La Seguridad Social es el sistema que se ocupa de garantizar el Estado del
Bienestar en una sociedad. Es la mayor y más importante plataforma de bienestar que ofrece el Estado a sus ciudadanos. Sin embargo, su existencia se debe gracias a las aportaciones que hacen los ciudadanos, de manera obligatoria, mediante sus nóminas de trabajo.
Su objetivo principal, es dar protección a los ciudadanos. Para ello
realiza un conjunto de actividades financiadas con los presupuestos del Estado y que tienen objetivos sociales y redistributivos, protegiendo a los ciudadanos para que no se produzcan desequilibrios sociales. Estas actividades sociales se desarrollan en cuatro ámbitos:
Transferencias de dinero, como las prestaciones de desempleo, las pensiones o
los casos de discapacidad. El seguro médico, que debe ser universal y gratuito. Servicios de educación gratuita y universal. Supervisión de vivienda, alimento y otras necesidades básicas.
La financiación de la Seguridad Social procede mayormente por la contribución
de los trabajadores del país. En España, por ejemplo, está organizado mediante el Código de Cuenta de Cotización. Un número de once dígitos se le asigna a los trabajadores al comienzo de su vida laboral y que servirá para que se le identifique. Sin embargo, en cuanto a la financiación hay que aclarar que la financiación de la asistencia médica no está cubierta con las cuentas de la Seguridad Social.
Subregímenes de la seguridad social
La Seguridad Social se divide en dos subregímenes según los profesionales a los que esté dirigido. Distinguimos:
1. Régimen general: protege a los profesionales de la hostelería, los trabajadores
del sector agrario, los empleados del hogar o trabajadores fijos discontinuos. 2. Régimen especial, se protege a aquellos profesionales, que bien por su lugar de trabajo o las condiciones de la labor que desarrollan necesitan una ayuda especial. Aquí entrarían los funcionarios civiles, los trabajadores autónomos y los trabajadores que realicen su labor en la mar.