Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Introduccion Al Derecho de Amparo PDF
Introduccion Al Derecho de Amparo PDF
UNIVERSIDAD METROPOLITANA
LATIN CAMPUS
ANTOLOGIA
MATRICULA: 1913-1200-2100
ABRIL
2015
2
LICENCIATURA EN DERECHO
INTRODUCCION GENERAL:
El presente estudio fue realizado con la finalidad de hacer una antología de diferentes libros
y autores dedicados al conocimiento básico del Juicio de Amparo.
Esta sencilla obra, es una interpretación que engloba los diferentes razonamientos jurídicos
de autores, muchos de ellos ampliamente conocidos en el ámbito jurídico del derecho de
amparo y entender que este desde la antigüedad en el siglo XIII ya se conocía.
En nuestros tiempos para el año de 1840 el estudioso jurista Manuel Crescencio Rejón
García, hace referencia al derecho de amparo, al proyectar la Constitución Política para el
Estado de Yucatán cuando se pretendía que el mismo se independizaría de la Federación.
La finalidad que se persigue en la presente obra, es fortalecer las bases para el estudio del
derecho al Juicio de Amparo previsto constitucionalmente y las diferentes aplicaciones del
mismo desde distintas ramas del derecho, civil, penal, laboral, agrario, esperando sea de
utilidad para las futuras generaciones de alumnos de la carrera de derecho.
fundamentales del hombre. Se hace un análisis en cuanto a que si el Juicio de Amparo debe
ser considerado como un juicio o un recurso. Se estudia el concepto y las partes que
componen a la acción dentro del juicio. Se investiga el concepto de parte desde diferentes
puntos de vista de distintos autores. Se exponen los principios jurídicos fundamentales que
componen la doctrina y que rigen al Juicio de Amparo. Se analiza el concepto y las clases
de improcedencia, así como el momento oportuno para presentarse. También se estudia la
competencia del Juez de Distrito para conocer del asunto de amparo y las funciones que
tiene así como las funciones del Tribunal Unitario de Circuito.
Además dentro de esta antología se hace un análisis exhaustivo del concepto de demanda y
los requisitos que se deben cumplir para presentarla, llevando de la mano al estudiante a lo
largo de todo el proceso del Juicio de Amparo, señalando términos y características
esenciales. Se explica cómo deben ser las pruebas que se presentan a juicio. Se da la noción
de lo que es la audiencia constitucional, y por último se esboza lo que es la sentencia y los
medios para ejecutarla.
En materia Agraria, esta antología, estudia las reformas a la Ley Agraria que se han hecho
hasta el año 2014 y también como se compone el nuevo proceso agrario. Se mencionan las
características especiales de la demanda en materia agraria hasta la sentencia dictada por
los Tribunales Agrarios.
Posteriormente se analizan las funciones que tiene un Juzgado de Distrito en materia Penal,
como se organiza, cuales son las atribuciones de las secciones del mismo, como son la
sección de apoyo, la sección de amparo y la sección penal.
Y por último, se hace un estudio acerca de los principios fundamentales del Juicio de
Amparo en materia Penal, así como, el procedimiento que debe llevarse para la iniciación
6
ÍNDICE DE CONTENIDOS:
Pág.
Unidad I
La libertad, el derecho, el Estado y el Juicio de Amparo.
1.1 La libertad humana. 15
1.2 Derechos del hombre. 17
1.3 Amparo en general. Definición del Juicio de Amparo. 18
1.4 ¿Quién tiene derecho a pedir amparo? 19
1.5 Objeto del Juicio de Amparo. 20
1.6 Juicio de amparo, Constitucional o de Garantías. 21
1.7 Supremacía de la Constitución. 21
1.8 Análisis del artículo 103 Constitucional. 22
Unidad II
¿Juicio o recurso?
2.1 Juicio o recurso. 26
Unidad III
La acción y sus elementos.
3.1 Teoría clásica. 31
3.2 Concepto de acción en general. 33
3.3. La concepción de la acción en el Juicio de Amparo y sus elementos. 34
Unidad IV
Concepto de parte. Las partes en el Juicio de Amparo.
4.1 Concepto de parte. 38
4.2 Las partes en el Juicio de Amparo. 40
a) El quejoso (agraviado). 41
b) La autoridad responsable. 41
c) El tercero perjudicado. 41
8
Unidad V
Principios fundamentales del Juicio de Amparo.
5.1 El de iniciativa o instancia de parte agraviada. 46
5.2 El de la existencia de agravio personal y directo. 48
5.3 El de la definitividad del acto reclamado. 49
a) Excepciones a este principio. 49
5.4 El de estricto derecho. 51
a) Excepciones a este principio. 52
5.5 El de la relatividad de las sentencias. 53
5.6 El de prosecución judicial. 54
Unidad VI
La improcedencia del Juicio de Amparo.
6.1 Concepto. 59
6.2 Clases de improcedencia. 59
a) Improcedencia manifiesta e indudable. 59
b) Improcedencia procesal. 60
c) Improcedencia legal. 60
Unidad VII
De la competencia de los Jueces de Distrito.
7.1 Concepto de competencia en derecho procesal. 66
7.2 Juzgados de Distrito, Función Judicial y de Control Constitucional. 66
7.3 Competencia de los Juzgados de Distrito y de los Tribunales
Unitarios de Circuito frente a los Tribunales Colegiados de Circuito.
(Competencia por razón de grado). 68
7.4 Competencia de los Juzgados de Distrito entre sí en razón de
Territorio. Análisis de los artículos 37 y 38 de la Ley de Amparo. 69
7.5 Competencia de los Juzgados de Distrito en razón de Materia. 70
9
Unidad VIII
La demanda de Amparo Indirecto.
8.1 Demanda. 76
8.2 Procedencia. 76
8.3 Autoridad competente para conocer del Juicio de
Amparo Indirecto. 78
8.4 Sus formas. 79
8.5 Requisitos de la demanda. 80
Unidad IX
Substanciación del Juicio.
9.1 Presentación de la demanda. 84
9.2 Auto inicial en el Juicio de Amparo Indirecto. 85
9.3 Ampliación de la demanda. 87
9.4 Admisión de la demanda. 88
9.5 Notificación al tercero interesado. 89
9.6 Informe justificado. 90
9.7 La competencia. 90
9.8 Incidentes. 91
9.9 Acumulación. 92
9.10 El sobreseimiento. 93
9.11 Las pruebas. 93
9.12 Audiencia constitucional. 94
9.13 La sentencia. 95
9.14 Los recursos. 95
Unidad X
De la ejecución (cumplimiento) de las sentencias.
10.1 Concepto. 102
10
Unidad XI
La Jurisprudencia.
11.1 ¿Qué es la Jurisprudencia? 113
11.2 Materia de la Jurisprudencia. 114
11.3 Significado del carácter obligatorio de la Jurisprudencia
y su extensión a las leyes locales. 115
11.4 Compilación de la Jurisprudencia. 116
11.5 Invocación de la Jurisprudencia. 117
11.6 La Jurisprudencia solamente es aplicable en casos
jurídicamente análogos. 118
11.7 Contradicción de tesis y manera de resolverla. 118
11.8 Los Tribunales Colegiados de Circuito pueden interrumpir
y aun modificar la Jurisprudencia. 122
11
Unidad XII
El Juicio de Amparo en materia Agraria.
12.1 Concepto. 126
12.2 El nuevo proceso agrario. 126
12.3 Características especiales de la demanda en materia Agraria. 129
12.4 Emplazamiento. 130
12.5 Audiencia de ley. 133
12.6 Las pruebas en el proceso agrario. 134
12.7 Alegatos. 135
12.8 Resolución agraria. 136
12.9 Recurso de revisión. 137
12.10 Ejecución de sentencias dictadas por los Tribunales Agrarios. 138
Unidad XIII
El Juez de Distrito en su doble función de Juez Constitucional y Juez de Instrucción.
13.1 Juzgado de Distrito en materia Penal. 142
13.2 Organización de un Juzgado de Distrito en materia Penal. 143
13.3 Secciones del Juzgado. 144
a) Sección de Apoyo. 144
b) Sección de Amparo. 146
c) Sección Penal. 147
Unidad XIV
Principios fundamentales del Juicio de Amparo en materia Penal.
14.1 Principios fundamentales. 150
14.2 Duplicidad de juicios. 151
14.3 Del procedimiento en el Juicio de Amparo Indirecto.
(Iniciación del trámite). 153
- Oficialía de partes. 153
- Competencia. 154
- Notificación de la demanda. 156
12
Unidad XV
Procedimiento de extradición.
15.1 Intención de presentar petición formal para la extradición. 185
15.2 Petición formal de extradición. 186
Unidad XVI
Competencia del Juez de Distrito para conocer del Juicio de Amparo Penal.
16.1 Marco del Amparo Penal. El Amparo Penal y sus principios. 194
A. Prosecución judicial. 194
B. Instancia de parte agraviada. 194
C. Agravio personal. 195
D. Relatividad de las sentencias. 196
E. Definitividad. 197
F. Estricto derecho y suplencia de la queja. 198
G. Mayor beneficio. 198
16.2 Principios del Amparo Penal. 199
16.3 Juicio de Amparo y proceso acusatorio. 201
a) El proceso acusatorio. 201
13
Glosario. 225
Bibliografía. 227
Bibliografía complementaria. 228
14
UNIDAD I
REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA:
INTRODUCCIÓN A LA UNIDAD:
OBJETIVOS DE APRENDIZAJE:
concepto y objeto del juicio de amparo, así como quien tiene derecho a pedir amparo y
determinar en qué consiste la supremacía de la constitución.
TEMÁTICA:
Una de las condiciones indispensables, sine qua non, para que el individuo realice sus
propios fines, desenvolviendo su personalidad y propendiendo a lograr su felicidad, es
precisamente la libertad, concebida no solamente como una mera potestad psicológica de
elegir propósitos determinados y excogitar los medios subjetivos de ejecución de los
mismos, sino como una actuación externa sin limitaciones o restricciones que hagan
imposible o impracticable los conductos necesarios para la actualización de la teleología
humana.
La existencia sine qua non de la libertad, como elemento esencial del desarrollo dc la
propia individualidad, encuentra su sustrato evidente en la misma naturaleza de la
personalidad humana. Efectivamente, hemos hecho hincapié en la circunstancia de que la
persona tiende siempre a realizar su propia finalidad, que por lo general se traduce en el
anhelo de operar valores subjetiva u objetivamente, según el caso.
Ahora bien, la calidad y cualidad de los fines particulares deben estar de acuerdo con la
idiosincrasia y el temperamento específicos del que los concibe. Por ende, los fines o
propósitos deben ser forjados por la propia persona interesada, pues sería un contra- sentido
que le fueran impuestos, ya que ello implicaría no sólo un valladar insuperable para el
desenvolvimiento de la individualidad humana, sino que constituiría la negación misma de
la personalidad, porque la noción de ésta "implica la de totalidad y la de independencia".'
Sobre el particular, Juan Manuel Terán Mata, en un interesante estudio sobre los valores
jurídicos, se expresa así: "En su valor positivo existiría la libertad en cuanto no se tenga un
medio como puro fin, porque en este caso, la conducta o el acontecer libre se encadena, ya
que lo condicionado, medio, se hace condicionante y a priori desaparece la posibilidad de
elegir fines que sólo se dan para el sujeto en cuanto no se subordina a un motivo limitado, a
lo que debe ser medio, sino que aspira a un infinito fin que es la idea de su propia
personalidad.
Por eso Kant ha dicho: "personalidad es libertad e independencia del mecanismo de toda
naturaleza"," y Fichte se ha expresado: "mí ser es mi querer, es mi libertad; solo en mi
determinación moral soy dado a mí mismo como determinado".
Por otra parte, la escogitación de medios o conductos para realizar dichos fines debe
obedecer al juego del libre albedrío del hombre, en cuya práctica consiste la conducta
humana, tanto interna (moral) como externa (social). Se dice, entonces, que en este sentido
la persona es "autónoma", puesto que tanto desde el punto de vista subjetivo, en sus meras
relaciones morales, como desde el punto de vista objetivo, en la formulación de sus propias
normas que regulen su actividad externa dirigida a la cristalizaci6n de sus fines, su
17
conducta respectiva siempre es normada por disposiciones, reglas o ideas que ella misma se
crea o forja.
1
LAS GARANTIAS INDIVIDUALES. Autor: Ignacio Burgoa. Editorial Porrúa. 2013. Introducción II.
18
El texto literal del artículo 1 de la Constitución ha motivado que, en el lenguaje usual, los
derechos del hombre sean designados, también, con el nombre de garantías y ambos
vocablos se emplean indistintamente como sinónimos, es decir, que por una figura de
dicción se designa la noción sustancial, que es el derecho del hombre, con su efectividad
práctica, que es la garantía.2
1. Es una controversia porque enfrenta a una autoridad determinada con la persona que
reclama contra esa autoridad que viola o intenta violar los derechos humanos.
2. Es judicial porque se desarrolla ante una autoridad de esa clase, en forma de juicio,
o sea, mediante la demanda del promovente, la resolución judicial que la admite y
manda tramitarla, la contestación de la autoridad responsable, la citación de la
contraparte del actor, que se designa como el tercero perjudicado, la audiencia en
que los interesados exhiben sus pruebas y producen sus alegatos y la sentencia. Los
2
EL JUICIO DE AMPARO. CURSO GENERAL. Autor: Luis Bazdresch. Editorial Trillas. 2014. Página 11.
19
jueces y tribunales que deben conocer del juicio de amparo están específicamente
designados en la Constitución (art. 103 y 107, fracciones V, VI, VII, VIII y IX).3
En general, todas las personas tienen el derecho de pedir amparo contra los actos de una
autoridad que viola o intenta violar sus derechos humanos; consiguientemente, el juicio de
amparo puede ser promovido por cualquier individuo o persona física, cualquiera que sea
su edad, su sexo o su estado civil, aunque no sea mexicano, sino extranjero de cualquier
nacionalidad, porque los derechos humanos abarcan sin ninguna distinción a todos los
hombres y a todas la mujeres que consideren violadas sus garantías dentro del territorio
nacional, pues así se desprende claramente del artículo 1º de la Constitución, en la parte que
dice: “En los Estados Unidos Mexicanos todas las personas gozaran de los derechos
humanos reconocidos en esta Constitución y en los tratados internacionales de los que el
Estado Mexicano sea parte, así como de las garantías para su protección, cuyo ejercicio no
podrá restringirse ni suspenderse, salvo en los casos y bajo las condiciones que esta
Constitución establece”. El amparo esta también al alcance de las personas morales, de toda
clase, que pretendan protección en el disfrute de sus derechos, aunque el precepto
constitucional acabado de invocar alude expresamente a individuos como seres humanos, la
evolución del amparo ha llevado a la ley reglamentaria a extenderlo a las personas morales,
tanto a las privadas como a las oficiales o públicas (art.7, parte publicada el 2 de abril de
2013).
Según el texto constitucional (art.- 103), el juicio de amparo comprende a las autoridades
mexicanas, sin ninguna distinción, por consiguiente, todas están obligadas a someter sus
actos a dicho juicio cuando una persona reclame que han violado o pretenden violar sus
derechos humanos. Sin embargo, la ley reglamentaria, por las razones que veremos en su
oportunidad, excluye expresamente del amparo todos los actos de la Suprema Corte de
3
“Op cit. Página 12.
20
Justicia (art. 61 fracciones II), y algunos específicos de otras autoridades (art. 61, fracciones
II, IV y VI).4
El único objeto del juicio de amparo es concretamente imponer a la autoridad el respeto del
derecho o los derechos humanos del quejoso, dentro del marco de su reclamación, a fin de
restablecer, por derecho y de hecho, el orden jurídico, según el régimen establecido en la
Constitución; a ese efecto, en el juicio de amparo se dilucida y decide si la autoridad
responsable ha ajustado o no sus actos al precepto o a los preceptos constitucionales
referentes a las garantías individuales que sean aplicables en el caso que haya motivado la
promoción de dicho juicio, aun cuando no sean precisamente los invocados en la demanda.
Si la sentencia reconoce y declara la existencia de la violación, la intervención del juez del
amparo se extiende hasta obligar a la autoridad responsable a que restituya al promovente el
uso y disfrute de su garantía, con total independencia de la legitimidad de sus respectivos
derechos civiles, que perfectamente pueden serle disputados por cualquier interesado, ante
la autoridad competente.
El juicio de amparo no es el medio exclusivo y único, para obtener que sean respetados los
derechos del hombre, pues perfectamente cualquier autoridad puede reparar la violación de
derechos humanos en que haya incurrido cuando la ley permite que el afectado la reclame
ante la propia autoridad, mediante una reconsideración en el orden administrativo, o una
revocación en el judicial, o que promueva su corrección ante el superior respectivo,
mediante la revisión en los asuntos administrativos y la apelación o la queja en los
judiciales; por eso el amparo procede solamente contra las violaciones que ya no pueden ser
reparadas por la autoridad responsable ni por su superior.
4
“Op cit” Página 12-13.
21
El juicio de amparo se llama así porque su objeto es defender y proteger a las personas
contra las equivocaciones o los abusos de las autoridades, y además con ese nombre lo
designa expresamente la fracción I del artículo 107 constitucional; es constitucional porque
lo ha instituido expresa y detalladamente la Constitución Federal, en sus artículos 103 y
107. 6
5
“Op cit” Página 13-14.
6
“Op cit” Página 15.
22
La función específica para dirimir las controversias que se susciten por la vía de la
legalidad en un estado de derecho como el nuestro, la desempeña un órgano del gobierno
estatal, al que se le identifica como Poder Judicial.
Nuestra Ley Fundamental expresamente dispone que el ejercicio del Poder Judicial de la
Federación se deposite en la Suprema Corte de Justicia, Tribunal Electoral, Tribunales
Colegiados y Unitarios de Circuito, Juzgados de Distrito y en el Consejo de la Judicatura
Federal (artículo 94).
Tomando en cuenta lo anterior erige a sus tribunales como los únicos y genuinos intérpretes
de la Constitución, leyes, reglamentos federales o locales y tratados internacionales
celebrados por el Estado mexicano, por conducto de la jurisprudencia que establezcan.
7
“Op cit” Página 17.
23
Como se aprecia, el artículo 103 establece los supuestos de procedencia del juicio de
amparo en forma limitativa, pues en su primera fracción prevé los casos en que las
autoridades violen las garantías individuales en perjuicio del agraviado o quejoso, así como
en las dos siguientes: cuando por invasión de competencia o soberanía de las autoridades
federales y locales se cause una infracción a los derechos subjetivos públicos del gobernado
con el acto emitido por éstas, por violentar la garantía de legalidad – lo que ha provocado
plantearse, a raíz de diversas opiniones doctrinales, lo innecesario de estas dos últimas
fracciones del artículo en cuestión, dado que en lo previsto en la primera de ellas se cubre
cabalmente el ámbito de procedencia del juicio de amparo-.
Por otra parte, la extensión protectora del juicio de amparo se irradia a la tutela integral de
la Constitución, en virtud de la garantía de legalidad prevista en los artículos 14 y 16 de la
Carta Magna, ya que todos los actos de privación de la libertad, propiedades, posesiones o
derechos, deben ser “conforme a las leyes expedidas con anterioridad al hecho”, de la
misma forma en que, en materia penal, por lo que se refiere a los delitos y a las penas, la
aplicación de la ley es en sentido estricto, como lo prevé el tercer párrafo del numeral 14 en
mención, al estatuir la exacta aplicación de la ley penal, aunado a que su precisión en
materia civil se hace patente en el párrafo cuarto de este mismo arábigo, cuando dispone
que la sentencia definitiva que se dicte en esta materia deberá ser “conforme a la letra o la
interpretación jurídica de la ley, y a falta de esta se fundara en los principios generales del
derecho”; más aún cuando todo acto de autoridad que infrinja alguna molestia al gobernado
en su persona, familia, domicilio, papeles o posesiones, necesaria y obligadamente debe ser
en “virtud de un mandamiento escrito de la autoridad competente, que funde y motive la
causa legal del procedimiento”, como lo exige el articulo 16 en cita.
24
ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE:
PREGUNTAS DE AUTOEXAMEN:
Es una facultad del ser humano de obrar de una manera o de otra o de no obrar, por lo
que es responsable de sus actos es el libre albedrio, es el hacer o decir todo aquello que
no se oponga a las layes o a las buenas costumbres.
8
EL JUICIO DE AMPARO: PRINCIPIOS FUNDAMENTALES Y FIGURAS PROCESALES. Autor: Julio C. Contreras Castellanos.
Editorial Mc Graw Hill. 2009. Páginas 36-38.
25
Es una controversia porque enfrenta a una autoridad con quien reclama una violación.
Es judicial porque se desarrolla ante una autoridad de esa clase en forma de juicio.
5. ¿Por qué es importante conocer el contenido del artículo 107 Constitucional para el
Juicio de Amparo?
Este artículo trata sobre la procedencia del juicio de amparo contra las resoluciones de
los Tribunales Judiciales, Administrativos y del Trabajo.
26
UNIDAD II
¿JUICIO O RECURSO?
REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA:
INTRODUCCIÓN A LA UNIDAD:
En esta unidad se expone la opinión del autor Luis Bazdresch, en cuanto a que si el amparo
debe ser considerado como juicio o como recurso, para fines educativos que a la materia le
concierne.
OBJETIVOS DE APRENDIZAJE:
TEMÁTICA:
El juicio de amparo tiene por objeto especifico hacer real, eficaz y practica la
autolimitación del ejercicio de la autoridad por los órganos gubernativos, la cual jurídica y
lógicamente resulta de la decisión de la soberanía, que en los primeros artículos de la
27
Constitución garantiza los derechos del hombre, pues dicho juicio tiende a lograr que esos
preceptos de la Constitución predominen en la actuación de todas las autoridades sin
distinción de rango, inclusive las más elevadas. Tan solo la Suprema Corte de Justicia, por
circunstancias ineludibles, queda fuera de su acción.
En una rama de suma importancia y de muy amplio contenido, que es la regida por los
artículos 14 y 16 constitucionales, el juicio de amparo se extiende a un minucioso control
de la legalidad, que consiste, primero, en revisar la aplicación concreta de la ley hecha por
la autoridad responsable y, segundo, en examinar si el acto reclamado expresa su
fundamento legal y su motivo de hecho con el objeto de determinar si ese fundamento y ese
motivo son o no pertinentes, pero todo esto restringido a los actos de las autoridades que
tengan alguna relación con los derechos del hombre garantizados en la Constitución.
El juicio de amparo, con todos sus muy importantes propósitos y con todos sus muy
benéficos efectos, no se abre por simple denuncia de una violación de derechos, ni menos
por mera oficiosidad de la autoridad judicial federal o de cualquiera otra, sino que es
necesario que lo inicie o promueva en toda forma la persona a quien perjudica el acto de la
autoridad que se trata de ajustar a las prevenciones constitucionales relativas a los derechos
del hombre, pues muy acertada y racionalmente no se quiso instituir una fiscalización
popular ni oficial de la actuación de las autoridades, sino poner al alcance de quien
considere que la autoridad lo priva de sus derechos, o se los registre injustificadamente, un
medio especial o especifico de defender sus intereses; en consecuencia, por grave y
trascendente que sea la acción lesiva de la autoridad, es indispensable que la reclame
28
ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE:
PREGUNTAS DE AUTOEXAMEN:
9 EL JUICIO DE AMPARO: CURSO GENERAL. Autor: Luis Bazdresch. Editorial Trillas. 2014. Capitulo I.
30
UNIDAD III
REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA:
INTRODUCCIÓN A LA UNIDAD:
En este apartado, se estudiara una pequeña introspección de la teoría clásica que intenta
explicar al derecho de acción, atravesando por los diferentes conceptos de “acción” que
tienen algunos autores importantes y por último se establecen las partes que componen a la
acción dentro del juicio de amparo.
OBJETIVOS DE APRENDIZAJE: h
TEMÁTICA:
El vocablo “acción” proviene del latín actio, que significa movimiento, actividad; aunque
posee una multiplicidad de acepciones jurídicas. Sin embargo, dicha locución tiene
32
significación real hasta que la sociedad erradica las formas violentas de solución de
controversias y aminora la autotutela o autodefensa, dando paso a las medidas
heterocompositivas, como lo es el proceso.
En efecto, como lo informa Manuel de Jesús García Garrido, las antiguas legis actiones
eran las declaraciones formales y rituales de las partes ante el magistrado. En el
procedimiento formulario, eran la petición de una concreta formula al pretor; y en el
procedimiento cognitorio, la facultad de demandar y obtener la protección del representante
del poder.
Empero, como se ha dicho, la esencia del concepto romano de la acción se preservo durante
estos tres periodos, incluso hasta mediados del siglo XIX, en la conocida definición del
jurisconsulto Celso: “el derecho de perseguir en juicio lo que se nos debe”, y como
Fernando Flores García nos narra, fue complementada siglos más tarde al agregar los
glosadores a esta concepción: “o lo que nos pertenece”.
La doctrina ha reconocido a Savigny como el principal exponente de esta teoría, con raíces
en la percepción romanista aludida, pues considero que la acción tenía dos acepciones
distintas: la de un derecho nacido por la violación de otro conferido al sujeto lesionado, y la
del ejercicio mismo del derecho. Esto es, toda acción implica necesariamente dos
condiciones: un derecho y la violación de este.
Como relata José Ovalle Favela, tres conclusiones de esta concepción eran inevitables: no
hay acción sin derecho, no hay derecho sin acción y la acción sigue la naturaleza del
derecho.
Existen algunas que adoptan postura de espectro amplio, al pretender abarcar todos los
contenidos posibles, como la que Cipriano Gómez Lara nos ofrece, cuando concibe a la
acción como el derecho, la potestad, la facultad o actividad, mediante la cual un sujeto de
derecho provoca la función jurisdiccional.
Empero, también existen otras que adoptan tendencia definida y específica, como la
expresada por Luis Guillermo Torres Díaz, quien la concibe como un derecho público
subjetivo en virtud del cual los gobernados acuden ante la autoridad judicial en demanda de
tutela de una pretensión fundada en el derecho sustancial.
De tal suerte que podemos concebir a la acción como un derecho público subjetivo
autónomo en favor del gobernado, cuya actualización se percibe en un proceso, con el
objeto de que las autoridades del Estado desarrollen su función jurisdiccional, al fin de que
se dicte una resolución a la controversia en la que se plantea la violación de un derecho
sustancial.
34
Aquí podemos encontrar diversas acepciones de la acción de amparo, las cuales observan
claras influencias de las teorías que se han esbozado en relación a su naturaleza jurídica.
Por ello, se puede apreciar que la expuesta por Ignacio Burgoa se conduce como el derecho
público subjetivo (característica genérica), que incumbe al gobernado, víctima de cualquier
contravención a alguna garantía individual cometida por cualquier autoridad estatal
mediante una ley o un acto (stricto sensu), o a aquel en cuyo perjuicio tanto la autoridad
federal como la local, por conducto de un acto concreto o la expedición de una ley, hayan
infringido su respectiva competencia (sujeto activo o actor), derecho que se ejercita en
contra de cualquier autoridad de la Federación o de las autoridades locales, en sus
respectivos casos (sujeto pasivo o demandado), y con el fin de obtener la restitución del
goce de las garantías violadas o la anulación concreta del acto (lato sensu) contraventor del
régimen de competencia federal o local, por conducto de los órganos jurisdiccionales
federales (objeto).
Por su parte, Manuel Bernardo Espinoza Barragán, lo concibe como el derecho subjetivo
público que tiene el gobernado para solicitar ante los tribunales federales, o de los Estados,
la prestación del servicio público jurisdiccional, a efecto de que se obligue a la autoridad
responsable a dejar insubsistente la actuación inconstitucional que se le reclama y a restituir
al quejoso en el goce y disfrute de la garantía individual por ella infringida. Entonces, la
acción de amparo es un derecho público subjetivo autónomo de índole constitucional en
favor del gobernado (actor), cuya actualización se percibe en un proceso, con objeto de que
los tribunales federales del Estado desarrollen su función jurisdiccional en la materia, o de
los Estados, en caso de jurisdicción concurrente, a fin de que se dicte una resolución en que
se analice la constitucionalidad del acto reclamado (lato sensu)¨que se controvierte por
violación de una garantía individual imputada a la autoridad responsable (demandada).
quién se pide? Estos a su vez, serán los sujetos, ¿Qué se pide?, que es el objeto, y ¿con base
en que se pide?, preguntas que constituyen las causas.
Bajo estos lineamientos, podemos decir que los elementos de la acción de amparo son:
- Los sujetos: el activo, que es todo gobernado; el pasivo, las autoridades del Estado
señaladas como responsables en el juicio de amparo.
- El objeto: que resulta ser la prestación del servicio público jurisdiccional; siendo la
pretensión del agraviado o quejoso que, mediante el objeto de la acción, se le
otorgue el amparo y protección en contra del acto de autoridad reclamado en juicio.
- Las causas: son dos: la remota, que es la posición jurídica del gobernado frente a las
garantías individuales como su titular indiscutible; y la próxima, que es la
contravención de las garantías individuales (agravio) atribuida a las autoridades
responsables en perjuicio de la órbita jurídica de algún gobernado. 10
ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE:
PREGUNTAS DE AUTOEXAMEN:
10
EL JUICIO DE AMPARO: PRINCIPIOS FUNDAMENTALES Y FIGURAS PROCESALES. Autor: Julio C. Contreras Castellanos.
Editorial Mc Graw Hill. 2009. Capitulo V.
36
UNIDAD IV
REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA:
INTRODUCCIÓN A LA UNIDAD:
Dentro de esta unidad se analiza el concepto de parte desde diferentes puntos de vista de
distintos autores y como lo concibe del Poder Judicial de la Federación, y la Ley de
Amparo; así también, se dan a conocer las partes que conforman este procedimiento
judicial.
OBJETIVOS DE APRENDIZAJE:
TEMÁTICA:
Por parte se entiende a la persona que al intervenir en un proceso ejercita en él una acción,
opone una excepción o defensa, o bien, interpone un recurso; es decir, lo es tanto quien
impulsa como en quien repercute una actuación de ley, pero sobre todo cuando su actuación
obedece a la defensa de un interés específico y concreto (o lo sean el contenido de las
pretensiones encontradas) que es el objeto del propio proceso.
Dante Barrio de Angelis refiere que por partes debe entenderse: los sujetos implicados
expresamente (mediante asunción o pretensión) en los intereses específicos del objeto, a
quienes se atribuye la acción, la gestión y el poder de excepción (o derecho de
contradicción). Dicho de otro modo, partes son el actor, el demandado, el procesado penal y
el tercerista.
En similar sentido, Luis Guillermo Torres Díaz indica que el concepto de parte: está
reservado exclusivamente a los sujetos interesados sustancialmente en el resultado del
proceso, de modo que partes son dos: el que reclama para sí, o en nombre de otro, la
intervención del órgano jurisdiccional para tutela de una pretensión y aquel de quien se
reclama la satisfacción de dicha pretensión.
Esto es así en virtud de que existen otras personas que intervienen en el proceso con
intensidad notable y su participación puede ser decisiva en la sentencia que se pronuncie.
Sin embargo, no son partes esenciales en dicho proceso, pero sí sujetos procesales o partes
accesorias o suplementarias, ya que ocurren en su carácter de peritos, testigos, etcétera.
Como expresa Rafael de Piña y José Castillo Larrañaga, puede existir pluralidad de partes
activas y singularidad en la pasiva, o en forma inversa, en su manifestación mixta. También
puede concurrir en el proceso alguna parte accesoria o un tercero interviniente, que deducen
sus derechos en contra de lo controvertido por las partes principales. En todo caso, se
39
observa que las partes son aquellas personas que intervienen en un proceso con la finalidad
de defender sus propios intereses, deduciendo en la controversia judicial suscitada el
derecho que les asiste en lo personal, al tenor de lo que sigue:
Partes son estas personas necesarias para la existencia del pleito; son aquellos entre quienes
tiene lugar o, más concretamente, es parte de todo aquel que pide o contra el cual se pide en
juicio una declaración de derecho (…) En el proceso, además del actor y el
demandado -partes principales-, pueden aparecer otras personas que, ocupando posición
diferente, tengan, no obstante, también la consideración de partes, aunque con carácter
accesorio.
Al respecto, también se puede citar la noción que, sobre parte en el proceso, manifiesta el
Poder Judicial de la Federación: Parte en el proceso, concepto. En primer término, debe
señalarse que el concepto de parte no se refiere a las personas que intervienen en el
proceso, sino a la posición que tienen en él. Así es, la parte actora es la que inicia el
.procedimiento para exigir del demandado determinada prestación, y la segunda parte tiene
una posición, en cierto modo pasiva, porque recibe el impacto de la acción ejercitada en
contra suya. De esta forma, si al recurrente le fueron requeridos diversos actos en su
carácter de secretario del consejo, apercibiéndolo en lo personal de que en caso de
incumplir con aquellos, se aplicarían en su perjuicio las medidas de apremio previstas por
la ley, es indudable que debe ser considerado como parte, pues es parte el que demanda en
nombre propio (o en cuyo nombre se demanda) una actuación de ley, y aquel frente a la
cual esta es demandada… Para evitar confusiones, debe distinguirse claramente la parte en
sentido formal y la parte en sentido material, y el sujeto de la acción es parte en sentido
formal. Con base en lo anterior, resulta infundado lo alegado por el recurrente en el sentido
de que debió considerársele tercero extraño al juicio.
Cabe decir que cuando los sujetos que tienen ese interés específico y concreto que se
deduce en el proceso, lo hacen en forma material, es decir, son en quienes recae el resultado
de la resolución que pone fin al proceso, como es la sentencia de fondo, entonces actor y
demandado son las partes materiales en el proceso. Sin embargo, cuando estos no tienen esa
posibilidad material de comparecer en el proceso, la ley prevé que lo puedan hacer por
40
medio de sus representantes, los cuales se constituyen como partes formales en dicho
proceso.
Así, José Becerra Bautista nos informa que: parte en sentido material son las personas
físicas o morales que intervienen en un juicio y sobre las cuales recaen los resultados de la
sentencia de fondo, termino y fin del proceso mismo. Por lo que, toda persona desde que
nace hasta que muere puede ser parte material, aunque cuando estas no puedan comparecer
por si mismas a juicio en defensa de sus respectivos derechos surge la necesidad de la
representación, pues efectivamente, si los directamente afectados no pueden comparecer en
juicio por sí mismos, se necesita que otras personas actúen en el procedimiento aun cuando
a ellos no les afecte, en lo personal, la sentencia que se dicte. Son pues, los representantes,
precisamente, a los que en teoría se les denomina partes formales, que pueden ser
instituidas en forma legal o voluntaria.
Las partes en un procedimiento judicial son las personas que materialmente intervienen en
el mismo, por razón de su interés en el asunto controvertido. Tienen derecho a intervenir en
11 EL JUICIO DE AMPARO: PRINCIPIOS FUNDAMENTALES Y FIGURAS PROCESALES. Autor: Julio C. Contreras Castellanos.
Editorial Mc Graw Hill. 2009. Capitulo III.
41
una contienda judicial las personas a quienes pueda afectar la resolución que llegue a dictar
al tribunal del conocimiento, y por tanto esas personas deben tener oportunidad de hacer
valer sus derechos y aportar sus pruebas.
juicio de amparo es en beneficio social y no en defensa del interés del quejoso o del
tercero interesado, ni aun para sostener el criterio o la actuación de la autoridad
responsable.12
ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE:
PREGUNTAS DE AUTOEXAMEN:
12 EL JUICIO DE AMPARO. CURSO GENERAL. Autor: Luis Bazdresch. Editorial Trillas. 2014. Capítulo 4.
45
5. ¿Cuáles son las personas que pueden comparecer al juicio de amparo con el carácter
de terceros interesados?
Según la naturaleza de cada asunto:
a. Cando el acto reclamado deriva de un juicio de orden civil administrativo de
trabajo de la persona que figura como opositor o parte contraria del
agraviado.
b. En los juicios de orden penal el tercero interesado es el ministerio público.
c. En el que el caso reclamado provenga de un juicio del orden penal en el que
se tenga que hacer la reparación del daño o de responsabilidad civil da la
oportunidad de intervenir en el proceso constitucional a todas las personas
que tengan interés jurídico (como terceros interesados).
d. Cuando el acto reclamado procede de una autoridad que no es judicial ni del
trabajo, el tercero perjudicado es la persona que haya gestionado a su favor
el acto contra el que se pide amparo.
46
UNIDAD V
REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA:
INTRODUCCIÓN A LA UNIDAD:
Ahora, se exponen los principios jurídicos fundamentales que componen la doctrina y que
rigen al Juicio de Amparo, los cuales se encuentran contenidos en el artículo 107
Constitucional.
OBJETIVOS DE APRENDIZAJE:
Al concluir esta unidad, el alumno será capaz de conocer los principios jurídicos principales
y secundarios que rigen el Juicio de Amparo.
TEMÁTICA:
Este principio rector del juicio de amparo, expresado en forma ligera por Manuel Crecencio
Rejón, consiste en la satisfacción necesaria de la promoción de la acción por iniciativa de
parte agraviada ante la autoridad judicial que deba conocer de un proceso de orden
47
jurisdiccional para que este de inicio y se sustancie en todas sus secuelas procedimentales
hasta su resolución definitiva, sin que sea válida jurídicamente la iniciación y el tramite
oficioso del mismo.
La necesaria promoción de parte agraviada hace que solo con su formulación ante la
autoridad judicial que deba conocer del juicio de amparo, este pueda tener vida jurídica,
como lo ordenan tanto la fracción I del artículo 107 de la Constitución Políticas de los
Estados Unidos Mexicanos (Constitución), como por lo previsto en el numeral 4º de la Ley
de Amparo.
Sin embargo, en casos especiales, se permite que la promoción del juicio de amparo sea por
un tercero a nombre de la parte agraviada (quejoso) –como acontece en materia penal en
términos de lo dispuesto por los artículos 4º, 12, 16 y 17 de la Ley de Amparo-, ya sea
representante legal o defensor, o cualquier otra persona, aunque sea menor de edad. Esto
último solo en caso de que se trate de actos que importen peligro de privación de la vida,
ataques a la libertad personal fuera de procedimiento judicial, deportación, destierro o
alguno de los actos prohibidos por el artículo 22 de la Constitución, y en caso de que “el
agraviado se encuentre imposibilitado para promover el juicio de amparo”, sin que esto
implique, según la doctrina, excepción alguna a este principio, toda vez que la
sustanciación del juicio deberá ser a instancia de la parte agraviada (quejoso), como se
desprende del precepto 17 de la Ley que se invoca, en donde se estatuye que la procedencia
de este caso está supeditada a que el agraviado comparezca ante el juzgador dentro del
plazo de tres días para que ratifique la demanda de amparo formulada a su favor y pueda
entonces tramitar el juicio, ya que, si esto no sucediera, se tendrá por no interpuesta la
demanda y, en consecuencia, quedaran sin efectos las providencias que se hubieren dictado.
En estas formas de promoción del juicio de amparo, se observa que este principio rige en
todo caso, puesto que indefectiblemente se deberá acreditar la legitimación activa del
representante legal o del defensor en los términos que exige la ley de la materia, para
sostener la validez jurídica de ese accionar. De la misma forma, en el último supuesto, el
quejoso deberá ratificar la demanda interpuesta a su favor, toda vez que en caso contrario,
48
esta se tendrá por no presentada, quedando sin efecto las providencias que se hubieran
dictado.
Este principio rector del juicio de amparo también encuentra su fundamento en lo dispuesto
por la fracción I del artículo 107 de la Constitución y 4º de la Ley de Amparo, al exigir que
el acto reclamado cause en la esfera jurídica del gobernado un agravio personal y directo.
Por “agravio” debe entenderse la producción de una ofensa o menoscabo real en los
derechos del gobernado, o sea, es la afectación de los intereses jurídicos de las personas
físicas o morales, privadas, públicas o sociales, consagrados en las leyes a su favor.
Asimismo, por “personal” se entiende que el agravio recae en la propia esfera jurídica del
gobernado, individualmente determinado, sin que éste pueda ser de carácter genérico,
abstracto o indeterminado. En cambio, “directo” se refiere a los inminente de su
actualización, cuando el agravio se da en el pasado o en el presente, en forma actual e
inmediata o en el futuro, pero de realización cierta, no en el eventual, es decir, en el futuro
aleatorio, probable, y de realización incierta. Por lo que es preciso también que el acto de
autoridad cause al gobernado un agravio personal y directo, esto es, que materialmente se
vean afectados sus intereses, como un elemento fundamental y estructural del principio de
instancia de parte agraviada.
De tal suerte que en este principio tampoco se admiten excepciones, pues rige en todo caso,
ya que de no acreditarse la existencia de un agravio o que este no sea personal y directo, no
se afectarían los intereses jurídicos del quejoso y no tendría legitimación activa para incoar
el juicio de amparo, sobreviniendo la causa de improcedencia prevista por la fracción V del
49
En este principio, que resalta la naturaleza del juicio de amparo como medio extraordinario
de impugnación, se hace alusión a lo definitivo que debe ser el acto de autoridad para poder
ser reclamado por vía del amparo. De lo cual, se infiere que el acto de autoridad que cause
agravio podrá ser impugnado por medio del juicio de amparo, una vez que el quejoso
hubiere agotado los recursos o medios legales de defensa que pueden modificar, revocar o
nulificar dicho acto, es decir, si el agraviado por ese acto de autoridad tiene la posibilidad
de agotar otros recursos o medios de defensa ordinario para combatir el acto de autoridad
en cuestión, necesariamente deberá hacerlo antes de ocurrir al juicio de amparo. El
principio de definitividad tiene su fundamento en lo dispuesto por las fracciones III y IV
del artículo 107 de la Constitución, así como por lo establecido por las fracciones XIII, XIV
y XV del artículo 73 de la Ley de Amparo. Sin embargo, cabe decir que este principio no es
absoluto, toda vez que admite excepciones, como son las autorizadas por la Constitución, la
Ley de Amparo y la jurisprudencia.
a) En caso de que se impugnen las leyes con motivo del primer acto de aplicación
(artículo 73, fracción XII, párrafo tercero, de la Ley de Amparo).
b) Los casos de terceros extraños en contra de las resoluciones, cuyo objeto sea
privarlos de su posesión, propiedad o derechos, sin que se les hubiera concedido
garantía de audiencia alguna, sin perjuicio de hacer valer la tercería (artículo 73,
fracción XIII, párrafo in fine, de la Ley de Amparo).
c) Los casos en que el acto reclamado importe peligro de privación de la vida,
deportación o destierro, o cualquiera de los actos prohibidos por el artículo 22 de la
Constitución (artículo 73, fracción XIII, párrafo segundo, de la Ley de Amparo).
d) En el caso de los actos administrativos, respecto de los cuales la ley que los rige,
exija mayores requisitos que los que prevé la Ley de Amparo, para suspender su
ejecución (artículo 73, fracción XV, primer párrafo in fine, de la Ley de Amparo).
e) El caso de que el acto reclamado carezca de fundamentos (artículo 73, fracción XV,
párrafo segundo, de la Ley de Amparo).
f) Cuando los recursos ordinarios o medios de defensa legales del caso, por virtud de
los cuales se pueda modificar, revocar o nulificar el acto reclamado, se encuentran
previstos en un reglamento, y no en la ley que regula.
g) Los actos o resoluciones cuya ley no prevé la suspensión de su ejecución con la
interposición de los recursos o medios de defensa ordinarios que procedan en su
contra.
h) Cuando se reclamen únicamente violaciones directas a la Constitución, sin
introducir argumento alguno que se refiera a cuestiones de legalidad.
i) En caso de que el gobernado no haya sido emplazado legalmente en forma debida al
procedimiento respectivo.
j) Los que importen una violación a las garantías consagradas en los artículos 16, en
materia penal, 19 y 20 de la Constitución Federal.
51
Con base en este principio, al que también se le puede calificar de excepción por no tener
fundamento constitucional, el examen de la constitucionalidad de los actos reclamados que
se hace en la sentencia dictada en el juicio de amparo será conforme a los argumentos
vertidos a título de conceptos de violación propuestos en la demanda de garantías; así como
en las resoluciones dictadas en los recursos hechos valer en contra de alguna resolución
dictada por el juez o tribunal del amparo, donde el revisor deberá apreciar la resolución
impugnada a la luz de los agravios expuestos. En ambos casos, no hará referencia a
cuestiones no planteadas, ya sea en la demanda o bien en los recursos.
Sin embargo, si se puede encontrar en la Ley de Amparo, como se aprecia en la parte final
de lo dispuesto por su artículo 79, en relación con lo previsto por el similar 76 bis, toda vez
que fuera de los casos en que operan tanto la suplencia del error, como la suplencia de la
deficiencia de la queja, la valoración del acto reclamado se hará a la luz de los conceptos de
violación expresados. Lo mismo sucederá con la resolución impugnada conforme a los
agravios expresados en el recurso interpuesto, en forma estricta, sin que sea permitido
suplir ni ampliar nada. Sin embargo, cabe decir que este principio no es absoluto, toda vez
que admite excepciones (cuando así se considera a la suplencia de la queja), como son las
autorizadas por la Constitución, la Ley de Amparo y la jurisprudencia.
52
sean parte como quejosos o como terceros las entidades de los núcleos de población ejidal o
comunal, y a los ejidatarios y comuneros en sus derechos agrarios. También, en su
pretensión de derechos, a quienes pertenezcan a la clase campesina, y en los recursos que
los mismos interpongan con motivo de dichos juicios, no así para los pequeños propietarios
a quienes aplica solo el principio de estricto derecho. En materia laboral, no se aplica
suplencia alguna a favor de los patrones, sino que únicamente se surtirá tal suplencia en
favor del trabajador.
Asimismo, se aplica la suplencia de la queja en todos los casos a favor de los menores de
edad o incapaces, pues aquí se atiende a la capacidad disminuida que presentan, aunado a
que resulta ser un complemento idóneo a la regla especial consagrada por el propio artículo
6º de la Ley de Amparo, aunque con una cobertura aun mayor, ya que abarca dicha
suplencia a su actuación enjuicio, sea como quejoso o como tercero perjudicado. En otras
materias (distintas a la penal, agraria o laboral), cuando se advierta que ha habido en contra
del quejoso o del particular recurrente una violación manifiesta de la ley que lo haya dejado
sin defensa. Por lo que, fuera de estos casos que se detallan, el principio de estricto derecho
opera plenamente en el estudio, análisis y valoración de los conceptos de violación de la
demanda de amparo o de los agravios planteados en los recursos.
Este principio, acuñado por Manuel Crecencio Rejón en el artículo 53 del proyecto de
Constitución del estado de Yucatán de 1840, y aprobado el 31 de marzo de 1841 por su
Legislatura local, fue precisado y delimitado por Mariano Otero en el artículo 25 del Acta
de Reformas del 18 de mayo de 1847, en la cual se consagra la idea de un efecto interpartes
de las sentencias de amparo y desecha la de efectos erga omnes; esto es, el alcance de la
resolución es del orden particular, toda vez que únicamente surte efectos para el caso
concreto que lo motivo, limitándose los tribunales competentes en materia de amparo a
impartir la protección en el caso particular sobre el que verse el proceso, sin hacer ninguna
declaración general respecto de la ley o del acto que lo motivare.
54
No se considera excepción a dicho principio el hecho de que los efectos de una sentencia de
amparo deberán ser observados por las autoridades que, aunque no hubieran sido llamadas
a juicio, tengan por virtud de sus facultades que intervenir en la ejecución del acto
reclamado, en virtud de que de otro modo se haría nugatoria la eficacia de las sentencias
que concede el amparo. Igualmente, esta situación tampoco se observa por el beneficio que
obtenga el tercero codemandado del quejoso, siempre y cuando entre estos exista Litis
consorcio pasivo necesario, aunque no hubieren promovido juicio de amparo alguno, en
virtud de constituirse lo anterior como un elemento indispensable para verificar en forma
debida la ejecución del fallo protector. Por tanto, se observa que este principio rige en todo
caso, puesto que indefectiblemente la sentencia de amparo solo se ocupara de los
gobernados que lo hubiesen solicitado, limitándose a ampararlos y protegerlos, en el caso
especial sobre el que verse la demanda, sin hacer una declaración general respecto del acto
reclamado por esta vía.
En relación con este principio, debe anotarse que el órgano de control de la Constitución en
México es el Poder Judicial de la Federación, conforme lo dispone el artículo 94, en
relación a los numerales 99,103,104,105 y 107 de la propia Ley Suprema, y conforme a lo
dispuesto por el primer párrafo del artículo 107 constitucional, que en su parte conducente
55
dice que todas las controversias a que se refiere el similar 103 se sujetaran a “los
procedimientos y formas del orden jurídico” que determine la ley, esto es, demanda,
contestación de esta, ofrecimiento y admisión de medios probatorios, audiencia de
desahogo de pruebas, presentación o formulación de alegatos y dictado de sentencia, hace
que el juicio de amparo se instituya como un medio de defensa de la Constitución de
carácter judicial.
Por lo que no se puede sustanciar procedimiento alguno que verse sobre el amparo, por
ninguna otra autoridad que generalmente no sea del orden judicial federal, toda vez que lo
consagrado en el numeral 133 de la Constitución, únicamente admite interpretación en el
sentido de que los demás órganos judiciales solo efectúan una abstención de aplicar un
norma legal ordinaria, por estimarla inconstitucional, cuando su texto sea directamente
violatorio de un mandato constitucional, sin que necesariamente realicen interpretación
alguna de ambos textos; es decir, cuando sea notoriamente perceptible la contrariedad de la
norma legal ordinaria a lo dispuesto en la Constitución, sin que para ello se requiera mayor
exegesis.
Sin embargo, se permite la intervención de las autoridades judiciales del fuero común en
los casos de jurisdicción concurrente (artículo 37 de la Ley de Amparo) o competencia
auxiliar (artículos 38, 39, 40 de la Ley de Amparo) en materia de amparo, para conocer de
dicho juicio de garantías, total o parcialmente, pero nunca se podrá sustanciar mediante un
procedimiento administrativo o legislativo ni ante autoridades de esa índole. De tal suerte
que este principio rige en todo caso, puesto que indefectiblemente el juicio de amparo será
sustanciado mediante un proceso judicial.13
13
EL JUICIO DE AMPARO: PRINCIPIOS FUNDAMENTALES Y FIGURAS PROCESALES. Autor: Julio C. Contreras Castellanos.
Editorial Mc Graw Hill. 2009. Capitulo II.
56
ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE:
Realiza un cuadro sinóptico con los aspectos más importantes del tema que atañe a
esta unidad.
PREGUNTAS DE AUTOEXAMEN:
2. ¿Cuáles son las excepciones del principio de la definitividad del acto reclamado?
a) En caso de que se impugnen las leyes con motivo del primer acto reclamado.
b) Los casos de terceros extraños en contra de las resoluciones.
c) Los casos en que el acto reclamado importe peligro de privación de la vida,
deportación o destierro.
d) En el caso de los actos administrativos respecto de los cuales la ley que los rige
exija mayores requisitos que los que prevé la ley de amparo.
e) El caso de que el acto reclamado carezca de fundamentos.
f) Cuando los recursos ordinarios o medios de defensa legales del caso por virtud
de los cuales se pueda modificar, revocar o nulificar el acto reclamado.
g) Los actos o resoluciones cuya ley no prevé la suspensión de su ejecución con la
interposición de los recursos o medios de defensa.
h) Cuando se reclamen únicamente violaciones directas a la constitución.
i) En caso de que el gobernado o haya sido emplazado legalmente en forma
debida.
57
j) Los que importen una violación a las garantías consagradas en los artículos 16
en materia penal y 19 y 20 de la Constitución Federal.
3. ¿Cuáles son las excepciones en materia agraria del principio de estricto derecho?
Serán sobre la deficiencia de la queja e incluso sobre las exposiciones,
comparecencias y alegatos en los juicios de amparo en que sean parte como
quejosos o como terceros las entidades de los núcleos de población ejidal o
comunal, ejidatarios o comuneros en sus derechos agrarios no así a los pequeños
propietarios a quienes aplica solo el principio de estricto derecho.
UNIDAD VI
REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA:
NUEVO JUICIO DE AMPARO. Autor: Raúl Chávez Castillo. Editorial Porrúa. 2015.
INTRODUCCIÓN A LA UNIDAD:
OBJETIVOS DE APRENDIZAJE:
El alumno podrá conocer los tipos de improcedencia que existe en el juicio de amparo,
precisar cuáles son las causas de improcedencia que existen en el juicio de amparo y
determinar la etapa dentro del amparo en que puede declarase la improcedencia de la acción
de amparo por parte de la autoridad que conozca del mismo.
59
TEMÁTICA:
6.1 Concepto:
Es aquella que la autoridad de amparo hace valer de oficio al tener por vez primera a la
vista una demanda y estima que se actualiza, sin duda, una causal prevista en la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos o en la Ley de Amparo, que
evidencia en forma clara y fehaciente la improcedencia de la pretensión intentada, de
tal forma que los actos posteriores del procedimiento no sean necesarios para
configurarla y tampoco pueda, previsiblemente, desvirtuar su contenido, al no ser
posible en el momento de dictar sentencia, el examen sobre la constitucionalidad o
inconstitucionalidad del acto reclamado, porque aun cuando se tramitara el juicio de
amparo, de cualquier forma el resultado sería el mismo, dando como consecuencia su
desechamiento. Sin embargo, si hubiese alguna duda, el tribunal de amparo se
encuentra obligado a admitir la demanda, sin perjuicio que durante el trámite del juicio
o en la sentencia que dicte, sin ninguna duda, determine la improcedencia y decrete el
sobreseimiento en el juicio.
60
b) Improcedencia procesal:
Es aquella que sobreviene durante el trámite del juicio de amparo, por consiguiente,
deberá hacerse valer de oficio o a petición de parte, sea que se determine en el
transcurso del juicio (con la característica de que además, debe ser manifiesta e
indudable) o en la sentencia que se dicte, lo que dará como consecuencia, el
sobreseimiento en el juicio de amparo.
c) Improcedencia legal:
Es la que establece el artículo 61 (hoy artículo 73) de la Ley de Amparo que prevé:
II.- Contra resoluciones dictadas en los juicios de amparo o en ejecución de las mismas;
III.- Contra leyes o actos que sean materia de otro juicio de amparo que se encuentre
pendiente de resolución, ya sea en primera o única instancia, o en revisión, promovido por
el mismo quejoso, contra las mismas autoridades y por el propio acto reclamado, aunque las
violaciones constitucionales sean diversas;
IV.- Contra leyes o actos que hayan sido materia de una ejecutoria en otro juicio de amparo,
en los términos de la fracción anterior;
V.- Contra actos que no afecten los intereses jurídicos del quejoso;
VI.- Contra leyes, tratados y reglamentos que, por su sola vigencia, no causen perjuicio al
quejoso, sino que se necesite un acto posterior de aplicación para que se origine tal
perjuicio;
VIII.- Contra las resoluciones o declaraciones del Congreso Federal o de las Cámaras que
lo constituyen, de las Legislaturas de los Estados o de sus respectivas Comisiones o
61
XII.- Contra actos consentidos tácitamente, entendiéndose por tales aquellos contra los que
no se promueva el juicio de amparo dentro de los términos que se señalan en los artículos
21, 22 y 218.
Cuando contra el primer acto de aplicación proceda algún recurso o medio de defensa legal
por virtud del cual pueda ser modificado, revocado o nulificado, será optativo para el
62
interesado hacerlo valer o impugnar desde luego la ley en juicio de amparo. En el primer
caso, sólo se entenderá consentida la ley si no se promueve contra ella el amparo dentro del
plazo legal contado a partir de la fecha en que se haya notificado la resolución recaída al
recurso o medio de defensa, aun cuando para fundarlo se hayan aducido exclusivamente
motivos de ilegalidad.
Se exceptúan de la disposición anterior los casos en que el acto reclamado importe peligro
de privación de la vida, deportación o destierro, o cualquiera de los actos prohibidos por el
artículo 22 de la Constitución.
XIV.- Cuando se esté tramitando ante los tribunales ordinarios algún recurso o defensa
legal propuesta por el quejoso que pueda tener por efecto modificar, revocar o nulificar el
acto reclamado;
XV.- Contra actos de autoridades distintas de los tribunales judiciales, administrativos o del
trabajo, que deban ser revisados de oficio, conforme a las leyes que los rijan, o proceda
contra ellos algún recurso, juicio o medio de defensa legal por virtud del cual puedan ser
modificados, revocados o nulificados, siempre que conforme a las mismas leyes se
suspendan los efectos de dichos actos mediante la interposición del recurso o medio de
defensa legal que haga valer el agraviado, sin exigir mayores requisitos que los que la
presente ley consigna para conceder la suspensión definitiva, independientemente de que el
acto en sí mismo considerado sea o no susceptible de ser suspendido de acuerdo con esta
ley.
63
XVII.- Cuando subsistiendo el acto reclamado no pueda surtir efecto legal o material
alguno por haber dejado de existir el objeto o la materia del mismo;
XVIII.- En los demás casos en que la improcedencia resulte de alguna disposición de la ley.
ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE:
PREGUNTAS DE AUTOEXAMEN:
14
NUEVO JUICIO DE AMPARO. Autor: Raúl Chávez Castillo. Editorial Porrúa. 2015. Capítulo 17.
64
Es aquella que la autoridad de amparo hace valer de oficio al tener por primera vez
a la vista una demanda y que se estima una causal prevista en la constitución o en la
ley de amparo que evidencia en forma clara y fehaciente la improcedencia de la
pretensión intentada.
UNIDAD VII
REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA:
NUEVO JUICIO DE AMPARO. Autor: Raúl Chávez Castillo. Editorial Porrúa. 2015.
INTRODUCCIÓN A LA UNIDAD:
OBJETIVOS DE APRENDIZAJE:
El alumno sabrá determinar en qué casos el Juez de Distrito o Tribunal Unitario de Circuito
es competente para conocer un juicio de amparo indirecto por razón de territorio. Sabrá
distinguir en qué casos otras autoridades, independientemente del Juez de Distrito o
Tribunal Unitario de Circuito pueden conocer del juicio de amparo.
66
TEMÁTICA:
Es la facultad que se otorga por virtud de la ley a un órgano jurisdiccional para que conozca
de un determinado asunto.
Los juzgados de Distrito ejercitan dentro de sus atribuciones dos funciones esenciales:
El Juez de Distrito generalmente desempeña las dos funciones señaladas; por un lado, actúa
como autoridad judicial de proceso federal que no es materia de amparo; y, por otro lado,
actúa como autoridad de amparo.
Como órgano de control constitucional, tendrá competencia para conocer de todos los
juicios de amparo que se le presenten, de acuerdo las hipótesis que establece el artículo
107, de la Ley de Amparo, excepto en el supuesto que estable el artículo 36, de la Ley de
Amparo.
Excepcionalmente el Juez de Distrito no desempeña las dos funciones antes señaladas, que
resultan ser los juzgados de Distrito siguientes: a) Juez de Distrito Especializado en
Ejecución de Sentencias (no desempeña ninguna de las dos funciones); b) Juez de Distrito
Auxiliar – ubicado en las distintas regiones de los Centros Auxiliares de diversas regiones
creados por el Consejo de la Judicatura Federal – (que únicamente desempeña la función de
ayudar al dictado de las sentencias a los juzgados de Distrito numerados); c) Juez de
Distrito en Materia de Trabajo en el Distrito Federal (exclusivamente amparo); d) Juez de
67
a) Del recurso de apelación que se promueva contra resoluciones del Juez de Distrito
cuando actúa como órgano jurisdiccional propiamente dicho.
b) Del recurso de denegada apelación que procede en contra del auto del Juez de
Distrito que deseche el recurso de apelación cuando actúa como órgano
jurisdiccional propiamente dicho.
c) De la calificación de los impedimentos, excusas y recusaciones de los Jueces de
Distrito, cuando actúen como órganos de jurisdicción ordinaria.
68
No debe pasar desapercibido que en caso de que el Tribunal Unitario de Circuito o el Juez
de Distrito desempeñen la función de órgano jurisdiccional propiamente dicho pueden
incurrir en violación a los derechos humanos reconocidos y las garantías otorgadas para su
protección por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, así como por los
tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte, en perjuicio de las partes
que intervienen en el juicio de orden federal, por lo que, puede promoverse un amparo en
contra sus actos, a diferencia de que, cuando ejercen su función de control constitucional,
no pueden violar tales derechos fundamentales, por ser órganos tuteladores de éstos
mediante el juicio de amparo.
Con suma facilidad se puede determinar la competencia de los Jueces de Distrito y de los
Tribunales Unitarios de Circuito para conocer de los juicios de amparo, con relación a los
que conoce el Tribunal Colegiado de Circuito, ello por vía de exclusión, ya que todos los
juicios de amparo en los que los actos reclamados no sean materia de amparo directo, serán
motivo de amparo indirecto. Por tanto, el Juez de Distrito o el Tribunal Unitarios de
circuito serán competentes para conocer de los juicios de amparo que no sean competencia
del Tribunal Colegiado de Circuito.
En consecuencia, los Jueces de Distrito de Amparo conocerán de los juicios de amparo que
señalan los artículos 51, 52, fracciones II a V, 54, 55, de la Ley Orgánica del Poder Judicial
de la Federación, así como en los artículos 37 y 38, de la Ley de Amparo. En cuanto a los
Tribunales Unitarios de Circuito, conocen del juicio de ampao indirecto y su competencia
está prevista en el artículo 29, fracción I, de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la
Federación, así como en el artículo 36, e la Ley de Amparo.
69
7.4 Competencia de los Juzgados de Distrito entre sí en razón de territorio. Análisis de los
artículos 37 y 38 de la Ley de Amparo:
Para establecer la competencia de los Juzgados de Distrito por razón del territorio debe
consultarse el Acuerdo General del Pleno del Consejo de la Judicatura Federal, número
53/2014, relativo a la determinación del número y límites territoriales de los circuitos en
que se divide la República Mexicana; y al número, a la jurisdicción territorial y
especialización por materia de los Tribunales Colegiados y Unitarios de Circuito y de los
Juzgados de Distrito, así como los numerales 37, 38 y 39 de la Ley de Amparo.
Art. 37.- Es juez competente el que tenga jurisdicción en el lugar donde el acto que se
reclame deba tener ejecución, trate de ejecutarse, se esté ejecutando o se haya ejecutado. Si
el acto reclamado puede tener ejecución en más de un distrito o ha comenzado a ejecutarse
en uno de ellos y sigue ejecutándose en otro, es competente el juez de distrito ante el que se
presente la demanda. Cuando el acto reclamado no requiera ejecución material es
competente el juez de distrito en cuya jurisdicción se haya presentado la demanda.
En el primer supuesto, se determina la competencia del juez de Distrito para conocer del
juicio de amparo que se presente ante él, cuando ejerza jurisdicción en el lugar donde se
ejecute, deba tener ejecución, trate de ejecutarse o se haya ejecutado el acto reclamado. Por
cuanto a la segunda hipótesis, cuando el acto reclamado tenga un comienzo de ejecución
dentro de la jurisdicción de un Juez de Distrito, y se siga ejecutando dentro de la
jurisdicción de otro Juez de distrito, el Juez de Distrito competente para conocer del juicio
de amparo será aquél ante quien primero se haya presentado la demanda de amparo, lo que
significa que queda a elección del quejoso el acudir ante uno u otro Juez, y ambos resultan
competentes para conocer de la demanda antes de la presentación de ésta. Respecto al
70
último caso, la competencia del Juez de Distrito se determina en función de la elección que
realice el quejoso del quien mejor le parezca lo que en realidad constituye una irregularidad
que debe corregirse, pues puede darse el caso que ante el supuesto de que la autoridad
responsable radique fuera de la jurisdicción del Juez de Distrito, el hecho de que el quejoso
la presente, ello le daría competencia para conocer del amparo.
En lo referente a la competencia del Tribunal Unitario de Circuito para conocer del juicio
de amparo indirecto, que se promueva en contra de actos de otro Tribunal Unitario de
Circuito, será aquél que pertenezca al mismo Circuito y en caso de que no lo haya, el que
esté más próximo a la residencia de aquel que en contra de sus actos se interpone el
amparo.
Para determinar la competencia de los Juzgados de Distrito por razón de materia, debe
analizarse el acto reclamado y establecer cuál es su naturaleza y atendiendo a ella se
promoverá el amparo, consultándose el Acuerdo que se menciona en el párrafo que
antecede, así como los preceptos relativos de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la
Federación y en su caso, la jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. En
tanto que, la competencia específica de los Juzgados de Distrito por razón de materia se
71
La primera:
La segunda:
La tercera:
La primera forma se detalla de la forma siguiente: que no resida Juez de Distrito en el lugar
donde se vaya a ejecutar el acto reclamado; que el acto que reclame en el amparo se ejecute
o trate de ejecutarse y se trate de actos que importen peligro de privación de la vida, ataques
a la libertad personal fuera de procedimiento, incomunicación, deportación o expulsión del
país, proscripción o destierro, extradición, desaparición forzada de personas o alguno de los
prohibidos por el artículo 22 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos,
así como la incorporación forzosa al Ejército, Armada o Fuerza Aérea nacionales.
Pero no podrá ordenar que transcurra un plazo determinado para que comparezca el
quejoso, ni las autoridades a quienes requiera podrán negarse a practicar las diligencias que
73
les solicite o les ordene bajo el argumento de que existen plazos legales para considerar la
desaparición de personas.
ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE:
15
NUEVO JUICIO DE AMPARO. Autor: Raúl Chávez Castillo. Editorial Porrúa. 2015. Capítulo 9.
74
PREGUNTAS DE AUTOEXAMEN:
3. ¿En qué artículo de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación está
prevista la competencia de los Tribunales Unitarios de circuito para conocer del
juicio de amparo indirecto?
En el artículo 29 fracción I. Así como en el artículo 36 de la Ley de Amparo.
UNIDAD VIII
REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA:
INTRODUCCIÓN A LA UNIDAD:
En esta sección, se expone de forma clara el concepto de demanda, con la cual se da inicio,
de forma jurídica, al Juicio de Amparo; se darán a conocer los casos en los cuales procede
dicha acción de queja, ante quien o que órgano judicial de la materia se da a conocer, así
también, las formas de la demanda y los requisitos que debe cumplir para ser admitida.
OBJETIVOS DE APRENDIZAJE:
TEMÁTICA:
8.1 La demanda:
8.2 Procedencia:
I. Contra normas generales que por su sola entrada en vigor o con motivo del primer
acto de su aplicación causen perjuicio al quejoso. Para los efectos de esta Ley,
se entiende por normas generales, entre otras, las siguientes:
a. Los tratados internacionales aprobados en los términos previstos en el
artículo 133 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos;
16 JUICIO DE AMPARO EN MATERIA LABORAL. Autor: Rafael Tena Suck. Hugo Italo Morales Saldaña. Editorial Trillas. 2015.
Pág. 231.
77
los bienes rematados, en cuyo caso se harán valer las violaciones cometidas
durante ese procedimiento en los términos del párrafo anterior;
V. Contra actos en juicio cuyos efectos sean de imposible reparación, entendiéndose
por ellos los que afecten materialmente derechos sustantivos tutelados en la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y en los tratados
internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte;
VI. Contra actos dentro o fuera de juicio que afecten a personas extrañas;
VII. Contra las omisiones del Ministerio Público en la investigación de los delitos,
así como las resoluciones de reserva, no ejercicio, desistimiento de la acción
penal, o por suspensión de procedimiento cuando no esté satisfecha la
reparación del daño;
VIII. Contra actos de autoridad que determinen inhibir o declinar la competencia o el
conocimiento de un asunto, y
IX. Contra normas generales, actos u omisiones de la Comisión Federal de competencia
Económica y del Instituto Federal de Telecomunicaciones. Tratándose de
resoluciones dictadas por dichos órganos emanadas de un procedimiento
seguido en forma de juicio sólo podrá impugnarse la que ponga fin al mismo por
violaciones cometidas en la resolución o durante el procedimiento; las normas
generales aplicadas durante el procedimiento sólo podrán reclamarse en el
amparo promovido contra la resolución referida.17
Por disposición expresa del artículo 107 fracción VII, de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos y artículo 37, de la Ley de Amparo, la autoridad competente
para conocer del juicio de amparo de que se habla, es siempre el Juez de Distrito y, por
excepción, el Tribunal Unitario de Circuito (artículo 36, de la Ley de Amparo).
17 NUEVO JUICIO DE AMPARO. Autor: Raúl Chávez Castillo. Editorial Porrúa. 2015. Pp.155-156.
79
Existe otro caso en el cual la demanda de amparo indirecto se podrá interponer ante otra
autoridad que no es ninguna de las autoridades que se indican en el párrafo que antecede,
que es un juez de primera instancia o cualquier autoridad judicial del lugar donde se vaya a
ejecutar el acto reclamado (competencia auxiliar), pero sólo será para que reciba la
demanda y en su defecto suspender de plano y de oficio la ejecución de los actos
reclamados, sin que esa autoridad sea la que tramite y resuelva la controversia de amparo
(artículo 159, de la Ley de Amparo).18
a) Por comparecencia: directa ante el juez de Distrito. Solo procede contra actos que
importen peligro de privación de la vida, ataques a la libertad personal fuera de
procedimiento judicial, deportación, destierro o alguno de los actos consignados por
el artículo 22 de la Constitución Federal.
b) Por vía telegráfica: por excepción en los casos en que no admita demora, y que el
actor encuentre algún inconveniente en la justicia local, la que deberá ratificarse
ante el Juzgado de Distrito dentro de los tres días siguientes a la petición telegráfica,
en la inteligencia de que la falta de ratificación provocará tener por no interpuesta la
demanda de garantías y la imposición de multas. (artículo 118).
c) Por escrito: constituye la regla general. La demanda de amparo indirecto deberá
formularse por escrito o por medios electrónicos en los casos que la Ley lo autorice
(art. 108). Desde luego que la demanda por escrito es la utilizada por la
generalidad.19
18
“Op cit”. Página 162.
19JUICIO DE AMPARO EN MATERIA LABORAL. Autor: Rafael Tena Suck. Hugo Italo Morales Saldaña. Editorial Trillas. 2015.
Pág. 231.
80
8.5 Requisitos:
De acuerdo con la teoría general del proceso toda demanda debe reunir ciertos requisitos
esenciales establecidos en el artículo 108 de la Ley de Amparo:
I. El nombre y domicilio del quejoso y del que promueve en su nombre, quien deberá
acreditar su representación;
II. El nombre y domicilio del tercero interesado, y si no los conoce, manifestarlo así
bajo protesta de decir verdad;
III. La autoridad o autoridades responsables. En caso de que se impugnen normas
generales, el quejoso deberá señalar a los titulares de los órganos de Estado a los
que la ley encomiende su promulgación. En el caso de las autoridades que
hubieren intervenido en el refrendo del decreto promulgatorio de la ley o en su
publicación, el quejoso deberá señalarlas con el carácter de autoridades
responsables, únicamente cuando impugne sus actos por vicios propios;
IV. La norma general, acto u omisión que de cada autoridad se reclame;
V. Bajo protesta de decir verdad, los hechos o abstenciones que constituyan los
antecedentes del acto reclamado o que sirvan de fundamento a los conceptos de
violación;
VI. Los preceptos que, conforme al artículo 1o de esta Ley, contengan los derechos
humanos y las garantías cuya violación se reclame;
VII. Si el amparo se promueve con fundamento en la fracción II del artículo 1o de
esta Ley, deberá precisarse la facultad reservada a los estados u otorgada al
Distrito Federal que haya sido invadida por la autoridad federal; si el amparo se
promueve con apoyo en la fracción III de dicho artículo, se señalará el precepto
de la Constitución General de la República que contenga la facultad de la
autoridad federal que haya sido vulnerada o restringida; y
VIII. Los conceptos de violación.
ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE:
Realizar un cuadro sinóptico con los temas y conceptos más importantes del tema.
PREGUNTAS DE AUTOEXAMEN:
UNIDAD IX
REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA:
INTRODUCCIÓN A LA UNIDAD:
En esta unidad se da a conocer como debe presentarse la demanda, la cual, dentro del plazo
de veinticuatro horas contado a partir de su presentación o en su caso turnada, el órgano
jurisdiccional deberá resolver si desecha, previene o admite. Se expone el auto inicial, que
debe contener para que sea admitida la demanda. Se explica que después de admitida la
demanda se debe hacer la notificación al tercero interesado. Se debe rendir un informe
justificado. Y se exponen los conceptos jurídicos como la acumulación y el sobreseimiento.
Así también, se expone como deben ser las pruebas que se presentan a juicio. Se da la
noción de lo que es la audiencia constitucional, y por último se esboza lo que es la
sentencia y los medios para ejecutarla.
84
OBJETIVOS DE APRENDIZAJE:
En este apartado, el alumno conocerá como debe tramitarse el Juicio de Amparo, tomando
en cuenta los requisitos, términos y condiciones en las cuales debe realizarse.
TEMÁTICA:
La demanda de amparo por escrito, deberá presentarse ante la Oficialía de Partes Común de
Juzgados de Distrito o Tribunales Unitarios de Circuito que corresponda, de las nueve a las
veinte horas (en los lugares en donde no exista buzón funcionará hasta las veintitrés horas
con cincuenta y nueve minutos), o bien, en el buzón judicial en un horario de las veinte
horas con un minuto a las veintitrés cincuenta y nueve horas en días hábiles – salvo que se
trate de una demanda de amparo en que se reclamen actos del artículo 15, de la Ley de
Amparo o de cualquier otro acto que afecte la libertad personal y el quejoso se encuentre en
peligro de que sea privado de su libertad, pues en tal caso no debe depositarse en el buzón-.
(Los buzones judiciales no operarán durante las vacaciones ni aquellos días en los que las
oficinas de correspondencia común suspendan sus labores. Es importante hacer notar que la
presentación en los buzones judiciales solo operará en caso de que el Consejo de la
Judicatura Federal haya autorizado su instalación, como ocurre en la actualidad en los
Circuitos: 4º, 5º, 7º, 8º, 11º, 12º, 17º, 18º, 19º, 21º y 24º, por lo que deberá verificarse tal
circunstancia). Para el caso de que no exista Oficina de Correspondencia Común (cuando
solo existe un solo juzgado o tribunal en el lugar donde deba exhibirse), se presentara en
horario de labores ante el juzgado o tribunal respectivo, y en el supuesto de que sea fuera
del horario de labores por conducto del secretario de guardia autorizado para el efecto. Lo
anterior en los términos que se han señalado. Y por vía electrónica en el portar del Consejo
de la Judicatura Federal que establecerá el modulo para la presentación de demandas
85
El auto inicial que puede dictar el Juez de Distrito o, en su caso, el Tribunal Unitario de
Circuito que reciba la demanda de amparo indirecto será de:
21
NUEVO JUICIO DE AMPARO. Autor: Raúl Chávez Castillo. Editorial Porrúa. 2015. Pp. 171-172
86
Si apareciere cualquiera de los elementos que se precisan en los incisos que anteceden,
procederá su aclaración.
No es un acto procesal que necesariamente tenga que aparecer en el trámite del juicio de
amparo, sin embargo, por diversas causas puede acaecer y sólo entres momentos que son:
Cuando la demanda cumpla con los requisitos legales o ya fueron subsanadas las
irregularidades u omisiones del auto aclaratorio, el órgano jurisdiccional dictara auto de
admisión, relacionando los actos reclamados que serán objeto del juicio, y proveerá lo
conducente para que se realice la notificación a las partes del acuerdo respectivo con copia
de la demanda. El proveído de admisión de la demanda debe contener los siguientes
elementos:
Siempre deberá hacérsele saber al tercero interesado de la demanda de amparo, para que si
así lo estima conveniente se apersone en el juicio y alegue lo que a su interés convenga.
(Aunque no tiene ninguna obligación en el amparo indirecto). Si no se practica la
notificación aludida y se dicta sentencia en el proceso de amparo, ello amerita la reposición
del procedimiento desde el momento procesal en que se incurrió en la violación
procedimental, siempre que se le conceda la protección federal al quejoso, de otro modo no
procede esa reposición.25
24 JUICIO DE AMPARO EN MATERIA LABORAL. Autor: Rafael Tena Suck. Hugo Italo Morales Saldaña. Editorial Trillas. 2015. Pp.
242-243.
25 NUEVO JUICIO DE AMPARO. Autor: Raúl Chávez Castillo. Editorial Porrúa. 2015. Pp. 178-179.
90
La autoridad responsable deberá rendir su informe con justificación por escrito o en medios
magnéticos dentro del plazo de quince días, con el cual se dará vista a las partes. El órgano
jurisdiccional, atendiendo a las circunstancias del caso, podrá ampliar el pazo por diez días
adicionales. El Juez de Distrito debe publicar la recepción del informe, con el fin de que las
partes tengan conocimiento de su contenido y pueda alegar lo que su derecho convenga, por
lo menos con ocho días de anticipación a la celebración de la audiencia.
El Juez de distrito impondrá a la autoridad responsable una multa de cien a mil días de
salario mínimo general vigente en el Distrito Federal, si no rinde su informe previo, no
rinda el informe con justificación o lo haga sin remitir, en su caso, copia certificada
completa y legible de las constancias necesarias para la solución del juicio constitucional,
salvo que acredite que el emplazamiento sea irregular o inoportuno. 26
9.7 La competencia:
26
JUICIO DE AMPARO EN MATERIA LABORAL. Autor: Rafael Tena Suck. Hugo Italo Morales Saldaña. Editorial Trillas. 2015.
Pág. 244.
91
solamente son competentes para hacerlo, en los casos que dichas leyes administrativas
determinan, genérica o específicamente, y en las ocasiones, en el modo y con los requisitos
que las propias leyes señalan; las autoridades judiciales y sus similares, los tribunales
administrativos y del trabajo, tienen jurisdicción para conocer de las controversias que
surjan entre personas físicas o morales, o entre los particulares y el poder público, a causa
de los sucesos que según las leyes originan responsabilidades personales o definen
situaciones jurídicas, para decidir cuáles son sus efectos o consecuencias, para hacer que
los interesados cumplan o se sometan a tal decisión, y para fijar la situación que en derecho
corresponda a personas o cosas determinadas; pero son competentes para ejercer las
facultades, exclusivamente en los casos que expresamente les asignan las leyes que
organizan su institución y regulan su funcionamiento.27
9.8 Incidentes:
Los incidentes que la Ley de Amparo establece expresamente y que por tanto deben ser
materia de una sustanciación y de una resolución especial son, además del de suspensión a
que acabamos de referirnos, el de nulidad de notificaciones, regido por los artículos 68 y
69, el de competencia, a que se refieren los artículos 42, 43, 45, 46 y 47, el de impedimento
alegado por cualquiera de las partes, de que se ocupan los artículos 56, 57, 59 y 60, y el de
27 EL JUICIO DE AMPARO. CURSO GENERAL. Autor: Luis Bazdresch. Editorial Trillas. 2014. Pp.112-113.
92
9.9 Acumulación:
La acumulación puede ser promovida por cualquiera de las partes, también pueden serlo
por acuerdo oficioso del juzgado de distrito, y se justifica sustancialmente por la identidad
del acto reclamado pues, aunque sean diversos los quejosos y distintas las autoridades
responsables, el fallo constitucional debe ser uno solo, para evitar todo riesgo de
resoluciones contradictorias; y concurre también un propósito de estricta economía
procesal, para evitar duplicación de controversias. 29
9.10 El sobreseimiento:
En el juicio de amparo son admisibles toda clase de pruebas, excepto la confesional por
posiciones, puesto que las autoridades responsables deben rendir oportunamente su informe
con justificación, por lo que el desahogo de esta prueba se considera innecesario e
inadecuado, ya que tienen que cumplir con diversas funciones propias de su actividad. En
términos del artículo 119 de la Ley, las pruebas deberán ofrecerse y rendirse en la audiencia
La audiencia constitucional es un acto procesal que debe realizarse ante la presencia del
juez, asistido por el secretario del juzgado, en la cual se desahogaran las pruebas
previamente anunciadas por las partes. En la misma diligencia se formularan los alegatos
por escrito con el pedimento de la representación social y se dictara la sentencia respectiva.
31 JUICIO DE AMPARO EN MATERIA LABORAL. Autor: Rafael Tena Suck. Hugo Italo Morales Saldaña. Editorial Trillas. 2015. Pp.
245-248.
95
alegatos por escritos que formulen las partes; acto continuo se dictara el fallo que
corresponda.32
9.13 La sentencia:
La sentencia constituye la resolución del Juez sobre la causa controvertida que las partes
sometieron a su decisión, por tanto, constituye la culminación del proceso en la que el
juzgador define los derechos y obligaciones de las partes. Por lo general, y derivado de las
excesivas cargas de trabajo, la sentencia no se emite en la audiencia constitucional, sino
después de su celebración, por lo que en este supuesto debe notificarse personalmente a las
partes. Las sentencias de los jueces de distrito admiten el recurso de revisión, por lo que
una vez transcurrido el termino de diez días para su interposición o haberse confirmado por
el Tribunal Colegiado de Circuito, podrá declararse judicialmente que ha causado ejecutoria
y tendrá el carácter de cosa juzgada, por no admitir en esas condiciones ningún recurso
posterior.33
9.14 Recursos:
El recurso es un medio de impugnación que la ley establece para que las personas afectadas
por un acto, ya sea judicial, ya administrativo, se defiendan con la finalidad de que el
superior jerárquico, o la misma autoridad que haya emitido dicho acto, lo revoque,
modifique o nulifique mediante un nuevo análisis que se realice conforme a los elementos
que aparezcan en el mismo.
La Ley de Amparo, expresamente en el artículo 80, señala que en los juicios de amparo no
se admitirán más recursos que los de revisión, queja y reclamación y tratándose del
cumplimiento de sentencia, el de inconformidad. Excepcionalmente en el amparo indirecto,
existe el recurso de revocación en los artículos 133 y 140 de la misma Ley.
Revisión: por medio de este recurso se establece un sistema de control de las resoluciones
emitidas por la autoridad que conoce del juicio de amparo, dicho control se sustancia en
otra instancia, dado que, es el superior jerárquico de aquella, quien conoce y resuelve dicho
recurso. Previsto en el artículo 81, de la Ley de Amparo, contiene en sus cuatro primeras
fracciones su procedencia en contra de actos dictados en amparo indirecto, éstas son:
Queja: mediante este recurso se combaten las resoluciones en contra de las cuales no
admiten expresamente recurso de revisión, y se encuentran contenidas en el artículo 97 de
la Ley de Amparo. Este recurso procede en contra de actos dictados en amparo indirecto en
las resoluciones siguientes:
a) Las que admitan total o parcialmente, desechen o tengan por no presentada una
demanda de amparo o su ampliación.
b) Las que concedan o nieguen la suspensión de plano o la provisional.
c) Rehúsen la admisión de fianzas o contrafianzas, admitan las que no reúnan los
requisitos legales o que puedan resultar excesivas o insuficientes.
d) Las que reconozcan o nieguen el carácter de tercero interesado.
e) Las que se dicten durante la tramitación del juicio del incidente de suspensión, que
no admitan expresamente el recurso de revisión y que por su naturaleza
trascendental y grave puedan causar perjuicio a alguna de las partes, no reparable en
97
la sentencia definitiva; así como las que con las mismas características se emitan
después de dictada la sentencia en la audiencia constitucional.
f) Las que decidan el incidente de reclamación de daños y perjuicios.
g) Las que resuelvan el incidente por exceso o defecto en la ejecución del acuerdo en
que se haya concedido al quejoso la suspensión provisional o definitiva del acto
reclamado; y
h) Las que se dicten en el incidente de cumplimiento sustituto de las sentencias de
amparo.
Revocación: existe la revocación sin perjuicio que es de explorado derecho que ninguna
autoridad puede revocar sus propias determinaciones, sin embargo, por disposición expresa
de la ley es posible que una autoridad de amparo indirecto pueda revocar sus propias
determinaciones en los casos previstos en los artículos 141, 153 y 154 de la Ley de
Amparo.
Reclamación: este recurso procede ante autos de trámite pronunciados por el presidente de:
ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE:
PREGUNTAS DE AUTOEXAMEN:
34 NUEVO JUICIO DE AMPARO. Autor: Raúl Chávez Castillo. Editorial Porrúa. 2015. Pp. 265-283.
99
4. ¿Qué es el sobreseimiento?
Significa que el órgano jurisdiccional que conoce de una controversia da por
concluida su tramitación y archiva las actuaciones respectivas sin emitir una
decisión final a favor de alguno de los contendientes.
Queja: mediante este recurso se combaten las resoluciones en contra de las cuales
no admiten expresamente recurso de revisión, y se encuentran contenidas en el
artículo 97 de la Ley de Amparo.
UNIDAD X
REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA:
NUEVO JUICIO DE AMPARO. Autor: Raúl Chávez Castillo. Editorial Porrúa. 2015.
INTRODUCCIÓN A LA UNIDAD:
OBJETIVOS DE APRENDIZAJE:
El alumno conocerá los diversos medios por los cuales puede llevarse al cabo el
cumplimiento de una sentencia en el juicio de amparo, precisara cuando existe
incumplimiento por parte de la autoridad responsable en las sentencias en el juicio de
amparo tanto directo como indirecto; comprenderá el procedimiento que se lleva cuando
102
TEMÁTICA:
10.1 Concepto:
De acuerdo a lo previsto en la Ley de Amparo los medios por los cuales se puede llevar a
cabo la ejecución de las sentencias, son dos, a saber:
103
En amparo directo:
En amparo indirecto:
104
Transcurrido el plazo otorgado a las partes, con desahogo de la vista o sin ella, el órgano
judicial de amparo dictara resolución fundada y motivada en que declare si la sentencia está
cumplida o no lo está, si incurrió en exceso o defecto, o si hay imposibilidad para
cumplirla. La ejecutoria se entiende cumplida cuando lo sea en su totalidad, sin excesos ni
defectos. Si en estos términos el órgano judicial de amparo la declara cumplida, ordenara el
archivo del expediente.
indirecto) o a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (en amparo directo), a fin de que
resuelvan lo que estimen procedente.
Reglamentado en los artículos 204 y 205, de la legislación de amparo, tendrá por efecto que
la ejecutoria se dé por cumplida mediante el pago de los daños y perjuicios al quejoso.
Tiene la naturaleza de un incidente y como tal se presenta, tramita y resuelve, pero por
excepción no se tramitara cuando el quejoso y la autoridad responsable acuerden un
convenio para dar por cumplida la ejecutoria de amparo. Procede a) cuando la ejecución de
la sentencia de amparo afecte gravemente a la sociedad en mayor proporción a los
beneficios que pudiera obtener el quejoso; o b) por las circunstancias materiales del caso,
sea imposible o desproporcionadamente gravoso restituir las cosas a la situación que
guardaban con anterioridad al juicio. La Suprema Corte de Justicia de la Nación,
funcionando en Pleno, está facultada para ordenar de oficio el cumplimiento sustituto de la
sentencia de amparo. Sin embargo, para que el Tribunal Pleno de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación pueda disponer de oficio el cumplimiento sustituto de la sentencia de
amparo, cuando su ejecución afecte gravemente a la sociedad o a terceros en mayor
proporción que los beneficios económicos que pudiera obtener el quejoso, es necesario que
la autoridad que haya dictado la sentencia de amparo formule declaratoria sobre la
imposibilidad material para su acatamiento, a fin de que la superioridad este en aptitud de
resolver lo que proceda con la debida precisión.
El recurso, los incidentes y las providencias de que se habla en este capítulo, tendentes al
cumplimiento de la ejecutoria de amparo, debe entenderse sin perjuicio de que el órgano
jurisdiccional haga cumplir la sentencia de que se trate dictando las órdenes y medidas de
apremio necesarias. Si estas no fueren obedecidas, comisionara al secretario o actuario para
que le dé cumplimiento cuando la naturaleza del acto lo permita y, en su caso, el mismo
juez de distrito se constituirá en el lugar en que deba dársele cumplimiento para ejecutarla.
En que, incluso, el juez o servidor público designado podrá salir del lugar de su
jurisdicción, dando aviso al Consejo de la Judicatura Federal. En todo tiempo podrá
solicitar el auxilio de la fuerza pública para hacer cumplir la sentencia de amparo.
Los casos en que solo las autoridades responsables puedan dar cumplimiento a la sentencia
de que se trate y aquellos en que la ejecución consista en dictar nueva resolución en el
expediente o asunto que haya motivado el acto reclamado; pero si se tratare de la libertad
personal, la que debiera restituirse al quejoso por virtud de la sentencia y la autoridad
108
10.10 Prohibición de archivar un juicio de amparo sin que esté cumplida la sentencia:
El numeral 214, de la Ley de Amparo, reglamentario del artículo 107, fracción XVI,
párrafo in fine, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, dispone que
no podrá archivarse ningún juicio de amparo sin que se haya cumplido la sentencia que
concedió la protección constitucional o no exista materia para la ejecución y así se haya
determinado por el órgano jurisdiccional de amparo en resolución fundada y motivada.
El Juez de Distrito, con la denuncia dará vista a las autoridades responsables, tercero
interesado si lo hubiere y Ministerio Público Federal, para que en un plazo de tres días
109
expongan lo que a su derecho convenga. Transcurrido este plazo, dictara resolución dentro
de los tres días siguientes. Si fuere en el sentido de que se aplicó la norma general
inconstitucional, ordenara a la autoridad aplicadora que deje sin efectos el acto denunciado
y de no hacerlo en tres días se estará a lo que dispone la ley en cuanto al incumplimiento de
las ejecutorias de amparo. Si la resolución fuere en el sentido de que no se aplicó, podrá
impugnarse mediante el recurso de inconformidad.
No debe pasar desapercibido que la denuncia de que se trata, procede no solamente cuando
la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha resuelto la declaratoria general de
inconstitucionalidad, debido a la jurisprudencia emitida en amparo indirecto en revisión,
sino también cuando la haya declarado en acciones de inconstitucionalidad o en
controversia constitucional. 35
ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE:
Realiza un mapa conceptual sobre los puntos más importantes del tema de esta
unidad.
35 NUEVO JUICIO DE AMPARO. Autor: Raúl Chávez Castillo. Editorial Porrúa. 2015. Pp. 245-264.
110
PREGUNTAS DE AUTOEXAMEN:
3. ¿Cuáles son los medios de defensa que proceden en contra de las resoluciones
dictadas en la sentencia?
a) Recurso de inconformidad.
b) Repetición del acto reclamado.
c) Un nuevo amparo.
Este tendrá por efecto que la ejecutoria se dé por cumplida mediante pago de daños y
perjuicios al quejoso. Tiene la naturaleza de n incidente y como tal se presenta, tramita
y resuelve. Procede cuando la ejecución de la sentencia de amparo afecte en mayor
proporción a la sociedad que los beneficios que pudiera obtener el quejoso o por las
circunstancias materiales del caso, sea imposible o desproporcionadamente gravoso
restituir las cosas a la situación anterior al juicio.
111
Menciona que no podrá archivarse ningún juicio de amparo sin que se haya cumplido la
sentencia que concedió la protección constitucional o no exista materia para la
ejecución y así se haya determinado por el órgano jurisdiccional de amparo en
resolución fundada o motivada.
112
UNIDAD XI
LA JURISPRUDENCIA.
REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA:
INTRODUCCIÓN A LA UNIDAD:
OBJETIVOS DE APRENDIZAJE:
TEMÁTICA:
En el lenguaje usual, jurisprudencia es la ciencia del derecho, que los romanos definieron
como la noticia de las cosas divinas y de las cosas humanas, que da conocimiento de lo
justo y de lo injusto. En el lenguaje de los tribunales la jurisprudencia es el criterio
establecido por los precedentes para la decisión de las controversias judiciales.
Particularmente en nuestra Ley de Amparo es el sentido de las ejecutorias de la Suprema
Corte de Justicia, de sus Salas y de los Tribunales Colegiados de Circuito, dictadas por
cierto número de fallos.
El párrafo segundo del artículo 222 dispone que la jurisprudencia se la Suprema Corte de
Justicia cuando funciona en Pleno se forma por cinco ejecutorias, no interrumpidas por otra
en contrario, y que hayan sido aprobadas por lo menos por ocho votos. El número de
ejecutorias es constante para la formación de todas las tesis de jurisprudencia, y el número
de ocho votos es la mayoría de dos terceras partes del número total de ministros que
integran el Acuerdo Pleno de la Suprema Corte de Justicia, que es de once, según el artículo
94 de la Constitución, mayoría que a ley ha estimado suficiente garantía de acierto.
Para la jurisprudencia de las Salas de la Suprema Corte de Justicia, el párrafo segundo del
artículo 223 fija también cinco ejecutorias, no interrumpidas por otra en contrario,
aprobadas por lo menos por cuatro de los ministros que integran cada Sala; ese número de
votos resulta de la presunción humana de que razonablemente cuatro votos uniformes entre
cinco son acertados. Según el último párrafo de dicho artículo 222, la jurisprudencia sobre
constitucionalidad de leyes de los estados puede formarse con ejecutorias de una sola o de
ambas Salas de la Suprema Corte de Justicia.
El artículo 228 autoriza que la jurisprudencia sea interrumpida y deje de tener carácter
obligatorio, cuando sobrevenga una Ejecutoria en sentido contrario al de la propia
jurisprudencia, aprobada por ocho votos en el Acuerdo Pleno de la Suprema Corte de
Justicia, por cuatro votos en una de sus Salas, o por unanimidad de tres votos en el
respectivo tribunal colegiado de circuito. Ese mismo artículo 228 previene que la Ejecutoria
que interrumpa la jurisprudencia debe expresar las razones que funden la interrupción,
razones que deberán referirse precisamente a las que determinaron el criterio de las
ejecutorias que formaron la jurisprudencia de que se trate; esa referencia a las razones de la
jurisprudencia establecida la exige expresamente el artículo 228, y por consiguiente, la
Ejecutoria que contradiga la jurisprudencia, pero que se abstenga de exponer los
argumentos en que se apoye para desestimar los motivos y fundamentos de la propia
jurisprudencia, legalmente no la interrumpe. Y de acuerdo con el artículo 229, la
jurisprudencia quedara modificada, si su interrupción ha sido sostenida durante cinco
ejecutorias continuas, aprobadas por los votos necesarios para la formación de la
jurisprudencia. La interrupción de la jurisprudencia no la cambia, pero le quita el carácter
obligatorio, la modificación sí la sustituye por otra distinta, que a su vez es obligatoria.
puede referirse también a los reglamentos, federales o locales, de que se trate en los juicios
de amparo en que el propio Acuerdo Pleno interviene como tribunal revisor; y la de dicho
Acuerdo Pleno o de las Salas de la Suprema Corte de Justicia puede asimismo referirse a la
interpretación de los tratados internacionales celebrados por México con alguna nación
extranjera.
justicia de los propios estados, con toda facilidad podría resultar que, por discrepancia de
criterio entre dichos tribunales de los estados, lo que fuera legal en determinado estado
resultaría ilegal en otro, en razón de que, si las leyes locales rigen únicamente dentro del
territorio de cada estado, también su interpretación por los tribunales locales no puede ser
obligatoria en ningún otro estado, precisamente a causa de las soberanías locales, lo que
provocaría gran desconcierto de los foros respectivos y gran desprestigio de las
administraciones de justicia locales; pero, si el sentido de las leyes locales es el que fijen
los tribunales de la federación, al juzgar de la constitucionalidad de esas mismas leyes
locales y de su aplicación hecha por las autoridades de los estados, será uno solo el criterio
que fije tal sentido y ese criterio será aplicable en toda la República, con la consiguiente
uniformidad de las resoluciones, que dará a los interesados la confianza necesaria para
atenerse en sus asuntos a un criterio definido y único, sin temor de ir a caer en una distinta
interpretación de la ley respectiva.
TC 01 3 037 .9 CI 1
1 2 3 4 5 6 7
1. Tribunal Colegiado.
2. Primer circuito.
3. Tercer tribunal.
4. Número de la tesis, en este caso: 037.
5. Novena Época. (.9)
6. La materia, en este caso CI, que corresponde a la civil.
7. Primer asunto que origina la tesis.
La Ley de Amparo prevé que las Salas de la Suprema Corte de Justicia y los tribunales
colegiados de circuito sustentan tesis contradictorias en sus respectivas resoluciones; la
contradicción puede ser entre resoluciones de una misma Sala o de un mismo tribunal
colegiado de circuito, entre las de una Sala y las de otra Sala, o entre las de un tribunal
colegiado de circuito, en relación con las de una Sala o con las de otro tribunal colegiado.
119
El artículo 225 no comprende específicamente todas esas posibilidades, sino que las prevén
en términos generales, y precisamente por esa generalidad, sus disposiciones deben
observarse en los distintos casos antes referidos.
El artículo 227 dispone que la contradicción sea denunciada ante el Acuerdo Pleno de la
Suprema Corte de Justicia, si se trata de Salas de ese alto tribunal, o ante la Sala de la
misma Suprema Corte que corresponda por razón de la materia, si se trata de tribunales
colegiados de circuito; el Acuerdo Pleno de la suprema Corte de Justicia, en el primer caso,
o la Sala respectiva, en el segundo, debe decidir cuál es la tesis que ha de prevalecer; pero
muy acertadamente el propio artículo 226 concluye con la prevención de que la resolución
que se dicte con motivo de las referidas contradicciones no afectara de ninguna manera las
situaciones jurídicas concretas resultantes de las sentencias en que ocurrió la contradicción,
pues cada una de esas sentencias sigue firme y valedera en sus propios términos y efectos,
porque la decisión de la contradicción de ninguna manera es una nueva instancia de la
respectiva controversia.
El texto vigente de los artículos 215, 216 y 217 disponen que la resolución de la
contradicción, ya por el Acuerdo Pleno, ya por una Sala de la Suprema Corte de Justicia,
constituyen tesis jurisprudencial obligatoria, con lo que dicha resolución de la contradicción
tiene un alcance practico, puesto que su sentido obliga en los casos similares futuros.
En principio, por aplicación analógica de las reglas que norman la aplicación de las leyes en
el tiempo, puesto que la jurisprudencia es en sí misma una norma obligatoria para la
aplicación de las leyes, parece enteramente justificado que los tribunales constitucionales
debieran decidir que los actos ejecutados y las sentencias pronunciadas, antes de la
modificación de la jurisprudencia a que se avinieron, no incurrieron en violación de
garantías por la inexacta aplicación de la ley determinada en la nueva jurisprudencia; sin
embargo, con el argumento de que la jurisprudencia es obligatoria desde que queda
formada, la Suprema Corte de Justicia ha decidido que debe aplicarse sin ninguna
discriminación por razón del tiempo, pues rige para todas las resoluciones que hayan de
dictarse a partir de su formación; esa decisión se apoya además en que, si la legalidad de las
sentencias reclamadas debieran seguirse juzgando forzosamente de acuerdo con la
jurisprudencia que estaba en vigor al tiempo en que los interesados adquirieron el
respectivo vinculo jurídico, o siquiera al tiempo en que dichas sentencias fueron
pronunciadas, se tendrá que mantener el sentido de esa misma jurisprudencia
indefinidamente, y así no habrá oportunidad de que la Suprema Corte de Justicia la variara
o modificara, naturalmente para superarla, mediante la implantación del nuevo criterio.
Pero esa contingencia resulta estrictamente lógica y jurídica, porque es enteramente debido
que, cuando un tribunal llega a reconocer que era antijurídico el criterio con el que había
venido resolviendo determinado problema, sería absurdo y contra derecho obligarlo a que
mantenga su error indefinidamente, por tanto, debe reconocerse que es justo que aplique en
todo su alcance el nuevo criterio que considera más acertado para decidir en justicia; y debe
tenerse muy presente que en realidad la variación no es de la ley, que sigue siendo la
misma, y la autoridad judicial, por alta que sea su jerarquía, no puede variarla, sino
únicamente varia la interpretación de la misma ley, que si es atribución exclusiva de la
autoridad judicial, y debe hacerla con su propio criterio, naturalmente con sujeción a las
reglas jurídicas de la interpretación de las leyes, de acuerdo con su teología y con la
naturaleza y las cualidades de la relación que rigen, pero sin poder variar su sentido
determinado por su texto, y ese criterio, también lógica y jurídicamente, es susceptible de
ser modificado, en un nuevo enfoque del asunto, que considere un aspecto o una
circunstancia que anteriormente se había omitido. En fin, esta cuestión resulta ser
solamente una de las muchas en que la administración de la justicia es deficiente, por la
falibilidad humana y por la complejidad de los problemas.
Según los artículos 219 y 220, las ejecutorias de amparo que informan la jurisprudencia, así
como las que la contrarías, y los votos particulares que los ministros y magistrados hayan
emitido en relación con dichas ejecutorias, deben publicarse en el Semanario Judicial de la
Federación, en el que también se publican las ejecutorias que el Acuerdo Pleno de la
Suprema Corte de Justicia, las Salas de la misma o los tribunales colegiados de circuito, así
lo acuerden expresamente. Esa disposición tiene la finalidad de que el público en general y
los profesionistas del derecho, al mismo tiempo que los tribunales de toda categoría, tengan
conocimiento detallado de las razones que se tomaron en consideración para sustentar el
criterio aplicado en las ejecutorias que forman la jurisprudencia, con objeto de que dichos
profesionistas y dichos tribunales puedan a su vez aplicarlo adecuadamente en los casos en
que ellos intervienen; y la publicación de los votos particulares y de las ejecutorias que
contradicen las tesis ya establecidas por la jurisprudencia tienden a informar a los
interesados de las razones que se hayan aducido para contradecir dichas tesis, y a mas
122
hacen del dominio público las ejecutorias que en su oportunidad puedan llegar a formar
parte de la jurisprudencia.
Desde su creación en 1951, y mayormente por las reformas subsecuentes, los tribunales
colegiados de circuito conocen actualmente de varias clases de asuntos de amparo que
anteriormente correspondían al conocimiento de las Salas de la Suprema Corte de Justicia.
El respectivo cambio de competencia dejo prácticamente congelada la jurisprudencia que
las ejecutorias de dichas Salas habían formado en la materia a que esos asuntos pertenecían
pues, como ya no conocían de esos propios asuntos, las Salas no tenían ya oportunidad de
interrumpir y modificar la jurisprudencia que habían establecido, y las resoluciones de los
tribunales colegiados de circuito no formaban jurisprudencia, ni esos tribunales tenían
oportunidad de oponer su propia jurisprudencia a la de las Salas de la Suprema Corte de
Justicia, lo cual significaba que la jurisprudencia de dichas Salas quedaba sin posibilidad de
ser perfeccionada, sino que debía permanecer estática indefinidamente. Pero actualmente, a
partir de las reformas de 1968, las resoluciones de los tribunales colegiados de circuito sí
forman jurisprudencia, en los términos que ya vimos anteriormente, de lo cual se sigue que
ya pueden oponer su propia jurisprudencia a la establecida por las Salas de la Suprema
Corte de Justicia, y aún más también por efecto de su actual competencia, los repetidos
tribunales colegiados de circuito pueden interrumpir, y aun modificar, con su propio
criterio, la jurisprudencia que las Salas de la suprema Corte de Justicia habían formado en
las clases de asuntos de que en la actualidad conocen dichos tribunales colegiados de
circuito, aunque naturalmente esa interpretación debe sujetarse a los requisitos que a tal
efecto previene el artículo 224, del que ya se trató en los párrafos anteriores.36
36 EL JUICIO DE AMPARO: CURSO GENERAL. Autor: Luis Bazdresch. Editorial Trillas. 2014. Pp. 335-343.
123
ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE:
PREGUNTAS DE AUTOEXAMEN:
Significa la noticia de las cosas divinas y de las cosas humanas que da conocimiento
de lo justo y lo injusto.
A cada tesis deberá asignársele una clave que corresponde al Tribunal de que se
trate, los primeros dos dígitos corresponden al circuito de que se trate, el digito
siguiente al tribunal, los tres dígitos siguientes a la tesis, para identificar la época se
agrega un punto y el número correspondiente, en seguida, se agregaran las
abreviaturas relativas a cada una de las materia que en su caso proceda.
124
UNIDAD XII
REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA:
INTRODUCCIÓN A LA UNIDAD:
OBJETIVOS DE APRENDIZAJE:
TEMÁTICA:
12.1 Concepto:
Según el artículo 163 de la Ley Agraria: Son juicios agrarios los que tienen por objeto
sustanciar, dirimir y resolver las controversias que se susciten con motivo de la aplicación
de las disposiciones contenidas en la ley.
Siguiendo los principios doctrinales tiene características esenciales que señalan la nueva
Ley Agraria vigente: y estos son:
Iniciativa de parte: conforme a los artículos 170 y 181 de la Ley Agraria, lo que significa
que dicho proceso solo puede iniciase a petición de parte es contrario al procedimiento
administrativo que se establecía en la Ley Federal de la Reforma Agraria y el que podría ser
iniciado de oficio por la autoridad agraria competente.
Igualdad jurídica de las partes: conforme a lo establecido en los artículos 179 y 186
último párrafo; característica que no es en detrimento de la suplencia de los planteamientos
de derecho a favor de los núcleos de población ejidales o comunales o de los ejidatarios o
comuneros como lo prescribe el artículo 164; sino que se refiere a que se debe procurar la
igualdad de las partes en cuanto a la asesoría jurídica y a la admisión y desahogo de las
pruebas a que se alguna en las partes habla algún idioma que no sea el español, esta cuente
con traductores.
está obligado a agotar todos los medios para llegar al conocimiento de la verdad real o
material de los hechos controvertidos, estableciéndose la posibilidad de la práctica,
ampliación o perfeccionamiento de cualquier diligencia que sea conducente para el
conocimiento de la verdad o de requerir documentos o pruebas a terceros o a dependencias
que los tengan, o requiriendo a terceros para que declaren lo que les conste al respecto.
Publicidad: como lo establece el artículo 194 las audiencias son públicas, excepto cuando
a criterio del Tribunal pudiera perturbarse el orden o propiciar la violencia; lo que es
consecuencia de ser un procedimiento en estricto derecho, pues en los procedimientos
128
Defensa: el justiciable, que no es por la fuerza un perito en derecho –en la realidad rara vez
lo es- debe asistir al juicio debidamente asesorado. Ningún procedimiento es hoy día a tal
punto sencillo, y ninguna contienda resulta a tal punto intrascendente, que sea razonable ver
con indiferencia la actuación de personas que carecen de formación jurídica, sin asistencia
129
El actor puede presentar su demanda por escrito o por simple comparecencia; en este caso,
se solicitará a la Procuraduría Agraria coadyuve en su formulación por escrito de manera
concisa. En su actuación, dicho organismo se apegará a los principios de objetividad e
imparcialidad debidas. Recibida la demanda, se emplazará al demandado para que
comparezca a contestarla a más tardar durante la audiencia. En el emplazamiento se
37 NUEVO FORMULARIO DE PROCEDIMIENTO AGRARIO EN MÉXICO. Autor: Dr. Ramón Martínez Lara. Editorial SITSA.
expresará, por lo menos, el nombre del actor, lo que demanda, la causa de la demanda y la
fecha y hora que se señale para la audiencia, la que deberá tener lugar dentro de un plazo no
menor a cinco ni mayor a diez días, contado a partir de la fecha en que se practique el
emplazamiento, y la advertencia de que en dicha audiencia se desahogarán las pruebas,
salvo las que no puedan ser inmediatamente desahogadas, en cuyo caso se suspenderá la
audiencia y el tribunal proveerá lo necesario para que sean desahogadas, en un plazo de
quince días. Atendiendo a circunstancias especiales de lejanía o apartamiento de las vías de
comunicación y otras que hagan difícil el acceso de los interesados al tribunal, se podrá
ampliar el plazo para la celebración de la audiencia hasta por quince días más.
Debe llevarse en los tribunales agrarios un registro en que se asentarán por días y meses,
los nombres de actores y demandados y el objeto de las demandas que se presenten
diariamente y dar cuenta por el secretario de acuerdos al magistrado del Tribunal Unitario
Agrario correspondiente para su acuerdo de aceptación o tramite o de aclaración, desde
luego otorgándole un nuevo número de expediente para control interno de información del
38
índice y control respectivo.
12.4 Emplazamiento:
Es el acto procesal dictado en el auto o acuerdo de admisión en que se ordena por los
tribunales agrarios que a través del actuario adscrito se comunique legalmente al
demandado el emplazamiento al juicio con copia de la demanda para que la conteste a más
tardar el día de la audiencia de ley, en que deberá ofrecer las pruebas convenientes de su
interés jurídico de ignorar el domicilio del demandado se emplazara por edictos; y este
acuerdo deberá contener como mínimo, el nombre del actor, la causa de la demanda, lo que
se pretende obtener, la fecha y hora de la audiencia.
Las notificaciones practicadas en la forma antes prevista surtirán efectos una vez
transcurridos quince días, a partir de la fecha de la última publicación por lo que, cuando se
trate de emplazamiento, se deberá tomar en cuenta este plazo al señalar el día para la
celebración de la audiencia prevista en el artículo 185.
132
Sin perjuicio de realizar las notificaciones en la forma antes señalada, el tribunal podrá,
además, hacer uso de otros medios de comunicación masiva, para hacerlas del
conocimiento de los interesados.
Quienes comparezcan ante los tribunales agrarios, en la primera diligencia judicial en que
intervengan, o en el primer escrito, deben señalar domicilio ubicado en la población en que
tenga su sede el tribunal respectivo, o las oficinas de la autoridad municipal del lugar en
que vivan, para que en ese lugar se practiquen las notificaciones que deban ser personales,
las que, en caso de que no esté presente el interesado o su representante, se harán por
instructivo. En este caso, las notificaciones personales así practicadas surtirán efectos
legales plenos.
Cuando no se señale domicilio para recibir notificaciones personales, éstas se harán en los
estrados del tribunal.
Artículo 174.- El actor tiene el derecho de acompañar al secretario o actuario que practique
el emplazamiento para hacerle las indicaciones que faciliten la entrega.
Artículo 176.- En los casos a que se refiere el artículo 172, el acuse de recibo se firmará por
la persona con quien se practicará el emplazamiento. Si no supiere o no pudiere firmar lo
hará a su ruego un testigo; si no quisiera firmar o presentar testigo que lo haga, firmará el
testigo requerido al efecto por el notificador. Este testigo no puede negarse a firmar, bajo
multa del equivalente de tres días de salario mínimo de la zona de que se trate.
133
Artículo 177.- Los peritos, testigos y, en general, terceros que no constituyan parte pueden
ser citados por cédula o por cualquier otro medio fidedigno, cerciorándose quien haga el
citatorio de la exactitud de la dirección de la persona citada.
En la parte adjetiva de la Ley Agraria que comprende de los artículos 163 al 200, son
diversos los preceptos que se refieren al tema de la audiencia; sin embargo, ninguno señala
que en el auto que admite la demanda se deberá precisar hora y fecha para el desahogo de la
misma. Esta omisión se ha subsanado en la práctica por los Tribunales Unitarios Agrarios.
El segundo párrafo del artículo 170, dispone que recibida la demanda, se emplazara al
demandado para que comparezca a contestarla a más tardar durante la audiencia. También
refiere que en el emplazamiento se expresará, por lo menos… la fecha y la hora de la
audiencia,… y advierte que en dicho acto se desahogaran las prueba, salvo las que no
puedan ser inmediatamente desahogadas, en cuyo caso se suspenderá la audiencia y podrá
continuar en un plazo de quince días.
El siguiente párrafo, prevé que se podrá ampliar el plazo para la celebración de la audiencia
hasta por quince días más, atendiendo a circunstancias especiales de lejanía o apartamiento
de las vías de comunicación y otras que hagan difícil el acceso de los interesados al
Tribunal.
El artículo 173, tercer párrafo, señala que para la celebración de la audiencia, tratándose de
notificación o emplazamiento por edictos, se deberá tomar en cuenta que hayan
transcurrido quince días a partir de la última publicación, para que surtan sus efectos.
Por su parte, el artículo 179 previene la suspensión del procedimiento cuando una de las
partes acuda a la audiencia sin asesoría legal; de inmediato se solicitaran los servicios de un
defensor de la Procuraduría Agraria, el cual, para enterarse del asunto gozara de cinco días,
contados a partir de la fecha en que se apersone al procedimiento.
El artículo 180 señala que el Tribunal Unitario Agrario, con especial cuidado constatará que
el demandado fue correctamente emplazado y lo llamara para que conteste la demanda, si
no estuviere presente continuara con la audiencia. Si el demandado se presentara continuara
ésta con su intervención según el estado en que se halle y no se admitirá prueba sobre
ninguna excepción si no demostrare el impedimento de caso fortuito o fuerza mayor que le
impidiera presentarse a contestar la demanda.40
Admisión y desahogo:
Se inicia con las pruebas que ofrece la parte actora y después con las de la parte
demandada. El magistrado podrá hacer libremente las preguntas que juzgue oportunas a
cuantas personas estuvieren en la audiencia, carear a las partes entre sí o con los testigos y a
éstos los unos con los otros, examinar documentos, objetos o lugares y hacerlos reconocer
por peritos, en términos del artículo 185, fracción IV de la Ley Agraria.
Artículo 186.- En el procedimiento agrario serán admisibles toda clase de pruebas, mientras
no sean contrarias a la ley. Asimismo, el tribunal podrá acordar en todo tiempo, cualquiera
que sea la naturaleza del negocio, la práctica, ampliación o perfeccionamiento de cualquier
diligencia, siempre que sea conducente para el conocimiento de la verdad sobre los puntos
cuestionados. En la práctica de estas diligencias, el tribunal obrará como estime pertinente
para obtener el mejor resultado de ellas, sin lesionar el derecho de las partes, oyéndolas y
procurando siempre su igualdad.
Artículo 187.- Las partes asumirán la carga de la prueba de los hechos constitutivos de sus
pretensiones. Sin embargo, el tribunal podrá, si considerare que alguna de las pruebas
ofrecidas es esencial para el conocimiento de la verdad y la resolución del asunto, girar
oficios a las autoridades para que expidan documentos, oportuna y previamente solicitados
por las partes; apremiar a las partes o a terceros, para que exhiban los que tengan en su
poder; para que comparezcan como testigos, los terceros señalados por las partes, si bajo
protesta de decir verdad manifiestan no poder presentarlos. 41
12.7 Alegatos:
Una vez desahogadas las pruebas, el Tribunal oirá los alegatos de las partes, concediendo
tiempo para que se formulen. En este caso es invitar a los contendientes para que los
formulen por escrito otorgando el término necesario para ello.
En la parte final de la fracción VI del citado artículo 185 de la Ley Agraria, se indica que
transcurrido el periodo de alegatos y para que se produzcan se otorgan tres días a las partes,
ordenándose que fenecido el plazo, con o sin ellos se turnaran los autos para emitir
sentencia; se podrá en su caso, de ser posible, cuando se producen en la misma audiencia
por el Tribunal pronunciar su fallo en presencia de las partes de una manera clara y sencilla.
Esto último no deja de ser una buena voluntad del legislador, sin embargo, en la práctica es
casi imposible porque en la mayoría de los casos, el estudio de los hechos de la demanda,
así como de su contestación, o bien, de la reconvención en su caso, adminiculados con los
medios probatorios traídos al procedimiento requieren de un término prudente para fallar,
circunstancia que se salva con lo previsto en el siguiente artículo:
Artículo 188.- En caso de que la estimación de pruebas amerite un estudio más detenido por
el tribunal de conocimiento, éste citará a las partes para oír sentencia en el término que
estime conveniente, sin que dicho término exceda en ningún caso de veinte días, contados a
partir de la audiencia a que se refieren los artículos anteriores.
Es la resolución que pronuncia el juez o tribunal para resolver el fondo del litigio, conflicto
o controversia, lo que significa la terminación normal del proceso. La sentencia en el juicio
agrario. Las sentencias de los Tribunales Agrarios se dictaran a verdad sabida, sin
necesidad de sujetarse a reglas sobre estimación de las pruebas, sino apreciando los hechos
y los documentos según los Tribunales lo estimaren debido en conciencia, fundado y
motivando sus resoluciones.
Artículo 189.- Las sentencias de los tribunales agrarios se dictarán a verdad sabida sin
necesidad de sujetarse a reglas sobre estimación de las pruebas, sino apreciando los hechos
Artículo 190.- En los juicios agrarios, la inactividad procesal o la falta de promoción del
actor durante el plazo de cuatro meses producirán la caducidad.43
Artículo 198.- El recurso de revisión en materia agraria procede contra la sentencia de los
tribunales agrarios que resuelvan en primera instancia sobre:
I.- Cuestiones relacionadas con los límites de tierras suscitadas entre dos o más núcleos de
población ejidales o comunales, o concernientes a límites de las tierras de uno o varios
núcleos de población con uno o varios pequeños propietarios, sociedades o asociaciones;
Este precepto guarda relación con el artículo 9º, fracciones I, II y III, de la Ley Orgánica de
los Tribunales Agrarios.
Los recursos en el sentido estricto, son medios de impugnación previstos por la Ley, que se
conceden a las partes para que obtengan mediante su interposición la modificación o la
revocación de la resolución dictada por un tribunal de primera instancia y que deberá ser
substanciada por una instancia superior. En sentido más amplio se interpone para revocar,
modificar o anular una resolución judicial, ya sea auto o decreto.
Artículo 199.- La revisión debe presentarse ante el tribunal que haya pronunciado la
resolución recurrida dentro del término de diez días posteriores a la notificación de la
resolución. Para su interposición, bastará un simple escrito que exprese los agravios.
Artículo 200.- Si el recurso se refiere a cualquiera de los supuestos del artículo 198 y es
presentado en tiempo, el tribunal lo admitirá en un término de tres días y dará vista a las
partes interesadas para que en un término de cinco días expresen lo que a su interés
convenga. Una vez hecho lo anterior, remitirá inmediatamente el expediente, el original del
escrito de agravios, y la promoción de los terceros interesados al Tribunal Superior Agrario,
el cual resolverá en definitiva en un término de diez días contado a partir de la fecha de
recepción. Contra las sentencias definitivas de los Tribunales Unitarios o del Tribunal
Superior Agrario sólo procederá el juicio de amparo ante el Tribunal Colegiado de Circuito
correspondiente. En tratándose de otros actos de los Tribunales Unitarios en que por su
naturaleza proceda el amparo, conocerá el juez de distrito que corresponda.44
Para que resulten ejecutables las sentencias en materia agraria, se deberá atender al
principio jurídico procesal de la ejecutoriedad, esto es que se encuentren firmes
definitivamente, es decir, que en su contra no se haya opuesto recurso alguno o que una vez
substanciando el mismo se ha resuelto dejando firme la sentencia por resolución de los
tribunales agrarios, o sea que hayan causado ejecutoria por voluntad de las partes al no
haber promovido el recurso legal en su contra o que se haya decidido definitivamente.
Al respecto, la Ley Agraria previene diversas formas para ejecutar las sentencias dictadas
por los Tribunales Agrarios en su artículo 191, encontrado novedades en este aspecto,
otorgando facilidades a las partes hasta lo imposible para que ellas mismas propongan y
44 NUEVO FORMULARIO DE PROCEDIMIENTO AGRARIO EN MÉXICO. Autor: Dr. Ramón Martínez Lara. Editorial SITSA.
solucionen la forma desde luego que se aplicara en esta fase del procedimiento agrario, el
capítulo correspondiente del Código Federal de Procedimientos Civiles de aplicación
supletoria a la materia agraria, conforme al artículo segundo de la propia ley, teniéndose en
cuenta lo dispuesto en el título quinto, de las reglas generales de ejecución y el capítulo
tercero, de dicho título que marca las formas de ejecución, localizados dentro del Código
Federal mencionado.
Artículo 191.- Los tribunales agrarios están obligados a proveer a la eficaz e inmediata
ejecución de sus sentencias y a ese efecto podrán dictar todas las medidas necesarias,
incluidas las de apremio, en la forma y términos que, a su juicio, fueren procedentes, sin
contravenir las reglas siguientes:
Si existiera alguna imposibilidad material o jurídica para ejecutar una sentencia relativa a
tierras de un núcleo de población, la parte que obtuvo sentencia favorable podrá aceptar la
superficie efectivamente deslindada, en cuyo caso la sentencia se tendrá por ejecutada,
dejándose constancia de tal circunstancia en el acta que levante el actuario.
Dentro de los quince días siguientes al levantamiento del acta de ejecución, el tribunal del
conocimiento dictará resolución definitiva sobre la ejecución de la sentencia y aprobará el
plano definitivo.
ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE:
Realizar un mapa conceptual con los puntos más importantes abordados en esta
unidad.
PREGUNTAS DE AUTOEXAMEN:
Son juicios agrarios los que tienen por objeto sustanciar, dirimir y resolver las
controversias que se susciten por aplicación de disposiciones contenidas en la ley.
Señala que el Tribunal Unitario Agrario constatará que el demando fue debidamente
emplazado, lo llamara para contestar la demanda y continuará con la audiencia.
Es la que pronuncia el Juez o Tribunal para resolver el fondo del litigio, conflicto o
controversia lo que significa la terminación normal del proceso.
142
UNIDAD XIII
REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA:
INTRODUCCIÓN A LA UNIDAD:
A continuación se analizan las funciones que tiene un Juzgado de Distrito en materia Penal,
como se organiza, cuales son las atribuciones de las secciones del mismo, como son la
sección de apoyo, la sección de amparo y la sección penal.
OBJETIVOS DE APRENDIZAJE:
TEMÁTICA:
El Juzgado de Distrito en materia penal, como órgano del Poder Judicial Federal, tiene
encomendada una doble función: por una parte, su titular actúa como juez constitucional, y,
143
por la otra, como juez de instrucción, juez de proceso o juez natural, dado que el artículo 51
de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación en sus fracciones I y II le da
facultad para conocer de los delitos del orden federal y de los procedimientos de
extradición, salvo lo que se disponga en los tratados internacionales; y en las fracciones III,
IV y V para la tramitación de los juicios de amparo.
Los juzgados especializados por razón de la materia sólo conocen de la que le es asignada,
tanto en lo que se refiere al juicio de amparo, como al proceso.
Para que el juzgado pueda realizar las labores que tiene encomendadas, es preciso que su
titular organice debidamente su funcionamiento, que determine los sistemas de trabajo que
han de seguirse, que asigne las tareas a cada una de las personas que colaboraran con él y
que señalen la ubicación y utilización del mobiliario y equipo que se le proporcione.
Además de esa facultad de organización, el titular del juzgado tiene además la facultad de
nombramiento, ya que el juez es quien, de acuerdo con lo establecido por el artículo 50 de
la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, nombra a los secretarios, actuarios y
empleados del juzgado, y el que concede licencia y vacaciones a su personal, conforme al
artículo 97 del mismo ordenamiento.
El Juez de Distrito, además, posee la facultad de decisión, que le permite emitir sus
resoluciones judiciales, la facultad de mando, para ordenar a sus colaboradores la
realización de determinadas tareas, la de disciplina, para imponer sanciones por
incumplimiento del deber o por la comisión de faltas, la de vigilancia, que le permite
144
Tratándose de un Juzgado de Distrito en materia penal, una vez designado el personal que
colaborará con el juez, deberá proceder a la organización de las secciones del juzgado, esto
es, la de amparo y la de trámite de procesos penales, así como la sección de apoyo, que si
bien es cierto que no resuelve amparos ni procesos, sin embargo brinda su auxilio para que
estas dos actividades puedan realizarse.
a) Sección de apoyo:
Brinda apoyo a las labores del juzgado está formada por la sección administrativa, por la
oficialía de partes, por el archivo, por la mesa de correspondencia, por la mesa de
diligenciacion de exhortos, por la de estadística y por la de control de caja de valores.
o Esta sección lleva el control de los bienes muebles del juzgado y de los
resguardos que firman los que los tienen en su poder.
b) Sección de amparo:
En caso de que la demanda no sea admitida o que el juzgado se declare incompetente para
conocer de la misma, o que resulte improcedente o que tuviere alguna irregularidad que
147
c) Sección penal:
Esta sección penal cuenta con una mesa de averiguaciones a la que se turnan las
consignaciones si detenido, con pedimento de orden de aprehensión, para radicarlas y, en su
oportunidad, previo acuerdo del titular, resolver si se dicta o no la orden de aprehensión.46
ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE:
46 MANUAL DEL JUICIO DE AMPARO. Suprema Corte de Justicia de la Nación. Editorial THEMIS. 2005. Pp.265-274.
148
PREGUNTAS DE AUTOEXAMEN:
Por una parte es Juez Constitucional y por otra parte es Juez de Instrucción. Como
Juez Constitucional tramita los juicios de amparo en materia penal y como Juez de
Instrucción tramita el proceso penal federal.
Es aquella que lleve el control de los recursos humanos, materiales y financieros del
juzgado.
Recibe la consignación que le turna la oficialía de partes. Previo acuerdo del Juez
radica la causa, decreta la detención, ordena la presentación del inculpado para que
rinda su declaración preparatoria y dentro del término constitucional proyecta la
resolución que proceda: formal prisión, libertad o sujeción al proceso. Recibe
promociones y lleva trámite de proceso hasta el dictado de sentencia y
cumplimiento en firme.
149
UNIDAD XIV
REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA:
INTRODUCCIÓN A LA UNIDAD:
En esta unidad se analizan los principios fundamentales del Juicio de Amparo en materia
Penal, así como, el procedimiento que debe llevarse para la iniciación del trámite y todo lo
relacionado a la demanda, competencia, suspensión, sobreseimiento y pruebas, que deben
exponerse dentro del Juicio. Hasta el proceso de sentencia y de los recursos de los que se
pueden llegar a valer las personas interesadas.
OBJETIVOS DE APRENDIZAJE:
El estudiante conocerá del proceso que debe llevarse al interponer un Juicio de Amparo en
materia Penal, así como los requisitos de debe cumplir para el trámite del mismo.
150
TEMÁTICA:
g) Si se reclama una ley (art. 73, frac. XII, de la Ley de Amparo, y tesis
jurisprudencial 403, último apéndice, segunda sala).
5. De estricto derecho:
a) Si el quejoso se equivocó al citar el número del precepto constitucional violado,
se le ampara por los que realmente aparezcan violados (art. 79 de la Ley de
Amparo).
b) En materia penal, la suplencia opera aún ante la ausencia de conceptos de
violación o de agravios del reo (art. 76 Bis, frac. II, de la Ley de Amparo).
c) En materia obrera, si es el trabajador (art. 76 Bis, frac. IV, de la Ley de
Amparo).
d) En materia agraria (art. 76 Bis, frac. III, de la Ley de Amparo).
e) Si se promueve a favor de menores e incapaces (art. 76 Bis, frac. V, de la Ley de
Amparo).
f) Si el acto reclamado se funda en la ley declarada inconstitucional por la
jurisprudencia de la corte (art. 76 Bis, frac. I, de la Ley de Amparo).
g) En materia civil y administrativa, cuando se advierta que habido en contra del
quejoso o del particular recurrente, una violación manifiesta de la ley que lo
haya dejado sin defensa (art. 76 Bis, frac. VI, de la Ley de Amparo).
Si el juez de distrito ante quien se haya interpuesto el juicio de amparo, tiene conocimiento
de que otro juez está conociendo de un juicio promovido por el mismo quejoso, contra las
mismas autoridades y por el mismo acto reclamado, aunque los conceptos de violación sean
diversos.
Dará aviso inmediatamente a dicho juez por medio de oficio, acompañándole copia de la
demanda, con expresión del día y la hora de su presentación.
152
El juez que reciba dicho oficio, después de escuchar los alegatos que las partes puedan
formular dentro del término de tres días, resolverá en 24 horas. Si decide que se trata del
mismo asunto y reconoce la competencia del otro juez, le mandará los autos. En caso
contrario, sólo le comunicará su resolución.
Con lo que exponga el Ministerio Público y aleguen las partes, se resolverá en ocho días
cuál de los jueces debe conocer el caso, o se trata de asuntos diversos y que cada uno debe
conocer por separado.
a ambos, una multa de 30 a 180 días de salario, sin perjuicio de las sanciones penales que
procedan, salvo que se trate de los actos mencionados en el artículo 17 de la Ley de Amparo
(art. 51 de la Ley de Amparo).
1. Deberá manifestar que está impedido para conocer del juicio y comunicará la
providencia al Tribunal colegiado de Circuito (TCC) de su jurisdicción, para que
este resuelva sobre el impedimento (arts. 66 y 67 de la Ley de Amparo).
2. El tribunal colegiado calificará de plano el impedimento, admitiéndolo o
desechándolo
(Art. 68 de la Ley de Amparo).
3. Si el juez no manifiesta su impedimento, éste podrá ser alegado por cualquiera de
las partes ante el juez que se considere impedido. El juez enviará al TCC el escrito
del promovente y su informe, dentro del término de 24 horas para que lo resuelva
(art. 70 de la Ley de Amparo).
4. El TCC resolverá lo procedente, ya que el juez admita la causa de impedimento o
no rinda informe. Si el juez la niega, citará a una audiencia dentro de los tres días
siguientes para recibir pruebas y alegatos de los interesados y resolverá en la misma
audiencia (art. 70 de la Ley de Amparo).
- Competencia:
1. Si el juez es competente, no existe notoria improcedencia, pero no se cumplen los
requisitos del artículo 116 de la Ley de Amparo; o si faltan copias para los
emplazamientos relativos:
a) Prevendrá al quejoso para que los requisitos (art. 146 de la Ley de Amparo).
b) Prevendrá al quejoso que exhiba las copias faltantes de la demanda (art. 120 y
146 de la Ley de Amparo).
155
1. Admitir la demanda.
2. Mandar que se registre en el Libro de Gobierno.
3. Fijar fecha para la celebración de la audiencia.
4. Solicitar los informes justificados a las autoridades responsables (art. 147 de la
Ley de Amparo).
5. Ordenar que se dé vista al Ministerio Público de la Federación de la adscripción,
para los efectos de su representación.
Además de lo anterior, deberá, según las circunstancias del caso peticiones de quejoso,
acordar:
a) Tener por autorizada a la persona que se indique para oír y recibir notificaciones,
en términos del artículo 27 de la Ley de Amparo.
b) Cuando promuevan varias personas el amparo, prevenirlas para que designen
representante común (art. 20 de la Ley de Amparo).
c) Con fundamento en el artículo 123 fracción II de la Ley de Amparo, ordenar que
se suspenda, de oficio, el acto si, de llegar a consumarse, resultara físicamente
imposible restituir al quejoso en el goce de la garantía individual reclamada.
d) Ordenar que se forme, por separado y duplicado, el incidente de suspensión, si
ésta es solicitada y no se está en la hipótesis anterior (art. 124 de la Ley de
Amparo).
e) Ordenar que se emplace al tercero perjudicado y se le haga entrega de una copia
de la demanda.
f) Prevenir a quejoso que señale domicilio para oír y recibir notificaciones en el
lugar del juicio (art. 305 de Código Federal de Procedimientos Civiles, de
aplicación supletoria conforme al art. 2º. De la Ley de Amparo).
156
- Notificación de la demanda:
Si el tercero perjudicado o la persona extraña al juicio radican fuera del lugar de este, el
juez ordenará que el emplazamiento o notificación se haga:
a) Por exhorto.
b) Por conducto de las autoridades responsables.
En el primer caso girará tal exhorto al juez de distrito de la jurisdicción en que radiquen el
tercero perjudicado o la persona extraña al juicio y le encomendará que realice el
emplazamiento, para lo cual enviará copia de la demanda relativa o indicará la notificación
que deba realizarse a la persona extraña al juicio.
- El informe justificado:
En los informes justificados que están obligados a rendir las autoridades responsables,
éstas, según el caso:
Si el informe es firmado. A.” por persona distinta a quien debería suscribirlo, no se tendrá
por legalmente rendido, conforme al artículo 19 de la Ley de Amparo, el cual sólo admite la
representación del C. Presidente de la República por los funcionarios que el propio precepto
158
indica; a menos de que se trate de la sustitución legal, “por ausencia” (no enunciada P.A.)
de quien está obligado a rendirlo.
Rendidos los informes, el juez ordena que se agreguen éstos al expediente para que obren
como corresponda y que se notifique por lista tal acuerdo y, en su caso, resuelve y sustancia
la incompetencia, la acumulación o el impedimento alegados por los responsables, en los
términos antes precisados.
Cuando se presente ante un juez de distrito una demanda contra alguno de los actos
expresados en el artículo 44 de la Ley de Amparo, se declarará incompetente de plano y
mandará remitir dicha demanda al Tribunal Colegiado de Circuito, según corresponda, sin
resolver sobre la suspensión del acto reclamado (art. 49 de la ley de Amparo).
Cuando un juez de distrito se esté tramitando un juicio de amparo del que otro debe
conocer, se declarará incompetente de plano y comunicará su resolución al juez que en su
concepto debe conocer del juicio, acompañándole copia de la demanda.
Si acepta, comunicará su resolución al requeriente para que este le remita los autos, previa
notificación a las partes y aviso a la superioridad.
Si no acepta, hará saber su resolución al requeriente para que en 48 horas diga si insiste o
no en declinar su competencia.
Si el requeriente insiste por declinar su competencia y los jueces son de jurisdicción del
mismo tribunal colegiado, el requeriente remitirá los autos al tribunal y avisará al requerido
para que éste exponga lo que estime pertinente ante dicho tribunal.
Aunque el artículo 52 de la Ley de Amparo literalmente alude a los casos en que ante un
juez de distrito “se promueva” un juicio de amparo, debe entenderse que se refiere en el
supuesto que ante un juez de distrito se esté tramitando un juicio de amparo de que otro
deba conocer, pues aquella expresión de la idea de que el mencionado juez advierte su
competencia en el momento mismo en que recibe la demanda y tiene que resolver si la
admite o no, momento éste que está regido por lo establecido por el artículo 54. Es decir,
dos son los momentos en que el citado juez puede declarar su incompetencia:
Si entre jueces que ya están conociendo los sendos juicios se suscita una cuestión de
competencia, las autoridades contendientes suspenderán todo procedimiento, excepto en el
incidente de suspensión, que continuarán tramitando hasta su resolución y ejecución (art. 53
de la Ley de Amparo).
Admitida una demanda de amparo, ningún juez de distrito podrá declararse incompetente
antes de resolver sobre la precedencia de la suspensión definitiva (art. 54 de la Ley de
Amparo).
Ningún juez o tribunal podrá promover competencia a sus superiores (art. 55 de la Ley de
Amparo).
Cuando alguna de las partes estime que un juez de distrito está conociendo de un amparo
que es de la competencia de un Tribunal Colegiado de Circuito y aquel no ha declarado su
incompetencia, podrá recurrir al presidente del TCC exhibiendo copia de la demanda y de
las constancias que estime pertinentes. Si estás fueren bastantes, el presidente del TCC
resolverá sobre la procedencia de la promoción y ordenará la remisión de los autos. Si no lo
161
fueren, podrá pedir informes al juez y, con lo que éste exponga, resolverá (art. 56 de la Ley
de Amparo).
14.6 Acumulación:
1. Cuando se trate de juicios promovidos por el mismo quejoso, por el mismo acto
reclamado, aunque las violaciones constitucionales sean distintas y sean diversas las
autoridades responsables.
2. Cuando se trate de juicios promovidos contra las mismas autoridades, por el
mismo acto reclamado, y sean diversos quejosos.
Es competente para conocer de ala acumulación, así como de los juicios acumulados, el
juez de distrito que hubiese prevenido; y el juicio más reciente se acumulará al más antiguo
(art. 58 de la Ley de Amparo).
Si en un mismo juzgado se siguen los juicios cuya acumulación se pide, el juez dispondrá
que se haga una relación de ellos en una audiencia en la que se escucharán los alegatos que
se produjeren las partes y se dictará la resolución que proceda, contra la cual no se admitirá
recurso alguno (art. 59 de la Ley de Amparo).
162
Si el juez estima que procede la acumulación, reclamará los autos por medio de oficio, con
inserción de las constancias que sean bastantes para conocer la causa de la resolución (art.
60 de la Ley de Amparo).
El juez que reciba el oficio hará conocer al as partes que ante él litiguen, para que expongan
lo que a su derecho convenga, en una audiencia en que resolverá sobre la procedencia o
improcedencia de la acumulación (art. 60 de la Ley de Amparo).
Si estima que procede la acumulación, remitirá los autos al juez requeriente con
emplazamiento a las partes (art. 61 de la Ley de Amparo).
Desde que se pida la acumulación hasta que se resuelva, se suspenderá todo procedimiento
en los juicios de que se trata, excepto en los incidentes de suspensión (art. 62 de la Ley de
Amparo).
Resuelta la acumulación, los amparos acumulados se fallarán en una solo audiencia. Los
autos dictados en los incidentes de suspensión, continuarán en vigor hasta que se resuelva
lo principal en la definitiva (art. 63 de la Ley de Amparo).
163
14.7 La suspensión:
En los casos en los que resulte procedente la suspensión, pero ésta pueda ocasionar daños y
perjuicios a tercero, se concederá si el quejoso otorga garantía bastante para reparar el daño
e indemnizar los perjuicios que con ella se llegaren a ocasionar. Si tales daños no son
estimables en dinero, el juez fijará discrecionalmente el importe de la garantía (art. 25 de la
Ley de Amparo).
Pero no se admitirá la contra fianza, cuando de ejecutarse el acto reclamado quede sin
materia el amparo, ni ene l caso del párrafo segundo del artículo 125 (art. 127 de la Ley de
Amparo).
Recibidos en el juzgado los citados informes, el juez acordará que se agregue a sus autos
para que obren como corresponda, con conocimientos de las partes.
14.8 El sobreseimiento:
El sobreseimiento es un acto procesal que pone fin al juicio; pero le pone fin sin resolver la
controversia de fondo, sin determinar si el acto reclamado es o no contrario a la
Constitución y, por lo mismo, sin fincar derechos u obligaciones en relación con el quejoso
y las autoridades señaladas como responsables. Es de naturaleza adjetiva, ajeno a las
cuestiones sustantivas, ya que ninguna relación tiene con el fondo.
Conforme a la Tesis Jurisprudencial número 270, página 467, último apéndice, parte común
al pleno y a las salas:
El sobreseimiento en el amparo pone fin al juicio, sin hacer declaración alguna sobre si la
Justicia de la unión ampara o no, a la parte quejosa y, por tanto, sus efectos no pueden ser
otros que dejar las cosas tal como se encontraban antes de la interposición de la demanda, y
la autoridad responsable está facultada para obrar conforme a sus atribuciones.
166
Las pruebas deberán ofrecerse y rendirse en la audiencia del juicio, con excepción de la
documental que puede presentarse con anterioridad, y de la inspección judicial, testimonial
y pericial, que deben ofrecerse cinco días antes de dicha audiencia, sin contar el día de
anuncio ni el de la audiencia, lo que significa siete días hábiles antes de la citada audiencia
(art. 151 de la Ley de Amparo).
1. Ordenará que se entregue a cada una de las partes copia del interrogatorio (el
cual deberá ser exhibido en copias suficientes por quien ofrezca la prueba) al tenor
del cual deban ser examinados los testigos, para que aquéllas puedan ser formular
por escrito o verbalmente las preguntas que estimen pertinentes al efectuarse la
audiencia.
2. Si los testigos residen dentro de la jurisdicción, pero fuera de la ciudad en que
reside el juzgado, librará despacho el juez del fuero común que corresponda (a falta
de éste, a la autoridad que considera competente) para encomendarle el desahogo de
la prueba, en los términos indicados en el párrafo precedente.
4. Recibirá los alegatos, formulados por escrito, de las partes (el quejoso podrá
alegar verbalmente cuando se trate de actos que importen peligro de
privación de la vida, ataques a la libertad personal, deportación, destierro o
alguno de los prohibidos por el artículo 22 Constitucional, asentándose en
171
autos extracto de sus alegaciones, si lo solicita. En los demás casos las partes
podrán alegar verbalmente, pero sin exigir que sus alegatos se hagan constar
en autos y sin que tales alegatos puedan exceder de media hora por cada
parte, incluyendo las réplicas y contrarréplicas)
5. Recibirá el pedimento del Ministerio Púbico de la Federación.
6. Ordenará que la secretaria recabe marginalmente las firmas de las personas
que estuvieron presentes.
7. Acto continuo, dictará la sentencia relativa.
Según Escrich, sentencia es: “La decisión legítima del juez sobre la causa controvertida en
su tribunal. Se llama así de la palabra latina sentiendo, porque el juez declara lo que siente
según lo que resulta del proceso…”
La sentencia es, por consiguiente, la acumulación del proceso, la resolución con que
concluye el juicio, en la que el juzgador define los derechos y las obligaciones de las partes
contendientes.
En el juicio de amparo existen tres clases de sentencias: 1. Las que sobreseen; 2. Las que
niegan el amparo; 3. Las que conceden el amparo.
1. Las sentencias que sobreseen. Son solo declarativas puesto que se concretan a
puntualizar la sinrazón del juicio. Obviamente no tiene ejecución alguna y las
cosas quedan como si no se hubiese promovido el juicio.
2. Las que niegan el amparo. Son declarativas y dejan a la autoridad
responsable, por lo mismo, en absoluta libertad de actuar, en lo referente al
acto reclamado, como estime pertinente: si decide dejar en pie o ejecutar el
acto que de ella fue impugnado, actuará conforme a sus atribuciones y no en
cumplimiento de tales sentencias, como erróneamente suele decirse. (Cuando
172
En la primera parte, llamada de “resultados”, se hace una narración de los hechos que
constituyen la historia del juicio; esta parte tiene por finalidad plantear el problema que se
va resolver, objetivamente: precisar quién ha solicitado la protección de la justicia federal,
contra qué autoridades y respecto de qué actos, y si se han hecho los emplazamientos
respectivos.
Pero en cuanto:
cambio, hay ocasiones en que corre a su cargo el deber actuar, de asumir cierta
conducta por requerirlo el cumplimiento de tales atribuciones.
En la segunda hipótesis, cuando el acto reclamado se invalida porque padece vicios propios
o derivados del procedimiento que se siguió para emitirlo, que lo hacen inconstitucional
pero pueden ser subsanados, quizá sea pertinente, a fin de no entorpecer la realización de la
conducta que la autoridad está obligada a efectuar por exigírsela ley que puntualiza sus
atribuciones, otorga el amparo para el efecto de que la autoridad destruya el acto
inconstitucional y emita otro que no incurra en los vicios de aquél.
Sobreseer respecto de los primeros (art. 74, frac. IV, de la Ley de Amparo).
Tercera. En lo referente a los actos que son ciertos y acerca de los cuales el juicio es
improcedente.
Si opera la facultad de suplir las deficiencias de la queja, amparar con base en ella.
Los recursos son el medio defensa previsto por la ley para impugnar los actos autoritarios
surgidos en un procedimiento, judicial o administrativo, con los que no se esté conforme, y
que tienden a lograr la revocación o la modificación de dichos actos.
Para que un recurso pueda prosperar es necesario que: 1. Esté previsto en la ley; 2. Que sea
el idóneo; y 3. Que se interponga oportunamente. La falta de alguna de estas circunstancias
177
hará que el recurso sea improcedente y por lo mismo debe ser desechado, quedando el acto
impugnado firme.
En los juicios de amparo no se admitirán más recursos que los de revisión, queja y
reclamación (art. 82 de la Ley de Amparo).
a) Por escrito, original y copia para cada una de las partes, en el que el recurrente
expresará los agravios que le cause la resolución que impugna. Cuando falten total o
parcialmente dichas copias, se requerirá al recurrente, por notificación personal,
para que las presentes dentro del término de tres días, con el apercibimiento
correspondiente; si no las exhibe, quien esté conociendo del amparo tendrá por no
interpuesto el recurso (art. 88 de la Ley de Amparo).
b) Dentro del término de 10 días, contados desde el siguiente al en que se surta sus
efectos la notificación de tal resolución (art. 86 de la Ley de Amparo).
c) Por conducto, siempre, del juez de distrito o de la autoridad que conozca del
juicio, ya que su interposición en forma directa, ante el tribunal revisor, no
interrumpa el término antes indicado (art. 86 de la Ley de Amparo).
179
Por su parte, el artículo 91 de la Ley de Amparo, señala las reglas que deben seguir las
autoridades que conozcan del recurso de revisión, para dictar su sentencia.
Diagrama que compendia las reglas para sentenciar en segunda instancia (recurso de
revisión):
b) Si es procedente.
Cuarta. Examinar los agravios referentes al fondo cuando el juzgador de primera instancia
haya concedido o negado el amparo. Al respecto puede ocurrir en:
I. Que sean fundados porque lo expresado en ellos sea correcto; pero insuficientes
porque no desvirtúan todas las consideraciones en que se apoya la sentencia
recurrida. Confirmar.
II. Que sean fundados por correctos; pero intrascendentes porque, aunque
demuestren en la primera instancia se incurrió en algún error, subsistiría el
sentido de la sentencia recurrida a pesar de que se enmendará dicho error.
Confirmar.
III. Que sean fundados y acrediten la ilegalidad de las consideraciones que sustentan
la resolución recurrida. En este supuesto:
1. Si en la sentencia recurrida se estudiaron todos los conceptos de violación,
revocar y, según el caso, amparar o negar el amparo.
2. Si en la sentencia recurrida solamente se analizaron algunos de los conceptos de
violación, estudiar los demás conceptos y, atendiendo al resultado de tal estudio,
confirmar o revocar y, según el caso, amparar o negar el amparo. Confirmar.
IV. Que no sean fundados. Si se hacen valer varios agravios y algún de ellos es
fundado, basta para establecer la ilegalidad de la sentencia recurrida y revocarla,
es innecesario el estudio de los demás.
Si se opera la facultad de suplir las deficiencias de los agravios (de la queja) con base en
ella revocar y amparar.
182
Es necesario que en lo que el recurso de revisión se confirma, modifica o revoca, son los
puntos resolutivos de la sentencia recurrida, no las consideraciones en que la misma se
apoya, por lo que debe confirmarse tal sentencia si su resolutivo no es destruido por los
agravios; en tanto que debe modificarse o revocarse dicho resolutivo si los agravios
demuestran su ilegalidad.
14.14 La queja:
47
MANUAL DE PROCEDIMIENTOS PENALES. Autor: Jesús Quintana Valtierra. Alfonso Cabrera Morales. Editorial Trillas. 2008.
Pp.177-206.
183
ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE:
PREGUNTAS DE AUTOEXAMEN:
1. ¿Cuáles son los principios fundamentales del Juicio de Amparo en materia Penal?
Cuando se presente ante un Juez de Distrito una demanda contra alguno de los actos
expresados en la ley de amparo, se declarara incompetente de plano y mandara
remitir dicha demanda al Tribunal Colegiado de Circuito según corresponda sin
resolver sobre la suspensión del acto reclamado.
Procede a instancia de parte cuando se trate de: juicios promovidos por el mismo
quejoso, juicios promovidos por diversos quejosos ante las mismas autoridades por
los mismos actos reclamados. El juicio más reciente se acumulara al más antiguo.
Las que sobreseen, las que niegan el amparo y las que conceden el amparo.
184
UNIDAD XV
PROCEDIMIENTO DE EXTRADICION
REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA:
INTRODUCCIÓN A LA UNIDAD:
OBJETIVOS DE APRENDIZAJE:
TEMÁTICA:
Los documentos señalados y cualquier otro que se presente y estén redactados en idioma
extranjero, deberán ser acompañados con su traducción al español y legalizados como
marca el Código Federal de Procedimientos Penales.
3. Que en su caso ordene el secuestro de papeles, dinero u otros objetos que se hallen
en poder del reclamado, relacionados con el delito imputado o que puedan ser
elementos de prueba, cuando así lo hubiere pedido el Estado solicitante.
El Juez de Distrito:
2. Una vez detenido el reclamado, sin demora lo hará comparecer ante su presencia y
le dará a conocer el contenido de la petición de extradición y los documentos que se
acompañen a su solicitud.
Al detenido se le oirá en defensa por sí o por su defensor y dispondrá hasta de tres días para
oponer excepciones, que únicamente podrán ser: a) que la petición de extradición no está
ajustada al tratado o la ley, en caso; o b) que es persona distinta de aquella cuya extradición
se pide. El juez considerará de oficio estas excepciones aun cuando no se hubiesen alegado
por el reclamado.
El reclamado dispondrá de 20 días para probar sus excepciones, plazo que podrá ampliarse
en caso de ser necesario, dando vista previa al Ministerio Público, quien dentro del mismo
plazo podrá rendir las pruebas que estime pertinentes.
Cuando el Estado solicitante deje pasar el término de dos meses desde el día siguiente en
que el reclamado quede a su disposición, sin hacerse cargo de él, éste recobrará su libertad
y no podrá volver a ser detenido ni entregado al propio Estado, por el mismo delito que
motivó la solicitud de extradición.48
ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE:
PREGUNTAS DE AUTOEXAMEN:
UNIDAD XVI
REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA:
INTRODUCCIÓN A LA UNIDAD:
En esta última unidad de antología, se hace el estudio del marco del amparo penal, los
principios que lo rigen, el proceso acusatorio, así como el análisis de la competencia de los
Jueces de Distrito en materia de amparo penal y la suspensión de actos atentados a la
libertad personal.
OBJETIVOS DE APRENDIZAJE:
El estudiante comprenderá los términos que rigen los principios que rigen al Juicio de
Amparo en materia Penal y sabrá de la competencia de los Jueces de Distrito.
194
TEMÁTICA:
Los principios generales del amparo son conocidos por todos. En lo sucesivo, únicamente
los traeremos a la memoria, haciendo las aclaraciones pertinentes que resulten de la reforma
constitucional del 6 de junio de 2011 y la nueva Ley de Amparo.
A. Prosecución judicial:
Esta afirmación se ha tomado en el sentido de que son inoperantes los agravios relativos a
dichas violaciones; aunque el Pleno de la Suprema Corte ha matizado este criterio,
afirmando que pueden considerarse dichos argumentos, cuando se relacionan con la
indebida aplicación de la Ley de Amparo u otra atinente a la materia.
Como sucede en todo proceso, el juez de amparo no puede actuar motu proprio. Para iniciar
este medio de control se requiere que el juzgador sea instado a ello por una persona
legitimada al efecto, en virtud de la lesión que le produzca el acto de autoridad reclamado.
195
C. Agravio personal:
Si bien quien debe iniciar el juicio de amparo es el lesionado por el acto reclamado, no
cualquier agravio da derecho a ejercer esta acción procesal. Antes de la reforma del 6 de
junio de 2011, la fracción V del artículo 73 de la anterior Ley de Amparo, exigió que el
agravio que legitima al quejoso sea una afectación a su “interés jurídico”. Pero ahora dicha
reforma permite que el agravio para acceder al juicio de amparo se produzca por el
perjuicio causado al “interés legítimo” del quejoso, salvo cuando se reclamen actos de
tribunales judiciales, administrativos o laborales, para los cuales se conservó el concepto de
“interés jurídico”. Los artículos 5o., fracción I, 6o., y 61, fracción XII, de la nueva Ley de
Amparo regulan precisamente esta nueva legitimación ampliada. La diferencia entre el
“interés jurídico” y el “legítimo”, grosso modo, es que el primero se refiere a agravios
directos a la esfera de derechos y obligaciones personales del quejoso; en cambio, el
“legítimo” permite extender la esfera protectora del amparo a lesiones indirectas a la esfera
jurídica y aun a situaciones grupales jurídicamente tuteladas, ocasionadas por la autoridad.
Por eso ya es incorrecto denominar este principio de legitimación activa como de “agravio
personal y directo”, y proponemos denominarlo simplemente “agravio personal”. Desde
luego, no sin considerar que “actos o resoluciones provenientes de tribunales”, como indica
la fracción I del artículo 107 constitucional, quien desee promover amparo en su contra
deberá estar respaldado por un interés jurídico. Esta nueva legitimación ampliada en el
juicio de amparo extiende su esfera protectora, mas no al grado de hacerlo una “acción
popular” que cualquiera pueda ejercer. Por eso la legitimación activa en este proceso
requiere un “agravio personal”; expresión que a nuestro parecer comprende tanto al interés
“jurídico” como al “legítimo”, y así denota a grandes rasgos la naturaleza del agravio que
ahora debe sufrir su promovente.
Para el sistema procesal acusatorio, el “interés legítimo” del juicio de amparo no es tan
importante, pues, como señalamos, la reclamación de actos provenientes de órganos
jurisdiccionales sigue exigiendo un interés para obrar restringido: el “jurídico”.
196
Este principio ha sido de los más tradicionales de nuestro juicio de garantías, pues data
incluso de la Constitución yucateca de 1841 en que Manuel Crescencio Rejón creó el juicio
de amparo. Como se sabe, se expresaba a través de la “fórmula Otero” contenida en el
primer párrafo de la fracción II del artículo 107 constitucional. Bien vista, la reforma
publicada el 6 de junio de 2011 no suprimió del todo esta fórmula, y las sentencias de
amparo continúan teniendo solo efectos relativos. Lo que dicha reforma sí eliminó en el
mencionado texto constitucional, fue su última parte que prohibía hacer una “declaración
general” sobre la constitucionalidad del acto o norma general que se reclamó. La protección
que otorga una sentencia de amparo —aunque con los matices derivados del interés
legítimo— seguirá teniendo efectos solo en relación con la persona que planteó este
proceso constitucional. La novedad respecto del sistema anterior es que cuando la Suprema
Corte de Justicia declare en jurisprudencia firme la inconstitucionalidad de una norma
general avisará de ello al órgano que la expidió, y si transcurrido el plazo de noventa días
naturales este no hubiera solucionado dicha irregularidad, el máximo tribunal emitirá una
“declaratoria general de inconstitucionalidad” que anulará erga omnes la norma de que se
trate.
El artículo 234 de la nueva Ley de Amparo señala que los efectos de esta declaratoria de
inconstitucionalidad “no serán retroactivos salvo en materia penal, en términos del párrafo
primero del artículo 14 de la Constitución”. Esta propuesta es muy conveniente porque
homologa el juicio de amparo con otros procesos constitucionales: de acuerdo con el último
párrafo del artículo 45 de la Ley Reglamentaria de las Fracciones I y II del Artículo 105
Constitucional, las sentencias en controversia constitucional y acción de
197
Lo único que habría que cuidarse es si dicha declaratoria pudiera tener efecto retroactivo en
perjuicio de los derechos de la víctima, dado el papel relevante que se le ha reconocido en
el proceso penal, especialmente por la reforma de 2008; por lo que sugerimos que dicha
retroactividad no los afecte cuando hayan sido reconocidos en alguna sentencia y se
refieran a la reparación del daño. Dada su trascendencia para el ordenamiento jurídico, los
efectos de la declaratoria general de inconstitucionalidad deben quedar muy bien
establecidos en cuanto a su temporalidad. Por eso consideramos que la regulación de esta
figura en las modificaciones a la legislación de amparo debe establecerse en el sentido que
proponemos.
E. Definitividad:
El juicio de amparo no es otro medio ordinario de defensa, por lo que solo puede iniciarse
una vez agotadas las vías jurídicas ordinarias, sean estas procesos judiciales, recursos o
incidentes. Empero se han previsto excepciones a este principio según la Constitución, su
legislación reglamentaria y la jurisprudencia, cuando se reclamen:
- Normas generales;
- Violaciones directas a la Constitución;
- Actos administrativos que por el medio de defensa ordinario no puedan suspenderse
con iguales o mayores alcances y facilidad que en el amparo;
- Terceros extraños al juicio o las partes asimilables a ellos, y
- Los casos de extrema gravedad, entre ellos la desaparición forzada de personas, que
prevé el artículo 15 de la nueva Ley de Amparo.
198
El artículo 79, fracción III, de la nueva Ley de Amparo dispone que operará la suplencia de
sus conceptos de violación o agravios a favor del inculpado o sentenciado, o bien, del
ofendido o víctima cuando sea quejoso o adherente. Lo relativo a esta cuestión amerita un
tratamiento más detenido, que le daremos en un apartado posterior, a cuyas consideraciones
nos remitimos.
G. Mayor beneficio:
El principio de mayor beneficio puede tener múltiples aplicaciones, que van desde una
interpretación pro actione de los requisitos para acceder a este medio de control
constitucional, hasta la manera en que deben considerarse los conceptos de violación
presentados por el quejoso. No obstante, siempre existe la carga argumentativa del tribunal
199
respecto a los motivos por los cuales estimó que su determinación aporta “mayores
beneficios” al quejoso.
La elevada estima de la libertad física ha hecho que amerite una “protección superior,
jurídica y axiológicamente”, e incluso que se apliquen por analogía las reglas del amparo
penal a otros ámbitos jurídicos en los que se afecte dicho derecho fundamental. Tan
importante es este derecho de la persona que el “trata- miento especial que recibe la
afectación de la libertad personal en el juicio de amparo”, se ha convertido en un lugar
común que no siempre se usa con precisión. El amparo penal ha sido entonces un
procedimiento garantista en grado superlativo. Si naturalmente el juicio de amparo ya tiene
esa calidad en muchos aspectos, en la materia penal, en que está en juego uno de los valores
superiores de la persona y del orden constitucional, tiene que desplegar una tutela mucho
más intensa.
Las reglas anteriores configuran un “amparo penal” con verdaderos privilegios para el
quejoso, en aras de la defensa de su libertad personal. Por razones históricas, estos
privilegios se han enfocado hacia el acusado, y no en pro de la víctima u ofendido por el
delito. El nuevo papel de esta parte procesal en el sistema acusatorio, orilla a reconsiderar
su situación dentro del juicio de garantías, lo que haremos en oportunidades posteriores.
En cambio, al especificar que esa amplitud solo se otorgará respecto de ataques a la libertad
personal “fuera de procedimiento”, la nueva Ley de Amparo restringe la defensa contra
afectaciones a ese bien jurídico distintas a las especificadas de tal manera, al sujetarlas a la
regla general de quince días. Para lo anterior debe considerarse que: 1) el proceso penal
comienza con el auto de vinculación a proceso, según el numeral 170, fracción I, último
párrafo, de la nueva Ley de Amparo; 2) el artículo transitorio quinto de la misma establece
que serán aplicables sus plazos a los actos dictados antes de su vigencia, cuyo plazo de
201
Para el segundo de nosotros esta limitación es contraria a los numerales 7.6 —que prohíbe
restringir el recurso contra la detención ilegal— y 25.1 de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos que tienen como fin último que haya la máxima amplitud para tutelar la
libertad personal, lo que apoya el hecho de que este supuesto es claramente una excepción
al principio de definitividad del juicio de amparo.
Por tanto, los juzgadores de amparo deberán ejercer sus facultades de interpretación
conforme o control de convencionalidad en relación con estos aspectos, y admitir en
cualquier tiempo todo juicio de amparo contra medidas que afecten la libertad personal de
las personas, entre las cuales también se halla el auto de vinculación a proceso, permitiendo
su promoción en cualquier tiempo y sin requerir el agotamiento de medios de defensa
ordinarios. Esto, por supuesto, sin perjuicio del posible cambio de situación jurídica que
permitan los términos del artículo 61, fracción XVII, de la nueva Ley de Amparo, tópico
que luego trataremos.
a) El proceso acusatorio:
El sistema procesal penal acusatorio fue implantado por la reforma constitucional publicada
el 18 de junio de 2008 en el Diario Oficial de la Federación. De acuerdo con la propia ley
fundamental, tiene los fines siguientes: 1) esclarecer los hechos, 2) proteger al inocente, 3)
procurar que el culpable no quede impune, y 4) reparar los daños causados.
No nos detendremos en una extensa exposición sobre el proceso acusatorio, tan llevado y
traído en los últimos años, pero sí consideramos pertinente, para que nuestra exposición
202
posterior tenga una base, traer a la memoria sus aspectos más importantes. El aspecto más
llamativo de la reforma penal de 2008, reiteramos, es la explícita introducción de la
oralidad de los procesos penales como mandato constitucional, contenida en la primera
línea del artículo 20 de la ley suprema. Como es fácil suponer, la oralidad tiene importantes
consecuencias en el desarrollo del proceso y en los “métodos probatorios” propios del
sistema acusatorio, sobre lo cual volveremos adelante. En el campo penal es absolutamente
indispensable con la máxima amplitud, por la alta jerarquía de los valores implicados: por
un lado la libertad física y el honor del imputado, y por el otro el interés público en la
persecución de los delitos —entendidos como agravios a los bienes colectivos más
fundamentales—, incluyendo una mejor comunicación de las condenas de la comisión de
actos delictivos.
En los principales tratados internacionales sobre derechos humanos suscritos por México, la
oralidad del proceso penal se halla establecida implícitamente, como consecuencia de la
publicidad que debe revestirlo; la recomendación 25.1 de las Reglas de Mallorca lo
establece con claridad, pero no es vinculante como su nombre indica.
- Etapa preliminar: Considerando que los datos sean suficientes para cumplir los
extremos para una orden de aprehensión o de presentación, el Ministerio Público
imputará a una persona cierto delito ante el juez de control, quien determinará en el
203
auto de vinculación a proceso si dichos datos son suficientes, dictando las medidas
cautelares que correspondan (como la prisión preventiva), y abriendo la
investigación formalizada por el tiempo estrictamente necesario, que deberá ser el
menor posible en caso de dictarse prisión preventiva.
- Juicio oral: Ante juez distinto al de las etapas anteriores, se desarrollará el debate
procesal sobre la litis fijada, y se desahogarán los medios probatorios
correspondientes (salvo cuando se admita la prueba anticipada). Este mismo
juzgador dictará sentencia que condenará o absolverá al acusado.
A nuestro parecer, la razón está con el segundo criterio que referimos.98 No obstante,
deben considerarse ciertos matices importantes. El juicio de amparo es un proceso judicial
verdaderamente autónomo, seguido ante autoridades orgánica y materialmente diferentes, y
204
sobre todo con un objetivo que difiere del perseguido por el proceso penal: salvaguardar los
derechos fundamentales y el orden constitucional. Aunque pueden hacerse precisiones
sobre él de índole directa, por su cercanía con la casación, en términos generales el juicio
de amparo no es una instancia que propiamente continúe el proceso original, y esto ha
quedado claro desde que se discutía si este medio extraordinario se trataba de un juicio o un
recurso.
Por otra parte, los principios constitucionales relativos al pro- ceso acusatorio penal tienen
el carácter de derechos fundamentales, y por ende de principios que buscan influir toda
decisión jurídica en que sean relevantes. El juzgador de amparo, más que cualquier otro por
ser el guardián de esos derechos, debe estar atento a no vulnerarlos y procurar que sus
resoluciones se ajusten al contenido de los mismos. Esto significa que las decisiones del
juez constitucional deben estar orientadas por dichos principios, los cuales tampoco el
legislador ha de vulnerar. ¿Qué sucede cuando uno los principios característicos del juicio
de amparo parece pugnar con los del sistema acusatorio? Un ejemplo claro sería el conflicto
entre la suplencia de la queja del primer proceso y la rigurosa igualdad del segundo, que
incluso excluye terminantemente las comunicaciones ex parte. A grandes rasgos, las bases
del juicio de amparo no son menos constitucionales que las del proceso penal acusatorio;
bajo el principio de especialidad (lex specialis derogat generali), la aplicación de las
disposiciones que regulan el juicio de amparo tendrían preferencia sobre cualquier otra
ajena a la materia correspondiente, y, en todo caso, especialmente cuando no sea definitivo
el criterio anterior (que se refiere exclusivamente al plano literal), la interpretación
constitucional correspondiente debe pasar el tamiz del principio de proporcionalidad.
205
Por todo lo anterior, los principios del proceso penal “no necesariamente” aplican al juicio
de amparo. Algunos de ellos sí lo hacen, pero no porque el amparo sea una “continuación”
de la instancia ordinaria, o aquel indefectiblemente deba seguir dichos principios al ingresar
en esa materia —aunque siempre deba considerar su influencia—, sino porque: 1) son
generalmente aplicables a todo proceso, como es el caso de los de contradicción e
inmediación para las pruebas ofrecidas en sede constitucional, o 2) porque como
“principios” que son, influyen la decisión jurídica correspondiente que toma el juzgador
dentro de su ámbito de discrecionalidad interpretativa o aplicativa.
Sin embargo, debe considerarse que el objetivo del amparo no es tener efectos que
desnaturalicen los procesos naturales. Tampoco lo es permitir al quejoso obtener un
resultado que no le correspondería, por exceder lo que el derecho otorga. Pero siempre debe
analizarse con cuidado cada situación, para establecer los límites de los derechos de quienes
intervienen en ella. En tal virtud creemos que el primer criterio mencionado previamente,
aparentemente aplica de manera incorrecta el principio de contradicción en el juicio de
amparo. Dicho principio o cualquier otro del sistema acusatorio no debe llevarse del
proceso penal al constitucional, afectando los principios específicos de este, en perjuicio de
los derechos fundamentales del reo, con un inadmisible formalismo contrario al garantismo
del amparo.
Esencialmente de esa misma opinión fue la Primera Sala de la Suprema Corte al resolver
las contradicciones de tesis 160/2010 y 412/2010. En ambas ejecutorias el máximo tribunal
sostuvo que “la naturaleza del proceso penal y del juicio de amparo son completamente
distintas”, puesto que en el último se ejerce la función de control constitucional, por lo cual
en él debe velarse porque “prevalezcan los principios constitucionales frente a cualquier
legislación o acto de autoridad”.
Esta razón justifica las diferencias entre el juicio de amparo y el proceso penal. En
resumen, “no necesariamente” se deben aplicar rigurosa e inmediatamente los principios
del proceso penal en el juicio de amparo. Como señaló la Suprema Corte, aquellos deben
atender- se por la fuerza normativa que les corresponde como derechos fundamentales.
Pero solo pueden servir como criterios orienta- dores a usar en el ejercicio de la
206
La indicada reforma solo menciona a los jueces de control en el párrafo decimotercero del
artículo 16 constitucional, atribuyéndoles la obligación de autorizar medidas cautelares,
providencias precautorias y técnicas de investigación. Nunca se recalcará lo suficiente la
importancia de lo anterior: la investigación penal requiere la intervención estatal de
múltiples ámbitos en que se involucran los derechos fundamentales: domicilio,
comunicaciones, etcétera; y corresponde a la autoridad judicial su vigilancia para garantizar
la protección de los derechos en juego. Esto en razón de que, como veremos al hablar del
principio de proporcionalidad en un apartado posterior, dicha intervención requiere la
ponderación del cumplimiento de diversos parámetros jurídicos, un juicio que tendría un
resultado con graves consecuencias independientemente de su sentido, cuya corrección solo
un juzgador podría asegurar por su imparcialidad.
207
Sin duda, nuestra opinión anterior debe responder ahora a la actual configuración del
sistema de control constitucional en México y a las opiniones expresadas últimamente. El
caso Radilla instituyó en nuestro país un sistema “mixto” de control constitucional,
formado por instrumentos de tipo concentrado que operan por vía de acción —incluyendo
208
entre ellos, para efectos prácticos, al juicio de amparo—, y la respectiva facultad para que
se ejerza dicho control de modo difuso por todos los órganos jurisdiccionales por vía de
excepción.
Como estableció la Suprema Corte en dicha resolución, ambos sistemas no son excluyentes
entre sí ni alternativos, sino que se ejercen ambos sin perjuicio recíproco. Es innegable que
de alguna manera la existencia del control difuso —de constitucionalidad y también de
convencionalidad, que a grandes rasgos son concomitantes— convierte a todos los
juzgadores en garantes del orden constitucional, y sobre todo de los derechos humanos. Sin
embargo, en realidad esto no es una competencia ajena a la propia función jurisdiccional,
vedada por la anterior proscripción jurisprudencial de dicho control. En la clásica sentencia
de Marbury vs. Madison que estableció el control difuso, la Suprema Corte norteamericana
por voz de su chief justice, John Marshall, enfatizó para fundar la existencia de la facultad
de control judicial, que es “ámbito y deber (province and duty) del Departamento Judicial
decir lo que es el derecho”; de manera que el control difuso está basado en una “simple” y
natural interpretación que determina la norma aplicable al caso particular. En cambio, en
los sistemas concentrados que tienen procesos cuya acción tiene como particular fin
determinar si un elemento jurídico —primordialmente una ley en sentido estricto— es o no
conforme a la Constitución, no solo se da dicha operación hermenéutica, sino que tal
cuestión de regularidad es el precisamente litigio que específicamente dirime el juzgador o
tribunal, que cuenta con competencia especializada y particularmente otorgada para ello.
Cuando ejercen control difuso, los jueces ordinarios no llevan a cabo más que una
operación necesaria —ahora exigible— para dirimir el litigio ordinario que se les sometió
(civil, penal, mercantil, administrativo, etcétera); de ahí que no haya necesidad de, por
ejemplo, citar a la legislatura que emitió la norma general impugnada. Los jueces
constitucionales ejercen precisamente la función que justifica su existencia, y lo hacen
juzgando al órgano a que se atribuye un proceder inconstitucional, llamándolo para que
exprese lo que a su derecho corresponda, y según el caso invalidando su acto para todos los
efectos a que haya lugar, no solo para el caso concreto.
209
Esta especialización, tanto orgánica como procesal, hace “constitucionales” a los jueces. La
respuesta a si los jueces de control y sus procedimientos constituyen un “medio de control
constitucional” es mucho más compleja. Hasta cierto punto esta discusión es bizantina,
porque si se les negara dicha calidad, los indicados juzgadores no dejarán de tener la
competencia que tienen, y esta tampoco acrecerá teniéndolos como instrumentos de control
constitucional. Su utilidad es meramente científica, en el sentido de que nos permitirá
comprender mejor la naturaleza de la actividad de los jueces de control. En una interesante
monografía derivada de su investigación doctoral, Salvador Castillo Garrido planteó muy
atendibles argumentos que aportó a la discusión de este tema la interesante monografía que
referiremos adelante. Otro aspecto plausible de su metodología fue también que consideró
las razones para negar o afirmar la naturaleza “constitucional” de los jueces de control. La
posición del mencionado autor parece inclinarse a que los jueces sí ejercen un control
constitucional, pues indica que “deben asumirse como verdaderos garantes de derechos
fundamentales”, que incluso “supera[n] en economía procesal al juicio de amparo”, y cuya
impugnación, en caso de ejercicio indebido, debiera darse a través de la inmediata
procedencia del recurso de revisión que prevé la legislación de amparo. La llamada
“jurisdicción constitucional de la libertad” es “[u]n modo… diferenciado, reforzado, o sea
distinto incluso estructuralmente pero sobre todo por los efectos, de aquellos por los cuales
igualmente pueden sostenerse en juicio otros derechos”. Se trata entonces de una vertiente
del control constitucional concentrado, destinada ex profeso a hacer valer los derechos
fundamentales, a través de un proceso en que el litigio versa únicamente sobre si un
determinado acto es o no contrario a dichos derechos.
Por ello, los procedimientos de los jueces de control no pueden comprenderse dentro de
dicha “jurisdicción constitucional de la libertad”: su labor es solo accesoria, y a lo mucho
connatural del fin primordial de su existencia, que es contribuir a determinar si se dan los
su- puestos que justifican someter a proceso penal a una persona, relativo a si incurrió en
una responsabilidad de tal naturaleza, no a determinar exclusivamente la violación de
derechos fundamentales. Que parte importante de la labor de dichos juzgadores sea pre-
venir tales contravenciones o impedir su eficacia en el proceso penal, se debe a que la
materia penal, en todo instante, está íntimamente vinculada con la libertad personal, y a que
210
esta y otros derechos corren grandes riesgos en materia penal. La función de garantía de los
jueces de control consiste en un control “objetivo”, en el sentido de requerirse una
“segunda opinión” para la pertinencia de determinadas acciones ministeriales —incluyendo
la continuación del curso del procedimiento—, que se encarga a un órgano judicial como
suele hacerse con las determinaciones más importantes del ordenamiento jurídico, que por
virtud de la materia se relaciona estrechamente con afectaciones graves a derechos
fundamentales importantes, como sucede con la sanción judicial que se exige en otras
materias para determinados actos —como la transmisión de propiedad de bienes
pertenecientes a menores—, que también tiene por objeto proteger derechos, algunos de
ellos también fundamentales.
El Ministerio Público:
El juez dicta:
49 EL NUEVO JUICIO DE AMPARO Y EL PROCESO PENAL ACUSATORIO. Autores: Eduardo Ferrer Mac-Gregor. Rubén Sánchez
Gil. Universidad Nacional Autónoma de México. Instituto de Investigaciones Jurídicas. México. 2013. Pp. 23-50.
212
1. Actos contra los que procede (art. Fracs. I, II y III de la Ley Orgánica del Poder
Judicial de la Federación):
a) Contra las resoluciones judiciales del orden penal.
b) Contra actos de cualquier autoridad que afecten la libertad personal (salvo que se
trate de correcciones disciplinarias o de medios de apremio impuestos fuera del
procedimiento penal).
215
Oficialía de partes
Recibe la demanda
La registra
La turna al secretario de acuerdos.
Es competente.
Si la demanda es procedente.
Por ser amparo indirecto.
Por territorio
Por materia.
Si se cumplen los requisitos del artículo 116 de la Ley de Amparo.
1. Si está o no impedido.
2. Si es o no competente.
3. Si la demanda es o no procedente.
4. Si previene al quejoso cumpla requisitos, haga aclaraciones op reente copias.
5. Si la admite.
6. Si concede suspensión de oficio.
7. Si se tramita o no incidente de suspensión.
217
Por oficio.
Por lista.
Personalmente
El juzgado recibe:
Informes previos.
Informes justificados.
El juez ordena:
a) Se reciban documentales.
b) Se preparen pericial y testimonial y de inspección judicial.
- Celebra audiencia.
- Dicta sentencia.
- Plantean.
- Incompetencia.
- Acumulación o aducen impedimento del juez.
Se tramita:
- Sentencia firme.
- Cumplimentación.
218
16.7 Demanda:
2.- Por territorio. 2.- Si ha comenzado a 2.- Aun cuando la Si ninguna de las
ejecutarse en un autoridad responsable autoridades
distrito judicial y sigue este dentro de su responsables radica en
ejecutándose en otro, jurisdicción no es
la jurisdicción
cualquiera de los competente el juez de
jueces de esas distrito para conocer territorial del juez de
jurisdicciones, a del amparo que se distrito, su
prevención, será interponga contra incompetencia resulta
competente. actos de autoridad que notoria.
actúen en auxilio de la
justicia federal o a.- Si se trata de actos
diligenciando
que importen peligro
requisitorias, exhortos
o despachos, si debe de privación de la
avocarse al vida, ataques a la
conocimiento del libertad personal fuera
asunto en que se haya del procedimiento
originado el acto judicial, deportación o
reclamado, o se destierro, o alguno de
hubieren librado la
los prohibidos por el
requisitoria, despacho
o exhorto. Es art. 22 constitucional,
competente el juez de conforme al segundo
distrito que, sin párrafo del art. 54 el
pertenecer a su juez se limitara a
jurisdicción, este más proveer sobre la
próximo a su suspensión provisional
residencia. Art. 43.
o de oficio, y sin
proveer sobre la
admisión de la
demanda, la remitirá
con sus anexos al juez
que estime
competente.
b.- Si no se trata de
ninguno de los actos
señalados, el juez, sin
proveer sobre si
admisión y sin
sustanciar incidente de
suspensión, la remitirá
con sus anexos al juez
de distrito que
corresponda, con
apoyo en el segundo
220
Si presentan una
demanda de amparo a
un juez de distrito
especializado por
razón de materia, en
que el acto reclamado
emane de un ramo
diverso al de su
jurisdicción, con
fundamento en el art.
50, la remitirá de
plano con todos sus
anexos al juez de
distrito que
corresponda, sin
resolver sobre su
admisión, ni sobre la
suspensión, salvo el
caso previsto en el
segundo párrafo del
art. 54.
3.- Por materia. 3.- El juez en cuya
jurisdicción resida la
autoridad que hubiere
dictado la resolución
reclamada cuando esta
no requiera ejecución
material (at.36):
conoce de los juicios
de amparo a que se
refiere el artículo 51
fracciones I y II y de
la Ley Orgánica del
Poder Judicial de la
Federación.
Se concede la suspensión provisional para el efecto de que una vez aprehendido, quede a
disposición del juzgado de Distrito en el lugar que sea recluido, únicamente por lo que se
refiere a su libertad personal y a la del juez de su causa para la continuación del
procedimiento penal, en atención a que la orden de aprehensión fue dictada por un delito
sancionado con pena cuyo término medio aritmético es mayor a cinco años de prisión que
no le permite del beneficio de la libertad caucional a que se refiere el artículo 20
constitucional fracción I.
Se concede la suspensión provisional para que el quejoso quede a disposición del Juzgado
de Distrito en el lugar que se encuentra detenido, en cuanto a su persona y libertad, y ala del
222
juez del proceso por lo que hace la continuación del procedimiento (si el delito por el que
fue detenido está sancionado con una penalidad que no excede de cinco años de prisión en
su término medio aritmético, el juez de distrito puede conceder la libertad provisional en el
incidente de suspensión).
ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE:
50 MANUAL DE PROCEDIMIENTOS PENALES. Autor: Jesús Quintana Valtierra. Alfonso Cabrera Morales. Editorial Trillas. 2008.
Pp. 207-216.
223
PREGUNTAS DE AUTOEXAMEN:
GLOSARIO
Agraviado: se dice de la persona que sufre una lesión jurídica de cualquier índole.
Alegatos: escrito en el que el abogado expone las razones que fundamentan el derecho de
su cliente e impugna las del contrario.
Amparo: institución que tiene por finalidad garantizar y proteger la libertad individual o
patrimonial de las personas cuando han sido desconocidas o atropelladas por una autoridad
que actúa al margen de sus atribuciones legales o excediéndose en ellas.
Demanda: en derecho de amparo, la que se formula para solicitar protección federal por
violaciones cometidas en perjuicio del peticionario.
Impugnación: refutación, objeción, contradicción, tanto las referentes a los actos y escritos
de la parte contraria, cuando pueden ser objeto de discusión ante los tribunales, como a las
resoluciones judiciales que sean firmes y contra las cuales cabe algún recurso.
Incidente: cuestión distinta del principal asunto del juicio, pero relacionada con él, que se
trata y decide por separado, a veces sin suspender el curso de aquél y otras suspendiéndolo.
Incoar: comenzar, iniciar una cosa (se dice más bien de un pleito, proceso, expediente o
alguna otra actuación oficial).
Jurisdicción: autoridad o poder que tiene uno para gobernar y poner en ejecución las leyes
o para aplicarlas en juicio.
226
Litis: la que puede modificarse por las partes hasta antes de citación para sentencia
definitiva.
Litispendencia: estado litigioso ante otro juez o tribunal de la cuestión o asunto que se
pone o intenta poner sub júdice (es motivo para una de las excepciones dilatorias admitidas
por la ley).
Nugatoria: frustráneo, engañoso; que burla el juicio que se había hecho o la esperanza que
se había concebido.
BIBLIOGRAFIA
BIBLIOGRAFIA COMPLEMENTARIA