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DIÓCESIS DE MATURÍN

SECRETARIADO DIOCESANO DE PASTORAL JUVENIL

MATURÍN, ESTADO MONAGAS

Tema: Pastoral Juvenil

1. Introducción

Leer 1 Timoteo 4, 12-16.

1.1 La juventud como potencial transformador

Este paradigma, mira a la juventud como fuente de renovación: un


segmento de la sociedad que es capaz de transformar el mundo. El Papa
Pío XI incentivaría, el surgimiento de la Acción Católica. En esta
perspectiva se responsabilizaba a los jóvenes por los cambios en la
sociedad y se ponía sobre sus hombros, la responsabilidad de las
transformaciones sociales. Miraba a la juventud como solución, se
deseaba una juventud articulada y organizada, movida por la cuestión
social y por el dinamismo político. Una juventud que fuera un discurso para
el todo de la sociedad, encarnando la utopía y el sentido del país, incluso
con una sexualidad orientada primordialmente para la procreación. Todo
eso era discutido por filósofos, políticos, artistas e intelectuales.
La juventud, es entonces una etapa de la vida, que lejos de ser
menospreciada, debe ser valorada y vista como una oportunidad en la
que el ser humano puede aprovechar su energía, sueños e ideas para
mejorar el entorno donde se desenvuelve y sentar las bases que le
permitan posteriormente madurar su vocación conforme a la voluntad de
Dios.

1.2 La juventud es parte de la Iglesia y participa como Iglesia

Ser partícipe de la Iglesia no depende del deseo “generoso” de los


demás miembros, sino que es un deber y derecho propio del joven en
virtud del bautismo. El joven bautizado forma parte esencial de la Iglesia; es
un hecho que debe ser potenciado, de esta conciencia brota en los
jóvenes el deseo de vivir su vocación eclesial, a pesar de las brechas, las
dificultades y las resistencias que se presentan en ella. La Iglesia, en sus
estructuras clericales y laicales adultas, va cobrando conciencia de la
importancia de los jóvenes en la sociedad y en ella. “La Iglesia mira a los
jóvenes con esperanza, confía en ellos y los anima a buscar la verdad, a
defender el bien común, a tener una perspectiva abierta sobre el mundo y
ojos capaces de ver ‘cosas nuevas’ (Is 42,9; 48,6). Los jóvenes son “un don
precioso para la sociedad”.
La Iglesia, Madre y Maestra, con sus aciertos y desaciertos en el
acompañamiento de la juventud, sabe que los jóvenes son una riqueza
singular, “es el tiempo de un descubrimiento particularmente intenso del
“yo” humano y de las propiedades y capacidades que éste encierra;
consciente de esta etapa de particular discernimiento existencial, valora la
importancia de la juventud y busca acompañarle y formarle de acuerdo al
modelo de la persona de Jesucristo.
La Iglesia debe “presentar a los jóvenes un Cristo vivo, como único
Salvador, para que, evangelizados, evangelicen y contribuyan, con una
respuesta de amor a Cristo, a la liberación integral del hombre y de la
sociedad (Cf. DP 1166); igualmente debe abrirse a la juventud de tal modo
que responda a las nuevas formas de ser y hacer de las juventudes, es por
eso que opta por la organización de diversos grupos, servicios y
movimientos que le permitan ese encuentro con Jesús, conformando de
esta manera, una Pastoral Juvenil, con la misma importancia de las otras
instancias eclesiales.

2. Pastoral Juvenil

Es importante comenzar aclarando que la pastoral no es un grupo


más, ni un movimiento, por tanto, no pretende en ningún momento quitarle
al joven su carisma; por el contrario, esta se nutre de todos los carismas y
aportes de los diversos grupos juveniles para organizar lo ya existente, así
como potenciar la presencia del joven en sus comunidades, parroquias y
grupos.
“La Pastoral Juvenil es la acción organizada de la Iglesia para
acompañar a los jóvenes a descubrir, seguir y comprometerse con
Jesucristo y su mensaje, para que, transformados en hombres nuevos e
integrando su fe y su vida, se conviertan en protagonistas de la
construcción de la Civilización del Amor”.
“La Pastoral Juvenil es la expresión concreta de la misión pastoral de
la comunidad eclesial en relación a la evangelización de los jóvenes, que
será también buena noticia para la Iglesia y propuesta de transformación
para las personas y para la sociedad”.
Esta se propone, como opción pedagógica, acompañar al joven en
su proceso de educación en la fe, inspirado necesariamente en la
pedagogía del mismo Dios: una relación de amor, de encuentro y de
solidaridad. “Un proceso”, constante y dinámico, “de educación en la fe
que lleve a la propia conversión y a un compromiso evangelizador” (DP
1193).

2.1 Organización

La organización es una opción pedagógica de la Pastoral Juvenil


porque genera, en ella, un proceso de comunión y de participación. Esta
es, desde las funciones dentro de un grupo, donde los servicios se
distribuyen entre los participantes, es esencial para la participación de
toda su vida en la comunidad eclesial. Lo mismo vale para el ejercicio del
poder-servicio, en las coordinaciones en todos los niveles de la
organización. A la vez, promueve el protagonismo juvenil, haciéndose un
“instrumento” fundamental.

2.1.1 Equipo parroquial de Pastoral Juvenil.

La organización parroquial supone la participación de todos los


jóvenes y los grupos y una coordinación estable y dinámica, que se
expresan en la Asamblea Parroquial y en el Equipo Parroquial de Pastoral
Juvenil. Dicho equipo está integrado por los jóvenes animadores o
delegados de los grupos juveniles de la parroquia. Permanecen por un
tiempo de dos a tres años, después de los cuales es conveniente su
renovación. Este debe contar con un coordinador/animador parroquial y
un asesor, que serán el enlace con el Equipo Zonal de Pastoral Juvenil.

2.1.2 Equipo zonal de Pastoral Juvenil. (Arciprestal)

Los Equipos Zonales de Pastoral Juvenil están integrados por los


Coordinadores Parroquiales o Delegados. Está animado normalmente por
un Coordinador Zonal de Pastoral Juvenil, que desarrolla a su nivel, las
mismas funciones del Coordinador Parroquial. Se puede designar también
un Asesor Zonal de Pastoral Juvenil. Dicho coordinador zonal, en este caso,
arciprestal, es el principal enlace de este nivel con el Secretariado
Diocesano de Pastoral Juvenil.

2.1.3 Secretariado Diocesano de Pastoral Juvenil

Está constituido por los jóvenes coordinadores y delegados de los


Equipos Zonales, la coordinación de las Congregaciones Religiosas con
carisma juvenil, de Movimientos Eclesiales y Nuevas Comunidades
Juveniles. Dentro de dicho equipo se encuentra un coordinador diocesano
(En este caso un equipo coordinador), un asesor y la vez un equipo de
trabajo que facilita la labor pastoral, especialmente en la realización de las
diversas actividades diocesanas.

2.1.4 Departamento de Pastoral Juvenil

Constituye una instancia de animación, coordinación y


acompañamiento del proyecto orgánico de la PJ, según los lineamientos
de la Conferencia Episcopal Venezolana y en comunión con la propuesta
latinoamericana de Pastoral Juvenil. Es la instancia ejecutiva de la
Comisión Episcopal de Juventud; dicha comisión esta es conformada por
Obispos de la Conferencia Episcopal Venezolana, encargados de
acompañar a la Pastoral Juvenil en el país.

3. Orientaciones del Concilio Plenario de Venezuela (CPV).

La Pastoral Juvenil es ante todo, una instancia eclesial, por lo tanto,


sus principios se inspiran en el Evangelio y en la Doctrina de la Iglesia
Católica, en particular los principios y orientaciones del Concilio Plenario
de Venezuela (CPV).

 La comunión: el trabajo en equipo y la unidad en la diversidad son


fundamentales para cumplir nuestros objetivos.
 La participación: nos permite valorar y articular las diversas iniciativas
pastorales, desde el liderazgo y la corresponsabilidad.
 La animación: Impulsada desde una espiritualidad que se renueva
en lo cotidiano y se expresa en la realización personal y comunitaria.
 El acompañamiento: así como Jesucristo se dejó guiar por el Padre y
caminó con sus discípulos, asumimos esta doble dimensión del
acompañamiento con todas las instancias de comunión y participación.

4. Características de la Pastoral Juvenil

 Punto de partida: el joven


 La pastoral juvenil no inventa a los jóvenes: los encuentra como son y
donde están.
 Es una acción evangelizadora a través de procesos, es decir, no es
de acciones aisladas. A la vez, desemboca en un proyecto de vida a partir
del encuentro con Jesús.
 Proceso participativo en pequeños grupos o comunidades: procura
la integración del joven en los pequeños grupos parroquiales que son la
base de las instancias diocesanas y nacionales.
 Propicia el encuentro con Jesús vivo: busca que el joven conozca a
Jesús y tenga una experiencia personal con Él.
 Los jóvenes se evangelizan entre sí: descubren, viven, testimonian y
anuncian su estilo de vida, formando parte de la realidad y de los hechos
concretos de la historia, logrando una conversión natural a través del
ejemplo personal.
 Es un proceso de comunión y participación desde los diversos
carismas a un servicio comunitario: la pastoral se enriquece con los aportes
peculiares de cada organización y carisma.
 Es un proceso que se realiza desde los jóvenes y con los jóvenes.
 Responde a las realidades del joven desde la especificidad:
atendiendo sus situaciones y actitudes frente la fe y la vida.
 Tiene un sentido misionero para llegar a todos los ambientes: la
acción evangelizadora no se limita sólo a los jóvenes que integran los
grupos juveniles, llega también a quienes participan esporádicamente de
las actividades eclesiales o a la gran masa juvenil que no se encuentra en
dicho ambiente, que no conoce el mensaje de Jesús.
 Es acompañada a través de asesores adecuadamente formados,
pedagógica y metodológicamente en los procesos de pastoral juvenil.

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