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REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA DEFENSA

UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DE LA FUERZA ARMADA

UNEFA – EXTENSION “LA ISABELICA”

Realizado por: Profesor:

Yorman Morales Ing. Yender Gainza

Liscarly Arguelles

Cristal Jimenez

Valencia, 17 de noviembre del 2019


Introducción

Hoy en día no se concibe la construcción de una obra, por poco importante que
sea, sin el estudio previo del terreno en relación a la misma.

El reconocimiento del terreno y la posterior redacción del informe geotécnico


tienen como finalidad determinar, no sólo las condiciones geológicas e
hidrogeológicas de la zona, con sus perfiles estratigráficos, sino también y muy
especialmente las propiedades físicas (mecánicas) y químicas del suelo,
necesarias para el cálculo y proyecto de la construcción correspondiente,
previendo las posibles solicitaciones que introducirá la obra en las condiciones
del terreno.
Estudio geotécnico:
Un estudio geotécnico es el conjunto de actividades que permiten obtener la
información geológica y geotécnica del terreno, necesaria para la redacción de un
proyecto de construcción. De igual manera se realiza previamente al proyecto de un
edificio o de una vivienda unifamiliar y tiene por objeto determinar la naturaleza y
propiedades del terreno, fundamentales para definir el tipo y condiciones de cimentación.
De forma semejante los estudios geotécnicos nos permiten definir las dimensiones y la
tipología del proyecto de tal forma que las cargas soportadas por estructuras de contención
o generadas por las cimentaciones y excavaciones no pongan en peligro la obra estructural
o generen situaciones de inestabilidad de las propias estructuras o del terreno. Por otra
parte, un estudio geotécnico de calidad permite anticipar posibles problemas de
construcción relacionados o no con el agua (profundidad del nivel freático, filtraciones,
erosiones internas, entre otros), determinar el volumen y la maquinaria adecuada para la
obra, el tipo de materiales que han de ser excavados.

Números de profundidad de los sondeos:


El número y profundidad de los sondeos que deban ejecutarse en un programa de
exploración de suelos depende fundamentalmente del tipo del subsuelo y de la
importancia de la obra. En ocasiones, se cuenta con estudios anteriores cercanos al lugar,
que permiten tener una idea siquiera aproximada de las condiciones del subsuelo y este
conocimiento permite fijar el programa de exploración con mayor seguridad y eficacia.
Otras veces, ese conocimiento relativo indispensable sobre las condiciones
predominantes en el subsuelo ha de ser adquirido con los sondeos de tipo preliminar. El
número de estos sondeos exploratorios será el suficiente para dar precisamente ese
conocimiento. En obras grandes, en que se haga necesario un programa de sondeos
definitivos, éste quedará determinado por la naturaleza del subsuelo.
En lugares de perfil errático, tales como cauces fluviales o glaciares, en general se
presentan los problemas más delicados, pues la erraticidad hace que resulte muy difícil
una determinación precisa de las propiedades básicas de resistencia y compresibilidad,
hasta un grado tal que frecuentemente no se justifica una erogación de importancia que
está destinada a rendir datos que de cualquier modo serán de interpretación muy difícil.

La ubicación de los sondeos preliminares está, en general, bastante bien definida por
el tipo de obra a ejecutar y lo que se espere en lo referente a la erraticidad del lugar. Por
ejemplo, en el caso de estudios para cimentaciones de puentes, el propio trazo del cruce
y los puntos donde se hayan de situar pilas y estribos, proporcionan indicaciones
sugestivas. En edificios, las indicaciones de un anteproyecto pueden servir como norma
de criterio. En los sondeos definitivos la ubicación ya podrá definirse sobre bases más
firmes, por contarse con los datos del suelo dados por los sondeos preliminares, que
proporcionan un perfil aproximado adecuado en la mayoría de los casos. Estos perfiles
definen también ya las zonas de muestreo. Sin embargo, el ingeniero de suelos debe
considerar el estudio más completo como algo sujeto a continua revisión y, durante la
construcción de la obra, debe estar siempre alerta a las condiciones que las excavaciones
y el comportamiento del suelo en general vayan revelando. Un punto que requiere
especial cuidado es la determinación de la profundidad a que debe llevarse la exploración
del suelo.
Ensayos de clasificación:

Los ensayos para la clasificación de suelos son pruebas realizadas para la


determinación de las características geotécnicas de un terreno. Estos ensayos se ejecutan
sobre las muestras previamente obtenidas en el terreno y dependiendo del tipo de ensayo,
se exigen distintas cualidades de muestra.

Clasificación de los ensayos:

Para la determinación de las propiedades del suelo, los ensayos se clasifican en:

 Ensayos de identificación: son los únicos que pueden realizarse sobre muestras
alteradas. Pueden ser.

1. Físicos: granulometría, plasticidad o peso específico de partículas.


2. Químicos: contenido en sulfatos, carbonatos o materia orgánica.

 Ensayo de estado: humedad natural, peso específico seco o aparente.


Proporcionan la situación del terreno en su estado natural.

 Ensayo de permeabilidad: en permeámetro de carga constante, de carga variable


o en célula triaxial.

 Ensayo químicos sobre agua freática: obtención de pH, de contenido en sales


solubles o de elementos contaminantes.

Examen visual:

El examen visual del lugar aporta datos sobre la topografía, la vegetación existente, la
erosión, el uso o destino que se le da a la tierra en el sitio, la presencia de médanos,
taludes, zanjas, corrientes de agua, entre otros. Por otra parte, las canteras y barrancos
exponen generalmente cierto perfil del subsuelo para su observación, así como los pozos
cavados en el lugar permiten apreciar la altura del nivel freático del agua subterránea. De
manera semejante está basado en la observación de importantes propiedades del suelo
(textura, estructura, consistencia, color, porosidad, costras superficiales, cobertura,
presencia de lombrices, etc.) tomados como indicadores del estado de la calidad, los que
se ordenaran en una tarjeta de calificación. Los indicadores del suelo son indicadores
dinámicos, capaces de cambiar bajo los regímenes de manejos diferentes y presiones de
uso del suelo, siendo sensibles al cambio, ellos advierten de forma rápida los cambios en
las condiciones del suelo y constituyen una herramienta de supervisión eficaz.

Humedad natural:
La determinación del punto máximo de la curva, pesos húmedos modificados contra
valores muestra si el suelo está en la humedad óptima correspondiente a la prueba de
laboratorio que se esté usando (caso especial en que la ordenada máxima de la curva
caiga en un punto de abscisa) o lo que es más común si la humedad es mayor o menor
que la óptima; sin embargo, la magnitud exacta de la diferencia entre el contenido de
agua óptima y la humedad de campo se desconoce. También resuelve el problema de
determinar tal diferencia, aunque no en forma rigurosa como fue el caso del control de
la compactación, sino en forma aproximada, en que el error cometido es lo bastante
pequeño para que el método resulte aceptable para propósitos de control. De igual
manera el estudio de la humedad natural del suelo te ayuda: a conocer la relación
natural de vacío, a disminuir las posibilidades de asentamientos, a controlar y estabilizar
los taludes, y mejorar la capacidad portante del suelo, entre otros.

Composición granulométrica:

La composición granulométrica, es la medición de granos de una de formación


sedimentaria y el cálculo de la abundancia de los correspondientes a cada uno de los
tamaños previstos por una escala granulométrica lo que se traduce en que al tomar una
muestra de suelo tenemos diferentes tamaños de partículas, el porcentaje de relación entre
partículas finas y partículas gruesas nos va a decir en si el tipo de suelo que tengamos; en
palabras más técnicas decimos que un suelo simplemente puede ser clasificado según el
tamaño predominante de sus granos, ya que por lo general todos los suelos presentan una
mezcla de partículas de diferentes formas y dimensiones que varían desde grandes piedras
o gravas, hasta granos muy finos que solo se pueden visualizar con un microscopio
común. Es usual que el contenido de gravas y arenas se determinen utilizando tamices,
mientras que el porcentaje de coloides, limos y arcillas se obtengan mediante ensayos de
sedimentación por ello las pruebas granulométricas que se realizan según los siguientes
métodos son los tamices calibrados y los ensayos hidrométricos. Los tamices que se
utilizan con frecuencia son general 12 tamices que comienzan en el numero 4 pulgadas y
terminan en el número 200, el tamiz número 4 es el que define la diferencia entre un
agregado grueso y un agregado fino, es decir, el material granular que no pasa del tamiz
número 4 se clasifica como un agregado grueso y el material granular que pasa del tamiz
número 4 y llega hasta el tamiz número 200 se convierten en material granular fino,
cuando pasa del número 200 que es el número de tamiz a esos se les denomina bandeja
es decir, es la escoria de la muestra del suelo; una materia tan fina y polvorienta que se
toma como relaciones de vacío en la muestra del suelo.

Limites de consistencia
Por consistencia se entiende el grado de cohesión de las partículas de un suelo y su
resistencia a aquellas fuerzas exteriores que tienden a deformar o destruir su estructura.
Los límites de Atterberg o Límites de consistencia se basan en el concepto de que los
suelos finos, presentes en la naturaleza, pueden encontrarse en diferentes estados,
dependiendo del contenido de agua.
Según su contenido de agua en forma decreciente, un suelo susceptible de ser plástico
puede estar en cualquiera de los siguientes estados de consistencia, definido por
Atterberg:

 Estado líquido, con las propiedades y apariencias de una suspensión Estado


Semilíquido, con las propiedades de un fluido viscoso.
 Estado Plástico, en que el suelo se comporta plásticamente.
 Estado semi sólido, en el que el suelo tiene la apariencia de un sólido, pero aún
disminuye de volumen al estar sujeto a secado.

Talud
Se llama talud a la inclinación que se da a las tierras para que se sostengan las unas a las
otras. El perfil de cualquier talud se forma por un triángulo rectángulo, en el cual el lado
mayor, opuesto al ángulo recto, representa el talud o declivio y uno de los lados
representa la base del talud con los nombres de escarpa explanada o glacis. Cuando la
altura es igual o mayor que la base se llama escarpa, lo que también conviene al
revestimiento de una muralla; y cuando la altura es menor que la base, se llama
propiamente explanada o glacis, lo que es propio a la superficie superior de
los parapetos militares y a la pendiente que forma hacia la campaña el parapeto del
camino cubierto. Si las tierras son gredosas y se ligan bien, el talud es menor que la
perpendicular; pero si el terreno es arenoso o de poca consistencia la perpendicular o
altura será menor que la base.
Uso de las proyecciones hemisféricas para el estudio de estabilidad de
taludes en roca
Uno de los aspectos más importantes del análisis de estabilidad de taludes y túneles es el
levantamiento sistemático y la presentación de datos geológicos de manera tal que pueden
ser evaluados fácilmente e incorporarlos al análisis de estabilidad de taludes y túneles ó
de la masa rocosa circundante. La experiencia señala que las proyecciones hemisféricas
dan el medio más conveniente para la representación de los datos geológicos.

Muchas personas evitan utilizar el método de las proyecciones hemisféricas, ya que no le


es familiar y les parece demasiado complejo, además que no encuentran ninguna relación
con los métodos convencionales de dibujo en ingeniería. La gran ventaja de este método
de representación es que nos da relaciones tridimensionales de los planos directamente y
con poco esfuerzo. El tiempo empleado en comprender está técnica, le ahorrará mucho
tiempo por su potencialidad y flexibilidad en la solución de los problemas gráficos que el
ingeniero de minas ó geotécnico tiene que afrontar.

Varios tipos de proyecciones hemisféricas pueden ser utilizadas. La proyección que


nosotros usaremos es la de igual área, algunas veces llama da proyección de Lambert ó la
red de Schmidt, para realizar los diagramas de contornos de polos y la proyección de igual
ángulo conocida también como red de Wulff.

Ambos tipos de proyección son empleadas para el análisis de datos estructurales


geológicos. En general, la proyección de igual área es preferida por los geólogos, debido
a que la red es dividida en sectores de igual área y tal como se señaló en el párrafo anterior
permite la interpretación estadística de los datos estructurales.

Por otro lado, los geotécnicos prefieren emplear la red de Wulff ó de igual ángulo, ya que
las relaciones geométricas requeridas para la solución de la mayoría de los problemas
ingenieriles son más sencillos y su proyección es más exacta. Las ventajas y desventajas
asociadas con el uso de una u otra proyección dependerá de la solución final al problema
en estudio, más que de la parte de análisis del mismo.

Proyección de igual área

La proyección de Lambert o de igual área será familiar a la mayoría de los lectores, ya


que es el sistema usado por los geógrafos para la representación de la forma esférica de
la Tierra en una superficie plana.

En la proyección de igual área, una unidad de área en toda la proyección representa la


misma fracción del área total del hemisferio de referencia. Esta característica de proyectar
con un área igual es ventajosa en una investigación estadística y esta proyección será
preferida para este trabajo. Una desventaja de esta proyección es su distorsión, la cual es
mayor hacia el círculo de referencia. El efecto de distorsión puede ser visto en la figura
5.2. En la proyección de igual área, los círculos meridionales son mayores y los polares
son menores. Debe observarse que la longitud de proyección de un grado es independiente
de la dirección en el centro de la proyección, mientras que este varía notablemente con la
dirección de la circunferencia hacia el círculo de referencia.

Proyección Igual Ángulo

La proyección estereográfica difiere de la proyección de igual área en varios aspectos


importantes. Uno de estos es el hecho que un área de un tamaño dado en la superficie de
referencia es presentada en la proyección estereográfica por un área la cual va
aumentando a medida que se incrementa su distancia al centro del círculo de proyección.
Tomando en cuenta esta propiedad, la proyección

ROYECCIONES H EMISFÉRICAS

estereográfica no es conveniente para estudios estadísticos de discontinuidades. Otra


diferencia presente entre las dos proyecciones es que un área circular dibujada en
cualquier parte de la esfera de referencia, es representada como un área muy cercana a la
circular, mientras que, en la proyección de igual área, el circulo será circular en las
cercanías del centro del círculo de proyección.

La proyección estereográfica ó de Wulff es empleada generalmente en la solución de


problemas estructurales, es decir, donde es importante mantener las relaciones angulares.

Trazas de Afloramientos
En ocasiones los afloramientos entre formaciones deben inferirse por estar cubiertas por
depósitos superficiales como aluvio, coluvio, depósitos de falda o suelos. Si las
evidencias indirectas de la ubicación de un contacto cubierto son insuficientes, una
manera de determinar la traza más probable es asumir que la superficie entre ambas
unidades es plana (o al menos se aproximan a un plano en la zona donde el contacto está
cubierto) y que su rumbo e inclinación, reconocida en algún afloramiento, se mantienen
más o menos constantes en esa zona. Por otra parte, el mapa base donde se está volcando
la geología debe contar con curvas de nivel. La traza del contacto, generada por la
intersección entre el plano geológico y la superficie topográfica, se obtiene dibujando
curvas de nivel estructurales sobre el plano geológico con una equidistancia igual a la de
las curvas de nivel topográficas. La traza del contacto se obtiene uniendo los puntos donde
las curvas de nivel estructurales y geológicas del mismo valor se cortan

Túneles en rocas
La ejecución de túneles en roca, desde los últimos 30 años aproximadamente, se realiza
habitualmente según unas técnicas ampliamente conocidas, que permiten aplicar
prontamente una presión de confinamiento mínima al túnel, de forma que la propia roca
soporte los mayores esfuerzos alrededor de la excavación. Para la aplicación de esta
metodología se recurre a la clasificación de los terrenos asignándoles unos parámetros
geotécnicos, al cálculo de las secciones con esos terrenos y los sostenimientos previstos,
y al control de su comportamiento durante la construcción. Normalmente a cada tipo de
terreno se le asigna un tipo de sostenimiento, y durante la obra se suele ajustar a la vista
del comportamiento.

PROYECTO DE UN TÚNEL: Es la definición de todo lo necesario para la construcción


del mismo, tanto durante el proyecto propiamente dicho, como durante la construcción.
Se trata de analizar todos los condicionantes que pueden afectar al comportamiento del
túnel, y resolver toda la problemática planteada. Se puede resumir en conocer cómo se
comporta el terreno ante la excavación: en las diferentes fases de la misma, con los
sostenimientos aplicados, etc. Hay diversas partes del proyecto que condicionan el
comportamiento futuro del túnel. Analizaremos a continuación las más importantes

TRAZADO: El trazado del eje del túnel está condicionado fundamentalmente por las
características propias de la obra proyectada: por ejemplo, el ferrocarril de alta velocidad
es muy rígido en su trazado, con curvas de radios superiores a 3.000 m. Pero se debe
analizar si, dentro de lo que permitan los parámetros de trazado, se pueden evitar los
terrenos más conflictivos, fallas de gran importancia, grandes aportes de agua, etc.
Especial importancia tiene también la ubicación de las boquillas, debiéndose evitar
fundamentalmente las laderas inestables y los perfiles transversales asimétricos.

Durante la fase del proyecto es cuando se debe estudiar este tema con detenimiento, para
lo cual se requiere un exhaustivo trabajo de geología, con la ayuda de las prospecciones
geotécnicas adecuadas. Poder evitar terrenos muy conflictivos es la mejor manera de
intentar hacer un proyecto para que no haya problemas durante la construcción del túnel.
Si existen otros trazados alternativos, y aparentemente más económicos (porque acortan
la longitud de los túneles, etc.), se deberá dejar muy bien argumentado en el proyecto las
razones de la elección, para evitar en lo posible que se cambie ese trazado durante la fase
de construcción.

FORMA: Influye tanto la geometría como el tamaño. Es en el proyecto donde se debe


estudiar con detenimiento y resolver este aspecto; durante la construcción, habitualmente
no se podrá modificar. En cuanto a la geometría, es claro que las formas circulares
trabajan mucho mejor que las ovaladas y las rectangulares. Las formas de la sección
influirán en el estado tensional desarrollado alrededor del túnel; y se deberá evitar que
aparezcan zonas traccionadas, que descomprimen el terreno y facilitan que se desprendan
masas inestables de roca.

MÉTODO CONSTRUCTIVO: El método constructivo puede ser determinante,


especialmente en aquellos casos en que otros condicionantes pueden hacer crítica la
construcción: bien porque las características geotécnicas sean muy malas, por la presencia
de agua, o porque el equilibrio final puede verse afectado por las fases anteriores. En los
métodos convencionales se suele excavar la sección en diferentes fases, de manera que
cada una de ellas sea estable y los problemas durante la excavación sean fácilmente
dominados. Si esto no ocurre, y los avances se hacen con graves dificultades, se deberá
considerar la necesidad de técnicas especiales como paraguas de protección, tratamientos
del terreno, drenaje, etc. Es fundamental también que los sostenimientos sean eficaces, es
decir, que estabilicen el túnel en un tiempo corto.

GEOLOGÍA: El estudio geológico deberá progresar desde un conocimiento general de


la zona, hasta el particular alrededor del túnel. El terreno que afecta directamente al diseño
del túnel es el circundante en una distancia de 1 a 2 diámetros: en esta distancia se deberá
llegar al conocimiento más detallado posible sobre estructura, litologías, grados de
meteorización, accidentes tectónicos, etc. Habitualmente se presenta esta información en
planos de planta y perfil longitudinal a escala 1:1.000, o similar. Sin embargo, es corriente
que el grado de información y precisión de la misma, no alcance al requerido por esa
escala, sino al que correspondería a una escala bastante menor (1:5.000). Esto suele ser
debido a dificultades lógicas como: falta de afloramientos del sustrato, dificultad de
accesos para realizar sondeos concretos, coste y tiempo requerido para hacer el número
de prospecciones ideales, falta de apoyo topográfico, etc.
Conclusión

El objetivo final del estudio geotécnico es el de dotar a las partes implicadas en el proyecto
constructivo de toda la información y recomendaciones necesarias para la correcta
ejecución del mismo, reduciendo con ello el riego asociado a este tipo de obras.

Suelos expansivos, erosión del terreno, deslizamientos, niveles freáticos, licuefacción.


Estos son algunos de los problemas geotécnicos que pueden encontrarse en este tipo de
proyectos. Un estudio geotécnico bien realizado es la garantía de una obra sin
inestabilidades futuras. Supone, sin lugar a dudas, la base sobre la que todo proyecto,
tanto de infraestructuras, edificación y minería, debe asentarse.

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