El caso fortuito y la fuerza mayor facultan al empleador, sin necesidad de
autorización previa, a la suspensión temporal perfecto de las labores hasta por un máximo de noventa (90) días, con comunicación inmediata a la Autoridad Administrativa de Trabajo. Deberá, sin embargo, de ser posible, otorgar vacaciones vencidas o anticipadas y, en general, adoptar medidas que razonablemente eviten agravar la situación de los trabajadores. Definiendo cuándo nos encontramos ante una situación de caso fortuito o fuerza mayor, el artículo 21 del Reglamento de la Ley de Fomento del Empleo, aprobado por Decreto Supremo 1-96-TR (en adelante, Reglamento de la LPCL) dispone que “se configura el caso fortuito o la fuerza mayor, cuando el hecho invocado tiene carácter inevitable, imprevisible e irresistible y que haga imposible la prosecución de las labores por un determinado tiempo”. En este orden de ideas, resulta pertinente mencionar la Resolución Ministerial 87-94- TR, dispositivo normativo a través de la cual se aprobó la Directiva Nacional 6- 94-DNRT sobre suspensión temporal de labores. Dicha Directiva establece una definición de los conceptos de caso fortuito y fuerza mayor. Así, establece lo siguiente:
Caso Fortuito Fuerza Mayor
Es todo hecho imprevisible o un Es todo acontecimiento o hechos
suceso por lo común daños que imprevisibles, que pudiendo ser no puede preverse, evitarse ni previstos no pueden resistirse ni resistirse, que acontece evitarse, provienen casi siempre inesperadamente con de la acción de la persona o de un independencia de la voluntad del tercero. hombre; que generalmente Ejemplos: proviene de la acción de la Una ley u otra forma legal, naturaleza. que impida realizar una Ejemplos: actividad”. Una inundación, un aluvión, un sismo, un incendio, una sequía, un accidente, una peste o epidemia.