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Plano de San Galo / foto dominio público en Wikimedia Commons

La abadía de San Galo (en alemán Sankt Gallen) fue fundada en el año 613 en la localidad que hoy
lleva su nombre en Suiza por un monje irlandés, Galo de Hibernia. Sería uno de los principales
monasterios benedictinos de Europa durante muchos siglos.

Vista aérea de la abadía de San Galo en la actualidad


Foto Hansueli Krapf en Wikimedia Commons
Floreció bajo el patronazgo de Pipino el Breve y su hijo Carlomagno, como centro de estudio de las
artes y las ciencias, y llegó a albergar una importante biblioteca de manuscritos que monjes de todo
el continente acudían a copiar. Los fondos todavía se conservan y, con sus casi 160.000 volúmenes,
constituye la colección más antigua de Suiza. La sala actual, construida en el siglo XVIII, está
considerada una de las bibliotecas más hermosas del mundo.

Sala barroca de la biblioteca de la Abdadía/ Foto: Stiftsbibliothek St. Gallen

Entre los tesoros que guarda se encuentra el denominado plano (o planta) de San Galo, un plano
arquitectónico sin parangón en toda la Alta Edad Media y buena parte de la Baja. De hecho es el
único gran diseño arquitectónico que sobrevive entre la caída del Imperio Romano de Occidente y
el siglo XIII.
Data del 820-830 d.C., época en que la abadía estaba bajo el control del emperador Ludovico Pío,
hijo de Carlomagno. Y además de ser único en su tipo durante un período de unos 700 años, tiene
otras particularidades interesantes, como por ejemplo: no se sabe quien lo diseñó ni por qué, el
proyecto nunca se construyó, y los monjes lo utilizaron en el siglo XII para escribir por detrás la
vida de San Martín. Pero hay más.
El plano se dibujó en cinco pergaminos cosidos juntos y tiene unas dimensiones de 113 por 78
centímetros. Representa un complejo monástico dibujado en tinta roja, con su iglesia abacial,
claustro, casa del abad y dependencias de los monjes, escuela, casa de huéspedes, casa para
peregrinos, noviciado, establos, cocinas, talleres, cervecería, enfermería, cementerio, huerto y
jardines. Según cálculos realizados por expertos el complejo proyectado podía albergar a unos 110
monjes, 115 visitantes y 150 artesanos y campesinos.
Detalle de la parte del claustro / foto dominio público en Wikimedia Commons
En tinta marrón se añadieron más de 300 inscripciones que describen las funciones de cada uno de
los edificios. Fueron realizadas por dos escribas diferentes y, por comparación, se ha podido
determinar que eran monjes pertenecientes no a San Galo sino al cercano (a unos 52 kilómetros al
noroeste) monasterio de Reichenau, fundado en 724 y situado en la isla del mismo nombre en el
lago Constanza (en el actual estado de Baden-Wurtemberg alemán). Es más, se ha identificado a
uno de los escribas como el monje Reginberto, el bibliotecario de Reichenau autor del códice de la
Biblioteca de Símbolos hacia 820.

La dedicatoria del plano / foto Horn/Born, The Plan of St.Gall, t.1, p.8, fig.2
El plano lleva una dedicatoria, al abad Gozbertus o a un monje de igual nombre que vivía en el
monasterio en aquel momento:
«Para ti, mi dulce hijo Gozbertus, he dibujado esta breve copia anotada de la
distribución de los edificios monásticos, con la que podrás ejercitar tu ingenio y
reconocer mi devoción, por lo que confío en que no me encuentres lento en cumplir tus
deseos. No te imagines que he emprendido esta tarea pensando que necesitas nuestra
instrucción, sino que más bien creo que por amor a Dios y en el celo amistoso de la
hermandad he dibujado esto para que lo escudriñes a solas. Despedida en Cristo,
siempre con nosotros, Amén.»

Existen dos teorías acerca de por qué se dibujó el plano. Algunos historiadores, como Walter Horn y
Ernest Born, opinan que se trata de una copia del plano original creado en la corte de Ludovico Pío.
El monarca habría querido establecer una red de monasterios en su imperio, dando con ello las
pautas de como debían construirse en atención a la regla benedictina.

Esquema del plano publicado en un libro de Mackenzie E. Walcott en 1861


Foto dominio público en Flickr
Otros como Werner Jacobsen, Norbert Stachura y Lawrence Nees, mantienen que el plano es una
obra original, realizado en el monasterio de Reichenau, quizá por encargo del abad de San Galo,
quien quería construir una iglesia nueva para su abadía en la década de 820. Se basan en que el
pergamino presenta marcas de haber utilizado compases, y en que se aprecian cambios y
alteraciones realizados durante el proceso de delineado. De hecho es sabido que las obras para
construir una nueva iglesia se iniciaron en el año 830.
Reichenau era en aquel momento un monasterio real, dependiente de la corona, mientras que San
Galo pertenecía al obispo de Constanza. Además, en la parte inferior del plano se observa, según
Alfons Zettler, un gran palacio real, algo solo presente en los grandes monasterios reales como
Saint-Denis. No obstante no aparece con ese nombre, sino etiquetado como casa de recepción de
huéspedes. Zettler opina que la existencia de otro edificio, un hospicio para peregrinos y mendigos,
al otro lado de la iglesia, sugiere que en realidad el primero estaba pensado para albergar una visita
del monarca.

Reconstrucción según el plano dibujada por Johann Rudolf Rahn en 1876


Foto dominio público en Wikimedia Commons
Tampoco está muy clara la escala a la que está dibujado el plano, si se trata de una única para todo
el conjunto o algunos elementos están en una escala diferente. Generalmente se acepta 1:192, lo que
correspondería a 1/16 de un pie. En lo que sí están de acuerdo los expertos es en que existe una
diferenciación de los espacios según el estatus social. Lynda Coon encontró que la zona noroeste
comprende edificios reservados a las élites seculares, mientras que la suroeste correspondería a las
clases bajas. En el otro lado, la zona sacra también se divide, con el noreste y sureste para la élite
monástica, y las zonas este y sur más apartadas para los novicios.
Hoy se considera que el plano no muestra la disposición ni la planta de un monasterio carolingio
específico, y que el conjunto monacal representado no estaba destinado a ser construido en San
Galo ni en ningún otro sitio. Se trataría de una visión de como debía ser una gran abadía real,
concebida en la particular coyuntura política del Regnum Alamannorum entre las abadías de
Reichenau y San Galo en 829-830.
Maqueta basada en el plano de San Galo, en la oficina de turismo de Reichenau
Foto Wolfgang Sauber en Wikimedia Commons

Hace unos pocos años un grupo de entusiastas creó en Meßkirch, Baden-Württemberg, muy cerca
del lago Constanza, un proyecto de construcción que pretende llevar a cabo lo representado en el
plano de San Galo. Para ello utilizan técnicas y herramientas de la época, y desde 2013 el lugar está
abierto al público como un parque temático (con restaurantes, alojamientos y demás), con el fin de
financiar las obras. En su web oficial hay una versión del plano en la que se puede ver que función
tenía cada edificio.

Fuentes:

The Plan of St. Gall: A Study of the Architecture & Economy of, & Life in a Paradigmatic
Carolingian Monastery (Walter Horn, Ernest Born)
Spaces for servants and provendarii in Early Medieval Monasteries. The example of the virtual
monastery of the Plan of Saint Gall (Alfons Zettler). Bulletin du centre d’études médievales
d’Auxerre, BUCEMA (Hors-série no.8). doi:10.4000/cem.13624
The Plan of Saint Gall and the Theory of the Program of Carolingian Art. Gesta. 25:1–8. JSTOR
766891
Nouvelles perspectives pour le Plan de Saint Gall (M.Carol Heitz). Bulletin de la Société Nationale
des Antiquaires de France pour 1992: 169–173. doi:10.3406/bsnaf.1994.9735

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