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Los últimos años 53

del máximo confort hogareño y casi autoabastecida es la


imagen publicitaria de la época.
No deja de resultar paradójico que los pocos manifies-
tos (sobre todo políticos) existentes tienen como tema
central la paz mundial y la ecología, ya que el término
vanguardia (aquel grupo que produce el manifiesto), la
característica polémica del texto y su objetivo de lucha
ideológica y cultural provienen de una analogía con otro
espacio, el bélico.

ELEMENTOS DE SEMIOLOGÍA
PARA EL ANÁLISIS DE MANIFIESTOS

Podrían rastrearse en los manifiestos las formas más


tradicionales de la argumentación. Sin embargo, y a dife-
rencia de lo que ocurre con géneros discursivos como el
editorial y el comentario, a los fines ele este trabajo resul-
ta mas pertinente y productivo vincular el nivel de la
argumentación con la dimensión polémica.
Vari03 de los elementos presentes en el manifiesto lo
acercan a los textos polémicos: la construcción discursiva
de un blanco o contradestínatario, la intención de per-
suadir a los indiferentes, el objetivo de destruir un siste-
ma de valores vigente, etc., además de que tanto en u n
manifiesto como en una polémica lo que se combate no
son sólo razonamientos sino también (discurso de los
sentimientos) las personas que los encarnan.
De allí que resulte funcional reconocer en los mani-
fiestos las diferentes técnicas de refutación argumental y
las figuras de agresión o injurias, de las cuales a conti-
nuación se entregan ejemplos de las más habituales.
.

1. Técnicas de refutación

Como plantea Marc Angenot, cuya clasificación se sigue


en este apartado, se emplea el término refutación para
Elementos de semiología
54 Carlos Mangone, Jorge Warley
gran tes ambos sectores de una misma camarilla econó-
referir todo razonamiento y todo medio persuasivo que mica, cuyos intereses de clase están y estarán siempre
tiende a probar que una proposición del adversario es por encima de los intereses nacionales.
falsa, incoherente o inadecuada. Esta refutación suele
estructurarse como una simple contraaserción ("Esto no 3. Apodioxis: la descalificación por el absurdo del argu-
es así") o recurrir a procedimientos más variados. mento del otro:
1. La principal puesta en duda de la posición adversaria Asi es ilógico y torpe cantar al cisne, a Ja luna, a las
es la utilización de sus propios argumentos para arri- estrellas refulgentes, a la amada de cuello de alabastro, y
bar a conclusiones diferentes, contradictorias e impre- vivir en un conventillo maloliente y tener una novia de
vistas para el polemizado o refutado. cuello mugriento.
Un ejemplo muy claro de retorsión es el ataque de la (Leónidas Barletta, "Divagaciones y concretos, acerca
revista Claridad (181, 27 de abril de 1929), del grupo de un presunto arte Izquierdista", en
literario de Boedo, a los martinfierristas: La Literatura Argentina, 3, noviembre de 1923)
Si alguna obra fecunda queda de los llamados van- 4. Evocación de la realidad: el polemista baja, al nivel de lo
guardistas es la de Güiraldes y su expresión más noble concreto una argumentación abstracta, una generaliza-
es Don Segundo Sombra, novela realista en que se descri- ción. Apela al espectáculo y al patetismo del ejemplo:
be la vida rural a través de una existencia gaucha. Esa
obra nada tiene de vanguardista. No será izquierdista en A pesar de los argumentos más o menos de esos
el sentido social; pero observa uno de los elementos del "serios" se levantan elocuentes los hechos [.,.) Locos son
lzquierdismo literario que rechazan los vanguardistas: el Jos que se empeñan en conservar e! principio de autori-
realismo. dad para un pueblo que apuñalea \sic] al gendarme, mira
con odio al soldado y se siente inquieto cuando escucha
2. También se puede mencionar el recurso de la desmiti- las palabras: juez, magistrado, gobernante, que, para él,
ficación, que consiste en desentrañar los verdaderos no significan amparo o apoyo, sino opresión e injusticia.
móviles del oponente; más que atacar el razonamiento (Manifiesto del Partido Libera! cíe México,
se combate la legitimidad, la "moral" de los mismos. 23 de setiembre de 1911)
La desmitificación opera como una suerte de devela- 5. Interrogación retórica: una falsa pregunta que preten
miento, un pasaje a la realidad, mostrar las causas, que el lector asuma la aserción:
los efectos y los intereses de las acciones de los hom-
bres. Como en el caso del Manifiesto político de sindi- ¿E! arte debe mostrarse indiferente a todo, como quie-
calistas ligados a la CGT de los Argentinos del I o de ren que ocurra algunos estetas de nuevo cuño? ¿Debe
marzo de 1969, que firman gran cantidad de políticos encerrarse en una frialdad de cadáver?
argentinos (ver Anexo Documental): (Ricardo Bernardo!¡i, en
A la cabeza de esta ofensiva descarada y brutal están "Divagaciones apaslonadas",
los Estados Unidos y su política "desarrollista", lanzada Claridad, 155, 24 de marzo de 1928)
por el ex secretario del Departamento de Estado, John
Foster Dulles, bien conocido de los argentinos por sus o. Cita de autoridad: consiste en apoyar la legitimidad del
injurias al régimen nacionalista y obrerista de Perón. La propio discurso en la palabra de una figura intelectual
teoría "desarrollista" es la máscara hipócrita de los crédi- indlscutida, y en cuya tradición el locutor se inscribe:
tos e inversiones extranjeras, certificados por los manda-
deros nativos de la vieja oligarquía terrateniente y de la La idea que el Joven Marx tenía del escritor exige, en
burguesía comercial Intermediaria e importadora, inte*
56 Carlos Mangonc, Jorge Warley Elementos de semiología 57
nuestros días, una afirmación vigorosa.(...) "El escritor trándose en apariencia benévolo, condescendiente y
— decía Marx— debe naturalmente ganar dinero para favorable con él. A esto se une en el siguiente ejemplo
poder vivir y escribir, pero en ningún caso debe vivir y el funcionamiento de la ironía:
escribir' para ganar dinero"...
(A. Bretón, D. Rivera, L. Trotsky, Manifiesto por un arte Los pintores del paisaje argentino, aun estando llenos
revolucionario independiente, México, 25 de julio de 1938) de "interpretación", "originalidad" y "viveza", carecen de
verdad y armonía como así también del hondo placer
estético.
("Divagaciones apasionadas", cit.)
2. Figuras de la agresión
1. Discordancias estilísticas: es la aparición de una pala- 3. Enunciación / enunciado
bra o construcción que produce una ruptura Isotópica En "La palabra adversativa. Observaciones sobre la
con respecto al estilo predominante en el texto. A enunciación política", Elíseo Verón propone un modelo
veces la discordancia léxica so acompaña de atenua- para el análisis general del discurso político que es inte-
ciones irónicas: resante tener en cuenta para el manifiesto, una forma
Nosotros, la izquierda ideológica y artística, vamos a particular, en definitiva, de ese tipo de discurso.
demostrarles que valemos mucho más que ellos. Vamos a Verón afirma que en el nivel de la enunciación "todo
demostrarles que la literatura es, por suerte, algo más enunciado político es una replica y supone (o anticipa)
que idioteces pegajosas. una réplica. Metafóricamente, podemos decir que todo
("Divagaciones apasionadas", ciU discurso político está habitado por un otro negativo. Pero
como todo discurso, el discurso político construye tam-
2. Concesión retórica: es una ficción discursiva por la bién un otro positivo, aquel al que el discurso está dirigi-
cual el polemista simula estar de acuerdo con el ad- do. En consecuencia, de lo que se trata en definitiva es
versario sobre algunos puntos que podrá luego refutar de una suerte de desdoblamiento que se sitúa en la desti-
fácilmente: nación. Podemos decir que el imaginario político supone
no menos de dos destinatarios: un destinatario positivo y
Todos los sistemas ferroviarios del mundo, con excep- un destinatario negativo. El discurso político se dirige a
ción parcial de Estados Unidos, dejan pérdidas, pero ambos al mismo tiempo".
éstas se compensan indirectamente con la tarea de El autor designa al destinatario positivo como prodes-
fomento general de la economía, incluso de equilibrio tinatario; el enunciador y el prodestinatario comparten un
demográfico, que los ferrocarriles cumplen en tales na- mismo colectivo de identificación, cuyo modo de expre-
ciones. sión canónico es el nosotros inclusivo,
[Manifiesto político, ciL) Llama al destinatario negativo contradestinatario; en
:'. Injuria: la forma más antigua de la polémica y la más esté caso la relación con el enunciador es la inversión de
directa. Ver al respecto el modo en que Augusto C. la creencia, y es del orden de la polémica.
Sandino se dirige en su manifiesto al invasor estadou- Una tercera categoría — al menos en un "contexto de-
nidense: "gleba de morfinómanos", "ocas de cenegal", mocrático", señala Verón- está dada por la suspensión
etcétera. de la creencia. Ésta es la posición del paradestinatario, y
i. Sarcasmo: es una forma de agredir al adversario mos- a él se dirige toda la carga persuasiva de la que el discur-
so político es capaz.
58 Carlos Mangone, Jorge Warley Elementos de semiología 59
En el plano del enunciado Verón describe lo que deno- de inteligibilidad de los hechos descriptos. Predominan
mina entidades y componentes del imaginario político. los verbos en presente del indicativo.
Encuentra cinco tipos diferentes de entidades, que sirven ( J ) El componente didáctico: Junto al anterior, correspon-
para construir tanto al destinador como a los destinata- de a la modalidad del saber. Aquí no se describe sino
rios y que determinan las leyes de composición del dis- que se evalúa; se brinda una ley general que sirve
curso politico. para interpretar los hechos. Es la "zona didáctica" del
1. El modo explícito en que se designa el colectivo de discurso político.
identificación Se trata de entidades numerables que \¿) El componente prescriptivo: es del orden del deber; un
. admiten la fragmentación y la cuantificación ("noso- imperativo que funciona en el establecimiento de leyes
tros, los herejes", "nosotros, los cultivadores y propa- impersonales en tanto universales y frente a las críales
gadores del verdadero y único izquierdismo literario"). ^_ el destinador se situará a diversas distancias.
Se relaciona con el prodestinatario. r£)El componente programático: formas verbales en irope-
2. Colectivos más abarcadores aunque enumerables, que ^ rativo y futuro. Es del orden del poder hacer; el punto
por lo general el enunciador coloca en posición de re- en que el enunciador político promete y se compro-
cepción y que están ligados al paradestinatario ("tra- mete.
bajadores", "argentinos"). Eliseo Verón sintetiza:
3. Metacolecttvos singulares: entidades más amplias que
las que fundan la identidad política del enunciador; Enunciar una palabra política consiste entonces en
no suelen admitir la fragmentación ni la cuantifica- situarse a sí mismo y en situar tres tipos de destinatarios
ción ("pueblo", "república"). diferentes, por medio de constataciones, explicaciones,
4. Formas nominedizadas que tienen relativa autonomía prescripciones y promesas, respecto de las entidades de!
semántica con respecto al discurso particular en que imaginario: por un lado respecto de aquellas entidades
aparecen. Poseen un valor metafórico que sirve como con las cuales el enunciador busca construir una rela-
"resumen" de los valores políticos que el enunciador ción — los metacolectivos— y por otro respecto de la enti-
sostiene en forma positiva o negativa ("Adquirir los dad que funda la legitimidad de la toma de la palabra, el
ferrocarriles argentinos equivale a adquirir sobera- colectivo de identificación.
nía").
5. Formas nominales que se diferencian de las anteriores
por su carácter explicativo, "son verdaderos operado-
res de interpretación" ("el imperialismo", "el FMI").
El segundo nivel del enunciado es el de los componen-
tes, y en él se hilvanan las modalidades que articulan al
enunciador con las entidades del imaginario: Los compo-
nentes se distribuyen en cuatro "zonas" que determinan
diferentes modos de aparición del destinador, destinata-
rio y las identidades.
Ty El componente descriptivo: ofrece el balance de la
situación pasada y una lectura de la actual. El enun-
ciador se constituye como testigo, fuente privilegiada

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