Carla San Román San Román

Claves de interpretación cultural de los textos

Marzo 2019

COMENTARIO DE TEXTO 4, IDENTIDAD

La identidad colectiva, es aquella que sienten los individuos que creen pertenecer a un
determinado grupo social, que se diferencia del resto por alguna característica definida,
ya sea el idioma, la religión, la economía, etc. Esto es así porque las personas se dirigen
a un grupo u a otro dependiendo de las experiencias que se tiene y que adquiere como
propias.

En algunos casos el sentimiento de pertenecer a una comunidad o sociedad concreta hace

que las personas nos sintamos parte de algo, protegidas e incluidas en el entorno que nos
rodea, pero normalmente este tipo de identidades suele presentar grandes problemas como
son la exclusión de lo ajeno y lo desconocido, la discriminación a lo distinto y la defensa
extrema de lo propio. Muchas connotaciones negativas que no nos dejan avanzar
socialmente y que bajo mi punto de vista no hacen otra cosa que no sea generar conflictos
de cualquier tipo.

En este caso, por la identidad colectiva por la que me he interesado es la albanokosovar.

Esta gente vive en la provincia de Kosovo, un lugar que tendrá como mucho unos 11.000
kilómetros cuadrados, no mucho más grande que nuestra Comunidad Autónoma de
Asturias. Aquí viven unos 2 millones de personas, siendo los albaneses un 90% de los
habitantes y perteneciendo el otro 10% a la etnia serbia, a los turcos, a los gitanos y a los
musulmanes.

Según la historiografía albanesa, se dice que los albanos provienen de un pueblo que vivió
en el siglo VI a.C, los ilirios, los cuales se asentaron en lo que actualmente pertenece a
Kosovo. Se dice que este pueblo vivió en este territorio durante largo tiempo, dando lugar
a lo que fueron los antepasados de los albaneses. Sin embargo, en el siglo XIII y XIV
durante lo que se conoce como el “Imperio de Dusan”, oleadas de serbios emigraron hasta
esta zona y se convirtieron la mayoría.

Esta hipótesis está en constante controversia, ya que los albanos la consideran como cierta
y los serbios la desacreditan, alegando que los albaneses son el producto de la mezcla de
pueblos totalmente distintos y que por lo tanto no descendían de los ilirios. Sea cierto o
no, la cosa es que los albanokosovares consideran que proceden de ese pueblo antiquísimo
y es una de sus bases más arraigadas.
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Lo cierto es que el rasgo más distintivo que define a esta identidad es el idioma. A
diferencia de otras identidades colectivas, la albanokosovar no discrimina por etnia ni por
religión, ya que se incluyen aquí los musulmanes, los cristianos católicos y los cristianos
ortodoxos. De ahí que sea un poco más ambigua y difícil de diferenciar que otro tipo de
identidades.

Las causas que propician que esta identidad se arraigue aún más como tal en el siglo XX
son varias. Como hemos apuntado anteriormente la mayoría de la población de Kosovo
eran albaneses, sin embargo, lejos de ser reconocidos dentro de un país como era Serbia,
que era donde se encontraba la región, fueron duramente reprimidos, ya que se les
achacaba su colaboración con el invasor italiano durante la Segunda guerra Mundial.

Sea esto verdad o no, lo cierto es que la población albanesa de Kosovo, a finales de la
década de los 40, se vio mitigada y perdida y veía como otros grupos étnicos menos
numerosos tenían repúblicas propias y podían decidir libremente el destino de su pueblo.
Tuvieron que esperar ya a mediados de la década de los 60 para que Tito, la figura
principal de Yugoslavia, suavizara esta represión y les concediera el privilegio de
convertirse en una provincia autónoma dentro de la República de Serbia.

Sin embargo, como era de esperar, esto no gustó a los serbios y comenzaron a desacreditar
al pueblo albanés en Kosovo de todas las maneras posibles. Se llegaron a decir muchas
mentiras, como por ejemplo que los albanokosovares violaban a todas las mujeres serbias
o que las albanesas tenían más de cinco hijos para llenar el territorio de su etnia. Sin
embargo, las fuentes y los datos, nos dejan ver que esto no fue así y que el desarrollo de
la sociedad albanokosovar se realizó de una manera normal y que este tipo de acusaciones
solo eran falacias para desacreditar a este colectivo.

Pero el problema más grave vendrá cuando, en 1987, Milosevic comienza a transmitir un
discurso nacionalista serbio, que era agresivo y xenófobo sobre todo con los
albanokosovares, cosa que desembocó en el abolimiento ilegal y anticonstitucional de la
condición autónoma que anteriormente se le había concedido a Kosovo.

Las consecuencias de esto fueron desastrosas para los albanokosovares, en primer lugar,
su partido conocido como la Liga de los Comunistas fue eliminado, la lengua albanesa
fue dejada de ser enseñada en los centros educativos y lo más grave, todos los empleados
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albaneses del sector público se quedaron sin trabajo. Esto desembocó en lo que a nosotros
nos interesa, el movimiento de este grupo, que decidió practicar la desobediencia civil no
violenta.

Los albanokosovares pusieron en marcha un gobierno clandestino, con parlamento

propio, además construyeron un sistema sanitario y educativo para ellos, todo de manera
oculta a ojos de los serbios y del resto de naciones. Incluso consiguieron crear un sistema
fiscal que retenía el 3% de los ingresos de este grupo, para destinarlos a todas estas
entidades que estaban creando desde cero. Es decir, este colectivo se unió tanto que fue
capaz de construir un “gobierno” propio y para ellos de manera clandestina.

Este Movimiento de Desobediencia Civil fue adoptado por todos los albanokosovares, ya
que además no tenían otro partido al que seguir, porque la Liga de los Comunistas de
Kosovo, al cual pertenecían la mayoría de ellos, había desaparecido. Es así como este
movimiento provocó una gran unión en este colectivo, que, si antes ya sentía que tenía
una identidad propia, ahora lo sentía más.

Con el paso de los años todo se fue normalizando, aunque esta identidad se seguía
manteniendo, pero fue ya en 1997, cuando en las elecciones generales a Serbia, salió
como triunfador un partido que defendía la expulsión de todos los albaneses del territorio
kosovar. Esto dio lugar a la formación de lo que se conoce como el Ejército de Liberación
Kosova (UCK), integrado evidentemente por albaneses que sólo pretendía defender sus
derechos en ese territorio, pero esta vez no era una lucha pacífica como lo había sido
anteriormente, sino que ahora era armada.

Fue en 1998 cuando los enfrentamientos entre las fuerzas serbias y la UCK mataron a 80
personas y la OTAN se vio obligada a intervenir con incesantes bombardeos durante 78
días. Vemos como la identidad colectiva, tanto la serbia como la albanesa, debido a sus
pretensiones han provocado muertos inocentes. Pero esto no paró de provocar conflictos
y muertos hasta bien entrado el siglo XXI.

En 2008, el parlamento de Kosovo, proclamó su independencia bajo el nombre de

República de Kosovo. Algunos países la reconocieron al instante, pero otros como España
no, aunque bien es verdad que hoy en día actúa como un país completamente
independiente.
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Por lo tanto, vemos como una identidad colectiva, como es en este caso la albanokosovar,
ha conseguido lo que realmente querían, la independencia de su pueblo y el poder de
administrarse como ellos estimaran.

Sin embargo, esto me trae muchas preguntas a la cabeza como ¿es realmente lícito lo que
han hecho? ¿de verdad tenían derecho a independizarse? ¿qué pasa con los serbios y las
otras etnias que viven en Kosovo? ¿es justificable esta independencia a pesar de haber
sufrido el ataque de otras etnias en el pasado? ¿ese territorio realmente les pertenece o lo
han compartido siempre con los serbios a pesar de que eran minoría?

Estas cuestiones son las que se deberían plantear todo tipo de nacionalismos e identidades
colectivas, estoy segura de que a cada persona que le preguntes tendrá opiniones diversas
acerca de estas preguntas, pero yo lo único que pienso firmemente es que bajo ningún
concepto se puede llegar a la independencia o a la discriminación de otra etnia con
violencia y no está justificado bajo ningún concepto la pérdida de vidas inocentes por
sentirse de una identidad colectiva u otra.