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María Salom Del Rey

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COMENTARIO DE TEXTO: EL SUEÑO DE ESCIPIÓN.

“Los hombres han sido creados con el objeto de que obedezcan la ley que les ordena proteger
aquel globo que ves en el centro de este espacio sagrado y que recibe el nombre de Tierra; a ellos
se les ha dado un alma cuyo origen está en aquellos fuegos eternos a los que llamáis
constelaciones y estrellas, que tienen forma de globo, redondas y que, al ser sus almas mente
divinas, dibujan sus órbitas circulares con una celeridad digna de admiración. Por ello, Publio, tú
y todos los hombres cumplidores del deber, debéis retener vuestra alma bajo la custodia del cuerpo
y no debéis abandonar esta vida humana sin que os lo ordene quien os hizo donación del alma, no
vaya a parecer que huís de la función que Dios os había asignado como hombres”

Este texto pertenece al relato de “El sueño de Escipión”, que a su vez está incluido en la obra “La
República”, escrita por el romano Marco Tulio Cicerón (106-43 a.C.), quien fue considerado uno de
los más grandes jurista, político, filósofo, escritor y orador romano.

Vivió durante la etapa republicana de Roma, y escribió esta obra cuando se actividad política
empezaba a declinar, y sus ideales estaban más o menos frustrados, tras la cumbre del consulado del
año 63 a.C.

En este pequeño fragmento, el tema que se nos expone es la razón de ser del hombre, “los hombres
han sido creados con el objeto de que obedezcan la ley que les ordena proteger aquel globo...que
recibe el nombre de Tierra”; es decir, el hombre ha sido creado para proteger la divina creación de
Dios, con un cometido que debe cumplir para luego abandonar el cuerpo físico, que no es más que
una herramienta para alcanzar ese designio, y conseguir la inmortalidad del alma. Sólo Dios sabe
cuando el alma debe abandonar la cárcel física en la cual debe permanecer confinada para ejercer
con su finalidad.

La estructura del fragmento podría dividirse en tres partes (tripartita). En primer lugar, se explica la
verdadera razón del ser humano (línea 1-3); en segundo lugar, describe el universo y la creación
prefecta de Dios, de donde proceden las almas inmortales (línea 3-7); y finalmente, relata el porqué
no se debe abandonar el cuerpo físico antes del momento designado por Dios, si realmente se quiere
conseguir la inmortalidad eterna.

El orden de las ideas de este fragmento discurren de lo general a lo particular, ya que inicia la
exposición hablando de la razón de ser del hombre en general y la termina hablando directamente
del caso de Escipión, debido a que, anteriormente, Escipión pregunta si puede morir y reunirse con
ellos.

Este fragmento esta narrado por el abuelo de Escipióm, el Africano; no así durante el relato entero,
que es relatado por Escipión, quien hace la función de narrador. El Africano combina la 3ª y la 2ª
persona del plural y alterna entre verbos pasados, futuros y condicionales.

Abundan los signos de puntuación (comas, puntos y puntos y comas) que favorecen la comprensión
del texto y ayudan a definir mejor su estructura.

El género de la obra forma parte de la narrativa que presenta su estructura a través del diálogo; por
tanto, este fragmento, es una de las tantas exposiciones que hace el Africano hacia su sobrino. Éste
narra en estilo directo lo que define el estilo del fragmento con un tono personal que provoca en el
lector una ligera sensación de cercanía y familiaridad, sintiéndose el receptor de dicha exposición.
Al utilizar la 2ª persona del plural, el Africano se excluye de aquellos, como es el caso de Escipión,
que aún siguen atrapados en su cuerpo físico y no han dado fin a su designio. Con esto, quiere dar a
entender que él ya a alcanzado la inmortalidad, y por tanto su objetivo, y que ahora disfruta de la
sabiduría negada a los hombres que aún permanecen en el mundo físico.

El autor utiliza un lenguaje cuidado, elegante y armónico, sin la necesidad de caer en tecnicismos,
con la intención de llegar a un público más amplio; crea una exposición clara y de fácil
comprensión, que fluye creando un cierto ritmo.

Hay abundancia en el uso de adjetivos y, sobretodo, de sustantivos para definir un mismo concepto
y reforzar la ideología del discurso. La utilización de frases subordinadas crea un bloque uniforme y
fluido.

Este fragmento de la obra de Cicerón deja entrever claramente la influencia de Platón y de sus
teorías. Aunque fue un texto escrito durante la época clásica, resume perfectamente las ideas
concebidas durante el Renacimiento, por lo que podemos entender que sintieran a estos genios
clásicos como contemporáneos, ya que su pensamiento coincidía casi totalmente con ellos y se
alejaba de las ideas que se gestaron durante la Edad Media.

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