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-GLOSARIO-
Urbanización
Urbis: ciudad (conjunto de habitantes de una ciudad/capital/acrópolis)
Reglamento de urbanizaciones y subdivisiones de Santa Fe: urbanización es todo fraccionamiento que
determine la conformación de nuevos núcleos urbanos o suburbanos, la ampliación y/o modificación de los
ya existentes, con apertura de calles o pasajes públicos, delimitación total o parcial de las manzanas y
parcelamiento, el cual comprende la provisión de infraestructura y la creación de espacios verdes o libres,
destinados al equipamiento comunitario.
Jan de Vries: es un proceso de concentración de la población, que se desarrolla de dos maneras: la
multiplicación de los puntos de concentración y el incremento del tamaño de las concentraciones individuales.
A esta definición adiciona tres maneras de entender el término urbanización:
• Urbanización demográfica o de crecimiento urbano: desplazamiento de la población desde
lugares rurales a asentamientos urbanos. Concentración de la población.
• Urbanización cultural: proceso que introduce a la gente en un comportamiento, modos de
pensamientos y tipos de actividad urbanos. Urbanización de la sociedad.
• Urbanización estructural: proceso en el cambio de la organización de la sociedad que alimenta a
la concentración de la población en focos. Pone el acento en la concentración de actividades y
punto centrales.
Residencia
Hecho predominante en la composición de la ciudad. La forma de los tipos edificatorios está
estrechamente vinculada con la forma urbana.
Marginal: alta degradación ambiental, precariedad de la construcción, existencia parcial de
infraestructura, servicios y condiciones de borde. Registran aislamiento espacial y funcional respecto a la
ciudad formal, sumado a problemas de violencia, seguridad e higiene y riesgo ambiental.
Estructura
Definición del diccionario: conjunto de elementos interrelacionados que forman un todo. Distribución de
las partes de un edificio, del cuerpo o de otra cosa.
Según Caballero los distintos significados se complementan para la comprensión de la estructura urbana
y de la estructura física de la ciudad. Podemos encontrar dos corrientes filosóficas que ayudan a comprender
el término:
• Estructuralismo: opera en cuestiones permanentes, constantes e invariantes de la realidad.
Aspecto estático en donde todas las circunstancias que pueden llegar a ser modificadas
desaparecen con el tiempo.
• Sistémico: reconoce los aspectos dinámicos de la realidad, a partir de esto determina reglas de
comportamiento, de funcionamiento del proceso de cambio en el transcurso del tiempo.
Monumento
Definición del diccionario: obra de arquitectura, escultura o grabado, realizada para perpetuar el
recuerdo de una persona o hecho memorable. Objeto o documento de utilidad para la historia.
Los monumentos son hechos urbanos porque poseen características de permanencia y persistencia que
pueden ser definidas según Aldo Rossi: las persistencias se advierten a través de los monumentos, los signos
físicos del paso pero también la persistencia de los trazados y el plano. Las permanencias más significativas
están dadas por las calles y el plano.
El monumento es un hecho primario, articulador de la estructura urbana, que persiste en el tiempo o
permanece en la memoria como huella de una ciudad.
Trama urbana
Se define como las calles que definen el trazado básico de la subdivisión separando el dominio público
del dominio privado.
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URBANISMO II – Cátedra Soijet – 2017
El proyecto de la forma urbana surge a partir de una norma de trazado que se convertirá en un manual
de trazado en el cual se indican las secciones, su equipamiento en cuanto a la relación con la forestación, la
iluminación y las veredas; las condiciones de continuidad en los trazados, la previsión y el diseño de los cruces
y los encuentros; los valores relativos de la red en cuanto a su valor primario, secundario, de servicio, etc.
La dinámica del cambio: la ocupación de los trazados fundacionales presenta una permanente dinámica
de cambio a partir de la renovación y/o expansión posteriores de los mismos.
Proceso de renovación: demanda de nuevas tipologías arquitectónicas.
1. Puede ocurrir que se requiera una subdivisión o parcelamiento diferente al existente.
2. O bien se modifica la situación desde la subdivisión de la trama, incluyendo calles y manzanas. El
cambio afecta a la estructura del conjunto y da origen a un nuevo tejido.
Proceso de expansión: situación que implica la extensión del trazado inicial en el medio geográfico.
Tejido urbano
El tejido urbano es la resultante de la ocupación de trazado por las tipologías arquitectónicas urbanas.
Además del proceso de urbanización el otro momento que hace a la construcción de la ciudad es el momento
en el cual se edifica y se la usa.
Usos del suelo:
1. Distribución: tipos de usos habituales (residencial, comercial, industrial, administrativo, etc.) y
combinaciones de tipos existentes (áreas residenciales dominantes con comercio de uso
complementario, comercio-recreación, etc.)
2. La ocupación de los usos hacen del espacio. Características:
a. Condiciones de fraccionamiento (trazado, manzanas, parcelas)
b. Condiciones de ocupación (FOS, FOT, retiros)
c. Condiciones de calidad edilicia
d. Condiciones de dinámica de cambio: grado de ocupación
Las condiciones de trazado, subdivisión y parcelamiento por una parte, y las condiciones de ocupación
del suelo en relación a aquellas por otra, constituyen las variables básicas cuya posible combinación y grado
de dominancia derivada de los usos involucrados, define a la conformación en el espacio del patrón de
asentamiento.
Centro urbano
Indicador que hace referencia al nivel, cantidad y concentración de servicios y equipamiento urbano en
un espacio colectivo de cierta significación.
El centro es un polo integrador y sus características son: concentraciones de las actividades,
comunicación y accesibilidad.
Otra concepción refiere al distrito central de negocios en el cual se concentran actividades comerciales,
de gestión y de información.
A nivel político institucional, la centralidad espacial depende de la especificidad histórica de los aparatos
del estado y su influencia respecto de la sociedad civil.
El centro lúdico es la centralización de los lugares de entretenimiento, es el ambiente urbano que se
consume.
Infraestructura
Conjunto de elementos o de servicios que se consideran necesarios para la creación y funcionamiento de
una organización cualquiera. Se le asigna importancia por ser un medio para promover el desarrollo en
determinadas áreas.
La consideración de la arquitectura como fenómeno urbano por excelencia, como elemento constitutivo
de la ciudad implica el planteamiento de unas hipótesis sobre las relaciones entre estructura urbana y
resultados arquitectónicos que sean capaces de proporcionar las premisas lógicas para una investigación en
este campo específico.
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Se trata de identificar de un modo preciso los posibles reflejos o los condicionamientos reales que los
análisis de la estructura urbana y de los distintos tipos edificatorios pueden ejercer en las distintas etapas del
proyecto arquitectónico.
Para hacer un estudio hay que examinar los siguientes temas:
1. Identificación de los elementos constitutivos (los caracteres) de la ciudad moderna y contemporánea,
estudiando en qué medida se han registrado procesos de homogeneización de aquellos caracteres.
2. Identificación de las modificaciones determinadas por aquellos procesos respecto a la estructura
urbana anterior (permanencias y transformaciones).
3. Examen de las posibles transformaciones registradas en las relaciones entre tipología edificatoria y
morfología urbana.
La primera hipótesis se refiere al estudio del carácter constante de la relación “monumento-entorno”,
entendiendo tal relación como un parámetro arquitectónico valido no solo como elemento de valoración del
pasado, sino también como indicación operativa para el presente. Hipótesis que afronta uno de los problemas
claves de la arquitectura moderna: su posible cambio de función y significado.
La segunda hipótesis se centra en la consideración de la ciudad como un producto arquitectónico,
refiriendo al estudio de los fenómenos urbanos a un proceso de formalización que puede ser asimilado a los
procesos arquitectónicos. Hipótesis que afronta el problema de la consideración de la ciudad contemporánea
como “construcción” distinta a la de las ciudades anteriores.
La tercera hipótesis se refiere a la identificación de una crisis de la tipología edificatoria, entendida como
instrumento ordenador o simplificador de los fenómenos urbanos, valorando para ello su dependencia de
procesos históricos precisos y de morfología urbana.
La cuarta hipótesis pretende verificar la posibilidad de construir la ciudad mediante “partes formalmente
completas”, reivindicando unas finalidades de intervención no solo ejemplificativas o demostrativas sino
también resolutivas.
Según Aldo Rossi, la ciudad debe ser entendida como una arquitectura en la que pueden ser identificadas
diversas componentes, como la residencia y los elementos primarios. Destaca dentro de los últimos la función
particular desempeñada por los monumentos, considerados como permanencias constitutivas de la estructura
urbana.
Sin embargo, es necesario preguntarse si la adopción de la relación monumento-entorno como factor
constante de las distintas formas de organización de la estructura urbana no supone ignorar que esta relación
constituye el resultado de un proceso histórico (a pesar de su duración) y no de una categoría válida en sí
misma. En efecto, la relación de diferenciación de las distintas partes constitutivas de la ciudad representa el
elemento dialéctico fundamental en el desarrollo de una ciudad. Por otra parte, puede afirmarse igualmente
que la modificación de esta relación tanto por sustitución como por superposición de elementos generados
en diferentes épocas, determina la caracterización de cada ciudad y su posible conformación como obra de
arte global.
Para valorar la arquitectura como fenómeno urbano no resulta suficiente analizar la relación “residencia-
hechos primarios”, sino que, debido al constante incremento de la importancia cuantitativa de la residencia,
se hace necesario examinar la posibilidad de un esquema diferente: la definición de la residencia, dentro de
una relación cuya variabilidad no presenta duda alguna, como un hecho primario especifico.
En conclusión, si la relación monumento-entorno no es solo constante, sino que incluso entra en crisis
con el desarrollo de las fuerzas productivas de la época moderna y contemporánea, resulta posible formular
la siguiente hipótesis: dentro del proceso descrito, la ciudad, en su estructura significante, puede ser resuelta
mediante los instrumentos específicos del proyecto arquitectónico. Se trata de estudiar, por lo tanto, si los
instrumentos que podríamos denominar sociales, elaborados con el desarrollo de la ciudad pueden ser
puestos en relación con las aportaciones realizadas en los últimos 50 años por el conjunto del Movimiento
Moderno.
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Ciudad
La ciudad continúa designando el lugar o soporte estático de una triple comunicación que compromete
el intercambio de bienes información y artefactos. Permanece concebida como la unión indisociable de la
llamada urbs (territorio físico de la ciudad) y civitas (comunidad de ciudadanos que la habitan) o la relación
más directa entre una entidad compleja y fija y una población.
Etimológicamente, la palabra francesa “ville” viene del latín villa. Designando un asentamiento rural que
a menudo constituyó el núcleo de las ciudades medievales. La revolución industrial socavó una asociación
original, rompió la relación de complementariedad que unía la ciudad al campo y cavó entre ellas la famosa
diferencia que el comunismo. Sin embargo, no es gracias a una revolución social, sino a una permanente
evolución técnica que dio inicio la supresión de esta diferencia.
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Urbanismo
La noción de urbanismo nació en el marco de una reflexión sobre el impacto espacial de la revolución
industrial: la ciudad padece entonces un trastorno espontáneo que parece surgir de un cataclismo natural
incontrolable.
Desde su creación, la palabra ha servido para designar dos procedimientos diferentes. Por una parte,
“urbanismo” designa una disciplina nueva que se declara autónoma y quiere ser la ciencia de la concepción
de las ciudades. Ella postula la posibilidad de un dominio completo del hecho urbano y ha elaborado con este
fin teorías clasificables en dos corrientes: una denominada progresista se enfoca al progreso y a la
productividad; la otra denominada culturalista, se focaliza sobre objetivos humanistas. No obstante, a pesar
de sus diferencias, las teorías de ambas corrientes se fundamentan en un procedimiento idéntico: el análisis
crítico de la ciudad existente y la elaboración en contracorriente de un modelo de ciudad construible y
reproducible ex nihilo.
El modelo progresista (Congresos Internacionales de Arquitectura Moderna (CIAM, Le Corbusier)
propone un objeto urbano expandido cuyos componentes estandarizados son repartidos en el espacio según
un orden funcional y geométrico. El modelo culturalista (la ciudad jardín de Howard) es por el contrario
compacto y multifuncional.
Por otra parte y al mismo tiempo, “urbanismo” designa también otro procedimiento, pragmático y sin
pretensión científica, que no se enfoca a cambiar a la sociedad, sino que modestamente busca regularizar y
organizar con la mayor eficiencia el crecimiento y el movimiento de los flujos demográficos, así como la
mutación de la escala de las construcciones y de los equipamientos inducidos por la revolución industrial.
Técnica
El papel jugado por la técnica en la mutación de la ciudad europea ha sido demasiado desconocido como
para no privilegiarlo aquí. La reflexión (no filosófica) sobre la técnica y su historia tiende a aislarla en su propio
campo, mientras que está simultánea y directamente implicada, al mismo tiempo, en la morfogénesis del
espacio urbano y en la génesis de las mentalidades y de los comportamientos urbanos.
Cerdá fue el primero en juzgar este poder haciendo de las técnicas de transporte el motor de la historia
espacial de las ciudades, que la invención del ferrocarril y la utilización de la electricidad vinieron a
revolucionar. La secuencia de innovaciones técnicas que inauguran y van marcando este periodo. Entre los
campos más significativos están:
La construcción: nuevos materiales de construcción (acero, concreto, vidrio), cuyos
procedimientos de aplicación contribuyeron a cambiar el estatus de los edificios y a permitir su transformación
en objetos técnicos.
Los transportes. A partir de 1850, el ferrocarril le dio acceso a la sociedad occidental a una
movilidad de masas sin precedente y se convirtió en el más poderoso factor de densificación de las ciudades.
Después, a finales del siglo XIX, secundado por el tranvía y el Metro, sirvió también para la expansión de la
ciudad. A partir de la década de 1930, el automóvil le regresó a las redes carreteras su papel perdido en las
expansiones de la ciudad, y aumentó aún más la movilidad general, en tanto que la aeronáutica contribuiría a
fijar los grandes núcleos urbanos. ·
Las telecomunicaciones. El telégrafo, la radio, el teléfono con sus últimas aplicaciones
informatizadas han sido respectivamente aparejadas con las diferentes técnicas de transporte de las cuales
controlaban o controlan su funcionamiento. Además, las telecomunicaciones han multiplicado directamente
los intercambios de información de los citadinos, extendiendo su campo de acción, transformado su
experiencia del espacio, del tiempo y por lo mismo, la estructura de sus comportamientos.
La última figura de la urbanidad
El París de Haussmann tiene un valor de límite: punto de arribo de una tradición y punto de partida de
otra. París permanecía entonces en Europa como la única metrópoli cerrada, encerrada al interior del muro
anacrónico. Pero a pesar de este encierro, París jugó un papel inaugural gracias a la regularización que le
impuso el Prefecto. Por primera vez éste trató al conjunto de los espacios heterogéneos de la capital como
una entidad única, a la cual un plan global dotó de isotropía. Este plan que transformó a Paris, hizo de la ciudad
entera un sistema de comunicaciones: una red jerarquizada de vías disgrega los barrios, pone en comunicación
a los puntos clave y cardinales de la ciudad entre ellos y con las estaciones de ferrocarril, puertas urbanas que
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conectaban la ciudad cerrada con el conjunto del territorio nacional. También amplió la escala de la ciudad
entera. En fin, Haussmann dotó a la ciudad entera de un equipamiento higiénico concebido bajo la forma de
redes técnicas isomorfas y de un sistema respiratorio de espacios verdes.
El procedimiento regulador del Paris haussmaniano fue transportado al caso de las ciudades abiertas y
según otros procedimientos, este promovería la misma urbanidad inédita por ejemplo en Viena y Barcelona.
A diferencia de Paris, en estos dos casos los antiguos centros históricos fueron dejados intactos.
Proyecto de plan regulador para la ciudad de Viena
Este plan procedía, como el de Haussmann de una visión global y prospectiva de la ciudad. Pero en esta
ocasión estaba abierto ampliamente sobre el territorio circundante. En su versión terminada en 1910, la
expansión de la ciudad era controlada por medio de tres instrumentos: un sistema vial indefinidamente
prolongable, concebido bajo la forma de anillos periféricos concéntricos, ligados entre ellos y al anillo inicial
del Ring por radiales; un sistema de unidades de aglomeración (Stellen, de cien a ciento cincuenta mil
habitantes), bien individualizadas, implantables sobre las vías radiales y destinadas a canalizar la urbanización;
abundantes reservas de tierras periféricas justificadas por la imposibilidad de una prospectiva urbana.
Signos de deconstrucción
Desde el inicio del siglo XX, sin embargo, no habían faltado los signos anunciadores de una deconstrucción
inminente de la ciudad europea. Entre ellos
La ciudad lineal: primer proyecto de ciudad lineal, salido de la reflexión sobre las nuevas
técnicas de transporte, telecomunicaciones y sobre las incidencias sociales. Se preocupaba por mejorar las
condiciones de vida de la clase obrera. Se concebía bajo la forma puramente lineal: “Una calle indefinidamente
extensible de 500 metros de ancho”. El eje longitudinal de la ciudad lineal reagrupa las vías de transporte
(ferrocarril, tranvía, carreteras) las redes técnicas de distribución de gas, agua, electricidad, teléfono, así como
los servicios municipales y los parques. De un lado y de otro de esta espina dorsal, dos bandas longitudinales
formadas de manzanas ortogonales asocian el hábitat individual a los edificios públicos, comerciales,
culturales y se desarrollan más o menos en función de las necesidades. Este modelo estaba destinado a
suprimir la concentración y la densificación urbana.
Los Congresos Internacionales de Arquitectura Moderna (CIAM): ciudad máquina y
desaparición de la urbanidad: Le Corbusier describió y diseñó la ville radieuse (ciudad radiante) .Su idea se
presenta más bien como la deconstrucción sistemática de todos los tipos de ciudades anteriores, de toda
forma de aglomeración continua y articulada. Le Corbusier fue el instigador en 1928 y luego uno de los
principales protagonistas.
La “garden-city”: la ciudad jardín de Ebenezer Howard, era situada por Le Corbusier
exactamente al lado opuesto de su “ville radieuse”. Era un modelo de ciudad completo y suponía un proyecto
de sociedad global. Su inventor era un reformador social. Él no diseñó su propuesta sino que la presentó bajo
la forma abstracta de un esquema o “diagrama”, cuyo objetivo era repartir racionalmente y fijar
armoniosamente los flujos demográficos y las actividades sociales en las aglomeraciones discretas, de
pequeñas dimensiones, y casi autárquicas, que no debían exceder los treinta mil habitantes; circunscritas por
amplios cinturones verdes, reagrupaban concéntricamente todo tipo de instituciones y actividades sociales.
Los sectores industrial y agrícola estaban localizados en la periferia, pero en el interior de la entidad física
definida por la corona verde. Una red ferroviaria unía estas ciudades entre sí; las hacía constituir un conjunto
de sistemas interconectados y gravitando cada uno alrededor de una ciudad central de sesenta mil habitantes.
Lo urbano contra la ciudad: culminación de una mutación.
Entre estas innovaciones, las más determinantes conciernen primero a los transportes y la comunicación
a distancia. Las redes de transporte del Tren a Gran Velocidad (TGV) y del Metro a gran velocidad; los grandes
cargueros que multiplican la velocidad y la capacidad de las redes aéreas; las nuevas aplicaciones del teléfono
con la consulta a distancia de datos informatizados y la transmisión inmediata de mensajes escritos: todos
estos instrumentos confieren a quienes los utilizan un tipo de ubicuidad.
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Las nuevas velocidades de circulación favorecen de idéntica manera dos tipos opuestos de
movimientos y de implantaciones:
Por una parte, una tendencia a la concentración focaliza los flujos humanos en dirección de polos de
atracción que continúan siendo las metrópolis nacionales o regionales; pero las actividades se implantan en
las periferias siempre más ampliamente irradiadas, cuya expansión, ligada a la saturación progresiva de las
redes técnicas, coincide con el despoblamiento general y progresivo de los centros y de los núcleos urbanos
históricos.
Por otra parte, una tendencia a la dispersión opera una desconcentración lineal, o bien puntual. Ejemplo
del primer caso es la urbanización que continúa bordeando las costas o valles fluviales. Como ejemplo del
segundo caso se tienen las aglomeraciones alojadas alrededor de las terminales aéreas (aerociudades) o de
centros de investigación y de universidades (tecnopolos).
Divorcio entre urbs y civitas
El advenimiento de lo urbano deshace la antigua solidaridad entre urbs y civitas. La interacción de los
individuos es de ahora en adelante, a la vez, desmultiplicada y deslocalizada. La pertenencia a comunidades
de intereses diversos no se funda ya ni sobre la proximidad ni sobre la densidad demográfica local. Transportes
y telecomunicaciones nos implican en relaciones cada vez más numerosas y diversas, miembros de
colectividades abstractas o en las que las implantaciones espaciales no coinciden ya y no representan ya una
estabilidad en su duración.
Nuestra percepción de la ciudad no es continua sino, más bien, parcial, fragmentaria, mezclada con
otras preocupaciones. Casi todos los sentidos están en acción y la imagen es la combinación de todos ellos.
Para comprender la legibilidad de una ciudad no debemos limitarnos a considerar la ciudad como cosa
en sí, sino la ciudad en cuanto percibida por sus habitantes.
Como en todo marco eficaz, la estructura de la ciudad confiere al individuo la posibilidad de opción y un
punto de partida para la adquisición de nuevas informaciones. De este modo, una imagen nítida del contorno
constituye una base útil para el desarrollo individual.
Elaboración de la imagen
Las imágenes ambientales son el resultado de un proceso bilateral entre el observador y su medio
ambiente. El medio ambiente sugiere distinciones y relaciones y, el observador escoge, organiza y dota de
significado lo que ve. De este modo, la imagen de una realidad determinada puede variar en forma
considerable entre diversos observadores.
Estructura e identidad
Una imagen ambiental puede ser distribuida en tres partes
Identidad: identificación de un objeto, lo que implica su distinción con respecto de otras cosas,
su reconocimiento como entidad separable
Estructura: la imagen debe incluir la relación espacial del objeto con el observador y con otros
objetos.
Significado: práctico o emotivo para el observador.
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Las cualidades espaciales de anchura y estrechez debían en parte su importancia a la asociación común
de las calles principales con la anchura y de las calles laterales con la estrechez. Se vuelve automática la
búsqueda de la calle principal en la que también automáticamente se confía.
Las sendas aparte de ser identificables y continuas, también pueden tener una cualidad de dirección.
Quizá lo más frecuente es formar una escala mediante una secuencia de mojones o nodos que se
conocen a lo largo de la senda. Marcar regiones identificables cuando una senda entra o sale de ellas
constituye, también un medio poderoso para dar dirección y escala a una senda.
2) Bordes. Son aquellos elementos lineales que no son considerados sendas; son por lo común, pero no
siempre necesariamente, los límites entre zonas de dos clases diferentes. Obran como referencias laterales.
En tanto la continuidad y la visibilidad son de importancia decisiva, los bordes fuertes no son
necesariamente impenetrables muchos bordes son verdaderamente suturas y unen, en vez de ser vallas que
separan; y resulta interesante observar las diferencias de efecto.
A menudo, los bordes son asimismo, sendas. El elemento era representado por lo común como una
senda, reforzada por características de límite. Al igual que las sendas, los bordes pueden tener también
cualidades directivas. El contraste, la diferenciación de acontecimiento a lo largo de la línea y de la anchura
lateral son muy fuertes. El efecto esta reforzado por la concentración de sendas y actividades a lo largo de su
extensión.
3) Barrios o distritos. Son las zonas urbanas relativamente grandes en las que el observador puede
ingresar con el pensamiento y que tienen cierto carácter en común. Se lo puede reconocer desde el interior y
de vez en cuando se los puede emplear como referencia exterior cuando una persona va hacia ellos.
Las características físicas que determinan los barrios son continuidades temáticas que pueden
consistir en una infinita variedad de partes integrantes, como la textura, el espacio, la forma, los detalles, los
símbolos, el tipo de construcción, el uso, la actividad, los habitantes, el grado de mantenimiento y la
topografía.
Una vez satisfecho el principal requisito y ya constituida una unidad temática que contrasta con el
resto de la ciudad, el grado de homogeneidad interna resulta menos significativo, sobre todo si aparecen
elementos discordantes en una pauta previsible.
Los barrios tienen diversos límites, unos son rígidos, definidos, precisos; otros pueden ser suaves o
inciertos.
4) Nodos. Son focos estratégicos a los que puede entrar el observador, tratándose típicamente de
confluencias de sendas o de concentraciones de determinada característica. Pero si bien son conceptualmente
puntos pequeños en la imagen de la ciudad, en realidad pueden ser grandes manzanas o formas lineales algo
prolongadas e incluso barrios centrales enteros, cuando se considera la ciudad en un nivel bastante amplio. A
decir verdad, cuando se concibe el medio ambiente en un nivel nacional o internacional, la ciudad entera
puede convertirse en un nodo.
Puede considerarse que los elementos situados en confluencias adquieren especial prominencia
debido a su ubicación.
Los nodos pueden ser al mismo tiempo confluencias y concentraciones. Una forma física no es en
absoluta importancia fundamental para el reconocimiento de un nodo.
5) Mojones. Son puntos de referencia que se consideran exteriores al observador, constituyen elementos
físicos simples que en escala pueden variar considerablemente. En el caso de las personas más familiarizadas
con una ciudad parecía existir la tendencia a utilizar cada vez más como guías los sistemas de mojones.
La característica física clave es la singularidad, un aspecto que es único o memorable en el contexto.
Si los mojones tienen una forma nítida se hace más fácil identificarlos y es más probable que se los escoja
como elementos significativos.
Estos elementos constituyen tan solo la materia prima de la imagen ambiental en la escala urbana. Es
necesario conjuntamente para llegar a contar con una forma satisfactoria. Todos estos elementos actúan
conjuntamente en un contexto.
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• Una relación administrativa en tanto que la ciudad tiene asociada una parte del territorio que es el
término municipal.
La construcción es el motivo final del acto de parcelación que genera la formación del espacio urbano. La
parcelación configuradora de un sistema de propiedades y asociada a edificios construidos para durar, da a la
ciudad un alto grado de permanencia a lo largo del tiempo.
Todos los elementos fundamentales son necesarios para percibir el significado de la ciudad y
comprenderla en su conjunto, es decir, conocer su identidad. Debemos mencionar el plano de la ciudad, el
cual nos refiere a la totalidad del hecho urbano que es el que debemos entender. Los elementos
fundamentales coincidirán con los monumentos.
La red de los espacios públicos
Se denomina red porque se trata de un espacio continuo formado por diferentes elementos que
concentran los unos con los otros. Los espacios son públicos porque son propiedad y responsabilidad de la
colectividad y esto significa también que son de libre utilización. La red de los espacios públicos desempeña
cuatro papeles:
• Establece una relación de comunicación directa entre el espacio urbano y el territorio que lo rodea.
• Constituye el conjunto de canales de comunicación interurbana es decir, entre diferentes partes de la
ciudad. Por esta red se desarrollan todos los movimientos circulatorios de la ciudad.
• Es referencia permanente de la parcelación ya que es el espacio que proporciona acceso y servicios a
cada terreno individual.
• Focaliza y articula el tejido urbano aportando significado e imágenes de las partes de la ciudad.
Por lo que se refiere a la configuración de la red de espacios públicos de la ciudad podemos distinguir el
esquema ordenador; sería la ley de composición. Los elementos que la componen: la calle clásica con su
aceras; la avenida o calle importante; la arteria urbana con clara dominancia; el paseo o rambla con arbolado
y dominancia peatonal; la plaza; el parque urbano; la calle para peatones.
Los espacios parcelados
En los espacios parcelados de la ciudad se desarrollan todas las actividades que tienen algún grado de
privacidad. Esta privacidad proviene de las diferentes necesidades que tienen unas actividades en relación con
las otras, de la necesidad de intimidad y control de las personas o grupos. El espacio parcelado es un espacio
discontinuo, compartimentado, en el cual normalmente no es posible el acceso directo de una parcela a la
otra, y es también un espacio para ser edificado. La principal parcelación principal es la residencia, la vivienda.
• La industria se ha convertido en una importante actividad urbana y ocupa una buena parte de los
tejidos de la ciudad: en forma de edificios industriales que se edifican en el centro de la ciudad; o se
promueven nuevos tejidos destinados a la industria
• El comercio y las oficinas continúan en buena parte ocupando espacio en edificios fundamentalmente
residenciales, pero también aparecen nuevos edificios específicos para comercio y oficinas; hay un
desplazamiento de la residencia del centro a causa de este nuevo uso de edificios; la promoción de
elementos comerciales a gran escala separados del tejido urbano existente.
• La residencia toma forma en diferentes modelos de edificios; coexisten los bloques lineales, los
edificios plurifamiliares, áreas residenciales unifamiliares, etc. Lo que hace que de ninguna manera las
áreas modernas de la ciudad sea homogénea en su conjunto.
• Los equipamientos: al servicio de la población, reúnen funciones específicas, serán identificados en el
tejido.
• Los elementos de servicio: pueden tener una superficie considerable, efectos importantes en sus
alrededores, requerimientos de localización por sus necesidades de acceso o por el tipo de servicio
que deben prestar.
Las regulaciones urbanísticas son el procedimiento normal de intervención en los espacios parcelados de
propiedad privada. Estas regulaciones establecen los tipos edificatorios y los usos que son admisibles u
obligatorios.
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Los elementos urbanos de naturaleza preeminente los hemos señalado como elementos primarios en
cuanto participan de la evolución de la ciudad en el tiempo de manera permanente, identificándose a menudo
con los hechos que constituyen la ciudad.
El conjunto urbano esta subdividido según tres funciones principales: residencia, actividades fijas
(comprenden edificios comerciales, universidades, escuelas, hospitales, etc.) y circulación. Con el termino de
actividad fija podemos afirmar que los elementos primarios las comprenden, y que la residencia es con
respecto al área-residencia lo que las actividades fijas en relación con los elementos primarios.
La relación entre estos elementos primarios y las áreas-residencia corresponde a la distinción entre
esfera pública y esfera privada como elementos característicos de la formación de la ciudad.
Elementos primarios
Consideremos ahora los elementos primarios en su aspecto espacial, independientemente de su función;
se identifican con su presencia en la ciudad. Poseen un valor de posición. Pero los elementos primarios no
son sólo monumentos, como no son sólo actividades fijas; en sentido general, son los elementos capaces
de acelerar el proceso de urbanización de una ciudad y, refiriéndolos a un territorio más vasto, son los
que caracterizan los procesos de transformación espacial del territorio. Actúan a menudo como
catalizadores.
Procesos de transformación
La relación área-residencia y elementos primarios configura de modo concreto la ciudad. En todos
los casos siempre hay una estrecha unión entre los elementos primarios y el área; frecuentemente esta
unión llega a ser sin más un hecho urbano tan preeminente hasta constituir una característica de la
ciudad.
Ahora se puede afirmar que el carácter distintivo de toda ciudad, y por lo tanto también de la estética
urbana, es la tensión que se ha creado y se crea entre áreas y elementos, entre un sector y otro; esta tensión
viene Jada por la diferencia de los hechos urbanos existentes en cierto lugar y está medida no sólo en términos
de espacio, sino también de tiempo. Estos se refieren bien al proceso histórico allí donde hay presentes
fenómenos de permanencia, con todas las implicaciones que éstos poseen, bien en sentido puramente
cronológico donde se pueden hallar hechos urbanos acontecidos en tiempos sucesivos.
Clases Power-Point
Estructura urbana – Estructura territorial
1. Conceptualización
La ciudad es un hecho multidimensional que sintetizamos en dos dimensiones básicas: civis - urbis. De
las dimensiones básicas nuestro objeto de análisis es la dimensión física de la ciudad.
2. Estructura: organización – orden – esqueleto
El concepto de estructura relaciona los de “jerarquía”, “ordenamiento”, "organización" y "sistemas".
La estructura urbana es una categoría válida para entender la organizaron general, las relaciones entre
partes o sectores, la lógica de las transformaciones, la lógica de la localización de ciertos usos.
Específicamente interesa analizar la estructura espacial del sistema urbano, o sea, el conjunto de
actividades componentes de la ciudad y las relaciones que mantienen entre sí, desde el punto de vista de la
disposición de dichas actividades en el espacio urbano, de su valor de representatividad y la caracterización
de esas relaciones.
La estructura urbana hace referencia a la organización que adoptan los elementos constitutivos de la
ciudad en un momento determinado del tiempo. La estructura está conformada por un conjunto de partes y
componentes en una unidad que reconocemos como ciudad y las relaciones que las vinculan. En ella se
constituyen relaciones que determinan su organización y modos de crecimiento. Los mismos tienen como
finalidad garantizar su funcionamiento interno y su representatividad.
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En una ciudad no hay un solo centro histórico sino varios tipos y cantidades de centralidades. Esta
afirmación se fundamenta en dos hechos: primero, dentro de la ciudad coexisten múltiples centralidades que
tienen distintas funcionalidades, atendiendo al origen histórico, a la concentración de las funciones centrales
y a la relación con las periferias. Y, segundo, al ser la ciudad un producto histórico, todas las ciudades y la
totalidad de sus componentes son históricas. De esta afirmación se debe concluir que todas las centralidades
urbanas existentes en cualquier urbe tienen cualidades para ser definidas como centros históricos.
Si todas las centralidades urbanas son históricas, no se puede desconocer que dentro de ellas existen
distintos tipos de centralidades que se desprenden de dos elementos diferenciadores: el uno, la centralidad
como equidistancia nacida de una relación que viene de la concentración, la intensidad y la variedad de las
funciones centrales; y la otra, histórica, referida a la acumulación del valor de historia, que no es otra cosa que
la noción de antigüedad que tiene un espacio específico de la ciudad. Esto supone que los centros históricos
no puedan entenderse sino en el contexto de la totalidad urbana y de las mutuas e intervinientes relaciones
sociales.
Se puede afirmar que existen varias centralidades históricas, dependiendo de las funciones y de los
tiempos acumulados; es decir que, según el peso de las dos dimensiones, se podría identificar tres tipos de
ideales:
1. La centralidad fundacional tuvo inicialmente la función disciplinadora y civilizatoria, propia de las
demandas de la conquista y la colonización, para posteriormente ser parte de una ciudad unicentral; esta
centralidad venía desde una visión de lo público, de lo estatal y del espacio abierto donde su símbolo principal
fue la plaza. Hoy, en el contexto de la ciudad plural, se caracteriza por tener la más alta concentración de
historia en un espacio reducido.
2. La centralidad funcional estuvo marcada por la necesidad de la integración en el marco de una ciudad
expansiva con alta segregación y centrífuga. Es una centralidad con alta densidad de funciones centrales,
localizada en varios lugares estratégicos de una ciudad que presenta una morfología pluricentral, que es
construida desde el mundo de lo privado, lo empresarial y en espacios cerrados. Su símbolo es el mall
comercial.
3. La centralidad temática tiene un rol de conectividad en el contexto de la ciudad global e informacional.
Se trata de una centralidad con baja noción de antigüedad e historia y concentra las funciones que permiten
articularse con las ciudades más dinámicas del mundo. Su símbolo central son los artefactos de la
globalización.
La pluralidad de centralidades históricas plantea la necesidad de generar modalidad y grados de
integración que lleven a su articulación y a una relación con la totalidad de la ciudad. El gran reto está en
integrar las distintas velocidades que tienen las centralidades y armonizar las funciones que las cobijan.
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URBANISMO II – Cátedra Soijet – 2017
En el contexto de estos cambios que está sufriendo la ciudad en América Latina, la centralidad histórica
debe readecuarse a las nuevas funciones, para lo cual recurre a la promoción y construcción de GPU (grandes
proyectos urbanos).
El centro histórico es el espacio público por excelencia de la ciudad, y por ello, se debe convertir en la
plataforma de innovación del conjunto de la urbe y en objeto del deseo de la ciudad posible; es decir, la
centralidad histórica debe ser entendida como proyecto y no sólo como memoria.
Hipótesis sobre el futuro de los centros históricos
Los centros históricos están viviendo una dinámica que hace pensar que su futuro está en juego y que en
mucho dependerán las políticas que se diseñen. Hipótesis:
1. Podemos estar viviendo el fin de los centros históricos: el nacimiento de la centralidad histórica se
produce en el momento en que entra en decadencia. Tal crisis nace por la disfuncionalidad urbana,
por el deterioro de la centralidad, por problemas ambientales, etc.
Los centros históricos se pueden vaciar o erosionar por diversas vías: por la salida de las funciones de
representación política; por la reubicación de ciertas funciones mercantiles; por la acumulación de
pobreza; cuando se reduce su accesibilidad y articulación con la ciudad; y también por políticas
urbanas incorrectas.
2. Podemos estar viviendo el aparecimiento de otras formas de centralidad: un caso es la formación de
las centralidades longitudinales; una segunda vía es la integración de diversas centralidades,
existencia de centralidades discontinuas (integración de distintas centralidades); otra alternativa es
la definición de “no lugares” propio de la globalización.
3. Fortalecimiento de la centralidad histórica: el centro debe asumir su condición publica a partir de la
reconstrucción de su doble dimensión: en primer lugar, como espacio público que permite la
renovación del conjunto de la ciudad porque es el espacio que integra y organiza. En segundo lugar,
como objeto púbico de gobierno, se requiere de políticas sociales (salud, educación, vivienda).
El centro histórico como espacio público
La ciudad tiene puntos de encuentro y lugares significativos operando en un sistema para que pueda
existir como tal. Estos lugares de encuentro y puntos significativos son los espacios públicos, porque reúnen
los siguientes tres componentes fundamentales: lo simbiótico, lo simbólico y la polis.
• Espacio simbiótico en el sentido que genera integración, articulación, encuentro y conectividad de los
distintos y lo hace a partir de dos determinaciones: una que le da sentido y forma a la vida colectiva
mediante la integración de la sociedad, y otra que le da un orden y unidad a la ciudad a través de su
cualidad articuladora estratégica. En ese contexto, el centro histórico es el espacio de encuentro por
excelencia tanto por su condición de centralidad, que hace que sea un punto focal de la ciudad, como
por la suma de tiempo al pasado que le permite adquirir un valor de historia.
• Espacio simbólico porque tiene un patrimonio de símbolos que genera identidades múltiples,
colectivas y simultáneas. La carga simbólica proviene de la doble condición que tiene como centralidad
y como acumulación histórica, lo cual conduce a una carga identitaria que hace que la ciudadanía se
identifique y represente a partir de su cualidad funcional (centralidad) y de su sentido de pertenencia
(historia).
• Ámbito de la polis, es el lugar de la ciudad de mayor disputa, tanto del poder simbólico del que es
portador como de las políticas de modernización del Estado, entre lo público y lo privado.
Por eso el espacio público por excelencia es la centralidad –urbana e histórica-, lugar desde donde se parte,
donde se llega y desde donde se estructura la ciudad. El centro histórico es un espacio público no por sus partes,
sino por el gran significado público y colectivo que tiene el todo. Es un espacio de todos, porque le otorga un
sentido de identidad colectiva a la población, pero en un contexto de disputa del poder simbólico. Es un ámbito
de encuentro donde la población disputa, socializa e intercambia. Pero también lo es porque tiene un orden
público altamente especializado y definido: por un lado, leyes, ordenanzas y códigos; y por otro, un marco
institucional complejo que es capaz de producir una gestión pública de coacción, regulación y administración.
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URBANISMO II – Cátedra Soijet – 2017
Sin embargo, en la actualidad, aparecen nuevas formas de construcción de identidades sobre la base del
mercado, y por tanto, del consumo. Esto provoca que la globalización homogeneice, rompiendo la base de
existencia del centro histórico.
Esto trae como consecuencias el tránsito de la ciudad segregada, donde las partes que conformaban la
ciudad estaban integradas al todo a través del espacio público, hacia la ciudad fragmentada donde existen
constelaciones discontinuas de fragmentos espaciales, que terminan por diluir la unidad urbana.
El centro histórico como proyecto
El centro histórico debe convertirse en un proyecto que asuma el sentido del futuro deseado. De esta
manera, el centro histórico debe renovarse a partir de un preconcepto que le permita convertirse en una
propuesta como anticipación de resultados previstos y como forma de adelantarse conscientemente al futuro.
Es decir, debe convertirse en un objeto de deseo a partir de un sujeto social con voluntad consiente. Incluso,
se podría afirmar que el centro histórico no existe en la realidad y lo que le confiere existencia es su condición
de proyecto.
El CIAM de la preguerra
El Congreso Internacional de Arquitectura Moderna fue fundado en 1928 como una coalición de grupos
de avant-grade de toda Europa. Se reunieron regularmente varios países y fue en sus encuentros donde
debatieron y formularon los elementos básicos de una nueva aproximación a la arquitectura y el urbanismo.
El CIAM se enfocaba en la idea de que el rediseño y el desarrollo del futuro de las metrópolis del siglo XX
debían estar basados en las necesidades biológicas, psicológicas y sociales de las clases trabajadoras.
En 1930 la decisión tomada por el CIAM fue expandir formalmente el interés del grupo hacia el
urbanismo. Le Corbusier llamo la atención sobre la necesidad de una doctrina del urbanismo que debía
intentar articular la arquitectura y la planeación de las ciudades con la evolución social. De tal manera el
congreso expandió sus estudios comparativos del diseño de las unidades mínimas de viviendas al diseño de
los asentamientos de vivienda funcionales, se centró en la cuestión de la vivienda en altura versus la vivienda
de baja altura.
Se propuso un urbanismo basado en la distribución racional de los elementos funcionales de la ciudad.
Estas unidades de la metrópoli incluían edificios industriales, lotes de parqueo, campos deportivos y
rascacielos, así como otras tipologías de construcciones más tradicionales como las estaciones de tren y
edificios religiosos. Visualmente esta nueva ciudad sería una contra-imagen de la ciudad existente, basada en
un equilibrio plástico de sus componentes urbanos.
Le Corbusier enfatizaba que la base de los juicios del CIAM debía ser la habitación, la primera jerarquía
de cuatro funciones: habitación, trabajo, recreación y circulación. Continuaba diciendo que el ambiente
natural debía ser salvado del “leproso suburbio” de las ciudades existentes. Para él, la ciudad concentrada
favorecida con las técnicas modernas, aseguraba la libertad del individuo dentro de la estructura residencial y
organizaba la vida colectiva en relación con la recreación. Describía como el automóvil y el ferrocarril había
creado una nueva escala, y como el urbanista debía enfrentar un gran obstáculo para la reconfiguración
urbana, la propiedad privada.
Al igual que los otros miembros del CIAM, Sert enfatizaba el problema del caos de las ciudades
industriales modernas como una amenaza a la moral y a la salud pública de los habitantes de la clase
trabajadora. La solución era reorganizar estas ciudades para hacerlas más armoniosas y útiles. Insistía en que
las ciudades debían ser entendidas como parte de un todo económico, social y político, articulado con la
complejidad de las actividades biológicas de lo que él llamaba el individuo y la colectividad.
Para Le Corbusier “el plan debía gobernar”, ya que solamente él podía integrar las estructuras sociales
con las nuevas tecnologías dentro de un cuerpo racional, uno que pudiera resolver las contradicciones de las
modernas capitales socialistas. El tráfico estaría organizado a través de la separación de velocidades lentas y
rápidas, y la recreación masiva se organizaría de forma tal que proveyera sitios de esparcimiento dentro de la
ciudad y sus afueras.
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URBANISMO II – Cátedra Soijet – 2017
El CIAM de la posguerra
Una vez en Estados Unidos el CIAM de Nueva York se reunió con la ASPA, entre 1943 y 1948, cuyo interés
principal giraba alrededor de los problemas de la vivienda y el urbanismo en EEUU. Sin lugar a dudas, fue un
punto de encuentro crucial para varias figuras influyentes en la transferencia del urbanismo del CIAM a EEUU
y fue un esfuerzo para avanzar en la articulación entre la arquitectura moderna y el activismo político, hecho
similar a los anteriores grupos del CIAM en Europa. Sus miembros estuvieron envueltos de forma directa o
indirecta en varios enclaves por implementar el urbanismo moderno en EEUU en la década de 1940.
Se ofreció una versión revisada del urbanismo del CIAM, en la cual se adicionaba la quinta función, el
centro cívico o corazón de la ciudad; nueve puntos sobre la monumentalidad, en el cual el CIAM de la
preguerra había tenido muy poco en cuenta la importancia de los espacios cívicos y culturales para el
encuentro de los peatones y la vida pública.
Sert consideraba que estos planes se convertirían en modelos para la futura urbanización alrededor del
mundo. A diferencia del urbanismo de Le Corbusier, los proyectos de Sert no se basaban exclusivamente en la
vivienda en altura y, en cambio, recomendaban la preservación de las áreas históricas existentes. Al mismo
tiempo, estos planes eran similares al trabajo de Le Corbusier en relación con la búsqueda de la preservación
de las áreas naturales a lo largo de la región metropolitana y en la asunción de que en el futuro, los sistemas
de autopistas y de senderos peatonales se convertirían en los principales medios urbanos de transporte.
En 1951, Sert, observo que la mayoría de las personas en las ciudades se habían marchado a los suburbios,
correspondiendo a la tendencia de la descentralización de las ciudades. Para él, la única ventaja real de vivir
en una ciudad es acercar al hombre con el hombre, y hacer que la gente intercambie ideas y sea capaz de
discutirlas en forma libre. En los suburbios emergentes noticias o información venían a través de la televisión
o la radio, por lo tanto uno veía lo que le mostraban. Para Sert eso era peligroso ya que en el futuro la gente
de los suburbios solo vería y escucharía lo que los medios de control quisieran.
Su objetivo para el CIAM, era establecer una red de corazones de ciudades para recentralizar las grandes
áreas urbanas alrededor de centros peatonales que reunieran a la gente.
A pesar de la creciente influencia europea de miembros del CIAM no todos los arquitectos modernos y
planificadores estaban de acuerdo con el nuevo enfoque propuesto por Sert lo que llevo al surgimiento de una
división de unos y otros. Estas tensiones llevaron entonces a un rompimiento casi total en el CIAM.
A partir de los años 50, en los países capitalistas europeos se concretaron diversas iniciativas urbanísticas
con el fin del controlar el crecimiento desproporcionado de las ciudades capitales.
El fenómeno más característico de la segunda mitad del siglo XX es el cambio de escala que corresponde
al paso de la metrópolis a la megalópolis. La primacía de un núcleo central unitario rodeado por un área
suburbana extendida por el límite establecido por el medio rural es suplantada por una configuración regional
continua que agrupa diversos centros urbanos. Se trata de un proceso de conurbación en cadena, que alterna
urbanizaciones de alta y baja densidad, tramas compactas con espacios rurales, vinculados entre sí por las
relaciones funcionales y los ejes del sistema vial. El tejido irregular de la megalópolis agrupa ciudades,
regiones, estados o provincias.
El proceso de metropolización no responde a una planificación territorial estatal, sino que es el producto
de la dinámica impuesta por los intereses privados, los grupos de poder económico y los antagonismos sociales
localizados por el territorio. Por lo tanto, la megalópolis reproduce y amplía a escala regional los problemas
urbanos existentes en la metrópolis. Inclusive, su composición compleja contiene fenómenos contradictorios
tales como los procesos de dispersión suburbana y de concentración de los núcleos centrales de la ciudad.
Principales contradicciones
- Nivel económico: la dispersión de los centros industriales y administrativos sobre el territorio
altera el equilibrio económico de las grandes ciudades.
- Nivel social: la estratificación social presente en los núcleos urbanos se extiende a todo el
territorio. El proceso actual tiende a localizar en los suburbios las clases con mayores recursos
económicos, en extensas zonas residenciales o en ciudades nuevas, mientras los trabajadores
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manuales y las minorías raciales ocupan los centros metropolitanos, en particular las áreas centrales
deterioradas.
- Nivel infraestructural: la estructura irregular y dispersa de la megalópolis no permite la
organización de una trama infraestructural y de servicios sociales equilibrada. El estado prioriza las
inversiones en la construcción de autopistas. El capital privado, dirige sus inversiones hacia los
gigantescos supermercados regionales que constituyen los principales centros de consumo y de
contactos sociales.
- Nivel de diseño ambiental: desarrollado en diferentes metodologías para salvar algunos
espacios urbanos del caos y del deterioro físico creados por la especulación edilicia.
Objetivos de la remodelación urbana
Desde la publicación del Corazón de la ciudad, por el CIAM, en la década de los años 50, el tema de la
revitalización de los centros urbanos tradicionales ha sido una constante hasta nuestros días. Kevin Lynch
analizo en “La Imagen de la Ciudad” los cuatro aspectos negativos existentes en la ciudad y propone un método
de diseño aplicable en un proceso paulatino de corrección formal. El degaste perceptivo, la falta de identidad
visual, la ilegibilidad, la rigidez y la carencia de desahogos de la ciudad son superables a partir del control de
la imagen ambiental – el recuperar su identidad, estructura y significado – que se alcanza por medio de sus
componentes básicos, que el autor define como sendas, bordes, barrios, nodos y mojones.
¿A qué intereses responde el proceso de remodelación urbana en la ciudad capitalista? El objetivo real
ha sido la concentración y valorización de los símbolos identificadores de la clase dominante.
¿A quién ha afectado el rediseño de las áreas centrales? Básicamente a los estratos sociales de menores
recursos y a las minorías raciales que ocupan los barrios de vivienda deteriorados del centro y cuya demolición
los expulso hacia las zonas periféricas de la ciudad.
La violencia urbana cotidiana tuvo su momento álgido en la década del 60, cuando se produjeron las
sublevaciones de las minorías raciales en las ciudades norteamericanas. En todo el país se calcula que las viejas
ciudades perdieron miles de puestos de trabajo. El deterioro de los barrios pobres alcanza situaciones límites
al desaparecer el mantenimiento y las infraestructuras técnicas mínimas – agua, luz, gas, etc. – por el
abandono de los propietarios de viviendas y terrenos debido al monto elevado de los impuestos.
La tipología de los centros direccionales vigente en las capitales de los países capitalistas industrializados
a nivel mundial se basa en el esquema repetitivo de los rascacielos de acero y cristal, entremezclados con
edificios particularizados, por su función específica.
En la década del 70 desaparecen las viejas aspiraciones contenidas en el Corazón de la ciudad. La idílica
visión de un centro urbano al servicio de la comunidad, con sus calles peatonales, sus parques con frondosos
árboles, sus espacios abiertos y disponibles para los contactos sociales, es negada por las contradicciones
sociales y económicas: los antagonismos de clase y sociales, la criminalidad, el vandalismo, el deterioro
ambiental, la insuficiencia de los servicios públicos, determinan un cambio tipológico de los centros
comerciales y administrativos. El nuevo modelo comprende una o varias torres, unidas entre sí por un
complejo basamento cerrado al exterior, contenedor de un sinnúmero de actividades comerciales, culturales
y administrativas. Estas ya no se realizan en la calle sino en el interior de las brillantes cajas puras de cristal.
La dispersión urbana de las funciones
A pesar de los intentos de los agentes de la clase dominante por recuperar la centralidad urbana, en la
década del 70 se aceleró el incremento de la expansión suburbana, tanto del hábitat como de las estructuras
productivas. Las principales causas de este proceso son las siguientes: la violencia y deterioro del marco físico
y social urbano; los elevados costos del asentamiento céntrico; la independencia entre los procesos de
dirección, administración y producción; la automatización de los procesos productivos; las innovaciones
tecnológicas en las comunicaciones y procesamiento de datos; el incremento de las autopistas y del uso
individual del automóvil; la valorización de la vivienda unifamiliar aislada.
El fenómeno territorial constituye una manifestación parcial de la ideología global elaborada en la fase
actual del capitalismo desarrollado. El incremento de la industria no contaminante, automatizada, controlada
por técnicos de nivel superior, en las ramas de la electrónica, química, productos farmacéuticos, objetos de
consumo, etc. ha permitido liberar la localización espacial de las sujeciones tradicionales ante la disponibilidad
energética, de transporte y del procesamiento de la información por medio de computadoras.
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No se explica el nuevo “hombre masa” de los suburbios, caracterizado por las tres revoluciones actuales
– la suburbanización, la automatización y la revolución de las relaciones humanas – pertenece a empleados
calificados y solo una proporción mínima a los trabajadores. Se trata, entonces, de una nueva distribución de
las clases sociales sobre el territorio.
La recuperación del tejido histórico
La década del 70 se caracteriza por la importancia que asume la ciudad tradicional, frente a las nuevas
intervenciones y la expansión infinita de los suburbios que habían reestablecido la tónica de la etapa anterior.
Rossi plantea la necesidad de la lectura histórica de la ciudad y la definición de los elementos básicos de
la tipología urbana en sus dos alternativas esenciales: los monumentos y el tejido.
Los nuevos aportes se relacionan con las persistencias, que constituyen la herencia ambiental de
colectivo social, expresión de “la historia del arte, el ser y la memoria”.
La hegemonía de lo nuevo sobre la herencia histórica pierde significación ante una lectura más precisa
de la vida social urbana. El tejido del hábitat constituye su particular identidad ambiental. Los monumentos
actúan como signos simbólicos y culturales que señalan las principales funciones sociales. Estos valores se
fueron perdiendo progresivamente, tanto por la expansión del suburbio anónimo como por la remodelación
radical de las áreas centrales y la demolición de los barrios tradicionales.
La toma de conciencia de la necesidad de conservar el centro histórico de las grandes ciudades en la
mayoría de los países del mundo, se hizo realidad a partir de las campañas internacionales de los organismos
culturales y de la definición de políticas técnicas, sociales y económicas.
No cabe duda que la dinámica creada por la recuperación del contexto histórico incide en la
transformación de los esquemas rígidos y no solo permiten la salvaguardia de la herencia arquitectónica y
urbanística, sino también condicionan el diseño de los nuevos conjuntos, en los cuales se aspira a crear la
densidad del ambiente urbano espontáneo.
En 1929, el CIAM reconoció que el estudio de los problemas de la arquitectura moderna estaba ligado al
de los de la urbanística y que no era posible trazar una línea clara de separación entre unos y otros. Desde
entonces, los Congresos Internacionales se han ocupado tanto de la arquitectura como de la urbanística. Los
estudios sobre la vivienda han llevado a considerar el aprovechamiento del terreno, los servicios comunes y
la circulación, en consecuencia, el análisis de la ciudad en su conjunto.
Necesidad de un centro cívico
Con la expansión sin precedentes de la periferia en los últimos cien años, los suburbios han llegado a ser
mayores que la propia ciudad, y en algunas naciones la masa de la población se ha convertido en suburbana.
Muchos urbanistas se han dejado llevar por esta tendencia general, dedicando todos sus estudios a las zonas
suburbanas con lo que ha conllevado a la descentralización.
Al mismo tiempo que la vida ha ido abandonando los antiguos centros, las zonas de negocios y comercio
han ido desarrollándose espontáneamente a lo largo de las nuevas arterias y calles principales, las cuales
pronto quedan congestionadas y decaen.
La descentralización y la consiguiente especulación con los terrenos constituyen una verdadera amenaza
para las ciudades y para la estabilidad de sus valores tradicionales. Para acabar con este desordenado proceso
se necesita crear una corriente contraria, es decir, un proceso de recentralización. El plan exige la creación de
nuevos centros comunes que sustituyan los que fueron destruidos por aquel crecimiento desordenado.
La ampliación excesiva, la congestión del tráfico y la dispersión han separado al hombre del hombre,
estableciendo barreras artificiales. Se sigue creyendo que los lugares de reunión pública, tales como plazas,
paseos, cafés, etc. donde la gente pueda encontrarse libremente y elegir el tema de conversación que sea de
su agrado, no son cosas del pasado y que deben tener lugar en las ciudades.
Si se quiere dar una forma definida a las ciudades hay que clasificarlas y subdividirlas en sectores,
estableciendo centros o núcleos para cada uno de ellos. Estos núcleos actúan como elementos catalizadores
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URBANISMO II – Cátedra Soijet – 2017
y alrededor de los mismos se desenvuelve la vida cotidiana. En ellos se agrupan edificios públicos de distintas
clases, siguiendo una línea armónica de forma y espacio. Sus dimensiones serán definidas según las actividades
que hayan de desarrollarse en ellos, pero los factores principales que determinan su forma definitiva son: unas
distancias tales que puedan ser fácilmente recorridas a pie, una fisonomía arquitectónica que resulte
agradable y todo aquello que contribuya a que la gente se encuentre bien allí.
Sin embargo, el carácter y las condiciones de la vida cívica no dependen exclusivamente de un marco
favorable, sino que están ligadas a la estructura política, social y económica de cada comunidad. La creación
de estos centros es tarea del gobierno, su existencia no puede dejarse al arbitrario de la especulación privada,
porque son fundamentalmente necesarios a la ciudad.
Uno de los primeros requisitos que tiene que cumplir estos centros de vida de la comunidad es la
separación entre peatones y automóviles. En los centros deben encontrarse, arboles, plantas, agua, sol y
sombra; todos los elementos naturales agradables al hombre; y estos elementos deben armonizar con los
edificios y sus formas arquitectónicas, sus valores plásticos y sus colores.
La arquitectura, la pintura y la escultura en el corazón.
La arquitectura moderna se ha mantenido separada de sus artes hermanas en los últimos años, siendo
asi que en su origen le debe gran parte de su inspiración.
Son muchos los arquitectos modernos que experimentan la necesidad de una estrecha colaboración con
pintores y escultores. Un nuevo acercamiento de las artes plásticas enriquece el lenguaje arquitectónico, y
esta colaboración ayuda a la propia arquitectura a desarrollar mayores valores plásticos, mayor calidad
escultórica.
La pintura y la escultura deben ser llevadas a los centros vitales de nuestra comunidad, para que susciten
el interés visual de la gente, para que disfruten de ellas, para su educación, para que sean sometidas a su
juicio. La urbanística, la arquitectura, la pintura y la escultura pueden ser combinadas de tres modos:
• La colaboración integral se halla ligada a la concepción del edificio, actuando a menudo el mismo
arquitecto como escultor y pintor.
• La colaboración aplicada primeramente concibe al edificio. Su expresión es intensificada por la
cooperación del escultor y pintor, pero el carácter de la obra de estos y el espacio que les sea
destinado son determinados por el arquitecto.
• La colaboración conexa comprende a la arquitectura, la pintura y la escultura relacionadas entre
sí, manteniéndose separadas las respectivas obras.
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URBANISMO II – Cátedra Soijet – 2017
Las grandes ciudades latinoamericanas se debaten actualmente entre dos procesos de transformación
socio-territorial: la densificación y verticalización de las áreas centrales, y la expansión cada vez más difusa y
fragmentada de los suburbios. Esta dicotomía entre ciudad compacta y ciudad dispersa parece mostrar
procesos singulares en el caso de la RMBA.
La centralidad se entiende como la zona de concentración de poder, en especial el poder económico y,
particularmente, de los equipamientos, funciones y actividades de comando de la economía nacional y de la
red de vínculos económicos con la economía global. Desde esta perspectiva, algunas metrópolis
latinoamericanas han experimentado un gradual deterioro e incluso vaciamiento de su área central histórica,
y el traslado bastante radical de funciones de comando hacia la periferia o emplazamientos pericentrales.
Buenos Aires, más allá de las operaciones de mejora del espacio público, la peatonalización, recuperación
del patrimonio arquitectónico y la promoción de los usos culturales y turísticos, la monocentralidad y la
vitalidad del Área Central Tradicional mantiene su primacía en la concentración del poder político y
económico, a pesar del notable crecimiento de nuevas centralidades en su región metropolitana.
Dinámicas y procesos de reconfiguración de la centralidad en la RMBA
Suburbanizacion dispersa y nuevas centralidades complejas en el eje norte.
La reestructuración socio-habitacional en el conjunto de la RMBA durante las últimas dos décadas
muestra la dualización existente en los procesos de suburbanización residencial, así como la proliferación de
enclaves en forma de urbanizaciones cerradas. El patrón de expansión continuo del espacio metropolitano, en
forma de “mancha de aceite”, que la metrópolis había conservado hasta fines de los años setenta, se alteró
progresivamente hacia un crecimiento fragmentado, de baja densidad, conformando un verdadero
archipiélago urbano, con una morfología de corredores y bordes difusos.
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URBANISMO II – Cátedra Soijet – 2017
Actualmente hablar de centralidad implica la delimitación de una zona donde se concentren el poder
político y el poder económico y, particularmente, los equipamientos, las funciones y actividades de comando
de la economía nacional y de la red de vínculos económicos con la economía global.
Paralelamente, la centralidad hoy debe ser estudiada en una doble dimensión: la clásica, donde
predomina el elemento físico, la contigüidad espacial, la aglomeración física de objetos emblemáticos del
poder económico y la dimensión reticular, donde los vínculos predominantes son inmateriales (por medio de
las tecnologías de comunicación e informática).
La centralidad en los planes y proyectos urbanos de Buenos Aires
El análisis de la evolución histórica del área central permite entender las especificidades,
transformaciones y permanencias de la centralidad en Buenos Aires.
1. El área central histórica de la ciudad se asienta sobre la traza de la primera fundación en 1536 y
de la segunda, realizada por Juan de Garay en 1580. La traza de organiza en torno a la Plaza
Mayor (actual Plaza de Mayo).
2. En 1776 Buenos Aires fue declarada capital del Virreinato del Rio de la Plata, decisión política que
incentivó al crecimiento demográfico.
3. En las tres últimas décadas del siglo XIX se definió la estrategia de inserción del país en la
economía mundial como productor y exportador agropecuario. La principal obra de
infraestructura vinculada al modelo de desarrollo agroexportador fue el Puerto de Buenos
Aires.
Desde este centro y a través de la extensión de las vías de comunicaciones terrestres y
ferroviarias, la ciudad se expandió hacia el norte, el sur y el oeste. Esta obra consolido el papel
de Buenos Aires como centro comercial y ciudad-puerto.
4. Entre 1880 y 1915, acompañado del crecimiento demográfico de la incipiente metrópolis, se
proyectaron y construyeron importantes obras de renovación del área central, que empezaron
a modificar la traza colonial en damero. La apertura de la Avenida de Mayo y, posteriormente, a
las dos grandes diagonales Norte y Sur. Estas avenidas fueron pensadas para conectar los tres
poderes del gobierno; la Casa de Gobierno, el Congreso de la Nación y el Palacio de Justicia.
5. En 1929, luego de su visita, Le Corbusier elaboro el Plan Director para Buenos Aires inspirado en
la urbanística del CIAM. Además de proponer una concentración y densificación de la ciudad en
un tercio de su territorio, propuso configurar un nuevo centro administrativo y de
equipamiento.
Estos planes, proyectos y grandes obras han definido una vigorosa primera etapa de modernización e
internacionalización de la centralidad histórica de la ciudad de Buenos Aires. La misma está fuertemente
vinculada a la etapa de constitución y organización del Estado nacional y al modelo de desarrollo
agroexportador.
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URBANISMO II – Cátedra Soijet – 2017
Entre 1932 y 1962 se avanzó con los estudios para la formulación del Plan Regulador para la ciudad, el
cual dedico particular atención a la centralidad, proponiendo una jerarquía de centros y subcentros,
clasificados según los diferentes servicios que brindaban. La estrategia para el Área Central fue su expansión
hacia el sudeste a través de la liberación de los terrenos portuarios situados frente a la Casa de Gobierno. Este
nuevo Centro Cívico formo parte de un polígono mayor donde se localizaron usos mixtos.
El Plan proponía un conjunto de acciones puntuales de renovación urbana. La más relevante fue el
Proyecto de Urbanización de Catalinas Norte donde se definió un conjunto de premisas básicas para la
renovación de un terreno. Los principales usos previstos fueron oficinas, estacionamientos, salas para
congresos, cines y teatros, galería comercial y un gran hotel turismo internacional.
De este modo, Catalinas Norte significo un hito importante en el proceso de modernización y
verticalizacion de la misma, siendo además la concreción más relevante de una segunda fase de
internacionalización de la centralidad histórica, vinculada esta vez a la fase desarrollista de la economía
argentina.
Puerto Madero simboliza, en más de un sentido, una tercera fase de modernización e internacionalización
de la centralidad histórica de Buenos Aires.
La expansión de la centralidad
Un nuevo tipo de producto arquitectónico, el edificio inteligente, ha contribuido a alimentar dos
fenómenos: por un lado, la modernización del espacio de gestión empresarial y de las funciones de comando
de la economía, y por otro lado, la reorganización espacial del poder económico y su significación en la
evolución de la centralidad histórica y en la aparición de una red de subcentros de negocios en la periferia
metropolitana.
El proceso de reestructuración de la centralidad de la RMBA se apoyó en tres fenómenos:
• Modernización, verticalizacion y densificación del Area Central, lo que indica que, dicho distrito
de comando continúa teniendo una enérgica vitalidad y liderazgo en su especialización funcional.
• Formación del Área Central Expandida que se derrama hacia el norte y particularmente hacia el
este y sur – fortalecida por la operación urbanística de Puerto Madero – en lugar de generarse
un centro de negocios alternativo.
• Formación de una red de subcentros en la periferia metropolitana norte.
Clases Power-Point
Centralidad
Siglo XIX: la idea de centro y la intervención en la ciudad heredada.
La transformación “extramuros” (Plan Cerdá, Barcelona, 1859) Ensanche de Barcelona
Configuración de las vías:
• Clara separación de tráfico peatonal y vehicular.
• El subsuelo conducirá los servicios.
• El cruce de vías debe ser el que posibilite la continuidad y el menor conflicto entre peatones y
transportes rodados.
• Ancho aproximado de las calles: 20 metros, 10 metros para autos y veredas de 5 metros.
Configuración de las manzanas:
• Cada manzana es vista como una pequeña urbe (conectadas por vías con las otras)
• Ochavas, aplicados en las esquinas para mejor visibilidad y fluidez en de la circulación.
• La orientación de los vértices de los cuadrados coincide con los puntos cardinales por lo tanto
todos sus lados tienen luz directa del sol a lo largo del día.
.
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URBANISMO II – Cátedra Soijet – 2017
La ciudad que se reconoce al iniciar el siglo XXI ya no puede explicarse a partir de la tradicional relación
de dependencia centro – periferia que rigió su comprensión durante el siglo XX. Primero, porque las ciudades
hoy se entienden en un marco territorial más amplio que aquél definido por los límites urbanos propios y en
este ámbito, la ciudad ya no tiene un centro ni una periferia, ni existe una relación de dependencia de una con
la otra. Segundo, porque si se piensa en el término periferia al interior de la disciplina del urbanismo, la idea
teórica y espacial de lo que se reconocía hasta hacía unos años ha cambiado radicalmente. Basta revisar la
forma como han evolucionado variables como el concepto, la localización, las características formales del
espacio o los significados y valores asignados a lugares identificados tradicionalmente como periferia.
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URBANISMO II – Cátedra Soijet – 2017
destacan por sus valores formales y medioambientales, por ofrecer todo aquello que las áreas centrales ya no
poseen.
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URBANISMO II – Cátedra Soijet – 2017
La urbanización privada, separada social y físicamente de su entorno por muros de cerramientos con
limitados puntos de acceso y control, es una de las formas de desarrollo urbano más extendidas y exitosas en
la Argentina de las pasadas décadas.
Se desarrolla a partir de la difusión de la vivienda de fin de semana o veraneo, en especial la agrupada en
los llamados clubes de campo. En la década del ’90 comienza a extenderse la tendencia a su conversión en
residencia principal. Sin embargo, es cada vez menor la proporción de los clubes de campo que por los
procesos mencionados se transforman en residencia permanente, mientras crecen los casos en las que las
urbanizaciones privadas son diseñadas directamente como lugares de residencia principal.
Las ciudades privadas son complejos de significativa extensión conformadas por los barrios cerrados de
diversas características, cada uno a la vez segregado del resto tal como la ciudad. Estos complejos poseen una
administración común y sus equipamientos de servicios incluyen supermercados, escuelas de diversos niveles,
centros de salud, locales comerciales y equipamientos recreativos y deportivos. El desarrollo que inicia esta
tendencia es Nordelta.
El fenómeno reconoce una serie de causas de diversa especie. Entre las más inmediatas se destaca el
completamiento y renovación de la red de autopistas urbanas de Buenos Aires que brindo la posibilidad de
conectar en tiempos razonables el centro de la ciudad con las áreas periurbanas.
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URBANISMO II – Cátedra Soijet – 2017
La cultura “country”
Una de las formas más exitosas de desarrollo inmobiliario es la llamada “Torre Country”, edificio de
vivienda en altura con servicios, separado física y visualmente de la calle por cercas y paredones, con accesos
concentrados y controlados. Se trata de una tipología que rescata de la ciudad solo sus ventajas de localización,
pero que resulta profundamente antiurbana por sus defectos de destrucción del tejido barrial, tanto en
términos de arquitectura como de relaciones sociales.
El fenómeno country debe ser analizado también en clave medio-ambiental. Se trata de la ocupación
ineficiente del suelo a partir de la dispersión territorial, con sus secuelas perdidas de suelo productivo y de
incentivo a la movilidad en automóvil privado.
Curiosamente, cuando la sociedad recupera la democracia la ciudad se hace más jerárquica y los barrios
se segmentan por la posibilidad de acceso económico. El cierre del territorio expresa una forma primitiva de
la lucha de clases: los ricos cercan sus barrios, los desocupados se hacen piqueteros y cierran las calles.
En el interior de las ciudades globales, la difusión de las nuevas pautas de organización territorial tiende
a aumentar la segregación interna produciéndose, por una parte, una fuerte concentración de inversiones de
capital en ámbitos precisos considerados como espacios estratégicos a nivel urbano, y por otra, un relativo
abandono de las amplias zonas residuales. Los espacios estratégicos reestructurados consisten básicamente
en:
• Centros urbanos: dominados por el terciario avanzado que adopta una fisonomía particular que
se difunde a nivel mundial.
• Nuevos ámbitos de comercialización de bienes y servicios: producen la concentración en una
localización puntual de un espectro muy variado de productos, la prestación de distintos tipos de
servicios y el esparcimiento.
• Cambios importantes en la estructura socioespacial urbana: implican transformaciones de los
procesos residenciales y el surgimiento de nuevas tipologías edilicias; procesos de
“gentrificación” que permiten a sectores de altos ingresos colonizar zonas centrales
anteriormente deterioradas y, también procesos dirigidos a la ocupación de nuevas
localizaciones residenciales en la externa periferia de las regiones urbanas, valorizando la
seguridad, el entorno paisajístico, el contacto con la naturaleza y el menor costo de la tierra,
aunando la accesibilidad por medio del automóvil.
Se dictaron en la ciudad de Buenos Aires dos procesos de suburbanizacion: el primero en las décadas de
1940-1960 y el segundo entre 1980-1990. En primer lugar, los “loteos económicos” constituyeron la periferia
externa de la aglomeración en un anillo continuo de norte a sur. En este mismo anillo, a modo de enclaves,
también se localizaron los desarrollos fuera del mercado, las villas miseria. Los nuevos enclaves de los 90,
ahora enclaves de los ricos, se localizan en partidos de la tercera corona, mas afuera de la periferia tradicional.
En ambos casos los enclaves se implantan en el territorio con características que entran en conflicto con el
tejido urbano abierto y amanzanado.
Esta vecindad territorial dramatizo los contrastes socioespaciales e impuso una lógica de la
fragmentación urbana: enclaves de riqueza, cuyo nexo de unión con la ciudad son las autopistas y el automóvil,
que se proveen así mismos los servicios básicos y que generan sus propios centros de compras, esparcimiento
y educación, deben implantarse en zonas próximas a las villas miseria, con viviendas autoconstruidas y
servicios básicos deficitarios y autoprovistos y comunicados con las actividades urbanas los puestos de trabajo
mediante el transporte público.
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URBANISMO II – Cátedra Soijet – 2017
público), funcionales (áreas urbanas que han entrado en obsolescencia, como puertos y
ferrocarriles), etc.
• Crecimiento marginal (periférico): Se trata de áreas que pueden ubicarse en los bordes de la
ciudad o en algún fragmento peri central con condiciones ambientales desfavorables y que son
ocupadas por viviendas precarias y grupos sociales excluidos.
• Colmataciones: Son un modo de crecimiento que produce la densificación constructiva de los
lotes o superposición de nuevos pisos a las edificaciones existentes.
• Sustituciones: Cuando se demuele una edificación existente de baja densidad generalmente
y se reemplaza por un nuevo edificio (generalmente de mayor volumen constructivo).
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URBANISMO II – Cátedra Soijet – 2017
construcciones y sobre todo los lugares de asentamiento que en la casi totalidad de los casos se establecen en
los bordes de los cauces de cursos de agua o en otras áreas análogas de geografía irregular y difícil
accesibilidad.
Las condiciones urbanísticas de la pobreza:
1. Aspectos sociales (en relación con el territorio de asentamiento):
a. Territorialidad: En este aspecto se plantean dos instancias opuestas. Las áreas en las que se
observan situaciones de arraigo y las que son producto de la exclusión y localización dentro
de la ciudad en condiciones marginales
2. Aspectos físicos y arquitectónicos
a. Localización: Su implantación “marginal” a veces es periférica a la ciudad consolidadas y
otras constituye verdaderas periferias interiores. Se trata de terrenos barrancosos o
inundables, en coincidencia con los cauces de cursos de agua, terrenos con problemas de
accesibilidad por barreras funcionales y/o topográficas.
b. Accesibilidad: Grandes superficies a las que solo se accede por un punto (riberas, barrancas,
etc.). Suele ser un sendero, calle o paso a nivel, que se conecta con la “ciudad oficial” y
constituye la única estructura reconocible del asentamiento hasta perderse.
3. Aspectos ambientales: Aparece la basura como fuente de subsistencia. Este hecho condiciona las
características ambientales del área, generando degradación, contaminación y condiciones de
insalubridad.
4. Aspectos jurídicos: situación dominal: Reconocible la “ilegalidad” en la tenencia del suelo y la
vivienda y a partir de esto su falta de registro en planos municipales. Corresponde evaluar la acción
que las políticas urbanas han ejercido en las condiciones del habitar. Generalmente son
consecuencia de procesos repentinos o paulatinos de invasión de terrenos sin control de propiedad
o vacancia de usos.
Ficha de clases
La idea de periferia hace necesaria referencia a un centro que la precede, noción que corresponde a la
experiencia histórica de la segregación de determinadas funciones fuera del perímetro definido como ciudad.
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URBANISMO II – Cátedra Soijet – 2017
Con esta idea de periferia, Ezquiaga explica que se consolida un modelo de ciudad segregada social y
funcionalmente, en el cual se le asigna a la periferia la función de acoger los asentamientos productivos y las
viviendas populares conforme a un gradiente que segrega clases y funciones más bajas a las coronas más
alejadas; esto produce una ocupación difusa del territorio, con la aparición de nuevos centros alternativos que
se autonomizan debido a la ampliación de la movilidad metropolitana trasformando el modelo metropolitano
en una estructura policéntrica. La periferia es también sinónimo de ciudad contemporánea, ya que es la forma
de urbanización producida en las últimas décadas.
Javier Monclús reconoce, en la disolución de la ciudad compacta tradicional, una realidad urbana más
difusa y fragmentada de la cual la periferia es parte constitutiva. Afirma que se trata de un espacio urbano
fragmentado y disperso en el que se pueden distinguir zonas destinadas a distintos usos y con diferente
contenido social. Caracteriza también a la periferia, en general, con el predominio de las bajas densidades en
áreas residenciales apoyadas en diversos sistemas de infraestructuras viarias y dotadas de extensos espacios
libres. Pero también asocia a la periferia con el carácter cada vez más extensivo de las nuevas áreas
industriales, los parques vallados de oficinas, los equipamientos deportivos y de todo tipo, universidades,
aeropuertos e implantaciones civiles o militares, centros comerciales, etc. es decir, se trata de piezas cada vez
más autónomas que se yuxtaponen en forma discontinua y entre las cuales proliferan espacios intersticiales,
vacíos urbanos y terrain vagues.
Moscato, haciendo referencia a nuestras ciudades latinoamericanas, analiza su estructura urbana,
reconociendo un centro de la ciudad como el referente necesario de todos los habitantes, a los barrios como
los sectores geográfico-culturales donde se constituyen las identidades básicas de la ciudad y a la periferia
como el sitio donde se construye la nueva ciudad y las nuevas identidades. Explica que la mayor proporción
de la población vive en la periferia, ya sea en asentamientos regulares o irregulares, y que el ritmo de
crecimiento de estas supera ampliamente al de las áreas centrales. Es decir, esta nueva ciudad se desarrolló a
partir de un centro histórico y se expande a través de las comunas adyacentes, con implicaciones políticas,
sociales, culturales, económicas y tecnológicas. Moscato habla además de la necesidad de modificar las
condiciones de debilidad que provocan la extensión demográfica y de ocupación del territorio indefinida, y la
de incluir factores orientados a repensar el destino de la ciudad futura; y expone al proyecto urbano como la
estrategia para lograrlo. Y afirma que estas áreas de nueva centralidad modifican la tendencia de crecimiento
ilimitado del tejido tradicional y elaboran los criterios de renovación urbana.
La periferia de caracteriza por:
• Extensión indefinida. Grandes distancias conectadas por redes de infraestructura, y salvadas
debido a los nuevos medios de transporte y comunicación. Multiplicación del tejido original
varias veces en población y superficie. Baja densidad, expansión horizontal.
• Espacio urbano fragmentado y de usos diversos. Residenciales en su mayoría, coexistiendo con
productivos, rurales, comerciales, administrativo-industriales, etc. Zonas con diferente
contenido social.
• Posición respecto a un centro tradicional.
• Presencia de bordes y/o espacios intersticiales, como inestabilidad y/o potencialidad.
• Lugar de proyecto. Los problemas funcionales, estéticos y de identidad de la periferia
contemporánea, debidos a la extensión urbana indefinida y a su fragmentación, la convierten
en un potencial “lugar del proyecto y espacio de experimentaciòn”.
• Lugar de empobrecimiento. Los problemas de accesibilidad al centro, su falta de, la irregularidad
de las viviendas, la degradación ambiental por usos inadecuados en zona de viviendas, la
inaccesibilidad de su población a un mercado formal de trabajo, entre otras cosas, convierten a
la periferia en espacio de la marginalidad.
• Sinónimo de ciudad contemporánea, en términos de difusión territorial: espacio síntesis de la
condición metropolitana.
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Casos y Ejemplos
Periferia
1. Ciudad Europea
A partir de núcleos de tradición urbana compacta, la suburbanización europea propone enclaves
periféricos en busca del contacto con la naturaleza. La superposición de la periurbanización y la difusión
reticular dan lugar la experimentación de nuevos patrones de urbanización, y actualmente a la propuesta de
nuevas centralidades en áreas de expansión.
Nuevas centralidades en el Área Metropolitana de Madrid
Este proceso de dispersión no se ha realizado de manera aleatoria, sino que responde a una serie de
criterios más o menos generales que podrían resumirse en los siguientes puntos: ubicación accesible tanto
hacia el centro urbano como desde el exterior (aeropuerto); y un paisaje y ambiente agradable, ya sea natural
o creado al efecto.
• Espacios feriales y congresuales: Para su ubicación se busca principalmente una fácil accesibilidad
desde el exterior (aeropuerto) y el centro metropolitano. Se trata de un espacio caracterizado
por una urbanización y arquitectura representativa y definidora de una cierta imagen de marca,
aspecto evidentemente buscado mediante la profusión de los denominados edificios
inteligentes.
• La oferta de alojamiento: la hotelería es la atracción secundaria que más influencia tiene en la
configuración y venta de un producto urbano unitario Madrid como destino de negocios. Se
caracteriza por la existencia de una mayoría de hoteles de lujo de 5 y 4 estrellas. Situados
principalmente en las zonas de más prestigio y concentración terciaria como el borde norte del
centro histórico.
• Grandes equipamientos recreativos y elementos simbólicos: es imprescindible la existencia de
otras variables que refuercen su atractivo, aunque no sean directamente consumidas por la
mayoría y sólo sirvan como escenario o potencialidad.
2. Ciudad Norteamericana
El proceso de formación de la suburbia americana encuentra sus principales motivaciones en la
descentralización de los grandes centros urbanos, como consecuencia directa de la sobrepoblación de estos.
En 1911, el inicio de la era del automóvil posibilitó la expansión territorial y la formación de nuevos
suburbios, desplazando al ferrocarril, transformando la suburbia en la periferia.
3. Ciudad Latinoamericana
En el denominado período liberal, nuestro país se constituyó a partir del tendido de las infraestructuras
ferro-portuarias que organizaron el territorio durante el siglo XIX (y la primera década del XX). Las nuevas
centralidades urbanas quedaron así definidas por sistemas de redes y estaciones distribuidas en el territorio.
Debido a la explosión demográfica que se dio en nuestras ciudades en el siglo XX, la periferia se convirtió en
el área donde habita la mayor cantidad de población.
Pueden tipificarse distintas situaciones de periferia urbana, estas son: periferias residenciales,
marginales, programadas, mixtas y potenciales.
Periferia marginal: Programa Favela Barrio, Rio de Janeiro, Brasil.
El Programa para barrios de favelas se debe considerar como un punto de inflexión respecto al tradicional
tratamiento de las áreas marginales de Río así llamadas. Teniendo como objetivo la integración de las dos
partes de la ciudad, la formal y la informal, se hace posible la regularización de la propiedad del suelo además
de la ejecución de las infraestructuras, los equipamientos y los servicios, en un esfuerzo sincronizado y
coordinado, basado en una correcta colaboración con las comunidades. El resultado es la conversión de los
asentamientos espontáneos en barrios formales, sacándolos de la irregularidad y abriéndolos a una auténtica
ciudadanía.
Las favelas son asentamientos que carecen de derechos de propiedad, y constituyen aglomeraciones de
viviendas de una calidad por debajo de la media. Sufren carencias de infraestructuras básicas, de servicios
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URBANISMO II – Cátedra Soijet – 2017
urbanos y equipamientos sociales y/o están situadas en áreas geológicamente inadecuadas o ambientalmente
sensibles. Ofrecen la proximidad a los empleos, el comercio y los equipamientos urbanos.
La política para las favelas, como se expresó en el Plan General de 1993, busca su integración con la
ciudad regulada, mediante la protección legal de los residentes para que puedan quedarse en esas áreas y
quiere elevar la calidad de los servicios hasta el nivel de los barrios que los rodean. Este programa está basado
en una correcta participación de las comunidades y en el producto del trabajo colectivo ya realizado,
reconocido y absorbido.
Las inversiones sociales, como los programas para el desarrollo de la infancia, los servicios primarios de
salud, las campañas sobre salud y nutrición, y los centros de formación profesional con vistas a la obtención
de un trabajo, forman un elemento esencial de la política sobre asentamientos de baja renta.
Bordes
Mol de la Fusta. Arq. Manuel Sola Morales
En esta operación de trazado del paseo marítimo de Barcelona y la apertura de la ciudad histórica al
mar están sujetos a una convergencia de múltiples demandas en cuanto a infraestructura y usos cívicos: el
anillo circular de Ronda Litoral, un aparcamiento público, acceso peatonal al paseo marítimo y la necesidad
de una cantidad sustancial de espacio público.
La secuencia de la infraestructura se ordena y se acumula en la estrecha franja de espacio abierto entre
la fachada urbana y el frente costero, se resuelve en una sección que se abre al mar y se enfatiza la relación
entre la infraestructura y los usos cívicos. En el nivel de la ciudad, una amplia avenida como un balcón
domina la zona del puerto y le da acceso a la ciudad al mar. Una gran explanada en el puerto del puerto
ofrece un sitio para grandes eventos públicos.
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URBANISMO II – Cátedra Soijet – 2017
HALL, Peter. Ciudades del mañana. Historia del urbanismo en el siglo XX. (1996)
Capítulo 9: la ciudad de la autopista
El autor explica el nacimiento y evolución de los barrios suburbanos del automóvil. Una historia que se
inició en 1920 en EEUU pero que no pudo generalizarse hasta la década de los 50, momento en que los
empleos empezaron a abandonar el centro urbano. El automóvil extendió una vez más el alcance de la ciudad
permitiendo el nacimiento de barrios residenciales (suburbios) a gran distancia del centro; pero a su vez
incrementaba la capacidad de atracción de los centros urbanos, los cuales tuvieron la necesidad urgente de
dotarse de las autopistas y plazas de estacionamiento suficientes para poder subsistir a los nuevos tiempos
Los sistemas de tráfico se convirtieron en la estrella de la planificación urbana; al mismo tiempo que los
suburbios fueron criticados con dureza, básicamente por el despilfarro de suelo que suponían, los traslados
diarios, o los elevados costes de los servicios. No obstante, los arquitectos los despreciaban por carecer de
forma, negándose a aceptar una nueva forma, totalmente diferente, ajena a la tradición más academicista.
También culparon al urbanismo de la cultura consumista de los habitantes de los suburbios, una crítica
basada en un exceso de ego arquitectónico; finalmente los estudios sociológicos demostraron que la
arquitectura no condicionaba los comportamientos humanos, que el consumismo no estaba vinculado al
suburbio.
En EEUU el automóvil era claramente hegemónico y las ciudades y sus centros tuvieron que adaptarse a
las autopistas.
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URBANISMO II – Cátedra Soijet – 2017
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URBANISMO II – Cátedra Soijet – 2017
MUÑOZ, Francés. Paisajes de la movilidad: de los espacios multiplex a los aeropuertos low
cost (2008)
Los transportes y las comunicaciones de formas diversas, en los distintos momentos históricos, fueron
propiciando la dispersión progresiva de los lugares de trabajo de consumo o de ocio. El ferrocarril primero y
luego el automóvil, constituyeron momentos claves en esta evolución: el ferrocarril permitió dirigir y orientar
el crecimiento de la ciudad de forma lineal y expandió áreas residenciales e industriales fuera de los primeros
límites de una ciudad hasta entonces concentrada. El automóvil represento la extensión de la vida urbana
hasta ocupar áreas mucho más alejadas, y posibilito crecimientos de tipos suburbanos, radiales, y en mayor o
menor medida, caótico en función del trazado de las autopistas metropolitanas. El automóvil consolido de
este modo la ciudad suburbana dio lugar a nuevas formas de habitar el territorio estrechamente relacionadas
con la movilidad cotidiana.
La dispersión de la urbanización ha significado en realidad la construcción de un territorio en el cual la
baja densidad residencial ha ido de la mano de la aparición de un paisaje suburbano caracterizado por la
clonación de los usos urbanos de la ciudad concentrada , que han ido apareciendo pero en una escala
metropolitana. El principal resultado, en lo que respecta a la morfología del paisaje, ha sido la aparición de
nuevas tipologías de espacio urbano definidas por su vocación y capacidad de atraer, generar y gestionar flujos
de movilidad.
Así las actividades económicas anteriormente localizadas en la ciudad central y en su periferia inmediata
van ocupando nuevos parques o distritos industriales de servicios o gestión logística de mercaderías en
enclaves estratégicos cada vez más alejados dentro de una concepción global de área metropolitana.
Tanto la distribución de los espacios multiplex como la nueva geografía que representan los aeropuertos
low cost (dos de las tipologías más novedosas en este nuevo paisaje suburbano) corresponde más a la lógica
territorial de ciudades intermedias que a la de grandes capitales. Así los espacios multiplex se localizan en
lugares equidistantes entre centros urbanos de rango medio o entre tejidos suburbanos de carácter disperso.
En cuanto a las compañías de bajo costo, buscan en el territorio infraestructuras aeroportuarias de rango
menor pero con condiciones óptimas de centralidad potencial y accesibilidad real a la red de transporte viaria
y ferroviaria. Espacios agrícolas y periurbanos muestran así la emergencia de un paisaje low cost que puede
observarse cerca de los aeropuertos. Un paisaje donde las carreteras secundarias, los centros comerciales los
espacios de aparcamiento y las emergentes áreas residenciales imprimen un carácter que podría denominarse
suburbano, en donde las tradicionales imágenes de suburbia se mezclan con los vestigios del paisaje, la cultura
y la iconografía rural existente.
Por un lado, la existencia de una multiplicidad de lugares y territorios acaban conformando el espacio de
vida, de forma que, de aquel sentido del lugar referido a un único paisaje, pasamos a otro sentimiento
ciertamente multiplicado y fracturado, construido a partir de fragmentos de espacio y tiempo de carácter
metropolitano. Por otro lado, la inmensa capacidad actual para replicar y clonar paisajes en lugares diferentes
permite que la asociación entre lugar y paisaje sea menos clara y se transforme en un vínculo borroso o
fácilmente permutable en ambos lados de la asociación.
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vez más difícil para otros sectores de la competencia por espacio e inversiones. Muchos de estos otros sectores
han experimentado una considerable desvalorización y/o desplazamiento.
¿Por qué la necesidad de centros en la era digital global?
Tres razones explican la tendencia hacia la consolidación en algunos pocos centros más que una
dispersión masiva.
1. La importancia de la conectividad social y de las funciones centrales
Primero, mientras las nuevas tecnologías de la comunicación realmente facilitan la dispersión geográfica
de las actividades económicas sin perder la integración del sistema, han tenido también el efecto de reforzar
la importancia de la coordinación central y las funciones de control de las empresas, y aun de los mercados.
2. Fusiones y alianzas transfronterizas
Los participantes globales de la industria financiera necesitan enormes recursos, tendencia que está
llevando a rápidas fusiones y adquisiciones de empresas y alianzas estratégicas entre los mercados en
diferentes países.
3. Elites y proyectos desnacionalizados
El rol de lo nacional se está debilitando para estas empresas globales y sus clientes. La desregularización
y la privatización han debilitado aún más la necesidad de centros financieros nacionales. Se puede describir
este proceso como una incipiente desnacionalización de ciertas arenas institucionales. Puede argumentarse
que tal desnacionalización es una condición necesaria para la globalización económica.
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los flujos materiales e inmateriales, físicos y reales o bien puramente informacionales o simbólicos ya no
pueden tratarse de forma separada.
La forma de la residencia: habitaciones
En el presente, los distintos ejes que organizan la actividad productiva de las habitaciones son tres.
• La producción desde promotores privados para un grandísimo mercado inmobiliario que se rige
por relaciones reguladas por la oferta y la demanda.
• Desde un punto de vista tipológico-distributivo, las variaciones que presentan los apartamentos,
los condominios o las casas unifamiliares aisladas es muy reducido, lo cual pone de manifiesto la
importancia de los procesos de asimilación cultural que se están produciendo en las conductas
habitacionales en cualquier parte del mundo.
• La arquitectura culturalmente más atenta parece haberse despreocupado de esta inmensa área
de producción edificada.
Las áreas de experimentación y de innovación en relación al problema de los espacios de la residencia
son las siguientes:
• Encontramos una serie de propuestas arquitectónicamente renovadoras, y en muchos casos
consistentes en proyectos que prefieren resolver la habitación de lugares colectivos o a menudo
marginales. En torno a este tipo de usuario especial encontramos exploraciones que,
probablemente por la novedad de identificar y resolver una necesidad menos convencional, dan
pie a arquitecturas ciertamente atractivas.
• La casa particular, generalmente la casa aislada unifamiliar, sigue siendo uno de los lugares
privilegiados para la experimentación arquitectónica y para la experimentación de posibilidades
e innovaciones que pueden proponerse para la habitación.
• Una tercera vía la constituyen las experiencias en curso de lo que dio en llamarse construcción
alternativa.
• El resultado final de la habitación depende no tanto del proyecto del arquitecto diseñador de la
edificación como de los componentes. Muebles, electrodomésticos o instalaciones se desarrollan
hoy a través de una cultura, cuya incidencia en las características y calidad de la habitación
finalmente acabada o permanente transformación en decisiva. La disposición de máquinas que
ayudan en el trabajo doméstico o la definición del carácter simbólico que el usuario quiere
atribuirle a su propia casa como respuesta o necesidad de identidad o estética.
La forma del intercambio: contenedores
La arquitectura del movimiento moderno construyó su discurso sobre unos principios que la realidad del
mercado y la ritualizacion del consumo han puesto en crisis desde hace treinta años.
El primer principio era funcionalista. La arquitectura debía responder a unas necesidades del individuo
medio o de la sociedad avanzada según el principio de racionalidad.
El segundo principio era, el de la transparencia, incorporación del tiempo en el espacio. Representaba la
plena incorporación de las posibilidades ofrecidas por la moderna ciencia y la tecnología, abría el camino a
una reconciliación entre los espacios del individuo y de la sociedad, del individuo y de la naturaleza.
El principio funcionalista se convierte en inconsistente a partir del momento en que las necesidades se
convierten en absolutamente relativas. Las necesidades las moldea el propio individuo en interacción con el
mercado. Se define la categoría de “contenedor” para referirse a estos lugares, no siempre públicos, tampoco
exactamente privados, en los que se produce el intercambio, la dispensa, la distribución de los dones que
constituyen el consumo múltiple de nuestras sociedades altamente ritual izadas.
La forma de la ausencia: terrain vague
Termino útil para designar la categoría urbana y arquitectónica con la que aproximamos a los lugares,
territorios o edificios que participan de una doble condición. Por una parte “vague” en el sentido de vacante,
vacío, libre de actividad, improductivo, en muchos casos obsoleto. Por otra parte “vague” en el sentido de
impreciso, indefinido, vago, sin límites determinado. Se intenta siempre, a través de proyectos e inversiones,
reintegrar estos espacios en la trama productiva de los espacios urbanos.
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BALLENT, A. Las huellas de la política. Vivienda, ciudad, peronismo en Buenos Aires (2005)
Capítulo V: Movimiento y reposo
La operación de Ezeiza se inició a partir de la decisión de dotar a Buenos Aires de un aeropuerto nacional
e internacional. El proyecto incluyó ámbitos de esparcimiento, forestación del área, instalaciones deportivas,
conjunto de viviendas e instalaciones asistenciales, educativas y de salud. Su gestación comenzó en 1943 con
el gobierno de Perón.
El aeropuerto metropolitano: estado y política en la modernización técnica
La construcción de un aeropuerto para Buenos Aires se había decidido en 1935. Su primera intención de
emplazamiento era cerca del río, luego fue reubicado y el hecho de que Ezeiza estuviera muy alejado de la
capital para ser utilizado en viajes internos y cortos, y que por su ubicación no admitiera aeronaves, tuvieron
como consecuencia que el peronismo construyera dos aeropuertos (nacional e internacional).
La intencionalidad del tipo de paisaje a construir manifestaba las siguientes ventajas:
• Disponibilidad para la formación de barrios obreros y empleados y sus servicios públicos
indispensables (cuando el aeropuerto debía ubicarse algo alejado de un gran centro poblado)
• Posibilidades de forestación. (pensando en la deficiencia boscosa de Buenos Aires en contraste
con ciudades como Paris, Bruselas o Roma)
• Existencia de aguas saladas surgentes, que hicieron pensar en la conveniencia de formar sobre la
rectificación del rio un gran balneario popular (cuyo acceso quedaría facilitado por la autopista).
• La localización elegida creó un nuevo frente para la ciudad.
Las obras del aeropuerto se iniciaron en diciembre de 1945 y fue inaugurado en abril de 1949.
La autopista Ricchieri y la estética de la velocidad
Si en el caso de Ezeiza el aeropuerto había sido la punta iniciadora de la construcción de un nuevo paisaje,
su columna vertebral la constituía otro elemento central de los transportes modernos: la autopista. Esta no
solo única aeropuerto y ciudad sino que articulaba los diferentes emprendimientos que se realizaban en el
área, penetraba en la ciudad como avenida-parque y estaba planificada su extensión como viaducto hasta el
centro de la capital.
Desde el punto de vista morfológico, la autopista estaba pensada como una cinta que recorriera espacios
verdes, entre conjunto de edificaciones bajas y dispersas. Se creaba variedad de situaciones espaciales, que
no eran respuestas obligadas a la geografía, sino que respondían a los requerimientos de la velocidad de las
maquinas. Los elementos artificiales eran considerados como los accidentes naturales, oportunidades de
desarrollar situaciones espaciales nuevas.
Se observa una sensibilidad que podría considerarse pintoresca, ya que encontraba placer en la variación,
lo inesperado y el continuo cambio del punto de vista de la observación. Pero no utilizaba recursos formales
del pintoresquismo para expresarse. La estética de la esbeltez dominaba la obra, desde la introducción del
hierro como nuevo material de construcción en el siglo XIX, se había convertido en el centro de las propuestas
modernistas.
Ciudad Evita
Ciudad Evita fue destinada a los trabajadores del aeropuerto. Era el conjunto de mayor envergadura
encarado en la historia del país. Era el broche de oro de la operación de Ezeiza, con ella lograba condensar en
un mismo espacio buena parte de sus promesas de desarrollo económico y modernización técnica y social.
Ciudad Evita forma parte de una serie de barrios-jardín de viviendas individuales con grados diversos de
complejidad. La ciudad jardín de Howard generó dos modelos de intervención urbana: el suburbio jardín y la
ciudad satélite, que se apartaron de las intenciones iniciales en lo político y social de este tipo de experiencias.
Así la ciudad jardín se iría transformando en un instrumento de extensión urbana, perdiendo su carácter de
alternativa a la gran ciudad y abandonando también las bases de transformación social.
En este emprendimiento, las vías de circulación principales organizaban cinco sectores de vivienda, con
su propio equipamiento, según el esquema aconsejado por las unidades vecinales y calles de comunicación
local conectaban entre si los distintos sectores de vivienda. En cuanto al trasporte, estaba organizada en base
al automóvil, hecho que evidencia la longitud de distancias, que otorgan al conjunto un carácter
marcadamente extendido. Pero es difícil pensar que los iniciales habitantes del conjunto dependiera de tal
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URBANISMO II – Cátedra Soijet – 2017
medio de transporte: como lo indica la elección de un terreno servido por las vías de ferrocarril, éste era el
principal medio de transporte utilizado en el momento.
En la Ciudad Evita había una diversidad de tipologías de viviendas, en cuanto a capacidad y diseño. No es
un dato que se observe en todo los barrios. El propio trazado y la dispersión de las construcciones facilitaban
este hecho de albergar una población heterogénea.
Por un lado, se contempla la necesidad de un modelo de movilidad que conlleve a un tipo de ciudad más
sostenible, entendiéndose por ello un espacio urbano donde se minimicen el consumo de energía y la
contaminación producida y se maximice el intercambio de información.
Por otro lado, se trata de plantear un modelo de movilidad que priorice el viaje a pie, en bicicleta o en
transporte público, con los mismos objetivos de disminuir el consumo energético y la contaminación, pero con
la componente especifica de dar respuesta a todas las necesidades de conexión social.
La ciudad, su organización, es una respuesta a la forma con que se han ido implantando las redes de
infraestructura con una lógica independiente de la preconizada por el planeamiento urbanístico.
En ese mismo orden de cosas, el nuevo enfoque de la movilidad que viene conformándose afectara de
lleno a los procesos de producción de infraestructuras, y se convertirá de paso en un instrumento de favor de
la ciudad más compacta, más densa y más sostenible.
Estamos en una tercera etapa en la evolución de nuestro pensamiento sobre el transporte y la movilidad
urbana. La primera centró todos los esfuerzos en crear redes de transporte, redes arteriales viarias y redes de
sistemas colectivos de infraestructura fija; la segunda se planteó como objeto principal la planificación de los
viajes, y por eso se basó en los modelos de demanda; la tercera está consistiendo en un esfuerzo de gestionar
la demanda, de regular el uso de lo existente más que de planificar nuevos sistemas, de tratar de intervenir
sobre el comportamiento social favoreciendo la ciudad funcional.
Para alcanzar un modelo de ciudad sostenible es necesario articular dos cosas: la distribución de los usos
del suelo y la oferta de unos servicios de transporte que garanticen las relaciones entre las actividades.
Por eso el plan de movilidad es, un instrumento de reflexión sobre la ordenación urbana y sobre el
crecimiento de la ciudad; y por eso la mayor parte de sus determinaciones tienen que ser físicas, tienen que
afectar al acondicionamiento del espacio público urbano puesto al servicio de un modelo de movilidad.
Se fijan sus prioridades en las siguientes medidas:
• Aumentar la superficie destinada a itinerarios y espacios para peatones.
• Potenciar el uso de la bicicleta como modo de transporte cotidiano.
• Mejorar la velocidad comercial del transporte público de superficie.
• Inducir la rotación del aparcamiento en las zonas céntricas y comerciales.
• Conseguir una distribución de mercancías eficaz y compatible con el resto de las funciones del
espacio público.
Todas ellas son medidas que tiene que ver con la atención a la movilidad; pero su objetivo final es
conseguir una ciudad más sostenible en términos medioambientales, energéticos y sociales.
La preocupación está contenida por el ahorro energético y la búsqueda de fuentes de energía menos
contaminantes; y se plantea como objetivo la reducción del consumo energético que presenta el transporte.
Los grandes municipios confían en la resolución de sus problemas a inversiones importantes en
transporte colectivo, asociadas a restricciones al uso del automóvil, sobre todo en sus áreas centrales; a
sistemas de transporte colectivo concebidos desde la integración de diferentes niveles como ferrocarriles.
Pero en general este tipo de soluciones está lejos de ser posible y eficaz en ciudades de tipo medio, donde el
autobús es el único sistema de transporte colectivo por lo tanto los objetivos son los siguientes:
• Proteger las áreas urbanas más sensibles de la intrusión del automóvil.
• Promover los desplazamientos urbanos por medios no mecánicos, aumentando la seguridad.
• Fomentar el uso de transporte público.
• Racionalizar el uso del vehículo privado en los desplazamientos urbanos.
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Clases Power-Point
1. Conceptualizaciones
Sistema de Movilidad: conjunto complejo compuesto por los diversos modos de transportes y la
interacción de estos con la infraestructura vial en relación al medio ambiente.
Transporte: es el medio o vector de desplazamiento usado para realizar un viaje: de bienes o personas.
Son infraestructuras especializadas. Los estudios de transporte se limita a una relación de oferta y demanda
expresada esquemáticamente: cuantitativos y cualitativos. Excluye lo no motorizado y lo que no se moviliza.
Movilidad: Es una perspectiva de los individuos en su realidad socioeconómica y espacial. Abarcar los
viajes que un grupo social conoce, los que considera posibles hacer, y los que finalmente hace. Atención a las
formas más autónomas de desplazamiento.
No hay movilidad sin transporte (excepto a pie), ni transporte sin movilidad, pero no son sinónimos.
Movilidad como práctica social:
• Es una práctica en el territorio.
• Implica una frecuencia de un comportamiento.
• Implica la interacción de comportamientos que definen un patrón de desplazamiento en un
contexto social, espacial y temporalmente determinado.
Movilidad como practica social, conjuga deseos y necesidades de desplazamiento, y capacidades de
satisfacerlos. De su interacción resultan las condiciones de accesibilidad de grupos sociales, sea de sí mismo o
de sus bienes.
La movilidad urbana sostenible
• Energética: menos combustible
• Ambiental: menos emisiones
• Social: equidad en el acceso
La movilidad se gestiona a través de dos herramientas:
• Gestión de los sistemas especializados de transporte mecanizado
• Espacio público urbano
2. Recorrido histórico
La Revolución Industrial: nuevas tecnologías de la movilidad
• Aumento de los bienes y servicios producidos por la agricultura, la industria y las actividades
terciarias - La redistribución de habitantes sobre el territorio como consecuencia del aumento
demográfico y las transformaciones productivas.
• Desarrollo de los medios de comunicación: ferrocarriles, barcos a vapor
• La rapidez y el carácter abierto de estas transformaciones
• Desvalorización de las formas tradicionales de control público (la libertad de la iniciativa privada)
El ferrocarril. Paris- Haussmann (1851- 1870)
• Estructurar la ciudad a partir de un sistema vial compuesto por arterias de circunvalación y
radiales, que vinculasen entre sí los diferentes barrios y, en particular las estaciones de FFCC con
el centro. Aplicar trazados rectilíneos, para hacer posible el uso de la caballería y los cañones.
• Demoler los edificios medievales en el casco histórico.
El automóvil
Cambio el escenario urbano, se experimentó una libertad movimiento sin precedentes. Se va hacia la
ciudad horizontal. Los viarios se adentran en el campo. Vincula barrios residenciales con las afueras y áreas
recreativas. Necesidad de caminos que le den mayor estabilidad: nacen las carreteras.
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3. Globalización
La llegada de los flujos de bienes y de capital a las grandes aglomeraciones, generan en el plano físico,
fragmentación y dispersión en el territorio, donde la demanda de tierra y movilidad poblacional conduce a un
cambio en la forma urbano-regional.
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Buenos Aires
Buenos Aires es una ciudad metropolitana de 13 millones de habitantes en la que su población realiza
más de 24 millones de desplazamientos diarios. Su crecimiento tendencial se produjo en torno a ejes
ferroviarios, como patrón radial de 800 kilómetros en superficie y más de 50 subterráneos.
Posteriormente, se reorientó sobre una red de autopistas que la vinculan con la región en la expansión
suburbana.
En su extenso territorio, el transporte público de pasajeros representa un tercio del total de viajes que
se realizan. Frente a una creciente participación de automóvil particular por sobre otros modos de
desplazamiento, los medios guiados se reducen a tan sólo una décima parte. Con lo cual, los desplazamientos
constituyen una problemática cotidiana: la magnitud y densidad del centro ejercen una fuerza de atracción y
generación de movimientos enorme, que no son articulados ni promueven la inter-modalidad.
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como una parte de la ciudad que se incorpora a la estructura urbana preexistente tratando de complementarla
y diversificarla.
La ciudad concentrada, que trata de superar las contradicciones del modelo urbano ochocentista si bien
aceptando sus principales datos: alta densidad y construcción de grandes edificios colectivos.
Le Corbusier (1922), en su propuesta, trata de representar una ciudad industrial depurada de todos los
aspectos negativos inducidos por el desarrollo incontrolado pero sin perder de vista los principales parámetros
que definen la realidad urbana en gestación. Así concibe una ciudad que se organiza a partir de una potente
red infraestructural y cuyo centro está ocupado por el centro de negocios, compuesto por 24 rascacielos de
planta uniforme y 60 plantas en altura. En torno al centro de negocios se desarrolla un área residencial
formada por bloques.
En su propuesta de ciudad vertical, formulada pocos años más tarde, Hilberseimer parte de una reflexión
crítica sobre el modelo lecorbuseriano. Se refiere también al problema del tráfico ya que no queda resuelto
en la propuesta de Le Corbusier a causa de su exacerbado monocentrismo y su dependencia de los
movimientos pendulares centro-periferia, defectos ante los que de poco sirve dimensionar con amplitud el
esquema viario.
A la jerarquización funcional y geométrica opone una trama homogénea y equipotencial, de crecimiento
lineal, en la que se apura la concentración y la densidad mediante el recurso de superponer a los usos
industriales y comerciales, instalados en un basamento de 5 plantas, una ciudad residencial formada por
bloques de 15 plantas.
La ciudad vertical es el fruto implacable de una reflexión orientada a racionalizar y poner en adecuada
relación los ingredientes que configuran el desarrollo urbano en el mundo moderno y las famosas perspectivas
que la escenifican, lejos de disimular la condición abstracta de la nueva realidad urbana, tienden a exhibirla
de un modo descarnado.
Algunas ciudades como Frankfurt, Berlín o Celle construyeron sus nuevas áreas residenciales tomando
como referencia el modelo de la ciudad jardín, mientras que otras se decantaron por una concepción más
próxima a la ciudad concentrada como Ámsterdam, Viena y Hamburgo.
Podemos concluir diciendo que las propuestas residenciales de la cultura moderna tienden a restablecer
los nexos equilibrados entre edificación y espacio libre que se han obscurecido a causa de los procesos
especulativos que acompañan a la formación de la ciudad industrial. Esta búsqueda de un nuevo equilibrio
entre edificación y espacio libre se lleva a cabo a través de la crítica a la ciudad heredada y de una relectura
de la historia urbana, tratando de extraer herramientas operativas capaces de situar soluciones propuestas al
nivel y a la escala de los nuevos problemas.
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elementos que en la idea de conjunto. En manos de arquitectos racionalistas, el modelo de ciudad jardín se
ira despojando de sus componentes pintorescas. De ese proceso nacerá la Siedlung centroeuropea, en la que
prevalecerá el orden geométrico del trazado, la regularidad de la edificación y la constancia de la orientación.
Paralelamente se produce una reflexión sobre el concepto de la ciudad concentrada que tiende a su vez
a confirmar las propiedades del esquema lineal como disposición lógica de las agrupaciones residenciales. Al
estudiar la ciudad especulativa y sus modos de formación, los arquitectos del movimiento moderno
desarrollan una propuesta alternativa basada en el desmontaje y en la reversibilidad de aquel proceso.
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Hay dos características generales que definen a las ciudades, que se consolidan con el desarrollo de la
historia y que definen su importancia para la cultura de la humanidad:
• Las ciudades constituyen una expresión física de las relaciones de poder, de las significaciones
culturales y religiosas, de la organización de la sociedad. A esta característica de las ciudades, que
implica tanto su capacidad de representar las grandes tendencias de la historia como la capacidad
de orientar a quien la recorre, llamamos legibilidad de la forma urbana.
• Las ciudades constituyen un poderoso instrumento de memoria de las sociedades, al permanecer
en el tiempo como expresión de continuidad de la historia humana. Las ciudades también
cambian y se transforman y estos cambios quedan expresados en su imagen y forma física; esta
asociación entre ciudad e historia deriva en el aparente fracaso de nuevas ciudades.
• Capacidad de contener a la vez el espacio privado de las casas, los lugares de trabajo, servicios y
todas las otras funciones que se desarrollan en los edificios, y el espacio público sobre el que
estos se desarrollan, que constituye el lugar de encuentro de los ciudadanos.
Para organizar de una manera más ordenada el análisis de nuestra ciudad contemporánea, nos
centramos en tres tipos de ciudades que conviven en ella:
1. La ciudad histórica: antigua, medieval, renacentista, barroca, árabe, oriental. Es una ciudad de
muy alta legibilidad, donde claramente se distinguen monumentos y edificaciones comunes. Esta ciudad
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persiste y, aunque sus funciones hayan cambiado por completo, constituye en general el sector más
representativo y legible de las ciudades contemporáneas. Está generalmente organizada sobre una estructura
urbana donde predominan las calles y plazas, y donde tienen mucha importancia los monumentos y edificios
significativos.
2. La ciudad extendida que surge con la revolución industrial a fines del siglo XIX. Esta ciudad ya
no es fácilmente recurrible a pie y se diferencia de la anterior en que su base económica está en las fábricas y
talleres, alrededor de los cuales se establecen las áreas residenciales para obreros, empleados, etc. Esta ciudad
se conecta en tres, tranvía o auto, y se caracteriza por la aparición del concepto de suburbio. Aparece también
el concepto de parque, programas arquitectónicos como la fábrica, el edificio de oficinas y los equipamientos
públicos. Se hace importante el concepto de barrio como una unidad urbana de características especiales.
3. La metrópolis globalizada contemporánea que avanza sobre el campo circundante, engloba
ciudades o poblados preexistentes y se conecta básicamente por rutas y autopistas. Es una ciudad cuyo
desarrollo aun no es del todo comprendido, sobre el cual aún no existen formas de actuación suficientemente
probadas y que está muy vinculada a modos de comunicación cada día más eficientes y de mayor alcance,
gracias al desarrollo de la tecnología.
Actualmente las ciudades contemporáneas son el campo de dos tendencias aparentemente
contradictorias de crecimiento:
• Una tendencia centrifuga: hacia la dispersión y el crecimiento sobre las periferias, muchas veces
en jurisdicciones municipales distintas a las de la ciudad central, e incluso de sus coronas
metropolitanas tradicionales de las grandes ciudades
• Una tendencia centrípeta: de renovación de las áreas centrales tradicionales de la ciudad,
incluyendo procesos de renovación de barrios tradicionales. Desarrollo de grandes vacíos
urbanos, remoción de infraestructuras o áreas industriales obsoletas.
La ciudad posible
1. Es legible: las personas entienden el orden de los lugares y los componentes de la ciudad, y los
valores compartidos de sus habitantes.
2. Está adaptada a su entorno: la ciudad respeta y valoriza la base geográfica natural y los ciclos
climáticos y biológicos.
3. Está integrada a su territorio y al mundo: produce riquezas y oportunidades que son
aprovechadas por todos sus habitantes.
4. Es diversa: las personas pueden elegir el modo y el entorno en el que viven.
5. Es estimulante: las personas pueden disfrutar y elegir distintos paisajes, entornos, situaciones y
vinculaciones para todos los aspectos de su vida.
6. Es educativa: permite y valoriza la transición, la generación y adquisición de conocimientos.
7. Es abierta: las personas la recorren a través de espacios continuos y variados que vinculan la
totalidad de sus partes.
8. Es accesible: nadie está impedido a disfrutar de sus espacios, servicios y oportunidades.
9. Es segura: las personas pueden usarla en cualquier momento del día, se sienten cuidadas por
quienes las rodean y a su vez ayudan a cuidar al conjunto.
10. Es bella: sus espacios y edificios tienen intencionalidad estética y procuran la satisfacción de sus
usuarios y visitantes aun en sus sitios más humildes.
11. Es eficiente: sus habitantes y empresas utilizan racionalmente los recursos naturales y
energéticos, minimizan el uso de materiales y la generación de residuos y emisiones.
12. Es justa: asegura a sus ciudadanos algunos atributos indispensables y contribuye a reducir y
superar la pobreza, la explotación y las inequidades. Sus espacios de esparcimiento, educación,
trabajo y residencia están pensados y diseñados para todas las personas.
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La desigualdad no puede comprenderse al margen de las relaciones de poder que operan en diferentes
niveles y dimensiones de la vida social. En la sociedad capitalista la estructura de clases y la estructura urbana
constituyen los marcos de la disputa. La estructura de clases puede entenderse como una estructura de
distribución (desigual) de oportunidades que varía temporalmente y espacialmente.
La estructura urbana influye en la distribución de oportunidades a través de:
• Las características del segmento del mercado de tierras y el tipo de hábitat en el que los actores
desarrollan su vida cotidiana.
• Las condiciones de su localización asociadas a formas diferentes de acceso al suelo, a los servicios,
a los equipamientos urbanos, a los lugares de trabajo, etc.
• Los flujos, las circulaciones e interacciones que propone a través de las características, calidad y
condiciones de acceso a los espacios públicos, equipamiento social, de los servicios sociales
básicos y del sistema de transporte urbano.
Uno de los componentes centrales al hablar de desigualdad en la ciudad es el lugar de residencia. En
tanto ésta permite a territorios fijos, las condiciones de segregación residencial constituyen un componente
de la desigualdad estructural. Sin embargo, la desigualdad no solo se produce a partir del lugar de residencia
sino también a partir de la posibilidad que tienen los sujetos de moverse por la ciudad.
Clases Power-Point
La ciudad del siglo XIX
• Consecuencia de las transformaciones sucedidas a partir de la Revolución Industrial
• Conformación de la burguesía (que lleva a la explotación del proletariado que vive en condiciones
insalubres)
• El campo se ha sometido al dominio de la ciudad
• Se han creado urbes inmensas
• Individualidad, pérdida de los valores humanos
• Alta contaminación ambiental
Propuestas urbanas de los socialistas utópicos
1. Coherencia social: comunidades de tamaño reducido donde intentan desaparecer las contradicciones
de cases.
2. Base económica: unidades autónomas, distribuidas en núcleos en el ámbito rural, con estructura
productiva autosuficiente.
3. Desarrollo cultural: importancia de las actividades culturales colectivas.
4. Condiciones de vida: estrecha vinculación con la naturaleza y normas de higiene.
5. Tipología arquitectónica: viviendas colectivas con reminiscencias a la arquitectura rural y ejemplos
históricos.
6. Tipología urbanística: alternativa a la ciudad industrial incontrolada en su forma y crecimiento.
Esquemas distributivos de edificios, unidades cerradas dentro de espacios verdes.
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relacion permanente entre objetivos, estrategias, proyectos e impactos y reconoce una necesidad de la
convergencia de intereses entre actores públicos y privados en todas las fases de elaboración e
implementación del plan.
Se considera parte integral de la planeación estratégica el fortalecimiento de las ventajas de la ciudad
como objetivo primario, el mejoramiento de los canales de comunicación con los ciudadanos y el
mejoramiento del marketing hacia las agencias y actores económicos nacionales e internacionales.
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Conclusión
La modernidad afecto la morfología de las ciudades como un todo e introdujo nuevas relaciones entre
espacios construidos y espacios abiertos.
Pensamos que los GPU insertados en objetivos sociales y medioambientales pueden realmente balancear
los efectos negativos sociales y medioambientales, pueden realmente balancear los efectos negativos de la
globalización, cambiando las formas de planeamiento urbano hacia formas más participativas que busquen
mejorar las condiciones de los sectores más vulnerables de la sociedad.
La accesibilidad está relacionada con la vitalidad económica y social del lugar, donde la morfología y
estética asumen una importancia significativa junto al sistema de conexiones de las estructuras urbanas
polinucleares. También se le asigna importancia a consideraciones estéticas con respecto a la imagen
arquitectónica del proyecto.
Una última conclusión acerca de los GPU es el impacto sociocultural, el cual ha homogeneizado el
carácter de las áreas urbanas.
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URBANISMO II – Cátedra Soijet – 2017
terrenos que quedaron parcialmente desafectados por la privatización de empresas de servicios públicos. De
ellos se deriva un problema de legitimidad: que el Estado pretenda captar plusvalías que no contribuyó a
generar.
• El diseño del componente de manejo del suelo es una instancia fundamental en la gestión de
estos proyectos, que antecede a la ejecución de obras y venta de nuevos edificios a los usuarios. Por eso, los
estudios de factibilidad que acompañan el diseño de esta crucial etapa no se dirigen a investigar si hay
demanda de departamentos y oficinas, sino si hay en la ciudad potenciales compradores de predios donde
construir edificios.
• Una vez terminados, ellos cambian de manera drástica la morfología del lugar, lo que puede
agudizar la segmentación y los contrastes si las áreas circundantes no reciben inversiones equivalentes. Por
otro lado, tienden a elevar los precios del suelo de las áreas circundantes, pudiendo llevar a procesos de
gentrificación, especialmente verificables si los entornos corresponden a barrios de sectores medios-bajos.
Podemos identificar un grupo de actores beneficiados:
• Los propietarios del suelo, que son los que normalmente toman la iniciativa de los proyectos.
• Los promotores inmobiliarios encargados de la organización del cambio de usos y de la
comercialización del suelo.
• Las empresas constructoras.
• Los bancos y organismos financieros encargados de aportar los fondos para distintos
componentes de las operaciones.
• El estado, en tanto regulador del régimen de usos del suelo.
Actores perjudicados
• Los habitantes de bajos ingresos localizados irregularmente en los predios donde se desarrollan
los proyectos y que pierden su lugar de vida y de trabajo en la ciudad
• Las empresas que todavía desarrollan en el área de implantación de los proyectos, aunque el tipo
de usos del suelo que ejercen esta en declinación
• Los residentes en las áreas aledañas, que pueden verse afectados por la suba de los valores del
suelo y los consecuentes procesos de gentrificación que eso conlleva.
Una vara adecuada para evaluar la buena gestión de este tipo de emprendimientos es examinar en qué
medida el sector público ha logrado que se cumplan los siguientes objetivos:
1. Que el municipio participe de manera significativa en las plusvalías generadas en la zona por
efecto de las regulaciones urbanas, junto con las inversiones públicas y privadas.
2. Que los ingresos captados no se usen meramente para financiar las infraestructuras del propio
proyecto sino que permitan compensar los impactos negativos que el emprendimiento puede
producir en el área o para atenuar las desigualdades urbanas ya existentes en la ciudad.
Recomendaciones para una gestión social de valorización del suelo en GPU
Concepción: mantener una adecuada relación entre usos privados y públicos de acceso gratuito; evitar la
localización en zonas donde se localicen núcleos de población de envergadura; evitar zonas que requieran
voluminosas inversiones previas de infraestructura; buscar soluciones consensuadas con los actores
involucrados.
Elaboración y gestión: realizar el diseño urbanístico arquitectónico, estudios de factibilidad de impacto;
garantizar idoneidad de procedimientos; garantizar absoluta transparencia en las negociaciones entre actores
públicos y privados; garantizar una participación significativa del municipio en la recuperación de las plusvalías
con el sentido de redistribución social; crear instancias para el control ciudadano en la gestión.
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Esa actividad de urbanización del ingeniero pierde el sentido si no se entiende como construcción de
ciudad, de sus elementos primordiales de organización espacial y de expresión formal sobre el territorio, lo
que obliga a enmarcar sus técnicas de intervención dentro de la comprensión de la propia historia de la
construcción de un territorio, con sus limitaciones e irreversibilidades, a entender el uso de los instrumentos
de la ingeniería al servicio de la creación de una ciudad y de formalización de su espacio, además de su carácter
de suministro eficaz de servicios. La urbanística aporta como disciplina ese entendimiento del papel de las
infraestructuras conformadoras del territorio, del dimensionado y concepción de aquellas con criterios
diferenciales por el hecho de ser urbano el espacio de su plasmación.
Espacio urbano: resultado de una serie de intervenciones físicas de alteración del espacio natural
producidas en tiempos y épocas diversas, generadas por actividades que han ido adaptando sus
requerimientos a las posibilidades que emanaban de un espacio físico preexistente.
La forma de la ciudad, la morfología de sus espacios, es el entramado sobre el que se articula su estructura
social. Las decisiones de inversión en obras, en infraestructuras, se convierten así en reguladoras del
crecimiento y de la transformación urbana.
Urbanismo: proceso continuo y sucesivo de intervenciones proyectuales, de opciones y prioridades de
actuación.
La ciudad se ha construido apoyándose siempre en las redes preexistentes, en un proceso continuo de
sustitución de sus elementos de sus funciones.
La flexibilidad de la retícula para la extensión multidireccional de las redes de servicio, además de las
facilidades que conlleva para el loteamiento del espacio privatizado y para la edificación con autonomía
respecto a las parcelas colindantes; los trazados a cordel de ciudades coloniales, los ensanches neoclásicos de
nuestras ciudades, e incluso los asentamientos espontáneos con que se extienden las ciudades del tercer
mundo, deben también parte de su existencia a la facilidad de extensión y construcción en el tiempo de las
infraestructuras sobre su organización en red, donde estas remarca sus trazados de extensión y donde son
posibles crecimientos multidireccionales por combinación de ellos.
La noción de gradualidad en la construcción de infraestructuras tiene una doble acepción: de aparición
de los servicios urbanísticos, que va volviendo cada vez más compleja la tarea de urbanizadora, y de
construcción de ciudad por acumulación de elementos a lo largo del tiempo.
Otra acepción de la gradualidad se refiere al modo de construcción progresiva de la urbanización, con
existencia de un largo período de tiempo en que los servicios aprovechan infraestructuras preexistentes, a
menudo de origen rural, para desarrollar nuevas funciones.
Los componentes de la urbanización se han clasificado convencionalmente a partir de la función de
suministro para la que fueron concebidos:
• Saneamiento: Suma de las funciones de drenaje y recogida de aguas residuales.
• Abastecimiento de agua potable.
• Distribución de energía eléctrica.
• Distribución de gas.
• Alumbrado público.
• Conducciones de telecomunicación.
• Red de calefacción y distribución por aire comprimido (algunos lugares).
La existencia de todas o algunas de estas infraestructuras depende del contexto, de su nivel de renta, su
cultura e idiosincrasia y marco normativo. La exigencia de tipos de servicios, e incluso los propios estándares
técnicos de su producción sobre el espacio, deben entenderse como resultado de la evolución social,
económica y tecnológica de una determinada sociedad que acaba plasmando en textos legales y normas
técnicas de sus propias auto exigencias sobre el tipo de ciudad a construir.
La regularización de ciertas zonas que han de ser incluidas con características de normalidad en la
sociedad urbana, lo que implica complejos programas que afectan a la tenencia y propiedad del suelo, a la
inserción social de sus ciudadanos, a la dignificación de sus viviendas, y a la dotación de los servicios propios
de ciudad, entre los que tienen un carácter prioritario muchos de los servicios de tipo infraestructural.
Los niveles mínimos de urbanización se han de entender como adecuados a la resolución del tipo de
problema descrito, pero también presentan utilidad en el tratamiento de urbanizaciones de segunda
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residencia construidas en nuestro país también con características de informalidad legal o al margen del
planeamiento urbanístico.
Las soluciones de urbanización han de adecuarse, entre otras condiciones, a los requerimientos y
limitaciones que se deriven del lugar de intervención.
Así, los elementos conformadores del lugar, en el supuesto de una obra de urbanización de una nueva
plante podrían resumirse en:
• El relieve: Combinación de formaciones naturales que explican su morfología; representada en
planos por la topografía.
• El paisaje que superpone y añade al relieve texturas, colores, valores y significados culturales.
• La actividad humana, adaptada de formas diferentes al relieve y transformadora de él, lo que se
refleja también en una estructura de la propiedad, una red de caminos, unas infraestructuras de
drenaje.
• La ocupación humana anterior del territorio, con diferentes construcciones de adaptación a la
topografía, a la estructura productiva del tipo agrícola, a la vivienda y a las relaciones entre sus
habitantes y con el medio.
• La superposición en un mismo plano de todo este conjunto de información puede hacerlo
ininteligible, lo que lleva a la necesidad de escoger la información adecuada para describir mejor
el lugar según el objeto de la intervención que se pretende hacer; ello supone la necesidad de
elaboración, a partir de la cartografía convencional, de planos temáticos que tienen sus propias
técnicas de representación.
Existe una nueva geografía de lo urbano que depende de la accesibilidad a redes de transporte y la
conectividad a un sistema de infraestructuras de carácter multimodal.
En la segunda mitad del siglo XX ha aparecido un espacio metropolitano común a una mayoría de
ciudades, caracterizado por su estructura dispersa. Un territorio que integra espacios, lugares y paisajes
diferentes utilizados intensamente por los habitantes y visitantes metropolitanos.
El pasó de ciudad a metrópolis y el uso del término metropolitano fue fruto de uno de esos momentos
de cambio global que las sociedades industriales protagonizaron entre los siglos XIX y XX. Un proceso que iba
de la mano con do dinámicas paralelas como eran el crecimiento y densificación del centro urbano, por una
parte y a extensión de la ciudad sobre los territorios vecinos aun sin urbanizar por otra. Lo metropolitano fue
apareciendo así asociado a las grandes metrópolis del siglo XIX, las ciudades-capital como Londres, Paris o
Berlín, que mejor representaban el proceso de explosión de la ciudad y superación de sus límites, siguiendo
con crecimientos de trazados del ferrocarril y transformando aquellos primeros alrededores urbanos que
dieron lugar a periferias.
Pluralidad y uniformidad se dan de la mano, dando forma a un sistema de paisajes donde las imágenes
típicas y características de las áreas urbanas más densificadas, históricamente construidas de forma contigua,
se mezclan con nuevos atributos y contenidos. Una serie de situaciones que aparecen en cualquier tipo de
espacio urbanizado y al margen del campo y de la ciudad, del paisaje urbano y del agrícola.
Estructura territorial diseminada en el espacio:
• Dispersión de la actividad y los lugares de trabajo: de las centrales mercancías a la serie
interminable de polígonos industriales repartidos en las regiones urbanas.
• Dispersión de los usos comerciales y de ocio
• Dispersión de la población y la residencia principal que ha cambiado la estructura de poblamiento
concediendo un papel demográfico y funcional a los espacios tradicionalmente olvidados por el
universo concentracionista.
En segundo lugar, los cambios cualitativos que ha representado la implementación de nuevas
infraestructuras y los usos más masivos de las ya existentes:
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Servicios públicos: aquellos elementos de carácter público, presentes en la estructura urbana, que
satisfacen necesidades de carácter esencialmente material y que se encuentran relacionados, de un modo
inmediato con las exigencias básicas de la vida humana.
Equipamientos colectivos son aquellos elementos de carácter público, que satisfacen necesidades de tipo
más elevado, apareciendo como indispensables. Prestación destinada a satisfacer necesidades públicas y
organizadas generalmente por el Estado, un ente público o una empresa concesionaria.
El establecimiento de servicios públicos depende de decisiones del Estado y de los entes públicos,
basadas en un análisis que incluyen tanto elementos económicos como políticos. Los servicios públicos pueden
dividirse en:
• Servicios especiales: aparecen definidos por prestaciones individuales, ejercidas a partir de una
demanda igualmente individual y pagadas, por cada usuario.
• Servicios generales: se dirigen al conjunto de la colectividad, siendo costeados mediantes
puestos procedentes de la misma colectividad, en tanto que resulta imposible diferenciar las
distintas demandas individuales o las cuotas correspondientes para cada persona (enseñanza).
En resumen, se puede definir a los servicios públicos como todos aquellos elementos adecuados a la
satisfacción de necesidades humanas en una determinada sociedad, y ya sean públicos o privados se establece
una referencia jurídica a las formas de propiedad y gestión.
La característica principal de un servicio público consiste en la existencia de unas formas de uso libre.
Las relaciones existentes entre servicios y equipamientos deben referirse a una multiplicidad de
problemas, como las fuentes de trabajo, la representación político-social, la vivienda, el tiempo libre, etc.
Hay ciertas fases de los procesos urbanos registrados a lo largo del siglo XIX. La ciudad burguesa existe
en la continuidad de su sistema viario, como elemento funcional y representativo y condición necesaria y
suficiente para garantizar la marginación de las zonas subalternas. Estas operaciones suponen una ruptura de
la autosuficiencia que caracterizaba a las relaciones entre la ciudad y el campo en las etapas anteriores al
desarrollo industrial y también las diferencias entre los centros urbanos y las zonas rurales.
Los servicios públicos colectivos se encontraban organizados en la ciudad industrial como puntos de
referencia de un sistema urbano incompleto, contrastado con la especialización funcional de la ciudad según
zonas diferentes.
La nueva escala que presentan los problemas actuales impide pretender definir la ciudad según una
forma única y adoptar, como instrumento para su representación, una sola métrica figurativa; en efecto, la
ciudad contemporánea tiende a organizarse por partes y solo la combinación e interrelación de estas partes
consiste en la formación de una nueva estructura urbana.
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URBANISMO II – Cátedra Soijet – 2017
Las sociedades occidentales están cambiando y entran en una nueva fase de la modernidad que ve
evolucionar profundamente las formas de pensar y actuar, la ciencia y la técnica, las relaciones sociales, la
economía, las desigualdades sociales, los modelos de democracia. Estas mutaciones suponen y hacen
necesarios cambios importantes en el concepto, la producción y la gestión de ciudades y de los territorios y
ponen de actualidad una nueva revolución urbana moderna, la tercera después de la revolución clásica y de
la ciudad industrial.
Urbanización y modernización
La modernización es un proceso que surge mucho antes de la época que conocemos como Edad Media.
Fue el resultado de la interaccion de tres dinámicas:
• La individualización: representación del mundo a partir de su propia persona. Hablamos de
individualización para explicar las lógicas de apropiación y dominio individuales que van
ocupando progresivamente el lugar de las lógicas colectivas. Así las sociedades modernas
separan y reúnen individuos no grupos.
• La racionalización: consiste en la sustitución progresiva de la tradición. Es una forma de
desencanto del mundo porque adjudica a las acciones humanas y a las leyes lo que antes se le
atribuia a los dioses.
• La diferenciación social: proceso de diversificación de las funciones de grupos y de los individuos
en el seno de una misma sociedad.
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necesita de redes y sistemas técnicos más complejos que recurren de forma determinante a las nuevas
tecnologías de la información y de la comunicación.
5. Concebir los lugares en función de los nuevos usos sociales: un número creciente de
infraestructuras y de equipamientos entremezclan intervenciones públicas y privadas en diferentes tipos de
consorcios, concesiones y subsidios combinados con servicios. los estatutos jurídicos y prácticos de los
espacios son cada vez menos homogéneos.
6. Actuar en una sociedad muy diferenciada: la sociedad hipertexto, confronta al neourbanismo
a una trama compleja de intereses y retos que resulta cada vez más difícil de concretar en intereses colectivos
estables aceptados por todos.
7. Readaptar la misión de los poderes públicos
8. Responder a la variedad de gustos y demanda: admite la complejidad y debe proponer una
serie de formas y ambientes arquitectónicos y urbanos a una sociedad muy diferenciada en su composición,
sus costumbres y sus gustos. El neorubanismo aprovecha las distintas arquitecturas y las formas urbanas para
crear ciudades diversificadas, ofrecer alternativas y hacer posible los cambios a escala metropolitana.
9. Promover una nueva calidad urbana: desarrolla una gestión funcional mucho más sutil,
teniendo en cuenta la complejidad y la variedad de prácticas urbanas e intentando responder a ellos mediante
soluciones multifuncionales. Tiene en cuenta las dimensiones multisensoriales del espacio.
10. Adoptar la democracia a la tercera revolución urbana: se enfrenta a grupos diversificados por
lo tanto debe apoyarse en lógicas técnico-economicas privadas que difieren profundamente de la cultura y de
los modos de actuar públicos. Necesita nuevas formas de pensar y de ejecutar decisiones públicas que
permitan consultar con los habitantes, usuarios, vecinos y actores de todo tipo de proceso de toma de
decisiones vinculados a él.
Para finalizar podemos decir que el neourbanismo es:
• Un urbanismo de dispositivos: no se trata tanto de diseñar planes como de establecer
dispositivos que elaboren, lo discutan y los hagan avanzar
• Un urbanismo reflexivo: en análisis no procede la regla y al proyecto sino que está presente
permanentemente.
• Un urbanismo precavido que da lugar a controversias y se procura los medios para tener en
cuenta los efectos y las exigencias del desarrollo sostenible.
• Un urbanismo participativo: la concepción y la realización de proyectos son el resultado de la
intervención de muchos actores con ideas distintas y de la combinación de dichas ideas.
• Un urbanismo flexible, de efecto catalizador, en sintonía con las grandes dinámicas de la sociedad
• Un urbanismo heterogéneo, compuesto de elementos híbridos, de soluciones múltiples.
• Un urbanismo estilísticamente abierto, que al separar el diseño urbano de las ideologías político-
culturales y urbanísticas, deja terreno para elecciones formales y estéticas.
• Un urbanismo multisensorial que enriquece la urbanidad de un lugar.
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Se desprende una metodología de trabajo precisa: en primer término, estudiar la revolución de la ciudad;
en segundo término elaborar los estudios estadísticos; y en tercer lugar se procede a las respuestas espaciales.
REESE, E. Instrumentos de gestión urbana, fortalecimiento del rol del municipio y desarrollo
con equidad. (2003)
1. Instrumentos de planificación
• Instrumentos formales: desarrollan las políticas generales de desarrollo territorial del municipio.
Plan estratégico de desarrollo local: proyecto colectivo e integral de la ciudad y la gestión, con objetivos
intersectoriales dirigidos al desarrollo y capaz de convertirse en un espacio de movilización de la sociedad.
Plan urbano: instrumento que expresa los lineamientos de la política de desarrollo territorial de una
ciudad a través de estrategias, objetivos, directrices generales, programas y proyectos. Tiene por finalidad
principal promover el pleno desarrollo de las funciones sociales de la ciudad y de la propiedad urbana.
Normativas de regulación: instrumentos reglamentarios básicos de la gestión del uso, ocupación y
equipamiento del suelo.
• Instrumentos operativos: determinan los diferentes niveles de planeamiento urbano según
objetivos concretos de cada caso y tienen la función de ajustar las determinaciones de los planes
anteriores a sectores más reducidos del municipio y con problemáticas y oportunidades precisas.
Planes sectoriales: son los referidos a los estudios parciales del territorio municipal y tienen por finalidad
desarrollar propuestas de planificación en una escala más reducida.
Planes sectoriales: desarrollan un tema o un aspecto específico dentro de los sistemas de la ciudad. Estos
pueden estar referidos a cuestiones de tránsito, transporte de cargas, saneamiento, desagües pluviales, etc.
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3. Instrumentos de financiamiento
Fondo de desarrollo urbano: instrumento destinado a financiar la compra, expropiación y/o tramitaciones
de tierras; la ejecución de planes y proyectos municipales, de redes de infraestructura, de espacios verdes y
recreativos. El patrimonio está constituido por: partidas presupuestarias, recobro de cuotas provenientes de
la ejecución de los planes, adjudicación de créditos o subsidios, donaciones, montos de multas, etc.
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Banco social de microcrédito: es un sistema de aportes reintegrables a las familias de menores recursos
a través de instancias locales de organización. Sistema de pequeños créditos a familias sin garantía real,
basándose en garantías personales solidarias, con recuperación normal y costos operativos aceptables.
Banco de materiales: instrumento cuya misión es la de contribuir en la solución del problema de la
edificación y mejoramiento de la vivienda básica, financiándola a través del abastecimiento de materiales
necesarios.
Contribución de valorización: busca recuperar el costo de la obra más un pequeño porcentaje de costos
de administración mediante el cobro a los particulares de una contribución.
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