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La heráldica de los Fajardo está muy

extendida por las tierras de los anti-


guos reinos de Granada y Murcia. En
este caso se trata del escudo de Fer-
nando de Moncada Aragón, duque de
Montalto, casado en 1665 con María
Teresa Fajardo y Toledo, VII marquesa
de los Vélez (+ 1715), quien, entre su
generosa simbología, aparecen las ar-
mas propias de los Fajardo en un cuar-
tel del ángulo superior derecho. María
Teresa sucedió en la casa Vélez a su
hermano Fernando Joaquín, que tuvo
tres hijas fuera del matrimonio. Escu-
do en piedra inserto en la fachada de
la iglesia de San Antonio, de Mazarrón
(Foto: J. Sánchez Calventus).

Marinos,
caballeros
yLos monjas
• Este trabajo forma parte de
los proyectos de investigación
15300/PHCS/10 Nobilitas.
Estudios y base documental
de la nobleza del Reino de
Murcia, siglos XV-XIX. Segunda

bastardos de la Casa
fase: análisis comparativos,
financiado por la Fundación
Séneca, Agencia de Ciencia

de los Vélez, siglos XVI


y Tecnología de la Región de
Murcia; y HAR2010-2135-C05-01
Realidades familiares hispanas en

y XVII conflicto: de la sociedad del linaje


a la sociedad de los individuos,
siglos XVII-XIX, financiado por
el Ministerio de Economía y
Raimundo A. Rodríguez Pérez Competitividad. Más información
en Hernández Franco, Juan y
Juan Hernández Franco Rodríguez Pérez, Raimundo A.,
Universidad de Murcia “Bastardía, aristocracia y órdenes
militares en la Castilla moderna:
el linaje Fajardo”, Hispania, vol.
LXIX, 232 (2009), pp. 331-362.

38 VELEZANA NUM 31
Marinos, caballeros y monjas
Los bastardos de la Casa de los Vélez, siglos XVI y XVII

H I S T O R I A

CUADRO 1
Los descendientes del I Marqués de los Vélez

Desconocido PEDRO FAJARDO CHACÓN MENCÍA DE LA CUEVA TOLEDO


I marqués de los Vélez (c. 1477-1546). Hija del II duque de
Comendador de Caravaca en la Orden de Alburquerque
Santiago (1505).

ALONSO ANA RUIZ DE LUIS FAJARDO DE LA CUEVA LEONOR FERNÁNDEZ DE


RODRÍGUEZ AVENDAÑO Y II marqués de los Vélez (1508-1574). CÓDOBA Y ZÚÑIGA
(hijo bastardo) ALARCÓN Hábiro de Santiago (1538) Hija del III conde de Cabra

LUISA DE TENZA LUIS FAJARDO PEDRO FAJARDO Y CÓRDOVA DIEGO FAJARDO Y JUANA GUEVARA FRANCISCA MENCÍA
PACHECO Y CASCALES Almirante del Mar Océano (hijo bastardo). III marqués de los Vélez CÓRDOVA ROCAFULL FAJARDO Y FAJARDO Y
Señora de Espinardo, Comendador del Moral en la Orden de (1530-1579) Hábito de Señora de Ceutí y CÓRDOVA CÓRDOVA
Ontur y Albatana Calatrava (fecha desconocida) Hábito de Santiago (1560) Calatrava (1587) Monteagudo

ALONSO DE TENZA Y FAJARDO JUAN TENZA Y FAJARDO LEONOR MARÍA


Gobernador de Filipinas. I marqués de Espinardo FAJARDO DE
Hábito de Alcántara (1607) Hábito de Calatrava (1602) GUEVARA

DIEGO AMBROSIO FAJARDO DE GUEVARA


II marqués de Espinardo.
Hábito de Calatrava (1632)

A
l menos cuatro de los seis marque-
ses de los Vélez, que ostentaron Alonso Rodríguez y su
dicho título entre 1507 y 1693, estirpe de oligarcas
tuvieron descendencia ilegítima:
el primero, el segundo, el cuar-

A
to y el sexto. La trayectoria vital de los seis hijos penas existen referencias sobre el hijo bastardo
naturales conocidos de la casa de los Vélez per- de don Pedro Fajardo Chacón, I marqués de los
mite trazar sus orígenes espurios y, en algunos Vélez. Un árbol genealógico de la Colección
casos, su ascenso social. Destaca el ínclito almi- Salazar y Castro (Real Academia de la Historia) alude a
rante Luis Fajardo, uno de los mejores marinos Alonso Rodríguez, “vezino de Vélez el Blanco”, como hijo
del reinado de Felipe III. Era hijo del II marqués habido por el citado aristócrata fuera del matrimonio, sin
de los Vélez, que desde joven lo ocupó en tareas indicación cronológica alguna (aunque debió ser antes de
militares, alcanzando un destacado estatus que 1546, fecha de la muerte del noble murciano) y tampoco
llevó a su hijo a ser designado marqués de Es- se alude a la madre. Casó con una tal doña María Mo-
pinardo. Francisco Fajardo Melgarejo, bastardo reno y, curiosamente, “no quiso que le reconociese por
del IV marqués de los Vélez, consiguió incluso su hermano el marqués de los Vélez, Don Luis”. El nieto
antes que sus hermanos legítimos un hábito de de este hijo espurio, Miguel Rodríguez Navarro, fue re-
la Orden de Santiago, gracias al reconocimiento gidor perpetuo de la ciudad de Lorca. Dos generaciones
paterno. Las tres hijas naturales del VI marqués más tarde, siguiendo la descendencia de esta familia de
de los Vélez, sin embargo, corrieron peor suerte, origen ilegítimo, don Manuel Tomás de Echeverría Lega-
siendo recluidas en conventos y una de ellas ni zpi y Rodríguez Navarro –cuarto nieto, por vía materna,
siquiera fue reconocida con el apellido Fajardo. del I marqués de los Vélez– fue nombrado caballero de

AÑO 2013 VELEZANA 39


la Orden de Calatrava en 16911. Por tanto, pasadas tres
generaciones esta rama bastarda de los Vélez se hallaba
entre la oligarquía de una importante ciudad de realengo,
y un miembro de la quinta generación conseguiría llevar
la cruz de Calatrava al pecho.

El almirante don Luis


Fajardo: germen de la
casa de Espinardo 2

E
l hijo bastardo del II marqués, llamado como su
padre –don Luis Fajardo– fue el descendiente ile-
gítimo de la casa de los Vélez que mayor prestigio
alcanzó, no en vano se trata de uno de los más acredita-
dos militares (capitán general de la escuadra de la Mar
Océano) de los años finales del reinado de Felipe II y del
de Felipe III. Su madre se llamaba Ana Ruiz de Avendaño
y Alarcón, era vecina de Vélez Blanco y natural de Villapa-
lacios, en La Mancha3. Don Luis fue comendador del Mo-
ral en la Orden de Calatrava4. En su proceso de ascenso
social influyó su reputación como marino y el apoyo de
los parientes mayores de la casa de los Vélez, es decir la
protección familiar, algo común entre los linajes nobilia-
rios que tenían hijos ilegítimos. Nació en torno a 1556,
veintitrés años después de enviudar el marqués de su úni-
Portada manierista de la casa de los Pacheco en Murcia. Esta familia
ca esposa, doña Leonor Fernández de Córdoba. se encuentra entre los ascendientes de la casa de Espinardo.

El hijo bastardo del II marqués,


don Luis Fajardo, fue el
descendiente ilegítimo de la casa
de los Vélez que mayor prestigio
alcanzó, llegó a ser capitán
general de la escuadra de la Mar
Océano.

De hecho, en su testamento, don Luis Fajardo muestra


que mantuvo excelentes relaciones con su padre y con
los hijos legítimos de éste, es decir con el tronco principal
del linaje. Tanto es así que al enumerar las misas, que a su
muerte deben celebrarse en el convento de San Agustín
de Murcia, alude a ellos como padre y hermanos, respec-
tivamente. Además, nombra albacea al IV marqués de los Durante la rebelión morisca del Reino de Granada en 1769, Luis
Fajardo, siendo un adolescente, acompañó a su padre, el II mar-
Vélez, don Luis Fajardo Requesens, «mi sobrino»5. Casó ques de los Vélez, e intervino en algunos hechos de armas, como
con doña Luisa de Tenza Pacheco y Cascales, señora de las la defensa de Oria. “La batalla de Oria”, obra de Miguel Muñoz de
Córdoba, 1723, Sala Capitular del Ayuntamiento de Lorca.
localidades murcianas de Espinardo, Ontur y Albatana, así

1 Real Academia de la Historia [RAH], Colección Salazar y Castro, D-27, ff. 34v.-35r. Tabla genealógica de la familia de Rodríguez Navarro. Sin fecha.
2 Tema abordado ampliamente en Hernández Franco, Juan, Al servicio del mayor Rey de la Tierra: el linaje de Luis Fajardo, Capitán General de la Mar
Oceáno (ss. XVI-XVII), Murcia, 2012.
3 Archivo Histórico Nacional [AHN], Órdenes Militares [OO MM], Alcántara, expedientillo 13217. Merced del hábito de la Orden de Alcántara a
don Alonso Fajardo, hijo del almirante don Luis Fajardo. Madrid, 11 de abril de 1607.
4 RAH, Colección Salazar y Castro, M-44, f. 99r. Testamento otorgado por Luis Fajardo, capitán general de la Real Armada y ejército del mar
Océano, comendador del Moral, en la Orden de Calatrava. Cádiz, 3 de marzo de 1614. Copia autorizada en Madrid, en 1615.
5 RAH, Colección Salazar y Castro, M-44, f. 102 v. Testamento otorgado por Luis Fajardo, capitán general de la Real Armada y ejército del Mar
Océano, comendador del Moral, en la Orden de Calatrava. Cádiz, 3 de marzo de 1614. Copia autorizada en Madrid, en 1615.

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Marinos, caballeros y monjas
Los bastardos de la Casa de los Vélez, siglos XVI y XVII
Fachada principal del antiguo
palacio de los marqueses de
los Vélez, en Espinardo; ori-
ginario de los inicios del s. H I S T O R I A
XVII, hoy solo conserva esta
fachada (muy transformada,
como puede apreciarse en
la foto de comienzos del s.
XX)) y está dedicado a cen-
tro de enseñanza.

como otras propiedades vinculadas en el mayorazgo fami-


liar, entre ellas la aludida capilla mayor del convento de
San Agustín de Murcia (actual parroquia de San Andrés).
Doña Luisa era la hija única del regidor murciano Alonso
de Tenza Pacheco y de Aldonza de Cascales, fundadores
en 1596 de un importante mayorazgo que acabaría siendo
absorbido por esta rama espuria de los Fajardo, esto es
por sus nietos: los hijos del almirante y Luisa de Tenza.
En concreto, de este enlace nacieron tres hijos: Alonso,
Juan y Mencía.
Luis Fajardo acompañó a su padre, el II marqués de los
Vélez, en la guerra contra los moriscos granadinos, al
igual que su hermano don Diego, que dirigía la caballería.
En concreto, portaba el estandarte de su padre a la salida
del ejército de Vélez Blanco, a inicios de 1569, siendo un
adolescente de apenas trece años. En junio de ese año
fue el encargado de defender Oria y Cantoria del ataque
de los moriscos sobre el marquesado6. Siendo aún muy
joven, comienza a forjarse la carrera militar del hijo ilegíti-
mo del II marqués de los Vélez. En 1599, ya le cita Cabrera
de Córdoba como la persona encargada de traer la flota
desde las Indias, y con ella su rico cargamento de plata,
es decir estaba al frente de la armada de la Guardia de las
Indias. Esa será su principal misión hasta su muerte, es
decir despejar la carrera de Indias de corsarios y asegu-
rar la llegada de metales preciosos a Sevilla, tarea de vital
importancia para la Monarquía Hispánica, de ahí que no
extrañen los honores con los que él, y sobre todo, su hijo
Juan, se vieron colmados por el soberano. La fecha en la
que parece que se convirtió en almirante del Mar Océano
fue, según el referido cronista real, noviembre de 16047.
El Atlántico, a inicios del XVII, había desplazado al Mare
Nostrum y al peligro otomano como frente de guerra
principal para la Monarquía Hispánica. En ese período
eran las armadas holandesas, francesas e inglesas las que
causaban mayores quebraderos de cabeza. Además era la
vía de llegada de los metales preciosos de las colonias es-
pañolas y portuguesas, que debían ser custodiadas hasta
su arribada a Lisboa o Cádiz, de ahí también la importan-
cia de la vigilancia del Estrecho de Gibraltar. Su hazaña
más gloriosa fue la conquista de La Mámora, en el verano
de 1614, evitando que este presidio atlántico del norte de
África cayese en manos de corsarios (especialmente ho-
Blasón de Tenza en la portada del palacio de los marqueses de los landeses), y desde allí pudiesen hostigar las costas penin-
Vélez en Espinardo.
sulares, Canarias y las flotas de Indias. La Pax Hispánica,

6 Sánchez Ramos, Valeriano, El II marqués y la guerra contra los moriscos, 1568-1571, Vélez Rubio, 2002, pp. 44 y 109-110.
7 Cabrera de Córdoba, Luis, Relaciones de las cosas sucedidas en la corte de España, desde 1599 hasta 1614, Madrid, 1857, p. 230.

AÑO 2013 VELEZANA 41


(1621)8. Ya en 1605 fue nombrado capitán de arcabuce-
ros, llegando a ser almirante, igual que su progenitor, a
quien acompañó en sus misiones más importantes, por
ejemplo La Mámora. Además era caballero de la Orden de
Calatrava9, desde 1602, y fue también gobernador y capi-
tán general de Galicia10, miembro del Consejo de Guerra,
vizconde de Monteagudo, y un año después, el 7 de agos-
to de 1627, Felipe IV le otorga el título de marqués de
Espinardo. Surgía así la segunda casa titulada del reino de
Murcia, tras la de sus parientes mayores. Poco importaba
que su padre hubiera sido bastardo.

Juan Fajardo de Tenza fue


almirante, gobernador y capitán
general de Galicia, miembro del
Consejo de Guerra, vizconde
de Monteagudo y marqués de
Espinardo.

Casó don Juan con su prima Leonor María Fajardo de


Guevara, hija única de Diego Fajardo Fernández de Cór-
doba (hijo del II marqués de los Vélez y tío del contra-
El archipiélago de las Filipinas, frente a las costas de Indochina y yente) y de Juana Guevara Rocafull, señora de la mitad
rodeadas de grandes islas, donde Alonso de Tenza Fajardo fue go-
bernador y capitán general, aparece aquí representado a mediados
de Ceutí y Monteagudo. La rama bastarda surgida del II
del s. XVII, por el célebre geógrafo holandés J. Blaeu, en 1667. marqués de los Vélez –los Fajardo de Tenza– se unía así a
la línea segundogénita de la casa de los Vélez. La endoga-
mia entre los Fajardo reunió diversos señoríos en el reino
de Murcia. Con este enlace, el mayorazgo fundado a fines
a inicios del XVII, tuvo como consecuencia más relevante
del XVI por las hermanas del III marqués de los Vélez,
la expulsión de los moriscos (1609), lo cual atrajo al Me-
diterráneo muchos de los medios hasta entonces concen- doña Francisca11 y doña Mencía12, no acabaría en manos
trados en el Océano. Así pues, la actividad de Luis Fajardo de otra familia. Además, se unían los señoríos y riquezas
y su hijo en torno al Levante peninsular va a cobrar una de Juana de Guevara. El enlace de doña Leonor María,
gran importancia. En 1610 se les ordenó el embarque de única hija que había sobrevivido a sus padres13, aportaría
los moriscos de los de los reinos de Murcia, Toledo y La un considerable patrimonio a su esposo. Por eso se eli-
Mancha desde el puerto de Cartagena al norte de África. gió a alguien que no fuese heredero de otro mayorazgo,
condición que cumplía Juan Fajardo de Tenza, aunque la
Juan Fajardo de Tenza, segundogénito de don Luis, fue un muerte sin descendencia de su hermano mayor, Alonso
personaje de gran relieve, no en vano el Licenciado Fran- de Tenza Fajardo (1624), le llevó a convertirse también en
cisco Cascales le dedica sus famosos Discursos Históricos receptor de la rica herencia de su propia familia. El único

8 Cascales, Francisco, Discursos Históricos de la Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Murcia, Murcia, 1621, p. 12.
9 AHN, OO MM, Calatrava, expedientillo 9519. Merced del hábito de la Orden de Calatrava a don Juan Fajardo. Valladolid, 24 de septiembre de
1602.
10 Cargo en el que murió, concretamente en la ciudad de La Coruña, el 5 de julio de 1631. Válgoma y Díaz-Varela, Dalmiro de la, Los Saavedra y los
Fajardo en Murcia: Nobiliario, Vigo, 1957, p. 200.
11 Fallecida en Vélez Blanco, el año 1579, localidad en la que había testado el 15 de agosto de dicho año. Debió morir muy poco después, pues
su testamento se abrió el 18 de agosto. Dejó como herederos a sus hermanos, Diego y Mencía Fajardo. Sección Nobleza [SN]-AHN, Espinardo,
C. 4, leg. 9 y 10.
12 Testó en Vélez Blanco, el 3 de febrero de 1592, poco antes de su muerte. Dicho documento recoge también la fundación del mayorazgo que
irá a parar a su hermano, don Diego, y de él a Leonor María Fajardo de Guevara, su sobrina. SN-AHN, Espinardo, C. 4, leg. 9.
13 Su hermana, Ana Antonia Fajardo de Guevara, testó en 1603, dejando como heredera a su madre, Juana de Guevara. Tanta Ana Antonia como
sus dos hermanos (Luis y Leonor María) eran menores de diez años cuando falleció su padre, Diego Fajardo Fernández de Córdoba, el año 1599.
SN-AHN, Espinardo, C. 4, leg. 10.

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Marinos, caballeros y monjas
Los bastardos de la Casa de los Vélez, siglos XVI y XVII

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obstáculo que había que salvar era el estrecho parentesco el amante de ésta ( Juan de Mesa Suero) y su encubridor
que unía a los novios: segundo grado de consanguinidad. (Andrés Rodríguez de la Fuerza), en 1621. Don Alonso
Además, el almirante don Luis se comprometía a donar cometió un triple crimen de honor, que no fue castigado
unas cuantiosas arras a su hijo, valoradas en 6.000 du- debido a su elevada posición social y la visión del adulte-
cados (2.250.000 mrs.). Ello da idea de su riqueza, pues rio femenino como deshonra imperdonable.
dicha cantidad no podía superar la décima parte de sus
bienes. Los desposorios entre Juan Fajardo de Tenza y Del tercer hijo varón del almirante, llamado también Luis,
Leonor María Fajardo de Guevara se celebraron el 24 de poco se sabe, salvo que acompañó a su hermano don
mayo de 1615. Ese mismo año fallecían el almirante Luis Alonso al archipiélago filipino, y éste pidió para él alguna
Fajardo y Juana Guevara, cuñados y consuegros. merced17. Como afirma en su testamento el almirante, era
un hijo natural habido de “muger soltera honrada” y cria-
do en Madrid, en casa de su solicitador, Antonio de Fuen-
tes. Por último, junto a los tres hijos varones, el almirante
Alonso de Tenza Fajardo fue Luis Fajardo también tuvo una hija, legítima sin duda. Se
designado gobernador y capitán llamaba Mencía Fajardo, y casó en 1609 con Juan Anto-
general de Filipinas, en 1616, nio Usodemar Narváez, señor de la villa de Alcantarilla y
donde murió sin descendencia el descendiente de una familia de comerciantes genoveses,
año 1624. asentados en la ciudad de Murcia. En definitiva, los hijos
del almirante casan –a imagen y semejanza de su padre–
con ilustres familias de la oligarquía murciana, varias de
Los otros dos hijos varones del almirante don Luis fueron las cuales poseían señoríos en el reino, especialmente en
Alonso y Luis. El primogénito fue Alonso de Tenza Fajar- las cercanías de la capital. De modo que si su ascenso a
do, que llevaba en primer lugar el apellido materno por casa titulada tuvo que ver sobre todo con los grandes ser-
aportar éste las riquezas y señoríos. Fue señor de Ontur y vicios militares del almirante, lo cierto es que sus estrate-
Albatana, y regidor de la ciudad de Murcia. Junto a la he- gias matrimoniales le aportaron a él y a su descendencia
rencia, también hizo sus propios méritos como teniente un notable patrimonio. De esta forma, tras la muerte del
de adelantado del reino, miembro del Consejo de Gue- IV marqués de los Vélez (1631), los marqueses de Espi-
rra de Flandes y caballero de la Orden de Calatrava, en nardo sustituirán a sus parientes mayores –alejados cada
160714. Se erigió en señor de Espinardo, localidad situada vez más de sus estados– como principal casa residente en
junto al límite norte de la ciudad de Murcia, en el camino el reino de Murcia.
real a Madrid, que pasó de señorío solariego a señorío
jurisdiccional15. Logró separar esta población de la juris-
dicción concejil de Murcia en 1615, en una coyuntura en
la que tuvo lugar la venta masiva de jurisdicciones, tanto Francisco Fajardo
en el extenso término concejil de Murcia como en otras
ciudades de la Corona de Castilla. Alonso de Tenza Fa- Melgarejo, caballero de
jardo casó con Catalina María Zambrana Fajardo, de una
familia de regidores murcianos, y fue designado goberna-
la orden de Santiago

E
dor y capitán general de Filipinas, en 1616, donde murió n torno a 1602-1604 debió nacer Francisco Fajardo
sin descendencia el año 162416. Por esta razón fue el se- Melgarejo, hijo bastardo del IV marqués de los Vé-
gundogénito, don Juan, quien heredó todo el patrimonio lez, don Luis Fajardo Requesens, fruto de una re-
familiar. Su paso por Filipinas, durante seis años, se vio lación extramatrimonial. La madre era una dama muleña,
marcado por las necesidades del archipiélago asiático. doña Francisca Melgarejo, miembro de una ilustre familia
Por ello, centró sus esfuerzos en mejorar su seguridad, de la capital de los estados murcianos de los Fajardo. Lo
con fortificaciones y astilleros. En lo personal, su estancia cierto es que Francisco fue un joven afortunado, pues no
en Manila, estuvo marcada por el asesinato de su esposa, su padre no le abandonó, sino que lo crió en su palacio

14 AHN, OO MM, Alcántara, expedientillo 13217. Merced del hábito de la Orden de Alcántara a don Alonso Fajardo, hijo del almirante don Luis
Fajardo. Madrid, 11 de abril de 1607.
15 Archivo General de Simancas, Escribanía Mayor de Rentas, Mercedes y Privilegios, leg. 286, f. 1. Asientos entre la Corona y don Alonso Tenza
Fajardo para la compra de la jurisdicción de Espinardo. 1614-1615.
16 Rodríguez Pérez, Gabriel, “El general Fajardo de Tenza, Señor de Espinardo y gobernador de Filipinas”, Militaria: Revista de Cultura Militar, 16
(2002), pp. 165-170.
17 La Junta propone que se le concedan 30 escudos de entretenimiento. Archivo General de Indias, Filipinas, 20, R. 12, N. 79. Consulta de don
Alonso Fajardo de Tenza, gobernador y capitán general de las islas Filipinas. Madrid, 27 de noviembre de 1618.

AÑO 2013 VELEZANA 43


Francisco fue un joven
afortunado, pues su padre no le
abandonó, sino que lo crió en su
palacio de Mula.

La bastardía, a partir del siglo XVI, era penalizada por la


Iglesia –que excomulga al casado que conviva con con-
cubina– en su afán por reformar las costumbres morales
de los laicos19 y por diversas disposiciones de las Cor-
tes; además de situar legalmente, a partir de las leyes de
Toro, a quien esta condición tiene en clara desigualdad
jurídica respecto a los hijos legítimos20, incluidos los que
han sido procreados por hidalgos21; además de comen-
zar a adquirir el término bastardo y las personas que lo
son una connotación social y cultural negativa –incluso
dentro de los grupos con más honor estamental–, será
una de las cuestiones que las Reglas y Establecimientos
de las órdenes militares indican que se deben averiguar
en los pretendientes a hábito –aunque en la práctica, con
la bastardía, sean más indulgentes que con otros defec-
Pedro Fajardo y Pimentel, hermanastro de Francisco Fajardo Mel-
garejo, se representa con la heráldica familiar, la calavera de la tos de los pretendientes como la ausencia de nobleza, la
muerte, el bastón de mando, la armadura y yelmo y, en el pecho, mancha étnica o el desempeño de oficios viles22–. La opi-
la cruz de Santiago, como caballero perteneciente a la orden de nión pública no oculta la bastardía, a diferencia de otras
Calatrava. (Portada de las Oraciones fúnebres a las exequias de Don
Pedro Faxardo y Pimentel, Marqués de los Vélez, de Molina y Marto- ignominias que podían privar de hábito. Otra cosa será,
rel, Palermo, 1647. Biblioteca Nacional de España). cuando pase el tiempo y la memoria de la infamia se pier-
da, se oculte o se manipule. Con frecuencia ocurre que al
cabo de dos o tres generaciones –o una sola, en el caso
de Mula. Pero una cosa son los afectos y sentimientos que del almirante don Luis Fajardo– el bastardo ha pasado a
don Luis tuviese hacia su hijo ilegítimo, al que por cierto formar parte de la familia, ya sea en condición de «medio
procuró hábito bastante antes que a su hijo legítimo –Pe- hermano» o hermano entero.
dro Fajardo Pimentel, V marqués de los Vélez, lo consi-
gue el año 1639, cuando han transcurrido ya ocho años
desde que muriera su padre– y otra la realidad legal. En La opinión pública no oculta la
el Consejo de las Órdenes Militares, cuando el año 1620
llegan las pruebas de nobleza y limpieza de sangre de
bastardía, a diferencia de otras
don Francisco Fajardo Melgarejo, se dice que: «Consta de ignominias que podían privar de
ellas concurrir en el dicho don Francisco todas las cali- hábito.
dades necesarias, esçepto en quanto a la legitimidad»18.
El hecho de que Francisco Fajardo Melgarejo fuera hijo
bastardo del marqués de los Vélez posiblemente no sor- El lugar más controvertido que visitan los informantes del
prendiera en el Consejo de las Órdenes, pues era una hábito –el caballero Luis Garrido Carvajal y el religioso
tendencia arraigada precisamente entre la parte más alta frey Pedro Cruz Tribaldos– del que Felipe III hará merced
de la sociedad, como lo demuestra que haya bastardos en a Francisco Fajardo Melgarejo es Mula. Es la villa donde
las casas reales europeas y en las casas nobiliarias. Valgan reside el IV marqués y donde se encuentra la corte y la
como ejemplo de las últimas, entre otras, las casas de los clientela señorial. Pero también es el lugar de nacimiento
duques de Alba, Alcalá, Feria, Arcos y Nájera, los condes del pretendiente. Por tanto donde mejor se conoce en
de Castañeda y de Medellín, y los marqueses de Aguilar. qué condiciones ha venido al mundo. A lo que debemos

18 AHN, OO MM, Santiago, exp. 2.822, año 1621.


19 Flandrin, Jean-Louis, Orígenes de la familia moderna, Barcelona, Crítica, 1979, pp. 233-235.
20 Gacto Fernández, Enrique, «El grupo familiar en la España Moderna en los territorios del Mediterráneo: una visión jurídica», en Casey, James et
al., La familia en la España Mediterránea (siglos XV-XIX), Barcelona, Crítica, 1987, pp. 56-58.
21 Novísima Recopilación de las Leyes de España, Libro X, Título IV, Ley V (Carlos V en Valladolid, por cédula de 4 de Abril y sobrecédula de 14 de
Mayo de 1542: «Los hijos de padres hidalgos, legitimados por el rey no se entiendan exentos de pechos y contribuciones»), y Ley VI (De Felipe
II: «Los hijos ilegítimos, legitimados por cartas o privilegios reales no se entiendan serlo para gozar de la hidalguía ni exención de pechos»).
22 Maravall, José Antonio, Poder, honor y élites en el siglo XVII, Madrid, 1984, pp. 93-110.

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Marinos, caballeros y monjas
Los bastardos de la Casa de los Vélez, siglos XVI y XVII

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sumar las filias y fobias que podía suscitar este joven dentro de un es-
pacio local enfrentado a través de bandos23; por un lado la oligarquía
contra el señor –aunque en esos momentos el conflicto pasaba por una
época de baja tensión– y de otro la propia oligarquía entre sí: Melgare-
jos versus Felipe Pérez de Valladolid, con el agravante de que Francisco
Fajardo Melgarejo tiene por madre a Francisca Melgarejo, cuyo tío era
cabeza de su bando24.
En Mula, de los treinta y nueve testigos examinados, sólo uno rehúye
emplear la palabra bastardo. El resto dirá quién es el bastardo y en qué
condiciones se produjo la desviada y puntual conducta pecaminosa del
IV marqués. Ahora bien, expuesta la transgresión, también es cierto
que los testigos no son excesivamente críticos con este acto anómalo.
Pondrán de manifiesto a través de diversas actitudes del IV marqués
que éste considera a Francisco como si de un hijo legítimo se trata-
se. Bastantes testigos dirán que lo ha criado y tenido en su casa, que
lo ha sentado a su mesa (expresión simbólica que evidencia que está
integrado en la parentela más próxima y cercana al marqués), y que
lo ha reconocido como hijo –«y este testigo le ha oydo decir al dicho
marqués que es hijo suyo»25–. Otros testigos emplean expresiones más
simbólicas en relación a los lazos familiares existentes entre Luis Fajar-
do y Francisco Fajardo, que ponen de manifiesto la proximidad entre el
padre y el hijo ilegítimo, pues además de tenerlo en su casa, «le lleva a Portada de la capilla del abandonado y ruinoso
palacio de los marqueses de los Vélez en Mula
su mano derecha yendo con él a caballo»26. Finalmente están, aunque (s. XVIII).
pocos, los que deponen que en Mula, es decir la opinión pública, le tie-
ne y respeta por hijo del marqués. A estas opiniones favorables hacia la
actitud del padre, que aún transgrediendo los preceptos religiosos ha
considerado el fruto de su relación ilícita como si de un hijo legítimo
se tratara, se unen en el mismo sentido las de los testigos a los que los
informantes preguntan en Murcia y Vélez Blanco. En Barcelona, cuarta
ciudad a la que los informantes se trasladan por cuestión de naturaleza
u origen de los familiares del pretendiente –en concreto su abuela pa-
terna, doña Mencía de Requesens–, esta cuestión no es abordada por
los testigos debido al desconocimiento que tienen de la misma.
Por todo lo expuesto, cuando el Consejo de las Órdenes examina la
información, aunque detecta con toda claridad la ignominia de la bas-
tardía, también propone la solución a la particular actitud desviada de
un miembro de una destacada casa aristocrática de Castilla, y que en
modo alguno puede empañar la notoria trayectoria de la familia y sus
servicios a la Corona. Por tanto, manifiestan al rey Felipe III que «por
ser y aver sido Illustres y de cassa tan conocida en estos Reynos que
vuestra Majestad podrá ser servido se dispense con él (Francisco Fajar-
do Melgarejo)». El monarca dará el visto bueno para que sus agentes en
Roma presenten al papa Pablo V una petición de dispensa, que no dila-
ta mucho su respuesta y el 10 de noviembre de 1621 envía el breve que
Escudo de los Melgarejo en Mula.
concede la venia. Apenas habían transcurrido dos años (la merced del (Foto: Juan González Castaño).

23 González Castaño, Juan, Una villa del Reino de Murcia en la Edad Moderna (Mula, 1500-1648), Murcia, 1992, pp. 217-218. Uno de los principales
miembros de la familia Melgarejo y pariente mayor del bando, el único cuya condición hidalga había sido ejecutoriada por la Chancillería de
Granada, Alonso Fernández Melgarejo, tío paterno de Francisca Melgarejo, tuvo notables desencuentros y pleitos con la casa de los Vélez hasta
las últimas décadas del siglo XVI.
24 Lemeunier, Guy y González Castaño, Juan, «Señores y oligarcas. Las luchas políticas en Mula durante los siglos XVI y XVII», en Los señoríos mur-
cianos. S. XVI-XVIII, Murcia, 1998, pp. 25-26.
25 AHN, OO MM, Santiago, exp. 2.822. Martín de Párraga, Mula, 8 de marzo de 1620.
26 Ibíd. Rodrigo Buitrago Gallego, Mula, 8 de marzo de 1620.

AÑO 2013 VELEZANA 45


CUADRO 2
La casa de los Vélez durante el siglo XVII.

PEDRO FAJARDO Y CÓRDOVA MENCÍA REUQUESENS Y ZÚÑIGA


III marqués de los Vélez (1530-1579). Hija del comendador mayor de
Hábito de Santiago (1580) Castilla

FRANCISCA LUIS FAJARDO REQUESENS MARÍA PIMENTEL VIGIL DE FERNANDO ÁLVAREZ DE MENCÍA
MELGAREJO IV marqués de los Vélez (1575- QUIÑONES TOLEDO Y PORTUGAL PIMENTEL Y
1631). Hábito de Santiago (1610) Hija del VIII conde de Benavente VI conde de Oropesa MENDOZA

FRANCISCO FAJARDO PEDRO FAJARDO PIMENTEL MARÍA ENGRACIA


MELGAREJO (hijo bastardo). V marqués de los Vélez (1602-1647) DE TOLEDO Y
Hábito de Santiago (1621) Hábito de Santiago (1639) PORTUGAL

PEDRO FAJARDO Y FERNANDO JOAQUÍN FAJARDO Y MARÍA ARAGÓN FOLOH DE CARDENA ISABEL DE AYALA JOSÉ FAJARDO Y MARÍA TERESA FERNANDO
TOLEDO TOLEDO Y SANDOVAL FAJARDO TOLEDO FAJARDO Y TOLEDO MONCADA ARAGÓN
Fraile Carmelita VI marqués de los Vélez (1635-1692) Hija del VI duque de Segorbe y VII de Hija del III conde de Hábito de VII marquesa de VII duque de
Hábito de Santiago (1687) Cardena (primera esposa) Ayala (segunda esposa) Calatrava (1665) los Vélez Montalto

ANTONIA MARÍA TERESA JUANA DE MARÍA CATALINA MONCADA Y FAJARDO


FAJARDO FAJARDO BÉJAR VIII marquesa de los Vélez y IX duquesa
(hija bastarda) (hija bastarda) (hija bastarda) de Montalto

hábito de la Orden Militar de Santiago fue hecha por par- testigos que aunque no han olvidado la bastardía de Fran-
te del rey el 11 de agosto de 1619) para que un bastardo cisco, la transforman en un grado de parentesco, como
que no podía acceder a ser caballero de la Orden Militar es común entre la aristocracia, y la adornan con el acto
de Santiago, beneficio que habían recibido los miembros positivo de haber obtenido un manto blanco de la presti-
legítimos de la casa de los Vélez desde el año 1538, pudie- giosa orden castellana. Muy claro al respecto es el testigo
ra vestir el hábito con más honor de Castilla. Contaba con y abogado Sancho Talón:
unos dieciséis o diecisiete años de edad.
«Que han tenido y sido del hábito de Santiago el Mar-
qués don Luis, y el Marqués don Pedro abuelo y padre
del pretendiente y Don Francisco Fajardo hermano de
Los testigos nos muestran que mitad del Marqués don Pedro, abido del matrimonio,
la bastardía de Francisco Fajardo fue también del hábito de Santiago»27.
Melgarejo es una ignominia
menor que el hábito que se le ha
concedido.
Las hijas ilegítimas
Con el paso del tiempo, aproximadamente unos cincuen- del VI marqués de los
ta y cinco años, nos encontramos con que los testigos nos
muestran que la bastardía de Francisco Fajardo Melgarejo
Vélez

A
es una ignominia menor que el hábito que se le ha con- finales del siglo XVII, el VI marqués de los Vélez,
cedido, y que tal acto positivo se une a otros que hacen último varón del linaje Fajardo que ostentó dicho
merecedor al VI marqués de los Vélez, Fernando Joaquín título, tuvo también descendencia ilegítima, con-
Fajardo y Toledo, del hábito de la Orden de Santiago. Hay

27 AHN, OO MM, Santiago, exp. 2.825. Sancho Talón, Mula, 25 de marzo de 1687.

46 VELEZANA NUM 31
Marinos, caballeros y monjas
Los bastardos de la Casa de los Vélez, siglos XVI y XVII

H I S T O R I A

masculina se extinguió el poderoso linaje Fajardo. Sus títu-


los (marquesados de los Vélez, Molina y Martorell) recaye-
ron en la casa de Villafranca del Bierzo, que más adelante
absorbió también a la de Medina Sidonia.

Fernando Joaquín Fa-


jardo Fajardo y Toledo,
Conclusiones

L
VI marqués de los Vé-
lez, curiosamente, no a casa de los Vélez muestra cierta abundancia de hi-
tuvo descendencia di- jos ilegítimos en los siglos XVI y XVII. Conocemos a
recta de sus dos matri-
monios oficiales, pero
seis, pero no sería raro que hubiesen existido otros.
sí 3 hijas ilegítimas Los parientes mayores del linaje Fajardo no son una excep-
que fueron recluidas en ción, en este sentido, sino todo lo contrario. Era común
monasterios.
en la sociedad del Antiguo Régimen el nacimiento de hijos
naturales o espurios, habidos fuera del matrimonio, o bien
fruto de las relaciones de viudos o solteros. La élite no es-
taba libre de ese fenómeno, de hecho son abundantes los
casos de ilegitimidad entre las familias reales y aristocráticas
(muchas de las cuales surgen de una rama bastarda), sin
cretamente tres hijas, mencionadas en su testamento. Las olvidar a los miembros del alto clero. La diferencia estri-
tres fueron recluidas en monasterios, a dos de ellas, doña ba en la permisividad hacia esas conductas pecaminosas
Antonia María Fajardo, monja del convento de la Purísima de los más poderosos, que son dispensadas por la Iglesia
Concepción de Oropesa, y doña Teresa Fajardo, profesa en y las instituciones de la monarquía (tribunales, consejos)
el real monasterio de las Huelgas de Burgos, les dejó una con mucha más facilidad que otras manchas como tener
pensión de cuatrocientos ducados anuales mientras vivie- antepasados conversos o que hubieran ejercido oficios vi-
sen. Antonia y Teresa entraron a formar parte de ilustres les. En concreto, algunos bastardos de la casa de los Vélez
comunidades monásticas. Por un lado el convento de Oro- ascienden rápidamente, merced al oficio de las armas y la
pesa estaba vinculado a don Fernando Joaquín Fajardo por protección familiar, obteniendo hábitos –e incluso enco-
ser la capital de los estados señoriales de su familia mater- miendas– de órdenes militares, una de las distinciones más
na, los condes de Oropesa; mientras que el cenobio burga- preciadas en la Europa moderna y hasta algún título nobi-
lés fue desde la Edad Media uno de los más importantes de liario, como el marquesado de Espinardo. El reconocimien-
Castilla, ligado al patronato regio. Por su parte, la tercera to y legitimación de los varones contrasta con el ingreso de
hija, doña Juana de Béjar, tomó los hábitos en el convento las hijas en conventos29, quizá porque no podían asegurar
madrileño de Santa Clara, pero fue menos favorecida que ninguna línea sucesoria alternativa que afianzase el poder
sus hermanas, al recibir una renta de trescientos pesos28 y de la familia, es decir se da una doble marginación: por su
ni siquiera ostentaba el apellido paterno. género y su condición espuria.

El VI marqués de los Vélez, personaje de gran relevancia


en el reinado de Carlos II, casó dos veces, la primera en El reconocimiento y legitimación
1654, con María Juana Aragón Folch de Cardona, hija del VI de los varones contrasta con el
duque de Segorbe. Y en 1687, un año después de enviudar, ingreso de las hijas en conventos,
con su prima Isabel Mora de Ayala Fajardo, hija del III con-
de de Ayala. De ninguno de sus matrimonios tuvo hijos, de
es decir se da una doble
ahí que el título y la jefatura de la casa de los Vélez recaye- marginación: por su género y su
sen en su hermana, doña María Teresa Fajardo, esposa del condición espuria.
VIII duque de Montalto. Debido a la falta de descendencia

28 Archivo Histórico de Protocolos de Madrid, Prot. 13703, f. 376v. Testamento de don Fernando Joaquín Fajardo Requesens y Zúñiga, VI marqués
de los Vélez.
29 Las tres hijas ilegítimas de Rodrigo Fajardo, tío del II marqués de los Vélez, profesaron como dominicas en el monasterio de Santa Ana de la
ciudad de Murcia. Rodríguez Pérez, Raimundo A., “El II marqués de los Vélez frente su parentela”, Revista Velezana, 30 (2012), pp. 15-18.

AÑO 2013 VELEZANA 47

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