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GUIA METODOLOGICA
Contenido
1 Introducción ......................................................................................................................... 5
2.2 Bordillos....................................................................................................................... 23
A. Pendientes........................................................................................................................... 42
4 Bibliografia ......................................................................................................................... 44
5 Anexos ............................................................................................................................... 45
1 INTRODUCCIÓN
El agua que fluye a lo largo de la superficie de la plataforma, tanto de la propia carretera como de lo
aportado por los taludes superiores adyacentes, debe ser encauzada y evacuada de tal forma que no se
produzcan daños a la carretera ni afecte su transitabilidad.
Para evitar el impacto negativo de la presencia del agua, en la estabilidad, durabilidad y transitabilidad, en
esta sección se considerará los distintos tipos de obras necesarios para captar y eliminar las aguas que se
acumulan en la plataforma de la carretera, las que pueden provenir de las precipitaciones pluviales y/o de
los terrenos adyacentes. Se proyectarán para todos los tramos al pie de los taludes de corte,
longitudinalmente paralela y adyacente a la calzada del camino y serán de concreto vaciadas en el sitio,
prefabricados o de otro material resistente a la erosión.
La pendiente longitudinal debe ser tal que entre la condición de autolimpieza y la de que producir
velocidades erosivas, es decir: 0.5% < 𝑆𝑜 < 2%. Con el fin que la corriente no produzca daños
importantes por erosión en la superficie del cauce, su velocidad media no debe exceder los límites
fijados en la Tabla 49.
2 MARCO TEORICO
Las cunetas son zanjas longitudinales revestidas o sin revestir abiertas en terreno, ubicadas a ambos lados
o a un solo lado de la vía, con el objeto de captar, conducir y evacuar adecuadamente los flujos del agua
superficial. Las cunetas pueden construirse de diferentes materiales en función del agua en su seno,
magnitud que depende directamente de la inclinación longitudinal de la cuenta, que suele coincidir con la
adoptada para la vía. Una velocidad superior a la tolerable por el material causaría arrastre y erosión del
mismo, reduciendo la funcionalidad de la cuenta. Para velocidades superiores a 4.5 m/s es necesario
revestir las paredes de hormigón. Las cunetas se deben localizar esencialmente en todos los cortes, en
aquellos terraplenes susceptibles a la erosión y en toda margen interna de un separador que reciba las
aguas lluvias de las calzadas.
La cuneta se localizará entre el espaldón de la carretera y el pie del talud del corte. La pendiente será similar
al perfil longitudinal de la vía, con un valor mínimo del 0.50% y un valor máximo que estará limitado por la
velocidad del agua la misma que condicionará la necesidad de revestimiento.
Las cunetas pueden construirse con diferentes materiales en función de la velocidad de circulación del
agua, magnitud que depende directamente de la inclinación longitudinal de la cuneta, que suele coincidir
con la adoptada para la vía. El talud hacia la vía es como mínimo 3:1, preferentemente 4:1 y el del lado del
corte sigue sensiblemente la inclinación de éste.
Se prevé una lámina de agua de no más de 30 cm, el tirante del caudal drenado a conducir no sea mayor
de 2/3 de la altura del peralte de la guarnición y el ancho del espejo del agua no sobrepase el carril de
estacionamiento (2.50 m) y el área inundable será de 1 m de ancho. Su dimensionamiento dependerá de
la pendiente generada por diseño geométrico vial y la aplicación de la ecuación de Manning con una
pendiente mínima del 0.5% al 1%.
El área hidráulica de cuneta se determina con base al caudal máximo de diseño, a la sección transversal, a
la longitud, a la pendiente y a la velocidad. El periodo de diseño de las cunetas depende del tipo de
proyecto vial, sin embargo, se recomienda realizar el cálculo para un periodo de retorno de 5 años. La
precipitación de diseño se considera de 20 a 30 min de duración (Ven Te Chow, 1994).
Serán del tipo triangular, trapezoidal o rectangular, siendo preferentemente de sección triangular, donde
el ancho es medido desde el borde de la rasante hasta la vertical que pasa por el vértice inferior. La
profundidad es medida verticalmente desde el nivel del borde de la rasante al fondo o vértice de la cuneta.
Para el diseño hidráulico de la cuenta se utiliza el principio del flujo en canales abiertos, usando la ecuación
1 2⁄ 1⁄ 𝑚3
de Manning, 𝑄 = 𝑛 𝐴𝑅ℎ 3 𝑆𝑜 2 , donde: 𝑄 − [ 𝑠
], Las pendientes longitudinales mínimas recomendables
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son de 0,25% para cunetas de tierra y de 0,12% para cunetas revestidas. Los valores de Manning se
1
presentan en anexo. También se puede utilizar el coeficiente de Strickler, cuya expresión seria 𝐾 = 𝑛.
La Tabla IX.1 proporciona como norma de criterio la velocidad del agua, a partir de la cual se produce
erosión en diferentes materiales. A pesar de los valores indicados, es práctica usual limitar la velocidad del
agua en las cunetas a 3,00 m/s en zampeado y a 4,00 m/s en hormigón.
Es importante la relación de niveles entre la lámina de agua en la cuneta y las capas de pavimento. La
función drenante de la base requiere que el nivel de la lámina de agua en la cuneta quede por debajo de la
superficie inferior de la base; cuando la cuneta no está revestida, es conveniente que la lámina de agua de
referencia quede inclusive bajo la superficie inferior de la subbase, para evitar el humedecimiento de ésta.
(Figura IX.7).
En sectores en las que resulte muy costoso y difícil construir cunetas amplias revestidas, se puede utilizar
cunetas del tipo “Colector Continuo” (Figura IX.8). Estas cunetas requerirán de cajas de inspección
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en la tabla 51.
El área aferente a la cuneta debe incluir la calzada o media calzada de la vía, más la proyección horizontal
del talud de corte hasta la zanja de coronación (Ver Figura 4.5).
En caso de no proyectarse esta zanja, la cuneta debe contemplar el área topográfica aferente a la misma.
En la definición de esta área se debe considerar el perfil del diseño geométrico que establece los límites o
puntos altos que definen los sentidos de drenaje hacia las cunetas. El coeficiente de escorrentía
corresponderá al coeficiente ponderado de los diferentes tipos de área aportante, en función del tipo de
suelo, de la cobertura y de la pendiente.
El caudal especifico será la sumatoria de los caudales producidos por la cuneta, la calzada y el talud, de
acuerdo a lo mostrado en la Fig.5-2.
La expresión para el cálculo del caudal especifico viene dada por: 𝑄𝑒 = 𝑄𝑐𝑢𝑒𝑛𝑐𝑎 + 𝑄𝑐𝑎𝑙𝑧𝑎𝑑𝑎 + 𝑄𝑡𝑎𝑙𝑢𝑑
Para la obtención de estos caudales el método considera un coeficiente de escurrimiento C que varía de
0.05 a 0.90 de acuerdo al tipo de superficie. Asimismo, se considera un coeficiente de retardo Cr que oscila
en un rango de 0.007 a 0.060, también de acuerdo al tipo de superficie. Los valores de C y Cr para diferentes
superficies se muestran en las Tablas 5-3 y 5-4.
1
527𝑏𝐿3𝑜 0.0000276𝑖+𝐶𝑟
Las expresiones utilizadas para el dimensionamiento de estas obras son: 𝑡𝑐 = 2 , 𝑏= 1
(𝐶𝑖)3 𝑆𝑜3
Con la ecuación anterior se encuentra el valor de 𝑡𝑐 que cumpla la relación, y si 𝑡𝑐 da mayor a 5 minutos se
utiliza la intensidad que se obtiene para ese tiempo, de lo contrario (𝑡𝑐 menor a 5 minutos) se utiliza la
intensidad obtenida para 5 minutos. Con los valores de intensidad obtenidos, según sea el caso, se procede
a encontrar los respectivos valores de 𝑄𝑐𝑢𝑒𝑛𝑐𝑎 + 𝑄𝑐𝑎𝑙𝑧𝑎𝑑𝑎 + 𝑄𝑡𝑎𝑙𝑢𝑑.
𝐿
Para el cálculo del caudal, se utiliza la formula racional modificada de la siguiente manera: 𝑄 = 𝐶𝑖 360000 ,
Donde: 𝐶 − coeficiente de escorrentia por zona, calzada, talud y cuenca., 𝑖 − intensidad mm/hr tambien
por zona., 𝐿 − longitud, en metros por zona.
El desagüe del agua de las cunetas se efectuará por medio de alcantarillas de alivio. La distancia entre
alcantarilla y su capacidad hidráulica será establecida de manera de evitar que las cunetas sobrepasen su
tirante previsto de agua teniendo en cuenta las precipitaciones previstas de la zona y a las dimensiones de
la cuneta.
Cuando la longitud total de la cuneta proyectada, resultase mayor a la máxima permisible, será necesario
diseñar obras de descarga (alcantarillas) que conduzcan el agua, de manera inmediata, hasta un drenaje
natural. La distancia recomendable entre las obras de descarga intermedias será igual a la longitud máxima
permisible de la cuneta. Se deberá determinar la longitud máxima permisible de la cuneta, a fin de asegurar
su funcionamiento eficiente y evitar, al mismo tiempo, que: (a) el nivel de agua rebase la sección y (b) se
produzcan depósitos (azolves) en los tramos en que ocurren cambios de la pendiente longitudinal.
En caso necesario, la transición de la cuneta con la obra de descarga podrá estar conformada por un
tragante o sumidero que se complementaría con un desarenador para controlar el azolve en la alcantarilla,
lo que permite retener, por sedimentación, los arrastres que transporta la corriente. Cuando la cuneta pase
de un tramo en corte a un tramo en relleno (terraplén), ésta deberá prolongarse hasta su descarga en un
cauce natural o una obra transversal, debiendo proteger el talud, mediante una rampa de descarga, para
evitar su erosión (Figura IX.5).
Las cunetas deben ser revestidas, para evitar la erosión de la superficie del cauce o conducto, productos
de corrientes de agua que alcancen velocidades medias superiores a los límites fijados en la Tabla N.º 33;
o cuando el terreno es muy permeable que permite la filtración hacia el pavimento, y consecuentemente
su deterioro.
El revestimiento para proteger la cuneta podrá ser: zampeado de piedra y mortero (hormigón ciclópeo),
suelo-cemento, mezcla asfáltica u hormigón y su selección dependerá de la velocidad del agua. El
recubrimiento con vegetación puede constituir una adecuada protección cuando las velocidades de agua
no resultan altas (1 o 1.5 m/s), aunque la capacidad hidráulica de la cuneta se disminuya por el
correspondiente aumento en el coeficiente de rugosidad.
El revestimiento de las cunetas puede ser de concreto, o de ser el caso de mampostería de piedra, previa
verificación de velocidades de acuerdo a las pendientes finales del trazo geométrico. Se recomienda un
revestimiento de concreto 𝑓´𝑐 = 175 𝑘𝑔/𝑐𝑚2 y espesor de 0.075m.
En zonas lluviosas donde las cunetas sean revestidas, deberá colocarse como mínimo una alcantarilla de
alivio cada 150 m. Se requiere además que en los puntos bajos del perfil de las curvas vertical cóncava,
deberá colocarse una alcantarilla. Si las cunetas no se revisten las máximas distancias recomendables entre
alcantarillas son las que se muestran en el Cuadro siguiente.
La inclinación del talud interior de la cuneta (V/H) (1: 𝑍1) dependerá, por condiciones de seguridad, de la
velocidad y volumen de diseño de la carretera, Índice Medio Diario Anual IMDA (veh/día); según lo indicado
en la Tabla N.º 304.12 del Manual de Diseño geométrico DG-2001 del Perú.
La inclinación del talud exterior de la cuneta (V/H) (1: 𝑍2) será de acuerdo al tipo de inclinación considerada
en el talud de corte.
Dentro de las cunetas triangulares, es necesario limitar las pendientes de la cuneta y la profundidad de la
misma, existiendo para ello diferentes normas a nivel internacional. Dentro de las más exigentes se
imponen pendientes máximas del lado de la calzada de 5H: 1V y del lado del talud 3H:2V. Otras normas
limitan la pendiente del lado de la calzada a 4H: 1V y las profundidades a 20 cm o 1/5 del ancho total,
mientras que las recomendaciones más usuales limitan la pendiente por el lado de la calzada a 25%.
Las dimensiones serán fijadas de acuerdo a las condiciones pluviales. De elegir la sección triangular, las
dimensiones mínimas serán las indicadas en la Tabla N.º 54, según el Ministerio de Transporte y
Comunicaciones del Perú. Si la cuneta es trapezoidal, su ancho de fondo minino seria de 0.3 m.
Cuando la sección de la cuneta triangular para el ancho máximo disponible en la sección de la vía es
insuficiente, se debe emplear una cuneta trapezoidal, deseablemente con una pendiente o talud hacia la
calzada menor del 25%, condición que de no cumplirse implica el empleo de barreras de seguridad o de
bordillos debidamente espaciados para permitir la entrada del agua.
El Cálculo de la capacidad de caudal de una cuneta cuando la sección transversal consiste esencialmente
de un pavimento con pendiente uniforme, el caudal puede ser rápidamente calculado usando el
nomograma de IZZARD para escurrimiento en un canal triangular. Este nomograma es también aplicable
a secciones compuestas de dos o más partes de secciones diferentes. El nomograma de IZZARD, permite
calcular la altura de agua en el bordillo de acera para un caudal dado o viceversa. En estos cálculos se debe
tener presente que la altura de agua obtenida es para una longitud de cuneta suficiente para establecer un
escurrimiento uniforme, siendo esta longitud probablemente 15 m. Invariablemente, una cuneta va
gradualmente acumulando agua de modo que el caudal no es constante a lo largo de su longitud. Para el
cálculo del caudal en cunetas es posible el empleo de la fórmula de Manning considerando una sección
triangular. El nomograma de IZZARD fue construido para la siguiente ecuación:
8⁄ 𝑧
𝑄 = 0.00175𝑦 3 ( ) √𝑆
𝑛
A juicio del equipo de diseño, las obras transversales para la recolección y drenaje de aguas bajo la calzada
deben situarse sobre el abscisado del trazado con una distancia de separación no mayor a 100,0 m.
Longitudes mayores obligarían, consecuentemente, al diseño de cunetas con capacidades hidráulicas muy
grandes para recoger el agua escurrida por los taludes adyacentes a estos trayectos (la sección transversal
de la cuneta debe tener un ancho máximo de 1,0 m, pues valores mayores a este requerirían a su vez la
disponibilidad de secciones de vía mayores para instalarlas, y además deben contar con refuerzo
estructural en acero).
Las zanjas en el pie o base de los terraplenes captan las aguas que escurren hacia los terraplenes,
protegiéndolos de la erosión, y captan también las aguas de la cuneta de terraplén. El recubrimiento de
este tipo de zanjas se debe decidir en función de la velocidad del flujo y del tipo de suelo pues, como se ha
mencionado, en suelos permeables las infiltraciones pueden llegar a desestabilizar los taludes.
Generalmente son de forma rectangular, en caso de requerirse mayor capacidad pueden utilizarse de
forma trapezoidal. Es recomendable sembrar especias naturales a ambos lados de la contracuneta,
con el fin de evitar la erosión bajo la cuneta. En caso que la pendiente sea mayor al 2% el Ministerio
de Transporte y Comunicaciones de Perú recomienda que el canal tenga recubrimiento de concreto
simple o enrocado; para pendientes mayores la zanja debe ser escalonada.
La contracuneta se localizará a una distancia variable de la corona del corte, que dependerá de la altura de
éste. La localización tratará que, entre la contracuneta y el propio corte, no quede un área susceptible de
generar escurrimientos no controlados de importancia y, a la vez, no colocar la contracuneta demasiado
cerca al corte, a fin de facilitar su trazado y permitir que se desarrolle sobre terrenos que no pudiesen estar
afectados por la presencia de aquellos derrumbes. La distancia mínima entre la contracuneta y la corona
del corte será de 5.00 m o igual a la altura del corte, sí ésta es mayor a 5.00 m, (Figura IX.10).
Otros autores, recomiendan, que la separación mínima recomendada para las zanjas de coronación es de
tres metros (3.0 m) desde el borde de la corona del talud (Figura 4.12), para evitar que se convierta en
activadora de un deslizamiento en cortes recientes o en una nueva superficie de falla (movimiento
regresivo) en deslizamientos activos; o se produzca la falla de la corona del talud o escarpe.
No es recomendable colocar estas zanjas, paralelas totalmente a la carretera, porque los tramos finales de
la contracuneta quedan con una pendiente excesiva, en la que se tienen que ejecutar tramos escalonados,
sino por el contrario, se trazará la cuneta hacia el interior de la quebrada, siguiendo las pendientes
admisibles para el tipo de terreno o revestimiento.
Se puede prescindir de las contracunetas de coronación en taludes de suelos resistentes a la erosión con
declives de 1:2 (V: H) o menores, (menos del 25 grado) o cuando durante la construcción se hayan adoptado
medidas efectivas de control de la erosión.
Cuando el corte se aloje en una ladera muy escarpada, un trazado paralelo podría originar, en la
contracuneta, pendientes longitudinales excesivas, por lo que en este caso su trazado deberá ajustarse a
las curvas de nivel de la ladera, alejándose los extremos de la contracuneta de la vía; obviamente, estos
extremos deberán trazarse cortando dichas curvas de nivel, de modo que el canal avance teniendo una
pendiente adecuada. Cuando, a pesar de tener la pendiente máxima compatible con el tipo de terreno, el
extremo de salida de la contracuneta presente un desnivel importante con respecto al drenaje natural que
se utilice como desfogue (cañada, quebrada o cauce natural), se diseñará una rampa de descarga
debidamente protegida con revestimiento.
En terraplén, las zanjas en el pie del talud se proyectan paralelas al mismo a una distancia de 2.0 a 3.0 m,
apilando el material excavado entre la zanja y el terraplén.
La sección de la contracuneta, que se utiliza con más frecuencia, es de forma trapecial con 0.60 - 0.80 m de
plantilla y taludes conformados de acuerdo con las características del terreno y la profundidad estará
comprendida entre 0.40 y 0.60 m. El material producto de la excavación se colocará aguas abajo dejando
una berma de 1.00 m o preferentemente será desalojado (Figura IX.14).
2.2 BORDILLOS
Los bordillos son elementos que interceptan y conducen el agua que por efecto del bombeo discurren
sobre la plataforma de la carretera, descargándola mediante aliviaderos en sitios adecuados con el objetivo
de evitar la erosión de los taludes de terraplenes que estén conformados por material erosionable.
En los tramos en tangente se dejará un espacio libre para la descarga del escurrimiento hacia aliviaderos
adecuadamente ubicados a una distancia de entre cincuenta (50) y cien (100) metros. Los bordillos pueden
ser de concreto, reforzados con varillas de construcción en forma de malla simple de ø3/8” cada 0.20 m,
tal como se observa en a Figura N.º 86
2.3 TRAGANTES
Los tragantes tienen como objetivo captar los escurrimientos superficiales debidos a la lluvia y conducirlos
a la red de alcantarillado. Su dimensionamiento y ubicación depende de dos factores: el tamaño y tipo de
área a la que sirven y la capacidad de las mismas. Del primer factor depende la cantidad de agua que llegará
a la alcantarilla, ya que el flujo de agua es proporcional al área de servicio y al tipo de superficie de dicha
área según su permeabilidad. Este flujo puede ser cuantificado mediante relaciones lluvia-escurrimiento.
Para analizar la capacidad de los tragantes se supone que funcionarán como un orificio, por lo tanto,
mediante la siguiente ecuación puede calcularse el caudal que puede fluir por ellos, 𝑄 = 1000𝐶𝑑 𝐴√2𝑔ℎ,
𝑚3
donde: 𝑄 − es la capacidad del tragante ( ), 𝐶𝑑 = 0.6 − coeficiente de descarga, 𝐴 − área neta de
𝑠
entrada al tragante, (𝑚 2 ), ℎ − profundidad del flujo del tragante, (𝑚 ). Puede aplicarse un factor de
reducción por obstrucción de basura que puede ser de dos, por lo que se recomienda multiplicar la
capacidad de la coladera por 0.5.
La ventana puede coincidir con la rasante de la cuneta o puede estar deprimida (a una cota inferior de la
rasante de la cuneta), pero es más eficiente si está deprimida. En calles o hombres de la carretera de alta
pendiente longitudinal no es muy eficiente, por lo tanto, se limita su uso para pendientes de 3% o menores.
La longitud mínima de vertimiento es de 1.5 m, y en caso de tener depresión, el ancho de la zona de
depresión debe estas entre 30 y 60 cm, con una pendiente máxima del 8% hacia la ventana.
El drenaje subterráneo elimina el exceso de agua del suelo con el fin de garantizar la estabilidad de las
estructuras de la carretera, interceptando los flujos subterráneos y disminuyendo el nivel freático. La
solución de problemas de drenaje requiere de conocimientos de hidrología, geología y mecánica de suelos,
y sobre todo de la experiencia del especialista. Generalmente las necesidades más obvias se reconocen
durante el diseño; sin embargo, la mayoría de los problemas se detectan durante la construcción. Por lo
tanto, se requiere de una estrecha relación entre el Ingeniero constructor y los especialistas.
El efecto del agua en el pavimento es perjudicial y por lo tanto debe ser evacuado mediante sistemas
de drenaje superficial o subterráneo. Con el fin de tener un buen funcionamiento de una obra de
subdrenaje se requiere una pendiente adecuada y una red de evacuación de agua correcta. Se
recomienda el uso de materiales geotextiles debido a su durabilidad siempre que sea compatible y
funcional con el tipo de suelo a drenar. Según la experiencia del Ministerio de Transporte y Comunicaciones
de Perú, la utilización de geotextiles es riesgosa para las siguientes condiciones: - Suelos finos pobremente
graduados, - Agua subterránea de alta alcalinidad, ya que la lentitud del fluido drenante puede ocasionar
deposiciones de calcio, sodio o magnesio en el geotextil, - Alta concentración de sólidos en suspensión en
el líquido.
La capa deberá estar sobre el nivel de referencia más alto de la napa freática del terreno y servirá de
anticontaminante a los efectos de romper la capilaridad y drenar la plataforma lateralmente. Se
recomienda un espesor mínimo de 0.30 m
Una capa de drenaje es un manto de material que tiene un coeficiente de permeabilidad muy alto (mayor
que 914.4 cm/día (30 pies/día)), y es colocado debajo o dentro de la estructura del pavimento, de modo
que su ancho y su longitud en la dirección del flujo con mucho mayores que su espesor. Las capas de drenaje
pueden usarse para facilitar el flujo del agua subsuperficial que se ha infiltrado a través de grietas hacia la
estructura del pavimento, o el agua subsuperficial proveniente de las corrientes naturales de agua. Una
capa de drenaje también puede usarse conjuntamente con drenajes longitudinales para mejorar la
estabilidad de los taludes, mediante el control del flujo de agua, evitando con ello la formación de una
superficie de deslizamiento. En la Fig. 5-27 se muestran dos sistemas de capas de drenaje.
Para la ubicación de los drenes se recomienda hacer previamente un estudio geotécnico para determinar
las características del régimen de aguas subterráneas. Es importante la ubicación de piezómetros abiertos
de control que permitan medir el abatimiento del nivel de agua y dar información al especialista sobre la
necesidad o no de colocar más subdrenes. Debe estudiarse minuciosamente el efecto de construir pocos
drenes profundos, a la alternativa generalmente, menos costosa y en ocasiones más efectiva desde el
punto de vista de estabilidad del talud, de colocar una densidad mayor de drenes poco profundos.
El estudio de subdrenaje requiere de experiencia del profesional dado que las condiciones freáticas son
dinámicas. Tanto el nivel freático como los flujos subsuperficiales varían según las estaciones del año,
características hidrológicas de la zona, tipo de suelo, pendiente, alteración del medio, entre otras. La
necesidad de subdrenajes en una obra vial no es producto de cálculos matemáticos, si no que está sujeto
a las diferentes variables mencionadas anteriormente. Por lo tanto, el requerimiento de esta estructura es
generalmente estimado mediante visitas al sitio y muestro del suelo. Los drenes longitudinales
subsuperficiales generalmente consisten en tubos colocados en trincheras, dentro de la estructura del
pavimento y paralelos a la línea de ejes de la carretera.
A. Subdrenaje convencional
Este tipo de subdren está compuesto por zanjas excavadas manualmente o con maquinaria que son
rellenadas con material filtrante y elementos de captación y transporte de agua (tubo perforado) como
se observa en la Figura 96. Generalmente son utilizados en los siguientes casos: Longitudinalmente al pie
de taludes de corte para interceptar flujos sub superficiales y filtraciones que llegan a la carretera,
Longitudinalmente en un terraplén, ubicado en la zona donde llega el agua subterránea, Formando parte
de un sistema de subdrenes longitudinales y transversales a la vía con el fin de evacuar el flujo sub
superficial presente en la zona de emplazamiento de la misma.
B. Subdrenaje sintético
Este tipo de subdrenes son utilizados cuando es complicado obtener materiales naturales para
construir los subdrenes convencionales. Con el desarrollo de la tecnología estos métodos se han vuelto
más atractivos por su facilidad constructiva. Estos subdrenes están compuestos elementos que se
detallan a continuación y puede observarse en la Figura 97.
ii. Geotextil
El geotextil es un filtro que actúa como barrera de los sólidos y deja pasar únicamente el flujo de agua
hacia la red de malla sintética.
Para el diseño de los drenes, existen varios componentes a diseñar, por lo que para esta guía los subdrenes,
se trabajaran bajo la metodología de diseño de un filtro francés, en el cual se tiene en cuenta el caudal de
infiltración y el caudal por abatimiento del nivel freático.
Caudal generado por el abatimiento del nivel de agua subterránea, en lugares donde el nivel freático
alcance niveles igual o superiores a la subrasante y afecte las propiedades mecánicas del pavimento. El
caudal por abatimiento del nivel freático puede obtenerse a partir de las siguientes relaciones: 𝑄𝑁𝐹 = 𝐾𝑖𝐴𝑒
(𝑁𝑑 −𝑁𝑓 )
, 𝑖= , 𝐴𝑒 = (𝑁𝑑 − 𝑁𝑓 )𝐿 , donde: 𝐾- es el coeficiente de permeabilidad del suelo adyacente
𝐵
(cm/s)., 𝑖 − es el gradiente hidráulico (m/m)., 𝑁𝑑 − es la cota inferior del subdren o filtro necesaria para
que el nivel freático no sobrepase la subrasante (ver Figura 98.), 𝑁𝑓 − es la cota superior del nivel freático
(ver Figura 98)., 𝐴𝑒 − es el área efectiva para el caso de abatimiento del nivel freático (cm2), 𝐵 − es el
semiancho de la vía para subdrenes longitudinales y la distancia entre subdrenes para subrenes
transversales., 𝐿 − es la longitud máxima del recorrido del tramo de drenaje., 𝑄𝑁𝐹 − es el caudal por
abatimiento del nivel freático.
Una vez estimados los caudales de aporte al sistema se obtiene el caudal de diseño: 𝑄𝑇 = 𝑄𝑖𝑛𝑓 + 𝑄𝑁𝐹 .
Cabe recalcar que el caudal por abatimiento del nivel freático en la mayoría de los casos se presenta a los
dos lados de la sección transversal del subdren, el caudal de diseño debe ser duplicado.
fija el ancho y se despeja su altura (𝑐𝑚 2 )., 𝐻 − altura del filtro, (cm)., 𝐵° − ancho del filtro (cm).
Una vez obtenida la sección transversal del subdren, se puede calcular su perímetro. La longitud de
desarrollo del geotextil corresponde al perímetro más el traslape (0.25-0.35m). Para el caso que se requiera
aumentar la eficiencia de los subdrenes es recomendable usar tubería perforada, forrada con geotextil,
dentro del subdren, de esta manera se aumenta la eficiencia de drenaje, permitiendo el paso a un caudal
mayor en una misma sección transversal. El diámetro de la tubería se puede estimar haciendo uso de la
ecuación de Manning. Por tanteo se asume un diámetro de tubería y se rectifica si cumple la siguiente
2
1 3
ecuación: 𝑄 = 𝑛 𝐴𝑅ℎ √𝑆, donde: 𝑛 − Coeficiente de Manning. Para tubería perforada usualmente es
0.013.
A. Criterio de retención
De acuerdo con lo establecido por la Administración Federal de Carreteras de Estados Unidos (FHWA, por
sus siglas en inglés) y basado en el criterio de retención de Christopher y Holz (1989), el geotextil debe
cumplir con lo siguiente: 𝑇𝐴𝐴 < 𝐷85 𝐵, donde: 𝑇 𝐴𝐴 −es el tamaño de la abertura, dato suministrado por el
fabricante, corresponde a la abertura de los espacios libres (mm)., 𝐷85 − es el tamaño de partículas cuando
al tamizar pasa el 85% del suelo (mm), este dato se obtiene de la curva granulométrica del suelo en
consideración., 𝐵 − es un coeficiente que varía entre 1 y 3. Depende del tipo de suelo a drenar, de las
condiciones de flujo y del tipo de geotextil.
Para arenas, arenas gravosas, arenas limosas y arenas arcillosas (menos del 50% pasa la malla 200), 𝐵 es
función del coeficiente de uniformidad CU de la siguiente forma: (𝐶𝑢 ≤ 2 𝑜 𝑐𝑢 ≥ 8 → 𝐵 = 1),
𝐷
(2 ≤ 𝐶𝑢 ≤ 4 → 𝐵 = 0.5𝐶𝑢 ), (4 < 𝐶𝑢 < 8 → 𝐵 = 8/𝐶𝑢 ), (𝑐𝑢 = 60).
𝐷 10
Para suelos finos (más de 50% pasando la malla 200) 𝐵 es función del geotextil. Para geotextiles no tejidos
punzonados por agujas se recomienda 𝐵 = 3. La AASHTO recomienda que los geotextiles deben cumplir
como mínimo un tamaño de abertura menor a 𝑇𝐴𝐴 < 0.3 𝑚𝑚.
B. Criterio de permeabilidad
Para condiciones de flujo crítico, altos gradientes hidráulicos y buscando un desempeño correcto a largo
plazo se recomienda utilizar el criterio de Christopher y Holtz (1985): (𝐾𝐺 ≥ 10𝐾𝑆 ), y para aplicaciones no
críticas (𝐾𝐺 ≥ 𝐾𝑆 ), donde: 𝐾𝐺 −es la permeabilidad del geotextil, 𝐾𝑆 − es la permeabilidad el suelo.
C. Criterio de colmatación
El geotextil debe tener un porcentaje mínimo de espacios vacíos para disminuir la posibilidad que estos se
obstruyan por partículas del suelo. Los geotextiles con mayor resistencia a la colmatación son los no tejidos
punzonados con agujas, ya que la probabilidad que uno de los agujeros se obstruya es baja, debido al
espesor y altos valores de porosidad que poseen. De acuerdo al criterio de Christopher y Holtz (1985) los
geotextiles deben tener una porosidad mayor al 50%.
D. Criterio de supervivencia
El geotextil en el proceso de instalación y a lo largo de su vida útil puede estar sometido a esfuerzos, los
cuales deben ser soportados por el mismo, de tal manera que no afecte drásticamente sus propiedades
hidráulicas y físicas. Los requerimientos de supervivencia se establecen según lo recomendado en las
Especificaciones Técnicas Generales de Carreteras de Perú (EG-2000).
E. Criterio de durabilidad
Los geotextiles son elaborados de polipropileno, no son biodegradables y son altamente resistentes al
ataque químico (como los lixiviados). No se recomienda el uso en zonas expuestas a rayos ultravioletas por
tiempo prolongado.
No se recomienda el uso de los geotextiles como filtros en lugares donde queden expuestos a rayos
ultravioleta por un tiempo prolongado. Donde por razones de instalación y funcionamiento los geotextiles
estén expuestos al ataque de los rayos ultravioleta, estos deberán estar fabricados por compuestos, que le
proporcionen una alta resistencia a la degradación UV.
Una vez obtenida la sección transversal del subdren se puede obtener la cantidad de geotextil, el cual debe
abarcar todo el perímetro. Por lo tanto, la longitud del geotextil corresponderá al perímetro del subdren
más el traslape. El diámetro de la tubería puede determinarse mediante la ecuación de Manning, donde el
coeficiente de Manning para una tubería perforada usualmente es de 0.013 que fluye a tubo lleno. La línea
superior de flujo o nivel freático no debe superar en ningún momento la cota o el nivel de la subrasante,
con este criterio se obtiene la profundidad del subdren. En caso de subdrenaje convencional, el material
granular podrá ser natural, provenir de la trituración de piedra o roca, o ser una mezcla de ambos y estará
constituido por fragmentos duros y resistentes, además deberá cumplir con los requisitos indicados en las
especificaciones técnicas del Proyecto.
requerida del geotextil., 𝑞 − es el caudal a evacuar por 𝑚 2., 𝛥ℎ − es la carga hidráulica., 𝐴 − es el área por
unidad de longitud. El flujo se obtiene comparando el caudal a evacuar por 𝑚 2 y el caudal que el geotextil
permite pasar.
Obras de protección consisten en estructuras que garanticen la vida útil de las carreteras, tienda a
minimizar los costos por mantenimiento de las mismas y procure la libre circulación de vehículos y
peatones antes, durante y después de los posibles efectos adversos producidos por un fenómeno de la
naturaleza o de tipo antrópico, y en los casos en que ameriten la aplicación de dichas estructuras. Para
efectos de la presente metodología, se hará el enfoque a fenómenos naturales de origen
hidrometeorológico y a medidas estructurales dirigidas a la prevención y mitigación del riesgo.
Deberá estudiarse la necesidad de la aplicación de las obras de protección, en función de las condiciones
del entorno existentes donde se desarrolle un determinado proyecto, sea nuevo o existente, como por
ejemplo: uso de suelo, existencia de zonas pobladas, grado de susceptibilidad de los suelos existentes en
laderas, taludes, lecho de ríos y otros afluentes ante escorrentía superficial, entre otros.
proyectada. La aplicación oportuna de estas medidas puede reducir o eliminar la necesidad de acciones u
obras de mitigación temporales. A continuación, se describen algunas medidas a considerar.
A. Pendientes
Los terraplenes en carreteras, o cortes en pendiente, varían con la altura de corte o de relleno y,
dependiendo del grado de susceptibilidad a la erosión de los materiales involucrados, puede afectar
directamente en el control de la erosión y de las medidas de revegetación. Si bien las pendientes llanas
(relación vertical-horizontal 1:2) facilitan el establecimiento y mantenimiento de la vegetación, esta
condición incrementa el área total de la superficie que estaría sujeta a ser erosionada. Por otro lado, la
experiencia ha mostrado que las ventajas de pendientes llanas pesan más sobre las desventajas que
conlleva la adición de áreas expuestas. La elaboración de desniveles o bermas es un método para romper
y controlar el flujo laminar en largas y empinadas laderas.
Terrenos de pendientes bajas o terrenos llanos permiten una mejor compactación de superficies de relleno
disminuyendo problemas de asentamiento y deslizamientos potenciales de secciones en corte. Los cortes
rústicos han sido empleados en terrenos rocosos, bajo un estado en descomposición o con rocas
meteorizadas, con el propósito de proveer áreas en las cuales la vegetación pueda establecerse.
En regiones con suelos pobres o infértiles, es recomendado el acopio de tierra orgánica sobre los mismos.
Así también cuando los terraplenes a un lado o a cada lado de la carretera son llevados a su inclinación
final, es recomendable la colocación de tierra orgánica lo más pronto posible, esparciéndose sobre la
superficie del talud para luego ser utilizada como cama de siembra.
Por otra parte, se recomienda el uso de materiales sintéticos, principalmente en los casos de pendientes
pronunciadas, y que según la experiencia del lugar se hayan observado deslizamientos y/o perdida de
material de la superficie del rostro de taludes a causa de la escorrentía superficial. También se recomienda
su uso para reforzar el crecimiento de vegetación.
B. Cobertura vegetal
Una buena cobertura vegetal es una de las mejores medidas de control existentes. Amortigua la energía
de impacto de las gotas de lluvia y mantiene al suelo junto a través del extensivo sistema de raíces, evitando
así la perdida de material del mismo. Algunos métodos consideran la siembra de pastos nativos y plantas
lenosas, aplicación de brotes de raíz, estaquillados y capas de césped.
Son diversos los sitios de aplicación de este tipo de protección: terrenos fuera e inmediatos a los bordes de
las calzadas, en bordes de canaletas y alcantarillas, taludes en corte y relleno, bermas, entre otros.
Existe una gran variedad de gramas, métodos de siembra, fertilizantes y procedimientos de abonado que
proveen de una adecuada cobertura vegetal. Las instituciones a cargo de extensiones agrícolas locales y
servicios de conservación de recursos naturales son una buena fuente de información para el caso.
2.5.2 Subdrenes
El agua subsuperficial es una causa frecuente de deslizamientos de tierra, hombros inestables y otras
alteraciones del suelo que contribuyen al problema de erosión.
Los sistemas de subdrenaje son en general de dos tipos: drenajes de alivio y de intercepción. Los drenajes
de alivio se emplean por lo general para disminuir el nivel freático o para ayudar a reducir la saturación de
los suelos y que promueve la escorrentía superficial, como por ejemplo en cuencas de retención de aguas
pluviales. Se instalan en un patrón interconectado longitudinal, drenando en dirección del talud o ladera.
Los drenajes de intercepción son empleados para el drenaje de las aguas que se infiltran por un talud. Se
instalan a través de este y drenan hacia un lado del mismo. Por lo general consisten en una serie de simples
tubos, distribuidos y separados en un patrón previamente establecido por los responsables del diseño.
Para su diseño y ubicación es necesario identificar la profundidad del nivel freático o corrientes
subsuperficial y aforar para conocer el volumen de agua a drenar. Para mayor información acerca del
diseño de subdrenajes, remitirse a la referencia (USDASCS, 1970).
3 GUIA METODOLOGICA
4 BIBLIOGRAFIA
5 ANEXOS