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En los últimos años, la economía mundial ha experimentado profundos

cambios. Estos cambios han convertido un comercio puramente nacional en un


comercio Global, es decir, prácticamente un comercio en el que el mercado es
todo el mundo, definiéndose esto como globalización.

La Globalizacion es un proceso económico, tecnológico, social y cultural que


consiste en la creciente comunicación e interdependencia entre los distintos
países del mundo , producido principalmente por las sociedades que han
abierto sus puertas a la revolución informática, plegando a un nivel
considerable de liberalización y democratización en su cultura política, en su
ordenamiento jurídico, económico nacional, y en sus relaciones
internacionales. Este fenómeno se caracteriza por la integración de las
economías locales a una economía de mercado mundial donde los modos de
producción y los movimientos de capital se configuran a escala planetaria
cobrando mayor importancia el rol de las empresas multinacionales y la libre
circulación de capitales junto con la implantación definitiva de la sociedad de
consumo.

Sin embargo, esos años tambien se caracterizaron por la proliferación de los


acuerdos de INTEGRACION REGIONAL, hecho que si bien podría
interpretarse como antagónico al auge del proceso globalizador, es juzgado por
algunos autores como el paso previo, conducente a la globalización de las
economías nacionales.

La integración económica deberá ser entendida como el proceso a través del


cual los países participantes acuerdan eliminar los derechos arancelarios y las
restricciones de todo orden a las importaciones de productos originarios de sus
respectivos territorios, pudiendo estas medidas acompañarse de políticas
comunes en lo económico y social. También es conocida como la ampliación
del espacio económico entre países que tenían mercados separados, para
constituir un solo mercado de dimensiones mayores

El proceso de globalización financiera comenzó a desarrollarse a partir de las


últimas décadas del siglo XX . Fue posibilitado por un cambio en las
condiciones imperantes en los mercados financieros mundiales, que permitió
mayor interconexión de los mercados locales con los de otras regiones del
mundo. La adopción de políticas liberales por parte de varios países de
Latinoamerica y del mundo en desarrollo hacia mediados de los años 60,
sumada a la explosicion de los petrodólares, la recesión que atravesaba el
mundo desarrollado y la intervención de las instituciones financieras privadas
internacionales, permitieron incrementar el flujo de capitales hacia los países
emergentes. El fenómeno de la globalización financiera siguió avanzando
durante los años 80, pero cobro gran difusión desde comienzos de los años
noventa, con la desintegración del bloque socialista soviético producto de la
finalización de la guerra fría, la caída del muro de Berlin y el acelerado avance
que experimento la tecnología.

La crisis de la deuda en la región y la política monetaria restrictiva que


implemento los EEUU a partir de 1983 generaron una sequía de capitales para
los países latinoamericanos, que se prolongó por casi una década y tuvo
importantes repercusiones negativas para el crecimiento de sus economías.
Pese a ello, muchos países latinoamericanos que habían avanzado en la
liberalización de sus economías, desarticularizando el estado de bienestar, no
efectuaron modificaciones de importancia en las estructuras económicas
adoptadas desde mediados de los años 70. Desde mediados de los años 80 y
sobre todo desde el fin de la Guerra Fría, el contexto mundial favoreció la
proliferación de acuerdos de integración económica regional entre países,
como así también la revitalización y/o reconversión de otros que habían caído
en letargo. Este fenómeno marco un resurgimiento de la interdependencia
económica en el nivel regional, en un ámbito caracterizado por el auge del
proceso de globalización mundial.

La concentración de acuerdos de integración regionales con el propósito de


liberalizar las economías nacionales llevo a algunos autores a afirmar que
globalización y regionalización son dos caras de un mismo fenómeno; otros
autores, en cambio, sostienen que la regionalización es el paso previo a la
globalización de las economías nacionales. Y hay quienes tratan de diferenciar
ambos conceptos, aunque mas no sea, desde la perspectiva geográfica:” el
concepto de regionalización está
muy relacionado al de globalización… los procesos de regionalización
constituyen una dimensión importante en la reestructuración global, pero tienen
una articulación espacial explicita”

La observancia de estas asimetrías y su repercusión en el ámbito social de


algunos países en desarrollo ha generado la movilización de amplios sectores
de la sociedad civil y de las ONG que se oponen a la implementación de
nuevos acuerdos de integración regional asimétricos, como lo representarían el
NAFTA y el ALCA.

Desde una perspectiva geopolítica, el fin de la Guerra Fría trajo consigo no sólo
el término de la confrontación entre las superpotencias sino también el
reordenamiento del mapa mundial que había prevalecido desde 1945, la
proliferación de nuevos Estados-nación y la aparición de nuevos poderes
hegemónicos regionales como Alemania (en Europa) y Turquía (en el Cáucaso
y Asia Central).5 Como consecuencia, el número de Estados (miembros de la
ONU) se incrementó de 150 en 1979 a 180 en 1992 y nuevos "súper-Estados
regionales" surgieron en Europa y Norteamérica .La formación de estas
entidades regionales bajo las égidas de la Unión Europea (UE) y el Tratado de
Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) fue vista como la respuesta de
Occidente ante el vacío de poder que produjo el fin de la Guerra Fría y como
una estrategia para facilitar la reestructuración de las economías capitalistas y
apoyar los procesos de integración regional en esos continentes.

El fenómeno de la globalización, en todos sus aspectos, se ha mostrado


extenso y abarcativo, y no puede ser desconocido por ningún país del mundo.
Pero tampoco debe desconocerse que este fenómeno ha revelado sus límites.
Se ha avanzado en la globalización de los mercados financieros mundiales; se
ha avanzado en la globalización de algunas economías nacionales: pero la
riqueza y el bienestar de los individuos, lejos están de haberse globalizado.
Hacia fines de los años 90 en muchos países se había incrementado la
pobreza y aumentado la brecha que separa los sectores mas ricos de los mas
pobres; han quedado al margen los beneficios que brinda la globalización. Se
han globalizado la comunicación y la información, pero el acceso a la
educación continua siendo una falencia importante de muchos países en
desarrollo. Se ha globalizado la producción pero se han destruido muchas
industrias nacionales.

Hacia finales del siglo XX, la inestabilidad económica y social que


experimentaba muchos países en desarrollo hizo incrementar las voces EN
CONTRA DEL AVANCE DE LA GLOBALIZACION.; proliferaron las
manifestaciones de grupos civiles que se pronunciaban en contra de ella.

Los inicios del presente siglo traerían entonces un nuevo cambio al “orden
internacional prevaleciente”. Pero el punto de inflexión lo produjo el atentado a
las torres gemelas de Nueva York, ocurrido el 11 de septiembre de 2001. Fue a
partir de este suceso trágico que el contexto mundial comenzó a cambiar
radicalmente: la globalización empezó a ser cuestionada por sus propios
promotores, debido a la fragilidad que genera en el ámbito de la seguridad
internacional.

Se inicio el fin de una era signada por el auge del neoliberalismo , la


globalización y la interdependencia económica(en el nivel mundial y regional) y
el comienzo de otra, caracterizada por la denominada “lucha contra el
terrorismo internacional”.

La difusión del uso de internet y la mejora de las telecomunicaciones permitio


que la globalización de los mercados fuera ya casi una realdad que permitia
realizar transacciones financieras desde cualquier parte del mundo. Sin
embargo, la globalización financiera presentaría su cara mas oscura, a través
del denominado fenómeno del «contagio» que se hizo evidente con las crisis
financieras ocurridas desde mediados de los 90 en el mundo emergente. El
fenómeno de contagio hace que todos los países que presentaran
características económicas similares a un país que tuvo o esta sufriendo una
crisis financiera, sea considerado como país «de alto riesgo» por parte de los
inversores internacionales, sufriendo una masiva retirada de capitales. Todos
estos países emergentes, que fueron víctimas de los capitales especulativos,
habían seguido las recomendaciones del FMI y del BM referentes a la
liberalización de sus economías.
El mundo no-polar ha tomado forma, no sólo como consecuencia del
surgimiento de otros actores o del fracaso de las políticas de Estados Unidos,
sino más bien como un producto inevitable de la globalización. Ésta induce la
no-polaridad incrementando los flujos y las transacciones transnacionales que
tienen lugar en el mundo sin el conocimiento y/o el control de los gobiernos
nacionales y fortaleciendo las capacidades de los actores no-estatales. Como
consecuencia, el orden vigente se está convirtiendo en un desorden no-polar
en razón de que "Con tantos actores que poseen considerable poder y tratan
de reafirmar su influencia es más difícil armar respuestas colectivas y hacer
que las instituciones funcionen"

Tambien cabe destacar que la crisis de 2008 tuvo un fuerte impacto en sentido
geopolítico, ya que vino a erosionar más aún la posición hegemónica de
Estados Unidos y con ello la estabilidad internacional que se había logrado tras
el fin de la Guerra Fría. De hecho, incluso afectó las tendencias globales
dominantes, al grado que ha sido calificada como "un síntoma de la
globalización que se tornó inmanejable", y a la globalización como una
"víctima" de la crisis. Esta crisis ha fortalecido tanto a la globalización como al
nacionalismo. La globalización es instigada por las naciones más ricas como un
instrumento para construir un orden global en el que puedan preservar su
posición privilegiada. En cambio, el nacionalismo es una fuerza alimentada por
las potencias emergentes, principalmente China y la India, las cuales nunca se
han sentido parte del orden multilateral diseñado por Occidente y por lo tanto
son reticentes a ver su soberanía mermada bajo dicho orden..

CONCLUSION:

Los diferentes procesos de integración regional obedecen a distintas


circunstancias históricas, políticas, culturales y económicas, pero comparten la
necesidad de adaptarse a los retos que surgen de la instauración de un
sistema económico internacional. En definitiva, la globalización financiera se ha
convertido en un pilar importante en el desarrollo de la economía global, pero
debe ser apoyada por un marco regulatorio y por unas políticas que ayuden a
contener los riesgos inherentes a esta mayor interconexión. Para finalizar, la
integración económica y la globalización han auspiciado también una mejora en
la calidad de vida de las personas, la cual no solo se traduce en la disminución
de los conflictos bélicos entre naciones, sino que, también se ha reflejado en el
bienestar que genera el intercambio de bienes y servicios con otras naciones
del mundo, pero en definitiva uno de los aspectos que más se destaca de estos
procesos económicos ha sido la masiva influencia de algunas empresas
multinacionales al momento de intervenir para evitar la consecución de
disputas entre diferentes países.

En suma, lo que queda claro es que el esquema geopolítico actual se asienta


sobre una comunidad de actores más diversa y plural que la que había bajo el
llamado desorden de la pos-Guerra Fría. Esta circunstancia lo hace aún más
complejo, planteando así desafíos más grandes en cuanto a la posibilidad de
lograr una gobernanza sólida y eficiente a escala global, lo cual pone cada vez
más presión sobre las instituciones y organismos multilaterales que se han
creado para cumplir esa función, principalmente la ONU.

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