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CONCEPCION TEORICA
Al abordar esta cuestión, el primer problema surge del empleo de este término
«autonomía», su verdadero significado y la trascendencia de afirmarla o negarla
de esta disciplina. Se suelen distinguir cuatro grados o facetas de autonomía:
legal, jurisdiccional, científica y didáctica. Una de las objeciones que se ha
formulado tradicionalmente a la autonomía del Derecho marítimo ha sido la
inclusión de su régimen de Derecho privado en el Código de Comercio de 1885.
Aunque la trascendencia de las uniones o separaciones legislativas se ha
relativizado, al señalarse que son indiferentes a la verdadera autonomía de la
rama jurídica de que se trata , lo cierto es que este escollo no existe en el caso
del Derecho aéreo, que goza de autonomía legislativa, al estar ubicada su
regulación nacional fuera del Código vigente (y del proyectado, hay que añadir).
Así lo demuestran también las fuentes internacionales y comunitarias. Las
lagunas legales deben resolverse y colmarse siguiendo el cuadro de fuentes
especiales del Derecho aéreo , como deriva con claridad del art.1 Codice della
Navigazione italiano, e incluso de nuestra LNA, cuyo art. se remite, «a falta de
leyes propias, a las leyes o disposiciones vigentes de carácter común» que habrá
que entender de Derecho privado y de Derecho público .
el concepto que diseñó Videla Escalada en 1969 - sobre la base del que había
elaborado en 1948 - sigue teniendo plena vigencia en el campo científico del
Derecho. Decía así: “el Derecho Aeronáutico es el conjunto de principios y
normas, de Derecho Público y Privado, de orden interno e internacional, que
rigen las instituciones y relaciones jurídicas nacidas de la actividad aeronáutica
o modificadas por ella”
CONCEPTOS DE LA AERONAUTICA
2. a) Aire: Es el fluido gaseoso que ocupa la sección del espacio contiguo a la.
superficie terrestre. Ya los romanos lo habían considerado como “res communis”
insuceptible de apropiación privada. La imposibilidad de medir y separar el aire
impide ejercer sobre él tanto el derecho de propiedad como el de soberanía.
Puede decirse que los caracteres de una rama del Derecho son aquellas notas
o categorías dominantes que contribuyen a definir la esencia de la misma,
porque le otorgan determinados perfiles, que son centrales en su concepción
científica. En este criterio, es obvio que los caracteres son un complemento del
concepto y definición de la materia jurídica respectiva, amplían la comprensión
de su naturaleza e identidad y resultan, por ende, una forma de importante marco
ontológico de ella.
Internacionalidad
Integralidad.
En la definición que adopté más arriba se indica que nuestra materia contiene
principios y normas de derecho público y privado; obsérvese que no se dijo
derecho público o privado. Es decir, entonces, que esa clasificación tradicional
se torna, en el Derecho aeronáutico, difícil de separar tajantemente, porque sus
instituciones se integran con elementos de ambos sectores. Claro está que
puede decirse que una disposición es preferentemente de derecho público o de
derecho privado, pero apenas como una nota de identificación primaria, ya que
es habitual que las normas aeronáuticas se complementen o se entrelazen, lo
que es obvio al analizar su esqueleto institucional.
Tanto en las relaciones entre Estados, entre éstos y los particulares y en las de
estos últimos entre sí, se advierte naturalmente esa intervinculación entre ambos
sectores de normas. Así, por ejemplo, cuando los Estados regulan de modo
bilateral su comercio aéreo, están delineando el ámbito de acción en el cual se
establecerán luego las relaciones privadas entre transportistas y pasajeros o
cargadores. O cuando un comandante de aeronave, hallándose en
vuelo, cumple con un acto de asistencia a otra aeronave en peligro, no solo actúa
según la disposición de carácter público que así lo establece y obliga, sino que
está adquiriendo el derecho personal a ser retribuido por su conducta, en una
relación posterior de índole privada.
Autonomía
Debe ser difícil en esta época hallar un país que no tenga una ley orgánica y
sistemática en la que se encuadren las normas aeronáuticas, de forma integral
y separada del resto de la legislación. Ya vimos que este proceso legislativo
interno en los Estados arrancó poco después de la firma del Convenio de París
de 1919 y se ha desarrollado en todo el planeta a lo largo del siglo XX. Es más:
el dinamismo de la materia obliga a que esas disposiciones deban ser
modernizadas en plazos periódicos no muy extensos, para adaptarse a la
realidad tecnológica y a las cambiantes situaciones generales de la sociedad
actual.
Son muy pocos los Estados que no han expresado esta autonomía legislativa
del Derecho aeronáutico Italia, Colombia y por ello, la misma es reconocida
ampliamente, siguiendo en esto, sin duda, a la doctrina más calificada.
Dinamismo
Esa rapidez del crecimiento técnico de la actividad aérea y del desarrollo Aero
político se vienen manifestando en numerosas situaciones a lo largo de los años,
como puede advertirse en dos ejemplos, de los muchos que podrían completar
varias páginas: las formas contractuales en que se concierta la utilización de las
aeronaves en el mundo y la complejidad de la gestión privada de los servicios
aeroportuarios. Piénsese cómo se pasó de la adquisición de aviones y sus
problemas legales a la habitualidad actual del contrato llamado de “leasing” y
cómo los Estados, especialmente en América Latina, fueron dejando en manos
de emprendedores privados las gestiones aeroportuarias. En ambos casos
fueron necesarias las modernizaciones legislativas consiguientes, sin que esto
fuera causa de desaparición de ciertos principios esenciales del Derecho
aeronáutico; antes bien, han surgido nuevos elementos, que a su vez están
perfilando nuevos principios, todo lo cual contribuye al enriquecimiento de la
materia. Y, esencialmente, ratifican su carácter dinámico.
Reglamentarismo
Fue el jurista francés Maurice Lemoine quien por primera vez sostuvo que el
reglamentarismo es uno de los caracteres del Derecho aeronáutico, en su casi
legendaria obra de 1947. Lo afirmó sobre la base del poder de policía que ejerce
el Estado frente a una actividad que engendra peligro para quien la ejerce y para
quienes se hallan en la superficie y pueden ser afectados por la misma. [4]
Politicidad
Derecho Internacional
Dado que las aeronaves están llamadas a rebasar ordinariamente las fronteras,
los Estados hubieron de establecer pronto acuerdos entre sí para resolver los
nuevos problemas -algunos particularmente complejos- que este hecho
comporta, y así, aunque se reservaron sus derechos de soberanía para legislar
sobre determinadas cuestiones que se suscitan dentro de su territorio o espacio
de soberanía (v. gr., las penales o de orden público) convinieron en una
normativa sobre la aeronave y el tráfico aéreo lo más homogénea posible y
concederse mutuamente derechos de explotación comercial, en particular en
relación con el transporte regular, lo que dio lugar a Tratados o Convenios
multilaterales, Acuerdos regionales o Convenios Bilaterales.
Acuerdos regionales.
Por lo que respecta a los Convenios que no tienen un alcance mundial sino que
afectan sólo a determinadas áreas geográficas, citamos:
La costumbre.
Aunque la historia del Derecho Aeronáutico coincide -salvo alguna que otra
disposición singular anterior sobre la utilización de aeróstatos- con los albores
de este siglo se registran ya determinados usos o costumbres aeronáuticos, que
por su reiteración han llevado a algunos autores e incluso legisladores, a
incluirlos dentro de las fuentes del Derecho. Este criterio parece que será
adoptado con más generalidad, a medida que transcurra el tiempo, máxime si se
tiene en cuenta que el volumen y regularidad del trafico aéreo aumenta sin cesar,
lo que, en consecuencia, da lugar a que algunos actos aeronáuticos de
extraordinario interés mercantil, como son los relativos al transporte aéreo, se
realicen y reiteren con frecuencia similar, sino superior a la actividad marítima.
En todo caso, bien porque los usos o costumbres aeronáuticas estén
expresamente reconocidos por el legislador como fuente del Derecho o porque
tal reconocimiento lo sea con carácter general por el Derecho común de
subsidiaria aplicación a la ley aeronáutica, serán los tribunales los llamados a
valorar el valor y alcance de esta fuente.
La jurisprudencia.