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Flujo turbulento las partículas se mueven de forma desordenada en todas las direcciones; es
imposible conocer la trayectoria individual de cada partícula.
En el flujo laminar las partículas del fluido solo se mezclan a escala molecular, de modo que,
durante el movimiento, dichas partículas se desplazan según trayectorias paralelas bajo la acción
de la viscosidad. En la práctica, el flujo laminar se produce cuando el número de Reynolds no
excede los valores de 1.500 a 2.000.
En el flujo turbulento las partículas del fluido se mezclan a escala molar, de modo que durante el
movimiento se produce un intercambio de cantidad de movimiento entre partículas adyacentes,
ocasionando una rápida y continua agitación y mezcla en el seno del fluido. En la práctica el flujo
turbulento se produce para números de Reynolds por encima de valores entre 6.000 a 10.000.
También es llamada pérdida de carga, y es la pérdida de energía que experimentan los líquidos que
fluyen en tuberías y canales abiertos. La energía necesaria para vencer los efectos del rozamiento
en el flujo turbulento es la pérdida de carga. Las pérdidas de energía localizadas en las turbulencias
incluidas por las piezas especiales y los accesorios que se utilizan en tuberías y canales son
también pérdidas de carga. La pérdida de carga se representa habitualmente por el símbolo hL
Línea piezométrica como muestra la figura 1, es la línea que une los puntos hasta los que el líquido
podría ascender si se insertan tubos piezométricos en distintos lugares a lo largo de la tubería o
canal abierto. Es una medida de la altura de presión hidrostática disponible en dichos puntos.
También es llamada línea de carga. La energía total del flujo en cualquier sección, con respecto a
un plano de referencia determinado, es la suma de la altura geométrica o de elevación Z, la altura
piezométrica o de carga, y, y la altura cinética o de presión dinámica V2/2g. La variación de la
energía total de una sección a otra se representa por una línea denominada de carga o de energía
y también gradiente de energía. (Figura 1). En ausencia de pérdidas de energía, la línea de carga se
mantendrá horizontal, aun cuando podría variar la distribución relativa de la energía entre las
alturas geométrica, piezométrica y cinética. Sin embargo, en todos los casos reales se producen
pérdidas de energía por rozamiento y la línea de carga resultante es inclinada.
FIGURA 1
DIAGRAMA ENTRE DOS SECCIONES DE TUBERÍA, DONDE SE MUESTRAN TODAS LAS LÍNEAS, LAS
ALTURAS, LOS EJES Y NIVELES DE REFERENCIA
Se llama flujo uniforme aquel en que el calado, sección transversal y demás elementos del flujo se
mantienen sustancialmente constantes de una sección a otra. Si la pendiente sección transversal y
velocidad cambian de un punto a otro de la conducción, el flujo se dice no uniforme. Un ejemplo
de flujo permanente no uniforme es aquel que atraviesa un tubo Venturi utilizado para medir
caudales.
2. Ecuación de continuidad
La ecuación de continuidad expresa la conservación de la masa del fluido a través de las distintas
secciones de un tubo de corriente, como muestra la figura 2. Con arreglo al principio de
conservación de la masa, ésta no se crea ni se destruye entre las secciones A1 y A2. Por lo tanto, la
ecuación de continuidad será:
donde :
V = Velocidad, m/s
Q = Caudal, m3/s
FIGURA 2
3. Ecuación de energía
Un fluido en movimiento puede tener cuatro clases de energía: energía estática o de presión Ep,
energía cinética Ev, energía potencial Eq y energía interna o térmica Ei. Si Em representa la energía
mecánica transferida al fluido (+) o desde él (-), por ejemplo mediante una bomba, ventilador o
turbina, y Eh representa la energía térmica transferida al fluido (+) o desde él (-), por ejemplo
mediante un intercambiador de calor, la aplicación de la ley de conservación de energía entre los
puntos 1 y 2 de la figura 3 da la siguiente ecuación:
Ecuación 1
Las pérdidas en la ecuación 1 representan la energía no recuperable, por tratarse de formas de
energía irreversibles causadas por rozamiento (por ejemplo, energía disipada en forma de calor o
ruido).
FIGURA 3
Ecuación 2
KL = pérdida de carga, m.
Para flujo laminar en tuberías el valor de es 2.0. Para flujo turbulento en tuberías. El valor
de varía entre 1.01 y 1.10. El flujo turbulento es, con mucho, el más frecuente en la práctica,
y se suele tomar igual a la unidad. El término pérdida de carga, hL, representa las pérdidas y la
variación de energía interna Ei. En el caso de un fluido ideal (sin rozamiento) y si no hay
transferencia de energía mecánica, ni térmica, la ecuación 2 se reduce a:
Ecuación 3
Ecuación 4
FIGURA 4
Las bombas ofrecen otro ejemplo de aplicación de la energía, como se ve en la figura 5. En este
caso, la ecuación de la energía entre los puntos 1 y 2 es:
Ecuación 5
El término pérdida de carga hL está implícito en todas las aplicaciones de la ecuación de la energía
al flujo de fluidos. En el caso de la ecuación 5, Ep representa la energía neta transferida por la
bomba, una vez deducidas las pérdidas de carga que se ocasionan dentro de la misma. Se pueden
utilizar varias ecuaciones para determinar hL en función de consideraciones geométricas,
características del fluido y caudal (tanto para flujo en canales abiertos como en tuberías).
El término pérdida de carga hL incluye la pérdida de carga por rozamiento hf y otras pérdidas de
carga que ocurren en las discontinuidades geométricas del flujo (por ejemplo, estrechamientos,
codos), y que se llaman pérdidas singulares.
Para proyectar instalaciones de transporte de fluidos, tanto si el flujo es a presión como en lámina
libre, es preciso conocer : 1) la relación existente entre la pérdida de carga o la pendiente de la
línea de energía y el caudal; 2) las características del fluido, y 3) la rugosidad y configuración de la
tubería o canal. En esta sección se discuten algunas ecuaciones que relacionan dichos factores.
Puesto que se supone que el lector está familiarizado con los fundamentos del flujo de fluidos, no
se incluyen deducciones engorrosas y se presentan las ecuaciones sin discutir todas las
limitaciones concernientes a su aplicación.
Las ecuaciones del flujo de fluidos en conductos cerrados pueden derivarse tanto de
consideraciones teóricas como empíricamente. La ecuación de Poiseuille para flujo laminar y la
ecuación universal de Darcy-Weisbach son ejemplos de ecuaciones deducidas teóricamente. Las
fórmulas de Manning y Hazen-Williams, utilizadas para proyectar alcantarillas y conducciones
forzadas, son ejemplos de ecuaciones obtenidas experimentalmente.
En el flujo laminar, las fuerzas de viscosidad predominan sobre las demás fuerzas, tales como la
inercia. Un ejemplo de flujo laminar es el bombeo de fango a bajas velocidades en una planta de
tratamiento de aguas residuales. En condiciones de flujo laminar, la ecuación de Poiseuille para la
pérdida de carga hL puede expresarse como:
L= longitud de la tubería, m.
V= velocidad, m/s.
D= diámetro de la tubería, m.
Alrededor de 1850, Darcy, Weisbach y otros dedujeron una fórmula para determinar la pérdida de
carga por rozamiento en conducciones a partir de los resultados de experimentos efectuados con
diversas tuberías. La fórmula ahora conocida como ecuación de Darcy-Weisbach para tuberías
circulares es:
f= coeficiente de rozamiento (en muchas partes del mundo se usa para este coeficiente).
L= longitud de la tubería, m.
D= diámetro de la tubería, m.
Q= caudal, m3/s
Se ha comprobado que el valor de f varía con el número de Reynolds NR, la rugosidad y tamaño de
la tubería y otros factores. Las relaciones entre estas variables se representan gráficamente en las
figuras 5 y 6, que se conocen como ábacos de Moody.
Los efectos del tamaño y la rugosidad se expresan mediante la rugosidad relativa, que es la
relación entre la rugosidad absoluta y el diámetro D de la tubería, ambos expresados en las
mismas unidades de longitud. El número de Reynolds es:
V= velocidad, m/s.
D= diámetro de la tubería, m.
Si se conoce o puede estimarse el valor de , puede obtenerse el valor correcto de f para flujo
totalmente turbulento mediante las figuras 6 y 7 o calcularse utilizando la siguiente ecuación:
Ecuación 6
DIAGRAMA DE MODY PARA COEFICIENTE DE ROZAMIENTO EN FUNCIÓN NÚMERO DE REYNOLDS Y
RUGOSIDAD RELATIVA.
FIGURA 6
DIAGRAMA DE MODY PARA LA RUGOSIDAD RELATIVA EN FUNCIÓN DE DIÁMETRO Y MATERIALES
DEL TUBO.
FIGURA 7
Cuando las condiciones del flujo se sitúan en la zona de transición, los valores de f se obtienen en
la figura 6 a partir del número de Reynolds y la rugosidad relativa o usando la ecuación 6. Si el flujo
es laminar, la rugosidad no interviene y puede demostrarse teóricamente que:
f = 64/NR
Ecuación 7
R = radio hidráulico, m
Hazen y Williams enunciaron que <<el último término [...] fue introducido para igualar el valor de C
con el de [...] otras fórmulas [...] con la pendiente expresada 1/1000 en lugar de 1/1>>. El término
(0.001)-0.04, combinado con los factores de conversión a unidades métricas, origina la constante
0.849 de la ecuación 7.
Ya vimos que a partir de la “ecuación general de la energía” ordenada convenientemente para flujo
compresible, nos daba:
p a− pi V 2 −V 2
2 1
W eje =( )+( )+ g ( z 2−z 1 )+(ei 2−ei1−q)
ρ 2
1.1.1
Donde Weje y q eran las cantidades de trabajo y calor respectivamente, intercambiadas por unidad
de masa, o sea: Weje= dWeje/dm y q = dQ/dm.
p1 − p2 Δp
( )= =(ei 2−ei 1−q )=hL
ρ ρ
2.2.2
Es evidente que el resultado de la ecuación (2.2, 2) para tubería horizontal debe ser válido tanto
para flujos laminares Re < 2.300, como para flujos definidamente turbulentos Re > 4.000.
Por otra parte sabemos que el flujo turbulento en cañería depende de los siguientes parámetros:
Diámetro de la tubería “D”
Coeficiente de viscosidad “ μ ”
Densidad “ρ”
Rugosidad media de la tubería “e” (es la altura media de las crestas o los valles respecto del
diámetro tomado como línea central).
Es decir que los cambios de presión a lo largo de una tubería con flujo turbulento va a depender
de ellos en la forma funcional siguiente:
p= p( D , L,μ,V ,ρ ,e)
Si aplicamos a esta relación funcional los resultados del teorema π de Buckingham, vemos que
n=7 y
F ΔP
( EU = 2 2
= 2)
ρV D ρV
ΔP ρV D L e
2
=g( ; ; )
ρV μ D D
L e
EU =g( Re; ; )
O bien: D D
128 μ LQ Δp 128 μ LQ
Δp= → =
πD 4 ρ πD4 ρ
ΔP 128 μ LQ 1 2 L πD
2
h L= = = V f Q=V⋅
ρ πD 4 ρ 2 D Y como 4
Queda:
2 2
128 μL V D π V Lf 64
= → f=
4 πD 4 ρ 2D Re
O sea que para flujo laminar con f = 64/Re , siendo el flujo laminar un caso particular de flujo
general. Por otra parte, vemos que f solamente depende para flujo laminar de Re , y no de la
rugosidad, como ya habíamos expresado.
Darey -Weisbach. La teoría indica que la expresión de f para flujo laminar, en función de Re tiene
la forma de una hipérbola equilátera, (y = k/x) la cual resulta una “línea recta” sobre un papel
logarítmico en el rango de n° Re laminares.
Para el resto del rango del n° Re, y tomando como parámetros los índices de rugosidad “e / D” ,
se confeccionan las curvas “Nikuradse” en las que se grafica n° Re en abscisa; “f” o factor de
fricción en ordenadas con “e / D” como parámetro de rugosidad, por ejemplo e / D = 1/120
significa que si el diámetro es 120 mm la variación media del radio de la tubería es 1 mm.
En los canales y en las tuberías el flujo es esencialmente tridimensional. Para cada punto de la
corriente, el vector velocidad tiene componentes en las tres direcciones.
En los canales el caso más simple corresponde a un canal de ancho infinito. Sólo hay influencia del
fondo.
Empezaremos por analizar este último caso. El flujo es bidimensional. En cada punto de la sección
hay una velocidad particular (Vh). La velocidad es máxima en la superficie. En el fondo la velocidad
es mínima. El esquema característico de la distribución de velocidades es el siguiente
Figura a
Denominamos Vh a la velocidad que existe a la distancia h del contorno (en este caso del fondo).
La curva que expresa la relación entre Vh y h se llama curva de distribución de velocidades. En los
siguientes capítulos estableceremos su ecuación.
En una tubería la velocidad es máxima en el eje y mínima en el contorno, tal como se muestra en el
esquema de la Figura b. Para h= D /2 se obtiene la velocidad máxima.
Se observa que los ejemplos de las Figuras a y b tienen algo en común: la velocidad es cero en el
contorno. Esto se debe a que hemos considerado fluidos reales (con viscosidad).
Figura b
Otros factores determinantes son el grado de aspereza (rugosidad) del contorno y el alineamiento
del canal.
Para números de Reynolds elevados se dice que existe turbulencia plenamente desarrollada y la
distribución de velocidades tiende a hacerse uniforme, salvo en la zona próxima al contorno donde
los esfuerzos viscosos y el gradiente de velocidades son muy grandes.
Así por ejemplo, en una tubería cuyo número de Reynolds fuera del orden de 1 ó 2 millones podría
tenerse la siguiente distribución de velocidades
Figura c
Para un fluido ideal, sin viscosidad, cuyo número de Reynolds sea infinito, la distribución de
velocidades sería uniforme (Ver Figura e).
Figura d
Figura e
Debe tenerse presente que a partir de un cierto valor del número de Reynolds se obtiene
turbulencia plenamente desarrollada. Un aumento en el número de Reynolds no conlleva un
aumento del grado de turbulencia.
Este es un caso particular. Tratándose de canales el caso más frecuente es el de las secciones
trapeciales o rectangulares, en las que no puede dejarse de considerar la influencia de las paredes,
en las que la velocidad debe también ser nula. Se tendrá entonces una distribución transversal de
velocidades.
En la Figura g se presentan con carácter ilustrativo las distribuciones de velocidad típicas para
diferentes secciones transversales.
Figura f
Figura g
La asimetría de la sección transversal produce corrientes secundarias, que se llaman así por no
seguir la dirección general de la corriente. Si el movimiento principal es a lo largo del conducto,
entonces la corriente secundaria producida por una curvatura del alineamiento se desarrolla en un
plano normal y representa una circulación que al superponerse al flujo principal da lugar a un
movimiento espiral o "en tornillo".
Analicemos el caso que corresponde al cambio de dirección (codo) en una tubería. La resistencia
viscosa reduce la velocidad en el contorno dando como resultado que allí la energía sea menor que
en las capas adyacentes. Debido a la fuerte caída de presión que se produce en el contorno
exterior hay un flujo secundario que se dirige hacia el exterior y que debe ser compensado por
otro que se dirija hacia el interior.
Figura h
Figura i
Ecuaciones de distribución de velocidades y de la velocidad media para un canal muy ancho con
movimiento laminar
En un canal como el presentado en la Figura j se tiene que a una distancia h del contorno existe un
Para el flujo laminar la relación entre el esfuerzo de corte y la velocidad es muy conocida y
corresponde a la definición de viscosidad.
Separando variables,
E integrando, se obtiene
Que es la ecuación de distribución de velocidades en un canal muy ancho con flujo laminar.
Figura j
Distribución de velocidades en un canal con movimiento laminar
La velocidad media se puede obtener a partir del gasto, calculado por integración de la ecuación
de distribución de velocidades. Sin embargo, como la curva de distribución es parabólica se puede
obtener la velocidad media por simple aplicación de las propiedades geométricas de la parábola.
Según la Figura j
Puesto que el área de la parábola es igual a los 2/3 del rectángulo circunscrito. q es el gasto
específico (por unidad de ancho).
Luego,
Que es la fórmula para el cálculo de la velocidad media en un canal con flujo laminar y que
evidentemente equivale a
El valor de la constante de integración se obtiene para las condiciones del contorno ( h= 0 ; Vh=0 ;
k= 0 ). Luego,
3.3.3
Que es la ecuación de distribución de velocidades para una tubería con movimiento laminar.
La velocidad media puede obtenerse por integración de la ecuación 3.3.3, pero en este caso
aplicamos la propiedad geométrica que dice que el volumen de un paraboloide es la mitad del
cilindro circunscrito.
Luego,
En una tubería con flujo laminar la velocidad media es igual a la mitad de la velocidad máxima; es
decir,
4.4.4
Que es la conocida ecuación de Hagen - Poiseuille. Si expresamos esta ecuación en función del
radio hidráulico, tenemos
Que fue establecida para un canal. En un caso el denominador es 2 y en otro 3. Podríamos concluir
que cualquier otra sección transversal intermedia entre los dos casos extremos estudiados (canal
muy ancho y tubería circular) debe tener en el denominador un valor comprendido entre 2 y 3.
La velocidad media también podría haberse obtenido por la integración de la ecuación 3.3.3
De donde
Cuantitativamente:
de la rugosidad y la relación , ya que son más fáciles de establecer que las anteriores y se
refieren a rugosidades absolutas irregulares, que es el caso real de las tuberías comerciales.
Si el flujo está comprendido entre los dos valores anteriores, el flujo sería hidráulicamente
semirrugoso (zona de transición).
Se llama aspereza relativa a la relación que existe entre la aspereza absoluta y el diámetro del
conducto, así:
D/K
Según L. Hopf y K. Fromm existen dos clases de asperezas. Las primeras (a y b) tienen pequeñas
longitud de onda y gran amplitud, y constituyen las paredes rugosas.
En la práctica pertenecen a esta clasificación los conductos de fundición (nueva, oxidada, o con
incrustaciones), de cemento (enlucido o sin enlucir), tablas rugosas, etc.
Este primer tipo de rugosidad produce una resistencia a la circulación cuyo factor de fricción f es
independiente del número de Reynolds. La pérdida de carga entonces, es proporcional al cuadrado
de la
El segundo tipo recibe el nombre de rugosidad ondulada (figura c); las irregularidades se
caracterizan por ser superficie lisas y de gran longitud de onda como sucede en las planchas de
hierro asfaltadas o en los revestimientos interiores bituminosos. En este tipo de rugosidad la
variación de f es muy similar a la del tubo liso, pero mayor; y para ambos tipos de tubo la
resistencia resulta proporcional a la potencia 1.75 de la velocidad, según experiencias de Reynolds
y de Blausius.
Según Genijew (Handbuch der Hydraulik, M.A. Mostkow, Berlín, 1996), la rugosidad del contorno
aumenta con el tiempo de acuerdo con la ley aproximada:
Kt = K0 + αt
Se observa que ambas ecuaciones son muy parecidas. Difieren sólo en el valor numérico del
coeficiente de .
Con el objeto de obtener una fórmula aproximada que comprenda tanto a tuberías como a canales
tomamos el promedio aproximado de los coeficientes y se obtiene
Esta es la fórmula aproximada para la velocidad media en cualquier conducto liso (canal muy
ancho, tubería o cualquier otra sección intermedia).
Ambas ecuaciones son también muy parecidas y pueden reemplazarse por otra que considere el
promedio aproximado de los coeficientes de
Esta es la fórmula aproximada para la velocidad media en cualquier conducto rugoso (canal muy
ancho, tubería o cualquier otra sección intermedia).
Cada contorno tiene su propia aspereza o rugosidad que depende del material de que
está hecho y de su estado de conservación. Así por ejemplo, una tubería de concreto es
más rugosa que una de acero. Un canal de tierra es más rugoso que un canal de
concreto.
Si pudiéramos ver con una luna de aumento el contorno de una tubería o de un canal,
veríamos algo así como lo mostrado en la figura siguiente
Figura k
Las asperezas tienen diferente forma y tamaño. Dan lugar a la aparición de pequeñas
corrientes secundarias (vorticosas). Estas asperezas producen una modificación en las
condiciones del escurrimiento.
Con el objeto de estudiar la influencia de la rugosidad, Nikuradse hizo experiencias en
tuberías con rugosidad artificial. Para ello cubrió las paredes con granos de arena de
diámetro uniforme.
Figura l
O sus inversas,
Determinar cuál es la rugosidad absoluta de un conducto dado es un problema difícil.
Existen tablas, gráficos y descripciones, pero en última instancia el factor principal es la
experiencia del ingeniero diseñador. De otro lado, debe tenerse en cuenta, como lo
estudiaremos luego en detalle, que la rugosidad cambia con el tiempo.
Las experiencias que realizó Nikuradse y que fueron publicadas en 1933 son para el
siguiente rango de rugosidades relativas