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Universidad de Costa Rica

Facultad de Ciencias Sociales


Escuela de Psicología
Teorías y Sistemas de Psicología
Módulo de Psicoanálisis y Sigmund Freud

ANÁLISIS DE LA PELÍCULA: EL PRÍNCIPE DE LAS MAREAS


DESDE LOS CONCEPTOS PSICOANALÍTICOS

Elaborado por:

Josué Alvarado Corella


B20267

Profesora:
Kattya Grosser

Junio, 2014
Contenido
Introducción ........................................................................................................................... 3
Desarrollo ............................................................................................................................... 4
Conclusiones ........................................................................................................................... 9
Bibliografía ............................................................................................................................ 10
Introducción

La película El Príncipe de las Mareas, dirigida por Barbra Streissand, es una producción
cinematográfica del año 1991, la cual es una adaptación al cine del libro de mismo
nombre, escrito por Pat Conroy. Una pequeña sinopsis de la película versa sobre como un
entrenador de fútbol americano, Tom Wingo, debe trasladarse a Nueva York debido a un
intento de suicidio de su hermana Savannah. En esta incursión debe ser de ayuda para la
psiquiatra Susan Lowenstein, quien está a cargo del caso de su hermana. Entre otros
contextos la película se desarrolla entre el tratamiento de Savannah, las intervenciones de
la psiquiatra, y los problemas entre los familiares de Tom, además de los recuerdos de la
infancia de los tres hermanos Wingo.

El cine ha sido un recurso valioso a la hora de llevar historias reales, o también ficticias, a
las pantallas, con una diversidad de temas y opciones, además de que permite un acceso
de forma más masiva para las personas. “Utilizamos el instrumento cinematográfico en
ocasiones para hacer una lectura clínica de los personajes, dando un sentido determinado
a una escena propuesta y recortada en un recurso popularmente conocido” (Fudín, 2007,
p. 2). El propósito del siguiente trabajo es el análisis de la película El Príncipe de las
Mareas desde los conceptos psicoanalíticos, tomando como referencia dos textos
principales de Silvia Tubert y las conferencias de Sigmund Freud.

En síntesis, el cine como un referente para en análisis da los recursos para comprender
múltiples intervenciones de los personajes y los contextos en que se desarrolla el filme.
Por tanto el objetivo principal de este trabajo es dar un significado a ciertas actitudes y
comportamientos, así como formas de pensar, de los personajes de la película,
interviniendo desde las teorías psicoanalíticas de Sigmund Freud.
Desarrollo

Como primer punto a tomar en cuenta tenemos la exposición del protagonista de la


película sobre la concepción que tiene de su madre, en su infancia: “De niño yo creía que
era la mujer más extraordinaria sobre la Tierra”. Esta frase es una idea clara acerca de un
fenómeno que se da en esta etapa de infancia, el Complejo de Edipo, que grosso modo es
la afinación del niño varón, en este caso, con su madre, pero además de riña con el padre
del mismo sexo pues lo ve como algo que le impide obtener el amor de su madre, le
obstaculiza ese deseo de plenitud de la relación madre-hijo. “El niño no solo tiene una
actitud ambivalente (tierna y agresiva a la vez) hacia el padre y una elección de la madre
como objeto de amor, sino que se comporta como una niñita, mostrando una actitud
tierna hacia el padre y celosa hacia la madre” (Tubert, 2000. p. 109). En el complejo de
Edipo tenemos que el mundo del niño es mayoritariamente materno, su entorno se
encuentra relacionado a las funciones maternas, la afinidad se da a las personas a las
cuales el niño traslade o visualice las funciones de madre. Es importante mencionar que
este fenómeno edípico se da en un plano inconsciente en el niño, y “su eficacia e debe a
que hace intervenir una instancia prohibitoria, que impide el acceso a la satisfacción y
vincula indisociablemente el deseo y la ley” (Ídem p. 114)”. En la película analizada es
posible observar esta afinidad que el niño tiene con la madre, la riña presente contra el
padre puede deberse tanto al complejo de Edipo, como a la agresión que este hace
expreso en los comentarios que le hace a su hijo.

Sigmund Freud, en el libro Obras Completas (1990), más específicamente en la


conferencia El Malestar en la Cultura llevada a cabo en 1930 nos habla sobre la existencia
de tres fuentes de sufrimiento en la vida:
“Desde el cuerpo propio que, destinado a la ruina y la disolución, no
puede prescindir del dolor y la angustia como señales de alarma; desde
el mundo exterior que puede abatir sus furias sobre nosotros con
fuerzas hiperpotentes, despiadadas, destructoras; por fin, desde los
vínculos con otros seres humanos”
En la película lo podemos abordar desde la escena, donde Tom tiene una conversación
con su esposa, la cual sufre a causa de la relación que ambos están teniendo, pues él no la
toma en cuenta, y ella sufre a causa de esta ausencia de sentimiento por parte de él. Este
vínculo con los demás, como refería Freud, es una de las tres causas principales de
sufrimiento, además ella siente que la está alejando. Pero no solo podemos observarlo en
esta escena, sino que el vínculo con los demás supone una diversidad enorme a la hora de
abordar esta causa de sufrimiento, debido a que incluso en la relación del protagonista
con su padre (en extremo violento según la caracterización del mismo protagonista), éste
lo agrede de forma verbal y esto produce sufrimiento en el niño. Durante el desarrollo de
la película las relaciones entre los personajes evidencian este punto importante que es
ineludible en el ser humano, los vínculos afectivos suponen una respuesta dual, puede ser
tanto de alegría como de dolor.

Durante una de las entrevistas que la psiquiatra lleva a cabo con Tom, el hermano de
Savannah, la cual se encuentra hospitalizada debido a un segundo intento de suicido, el
entrevistado le señala que ella -su hermana- no recuerda partes de su niñez, porque las ha
bloqueado, por tanto él debe ayudar a reconstruir ideas acerca de cómo fue esta etapa
tanto en su hermana, como en sí mismo. Tomando el punto de que Savannah ha
bloqueado recuerdos de su niñez, partimos de la explicación de uno de los sistemas
definidos por Freud en la primera tópica del aparato psíquico, tomando como referencia
nuevamente el texto de Silvia Tubert (2000) para explicar dicho sistema. Así entonces,
tenemos que en la primera tópica el aparato psíquico se explica mediante su división en
dos principales partes: inconsciente y preconsciente-consciente; para poder comprender
porque la niña tiene algunos recuerdos bloqueados tomamos la primera parte de esta
teoría -inconsciente- el cual está compuesto por contenidos que no se encuentra
actualmente conscientes, y son de difícil acceso para el sujeto, se concluye entonces que
este inconsciente es incognoscible, pues se escapa de la explicación directa de la persona.
Este sistema es dinámico, constantemente se encuentran los recuerdos o ideas
cambiando de consciente a preconsciente e incluso al inconsciente, por lo mismo tenemos
que Savannah ha bloqueado recuerdos pues lo ha enviado a su inconsciente, y no le son
accesibles de manera directa o simple, pues permea una barrera de represión, lo que
denomina el hermano de la paciente como bloqueo.

Tom Wingo, protagonista del filme, visita a la psiquiatra que se encuentra llevando el caso
de su hermana Savannah, y en un momento comienza a hablar sobre el engaño de su
esposa, y sobre las mentiras de su madre; comienza a hablar libremente, sin filtro se
podría decir, y la psiquiatra con mínimas palabras o frases estimula esta expulsión de
ideas. Evidenciamos esto precisamente en una frase: “Un hombre que jamás hablaba,
ahora no hace otra cosa”, la cual es expresada por Wingo luego de salir del consultorio.
Tomando como referencia el texto de Tubert (2000) tenemos que en el psicoanálisis el
paciente debe hablar para poder curarse, pues uno de los supuestos de esta escuela es
que si el paciente se enfermó por medio de la palabra, se puede también curar por medio
de ella, sin interrupciones del psicoanalista pues estas pueden ser contraproducentes.
Tenemos entonces que la cura se da mientras se expresan enunciados verbales que no
habían sido formulados, pero que intervinieron durante el discurso del analizado, se
concluye que un tratamiento psíquico se da a través de la palabra y el lenguaje inmediato.

Relacionado al desarrollo del psicoanálisis como terapia tenemos la transferencia como un


hecho que tiene un papel de importancia durante la misma. El paciente, en esta caso Tom,
se encuentra atraído por la doctora Lowenstein tras algunas sesiones del análisis, para
refutar esta idea tenemos que el paciente “tiene esta disposición afectiva, que existiría en
estado latente y procede de los sentimientos referidos a los prototipos infantiles (el padre,
la madre y otros personajes del entorno inmediato) y se transfiere a la persona del
analista con ocasión del tratamiento, puede manifestarse como una apasionante exigencia
amorosa” (Tubert, 2000, p. 159). Sin embargo esta situación de transferencia de tipo
positiva, debe superarse debido a que si este sentimiento es demasiado intenso supone
un obstáculo en el desarrollo del análisis, debido a que el paciente se sentirá inhibido a
hablarle al psicoanalista de todos sus sentimientos, y a expresarlos libremente pues siente
que el analista puede ver de mala forma algunos pensamientos que la persona tenga, un
tipo de vergüenza de contar todo lo que se le venga a la cabeza, y ello impide el buen
desarrollo de la terapia psicoanalítica.

En una de las conversaciones de Tom con la doctora Susan, ésta refiere acerca de que
Savannah escribió sus libros basándose en un sueño, o una pesadilla, con imágenes que la
aterrorizaban pero no sabía por qué. Esto se explica debido a que los sueños son una
forma en que el inconsciente, esta parte inaccesible de nuestra psique, se manifiesta;
además el sueño puede interpretarse, para esclarecer su significado, a través de métodos
como asociación, interpretación simbólica y descodificación, con elementos en el sueño, a
saber: condensación o desplazamiento. “El sueño contribuye a esclarecer los hechos
psicopatológicos ya que contribuye la via regia (el camino real) para acceder a lo
inconsciente” (Tubert, 2000. p. 62), así tenemos que aparte del sueño, también con los
lapsus -actos fallidos- y el chiste tenemos representaciones del inconsciente, y mediante
estas representaciones podemos acceder a él. Mediante la interpretación de los sueños se
le da un significado a este, y al inconsciente, “el sueño tiene un sentido, aunque oculto;
estaría destinado a ser el sustituto de otro proceso de pensamiento, y no habría más que
develar de manera acertada ese sustituto para alcanzar el significado oculto del sueño”
(Freud, 1990, p. 118).

La segunda tópica sobre la representación de la personalidad y el aparto psíquico nos


habla acerca de la división de éste en tres instancias: yo, superyó y ello. Primero parto a
definir el ello, el cual se podría decir que es la parte meramente placentera del individuo,
aquella que si estuviera plenamente expuesta en el individuo, sería la que lo llevaría a
dejarse llevar por el deseo y las pulsiones tal y como las obtenga; “el ello es la fuente de
todas las pulsaciones; las otras instancias toman de él la energía que utilizarán. Por eso lo
describe como un caos, carente de organización” (Tubert, 2000, p. 147). Tenemos que el
yo es el agente de prohibiciones, es como un mediador entre el ello y el superyó, “el yo es
un conjunto organizado de representaciones dotado de un nivel más o menos constante
de energía, que le permite inhibir los procesos primarios” (Ídem, p. 148). Por último
tenemos el superyó, que grosso modo vendría siendo la parte moral de esta segunda
tópica, se encuentra separado del yo e incluso lo domina en algunas circunstancias. “En el
ataque melancólico el superyó se vuelve hipersevero, insulta, denigra, maltrata al pobre
yo, le hace esperar los más graves castigos, lo reprocha por sus acciones de un lejano
pasado que en su tiempo tomaron a la ligera.” (Freud, 1990, p. 56). En el contexto de la
película, quiero hacer uso de la relación amorosa que surgió entre Tom y Susan, la cual es
una relación que supone infidelidad, lo cual moralmente y socialmente hablando va en
contra de la norma establecida, por tanto podríamos concluir que este romance entre
ambos es una debilidad en la función del superyó como ente regulador de lo moral en la
persona. Es una debilidad debido a que un superyó fuerte es un ente punitivo, que
proporciona bases muy arraigadas en lo moral y lo que se espera socialmente de un
individuo. Por tanto este amorío entre los personajes es un acto contrario a la moral, pero
ambos se dejaron llevar por la pulsión y el deseo, minimizando un tanto la función que el
superyó ostentaría en una situación donde entraría en conflicto lo que la persona quiere,
o su ello hace quererle propiamente, y lo que la sociedad exige de sí.
Conclusiones
En general la película presenta bastante material para poder hacer una lectura de varios
temas tratados por la teoría psicoanalítica freudiana, en este trabajo tomé aspectos
generales de la película, en especial frases de los personajes para poder partir en un
análisis más específico, partiendo de los textos de Sigmund Freud y Silvia Tubert como
apoyo y refutación de las ideas previamente planteadas, con ello comprender de una
mejor forma el porqué de debidas situaciones, yendo más allá del contenido que
manifiesta la película.

Entre los aspectos destacables del anterior análisis de la película El Príncipe de las Mareas,
tenemos que es evidente como las situaciones de la niñez en los personajes, tiene una
afección en su comportamiento actual, haciéndolos ir desde un intento de suicidio en el
caso de Savannah, hasta la represión y negación del recuerdo de un suceso traumático,
como lo ocurrido en Tom.

Si bien se han expuesto algunas ideas generales y específicas en este trabajo, la película da
para un análisis aún más rico, partiendo desde un pluralismo de referentes. Queda a
consideración de cada quien darle un sentido a los acontecimientos observados en el
filme, y refutando dichas consideraciones con autores que son derroteros desde otras
teorías o escuelas que podrían explicar la película y las situaciones diversas que viven los
personajes en su transcurso.
Bibliografía

Freud, Sigmund. (1990). Obras Completas. Traducción J. Etcheverry. Argentina Amarrortu


Editores.

Fudin, Mónica. (2007). El Psicoanálisis Entra Al Cine: Butacas Para Freud y Lacan. Escuela
Freudiana de Buenos Aires.
Recuperado de: http://www.efbaires.com.ar/files/texts/TextoOnline_937.pdf [14 de junio
de 2014].

Tubert, Silvia. (2000). Sigmund Freud. Editorial EDAF S.A. Madrid.

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