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Trabajo #4 Geologia
Trabajo #4 Geologia
Liscarly Arguelles
Cristal Jimenez
Hoy en día no se concibe la construcción de una obra, por poco importante que
sea, sin el estudio previo del terreno en relación a la misma.
La ubicación de los sondeos preliminares está, en general, bastante bien definida por
el tipo de obra a ejecutar y lo que se espere en lo referente a la erraticidad del lugar. Por
ejemplo, en el caso de estudios para cimentaciones de puentes, el propio trazo del cruce
y los puntos donde se hayan de situar pilas y estribos, proporcionan indicaciones
sugestivas. En edificios, las indicaciones de un anteproyecto pueden servir como norma
de criterio. En los sondeos definitivos la ubicación ya podrá definirse sobre bases más
firmes, por contarse con los datos del suelo dados por los sondeos preliminares, que
proporcionan un perfil aproximado adecuado en la mayoría de los casos. Estos perfiles
definen también ya las zonas de muestreo. Sin embargo, el ingeniero de suelos debe
considerar el estudio más completo como algo sujeto a continua revisión y, durante la
construcción de la obra, debe estar siempre alerta a las condiciones que las excavaciones
y el comportamiento del suelo en general vayan revelando. Un punto que requiere
especial cuidado es la determinación de la profundidad a que debe llevarse la exploración
del suelo.
Ensayos de clasificación:
Para la determinación de las propiedades del suelo, los ensayos se clasifican en:
Ensayos de identificación: son los únicos que pueden realizarse sobre muestras
alteradas. Pueden ser.
Examen visual:
El examen visual del lugar aporta datos sobre la topografía, la vegetación existente, la
erosión, el uso o destino que se le da a la tierra en el sitio, la presencia de médanos,
taludes, zanjas, corrientes de agua, entre otros. Por otra parte, las canteras y barrancos
exponen generalmente cierto perfil del subsuelo para su observación, así como los pozos
cavados en el lugar permiten apreciar la altura del nivel freático del agua subterránea. De
manera semejante está basado en la observación de importantes propiedades del suelo
(textura, estructura, consistencia, color, porosidad, costras superficiales, cobertura,
presencia de lombrices, etc.) tomados como indicadores del estado de la calidad, los que
se ordenaran en una tarjeta de calificación. Los indicadores del suelo son indicadores
dinámicos, capaces de cambiar bajo los regímenes de manejos diferentes y presiones de
uso del suelo, siendo sensibles al cambio, ellos advierten de forma rápida los cambios en
las condiciones del suelo y constituyen una herramienta de supervisión eficaz.
Humedad natural:
La determinación del punto máximo de la curva, pesos húmedos modificados contra
valores muestra si el suelo está en la humedad óptima correspondiente a la prueba de
laboratorio que se esté usando (caso especial en que la ordenada máxima de la curva
caiga en un punto de abscisa) o lo que es más común si la humedad es mayor o menor
que la óptima; sin embargo, la magnitud exacta de la diferencia entre el contenido de
agua óptima y la humedad de campo se desconoce. También resuelve el problema de
determinar tal diferencia, aunque no en forma rigurosa como fue el caso del control de
la compactación, sino en forma aproximada, en que el error cometido es lo bastante
pequeño para que el método resulte aceptable para propósitos de control. De igual
manera el estudio de la humedad natural del suelo te ayuda: a conocer la relación
natural de vacío, a disminuir las posibilidades de asentamientos, a controlar y estabilizar
los taludes, y mejorar la capacidad portante del suelo, entre otros.
Composición granulométrica:
Limites de consistencia
Por consistencia se entiende el grado de cohesión de las partículas de un suelo y su
resistencia a aquellas fuerzas exteriores que tienden a deformar o destruir su estructura.
Los límites de Atterberg o Límites de consistencia se basan en el concepto de que los
suelos finos, presentes en la naturaleza, pueden encontrarse en diferentes estados,
dependiendo del contenido de agua.
Según su contenido de agua en forma decreciente, un suelo susceptible de ser plástico
puede estar en cualquiera de los siguientes estados de consistencia, definido por
Atterberg:
Talud
Se llama talud a la inclinación que se da a las tierras para que se sostengan las unas a las
otras. El perfil de cualquier talud se forma por un triángulo rectángulo, en el cual el lado
mayor, opuesto al ángulo recto, representa el talud o declivio y uno de los lados
representa la base del talud con los nombres de escarpa explanada o glacis. Cuando la
altura es igual o mayor que la base se llama escarpa, lo que también conviene al
revestimiento de una muralla; y cuando la altura es menor que la base, se llama
propiamente explanada o glacis, lo que es propio a la superficie superior de
los parapetos militares y a la pendiente que forma hacia la campaña el parapeto del
camino cubierto. Si las tierras son gredosas y se ligan bien, el talud es menor que la
perpendicular; pero si el terreno es arenoso o de poca consistencia la perpendicular o
altura será menor que la base.
Uso de las proyecciones hemisféricas para el estudio de estabilidad de
taludes en roca
Uno de los aspectos más importantes del análisis de estabilidad de taludes y túneles es el
levantamiento sistemático y la presentación de datos geológicos de manera tal que pueden
ser evaluados fácilmente e incorporarlos al análisis de estabilidad de taludes y túneles ó
de la masa rocosa circundante. La experiencia señala que las proyecciones hemisféricas
dan el medio más conveniente para la representación de los datos geológicos.
Por otro lado, los geotécnicos prefieren emplear la red de Wulff ó de igual ángulo, ya que
las relaciones geométricas requeridas para la solución de la mayoría de los problemas
ingenieriles son más sencillos y su proyección es más exacta. Las ventajas y desventajas
asociadas con el uso de una u otra proyección dependerá de la solución final al problema
en estudio, más que de la parte de análisis del mismo.
ROYECCIONES H EMISFÉRICAS
Trazas de Afloramientos
En ocasiones los afloramientos entre formaciones deben inferirse por estar cubiertas por
depósitos superficiales como aluvio, coluvio, depósitos de falda o suelos. Si las
evidencias indirectas de la ubicación de un contacto cubierto son insuficientes, una
manera de determinar la traza más probable es asumir que la superficie entre ambas
unidades es plana (o al menos se aproximan a un plano en la zona donde el contacto está
cubierto) y que su rumbo e inclinación, reconocida en algún afloramiento, se mantienen
más o menos constantes en esa zona. Por otra parte, el mapa base donde se está volcando
la geología debe contar con curvas de nivel. La traza del contacto, generada por la
intersección entre el plano geológico y la superficie topográfica, se obtiene dibujando
curvas de nivel estructurales sobre el plano geológico con una equidistancia igual a la de
las curvas de nivel topográficas. La traza del contacto se obtiene uniendo los puntos donde
las curvas de nivel estructurales y geológicas del mismo valor se cortan
Túneles en rocas
La ejecución de túneles en roca, desde los últimos 30 años aproximadamente, se realiza
habitualmente según unas técnicas ampliamente conocidas, que permiten aplicar
prontamente una presión de confinamiento mínima al túnel, de forma que la propia roca
soporte los mayores esfuerzos alrededor de la excavación. Para la aplicación de esta
metodología se recurre a la clasificación de los terrenos asignándoles unos parámetros
geotécnicos, al cálculo de las secciones con esos terrenos y los sostenimientos previstos,
y al control de su comportamiento durante la construcción. Normalmente a cada tipo de
terreno se le asigna un tipo de sostenimiento, y durante la obra se suele ajustar a la vista
del comportamiento.
TRAZADO: El trazado del eje del túnel está condicionado fundamentalmente por las
características propias de la obra proyectada: por ejemplo, el ferrocarril de alta velocidad
es muy rígido en su trazado, con curvas de radios superiores a 3.000 m. Pero se debe
analizar si, dentro de lo que permitan los parámetros de trazado, se pueden evitar los
terrenos más conflictivos, fallas de gran importancia, grandes aportes de agua, etc.
Especial importancia tiene también la ubicación de las boquillas, debiéndose evitar
fundamentalmente las laderas inestables y los perfiles transversales asimétricos.
Durante la fase del proyecto es cuando se debe estudiar este tema con detenimiento, para
lo cual se requiere un exhaustivo trabajo de geología, con la ayuda de las prospecciones
geotécnicas adecuadas. Poder evitar terrenos muy conflictivos es la mejor manera de
intentar hacer un proyecto para que no haya problemas durante la construcción del túnel.
Si existen otros trazados alternativos, y aparentemente más económicos (porque acortan
la longitud de los túneles, etc.), se deberá dejar muy bien argumentado en el proyecto las
razones de la elección, para evitar en lo posible que se cambie ese trazado durante la fase
de construcción.
El objetivo final del estudio geotécnico es el de dotar a las partes implicadas en el proyecto
constructivo de toda la información y recomendaciones necesarias para la correcta
ejecución del mismo, reduciendo con ello el riego asociado a este tipo de obras.