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CIUDADANO:

JUEZ DE MEDIACION Y SUSTANCIACION DEL SISTEMA PARA LA


PROTECCION DEL NIÑO, NIÑA Y ADOLESCENTE DE LA CIRCUNSCRIPCIÓN
JUDICIAL DEL ESTADO CARABOBO.
Su despacho.

Yo, MARIA GLADYS COPELLO SILVA, peruana, mayor de edad, titular de


la cédula de identidad No. E- 82.294.097, asistida en este acto por la abogada
YULI GABRIELA REQUENA, titular de la cédula de identidad No V-18.166.920,
inscrita en el Inpreabogado bajo el No. 142.181, con el debido respeto y
acatamiento, ocurro ante su competente autoridad a los fines de exponer y
solicitar lo siguiente:
I
LOS HECHOS

En fecha 22 de mayo de 2004, contraje matrimonio con el ciudadano VICTOR


ALBERTO CHANG VARGAS, peruano, titular de la cedula de identidad N° E-
82.290.463, ante el Registro Civil de la Parroquia San José de la ciudad de
Valencia estado Carabobo, según consta de acta de matrimonio, inserta bajo el
acta N°213, tomo I, del año 2004, de los libros respectivos del mencionado
registro, la cual acompaño anexo al presente escrito libelar, de esa unión tuvimos
un hijo que actualmente es menor de edad de nombre ITALO ALBERTO CHANG
COPELLO, no obstante, hace aproximadamente cinco meses del año en curso, el
me manifestó que decidió marcharse de nuestro hogar en común ubicada en la
Urbanización el Bosque, condominio el Cedral, apartamento 7B, Municipio
Valencia del Estado Carabobo, confesándome que tenía una relación con otra
mujer que estaban esperando un hijo, por lo que, decidió irse sin volver,
dejándome sola con mi niño, asimismo cabe destacar que no cumple con su
obligación de manutención de nuestro hijo, pues él se desentendió totalmente de
nosotros y decidió hacer su vida con su nueva familia, incumpliendo con todos loa
deberes maritales que le impone la ley.

II
FUNDAMENTOS DE DERECHO

La presente demanda está fundamentada en la normativa legal de derecho


sustantivo contendida en el Código Civil, a saber:
Artículo 184.- Todo matrimonio válido se disuelve por la muerte de uno de los
cónyuges y por divorcio.
Artículo 185.- Son causales únicas de divorcio:
1º El adulterio.
2º El abandono voluntario (…).

De la norma se desprende, que dichas causales taxativas, han de entrever una


violación a los derechos y deberes de los cónyuges que señala el artículo 137,
138, 139 y 140 del Código Civil; en el caso de marras, la parte demandante invoca
la causal segunda del enunciado artículo 185, por tal razón y con el fin de
determinar con exactitud si los hechos alegados encuadran en el supuesto de
hecho que establece la norma, es necesario poner en relieve el significado de las
mismas.

En este sentido, con respecto a la causal del adulterio Según la doctrina, “…


para que haya adulterio deben coexistir dos elementos: el material de la cópula
carnal llevada a cabo por una persona casada, con quien no es su cónyuge; y el
intencional de realizar el acto en forma consciente y voluntaria. No constituye
adulterio, por ejemplo, la conducta impropia o la relación más o menos íntima de
uno de los esposos con tercera personas, si no se llega a producir la unión sexual.
Tampoco lo hay si el acto carnal se produce entre uno de los cónyuges y un
extraño, contra la voluntad del primero (violación) o de manera inconsciente
(demencia, hipnosis, etc.)” (L.H., F. (2009). Derecho de Familia, T. II, p. 188).

En cuanto a los requisitos de procedibilidad del adulterio la jurisprudencia ha


indicado: “El adulterio supone siempre un elemento material consistente en las
relaciones sexuales con una persona distinta del cónyuge, y un elemento
intencional, la voluntad libre de cumplir el acto en cuestión. Cuando uno de estos
elementos falta no puede haber ni juicio de divorcio ni enjuiciamiento criminal. Así,
una amistad íntima o una confianza culpable, no podría ser invocada como
constitutivo de adulterio; igualmente, la simple tentativa de adulterio, tampoco
sería causal para demandar el divorcio basándose en él; estos actos pueden ser
calificados de injuria grave y como tales, sometidos a la soberana apreciación de
los jueces” (29-10-62. JTR. V.X. citado por P., N. 1992. Código Civil Venezolano, p.
121).

Debe tenerse en cuenta que el adulterio junto con la condenación a presidio,


constituyen causales perentorias de divorcio. “Esto quiere decir que una vez
comprobada cualquiera de ellas, la autoridad judicial está obligada a pronunciar el
divorcio, sin que le corresponda la facultad de estimar si en el caso específico
sometido a su consideración, los hechos probados constituyen o no violación
grave de las obligaciones derivadas del matrimonio. En dichos casos, pues, la
calificación de esa gravedad ya ha sido hecha por el legislador, con carácter de
regla general.

Ahora bien, con respecto a la causal N° 2, el abandono voluntario como


falta cometida por alguno de los cónyuges debe cumplir tres condiciones, esto es,
que sea grave, intencional e injustificado. La gravedad debe constituir una actitud
definitiva que adopte el cónyuge culpable de abandono, no una actitud pasajera y
causal de disgustos o pleitos normales y comunes entre esposos; por su parte la
intencionalidad, viene dada por el hecho que sea asumida de manera discrecional
y consciente, no producto de circunstancias que hayan obligado al cónyuge
culpable del abandono a tomar esa actitud e injustificada, cabe decir, que dicho
cónyuge no tenía justificación para incumplir sus obligaciones matrimoniales, de
allí nace el que el legislador aluda al termino abandono “voluntario”, pues
necesariamente tiene que existir el elemento volitivo por parte de quien lo ejecuta.
En doctrina, el abandono no sólo comprende la dejación material de un cónyuge
por el otro, seguida del elemento intencional caracterizante de la causal en
estudio, sino además, todos aquellos casos en los cuales uno de los cónyuges
falta a los deberes de protección, asistencia recíproca y ayuda mutua provenientes
del matrimonio (Vid. Cadenas, supra 77, p.26. Código Civil de Venezuela, Art.184
al 196. Universidad Central de Venezuela. Facultad de Derecho. Pág.110). Sobre
esto, vuelve igualmente la antes citada jurista María Candelaria Domínguez,
cuando explica lo siguiente:

En atención a lo antes expresado, en cuanto al deber de “vivir juntos” al que


refiere el artículo 137 del CC, vale aclarar según señala doctrina y la
jurisprudencia que tal obligación no puede entenderse en un sentido estricto y por
ende pretender que existe abandono por el simple alejamiento del hogar en
común, sino que precisa adicionalmente –como es la esencia de su noción- el
incumplimiento de los deberes conyugales. Significa bien pudiera tener un
alejamiento material o físico del hogar común, aun cuando no medie autorización
judicial, y no obstante seguirse cumpliendo con los deberes materiales y morales
implícitos en la relación marital. Esto último por ejemplo, porque no obstante la
separación física que bien pudiera ser justificada por razones laborales, familiares
o de otro orden, se tuvo contacto periódico y efectivo (físico, telefónico,
electrónicos, etc.); se cumplió el deber de socorro, de auxilio económico, etc.
Igualmente, y como contrapartida, podría configurarse como causal de abandono
sin mediar alejamiento material del hogar común, porque el concepto no gira en
torno a un determinado espacio físico sino que está en directa relación con la
satisfacción de las necesidades conyugales. De tal suerte, que una pareja de
esposos podría convivir bajo el mismo techo y sin embargo, mediar un evidente
incumplimiento de las obligaciones maritales. De allí que se precisa para algunos
–más que el elemento material o alejamiento- básicamente del elemento moral.

Así, por ejemplo, ha señalado la doctrina y la jurisprudencia acertadamente


que dentro del concepto de abandono se incluye la negativa al debito conyugal,
esto es, a mantener relaciones sexuales, pues constituyen una natural y obvia
necesidad de la pareja unida en matrimonio.

Así mismo, a Sala de Casación Social, entre otras, en sentencia Nº 287 de


fecha 7 de noviembre de 2001, señalando al respecto:
“…Ahora bien, este Máximo Tribunal en sentencia de fecha 25 de febrero de 1987,
bajo la Ponencia del Magistrado Dr. René Plaz Bruzual, señaló lo que debe
entenderse por abandono voluntario, en los siguientes términos:

Se entiende por abandono voluntario el incumplimiento grave, injustificado y


ocurrido de forma intencional, por parte de uno de los cónyuges, respecto de las
obligaciones de cohabitación, asistencia, socorro y protección que el matrimonio
impone de manera recíproca. Este abandono puede o no incluir el desplazamiento
efectivo del cónyuge culpable fuera del hogar, ya que esa posibilidad configura
solamente una de las muchas maneras cómo uno de los cónyuges puede
exteriorizar el incumplimiento de las obligaciones que le corresponde; pero no ha
de creerse, por tal motivo, que existan dos causales autónomas de abandono,
física una y moral o efectiva la otra, ya que en todo instante el abandono voluntario
queda configurado por el incumplimiento en sí de las obligaciones, no por la
manera cómo se las incumpla...”
A tal respecto en el presente caso, se materializa la causal de adulterio y
abandono voluntario del hogar común, por cuanto es un hecho más que notorio
que ya mantiene una relación estable de queridato con otra mujer abandonando
nuestro hogar para ir a vivir con ella a otro sitio y hasta esperan un hijo juntos, lo
que hace evidente el cumplimiento de los supuestos del adulterio al mantener
relaciones sexuales con una mujer que no soy yo, y con plena y absoluta voluntad
para hacerlo, incumplimiento asi de forma grave e injustificada y ocurrido de forma
intencional con las obligaciones de cohabitación, asistencia, socorro y protección
que el matrimonio impone de manera recíproca.

Así las cosas, en virtud de los hechos narrados en este libelo,


fundamentados en el derecho invocado, más las pruebas documentales
acompañadas, se evidencia la procedencia de la presente demanda de divorcio.
Finalmente, debemos precisar que la sentencia que declare el divorcio ha de
definir la forma en la cual se desarrollará lo relativo a las Instituciones Familiares,
cabe decir, Responsabilidad de Crianza, Régimen de Convivencia Familiar y
Obligación de Manutención.
III
PETITORIO

Es el caso ciudadano (a) Juez, que debido al incumplimiento de los deberes


conyugales por parte del ciudadano VICTOR ALBERTO CHANG VARGAS,
peruano, titular de la cedula de identidad N° E-82.290.463; en virtud de ello,
demando al ciudadano anteriormente identificado a los fines de que convenga o
en su defecto sea condenado por este Tribunal a lo siguiente:
PRIMERO: Declare disuelto el vinculo matrimonial que sostengo con el ciudadano
VICTOR ALBERTO CHANG VARGAS, peruano, titular de la cedula de identidad
N° E-82.290.463 tal y como consta en acta de matrimonio inserta bajo el acta
N°213, tomo I, del año 2004, de los libros del Registro Civil de la Parroquia San
José de la ciudad de Valencia estado Carabobo.
SEGUNDO: Establezca como obligación de manutención de nuestro hijo a ser
cancelada por el ciudadano VICTOR ALBERTO CHANG VARGAS, peruano,
titular de la cedula de identidad N° E-82.290.463, en la cantidad de*********, (*******
Bs. S) considerando las necesidades mínimas del niño en aras de garantizar su
interés superior y debido a que la capacidad económica del padre le permite
cumplir con el pago de dicho monto, ajustable según la realidad económica del
país.
TERCERO: DECLARE la partición de los bienes adquiridos dentro de la vigencia
del matrimonio señalados y plenamente demostrados que forman parte de la
comunidad de gananciales de este matrimonio, conforme a lo estipulado en el
artículo 148 del Código Civil Venezolano.

IV
DIRECCIÓN PROCESAL

En conformidad con lo establecido en el artículo 174 del Código de


Procedimiento Civil señalo como dirección procesal, la siguiente: Urbanización el
Bosque, condominio el Cedral, apartamento 7B, Municipio Valencia del Estado
Carabobo.
V
ESTIMACIÓN DE LA DEMANDA
A los fines de determinar la competencia por la cuantía para conocer de la
presente causa, estimo la demanda en la suma *********(Bs.S******) o lo que es
equivalente: ********(UT ****).

VI
DE LA COMPETENCIA POR EL TERRITORIO

El Artículo 177° de la Ley Orgánica para la Protección del Niño, Niña y


Adolescente, establece la Competencia de la Sala de Juicio. El juez designado por
el presidente de la Sala de juicio, según su organización interna, conocerá en
primer grado de las siguientes materias: Parágrafo Primero: Asuntos de familia: a)
Filiación; b) Privación, extinción y restitución de la patria potestad; c) Guarda; d)
Obligación alimentaría; e) Colocación familiar y en entidad de atención; f)
Remoción de tutores, curadores, protutores, y miembros del consejo de tutela; g)
Adopción; h) Nulidad de adopción; i) Divorcio o nulidad del matrimonio, cuando
haya hijos niños o adolescentes; j) Divorcio o nulidad del matrimonio,
cuando uno o ambos cónyuges sean adolescentes (…)” (Subrayado y negrillas
nuestra)
VII
DE LA SOLICITUD DE MEDIDA PREVENTIVA
Ciudadano (a) Juez, dada las circunstancias de hecho aquí narradas, es
procedente la solicitud de una medida cautelar a fin de resguardar mis derechos.
En sentido, el artículo 585 ejusdem dispone que: “Las medidas preventivas
establecidas en este Título las decretará el juez, sólo cuando exista riesgo
manifiesto de que quede ilusoria la ejecución del fallo y siempre que se acompañe
un medio de prueba que constituya presunción grave de esta circunstancia y del
derecho que se reclama.”

Artículo 191.- La acción de divorcio y la de separación de cuerpos,


corresponde exclusivamente a los cónyuges, siéndoles potestativo optar entre una
u otra; pero no podrán intentarse sino por el cónyuge que no haya dado causa a
ellas.

Admitida la demanda de divorcio o de separación de cuerpos, el Juez podrá dictar


provisionalmente las medidas siguientes:

3º Ordenar que se haga un inventario de los bienes comunes y dictar cualesquiera


otras medidas que estime conducentes para evitar la dilapidación, disposición u
ocultamiento fraudulento de dichos bienes.
Por todo lo anterior, solicito se ordena la realización de un inventario de
todos y cada uno de los bienes y rentas adquiridas dentro de la vigencia de la
unión conyugal cuya disolución se demanda, asimismo se decrete la medida de
prohibición de enajenar y gravar de tales bienes, con el fin de salvaguardar los
derechos patrimoniales de las partes y garantizar las resultas del presente juicio.

IX
DIRECCIÓN PARA CITAR AL DEMANDADO

En conformidad con la cláusula OCTAVA del instrumento que fundamenta la


presente demanda, pido a este honorable Tribunal proceda a citar al demandado
VICTOR ALBERTO CHANG VARGAS ya identificado, en la siguiente dirección:
*********************
Finalmente solicito que la presente demanda sea admitida, sustanciada y
tramitada conforme a derecho y en la definitiva declarada con lugar con todos sus
pronunciamientos de ley.
Es justicia que espero en la ciudad de Valencia, en la fecha de su
presentación…………………………………………………………………………………

LA PARTE DEMANDANTE

LA ABOGADA ASISTENTE

LA (EL) SECRETARIA (O)

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