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¿TIENE SEXO LA ESCRITURA?

Alexandre Miguel da Silva

A principio, Nelly Richard rescata el contexto que pone en claro la posibilidad


discusión acerca del tema de la “literatura de mujeres” y de la “autoría femenina”. Esa
discusión fue posible en agosto de 1987, en el primero ‘Congreso Internacional de Literatura
Femenina’. El congreso ocurrió en el Chile pos-dictadura que regresaba a la apertura de una
democracia. Resultó del evento indagaciones que posibilitaran a largo plazo una extensiva
concientización y difusión sociocultural entre las escritoras sobre la “literatura femenina”.
Richard busca en su texto “¿Tiene sexo la escritura?” (1994) revisitar esas inquietudes y
plantear una conexión comparativa con la literatura chilena escrita por autoras femeninas.

Richard trata de desarrollar a principio los conceptos de los términos ‘Literatura de


Mujeres’ e ‘Autoría Femenina’, donde el primero se trata de un “conjunto de obras literarias
cuya firma tiene valencia sexuada, sin que estas obras internalicen necesariamente la pregunta
de cuáles son las construcciones de lenguaje que textualizan la diferencia genérico-sexual.”
(1994, p. 119) y la segunda seria la tipificación de un conjunto de características literarias que
podría ser designada como ‘escritura femenina’.

Para la crítica literaria que estudia las configuraciones de lo femenino en literatura, el


texto es llamado a hacer una conexión que presupone una representación real de la condición-
mujer, basándose en situaciones “auténticas” de la vida. Richard expone a partir de esa
concepción que la crítica de lo ‘femenino’ esta estacionada en el campo temático del análisis
simbólico-literario a través de las ‘imágenes de la mujer.’ Y que cuando renuncian este tipo
de análisis, otras preguntas deben ser plateadas para relacionar el género a la feminidad. En
1987, Marta Contreras plantea algunas preguntas recogidas por Richard, como por ejemplo:
“¿qué hace de una escritura una escritura femenina? ¿Es posible que una escritura sea
femenina? ¿Es la escritura femenina una categorización válida? ¿Qué escritura femenina
merece nuestra atención tal escritura femenina? ¿Tenemos expectativas diferentes cuando
leemos la escritura poética de una mujer?”

Lo que Nelly Richard problematiza es neutralización de la escritura, ponerla a un


grado de universalización en que no existiera el masculino o el femenino, sino escritores.
Para ella, poner la escritura en lo universal es someterse al patriarcal masculino.
La autora propone el despegue de los sistemas binarios creados: el simbólico de lo
masculino/femenino y el del biológico el de ser hombre/mujer. La propuesta es que en ese
desarrollo sea posible leer al texto sin que haya influencia de eses sistemas. La autora expone
que algunos escritores hombres en la década de 80 pusieran el ‘yo’ poético en discusión, pues
la escrita poética de ellos asume formas transexuales de los roles masculinos y femeninos. Y
tras eso, presenta un conjunto de argumentos que implican sobre las configuraciones de la
escrita por medio de la representatividad de lo femenino en los textos.

Richard cuestiona el Canon Mayor que se formula mayoristamente por textos


históricos de la cultura oficial y delante de eso, afirma que:

reincorporar la escritura de mujeres a las dinámicas de entrecruzamiento de


secuencias históricas que animan las tradiciones literarias, es plantear el
problema de las relaciones entre textos femeninos e intertextualidad cultural
(predominantemente masculina. (RICHARD, Nelly, 1994, p.135)

La autora dice que no existe solamente una única voz que habla en la tradición literaria
y que hay que cuestionar se existe un monopolio masculino Ella comenta que la lengua, la
historia y tradición son yuxtaposiciones provisorias que pelean entre sí para que haya un
cuestionamiento de los códigos materiales e interpretativos. Richard afirma que muchas veces
la escrita femenina utiliza la forma patriarcal de la cultura (los modelos masculinos) y que eso
no sería suficiente para un desarrollo y potencialización de una escrita minoritaria.

Richard propone nuevas cuestiones acerca de la anatomía y de cómo eso puede


desarrollarse. Ella cuenta que es interesante que para poner una identidad del “yo” en el texto
es necesario un alejamiento de esa construcción, basándose en la ‘muerte del sujeto’ que de
alguna forma si desvincula de quien escribió el texto, y posibilitando que el lector ponga su
voz en texto. Pero, además de eso, Richard comenta que ese juego de selección de voz es un
constante desequilibrio, donde la voz femenina puede muchas veces no aparecer en el texto.

Concluyendo, Richard habla que el desenlace entre pertenecer-pertenecer de la


identidad social es como las mujeres que viven al margen a respecto del sistema de
categorización y cultural. Existe mujeres que utilizan la escritura para desarrollar un
enfrentamiento a la complexa imagen de paterna y que otras mujeres utilizan la escritura para
desintegrar lo que la cultura patriarcal ha dejado fijo por mucho tiempo, proponiendo una
cuestión de ideología y representación en su texto.
Es importante pensar que lo que proporcionó ese texto, escrito en 1994 por Nelly
Richard, fue un par de cuestionamientos que surgieron en el primero ‘Congreso Internacional
de Literatura Femenina’ (1987). La relevancia de cuestiones como ‘género del texto’, critica
feminista y sujeto del texto ayudó el desarrollo de articulo de Richard, donde ella puse a claro
miradas diferentes acerca de la ‘escritura femenina’, incluyendo a percepción de que todavía
mujeres seguían el patriarcal y de que el canon también este presumido a elegir hombres
como su cuerpo. Richard propone en muchos puntos del articulo el análisis por medio de un
alejamiento, sea los sistemas entre sexo masculino/femenino y de los sistemas biológicos
hombre/mujer, para la interpretación las producciones textuales, donde el ‘yo’ vuélvase
elegible para el lector. Actualmente, el termino ‘escritura femenina’ ha cambiado para
‘autoría femenina’.

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