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ECONÓMICA DE
LA PRODUCCIÓN
Lluís Cuatrecasas Arbós
Colección: Monografías
Serie: ADMINISTRACIÓN / MARKETING
Esta monografía está formada por un capítulo del libro:
ORGANIZACIÓN DE LA PRODUCCIÓN Y
DIRECCIÓN DE OPERACIONES
Autor: Lluís Cuatrecasas Arbós
(Obra completa publicada por Ediciones Díaz de Santos). Puede ocurrir que
en el texto de esta monografía se haga referencia o citen otras páginas que
correspondan a otros capítulos de la obra completa, esto sería normal al
haberse respetado la paginación original.
http://ediciones.diazdesantos.es
ediciones@diazdesantos.es
ISBN 978-84-9969-357-6
.LZ[P}ULJVU}TPJHKLSHWYVK\JJP}U
7YVK\J[P]PKHKJVZ[LZ`JVTWL[P[P]PKHK
Tal y como hemos expuesto a lo largo de esta obra, toda la gestión de la produc-
ción está encaminada a obtener el mejor resultado posible de la misma, en forma
de valor añadido que la haga realmente competitiva. Nos hemos referido a ello ini-
cialmente al considerar la producción como una actividad básicamente económica;
posteriormente, al referirnos a la empresa, donde ha quedado claro que el objetivo
fundamental de la misma es lograr una producción en sentido económico (y por
tanto que consiga optimizar el valor añadido que genera); finalmente, a lo largo del
grueso de la obra, al desplegar los sistemas de planificación, implantación y control
de la producción, lo hemos realizado tratando de optimizar la productividad técnica
minimizando el consumo de recursos y eliminando los despilfarros. Pues bien, en
este último capítulo de la obra vamos a ocuparnos de las magnitudes que permiten
gestionar y medir la producción y sus resultados desde el punto de vista económico
que, en definitiva, serán las que nos permitirán diagnosticar hasta qué punto se han
cumplido los objetivos de optimizar el sistema productivo y su competitividad. En
particular, nos ocuparemos especialmente de la productividad y los costes y de su
medida.
Los elementos a tener en cuenta y que inciden más directamente en la gestión y
los resultados de la producción son de carácter técnico y también económicos; estos
elementos admiten asimismo su clasificación como internos (que dependen funda-
mentalmente de la planificación dentro de la propia empresa) y externos (dependen
en grado elevado de circunstancias ajenas a la empresa relacionadas con el entorno
de la misma). Bajo esta doble clasificación los elementos más importantes serían los
que se muestran en la Figura 18.1.
Por otra parte, la producción se lleva a cabo por medio de los «factores de la
producción» que son los elementos encargados de que pueda realizarse, los cuales
713
714 ORGANIZACIÓN DE LA PRODUCCIÓN Y DIRECCIÓN DE OPERACIONES
deben repartirse entre ellos el producto obtenido. Recursos naturales, trabajo y bienes
de capital (máquinas, equipamientos e instalaciones), serían los factores que resulta-
rían de la clasificación más simple que pueda realizarse. En la práctica convendrá
desglosar más o menos los factores que se consideren, de acuerdo con la finalidad del
análisis que se esté llevando a cabo.
&RVWHV
(FRQyPLFRV
3UHFLRVFRPSUDYHQ
7HFQRORJtDGLVSRQLEOH
7HFQROyJLFRV
(TXLSDPLHQWRVSURGXFFLyQ
,QFRQWURODEOHV
)DFWRUHV )LMRV
&RQWURODEOHV3DUDPpWULFRV9LQFXODGRV
/LPLWDWLYRV
9DULDEOHV6XEVWLWXLEOHV
6XEVWLW/LPLWDWLYRV
,QGHSHQGLHQWHV
Los factores limitativos son aquellos cuya contribución a la producción está vin-
culada a la cantidad de producto obtenido. Sería el caso del factor fj que cumpliese
que si Q es la cantidad de producto, fj = L (Q).
Los factores substituibles son, por el contrario, aquellos cuya contribución admiti-
da en la producción puede ser mayor o menor en función de la intervención de otros
factores (substitutos), es decir, que uno pueda cumplir con la misión del otro.
Para poner un ejemplo de unos y otros, en el producto televisor, la pantalla de
plasma es un factor limitativo (ha de haber una por aparato necesariamente), pan-
talla y mueble que lo soporta son vinculados y, finalmente, plástico y madera son
substituibles en la confección del mueble del televisor.
Asimismo, un factor puede ser substituible-limitativo respecto de otro u otros,
cuando puede substituirlos, pero solamente entre ciertos límites.
Finalmente, los factores independientes son aquellos que pueden contribuir a la
producción sin ningún tipo de vinculación o sustituibilidad por otros ni, en general,
condición alguna.
4
4
ER
DR
Por otro lado, los puntos a los que nos hemos referido y cualquiera que se obtenga
igualmente, tienen una particularidad común: se refieren a una misma cantidad de
producto. Uniéndolos, se obtendría una curva, en este caso la correspondiente a Q2,
curva que por unir puntos cuya producción es la misma, se la denomina «isocuanta».
Con una combinación de los dos factores a y b, menores ambas que las del punto P,
lograríamos, lógicamente, una producción menor, en este caso la correspondiente a
la isocuanta Q1. Así podríamos lograr otras curvas isocuantas, correspondientes a can-
tidades de producto superiores a medida que nos alejamos del origen (Q1, Q2, Q3,...).
Introduciremos ahora el coste, concepto que ya hemos venido diciendo que es
fundamental en la producción y la gestión económica de la empresa. Por el momen-
to, lo definiremos como el precio a pagar por el consumo de factores productivos
(salario de los trabajadores, precio de los bienes de capital, etc.). Si llamamos pa y pb
a los precios que deben pagarse por cada unidad consumida de a y b respectivamente,
el coste de cualquier combinación de ambos, tales como las ya expuestas al determi-
nar las isocuantas, sería:
C = a.pa + b.pb
Todas las combinaciones de a y b tales que C permanezca constante, estarán so-
bre una recta (dado que la expresión es lineal) que llamaremos «isocoste». La recta
CC que pasa por O es una de ellas.
Para optimizar la producción desde el punto de vista económico, podemos
plantearnos lograr una producción con el mínimo coste posible, sustituyendo con-
venientemente los factores productivos, o bien lograr la mayor producción posible
con igual coste. Los planteamientos serán idénticos, excepto en que en el primer
caso partiremos de una isocuanta dada y en el segundo de una isocoste. Nosotros
lo haremos partiendo de la isocoste, p.e. la CC y trataremos de lograr la mayor
producción posible.
GESTIÓN ECONÓMICA DE LA PRODUCCIÓN. PRODUCTIVIDAD, COSTES Y... 717
δ4 δD δ4 δE
Es decir: =
SD SE
Si hubiéramos trabajado desde el comienzo con más de dos factores de la produc-
ción, el resultado de optimizar económicamente la producción hubiera sido:
δ4 δD δ4 δE δ4 δF
= = =
SD SE SF
Así pues, en el óptimo los factores de la producción participarán de forma que el
incremento marginal de la producción por incremento unitario de cada factor debe-
rá guardar proporción con los precios de coste de dichos factores, lo cual expresare-
mos diciendo que la productividad marginal de cada factor ponderada por su precio
de coste, deberá ser igual para todos ellos.
Si queremos aplicar este resultado a la realidad práctica, normalmente no nos
será posible construir curvas isocuantas continuas, pues no se podrán las aportacio-
nes de los factores más que adoptando valores concretos (y por tanto no con variación
continua), correspondientes a las distintas técnicas de producción que en la realidad
existan.
En la práctica las cosas ocurrirán como en la Figura 18.4. Las rectas T1, T2 y T3
que parten del origen, representan las combinaciones de factores correspondientes
a alguna técnica concreta existente. Sobre cualquiera de estas rectas, una cantidad
dada de factor a vendrá acompañada por otra del factor b, de forma que siempre se
cumplirá que:
b = _i. a
718 ORGANIZACIÓN DE LA PRODUCCIÓN Y DIRECCIÓN DE OPERACIONES
4
4 7
7
7
QLYHOFRQVWDQWH
!"
La tecnología de producción, así como los procesos por medio de los cuales la
llevamos a cabo, tienen una influencia decisiva en la productividad, puesto que po-
demos considerar que la función que permite determinar la producción a través de
los factores productivos es, en realidad, la expresión del papel de la tecnología y los
procesos.
Veámoslo mejor con un caso: supongamos que podemos expresar una produc-
ción de tarjetas electrónicas por medio de determinada máquina, de acuerdo con la
expresión:
Q = 40.k.m1.(t - m2)
Donde k es un factor paramétrico que depende de la calidad del material a inte-
grar, m1 es una variable que expresa la productividad de la máquina empleada, t es
una variable que indica el tiempo empleado y m2 es otra variable referida a la máqui-
na empleada, que indica el tiempo perdido en la preparación de la misma.
Evidentemente m1, m2 y t serán aquí factores de la producción.
De acuerdo con ello, los procesos y su tecnología influyen decididamente en la
productividad, tal y como ya se ha visto. Dicha tecnología puede verse alterada y con
ella la productividad de cualquier factor, de diversas formas, y entre ellas:
% Alterando algún factor paramétrico (por ejemplo, k en la función ya vista).
% Alterando la calidad de algún factor (por ejemplo, la máquina y con ello m1
y m2).
% Alterando la organización del proceso, que equivaldría a cambiar la propia
función Q, o añadiendo o quitando algún factor, que vendría a resultar lo
mismo.
724 ORGANIZACIÓN DE LA PRODUCCIÓN Y DIRECCIÓN DE OPERACIONES
∑ SR ⋅ T
Índice de Laspeyres:
∑ S ⋅ T
∑ S⋅T
Índice de Paasche:
∑ S ⋅ TR
Como resulta evidente, ambos índices ponen de manifiesto variaciones relativas a
las cantidades producidas (los precios de referencia no varían en ninguno de los dos;
el primero toma los iniciales y el segundo toma los del segundo momento). Sin em-
bargo, también pueden construirse por supuesto los correspondientes índices para
recoger las variaciones en los precios:
∑ S ⋅ T
Índice de Laspeyres:
∑ S ⋅ T
Índice de Paasche:
∑ S⋅T
∑ S ⋅ T
Finalmente un índice compuesto puede recoger, si interesa, las variaciones re-
lativas que incluyan de forma simultánea las referentes a cantidades y precios. Se
obtiene por el producto del índice referido a cantidades y el referido a precios, pero
para que el resultado sea coherente debe tomarse el de Laspeyres para uno de ellos y
el de Paasche para el otro:
∑ S ⋅ T ∑ S ⋅ T ∑ S⋅T
Índice global: ⋅
∑ S ⋅ T ∑ S ⋅ T ∑ S ⋅ T
Para mediciones de la mejora en la productividad media aplicaremos los mismos
índices a los factores productivos (sujetos a los mismos problemas de medición) y
los utilizaremos como denominador de los anteriores ya vistos para la producción,
de forma que tendremos el producto obtenido en relación a la cantidad de factor
empleado que ha quedado establecido en la forma de medir la productividad
media. Para no extendernos demasiado, nos referiremos directamente al índice
global (que incluye variaciones en las cantidades y precios simultáneamente), lo
mismo para el producto que para el factor cuya productividad medimos:
∑ S⋅T
Índice global de mejora de productividad media:
∑ S ⋅ T
∑F⋅ I
∑ F ⋅ I
Donde c significa el coste del factor productivo por unidad de éste y f la cantidad
empleada del mismo.
GESTIÓN ECONÓMICA DE LA PRODUCCIÓN. PRODUCTIVIDAD, COSTES Y... 727
1,9(/'(&267(
0DWHULDOHV',5(&72
7UDEDMR>'LUHFWFRVWLQJ@352'8&&,21
2WURVJDVWRVSURGXFFLyQ(6758&785$/
*DVWRVGHHVWUXFWXUDGHHPSUHVD &20(5&,$/
*DVWRVGHFRPHUFLDOL]DFLyQ\YHQWD&203/(72
*DVWRVILQDQFLHURV\RWURVGHVRSRUWHH[WHUQR>)XOOFRVWLQJ@
Así pues, al evaluar el coste podemos referirnos desde el nivel mínimo, definido
por el coste directo y constituido por los materiales y el trabajo precisos para llevar a
cabo la producción (direct costing), hasta el mayor de ellos, el coste total o completo,
que incluye todas las posibles partidas de coste (full costing).
Por tanto, existen diferentes valoraciones del coste y distintas situaciones para las que
pueden ser aplicadas. Por ejemplo, en una empresa con una producción compuesta de
múltiples productos puede resultar de interés calcular exclusivamente para cada uno el
direct costing con el fin de conocer el margen de beneficio que aporta la producción de
cada uno, aunque sea un coste bruto, es decir, que no lleva deducidos todos los gastos;
a fin de incluir todas las partidas de coste, podemos entonces deducir posteriormente,
2
En esta obra y atendiendo a los objetivos que pretende, podremos realizar normalmente
tales asociaciones de conceptos, aunque teniendo presente que existen diferencias entre ellos.
GESTIÓN ECONÓMICA DE LA PRODUCCIÓN. PRODUCTIVIDAD, COSTES Y... 729
el conjunto de los gastos no contabilizados, del total de margen aportado por todos los
productos a la vez. Este procedimiento de evaluación del coste, con las matizaciones que
se verán, ha dado lugar a lo que se denomina sistema del direct costing.
La existencia de distintos procedimientos o niveles de valorar el coste ha de dar
lugar, como resulta evidente, a distintos niveles de beneficio, ya que éste se obtiene
del ingreso tras deducir el coste. En principio y a fin de simplificar la exposición,
hablaremos solo de beneficio o margen neto o bruto según se hayan deducido o no
todos los costes posibles. La misma simplificación nos llevará a polarizar los sistemas
de obtención del coste en direct costing (ya comentado) y full costing (que dará lugar
directamente al coste completo).
Veamos ahora, a modo de resumen general, los conceptos que incluyen cada uno de
los tipos de coste a que está sometido el conjunto de los procesos que, de forma global,
comprende la actividad de la empresa, así como los aspectos a destacar en cada uno:
a) Costes variables3:
• Materiales o productos que forman parte del producto final a obtener:
– Conviene, siempre que sea posible, establecer un coste estándar para ellos.
– Es importante evaluar para cada componente, la relación entre la can-
tidad inicialmente necesaria y la que aparece en el producto final.
• Mano de obra directa:
– Deberá incluir las cargas sociales y en caso de evaluarse un coste están-
dar, se referirá a un proceso tipo.
• Energía:
– En este caso, de calcularse un coste estándar, se referirá a un nivel de
capacidad instalada y a un proceso tipo.
• Gastos generales de producción. Es importante que incluyan:
– Coste de funcionamiento de las máquinas.
– Gastos de aprovisionamiento.
– Mano de obra indirecta (verificación, mantenimiento, etc).
– Transportes.
– Productos rechazados por incumplir las especificaciones de calidad.
3
Aparte de los citados, pueden existir gastos variables de carácter comercial (p.e. comisiones
o descuentos) o de estructura (p.e. financieros). Sin embargo, en la mayoría de ellos puede elegirse
entre considerarlos como auténticos gastos o deducir su importe del ingreso y valorar el margen
como si dicho ingreso fuera menor.
730 ORGANIZACIÓN DE LA PRODUCCIÓN Y DIRECCIÓN DE OPERACIONES
Si algunos de los gastos incluidos en esta clasificación entre los fijos, no lo fuera,
o lo fuera solo en parte, deberá asignarse (o distribuirse, en el último caso conside-
rado), al apartado que corresponda.
Todos los costes deberán permitir que sea evaluado su rendimiento en función
del incremento de beneficios, tanto al estudiar su posible implantación (así, el es-
tablecimiento de un determinado control de calidad de la producción, devenga un
coste, que se supone se «recuperará» con creces al no entregar productos incorrec-
tos a los clientes) como si se destina a la sustitución de otro (por ejemplo, puede
adquirirse una máquina para hacer el trabajo de uno o varios hombres, y su coste
estará justificado si su rendimiento —a igualdad de coste— supera al de la mano
de obra substituida).
Sin embargo, existen partidas de gastos difíciles en cuanto a la medición de su
rendimiento se refiere. Tal es el caso de la publicidad, que tiene un coste y sus efec-
tos no son fáciles de medir. Aún así, será conveniente encontrar un procedimiento
de evaluación de su rendimiento (como por ejemplo, por medio del aumento de la
demanda y por tanto, con los ingresos y beneficios consecuentes).
&)
!
$ % &
Expresiones del coste medio y del coste marginal, que representan el coste pro-
medio de una unidad y el coste de la última unidad.
GESTIÓN ECONÓMICA DE LA PRODUCCIÓN. PRODUCTIVIDAD, COSTES Y... 733
3$ &7
3HQG 23 &P Es decir, los costes totales medios.
2$ ;
3' &9
3HQG %3 &90 O sea, los costes variables medios.
%' ;
Si trazamos ahora las tangentes desde O y B a la curva CT, éstas serán las secan-
tes desde O y B de menor pendiente (por ser ésta mayor antes y después). Luego
corresponderán a los mínimos valores de las expresiones de Cm y CVM respectiva-
mente, pero por ahí pasará la C' ya que su pendiente es la de la tangente a la curva
de costes totales y precisamente en estos puntos las secantes se han convertido en
tangentes.
734 ORGANIZACIÓN DE LA PRODUCCIÓN Y DIRECCIÓN DE OPERACIONES
coste fijo puede deducirse luego del conjunto de márgenes brutos agregados. Ello dará
lugar al sistema llamado del Direct Costing que expondremos a continuación.
También puede distribuirse el coste fijo en tantas partes como productos y por
tanto, curvas de coste variable haya, por medio de diversos procedimientos, añadir
la parte correspondiente a cada una de estas curvas y obtener así costes y márgenes
completos y optimizarlos para cada producto, tal como se vio para el conjunto de la
empresa. Ello dará lugar al sistema llamado del Full Costing. Finalmente, habrá que
considerar la posibilidad ya apuntada de existencia de costes fijos para uno o varios
productos y su tratamiento.
Vamos a exponer a través de un casoejemplo (en primer lugar con costes fijos de
toda la empresa solamente), los sistemas mencionados, partiendo de los costes, ingresos
y márgenes a determinado nivel de producción, normalmente el de óptimo beneficio
(aunque puede repetirse el estudio para tantos niveles distintos como se desee):
Sea una empresa fabricante de microordenadores que fabrica tres tipos de orde-
nadores, el PC-1, el PC-2 y el PC-3. El proceso de producción se resumirá en dos
operaciones:
% L
a producción de la circuitería interna modular (cada tipo de ordenador utili-
zará un número variable de módulos de circuitería).
% Su ensamblaje en las carcasas correspondientes (cada tipo de ordenador podrá
estar sometido a un número variable de ensamblajes con carcasas).
Determinado el número de trabajadores óptimo para cada operación, el tiempo de
proceso es de 2 horas para cada módulo de circuitería obtenido y 10 para cada ensam-
blaje con su carcasa. Los datos necesarios para determinar los costes de los tres tipos de
ordenador, incluidos los que hemos referido, se muestran en la tabla de la Figura 18.11.
7LHPSRSRUPyGXORFLUFXLWRKRUDV
7LHPSRSRUHQVDPEODMHKRUDV
1PyGXORVFLUFXLWRTXHXWLOL]D
1HQVDPEODMHVSUHFLVDGRV
&RVWHPDWHULDOPyGXORFLUFHXURV
&RVWHPDWHULDOHQVDPEODMHHXURV
&RVWHWUDEDMRKRUDHXURVKRUD
8QLGDGHVSURGXFLGDV
3UHFLRGHYHQWDHXURV
Por su parte, la Figura 18.12 muestra cuáles son los costes totales, y para los PC-1
y PC-2, cuáles deben ser los precios de venta, habida cuenta de los márgenes brutos
que daban sobre el costo del trabajo.
736 ORGANIZACIÓN DE LA PRODUCCIÓN Y DIRECCIÓN DE OPERACIONES
6HFFLyQPyGXORVFLUFXLWR 6HFFLyQHQVDPEODMH
0DUJHQ 0DUJHQ
8GV &267(',5(&72HXURV8G 3UHFLR
3URGXFWR EUXWR EUXWR
0HV &LUFXLWRV(QVDPEODGR7RWDO YHQWD
XQLGDG WRWDO
3&
3&
3&
*DVWRVÀMRVª
0DUJHQ1(72UHVXOWDQWHª
Podemos concluir que los productos PC-1 y PC-3 son muy rentables, y el PC-2
tiene una rentabilidad muy baja, y todo ello antes de sobrecargar estos márgenes con
los costes fijos de la empresa y obtener la rentabilidad neta de la misma, de forma
global (es decir, referida a su producción global y no individualizada), como corres-
ponde a este tipo de costes.
Concretando, la rentabilidad sobre las ventas sería, por productos (bruta):
< PC-1: 242 / 700 = 34,5%.
< PC-2: 38 / 850 = 4,4%.
< PC-3: 234 / 1.150 = 20,3%.
Por totales tenemos los siguientes montantes:
< Ingresos: 262.500½
< Margen bruto: 61.600 ½
< Margen neto: 22.600 ½
Por lo cual por totales tenemos las rentabilidades serán:
< Bruta: 61.600 / 262.500 = 23,4%.
< Neta: 22.600 / 262.500 = 8,6%.
Está claro que el producto PC-2 apenas aporta rentabilidad y que, sin él, la rentabi-
lidad bruta total sería más alta, puesto que los ingresos ascenderían a 220.000 euros y
el margen bruto total a 59.700 euros, dando lugar a una rentabilidad bruta del 27,1%,
superior al 23,4% que teníamos. En cuanto a la rentabilidad neta, sería ahora del 9,4%,
algo superior a la de antes, pero hay que tener en cuenta que las cifras de beneficio
738 ORGANIZACIÓN DE LA PRODUCCIÓN Y DIRECCIÓN DE OPERACIONES
han descendido, ya que aunque fuera poco, el producto PC-2, aportaba beneficio. Así,
el beneficio neto global pasa ahora a ser de 20.700 euros frente a los 22.600 de antes.
Las rentabilidades que pueden calcularse para los márgenes obtenidos por pro-
ductos, el total bruto y el neto, nos habrán de permitir optimizar la producción de la
empresa y su propia organización, ya que en efecto, puede suceder que con los resul-
tados del direct costing, para algún producto interese reducir su producción e incluso
eliminarlo y para otros incrementar su producción y actuar pues sobre los costes
directos, pero también sobre los fijos (optimización de la organización), dependiendo
de que la rentabilidad bruta por productos o bruta total sea más correcta que la neta,
que dependerá de los costes fijos o al revés.
En todo caso, pueden utilizarse las técnicas de toma de decisiones para lograr una
optimización global.
Los márgenes calculados en las columnas Full son evidentemente, por defini-
ción, netos, y el total de ellos coincide con el ya obtenido de 22.600 euros.
Podemos apreciar que con este reparto arbitrario de costes fijos, el producto PC-2
ha pasado a generar pérdidas a la empresa y en general, excepto la rentabilidad neta
final que debe coincidir con la obtenida, las demás no coinciden en absoluto con lo
analizado por el Direct Costing, amén de no poder discernir entre rentabilidad pro-
pia de los productos y de la estructura de la empresa.
GESTIÓN ECONÓMICA DE LA PRODUCCIÓN. PRODUCTIVIDAD, COSTES Y... 739
En efecto, además de que los productos PC-2 y PC-4 han pasado a tener una
rentabilidad (aunque ya es neta) negativa, las de los otros son ahora también netas:
< PC-1: 112 / 700 = 16%.
< PC-2: - 92 / 850 = - 10,8%.
< PC-3: 104 / 1.150 = 9%.
Evidentemente, los resultados quedan pues en mayor o menor grado desfigurados
(según el criterio adoptado), aunque este sistema pueda utilizarse, según cual sea el
propósito de empleo de los resultados. Por otra parte, la información obtenida es a
todas luces menor que con el Direct Costing.
&RVWH 0DUJHQ
8GV 3UHFLR 0DUJHQ &RVWHV 0DUJHQ
3URGXFWR 'LUHFWR %UXWR
PHV 9HQWD EUXWRWRWDO VHPLEUXWR VHPLEUXWR
WRWDO XQLWDULR
3&
3&
3&
727$/
*DVWRVÀMRVª
0DUJHQ1(72UHVXOWDQWHª
Tal como ha sido expuesto a lo largo de esta obra, las directrices más avanzadas en
la actualidad para la gestión de los sistemas productivos se centran en la producción
ajustada y el JIT en particular. De acuerdo con los mismos, la productividad, los
bajos costes y, en definitiva, la competitividad, se obtienen tratando de llevar a cabo
la producción con el mínimo consumo de recursos y, en particular, desarrollando
los procesos con el mínimo de actividades, empleando en dicho desarrollo solo las
actividades que aportan un valor añadido a los procesos, en la medida de lo posible.
Además, nos hemos referido a ello diciendo textualmente que las directrices inspi-
radas en la producción ajustada y el JIT van más allá de la gestión productiva y, en la
actualidad extienden su influencia al control de la gestión y se constituyen asimismo
como un nuevo enfoque del management. Asimismo, la flexibilidad y dinamismo de
los sistemas JIT han derivado en la necesidad de nuevos sistemas de gestión económica
de la producción, y muy en particular el establecimiento del coste de producción. Y
ello es así porque la producción comunica al producto valor añadido al actuar sobre
los recursos que emplea y transforma. La producción debe generar pues, el beneficio
que la empresa espera obtener, siempre y cuando se desarrolle correctamente gestio-
nada y alejada de toda actividad improductiva o poco productiva, y en especial de los
despilfarros, que han sido ya debidamente expuestos.
El objetivo final, por tanto, es la minimización del coste, que evidentemente es
la consecuencia directa de la productividad y eficiencia optimizadas y, en definitiva,
supone una utilización (gestión) eficaz de los mencionados recursos. El control del
coste se ha ejercido tradicionalmente a través de la contabilidad analítica de explota-
ción, que se basa en el análisis de las desviaciones de los costes reales respecto a costes
objetivos estándar cuya determinación obedece a metodologías full o direct costing
ya expuestas. Veremos que, con la entrada en escena de sistemas de gestión flexible y
dinámica, como los que están en la línea de gestión actual, el concepto de estándar
fijo sobre el que ejercer el control de gestión, es una idea a revisar.
El control de los resultados de la gestión, es de la mayor importancia. No se puede
conocer el alcance de una mejora en la gestión si no se puede medir esta mejora. Y
no se puede medir adecuadamente sin una buena herramienta que sintonice con el
sistema a medir. Por ello, dado que a lo largo de la obra hemos insistido en los sistemas
actuales de gestión y sus cambios con respecto a los tradicionales, vamos a referirnos
ahora a los procedimientos (esencialmente contables) para medir la eficiencia y mejora
de la gestión, que resulten más adecuados para dichas tendencias actuales en la gestión.
Por otra parte, es casi una referencia obligada, ya que de la misma manera que los sis-
temas de gestión de la producción han evolucionado, los de medición del coste están
teniendo la necesaria evolución paralela. Además, la tendencia actual de los sistemas
de determinación del coste de la producción nos acercan a los «centros de coste», de
forma que se puede identificar dónde se producen los costes y por tanto dónde centrar
los esfuerzos por mejorar la productividad del sistema.
Efectivamente, la contabilización del coste a partir de los sistemas tradicionales
(contabilidad analítica) presenta inconvenientes graves para ser aplicada a una ges-
tión flexible y dinámica. Entre otros, éstos serán los inconvenientes:
GESTIÓN ECONÓMICA DE LA PRODUCCIÓN. PRODUCTIVIDAD, COSTES Y... 741
Para completar esta exposición de la metodología del coste basado en las activi-
dades ABC y a fin de comprender con detalle su operativa, vamos a aplicarla al caso
de la producción de ordenadores personales ya desarrollado anteriormente para los
sistemas Direct Costing y Full Costing.
La tabla de la Figura 18.19 resume los datos correspondientes a los tres modelos
de ordenador del caso, incluyendo tiempos de producción, volumen de actividad,
precios y todos los datos de coste que han sido utilizados hasta el momento:
De acuerdo con ello, los costes resultantes por modelo, junto a los gastos genera-
les que asimismo se facilitaron, serán los que muestra la tabla de la Figura 18.20.
Asimismo, la Figura 18.21 muestra otros datos necesarios para la determinación
del coste ABC.
Además, los costes de los materiales y la mano de obra de cada uno de los mode-
los, es decir, los componentes del coste directo son, según podemos recordar, los que
muestra la tabla de la Figura 18.22.
7LHPSRSRUPyGXORFLUFXLWRKRUDV
7LHPSRSRUHQVDPEODMHKRUDV
1PyGXORVFLUFXLWRTXHXWLOL]D
1HQVDPEODMHVSUHFLVDGRV
&RVWHPDWHULDOPyGXORFLUFHXURV
&RVWHPDWHULDOHQVDPEODMHHXURV
&RVWHWUDEDMRKRUDHXURVKRUD
9ROXPHQGHSURGXFFLyQ
3UHFLRGHYHQWDHXURV
Vamos a clasificar los gastos fijos de acuerdo con su naturaleza, para poder asig-
narlos a las actividades con las que están relacionados, para lo cual mantendremos
los relacionados con la administración, la comercialización y la financiación, tal
como han sido determinados, pero desglosaremos los relacionados con la produc-
ción (3.000 euros en total). La tabla de la Figura 18.23 muestra los correspondien-
tes valores.
$PRUWL]DFLRQHV
$OPDFHQDMHGHPDWHULDOHV
3UHSDUDFLRQHVGHPiTXLQDV
*DVWRVUHODFLRQDGRVFRQODPDQRGHREUD
Por lo que se refiere a los cost drivers que se utilizarán para la asignación de costes
por actividades, la tabla de la Figura 18.24, muestra los que se utilizarán.
GESTIÓN ECONÓMICA DE LA PRODUCCIÓN. PRODUCTIVIDAD, COSTES Y... 747
Con ello los montantes de los costes por asignaciones de indirectos serán las que
muestra la tabla de la Figura 18.25.
&267( &267(SRU
$&7,9,'$'(6 &267'5,9(5
¼ 8QLGDG&RVW'ULYHU
3UHSDUDFLyQPiTXLQDV
6WRFNVDOPDFHQDGRV [[
[
$PRUWL]DFLRQHV
5HODFLRQDGRVFRQ02 ;;
;
)XQFLRQDPLHQWRHVWUXFWXUD [[
[
0DUNHWLQJYHQWDV\GLVWULEXFLyQ
)LQDQFLDFLyQUHSHUFXWLEOH
De acuerdo con ello, los costes y su asignación por actividades para los distintos
modelos de productos, puede hacerse como muestra la tabla de la Figura 18.26.
Como puede apreciarse, podemos llegar a obtener el coste completo y la rentabi-
lidad neta, producto a producto, pero con una base de distribución que puede per-
mitirnos tomar decisiones fiables a partir de estos costes. Así por ejemplo, el producto
PC–2 da una rentabilidad neta negativa, lo que puede propiciar que, con un criterio
fundamentado, se decida abandonar su producción.
748 ORGANIZACIÓN DE LA PRODUCCIÓN Y DIRECCIÓN DE OPERACIONES
Tengamos presente todo lo hasta aquí expuesto, para proseguir con el análisis de la eva-
luación y optimización de la actividad económica de la producción en la empresa, para lo
que presentaremos un nuevo concepto que nos será preciso conocer: la rentabilidad.
Su interés proviene de que el concepto de beneficio ya expuesto, y todo cuanto
se refiere a su optimización, adolece del inconveniente de que no es una medida de
un significado suficientemente claro, puesto que una misma cifra de beneficio puede
ser mejor o peor según la estructura de la empresa, su capital y el tiempo que ha tar-
dado la empresa en lograrlo. Por ello resulta más adecuado y completo el concepto
de rentabilidad, que precisamente hace referencia al beneficio relacionado con estas
magnitudes que permiten que pueda valorarse debidamente.
En efecto, la rentabilidad se expresa por la relación entre el beneficio obtenido
en un periodo de tiempo dado (normalmente anual) y el capital invertido en la acti-
vidad económica que ha dado lugar a tal beneficio. Es frecuente expresarlo en tanto
por ciento (%). La relación que nos expresa la rentabilidad puede expresarse así:
%HQHÀFLRSHULRGR
5HQWDELOLGDG
&DSLWDOLQYHUWLGR
Si desglosamos esta relación, podremos evaluar los componentes de la rentabili-
dad y conocer el origen de cualquier desviación respecto al óptimo que tratamos de
lograr o en general respecto al objetivo propuesto para la rentabilidad y sus compo-
nentes:
%HQHÀFLRSHULRGR3URGXFFLyQ
[
5HQWDELOLGDG
3URGXFFLyQ&DSLWDOLQYHUWLGR
Y aún:
,QJUHVRV &RVWHV 3URGXFFLyQ &DSDFLGDGSURGXF
5HQWDELOLGDG [ [
3URGXFFLyQ 3URGXFFLyQ &DSDFLGDGSURGXFFLyQ &DSLWDO,QYHUWLGR
Con ello, hemos desglosado la rentabilidad en cuatro relaciones o ratios que nos
revelarán el rendimiento de los cuatro elementos básicos para la optimización del resul-
tado económico de la empresa y que explican el porqué de la rentabilidad global:
1) Ingresos/Producción, nos revela la rentabilidad «parcial» del área de ventas.
Relacionará los ingresos obtenidos con la producción que ha sido necesaria
vender para obtenerlos. Evidentemente, cuanto mayor sea este ratio, mejor
será la rentabilidad de este área.
2) Costes/Producción, ratio que nos dará a conocer la rentabilidad del área de pro-
ducción. Relaciona el coste soportado con la producción obtenida con él. Es evi-
dente, que cuanto menor sea, mejor será la rentabilidad del área de producción.
3) Producción/Capacidad productiva, ratio a través del cual conoceremos el
rendimiento obtenido de la planificación de la producción a corto plazo e, in-
directamente, la de la planificación de las ventas. En efecto, una buena plani-
ficación ha de tratar de conseguir que las ventas y la consecuente actividad de
producción, no deje inutilizada parte de la capacidad productiva que ha sido
instalada y que a corto plazo, como se ha dicho, no podemos alterar. Por tanto,
750 ORGANIZACIÓN DE LA PRODUCCIÓN Y DIRECCIÓN DE OPERACIONES
éste ratio será tanto mejor cuanto más se acerque a uno, que es el óptimo valor
que pueda tener (capacidad productiva ocupada al 100%).
4) Capacidad productiva/Capital invertido, nos revelará hasta qué punto ha
sido correcta la planificación a largo plazo, que de acuerdo con lo expuesto, es
la que nos permitirá instalar o alterar una determinada estructura productiva
para la empresa y, por tanto, una cierta capacidad de producción. Evidente-
mente, cuanto mayor sea la capacidad de producción que la empresa sea ca-
paz de instalar con un mismo capital, mejor será la planificación a largo plazo
de la empresa y, por tanto este ratio deberá ser lo más elevado posible.
En resumen, la rentabilidad de la empresa dependerá fundamentalmente del nivel
de producción, de los precios de compra y venta, del grado de ocupación de sus recursos
que tenga así como del nivel alcanzado por éstos en relación al capital invertido; y la situa-
ción de cada uno de estos elementos podrá conocerse a través del desglose anterior.
El concepto de rentabilidad, lo mismo que nos ocurría con los costes, puede
tener varias acepciones, dependiendo del objetivo que se tenga al tratar de evaluarla,
y dependerá de qué beneficios se consideren al calcularla y también a qué capital
invertido hagamos referencia.
Por lo que se refiere al beneficio, dado que acordamos clasificarlo en el beneficio
bruto (que no comprende todos los costes de la empresa) y neto (que sí los compren-
de), al expresarlo en el contexto de la rentabilidad nos dará lugar a la Rentabilidad
bruta y a la Rentabilidad neta.
En cuanto al capital de referencia de la rentabilidad, podemos considerar entre
otros, los siguientes tipos de capital y de rentabilidad consecuente:
1) Rentabilidad total = Beneficio / Capital nominal6
2) Rentabilidad del capital propio = Beneficio / Capital propio7
3) Rentabilidad del inversor = Beneficio / Capital social8
4) Rentabilidad de las ventas = Beneficio / Volumen de ventas
Este último es un tipo especial de ratio de rentabilidad, dado que el denominador
no se refiere a un concepto de capital. Sin embargo, es de gran interés y representa el
porcentaje o más exactamente el tanto por uno de beneficio que queda (deducidos
los costes), de cada unidad monetaria de producción vendida, es decir, el margen que
tienen las ventas expresado en fracción de éstas.
Los ratios de rentabilidad referidos al capital, normalmente no presentan dificultad
para evaluar su adecuado nivel. Basta con comparar el porcentaje que significan con
el que normalmente puede obtenerse de los recursos monetarios. Por el contrario, la
rentabilidad de las ventas es de más difícil calificación ya que lo que realmente inte-
resa es conocer cuál será la rentabilidad del capital a que dará lugar, y para ello hay
que analizarlo conjuntamente con otro ratio que puede ser muy variable, el cual nos
6
El capital nominal o total de la empresa es el total de su pasivo, es decir, los recursos totales
de la empresa.
7
El capital propio es la parte del pasivo que representan recursos propios de la empresa.
8
El capital social es el invertido por el propietario o propietarios de la empresa, que en defi-
nitiva son los inversores que deben sacar un rendimiento a su inversión.
GESTIÓN ECONÓMICA DE LA PRODUCCIÓN. PRODUCTIVIDAD, COSTES Y... 751
ISBN 978-84-9969-357-6