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TRANSPORTE PÚBLICO…

…No tan público.

12 DE AGOSTO DE 2016
CLAUDIA DONOSO REYES
4 medio “B”
Hoy en día, la movilidad en Chile, particularmente en Santiago, se
desarrolla cada vez más en espacios más complejos que antes, y termina por ser
un elemento bastante constitutivo para la metrópolis moderna. Podemos decir, que
día a día aumenta la cantidad de personas que optan por estos servicios, ya sea,
transantiago, colectivos, uber o taxis, decreciendo la cantidad de autos en
circulación. Sin embargo, aún se generan varios atrochamientos producto a que
varias personas debido a la inconformidad de estos buses y/o autos públicos han
optado por autos particulares.
A pesar de que el trasporte público en el año 2005 intentó “renovarse”
comenzando a operar en una primera etapa de prueba, para luego realizar una
transición definitiva en febrero del 2007, desarrollando una enorme inversión en
infraestructura y flota vehicular, además de establecerse el uso de una tarjeta
inteligente con el fin de instaurar un sistema tarifario integrado, conocido como la
tarjeta Bip! Tuvo bastantes expectativas, que con el tiempo, fueron convirtiéndose
en críticas duras y desconformidades que se mantienen hasta el día de hoy.
Podemos estar todo un día analizando y describiendo como es el Transantigo,
desde la primera tuerca colocada, hasta los colores que tiene y recorridos que
hace y de seguro, encontraremos una que otra falla. Ya qué, en primer lugar es
posible identificar que gran parte de las unidades que circulan a diario, se
encuentran en malas condiciones, cosa que es indiscutible, en segundo lugar,
existe un trato denigrante y un pésimo servicio de los funcionarios públicos que
manejan estos buses, en tercer lugar, estos simpáticos choferes suelen llenar a
tope las micros, y con mayor frecuencia pasada las 21:00 (sin nombrar la hora
pico de la mañana), dejando claro que nos falta una mejor cultura vial y de
conciencia, y por último, se hace presente una considerable cantidad de unidades
con rutas sumamente saturadas, además de que aún existe una gran corrupción
referente a las concesiones. Y podríamos continuar así, enumerando las infinitas
fallas que existe en el transporte más usado en Chile, dejando un sabor amargo, al
saber que el transporte público, no lo es tanto, puesto que su precaria
infraestructura, no es apto para todos nosotros.
El problema del transporte público es bastante complejo, debido a que la
prestación de servicio a crecido en medio de la corrupción y el caos en perjuicio de
los usuarios, debido a que como sociedad, nos hemos focalizado en otros asuntos
importantes, como lo es la educación, las afp, el sistema de salud, sename, etc,
preocupándonos por temas como los sociales, económicos y políticos, dejando de
lado el transporte y raramente se piensa en el mejoramiento del mismo, como la
clave para que esta ciudad cuente con una mejor calidad de vida, refiriéndonos
acerca de la contaminación producida por estos buses junto a las enfermedades
que se le derivan.
La meta que se proponía Transantiago era de aumentar la participación del
trasporte colectivo en el sistema de la ciudad (hoy la mitad de los santiaguinos usa
el sistema de transporte colectivo y hace diez años lo hacia el 68% de la población
de la ciudad) a través de una nueva forma de movilizarse; más segura, oportuna,
informada, rápida, que se sustentaría financiera, social y ambientalmente,
contribuyendo además a generar un arraigo e identidad territorial y un aporte a la
descontaminación de la ciudad. Sin embargo y pese a la expectativa que el
proyecto generó, Transantiago fue lanzado y los problemas comenzaron
enseguida. Por una lado, los trayectos seguían siendo los mismos, los terminales,
los paraderos y las vías segregadas no estaban del todo terminadas, el sistema de
pago no había cambiado (todavía estaba bajo la influencia de los empresarios de
buses) y por el otro, la integración entre los distintos medios de transporte no era
clara.
La realidad es hoy día más bien caótica, los usuarios del transporte público no
están informados, produciéndose además un colapso de ciertas zonas a nivel de
servicios y frecuencias. Se producen largas filas de espera en las estaciones más
importantes, la frecuencia y la cobertura de buses no es respetada, el metro
comienza a desbordarse, las calles se llenan de manifestaciones contra el nuevo
plan, el gobierno comienza a caer en credibilidad y se pone en cuestión la
pertinencia y la eficiencia del plan.
Para muchos, irónicamente, la llegada del famoso transantiago fue y ha sido un
gran dolor de cabeza, a pesar que no tendría que ser así, ya que debiera de ser
un alivio para aquellas personas que deben viajar y no tienen vehículo particular
para transportarse de un lugar a otro dentro de Santiago.
Existen diversas fallas en nuestros buses, provocando que la gente prefiera usar
sus propios automóviles. “En el mes de Octubre del año 2009, la Asociación
nacional automotriz afirmó que la comercialización de automóviles aumentó un
3,8% en nuestro país, lo que significó una recuperación a la crisis económica
vivida en ese momento. Esto se debe a la confianza del consumidor y a la
aspiración de satisfacer las necesidades de las personas. Existe un punto que nos
lleva a inferir la causa de este aumento de ventas en los últimos meses, la
deficiencia del transporte público.”¹ Según indicó la Anac (Asociación Nacional
Automotriz de Chile.)
Además, producto a estás ingeniosas micros, los tacos parecerán nunca terminar,
puesto que según estimaciones de la Comisión de transportes del Colegio de
Ingenieros, en el año 2020 en nuestro país habrá 3,8 personas por automóvil, con
un parque cercano a las 5 millones de unidades livianas, lo que hace que el
desafío de combatir la congestión vehicular sea aún más difícil de acabar.
1”http://www.anac.cl/uploads/web/comunicado_autos_camiones_enero_diciembre_2010.pdf, Declaraciones
de Rodrigo Escobar Pohlhammer, Marketing y Comunicaciones, 14 de Enero, 2010.
Lamentablemente, la lista que desfavorece a nuestro transporte público, parece
nunca terminar, puesto que tiene grandes impactos en nuestro día a día, como:
 Congestión: Aumento de tiempos de viaje de conductores, pasajeros y
peatones.

 Riesgo: Aumento del número y gravedad de accidentes de tránsitos.

 Polución: Aumento de emisiones de contaminantes atmosféricos.

 Ruido: Aumento del nivel de ruido y vibraciones en calles y edificios.

 Segregación del entorno: aumento en la distancia y tiempo de cruce de


cauces vehiculares.

 Intimidación: disminución del uso de las calles para otros fines (Pasear,
jugar, estar).

 Intrusión visual: disminución del campo visual por vehículos o


infraestructuras.

Está demás recalcar que la imprudencia de estos choferes ocasiona diversos tipos
de accidentes, generando un rechazo por parte de la población hacia ellos. Esto,
sin dudas, nos permite dar cuenta de que, además de que la infraestructura de los
buses es pésima, quienes manejan también sufren consecuencias, como lo es la
histeria, el estrés, cansancio, entre otros.
Otro problema presente en estas micros, son las famosas “fallas de sistemas”, que
están relacionadas con los timbres que uno debe presionar para anunciar su
bajada en el próximo paradero e incluso, los tótems en donde se coloca la tarjeta
Bip! Que mayoritariamente no están funcionando, dejando en descubrimiento las
precarias revisiones técnicas que estos buses tienen. En realidad, la tecnología
que utiliza el Transantiago es bastante útil, pero lamentablemente no funciona
adecuadamente. Ha pasado muchas veces, que alguno de nosotros, al ingresar al
bus y poner la tarjeta donde corresponde para poder pagar, el amarillento tótem
marca en rojo, significando nuestra expulsión del bus, ya que, aunque teniendo
dinero en nuestra tarjeta, debemos descender del bus por la nueva ley de evasión
(que va entre los 40.000 a 60.000, aprox 1UTM).
Antes un 85 % de los viajeros no debían cambiar de bus y solo 15% efectuaban un
solo transbordo. Hoy la realidad es otra y el 52% de los usuarios viajan sin
cambiar de bus, el 41% tiene al menos un trasbordo y el 7% tiene al menos dos.
Junto a esto se suman las millonarias pérdidas que han debido asumir el gobierno
y las empresas de buses, producto de la puesta en marcha de un proyecto que no
estaba del todo preparado para salir a la calle.
Ya desde febrero del presente año, comenzó a exigirse un nuevo plan de
transporte², en los cuales tienen propuestas como:
 Los terminales sean estatales.
 Plantean que las próximas empresas que se incorporen al sistema sean
más pequeñas.
 Pensar en un reemplazo del actual sistema por otro con mayor participación
estatal y mejor control sobre el diseño y contratos.

“Una política pública con más componentes negativos que positivos”, como
plantea el académico Louis De Grange, experto en Transportes de la Universidad
Diego Portales. “Lo que se prometió en un comienzo era dejar el auto en la casa.
Generar una alternativa real al automovilista, lo que obviamente no se ha
cumplido”³. En suma, como plantea él mismo, “un servicio mal evaluado, con
malos indicadores y que además le cuesta una brutalidad al Estado de Chile, no
puede ser una buena política pública”³.
“Formalmente propuse borrón y cuenta nueva, porque ha quedado en evidencia
que el desastre para los usuarios fue por no colocar los subsidios adecuadas. Si
se hubiese hecho en 2007, no habría sido tan extraño.”⁴ Estos son los dichos de
Sergio Jara, prorrector de la Universidad de Chile, doctor en Economía del
Transporte y magíster en Planificación Urbana y Regional a una radio, refiriéndose
a los buses urbanos. Más que lo político, asegura que lo que primó fue la decisión
financiera. “Los ministros de Hacienda tienen gran responsabilidad en lo que
ocurrió en el diseño original. Hoy el ministro de Transportes y Telecomunicaciones
lo tienen bastante claro 5.
“El problema no es que genere un déficit ni que requiera más recursos. Cualquier
sistema de transporte público que funcione mínimamente bien va a requerir una
fuerte inversión pública. Así ocurre en todas las ciudades del mundo”. 6 Esas
fueron las palabras del ingeniero y magíster en Transportes de la Universidad de
Chile, Andrés Fielbaum. “Santiago no puede seguir teniendo un sistema de
transporte público en el que las personas deban viajar prácticamente una hora
cada día. Y si se gana el salario mínimo, esté obligado a destinar casi el 20 por
ciento de sus ingresos a pagar el transporte o a exponerse a multas muy altas por
problemas de evasión”.7

3” 4” 5” 6” y 7”, http://radio.uchile.cl/2016/02/09/nueve-a%C3%B1os-de-transantiago-expertos-denuncian-
fracaso-y-exigen-nuevo-plan-de-transporte/, Declaraciones hechas en la Radio Universidad de Chile, 9 de
Febrero, año 2016.
Ya con esas declaraciones de especialistas, nos permiten entender la relación
entre la inyección de recursos y el déficit operacional que significa el Transporte
para el Estado, dejándonos claro, que es un tema que requiere una especial
atención.
El problema del transporte en Santiago de Chile y en muchas ciudades del mundo,
nos permite afirmar que el sistema de transporte colectivo tiene una fuerte
influencia en la vida cotidiana de las personas, sobre todo si se trata de los
sectores de bajos recursos, condicionando en gran medida los procesos de
exclusión o integración con el resto de la ciudad. Pero, producto de empresarios
inescrupulosos, vivimos una situación bastante infortunada respecto a nuestros
buses urbanos.
A lo largo de los años, hemos visto como decrece notoriamente la calidad de los
buses, tal vez, los buses realmente fueron una excelente idea, pero ha sido
ejecutada de una deplorable forma, o quizá, fue una pésima idea desde el
principio. Sea como sea, la calidad de vida de los santiaguinos se ve bastante
afectada producto a este medio de transporte. La calidad de conductores, la
infraestructura, las calles por las cuales transitan y el ambiente, son realmente un
tema por el cual debiéramos preocuparnos. Es un asunto de suma importancia
conversarlo y plantear algún proyecto que de verdad funcione para mejorar la
situación critica que vive el transantiago.
Lamentablemente, el transporte es hoy uno de los problemas centrales que
aquejan a las grandes metrópolis, afectando desde los poderes públicos hasta las
capas más bajas de la población, quienes instalan esta problemática en sus
discursos tratando de buscar alguna solución, pero desafortunadamente, la gente
ignara termina creyendo que estos cambios funcionarán, y una nueva decepción
surge en la población.
BIBLIOGRAFIA

http://www.buenastareas.com/ensayos/Ensayo-Del-Transporte-Publico-En-
Chile/2295603.html

http://www.ub.edu/geocrit/-xcol/64.htm

http://radio.uchile.cl/2016/02/09/nueve-a%C3%B1os-de-transantiago-expertos-
denuncian-fracaso-y-exigen-nuevo-plan-de-transporte/

http://www.publimetro.cl/nota/cronica/un-centenar-de-personas-protesto-
espontaneamente-en-contra-del-transantiago/xIQkgA!X88fiNiuXsqfY/

http://es.slideshare.net/juancarlossantiagogomez5/ensayo-sobre-las-poblematicas-
del-transporte-pblico-n-la-cuidad-de-puebla

http://www.anac.cl/uploads/web/comunicado_autos_camiones_enero_diciembre_2
010.pdf

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