, y que, en
El Estado y las zonas de laautó'tomía profesional efecto, una vez obtenida esta autonomía central ...segmentos de
autonomía, como mínimo, le siguen en las demás zonas.21
Los tres ejemplos tratados fueron elegidos para demostrar , La profesión fundamenta su demanda con respecto a su posi-,
una amplitud de variación en la organización política de la pro- ción en la posesión de una destreza tan esotérica o compleja
fesión y su relación con el Estado. Lo que importa aquí es la que los que no son miembros de la profesión no pueden llevar a
amplitud de variación en sus aspectos más fundamentales, y no cabo el trabajo seguro o satisfactoriamente e, incluso, no pueden
los leves detalles empíricos que pueden cambiar mañana. Los evaluar adecuadamente el trabajo. Sobre esta base,. los no miem-
ejemplos empíricos fueron seleccionados porque sugieren, si bien bros 'son excluidos de la práctica y de la evaluación. Dada la exclu-
no la representan por completo, una razonable amplitud de va- sión y su fundamental concesión de autonomía, yo sostendría que,
riación en la organización de los servicios profesionales moder- a pesar de cualquier sistema formal administrativo impuesto en
nos. En un extremo, parcialmente representado por los Estados la profesión, la autonomía en el control de su técnica le permite
Unidos, el Estado utiliza a la profesión como guía, ejercitando a ésta atender muchos elementos de ese sistema más allá de los
su poder de modo tal que apoya las normas de la profesi6n y propósitos y aun 'del reconocimiento de sus planificaciones y jefes
crea un medio ambiente socio-político en el que la profesión se ejecutivos. l!ste .es particularmente el caso de la Medicina, donde
ve libre de la .competencia seria de ejercientes rivales y controla un trabajo erróneo puede ocasionar consecuencias peligrosas, y
firmemente a los trabajadores auxiliares. Dentro de este ámbito' donde la declaración de urgencia y de riesgos temerarios posi-
protegido por el Estado, la profesión tiene suficiente poder por bles es un potente recurso protector.
sí misma como para controlar virtualmente todas las facetas de Concedida la autonomía sobre su técnica, el profesional tiene
su trabajo sin interferencia significativa de ningún grupo no pro. una cantidad de privilegios que le otorgan una fuerte ventaja en
fesional. ~sta es una. autonomía profesional con una esfera de otras esferas de la práctica. Existe, ante todo, la autoridad otor-
acción bastante amplia, que incluye autonomía en la selección gada y la deferencia obtenida por su admitida pericia. Aun en los
de las condiciones económicas, en la' situación y la organi- .tribunales soviéticos, donde la intervención profana en el proceso
zación social del trabajo, y en su contenido técnico. En con- legal está institucionalizada y es apoyada, los profesionales pa ..
traste con épocas anteriores, en las que cualquiera era le- recen tener más ventajas de las que la estructura formal nos
galmente libre para ejercer, esta amplia autonomía está pro- permitiría esperar.22 Segundo, tiene influencia sobre aspectos 'del
trabajo que no son técnicos, pero que tienen que ver con la dis-
tegida por un monopolio apoyado estatalmente. En el otro ex-
tribuci6n del trabajo mismo: el profesional puede sostener que
tremo 16gico, parcialmente representado por la Uni6n Soviética
no puede realizar su trabajo adecuadamente a menos que se le
contemporánea, el monopolio sustentado por el Estado permite
sitúe cerca de un determinado grupo de colegas o un determina-
autonomía profesional únicamente para determinar el contenido do conjunto de recursos técnicos, puede alegar que no puede' tra ..
técnico del trabajo. Administradores y políticos que representan bajar correctamente si debe hacerlo solo o si está sometido a
al Estado controlan los términos econ6micos del trabajo, su si- interferencias determinadas, o bien puede afirmar que sus casos'
tuación y su organización social dejando a la profesión sin otra son demasiado complejos para tratarlos bien o eón seguridad si
opción que la de aceptar sus condiciones. tiene un promedio de cinco pacientes por hora. Fundamentando
Para evaluar estos extremos debemos preguntarnos sobre la sus argumentos en su reconocida experiencia en cuanto al diag-
utilidad de estudiar a ambos, y lo que se encuentra entre ellos,
para considerar nuevamente lo que es la profesión. Por supues-
21. Ver William A. GLASER, Sociatized Medicine in Practice, «The Public In.,
to que sin duda el extremo de la autonomía amplia en todas las terest», 1 (1966), pp. 90-106.
esferas de trabajo es compatible con la idea de una profesión: 22. Ver G. FEIFER, Justice in Mosco\v .(Nueva York: DeU Publishing Ca., 1965).
en rigor .. constituye el tipo de posición empresarial que las ideas y ver tainbién el espíritu en G. S. Po !:,moEV. Notes of a Soviet Doctor (Nueva
York: Consultants Bureau, Inc., 1959), particularmente el capítulo 14, «Medical
liberales de «libertad» del siglo XIX occidental adoptan de buen Ethis and Medical .Secrecy», donde el autor argumenta desde el carácter <tcom-
grado. Pero .. ¿qué pasa .con el otro extremo? Allí seguramente po- pIejo y variado» del trabajo médico para negar que la ley constituida formalmen-
demos afirmar que representa el mínimo más escaso de auto- te pueda dirigir la actividad del médico. Si bien aparentemente la legislación so-
viética no reconoce el secreto médico u otro seCreto profesional, Pondoev sugiere
'llomía para una profesión. Algunos quizás sostengan que una ocu- qüe éste tiene ventaja funcional y que convendría que el profesional lo observara~ ...

58
nóstico y tratamiento, ~stá bien equipado .para, influenciar, s~ no 111. La división
controlar muchas otras áreas de su trabaJo. Solo un campanero del, trabajo médico
rofesion~l puede decir que no, dado que un argu:n~nto contra-
p. ,nicamente puede justilicarse referido al conoc,lmlento de las
~~~terísticasespecia1es del trabajo .. La. autonomla sob~e el ca.
rácter técnico de su trabajo, por conSIguIente, le da medIos para
ser un profesional «libre}>,aun c;tando dependa del Estado para es-
tablecer y sostener su autononlla.
Hasta allora me he dedicado casi conlpletamente a la Medi-
cina misma; al surgimiento de una ocupación identificable que
obtuvo el derecho exclusivo de ejercer la Medicina gracias al
apoyo estatal y a su propia organización ocupacional. En mi ex...
posición sobre el proceso nlediante el cual surgió la Medicina,
no fue posible tratar sólo con la l\tIedicil1a; lo que nosotros en-
telldenlos hoy por medicina era únicamente una de las muchas
ocupaciones dedicadas a la curación. La l\Iedicina fue la que,
después de todo, persiguió el derecho exclusivo de ejercer frente
al hecho de que muchas clases de curadores ejercían su práctica.
Además de las ocupaciones desterradas de la práctica o confi..
nadas a los sótanos. de los barrios bajos urbanos, el campo y
la .sala de los oculistas, hubo muchas ocupaciones -la farmacia
es un buen ejemplo- que proporcionaban servicios relacionados
con la curación y que, si no se los cOlltrolaba, podían, de hecho,
llegar a ser consultores cOlupetitivos con las prácticas del médi"
ca. Los servicios de muchas' de estas ocupaciones son útiles para
el médico y llecesarios para su práctica, aun cuando amenazan
su monopolio. COTI10 señalé antes, la solución al problema del
médico no se encontraba, corno en el caso de los competidores
directos, expulsando a dichas ocupaciones de la práctica, sino
más bien obteniendo del Estado control sobre las actividades de
esas ocupaciones, para limitar lo que podían hacer y super-
visar o dirigir sus actividades. De este modo, el Estado, simul ...
táneamente, convirtió en ilegal la competencia de otros trabaja ..
dores con los lllédicos y otorgó a éstos el derecho a dirigir las
actividades de las ocupaciones afines; «el médico, de un modo
que 110 tiene paralelo en ninguna otra ocupación, controla e in..
fluye su campo de acción y a todo aquel que ose acercarse a éste».!
Mientras que la divisióll del trabajo en call1poS no profesionales
se organiza por un accidente histórico, por el poder económico
y político, por la competencia y por lograr una sin1ple interde-
pendencia funcional, la división del trabajo que rodea la activi ..
dad de la curación, altamente profesionalizada, se organiza por
la profesión dominante misma, apoyada políticamente. Formal ..
mente, ésta es una jerarquía. En este capítulo deseo tratar el
carácter jerárquico de la división del trabajo médico, y más par-

1. Dale L. HIESTAND, Research. into !vlanpO'wer lor Heo.lth Sel'vices, «Milbank


liemorial FUlld Quarterly»" XLIV (1966), Parte 11, p. 148.

60 61
,-ticularrriente, cón10 se sitúan las ocupaciones paramédicas den- nos permite distinguirlas de nluchas otras ocupacio ..
tro .de éste. L~ cuestión esencial que quiero señalar es la diferen- y sostener que repre'sentan una forma sociológicanlente di..
cia analítica entre la Medicina como una profesión y las otras ferente de organización .ocupacional.
ocupaciones con respe-cto a la división médica del trabajo. No obstante, se debe consignar que las ocupaciones paramé-
dicas no están diferenciadas adecuadamente en relación con sus
tareas respecto a la salud. Son habitualmente llamadas «para-
Ocupaciones paralnédicas 2 médicas» aquellas ocupaciones que l1an caído o han sido arras-
tradas a la división del trabajo dispuesta profesionalmente. Otras
Existen pocas tareas tradicionales relacionadas. con la cura- ocupaciones que pueden desempeñar realmente algunas de las mis-
ción y llevadas a cabo por los médicos que no sean también mas tareas técnicas pero que se sitúan en una relación muy di-
realizadas por el personal sanitario no profesional (o no médico). ferente con la profesión dominante (como por ejemplo, un her-
En efecto .• muchas de las tareas realizadas actualmente por el borista comparado con un farmacéutico).. no son llamadas
personal sanitario nO.lnédico fueron en otro tiempo consideradas «paramédicas».. sino más bien «curanderas» o «irregulares». En.
prerrogativas del quehacer diario de los .médic.os mismos, y por consecuencia, las diferencias entre un trabajador «paramédico» y
10 tanto... en términos estrictamente técnicos, no se las puede un «curandero» no provienen necesariamente de 10 que cada uno
considerar como distintas de las que realiza el médico. Lo que de ellos hace, o cómo lo hace, sino de las relaciones que cada
el médico hace es una parte de una amplia división técnica del uno tiene con la profesión dominante. El trabajador paramédico,
trabajo y, algunas veces, .una parte no Inuy diferente o peculiar. estando bajo «control».. es más fácilmente caracterizable socio-
Es el.control. médico de la división del trabajo lo que es distin- lógica que técnicamente. Las ocupaciones paramédicas no son
tivo. Aquellas ocupaciones que están bajo su control son llamadas meramente parte de una división del trabajo diferenciada tec-
«paramédicas». Para comprellder tanto la tecnología como la so- nológicamente, sino, y esto es lo más importante .•parte de una di-
ciología de «lo médico», debemos comprender antes el carácter visión del trabajo organizada en torno a una profesión dominante
de «lo paramédico». central y controlada por ésta misma.
El término «parulnédico» se refiere a las ocupaciones organi- Distinto como es, el modelo «paraprofesional» no es común.
zadas en torno al trabajo de la curación y son controladas fun- Por ejemplo, así COTIla existe en los Estados Unidos una comple-
damentalmente por médicos. El control médico se manifiesta de ja división del trabajo desarrollada en torno al derecho, no sería
distintas maneras. Primero, gran parte del conocimiento técnico adecuado utilizar el término «paralegal» para designar a los al-
aprendido por los trabajadores paramédicos durante su entrena- guaciles, contadores, notarios .•administradores de bienes y ban-
miento y utilizado en su trabajo tiende a ser descubierto o am- queros, en el mismo sentido que utilizamos «paramédico» para
pliado, o por lo menos aprobado, por los médicos. En segundo designar a las enfermeras o -a los técnicos de laboratorio. Tam-
lugar .•las tareas realizadas por trabajadores paramédit;os tienden poco parece emplearse el prefijo adecuadamente cuando se 10 usa
a asistir más que a reeluplazar las tareas centrales de diagnós- para designar la división del trabajo relacionada con otras pro-
tico y tratamiento. El1 tercer término, los trabajadores paramé .. fesiones establecidas.. aunque fue utilizado recientemente para
.' dicos generalmente son subordinados .• puesto que su trabajo ha. distinguir a los auxiliares de los maestros en las escuelas públi-
cas. En los Estados Unidos sólo la Medicina parece haber im-
bitualmente se realiza ante la petición o la «orden» de les médicos,
o supervisado por éstos. Finalmente, el prestigio atribuido a las puesto un orden tan preciso sobre las ocupaciones que la rodean.
ocupaciones paramédicas por el público general suele ser menor
que el otorgado a los médicos.
Estas características son tales que las ocupaciones paramédi 08
Desarrollo de la división del trabajo
cas pueden diferenciarse de las profesiones establecidas por su
relativa falta de autonon1ía, responsabilidad, autoridad y presti- Una cierta división del trabajo en torno a las tareas de diag-
gio. De todos modos, el hecho de que están, por defmición, orga- nosticar y tratar las enfermedades humanas existió siempre.. de
nizadas alrededor de una profesión establecida y que, en distinta una u otra forma .•en la mayoría de las sociedades humanas ..Siem-
proporción, comparten algunas de las .características del profe- pre existieron personas que diagnosticaban, especieros .• comadro-
nas y nodt;izas, aun cuando sólo hayan' actuado como aficionados,
2. Partes de esta 8ecci6n provienen de «Paramedical Personneb, de Ellot con dedicación parcial. La típica división del trabajo designada
Freidson. Reimpreso con el permi!o del editor de lntentatlonal Etlcyclopeclia al
tIte Social Sci~nc~s, David L. Sills, ed. Vol. lO, pp. 114.120. Copyright 1968 como «(paramédica» es, ~in embargo, rela.tivamente reciente y es
por Crowell CoIlier y l\facmilIan, Irte. compleja sólo en .las sociedades altamente industrializadas del

62 63
mundo en las que la Medicina moderna se establece. Alill cuando sistencia de una gran variedad deejerciel1tes irregulares. En una.
se la encuentre, varía enormelnente en cuanto a la totalidad de posición semejante a la que tienen hoy los servicios sanitarios en.
su integración alrededor de la profesión médica y el control que países 110 industrializados. La división del trabajo médico fue
ésta últirna ejerce sobre ella. Desgraciadamente, no existen com- francamente estable sólo. en aquellas áreas de la ciudad donde
paracionesentre naciones sobre la. organización de los trabaja- una clase media acomodada tendió a protegerla; en los barrios
dores de la salud para proveer siquiera la información des .. bajos urbanos y en el campo.. los. pobres y los campesinos in-
criptiva básica para el análisis, por lo tanto muchos de los sistían en recurrir a remedios populares, a ejercientes sin dedi-
indicios sobre los tipos y fuentes de variación deben basarse en cación exclusiva y, ocasionalmente, a ejercientes irregulares erran-
trozos aislados de información. tes; los dos primeros formaban parte de su propia cultura, los
El comienzo de una división del trabajo distintivamente pa ... terceros especulaban con ella. Había en esencia dos sistemas
ramédica empezó a surgir en Europa, por lo menos en la lnisma sanitarios, el más extendido arraigado en la cultura del campe-
época en que se desarrollaron los gremios corporativos en las sino; el más prominente, en las tradiciones eruditas de la civi-
ciudades 3 y la universidad. La ciudad proporcionó la densidad lización occidental. Antes de que el último pudiera llegar a ser
de población necesaria para apoyar una variedad de especialis- de una vez estable y universal, el anterior debía ser destruido
tas de dedicación exclusiva. El grelnio suministró a las ocupa .. o, al menos, severamente restringido. I-lasta el siglo xx no surgió
ciones relacionadas con la salud una organización viable median- en Europa y Norteamérica liada semejante a una división del
te la cual fue posible forjar una clara .identidad tanto para la trabajo estable y extensiva.. dominada por los médicos. En los
óptica oficial como pública.. y presionar por. derechos exclusivos países no industrializados del mundo actual aún no existe una .,.&

a esta identidad y al trabajo que implica. El derecho al monopo .. división del trabajo semejante como para ser tenida en cuenta.
lio del título y la función y a controlar de .un modo bastante En el siglo xx la profesión médica fue finalmente capaz de
estricto el ingreso yel desarrollo de la carrera ocupacional, sin establecer tul mandato seguro para proveer al servicio central
embargo, se obtuvo del Estado. A cambio de ese derecho las ocu- sanitario. En Inglaterra, el eJerciente general campesino fue in-
paciones consiguieron organización.. pero tanlbién se expusieron cluido en las jerarquías médicas corrientes. En la Unión Sovié-
a .ser asignadas a una posición oficial. relativamente bien definí ... tica, el feldsher fue en parte reemplazado y en parte subordinado
da .•en una división del trabajo más amplia, posición que frecuen- al médico. En ,Estados Unidos, los. muy diferentes tipos. de pro-
temente implicó una subordinación forzosa a miembros de gre- fesionales que se llamaban a sí mismos .doctores fueron reduci-
mios muy diferentes. Las ocupaciones aprendidas en la univer- dos a cierta uniformidad. Se aseguró así el control sobre las
sidad demandaron más vigorosamente una posición jerarquizada .. tareas prillcipales de diagnosticar y prescribir, aunque ciertas
gracias a su .aura de ciencia y erudición. La educación universi- especialidades que evolucionaron separadalnellte, como la odon-
taria dio a los nlédicos y cirujanos una posición política nlás tología y la medicina veterinaria, fue~on capaces de mantenerse
fuerte para persuadir el Estado a subordinarles .competidores separadas en virtud de sus funciones fácilmente segregables y
tales como los boticarios.. especieros y barberos, sin mencionar de la capacidad de sus nliembros para ejercer como empresarios.
el permiso para perseguir a los ejercientes irregulares. Esto pudo Finalmente, en virtud de .su rol principal como árbitro para la
ser aSÍ.. aun cuando era dudoso que el conocimiento real y la aplicación de nuevos descubrimientos científicos, la profesión pudo
destreza de los médicos educados en la universidad en aquellos ordenar alrededor de sí misma el creciente y nuevo personal
días los dotara más efectivanlente para la práctica que a sus técnico.
competidores principiantes o autodidactas. El desarrollo de la división paramédica del trabajo contem-
Con el desarrollo de la universidad y de los grenlios en las poráneo puede ser entendida en este contexto como. algo muchó
ciudades europeas surgió una organización rudimentaria de tra .. más complejo que una mera diferenciación racionalmellte fW1-
bajadores sanitarios de dedicación exclusiva" organizada .• por lo cional o técnicamente apropiada. Debido a la importancia de los
menos en parte ..bajo la supervisión de médicos y cirujanos. Como factores sociales, políticos y ecollómicos, hay una gran diferencia
ya señalé, esta organización fue durante siglos altamente inesta- en el origen y en la posición actual de las ocupaciones. AlgW1as
ble, tanto en su interior, donde estaba llena de una competencia especialidades históricas, como la odontología, sobrevivieron bas-
indisciplinada. como por causas externas. debilitada por la per- tante independientes en la división paralnédica del trabajo. Otras,
como la farmacia, y más particularmente la optometría, no fue-.
3. Ver las descripciones del desarrollo de distintas ocupaciones inglesas ron completamente integradas en esta división del trabajo, roan.
B. M. CARR-SAUNDERS y P. A. \"IILSON, The Proffesiof1s(Oxford: Clarendon
1933) yen G. MILLERSON, The Quatifyi1'lg Associations (Londres: Routledge y teniéndose al menos parcialmente independientes. Y .algunas,
gan Paul, 1964). . como' la compostura de huesos o" en los Estados Unidos, la

64 65

17.5
a~istencia en 1.05partos, fueron ocupados por- el médico mismo lenerse atrayendo su propia clientela independientclnente de una .
s~endo los ~clOnados y los n~ ptofes~onales .~ejados .de la prác: referencia organizacional o de una referencia de otras ocupa..
tlea. O~ras, slend~ la enfermerIa la mas promInente, mantuvieron ciones, illcluyendo a los médicos. En general, cuanto más autó-
81:1 antIgua funcIon pero fuertemente sometidos al control mé. noma' es la ocupación y cuanto mayor es la superposición de Su
dICO.Y fina~m~nte,con algunas .excepciones, nuevos esp'ecialistas trabajo con el del médico, mayor es la probabiiidad de conflicto,
c?mo. los "t:cnIcos de laboratorio, que surgieron con la nueva legal o de otro tipo. Observan10s este conflicto .entre los quiro-
CIenCIamedIca ~ .la tecnología dentro de los hospitales y las fa. prácticos y los médicos en los Estados Unidos, entre homehópatas
cultades de ~e~~cma, se ~e~arrollaron inequívocamente como par- y médicos en la Unión Soviética y entre ejercientes «nativos» y
,te de una dIvIsIon paramedIca del trabajo ya establecida. En este I
médicos en prácticamente todos los países no industrializados
proce.so, el .papel ~esempeñado por los accidentes históricos y del mundo.
las dIferenCIas naCIonales no es insignificante. Los conflictos n1ás interesantes .•sin embargo, se dan dentro de
la diVIsión paramédica del trabajo .•durante el desarrollo de nue-
vas ocupaciones capaces de obtener autonomía funcional. En los
La jerarquía en la división del trabajo Estados Unidos, donde la tendencia a los adornos profesionales
es importante y extendida, y donde los médicos, debido a su can-
La división paramédica del trabajo es un sistema estratificado tidad, no pueden realizar a bajo costo todas las funciones que
cuyas ocupaciones están integradas en diferentes grados aIrede: tradicionalmente se les solicitaban, tal conflicto es cOlnÚll,y se
dor del. trabajo méd~co. La sociedad concede a los. trabajadores centra alrededor de la cuesti6n de si se puede o no permitir a'
empleados" e.n este SIstema mucho menos prestigio que el otor- los no médicos ofrecer servicios sanitarios sin supervisión médi-
gadO'al medlco.4 De acuer~o con este prestigiq diferencial, es pro- ca. El resultado ha sido en algunos casos de tan creciente éxito
pable que la base formatIva de aquellos reclutados en las ocu- como el del psicólogo clínico, una virtual independencia en la prác-
paciones paramédicas sea menor que la de aquellos reclutados tica limitada sólo por inhabilitación legal para la prescripción de
~entr.o. de la me~icina misma. Más aún, hay una jerarquía de medicaciones. Pero la psicología es sólo un ejemplo, el surgimiento'
prestIgIo. y autorI?ad entre los trabajadodres paramédicos. Las de nuevas .técnicas y de nuevas ocupaciones que las ejercen im-
e~fe~meras, por eJ.e"mplo,son superiores a las auxiliares y a los pelidas por la importancia de la profesionalización parecen estar
tecnlc~s.. Es tan:bIen prob.able qu~ esta jerarquía se refleje en dando una nueva forma a la división paramédica del trabajo.
los oflg.enes soclal~s. de los trabajadores. En una comparación Hace algunos años, esto podía ser visualizado, poco más o me-
superfiCIal entre medIcos y trabajadores paramédicos los. últimos nos, como una pirámide, COll el médico en la cúspide. En los
son, en una medida sin proporciones .•mujeres y mie~brosde los Estados Unidos actuales, la pirámide parece estar convirtiéndose
grupos étnicos raciales y religiosos menos valorizados en los Es- en una estructura cuyos estratos no están tan delimitados, en
tado~ Unidos. Con la especial excepción 'del sexo, aquellas dife- cuya cima hay una meseta en la que se combinan tanto médicos
renCIas en la base formativa y en características personales es como otros nuevos profesionales autónomos, aunque también con-
Y"
probable que también puedan ser ordenadas según una Jerarquía sultores, y cuya cooperación es indefinida.
dentro de las categorías paramédicas.
El or~en de la jerarquía de la división paramédica del trabajo
puede.. SIn embargo, ser exagerado. Las interrelaciones, de los Reclutalniento y aprendizaje
trabajadores paramédicos pueden verse claramente sólo como
parte de ?TI .proceso más amplio que abarca médicos, trabaJa- También el aprendizaje sigue un modelo cuyo orden repro-
dores sanItarIOS que no forman parte de la división paramédica duce aproximadamente el prestigio, la independencia y la respon-
del trabajo y las instituciones en las que se proveen servicios sabilidad atribuida al trabajo. La educacÍón varía desde escuelas
sanitarios médicos y no médicos. Una de las principales variables profesionales asociadas con universidades que exigen estudios
que interviene en las relaciones interocupacionales en los servi- superiores completos antes de realizar varios años de aprendiza-
cios sanitarios parece Ser la autonomía funcion;al: el gradó en je, en un extremo, hasta entrenamientos cortos, informales, en-
que el trabajo puede ser realizado independientemente de: la señados en el trabajo miSlTIO,en el otro. Entre ambos extremos,
supervisión médica o. institu'cional y el grado en que puede man- encontramos otras posibilidades que varían en duración, formali-
dad y nivel teórico de la educación y que son ilevadas a cabo
por instituciones tales como los 110spitales.e. scuela, las escuelas
. 4. Ver. Albert J. REISS, Jr., Occupationes and Social Status (Nueva York:
The Free Press of Glen~oe, 1962). técnicas privadas., instituciones para aprendices y otros por. el es-o

66 6'1
tilo.SEn los Estados Unidos, donde la universidades una insti- lohacen.6 Uno podría suponer, por lo tanto, que la solución más
tución mucho lnenOS definida que en otros lugares, gran parte indicada para un sistema social como el de Estados Unidos sería
de la educación paranlédica se considera como compleluento cambiar la organización del trabajo de tal.modo que se adecuara
profesional. En Europa es más pr?bab~e llalIar escuelas de edu- a las exigencias del matrimonio y de la familia.
cación técnica' separadas de la unIverSIdad aun para las ocupa- En los países europeos, la posición de la m"ujer en la fuerza
ciones paramédicas de lnás alto prestigio, pero Shl em~argo, la de trab.ajo médica y paramédica es en cierta forma diferente
tendencia parece ser la imitacióll del modelo 110rtealn~rlcano .. debido aparentemente a diferencias nacionales ell los roles ocu:
Las categorías paralnédicas también .ti~~den ~ .ser JerarqUIza- pacionales de las mujeres, a pequeñas pero significativas dife-
das segÚ11 la duración y el ti:t:0 de educaclo~exlg~d? por la ~cu- rencias en el sistema de clases y, finalmente, al .nivel de indus-
pación:cuanto más .larga, rnas f?r~al y mas. l?r?,Xlma sea a .la trialización y al nivel de vida en genera!.7 Estaúltin1a conside-
universidad más alta será su poslclon en la dlVISlon del trabaJo. ración 110S conduce a otro aspecto del reclutamiento y de la for-
De esto. se' deduce que, cuanto más alta es la posición, mayor mación en la división paramédica del trabajo. Si bien faltan prue ..
ha de ser la inversión de tiempo y energía dedicados al apren- bas claras, la opinión general parece indicar Que cada vez es
dizaje, el reclutamiento será menos fortuito y, J?or lo tanto, mayor más .difÍci~ ..re~Iutar gentepa~a trabajo~ nlédico~ que requieren
el conlpromiso con la ocupación. El reclutamiento. par~ las ocu- una .lnver~lon lmport~nte de tlen:po y dInero para el aprendizaje
paciones que en la división paran?-édica del ~;abaJo eXIgen muy técnICO. SI esto es aSl, se debe Interpretar como síntoma de un
escasa habilidad parece ser tma SImple fWlclon. ~el mercado. d~ proceso mayor de industrialización avanzada.
trabajo y la demanda de trabajadores de serVICIO no especl~lI. En las primeras etapas de la industrialización, los servicios
zados dispuestos a .realizar trabajos. ~esagradables.De cualqUIer de salud constituyeron una de las fuentes más importantes y
modo el reclutall1iento para las POSIcIones de mayor destreza. es conspicuas de movilidad social y económica a la que podían as-
considerablemente más problemático, con dificultades com~leJas pirar aquellos que deseaban y podían invertir en un entrenamien-
en aqtlellas oCltpacioneseJercidas tradicionalmente .pormujeres. toespecializado. Actual111ente, la demanda de servicios técnicos
El de las enfermeras es un ejen1plo bastante 'Olen do~umen- especializados se desarrolló notablemente en otros sectores de la
tado de los problemas del reclutamiento y de la formaCIón de economía, proporcionando un universo de oportunidades consi-
las ocupaciones paramédicas. El problema con las enfermeras no derablemente más amplio que el que existía anteriormente. En
es atraer ge11te que lleve a cabo el e~tr~namiento como :al~ dado tanto es Wl sistema más antiguo, con una organización bastante
que mucha gente comienz~ el aprendlzaJ.e. ~l problema le.sIde e~ cerrada, y que requiere una inversión relativamente intensa en el
reclutar mujeres que termInen el aprendIzaJe y que!?OsterIorn1en aprendizaje pero ofrece carreras de trayectorias relativamente
te 'continúen con el ejercicio de la carrera. Las .muJeres a rnen~- inflexibles y frecuentemente subordinadas, los servicios de la
do se ven presionadas a optar entre el compromISO con el trabajO salud. parecen haber perdido posiciones en la competencia por
oel matrimonioyla familia: este conflicto se. o~serva frecuente- atraer una" cantid-ad limitada de trabajadores potenciales, tanto
mente entre las estudiantes de enfermera y es~a estrechamellte médicos como paramédicos. Parte del intenso acento puesto" en
relacionado con la deserción escolar o, posterIormente, con el los Estados Unidos sobre el profesionalismo en. la división pa-
abandono del trabajo. .. . ramédica del trabajo, parece ser un intento de aumentar "el
Las jefes de enferlneras, en los .EstadOS. UnIdos, lnte.ntaron atractivo de este trabajo y con esto colaborar para que se re-
'luchar con el problema enfatizando las cllalldades profeSIonales cluten los mejores trabajadodres posibles.
de la ocupación, confialldo presumiblement~ _crear lln compro- De todos modos, el énfasis puesto sobre el profesionalismo
miso «profesional» más fuerte. con .el tr~b~~o.De todos. modos, es muy a nlenudo fuerte s610 durante el período de aprendizaje,
el problema parece ser inherente a la posI~londe las mu~eresen que es cuando los dirigentes de la ocupación son más idóneos
la fuerza de trabajo y no parece ser Solucl~nablea ~raves de la para ser influenciados. Pero lnientras el profesionalismo tienda a
profesionalización. Aun en el caso de la_masprof~~lonal. de las
profesiones, la medicina, sólo una pequella propor~lon de las mu- 6. Ver R. A. DYKMA1'! Y J. 1\1. Sl'ALNAKER, Surveyof l-V01Jlen Physicians Gra-
jeres habilitadas para ejercer en los Estados UnIdos realmente duating for111 Aledical Schools, 1925~1940, «Jou.rna.l of Medica1 Education», XXXII
(1957), Parte It Pp. la38.
-7. Para tener una visión francesa, consult~r Jean BUI-DANG.HA DOAN y D. R.
3. Ver la tabla de períodos de. entre~~niento ocupacional en Walter l. LSVY~ Les fernnles dalls la l11.édicine et les professious libérales. <sCahiers de so ..
WARD'~BLL, Litnited, Nlarginal and QuaSt.Prac.tttloner~,. en ~o\vard. E •. FRE~MAN~ . So~ ciolo.gie et de démographie médicnles"~), IV (1964) pp. 123..136, Y Jean Bur.DANG-HA
I

LEVINB y Leo G. REEDER, Handbook ofA1edtcal Soclology (Englewood Chffs, N.J .. DQAN, Q.uelques aspeCis de la témin.i~;atiotl d,ms les prufessioils libérales el médi-
Prentice-Hall, 1963), pp. 216-217. cales, «Le concours nledical», LXXXVII (1965), pp. 1.480-1.486.

68 69
. picas de una práctica que incluye, por 10 menos, hacér bajar la
~l1fatizar.la.destreza técnica e. intelectual, existe el peligro de ale-
teIIl:peratura en los estados febriles y la alimentación de una. per-
Jar a estu:hantes cuyos motivos para ingresar' a la ocupación no .sona enferma. Desde el punto de vista del médico, la necesidad
son tanto Intelectuales como humanitarios, un peligro que ha sido
era de alguien en quien él pudiera confiar para que llevara a
observado en las escuelas de enfermeras.! Es más importante
cabo sus prescripciones respecto al cuidado de un. paciente. cuan-
para nuestras. preocupaciones presentes la 'probabilidad de que
do él no estuviera presente. Ya en el corpus hipocrático se su-
I?sestudiantes .paramé~ic~s imbuidos de, una ideología profe ..
girió que el aprendiz de médico se situara detrás, al costado de.i
.sIonal que enfatIza su dIgnIdad y autonomla, pero que enlpiezan
a trabajar en ambientes donde son claramente subordinados es.. la cama, para ejecutar las órdenes del médico de un modo más
tén completalnente expuestos a lo que se denomina «shock de confiable del que se podía esperar del paciente ode su familia.lo
la realidad». Y si la adoctrinación del estudiante lla sido com- Excluyendo las operaciones militares y las áreas urbanas, el
cuidado de los enfermos en la antigüedad parece haberse lleva-
J?Ieta,e~ probabI~ 9-ue sus relaciones con otras ocupaciones de la do acabo principalmente en la casa del paciente, un lllgar donde
]erarquIa paramedlca sean bastante dificultosas.
la familia del enfermo, cuando no él mismo, podía ejercer ~on-
troles verdaderamente efectivos sobre 10 que se hacía por. él.
Quizá se debe a .esto lo poca que se conoce acerca de la práctica
de las enfermeras en ese contexto, exceptO' que parecen haber
existi.do realmente, aunque sólo sea como enfermeras-servidoras.
El surgimiento del cristianismo reemplazó la definición de en-
fermedad generalmente naturalista por una definición religiosa
y sabrenatural. Era importante para la definición el motiva sub..
yacente al cuidado del enferma; la idea de caridad, que condujo
tanto a la fund~ción de hospitales como a brindar cuidado a los
enfermos más por propósitos religiosos que funcionales, en bús-
queda de la prapia salvación más ql1e la del paciente.u Aquí ya
existía el cuidado de cabecera basado en una plena dedicación,'
pero practicado más como un ejercicio espiritual que como una
ocunación, y dispensado a un sector de la población. especial, de-
gradado, más por razones morales que por razones terapéuticas.
Un eiemplo de la enfermería religiosa en la antigÜedad es el caso
del Hotel-Dieude París. Era atendido por monjas agustinas, ca-
lificadas para e.iercer como enfermeras sólo por su piedad y su
disnosici6n hacia las buenas acciones. Las monias, naturalmente,
y'
acumulaban gran experiencia clínica, en tanto individtlOS, pero
ésta nunca llegó a ser parte del saber de la ocupación como tal,
dado Que nunca fue transmitida o emnleada en la instrucción de
las novicias. Una indicaci6n del cuida.do Que se brindaba es el
informe de Que desde siempre hubo reiteradas quejas sobre las
hermanas, siempre más interesadas en las plegarias y en la confe-
sión Que en administrar remedios y poner enemas, o lavar a los
pacientes y cortar sus cabellos. Además, las monias enfermeras
no reconocían otra autoridad que la de su superior eclesiástico,
. 8. ef. R. G. Tlze Professional
C.OR\VIN, Efl1ployee:. A Study 01 Conflict in Nur.
slng. Rotes, «American Journal of Sociology», LXVI (1961), pp. 604-615. ,10. .«DeJe que uno de sus aiumnos se ..ocupe de I1e,'ar a caho las instrucclones
9. En esta sección. me baso en historias como la de. Brian ABEL-SMITT, A Bis- sin desat!rado y que administre el tratamiento .. , Nunca permita 'Que se ocupe un
tory of the Nursing Profession (Londres: William Heinemann, 1960); Richard H. no profesional, de lo contrario, si una desgracia ocurriera. la cuIna rer.aerá sobre.' ..
SHRYOCK, Tlze History of Nursil1g: An lnterpretation of the Social and Medical u~ted.» Hi11pocrates, tr. W. H. S. JO'NES, Vol. 2 (Londres: William Heinemann,' ,
Fact()rs lnvolved (Filadelfia: W. B. Saunders Co., 1959), y Bonnie BU.LLOUGH y Vern
1943), p. 299. .
L. Buu.OUGH, Tlle E111ergence of l\1odern Nursing (Nueva York: The Macmillan 11. Ver la discusión del cristianismo en George ROSEN, Th(l HosDital:' Histo,rical,
Co., 1954); Fred DAVIS. (ed.), The Nursing Profession (Nueva York: John Wileyy
Sociologyof a Comml-lnity lnstitution, en Eliot FREIDSON (ed.), The Hospital
Sons, 1966), también contiene útiles COlnentarios históricos y sociales de algunos
MoZfern Societ)' (Nu~va York: The Free Press of Glencoe, 1963), pp. 1.36.
cola boradores.

70
habiéndose denunciado. que frecuenteInente' se ~urlaban de las
instruéciones 'de los nlédicos, inclusive se desh(;1.Cl~n de sus~re~- d.e la respetable' división médica del trabajo. Pero' durante ese
cripciones si no les agradaban. Debido El su actIt,;d, era dIfíCIl s~glo, tanto en Inglaterra como eIl otras lugares, ocurrieron cam-
realizar autopsias en el hospital, o hacer una sangrla, ~ecetar. VO. blOS notables en la ocupación que la convirtieron en una parte
mitivos, e incluso. prescribir aguas ~inerales. Las monJas. fuero~ integral de la división paramédica del trabajo. El análisis de es-
retiradas por haberse tapado los oJos. durante el par~o para eVI- tas cambios y de su significado puede ser auxiliado exalninando
tar ver .el culito del recién nacido, por haberse opuesto al trata- cuidadosamente el caso particular de Inglaterra, que contó con
la presencia de Florence. Nightingale.12
miento de enfermedades venéreas y negarse a atender a madres
solteras. Fueros despedidas del Hótel.Dieu en ~908 l?ara retornar Florence Nightingale observó que «el 7 de febrero de 1837, Dios
más adelante sólo con diplomas estatales. y IIcencla.s seculares. me habló y me. llamó a su servicio». Dado que era protestante
En las órdenes lnonásticas nosencontramo~ enferfi.leras de .no .tenía un. director espiritual que pudiera dirigir su energí~
plena dedicación que van. a los hogares para brindar. cUIdado d~ haCIa una orden monástica, y dado que inicialmente no sabía para
cabecera y, lo que es más impo!tante, permalle~en en los hOSPI- qué la. había lIa~11ado Dios, p~só cierto tiempo tratando de des-
tales para brindar el lnisIno cUIdado. a los paCIentes. El. pro~le. cubrir su misión. Cinco años después de haber sido llamada
roa reside en el contenido de su cuidado, quena fue aprendido oyó hablar del trabajo de un pastor alemán que estaba empren~
siguiendo un cier.to .enfoqu~ ?e técnica,s paramédic~s,.y que fu: diendo la inusual tarea de brindar entrenamiento técnico para
motivado por obJetIVOS espIrItuales mas que terapeutIcos, .natu enfermería. Dos años más tarde .se dio cuenta de que su «llamada»
ralmente. Por añadidura, la, autoridad que respald.ab~ su CUI?~do era para ayudar a.Ias enfermos en los 11ospitales. Llegó incluso a
no .era médica de modo que aun cuando .el conocUUlento medIco pensar, cantrariamente a las nociones prevalecientes en su .época,
vanzó el cuidado de cabecera permaneció estancado. En .estas ~ue una ?uena enfermera debe someterse a un aprendizaje espe-
:nferm'eras hallamos una ocupaci~D;, de dedicaci~n. ex.cl~slva .y c~al de CIertas ~estrezas, que ser meramente una mujer campa.
~lva .110 ,es s.uficlel1te Il.ara ser una buena enfermera. Deseó, pues,
furidamentalmente fuera de la divIsIon del. tr~b~Jo me~lc~ aun
cuando trabajan físicamente próxhnas a los medIcas y cl:~Janos, Ir a Alemalua- a ~studlar enfermería con el pastor Fliedner, pero
una ocupación. que es de «enfernlería» pero no .es paraID:edIca. su familia. se horrorizó tanto ante la idea que pasaran nueve años
Históricamente, los servicios brhldados por las monjas en. el desde que escuchó hablar del pastor hasta que pudo ir a estudiar
con él.
.dado de cabecera. fueron por lo menos respetables. Sus 1m.
~~sos caritativos, religiosos, dignificaban lo que de he~ho era un En 1853 retornó a Inglaterra como superintendente de la lns-
trabajo sucio; hasta hace muy po~o tiempo los hospItales eran titution for the Care of SickGentlewoman in Distressed Circums ..
sólo para los muy pobres, y cualquIer per~ona respeta?l~. perma- tances. En esta institución, ni los pacientes indecorosos ni los
necía en su casa. cuando enfermaba. Los lmpuls?s re~lgl?SOS po.. .estudiantes de cirugía tenían permitida la entrada. Siendo una
dían dignificar el trabajo de cuidar a tales:t:arIasJ ~l bIell este dama que administraba una institución en la que otras :damas
cuidado aún hoy está muy próximo al trabaja serVIl llevado a brindaban cuidado de .enfermería, se vio enfrentada con el pro-
cabo por la cocinera, elcamar,ero,. el bar~ero y .el mozo .. Tales blema .de ser una dama en oposición a ser una. enfermera. ¿ Pue..
tareas son especialmente difíciles de dignIficar cuando so~ r~a- de una. dama recibir órdenes de Ull médico? ¿Cuidaría Wla dama
lizadas para los estratos más bajos de la sociedad,. ya que SI bIen a una mujer que no lo fuera? ¿Presenciaría una dama las ex-
puede ser considerado un privilegio .quitar las ...lIgas a ..un .rey, plaraciones físicas?.Estas preguntas, aunque 'fundamentadas en
nadie se siente privilegiado por cambIar las sabanas de un tu .. cuestiones de status social más que de obediencia religiosa, eran
berctl1oso analfabeto. Los servicios llevados a cabo parae~a g~~te genéricanlente las mismas que se preguntaban las monjas .en épo-
se podían dignificar como una form~ especial de. atltohulnlllaclon, cas. anteriores dado que apuntaban a la primacía de ser una dama
o una monja antes que una enfermera. El ser enferluera no era
pero no meramente como un trabaJO. .. .... . ..... por sí mismo Un rol a una identidad ocupacional autosuficiel1te~
La enfermera s.ecular, como la enfern1era ~onástlca, no fue independiente de otros roles.
entrenada especialmente en técnicas para el CUI?a?Ode. cab~cera
no tenía una clara relación técnica con~a practIca del. CUIdado La guerra deCrimea dio a Nightingale la oportunidad de aban-
~édicoen el hospital. Además, a diferencIa de l~ enfermera mo- donar su puesto. de superintendente y organizar un contingente
ástica carecía de cualquier fundalnento para dIsfrutar del res- de enfern1eras para cuidar a los heridos cerca del campo de Qa-
neto p~blico. En el siglo XIX, en Inglaterra por lo menos,. la .en- talla. Se le dio .control absoluto sobre u.n contingente de monjas;
f . 'í de hospital estaba dominada por el estereotlpo de
<>
<

12. Para mi discus,ión sobre Nightingale nle baso principa1rnente en Cecil


al~h¿li~as y degradadas estilo Sairey Gamp, totalmente afuera WOODliAM-SMITH,Florenc-e Nighti1lgale (Nueva York:: McGra\v.HiH Co., 1951).
ABEL-SMITH, op. cit., también fue útil. ~

72
73
mujeres de vida disipada y hermanas anglicanas. Sus primeros seleccionadas según su clase social y sus costumbres mo-
esfuerzos se dirigieron a despojarlas de toda femineidad y aco- rales, 'y eran preparadas deliberadamente como personal técnico ...
Ioearlas por encima de cualquier reproche moral. Les dio uni- Florence Nightingale creía que la cuestión de las damas que.~
formes horribles, les rehusó permiso para usar cualquier. tipo de eran enfermeras, y las enfermeras que eran damas, era teórica.
adornos, les prohibió salir excepto en compañía de otro miembro mente irrelevante, ya que se trataba de ser un servidor consa-
del contingente y racionó las bebidas alcohólicas. grado a la humanidad. Lo que sí era decisivo era el carácter, la
Equipada con sus enfermeras y con dinero obtenido a través habilidad y la formación. Teniendo pupilas capaces, ella misma
de una subscripción pública, llegó a Escútari y se enfrentó con se dedicó a educarlas para ser enfermeras y a perfeccionar su
el sufrimiento abrumador de las tropas heridas. Pero los médi- carácter. La importancia que daba tanto al carácter como a la
cos militares se. negaron a utilizar tanto a las enfermeras como formación intensa, la llevó a oponerse, en el año 1886, a una pro-
el dinero de la subscripción pública. Nightingale a su vez se negó puesta que sugería la creación de un cuerpo de examinadores
a permitir que cualquiera de sus enfermeras prestara servicio de enfermeras in'dependiente de las escuelas de aprendizaje, para.
bajo iniciativa propia. Los servicios de sus enfermeras serían dis- aprobar enfermeras y establecer las bases de un registro oficial
pensados. sólo ante el requerimiento específico de los médicos. Nin- de éstas. Si bien el conocimiento técnico podía ser probado en
guna enfermera' podía alimentar a un paciente si no mediaba una un examen, no lo sería el carácter; sólo se podía confiar en la
orden escrita del médico. Ninguna enfermera podía dar sedan-o recomendación personal de la directora de la escuela, que tenía .
tes o lavar a un paciente sin la orden del médico. Las monjas en. cuenta tanto el carácter como la educación.
tenían prohibido comprometerse en visitas religiosas. Nightinga- La posición asumida por Nightingale respecto del examen y
le exigía de este modo que' lo que la enfermera hiciera por el ' del registro tuvo como efecto que se apoyara UIl patrocinio muy
paciente fuera una función de lo que el médico creía que era ne- personal de la estructura de los estudios de enfermera. Cualquier
cesario hacer para el cuidado de éste, pues tareas tan comunes enfermera podía obtener un diploma, pero sólo obtenían los
como alimentar a un paciente eran así definidas como parte del buenos empleos aquellas cercanas a directoras .de escuelas alta-
régimen médico. Todo el trabajo de las enfermeras emanaba de mente reputadas y poderosas. Las demás debían trabajar como
las órdenes del doctor; de este modo la enfermería llegó a ser enferIneras privadas. El problema era entonces, como todavía
una parte formal del trabajo del doctor, un oficio técnico más lo es 110y en muchas áreas, que si bien los .diplomas de enfer-
Que una práctica «natural» de la femineidad o una parte del ejer- mera podían significar distintas cosas según de qué escuela se
cicio de impulsos caritativos. La enfermería.fue así definida como tratara, los elnpleadore~ que carecían de tal infor~ación no po-
una parte subordinada de la división técnica del trabajo que dían percibir las diferencias, dado que todos eran dIplomas. Ade-
rodea a la, Medicina. más, al no existir un sistelna general de examen, no hay un con-
Cuando sus servicios de enfermería fueron finalmente utiliza- junto de normas mínimas que sirva de común denom!nador a
dos en Escútari, tuvieron un gran éxito, y cuando Florence Nigh~ los diplomas de distintas escuelas. En los Estados. UnIdos, por
tingale regresó a Inglaterra, en 1860, se encontró con que era una ejemplo, surgieron miles de diplomas de enfermería, como de
Y"
heroína pública. Una subscripción estableció la Fundación Nigh. medicina, y las escuelas de los hospitales se inclinaron más a ex-
tincrale, cuya función sería crear una escuela de aprendizaje para plotar el trabajo barato de las estudiantes de enfermera que de
est~ nuevo tipo de enfermeras. Los médicos no se mostraron muy instnlirlas.14 Los empleadores que estaban fuera del sistema del
entusiasmados con esta escuela de aprendizaje, y un médico emi- patrocinio personal, no tenían garantías de que una enfermera
nente South, escribió: «En lo que concierne a las enfermeras, o dinlomada se ajustara a los niveles básicos. Crecieron las pre-'
asiste~tes de hospital, se encuentran en una posición muy simi- si~nes para que se organizara el registro y la certificación, de
lar a la de las servidoras de una casa, y requieren escasa ense- modo que un esbozo de registro apareció en los Estados Unidos
ñanza más allá de cómo aplicar una cataplasma.» 13 Pero, a pesar alrededor de 1903. Pero la resistencia persistente de Nightingale".
de esta falta de entusiasmo por parte de algunos médicos, la en Gran Bretaña a este proyecto fue tan poderosa que no hubo '
escuela fue fundada y una nueva clase de enfermeras salió de registro hasta 1919. De todos modos, ni legal ni sociológica.mente
ésta. Las enfermeras educadas por Nightingale fueron empleadas' estos hechos crearon una ocupación segura. '
en los hospitales como supervisoras o como matronas, de. modo
tal que pudieran entrenar a. las e~fermeras. que ya esta,,?an tra-
bajando en los hospitales. Sus pupIlas espeCIales eran CUIdadosa-
14. Ver Mary ROBERTS, A111erican Nurs.ing: History an~ l11terpretation (Nueva,
York: The Macmillan Co., 1954) para éste y otros matenales que vers~ sobre
13. Citado en WOODHAM ..SMITH, op. cit., p. 233. los problemas de la enfermería percibidos por los dirigentes de la ocupaCIón.

74
cesarioconseguir un trabajo en una organización que administre
Los dilelnas de la enfermera servicios de cuidado de enferIuos. La enfermera de hospital es,
naturalmente, nluchon1ás dependiente de una organización.
Hacia el fin de siglo, la de la enfermera llegó a ser una ocu- Dentro o fuera del hospital, 110Y generalmente se requiere que una
pación completamente madura, no una variante de. la gentileza en~erlnera. sea parte de ~l1a organización para que puedaconse ..
o la caridad; y fue una ocupación francanlente dignifi~ada con gu~r trab~Jo~ y es ~l médICO, a través de sus órdenes y exigencias,
un status independiente de la clientela a la que atend~a. C.olno qUIen delImIta que tareas sor1 propias de las enfermeras y cuá-
se estableció al. principio, su código imponía destreza e lntehgen- les no. Y el paciente exigente aún puede hacer que se sienta
cia en la ejecución de las órdenes del médico, pero llegó el mo- como una sirvienta. Esto es un indicador del rol secundario o
n1ento en que comenzó a suscitarse .la pregunta: «.¿Somos ..subor- auxi~iar que desenlpeñaen la división del. trabajo médico.
dinadas, o damos respuestas intelIgentes a las InstrUCCIones?» ~Inembargo, el trabajo de las enfermeras se está orientando
Las dirigentes de las enfermeras llegaron a preocuparse p~r.a qu~ haCIa nuevas tareas. Antes de 1900, apenas se podía caracterizar
la enfermería no fuera una solución atenuada de la .J\,~edlClna nI a un~enfermera COll10 .algo más que un sirviente dispuesto y
tampoco un conjunto de funcione~ de las que la .:ty1edl~lI?-ase des- obedIente. Pero como aSIstente ane~tesista y quirúrgica primero,
embaraza. Si bien la enfermerIa se establecl.o orIg~na~mente como operadora de tareas perteneCIentes a una medicina interna
como una ocupacióIl completamente madura y dIgna ~~Ignandose cada vez más complej~ ~ precisa.-trazar diagraInas precisos, dar
ella Il1isma una posición de acompañante de la MedIcIna, a~~ra ~ extraer sal~gre, ~dlnlnIstrar remedios y otros similares-, la en-
se .encuentra IDtlY preocupada por encontrar una nueva posICIón fermera l!ego ocaslonalm,ente a sustituir al médico, familiarizada
independiente en la división del trabajo. . como esta para poder llevar a cabo las órdenes del médico con
Uno de sus dilemas, de todos modos, resIde en el h~cho ~e part~ ?e la teoría general y con los procedimientos técnicos de la
que su trabajo ya no puede ser controlado por la ocupacIó~ mlS- medIcI.na m~derna. Como la cantidad de tareas delicadas en torno
ma. La lnayor parte del trabajo de la enfern1era se realIza. en al paCIente Internado aumentó, las enfernleras tendieron a aban-
los 11ospitales, donde no consiguió autonomía. Fue~a del hospItal, d?nar sus tareas tradicionales de cuidado de cabecera, reempla M

la posición de la. el1fermer~ priva~a es empresarIal, p~r? no es zan.dolas por una posición de supervisión.t5 Se desarrollaron es-
menos dependiente de las ordenes I~.puestas por el medIco. ~ de pecialidades, se generó una jerarquía dentro de éstas y surgieron
las órdenes del paciente y su famIlIa .. En los E~tados UnIdos, clases de. enfer~eras c0J.?1plet~~1ente nuevas; algunas de ellas,
pocos Estados exigen que toda person~ que trab~Je como enfer .. como «subprofeslonales}), se hICIeron carao de las tareas tradi.
mera privada se ajuste a normas espeCIficas. En ;Igor, ~o se ~ue- c:ional!Uente adjudicadas a las enfermeras~ La enfernlera práctica.
de forzar la exigencia de cumplir normas espec¡fica~ SI c0I}SI?e- lIcenCIada en los Estados Unidos, fornlada en un año de educa ...
ran10s que hay un límite rntlY borroso entr~ el trabajO ~o.mestIco ció~ técnica, está entre las últimas. EI.desarrollo de nuevas ocu-
y el de la enfermera, si. faltan las instrUCCIones del medICO de~- paCIones alrededor del cuidado de enferlTIOS ha suscitado la cues-
niendo a ésta última. La. única manera real de m.antener los. nI- ~iól1 .~~ su relación con, las enfermeras.Comprensiblemente, .la
veles del trabajo de la enfernlera en .10s hogares'prlvados depende lntenclon de la enfermerla es nlás definir los .nuevos roles como
de las indicaciones trazadas por los médicos de cabece!a:ellos subordinados y restringidos que crear colegas lnaduros desarro ..
pueden permitir que. una empleada doméstica a~ude a cUIdar.a. un lIando a~í una .jerarquía paraenfermeril dentro de la 'jerarquía
paciente en su hogar y exigir una enfermera ~lplomada en o~~o, paramédlca. Una demostración gráfica de este esfuerzo se encuen-
según las necesidades médicas que ellos. percIball. La o~upaclon tra en la proposición formulada en 1951 por el Joint Cornmittee
de la enfermería no puede establecer dIchas normas, nI mucho 011 Practical Nurse and Auxiliary Workers in Nursing Services:
menos forzarlas. '
De cualquier Inodo, la antigua enferluera privada que atendía . La enferm~ra práctica es una persona formada para cuidar pa-
a la gente en su casa, se está volviendo poco COmtll1 ell :r;uestros CIentes seleCCIonados, no agudos y crónicos, y para asistir a la enfer..
días y la mayor parte del trabajo d~ lasenfe:lneras se ejerce e~ mera profesional en una relación de equipo, especialmente en la
los hospitales. Algunas de las funCIones realIzadas por las aJ?t~- atención de los casos más graves. Ella proporciona servicios de cúi~
guas enfern1.eras privadas al10ra son llevadas a c~ab? por l~s VISI- dado de enfernlos en insti tuciones y en casas privadas donde está
tadoras sociales y por las enfermeras de salud publIca. A dI~er~ll- dispuesta a brindar ayuda domé~ticasi fuera necesario [ ...']. Una enfer-
cía de las primeras, sin elub argo , las e!lfel?:ueras de salud publl.C~ 15. Para una amplia revisión de estudios de investigación y una precisa de..
funcionan como agentes de Ulla orgamzaclon que se respon~sablh- mostración de cambios sociológicos en la enfennería, ver Everett C. HUGHES
za de las prácticas de las enfernleras. Ya no es neCes.ariO figurar el alii} Twenty Tltotlsand Nurses Tell Their 8to1'Y (Filadelfia: J.B.
Co., 1958).
Lippincolt
en una lista de enfern1eras privadas d~ un ll1édico, ahora esne-

76 77
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~ : .' o•• J. ~¡ ••

•. ~. ' •.

J¡i:'rtferapráctica trabaja sólo bajó las órdenes directas de uIi :médico


, licenciado o bajo la supervisión de una enfermera profesional' regis-
:' eh tareas administrativas. ,La práctica de los cuidados enfer .. de
tr~da.16 '~'mos tradicional depende esencialmente del', juicio de una profe-
sión superior Y' por eso no puede sentar las bases para la auto-
A pesar de la expresiva aclaración de las relaciones manifes-
nomía.20
tada en' tales declaraciones, estudios reseñados por Hughes 17 re-
velan que -inclusive las enfermeras auxiliares que carecen de edu-
Profesionalismo p-araprofesional
cación formal a veces preparan y administran medicaciones e
incluso ponen inyecciones intravenosas. Y en hospitales peque-
El curioSO dilema de la enfermera es que ésta puede ser vistá
ños, rurales, privados o religiosos, Habenstein y Christ encontra-
c()mo renegando de las tareas que le son pro:pias pa.r~ ,cambiar s':l
ron enfermeras registradas cortaIldo el césped y llevando la con-
posicióíi en la división paramédica del trabaJO, POSlCIon que, esta
taduría)8 Sin un claro control sobre el acceso al trabajo, o sobre
cuidadosamente legitimada por su relación con la Medicina. Para
las características del trabajo a realizar, ninguna 'ocupación puede
esperar mucho más; ni en una época de mucha demanda yesca-
evadir la subordinación a la autoridad médica, debe encontrar
algún área de trabajo sobre la que pueda reiv.indicar y sostener
sa oferta de enfermeras éstas pueden evitar los trabajos realmen-
la exclusividad, pero debe hacerlo en un ambIente en. e! que la
te desagradables e incluso practicar el trabajo salteado llamado
«turismo» (touristry»)9 tarea central es la curación y está controlada por la MedIcIna. Éste,.
es el problema de todas las paraprofesiones en la división del
En todos los aspectos vemos el trabajo de las enfermeras como
una ocupación que, aún no se ha defInido completamente y se en- trabajo médico. '..
Aunque la de la enfermera no es representatIva del total de
cuentra en una etapa de cambio. Sus raíces en el trabajo y en la
ocupaciones incluidas en la división del trabajo par~médico, s~ p.re-
autoridad del médico le condujeron a la cabecera del lecho del
senta un caso típico del problema del trabajO paramedico
enfernlo y a la división paralnédica del trabajo.. pero su aleja-
en general y señala algunos de los elementos estratégico~ de
miento del cuidado de cabecera y su búsqueda de responsabili-
este tipo de ocupación. El principal problema ocupacIonal
dad supervisora como un símbolo de profesionalismo .. actualmen-
de los trabajadores paramédicos proviene de su status... que.
,te le llevan a alejarse' del paciente. En los Estados Unidos la
los obliga a trabajar bajo la dirección del facultativo, ~ado
enfermera puede alinearse con la administraicón del hospital y
que su trabajo es legitimado por su relación con el de este.
separarse de su relación con la l\'Íedicina como tal. Esto, en
Ellos deben aprender a encontrar una ~atisfacci?n en tal
parte ..puede ser visto como una respuesta a la movilidad bloquea-
subordinación, o bien encontrar otra fuente IndependIe~te de 17-
da; ya que como eIlferlnera de cabecera no puede evitar la subor-
gitimidad. En el primer caso, siguen siendo parte de .~a .Jerarqwa
dinación a los médicos, sí puede hacerlo como administrador.
dominada por los médicos que compone la parte prIncIpa~ d~ la
La administración se funda en pericias bastante generales sobre
actual división del trabajo paramédico; en el segundo, SI .tIene
las cuales ninguna ocupación ejerce aún monopolio: desertando
éxito asumen una posición exterior aunque paralela a la Jerar-
de su experiencia particular de enfermera e introduciéndose en
quía" médica. Considerando el desarrollo histórico de la or~~ni-
posiciones administrativas, la enfermera puede escalar en la je-
'y'-
zación formal de la división del trabajo, por la que ei medico
rarquía y conseguir. igualdad.. si no superioridad .. con aquéllos en
tiene la autorización principal, y a veces la única, para .realizar
la jerarquía médica. Podemos comprender, por 10' tanto, por qué
u ordenar procedimientos ~erap~uticos, ex~me.nes y re~e.dIos -t;n
las enfermeras que están preocupadas por alcanzar U11 status
permiso reforzado por la IdentIdad autorItarIa del medICO se~un
completamente independiente tienden a desaprobar la formación
la visión pública-, la estructura es muy conservadora. Pero tenI,e~-
de cuidados de cabecera propuesta por Nightingale, o lo que an-
do en cuenta la proliferación de .tecnologías y ta~eas paramedI-
tiguamente se entendía por «enfermería» .. y a ceder estas tareas
cas .. las" aspiraciones de antiguas ~ ~uevas ocupa~l(~nes y la c!e-
a trabajadores menos calificados .. mientras ellas se especializan
ciente complej-idad del sistema erIgIdo para adr.nInItrar aquellos
servicios, la estructura.. aunque más conservadora que much~s
16. Citadó en Ro'BERtS, op. cit., p. 459~
otras, se encuentra, no obstante, amenazada y expuesta al desafIO....
17. Huca-lEs el aZii, op. cit. , ..
les. Ver R. w. r-t-AtiENSTEÍN y E. A.. GHRIST, Professionalizer, Traditionalizer, Uii ..
lizer: An Interpretive Studj' of ale Work of the General Duty Nurse in Non-Metro .. 20. Ver el intere~ante caso de Israel, breve~~nte observ~do por Ben-D.avid,.
pólitan Central Missouri General Hospitals (Columbia, Missouri: University of donde inicialmente las enfermeras eran muy poderosas pero lue~o se h.undIeron
Missouri, 1955). en da misma disputa por el estatuto como.... en todos lado~», ha}:>lendoSIdo «des..
19. Ruth H. PAP:B, Touristry: A Type o/ Occupational Mobility, «Social Pro. profesionalizadas». Joseph BEN-DAVID, Professlonals and Untofts tn Israel, «Indus-
blems», XI (1964), pp.336.344. trial Relatiol1s», V (1965), p. 54.

18
De cualquier nlodo, parece que ni una pequeña parte de la cesitan. depender exclusivamente de las relaciones interocupacio ..
estabilidad de la. estructura se. debe al profesionalismo, por lo nales dentro de distintas organizaciones nlédicas, esto.es, si el
cual las ocupaciones subordinadas claman ante el público y ante trabajador «recibe órdenes». Se pueden establecer otras determi ..
sí miS111aS que ellas tienen tareas de servicio dignas y demues- naciones .analizando el carácter de sus asociaciones ocupaciona ..
tran las cualidades personales de sus profesionales. Realnlcllte, les 22 y las características de los procedimientos de licencia-
la demanda es la de ser una profesión, aun cuando sólo. fuera tura, incluyendo la composición ocupacional de las mesas
por identificación con la profesión real de .la Medicina. La sllbor" y juntas examinadoras que otorgan la licenciatura.23
dinación a la profesión fundamental se dignifica por la tarea te..
rapéutica en la que todas las ocupaciones de la división del tra-
bajo paramédico tienen alguna participación, por pequeña que Las profesiones y el profesionalismo
sea. Consideren10s la siguiente manifestación de tal demanda:
Mi expOSlClon de este capítulo abarcó desde la consideración
Yo soy un técnico sanitario; un individuo que piensa, capaz de de la división del trabajo en torno a la curación, hasta la evalua..
trabajar tanto con mi mente como con mis manos. Hay compensación ción de las car.acterísticas analíticas de las ocupaciones asentadas
en mi trabajo. Siendo una parte de una profesión cuya finalidad es en la organización de la división del trabajo. Si bien es peligroso
alcanzar el bienestar físico y mental del ser humano, mi participación atribuirle demasiada coherencia .a la organización, dado que es-
consiste en la ejecución de aquellas técnicas cuyos resultados son pecialmente en los Estados Unidos muchas ocupaciones están
evaluados por el médico y correlacionados con sus descubrinlientos
clínicos. buscando agresivamente desarrollar su prestigio y su posición,
Tanto si planifico ejercer la profesión de técnico sanitario por un sin embargo, la amplitud de su esfera de acción y la importancia
año o por todo el tienlpo que sea física y lnentGilmente.capaz,pondré estratégica de su enfoque, garantizan virtualmente la superiori ..
el mismo cuidado meticuloso en la ejecución de los exámenes que dad de la Medicina sobre las demás. Una ocupación agresiva
pondría si de"sus resultados dependiera el bienestar de un miembro como es la de las enfermeras puede tener sus propias escuelas
de mi propia familia. de enseñanza, puede controlar en mucllas instancias las juntas
Como .técnico sanitario no es mi propósito ni mi función dar un que otorgan la licenciatura y puede tener su propio «servicio»
diagnóstico, sino fomentar la cooperación conet médico, para quien dentro del hospital, teniendo así la apariencia de autonomía de..
los datos del laboratorio son indispensables.
Como técnico sanitario estoy orgulloso, con orgullo. teñido de ver- partamental~ formal y apoyo estatal; pero el trabajo realizado por
dadera humildad, de ser uno en el trío de la profesión médica: el mé- sus miembros permanece dependiente de las órdenes de otra
dico, la enfermera y el técnico sanitario, cada uno de los cuales fun.. ocupación. Legalmente, y de c~alquier otro n10do,el derecho del
ciona según su modo característico. médico para diagnosticar, operar y prescribir es el centro alre-
Como técnico sanitario soy independiente, con un espíritu coope- dedor del cual gira el trabajo de otras ocupaciones; y en esta
rativoen el trabajo con mis compañeros de la profesión médica. Yo constelación de trabajo, la autoridad y la responsabilidad del
no deseo inmiscuirme .en las premisas de ninguna otra .persona}1 médico son fundamentales. Como lo demuestra el caso de las
enfermeras, aquellas ocupaciones paramédicas que están jerar-
Evidentemente, una declaración como ésta se propone dar dig- quizadas por su relación con el médico 110 pueden evitar ser
nidad y orgullo a un trabajador subordinado. Incluye una preci- subordinadas en la autoridad y en responsabilidad y, mientras s~
sa identificación de la ocupación, .si no como una profesión, al trabajo continúe siendo de índole médica, no pueden obtener au..
menos como parte. de una profesión. Trata de atribuirse la des.. tonomía profesional, independientemente de la inteligencia y agre-
treza y la ética propias de una profesión. Pero,. y claramente, la sividad de sus dirigentes. Para lograr la autonomía de una pro-
ocupación no ocupa el mismo lugar que la M,edicina en la divi. fesión, la ocupación paramédica debe controlar un área de trabajo
sión del trabajo, un hecll0qlleno puede ser canlbiado p9rque delimitada, que pueda ser separada del cuerpo principal de la
sus miembros realicen su trabajo con el espíritu de servicio y la Medicina, ejercida sin contacto rutinario o dependencia con la Me-
ética que se dice caracterizan a los miembros de las profesiones. dicina. Muy pocas, o tal vez ninguna, de las actuales ocupacio..
La ocupacióll carece de autonomía. para controlar su propio tra-
bajo, estando, en cambio, sujeta a las órdenes y la evaluación 22. Ver el interesante trabajo reciente, Ronald L. AKERS y Richard QUINNEY,
de otras ocupaciones superiores en la división del trabajo mé- Differential Organizatíon of Héalth Protessions: A Comparative Analysis, «Ameri-
can Sociological Review», XXXIII (1968), pp. 104-121, donde se comparan. me-
dico. Las determinaciones empíricas de tal subordinación no ne- dicina, odontología, optometría, farmacia y quiropráctica. .
23. Un reciente (y revelador) compendio es State Licensi11.g of Health Occupa-
21. Reimpreso del «American Journal of Medical Technologists»,en «Hos- :i01"25, U.S.Public Health Service PublicationNo. 1758 (Washington D.C.: U.S.
pital Managemellt»J LXXXV (1958), p. 122. Governnlent Printing. Office, 1968).

"80 81

liS 17. 6
nes paraméqicas tratan con tales áreas potencialmente autó .. IV. , Las características formales
nomas.
de una profesión
La consideración de la división del trabajo ..médico nos
lleva a establecer otra diferenciación organizacional o estruc-
tu~a~,.entre las. o~upaciones; una diferenciación que, en lni
0p~Ion, se retleJarla en el empleo de la palabra «profesión». De-
bIGOa que las contingencias del trabajo de una «profesión». de
co~~ulta so~ objetivamente diferentes de aquellas de una «pro-
feslon» er~dita, puesto que la supervivencia de la primera depen.. ¿ Cuáles son las características fomales de la profesión de~.la
de de la }ibre elección 'de l~s ~ndividuos,de los clientes profanos, Medicina? En el sentido más elemental, la profesión es un grupo
no sucediendo esto con la últIma; consecuentemente la posición de personas que realiza un conjunto de actividades que proveen
de la «P!ofesión» médica en la. división del trabajo es objetiva .. su principal fuente de recurso para la subsistencia; activida..
~ente diferente de la «profesión» de las enfermeras. Una es au.. des llamadas «trabajo» más que «ocio», y «vocación» más qtle
t?no~a y la otra. no; una da órdenes a todas las demás y no re.. «pasatiempo». Dichas actividades se realizan a cambio de una
cIbe ~rdeI?-esde llil1guna,en tanto que la otra da órdenes a algunas compensación y no por sí mismas. Se las considera útiles o pro-
y recIbe ordenes de otras. Seguramente una diferencia con estas ductivas, por eso aquellos que las llevan a cabo son compensa-
características tiene una importancia analítica suficiente como dos por los otros. Cuando una cantidad de personas realiza la
para. garantizar la separación de las dos clases de ocupación. misma actividad y desarrolla métodos comunes, que a su vez son
FInalmente, se ha de mencionar una variable frecuentemente transmitidos a los nuevos miembros y llegan a ser convenciona-
relacionada con las profesiones y que aparentemente no fue dife- les, podemos decir que los trabajadores se han constituido en un
renciada en las distinciones estructurales que señalé. Me refiero grupo ocupacio~al, o una ocupación. En una clasificación muy ge-
al «pr?fesionalismo», que puede ser definido como un conjunto neral, una profesión es una ocupación. .
de atrIbutos supuestamente típicos de los profesionales. Se su.. Una profesión.. de todos modos, es considerada habitu~lmente
po~e que incluye actitudes como el compromiso con el propio tra- una clase especial de ocupación, de modo que es necesarIOde~a..
baJO en tanto carrera; de tal modo que el trabajo llega a ser par- rrollar diferenciaciones analíticamente útiles entre las profesIo-
te de la propia identidad, y se acentúa el servicio brindado al públi- nes y las demás ocupaciones. Yo sostengo' que la distinción.más
co antes que el beneficio personal. En tanto conjunto de valores estratégica reside en una legítima autonomía organizada: una
o actitudes personales, es analíticamente diferente de los atribu .. profesión es diferente de otras ocupacio~es porque se le ha. dado
tos estructurales que estuve manejando. Además no parece ser el derecho a controlar su propio trabaJO. Algunas ocupacIones,
útil para diferenciar ocupaciones dentro de la división médica como los prestidigitadores y los magos del circo, poseen una au-
del trabajo tan precisamente como las variables estructurales tonomía de hecho en virtud de la índole esotérica o aislada de
d~do que sin duda muchos miembros de las ocupaciones subor~ su trabajo, perQ su autonomía es más bien acc~den~al.y está ex..
dInadas, conlO las enfermeras, muestran las mismas actitudes de puesta a cambiar si se suscitara un gran inte:-es publIco por la
profesionalismo que evidencian los miembros de la profesión ocupación. A diferencia de las demás OCllpaclones,a las profe-
médica. Si bien puede ser que más médicos que enfermeras, au- siones se les concede autonomía deliberadamente, incluyendo el
xiliares o técnicos sanitarios manifiesten su profesionalismo, hecho derecho exclusivo para determinar quiénes pueden legítimamen-
que no ha sido empíricamente demostrado, la diferencia es sólo te ejercer su trabajo y cómo debiera realizarse éste. Práctica-
de grado, mientras que las diferencias estructurales entre ellos mente todas las ocupaciones p'ugnan por obtener ambos dere..
son más definidas y absolutas. El .profesionalismo, realmente, pa- chos y algunas se las arreglan para apoderarse de. ellos, pero
rece capaz de existir' independientemente del status profesional. solamente a la profesión se le concede el der~~ho a eJe~cerlo~le-
Las ocupaciones paramédicas, entonces, ocupan una posición cla- gítim.amente. y mientras que ninguna ocupacIon puede ImpedIr a.
ra~ente subordinada en una división del trabajo compleja y do- los empleadores, los parroquianos, los clientes y a otros traba..
mmada por una profesión, posición cuya índole es simultánea .. jadores evaluar su trabajo, sólo la profesió? tiene el d7recho .re-
mente obscurecida y hecha aceptable por la demanda de conocido para declarar semejantes valoraCIones «exterIores" Ile-
profesionalismo. gítimas e intolerables.

82 83 "
El origen del status profes~onal
permitido su permanencia en ella, o bien pueden retirársela.2 Es
esencial para su supervivencia que la .élite dominante permanez-
Evidentemente, una ocupación no obtiellC «naturalnlentc» una. ca convencida del valor positivo, o por lo menos de lo inofensivo
condición tan inusual como la autono111ía profesional. El trabajo del trabajo de una profesión, para que continúe protegiéndola de
de un grupo g.eneraln1ente se superpone, e inclusive cOlnpite con posibles intrusiones.
el de otras ocupaciones. Dada la ambigüedad de la ll1ayor parte
de la realidad, y teniendo en cuenta el rol de los gustos y los va-
lores que conforman tal anlbigüedad, es poco verosÍlnil que una Profesiones eruclitas y de consulta
ocupación haya sido elegida espontáneanlente sobre las demás y
se le haya concedido el status singular de profesión por alguna Algunas clases de trabajo requieren para su realización la coo-
clase de voto popular. La Medicina, por cierto, no fue elegida así. peración de los profanos y necesitan para sobrevivir cierto grado
Una profesión obtiene y mantiene su posición" gracias a la pro- de popularidad entre ellos, con ocupaciones de práctica o de con-
tección y al patrocinio de algún sector elitista de la sociedad al sulta que deben mantener una relación directa y continua, con
que ha convencido de que su trabajo tiene un valor especial. una clientela profana. El trabajo que implica una clientela tiene
Su posición es de este modo asegurada por el poder político y consecuencias para la organización ocupacional notablemente di..
económico de la élite que la patrocina; un poder que arroja a ferentes del trabajo que no la requiere. En el primer caso, el tra.
las ocupaciones competitivas fuera de la misma área de trabajo, bajador debe lidiar con clientes que están fuera de la comunidad
que, concediendo ventajas competitivas a 'la ocupación elegida, ocupacional y por lo tanto pueden no estar familiarizados o no
desalienta a otras e incluso exige que otras ocupaciones se subor- simpatizar .con las ideas y prácticas de su ocupación. En el segun-
dinen a la profesión. Como he demostrado, la posición de la Me- do caso, el trabajador sólo debe tratar cotidianalnente con sus
dicina fue establecida así desde el surgimiento de la universidad coleCTasy otros trabajadores del interior de la comunidad ocupa-
hasta nuestros días. cion~l. Ell el primer caso, la supervivencia de la ocupación de.
Si el origen de la posición especial de la profesión es concedi. pende de que se"salve la distancia que media el?tre el trabaj.ad?r
do, entonces se deduce que las profesiones son ocupaciones exclu- y el profano. Salvar la distancia entre el trabajador y el cher:te
sivas de civilizaciones avanzadas, dado que en éstas es corriente profano es mucho más problemático "que hacerlo entre trabaJa-
encontrar no sólo especialistas con dedicación exclusiva, sino tam.
dores. . "
bién élites con dominio organizado sobre poblaciones extensas.! En el caso del trabajo aplicado, particularlnente un trabajO ba-
Es poco probable, además, que el trabajo de la "ocupación elegida sado ampliamente en una clientela. profana, ~s más. pro~able 9-ue
hubiera sido singularizado si no hubiera representado o expresa- se impongan controles legales y formales.3 Solo el trabaJ~o aplIca.
do algunas de las creencias o valores importantes de esta élite~ do puede tener consecuencias inmediatas sobre las cuestIones hu ..
algunos "de los valores consagrados y la sabiduría de la civiliza- manas, y algunas pueden ser graves. Cq,ando se considera que .el
ción. En el caso de la Médicina medieval, fue. su relación con la público es demasiado inexperto para poder evaluar tal trab~J ..o,
antigua erudición lo que permitió su singularización. Por otro aquellos que dirigen la sociedad p-ueden pens.ar que la .poblaclon
lado, en tanto es elegida por la éIite, el trabajo de la profesión necesita protecciÓl1 de los tra?ajadores no cahficados.? Ines~rup~ ..
no necesita conservar una relación necesaria con las creencias () losas. Habiendo sido persuadIdos de que una ocupaClon esta mas
valores del ciudadano medio. Pero una vez" que una profe- calificada debido a su aprendizaje formal y a la integridad moral
sión se establece en su protegida posición de autonomía, es pro- de sus miembros, el Estado puede excluir a todos. los denl~s.y
bable que funcione con una. dinámica propia, desarrollando nue- conceder a la ocupación elegida un monopolio legal que contrIbu-
vas ideas o actividades que pueden reflejar sólo vagamente, e ye a salvar la distancia entre ésta y los legos, aunque sólo sea
inclusive contradecir, las ideas de la élite dominante. El trabajo
de la profesión puede de este modo desviarse de las expectati ..
2. Se puede proponer que, en tanto ocupación, la religió~ .perdió su posición
vas de la élite. Siel trabajo de una profesión llega a tener escasa profesional, particularmente en los países donde .no hay relI~lón. est~taI: .En l?s
relación con el conocimiento y los valores de su sociedad, es muy Estados Unidos, la ocupación controla la ordenación en las IgleSIas IndlVldua~e~,
difícil que sobreviva. La posición privilegiada de una profesión pero no controla ni el ingreso ~ la ocupación co~o tal ?i el. acceso a sus l?rIVl-
es concedida por la sociedad, no arrancada a ésta .. y puede serIe legios legales (por ejemplo, realtzar una ceremo~lla matrlln?nlal). Es. como SI los
médicos pudieran controlar el ingreso y el trabaJo. en hOsplta!es partIculares pero
110 pudieran controlar el desarrollo de otros. hospitales o el 111greso en la ocupa-
1. Para ver una importante tentativa de conceptualizar «la distribución pau .. ción de aquellos que trabaj.an en estos ~ospl'ta~es:,. . . . .
tada y el control del conocimiento en una sociedad», consultar a Burkart HOLZ •. 3. Ver HOLZNER, op. cll., para la chferenc13clon entre conOCImIento especlah.
NER, Reality Construction in Saciety (Calnbridge: Schenkman Publishing Co., 1968). zado y conociIniento ideológico.

84 85
pO,r .restringir la elección del profano. El resultado es el. apoyo considera a sí mismo y a su trabajo. Que el título de «doctor» ..
a la profesión por medio de una licencia o de otros recursos for- sea ~ompartido por todos,' científicos y médicos, ejercientes e in-
males que amparen. a determinados trabajadores y excluyan a ve.stIgadores, no debe hacernos suponer que todos ellos son 10'
otros. Es mucho menos probable que se ofrezca licencia a los ero- mIsmo.
ditos o a los científicos, dado que ellos están -.dedicados a inves-
tigar sistemas intelectuales principalnlente ante la opinión de sus
colegas. No obstante, en el caso de las profesiones de consulta Profesión y paraprofesión
o prácticas, este derecho legal exclusivo para trabajar no asegu-
rará la supervivencia, puesto que el trabajo no se puede realizar, Así como el- análisis del desarrollo de la Medicina condujo a la
con o sin licencia, si no es de alguna manera positivamente atrac- observación de diferencias analíticas entre las profesiones de con~
tivo para una clientela profana. suIta y las eruditas, del mismo modo el análisis de la división
A diferencia de las profesiones científicas y eruditas, que crean del trabajo que circunda la organización formal de las tareas re-
y elaboran el conocimiento formal de una civilización, las profe- lacionadas con .la curación conducen a la observación de diferen-
siones ejecutivas prácticas tienen corno misión aplicar tal conoci- cias estructurales en la posición de las ocupaciones en dicha di.
miento a la vida cotidiana. Las profesiones prácticas son los esla- visión ~el trabajo" En el caso de Medicina, la división del trabajo
bones que unen una civilización con su vida diaria y como tal no es SImplemente una ordenación funcional de especialistas. Al-
deben, a diferencia de la ciencia y de la erudición, estar aunadas gunas ocupaciones, la odontología por ejemplo, son profesiones
a la vida cotidiana y al hombre común. Parte de este vínculo autónomas por derecho propio, aunque no son tan prestigiosas
puede estar apoyado políticamente, por ejemplo, cuando el orden como la Medicina.4 Otras, habitualmente llamadas «paramédicas»,
legal permite s6lo a una ocupación proveer un determinado ser- son parte de una división del trabajo organizado en un sistema
vicio a quienes 10 solicitan; pero parece depender también de la d~ autoridad establecido. y reasegurado por el orden legal que
atracción que ejerza el mismo trabajo sobre el hombre común,- gIra en tomo a la autorIdad dominante y la responsabilidad de
de la conexión directa del trabajo COIl 10 que el lego considera la profesión médica. Algunas de las ocupaciones que son partes
deseable y adecuado. Sostengo que, en el caso de la Medicina, el subordinad~s de la división médica del trabajo, sin enlbargo, se.
progreso en los restl1tados pragm.áticos de la práctica, tanto como aut.odenomInan y son 11~madas frecllentemente por otras «pro-
la educación masiva que condujo a que las ideas, el conocimien~ feSIones».
to y las normas del hombre común se acercaran más a las de la Estas ocupac'iones paramédicas, de las que posiblemente la de
profesión, llevó a ésta a ser una exitosa profesión de consulta enfermera sea el ejemplo n1ás prominente, están claramente en
cuando anteriormente fue principalmente una profesión erudita una posición notablemente diferente de la Medicina dado que
o científica apoyada oficialmente, con una pequeña práctica entre si ?i~n es legítimo que reciban órdenes y sean evaluadas por los
medIcos, no lo es .que ellas den órdenes y evalúen a los médicos.
la élite. ',~
Aunque nli interpretación del. desarrollo histórico del status de Sin tal reciprocidad, apenas podemos considerarlas iguales
la Medicina puede ser cuestionada, conño en que mi método de a los médicos. Y al n<;> tener la autonomía que tienen los médi-
clasificación sea claro y convincente a la vez. Las diferencias es- cos, apenas podemos creer que sea útil para ellas ser clasificadas
tructurales entre las «profesiones» eruditas, doctas o científicas como el mismo tipo de ocupación que la de los médicos. Son es-
y las «profesiones» prácticas o de consulta tienen consecuencias pecífica y genéricamente ocupaciones organizadas en torno a una
mucho mayores que sus similitudes en la forma en que cada una profesión, ocupaciones paraprofesionales. Esto produce por sí mis-
de éstas se establece y se sostiene y en los problemas cotidianos. mo una categoría de ocupación distinta, particularmente cuando
del trabajo de St1S miembros. Si bien en la opinión corriente, los susmiembr?s, d~da su proxi~idad a una profesión, son alenta-
investigadores científicos y los médicos conlparten el nombre de do~ a asumIr atrIb~tos profeSIonales y a proclamar su profesia-.
«profesión» y cierto conocimiento común, .estas semejanzas tie- nalldad. Pero cualqUIera que s~a la proclama ellas no se sitúan en
nen pocas consecuencias significativas. Realmente, como señalaré la misma posición estructural que la profesiÓn sobre la cual se es..
en el capítulo 5, aun dentro de la misma profesión de Medicina tructuran.
las diferencias entre las prácticas de los «dependientes de clien- . Se pued~ observar que las ocupaciones paraprofesiQnales per-
tes» y los «dependientes de colegas» tienen una importancia deci- SIguen habItualmente status profesional creando instituciones si-
siva para el lnodo en que se desempefia el trabajo, y las diferen- 4. ef. Basil 1. SHERLOCK, The Second Profession: Parallel Mobilities o/ the
cias entre la práctica y la experiencia laboral del trabajador Dental Profession and its Recruits, «lournal of Health and Social Behavior» X
científico influyen decisivamente en el modo en que cada uno se (1969), pp. 41.51. '

86 87...

l:
milares a aquellas que lo poseen. Desarrollan planes _de es.. cas derivadas», que presumiblemente son «causadas» por las ca.
tudios normalizados y en lo posible universitarios. Crean o racter~sticas cent;ales, cinco ~e refieren a la autonomía: «a) La
descubren conceptos teóricos abstractos para transmitir a los p~ofeslón determIna SU~ propIas .normas de educacÍón y entrena-
discentes. Escriben códigos éticos. Se inclinan a buscar apoyo mIento [...]. e) La práctIca profeSIonal frecuentemente es reconocí.
para instaurar la licencia o el registro para poder ejercer algún ~a leg.almentepor. a.l?una f,or~a de licenciatura. d) Las juntas. de
control sobre aquellos a quienes se permite realizar su trabajo. lIcencIa y de admlslon estan Integradas por miembros de la pro.
Pero fracasan inevitablemente cuando tratan de obtener autono- fesión.. e) La mayor parte de la legislación relativa a la profesión
mía completa en la formulación de su educación y las normas es.estructurada por la misma profesión [...]. g) El ejerciente está
de licencia, y también en la ejecución real de su. trabajo. Su au- relativamente liberado de la evaluación y el control lego.»8 Evi-
tonomía es sólo parcial, de segunda mano, y limitada por una dentemente, en el análisis de Goode, las características centrales
profesión dominante. Éste es el criterio irreductible que mantiene son criterios decisivos para las profesiones en tanto se les atri..
a tales ocupaciones como paraprofesiones a pesar de sus éxitos buye, según mi definición, el ser la causa de la autonomía pro...
en obtener muchos de los atributos institucionales propios de fesional y muchos de los atributos especificados por otros. Ob.
las profesiones. Y el poder discriminatorio de la autonomía com- servémoslos atentamente para ver si es -así.
pleta desmiente el valor de usar en su lugar recursos institucio- ¿Cuáles son, exactameIlte, los referentes empíricos de estas
nales como la educación y la licencia. Es cierto que tales medi- características centrales? En el primero, la educación, hay por
das son recursos útiles para el desarrollo de una ocupación lo menos tres problemas encubiertos de especificación: «prolon-
autónoma. Es discutible que ellas sean condiciones necesarias, y gado», «especializado» y «abstracto». Dado que toda educación
es completamente-falso que sean condiciones suficientes. requi~re cierto ~iempo, ¿ cuán prolongada ha de ser ésta para ser
calIficada? ConSIderando que cualquier educación es especializa-
da, .¿ cónl0 se decide si es lo suficientemente especializada como
El criterio formal de profesión para ser calificada? Dado que «abstracto» es más bien un término
relativo que absoluto, ¿cómo se deterlnina si la educación es: su~
Cuando analicé la posición de la Medicina y de sus ocupacio- ficientemente abstracta o teórica? Es difícil, si no imposible res-
nes asociadas evité deliberadamente adoptar la mayoría de los ponder a estas cuestiones con un grado razonable de preciSión.
criterios de p~ofesión utilizados por muchos escritores. En ~igor, Más aún, yo pienso que cualquier respuesta que tillO dé fallará
negué explícitamente la importancia de la educació11y de la licen- al incluir a todas las ocupaciones que responden claramente a
cia. Éste no es el lugar para examinar y analizar detalladamente los requisitos de una profesión o al excluir a todas las ocupa-
algunas de,las definiciones que fueron publicadas aI1tesy ?esp~és ciones que estamos completamente de acuerdo que no son pro..
de la reseña de Cogan.5 De todos modos, parece necesarIO se:n~" fesiolles. Tomando las tres profesiones. tradicionales, medicina,
lar el .problema, aunqtle sea brevemente. La brevedad se ve faCI- derecho y religión, la amplitud de variación en la duración :del
litada por el hecho de que no parecen haber~e .agregado nuev?s aprendizaje (particularmente en el caso de la religión), el grado
criterios desde la reseña de Cagan, aunque dIstIntos comentarIs- de especialización y la cantidad y tipo de teoría y de conocimien.
tas, como yo, acentúan lnás unos que otros. de los criterios an- to abstracto (particularmente -en el caso del derecho) es 10 sufi-
tiguos. La exhaustiva ordenación de dicho~ criterio~ realizad.a.por cientemente amplia como para que muchas otras ocupaciones no
el más avezado y cuidadoso de los analIstas reCIentes, WI11Iam reconocidas como profesiones satisfagan los requisitos adoptados.
J. Goode, permite concentrarse esencialmente -en dos «caracterÍs- Las enferlneras, por ejemplo, excluidas específicamente por Goo-
ticas centrales» de las profesiones, de las cuales se supone que de de las profesiones en -base a la educación, entran en la varia.
se derivan otras diez características citadas frecuentemente.6 Es- ción señalada para las tres profesiones establecidas.
tas dos características centrales son «una prolongada educación Significativamente, sin embargo, Goode excluye a las enferme..
especializada en un cuerpo de conocimiento abstracto» y «~n~ ras porque percibe que su formación no es más que «un nivel
orientación de servicio o colectividad».7 Entre las «caracterlstI- más bajo de la educación médica»,9lo que implica más la falta
de autonomía supuestamente producida por esto que los atri-
5. Morris 1. COGAN, Totvard a Definition oi Profession, «Iiarvard Educatio- butos específicos de la formación de las enfermeras. Es decir, no
nal Review», XXIII (1953), pp. 33.50. . . es lo que las enfermeras aprenden o cuánto tiempo les lleva este
6. William J. GOODE, Encroachlnel'lt, Charlatantsm, and t~le Eme:glng Pro-
fession: Psychology, Medicine, and Sociology, «American Sociologlcal Revlew», XXV
(1960) pp. 902.914.
I 8. ¡bid., p. 903.
7. ¡bid., p. 903. 9. Ibid.) p. 90'3.

88 89
.' ~. "

sino que lo importante es el hecho de que el volu- ciones. I!stos son hechos institucionales cuya verdad no se pue~
que estudian está especificado por los médicos. El de negar, pero su significado es sospecll0so dado que.el contenido
.' ~,contenido objetivo y la duración del aprendizaje es considera- y.la.duración del aprendizaje de una ocupaci6n, incluyendo cono-
blemente menos decisivo que el control ocupacional sobre el ,apren- cimiento abstracto o teoría, frecuentemente es el producto de la
dizaje. Aún más, en su análisis de la formación del bibliotecario, acción deliberada de aquellos que tratan de demostrar que su
en otro artículo, los comentarios de Goode se atienen más rigu- ocupación es una profesión y por lo tanto debiera dársele auto- e

rosamente al problema del control, especificando que la ocupación nomía.12 Si no tiene un cuerpo teórico sistemático, éste es creado
debe colaborar en la creación de conocimiento, «debe ser el úl. con el objetivo de poder decir que existe. La naturaleza de la for-
timo árbitro en cualquier discusión sobre 10 que es o no conoci- mación de una oc~pacióll, por lo tanto, puede constituir parte de'
miento válido» y debe controlar considerablemente el acceso a una ideología, Ul'l discurso deliberado en un proceso político de
ésta a través del control sobre las admisiones en la escuela, los cabildeo, relaciones públicas y otras formas de persuasión em~.
planes de estudio y los exámenes.l° pIeadas para conseguir el objetivo deseado: control absoluto so-
No la educación por sí misma, entonces, sino la cuestión de bre su trabajo.
'la autonomía y el control sobre la educación concedido a la ocu- El carácter objetivo de la educación no parece ser el que con-
pación por una élite o por un público convencido de su impor- duzca a triunfar en algunos casos y a fallar en otros. Un obser-
tancia, parecen ser capaces de diferenciar' claramente entre las vador neutral como Goode no puede determinar si la educación
ocupaciones. Farmacia y optometría, por ejemplo, tienen el mis- es «10 suficientemente» abstracta, prolongada y especializadacomo
mo período mínimo de formación y probablemente el mismo para empujar a la ocupación llacia el status profesional. Es más
grado de especialización y conocimiento abstracto (hasta donde bien la evaluación de observadores implicados, legisladores, el
se puede especificar proporción y cantidad para este tipo de ma- público y representantes de otras 'ocupaciones, la que es decisiva
terias). De cualquier modo, en la mayor parte de los Estados, el para el éxito, y el criterio utilizado por algunos de éstos puede
optometrista adiestrado legalmente puede diagnosticar (por ejem- diferir del de los otros. El legislador especula. con los votos, el
plo, hacer refracciones) y prescribir (ordenar, realizar y ajustar público tiene sus temores; y las otras ocupaciones, sus trabajos.
. lentes correctivas), en tanto que el farmacéutico formado no pue- Dado que las características de la educación frecuentem.ente sir-'
de; el optometrista claramente se mueve mucho más. cerca de la ven como criterio para otorgar licencias o bien para identificar
autonomía profesional, mientras que el farmacéutico está firme- a los miembros de una ocupación, profesional o no, enconsecuen-
mente subordinado a la Medicina.U No parece ser el contenido cia no parece haber atributos objetivos realmente definidos res-
real de la educación el que explica o produce las diferencias. pecto al contenido y la duración de la educación que inevitable-
\ Como.propuse 'en mi análisis de la división del trabajo médico, mente, o por lo n1enos en la mayor parte de los casos, precedan
las posibilidades de tener autonomía funcional y la relación del al estatuto prof~sional o diferencien a las profesiones de las de.
trabajo de una ocupación con el trabajo de las profesiones do- más ocupaciones.
minantes parecen ser fundamentales. Y el proceso que decide el \ . Problemático como es este criterio de la educación, tiene la
resultado es esencialmente político y social más que de índole i
virtud de su empirismo. Las características de la educación de
técnica; proceso en el que el poder y una retórica convincente l una ocupación están referidas a reglas formales y regulaciones
tienen mayor importancia que el carácter objetivo del conoci.
miento, la educación y el trabajo.
Conforme con el carácter político del proceso, pude observar
I
l.
encuadradas en las leyes, regulaciones y resoluciones relaciona-
das con instituciones políticas, asociaciones ocupacionales y or-
ganizaciones educacionales. La segunda «característica central», '
que los dirigentes de todas las ocupaciones aspirantes, incluyen- y. especificada por Goode, y usualmente citada en otras definicio-'
do la enfermería, farmacia y optometría, insisten en que sus ocu. nes, es mucho más problemática. La «colectividad u orientación
paciones realmente proporcionan un prolongado adiestramiento de servicio» se refiere Ilabitualmente a la orientación de los miem.
en un conjunto de destrezas especializadas, incluyendo formación
teórica o de conocimiento abstracto genérico 'a su campo. Y pue- . 12. Se han realizado 'algunas tentativas para delinear la historia natural de
den indicar cursos requeridos de teoría que refuerzan sus afirma- las ocupaciones que aspiran al status profesion'al. Ver, por etjemplo, Everett C..
HUGHES, Men and Their Work (Nueva York: The Free Press of Glencoe, 1958);
Theodore CAPLO\V, 'The Sociology oi Work (Minneapolis: University of Minnesota'
10. William J. GOODB, The Libraria11: Fro1n Occupation to Profession?, en Ro- Press, 1954); Harold L. WILENSl\.'Y,The Professionalization of EV,ery One?, «Ameri."
ward M. VOLLMER y Donald L. MILLS (eds.), Professionalization (Englewood Cliffs, can Journal of Sociology», LXX (1964), pp. 137.158. Ver también Corinne Lathrop
Nueva Jersey: Prentice-Hall, Inc., 1966), p. 36. GILB, llidden Hierarchies, The Protessions and Government (Nueva York: Harper
11. ej. Norman R. DENZIN y C. J. METTLIN, Ittcomplete Proiessiona liza tion.' Th~ .. y Row, 1966), donde se encuentra una serie de comentarios sobre la forma el:!:"
Case 01 PharnlQcy, «Social Porces», XLVI (1968), pp. 375.382. que se desarrolla el estatuto político a través de las profesiones. .

90 91-
bros individuales de una ocupación más que a las organizaciones. una propiedad .~e las instituciones ocupacionales, también ésta,
Pero de un modo claro, las actitudes de los individuos constitu .. ~o~o la educacI,?n, puede se~ creada deliberadamente como para
yen un criterio completamente diferente al de los atributos de las lI:tentar persuadIr a figuras lnlportantes políticanlente de los mé.
instituciones' ocupacionales. A diferencia de las últimas, que pue. rItos de la ocupación. Quizá más all11 que el plan de estudios ésta
den ser' determinadas empíricamente a través del exalnen de la p~ed.e crearse sin n~I?gún fundamento para mejorar la i~agen
legislación, de las normas administrativas y de otros documentos publIca de la OCl~P~Cl~l1. Con 10 ocurría con la educación, 10 único
formales incluyendo los planes de estudios prescritos, las acitu .. que pue~e ser. ?Istlnt~vo de las profesiones en lo que se refiere
des de los individuos deben ser determinadas a través del estudio a una orle~~aclon hacl.Gl;el servicio es la aceptación general de su
directo de los mismos. proclalnac~~n) aceptaclon que es fruto de su tenlprano éxito en
La existencia real de las instituciones de aprendizaje profesio .. la ~ersuaslon. Tal conlO dIc.e; Good,e, «sólo en la medida que la
nal, la cantidad de años, la naturaleza de los cursos exigidos para soc~edad crea ~~e la profeslon esta regulada por su orientación
obtener un título y la naturaleza de los exálnenes e~igidos para li- hacl~ la ~olectIvIdad, le concederá a la profesión una gran auto ..
cenciarseestán sin duda establecidos como hechos. Sin embargo, nOIDla o Ilbe~tad respecto a la supervisión y el control profano».13
y curiosamente, aparentemente no hay información fiable que Otras ocUpaClO?eS pueden realmente tener una proporción tan im-
realmente demuestre que existe una orientación hacia el servicio p.~rtante de mIembros con dicha orientación; no es ésta la cues ..
entre los profesionales, fuerte y difundida. Faltan los tres tipos ~lon:. P~eden tener códigos éticos, juramentos y otros atributos
de datos necesarios para tal deluostraciQn: .no sabemos qué pro- InstItucIonales que reflejan tal orientación; tan1pOCo esto hace a ,&

porción de profesionales manifiestan una orientación hacia el ser- ~a cuesti?? L~ o:ientación h~cia. el servicio de la profesión es .una
vicio y con qué intensidad; no tenemos inforn1ación sobre el lmputaclon. 1?ublzca que logr.o trlunfalmente en un proceso por el
grado en qtte la orientación hacia el servicio es más intensa y' cual sus dIrzgentes 1!ersua~leron a la sociedad
que concediera y
está .n1ás ampliamente diseminada entre los profesionales que apoyara Tal lml?uta~ión no significa que sus miem ..
su ~uton0n1;la.
otras orientaciones, y no sabemos si la distribución y la inten- bros se adhIeran' mas a rnenudo o Intensamente a una .orientación
sidad de una orientación hacia el servicio entre profesionales es hacia el servicio que los miembros de. otras ocupaciones. -
mayor que entre otro tipo. de trabajadores. Aun cuando uno esté
muy al1sioso por ampliar los límites de los escasos y poco elásti-
cos datos disponibles, el hecho cierto es que las .discusiones sobre Instituciones forlnales .y actuación profesionc.z.l
las profesiones asumen o aseguran por definición y sin soporte de
evidencia empírica que la «orientación hacia el servicio» es es- Sostuve en este capítulo que el único criterio. verdaderamente
pecialmente común entre los profesionales.' Como indicaré en un importante y uniforme para diferenciar a las profesiones de otras
capítulo posterior, no niego la realidad de una .orientación hacia ocupaciones es el hecho de la autonomía; una posición de control
el servicio en tanto tal (aunque estaría bien poder den10strarla legítin10 sobre el trabajo. Dicha autonomía no es absoluta su
empíricamente) tanto como niego su distintiva, exclusiva o predo- existencia depende de la tolerancia e inclusive de la protec~ión
minante posesion por parte de las ocupaciones profesionales. Ya del Estado y no incluye necesariamente todas las esferas de la
señalé que, como parte del «profesionalislno», ésta puede estar actividad profesional. Conlo demostré en mi comparación de
esparcida en gran medida entre ocupaciones que no S011 autóno- la profesión en tres naciones diferentes, la única esfera de acti ..
mas y que probablemente no lo sean en el futuro. Goode, en efec .. vidad en la que la autonomía debe existir para que exista el sta ..
to, concuerda con que si bien las enfermeras no llegan a. ser una tus profesional es en el contenido miSlTIOdel trabajo. La autono-
profesión, tienen a pesar de todos una orientación hacia el servi- mía es el resultado crítico de la interacción entre el poder político
cio. Como criterio de «profesión», por 10 tanto, éste tiene escaso y econón1ico y la representación ocupacional, interacción facili-
valor. . tada a veces por instituciones educacionales y otros dispositivos
Pero una orientación hacia el servicio no necesita ser consi .. que convencieron satisfactoriamente al Estado de que el trabajo
derada un atributo de trabajadores individuales. En un nivel de de la ocupación es fiable y valioso.
abstracción diferente se la puede considerar como un atributo Propuse, además, que no hay ningún atributo institucional es-
institucional de una ocupación. En tanto característica formal table que conduzca inevitablelnente a tal posición de autonomía.
de una ocupación, es una proclama de un grupo como organis- De un modo u otro, a través de un proceso de negociación políti ..
mo. La proclama, por supuesto, tambié11 se exige de las parapro- ca y de persuasión, la sociedad es llevada a creer que es conve ..
fesiones y de muchas otras clases de. organizaciones ocupaciona ..
les, incluyendo sindicatos y asociaciones industriales. Considerada 13. GOODE1 The Libraria111 op. cit'l p. 37.

92 93
niente éonceder a una ocupación el status profesional de autono- rales están impuestos por. las características formales de la pro-
mía reguladora propia. Las instituciones educacionales de la fesión y por su posición en la política y en la economía, pero su
ocupación, los códigos éticos y el tabajo son atributos utiliza- estructura completa es algo que lnerece ser analizado por dentro
dos frecuentemente de un n10do prominente en el proceso de y por ella misma. Una vez que la estructura de los marcos de tra ..
persuasión; pero no son individualmente ni en conjunto, invaria- bajo pueda ser especificada, creo que se hace posible compren-
blemente o por lo menos mayormente persuasivos en tanto atri- der y predecir la variación sistemática en la actuación del traba-
butos objetivamente determinables. Puede ser cierto que el públi- jo de los profesionales.
co y/o una élite estratégica lleguen siempre a creer que la En la parte siguiente de este libro me dedicaré a un examen
educación, ética y trabajo de la ocupación que ellos favorecen detallado de los marcos de trabajo profesionales de la Medicina,
tiene algunas cualidades exclusivas, pero esto es una consecuencia teniendo en cuenta su relación con el desempeño profesional. Dado
del proceso de pcrsuasióll más que de los atributos mismos, y que es probable que cierta variación sea técnica o éticamente
de los atributos no se puede decir que son las «causas» del status inadecuada, al no haber motivo para creer que la curva normal
profesional, que objetivamente son exclusivos de las profesiones.!4 de distribución de una cualidad a través de una población no se
Con pocas excepciones, mi exposición en este capítulo se res- aplique a las poblaciones profesionales, mi análisis destacará el
tringió casi completamente al nivel de análisis institucional, o modo en que los marcos profesionales de trabajo ptleden contro-
formal, entendiendo a la profesión como una organización, parte lar o fallar en el control de la actuación incorrecta. La cuestión
de la más extellsa organización del Estado y de la división social del control, después de todo, es el anverso de la cu.estión de la
del trabajo. Si mencioné alguna persona determinada en la expo- autonomía, ya que la autonomía es conferida a la profesión en el
sición, fue en tanto portavoz de la profesión, líderes en las nego- supuesto de que ella misma, sin interferencia exterior, regulará
ciaciones y en la persuasión y en la creación y administración de o controlará la actuación de sus miembros. Así como la autono-
asociaciones profesionales, instituciones educativas y organizacio- mía es la prueba del status profesional, del mismo modo la regu-
( ¡' nes laborales; no en tanto personas que realizan el característico lación propia es la pnteba de la autonomía profesional.
trabajo cotidiano de la profesión. Este nivel de análisis es per-
fectamente adecuado para comprender el desarrollo de una ocu"
pación y su actual organización, dado que especifica la estructura
interocupacional, política y legal que establece los límites gene..
rales dentro de los que pueden trabajar los ejercientes.
Los criterios fornlales de profesión determinan así el marco
de referencia dentro del cual tienen lugar las conductas de todos
los profesionales individuales. Pero no pueden especificar si los
individuos difieren o no en el desempeño de su trabajo, si existen
o no diferencias sistemáticas y, si así es, cuál es la naturaleza
y el origen de éstas. En el nivel formal, todos los individuos son
iguales porque todos comparten normas mínimas para ingresar
y estudiar, y por tanto para que se les permita ejercer protegidos
de ciertas clases de competencia y de la evaluación y dirección de
otras personas. Basándonos en estos criterios formales, sólo va..
riaciones en la habilidad, carácter u otras características persa ..
nales de los individuos dan cuenta de la variación en la actuación
(performance). Esencialmente, tales criterios formales no nos per-
miten realmente trasladarnos al desempeño o a la conducta como
tales. Creo que esta .conexión es proporcionada únicamente por
los marcos concretos y organizados en los que el trabajo y la
actuación .tienen lugar. Los amplios límites de estos marcos lab(}e
14. Se puede ob~ervar que este argumento es similar, y en cualquier caso es
reconocido, a aquel pre~ente en la obra de Ho\vard S. BOCKER, Tke Nature al a
Profession, NATIONAL SocnnY lOR THl STUDY OP EDUCATION, EducatiofL far ale Pro.
fessions (Chicago: National Society for the Study of Education, 1962), pp. 24.46.

94 95
Segunda parte
LA ORGANIZACiÓN
DE LA ACTUACiÓN PROFESIONAL

«Tanto los motivos como las acciones se


originan frecuentemente no en el interior
[de los individuos], sino en la situación en
la que los individuos se encuentran.»
KARL MANNHEIM
v. Ambientes cotidianos.
'del trabajo profesional-

En la interpretación de las acciones humanas parecen existir


dos perspectivas distintas y continuas. Nos encontramos con la
visión genéricamente característica de los religiosos, educadores
y psicólogos, que sostiene que la clase de persona que un hombre
es determina su comportamiento, independientemente del ambien-
,;
te. En términosnlorales esta visión sostiene que el mundo pue-
de ser cambiado sólo cambiando antes directamente a los indivi-
duos, ya sea' por la gracia divina.. a través de la educación o de.
la psicoterapia. Está también la posición que afirma que la con-
ducta de un individuo está en función de las presiones de su
anlbiente.. que éste determina su conciencia y cómo ha de com..
portarse independientemente del tipo de persona que es. Esta
perspectiva sostiene que el mundo puede ser cambiado cambian-
t do el ambiente de las personas. En el primer caso la estrategia
l
1
del análisis consiste en determinar qué clase de individuo está
implicado en una situación..su personalidad, sus normas o creen-
H t I
cias, su educación y cómo influyen sobre su conducta estos fac-
tores. En el último caso, la tendencia sería examinar cómo la va.
1 riación del ambiente está asociada con variaciones en la conducta
.~1 individual.
,I Ambas orientaciones, definidas tan simplemente, son por su-
puesto caricaturas de 10 que debe ser una verdad nlucho más
compleja y que incluye a ambas conjuntamente. Cada una de
ellas, de todos modos..representa una estrategia particular de for-
mulación e investigación, un énfasis selectivo que guía nuestra
atención ante la circunstancia inevitable de no poder estudiar
todo simultáneamente. De las dos orientaciones, creo que se le
ha prestado excesiva atención a las características personales y
a las actitudes de los miembros individuales de las ocupaciones
y mínima atención a los ambientes de trabajo. Éste es particular-
mente el caso de las profesiones. Habitualmente, los estudiosos
f de las profesiones en general y de la Medicina en particular adop-
.t taron las mismas posiciones de valor individualistas de los hom-
.1 bres que estudiaban. Tendieron a postular y buscar cualidades
1 personales que fueran distintivamente. «profesionales».. cualida-
I des que se manifestaran en las visiones del trabajo, de sí mismos
I y de los clientes y que se supone serían inculcadas o al menos
intensificadas y estabilizadas en el curso de la educación profe-
sional. Una conducta deficiente por parte de un profesional tien-
de a ser explicada como el resultado de ser un deficiente tipo de

99
o~(¡~~.
, ...,,~O
" persona, Q al menos; de haber sido inadecuadamente «socializa- tudio muy diferente llevado a cabo por Price no ha1i'"'' lació .•.~'
entre las calificaciones medias en la facultad Inédica :;~ act./
.~vilo.» o iq¡propiamente educado en la escuela profesional. El reme ..
'. .~;.::~Jd.'
..sugerido más COlnúnmente para tal conducta es la refornla ción profe"sion~I.6 E~ es.tudi~ de Piven s<?bre a~istentes '~al~~{'<
.....-:-....
~:deL.plan de estudios profesional antes que de las circunstancias del encont.r6 relaCIón SIgnIficatIva ~ntre or~entacIones.«te!f'o.""l~ut¡'
.".,>trabajo'profesional: se intenta lograr médicos más interesados profeSIonalmente deseables haCIa los clIentes y la prese\\~a o~,..
. '.;'en tratar a pacientes con problemas enseñándoles sociología en
senGia de una educación profesional como asistente soci~'(?.CatIt~,
no encontró una relación significativa entre la ética de 16s\"~pogá.:
las facultades de medicina que tratando de interesarlos en un
dos y la Facultad de Derecho a la que asistieron.8 y en Ü~:t15tu.. .>:~,
acercamiento global al tratamiento de la enfermedad asignándo-
.-les el cuidado de familias completas en dichos centros. dio inusualmente extenso~ Cray y sus a~o.ciados descubriero)h~~e '* :;1"
un grupo de graduados Igualmente «ClnlCOS»de Facultades l\If~
No hay duda alguna de que la educación, en lo que se refiere
dicas diferían en su posterior «cinismo» de acuerdo al tipo de
a actitudes y pericia, que el médico obtiene en la facultad de
práctica con la que se cOll1prometieron.9 Estudios como éstos
medicina y en el hospital, donde practica y es residente, es el ori-
prueban que mucl10s de los elementos decisivos de la conducta
.gen absoluto de gran parte de su actuación como ejerciente. Con
profesional, el nivel de actuación técnico, el acercamiento al clien-
esto quiero decir que la diferencia entre médicos y profanos es
te, el «cinismo» y la moralidad no varían tanto con el entrena ..
precisamente esta formación especial. La educaciól1,por lo tanto,
miento formal profesional del individuo como con el encuadre
tiene ciertamente gran importancia, no sólo porque establece los ,4
social en el que trabaja al finalizar su educación. Ellos refuer-
criterios formales de licencia, sino también porque establece en
zan n1i creencia de que es al mismo tiempo deseablemente cautelo-
los miembros individuales de una profesión Ull núcleo de cono ..
so y adecuadamente verdadero el'asumir que una parte importante
cimiento y actitud.lLas diferencias entre instituciones m~dicas
de la conducta es de índole situacional; que la gente responde
y entre los estudiantes según la facultad de la cual provengan,2
constanteluente a presiones organizadas de las situaciones ,en
están también razonablemente relacionadas con algunas de las
las que se encuentran en U11 momento dado; que lo que son no
diferencias en la actuación de los. graduados.
es cornpletamente pero sí en gran 111edida su presente más que
No obstante, sostengo que la educación es una variable menos
su pasado, y que lo que hacen es n1.ás un resultado de las presio-
importante que el ambiente de trabajo. Existe. evidencia muy con ..
nes de la situación en la que están que de lo que «internaliza-
vincente de que la «socialización» no explica ni siquiera a medias ron» 10 previamente. . .
ciertos elementos importantes del desempeño profesional como
En este capítulo, por lo tanto, comenzaré mi análisis de los
10 hace la organización del ambiente de trabaja inmediato. See.. marcos en los que los miembros de la profesión trabajan, con el
roan y Evans encontraron que los mismos m~dicos en. un hospi .. propósito de comprender las causas principales de variación en .la
tal se comportaban de forma diferente cuando la calIdad de la actuación profesional. Me centraré en los marcos cotidianos de
supervisión variaba.3 Peterson y sus asociados encontraron escasa
la práctica de consultorio en los que es brindado el mayor volu-
relación entre las variaciones en la educación profesional y el
men de cuidado médico. Desafortunadamente, con unas pocas ex-
desempeño técnica de los médicos generales algunos años
cepciones inlportantes, no hay disponible demasiada información
después de su graduación; 4 lo mismo ocurrió con un ~studio de empírica sistemáticamente reunida sobre consultorios estableci ..
características similares realizado por Clute e11 Canada.5 Un es-
dos; tampoco se ha prestado atención continua y sistemática a la
conceptualización de las implicaciones del marco para la actua ..
1. Para una excelente discusión de este punto de vista, ver Robert K.MER- ción profesional.ll Quizá, parte del problelna de conceptualización
TON Sorne Preliminaries to a Sociology o/ Medical .Education, en Robert K.
ME¡{TON et al. (eds.), The Student Physician: Introductory Studies in the Sociolo-
6. P. B. PRICE el at., Performance Measures o/ Physicial'ls
y
(Salt Lake City:
gy of Medieal Education (Cambridge: Harvard University Press, 1957), pp. 3-79. Uni.versity of Utah Press, 1963).
2. Para ejemplos recientes de variación en escuelas, ver Paul J. SANAZARO,
7. Hern1an PIVEN, «Professionalis111 and Organizational Structure», tesis doctoral
Researeh in Medical Education: Exploratory Analysis of a Blaekbox, «Annals of D. S. W. no publicada~ Columbia University, 1961.
the Nueva York Acadelny of Sciences», CXXVIII (1965), pp. 519-531, incluyendo
8. Jerone CARLIN, Lawyers' Ethies: A Survey o/ the New York CUy Bar (Nue.
sus referencias al trabajo de Stern, Schumacher y Hutchins. va York: Russell Sage Foundation, 1966).
3. M. E. SEEMANy J. W .. EVANS, Stratijicatiol1 and Hospital Care, «American 9. Robert M. GRAY eL" al., The Efieet o/ lvJ.edical Specialization 01"1 P1zysicians'
Sociological' Review», XXVI (1961), pp. 67-80, 193-204. .
Attitudes, «Journal of Health and Human Behavior», VII (1966), pp. 128.132.
4. Osler L. PETERSONel al., An Analytical Study of North Caroltna General 10. Esta posición fue sefialada lnás abstractamente por Hovlard S. BECKER,
Practiee, 1953-1954 (Evanston, Illinois: Association of American Medical Colle. Personal Change in Adult Lije, «Sociometry») XXVII (1964), pp. 40-53 .
ges, 1956). . 1 Ed . 11. Para vel~ algunas exposiciones reciente's, E. Richard \VEINERMAN, Patients'
5. Kenneth F. CLUTE, The General Praetitioner: A Study. oi A;fedzca' uca. Perceptionsot Group Medical Care: A Review and Analysis ot Studies 01 Choice
tion and Praetice in Ontario mul Nova Scotia (Toronto: Unlverslty of Toronto and Utilization of Prepaid Group Practice Plcl fl S, «An1erkan Journal of Publie
Press, 1963).

100 101
.reside en la enorme variación de ambientes de trabajo, desde la . como observa Evang, W1a vaca sagrada en la' profesióll médica
práctica individual de consulta privada hasta las posiciones espe- en más de un país.13 La connotación ideológica.tiene implicaciones','
cializadas en organizaciones burocráticas. Lo que además complica analíticas interesantes. Uno de los temas centrales es la indepen-
la cuestión es la existencia de una variedad importante de clases dencia, la noción de «autonomía profesional» según la cual' una'
de relaciones interpersonales entre profesiones que van 'desde las persona puede hacer lo que le plazca. Para que la autonomí~,
asociaciones profesionales formales hasta sistemas informales de exista, el ejercitente debe trabajar solo y no ha de contraer obll-:
colegas; relaciones interpersonales que aparecen a través de cual-o gaciones a largo plazo con sus clientes; debe ser capaz de in-"
'.
quier marco de trabajo aislado, uniéndolo a otros. A pesar de terrumpir la relación con su cliente en cualquier momento, y
todo, intentaré en este capítulo s'eñalar esta jerarquía y encontrar viceversa; el convenio de cobrar en base a honorarios por los
algún sentido en ella. servicios más que en base a un contrato financiero probablemen-.
te estin1ule la práctica autónoma.
Un convenio verdaderamente autónomo, basado en honorarios
Tipos empíricos de organización prdctica 12 por los servicios, es inherentemente inestable, está eventualmente
propenso a caer bajo el control de pacientes o de colegas. En
La Medicina de cada día se practica en privado. En las demás un sistema de libre conlpetencia el médico no puede confiar ni
profesiones establecidas el trabajo se desarrolla en público en en la lealtad de sus pacientes, con quienes no tiene contrato, ni'
los tribunales, la iglesia, la cátedra, tan frecuentemente como en en la de sus colegas, con quienes no tiene vínculos y además
el déspacho. El trabajo del médico se caracteriza por ser llevado compiten con él. Dado que sus colegas son competidores, no es
a cabo en el consultorio privado o en el domicilio del paciente. probable. que solicite su consejo o intercambie información so-
Además, el médico habitualmente presta servicios personales a bre honorarios, y ciertamente no les enviará sus pacientes. En
individuos más que ,a congregaciones o conjuntos de personas. estas circunstancias, se encuentra completamente aislado de sus
Quizá, debido a estas características, es más probable que la Me- colegas y relativamente libre de su control, pero al ,mismo tiem-
dicina, más que las demás profesiones establecidas, sea vista como po es verdaderamente vulnerable al control ejercido por sus
una simple relación ejerciente-cliente antes que como una organi. clientes. Para conservarlos ha de darles lo que ellos deseen -ya'
zación. Pero es mucho más que simplemente una relación: la Me- sean tranquilizantes, antibióticos o histerectomías- o algún otro
dicina se practica en un marco de trabajo organizado que influye 10 hará. Obviamente, una práctica consciente en estas condicio-
en la conducta tanto de los médicos como de los pacientes. Ac- nes es difícil y frustrante. Es difícilmente adecuado describir esto
tualme.nte, en los Estados Unidos, el marco de trabajo donde se como «autonomía».
ejerce la práctica parece estar dirigiéndose hacia formas más La simple restricción de la competencia asociándose contra-
elaboradas de las que se puede esperar que modifiquen la 'natu- la tiranía de los clientes conduce a la tiranía alternativa de los
raleza de la relación médico-paciente. colegas. Siendo realistas, la «autonomía total» puede resultar sól<?
El modo típico de la práctica médica en los Estados Unidos bajo circunstancias muy especiales. Es razonable pensar que SI
es la «práctica individual». Esto implica una persona trabajando la oferta de médicos está suficientemente restringida como para
en un despacho procurado y equípado con su propio capital, con . no satisfacer la demanda, se puede evitar el control de los clien-
pacientes que lo eligieron libremente como su nlédico personal y tes. Si unido a la escasez de médicos y de otros competidores
de los cuales se hace responsable. Según este estereotipo, carece potenciales no se requiere un gran capital para iniciar la prác-
de cualquier conexión formal con. sus colegas. tica, como tampoco son necesarios para su ejercicio consultas y
Sin embargo, la expresión «práctica individual» es usada fre- despachos para consultas extraordinarias en instituciones tales
cuentemente de un modo tanto ideológico como descriptivo. Es, como hospitales, el control de los colegas se puede eyitar y una
«autonomía total» está más cerca.
Health», L1V (1964). pp. 880~889; E. Richard WEINERMAN, Research i11.to tlle Or~a ..
En los Estados Unidos de nuestros días, la provisión de mé~.~
nization of Medical Practice, «Milbank Memorial Fund Quarterly», LXVI (1966),
Parte 11, pp. 104-145; Kerr L. WHI'fE, General Practice irz the V.S., ~Journal of dicos en muchas áreas es tal que el control de los clientes puede
Medical EduGation», XXXIX (1964), pp. 333-345; Kerr L. WHITB, Pattenl$ of ,\fe- ser evitado, pero se puede evitar cada vez menos el control de
dicaZ Practice. en D. \"'1. CLARK y B. MACl\iAHON (eds..), Preventive Medicine (Bos- los colegas. Depender de los colegas de un modo u otro es hoy'
ton: Little, Bro\vn y Co.. 1967). pp. 849-970. .
12. Parte de lo que continúa está reeditado de mi artículo, The Organization la norma en los Estados Unidos, puesto que las consultas, los
ot Medica.l' Practic.e} en II,üz.dbock of Medical Sociology, editado por Howard E
FRE2MAK., Sol LEVINE y Leo G. REEnER 1963. Bajo la autorización de Prentice:
Hall, lne., Englewood Cliffs, Nueva Jersey. . 13. Karl EVANQ" H ealth Sf-r-yicel Society and M~dicil1e (Londres: Oxford U.m-
versity Press, 1960).
102
ho~pitales y el equipamiento princip~l .son esenciales p~ra,~ l~
p,ara ser el «proveedor» clave para una red de especialistas. En
práctica moderna. Brevemente: la practIca actual no es IndIVI-
dual abarca una gran variedad de relaciones organizadas, la ma- tanto el paciente ha desarrollado una sofisticación mayor y la
cantidad de- especialistas accesibles creció, éste elude al mé-
yorí~ .de .1as cuales generalmente dall más importancia al control
dico general y busca sus propios especialistas. El lugar del
de los colegas que al de los clientes.
médico general es tomado por el especialista en medicina interna
¿Cómo se' desarrollan los acuerdos c?operativos? Comen-
y el. pediatra, y las referencias no profesionales son, en los con-
cemos con una práctica basada «exclusIvamente» en hono-
sultorios urbanos, la principal fuente de pacientes para la ma~
rarios a cambio de servicios, en una situación .como la de
yo ría de los oftalmólogos, otorrinolaringólogos y ortopedistas,
los Estados Unidos, donde la provisión de médi~os está .al
así como para los obstetras-ginecólogos, alergistas y derma-
menos moderadamente restringida. La práctica, baJO tales~lr ..
tólogos .. Desde que dejó de existir un. simple «proveedor» clave
cunstancias, está asegurada sólo parcialmente, d~do que el In-
en la división de trabajo, existe el peligro de una considerable
greso continuo de médicos más jóvene~ el~ un sIst~ma. 'fue no
confusión de irregularidad en la distribución de los pacientes.
incluye el retiro preestablecido de los eJercIen~es mas VIeJOS,re-
Los acuerdos bien integrados entre los médicos se vuelven im-
presenta siempre cierta amenaza de competencIa. Para responder
portantes, no sólo como un modo de obtener y regular el ac-
a esta amenaza uno conserva los pacientes para sí mismo, pero
ceso a los pacientes, sino también para establecer entre los mé-
esto implica el terrible desgaste de estar perpetuanlente de ser-
dicos canales regulares de cOITIunicación de información sobre el
vicio. Para poder salir una noche, o un fin de semana, o. de
paciente y su enfermedad. El «sistenla de colegas» descrito por
vacaciones, o para poder enfermar, la consulta debe ser «ctlbIer ..
Hall puede ser usado como el prototipo, en la práctica individual
ta» por colegas en los que sel?ueda confiar 9u~ no «roben» los
de Norteamérica, de tales acuerdos informales pero biell inte ..
pacieIltes. Un acuerdo cooperatIVO es necesarIo. . . ,
grados.t5 En rigor, se puede sospechar que este sistema de trabajo
La necesidad de una organización semejante se hace I?a~
es una modalidad estratégica para regular el reclutamiento y el
urgente cuando se trata de la eventua~ búsqueda" d~ una especIalI-
acceso al trabajo en todas las ocupaciones en las que los criterios
zación. Los pacientes que deben ver mas de un medICO durante ,una
objetivos no están fácihnente disponibles para determinar su
corriente búsqueda común de atención médica ~ueden ser atr?-ldos ejercicio. Ciertamente, el sistema de trabajo de colegas es muy
por alguno de ellos y no retornar a aquel qu~, hIZO la. refer:l1Cla. El importante en los mundos académicos y legales.
peligro de perder pacientes al enviarlos a Jovenes InternIstas. pa-
Hall proporciona una descripción lúcida del sistema de traba ..
rece haber llevado, al menos a ciertos médicos~enerales, a ~v:tar jode colegas:
por completo delegar pacientes. En un e~tudlO sOb:e. medIcos
negros¡ se encontró que algunos envían pac~entes a medIcas blan- En tanto los doctores de una comunidad determinada están esta-
cos antes que a especialistas negros suponIendo que los bl~I?-c?s blecidos y poseen una clientela relativamente leal, constituyen un
no querrán conservar pacientes negros y entonc~s los remI~Iran sistema. Este sistema puede excluir efectivamente al intruso recién
nuevamente.t4 Esforzarse por evitar la~ r~ferencIas e~ manIfies- llegado. Por un lado' tienen el control del sistema hospitalario, ya
tamente insatisfactorio, dado que el eJerclen~e conSCIente sabe, que ocupan los puestos dominantes de éste. Por otro lado tienden a
en una y otra ocasión, que su paciente neceSIta. una. ayuda. que desarrollar, con el transcurso del tiempo y a través de la asociación,
él no puede darle. Puede enviar algunos pacIe.ntes, pero no una especie de organización informal. Los derechos a la posición,
todos, a una clínica o a un departamento de. paclen~es externos status y poder llegar a ser reconocidos y sostenidos, así como se es-
tablecen mecanismos de sucesión legítima y pautas de reclutamiento.
cuyos miembros, presumiblemente, no se los. «robaran». Una so- La provisión de facilidades médicas en una comunidad determi-
lución bastante natural y convencional es establecer un ~cuerd<:> nada, en cuanto un sistema u orden se estableció, depende en grado
recíproco definido honestamente:, el mé~ic? general envI~ rabI. extremo de tal organización. En realidad, las dos cuestiones discuti-
tualmente sus pacientes a UIl numero lImItado de espec~a_lstas das anteriormente, es decir, las instituciones y .la clientela, están reIa..
en quienes puede confiar, que actuarán «éti~amente» reenVIándole cionadas íntimamente con el funcionamiento de la organización in-
eventualmente sus pacientes, y q~e, ademas, en .:ecompensa, le formal. La distribución de posiciones en las instituciones, la prontitud
mandarán los pacientes que requIeran una atenclon general; . para recibir promociones, la cantidad y modo en que auno le man-
Ya pasó la época en los Estados Unidos en la que el medICO dan pacientes, todo gira en torno a las operaciones de la organizaci6n
informal [...].
general ocupaba una posición lo suficientenlente poderosa como El patrocinio no es necesariamente un proceso unilateral. Permite
al recién llegado compartir la práctica médica en el sistema estable ..
14. ef. Dietrich REITZES, Negro.es and lvledicine (Canlbridge: Harvard Univer- 15.. Oswald HALL, The Informal Organization o/ the Medical Pro/essiolls) <,Ca.
sity Press, 1958). nadian Journal of Economics and Political Science», XII (1946») pp. 30-41.

104 105
. ~

pero también le impone responsabilidades. Ló obliga -a ocupar ~ci~n del ~édico-empleador es particularillente fuerte cuando :.
,-las posiciones inferiores en el sistema institucional. Cuando precisa aSIstente contratado ~o está completamente calificado para e.er--
un, con'~ejo experto o ayuda lo obliga a dirigirse a, su padrino. Y si, cer por .cuenta propIa (como es el caso de algunos asiste~tes,
es' designado sucesor de un miembro, establecido de la profesión, -se médl:os ingleses)' o c~ando es muy caro o de algún mododificul-
ha de hacer necesariamente cargo de los deberes y las obligaciones toso l~stalar el propIO consultorio, como en el caso de los con-
involucrados. De ahí que el protegido sea esencial para el continuo sultorIOS que hay que comprar o donde la competencia es severa"
funcionamiento de la fraternidad establecida en el interior de la pro-
E.l en:pleador, de todos modos, es muy vulnerable cuando ei
fesión.16 médICO Joven est.á en una posici6n desde la que puede separarse
El tipo de sistema de trabajo descrito por Hall es más pro- y s~r un competIdor, dado que cada joven que él presenta a sus
bable que exista en localidades donde existe una variedad de hos- pac:entes .puede llevarse algunos de éstos cuando parte. Un modo
pitales y de instituciones médicas ordenadas jerárquicamente, con de ImpedIr .que esto ocurra ~s mediante- un documento legal por
acceso limitado. por los médicos. Es mucho menos probable que el cu~l ~l Joven !1cepta no Instalar, cuando se separe, un con-
esté tan definido y articulado en ciudades pequeñas, en lasque sult?rlO .IndependIen~e en la misma comunidad. Otro lnodo que '
los, hospitales son virtualmente instituciones comunitarias abier- no lnv~hda e} anterl,0r es tomar al joven como socio. ' -'
tas. Y aun en ciudades grandes, las instituciones privadas y _El tIpO mas comu~ de ac~erdo formal cooperativo entre com-', '
municipales, situadas en la parte inferior de la jerarquía, pro- paneros no es 1~ s?cIedad, SIn embargo, sino lo que podría ser
porcionan un acceso bastante libre a los médicos, prescindiendo llanlado la asoclaclón, un acuer~o. mediante el cual los médicos
de su ubicación en el sistema de trabajo de colegas)' Por esta co.mparte los gastos de mante11ImIento de las, instalaciones ca-
razón podemos pensar que los estudios' sociométricos de Cale- rrlent~s, co;n0 despacIlos, equipo, personal auxiliar y otras por
man, Katz y Menzel describen-las formas más libres y más comu- el estI1?, mIentras cada ~ual tiene sus propios pacientes. Además,
nes en los Estados Unidos de sistemas de trabajo de colegas.18 e~ pOSIble que .los médICOS se «reemplacen» uno al otro aten--
El sitema de trabajo de colegas, en tanto que es completa- dIendo. los pacIentes del otro durante las vacaciones y otras
mente informal, representa el tipo más elemental de práctica ausen~las. De tIna forma u otra, este tipo rudimentario de coo-
..cooperativa. Pero es 10' suficiente débil como para ser inc6moda- :t:eracI6n formal está m?-y .difundido. en los Estados Uriidos, par-
mente propenso al derrumbamiento. Con el sistema de práctica tlcu~armente en los «e~~ficI0S profesIonales» de las ciudades, con
individual, los pacientes y hospitales no están siempre totalmente :onJuntos de cOl:sultorIOS, y en los «centros médicos», cuyos due-
110S son los médICOS que residen en ellos.
monopolizados. Frecuentemente la red _de colegas no puede con-
trolar el ambiente de cura, y por lo tanto puede faltarle el A pa:tir de la asociación hay un paso corto, aunque de ningún'
seguro paternalismo, necesario para ganarse la cooperación de modo SImple, hasta la p'equeña sociedad legal en la cual se com-
«los jóvenes hambrientos». Por otro lado, la buena fe entre com- parten tanto los benefiCIOS,de los 110norarios como los gastos ge..
pañeros sobre la que se sostiene un sistema informal puede que- nerales. La división. d~ h~norarios mancomunados probablemente
brarse por celos mezquinos y antipatías. La práctica «individual», s7a ?na constante lImItacI6n, dado que las prácticas de los socios,
tan extendida en los Estados Unidos, desarrolló ciertas técnicas SI bIen se superponen, no son idénticas. ~ste es particularmente
formales para protegerse. El medico de éxito puede, como sugirió el caso ct;ar:do se hallan involucradas especialidades, puesto que
Hall, enviar su exceso de pacientes 'a un médico joven por quien un espeCIalIsta puede pensar que aporta más dinero que los
se interesa,19 pero puede, y frecuentemente 10 hace, evitar por otros y por lo tanto le corresponde una proporción mayor de
completo referir casos contratando al médico más joven para los be~eficios. No ?bstante, 'si se pueden superar estos problemas,
que se encargue de los casos de rutina, las fatigosas visitas a la soc~edad es mas. segu:a y. más controlable que otras formas
'domicilio y las llamadas de urgencia. Esto alivia su carga y re .., más sl11?ples de cooperacI6n. En el sistema de trabajo de colegas
duce el peligro de perder permanentemente pacientes. La posi- los médICOSpueden combinar StlS servicios de un modo lo bastan ..
te seguro para cada uno como para poder disfrutar horas de des-
canso ~ p~sar .de las llamadas impredecibles de -los pacientes. En
16. lbid., pp. 31.33. la as.oclacIón SImple esta ventaja no se tiene, pero el hecho de com.-
17. Cf. David SOLOMON, Ethnic and Class Differences Atnong Hospitals fU Con.
tingencies in lvfedica1 Careers, ,«The American Journal of Sociology», LXVI (1961),
~art~r l~s. gastos gene~ales reduce los gastos ordinarios de la prác-
pp. 463 47L
e ' tIca Ind~vldual. ypern~l1te tener mejor equipamiento en cuanto a la-
18. James COLEMAN, Eliuh KATZ, y Herbert MENZEL, Medica 1 Innovatían.. A boratorIO ~ dIagnóstICO. La sociedad agrega a estas virtudes. su. ,
Diffusion Study (Indianapolis: The Bobbs-Merrill Co., 1966). gran se~rldad financiera a largo plazo. Cuando se reíInen. médi-
19. Oswald HALL, Types of Medical Careers, «American Journal of Sociolagy»,
LV (1949), pp. 243-253.
cos de dIferentes edades, el más joven puede tratar más pacien.

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tes en un monlento de su carrera del que no podía .esperar dema.
Si se han de utilizar 'cantidades para definir una práctica en
siado. A su vez, el más anciano podrá tener ?n Ingreso mayor
grupo .. la sugerencia de Jordan22 de lln mínimo de cinco médicos
en una época de su carrera en la que los paCIentes comenzarán
con dedicación exclusiva parece razonable. Cinco médicos de de..
a abandonarlo o cuando él mismo se pueda ver forzado a rech~ ..
dicación exclusiva, sin que todos ellos se dediquen a la rutina del
zarlos debido a su decreciente energía. Por otra parte, cuand~ rnas
servicio médico cotidiano .. pueden atender a la población corrien-
de una especialidad está involucrada, cada una p~e~e. funcIo?,ar
te de un lugar de cinco a veinte mil habitantes, dependiendo de
como un agente referidor para la otra.y con ventaJa~ mutuas, .la
la proporción de médicos generales, médicos residelltes internis-
dudosa ética de la división de honorarIos, frecuentemente ~uncIo"
tas y pediatras, de los acuerdos financieros con los pacientes y
nal en las reuniones cooperativas ~n~ormales, ~e regularlz~' en
del estilo general del consultorio. En tanto la cantidad de pacien.
la sociedad sin suscitar problemas etlcos. ,C~nstlt~ye una CIerta
tes y de médicos aumente, parece posible que, modificados en
protección contra la competencia de~os ~~dlCOS ajenos al acuer ..
parte por el poder de negociación de la posición del médico, co-
do cooperativo y también crea una sltuacl~n en .la qu~ la, C?IDU.
menzarán a aparecer algunas de las características técnicas de la
nicación entre los facultativos sobre los paCIentes es ma~ !acll.
burocracia: organización jerárquica, división del trabajo en cuan-
Un requisito común a todas las form~s de cooperaClon es el
to a su extensión, normas y procedimientos sistemáticos y otras
acceso a una cantidad importante de pacle~tes. La con~ulta coo.
por el estilo. Ésta puede ser considerada como una práctica bu..
perativa tiene comparativanlente, una amplIa escala e Incluye el rocrática de un nlodo lógicamente ideal. .
ordenamiento 'de los gastos, de los envíos y. consultas y~ en el caso
de una asociación, también de los ~eneficlos, en UIl slstenl~ que
abastece las demandas de una cantIdad de persona~ ma~or. qtle
la que podría manejar una sola persona. Cuanto. mas formal es La actuación médica en la. práctica de consultorio
el convenio, n1ás sistematizado y racional se vuel,:e. En un deter-
Hasta aquí bosquejé una serie de' formas de práctica médica
minado filO mento de la expansión,. se P!o~uce, SInoen:bargo, lfu
y algunas .de sus características funcionales. Puede observarse que
cambio cualitativo en la forma de la practIca coop\vratIva. «Prac-
esta variedad se distribuye a sí misma entre dos extremos impar.
tica en grupo» es el término. ,utilizado frec:uente,ll1ente pa::a .de-
tantes lógicamente pero no nUIuéricamente. En un extremo hay
si nar una forma de asociacIon que va. mas alla de los ~l~ltes
una rareza,. la práctica individual verdadera. Es empíricamente
c;nnotados por la sociedad de dos personas~ pero ~as defimcIOnes
no han sido muy útiles para delinear esta ~If~ren~Ia .. ~lvalor d~! inestable y se combina con las formas más corrientes y libres
de cooperación informal con colegas. El. sistema de trabajo.de .
t 'm.no así como el valor del término «practIca ~ndlVldual», ~sta
colegas representa un tipo de práctica cooperativa más cerrada
lf~it~d~ por sus connotaciones ideológica~. E~ lugar de,enfatlzar
pero aún informal. La <~asociación» represellta una variante sim.
la autonomía y la independellcia, estos ter~lno:s a~en~uan e} ~s..
pIe de cooperación formal, en tanto que la pequeña sociedad y
pec t o gr upal Y l'a -interdependencia. Pero
., SI «la pr.actIca medI,ca
. ,d . . Q
por consiguiente la p~áctica en grupo son formas más cerradas
en grupo es una asociación formal. de tres o. n;as.me, l~OS qU\J
ofrecen servicios en más de un campa o espeCIalIdad medIca, con y 11lás complejas. Finalnlente, está la variedad nlás cerrada y más
ingresos provenientes de la práctica médica mancomunados y re .. formal de práctica, que puede ser llamada organizacional o bu-
distribuidos entre los miembros de acuerdo a ~~ ~lan pr~stable .. rocrática. Pero para poder utilizar lnateriales e1npíricos relati ..
cido» se considera una definición posible,2° es dI~lCI1ver cC?mo se vos a la práctica,. debenl0s dividir todos estos marcos de trabajo
diferencia de la sociedad excepto porque tal socleda? no Incluye en dos tipos, para poder cotejar la distinción de sentido común
más de una especialidad. La diferencia entre una socle~a~ de ?OS entre la práctica individual y la de grupo. La primera categoría
incluye la práctica verdaderamente individual y todos los tipos
y otra de tres soc.ios no parece ser sociológic!lmente SIgnIficatIva,
como tampoco la diferencia entre una «socIedad» de dos y un de práctica cooperativa informal. La últÍlna abarca, a partir de
grupo de tres personas. Considerando que el 57 p~r 100 ,de .lo,s gru. la «asociación», todos los tipos de práctica formahnente coope ..
pos lnédicos investigados por P0r:-1!inse y G.0ldste~n tenlan solo de rativa. Por 'medio de esta distinción podemos preguntar cómo
tres a cinco lnédicos c.on dedicacIon excluslV~, .evldentementeuna la forma del marco de trabajo se relaciona con la actuación pro-
fesional.
gran proporción de los llamados «grupos medicas». no son en la
superficie, significativamente diferentes de las SOCIedades.21 Dado que la primera proclama de una profesión es una pericia
especial, se deduce que la primera cuestión a indagar con respecto
20. Ésta es la definición que se encuentra en s. ?avid POMRINSE y ~~~~~~s
S. GOLDSTEIN, Group Practice in the U.S., «Group Practlce», IX (1960) pp.
I .
22. Edwin P. JORDAN (ed.), The Physician and Group Practice (Chicago: Year
21.. Ibid. Book Publishers, Ine., 1958).

108
109
. a fa~ dist~nt~s f~rm'as de la práctic~ profesional se
'refiere a la ac- la' .prescripción de medicamentos.27 De este modo se puede pen-
tuacIón tecnlca o a la .calidad del servicio brindado. :Ésta es, infor- sar que en la práctica en grupo la fragmentación de la atenci6n
t~nadamen~e,. la c.uest~6n sobre la que hay menos informacióll. Se- basada en la. especialización puede ser compensada, a la vez qué ..'
gun una opInIón amplIamente difundida, un médico no puede ejer- la IlaII1ada«atención completa» es mucho más factible.. .'
c~r la mejor.medici~aposible sin fácil acceso a los medios terapéu- . Finalmente, está el elemento de la supervisión" cuya calidad ~
tICOSy de dI...agnóstlco modernos. Por lo tanto, es razonable supo- influye sobre la actuación médica, como lo demostraron Seeman
ner qu~ el médic? en práctica individual, en tanto carece de acce- y Evans.28 Las instituciones médicas más renombradas, por ejem-
so a dIChos.medIos, tIeneme~or probabilidad de hacer 10 mejor" plo las. facuItades de Medicina y los hospitales clínicos..se carac.;.
p.or su paCIente.. Los .convenIos cooperativos formales, ya sean terizan porque los médicos trabajan en estrecha relación uno .;
s~mples o c0l:llpleJos,tIenen mayor probabilidad de aportar el ca- con otro y con supervisión sistemática del trabajo llevada a
pItal necesarIO para comprar tII!a ~anti~ad importante de equipo. .cabo por jefes de servicio, comisiones que revisan el tratamiento
Por otro lado, se cree que el aIslamIento del médico ejercien~ de los pacientes. que mueren,. el tejido extraído por los cirujanos
te con respecto a sus colegas es un elemento significativo en la y otros servicios semejantes. La naturaleza de la supervisión, ex-
calidad de la atención. Se considera actualmente que un médico cepto en un contexto puramente educacional, donde es ideológi-
debe estar permanentemente al tanto de los avances en el cono- camente admisible, en tales burocracias recibió escasa .atención,
ciI~iento cientí~co, apoyándos~ menos en la cuestionable pero pero es indudable que al menos existe casi siempre cierta super-
u~lcua «educa~lOn»de los fabr~~antes de medicamentos y sus vi.. visión formal administrativa. Además, el cultivo de un sistema
sIta.dores, ! nl"as en la «educaclon» proporcionada por las publi- de registros médicos y la acumulación continua de información
~ac~o~esclentlficas y los colegas. Como hemos visto.. la práctica en registros es supervisora por sí misma, puesto que aun cuando
mdIvldual en tanto tal no puede ser clasificada fácihl1ente como los registros pueden no estar sometidos a una inspección rutina-
más o menos aislada, ya que un considerable grado de interacción ria, siempre es posible recurrir a ellos si se suscita una duda
informal .. pero no por eso menos real e importante .. puede tener sobre el trabajo de un médico. Si.. como supone Peterson, los re-
lugar entre sistemas de ejercientes apenas ligados entre sí. Gran gistros sistemáticos y completos. son un elemento importante de
parte de esta interacción, como observó Peterson, se refiere a la la atención médica competente.. las prácticas burocráticas, que,
pesca, ~l. bridge y al golf,23pero también tiene que ver con están en mejores condiciones para fomentar. la conservación de
la Medlcma.24 No obstante, el hecho de que el aislamiento registros, pueden en lo que a éstos se refiere" brindar una aten-
de la práctica individual sea posible la separa de la «práctica en ción de mejor calidad.
g:upo» .• ya se trate de una pequeña sociedad o de un grupo mé- Teóricamente, entonces, los convenios formales y cooperativos
dICOm~ch? :nayor. En este ~entido, la práctica en grupo.. más de práctica médica tienen mayor probabilidad 'de ofrecer una bue-
que la lndIvIdu~l.. par~ce estImular una atención de mejor ca- na atención que la práctica individual e informal. De todos mo-
lIdad. Peterson Informo sobre una leve tendencia a brindar una dos sólo hay fragmentos de evidencia dispersos que. demuestren
atención de mejor calidad entre aquellos que trabajan en grupo esta teoría. Un .aspecto negativo del sistema de práctica indivi-
que entre los que trabajan solos,,25aunque Clute aparentemente dual predominante en los Estados Unidos se puede notar cuando
no observó tal tendencia.26 encontramos que menos de la mitad de todos los procedi~
Además, hoy en día se sostiene que es necesaria la atención de mientos quirúrgicos con internación realizados en' la nación du-
una variedad de especialistas. Si bien la práctica individual no rante el período 1957-1958, fueron llevados a cabo por médicos
excluye el uso de especialistas, la práctica en grupo facilita con- formalmente calificados para la cirujía; 29 pero ésta no es una
sultas frecuentes y el intercambio de informaciónprofesionaI. p~eba directa de que la calidad de la atención en la práctica en
Cuando un grupo de médicos de distintas especialidades trabajan grupo sea mejor. Son necesarios estudios comparativos.
juntos dentro de la misma organización..no sólo es más fácil re- Uno de los pocos estudios comparativos realizados en esta área
ferir pacientes, sino también comunicar y coordinar la informa- fue hecho por el Health Insurance Plan of Greater New York;
ción sobre ellos. Colernan, Katz y Menzel demostraron la impor- se comparó. en éste con resultados favorables la hospitalización'
tancia de las relaciones entre colegas en un aspecto de la atención: y la mortalidad perinatal de una población atendida por grupos
médicos contratados por el plan de seguros con la de la pobla-
23. PETBRSON, op. cit., p. 83.
24. COLEMAN, op. cit., p. 110, encontr6 que cuando alguien comparte su eon. 27. COLEMAN, op. cit.
sultorio, adopta una m~dicina nueva más rápidamente que alguien que trabaja solo. 28. SBBMAN y EVANS, op. cit.
25. PETERSON, op. ctt. 29. HEALTH INFORMATION FOUNDATION, Physicians Who Ptrform Surgery, «Pro-
26. CLUTB, op. cit., p. 318. gress in Hea1th Services», X (1961).

110 111'.,
ción de la ciudad de Nueva York.3o En este estudio, de todos mo .• del folklore nacional. A pesar de esto, proporciones importantes
dos, importaba un elemento adicional en el convenio de servicios, de la. pobla~i611 citan .motivos de insatisfacción. Se quejan de que
médicos, el contrato de servicios de pago COll anticipación. Se con- l~s facultatlV?S los hacen esperar demasiado tiempo, son difí ..
sidera que. cuando los individuos pueden asegurarse de tal nlodo cIles. d~ locahza~ por ..las n?ches yen. los fines de semana y no
que no haya- hnpedimentos financieros ante la atención médica, les dedIcan un tIempo sufiCIente. Los estudios de Koos rntlestran
no dudarán en utilizar los servicios y de este modo. podrán obte- la mayor proporción de insatisfacción,34 en tanto que el estudio
ner la atención que necesitan tempranamente en el curso de la d~ Gaff~n. señaló que la gen~e .tiende a quejarse lnenos de sus pro-
enfermedad, previniendo así complicaciones. Consecuentemente, pIOS medlcos que de los medIcos en general)5
se considera que un contrato amplio de servicios de pagos .por Este material, de todos modos, como los datos referidos a la
anticipado conduce por sí mismo a una mejor atención médica. cirugía hospitalaria, se basa en la práctica individual sólo en tan .•
Si se combinan el plan de seguros y las variables organizaciona- to que ésta es la forma lnás cOlnún característica en los Estados
les indiferenciadas, es difícil establecer la influencia de cada uno Unidos. Una vez más, los estudios comparativos ofrecen las eviden-
sobre la calidad de la atención. cias. más útiles .. Anders,on. y Sheatsley compararon dos grupos
La misma dificultad se presenta cuando no se puede diferen- eqUIvalentes SOClo..eC0110mlcan1ente (pacientes asegurados): un
ciar el modo de compensación del médico del de la organización. g~up~ ,atendido por nlédicos individual~s, retribuidos por una orga-
Un estudio realizado por Densen y sus asociados comparó la uti- nlzaClon de seguros en base a honorarIOS a calnbio de servicios. el
lización del hospital por parte de nliembros de un mismo sindi- otro atendido por médicos de grtl:Pos retribuidos 1 en base a' un
cato que estaban bajo dos planes de seguro médico diferentes: pago per capita.36 La conclusión fue que el primer programa pro-
uno implicaba práctica médica en grupo con un pago per capita, ducía mayor satisfacción en los pacientes que el segundo. Los
en tanto que el otro se basaba en el pago por honorarios según pacientes de éste último tendían a quejarse de la falta de interés
los servicios. Se probó que la utilización del hospital en el pri- personal, de explicaciones insuficientes de su condición por parte
mero era menor, aun cuando la amplitud del seguro era similar del méaico, de esperas en el consultorio y de dificultades para
al del segundo}! Pero es difícil saber si la nlenor. utilización del conseguir atenci6n don1iciliaria. En. el estudio de Freidson, en el
hospital era un resultado de la práctica en grupo como tal, o por- que los pacientes contrastaban su experiencia con estas dos cla-
que el plan en grupo no estipulaba un pago adicional a los mé- ses de práctica, también se vio una tendencia a percibir que la
dicos del grupo por la cirugía realizada en el hospita1.32 Clara- actitud de «interés personal» era más fác.il de obtener en la prác-
mente esta evidencia es inadecuada.33 tica individual basada en honorarios a cambio de servicios que
Los pacientes pueden o no estar profundamente relacionados en la práctica en grupo, basada en la capitación. Sin embargo,
emocionalmente con sus médicos pero, en todo caso, deben estar se deslizaba cierta sensación referida a que la atención médica
suficientemente satisfechos con la atención que reciben para re~ de calidad técnican1ente superior podía ser obtenida del grupo
currir a ellos. La satisfacción del paciente asume una importancia rnédico,37 En ambos estudios, de todos modos, se comparan la
adicional cuando la Medicina se convierte en un problema po- práctica individual basada en honorarios a cambio de servicios
.lítico. En cierto número de investigaciones en los Estados con la práctica grupal basada. en la capitación, y no hay forma
Unidos, la mayor parte de la gente expresó una satisfacción de controlar la variable financiera como para poder con1parar
general con los servicios médicos que están organizados típica- sólo las fornlas de práctica en tanto tales. Evidentemente, el ma-
mente sólo en cooperativas muy libres, basadas en honorarios a terial sobre la satisfacción del paciente es ambiguo, pero no contra-
cambio de servicios; y el médico general individual es una parte dice la idea de que la satisfacción emocional del paciente es más
probable de ser obtenida de un .médico que está en posición de
30. S. SHAPIRO, L. WEINER, y P. M. DENSEN, Comparison of Prematurity and
Perinatal Mortality in General Population and in Population of Prepaid Group
Practice «American Journal oí Public Hea1th», XLVIII (1958), pp. 170-187. 34. E. L. l(oosJ Metropolis: What CUy People Thinl<. of Their Medical Services
31. P. M. DENSEN,E. W. JONES, E. BALAMUTH,y S. SHAPIRO, Prepaid Medical «Anlerican Journal of Public Health», XLV (1955), pp. L5S1~1.557. I

Care and Hospital Utilization in a Dual Choice Situation, «American Journal of 35. I3.en GAFFIN y asociados, What Al1lericans Think of The Medical Profession,
Public Health», L (1960), pp. 1.710-1.726. American Medical Association brochure, n.d.
32. Para consultar alguna evidencia sobre este tema, ver Robin F. BADGLEY Y 36. Odin W. ANDERSON y Paul B. SHATSLEY, Comprehensive lvledical Insurance,
Samuel WOLFE, Doctors' Strike: Medical Care and Con/lict in Saskatchewan (Nue. «Health Inforrn.ation FoundationResearch Series », núm. 9, 1959.
va York: Atherton Press, 1967), pp. 115.118. . .• 37. Eliot FREIDSON, Patients' Views 01 Medical Practice (Nueva York: .Russell
33. Para ver una revisión reciente de evidencias sobre es~as cuestl?nes dlfí~l. Sage Foundation, 1961). Ver también la revisión de WEINERMAN,Patients Percep-
les consultar Avedis DONABEDIAN, A Review of Sorne Experzences wtth Prepatd ti01'ls, op. cit., y la de Avedis DONABEDIAN, A RevielV oi Sorne Experiences 'with
Gr~up Practice «Bureau of Publie Health Economies, Researeh Series», núm. 12 Prepaid Group Practice, «Bureau of Public Health Economics Research Series»,
(Ann Arbor: S~hool of Public Health, The Univers~tyof Michigan, 1965). núm. 12 (Aun Arbor: Sehool of Publie HealthJ The University of MichiganJ 1965).

112 113
liS 17. 8
responder más inlnediatamente (y de depender n1ás del paciente) , nos potel1cialntente, que ~n cualquier otra profesión. Esto es lo
que de los médicos grupales que tienell obligaciones respecto a fue puesto de relieve por los estudiantes de Medicipa que respon~:
la organización laboral. díe~on a ,las preguntas' sobre por qué ellos rechazarían, posiciones
, La .satisfacción del médico, también, puede ser más illfluida asalariadas, en organizaciones. En contraste con este aspecto apa- '~'
por el acuerdo de trabajo que por el convenio de retribución. Al rentemente gratificante de la práctica privada elnpresarial, hay' .'
determinar la satisfacción con el trabajo, de todos modos, pri. una cantidad de desventajas potenciales: aislamiento de los pro.' ,
mero debemos admitir que es mucho más fácil para el médico pios colegas, de su información y de su apoyo; la necesidad de '
trabajar como free-lance que para W1 profesor o un clérigo, dado preocuparse cotidianamente por las bases del consultorio; la po-
que los dos últimos más bien requieren congregaciones que una breza de las primeras y últimas etapas de la carrera y la dificul..
afluencia de individuos sucesivos, y ninguno de ellos puede contar ~ad de controlar y regularizar las horas de trabajo. ]j,'stasson
con una motivación verdaderamente tan poderosa como la pro.. las verdaderas cuestiones que se dice que' se resuelven mediante
porcionada por la enfermedad. Esto por sí mismo significa que la práctica en grupo. Por esto los estudiantes de Medicina que
inclusive en un ambiente donde el Estado establece las condi. preferían posiciones.asalariadas recalcaban el hecho de trabajar
ciones de trabajo para la media de ejercientes, como en Inglate- en estrecha asociación con colegas, obtener ingresos regulares y
rra y en la Unión Soviétíca, es posible que el médico permanez- trabajar horas normales.38
ca fuera del sistema si así lo desea. De ahí que un médico en En general, cabría esperar que un médico propietario, socio
cualquier esquema organizado de práctica siempre puede en- en base a honorarios por servicios o de una práctica en grupo,
contrar la manera de trabajar fuera de ésta" aun corriendo cier.. disfrutaría de much.as de las gratificaciones y de pocas de las'
tos riesgos o sacrificios personales. deficiencias de ambos extremos.. el de la práctica privada y el
Se puede señalar, además, que la satisfacción laboral inevita- de la burocrática. Parece permitir el mayor espacio posible para
blemente es una función de las carreras alternativas que existen la autodeterminación sin sacrificar, en cambio, las principales vire,
en cualquier época determinada,. y de las recompensas simbóli. ttides de la práctica cooperativa. Es una forma muy popularizada
cas y materiales que ofrecen estas alternativas. En la Medicina en el medio oeste y sudoeste de las Estados Unidos. La investi..
de los Estados 'Unidos de hoy en día, por ejemplo, el marco de gación realizada por Cahalan entre estudiantes de Medicina dio
trabajo valorado simbólicamente es la práctica individual de como resultado que el1tre aquellos que preferían una forma de
éxito, especializada, basada en honorarios a cambio de servicios. práctica no asalariada sólo un 26 por 100 prefería la práctica'
El médico general puede disfrutar genuinamente el seguimiento individual, a la de en grupo, la sociedad u otra forma de prácti-
de casos menores (llamados «desperdicios» por los especialis.. ca formalmente cooperativa.39 Considerando que eran más los es-
tas), la imposición de manos y las visitas cordiales a los hogares tudiantes de primer año que los más avanzados los que prefe-
humildes, es decir, el aspecto humano antes que el científico de la rían la práctica privada, podemos asulnir que el interés en las
Medicina. Pero en momentos depresivos puede darse cuenta de formas cooperativas aumenta a medida que los estudiantes de
'que no tiene un éxito profesional o social, porque no es un es- Medicina están más próxin10s a la licenciatura. De todos modos,
pecialista con una práctica delimitada y con clientes prominen- el estudio de Cahalé:lnseñala que aquellos. estudiantes que mani-
~"
,tes. Por eso, el ambiente debe ser considerado como una influen- festaron una preferencia por la práctica en grupo tendían a confiar
cia parcial en la s'atisfacción, tanto por la forma en que define menos en que sus expectativas se vieran realizadas que aquellos'
cualquier modo de práctica como por el modo en que ofrece po- que preferían la forma privada. El testimonio del realisnlo de su
sibilidades alternativas. predicción es proporcionado por el hallazgo de Weiskotten: el 64, '
Independientemente de la tiranía del paciente, el marco de por ciento de aquéllos pertenecientes al curso de 1950, que se.
trabajo individual tiene la cualidad de ofrecer potencialmente inclinaban por la práctica privada, de hecho estaban trabajando
autonomía completa. El médico que trabaja en su propio despa.. 50105.40
cho privado puede examinar, prescribir, diagnosticar y tratar
como él considera conveniente. Ninguno cede a las presiones del
paciente para justificar prejuicios profanos, por supuesto, y cuan-
do la práctica es inestable, probablemente el doctor se sentirá
obligado a hacer lo que hace más que lo que realmente desea ha-
cer, pero teóricamente"el médico de práctica individual puede des- 38. CABALAN et. al.~ op. cit.
pedir sus paciente antes que ceder a ellos. Por lo tanto, la autono- 39. Idem. '
mía existe quizá más extensamente en la 'práctica privada" al me- 40. \VEISKo rTEN, QP. cit.

114 115',
Tipos analíticos de orga.nización. de la práctica tas normasde. " .' d ' .' -
todos los miemb~~:~~ f::°p:of~~rónace~:adas universalm~nt~p~r
l{f\~.ta aquí hemQsconsíderado los al11bi~11tes de trabajo lné- básicamente contrastándolas con la's Pno~~: ~~~;~~s d~std'lAgUlr
djcQs como . algunas variables .de cooperación y organización for .. tomar, como axiomático .q'" 1 : ", ,. . s. o em05
de los serv.. id . 1 d ue ~ ,perspectIva ,que tIene el paciente
n1al, que va desde el médico privado' aislado hasta el mielnbro lCIo~,e sau es ~erente a la p.erspectiva ,del médi-
de una burocracia médica complej'a. Pero este. modo silnplifica- C?, y que, oca~I0!1almente, CasI con certeza pedirá cierta med. ._
do de a.nálisis no destaca algunas de las cualidades importantes clón o procedImIentos que los colegas no aprobarían E f lca
de la práctica, partiCtllarmente aquellas que se refieren directa- d? ~ pr?fanos y ~olegas, unos con los otros, por tanto n r~ntan-
mente a la actuación d.iferencial de los médicos en la práctica. dlstlngUlr las practicas según el grado en que están ' P? t emos¡
l?Qr ejemplo, ya se ha señalado que se considera que el ejercien- control profano -o profesional. . sUJe as a
te privado no brinda una atención médica técnica tan buena So.bre est~ base, a los fines del análisis, podemos difere .
como el médico de grupo, pero generalmente se considera que dos tIPOS lógIcamente extremos de práctica.41 En un extr nCIar
tiene mejores relaciones interpersonales con los pacientes. Y- en encontr~mos con un anlbiente de trabajo que '-para su co:t~~. nos
otro nivel, el especialista tiene reputación de brindar mejor aten- e~onómIca?epende en.teramente de la evaluación profana: I~:~
ción técnica que el médico general, aUllque se le considera más oca d<:pendIente d~l clIente. Cuando comienza a sentirse enftfrmo
distante e impersonal. Y finalmente, diferentes. especialistas, por el pa.cle~te se con~ldera competente para juzgar si está realment~
ejemplo, los obstetras en oposición a los patólogos, tienen fama enfelmo y de que cl~se .general de enfermedad se trata. Sobre
de tener distintas «p.ersonalidades» y prácticas significativamente esta ba,se se trata a SI mIsmo. El fracaso de e'ste y d. t
d o f I'd. .' e o ros mo-
diferentes. d' b ' e trat,amlento 10 llevan a consu', Itar
,os'd.ln,orn.laes" . ,a."...,1.,'do
me ICO. E ste ,,4
¿Cómo podemos explicar dichas diferencias? Las. podemos ex- me ,lCO,e erIa. quedar claro,es~legido en base a concepciones'
plicar asun1iendo que la gente misn1.a conoce por anticipado lo profanas sobre lo. que es necesarIo, no por criterios profesiona-
suficiente de las prácticas y puede evaluar con la suficiente pre .. les. Para ser elegIdo y para poder pernlanecer en la práctica
cisión como para .elegir la que se adecue a sus capacidades. Cier- debe o~recer tipos ,de servicios que el profano mismo ca . ·d '
tamente la autos elección es un elemento inlportante a tener en neces.arlos: ha de recetar an,tibióticos P'ara los con,st,I.pad n~l, ere
· . d' .t' · ' , os, Inyec-
cuenta, pero utilizarlo como la explicación principal es tener fe CIones '~. VI, amIDas para los ~stados de «debilidad» y sedantes
en una preciencia y en un autoconocimiento mílagrosamente pre- o tranquIhzante~ para los «n~rvIos». Y para ser elegido nuevamen.
'cisos que sobrepasan el poder de la razón. Alternativamente pOo t,e',d, e,be estar dlS,n,e,sto a,' br.mdar servicios" q. ue resp''. et"en,us 'fi' CIen-

demos asumir que ciertos individuos después de probar una clase t eroen,. tI. .. dI'.
e ,. os. preJUICIOS ,e clIente como para que éste crea ue
de práctica prueban otra y quizás aun una tercera. Es realmente lo que .el pIensa q~e. lo . está afectando está siendo tratado ideo
cierto que en la práctica médica hay cierto grado de ensayo y cuadamente. Más.. aun, SI . depende completamente d'e la e 1eCCIon,.,
error. Algunos se trasladan de una práctica general a una espe- d e 1 c l.lente,est~ tIpO de ambIente de t:rabajo difícilmente será mu
cialidad, otros de una práctica privada a una en grupo o vicever- observado pOI los colegas o dependIente de ellos. Por lo t .tY
sa. Pero el costo personal y econónlico de tales ,movimientos, par- sus normas .profesionales tienden a ser c~m1?arativamente b~ja~:
ticularmente de una especialidad a otra, es tan. grande, que esta En, el o,tro, extre, roo se puede ver una practIca con depe'. d ' . .
entre 1 .. n enCla
clase de autoselección simple no puede ser muy común. . co egas, que no tl~ne nI atrae por sí misma su propia clien-
Otra clase muy diferente de explicación se basa en la presión tela, pero ..qu~ en. cambIo .res.ponde a las necesidades de otros co-
de la situación sobre el individuo una vez que 'se ha establecido legas .u oIganlzacIones p~ofesIonalesque sí atraen dicha clientela.
en una posición, es decir, la influencia del ambiente de trabajo en Su 'clIentela depende mas de otros colegas q.ue de pro.fa · 1
1 1 t ransmIen .t. 1 l. . nos. os
la transformación del individuo que se ve obligado a adaptarse c?~gase os C'lentes. En este sentido, para sobre-
a éste, en las consecuencias de estar en una situación en la VIVIr,.ha ~e respetar los prejuicios. de los coleg~s antes que los
que demandas persistentes y poderosas determinan que el d; los clIentes. En este caso, obvIamente, e.speraríamos que el
individuo se comporte en cierto modo sin tener en cuenta .sus . g~ado en que se respetan las normas profeSIonales sea relativa-
cualidades personales. Las contingencias estructurales de la prác- mente mayor.
tica que parecerían tener la lnaxima significación para la profe- El extremo lógico ,de la práctica de la depel1dencia del cliente
sión son aquellas que inciden sobre el mantenimiento, el aumento
o la disminución de los niveles de actuación éticos y técnicos.
41. E~te crited~ fue su.gerido por prinlera vez en lui artículo Client Control
Éstos son establecidos y fijados por miembros de la profesión como a1t(lMedtcal PraC!tC~1 «Ame~ican Journal of Sociology», LXV (1960) . 374~3B2
tal y pueden ser denominados normas de «colegas». Muchas de es- Y elaborado en mI lIbro Patlents' Vieltvs, op. cit. ' pp ,

116 117
parece factible de ser aplicado completamente
,11-0 a ningún am- 'VI. Modelos de
biente de trabajo profesional, aunque sólo fuera por el hecho de en el
qu~ la licencia de un ejerciente .profesional depende últimamente
de la aprobaci6n de sus colegas. El curandero, no obstante, parece
definirse más útilmente corno un ejerciente que se acerca a este ex-
tremo, dado que no tiene obligaciones ni se identifica con un con-
jlJnto organizado de colegas. Próxin10 a este extremo, se encuentra,
en los Estados Unidos, el médico independiente del vecindario o el
médico general del pueblo, que el1 el mejor de los casos tienen la- En el capítulo ,anterior me ocupé principalmente de las carac-
zos cooperativos libres con colegas e instituciones médicas loca. terísticas de las consultas de los médicos norteamericanos, es de-
.les. También relacionados con este supuesto se encuentrall los es- cir,. el lugar que constituye su domicilio profesional, donde los
pecialistas que deben conseguirse una clientela directamente y pacIentes lo pueden llamar, venir a consultarlo y pagarle. Tal como
que no necesitan frecuentar el hospital diariamente, por ejemplo, señalé, la organización de la consulta puede variar enormemen-
particularmente en áreas urbanas, ciertos especialistas como in. te, así como puede variar la naturaleza de la interacción que
ternistas y pediatras, tanto como oftalmólogos y ginecólogos. En ésta permite entre el médico yel paciente. Por otro lado ésta
el otro extremo lógico de la práctica, con dependencia de cale. se puede organizaren la sala de estar de la casa del médico, o
gas, es más fácil encontrar casos empíriéos. Deterlninadas espe- en un despacho separado, o en una gran clínica u hospital.. Aun
cialidadesmédicas como la patología, anestesiología y radiología con lo variada que es la práctica médica cotidiana, sin embargo
dependen casi enteran1ente de las referencias de otros colegas y pocos médicos pueden dejar de prever situaciones inusuales pero
apenas necesitan desarrollar técnicas orientadas al cliente, como de rutina, como cuando éste llega a estar tan incapacitado que
las modalidades del cuidado de cabecera. Otras formas no tan no puede ir por sí mismo a ver al médico, o bien cuando se con.
puras, pero orientadas de todos modos hacia este mismo extre- sidera que la condición del paciente requiere un régimen dema-
mo, son las prácticas de los hospitales, clínicas y otras burocra .. siado preciso o peligroso como para confiar en las personas pro.
cias profesionales. En éstas, si bien el cliente frec_uentemente tiene fanas de la casa, o cuando se cree que necesita de servicios que.
derech.o de elección, los requisitos de organización minimizan su requieren la coordinación de una' variedad de conocimientos e
-influencia. En general, la práctica depende de los auspicios y del instrunlentales especiales'.
equipo de la organización. Y aun cuando los médicos dentro de Dado el desarrollo de la tecnología médica en los últimos cin ..
la organización puedan ser elegidos por los clientes, la visibilidad cuenta años, -en los países industrializados y postindustrializados
y fa vulnerabilidad de aquél ante sus colegas de la organización el hospital se convirtió en el lugar donde se tratan esos caso~
lo llevarían a minimizar sus concesiones a los clientes. inusual~s pero rutinarios. De este modo, el. hospital constituye
Esta clasificación de la práctica médica proporciona un fun- 11n ambIente fundamental para la práctica médica, un medio que
dan lento para comprender algunos de los rnecanismos implicados la organización de toda práctica debe tener en cuenta de un modo
en la creación de diferencias observables entre los médicos, en un u otro. El ejerciente cotidiano que no puede o no hospitaliza per-
ambiente más que en otroe Si los médicos en tanto individuos, sonalmente a sus pacientes, y controla luego su atención en el
son inusualn1ente conscientes y lTIorales, estamos en una posición hospital, debe prepararse para ver que algunos de sus pacientes
como 'para con1prender qué marcos de la práctica lo pueden in. lo reemplazan por médicos que los pueden atender a través del
comodar, cuando no llegar a cambiar definitivamente su actua- hospital. Si se propuso tener una consulta estable, ha de partici.
ción. Si los médicos son individuos que son sólo comúnmente par en algún acuerdo que estimule a sus pacientes a' retornar a
conscientes y morales podemos entender por qué en un marco él ':Ina vez que dejan el ~ospitaI. Estos acuerdos son muchos y
fallan en la aplicación qe 10 que se les enseñó en la facultad y varIados: e~ J:?uchos h~spl~ales. europe?s hay una división rígida
por qué en otro les es más factible mantener tales normas. Y con. e~.tre la practIca comunItarIa y la hospItalarIa, que impide al mé-
siderando médicos que son igualmente «cínicos» respecto a su dICO de l~ cO?1u!!idad aten?er al p~c:iente en el hospital,pero
graduacióll en una escuela médica, podemos predecir el grado de que tambIén ImpIde al paCIente solIcItar asistencia cotidiana a '
«cinismo» que ellos mantendrán cuando se dispersen en prácticas los médicos del hospital. Si bien el médico «pierde» a sus pacien- "
que les planteen claramente diferentes presiones estnlcturales.42 , tes durante la hospitalización, está seguro de recuperarlos cuan-
do son dados de alta. .
De este modo, aun el médico de la comunidad sin lazos con
42. GRAY, op. cit. algún hospital deb~ incorporar acuerdos en su práctica que tomen

118 119
en cuenta el hospital. ~En este sentido, virtualrnente todos los En un extremo de la escala se encuentra ell1.ospital privado:
tipos de práctica lnédica en las sociedades industrializadas inclu- u~a p:opie~adp~ivada que ..funciona por .lucro. En .tanto el pro-
yen convenios sistemáticos con hospitales. Desde este punto de pIetarIO del hOspItal se dedIca a proporCIonar servicios que sólo
vista el hospital puede ser considerado como una parte de la les está permitido dar a los médicos, y en. tanto éstos son .los que
práctica médica en cuanto tal, sirviendo como un lugar donde persuaden a los pacientes para internarse y deciden lo que se ha
se puede tomar y tratar aquellos casos inadecuados para el tra- de hacer con ellos, se .deduce que tanto si los médicos son los
tamiento en la consulta o en el hogar. Históricamente, el hospital dueños del hospital privado como si no lo son (como es corriente
se desarrolló se.paradamente de la consulta médica convencional, aparentemente), es posible que sus políticas se dirijan a adecuar-
siendo un sitio donde los pobres y los extranjeros, ambos sÍ11 se a las necesidades .y deseos de los médicos, atenuadas en parte
acceso al médico de la comunidad de la época, podían contar con por las demandas del cliente, económicas y otros requisitos de
una cama y una enfermera.! Considerando que el hospital en rea .. las utilidades. El médico. que aporte la mayor .cantidad de pa-
lidad es algo más que una mera criatura de la práctica médica, cielltes, o los pacientes de mayor poder adquisitivo, tendrá la
de todos modos, una buena parte de sus problemas se pueden mayor influencia sobre la política. Y, en gelleraI, la política esta ..
comprender mejor acentuando su status, particularmente en la rádominada por el principio .del laissez faire: el facultativo será
media de los hospitales públicos de los Estados Unidos, el1 tanto libre de 11acer médicamente más o menos lo que le parezca, con
apéndice de la consulta. nlédica, y su lucha por obtener mayor poca o ninguna supervisión de su actuación .profesiona1.4 Esta cla-
autonomía en el establecimiento de metas, y políticas separadas se de hospital es una extensión literal de la consulta privada.
de las del médico de .la comunidad, de tipo en1presaria1.2 Una situación similar en cierta forma,. fue muy común en una
época en el hospital público o de beneficencia en los E.stados Uni.. .4
dos. Tales hospitales, por definición, no se guían por el lucro.5
Los hospitales como consultas médicas Frecuentemente funcionan con ingresos luenores a los costos de
mantenimiento, y reciben un apoyo importante a través de con ..
Analizando el hospital en el grado en que éste es un apéndice tribucionescaritativas y subsidios. Hasta hace muy poco tiempo,
de la consulta médica, consideramos primero la amplitlld de va- cuando la compensación del hospital por medio de seguros 'de
riación en que las políticas y los procedimientos del hospital es- salud privados o públicos se convirtió en la regla más que en la
tán controlados Dor los médicos que 10 utilizan como un lugar excepción, muchos pacientes de .10s hospitales públicos norteame ..
donde internar yÁ tratar a sus pacientes. En los Estados Unidos, ricanos eran casos .de «caridad», apenas contribuían a los costos
esta amplitud es grande, aunque su. comprensión se ve severa- de los servicios que recibían. Para compensar el costo de estos
mente dificultada por una carencia de información empírica sis- casos, evidentemente los pacientes .que pagaban bien eran desea ..
temática sobre muchas de las variaciones en tal escala. Para dis .. bIes para el hospital. Los médicos 'que podían traer pacientes" de
cutir inteligentemente estas variaciones debemos delimitar nlIes .. poder adquisitivo tenían, obviamente, gran importancia para su
tra definición de la palabra «hospita1», de tal. modo que queden supervivencia y, como se puede suponer, eral1 .dominantes en' la
excluidos los hospicios, asilos para ancianos,. clínicas de reposo, determinación de la política del hospital, aun cuando no erall
residencias antitubercolosas y otras instituciones domiciliarias propietarios ni estaban sometidos a un empleo o a una inversión
Que pueden proporcionar cierta atención sanitaria nominal, pero de capital.6
no asitencia médica sobre base intensiva o cotidiana. Por lo tanto Más recientemente, sin embargo, en parte por la mayor pro ..
me limitaré a considerar el hospital como «una institución en la habilidad de que todo paciente sea «un paciente que paga», ya sea
que pacientes o personas lesionadas reciben atención. médica o por lnecanismos de seguros de salud privados o públicos, y en
quirúrgica».3 parte debido al desarrollo de la práctica hospitalaria basada.en
dedicación exclusiva, la mayor parte de las políticas de los hospi-
1. Para consultar una historia excelente, ver Brian ABEL-SMITH, The Hospi-
tals 1800-1948 (Londres: William Heinemann, 1964). Para una historia breve del
des~rrollo del hospital, ver George ROSEN, The Hospital: Historical Sociology 01 4. Ver los resultados sobre la calidad de la atención en hospitales privados
a 'Community Institútio11. .. en Eliot FREIDSON (ed.), T'he Hospital in Modent So-
en la ciudad de Nueva York en The Quartity, Quality. and Costs of Medica! and
ciety (Nueva York: The Free Press of Glencoe,. 1963), pp. 1-~6. .. . Hospital Care Secured by a Sample of Teal'nster Fatnilies in the Nevv York Area,
2. Para los pacientes privados y sus lnédlcos, el hospital es pnncIpalmente Columbia University School of Public Hea1th and Achninistrative l\tledicine, n.d.
una institución de servicio en la qLle el lnédico establece acuerdos para trat~r a 5. Una definición COlno ésta es deluasiado simple, COlno lo indica la discusión
sus pacientes. Ivan BELKNAP Y John G. STEINLE, The Comnumity a1'ld lts Hospltals en BELKNAP y STEINLB, op. cit.
,6. Ver la discusión -de este período de dOlninación tuédica en la política del
(Syracuse: Syracu.se University Press, 1963), p. 39.
3. Webster's New Collegiate Dictlo1'lary (Spring:field, Mass.: G. y C. Merriam hospital en Charles. PERROW, Goals and Power Structure: A Historical Case StudYI
en FRElDSON, op .. Clt.1 pp. 112-146.
Co., Publishers, 1959), p. JlOO.

120 121
tal~s.públicos o de beneficencia pasaron de. las manos de los mé- una POSIClon en una orgallizaclon, su carrera en general tiene '/"
dicos de la comunidad a las de los directores y administradores gran movilidad, trasladándose de Ulla orgal1ización a otra. Es'
que «poseen» y administran las cuestiones del quehacer diario del interesante que la práctica con dedicación completa en el hospi- .
ho?p.ital.La .política lleg6 a dividirse en distintas esferas, juntas tal no necesite atraer una afluencia ptrsonal de clientes, sino'
medIcas controlan la mayor parte de la política relacionada es- más bien meramente atender los clientes atraídos por el hospi-
pecíficamente con su trabajo y la plana mayor administrativa tal; este hecho los independiza de la comunidad local y los vuelve
controla el resto, incluyendo el acceso a la junta directiva. Aun transferibles (y vendibles) a otros hospitales y comunidades.
antes de que ocurrieran estos cambios, el hospital público desem- Finalmente, es necesario presentar un caso especial de práctica
peñó un papel importante en cuanto a moldear la práctica médi- hospitalaria, que si bien no es «pura» es fundamental para la rea",
ca..Considerando.que en el hospital privado el médico podía entrar lización de muchos trabajos nlédicosexperinlentados ,del hospi-
y salir según su propia conveniencia, el médico estaba obligado tal: el trabajo de los médicos postgraduados" internos y residen-
a «donar» sus servicios para contribuir al «bienestar», la «clíni- tes, o «personal de la casa». Gran parte de la atención médica
ca» .y los «servicios» de los pacientes, a cambio del privilegio de que este personal brinda a los pacientes es parte del entrena-
internar a sus pacientes en el hospital público. Más aún, dado miento necesario para adquirir pericia tallto de la práctica gene-
que éste proclamaba su vocación de servicio comuntario mas que ral como de la especializada.8 De todos modos, este trabajo tiene
un 111ezquino «servicio» de camas para las necesidades de los mé- gran valor para el hospital l11ismo,porque se trata de un trabajo
dicos, ya que a veces tenían propósitos no médicos, era factible médico que no lo puede realizar nadie más en el hospital. Ya sea
que impusierall nonnas propias sobre el comportamiento de los por el compromiso asu111idocon cuestiones externas a éste, o
médicos; por ejemplo, el médico debía estar de acuerdo con con investigaciones, o quizá por ser demasiado pocos, el cuerpo
los preceptos religiosos en los hospitales llevados por órdenes re- de médicos no puede hacer el trabajo que realiza el personal del
ligiosas o administrados bajo auspicios religiosos ortodoxos. hospital, de otro lnodo éste desaparecería súbitamente. Se puede
En los. dos casos que presenté, la prácticia médica es distinta suponer que en hospitales que no tienen médicos .residentes e
, de la del hospital. En otros casos, la práctica médica llega a es.. internos, COlnopor ejemplo, hospitales privados y pequeños has..
tar completamente englobada por el hospital, no se sitúa fuera pitales generales públicos aisladqs, la mayor parte del trabajo
de, éste. El mejor ejemplo 10 proporciona el hospital militar en médico que en cualquier lugar lo harían los médicos residentes
el que los médicos están completamente compenetrados co~ la e. internos debe ser realizado, en cambio, por enfermeras e inclu..
organización, en tanto que dependen de ella, y sometidos a disci- sive por auxiliares y asistentes, dejando para el cuerpo de médicos
plina como otros miembros actuantes. Otro ejemplo se encuentra sólo los casos más graves.
en aqttellos hospitales municipales, federales y estatales que están Una característica que quizá tenga gran importancia socioló-
dirigidos exclusivamente por personal médico de dedicación com- gica para comprender el funcionamiento de los hospitales, es el
pleta. La práctica del médico se realiza enteramente dentro de la carácter de transitoriedad de los médicos residentes e internos.
organización, Stl carrera se forma por su relación con ella y su Semejantes a los estudiantes de college, su orientación se dirige
personal, como la de un empleado de un servicio civil. Un ejemplo a obtener lo que ellos creen que necesitan de la institución (que
algo más complicado de este tipo de relación se encuentra en no coincide necesariamente con lo requerido por el cuerpo de mé-
, la práctica cada vez más común de los miembros médicos direc- dicos y los pacielltes) para poder abandonarla y comenzar
tivos de dedicación completa en las facultades de Medicina y en su práctica de la vida «real». Naturalmente es cierto que algunos
los hospital~s clínicos? una práctica que no es tan dependiente médicos internos desean continuar siendo residentes de primer
de la organización por sus recursos, sino por el significado del año, algunos de ellos desean ser residentes de segundo año y así
empleo mismo. Como el profesor universitario, el miembro di- sttcesivamente. Por otro lado, también es verdad que algunos
rectivo de las facultades de Medicina y de los hospitales clínicos médicos residentes e internos desean unirse al cuerpo de médicos
con dedicación completa, tiende a tener una «clientela» nacional: del.hospital donde trabajan. No obstante, su compromiso con el
o inclusive internacional; si bien su práctica. depende de ocupar trabajo hospitalario difiere del compromiso de los otros; quiza
'sea menos intenso que el del cuerpo de médicos de dedicación
7. Ver Patricia KENDALL, TIre Relations1'lip Between Medica1 Edt.lcators .and completa y más intenso que el del cuerpo de asistentes, pero en
Aledical Practitioners, «Annals of the Ne\v York Academy of Sciences~, CXXVllr
(1965), pp. 568-576, para tener un informe de un estudio de 'las fricciones entre
quienes ejercen en hospitales clínicos y quienes practican en la comunidad. Con- 8. Para consultar discusiones extensas sobre la ensefianza en los hospitales
sultar también el material en Raymond S. DUFF y August B. HOLLINGHEAD, Sickness y sus programas, ver Cecil SHEPS et al.., Medical Scl1oo1s al1d Hospitals
J «Journal -
and Society (Nueva York: Harper y Ro\v, 1968), pp. 44.65. of Medical Education»~ XL (1965), parte II, pp. 1.169.

1.22 123
Ordenarniento de la división del trabajo en el hospital
cualquier caso, de un plazo más breve. Las consecuencias de un
compromiso tan limitado pueden no repercutir en su trabajo en
¿Qué grupos están c.oUlprendídos en el hospital? W En mi de..
instancias en lasque se necesita una atención de corta duración
fi~l~c~ónacentué. la posiclól) ?s.tratégica. d~l t~abajo médico y qui-
o episódica. Pero el mero hecho de su rotación o reorganizaciól1 lurglCO. Pero' aunque los medIcos y los CIrUjanOs pueden contro ..
constante puede' tener serias consecuencias para cuidado de pa- el lar el. ,desarrollo de dicho trabajo, como corresponde a una
cientes que requieren tina relación personal prolollgada con el profesIon, no lo pueden hacer todo por sí mismos. Es más dis..
terapeuta. El ejemplo más obvio de esto es el hospital psiquiá-
tint~s servicios de ~antenimiento, algunos domésticos y ~tros
trico, público .o privado: asumiendo que la psicoterapia verbal
técnICOS, son necesarIOS para el funcionamiento continuo de una
es un método de tratalniento eficaz, y que para que dé resultado
institución que combina servicios terapéuticos con servicios do-
requiere una relación francamente estrecha entre paciente y te-
miciliarios.
rapeuta, la reorganizacióll de los terapeutas de los .individuos es
Tomando la exposición sobre la división del trabajo médico
claramente inconveniente desde el punto de vista facultativo.
expuesta en el captulo 3, es posible diferenciar a los médicos
Me explayé largamente sobre el problema de la práctica hos-
de los trabajadores que brindan servicios médicos directos e
pitalaria para relacionar mi exposición sobre la .práctica médica indirectos bajo «órdenes» o bajo supervisión de n1édicos es de-
con mi análisis del hospital, pero más fundamentalmente deseo cir, personal médico y paramédico respectivamente .. En e{ últitno
señalar un hecho que frecuentemente se pasa por alto en las caso debemos distinguir entre: a) aquellos que atienden directa-
exposiciones sobre la organización y el funcionamiento de los mente al paciente, principalmente, enfern1eras y personal de guar-
hospitales. En las circunstancias estudiadas n1ás comúnmente, en
dia, per~ ~am~iél~ distintos «te!apistas» y b) los que proporcio-
los Estados Unidos, el médico no es tanto una parte del hospital, nan serVICIOStecnICOs que contrIbuyen al servicio médico, técnicos
como el hospital es parte (y sólo una parte) ele la práctica del de laboratorio y otros; tarubién debemos mencionar a c) los
n-zédico. En el tipo de hospital norteamericano más con1ún, el has .. trabajadores de servicio que cuidan la planta física del hospital'
pital público general, el cuerpo de médicos que interna .pacientes y desempeñan otras tareas relativas al mantenimiento de la plan ..
y supervisa su atenci6n, no está comprometido con el hospital ta y la administración de la alhnentación, .lavanclería y otros ser ..
del mismo modo que los empleados con dedicaciól1 completa, vicios necesarios para su' supervivencia, y d) el personal adminis ..
COlno las enfermeras. Si bien .son parte. del hospital, como los trativo que prepara, transmite y archiva las comunicaciones
pacientes, son una parte en un sentido muy especial, que es nota- escritas de la institución; talnbién se ha de mencionar e) aquellos
blemente diferente del de los miembros de organización clara- ctlya tarea consiste en organizar, supervisar y coordinar el tra ..
n1ente burocráticas, como los militares, las industrias y las ofici.. bajo de todos los trabajadores a la luz de los objetivos totales
nas de 'servicios civiles.9 Este mismo rasgo característico, de de la organización misma: los «administradores»; además de es-
todos modos, hace que' la parte hospitalaria de su práctica médi~ tos. tipos principales de trabajadores diarios del hospital están
ca difiera notablemente en su organización de la parte privada. por supuesto, t) la j~nta directiva legal de la institución, que n~
En su práctica privada, el médico utiliza los servicios de traba- es un grupo de trabajO permanente, y g) los pacientes o clientes
jadores de otras ocupaciones, pero en conjunto, controla la ini- quienes, si biell son más o menos pasivos y frecuentemente tran~
ciación y el manteÍ1imiento de su relación con ellos. En el hospi- sitorios, de todos modos son miembros de la organizacfón. ¿Cómo
tal, sin embargo, el médico se enfrenta con una división del se ordenan estas. relaciones?
trabajo organizada y administrada independientemente de su pro- En la organización industrial convencional, que. tiende a ser
piapráctica individual, que es llevada adelante por trabajadores nuestro modelo de sentido común de lo que es «realmente» una
con.aspiraciones y p~spectivas ocupacionales que pueden entrar organización, los trabajadores cuyos conocimientos son utilizados
en conflicto con las suyas. :e.1 puede trabajar solo en su consul- en la producción industrial se subordinan a la administración.u
torio, pero en el hospital no puede evitar entrar en un contacto
permanente con la alnplia división del trabajo de la que es una
parte. Por eso, el hospital es t1n campo de prueba fundamental 10. El tratado sociológico más amplio sobre el hospital es de Johann Jürgen
para su situación en dicha división del trabajo. ROHDE, Soziologie des Krankenhauses (Stuttgart: Ferdinand Enke, 1962). Una in-
troducción muy accesible al hospital norteamericano es la de Temple BURLING
et al., 7'he Give alld Take in Hospitals (Nueva York: G. P. Putnam's Sons, 1956):
Un libro de te..'C.to corriente. sobre la administración del hospital que cubre las
operaciones de éste muy completamente es M. T. McEACHERN, Hospital Organi-
9. Para consultar discusiones sobre organización y función, vel'C. WESLEY zatlotl and Management (Chicago: Phisicians Record Co., 1957).
(ed.), The Medical Staf! in the Modern llospttal (Nueva York: McGra\v~Hill Book 11. Una introducción excelente a los enfoques sociológicos de la industria,
Co., 1967).
125
124
El adm~nistrador de la planta, o el vicepresidente a cargo de la sujeta a las órdenes del nlédico involucrado en la atención de'
produccIón, naturalmente es una, persona clave, pero no se inclu~ sus pacielltes, dado su ma)'or conocimiento,'Y responsabilidad. Del
yen, entre' las' calificaciones que debe tener para obtener y des'em. mismo nlodo.. el médico justifica sus demandas aludiendo al
peñar su trab~jo satisfactoriamente,~preparaci6n y capacidad para bienestar de su paciente, y puede, y de hecho da, «Órdenes» a otro
ser, un trabajador de la produccion. ,Además, como rea.lmente personal del hospital aun cuando no es un superior definido bu-
tiende a ser una persona clave en la organización, su categoría rocráticamente. Es así como el funcionamiento del hospital se
es compartida por otros vicepresidentes que se ocupan de áreas visualiza como desorganizado y quebrado, careciendo de la clara
tales como ventas, finanzas, relaciones públicas, relaciones labo- autoridad unilineal a la que Weber atribuye eficiencia y confiabi-
rales y otras semejantes. En este sentido, el trabajador que desa- lidad en el funcionamiento organizacionaI.
rrolla la tarea central, esencial, en la organización industrial no De todos modos, cabe preguntarse por qué esta situación
tiene .ni el co~trol de la organización, ni está representado por un existe tan acentuadamente en los hospitales norteamericanos y tan
S~pe~l?r .partlc~larmente poderoso. El organigrama de la orga- levemente en las organizaciones industriales. En estas últimas
nlZaCl?~ ln~ustrlal es así completamente lógico y simétrico; cada hay una calltidad creciente de profesionales: en principio, la di-
«funcIon», Incluyendo la producción, es responsable ante admi- rección que planifica el trabajo llevado a cabo por el conjunto
nistradores equivalentes, quienes a su vez son responsables ante de trabajadores, y' que cada vez en mayor medida sus miembros
el máximo coordinador o presidente. Existe nominalmente, por actúan como científicos de investigacióll y desarrollo. Pero si po-
lo tanto, una línea Ílnica de autoridad, delegada y diferenciada demos creer en escritores como Kornhauser,15 más que tener li-
según la tarea, un modelo nl0nocrático como el analizado por bertad para intervenir en el trabajo de otros, como la tienen los
Max Weber. médicos, los científicos de la industria apenas tienen libertad para
Recientes discusiones sobre organizaciones, según analistas de hacer su propio trabajo como ellos quieren. Las tribulaciones de la
empresas corporativas convencionales, como Victor Thompson,12 dirección en la industria muestran, de este modo, que no es la des-
afirman que, cuando se trata de un trabajo complejo y creativo, treza en sí misma la que permite intervenir en el trabajo de otros
el modelo de organización monocrático es inadecuado. Los que y la que otorga inmunidad contra las represalias de la autoridad
se ocupan del rol de los profesionales en la organización propu .. formal. Más bien podemos sospechar que el médico se encuentra
sieron que lo apropiado para el trabajo creativo y complejo, atri- en una posición muy especial en los hospitales norteamericanos,
buido a los profesionales, es algo muy diferente de la forma de or- diferente de la posición de otros profesionales contemporáneos,
ganización monocrática; 10 conveniente sería una cOD1pañía de y esto se debe al contenido de su especialidad, a la organización
iguales, una organización profesional, o, en los términos de We- de su práctica y a la posición ,de su profesión.
ber, una forma de organización colegial.l3 Y, en rigor, en los hos- Como observó. Hall, el médico puede intervenir en muchos lu-
pitales analizados por Smith,14 no hay una línea única de autori- gares en el hospital justificando su intervención sobre la base de
,dad, sino dos. Esencialmente Smith observa que el médico puede una «emergencia médica», una situación en la que el bienestar
intervenir en muchas áreas del hospital sobre las que no tiene del paciente está seriamente en peligro y en la que sólo el médi-
autoridad o jurisdicción administrativa formal. A diferencia del co sabe lo que b.ay qu.e hacer.16 Todos estamos familiarizados con
capataz, que se encuentra «en el medio», entre" sus superiores la imagen simbólica dominante: 'la interrupción de la rutina me-
legítimos y sus subordinados, la enfermera se encuentra entre tódica por una convulsión violenta, un infarto, una hemorragia;
dos superiores, administrativos y médicos. Este -último, sin em- la interrupción de las relaciones corrientes y su reorganización
bargo, no es su superior burocrático, es decir, aunque la enfer- alrededor del médico imperioso que, con su intervención, salva
mera de piso está sometida a las órdenes de su supervisor, que una vida. Aun cuando estos episodios indudablemente ocurren
es su superior oficial en la jerarquía del hospital, también está ocasionalmente, lo más común en el hospital es que el médico
califique episodios alnbiguos como el'nergencias para conseguir
es Delbert C. MrLLER y William, H. FORM, Industrial Sociology, la. ed. (Nueva York: la ayuda o los recursos que considera necesarios. La reciente crea-
Harper y Ro,v, 1964). ción de comisiones de admisión de emergencia, en algunos hospi-.
12. Victor A. THOMPSON, Modern Organization (Nueva York: Alfred A. Knopf,
1961). tales, que revisan la justificación de suspender los procedimien-.
13. Ver Bernard BARRER, Sci~nce (111d tf1t. Social Order (Nueva York: .Cotlier tos ordinarios y establecen ,las prioridades para admitir un
Books, 1962), pp. 195-198. Erwin O. SMIGEL, The Walt Strtet Lawyer (Nueva York:
The Free Press of Glencoe, 1964), pp. 275.286, Y Max WEBER, Theory of Social and 15. WiIlialn KORNHAUSHR, Scietttists in Industry (Berkeley:' Universlty of, Cn"
EC0110111ic 0l'ga11.ization (Nueva York: Oxford University Press, 1947), pp. 392.401. lifornia Press, 1962).
14. Harvey L. SMITH, Two Lines of Autl-Iority Are One too /tt1any, «Ivlodern 16. Osvvald HALL, 5011te Probtems in ale Provisiot1 01 Medica! Serviees, «Cana-
Hospitals», LXXXIV (1955), pp. 59-64. dial'l Journal of Bconomics and Polítical Science», XX (1954), pp. 456.466.

126 127
paciente, sugiere tanto que la calificación de emergencia no sienl- sión), por el grado en que la especialidad del médico' involucrado
pre se usa por los médicos en circtmstancias .en que sus colegas perlnite lá proclanlación p,lausible y regular de «emergencia gra~
conGOJ;d~rán con que se trata «realmente>} de una emergencia, ve». !\un cuarldo 1'-'.distinción sea demasiado anlplia ,como para
corno que esta apelación es unapod~rQsa fttente de influencia a ser 'significativa,' s~ .puede sospechar que las especi.alidades qm-
la que sólo pueden responder efectivamente otros _médicos. Es rúi:gicas pueden aludir a mayores ~111e.rgencias que las especiali-
Stl capacidad de invocar amenaza de vida y el hecho de procla- dades médicas. Dentro de la IVledicina" obviamente la Medicina
mar capacidad exclusiva para evaluar y solucionar este pr?ble- clínica tiene nlenor probabilidad de perlnitir tal alusión tan re~
roa lo que diferencia a los médicos de muchos otros profeSIona- gularmellte como la cardiología. Dentro de la cirugía, la oftalmó-
les de otras organizaciones.17 logía y la otorrinolaringología tienen -menor poder _en este sentido
que la neurocirugía o la cirugía ortopédica. Y las especialidades
de servicio de patología, radiología y anestesiología tiene ,consi-
¿Cuándo actúa la segunda línea de autoridad? derablemente menor posibilidad de referirse a sus propias emer-
gencias que de adherirse a las definidas por la Medicina -clínica y
Como señalé mucllas veces, «el médico», en el mejor de los la cirugía.
casos, es un tipo ocupacional muy general ~ue ,sólo se p;ue~e cOl?- Aun cuaI1do el contenido del trabajo (y la proclamación de
parar lejanamente con «el abogado», «el- clentdico» y «el Ingen~e.. pericia) puedan ser tan importantes, yo insistiría en que la mayor
ro». H'ay muchas clases de médicos, en el, sentido que hay varIa- parte del problema planteado por la segunda línea de autoridad
ciones de cierta significación dentro de la profesión general. El no se origina en el elemento esencial de pericia profesional, si11-0
contenido, del trabajo del médico influye en la clase de emefgeIl- en -la c0111binación de su responsabilidad sociolegal por los pa-
cía que le pueda surgir, y en que su .«emergencia típica» tenga cientes del hospital con la independencia socio-económica del nlé-
o' no la fuerza retórica de «una cuestión de vida o muerte>} entre dico en los 110spitales de los Est.ados Unidos. Como trabajado:r
quienes debe persuadir. Yo propongo que" si bien todas las es- voluntario, o como invitado que atiende y es atendido por el
pecialidades (y todas las clases de trabajo) tienen sus. emergeI?-- 110spital, el n1édico se halla en una posición que le permite eva-
cias típicas, ellas varían en el grado en que se las CO~ls1d~rauna .. dirse de muchas de las obligaciolles de cualquier miembro de
nimemente lo suficientelnente graves, como para JustIficar la una burocracia, incluyendo el ejercicio de autoridad burocrática:
interrupción de la rutina diaria, y varían en la medida en q~e. son es IDl agente relativamente libre, sin trabas por la subordinación
frecuentes y características, casi rutinarias .. En la ,e~pecIah~ad a una clara jerarquía de organización. En contraposición, el di-
de salud pública, por ejemplo, la emergenCIa dramat~ca clá~Ica rector experto de una organización industrial es un empleado de
es el brote de una epidenlia letal o de un envenenamIento VIru- ésta que no tiene necesariamente otras carreras alternativas
lento por una comida, circunstancia que otorga~ía al ofi~ial .de fuera de ella. Además, al médico ejerciente se le reconoce
salud pública justificación para fracturar las lIneas ordInarIas
la responsabilidad por el tratamiento del paciente: si fuera
de autoridad. Sin embargo, en los Estados Unidos tales brotes
responsable pero no pudiera dar órdenes a aquellos comprome-
son tan raros y comparativamente tan leves, que se ptleqe supo-
ner que el oficial de salud pública se ade~uará a las ~utmas ha- tidos en el trataluiento,su situación sería illtolerable. Encam-
bituales, burocráticas y similares. Y su «Inlagen» es Igualmen~e bio, el director experto en la industria es responsable de su propio
inocua y burocrática, como lo demostró claramente el estudIO trabajo pero no del trabajo de los demás, ni siquiera de aquellos
sobre la elección de especialidad de Carolina del Norte.1B comprometidos COIl- la tarea central de la organización, la pro-
En el hospital, suponiendo que todos' son iguales, pode~os ducción; que el experto no pueda mandar a los trabajadores de
predecir cuándo intervendrá probablemente esta «segunda lInea la producción tiene poca impqrtancia para su trabajo. La posi-
de autoridad» (y de desorganización de la ejecución de ladeci .. ción del patólogo en Medicina es semejante a la del director de
la industria, no es responsable del tratamiento de los pacientes
~~ . (producción), sino de su trabajo especializado, que si bien se re-
17. La declaración de «emergencia» es una acción estratégi:a que tiene c01:1-
se....
uencias en lnás cuestiones que en las médicas. Una proclamaCión de emergencla laciona con el tratamiento, no lo constituye. Es la especial res-
su~pende, cuando no destruye, lo normal, lo rutinario" .10 racional y .10 leg~d. ~n ponsabilidad del ,médico ejerciente la que inevitablemente lo- in~
la instancia más obvia, una pr,oc1amaci6n de eme~gencla de un GobIerno JustIfi- cluye en distintos niveles de la división del trabajo. l\1ientras
ca la suspensión de las libertades civiles y el ~ebldo proceso l.eg~l. Hasta ahora
nadie ha realizado un análisis sociológico extensIVO de la emergencIa ..
el lilédico ejercieIlte tenga tal responsabilidad personal, encon-
18. Ver R. E. COKER el al., Pu.blic Health as Viewed by the Medtcal Student, traremos su intervención sin tener en cuenta la organización je-
«Alnerican Journal of Public Health», XLIX (1959), pp~ 601-,609. ,rárquica y funcional del hospital. -Pero la cantidad1 el contenido

128 129
'as 17. 9
en la sala, por lo ~anto, es necesario comprender las pers-
y el éxito de tal intervención variará según 'el compromiso y la" pectivasde los participantes, cómo' luchan entre ellos y con qué
dependencia de su posición en la institución.
recursos .cuenta cada uno para lograr' 'que susperspectiva:spre.
Brevemente, yo propondría la hipótesis de que, siendo todos . dominen sobre las de los. demás. Podemos mencionar aquí cuatro
jguales, .cuanto mayor sea el. compromiso del nlédico con suposi-, perspectivas: la del paciente, la del auxiliar no profesional, la de -.
ción en el hospital, mayor será su inclinación a utilizar los .canales la enfermera profesional y la del médico' (encargado). .
regulares' de autoridad y más disciplinada será la transmisión de El paciente. Se escribió mucho sobre la ansiedad personal,.
información y de «órdenes» relacionadas can el cuidado del pa-
inherente al estar enfermo y sobre el carácter consecuentemente.
éiente. En la práctica, el ejemplo más sencillo es el empleo con irracional de gran parte ,de la conducta del paciente en la sala. '
dedicación completa sin otras carreras alternativas, aunque se
El cuerpo de médicos está menos involucrado en la enfermedad
dan instancias donde una posición directiva «voluntaria» es tan .de lo que lo está el paciente. Por otro lado, como profano, el
ctu~ial para la práctica de un médico como para comprometerlo paciente .es menos capaz de llegar al diagnóstico acertado de su
tarttQ o más 'que el empleado. Esto. significa que. encontraríamos 'enfermedad ,que quienes lo atienden, y tiene menor probabilidad
mayor evidencia de la confusión descrita por. Smith en los hos- de poder evaluar su tratamiento. Finalmente,' el paciente indivi-
pitales norteamericallos que en los ingleses y europeos, en los que dual está comprometido con su propia suerte. En contraste, el '.
e:g más común la práctica hospitalaria con dedicación completa. personal está comprometido con la suerte de todos los paci~ntes,
y esto significa que el problema no es específico del hospital COIIlO compensando la relativa necesidad de un paciente con la necesidad
tal, ni de las organizaciones burocráticas en las que trabajan ,de otro, en el contexto del tiempo limitado y de la energía dis-
profesionales. El problema se ,origina más bien en las caracte.
ponible. Si bien los pacientes pueden variar ciertamente como
rÍsticas especiales de la profesión médica, en las circunstancias indivi~uos según el grado en que están marcados por tales ca-
de lá práctica. médica -en general. y 'en los Estados Unidos en par- racterísticas, éstas diferencian a los pacientes como grupo del
ticular. personal como grupo. .
Debido a la naturaleza de la situación, la perspectiva del pa-'
Perspectivas conflictivas en el hospital ciente está en conflicto con la del personal, y parte del esfu,erzo
de éste se dirigirá a controlar la conducta que desorganice la
_'H;abitualmente asumimos que aquellos que son responsables rutina de la sala .. De acuerdo con su responsabilidad e ideología,
admihistrativamente de una organización poseen los recursos para el personal puede procurar controlar tal coriflicto' apelando a
que la .organización alcance los objetivos aprobados oficialmen- medios físicos (mecánicos, eléctricos, químicos o lo que 'fuere),
'~e, es decir que el desempeño real de la organización será acor. a ,esforzarse por dar una explicación racional, pedagógica y edu-
de con la visión oficial de lo que ella estaría. haciendo .. Pero fre- cativa, y a téc~icas de psicoterapia. De todos modos, no todos
cuentemente no es así. El clásico estudio de un hospital los miembros del personal están capacitados para utilizar todas
p'slquiátrico estatal, realizado por 1van Belknap,19 mostraba cómo las técnicas de control, aunque sólo fuera en virtud de la división
una ihstitución supuestamente dedicada a curar la enferme'dad de trabajo que dispone que cada l1ivel del personal utilice las
s'e<iedicab-a 'eh cambió él mantener un cruel orden 'represivo entre técnicas adecuadas a su «nivel o pericia», o jurisdicción ocupa ..
los iílSaIlOS, sin realizar intentos terapéuticos significativos. Por .ciona!' Además, los recursos del paciente mismo pueden imponer
'otro lado, .aUn 'cuando un objetivo oficial sea más o menos 'pro.. represiones sobre la conducta del personal.
seguido, loes en 'el contexto de interacción de perspectivas con.. A partir de la acumulación de estudios sobre la interacción
.flictivas .deios participantes. Una sala de cirugía, ode tna:terni. en la sala, cierta cantidad de atributos del paciente parece tener
-dad, p'ueden ser manejadas 'como una nave hermética por los relación importante con el tipo de técnicas de control que pue ...
jefes ¡decirtLgía, pero no sin la fricción 'creada por la resistencia den ser ejercitadas por el personal que procura organizar su tra-
(le los pacientes ,que pueden desear mayor deferencia, servicio bajo.21 El atributo más importante es la incapacidad física: un ..
p'ersonal y apoyo emociohaL20 Para comprender .realmente lo que
WRIGT, Human Relations and I-Iospital Care (Londres: Routledge y Kegan Paul,
19. Ivan .B-EI.;KNAP, Human Prob.lem:s 'Of -4 State Mental ,Hospital (Nueva York: 1964), pp. 177.188.
McGraw--Hill Book Ca., 1956). 21. Quizá el trabajo más importante que se ocupa de la perspectiva -del pa.
20. CartWfight oosetva que 'laspacientés de maternidad. ttlgl~sas, 'm{isque ciente y de su resistencia a los procedimientos del personal sea el de Julius A.
"otrbs, ,son .crítiCas respecto de la ..atención -que 'reciben :en el hospital, apar.ente. Roth. Ver ROTH y EODY, op. cit., Julius A. ROTH, Information artd tlle Control 01
mente porque se las deja durante la tarea del parto. Médicamente, las .pacien- Treatmente in Tuberculosis Hospitals, en FREIDSON, op. cit., pp. 293-318, Y Julius._
tes de maternidad no están en una condición tan crítica como para que se A. ROTH, Ti111etables. (Indianapolis: Bobbs-Merrill Ca., 1963).
les ctea qúe «necesitan» la 'compañía de la enfermera o del xnédicé. A.1mCA'R.t-

130
paciente inconsciente ~obvialnente plantea mellOS problemas al inexpertos, cuya función consiste en n1anipular el trabajo sucio
personal que uno COl1sciente; un paciente débil y _postrado en de las ,salas, 110 se puede esperar que sostegan, mucho menos
cama, lnenos que un paciente que pueda andar. Otro atributo deci .. que ejerciten, las complejas concepciones de tratamiento defen ..
sivo es la identidad socio-jurídiea del paciente: si es una carga didas por los profesionales. Sin. embargo, esto no quiere decir
pública en virtud de su status de «bienestar», o un recluso debido que ellos -no tengan una concepción del tratamiento. Su pecado
a un confmamiento legal (el caso de drogadictos, tuberculosos consiste en tener una concepción profana que .no es compartida
o psicóticos), o algo menos que un ser humano responsable por por algunos profesionales influyentes. Como lo implica la «di-
haber sido clasificado como psicótico, senil, retardado u otra visión ideológica de la represión de la enfermedad mental», su
deficiencia en las cualidades que conceden el derecho de ser concepción de esta enfermedad es que es tan anormal,. incura-
considerado seriamente, en consecuencia le será difícil imponer ble, irracional y peligrosa COlTIOpara sobrepasar la comprensión
su perspectiva en la interacción de la sala. También se pueden hU111ana y requerir estrecha vigilancia y control en el hospital.
mencionar sus recursos socio-económicos: si tiene dinero (o, en Esta concepcióll es muy similar a la descrita por los Cummings
los pases socialistas, importancia política) como para obtener .\ entre los ciudadanos de una comunidad canadiense.24 No obstan-
un cuidado especial, una enfernlera privada, o un hospital con te, como señalaron Strauss y sus colaboradores, esta visión no
pocos pacientes, por ejemplo, y si cuenta con el apoyo activo de implica meramente reacciones punitivas por parte de los asis-
la riqueza, el conocilniento y amigos o parientes influyentes fuera tentes, su orientaciól1 profana respecto a cómo tratar la enfer-
de la institución, él plantea un serio. problema para manejar. Fi. medad mental incluye modos específicos de «educar» y otras
nalmente, hay mayor probabilidad que se presenten problemas formas de ayudar a los pacientes.25
organizados y persistentes para manejar pacientes cuando son ca .. Por definición, en cuanto trabajadores no profesionales, los
paces de establecer una interacción social corriente, cuando tie .. asistentes, ordenanzas y auxiliares tienen perspectivas no pro-
nen la misma clase general de molestias sobre la que pueden fesionales de su trabajo. Esto, de todos lTIodos,no es un. pro-
intercambiar iriformación y cuando conviven un tiempo relati- blema práctico terriblemente importante para la interacción en
vamente largo, pronósticos periódicos. Bajo estas circunstancias la sala, excepto. que el auxiliar esté en posición de imponer su
tienden a formar su pequeña sociedad, la cual, tanto si se propone perspectiva sobre las demás. Dado que por su- trabajo está en
«vivir en las grietas» como la «coloniz~ción», de cualquier modo la sala día y noche, se encuentra en una posición que le per ..
se convierte en una fuente de poder social que el personal ha mite ejercer cierta influencia sobre el paciente, tanto por medio
de tomar en cuenta.22 de represiones físicas, como por tácticas evasivas de anciano,
Auxiliares, ordenanzas, asistentes. Empíricamente se pueden para sobrellevar cualquier problema: «no escuchando», «olvi.
encontrar muchas diferencias entre los pacientes de las salas, dando» y otras fornlas de .eludir las peticiones. de los más po.
debido tanto a la variación de valores y conocimientos como a derosos. Esto ciertamente les da una posici611 de cierta influen ..
la variación en los recursos sociales que permiten al paciente cia en cualquier sala. Lo que aparentemente fortifica y conso-
imponer su propia perspectiva. Tal variación existe en mucho lida la .posición del auxiliar en el hospital psiquiátrico ,estatal,
menor grado entre el personal que se ocupa de realizar los tra .. sin embargo, es la ausencia efectiva de otro personal. en la sala,
bajos domésticos de la sala, al menos en 10 que se refiere a valo- combinado con circunstancias que efectivamente 11eutralizan las
res y conocimientos. No parece casual que los asistentes de los demandas del paciente. No parece casual que esta «primera lí-
hospitales psiquiátricos, que pertenecen a la .clase más baja en nea» de trabajadores sea poderosa precisamente. en aquellos aUl"
los Estados Unidos y en el Reino Unido, y los .enfermos mentales bientes donde los pacientes están despojados de su identidad
de clase baja, pero no los de clase media, tengan una importan ..
te orientación «represiva» respecto del manejo de la enfermedad
nlenta1.23 Estos trabajadores mal relnunerados, esencialmente sOltality in A-fe1'ltal Hospital Aides, en M. GREENB.LATT et al. (eds.), The Palien! a1td
t1le Mental Hospital (Glencoe, Illinois: The Free Press, 1957), pp. 197.208, Y G. M.
CARSTAIRS y A. HERON, Tite Social Environlnel1t o/ JvlentalHospital Palients: A Mea-
22. Los pacientes tuberculosos estudiados .por Roth era~ de este carácte~, lo sure o/ Sta.ff Atttitudes, en M. GREENBLAl'T, op. cit., pp. 218-230. Para pacientes,
que probablcluente los convertía .en an~agonlsta~ tan efectI~os. Para una dISCU- ver E. GALLAGHER Y D. J. LnvINsoN, Patienthood (Bastan: Houghtan Mifflin Ca.,
sión general muy útil de las contIngenCIas organIzadas relatIvas a~ grado en. que 1965).
los pacientes podían aprender los unos de los otros cómo manejar el ambIente 24. Elaine CUMMING y Jolm CUMMINO, Closed Ranks, An Experi1nent in 1Vlerltal
de. la sala (por resist~ncia o cooperación), ver Stanton WHEELER, The Structure 1lealth Educatian (Caulbridge: tlarvard University Press. 1957).
of Forrnally Organized Socialization Settings, en O. G. BRIM, Jr., y Sta.nton WHBB .• 25. Anselm STRA.USS e,t al.} Psyc.lliatric ldeologies and /nsNtt.tiions (Nueva York:
LER¡ Socialization aiter Childhood: Two Essays (Nueva York: Jolln Wl1ey y Sons, The Free Press of Glencoe, 1~)64), pp. 54.57. Ver tanlbién la excelente dis.cusión
1966), pp. 53-113. - de Ri-c11ard F. S.U,lSnURY, Structur~s o/ CUStOdi6ll Care (Berkeley: University ,of
23. Ver D. C. GILBERT y D. J. LEVINSON, Role Performance, Ideology and Per- Califo.rnia Press, 1962), pp. 37..40.

132 133
, ción completa como para requerir este tipo de colaboración. En su
en tanto seres humanos adultos, responsables y donde no hay trato con los pacientes, su principal poder ~e .apoya e~ su ac- .;
W1a partipación extendida y cóntinua de trabajadores profesio- ceso al médico,. tanto por conocer el contenIdo de su Informa:
nales en un proceso terapéutico. efectivo, regular, dentro o fuera ci6n como. por poder discutir casos con ~l.. De este moda: SI:
de las, salas. El rol del auxiliar fue suficientemente poderoso bien puede actuar como un foco. problematIco de perSpe;!lV~S
como, para prestarle amplia atención sólo en las instituciones con conflictivas también puede ser muy bien el punto de equl1Ibno
escaso presupuesto para sostener, cuando mucho, un equipo mí. de poder e~ el resultado de la relación entre .médicos y pacie.ntes..
nimo de trabajadores profesionales, y en las instituciones llenas. El médico. Como ya observé, en un ambIente de tratamIento
de pacientes con enfermedades para las que no existe una tera- activo el médico determina ampliamente qué esfuerzos terapéu ..
péutica clara con algún resultado inmediato y definido. En el pri- tic~s ~e han de realizar, y si no los realiza por sí mismo, im..
mer caso hay un personal profesional insuficiente como para parte instrucciones Y supervisa l~~ gestiones de lo;; demás. A.~e-
permitir supervisión y control efectivos de los auxiliares: de- más de prevenir que la interaCCIon en la sala dane su relacIon
ben confiar el1 lo que los auxiliares les informan. En el último con los pacientes de los que es responsable, su problema es lo..
caso, hay tIna base insuficiente de resultados observables defini. grar que sus órdenes se~n. obedeci~a~ por par~e ,del otro perso ..
,dos (como ocurre frecuentemente con tratamientos médicos o nal. Pero si bien es relatIvamente facII co~se~I~ .que las ó:~enes
quinírgicos) como para persuadir a los asistentes de que se trata sean cumplidas al pie de la letra, es ~as dIfICIl transmItIr su
de técl1icas profesionales cuyos resultados superan el sentido espíritu. Cl..lando la filoso!ía del t,ratamIento p~~puesto por el
común. médico contradice el sentIdo comun de los aUXIlIares, ordenan-
La el1fermera. Tal como observé .en mi exposición sobre el zas o asistentes,. habrá problemas. Y ~uando dicha filos~ffa ame.
trabajo de la enfermera, en el capítulo 3, sus cualidades profe- naza la organización rutinaria de la sala, su enfoque tIene me-
si.onales, particularmente en el hospital, dependen de su relación nor probabilidad de ser obedecido. La enfermera puede atra-
con el médico.26 Ella es el agente del médico supervisor, lleva a vesar estas dificultades cuando su educación la lleva a sostener.
cabo el tratamiento y el cuidado del paciente. En este sentido, una filosofía «profesional» del tratamiento diferente de la del
representa la perspectiva profesional en la sala. De todos modos, médico. Si se le plantea al médico este conflicto, precisará de
en tanto representa la administración día a día de la sala, tam- un 'proceso de manipulación .y tr~to considerabl~nlente más. de-'
bién está interesada en los pacientes como una pluralidad, algo licado para lograr imponer su meto do, como senalaron Strauss
con lo que, en los Estados Unidos almenas, el médico se en- y sus asociados.. .
cuentra menos involucrado. Ella debe, por lo tanto, equilibrar Una vez que todo se ha dIcho y hecho, de todos modos será
las órdenes de los médicos para el cuidado de los pacientes in- la destreza del médico su principal recurso para el proceso de
dividuales con las demandas de éstos y con la necesidad de interacción con los otros. Como árbitro final de la. p.ráctica en la
manejar un conjunto de casos de un modo administrativamente división del trabajo médico, apoyado por el. prestIgIO y la a~t.o-
razonable. Debido a que la enfermera sirve como adjU11to tanto rldad legal, tiene una «autoridad» independ~en.te de la ~d~!nIS-
del médico como de la autoridad administrativa, lo cu.al no es trativa.27 Dada la «autoridad» de su conOCImIento, s~. J;tICIOy
el .caso del personal auxiliar, ella parece ser un foco intenso de su responsabilidad,' ejercidos esen~ialmen!e en la .d~vl~Ión del
y'
perspectivas conflictivas. A diferencia del personal auxiliar, a la trabajo, se deduce que exist~ ~na «.JerarquIa» d: perICIa.Indepen-
enfermera se le atribuye identidad profesional, y por eso les diente de la jerarquía admInIstratIva del ~ospItaI, en l.a que el
posible que se encuentre iInplicada en un sistema de tratos con- médico ordena y supervisa a los que estan por debajO de su
siderablemente lnás complejo. Cuando trata con los médicos, uno nivel o pericia ..Esto lleva a un co~portamiento ~erarquizado a?n
de sus principales recursos reside en su conocimiento de pri- en los ambientes donde la filosofla del tra~amlento supone 1~.
mera mano y en su evaluación profesional del funcionamiento tentos de establecer «comunidades terapét;tlcas>~ o «democrá~tl.
de la sala a través de su presencia continua, una ventaja estra- cas» que, si bien no son jerárquicas en !a IntenCIón, resultan le•.
fégica, perdida sin duda en hospitales como los de la Unión, rárquicas en la práctica. No. hay apelaclót?-.ante la p~eparacf6n"
Soviética, donde hay demasiados médicos presentes con dedica- conocimiento y juicio supenores; las declslones técnIcas no se
toman por votación.
26. Existe amplia literatura sobre la enfel'mera y sus conflictos de rol, parte
de la cual ya fue citada en el capítulo 3. Para. una excelente exposición reciente,
consultar Hans O. M.\UKSCH, Tite l"¡urse: Coordinator of Patient Care, en James 27, Ver mi exposición de las implicaciones autoritarias de la perici~J. en
K. SKIPPER, Jr., y. Robert C. LEONARD (eds.), Social lnteraction and Palient Care Eliot FREIDSON, Profesional Domina1'lce (Nueva York: Atherton Press, de pro:uma
(Philadelphia: J. B. Lippincot Co., 1965), pp. 251~26S. y en 'lnlplio debate ~n publicación), cap. 6.
DUFF y HOLLINGSHEAD, op. cit.

134
Tareas médicas y conducta en la sala variaba entre las salas médicas y.las quirúrgicas estudiadas por
Coser. Si bien la línea formal de autoridad era prácticamente
Estas observaciones sobre las perspectivas de los participan- la misma en ambos casos,.en medicina se daba una firme dele-
tes de .la sala tuvieron que considerar variables tales como la gación de autoridad del jefe de residentes en los médicos internos.
especialidad involucrada y la enfermedad tratada. Evidentemen':' Pero en cirugía" el jefe de residentes no delegaba su autoridad
te" no se pueden comprender las regularidades presentes en el en sus subordinados quirúrgicos. Además.. la distancia social
hospital sin tener en cuenta las especialidades involucradas, las entre el jefe de residentes y los residentes e internos era
consecuencias de sus trabajos técnicos y las diferentes demandas nlucho mayor en cirugía que en medicina. Sin autoridad dele-
de los pacientes. Se puede argumentar que no es posible refe- gada, los médicos residentes y los internos, e inclusive las enfer-
rirse al. hospital general COlTIO organización única. Si bien po.. meras de la sala quirúrgica, eran nlás o rnenos «iguales»en cuan.
demos exponer sobre el hospital de maternidad, o el psiquiátri.. toa que todos seguían las decisiones del jefe de residentes: la
ca u otros que se especializan en condiciones particulares o en interacción entre ellos era verdaderamente libre e informal. En
problemas de tratanliento" en tanto instituciones relativamente contraste.. en la sala médica, donde losnlédicos .. pera no la en..
homogéneas..no podemos presentar el hospital general del mismo fermera jefe.. participaban en la elaboración de decisiones, la
modo debido a la variedad de enfermedades" pacientes y proce- autoridad para esto se delegaba en los estratos inferiores de la
dhnientos que se encuentran en sus salas especiales.2B En cambio, jerarquía médica. La interacción entre los participantes era más
nuestra presentación se debe dividir en varios servicios y salas formal, una distancia social separaba cada categoría de la otra
especiales, cada una con sus características~ en lugar de estar todos unidos frente al jefe de residentes.
Hay una cantidad importante. de pruebas de variación signi- Ahora bien, evidentemente..la rutina diaria tanto de las salas
ficativa en la organización de la interacción y la actuación den.. nlédicas como quirúrgicas puede variar enormemente, con inde..'
tro del hospital general, diferencias que aparentemente se origi- pendencia de la tarea, según las políticas. de la adnlinistración
nan en la presencia de diferentes especialidades, que es 10 mis- del hospital y del médico que actúa como jefe de servicio. El
mo que decir prácticas diferentes, tareas diferentes y distintos ejemplo de Coser.. por lo tanto, sólo es un. ejemplo que sugiere
requisitos para la ejecución de tales tareas (o «tecnologías»).Qui- indicios para poder distinguir consecuencias de tareas diferen-
zá la diferencia más notable que es posible observar en las tareas tes. En otro caso, Seeman y Evans encontraron salas quir(lrgicas
del ambiente. cotidiano del hospital sea la que existe entre me.. en un hospital donde el médico jefe tendía a maximizar su IDO"
.dicina y cirugía. Burling,. Lentz y.Wilson dieron una excelente 110polioen la toma de decisiones, su distancia social respecto de
descripcióll de las diferellcias gellerales.29 Ell un trabajo en cierta los subordinados y su catego'ría simbólica; también encontra-
forma más analítico..Coser observó algunas de las consecuencias ron en el mismo hospital salas quirúrgicas en las que tal «es.
de estas diferencias.JO Coser señaló que las. tareas quirúrgicas tratificación» estaba poco desarrollada}! Sus mediciones parecen
tienen. más frecuentemente un carácter de emergencia que las referirse a variaciones en el estilo personal de «liderazgo».de los
tareas médicas. Una tarea urgente debe ser realizada rápidamen- médicos encargados de las salas, y no parecen remitirse al pro.
te.. sin dilaciones .por discusiones. entre los participantes. El ci. blelna de la tarea expuesto por Coser y ampliado por Perro\v.32
rujano responsable .debetomar sus decisiones rápidamente y debe El «estilo de liderazgo» de un superior puede emanar de sus
poder esperar auxilio inmediato, incondicional. Se descubrió que cualidades como persona. En cualquier sala..un médico que com-
esta cualidad de la tarea quirúrgica se reflejaba en diferencias parte la tOIna de decisiones y que ll1iIlimizasu distancia social
en cuanto al modo de ejercer la autoridad. y q.ue la actuaciÓll de los subordinados muy bien puede ser una persona cordial,
agradable.. De todos modos, si es una persona «cordial» puede
28. Para una exposición de la clasificación por «tecnología», ver Charles PE- subscribirse a un.a «filosofía cordial». Y aun si él no es personal.
RRO\V, «Hospital: Tecnology Structure and Goals», en James G. MARCH (ed.), mente «cordial» puede subscribir intelectualmente una ideología
Handbook of OrganizaNons (Chicago: Rand-MaeNally y Co., 1965), pp. 9.10-971. de tratamiento que acentúa la inlportancia de las variables so-
Y ver la. incompatibilidad de ho.-;pitales con intereses diversos en los pacIentes,
en Mark Llli.'7fON y William R. ROSENGlmN, Orgaflizcltions and. Clients: Lateral muZ ciales y psicológicas que influyen en la enfermedad y su terapéu-
Longituditial Dirnensions, «Anlerican Sociological Revie\v)! XXXI (~966!, p'p. 802-810. tica. La ideología define la .tarea como algo muy diferente de la
Es la falta de reconoeilniento de este problema lo que hace chfíCll evaluar los «n1era» operación quirtlrgica o el relnedio de cierta condición
ballazgos de Basil S. GEORGOPOULOS y F10yd C. MANN, The Conununity General
Hospital (Nueva York: The Macmillan Co., 1962). 31. l\-1elvin SEEMAN y John 'eV. EVANS, Stratifieation and ¡¡aspital Cate: l. The
29. BURLINO el al., (¡p. cit., cap. 16. Pe,rfot1wt1ce of the Aleclical Int~t'ne, JI. The Objective Criteria o/ Pe,/ornCll1ce;
t.
30. Rose L. COSER, Authority llHd Decision Alaking in a llospital J. «Anierican «American SociologicaIRe\'iew», XXVI (1961)1 pp. 67~80, 193~204.
Sociological Review», XXIII (1958). pp. 56~64. 32. PERRO\V, Hospitals op. cit.
J

136 137
./'penosa'~En este sentido, la tarea no se define por sí misma, ill¡- (apoyado, no debemos olyidar, por ~naproporc~ón mu~ baja de
dependiente de las concepciones de los participantes: limitándos.e pacientes-personal), tuvo lugar una Importante InteraCCIón.entre
. ~ tareas quirúrgicas de «rutina» como una apelldiceteonlía cróni.• el paciente y el personal ,así como una interacción conflictiva re:"
ca, la conducta de la sala puede variar tanto por la ideología levante entre las distintas ocupaciones. El «tratamiento filosofía»,
...como por las cu.alidades personales. de los trabajadores. Puede . por lo tanto, tiene claras repercusiones en la interacción de la-;
ocurrir perfectamente que el resultado del trabajo en cuanto a sala, que se pueden abordar especificando tres modelos de aten- -
proporciones de «curaciones» no sea muy diferente, independien- ción en las salas.
temente de la ideología o filosofía operativa, pero la organiza-
1 ción de la interacción entre los trabajadores en la sala, y entre
los trabajadores y los pacientes, tanto como el trabajo concreto Modelos de cuidado en sala -.
llevado a cabo, parecen variar significativamente. Como sociólo..
gas estamos interesadQsen la interacción del tratamiento, de En lo que va de mi exposición hasta aquí señalé, algunas ve",'
nlodo que para nosotros, la variación en el resultado interaccio- ces tangencialmente, ciertas variables que parecen tener relevan-'
11al tanto por la ideología como por la tarea quizá sea más im- cia estratégica. para comprender la actuaci.ón del perso~al de ~os.
portante 'que el «resultado de la enfermedad». hospitales norteamericanos. Una vez especIficadas las dIferenCIas
La importancia de la ideología para la organización d.el traba~ significativas en las consecuencias soci~les de d~st~ntast~reas ~é-
jo hospitalario está ilustrada por otro caso estudiado por Coser" dicas y quirúrgicas, y las consecuenCIas de dIstIntas IdeologIas
en el que compara el comportamiento del cuerpo de enferme. de tratamiento que disponen cómo se realizan las tareas re~lmen-
ras en salas cuyos pacientes son considerados incurables por el te, parece útil di~tinguir los distintos modelos de desempenoque
personal, con un centro de rehabilitación del mismo hospital, cu- se e11cuentranen los hospitales o en algunas de sus salas. En un
yos pacientes pueden ser curados, según cree el l?ers0D:al.3En 3 el extremo puede encontrarse el modelo de servicio donlést~c?~ que,
primer caso, la tarea se definió en términos de custodIa:. mante- hablando estrictamente, no es adecuado a nuestra definIcI.onde
ner una sala limpia y ordenada. En el último caso, la tarea se hospital, pero que de todos mo?os. se 7ncuentra en «h?SpItales,»'
definió en términos terapéuticos: mejorar la condición del pa- 'reconocidos oficialmente como InstItUCIonesde tratamI~nto me...
ciente hasta el punto de permitirle ser dado de alta. Aunque en dico. Este n10delo incluye -la ejecución de tareas esenCIalmente
ambas instalaciones las capacidades físicas «objetivas» de los domésticas, alimentación, vestimenta, cambi~ de ropa de cama,
pacientes eran similares, según los médicos algunos pacientes de recreación y otras formas de ocuparse de la VIda de los enfermos,
las salas de custodia eran mejorables, en tanto que algunos del con apenas algo. más que un cuidado n1édicoepisódico, de ruti-
centro de rehabilitación estaban en condiciones irreversibles, la na, equivalente al que puede brindar un «doctor de la casa» que
ideología que prevaleció en cada una pareció incidir en buena reside eI1un hotel o en un barco.
parte del comportamiento del personal. El modelo de servicio doméstico se basa en el supuesto que lo
En las salas de «custodia» el cuerpo de enfermeras ideó pla- único que se ptlede hacer por los enfermos es tenerlos cómoda-
nes para dar de alta a pacientes que crean problemas, dado que mente, o protegerlos de molestias mientras están internados. En
asumieron que, en cualquier caso, el paciente retornaría lu..ego.~e
.'. tIna corta ausencia.' El énfasis estaba puesto en la organIzacIon
cierta forma son personas inadecuadas para someterlas a esfuer.
zas terapéuticos intensivos, por ejemplo, son retardados incura-'
de las tareas domésticas, en los registros de rutina y en el aspec- bIes, lisiados, psicóticos o irreversiblernente imposibilitados físi-
to mecánico de las tareas de enfermería. Comparativamente había camente, ya sea por la edad o por el deterioro.34 A part~r de este
'poca interacción con los pacientes. La alta proporción de pacien- supuesto, se sigue que no hay necesidad de un tratamIento mé-
tes-personal en las salas de custodia parecía conducir al aban- dico. Además, se sigue que la calidad de la relación personal-
dono de las tareas terapéuticas tanto por parte de las enfenne- «paciente» probablemente tenga .pocos de los atributos mencio- __
ras como de los médicos, abandonando no sólo a los pacientes, nadas como característicos de la relación de un profesional con.. '
sino la interacción con otros miembros del personal con respecto su cliente. Más' bien se parece a la de un sirviente solícito
a' cómo tratarlos. Sin interacción, h.abía poco conflictoocupacio- COIl su amo, o a la de un guardián. La primera relación
nal en las salas de custodia. En contraste, en el centro de reha. parece. existir en «casas de reposo» privadas.. caras.. y en ca~
bilitación, donde prevalecía una ideología de tratamiento activo
34. Ver Julius A. ROTH y Elizabeth M. EDDY, Rehabilitatio1'1 fo!' the Unwanted
33. Rose L. COSER, A1ineation and t1ze Social Structurs.: Case An.alysis ota Hos- (Nueva York: Atberton Press, 1967), para un estudio de los enfermos ilnposibU¡-
pital} en FREID S ON, op. cit., pp. 231-265. tados físicamente. .

138
lVledicina .. Dejando totalmente de lado el p.roblenla de las enfer ..
sas de enfer111eiía,35qúizás en los hospitales psiquiátricos ja-
medades mentales .. el creciente interés en la Medicina psicoso- .
poneses con los tsukisoi.36 El úl~imo mo~elo, llan:ado frec~en •. mática y en la teoría de' la angustia condujo a conside.ra-r que
tementé de custodia en un tono dIfamatorIo por qUIenes consIde-
incluso la enfermedad más superficial es influida por los senti~
ran que hay terapéuticas posibles¡37parece existir en los hospitales I11Íentos y las motivaciones del paciente; las enfermedades ya no
psiquiátricos públicos que tienen poco presupuesto y poco per-
se consideran aisladamente, como entidades delimitadas que pue-
sonaL Ya se trate del modelo de custodia o de otro tipo, este
del'i ser tratadas independientemente del paciente como persona.
modelo de servicio doméstico no está dirigido o supervisado es.
El término «cuidado global» se erigió para servir como un rótulo
trechan1ente por lnédicos, ya sea intel1cionalnlente o debido al
de la visión que las dolencias no. debieran ser tratadas aislada ..
. problema de la escasez de presupuesto y personal.
lnente, separadas las unas de las otras por los especialistas .i11di-
El segundo modelo fue llamado por Wessen 38 «el nl0delo clá-
viduales.39 Estos acontecimientos, si bien todavía son más prq-
sico de cuidado hospitalario», si bien yo prefiero el térmhio
gramáticos que practicados realmente, han convertido en ambiguo
«ntodelo de intervención médica». A diferencia del nlodelo de ser- el carácter del modelo de intervención clásica, particularmente
vicio doméstico, éste está dominado por el médico. El. médic? s~ en los hospitales afiliados a la universidad donde prosperan. Ellos
inclina a vér la dificultad del paciente COTI10 Ul~ problema tecnl-
empañan el rigor empírico de la distinción que puede hacer. la
ca transitorio que se puede solucionar a través de cierta interven-
lógica entre. el modelo de intervención clásico y. el lluevo modelo
ción física o bioquínlica que sólo el médico está calificado para de interacción terapétltica.
realizar. El supuesto es que el paciente puede se;: curado y dado
El modelo de interacción terapéutica es el usado comúnmen-
de alta. Pero el paciente es incompetente para Juzg~r lo que es
te, en principio, en psicoterapia. También es un modelo de orga-
necesario hacer, y para ser curado deb~ l?onerse paslValnel1~e. en nización para los servicios del hospital, gran parte del cual se
manos del personal, obedeciendo incondIcIonalmente .Y J?ermltlen- refiere a las ideas psiquiátricas de un medio «terapéutico», y está
do que llagan con él 10 que consi~eren adecuad~. Slmllarnlent~,- implícito en la discusión de Wessen sobre el «modelo de rehabi-
el trabajo del personal está orgam~a~o por l~s -?rdenes del me- litación».4\) En este nl0delo, se debe persuadir al paciente para que
dico, con poca iniciativa propia y slrvle!1do prln:lpalme~~e como llegue a participar activamel1te en un proceso de interacción en
su agente en la comunicación con el pacIente. La .1nteraccI~n en.tre torno a la terapéutica; su propia actividad motivada es una parte
el paciente y el persoIlal asume de .este. nl~douna cualIdad 1m. esencial del modelo. Además, si bien -ni los propulsores más
personal, y la interacción entre distIntos mIembros del perso~al
radicales o más .autoconvencidos del modelo lo relegarían a una
se llega a organizar a través de una cadena dem.ando profesIo-
posición subordinada o meramente equivalente, la posición
nal, desde el médico superviso~ a la enfermera dlplomad~, a !a del n1édico es nlás ambigua que en el modelo de intervenciónclá-
enfermera práctica y así suceslvament.e. Est~, mod~lo esta mas
sico. Institucionalmente, él está legal y habituahnente a cargo
acentuado en el campo quirúrgico, pero talnblen esta presente en
del caso, es verdad, pero no se sostiene que tenga el monopolio
Medicina y, bajo la forma de «ideología terapéutica somática» en
sobre los conocimientos referentes al tratamiento, y en tanto re..
psiquiatría. , .. . . .' ... . .' , fu conoce que todos los miembros paramédicos que están en in.
En décadas recientes, el modelo cláSICO de lntervenclon .. e
teración'con el paciente tienen acceso a información de valor para
ampliamente atacado, tanto desde dentro como desde ftlera de la
planificar la terapéutica, y que ellos no pueden evitar, en su in-
teracción, tener influencia sobre la respuesta del paciente al tra ..
35. Ver. la investigación inglesa de hogares para ancianos, Peter TOWNSEND, tamiento el médico debe, al menos, actuar como miembro de
The Last Refuge (Londres: Routledge y Kegan Paul, 1962). . .. un equip~ terapéutico. Con probabilidad mantendrá relativamen.
36. William A. CAUDILL, Around the Clock Pa~ient Car~in .Japanes~ PsychUltnc
Hospitats: The Role of the «Tsukisoi», «AmerIcan Soclologlcal Revlew», XXVI te poca distancia social. con sus «subordinados» en el tra"?ajo,
(1961), pp. 204.214,. . ....fi d ' t 1 t siendo menos el jefe y más el primero entre iguales. El paCIente
37. El valor de la odiosa palabra «cuidado», ldentI lea a .1?as es rec lalnen e mismo es, a veces, ascendido a nliembro del «equipo», aunque
con el trabajo de Daniel Levinson, inf?rtunadam~:lte se de?I1ltu, por. su confu~
sión con dos nociones separadas. La primera nOC1?n es d~ lndole lnoIal, con la
cual todos deben estar de acuerdo, in1plica que lndepen~l~l:telnente. ~e la ~e~ ..
. . .. o' care'}.1 Cl'a tos huma'nos los . enfellnos 39. Para una descripción y evaluación de un programa de enseñanza, ver
(~." atl'1'bt . ~. comunes, debIeran . r.lteClblf
1
CIenCIa '1.... [; ...~. . .' > . 1 d George G. READER Y Mary E. W. Goss (eds.), Con1.preJzen.sive A-1edical Care and
atenciÓn humana. La segunda noción es un comprOlnlSO d~ f~. en os 1esu a os
Teaching (Ithaca: Cornell University Press, 1967).
terapéuticos del tratalniento humano, resultados que de nlngU? modo están es-
tablecidos sobre una base científica
38, Albert A. \\TE5SEN, Tlle Appart7.tH~
sólida. Ver p~RR~lY, !lo~Pttal$, o.p..
01 Reh~lnlLtat,t~~z.,.
~!t... '
A~ll, O,. ga1'H~:at:()na!
.- 40. WESSEN, op. cit., pp. 176-178. Obviamente, lo importante
algunas de las nociones psiquiátricas de. moda actuahnente
de este te~to son
de l~s «comunl~~des»
Analvsis, en Ivl.. B. SUSSMAN (ed.), Soclology alld Rehalnlztal1012 (\Nashln~ton. terapéuticas. Ver, por ejemplo, Maxwell JONES, The Therapeutlc Communuy, A
New Treat111C1'lt Metlzod in Psychiatry (Nueva York: Basic Books, 1953).
Alne~lcan Sociological AssociatioD" 1966), pp. 170.173.

141
140
. .
én' la medida de participar en tod'as las reuniones 'del per- comó en la práctica de consultorio, la int~racción con sus cale-.'
.,'.,'"sona1.4t El carácter de autoridad absoluta de la pericia se deja gas es la. variable decisiva en el control de su attu3:cjón. . . .
5'en~ir'auneneste 'mOdelo. En el capítulo 5 y aquí he tratado de mostrar' como las varIa.;,
ciOlles en la organización de la práctica privada y de hospital
pueden ejercer influ'encia sistemática en la actuación del trabajo
- Actuación méáica' en el Jtospital médico. Tal variación, llevada a una hipótesis estadística, predice
que la actuación media del conjunto total de médicos de un am- '
En este capítulo he resaltado la influencia ejercida por la Me, biente de trabajo alcanzará niveles más altos o más bajos, médi-
dicina y su práctica en los asuntos del 110spitaly en su división cos o profanos, que la actuación media de la población médica
del trabajo. Lo hice a pesar -que cada vez son más raras las clí. en otro ambiente de trabajo. He señalado l~ importancia de la
nicas privadas de médicos en las sociedades modernas, a pesar' dependencia individual y de la estrecha interacción con sus co-
que el Estado y la comunidad son crecientem'ente dominantes en legas médicos. Si bien en este capítulo dedicado al hospital tam-
el'es'tablecimiento de. las polítiéas generales del hospital, que los bién he sugerido otros factores, incluyendo la variación~n el tr~.
administradores del hospital han llegado a ser cada vez más el bajo mismo, que parece desempeñar una parte en la mfluencIa
poder estratégico en la determinación de las políticas operativas sobre su actuación, la interacción entre colegas es central: cuan-o
diarias del hospital, y que un número creciente de trabajadores to más se da ésta, más probablemente se encontrarán normas
no médicos en el hospital reivindican ser «profesionales» e mten- médicas en lugar de normas profanas o individuales.
~an comportarse conforme a 'ello.42 Ya resalté este aspecto .en No obstante, a pesar de que este tipo de razonamiento de-
parte debido a mi interés en la Medicina más que en el hospital. bería ser capaz de predecir y quizá de explicar diferencias rela-
Pero creo que lo más importante es que este interés está tivas en la actuación, no puede predecir o explicar niveles abso-
justificado 'Considerando el rol dominante que desempeña el mé- lutos de actuación. Esto es como decir que si asignamos
dico' en la determinación del 'carácter de las actividadeds esencia- arbitrariamente valores numéricos a la actuación, desde uno
les que otorgan la verdadera razón de ser del hospital, 10 que hasta siete, siendo siete el punto óptimo, encontraríamos que
se ,hace para y por el paciente. Cada vez con menos frecuencia en los médicos generales aislados su promedio de actuación es' ~
,el médico controla la organización constitucional o financiera y de dos puntos, y los anestesistas de un hospital estar~n en
la administración de la atención del hospital, pero, de todos mo- un nivel promedio de cuatro. Pero, ¿por qué estos valores! ¿Por'
dos, retiene el derecho para determinar qué recursos técnicos y qué estarían en el nivel en que .están? Más particl:llarmente en el
ocupacionales son necesarios para el paciente que.está a su cargo. caso de los médicos que trabajan con dependencIa de colegas y
Esto es, como ya he señalado, típico de una profesión. Además, en un ambiente controlado por colegas, ¿por qué la actuación
sus determinaciones no están sometidas a una evaluación directa no llegaría al nivel de cinco o seis puntos? Es útil e importante
o una revisión por cualquier otra ocupación: pueden ser limita- comprender la fuente de las diferencias relativas, pero .segura-'.
das por decisiones tomadas por otros, puramente administrativas mente es igual de importante comprender la fuente del nIvel ab-
9'-
o financieras, pero no pueden ser discutidas directamente ex- soluto de actuación.
cepto por otros médicos. Esto también es típico de una profesión. Obviamente una cantidad de variables figuran en una res-
Su actuación médica, por lo -tanto, tiene mayor probabilidad de puesta, incluy;ndo el nivel absoluto d~ .destreza y cap~ci~ad. de
v.ariar conforme al rol que desempeñan sus colegas del CllelpO los individuos involucrados y la efectIVIdad del conOCImIentoy
médico en su trabajo y sólo secundariamente en las especiales del equipo disponible para realizar distintas tareas ..Los psicólo-
características de su trabajo, y en circunstancias especiales de gos pueden, sin duda, decimos mucho sobre lo prlmer~, y los
la práctica dél hospital, conforme al rol desempeñado por otros médicos sobre lo último. De todos modos, hay otra varIable so-
trabajadores en la división del trabajo de hospital. Aquí también, bre la cual el sociólogo puede indagar oportunamente: dadas,
cualesquiera que sean, la destreza y la capac~dad disp.onibles,.y
dados el conocimiento y el equipamiento corrIentes, ¿tIene la.ln-
41. Este «fracaso» fue expuesto por Robert RUBENSTEIN y I-Iarold D. LASS\VELL, teracción entre colegas, de la que se cree que da luga~ al nIvel.
Tite Sharing ó! Po\ver i1t a Psychiatric Hospital,. (Nueva Haven: Yale University relativo de actuación, una naturaleza tal como para estImular el
Press, 1966). nivel absoluto que la capacidad científica e indivi,dual permiten?
42. 'Para encontrar -datos sobre estas y otras tendencias nacionales, ver el en ..
sayo importante de wnnam A. -GLASER., American and Foreign Hospitals:Som~
Esta pregunta da lugar a muchas otras: ¿qué es exactamente lo
Sociological Comparisons, -en FREIDSON, Hospital in Modern Society, op. cit., 1, que está involucrado en la interacción entre colegas en torno al
pp. 37.72. control de la actuación? ¿Qué información sobre la actuación es
142 '14'3
revisada y cón10 se la utiliza? ¿Qué se hace cuando se tiene en VII. La prueba de la autonomía:
la mano inforlnación acerca de una actuación por debajo 4el la autorregulación profesional
.nivel óptilno? En resumen, ¿cuál es la naturaleza del proc~so de
autorregulación que se encuentra entre los lnédicos y cuán exten-
sivo es? ~stas son las preguntas que intentaré responder en el
próximO capítulo.

Conl0 observé en nli análisis de la lVledicina en tanto que pro-


fesión .. la aLltonomía es la prueba de tal status. Los profesionales
gozan del especial privilegio de la exención del control ejercido
por extraños. Su privilegio se justifica a través de tres proclamas.
Primero, el grado de pericia y conocilniento hnplícito en el tra-
bajo profesio11al es tal, que los no profesionales 110están equipa-
dos para evaluarlo o regularlo. En segundo lugar, 5e reivindica
que los profesionales son responsables, que se debe confiar en que
ellos trabajan conscientemente sin supervisión. Ell tercer lugar,
la proclama es que se ha de con1Iar en que la 111isma profesión
se hace cargo de las correspondientes acciones regulatorias en
las raras ocasiones en las que un individtlO no desempeña su
trabajo competente o éticamente. La profesión es la única
fuente de competencia para reconocer la actuación errónea y para
regularse a sí misma en general. Su autonolllía es justificada y
probada por su auiorregulación .
.>'>-M~ú.i.ifiestamente..los procesos de autorregulación que se en-
cuentran ell una profesión tienen una gran importancia práctica
y analítica. La dificultad, de todos modos, es que hay muy poca
información disponible sobre el modo en que operan. A decir
verdad, hay cierta información accesible sobre instituciones for-
males de control. En el capítulo 2, por ejemplo, he señalado el
convenio británico para analizar los cargos hecl10s por los pa ..
cien tes contra los médicos. En los Estados Unidos se supone que
las sociedades médicas del condado analizan tanto los cargos de
los pacientes COlTIO los de los colegas, y COln.O vhnos en el caso
de los médicos que violan las nornlas prevalecientes de «ética»
ejerciendo en base a un acuerdo distinto del basado en llonora-
rios por servicio, algnnas veces desempeñan funciones discipli-
narias, estudiando tanto cargos por incompetencia COTI10 por fal-
ta de ética. Sus actividades son secretas, y es difícil decir mucho
sobre ellas excepto que algunas sociedades de condado son fran-
calnente activas mientras que muchas son inactivas. Para cual-
quier acontecinliento, la asociación de médicos del condado es una
especie de tribunal privado que atiende los cargos siempre que
.
I
; se realizan. Un tribunal civil prestlmiblemente podría analizar los
mismos cargos y desempeñar la lnislna función si se instituyera
el j uicio civil. Pero a diferencia de las ins ti tuciones legales corrien-
tes, los consejos judiciales de la sociedad del condado no tienen
ningún agente formal cuyo trabajo sea.. conlO el de la policía,

144 145

HS 17. 10
b~s~ar activamente violaciones de la ley, inspeccionar
'0 Juzgar Parece claro :que los. procedimientos ''¡orlnaies . de revisión
dlarlame~te. I~ conducta incorrecta y presentar en defen-
cargos s~n m~y comunes en la mayoría de los marcos de trabajo
sa del. p~bhco. Brevemente, carecen del escenario fonnal y de dlCOS. De todos modos, son n1ás comunes ell los hospitales
proced lIDIen tos de control. en la práctica privada, y considerablemente más comunes en
Más importantes que la comisión judicial de la sociedad mé- hospitales clínicos, es decir, aquellos acreditados para proveer;
dica del condado en los Estados Unidos son las comisiones de educación de postgrado a los internos y a los residentes, que:
,control que han surgido entre ciertos grupos médicos y hospi. en los hospitales sin progralnas aprobados de enseñanza. Adenlás,':
tales~En hospitales «acreditados», es decir, aquellos que cumplen se dice que son más comunes en la universidad o en hospitales'
las pautas mínimas de la comisión única sobre el acreditamiento afiliados a la universidad que en aquellos que no tienen conexio-
.de hospitales, son más, comunes las comisiones que analizan las nes con la misma. Se dice que la calidad de la actuación del
credenciales de los médicos que persiguen privilegios directivos . personal es más alta en los hospitales afiliados a la universidad ..
los. registros médicos yel análisis de laboratorio del tejido ex: que en otros, un resultado que podíamos esperar tanto en base
traído por los cirujanos. La investigación de McNerney sobre el a .sus procedimientos formales de control como en base a la ca~
«control».en hospitales, aun 'cuando se limita en muchas instan- lidad de su personal' en tanto individuos.
cias a unas treinta y tres instituciones de Michigan, nos propor- A partir de la discusión precedente se puede observar que la
.ciona una guía inestimable en cuanto 'a procedimientos regula... atención se centró completamente en la mera existencia de nar-
dores 'en Medicina.! Sólo el 26 por ciento de los hospitales :mas formales y procedimientos de control. Es factible pensar'
pequeños y el 47 por ciento de aquellos que tienen entre 100 y que allí donde ,existen, la actuación tendrá en cierto modo un ni-
500 camas, según su observación, imponen restricciones sobre vel medio más alto que donde no existen. De todos modos}hasta
el trabajo que pueden realizar los miembros del personal, de tanto sepamos cómo son utilizados realmente estos procedimien-
acuerdo con sus calificaciones. Los 110spitalesmás grandes res- tos formales, no tenemos forma de saber si éstos estimulan o
tringen los «privilegios». En el caso del control de los registros no una actuación óptima. Pero dejando de lado las anécdotas y
médicos, sólo el 37 por ciento de las comisiones de registros mé.. vagos informes oficiales, prácticamente no hay información dis~
dicos los utilizó para determinar si el cuidado brindado por el ponible sobre ~ómo trabajan estas comisiones reguladoras. Por
médico fue o no adecuado, mientras que el resto revisó mera.. .otro lado}el sociólogo está bien al tanto de lo mucho.que funcio-
~ente los registros para asegurarse de que estuvieran debidamen- na el control social fuera de los cuerpos formales y del rol im-
te completados. portante de los procesos regulatorios no oficiales o informales .
El 61 por ciento de las comisiones de cirugía, sin embargo, en llamar la atención de los cuerpos formales hacia la actuación
operan correctivamente. Se ejerce más comúnmente vigilancia incorrecta. Realmente} yo sostendría que son necesarios mecanis..
y control sobre los procedimientos de cirugía mayor y menos mos inforlnales adecuados de regulación para el funcionamiento
frecuentemente sobre procedimientos obstétricos complicados. El efectivo de las instituciones formales y, bajo ciertas circunstan..
control sobre problemas complejos médicos, cirugía menor y cias, ambas son necesarias y suficientes para la regulación ópti-
tareas médicas simples y obstétricas normales es poco usual. ma de la actuación. Dado que hay cierta información empírica re-
Con la evidencia de McNerney en mente, podemos observar cogida sistemáticamente acerca de estos mecanismos informales, .
que en 1967,el 66 por ciento de los hospitales de los Estados Uni- creo que merece ia pena centrarnos en ellos aquÍ. Es necesario .
dos estaban acreditados. Esto significa que no existe seguridad tratar con datos relativamente detallados de un solo campo de.'
de que ni aun las pautas mínimas de revisión de credenciales práctica, complementándolos con otros pocos estudios. Si bien
y actuación se cumplen en uno de cada tres hospitales en la na- esta información está lejos de ser suficiente para ejemplificar
ción. Evidentemente, no predominan mecanismos autorregulado- todo sobre la Medicina nortean1ericana, creo que el anlbiente es..
res formales extensivos ni siquiera en alnbientes organizados cogido es lo suficientemente estratégico como para ser instructi-
como los hospitales. Como afirma McNemey, los médicos se re- vo. El marco es de Índole altamente académica, y representa uno .
sisten fuertemente a las restricciones sobre la independencia de de los tipos de práctica más avanzados y prestigiosos en los Es-
sus decisiones.2 De hecho, hubo críticas persistentes por la falta tados Unidos. Vinculados con un hospital afiliado a la universidad,
de apoyo de la profesión de tales restricciones. todos sus médicos tienen privilegios directivos y el entrenamien.
to correspondiente a éstos. Por lo tanto, se manifestaría un nivel
1. Walter J. Mc-NER1\TEY et al., Hospital and Medical Economics, 2 vols. (ehl- promedio de actuación más alto que el que se eIlcuentra en am.
eago: Hospital Research and Educational Tru~t, 1962), e~pecialmente pp. 1.205.1.459, bientes privados comunes e incluso en ambientes de hospital co-
sobre «controles en el interior y sobre el sistema de salud voluntario».
2. Ibid'l p. 1.325. munes. Además,.los procesos regulatorios que se encuentran en

146
el ambiente estudiado representarían algunos de los mejores, no dos. Estos últimos estaban organizados en oficinas y departamen-"
¡ueramente los usos de. autorregulación ordinaríos. tos, con claras líneas de autoridad, pero mientras que los médicos
estaban divididos en distintos departamentos de e~pecialidades
médicas, la división entre categorías verticales era pequeña.
El alnbiente de trabajo 3
Había jefes titulares de 'algunos departamentos, pero no estaba
claro cuáles eran sus obligaciones y prerrogativas, ni siquiera
Las observaciones descritas aquí fueron realizadas durante el para ellos mismos. Aparte de esto, no había un sistema de cate-
curso de un estudio intensivo de una clínica médica urbana di- gorías graduales semejante a los encontrados en las universida-
rigida por médicos excepcionales .. bien formados, experimentados, des, y si bien la antigüedad era una fuente de influencia impor-
todos los cuales eran .. o bien autorizados. por la junta .. o elegibles, tante, no era un locus consistente de autoridad jerárquica. Además,
en virtud de su formación.. para hacer exámenes en las juntas los trabajadores habían pasado por el largo período de entrena-
de especialidad. En este sentido, tenían Dlejores credenciales pro- miento característico de los profesionales.. su libertad profesio.
fesionales que el promedio de los médicos corrientes. Y .si bien nal estaba protegida por la pertenencia a la profesión y la 01'.
se trataba de una clínica verdaderamente grande, .con alrededor denación jerárquica formal entre subordinados y superiores, entre
de cincuenta médicos .. dotada de un personal administrativo coro .. colegas.. era casi inexistente. En consecuencia, la clínica se con-
.pletamente desarrollado, numerosos empleados .y personal para- virtió prácticamente en una «compañía de iguales» 4 que los pro-
médico, y siendo todos los médicos asalariados y no socios, ésta fesionales consideran óptima para trabajar: una organización en
era considerablemente menos burocrática que; por ejemplo, un la cual apenas existe otro control que. el de colegas.
college.
Se .examinaron los archivos de la organización.. tanto los con ...
fldencialescomo los de rutina, los oficiales y los no oficiales, y Norl1zas
durante el período del estudio se asistió a todas las reuniones,
incluyendo las del cuerpo ejecutivo. Además de entrevistar a .to- En la mayoría de los modelos de burocracia, se dice que los
dos los médicos de la clínica ...a muchos de ellos tres o cuatro ve. subordinados están situados en virtud de la obediencia que deben
ces se entrevistó a una muestra de treinta médicos que en algu- rendir a sus superiores y de su obligación de adecuarse a distintas
na ~casión estuvieron asociados a la clínica. También se entrevistó normas y regulaciones. Éste era también,. parcialmente, el caso de
varias veces al jefe del pe~sonal administrativo~A través de estos la clínica. En primer lugar, el médico tenía obligaciones «con-
mecanismos se realizó una gran acumulación' de datos, que va- tractuales», tales como la cal1tidad de horas que debía pasar en
rían desde' transcripciones verbales de las entrevistas hast~ ob. su. consultorio viendo pacientes, cantidad indicada con cierto de-
servaciones realizadas en las charlas de los almuerzos, e Inclu- talle y que él aceptaba como condiciones de su empleo. Todos
yendo clasificaciones sociométric?s! actas de la~ .reuni?nes y los médicos reconocieron. (aun sin~ desearlo) la legitinlidad de es ..
extractos tanto de los registros medIcos con 10 admInIstratIvos. tas regulaciones determinadas adlninistrativamente. Además exis-
En semejanza a la universidad, la clínica seguía el principio de tían reglas de intramuros cuyo propósito era lograr la coordina-
jerarquía .. aunque inusualmente silnplificad? ~l .. director médi~o ción de las gestiones: por ejemplo, si el obstetra ú el clínico 5
era responsable de la conducta de la orgamzaclon en general.. In .. sería el responsable de proporciollar atencióll de emergencia para
cluyendo la de los nlédicos, y el administrador era respons~ble los abortos espontáneos. Algunas de estas reglas eran formuladas
de las operaciones diarias, particularmen!e,. pero no excluslva- por los médicos, otras por la administración y otras eran
mente, de la conducta del personal para111edlCO y de los emplea- acordadas en conjunto, a partir de la discusión entre médicos y
la administración. En todos los casos se las consideraban como
3.. Partes de esta sección están reinlpresas. de la obra de Eli?t FREIDSON y expedielltes acordados lnutuamente para la resolución de proble-
Buford RHEA, Processes o/ Con.trol in a COll1.pan.y of Equals, ~Soclal Problems», mas obvios .e inevitables. Finalmente, existían algunas normas
XI (1963), pp. 119-131, reilnpreso bajo la autorización de la SOclety far the Study que tendrían que afectar a los médicos pero que, de hecho, no
of Social Problems, y Eliot FREIDSON Y. Buford RHEA, Knowledge and Judgment
ir~ Professional Evaluations, «AdminÍstrative Scie~c~ Qua.rterly»~ X (1965), pp.107-124, lo hacían. Algunas de ellas provenían de fuentes exteriores, y si
y reimpreso bajo la autorización de la «Adrmnlstratlve SClence Quar~erly~). .El
apoyo para el estudio y su análisis fue proporcionado por U.S. Pubbe Servlce 4. ef. Bernard BARBER, Scictlce and the Social Order (Nueva York: CoUier
Grants CH-00025 y CH-00414. . .... Books, 1962)¡ p. 195.
A lo largo. de este informe se usa deliberadamente el pasado. lnde~nldo para 5. Todos los lnédicos eran «especialistas», pero a ql.lello s especialistas inter-
acentuar que tuvieron lugar muchoscanlbios en la cUnica desde 1961-1962, el mo .. nistas y los pediatras que proporcionaban la atención principal, aquí son deno-
¡nento de este estudio. minados «generales».

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0- .'

entr~ la administ~ación y los médicos, e incluso entre colegas, fue ":.


. .,.amenazaban la eficiencia médica u organizativa y había perSIstente,. y estaba basado en normas y reglas muy diferentes '.
poca~oportunidad de detectarlo, tanto la administración como a las del conflicto en los procedimientos técnicos.
los médicos acordaban tácitamente ignorarlas .
.La variedad de reglas hasta aquí iguala a aquellas que son
comunes a las organizaciones más formales. Sin embargo, debo
observar que ninguna de las normas relacionadas con la esencia Recopilación administrativa de información supervisora
puramente técnica de la. práctica médica -exploración, diagnós-
tico, prescripción y tratamiento-, pueden ser clasificadas como . Si ha ~e haber control sobre los trabajadores, se debe recoger .
obligatorias formalmente. En general, la norma más importante InformacIon sobre su actuación. Evidentemente, las reglas no ten-
relacionada con la esencia' puramente técnica de la práctica mé- drían sentido si no se supiese cuándo fueron quebradas. ¿Cómo
dica era más una manifestación política que una regulación: puede la administración cerciorarse de que las reglas son cumpli-
afirmaba que los más altos niveles médicos posibles serían nlan- ~as~ si el médico realiza la ~ayor parte de su trabajo en la in-
tenidos independientemente del costo. A semejanza de muchas tlmIdadde su despacho? PrImero, se comunicaron a través de
otras organizaciones en las que sé realiza un trabajo excepcio- métodos rutinarios algtmos aspectos generales de la organización
nalmente especializado, la clínica no especificaba los procedimien- de la gestión del médico. Se suponía que las recepcionistas noti-
tos técnicos a ser utilizados, pero sí intentaba especificar que ficarían a la administración del hecho de que el médico cambiase
deberían utilizarse procedimientos aprobados en general por la sus hor~s, o q~e no le l?ermitie~e concertar una cita en un perío-
comunidad profesional. Cuando los médicos de la clínica disen- do de tIempo lIbre preVIsto, o SI llegaba tarde habitualmente. Del
tían, la determinación de lo que era apropiado era expuesto a mismo modo; era visible para todos los que se tomasen la moles..
miembros de la comunidad profesional no pertenecientes a la tia de observar si un médico atendía muy rápido a sus pacientes
clínica, quienes podían ser llamados a ella. Conflictos observados para terminar antes o si los citaba más temprano de lo que real..
en cuestiones técnicas entre opiniones profesionales, por ejemplo, ment~ pudiera atenderlos como para asegurarse de que ellos lo
entre los médicos clínicos y los profesionales especialistas no estuVIeran esperando en cuanto él estuviese listo. Un discreto con..
pertenecientes a la clínica, y no entre los médicos y la adminis- trol sobre el chi$morreo paramédico, más la inspección de los
libros de visitas, constit~ían mecanismos verdaderamente regula-
tración de la clínica. res para verificar la organización de las gestiones del médico.'
La mención de las cuestiones técnicas nos trae a colación la
necesidad de distinguir las áreas de trabajo donde'puede ejercerse Pero éste era el único control administrativo regular y continuo
un control. La esencia técnica de la práctica médica fue un área sobre la actuación y recaba información principalmente sobre
principal. La otra fue la medida en que el esfuerzo fue ejercido puntualidad y rapidez en el trabajo, pero nada acerca. de la ac-
y la forma en que éste fue organizado. Fue el1 esta ítltima área, tuación técnica.
que no tenía relación necesaria con la destreza técnica, donde era El paciente estaba en contacto directamente con el médico,
más probable que se suscitara el conflicto entre la administra- durante su trabajo, y la clínica estaba organizada para propor ..
ción y el médico y entre médicos. Por ejemplo, la necesidad de cionar canales regulares para las qtlejas de los pacientes a la ad-
organizar el cálculo y la coordinación de la provisión de servicios, ministración. Por. lo tanto el paciente podía ser una fuente de in-
condujo a presiones administrativas sobre la puntualidad del formación sobre la actuación. Pero las opiniones de los pacientes
doctor. La responsabilidad de organización para con el paciel1te eran algo que pOCOSmédicos aceptarían como una indicación
llevó a la creación de canales administrativos para las quejas válida sobre la actuación técnica, y si bien ciertas quejas pro-
de los mismos. Ni la necesidad de puntualidad ni la de respon- vocaron una investigación, los casos fueron francamente raros y
sabilidad para con el paciente fueron discutidas por la mayoría proporcionaron sólo fortuitos puntos de evidencia.
de los médicos, pero fue visto como denigrante que la organiza-. Lo .que es bastante interesante es que existía una fuente pre-
ción se hiciera responsable del tiempo de uno y de las dificulta- cisa de información sobre. todos los médicos, pero ésta sólo era
des con el paciente, el equivalente de ser tratado como un utilizada una vez que se sospechara que algo podía estar mal. El
operario o un empleado.6 En áreas como éstas, el conflicto registro médico de cada paciente era, en su riqueza de informa-
ción detallada, un deleite burocrático (aunque su carácter asis..
temático lo convierte en pesadilla para el investigador). Quizá
6. Debexla observarse que en tanto el profesionalismo CalDO una expresión
de pericia requiere control solanlente sobre el contenido del trabajo (colno ya lo áreas en las que la organización se ocupa del contenido las dos no son sinóni-
señalé en capítulos anteriores), el profesionalismo como una expresión de pres- mos analíticamente o pragmáticamente. J .

tigio urge por control sobre la organización del trabajo. Si bien ciertamente hay
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debido al riesgo legal del trabajo, tanto como a las necesidades yoría de los problenlas médicos que se presentaran durante el
enlbarazo, pero como ginecología sólo trataba aquellos proble ...
del tratamiento, se registraba la información continuanlente, pero
no era examinada rutinariamente por nadie. El diagrama médi- mas especiales. ~ela~ionado~ con los ór~anos femeninos. Excep-
co era una herramienta de trabajo, llegando a ser un mecanis- tuando obstetrlcla ..glnecologla, la tabulacIón de las declaraciones
mo de supervisión sólo si se l1ubiera suscitado interés en el caso de ignorancia estableció Wla relación directa entre la capacidad de
por nledio de algún acontechniento que sugiriera la necesidad evaluar a un colega y una relación de referencia general. Es decir
de investigación: una queja de tln paciente, un juicio legal, una que manifestaron mayor ignorancia sobre las habilidades de los
colegas, los especialistas de medicina h1terna y los pediatras so..
observación accidental u otras por el estilo. De este modo, éste era
sólo latentelnente supervisor, utilizado después del hecho para bre ellos 111ismos, y los distintos especialistas sobre cada uno de
recOllstruir la pasada actuación y condenar o exonerar las cir- ellos, que los especialistas acerca de los clínicos generales y vi-
ceversa.
cunstancias. La gran distinción 'entre las especialidades que refieren enfer-
mos y las de consulta, de todos modos, puede ser mejor precisa-
da, por la índole de la especialidad y su situación en la división
Recolección de inforn1aeión supervisora a través de colegas
del trabajo. La' oftalmología, por ejemplo, es una especialidad
muy limitada técnicamente: era relativalnente poco conocida por
La adnlinistración clínica estaba, obvialnente, implicada sólo
los médicos de las otras siete especialidádes, y los oftalmólogos
tangencialmente en cualquiera de' las actividades que pudiera
sentar las bases para ejercer control sobre las actividades esen- conocían IT1UY poco las otras. La especialidad en alergia era re-
cialmente técnicas de los médicos. Esto era tal COlllO debía ser, lativamente poco conocida, así COTIla tanlbién ortopedia. Las me-
según la visión profesional de las cosas, ya que sólo debían estar jor conocidas y de mayor conochniento eran las especialidades
involucrados los colegas. Pero, ¿hasta dónde podían comprometer .. de nledicina interna y cirugía.
se? ¿Cómo podría reunirse información sobre la actuación de un Estas observaciones se restringieron al conocinliento sobre la
médico sin, una revisión rutinaria de los diagramas? ¿Qué sabían actuación técnica únicamente, pero naturalmente existen otras
los colegas uno del otro? Para responder a esto, puedo citar al... áreas de la actuación. .A.un antes de haber solicitado la evalua ..
ción de los colegas por su competencia, se pidió a todos los ,mé-
gunos datos extraídos de la parte del estudio donde se les pide
dicos que valoraran a los médicos clínicos por la cantidad rela.
a los médicos que evalúen a cada uno de los otros según su com-
tiva a visitas a d0111icilio realizadas,. por su popularidad entre los
petencia y según otros criterios. Se aceptaron como valor nomi-
pacientes, su tendencia a .atender puntualmente y por su propell'"
nal declaraciones de desconocimiento sobre algunos colegas, pero
sión a enviar casos a los especialistas ell lugar de ocuparse ellos
si algún evaluado había dado esta respuesta para cada uno de
mismos. Consi~erando la analogía entre pediatría y medicina in ...
sus colegas, se asumió que era lnás bien evasivo y no sincero.
terna respecto a la división de trabajo, y que los pediatras cons-
¿Cuál era la condición para' el conocimiento mutuo y la ignoran-
ciaentre' los médicos de la clínica? 7 Ante todo, debían estar tituían un servicio considerablemente más pequeño, aquí se hace
necesario centrarnos sólo en los especialistas de medicina interna
implicadas obviamente relaciones de referencias para que un mé-
y conlparar lo que ésos sabían sobre cada uno de los demás con
dico estuviera ,en posición de observar a otro. En la clínica estu-
lo que los clínicos conocían sobre ellos mismos. Entre los espe--
diada 11abía catorce especialidades representadas. El departa-
cialistas en medicina interna, se encontró que muy pocos no pu-
mento más grande, lnedicina interna, estaba integrado por veinte
dieron evaluar la popularidad de sus colegas entre los pa ..
miembros de la especialidad, todos los cuales funcionaban en la
cientes ni su buena volwltad para realizar las visitas a domicilio.
clínica como «médicos de familia», tratando adultos. Seis pedia-
Pero poco más de la nlitad de ellos pudieron evaluar el hábito
tras componían otro departalnento, dedicado a la atención gene-
de sus colegas para atender puntualmente, y sólo una tercera
ral de niños. Excepto uno, todos los departamentos restantes
parte pudo evaluar la propensión a enviar pacientes. Los clínicos,
eran claramente especialidades de consulta dedicadas a órganos,
por otro lado, fueron considerablemellte nlenos capaces para eva-
procesos o patologías particulares. La excepción, obstetricia-gine-
luar los hábitos de atención a domicilio de los especialistas en
cología, ocupaba una posición ambigua ell la, división del trabajo,
medicina interna y fueron incapaces de' opinar sobre su costum-
debido a que como obstetricia ésta asumía la responsabilidad
bre de atenderptlntualnlente. Algo 111ás de la n1itad ele ellos pudo
principal en el tratamiento de mujeres embarazadas para la roa ...
responder sobre la popularidad de los especialistas de lnedicina
interna entre los pacientes. Esto puede ser tomado como una de.
7. Se pueden encontrar datos estadísticos en FREJDSON y RHEA, K'1'lo1;vledge
mostración de que lo que un hOlnbre conoce sobre otro está en
and Ju.dgment) op. cit.

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" función de la división del trabajo, pero que la visibilidad de" la Transn1isiól1 de la inforlnación de supervisióli
actuación ofrecida por la división del trabajo no es global, sino
fragmentaria. Una persona podrá conocer s6lo ciertos aspectos Tendría que estar claro que ni la administración ni el cuerpo
.acerca de otra, pero no todo. Conocerá solamente lo que es im- de colegas observaban tanto la organización de la gestión "deldoc-
portante para su relación y no necesariamente lo que es impor- tor como la calidad técnica de tal gestión. Además, el trabajo.
tante para otros, o conocerá lo importante para evaluar la actua- observado era fragmentario y bastante especializado; cada clase
ción total del individuo comprometido. Como señalaré más de datos estaba aislada de las otras. La administración reunía in-
adelante, en esta clínica particular hay escasa comunicación de formación sobre las horas de consulta, la cual no eranlUY "acce-
tal información por habladurías, de modo que las barreras para sible al cuerpo de colegas. La infornlación de consulta reunida ..
evitar una difusión de información sobre la actuaciónestableci- acerca de los clínicos no era muy observable por ellos mismos.
da por la división del trabajo se destacan claramente. Obviamente, el grupo de colegas no podía comportarse como una
Además, es posible observar que había predisposiciones es- colectividad en tanto estos ítems de información fueran 'disper- .
tructuradas en la forma en que una persona. evaluaba a otra y que sados discretamente a través de sus categorías. Ellos deben"coro-
las normas para estimar la actuación variaban. Dejando de lado partir en cierta forma la misma información aunándola. Esto
el hecho de que los jóvenes generalmente fueran más críticos podía suceder cuando un individuo ejercía incorrectamente, de
en sus evaluaciones que los mayores, es decir, que daban clasifi- un modo persistente y notorio, de tal nlanera que esto se"hacía
caciones más bajas, y que las personas más antiguas generalmen- evidente para todos los individuos de la clínica; esto podía ocu.
te eran mejor clasificadas que las más recientes, las diferentes rrir 111ásrápidamente cuando los ítems de información individual
perspectivas que tenían las personas en la división .el trabajo circulaban entre los médicos.
conducían a diferentes evaluaciones de competencia debido a sus En general, si bien se comunicaban las observaciones, esto era
distintas expectativas. . lento y limitado, dándose más frecuentemente por insinuación
Las predisposiciones de la perspectiva pueden ser ilustradas que de forma directa, y más en el seno de una especialidad que
comparando las evaluaciones dadas por pediatras y especialistas en interespecialidades. Si bien los colegas en la clínica.murmura-
en medicina interna sobre los obstetras-ginecólogos. Los pedia- ban sobre cada uno de los demás, en general no se inclinaban a co-
tras evaluaban a los obstetras más alto que la mayoría de las es- municar sus obsenraciones, Ítem por Ítem tal como ellos las re- ~
pecialidades; los especialistas en medicina interna, los clasifica.. cogían. Se daba una escása revelación continua de las observacio-
ban más bajo. Esto parecía explicarse por el hecho de que los nes. Más bien cada individuo tendía a mantener en reserva sus
pediatras no trabajaban realmente con los obstetras, sino que, en propias observaciones, diciendo poco o nada sobre ellas hasta que
general, simplemente recibían bebés saludables de .sus manos. no podía contener más su indignación o hasta qtle descubría por -
Los especialistas en medicina interna, sin embargo, mandaban insinuaciones de otros que ellos también tenían dudas acerca del
sus problemas ginecológicos a los obstetras, muchos de los cua- mismo individuo. Si sus observaciones eran escasas y no tenía
les eran problemáticos y difíciles de resolver, y de este modo una opinión conformada de ellas, podía no comunicarlas nunca.
tenían oportunidad de obtener una visión en cierta forma autori.. Dado el carácter accidental de cada descubrimiento y dada la ne-
- zada de la capacidad de los ginecólogos. Las diferencias en las cesidad de acumularlos antes de que fuesen relacionados, podía
evaluaciones,por lo tanto, se producían de acuerdo con la varia- pasar un considerable período de tiempo antes que surgiera una
ción en el tipo de trabajo que servía de referencia. opinión general sobre un médico. Y, obviamente, el tiempo podía
Finalmente, merece ser mencionado el hecho de que, en la clí., variar con la' visibilidad estratégica de la especialidad. Se obser-
nica estudiada, entre colegas, no parecían comentar demasiado varon varios casos en la gente de cierta antigüedad, quienes eran
la experiencia de los otros. 'Esto significa que no había elementos considerados por debajo del promedio de competencia de la clí-
para compensar la limitada .y fragmentada distribución de infor.. nica por aquellos de su propia especialidad, pero que estaban
mación "o la parcialidad de la evaluación debida a la división del considerados por encima o al menos a igual nivel por todos los
trabajo y que muy pocas personas compartieran mucha infor- otros.
mación sobre una única persona. En casos inusuales, una cantidad suficientemente amplia de
observaciones había sido acoplada en la mente de un número
suficiente de médicos conlOpara permitir un consenso de opinión.
Parecía ser necesario llegar a un determinado punto crítico de
descontento con un individuo antes de que la mayoría de los mé-
dicos comenzara a quejarse de él entre sí y a la administración.
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Un médico. podía hacer una observación bastante neutral pero tas partes de los mielnbros de la clínica; era necesaria Una deci ..
insinuante a otro, sobre un tercero, .después de lo cual el segundo ~ión tonl~ada por una J?r.oporción similar para un despido. C01110 ya
tendría su historia para contribuir, y así progresivalnente. Pero herr~os VIsto, las condICIones para la formacíón de una opiníó11 co-
esta definición colectiva se formaba sólo entre grupos de médicos lectIva generaln1cnte no estaban presentes en el sistema. Conside-
que tenían la oportunidad de discutir tales cuestiones, y como rando la irregularidad de la distribuc.ión de la información en la
resultado podían obtenerse diferentes sectores de opinión sobre clínica que hernosdescrito, aun una sinlple mayoría de doctores
la misma persona en el interior de la clínica. tenía poca probabilidad de haber tenido una experiencia personal
con ~as deficiencias de un individuo. Sin tal experiencia personal, la
n:~yor parte de los nlédicos eran reticentes a votar por la expul~
Sanciones negativas 510n sobre la base de las quejas de unos pocos colegas o pacien-
tes que sí las habían experimentado. Solamente las deficiencias
Lenta y selectivanlente, cierta infornlación sobre el nlal conl- más. grose:ras y ofen~i,:as prosperarían. La imposibilidad práctica
portamiento surgía a la luz. ¿Cónlo se utilizaba diclla informa- de despedIr a un n1edlco con cargo era de este modo inevitable.
ción? Cuando se preguntaba a los lnédicos qué harían con su co- En un período de quince años, alrededor de ocho Inédicos renun-
lega transgresor, la respuesta habitual era: «Nada»; cuando se ciaron a la clínica ..la 111ayoría por razones personales, algunos con
les preguntaba qué harían si se repetía la falta, aÚl1 respondían: presiones, pero ninguno qlle hubiera tenido un cargo fue despe-
«Yo le hablaría.» Hablarle el"a, de hecho, la sanción más común dido formalmente.'
en la clínica y era utilizada tanto por colegas como por la admi .. La reprensión era, de este lnodo, la única forma práctica de
nistración prácticamellte como único Inedia de sanción. En base sanción negativa en la clínica. Aparte de ésta ...sólo había recompen-
a los ejemplos que reunhnos, el hablarle parecía implicar di fe .. sas para motivar .a los. médicos. La mayoría de estas recom-
rentes matices de instrucción, de persuasión amistosa, de avergon- pensas estaban burocratizadas .. como por operar automáticamen-
zar y de amenazar. t~, independi~ntemente del proceder del médico. I-:Iabía, por
La incidencia de la represión variaba con la distancia social. eJem~lo, un SIstema de aumentos au~omáticos, vacaciones paga-
Era nlás probable que un médico le hablara a alguien de su pro- das, Incrementos de bonos para obtener de la junta una certifica-
pio departamento que.a alguien de fuera, y a uno de su misma ción de especialidad y otros por el estilo. y.. auna cierta edad
edad o a un joven que a otro mayor. Se inclinaba a no decir nada librarse del trabajo nocturno y de las .llan1adas de urgenciad~
a un individuo no perteneciente a su departamento o. a su supe- los pacientes, durante el fin de semana .. Estas recompensas eran
rior, y si llegaba a ell0jarse lo suficiente, se quejaba en cambio derechos de ,los cuales no se podía privar a IDl transgresor. Exis- .
a sus iguales o inclusive a la administración. Las represiones tían, además .. otras recompensas que eran particularmente i¡upor-
también se graduaban de acuerdo con la gravedad de la falta. La tan tes porque no estaban garantizadas burocráticamente y por-
más moderada (y con mucho la más común) era una simple dis- que eran característicamente indirectas y discrecionales. En tan ..
cusión de hombre a. hombre, alguien planteaba informalmente to 110 fueran obligatorias, un individuo podía ser «castigado» con
el problema a otro .. Si el transgresor no enmendaba sus errores, «pasarle por alto» su asignación. Algunos estaban controlados por
la persona ofendida podía solicitar la ayuda de otros, ya fuera el colegas y otros por la administración~
administrador o uno o más colegas, para conversar con el indivi- El conjunto de tales recompensas. discrecionales podía ser lla-
dua en cuestión. Eventualmente, si persistía el mal comporta- mado un sistema de privilegios: distintivos especiales, a veces
miento y había un fuerte resentimiento por ello, el transgresor de índole bastante trivial, que no habían sido codificados y ga-
podía ser reprendido por el director médico o por una comisión ral1tizados burocráticamente COlno derechos o incrementos, y que
formal de colegas. .tomados individualmente podían ser únicos y no recurrentes, in-
Las reprensiones son, por supuesto, una sanción nlUY inforn1al cluso sometidos a la invención de la administración. En la clínica,
entre iguales en todos los grupos de trabajo y es usada por los algunos de los privilegios lnás estables in1plicaban dinero extra
supervisores en todos los lados. Lo interesante acerca de la repren- por realizar tareas tales como supervisar el laboratorio, manejar
sión en la clínica es que era el único castigo institucionalizado, la co~respondencia oficial acerca de las quejás de los pacientes,
exceptuando el despido. No había formas inter111edias de castigo. atendIendo como consultor especial y supervisando un progra-
y dado que el despido era casi inlposible una vez que un hombre ~a de investi~ac.ión. Otros eran de carácter más simbólico: por
entraba en posesión de su cargo, la reprensión era virtualmen- ejemplo, ser InVItados a representar a la organización frente. a
te la única sanción disponible. Las reglalnentaciones para el ingre- un grupo de visitantes distinguidos, ser elegidos para viajar a car-
so de una persona exigían una votación favorable de las tres cual"- go de la clínica o concederles unos días de licencia. Los privi-

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J. •••

legios más estratégicos explotaban la autoimagen del médico. Cotis- , cole:~iva y la acción conjunta de los n1ismos. En rigor, la trans-
tituían el re~onocimiento de lo que él sentía que era legítimo greslon estaba controlada por el ejercicio administrativo de las
dada la altura de su carrera o su nivel de realización. recompensas discrecionales, y en otros aspectos dependía casi,
, En suma, las sanciones características nunca eran tan severas completamente de respuestas individuales más que de repercu-,
COlTIO para reducir los ingresos y minimizar o impedir el trabajo siones profesionales colectivas. Además.. cuales,quiera que fueran,'
de los transgresores, y apenas estaban organizadas. En general .• los métodos de control, erall de índole ampliamente normativa.
los colegas afectados utilizaban la técnica de exclusión.personal. Yo he sobreentendido que gran parte de la actuación técnica
Intentaban impedir que trabajara con ellos individualmente o con generalmente no es observada, y aun si loes .•no es comunicada '
sus respectivos pacientes, pero no intentaban impedirle que tra- . .
y SI se comumca, no es controlada. El problema consiste en al-'.
'
bajara con los pacientes de los delnás. Éste es similar al princi- canzar cierto con~enso sobre la clase de act~ación que se debie-
pal método de cOlltrol utilizado en la práctica privada. No se le ra observar y.controlar. Algunos médicos de la clínica admitieron
mandan pacientes al transgresor o, si es necesario mandarle, sólo que no sabían demasiado sobre sus colegas, pero creían que si
se le envían casos intrascendentes. No se le consulta sobre pro. alguien hacía algo «realmente grave».•como matar a un paciente,
blemas de su especialidad o subespecialidades: no se solicita su ellos lo sabrían muy rápidamente. Creían que si se demostraba
opinión y no se le invita ,a observar un caso peculiar o interesan- que un colega era grave y obviamente incompetente o falto de
te. Finalmellte, no se le incltlye en el sistema de intercambio de ética, no habría discusión y sería despedido. Y señalaron que las
favores que es tan importante y tan común en el trabajo profe- c0ll:ductas de trabajo realmente graves y sus consecuencias se
sional: si él pide un favor a alguien, probablemente no se lo llevaban al hospital, donde opera un sistema de vigilancia profe-
rehusará, pero los otros no le pedirál1 favores a él y de este modo sional autoconsciente. Por tanto, manifestaban que las áreas im-
le quitarán la posibilidad de pedir con impunidad otro favor en portantes de la actuación estaban controladas. De todos modos,
el futuro. Es importante observar que todos estos métodos de su idea de lo que es «realmente grave» era tan extrema como para
exclusión son ejercidos por individuos: no son acciones del cuer- no figurar en su experiencia diaria. En esencia, lo que ellos de-
po de colegas. Por lo tanto, no impiden que un transgresor tra- cían era que los carniceros y los depravados morales serían mar-
baje y mantenga sus relaciones laborales con colegas a quienes cados y rápidamente controlados: en ese sentido, el sistema tra-
no ha ofendido. Sólo le castigan en la medida en que él es sensi- baja sin remordimientos., No obstante .•casi todas las normas de
ble a la buena opinión de aquellos individuos particulares que lo transgresión se sitúan en algún lugar entre la actuación del de-
excluyen. pravado moral y la del santo. Y es precisamente en este terreno
intermedio donde eran problemáticos los controles observados.
El proceso descrito aquí tenía diversas características. Ante
Características del proceso todo, el sistema de control no era típicamente. colectivo ni taro..
poco jerárquico en su funcionamiento. Tendía a operar como el
.,.' He observado que los elementos involucrados en el proceso mercado libre del economista, individuos privados insertos en
mediante el cual se ejercía el controlen esta compañía de igua.. una interacción fundada en los elementos donde sus intereses
les era de índole francamente no burocrática. En general, el ac- laborales individuales estaban implicados. Esto era así a pesar
ceso a la información sobre el desempeño laboral no estaba or- de estar situado en un ambiente de práctica en grupo organizada,
ganizado jerárquicamente. Como máximo éste era una función conscientemente. En segundo lugar, el proceso actuaba lentamente,
selectiva de la divisióri del trabajo; en el peor de los casos era dado que un sistema de control sólo logra actuar rápidamente
una función de un azar asistemático, revelaciones accidentales si la información necesaria para tal control puede acumularse
a observaciones accidentales. Este estado de cosas era una con- prontamente. Finalmente, el proceso .tenía una vulnerabilidad ca.
secuencia del hecho de que la administración no ejerciese méto- racterística. Dada la naturaleza del caso, para que las sanciones
dos ordinarios burocráticos de reunir información sistemática- utilizadas fueran efectivas se requería que todos los participan-
mente en la mayor parte de las áreas de la actuación profesional, tes se adhirieran completamente a las normas involucradas. El
dejando la cuestión, en cambio, en manos del grupo de colegas. sistema estaba desamparado ante un hombre que no dependía
y si bien el acceso de los médicos a la información sobre la ac- de la estima y de la confianza de sus colegas y que no respondía
tuación de los demás era irregular, esto no hubiera sido tan sig- a los valores simbólicos del profesionalismo. Enfrentados a una
nificativo si no se l1ubiera combinado con una falta de inclina.. persona que no es tan incompetente o falta de ética como para
CiÓll a compartir dicha información entre ellos. En consecuencia.• ser despedida obviamente y sin contemplaciones, y que deja de
se hacía basta.nte difícil la formación de una opinión de colegas demostrar cualquier respeto por las opiniones de sus colegas, la

158 159,
1
l.'
t,
'.adn1inistración
y el grupo de colegas están desarmados. No puede r:
V'(
ello para ~rdenar a alguien que utilizara cierto procedilniento
ser adulado, avergonzado o insultado y por tanto no puede. serper- U c?? su paCIente. E.l superior sí tenía el derecho, si no la obliga-
r
suadido de que ennliende su conducta o de .que renunCIe: tOd? j, Clan, de dar consejos acerc.a de cÓlno llevar casos a los subordi-
lo que se puede hacer es condenarle al ostraCIsmo y tratar de ml- e
nad~os'responsables de los. miS1l10s. Pero si bien un supervisor
ninlizar todo' daño qtle se crea que pueda hacer. tenia el. derecllo formal para dar órdenes acerca del cuidado. de
los. paCIentes ~el subordinado, aunque sólo fuese debido a que
«ell?s eran oficlabnente responsables de la atención brindada a los
La regulación en otros ambientes paCIentes el1 sus unidades»19 esto se hacía tan raramente como
para s~r atípico. Más característico del sistema era dar consejos,
Lo que he presentado llasta aquí ha ~ido un e~tudio de 1..1n y. no. ordenes; f!e.cuentemente era un consejo escrito adjuntado
caso único. Naturalmente sería una tonterla caracterIzar una ~r~- al dIagrama medICO pero raramente escrito en el mismo. En
fesión entera y las variedades de su práctica a través de este unl- co~traste .con el consejo dado frecuentemente en la práctica
co ejemplo. Esto es particularmel~te así ~ la luz de lo. que se p.rlvada, SIn elnbargo, este consejo se daba sin solicitación inclu-
conoce, e inclusive de lo que se eXIge, segun los caso~, sobre !a.s SIve cuando el aconsejado no sentía necesidad de él., '
prácticas insertas en los hospitales clínicos. Un e~tudIo' mu:~ utI1 En la medida e~ que .ést~ "puede ser .denOITlinadoconsejo antes
sobre esta práctica fue realizado por GOSS,8 qUIen estudl~ ~as q~e orden,. no habla obbgacIon de segUIrlo. Los médicos de la clí..
operaciones de un programa de en~eñanza de un centro l~e~lco mca. ({consIderaban q,!e era su deber t~mar en cuenta las suge-
universitario a partir del cual aproxllnad~ment~ ochent~ .!nedICOs renCIas de l<:>s superVIsores sobre el CUIdado de los pacientes, y
atendían anualmente alrededor de doce mIl paCIentes Ch?ICOSam- en ..este sentIdo. ac~ptaban supervisión. Pero también se sentían
bulantes; ofrecía, además, instrucción clínica. a est?dlantes de obhg~dos.:. a examInar tales sugerencias críticanlente, y a seguir-
cuarto año de IV1edicina de la un.iversidad. A diferenCIa del ~rupo las solo SI aparentaban cun1plir los nlejores intereses del pacien ..
médico descrito, éste estaba organizado clarame?te. en una J~rar- t~, de acuer~o a su propio juicio profesional».lO No había eviden-
quía de profesionales, con un director, Cl;latro aSIstente? del dIrec- CIa de sanCIones formales por no cunlplir dichas sugerencias,
tor, los n1édicos con diferentes categorIas. en' 'el hOSPlt~l.o cate- aU:1que ante el eve~to. de una continua' inquietud de un supervi-'
gorías de profesores y finalmente los estudlante~ de ~edI~lna. SOl ~obre el tratamIento de. un caso (presumiblenlente cuando no
Goss distinguió dos tipos de control supe~vlsor ejerCIdo a lo se SIgue su consejo), éste discutiría los' problemas técnicos del
largo de la jerarquía. PrÍlnero, .estaba lo que poma .llama~se de- c~so personalmente con el médico responsable,.o bien presenta-
"cisiones administrativas, que aSIgnan y progranlan el trabajo que rla el caso a la discusión de estudiantes y cuerpo de profesores
;hará un individuo: por ejemplo, preparando un programa de es- en ~na j~nt~1" deenseñ~n~a. Pero e~. ~anto el receptor del consejo
tudio superior en el cual se les asignaban instructor~s a los e~tu.. P?dleSe Jl;lst~ncar su propIa conducclon del caso haciendo referen-
1 .' diantes para trabajar en determinadas horas,'. con. CIertos pacIen- CIa ~ la t~cnIca y a los conocimientos médicos1 no se aplica sobre
tes y en "salas de exploració~ .fijas. ~ara decI:loc~daID:en- é~ ; nInguna presión. puniti,:a ni «educacional», siendo su obliga.
te, un superior le dice al me~l~o cuando, y donde trabajar, CI0~ s?lamente reVIsar serlanlente el consejo a la luz de los co-
cuánto y con quiérl. Estas decIsIones y «ordenes» .eran acep- nOCImIentos médicos disponibles y de su experiencia clínica per-
tadas sin discusiones, siendo generaln1ente reconOCIdo y con- sonal con .el pacien.t~ .y sus dificultades. Dado que él es quien
cedido el derecho del .superior para indicarlas y acept~da la asume la responsabIlIdad personal del resultado, era' su decisión
obligación del subordinado de cu~plir dichas órdenes. SIn .em: la que se aceptaba como definitiva en tanto pudiese jus~tificar el
bargo, no parecía ejercerse un m~todo .formal para ~eternlInal rechazar el consejo. .
el cumplimiento y no existían sanCIones forn1ales espeCIficas para Comp~ra.nd? la clínica de e11señanza con el grupo médico, lo
la falta de cumplhniento. que .~s dIS~l1?tIVO respecto al primero. es el rnodo en que la .ac-
Estas «órdenes» administrativas establecían .el paso y el tempo tuacIOll medIca se puede observar a través de la revisión siste-
de la práctica de enseñanza en la clínica pero no se ocupaba de mática ?e ~o~ diagranla~ lnédicos ejercida por los supervisores
la práctica como tal. A un supervisor no le era otorgado el dere- y e~ ~Jerc~clo de. la Influencia supervisora de los superio-
res .Je:a~qulCOs, qUIenes dan consejos no solicitados. Anlbas ca-
8. Mary E. W. Goss, lnfluence and Authority Arnong P1zysicians in an Out .. racterlstlcas creo, son raras en la práctica médica en general y
Patient Clinic, «American Sociological Review», X~VI (1961), PP .. ~9-50, y M,:~ l

E. W. Goss, Pattel'ns of Bureaucracy a1'non~ Hospltal. 5taff _.PhyslClans, en Ello


FREIDSON (ed,), The Hospital in Modern Socu:ty (Nueva York. The Free Press of 9. Goss, Influence and Authority, Opa cit., p. 46.
Glencoe, 1963), pp. 170~194. 10. Ibid'l p. 44.

160 161
HS 17. 11
_.reflejan los ,atributos peculiares de las i~stituciones de .e~señan- te 'es obligatoria, no hay' nada que estiInule cierta fornla de «re~'
za, con la presencia de estudiantes, qUIenes.por definición no , prensión», de «consejo» o inflllencia destinada a modificar la ac-~
son médicos cOlnpletamente formados y qUienes por lo tanto tuación del otro. En este sentido, en el sisterna del laisse faire de~'
deben ser supervisados y someterse a ser guiados. La pe: la práctica privada¡ individual, probablemente encontremos la re-
sibilidaClde supervisión está acrecentada ,aún más en los hospt- gulación del compron1iso nlenos consciente y sistemática.
tales de enseñanza, donde los pacientes se exlliben a la observ~-
ción de quien quiera que pase por las salas y, lo que es mas
importante, donde los. pacientes están permanent~s para ser
Observabilidad, influencia y normas ..
examinados por otros, y no volviendo a casa despues de la con-
sulta como es el caso de la asistencia ambulatoria. En este caso,
Ell este capítulo me he dedicado al modo en que la conduc-
el h¿spital permite la observación de primera mano, dire~ta" y ta individual del médico puede ser controlada por sus colegas,
no la 'simple revisión de fichas. Por supues!o que ~st.o es ~SIsolo el modo en que la profesión vive en conformidad con su promesa
potencialmente, dado que aun en los hospItales cllmcos solo son
de vigilarse a sí misma. Ell general.•el objetivo ha sido determinar
fácilmente observables por los estudiantes y el personal los pa-
la manera en que la organización de la práctica hace posible la
cientes públicos o de sala; en algunos hospitales cl~i~o.s hay regulación de los colegas. El supuesto fue que la observabilidad 12
pacientes «privados» inacce~i?!es. No obstan~~, las, P?slbllldades de la actuación es un prerrequisito estructural para la regulación,
de observación y de supervIsIon de la actuaclon medIca son ma- limitando el grado en el que la realización del trabajo puede ser
yores en 110spitales y, particularme.nte, en hosplta · 1.es c1"
InICOS.
11
inspeccionado y la calidad de la información que se puede reunir
y como ya he señalado, en los hOspItales norteamencanos se en-
sobre la actuación. Consecuentemente, la observabilidad limita
cuentra cierta cantidad de procedimientos formales. la clase de dist~ibución que se puede hacer del trabajo. En este
, Pero ni los grupos médicos ni los hospitales clínicos de ense-
capítulo he hecho algún intento para describir cómo, dada la es-
ñanza, y.mucho menos los hospitales, son típicos .represent~ntes tructuración de la observabilidad, se ejercían controles.
del volumen de médicos en los Estados VIudos. La mayorIa .de El material nos enfrenta con. un inlportante problema de com-
los médicos pasan la mayor parte de su tiempo en sus propIOS prensión. En general, parece que los controles que se ejercían eran
consultorios. Exceptuando cuando mandan o recibe~ un enfermo menores que lo que permitía el nivel dado de observabilidad. En
'referido, su trabajo sólo es observable por sus !?aCIentes,a cuya el grupo nlédico, un observador debía ser virtualmente conduci.
illfluencia está sometido. Aun cuando su trabajO sea obser:vado do a comunicar sus observaciones a otros, y si bien eran posi-
y evaluado por un colega, no tiende a responder. a esto. ~~erta..
bles otros controles en lugar de la evitación o la reprensión, no
mente es poco probable que se ofrezca un consejO no solICItado se usaban. En la clínica de enseñanza, un observador aconseja
a men~s que se trate de una persona suficientemente mayor '1 .no si es un supervisor, pero está poco dispuesto a ir más allá, sobre
competidor, sentido paternalmente, o a menos que. ~ me~Ico todo si al aconsejar falla. Obviamente, los límites estructurales
.' deseara insultar a otro, dado que el consejo no solICItado vI?la
la etiqueta médica corriente. La única respuest,~ a la actu~cIón
impuestos sobre, el control por la observabilidad y la dependen-
cia en los diferentes' marcos de trabajo no bastaban para expli-
observada o ínformada probablemente sea o bIen mantenIen?O car o predecir los controles aplicados realmente. Es decir, no pa-
una relación de referir enfermos o bien evitándola. En estos días recen explicar la fuente de variación en el nivel absoluto de
de demanda de servicios médicos relativamente ~ta,. t~l re~pues- actuación. De todos modos, creo que el nlodelo de comportamien-
ta tiene una importancia general sólo' en tanto ellndlvl~u<? Juzga- to regulatorio descrito en este capítulo sugiere fuertelnente la
do depende en cierta forma de la estima del otro. Lo.UllICOque naturaleza de las variables que pueden explicar la fuente de va-
hace un médico al evitar trabajar con otro, cuyo trabajO él no va- riación. Estas variables son de carácter normativo, no estructu-
lora, es proteger a sus pacientes. y a s~ práctica: es poco proba- ral, y surgen en el curso de la consulta o del trabajo aplicado,
ble que su rechazo cambie al otro. En rIgo~, el otro.~u~de no dar- como es la práctica médica. En el próximo capítulo me extende-
se cuenta de que es evitado, y si lo percIbe, es difI~il que sepa ré sobre ellas y, al hacerlo, trataré de iluminar más allá del pro..
por qué;,Dado que en la «práctica privada», ~ diferenCIa de los gru- blema de la autorregulación profesional.
pos médicos o de los hospitales, la cooperaCIón con otro raramen-

12. Para ver algunos comentarios sobre observabilidad, consultar Robert K. MER .•
11. También hay gran variación en 105 hospitales c~:ínicos. Ver, por ejemp~o, TON, Social Tlteory and Social Structure (Nueva York: The Free Press of Glen..
Patricia L. KENDALL, The Learl1ing Environments 01 Hospttals, en FRBmsoN, op. CIt., coe, 1957), pp. 336.357. Y ver Rose L. COSER, Insulation from Observability a11.d
pp. 195.230. Types of Social Conformity~ «A1nerican Sociological Review»1 XXVI (1961), pp. 28.39.

162 163
VIII. La mentalidad clínica

En el capítulo anterior he sugerido que la organización de los


ambientes de trabajo médicos, particularmente en aquellos canee..
tados con situaciones de práctica .académica de gran prestigio,
era tal que permitía a los colegas una mayor regulación de la
actuación del trabajo de lo que de hecho parecía ocurrir. Afirmé
que cuando se observaba una actuación incorrecta no siempre se
le prestaba atención, frecuentemente no se comunicaba a los otros
y raramente se sometía a la regulación. Un resultado conlO éste
apunta a las limitaciones de un análisis «puro» tanto como
de un análisis ~rganizativo formal o estructural: esto exige que
vuelque mi atención en las norn1as o valores de los individuos
que trabajan en los lnarcos organizados, dado que, cuando estos
marcos permiten una conducta reguladora, y cuando esta conduc-
ta no se produce, aun cuando es posible, asumo que los valores
de los participantes actúan desanimando la autorregulación. El
problema, entonces, consiste en .describir aquellas normas médi..
cas que parecen estar más estrechamente relacionadas con la
conducta que he .descrito.
Como he observado en el capítulo '4, es conve11cionaldistin..
guir la profesión ele otras ocupaciones en base a su orientación
de servicio. Esto quiere decir que supuestamente las profesiones
se distinguen en virtud de su dedicación al servicio de la huma-
nidad o de la sociedad. En términos de Parsons, se supone que
el rol de la profesión está «orientado hacia la colectividad» en
vez de estar «orientado hacia sí misma». Parsons también obser-
va otras normas, como las siguientes:

Como rol ocupacional, éste está institucionalizado en torno al con-


tenido técnico de la función a la que se da un alto grado de impor-
tancia en relación a otros status determinantes. De este modo es tan
inevitable que la incumbencia del rol sea lograda como que los cri-
terios de actuación a través de los niveles de competencia técnica
sean prol11inentes. La selección para esto y el contexto de su realiza-
ción están altamente segregados de otras bases de solidaridades y
status social. En conlún con las pautas predominantes de los roles
ocupacionales generalmente en nuestra sociedad, en consecuencia se
agrega a su incorporación de logro de valores el universalismo, valo-
res ft.tn.cion.aln1ente específicos y afectiva.mente neutrales.!

1. Talcott PARSONS, TIl(j Social SYStftlH (Nueva York: Thc Free Press of Glen4

cae, 1951) 1 p. 434.

165
Dicho n1ás simplemente, se espera que los médicos sean alista- incorrecta a la cual llega un trabajador «subsocializado». Y final- '
dos y que ejerzan en base a su capacidad antes que por carac- mente, debería notarse que las normas y los valores son de por
terísticas adscritas, que confíen en normas científicas aceptadas sí tan amplios y generales (como la ética judea-cristiana) como
generalmente más que en normas particulares, que restrinjan para que sea difícil relacionar con ellos un problema de actua-
\ '
su trabajo a los límites de su competencia técnica, que trabajen ción tan decisivo como es el proceso de autorregulación. Parecen'
objetivamente sin implicancias emocionales y, finalmente, que ser necesarias normas más concretas para el análisis del trabajo
antepongan los intereses del paciente a los propios. médico.
Sin embargo, como el mismo Parsons observó, estos atributos En este capítulo intentaré delinear las normas que parecen de-
'í "
no son peculiares de los médicos: se aplican a todos los así de.. sempeñar una parte importante en el trabajo del médico,. espe ..
nominados profesionales, incluyendo aquellos que, como los cien- cialmente aquellas que tienen cierta relación con la respuesta del
tíficos, no prestan típicamente servicios a una clientela profana. médico a la actuación incorrecta. Conforme al interés de mi
Además, como observó Parsons, la mayoría de estascaracterÍs .. análisis, me ocuparé del médico ejerciente o de consulta, no del
ticas ni siquiera se limitan a las profesiones exclusivamente.2 Se investigador. Me ,ocuparé mayormente, además, del consultor cuya
puede argumentar con bastante firmeza que se aplican a prácti- éxperiencia principal está anclada en una práctica en la comu ..
camente todas las ocupaciones que proveen un servicio y que im .. nidad con dedicación exclusiva. Excluyo explícitamente la preo-
plican una destreza técnica. También se supone que los fontane- cupación por el individuo y el trabajo médico que se encuentra
ros son elegidos en base a sus logros, y se supone que emplean en las instituciones de enseñanza e investigación altamente pres-
normas universales y que son funcionalmente específicos y afee .. tigiosas, y me concentro en cambio en la vasta mayoría de
tivamente neutrales. Y si bien se espera que el fontanero obten- médicos que trabajan en la oscuridad de una práctica diaria de'
ga un beneficio por sus servicios (lo mismo que el médico sea dedicación completa. Los primeros son los portavoces formales,
capaz de ganar un ingreso decente), se supone que hace tm buen los líderes y, algunas veces, los modelos de la profesión. Los se-
trabajo dentro de los límites financieros impuestos sobre él, sin gundos son la profesión. Me concentraré en los últimos, en las
engaño. Si bien no puede esperarse que el fontanero esté dedi- demandas que su trabajo ejerce sobre ellos y en la perspectiva
cado a la humanidad, tampoco se espera que esté dedicado sólo característica que surge de dichas demandas. Me centraré en
a sí mismo. comprender cómo esa perspectiva influye en el modo en que se
Introduciendo precisan1ente .a los fontaneros en la discusi6n ejercen los procesos de 'control en el trabajo médico.
nos encontramos cara a cara con el carácter de las especifica-
ciones de Parsons, dado que aquellos que defienden a la profesión
dirán: «Sí, pero los fontaneros no ponen de manifiesto realtnente Responsabilidad profesional
tales normas, en tanto que los profesionales sí lo l1acen.» La res-
puesta a esta declaración sólo puede ser una que distinga la ex.. Carr-Saunders proporcionan un punto de partida para el aná ..
pectativa de la' ejecución. Parsons no especifica la realización en lisis afirmando que, si bien según su visión la posesión de una
absoluto, sino s6lo la expectativa. Además, dichas expectativas técnica intelectual especializada adquirida como resultado de un
forman parte de las normas institucionales amplias relacionadas prolongado período de entrenamiento es la esencia de una pro-
con las profesiones en tanto ocupaciones organizadac; oficialmen- fesión, «esto es debido a que permite el desarrollo de ciertas
te. Son, de hecho, las partes normativas de la organización for .. actitudes y actividades») La actitud más decisiva se manifiesta
mal de las profesiones, expresadas por códigos de ética, por de- en un sentido de la responsabilidad por la integridad de esa
claraciones públicas de los portavoces de las profesiones y otras técnica, particularmente en la medida en que la práctica implica
semejantes. Son muy distintas, analítica y empíricamente, de las «una relación directa y personal con clientes».4 La actividad más
normas reales de los profesionales individuales. A semejanza de importante relacionada con esto se apoya en la institucionaliza-
abstracciones tales COlno la ética judea-cristiana, son proclamas ción de métodos de «hacer cumplir el acatamiento de... normas
formales y expectativas sostenidas oficialmente, quizá ideales, pero de conducta».5 Por tanto, asignan primacía a W1 especial sentido
no necesariamente las nornlas operativas de la actuación. Ade.. de la responsabilidad por la integridad de la práctica y sus con-
nlás, aun cuando pued.~n explicar una actuación adecuada hacien- secuencias para el paciente. Uno puede suponer que este sentido
do referencia a la efectividad con que fue «socializado», el ejecu-
tante, no pueden explicar la clase p.articular de actuación 3. E. M. CARR-SAUNDERS y P. A. WILSON, Tlle Professions. (Cambridge: Cla-
rendon Press, 1936) p. 286.
I .
4. ¡bid., p.285.
2. [bid., p. 435. 5. ¡bid., p. 284.

166 167
de la responsabilidad tiene alguna relación con la orientación de que. sitúen una opinión, te?ría o escuela sobre otra.!l Estas expli-
servicio o hacia la colectividad, pero ¿cómo se manifiesta ésta? caCIones parecen ser sufiCIentemente verda~deras en cuanto a cla-
. Carr.Saunders y Wilson señalaron que, en el caso de la me- se, pero 110 en cuanto a medida. De todas las profesiones esta-
dicina británica, las facultades disciplinarias formales sólo se blecidas la medicina se .basa ell un conocimiento verdaderamente
usan más para estimular la observación de normas morales que preciso y detallado científicamente, y encierra de forma consi-
técnicas, y que en cualquier caso, la expulsión de la p:o~es~6n derable me!10s incertidumbre que otras ocupaciones técnicas. Hay
es rara.6 También Parsons observa el rol menor de la dIscIplIna algunos aCIertos y errores muy claros, como 10 sugiere el éxito
formal en la medicina norteamericana,7 y un tanto más autorita- de juicios por práctica errónea o por negligencia: ...precauciones
riamente ..un informe reciente del Consejo Judicial de la AMA elementales COl1tra la infección o sl10ck anafiláctico, por ejem-
declarab¿ que «desgraciadamente muy rara vez los médico~ .li- plo, anáJisis de laboratorio de rutina indicados para n10lestias
cenciados eran llamados para ser puestos a prueba por las Jun- específic.a~1 norlnas elen1entales acerca de extraer sondas, gasas
tas, sociedades o colegas».8 El hipotético «sentido de la respon- o utenSIlIos de las cavidades del cuerpo antes de coser una in.
sabilidad» comprensivo de la profesión se manifiesta casi com- cisión. Realmente no es cuestión de juicio en tales procedimien-
pletamente .en las normas de entrenamiento :y admisión a la tos de rutina, y por tanto realmente no hay explicación de' la
práctica, sin ningún mecanismo formal, activo,. que asegur~ que falta de disciplina formal dentro de la profesión en referencia
esa norma se mantiene en la práctica. Superficialmente, éste no al. juicio. Sin negar los hechos de un cierto' grado de incertidum.
parece manifestar un sentido de la responsabilidad p.or la. inte- bre, de la necesidad del ejercicio del juicio, o de las diferencias
gridad de la práctica. No obstante, Carr~Saunders y WIlson tanto legítimas de opinión, la precisión ~de gran parte del conocimiento
como Parsons sugieren que se cunlple disciplina, .pero sobre ba ... médico moderno y la rutina trivial de gran parte de la prá.ctica
ses más informales mediante boicots de colegas 9 o pérdida de nlédica diaria impiden explicar la peculiar libertad de ia bené.
la reputación profesional entre ellos.1O Tal control informal,. como vola característica de la autorregulación profesional en TIledicina
señalé en el capítulo anterior, no impide qtle un transgreso.r tra- a través de la referencia a una incertidunlbre objetiva y a un
baje; simplemente mantiene fuera de su _~lcance los pacle~tes conflicto de opinión. Más bien parece más factible decir que los
por parte de aquellos que piensan mal de el: el~os no. le retIran médicos expresan un sentido subjetivo característico de incerti ..
otros. pacientes y por lo tanto no prot.egen la IntegrIdad de la dumbre y vulnerabilidad, independientenlente del fundamento
práctica. Claramente, debelnos elaborar con mayor detalle el objetivo.l2 En rigor, quiero sugerir que este sentido subjetivo
carácter peculiar de este «sentido de la responsabilidad». puede ser visto como una función de la naturaleza del trabajo
médico práctico, parte de la perspectiva del trabajador Dlás que
una reflexión consistente de la inadecuación científica y tecno.
La naturaleza del trabajo médico lógica del conocimiento médico.
¿Qué es el trabajo de la profesión? Es la pretendida solución
Carr-Saunders y Wilson explican un sistema de control tan de los problemas concretos de los individuos. Como ya he se-
libre por una profesión ostensiblenlente responsable ell referen .. ñalado, se debe más a su naturaleza aplicada que a su carácter
cia a la clase de trabajo implícita. Observan que en muchas cla- teórico, y por lo tanto es notablenlente diferente del trabajo del
ses .de trabajo potencialmente peligrosos (como la !narina,o. la científico. Como máxitno, el médico ejerciente puede usar prin-
navegación aérea) lo que se requier~ pa~a. la .s~gu~~dad publIca cipios generales para tratar problenlas concretos para probar,
es la observancia debida de una rutIna, SI11deSVlaClon. De todos elaborar o llegar a principios". generales. En tanto que de alguna
modos la ll1edicina no requiere un conjtlnto de rutinas sino el manera la práctica de la n1edicina utiliza la ciencia; está orien-
ejercicio de un juicio cou:plejo, y en l~gar d~: !0;tlar precatlcio. tada característicamente a aplicarla más que a crearla o a con-
nes a veces exige correr rIesgos. Ademas, 11n JUICIOcomo tal no tribuir a ella. Verdaderamente, dado que su enfoque es la solu ..
puede ser exteriorizado porqu~, al meno~ ~n ~arte, es una cues ... ción práctica de problenlas concretos, está obligada a continuar
tión de opinión: no sería sabIO crear COdlgOS".0 reglas formales aún o cuando carezca de fundamento científico- para sus activi ..

6. [bid" pp. 396.398. 11. CARR-SAUNDERS y WILSON, op. cit., pp. 399..400.
7. PARSONS, op. cit. p. 472. . . . . 12. En detenninadas circunstancias, CO.ll10 observó Davis, los médicos pueden
8. JUDICAI. COUNCIL of the AMA, Disciplinary Action in the 1Vle(1:lcczl Professwtl, señalar deliberadamente ince.rtidunlbre a los pacientes para Ininimizar sus pro,
«Journul of the American ~ledical Association}}, CLXXXII1 (1964).. pp. 1.077'"1.078. píos problemas de organización. Ver Fred DAVIS, U1'lcertainty in A1edical Prog-
9~ CARR-SAUNDERS y WILSON, op. cit., pp. 403-404. nosis, Clinical and FUtlctiofzal, «Alnerican Journal of Sociology», LXVI (1960),
10. PARSONS, op. cit., p. 472. pp. 41-47.

168 ' 169

. I
dades: está 'orientada hacia la intervención prescindiendo de la Responsabilidad médica. y experiencia clínica en la formación.
existencia de conocimiento fiable. El médico se encuentra más
cómodo haciendo algo, tendiendo a .temer no hacer nada, como En su estudio de los estudiantes en la Facultad de Medicina
sugirió Dowling, y de este modo llega a utilizar medicamentos d~ l~ Universidad de I(ansas, en el año 1950, Becker y:sus co-
y otros procedimientos que ultrapasan lo indicado por las nor- laboradores encontraron que había dos normas decisivas en la
mas académicas (y científicas).13 orientación del modo en que los estudiantes de medicina con..
Además, la práctica médica se ocupa típicamente con los pro- trolaban el nivel y hi direccióll de sus esfuerzos.14 Durante los
blemas de individuos más. que de conjuntos o. de unidades esta- años de la formación clínica, se enfrentaban con los detalles
dísticas.Las probabilidades sólo pueden orientar la determina-o abrumadores y la variedad del plan de estudios y tenían que
ción de si UIl paciente tiene o no una enfermedad. Por lo tanto, habérselas con el problema de decidir qué era importante me ..
aun cuando se pueda disponer de un conocimiento científico ge- marizar, practicar o profundizar fuertemente y qué se podía
neral, el mero hecho de la variabilidad individual plantea un ignorar. Becker y sus colaboradores sostienen persuasivamente
problema constante para la evaluación que enfatiza la necesidad que los estudiantes resolvían su. problema amoldando a sus pro-
de .:una exploración de primera' mano de todo caso individual y pias necesidades dos valores que eran fuertemente enfatizados .
la dificultad de organizarlo sobre ciertas bases formales, cien- por el personal de la Facultad. Estos valores eran el de la res-
tíficas abstractas. po11.sabilidad médica yel de la experiencia clínica.
Puede observarse que lo señalado apunta, aunque de un modo Básicamente, el. término «responsabilidad» se refiere al «rasgo
un tanto diferente, a los riesgos que se corren en el curso de la arquetípico de la práctica médica: el médico que tiene el destino
intervención y a la necesidad del juicio discutida por Carr-Saun- del paciente en sus manos y de quien puede depender la vida
ders y Wilson y por Parsons. Pero el monto real de. tal riesgo o la muerte del enfermo. La responsabilidad médica es la res-
y el juicio obstinado pueden variar enormemente. Lo que no ponsabilidad por el bienestar del paciente, y el ejercicio de la
varía es el hecho de que el trabajo es aplicado, involucra inter- responsabilidad médica es visto como la acción clave y básica
vención independientemente de los c~nocimientos disponibles y del médico ejerciente. El médico es más un médico cu.ando ejer-,
gira en torno a la experiencia con casos individuales, que por cita su responsabilidad»)S Esta responsabilidad es .personal y.
lo tanto son un poco variables. Quiero sugerir que estas caracte- directa, en cuanto a que concierne al médico que está trabajando
rísticas del trabajo médico diario son responsables del desarro- directamente con el paciente. ~sta es consecuente.en cuanto a que
llo de normas o actitudes que estimulan un sentido de la res- requiere que el médico asuma la culpa por los malos resultados.
ponsabilidad muy especial, limitado. Brevemente, desarrollan en La idea fue inculcada a los estudiantes por sus maestros en di-
el n1édico una acentuación del sentido de la responsabilidad per- ferentes formas, no siendo desdeñables las. frecuentes charlas
sonal antes que de la responsabilidad general o comunitaria, que informales sobre «meterse en problemas» (poniendo el bienestar
en cambio se dirige sólo a intentos limitados de asegurar la ac- del paciente en peligro) por omitir alguna precaución, procedi-
tuación correcta. Y ellas acentúan la importancia de la experien- miento o lo que fuera. Cuando interrogaban a un estudiante, los
cia clínica de primera mano en lugar de .las leyes científicas o profesores también acostumbraban a usar el método pedagógico
generales,. que tienen la consecuencia de exagerar la aceptabili- de presentar .la hipótesis de una urgencia y preguntar sobre la
dad de opiniones diferentes sosteniendo de este modo una resis- conducta a seguir. Además, la idea figuraba prominentemente en
tencia bien intencionada a abandonar las propias prácticas ante la organización del hospital universitario, donde la jerarquía de
!éi desaprobación de los otros. Estos dos acentos parecen inter- estudiantes jóvenes y mayores, internos, residentes y profesores
venir entre las posibilidades estructurales para la regulación pro- jóvenes y mayores podía ser percibida siguiendo un orden según
fesional y la forma real de regulación. Parecen sentar el funda- el acceso diferencial a tal responsabilidad. Los miembros infe-
mento de normas que desaniman el control de colegas general riores estaban restringidos a la rutina, en tanto que los superio.
sobre el comportamiento del médico individual. Si bien yo creo res tenían libertad para realizar los procedimientos más pe-
que se sostienen y refuerzan principalmente por la experiencia
del trabajo médico en la práctica diaria, hay cierta evidencia de nal of the American lVledical Asso.ciation», CLXXXV (1963), pp. 233.236. Como ex..
que los estudiantes de medicina son puestos en contacto con puso un cirujano soviético: «No se puede esperar hasta que l.a medicina llegue
dichos valores ;;l.Un antes de que ingresen o inicien el ejercicio a ser exacta y sin errores ..~)N. Al}JOSOF,F, Tite Open llea.r! (Nueva York.: Simon y .
de la profesión. Sch'uster, 19.66), p. 44.
14. Ho\vnrd S. Br.Cf.:RR et al., Bo)'s in lVhite,. Stltdent Culture in Medical School
(Chicago: University of Chicago Press, 19(1).
13. Ha"ry F. DO\VLING, Hovv Do Practicing Physicians Use New Drugs?, «Jour- 15. ¡bid., p. 224.

170 171
ligrosos y complicados. Los estudiantes en los primeros dos años sino también por su tendencia a deslizar pequeñas perlas de in-
de la Facultad de Medicina (preclínica) apenas se les permitía formación práctica.
asumir inclusive responsabilidades de rutina, lo que era uná ra- Los cursos y las .asignaturas también se juzgaban según el cri ..
zón para que ellos no considerasen que su experiencia fuerá re- terio de la responsabilidad médica. Para un estudiante, obtener
levante para la práctica médica. responsabilidad era obtener un privilegio re.flector de una .eva..
«Experiencia clínica» se refiere a la «experiencia real en tra- luación positiva de sus capacidades por sus superiores. El estu-
tar con pacientes y enfermedades [ .. .la cual] aunque se substitu- diante sí conseguía incrementar su responsabilidad a medida que
ye por el conocimiento científicamente verificado, puede ser usada avanzaba en los cursos, por ejemplo, llevando pacientes, y en la
para. legitimar una elección de procedimientos para el tratamien- oportunidad de realizar diagnósticos menores y tareas terapéuti ..
to de un paciente e incluso puede ser utilizada para descartar cas. Pero el estudiante se irritaba y se deprimía por la negación
el uso de algunos procedimientos que fueron establecidos cientí- de responsabilidad, y dado que la idea de responsabilidad, por
ficamente».16 En parte, la idea depende del l1echo de que el diag- la naturaleza del caso, es relativa, lo que ayer se tomaba con
nóstico médico contemporáneo aún requiere la utilización directa placer podía ser rechazado mañana como algo demasiado insigni-
-de varios de los sentidos del médico, los que, por la naturaleza ficante y menor. Trabajos como cateterización, punción lumbar
del caso, sólo pueden ser adiestrados por medio de la práctica y exploraciones pélvicas se repartían tan lentamente que parecían
directa, usándolos. La idea también parece depender en parte de atractivos, y la primera oportunidad de hacerlos era bienvenida
,4

la inadecuación. del conocimiento científico y de «libro» ante las .ansiosamente, pero gradualmente eran rechazados en cuallto tra ..
contingencias. prácticas y las complejidades del caso individual.. bajos meramente mecánicos. Luego de un tiempo, realizar ima
Cualquiera que. fuera Stl origen,. la primacía de la idea en Kan .. exploración rectal o pélvica parecía insulso y desagradable, un
sas era refregada por las narices de los estu"diantes. Éstos po .. mal modo de pasar una tarde. Éste, y particularmente el trabajo
dían responder a una pregunta de un miembro del cuerpo de que no implica responsabilidad en absoluto, COlno hacer un re ..
profesores sobre la base de algo leído en un libro de texto o .en cuento sanguíneo o un análisis de orina, podían ser realmente
una publicación para encontrarse con la respuesta de que era re-:- esquivados. El cuerpo de profesores, por supuesto, proclamaba
que el estudiante no estaba aún en condiciones de asumir cier-
chazada por no haber tenido nunca lugar en la propia experiencia
tas responsabilidades en su último año e inclusive en su interna ..
del profesor. En verdad, «un argumento proveniente de la ex.
do de postgraduado. El estudiante, sin embargo, proclamaba que
periencia era usado muy comúnmente y se le consideraba incon-
era mejor que él realizara la experiencia bajo supervisión que por
trovertible [ ... ] El único contraargumento qué puede prevalecer sí mismo en el ejercicio de la profesión.
[es] el de alguien que proclama mayor experiencia en el área El estudio de Kansas era sólo de una Facultad de Medicina.
discutida».!7 Además, la jerarquía de la escuela podía diferenciar- Además, era de una Facultad de Medicina que no reflejaba, en
se de un modo general por la posesión de variables de tal expe .. su momento, n~ la experimentación en el entrenamiento ni el én-
riencia, que está implicada por la regla de antigüedad, tan crÍti .. fasis puesto e11 carreras de investigación qtle se encontraba. en
"ca para la medicina. otras facultades.t8 Por esta razón no se puede sostener que los
El estudio de Kansas informó que la idea. de la experiencia valores especificados por Becker y sus colaboradores son carac-
clínica organizaba la selectividad del estudiante de modo que se terísticos de aquéllos acentuados en todas las facultades de me-
consagraba a recoger toda la experiencia práctica que pudo a dicina norteamericanas. No obstante, la facultad de aquel tiem-
expensas del conocimiento abstracto. De este modo los estudian .. po centraba el entrenalniento del médico. para servir a las
tes daban poca importancia a su trabajo en ciencia básica, por- necesidades de las áreas rurales, y muchos de los estudiantes pen-
que éste fallaba en proveer la experiencia clínica qU.e ellos con- saban ser médicos rurales. Si bien hay escasa evidencia para
siderabanútil para su práctica .futura. La ,formación que los apoyar el supuesto de que los estudiantes adoptan los valores' de
enfrentada con la oportunidad de obtener experiencia clínica di-
rectamente, o substitutivamente a través de sus instructores, era 18. Para una exposición sogre la forma en que varían las escuelas médicas en los
enormemente valorada. Los profesores no eran juzgados sola- Estados Unidos, ver Paul J. SANAZARO, Research in Medical Education: Explora ..
tory An.alysis 01 a Blackbox, «Annals of the Ne\v York Academy of Sciences»,
mente por la lnedida en que 10 que ellos enseflaban era suficien. CXXVIII (1965), pp. S19~531. Para estudios de facultad de medicina orientadas
temente concreto para ser men10rizado para el evento del exanlell, más académicamente, ver Robert K. MERTON et al., (eds.), The Student Physician
(Cambridge: Harvard University Press, 1957). Para una revisión de estudios sociq-
lógicos en educación médica, ver Samuel \V. BLOO, The Sociology oi Medical EduQ
16. lbid., p. 225.
cation: Some C01nrnents on the State 01 a Field, «The l\1ilbank Memorial Fund
17. [bid.) p. 234.
Quarterly», XLIII (1965)1 pp. 143~184.

172 173
sus maestros o q~e ello's pueden :anticipar con precisión las a improvisar si no ie parece estar obtenÍendo «tesultados» por
~e~al1das ~e t.ra?aJo después de la graduación los valores par- medios tradicionales. Cuarto, con el tiempo, el clínico tiende a con-
l
tIculares .discrImInados entre los estudiantes de Kal1 sas, si se fiar preferiblemente en su propia acumulación de experiel1Cia. de
adaptan a la ~aturaleza. de la práctica.diaria y en conjuntó COll pri1-nera tna110 personal que en principios abstractos o en el «co--
1 l

otras co~cepclones de. la dignidad profesional. e independencia. nocimiento del libro», particularmente cuando se trata de deter.
lleg9:n leJOSen la explIcación de las nonnas del trabajo médico: minar y manejar aquellos aspectos de su trabajo que no pueden
pa~t}cularmente_de ~que,llasque rigen el proceso de autorregu- ser tratados rutinariamente. Como observaron Sharaf y Levinson
lacIon. ~omo senalare J?1asadelante, no todos los médicos tienden en el caso de psiquiatras en formación, «los peligros de intelec-
a enfatIz~rlos. en la. IDlSlnamedida, porque no todos ellos reali- tualizar y del aprendizaje libresco» tienen su importancia. El va-
zan el mIsmo trabajO con las mismas demandas. lor más alto está puesto en la experiencia emocional, en ampliar
el recorrido de la «respuesta espontánea» como un medio de com...
prender lo que p~sa en uno mismo y en el paciente.2o Esto repre-
La mente clínica senta un cierto subjetivismo en su enfoque. Y finalmente, el ejer-
ciente es muy proclive a enfatizar la idea de la indeterminación
E~ ¥~ne~al, creo que se puede decir que el ejerciente tiene o de la incertidumbre, no la idea de la regularidad o lo legislable,
una VlSIon~Iferente de su trabajo que el teórico o el investigador. el comportamiento científico. Ya sea que esta idea represente o no
De hecho, tIene un modo diferente de considerar el mundo. Pri- puntualmente las deficiencias .reales de la técnica o del conoci-
me~~, el propósito del ejerciente 110 es el conocimiento, sino la miento disponible, ésta sí propicia un terreno psicológico desde
accton. ~; prefiere una acción con éxito, pero se ha de preferir el cual se justifica el énfasis pragmático puesto en la experiencia
U?a aCCloncon. poca posibilidad de éxito antes que ninguna ac- de primera mano.
CIón en .absoluto. Se. da una tendencia en el ejerciente de reali- En su compronllsocon la acción, su confianza, su pragmatis-
zar. una accióll por sí misma sobre el supuesto espúreo de que es mo, su subjetivismo y su énfasis en la indeterminación, enton-.
mejor ~acer algo que no hacer .nada. Ya he observado que esta ces, el ejerciente es muy diferente del científico. Alguien cuyo
tendencIa a preferir la acción_parece ser subyacente en los hábi- trabajo requiere.la aplicación práctica a casos concretos sencilla:-
tos ~e J?rescripción de los ejercientes. Segundo, es probable que mente no puede mantener el mismo enfoque mental que el erudi-
el. ejerCIente tenga que creer en lo que está haciendo para practi- to o el científico: no puede suspender la acción ante la ausencia.
car; creer que .10 que él hace, hace nlás bien que daño y de evidencia incontrovertible, o ser escéptico respecto de sí mis-
q?e nlarc~ la di~erencia entre el éxito y el fracaso antes que mo, su trabajo y su fruto. Ante situaciones de emergencia no '.
~lnguna dlfere,?cIa en. absoluto. ~l mismo es un placebo reac- puede esperar los descubrimientos del futuro. Tratando con ca-
tIVO que esta deposItando fe en sus remedios y modifi- sos individuales, no puede atenerse exclusivamente a probabili-
cando de este modo su conducta respecto de su paciente.l9 En dades o a conceptos o principios generales: él también debe con-
cu~nto a que como trabajo característicamente gira en torno a fiar en sus propios sentidos. Por la naturaleza de su trabajo el
serIes de problemas individuales y concretos, tanto el éxito como clínico debe asumir responsabilidad por la acción práctica, y para
su ,~~usararament~ ~sonprecisos. Dado un compromiso con una esto él debe confiar en su experiencia clínica, concreta. En opo-
aC~Ion y una SolucIon .prá~tica, enfr~ntado a la ambigüedad, es sición a Parsons, yo sugeriría que el ejerciente es particularista,'
mas ?r?bable q~e el eJ~rclente ~an!fieste un desinterés escépti- no universalista.
co. (tComo podrIa trabajar un pSIquIatra actual si realmente cre- Asumiendo la responsabilidad por la acción práctica que, él
yera en los cuidadosos estudios que subrayan la .falta de confian- encarna, el ejerciente también asume cierto grado de vulnerabili.
za. en el ..d~agnóstico y la incapacidad de demostrar el éxito de la dad, dado que si bien puede lograr la gratitud debida al tauma-
pSIcoterapIa? ¿Y cómo podían .trabajar los médicos hace uno dos turgo, asimismo el reproche correspondiente al hombre que falta
0. cinco siglos atrás?) Tercero, quizá por su orientación a l~ ac- en la consectlción de milagros. Asumiendo la responsabilidad por,
c~ón, quizá por la c?J?plejidad y variedad de lo concreto, el ejer- virtualmente, cualquier acción práctica y concreta.. también se
CIente es,un pragmattco francamente primario. Es proclive a apo-
yarse mas en «resultados» aparentes que en la teoría y tiende 20. Myron R. SHARAF y Daniel J. LBVINSON. TheQuest for Om11.ipotence in
Professional Training, «Psychiatry», XXVII (1964), p. 141. Y ver la discusión del
hallazgo que los médicos generales estaban impacientes con los aspectos teóricos
• 19. Ver Arthur K. SHAPIRO, Factors Contfibuting fo the Placebo Eflec!, «Alne. de la medicina, en Osler L. PETERSON et. al., An Analytical Study 01 North Caro..
rlcan . Journal of Psychotherapy», XVIII (1964), pp. 73-88, Y el capítulo 12 de lina General Practice, 1953..1954} «Journal of Medical Education», XXXI (1956),
este hbro. parte 11, pp. 89.90.

174 175
asume un riesgo y por lo tanto siempre queda expuesto al repro- ble de la vida -los porteros, policías, prostitutas, conductores
che, legal o de otro tipo. Parece pertinente que el médico sienta de .taxi, taberneros-, es proclive a pensar que su trabajo lo equi ..
una cierta honradez y orgullo por estar deseoso de asulnir res- pa mejor que otros para ser sabio en cuanto a la vida y a la na..
ponsabilidades y una cierta resistencia .y paranoia con respecto turaleza humana.23 Pero a diferenc.ia de otros trabajadores, la
al riesgo y ~1 reproche. Esta nlezcla particular de superiolidad
creencia del profesional clínico en su sabiduría funcionalmente
y paranoia es estrecllanlente afín a la respuesta de los políticos
difusa se refuerza fuertemente por la respetuosa recepción de
a los intelectuales de «sillón» y a la de los hombres de negocio a sus opiniones por t.m mundo profano que no discrimina entre lo
aquellos que «nunca tuvieron que habérselas con una nómina de que es funcionalmente específico de su entrenamiento y lo que
pagos»; resumiendo, ésta es la respuesta de todo individuo prác- no lo es. De este modo, manifiesta un esfuerzo hacia la difusión,
tico. Selnejante al poder político o económico, la autoridad pro- nuevamente contra la expectativa de Parsons.
fesional oscila entre la gloria y la ruina" y se inclina nlás a procla- El particularismo y la subjetividad moral característica del
mar su gloria debido a su riesgo de ruina que debido a su trabajo del clínico no significa que él no es racional. Gran parte
cumplimiento.
de la actividad del médico puede ser representada por el pro ..
Teniendo que apoyarse tan fundamentalmente en su experien- ceso de diagnóstico diferencial: se prueba una sucesión de. diag..
cia clínica personal con casos individuales, concretos, sin embar- nósticos bajo la forma de hipótesis contra los signos y síntomas
,4

go, el médico llega esencialmente a confiar eIl la autoridad de presentes. La racionalidad es U11 atributo significativo del médico
sus propios sentidos, independientemel1t~ de la autoridad gene- actualmente, tal como lo fue entre algunos, hipocráticos en la
ral de la tradición o ciencia. Después de todo, él puede actuar antigua Grecia., La racionalidad es particularizada y técnica; es
solamente sobre la base de 10 que él mismo experimenta, y si su un método de 'clasificar la enorme masa de detalles concretos
propia actividad parece dar buenos resultados, o al menos resuI .. confrontándolos con sus casos individuales. La diferencia entre
tados no desfavorables, se resiste a cambiarlos sobre la base de la racionalidad clínica y la racionalidad' científica es que la pri-
consideraciones estadísticas o abstractas. Se inclina a la necesidad mera no es una herramienta para la exploración o el descubri-
de ver o' sentir el caso por sí mismo. Como lo indicaba el estu .. miento de principios generales, como lo es el método cientí~co,
dio de Coleman sobre la adopción de un medicamel1to, el ejercien .. sino que es sólo una herramienta para ordenar las interconexio-
te debe probar por sÍ, luismo un nuevo medicamento con un pa- nes de los hechos hipotetizados y percibidos. Los, «principios», se
ciente, no tomar la palabra de cualquier otro sobre su USO.21 Esto, generan en' el curso de la práctica médica pero son generaliza-
en combinación con el sistenla libre de «disciplina», permite que ciones de la .experiencia clínica, lo que es como decir generali-
rntlchas prácticas inefectivas o insidiosas persistan mucho tiem- zación de la experiencia personal y sistemáticamente tendencio-
po entre los clínicos.
sa. Como afirmó Oken, la 'experiencia clínica frecuentemente es
De este modo, un particularismo bastante completo, una clase mitología personal basada en uno o dos incidentes, o en histo-
de individualismo epistemológico y ontológico es característico rias de colegas.24
del clínico. En parte debido a' que está tan absorto y' tan aislado , Se sigue de esta discusión de la mentalidad clínica que el indi-
en su propio trabajo, tiende a ver y a evaluar el mundo más en vidualismo es un elemento dOlllinante en la orientación y en el
términos de su propia experiencia que en términos de lo que las comportamiento. Cada persona construye su propio mund.o d~ e~-
autoridades le indican. Como expresa Marmar, su «incapacidad periencia clínica y asume responsabilidad personal, es deCIr, «IndI-
para observar directamente las técnicas de otros con el tiempo vidual» por el modo en que trata sus casos en ese mun'do. La natu-
puede conducir a una tendencia a sobreestimar su propio raleza de ese ll1undo tiende a validarse y a confirmarse a sí mismo
enfoque y capacidad particular en COlltraste con aquellos de sus aunque sólo fuera ~por la hipotética indeterminación del conoci-
colegas».22 Realmente" está tan impresionado por la perplejidad miento científico (es decir, el acordadol o compartido generalmen-
de sus clientes y por su aparente capacidad para tratar con esas te) y el rol de las opiniones de los otros que se minimizan. Esto 'no
confusiones que el ejerciente llega a considerarse como experto significa que no se usen tal conocimiento y opiniones, sino que,
no sólo en los problemas para los cuales está entrenado para
tratar, sino con todos los problemas humanos. Semejante a mu-
chos grupos ocupacionales que tratan con el lado menos agrada- 23. Ocasionalmente se promueve el mito de que los médicos están mejor equi ..
pados para ser novelistas creativos dada su «anlplia familiaridad con el .género
humano». Por ejemplo, ver Claude E. IONES, Tobias Smollett (1721.1771), The
21. James A. COLEMAN et al., Medical Innovation (Indianapolis: Bobbs-Merrill Doctor as Man of Letters, «Journal of the .History of Medicine and Allied Scien ..
Co., 1966), p. 32.
ces», XII (1957) I pp. 337 ..348.
22. Judd lVIARMOR, The Feeling oi 8uperiority: An Occupational Hazard in the
24. Donald OKEN, W!tat fo Tell Caneer Patie1'lts .. A Study o/ lv1edical Attitude~
Practice 01 Psychiatric, «Anlerican Journal of Psychiatric», CX (1953), p. 371. «Jol.lrnal of the American Associatiou», CLXXV (1961), pp. 1.120-1.128. '

176
177
HS 17. 12
'/

,pensar en términqs de casos únicos, individuales, sitúa el peso de pacional de los estudiantes de la~ facultad e.ncontró que} sel?e- 1

.!a 1?~eba !Dás en el terreno particular que en el general. Un cierto jante a la perspectiva de los .tra1:>aJadores so.clale~, la perspectIv~
lndlvl.duahsmo} por lo tanto, brota de la naturaleza clínica del de.los médicos valoraba mucllo la «oportunIdad de trabajar con
trabajo y se refuerza por elementos sociales que tienen poco que gente y ~o con .objetos)} y la «oportunidad de ser útil~s a ot~os» ..'
ver con el trabajo mismo. Sin embargo} la perspectiva de los médicos se pa~"ecla más a la .
de los abogados y a .la de los hombres de ~egoc~os. y menos a
la de los trabajadores sociales en cuanto al enfaSIS puesto en el
Status y valores profesionales deseo de ganar una gran cantidad de dinero y de lograr s~atus
y prestigio social. Al igual que los futuros hombre? de .negoc.loS y
Las palabras «clínico» y «ejerciente» se refieren a consultores que otras profesiones clínicas prácticas como las de aSIstenCIa so..
cuyo trabajo requiere la aplicación del conocimiento disponible cial y derecho, los futuros médicos (a ~iferencia de l?s futuro~
a la solución de alg~~s problemas concretos: son palabras neu- científicos) no otorgaban un valor espeCIal a ser cr~atIvos y orI-
trales. en cuanto. enfatlz~n lo que es técnicamente específico del ginales o a «usar mis aptitudes o habilidades especIales».29 Ellos
trabaJo. «ProfesIonal»,. SIn embargo, es una palabra que no es también demostraban una confianza relativamente baja en la m~
~eutral. Se pu~~e referIr a una clase especial de trabajo comple- dida en que se podía confiar en la gente.30 Po~ .10 tanto se ~a .una
JO, pero ta~bIen connota una ocupación altamente prestigiosa. curiosa ambivalencia ideológica en los estudIantes premedlco~,
~or tanto, mIentras que las palabras «clínico» o «ejerciente» pue- compuesta ciertamente, en parte, por Wla inclinación a. asumIr
den deno.t~r. ~na posició~ pura, una posición técnica específica una orientación de servicio bajo la forma de desear ayudar a la
en una dIvlsI<:n del trabaJo, sin implicaciones jerárquicas, la pa- gente, pero contradicha simultáneanlente por un deseo, d~ pres ..
labra «profeSIonal». ~ombina posición y status. Una parte y pro- tigio y riqueza. Se supone que lo primero es caracterI~tlc~ ~el
blema de 1~ ac~uacI0n. p~o~eslol1al y de la ideología que lo rodea profesional, en tanto que 10 último s~puestalnente e~ mas tlPICO
son las at!lbuCIOnes 11IstorIcas de un status ocupacional y los orí- del hombre de negocios, pero en reahdad ambos es tan presentes
gene? socIales de S1:1 incumbencia. Dado que predominantemente en el .estudiante premédico y en los médico~., Y compa~a~a con
p~ovIen~ d.e .la b~rguesía,. el profesional enfatiza la independen- la de los trabajadores sociales, su «orientacIon de servICIO»' era
CIa, el IndiVIdualIsmo socIal y económico y la dignidad de clase más débil. Una comparación posterior entre ~ ~rupo de varones
en su status.
de college y estudiantes principi~~tes de M~~lcIna ~ncontró q~e
En t?do el mWldo occidental el médico parece ser reclutado estos últimos tenían intereses teorlCOS y estetIcos mas ,al~os e In-
predolnInanteme~te en las familias de clase media. Esto no pa .. tereses más bajos en lo que se refiere a aspectos econOffiICOS, so-
rece ser menos CIerto en economías políticas como las de la UnióIl ciales, políticos y religiosos)! Sin poder ~~n:parar subgrupos que
Soviética,25 en naciones como Francia 26 y los Estados Unidos.u aspiran a ocupaciones específicas, es dIfICIl ~acar muchas co~-
Un ~studio realizado en 1960 sobre 1.000 graduados médicos se- clusiones de estos datos, pero parecen. re~eJar una tendenCIa
leCCIonados al azar en cada una de las veinticinco facultades de hacia una orientación crecientemente cIentIfica entre los estu-
'fr'
~~dicina norteamericanas, dio como resultado que el 56 % eran diantes que ingresan en Medicina y, nuevamente, p~e?entan una
hIJOS de padres profesionales, propietarios o funcionarios.2B escasa evidencia de que aquellos que aspiran a ser nledIcos t~ngan
Materiales dispersos de estudios norteamericanos sugieren al .. una orientación de servicio más fuerte que aquellos que aspIran a
g~~s de los co~ponentes ideológicos del status profesional del otras ocupaciones. .
: ,,~ medICO. Un estudIO verdaderamente extensivo de la elección ocu- Dejando de lado las comparaciones entre estudiantes de Me-
:,e: j

25. Ver comentarios sobre los orígenes burgueses de los médicos soviéticos
dicina y de otras carreras, que son esenciales para m~ntener
1,r; en Mark G. FlELD, Doctor and Palient in Soviet Russia (Cambridge: Harvard Uni. una perspectiva correcta de ~as caracterÍst~cas comparatIv~S de
1,\ , versity Press, 1957). Medicina misma, cierta cantIdad de estudIOS sobre estudIantes
)
26. J. D. REYNAUD y A. TOURAlNE, Encuete sur les étudiants en n1édécil'le
t~ ; «Cahiers Internationaux de. Sociologie», XX (1956), pp. 124.148. }
1 ~
. 27.. S. AD~MS, Trends in Occupational Origins o/ Pltysicians} «American So.
.~ clologlcal Revlew», XVIII (1953), pp. 404-409. Adams propone que grupos socio.eco.
29. DAVIS, op. cit., también encuentra este acento en «ser original
y k' Th F e
y creativo",

d'; : nómicos de nivel má~ bajo han suministrado relativamente más médicos que en
el pasado, pero sus CIfras de todos modos muestran que el origen predominante
comparativamente bajo.
30. Ver lvlorris ROSENBBRG, Occupations and Values (Nueva or. e re
"q.t I

es de clase media. Cf. Jalues A. DAVIS, Undeí"graduate Career Decisions (Chicago:


Press of Glencoe, 1957), pp. 10.35. . . . f M
:11: 31 Ed': B IIUTCHINS ¡'/te AAMC Longitudinal Study: l~pltcatlons or ea.
¡
Aldine Publishing Co., 19ó5), p. 12.
~8. C~arles F. SCHUMACHER,. The 1960 Medical School Graduate: Bis Biogra-
dicaZ. Edu;V;t%n,.«Jouma! ~f Medica! Education», XXXIX (l~64), pp .. 2~5.277. fS:~ .
embar '0, DAV1S, op cit.} encontró que los estudiantes. que elIgen medI.clna en a l.
phlcal HlstorYI «Journal of MedIcal Education», XXXVI (1961)1 p. 401. zan ln¡s el «trabajar con gente» que aquellos que elIgen otras ocupacIenes.

178 179
de..Medicina nos. dicen algo sobre cuáles son los valores predo- ralmente, planifican ser los ejercientes diarios que presento en
mInantes entre ellos. Una lllvestigación de Cabalan de una mues. este capítulo.
tr~ al azar estratificada de estudiantes de Medicina masculinos Debiera observarse que todos los estudios que he citado se re-
en~ontró que «ayudar a otro, ser útiles, brindar servicios,. y «tra- fier~n ~ estudiantes de Medicinal o a estudiantes potenciales, no
baJar y tratar con gente» J2 eran características muy valoradas así a ejerCIentes reales. La relevancia de tales datos para predecir
como la. s.i~uación clí~ica de trabajar directamente con pacie~tes las características de los ejercientes es incierta, considerando que
en 0POSIClon a trabajar con «problemas médicos que no requi~ ya he señalado la medida en que valores como el «cinismo» y la
ren un contacto frecuente con pacientes»~ El «estímulo intelec .. calidad de la actuación médica pueden variar notablemente una
tua1» apenas .er~ enfatizado como una satisfacción inlportante de yez 9ue el estu~iante se compromete y se hace cargo del trabajo
la ca~rera, SI bIen fi~r8:ba fundamentalmente cuando se elegía médICO.Desgracladanlente, se han hecho pocos estudios sobre mé.
trabajar en una especIalIdad antes que en la práctica general. dicos ejercientes. Peor aÍln, un informe reciente sobre ejercientes
~ finalmente, un 30 por ciento especificó «la compensación finan.. del distrito que .rodea Cleveland, Ohio, presentaba sus resultados
c~era o la seguridad econóInica como uno de los aspectos prefe- bajo la forma de análisis de factores, haciendo difícil determinar
rIdos con respecto a ser un médico».33Podemos tomar esta res- cómo se dispersaban los valores dados entre los encuestados.36
puesta como significativa porque la pregunta no trataba el dinero De los valores que he presentadol de todos modos, se encontra-
meramente como uno de los muchos beneficios colaterales o co- ban elementos que acentuaban un interés por pacientes indivi..
rrelativos a ser médico, sino más bien como uno de los aspectos duales «antes que un amplio interés por la humanidad»,37 respon-
decisivos de esta profesión. . sabilidad personal y un «llloderado individualismo»}8 En el caso
Se encuentran datos confirmatorios en otros estudios. La inves- de evaluar las recompensas financieras, los autores, a medida
tigación de Phillips de 2.674 estudiantes sobre una muestra de que lamelltan su importancia, observan que «evidentemente el
ocho facu.ltades médicas llegó a la conclusión de que el interés dinero es significativo para el médico, principalmente como un
predominante se ponía en las relaciones estrechas con los pacien ... símbolo de reconocimiento y statusl y él es más consciente de éste
tes (43 por ciento) una importancia algo menor en el estudio
I
cuando le es negado ».39 Se puede intuir que el dinero es va-
(27 por ciento) y en la investigación (24 por ciento) y una impor .. lorado como dinero por los médicos como por cualquier persona.
taneia aún menor para otros valores. D~ todas- maneras, aquellos 4.t\únfalta mencionar otro valor, relacionado con los otros pero
que elegían la práctica general enfatizaban más las relaciones cer.. que apunta a una dimensión específicamente empresarial en los
canas con los pacientes y el ayudar a la gentel mucho más que los valores del médico. Cahalan señaló que ante la elección de tipos
que elegían especialidades; estos últimos daban mayor importan ... de acuerdos económicos de la práctica, siete de cada ocho estu-
cia a los valores intelectuales y económicos.34 Shumacher obtuvo diantes declaró preferir el sisten1a de honorarios por servicios
resultados algo similares (aunque no completamente consistentes) o la práctica no' asalariada ..Entre .aquellos que preferían la prác- .
según las elecciones de un tipo u otro de práctica. De todos mo- tica individual con o sin asociación de medios (o instalaciones)
dos, él acentuaba la diferencia entre aquellos que planifican una con otros nlédicos, el 62 por ciento atribuyó su preferencia a
práctica con dedicación completa, ya sea general o esp.ecializada, su deseo de «ser mi propio patr6n».40 Este deseo parece rnüy
y aquellos que tienen una orientación académica, que planifican penetrante en Norteamérical donde se acentúa la importancÍa de
una práctica con dedicación parcial y otras formas de compromi- la independencia y la autodeterminación por sí mismas. Este va-
so con la enseñanza y la investigación. Los últimos valoraban el lor parece difundirse inclusive entre parte de la clase trabajado-
descubrimiento científico y se inclinaban a estar interesados en ra estable, cuyos miembros aspiran a abandonar sus puestos de
el bienestar social; los primeros tendían a valorar más el cono- asalariados para convertirse en sus propios patronos, en sus res..
cimiento práctico y las recompensas económicas.35 Además, natu .. pectivos pequeños negocios.41 Pateee prácticamente imposible ex-

32. Don CAHAL.l\N ef. al., Career Interests ancl ExpectatioílS o/ U.S. Medical 36. Amasa B. FORO et. al., T'he Doctor's Perspecti",'e (Cleveland: The Press of
Students, «Journal of l\1edical Education», XXXII (1957), p. 558. Case \N'estern Reserve UniversitYJ 1967).
33. [bid., p. 560. 37. [bid., p. 78.
34. Bernard AS. PHILLIPS, Expected Value Deprivation ant.l Occllpational Pre" 38. [bid., pp. 141.143.
ferenC8, «Sociometry&, XXVII (1964)I pp. 151-160. 39. [bid., p.lIO, punto de exc1anlaci6n agregado.
35. Ver Charles F. SCHUMACl-IER, Interest and Personality Factor~ as Related 40. CA HALAN, op. cit., p. 558. Se debe observar que la evaluación de un traba-
lO Choice 01 Medical Career, «JourDal of Medical E ducationa , XXXVIII (1963), jo Q(que me deja relativamente exento de la supervisión realizada por otros» fue
pp. 932-942, Y Charles .F. SCHUMACHER, Personal Characteristics of Students Chao. una de las dimensiones sobre la que se obtuvieron datos en el estudio de Ro~
si1zg Difieren! Types of Medical Careers, «Joumal of Medical Educatiol1», XXXIX senberg, pero infortunadamente los cruces de datos no se publicaron.
(1964), pp. 278-288. 41. «Autonomía» fue muy enfat.izada. en las conclusiones sobre la odontología.

180 181
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plicar gran parte del persistente interés y de la preferencia bajo se asociaba prácticamente en la misma medida simultánea-
aparente por las circunstancias económicas de los médicos, com- mente con desear «oportUnidades para ser creativo y original» y.
parable ~ los pequeños negocios o a las empresas manejadas por con desear «hacer una gran cantidad de dinero». El deseo de
sus propIOS dueños, sin hacer referencia a los valores burgueses independencia o autonomía obviamente es un fenómeno complejo ~
de independencia que son muy distintos, si no realmente incom- que requiere un análisis considerablemente más minucioso que
patibles, con los requisitos técnicos de la práctica de la Medici- el que ha tenido hasta ahora.
na. La alt~ valoración de la independencia expresa la ideología d~l Resumiendo esta revisión de datos sobre los valores de los mé-
en1presarIO y la del profesional al mismo tiempo, combinando en dicos, parece honesto afirmar que si bien los médicos no carecen
un modo indiferenciado nociones de libertad económica y de au- de una orientación de servicio, o comunitaria, éste no parece ser
tonomía técnica o intelectual. un valor muy prominente comparado con otros. Además, este va;
. El estudio en Carolina del Norte sobre la elección de especia- lar se adscribe al interés por ayudar a individuos más que a aten-
lIdad .obtuvo' resultados interesantes sobre las actitudes de los der a la sociedad o al ser humano. Segundo, los médicos reali-
estUdIantes. de Medici~a hacia la «independencia». Encontró que zan cierta inversión intelectual en su trabajo, menor en el caso de
jI'

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el 28 por clen~o preferla una carrera que ofreciera independencia' los ejercientes diarios, quienes en cambio acentúan el conocimien-
pero ~scaso dlner~ sobre otra que ofreciera un buen ingreso pero to práctico o la acción. Tercero, los médicos enfatizan el valor de
, ~ f j I .poca IndependenCIa! el 17 por ciento prefería esta última y el la. independencia y autonomía. Estos valores, creo, se originan
tI! I
resto de los entrevIstados asumía una posición intermedia. Cla- más en el medio social del ejerciente que en su trabajo, reflejan-
sificando las preferencias por estos y otros valores encontraron do ambos los valores de su origen burgués y el propósito espe-
~inco agrup~ciones distintas de elección, en tres de' las cuales la cial en su elección de carrera. El trabajo de la Medicina es algo
IndependenCIa figuraba prominentemente.42 En este estudio se más. Siendo de carácter aplicado, involucrando una intervención
oponía la independencia al dinero como valores en vi;tud activa en casos individuales, da lugar al surgimiento de un enfo-
del diseño ~e la investigación y del método de análisis, tenien- que mental especial orientado hacia la acción por sí misma, ac-
do q~e, ~leglr uno. de ellos con exclusión del otro, de modo que ción qtle se basa en un pragmatismo radical. Tal acción se apoya
fue dIfICIl deterlTIlnar,. a partir del informe, la relación exacta en la experiencia de primera mano y se sostiene simultáneamen-
ent.re ellos. Lo mismo se puede decir del estudio de médicos en te por un deseo de creer en el valor de las propias acciones y en
Ohro: la aut0}l~mía y la independencia figuraban en las respues- una creencia en la inadecuación del conocimiento general para
tas de los medICaS pero en un modo difícil de deslindar.43 Y el tratar con casos individuales. Creo que estas dos clases de valo-
programa de estudios de la asociación de colegios médicos nor- res en conjunto, uno originado en el medio social y en la vaca..
teamericanos indicaba que mientras los estudiantes de faculta- ción y el otro en las demandas del mismo trabajo, nos permiten
des de medicina orientadas académicamente situaban ell quinto comprender la respuesta del ejerciente al tener a otros mirando
lugar la independencia en cuanto a lo que ellos preferían del críticamente su actuación en el trabajo médico. La evaluación
s;r doc.tor: los estudiantes de, es.cuelas cuyos graduados ingresa- crítica realizada por otros es, después de todo, el primer paso
rlan prInc~palmente. a .una practIca con dedicación completa da- para la regulación de la actuación.
ban a la IndependenCIa el lugar de 2,5, unido con el hecho de
ayudar a otra gente.44 Finalmente puedo anotar que Davis 45 ob..
servó que la valoración de la «libertad» de supervisión en mi tra- Critica y crítico

Las actitudes del médico están marcadas por una profunda


Ver ,D. 1\1. Mo~ y N. KOHN, Jr., SOl1te A10tives for Enteri11.g Delltistry, «American ambivalencia. Por un lado tiene más que un sentimiento ordina-
Journal of SocIology», LXVI (1960), pp. 48-53.
42. Ver Robert E. COKER, Ir., el at., Jvtedical Stude11.ts Attitudes T01A,JQ1'd Public
rio de la incertidumbre y la vulnerabilidad; por el otro lado,
Health, «The .l\1ilbank Memorial Fund QuarterIy», XLIV (1966), pp. 170-175. In- tiene un sentimiento de virtud y orgullo, si no de superioridad.
fortunadamente .no se prese~ltaron las :ifras totales, por tanto la iIllportancia total Esta ambivalencia se expresa por la sensibilidad ante la crítica
del yalor de la ~ndependencl~ no quedo cl~ro. En las tres agrupaciones en las que de otros. En muchos casos tiende a pensar que él está por en-
la «lnd~pendenCla» era promInente, e::a aSI dado que ésta era más elegida que el
promedIO. De todos modos, el promedIO no estaba especificado de 1nodo Que la «in- cima de todo reproche, que hizo lo mejor que pudo hacer y no
dependen.cia» l?udo haber sido importante en todos los casos,' aun cuando hubiera se le puede responsabilizar de los resultados adversos. « ¡Le pudo
sido elegIda menos frecuenten1ente que el promedio. haber pasado a cualquiera!)} o «¡Cómo podía saberlo!» son obser-
43. FORD, op cit., pp. 96.111.
44. Con1unicación personal, Paul J. SANAZARO, 21 novielnbre de 1966.
vaciones usadas comúnmente. En casos relativamente limitados
45. DAVIS, op. cit., pp. 222-224. él admite personalmente el error; en éstos se castiga a sí mismo

182 183
por ellos, pero aun entonces debe encontrar la nlanera de justi- afir111a su autonomía. Además, qUIza como una reacción al pro.;.
ficarlos, «una mala fractura», «justo una de esas cosas». Es más longado período de práctica supervisada que atravesó durante el
probable observar la autocrítica que otras formas de crítica, dado curso de Sll formación profesional, acentúa su madurez: «Soy
que frecuentemente se expresa para lograr de nuevo la confian- ya mayor, ahora», suele decir. El ser supervisado es sinónimo de
za de colegas amistosos. Admitiendo el error ante amigos que no ser un estudiante. Ilnplica que no se le confía la propia respon-
lo criticarán por sí mismos, se logra el beneficio catártico de la sabilidad. En verdad, el conceder exención de supervisión es una
confesión mientras se evita el precio de la pena. señal de ser confiable, de ser autónomo; "en una palabra, de ser
Si. bien la autocrítica es aceptable, la crítica de otros no lo un profesional. Estar observado cuando el mismo trabajo lo re ..
es. El médico tiende a pensar que los errores están destinados quiere o cuando uno mislno lo pide de este modo, es aceptable
a ocurrir por la nlisma naturaleza del trabajo, de modo que todo pero cualquier otra cosa es incómoda, cuando no degradante. Un
ejerciente en un mon1ento o eIl otro, es vulnerable al reproche. profesional no se rebaja a sí misn10 entremetiéndose en los asun-
Esta creel;cia se utiliza para excusarse a sí mismo y también para tos de colegas y espera que ellos respeten la privacidad. de sus
restringirse de criticar a otros y a ellos de cri!i~arle a .un~. Ob- asuntos.
servando los evidentes errores de otros, el medICO se InclIna a
pensar que «ahí voy yo, pero por la graci~ de' Dios», y qu.e «la
próxima vez puede ser mi tur110». Cuando el «se mete en dIficul- Responsabilidad personal y pública
tades», espera que los colegas cultiven el mismo sentido ~e l~
caridad y. tiende a pensar que aquellos que no SOll tan carItatI- Traté de presentar la que parece ser la propia visión del
vos son dogmáticos fanáticos, de quienes hay que desconfiar y a trabajo del médico sin asumir que esta visión fuera verdadera o
quienes hay que evitar. . falsa. No obstante, he querido decir que si no es falsa, al menos
La suspensión de la crítica se considera necesarIa a la luz de está un poco distorsionada, .dado que en Medicina hay mayor
la inevitabilidad de la imputación de errores y también a. la luz certidulnbre y precisión de lo que se enfatiza habitualmente por
de la incapacidad adscrita a los profanos de aceptar la inevitabi .. el médico siempre que se defiende de una acusación de error. Por
lidad de cometer errores. Todos los n1édicos son vulnerables a lo tanto, en la medida en que el error o la incompetencia pueden
los reproches de sus clientes, quienes, J;Ilu.y co~prensibleme~~e, ser conceptos objetivos, yo diría que hay más errores. de los que
110 pueden aceptar filosóficanlente las contlnge.ncIas ~e la aCCIon los médicos están dispuestos a reconocer.
práctica cuando son los que sufren las contIngencIas. De e.ste Pero, sea. verdad o no, la prueba del profesionalismo se da
modo todos los médicos se aliarán, preservando un frente unIdo cuando la actuación incorrecta es reconocida por los ejercientes.
contra la. crítica de los ajenos al gremio. Si un. médico no puede ¿Qué hacen ellos cuando perciben error o incompetencia? Ante
refrenarse de criticar a otro, al menos debería hacerlo en priva .. todo está el caso muy especial y comparativamente raro del mal
do, cara a cara, o en el peor de los casos, en el. interior de tlll comportamiento indiscutible. Me refiero a la respuesta de una
círculo. cerrado de profesionales. Los profanos no pueden com- clara ofensa ultrajante, el cirujano ebrio, por ejemplo, que abre
prender suficientemente bien el carácter ?~l trabajo clín~co como una herida más de lo necesario, o el.adicto que saca demasiados
para que se les permita escuchar las crltIca~ de..l?rofeslonales :- narcóticos de las provisiones del hospital. Aun cuando revele una
otros profesionales o como para que se l~s de Cre?I~o.para expr .•.... incompetencia o una falta de ética clara e inequívoca, hay una
sar su propia crítica de un colega. Los pelIgros de JUICIOSpor mala cierta resistencia a ejercer controles. Después de un determinado
práctica naturalmente refuerzan esta tendencia a conservar la período de tielnpo, de todos modos, aquellos con. quienes trabaja
crítica dentro de la familia profesional. : sienten que deben excluirlo de su compañía. Más frecuentemente
La crítica de todos modos, presupone cierta observación di.. esto se llace permitiendo que el hombre renuncie, antes que por
recta o indi;ecta del trabajo. Como ya he sugerido, la observa- una expulsión directa que llamaría la atención sobre su marcha,
ción de la actuación es problemática en sí mislna eI1 el trabajo y los hechos de las circunstancias de su renuncia pueden entonces
clínico que implica un servicio personal y confidencial. Además, no circular amplian1ente.46 Con esto quiero significar que, si bien
hay resistencia entre los pro~esio~ales a observar a ?tros ~ ~er un médico adicto puede ser despedido de un hospital por robar
observados por ellos. El clínICO pIensa que su .trabaJo es Ul1IeO drogas, no es probable que su marcha sea hecha pública como
y concreto, no pudiendo ser realmeI1te determInabl~ por .deter-
minado conjunto de I10rmas estables o por cualqUIera que no 46. Como se lo planteó un médico soviético a un transgresor, «a menos que
comparte con él la misma experiencia de primera mano. Y él usted rentU1cie ahora,. 110 tendré otra alternativa que solicitar S1.1 renuncia a través
acentíla su propia responsabilidad personal. En ambos terrenos de canales oficiales»~ AMOSOFF, op. cit., p. 70.

184 185
,",1

una destitución o, incluso, que sean advertidos otros hospitales cular o por el cliente y t~ner un sentido de la responsabilidad co--
donde pueda intentar ingresar. Se dejará a los otros que lo des- munitaria por todas las tareas y clientes de todos los miembros
cubran por sí mismos. De este modo, en casos notorios, es pro- de la propia profesión. Aunque las sociedades profesionales sí
bable que un individuo sea despedido de la compañía de sus co- tienen un sentido general de la responsabilidad comunitaria ma-
legas actuales, pero no de su profesión. Hay muy pocos datos nifestada en la legislación de las normas mínimas para el entre-
sobre la Medicina, pero parece plausible que, como se vio en el' namiento y la práctica, es hasta aquí hasta donde llegan. Es el
caso de derecho, la pérdida real de la licencia por instancias ob.. sentido de la responsabilidad personal el que impone la califica-
vias y notorias de conlportamiento incompetente o falto de ética ción más pesada sobre el comportamiento del médico individual
es más la consecuencia de la publicidad que fuerza al grupo pro- en Stl trabajo diario. El médico tiende a asumir la responsabili..
fesional a actuar que la ofensa como tal.47 dad personal por su propio trabajo y a no interesarse con el tra..
El manejo que llacen los profesionales de esos casos se carac- bajode los colegas a menos que éste tenga. que ver directamente
teriza por la ambivalencia y la pena.48 Los colegas reconocen que con el propio.. l!ste es el motivo por el cual no siente necesidad
es probable que la persona haga daño a otras a menos que se de entremeterse en los aSUlltosde los demás.
le detenga. Sin embargo, hacer esto requiere suspender su licen- Es factible que U1lmédico asuma responsabilidad personal por
cia, su actividad, lo cual, en su mentalidad, arruina la vida del el cuidado que él realmente brinda a sus pacientes así como
individuo. Después de tantos años de preparación para la Medi.. por la atención que reciben de colegas a quienes él los envió.
cina, en el momento en que comienza a ejercer es un hombre de Pero, por ejemplo, cuando él se niega a atender a un paciente
edad nlediana. En esta edad, cuando es difícil comenzar todo otra molesto y no desea enviarlo a un colega conocido, despide al pa-
vez, es virtualmente impensable forzarlo a abandonar su profe- ciente asumiendo que recibirá una buena atención de cualquier
sión. Si bien se le puede retirar de su puesto, no se desearía re- otro, o que, en todo caso, en tanto él no desea asumir la respon-
tirarlo de su verdadero trabajo. En consecuencia, sus colegas se sabilidad por el paciente, cualquier cosa que le ocurra no es de
deciden por lo que su mis1l10individualismo vería como su pri- su incumbencia..Sólo las denlandas inmediatas eTesu responsabi-
mera obligación, conservar limpios sus propios nidos. Se le im- lidad personal parecen poder contrapesar sus actitudes de des-
pone renunciar-'a su compañía, pero no se le expulsa de la pro- agrado por controlar o por ser controlado por otros. El, sentido
fesión. Ellos se protegen a sí mismos y a sus pacientes, que es lo de la vulnerabilidad al. que nos 11enlosreferido, así como la ten-
que ellos consideran su prÍlner deber, pero evitan arruinar su dencia a diferir juzgar cuando se carece de experiencia de pri-
vida.49 mera mano con un caso, limita el móvil para intervenir. Y na-
Sus acciones apuntan a una limitaciól1 característica del sen- turalmente, la n1isma ambigüedad de gran parte de las circunstan-
tido de la responsabilidad del ejerciente. Como ya señalé, el clí- cias diarias proporciona escasos estímulos para afrentas mora-
nico no sólo asume la responsabilidad por su trabajo, sino que les fuertes.
.
'
incluso goza de ella. Sin embargo, esta responsabilidad es más
personal que pública.5o Hay una diferencia considerable entre te..
ner un sentido de la responsabilidad nersonal por la tarea parti- El boicot personal
47. Ver el análisis de la exclusión en Jerome CARLIN, Lawyers Ethics (Nueva Si un médico está en desacuerdo con .el trabajo de otro y ha-
York: Russell Sage Foundation, 1966).
48. «Todo el mundo está confundido y avergonzado. ¡Despedir un médico de blándole no logra los cambios deseados en su comportamiento, no
esta forma! Pero, ¿qué se podía hacer con tales casos? El hombre está en falta. es probable que él se movilice para arruinar la vida del otro.
Casi mató. a su paciente. ~sta no es la primera ve~ que comete el mismo error.» Todo lo que hará será resguardar su propia responsabilidad per-
AMOSOFF, op. cit., p. 71. sonal. Esto no se lleva a cabo mediante una gestión y un control
49. «El orgullo herido de Stepan es insignificante comparado con eso. So-
brevivirá esto. Que trabaje en cualquier otro sitio y que no dañe a lnis pacientes. directo, sino a través del vacío, por medio de lo que; en términos
Así razono yo conmigo mismo.» AMOSOFF, op. cit., p. 75. Obsérvese que allí, en bastante dramáticos, sociopolíticos, Carr-Saunclers y Wilson deno..
la Unión" Soviética, donde se supone que la «sociedad» es más importante que el minaron el boicot. Pero se trata de un boicot especial, individual
individuo, no se le ocurre a un cirujano tan humano y consciente como AnlO-
soff que al permitir al transgresor, Stepan, trabajar en otro sitio, otros pacientes o como nláximo un boicot del grupo de colegas, no de un amplio
puedan ser dañados. Esta curiosa ceguera es, creo, típica de los médicos de todo boicot de la profesión. La tendencia no es tratar de cambiar la
el mundo. actuación de un transgresor, sino más bien evitar elegirlo para
50. Para ciertas observaciones sensibles y perceptivas acerca del individualis-
mo profesional y su relación con el bien público, ver T. H. MARSHAll., Class,
trabajar con él y lnantener alejados de él a los pacientes de uno.
Citinzenship and Social Developmenl (Garden City, Nueva York: Doubleday y Co., Cuando un médico puede evitar la cooperación y el intercambio
1965), pp. 165.175. de pacientes con un colega que él no valora, evita tener que asu..
186 187
mir responsabilidad por las acciones del culpado (o al menos se De esta exposición se deduce que dentro de la n1isnla Medici.
evita tener que ver con sus consecuencias) mientras que simul- l1at que entraña una variedad de forn1as de trabajo y de indivi.
táneamente elude asumir la responsabilidad por la vida profesio- duos, los valores relacionados con la regulación de la actuación
nal del transgresor. variarán según la clase de trabajo realizado y según los valores
El boicot personal es, sugiero, el mecanismo de control más profanos ~e sus ejecutantes. La supervisión y la regulación, por
importante analíticamente que se encuentra entre los médicos y lo tanto, tIenen mayor probabilidad de ser ejercidas por aquellos
otros profesionales. Es importante porque nos pernlite compren .. que ~o trabaj~n .con una client~la profana, por aquellos cuyos
der cómo un individuo puede ser personalrnente moral y cons- trabajos se objetIvan en procedImientos y resultados materiales
ciente y otro puede no serlo, aun cuando ambos coexisten en la y por aquellos que en cierta forma tienen relegado un compro .
lnisma profesión sin que se provoque una gran tension o con..
flicto entre ellos. Expresa tanto el éxito como el fracaso ético de
n: 1SO con los valores del empresario. Estas variables en conjun .
clón con el modo en que el medio ambiente laboral minimiza o
la profesión, representando, como lo hace, el peculiar resultado maximiza la observabilidad del trabajo parecen avanzar mucho
del modo profesional de considerar su trabajo a sí rl1ismo y su hacia la explicación de los variados niveles de actuación que se
responsabilidad. enc1:1entran en la profesión. Tomados en conjunto, nos permiten
equIparar el modo en que se organiza el desempeño de los indi-
viduos profesionales con el modo en que Iá profesión se consti-
Variaciol1es en los valores profesionales tuye en una organización oficial. Estos dos aspectos de la organi-
zación profesional, formal e informal, ahora pueden ser tratados
El punto. más importante que he tratado en este capítulo gira juntos para lograr una visión más global de la naturaleza de la ,&
en torno a una extensión de la distinción entre profesiones de profesión.
consulta y profesiónes eruditas, la diferenciación técnica y social
entre «profesionales» que todos los días realizan trabajo de con- ....•.
sulta y aquellos que no lo hacen. Mi proposición es que, tanto las
contingencias del trabajo clínico como las características socia-
les de la gente que lo realiza llevan a .diferencias decisivas en
cuanto a valores. El médico clínico se inclina a utilizar normas
particularistas en la evaluación de su propio trabajo y debido a su
relación con profanos típicamente tiende a desempeñar un rol
pontificial, funcionalmente difuso, no limitado modestamente por
la formación o la calificación. Aunque no carece de una orienta- 1

ción de servicio, se inclina a deshacer más los requisitos simbó- 1


licos y materiales de su status oficial en cuanto profesional que i
.f
las gratificaciones de su pericia. Por 10 tanto, el médico clínico
tiende a manifestar en menor nledida que el erudito o el investi- l
gador el conjunto completo de valores profesionales descrito
por Parsons y discutido al comienzo de este capítulo.
La autonomía de su status y el individualismo estimulado por
las demandas de su trabajo hacen difícil para el clínico tanto
someterse como participar en los progresos regula torios que in-
tentan asegurar altos niveles de actuación cie11tíficos y éticos en
la totalidad de los ejercientes. Desea controlar las condiciones y
el contenido de su propio trabajo y no se inclina a desear perder
tal control a cambio de auspicios sistemáticos, de la extensa pro-
fesión. Tanto en ciencias como en letras, la obligación y la necesi-
dad de publicar mantiene al trabajo de uno público y sometido
al escrutinio y evaluación de colegas. Pero para el médico de con-
sulta, su trabajo y sus resultados son vistos casi como una forma
de propiedad privada.

188 189
IX. La' profesión como organización
formal e informal

En la primera parte de este libro me he ocupado de las ca-


racterísticas formales de la profesión médica. Tomando a la pro-
fesión .como un todo, sin hacer referencia a individuos o a los
marcos concretos de trab.ajo, he expuesto los fundamentos lega-
les y ocupacionales sobre los que se apoyan los profesionales.He
tratado de analizar lo que diferencia a los médicos de otros que
participan en la división del trabajo médico y lo que es común a
los médicos que trabajan en una variedad de circunstancias eco-
nómicas y políticas. También he presentado la diferencia entre
una posición de autoridad legal y técnica en una división del tra-
bajo (status profesional) y un conjunto de actitudes hacia el tra-
bajo (profesionalismo), y la diferencia entre el control sobre el
contenido del trabajo y el control sobre los métodos económicos
y sociales de organizar la actuación del trabajo.
He propuesto que lo que es decisivo para el status de la Medi-
cina y de cualquier otra profesión es su control último sobre su
propio trabajo. Dado este control, el status de otras ocupaciones
que participan en una división del trabajo médico sólo puede ser
subordinado, a pesar de que muchos de sus aspectos puedan
ser uniformados, por elementos tales como un código de ética,
un largo período de aprendizaje que incluye instrucción en un
cuerpo de teoría y una proclama de servir a la humanidad. He
sugerido, además, que el control sobre el trabajo no necesita ser
total: lo esencial es el control sobre la determinación y la
evaluación del conocimiento técnico utilizado en el trabajo; im-
portante, pero secundario, es el control de las condicionessociales
y económicas del trabajo. De este modo, un profesional sigue
siendo un profesional aun cuando esté subordinado socialmente
a alguien que no pertenece a su profesión en la medida en que
no está subordinado técnicamente. He distinguido la profesión
de la ocupación paraprofesional por el lugar que ocupa cada una
en una división organizada del trabajo, no subordinándose técni-
camente la profesión a ninguna otra profesión y estando la ocu-
,~;
pación paraprofesional subordinada técnicamente a la profesión.
. '\ La distinción entre una profesión como ocupación con
q una posición especial en una división del trabajo y elprofesiona-
:\
lismo como la posesión por miembros individuales de una ocu-
¡:l I
pación con ciertas actitudes hacia el trabajo ha permitido más
clarificaciones. Según el modo que he propuesto, que una ocupa.
ción sea o no una profesión se establece por el análisis de.la re-

191
_ .. ,
lación de las ocupaciones entre ellas en una estructura social. concedido por la sociedad.2 Esto es lo exclusivo y central
que ,el profesiona1i~mo exista o no en una ocupación es una eues-- para la noción de profesión. La posición. de la profesiónell la so..
tlónenteramente dtferente, que se contesta por un estudio de las ciedad 110 refleja necesariamente (aunque puede hacerlo) una
actitudes '.d~ miembros individuales de las ocupaciones. No hay pericia distintiva y especialmente superior, aprendizaje teórico, o
u~a relacIón t;ecesaria o explícita entre la posición, de una ocupa- un conlportalniento ético por parte de todos los lnienlbros, o de
Clon y l?s at~lb~t~s de sus miembros. Sugiero que es lo primero, la mayoría de la ocupación. Siempre. existen ocupaciones con ta-
l

la esel!cl~ mas utll para una definición de profesión. Es útil por- les características a las que no se les concede el status de profe-
que .. dlfinlendo estructuraln1ente una profesión como una posición sión, y hay ocupaciones a las que se le conceden este status que
en. una división del trabajo, se puede, sin compromiso y sin dis- carecen de estas características. Lo que el status refleja es la
culpa, tratar con las diferencias entre' lo que un grupo proclama creencia de la sociedad en que la ocupación tiene tales atributos
sobre lo que sus mien1bros son, como oponiéndolo a lo que ellos y la creencia de la sociedad en la dignidad y en la importancia
son realmente y entre lo que creen generalmente los otros de un de su trabajo. La adecuación. de las características reales de una
grupo y lo que es el caso realmente. Y se puede distinguir entre ocupación con todas las creencias sobre ellas no son supuestas por
~n proc~so de «profesionalización» que no se ha completado sa- mi insistencia y se trata de una cuestión de determinación empíri-
tIsfactorIamente y uno que sí lo ha hecho.l Un código de ética, ca. La intensidad de la definición es el status.
p~r ejemplo, es un mecanismo importante para persuadir al pú- Una vez definida la profesión principahnente como un status
blIco en general a creer que los mien1bros de una ocupación son especial e11 la división del trabajo apoyado por la creencia ofi-
morales, pero éste no garantiza la creencia pública. No tiene una cial, y a veces pública, de que es merecedora de tal status, nos ,,4

relación más necesaria con el cOluportanliento real de los miem- liberamos de la confusión y de alegatos especiales que afectan la
bros de la ocupación que con los códigos legales, tomados inde- mayor parte de 'las discusiones .de profesiones .. No necesitamos
pendientemente de la operación de la coacción legal y de la esen- turbarnos porque un, código de ética no es conspicuo en una pro-
cia de la moralidad pública, que tienen una relación necesaria fesión tan reconocida como es la enseñanza superior, Iii descon-
con el comportamiento de los mienlbros de una sociedad. En este certarnos por la falta de un cuerpo sistemático de teoría abstrac-
selltido, un código de ética puede ser visto como Ul)O de los mu- ta en una profesión tan establecida como el derecho (a despecho
chos métodos que una ocupación puede utilizar para inducir una de la juriSprtldencia), porque éstos ya no son ele1.llentos necesa-
creencia general en la moralidad de sus mienlbros, sin ser necesa- rios de definición. Y podemos c0111prender que si bien tales atri-
rio tratar directamente con una n10ralidad individual. Del mis- butos institucionales l1ecesitan tener cuando mucho una modesta
mo modo, aun si estuviera claro de otra forma que de un modo relación C01~. el modo en que StlS, participantes actúan, 110care-
íntuitivo lo que es un «cuerpo sistemático de teoría», este crite- cen de sentido, dado que son parte de U11 diálogo que' se da entre
rio también puede ser tratado como parte del proceso por el cual una ocupación y la sociedad y entre la realidad y el deseo. En
una ocupación persigue sostener o fUlldar una creencia pública so.. consecuencia nosotros preguntamos qué es 10 que induce a la
bre éste, sin que tenga que ver necesariamente con los prerrequi- sociedad a conceder el status profesional. Los códigos de éti-
sitos objetivos el trabajo real de la ocupación. En verdad, las ca pueden persuadir en algunos casos. y no en otros; la existencia
razones para inventar cursos teóricos en las escuelas de entre- de lo que parece ser una teoría sistemática puede convencer en
namiento de ocupaciones ambiciosas son absolutamente trans- algunos casos y no en otros. Algunos de los atributos institucio-
parentes, la popularidad de los cursos teóricos en las escuelas nales formales de las ocupaciones son analizados, por lo tanto .•
profesionales es notorian1ente baja y el verdadero trabajo de los con 10 lnecanismos mediadores de la relación entre la ocupación
,ejercientes profesionales es de 'lejos mucho más .frecuentelnente y la sociedad. Las características formales lnás fundamentales
COllcreto que abstracto. ' establecen y 1nantienen el status de la ocupación en la socie-
Por lo tanto, el status formal de una profesión refleja lo que dad y en la división del trabajo. ,
Hughes llamó su licencia y mandato para controlar su trabajo, A este énfasis puesto en "el status de autonomía en una división
del trabajo se ha de añadir, una distinción que condiciona el ca-
rácter de dicho status y el modo en que éste se obtiene, así como
1. :e.ste es el problema enfrentado por Volhner y MilIs, quienes tratan de el carácter del desempeño en tal status. Me refiero a la distinción
evitar definir «profesión» reemplazándola en cambio por' un proceso de «profesiQ-o entre el trabajo orientado a resolver los problemas planteados
nalización». Ante la falta de una definición de profesión, sin embargo, no se puedo
saber cómo se conduce el proceso, y no se puede establecer su progreso bajo
ningún criterio estable. Ver Howar M. VOLLMER y Donald L. MILLS, (eds.), Pro. 2. :I!verett C. HUGHES, l\lfen a11.d Their Work (Nueva York: The Free Presa
fessiorzalization (Englewood Cliffs: Prentice Hall, Inc., 1966), pp. 1..2.
of Glencoe, 1958), pp. 78..80.

192 193

as 17. 13
.' . "'-'7: fI.

por profanos y aquellos planteados por colegas. En pocas pala- En este caso, es más probable que la actuación se adecue .más al
bras, entre profesIones d: consulta y eruditas o científicas. He de otros médicos que a las expectativas de los pacientes. He su..
formulado que las profesIOnes eruditas o científicas pueden ob- gerido que la práctica privada, basada en honorarios por servi-
ten<:r un status verdaderamente seguro en virtud de lograr ex- cios en una situación competitiva, es más dependiente .del cliente
cluslvamen~: el apoyo de una élite socio-poIítica o económica, pero que dependiente de colegas, y que algunas especialidades tenían
W1a profeslon de consulta como es la Medicina, para ganar un mayor posibilidad de asumir las características de la primera y
status seguro, debe hacerse atractiva al público general que debe otras de la última. De este modo, sobre la base tanto de mi lógi..
apo~ar a s~s miembros a través de la consulta a los mismos. La ca como de la evidencia disponible, he predicho variaciones sis-
contmgencIa del pr?f~o ha sido de este modo. crítica para el temáticas en la calidad de la actuación del trabajo de los
desarrollo de ~a Mect:cma como una profesión. y del mismo modo, miembros de la profesión haciendo referencia a las presiones es-
como he se~l;udo senalando, la contingencia de la clientela pro- tructuradas que contiene un ambiente de trabajo organizado. Es..
fana es decIsIva para la actuación profesional de los médicos. tas variaciones en la actuación tienen escasa relación directa con
las características formales de la profesión, no se pueden prede-
cir a partir de ellas. Tampoco se relacionan con la formación pro ..
An'lbiente de trabajo y actuación profesional fesional anterior. Fluyen de las variaciones en la contingencia
,'; 1
del cliente, una contingencia con la que debe habérselas toda '
En la se~~nda parte ~e este libro he pasado del status formal profesión de consulta.
~e la profeslOn en la socIedad, apoyado por su organización poIí. Volviendo de los ambientes de trabajo privados a los que re..
tl~a y leg~l, ~ .los distintos ambientes en los que trabajan los presentan los hospitales, traté de presentar algunos de los prin ..
mIembros m~lvI~~ales ~e la profesión, y los que por sí mismos, cipios relativos a la actuación no sólo de .médi~os, sino tam1:>ién
por su organIzaCI~n estImulan o desaniman a los médicos a de- de otros participantes en el proceso de aSIstenCIa en el hospItal.
sarrollar su trabajo en modos particulares. En resumen, he pa- Dadas las muchas ocupaciones implicadas en la división del tra ..
sado. ,de l~s proclamas oficiales de y para la profesión, a la ac- bajo en el hospital, y dadas las distintas fuentes de apoyo y con..
tuacIo~ .dIarla de la .profesión. ~onforme al enfoque situacional trol que en él existen, mi análisis ha sido necesariamente más conl"
5lue utl~lZOen este lIbro, acentuo cuánto más importante es la pIejo que en el caso de la consulta privada. He expuesto cómo la
m11uencIa del ambiente labo:al sobre la .actuación del profesio- pericia autónoma pero autorizada del médico, en el cont~xto de
. n~l de lo ~~e lo es su anterIor entrenamIento formal en conoci~ la organización de la práctica médica en los Estados Umdos, le
mIento y etIca. Dada la autonomía sin limitación de la profesión permite ejercer una influencia notable en el funciona~~ento del
la pregunta general que guió mi análisis fue: ¿cómo se ejercit~ hospital, una influencia basada sólo en parte en su pe~I..cIa. Luego
e~ta. ~utonomía? Más específicamente: ¿cómo se relaciona la va.. continué exponiendo cómo varían las pautas de actuacIon del per-
naClOn de la actuación profesional con los ambientes en los que
se des~rrolla el trabajo, y cómo, bajo la condición formal de au- sonal en el hospital según varían las tareas y las filosofías de tra-
tono~la, los colegas regulan la actuación de cada uno de los tamiento, según varían los pacientes y según varía el personal
demas? paraprofesional. . .
Restringiéndom~ aquí, como en otros puntos, principalmente Habiendo descrito las variedades más cOlnunes de ambIentes
a lo~ Estados UnIdos, he tenido ocasión de distinguir algunos de trabajo en los que se encuentran los miembros de la profesión
ambIentes labor~les en cuanto a su conexión con la actuació~. En en los Estados Unidos he vuelto a lo que, segÚ11creo, es la cues-
el caso .del amble~te de ,trabajo privado diario, he sugerido que tión más crítica que .:mo puede preguntar sobre una profesión:
una varIable esencIal serIa el aislanliento y la independencia res .. considerando el hecho de que la sociedad le concede autonomía
pecto d~,sus.colegas. En l~ práctica ~<P!ivada»,la principal fuente respecto de la regulación o interveD:ción por l?arte .de !?rofa~os,
de pre~lOn sobre la actuaClOn del mechco proviene de sus pacien- ¿cómo se regula a sí misma? A par.tlr .d~ la eVIdencl~ dlsponlbl..e,
tes, qUIenes, en tanto profanos, tienden a estimularlo a que les he concluido que en los ambIentes IndIVIduales y «prIvados» mas
co~:plazca !, al hacer esto, a desviarlo de las normas de otros que en ambientes de grupos organizad?s, la observaci?n y. la regu-
medIcas. AIslad.o de sus ~olegas, hay poca probabilidad de com- lanción se minimizan. Aun en los ambIentes de trabajO bIen orga..
pen~ar las preSIones e? ~Ista a normas profesionales. Lógicamen .. nizados que permiten y estimulan la observación y la regulación
t~ dIferente ~e tal «practIca dependiente del cliente» está la «prác.. de la actuación médica, sin embargo, parece existir un gran mon..
tlca ?epen~lente d~, colegas», en la cual son necesarias para to 'de permisividad, sirviendo el proceso de regulación en su
trabajar la InteraCClon con ellos, su cooperación y su aprobación. máximo vigor para excluir al transgresor del ambiente concreto
194
195
formal de la profesión. La asociación profesional formal propor-
e~ ~l que 'se critica su actuacióu, pero no para in1pedirle act~1.ar ciona una visión desde lo alto, una visión oficial, de los vínculos
sunl1armente en otros ambientes y con otros' pacientes. existentes entre las asociaciones locales de ejercientes individua-
Este hallazg<>.es contrario. al supuesto habitual que afirma que les en diferentes, comunidades_o Dado que una visi6n como ésta
cu~do los ~édlCOS o cualquIer otro profesional son liberados de no permite predecir variaciones en la actuación entre los practi-
1~,1nterveJ?Cl?n extraña, para controlarse ellos mismos" su actua- cantes, ésta es manifiestamente inadecuada. Por otro lado, la vi-
clo.n será optlma. Ademas, la organización de los ambientes de tra- sión ,desde abajo, desde la perspectiva de la actuación en el tra-
baJo Jrac~s.ó. como la explicación adecuada del resultado,. dado bajo, proporciona una visión sistemática de variaciones .en la
que el anahsls de la organización permitía una mayor regulación actuación, pero no da una visión de cómo estas variaciones se
de. la ~ue parecía ser practicada realmente. A la luz de esta de- organizan en modelos de asociación humana y cuál es la relación
fi~lencla del valor explicativo del enfoque situacional, me he in .. entre varios modelos.
clInado por un examen más minucioso de lasnorn1as de trabajo El vínculo, según creo, se apoya en el boicot personaL El me-
prof~sionales, ~~ particula~ ~e aquellas que probablemente podían canismo del boicot personal, al mismo tiempo que representa las
explIcar por que no se utIlIzaban las oportunidades reguladoras. Ilormas profesionales también tiene consecuencias específicas en
Rec~azando el ~alor de. las normas generales que' habitualmente lo relativo a la interacción y a la organización del ordenamiento
se dIce que estan relaCIonadas con el profesionalismo, he esbo- de las relaciones entre los individuos concretos y las institucio-
zado los valores que parecen surgir de las contingencias de la nes distribuidas a través de las comunidades locales; la realidad
consulta, o del trabajo cl~nico. Estando el trabajo clínico~ por social cotidiana sobre la que. impone la idea general y fornlal de
s~ naturaleza, comprometIdo con la acción .práctica para tUla profesión. Esto sugiere que hay otra organización que funciona ,&

clIentela profana, he formulado que esto conduce a un sentido paralelamente a la organización formal de la profesión. Dado que
exagerado de la responsabilidad personal limitada junto con Ull ésta no está codificada públicamente ni reconocida oficialmente
acento puesto en la primacía de la experiencia del trabajo' per- por las asociaciones profesionales formales (si bien con esto no
s~nal. Cuando estas normas se combinan con :aquellas de la dig- pretendo decir que es el resultado de una conspiración), podría
nIdad de clase y de independencia enraizadas en los orígenes bur- ser llamada la organización informal de la profesión. El cono.ci-
gueses. de los profesionales, llevan a un individualismo que es , miento de las características de la organización informal puede
tanto 'Intelectual como social. 'fal individualismo minimiza el va- explicar lo que la organización formal de la profesión no admite
l,or del conocimiento cieIltífico básico y los métodos por los que ni puede explicar, a saber: cómo puede persistir sin. esfuerzo
este se establece, y maximiza el valor de la opinión individual ba~ una diversidad de prácticas éticas y técnicas en una profesión no-
s~da en la experiencia personal de primera mano con casos in di.. minalmente ética y cOlnpetente, integrada sólo por miembros for-
v~duales. El ~esultado de una mentalidad tan ideográfica es una mados de acuerdo con normas n1Ínimas de aprendizaje. Especifi-
CIerta renunCIa a criticar o a ser criticado por otros. Cuando se car la organización formal de la profesión nos permite comprender
enfrenta con, un colega cuyo trabajo parece ser incorrecto la so- qué es la uniformidad estructurada en la actuación médica, ha-
'lución es alejarlo de los propios pacientes, pero no de otro~. Den- ciendo ampliamente referencia a las normas de. licencia mínimas
tro de la libertad de acción concedida por la autonomía profesio- apoyadas legaln1ente. Especificar la organización informal de la
nal, el mecanismo de control característico que se origina Medicina 110S permite conlprender los. orígenes de la variación
en las respuestas normativas al trabajo clínico o de con- estructural en la actuación médica, haciendo amplia referencia
sulta es el boicot personal, concebido más para regular el trabajo a la interacción de ejercientes organizados por medio' de ambien-
propio que el trabajo de la profesión como un. todo. tes específicos. Para redondear mi descripción de .la organización
operativa de la profesión intentaré delinear 5t1 organización in-
formal.
Vinculación de la áctuación con la organización

Mi exposición sobre nornlas médicas y la re~uIaciÓn del desem .. La creación, de la organización informal
peño profesional es, a lo sumo, una exposició~ sobre la realidad
del trabajo profesional, comparado con los ideales y las procla- En su meticuloso estudio de nlédicos) Os\vald Hall pudo dis-
mas de los portavoces oficiales de. la profesión. Analíticamente ti.nguir tres tipos de carrera lnédic.a según la clase de relació~
ambas realidades aún no están relacionadas en un sistenla eohe: estable,cida entre ~ln joven graduado y personas mayores ya arraI-
rente. En el cuadro que he trazado, 110 hay un vínculo entre la gadas en la práctica: una <~carrera individualista») en la que el
realidad de la práctica profesional y la realidad de la organización
197
196

joven lucha por .su propia clientela independientemente de otros; difícil imaginar en realidad la estructura que propone'
un~ «carrera amIstosa», en la que ayuda yes ayudado por algunos .la de una única fraternidad interna, y fuera de ella hom-
ca egas, q~e son mu~ amigos, y una «carrera de colegas», en bres vagos o aislados ejercientes individualistas. Con algunas .
la qu~ un J~ven trabaja bajo el patrocinio de un médico mayor excepciones, es muy difícil ejercer sin relaciones de referencias .
d~ éXIto, qUIen controla los puestos del hospital y el acceso a I~ de enfermos y de consulta entre colegas, del mismo m.odo que :
clIentela ~á~ ,deseable.: A medida que presentaba este último caso, sin una afiliación a un hospital. Asumiendo que estos requisitos .. -
~all de~crIblo lo que el llamó una «fraternidad interna» 4 de mé- se encuentran comúnmente, se sigue, por lo tanto, que aun fuera
dICOS,sItuados en la cun1bre del éxito en la comunidad y contro- de la fraternidad. interna deben existir grupos de colegas organi-
lando el acceso de otros a tal posición. Si un médico parece pro- zados verdaderamente estables. En otras palabras, como he se..
meted~r (en parte por tener la religión y los antecedentes sociales ñalado en mi exposición sobre tipos de práctica médica, en una
conve:-uentes, en parte por su propio proceder, así como por la sola comunidad pueden haber nunlerosas «fraternidades», y cier-
. capacIdad que s.e pe:cibe en é!), se le ofrecen posiciones exigen- tamente, hay numerosas «fraternidades» en la profesión como
tes e~ la parte InferIor de la Jerarquía. Si él está satisfecho con un todo. Sin embargo, tal como mi exposición sobre tipos de prác-
. t~abaJar duro por el prestigio y. el "interés intrínsecos de la posi- tica médica no indicaba, estos grupos de colegas se constru.
c:6? y su pr~mesa de díasnlejores, gradualmente se le darán po- yen por mecanismos de patrocinio y de boicot, y por las conse-:
s:clones mejores y pa.cientes, siendo sus movimientos hacia la cuencias de estos mismos mecanismos deben existir francamente:
c~nla ale~tados ,lenta y cuidadosamente por sus superiores. Si per- separados los tInOS de los otros.
SIste, recIbe mas y más recomendaciones, referencias de pacien-
tes, consultas y otras clases de invitaciones para interactuar con
los hombres ?e la cumbre. Si se impacienta, se le aleja del siste- Características de la organización informal
ma y no sostIene tal interacción.5
¿Cuál es el mecanisnlo dominante en este sistema? Para citar Tratemos de ver lógicamente las consecuencias estntcturales
a Mall,. «la ~raternidad interna ... tiene un método dominante del mecanismo de boicot proponiendo una hipótesis de una si~
de ~~cl~namlento. S?- .actividad. básica se refiere aquí como lipa- tuación heurística de mercado libre, en la que los ejercientes in-
troclnIO : Por patrocInIo, se entIende, siInplemente, que determi- dividuales tienen libertad para elegir el trabajo que ellos asumI-
nados mlenlbros de la fraternidad interna intervienen activamen- rán y para elegir los colegas con quienes div.idirán su tr~baJo.
te en el curso de!a carrera de los recién llegados a la profesión. A este nivel el -control de las normas profeSIonales se ejerCIta
A través de esto. IJ?flu~en en las carreras de aquellos selecciona- ampliament~ por el gusto de trabajar con una persona y el dis-
dos ... El patrocInIo tlef.le un doble propósito. Facilita las ca- gusto de trabajar con otra. En el últilTIO caso, el vacío tiene lu-
rre~a~~de aquellos seleCCIonados y relega a _los no elegidos a una gar. Pero el hecho de evitar a una persona no significa que ésta no
pO.sIcIon en la que compiten en términos decididamente desven- puede trabajar en absoluto. En rigor, se puede asumir que un
taJosos»6 Y, ¿qué. es el patrocinio? Precisamente es 10 opuesto médico excluido de un círculo eventualmente encontrará otro
del vaClO y del bOIcot personal. círculo de colegas cuyas normas sean compatibles. con las ~uyas
El énfasis que pone Hall en el aspecto positivo del vacío es útil y que cooperarán con él en el curso de St1 trabaJO. AsumIendo
.porque nos permite percibir cómo se mantienen los grupos de que estas fraternidades, círculos o sistemas se crean sobre la
colegas establecidos o estables y sus poderes, y cómo se introdu- base de normas- comunes dentro de límites permisivos, los diver-
cen en ellos nuevos individuos. Pero descuida las consecuencias gentes pueden ser excluidos de un círculo pero encontrarán otro
de los aspectos ?egativos del p~~ronazgo. ¿Qué pasa con aque- que los acepte. Probablemente existan muchas diferencias en las
lIo~ que 110 conSIguen la aceptaclon de la fraternidad interna a normas entre los sistemas de trabajo en virtud de la naturaleza
~ulen"e~ no .se les d~ patrocinio, o de la que son alejados? 'La del proceso qtle las diferencia en el primer lugar. Además,. dado
fraternIdad Interna solo controla el acceso al tipo de éxito que ella el rol del boicot en la creación de tales sistemas de trabaJO, no
representa, no al trabajo como tal ni a otras clases de éxito. Ade- es probable que exista mucha interacción entre ellos. Hasta don-
de los sistemas' de trabajo de colegas en ejercicio requieren de
, 3. Oswald I-IALL, Types o/ Mec.licál Career «American Journal of S . 1
LV (1949), pp. 243-253. ~ OCIO ogy», instituciones tales como hospitales para su continuidad, y en tan-
4. Ver capítulo 5. - to existen varias de estas instituciones en la misma comunidad,
. 5. Oswald HALL, Tite Stages of a Medical' Career «American Journal of <:0-
J los distintos sistemas de trabajo tienen posibilidad de asociarse
clo.logy~, LIII (1948), pp.- 327~336. ~
? OswaId HALL, Tlle blfonnal OrgallizatioJ'l 0./ theMedical ProféssÍOll «Ca.
con diferentes instituciones.
nadlan Journal of Economics and Political Science», XII (1946), pp .. 32~33. } En una estructura de esta naturaleza, comparativanlente hay .
198 199~
poca oportunidad para quienes pertenecen a un sistema de .tra- to que es este proceso, creo que funciona 10 suficiente como para
bajo de estar nlUY al tanto de la existencia de otros sistemas con ser últil111ente resaltado en mi descripción de la organización in-
otras normas, y aun cuando este conocimiento' pueda existir, tie- formal.
ne poco P?der c.omo para influir en otro sistema, dado que cada No hay datos adecuados disponibles para probar la verdad de
~o mantIene rIgurosas conexiones con los otros y es indepen- mis proposiciones, pero ciertamente hay algunos datos que con ..
~lente de ellos. Desde que existe un proceso de segregación que firlnan la existencia de una estructura informal en la con1unidad
neva a tal~s sistemas de trabajo y.los mantiene, y dado que este que distribuye a los lnédicos en sistemas de trabajo definibles
proceso mas que controlar la conducta de los individuos se limi .. de consulta y cooperación.7 Del mismo modo que algunos críti.
ta a clasificarla y a asignarla a colectividades de gente semejante, cos de estudios de la estratificación de comunidades, Winick no
podemos ver CÓlTIO, dentro de una profesión sola, aun de una encontró que la integración de colegas estuviera estrechanlente
profesión muy liberada de interferencia lega, las variaciones or. relacionada con .la prescripción de lnedicamentos en la misma
ganizadas en .la actuación profesional se pueden desarrollar y es- medida en que lo hicieronColeman, Katz y Menzel en. su estudio
tabilizar. de la adopción de un nuevo medicamento. Winick propuso que
La descripción que he presentado es verdaderamente abstracta en las grandes ciudades, como la que él estudió, de alrededor de
e idealizada lógicamente, acentuando 10 que nunca es, probable- 750.000 habitantes, la experiencia es más individual y difusa, ca-
mente, el caso completo en la realidad: un proceso rápido y pun- reciendo de la tendencia dirigida a una organización integrada
tual de distribución de individuos. Distintos aspectos de la reali- que se puede hallar en comunidades más pequeñas.8 Probable ..
dad deben, ciertamente, preparar su operación. Prinlero, dado mente esto sea verdad hasta cierto punto, pero lo. que se prueba
que el ingreso a la práctica por individuos es continuo a través allí es que una estructura de sistelnas de trabajo como la que
del tiempo, siempre hay individuos. en proceso de ser distribui .. he formulado existe en todos lados. Si bien los estudios de adop-
dos, lo que reduce la homogeneidad de cualquier grupo de co- ción de medicamentos realizados por Coleman, Katz y Menzel,
legas en cualquier punto del tiempo. Segundo,. de todos modos, como el de Winick, sugieren algo del proceso tamizador de elec-
la homogeneidad es acrecentada por el hecho. de que parte de ción de mi hipótesis, la estructura se descubre mejor estu?iando
esta distribución tiene lugar antes de que actíle el vacío: ante el proceso cotidiano de referencia ~e en~~rlnosy dete,rrD:lnando
la nlodestia de las propias aspiraciones o el desaliento de los la existencia de diferencias en la orlentaclon y en la practIca que
maestros de la Facultad de Medicina, algunos se distribuyen a sí distingue, por ejenlplo, al académico del ejercie.nte,9 y a la élite
lllismos tan precisa.o humildemente que nunca tienen que ser ex.. de los estratos inferiores.lO Ciertamente, en una cIudad tan grande
cluidos por otros. Tercero, la existencia de organizaciones esta- como Chicago, el estudio de Saloman presenta pruebas muy con ..
bles de práctica impide la operación libre de la elección y selec- vincentes de la existencia de un sistema de estratificación a través
ción puran1ente individual. Existe, por ejen1plo, la gente mayor de las diferencias que encontró en las características personales,
con derecho histórico a ser miembros aun cuando hayan cedido en la educación y en la práctica de los miembros. de la dirección
en sus normas. Los colegas no los pueden expulsar; en cambio, de distintos hospitales en la ciudad'!! Si bien aún es necesario re ..
ellos están meran lente cercados, encapsulados y quizá l1eutrali .. coger mucha información, parece f~c!ible que la ~r~anización in-
zados dentro del grupo tI organización. Estas personas violan la formal que he descrito sea caracterlstlca de la MedIcIna nortean1e ..
homogeneidad, pero de todos modos siguen siendo mielnbros. ricana.12
Cuarto, ciertas circunstancias perIniten una evaluación y distri-
bución más rápidas qlle otras: un grupo de colegas que se forma 7. JUlnes S. COLETvlAN, Elihu KATZ, y Herbert MENZEL, Jvfedical lnnovation, a
en torno a una división del trabajo, en el que cada individuo Diffusion Study (Indianapolis: Bobbs-Merrill C~') 1966). . . .
puede ver y evaluar el trabajo de otro, tiene' probabilidad de 8. Charles WINICK, Diffusioltof a11. lnnovatlon Al1iOllg Physlclans tn a Large

autodividirse .más rápidamente que un grupo que funciona bajo City «Sociometry») XXIV (1961), pp. 384~396.
relaciones meramente econólnicas y de cooperación sociaL Ver-
9. Cf. Patricia KENDALL, The Relationship Betwee11. Medical. Educators and
Medical Practioners, «Journal of l\fedical Education», XL (1965), parte 11, pp. 137-~45.
daderalnente, se puede sospechar que el primer grupo probable- 10. Jeronle CARLIN, La¡,vyers' Ethics (Nueva York: Russell Sage FoundatlOD,
mente será n1ás homogéneo en sus normas técnicas, mientras 1966). . AH' l
11. David N. SOLOMON, Ethnic and Class Dtfferellces . 1'1'wng Ospltas as
que el último será n1ás homogéneo en sus normas sociales. Final- Contingencies in Medica! C(lreers) <~An1erica.n Journal of SOCIO]Ogy»! LXVI (1961),
mente,. es necesario recordar que el boicot personal no se invoca pp. 463.471. . f .
promiscuamente. Dada la resistencia a criticar, que he presenta .. 12. El método que utilicé, tra.zando el modelo de relaCIones por :e erencl~
do en detalle, podríamos suponer que la distribución a través de enJermo$¡ otras comunicaciones y el inter~.mb~.~de recursos! y. medJ.ant~ bo~
del boicot será lenta y errática. Aun con 10 indefinido e imperfec- coteos y otrai limitaciones tanto e,? la c()n)~1.Ull~~Cl~n C?l~o.ellell~ter~~~~lo .;~~
recursos .. es relevante para deternllnar la Qj: ganlzaclón lnfonnal tanto d\V l..\.s pl0
200 201
La paradoja del control profesional la práctica de un médico, independientemente del sistema de' tra-
bajo al cual éste pertenezca. Pero muchas investigaciones .sobre
Dada esta organización informal, ¿cuál es su repercusión en métodos para educar y, convencer a la gente, llegan a .la conclu-
los controles profesionales? A partir de las mismas característi- sión .de que tal influencia probablemente sea mínima cuando no
cas del tipo de proceso que «controla» el comportamiento. se si. está reforzada por los ambientes de trabajo cotidianos o por con-
gue que si bien aquellos que están comprometidos en cualquier tactos personales.l4 De hecho, los impedimentos más graves para
fraternidad única probablemente estén motivados socialmente a una influencia efectiva probablemente se planteen por el hecho de
mantener sus normas corrientes, aquellos que fueron boicotea .. que si bien esos «líderes» son prominentes y p.or lo tanto visi~l.es
.1 dos quedan en una posición en la que ninguno de estos controles
,1 ante los Que actúan en los sistemas de trabajo menos prestIgIo"
•1
motivacionales pueden apoyar las normas del grupo del cual fue .. sos, estos últimos ni son visibles para los líderes ni interactúan
J.
,:1
ron excluidos. Verdaderamente, están rechazados y segregados lnás con ellos. Los intentos de comunicación realizados desde la cima
allá de la visibilidad de los otros. Si bien probablemente haya se basan, por lo tanto, en una comprensión incorrecta del punto
vínculos sociales entre fraternidades adyacentes bajo la forma de vista y de los problen1as de trabajo cotidianos enfrentados
I f

l,jr de individuos con conexiones en ambos grupos, no parece nece- por ejercientes oscuros.15 Lo qlle es más, los últimos apoyan los
1 " saria una gran ciudad para encontrar individuos que no saben puntos de vista de los otros acerca de lo que se debe hacer para
nada sobre cada uno de los demás)3 Yo formularía, de hecho, que solucionar sus problen1as. Quizá se deba a esto que el gran volu-
en las comunidades grandes hay círculos enteros de médicos men de sermones nlédicos parezca tener poco impacto sobre el
que no conocen a otros y que no tienen conocimiento de las nor .. ejerciente clínico cotidiano.
mas y de las prácticas de otros grupos excepto de un modo muy He sugerido que el proceso disyuntivo de control social que
abstracto. Además, en un sistema como éste, aun si los indivi .. caracteriza la práctica cotidiana, concreta, de los médicos nor ..
duos de un sistema conocieran la actuación de los individuos de teamericanos crea una estructura de pequeños círculos de ejer-
otro y la lamentaran, la suspensión de las relaciones cooperativas cientes relativamente segregados, algunos de los cuales están tan
entre personas pertenecientes a distintos sistemas de trabajo des .. aislados de los demás que faltan las condiciones: necesarias para
truirÍa cualquier capacidad posible de influir en la actuación de influir sobre la condtlcta a través de distintos críticos. Además, he
otros. formulado que el mecanismo de control es particularme?te com-
El mecanismo del boicot personal, por lo tanto, paradójica- patible con la experiencia del médico, m~~ q~e un. deSCUIdo o un
mente, funciona para situar a los transgresores más allá de los error. La consecuencia es que tIna profeSlon InclUSIva «sola» pue-
controles profesionalmente aceptables, y la organización infor- de contener y hasta estimular en su interior prácticas éticas
mal de sistemas de trabajo homogéneos internamente aislada de y técnicas notablemente diferentes, limitada.s de un m~do muy
la interacción con otros sistemas mantiene, cuando no refuerza, superficial por la parte común del entrenamIento requerIdo para
las diferencias en normas entre dichos sistemas de trabajo. De.. licenciarse y por los escritos de los líderes de la profesi?n. En la
jando de lado al juicio civil, que es una fuente no profesional de medida en que la población ejerciente local sea lo sufiCIentemen-
condado local, cuya influencia es considerablemente política y te amplia, los sistemas de trabajo segregados están ordenados,
JI económica, lo que resta a los líderes comprometidos de la profe- al menos en parte, por el prestigio, y sólo lo~ n~veles má~. altos
I
tlt
,ti
sión es la exhortación y, con suerte, la advertencia a ejercientes están vinculados (y contribuyen) con las aSOCIaCIones naCIonales
1, anónimos por medio de artículos en periódicos profesionales que e internacionales que representan distintos aspectos formales de
. ¡í pueden no ser leídos . la profesión. Pero dado que los individuos de esas fraternidade~
1I Hasta donde los escritores de periódicos tienen prestigio y con ..
I
internas de alto prestigio fueron segregados y se segregaron a SI
¡ 1I
.'1
siguen atraer la atención de miembros de la profesión, ellos pue- nlismos de aquellos que pertenecen ,a niveles de prestigio más
t

i" J
"

j
den influir en ciertos aspectos de las normas técnicas y éticas de bajo, su c.oncepción de la realidad del. trabajo médico y S? pre-
;\11 I
sentación pública de las normas profeSIonales no pueden eVItar el .
.;¡d " ser construidas en torno' a sus ciudadelas muy especiales de la
',111 1
fesiones de consulta con10 de las científicas. Para derecho, ver Iaexposici6n de
jll
~
¡
¡
.1 la estratificación en CARLIN, op. cit. Para ciencia, ver por ejemplo, Diana CRANE, práctica y la enseñanza.t6
¡lll1 Social Sttucture il1 a Group of Scie11tists: A Test of the «Invisible College» Hy-
j'l.l
\111 pothesis, «American Sociological Revie\v», XXXIV (1969), pp. 335.352. Aquí, cerno 14. Ver Joseph KLAPPER, The Bffeets o/ Ñlass Co~n1nt,~nications (Nu~va York:
ji! I en cualquier lugar de mi análisis, los conceptos relevantes para el estudio de The Free Press of Glencoe, 1960); y Everett ROGERS, Dlfftlsron 01 111tlOvattons (Nue-
¡ ,ll'l
ti
medicina prueban ser igualmente relevantes para el estudio de la educación, dere-
cho y ciencia. va York: The Free Press, 1962).
15. Ver KENDALL, op. cit., y CARLDt¡ op. cit.
13. Ver los sociogranlas en COLEMAN et al., op. cit.
16. CARLIN, op. cit.

202 203
Esta. estructura dividida y fragmentada que subyace bajo la
«profesIón como W1 todo» opino que es característica de muchas ne.cesario para. un análisis rudimentario de una profesión. He e~-
otras, .cuando no de todas las ocupaciones que' yo definiría como pecificado ante todo el establecimiento de la organización a tra ..
profesIones de consulta. Es una función de la autonomía formal vés de las relaciones relativamente persistentes entre distintas
~e las profesiones y ~e la ideología que se origina en el traba .. ocupaciones entre las que se encuentra la. profesión: la división
JO de consulta o clímco. El mecanismo característico de control del trabajo. AqUÍ, la orgaI1ización se encuentra en la forma en .
fluye de la id~ología y se le permite ser el principal mecanismo que. las relaciones legales y laborales de las distintas ocupaciones
por la protegIda autonomía de la profesión. El mecanislno del se ordenan por .la interdependencia técnica y por la superposición
vacío no es peculiar de la Medicina ni de las profesiones en ge- de su trabajo, y por la autoridad que tienen algunas sobre otras.
neral. Es, después de todo, uno de los más comunes en nuestras E:ste no es un enfoque habitual, pero se podría inducir un cuadro
vidas .. Es importante en el contexto presente porque la profesión formal de la organización de la división médica del trabajo que
está tan. exenta del control directo de clientes, empleados profa- podría ser lTIUY comparable con los cuadros trazados convencio-
nos y del Estado, que se ve poco obligada á utilizar cualquier otra nalmente para las e111presas corporativas u otras «organizaciones»
forma de control. En el seno de la profesión se desalienta el uso obvias. En segundo término, está la organización de los portavo-
de otras formas de control mediante la proclama que son des- ces oficiales que tiene identidad legal y que por medio de sus ne-
tructivas del trabajo profesional y de los motivos para trabajar. gociaciones con el Estado soberano se dedica a establecer, man-
tener, defender y expandir las prerrogativas legales u otras formas
Una vez dado el mecanisn1o, la estructura resultante se confirma
de beneficios políticos de la ocupación. Ésta es la organización
a sí misma en cuanto a que por su naturaleza intercepta infor-
formal de la profesión, en la que la ética profesional cumple una
mación que de ser mejor conocida por la élite de la profesión función importante en persuadir al Estado y al públi~o para que
podría inducirla a considerar el uso de otros tipos de control. Tal apoyen la profesión. Tercero, existen una cantidad de ambientes
como es, la dirección y los miembros ordinarios se encuentran
en los que trabajan los mienlbrosde la profesión, todos los cua-
impedidos respectivamente de ver el mundo del trabajo médico les, inclusive el consultorio privado de un médico empresario in-
sino a partir de la propia perspectiva de cada uno. dividual, desarrollan modelos estables de relaciones en las que
se p'uede encontrar organización social. Cada práctica constituye
una organización en sí misn1a~ aun si algunas no están formal o
La profesión como organización legalmente especificadas. Y las prácticas individuales o los am ..
bientes de trabajo que desarrollan intercambio estable o relacio-
En las. dos primeras partes de este libro he. considerado una nes de envío de enfermos con otros tan1bién pueden ser conside ..
profesión en primer lugar como una organización de trabajado- radas como sisteluas organizados. Tales ambientes de trabajo,
res y sólo secundariamente como un conjunto de ideas y de GO- basándose en las ventajas políticas y legales sostenidas por la
nacimiento. En esto adopto más bien el enfoque de Karl Mann .. organización formal de la profesión, representan la realidad en
heim que el de Max Weber, tomando la organización social como la que se ilustran y prueban enlpíricamente las abstracciones so-
el hecho central para el análisis. Subrayando la .posición de tma bre «la profesión» con10 tal, acerca de la división del trabajo den ..
ocupación en una economía política y la naturaleza de los ambien- tro de la profesión y entre la profesión y otras ocupaciones. He
tes en los que ella trabaja, he formulado que la ética llamada insistido en que estos ambientes son los calnpos de prueba para
profesionalismo no diferencia las profesiones de otras ocupacio- las profesiones de ética y competencia de la profesión fornlal.
.nes y que no sirven para explicar el carácter de la actividad pro- Finalmente, está la organización que be denóminado informal. En
fesional crucial de la autorregulación. Además, la ética que he este caso, si bien la distribución y el tamiz de las relaciones de
encontrado útil y necesaria para explicar el aspecto de la atlto- colegas cooperativos que crea la organización es suficientemen-
rregulación que la organización no pudo dar cuenta, la que se te deliberado y consciente, su resultado organizado no es amplia-
derivaba de las «acciones situadas» del n1ismo trabajo práctico, mente adnlitidoni reconocido en tanto organización por sus par ..
de consulta y de los orígenes sociales de sus actores, no de la ticipantes y, a diferencia de otras formas de organización
ética más general. La ética general parece considerar principal .. presentadas, no tiene soporte oficial. De hecho, la organización de
mente la tarea de la ocupación de intentar persuadir a la sociedad médicos con distintas cualidades y niveles de actuación se reali-
para la concesión y el mantenimientode S~l status profesional. za en grupos autosostenidos y autosegregados, esto contradice
La organización. se encontró en algunos niveles tanto abstrae""' explícitamente las ficciones oficiales que afirman que todos los
tos como re.ales. He tratad.o de indicarla tanto como Ule pareció hombres licellciados están calificados para trabajar y que todos
los hombres calificados formalmente trabajan de un modo igual-
204 205
mente competente y ético. La. orientación hacia el trabajó que
caractericé como «clínica» proviene del carácter consultivo del Tercera parte.
tra~aj~ miS111Q.y cunlple la inlportante función de justificar los
mecanIsmos que crean la' organización informal de los profe-
sionales. LA CONSTRUCCIÓN SOCIAL
DE LA ENFERl\~EDAD

«Los D1édicos, en virtud de lograr la ad-


misión en los círculos encantadores de cole..
gas, no ejercitan meramente en forma indi-
vidual el hacer cosas que otros no hacen,
sino que presumen colectivamente de indicar
a la sociedad lo que es bueno y correcto
para el individuo y para la sociedad exten..
samente en cierto aspecto de la vida.Real ..
mente ellos establecen los verdaderos térmi-
nos en los que la gente puede pensar acerca
de este aspecto de la vida.»
EVERETTCHERRINGTON HUGHES

.'

206
x. La enfermedad
corno desviación social

En las dos primeras partes de este libro lIle he consagrado


al análisis de la organización social de la profesión médica y sus
mienlbros. En dicllO análisis, he puesto el acento en las formas
de organización que expresan el monopolio profesional de la prác-
tica de la profesión, el control esencial del contenido de su tra-
bajo. Ya establecido este encuadre, ahora es oportuno acercarse
al trabajo de la profesión ell sí ll1isma: el diagnóstico y trata-
miento de la gente que alega estar enferma. l\lIe propongo explo-
rar las implicaciones del hecho de que en el curso de lograr un
luonopolio sobre su trabajo, la !vledicina también ha obtenido una
jurisdicción casi exclusiva para determinar qué es enfermedad y
consecuentemente cómo debe actuar la gente para ser tratada
como enfern1a. En el sentido de que la Medicina tiene la autori-
dad para establecer si la queja de una persona es una enfermedad
y la de otra no, se puede decir que la Medicina está comprome-
tida en la creación. de enteríl1,edad conzo un estado social que un
ser hUi.nano puede asurnir. Crear la enÍermedad de este modo -lo
que podría llamarse yatrogénico .soialmente- pertenece genérica-
¡TIente a la IVledicina, mientras que cuando provoca malestar sÍln-
plemente, o desajuste biológico, por equivocar los métodos de
tratamiento -lo que habitualmente se denomina yatrogénico-,1
no es sino una ilnperfección de la técnica. A diferencia de Parsons,2
no estinlo meramente que la Medicina tenga el poder de legitimi-
zar la propia actuación de un enferlTIO admitiendo que está real ..
n1ente enfermo. Mi argun1entación va más allá que esto. Yo pro-
pongo aquí que en virtud de ser la autoridad sobre lo que la enfer-
n1edad es «realmente», la Medicina crea las posibilidades sociales
¡Jara representar la enferlnedad. En ese sentido, el monopolio de
la Medicina incluye el derecho para crear la. enfernledad como
un rol social oficial. Es cierto que el profano puede tener su pro-
pia visión «no científica» de la enfermedad, divergente del punto
de vista propio de la Medicina, pero ell el mundo moderno es la
visión médica sobre la enfermedad la que está sancionada oii-
cialmente y que, oportunamente, se impone administrativamente
sobre el profano. Es parte de una profesión el que se le conceda
1,
1. Ver Robert H. MOSER (ed.), Diseases o/ Nledical Progress (Springfield:
Charles C. Thomas, 1964); David M. SPAIN, The COlnplications of Modern Nledical
Practices (Nueva York: Grune y Stratton, 1963).
2. Talcott PARSONS, The Social Systetrl (NlW\'a York: TIle Free Prcss oi Glen- 1 I

coe, 1951), pp. 428.447.


.i
209

HS 17. 14
,. /

poder oficial,~ara definir y por tanto crear la forma de segmen- de gente que fue diagnosticada de un modo particul~t.
tos problem~~Icos de conducta. social; el juez detennina lo qué .es una cuestión genéricamente sociológica. La conducta del.'..
es l~gal y qwe~ ~s culpab~e, el clérigo lo qué es sagrado y quién es «enfernlO)} varía .de una cultura. a. :otra~ muy frecuentelnel1te. en
profano] el medico lo que es normal y quién está enfermo.3 forma independiente de la enfermedad, y constituye' tma realidad
S~ puede .prop?ner que es incorrecto colocar a la l\tledicina en en sí misma. Así también la conducta del curador varía de cultu~
la mIsma categona que el derecho y la religión dado que el de- ra a cultura. Lo qlle deseo presentar es el análisis de lo que Me-
rec~o es una construcción humana y por lo t~to varía de una chanic llama la «conducta de la enfermedad» del paciente 5 junto,
socIedad a otra, y la religión se basa en la revelación sobrenatu- con el análisis de la «conducta diagnóstica» y la «conducta del tra-
ral,. 9-ue no está. sujeta a los métodos científicos usuales de verifi- tamiento» del médico, no el análisis de los síntomas físicos. ¿Cuál.
C~CIÓ~, en tanto que la l\tledicina se dedica a una realidad bioló- es su relación con estos signos?
gIca. ~nalterable, t~ independiente del 110mbre conlO lo son las
realIC1adesde la fíSIca y de la química. Las «leyes» de la Medicina
por lo ~anto, sonc0;U?tantes, a diferencia de las del derecho, y Desviación social y biológica-
son v~r~ca~les .empIrIcamente. a diferencia de las de la religión.
Una pIe~~a. tracturada es lo n1ls1n~ en cualquier lugar, y de este Se ha escrito nlucho sobre el problema de definir laque «es»
modo dIfIcI1mente puede ser «creada» por la Medicina de la mis- enfermedad.6 Pero aparte de cualquier otra cosa que pueda ser,
n;a manera q1!~los. abogados y los legisladores crean el derecho. la enfermedad es un tipo de desviación, o desvío, de un conjunto
Una f~rmula~l?n como ésta, sin embargo, fracasa en diferenciar de normas que. representan la salud o la normalidad.? Hubo de-
la r:a1ldad flSlca ~e. ~a social. De~o insistir en que, al igual que bates importantes en torno a cuáles son las normas de las que
el d""re:ho y la rellglon, la profesIon de Medicina utiliza criterios la enfermedad se aparta -si, por ejemplo, enfermedad es la des-
~orrnatI~os para seleccionar lo que le interesa, y en que su traba- viación del estado promedio estadístico de una población o desvia-
JO constItu~e una r.ealidadsocial que es distinta (y a veces vir- ción de la norma activa y positiva de la salud óptima. En todos
tualmente IndependIente) de la realidad física. los casos, no obstante, está presente la idea de desviación de al.
. En la tradición de la sociología del conocimiento expuesta re- guna norma. La evaluación humana, y por tanto, social, de lo que
cIe~tc:r:nentepor Berger y LuckInann,4 deseo dedicar los próximos es nornzal, adecuado o deseable es tan inherente a la noción de
capItulas a la enfermedad considerándola más como un estado enfermedad como lo es a nociones de moralidad. De un modo.
s?cial que b.iológi~o, cómo difiere de otros estados sociales y qué muy diferente .al de conceptos científicos neutrales como el de
tl?OS ?~ enfermedad, en tanto estados sociales, existen. Además, «virus» o de «molécula» entonces, el concepto de enfermedad es
discutlre el rol que tuvo la profesión en la delineación de la en- inherentemente evaluativo. La !\lfedicina es una actividad moral
fermedad, qué características de la profesión y de sus institucio- como el derecho y la religión, que persigue descubrir y controlar
nes son responsables de algunas de las peculiaridades de las con- cosas que considera indeseables .
.~ep+~ion~scontempo~áneas de enfermedad y, finalmente, cómo las Pero COTI10 ya he observado, la. Medicina se sitúa aparte de la
,.
mSLltuclones profeSIonales, en su interacción con instituciones religión y del derecho porque, a diferencia de ellos, se considera
1 p~?fanas, organ~an el proceso .del estar enfermo y de la recep- que se apoya en un fundamento científico objetivo que evita la
c~on del tratamIento. Expondré cómo la Medicina crea el rol sa- evaluación nloral. La enfermedad se concibe para abarcar virus
cIal de enfermedad. y moléculas y constituir de este modo una realidad física indepen-
. A lo largo de la exposición ~s necesario tener presente que no diente del tiempo, del espacio y de la variable evaluación moral.
lnte~to tratar ...l~s «causas» del conjunto de signos verificables y
~edlbles emplrIcamente que a veces el médico llama enferme-
dad. Ésa es, esencialmente, una cuestión médica. En cambio in- s. David MECHANIC, Medical Sociology (Nueva York: The Free Press, 1968),
pp. 115.157.
tentaré tratar las «causas» que designan un conjunto de atrib~tos, 6. Para consultar una exposición general sobre concepciones de enfermedad,
y no otro, como enfermedad, y las. «causas» de la experiencia y ver \V. RIESE, Tlze Conception of Disease: lts History, lis Versions and Its Nature
(Nueva York: Philosophical Library, 1953).
7. Ver Daniel OFFER Y~Jlelvin SADSHIN, Normality, Theoreticat and Clinlcal
3.. Según los términos de Holzner, profesiones son «comunidadesepistémi- Concepts 01 Mental liealth (Nueva York: Basic Boods, 1966); Marle lAHODA, Cu-
cas» .. B.urkart HOLZNER, Reality Construction in Society (Cambridge: Schenk.man rrent C011.cepts of Positive Mental liea1th (Nueva York: Basle. Books, 1958); F. C.
Pubhshlng ,Ca., 1968), p. 68.
RBnLICH, The C011Cept of Health in Psychiatry, en A. LEIGHToNet al. (ed8.), Ex ..
. 4.. Pe,ter L. BER?ER y. Tholnas LUClCMAN, The Social C01fstruction of Realit)': A plorations in Social Psycniatr,' (Nueva York: Basic Books, 1957), pp. 138-158. Ver
Treattse l11. the. Soctology 01 Kl1owledi~ (Garden City: Doubleday y Có., 1966), y también la exposición en David MECHANIC, Medical Sociology (Nueva York: The.
HOLZNER, op. elt.
Free Press, 1968), pp. 33.44.

210
211
Por es.o, a partir de Iüs huesos de personas que murieron hace El diagnóstico y tratamiento de la enfermedad no son actos
rHucho tiempo, que hablaban lenguas hace mucho olvidadas y comunes a los ratones, monos y seres humanos, sino actos socia-
que 'practicaban costu111bres ahora cOlnpletanlente extrañas, noso- les peculiares de las personas. La enfermedad COTI10 fal puede
tros podetTIos deducir evidencia de fracturas, artritis, raquitismo ser una afección biológica, pero la idea de enfermedad no lo es,
y de otras enfermedades senlcjantes.8 Se debe a que se la consi ... ni tampoco lo es el modo en que los seres humanos responden a
dera independiente de la cultura hUlnana (si bien la cultura hUlna .. ella. En estos términos, la desviación o enfermedad biológica .se
na puede influir en su aceptación general y su tratanliento) que define socialmente y se circunscribe mediante actos sociales que
la enfermedad es percibida como algo diferente, más «objetivo» la condicionan.
y estable que formas de desviación tan claramente sociales como No obstante, si bien la idea de enfermedad y los actos de diag-
el crhnen. En esta perspectiva, la enfermedad es desviación bio- nóstico y tratanliento S011sociales en cuanto a que fluyen del co-
lógica antes que social, está sujeta a las mismas leyes biofísicas nocimiento humano, se piensa que el conocimiento humano es
en la persona que en el ratón .. conejo o lnono. Que nosotros la «científico», lo que quiere decir, más confiable, «objetivo» y me-
evaluemos o no .. ella está siempre «allí», independiente de noso- nos variable que otras formas de conocimiento o creencias. Por
tros. En este mismo sentido ella es independiente de la Medicina .. lo tanto, parece razonable utilizar las concepciones médicas de en..
difícilmente creada por ella. fermedad como definiciones relativamente estables y autorizadas
Sin embargo, la visión de la enfermedad como desviación bio- de lo que «realmente» o «básicamente» está mal en una perso~
lógica es esencialmente abstracta y programática. Si bien pode .. na, y proceder a investigar, a partir de allí, como lo han hecho
rnos subscribirnos a esta visión como a una dimensión de ver- muchos antropólogos y sociólogos; la ignorancia y otras variables
dad, no podemos -basarnos en ella como única guía para el semejantes complican el curso de la enfermedad y su tratamien-
análisis ignorando completamente el carácter interpretativo de to. El sociólogo, por lo tanto, estudiaría las circunstancias socia-
la realidad social. Sólo hay lenguaje y significación entre .anima- les que rodean la enferlnedad diagnosticada médicaluente. Selec-
les hun1anos. En la sociedad hUlnana .. el designar algo como en- ciona sus preguntas para investigar y clasificar sus casos sobre
fermedad tiene consecuencias independientes del estado biológico la base de enfermedades definidasmédicamente, estables desde
del organiS111o. Consideren10s dos individuos en sociedades distin- el punto de vista científico. Sugiero que éste es un enfoque im.
tas ...anlbos con la misma infección extenuante;. en un caso, se dice portante y valioso, pero no es el único, y no es necesariamente el
. que la persona está enferma, se la pone en cama y es atendido más útil.
por otros; en el otro caso .. se dice que es perezoso, y es maltra- Hay distintas razones por las que el sociólogo no debiera' res-
tado por los delnás ..El curso y el resultado de la enfernledad pue .. tringirse a la.adopción de concepciones médicas de enfermedad
den ser biológicamente los mismos en ambos casos ..pero el inter .. y su tratamieJ::lto. Primero, puede ser imprudencia a la luz de la
juego entre el enfernlo y los otros es significativamente diferente. historia. Aun la lectura lnás rápida de la historia de la Medicina
y consideremos las consecuencias sociales de la conducta diag- lleva al conocimiento que muchas de las concepciones médicas
nóstica: un diagnóstico puede llevar a la «cura»~ otro diagnóstico de enfermedad actuales no son iguales a las de la. Medicina «mo-
puede nevar a la muerte. Si bien la .enfermedad puede estar «allí», derna» del pasado, y que al menos algunas concepciones de la 'Me.
es lo que nosotros, en tanto seres sociales, pensamos y hacemos dicina «lnoderna» del futuro serán contradictorias con las actua.
con ella lo que determina el contenido de nuestras vidas. Como
les. La Medicina moderna no es absoluta; es una institución
señalan Berger y Lucklnan:
social dominante en nuestro tiempo y espacio, pero no en otros.
Por Wl lado, el individuo es un cuerpo, del mismo 1110do que se Una mera ojeada a la arrogancia lastimosa de la «ciencia» mo-
. puede hablar de cualquier .otro organismo animal. Por el otro lado, derna de tiempos pasados, debería inducirnos a ser un tanto re-
el ser humano tiene un cuerpo. Es decir, la persona se siente a sí ticentes a caer en la arrogancia del tiempo presente que algtln
mislna COIDO una identidad que no se identifica con su cuerpo, sino día será pasado. No todos los supuestos inconscientes, indeter-
que, por el contrario, tiene al cuerpo a su disposición .. En otras pa- minados, sobrevivirán. De este lnodo~ si bien la Medicina moder ..
labras, la experiencia del h0111bre de sí mislno. pesa SIempre en un na es el mejor conocilniento que tenelTIOS, éste no es definitivo.
balance entre ser y tener un cuerpo, balance que debe ser cOlnpensado
. una y otra vez.9 Segundo, se debe recordar que, juzgado por normas científicas
de verificables o confiables, el corpus de la Medicina moderna
constituye una colección de enferrnedades extrelnadamente hete-
ss, Paleopat1101ogy: Meeting
8. Ver BIlis R. KERLl3Y Y \VHliam A. 13..••. Ground for
Many Disciplines, «Science», CLVII (1967), pp. 638~644.
:rogéneas, que van desde signos firmes y quejas relacionadas di ..
9. BZRGER y LUCKMAN, op. cit.) p. 48. 'rectalnente con un microorganismo infeccioso en un extremo,

212 213
hasta cosas tan vagas con10 la «enfermedad lnenta!» en' el otro.l0 de relevancia muy Hmitada para el interés sociológico
En verdad, la Medicina parece atravesar un momento de. transi- relativo a la explicación de la conducta social. Sólo llegan a ser
ción francamente confuso en el que las antiguas variables ~infle .. relevantes para el soci6logo cuando éste decide unirse con el mé-
~ibles» parecen .cada v~z más inaceptables y factores ~ubjetivos, dico en la investigación y tratamiento de la enfermedad defini.
~reados por la VIda socIal, llegan a ser «causas» ellos mismos. Los da médicamente.
'científicos médicos contemporáneos más' sofisticados fueron' in- De este modo, dos clases de desviaciones imputadas figuran
troducidos en teorías de stress y de enfermedades psicosomáti- en la noción de enfermedad: la biológica y la social. En tanto
éas para explicar la respuesta curiosamente variable del cuerpo la idea misma de desviación implica particularmente algo como
h~mano frente al mundo objetivo de los estímulos físicos y quí- malo o indeseable, es genéricamente moral y consecuentemente
mICOS. Como veremos en el capítulo 12, en las últimas décadas, social. Pero, una vez admitida la connotación moral de la desvia-
la acumulación ,continua de descubrimientos realizados bajo cir- ción, la enfermedad puede ser analizada como desviación bioló-
cunstancias completamente controladas arrojó dudas sobre el gica tanto como social. En el caso del análisis de la desviación
fundamento científico de tratamientos médicos, que si bien son biológica, el armamento de la Medicina es llsado adecuadamente
eficaces, pueden no serlo por las razones admitidas hasta ahora. (aunque no siempre eficazmente). En el análisis de la desviación
En, breve, el firme status científico de una fractura complicada social, la sociología es lo adecuado. Cuando se trata la enferme-
no se encuentra en muchas, o aun en la mayoría de los atributos dad como desviación biológica, el supuesto es que los signos di-
que se denominan enfermedad y que son tratados por la Medici- vergentes que ve el médico son independientes de las extrava-
na: si bien uno se encuentra en terreno seguro tomando las con- gancias de la cultura humana, son tratables con éxito con las
cepciones médicas de fractura como dadas, uno se halla en te- mismas técnicas médicas científicas en todos lados, sin tener en
rreno inestable, cambiable cuando se trata de otras concepciones cuenta cómo varía la cultura humana. La enfermedad asume la
111édicas de «enfermedad». ' apariencia de objetividad y universalidad sólida' correspondien-
Tercero, y la más importante, no hay necesidad real para un do a la Medicina la explicación de su causa y el descubrimiento
sociólogo de la l\1edicina de adoptar la ontología de la Medici- del tratamiento adecuado. El r6tulo de enfermedad en sí misma
na, a menos que se desee realizar la misma tarea que la del mé- no es problemático.
dico ejerciente o del investigador, probar y perfeccionar las con- Desde el punto de vista sociológico, sin embargo, la tarea es
, cepciones médicas de enfernledad y su tratamiellto. Si hay algo algo diferente. El problema a tratar es la idea de la enfermedad '
que es privativo de la sociología, es su preocupación con la reali- misma, cómo los signos o síntomas llegan a ser clasificados o
dad social de la vida humana la que, si bien nunca es comple- diagnosticados como una enfermedad en primer lugar, cómo un
tamente independiente ,de otros niveles de la realidad, 'puede ser individuo llega a ser designado como enfermo y cómo se moldea
tratada últilrnente como una realidad en sí misma. La magia negra la conducta social por el proceso del diagnóstico y del tratamien-
puede no ser una explicación adecuada de los signos físicos ma- to. La validez de la imputación está fuera de cuestión, puesto que
nifestados por un paciente ante un médico que persigue la causa la enfermedad que interesa al sociólogo puede tener o no funda-
«real» de la enfernledad «verdadera» como para poder tratarla mento en la realidad biológica, pero siempre tiene un fundamen-
con efectividad, pero es una explicación perfectamente adecuada to en la realidad social en cuanto a que es ,reconocida y marcada
para el contenido de la conducta social del individuo que cree en por la gente, cualquiera que sea su competencia' científica, y es
la magia negra. En rigor, si bien el médico puede utilizar la cien- tomada en cuenta por su conducta. Adoptar el punto de vista que
cia biofísica para explicar los signos que él marca como enferme .. propone que la enfermedad es una desviación biológica de lo
dad, él mismo no puede explicar la conducta del paciente hacien- normal o de lo deseable no es por 10 tanto adecuado para el so..
do referencia a tal ciencia. Para la tarea de explicar la «conducta ciólogo. En cambio, parece adecuado que una sociología de la Me-
de la enfermedad» del paciente, y para la tarea de explicar la dicina analice la enfermedad como una forma de desviación so-
«conducta de diagnóstico» del ser humano que lo trata, la «me .. cial de la cual se piensa que tiene una causa biofísica y que
dicina científica» es sencillamente irrelevante. Que la enfermedad requiere tratamiento biofísico. Quizás inclusive y más precisamen-
diagnosticada por el médico exista o no «realmente», cualquiera te, podríamos definir enfermedad como una forma de desviación
que sea su etiología biofísica, lo que es su terapéutica correcta, son social cuyo tratamiento es del dominio autorizado de la profe-
sión médica. El interés sociológico genérico es el estudio científi-
co de la conducta que gira en torno de lo que se 'denomina en-
10. Brian MACI\t1AHoN y Thonlas F. PUGH, Causes and Entities of Disease, en fermedad: lo que es social en cuanto al ser y llegar a estar
Duncan Vv. CLARK y Brian MAC~/1AHON (eds.), Preve1ttive A1edicine (Boston: Little,
Brown y C6., 1967)/ pp. 11.18. enfermo y acerca ~el diagnóstico de la enfermedad. En cualquier

214 215
caso empírico particular, la enferuledad puede, o no, ser «real» más, fracasaron en reconocer que la conducta hUlnana COl1SeCuell"
biológicamente, pero el rol enfermo siempre es «real» socialmen- te proviene de los significados que los actores atribuyen a su ex- "
te. Por lo tanto,. mientras que para el lnédico el utilizar la no- periencia, no de los signíficados que puede atribuiru~ observador
ción de enfermedad como desviación biológica es razonable, no es «objetivo». Así como reificaron la «profesión», del mismo modo
menos razonable para el sociólogo utilizar la noción de enferme- reificaron la «desviación».
dad como desviación social. Dada esta posición senlejal1te a la de la Medicina, es rnuy com-
prensible por qué las aproxiInaciones. sociológicas a la desviación
excluyeron de su alcance enfermedades médicas definidas. Con-
Aproxintaciones sociológicas a la desviación siderando que la tarea es realizar la deterlninacián científica, ob-
jetiva de la naturaleza esencial de la desviación, y en tanto la dis ..
Aun cuando es tan. obvio COlno para ser evidente por sí nlismo ciplina se adjudica a sí lnisma que sólo es competente para
que la designación de enfermedad es un acto social que escoge ocuparse de esas áreas, se sigue que el sociólogo excluirá natu-
algún atributo humano, lo valora como indeseable y realiza es- ra!n1ente de su dominio cualquier forma de desviación que se
fuerzo s para controlarlo o erradicarlo, virtualmente no hay teo- considere que tiene tIna «causa» 110 social. Éste es el lnotivo por
ría sociológica de la desviación que incluya en S11 interior un lugar el cual la en~.fermedad común, de la que se piensa que tiene cau-
claro y definido para la enfermedad. En lo que es quizá la teoría sas biofísicas,es excluida. Elenlentos tales como la enfernledad
de la desviación más sofisticada y mejor desarrollada, la de Tal- mental se incluyen puesto que se considera que la lTIotivación il1~
cott Parsons,l1 sólo se da in1portancia a' las enfermedades que. el fluida socialmente es uno de los principales elementos en la etio-
individuo asume por sí mismo. En los tratados generales sobre logía. En verdad, en. las teorías sociológicas de la desviación más .,a
desviación,12 el crimen es el área principal de análisis, con algunas convencionales, el objetivo del análisis es explicar cómo es moti.
referencias a temas tales COlno la drogadicción, alcoholislno y en- vado un individuo o un grupo a realizar actos desviados o a asu-
fermedad mental, pero prácticamente nunca se hace referencia a mir un atributo desviado. La explicación básica en la l\1edicina tra-
enfermedades del corazón, pulmón y cáncer. Sin duda esto es muy dicional es un acontecimiento físico como la exposición a un
extraño. Si es tan autoevidente que la enfermedad es una forma microorganismo. La explicación central en las ciencias sociales y
de desviación social, ¿por qué no se ocuparon de ella los soció- psicológicas es cierta clase de TIlotivación. El cáncer se excluye
logos interesados en la desviación social? no s6lo porque se piensa que tiene un origen. físico, sino también
La respuesta creo que es tan interesante como instructiva. porque, a diferencia de la enfermedad mental, se considera que
Hasta hace poco tjempo, los sociólogos de la desviación recono- la motivación inducida socialmente desempeña un papel insigni-
"cieron sólo una de las dos tareas que mencioné anteriormente. ficante en su etiología. Se contribuye al cáncer, es verdad, por
Siguieron el modelo de Medicina en cuanto a establecer como elementos de la vida social como la costum.bre que estimula a la
tarea propia la determinació11 de cierta cualidad estable, obje- gente a inh.alar el humo del tabaco, pero ciertalnente no se de-
tiva o estado de desviación (por ejemplo, conducta criminal) y termina por las cualidades simbólicas de la vida social como tal.
procuraron determinar su etiología. Fracasaron en cuanto a re- Lo que se pasa por alto es que el modo en que la gente responde
conocer la otra tarea del estudio del mO'doen que se desarrollan a la enfermedad es causadO' por las cualidades simbólicas de la '
las concepciones de la desviación y las consecuencias de la. apli- vida social.
cación de tales concepciones a las cuestiones humanas.13 En otras Además, sospecho que la exclusión de la Medicina y la enfer-
palabras, fracasaron en reC0110cer que su propia posición «cientí- n1edad de las teorías sociológicas convencionales de la desviación
fica» es en sí misma una posición situada en el tiempo y en el se origina, en parte, en la creencia que sugiere que el enfoque que
espacio, y como tal es un objetivo problelnático de estudio. Ade- tiene la Medicina de la enfermedad es tan autoritario que a uno
no le queda otra opción, sino adoptarlo. Hasta un crítico tan ave..
zado como Becker, quien. nos proporciona un fundamento para
11.
Ver Talcott PARSONS, op. cit., pp. 249-325.
12. Ver, por ejemplo, Albert K. COHEN, Deviance and Control (Englewood
enfocar la desviación de un modo muy diferente, sostiene que las
Clifts: Prentice-Hall, Inc., 1966). concepciones. biológicas de enfermedad tienen cierto halo de san-
13. Se hace una distinción parecida en cierta fon11a entre el enfoque de un tidad que las excluye de la esfera de la sociología.l4 Pero tal santi-
observador objetivo. que puede detectar y definir la violación de normas sin con- dad no está "dada necesariamente por las cualidades «rigurosas»
siderar las visiones de los participantes, y el estudio de la desviación como un
producto de los participantes de una sociedad más; que con10 un producto abso-
luto, por Stanton WHEELER, «Deviant Behavior», en Neil J. SMELSER (ed.), Sociology: 14. Howard S. BECKER, Outsiders, Stuclies in the SocioloKv 01 Deviance (Nue-
An Introduction (Nueva York: John Wilcy y Saos, 1967), p. 607. va York: The Free Prcss of Glencoe, 1963), p. 5.

216 217
c~entíficamente del conocimiento y del tratamiento médico. Más' valoración del significado de un estado. El problema a analizar,
bIen representa el consentimiento humano o el consenso. Los so- entonces, llega a ser no tanto la etiología de determinado esta-
ciólogos sitúan la enfermedad en una categoría social porque con- do como la etiología del significado de un estado. De este modo
funden el consenso social general por hechos independientes del se plantean preguntas como éstas: ¿Cómo un estado llega a ser
consenso, si bien un hecho se establece como tal sólo por con .. considerado desviado? ¿C6mo llega a ser considerado como una
senso humano. Existe un alto grado de consenso entre los seres clase de desviación en vez de otra? ¿Existen modelos en el. modo
humanos acerca de qué signos y síntomas físicos son indeseables en que la desviación tiende a ser atribuida? ¿Qué efectos tiene
(y por lo tanto, desviados) sobre una gran cantidad de casos la atribución de una clase particular de desviación en la organi-
lnarcados como «enfermedad» y no parecen muy arbitrarios. zación de la interacción entre las partes interesadas? Mientras
Pero no porque el consenso sea alto ésta deja de ser una cons- que el primer enfoque se centra en las conductas, atributos y sig-
trucción social. En el caso de la enfermedad física, el consenso nos físicos, esta tarea, en contraposición, se centra en el origen
es tan general y tan dado por supuesto que nos inclinamos a v las consecuencias del significado atribuido a las conductas. Esta
atribuirle una realidad independiente de nuestro acuerdo. En tarea no requiere tanto la explicación de las causas de la conduc-
verdad, como señalaré en el capítulo 12, es justamente este ex- ta como la explicación de las causas del significado atribuido a la
traordinario núcleo de consenso incuestionable el que facilitó la conducta. Por 10 tanto requiere estudiar de lleno a los que atri-
continua expansión de la jurisdicción de la Medicina, que atrae buyen la desviación tanto conlO requiere estudiar a los desviados
m.ás y más tipos de desviación social a la clase «enfermedad», (que pueden adjudicarse la desviación a sí mismos). Como ~l so-
t' ,:' muy independientemente de la existencia de concepciones preci- ciólo0'o del conocimiento intenta situarse fuera de la SOCIedad
sas demostrables de su etiología o de métodos eficaces de tra- que ~studia.15 En el caso presente de enfermedad, requiere situar-
tanliento. se fuera de la Medicina y de sus concepciones. Este es el ~nfoque
~ I

No importan las razones que tiene la sociología para su pecu- que adoptaré aquÍ.
t: liar evitación de la enfermedad como una forma principal de
desviación, lo que parece claro es que hay dos tareas distintas
relacionadas con el análisis sociológico de la desviación como tal. La orientación situacional hacia la desviación
Una se modela según la tarea de Medicina: determinando la cau-
sa (y, confiadamente, la cura) de un conjunto determinado de El principio de tal perspectiva sistemática de la desviación es
signos, síntomas, conductas o atributos que son señalados auto- proporcionado por lo que podría llamarse una teoría situaci~nal
ritariamente como desviaciones. La clasificación misma de en- de la desviación, una teoría acorde con el modo en que trate la
fermedad, crimen, pecado o lo que fuere se da por supuesta, actuación profesional. Característicamente, este enfoque se preo-
atm cuando como los valores, las creencias y el conocimiento cam- cupa poco de la motivación o de la etiología de la conducta de ..
bien, lo mismo ocurrirá con los signos, las conductas o atributos clarada desviada. Asume que la conducta de la gente se puede.
que serán clasificados, y por tanto la misma clasificación cam- estudiar útilmente COlTIOuna respuesta directa al medio ambiente
biará. Evidentemente, este enfoque está hondamente arraigado inmediato o a la situación social en la que ellos mismos se en-
en su propio tiempo y lugar, sirviendo o aun representando las cuentran, dejando de lado totalmente sus motivos o valores p.r,e..
instituciones de control dominantes de dicho tiempo y lugar. En vios.l6 Se centra en la etiología y en los efectos de la declaracl.on
el caso de lo que se designa enfermedad, la institución dominante de que la conducta es desviada, y en la.forma en qu~ se or~all1.za
de nuestro tiempo es la Medicina. Si el sociólogo desea empren- el status del ser desviado por las preSIones de la VIda SOCIal In-
der la tarea de determinar la etiología y el tratamiento en el .t mediata en la que se encuentra el individuo. E.n general~ si. bien
caso de enfermedad y su fundamento, construyendo a partir de no está verdaderamente bien elaborada o conSCIente de SI mIsma,
ellas sus propios descubrimientos sobre la contribución de varia .. hay una «teoría» situaciona~ ~e la d,esviación sobre }a que se ha
bIes sociales a la etilogía y a llevar la enfermedad; en otras escrito 10 suficiente en la ultIma decada, o algo aSl, como para.
áreas de desviación, como en criminología, el sociólogo puede permitirme trazarla aquí.
étear sus propias concepciones del crimen en base a las leyes
concretas, y él mismo puede producir teorías sobre su etiología 15. En su crítica de la tarea de los ~excluidoslt, Gibbs fracasa en re~onocer
y cómo llevarla. la relación problemática entre las dos tareas,. Ver Ja~k P: GIBBS" Conceptto1ls 01
La otra es una tarea que está definida esencialmente por la so- Deviant BeJzavior,' The Old and the NeH', «PacIfic SOClologlCal .RevleW), IX (1966),
ciología del conocimento. Se constituye por el reconocimiento de pp. 9.14. ., H d S B '
16. Ver la exposición sobre «adaptación a la sItuacI6n» en owar . ECKER,
que la desviación no es tanto un estado en sí mismo, como una Personal Challges in ~dult Life, «SociOlnetry», XXVII (1964), pp. 40-53.

218 219
t

f
l
La formulación nlás clara se encuentra en el trabajo de Ho~ comerciante puede desempeñar su rol de un modo 'particu.larluen-
\vatd S. Becker)7 .Señala que lo que se denop1ina desviación en te det.estable, pero aún cuando pueda ser inlpopular, de todos mo ...
la sociedad humana es algo que quiebra una regla o norlna so- dos él seguirá siendo un con1ercian te; si ~iene un resfriado Y-vie ..
cial. Puede existir como acto o atributo independientemente de ne a trabajar, la actuación de su rol corno conlerciante se puede
las reglas 'o .110flnaS sociales, como romper una ventana existe alterar) pero los atributos de tener un res.frío no se organizan en
independientemente de las leyes y fracturarse una pierna exis- un nuevo rol. Lemert denOlnina a ésta «desviación primaria», y
te independientelnente de la J\1edicina, pero no puede existir COlno afirma que tiene poca inlportancia para el individuo, ya sea psi-
desviación social independientemente de las reglas o normas so- cológica o sociológicamente, puesto que no implica «reorganiza-
ciales que asignan el significado de desviación al acto o al atribu- ción simbólica ell el nivel de las actitudes relaciol1a~as consigo
to. En este sentido, la desviación se crea por reglas sociales y no misnlo y en los roles sociales»,19 La desviación prinlaria es mera-
puede existir indepelldientemente de la vida social. «Que un acto mente sintomática: digalnos que es más una mera diferencia que
sea desviado, entonces, depende de cómo reacciona otra gente ante una desviación. Ser diferente «110 es significativo hasta que [las
éste.» 18 Se sigue que la percepción )' design.ación de desviación es diferencias] se organizan subjetivamente y se transforman en ro-
al n1enos tan inlportante COTI10 el acto o la conducta real en cuan- les activos y llegan a ser criterios sociales para asignar status._
to a determinar si el rol social de desviación será o no asumido. Los individuos desviados deben reaccionar sin1bólica.mente a sus
En rigor, en tanto pueden ocurrir acusaciones de desviación en ca.. propias aberraciones de conducta y situarlas en sus .pautas so..
, sos en que el acto o la conducta no han tenido lugar realmente, ciopsicológicas. Las desviaciones siguen siendo desviaciones pri-
como en un cargo falso, se puede decir que el rol social de des- marias [ ... ] en tanto son racionalizadas o tratadas de otra forma
viación puede- existir en ausencia de cualquier acto o atributo pero siempre como funciones de un rol aceptable socialn1ente».2o
«objetivo» y por lo tanto no es producido por tales actos o atribu- Significativa es la desviación secundaria, es decir, que llega a
,&

tos. El problenla no reside en explicar actos o atributos dados, sino organizarse socialmente como desviación n1ás que como mer~ di~
en explicar la atribtlción de desviación. La etiología de la des .. ferencia. La desviación llega a organizarse en un rol desvIado
viación como un rol social de este nl0do no' se apoya tanto en específicamente que perluite que uno se defienda a sí n1is~o,_ ata-
el individuo «desviado» como en el proceso social que crea reglas que ° se adapte a los problemas planteados por las reaCCIones de
que determinan que ciertos actos o atr~butos sean desviados, que los otros ante la desviación primaria de uno. Adoptando realmen-
clasifica a la gente como desviada o transgresora y en el proce- te un rol como éste, un individuo debe reorganizar la visión de
der con aquellos designados como desviados. Mediante la dIstin- sí mismo de los otros y de su relación con ellos, y frecuentemente
ción entre el acto o el atributo físico y el significado social atri~ encuentr~ LU1astlbcultura desviada específica y una organización
buido a éste, a través de realizar el grado en que la forma de social que puede facilitar su adaptación. .
desviación social es creada por aquellos que pr0l11UeVen y refuer- . En Patología social,. Lemert propone un pro.ce~~ de «lntera~-
zan las reglas más que por los actos o atributos físicos que 'pue- ción» en el curso del cual se desarrolla la desvIacIon secundarla
den estar involucrados, y dejando abierta la cuestión de la etio- que es similar en ~tlchas formas a lo que Parsons sugiere ~o~o la
logía «real» del acto o atributo designado como desviado, Becker fuente de motivaciól1 para la desviación.21 Algunas deSVIacIones
proporciona lID marco de trabajo en el cual la enfermedad puede primarias son seilaladas por otros conlO indeseable.s, '! por 10
ser fácilmente situada. En el escrito de Edwin Lemert tenemos tanto ellos castigan al desviado. Esto conduce.a deSVIaciones ma-
un conjunto difuso y asistemático, pero útil de todos modos, de yores y a castigos aún nlás fuertes, en el curso de los c~ales el
ideas que colaboran en el desarrollo de tal encuadre. individuo llega a sentirse resentido con quienes los castIgan. El
El trabajo de Lemert acentúa la diferencia entre formas de desviado lleva un estigula, la distancia social se solidifica y él
desviación que son a) características meramente idiosincráticas asume un rol desviado. Lemert continúa observando que, cuando
de una persona, que la diferencian de otras (a .veces en forma de- se adopta un rol desviado, puede desenlpeñar un. proceso ~ntegra ..
nigrante), pero que puede ser tratado simplen1ente como una faz ~ional y otros roles pueden segregarse o subo:dluarse a es~~. ~~
del modo en que él desenlpeña un rol «110rmal» aceptable social .. este intento de 111inimizar tensiones de los pelIgros de la VlSlblh ..
mente, y b) formas de desviación que llegan a ser roles en sí mis ..
mas, parte de la estructura social. Gran parte de lo que se ocupan 19. Edwin LEMERT, Social Structure, SQcial Control an.d Deviation, en Marshall
médicos y psiquiatras t.iene que ver con el primer carácter. Un CUNARD (ed)., Anomie and Deviant Belzavior (Nueva York: The Free Press of Glen.
coe, 1984), p. 82.-
20. Edwin LEMER!, Social Pathology (Nueva York: l\1cGraw ..Hill Book Co.,
17. Ver BECKER, Otttsüiers, op. cit.
1951), p. 75.
18. ¡bid.) p. 11. 2!. Ver Talcott PARSONS, op. cit.) pp. 252-256.

220 221
.de los castigos en general resultan nuevas de10s .cuales tienen normas diferentes de~los otros.
y . Pero un. rol desyiado no. precisa asumir' primacía y un' «piuralismo de valores» que de nirigún inodo se resi
_ por lo tanto puede ser practIcado secretamente', segregado de los a la sociedad moderna. Tal pluralis1116 tiene' iluportancia
1,

-.roles normales. Los problemas más graves ocurren cuando' no puesto que proporciona Ui1 fundamento para la. desviación contin~
e~isten roles bien definidos o tradicionales para la conducta des- gente. Por ejemplo,. «cuando los valores dominantes de un grupo ,
v~ada, c~ando nc:> hay una organización social y una cultura espe- distinto culturalmente se extienden para convertirse en las bases.
~l~l des':ladas,.nl destrezas y técnicas especiales. Cuando todo esto de la regulación normativa de [ ... ] poblaciones que tienen valores
eXiste, sin embargo, el desviado adaptado acepta su nuevo rol el divergentes [ ... ] por definición o por' mandato, ciertas prácticas .
status que éste involucra y las recompensas que se obtienen de 1 'culturales de los grupos culturales minoritarios se convierten en
él; llega a ser en esencia' un desviado «profesional». crímenes, sometidos a sanciones y castigos impuestos por el grupo
El PU?to básico de la distinción entre desviación primaria y dominante o élite».23 .
~ecundarla. es que la desviación significativa es. una función de Además del '«pluralismo étnico», está también el «pluralismo
las respuestas de otros a las características de un individuo o la neotécnico», en el que «el individuo abandona la arena de los gru- .
respuesta de un individuo a sí mismo. Las características mismas pos primarios y entra en numerosas asociaciones y situaciones '.
son de menor importancia para producir y formar esa desviación no estructuradas con [ ...] miembros que representan valores di-
de lo q~e l? son las respuestas sociales a ella, la designación que ferentes».24En dichas asociaciones, «los valores que emergen como
.les da SIgnIficado. En este sentido, «el control social (en sí) debe dominantes allí dentro pueden variar enormemente de los indi- .
ser t~~ado como una variable independiente, más que como una !viduos considerados distributivamente. Cuando la asociación se .
reaCClon de la sociedad meramente recíproca o constante hacia convierte en parte de una alineación con otras asociaciones, los .
la desviación. Concebido de este modo el control social se con- valores hechos dominantes en la sociedad a través de las activi-
vierte más en 1:illa "causa" que en un efecto de la magnitud y de dades de tales alineaciones .están más alejados aún de los indivi-
las formas v~~lables de la ~esviaciól1 (primaria)>>.22Una vez que duos qlle constituyen las distintas asociaciones. Por el mismo
se comprendlo esto, desberla quedar claro que la desviación se- rasgo característico, las normas .establecidas o legisladas para
cundarla se puede producir cuando un individuo no está motiva- asegurar la dominación de estos valores remotos pueden estar
do él misffzo a adoptarla y cuando no existió anteriorn1ente una en gran discrepancia o entrar en conflicto con las. normas soste-.
desviación primaria «objetiva» o «real». Lo importante es nidas como adecuadas por los individuos».25 Estas asociaciones
l~ atr~buc~ón ~e' desviación a un individuo por otros significativos «logran que sus valores se desarrollen, sean protegidos o atrin.
(InclUido el mIsmo) y el proceso concomitante por el cual se crea cherados mediante la promulgación de normas legales [...]. En .
un rol desviado convencional para él o a través de él. Que sea muchas instancias las normas ,legales no representan valores de
o no «realmente» un desviado o que tenga cualidades personales individuos o grupos, sino más bien los resultados de compromi-
.'. que lo motiven a ser desviado está totalmente fuera de cuestio- sos alcanzados. a través de la interacción del grupo en la legis-
namiento. Lo que interesa es el carácter del sistema de control lación».26
social~ sus designaciones típicas para desviaciones, su poder para De este modo, muchas normas de nuestra sociedad soncons-
orgamzarlas en roles estables y el carácter del sistema disponible trucciones .de grupos especiales, y si ellas están reconocidas por
de roles y grupos desviados. Éstos 10 motivan a considerarse a la ley, son al menos parcialmente las normas de grupos con pri-
sí mismo como un desviado. vilegios políticos (por ejemplo, profesionales) cuando no poder. _..
La «reacción de la sociedad», entonces, es. vista como causa (por ejemplol trabajo y capital). De ningún modo han de ser con-
- de tipos significativos de. desviación, y a las meras diferencias sideradas como las normas de individuos o de grupos primarios
i~~ividuales en..cuanto la actuaci.~n del rol no se les da signifi- de toda la sociedad: éstos son en esencia individuos y grupos
~lon. El centrallzar~e en la ~eacclon de la sociedad requiere que primarios ajenos y la simple contingencia de tener la mala suerte
Indaguemos en las mterre1aclones entre grupos y asociaciones en de entrar en colisión con ellos puede hacerlos desviados de di-
la vida. social mode~l?-a.La reacción de la sociedades particular- chos individuos y grupos. En ese sentido, muchas de esas normas
mente Importante SI, cuando recordamos que con1paratÍvamente son impuestas sobre la gente, prescindiendo de sus propias\~,
son pocas las. normas en la sociedad moderna, se puede decir que creencias.
sean compartIdas por todos en su interior. La sociedad moderna
puede ser vista como una cantidad de grupos y agrupaciones} mu- 23. Ibid., pp. 64~6~.
24. Ibid., p. 67.
25. ¡bid.; p. 68.
22. LfiMZ!RT1 Social Structure} op. cit.} p. 8j. 26. Ibid., pi 69•.

222 223
Pero justalnente por. su naturaleza, estas ¡10rnla:s tienden a .ser 111eramente «allí». Por lo tanto, si nosotros deseanlos desarrollar
artificiales y no representan realn1en te a ninguna persona de Ull una descripción útil de la desviación, el n1étodo más sabio no se
grupo viviente, por eso es. difícil. aplicarlas Ulecánicamente, a tra- apoya en ut.ilizar el atributo atribuido al desviado,. dado que co-
vés del ~onsejo. En. canlbio,agentes reguladores deben estar itl- rremos el nesgo de creer ~u~ éste está realmente allí. Segundo,
terpretando, en cierto sentido constantenlente, el .objetivo de las lo que se define C01TIO. desvIaCIón puede estar Inúy fuera del con-
11orn1as y el significado de la conducta posiblclnen te transgreso- .trolod~ los deseos. de los individuos implicados y por lo tanto
ra: el mismo proceso de control representa una serie de decisio- no preCIsan necesarIamente estar motivados. La motivación del
nes arbitrarias que. se ocupan tanto, si no más, de las circuns- iI?-di:r~duo I?ue~e, no obst~nte, figurar en el modo en que la des-
tancias en las que se encuentra el agente de control social y del VlUClon atrIbuIda se conVIerte en organizada, es decir, en cómo él
carácter del agente mismo, que de la conducta r,eal definida como responde a la atribución de desviación que el otro le hace. De ahí
potencialnlente transgresora. En este sentido, las mislnas nornzas, que una visión inclusiva y .útil de desviación 110 utilizará nacio--
y los agentes que tratan con ellas, son tan problemáticos con10 nes de motivación si bien, por supuesto, debe ocuparse del pro-
los individuos desviados. El análisis debe centrarse nlenos en blerna. Tercero, en tanto un elemento crucial en la desviación es
«las definiciones esenciales como las de desorden mental y alcoho- consiga o no organizarse socialmente, y en tanto esto parece se~
lismo que en los procesos por los cuales las organizaciones las una función del modo en que respondel1 los otros, CÓlTIO la diri-
reconocen o no. como defectos 1110rales o enfermedad, las convier- gen u otras forms de tratarniento,una descripción estratégica
ten en una base para perdonar otros actos desviados o las eligen debe tener en cuenta modos significa.tivamente diferentes de ma ...
para asignar o n.o beneficios a aquellos a quienes se les atribuyen nejar o de responder a la desviación atribuida.
las desviaciones [ ... ]. La valoración [por parte de los agentes de Estas consideraciones subrayan .el hecho de que, COlno la be-
control] llega.a ser un concepto central en la explicación ele des- lleza, puesto que la desviación está ell el ojo del espectador (aun
viación».27 Por lo tanto, las elltidades privadas y públicas que se cu~ndo se adnlite que el ojo ve realnlente algo que puede ser ads-
organizan para tratar con el desviado sirven para crear el rol so .. crIto. a la realidad), el estudio del definidor o del espectador es
cial desviado, y n1ediante el estudio del «control de la sociedad de tan Importante como el estudio del desviado. En consecuencia,
la cultura»,28 aprenderemos por qué algunas personas Y no otras hasta donde es posible,. aSUTIlO que la desviación es una construc-
son designadas como desviadas. A través. del estudio de las pre- ci~r: social y pregunto qué clases de concepciones y de supuestos
disposiciones sociales, en el modo e11 que se identifican los casos ut~hz~n los .~gentes de control cuando formulan su carácter,. qué
y se aplican las narInas comprenderen1os por qué el universo crIterIOS ...
utIlIzan para reunir prüebas ..., que la apoyen cuáles son
. ). )

conocido o aprobado es lo que es. Estudiando el proceso de con- st~s preJUICIOS) tlplCOS y COll10 la forma de llevarlo moldea, en
trol social 1nontado sobre el desviado una vez que éste es parti- efecto, su caracter.
cularizado podeIuos aprender por qué su desviación desaparece
o persiste y cónlo ésta se organiza en desviación secundaria. Ésta
es esenciahnente la visión propuesta por Becker cuando define El lugar de la enfern1edad
la conducta desviada C01110 aquella que es designada por la gente
como tal, y.cuando él insiste en que es más necesario explicar la Utilizando la visión situacional de desviación para analizar la
coacción que la conducta que llega a ser designada desviada. enfermedad, uno está inmediatamente obligado a distinguir entre
enfermedad con10 una condición puranlente biofísica y enferme-
dad con10 una condición social, humana. La enfern1edad como un
tnlplicaciones de la orientación situacional estado biofísico involucra call1bios en los l1uesos, tejidos, fluidos
vitales u otros sen1ejantes, en. organislllos vivientes, sean o no
¿Cuáles son las iinplicaciones de estas consideraciones para humanos. La enfermedad. como un estado social implica cambios
tIna teoría de la desviación? Prirrtero, ellas nos urgen a evitar asig- en la conducta que ocurren sólo entre seres l1umanos y que varían
nar atributos individuales estables a los desviados, puesto que con la cultura y con otras fuentes organizadas de significados
stl desviación está definida socialmente Y asignada a una persona, sinlbólicos. En tanto la enfermedad como esiado biofísico existe
no siendo inherentes en algún aspecto necesariamente a. ellos. La independientemente del conocimiento y de la valoración humana,.
desviación social, entonces, es esencialmente atribuida, no está la enfermedad como estado social se crea y se determina por el
conocimiento y la valoración l1unlanos. De este modo, cuando un
veterinario diagnostica una condiciól1 de la vaca como enferme-
27. lbid., p. 96. dad, él no cambia la conducta de la. vacanleramente por el diag-
28. LEMERT, Social Pathology, op. cit., pp. 68-71.

225
224
HS 17. 15
.,. ~ .1"-;
-~~ " ,",

nóstico: para la vaca, la enfermedad sigue siendo un estado


r- XI. Tipos 'sociológicos
biofísico experimentado; nada más. Pero cuando un lnédico diag- l.
nostica una enfermedad humana como enfermedad, él' cambia la de enfermedad
conducta del hombre a través del diagnóstico: un estado social ~
se añade al estado biofísico mediante la asignación del significa-
do de enfermedad al mal. Es en este sentido como el médico
crea enfermedad, así 'como el que elabora las leyes crea el crimen, 'l

y que la enfermedad es una clase de desviación social analítica y


empíricamente distinta del mero mal. Como una clase de desvia- En el capítulo anterior distinguí entre lo que es biofísico acer-
ción social, la etiología de la enfermedad no es biológica, sino ca de la enfermedad y lo que es social. Manifesté que lo que es
social, originándose en ,las concepciones sociales corrientes de lo social. acerca de la enfermedad es independiente analíticamente
de lo que es biofísico. En su forma social, la enfermedad es un
que es la enfermedad, limitada quizá por, cualesquiera que sean,
significado asignado a la conducta por el actor o por quienes le
pocos factores biológicos reconocidos universalmente, y ordenados
rodean, y la conducta enferma se ordena por ese significado. Par-
por organizaciones y ocupaciones dedicadas a definir, descubrir
te del significado asignado a la enfermedad como tal es el de
y manejar la enfermedad. En tanto desviación social, se puede
desviación. Pero dado que muchas cosas se consideran desviadas,
suponer que la enfermedad variará en su contenido y organización
no podemos entender el carácter social de la enfermedad hasta
en forma francamente independiente de la realidad biofísica. que podamos distinguir el significado de enfermedad del de otras
Puede ser una desviación primaria, calificando el modo en que
formas de desviación. Realizar tal distinción requiere el desarro-
~ uno desempeña sus roles cotidianos, o puede ser una desviación
,J :. secundaria, constituyendo un rol organizado en sí mismo que llo de una clasificación que diferencie sistemáticamente tipos ló-
gicos y empíricos de desviación y, dentro de la categoría general
desplaza a otros. Y, finalmente, se puede suponer que ésta puede
de enfermedad, tipos de enfermedad. En este capítulo intentaré
ser distinguida de otras clases de desviación social por el sig-
nificado que se le atribuye. Ahora pasaré a la tarea de clasificar crear tal clasificación.
!" esos significados para poder discernir tipos sociológicos de en-
fermedad. Criterios para una clasificación de desviación
El presente propósito de clasificar tipos de desviación es tanto
práctico como teórico. Pienso utilizar mi clasificación en capítu-
los posteriores tanto para ilustrar las relaciones entre las tres pro-
fesiones establecidas como para predecir la conducta de las cla-
.. sificadas. Aparte del criterio corriente de exclusividad lógica, otros
criterios guiarán la clasificación. Primero, considerando que estoy
interesado en la naturaleza social de la desviación, el esquema no
estará basado en los atributos biofísicos de los individuos ni en
los actos a los que se atribuye el significado. De este modo, no
se basará en los signos físicos por los cuales un médico diagnos-
tica una enfermedad o en las faltas probadas por las que un juez
o un jurado determinan un crimen. En cambio, la clasificación
se basará en los significados que la gente atribuye a los atributos
físicos o a actos concretos, independientemente de que esta atri-
bución sea o no «correcta», según la visión profesional de médi.
cos y jueces. Mediante tal táctica, nos liberamos de las imperfec-
ciones de la Medicina y del derecho de nuestro tiempo, y de otros
tiempos, sin excluir la posibilidad de utilizar sus significados si
eligiéramos adoptar sus perspectivas.
Segundo, el propio sistema de clasificación no se basará en
ideas presentes o pasadas acerca de la etiología o causa de los
atributos o actos.a los que se atribuye la desviación a menos que
l26 227
importantes serán las respuestas a los significados en la interac-
esas ideas sean tratadas conlO significados en vez de hechos, pues- ción humana.
to q~~ ~dopté para la desviación el enfoque "de la sociología del
conOCImIento. Esta especificación se aplica inclusive a la noción
de .~otiv~ciqn, la que, si se usa, será utilizada como una impu- Los significados sDciales de enfermedad
t~cl~n mas .que como una verdad. En rigor, la motivación es un
sIgnIficado Importante relacionado eOIl la designación de desvia. Establecidos los requisitos para la clasificación, ahora se plan ..
ción. "Como observó BTim: «Nuestra sociedad está n1ás deseosa tea el problema de seleccionar los significados particulares uti1i..
de tolerar (esto es, ,sanciona indulgentemente o no sanciona en zados, en el proceso de atribuir desviación. Comencemos con el
absoluto) la desviación que proviene de la ignorancia o de la significado de enfernledad. Como seI1aló Parsol1s,3 en nuestro tiem-
falta d~ capacidad, .sólo s.i la persona piensa bien, es alguien sell- po, la palabra «enfermedad», cuando se usa para dar significado
sato, tIene buenas IntencIones. »1 En este sentido, la clase o cali. a la desviación percibida, inlplica que lo que se considera como
dad de motivación atribuida a una persona que es desianada como desviado no surge de una elección consciente, deliberada del ac-
desviada tiene gran influencia sobre cómo se compo~tan con él tor y que está más allá de su propio control, es decir, que ésta
el médico, clérigo, juez, cónyuge, hechicero u hombre de Medici .. no es 1110tivada.' Además, inlplica que lo que está mal con él es
na. La causa «real» de la conducta ..la motivación «real» de la per. determinable por el conocin1iento racional y tiene probabilidad
sana, tiene menor importancia que la creencia en su corrección: de ser conocido y manejado por una clase especial de ejercientes
las quejas de una, persona con una enfermedad «real» pero no que se reservan tal c011ocinliento. Por lo tanto uno 110 «juzga» a
diagnosticada, sin designación,. lleva a que sus examinadores lo una persona "enf~rnla, puesto que él no puede hacerse responsa-
traten como un ren10lón o como un hipocondriaco, no como a Ull ble de sí mismo. Más bien debería ponerse o ser puesto en manos
hombre enfernlo. Se puede, por lo tanto, clasificar la desviación de algunos especialistas que tienen el conocÍlniento y la' pericia
sobre la base de la etiología, COlTIO sugiere Brim,2 pero se debe para ayudarlo a volver a un estado tan norInal conlO sea posible.
tener cuidado de encarar la etiología más como una imputación La ayuda de esos especialistas habitualmente asume la forn1a de
que como un hecho. . educación y entrenan1iento, o tratamiento y. manipulación: no s.e
Tercero, dado que lo que se clasifica son significados, y COl1" considera que el castigo físico o económico sea un método moral
siderando que los significados varían de época: en época, de lugar o efectivo de llevar el caso.
a lugar, de perspectiva a perspectiva,. independientemente de una En su exposición sobre el significado social de enfermedad, Par-
gran cantidad de atributos y conductas humanos, se sigue que un sans continúa perfilando «el rol del enfermo». Cuatro aspectos
sistema sólido de clasificación debe especificar el tiempo, lugar importantes. del' rol de la persona enfernla se especifican como
o perspectiva en los que se atribuye Ull significado antes de poder sigue: a) Se considera que la incapacidad del individuo está 111ás
relacionar 'significado con conducta. Eso equivale a decir que al allá del ejercicio de su propia elección y por lo tanto no se le
acto de arengar a una mult~tud ell la calle se le puede atribuir hace responsable de ello. Además de su propia motivación, es ne ..
el"significado (y la motivación) ell un tielUpo y lugar de posesión cesario algún proceso curativo para la recuperación. b) Su inca-
divina, en otro, el significado de locura, y aún en otro, el de aten .. pacidad es razón para ser exceptuado de obligaciones normales.
tado contra el' Estado. Para comprender cómo responde la gente e) Estar enfermo, por lo tanto, es poder desviarse legítirnamente,
a un acto seluejante es necesario especificar 'su momento, lugar pero la legitimidad está condicionada al reconocimiento del pa-
y perspectiva; no se pueden predecir sus respuestas por el acto ciente de lo indeseable de estar enfermo, de algo que uno asume
mismo. Finalmente, parece más útil desarrollar un esquema para la obligación de superar. d) En tanto él no puede lograr estar
clasificar tipos de desviación social de un modo tal que se pueda bien por sí mismo se espera que el paciente busque ayu,da conz-
predecir cómo se con1portará la gente respecto de la persona que petente para su enfermedad y que coopere con los intentos de
fue designada desviada. Es decir, parece deseable seleccionar sig- recuperación.
nificados que conduzcan a nlodos definidos de. llevar o de respon- Queda claro que, tal con10 lo definió Parsons, el rol del enfer.
der a los individuos a quienes se aplican. Cuanto más estratégi- mo requiere que la persona afectada busque ayuda con1petente y
cos sean los significados utilizados para la clasificación, más en consecuencia que adopte el rol de paciente. El rol de enfermo
funciona para poner al desviado en manos del doctor~ Está coro-

1. Ver Orville G. BRIM, Jr., Socialization Througl1. the Lite Cycle, en Orville 3. La siguiente exposición se basa en Talcott PARSONS, rhe Socia.l Systeul
G. BRIM, Jr., y Stanton WHEELER, Socializatiol"l after Cl1ildltood (Nueva York: (Nueva York: Thc Free Press of Glencoc, 1951), pp. 428~447.
John Wiley and Sons, 1966), p. 42.
2. ¡biel." pp. 40-41.
229
,1
228
I
, puesto' por un conjunto de condiciones que colocan a la persona conl0 tal excepto .en el contexto de las sociedades oc..
enferma bajo el cuidado del nlédico: de este modo permite que Sin embargo, podemos contar con que encontraremos
éste aporte su competencia en 10 que atafie a la persona enferma. del rol del enfermo aun donde no exista la Medicina
El rol del médico, como respuesta, hace aceptables para el pa- científica moderna. Lo que es genéricamente decisivo al rol del
ciente las cosas que debe hacer el médico para cumplir su función. enfermo es una serie de atributos y expectativas sociales, una reac-
El rol del enfermo es significativo analíticamente porque cons- ción específica de la .sociedad" no la l\.,fedicina moderna .como tal.. \
tituye una forma de desviación que es captada en un proceso de No hay razón lógica que justifique que la absolución de la culpa
control social que distingue inmediatamente al desviado de los necesite apoyarse en un fundamento sobrenatural o incluso sobre
no desviados y le impide convertirse en alienado permanente. Aísla la base de una oportunidad o de suerte. El punto es que esa ab.
a la persona enferma de los que están bien" privando al primero solución de culpa existe, no importa cuál sea el razonamiento, y
de legitimidad incondicional y reforzando la motivación de los que allí donde existe tal absolución, el desviado se trata permisi ....
últimos para no caer enfermos, mientras que simultáneamente em- vamente antes que penalmente. La primera característ~ca del rol
puja al primero a instituciones profesionales donde dependerá de de enfernlo, no hacer responsable 7 al desviado por su desviación,
aquellos que no están enfermos. «El rol del enfermo es [ ... ] un especifica de este modo un significado atribuido a la desviación
mecanismo cuyos [ ... ] canales de desviación tienen caracterÍsti,;. que tiene implicaciones significativas en el modo en que los otros.
cas tales que. se evitan las dos potencialidades más peligrosas, a responden al desviado, se hayan adoptado o no las premisas de
saber, formacIón de grupo y establecimiento con éxito de reivindi .. la Medicina occidental moderna.
caciones de legitimidad. Los enfermos no se relacionan con otros El segundo a~pecto del rol de enfermo, exención de l.as obli-
desviados para formar una «subcultura» del enfermo, sino que gaciones normales, no se puede aceptar, en general, al pIe ~e.}a
cada uno se relaciona con un grupo de personas no enfermas, letra, porque la variación en el grado y la calidad de la exenClon
su círculo personal y, sobre todo, médicos. De este nlodo los en- está estrechamente relacionada conque el paciente sea o no es-
fermos se convierten en una clase de status estadístico y se les timulado a buscar tratamiento y aun con que la exención sea o
priva de la posibilidad de formar una colectividad solidaria. Ade- no condicional. El grado de exención define si uno puede o no .
más, por definición estar enfermo es estar en un estado indesea- adoptar un rol de enfermo específico. En instancias en las que. se
ble, de modo que sencillamente «no tiene sentido» defender una consideran efermedades menores, la exención se aplicará sólo a
proclama que afirme que el modo de defenderse de .10s aspectos algunas de las obligaciones relacionadas con un rol coti.di~no,
frustantes del sistema sociales «que todo el mundo enferme».4 'permitiendo que éste sea desempeñado de un modo algo dIstInto
«debido» a la indisposición. En cambio, cuando se trata de en-
fermedades importantes, uno está exceptuado completamente de
Atribución de responsabilidad y seriedad las obligaciones del rol cotidiano y se permite adoptar un rol
de enfermo específico.8 En casos extremos, como en el «~error
La noción de Parsons del rol del enfermo impulsó a algunas mágico» por el que una persona cree que la poderosa magl~ ne-
personas hacia este campo.s y muy razonablemente, puesto que gra fue invocada en contra suya, comprome~e al mago. ~edlante
se trata de un análisis penetrante y apto de la enfermedad enfo .. lamuerte,9 y en la respuesta auto confirmatorIa de los Slrlono a la
cado desde un punto de vista sociológico diferente. No obstante,
a partir de la fornlulación de Parsons surgen numerosos proble ..
6. Cf. PARSONS, op .. cit., pp. 475-476. .. . .
mas que se han de resolver si se pretende que la noción del rol 7. La idea de la responsabilidad personal es un fund~mento d~CIS1VOpara.
del enfermo tenga alguna relación útil con la realidad social. Me la sociedad occidental, si no en todas las sociedades. Su ImportanCIa no puede
haré cargo de los problemas uno por uno. ser sobrevalorada aun cuando yo no pueda extenderme a~~í sobre ella. Par~ al-
gunas distinciones importantes entre tipos de responsab111dad en un ambIente
Primero, debe observarse que la exposición de Parsons sobre médico, ver Thon1as S. SZASZ, La'ttv, Liberty a11.d Psychia!ry (Nueva. York: T~e
los roles paciente-médico tiende a ser relevante principalmente Macmillan Co., 1963), pp. 124-125. Para un estudio empírIco ~e su lmportancl~,
en la sociedad industrial moderna, no en todas las sociedades hu- C. Richard FLETCHER, Attributil1g Responsability to the DeVlant: A ~actor tn
manas. En este sentido, mucho de lo que él afirma sobre dichos Psycl-ziatric Referrals by the General Public, «Joumal of Hea1th and SOCIal Beba ..
vior», VIII (1967), pp. 185~196. .' .
roles no tiene relación necesaria con su caracterización del rol 8. Para una exploraci6nempírica, ver Andre\v C. T\VADDLE, Health peclslons
and Sick Role Variatio11.s,' An Exploration, «Journal of Health and SOCIal Beha ...
4. [,bid.) p. 477. vior», X (1969), pp., 105-115. . •
9. Ver Vv. B. C.'\NNON, VOOdOD Death, «American AnthropologIsÍ», XLIV (1942),
5. Ver, .por ejeulplo, Gerald GORDON, Role Theory and lllness (New Haven, pp. 169-181; John Gn.LIN, Magical Fright, «Piychiatry», 1 (1948), pp. 387-400; W. Lloyd
Connecticut: College University Press, 1966).
WARN,ER, A Black Civilization (Nueva York: Harper, 1936), pp. 240-243.

230 231
incapacidad de com~r de un individuo, donde se asume que es predecir algunos de los modos más decisivos con los que se res-
un. caso sin esperanza y se abandona en el camino para que nlue .. ponderá al desviado, el contenido de la reacción de la sociedad.
ra de hambre y sea cOlnido,lO la «exención» de las obligaciones La imputación de gravedad predice la cantidad y la calidad del
ordinarias es tan cabal que la consecuencia es la muerte. Subya- comportamiento. Por ejemplo, tanto la distinción médica entre
ciendo y explicando el grado de exención entonces, hay una atri- una infección respiratoria superior leve y un paro cardiaco mOf-
bución de grado de gravedad a la desviación. La exención es una
tal, como la distinción legal entre las faltas de transgredir las
consecuencia de la gravedad imputada a la desviación. Por la normas de tránsito y el asesinato, distinguen diferencias de in-
misma característica, la legitinlación concedida a la conducta de tensidad que reflejan diferencias en la calidad de la respuesta.
una persona considerada como enferma, tanto como el requisito Más allá de cierto punto, la fuerza de la reacción de la sociedad
de que ella busque ayuda competente para lnitigar su incapacidad, en sí lnisma obliga a la desviación prinlaria a convertirse en se-
son consecuencias de los significados. esenciales de enfermedad.
cundaria. Aun cuando la reacción de la sociedad no contenga en
La asignación de falta de responsabilidad a la persona designada su interior prescripciones para la ceremonia de degradación que
desviada legitinliza su conducta de modo tal que es aceptable con- pueda crear formalmente la desviación secundaria,13 podríamos
dicionalmente para otros, quienes lo «llevan» o «controlan» ex- suponer que cuando los otros den una respuesta al individuo lo
ceptuándolo de las obligaciones comunes pero exigiéndole de to .. suficientemente fuerte, él mismo organizará un rol específicamen-
,dos modos que coopere con el tratalniento.
te defensivo o agresivo. Por 10 tanto, lo importante aquí no es
Creo que es posible utilizar las variantes establecidas o impli- meramente el grado o la cantidad de respuesta en y por sí mis-
cadas en el análisis de Parsons del rol de enfermo COlno funda- ma. Lo que tiene analíticamente importancia principal es el su-
mento para un sistema de clasificaciones. no sólo de la enferme ... puesto de que -en cierto punto la fuerza de la in1putación de des-
dad, sino de otras formas de desviación. Las dos variables viación lleva a la asignación por uno misrno o por otros de un
principales propuestas por mi .exposición son:. a) La imputación rol desviado especial para el individuo. Es el poder de la reacción
.de responsabilidad a la persona que es designada (con todo lo de la sociedad, medido por la gravedad que atribuye a la desvia-
que implica la responsabilidad para la motivación imputada) y ción, el que se puede usar para predecir si resultará desviación
b) el grado de gravedad atribuido a su falta (con todo lo que esto primaria o secundaria.
implica para adoptar un nuevo rol). Éstas pueden tratarse como
variables independientes de las que se- desprenden variaciones en
cuanto a lo que se puede esperar del desviado, cómo se compor- Un ensayo de clasificación ele la desviación. 1:
tará la gente con él y cómo actuará él en consecuencia. Que una t
persona sea o no C011siderada responsable de sus faltas percibidas I
Utilicemos estas dos dhnensiones para crear un intento de
tiene mucho que ver con su identidad moral y con las obligacio- clasificación de la desviación de modo que podamos percibir lne ..
nes que otros pueden sentir hacia él, puesto que cuando se cree jor cómo podría funcionar y qué le puede faltar. El cuadro 1 re-
que una persona es responsable de su mal comportamiento, es presenta una tentativa de tal ensayo con, con10 se ilustra en cada
probable que cuando se le trate esté Ínvolucrado el castigo y que casilla, una designación adecuada ,a la reacción de. la sociedad
se le añada condenación moral.ll Cuando, no se le hace responsa- de la clase media contenlporánea. C01110 observé en repetidas
ble de ésta, aun cuando la conducta en sí n1isrna no corresponda oportunidades, el uso de tales designaciones (y los atribu-
-a lo que la gente espera de él .y requiera por lo tanto alguna tos y conductas a los que ellas están adheridas) varía con
clase de control, es probable que el comportanliento con él im- el tiempo, lugar y perspectiva, de modo que cualquier desig ..
plique instrucción, tratamiento o, como máxin1o, coacción per .. nación particular debe ser colocada. en una casilla específica .sólo
misiva. al adoptar un punto de vista determinado histórico, cultural, pro-
La.imputación de responsabilidad con10 un «fundamento» para fesional u otro punto de vista social. IVIi hipótesis propone que
la conducta 12 es Ímportante precisamente porque nos permite lo que es estable e independiente al tien1po, lugar y perspectiva
no es la designación, sino el lllOdo en que se lleva la desviación
10. Alan HOLMBERG) Nornads o/ the Long BoH': Tlle Siriono o/ BClslern Bolivia)
una vez que se. asigna responsabilidad o su ausencia, las obliga-
«Smitllsonian Institution PubJication~1 nt''tm. 10 (1950), pp. 86-87. ciones y privilegios permitidos a los desviados por quienes los
11. Ver la extensa y cOlnpleta exposición de \Vilhehn AUBERl' y Sheldon designan. En la medida en que la propia conducta del desviado
MESSINGER. The Crimitwl une! the Sick, «Inquiry», 1 (1958) pp. 137-160,
I
continúe, en ambos casos de inlputación de gravedad a su des-
12. V~r Harold GARFI~KEL, Conditions o/ Successful Degrad'ltioll Cere¡nonies,
«Anlerican Journal of Sociology», LXI (~956) pp. 420..424.
I

13. lbid.

232
233
viación, se produce la desviación sectmdaria, el desviado organi- la reacción de la sociedad, cuyas consecuencias' son o bien dejar
za su conducta en un nuevo rol con un cambio brusco en sus al transgresor en su rol «normal», algo moderado y calificado por
obligaciones y privilegios. atributos presentes de desviado (~sa es la desviación primaria
Lo primero que hay que observar en la representación del cua- .en términos de Lemert), o introducirlo en un nuevo rol, específi-
dro de las reacciones de la sociedad, con la distinción entre la camente desviado (por ejemplo, desviación secundaria). Esto
quiere decir que uno no llega a ser un criminal por haber sido
Cuadro 1: TIPOS DE DESVIACIÓN SEGÚN CALIDAD
condenado por una transgresión insignificante, del mismo modo
I Y CANTIDAD DE REACCIÓN DE LA SOCIEDAD
que no es llevado urgentemente al hospital y puesto en la lista
l I
de pacientes graves si se piensa que uno tiene Ul1 resfriado.
1
(Reacción de la clase media norteamericana contemporánea)'
En el caso de enfermedad, el cuadro establece una primera
distinción entre enfermedad o deterioro que no se organiza en un
Imputación de responsabilidad rol especial y la que sí lo hace. En el primer caso, ejemplificado
1
,'\ por «un resfriado», una gran cantidad de enfermedades y dete-
Imputación Individuo al que se Individuo al que no rioros reconocidos se encuentran como temporales o permanen-
de gravedad hace responsable se hace responsable tes, atributos agudos o crónicos a los que el individuo se puede
adaptar en tanto desarrolla los roles de la vida cotidiana. No hay
«Infracciones de tráfico» «Un resfriado» una única «causa» o «sistema» que los una, dad.o que entre ellos
se encontrarán lo que un médico puede diagnosticar como infec-
Leve adición a las obliga- Suspensión parcial de ciones víricas o bacterianas, traumas y malformaciones, todos és-
Desviaci6n ciones normales; suspen- unas pocas obligaciones tos con orígenes aparentes muy diversos, relacionados con órga-
leve sión menor de unos pocos comunes; realce suave de nos, miembros y sistemas diferentes. Además, encontraremos allí
privilegios comunes. privilegios ordinarios. lo que los médicos podrían llamar enfermedades muy graves o
Obligación de recuperarse.
inevitablemente fatales, que entrarán allí antes de ser diagnosti-
«Asesinato» «Ataque al corazón» cadas de ese modo, y pueden permanecer ahí indefinidamente
hasta tanto no impongan límites materiales graves sobre la ac-
Reemplazo de las obliga" Relevo de las obligaciones
Desviación ciones comunes por otras tuación. En general, es' la reacción de la sociedad la que estable-
más ordinarias; adición a
grave nuevas; pérdida de privi.. los privilegios ordinarios. ce la homogeneidad de los ítelTIS que entran en una categoría,
legios ordinarios. Obligación de buscar ayu- nada más. Lo mismo, naturahnente, se puede decir para enferme-
da y cooperar en el trata .. dades que llegan a organizarse en un rol especial, ejemplificado
miento. por el «ataque al corazón»: lo que las une es su identificación
como serias o graves y el ser desligadas de sus obligaciones or-
dinarias. Tal identificación sitúa a la persona en un nuevo rol.
responsabilidad del individuo y la falta de responsabilidad, es Las cualidades biológicas de la enfern1edad son tangenciales ex-
que éste refleja dos de las principales instituciones de control cepto en el contexto de tIna situación social específica que impli-
social de nuestro tiempo: derecho y l\1:edicina. No refleja direc- que un conjunto específico de agentes con preferencia a un diag~
f t:
tamente el punto de vista profesional de esas instituciones, tarea nóstico dado.
que asumiré para la Medicina en el próximo capítulo, sino más Además, podría señalar que algunas de las que son designadas
'fl
bien el modo en que esas instituciones están incorporadas selec- médicanlente como enfermedades entran en la columna en la que
t

l
'~

.
tivamente en las reacciones a la desviación de la clase media el individuo es hecho responsable de la desviación que se le atri-
1

¡
fi
JI
norteamericana. Superficialmente, y precisamente sólo en el modo buye: vale decir que llegan a ser semejantes a los crímenes. En
1'1' ~eneral más idóneo, «crímenes» son aquellos actos o atributos nuestra actual sociedad, por ejemplo, las reacciones profesiona-,
iI .'" desviados por los que la gente es responsable o los puede expli- les y profanas hacia las enferlnedades venéreas tienden a reflejar
(l
'car, y «enfermedades» son aquellos actos de los que no son res- preocupación por el modo en que se obtuvo la infección, y se sos-
1 n
j (1 ponsables ni los pueden explicar. La consecuencia reactiva de tiene que el paciente es responsable de ésta.l4 Tal preocupación
1 ,:
,¡ JI imputar el primero es el castigo, ya sea una multa o prisión; la no se encuentra cuando se trata de infecciones contagiadas más
¡ \ consecuencia del segundo es permisividad condicional en el tra-
~ j'1

tamiento. 14. Ver, por ejemplo, la descripci6n en Ho\vard S. BECKER et al., Boys in
El otro eje de clasificación, atribución de gravedad, distingue Wlzite (Chicago: University of Chicago Press, 1961), pp. 323-327.
,/
234 235
inocentemente (como la legendaria del asiento de baño). En otro
contexto, se observó que el personal médico negó respeto e inclu- ramiento.l7 En estos casos, la legitimidad no está condicionada
sive atención a gente que intentó suicidarse, ó que fue víctima al tratar de recuperarse, .puesto qúe se piensa que esto es impo-
de disputas, o de accR1entes que. se piensa que ocurrieron por sible de lograr. La legitimidad de la exención es absoluta e inamo-
estar bebidos ,0. por falta de cuidado.1S Si bien estas reacciones vible, de 11ecllo, en tanto se impute «incurabilidad» a la aberra-
pueden no ser pronlinentes en la clase media del mundo moder- ción. Es verdad que la aceptación por parte de los otros depende
no, probablemente son má.s comunes de lo que imaginamos, par- de que se lnantengan relaciones sociales convenientemente sere ..
ticularmente cuando el paciente ha sida advertido y por lo tanto nas con ellos 18 y que, en nuestra sociedad, la legitimidad en el
se suponía que haría algo mejor que caer enfermo. En cualquier caso de elnpeoramiento está condicionada por el progreso de
caso, se debe subrayar que la que podía .ser una enfermedad mé" uno mísmo aun cuando uno sea incurable en un sentido absoluto.
dicamente, algunas veces en nuestra cultura y frecuentemente en Un enferlTIO crónico o una persona inválida permanentemente
otras, puede entrar en la columna izquierda de nli cuadro como que «espera demasiado» o que «hace demasiadas demandas» tie-
un «crhnen» y será llevada de acuerdo con esto por quienes atri- ne probabilidad de ser rechazada por los otros. En ese caso, la
buyen responsabilidad al individuo por ella. Esta clasificación legitimidad 110 se condiciona a buscar ayuda como cuando se tra-
social es independiente de una clasificación médica o biofísica, si ta de la enfern1edad considerada aguda y curable. Más bien la
bien puede adecuar su contenido. legitin1idad se condiciona a que limite demandas por privilegios
que otros consideran adecuados (que otros piensan que nos lo
puede hacer responsable por ellas).J9 En instancias COlTIO ésta, en~
Legiti1nidad, estignza y pern'tal1encia tonces, la legithnidad de la conducta desviada es incondi,cional,
siendo variables 10s límites en cuanto a la cantidad y tipo de con-
El .esquenla ensayado parece distinguir algunas diferencias im .. ducta desviada. Yo sospecho que en nuestros tiempos, una nlayor
portantes en la reacción de la sociedad, produciendo una tipolo- variedad y cantidad de conductas desviadas tienen probabilidad
gía de la desviación que contiene en su interior los dos. signifi- de ser consideradas legÍtinlas, aunque sea condicionaln1ente, para
cados sociales importantes involucrados en la designación y 'en la persona que se cree que tiene una enfermedad. aguda curable
.los resultados de la nlisma bajo la forma .de privilegios y obliga- que para la que se piensa que tiene una invalidez «incurable»
ciones perlnitidos o exigidos al desviado. Pero de todos modos crónica.
éste es un esquema demasiado simple para diferenciar elnpírica- Otra situación especial en la qlle parece estar involucrado el
ll1ente variaciones significativas en las formas que puede asumir concepto de legitimidad es aquella en la que el estigma se adhie-
la conducta de la enfermedad organizada sociahnente. Debe am- re a un atributo o acto. Si seguimos la exposición de Goffman
pliarse lo suficiente como para abarcar esas variaciones, pero no sobre el estigrr13, lo venlOS como una reacción de la socieaad que
tanto como para perder la estética y las virtudes prácticas la de «arruina». la identidad normaL Es una reacción que, si. no requie-
sin1plicidad. re desempeñar un rol anorrnal" al Blenos requiere que el rol nor~
Para discernir algunas de las inconveniencia$ del esquema en- mal sea desempeñado en forma incompleta, que sea deforlnado
sayado, reconsideremos el tercer aspecto del rol del enfermo pro- en sí mismo y que la interacción cotidiana en cierto sentido sea
puesto por Parsons: la legitimidad condicional asignada. a la des- forzada. Lo que es analíticaluente peculiar acerca de la asignaci611
viación.l6 En la medida que se piensa que la recuperación es de un estigma es el hecho. que si bien no es necesario hacer res-
posible, la exención de la persona enferma es temporal y su le..
githnidad está condicionada a que trate de recuperarse, tal como
indicó ParSOl1s. Pero esta exención temporal es adecuada solamen .. 17. Para una revisión de una gran cantidad de luaterial sobre el deterioro. y
enfermedades incapacitantes, ver Roger BARKER et al., Adjustment. to Physical
te para las enfermedades que se consideran agudas. Es muy inade- Handicap and lllness: A Survey of the Social Psychology oi Physique and Disa"
cuada para lnuchas .clases de aberraciones, entre las que se bility, «Social Scienée Council Bul1etin», 55 (revised 1953), Y Beatrice A.
Research
incluyen las llamadas enfermedades crónicas, invalidez o empeo" WRIGHT, Physical Disability: A Psychologieal Approach (Nueva York: Harper y
Row, 1960). Para un intento de ver el sentido de estos problemas sociológicamen-
te, consultar Eiiot FREIDSON, «Disability as Social Deviance», en !vI. B. SUSSMAN
(ed.), Sociology and Rehabilitation (Washington, D. C.: American Sociological Asso ..
15. Bal'ney G. GLASEa y Ansehn L. STRAUSS1 ilwareness of Dl"ing (Chk'azo~ ciation, 1966), pp. 71-99.
Aldine Publishing CO' 1965). p.83.
j
18. Ver Erving GOFFMAN, Stigma: Notes on the Management of Spoiled 1 de:n-
16. Para ver. una exploración empírica¡ consultar Fra.nk A. PETRONI, The tity (Englewood CHffs, Nueva Jersey: Sprectrum Books, 1963). .
ln.fluence o/ Age, Sex and Chronicity in Perceived Legilil1wcy to the Sic" Role, 19. Ver la exposición en Edwin J. THOMAS, Proble¡ns o/ Disability fron1. the
«Sociology and Social Research») tIlI (1969),pp. 180.193. Perspective oi Role Theory, «Jounlal of HeaIth and Human Behavior») VII (1966),
pp. 2.13.
236
237
ponsable a la persQna marcada de lo que se le atribuye no obs- competente y de cooperar con el tratamiento, es relevante para
tante, ~~ un modo al1?osimilar al de quienes se les atribuye res- las enfermedades agudas curables, pero para otras enferme-
po~sabI11dad, se le nIegan los privilegios ordinarios de la vid dades es relevante sólo de un modo muy variable. Algu..
S?Cla!. Como lo sugi~~~ el lnismo término, la reacción de la so~ nos atributos definidos como enfermedad, deterioro o deficiencia
c~edad~ aunque anlblguamente, atribuye deficiencia moral al es- siguen siendo meramente eso, una idiosincracia de la persona, a
~~g:~?zado. Ade?1ás,.~ ,difere~cia d~ otras ,:ualidades imputadas, la que los otros se adaptan sin ningún problema especial o sin
.. gma, por aefi~lclon, es InarraIgable e Irreversible: está tan expectativa de que él busque tratamiento. La persona ligeramente
estlecl1ame?t~ relaCIonado con la identidad que, aun después de sorda, la mujer «enfermiza» y los afectados de «fiebre rosa» y
haber supmmdo la .causa de la imputación del estigma y de haber (<lumbago» establecen la legitimidad de sus debilidades sin incu-
~~encauzado ostensIblemente la reacción de la sociedad, la iden- rrir en la obligación de buscar ayuda, quizá debida, o en la me-
tId.ad se fo.rma por el hecho de haber tenido un rol estigmatiza- dida que sus peticiones de privilegios son bastante modestas.
d~. el paclent~ mental curado no es simplemente otra persona Aun cuando sus «enfermedades» son «curables» o «mejorables»,
SIno un expaclente men~al; el criminal rehabilitado que se h~ en tanto ellas son las bases sólo para peticiones menores, los
~nmen~ado es un exconvlcto. La propia identidad está arruinada otros parecen ejercer poca presión para que busquen tratamien-
para SIempre. No designamos de un modo sem.ejante a ex delin- to. En el otro extremo están aquellos que fueron definidos explí-
cuent~s traficantes o a ex asmáticos: es decir casos en los ue citamente como .enfermos crónicos, sin esperanza e incurables.
el estIgma no se adhiere a la desviación 20' q Estos dos no mantienen la legitimidad buscando ayuda competen-
Esencialmente creo que se puede deci~ que si bien muchas de te: logran legitimidad habiendo sido definidos como enfermos
~sas perso~as. ;IDarcadas por otros no son hechos responsables crónicos.
e .s~ ~esvIacIon, la asignación de un estigma niega en esencia
legIt1m1d~d para los privilegios que persiguen e impone obligacio-
nes especIales sobre ellos. En esto se asemeja más al crimen que Una clasificació11, de enfermedad a111pliada
~ l~ e~ermedad: .CoI?o ya he observado al referirme al análisis
~e o man, la. zaentldad de la persona marcada, cuando no su Un examen más exhaustivo de los cuatro elementos del rol
salud, está ~rruI~ada incurablemente, dado que el haber sido una de enfermos postulado por Parsons lleva inevitablemente a la con-
persona estIgmatIzada seguirá siendo una parte de su ident.d d clusión de que no podemos quedarnos conformes con la clasifi-
a~n cuan?o .10 visible ~ísicamente o el estigma institucional ~a;a cación ensayada, que distingue meramente «crimen» de «enfer-
SI o s~pnm1do. Un eS~lg~a, además, interfiere con la interacción medad», y crimen menara enfermedad del crimen o de la
nor~a, puesto que SI bIen la gente no necesita asumir que el enfermedad que se organizan en un rol criminal o enfermo. La
desv!ado es respon~able. de su estigma, de todos modos la gente preocupación anterior por el «crimen», que no es el centro de in-
se SIente turbada, InqUIeta o incluso indignada. Por lo tanto se terés aqUÍ, hace manifiesto que la «enfermedad» como una forma
esper~ que el «",?uen»desviado estigmatizado ponga un esmero de desviación debe ser clasificada de un modo más complicado
especIal al organIz~r su conducta y su vida de modo tal que evite para reflejar las implicaciones de palabras como «cronicidad» y
que los otros se SIentan turbados. Para la enfermedad «normal» «estigma». Ésta es la tarea que asumiré ahora.
s~/usl?~nden muchas obligaciones normales, sólo se contrae l~ La clave para ordenar la clasificación de la reacción de la s(}o
o IgacIon de bu.scar ayuda. Pero en el caso del estigmatizado, se ciedad suscitada por designaciones como «aguda», «crónica» y
contrae una. varIed~d compleja de nuevas obligaciones. Mientras «estigma» creo que es la noción de legitimidad. Se puede recordar
que en l.a.p~lmera Instancia el peso de la adaptación (a través de que en el análisis de Parsons la noción de legitimidad es impor-
la permISIVIdad y el apoyo) descansa en las personas «normales» tante para distinguir el criminal del ellfermo. En el caso del rol
que rodean ~l en~ermo, en el último caso el peso se apoya en la de enfermo en particular, sin embargo, es una clase especial de
persona estIgmatIzada cuando ella gira en torno de personas legitimidad la que es operativa, condicional y tenlporal. En el aná.
«normales». lisis de Parsons, es precisamente el carácter condicional de la
. ~inalmente, y evidentemente, a la luz de lo que se ha venido iegitimidad el que motiva al enfermo a buscar atención y/o vol-
dICIendo, debo ~bservar que el cuarto componente del rol ver a la normalidad. Pero cuando se piensa que la enfermedad
de enfermo segun Parsons, las obligaciones de buscar ayuda imputada es incurable o crónica, su legitimidad .ya no puede ser
condicional; la legitimidad de ser considerado desviado es, en
efecto, incondicional. Y cuando se atribuye una enfermedad es-
: ~; giC~~. T~e:ryla(¿'::casegnot.~Ci6n de Thomas J. SCHEFP, Beil'zg Mentally 111: A Sociolo-
Aldine Publishing Co., 1966), pp. 55-101. tigmatizada, se puede decir que la enfermedad es realmente ile-
238 239 P'
en la 2 la calificación es temporal y en la 3 es pern1anente. El r~.l
gítinla, no es una clase aceptable de desviación aun cuando se
de enferl'l'lo¡ e 0111O lo define Parsons,. sólo se encuentra en la caSI"
la considere una enfermedad. En SUilla, se pueden distinguir tres lla 5 del cuadro. Los roles estign-tatizados se encuentran en la ca.
clases de legitin1idad: a) legiti1nidad condicional: el desviado es
silla 4, y, en la tnedida el} que los expertos no pueden,h~cerna~a
exceptuado temporalmente de sus obligaciones nornlales y logra lnás por ellos, los roles desl1a.uciac1os o enfer11tOS CrOl1lCOsestan
algunos privilegios extra bajo la condición de que busque la ayu-
da' necesaria para liberarse de su desviación; b) legitimidad in .. en la casilla 6)2
.condicional: el desviado es exceptuado permanentemente de sus
Cuadro 2: TIPOS DE DESVIACIÓN POR LOS CUALES
obligaciones normales y obtiene privilegios adicionales a la vista EL INDIVIDUO NO SE CONSIDERA RESPONSABLE,
del carácter deshauciado atribuido a su desviación, y e) ilegitimi- POR LEGALIDAD IMPUTADA Y GRAVEDAD
dad: el desviado es exceptuado de algunas obligaciones norma ..
les en virtud de la desviación de la que técnicamente no se le
hace responsable pero consigue pocos, o ningún, privilegios y Legítima Legítima
asume ciertas obligaciones nuevas, especialmente desventajosas. Gravedad Ilegítima condicional- incondicional-
Esta tercera dimensión de la clasificación se presenta en el irnputada (es tigmatizada) lnente rnente
cuadro 2, junto con ejen1plos de «enfernledades» que probable-
n1ente sean asignados a cada una de las categorías por la clase 1 2 3
media de nuestro tiempo. Cuando se evalúen los ejemplos} se «Tartamudear» «Un resfriado» «Marcas de vi-
..
4
debe recordar que otros grtlpos sociales u otrás culturas de este viruela»
y otros tiempos y lugares asignarían la desviación de un modo
Suspensión par- Suspensión tenl- Ningún cambio
diferente y usarían distintas designaciones. Lo. más importante especial en
cial de algunas poraría de po-
a recordar es que la ideología (si- no el comportamiento real) de obligaciones or- cas obligaciones cuanto a obliga.
los profesionales contemporáneos del calnpo de la salud sostiene Desviación dinarias; pocos 3rdinarias; acre- ciones o privile-
que para el profesional todo es. legítimo, que no hay enfermedad menor o ningún pri. centanliento gios.
ilegítima. Puede haber modos ilegítimos de actuar como enfer- vilegio nuevo; temporario de
mo, pero no de estar enfermo. Si creáran10s un cuadro para la adopción de po- privilegios ordi-
reacción de la sociedad profesional y si eligiéramos reflejar cas obligaciones narios. Obliga-
la ideología profesional, tendríamos que dejar vacía la columna nuevas. ción de recupe-
de «ilegitin1idad». Sin embargo, deberíamos pensar cuidadosamen- rarse.
te acerca -de la naturaleza social de designaciones médicas 4 5 6
tales como «hipocondría» y «fingirse enfermo»~21 «Epilepsia» «Neull10nÍa» «Cáncer»
La primera .distinción a tener en cuenta en el cuadro es la
que está entre las hileras «luenor» y «grave». Estas diferencias Suspensión de Relevo te111poral Suspensión per~
algunas obliga- de obligaciones nlanente de mu-
en la reacción a la desviación y a su atribución son significativas
ciones ordina- ordinarias; adi- chas obligacio-
porque reconocen el hecho empírico de la fuerza de la reSpllesta nes ordinarias;
rias; adopción ción a los pri-
a un atributo. También son importantes porque implican la dis- Desviación notable adición
de nuevas obli. vilegios ordina-
tinción analítica entre la desviación a laque se le permite per .. grave rios. Obligación a los privilegios.
gaciones; pocos
manecer como un atributo individual (un modo idiosincrático de o ningún privi- de cooperar Y
desempeñar los roles cotidianos) y la desviación que llega a or- Legio nuevo. buscar ayuda en
ganizarse en un rol. especial (distinto de otros roles e incluso, en el tratamiento.
alguna ocasión central para la propia identidad, dominando otros
roles). Sólo en el último caso a lo largo de la segunda hilera, se
puede decir que existen roles desviados especiales. En la casilla 1, Por medio de mi clasificación he identificado seis variedades
el estign1a arruina de alguna manera la propia idel1tídad regular, de desviaciól1 distintas analíticamente que podí~n haber sido ~la..
pero no la reemplaza. En las casillas 2 y 3, la «enfermedad o la madas «enfermedades». Cada una de ellas implIca consecuenCIas
lesión o invalidez» califica pero no reemplaza los roles regulares,
22. Ver Aaron LIPMAN y Richard S. SnlRNE, Aging !n the United Stantes: As-
criptioll of a Tenninal SieTe Rol~~ «Sociology and SocIal Research», LI!! (1969),
21. Ver Thomas s. SZASZ, Malingering: «Diagnosis» or Social Condentnatio11-, pp. 194~203.
«AMA Archives of Neurology and Psychiatry», LXXVI (1956), pp. 438.440.
241
240
HS 17. 16
muy diferentes para el individuo y para el sistema social en el
que él se encuentra: por un lado, consecuencias para la identidad .....~e la recuperación se dio y la persona es reintegrada a la nor-
personal, y, por otro lado, para la formación del estrato de des- ~alidad, puesto que es inherente a l~ nat~:aleza del rfl detd
viados en la sociedad. Cada uno de éstos es tratado y llevado en fermo el ser temporal.2.~ Pero a contlnuaClOll de la en erlnea .
forma diferente por quienes rodean al desviado. El desviado, por pueden ocurrir, y de hecho ocurren, muchas otras cosas.
lo tanto, debe comportarse diferentemente a su vez.
Cuadro 3: SfNTOl\.fAS y SECUELAS DE POLIO'MIELITIS
SEGÚN TIPO DE DESVIACIÓN
, 't:." n
· 1955) ~~
j ~ !/ La enfermedad corno proceso (Clase media-baja norteamerIcana,
;. I!

'.- ,: Las categorías analíticas que se encuentran en el cuadro 2 ....


naturalmente son estáticas y están fijadas por la naturaleza del
Imputación legltírna . Leg!thna.
de r,ravedaá ilegltÍ1na tondicionalmenfe it1condicionalrnéhf~
método taxonómico. No obstante, ni la visión del médico de la
enfermedad ni la visión del sociólogo de la desviación pueden
permitirse confundir las categorías taxonómicas estáticas con la
realiaad. Orgánicamente, las enfermedades tienen comienzos, pun-
i,~ 'ff tos culminantes y resultados que, durante cualquier curso único,
pasan por etapas identiticables, marcadas por configuraciones es.. Gtnve
tables de signos y de síntomas. Este movimiento también se ob-
serva en los esfuerzos humanos dirigidos a encontrar significa-
ción en la experiencia. En Medicina, la conducta diagnóstica del Las cuestiones pueden evolucionar ~l punt~ en 9-ue la recup~
médico (o la designación) también puede ser vista como teniendo ración incluso la sobrevivencia, se coslderen ImposIbles, llevand
un curso, que se traslada de un diagnóstico a otro en el proceso a un ~nfermo crónico a un rol mortal (casilla 6) o, C?~? conse-
de tratar de encontrar un método consecuente de manejo: algu- . de una infección puede producirse una parahSIS grave
nos diagnósticos son imputados sólo después que otros produje- cuenCIa ,. os para moverse y
tal que el individuo necesIte muletas y ~poy . dI. Tdo
ron resultados negativos. y lo mismo ocurre con la reacción de la deba aprender a desempeñar el rol estIgmatIzado e mva ~ar
sociedad de la clase media profana de nuestro tiempo, que la pri- (casilla 4), o puede recuperarse suficientemente como para que f _
mera respuesta a la enferlnedad percibida es probable que se en.. con una leve visible cojera que es una part~ suavemen~r ~e~~
cuentre en la casilla 2 y que termine ahí. Si, de todos modos, la matizada de sus roles normales (casilla 1). O, final~.ente, fácRmen-
percepción de la desviación persiste y las respuestas a ella se in. uedar con alguna lesión o invalidez muscular mIlllma, de des-
tensifican, las respuestas pueden pasar a cualquiera de las otras
celdas, si bien es más probable que primero pasen a la casilla 5,
el rol enfermo, y sólo después pasen a otras posibilidades.23
!~ d~~:U:~~I;~I~~:~~~::oe~t~e~~::~~;~r~~~~
estfgmatiza:lo. (casilla ;). ~en~~a~~:~t¿a:~:~~~~os:~r~~::~~les
:~~o~~~ticO, ~~~
Un modo de ver estas relaciones secuenciales es tomar el con-
junto de posibilidades que circundaban comúnmente a la polio-
mielitis una década atrás en los Estados Unidos y disponerlas
~ri ~C::alr:;~:;.n~~~~~stni~~v~~ la enfermeda~, si bien s~ .~~~~ que
de acuerdo a mi clasificación.24 Esto se realiza tentativamente ha; o~urri~o ~~c~~~r~~~~~sm~I~~~~~:sd:slIa~O~~i~~~I~a teg~rías
en el cuadro 3. La primera percepción tiende a ser de un resfria- s a se?e . , común Más bien es normal y es el
do (casilla 2), pero entonces el individuo se pasa a un rol de en-
fermo y se le diagnostica como teniendo poliomelitis (casilla 5).
Si no se piensa que seguirá un efecto de la enfermedad, se dice
de la deSVIaClOn~o. es poco
procedimieJ:.lt? COtIdI~~i~::
do que se Ira por SI.
~:e~~~e
· asuma que tiene un resfria-
asumir que tiene neumo-
una fractura vista fatigada
nía asumir un esgumce antes que · ' · También es
ant~s que glaucoma, nerviosismo antes que PSICOSIS.
23. No debemos olvidar que también la gente prevé que Ocurra la desviación.
Algunos intentan impedirla tonlando precauciones especiales. Otros, como aque-
llos que descienden de la infeliz pareja de Long Is1and de donde procede la corea .. de lo normal a lo enfermo y nueva ..
25. El carácter cíclico del movl:~le~~rnard GODLSTBIN y Paul DOMMBRMurH,
de Huntington, sólo pueden anticipar que la muerte ocurrirá en una edad media. mente a lo normal es 8ubrayado M d' l Soeiology, «SQciology and Social
Debo a Paul J. Sanazaro esta observación. The Sick Role Cycle: An Approaeh to e lea
24. Aquí me apoyo en Fred DAVIS, Passage Through Crisis} Polio ¡'7icti11"lS ancl Research», XLVII (1961), pp. 1.12. .. Polio Victims arzd T1teir Familiej
l'heir Falnilies (Indlanapolis: Bobbs-lVlerrill Co., 1963). * Cf. Fred DAVIS, Passage Througl1 CrISU,
(Indianapolis: The Bobbs-Merrill Co., 1963).
242 -_i
J
243
obvio que el buscar .ayuda y cooperar con el tratan1iento no siem .. tanto, más objetiva y lllás fácil de indentificar sin discusión. Se
pre concluye con el problema: puede conducir a la asignación a pueden predecir razonablemente (aunque no completamente) los
u~la for~na .estig.¡natizada de desviación o puede t~ner efectos .ta~.. cambios tanto en la desviación como en la idelltidad a partir de
dIOS baJo. la forma de invalidez .. Dado que el movimiento o la la posición en la estrllctura social. Además, centrarse en 105 agen-
reasign~ción es muy común, y dado qtle los puntos del movimien- tes y las entidades más que en los sujetos tiene la virtud de re-
to pueden ser designados y. consiguientemente convencionalizados cordarnos continuamente que el proceso de «tratamiento» es un
si~ndo su sentido común a todos los cOlnpr0111etidos en el movi~ proceso de control que Siel1'lpre descansa sobre una reacción de
mIento, es adecuado llamarlo una «carrera» una secuencia de la sociedad, sielnpre sobre la atribución o el diagnóstico de des-
acontecimientos sociales pautada convencio~almente a través viación y sólo algunas veces sobre desviación «real». Definir la
de la ..cua~ ~asa la gente. Y de este modo 110sotro~ podemos iropo ... carrera por tales agentes requiere que examinemos las preferen-
ner. condIcIones sobre el cambio apuntando al proceso social ex- cias de imputación características de. esos agentes para COlnpren ..
perImentado ordenadamente por el desviado a través del uso del der por qué el destino de los individuos que las enfrentan varía
concepto de carrera.26 Podemos definir los puntos de la carrera menos que los atributos de esos mismos individuos. Verdadera-
por los roles o las imputaciones que el individuo experiInenta en mente, el carácter del sistema de los conceptos y servicios profe-
el curso de su paso a través de las distintas entidades de control sionales constituye un factor analítico crítico en el estudio socio ..
social, ya sean médicas o de otro tipo. lógico de la enfermedad y de otras formas de desviación social.
El concepto de carrera sirve para algo más que meramente Si bien ya me he ocupado de la organización de dichos servicios
para situar los distintos tipos de desviaciones como cuentas ell profesionales en capítulos anteriores, no me he ocupado del ca-
una cuerda del tielnpo. También proporciona un mecanisnlo con .. rácter de los conceptos médicos de desviacióll que penetran la
ceptual que vincula a los individuos y su experiencia con la co- organización. Este es el objetivo del próximo capítulo.
munidad, profana y profesional, dado que a través de su paso de
una posición a otra, el individuo típicamente tiene experiencia con
distintos agentes y distintas entidades de control socia1.27 En el
nivel más común de desviación prhnaria, está alnpliamente en
contacto con sus íntimos, familiares o de otra clase. Pero, según
la definición de Parsons, cuando pasa al rol de enfermo, en los
Estados Unidos, está obligado a moverse dentro de la esfera de
un profesional, habitualmente el médico. Del mismo nl0do, cuan-
do pasa porUDO de los otros roles relacionados con la enfermedad
y la incapacidad, es probable que se nlueva en la esfera de otros
agentes: un médico especialista, para tomar la contingencia más
común. En estos términos, la forma de su carrera de enfermedad
puede construirse siguiendo la secuencia de agentes y entidades
por las que él pasó, casi lo mismo como la fornla de una carrera
ocupacional frecuentemente se construye en base a la secuencia
de empleadores y empleos que ocupa una. persona durante su
vida laboral.
De un modo gelleral, yo propondría que construir la carrera
del desviado sobre la base de los agentes y entidades (es decir" los
.segmentos de la estructura social) por los que él se mueve, es más
útil analíticamente que construirla directamente a partir de los
cambios en la desviación que se le atribuyen o a partir de sus
propios cambios. La estructura social es más concreta, y por lo

26. 'Ver las observaciones sobre el uso de la idea de carrera para comprender
la etiología de la desviación social en HO\\1ílrd S. BECKER, Outsiders, Studies i11
the Sociology of Deviance (Nueva York: The Free Press of Glencoe, 1963), pp. 19.39.
27. Ver Elaine CUMMING, Systems oi Social Regulation (Nueva York: Ather-
ton Press, 1968).

244 245
XII.. La construcción profesional:
de conceptos de enfermedad

En los dos capítulos anteriores intenté esbozar una concep-


¡.
,:
j)

ción genéricamente sociológica de la desviación en particular,


una concepción basada en los significados sociales asignados a la-'
conducta más que en fas propiedades físicas de la conducta. mis-
ma. Por la naturaleza del caso, el esquema ha tenido que ser muy
abstracto, puesto que la variación en el tiempo, lugar y perspec-
tiva implica variaciones en las condtlctas a las que se les asigna
l' -.'
significado social, así como variaciones en el mismo significado
sociaL De este modo, si bien en nuestros días no es probable que
se haga responsable a la gente por manifestar síntomas de la
«gripe», en otros días sus quejas podían haber sido tomadas como
síntomas de castigo sobrenatural por sus transgresiones morales.
En rigor, la prominencia relativa de un significado social tan par-
ticular como es la enfermedad en una época es una reflexión im-
portante de la calidad de la experiencia humana en esa época.
~ste es, además, el fundamento más importante sobre el cual des-
cansa el poder de una profesión, un fundamento que establece y
sostiene las proclamas de dignidad, sueldos y poder de la profe-
sión. Allí donde enfermedad sea la conspicua designación para la
desviación en una etapa" la profesión que es custodia de la desig-
nación estará en ascenso.
En este capítulo deseo examinar, primero, las fuentes sociales
de la fuerza de las designaciones médicas en los Estados Unidos
y, segundo, las consecuencias de nuestro hincapié sobre la salud
para los significados sociales que se adl1ieren a la conducta des-
viada en nuestros tiempos. Deseo, pues, presentar el carácter
del rol de la Medicina en la definición de enfermedad: en crear la
enfermedad como un significado social. Finalmente, deseo pre-
sentar los distintos factores que influyen en el modo en que el
médico percibe y define la conducta que él denomina enferme-
dad. Por lo tanto, en este capítulo deseo ocuparme de la Medici ..
fla como U11a clase de reacción de la sociedad a la desviación y
sugerir algunos de los determinantes del contenido y de la orga-
nización de esa reacción de la sociedad.

El énfasis norteamericano sobre la salud

En su artículo, Definitionsof Health and Illness in the Light of


American Values. and Social Structure, Talcott Parsons propuso

247
que las nociones de. salud y enfermedad. están enfatizadas espe- Unión Soviética, en cambio, donde el logro de una meta colectiva
cialmente por los valores norteau1ericanos.t ~sta no es tIna oh.. se acentúa con mayor peso que la capacidad individual para el
servación original, dado que algunos analistas habían heello co- logro personal, según Parsons el problema de la responsabilidad
mentarios sobre tal énfasis, pero está elaborado en una por la desviación .es más apremiante que el problema .de la coa-
presentaci6n organizada útilmente. Parsons señala que las so- pera.ción en el tratamiento; eso es, hay sospecha de fingimiento.
ciedades pueden variar mucho en la medida en que distintos ti- Una vez que está claro que el individuo está «realmente enfer-
pos de desviación son diferenciados. En el pasado, la tendencia mo» sin intención por su parte, el tratamiento es, sin embargo,
más común consistió en caracterizar la desviaci6n en térmhl0s considerablemente más protector que en los Estados Unidos y con-
religiosos, pero, gradualmente, con el paso del tiempo surgieron siderablemente menos preocupado por lograr que el individuo
otras caracterizaciones y l~egaron a diferenciarse. Donde la dife- colabore para estar mejor o para que vuelva a la normalidad tan
renciación en los significados de la desviación tuvo lugar, sin em- pronto como sea posible} Realnlente, P'arsons sostiene que mien-
bargo, hubo una tendencia a dar mayor importancia a un signifi- tras que la enfermedad es el principal tipo de desviación en los
cado que a otro. El1 la India, por ejemplo, Parsons sostiene que Estados Unidos, no lo es en la Unión Soviética, donde, afirma, el
el énfasis principal en el pasado reciente estaba puesto en los ritual y en consecuencia la confornlidad improductiva a las me-
requisitos para la pureza del ritual. En la Unión Soviética, se dice tas del régimen es lo principal.
que el énfasis. fundamental está en el compromiso asumido por
el ciudadano de realizar bien su trabajo para el beneficio del Es-
tado. En Inglaterra, se dice que lo que nlás se. acentúa es el com .. La desviación institucional del trabajo para la desviación
promiso con la ley. Los Estados Unidos, sin embargo, enfatizan
-,A.
el valor de la salud sobre otros valores tales como la pureza ri- La desviación, entonces, tiene mayor probabilidad de ser con-
tual o la ley. Siguiendo a Parsons, el sistema de valores norteame .. siderada un problelna de salud en los Estados Unidos, que un
ficano enfatiza el activisn1o, la mundanidad y el instrumentalis- problema del derecho, pureza ritual o C0111prOn1iso político. Esto
mo. El activisn10 se refiere a una orientación.a dominar el medio no significa, por supuesto, que no' se adherirán otros significados
ambiente más que adaptarse a él; .la mundanidad a la valoración sociales a algunas forlnas de desviación, sino más bien qué en...
de objetivos seculares prácticos en vez de gratificaciones místi- fermedad será una designación más común que otras. Esto tan1-
cas o estéticas; el instrumentalismo, .a la ausencia de una meta bién significa que la profesión designada .oficialmente como la úni-
ideal definitiva por el sistema, de modo que el movimiento en la ca competente para diagnosticar y tratar la enfermedad tendrá
dirección correcta substituye el logro de tal meta. Para el indivi- en su jurisdicción considerablemente más conducta desviada de
duo, este n1odelo de valores se centra en el logro juzgado univer- la que ocuparse que otras profesiones relacionadas con el control
salmente. La salud es tan valorada porque es una condición esen- social. Lo que se involucra es una división del trabajo entre pro-
cial para tal logro, involucrando como lo hace la capacidad fesiones, una cuestión institucional así como una cuestión de nor-
imputada para desempeñar tareas y roles adecuadamente. TIlaSsociales. Es posible representar la clasificación de los tipos
Parsons continúa observando qtle en los Estados Unidos es n1ás de desviación presentada en el capítulo anterior como una clasi-
probable que la desviación de un individuo sea vista como una ficación de la jurisdicción profesional. Podemos decir con segu-
perturbación de su capacidad, es decir, corno enfermedad, de lo ridad aproxilnativa que el derecho trata con actos de desviación
que es probable en otras sociedades. Además, concordando con su jlnputada por los que el actor es hecho responsable y. por los que
énfasis en la actividad y el logro, el. aspecto de .la enfermedad debe pagar, en tanto que la Medicina se ocupa de la desviación
que probablemente sea. más estimulado en los Estados Unidos imputada por la que no se considera que el actor es responsable
es «la obligación de cooperar de lleno con la entidad terapéutica, y que es «tratada» más que «castigada»o Paralelamente al cua-
esto es, trabajar para conseguir su propia recuperación».2 Demos- dro 1 del capítulo anterior, el cuadro 4 representa la división pro-
tr~r la motivación de cooperar con el tratamiento (y consiguien-
temente de retornar a la normalidad) es por lo tanto un elemento 3. Existe de hecho cierta evidencia de que el cuidado hospitalario en la Unión
primordial de la actuación legítima del rol de enfermo. En la Soviética es más permisivo y amable de lo que lo es en. los Estados Unidos, si
bien esto puede ser en función de la- mayor proporción de personal por pacie?-:c
que el que se encuentra aquí. Por otro lado. se podía observar que en la Unlon
1. Talcott PARSONS, Definitions o/ Health and lllness hl the L'¿gltt of Ameri Soviética parece haber una tendencia a designar como «enfernlos mentales» a los
can Values and Social Strtlcture, en Talcott PARSONS, Social Structure and Per- disidentes políticos,. de lo que se desprende que los conceptos m~dicosse utili-
sOl1atity (Nueva York: The Free Press of Glencoe1 1964), pp. 258~291. zan para propósitos políticos, como ocurrió en los Estados UnIdos con Ezra
2. lbid., p. 284. Pound y el general James Walker.

248 249
,:
!

fesional del trabajo .en cuanto a definir y tratar con la desviación. ta la conducta humana. La conducta desaprobada recibe, cada
Est~ represe.ntaclón de las principales instituciones de control vez en mayor. medlaa, más el significado de. enferm~dad que. r~-
e~ obvIame~t<; Incompleta, puesto que falta otra institución prin- quiere tratamiento que de crimen que reqUIere ca~tlgo, la. VIC~I-
cIpal: l~ re!lg1~n. La au:s~ncia de la religión en una representación
de las InStItuclOn:s oftclal~s ~e control es exacta, sin embargo,
/ mización requiere compensación o el pecado requiere paCienCIa ,.,
e~ que la separaCIón constItucIonal de la iglesia y del Estado iro.. y gracia. . . . .. .
Apenas en el siglo XIX, la MedIc~na era una InS!ltuc16~ relati-
pIde que el. E~tado adopte ofici~lmente las designaciones religio- vamente de poca importancia, humIlde ante la majestUOSIdad de
sasde desvIacIón. Debe usar desIgnaciones legales o médicas. Por la religión y del derecho. Pero con el crecimiento ~~ la ciencia
supuesto, las definiciones de desviación que tienen un especial médica cada vez más la conducta humana comenzo a parecer
origina~se en «causas» específicas sobre las que el clérigo, la ele:-
Cuadro 4: DOMINIOS DEL DERECHO Y DE LA MEDICINA
ción. humana y el deseo tenían escaso control. Y, l?s descubrI-
SEGÚN GRAVEDAD Il\fPUTADA y CONDUCTA
mientos médicos permitieron el tratamiento c~n .exlto ~e t,ales
problemas. A partir de este núcleo de de.scub:lmlento ClentIfico
Gravedad Desig71aciones del Designaciones de la creció un vago halo de autoridad que estImulo la ampRa exten ..
imputada Derecl1o, únputación sión de las definiciones médicas de desviación en áreas de .la con-
Medicina, no imputación
de responsabilidad de responsabilidad ducta que anteriormente estaban manejadas por la religión y el
derecho. Como dijera Szasz:
Menor «Falta insignificante» «Enfermedad menor» fiebre tifoid~a,
(conducta) (Multa, libertad condi .. Partiendo de cosas tales como sífilis, tuberculosis,
(Atención ambulatoria) carcinomas y fracturas hemos creado la clase «enfermed~d». Al prIn-
cional)
cipio, esta clase estaba compuesta sólo por uno~ pocos lte1ns, todos
Grave (Felonía» los cuales conlpartían el rasgo común de referIrse a un estado. de
«Enfernledad con amena .. desajuste estructural ° funcional del cuerpo hunl~no com~ .máquIna
(conducta)
za para la vida» físico-química. A lo largo del tiempo se agregaron. tten1.s adICIonales. a
(Prisión) (Hospitalización) esta clase. No fueron agregados, sin elubargo, debIdo a que s~ ,huble ..
ran descubierto nuevamente desórdenes corporales. La atenclon ~el
origen religioso, por ejemplo, desaprobación del divorcio viola- médico se apartó de este criterio y comenzó a centr~rse~ en cambIO,
ción del sábado, o interrupción deliberada del embarazo, ~casio- en la inhabilitación y el sufrimiento como nuevos crIterIOS de selec-
ción. De este modo, al comienzo lentan1ente, ~osas tales c:omo la
nalmente se reflejan en las leyes. No obstante, las instituciones histeria, hipocondría, neurosis obsesiva compulSIva y depresIón. fue.
):'~li~iosaspueden. c01!tri?uir meramente a la formación y mantee. ron agregadas a la categoría de enfe~m~dad. Luego, con creCIente
11lmlento de las InstItuCIones oficiales de control en los Estados celo, los médicos y especialInente los pSIqUIatras comenzaron a l1~mar
Unidos, más que ser ellas mismas oficiales. A diferencia del de- «enfermedad» [ ... ] a cualquier cosa y a todo en 10 9-ue ellos pudIeran
recho y de la Medicina, la religión deja su marca en las institu .. detectar cualquier signo de mal funcionamient?, sin Importar la norma
ciones oficiales sólo a través de su influencia en la opinión públi- en la que se basaran. De ahí que la agorafobIa es enfermedad porque
ca que moldea la política pública. .uno no debería asustarse de los espacios abiertos. La homosexuah.dad es
Dejando de lado la posición legal particular de la religión en 'una ~nfermedad porque la heterosexuali?ad es la norma SOCIal. ~1
divorcio es una enfermedad porque es SIgno de fracaso en el matrI-
los ~s~ados ,unid?S, sin er,nbargo, yo insistiría en que a lo largo
del ultImo sIglo, IndependIentemente de su posición legal sufrió monio.S
'"u1?-a pérdida significativa práctican1ente en todos los paíse~ indus .. El énfasis creciente en la designación de enfermedad, enton-
trlales como una fuente de definiciones viables de desviación. Lo ces, ha sido a costa de las dos designacion~~, crimen ~ ~ec~d~" y
mismo le ocurrió, aunque en menor grado, al derecho. Como fue disminuyendo los línlites cuando t;0. debIlItando la J~rl~~hcclon
Rieff, yo creo que «el hospital está sucediendo a la iglesia y al de las instituciones de control tradICIonales de la rellglon. y .el
parlamento en tanto institución arquetípica de la cultura occi- derecho. Verdaderalnente, mi propia sospecha es que la. ~urls.
det;tal».4 El hospital se está convirtiendo en tal institución arque .. dicción de las otras instituciones fue absolutamente de'~)Ihta~a
típIca en .gran parte por el proceso mediante el cual se reinterpre- porque el empuje de la expansión de la aplicaci~n de deslgnaclo.
4. Philip RIEFF, Freud: The Mind of tite Moralist (Garden City: Doubleday y S. Thomas S. SZASZ, Tl1e Myth of Mental Illness (Nueva York: Harper y Rovv',
Cc., 1961), p. 390.
1964), pp. 44-45.
250
251
nes médicas, fue dirigida hacia las formas graves de desviación e~nerg~l1te recientenlente de la relación entre la perICIa institu-
(y a su control) ,dejando a las otras instituciones un residuo 'de clonahzada con el derecho individual de igualdad y autodeter-
transgresiones esencialmente triviales o escasamente técnicas. nlinaciÓl1s8 . '

EI.modo, médico de responder a la 'desviación de este modo ~l evaluar el carácter de estos desarrollos es muy importante
está siendo aplicado cada vez más a conductas de nuestra socie- deslindar los logros científicamente denl0strables del status de
dad, muchas de las cuales recibieron respuestas muy diferentes la profesión involucrada y del éxito que ésta logró al establecer
,en el pasado. Lo que en el pasado era llamado crimen, locura su jurisdicción. La jurisdicción que la Medicina estableció se en-
degeneración, pecado y aun pobreza, en nuestros días es llamad¿ tiende rnucllo más allá de su capacidad demostrable para «curar».
, enfermedad, y la política social pasó. a adoptar una persnectiva No obstante, el éxito' obtenido para la aceptación general del uso
adecuada a la imputación de enfermedad. Las cadenas se' ;ompie .. del término «enfern1edad» para designar una forma de conducta
r011 y por todos lados el profesionalismo' de la salud se erigió para desaprobada va acompañado del supuesto de que la conducta
legitimizar la reivindicación de que la conducta adecuada ante la sólo es llevada correctamente por los médicos. Similarmente, el
desviación es el «tratamiento» en las manos de una profesión hecho de que los médicos estéll deseosos de lnanejar o de tra-
responsable y diestI'a. Habiéndose suprimido las designaciones de tar con formas de conducta problemáticas lleva a la ilógica con-
pecado y crimen, es probable que se diga que lo que se le hace clusión de que la conducta debe ser una enfermedad. Por ejemplo,
al desviado es por, propio bien, para ayudarlo más que para cas .. el «borracho» es redesignado como «alcoholismo», y el «alcoholis ..
tigarlo, .aun cuando el tratamiento en sí mismo constituye, una nlO» se"convierte en una enfermedad qtle debiera ser tratada por
privación bajo circunstancias ordinarias. Sus propias opiniones un médico y no por los tribunales o por 'la iglesia. Tal jurisdic-
sobre su tratamiento no son consideradas, porque se dice que él es ción se establece aun cuando el conocimiento de la etiología y
un profano que carece del conocimiento especial y de la inde .. de un método de tratamiento previsiblemente de éxito están tan
pendencia que lo calificarían para que S11 voz fuera oída. ausente en Medicina COITIO lo están en la religión o en el derecho.9
Este movinliento para reinterpretar la desviación humana como De este nlodo, la profesión n1édica tiene la primera pretensión a
enfermedad arranca del humanitarismo. Como observó Wooton: la jurisdicción sobre la designación de la enfermedad y todo lo
que pueda estar relacionado con ella, independientemente ~e su
Sin ninguna duda, en consecuencia; en la actitud contemporánea capacidad para tratarla efectivamente. Ante un estilo semejante,
hacia la conducta antisocial, la psiquiatría y el hunlanitarislTIO mar- nosotros venlOS que la promoción de un valor social como la 'sa..
charon mano a "mano. Justamente porque tiene tanto que ver con la lud a la prominellcia social, es inseparable del surgimiento de un
,atmósfera ¡nental de una época concebida científicamente, el trata- ,vehículo para el valor: un cuerpo organizado de trabajadores
miento médico de los desviados sociales fue un refuerzo poderoso de que proclaman jurisdicción sobre dicho valor. Una vez que se ha
los impulsos humanitarios, si no el más poderoso, dado que hoy en obtenido jurisdicción oficial, la profesión tiende entonces a crear
día el prestigio de las proposiciones humanas se ve inmensamente real-
zado si éstas están expresadas en el idioma de la ciencia médica.6 suS propias nociones especializadas de qué es lo 'que será llamado
enfermedad. En tanto la Medicina es apenas independiente de la
La consecuencia del movimiento, sin embargo, es el fortaleci .. sociedad en la que existe, convirtiéndose en un vehículo para ,los
miento de una institución de control profesionalizada, que, 'en valores de la sociedad, llega a desempeñar un rol principal en 10
nombre del bien del individuo y de la pericia técnica, puede qui- relativo a la formación y rnodelación de los significados sociales
tarle al profano el derecho para evaluar su propia conducta y la Jmbuidos con tal valor. ¿Cuál es la presión de tal rol?
conducta de sus conlpañeros, un derecho fundamental que se
8. ThomasS. SZASZ, Lavv, Liberty and Psychiatry (Nueva York: The Macmi-
evidenció en la lucha duramente ganada para interpretar las Es- Han Co., 1963).
crituras por uno mismo, sin considerar la autoridad dogn1ática, 9. El deseo de suprimir el tratanliento punitivo de los alcohólicos lleva aún
en religión, y el dereého a ser juzgado por los propios iguales, en a un estudioso tan avezado como Jellinek a la curiosa táctica de observar que
derecho.? El trabajo de Thomas S. Szasz se puede citar como un si bien nadie ha desentrañado suficientemente los hechos como para conocer la
causa o la cura del «alcoholisnlo» (si es que se trata de tma entidad única más
importante esfuerzo para analizar el carácter de este problema que de varias entidades separadas, cada una con una «causa» diferente), sin elU"
bargo, ésta es una enfermedad. ¿Qué es una enfermedad? «(Una enfermedad es lo
6. Barbara WoorfoN, Social Sciel1ce and Social Pathology (Londres: George que la profesiÓn lnédica reconoce COl1'lO tal.» Eso es, nosotros no conocemos cuá-
Allen y, Unwin, '1959), p.' 206. les son las causas, pero dado que los médicos llaman a esto un~ enfermedad, por
7. «De este modo la n1edicalización de la desviación concluye en la castra- lo tanto esto debe ser algo causado por fuerzas naturales sobre las que el des-
ción política del desviado.» Jesse R. PITTS, Social Control: The COl1cept, en «Interna. viado no tiene control. Ver E. M. JEtLINEK, The Disease COl1cept af Alcolzolisl'n
tional Encyclopedia of the Social Sciences» (Nueva York: The Macmillan Com- (Nueva Haven: Hill.house Press, 1960), p. 12. Y ver Thomas S. SZASZ, AlcollOlism:
pany y Tl\e Free Press, 1968), Vol. XIV .• p. 391. A Socio-Ethical Perspective, «Washburn La\v Journal~, VI (1967), pp. 255-268.

252 253
•••• ft .•

El n1édico con10 e111presario 1noral desalielJ.ta las reacciones condenatorias. Se 'condena la «enferme ...
dad» más que la persona, pero se condena de todos modos. La
Claramente, ni la fv1edicina ni el nlédico pueden ser caracteri- p~rsona es tratada con simpatía más que con reprensión, pero se -
zados como pasivos. Como profesión de consulta, más que erudita espera que se libere del atributo o de la conducta condenada.
o científica, la Medicina está comprometida a tratar más que De este modo, si bien (idealmente) la persona puede no ser juz-
meramente a definir y estudiar las enfermedades del ser huma- gada, su enfermedad ciertamente es juzgada y su «enfermedad»
no. Ti~ne una misión de intervención activa guiada por lo que, ~s. parte de él. La neutralidad moral sólo existe cuando' a una
cualquIera sea el tiempo y el lugar donde exista, se considere en .. persona se le pern1ite' ser o hacer lo que desea, sin observaciones
ferIno en el mundo. Además es activa en investigar sobre la en- o discusiones. La aprobación moral positiva, por supuesto, existe
fermedad. La profesión trata efectivalnente las enfermedades que cuando se urge a una persona a ser lo que debe, no 10 que desea.
los profanos le plantean pero también trata de descubrir enfer- Claramente, el médico, ante la enfermedad, ni aprueba ni es neu-
medades de las que el profano ni siquiera puede ser consciente. tral. Cuando él sostiene que el alcoholismo es una enfermedad, es
Una de las mayores ambiciones del médico es descubrir y descri- tanto un empresario moral como lo es un ortodoxo que sostiene
bir una «nueva» enfermedad o síndrome y ser inmortalizado por que es un pecado. Su misión .es atribuir significados sociales, y
el hecho de que su nombre se use para identificar tal enfermedad. por lo tanto morales, a signos físicos y de otro tipo que son, si no
Así pues, la Medicina está orientada a buscar y a encontrar en- fuera por tal significado, propias de las tundas y las mordidas por
fermedad, lo que quiere decir que busca y crea .significados socia- los que los animales se tratan entre ellos.
les de enfermedad donde tal significado o interpretación faltaba Sin embargo, en tal empresa moral en la Medicina, hay una
anteriormente. y en tanto la enfermedad se define como algo malo,
para ser erradicado o contenido, la Medicina desempeña el rol
que Becker llamó el «empresario moral».lO La actividad médica
¡ división del trabajo. La tarea cotidiana del facultativo es atribuir
una designación médica a síntomas que los profanos ya particu-
larizaron como indeseables. Claramente, en ocasiones el médi ..
conduce a la creación de nuevas reglas que definen la desviación; co es un empresario verdadero cuando descubre enfermedad de
la práctica médica persigue reforzar esas reglas atrayendo y tra- la que el hOlubre profano no es consciente, pero esencialmente
tando a los enfermos desviados recién definidos.
En prinlera instancia parece extraño incluir al médico con pu- \
f.
su tarea es modesta y humilde. Los principales empresarios mo~
rales en lVledicina son aqtlellos que persiguen ifluenciar la opinión
ritanos, reformadores y otros que son más obviamente empre- pública y los planes de acción políticos, y de éstos parece haber
sarios morales. El trabajo del nlédlco no es visto generalmente tres clases. Están, ante todo, los portavoces públicos de la pro ..
como moral; se supone que trata la enfermedad sin juzgarla. Hay, f
fesión organizada o de sus especialidades. Ellos se proponen aler-
sin embargo, un j~ici~ moral irreductible en la designación de
enfermedad en sí misma, un juicio cuyo carácter frecuentemente
I
\
tar al público de los importantes peligros de una enfermedad de-
terminada, o dé las virtudes de una determinada clase de salud,
se pasa por alto debido al consenso virtualmente universal que dental, mental o de otro tipo. Sus actividades tienden a ser ver ..
existe alrededor de la indeseabilidad de gran parte de lo que se daderamente serias y ser apelaciones técnicas para que el público
designa enfermedad. El cáncer es tan obviamente indeseable para I adopte las prácticas de salud preventivas, incluyendo la consulta
todo el mundo que su status como enfermedad parece objetivo a sus médicos. Segundo, están los principales empresarios mora-
y evidente por sí mismo más de lo que es: una valoración social les de la Medicina misma, algunos de los cuales pueden ser ejer-
sobre la que mucha gente coincide. Aun cuando se reconozca esto, cientes individuales cuyo pasatiempo es hacer campañas por cues-
sin embargol se debe observar que la palabra «enfermedad» se usa tiones relacionadas con la salud, pero muchos de los cuales no
a menudo explícitamente con el propósito de evitar condena mo- son en absoluto ejercientes con dedicación completa; en cambio,
ral, puesto que el humanitarismo persigue adoptar este propósito están asociados con establecimientos sanitarios públicos, como
para que la gente no se incline a castigar al desvíado. Al designar hospitales, clínicas, escuelas médicas y departamentos de salud.
a algo como el alcoholismo «enfermedad» y al declarar que un \ Éstos son los consejeros técnicos que son entrevistados más co-
consternado y sucio delincuente es un enfermo, la intención es l múnmente por la prensa pública sobre problemas de la política
evitar la condena moral. t
de salud y que son llamados para dar testimonio ante los cuer-
De todos modos, si bien la designació11 de enfernledad parece
realmente funcionar para desanimar

10. Ver Howard S. BECKER, Outsiders


reacciones punitivas, no

(Nueva York: The Free Press of Glen-


I pos legislativos. El empuje de su actividad se dirige hacia el po..
der político para implelnentar las medidas destin&das a mejorar
lo que ellos consideran que es la salud pública. Asociados con
representantes de intereses médicos organizados, y reforzados
coe, 1963), pp. 147-163. por cuerpos profanos interesados, también fueron responsables
254 255
de gl~an p~rte de la -legislación que, en n0111bre del htunanitaris. donde el profano ve visión extrclnadalnente mala 13 «enfermedad
J

mo, Intentó trasladar enferlnedades tales can10 el alcoholisn1o Tnental» donde el lego ve «nerviosislTIO» o «próblelnas»" y «alcoho-
d~o~ad!cción, cnfe~edad lnental y deficiencia n1ental de la ju~ lismo» donde éste ve «(bebedor excesivo». Resumiendo, el em-
rlsdlcclón ~de los trIbunales para ponerlas bajo la jurisdicción de presario nl0ral tiende a ver en cuestiones ITlédicas enfermedad
las profesIones de la salud. donde el profano ve algo diferente a una enferu1edad, o ve mera ..
. Fj.i1aln1ente se deben nlencionar los grupos de intereses espe- nlente variaciones individuales dentro de amplios lünites de 10
c~alesprofanos a veces conducidos por médicos pero incluyendo 110rlnal. Y se inclina a ver un problema grave allí donde el profa-
sIempre al lnenos UI1 nlédico ilnportante, cada uno de los cuales no ve un problema menor. Tienen una predisposición hacia la
hac~ campañ~s c~ntra la amenaza de la enfermedad elegida es.. enfermedad como tal y hacia la creación de una desviación se-
peclalnlente, InvalIdez o agente presumiblemente inductor de la cundaria, roles de enfernlo, donde antes no 11abía sino desviación
enfermedad)!. AquÍ, sin trabas por la dignidad profesional, están primaria.
los .empres~rI~s morales en salud más extravagantes, cada uno
dedlc~do a IncItar al público a prestar la atención y los recursos
que solo se pueden obtener a expensas del otro, cada uno tratan .. La predisposición hacia la enfermedad en la práctica cotidiana
do de crear en el pensamiento público una -profunda lástima y'
horror hacia su propio defecto humano, elegido especialmente. Esta predisposición característica hacia la enfermedad no se
Algunos. g~upos. ~stán comprometidos en, establecer la aplicación manifiesta, sólo por el empresario moral activo de la salud, sino
de la ~esIgn~cl0n de enfern1edad a condiciones que antes no también por el ejerciente cotidiano. En verdad,Sclleff la llama
eran. aS.l consId~rad.as (conlo en el caso del alcoholisnlo); otros, a una norUla de decisión médica.14 Scheff señala que dado que él
s~prlmIr el est.lgnla. de algunas enfermedades (como lepra) cam- cree que todo el trabajo que realiza es por el bien del cliente,
bIan~o .sus deSIgnacIones (a enfermedad de Hansen) y otros a re- el profesional de la salud típicamente asumeqú.e es mejor imptl--
definIr la enfernlcdad (como epilepsia) como para cambiar. la ima- tar enfermedad que negarla y correr el riesgo de dejarla pasar o
gen pública de la categoría de crónica, grave o incurable a no notarla. Esta postura es opuesta a la del sector legal, en el
enfermedad menor o al menos curable o controlable. que se asume que es mejor permitir que una persona culpable
Con la posible excepción del ejerciente cotidiano, que pasa la quede libre que condenar equivocadalnente a un inocente. En re-
mayor parte de su tien1po de trabajo COIl padecimientos menores sumen, la 110rma de decisión que guía la actividad médica de los
y de rutina, y que tiene la oportunidad de relevar a sus pacientes ejercientes es la de estar a _salvo a- través del diagnóstico de en-
de preocupación (y de aliviarse él mislno de los pacientes que la ferlnedad antes que de salud.
preocupan) lamentando sus síntomas y enfatizando su salud Hay alguna evidencia interesante que apoya la especificación
la luayoría de las actividades de los empresarios morales activo; de Scheff acerca de la «norlna de decisión» característica de la
de la salud están penetradas por la tendencia.a ver más enferme- Medicina. En un estudio de interpretaciones de rayos X para tuber--
dad por todos lados y a ver el medio ambiente nlás peligroso de culosis citado por Sclleff, por ejemplo, de 14.867 radiografías, 1~216
como __ lo ve el profano.t2 Ilnpacientes por las estadísticas disponi- fueron interpretadas como proporcionando indicación positiva de
bles basadas en la cantidad de casos diaanosticados realmente e tuberculosis que posteriormente se interpretaron como negativos
inforlnados por los ejercientes cotidiano;, se inclinan a dar inl- (siendo definidos éstos como «falso positivo»), en tanto que sólo
po~tancia a la gravedad del problema de salud que les preocupa, 24 de los interpretados como negativos fueron declarados positi-
estlDlando los casos que en el presente no están diagnosticados vos posteriormente (definidos como «falsos negativos»).t5 Clara-
y por lo tanto sin tratamiento. Sus estimaciones, además, proba- mente, la telldencia presente en este caso se inclinaba más a impu ..
blemente se basan en una definición más exagerada de la -enfer- tar enfermedad que salud. Se ha escrito lTIucho acerca de
medad o invalidez -que la que utiliza el público: viendo «ceguera»
ney COBB, H ealth Behavior Illness Behavior and Sick Role Behavior, «Archives of
11. Ver la estimulante discusión en Joseph R. GUSFIELD, SYl'nbolic Crusade, Environmental Health», XII (1966), p. 256.
Status Politics and' the ArnericanTernperance Moven1.ent (Urbana: University of 13. Para un análisis esclarecedor de la ceguera consultar Robert A. SeoTT,
Illinois Press~ 1966). Y ver Joseph R. GUSFIEtD, iHoral Passage: The SYlnbolic The ftlJaki1'lg o/ Blind Men (Nueva York: Russell Sage F?und.ation, 1969). .
Process in Publie Designations o/ Deviance, «Social Problems», XV (l967), 14. Ver Thomas J. SCHEFF, Being MetUally lU: A Soclologtcal TJleory (ChIcago:
pp. 175.188. Aldine Publishing Co., 1966), pp. 105.127.
12. Es ala luz de estos comentarios que puede ser útil evaluar el hallazgo 15. L. H. GARLAND, Studies on the Accuracy o/ Diagnostic Pro~~dtlres, «Ame..
que «la falta de comunicación de los síntolnas (por parte de los profanos) es un rican Journal of Roentgenology, Radium Therapy, and Nuclear ~ledlclne», LXXXII
problenla más predominante que la excesiva cOlnunicaci6n), en S. V. KASL y Sid .. (1959), pp. 25-38, citado en SCHEFF, op cit., p. 112.

256 257

HS 17. 17
variaciones en diagnósticos de 1 ~ , , .. · del ejemplo de Bákwin debería quedar claro que la'
ambiguas como radio raf' pat? ogzas a partIr de eVIdencias
la norma de! decisión médica se refiere tanto a los prO.
algunos de los cuales 7ndi~as de torax y electroca:?iogramas, sólo
como a los diagnósticos, que apunta a lo que a veces
cos de enfermedad sobre ~?- un,a tr:tayor proporclOn de diagnósti~
«cirugía innecesaria» y «sobreprescripción» como con-
evaluar tal evidencia radicalagnOS ICOSde salud.M F:l problema de
se(~ue:nC:las na.turales de la norma de decisión, no como una conse-,
precisión del diagnóstico in~~ la ~lta de prueba .d~~ecta sobre la del descuido o de la ignorancia,19 como se acusa por cri.
terson y otros observaro'n daa:n lente ~~. la oprnlOn. Como Pe. ~erios dentro de la profesión. De todos modos, parece haber algo
en la que faltan descubri~ientos l~e~~~~gued;d lde la evi.dencia, m~.~.,_quesólo la norma de decisión implicada en tales prácticas.
nunca está seguro de si ." ~1 lVOS e a autopsIa, uno Primero, se puede observar que aun cuando Bakwin sostiene que
se debe a signos Objetivo~n;e~n~h~~~Ion a diagnosticar patología el motivo de ganancia económica no podía estar involucrado en el
no para otro 17 o se debe c p l. es para un observador pero
estudio de amigdalectomía porque casi todos los niños habían
roa de decisiÓn que ante ,¡;odmo sugler~ Sche~f, a! uso de una nor-
'sido operados en clínicas gratuitas, es difícil negar que los' moti~
medad que no hacerlo. uda es mas sabIO dIagnosticar enfer.
vos económicos oportunamente estimularon diagnósticos y trata-
Una evidencia bastante me. . .. . ·~ mientos que de otro modo podían no haber tenido lugar. Además,
refiere a' su cita d · Jor. qu~ ~poya la nOClon de Scheff se
los deseos de los. mismos pacientes no pueden, ser subestimados.
American Child He~thunA~s~~:~~~gaclO:. r~aliza~a .en 1934 por el Como señaló Fry,20 las amigdalectomías tuvieron su pico de popu-
dicos sobre ..las conveniencia de 1 n s~ le as op~nlones de los mé.
laridad en los comienzos de 1930, una popularidad compartida por
escolares. Estaba descrito por ; ~m~gdalectom~a para 1.000 niños
los padres de los, niños y los médicos. Finalmente, cabría mencio-
niños, «611 tenían ya sus am" d ~ Wln como SIgue: de los 1.000
nar el empuje hacia la intervención activa que es inherente a la
fueron examinados or otros Ig, a .as operadas. Los restantes 389
para la amigdalecto~ía.
aparentemente
Esto ~e~~~s,
eran normales al a
Its
174.!ueron selecci?nados
lunos ~u:yas amIgdalas
práctica clínica como ta1.21 En tanto el trabajo del niédico es to-
mar decisiones, incluyendo la decisión de no hacer nada, de hecho
parece ser que el ejerciente cotidiano se siente impelido a hacer
to a trabajar examinando a es'tos ~~s gr~po de medIC?S Ú}e pues- algo, aunque sólo sea para satisfacer a los pacientes que lo apre ..
de ellos necesitaban operarse Aún nrnos'l Y,s,e conSIdero que 99
dicos para examinar 10 .....· se emp eo otro grupo de mé .. mian a hacer algo cuando ellos tienen dolor. En este contexto se
puede mencionar el informe de Peterson, Barsamian y Eden,22 de
mitad fue recomendadas P~:sl restante~" Y aproximadamente la
poco probable ue cada . a oper~cl.on».t8 D~do que es muy que cuando se diagnostica el síndrome de Stein-Leventhal, casi
siempre se trata de un error. Ese diagnóstico errado es tanpopu ..
alto la gravedaJ de signo:~~o de medICOs hubIera pasado por
casos que vi ~. u~a cuarta parte completa de los lar porque el síndrome se refiere al único tipo de esterilidad que
puede beneficiarse con la cirugía. Diagnosticando el médico puede
una escala V¿ri~~I:c~e~~~~~:~lble, concluir qu~ ca~a uno usó
as hacer algo y anima al paciente a sentir que se está haciendo todo
Como el maestro que da una cier:n que ~~ crIterIO absoluto.
importar la calidad general de su ~ pro~OrClO~ de suspensos sin para ayudarlo.
De este modo, parecería plausible predecir que el' «sobrediag ..
dicos estudiados se inclinaban c .as~, e, . mIs~o modo los mé-
nóstico» y la «sobreprescripción» tienen mayor probabilidad de ser
de amígdalas independientemen~ ~~rr:~n~pu{!: dClderta.proporci.ón encontrados en estas condiciones: a) cuando es más probable que
vados. Alguna. pro ·~ d .. l U e SIgnos obser-
el médico obtenga algún beneficio de ello; b) cuando el paciente
D:tlamadas o glán~~~~o~n:hact;:~za~I~nesd PfiriJ?arias (gargant~s
Clones secundarias. e e e nlrse como desvla. tielle dolor p,ero los signos y síntomas son ambiguos y e) cuando

19. Para un conjunto de críticas semejantes, si bien de proporción en un sen-


1? Ver !os siguientes ejemplos: A. L C tido, consultar Martin L. GROSS, The Doctors (Nueva York: Dell Publishing Co.,
Taklng Medleal Histories, «Lancet», CCLX' (lZ~l~RANE el al., Observers Errors in
y ~. H. GARLAND, Observer Error in. the Inter r' p~. 1.007-1.009; A: L. COCHRANB 1968).
20. Ver John FRY, Are All «T's and A's» Really Necessary?, «British Medical
natt?n~l C?,nparison, «Lancet», CCLXIII (1952) P etatlon of .Chest Flllns: An Inter.
Vanatton tn Reports on Eleetrocardiog B }):P' 505.509, L. G. DAVIS, Observer Jouina!», 1 (1957), pp. 124-129.
21. Ver el informe de una investigación que encuentra que una razón princi-
p. 568; G. S. KILPATRICK Observer E rams~ « IltI~~ Heart Journa1», XVIII (1956)
c~t~on», XXXVIII (1963): pp. 38-43; ;;~{e~n SMedtct1'ze" «Journal of Medical Edu: pal por la que los médicos prescriben es el temor confesado a no hacer algo,
en 'Harry F. DOWLING, How Do Practicing Physicians Use New Drugs?, «Joumal
btllty of Diagnoses in Therapeutic Praet' J' SAND1ERS, Completeness and Relia-
vior», V (1964), pp. 84-94. lee, «ourna of Health and Human Beha- of the American Medican Association», CLXXXV (1963), pp. 233-236. La «tendencia
hacia la intervención activa» sostenida por un optimismo acerca del resultado, ,se
17. Ver Osler L. PETERSON et al A St d . .- expone razonablemente en Talcott PARSONS, The Social System .(Nueva York: Free
liminary Report, «Journal of Medic~í Ed u t~ of Dtagnosttc Performance: A Pre-
18. Harry BAKWIN Pseudodoxia P .UCél; Ion», XLI (1966), pp. 797-803. Press, 1951), pp. 466-469. Estos dos aspectos de la mentalidad clínica ciertamente
cine», CCXXXII (1945), pp. 691-697. edlatrtea, «New England Journal of Medi .. apoyan la norma de decisión médica.
22. PETERSON, op. ,cit.

258
ci~rtos diagnósticos y tratamientos convencionales y populares es .. Consecuen.cias de la tendencia hacia 'la enferlnedad
tán disponibles no siendo .absolutamente contradictorios con los
~ignos y sÍnt0111aS presentes. Las tres condiciones no necesitan La preferencia diagnóstica de la' Medicina fluye sin confrontar-
darse simultáneamente para tal conducta, dado que encontramos secan su misión especial de descubrimiento y' tratamiento de una
la te!l~encia .a «sobredlagnosticar» apendicitis aguda 23 aun en el forma de desviación cuya objetividad es incuestionable. Debido
ServIcIo NacIonal de Salud inglés, donde la ganancia económica a que el status biofísico de los signos médicos se confunde c~n el
aparentemente no es importante en principio.24 Del mismo modo, status moral y social del significado de enfermedad, no se dISCU"
en los Estados Unidos, donde las ganancias de los médicos no de .. te seriamente la Medicina .. como sí ocurre rutinariamente acerca
pe.nden de la venta de medicamentos, la venalidad no puede ex.. de los tribunales que se ocupan del peligro social y moral de de-
'p'hcar adecuadamente los 11ábitos notoriamente voluminosos y a signar (o diagnosticar) erróneamente. La inqu!etudde .la Medici ..
yeces yatrogénicos de prescripción de los lnédicos nortealnerica- na está ampliamente relacionada (aunque no Sin excepclo~es) co~
nos.25 Además debería notarse que la norma de decisión médica las consecuencias biofísicas del diagnóstico y del tratanlIento: SI
no siempre es operativa. Verdaderamente, a veces se revierte son exactas o eficaces. Su incumbencia no tiene que ver con las
para crear «subdiagnóstico». Bajo las condiciones de la práctica conseciÍencias sociales. Secundariamente, hay cierto interés con
en la era de postguerra stalinista en la Unión Soviética 26 como el costo económico para el paciente o su agente. Las ~onsecu~n-
bajo las condiciones de la práctica de la psiquiatría (si ~o de la cias sociales para la identidad de la persona que se dIagnost~ca
Medicina en general) en los militares,27 la presión sistemática de son consideradas raramente. Sin embargo, estas consecuenCIas
la situación desalienta los diagnósticos de al menos algunas en- pueden ser inlportantes.
fermedades .. mentales o de otro tipo. Similarnlente, entre los mé- En un análisis serio sólo a medias, Meador se explaya sobre la
dicos generales y entre otros consultores de primera línea que no noción de «no enfermedad», que es la designación de. un dia~n~s.
están en posición de enajenar a sus clientes,: podríamos suponer tico que se establece después que una perso.na fue dIagnostIcada
subdiagnóstico de una enfermedad tan estigmatizada como es la equivocadamente de uI).a enfermedad partIcular, y luego, tras
«psicosis». Estas excepciones a la .norma de decisión médica no una investigación n1ás precisa, resulta no tener tal. enfer-
deberán lamentarse, aunque sólo fuera porque se pueden tomar medad.28 Por ejemplo, ante un individuo con abundan:e pl.gmen-
para ilustrar nuevamente cómo los ambientes de trabajo sobre- tación y baja presión sanguínea (en y fu~ra de 51 mIsmas,
determinan las orientaciones de valor general y las normas de desviación primaria) puede sospecharse que tIene la enfer~edad
decisión .. pero son excepciones a la norma general .. con probabili- de Addison (una desviación secundaria). Luego de. descubrIr que
dail de ser más deploradas que el sobrediagnóstico por los líde- su color de piel es heredado de un abuelo cherokI y 9-u~ el fun-
res de la profesión. . cionamiento de su suprarrenal está dentro de los lImItes nor-
En el curso de la discusión sobre la evidencia que apoya la
noción de que hay por parte de los médicos una inclinación ma ..
lnales, de todos modos, su médico puede declarar q~:,
como ~lgu.
na gente que está en el límite más bajo de lapreslon sanguInea
yora imputar (o diagnosticar) enfernledad antes que salud.. 1le normal él no tiene el mal de Addison, él tiene la no enfernledad
'sugerido algunos de los factores que pueden sustentar 10 que la de. Addison. Es específicamente sano en el sen~ido. q?-e el mal de
profesión misma llama sobrediagnóstico y sobretratamiento. Di. Addison es algo específico que. con tO,da se?undad el no, p~dece.
chos factores pueden ser vistos como variables que estimulan o Todos los falsos positivos que fueron lnvestlgado~ y subslgule~te-
!condicionan la. norma de decisión de la profesión. La pregunta mente se descubrió que eran falsos consecuentemente se conVIer-
persiste aún: ¿entonces .. qué? ¿Cuáles son las consecuencias? ten en no enfermedades. y una serie de síndr?m.es, entre ellos
el síndrome de imitación, el síndrome de varIaCIón norm~l, el
23. Ver este dado extraordinario en H. B. MURPHY, Personality and the Ver-
miform Appendix, «Journal of Health and Human Behavior», VII (1966), pp. 153.162. síndrome de error de laborator~o yel síndrome de la sobreu1ter-
24. J. A. CA~'¡PBELL y' D. C. MCPHAIL, Acute Appendicitisl «British Medical Jour- pretación de Rontgen, son fuentes comunes para los falsos po-
nal»¡l 1 (1958), pp. 852.855. sitivos y la creación de no enfermedades.
25. Ver Bernard BARBER, Drugs and Society (Nueva York: Russell Sage Foun- Superficialmente, parecería que tener u~a no enfermedad es
dation, 1967), p. 128. Y ver Leighton E. CLUFF et at.,Studies in the Epidemiology
of Adverse Drug Reactions, «Journal of the American Medical Association», apenas lnás serio que el cost9' la pr:ocupac16n telnporal y la ~o-
CLXXXVIII (1964), pp. 976-983.
26. Ver Mark G. FlELD, Doctor and Patient in Soviet Russia (Cambridge: Har ..
lestia producida en el espaCIO de tIempo que va .desde el ag• .?i.
nóstico inicial (falso positivo) Y el resultado final. La MedICIna
vard University Press, 1957).
27. Ver 'Roger W. LITTLB, The «8ick» Soldier and the flrledical Ward Officer,
«Human Organization», XV (1956), pp. 22-24; Y especialmente el material de pri .. 28. C. K. MEADOR, Tlw .4ft ancl Sciellce of Nonclisease, «New England Jour-
mera mano sobre la psiquiatría militar por Arlene K. DANIELS. nal of Medicine», CCtXXII (1965), pp. 92-95.

260 261
sostie~e convencionalmente qu'
medad por descuido i n
,.':'<>Jrr~~::i.:: ~~~~~~~~~:;!~{~ll~J<?':"'"
~ es ma~ grave no ver una eDferH;; :'.:;~.~;~:t~ctó~C?génea,.
. ,.. . .. '
puesto que el dIagr,t0stlco y los preJ}llcIo~ terapeu.
,:
temporalmente. Lo ~e ~eor~cIa ~ accIdente, que diagnosticaBa:' .!;}.~./.!;:JICOS' s~ orgamzan en «escuelas» lIbres que van mas alla del ~ec.
es un significado sO¿ial olvIda, SIn embargo, es que enfermedad ,.~;~~;,ti.!.ot:fle'sal~d ..Otro mod? ~e apuntar ~ este prl?b.Iema es refenrse
t~lado por el médico. '.Jque no todo esto está habilitado o con.:r1:.,~:~:.:~;
al~~econOCI~ll1ento de dIStIr,ttas «o~)lmones».,medIcas acerca de la
vIrtuadas y pueden no c gunas. enfermedades pueden no ser dei'~:l:,,>-;.v,'interpretaclón y del maneJo de SIgIlOSy smtomas, todas más o
. e! mundo del paciente. ;:v~rtIrse nunca en no enfermedades erl';',:l-'.::" .menos legítimas.
ejemplo, el mero hecho de h c~so de la enfermedad mental por:' ,': " : En los campos de alergia y dermatología, hay escuelas de peno
marca el ~tatus normal del exp~cf; esta~o en~ermo .r;nental~ente:"~ ..samiento b~oquímico ,Y.psicolo~istas, cuyas .di~erel}cias son .si~.
como temendo; una enfermedad esn!e. SI .algUIenes dIa~nosticado -:::~ ~ .. lares al CIsma orgamco:fu~clOnal ~n, p~IqUlatna. En clrugIa
el1a n? es posIble: simplemente tzgmattzada, el ser lIberado de--:: . general, como en las especialIdades qUlrurgIcas, hay escuelas «con-
e~ estlgmatizante. Una consecue ~ue se ha~a sospechado de ella .';; servadoras» que evitan extraer un tejido si es posible, o que pre-
c~ar en el empleo .de la nOrma n~~a coJ??, esta ~ebiera hacer va.'~ fieren esperar un largo. período de tiempo antes de decidirse a
cma, aunque la motivación para deCIslon habItual de la Medi- 'i.~ hacerlo, Y escuelas «radIcales» que «van a eso» tan pronto como
su uso pueda ser humanitaria. '~~. sea posible o que buscan nuevas técnicas para extraer sin peligro
";7;' lo que nunca fue extraído felizmente antes. Y en Medicina inter-
~~ :io~~r:;ia~n a:~ ~~~e~~~li~:~~:c:é~~~:;~:t~: ~~l e~f~~la~ ~~~
usaban medicamentos liberalmente, y está la escuela «conserva-

:g~
."s:l

"11 if~~Ef~:~~~~~~~~:~~~~ím~~:j~~~~~i:::~~~:;:~;:rii
sente en el área general de la salud mental. Como demostra-
ron Strauss y sus asociados,29si bien la dicotomía general psico-
lógico/somático puede 'organizar a grandes rasgos la salud mental,
hay una diferenciación significativa en ciertas «ideologías».
"Estas opiniones están" organizadas en escuelas libres en vir-
tud del deseo comprensible de un médiéo, que envía sus pacientes
a quienes trabajan con él y.con quienes comparte su propia opi.
nión sobre la enfermedad y cómo llevarla. Por lo tanto ellos tien-
den a organizarse en sistemas de trabajo de ejercientes con con-
cepciones semejantes, quizá colocados en forma distinta en la
i división del trabajo entre especialistas, pero unidos"por hábitos
--1
de referencia de enfermos.
1 A partir de la existencia"-de tales escuelas se deduce, en más
I casos de lo que puede parecer a primera vista, que el ser diag-
nosticado o tratado de cierta manera depende en parte de lo que
I «realmente» está mal, y en parte de la preferencia del agente pro-
. 1 , fesional que se"elige y del sistema de referencias en el que está
inserto. Yo quiero dar a entender que esto funciona en un modo
I muy común y cotidiano: en la extracción o no extracción de amíg.
¡ dalas, de un apéndice o de un pulmón; en la prescripción de as-
i
pirina o de dosis niasivade antibióticos; en el uso de psicoterapia
verbal o de terapéutica electroshock; en el uso de radicación en la-

29. Ver la declaración programática según Leonard SCHATZMAN y Ans~lm


SrRAss, A Sociology of Psychiatry: A Perspective and Sorne Organizing Foci," ~So..:_
dal Problems», XIV (1966), pp. 3-16, Y ver Anselm STRAUSS el al., Psychiafric
ldeologies anc1 Institutiol1s (Nueva York: The Free Press of Glencoe, 1964).
gar de cirugía;. en el uso de anestesia en los partos. Manifiestamen- de la experiencia .personal extraída de la interpretación, que s~
te, si un paciente no elige deliberadamente una «escuela» (como lo . ha hecho algo efectivo. En consecuencia, el paciente se siente me-
hacen algunos de los más educados), y si, una 'vez que se encuen- . jor y el médico siente que sus servicios son responsables de la
tra en manos de proponentes de lUla escuela semejante, él no mejoría del paciente. Este logro ocurre mucho más independien-
a~opta una a.ctitu~. activa, agresiva, en. su tratamiento, las opi- temente de los agentes quín1icos o físicos utilitados en el tr&ta-
DIones de los médicos en cuyas manos ha caído determinan mu- miento de lo que el paciente o el nlédico cree. La filosofía del :né-
cho de lo que le pasará. dico de este modo es apoyada por la evidencia de sus sentidos
. Si bien la existencia de tal variación de opiniones es un hecho impulsados por el deseo que le dicen que su paciente ha mejora-
obvio para cualquiera que conozca mucho acerca de Medicina, do. Y una filosofía de tratamiento muy diferente de otro médico
éste no es un hecho insignificante. Es importante eri cuanto a que es apoyada similarmente por la percepción de la mejoría del pa-
apunta a fuentes de diferencias organizadas sistemáticamente, ciente. Los pacientes que pernlanecen conlplacen en ambos casos
9.ue .se sustentan a sí mismas, con respecto a la designación y al sintiendo y transmitiendo su mejoría. Los. otros abandonan ~in,
tratamiento de la desviación en Medicina que, por su misma exis- se cree, «dar una oportunidad al tratamiento».
tencia, ponen en discusión la estabilidad y la objetividad del cor- La aparente mejoría independiente del agente «objetivo» usa-
pus del conocimiento médico. Dichas diferencias no se han de en- do' en el tratamiento puede ser explicada por varios factores. Pri ..
contrar solamente en la periferia de la Medicina, sino, en ciertas luero COlno propuse anteriornlente, la experiencia humana es de ,&

ocasiones, en su núcleo establecido y de rutina. Lo que es com- carácter interpretativo, no es una función pasiva de agentes físi-
partido por todos los médicos es la tendencia a' imputar enferme- cos «naturales». Cada vez se lladescubiérto más que éste es un
dad; lo que los divide en algunos casos es la .enfermedad a ser supuesto sin el cual no se puede comprender el resultado de mu-
imputada o, si no la enfermedad, el enfoque a adoptar hacia la chos estudios de experimento controlado del valor terapéutico ele
misma. Excluyendo de nuestra atención el número creciente de nledicinas. En las conclusiones de su investigación, ahora clásica,
enfermedades sobre las. que hay unanimidad en. el diagnóstico y sobre cien trabajos experimelltales sobre el dolor, por ejemplo,
tratamiento que, en virtud de tal consenso, podemos tomar como Beecher subraya la inseparabilidad de la sensación de la percep ..
que son objetivas y científicas para nuestro tiempo, aún persiste ción la excesiva importancia de lo que él llama «el componente
. el problema de comprender el fundanlento indicativo de desig- de l~ reacción». En verdad en el caso de los agentes analgésicos
naciones y modos de manejo para los cuales no existe consenso (reductores de dolor), él concluye que su principal efecto no -resi-
.general. ¿Cómo puede el ejerciente estudiar un diagnóstico' y un de tanto en «aliviar» la sensación original como en la reacción a
método de tratamiento determinados para los cuales hay insufi ... la sensación.3°
'ciente evidencia de 'sustentación como para forzar la unanimidad La hnplicancia obvia del trabajo de Beecher es que el paciente
a todo lo largo de la profesión? ¿Cómo se sustentan los distintos o el sujeto es desconfiablelnente subjetivo e intros~ectiyo ~n sus
conceptos de enfernledad (y designaciones) para la misma queja? respuestas. De todos modos, justamente por trabaJ,os reah~~dos
¿CÓIUOse sustentan las distintas filosofías de tratamiento? ¿Cómo por hombres COlTIOBeecher, cada vez .se presta mas atencIon a
se establecen y mantienen los diferentes roles de enfermo? Las dos hechos menos obvios para la profesión: el grado en que el
respuestas a estas preguntas, creo, residen en el carácter subjeti- lnédico o el experimentador contribuye a la respuesta del pacien-
vo de la experiencia clínica personal del médico. te, y el grado en que el médico? ~l experimentado~ actúa con;o
un registrador de resultados, obJetIVO o ne~tral mas que sU~J,e-
tivo y tendencioso. Hasta hace muy poco tIempo, l~ ev~lua~lon
La interpretación de la experiencia clínica personal de la práctica de curación estuvo guiada por lo que Nell Frled ..
man llanló «el dogma de la percepción inmaculada, la creencia de
La primera característica de la situación que encontramos cuan- que el recolector de datos es una noopersona, la evitación general
do un paciente que busca ayuda interactúa con un médico que de la psicología social de [ ... ] la investigación [ ... ] todo parte y
trata de brindarla, es esperanza n1utua. El paciente probablenlen- porción de esa ideología gobernante, esa inasequible imagen de
te no buscaría ayuda si no creyera que un lnédico puede hacer limpieza».31 Sin embargo, el crecíente reconocimiento del pode-
algo por él, y el lllédico no se comprometería a ayudar si no sin-
tiera que él puede hacer algo efectivo. Ambos confían en una me ..
joría o en la cura, y ambos interpretan su experiencia personal 30. Henry K. BEECHER, Measurenlent
Oxford UniversHyPress. 1959), pp. 188-189.
of Subjective Respo1tses (Nueva York::
sobre la base de tal expectativa. Y lo que ocurre con lnás fre .. 31. Neil }'7RIEDMAN, Tite' Social Natare o/ Psychologic:al Research (Nueva York:
cuencia es que ambos están automotivados a creer, sobre la base Basic Books, 1967), p. 142.

264 265
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roso rol de las respuestas subjetivas en el tratamiento médico" - . . . esto es central a estas observa- .
llevó al desarrollo de diseños experimentales doblemente ciegos 32 . La noción de placebo por supu nte ara referirse sólo a esa.
que tratan de controlar no sólo a) el «componente de la reacción» 'cl.onés. La palabra se usa cO~17n:~sa u~ método de tratamiento,'
subjetivo del paciente, sino también lo que no es reconocido tail circunstancia en la que ¥n ~edIc'uticO sino porque considera que
comúnmente, b) la contribución del clínico en la interpretación ,no porque crea ~n su v~ or erape lac~r a un paciente exigente.,
que hace el paciente de su experiencia y e) el componente de la . es un método mofensIvo d~ c~~~o es un científico distinto que
reacción subjetiva del clínico mismo cuando evalúa los resulta. Esta definición asume que ~ me llor terapéutico Y quien a veces
dos de su tratamiento. conoce lo que «realmente» tIene va satisfacer a sus paeientes.
Estas tres variables, sugiero, deben figurar en una explicación. utiliza otras cosas siI?plemellt~ P~~osible imaginar que el m&
adecuada de cómo la profesión puede sustentar con éxito «es- Sin embargo, es maOlfiestamen e 1a oría de sus remedios, inclu.
cuelas» de diagnóstico y opiniones y conductas terapéuticas que dico del pasado no creyese en ~a: ¿onsideramos carentes de va.
se contradicen unas con las otras y prácticas que algún día serán yendo aquellos que a~ora r:~lsOr que el médico de hoy en día
reconocidas como carentes de valor. Esto se vuelve particular- loro Y es igualmente lmpos~ ec~~~:~ente eficaces. Aún:hoy debe-
mente evidente cuando examinamos el pasado, hacia el cual, a cree únicamente en re~~~os tilizan inconscientemente muchas
diferencia del presente, podemos sostener más fácilmente una mos asumir que lo~ I?e lco~i~ valor porque su experiencia pero
cierta objetividad tolerante. Tomemos un medico egipcio del año medicinas y procedImIentos ellos «dan resultado». Para
1500 a.C., que utiliza remedios registrados en los papiros éberos. sonal les dice equivocadamente que la definición de placebo de
¿Por qué habría de prescribir cínicamente estiércol de cocodrilo, tener en cuenta, tales, ci~c~sta:C{:sdefinición tradicional: «Cual.
si no creyera en su valor? Y ¿cómo pueden fallar sus ojos en re. Shapiro parecena mas utIl qu te de cualquier terapéutica) que
gistrar su falta de valor? La respuesta es simple. El médico tien. quier terapéutica (o ese compone~ectos presumibles sobre un pa-
de a tener fe en su remedio, y su confianza será comunicada a su se usa deliberadamente por sus e e sin que lo sepan el pacien.
~ i.
paciente, quien se sentirá ayudado e interpretará sus síntomas ciente, síntoma o enferI?edad, f.e~~aa.ue~pecífica para la condición
te y el terapeuta, no tIene ac IVI
lleno de esperanza, después de recibir su medicina. Tal variación
en la respuesta del paciente, que responde a la confianza del mé. que está siendo tra!ada.» ~ _ cterística notoria de la Medici.
dico en su remedio, fue demostrada al operar con cloropromacia, Como dijo Shalnro: «. n~ c~~~nvestidura profunda intelectual
LSR, y muchas otras drogas modernas de hoy en día; 33 no tene- na fue siempre la p,r~sencIa :a at~oría Y práctica. Los tratamien.
mos ningún motivo para pensar que los pacientes estaban menos y emocional del mechco en u d detallados caros, llevaban
sujetos a tal influencia en otros tiempose De este modo, el clínico tos frecuentemente eran elaboraes~~éricos y, a ~eces,. peligrosos.
mismo influye al paciente en la interpretación de sus' síntomas tiempo, estaban ?e moda, eran. rmente como inefectlva. Cuanto
optimista o pesimistamente, dependiendo de los puntos de vista La mayoría fue Juzgada POS~~.10 en una teoría terapéutica, par.
propios del médico. Además, las observaciones del médico .proba. mayor es el i11:terés~e un ro ICO ia inventiva o si él es un ne6.
blemente están afectadas por sus propias actitu-des. Su confianza ticularmente SI provlen~ de su i:~~á ser aquélla [ ...]. Una, ~a.
1J'
en sus propios remedios probablemente lo lleve a «observar» fito reciente, mas efectIva apa · al es in11erente al medICO
mejoría o cura: ¿por qué otro motivo si no continuaría utilizando yor investidura intelec!ual :nt~m~c:~~amiento. Esto puede expli-
estiércol de cocodrilo una y otra vez? El tratamiento médico y que usa un nue~o mechc~n la efectividad casi universal que acom.
su evaluación clínica cotidiana (de primera mano y personal) es car en parte los mf?;mes e teranéuticas.» 36 Como observa en
una cuestión de complicidad entre médico y paciente, con el mé- pañan la introducclOn de nu~-ya~ La ~eficacia de un medicamento
dico, aun cuando su perspectiva sea inevitablemente diferente a otro lugar, con documentacl~m't« de O a 100 por ciento cuando
la del paciente, no obstante tendiendo, como el paciente, a inter- puede aumentar un 30 por CIen o o activo y no un placebo. La
pretar su experiencia reforzándola a sí misma.34 se le dice al doctor que el ag~nt~. ~inuir del 70 al 25 por ciento
efectividad de 1;1nplacebo PU~s~n;:] hacia [el] tratamiento ,c~m.
cuando las actitudes [del.pe . 37 Tal variación no ocurre uOlca-
32. Para ver métodos de ensayos clínicos 1 consultar L. J, WITTS, (ed.), M edicaZ bian de positivas a negatIvas.»
Surve)'s and Clinical Trials (Londres: Oxford University Press, 1959).
33. Ver Arthur K. SHAPIRO, A Contribution fa a History o/ the PlacelJo Effect# C t' lVaters and lVarm Poultices of PS)'c110-
<s.Behavioral Science», V (1960), pp. 109-135. 35. Arthur K. S H~IRO, T1ze ura lve 21..Í3.
34, Ver los comentarios sobre la función apostólica del médico en Michael tlterapy, «PsychosomatICS)), Vil. ?96i~~1 P¡~ctors in Placebo Effect, Joumal of the
BALINT¡ Tlze Doctor} Bis Patient a.nd the Ilhtess (Londres: Pitman Medical Pu- 36 Arthur K. SHAPIRO I tlO og 11 (1964) p 713
blishing Col. 1960). y ver la exposición sobre el enfoque clínico en David MECHA-
1 Amel~ican Medical Association~), C;;;-X¿;;~tribtlfing' to . tite 'Pla.cebo Effect «Ameri. J

NIC, Aledical Sociology (Nueva York: The Free Press, 1968), pp. 196-208. 37. Arthur K. SHt'~IR~, ~~ctXVIII (1964), p. 78, subrayado mío (1. F.).
n Journal of PsychotherclPY ,
266 ca 267
_~ente cuando se usan "medicamentos. Beecher, por ejemplo, -es- guntarse cómo influyen las ca:r:-acterísticas del ambiente en que
tlm~ que el .efecto del placebo de procedimientos quirúrgicos él trabaja, el tipo de pacientes que ve más frecuentemente, la pre.
oscIla alr~dedor del.35 por ciento.J8 Realmente, la revisión hecha sión del paciente, su contacto con colegas, y otros por el estilo, en
por SbapI~o _de la IIteratura_ hasta 1960 deja poca duda sobre la el contenido y en el sentido de las elecciones y respuestas que él
ln:portancla .?e. las variables sociales y psicológicas en 1a creación da. Tales preguntas apenas fueron concebidas en torno al acer-
e .Int:rpretacI6n -de la experiencia clínica, médica o quinírgica del canliento del médico a su trabajo, y rnucllo menos exploradas
e]erCIente.39 sistemáticamente.
Val~ la pena señalar aquí que la literatura médica sobre el error
e.l1~l. d~~gnóstico y so~re la reacción al placebo tiene una curiosa
bmItaclo~ ,de acercamIento que refleja la mentalidad peculiar de Orígenes de -la constr.ucción clínica de enferlnedad
la p.fofe.sIon. El, s~puesto subyacente. a la mayoría de dichas in- Además de cualquier otra cosa, a partir del nlaterial que revisé
vest.lgacIones me~lcas parece ser - que si bien el médico puede quedaría claro que al menos una de las variables que contribuyen
eqUlvo.carse por . Ignorancia o por falta de pericia (anlbos pueden al nlantenhniento de la diversidad de diagnósticos y de prácticas
ren:edlurse n:e~~ante un reclutamiento mejor, mejor educacióll y terapéuticas en la 1\'ledicina contemporánea reside en la depend~n-
me]o.r sUf'e~vlslon) o por el. ca.rácter no científico de -un concepto cia de la práctica clínica del opthnismo, pesin1ismo u otra prefe-
de dIagnostIco o .de procedImIento (que podrían remediarse con rencia personal del médico en su acercaluiento al paciente y en su
más investigación), él no podía tener. posiblemente una preferencia interpretación de los signos y síntomas que se le presentan. El
_ en el enfoque, una tendencia subjetiva. Pero a la luz de varias dé- médico tiende a creer en la terapéutica que utiliza; al creer, influ-
cadas de investigaciól1 extramé?ica sobre.la percepción.y el juicio ye para que el paciente responda favorablemente e influye sobre sí
4o
humano, parece claro que nInguna persona puede evitar alO'o miS1TIO al ver una mejoría si no curación. Lo que facilita esta pre~
de tal tendencia. La primera pregunta planteada por la investi- ferencia es la tendencia de todas las prácticas a seleccionar los
gación médica, si la preferencia existe o no existe en absoluto es . casos «apropiados» del número total de casos disponibles. Esta
por lo. tanto b muy ingenua o muy' arrogante. Siendo huma~os selectividad se ha n1anifestado a lo largo de toda la historia. Por
los n1édicos están confinados a manifestar preferencias subjeti: supuesto, al menos desde los hipocráticos, los casos «deshaucia-
vas. La pregunta de la investigación no. debería ser meramente dos» fueron rechazados. En el caso de la terapéutica del «toque
-para. deterlninar la existencia de tal preferencia,. sino más bien, real» en tiempos posteriores, por medio del cual un n1iembro de la
al ml~mo tiempo que la preferencia es mensurable, para recolee- realeza curaba al paciente afectado por un toque con lo que ~e
'_ta~ informació~ sobre el médico y el ambiente social en el que tra- llamó el deulonio del rey, SabelTIOS que frecuentemente se haCIa
baJa que permIta poder explicar las fuentes de su preferencia. La una cuidadosa selección de pacientes, «y sólo se permitía un tra-
pregunta puede plantearse en cierta cantidad de' niveles. Un estu- talniento por persona. (disminuyendo así la p<:>sibilidad de ~ra~a.
dio reciente sobre las sentencias dadas por jueces a los criminales sar)>>.42y en nuestros propios días, la selectIvIdad de la practIca
convictos, por ejemplo, pregunta cómo influye la sentencia dada psiquiá trica 43y de las instituciones de servicio familiar 44 h~ sido
en un caso sobre las sentencias dadas en los casos siguientes.41 notoria. Recientelnente, la atención se ha vuelto hacia las tenden.
Las analogías entre el juicio médico y el legal no están trazadas cias de otras instituciones de tratanliento para seleccionar caso~
conlO para impedir una exploración de los mislnos rneCaniS1110S de grupos bastante lilnitados; como ejemplos se pueden citar las
en Medicina. En otro nivel de análisis, uno debe preguntarse cier- observaciones de I(rause sobre las. prácticas de un centro de reha-
tamente cómo las características sociales del nlédico luismo, sus bilitación 45 y las de Scott sobre la selección de casos por institu.
antecedentes religiosos, étnicos, sexo, clase social, entran entre ciones para los ciegos.46
los prejuicios que probablenlente él tenga a favor de ciertos diag-
42. SHAPIRO, Confributiort} op. cit.} p. 11l.
nósticos y ¡nodos de manejo. Y ya en otro nivel, uno puede pre. 43. A. B. HOLLINGSHEAD y F. C. REDLICH, Social Class arzd lvlental Illness (Nue-
va York: Jobn \J\liley y Sons} 1958). .., .
44. Ver Richard A. CLO\VARD y Irwin EpSTEIN, Pnvate Soctal Welfare s Dtsen-
38. Hel~ry K. BC~CHER, ,~urgclry élS Placebo, a Quanlflative Stluly o/ Bias} gagement from the Poor: The Case o{ FamilyAdjustment Age~cies, en Mayer N.
«Journal of thc Al11enC~\n !vI~dical As~ociation», CLXXVI (1961), pp. 1.102-1.107. ZALD (ed.L Social Welfare Institutioas (Nueva York: Joho Wl1ey y Sons, 1965),
39. SHAPIRO, COl1trfbutiotl} op. cit. - pp. 623-644. ... . .
4.0. Gran parte de.' esta literatura. es revisada en M. SHERIF y C. V. HOVLAND, 45. Elliott A. KRAUSE, After the Rehabilitatioll Center, «SOCIal Problems», XIV
Soczal .ludg112ent(Nueva Haven: Yale University Press, 1961). (1966), pp. 197.206. .. ... -. . -. T1

41. . Edward GllliEN} The Ef/ee! oi Slirnulus ¡-1rrangen'ze!2ts- 01'2 Nonnative ludg- 46. Robert A. SeoTT, The Selectlon of Cllents by Soczal Welfare Agenctes. ,!e
ntent lit the Award ot Penal Sane/ious, «Sociometry»} XXXI (1968), pp. 125-137. Case of the BlindJ «Social ProbJems», XIV (1967), pp. 248-257. Y ver SeoTT, op. Clt.

268 269
de Estos
.. . . de se 1ec t'IVl'd a d no son Ílnicamente
"ejemplos g!2.'1es,. \llla \..m-pres\.6n q,u.e allaten.temen-
tos I~~¿I~~a socIal. Par~ mis propósitos presentes son en sus contactos principales eran con pacientes
cond" Jemplos ?e ~omo las prácticas de consulta y no con. pacientes pobres.51 Antes de finalizar los años ..
IClones para SI mIsmas Que ", . que la histoplasmosis era una .rara enferme-
periencia de casos de t 1 d sesgan slstematlcamente su
es inaplicable fuera de~ r:::.~do que su co~c~pción. de con un resultado uniforme fatal. Recientemente, sin.
to puede. C?riginarse en la sel~ct1~iJ~dp~af~ca. fIChO ses~~mien. se descubrió que ésta es ampliamente prevalente, y que
puede, orIgInarse en el modo e .. . el. era a del medIco, o :,~::ía~talne][1te
tiene resultados o lesiones fatales».52 Del mismo modo,
mismos, esto es de acuerd ~ qU~ los casos se seleccionan a sí experiencia limitada y preferencial de la sala. de consulta fue.
percibir un sínt~ma como ;aa a c a~e de gente que se inclina a a la población general en el caso de enfermedades
ambos casos, el resultado e vel y ~ us~ar consul~~ médica.47 En corazón, para toparse rápidamente con el descubrimiento de
fermedad (o conce to . · s ~ ~:nsmo, la creaClon de una en- los llamados cardiacos latentes aparentemente funciona-
versal, en cambio ~ a ~~c~I:gn~stICO)CJ.ue, si bien intenta ser uni. como personas norn1ales a pesar de la presencia de los
to especial de la poblaPc', n e mejor de los casos a un segmen.. signos de enfermedad. Verdaderamente, yo sospecho que el cua-
IOfi,
dro de «inadaptabilidad» general, tanto física como psicológica,
Las categorías de diag , 't' 1 ' · que. emergió de. las exploraciones médicas masivas de la Se-
tratamiento, en tanto se ~~~~~~~II os pron?~tIcos y los cursos de
truidos sobre la base de la .an .emp~rl.camente, están cons.. gunda Guerra Mundial y la pervivencia subsiguiente del Servicio
presentan casualmente por ~xpe~IencIa clImca con casos que se Civil, fue una función de una concepción de enfermedad e ina-
esfera del sector profesionatILmI:m~s (~ son presentados) en la daptabilidad construida por la comparación de los signos pre-_
que 10 que él percibe er · a en enCla del médico es asumir sentados en las salas de consulta en una designación, y aplican-
tar también existe en l~ g~~~::~nte e~ los ~a~os que llega a tra- do luego tal designación a signos encontrados en cualquier otro
de su alcance. (En rigor él' mun o cotIdIano que está fuera lugar, olvidando que aquellos que llegan a la consulta con de-
ll?-undoexterior.) Es pro~livel:p~ne este punto de vista sobre el terminados signos no funcionan necesariamente del mismo modo
clal se encarga de traerle ciert p sar por ~lto que un proceso so.. como aquellos que tienen los mismos signos pero no buscan
servó Mechanic tiende a a ~s casos a el; en cambio, como ob- consulta. Puede ser inadectlado designar como «enfermedades».
diferentes de l~s que no v:~~r dque los casos que él ve no son o «condiciones serias» aquellos signos y síntomas que incapaci-
ciones de enfermedad ue.. e este modo. desarrolla concep- tan o preocupan sólo a quienes buscan consulta y no a otros.
artificiales con el mund~. pueden tener relacIOnes imprecisas y Comparar los informes de enfermedad con los de delitos,53pue-
de servir como una ayuda instructiva para explorar los factores
Se pueden citar algunos e' , 1 . ' que, subyaciendo en el acto de buscar ayuda profesional, forman
durante un largo período Jemp ,os. SchmIdeberg observa que i

valecía entre los hombres s.efens~ fue el mal de Buerger pre- el carácter de los casos que verá el clínico y, consecuentemente,
la imagen de enfermedad qtle obtendrá. En el primer momento
.'. debido a que los contacto~U dIOSBe este europeo, mayormente
ampliamente restringidos al H~ .~e[g~ con :pac!entes estaban parecerá que la .experiencia de casos médicos plantea al análisis
de Nueva York que atendí SpI a. onte Smm en la ciudad problemas algo diferentes que la experiencia de casos policiales
díOS.49 En el ca;o de la prea •predom~antemente a pacientes ju- en parte porque cuando la gente se considera enferma tiende
cierta sorpresa que un; p SlOns.~ng~mea alta» se descubrió con más a «replegarse en, sí misrna» que la gente que se considera
autora de un crimen. Pero éste es un paralelo impreciso. El di..
SIn quejas aparentes o efe t 1
g~neral de fuera de las s~~~o~~ n Im 0rtante. de la población
co~su ta manIfiesta los signos rectamente análogo al enfermo no es el criminal sino la víctima.
denham tuvo la impresión q~eo: nocIvlos.~ .El gran médico Sy- La analogía es particularmente interesante en cuanto que la .
a escar atIna era una enfermedad víctima, como la persona enferma, no siempre informa del de-

47.. Ver David ~lECHA~IC, Response F · 51. George ROSEN, People, Disease and Emotion: Sorne Newer Problelns for.,
Behavlor, «Social Psychiatry», 1 (1966) acto~~;~ l11n.ess: !he Study o/ Illness Research in Medical History, <d:iulletin of the History of Medicine», XLI (1967),
Symptoms: An Analysis o/ Palients' Pr' p~. • O, I~lng K. ZOLA, Culture and pp. 9.10. Ver también L. G. STEVENSON,Nel-v Diseases' in ,lhe Seventeenth Cel~tu.
Revlew», ~XXI (1966), pp. 615~630. esenttng Complatnts, «American Sociological ry, «Bulletin of the History of Medicine», XXXIX (1965), pp. 1-21. -

pling, «New England J~umal of l:i:~~


48. DaVId l\-1ECHANIC.Sorne 1m r t.

49. Melitta SCHMIDEBERGSocial F~~~ne»,


~on$ ~C Illness Behavior for Medic~l Saln .•
L~IX (1963), pp. 244.247.
52, J. SCHWARTZ y G. L. BAUM, The History of Histoplasrnosis, «New England'
Journal of Medicine», CCLVI (1957), pp. 253.258, citado en SCHEFF, op. cit., p. 117.
53. Ver la discusión en JoOO I. KIrsusE y Aaron V. CICOUREL,A Note on the
nationa1 Journal of Social Psychiatry», ~i~ flt:f>ttng Diagnostic C071cepts, «Inter .. Usis 01 Official Statistics, «Social Problems», XI (1963), pp. 131.139. Y, sobre, el
suicidio, ver Jack D. DOUGLAS,The Social Meaning of Suicide (Princeton, N. 1.:
r

50, SCHEFF, op. cit, ,.. P 115 Ver tamb'é


,1 n Z OLA,' p.
op. 322.
cit.
Princeton University Press, 1967).
270 27í.
sean comunicadas al médico,.a menos que el paciente crea que
lito a la policía~ no siempre trata de buscar la reparación. El
están relacionadas con la enfern1edad por, la qtle busca ayuda.
c~s~ más ob,:io es el delito de l1urto insignificante. Como las
Es n1ás} en la práctica psiquiátrica éstas son las actividades que
~lctlmas de dIchos delitos .• los enfermos que consideran que pa-
los pacientes tienden a ocultar} o sobre lasque se inclinan a
aecen enf~rmedade~ .nlenoreses poco probable que busquen ayu-
da profesIonal. Whlte y otros estimaron que dos de cada tres nlentir.S8
He propuesto dos de las variables que probablemente con ..
personas que se sienten enfermas no buscan atencióll. médica y
duzcan a la incolnunicación de enfernledades por los presuntos
que en. un mes. determinado sólo Un uno por ciento de los que
pacientes y consecuentemente a restricciones en la precisión de
C?!11unlc~n estar enfermos será internado, según una investiga- la información que tanto el 111édico como su profesión tendrán
Clon realIzada en hogares.54 Zola presenta estimaciones similares
acerca de los signos.y síntomas implicados. Si la profesión de-
y aún más contundentes, e inclusive presenta materiales de otras
finiera una enfernledad por signos y síntomas que la población
c~lturas. Señala que la gente no pedirá atención para «aberra- general considera que son triviales y sin importancia} o vergon-
CIOl1e~»que ella no considere inusuales o graves; como ejemplos zosos y despreciables, la concepción de la profesión de tal en ..
mencI~na .l?roblemas cOlnunes en otras culturas como diarrea, fermedad probablemente sea distorsionada Y parcial, basándose
tra?SpIraCl(~n, ~nfermedades de la piel, tos, tracoma, lumbago, en un conocimiento y en una experiencia con sus atributos ver-
fatIga, alUCInaCIones y disn1enorrea.55 La lista podría obviamente daderamente linlitados, y en estadísticas incorrectas de inciden ..
extenderse hasta incluir ejemplos que ya he ,mencionado antes
cia, prevalencia y significación. En estos casos, el médico está
como los síntomas «más suaves» de la histoplasmosis, pe~o lo menos informado y menos calificado para evaluar la «enf,erme-
que queda claro es que las instituciones de práctica lnédica ca-
dad» que aquellos que pueden introducirse en la comunidad y
recen .d~ cualquier con~acto sistelnático o representativo con el estudiar las conductas y las respuestas relevantes que realmente
,conoclI~llento .de los sIntomas (y los signos relacionados con tienen lugar.- La limitada experiencia clínica c.on certeza conduce
ellos) que la gente considera cotidianos y menores. a concepciones in1precisas (11abitualmd1te poco representativas)
, La falta de. ,inf~rmación proporcionada por las víctimas de de su prevalencia. También es posible que lleve a una concep-
~rlm~nes~an;bIen Inc!uye otra. variable ~e i~portancia, conlO ción de la enfermedad que a duras penas es objetiva o evidente
, se, ~Jemphfico a traves del crImen de vlolaCIon. La violación,
teorIcamente, no es falta de la víctima, pero COIDO ésta no por sí misnla.
En base a nli exposición creo que se hace posible sugerir
,obstante esdesprestigiante, la víctima tiende a no informar
las circunstancias bajo las cuales las concepciones profesionale?
de est~ crimen. Del 1l!i~mo modo, si una persona está com .. de la enfermedad en sí misma, y su incidencia, tienen probabI-
prometIda en una actIvIdad ilegal o estignlatizante -la con ..
lidad de ser tanto precisas como adecuadas. Claramente, en esas
ducta homosexual, por ejemplo- en el momento de ser víctima
circunstancias donde la concepción de enfermedad de la persona
de un. asalto o. de una extorsión, es poco probable que informe
profana se corresponde con la de la profesión,. ~l1Í do~de la. en ..
del crImen. EXIsten paralelos'directos. con la enfermedad como
fermedadsea considerada aguda y grave, reqUIrIendo InmedIata
se vio con las enfermedades .venéreas, las que' no sólo es' menos
atención profesional, donde no impliqueestigm~ D.?0ral. ni ~le-
proba~le qu~ lleguen a la consulta médica que las enfermedades galidad y, finalmente, donde ninguna barrera SIgnIficatIva 1m..
, no estIgmatIzadas, sino que también los mismos médicos tien ..
den .a ocultarlas, como se encontrÓ recientemente ,en un estudio
blic Policy (Englewood Cliffs, Nueva Jersey: Prentice.Hall, 1965),. quien. ~e ex..
realiz?d~ por~~lnlall ,en Nu~va .Y ork.56 De un modo semejante, playa an1pliamente, desde un punto de vista legal,. acerca de la evaluaclon del
.la practIca l?abltual de .actos I1e~ale~ o estigmatizados o «vergon- castigo de crímenes tales como la homosexualidad. Lo que él pasa por alto es
,zosos» consIderados por los pSIquIatras como sintomáticos de que si bien considerada conlO un crimen, la homosexualidad no tiene víctima;
enfermedades, por ejemplo, actos homosexuales - .actos 'hetero- considerada C01110 una enfermedad el h01110sexual. es una víctima de una enfer-
lnedad y debe ser tratado conlO tal. Substituir definiciones médicas. por definicio~
sexuales imaginarios, onanisIllo, abortos ilegales ~ el uso ilegal nes legales, como observé anteriornlente" no substituye la aprobación moral por
de drogas COlno la marihuana,57 tampo~o es probable que éstas el rechazo moral o la libertad a partir de la coacción.
58. Ver la exposición de SZASZ, jvJyth Di Mental Illness) op. ~it., p. 27~. Yo
sospecharía que los médicos, incluyendo a los psiquiatras, subestlman conslsteD:-
54. Kerr L.WHITE, Paterns of Medical Practice, en Duncan W. CLARK y Briali temente el monto de nlentira o de ocultamiento al que sus pacientes los sorne.
l\tlAcMAHoN(eds.), ~reventive Medicine (Bostan: Little, Brown y Co., 1967), p. 854. ten. Que esto se puede hacer con éxito a pesar del interrogatorio extensivo rea-
55. ZOLA, op. Cft. lizado por los psiquiatras, psicólogos Y sociólogos a lo largo de varios meses, aun
'. 56. Anna C. GBLMAN et al., Current Status of Venereal Disease in New York ante la sospecha, queda demostrado por el caso de Agnes. Ver Har?ld GARI'INKEL,
Ctty: A Survey of 6,649 Ph.ysicians in Solo Practice, «American Journal of Publie Studies in Ethnornetl10dology (Engle\vood CHUs, Nueva Jersey: Prentlce.Hall, 1967),
Hea1th», LIII (1963)I p. 1.912.
57. ef. Ed\vin M. SCHuR,Cri1nes Without Victirns: iJeviant Bel1avior and Pu- pp. 116-185, 285~288.
273
272
17. 18
~, ",
~.L.. .

pid~ la utilización de l' .~.' .


~eran más casos d os ~~rvlcloS, los miembro d · que s~ despierte sea el interés. moral del médico.15O
De un modo .
deramente ex<>ct ; morbIlIdad y tendrán u s e la profesIón s~milar, el peso cuantitativo de la opinión médica (desarrollada
un cuadro «a el. rango de variación n:: concepción verda~
a pesar del hecho que el médico está en W1a posición muy in..
tales circlUl:~~p~ratIvamente verdadero ~: sIgn?S ~ síntomas y
lización de
enfermedad
1;dncl.as, n~ se puede cuestionar su I?cldencia. Bajo
S eSlgnaclOn de enfermedad y senamente su uti-
ferior para entrar en conocimiento directo de una sección trans-
,versal verdadera de los usuarios) parece, ante la evidencia dis-
ponible, tender a olvidar el ser conservadora y sobreestimará
:/ los re ' .. · e puede obtener la mis s~ .~oncepción de esa
Ir:' !)
. qW~llOS especilicados. . ~a precls10n sin que se d . los peligros potenciales del 'uso.
~ t JtI examlnaclón 1 SI se 111stltuyer b'. . en Estos comentarios estuvieron. nlás destinados a señalar que
r'
recién n .d y os tests estandariz~do" a o lIgatorlamente la . realmente a asir el problema de la naturaleza de la evidencia
aCl os eIl los h " s, como es el
alnblentes educatIvoS . ~sPltales norteamericanos ycaso ~e los disponible para el médico que a su vez es responsable por mol-
to los profanos 1 In us trlales y míli rares r! r en CIertos dear sus conceptos de enfermedad. Además,' se restringieron casi
1 no reconoz'" 11 L. 1 uado qUA en t
a ~~n.cepcIón profesional S~:i:á ~~ nlidsmos .una «enre;meaa:- exclusivamente a la experiencia del clínico cotidiano quien, creo,
d maunente, pueao m .' . len o problemátIca ' fue, y aún io es, la principal fuente de información acerca de la
.~ sImetna SI no oe e~c!Onar,. aunque sea con u · - "L
enfernledad disponible para medicina. Recientes desarrollos con-
,J
ClO~}}de enrermedad lO~,~ca, que sena Hamauo «s n P~OP~SlLO dujeron al uso cada vez lnayor de técnicas evaluativas diseñadas
j ~J:: enfermeo' d
a C01110 nI'"
1 CUal.1C10 la proles';'..
.'''1 lOll gtnera un
OLJrt:1Illolma ..
' ¡
para controlar la visión tendenciosa propia del ejerciente cuando
• ' f:I que es ae l1ecl'lO as pI euOlTIlnallte en la ... ~uau.ro ae evalúa la corrección de su diagnóstico Y la efectividad de su tera ..
' o corno un ., COI11Uilluau d l'
su b sIguiente'" , _~. pI uOlelna lnás" . e o péutica.61 Pero pasará mucho tiempo antes que los experimentos
Ji /! ilnpUtau p~leceIl de1110Si.ral. ya se ~Iave que los Sucesos a ciegas dobles y las demostraciones cOlnpletamente controladas
¡ :f' ¡I r
' ,:)

a O ae'- 'U 1 a pUl' su ~.


, .•. ¡;I '-, judicadas' . U~ ~o a correlaCIOnes o '.~,. ~Jleaomlllancia hayan analizado la mayoría de las prácticas de la medicina con-
,1,
mos de re~:~~' Al ,considerar esta cue~~:~~c~eI~c~.as graves ad. temporánea.
tU ,1 enfermedad r es la tendt;ncia úe la pro~esi' pI~mero que he. Otros desarrollos llevaron a la iniciación de intentos ambi ..
.; ': Ji más .. que salud y su tencie' ~ on a rmpUí.ar ames ciosos para determinar los signos y síntomas prevalecientes en
,1
ji llevaI~:;~Ie~te que el prorano. Es~~~ate~la~omar la enfermedad conlunidades enteras, independientemcIlte de los casos encontra-
I rales de 1 q e .uno SUpusIera que al 1110 ,ncI.as por SI mIsmas dos (y de la informació~ limitada) por los médicos.62 Pero el pro-
.1
!
que a profeSlOn eStarán mas al' .~I::~OS los empresarios ma- blema que yo percibo no se resuelve mediante estudios de cam ..
I n' ~ntran en contacto de lo . ., ~:li1adOS por aquello con lo po de la incidencia verdadera de una enÍerraedad en una pobla-
lIel1LO de casos SelectIvos ~) . Q1ue llilpllca11a su real descub .
poco re · 101 o taIJt , . TI" ción determinada. Todo lo que estos estudios harán será recoger
igual pre1sentativa tienúe a ser l. 0 la. experiencia de casos información precisa acerca de la distribución de signos y sínto-
que os o- .. 1 enratlzaaa p , .
rules tie"lde l1Cl~ es uel lnarco legal y o ~ 01 la pl'o.teSlÓl1: filas q:ue ya han sido designados enfermedades sobre la base de
_ . .l n a naolar Ge < . 110S elupresarios la experiencia de salas de consulta y la evaluación profesional. El
~stad.lstIcas sesgadas <OlaS ae crinIeues» SObre 1 ~ ~ m?"
.' I~

¡fI
los médicos f'
formativa par~~~aen a conmnicar
condu
Y poco representativas
ocurnr especialment
«epldelUias~ ~~l 1mIsn~o mo~o
. a ba~e oe
a conoucta m-
probleula es si es o no conveniente y adecuado designar tales
signos y sÍntolnas enfermedades en el primer lugar y enferme-
/'

.
t 'f'

f. d
"
~

ca. '. cta nu~va,. bastante úramati


Como senalO .Becker
n'.

e c~~ao CIerta practica o


' _ ca, eXCIta la llloralláad p / bl'
dades graves en el segundo lugar. Este problema se puede acla-
rar (o al menos debatir inteligentemente) dcterniinando cónzo
funciona la gente en la comunidad aun cuando ellos manifiesten
:er~3~e~01a a~enCIÓl1 p~~~~:a~nlalO~I~:~an.~, atrajo por ~r:: tales signos y sínt0111aS que hasta ahora han sido denominados
asociad~ s medIcos comenzaron a di" d :;. ~Y2U y comienzos enfermedades. Dada la tendencia de la profesión a imputar en-
19 con su uso, informes ~Ull 11 casos de psicosis fermedad y a presionar para que se busque tratamiento profe ..
40 fero que parecen haber ;~e ~esaparecieron alrededor de
c~an o la marihualla s . /1 o 1etornados a fines de 1 -
~10: de~ púbticO.~9 El an~sr~l~~o B n~vamente
uenLe de tales informes
prominente
pero ec e: de~taca al paciente como
a 9~~
60. Para una demostración de que una profunda diferencia normativa subyace
las distintas interpretaciones que rodean las cOllsecu~ncias del uso de rnarihuana,
consultar Erich GOODE, !vlarijual1a and the Politics of Reality, «Journal of I-Iealth
, es Igualmente posible que lo and Social Behavior», X (1969), pp. 83-94.
61. Ver Edgar F. BORGATTA, Research Problel1tS in Evaluation o/ Health Ser-
vice De¡nonstration, «Milbank Memorial FundQuarterly», XLIV (octubre, 1966,
?9. Howard S. BECKER EV' parte 11), pp. 182-201, Y Avedis DONABEDIAN, Evaluatil1g tile .Quality o/ Medical
ratU!iZ o/ the Social Base' 1tstory, Culture Qnd Sub .ectiv . Care, <d\'1ilbank r\1.emorial Fund Quarterly», XLIV (julio, 1966, parte 11), pp. 166-206.
SOCIal Behavior» VII (l96~)of Dru~-lnduced Experie~ces e 'JExperzence: An Explo-
, , pp. 163-176. ' {, ournal of l-Iealth and 62. Para consultar fuentes de datos actuales, ver Forrest E. LINDER, Sources
o/ Data on Health in, the United States, en CURK y MAcMAH ON, op. cit., pp. 55-66.
274
275
siona!, y dado el origen de su experiencia especialnleúte estruc ... que él ve, agregándose su gravedad y su prevalencia y, de hecho,
turado en base a pacientes qu~. buscan ayuda, sus conceptos de que una enfernledad «exista» o no. . .
enferrnedades son probletndticos en. sí nl,iSlnos. En el caso de En mi exposición no me refería a los magníficos descubrI-
la psiquiatría, Szasz afirma que las situaciones de contacto entre mientos clínicos que dieron tal grandiosidad a la ..historia ~e la
el psiquiatra.y el profan? varía tanto en el contenido de 10 que Medicina, como tampoco n1e referí a la comp!e]ldad crecle.nte
ocurre. en ellas que un slstenla de «gnosología de la psiquiatría» de la investigación Y de los procedimientos médIcos, que coml,e~-
que se desarrolle sobre la base de la. práctica de. consultorio zan a elinlinar parte de la práctica de subjetividad de las frag~-
privado, n? s6~o carece de sentido sino que tampoco serviría les manos humanas de los médicos. Estos logros fueron descrI-
en o.t:us ~ltuacl0nesde la práctica cOlTIoel hospital mental o tos y debidalnente loados .en muchos libros acce~ible~. Mi
el mIlItar.. Su demanda ~o 4alla respuesta en estudios que tratan intención no es negarlos ni despreciarlos. Lejos de esto, 011 pro,-
de dete:mlnar la proporCIón de gente en una cOlnuniclad que puede pósito en este capítulo ha. consistido meramente en den:ostrar,
ser desIgnada como enferma mentalmente sobre la base de cri .. a veces sobre bases seguras y a veces especulativamente, como los
te~ios desarroll?dos en la práctica psiquiátrica privada, que en conceptos n1édicos de enfermedad y el modo de tratarla son mol-
prImer lugar solo entra en contacto con una ínfima proporción deados al menos en parte por .las instituciones sociales en las que
de la población. surjen y a través de la relación de esas instituciones con. la so:
ciedad de la que 5011 una parte. Dicll0 de ~tr~ modol ro. Intente
mostrar cón10 el COI1ocimiento y los procedImIentos medIcas son
La sociología del conocimiento y de- los procedi1nientos n'zéclicos en sí mismos una función del carácter social de la l\1edicina como -,AL

t~na .elupresa profesional organizada, apoyadapalíticamente Y


~n este. capít~lo me he dedicado a esbozar lo n1cjor que he ejercida de UIl modo determinado, con autoengan?sdados Y con
P?dldo lo que cIertamente. es una tarea de tal magnitud que experiencia linlitada institucionaln1ente. El contenIdo de esta ~m-
nInguna persona sola podría llevar a cabo por sus propios .es- presa es inmediatamente inducido e impllest? sobre la exp~rlen-
fuerzos, un análisis sociológico de las concepciones de desvia .. cia del profano de la sociedad en la que ejerce el profesIonal.
ción de la profesión médica. Se observó cómo el uso. de la de- En el próxim.o capítulo me propongo ocuparnlede l~ respuesta
signación de enfermedad, identificada. con la profesión de me- social del profano mismo a la desvi_ación que ~l.percl~e~ y mos-
dicina y oficialmente controlada. por ella, había crecido a ex- trar cómo se le introduce en el usa de los. serVICIOS medIcos.
pensas de las designaciones jurídicás y particularmente
l de las
religiosas. El crecimiento de tal uso en última instancia está.
sostenido por la importancia que nuestra sociedad contenlporá ...
n~a o!o.rga al valor de la salud pero, dado que la profesión mé-
dIca tIene un mandato oficial para definir y tratar enfermedad, la
es. necesario analizar las caracterÍs ticas ele la profesión que con ..
trIbuyen a la forma exacta en que el significado de enferlnedad
es construido.
La profesión, ante todo, tiende más a ver enfermedad y necesi-
dad de tratamiento que salud y normalidad. Dentro de la profe~
sión, sin embargo, las variaciones en la orientación a la enfer-
medad y al tratamiento se organizan en escuelas. Estos enfoques
diferentes se sostienen por la selectividad autoconfirn1atoria y
autosostenída en los casos aceptados, tanto como por la tendencia
del médico y del paciente a demostrar reacciones de placebo.
y allí donde hay libre elección para visitará no al. médico, las
concepciones de enfermedad del paciellte ponen lín1ites a la can-
tidad. y a la clase de casos que el nlédico verá, intluyendo de este
modo en su concepción de los componentes de las enfernledades

63. SZASZ, Latv¡ Liberty and PsychiatrYI op. cit., pp. 24-36.

277
276
j ~,t .'"
.•. " ... !

f(111. La construcción popular ,~


de la enfermedad

, El centro de mi exposición en el capítulo anterior fue mera-


mente una variante del aspecto central que estoy tratando de re ..
dondear sobre la noción de enfermedad, a saber, que ésta es una
.-creación social y que los valores y los límites organizados sobre
" .la experiencia de sus creadores profesionales influyen en el cómo 1';

y en el cuándo ella será creada tanto como en parte de su con-


tenido. Para que estas nociones de enfermedad sean puestas en
: práctica, sin en1bargo, es imprescindible para la profesión de
consulta que el profano se haga consciente de que está enfermo
y de este modo se ponga en sus manos. :Éste es un problema di-
ficil, porque si bien el individuo puede tener conciencia de que
él tiene alguna dificultad, puede no considerarse un enferlTIO;
o si se considera enfermo, puede no percatarse de que es lo su-
ficientemente grave para él COlTIO para buscar ayuda profesional,
o ..que es de tan fácil tratamiento profesional que no precisa
ayuda. En una sociedad simple el curador no tiene tal problema,
dado que los ejercientes populares meralnente se especializan en
lo que todo el mundo c'onoce: al no haber diferencias significa-
,tivas en las concepciones de enfermedad y tratamiento que 105
separe de sus pacientes, tienen probabilidad de tratar a todos
aquellos que consideran que debieran tratarse. Pero la dificultad
de llegar a los pacientes es intrínseca a la l\1edicina moderna, por-
que allí donde hay una profesión, hay por definición una pobla-
ción profana ignorante, al menos en parte, de su cuerpo esotérico
.' de conocimiento y práctica, y que en consecuencia
ponde a las enfermedades
siempre res-
de un modo algo diferente .al que lo
haría la profesión.
El problema que se 110S plantea ahora para el análisis es com-
prender cómo el sistema médico llega a tener que referirse al
profano, la medida en que éste moldea el significado de su enfer-
medad y la medida en que el sistema, a su vez, es moldeado por
las respuestas del lego. Como ya señalé, lo que la Medicina
llega a definir como tIna enfermedad es en parte una función del
modo en que su experiencia se limita por las características de
los profanos que casualn1ente entran a su sala de consulta: los
individuos que efectivamente entran en tIna sala de consulta no
son una nluestra representativa de la población total. La entra-
da a una sala de consulta continíia. un proceso sociai organizado
que es .altamente selectivo. Los fundan1entos para la selección no
son los conceptos de enfermedad de la profesión, y la organiza-

279
ció n ~el ~;oceso es en aspectos importantes independiente de la lnodo lleaó o
a ser el. determinante de las variaciones
,. .'
en la res. pues-
organIzacIon de la profesión. Más bien las variables críticas se ta al dolor. El mislno personal del hOspItal pareela sentIr que
han de enc?ntrar en concepciones profanas de desviación respecto había diferencias étnicas en tal respuesta. El personal considera-
de .la «salud» .. de las cuales sólo. algunas pueden tener origen pro. ba que los judíos y los italianos eran selnejantes en relación a ~er
fesIonal, y en la estructura de la vida social profana sólo alO'unas más sensibles al dolor, y más proclives a «exagerar» la se~~acl~n
de ellas pue,den tener contacto con instituciones profesio~ales ... de dolor, que los «antiguos americanos» y que la gente. orIgIna.fIa
En este. capItulo ?eseo dedicarn1e al análisis del n10do en que del norte de Europa. Los investigadores. exploraron dIchas dIfe-
esas varIables actuan en el proceso por el cual el individuo pro- rencias.
fano ~s. llevado a creer que él puede estar enfermo y a buscar Encontraron que los judíos y los italianos eran. muy sin1ilares
un medIco. en que, en respuesta al dolor en el hospital, daban libre ex:presión
a sus emociones y no deseaban estar solos cuando sufrlan. De
.todos modos, el contexto social en el que cada cual expresaba
Los significados sociales del dolor su dólor era diferente. El marido italiano tendía a ser más pro-
bablemente un estoico en su hogar, donde él desen1peña un rol
. De un nlodo ,manifiesto, el primer paso en el proceso de deci- autoritario y masculino que prescribeestoicislno; en el hospital,
dIr que uno esta enferlno se basa en la experiencia de dolor. di- sin en1bargo~ tendía más bien a ser expresivo acerca de .su dolor.
fic~lt"ad o de al¥Un~ otra, desv!ación resp~cto de las expectativas. En contraste el lnarido Judío tendía a ser n1uy expreSIVO en su
QUlza la exp~rlencla nlas unIversal y rudimentaria relacionada hogar. La cuÍtura judía parece no incluir el estoicismo entre los .4

con lo que ~e lIanla enfermedad es sentir la forlna de lnolestia atributos requeridos del patriarca -un he~ho apoyado .por ~l re-
llaln?d~ ~(dolo;».. Ciertan1en~e, el fundamento de esta experiencia cuerdo de los lamentos de Job cuando quedo cubIerto por forun~u ..
es blOloglCO, este es, adenlas,un fundamento que los seres hu- los. De este modo el marido judío tendía a ser n1uy expreSiVO
mano~ co.mparten con otros aninlales. No obstante, aun a esta . tanto en su hogar ~omo en el hospitaL No obstante, él se ~ncli~
experIenCIa netamente biológica no se le responde en un 1110do naba a utilizar su expresión de sufrhniento como un n1ecanl~mo
J?eramente biológico. COll10 observé cuando conlenté los traba- para manipular a los otros, incluyendo al perso~al' del hOspItal.
JOS de Beecher,l las respuestas al dolor tienen una tendencia a Una vez en el hospital y cuando ya estaba convencIdo de que se le
vari~r nlás que. los estí111Ulos objetivos que se supone están estaba brindando la atención adecuada, se volvía rnás moderado
motIvando el dolor~ Los individuos, por supuesto, difieren en- en sus respuestas al dolor. .' . . .."
tre .sí en el nlodo en que responden al dolor, como lo de- En oposición a los judíos y a los italIanos,. los «antIguos a:r::e-
mostró Petrie 2 entre otros, pero como sociólogo estoy más inte- ricanos» parecían intentar confornlarse de acuerdo con la .nOClon
resado en la evidencia de que las respuestas al dolor son predeci- médica del paciente ideal, tratando de. cooperar con el p~rsonal
bles sobr~.la base d~ la pertenencia a un .grupo ..y que los signifi- del hospital y evitando ser una molestIa. Trataban d~ eVItar ex-
cados SOCIales adscrItos al dolor son compartidos por miembros presar en público cualquier reacción emocional a su dolor. Cuan~
de. grupos. do eran explorados por el médico, parecían ~star tr~tal1do de
" En un estudio, ahora clásico, Zborowski 3. Y su personal entre~ «asumir el rol indiferente de un observador SI11 emOCIones que
vIstaron ochenta y s"iete J?acientes de sexo masculino, la D1ayoría da la descripción más eficiente de su estado para un diagnóstico
d~ lo~ cuales ~adeClan CIertas dolencias neu~ológicas como her- y tratámiento correctos}}.4 Admitirían que tenían ~olor, pero ~uan.
nIa dlscal y leSIones vertebrales, y la nlayoría de ellos tenían an- do no podían reprimir quejidos u otras expreslopes .tendlan a
tepasadositalianos, judíos y «antiguos americanos». Asunlicndo retirarse para expresarlos en privado.' . .'
q~e~ dado que sus enfermedades eran shnilares en todo el dolor Los pacientes también diferían en ~us actltudes ha~lael. dolor.
físico real sufrido por los pacientes variaría dentro cÍe lín1ites Los italianos parecían preocuparse lnas por la molestl~ de: dolor
verdaderamente estrecllos, el problema de la investigación de este en sí mismo, en tanto que los judíos se preocupaban mas. bIen por
el significado del dolor para el estado de su sal~d; los prlm~ros se
manifestaban quejándose y los otros ?re?cupand~s~. Habla o~r~
1. . Ffe~ry ~. BEECHER, j\;Jeasurel'nent of 8ubjective Responses (Nueva York:
Oxford Ulllverslty Press, 1959). observación relacionada con éstas: los ItalIanos solICitaban llledlcl-
. 2. Ver. Asenath .PETRIE, Individua.lity in Pain and Suffering (Chicago: Univer- nas para aliviar el dolor y dejaban de quejarse cuando el dolor ce..
slty of Chlcago Press, 1967). día, y los judíos, sin embargo, eran reticentes a taBlar tales drogas,
3. M .. ZBORO\VSK~,. Cultural Conzj.Jonents in Response lO Pain, en E. G. JACO
(ed.), I!atwnts, PhYSlCtallS and Illness (Nueva York: The Free Press of Glencoe
1958), pp. 2S6~268. ., 4. Ibid., p. 264.

280 281
preocupados no s610 p 1 lianas comunicaban un promedio mayor de cantidad de' síntomas. ; .
con el hecho de que lao~r~s peligros de la adicción, sino tam b" ,
relacionados con la enferrn.edad, Sllbrayando la dispersión de sus
rar su causa. Aun cuando ~~ ~eramente calmaba el dolor si~ ~~
respuestas a la enfermedad.8 Quizá fue esta «exageración» de
~roga~, los judíos conti~uaban ~lor fUbiese sido calmado por la~ las respuestas a la enfermedad la que llevó a que el personal cIa-
d:p~~I~a~an gran confianza en l~~ maéd-reocupación. Los italianos .sificar¡;l. como «problemas psiquiátricos» a muchos más italia-
po ~ or, p~ro los judíos mante' ICOS,que podían aliviarlos . I
nos que lo que permitía la evidencia disponible y, en el caso
rque os medicas no los hah' nlan un grado de escepticismo de un grupo de mujeres que no mostraban evidencias orgáni-
; a: tIgua s. a~ericanos,) eran s~m I~n curado re~lmente aún. Los cas de los síntomas, a diagnosticar a más mujeres italianas que
a :~ prInCIpalmente ansios~ ,e]antes ~ l?s Judíos en que es-
relaCIón a s~ estado de salud s por. el slg!uficado del dolor en irlandesas o norteamericanas.9
qlue eran optImistas acerca de'l Se dldferenclaban de los judíos en
e resultado final os po eres de la ~vledicina y b
Al · so re Sínto111as y la definición profana de enfermedad
..gunos estudios ·
sió~ de las obse;acio~~:t~nores parecen confirmar la rec'
Claramente, el dolor no es una variable Que pueda ser trata-
tono reaJizado por Sternbac~ Zb2.rowski.5 Un estudio de !a1or~:
~~n hele~troshocks
! ec amc, encontró
a las a~;;
que: ,.
J
ursky, en el que se administra.
e casa, según las palabras de
da como una constante biológica en el proce~o que lleva a la de.
finición de enfermedad. Ni tampoco es una v8riable que pueda
ser explicada exclusivamente en referencia a diferencias psicoló-
gicas individuales. Las respuestas al dolor también varían según
Las. mujeres 1't.a J'.lanas 1110~~tr .. •
-4.'
C3.dVan1cntc nlenOr _. '-' .'.al 0.'.1 una tolerancia '11 ,~ 1.. • •• la experiencia cultural o étnica del grupo donde el individuo apren-
pleto de e tí l' ' Y muy pocas de eH ., o .' <. S ,cc., sIgmfI. dió qué significados ha de encontrar en su experiencia Y cuáles
t;"a s. mL10S de shocTc utilizar! -.as ~c.-ptallan el nmgo como
rl proporcionan al individuo un refuerzo continuo para tales signi-
it~Íi;~~e~ ~~~~::~ •.que es!a re~?~Iest~Se:nc~~e~~~~rimento. Los inve:s- ficados. Además, dado que la variable decisiva no es tanto el do-
con la orientac:'s- ~n Jo mmedIato del dolor mis e c~n la tendencIa
lor mismo como el significado del dolor, se deduce que para com-
similar conside:~: q:e ~;t~oIlde la preocupación j~d~~ s~~o compadra
que tienen un d .~, . a, azgo sobre las am d'" un m<? o prender cómo la gente se llega a considerar enferma cuando
bifásico de 1 - a .l'Il-aptaclOn mas rápida y m' as ~ casa «yanqUIS», siente dolor, debemos aislar algunos de los significados funda.
tacióll al do~~Ie palmar; tiene un correlatoa~c~?;'~al:t~ del poten~ial mentales que giran en torno a la percención del dolor. De todos
«Esto se ilust como una «cuestión de hecho
hacia el d 1 ra por la actitud modal d
'c"
.aa con su onen-
: ». omo .observan ellos:
modor, el dolor no es la única sensación que la gente llega a
dera loor, como 10 exnresaron e e netestros sUjetos "yanquis" considerar un síntoma de una posible enfermedad. Aun si nos
as cosas en sus pac:o~ " Tt..'J~' .1. ,n, las entrevistas. "Usted · restringimos a nuestra cultura orientada médicamente, debemos
a la acción fu .. ~. l' Jn!4una fri!se s.' conSI- admitir que una gran variedad de atributos o experiencias en los
jetos irland'e ~e ~hl~zada por los miemb"'~s d;metJante, tan orientada
. 4ses, Slml1arme t • .•. oros grupos
•... L que no figura el dolor pueden llegar a ser considerados síntomas
blOS" pero "temer lo' n ~.eInexp:esivos, pueden "mord · os su-
de enfermedad. Uno se puede sentir cansado o irritable; puede
para soportar y sufrir- :~rS'l~Ieun nClO.»
.esÍl mulo pernicioso que -eser~nealos la-
carga
6 sentir que no ve u oye adecuadamente; o uno puede preocuparse
El trabajo de Zola por la presencia de atributos. indoloros Y que no incapacitan, como
la del irlandés, obser~2ueu~ofpa~a ~a conducta del italiano con una lesión de la piel, un bulto, un vómito o una tos. El dolor no
taban más preocupados qmol~S Itahanos comparativamente es. está involucrado en todas ni siquiera en la mayoría de las cosas
sos efectbs físicos y sociiIes d stos con el dolor y con los «difu- sentidas como síntomas. Muchas cosas consideradas como sínto-
5 E e estar enfermos».7 Además los .t mas no incapacitan al «paciente» de un modo significativo. El
.. ' -sto fue informad ,la- único elemento común a todos los ejemplos es la imputación de
stons and Sick R 1 ve' ? ?etalladél.mente en Andr e
Behavior», X (l969) e a rtatlons: An Exploration <;;w .} T'VADDLE, Health Deci. desviación de lo que se considera deseable. o normal.
6. DaVlod 1\6 ' p. 108. 1ourna of Health and SociaJ
'IECHANIC Al d' 1 .
p. 125-126, citando ' e lea Soclology (Nueva Y .
sewives in P<vch a R .. A. STERNDACH y B. TU!~svy . or~, ~he Free Press, 1968) 8. Tamb~én se podría observar el estudio de Croog sobre los alistados en
chophysiology~, 1°fl~~~l)cal and Skin Potential"R~;p~~;;~c t~t'Effelrel1~es a1nong Hou~ el ejército, donde encuentra que los entrevistados italianos Y judíos comunicaban
7 J D STO ' pp. 24 1-246. ectrzc Shock <cPsy la lnayor cantidad de síntomas de enfermedad. Sidney H. eRO OG, Etl1nic Origins
• '. ECKLE 1 K Z 1 ••

The Contributions
~f Chronic ,Disease~
o, ver Irvmg K ZOLA
f' h' . . OLA, Y G. E. DAVIDSON
~,fr f~~~n) t lo the Decision
' p. 987. Para
O G.
l~ S~ek
consultar
01f1~~~
·
re~
al.
.
.~he Doctor:
«Journal
and Responses
pp. 9.65.69.
to HealtlL Questiol112aires,

Irving K. ZOLA, Problclns


«Human

of COl'nmunication,
Organization»,

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and Palient Care:


ting Complaints 'A
• I
'. Culture and Symptoms'
« lnencan Sociological Revie\~»
I
xxJl.f
An A fn. mforme más elabora.
yszs of Patients' Presen-
(1966), pp. 615-630.
The lnterplay of Patient, Physician aná Clil1ic Organization,
Medical Education»~ XXXVIII (1963), pp. 829-830.
.The louma] of

282
En el curso de especificar algunos de los criterios importantes n la que uno se acon10da desarrollando una rutina. Pero cuando
por los que la gente determina si hay o no desviación parece uno no ha tenido tal cojera y súbitalnel1te se da. cuenta.d~ que
útil revisar algunos estudios cuyo objetivo era' explorar ~l modo no- puede call1inar del lnodo al que est~ acostu~nl~radoJ. él lnte~~
en que la g,ente distingue. entre salud y enferlnedad. En un grupo pretará un sÍnt0111a de lo que :puede se.¡ una «~nferln~da~», pa~...
de profanos estudiados por Apple,10 ..Ia creencia de que un atributo ticularmente si el sÍnt0111a es ln~speradoel1 laexpe:lencla~o~l
representaba un síntolna de enfermedad parecía depender de dos diana. De este nl0do, si la vida de una persona esta c~lnpu~~ta
criterios: a) el. origen reciente o la novedad de la e~periencia, rutinarian1ente por experiencias tales como toser, 0_ SI alguIen
conducta o atrIbuto, y b) el grado en que éste interfiere con las ha ido desarrollando lentalnente con el paso d~ los anos una tos
actividades ordinarias. Obviamente estos dos criterios están es- cada vez mayor, es poco probable que se consIdere la tos como
trechanlente relacionados, dado que lo que .se considera una «ac .. un síntoma que nlerezca buscar ayuda o que valga la pena co-
tivid~d ordinaria» es una función de .10 que fue rutina a lo largo municarlo en una exploración n1édica.13 •
del tIelnpo. Por lo tanto,. una. conducta, atributo.o experiencia Parece, entonces, que la gente que vive,e? una socIedad donde
«de comienzo reciente» constituye por definición Ulla. interferen- _la enfermedad y la invalidez definidas J?edlcamente son extraor-
cia o una interrupción o cambio potencial en las actividades de dinariamente conlunes, debido a que esta11 acostumbrados a ~ellas.,
rutina y en las expectativas relacionadas con ellas~ Otros estudios comunicarán notablemente rnenos síntomas de lo que .11arla un
taJ?bién .encontra.ron que el profano subraya la significación de explorador médico. Adelnás ellos tiel~den, a pensar que tlen~~1 m~-
«Slntomas» que Interfieren con las actividades ordinarias. Por nos enfermedades de lo que pensarla el explorador .. En verdad,
ej~m~Io, Baun1ann halló que los profanos .distinguían entre tres de un modo selnejante al de los médicos qtle. ~valuaban ~~ nece-
11. crIterIOS: la salud COlTIO a) una sensación de bienestar, b) una sidad de la amigdalectoruía (expuesta en el capItulo ~nterIor), yo
ausenci~ ?e sÍntonlas y e) un estado que pern1ite realizar aque- sugeriría que los profanos tlen . d en en. t.o.do....lados
~ a~ lnformar es ..
-JI.as actIvIdades .que una persona con buen~ salud estaría capa- pontánearnente acerca de la Iuisma cantIdad. de s~ntomas, pres-
cItada para reahzar.t1 Y en un estudio acerca del significado de cindiendo de la cantidad de enfermedades discernIbles para l~~
la sal~d y la ~~fermedad :~ealizado. entre un grupo de franceses, nlédícos. Es casi c.omo si el ser humano fuer~ c~paz (~e definIr
Herzbch. tamblen. encontro un acento en la importancia dada a cafilO miresable sólo una parte fija de su experIencIa; aSI, el ~anl-
la capacIda:I de lle~a~ a cabo. las actiyidades. diarias más que pesino oriental libre de enferm~dad puede no reC?llOCer DI c~-
a «una realIdad organlca que en sí misn1a es anlbigua».12 municar más síntolnas que el mas saludab~eburgues nortean~ell-
Claramente, si alguien se inclina a considerarse a sí mismo cano .. Recíprocamente, casi es COlno si el ser humano debl~ra
como posiblen1ente enfermo sólo cuando se percibe que es in- estar insatisfecho en algl~na parte de su vida y. de su experIen-
capaz de realizar sus actividades diarias ordinarias en virtud de cia puesto que aun cuando el norteamericano tIene n1uchos me-
cierta dificultad nueva, lo que se selecciona como síntoma de en- no~ síntomas y enfern1edades que el orienta~, él puede encontrar
fermed!ld es contingente con lo que sus capacidades y experiencias la mislna cantidad de síntornas para comunIcar.
. de rutIna son a la luz de sus actividades diarias comunes. Si Por 10 tanto, lo. que un profano .reconoce co.nl~ ~un .síntoma o
por ejemplo, alguien ha tenido poliomielitis cuando niño con un~ enfernledad es en parte una función de la desvlaclon del ~odelo
suave parálisis en una pierna que desde entonces fue compensa- de norlnalidad variable cultural e históricamente establecido por
da por mayor desarrollo lTIuscularde la otra pierna, las subsi- la experiencia cotidiana. Sin embargo, como ya he observ~d~ ,en
guientes .actividades diarias de esa persona se habrán ajustado a un capítulo anterior, 110 se atiende y restablece to~ad~Svlaclon.
su capacIdad, y una capacidad y una experiencia de rutina habrán En términos de Lemert, gran parte pern1anece prl~narla ~n ca-
sido establecidas. Una vez que la rutina está establecida, una sua- rácter sin organizarse en un rol o identidad especIal. La Impu-
ve cojera no constituirá, entonces, un síntoma de enferrnedad. La tación' de gravedad es decisiva cuando se distingue entre .aque-
cojera es, según los térnlinos de Lemert, una desviación primaria Has que son meramente observadas y. .las que ll~gan a o~g~nlza.rse.
en una carrera de enfermedad. Obvlarnente" esta esta ImplIca-
10. Dorrian ApPLE, BOH'! Layn1en Define lllness, «Journal of Health and Hun1an
Behaviof», 1 (1960), pp. 219-225. da en el proceso de cOlTIunicar .y atende~ a los síntomas y, .po~
. 11. Barbara BAU.MANN, Diversities in Conceptions of ¡-Iealth and Physical Fitness, definición, ésta es más una varIable socIal que un factor blOlo
«JournaI of Health and Human Behavior», JI (1961), pp. 39-46. Y ver la exposi- gico constante. .
ción sobre cómo Jos hou1bres norteamericanos de alrededor de sesenta años lle. Se pod~ía sospechar que el hallazgo de una tendencia general
garon a decidir si estaban «bien» o «no estHban bien», en T"VADDLE¡ op. cU.,'
pp. 107-108.
12. Claudinc HERZUCH, Quelques. aspects de la repiésentation sociale de la 13. Ver Julius ROTH, Timetables (Indianapolis: Bob~s ..lVlerrill Co., 1963), para
santé et de la lnaladie) «Revue Psychologie Fran~aise», IX ,(1964), pp. 1-14. el problema de la tos en el diagnóstico. de la tuberculoslS.

484 285
de los profanos .a comun' ~ ~. .' .
. , .~ue l~s ~édicos 14 es tantol~~a meno;s smto:nas y enfermedades manipulación física, se. deduce que recurrirá a un quiropráctico
\.:ono~lmlento y la percepciól J;mc.ó~ de .a atención como del antes que a un m.édico. .
conSCiente de los signos y 1, ~l erenclal; el profano puede ser ,Lo~queestá implícito en una conc~pciól1 de cnfenn~dad es la
C0111~ un síntoma de ~una enf:~l~ma~ que un médico calificaría participación en una cultura determmada o en un sl~tema ~e
la nnsma importancia. Es as' daa, pero pued~ no adscribirles conocimiento y significado. Existen, por supuesto, amplIas varia-
t.ex;neda,des infantiles como et
scomo ~~ la Grecia rural, las en-
r~lIna cler~amente son percibida~ram~lOn, .~aper~s, varicela y tos
ciones en el contenido de las culturas de grupos humanos, pero
.para el propósito de mi actual anál~sis, la cara~t~rística esencial
plertan mas interés que la . f pOI el caJllpesmo, pero no des- de cualquiera de esas culturas amplIamente varlaoles es su com-
meningitis, escrófula trae s en errnedades de «rutina» como la ..patibilidadd con la de la Medicina moderna. Naturalmente, las
beasi~.l5 El llO cornu¡{ica ta ~ma, ma~ari~, salmonelosis o ame..' .culturas profanas de las nl0dernas sociedades industriales occi",
~onsc~e~te de ellas, sino por~~e «~~:nlleaades», no p~rque no sea dentales tienen lTlayor probabilidad de incluir ideas de enferme-
uo medICO acerca de lo llere con la concepcIón del mun... >dades'y tratamientos similares a los de la J\ledicina moderna qu~
r I que es grave S'
. '1 .••
otras culturas del Inundo de sociedades más sinlples o no OCCI-
re~ Izado en áreas rurales de N. · l?l~larmente, en un estudio
t:o que cuanto más baja era la orteame~lca por Koos, se encon- dentales. Además, dentro de las modernas sociedades occidenta-
cm a considerar una lista d ' clase SOCIal, menor era la tenden- les,. aquellos nlÍembros de la población que son más parec~do.s a
tan!es como para necesitar ea~:~<?J.Ilas 1? ~uficientemente impor-.' los \ínienlbrosde la profesión médica en actitud y en conOCImIen-
recle~te realizado entre ciud d~ 1O~ medlca,16 y en un estudio to manifiestaII una cultura o subctlltura que es más probable que
los conduzca a demostrar aprobación por los conceptos médicos
una l~s,ta de veintidós descri~ci::s ~ Nueva York, si bien sobre
conOClOuna gran proporción . ~, conductas la mayoría re- .dé enfermedad que quienes son menos semejantes a la profesión.
nales» o «mentales» segú 1 que Im~ucaba «problemas emodo- Dentro de las sociedades modernas, las variables enlpíricas de
necesitaban tratami~nto P~q~á~~~%~~:a sólo dos de los ventidós . . ..nivel socio-económico (más particularmente, educación formal) pa-
recen los indicadores luás útiles de tal conlpatibilidad. .
~... \ Utilizando los estudios de comunidades de gente como Koos 18
y los resultados de investigaciones nacionales informados por
Cultura y uso de servicios médicos personas conlO Gurin Y.5115 colaboradores 19 Y por Feldman,2° pa-
rece útil en este punto delinear algunas de las diferencias esen-
Las definiciones profan,:> d ~
portantes para nuest:ra eo"~- .e ~1~lton1as ,Y enfern1edades son iro.. ciales en la orientació11 l1acia la enferme.dad y el cuidado médi.
derarán a sí mismos enferm~reslon ~e s~. ~os profanos se cansí- ca que se perciben entre la clase media y la clase baja o
comprender el próximo paso ~ no. lC"a~lblen,e.s ,importante para trabajadora en los Estados Unidos.21 Ante todo, está la cuestión
nos, luego de concluir que o~rl1Ue.,tIO anahsls: si los profa- del «conocimiento científico», o conocimiento aprobado médica-
entonces a un médico El P"d an estar enfermos, consultan ruente. Comparativamente, los individuos de la clase baja son
lleva por sí misn;o a u.t'l. conIs! lerar. que uno está enferIl10 no más ignorantes del alcance y del carácter de las funciones corpo-
1 Izar os serVI'"'10S m ~d. A ' rales. Ellos tienden a pellsar y a describir su experiencia de la
se automedica antes que ver a 1 ~ ':' e leos. 19una gente
sultar a un médico po Ul~ lTledlCO; otros no intentan con- enfermedad en las nociones al10ra anticuadas, explotadas aún por
~ r una varIedad de r S. la ptlblicidad lnédica lnanifiesta, nociones de cualidades de la
c~ee tener una enfernledad en la ~z?nes. 1 el profano
ejemplo, entre los latinoanle. que 1 10smed!cos no creen -por sangre, de la necesidad de «purgar el organiSITlo», de la inlpor ..
bue ~ rlcanos e «nlal d.e o. . tancia del estado del hígado y de los riñones para la salud y otras',
na razon para tratarse a sí . JO»-, tIene tilla
no médico que sabe cóm 11 mIsmo o para buscar un ejerciente por el estilo. De acuerdo con estas ideas pasadas de moda desde
ID.l . ~ o evar este problem D el ptlnto de vista médico, la persona de clase baja es más procli-
1 ar, SI el supone que su e f d ~ a. . e un modo si-
n erme ad sera mejor llevada por ve a utilizar, si no remedios populares, al menos remedios de
patente tradicional para muchas de sus molestias. Se deduce .
. 1.4. Stanislav V, KASL Sidn
Szck Role Behavior, «ArchIves Ofe~~~BB, liealtll Bellavior, Ilhzess Behavior and
15. Ver Richard y Eva BLUM He~~~~n:e.~taI H~altl!», XII (1966), p. 256: . 18. Koos, op, cit.
Stanford University Press, 1965), 'P. 53. d Hea.ltng ln Rural G1eece (Stanford: 19. G. GURIN et al., A111ericans Vieív Their "'lental Health (Nueva York: Basic .-
. 16. Ear! L. Koos, Tlz~ Health f R~' . Books, 1960).
Slty ..Press, 1954), pp. 32.33. o ",gzon''v'tl!e (Nueva York: Columbia Univer. .. 20. Jacob J. FELDlt'!AN, The Dissertlinatio1t of Health Infonnat!on (Chicago: Al-
17. Jack ELINSON et al Public 1 dine Publishing, Co., 1966),
g
Mental Health Materials C~nter 196;)na e 0 / A1ental Health Services (Nueva York: 21. Y ver el material descriptivo gráfico en RaYluond S. DUFP y August B
, , p. 2 .4 HOLLINGSH:EAD, Sickl1ess and Socicty (Nueva York: Harper y Row, 1968).
286
287
qu~ ,la clase más baja pr~bablen1el1t . ...'." .~. .· · que la gente mantiene entre sí. Es la organización de la vida so-
ll1ed.lcos que la clase nle. d' . e utlhce nlenos los serVICIOS cial lo que la sustenta, hace valer y refuerza la conformi.
A la.
parte de sus nociones anticuadat;;; ..'}.. 1 . dád de su contenido culturaL Podemos ver esto claramente si
rales, la persona de clase traba;ad ~ sotae, ,as ~nclOnes carpo- examiIÍamos nuevamente el proceso de percibir síntomas, intuir
nluy concreto y literal 1 '.- ' Jora talnblen tIene un enfoque enfermedad e intentar actuar como .enÍermo.Puede ocurrir' que
, ' laCld su salue' que 'e b ~
s~ente. Este enfoque es muy difere. t,
dIstante, que tiende a soste
d_
l~ - s. .a~a en como se
,nIe e a objetIvIdad abstracta,
la misma persona note que algo puede funcionar mal en ella.
Pero en el PG1.S0 siguiente del proceso no puede actuar como un
mira a sí misma. En el c ' nJr 1 a persona culta cuando se individuo: si realmente intenta actuar COTI10 si estuviera enfermo
ción de síntomas y de enf~;;;'pde d a clas~birab~jadora, la defini. pidiendo privilegios Y exención de las obligaciones ordinarias,
''d
n

rectamente de sensaciones de a eos.pOSl es, tIende.a surgir di. requiere tanto la aprobación de quienes lo rodeanCOlTIO su
En contraposición la persona IOlo r, 111COnl?dldad o Incapacidad. acuerdo en cuanto a que sus quejas «realmente» representan
~ ' " (e e lase InedIa d~fin £ :lo '

t emente slntolnas sianificativoc • d d' e e mas recuen- enfermedad. Si quienes lo rodean no conctlerda11 con su in-
didad o inclusive de"'la inc" a~,~n ;pen ,len~emente de la incomo. terpretación de su dificultad, exigirán que cumpla con sus obli.
inte.lectuales de «.$. en-ales d'-"'P .aü, s.e lnch.na..
.e lJe11¡gro'> "}" a. u.tilizar criterios gaciones. Él tiene probabilidad de obtener su acuerdo y apoyo
c:. -..
de los casos la anticipación d l." q ue I,mpIcanen el mejor sólo si. ¡nuestra evidencia de SÍlltolnas que los otros consideran
sona de -1 . 'd' ' .". e a lnCOlTIodldad. Además la pe que son enfernledad Y si él los interpreta de un 1110do que sea
.. e a~e file lca tIene mayor probab'1' d d' d ,. ~.
das preventIvas. 11 a e adoptar medI- admisible para los demás.23 La organización de la gente en fami.
.,a

En conjunto, estas diferenci~s . }'1 lias y en otros grupos de parentesco, vecindarios, grupos detra-
rencias en la verosimilit~d qu' <. J e~.a cu ,t?ra co~ducen a dife. 'bajo, camarillas y otros semejantes _opera de este modo para
fermedad llevarán a la consult: ..a, :ercelclOn de smtomas o en. imponer visiones particulares de enfermedades Y sus tratamien.
1ca
no. está, a diferenci'"" de la pe ~ me d . cp a. per.sona d.e clase .baja. tos independientemente de las visiones aisladas de las personas
l' a... rsona e cla medo
profun. daulen fL."~'-' '-(~vf'.n :-::.1conoc'
. . t a d e 1;.) IV! '(. .la,.
lIDIen ;::>.......
. compenetrada
/. que los integran. En rigor, la estructura social puede obligar a
muestra una cierta hostilidad h'" M'l. :e~llcma. Mas bIen de- las personas a actuar COlTIOenferlnos aun cuando ellas no se
ticamcnte todo el n1undo ~o. t~a a. ~edlcma modernaP Prác- consideren conlO tales. Habitualn1ente, sin embargo, la persona
la persona de clase -baja n;;;:. orrec~ta en alguna ocasión, pero ha internalizado las visiones de sus asociados, y probablemente
clase media de buscar recom;~~:e.eslart~n. deseosa comola de se comportará «espontáneamente» del modo como se supone que
. cepciones básicas de salud
ble inclinación a aceptar slis ~~~;~~edad,
que está mal en ella es COl1"idera~as cone USlOnes acerca de lo
r
c.t~lOnes medIcas. Dadas sus con-
~ada su comprensi-
debe hacerlo.
Una parte importante del significado de la estructura
se basa en su rol de estinlular o desalentar el movimiento de
social

vaya a la consulta il1éclica au\Je la · ~ementde menos probable que las personas hacia la consulta médica. Esto se puede ver cuando
."C:l. c: pel sona e clase media.
recordamos que la persona depende de los otros para que le con-
cedan los privilegios que ella puede. pedir por estar enferma:
La organización del ingreso a cuidados ellos pueden insistir en la legimitación de su condición a través
de un médico y con eso encaminarlo hacia la consulta. O, quizá
En el proceso de atribu' ~~. "fi d ." lo más común cual1do la. persona siente nlalestar Y cree que pue-
ciente indl'v'd. ~,.1. • ,. 11. .vlgnl ,a a a
.,C. SU. experJenCla el pa .. l

de estar enferma, es probable que busque el consejo de quienes


1 Ud.. no Inventa los ca t.'d ..' .
la rodean para determinar si puede. o no estar enferma y qué
'~-~~~r~~nU:á~z~~a~ic~~gl~~~~:fo~: ~~:,e~~e~~r~~;ci~~:I~~~, l:i~~ debiera l1acer por esto. Lá gente frecuentenlcnte solicita el con-
la conducta de un con'unto 'de pe", e I,.O~O, se puede pre~ecIr sejo .de los otros para saber qué hacer y a quién ver. En verdad,
sus, características indi~iduales, ~f~:i:~~;~~ ~la~er referencIa a ellos incluso ofrecen voluntariamente observacioIles tales como
temdo de la vida "ocial en la .' , ., umcamente al con. «Tienes un aspecto terrible, ¿estás enfermo? ¿Nó deberías ver
embargo, no se c~m;one sóloq~e partIcIpan. ,La vida social, sin a lill médico?», o inversamente, «Eso no es nada, ¿para qué
e
integrada por una e~tructura, una O~~~i~~~~~~d~~ i:sm~;\:~i;~~: quieres ir a ver al médico?». Por supuesto es muy evidente que al.
gunas decisiones relativas a la enfermedad puedan ser tomadas
22. e/. Wil.lian1 A. GAj\TSON y Ha' ar d S privadamente por la persona, pero hay una gran cantidad de da-
Prestige of Pltysicians «A~~n'can J v:r fCSHU~lAN) S.ol.ne Unclercurrents in the
J OUIna l o oClologv» LXVIII (1963)
Y, Z enaMITH
S BLAU, Exposure fo Child-Re . 'o '. ~ ' • . pp, 463 ..470
I

tlOn. 01 Class-Cólor Differences A. .'. ar ulo Experts, A Structural Interpreta- 23. Ver la exposición sobre este problema en Judith LORBER, Devial1ce as Per.
pp, 596-608, «nlencan J ournal of Sociology» LXIX (1964),.
J I
formance: The Case oi Illness, «Social Problems», XIV (1967), pp. 302-310.

289
288

HS 17. 19
'-:
. ;
', ~
¡ .:.

. .. .. d'. arientes Y amigo~.vi-


tos que tratan sobre temas cómo la inl111JI1ización
liomelitis, la elección de un médico y la búsqueda de
contra la '
. en una área loca con
l
. y su carácter fuertemen1te ocpa¿~: eip~iencia fuera dedlch a
.. mutuamente reforzan e.t
pia que confirman la importancia del proceso social en la con gran cantidad d~.interaCcI~ .0 verdaderamente .coh7"
de consejo antes, durante y aun después de que uno está yque depende del consejo d~ un~ J paciente de clase b~Ja
do con un problema de salud.24 localizado, eSpoco probab e ~s ueda de tipos de atenCIÓn.
Tal consejo contiene un diagnóstico implícito del problema. estimulado o ayudadfo ~f. ~~sbal ~rupoP Teniendo este pro
Si es importante, tiende a convertirse en un envío a algún agente que no son -axrnla . d modernos Y los pro.gra-
o entidad considerada competente para tratare1 problema, di. presente, los programa~ l~~ ~~~res en los Esta~os U~d:
rigiendo así a la persona afectada hacia el cuidado. Aun si el rogresivos de salud par d referencia que tIenen tle
consejo es diagnóstico únicamente en su contenido, un diagnós- p estar desarrol1and~ agente~ teHe y el conocimiento para
tico lleva en sí mismo una prescripción de que se busque ayuda escuchar las quejas en e a .
de esa cIase de gente que trata el problema especificado por el a especialistas. . los pacientes de la cla~e medIa
diagnóstico. En este sentido, podemos considerar que el pedir y En contraste con la cla1s1ebaJdaou' n sistema cosmopollt~. ~tl~
el dar consejo en cuestiones de salud entre las personas organi- d 1 ue he ama bl nte mas me 1..
zan la dirección de la conducta por medio del envio a uno u
otro consultor. y de este modo podemos hablar de un sistema
i:~~C~~~sit~ ~e;o~ ayuda ~e
do' a tomar deciSIones so re
10:
1o¿:~~~o:éd~:e sin ayuda ld~
más familiarizado c?n o
na h
1 s de su ogar, · 1 mejor en.
profano de referencia, que se define por: a) la cultura o el cono- otras personas que ~ las calificaciones profesIOna es,sólo fuera
cimiento particular que tiene la gente acerca de la salud y de criterios abs~ractos d rácticas profesionales, aunque la enfer-
sus agentes y b) las interrelaciones de las personas a quie- do de diversas P . ás conocedor de .
nes se les solicita consejo y referencia. Existe, pues, un contenido tera movilidad residenCial, y. m más seguro de su propIO
por su isma, es posible que se. ~lent a las virtudes del cwda-
cultural en el sistema, ya sea de origen étnico o socio-económico,
y una red o estructura.
Obviamente, las diferencias en las relaciones entre los profa.
~~:~s~co y de. sus propias" ?~I::~~:s
a~~da a consultores p~~e~
do que recibe. Sm embargoés~~s son tan conocedo~es como :oba-
nos y los consultores profesionales redundarán en diferencias en ciales profanos.. d::o ei;:riencias en varias localldc~~~ct~s d.
los envíos a profesionales y, en consecuencia, en variaciones en dado que tUVl~r, · mensurablemente sus. como
su utilización. En otro lugar he utilizado las etiquetas sociales blemente amphanan ~ncond diagnóstico Y tratamIento Y
«parroquial» y «cosmopolita» 25 para apuntar a dichas diferencias tando fU.entes altern~t,lV~¡ e
en el contacto y la experiencia con profesionales. El sistema de plejizando su evaluaclon.
la cIase baja en los Estados Unidos se puede denominar parro-
quial tanto por las limitaciones de su cultura como por la limi-
tación de sus conexiones organizadas con instituciones médicas.
Ni los pacientes de cIase baja ni las personas a quienes consultan
están muy familiarizados con la amplitud de servicios médicos
disponibles. Muy frecuentemente, el paciente no tuvo un contac-
to regt.I1ar con un médico, y cualquiera que sea el contacto
que haya tenido con cualquier fuente de atención médica, fue
limitado. Siendo como son las clínicas públicas o cuasi públicas
en los Estados Unidos, la única fuente de atención médica que
probablemente ellos sienten que pueden usar libremente es el mé ..
dico del vecindario. Tanto él como las personas a quienes con-
sulta carecen del conocimiento y de la agresividad necesarios
para recurrir a otras alternativas.26 Además, la influencia del sis ..
tema de referencias de la clase baja se intensifica por su cohesión

24. Para ver una revisión de esa literatura, con!uItar E. ROGERS, Diffusion 01
lnnovations (Nueva Yorl<:: The Free Press of Glencoe, 1962).
25. Ver Eliot FREIDSON, Patients' Views of Medical Fractice (Nueva York:
Russell Sage Foundation, 1961), pp. 150-151.
26. Ver Daniel ROSENBLATT y Edward SUCHMAN, Awareness o/ Physician's So-

290
alguien es puesto en .contacto con instituciones médicas tras ha ...
. CO, es poco probable que la autoridad profesional se.a reconocida
ber l~egad~. ~ ~onvel1cimiento de que está enfermo. En verdad,
c~ml anallSIS llltel1to usar. la. utiliz~ció~ cQmo ,variable depeil" .en absoluto, y la enfermedad que surje no tiende a ser. una e~.
fermedad que el médico atribuiría. La fuerza de tal dIferenCia
dIente, clave .del prpceso s.ocIal de llegar a estar enfermo. Además,
d~do .que ln~s varIantes Independientes se conlponen del con te- cultural se' intensifica por la extendida y eohesionada estructura
de referencias. Cualquier persona que se incline, como individuo,
Il!-do ~ .d~ .la estructura, de la vida social que rodea las percep-
a probar un médico profesional. y no sea capaz d~ hace~lo sec:e ..
CIones InICIales de los slntomas, no de las. características de las
tamente, primero debe correr el riesgo del consejo antlprofesIo"
per~onas que muestran. tales síntomas, la variable dependiente
na!. Obviamente en esta situación el ejerciente nativo o popular
se Integra por proporClones de utilización. de servícios médicos
será utilizado p~r la mayor parte de la gente, y los médicos prcr
~u.e se. encuentran en. P??laciones específicas. Ya que mi aná.
fesionales serán utilizados por unos pocos, quiza sólo por los
lISIS c?nduce a la predIccIon, por tanto, no se refiere a las perso-
nas, SIno a las poblaciones. desviados aislados socialmente o por la persona desesperada que
busca donde asirse después de que fallaron todos los consejos
También debería quedar claro que de IDI modo u otro yo qu~s~~
dar a ente~der que c~e~tos. elementos de la experiencia com~ convencionales.
El segundo sistema de referencias personales tielle la mislna
son dete:millant~s ~~CISIVOS para la utilización. Por UIl lado, sos.
cultura nativa que el prinlero, pero se diferencia en que tienen
tengo. C}.t"e .la varlaCIon cultural de las nociones de enfermedad y
un sistema de referencia truncado que permite que la persona
trataml~n~o .ap~o~actas profesionahnente reducirán la utilización actúe enteramente como le parece o al menos que no consulte
.&

de servI~los medICaS, una declaración casi ridículamente obvia


a nadie fuera de su familia inmediata. Si bien la cultura del sis.
qu~ reqUIere una elaboración. mucho más sistemática y detallada
tema no estimula á que la persona busque un médico, está fal-
. afil.es. "de merecer tilla atenciÓll bastante más importante. Pero
tando el refuerzo mediante una extensa red de influencias inter ..
t~nlblen h~ estado sosten~endo algo que debería ser lnás especi ...
personal, que deja al individuo más vulnerable a la influencia de
fil;ado aqUl y que no es nI la mitad de obvio de 10 que es el ar.
los foráneos respecto del sistema médico. Manteniéndose todo 10
gumento .de l.a c~tura. Específicamente, propongo que la estruc-
demás igual, se puede suponer que el individuo probará servicios
!ura u ~rganlzacl~~ de.}a comunidad es también un factor que
profesionales más pronto y bajo circunstancias menos desespe-
lnflu~e,"sobre la utI1Izac~on,en ta~to organiza el proceso de llegar
a estalenfermo a traves. de pre~I.t0nar 'al paciente pa~a que vaya radas que una persona -del sistema nativo extenso.
El tercer tipo es el opuesto del sistelna. nativo extenso d~ re-
o ~o a la consulta. La. orga~~zacIon .de las referencias personales
ferencias personales. Se encuentra cuando la cultura profeSIonal
pu ....de reforzar una ~nentaclOn particular hacia la enfermedad, o
y la culttlra comílu son muy parecidas. y cuando la .estructu:a
puede. ser tal~ amplIa que la perSOlla quede' francamente libre
de referencias personales está truncada. El presunto clIente actua
d~ la InfluencIa de los otros como para tomar decisiones contra.
principalmente por propia cuenta, guiado n1ás o menos por sus
rlas a la~ de sus iguales sin tener que pasar ridículo o burla. En
.comprensiones y experiencias I con pocas personas que .ap.oyen o
sUI?a, deseo proponer que entre ellas, estas dos variables. el con-
desanimen Stl búsqueda de ayuda. Dado que su conOCImIento Y
tenIdO. y la ~structura del sistelna de pueden utilizar pa;a crear
comprensión son muy semejantes a los del médico, pued~ tomarse
una tlpologIa pu~amente ló~ica de sistemas de referencias per ..
un largo período de tiempo probando de trata~se él mIsmo por
son~l~s que per~Iten predeCIr las proporciones de utilización de
molestias que se siente competente para. manejar, pero, d~ todos
servIcIos profeslonales.29
modos irá directamente del autotratamlento a un medICO. Es
. . .Primer?, ex~ste un sistema en el cual los presuntos clientes par ...
poco probable que recurra a un consultor no profesional, a me-
tlclP.an prImarIamente en una cultura Ilativa que es notablemen ..
nos que el fracaso. del sistema luédico lo. desespere.
te ..dIferente de la. de los profesionales y en la que hay una estruc';' En el cuarto tipo de sistelna de envíos personales, es aún me-
tura de referenCIas personales cohesiva ampliamente extendida.
nos probable que el presunto paciente utilice los seryicios de .un
En este extenso sistema nativo se puede suponer que la clientela
curador no .médico. Implica una estructura de enVlOS coheSIva
muestre ...un alto. grado de resistencia a utilizar los servicios de y extendida y. una cultura similar a. la del profesional. La .:::cep-
.s~lu~. SI, por ejemplo, lo.s p.resuntos pacientes son proclives a
t"ación de la cultura .profesional tiene tlna 'mayor probabIlIdad
CIeer .q~e los dones heredItarIOS tales como un «toque» son pre-
de ser considerablemente reforzada que en el caso de una perso ..
rrequlsltos para que. un curador sea competente .en el diagnósti ...
na orientada profesionalmente que participa en una es~ructura
truncada, y la. utilización de los serviclos profesloll.'\les eS en es.
29. Gr.an parte de lo que continúa, algo retocado proviene de FREIDSON op el"t
pp" 192.207. .,.., . ., tos térmÍno.s s.emejante al máximo.
Leyendo el cuadro 5 se puede observar que «congruencia» de.
292 293
. .
fine el contenido de la reacción
en ,tanto que «cohesión» define
está tan organizada como.
·
ete ,> .. .·
:a dsocledad a la desviación,
gI a o en el cual la reacción
protestantes manifestaron la actitud más positiva. Además, se des-
.cubrió que el puertorriqueño participa en una organización pa. '
rroquial de relaciones interpersonales homogéneas Y estrechamen-
dan o no. escapar de ella (ara que las personas individuales pue. te enlazadas, lo que también se asociaba con un bajo conocimiento
es una interacciÓn exte~si~aq~e~e as~me en la idea de cohesiÓn sobre 'la enfermedad, escepticismo con respecto al cuidado mé-
homogéneo del tipo que los estu~~ ro e '!-Il grupo relativamente dico y alta dependencia de la enfermedad. En esencia, los des-
..,..1 "
que tienen una gran influencia so~: de l?S1(:o~ogíasocial sostienen 'cubrimientos describen las características empíricas de algunos
t;' ,:¡ j!
que se considera implicada e el mdIvIduo. La enfermedad > sistemas verdaderos de envíos personales en la ciudad de Nueva
: ~'~ . mantener constante en cualqe~ un? de los aspectos que se debe' York, incluyendo tanto la cultura como la estructura, pero sin
dado que ésta es una variab~e~i m~:nto. de predecir utilización, clarificar las relaciones lógicas y consecuentes entre las mismas.
:.:'.1" lf
bable que se consulte a ot gnl1catlva cuando es poco pro.. El estudio de Raphae132 usó como variable dependiente la uti-
profesional cuando se trat r~ personas antes de buscar ayuda de una clínica gratuita de orientación infantil en Chica-
grave, en circunstancias dO~dee ;ma enfermedad definitivamente . go. Las variables independientes esenciales eran la congruencia
muy factible.3o Pero creo u e a~~eso a este tipo de ayuda es de la cultura de la comunidad con las nociones profesionales de
tid? simple y útilmente c~n~r1~dutIbzar esta tipología tiene sen- enfermedad n1ental y su tratamiento (que se medía aproximada-
lógIcas generalmente más notoria o~e e~ las dos variables socio- mente por el nivel de educación formal de la comunidad) y el
buscar cuidado médico. Realm s mvo uc~adas en el proceso de grado de cohesión social en la comunidad (que se medía princi-
confirmada en general por d.e~!et su lÓgIc~ parece haber sido palmente por la proporción de migración entre ciudades o dentro
en ella. 1S In os estudIOS que se basaron
de la ciudad). Siguiendo el razonamiento de que la visión pro-
fesional de la enfermedad mental es innovadora, es decir, que
Cuadro 5: PREDICCIÓN
DE P ROPORCIONES DE UTILIZACIÓN no se encuentra normalmente en una comunidad, Raphael inten-
S"GlÍ ,. DE SERVICIOS PROFESIONALES 1
tó predecir la difusión y la aceptación de esa visión (medida por
--- N" ARIACIÓN EN EL SISTEMA DE REFEREN'CIAS PERSONALES la utilización de la clíl1ica) según variaciones en el nivel de edu-
cación de la comunidad y el grado de movilidad de sus residentes. ,
Clasificando sus comunidades según la tipología de sistemas
Cultura profa11a de referencias personales antes descrita, encontró que la,;
Estructura de proporciones de utilización eran más bajas en áreas de la co-
derivaciones munidad cuyos residentes estaban desde hacía mucho tiempo' Y
Congruente con Incongruente con
personales profesional
tenían comparativamente poca educación, en tanto que eran más
profesional altas en comunidades con residentes cultos, móviles. Se en-
contraban proporciones intermedias en otros dos tipos (mez-
Libre,
truncada Utilización Inedia a alta clado) de comunidades. El eje estructural (medido por la migra-
Utilización nledia a baj a
ción) parecía ser responsable de mayor variación en las propor-
.' Cohesiva,
extendida Utilización máxima Utilización nlÍnima
ciones que el eje cultural (medido por la educación), dado que se
encontró que cuanto más estable era la estructura, con menos
migración, era menor la proporción de casos examinados. Además,
Raphael halló que, a pesar de la variación en el número de casos
El estudio
referencIas
de Suchman
formula~o con la noción .de
personales en
'1asue varIaCIones
· ·
on~m~lmente fue p~anteado y
en los SIstemas de
examinados en las distintas áreas comunitarias, no había diferen-
cia estadísticamente significativa entre ellas en la gravedad de las
relacionaba dichas variacio mente, procuró determinar cómo se enfermedades psiquiátricas, si bien se observó una tendencia en,
las áreas de mayor utilización a enviar una mayor proporción
de cu!dado médico en la ~~~~~n pautas étnicas en la búsqueda
por ejemplo, con que los d.e Nueva Y ork.31 Se encontró de niños que no estaban gravemente perturbados, y en aquellas de
nos positiva hacia la Me /~ertornqUefiOs tenían la actitud m; utilización más baja a enviar una mayor proporción de niños gra-
e lClna moderna, en tanto que Judíos y vemente perturbados.
Finalmente, y esto es particularmente interesante porque apun- ....
3.0, Ve.r l.a revisión realiz d .
Se~icesÉd«Midlbank
'., war
1vIe.mori~
A, SUCHMJ\N
~~~J ~:~e~i~T»R~t~ITSVTO(CIK.J
S ', .. ' .
lVhy People Use Health
966), pp, 94-124
J
32. Edna E. RAPHATIL, Com1J'lunity Structure arzd Accepta1'1ce of Ps)'chiatl'ic Aid,
«Alllericall Journ11I of S ','1' .ocf¡onze<1u;al Variations AnHJrlO' Etl' .' G
, OC10 ogy», LXX (1964), pp. 319-331. l'¡>- uue fOUPS, «American JQurnal of Sociology», LXIX (1964), pp. 340-358.

294 295
ta a la vinculación de los sistemas personales con los profesio- matizarlos menos, pero no obstante tienden a _hacerlo en un grado
nales (a los que volveré en el próximo capítulo), Raphael inda- ~ import.ante. Tal estigma ~o es coherente ~on las normas de los
gaba quién había enviado al niño a la clínica de orientación, es profesionales que dirigen los servicios de _saludmen~al. G~an~o
decir, quién definía la dificultad como una enfermedad mental. dicha estigmatización existe y donde no se puede realIzar nlngun
Los definidores o agentes de referencia variaban según el tipo de contacto con un círculo social especial de la clase descrita por
comunidad. La mayor proporción de «envíos voluntarios», es de- Kadushin,36 parece adlnisible que las decisiones de solicitar aten-
cir, envíos de los mismos padres, provenía de las áreas con edu ... ción tendrían un carácter ~mp1iam~nte individual, y. sería más
cación más alta y de las áreas con alta migración. Las deriva probable que ocurrieran en situaciones donde la persona tiene
ciones a partir de escuelas yde otras instituciones sociales, sin libertad para actuar privadanlente corno un individuo, en situa ..
embargo, era más probable que provinieran de áreas con cultu. -ciones en las cuales la estructura de referencias es libre y trun-
ras «incompatibles». En el último caso, entonces, el niño tenía que cada. Y en situaciones donde el individuo -no tiene libertad para
llegar a estar implicado con instituciones de la comunidad en actuar por sí mismo debido a su participación en una extensa
cierta forma antes de que hubiera. probabilidad de que se le re- estructura cohesiva, y dOl1de sus asociados aprecian menos el uso
firiera, una implicación que puede involucrar decisiones oficiales de la psicoterapia, el sector profesional debe intervenir para llegar
independientes de las inclinaciones de los padres o de los niños: a los casos "que pueda conseguir. Estas son las situaciones que
el sistema profesional tiene mayor probabilidad de ser impuesto los descubrimientos de Raphael parecen representar.
,.
sobre el sistema profano cuando este último se desvía del primero.
Los descubrimientos realizados por Raphael plantean algunas
preguntas. importantes a mi suposición de que la proporción de . Tipos de enfernledad que. llegan a la consulta
utilización de servicios de salud se puede explicar por el tipo
de sistema de referencias personales característicos de una co- Obviamente, es necesario ser bastante más específicos acerca
munidad. Primero, debemos observar que los .resultados no con- de las enfermedades involucradas ell la utilización y la reacción
firman lo que se predecía: las comunidades clasificadas como «al- común a la enfermedad. La enfermedad lnédica implicada en el
tamente compatibles» (cohesivas-congruentes .en el cuadro) no estudio de Raphael era, para las personas, estigmatizante, más
mostraron la utilización más alta de los servicios. Fue la comu- para las personas poco cultas qtle para las bien educadas, pero
nidad organizada más libremente la que mostró la mayor utiliza .. de todos lnodos estigmatizante. COTIIO yá._he observado, las en-
ción, lo _que inlplica que circunstancias en las que la gente estaba fermedades estigmatizantes son guardadas en secreto delante de
libre de la influencia de los otros eran las que más estimulaban los otros siempre que sea posible, y no se cOIDtlnican a los pr~-
la utilización. Sin embargo, el estudio de Kadushin sobre empren- fesionales. La gente que se inclil1a a buscar tratamiento es POSI-
der ll..l1a psicoterapia implica exactamente 10 contrario, que un ble que lo haga cuando pueda privada e individualmente,
círculo de amigos de mentaiidades semejantes facilita la decisión sin conochniento público, dado que, al ¡nenos en el caso de .la
de buscar atención profesiona1.33 Y lo mismo hace" el amplio cuer .. enfermedad mental, el uso del servicio de tratamiento es estlg-
po de investigación sobre. influencia personal.34 En consecuencia, matizante en sí mismo. En consecuencia es probable que haya
creo que es razonable asumir que las mediciones utilizadas en el una considerable demora en obtener consulta cilando la acción
.estudio de Raphael no eran suficientemente precisas, que el nivel privada e individual se dificulta. De un modo ?imila:, si las per-
de educación es un indicador inadecuado de la «cultura» que es sonas consideran que una enfermedad es crónIca o Incurable, se
compatible con las normas profesionales de salud mental. puede aventurar que la utilizacióll de servicios profesionales se
El uso de los servicios de salud mental generalmente tiende dará menos frecuentemente que cuando se crea que la enferme-
a ser estigmatizante para la visión del individuo medio 35y es pro- dad- es curable y que en cualquier caso ésta será superada.31 AsÍ,
bable que sea estigmatizante también para las comunidades es- pues, es más probable que lleguell a la sala de consulta casos ya
tudiadas de Chicago. Las personas bien educadas pueden estig- declarados que casos recién iniciados. Las enfermedad~s, de~odos
modos, no serán ocultadas como una enfermedad estlgnlatlzada.
33. Ver Charles KADUSHIN, The Priends and Supporters 01 Psychotherapy: 011.
El ingreso en la consulta, entonces, debe ser vi~to en el contexto.
Social Circles in Urban Life, «American Sociological Review», XXXI (1966), de los tipos sociológicos de enfermedad que definen las personas
pp. 786-802, Y Charles KADUSHIN, lV11Y People Co To Psychiotrists (Nueva York:
Atherton Press, 1968).
34. Cf~ ROGERS, op. cit. 36. .KADUSHIN, op. cit. .. -.. -' c-
35. Ver Derek L. PHILLIPS .• Rejection: A Possible Consequence o/ S~ekit1g Help 37. Ver Barbara BLACK\VEU./ Tlle Li.teratura ot Delay :n Seektng ;~ledlC:al _dre
for Mental Disorders, «An1erican Sociologic al Review», XXIX (1963), pp. 963~972. for Chronic Illnesses.. «I-Iealth Educa-Hon Monographs», nítm. 16 (1963) pp. 3-31.
1

296 297
.
.".\
" '

, \

en contraste con lo que es definido por el mundo médico. La no-


ción de congruencias de la cultura profana con las definiciones ·
.• '
ción sea curable o mejora
· bl
e,. 0.10
ue un estigma o un atributo
por la redefinición profesio- ,1
profesionales debe por lo tanto incluir no sólo si las personas
estigmatizante p~ed.a ser supr~mI
nal o por procedImIentos
ffi.
técnICOS espec cos
'.1
perciben o no dolor y síntomas, sino también cómo definen socio.
lógicamente la enfermedad. La legitimidad de la enfermedad no
es, sin embargo, la única dimensión que define tipos sociológicos Entrando en el dominio profesional
de enfermedad. Otra dimensión es el grado de gravedad atribui.
do a la enfermedad, y sobre esto tanto como sobre el tipo de En este capítulo mi ~nálisis ha ~:~~~~a~a:~: ~: l:p~~t:n:~~:.
legitimidad imputada a la desviación, las personas difieren de los completa del1cudrso. S?CI~~ ~: ~~r~ona de la ostensiblemente ru-
profesionales -algunos por supuesto difieren más que otros. Ti. ' ramente en e omlnlO "s de la búsqueda del
pos de legitimidad y grado de gravedad, ambos pueden tener dimentaria experiencia del ~alest'~~d~S t~::a terminar con él, al
consecuencias para el ingreso en la consulta. significado del malestar y e me t en cada momento la gente
La clase de legitimidad atribuida a la enfermedad parece pro- ingreso en la c~nsuIt~. Por sUalUe~e¿idir que la molestia no es
bablemente tener efecto más directo en el monto de utilización decide no contInuar. se pu~ e. otra ersona puede decidir que
en cuanto legitima condicionalmente (aunque no siempre) tipos «nada» y abandonar la cu~stI6n, con£inuar. y alguien puede en-
de enfermedad que con frecuencia requieren legitimación por ll...11 s610 es algo para ser SUf[;dOdy ::;: ejerciente popular en lugar de
profesional autorizado. Podríamos esperar que el cuerpo de en- trar en la s!11~ de consu a 1 e uItor médico el que me interesa
fermedades legitimadas condicionalmente lleguen a la consulta la de un medICO. Pero. es ~rc?n1a intentado especificar las con-
en un gran porcentaje de casos. No obstante, de las enfermeda.. ',' aquí, de modo que mI ana lSIS., ,
des legititnadas incondiciona11nente podríamos suponer que lle- diciones bajo las cua~es s:ra~u~~al:S e~~ndiciones que llevan a la
gara a la consulta una menor proporción, dada su legitimidad En el ctlrSo de ~! an IS1~ e subra ado el concepto del
a priori y su incurabilidad. Dada la utilización en este caso, utilización de servI~lOs médICOS h or dos ~azones. Primero, este
habrá comparativamente menor preocupación por obtener legi. i sistema de referencI.as personales ~s útil y apropiado para prede-
timación profesional. En cambio, se buscará mejora o paliativos, \ o un concepto semeJan~e. pa~ece ro comunidad o de una co ..
o se tendrá la esperanza de que el consultor esa capaz de redefinir t
cir proporciones d~ ~tIhZaCI6n de una hace un modelo indi.vidual
la enfermedad como curable. Del cuerpo de enfermedades
mas debiéramos esperar la menor proporción de personas que
ilegíti..
I
lectividad natur~I.~ImIlar de
de toma de decl~10n com~ e Personales
;0
~~~~~sto por Rosenstock,38 o un
como las que fueron
lleguen a la consulta, dada la vergüenza y el secreto relacionados
con él y el imborrable carácter de estigma. Cierta utilización
i inventario de vanable~ s~c~les Yd~ v más importante, he subra-
recogidas por Mec~amc: t ~;U~e ~eferencias personales porque
puede originarse en la esperanza de que a través de la consulta yado el concepto e ~lS e reacción de la sociedad orga ..
a profesionales que rehúsan estigmatizar cualquier 'enfermedad, éste lleva implícito la Idea de una., n que es selectiva para ceno ,',
puede resultar una nueva dignidad, si no una redefinición de la nizada a la enfe;medad, una .rea~cI~ás ue en ot~o, que declara
enfermedad y una nueva ideptidad. Otros simplemente fueron tralizar la atencI6n, en un atnb~eo ejerce quna importante presión
conducidos al cuidado profesional por el rechazo de quienes les qué es grav~ y.q,?e menor, y q rte conforme a esto. Brevemente,
rodean.
para que el mdIv~duo se compo moviliza la percepción que tienen
La utilización también variaría según el grado de gravedad el sistema de enVIos personale~ encamina hacia resultados es-
atribuida a la enfermedad. Toda clase de enfermedad
nor probabilidad
tiene me ..
de ser conducida a la consulta cuando es defi-
las personas del malestar i
as lestia de la persona sigue siendo
pecíficos. E~ alguI?-0s c~sos, a mas sin embargo, es llevado o em-
nida como enfermedad menor que cuando se la define como gra- una desviacI6n pnman~ E?- ~tr~dnducción especial, y así llega a
ve. Sin embargo, de los tres tipos de legitimación, aquellas pujado por el sendero aCl~ ~o
enfermedades menores definidas como legítimas condicionalmen- organizarse en un rol espeCIal.
te tienen mayor probabilidad de llegar a la consulta, porque,
como ya he señalado, la consulta a veces es requerida para su 38. ROSENSTOCK, op. ~it.
legitimación aun si se trata de enfermedades menores. Una pro- 39. l\iECHANIC, op. elt., pp. 128.157. también aplicable al estudio de cómo la
40. Este modo de raz?~ar parece . bien hasta ahora aún no fue usado ~n
porción más baja de casos menores de enfermedades de legitimi- gente llega a utilizar servlc~o~ legal~S~r:l consultar un informe reciente qt~e re~eJ:
dad incondicional o de ilegitimidad es probable que entre en la los pocos estudios que se hlCler~YHE'V
T y Albert J. REISS,. Jr., The Soetal 01 ga "
consulta, excepto en esas instancias donde existe cierta esperan- el estado del campo, ver Leon
71.izatio11. o/ TJega7 COlltacrs,
A~'
«111Cl ic~n
Sodolouical
, '. -
Revlcw», XXXIV (1969),
za de que la definición profana esté equivocada, que una condi. pp. 309-318.
298 299
XIV. La organizaclon social
Cuando I~ reacción .d~ la sociedad lleva a la persona a la con-
sulta profes~onaI, Ia_!ta Introducido en un dominio diferente, el de la enfermedad
de la profes16~. Parte de la fuerza de la reacción de la sociedad
debe ser perdIda en !a puerta. En el Inonlento de ingresar en la
c?nsulta, las, co~cepclOl1es' vulgares de enfermedad ya no se sos ..
tIenen por SI mIsmas. Entran en interacción directa y explícita
con las del nlédico. Además, en el momento de entrar en la con-
sulta, la pe::sona se traslada a otra posición, viene a interactuar En el capítulo anterior he presentado las variables que pare-
como un clIente con profesionales quienes, por la naturaleza de cen importantes para predecir la probabilidad de que los miem-
su st~tus, persiguen controlar las condiciones y el contenido de su bros de una población lleguen a la sala de consulta médica.
~r~~baJo. En verd~d, como profesionales, ellos obtuvieron un gran Algunas de las variables son similares a aquellas que predicen
eXlto ~n conseguIr tal control. Dado que la persona no es sino la probabilidad de que los miembros de una población com-
un objeto de su trabajo, ven su interacción con ella como un pren un nuevo producto o adopten una nueva invención.! A pe-
problen1a de manejo, tanto un problema de control como de cu- sar de esa similitud, sin embargo, hay diferencias esenciales
rarla. A esa interacción entre sistemas profesionales y personales, entre el uso de un servicio o de un producto controlado profe-
que pugnan por el control y su resultado, me dedicaré en el pró- sionalmente y el uso de" un producto comercial, diferencias que
ximo capítulo. se originan en el status d.e la profesión. Éste le permite
formar el reconocimiento oficial de la necesidad del servi-
cio tanto como el modo en que esa necesidad será organizada
por el servicio que controla. Es en este sentido que la organiza-
ción social del tratamiento puede ser vista para crear las condi-
ciones por las cuales la experiencia de estar enfermo, las relacio-
nes que uno tiene con los otros cuando está enfermo y la vida
misma de la persona enferma llegan a organizarse. En este capítu-
lo deseo centrarme en estas condiciones y en estas consecuen-
cias. Deseo mostrar cónlo, una vez que una persona entra en el
dominio profesional, ese d0111inio impone organización sobre la
experiencia j; manifestación de la enfern1edad.

La lt1. edicina conto Ul1a ins titución oficial

Lo que es distintivo de una civilización compleja como la nues-


tra, comparada con una sociedad simple, es la existencia de cla-
ses especiales de personas que se comprolneten, sobre bases de
dedicación completa, en la creación de conocimientos, formula-
lción de leyes, costu111bres y procedimientos, y a la aplicación de
'principios éticos y de conocilniento a casos concretos. Estas per-
sonas forn1ulan y adnlinistran un cuerpo especial de significados
sociales cuya clase siempre es diferente de los significados socia ..
"les de la masa de ciudadanos comunes.2 Lo que hacen estas per-
sonas contribuye al orden social oficial, y si bien el contenido

1. Para un resumen de gran parte de este material, consultar Everett Ro-


GERS, Diffusion of Innovation (Nueva York: The Free Press of Glencoe, 1962).
2. Ver el contraste entre la «gran tradición» y la «pequeña tradiciól1» en
Robert REDFIELD, Peasant Society and Culture (Chicago: University of Chicago
Press, 1956).

301
300

..1
de una orden oficial viable. raramente está completamente divor- .' ' 'bilidad de muchas clases. Además,
ciada del ciudadano medio, ésta es diferente. El orden social ofi- promiso y formas de .e~egl uardianes de recursos es-
ciales dominante política y culturalmente, refleja los valores y el actúan so~re bases cotldia;~S c~~o ~as de hospital y los ~e-
conocimiento de las clases dominantes de la sociedad. No es neo pedales (slen~~ los más o VIO~ ueden utilizar sin su penmso.
.'.\
cesariamente adverso a los valores de la vida cotidiana, y su im. dicamentos «eUcos») que ~ ~ p édicos y de otros en el campo \

posición se apoya en fuerzas normativas organizadas política y De este modo, la c:onducta ~. ~~ m. ón la encarnación empírica,
económicamente. de la salud constItuye la ouJe lvaCl, · dad
d . ntes en una saCIe. .
En la sociedad moderna postindustrial, las profesiones prác. de ciertos valores orm?a uencias tiene el status OfiCIal~e .
ticas componen parte del orden oficial y, como señaló Parsons, Para comprender q~e consec 1 aciente es importante segtUr
son agentes del control socia1.1Apoyadas por el poder del Estado, la medicina sobre la hbertadf de ~ad y conducta enferma. Si
tienen mandato oficial para aplicar su conocimiento y sus valo- sus propias nocio~es. de en er:~ de elección en la búsqueda
res al mundo que las rodea. Su mandato consiste en definir si bien la persona eJ~rclta su po rb rtad de elección considera-
un problema existe o no, cuál es el carácter «real» del problema . de atención profeSIOnal, ~s u~~a~o eno profesional. La amplitud
y cómo se le debe manejar. Considerando el hecho de que ellas blemente meno; <J.Ul~ en e m cole ialización de los curadore~.
tienen conocimientos y valores especiales, no puede haber duda de elección est~ hml~ad.a por fa 1 ~ón tiende a realizarse ~as
de que sus concepciones serán diferentes de las del hombre de Dada esa amphtud hrmtada, a e ~c tos o servicios. Para cItar
la calle: allí donde hay expertos, por definición hay profanos. entre instituciones que entre pro. ~c sobre el mercado médico:
una caracterización de un econOffilS a
y cuando los expertos constituyen una profesión, su conocimien.
to y sus valores llegan a formar parte del orden oficial que, aun. b. los componentes del cuidado
que es ilustrado, liberal y benevolente, de todos modos es im- El médico, no el paciente, coro ~na el consumidor, con distintos
puesto sobre el mundo cotidiano de las personas. en un tratamiento. En otros ~erca 1o~, bienes y servicios que desea
grados de conocimie~to, s.elecclo~~ e~ cuidado médico, sin embargo,
Se dice que los profesionales están aleccionados en cierta des- de las alternativas, dIsponIbles. l. elección en forma directa [...].
treza especial que es parte de la civilización. Su trabajo consiste · h b.t 1 ente no rea Iza su
el paCIente a 1 ua ro .
,
1 ego [ ] elige por el.s
en aplicar dichas destrezas, y en la aplicación tienen probabili. Él selecciona un mé~lco que u ...
dad de ejercer cierta influencia especial, en virtud de sus rela-
ciones con el poder político organizado éle la comunidad y en . . biera odido elegir la provisión
Es como SI el ama de casa ~~áles le los artículos de la pro-
virtud de su prestigio entre las personas corrientes. No son mera- que deseaba encargar pe~~ no h cha por ella por aquellos que
mente expertos, sino más bien tienen influencia en posiciones visión comprar. ~~, eleccI n es b:se de su concepción de lo que
oficiales.4 En tanto el Estado asume mayor responsabilidad por manejan la proVlslon sobre la de ser ningún artículo en abo
el bienestar de las personas, los profesionales llegan a ser miem- ella necesita «realmente», que pue . tiene suerte, justamente
bros de la clase de los curadores, y las posibilidades aumentan soluto, artícúlos que ella no desea o, SI
por las diferencias creadas entre su perspectiva y la de las pero lo que desea.
sonas comunes. Dado el status oficial de la profesión, lo que le
ocurra a la persona, es decir, si se le reconocerá o no que está
«realmente» enferma, cómo se denominará la enfermedad, qué Tipos de práctica y tnercado de trabajo
tratamiento se le dará, cómo se le requerirá que actlle mientras
está enferma y qué le ocurrirá después del tratamiento, llega a or o ción para. el consumidor
Existe, sin eIIl;bargo, una m~y eras petapas de su enfermedad
ser una función de las decisiones profesionales antes que per- de servicios médIcos. en I~S1pnm. ,n está disponible en virtud
sonales. Como funcionarios que, en virtud de sus calificaciones .de lo que he sugen~o. a.st~~~~ clases de provisiones en el
profesionales, tienen concedida la licencia para tomar las de.. del hecho de que eXIsten.di diferentes líneas respecto a otras
cisiones cotidianas relativas al bienestar de su clientela, certi. mercado médico! algun~s tIenen relaciones con el consumi~or en.
fican licencias por enfermedad, autorizan compensaciones a los y algunas mantIenen dIferentes · tes a las pequeñas uendas
trabajadores y formalidades del seguro, formalidades de com- relación a otras. Algun~s s0!l semeJ~~a variedad de mercancías,
de comestibles del vecmdano, conguir todo negocio posible, y
3. Ver Talcott PARSONS, «Propaganda and Social Control» en sus Essays i1t abiertas a toda horabl.par~ con~ sus clientes. otras son seme-
Sociological Theory# Pure and Applied (Nueva York: The Free Press of Glencoe,
1949), pp. 275-309.
otras que imponen o 19aclones ,.
4. Ver Eliot FREIDSON, Professio11.al DOH'linance (Nueva York: Atherton Press, n the De111and for Health
1970), capítulo 4. s. Paul J.
Memorial Fund
FELDSTBIN , Re~r{~ h (~66)
Quarter 1 y» I ,
parte 11, p. 138.
Services, «Milbank

302 303
jan tes a los negocIos con concesiones exclusivas sobre bienes entre dos mundos,. en el punto en el que el sistema profano se
deseados y escasos. "Algunas 'están imbuidas de las, costumbres
articula con el profesiona1.7 . .,. .. • • J ,

locales y del entorno de la Vida en el vecinqario; otras están se .. El médico que depende del clIente} por d~finlcIon es al~tue,n
paradas '~el vecindario, 'físi~a y culturalmente .. Cuando 'el pre .. que depende de las personas para las referencIas .y las elecc~ones
sun~o paCIente entra en ,la primera, tiene relativa libertad' para que le proporcionan su «negocio». En este aspect~} es semejante
elegIr los Servicios que obtendrá; cuando elige la última es al tendero del vecindario. También, como éste, SIn embargo,. el
probable que tenga que conformarse con lo que se le dará. médico tiene siempre algunas relaciones con el mundo. exterIor
Retornemos a donde está el análisis ell este punto. Aquellos al. vecindario con casas farmacéuticas, sociedades médIcas, hos-
que eligieron 110 recurrir a Ull lnédico no entran en la esfera pitales y especialistas. Desde el momento que el médico e~ u~
de mi interés, al igual que los que se' decidieroll por un ejerciente profesional, y en tanto requiere la ayuda de ~olegas. y. de InstI'"
no profesional. Nosotros estamos comparando aqu~llos que con- tuciones médicas para llevar a cabo su trabaJo, ~artIclpa de u~
siderando que tienen una enfermedad requieren consulta mé .. sistelna de' referencias profesionales que se extIende má~ ~lla
dica. Ahora, podemos preguntar qué consultor eligen y. con qué del círculo local de personas de las cuales ~er:ende St~ ~ractlca.
consecuencias para la definición social. de su' enfermedad y para El sistema profesional se corl1pone de espeCIalIstas, .chD:lca~, su-
la organización de su conducta de enfermedad. En general, dado perespecialistas, hospitales universitarios y otras l~stItuclone:
J

que tanto los profanos .como los médicos se inclinan en prilner establecidas fuera del vecindario referente del medIco. El me-
lugar a atribuir enfermedades comunes y r.nenores, antes de deci- dico de primera línea, cuya práctica depende de~ ~liente, envía
dirsepor una enfermedad poco habitual 'y grave, la elección ini .. aquellos casos que él no puede tratar con efectIVIdad a otr~s
cial de consultores nlédicos por los profanos tiende a ser de prácticas del sistema de referencias profesional. Esa~ otras prac- ,,4

algún tipo de luédico general, el consultor que nlaneja las en .. ticas tienen muchas características estructurales dIferentes de
fernledades con lunes y menores de la vida cotidiana. En naciones las suyas.. .
donde la práctica aún se ejerce ell consultas individuales, en el A diferencia del médico de primera línea, el consultor que
vecindario, el consultor que tiene mayor probabilidad de ser ele ... recibe referencias de otros profesionales no depende de la ele~.
,gido primero es el médico general, el de Inedicina interna o el ción del ciiente para su supervivencia profesional. En cambIO
pediatra.6 , depende de las derivaciones de colegas, teniendo. de ~ste modo,
Esos consultores cotidianos tienen 'una clientela que depende una práctica dependiente de colegas. En este sentIdo, el d~be ser
de las propias decisiones individuales de sus servicios o de. otras más sensible a las necesidades y prejuicios de los profeSIonales
personas que les envíen individuos. Según los términos propues .. que de los profanos, y por tanto se. puede suponer que empleará
tos en el capítulo S, ellas son «consultas dependientes de clien- más procedimientos aprobados médicamente. que. aquellos. pro'"
cedimientos con los que el paciente está fanl1harl~ado y SI~P~-
tes». La misma sobrevivencia de las prácticas de dichos con-
tiza. No obstante, si bien el paciente puede elegIr su servICIO
sultores tiende a depender de la recepción de referencias per-,
inmediatamente en la persona del médico de prhner~ línea, .una
sonales~. Y en tanto las. referencias personales inevitablemente. se vez que el médico 'que elige confiesa su fracaso.o su ~ncapacldad
basan en la comprensión profana de la enfermedad y su trata- para curarlo y lo refiere más profundame~te en el slste~a pro~
miento, se deduce que la sObrevivencia depende de la compati- fesional, el paciente con frecuencia no tIene otra 0pclon ql!~
bilidad del. diagnóstico y del tratamiento utilizados P9r el pro- aceptar lo que se le ofrece ,o abandonar completame~.te el SI S .•
fesional con los de las personas. El médico ocasionalmente debe tema contra el peso del consejo médico. Cuando él l~gresa. ~n
ceder a los prejuicios de sus. pacientes para que retornen a una práctica dependiente de colegas,. tiene poca de .la InfluenCIa
él y le envíen otros pacientes. De este ¡nodo, quienes tiellen disponible para él en una práctica dependiente de clle~t~s y debe
estas consultas prpbablelnellte. respeten las demandas profanas aceptar los servicios elegidos para él. Sólo. en una practIca c~mo
de remedios populares, como inyecciolles de vitamina B-12, co- ésa llega a realizarse. el lnodelo del economIsta del filercado pI ~fe..
pioso uso de antibióticos y prescripción de tranquilizantes, se- sional: ahí, uno debe tomar lo que otro, afirma que ~ec~sIta.
dan tes' y estimulantes. El contenido de sus prácticas diagnósticas Esto~/ dos tipos de práctica suponen dos gralldes varIaCIones
y de sus tratalnientos, selnej'll1tea la provisión de mercaderías
de los estantes de la despensa del barri<?, refleja su posición 7. Ver los comentarios sobre el modo en que los lnédicos, debido a, su temor
a perder status e ingresos, eran exce~ivamente obe?ientes a las demandas de sus
pacientes de internación..:-.): de diagnó~bco y. terapéutlc~S. ace~tables, en r~aymond S.
6. Parte de lo que sigue proviene de Eliot FREIDSON, Patie11.ts' Views o/ Me .. DUFF y August B. HOLLJNGSHEAD, Sfck1'less and Soctety (Nueva York. Harper y
dical Practice (Nueva York: RusselI Sage Foundation, 1961), pp. 192-207. Row, 1968), p. 382.

3Ó4 305

HS 17. 20
'.~-':-~:';
eii l~ forma de. interacción en la consulta. En la práctica de- _ '" profesional, semejante al tendero servicial, pudiera sostener, su '
pendIente .del clIente, el paciente tiene probabilidad de situarse > mérito satisfaciendo al cliente al darle exactamente lo que este
como un Igual, o al menos como un participante activo en el ". . -desea. Más bien la profesión afirma lo .q~c son los ~eseos «rea.
proc~so del diagnóstico y de la conducción. Estando en una etapa ~ les» del cliente en virtud de su cOnOC!mIento e~p~cIal y, como
r~latIvamente temprana de la enfermedad y sin estar aún ago- .t;:,.,.' ...•...•' una ocupación «ética», intenta proporcIonar .serVICIOSadecuados,
~or el dolor ? el temor,. tiene siempre delante de sí (y
bIad~edlCo a esos deseos que ella define. Pero para ejerce~ ~u mandat~ la
" . el ?I 10 sabe bIen) la perspectiva de abandonar el consuI- profesión ocasionalmente debe proporcionar serVICIOS a sus. cIIen-
:~ tono y, en lugar de retornar, buscar en cualquier otro lugar tes que ellos pueden no desear. Al hacer esto, .debe man!pu~ar
':f u~ consu~t?r que utilice nociones de enfermedad y tratamiento i o ejercer control, en cierto modo, sobre el paCIente. Y SI ~)len
!t' mas fanUlIares .. En una, práctica dependiente de colegas, sin cuando ejerce tal control la profesión P1!ede no estar .. gmada
;~í' embargo, el paCIente esta, seguramente, en la posición más de- por la cínica deshonestidad de l<;>scomercI~ntes le.gendanos qu~
"t" s~sperada de una persona que no pudo ser tratada por reme. , - venden refrigeradores a los esqmmales, enCIclopedIaS a lo~ anal
¡i.'
ff' .• d!os y co?,suItores convencionales, por tanto quedan pocas op- ~ fabetos y trajes grandes a personas de medidas. pequenas, al
;¡~ clOu,es abI~rtas para él. En el primer caso, el proceso del tra-.' . menos algunas de las técnicas de control que utilIza la, profe-
:;!t!r. tamIento tIende a ser mucho más semejante a una cuestión de sión probablemente sean compartid~s. con todas la~ dem.as ocu-
'fl , pacto y de compromiso que en el último donde el peso de la paciones que proveen bienes o servIC!<;>sa los demas. li.tIcamen.
.¡, ~ opinión profesional es mayor que el de l~ persona. Por 10 mis- te no es un problema. Lo que es cntIco es la demanda de tra.
mo, e? l~ prdimera situación, la elección de enfermedad y de su bajo. . t
.~j; manejo tIen e a ser más variable y flexible que en la última. Veamos la consulta más estrechamente. El paCIente en ra en
;~
i la consulta con su propia definición tentativa de lo q~e le .afecta.

i,!
'¡;"

La tarea profesional en la consulta Dicho shnplemente, la tarea del médico es a) deter~nlnar lo que

l'
tP
t
i
>

Yo hablé de «promedio», de «pacto» y de «controles» en la ¡ está «realmente» mal en el paciente y b) conse~:nr que el pa-
ciente siga su consejo, incluyendo su obser~acl0n que él no
tiene «realmente»' nada que funcione mal. HabItualmente ~e a~u.,.
consulta, término~9ue parecen más compatibles con la plaza
l~' de mercado. economICO y con la arena política que con la con.
sulta prOfeSI?~al. Este uso! sin embargo, es deliberado, puesto
1
de a estas dos tareas pr9blemáticas como las ~areas de .~lagnos ...
tico y tratalniento. En ambos ca.sos, lo qu: esta en cuestIon es la

f
actuación en una manera definIda profeslonahnente, esto es, el
que el proposIto de este. lIbro es secularizar un fenómeno que
f1;le eno.rme~nente oscureCIdo por una tendencia a tratarlo como diagnóstico de una enfermedad aprobada médican:eJ?-te sobre la
algo mIsterIosamente apartado de las cuestiones humanas nor- base de información considerada fiable por la !D-e~lclna, y la ad-
ministración del tratamiento debidamente «clentlfico» para la
male~, con u?a místi~a de la que carecen otros asuntos. Yo su.
b:aye .:1 caracter ~ocIal, y por tanto variable, del problema en enfermedad.8
En el caso del diagnóstico,
.
el consultor debe. ?btener Infor-
.

dI~cuslOn, la ambigüedad y arbitrariedad, si no del conoci.


mIento, entonces al menos de los conceptos a los cuales se adhie ... mación de la clase que es relevante para la medICIna en -yez de
re el conocimiento, y, particularmente en este capítulo la medida la que lo es para las culturas populares. De un m.ode manI~esto,
en que. el trabajo implica un problelna de control s~cial. dada la variación de la cultura popular, las tareas de «regIstrar
SI ~I~n la palabra «control» puede parecer extraña en ambien. un historial», recoger información del paciente sobre su: enfer-
tes, medICOs donde el eufemismo «manejo» es más común de. medades pasadas y los síntomas que pueden estar ~~l~clonados
bena quedar claro que la palabra es apropiada. Obviament~ la con su queja actual, a veces pue~e ser bastant~ dIfICIl. El. pa-
t~.;ea del. médico es la misma que la de cualquier otra oc~pa. cjente puede especificar un dolor dIfuso, no localIzado, por eJeln...
ClOn, realIzar ~u trabajo de la manera en que su conocimiento pl0, o puede expresar sus sentimientos .subjetivos, ~n lugar de
le lleva a co~sIderar que es. correcto. Y, como ocurre en algunas analizar sus síntomas desde el punto de VIsta del medl~o. ~ puede
o!ras ocupaCIones, su trabajO consiste en proporcionar un servi .. fallar al recordar algo acerca de los sucesos ° ~xperlenclas que
CI~ ,a otra gente. El problema es, cómo se define ese servicio y lo llevan a su molestia, o puede no recordar SI tuvo o no una
qUIen 10 defi~e. Como profesión, la medicina afirma su' autono- enfermedad identificable, reacciones a medica~entos, u otras se-
mía en defimr lo que es un servicio «apropiado», «efectivo» o mejantes en el pasado. En el caso del tratamlent?, el consultor
«bue.no». C~mo una profe~i?n, sostiene que su misión es pro- { ,

porCIonar dICho buen servICIO a su clientela. No es CalDO si el 8. Ver Miltan DAVlS, Variations in Patients' Compliance with Doctors' Advice,
«American Journal of ~ublic Hea1th», LVIII (1968), pp. 274.288.
306
307
se puede enfrentar con otros problen1as. El paciente puede no empleada principalmente para enfermedades que no son consi-
estar de acuerdo con sus'. recomendaciones. o puede no estar deradas médicamente graves y. para aquellas que son simultá.
acos~un1b~a~o a or~al1i.zar su ..vida de tal modo que le p.e.fITlita neamente lo suficientemente crónicas y estables como. para reque-
segtu~ las lnst.rucclon.es acerca de la adopción de un réginlen rir en comparación una poco frecuente vigilancia médica. En
conSCIente y. slstelnátlco, incluso un régimen tan comlln como ambos casos la enfermedad se llega a organizar principalmen-
to~nart1na me~icació~ l~egularmente, después de cada c0111ida (si te por la vida de la comunidad profana.
tOl~a tres comIdas dIarIas) o cada cuatro horas (si tiene reloj). La conducta social que rodea la mayoría de los casos de en-
¿Como puede habérselas el médico con tales problemas? fermedades que se llevan sobre base ambulatoria no se orga-
niza de un modo n1uy definido. Más frecuentemente, como en el
caso del constipado conlún y de los «malestares}) menores de
La organización de laenferlnedad enZa asistencia ambulatoria nuestro tiempo, no se adopta en absoluto un rol de enfermo y
laenferlnedad lneramente modera la actuación de los roles nor ..
Para efectuar sus tareas de diagnóstico y tratamiento el lné- males. De ün modo menos frecuente, pero igualmente común, el
dico p':lede adoptar ciertas 'tácticas. Prin1eroJ restringiél;dose a paciente se mueve en un «ciclo de rol de enfermo» 9 simple y
tl?~ clIentela culta, se aseguran que sus pacientescompar- breve que implica' consulta, un relevo temporario de algunas
tlra~ l,a mayor .parte. de su orientación científica y de ese modo obligaciones y un retorno a lo «normal». La vida cotidiana de la
.segturan sus OI'lentaclones. Segundo, pued~ dedicarse a una «edu- persona afectada y su identidad social están afectadas sola-
cación» o socialización a .largo plazo de su clientela intentando mente por tales incidentes. De hecho, en estas instancias se da
enseñarles su concepción de enfermedad y tratamiento de modo un mero cambio en la vida del paciente, suficiente para permitir
que ellos compartan su orientación. Tt:rcero, en los casos en que hacer una útil referencia a la noción de rol de enfermo:'-
no puede confiar en que su clientela siga sus recomendaciones La conducta de' la persona enferma llega. a .asumir un mo-
fuera de la sala de consulta (ya sea por falta de capacidad o de delo más definido cuando se piensa que tiene una' enfermedad
mot~vación),. ~tlede intentar extender su práctica en sus hogares crónica que requiere lln contacto sostenido y a largo plazo con
reahzando Yl~ltasa la casa o enviando enfermeras u otro perso- un lnédico. Tal modelo organizado de conducta, emerge cuando
nal paramedlco a los hogares de los pacientes. O puede tratar la conducta que se requiere es verdaderamente compleja y pro-
de adaptar su práctica a sus hábitos teniendo 110rariosmás gramada, y cuando en virtud de su creencia en el tratamiento o
largos! incluyendo no clle s y fines de semana, y situando su con- debido a la compulsión, él se puede atener a adecuarse a las
sultorIO cerca de sus hogares. Cuarto, puede tratar de evitar la demandas profesionales aun en un tratamiento ambulatorio. Ta-
información deLpaciellte por todos los lnediosposibles: en lugar les personas, como el paciente comprometido con su psicoaná-
de sonsacarle su historia, el médico puede someterlo a una ex- lisis diario, o el joven con libertad condicional que debe infor-
ploración física completa y luego ordenar muchos análisis de mar diariamente al tribunal para ser aconsejado,. en vez de la
laboratorio; en lugar de serlTIonearlo acerca de la necesidad de la institucionalización, desarrollan una nueva organización en sus
a~m~n~stració~ regul~r de la ~edicación a lo largo del díaJ puede vidas, una organización que emana d,e las demandas de su trata-
~a~lnlstrarle. InyeCCIones o pl1doras de efectosnlás lentos .y so .. miento, definidas profesionalmente. Una mujer en las últimas eta-
lICItar al paCIente que vuelva con regularidad para di ellO trata .. pas del embarazo, un paciente con diabetes, otra con una des-
miento: Finalmente, debo mencionar la táctica de coparticipación compensación cardíaca, y mtlchas otras, se puede ver que desa ..
de pacl~ntes y otras personas que están cerca del paciente ,para rrollan una vida de rutina amortiguada por su propia visión de
que actuen como agentes del médico. El medio social del paciente la .enfermedad y organizada por las demap.das de la observación
de este modo llega a convertirse en una elnpresa guiada por las profesional regular y por eltratamiento de su dificultad. Es im-
concepciones profesionales de enferm.edad y tratamiento. portante tener presente que tal vida de rutina no se organiza por
Todos estos lnecanismos dejan al paciente vivir en 'su co- la enfermedad y la incapacidad biológica, que ésta puede producir,
.munidad y la mayoría de ellos ,se fundan en un modelo de asis- sino por las cOllcepciones profesionales. de la enfermedad y de lo
tencia ulnbulatoria. El paciente simplemente visita .un lugar mé- que es necesario para tratarla: el malestar llega a ser una enfer-
dico periódica y brevenlente,' viniendo de y retornando a sus medad organizada profesionalmente.
parientes, amigos y vecinos. En tal situación el médico no puede
ejercer control preciso y extensivo. Debido a esto, la asistencia 9. Cf. Bernard GOLDSTEtN y Pal.ll DOMMBRMUTH I Tite Sick .Rote Cyc!e:. A1t
ambulatoria, que incluye un intento de extender prácticas ll1é- ApIJYOach to Medical SociologYJ «Sociologyand Social Research», XLVII (1961),
dicas en el seno de las instituciones legas de la comunidad, fue pp. 1-12.

309
308
lIT,,:'" '
:1, '
~j , ~o obstante, mientras el . . . :. ~ '/;"1
.maternidad el 'personal intentaba malltener una organización de-
~~c~~f~~i~~~l actividades en ~:~n:el::~e:~ato~io, la organi.)
I:~;.¡.t:. . finida, espacial y temporal de su trabajo independientemente de
una cita o lle ~unca es completo. ~l. puede r:i~ .e~ tratamien.
~':~.
h

urgencia cuanJo r tarde; el médico puede ser ¡la Clddlr, faltara


1e corresponder'
las' variaciones en las condiciones individuales. En el recorrido
tradicional que va desde la oficina de admisión, la sala de prepa-
d · t ... ma o por una
~: s; Irse de yacaciones, de modo I~e rata:: ~l paciente, o bien pue- ración, la sala de trabajo de parto, de alumbramiento, de recu-
lo a traves de la Ínteración d¿ , el. regImen se interrumpe Es peración y finalmente la habitación de internación, no se salta-
sente para llevar a cabo u ',. nae SIempre habrá personal · ban ningún paso, aun cuando la paciente ya hubiere pasado
ausente, y donde el p . n reg~m~n aun cuando el méd. pre: algunas de estas necesidades, en cambio, la paciente era trasla-
tado aClente esta Slem ICOeste
, cuando la dirección m' d. pre presente para ser tr dada a través de ellos con mayor rapidez. Por 10 mismo, el per-
medad llegan a ser
institucionalización
e Ica y la organización
se~a~~I::ameJ.lte
. nas q~e realiza en la comunid~~cIent:
predecibles.
de 1
y dado a q~r:er
de las actividades cotidia:'
a.: . sonal toleraba las expresiones de dolor sólo en la habitación de
parto, donde se consideraba adecuado a la «enfermedad)} Y donde
se la podía manejar con .anestesia: en cualquier otro lugar era
excluslvalnente por el e . , .' su conducta llega a. al" ani ' desaprobada Y ridiculizada. y para mantener el tielnpo de «ruti-
tratamient~. Tal organiz~J~~1~ell~~uesto por. la instituc1ón ~r:~ na» del flujo de trabajo establecido por el personal, se ayudaba
de .que la Institucionalización
socIedad a la enferlnedad sólo a1fl mt
r ·t y fortIficada por el hecho
a !l respuesta efectiva de la
a las mujeres rezagadas (con fórceps y otras técnicas) a dar a luz
segUn la programación. Otro ejemplo del modo en que el personal
nes a su vez intent . os mIembros del pers 1 · impone organización normalizada sobre el cursa del tratalniento
enfermedad po; el ~o~;~~Iza~ la experiencia y l~ resp~~~t~ ~UlI: (y por tanto, sobre el curso social de la enfermedad), se encuen-
q
dad. y por su vIsión del modo a~ ellos conceptuahzan la enferme. ,tra en las observaciones de Roth acerca del lnodo en que el per-
~:~l~n :ruede. efectivamente neut:~l~::ro {ara, ma?ejarIa. La inter. .sonal de los hospitales de tuberculosos tiene una concepción de
e os rnlen1bros de la comunidad daIS rea~clones de la sacie- .cuánto tiempo debería llevar el curarse, que se in1pone sobre el
e paCIente. curso clínico de la enfermedad de la persona, organizando los
pasos progresivos de la dirección de la enfermedad sobre la base
La orga'"nlzaClon
. ~ Institucional
. de l .
del horario normativo más que sobre los resultados de los análi-
. ~ as respuestas a la enfermedad sis de laboratorio .que pueden ser tomados para reflejar el status
. TenIendo en cuenta ue · j
biológico de la enfermedad «misma».l1 y no puedo dejar de n1en-
'fe'
~IC~ co~st~~uye una claie d~a;:a~~' ~oC~logo el .tratamiento mé- _cionar, finalmente, el mordaz análisis realizado por Roth de las
, ! e eSVIaClOn, el hecho esenc' Ion e la socIedad a un ti o circunstancias en las que la tuberculosis, siendo una enfermedad
infecciosa, no era tratada como tal.l2

:~
.-!,
-.~
~'
ñand~Ismo paci~nte o de las personas
. un. trabaJO. Para que el l.
:u
~~l enf~rmedad en institucion~~ e~e~~:d~ en la organización ~e
peI~onal, a, diferencia
ega as, esta desempe-
En el proceso por el cual la institución del tratamiento puede
. imponer su propia organización sobre la conducta social relacio-
l:fr reqU1er~ CIerta rutina administr t~aDaJo se r~alice por completo nada con la enfermedad, dos características prominentes facilitan
y'
~. lo~ paCIentes individuales a cl atlVa, y r~qU1ere la reducción de el control del personal. Primero, el paciente puede estar aislado
.~ de la comunidad profana y de aquellos compañeros que están
mIento, todos los miembros en ~:~s admInIstrativas y de trata.
en gran parte por el mismo con'" a clase h~n de ser manejados preocupados por su bienestar. El contacto con el mundo exterior

,
fll

f
fl de ser. desempeñado a satisf"'cJc~:r:todde rutInas. Si el trabajo ha
procedlmient
~.. . . . el 1Ion· e l person
os que mInImIcen
DlaXlmlcen su conveniencia.
. a,1 se reqUIeren
'.
a InterferencIa en su lutina y
está cuidadosamente limitado siempre que es posible. Si bien
pueae haber tazones nlédicas para. justificar tal aislamiento, fre-
cuentemente es una cuestión de conveniencia administrativa, des-
tinada más.a mini111izar la «molestia» del personal que a proteger
En consecuencia encontra
normales a través de los cua~o~~ue h.ay cursos administrativos al paciente de alborotos. Las consecuencias sociales son aislar al
:~ que pasar, a pesar de las d.f paCIente probablemente t. paciente de las fuentes de influencia social que lo sostenían
to . 1 -erencias · . lene
Jj
, . a otros paCIentes que están en en ~U condICIón con respec- mientras estaba en asistencia .ambulatoria y que podían apoyar
mIento. Rosengren y DeVault 10 b la mIsma categoría de trata- su resistencia a la rutina terapéutica en la institución. Segundo,
t o servaron que en una casa de
1 ~
10. ~illiam R. ROSENGREN v S 11. Julius A. ROTH,
Tinzetables, Structuring the Passage 01 Ti111e in Hospital

,il'
den¡ Society (Nueva Yo-¡
1L
:O~rlal.
Space tn an Obstetl'ical E ',,~ pencet DE VJ\ULT, The S'
en Eliot FRElDSON (ed) 0~~010gy
.
ot. Tune and
le Free Press of Glencoe 1963) le Hospztal in Mo-
Treatmetlt
12. Julius
and (Indianapolis:
Other Careers
A. ROTH, Ritual
Bobbs-f\.1errill Co.; 1963).
and ¡W.agic in the Control of Contagio1Z) «American
310 • · pp. 266.292. Sociological Review», XXII (1957), pp. 310-314.

311

f t
ji
y más importante, es, la tendencia del personal de tales institu- la enferlnedad, particularmente en las cualidades del punto que he
c~ones a evitar cuidadosamente dar al paciente o a las personas estado tratando de señalar aquí. No todas las instituciones de tra-
allegadas demasiada información "acerca de enfermedad y lola tamiento son iguales, ni todos los"pacientes ni. sus situaciones pcr~
sonales. Por ejemplo, la institución de rehabilitación estudiada
que se supone que se ha de hacer por ella. Prácticamente todos
los estudios sobre. pacientes internados señalan cuán ignorantes por Roth y Eddy 18 tenía una influellcia particularmente poderosa
de su condición, del pronóstico y del réghnen prescrito médica- sobre el curso de la conducta de la enfermedad debido a que
mente son _tanto .10s pacientes como sus parientes y cuán reti- sus pacientes estaban ampliamente apoyados por fondos públi-
cente es el personal a dar dicha infornlación.l3 Según palabras cos y carecían de defensores efectivos de la comunidad exterior.
de Davis, describiendo la conducta del personal hacia los pa .. Raraluente, en consecuencia, «se recuperaban lo suficiente» como
dres de niños atacados de poliomielitis, las. preguntas de los para dejar la institución. Este desamparo de alguna manera se
padres eran «respondidas con rodeos,. evadidas, reencauzadas o amortigua por el llecho de que en rehabilitación, tuberculosis y
dejadas sin respuesta».t4 otras instituciones, n1uchos pacientes tienen enferu1edades simi-
Como observó Davis en su análisis, la reticencia del personal lares y se encuentran en una posición que les permite la sociali..
a dar información se explica con frecuencia como un deseo de dad y organizarse entre ellos. Cuando existen estas condiciones,
evitar una escena emocional con los padres. A veces, como se- los pacielltes son capaces de desarrollar una concepción común
ñalan Glaser y Strauss en el caso del paciente mortal, el personal del modo en que su enfermedad debiera ser llevada y generar
retiene información en la creencia, basada en la «experiencia la. influencia requerida para hnponer algunas de sus propias con-
clínica» de que esto protegerá al paciente y'a Su familia del choque cepciones sobre el personal.t9 Además, las instituciones pueden
estar dominadas por una ideología del personal que especifique
y de la penaexcesiva.ts ,A veces, el rehusar dar información se
que el paciente participe en su tratamiento. De hecho, hay una
',.
explica por una incertidun1bre genuina, debido a que no hay dis-
ponible información realmente fiable. Sin embargo, como observó cantidad de modelos de interacción que refleja el grado de influen-
Davis en detalle,. «en muchas enfermedades [ ... ] la lIincertidum- cia y de actividad permitida al paciente en el curso de su trata-
miento y que expresa el significado de la enfermedad para sí
bre" es algo aparentado por el doctor con el propósito de ir ob-
teniendo gradualmente que el paciente termine de. aceptar o de mismo y para quienes lo tratan.
enfrentarse con una condición que inicialmente le hubiera sido
intolerable».t6 Cualquiera que sea la razón, de todos modos, el Modelos de interacción en el tratal11iento
" efecto neto de la. retención de información es minimizar la po..
sibilidad de que el paciente pueda ejercer demasiado control
Ya he manifestado que cuando es un tratamiento en una prác-
sobre el modo en que es tratado. Si él no sabe que se supone
tica dependiente del cliente, la interacción entre el médico y el
que debe tomar una píldora amarilla cada cuatro horas, él no
paciente será francamente libre, y este último inicia y controla
puede comentar ,el hecho de que a veces es pasado por alto e insis ..
alguna parte del tratalniento. Inversamente, en un tratamiento,
tir en tomarla regularlnente. Ysi él no sabe que su condición en una práctica dependiente de. colegas, la interacción probable-
.normaln1ente responde a un tratamiento dado en una semana, no mente será menaren cantidad y n1enos libre: el médico inicia
puede insistir sobre una consulta después de ..haber pasado va-
y controla gran parte de ésta. Cuando el paci~nte llega a esta
rias semanas sin observar cambios en su "condición o en el tra .. última consulta, que frecuenten1ente implica internación, ha esta-
tamiento.17 do siendo interpretado con10 careciendo relativamente deespe-
Se puede decir mucho más sobre la formación institucional de ranza y dependiente, quizá, como propone Goffman, ya desmora-
lizado por una sensación de haber' sido despojado de parte de su
13. Ver el análisis lninucioso de DUFF y HOLLINGSHEA"O, op. cit.) capítulo 13. identidad norma1.20" En otros" casos ha quedado desvalido por
14. Fred DAVIS, Passage Through Crisis: Polio Victim.s and Their Families
(Indianapolis: Bobbs.l\ierrlll Ca., 1963), p. 64. Se encuentran otras observaciones
sobre la medida en que se mantiene ignorantes a los pacientes en Ailon SHILOH
18. Ver Julius ROTH y Elizabeth EDDY, Rehabilitation for the U1HVQ1'lted (Nue=-
Equalitarian and Hierarchal Patients, «Medical Care», 111 (1965), pp. 87.95. '
15. Barney G. GLASER y Anselm L. STRAUSS, A'\'vareness of Dyirz.g (Chicago: Al.. va York: Atherton Press, 1967).
19. Una exposición niuy útil sobre las in1plicaciones de tales características,
dine Publishing Co., 1965), p. 29.
en Stanton WHEELER, Tlle Structure of Fonl1a.ly Organized Socialization Settings, en
16. DAVIS, op. cit., p. 67, Y Fred DAVIS, Uncertai1lty in Medical Prognosis, Cti ..
rzical and Functional, «American Journal of Sociology» .. LXVI (1960), pp. 41-47. O. G. BRIM, Jr .., y Stanton WHEp.Llm, Socialization alter Childhood (Nueva York:
17. Ver James K. SKIPPER, Jr., Cotnrnunicatiou artd tlle Hospitalized Patien!, John Wiley and 80n5, 1966), pp. 53-116.
en James K. SKIPPER, Jr., y Robert C. LEONARD (eds.), Social Interaction and Pa.. 20. Ver Ervil1g GOfFMAN.«The Moral Career of the l\Iental Patient»," en su
tíent Care (Filadelfia: J. B. LippincQtt Co., 1965), pp. 75.77. Asylu1ns (Nueva York: Anchor Dooks, 1961), pp. 125.161. En esta lograda expo-

313
312
. f
"

su fracaso en encontrar a u
que su enfermedad física
Un segundo elem
r ,."'.
~a por ~I lll.1smo o por el mod'
o InCapacItÓ. .
'

o en
E,l esquema de Szasz y Hollander, sin elnbargo, es defectuo-
so lógica y empíricamente,' puesto que su modelo representa un
parte de la l' ento que parece ser ca d continuo en la lnedida en que el pacie11te asume lffi rol activo en
apoya en lo c:~~al~s d~~~. interacci?n entr!~~ci:n~~eyde~~d~lguna la interacción en el tratamiento sin que se pueda extender al pun-
nlandas ICOS consIderan 1 e ICO se to lógico donde el n1.édico asuma un rol pasivo. Un defecto como
Es d · para el tratamiento
quier~c::i ~~s~~~i 1: adecuad d que lan de ser las de-
que. hacen l?s m~di~o:~: l~n:~::nedad dada ..
relaciones de doct~ de .InteraccIón. Siguiendo la ti -mo l no re- .
éste refleja la posición característicamente normativa del pensa-
~dor médico: si bien no se puede negar la existencia de situacio-
,nes en las que el médico hace n1ás o menos lo que el paciente
tiendo la d' · , r-pacIente de Szasz y H 11 d pologla de las- ,le pide que haga, tales situaciones son dejadas' de lado por con-
lreCClon del an 'l' · o an er 21 p ~ · ·
circunstancias como e ~ ISI~, podemos observar u~ b :ro .InVIr- . siderárselas intolerablemente no profesionales, no terapéuticas y
el paciente d b n cIrugIa y en terapéuti lq aJo cIertas sin dignitlad como para que sean aceptadas por la mera lógica y
mente sometl~oe ser Cou:p.letamente inmoviIi~:d~ ectroc~>nvulsiva, , dignificadas por el reconocimiento de su inclusión.24 Sin en1bargo,
quiere tal ID' · a la. actIvIdad del médico m t -6
paSIVO, total. por la lógica y por los hechos requieren reconocimiento y dictan
otras for Imma. I~t,eracción: asistente' ra aJo mismo re-
to d m!1~,de SUJeClOn son em lead~ s, correas, anestesia y la proposición de otros dos modelos de interacción, uno en el

ter~c~i~~~~f~d;:~~~
paSIVO.
.Y.Jf~lIan!e~ Il~I:r:
lVl a . En este, el paciente
:~~:U~~d e~ r~qu~si-
e e o e. In..
cual el paciente guía y el médico coopera, Y otro en el cual el pa-
ciente es activo y el médico pasivo. Es difícil in1aginar rma Ins-
tancia empírica de .la última posibilidad, que requiere que el mé.
s un objeto
La segunda sit ·, dico deje de ser un consultor, de modo que la podemos calificar
escritore uaClon de tratamiento «meramente» COlTIOuna construcción lógica. Para la primera ins~
1 . s como la relación m' d' , . ' expuesta por mucho
a que es necesa. 1 ~ ~co-paclente, es u l. , s tancia, sil} en1bargo, podemos encontrar ejemplos empíricos en
y seguir la <C od'. TIa. e consentImIento del p o na re aClon en una cantidad importante de interacciones en consultas depen-
s In lcaclones A ' aClente para a
be~~mientos y aspiracio~es ~~/;Jaciente «es consciente yC~f;~~ dientes de clientes, particularmente donde la consulta es ines-
us .....
a ayuda y está pronto parte. Dado que él sufre [ table económicamente y la clientela es de alto status socio-eco-
~urre ~l médico, lo sitúa [a ér] ~ese]oso de ttco~perar". Cuando '~-; nómico y político.25
a mas poderosa [ ... ] h r" •• en ~na pOSIción de d Como ya he señalado, lo que distingue los modelos de Szasz
cooperación del otro» 22a Sbldra de gUla o liderazO'o yPOeer [. o.]; y Hollander de aquellos que he agregado es el hecho de que ellos
model d' · e supone q l' b , sperara representan modelos de relaciones con pacientes que los médicos
m o e gUia-cooperación el m 'd' ue a Interacción sigue el
se aieord~u~ el paciente. Se ~spera ~u~Oel enta?la una interacción desean establecer y mantener en distintas ocasiones para diferen-
. Ice. asume un rol . paCIente realice 1 tes enferlnedades Y pacientes. Asun1iendo que un tipo de modelo
sIado pero de todos menos paSIVO que si estuvO o que de interacción es necesario para que el trabajo del terapeuta tenga
rimientos ~édicos modos, un rol pasivo, sometido alerla aneste- éxito, ¿qué circunstancias sociales son prerrequisito para su exis-
". os reque ..
Plnalmente, está el tencia y CÓlTIOse establecen? Cuando el modelo actividad-pasivi-
encuentra donde lo m.odelo de la participación m dad no existe automáticamente en virtud de un coma o algo se ...
tengan cuidado de ~Í pa:Ientes son capaces o se les ~~ua~ que se mejante, parte de la condtlcta del médico deóe dirigirse a calmar
de algunas enfermeda mIsmo?, .como es el caso de la cquIere 9?e al paciente para lograr que él se someta a las fajas, inyecciones,
~onsecuencia la inicia~~~ncr~m~as .como la diabetes, y o~~~clOn máscaras faciales o lo que fuere. El prerrequisito básico, de todos
Igual entre ambos. AqUI~ 1 e ~a. Interacción está cerca d e en modos, es el poder como tal, apoyado po~ la incapacidad a priori'
te lo ' «e medICO no dIe ser
que es mejor para el .' ec ara saber exacta
ser la esencia de la · p-acIente. La búsqueda de men-
24. Esta falta de preocupación por ser lógicamente consistente y sistemático
formas de psicotera lp~~eraCtClOnterapéutica».23 Obviame~i~ Il.ega a es característica de prácticamente todos los escritos sobre la relación médico-
.... en ran en esta categoría. ' CIertas paciente realizados por médicos. Otros análisis interesantes de la relación mé-
dico-paciente investigan otras facetas pero se restringen a las «patológicas». Ver,
sición sobre interacción '. . F. W. HANLEY y F. GRUNBERG, Refleetions on the .Doctor-Patiel1t Relationship, «Ca-
«The Medica! Model ' tamblen es adecuado citar .
21, Ver Thomas San~ Mental Hospitalízation» ,en el mIsmo libro, pp, 321,386 nadian .l\ledical Association lcurnal», LXXXVI (1962), pp. 1.022-1.024, donde cons.,
truyen nueve «síndromes» a partir de tres pacientes estereotípicos Y de tres mé-
sophy of Medicine '« ZASZ y Mark H. HOLLAN~ER A '. '
pp. 585-592. ' A.~1.A. Archives of 1n t crna' 1 Med.'
Contrzbutlon lo the' P'Zl'[ dicos estereotípicos. En tanto los escritores médicos persistan en estropear su
f 0-
22. ¡bid., pp. S86~S87 ICIne», XCVII (1956t lógica con consideraciones normativas, no pueden esperar consideración intelec-
23. ¡bid., p. 589. · tual seria.
25. Ver FREIDSON, Patients' Views, op. cit., pp. 171-191, para encontrar ejemplos
históricos y conteluporáneos de esas relaciones.
314
315
del paciente, o hacierz.do que el paciente esté incapacitado. Tal igualnlente problemática es la capacidad del paciente de con1pren ..
poder~ se crea por el hecho de que la persona. está, digamos, in- der al .médico .suficientelnente COIUOpara hacer lo que él dice.
conSCIente y. en coma. En otras instancias, el ejercicio del poder Esencialmente, entonces fe y confianza por parte del paciente y
para vencer la resistencia cuando el paciente no está en coma se autoridad por palote del n1édico son los elenlentos decisivos.
legitimiza po~.!a identidad social imputada al paciente: TIoes Finalrl1ente} está el modelo de participaciúl1,l11.utu.a. Claramen-
más qu~ un nIno, un gato, un retardado, un psic6tico o alguna te, la interacción especHicada por este nlodelo requiere caracterís-
otra varIante .de un ser no completamente humano y responsable ticas pórparte del paciente que facilitan la comunicación. La
,como para q~e se le p~rnlita ejercer ~u propia elección de alejar- cOlTIunicación es esencial para determinar 10 que se ha de hacer
se del tratamIento. Dejando de lado cIrcunstancias donde la iden .. en terapéutica. La coincidencia cultural de este modo es obviamen-
tidad del paciente legitimiza el ejercicio de la fuerza este modelo te una condición necesaria para tal interacción libre .. De acuerdo
d~ interacción se encuentra más probablemente e11~ulturas muy con Szasz y Hollander, la relacióI1 «requiere una organización so~
dIvergentes. En este caso, pocos pacientes ingresan voluntaria- cial y psicológica luás compleja por parte de anlbos partic-ip~n-
me11te a la consulta n1édica: su participación puede ser requerida tes. Por ende, raramente es adecuada para niños o para perso-
por el poder político o se puede facilitar por la fuerza inhabili- nas deficientes mentales, muy poco educadas o profundamente
tante de la misma enfermedad. . inmaduras. Por otro lado, cuanto lnayor es la similitud en la ex-
El. segundo modelo de interacción, guía ..cooperación es esen- periencia general, intelectual y educacional entre Inédicoy pacien-
cialmente el que la gellte tiene en mente cuando habla de
la rela- te, se hace más necesario y apropiado este modelo de terapéuti.
ción médico-p.aciente. Obviamente, su existencia es contingente ca».28No obstante, no sólo se requiere semejanza en la experiencia
con un proceso que llevará a la gente a una Í11teracción con el yen la educación, sino talubién una predisposición a colaborar. En
terapeuta en primer lugar, el proceso de buscar ayuda que con- este. caso el paciente no se limita meramente a aceptar la auto.
duce a la elección de utilizar un servicio en lugar de otro. ridad del nlédico; cada uno de ellos debe aceptar .al otro como
Aquí el paciente debe ejercitar su propia :elecciól1.La uti- un io'ual en la búsqueda de. una solución para el problen1a. La
lización no es meramente algo que facilite el establecimiento de cond~scel1dencia, tanto por parte del paciente conlO del lnédico,
la relación;. constituye una nlitad de la batalla en la interacción. puede llegar a destruir esa participación recíproca. Por lo tanto,
elegir act~vamente el recurrir a un médico en primer lugar equi. es necesaria una posición de congruencia para la relación en or-
,:a~e en CIerto mod9 a re~onocer su valíáy su autoridad por an- den a que la interacción de cada uno pueda ser verdaderamente
tlclpa~o ~6 y que uno en CIerta medida ya comparte la perspectiva equitativa, y la influencia del ll1édico sobre el"paciente se apoya!á
del medICO sobre la enfermedad y su tratamiento. El problema esencialmente no en el poder físico ni en la autoridad profeslo.
de la interacción ell el tratamiento se apoya en los pormenores de nal, sino en su capacidad de persuadir al paciente del valor de
su aceptación en las áreas concretas donde convergen la cultura sus puntos de vista.29 .
popular. ~on ~a profesion.aI. La herramienta .del médico para. lograr Estas caracterizaciones de los diferentes n10delos de lnterac ..
aceptaclon es su «autorIdad», que no está completan1ente ligada ción se pueden utilizar para distinguir a) las necesidades. de di-
a su relación con una posición. legal formal en tanto experto.27 ferentes clases de trabajo médico,' b)el modo en que se llevan
Aquí, en la medida en que la cultura del paciente es congruente las distintas clases de enfer111Cdady e) los problemas de práctica
con la del profesional, la autoridad de este último tiende a ser que surgen cuando el carácter de la conlunidad profana y part~.
admitida por. adelantado y reforzada en el tratamiento por el cularrnente el sistema de envíos personales, varIan. a) La roed1.
hecho de que lo que el profesional diagnostica y prescribe ca .. cina veterinaria, las pediatría y cirugía están entre las prácticas
rresP9nde con lo que el paciente espera y tal comunicación entre obviamente inclinadas a seguir el modelo actividad-pasividad, aun-
los dos es relativan1ente fácil, ya que puedeestaólecerse una con- que las familias de los animales domésticos y los pacien~es pe..
'fianza cuando el profesional debe realizar demandas nuevas .o diátricos tienden a interferir más de lo que el modelo predIce. La
inesperadas al paciente. En esta situación, lo más problemático medicina interna y la práctica general están entre aquellas que
de todo es la autoridad del médico COITIO tal: ésta ha de ser admi. tienden a requerir el modelo de guía-cooperación. y la psicotera-
tida antes de que comience la exploración y si ha 'de continuar tra .. pia verbal tanto como la rehabilitación y el tratamiento de ..las
tamiento. Es el motivo para la cooperación. SólO' .secundaria pero enfernledades crónicas son proclives a necesitar el modelo de

26. Ver Th~odore C;\PLOW'/ The Sociotogy oi Work (Minneapolis; University of 28. SZASZ y I-IOtLANDER, op. cit., p. 387. . ..
1VIinnesota. Press, 1954)/p. 114. 29. En este sentido se señala más la influencia del experto que la autondad
27. Ver Eliot FREIDSON, Professional Domi1'lance1 op. cit. del profesional.

316 317
i,

participación mutua b) L .f . '


· ' as en ermed d'" tán siempre, aunque sólo sea latentan1ente, en conflicto. En ver-
arrUInan la identidad de los acie ~ ,a es e~tlg1natizadas qUe
el modelo de actividad.pasivi~acÍ ~t~s tl.enden a ser llevadas con dad, deseo proponer que hi perspectiva l11ás fiable sobre la in.
con traumas graves coma .'. e nl1S1no modo que aquellas tetácción en el tratamiento es la que refleja tal conflicto desde el
tremadamente dife;entes' eYnPSI1CtOSlS, y con pacientes que son e~... 'punto de partida, no asun1iendo una identidad de objetivos que
~t' . . cu ura o capa .d d'
J.
se descubre por una m.ejor .educación o una disposición a coope-
fIS leas ImpIden al paciente o al méd' el a.. estas caracte-
sables en el tratamiento E ~co ser socIalmente respon- rar a veces escondida por falta de cOlnprensión o por el fracaso
e~fermedades más normaies ~o cualqme.r comu~lidad, simple, las ~'en la cooperación)O
cIonalmente, tienden a ser n;" 9-~e qUIere deCIr legItimas con di. En consecuencia, la interacci6n en el tratamiento debiera ser
peración; en casos no le 't.dn~Ja as por el modelo de gUÍa-coo- vista como una clase de negociación tanto como una clase de con ..
popular (y que de este mo~o U::e~:dos cIa~amente por la cultura' flicto. Este punto se sugiere en el sentido psiquiátrico de Balint,
bable que el modelo de parti . ano ~utondad al médico), es pro- '"que el paciente está utilizando sus síntomas para establecer una
sea posible donde el pacient~pa~í~n mutua ~e~ común y que relación con el médico 31 pero más particularmente en el sentido
Debo observar que el m d 1 g .. y el medICO coopera. e) de negociación de condiciones separadas y de perspectivas y com-
.~ o e o actlvldad- c"d . prensiones separadas. El paciente probablemente desea más in~
Clan en el trataluiento se _"\ ~a.;,lvl ad de lnterac-
1a cu 1tura popular diverge encuentra
enorillo
con m':lC p b b'l'd
c •.~ ro a lIad donde '- formación de la que el médico desea darle, pronósticos más pre ..
y donde el status de la pers ",mente de ~a cultura profesional ,J~cisos, por ejemplo, e instrucciones más exactas. Con1o indicó el
del profesional. Donde estas ~~~res m.uy baJO en relación con el 'estudio de Roth, así COITIO el n1édico lucha por encontrar modos
tra fácilmente el nl0delo de uÍ' genclas ??11.m~nores, se encuen- " de rehusar ciertas clases de información, del mismo modo el pa ..
tanto la cultura popular ca g a~lcooperaClon, mIentras que donde ., ciente estará luchando por encontrar modos de acceso a la mis-
· roo e status dF-I . ma o para inferir tal información.32 De un modo semejante, así
me]antes a los del profesion lId "-'.paCIente S011 muy se-
tiende a ser usado frecuente~e~te~lO elo de participación mutua como el medio no tiene otra alternativa que llevar sus casos con-
vencionalmente (es decir, firmemente), igualmente el paciente es-
tará pugnando por determinar si él es o no una excepción a las
reglas convencionales. Y finalmente, dado que la curación profe ..
El conflicto subyacente a la interacción
sional es una práctica organizada, el terapeuta estará bregando por
En la exposición sobre la Ínter':") . ~ ajustar o adaptar cualquier caso único a la conveniencia de la
adoptado, conlO en todos. los dp ~ uCClon en el tratamiento, he práctica (y otros pacientes), en tanto que el paciente estará pug-
naI: he intentado discernir s' ..... mas lugares, un enfoque situacio .. nando por obtener un modo de conducción adaptado más especí-
1
regularidades en Ia~ sl'tuac. por el hecho de que existan ciertas ficamente a él en tanto individuo, independientemente de las de-
• ,J Iones a tra ' d mandas del sistema como conjunto. Estos conflictos en perspecti-
tuacIOl?eS podemos predecir la;í ves e especificar las si-
y cantIdad de interacción que p~O~e~l ~e enfermeda?es y los tipos vas e intereses tienden a estar presentes hasta cierto punto en
me parece que éste es u f a el?ente tendran lugar. A mi toda situación, Ellos están en el núcleo de la interacción y refle-
deberíamos perdes de vist~ e~~
plemente especifica reO'ul~crl'dadec.lo
abe demmentemente
e q~e es un
útil, pero no
enfoque que sim-
jan las características
y su tratamiento.
estructurales generales de la enfermedad
profesional como una función de las relaciones
d _. b.a ....e.es a traves de' . entre dos mundos distintos, ordenados por las normas profe-
uos -regularidades estadísticas Ade ~ conjuntos de lndivi ..
definen como relativas no ~b. l' mas, esas regularida.des se sionales.
· d ' a so utas No ob~ta1 t
asumIr emasiada regularidad en 1 '. v. ~ a e, no es sabio
de tratanliento. Si bl'en el . a lnteraCclon en los lugares
'd paCIente pued~ (,: ~
c 1UI o de asumir un rol actO11,70 en 1a lní G ~ ver· ~ nlas o menos ex..
pue;Ie excluir por completo. Él ~u d eracclon,. raramente se le
paCIentes de bajo status y de .
practicar
d e ~', al .men?s, como hacen los
técnicas evaC' l' vas y e tUCaClon InferIor en todos lados 30. Para un análisis más extensivo del conflicto, consultar FREIDSON, Patients'
...., ac uar com t"d ' Views, op. cit., pp. 171-191. Y ver la exposición de Carl GERSUNY, Coercíon Theo-
parte de 10 que se espera de él y si '. o es U.pI o para evitar ry and i1Iledical Sociology, «Case Western Reesrve Journal of Sociology», 11 (1968),
Involucrado en la participación' mu bIen el yaCIente puede estar
con el terapeuta, nunca es totalment
tos. de vista de los dos mundo
tua
~r;, VIrtud de su similitud
1e ca a orador. Dados los pun-
pp. 14.20.
31. Ver ~.ft..ichael BALINT, The DoctorJHis
International Universities PressJ 1957), passim.
Paticnt and the Ilhzess (Nueva York:
.
32. Ver ROTH, Timetables, op. cit., y Julius A. ROTH, Inforn1.ation and the
Ja Interacción nunca pueden s, e pr o.fano y el profesional, en Control of Treat111.ent in Tuberculosis Hospitals, en Eliot FREIDSON (ed.), TIte Hos~
ser comp 1etamente sinónimos. y es- pital i11. Modern Society, op. cit., pp. 293-318
313
319
La organización illstitücional del estar enferl'no s~atu:s social cad~ vez más definido a medida que pasa por ins-
tltuc.l?neS profeslon~les. Su fornla y contenido tienden a ser una
Entendiendo' que ninguna estructura social organiza lacol1~ funclon. de la organIzación de los servicios profesionales a. través
ducta hunlana tanto corno la dirige y le plantea límites, y d: l';Js:uales pasa el paciente. Dicha organización llegó, en forma
que la indeterlninación introducida por el conflicto inllerente CleClen:..e, a .ext~r:derse en el seno de la cOlnunidad y, en tanto
entre perspectivas y que la lucha por el control a partir de ésta pose~ .organIzaclon formal} llega a imponer más y más orden
inevitablelnel1te debilitan las consecuencias de la estructura social definIdo sobre el proceso de estar enfermo.
sobre la conducta y la experiencia; de todos modos podenlos ha- En. una épo,c~ más teJnprana pudo haber ocurrido que el con..
c~r g~neraliza7iones válidas y útiles sobre la conducta y la expe- sultorlO del nledIco y el hospital que él utiliza para pacientes con
fIenCIa a partIr de la estluctura social sola. En el c.aso deenfer ... ~nfe!'m~dades agu~as pudieran representar por sí mismos las
medad, es necesario recordar qU.e la estructura social influye sobre mStItucI.ones esenciales de la curación. Entonces, la mayoría de
la enfermedad de dos maneras. Prinlero} la estructura social or- las enfermedades estaban, en el mejor de los casos, organizadas
ganiza el contacto inicial entre la persona enferma y el terapeu- rnt;Y. laxa:ne~lt.e por las dispersas prácticas empresariales de los
ta: el curso biofísico de la enfermedad misma} hasta el punto medIcos IndIVIduales. Esto ya no ocurre en sociedades como las
en que no se produzca una relnisión espontánea, está influencia ... nuestras .. e.omo lle señalado en el capítulo 2~ actualmente existe
do directamente por lacon1petencia del terapeuta con quien la un complejO enorme. de instituciones independientes, competiti-
persoIla enferlna fue puesta en contacto. Segundo, yrnás impor .. vas, superpuestas y Vinculadas que se dedican a la identificación
tante para mi propósito en este libro, tanto la estructura social refe~en~ia y conducción de las enfermedades. Sus representante~
profesional como la profana organizan el estado social de estar se "d~strlbuyen. por toda la comunidad} no sólo en la persona del
enfermo; si uno está '0 no «realmente» enfermo y puede o deb~ medICO de 'p.nmera línea, sino también en personajes cotidianos
adoptar un rol de enferrllo; si uno puede a no asumir una nueva como el.cleng?,33 el ma~s.tro de escuela, el administrador del per-
identidad. social especial; si uno debe o no asumir la condición sona.le InclusIve la pohcIa.34 Más allá de estos representantes in-
de un objeto que será trabajado 'por los '0tros" y si uno puede ~edIa!o~del orden o~cial se sitúan las distintas instituciones de
ano alguna vez volver a asulnir una identidad'y estatuto nornlal dIagnostICO y tratanl1ento a las cuales se envían casos de enfer-
en la cOlllunidad cotidiana. A este segu:ndo sentido es al que me medades o invalideces calificados provisionalmente~ A partir de
refiero cuando escribo sobre. la organización social de la enfer- la escuela, p,or' ejemplo} sonenviadps pacientes a especialistas
C?ffiO OdOll~olo~os,. oftalrnólogos, otorrinolaringólogos y ortope-
lTI,edad.
La organización de las instituciones profesionales forman el dl"st~S, y. a l?stl~uClones ~onlo clínic~spsicológicas, clínicas lago ..
status de enfermedad Y la organización del proceso. de asumir pedlcas, InstItUCIones SOCIales y muchas otras.35 El envío no tiene
tal status. COIno ya he señalado en varias oportunidades, para la la misma cualidad informal que el de .1as personas cercanas. fre ..
mayoría de la gente el estar enfermo es una experiencia aislada, cuentem:nte se trata de un envío oficial, del cual se gu~rdan
limitada en el tiernpo y en significación social. No obstante, en c?l1stanclas y cuyo cUlnplimiento no es necesariamente volunta-
nuestros días, cada vez hay n1ásenfermedades que llegan a ser rIO. Además, se basa en criterios profesionales e institucionales
de largo plazo .. El 11echo de designar a la desviación comoenfer- de la refereIlcia de pacientes,. no necesariamente en los. de la co..
luedad fue extendido en muchas áreas. de la conducta social por munidad popular. Y con frecuencia es independiente de los de-
los profesionales de la salud sin que esto estuviera acompañado seos de la, persona. o de sus allegados. Una refereIlcia. de pacien-
simultáneamente por métodos. efectivos de cura que puedan di- tes como esta refleja el hecho de la situación oficial del individuo,
solver rápida y permanentemente la condición. de enfermedad. Por
otro lado, la virtual eliminación de las enfernledades agudas con- . 33. .Ver Elaine CUMMING y Charles HARRINGION, Clergynwn as Counselor, «Anle.
tagiosas en nuestra sociedad dejó a mucha gente viva el tiempo ncan Jou,rI?-al of Sociolo~y», LXIX (1963), pp. 234~243. Un indicio del grado en
suficieIlte conlO para sufrir las .enferm,edades' tradicionales cró- que el clengo puede serVIr como un agente de ref,erencia se encuentra en Charles
nicas, 'que tampoco son fácilmente curables. Además, estas en- KAQUSI!IN, Social lJistance Bet-wee11. Cliellt ancl Professiondl, (~American Journal
of Soclology», LXVII (1962), pp. 517-531-
fermedades, que son creaciones profesionales 'enel primer caso, 3~. Ver Elaine CUMMING et al., Policenlan as Philosopher, Cuide and Fr.iend,
y una parte tradicional del dominio profesional en el segundo, «SOCIal Pr?blc111S», XII (1965), pp. 276-286 Y Egon BITTNER, Police Discretion in
vienen a ser organizadas por la red de instituciones profesiona- Apprerzendlng the Mentally IlI, «Social Problelus», XIV (1967), pp. 278.292.
. 35. Se co.noc~ nlUY POCO sobre el sistema total de agencias de salud, educa ..
les comprometidas en su erradicación, calificación y 1nanejo. Estar c16n y de ble?estar, y más particularmente, sobre sus interrelaciones. Para ver
enferlTIO llega a ser una experiencia de largo plazo, frecuente .. un esbozo reCIente (y raro) de ,caracterizarlo empíricanlente ver Elaine CUM l\UNG
mente de cierta. ambigüedad terapéutica y casi siempre dewl Systems o/ Social Regulatiol1 (Nueva York: AthertonPress/' 1968). I

321
320
HS 17. 21
aun s! ~u ident~dad comunitaria fue cambiada de «normal» a «pro- conducta social y la experiencia de" la persona enferma nunca
blemlil:tlca»: ,se mtenta encontrar una designación más precisa para puede estar total o parcialmente controlada por las nociones
adJ:1enr oficlal~ente a lo que fue aislado como problemático por profesionales de enfermedad y tratamiento. En contraste ...cuan ..
qUlen~S lo ~nvlaron y para prescribir el curso consecuente de su do la persona enferma es internada, la experiencia de estar en-
manejO oficIal.
fermo llega a estar muy sujeta a la organización por las deman ..
. ~i b~en pueden estar especializadas .. los envíos iniciales de las das del personal.. puesto que la persona tiende a perder su
l~stIt~cI~nes comunitarias oficiales tienden a ser unidades de movilidad física y social, a ser aislada de sus allegados, a q~e se
d!agnostlco francamente abiertas. Están abiertas en tanto fun .. le niegue la información que necesitaría para pod~r asumIr un
cIo~an para cal?t~r.. atraer o recibir una variedad de desviados rol activo en el manejo de su enfermedad y a ser SItuado en ru-
ca!Ificados p.rov~sI~nalmente.. y realizan diagnósticos en tanto co- tinas administrativas que permitan al personal trabajar en la
mIenzan a dIscrImInar entre ellos .. colocándolos en diferentes cur- forma que ellos consideran efectiva y conveniente. De hecho, s~lo
sos de manejo. Aquí es donde se da la discriminación entre el cuando está internada, la persona enferma puede estar restrIn-
enfermo «real» ~ el fingido; donde un niño con problemas es si- gida a deseInpeñar únicamente un rol.. el del pa~iente. En la co-
t1!ado en el camIno de la delincuencia .. vacilante .. perturbado emo- munidad casi siempre desempeña otros roles Junto con ~l. de
c~onalmente, cerebro. dañado o lo que fuere; donde el «duro de paciente. Esos otros roles son dejados en la puerta de admISI?~
oIdo». llega a ser sordo. «realmente».. y el «muy miope» llega a de una institución de internación y, excepto en .las horas de VISI-
ser ~Iego legalmente.36 En estas 'unidades de diagnóstico abiertas .. ta el rol de paciente llega a absorber todos los esfuerzos de la
la clIentela es verdaderamente heterogénea y desorganizada, pero p~rsona .. día y noche, despierto y durmiendo, en el trabajo y en
en el momento del diagnóstico oficial se llega a diferenciar: algu- el juego. .
nos son devueltos a la comunidad, algunos son enviados a otras Dado que es la institución la que crea y o~ga~Iza .~se r~l de
unid~des de, diagnóstico y otros son retenidos para tratarlos o paciente, podemos utilizar la estructura de la InstltucIon mIsma
referIrlos mas profundamente en los sistemas de tratan1iento re- para representar el modo en que el estar enfermo llega a orga-
l~cionados co~ la unidad de diagnóstico. En el caso de aquellos nizarse.. experimentarse y expresarse por la perso~a que se ~n-
que son retenIdos, la calificación del diagnóstico y prescripción cuentra en ella. Como señaló Sudnow: «Las categorIas de la VIda
se consolidan y se ejerce presión sobre la persona afectada para del hospital, por ejemplo.. "vida ...., "enfermedad", ~'paciente",
que acepte y coopere con el tratamiento comportándose «cuer- "muriendo" "muerte" o lo que fuere .. han de ser VIstas como
d~m~nte». Si es dejado en la comunidad .. el establecimiento sa.. constituidas' por las prácticas del pers~mal del .hc:spital en, ta~to
nItarIo. pu~de .trabajar .c~n la familia .. la escuela .. el empleador y ellos se comprometen en sus interaccIones. cot.I~hanas rutlnarl~s
otras InstItUCIones cotIdIanas para intentar señalar un rol des- dentro de un medio ambiente de una organIzaclon.» 37 Por el mIS-
.' viado especial en el espacio social que rodea al individuo un rol' mo motivo podemos tltilizar la organización del comp~ejo. co~ple-
que .refleja el significado de su enfermedad y el régimen q~e debe to de instituciones profesionales qtle conducen a la InstItUCIona-
realIzar para su tratamiento. Si él es internado .. no puede hacer lización para representar la organización s~cial. de la carrera. ~e
otra cosa que desempeñar su nuevo rol desviado.. eligiendo sólo convertirse en una persona enferma. Y aSI como una profesIon
si lo ~,esempeñará bien o mal. De acuerdo con aquellos otros que y las instituciones que ella domina pueden ser vistas para cola ..
tambIen fu~roncolocados en su categoría de diagnóstico .. ya sea borar con la naturaleza en crear y formar el carácter de lo que
,porque todos fueron internados juntos bajo las mismas circuns- su trabajo está designado a manejar.
tancias o porque todos buscan apoyo recíproco en una comuni ..
dad de la cual ya no.se sentirán una parte normal ..llega a asumir
una nueva identidad .. desempeñando sistemáticamente un rol des- Enfermedad y conocimiento
viado creado oficialmente.
, A partir de estos comentarios .. se seguiría que cuanto más for- En esta parte del libro me he referido en varias oportunidades
mal y rígida es la estructura social a través de la cual puede ser 'a la naturaleza del conocimiento y la práctica, o a la naturaleza
~?!1ducid.a o empujada la persona, más definida será la organiza- del contenido del trabajo, de la profesión. He señalado en pri-
Clon SOCIal de su enfermedad. En la asistencia ambulatoria, la mer término que el propósito que guía .el traba~o .médico, el ali..
,vio de la enfermedad.. incluye dos conjuntos dl~tlntos de cono-
36. Se encuentra una descripción excelente, minuciosa, del rol de las institu-
,ciones en la definición y organización del rol social de la ceguera en Robert A. 37. David SUDNOW, PQ$sing On: TIte Social Organization o/ Dying (Englewood
SCOif, The Making o/ Blind Men (Nueva York: Russell Sage Foundation, 1969). Cliffs, Nueva Jersey:, Prentice-Hall, 1967), p. 8.

322 323
cinliento ... Más obvio es el conocinliento de la fuente de 1 de lo que se considera enfermedad se maneja sobre una base vo-
enfer~e?ad y de la probabilidad de su paliativo por un conjwlt~ lu.ntaria, comprender la perspectiva de' la persona es fundamental
de actIvlda~esde un tratamiento en lugar de otro. Habitualn1en- para entender cómo la profesión atrae a las personas sobre las
te se c0ll:'~ldera que éste e~:lconochniento de la profesión. que trabaja. El trabajo de una profesión de consulta semejante
Menos eVIdente es el conOCImIento. que rodea la .identificación no se puede ver con toda precisión' a partir de la perspectiva pro-
de enfermedad COlUO. una forma. de desviación social. En ese caso, fesional exclusivamente: debe ser visto como el producto de la
.sobre un fun~a~ento valorativo o moral más que puramente interacción de las perspectivas personal y profesional.
neutral, , d~scrlptlvo, la profesión toma algunas condiciones o Habiendo examinado en la segunda parte la «lnentalidad» ca..
caracterlstlcas ~ las' desig.na como la clase. de estado indeseable racterística del médico en lo relativo a la autonomía y a la orga-
que se.l1~~a enfermed.ad. He aludido a, que la tarea genéricamen- nización de su trabajo, enestapart~ he insistido sobre 10 que
te socIologlca de analIzar enfermedades reside en determinar el me parece que es la característica de la relación del médico .con
curs~ de es.asevalu~ciones, su variedad y sus consecuencias para el .contenido de su trabajo o con su conocimiento. Al principio
I~ vIda socIal. AbocandoI?e ~ esa tarea, he indicado que los sig- he señalado que la profesión de Medicina a lo largo del siglo
n:ficados con consecuenCIas 1111portantes relacionados con las no. pasado llegó a tener cada vez más influencia en cuanto a defin~r
CI0J.?-es .c?ntemporáneas ?e enfermedad son aquellos que excusan desviación como enfermedad, aun a expensas de definiciones re-
al IndIvIduo de cualquIer responsabilidad inmediata por estar ligiosas y legales. Y sugerí que se l1al1 llegado. a adoptar defini-
enfermo, aquellos que especifican la gravedad o seriedad de la en... ciones médicas de desviacióll aun cuando no hay evidencia clara
fermedad y, finalmente, los que evalúan la legitimidad de la.enfer- de que hay variables biofísicas que «causan» la desviación y que
medad. Así c<:>molos signific~dos del diagnóstico varían social- el trafalniento IIlédico sea algo 111áseficaz que cualquier' otra clase '
mente, del n:IS~~ modo varlan las consecuencias para la vida de conducción. La expansión de la jurisdicción de la Medicina
personal del IndIvIduo: en el nivel más primario" puede ser casti- sobre otras formas distintas de desviación fue vista conlO vincu-
,4

gado o perdo~1ado en terapéutica, se puede esperar que desempeñe lada con movimientos humanistas exteriores a la Medicina, así
sus. roles s<:>clalesn?rlnale~1 oen cambio que adopte un nuevo rol corno con la tendencia natural de la profesión a interpretar por
socIal desvl~do~ mas expbcitamente, se puede esperar que asuma sí nlisma ll1ás y lnás del mundo a la luz de su propia concepción
nu.e~as .oblIgacIones en tanto se le su;straen la mayoría de los de laenferniedad. Realmente, se vio a la Medicina comprometida
pr.lvI1egl?S normales, o se le permite tener nuevos privilegios al con «descubrir» enfernledades y fue caracterizada, con cierta
mIsmo tle~p~ que no se le exigen viejas obligaciones. calificáción, como siguiendo la norma de decisión de encontrar
y diagnosticar enfermedad más que salud. En este sentido, en
Estos SIgnIficados sociales que describen cómo se supone que
se ha de comportar la gente considerada enferma son creados virtud de su perspectiva ocupacional, la Medicina siempre busca
y ve más enfermedad que el n1undo profano. Con1o he señalado
P?r la gente y l?or los profesionales, siendo frecuente que ambos
con cierto detalle, lo que el médico percibe como enfermedad
dIfieran e~tre SI r"especto de las clases de significados asignados
a determInados SIntaInas y signos, y por tanto en' el modo en surge de la especial selección de casos que la situación y orga~
nización particulares de su práctica presenta a su experiencia. Su
qu~ c~da uno .de ellos respondería a un' desviado. Los profanos
compromiso con su sentido de la efectividad en tratar la enfer-
pOI ejemplo, tIenden a sostener que un' individuo .es' responsable
medad que él ve, se sostiene por el rol incontrolado de sus pro-
de, su ,c?nducta .y ~ manejarlo mediante castigo en .tanto que
pias reacciones de placebo en la práctica clínica. Tales reaccio ..
losme~lcos se InclInan a considerarlo ellfern10 y tienden más
nes subjetivas en la práctica clínica. parecen apoyar y sostener
a luanejarlo por. un tratamiento. Por otro lado, muchas personas
.probabl~mente Ignoran y en consecuencia no. responden en ab- las distintas opiniones y escuelas que se encuentran en la Medi-
soluto CIertas cosas que los médicos se inclinan:a considerar como cina nl0derna, particularmente para esas «enferlnedades» para las
que el actual conocimiento científico es inStlficientenlente preciso
enfe:I?edades e. inte~tan tratar. Claramente, a diferencia de la
MedIc~n~,. cuyo. It;t~res son las constantes biológicas, esta clase y fiable.. .
Como he señalado en ll1iexposición sobre el conocimiento
de analISlS soclologICO no proporciona criterios fijos para evaluar
médico, un determinante decisivo de gran parte de lo que el mé-
«.enfermed~des»: e;t tanto, significado social, la enfermedad y sus
c?nseCUenclas., V~rl~l1 segun COlTIO varíen las características so-
dico puede saber residee11 los casos con los que llega a tener con ..
clal~s .yel conOCllnlento de quien evalúe. Sólo adoptando la pers ..
tacto. Dado que la mayoría de los casos que ve deben llegar por
pe~tlva, d7 un grupo se puede obtener cierta estabilidad en el
sí mislnos a la esfera del médico, se deduce que la inclinación
de la persona a calificar la desviación como enferlnedad y con..
~dlagp.ostlCO». La perspectiva de la profesión médica en nuestra
epoca es, por supuesto, autoritaria, pero dado que la mayor parte. secuentemente a buscar atención médica es un elemento estra-

325
324
tégico en la proaucción de conocimiento médico. Al menos en'
tanto la profesión no esté autorizada, a examinar y tratar a las
personas sin su consentimiento. La percepciqn del profano del
dolor, su interpretación de los distintos signos y sensaciones, y
su fe en los médicos como terapeutas apropiados, todos los cua-.
les son variables cuIturalmente, así como la estructura del siste-
ma profano en el que participa, desempefian un rol crítico en
determinar si él entrará o no en la consulta y, por supuesto,
en contribuir a la experiencia clínica del médico. Pero si bien
la cultura popular y la sociedad pueden ser decisivas para condu:
cir a la persona al tratamiento profesional, una vez que el pa.
ciente está en tratamiento, el profesional y sus instituciones, lo
que es bastante natural, intentan tratarlo a través de significados,
profesionales, no profanos.
En esencia, el proceso de tratamiento y cuidado puede ser
visto como un proceso que intenta JJevar al paciente a conducirse
en las formas consideradas adecuadas para la enfermedad que
fue diagnosticada, un proceso frecuentemente denominado «con.
ducción» por los profesionales. Tal conducción por supuesto se
basa en la concepción profesional de la enfermedad y su trata.
miento y constituye la noción profesional del modo conveniente
de tratar al paciente como para poder aplicar al máximo su co-
nocimiento del tratamiento. También es una reflexión. sobre el
requisito administrativo de tratamiento impuesto por la organi.
zación de la institución y por las demandas tecnológicas del tra.
tamiento. El manejo profesional generalmente funciona para su.
primir en el paciente su identidad en tanto adulto, persona

,,
autodeterminante, y para presionarlo para que adopte la identidad
. moral y social implicada por la enfermedad que se diagnostica.
En el interior de sus propias instituciones, protegida por su auto-
nomía organizada, la profesión desarroJJó conocimiento por su
cuenta, y en virtud de ser una profesión de consulta una capa-
1 cidad de moldear con sus propios recursos la conducta y la ex•.
J periencia de la persona independientemente de la comunidad. En
esas instituciones, la profesión no trata meramente un estado bio.
lógico mediante técnicas bioquímicas o ñsicas: también organiza
la identidad de la persona en ser paciente. De este modo, en la
aplicación de su conocimiento, la profesión no puede evitar to-
mar decisiones sociales tanto como «puramente médicas» acerca
de la gente Con la que trata.

La enferrnedad y la profesión.

Esta conclusión cierra un círculo completo en el litro. Comen.


cé explorando las circunstancias que conducen al desarrollo de
una profesión, así como aquellas que apoyan a la profesIón hoy
en día. Luego he expuesto con cierto detalle cómo se organiza el
326
327
LAS PROFESIONES DE CONSULTA
EN UNA SOCIEDAD LIBRE-

«La organización de las profesiones por


Inedio de instituciones de autogobierno si..
túa el problema de la libertad en otro án-
gulo. Puesto que ahora es la institución la
que proclama libertad y también ejerce con-
trol.»
ALFRED NORT:H WHITEHEAD
.r

xv. Los límites


del conocimiento profesional.

Se dice frecuentemente en estos días que el mundo en que


vivimos ha llegado a ser tan complejo que no puede sobrevivir
.a menos que sea ordenado cada vez más por el conocimiento
técnico especial del experto o del profesional. Verdameramente,
un artículo reciente celebrando la importancia creciente del co-
nocimiento especializado en la determinación de la política so-
.cial se refiere al declive de la fe y de las políticas en las eues..;'
tiones humanas.1 Fe, qtte todos los hombres pueden poseer, y
políticas, en las que todos los ciudadanos de una sociedad de-
mocrática pueden participar, se diluyen ante el conocimiento,
que sólo los expertos poseen. Las decisiones que requieren peri-
cia son aisladas del debate público, negociaciones y compromi-
,"sos que implica la política; la fe en el dogma revelado o en un ¡

conjunto determinado de costumbres se declara fuera de or."


den.2 Se impide que las personas participen en la toma de deci.
siones qu~ se considera que requieren pericia especial, aun cuan-
do esas decisiones estén destinadas a mejorar su propio bie-.
nestar. .
. Claramente, si se requiere que los expertos tomen decisiones
en áreas que antes se llevaban por la libre discusión e intercam.
bio de opiniones característicos de una sociedad democrática, y
si esas áreas están aumentando en cantidad y en alcance debido
a la creciente complejidad del fundamento social, económico y
tecnológico de nuestra sociedad, tendrán un efecto masivo so-
bre la calidad de las vidas de los individuos que la integran. La
relación del experto. con la sociedad moderna parece ser de
h~cho uno de los problemas centrales de nuestro tiempo, puesto
que en su esencia residen los principios de democracia y liber-
tad y la medida en que los individuos pueden regular el carácter
de stlS propias vidas. Cuantas más decisiones son tomadas por
los expertos, menos pueden ser decididas por las personas co-
munes.
Pero aun si aceptamos la premisa de que la pericia ha lle..
gado a ser tan in1portante para nuestros tiempos como para ser
requerida para nuestra supervivencia, el problema decisivo"de
1. Robert E. UNE, The Decline' o/ Politics and 'Ideology in a Knowledgeabl~
Society, «Anlerican Sociological Revie\v>~1 XXXI (1966) 1 pp. 649-662.
2. Para una exposición sobre la relaciÓn del dogma, peri~ia y opinión para
el proceso de la opjnión pública, consultar Eliot FR£ID¡ON, A Prerequisite tO.r
Participatíon in the Publie Opinio11 Process, «Pub1ic Opinion Quarter1y», XIX
(1955), pp. 105-111.

331
detalle sigue en pie: ¿en qué áreas la pericia es absolutamente blemascon los que trabaja y el modo. en que realiza su trabajo.
necesaria y en cuáles no lo es? En esas áreas donde la pericia es AdelYlás, yo propondría que el1 medicina, como .un prototipo
necesaria, ¿existe realmente destreza que sea demostrablelnente virtual de la profesión perita, encontramos la. instancia más es-
supe~io~ a. la opinión común? Y donde sí existe, ¿cuáles son tratégica por la cual podemos explorar el problema de la rela-
sus lrm~taclOnes? La naturaleza Y: los límites de la pericia como ción de la pericia y el experto con una sociedad libre, porque
tal obVIamente .~eben ser examInados cuidadosamente y, a la ella no .está protegida, como lTIuchas otras, por la oscuridad de
luz de su relaclon con la denlocracia y la libertad calificada desempeñar funciones especializadas minuciosamente. Conspicua
s.iemp~e que sea P?sible. Creo q~e se pueden realizar ~lgunas ca- ante la visión pública a través de brindar un servicio personal,
. hficaclOnes muy sImples pero IlI1portantes. Por ejemplo, todos la Inedicina llegó a dominar una elaborada división del trabajo,
podemos concordar en que la forma de construir un camino. es y su jurisdicción es amplia y de vasto alcance, habiéndose ex-
una cuestión técnica que será mejor manejada por ingenieros pandido por áreas otrora dominadas por la religión y el derecho
y otros expertos. Pero el hecho de que un camino deba o no ser -por ejeluplo-, fe y política. También tiene, como los nuevos
construido y dónde se debiera localizar no son cuestiones técni. expertos, un firme fundamento en la ciencia. Pero como todos
cas completamente esotéricas. Existen ciertamente consideracio- los expertos, creo que posee defectos genéricos a su mismo
nes .técnicas que deben ser tenidas en cuenta al evaluar si un status en tanto experto. En estos capítulos finales analizaré los
~amlI~o .debe o no ser construido y dónde, pero la ciencia de defectos de la profesión de medicina, confiando en sugerir al
l~gemena !la posee una 1?ericia especial que le permita decidir mismo tiempo los defectos que la política social debería reco-
SI un camIno es .«necesarIO» y qué ruta «debe» ser tomada. La nocer en todos los expertos. El fundalnento de ll1i análisis se
pericia ~ropiame~te d~sempeñ8; un rol principal sugiriendo que apoya en el exarnen minucioso de la profesión .que constituye
los camm;>s ya ,dIspombles es~an atesta~os y determinando qué el objeto de este libro.
rutas serian lnas aptas o mas económIcas para construir un En estos capítulos finales espero mostrar' que la práctica,el
nuevo camino, pero es la evaluación social, política y económica ejercicio o la aplicación de la pericia es distinta analíticamente .,&

no. la ciencia de ingeniería, la que a la luz del conocimient~ de la.per~cia o del conocimiento .misn'lo.Esta distinción propone
determina si se construye un calnino y dónde. Tal evaluación es dos problemas serios de ev.aluación. Primero, está la cuestión de
de cará~te~ pormativo y no es tan esotérica como para justificar la fiabilidad de la destreza aplicada, _problema que se puedeeva ..
su restrlcClon a los expertos. Allí donde los profanos son exclui. I~Jar tenie.ndo P!esentes dos supuestos. Asumo que podemos jus-
dos. de tal. evaluación, no. es la v:rdadera pericia la que está tIficar el ImpedIr que los profanos tOluen decisiones sólo cuando
en Juego, SIno el poder socIal y pohtico del experto. los expertos poseen el conocimiento .especiahnente fiable por el
En el ejemplo anterior se encuentra el núcleo de un paradicr- cual pueden tOD1ar decisiones correctas a favor del interés de
ma por el cual se pueden analizar todas las formas de pericr; los profanos. De haber algunas áreas en las que los expertos
aplicada, incluyendo la medicina. Mi argumento es que ni .la carecieran de tal conocimiento, su autononlÍa para tomar de-
pericia ni el experto que la ejerce fueron examinados bastante ciS,iones no se justifica y lógicamente puede ser restringida. Ade-
cuidadosamente como para permitir l.lna fOrlTIulación inteligente nlas, doy por supuesto quectlando las decisiones tienen un
y autoconsciente del rol adecuado del experto en una sociedad fondo moral o valorativo luás que sustantivo, los profanos tie-
libre. En verdad, creo que la pericia está cada vez más en peli- nen tanto o más con que contribuir a ellas que los expertos.
gro de ser utilizada como una máscara para el privilegio y el Este supuesto refleja la esencia de igualdad en una sociedad
poder en vez de, conlO ella proclama, ser un modo de adelan- libre, igualdad que 110 se refiere a la capacidad, conocimiento o
t~rse. al iI?-te~éspúblico. Se púede utilizar para éncubrir más pri- medios, sino a la igualdad. moral. En este capítulo intentaré ana..
vIlegIo prInc~palmente ~~rque en forma habitual se la trata glo- lizar ,el grado en que el conochniento aplicado es tanto fiable
bahnente, mas que anahtlcanlente, oscurecida y mistificada por el como objetivo. En el próximo capítulo me centraré en el segundo
aura de la ciencia lnoderna y .la ideología de moralidad. Es n1i problema que se origin:=t en la naturaleza del conocimiento apli-
proposicjón que el e.xperto que llegó a ser un profesional, tal como cado, a saber, la capaCIdad del experto para. asegurar al púbiico
lo definl,es especlahnente. proclive a lograr mayor influencia que lo q~e la pericia ya domina será ejercido en cualquier cir-
sobre cuestiones públicas de lo que se seguiría de su pericia cunstancIa con un grado adecuado de competencia Y teniendo
real. Esto ha ocurrido. principalmente porque el profesional ha en cuenta el interés público. A través del análisis de estos dos
lograd? l;ln status. ~ue le protege más que a otros expertos de problemas, espero ser capaz de concluir este libro sugiriendo los
lacurlosldad Y crItica exteriores y que .le garantiza tlna autono .. límites de la autonomía profesional en el control del contenido
mía extraordinaria .parapoder controlar la definición de los pro .. y de las condiciones del trabajo .profesional.
333
332

':"";"
1,:.~.:..' .
1[, Cono~imiento y trabajo ~.',. , ntas nos permiten deterlninar el
l. Las respuestas a estas !,re~ erto está justificada y adecua-
Obviamente, el profesional es un experto porque se considera" .• grado en el que: el trabajO dt
e:-¿, e influencia de los profanos.
damente protegido de la eva uaCI n
que posee cierto conocinliento especial inasequible para las '
personas que no han pasado a través de su curso especial de '
11 entrenamiento profesional. Su conocimiento profesional especial Analizando el contenido del trabajo
puede no ser demostrable y consistentemente eficaz, pero es el
ti~ mejor disponible hasta el momento y se le enseña a todos los :- lib mi análisis de las concep-
¡;
miembros de la profesión para prepararlos para el desempeño En la tercera parte d~ eSie d~oía enfermedad demostró que
,

~.

correcto de su trabajo. Siendo el mejor disponible, se deduce que ciones populares y profeslOna ~s. al las actividades que pre-
sus catedráticos -la profesión- tendría que tener libertad para el contenido del trabajo .l?r?eSlOnci~l no es ni uniforme en su
utilizar ese conocimiento en pro del bien común y que el públi- sumiblemente englob~n pencI~e e~~:diSposiciones explícitas y mo-
co tendría que permitir que la profesión tenga autonomía para . carácter de prueba. m carece 1 conocimiento básico sobre el que
tomar decisiones por su propio bien. rales. Aun SI asumImos 9-ue e.. o confiable el fundamento
Pero ¿cuáles son los indicadores del «conocimiento» y de la . se funda la práctic;'l ~édIca es <.>bJ~~IVso~almente, ~s predispuesto
«pericia»? Evidentemente, se refieren a un cuerpo de hechos pu- empírico de la prac~Ic~, o~~a~~~aconocimiento es inevitablemente
tativos ordenado por ciertas ideas abstractas o teorías: podemos . socialmente, y la practIca , un componente esencial de lo que
confiar en encontrarlas formuladas en los tratados y en los libros .social en su carácte~. ~demas, 1 designación de enfermedad que,
de texto que proporcionan la substancia formal de lo que el se dice que es conocI~Ie:nto e~e acarácter valorativo y moral más
experto estudia en las escuelas profesionales y lo que presumi- como ins~stí, es. en ~I.~llsma tercera parte de hecho pla~tea
blemente conoce después de eso. No obstante, ese conocimiento que técmco. ~I anallSls ~~ l~el trabajo de la profesión tIene
o destreza es extremadanlente limitado como una realidad: está dudas sobre SI el C0D;temo t 'rico tan confiable científicamen-
comprendido en libros o en mentes, y así como está definido no uniformemente !In ~racter es~ eprofesión exija autonomía para
tiene vinculación con las actividades, de consulta, tratamiento, te como para. JUStI car que '0 Aun si uno niega la validez de
reconlendaciones u otras formas de trabajar al «ser» un ex- todo el contemdo de su trabaJ. t ·do del trabajo de la pro-
perto. esas dudas, está claro qu~ el ~~:~ fuera uniforme cualitativa-
Un experto que ejerce o un experto de consulta se compro- fesión puede no ser t~ata
mente. Para compren er e
f
~~bajo profesional no es suficiente
pIejo» dado que requiere un
mete con actividades, y actividad, después
de todo, no es cono-
t"
cimiento. La falta de equivalencia entre conocer y hacer requiere delinearlo glo_balmente co~o «comdado que se basa en un cuer-
que nosotros o bien redefinamos «conocimiento» como aquello largo períod~ d.e entre.nar;!~ento Yteórico.3 Algunos elementos del
que hace la gente conocedora o bien distinguir el conocimiento po de conOCImIento CIeI?'Llca o tros' algunos son enseñados en
como tal y analizar su relación con lo que hace la gente que trabajo son más complejOS que o ot;os no lo son; algunos son
según la opinión común es conocedora. la escuela autoconscIentement~ Y Es imperdonable intelectual y
Dado que algunas clases de personas se dedican a contribuir valorativos y otros son neutra e~~rización global del conocimien.
al cuerpo de conocimiento mientras que otras se entregan a apli- prácticamente .aceptafr 1;1nalca~~do no está presente una unifor-
to y del trabajO ~ro eSlOna c .
car ese cuerpo de conocimiento a las cuestiones hUlnanas, parece
adecuado diferenciar entre el cuerpo de conocimiento en tanto midad de categona. t distintos del contenido del trabajO
tal de las actividades humanas relativas a crear ese conocimien- Al menos cuatro elem~n os . dos analizados por sus carac-
to (investigación) o a aplicarlo (práctica). Las actividades se profesional ~ueden ser dIferenCia t dIstinguir conceptos básicos
pueden juzgar por su fidelidad al conocimiento y por la medida terísticas. Prn:~e~o, parece ~~7r:~e~to empírico y técnico, supues-
en que se basan en tal conocimiento. Para evaluar al experto y o supuestos te~m~os del con ue Kuhn llamó «paradigmas».4 E~
su pericia entonces, no sólo se evalúa el conocimiento de su tos. que son sumlares a lo q. más importante de esta di.
disciplina como tal, sino también la relación de su actividad al Ivledicina, yo intui!!a Q17elóel.eJe~p~~fermedad, hoy en día basada
mensión es la nOClon etlo glca
ser un experto con ese saber. Por lo tanto debemos preguntar,
¿cuál es la substancia del trabajo del experto así como de su co-
nocimiento? ¿El conocimiento sistemático y fiable está involu- 3
qued~ claro
..
A partir de mI exposlci~n y de
que ésta es preCls~ente
Fa iscarac
citas en capítulos anteriores debería
terizaci6n de p.rácticamente todos

crado en cada faceta de su trabajo? ¿Está el conocimiento ob. los que escriben sobre las profeSIones. f .Scie11tifie Revolutiot1s (Chicago: Unlver-
4. Thomas KUHN, The Structure o
jetivo más implicado que las preferencias morales o vaIorativas?
sity of Chicago Press,. 1964).
¡
334 335 . J

,
'f '
ampliamente en la teoría del germen.5 Segundo, .la atención se.. con un: fundanlento científico? Tales teorías ellalguna medida
lectiva implicada por las nociones profesionales de patología, que sien1pre se apoyan en la fe, si biell parte de la. evidencia dispo ..
lleva a que algunos estados humanos, pero no otros, sean desig- nible sielnpre las aval~\.Como paradiglnas.que guían la organiza-
nados como «enfermedades». Si es que hay una teoría o paradig- c.i~n y dirección de las actividades dé trabajo profesional, pueden
ma subyacente a tal valoración selectiva, no es etiológica como originarse en una variedad de disciplil1as. .Además, son formu-.
la teoría del germen, ni tampoco es una teoría de la enfermedad ladas .y .elaboradas nlás por miembros de la profesión que son
tanto como una teoría moral de la salud, normalida.d, actuación eruditos o científicos que por aquellos que ejercen la Medicina.
óptima o algún otroidea1.6 Tercero, considerando la teoría gene. Si bien no se puede decir que la tarea de formular y sostener
ralque guía la actividad, la Medicina consiste de un cuerpo de tales teorías pueda ser prerrogativa de la l\1edicina sola, habiendo
.conocimiento amplio y complejo acerca de características empí .. personajes «híbridos» 7 COlll0 Pasteur que realizaron las principales
ricas químicas, físicas y de otras características de esos estados contribuciones a las mismas" parece W1a tarea que -requiere
seleccionados como enfermedades, así como acerca de técnicas aprendizaje sistemático en ciencia. En este sentido" éste es un as-
empíricas por las cuales esos estados pueden ser atajados, cura- .pecto del conocimiento verdaderanlente esotérico en. cuya evalua ...
dos, subsanados, suprimidosomejor~dos. Sin embargo, ese cono ... ción la opinión de los profanos no parece encontrar un lugar im ..
cimiento, en conjunto con sus conceptos y teorías directrices, aún portante, y es un elemento verdaderamente profesional de dicho
no agota las dimensiones del contenido del trabajo médico. Una saber.
cuarta dhnensión se compone de esas costumbres ocupacionales Sin embargo, notablemente separado de la teoría de la enfer ...
que a veces son llamadas técnicas de conducción más que técnicas medad, está la actividad de determinar qué signos o síntomas son
de. tratamiento. También se pueden denominar las re.glasque de- realmente enfermedades, invalideces y otros semejantes. Tal de...
.ternlinan cómo el conocimiento y la técnica se ponen en práctica terminación puede originarse en la teoría etiol6gica en cuanto a
o se aplican. Para aplicar el conocimiento «puramente» técnico a que la presencia de un «gern1en», independientemente de la inca ..
cuestiones prácticas se debe comprometer tanto en actividades modidad personal, puede ser tomado para definir una enfermedad,
meramente técnicas como sociales. La actividad técnica misma pero esto sólo se puede hacer si uno estuviera de acuerdo con.que ...
llega a ser social en tanto tiene significado social, está involucrada la presencia de UD «germen» dado es en sí misrna indeseable.
en las relaciones sociales y tiene cons~cuencias sociales para los Como propuse con 'cierta profundidad en capítulos anteriores, el
miembros participantes de esa relación. designar algo COITIa enfermedad es en 'el fondo un compromiso
Claramente, las cuatro dimensiones del. contenido del trabajo moral, concol1secuencias morales. Implica afirmar que ~ciertas
que distinguí tienen características bastante diferentes. ¿Cómo las cosas son indeseables y que influyen en la vida de la persona que
evaluaremos? La profesión, debenlOS tecordar, logra su autono- se dice que las posee, aislándola por el hecho de llevar consigo
mía ocupacional especial sobre la base de .proclamar que su tra- un atributo indeseable. Debido a que se trata de una tarea funda ..
bajo está guiado por un conocimiento demasiado .esotérico y com ... mentalmente moral, propongo. que la designación de enfermedad
pIejo como para que el profano pueda evaluar, ni rnucllo menos no se basa en un fundamento científico. Así como los abogados
conlpartir, que el conocimiento. que guía su trabajo es .todo lo son los expertos exclusivos sobre el cuerpo técnic() del derecho"
sistemático y fiable que la época permite, y~finalmente, que el pero no la única de las muchas voces legítimas sobre si las leyes
conocimiento es enseñado, proviniendo de un largó período de en- son justas, del mismo nlado los l11édicos son expertos exclusivos
trenamiento a través del cual pasa todo lnédico. La pregunta es, sobre el carácter de lo que ya fue institucionalizado COIllO enfer-

¿cada una de las cuatro dimensiones del contenido del trabajo medad, y sólo una de las muchas voces que opinan sobre lo qué
médico representan igualmente bien un conocimiento basado cien- es indeseable. o desviado y qué desviación es enfern1edad. Aun
tíficamente, verdaderamente esotérico y especialmente. enseñado? asumiendo que pueda haber expertos genuidos en cuestiones de
Examinémoslas con. algo más de detalle. moral en nuestra sociedad, clérigos .y filósofos, no lnédicos yaba ..
Mirando en primer lugar a la aceptada teoría general etioló" gados, están más próximos a ser entrenados para ser tales exper ..
gica de la enfermedad, ya se base en los humores, gérmenes, ten- . tos. Técnicamente la Medicina está equipada para demostrar que
siories, brujerías o lo que fuera, ¿es ésta sis'temática, enseñada y ciertos signos, síntomas y quejas siguen un determinado curso o
conducen a ciertas consecuencias. Que la consecuencia sea mala
o indeseable es algo .para ser juzgado por todas las personas" no
5.. Rene DUBOS, Mirage o/ Health (Garden City,Nueva York: Anchor. Books,
1961) •.
6. Ver Daniel OFFER y Melvin SABSHIN, Normalit'Y, Theoretical an.d C1il1ical 7. Joseph Ben ..DAvID, Roles and I11novations in Aledicine, «Aulerican Jour-
COl'lcepts o/ Mental Health(Nueva York: Baste Books, 1966). na! of Sociology»1 LXV (1960), pp. 557.558.

336 337

HS 17. 22
meramente por el médico. De este modo si -bien la Medicina n1édico son preciSCl1'!l ente los elen1.entos i1tl;plicados en. -ia
b se~are, " es _~ás _o menos exclusivamente "
0 __ competente para prdctica del cbnocin1iento a. las cuesttone.s ~umanas.
terln~ar l~ ~tlología y el tratamiento de muchos de los signos conocimiento sistemático, teórico, CIentífico y objetivo de la
propIas opl~ones sobre la indeseabilidad de algunos signos, descansa en su conocimiento ~puro,. Y a1?stracto del
t?~nas Y"quejas, no posee ning1:illa competencia especial para jus- curso de la enfermedad y de los procedimIentos que tIenen mayor
tificar el ser un experto excluslvo sobre lo que es indeseable, qué probabilidad. de curar o aliviar los efectos de la enfermedad. Tal
es una enfermedad. Puede utilizar su conocimiento técnico y conocimiento es abstracto y PUf? en cua~t~ a que los métodos
postura moral para persuadir a los otros que algo es una en- para aplicarlo a la realidad práctlca son distmtos y separados .de
fermedad, pero al hacer esto está actuando como un él constituyendo .evaluaciones, usos acostum?rados, prefe;e:r:c1as
lo cual es un privilegio .de cualquier ser. humano. personales y aun quizás intereses creados mas. que conocIm~ento
-Dado un acuerdo general sobre lo que es una enfermedad sistemático orientado por alguna te?ría conSCIente de sí. }Dlsma.
l1úcleo de l~ p~ricia técnica de la profesión se puede encont~ar- Por lo tanto, el reclamo de autonorma que ~ce ~a profeslon pa,ra
en su conOCImIento de la naturaleza de la enfermedad sobre la determinar el contenido de su trabaj? no se JustIfica por el carac ..
q~~ se acordó y ,de los métodos de tratamiento que tienen proba- ter de su conocimiento de cómo apltcar tal saber, aWl cuando el
bIIIdadde ser eficaces. La profesión, después de todo carácter de su conocimiento puro sea aceptable.8
el mejor cono~imiento y per~cia disponibles en nue~tro tiempo
pa~a. el trata~lento de la enferInedad. Ésta es la ciencia que el
medICO estudIa. Cuando se discute el tratamiento _de todos modos Los límites de la autonomía sobre el contenido del trabajo,
se debe distinguir entre las actividades puram~nte técnicas deÍ
tr~tamiento y la interacción social y la manipulación que rodean Estas distinciones tienen una relació~ direc:ta c0!1 la política
t~les actos; entre l~s elementos químicos, radiológicos, quirúr- social en tanto sugieren algunas de las líneas direc~rlces ~u~ pro ..
gICOS'y otros materiales y la organización social o administra .. pondré para evaluar la cuestión de la autononna profesIonal.
ción de tal tratamiento. Lo primero está claramente fundado en Esencialn1ente, mi posición sostiene ~u~ hay buenas razones para
~a c~encia médica, ese conocimiento especial de la profesión que considerar adecuado instaurar restnccIones a la esfer~ d~ la ~u-
JustIfica su autonor.l1ía; lo último no lo es. La última la cuarta di-- tonomía profesional, particularmente cuando ~l trabaJ~ ImplIca
n1ensión del contenido del irabajo, está más bien f~dada en la afectar directalnente el interés público. Ademas, los ~lsmos ar-
experien~ia clíni~a co~creta, práctica que se desvía por su propia gumentos por los cuales la profesión persuade a la s?c~edad p~ra
~- perspectIva partIcularIsta y por su nornlal y autoconcerniente in- que le conceda autonomía proporcionan las b~ses loglcas y sus-
terés en nlin~mizar l?s inco~venientes y los aspectos desagrada- tantivas para determinar qué activida.des profesIonales pueden se:
bles del P~OPIO trabajO medIante, por ejemplo, la hospitalización justificables influenciadas por la socIed~d. Esos argumentos ~e
de un pac~entepara limitarle su actividad social o física y man- ron francanlente confundidos con la realIdad tanto por los an~l~s ..
tenerlo baJO sedantes u otras formas de limitación mientras está tas sociológicos como por el público e~ general. Tal ~onfuslon
en el hospital. L~ mejor parte de ese manejo se compone de cos- es evidente en el modo en que se definler~~ las profesIones. La
tumbres ocupacIonales, no más codificadas ni más incluidas en mayoría de los escritores define una profesIon por las co.sas que
p~ebas empíricas sistemáticas que la mayoría de las costumbres ella argumenta ser, afirmaciones que .son t~ globales,. difusas e
SOCIales. Esto es parte de lo que se llanla el «arte» de la Medicina. imposibles de ser analizadas que es ImpOSIble determmar empí ..
No se apoya en un cuerpo de conocimiento científico: a lo sumo ricamente a qué realidades se refieren -mucho menos probar la
s~ basa -en .usos ocupacionales comunes más que en hábitos indi- relación de esos argumentos con la realidad. Sobr~ ~sto me he
v:dual~s~ nIngu!10 de los cuales está probado por ninguna base planteado qué evidencia hay sobre que el «conocIffiIe.nto» ~ la
sIstematlca. Dejando de lado la falsedad de la experiencia clínica «pericia» sean usados en la realidad concreta ?el trabajO y.c0.m0
la prof.esión no, tiene conocimiento técnico especial por el cuaÍ esa realidad se.vincula con las proclamas relatIvas al conOClmIen-.
determInar cómo llevar su tratamiento. . to profesional. El resultado de mi análisis sugiere 9-~e el argumen-
Claramente, no todos los elementos del trabajo médico se ba- to de la ~pericia especial no se "sustenta en la actIVIdad de deter.
san en la misma medida en el entrenamiento en un cuerpo de
te?ría científica y conocimiento objetivo que es reivindicado por
mIemb~os. de la profesión y 9-ue es utilizado para justificar el 8. Sospecho que 6ste es el caso para la ma~ria de las .profesion:s de con.
n:antenlrnIento de la autonomla profesional. y quizá no tan ob .. sulta La" fiabilidad del conocimiento que transmIto el profesor, P?r eJemplo,. ~
consi.derablemente mayor que la fiabilidad del conocimiento de como transmItir
VIamente, puedo observar que los elementos cuestionables del tra.. ese saber.
338 339
te plantealnientos empíricamente demostrables sobre las causas
mina.r los estados, procesos o los que fueren que han de ser y los métodos efectivos de tratamiento de enfern1edades o inva ..
cOl1s~de~~dos fo~mas de desviación, deternlinando qué .clase de lideces, sino taolbién teorías generales sobre la naturaleza de la
desvlaclon constltuYCll y estableciendo cómo se apUcará el cono ... enfermedad y la evaluación selectiva de algunos, pero no todos,
cimiento a la desviacióIl definida. atributos hUlnanos desviados como «enfermedades». Como 'Obser-
, .Obviarz.lente,.. si n1i análisis es correcto, se deduce que en las vé, no se puede decir que todos los elelÍ.1entos de este «conoci.
ultUl1'lS duncnSloncs del trabajo de la profesión la autonomía 110 miento» profesional sean inaccesibles o imposibles de ser eva-
se justifica, que esas dinlcnsiol1es no representan una cuestión luados por las personas que carecen del entrenamiento; de modo
verdaderament.e, esotéri~a que sólo los mielnbros de la profesión, que no se puede decir que todos sean completaluente «profe-
. con su forn1aclon especIal, puedan controlar apropiadamente. Se sionales». .
tra~a de una cues~ión de. política pública/no exclusivamente pro- En oposición al conocimiento lnédico que es la Medicina conlO
feSIonal, el determInar qué malestares deben ser reconocidos como tal, están las prácticas que se desarrollan en el curso de aplicar ese
en.ferIDedade~ y cuál~s. no para el interés público; que un deter- conochniento a pacientes concretos en ambientes sociales deterlni ...
lTIlnado estaao o actIvIdad sea o no desviado. si es enfermedad nados. El conochniento médico ~<puro» se transmuta, incluso llega
~riD;l~n o pecad?~ lo que fu.e~a; si es un probl~ma menor o grave: a falsearse en el curso de esa aplicación. Verdaderamente, en el
lleg~tlmo o ..1~grtlmo, COl1~lCIOnal o incondicionahnente legítin1o, curso de la aplicación el conocimiento no puede permanecer puro,
y SI la M.edlclua o cualquIer otra profesión debieran tener juris- pero en cambio debe llegar a organizarse socialmente. com,o prác ...
dicción sobre ello. En la deterlnil1ación de tales cuestiones mo- tica. Reorganizado' COU10 práctica por el t:rabajo de consulta pro ..
rales la profesión sólo es una parte del públIco. fesional general se .concretiza por los usos acostumbrados y oca-
De un modo algo nlás complejo y calificado, n1i análisis tam- sionalmente es aplazado por juicios individuales. Quizá más
bién me llevó a la conclusión de que se trata de una cuestión de importante, debido al compromiso moral del médico a intervenir,
política pública} no exclusivamente profesional, determinar cómo la acción tiene lt;lgar aun en ausencia de conochniento fiable.
ha de ser llevada en el curso. del tratanliento la gente considera- Esto ocurre porque la Ivledicina por defh,ición es una profesión .,4
d,: enferma. Es. una cuestión moral. más que técnica que se sa- de consulta o práctica nlás que científica o erudita. En tanto im ..
crIfiquen o no los derechos y la identidad civil por las deu1andas plica genéricamente la .aplicación práctica del conocimiento a
putativas de una tecnología de tratamie~to. Y es una cuestión cuestiones humanas, involucra cODlpronlisos y.consecuencias mo-
social. más que ll1édica el preguntar el grado de: conveniencia de rales que ni se justifican ni se derivan de la pericia esotérica
que las personas tratadas sean subordinadas a la comodidad qtle se supone distingue a la profesión .de otras ocupaciones. La
de quien las trata, que las personas tratadas sean o no informa- Medicina ñoes meramente neutral, como otras físicas. teóricas.
das cOlupletan1ente sobre los nl0dos alternativos de llevar los tra- COll10 trabajo aplicado ella es, o bien deliberadan1ente arnoral, lo
tam~i~ntos y tengan libertad para elegir entre ellos, que la inter .. que es decir, guiada por la moralidad de cualquier persona,.o es
naClon tenga o 110 lugar, y cuáles debieran ser las rutinas de activamente moral en sí lnisrna por su intervención selectiva. En
c?~ducción en las instituciones. Para estos problemas, la profe- ta.nto elnpresa moral es un instrumento de control social que
Slon es una fuente de. consejo bastante especial dado que ella es debiera ser investigada como tal sin confundir la «objetividad»
experta en el trat.alniento que es necesariO' y por tanto en los lí. de su conocimiento básico con .la subjetividad de su aplicación.
nlites técnicos que han de ser impuestos sobre las alternativas Gran parte del conocimiento práctico de la profesión se basa
del manejo. Pero una vez dados esos límites, las alternativas si- en la experiencia. clínica personal. En rigor, la mayor parte del
guen siendo una cuestión sobre la que la elección personal es conocimiento científico de la Medicina se origina en descubrimien' ...
bastante legítilna y la autonon1ía profesional ilegítinla. . tos individuales realizados por grados clínicos individuales, y el
modelo del clínico a(l11 don1ina de este nl0do la práctica cotidia-
na y la ideología de la Medicina conlO para estimular la desvia-
El problel1'la del conociJ-niento aplicado ción individual del conocimiento codificado sobre la base de hi
. observacióll personal, de primera nlal10, de casos concretos. Esta
El revisar las distintas facetas del contenido del trabajo mé- desviación es llanlada «juicio» o incluso ~(sabiduría». Al acentuar
dico me llevó a separar el cuerpo del conocimiento científico po- la primacía de su experiencia personal el médico es semejante
seído por la profesión, del conocimiento utilizado. en .aplicar a todas las personas prácticas que deben actuar; pero su profe-
tal saber a las situaciones de trabajo. EI-. cuerpo de cono- sión y sus historiadores refuerzan esa prin1acía proporcionándole
cimiento, es decir, eso que es sabido por la profesión en gene- n1odelos formales que idealizan el valor y la autoridad de tal ex..
ral en una época determinada de la historia, no incluye 111eramell-
341
340
"

periencia. Verdaderamente, las profesiones de consulta en -gene- sad~s en su experiencia. 'Es ~iffcil \Ter cu.alquier justificación vá:
ral y. Medicin~ en particular estimulan la limitación de perspee. ' lida para aceptar el conocimIento profeSIonal basado. en. la cos
tiva de sus mIembros a través del acento ideológico puesto sobre' tumbre y en la experiencia person~l que sea tan aut~rl~arla como
la importancia de la experiencia individual, de primera mano y para estar protegido de tener que JustIficarse por la loglca y, cuan-o
sobre la libertad individual de tomar decisiones y actuar sobre' la do esta última falta, por su compatibilidad con las c~stum~res
base ~e dicha ~xpe:iencia. Tal én~as~s es directamente opuesto al y la experiencia personal de aquellos ajenos a la prof~SI~n. SI su
énfasIs de la CIenCIa en el conOCImIento compartido, recogido y , verdad es tan frágil como para ser incapaz de s~~revlvlr la con-
probado sobre la base de métodos ideados para superar las de- tradicción con otras, no parece merecer proteccl0n. I.:as pr~rro-
ficiencias de la experiencia individual. y su eficacia y fiabilidad 'gativas de la profesión no se pueden formular como 51 el mIem-
son sospechosas.
bro medio fuera tan perceptivo, honesto, preci~o.y correc~o en sus
El conocimiento práctico, de primera mano, frecuentemente es reflexiones sobre su experiencia como sus maXlmos sablo~ y ge..
llamado sabiduría y se le considera un producto de un período de nios crativos, pasados y presentes. En las áreas del trabaJ~ pr?-
la vida de experiencia meditada. Inserta en las memorias v reflexio- f •onal donde la valoración moral, la costunlbre y la experlen~Ia
nes de las personas mayores, esa sabiduría refleja el círculo inevi- p~~sonal son las guías, el públi.co tiene verd~~ero. ?erecho a In'
tablemente limitado de la experiencia de cualquier persona indi- sistir en que no puede ser exclUIdo de la partlclp~cIon.
vidual y la perspectiva inevitablemente tendenciosa de su posición Si bien probablemente no hay manera de eVItar .el ~poyarse
en una clase social particular, en una sociedad particular, en una en la experiencia personal (que puede o no ser .sabl~Ur!a) para
época particular. Dado que está íntimamente enlazado con la vida guiarse en la confusión de las cuestiones humanas pra.ctIc~S. que
personal del conocedor su sustancia llegando a formar su misma sól~ tienen una relación fragmentaria con la severa SImplICIdad
identidad y a justificar sus acciones pasadas, no hay duda que del con~ciri1iento científico, hay ciertas reglas por las cuales la
tiene un contenido dogmático, que resiste las contradicciones con- experiencia puede. ser determinada antes de aceptarla como un~
fundiendo los hechos y contorsionándose como para reconciliar guía razonable de conducta. Todos los expertos, pero p~~ticulaI-
contradicciones. Esa sabiduría habitualmente se evalúa por su 'mente las profesiones establecidas, con:o. derecho, l\Ae~lclna, en-
factibilidad, su similitud con la experiencia prejuiciosa de los señanza y psiquiatría, tienden a dar opInIones y conseJ.os exper ...
otros. Dada la variación en la situación social de las perspectivas .. tos sobre áreas en las que no pueden. tener pO~lblemente
personales de los individuos es poco probable que la sabiduría conocimiento sist~mático; opiniones ~ conse.1o.s comut;Icado? con
de una persona sea admisible para muchos otros que no perte- total seguridad y con s610 advertenCIas retóncas de lncertI~u~-
nezcan a la misma clase social o que no compartan buena parte breo Tal experiencia ,o sabiduría clínica puede no teI!er cre~lbtll-
de la misma perspectiva. Allí donde hay acuerdo sobre tal sabidu- dad cualesquiera que sea tomada en y f~era de sí mIsma. SIendo
ría, ~u origen no es la aplicación de las reglas de la 16gica y evi- su fundamento personal su posesor, deJando de ~ado cuan pro ..
dencIa tanto como la convergencia de perspectivas sociales. fundamente él crea en sí mismo, debe ser requerIdo para espe-
Como es obvio, n'o toda la sabiduría es falsa. Muchos descu- cificar la naturaleza de la experiencia por la que llega. a sus con-
brir:tientos importantes en Medicina y en otros campos fueron clusiones. En el caso del médico, por ejemplo, nosotros debeI?os
realIzados por personas que observaron su propia experiencia enterarnos con cierto detalle de qué clase de prácti~a ~a tenl~o)
personal tan estrecha y perceptivamente como para penetrar en se .nos debe permitir conocer cómo influyó la .orgar;lzac16n socI~1
esa parte determinada que es verdad generalmente, realizada y económica en la selección de casos que él VIO, aSI como las CIr-
por pe~sonas realmente sabias que se investigaron a sí mismas cunstancias en las que los ha visto. Y se nos debe rela~ar con al-
y a qUIenes les rodeaban con cierta pureza universalista. Pero gún detalle su posición moral personal para evaluar como selec-
esas personas, quizá literalmente, son una en un millón. Y por ciona datos de su universo de experiencia. Una vez que conoce~os
o~ro lado,. se demo~tr~ que su sabiduría era verdad por eviden- la tendencia de su experiencia personal, podem?s determInar
CIas recogIdas SubslguIentemente. Como señale en el capítulo 1 mejor la probabilidad de qu~ sea :ealmen!e. sabIO, y. podemos
los avances m~dic~s fu:~on lentos y vacilantes en tanto la prue~ seleccionar mejor entre las «ImpreSIones clInIcas» varladamente
ba de la expenencla chnlca personal fue el único método por el conflictivas qué los ~xpertos nos presentan como verdades. Se-
cual se podía determinar la verdad. Siendo tan escasas las posi- guramente tales opiniones no l?ueden ser aceptadas cOl?o valor
biI!dades de alcanzar la verdad por este método, es bastante di- nominal, ni garantizan proteCCIón por el status de qUIenes las
f!cI1 entender. por qué una fantasía tan positiva rodea las cues- presentan.
tIones. profesIonales y por qué la persona que lo utiliza está
protegIda de tener que demostrar la validez de sus reflexiones ba-
342
343
Linlitando la autoridad, del conocintiento profesional pués de haber logrado ser aulónonla, la profesión llegó a reflejar
cada vez 111enOS lo que el público espera de ella, y cada vez más
En. este capítulo. he distinguido entre el C0l1OCiU1iento «PUfO» llega a deterlninar lo que debiera obtener. Consultando a la pro ..
y la teoría de la profesión, que está anlpliamente confiada a la fesión, el Estado 110 sólo obtie11e una opinión experta 'sobre cómo
«ciencia» codificada, y ,el «conocinliento» que guía .la aplicación de atender las necesidades que el público percibe, sino también una
la profesión de esa ciencia a los problemas de la naturaleza hu .. opinión partidaria sobre cuáles son las necesidades i"eales del
mana. Como observé en lnás de una oportunidad anteriormellte público independientemente de su opinión. La política social se
en este libro, es el últhno el que diferencia la profesiones de COI1- llega a fornlular sobre la base de la concepción que tiene la pro-
sulta -de las científicas o eruditas. Una distinción como esta ape .. fesión de las necesidades.y se fornlula. en apoyo ..de las institucio~
nas es original. Pricc,9 por eJelnplo, presentó cuatro «estados», l1es de la profesión. Pero si estas concepciones -é instituciones ya
uno de los cuales es el científico, dedicado a descubrir qué es v,er- no se adecuan a la concepción del público, perdieron su justifi ..
dad acerca del mundo, y otro de 10SCtlales es el profesional, de .. cación, ptlesto ql.le su justificación no se apoya sólo en su verdad
dicado a aplicar la ciencia o el conocimiento sistemático dispo- objetiva, sino en su conexión con los valores y lISOS de su socie..
nible a los problemas hunlanos. Adenlás de seguir esa distinción dad y su clientela ..El «conocimiento» profesio11al, por lo tanto, no
convencional, yo he propuesto que el status científico del conoci .. puede ser adecuadamente una guía para la política social si es
miento que es aplicado no es el nlismoque el de la aplicación una creación de la profesión misma, que expresa los C0111prolui ..
lnisma. sos y la percepción de una clase ocupacional especial más que
La .profesión de consulta es llamada a existir por cierta nece- la del público como un conjunto.
sidad o. deseo experimentado por un público profano, un deseo El proble111a básico se puede plantear de un modo rnás cru~
que los profanos definen COD10 una necesidad, un problelna do. El ejército, nos dice Jano\rvitz, es una profesión.lO Pero sólo
con el cual hay que entenderse. Como señalé en 'el capítulo J, la poden10s agradecerle al cielo por el hecho de que, según lni concep-
Medicina no llegó a ser una verdadera profesión de consulta hasta ción, 110 lo es. Si el ejército fuera una profesión según lni con-
que al público le pareció que sus. administraciolles respondían cepto, tendría libertad para .establecer sus propios objetivos y
a sus necesidades. Sin embargo, desde el surgimiento de la Me- hacer con nosotros lo que considerara apropiado desde su punto
dicina a la posición de una profesión de consulta, tarnbién 11eluos de vista. Nuestra tradición política es que la gente controla al
presenciado el. surginliento del Estado del bienestar, que admi- ejército, no. viceversa. El ejenlplo del ejército, sin elnbargo,puede
nistra, coordina y asigna recursos para subvenir a las necesida- parecer deshonesto, puesto que sus propósitos seguraluente tienen
des básicas y no tan básicas de poblaciones que llegan a mil1o- un carácter diferente de los objetivos de l\'ledicina, derecho, en-
nes, y que tiene a su disposición enormes recursos de dinero y po .. señanza y religión. Implicados como están con la Salud, .la Justi.
der. Al determinar cuáles son las necesidades de la población y cia, la Verdad y la Virtlld, ¿no son los fines de las profesiones
qué actividades son necesarias para su. servicio, el Estado recurre establecidas tan benéficos como para que se les otorgul~ autono-
cada vez más a los profesionales en busca de orientación. Después n1Ía para que puedan conducirnos a ellos? Por supuesto esto es
de todo, es precisamente al atender esas necesidades cuando el verdad en abstracto, pero co:pcretamente, ¿qué es salud, justicia}
profesionales experimentado, y debiera ser guiado. siempre que verdad y virtud? ¿Quién lo determiria?¿Es unacuesti6n para
fuera posible por .la experiencia. ser determinada por una clase esp.ecial de moralistas disfrazados
No obstante, lo .que ocurrió en .el siglo pasado es qtle la pro .. como expertos o -es una cuestión de una importancia tal como
fesión no se dedic6 meramente a servir a las l1ccesidades .que para ser la elección que realiza toda persona para su propia
el público le plan~eó. Muy comprensiblemente, tau1bién se dedicó vida? Yo mismo no creo que las profesiones, sin in1portar cuán
a descubrir y perfilar nuevas. necesidades, desarrollando sus nue .. benéficas sean sus intenciones, tengan ni el derecho lTIoral ni la
vas concepciones- morales de .10 que .1as personas. pueden o debie .. calificación especial para realizar tales decisiones por las .perso:'
ran ser idealmente. Protegida por su prestigio 'y por su autono- nas o por la sociedad.
mía organizada, también llegó a organizar sus propias instituciones Éste es un problema decisivo involucrado -en el rol del cono-
para atender las necesidades. del público, instituciones que cada cimiento profesional en las cuestiones humanas. l,a Medicina qui-
v,ez son más independientes del público y se .organizan más por zá sea la luejor prueba de ese problelna debido' a que está tan
normas profesionales que por normas profanas. Es decir,' des .. claranlente basada sobre cierto conociluiento científico. confiable

9. Don K. PRICE, The Seientifie Estate (Cambridge.: The Belknap Pre.ss, 1965), 10. MOl'ris JANOWJTZ, ThePl'ofesslo-ual Soldier (Nueva Yor1c The Free Press,
pp. 122-135. . 1960).

345
344
,"

y debido a que sobre su bondad existe en la superficie el máximo


acuerdo sobre todas. Pero aun en Medicina, sus esfuerzos aplica-
~os, en el fOJ?iI? se apoyan más en una posición moral que obje-
.:u~
,lo
, ,," •O bien y cuándo algo se h~ce realmente por su
e~i~~.P~~l la declinaci6n del médico general 'Y ~e o~ras
p rá~ticas dependientes del cliente, la persona ~ada vez \lene me.
tIva, una POSICIón que, cuando se profesionaliza, desarrolla sus ,~" ~os 'oportunidad de obtener una correspondencIa entre los punt?s. .
propias nociones de lo que está bien y sus propias afirmaciones <

de vista profesionales y los suyos. y como el Estado llega a l?--


de que el precio que se le pide al cliente de que abandone ele- térvenir cada vez más, un Estado que ~a llegado a ser. tan amplIo
mentos de su status normal es al mismo tiempo necesario y me- y . forInal como para estar bastant~ dlst~nt~ de las Vld~s de sus
rece ese bien. Pero a menos que su fundamento moral sea ciudadanos, Y cuyas nociones del bIen publ~co es~án. ~ladas ~n-
el de la comunidad, no servirá a la comunidad, sino a sí misma. . damentalmente por las profesiones, el clIente lndIVIdu~1 tIene
Cuando el servicio a la comunidad está definido por .la profesión menor oportunidad aún de expresar Y obtener sus propIOS pro-
más que por la comunidad, la comunidad no está verdaderamen- pósitos. Se debe encontrar algún modo de compensar este balance.
te atendida. Al sugerir que la profesión debe llegar a corresponder más ~
su clientela, sin embargo, estoy dando lugar clar~mente al s~rgl-
· to de un pelibro. Antes señalé que la práctIca depend~ente
"El papel del profano en el trabajo profesional , :\e~liente conduce a una actuación médica. que no. se c0I!-sIdera
de alta calidad. l-list6ricamente la depende~cI.a de! clIente SIempre
El sistema médico, como muchos otros sistemas profesiona- · .fic6 una profesión extremadamente debI1. Solo cuando llegó
les, es un ~istema fundado desde el punto de vista de que el sIgnI ...
a ser autónoma de la comunIdad la Medlc~na esarro
d lIó r
~ a Imen-
profano es Incapaz de evaluar su propio problema y el modo ade- tó verdaderamente la investigación profeSIonal y, ?e~pues de ha ..
~uado en que éste se puede llevar: esto justifica que la profesión cer esto realizó los grandes avances en el conoclmIent~ de las
lmponga su propia concepción del problema y de cómo llevarlo. últimas ~uatro o cinco décadas. Al fortificar c.l rol del clIente ~n
Los derechos del cliente se especifican simplemente como el de- nuestra época, ¿no existe el peligro de que él In~erfiera_ ~o~ la In-
recho a elegir o a rechazar los servicios profesionales. Como en . vestigación seria e insista en modos de tratamIento medICO que
las votaciones en los países totalitarios, a veces el cliente ni si- no correspondan materialmente a su interés? ."
quiera es libre de elegir o rechazar. Una vez comprometido en Ciertamente no hay duda de que en algunas CIrcunstancIas el
un servicio, sus condiciones distan mucho de ser una cuesti6n cliente tiende a ser tan -ignorante de la naturaleza de sus pro-
d~_ elección, s~endo la posición del cliente semejante a la de un blemas y el modo de resolverlos como ~ara que ~o se le confíe
nln? e~ un trl?unalde meno~es,l1 considerado incapaz de regirse la elección de su propio bien. Por el mIsmo motIVO, a veces él
a SI mIsmo, DI responsable nI competente, no protegido por nin- tiende a estar tan perturbado por su problema como p~;a ser
guna de las reglas que rigen los derechos de los adultos en el sis- incapaz de ser muy racional sobre" su naturaleza y SolUCIonoDe
tema legal, quedando esencialmente a merced de las buenas in- este modo, aun cuando él sea intelectualmente capaz de compren-
tenciones y de la beneficiencia profesional de los tribunales der la explicaci6n profesional de lo que está mal. y l? que se de-
oficiales. Creo que esto es incorrecto. biera hacer, y aunque se lo persuada por 1: explIc~cI6n de hace:
Donde la determinación y la actuación del rol no se basa en la lo que se le pide, él está emocionalmente In~apacIta~o para utI.
~ec~sida~ , dictada por ~l conocimiento científico fiable, no hay lizar sus facultades intelectuales. Cuando .la Ignorancl~ y la per-
JustI~CaC!~n para excI~.ur a las personas de participar en la de- turbación emocional están presentes, el clIente .puede slmpl:n:en-
t~:mInaclon del. trab~]o. ~ealmente, dado que la única justifica- te dañarse así mismo si se le da la oportunIdad de pa~tIcIp~r
clon para la eXIstenCIa mIsma de una profesión de consulta se en la determi.nación del trabajo profeSIonal. La caracterl~aclon
apoy~ en las .necesidades de su clientela, la propia concepci6n profesional habitual del cliente, prácticamente parte de la Ideolo-
que tIene la clIentela sobre las necesidades debiera tener una fuer- gía profesional de que en el ca~o de. la. Medicina ~e retro!rae
te influencja sobre su práctica. Los profanos, por lo tanto, deben al menos hasta la obra. hipocrátIca,12 InSIste en su IgnoranCIa e
poder deCIr acerca de si desean un servicio o cuándo lo desean irracionalidad. Tal caracterización es la principal justificación para
y cómo se ha de presentar tal servicio. Deben poder decir sobre la inclinación de la profesión a .hacer del cliente ~ lo sun;o. un
participante pasivo en el tra~aJo, para, en esen;I~, .suprImIrle
. 11. Existe. un cuerpo cada. v~z más importante de literatura que deplora la
su status cotidiano en tanto CIudadano adulto, mInImIzar su ca-
ttranía ostenSIblemente humanJtarza del tratanliento legal de los tribunales de me-
nores. U~ estud!o reciente es el de Aaron V. CICOUREL, The Social Organization 12. Hippocrates, tr. W. H. S,. ]ones, Vol. 11, Loeb Classkal Library (Londres:
of Juventle Justlce (Nueva York: John Wiley y Sons, 1968).
William Heinemann, 1943), pp. 201-203.
346 347
pacidad para razonar y su derecho a la dignidad. La pericia en
general exige su privilegio indicando la incapacidad del cliente. El conceptt;J ele los derechos del cliente
Es necesario preguntarse cuán .frecuente es esta clase de clien-
te ignorante y medroso. Seguramente no todos son asÍ, ni se com- En nues~rüs tribunales y en rnuchas áreas de la vida contenl-
portan del mismo n10do en circunstancias diferentes. AqtlÍ, corno püránea, todo ciudadano tiene teórican1ente ciertos derechos in..
en cualquier lugar, un ítem de la ideología profesional se acepta alineables apoyados por una variedad de acuerdos institucionales
sin críticas y se aplica globalnlente, sin previo análisis y justi.fica- ~e~tinados. a pr~tcger esos derechos. Al entrar e:n el d0111inio pro-
ción. Se debe evaluar a la luz de algunas consideraciones empí- feSIonal, . SIn en1bargo el proceso legítimo se pierde: se esper~
J

ricas. Entre las .primeras figura el cambio histórico que tuvo lu- que .el CIudadano' abandone todos sus derechos excepto los más
gar en la naturaleza del público mismo. Hace un siglo el paciente humIldes" para ponerseell Inanos del experto y confiar en su
n1edio era sin duda analfabeto y supersticioso} y la diferencia: .en- juicio y buenas intenciones. Se espera que aStIDla un rol afín al
tre la educación formal de la persona media y el profesional Ine .. de un anhnal donlcsticado o un niño, dependiente de la benevo ..
dio era 111UY grande. Desde entonces, sin enlbargo) la educación lencía y la capacidad de conocinliento del cuidador adulto. De he..
pública universal redujo esa brecha notablenlente, y los modelos cho, apenas hay algún concepto de los derechos del paciente en
de pensamiento seculares, racionales, se Ilall difundido ampliamen- A:ledicina, si biel1 lc:s -<:ódigos é~icos profesionales y las leyes rela-
te en. una proporción de la población cada vez. nlás aluplia. l\1ien- tIvas a la mala practIca espeCIfican, por supuesto" las obligacio ..
tras que la duración promedio de la educación forn1al profesional nes ~~! Inédico.13 Se debería instituir un cuerpo de 110rnlaS que
aumentó en los últimos cincuenta años, debido tanto a la profe .. eSpeClt1que tales derechos, y entre las prinleras" debería haber
sionalización de. las ocupaciones como al aumento de .la especiali- una que especificara el derecho a elegir libremente el utilizar o
zación entre las profesiones .establecidas, la duracióri media de no servicios profesionales y, cuando se los utilice" el derecho a
la educación forlual del ptlblico aun1entó aún más. Cada vez ma" participaren la deternlinación del ¡nodo en que se le adnlinistra-
yor cantidad de personas tern1inan ei college y buscan graduarse. rán dichos s~rvicios. El prirner derecho impide que la profesión
De este modo} asun1iendo que la educación formal tiene un sig .. imponga su propia concepción de lo que es enferluedad sobre las
nificado importante (y si no asumimos esto para los profanos, personas; el segundo, destruir la identidad moral de un' adulto
no podremos hacerlo para los profesio'nales), los profanos estál1 libre en el curso del tratamiento.
más cerca hoy que ayer de poder participar inteligenten1ente en la Se podrían citar lTIucllOS derechos, pero éstos 50n10s nlás
,evaluación .activa y en la búsqueda de las soluciones que los pro .. irnportantes. Están directamente relacionados con la posición
fesionales ofrecen a sus problemas. nloral de las profesiones de consulta. Si su principal cualidad
Yo iría más lejos aún e insistiría: aun cuando exista un riesgo proviene lnás de su pericia esencial- que de su status oficial en
para el bienestar material del pllblico al permitirle participar en un sistema político, en cOllsecuencia deberían lograr llevar a
la determinación de la política sanitaria, y en otras prácticas ~abo s~ trabajo persuadi~ndo a los demás de su' valía más que
profesionales ~riesgo producido por la posibilidad de que el píl" lnlpo111endolos sobre paCIentes sin voluntad.t4 En el caso de la
blico estuviera n1al informado y rechazara políticas tItiles para Stl n1edicina, esto significa que el «trataluiento» impuesto oficial ..
bienestar, como ocurrió aparentemente con el caso de la fluori- mente en los casos de poder declarar a una persona enferma
zación del agua .potable-j se debe contrapesar ese riesgo con el contra su deseo y exigirle legalmente tratarse en una institu-
valor de. mantener la libertad civil de las personas. Una profe .. ción profesional se debe limitar del modo más riguroso. Es de-
sión y.una socied~d tan comprolnetidas con el bienestar físico y cir, si .bien el trabajo de las profesiones de consulta puede estar
funcional como para sacrificar la libertad civil y la integridad protegido por el derecho, el uso de. tales profesiones no se debié-
moral deben presionar inevitablemente por un entorno «cientí. ra exigir legalmente, excepto en las circunstancias lnás estricta ..
fico» similar al proporcionado ..a las gallinas ponedoras 'en las mente restringidas. Esas circunstancias se justifican solamente
granjas progresivas, gallinas que producen huevos i.ndustrialmen- ante la evidencia de que la persona ha, daiíado realnle11te o da..
te y no sufren enfermedades ni requierell otros cuidados. La dig..
nidad de la humanidad no se asegura por el rol que la profesión
se inclina a buscar para las personas conlO clientes. Con exceu- ~~.. La. rigidez del «status! derechos y autoridad» ocupacionales que preocupa
a GI1b sólo. puede ser sacudIdo por la contrapartida de los derechos del cliente.
ción de amenazas inluediatas a la vida nlislua, creo que la dig- Ver Corinnc Lathrop GILB, Hielden Hierarchies.' The Professions and Governnzent
nidad civil del profano es un elenlento de su bienestar nlucllo. nlás (Nueva York: Harper y' Row, 1966).
importante que gran parte de lo que la profesión, don1inada por . 14. En otro lugar. ya analicé el problema. de la autoridad profesional, soste.
su propia l?erspectiva ocupacional, llalnaría su salud. luel1do que se ~senleJa m~s a la autoridad de oficio que de pericia. Ver. EJiot
FREIDSON} Protesl011al DonlHwnce (Nueva Yorlc Atherton Press) 1970), cap. 4.

348
349
ñará seguramente a otros de algún modo importante y además' .~.caminos. El uso de un ejemplo tan ostensiblemente irrelevante .
de que de hecho existe un modo de tratamiento o conducta pro- en un libro sobre la medicina fue deliberado, dado que opino.~
fesional que casi con certeza minimizará cuando no erradicará que mi análisis sobre la pericia de la medic~a e~ aplicable a
tal condición o actividad peligrosa. Alguien que padece cólera, otras preocupaciones autonomas cuyos trabajOS lnvolu~ren la
peste o tifus cae claramente en estos criterios; de tuberculosis aplicación del conocimiento a cuestiones humanas. EsencIalmen-
menos claramente, y de alcollolisrno u otras' adicciones a drÜ'" te señalé que el conocimiento de la profesión es distinto de las
gas y muchas enfermedades mentales, apenas lo hacen. Las úl ..- circunstancias y de las condiciones en las que se ~plica y que
timas son enfermedades putativas que no son tan claramente '. si bien se puede decir en mucllos casos que el prImero es lo
dañinas para los demás como las infecciosas y que no son ob-- ,'mejor de nuestro tiemp? "1 justifica~ la ~rotecció~ cont~a la
jeto de una cura conveniente por cualquier método conocido" ,- interferencia popular, el ultImo no esta codIficado, slsteI?atlzado
médico u otro. , ni es objetivo; refleja más la posición soci~l. y l~s ~ábItos o~u-
El problema no consiste en controlar o no lo que se consi- pacionales de la profesión que alguna pe~Ic~a tecnIca esp~cIal
dera una desviación grave, puesto que toda sociedad define y merecedora de autonomía. En el caso de la ultIma, lo que esta en
controla la desviación. Yo sólo querría que mi sociedad no eli- cuestión es tanto la designación de la necesidad o problema como
giera controlar conductas que no dañen a los demás. Éste no la determinación de' los acuerdos por los cuales se aplica el co-
es, sin embargo, el problema aquí, sino de jurisdicción: quien - nocimiento. Propongo que sobre estas ~uestiones' hasta el mo-
tiene el derecho legal para definir y manejar la desviación, es . mento no hay pericia sistemática, fiable. .
el poder coercitivo de la jurisdicción de una institución de con- Pero aun si hubiera una ciencia de administración, de ense-
trol Inás que de otras y de las normas por cuya jurisdicción se ñanza o consulta, o lo que estuviera implicado en el conocimiento
establece. La norma prinlera que debería regir la potestad de- aplicado, la autonomía de la práctica aún no estaría justific~da
biera proteger los derechos del desviado, aun a expensas de lo debido al hecho de que, dejando de lado lo que es exclUSIva-
que algunos pueden sostener que es su salvación potencial. Si mente técnico e instrumental acerca de la práctica, tiene incor-
no presenta una evidencia convincente de que tiene una re~puesta porado un elemento inevitableI?ente n:~ral. Se debe decidi~ ~ue
única y eficaz de la que carecen otras ocupaciones, la profesión un camino es deseable, que la IllstrucCIon en un tema acadenlIco
médica no puede justificar la imposición legal de su definición dado es necesaria, que una queja es un síntoma de algo malo:
del desviado y de los «servicios» que él obtendrá. De este modo, éstas no son solamente decisiones técnicas y no se pueden sus-
si bien veo razones humanitarias y políticamente estratégicas .~ traer al debate popular. Una vez que se discute l.a decisiót;,Y se
para ello, parece haber escasas razones técnicas o científicas llega a un acuerdo sobre la necesidad de un camIno, tambIen se
importantes por las cuales el alcoholismo, la drogadicción, la debe decidir si se debe o no destruir casas en favor de la ruta;
homosexualidad, la enfermedad mental, muchas invalideces, la dada la necesidad de una educación, queda por decidir si será
deficiencia mental y muchos más de la masa creciente de pro- enseñada de modo que los estudiantes deban agruparse; dada la
blemas ambiguos que han venido a llamarse «enfermedades» se- definición de una enfermedad, aquellos que se dice que la pa-
rían problemas médicos y estarían exclusivamente bajo ju- decen serían'o no capaces de elegir tratarse y debieran o no ser
.' risdicción médica. La deternlinación esencial de las normas
básicas para todo. tipo de control, ya se base en castigo 0-
llevados en tratamiento, sin responsabilidad ni dignidad. Estas
consideraciones acerca de las consecuencias morales de las elec-
en tratamiento, debería apoyarse en el derecho y en prin- ciones sociales que son inherentes al proceso de aplicar conoc~-
cipios del proceso legítimo más que en alguna concepción mientos, no son meramente técnicas y no pueden ser determI-
espúrea de una pericia que sea tan precisa y objetiva como nadas justificadan1ente de n1anera exclusiva por expertos. Por
para estar adecuadamente aislada de la influencia profana aun lo tanto, propongo que la autonomía. profesi0J?'al ~n la determi-
cuando lo que esté en cuestión sea el bienestar público. Tam- nación del contenido total de su trabajO no se JustIfique: la auto-
poco, como propondré en el próximo capítulo, es sabio apoyarse nomía para desarrollar el conoci~iento involucrado en ~l con-
en 10 indudable de las buenas intenciones de los profesionales. tenido del trabajo puede ser apropIada, pero la autonomIa para
determinar los modos prácticos de aplicación de ese conoci-
miento no lo es.
Los limites sobre la práctica del conocimiento

Al comienzo de este capítulo utilicé como ejemplo prelimi-


nar del enfoque de mi análisis el caso de la construcción de

350 351
XVI. Los límites
de la autonomía profesional

El contenido del trabajo profesional no se puede deslindar ta.


talmente de la organización social y económica.. o. las condicio-
nes..de su trabajo. Po"rejemplo..como señalé en el capítulo 12,la
norma de decisión médica de diagnosticar enfermedades en lu-
gar de salud se debe comprender como un interés ideológico de
hallar enfermedades que se origina en la preocupación distintiva
de la profesión. Pero también se puede analizar como unafun-
ción del propio interés económico. Siendo equivalente todo lo
demás, donde las condiciones del trabajo son tales que diag-
nosticar y tratar la enfermedad permitirán aumentar los ingre-
sos, se encontrarán más enfermedades. Quizá la cirugía «innece.
saria» sea el caso más obvio. Del mismo modo, la forma en que
se lleva la enfermedad mientras se prescribe' el tratamiento .. es
una función de factores sociales y económicos. Las demandas
del pobre, por ejemplo.. se atienden sin los «lujos» concedidos
al rico exigente, y el lTlédicocuya práctica depende de la clien..
tela lleva sus pacientes de un modo diferente al del médico
que depende de sus colegas. En este capítulo deseo analizar el .¡

control profesional de la organización social y económica del tra-


bajo, control relativo a las condiciones más que al contenido del
trabajo, y concluir el libro con algunas observaciones finales so-
bre los límites de la autonomía profesional que sugiere mi aná.
lisis.

Moralidad y autorregulación ; .
La profesión reclama autonomía ,sobre el contenido del tra..
'bajo en virtud del carácter objetivo y confiable de su pericia,
de la cual afirma que es tan compleja y esotérica que sólo
las personas adecuadamente entrenadas pueden conocerla y eva..
luarla. En el capítulo anterior analicé la evidencia que 'sustenta
tal reclamo. Hay otra afirmación crucial, la que sostiene su
orientación de. servicio o ética. Después de todo, a menos que la
pericia de la profesión esté orientada por un compromiso con
el bien de la humanidad, puede no servir a. un buen propósito.
Del miSlTIO modo, sin una orientación de servicio, se podría su..
poner que una profesión que tiene concedido el control sobre I:t
su trabajo sacaría ventajas materiales de su monopolio en fun.. 1 I
ción de sus propios intereses. Si bien pericia y ética tienen

353 • !

( I

I
1 HS 17. 23
.importancia para e~ ~ontenido y las condiciones del trabajo,' nle .: Analizando las cbndiciones del" traba'j~""'~,_,~"
par~ce _qu~ la perIcl~ es el elemento principal para el con ..
tenIdo, mle~t:as que la ética es central para el análisis Al analizar las condiciones del" 'trabajo parece útil distinguir
de las condIcIones ~el trabajo. La pericia especial que no se :".entre la .organización económica y social u.organizativa de .1as
~onlparte con cualquIer persona es el prerrequisito básico para ". condiciones del. trabajo. Con todo lo complIcada que pued7 ser
JUS!l~car el control sobre el c~ntenido del trabajo, en tanto que la primera, es la más sencilla de las dos: se refiere a cuestIones
la etIca l~ es. para que se confle en que controla las condiciones como el incrreso de la profesión comparado con el de otras ocu-
del trabajo SIn tomar ventajas de ese control. paciones, ei sistema de retri~uci?? de sus miembro~ (honora.
Pero, así como en el capítulo anterior tuve que indagar qué "ríos por servicio, salario, capltacIon u otros) ~ el o~lgen de la
es. destr~~a o cono~i~iento, ..aquí debo preguntar" qué es ética u retribución (el tesoro público general, filal1:tr~pIas prIva.das, fon-
onentaclon de servIcIO. ¿Cuales son sus indicadores? Como en el dos de seguros públicos o privados, constItuI.d?s especIal~e~te,
caso. ~el. conocimiento, la Inayoría de las exposiciones se limitan el enfermo mismo o lo que fuera). Las condICIO?eS economIcas
a ut:l~zar la palabra globalmente, sin hacer un análisis riguroso. del trabajo potencialmente pueden tener efectos Importantes ..s~-
La etlca e~ tratada como una clase de esencia filosófica encar- bre la actuación. Cuando hubo una importante oferta d~ medI-
l1ad~ en rItuales formales, como códigos de ética o votos para 'cos con relación a la demanda, por ejemplo, la co_mpetencIa para
serVIr a la naturaleza humana. O, más frecuentemente los cien .. "conseguir pacientes fue enorme, llegan~o !1 danar gra~emente
tíficos sociales son quienes la tratan como una disp~sición ge- tanto la calidad de su ética como su tecI?ca. Un a~~Iente de
neral a comportarse moralmente; esto se deduce de expresiones trabajo altamente comp~titivo, p~rece estImular practI~as eco-
verbales .como que «ayudar a la gente» es más importante que nómicas severas, economIzar tecnlca y otros elementos Indesea-
«h~cer dInero». Tanto en la acepción del ritual como en la de la bles de la actuación. Además, como recalcaron los portavoces
a~tItud, el enfoque está puesto más bien en las buenas inten- de la profesión, el carácter de la relación entre el médico ~ el
cIon~s que. en la acción de conducta y práctica. Tales buenas in- cliente puede cambiar cuando se introduce un ~{tercer pa~tl~o"
tenCIones cIertam~nte pueden serprerrequisito para la buena con- bajo la forma de un empleador o soporte finanCIero del :nedIco.
du~t~, pero, de nInguna manera aseguran que efectivamente se- En esas circunstancias el médico puede anteponer el bIenestar
guIra el buen comportamiento. " .
de su empleador o patr?cinador al de su cliente. indiv:dual, una
~uiero nlanife~tar que ni e~ análisis sociológico ni la política tendencia que puede o no ser deseable para la SOCIedad. De modo
socI~1 cu~plen bIen su cometIdo definiendo la ética como bue- semejante . cuando queda librado a sí mismo en un mercado
D:as mtenc~one~, ya se expresen como código formal o CGmo ac- libre el ~édico puede anteponer su propio bienestar al de su
tItudes. Mas bIen deseo proponer que la definición más útil no cliente, por ejemplo, exigiendo Inás. servicio~ .m~dicos y qu~~r ..
se bé3:sa en .. códigos ni en actitudes, sino en la conducta en el gicos si esto le proporciona benefiCIOS y mInImIzando servICIOS
trabaJO. ASI como s~gería que la pericia asunle un status según cuando eso no ocurre; una tendencia que probablemente no sea
lo q~e hace el experto en su trabajo, del mismo modo ahora 'deseable para nadie excepto. para el médico.
manIfiesto .que la ética asume un status empírico de máxima
.' consecuenCIa en l~ manera en. que la ética de la ocu:pación con-
Dejando de lado el marco económico del. trabaj?, las condi-
ciones también se refieren a cómo se organIza SOCIalmente. La
trol~ el desemp~n? del trabaJO. Creo que más particularmente organización social del trabajo no está completame~te se~arada
pertmente a la etIca que la prueba de meros reclamos de con- de su organización económica, pero s~ puede analIzar aIs!ada-
fia.ma es el modo en que la profesión regula el trabajo de sus mente y tiene, como mostré en los capItulas 5 y 6,. efe~tos Inde-
mIembros. Lo ql-fe. hacen los profesionales representa efectiva- pendientes sobre el trabajo. El mismo ~odo de retrIb~cI6.n puede
mente su conOClmlento o destreza especial: cómo regulan lo tener consecuencias diferentes en ambIentes de trabajO dIstIntos:
~ue ha~er: a f?-~or del interés público representa su orientación en el sistema médico norteamericano, que aún está dominado
de serVlClO o etzca efectiva. Si la profesión se organiza de modo
tal que ase~ura un trabajo serio para el interés público sin tener
en cuenta l~tereses. personales u ocupacionales, podemos llegar 1. La naturaleza abierta de esta cu~~tión ?eb.e. ser enfatizada, puesto. que la
a la conclusI6~ ?e que se justifican sus proclamas de autonomía conveniencia de poner el bienestar del ClIente lndIv~dual antes que ~ualqwer otra
cosa fue considerado como algo prácticamente ,eVIdente J?or sí rmsmo por los
sob~e las .condI~I~nes de su trabajo. Analicemos el modo en que escritores liberales. Sin embargo, hay muc~as clrct;Dstanclas. en las que es una
las l~tenclones etIcas de la profesión se verificaron en la autorre- "cuestión completamente discutible si está bIen saCrIficar el bI~n de ,otros por el
gulacI6n. bien de una persona, y, como observé en el capítulo ~, no hay nln~na razón
apremiante para que sea el médico y no un tercer partIdo el que deCIda cuándo
hay que sacrificar un? por el otro.
354 355
por modos de retribución basados en honorarios por serVICIOS .• a disposición de los pacientes las sociedades médica~ 1.oc~les,
parecen darse algunas variaciones en la actuación' independiente- éstas están dirigidas tan en secreto que .1as personas nI SIqUIera
mente del modo de retribución, dependiendo en' cambio de varia- saben de su existencia y de su derecho a ser oídos. Prácticamente
ciones de la organización que van de la práctica individual a la la única vigilancia sistemática de las pr~?ticas ec?nÓinic~s de la
burocrática y de la práctica dependiente de clielltes a .la depen- profesión no sedan dentro. de la profeslon organIzada, SIno fue-
diente de colegas. ra en las organizaciones semipúblicas Y públicas que aseguran
En el caso de la organización social y económica del trabajo, lo~ costos del cuidado hospitalario Y médico.2 y virtualmente el
la cuestión central a evaluar es la ética. Dada su autonomíaor- único mecanismo efectivo de juzgar las disputas también se en-
ganizada, que incluye un monopolio para proveer servicios y un cuentra fuera de la profesión, en los tribunales.
rol legalmente dominante en la' deterlninación de la clase de ser- En general, creo que es honesto afirmar que la profesión., en
vicios que han de otorgar otras ocupaciones, ¿se organiza la los Estados Unidos, no realizó prácticamente ninglln. es~e:zo
profesión para impedir que el interés natural del médico por su para cercionarse de que sus miembros no abusen ~e ~u POSICIón
propia seguridad económica y su progreso prevalezca sobre su ~'." econónlica privilegiada exigiendo más de un «preCIO .Justo». Esto
compromiso moral con el bien de su clientela? ¿Se organiza la puede ser así debido a que .el concepto de la ~r~fesI6n sobre lo
profesión de modo tal que asegure que cada uno de sus miem- que es un ll.recio justo es s~ngl;llarmente penms~vo, ~un cuand?
bros trabaje de tal forma los máximos niveles posibles? Si la la determinación de un preCIO Justo para cualqUIer bIen o servI-
profesión efectivamente se autorregula para garantizar las clases cio no es problema de fácil respuesta. En algunos casos, general-
correctas de actuación, podemos concluir en. que su referencia a mente se acuerda que es lícito permitir que la demanda est~blez-
la ética nec~sariapara guiar la práctica de su pericia está jus- ca el precio' en un: mercado libre. En otros casos,. se conSIdera
tificada y que su autonomía está de acuerdo con el interés pú- que la necesidad debiera prevalecer sobre la capacl~a~ de pago
blic.o. . . y que la op~ración impersonal del merc~~o ~o .servIrla para es-
tablecer el precio ni al hacerlo conseguIrla llt?~tar la ~emanda.
La atención médica es un ejemplo de un servICIO semejante. La
Autonomía y autorregulación inlagen de un mercado libre en el. cuidado médico en cU.,:lqui.er
caso es imperfecta o ingenua consl~erando ,q,!e la. pr?fes~o~ tIe-
Analicemos en primer término la cuestión de la autonomía en ne concedido ~m monopolio a. traves, de la. hcencla, l1~ll?ldlen~o
el establecimiento de las condiciones económicas del trabajo. en consecuenCIa un mercado lIbre. Solo cuando los medICaS tIe-
En los Estados Unidos la profesión luchó con bastante elnpeño nen que competir con todos los otros tipos.?e c~r~doresposibles
se puede d~cir que el mercado de la atenclon medIca es verdade-
contra cualquier violación que afectara lo que consideraba su
propia libertad. En conjunto, con su monopolio sobre servicios ran1ente libre.. . ,.
escasos para los cuales existe una alta demanda,. la libertad para ~'~ste"-es -el hecho que llevó a Friedman, un defensor Ideologlco
determinar las condiciones de retribución, sin que medie alguna del mercado libre; a p:oponer q~e «se deberí.a. eli~inar la .licen-
forma de autorregulación profesional a favor del interés público, ciatura como un reqUISIto para ejercer la MedICIna». Pero SI cree-
obviamente está expuesta al abuso. No obstante, la profesión no mos que la Medicina posee una c~encia y una ~i~ltegridad no-
adoptó ningÚ11 método. importante para impedirlo, ni siquiera tablemente stlperior a las ocupaciones. competItIvas, no nos
para rectificarlo. Quizá por ternora iluringir la libertad del mé- inclinaríamos a dar lugar a la competencia propuesta por Fried ..
dico individual, fracasó en instituir cualquier método sitemático roan debido a las consecuencias que podrían recaer sobre las
de revisión para determinar. si la' libertad económica y el mono- elecciones de un consumidor mal informado en. un mercado sa-
polio sobre los servicios fue utilizado o no por .los profesionales nitario verdaderamente libre. No permitimos tal libertad aun cuan~
para cobrar en exceso a toda'la gente desamparada en lugar de do se trata de rntlchos productos de consumo comunes. En este
recibir un ingreso decente al que todo médico tiene derecho. sentido, la profesión no puede insistir en tener libertad y alltono ..
Si no se realiza un esfuerzo para revisar constantemente las mía en el mercado al mismo tiempo que .insiste en tener la pro-
prácticas financieras, la profesión continúa ignorando bastante tección de un monopolio: dentro de los límites de un nl0nopo-
la conducta real de sus miembros y no está provista para evaluarla
2. Ver, por ejemplo, el problema especial sobre los mecal~ismos de utiliza..
ni para regularla. Además, su llltento. de promover métodos p,~ra ción, revisión y controlen, «Inquiry», 11 (1965), pp. 1.107, publIcado por la Blue
determinar judicialmente las quejas de los clientes sobre las prác- Cross Association. .
ticas económicas apenas es lo suficientemente eficaz coma para 3. MUten FRIEDMAN, CapitaliS11-1 and Fteedotn (Chicago: University of ChIca-
merecer mencionarlo, puesto que aun cuando la profesión pone go Pressl 1962), p. 158.
357
356
l~~,u~. mercado 1il? re. signific~ meramente licencia, para la profe- . Para que exista una verdadera regulación continua de la ac-
SI~n SIn ~osbeneficIos economICOS de la competencia para el consu.. ,tuaci6ndurante los muchos años que siguen a la calificación para
mldor. S~ no regula las prácticas económicas de sus miembros la ,. la. licenciatura, el ambiente social de la práctica se debe organizar .
autonornla. de la pr?fesi6n no puede evitar violar el interés públi- para minimizar el aislamiento del análisis de los colegas y del;;
co, y su étIca P!~ctIca .no pue~e. dejar de estar comprometida. interés público como para estimular la actuación humana a un.
. En un anáhs~s recIente, VICIadoen cierta forma por atribu- alto nivel. En los Estados Unidos, no obstante, la profesión vir-.
CIones bastante Imperfectas de conspiración, pero titil de todos tualmente idealizó la práctica individual aislada y se resistió a
modos, Rayack 4 documentó extensamente los distintos modos en formas organizativas que tienen mayor probabilidad de estimular-'
que la p~of~sión, o sus segn;entos, fracasó en regular sus políti- una buena actuación. Aun cuando la completa escasez de médicos
cas economlcas a. fa~or d:I Interés público. Dado tal fracaso, pa.. minilnizó la dependencia del cliente, no se realizó ningún esfuerzo
re~e haber poca .JustIficacIón.p~ra que la profesión exija autono.. deliberado para. desalentar o impedir el aislamiento _enla prác-
mla para deter~lnar las condICIoneseconómicas del trabajo. l!ste tica o para aumentar hasta un máximo la observacion de cole-
es el ca.so partlcularnl~nte ~ la luz del hecho de que la posición gas y la interacción. En este contexto limitado se puede decir que
econ6mIca de la profeSI6n tIene otorgada protección especial con.. la profesión no organiza su trabajo de un modo que permitiría la,
tra la operación de los mecanismos de control del mercado nor- regulación de la actuación por los colegas. ,
mal. Si bien la profesión tiene todo derecho a ser comnensada Lo que hace más aún a la cuestión es el hecho evidente de que
por sus servicios, su posición especialmente protegida h~ce ade.. aun cuando el trabajo está organizado de un niodo que permiti-
cuado y n~c~sario que el público o sus representantes dominen ría la regulación de la actuación, la regulación que efectivamen-'
el establecImIento del nivel de retribución. Como expuso Rayack: te tiene lugar es menor de lo que se podría esperar y no es ver..
daderamente reguladora puesto que sus mecanismos de boicot no
SiemJ?r~ que J~aya una necesidad de determinar niveles en el mer .. corrigen ni eliminan la actuación deficiente. Los antecedentes so-
~ado medIco y sl~mpre que exista la posibilidad de un conflicto de' ciales del médico, la naturaleza del mismo trabajo clínico o de
Intereses, los médIcos no deberían ocupar posiciones poIíticas.5
consulta y la solidaridad natural de la clase ocupacional condu-
. Además de las condiciones económicas del trabajo profesional cen a una actitud mental permisiva que otorga primacía a la
e~tán los términos que gobiernan el modo en que éste se orga~ evidencia de la experiencia personal más que al conocimiento
nlz~. ~l problema aquí es si la profesión, librada a sus propios en base al cual se compone la pericia oficial. También asigna más
m~canIsrnos por su autonomía, puede organizar el trabajo de sus preponderancia a un sentido de responsabilidad por las propias
~lembros de ta.l,modo que el público pueda estar seguro de un acciones evaluadas por la experiencia personal que responsabili-
nIv.el de actuaclon raz.onabI~mente alto por parte de todo pro.. dad por esas acciones de colegas que no tienen que ver con las
fesIonal, breveme~te, SI efectIvamente la profesión regula respon.. propias responsabilidades .personales. El beneficio de la duda es
.' sablement: los nIveles del traba.!o. Mi exposición en la segunda concedido a la actuación de colegas, lo que no se otorga a los
miembros de ocupaciones competitivas, y se pasan .por alto de.
parte. trato este problema con CIerto detalle y "aquí necesita ser
repetIdo s?lo brevemente: ,A partir de mi exposición creo que se ficiencias en la actuación presumiendo buenas intenciones. «Des-
~uede deCIr que l~ .profesIon,.en l?s ~stados Unidos, regula la ca- pués de todo -segúJi el argumento- nadie desea matar a un pa- '
lI?ad de sus serVIClosa partIr prInCIpalmente de las normas mí.. ciente.» Pero si alguien realmente mata a un paciente quizá las .
nlma~ .para. la, educación, médic~ y la licencia. Prácticamente no buenas intenciones no basten.
se utIlIza nlngun otro metodo SIstemático para regular el desem.. Si esto es verdad,. entonces yo sugeriría que aun si la profe..
peño en toda ,la profesión, y el resultado d~ las normas califican.. sión emprendiera más esfuerzos sistemáticos para desarrollar
• i
tes no es en S} mIsmo un. ~étodo de regulación activo ni continuo. ambientes organizados para la práctica, que incluyan modos sis-
, !

~omo most:re,.la aS!UacIonprofesional es bastante frágil, sorne.. temáticos de supervisión de colegas o de revisión de la actuación
tI~a a la modlficaclon por la dependencia del cliente y el aisla.. del trabajo, el funcionamiento de esos ambientes no tiende a ser
mle~to de la pr~ctica indivIdual tanto como por las variables más tan efectivo como puede ser y, si se toma seriamente la afirma-
ob':las de los anos que pasan desde el entrenamiento y otras se.. ción de la profesión, tan efectiva como debiera ser.6 Mientras la
me] antes.

4. Elton ~AYACK, Professlonat Power and American Medicine (Cleveland: The 6. l!ste es un punto central de mi argumento. William J .. Go ODE, en The Pro-
Vvor~d. Publishlng CO' 1967). y ver Seyrnour HARRIS, The Economics of American
t
tectian of the Inept (<<American Sociological Review», XXXII, 1967), pp. 5-19, se-
MedICIne (Nueva York: The A1acmillan' Co. 1964) para un análisis más ne t 1 ñaló que todos los grupos protegen a sus miembros ineptos. Por lo tanto lo que
5. ¡bid., p. 288. ' ", . <- u ra . lyo describo no es una permisividad poco habitual. De todos modos, un grupo no

358 359
profesión siga apoyándose básicamente en criterios establecidos la Dlejor manera de organizar el trabajo. Por lo tanto, sólo podría
por la experiencia personal y el juicio clínico, en tanto continúe justificarse una influencia parcial y no un control completo de
subrayando las buenas intenciones más que la actuacióncorrec- las condiciones del trabajo según el criterio de pericia legítima
ta y mientras su mecanismo disciplinario típico sea una forma y de conformidad con el interés público. Los profanos son com..
de exclusión' q~e actúa agrupando ..niveles de actuación en gru- petentes y están autorizados para hacer oír su voz en el modo
pos de profesionales relativamente homogéneos, teniendo cada en que la profesión revisa y supervisa la actuación de sus lniem ..
grupo distintos prejuicios clínicos, la profesión no puede realmen- bros y para insistir en métodos más adecuados que los que exis-
te regularse a. sÍnlisma. . ten hasta ahora. La profesión apenas tiene fundamento ell su pe-
Aun si se solucionan estas deficiencias, no obstante, creo que ricia oen su actuación para exigir autonomía para autorregularse
. no se le debe dejar autonolllÍa completa a la profesión para que de ~ualquier modo que crea justo. De hecho, yo sugeriría que,
establezca una forma de práctica organizada que contenga un paradójicamente, es su misma autonomía laque es responsable
sistema de autorregulación lo suficientemente adecuado como de impedir que la profesión se regule a sí misma en función del
para justificar su .petición.La pericia técnica de Medicina no in- interés público.
cluye .pericia confiable sobre la organización social .y sus conse.
cuencias .. Los hábitos de organización. de la profesión parecen in..
cluir usanzas tradicionales modificadas por la experiencia práctica La ilnper!ección de laautonol1zía profesional
y la ideología. Al faltarle la pericia confiable, la profesión carece
de .los recursos que le permitirían tomar sus propias decisiones Autonomía es el premio perseguido prácticamente por todos
precisa e inteligentemente. Y, dado que el propio interés de la los grupos ocupacional.es, puesto que representa liberarse de la
profesión está involucrado tanto en la organización económica dirección de otros, libertad para realizar el propio trabajo del .,A
como social de la práctica, existe el peligro del prejuicio al ejer- modo que uno desea. En el trabajo industrial, la restricción de
cer autol1omÍaen la organización de la práctica, un peligro de no la producción representa crudamente los esfuerzos de los traba ..
ser capaz de reconocer y.de respetar la perspectiva de las persa .. jadares para ejercer control sobre su trabajo y ganar consecuen ..
nas, ya sean clientes o público en general. " temente un grado de auton0111Ía. Se encuentran esfuerzos seme-
Al 'establecer las condiciones sociales y económicas del traba .. jantes entre todos aquellos que trabajan para otros, entre
jo, los intereses materiales de la profesión por. supuesto se de.. camareras, médicos, estudiantes, soldados, profesores o lo que
b.ieran reconocer representados y al menos. parcialmente satis- fuere.' Sin embargo, sólo quienes anticipan el argumento de ser
fechos, pero esos intereses apenas son algo más «profesionales» profesionales afirman que sus esfuerzos para controlar las condi ..
que los de las asociaciones comerciales. Realmente,. hasta donde ciones y el contenido del trabajo se justifican debido al beneficio
nos refiramos a las condiciones del trabajo, las. profesiones sólo que obtendrían los clientes para quienes trabajan. Piden la mis.
difieren de las asociaciones comerciales en su beatería. Y dado ma libertad que los otros: piden deternlinar sus propias horas
que sus preferencias por el modo de organización del ambiente de trabajo, la carga de trabajo, la retribución, .la clase de trabajo
de trabajo son frecuentemente tanto una cuestión del propio in.. que han de realizar y el modo de hacerlo. A diferencia de los
terés como de pericia, las demandas de la pro£esion no merecen trabajadores menos calificados, no obstante, los profesionales
un status muy diferente del de las demandas de cualquierocu .. afirman que no se trata de. su propio interés; ellos declaran ser-
pación organizada. Como señalé en distintos contextos en capítu .. vir a la humanidad antes que .a sí mismos. Pero, a diferencia de
los anteriores, algunos aspectos de la organización social del tra .. meros humanistas adicionados, sostienen que su. pericia esoté ..
bajo pueden. ser necesarios para la actuación adecuada de algunas ¡:-'
i
rieaes tal que sólo ellos pueden determinar lo que está mal en
'tareas técnicas. Aparte de participar en la determinación de la la humanidad, cómo se la debe atender y a qué precio. Esta pro ...
política pública sobre la organización económica y social de clama es la que hace que las profesiones. sean especiales y la que
la práctica como representantes de los intereses materiales legf. justifica la alltonomía que las diferencia de las demás ocupacio-
tinlos de la profesión, los miembros de la profesión también de- nes. La esencia de la mayor parte de las cuestiones de la políti-
ben particwar como expertos en las tareas técnicas, esotéricas, ca social que se ocupa de las profesiones se basa en este. proble-
que se deben tomar en cuenta en el curso de .determinar cuál es ma central de la autonomía, puesto que éste se relaciona con

7. Quizá los comentarios generales nlás pertinentes sobre este fen6men,o


puede. pedir privilegio especial sobre la base de proclm.uar que es extraordinaria .. hayan sido realizados por Everett C. HUCHES, Men and Their Work (Nueva York:
mente diestro y ético si, de hecho, l"ealmente protege. a sus miembros incapaces. TbeFree Press, 1958).

360 361
~
quien puede determinar cuál es el problema, cómo se' lo ha' de' sí misma como la única poseedora' de conocimiento ..,y-virtúd,c''''7Ic,,,.
tratar y qué precio hay que pagar para tratarlo. a. ser un tanto incrédula 'sobre la capacidad técnica y moral 'de <>,~:.
Es importante comprender qué es la autonomía profesional. -otras ocupaciones y a ser, en el mejor de los casos, protectora','!,:'"
Está siempre limitada en cierto grado por el poder político del ~ . de su clientela, y en el peor, desdeñosa. Al proteger a la profe.
que precisa para existir y estar protegida, yesos límites varían sión de las delnandas de la interacción sobre una base libre y
de época en época y de lugar a lugar.8 Estructuralmente, la au- equivalente con las _del mundo exter!or, s.u autonomía la .lleva,
tonomía de las profesiones de consulta, cuando es importante, a diferenciar de tal nl0do sus propIas VIrtudes de las ajenas
es una autonomía organizada creada oficialmente; no se trata como para ser incapaz siquiera de percibir la necesidad y mucho.;
de la autonomía que se puede lograr sin llamar la atención, sien- menos asumir la autorregulación que promete.
do oscura e insignificante. Segundo, esa autonomía organizada Yo no intento desaprobar el conocimiento real ni la intención
no implica simplemente liberarse de la competencia o de la regu. de la profesión -en general. Ambos son admirables. El problema
lación de otros .trabajadores, sino que en el' caso de una pro:: reside' en que, una vez dado su status especial, la profesión se
fesión como medicina cuando no de los demandantes menos bien forma, de manera natural, una perspectiva por su propia cuenta,
establecidos, supone también la posibilidad de regular otras ocu- una perspectiva de lo n1ás distorsionada y estrecha debido a que
paciones. Donde encontramos una ocupación con autonomía or- se origina en un status que sólo es responsable ante sí mismo.
ganizada dentro de una división del trabajo, ésta domina a las -Una vez que la profesión crea esa perspectiva autosustentada,
otras. Libre de la regulación legítima o de la evaluación efec- protegida de las perspectivas de otros, aislada de la necesidad de
tuada por otras ocupaciones, ella misma puede evaluar y ordenar jtlstificarse ante extraños, no se puede esperar razonablemente
legítimamente el trabajo de otros. Por su posición en la división Que se vea a sí misma y a su misión con una visión clara., ni se
del trabajo la podemos designar como una profesión donzinante .. puede suponer que asuma la perspectiva de su clientela. Y si no
Tercero, en tanto se regula a sí misma y no está sometida a la la puede asumir, ¿cómo puede pretender atenderla bien? Su
evaluación ni a la regulación de otros, ella también se educa a misnla autonomía. la llevó a una visión deformada.y a una so-
sí misma. Es decir, sus instituciones educativas o de entrena- berbia equivocada acerca de su misión en el mundo. Las profe-
miento tienden a ser autosuficientes y a segregarse de las otras siones de consulta no son escuetanlente uniones autointeresadas
escuelas profesionales con recursos propios y facultades inde- qtle pugnan por sus recursos a expensas de otros y del interés'
pendientes. Los que se educan para ejercer la profesión obtienen público. Más bien son grupos bien pensados que están protegidos
su entrenamiento- en escuelas que están ampliamente protegidas de su propio análisis honesto por sus mitos beatos de las cuali-
del contacto con facultades y estudiantes de otras escuelas. Y fi- dades superiores de sí mismo inherentes por ser profesionales,
nalmente cuando se trata de una profesión de consulta más que de su conocimiento y de su trabajo. La autonomía creó su pers..
.. <",
de una profesión erudita, el tener derecho para regular su propio pectiva estrecha y una visión distorsionada de sí misma y de su
trabajo implica también que se le concede derecho legítimo para trabajo y su convicción de que es la mejor respuesta a las necesi-
regular en cierta forma la clientela con la que trabaja, en lugar dades de la htlmanidad. Es hora de que su autonomía sea mo-
de tener que estar sutilmente atenta a las nociones que tiene la derada. ,
clientela sobre sus necesidades como un mero comerciante. De Históricamente, el desarrollo de un cuerpo de conocimiento
este modo, las características de la autonomía profesional son valioso de la profesión, puro y aplicado, parece haber requerido
tales que otorgan a las profesiones un aislamiento glorioso, real- protección de la apremiante ignorancia de su clientela, del perjui..
mente, que brinda la oportunidad de desarrollar una estrechez cio de los competidores de clase baja y de otras fuerzas destruc-
de mira sin par entre las ocupaciones que carecen de los mismos tivas para una diciplina incipiente. La profesión tuvo que ser
1 •
, '
privilegios. protegida contra las mismas consecuencias de su principal razón
Éste es el defecto decisivo de la autonomía profesional: per- de ser, su dependencia de una clientela que es prejuiciosa sobre,
t .
mitiendo y estimulando el desarrollo de instituciones autosuficien. lo que desea y necesita en un momento en el que el conocimiento
tes, desarrolla y mantiene en la profesión una percepción au- sobre cómo tratar deseos y necesidades no tenía un fundamento
toengañosa de la objetividad y fiabilidad de su conocimiento y firme. Liberada del comercio y de los competidores, apoyada por '
de las virtudes de sus miembros. Además, la estimula a ver.se a el Estado, ~institucionalizada,fue capaz de desarrollar su propio
fundamento para el conocimiento, sus conceptos y su ciencia,
8. Corinne Lathrop GILP, Hidden Hierarchies: The Professions and Govern .. independientemente de su clientela. Protegida de este modo, pudo
rnent (Nueva York: Harper y Row 1966)1 realiz6 una importante contribución
1 desplegar la capacidad de fomentarse a sí misma, en ciencia y
para el análisis político de las profesiones. erudición, casi cqmpletamente por su cuenta: desarrolló un cuer-
362 363
:..•l~
(;....'.1"...
;, .

, pode opiniones de colegas. y de prácticas dependientes de cole- surgen algunas recomendaciones concretas. Varias tienen que
gas. 'Organizada así, realizó enorlnes. ~vances ell. con?cilnient? y ver con la constitución interna de la misma profesión. Primero se
técnica. Sin su autonomía, la MedIcIna nunca hubIera podIdo deb~ría realizar todo esfuerzo posible para reclutar profesiona-
realizar los grandes descubrimientos del siglo pasado. Pero los les de una amplia gama de la población. La tendencia actual a
avances en el conocimiento S011 una cosa y los de la práctica son reclutar una cantidad desproporciQnada de nuevos estudiantes
algo muy distinto. entre hijos de profesionales que ya están «socializados» a la mís-
Nadie extraña la sangría y las purgas de los tratamientos filé- tica profesional no debería ser propiciada. Segundo" el sistema
dicos del siglo XJX: lo que tenemos a110ra es manifiestalnente me- actual de mantener las facultades profesionales como institucio-
jor. Pero conlO lo indica la nostalgia por ~el. indudablement~ ~í- nes virtualmente. auto suficientes debería revisarse para que la
. tico médico general del pasado, lapractlca de la MedICIna educación del profesional del futuro no esté completamente do-
obviamente no avanzó ni la mitad. Es precisaltlente eri la práctica, minada por la perspectiva limitada de su propia profesión. Siem~
en la designación de enfermedad] en la conducción del tratanlien- pre que sea posible, 10 que. en Medicina significa en cursos que
to y en la organizaciólleconómica de la atención nlédica do~~e no requieran contacto con pacientes" los estudiantes deberían ser
la Medicina no avanzó. En tanto la autono1'n£a de la profeslqn instruidos fuera de la escuela profesional por profesores qtle no
parece haber facilitado el avance del conocimiento científico so- estén comprometidos con la profesión a la que. ingresan y que les
bre la enfermedad y su trataraiento, parece haber impedido el ofrecerán distintas perspectiva de su futuro trabajo. Tercero, ya
desarrollo de modos sociales de aplicar tal conocinliento. Es pre- en la práctica, el aislamiento debería evitarse por todos los me ..
cisalnenteen la aplicación. del conocimiento' a las cuestiones hu- dios posibles; en cambio" se debería estimular al médico indivi-
manas donde yo propongo que la .autonomía profesional exten- dual a integrarse' en una interacción regular con otros colegas,
siva no se justifica moral ni funcionalmente. ~Jo se justifica guiado, como sugeriré más adelante, por perspectivas. externas
moralmente porque creo que los seres humanos, incluso si son a la profesión y correspondientes a su clientela.
profanos, tienen derecho a determinar cuáles son. su~ problem.as La integración" sin embargo, no debería ser la agrupación de
y a opinar sobre cómo se han de llevar. No se Justdic~, funcIo- médicos de mentalidades semejantes: se debería evitar la forma~
nalmente, según expuse, puesto que conduce a la profeslon a. ser ción de grupos honl0géneos formados por el boicot de colegas. Al
ciega a sus propios defectos e incapaz~e regular sus práctIcas mezclar personas no se debería presionar demasiado para que
adecuadamente. A partir de estas conclUSIones se plantea la cues .. dominen los profesionales académicos. El modelo 110rteamericano
tión de cómo organizar la aplicación d~l conocimiento. a cuestio- de la institución de servicio para la conlunidad de la que ningún
nes humanas por profesionales expertos a favor del interés pú" ejerciente está totalmente excluido debería ser preferido antes
blico. que el modelo de creciente popularidad en los Estados Unidos
del modelo europeo cuyos profesionales académicos e institucio-
nales excluyen a los que trabajan en la comunidad. En verdad,
Li111itando la auto1101nía de la práctica profesional yo sugeriría que el profesional académico tiene tal1to que apren-
der del médico de, comunidad sobre los aspectos no científicos
Al considerar cómo se debe liInitar la autonomía de la prácti- de la práctica, es decir, lo que se denomina .útilmente enferme-o
ca . por el interés público, creo que habría que cOllsi.derar do~ dad y cómo se lleva el tratamiento, corno el otro tiene que apren-
principios cardinales. Primero, creo que cuando se deCIde lo que der del primero sobre los últimos procedimientos y teorías cien-
es de interés. público, el principio que debería. regir es el de una tíficos. La tendencia actual hacia la mayor dirección de servicios
sociedad libre el derecho de las personas a la dignidad de la au- profesionales por líneas establecidas por profesionales académi.
todeterminaciÓn de objetivos o metas y la igualdad cívica. Este cos (y artífices de políticas que no ejercen) de escuelas profe-
principio tiene que ver con 10 que manifestaré sobre los roles de sionalesno deja de tener sus peligros. La profesión debiera ten-
las personas Y de los expertos en .la determinación de lo que s?n der más a una mezcla que a una elección de distintas normas
problemas oficiales y. cómo han de ser llevados. El segundo prIn- yperspect.ivas, particularnlente en esas áreas donde la pericia
cipio cardinal se relaciona con la.organización de. las profesiones: es de hecho ilusoria. . ..
a .saber, que la autonomía de la profesión na debiera ser tanam- Cuarto y último, se debe exigir a la profesión que establezca
plia como para cultivar el control profesional en áreas cuya com- mecanismos por los cuales sus miembros revisen regularn1ente la
petencia no la habilita áreas que incluyen la regulación de la
1 actuación técnica de cada uno de los .demás y analicen rutina-
profesión misma. '.' riamente sus. prácticas económicas y sociales a la luz de las nor-
A partir de estos dos principios, por separado. o en conjunto, mas profesionales y profanas" y se le debe exigir que insiaure

364 365
procedin1ientos n1ediante los cuales se impida que los disconfor- fesional, deberían tener funcio'nes de consulta que no fueran tan
lnes persistentes atiendan incorrectamente a los. clientes.9 Si ha cortas como para impedirles aprender lo suficiente sobre los pro- .
de 11aber exclusión, debería ser del trabajo, 110 de la interacción. blemas y poder habérselas con la destreza real y pretendida que
La exclusión puede ser .limitada (bajo la forma de perder el pri- deben evaluar, y no deberían ser sesiones demasiado largas como
vilegio de ejercer ciertos procedimientos especiales o de trabajar para llegar a identificarse con la perspectiva de los expertos.
con clases especiales de problemas médicos) o total (bajo la for.. .Ydado que sólo las clases mayores y acomodadas económicamen-
ma de no poder realizar ninguna clase de trabajo de la profe- te pueden permitirse ceder tiempo para planificar, determinar
sión). La exclusión limitada, sin embargo, no debería ser acom- políticas y gobernar las juntas, se debería pagar un honorario
pañada por el boicot de los círculos o instituciones en los que para que fuera posible que participaran personas menos aco..
se encuentran las personas competentes para realizar ese trabajo modadas.
especial, puesto que sólo a través del contacto y la interacción Al discutir la participación de las personas en la formación de .
continuos de distintas perspectivas y competencias la persona la política profesional, subrayé más la constitución de los gru-
excluida puede ser recuperada, y la organización informal y el pos de política que los principios de la misma .política. Si bien
conjunto de prácticas de Medicina puede evitar la fragmentación éste no es .lugar para detalles, se deben mencionar brevemente
en múltiples niveles de calidad del trabajo, basado cada uno en algunos problemas críticos. Primero y ante todo, según mi opi..
distintas relaciones con el público que busca ayuda. nión, está la cuestión de crear categorías legales de problemas
Obviamente, hay muchos otros nlados de impedir que la pro-- designados profesionalmente y de hacer obligatorio que aquellos
fesión se construya una mística rígida, autoperpetuante sobre su que se dice que entran en esaS categorías hagan uso de los servi-
conocimiento, su jurisdicción, su práctica, sus prerrogativas y cios profesionales y se conviertan en protegidos de los profesio-
su lnisión. Sin embargo, ningún cambio interno e11 la organiza.. .- nales, sin elección libre o proceso legítimo. La educación
ción de la profesión y de su trabajo parece ser suficiente. Sea lo .y la inoculación obligatorias son ejemplos evidentes que se
que fuere lo que se haga a la organización profesional, para pro- tiende a considerar justificados: otros ejemplos se encuentran
teger el interés público es esencial que el público domine la for.. en el compromiso de los adictos a narcóticos, tuberculosos y
¡nación de las decisiones políticas que guían la planificación de aquellos considerados mentalmente enfermos. Este proceso de de-
¡ servicios y la deter111inaciónde las condiciones sociales y econó- finir la desviación de forma legislativa independientemente de
1
i micas de la actuación en el trabajo. La representación profana quienes dicen padecerla 'debería estar sometido a las más estric-
no queda cumplimentada por el sistelna actual en el cual se hon- tas limitaciones. La única justificación para la definición legisla-
i ra a las personas adineradas por sus donaciones filantrópicas tiva de la desviación y del requisito legal que sea controlada sin
Ir otorgándoles un lugar en las juntas gobernantes de las institu- tener en cuenta la elección individual es la protección del bienes..
ciones benéficas, medicas y educacionales, privadas e incluso tar o de los derechos de las personas que puedan estar amena-
Lti públicas. Se invita a' esos filántropos a actuar en las juntas por.. zadas por el desviado putativo. Los derechos del mismo desviado
y'
f que son defensores de la perspectiva profesional. Deberían re- deben estar protegidos por los procesos legales de una sociedad
í
l'¡ ~ presentar la perspectiva del público, sin embargo, que puede ser .libre yno por la confianza en las buenas intenciones de los pr~
¡

t ll1UY independiente de la profesión. Si bien ciertalnente debieran fesionales, que, como señalé, no siempre están tan bien aplicadas
como para garantizar protección. De modo similar, en cuestiones
,
f
t
ser honrados por sus donaciones y apoyo, no deberían actuar en
una posición que su miSlno apoyo los descalifica para actuar. ade.. .de jurisdicción sobre problemas humanos no se debería permitir
I
cuadamente. Al planificar otras decisiones políticas, deberían par- que ni las buenas intenciones ni el prestigio de una profesión
I
¡ ticipar personas que representen claran1ente las perspectivas de establecida substituyeran una evaluación cuidadosa de su pericia
~ ¡
segmentos específicos del público, incluyendo ocupaciones coro- real: una gran proporción de los costos rápidamente en aumento
petitivas.t0 Para prevenirse contra la conversión a la mística pro. de la atención médica se pueden adjudicar a la exclusión o la res..
tricción p'e ocupaciones competitivas que tienen tanto derecho .'
t
9. Esta recomendación, como n1uchas otras de las que se presentan aquí, a la pericia en algunas áreas importantes (incluyendo las enfer-
tiene valor para ser aplicada en la enseñanza universitaria, derecho y otras pro- medades mentales, rehabilitación, geriatría, retraso mental, adi-
ti; fesiones de consulta tanto como en medicina. Ni la libertad «profesional» ni la

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«académica» debieran ser entendidas como libertad para trabajar
modo que uno considere adecuado.
de cualquier

10. En este contexto me uniría a quienes deploran el predominio de los filán-


tropo~ adinerados en la~ juntas gobern3ntes de los colegios, pero lamentaría
en la mislna medida el predominio de profesores y estudiantes,
casi
quiene~ tienen
ción al alcohol y otras adiciones y servicios preventivos), como la
.Medicina.Y finalmente, las juntas elaboradoras de políticas de-
berían distinguir cuidadosamente entre la esencia -de la pericia y
los modos de aplicarla o ejercerla así Como de las condiciones
sus propios intereses creado~ y perspectiva~ liInitadas. que subyacen la .práctica de la pericia. Deberían sentirse obliga-
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¡~.~ 366 367
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su propia elección. Afirmo esto para identifica! inequívOcamente. .


das a analizar esta última concienzudamente sin temer que un mi propia postura moral en estas ~ecomendaclones: c!eoque no.
«asullto puramente: profesional». sea discutido. es prerrogativa de nadie .•profesional o lo que fuere, Imponer su
~ara intentar minimizar la rigi.dei y el.aislamiento de la pro- propia noción del bien sobre otra persona¡. creo que el m~yor
feslon, para asegurarse que otras perspectivas estén represen- bien es la libertad de toda persona para elegIr lo que le conVle11e
tadas fuerte.mente s~ llano de incluir verificaciones Y. balances aun si al hacerlo el resultadO pueda ser contemplado por los de-
para ~et~rlnln~rel. ajuste de las políticas profesionales al interés más como perjudicial para ella, y considero que al imponer l~ ~r?"
del. publIco, .aSl se pue~~, lograr mejorar la integridad de la pro-
feSlon y a?aptar su mlSIon a las necesidades de. la sociedad. No
pia noción del bien sobre los demás, siempre se comete el perJUICIO
de reducir su humanidad.
I
I
obstante, estos, son mecanismos para la política de la comunidad Finalmente es necesario observar el grado en que la ignoran-
gen.e~al y no nec~~itan influir notablemente sobre los servicios- cia y .la irracionalidad destructiva se pueden aligerar reducie~d?
c?tIdlanos que utIlIza el cliente. Para este último, es necesario la autonomía profesional, el riesgo de que lo que es bueno y utll
clert? concepto claro s~bre los derechos del cliente, un concepto acerca de las profesiones pueda ser dañado. Este problema ver-
d:0ffiInado por la premIsa de que el bien personal es una cues- daderamente real, sin en1bargo, es evaluado típican1ente sólo des..
tIón~~bre la que el mismo individuo tiene derecho a opinar, una de el punto de vista profesional que acentúa la ignorancia Y la
cu~stIon que no puede ser determinada por la pericia, ya sea pro- irracionalidad de las personas sin tener en cuenta la contrapar-
feSIonal u otra. La medicalización de la desviación no debe des- tida de la ignorancia si se las sigue, l1arÍan mucho lnenoscon ..
P?litiz~: la desvi~ción. De mo~o parecido, cuando lo que está en fortable el ser un profesional que ,lo fue estos cincuenta años. No
dlscusIon es el bIen de la socIedad o del público, ese bien se ha obstante, creo que el peligro de reducir al profesional a ser ~11
de determinar por los miembros de la sociedad a través de los trabajador en estos tiempos de extrema confianza en los profeslO-.
tribunales, y no mediante cierta' clase especial' de ética enmasca- nales, es muy reducido. La situación de la misma co~su1ta" d.es-
rada como pericia e institucionalizada por el orden burocrático pués de todo, favorece al prof:sional, pue~to que es ~,l el Ul!lCO
o legislativo. Dada esa premisa, se deduce que se debe respetar que tiene algo para dar. Ademas, el ~rofeslOnal tambl~n debiera
el dere.cho de. la persona a re11usar los servicios ell la m,ayoría estar protegido por la ley y por los tnbunales. No se discute que
de las InstancIas, y que el haber elegido utilizar una clase de ser- él necesita y luerecé protección: lo queestllve negando es el sl1."
vicio no supone renunciar al derecho de ser informado sobre las puesto de que deba ser protegido a través de restarle responsabi-
a1tem~ti~:as concretas de ~iagnóstico y tratamiento disponibles
para el, Incluyendo la opelon de retractarse del servicio elegido lidad al público.
luego de haberlo probado.
A pesar de los recientes requerimientos federales que los clien- -- Las ilusiones de la' pericia y de la ética
tes que participan como «sujetos» en investigación dan «permiso
comunicado» y a pesar de las cesiones legales requeridas para En estos dos capítulos de conclusión he, estado 'sosteniendo un
procedimientos como la cirugía, mi .impresión es que los clientes argumento práctico y, aunque menos enfáticamente, también teó-
frecuentemente. otorgan su consentimiento por intinlidación y no rico. Mi argumentación práctica giró en torno de evaluar el gra..
por información, q.u:esu resistencia está debilitada en parte por do en que las profesiones de consulta justifican su petición de
su deseo del serVICIOgeneral" cuando no del procedimiento es- 'control autónomo sobre sus asuntos y, a la luz de mi evaluación,
pecífico, en parte por el ambiente opresivo en el que se encuen- sugerir cómo se debiera limitar la autonomía profesional a favor
tran yen parte por la intimidación premeditada la restricción del interés público. Mi proposición teórica arranca del punto cen..
d~ información y las .amenazas encubiertas de~echazo por el tral de este libro:qu'e las profesiones se caracterizan mejor como
mIsmo personal profeslonal.ll Tal amedrentación, aun si se origi- un tipo de ocupación que logró una forma especial de or~aniza-
naen.una creencia bien intenci,onada que se trata del propio bien ción ocupacional.. en parte en virtud de .haber hecho conVIncente
del clIente, se débe reemplazar por un mayor intento de instruc- la auto afirmación de poseer un conocimiento especial y una ética.
ción y persuasión y, si esto fallara, por la .humildad de estar aten- Conocimiento y ética no son tratados como hechos,~ino como au..
to a pernlitir al cliente el valor importante de la dignidad' de toafirlnaciones que pueden o no ser verdaderas. He Intentado eva-
luar esas autoafirmaciones.
11. Para ver ciertas delicripciones sobre el modo enq~e se obtiene permiso En contraste con nli. posición, la mayoría de las concepciones
de los parientes más allegados para realizar autopsia !Jost lnorte11t,cOnsultar Ray. sociológicas de la naturaleza de ~as profesione~ s~brayan c~~o
mond S. DUFF y August B.HoLLINGSHBAD, Sickness and Society (Nueva York: Har.
per y Row,. 1968),' pp. 320-329. elementos de definición la centralidad del conOCImiento O perICIa
369
368 .

HS 17•.24
..y la orientación. de servicio o moralidad. Pero ellos nunca indican
'. Claramente' qtiesIgnifican esos términos. Tanto la pericia como a cabo. He sostenido" que por el mismo hecho.de tener -que apli.•-
:la ética fueron utilizados de un modo bastante', global, sin tener "'-car el 'conocimiento, se debe realizar un trabajO para elcu?l en
.referentes definidos relacionados con la condición concreta de efecto no hay pericia. Pero en virtud de su autonomía organIZada
ser un profesional o de realizar trabajo profesionat La destreza la profesi6n -de consulta es capaz de considerarse una experta en
se utilizó para referirse a Wl' cu.erpo abstracto de COll0cimiento, y cualquier caso. Su autonomía, que la aísla, de tene~ que con.si~e-
la ética aludía o bien a documentos formales o a votos o a un rar seriamente al mundo exterior, estimula un sentIdo de mls~6n
conjunto de actitudes sostenido por personas. En ningún caso omnisciente que le impide ser completament~ .honesta c~n~lgo
existe clara referencia a la conducta o a la actividad del trabajo -misma y con el mundo exterior. Podemos admItI.r el conOClmIen•.
que constituye 'la 'realidad de ser un profesional. Sin que haya tan to profesional y la intención prof~sional, ése no es~l, problema.
clara referencia, no hay' criterios razonables para diferenciar Más bien es el ambiente de trabajO en el cual se sItua la auto ...
entre una afirmación y un hecho, entre intención y conducta, en. nomía, y su producto, la perspectiva a través de la cual se ve
tre promesa y cumplimiento. . a sí misma y al mundo, lo que se discute. ~stas, qu.e son una
He manifestado que la naturaleza del conocimiento o de la -función de la misma posición de la autonomía organIz~d~ y de
destreza profesional se evalúa mejor examinando el trabajo pro- la dominación en una división del trabajo, son las que lImItan la
fesional y que la naturaleza de la ética profesional se evalúa me. profesi6n. Y éstas s'on las que necesitan co~rección. .
jor analizando los sistemas profesionales de regular el trabajo Ambiente y perspectiva resumen el objetIVO de este.1Ibr<;>.En
l. a favor del interés público. En el caso del trabajo profesional he éste, yo ,estuve inspirado por Berger. y Luckmann, qUIenes afi~.
! señalado que sólo una parte consiste en conocimiento objetivo rnan que «la realidad se define socIal~ente». «Pero las definI-
y confiable, es decir, algo que merezca el nombre de «pericia», y ciones siempre están encarnadas, es d~cIr, personas c~ncretas Y.
que el resto se constituye por juicios morales y costumbres o usan- grupos de personas acttlan conlO definIdo:es de !a realIdad. Para
zas ocupacionales. En el caso de los sistemas profesionales de comprender el estado del universo cons~ruIdo SOCIalmentee~ cual.
regular el trabajo he señalado que cualquiera que fuera el código quier época determinada, o sus ~amblO.s a lo largo. del tIempo,
ético, cualquiera que fuera la intención de las personas que inte- se debe comnrender la organizaCIón SOCIalque permIte. a los de-
gran la profesión, no ejerce, de hecho, formas de regulación que finidores hac~r sus. definiciones.» u La a~tonomía organlz.ada que
aseguren al público que existe un cuidado de una calidad unifor- poseen las profesiones de consulta, qu~ Incluye monopolIo so?re
memente óptima disponible para todas las personas independien- trabajo especializado, y su lugar partIcular en. el orden soc~al,
temente de su posición social o económica. Por lo tanto, la exigen- le permite crear un segmento importante del unIverso .co~struIdo
cia de la profesión de controlar los términos y el contenido de socialmente. Lo que ella crea se cornpon~ ?e su conoc1J:l1e~to~e-
.', su trabajo no se justifica ni en' su pericia ni en su ética. Si a par- lativamente confiable, de su sentido de mIs.Ión y de sus InstItUCIO-
nes prácticas. La substancia de esas creaCIones surge de la expe-
tir de esto ella consti.tuye o no una profesión según las definicio-
nes habituales, es una pregunta que no intentaré responder. ' riencia de los creadores. ~sta es una funció~ .~e la p,erspectlva
En esta conclusión no pretendo ensañarme especialmente con que obtuvieron en virtud de ocupar una p~slcIon auto~~~a, ,es- _
la profesión de Medicina. Creo que una vez que se insiste en re- .,pecialmente protegida, en la estructura. soc~al, una POSICI~~que,
lacionarlas con personas que realizan clases particulares de tra- deja de lado sistemáticamente la expenenCla y la valoracIon de
bajo organizados en -modos particulares, la destreza y la ética las personas ajenas. a la misma. ,. ,...
proclamadas y atribuidas a todas las profesiones se convierten, si Todo esto" apoyado en mayor o menor medIda por ~I prestIgIO
no 'en ilusiones, al menos en concepciones más imperfectas y frá- de' la profesión, aislado del poder de otr~s perspectIvas o~upa.
giles de lo que uno suponía. Si las palabras «pericia desinteresa- cionales sostenido por el desamparo del clIente, ,segregado Inclu-
da» o «profesional» se utilizan sin crítica, sirven como distintivo so del j~cio de sus igUales por la privacidad santificada de la sala .
para lograr I?rivilegios y autoridad. Las palabras tomadas por su - de consulta, el aula, el confesionario y el consult~rio, sosegado
valor nominal, sin embargo, son ilusorias, puesto que a lo que por su indudable intenc~ón ética, todas las profeSIOnes de con-
ellas se refieren, aun si separamos las ovejas con conocimiento sulta son capaces de olVIdar que están compuestas por persona~,
y orientación de servicio «real» de las cabras disfrazadas de ove- que al ejercer el conocimiento con frecuencia hay tanta incertI-
jas, sólo restan esencialmente conocimiento e 'intención en abs. dumbre que excluye la pretensión de des~reza.. No s610 llega:on
tracto. Pero el conocimiento debe ser practicado para ser. utiliza- a generar su. propio. conocimiento independ:lentem.ent~ de sus ehen-
do, y la intención debe ser probada por la acción. Concedidos
este conocimiento y esta intención, la cuestión es cómo se llevan ti. Peter L. BERGER Y Thomas LUCKMAN, The' Social Construction of Rea1ity
(Garden City, Nueva York: Doubleday and Co., 1966), p. 107.
370
371
tes y a imponerlo sobre ellos. También llegaron a crear sus pro- conducir a ciertoscanlbios permanentes en el modo en .que se
pias concepciones sobre sí mismas en tanto ,profesiones y sus realicen las decisiones públicas, casi con c~rte~a la ~tenclón por
concepciones adoptadas por los. extraños, incluyendo a los so.. este problema declinará en el futuro .. DeclInara. debIdo a la lI?-S"
ciólogos, ..para representar lo que realmente son las profesiones titucionalizaci6n que acompaña lareforma,~ebldo a l~ profeslo-
más que lo que los profesionales piensan o sostienen que son. Al nalización de los participantes de la. C?ffiUnldad, deb~do al ~des-
confundir su .conocimiento '.con su práctica, y su compromiso nlO" gaste del entusiasmo ante el paso tedIOSO del ~amblo pa.clfico,
ral con su conocimiento, afirman que todo lo que hacen es de debido a que otros. problelnas l~a~ará~ la ate~clón y debIdo al
su exclusiva prerrogativa; confundiendo su intención con su prác- hecho irreductible de que la perICIa eXIste efectIvamente Y es .ne.
tica, afirm~n que la moralidad es su cualidad. especialmente re .. cesaria para el bien público en tantas áreas que se hace práctIca ..
dentora. Lo que apoya' esta confusión de proclama y deseo con mente imposible explicarla y discutirla con todo el m~n~o:
la realidad de la acción es la protección del escrutinio exterior Pero aun si el interés se diluye, el problema persls~lra !.s.e
proporcionada por su monopolio oficial y la protección del au- hará mayor en el futuro. En tanto el resultado de rol . anahsls
toanálisis provisto por la visión de sí nlismos y de sus costum- discllte la capacidad de las profesiones. para s~r lC?que ellas afir-
bres ocupacionales. man que son, plantea un problema serlO al cr.lterIo de apoyar !a
Debo decir nuevamente que yana aÍslo a la Medicina como tendencia de conceder a cada vez más ocupacl~nes la autono?11a
una profesión especialmente ruin. Cuando pienso en 10 que apren. de profesiones y de depositarles el atender .nlas que ~eter!1'llnar
dí a través de estudiar a los médicos, lo. pruebo contra lo que el interés público. Existe un peli~ro real de una n~eva tIranlaq~e
veo de mí mismo como un maestro y como un consultor, es de- se .expresa sinceramente a sí ll1Ismaen el lenguaje delhuma111S-
cir, conlO profesional que ejerce. En ese trabajo no soy Inuy di- roo y que impone sus propios valores s~bre.~~t~os por l? que se
ferente de los médicos. Yo también soy un empresario moral en ve que es su propio bien ..Hasta donde IDI apahsls llaya SIdo claro
'mi aula y en este libro. Yo tanlbién me tengo que apoyar aquí en delinear l~ cuestión de lo que es ~~streza y l? que enc';1bre la ..•.
en ambientes de consulta en mi «juicio clínico». Y preferiría no categoría ética .. y lo que es la actuaclon. real mas que el Intento
tener que revisar la enseñanza de mis colegas, ser examinados ético irrealizable, espero que pueda clarIficar .el problema de ~e-
por ellos y trabajar con aquellos cuyo trabajo no comparto. En terminar hasta qué punto se puede. dar au~orlda~ a la~ pro~e~l,o-
general, cuando contrasto lo que aprendí sobre Medicina cOIl.mis nes para que determinen su propio trabaJ.o.MI propIa oplnl~n
experiencias con mis colegas de enseñanza en la universidad, me es que el rol de. las profesi?nes en ~?a s?cl~dad lIbre se ~eberla
parece que cualesquiera que sean las diferencias existentes, son limitar a contribuir con la lnformaclon tecnlc.a que neceSItan las
a favor de los médicos. Como profesión la Medicina está mejor personas para ..tomar sus ~propias de~isiones sobre la base de su~
regulada y proporciona un producto más honesto que el que da propios valores .. Cuando el se apropIa .d~ antemano de la autorI"
la enseñanza universitaria. Pero esa superioridad sólo es relativa. dad para dirigir, incluso forzar las decISlone? de las personas so-
Como profesión arquetípica, no es 10 suficientemente honesta. La bre la base de sus propios valores, el profesl~n.al ~a no ~s un ex-
desonestidad, no" obstante, no es su intención. La profesión,corno perto, sino un n1iembro de una llueva clase prIVIlegIada dlsfraz~do
las otras, ahora está cegada por el resplendor de su propia posi. de experto.
ción .. y además es miope por el modo en que su trabajo estimula
prácticas especialnlente curiosas que simplemente apartan de la
vista lo que ofende. C0t:l la mejor de las intenciones, no se puede
ver ..a sí misma claramente, y dado que su. status la protege de
las denlás, tampoco puede ser vista claramente. por ellas. Es su
status especial lo que es ruin. Para que la profesión sea más
honesta, su status se debe n10dificar, Y dado qüe la l\1edicina po-
see jurisdicción s,obre un área a la cual cada vez se le asignan
más y más valores y activida.des básicas hlunanas). es esencial
para la soc.iedad que su stat~s sea n10dificado.
En el momentq de escribir este libro, se populari.zó presion,ar
para que la comunidad participara en muchas decisi.ones públi-
cas que hasta ahora habían sido tomadas exclusivamente por
funcionarios elegidos, sus consejeros y empleados civiles que afir-
man pericia y autonomía profesional. Si bien este interés puede
273.
372

,~ '.
Sumario -

Prólogo de Jesús M. de Miguel . .5.


Prefacio . 9
Introducción 15

Primera parte. LA ORGANIZACIÓN FORMAL DE UNA PROFESIÓN

l. El surgimiento de la medicina como una profesión


de consulta . 21
JI. Organización política. y autonomía profesional . 39
111. La división del trabajo médico . . . .. 61
IV. Las características formales de una profesión . 831/"

Segunda. parte. LA ORGANIZACIÓN DE LA ACTUACIÓN PROFESIONAL

v. Ambientes cotidianos del trabajo profesional. 99


VI. Modelos de práctica en el hospital. . . . 119
VII. La prueba de autonomía: la autorregulación profe-
,'- sional . . 145
VIII. La mentalidad clínica . . . . . . . . . 165
IX. La profesión como organización fOfInal e informal. . 191

Tercera parte. LA CONSTRUCCIÓN SOCIAL DB LA ENFERMEDAD

X. La enfermedad como desviación social . 209


XI. Tipos sociológicos de enfermedad. 227
.XII. La construcción profesional de conceptos de enfer-
medad . . . . . . 247
XIII. La construcción popular de la enfermedad . 279
XIV. La organización social de enfermedad 301

Cuarta parte. LAS PROFESIONES DE CONSULTA EN. UNA SOCIEDAD LIBRB

xv. Los límites del conocimiento profesional 331


XVI. Los límites de la autonomía profesional . 355

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