Está en la página 1de 10

Castigar y la tecnología de la representación.

Ensayo etnohistórico sobre un proceso inquisitorial en la


Nueva España.

Introducción.

El presente ensayo es un acercamiento a examinar las normas y prohibiciones de


origen cristiano al que los indios de Nueva España se enfrentaron durante los
primeros años de la conquista.

Para construir nuestro análisis etnohistórico recurrimos a una fuente primaria: El


proceso inquisitorial al cacique de Tetzcoco. Este documento para nosotros es una
fiel representación de los medios de imposición que durante tres siglos de colonial
se normalizaron entre las sociedades de ascendencia nativa.

Antes de continuar con el ensayo queremos enfatizar que nuestro análisis no es


exhaustivo, se fundamenta en la idea de que las sociedades indígenas nunca
constituyeron una población homogénea, sino que sus actitudes dependieron de su
origen étnico, de la posición social y del tipo de relación mantenida con las castas,
los españoles y el mundo colonial en general. En segundo porque para el análisis
nos situamos cronológicamente en un sólo periodo de 1521 a 1535, es decir, los
primeros años después de la toma de México-Tenochtitlan.

Para acercarnos y hacer preguntas a la fuente, en primer lugar adoptamos la


propuesta historiográfica de Georges Duby, retomando las pautas de su icónico
artículo titulado Histoire des mentalités (Ríos, 2009). En dicho artículo el
medievalista francés reivindica a la historia de las mentalidades como un objeto de
estudio en sí mismo que permite enriquecer la historia social. De acuerdo con Martín
F. Ríos Saloma, Investigador del Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM,
Duby definió a la historia de las mentalidades como el estudio de las respuestas que
las distintas sociedades habían dado sucesivamente a la interrogación permanente
del hombre a propósito del universo que les engloba y de su destino.

Para sumar a la profundidad etnohistórica decidimos adherirnos a los preceptos de


Michel Foucault, particularmente a los que aporta en su obra Vigilar y Castigar.
Concordamos en que Foucault no pretendió construir teorías explicativas, sino por
el contrario buscaba problematizar acerca del comportamiento del ser humano en
sociedad.

En cuanto a la estructura del ensayo la primera parte se compone de una breve


transcripción del documento novohispano. La segunda parte del ensayo son
nuestras preguntas y respuestas construidas a partir del análisis del documento
desde la propuesta historiográfica de las mentalidades y algunos conceptos
filosóficos de Foucautl.

El Documento (fragmento bajo proceso de paleografía)

Proceso criminal contra don Carlos, indio principal de Tezcuco

I.- Auto cabeza de proceso

En la iglesia de Santiago de Tatelulco de esta cibdad de México, Domingo/


veinte e dos días del mes de Junio, año del nacimiento de nuestro Salvador/
Jesucristo de mil e quinientos e treinta e nueve años, ante el Reverendísimo Señor/
Don Fray Juan de Zumárraga, por la gracia de Dios e de la Santa Iglesia de Roma,/
Primer Obispo de esta dicha cibdad de México, del Consejo de Su Majestad y/
Inquisidor Apostólico contra la herética pravedad e apostasía en esta dicha cibdad/
y en todo su obispado, y en presencia de mí Miguel López de Legazpi, Secretario/
del Santo Oficio de la Inquisición, paresció presente, Francisco, indio, natural de/
Chiconabtla, siendo intérpretes el Padre Fray Antonio de Cibdad Rodrigo Provincial/
de la orden del Sr. Sant Francisco en esta Nueva España, e su compañero Fray/
Alonso de Molina, e Fray Bernardino, letor del Colegio de Santiago, por lengua de/
los cuales dijo: que viene a denunciar y a decir lo que sabe de Don Carlos, principal/
e vecino de Tezcuco, casado, que por otro nombre se dice Chichimecatecotl, y es/
que puede haber veinte días, poco más o menos, que haciendo ciertas procesiones/
e rogativas e disciplinas en el pueblo de Chiconabtla, por consejo del Padre/
Provincial, por el agua, y porque moría mucha gente,//

el dicho Don Carlos fue al dicho pueblo de Chiconabtla, a ver a su hermana,/


que es mujer del Cacique del dicho pueblo; e como el dicho Don Carlos, vido hacer/
las dichas procesiones, e que en aquellos días no comían sino pescado, murmuró/
de ello diciendo que para qué hacían aquello; y después de pasadas las/
procesiones, el dicho Don Carlos llamó a éste que declara diciendo que le quería/
hablar, y ido adonde él estaba, el dicho Don Carlos, delante de Don Alonso su/
cuñado y Don Cristóbal, y de otros dos principales de Tezcuco que iban con el dicho/
Don Carlos, le dijo a éste que declara, reprendiéndolo mucho: «pobre de ti, en que/
andas con estos indios, e qué es esto que haces, piensas que es algo lo que haces»/
-dándole a entender que era inorante e simple, y que no sabía lo que se hacía-/
«quieres tú hacer creer a estos lo que los padres predican e dicen engañado andas,/
que eso que los frailes hacen, es su oficio de ellos hacer eso pero no es nada; ¿qué/
son las cosas de Dios? No son nada: por ventura hallamos lo que tenemos, lo/
escripto de nuestros antepasados: pues hágote saber que mi padre e mi agüelo/
fueron grandes profetas, e dijeron muchas cosas pasadas y por venir, y ninguna/
dijeron cosa ninguna de esto, y si algo fuera cierto esto que vos e otros decís de/
esta dotrina, ellos lo dijeran, como dijeron otras muchas cosas, y eso de la dotrina/
cristiana no es nada, ni en lo que los frailes dicen no hay cosa perfecta: más hay/
que eso, que eso que el visorey y el obispo y los frailes dicen, todo importa poco y/
no es nada, sino que vos e otros lo encarecéis y autorizáis y multiplicáis (con)/
muchas palabras, y esto que te digo yo lo sé mejor que tú porque eres mochacho;/
por eso déjate de esas cosas que es vanidad, y esto dígote, como de tío a sobrino,/
y no cures de andar en eso ni andar haciendo creer a los indios lo que los frailes/
dicen, que ellos hacen su oficio, pero no porque sea verdad lo que dicen; por eso/
quítate de eso y no cures de ello, sino mira por tu casa y entiende en tu hacienda:»/
y otras muchas cosas, y reprensiones y palabras//

contra nuestra santa fe católica le dijo el dicho Don Carlos; las cuales dichas/
pláticas éste que declara dará por escripto, como pasó; a las cuales dichas pláticas/
el dicho Don Alonso, Cacique de Chiconabtla, respondió muy desabrido diciendo al/
dicho Don Carlos que no se hablase más de ello, porque no era bien hecho; y éste/
que depone, respondió al dicho Don Carlos: «cómo dices eso, no sabes que estas/
cosas son de Dios y son santas y no conoces ni te acuerdas de lo que el Padre/
Provincial nos ha dotrinado y predicado, que es Padre nuestro, y nos ha criado a/
todos ¿por ventura es pecado lo que el visorey y el obispo nos mandan?, pues yo/
tengo e creo lo que la iglesia tiene y cree, porque es santo e bueno,» y otras muchas/
cosas; y todos los que estuvieron presentes a las dichas pláticas, quedaron/
escandalizados de lo que el dicho Don Carlos decía; y que después el dicho Don/
Carlos se apartó con Don Alonso su cuñado y tuvo cierta plática; y después tomó/
asimismo aparte el dicho Don Carlos a su hermana, mujer del dicho Don Alonso, y/
estuvo platicando con ella y que no sabe lo que pasaron, más de que después el/
dicho Don Alonso y su mujer, dijeron a éste que depone, que el dicho Don Carlos/
les había dicho que debían de matar a éste que declara y otros dos hijos del dicho/
Don Alonso, porque estaban muy adelante en las cosas de Dios, y que se/
guardasen de él, y que lo que más pasaron, ellos lo saben y lo dirán; y juró ser así/
verdad todo lo suso dicho, y que no lo dice de malicia ni por odio ni enemistad que/
tenga al dicho Don Carlos, sino porque pasó así en hecho de verdad y por descargo/
de su conciencia, e porque le paresció muy mal lo que el dicho Don Carlos decía,/
por ser como es contra Dios e contra nuestra santa fe católica; todo lo cual dijeron/
los dichos intérpretes, que lo dice el dicho Francisco, indio, y lo firmaron y asimismo/
firmó el dicho Francisco. -Fr. Antonio Civitatencis. Provincialis. mr. Fray Alonso de/
Molina. -Fray Bernardino de Sahagún. -Francisco Maldonado. -(Rúbricas).//
Segunda parte:

Preámbulo historiográfico.

De acuerdo con Jorge René González M., (Camarena & Lourdes, 2001) entre los
actuales países que formaron parte del imperio español, en la actualidad están
volviendo la mirada hacia los materiales de carácter inquisitorial. Otros destacados
especialistas en la materia como el doctor Jaime Contreras, lo respaldan y lo
atribuyen a tres factores: primero, al revalorizado interés por los fondos de carácter
judicial, esto es, a todos los documentos que reflejan el choque de la vida humana
con la norma social. Segundo, a la atracción por los documentos deriva de los
nuevos problemas con que los historiadores se acercan a interrogar o a preguntar
las fuentes históricas, lo que ha dado el modificar resultados historiográficos
elaborados. Tercero, la inclinación por estudiar estos fondos nace de la posibilidad
de aplicar técnicas analíticas y tratamientos cuantitativos y seriales a las
voluminosas series que pueden obtenerse. En este tenor surgen distintos temas
que pueden abordarse por medio de los documentos inquisitorios.

Para nosotros esta dificultad al delimitar el tema se concretó al hacer las preguntas
que nos interesaron y creímos que podía respondernos el documento. Las
herramientas de trabajo propuestas por George Duby para una historia de las
mentalidades para esta acta inquisitorial las erigimos en dos categorías de la
siguiente manera:

1 - Lenguaje. ¿Cuál es la forma en que se redacta este proceso inquisitorial? ¿Cuál


es la relación del lenguaje y la forma de castigar en la Nueva España? ¿Quiénes
son los sujetos que son callados y cuáles los que levantan la voz? Respondiendo
estas interrogantes lograremos analizar cómo se establecían las relaciones y
jerarquías entre los sujetos involucrados en el proceso inquisitorial. Pero también
podremos en términos científicos reconstruir las ideas que se expresan en el
vocabulario que se utilizaba para enunciar dichas ideas.
2 – Pensamiento (cosmovisión). ¿Cómo interactúa la cosmovisión de los personajes
de ascendencia nahua con respecto a los de tradición cristiana? ¿Cómo son
tratadas las antiguas religiones mesoamericanas en este contexto novohispano?
Respondiendo a estas interrogantes, podemos reconstruir las creencias en tanto
que las mentalidades colectivas sólo podrían conocerse mediante las imágenes que
producían y, por lo tanto, se hacía necesario revisar los símbolos, desde su contexto
y desde su muy lento paso de una época a otra y de un medio cultural al otro.

Análisis

Los protagonistas.

El inquisidor: dicho proceso fue iniciado e instruido siendo Inquisidor Apostólico


contra la herética pro vedad y apostasía en la ciudad de México y en todo el
obispado, Don Fray Juan de Zumárraga, a quien se le había concedido el titulo por
el arzobispo de Sevilla, Don Alonzo Manrique, Inquisidor General de España, con
fecha de junio de 1535.

El procesado: fue Don Carlos Ometochtzin, Chichimecatecotl, Señor de Texcoco,


hijo de Nezahualpilli, es decir perteneciente a la antigua nobleza texcocana.

El acontecimiento: de acuerdo con Michel Foucault el arte de castigar se apoya


sobre la tecnología de la representación. La empresa no puede logarse más que si
se inscribe en una mecánica natural. Encontrar para un delito el castigo que
conviene es encontrar la desventaja cuya idea sea tal que anule el atractivo de la
idea de una acción reprobable. Para Don Carlos Ometochtzin, la acción reprobable
es manifestada por Francisco Maldonado, por cierto, su sobrino, quien lo acusó de
idolatría y amancebamiento con una sobrina menor, con la que tuvo dos hijos.

Para Foucault esta representación es un arte de las energías que se combaten, arte
de las imágenes que se asocian, fabricación de vínculos estables que desafían el
tiempo:
“…se trata de construir parejas de representación de valores
opuestos, de instaurar diferencias cuantitativas entre las fuerzas
presentes, de establecer un juego de signos-obstáculos que
puedan someter el movimiento de las fuerzas a una relación de
poder…” (Foucault, 2015)

En este sentido los signos-obstáculos deben constituir el nuevo arsenal de penas y


para funcionar deben obedecer a varias condiciones: (Foucault, 2015).

1. ser lo menos arbitrarios posibles: “…el 30 de noviembre Carlos fue sacado de la


cárcel del Santo Oficio con sambenito, coroza y una vela”.

2. este juego de signos debe apoyarse en el mecanismo de las fuerzas: disminuir el


deseo de hacer atractivo el delito, aumentar el interés que convierte la pena en algo
terrible: “…tras serle leída la sentencia, pidió la palabra y en la exhortación a los
suyos reconoció su culpa y pidió que terminasen con los cultos idólatras, después
fue quemado en la Plaza Mayor.”

3. utilidad, por consiguiente, de una modulación temporal. La pena transforma,


modifica, establece signos, dispone obstáculos: “…El obispo de México, Juan de
Zumárraga, mandó detenerlo y procesarlo. Carlos se defendió diciendo que las
acusaciones fueron hechas por personas resentidas contra él, y que hacía tiempo
que ya no vivía con su sobrina. Sin embargo, se le encontró un pequeño adoratorio
con varios ídolos, y, además, como estaba casado y bautizado, se le mantuvo el
cargo de amancebamiento. Ante las dudas que abrigaba el prelado Zumárraga,
consultó con el virrey Mendoza y la Audiencia. Finalmente, determinó ajusticiarlo
como ejemplo para el resto de señores y caciques indios.”
Conclusiones

En el proceso inquisitorial de Don Carlos Ometochtli, pudimos observar conductas


que se ajustan a constructos desarrollados en la propuesta de Foucault, Vigilar y
Castigar. Nos referimos a Disciplina y Panoptismo. El primer concepto nos dice
que es una técnica que fabrica individuos y modela conductas, la disciplina
condiciona las acciones de los seres humanos en los ámbitos de; cómo, cuándo y
dónde. Bajo el entendido de que toda acción es siempre vigilada por un ser superior
que aprueba o desaprueba, que premia o que castiga, encausando las conductas.
Nosotros relacionamos este primer concepto con la facultad que tenía la monarquía
castellana sobre sus súbditos, refiriéndonos a la real potestad. Siendo los súbditos
quienes eran condicionados a seguir un modelo de conducta y sumisión. En este
sentido a Don Carlos Ometochtli asume la suerte de servir como castigo ejemplar
en una sociedad que se construye entre dos mundos.

En el caso del concepto de Panoptismo, Foucault nos explica que podemos


imaginarlo como un ente que todo lo ve y todo lo escucha, está en todas partes,
pero no puede ser visto. Es una especie de Dios, pero sin tener una presencia física.
Encontramos estas características en la sociedad que le corresponde a Don Carlos
a la que podemos describir como un grupo de individuos que se imponen reglas los
unos a los otros, sin que tenga que estar físicamente presente la Corona en cada
momento de la vida cotidiana de cada individuo de dicha sociedad y teniendo en los
distintos testigos del juicio los ojos y oídos que Fray Juan de Zumárraga y el Santo
Oficio necesitan para descubrir, incriminar, convocar a juicio y castigar a un principal
de Texcoco.
Bibliografía.

Aguirre, Carlos Antonio (2010) Fernand Braudel y las ciencias humanas, México,
CIECAS-IPN.

Braudel, Fernand (1989) “Mediterráneo”, “La Tierra”, y “El mar”, en El


Mediterráneo. El espacio y la historia, México D.F, Fondo de Cultura Económica.

Cabo, Ángel y Marcelo Vigil (1979) Historia de España Alfaguara. Tomo I:


Condicionamientos geográficos, Edad Antigua, Madrid, Alianza/Alfaguara.

Corcuera de Mancera, Sonia (2014) Voces y silencios en la historia, siglos XIX y


XX, México, FCE.

Foucault, Michel (2005) “Suplicio y Castigo” en Vigilar y Castigar. México D. F.,


Siglo XXI.

Gruzinski, Serge (1999) Normas cristianas y respuestas indígenas: apuntes para


el estudio del proceso de occidentalización entre los indios de la Nueva España, en
Seminario de Historia de las Mentalidades “Del dicho al hecho: transgresiones y
pautas culturales en la Nueva España”, México, D. F., INAH.

Lozano Armendares, Teresa. et all (2001) Cómo crear una serie documental para
estudiar las comunidades domésticas. Ciudad de México, siglo XVIII, en Los
andamios del Historiador. Construcción y tratamiento de fuentes. México D. F. AGN
INAH.

Ríos Saloma, Martín F. (2009). De la historia de las mentalidades a la historia


cultural: notas sobre el desarrollo de la historiografía en la segunda mitad del siglo
XX. Estudios de historia moderna y contemporánea de México, (37), 97-137.
Recuperado en 01 de mayo de 2019, de
http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0185-
26202009000100004&lng=es&tlng=es.
Escuela Nacional De Antropología e
Historia

Etnohistoria de México II

Castigar y la tecnología de la representación.

Ensayo etnohistórico sobre un proceso


inquisitorial en la Nueva España.

Córdova Hernández Marco Israel

Cruz Silva Jorge

Martínez García Alexis Leroy

También podría gustarte