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EFECTOS DEL DIVORCIO EN HIJOS.

Actualmente vivimos en una sociedad en la que el número de divorcios se ha acentuado


considerablemente, en el primer trimestre de 2019, se ha visto aumentado un 1,2% respecto al mismo
periodo de 2018, según los datos del Servicio de Estadística del Consejo General del Poder
Judicial (CGPJ), publicados el 12 de junio.

El camino de la ruptura familiar es duro para los padres, que ven frustrado su proyecto de vida junto
a esa persona y a veces no existe una conciencia de la afectación que puede producirse en el resto de
miembros de la familia, concretamente en los niños. Según la edad que tengan los hijos puede
afectarles de una forma diferente tanto el proceso de divorcio como los años posteriores.

Por ello consideramos de gran importancia que se conozca qué efectos puede producir el divorcio en
nuestros hijos si no se aborda de una forma correcta o se recurre a un especialista.

Amato (1994) llevó a cabo un estudio sobre los efectos que se habían encontrado en niños con padres
divorciados:

- Disminución en el rendimiento académico.


- Problemas con el autoconcepto.
- Dificultades en las habilidades sociales.
- Problemas emocionales derivados como depresión, miedo, culpa, ansiedad…
- Problemas de conducta tanto en casa como en el resto de áreas en las que interacciona el niño.

Estos solo son algunos ejemplos de los efectos que puede haber en los niños a corto y largo plazo,
también encontramos problemas de confianza derivados de la sensación de abandono de una de las
partes tras el divorcio.

Otra de los efectos que se han observado cuando son adolescentes es la disminución de la creencia
ante la continuidad en las relaciones, derivada del impacto ante la separación de los padres.

Es importante llevar un seguimiento con el centro en el que estudien los niños ya que es posible que
la situación que están viviendo en casa afecten a la concentración, a la motivación o que simplemente
debido a los problemas emocionales que esté viviendo se produzca una disminución en el rendimiento
escolar.

Aunque en muchos casos finalizar una relación es más que necesario, debemos ser conscientes del
modo en que los niños y adolescentes afrontan estos cambios y ofrecer el apoyo necesario de todos
los miembros de la familia. Mostrarnos sinceros en todo momento ante la situación suavizará el
proceso de cambio al que todos miembros de la familia deben acostumbrarse ahora.

En este momento hay que darle una gran importancia a la comunicación con los niños y explicarles
la situación que están viviendo para evitar que se sientan culpables o que puedan crearse
inseguridades a la hora de relacionarse con los demás.

También debemos decir que la separación no debe ser por si misma traumática en todos los niños,
simplemente hay que tener en cuenta que estos factores existen y que es importante solicitar ayuda
de un profesional que pueda guiaros en el proceso de separación tanto a los padres como a los niños.
Como bien dicen “más vale prevenir que curar”

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