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Recurso de Apelacion
Recurso de Apelacion
2018012926
Sec. Jurisdicc. : Marco A. Vigo Quiroz
CUADERNO : Inscripción de lista
ESCRITO : No. 03
SUMILLA: Interpone Recurso de Apelación
contra Resolución Nº 00252-2018-JEE-
CHIN/NE
El derecho a la debida motivación de las resoluciones importa que los jueces, al resolver
las causas, expresen las razones o justificaciones objetivas que los llevan a tomar una
determinada decisión. Esas razones, deben provenir no sólo del ordenamiento jurídico
vigente y aplicable al caso, sino de los propios hechos debidamente acreditados en el
trámite del proceso. Sin embargo, la tutela del derecho a la motivación de las resoluciones
judiciales no debe ni puede servir de pretexto para someter a un nuevo examen las
cuestiones de fondo ya decididas por los jueces ordinarios.
En tal sentido, el análisis de si en una determinada resolución se ha violado o no el
derecho a la debida motivación de las resoluciones judiciales debe realizarse a partir de
los propios fundamentos expuestos en la resolución cuestionada, de modo que las demás
piezas procesales o medios probatorios del proceso en cuestión sólo pueden ser
evaluados para contrastar las razones expuestas, mas no pueden ser objeto de una nueva
evaluación o análisis. Esto, porque en este tipo de procesos al juez constitucional no le
incumbe el mérito de la causa, sino el análisis externo de la resolución, a efectos de
constatar si ésta es el resultado de un juicio racional y objetivo donde el juez ha puesto en
evidencia su independencia e imparcialidad en la solución de un determinado conflicto, sin
caer ni en arbitrariedad en la interpretación y aplicación del derecho, ni en subjetividades o
inconsistencias en la valoración de los hechos”.
El derecho a la debida motivación de las resoluciones judiciales es una garantía del
justiciable frente a la arbitrariedad judicial y garantiza que las resoluciones no se
encuentren justificadas en el mero capricho de los magistrados, sino en datos objetivos
que proporciona el ordenamiento jurídico o los que se derivan del caso. Sin embargo, no
todo ni cualquier error en el que eventualmente incurra una resolución judicial constituye
automáticamente la violación del contenido constitucionalmente protegido del derecho a la
motivación de las resoluciones judiciales.
2 (STC 03043-2006-PA/TC)
3 (STC 00728-2008-PHC/TC)
reiterada jurisprudencia, no se trata de dar respuestas a cada una de las pretensiones
planteadas, la insuficiencia, vista aquí en términos generales, sólo resultará relevante
desde una perspectiva constitucional si es que la ausencia de argumentos o la
“insuficiencia” de fundamentos resulta manifiesta a la luz de lo que en sustancia se está
decidiendo4.
e) La motivación sustancialmente incongruente. El derecho a la debida motivación de las
resoluciones obliga a los órganos judiciales a resolver las pretensiones de las partes de
manera congruente con los términos en que vengan planteadas, sin cometer, por lo tanto,
desviaciones que supongan modificación o alteración del debate procesal (incongruencia
activa). Desde luego, no cualquier nivel en que se produzca tal incumplimiento genera de
inmediato la posibilidad de su control. El incumplimiento total de dicha obligación, es decir,
el dejar incontestadas las pretensiones, o el desviar la decisión del marco del debate
judicial generando indefensión, constituye vulneración del derecho a la tutela judicial y
también del derecho a la motivación de la sentencia (incongruencia omisiva). Y es que,
partiendo de una concepción democratizadora del proceso como la que se expresa en
nuestro texto fundamental (artículo 139º, incisos 3 y 5), resulta un imperativo constitucional
que los justiciables obtengan de los órganos judiciales una respuesta razonada, motivada
y congruente de las pretensiones efectuadas; pues precisamente el principio de
congruencia procesal exige que el juez, al momento de pronunciarse sobre una causa
determinada, no omita, altere o se exceda en las peticiones ante él formuladas 5.
f) Motivaciones cualificadas.- Conforme lo ha destacado este Tribunal, resulta
indispensable una especial justificación para el caso de decisiones de rechazo de la
demanda, o cuando, como producto de la decisión jurisdiccional, se afectan derechos
fundamentales como el de la libertad. En estos casos, la motivación de la sentencia opera
como un doble mandato, referido tanto al propio derecho a la justificación de la decisión
como también al derecho que está siendo objeto de restricción por parte del Juez o
Tribunal.”
Para mayor abundamiento Sr. Juez, es menester señalar el fundamento N°15 del Pleno
Casatorio Civil que sostiene:
“También, tanto a nivel doctrinario como a nivel jurisprudencial, se considera que la
motivación de las sentencias cumple múltiples finalidades, así por ejemplo: a) Permite el
control de la actividad jurisdiccional por parte de la opinión pública, cumpliendo de este
modo con el requisito de publicidad esperado; b) Hace patente el sometimiento del Juez al
imperio de la ley; c) Logra el convencimiento de las partes sobre la justicia y corrección de
la decisión judicial, eliminando la sensación de arbitrariedad y estableciendo su
razonabilidad, al conocer el por qué concreto de su contenido; d) Permite la efectividad de
los recursos por las partes; y e) Garantiza la posibilidad de control de la Resolución
Judicial por los Tribunales Superiores que conozcan de los correspondientes recursos.
4 (STC 03943-2006-PA/TC)
5 (STC 03943-2006-PA/TC)
central de control integral por el juez constitucional de la actividad administrativa y la
consiguiente supresión de los ámbitos de inmunidad jurisdiccional.
Constituye una exigencia o condición impuesta para la vigencia efectiva del principio de
legalidad; presupuesto ineludible de todo Estado de derecho. A ello se debe añadir la
estrecha vinculación que existe entre la actividad administrativa y los derechos de las
personas. Es indiscutible que la exigencia de motivación suficiente de sus actos es una
garantía de razonabilidad y no arbitrariedad de la decisión administrativa.
En esa medida, este Tribunal debe enfatizar que la falta de motivación O su insuficiencia
constituye una arbitrariedad e ilegalidad, en la medida en que es una condición impuesta
por la Ley N. 27444. Así, la falta de fundamento racional Suficiente de una actuación
administrativa es por sí sola contraria a las garantías del debido procedimiento
administrativo (sentencia recaída en el Expediente 00091-2005-PA/Te, fundamento 9.
párrafos 3. 5 a 8. Criterio reiterado en las sentencias 294-2005-PA/Te, 5514-2005-PA/TC
entre otras)”.6
“Adicionalmente, en la sentencia emitida en el Expediente 8495-2006-PA/TC, se ha
determinado lo siguiente: [...] un acto administrativo dictado al amparo de una potestad
discrecional legalmente establecida resulta arbitrario cuando sólo expresa la apreciación
individual de quien ejerce la competencia administrativa, o cuando el órgano
administrativo. Al adoptar la decisión, no motiva o expresa las razones que lo han
conducido a adoptar tal decisión. De modo que. motivar una decisión no sólo significa
expresar únicamente bajo qué norma legal se expide el acto administrativo, sino,
fundamentalmente, exponer en forma sucinta —pero suficiente— las razones de hecho y
el sustento jurídico que justifican la decisión tomada”. 7
“Por tanto, la motivación constituye una garantía constitucional del administrado que busca
evitar la arbitrariedad de la Administración al emitir actos administrativos. En ese sentido,
conviene tener presente que la Ley 27444, Ley del Procedimiento Administrativo General,
en el artículo IV del Título Preliminar establece que el debido procedimiento es además
uno de los principios que deben inspirar el desarrollo todo procedimiento administrativo, en
tanto y en cuanto reconoce que "Los administrados gozan de todos los derechos y
garantías inherentes al debido procedimiento administrativo, que comprende el derecho a
exponer sus argumentos, a ofrecer y producir pruebas y a obtener una decisión motivada y
fundada en derecho [...]" 8
DE LA RESOLUCIÓN RECURRIDA
Análisis de la solicitud
11 CPC.: Artículo 245.- Un documento privado adquiere fecha cierta y produce eficacia jurídica como tal en el proceso desde:
(…)
5. Otros casos análogos.
Excepcionalmente, el Juez puede considerar como fecha cierta la que haya sido determinada por medios técnicos que le
produzcan convicción.
Del mismo modo detallan que los contratos de arrendamientos que
se presentaron a fin de sustentar el tiempo de residencia del candidato a Regidor Nº 3
GIDEL ABUNDIO SANTOS HUAMAN CORTIJO estos resultan suficientes para acreditar
el domicilio del candidato, dado que los contratos de arrendamiento que constituyen
documentos privados y validos entre las partes, si generan convicción, ya que estos
fueron legalizados por notario público con fecha 06 de julio de 2018, documentos que
acreditan el tiempo mínimo de domicilio requerido, máxime si conforme a lo previsto en el
artículo 1666 del Código Civil Peruano12, (que versa sobre la definición del Contrato de
arrendamiento “Por el arrendamiento el arrendador se obliga a ceder temporalmente al arrendatario el uso de un bien
por cierta renta convenida”), por ello debo de señalar que solo existió la certificación notarial de
los contratos de arrendamiento, cuyos originales obran en poder del candidato a regidor
que ostenta la condición de arrendatario y que dichos documentos de arrendamiento
datan del año 2013 a enero del 2017, probando de esta manera la residencia del
candidato por más de dos años como establece la norma electoral, candidato que tiene
su residencia en un inmueble en el anexo de Pampachacra s/n., distrito de Chavín,
Provincia de Chincha – Ica, máxime si estos documentos (Contratos de Arrendamientos)
aunque sea documentos privados, pero esto no lo hace ineficaz o invalido, y para entrar
en un mayor análisis el JEE no ha tenido en cuenta sobre el concepto del acto jurídico
que encuentra una definición legal en el artículo 140 del C.C., así: “es la manifestación de
voluntad destinada a crear, regular, modificar o extinguir relaciones jurídicas.” El contrato
es definido en el artículo 1351 del C.C. como: “el acuerdo de dos o más partes para
crear, regular, modificar o extinguir una relación jurídica patrimonial.” Aquí podemos hallar
una similitud expresa; y en cuanto a la validez el mismo artículo 140 antes acotado nos
exige los requisitos de validez para el acto jurídico, que serán aplicados por extensión al
contrato. Analizamos:
- Agente capaz
La capacidad para ser parte contractual se rige por las disposiciones contenidas en el
título II del Libro I sobre Derechos de las Personas, respecto de la capacidad de
goce, de ejercicio y la incapacidad absoluta, relativa y adquirida.
Como premisa general solo las personas que tienen plena capacidad de ejercicio
pueden celebrar contratos, porque solo alguien con plena capacidad podrá manifestar
válidamente su voluntad o consentimiento; en este caso tanto los menores como
los incapaces no podrían celebrar contratos, salvo que se encuentren debidamente
representados por padres, tutores o curadores, según sea el caso.
Al respecto, el artículo 1358 establece una excepción: “los incapaces no privados de
discernimiento pueden celebrar contratos relaciones con las necesidades ordinarias de
su vida diaria.” De esta manera, cualquier menor de edad, podrá comprar una
golosina, un juguete, entre otros bienes, que son naturales a su edad y necesidades.
Finalmente, cuando el agente o declarante no tiene la capacidad de derecho, el acto
jurídico es nulo. Si el agente no tiene capacidad de ejercicio, el acto podrá ser nulo o
12 C.C.: Definición
Artículo 1666.- Por el arrendamiento el arrendador se obliga a ceder temporalmente al arrendatario el uso de un bien por cierta renta
convenida.
anulable, si es incapaz absoluto o relativo, respectivamente. La misma disposición
se aplica a los contratos.
- Objeto física y jurídicamente posible
Entendemos por jurídicamente posible, su legalidad o licitud; por físicamente posible,
aquello que el agente pueda realizar. En este punto, la materialización del objeto como
tal, es la primera aproximación, de tal manera que nadie puede vender algo que no
existe. A su vez, conocemos que existen bienes inmateriales. En este caso la
posibilidad radicará en la titularidad sobre ellos, y ya no necesariamente, en su
posibilidad de materialización.
Creemos que la imposibilidad en ambos casos, no tiene naturaleza personal, sino
general. Así, se pueden cumplir prestaciones por terceros o a través de otros
contratos, que la parte primigenia no podría realizar; por ejemplo, si una de las partes
tiene que entregar una cierta cantidad de dinero a la otra, no se requerirá que sea
esta misma la que realice exclusivamente la entrega, no es necesario, salvo que
nos refiramos a obligaciones de carácter personal tal como se establece en el artículo
1149 aplicable a todo tipo de contrato: “ la prestación puede ser ejecutada por persona
distinta al deudor, a no ser que del pacto o de las circunstancias resultara que este fue
elegido por sus cualidades personalidades”13
- Fin lícito
La finalidad o fin lícito consiste en la orientación que se da a la manifestación de la
voluntad para que ésta se dirija, directa y reflexivamente, a la producción de efectos
jurídicos. Emite pues, una identificación de la finalidad del acto jurídico con los
efectos buscados mediante la manifestación de voluntad 14. Aquí cabe preguntarnos
por qué celebramos el contrato, cuál es el motivo o el impulso. La respuesta a estas
preguntas, es el fin.
- Forma
Todo acto jurídico y contrato deben revestir una formalidad mínima. En ambos casos
es la manifestación de la voluntad exteriorizada. Respecto al acto jurídico, el artículo
143 establece que: “cuando la ley no designe una forma específica para un acto
jurídico, los interesados pueden usar la que juzguen conveniente”; la misma
norma se extiende a los contratos, de tal manera que estos se perfeccionan por el
consentimiento de las partes; excepto aquellos que, además deben observar la forma
señalada por ley, se presume que la forma que las partes convienen adoptar
anticipadamente y por escrito es requisito indispensable para la validez del acto
(artículo 1352 y 1411, respectivamente).
13 En este caso nos referimos a las obligaciones intuito personae. Las obligaciones intuito personae son aquellas que se
contraen teniendo en especial consideración las cualidades o características de uno de los sujetos de la relación obligatoria,
esto es, del deudor o del acreedor. Si se contrae una obligación que consiste en escribir una novela, es evidente que, más allá
de que no se estipule expresamente, al acreedor le interesa que sea el deudor quien en efecto ejecute la obra, pues por ello
contrato con él.
Osterling, Felipe y Castillo, Mario. (2011). Compendio de las obligaciones. Palestra Editores. Lima, Perú. Pág. 194.
14 Vidal, Fernando. (1989). El acto jurídico en el Código Civil peruano. 2da edición. Editorial Cuzco. Lima, Perú. Pág.111.
25.11 En caso de que el DNI del candidato no acredite el tiempo de domicilio requerido,
debe presentar original o copia legalizada del o los documentos con fecha cierta, que
acrediten los dos años del domicilio, en la circunscripción en la que se postula. Los dos años
de domicilio en la circunscripción a la que se postula pueden ser además acreditados,
entre otros medios coadyuvantes, con originales o copias autenticadas de los siguientes
instrumentos: a) Registro del Seguro Social; b) Recibos de pago por prestación de servicios
públicos; c) Contrato de arrendamiento de bien inmueble; d) Contrato de trabajo o de
servicios; e) Constancia de estudios presenciales; f) Constancia de pago de tributos, y g)
Título de propiedad del bien inmueble ubicado en el lugar en el que se postula.
Consecuentemente queda demostrado que el candidato Gidel
Abundio Santos Huamán Cortijo domicilia por más de 2 años anteriores al proceso de
inscripción para participar en estas contiendas electorales, en la jurisdicción electoral a la
que participa, cumple con las normas electorales que regulan el presente proceso
eleccionario, consecuentemente resulta atendible lo que se sostiene, por ello me permito
recurrir a la instancia plural y espero en su oportunidad que el Pleno del Jurado Nacional
de Elecciones se sirva REVOCAR la recurrida y permitir ADMITIR la inscripción del
candidato a Regidor con el Nº 3 de la Lista de Candidatos de la Organización Política
PERU PATRIA SEGURA del distrito de Chavín, provincia de Chincha, departamento de
Ica.
CONCLUSION: