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l.

MAIZELIS

FINALES DE PEONES
DEPÓSITO LEGAL B. 8380 - 1959
COLECCIÓN ESCAQUES

l. MAIZELIS

FINALES
DE PEONES

EDITORIAL GRIJALBO ESPAÑOLA, S. L.


BARCELONA
FINALES DE PEONES
'J. :711aizelis

Traducción directa del ruso

de LYDIA KuPER DE VELAsco

y AND R É S FIERRO MENÚ

Proemio de

]AIME LLADÓ LuMBERA


Maest r o 71/acional de Ajedrez

© 1959 roR EDITORIAL GRI]ALBO ESPAÑOLA, S. L.


CERDEÑA, 209 ·BARCELONA - ESPAÑA

R E S E R V A D O S T O D O S L O S D E R E C H O S
Este libro no puede ser reproducido en todo, ni en parte, en forma alguna, sin permiso.

Qráfica Bacbs - c. París, 175 - Barcelo11a


PR OEMIO

En realidad, este libro no necesita presentación de ninguna clase. Viene


precedido del suficiente prestigio internacional para que lo mismo el profe­
sional que el aficionado, que incluso aquel que por primera vez asoma su
curiosidad al campo de batalla, tan incruento como apasionante, del aje­
drez, le dé no sólo como bueno sino como ejemplar y único hasta ahora.
Pero me parece oportuno aducir aquí el argumento de que, entre los
numerosos libros que tratan de ajedrez, s· o n pocos -por lo menos que yo
conozca- los consagrados a los finales de partida.
Yo sé de esa especie de angustia que se le presenta al ajedrecista cuan­
do, previendo ganada la partida, se ve en el trance de elegir. Muchas,
muchísimas veces, la elección llega a sus dedos como por divina inspira­
ción. Pero no es eso. Dejar que el azar intervenga, aunque sea para traerle
el triunfo, no conjuga ni aun de lejos con lo que constituye para el jugador
la esencia misma de su personalidad: lo exacto. Lo que está en sus manos
evitar, o provocar.
Se hacía precisa una sistematización de la experiencia en esta materia,
hasta -si ello era posible- convertirla en sencilla, pura y simple teoría.
Y tenía que ser un hombre de la talla de un Maizelis quien consiguiese un
propósito de tanta envergadura. Este libro, FINALES DE PEONES, recoge y
remata cuanto sobre ello se ha experimentado.
Lo más difícil del propósito era conseguir una claridad de exposición
tal que llegase a la comprensión inmediata incluso del profano. En este
sentido, la obra de Maizelis puede presentarse como un modelo de la
didáctica. Es clara; es eficaz; es poco menos que exhaustiva.
Admirablemente traducida, creo que sus editores no podían elegir nada
mejor para iniciar la COLECCIÓN ESCAQUES.
JAIME LLADÓ LUMBERA
Maestro Nacional de Ajedrez

VII
IN DICE

Proemio. VII

Introducción . . . . . . . . . . . . . . .
Casillas críticas o clave . Puntos de invasión 3
Distancias, oposición y casillas conj ugadas 6

Capítulo primero: REY Y PEON CONTRA REY 17

Capítulo 11. REY Y DOS PEONES CONTRA REY 22

Capítulo 111: PEON CONTRA PEON 25


l. Peones en la misma columna 25
2. Peones en columnas vecinas 30
3. Dos peones pasados . . . . 33

Capítulo IV: DOS PEONES CONTRA UNO 40


l. Peones ligados 40
2. Peones aislados 73
3. Peones aislados doblados 91

Capítulo V: DOS PEONES CONTRA DOS PEONES . 101


l. Finales con peones pasados 102
2. Finales sin peones pasados . . . . . . . 1 14

Capítulo VI: TRES PEONES CONTRA DOS PEONES Y CONTRA TRES 136
l. Finales con peones pasados 136
2. Finales sin peones pasados . 152

Capítulo VII: DESARROLLO DE LA TEORIA DE LAS CASILLAS


CONJUGADAS . . . . . . . 170
l. Oposición corriente ( sistema rectangular) 171
2. Sistema del cuadrado y el triángulo 175

IX
3. Sistema de las ocho casillas 186
4. Sistema T . . . . . . . .
<< » 197
S. Algunas observaciones y conclusiones 201

Capítulo VIII: FINALES DE MU�HOS PEONES 209


l. Algunos procedimientos técnicos . 210
2. Ventajas y desventaj as de posición 223
3. Ej emplos de la lucha de maniobra 233

Apéndice: FINALES DE PEON QUE PASAN A SER FINALES DE


DAMA. . . . . . . . 249
l. Dama contra peón . . 250
2. Paso al final de dama . 255

X
A la memoria de mi esposa
Evguenia 7vrijailovna Zvetkova -7vfaizelis.

l. MAIZELIS.
INTRO DUCCION

La famosa expreswn de Philidor <<los peones son el alma del ajedre:<.»


conserva toda su actualidad, pero ahora se da una interpretación distinta
-no del todo philidoriana- y más p rofunda al papel de los peones en el
j uego .
De ordinario, los peones constituyen la base de la posición y determinan,
en gran medida, sus peculiares características . Tiene extraordinaria impor­
tancia el papel de los peones en la fase final del j uego, cuyo obj etivo funda­
mental es la conversión del peón en Dama. La mayoría de los finales son de
peones, y hasta en los de figura es preciso calcular las posibilidades de un
final puramente de peone s .
Tras la aparente sencillez de l o s finales de peón suele ocultarse una
gran profundidad. Sin embargo, su carácter original, a veces incompren­
sible, se explica por las leyes generales por que se rigen y a cuya com­
prensión se va acercando poco a poco la teoría ajedrecística.
El desarrollo de la teoría de finales de peón es un proceso largo y
complej o, de particularidades difíciles o tal vez imposibles de precisar.
Fue extremadamente largo el período de acumulación inicial de materiales
y su comprobación analítica. El libro de J. Berger, que podemos considerar
como la primera experiencia de sistematización científica del ajedrez, signi­
ficó un cierto resumen de esta labor. Más tarde se publicaron los trabaj os
de Rabinovich, Euwe, Fine y Chem, pero cada uno de estos autores estaba
más o menos influido por sus antecesores.
En las obras numeradas no se había intentado siquiera esbozar ni
desarrollar los problemas generales de la teoría de finales de peón. Para
Berger, lo fundamental era el concepto de « Oposición» y la aplicación
práctica de este método ; Rabinovich, además de esto, aplicaba el método
de « casillas conjugadas » . No obstante, sería vano buscar en las obras de
ambos autores una fundamentación teórica de los métodos indicados. Esta
falta de fundamentación teórica y de base única de exposición constituye
un defecto de las obras indicadas que, aparte de eso, son sumamente
valiosas.
Hoy día, la teoría dispone de métodos que le permiten hacer una sín­
tesis más amplia y sentar reglas que faciliten, en cierto modo, el desarrollo

1
práctico de muchos finales de peón . El objetivo de este estudio es dar a
conqcer estos métodos a los lectore s . Es el primer intento que se hace
de exponer el tema sobre la base de una teoría única de finales de peón,
en l a medida que pueda considerarse establecida actualmente.
La teoría de finales de peón se formó sobre la base de la experiencia
práctica de los maestros de ajedrez y del estudio analítico de numerosos
ejemplos . Fue también muy considerable la aportación de los teóricos, a
los que se deben artísticos análisis, tanto de algunos aspectos de esta fase
del j uego, como de ciertas leyes generales. En este trabajo se dan los
nombres de los autores de las posiciones ( o de su solución) .
Han contribuido activamente al desarrollo de la teoría general : F. Du­
rand, que en 1860 y 1874 publicó unos ensayos sobre casillas críticas ; Dedrle ,
que profundizó considerablemente esta teoría en 1921 y 1925, y Grigoriev,
que fue el primero en estudiar la teoría de las casillas conjugadas ( 1 922).
Pero el mérito de Grigoriev no radica solamente en eso : destacado inves­
tigador y fino artista, contribuyó singularmente al estudio de los finales
de peón y de sus leye s .

E l tema principal d e todos l o s finales d e peón es su transformación en


Dama. Como es lógico, sólo ofrecen interés las posiciones donde este obje­
tivo se consigue superando las dificultades, cuando resulta imposible a cau­
sa de una defensa acertada o bien en algunos otros casos, debido a las
peculiaridades de la posición .
Los finales de peón pueden subdividirse en dos grupos : « dinámicos » y
<< bloqueados». En el p rimer grupo juegan un papel importante los peones
móviles secundados habitualmente por el rey . En el segundo grupo los
peones permanecen inmóviles : bien por bloquearse mutuamente, bien por
no poder moverse baj o la amenaza de captura evidente . Como es lógico,
en finales de este último tipo maniobran tan sólo los reyes, tratando de
ocupar ciertas posiciones decisivas y ventajosas.
En la práctica se conocen posiciones de tipo << intermedio » ; su inclusión
en uno de los dos grupos fundamentales depende del grado de movilidad
que aún poseen los peones.
Sin embargo, en todas las circunstancias , es decir, en finales de cual­
quier tipo, los reyes desempeñan un papel importante y con frecuencia
decisivo, atacando ( tambien contraatacando) y defendiendo los puntos dé­
biles, es decir, críticos, de la posición . Estos puntos, cuya ocupación deter­
mina el resultado de la partida o, por lo menos , la realización de un impor­
tante objetivo intermedio, suele llamarse puntos clave.
Un factor decisivo del j uego suele ser el grado de proximidad o lej anía
de los reyes de los puntos críticos o clave, debido a lo cual nace el concepto
de « distancia crítica».
Las p osibilidades de transformar el peón, los puntos clave de la posición,
las distancias que median entre los reyes y esos puntos determinan, en lo
fundamental, el contenido estratégico de casi todos los finales de peón .
En los ejemplos concretos expuestos a continuación explicamos los prin­
cipios arriba indicados .

2
CASILLAS CRITICAS O CLAVE. PUNTOS DE INVASION

Para comprender mej or los principios fundamentales de la teoría general


de finales de ajedrez, examinemos algunos ejemplos elementales .
1 2 3 4

En el ej emplo 1 las blancas consiguen triunfar en el caso de que con­


sigan coronar al peón . Moviendo las blancas, resulta posible : l . P7AO,
R2C ; 2. R7CO y 3. P8AR. Si el rey blanco ocupase la casilla 60, después de
l . P7AO, R2CO, obtendríamos el mismo resultado con 2. R70. Sin embargo,
si la salida fuese de las negras, jugando 1... RICO ( ó 1... RlO estando el rey
blanco en 60 ; 2 . P7A0 + , RlAO, las negras hacen tablas . ¿ Cómo se explica
esto?
En el p rimer caso, las blancas consiguen ocupar con su rey la casilla
7CO (ó 70), asegurando así la coronación del peón ; en cambio, moviendo
las negras ·esto resulta imposible.
Estaremos en lo cierto al afirmar que la ocupación por el rey de la casilla
7CO ó 70 decide la partida . Estas casillas se llaman « críticas», ya que su
ocupación por el rey blanco pone a las negras en situación crítica. Más justo
sería calificarlas de posiciones « clave», ya que su posesión asegura el obje­
tivo que se persigue, es decir, la coronación del peón .
Si les hubiese tocado jugar a las negras la partida sería nula, ya que
el rey negro no habría permitido la ocupación de las casillas clave; la
posición del rey negro frente al blanco se llama, en términos ajedrecísticos,
« oposición » .
A s í pues, la «op osición» e s un procedimiento táctico, un medio de lucha
por las posiciones clave (pero, como veremos más tarde, no es, ni mucho
menos, el único) .
E n la posición 1 vemos que la conversión del peón e n dama se reduce
a la lucha por la posesión de casillas particularmente importantes y de­
cisivas.
Veamos ahora la posición 2. Un simple análisis nos hace ver que las
blancas ganan independientemente de la salida ; es decir, que en este caso
la « Oposición» no juega un papel decisivo. Lo mismo resulta si el rey blan­
co está en 6CO o en 60.
Ahora bien, en el 2 las casillas 6CO, 6AO y 60 son también «clave»,
pues su posesión asegura la posibilidad de ocupar la 7CO y la 70, y coronar,

3
por lo tanto , un peón. Resultado de ello es que el PSAD, que se encuentra
en la otra mitad del tablero, obtiene un sistema de casillas clave indicados
en el ejemplo 3. Tan pronto como el rey blanco ocupe uno de estos 6 pun­
tos, queda asegurada la conversión del peón en dama, independientemente
de la posición del rey negro y de quién le toque jugar ( a excepción, claro
está, de que las negras puedan capturar al peón en la primera movida).
La única razón de que las casillas 3CD, 3AD y 3D sean críticas para las
negras se debe a que su rey está limitado en sus movimientos por su
proximidad a la banda del tablero . En el 2, donde el peón ha pasado
ya de la mitad del tablero, las negras pierden después de l . R6CD, Rl CD;
2. P6AD, RlAD ; P7AD, las negras pierden por zugzwang, ya que no tienen
casillas para retroceder.
En el 4, donde el peón no ha pasado de la mitad del tablero, el cuadro
es totalmente distinto ; después de l . RSCD, R2CD; 2. PSAD, R2AD; 3. P6AD ,
las negras j uegan 3 . . . RlAD y hacen tablas. Así pues, si el rey blanco
domina las casillas SCD, SAD, SD, la posición no es peligrosa para las
negras. Son críticas para ellas las casillas 3CD, 3AD y 3D, situadas fila por
medio del peón en la misma vertical , y en las dos vecinas. La ocupación
de uno de esos campos clave por el rey blanco asegura la coronación del
peón .
Si en el cuadro 4 les toca jugar a las negras , se ven obligadas a
ceder inmediatamente al rey blanco uno de los puntos de invasión a la
fila siguiente, es decir, la casilla 3CD ó 3D ( movimiento envolvente) , des­
pués de lo cual toda resistencia es vana. Si salen las blancas, no p).leden
ocupar ninguna casilla clave, ya que el rey negro toma la oposición y no
deja paso al rey blanco.
Examinaremos con más detalle estos finales en el capítulo l. Por ahora
nos limitaremos a formular los resultados obtenidos :
a) El peón pasado tiene su sistema de e scaques críticos o de clave .
b) Cuando el rey de la parte atacante ocupa una casilla clave queda
asegurado el objetivo de dicho final : la coronación del peón.
e) En esta clase de finales se lucha fundamentalmente por la posesión
de casillas clave .
Examinemos el cuadro 5.
5 5a

En la posición 5, el plan de las blancas consiste en capturar primera­


mente el peón 4D y, seguidamente, coronar su peón SD. Una vez capturado
el peón 4D ( objetivo inmediato de las blancas ) , se intenta realizar la otra
parte del plan .
Es evidente que si el rey blanco consigue ocupar alguna de las casillas

4
SR, SAR ó SCR, el peón negro 4D está irremisiblemente perdido . Por lo
tan to, este peón también tiene sus puntos críticos .
La realización del p rimer objetivo ( captura del peón) no significa que
la otra parte del plan se consiga. Las negras pueden impedir que las
blancas coronen su peón.
Por ejemplo, en la posición S las negras, al jugar, pierden la oposición
y no tienen más remedio que dejar que el rey blanco ocupe una casilla
clave . En respuesta a la l... R3R ; las blancas juegan 2.RSCR (esta manio­
bra se llama movimiento envolvente, que es una consecuencia de la pérdida
de oposición . Más adelante veremos que donde no hay amenaza de rodeo
no es obligatorio ocupar la oposición ; véase 6). Sigue luego 2 . . . R2R;
3. RSAR, R3D ; 4. R6AR, R3AD ; S. RSR, R2AD ! ( Las negras entregan el peón
4D, pero no dejan que el rey blanco pase a las casillas clave del peón
pasado SD) ; 6. R x PSD, R2D y tablas .
La verdad es que el sistema de casillas clave del peón SD es mucho más
complejo . Forma un rectángulo STD, 7TD , 7CR y SCR. Lo veremos clara­
mente en el cuadro 5a· Las casillas marcadas con una cruz en los cua­
dros 5 y 5a, señalan el límite de la <<zona crítica» del peón 4D, la <<pri­
mera línea», por decirlo así, de la defensa de las negras.
Como es natural , el peligro máximo para el peón negro 4D emana del
rey blanco situado SR ó 6R ( que son las casillas clave fundamentales ) ,
pero, como hemos visto ya en el cuadro 5, l a ocupación de la casilla SCR
( invasión de la zona crítica ), asegura el dominio de las casillas SR y 6R.

El peón blanco 4D en el cuadro 5 también tiene su zona crítica simé­


tricamente situada, limitada en su parte superior por las casillas 4R, 4CR,
4TD, 4CD y 4AD. Por eso, la situación del rey blanco en cualquier punto
de la zona crítica del peón negro 4D no signihca la captura de esta pieza,
ya que el rey negro puede, a su vez, invadir la zona crítica del peón blan­
co 4D. Vemos, pues, que la distancia que hay entre los reyes y las corres­
pondientes zonas críticas, es decir, las casillas clave fundamentales, tilme
mucha importancia.

Conviene recordar que en la lucha por tres puntos clave, situados en


fila o en columna, el rey consigue triunfar solamente si consigue tomar la
oposición . Este es su único medio de lucha. Pero si sólo hay dos casillas
clave, como ocurre en el cuadro 6, la defensa por medio de la oposición
deja de ser obligatoria; ya que las blancas no pueden realizar su movi­
miento envolvente.
6 7 8 9

Los diagramas 7, 8 y 9 muestran la posición de los puntos clave en otra


clase de finales de peón. Si en estas posiciones les toca salir a las negras ,

S
las blancas se apoderan de las casillas clave y ganan. Conviene señalar que
aunque en los diagramas 8 y 9 sólo hay dos casillas clave, la oposición es
imprescindible, ya que las negras pueden controlar también el peón 3AR, es
decir, de hecho, tres casillas .
Más adelante hablaremos de las particularidades del juego en situaciones
semejantes. Por ahora nos limitamos a señalar lo siguiente :
a) Cada disposición de los peones tiene su p ropio sistema de casillas
clave .
b) La ocupación de esas casillas asegura la realizacion del objetivo fun­
damental (o intermedio) que se persigue en dicho final .
e) La lucha se reduce a la lucha de los reyes por la posesión de esos
puntos clave .
En los capítulos siguientes (principalmente en el 7 .0), veremos que los
campos clave pueden estar en distintas filas o columnas, y separados unos
de otro s .

DISTANCIAS, OPOSICION Y CASILLAS CONJUGADAS

En los ejemplos arriba examinados las negras estaban condenadas a una


defensa pasiva y luchaban sólo por conseguir tablas, para lo cual su
máximo esfuerzo consistía en no dejar pasar el rey contrario a las casillas
clave . Pero las negras disponen con frecuencia de posibilidades de contra­
ataque , es decir, que a su vez pueden atacar a los peones blancos. En estos
casos se hace p reciso calcular la distancia que media entre los reyes y los
peones o los escaques clave, así como la que hay entre Jos peones y la
fila de coronación.
Examinemos los siguientes ejemplos :
10 11

En la posición 10 las blancas necesitan 7 jugadas para capturar a l peón


3TR y coronar el peón 3TR. La única defensa de las negras es contra­
atacar el peón 4TD, pero necesitan 8 jugadas para convertir su peón en
dama ; por lo tanto, pierden .
Las negras, aunque les toque mover, no ganan si siguen atacando al
peón 4TD, pero pueden hacer tablas si se oponen a la coronación del
peón STR, impidiendo que el rey blanco ocupe la casilla clave 7CR. Por

6
ejemplo : 1 . . . R4AD ; 2. RSAD , R4D ! ; 3. R6CR, R3R ; 4. R x P3TR, R3AR;
5. R7TR, R2AR ; 6. P6TR, R13R ; 7. R6CR, R1CR. El rey negro puede ir hacia
el peón TD, pero de todas formas son tablas, ya que el rey negro, una vez
capturado el peón 6TR, tiene tiempo de impedir que el rey blanco domine
la casilla clave 7CD, ocupando la 1AD.
( En el 151 explicamos el modo de calcular rápidamente estas posiciones.)
En el 1 1 las negras, en respuesta a la l. R4R o R4D , j uegan 1 . . . R3R
ó 1 . . . R3D , ocupando la oposición y defendiendo las tres casillas de la fila
quinta que atacaba el rey blanco . Eri el caso de que l. R4A� R3R, el rey
negro sólo defiende dos casillas ( SR y SAR ) ; la tercera casilla, SCR, está
defendida por el peón negro 3TR. Después de la 2 . R4R, las blancas pasan
a la oposición, pero el cálculo de las distancias demuestra que después de
2 . . . R3AR, lo mejor para las blancas es jugar 3. R4AR y hacer tablas .
Al hacer el cálculo de las distancias no hay que perder de vista algunas
peculiaridades <<geométricas del tablero».
12 l2a

En el diagrama 12 las casillas 1R y STD se hallan en distancia diagonal.


El rey puede alcanzar la casilla STD en 4 jugadas . Resulta evidente que el
camino en diagonal es el más breve de todos los posibles.
Las casillas 1 R y SR están situadas en línea recta, ep la vertical del R.
El rey blanco, avanzando por ella, alcanza la casilla SR en 7 jugadas. Es
evidente que el rey podía haber seguido otro camino. El lector quedará
seguramente sorp rendido al saber que, además de ese camino, hay otros
329 ( !) que le permiten alcanzar la casilla SR en las mismas 7 jugadas. El
rev puede avanzar hacia esa casilla por los caminos más fantásticos y
zigzagueantes, con tal de que se encuentren en el marco del paralelógramo
dibujado en el diagrama 12 ( representa las distancias diagonales más
b reves) y de q�e el rey pase cada vez de una horizontal a la siguiente.
De esta forma, el movimiento del rey en línea recta ( vertical u hori­
zontal) puede sustituirse, en caso de necesidad, por un movimiento en
zigzag.
( Una ilustración práctica de este importante principio la tenemos en el
diagrama 58.)
Pasemos a estudiar las diversas formas de oposición ; de paso, expondre­
mos algunas ideas importantes para el enfoque teórico general de este
problema.

7
13 14

El esquema 13 nos presenta el cuadro completo de todas las clases de


oposición posibles. Decimos que hay oposición cuando los reyes están colo­
cados frente a frente en línea recta o diagonal con un número impar de
casillas ( 1 , 3, S) entre ellos. La situación de cualquier rey negro en el
13 respecto al rey blanco situado en lCD es de oposición ; cuando entre
los dos reyes sólo media una casilla, decimos oposición inmediata, vertical,
horizontal o diagonal, pero si son 3 ó S casillas las que hay entre ambos ,
hablamos de oposición distante.
Tomar la oposición es ventajoso, ya que coloca al adversario en situa­
ción de zugzwang y asegura la invasión del rey p ropio gracias al movimien­
to envolvente. Por ejemplo, si tomamos la posición R1 CD-R6CD, las negras ,
al jugar, se ven obligadas a ceder al rey blanco la casilla 2TD ó 2CD, des­
pués de lo cual no pueden impedirle que avance como quiera . En el ej em­
plo 15 se representa el mecanismo de este avance.
Estudiando l a situacion de los reyes en un tablero sin peones, vemos
que solamente la oposición vertical u horizontal es la verdadera y efectiva;
la oposición diagonal es tan sólo una posición virtual, que permite pasar a
la oposición real (por ejemplo , si examinamos la p osición R1 CD-R6D, en­
tonces a la jugada 6A ó 6D, responden las blancas con lA ó 2C) ; la oposi­
ción diagonal es iy¡capaz de impedir el avance de un rey contrario activo .
En la posición R1 C-R6D, los reyes están situados en diagonal en los
ángulos del cuadrado 1 C-3C-3D-1D, constituido por un número impar de
casillas (3X3 = 9) ; las cuatro casillas angulares de este cuadrado son del
mismo color. Estas mismas particularidades caracterizan las oposiciones
distantes y virtuales , es decir, cuadrados con reyes situados en 1 CD-4AR
(S x S = 2S ) y 1CD-2TR ( 7X7 = 49). En ciertas posiciones el saber utilizar estos
indicios característicos tiene gran importancia práctica ( véase ejemplo 18S).
Si tomamos, por ejemplo, tipos de oposiciones distan�es, corno R1 CR­
R4CR o R1CR-R2CR, veremos que, en cierta medida, también son virtuales,
pues dan paso a la oposición inmediata. Las maniobras a distancia no
constituyen un obj etivo por sí solas . Teniendo la oposición distante, el rey
blanco la puede convertir siempre en inmediata y llevar a cabo luego la
invasión ( véase ejemplo lS) .
L o característico d e la oposición consiste e n que conserva toda su fuerza
si la distancia entre los reyes disminuye o aumenta en un número par de
casillas ( « ley de dos casillas» ) .

8
La distancia entre los reyes se determina con las cifras 1, 3, 5; cuando
los dos reyes se aproximan ganando una casilla cada uno, la oposición
sigue en pie. Esto que, al parecer, no supone ninguna novedad, se con·
vierte en un principio importante, que se aplica en la práctica durante las
complejas maniobras en las posiciones bloqueadas ( capítulo 7).

Estudiando la posición de los reyes en el esquema 14, vemos que sola­


mente la oposición de arriba, R6CD-R1AR, posee los caracteres de una opo­
sición real . Los cuatro ángulos del rectángulo tienen el mismo color, es
impar el número de casillas (3 X 5 = 15) . Lo único que falla es que los reyes
no están el uno frente al otro . Es la llamada oposic1vn virtual, a la que
llamaremos « conjugación rectangular» ( * ) . Sin embargo, sigue conservando
toda su importancia la situación de los reyes ; en el caso que analizamos, a
las negras no les conviene salir, ya que después de RZR ( R2AR, RZCR), las
blancas ocupan una oposición efectiva jugando R7TD ( R7CD, R7AD) ; en
respuesta a RlR, las blancas, con R6AD, se posesionan de la oposición in­
mediata diagonal. Y la jugada 1 . . . RlCR ; 2. R6AD, RlTR ; 3. R6D significa un
aplazamiento que en sí no cambia la situación.

En el esquema 13 se ha señalado con puntos las posibles situaciones


del rey negro que le colocan en «correspondencia rectangular» con el rey
blanco situado en ICD.

Las posiciones del rey negro en el esquema 14 no poseen todos los


caracteres de la oposiclUn . Los ángulos son de diferente color (a excepción
de R 1D-R7CR) ; el numero de casillas es par en todas partes (2 x 3, 2 x 4,
3 x 4) . Y lo fundamental es que las negras no están en zugzwang y el
jugar les favorece, ya que les permite tomar la oposición en vez de per­
derla.
Mostraremos con un ejemplo concreto el mecanismo de la oposición .

El objetivo de las blancas en el


ejemplo 15 consiste en alcanzar las
15
posiciones R5AR-R7AR o R5CD-R7CD
jugando las negras, ya que entonces
se gana la batalla por las casillas
clave del peón negro 3D. Conviene
que el lector se fije en esa peculiari­
dad característica: el rey blanco de­
be, en fin de cuentas, tomar obliga­
toriamente la oposición inmediata
en la columna que atraviesa la casi­
lla clave intermedia; sólo en este
caso podrán las blancas, jugando las
negras, hacer un movimiento envol­
vente con su rey para invadir las
casillas clave.
Llamamos principal a la columna
o fila que atraviesa la casilla clave
intermedia, ya que p recisamente al­
rededor de ella se efectúa el mo-

(*) Más adelante hablamos de las casillas conjugad¡is, pero nos interesa introducir
este término ahora para unificar la terminología.

9
miento envolvente. En la posición 1S hay dos columnas principales, la del
CD y la del AR.
¿De qué forma pueden conseguir las blancas el objetivo arriba señalado ?
Deben tomar la oposición distante y, luego, avanzando su rey y sin perder
la oposición en la columna prmc1pal, convertirla en inmediata.
En la posición que reproduce el diagrama 1S, las blancas deben
jugar 1 . R2CR ! con el p ropósito, de no impedírselo las negras , de llegar
a la casilla 6CR. A este mismo objetivo les conduce también 1 . R 1 CR,
pero se pierde tiempo; cualquier otra jugada ( 1 . RlR, R2R, R2AR ) sería un
error irreparable que les haría perder la partida.
La jugada 1. R2CR es una típica maniobra de rodeo . La mejor respuesta
de las negras sería 1 . . . R1AR ( o R3AR ) .
Precisamente ahora, cuando las negras entran e n l a columna principal,
las blancas ocupan la oposición mediante 2. R2AR !
Es muy importante señalar que las negras no pueden , ni ahora ni en
ningún momento después, pasar a la columna de CR, ya que el rey blanco
se precipitaría a la casilla STD ( para ello necesitaría S jugadas ) y, en
cambio, el rey negro no le daría tiempo de llegar a la casilla 2TD ( nece­
sita 6 jugadas); sólo llegaría a 2CD; pero entonces ganaría la jugada
( RSTD ) S C .
El intento d e contraataque de las negras e n el flanco del rey es re­
chazado por las blancas, en su avance a la casilla STD a través de 3D,
por (R3D)4D y luego ( P4AD)-SAD.
De esta forma, en finales de este tipo, el proceso de juego en un flanco
depende de las consideraciones de la <<distancia crítica» hasta el punto de
invasión en el otro flanco . Ejemplos similares y más complicados se tra­
tan en el capítulo 7 .
A l a jugada 2 . . . R2AR, las. blancas responderán 3 . R3AR y a cada retro­
ceso del rey negro en la columna del rey realizarán un movimiento envol­
vente por la columna CR.
Reproducimos esta aleccionadora variante desde el principio :
1 . R2CR, RlAR; 2. R2A, R2R ( Rl R ); 3 . R3C , R2A; 4. R3A, R2R ( lFI);
S . R4C, R3A; 6. R4A, RZR; 7 . RSC, R2A; RSA y ganan .
Si la salida fuese de las negras, habrían tomado con su 1 . . . R2A ! la
oposición en la columna p rincipal y la hubieran conservado en los mo­
mentos decisivos; por ejemplo :
2. R2C , R l C; 3. R3T, R2A.
No se debe jugar 3 . . . R2T ? por la 4. PSA, pero las negras pueden jugar
también 3 . . . RlA, ya que la posesión de la columna principal y la contra­
amenaza R-3A-4R les permite desdeñar la « conjugación rectangular».
4 . R4C, R3C; S . R4A, R3A ; 6 . R4R, R2R !
Es de sumo interés el hecho de que en la columna del rey existan unas
casillas (inaccesibles en este ejemplo para los dos reyes) que neutralizan
las reglas de la oposición. Tampoco hay necesidad de conservar la distancia
impar ( oposición ) en las columnas de la dama y del alfil de dama en vista
de que tienen vallas.
7 . R3R, R1R !; 8 . R2R, R2R !
La partida es nula, porque saliendo el rey blanco a la columna p rincipal ,
las negras pueden siempre tomar la precisa oposición vertical .
Por eso, en la posición inicial jugar 1 . R1R ( 2R ) sería un error irrepa­
rable, ya que las negras responderían 1 . . . RlR, alcanzando fácilmente
tablas, igual que en la variante recién reproducida.
El concepto << fila principal» es análogo al concepto « columna principal » .
E n la posición 8 , l a séptima fila es la principal .

10
Si el número de casillas clave en una línea (horizontal o vertical ) es
superior a tres, se consideran principales todas las líneas horizontales o
verticales que pasan por el centro de esas casillas clave. Por ejemplo, en
la posición 9, que posee 4 casillas clave (SA, 6A, 7A y 8A) , las filas principa­
les son la 6.a y la 7.a, desde el punto de vista de las blancas. Cuando son 5,
hay tres filas o columnas principales (véase 18S, 326, 327 ) .
E s muy interesante e l ejemplo 2S6, con tres columnas principales
( de la D, R, y A ) y el 307 ( variante « a » ) .
Tal e s , e n rasgos generales, la base teórica del método d e oposición .
Resumiendo lo dicho, podemos decir que tomar la oposición es, en muchas
situaciones, un medio eficaz de lucha por las casillas clave .
Sin embargo, en otras muchas posiciones es inútil tomarla, ya que no
procura ninguna ventaja en la lucha por los puntos críticos. Tenemos un
ejemplo sencillísimo de ello en el cuadro 2, donde la oposición no salva
a las negras del mate.
Más sorprendente puede parecer el hecho de que, a veces, tomar la opo­
sición resulta incluso perjudicial, pero así es si contradice el·plan funda­
mental de lucha por los puntos clave. Un ejemplo convincente de este
aserto lo tenemos en el diagrama 1S, donde las blancas perderían la partida
si jugasen l. R1R, tomando equivocadamente la oposición . ( Tenemos otros
ejemplos en los números 18, 80, 82 y 3SO ) . No hay que olvidar que la opo­
sición no es un obj etivo por sí mismo, sino un p rocedimiento táctico, un
medio de lucha al que es p reciso recurrir en casos necesarios.
Un concepto más ampljo que oposición es el de « Casillas conjugadas » ;
cuya significación explicamos con los ej emplos concretos que siguen :
Los peones 6TD (blancas) y 3CD 16
(negras ) , en el ejemplo 16, son de
<< mírame y no me toques » ; el p rime­
ro que ataque el peón, pierde (a l .
RSC, seguirá RZT) . La posición RSC­
R2T es de zugzwang por partida do­
ble es una posición decisiva que con­
viene ocupar con la salida. Por ello
Jos reyes maniobran a fin de ocupar
las casillas conjugadas SC y 2T des­
pués de la jugada del adversario ;
l . R4C ! , RlT ! ; 2. R4A, R1C ; 3 . R4C ! ,
R1 T ; E l blanco n o puede alejarse
de la casilla SC y el negro de la 2T
(ley de las distancias cr�ticas ) .
Las casillas decisivas SC y 2 T s e
encuentran a distancia d e caballo . A
las casillas de retaguardia de la se
(4T, 4C y 4A) corresponden las casi­
llas de retaguardia de la 2T ( lT y 1 C ) . Como las negras sólo deben vigilar
una casilla, su rey puede ocupar cualquier casilla de l a retaguardia, indepen­
dientemente de la que ocupe el rey blanco. En este caso no hay corres­
pondencia entre los diversos campos de la retaguardia. Nada impide las
maniobras de los reyes, y el resultado nulo de la partida es evidente .
Con una sola posición decisiva, la partida suele acabar en tablas en
el caso de que el rey pasivo disponga, por lo menos, de dos casillas colin­
dantes de la retaguardia para maniobrar (Grigoriev, 1922).
En el .17 las· negras impiden la jugada R6C , que sería fatal para el
peón 3T. La posición de los reyes en SA y 2A es <<decisiva>> . Si el rey blanco

11
17 17a 17b

consiguiese ocupar 6D, las negras responderían con lD , para no permitir la


coronación del peón 6A. Debido a eso se establece la conjugación de las
casillas 6D y lD (segunda « posición decisiva»). Después de l. RSD, el rey
blanco puede ocupar bien 6D, bien SA, lo cual obliga a las negras a res­
ponder con 1... RlA, a fin de tomar la debida casilla conjugada : lD ó 2A .
Es evidente que las casillas SD y lA se corresponden mutuamente ( te rcera
« posición decisiva»). Quedan, pues, determinadas las principales zonas
críticas y podemos pasar al estudio de las casillas de retaguardia.

Obsérvese que las casillas de la «zona crítica» en el campo de cada uno


de los contrarios se agrupan en tomo del punto inaccesible, con el que
forman un pequeño cuadrado. Por ejemplo, para las blancas ( 176) es
inaccesible la casilla 6A, ocupada por el peón, que juntamente con las ca­
sillas 1, 2, 3 forma un cuadrado; lo mismo ocurre con la casilla 2C ó 2D,
inaccesible para el rey negro. Teniendo esto en cuenta, resulta fácil, en
muchos casos, precisar con la vista la distribución de las «zonas principa­
les» junto a los puntos inaccesibles.

Después de 2. R4D, el rey blanco puede ocupar una de las casillas


decisivas de la zona principal SA ó SD; por ello las negras deben jugar
2 . . . RlC o RlD, véase 17a, conservando la posibilidad de ·ocupar, a su
vez, la casilla equivalente en su zona crítica, la 2A ó lA . Hasta ahora las
negras han tenido siempre casillas conjugadas (en este último caso son
conjugadas las casillas 4 Dy lC).

En el 17b, las casillas 8C y 8D están marcadas con la cifra 2, ya que


estas dos casillas, aunque no colindantes, son afines por su significación.
Equivale a estas casillas la 4D de las blancas, pero en la designación de
esta última se señala que se trata de un escape nuevo para las blancas,
tomado de la <<retaguardia»; las negras carecen de un campo análogo y se
ven obligadas a buscar su equivalencia en una de las casillas de la zona
<<principal».

Las blancas juegan ahora 3. R4A, amenazando la casilla SA ó SD, p ero


el rey negro ya no tiene segundo escalón que le permita pasar a 2A ó lA,

12
la equivalente de la casilla 4A es la 2C ó 2D, pero son inaccesibles a
las negras que pierden la conjugación y, por culpa de ello, la partida.
Así pues , la parte pasiva pierde cuando sólo una casilla suya es la
conjugada de dos colindantes del adversario ( Grigoriev, 1922).
Repetimos brevemente la1solución : l. RSD, RlA ; 2 . R4D, Rl C ; 3 . R4A ! ;
3. . . RlA ( pierde la conjugación) ; 4. RSD ( las blancas toman la conjuga­
ción en la zona principal) , R2A ; 5. RSA, y ganan. Se había obtenido la po­
sición inicial, pero con la salida de las negras. Para ganar tiempo ( dejar
la salida al adversario), las blancas han utilizado el triángulo formado por
las casillas SD, 4D y 4A. La razón de este procedimiento, p rácticamente
importante, reside en l a necesidad de una mayor libertad de maniobra del
rey activo que conduce al adversario a la pérdida de la conjugación .
Hemos visto que· el juego en el 17 no se atenía a las reglas de la
oposición . Algunas casillas conjugadas {1, 2 ) respondían a los requerimien­
tos de la « oposición vertical» ; otras, la 4D y la l C , a los de « oposición
rectangular», y las casillas SD y lA se encontraban a larga distancia de
caballo. La j ugada 3 de las negras, RlA ( en respuesta a 3 . R4A ) , con la cual
habían tomado la oposición distante, significó el desmoronamiento de la
defensa. Resulta evidente que el concepto de casillas conj ugadas es más
amplio y supone un método más general de j uego _que el concepto de opo­
sición ; cabe decir que éste vien,e a ser su parte integrante.
18 19 IYa

En el 18 la « POSiciOn decisiva>> es la que ocupan. los reyes, y no se ve


ninguna otra. Si el rey blanco maniobra por las casillas 3A, 3C y 3T, el
negro puede hacer lo mismo por 3T y 2T, para respon der a R4C con R3C.
Tampoco se consigue nada con P7A, pues el rey blanco no logra dominar
las casillas clave del peón 6R. Así pues, la partida es tablas , lo mismo
que en el 16 (una sola posición decisiva ; el rey p asivo dispone de dos
escaques colindantes para maniobrar). Sin embargo, si las negras cometen
un error en la defensa, pierden, por ejemplo : l. R3A, R2A? ( ¡ oposición
perjudicial ! ) ; 2 . R3C y ganan las blancas, porque el rey negro no tiene
una casilla colindante para maniobrar (la casilla 2C es inaccesible para él) .
Si desplazamos l a distribución d e l a s figuras a la izquierda ( 19), la si­
tuación cambia radicalmente. Además de la posición decisiva R4A-R3A,
encontramos otra : R4T, R3C ( el rey blanco en 4T no puede j ugar 6T, pues

13
el rey negro se ve obligado a maniobrar en el cuadrado del peón 6R ) .
Ahora es fácil establecer las zonas conjugadas ( 19a ) ; a R3C, las
negras deben responder R2C ; si las blancas juegan R3A, el rey negro pasa
a 3C. Pero las blancas pueden ocupar la casilla 3T y en este caso, como
las negras no pueden disponer de 3T, se ven obligadas a jugar R3A . Re­
sulta que sólo la casilla 3A equivale a las casillas 4A y 3T ; sin embargo,
todavía no hay mal en eso para las negras, pues esas casillas no son colin­
dantes y no se ve el mate inmediato. Así pues , hemos establecido las
«zonas principales>> .

Recurriendo a l a explicación que hemos dado al tratar e l ejemplo 17,


en este caso se pueden establecer con mayor rapidez las zonas principales:
el punto inaccesible de las negras es 2A y el 4C de las blancas (la zona de
las blancas está situada a ambos lados de este punto) .

Examinando las casillas de la retaguardia próxima se echa de ver en


seguida que, estando el rey blanco en 2C ( amenaza con ocupar las casi­
llas 2, 3, 1 ) , las negras se hallan indefensas, ya que la casilla conj ugada
2A es inaccesible al rey negro . Por consiguiente, para ganar la partida, el
rey blanco debe ocupar la casilla 2C . Sin conocer el método de las casillas
conjugadas es difícil comprender esta solución.
Así pues , l. R3A ,se puede j ugar también l. R3C ) ; 1 . . . R3C ; 2. R2C ! ,
R3A (las otras jugadas n o son mejores ) ; 3 . R3T (las blancas establecen .la
equivalencia en la zona principal y, sin perderla, se acercan a los puntos
de invasión) ; 3 . . . R2C ; 4 . R3C !, R3C ; R4T ! ( supondría pérdida de tiempo
jugar S. R3A), las blancas ganan . ( Véase también 353 . )
L o s ejemplos citados 16- 19 explican c o n suficiente plenitud, para comen­
zar, la esencia del método de casillas conjugadas . Una explicación más
amplia la hallará el lector en el capítulo 7.
Queremos hacer constar que la teoría de las casillas conjugadas ha dado
origen y ha fundamentado con lógica irrefutable la siguiente tesis :
En situaciones de zugzwang mutuo ( teniendo los peones inmóviles ) , a las
posiciones del rey activo equivalen siempre posiciones estrictamente deter­
minadas del rey pasivo, y esta dependencia se extiende a todas las casillas
colindantes, donde pueden maniobrar los reyes , formando «zonas conju­
gadas» en ambos bandos .
Las casillas conj ugadas vienen a ser como una especie de faro para los
reyes en sus maniobras . La parte activa procurará ocuparlos para ganar,
la pasiva para hacer tablas, pero siempre de forma que, ocupando ambos
reyes las casillas conjugadas , el adversario esté en continua situación de
zugzwang . ( Según Grigoriev, 1922 . )
N o tiene ningun importancia la distribución d e l o s reyes e n l a s posi­
ciones de zugzw¡.mg ; pueden tener la forma de una oposición corriente o
bien otra cualquiera en dependencia de la estructura de los peone s . Vemos,
pues, que la oposición no es más que w 1 accidente particular de la conju­
gación de casillas, solamente un accidente, pese a su importancia y a la
frecuencia con que se da en la práctica.

A fin de simplificar y hacer más clara la exposlClon, estableceremos


cierta diferencia de términos; diremos, por ejemplo, <<tomar la oposición»
(en su sentido habitual y corriente) y <<tomar la conjugación», cuando la
posición de los reyes sea distinta.

Si el concepto de «Oposición» es tan antiguo como el propio ajedrez ( en­


contramos su aplicación práctica en manuscritos del siglo IX), el concepto

14
de « casillas conj ugadas» data tan sólo de las p rimeras décadas del siglo xx.
A principios de nuestro siglo, Chigorin señaló brevemente la importancia
de las casillas conjugadas. Pero fue Grigoriev quien, en 1922, hizo el primer
intentó de profundizar teóricamente este tema. Se le deben ciertas síntesis
importantes que pueden considerarse, sin duda alguna, como los primeros
pasos de la nueva teoría.
La importancia de esta nueva teoría no se debe únicamente a la sinte­
tización de conceptos homogéneos ( oposición y conjugación) , sino princi­
palmente, al hecho de haber señalado nuevos horizontes : en vez de la
oposición anterior, puramente mecánica e irreflexiva, tomada como resul­
tado de un análisis superficial, puramente externo, de la situación, ha sur­
gido el imperativo de ahondar en la esencia de la posición y de buscar
las ocultas y decisivas equivalencias de casillas, distancias, etc.

Entre los conceptos de <<conjugación» y «oposición» (es decir, conjuga­


ción en línea recta) no hay diferencia de principio. Es muy curioso el
hecho de haberse encontrado en un manuscrito del siglo XV un diagrama
en el que aparecían señaladas, al parecer por primera vez, varias casillas
conjugadas; al comprobarlo se vio que las letras indicaban casillas que
estaban en oposición inmediata y distante (de tres escaques).
El método de la oposición es un cierto sistema «ideal» de juego en el
tablero vacío; el de conjugación, en cambio, es de juego en condiciones
reales. Por ello, las leyes de la oposición ·conservan su fuerza cuando los
peones que hay en el tablero no influyen en las maniobras de los reyes
(véase 15) y, por el contrario, se modifican o alteran cuando la estruc­
tura de peones se hace sentir de alguna manera. Sabemos, por ejemplo, que
las leyes de la oposición no rigen, habitualmente, en las columnas donde
hay vallas o casillas inaccesibles ( 15). Sin embargo, siguen actuando,
en cierta medida, en posiciones donde, por una u otra razón, conviene
que medie entre los reyes un número impar de filas, que no de casi­
llas (377). Más adelante nos encontraremos con esta acción refleja de las
leyes de la oposición, en particular cuando estudiemos la maniobra distante
en posiciones bloqueadas. En todo caso, podemos consignar que en posi­
ciones de conjugación sigue rigiendo, en una u otra forma, la «ley de las
dos casillas», que puede enunciarse del siguiente modo: la conjugación
se conserva cuando se modifica en un número par de casillas la distancia
entre los reyes o, más exactamente, su distancia de los escaques de zugz­
wang, situados junto a los puntos de invasión. Este problema se estudia
con más detalle en el capítulo 7.

Para resumir, diremos que el método de conjugación es parte integrante


de una teoría más amplia ( que, tal vez, deba ser considerada como teoría
única para toda clase de finales ) de lucha por los puntos clave de una
posición. La teoría de los puntos clave no es más que un gran paso en la
creación de una teoría general de finales de peón ; no llega a la categoría
de teoría general, pues no establece con exactitud en qué condiciones y
límites rigen sus tesis y métodos ; tampoco ha podido precisar ni formular
definitivamente la esfera y los métodos de su aplicación práctica. Es cierto
que en el 'capítulo 7, que se titula «Desarrollo de la teoría de las casillas
conj ugadas », el lector verá lo mucho que se ha hecho en el terreno del
desarrollo del método de equivalencia, esa arma fundamental de la teoría
de puntos clave, pero, al mismo tiempo, se dará cuenta de los muchos
problemas todavía pendientes de solución y del ca mino en que debe orien­
tarse su estudio .

15
Por las causas arriba expuestas, la teoría de los puntos clave y el mé­
todo de conjugación se aplican con ciertas limitaciones en los capítulos
que siguen. Sin embargo, el lector encontrará en el capítulo VII explica­
ciones complementarias para ej emplos más complicados.

En Jos capítulos siguientes la expostcwn se hace, donde es posible y


racional, a base de Jos principios teóricos arriba explicados . Y si no se
consigue abarcar del todo la infinita diversidad de los finales de peón, se
debe a que muchas clases de finales cuentan con sus leyes propias, no es ta­
blecidas ni estudiadas todavía. En estos casos no queda otro recurso que
atenerse al modo analítico de solución .
El autor se planteaba como objetivo hacer un resumen general de todo
lo conseguido por la teoría en este terreno, a base de un estudio deta­
llado de la literatura especializada, de numerosas revistas, publicaciones,
etcétera, que permiten, pese a todos Jos fallos inevitables en esta suerte de
empresas, ver claramente no sólo lo ya conseguido, sino también las
« manchas blancas» que aún quedan. La plenitud de la exposición puede
satisfacer todos Jos requerimientos del científico y del investigador.
El autor ha procurado representar el desarrollo de la teoría de finales de
aj edrez en su perspectiva histórica y recoger en este sentido todo cuanto
pudiere ser de alguna utilidad.
Para completar la sección dedicada a finales, hemos incluido un Apén­
dice titulado «Finales de peones que pasan a ser finales de dama» .

16
l. PSD ! , P x P ; 2. P4T y ganan . Si ben a que el peon se encuentra en la
no estuviese el peón negro en 2A, columna de la torre o del caballo.
además de PSD, se ganaría j ugando
25 26
l. P4T, RSR ; 2. PST, R4D ; 3. R2R ( no
se debe perder tiempo jugando
P6T? ) ; 3 . . . R3A ; 4. R3R, etc.

20b . - A. Troitzki, 1913.


Blancas : RlCR, P2TD, P2CD, PSAD,
PSD, PSAR. Negras : RSTR, PSCD,
P2AD, P2CD, P7CR, P2T. -fzcR-
Ganan blancas . l. P6A, P x P ( se ha
intercep tado la diagonal 4T-8D ; las
blancas deben salvar todavía la ame­ En el 25 el rey negro debe retro­
naza R4T-3C ) ; 2. R x PC, RSC ; 3. P4T, ceder forzosamente a lA ( después de
P x P ; 4. P x P, R4A ; 5 . P4T, R4R ; 6. l. RSC, R l C ? ; 2. R6C no salva ; 2 . ..
P6D ! , P x P ; 7. P6A ! , P x P ; 8. PST y RlT en vista de 3. R7A ).
ganan. En el 26 se hacen tablas jugando
Los núms . 7 1 , 72a y siguientes, 75 L. R2C . Si juegan las blancas, l.
y otros ilustran la lucha por el «cua­ R6A se puede responder L. RlA y
drado» . 1 . . . RlT.
Examinemos e l caso d e cuando el 27
peón precisa del apoyo de su rey
para avanzar. Son ejemplos senci­
llos, pero así suelen acabar muchos
finales complicados .
21 22

Después de l . RSD pierden inme­


diatamente las negras : L. RlA, por
2. R6A; no les salva la maniobra
Estas posiciones, desde el punto 1 . . . R2D ; 2. RSA, RlD ; 3. R6D !, RlA ;
de vista de la posibilidad o imposibi­ 4. R6A, etc.
lidad de ocupar la casilla clave, son Si el peon no estuviese en la
es tudiadas en otro lugar ( 1 ) . Pa ­ fila 6, sino en la quinta o más lej os
ra ganar el peón debe avanzar hacia aún de la octava banda, destacaría
la fila 7 sin dar j aque . todavía más la desventaj osa situa­
23 24 ción del rey propio junto al peón o
detrás de él.
28 28a

Estas situaciones peculiares se de-

18
A pesar de la opos1c10n las blan­ Cuando el peón llega a la quinta
cas no pueden ganar. Si en el 27 fila, al rey negro le queda poco sitio
desplazásemos toda la posición hacia para maniobrar y el número de ca­
una 1lla inferior, serían tablas inde­ sillas crítica� pasa a ser de seis ( es­
pendientemente de quién jugase pri­ quema 30 ) . Si el rey propio ocupa
mero ( la partida sería igual a la re­ una de ellas, la victoria está asegura­
presentada en el diagrama 28 y 28aJ . da, sea cual fuere la oposición .
Ordinariament() :;e cieb.:! ¡Jrocurar
que el rey propio esté colocado d e­ 31. l . . . RlR ; 2. P6A. Si salen las
lante del peón, para asegurar su po­ blancas l. R6A, RlR ; 2 . R7C .
sibilidad de avance . Como hemos ex­
31 32
plicado ya en el Prólogo, el obj etivo
de este tipo de finales radica en do­
minar las casillas clave o críticas del
peón.
29 30

32. 1 : . RlT ; 2. P6C ; 1 . . . RlC ; 2 .


.

R6C ; el juego s e complica u n poco


( debido a la proximidad del PC a
la banda) ; si les toca salir a las
blancas : l. R7A ! ( ele ningún modo
P6C + ?. RlT ) ; 1 . . . RlT ; 2 . R6C ! , RlC ;
3. R6T ! , RlT ; ( ó 4. R7T ) ; 4. P6C, etc.
Estos ejemplos muestran que la
posibilidad de dominar las casillas
críticas no es más que un elemento
del obj etivo que se persigue ; se de­
be jugar teniendo en cuenta todas
Estando el peón en 2C, sus casillas las particularidades tácticas (proxi­
clave resultan las 4T, 4C y 4A. Si midad del extremo del tablero, posi­
las blancas consiguen ocupar con su bilidades de tablas , etc . ) .
rey alguna de esas casillas (y éste Volvamos al 29 ; l. R2A, R2A ; 2 .
debe ser su obj etivo inmediato ) , ga­ R3A, R2C ; 3 . R4C, R3C (las blancas
narán independientemente de la sa­ han ocupado la casilla clave ; las ne­
lida y de la oposición . gras, tomando la oposición, impiden
En el 29 las blancas, en caso de sa­ la ocupación de casillas clave suce­
lir, consiguen su obj etivo en tres ju­ sivas) ; 4. P3C ( ahora son clave las
gadas. Si salen las negras, en tres casillas ST, SC y SA ; las negras se
jugadas colocan su rey en 4C (ó 4T ven obligadas a ceder üna de ellas ,
4A, tomando la oposición frente al ya que la oposición ha pasado a
rey blanco ) , no permitiendo que las las blancas ) . 4 . . . R3T ; S. RSA, R2T
blancas ocupen alguna de las casillas (si S . . . R2C, entonces : 6. RSC ! , etc.) ;
críticas. ( Hemos dado unas varian­ 6. R6A . Las blancas han asegurado
tes sencillas después del 32 . ) el avance del peón hasta la quinta
A cada movimiento del peón, · los fila, después de haber ocupado la
campos críticos se desplazan junta­ casilla crítica. El final viene a ser
mente con él : para el peón 3C, las idéntico al 32.
casillas críticas son la ST, SC y SA ; Así pues, el peón debe avanzarse
y para el peón 4C, la 6T, 6C y 6C. únicamente después de haber que-

.
19
dado asegurado el dominio de nue­ 35
vas casillas clave.
33 34

35b. Blancas : R4D, P4R. Negras :


33. l. R3A ! , R - 2 ( * ) ; 2. R4D ! , etc. RlAR. Ganan blancas : l . RSD !
Cualquier otra maniobra de las blan­ Con un peón de torre el juego
cas habría conducido a tablas . (Los se reduce a la lucha por la única
puntos en el diagrama indican las casilla clave, que es el pun to de
posiciones de espera del rey negro invasión, según se muestra en el es­
saliendo las blancas.) que m a 36.

34. Si les toca jugar a las blan­


cas, no ganan en ninguna de las 8 36 37
posiciones del rey negro señaladas
en el diagrama, ya que las blancas
no pueden dominar la casilla clave ;
en las restantes posiciones del rey
negro, ganan . Saliendo las negras ,
consiguen tablas sólo si j uegan 1 . . .
R3A ! (2. R2A, R3C ! ) .
L a casilla clave S C e s l a más dis­
tante de las negras ; por eso l. R2A,
R2R ; 2 . R3C, R3D ; 3. R4C, R3A ;
4. R4A y ganan (no se debe jugar
l. R2D ?, por 1 . . . R2R ; 2. R3D, R2D ! ;
N .0 34) . Con el peón en 4C también
se gana avanzando el rey blanco en
'
diagonal .

35a. Blancas : R6TR, P3AD. Negras :


RSTR. Tablas . La «regla del cua­
drado» se entrelaza en este caso con Se puede ganar sólo en el caso de
la irrealizable aspiración de las que el rey negro esté alej ado de las
blancas a ocupar el escaque clave casillas lT, l C y lA, como se ve
SD. Las tablas son evidentes . en las posiciones 37-42. En el 37, in­
cluso t'stando el rey negro en 3R,
las blancas tienen tiempo de coronar
( •) El signo - significa jugada de espera. el peón.

20
38 39 de ocupar la casilla lA, haciendo ta­
blas.
En algunos casos raros, para evi­
tar tablas, el peon se convierte en
torre ; por ejemplo, en la posición :
R6A, P7A - R2T o R2AD, P7CR ­
R8TD.

42

40 41

Conviene subrayar e n semejantes


posiciones la lucha que se entabla
por el dominio de la casilla 8A.
En el diagrama 42 vemos que, sa­
liendo las negras, al rey le da tiempo

21
CAPÍTULO II

REY Y DO S PEONE S CONTRAREY

Esta superioridad suele asegurar una victoria fácil. Pero la situación


cambia si se pierden ambos peones o uno de ellos y el otro carece del de­
bido apoyo por parte de su rey . La partida nula depende en ocasiones de
las posibilidades de llegar a la situación de rey ahogado (con peones de
torre o peones doblados y en posición muy avanzada ) .

43 44 por sí defensa frente al ataque


frontal del rey enemigo . A veces
tienen menos fuerza que un peón
sólo ; basta comparar el 44 con el 23,
el 46 con el 21 y 22 y el 47 con el 26.
En ocasiones, un peón de más su­
pone una traba ( 45) ; adquiere im­
portancia cuando permite ceder la
jugada al adversario (48) o cuando
imposibilita a éste la ocupación de
Los peones doblados ganan si uno algunas casillas ( 48a).
puede defender al otro, y siempre En el 45 las blancas, para ganar,
que tengan el apoyo de su rey. necesitan tener la salida (l. PBC =
D + ), y en el 46 la salida debe ser
43. 1 . . . RlT ; 2. R6D, R2C ; 3. PBT = del adversario.
En el 47 las negras juegan en las
D + ! , R x PST ; 4. R6A, y S . P7C.
casillas 2C y lC ; a R6A respon­
Los peones doblados no tienen de
den lA (o RlT ) .
45 46 E n e l 4 8 es fácil ganar, ya que al
tomar las negras la oposición ( R6A­
R1A), sigue P4C-SC (46 ) .
A s í pues, pudiendo elegir l a s ju­
gadas no se deben avanzar los peo­
nes doblados uno tras otro . Como
la posibilidad de ganar está basada
en el zugzwang, es preciso dejar un
peón detrás para tener tiempo de

22
47 48 rectamente los unos a los otros ( ya
que el rey, al capturar el peón re­
zagado, sale del «cuadrado» del
otro ) , pero, al revés de los ligados ,
pueden, en algunos casos, avanzar
hacia la octava fila sin el apoyo
del rey.
51 52

reserva, y también para evitar tablas


(véase 120).
En el 47, con un tercer peón en
4C se ganaría después de 6C-7C, pero
estas posiciones no tienen importan­
cia práctica .
Los peones doblados tienen una
capacidad característica de defensa
en caso de un ataque lateral.

48a. Grigoriev, 1935 ( ej emplo didác­


tico ) . Blancas : R1AD, P2CR, PSCR ;
Negras : R4R . Se gana jugando : l.
P4C ! (jugada única) ; 1 . . . R3R ; 2. 51. Después de 1 . . . R4T ; 2. PSA ó
R2D, R2A ; 3 . R3R, R2C ; 4. R4R ! , 1 . . . R4A ; 2. PSA, el rey negro no
R3C ; S . R4A y ganan ( véase N .0 186 puede atacar de inmediato al peón
a y b). avanzado, ya que su casilla clave
Son m ás vari ados los casos de de la misma fila está defendida por
peones aislados. el otro peón. Esta circunstancia da
49 tiempo a que se acerque el rey
50
blanco, y esto decide la partida.

52. 1 . . . R4T ; 2. PSD ( no conduce a


nada 2. R2C, R x P ; 3. R3A, R4C ) ; 2 . . .
3
R C ! y 3 . . . R4A. Tablas . A dife­
rencia del ejemplo anterior, el rey
negro ataca rápidamente al peón SD,
cuyo escaque crítico ( SA ) ya no está
defendido por el otro peón .
De la solución se deduce el por­
49. l. . . R2C ; 2. R6D, RlA ; 3. P6T qué la fuerza defensiva de los peo­
ó 3. R6A. Tablas. La tentativa 2. RSA, nes en el ej emplo 52 es inferior al
R x P ; 3. P6T es inútil ( ¡ peón de del 5 1 . La distancia de dos casillas
torre ! ) ; pero si esta posición se des­ entre los peones es la menos ven­
plaza a la derecha, se gana jugando taj osa.
de esta forma ( 27 ) . Una clara explicación de lo dicho
la encontramos en el siguiente ejem­
50. l. . . R x P6A ; 2. RSC ó l. . . plo : 52a. Blancas : R2CR, P4TD, P4D .
RlA ; 2 . R6C . S i son mano las blan­ Negras : R3CD, PSAR, PSTR. Las ne­
cas, la partida es nula ( l. RST, RlA ) . gras ganan , salga quien salga .
Los peones aislados, l o mismo que En los ej emplos analizados los
los ligados, suelen defenderse indi- peones no podían avanzar por sí

23
solos hacia la octava fila. Muy dis­ P6TD, ganan ; lo mismo pasa salien­
tinta sería la situación si su «cua­ do las negras ; después de l. . R3TD ;
.

drado común» llegase a la banda 2. P6D, RZCD ; 3. P6TD + ó 3. P7D,


del tablero o pasase de ella. etcétera.
La regla del <<cuadrado errante»
53 54 tiene sus excepciones ; por ejemplo,
cuando el rey adversario captura
inmediatamente uno de los peones,
o la representada en el ejemplo 54
( aún peor para las blancas es la po­
sición del rey negro en 3CD ) . Por
otra parte, hay veces en que los
peones pueden avanzar independien­
temente, aun antes de que su <<cua­
drado común» llegue al borde del
Los peones situados en la misma P3CD, P3AR de las blancas. Rey
fila tienen un cuadrado común, que negro en 4R se puede jugar : l .
cambia de situación a . medida de P4C, RSD ; 2 . P4A .
su avance ( de ahí su nombre de Así pues, si la posición lo exige,
cuadrado << errante » ) . Cuando este los peones deben mantenerse en la
cuadrado llega al extremo del table­ misma fila, adelantando el rezagado
ro ( 53 ) es señal de que los peones a fin de poder avanzar uno cuando
pueden avanzar sin apoyo del rey. sea atacado el otro. Se debe avan­
Situemos, por ejemplo, el rey ne­ zar primero el peón que esté más
gro en 2CD en el 53. Las blan­ alejado del rey adversario ( véase
cas, después de l. P6D , R3AD ; 2 . 206).

24
CAPiTULO 111

PEON CONTRA PEON

La igualdad material hace suponer que los finales de peón contra peón
deben producir partidas nulas ; en efecto, así ocurre en muchos caso s .
Pero d e hecho no es la igualdad material lo decisivo, sino l a ventaj a posi·
cional de una de las partes . Las formas de esa superioridad son muy di­
versas. Suelen manifestarse en un peón más adelantado, en una posición me­
jor del rev, y en otros factores, imposibles de incluir en una fórmula general ;
para explicarlo mejor daremos ejemplos concreto s .
A pesar del número limitado, mínimo, p o r decirlo así, d e piezas (ya
hemos visto que en los finales con un peón solo, capítulo 1, no hay ningún
misterio), en los finales de peón contra peón se encierra una asombrosa
variedad de ideas y numerosos rasgos peculiares. Estas ideas, que consti·
tuyen la base de finales más complejos y nutridos, merecen ser estudiadas
con la máxima atención .
Al analizar los finales será conveniente dividirlos en tres grandes gn1pos :
1 ) Peones en la misma columna ; 2) Peones en columnas vecinas, y 3) Los
dos peones pasados.

l. PEONES EN LA MISMA COLUMNA

Con peones inmóviles, bloqueados, 2uir maniobrando así para impedir


el juego, como es natural, se reduce que una vez capturado el peón 4D,
a las maniobras de los reyes con el rey blanco ocupe alguna de las
el fin de capturar el peón del adver­ casillas clave del peón pasado 4D
sario y coronar luego su propio (6A, 6D y 6R), a saber : 5 . R2A ;
. .

peón. 6. R x P4D, R2D ! , tablas .


Después de l. RSC, es decir, una De esta forma vemos que la posi­
vez dominada una de las casillas bilidad de ocupar uno de los esca­
clave (véase el Prólogo) , el destino ques clave del peón bloqueado o ,
del peón 4D está decidido, por ejem­ por e l contrario, l a posibilidad de
plo : 1. . . R2R ; 2. RSA, R3D ; 3. R6A, su defensa eficaz, puede servir de
R2D ; 4. RSR, R3A ; 5. R6R. Las ne­ buen punto de referencia para pre­
gras no tienen más remedio que se- cisar el objetivo de la maniobra o

25
55 56

establecer de antemano si se puede juegan las blancas, ganan ocupando


o no ganar el peón bloqueado . el escaque crítico : l. RSC !, R2A ; 2.
RSA, etc. ( 56 ) .
5Sa. Blancas : R3CR, P4CD ; Ne­ S i salen las negras consiguen, uti­
gras : RlTD, P3CD ; las blancas ga­ lizando el método de la oposición
nan si son las primeras en jugar ; si corriente, defender las casillas de in­
lo hacen las negras es tablas . Des­ vasión ; l. . . R1A !, así, por ejemplo,
pués de 1 : PSC, las blancas se po­ 2. RSC, R2C ó 2 . RSA, R2A. Se ve cla­
sesionan de las casillas críticas del ramente que en este caso no se trata
peun 3C y lo capturan, y como el de la oposición, sino de la defensa
•peón de las blancas se encuentra en de las casillas de invasión, pues si
la fila quinta, la partida se puede trasladamos el rey blanco a 4T, mo­
considerar ganada. Si j uegan las viendo las negras son igualmente
negras, entonces después de l . . . P4C ! , buenas las jugadas l. . . R1A como l . . .
siempre podrán responder a R x 4C , R2A.
con R2C y tablas.
57
Pese a lo elemental de este proce­
dimiento, no se tiene en cuenta mu­
chas veces.
55b. Blancas : RlD, P2AD ; Negras :
R7CD y P3AD ; tablas. En una partida
jugada l. R2D hizo perder a las blan­
cas después de l . . . PSA. Se hacen
tablas j ugando l. P4A !
55c. Yates-Tartakower, Bad Hom­
burg, 1927 . Blancas : R1CD, P4CD ;
Negras : R4D , P4CD y P6CD . Después
de l. R2C, RSA ; 2 . R3T, P7C las blan­ El rey blanco se encuentra ya en
cas se salvan del mate gracias a una la zona crítica del peón 3D, mientras
jugada no prevista por las negras ; que el rey negro sigue sin haber pe­
3 . R2T ! netrado en la zona crítica del peón
SD. En esta posición las blancas tie­
El límite de la zona crítica para el nen ventaj a porque ambos · reyes se
peón 6D está constituida por las ca­ encuentran a la misma distancia de
sillas 6R, 6A y 6C ( véase 5 ) . Si los peones . Se debe j ugar l. R7R !

26
( pero no R6R ?, R4A ! y ganan ) ; en 58
cambio, si l . . . R4A o RZA, sigue 2 . . .
R6R.
En el 57 las blancas se valen de
que su rey tiene acceso a dos casillas
críticas del peón 3D ( a saber, 6R y
7R ) , mientras que el rey negro dis­
pone sólo del escape 4A.
Se comprende que si el rey estuvie­
se lej os de los peones, en SCR, por
ejemplo, se ganaría sólo en el caso
de que jugaran las blancas ; saliendo
las negras, las blancas serían mate.
Si el rey negro estuviese en 4CD
( 57a ) , las posibilidades de ambos
bandos estarían equilibradas y todo
dependería de la salida.
57b. A . Chéron ( sistema Salvioli y
Berger ) , 1 926. Blancas : R4AD, P4R ; 6T por las columnas del A y del C
Negras : R1R y P3R. Ganan blancas . no mej ora la situación, como se ve
l. PSR ! , RZA ( 1 . . . R2C, RSC ! ) ; 2. RSA, claramente ) . Si el rey blanco elige el
R3C ! ; 3. R6A ! , R4C ; 4. R7D ! , R4A ; S . camino de 6R-6D-6A-7C, el rey negro
·
R6D y ganan. ( Véase 188c . ) deberá avanzar irremisiblemente por
la línea quebrada 6A-5D-4R-3D-2A. La
5 7c. l . Moraviets, 1952. Blancas :
defensa consiste en responder a R6D
R3AR, P2D ; Negras : R7TD y P4D .
con RSD, y a R6A, con R4R ( ¡ rodeo ! ) .
Ganan blancas. l . R4A ! ( después de
Pero como las blancas no tienen un
l . P4D ?, R6C, las blancas deben bus­
itinerario impuesto, pueden acercar­
car las tablas ) ; l . . . R6C ; 2. RSR, RSA ;
se al peón utilizando utilizando los
3. P4D y ganan.
más diversos medios ( 58 ) .
57 d. A. Mandler, 1949 . Blancas :
Para ganar se debe jugar :
R2CR, P4AD ; Negras : RSD, P3AD . l. ( R7A )-6R ( R7C )-6A
Tablas. l . RZA ! ( No se debe jugar 2. ( R6R )-SD ! ; la imposibilidad
R3A?, pues le seguiría R7D , como para las negras de jugar RSD les
tampoco l. RlA?, P4A ) ; l . . . R7D ; 2. resulta funesta ( * ) .
PSA, R6D, R1R, tablas.
La p roximidad del extremo del ta­ Este ejemplo es un testimonio pal­
blero aporta, como regla, sus enmien­ pable de las particularidades de la
das en casos de rey ahogado posible. « geometría del tablero>>, de que ha­
En la situación 57e, por ejemplo : blábamos antes. En el 58, las blancas
Blancas : R7D, P6CR. Negras : RlAR, han sustituido el movimie n to en ho­
P2CR. Como es natural, no se pue­ rizontal del rey hacia el P2T por el
de hablar de casillas críticas y es movimiento en línea quebrada, ¡ en
evidente que la partida será nula.
Con peones en la columna de torre,
la posibilidad del rey ahogado impo­ ( •) La posición 58 está tomada de la
partida Snage-Aues (1921 ) , que acabó en ta­
ne, a veces, maniobras de un tipo es­
blas vulgares después de l . R6R, R6A ; 2 .
pecial.
R6D?, R5D ; 3 . R6A, R4R ; 4 . R7 C , R3D ;
El peón negro 2T está indefenso y 5. R x P2T, R2A . Maizelis fue el primero en
dar la solución justa y por ello se le debe
a las negras no les queda más reme­
considerar autor de la posición 58. Rabinó­
dio que responder a la jugada inevi­ vich lo reconoce así en la primera edición
table R x P2T, con RZAD ( pero la de su libro « Finales de ajedrez», 1927. -
aproximación del rey negro al peón N. de la R .

27
las mismas S j ugadas ! Pero las ne­ 59
gras, para ir desde la casilla 7C a la
4R debían hacerlo sólo en diagonal,
ya que les era imposible seguir por
otro camino con el mismo número
de jugadas .
La posición que estudiamos nos da
un ejemplo de maniobra de rey con
doble obj etivo, igual que en el cono­
cido estudio de Reti ( 71 ) . Pero el
objetivo de las blancas es completa­
mente distinto : capturar el peón y,
al mismo tiempo, impedir el acerca­
miento del rey adversario. Este pro­
cedimiento suele jugar un gran pa­
pel en muchos finales.
La idea fundamental de la posición
58 fue desarrollada en los trabaj os de
Grigoriev y también por otros teóri­
cos. Ofrecemos a la atención de nues­ siguiente : Blancas : R4T, TSAD, P5-
tros lectores las siguientes variantes : CD ; Negras : RSTD, P6CD, P2CD y
P4AD. Tablas. Es lácil prever que por
58a. Zakman, 1924 ; Grigoriev, 1925 . el peón 6C las blancas tendrán que
Blancas : RSCR, P2TD ; Negras : R3- dar torre, y quedará un final para el
CR, P6TD . Tablas. No se debe j ugar cual las blancas deben prepararse de
RSA, ya que después de l. .. R3A, el antemano.
rey negro avanza por "el camino más Después de l. P6C ! , P7C ; 2 . TST + !
corto, en diagonal, hacia la casilla 7C ( es prematuro 2. T x P4A, ya que 2 . . .
y las blancas no se lo pueden impe­ PBC = D ; 3 . T5T + , D7T ! ; 4 . T x 2T + ,
dir, pero después de l. R8T !, R3A ? ; R x 2T y e l rey negro, queda una j u­
2. R7T !, al rey blanco le da tiempo gada más cerca del peón 6C que en la
de llegar a la casilla 2AD . variante fundamental ) ; 2 RBC ; 3.
. . .

TSA ! , R7T ; 4 . T x P4A, PBC = D ; S .


58b ( tomado de un artículo de Gri­ T5T + , R6C ; 6. T5C + , R7A ; 7. T x PBC,
góriev, 1925 ) . En una partida -se dio R x T y queda la posición representa­
el siguiente final : Blancas : RBAD, da en el diagrama .
P2TD. Negras : R6R, P5TD. Los ad­ En su movimiento hacia 7A pierde
versarios no supieron captar la idea el rey blanco, ya que las negras ocu­
del final y jugaron erróneamente ; parán la casilla 3T también en S j u­
l. R7A? (en vez deR7D ! ) ; l.. . R6D ? gadas (57 ) . El plan de la defensa
( l. . . RSD ! ) ; 2. R6C ? ( debían de haber consistirá en responder a R x P6C,
jugado 2. R6D ó 2. R6A ; en esta situa­ R4C . Por eso 8 . R3C ! , R7A ; 9 . R2A,
ción las blancas no pueden salvarse) ; REíD (ó 9 . . . R7D ; 10. R1A, R6D ; 1 1 .
2 . . . R6A ; 3. RSC, P6T ; 4. R4T, R7C ; R1R, etc.) ; 1 0 . R1R, RSA ; 1 1 . R2D,
5. R4C, R x P2T y las blancas se rin­ R4C ; 12. R3A, R x P ; 14. R4C y tablas.
RSD ; 2. R6R, P6T ; 3. R5A, R6A ; 4 .
R5R, R7C ; 5 . R3D, etc. G:r:igoriev 59a. f. Dedrle, 1936. Blancas : R4TD,
subrayó con mayor expresividad esta P6CR ; Negras : RBCR, P2CR, tablas.
bella trayectoria del rey blanco en Se trata de la misma terminación que
la siguiente posición. en el problema de Grigoriev, pero 8ll
otro flanco .
Este final ( diagrama 59 ) resume
las ideas de las posiciones 57 y 58. 59b. L. Prokesr, 1947. B lancas :
La posición inicial del problema RSTD, P2TD ; Negras : R6AD, P3TD ;
presentado por Grigóriev ( 1931 ) es la tablas. Los peones todavía no están

28
bloqueados, pero en el tablero no 60
tarda en formarse la posición 58b.
l. R7C, P4T ; 2 . R6A !, PST ; 3. RSD,
P6T ( es prematuro 3 . . . R7C : ! 4. R4A,
R x P2T ; R3A y tablas ) . 4 . R4R, R7C ;
S. R3D, etc .

59c. l. Moraviets, 1 952. Blancas :


R6AD, P2TD ; Negras : R7AR, P2TD ;
ganan blancas. l . R7C ! ( pero no RSC?,
R6R, tablas ) . l . . . P4T ; 2. R6C y ganan
o . . . R6R ; 2. R x P2T, RSD ; 3. R6C y
ganan. Si trasladamos el rey negro a
SCR, lo correcto es l. R5C ( pero no
l. R7C ?, P4T ; 2. P4T, R4A, tablas ) .

59d. Pertenece a l tipo d e posicio­


nes que analizamos el antiguo final
de Horwitz y Kling ( 1851 ) . Blancas :
R6R, P2R ; Negras : RIR, P2R ; las ne tiempo de dominar las posiciones
blancas no pueden ganar. l. P4R, clave del peón 2C . ( Por regla general,
RlA ; 2 . R7D, P4R ! , tablas (55b ) . a la parte atacada no le conviene,
Son inútiles todas las tentativas de en estas posiciones, aproximar los
ganar tiempos : l. P3R, RID ; 2. P4R, peones, ya que así facilita la doble
RlR ; 3 . P5R, RID ; 4. R7A, R2D ( en misión del atacante, que consiste en
esta posición habrían ganado las blan­ ganar el peón del adversario y en de­
cas, en caso de jugar el adversario, fender el suyo . ) Sólo queda la posi­
pero saliendo las blancas no les que­ b ilidad de rodear el peón negro por
da más remedio que hacer partida la retaguardia.
nula, teniendo en cuenta que 5.
P6R + ? les hace perder) ; S. R8A, R3R ; 1. . . . ( R6A )5R
6. R8R y tablas. 2 . ( RSC )6A ( R5R )4D
Si los peones no están bloqueados, 3. ( R6A )7R
su movilidad equivale a una reserva
de tiempos no gastada, que se puede Las negras se encuentran ahora an­
u tilizar en cualquier momento y dar te un dilema : o b ien seguir despla­
por resultado sensibles modificacio­ zando al rey blanco, o b ien avanzar
nes de la posición . Si, además , los el peón 2C.
peones se encuentran separados por
considerable dis tancia, unos de otros, 3. . . . ( R4D )3A
la parte atacante, en su intento de
Si 3 . . . P4C, entonces 4. R7D, P5C ;
capturar el peón adversario, deberá
5. R7A, R4A ; 6. R7C, P6C ; 7. R6T,
procurar no perder su propio peón,
R5C ; 8. R6C, R5A ; 9 . R5T y tablas .
que el rey adversario puede atacar
por la retaguardia. 4. ( R7R)6R !
En estas circunstancias , las manio­
bras de los reyes adquieren en algu­ Seguir a raj atabla la táctica ante­
na� posiciones un carácter sumamen­ rior sería funesto para las blancas :
te complicado y, a veces, resulta muy 4. R8D ?, P4C ; 5. R8A, P5C y ganan,
difícil hacer cálculos previos. ya que en comparación con la va­
riante anterior ( véase la dada para
( R4T )SC . . . es evidente que no con­ la tercera jugada ) , el rey blanco no
viene mover el peón 2C, ya que el dispone de una salida conveniente
rey negro, después de capturarlo, tie- que le aproxime al peón ( 60 ) .

29
4. ... ( P2C)3C 61
S. ( R6R)SR ! ( R3A )4A
6. ( RSR )4R ( R4A )SA
7. ( R4R)3R ( P3C )4C
8. ( R3R )2D ( RSA )6C
9. ( R2D )1A ( R6C )7T
10. ( P2C )4C !, y tablas

60a. Grigoriev, 1938. La posición es


la misma, pero distinta la situación
de los reyes : rey blanco en 3TR y el
negro en 7AR. El resultado es tablas,
que se consiguen má rápidamente.

60b. Grigoriev, 1 938. Rey blanco en


STR ; rey negro en SAR. En esta po­
sición las blancas no se salvan , ya
que su rey, avanzando por una dia­
gonal más alej ada del peón, llega tar­ acerque tanto al peón negro como al
de : l. R6C , R4R ; 2. R7A, R3D ; 3. R1R, blanco .
P4C ; 4 . R8D, PSC ; S . R8A, R3A ! , etc. Por eso lo correcto sería : l. R1C,
Las blancas pierden tiempos en la oc­ R7C ; 2. R2A, R6A ; 3 . R3D ! , RSA ;
tava fila . 4. R4D, R4A ; S. RSD , R3A ; 6. R6D ,
R2A ; 7. P4C ! (es inútil 7. R7D , R3A
60c. Ley k, 1948. Blancas : R8AD, y mal 7. R7A ?, R3R) ; 7 . . . R1R ; 8 .
P4AD ; Negras : R3AD, P4AD . Las ·
R7A, P4C ; 9. R6A y gana.
blancas pierden sólo en este caso y
siendo ellas mano, por ejemplo : R8D, 6la. Blancas : R3TR, P2CR ; Negras :
R3D ! ó l. R8C, R3C ! , etc. R3TD, P2CR ; ganan blancas ( j ugado
por Moraviets en 1 9S2 con el rey ne­
Se hacen tablas jugando l. R2T ?, gro en 2TD ) . l. R4C ! ( no l. R4T,
R7C ; 2 . R3C , R.6A ; 3 . R4A, en vista de R4C ; 2. RSC , R4A ! ; 3 . P4C, R3D , y no
que 3 . . . RSR ! ; 4 . RSA, R4R ; S . P4C l. R3C?, R4C ; 2. R4A, R3A ; 3. RSA,
( R6C, R4D ) ; S . . . R3R ; 6 . R6C, R4D . R3D, tablas ) ; l . . . R4C ; 2. RSA, le si­
E l rey blanco, e n s u aproximación gue 2 . . . R3A ; 3. R6R ó 2 . . . R4A ; 3 .
al peón 2C, debe ir creando barreras .RSR ó 2 . . RSA ; 3 . P4C y ganan ( véa­
.

para impedir que el rey negro se se 66 ) .

2. PEONES E N COLUMNAS VECINAS

Con peones inmóviles en columnas ten diversas posibilidades de juego ;


vecinas, los únicos casos que ofrecen a veces se · deben a la proximidad de
interés son cuando una de las partes los peones a la b anda del tablero , y
tiene evidente superioridad de posi­ otras a la perspectiva de forzar el
ción ( mejor situado el rey) y la otra desplazamiento de las casillas crí­
no carece de medios de defensa. ticas .
Son relativamente más sencillos los
finales donde los peones están lo más En la posición 62, después de l .
cerca posible, es decir, cuando no tie­ R7A, R1T ! (l. . . P4T?, 2 . PSC) ; 2 . R6C,
nen terreno para moverse . Sin em­ las negras consiguen tablas jugando
b argo, también en estos casos exis- 2 . . . P4T ! ( 3 . R x P, R2T ; 3. PSC, R l C ! )
.

30
62 63 de él, ya que las blancas se ven obli­
gada:; a jugar ( ¡ perdiendo tiempos ! )
R2A, R1C, R2T . N o conduce a nada
2 . P4C, ya que las blancas no podrán
dominar los escaques críticos 6T, 6C
y 6A .
P o r e s o lo correcto sería jugar l.
R1C ! , P6T ! ; 2. P3C ! , R4R ; 3. R2T,
R4D ; 4. R x P, R4A ; 5. R4T, R3C ;
6. R4C y ganan.

64a. Moraviets, 1 952. Blancas :


R1AR, P2CR ; Negras : R1AD, P4TR.
Ganan blancas. l. R2A ! ( amenazando
2 . R3C ) ; 1 . . . P5T ; 2. R1C ! , etc., lo
mismo que en el número anterior. Se
trata de una interesante profundiza­
ción de la posición 64 .
62a. Berger, 1890. Blancas : R7AD,
P5CD ; Negras : R1TD, P2TD . Ganan 64b. Moraviets, 1 952 ; Blancas :
blancas : l. R8A, P4T ( ó 3T ) ; 2. P6C, R2AD, P2CR ; Negras : R5TD, P5TR.
P5T ; P7C + y mate en tres jugadas . Ganan las blancas. l. R3D, R4C ( 5C ) ;
En la posición 63, l a s negras ame� 2 . R4R, R4A ; 3 . R5A ! ( no 3 . R4A?,
nazan al peón 5D, conservando el P6T ! y tablas ) ; 3 . . . R3D ; 4. R4C ! ó
dominio de las casillas críticas del 64
peón 2A . Las blancas se salvan jugan­
do l . P6D !, imponiendo un cambio
ventaj oso de zona crítica ; l . . . P X P ;
2. R3C y tablas . ( Véase 233b.)

63a. Grigoriev, 1 933 ( final del pro­


blema 253 ) : Blancas : R4D, P3CR,
Negras : R1D, P4AR ; las negras ha­
Cen tablas . l . . . P5A ! ; 2. P X P, R1R
y tablas. ( Véase 1 1 5 . )

63b. Moraviets, 1 952. Blancas :


R1CD, P5AR ; Negras : R2D, P2CR, ta­
blas . l. R2A, R3D ; 2. P6A ! , P x P ; 3.
R2D, tablas .

63c. Moraviets ,1940. Blancas :


R3CD, P2R ; Negras : R4TR, P4D . Ga­
nan blancas. l. R4C, R4C ( R5C ) ; 2 . Se considera, equivocadamente, autor de
R5A, R5A ; 3 . R4D ! y ganan. esta posición a Dedrle, quien la utilizó en
uno de sus artículos sin referencia de ori­
Se pierde si a l. R3A?, le sigue gen ( 1921 ) . En realidad la posición R2AD,
1 . . . P6T ! P2CD, PSR - R4D , PSTD se dio en una
La j ugada 2. P x P conduce a tablas partida. Un tal doctor Kassidi indicó en

sin duda alguna ; si se j uega 2 . P3C, 1 884el modo de ganar : l. RlCD ! ( Este final
fue utilizado aquel mismo año por el fa­
se desplazan las casillas críticas de moso analista Horwitz, que ideó toda la
este peón a la. fila de arriba y al rey partida . ) La variante publicada en la anto­
negro le da tiempo de defender hasta logía de Taltersoll se diferencia de la ini­
la casilla 4 T, que es la más alej ada cial por estar algo más reducida.

31
3 . . . P6T ; 4. P x P, R3D ; 5. R6A y ganan . 7. ( P2C )3C ! !
Si los peones no están tan cerca, la
posición resulta más interesan1:e por Este modesto movimiento del peón
la reserva de tiempos de que se dis­ es el que decide la partida. Si 7.
pone y las posibilidades de sobrepa­ P4C ?, entonces 7 . . . RSC ; 8 . R3D , R4A ;
sar el peón de la parte atacante por 9. R4R, R3D ; 10. R5A, P4T ! ! ; 1 1 . P x P,
la retaguardia. R2R y el rey alcanza a tiempo la
casilla salvadora lA. La jugada de es­
65 pera 7. P3C evita el sacrificio del
( P3T )4T.

7. . . . ( R6T )7T

Ahora la jugada 7 . . . R5C, etc., pier­


de sentido y las negras vuelven a la
idea del rodeo por la retaguardia
( 8 . R3D, R7C ) .

8. ( P3 C )4C ! y ganan.

Grigoriev indica que si la posición


inicial del peón blanco estuviese en
la tercera fila, sería imposible ganar.
65a. Gorguiev, 1936. Blancas : Rl TR,
P3TD . Negras : R8AR, P3CD ; tablas .
Este problema corresponde a la afir­
mación de Grigoriev y no tiene in­
terés propio.
El j uego suele tener el mismo ca­
rácter que en finales análogos con 65b. Leyk, 1948 . Blancas : R2R,
peones en la misma columna. P3CD ; Negras : R6TR, P3TD . Leyk
Las blancas deben evitar, ante todo, propuso esta posición, planteando la
que las negras a R x P3T, respondan siguiente pregunta : ¿en qué posición
con R5A. Por eso precisamente no se del rey ganan las blancas, teniendo la
consigue ganar con un ataque en lí­ salida?
nea recta al peón 3T, como, por ejem­
La respuesta es como sigue : las
plo : l. R7D, R3C ; 2 .R6R, R4A ; 3. R5A,
blancas ganan si consiguen capturar
R5D ; 4. R6C, R6R ; 5. R x P , R5A ! y
el peón 3T en 4 j ugadas, o bien, ocu­
tablas. Es prematuro también l .· P4C,
par a la primera j ugada la casilla 2A,
colocando así a las negras en situa­
l. . . . ( R2T)3T ción de zugzwang. Estando el rey en
2R gana l. R2A !, pero sería erróneo
Si el rey juega lT, acaba ganando jugar l. P4C ( esto se ve en el 65 ) .
el peón a 4C. Esta circunstancia de­ S i e n l a posición inicial e l rey blanco
termina el resto de la partida. está en 2A, son las blancas quienes
están en zugzwang y no pueden
2. ( R7A )6A ( R3T )4T ganar.
3. ( R6A )5A ( R4T )5T Son muy aleccionadores los siguien­
4. ( R5A )4A ( R5T )6T tes ejemplos de Moraviets, 1952.
5. ( R4A )3A ( R6T )7T
6. ( R3A )2A ( R7T)6T 65c. Blancas : R5CD, P2CR ; Negras :
R2TD, P5TR. Ganan blancas . l . R6A
Es mala j ugada 6 . . . R8T por 7. ( pero no l. RSA?, R2C ! ; 2. R6D , RlA ! ;
P4C o la 6 . . . 4T, por la 7. R3D, etc. 3. R7R, R2A ; 4. R6A, R3D ; 5 . R5C,

32
P6T ! ; 6. P x P, R2R ; 7. R6C, RlA ) ; l. ( R4R )4D !
1 . . . R l C ; 2. R7D !, R2C ; 3. R6R y
gana.
Esta es la única jugada. Las blan­
cas interceptan el camino de ataque
65d. Blancas : R7TR, P2D. Negras :
a su peón por la retaguardia y de pa­
R2AR, PSAD, tablas ; l. R8T ! , R3A ;
so colocan el rey en . una diagonal
2. RBC, 2 . . . P4R ; 3. R7A, RSD ; 4. R6R,
cómoda para atacar el peón 3C. Si
R6D ; S. RSD y tablas. ( Véase 1 16. )
l. P4A, la respuesta de las negras
será L. RSA, y a l. RSD?, se con­
65e. Blancas : RSCD, P2CR. Negras :
siguen tablas jugando L. RSC ! ; 2.
R6TD, PSTR. Ganan blancas. l. R4A,
R4D ; 2 . . . R6C ! ; 3. P4A, R7A. Un ejem­
R7C ; 2. R3D, R8A ; 3. R2R ( no R3R?,
plo típico de maniobras con doble ob­
RBD ) ; 3 . . . R7A ; 4. R3A y ganan. ( La
j etivo. ( Véase 58 . )
misma idea que en el 60b . )
66 ( R4C )3A
l. ...
2. ( R4D )SR ( R3A )4A
3. , P2A )4A y ganan .

Esta posición fue publicada en el


año 1926 por Dobiash, y aquel mismo
año Prokop propuso un problema,
cuyo final tenía una posición análoga.
Blancas : R4AD, P2CD. Negras : R4AR,
P3TD con la misma solución ( l. R4D ! ,
etcétera ) .

66a. Moraviets, 1952. Blancas :


Rl CR, P2CR. Negras : R2TD, P3TR.
Ganan blancas : l. R2A, R3C ; 2. R3R,
R4A ; 3 . R4R, RSA ; 4 . P4C y ganan.

3. DOS PEONES PASADOS

Si los dos peones son pasados, am­ ejemplos que citamos a continuación
bas partes se esfuerzan en coronar nos dan a conocer las diversas cla­
lo antes posible su peón e impedir ses de maniobras que se hacen para
que lo haga el adversario. A veces re­ conseguir los siguientes objetivos :
sulta imposible impedir el corona­ mej orar la posición del rey propio,
miento del peón enemigo, pero, en ganar tiempos, atraer al rey adver­
compensación, se consigue un mate sario a una casilla desventajosa ( para
forzado o se gana la dama con golpe coronar el peón propio y dar j aque
doble ( «j aque de rechazo» ) . Si· no o capturar la dama adversaria con
hay condiciones para ello o si no se doble j aque ) , desplazar al rey contra­
puede convertir el peón en dama, la rio o interceptarle el camino, tomar
partida, como es natural, termina en la oposición, dominar un escaque cla­
tablas . ve o conj ugado.
Las maniobras de los reyes en los Hay, asimismo, un grupo de movi­
finales que estamos estudiando obe­ mientos complej os realizados por los
decen plenamente a las consideracio­ reyes, llamados « maniobras con do­
nes generales arriba indicadas . Los ble objetivo » .

33
3
En algunos casos el rey maniobra 4. ( RSD )6D ( R3A )2A
teniendo en cuenta el final futuro .
Estos finales los estudiaremos en el
Apéndice . Si ahora 4 . . . P4T, sigue S. PSA,
PST ; 6. P6A y las blancas hacen dama
67
en la diagonal 8T-1 T .

S . ( P4A )SA ( R2A ) 1 R


6 . ( R6D )7A ( P2T )4T
7 . ( PSA )6A ( P4T)ST
8 . ( R7A )7C y las blancas ganan
coronando el peón y dando j aque .

67a. Grigoriev, 193 1 . Blancas :


R4CD, P2AD. Negras : R6R, P2TD. Ga­
nan blancas . l. P4A, RSD ; 2. PSA,
R4R ! ( mejor relativamente ; si 2 .. .
R4D, entonces 3. RSC ! y a la 2 . . .
P4T + , sigue 3. RSC, PST ; 4. P6A, P6T ;
S. P7A, P7T ; 6. PBA = D , PBT = D ; 7.
DBT + ) ; 3 . RST ! , R3R ; 4 . R6T ! , R4D ;
S .RSC, R4R o R3R ; 6. R6A, P4T ; 7.
En el diagrama 67 las blancas R7C y ganan .
necesitan abrir el camino que con­
duce a su peón a la octava fila, pero
67b. Grigoriev, 193 1 . Blancas : R7R,
se debe meditar muy bien la jugada
P2TR. Negras : R7TD, P2CR y P2TR .
del rey : el obj e tivo qu e se plantea
Ganan blancas . La idea de este final
exige que el rey vaya a la derecha,
es coronar el peón y dar j aque . l.
pero la contraamenaza por parte del
P4T ! ( no l. R7A ?, P4C ! ; 2. R7C , R6C ;
peón negro impone una moderación 3. R x P2T, RSA ; 4. R6C, P5C ! , este
imprescindible.
peón distrae_ la atención del rey blan­
l. ( R4A )4D ! co a fin de liberar el camino hacia
la 1T a su rey. S. RSA, R4D ) ; 1 . . . P4T !
Es mala la jugada l . RSD por la ( 1 . . . P3T ; 2. PST ) ; 2. R8A ! ! ( si 2 .
respuesta 1 . . . P4T ; 2. P4A, PST. En el R7A?, entonces 2 . . . P4C ! 3 . P x P , PST
caso de l. R4C se pierde 1 . . . R6R? y tablas ; en cambio, ahora, en caso
( 67a ) , pero con 1 . . . RSR ! ; 2. P4A, de 2 . . . P4C las blancas coronan peón
R4R ! ; 3 . RSC, R3D ! ó 3. PSA, R3R ! con j aque ) ; 2 . . . P3C ; 3 . R7R y ganan .
se hacen tablas. No basta tampoco
l. RSC, ya que 1 . . . RSR ; 2. P4A, RSD ; 67c. Damiano, 1S12, aproximada­
3. R4C, P4T + ó 3. PSA, R4D ! ; preci­ mente. Blancas : RSR, P4AD. Negras :
samente esta posición de les reyes, R4CR, P4TR. A principios del si­
pero saliendo el adversario, y con un glo XVI se conocía ya esta partida,
peun en SA constituye en estas va­ donde se da j aque con la dama en BC
riantes la esencia de la lucha. y 8T. En los p roblemas actuales este
ataque final no siempre resulta tan
l. . . . ( R6A )SA evidente.
2 . ( P2A )4A ( RSA )4A
3. ( R4D )SD ( R4A )3A
67d. Moraviets, 19S2. Blancas :
A 3 . . . P4T, sigue 4. PSA, PST ; S. P6A R4AD, P4CD. Negras : RSAR, P4TR.
y las blancas coronan su peón y dan Ganan blancas . l. PSC, R4R ; 2 . P6C ! ,
j aque . R3D ; 3 . RSC , PST ; 4 . R6T y ganan .

34
68 blancas. l. R4D ! , P4C (ó 1 . . . R4C ) ;
2 . . RSD ! , R3T ; 3 . P4A ! RZC ; 4 . PSA,
R2A ; S. R6R ! RlD ; 6. R7A, P4C ; 7.
P6A, PSC ; 8. R7C y ganan ; si 2 . . . RST,
entonces J. P4A ; 4 . P4C ; S. R4A, P6C ;
6. R3A, R6T ; 7. P6A y ganan, lo mis­
mo que en la variante fundamental ) ;
2. P4A, PSC ; 3 . PSA, P6C ; 4 . R3A,
R6T ; S. P6A, P7C ; 6. P7A, P8C = D ;
7. P8A = D + ; entonces bien 7 . . . RST ;
8. D8T + , ganando la dama, o bien
7 R7T ; 8. D8T + + .

68b. B reniev, 1 93 1 . Blancas : R6R,


P2TR. Negras : R7R, P2CD. Ganan
blancas. l . P4T, P4C ; 2. RSD, R6D ( el
secreto consiste en llevar al rey ne­
gro a 3D ) ; 3. PST, PSC ; 4. P6T,
P6C ; S. P7T, P7C ; 6. P8T = D , P8C = D ;
Aunque las blancas coronan su 7. D7T + .
peón con jaque, pero después de l.
P4C, P4CD ; 2. PSC, PSCD ; 3 . P6C, 68c. Mandler, 1938 . Blancas : R7AD,
P6C + , las negras , gracias al jaque P2AR. Negras : R7TD, P2CD. Ganan
( ¡ ganancia de tiempos ! ) , coronan su blancas. l . R6D ! , R6T ! ; 2. RSA ! , RS7 ;
peón antes ; 4. R3A, P7CD ; S. P7C, 3. P4A, P4C ; 4. PSA, PSC ; S . R4A ! ,
P8C = D ; le sigue 6. P8C = D, R8T y P6C ; 6 . R3A, R6T ; 7 . P6A y ganan.
la partida acaba en tablas .
Las blancas sortean esta dificultad 68d. Prokop , 1943 . ( Terminación
con una hábil maniobra : del problema ) . Blancas : RSD , P3D.
Negras : R4AR, P2TR. Tablas . l. R4D !
l . ( R2A)3A ! ( R7R )6T ( no RSA ?, P4T ; 2. P4D, PST ; 3. PSD,
2. ( R3A )4A ! ( R6T )ST P6T ; 4 . P6D, R3R ! y ganan ) . 1. . . RSA ;
2. RSA ! y tablas, ya que es imposible
Las blancas disponen ahora de su­
dar j aque al rey blanco .
ficiente amplitud para seguir jugan­
do con el rey. 69

3 . ( P3C )4C ( P3C )4C +


4 . ( R4A )3D ! ( RST )6T
Las negras pierden tiempos, ya que
a la inevitable 4 . . . PSC, le sigue S .
R2A .
S. ( P4C )SC ( P4C)SC
6 . ( PSC )6C ( PS C )6C
7 . ( P6C )7C ( P6C )7C
8. ( R3D )2A ! ( R67 )7T
Los reyes han vuelto de nuevo a la
posición inicial, pero la situación es
distinta.
9 . ( P7C)8CD + , dando mate a la
jugada siguiente.
68a. Grigoriev, 1938. Blancas : R3D, Pierden blancas , ya que l. RST ?,
P2AR. Negras : RSTD, P3CD. Ganan P4A ; 2 . P4C, PSA ; 3 . PSC, R4A ! ; 4 .

35
P6C, R3A ; S. R3T, P6A ; 6. P7C, P7A ; 70
7. PBC = D , P8A = D + ; 8. RST, D8T + + .
Se consiguen tablas mediante un
juego muy sutil : l. R3C ! , D6D ( no . . .
P4A ; 2 . R2A ) ; 2 . R2T ! , P4A ) ; 3 . P4C,
RSA ; 4 . PSC, R x P ; S . R3C y tablas.

69a. Moraviets, 1952. Blancas : RSC ,


P 2 C . Negras : R4R, P 4 D . Tablas. l.
R4C ( pierde l. P4C, en vista de 1 . . .
PSD ; 2 . R4A, RSR ; 3 . PSC, P6D, etc . ) ;
1 . . . RSD ( ó 1 . . . RSR ; 2. R3A, R6R ; 3 .
R2A, R7R ; 4. R3A ) ; 2. RST ! y tablas.

69b. Moraviets, 1952. Blancas :


R8C, P2R. Negras : R2D, P3TD, tablas .
l. R7A, R3D ; 2. R6A, R4D ; 3. RSA ,
P4T ; 4. P4R + , R3A ! ; s. PSR ! , PST ; 6 .
R6C ! Tablas. 4. PSC, P6C ( ó 4 . . . RSA ; S. P6C y el
Para terminar este apartado repro­ peón se convierte en dama, dando
ducimos un grupo de posiciones que j aque ) ; S. R3R, RSC ; 6 . P6C, R6T ;
ilust ran las maniobras del rey con 7. P7C, P7C ; 8. R2A y ganan .
doble obj etivo .
Las combinaciones más frecuentes l. . .
. ( R3T )3C
de obj etivos son las siguientes : 2. ( P2C )4C ( R3C )2A
a ) cap turar el peón contrario, 'difi­
cultando al mismo tiempo el acerca­ ó 2 . . . R3A ; 3 . R6D !
miento del rey adversario, con el fin
de evitar tablas o defender su p ropio 3. ( P4C )SC ( R2A )2R
peón (este procedimiento lo hemos 4. ( RSA )6A !
visto en los ejemplos 58, 61, 65 y 66 ) ;
b ) asegurar el avance del peón pro­ Claro que no 4. P6C?, R2D !
pio, oponiéndose a las maniobras del
adversario ( 67 y 68a ; uno de los 4. . . . ( R2R ) 1 D
ejemplos más aleccionadores es el S . ( R6A )7C ( P2C)4C
reproducido en la posición 70 ) ; 6 . ( PS C )6C ( P4C)SC
e) amenazar el peón del adversa­ 7 . ( R7 C ) 7T ( 8 T ) y las blancas ga­
rio, apoyando al mismo tiempo el nan, coronando su peón y dando
avance del peón propio, o apoyar el jaque.
peón propio con el fin de neutralizar
el contrario ( 71 y 72 ) . A primera vista parece imposible
que las blancas consigan tablas y, sin
l. ( R4C )SA ! ( 70 ) embargo, las hacen, avanzando el rey
por la diagonal con el doble fin de
E s la jugada clave d e las blancas : neutralizar el peón en torre de rey
el rey se adelanta lo suficiente para y apoyar el suyo .
poder oponerse al acercamiento del
rey negro ( l. R4A? lo habría llevado l. ( R8T)7C ( P4T )ST
a una partida nula ) ; en cambio, aho­
ra, después de 1 . . . P4C, sigue estando En caso de 1 . . . R3C, las blancas jue­
en el cuadrado del peón y a las blan­ gan 2. R6A, PST ; 3. RSR ( amenazando
cas les d a tiempo de jugar 2. P4C, R4A ) ; 3 . . . P6T ; 4 . R6D, P7T ; S. P7A,
por ejemplo : 2 PSC ; 3 . R4D , R4C ;
. . . R2C ; 6 . R7D y tablas .

36
71 71a

2 . ( R7C )6A ( PST )6T 2 C , PST ; 3 . R x P3A y tablas ; e ) l . . .


P4A ; 2 . R x P2C, PSA ; 3 . R6A, P6A
Si ahora j uegan 2 . . . R3C, sigue : 3. (ó 3 . . . R3C ; 4. RSR) ; 4. R6R(7R), ta-
RSR ! y tablas como antes. '
blas.
3 . ( R6A)6R(7I) ! Tablas . 71b

La original solución de Reti produ­


jo en su tiempo una gran impresión
e impulsó a la búsqueda de posicio­
nes análogas, enriqueciendo conside­
rablemente la teoría de los finales .
M á s tarde, Reti volvió a este tema
y propuso nuevas posiciones, suma­
mente valiosas . Son también intere­
santes los trabajos de otros autores
( véanse los diagramas ) , que en su
conjunto nos sirven de palmaria ilus­
tración de las inagotables posibilida­
des del juego de ajedrez .

71a. l. P6A ! !, P4T ; 2 . R4C !, R3C


(ó 2 . . . PST ; 3. RSA ! , P6T ; 4. R6D, y
tablas) ; 3 . R4A, PST ; 4. RSD ! (ame­
naza R4R) ; 4 . . . P6T ; 5. R6D, tablas . 71c. l. P4T, R6C ; 2. PST, R6A ( ó
Si l.. . R3C, entonces 2. R4C, P4T 2 . . . RSA ; 3 . P6T, R6D ; 4 . P7T, P7A ;
(2 . . . P x P ; 3. R4A, P4T ; 4. R4D) . 3 . 5. PBT = D y 6. D6T + + ) ; 3. RlC ( no
R4A, PST ; 4 . RSD . Tablas . 3. P6T?, R7D, ni tampoco 3. R3C?,
RSD ! ; 4. P6T, R6R y tablas ) ; 3 . . . RSD ;
En el 7lb las tablas parecen aún 4. P6T, R6R ; 5. RlA, y ganan.
más inverosímiles . Después de l. R6C
son posibles tres continuaciones : 7ld. l . R6C, PSTD ; 2 . RSA, P6TD ;
a) l... R3C ; 2. R x P2C, P4T ; 3. R x P3A 3. R6R, tablas ; o bien, 2 . . . . R3C ; 3 .
ó 2 . . . P4A ; 3. R6A, PSA ; 4. RSR, P6A ; RSR ! , P6TD ( 3 . . . R x PAD ; 4 . R4D ) ;
S. R6D, y tablas ; b) 1 . . . P4T ; 2. R x P 4. R6D , tablas .

37
71c 71 d

7le 71f

l . R7A ' ( amenazando con pasar al He aquí unas posiciones más.


cuadrado del peón con la jugada 2 .
R6R ; es m a l a jugada l . P4A?, RSC ; 7lg. Feiter, 1939. Blancas : R8TD ,
2. R7A, RSA ! ) ; l. . . P4T ; 2. P4A ! ( pero P4AR ; Negras : R4CD, P3TD . Tablas.
no 2. R6R, ya que 2 . . . PST ; 3. P4A, l. R7C, P4T ; 2 . R7A, R4A (ó 2 . . . PST ;
P6T ; 4. PSA, P7T ; S. P6A, P8T = D ; 3. PSA ) ; 3. R7D , R4D ; 4. R7R, RSR ;
6. P7A, D6T y 7 . . . D 1A ) ; 2 . . . PST ( ó 2 . . . S R6R ! , R x P ; 6 . RSD, y tablas. ( Véa­
RSC ; 3 . R6R, PST ; 4 . PSA y tablas ) ; se 72. )
3 . PSA, P6T ; 4. P6A, P7T ; S . R8C
( S . R7R?, P8TD ; 6. P7A, D4R+ ; 7. 7lh. Moraviets, 19S9. Blancas :
R8A, R4T ó R4C y ganan ) ; S . . . P8T RSTD , P4CD. Negras : R4D, P2D . Ta­
= D ; 6 . P7A, tablas. blas. <>e j uega lo mismo que en el
7 1 g ) . l. R7C, RSA ; 2. R7A, P4D ;
71f. l. RSC ( amenazando con 2 . 3. R6A, y tablas.
R4A ) ; l. . . P4T ; 2 . R6A ! y o bien 2 . . .
PST ; 3 . R7C, bien 2 . . . R1A ; 3 . RSD 7li. Moraviets, 19S2. Blancas : 'R3TR,
y tablas . PSR. Negras : R1AD, P2TD. Tablas.

38
l . R4C , P4T ; 2. RSA, PST ( existía la P2TR. Negras : R4AR, P4TD, P4CD,
amenaza de 3. R4R ) ; 3. R6C ! ! Tablas . P4AD . Después de l. P4T ! , RSC ; 2.
R6C !, R x P ; 3 . RSA . Se han cambiado
7lj . Moraviets, 1 9S2. Blancas : R3TR, las tornas y ahora son las negras
P2D . Negras : RSTD , P2CD . Tablas. quienes se esfuerzan por hacer ta­
l. R4C , P4C ; 2. P4D, PSC ; 3 . PSD ! blas.
R4C ; 4. P6D ! , R3A ; S. RSA, P6C
( . . . Rx P6D ; 6 . R4R ) ; 6. R6R, y ta­ 72b. Yates-Marshall. Carlsbad, 1 929.
blas . Blancas : R4D, D3D, P3AR. Negras :
R7TD, PSTD, P7CD . A la jugada equi­
72 vocada l . R4A ?, PSC = D ; 2. D X P + ,
R x D ; 3 . R4C, l e sigue 3 . . . R7C ! ; 4.
R x PST, R6A, y tablas.

72c. Grigoriev, 1 930. Blancas : RSA,


P4TD, P4CR. Negras : R4D, P3AR,
P4CR. Ganan blancas. l . PST !, R3A ;
2. RSC ! , R4C ; 3. R7C ! , R x PST ; 4 .
R6A, P4A ; S . P X P, PSC ; 6 . P6A, P6C ;
7. P7A, P7C ; 8. P8A = D , P8C = D ; 9 .
D3T + + !

72d. Gorguiev, 193 1 . Blancas : RSTD,


P2TD, PSAD. Negras : R1AD, P2TR.
Tablas. l. P6A !, P3T ! ; 2 . P3T !, R2A
( las negras no han conseguido ganar
tiempos y la segunda jugada condu­
ce a tablas, 2 . . . P4T ; 3. P4T, PST ;
4. PST, P6T ; S. P67, P7T ; 6. P7T, P8T
El interés de este ejemplo consiste � D . Tablas ) ; 3. P4T, P x P6A ; 4. PST,
en que su autor lo ha analizado con R4C ; S. R7C, R x PST ; 6. R6A y tablas.
el rey en diversas posiciones. Las ( Véase 7S . )
blancas no pueden ganar, esté donde Los ejemplos posteriores son, en
esté su rey. Pierden en el caso de que reali dad, repeticiones.
su rey ocupe una de las siguientes
seis casillas : 8T, SC, SA, 3CR, 1 TR, 72e. Prokesh, 1937. Blancas : RSCD,
STR. En todos los demás casos la P2TD. Negras : R2D, P2TR, tablas . l.
partida es nula. Por ej emplo, con el P4T, R3A ; 2 . PST, R4C ; 3. R7C . Sigue
rey blanco en 2TR : l . P4C, RSA ; 2. como Grigoriev y Gorguiev. 72f.
PSC, R x P ; 3 . R3C, y tablas . Prokesh, 1 947. Blancas : R8D, PSTD.
Con el rey en 8T se hacen tablas Negras : R3D, P2TR. Tablas . l. RSA,
moviendo el rey con doble objetivo : R3A ; 2. RSC, y sigue el mismo juego
l. P4C, RSA ; 2. R7R ! , P4C ; 3. R6A ! , 72h. Korolkov, 19SO. Blancas : R7CD,
R x P \ 3 . . . PSC ; 4 . PSC ) ; 4 . RSR y ta­ PSTD, PSD, PSR . Negras : R4AD, P6D,
blas, lo mismo que en el 71g. P7TR. Tablas. Después de l. P6R,
Esta idea fue llevada a la práctica R3D ; 2 . P7R, R x P ; 3. R7A, P7D ; 4.
por Lasker y después se ha vuelto a P6D + . R3R ; S . P7D, P8D = D ; 6 .
repetir en reiteradas ocasiones . P8D + , D x P8D + ; 7 . R x P, R3D y s e
ob tiene la posición representada en
72a. Lasker-Tarrasch . Petersburgo , 72f. Lo nuevo de esta partida es su
1914. Blancas : R7CR, P2CD, P3CD, introducción .

39
CAPÍTULO IV

DO S PEONE S CONTRA UNO

La práctica ha demostrado que la existencia de un peón de más tiene


tanta mayor importancia cuantos más peones hay en el tablero . Por eso,
dos peones contra uno supone una superioridad material mínima. D e ordi­
nario, esta superioridad resulta, sin embargo, suficiente para ganar, aunque
hay muchas excepciones . A la parte fuerte le conviene que sus peones estén
lo más alejados del peón contrario y que el rey se encuentre delante. Por
lo tanto, hay que evitar el acercamiento prematuro de los peones y, sobre
todo, su bloqueo.
Los ejemplos que vamos a examinar están subdivididos en tres grupos
fundamentales : 1) peones ligados ; 2) peones aislados, y 3 ) peones doblados.
El problema teórico a resolver consiste en delimitar en cada uno de
esos grupos los casos en que l a posibilidad de tablas está condicionada por
la p ropia posición y aquéllos en que se logra (o s e evita) utilizando méto­
dos determinados de juego .

l. PEONES LIGADOS

Si todos los peones son pasados, el mal del juego, como ciertas excepcio­
único p roblema que se plantea es nes debidas, fundamentalmente, a la
si podrá el rey de la parte más fuerte p roximidad del extremo del tablero .
detener el peón pasado del adversario
en su camino hacia la casilla de p ro­ En el 73 el rey negro se enfrenta
moción . En caso afirmativo, el juego con un problema superior a sus fuer­
se reduce al sencillo final de « rey y zas : impedir el avance de los peones
dos peones ligados contra rey>> . Si es blancos y defender su propio peón .
imposible detener el peón, la supe­ Si salen las negras, pierden en segui­
rioridad material , como es lógico, da : 1 . . . R4R ; 2. P6C, R3A ; 3. PST. Por
pierde su importancia y gana la par­ consiguiente, las blancas, teniendo la
tida quien primero corona el peón . salida, deberán limitarse a cedérsela
Los ejemplos que damos a conti­ al adversario, lo que se consigue por
nuación ilustran tanto el proceso nor- el procedimiento del triángulo. Por

40
73 74 N o s e consigue nada renunciando
al sacnficio : 1... R4A ; 2. R7C ! ( pero
no 2. P4T + ?, en vista de 2 . . . R x P ; 3 .
R 6 C , R x P4C ; 4. R6A, R5A ; 5 . R6R,
R5R y ganan ) ; 2 . . . P4A ; 3. P4T + ! y
si 3 . . . R x P4T, entonces 4. R6A, P5A ;
5. P5C, y si 3 . . . R x P4C, entonces 4.
R6A, P5A ; 5 . P5C, y si 3 . . . R x P4C,
entonces 4. R x P4T ; 5 . R5A .

. ( R7T )6C ( P2A )4A

Si no se j uega así, seguiría 3 . R6A .

3. ( P2T )4T ! y tablas ( 72 ) .

75a. Jachek. Blancas : RSTR, P2CR,


P4TR. Negras : R4TR, P3R. Tablas .
ejemplo : l. R2A, R3C ; 2 . R2R ! , R4A ;
l. R7C, P4R ; 2. P4C + , R x P ; 3. R6C
ó 2 . . . R x P4T ; 3 . R6A.
3. R3R y ganan .
75b. L. Prokesh, 1948 . Blancas :
En el 74, después de 1 . . . P7R, las RBAR, P4D, P3R. Negras : RSR, P2CD .
blancas tienen tiempo de realizar la Tablas. l. R7R ( amenaza de 2. R6R ) ;
maniobra 2. P7T + . RlT ; 3. R7A, 1 . . . R4D ; 2. R7D ! , P4CD ; 3. P4R + , etc.
PBR = D ; 4. P7C + y mate en dos ju­ Las posiciones que examinamos ( es
gadas . Si la salida fuese de las blan­ decir, con varios peones pasados )
cas, cabe otra maniobra : l . P7C, P7R ; conducen frecuentemente a finales de
2. R6C, PBR = D ; 3. P7T + + . dama .
Si la parte más fuerte, de dos peo­
75 nes ligados, tiene uno solo pasado,
son posibles dos clases de estructu­
ras de p e ones :
1 ) inmóvil, cuando el peón de la
parte débil se encuentra bloqueado ;
2) móvil, cuando todos Jos peones
pueden moverse.
En el p rimer grupo de finales ( con
dos peones b loqueados), la parte más
fuerte posee un peón pasado y defen­
dido, que limita la movilidad del rey
adversario, por lo cual a la ventaj a
m aterial se une la superioridad de
posición . Sin embargo, hasta en este
caso son posibles las partidas nulas,
sobre todos los peones se hallan en
los flancos.
Examinemos ahora la siguiente dis­
tribución de peones : el peón pasado
En el 75 tenemos un ejemplo de y defendido se halla p róximo al cen­
cuando la parte más fuerte se ve tro, y el peón inm�vil que le apoya
obligada a luchar para evitar el mate. está más cerca del extremo del table­
ro. En estas posiciones , el rey de la
l. ( P2C)4C + ! ( R4T ) + P parte más fuerte apoya directamente

41
al peón pasado, cosa que, por regla, 1 1 . R6A ) ; 10. R6D , R2C ; 1 1 . RSA, R2A ;
asegura una rápida victoria. Hay ex­ 12. P6C + , R2C ; 13. RSC y ganan .
cepciones en casos de peones muy Por el final de esta solución se de­
avanzados en los flancos o, por el duce que con esta posición situada
contrario, en peones que no han sido en la fila superior (77) es imposi­
movidos todavía. ble ganar, ya que las últimas jugadas
Es tudiaremos p rimero las posicio­ conducen a tablas.
nes de flanco, que son las más fre­ En el 76, las maniobras de los re­
cuentes y, por lo tanto, más impor­ yes pueden resultar algo más compli­
tantes para la práctica, sin olvidar cadas.
que las peculiaridades que se origi­
nan por la p roximidad de los peones 76a. Grigoriev, 1930 ( la terminación
al extremo del tablero, desaparecen del problema véase en 138). Blan­
cuanto mas cerca estén de las colum­ cas : R6R, PSCR, P4TR. Negras : R3CR,
nas centrales . P4TR. Ganan blancas. l. R6D ! ( no se
consigue nada con l. RSR, R2A ! ) ;
76 77 1 . . . R2A ; 2 . R7D , R1A ( o 2. . . R2C ;
3. R7R, R3C ; 4. R6R) ; 3. R6R, R2C ;
4. RSA y ganan .
El rey ahogado explicado en las
observaciones a la 9 jugada en el
ejemplo 76, se consigue con mayor
rapidez en algunas posiciones.

76b ( ideado por Troitzki ) , 1 930 .


Blancas : R3AD, P4TD. Negras : RSR,
P2TD, P3CD . Tablas . l. PST !, P4C ;
2. P6T ! , R4D ; 3. R4C , R3A ; 4. RST,
R4A y tablas .
Si desplazamos la posición 77 a la
columna de la derecha, veremos que
las blancas ganan fácilmente, sacrifi­
cando en el momento oportuno su
peón pasado e invadiendo la zona
crítica del peón negro . Por ejemplo :
En el 76 las blancas ganan, ocu­
pando con su rey, en determinadas l . RSD, R1A ; 2. R6D ( ó 2. R6R, R2A ;
condiciones, la casilla SA. Las ne­ 3. R7R, RlA ; 4. P7A ) ; 2 . . . R l D ; 3 .
gras pueden oponerse sólo temporal­ P7A + , RlA ; 4. R6R, R x P ; S . R7R, etc.
mente . Si desplazamos esta posición a la
1 . . . R4A ; 2. R3D , R4D ; 3. R3R, R4R ; segunda columna de la derecha, se
4. R3A, R4D . hace posible o tra solución más : las
Como es natural, e l rey debe per­ blancas colocan su rey en STD , y en
manecer en el cuadrado del peón S C . respues ta a R2C, continúan ( P6D )7D .
S . R4A, R3D ; 6 . R4R, R3R ; 7 . R4D , Teniendo un peón pasado y defendi­
R3D ; 7. R4A, R2A ; 9. RSD ! do en la fila 6, este sacrificio es un
procedimieito típico e imprescin­
No conviene jugar de golpe 9. RSA
por 9 . . . R2C ; 10. P6C ?, R3T y tablas. dible .
Las blancas deben ocupar el escaque
SA, estando el rey negro en 2C. Se En las posiciones de flanco del tipo
comprende que en una posición aná­ 76 las tablas son evidentes , y lo mis­
loga, pero desplazada a la derecha, mo ocurre en la posición represen­
el rey ahogado es imposible, y tam­ tada en el 78. Pero si la desplazamos
poco son necesarias estas maniobras . a la columna de la derecha, ya no
9 . . R3C ( ó 9 . . R2D ; 10. P6C, R1A ;
. . serán tablas, pues el rey blanco con-

42
lidades de la defensa : las negras de­
78 79
ben evitar que el rey blanco pase a
2R ( con amenaza de pasar a 3R ) y
que rodee el escaque 2T ( amenazan­
do R3C ) ; cosa que evitan j ugando
RSC .
Pueden impedir l a j ugada R2R, to­
mando la oposición : 1 . . . R6R, pero
esta jugada resulta un craso error,
ya que 2. RlD, RSD ( en caso de 2 .. .
R6A ; 3 . RlA ! , las negras no llegan
sigue efectuar el rodeo por la iz­ atiempo a S C ) ; 3. R2R y ganan .
quierda. Ya que l . . . R6R? no isrve, y es im­
Lo mismo ocurre si colocamos más prescindible impedir R2R, no queda
abajo la posición 79; saliendo las más remedio que 1 . . . R6A, y esta
negras, las blancas no pueden ganar, j ugada es efectivamente salvadora :
pues tan pronto como se aparte su a 2. RlD, sigue 2 . . . R6R ; 3. RlA, RSD ;
rey, las negras consiguen capturar el 4. R l C , R4A ; S. R2T, RSC ; pero si
peón blanco y coronar el suyo . 2. RlA, entonces 2 . . . R6R ; 3. R2C ( 3.
Lo mismo ocurre si desplazamos RlR, R6A ) ; 3 . .. R7D y tablas.
la posición 79 a la columna de la de­ La jugada 1 . . . R6R? en el 80
recha . es un ej emplo de oposición <<perju­
Sin embargo, si Ja colocamos en la dicial ». Sin embargo, con otra estruc­
segunda columna de la derecha, las tura de peones puede resultar acer­
blancas tienen la perspectiva de ro­ tado tomar la oposición en vez de
dear por la izquierda y ganar la par­ j ugar con el rey <<a distancia de caba­
tida ; por ejemplo : 1 . .. R6R 2. RlD, y llo ». Es preciso, naturalmente, obrar
si 2. . . RSD, entonces 3. R2R, y si siempre de acuerdo con lo que la si­
2 . . . R6A, juegan 3. RlA, etc. tuacJun exige, y en dependencia de
Pero también en este caso hay ex­ ella elegir los medios técnicos de de­
cepciones. Grigoriev enriqueció la fensa : la oposición o la distancia de
teoría de estos finales con un detalle caballo.
in teresante que subraya la impor­ La posición del ejemplo 80 tiene
tancia que tiene, además de la es­ dos puntos de invasión ( dos casillas
tructura de peones, la situación de críticas para las negras ) : 2R y 3 C .
los reyes . El camino m á s corto entre ellas es :
80 lD, lA, l C , 2T. A este camino, for­
mado por casillas negras, le corres­
ponde otro, << el más corto », de las
negras, también constituido por 4
casillas : 6R, SD, 4A y S C . Las casillas
de los <<Caminos más cortos » guar­
dan entre sí estricta equivalencia :
1D-6R ; l A-SD, etc. Por eso decimos
que es mala jugada 1 . . . R6R, porque
permite a las blancas conseguir la
« equivalencia» con 2 . RlD ; en cam­
b io, es buena 1 . . . R6A ! , ya que des­
pués de 2. RlD, R6R, la « equivalen­
Con el rey negro en SD, las blancas, cia» queda en poder de las negras .
en este ej emplo, habrían ganado, co­ (Véase 332 .)
mo hemos dicho ya. Pero como el rey
negro esta en SA, las cosas cambian . Ofrece interés la posicwn 81. La
Dos factores determinan las posibi- estructura de peones es la misma,

43
81 R2D, etc . (la misma utilización del
triángulo que en el 73) .
L o expuesto e n los ejemplos des­
de el 76 hasta el 81 demuestra que
cuanto más lej os del extremo del ta­
blero se encuentren los peones, me­
nos posibilidades tiene de hacer ta­
blas la parte más débil ; con peones
situados en el centro ( en las colum­
nas de la D y del R), estas posibili­
dades desaparecen .
Si el peón pasado y defendido está
más cerca del extremo y el inmóvil
más cerca del centro, el rey de la
parte fuerte no presta su apoyo di­
recto al peón pasado y las manio­
bras de los reyes tienen un carácter
completamente distinto .
Los ejemplos 82 y 83 muestran los
pero están situados en la fila inme­ rasgos fundamentales de estas ma­
diata superior. niobras .
En « Finales», de Rabinóvich ( 1 938) 82
esta posición se enjuiciaba como
tablas , en vista de la siguiente va­
riante : l . R2D, RSR ; 2. R2R, RSA ;
3. R2A, RSR ; 4. R3C, R6D ; S. PSD,
R x P3A ; 6 . P6D, R7C ; 7 . P7D, P6A ;
8. P8D = D , P7A y tablas, pues las ne­
gras tienen peón de alfil y el rey
blanco está lejos.
Euwe, en 1 940, señaló que para
ganar era preciso jugar l. RlA, ya
que con esta j ugada las blancas se­
guían a la misma distancia de las
casillas 2D y 3T, y, en cambio, las
negras se veían obligadas a apartar­
se de una de las casillas conjuga­
das , la SR o la SC (la misma idea
que en el 80), por ejemplo : 1...
RSR ( s i no 2. R2R y 3. R3R) ; 2 .
R2C, e t c . Schorn ( 1 9S2) reiteró l a Las maniobras del rey negro están
afirmación d e Euwe, y otros autores limitadas por el peón pasado 4T.
insistieron en que l. RlA era la úni­ no tiene otro recurso que permane­
ca jugada que permitía ganar. cer en su cuadrado y defender, ade­
Pero en realidad gana cualquier más, las casillas clave del peón pro­
j ugada del rey blanco. La más sen­ pio bS. Las casillas SA y SR, SR y I R
cilla de todas es : l. RlA ! , pero tam­ forman e l límite d e l a zona crítica
bién son buenas : l. RlD ó l. R2D . de las negras, el borde delantero de
Por ejemplo : l. RlD (en el 80 su línea de defensa.
las blancas no tenían esa posibilidad En los antiguos manuales de aje­
de maniobra por la retaguardia) ; 1 . . . drez se aconsej aba, en estos casos,
RSR ; 2. R2R o bien 2 . . . R4D ; 3. R3R, << tomar la oposición y conservarla
o bien 2 . . . RSA ; 3. R2A ; ó l. R2D , en cada jugada». Pero en la posición
RSR ; 2. RlD, R4D ; 3 . R2 R , RSR; 4. que analizamos, esta regla falla. Sa-

44
liendo las blancas (1. R3C), tomar la en la zona crítica ; en cambio, ahora
oposicwn es ventajoso, pero es mu­ a 3. R4A?, le sigue R5D ) ; 3. R4C ! ,
cho más sencillo j ugar sin pensar en ( valiéndose de que l a s casilla 4 A es
ella. l . R3A y 2. R4R, ocupando el inaccesible a l�s negras ) ; 3 . . . R3A ;
escaque clave . Más clara aún es la 4. R4A ! ( amenazando con 5. R4R) ;
situación ; si salen las negras : 1... 4 . . . R4D ; 5. RSA y ganan. Las blan­
R3A ( ¡ toma de oposición ! ) pierden, cas han tomado la oposición en una
mientras que con 1 . . . R3D ! ( ¡ renun­ de las filas principales (en este caso
cia de oposición ! ) hacen tablas. Es son tres : la S, la 6 y la 7 ) ( véase 15).
un ejemplo elocuente de lo perjudi­ Damos a continuación cuatro
cial que es el empleo mecánico de ejemplos de Dedrle, 1925, con la mis­
la oposición si no se ahonda en la ma distribución de peones, pero con
esencia de la posición . reyes en distinta posición, que nos
En el ejemplo 82, las negras deben muestra la posibilidad o imposibili­
limitarse a defender las casillas de dad de tomar la oposición en la fila
invasión y, siendo mano, pueden ha­ p rincipal .
cer frente a esta modesta tarea.
Grigoriev señaló, en 1922, que mien­ 82a. Blancas : R2CR. Negras: RSR.
tras que el rey blanco maniobre en Tablas, independientemente de la
la segunda fila, al rey negro le basta salida. ( 1... R5D ! ; 2. R2A, RSR ! , etc . )
con recorrer las casillas RD y 3R,
pero tan pronto como el rey blanco 82b. Blancas : R3CR. Negras : R4R.
salga a la tercera fila, el rey negro Ganan blancas en el caso de que
debe elegir obligatoriamente la ca­ salgan las negras . 82c . Blancas : R4
silla conj ugada . A R3R ó R3C, las CR. Negras : R3R. Ganan blancas,
negras deben cotestar R4R !, y a independientemente de la salida
R3D, R3A o R3T, la única respuesta ( ¡ casilla crítica 4R ! ) . 82d. Blancas :
es R4D ! Por esta razón, las negras R6CR. Negras : R3AD. Ganan blan­
procurarán ocupar lo antes posible cas, independientemente de la sali­
la casilla 3D ó 3R, sin pensar en la da. l . R5C ! , R4A ; 2. R4C ! La oposi­
oposición . ción inmediata ( R6C-R3R) daría ta­
Ahora se comprende por qué sa­ blas, y la dis tante ( R6C-R3A ) hace
liendo las negras es preciso jugar perder a las negras por la e' x istencia
1 . . . R3D ! El rey blanco ya está a del escaque 4A .
punto de pasar a la fila tercera ; El último ejemplo muestra que
dicho con otras palabras , el juego si en el 82, después de 1 . . . R3D ! ;
se traslada al « borde delantero » y 2. R3T, R4D ! , las blancas avanzan
las respuestas de las negras deben su rey por la columna de la TR,
tener la máxima precisión, por ejem­ las negras deberán mantener el suyo
plo : 2. R3C, R4R ; 3. R3A, R4D ! ; 4 . en la columna de la D, conservando
R4A, R5D ! ( claro que no 5 . . . R6A ? ; siempre la posibilidad de tomar la
6. P5T), etc. El hecho de que las ca­ oposición inmediata, por ejemplo :
sillas conj ugadas estén en el borde 4. R4T, R5D ! ; 5. R4C, RSR ! ; 6 . RST,
delantero de la defensa coincide ple­ R4D ; 7. R6T, R3D ; 8 . R6C, R3R, etc.
namente en este caso con el concep­ Si el peón pasado y defendido lle­
to de la oposición, constituyendo así ga a la fila quinta, es decir, dej a
el carácter peculiar de esta posición . atrás la mitad del tablero, una de
En el caso de la errónea jugada las casillas clave del peón adversa­
de las negras 1 . . . R3A, las blancas rio (en dicho caso SR) queda 1uera
continúan de forma que las negras del cuadrado en el cual debe man­
no puedan tomar la oposición in­ tenerse el rey negro ; es to demues­
mediata : 2. R3C ! (no 2. R3A?, R4D ) ; tra que la posición es indefendible
2 . . . R4A (si 2 . . . R3D, entonces 3 . para las negras, independientemente
R4A ! , R4D ; 4. R5A con l a invasión de dónde estén los reyes y de quién

45
gras se defienden lo mismo que en
83
el 82) . Tampoco existe si se despla­
za esta posición a la columna de
la derecha ( 85a) : 1. . . RSR ; 2. R2R,
RSA; 3. R2A, RSR ; 4 . R3C , R6D ? (se
consiguen tablas jugando 4 . . . R4R!) ;
S. PSC, R x P3A ; 6. P6C, R7D ; 7 . P7C,
P6A; 8 . P8A=D, P7A; 9 . D2C, R8D;
10. R2A y si 10 . . . P8A = D; 1 1 . D2R + + .
Este final resultó posible por hallar­
se muy cerca el rey blanco .
Pero si en el 85a trasladamos los
reyes a 3 C y 4R, respectivamente
( 85b), las negras (a diferencia de la
posición análoga en el 82), no pier­
den ni siquiera s;_ son mano . Apro­
vechando la circunstancia de tener
un peón de alfil, pueden j ugar:
1 . . . RSR !; 2. R4C, R4R ! ; 3. RSC,
tenga la saL1a . Por ejemplo : l . . . RSR ! ; 4 . R6A, R6D! y tablas, ya que
R4D; 2 . R2C , R3A; 3 . R3A, R4D; 4 . el rey blanco se ha alej ado demasia­
R 3 R y ganan ( 83 ) . do de la casilla 3A.
S e v e fácilmente que en las posi­ Nos queda por analizar el segundo
ciones de los diagramas 82 y 83 ni grupo de finales con peón pasado en
el carácter ni el resultado del j uego el bando más fuerte, no habiendo
se modifican si se las desplaza a la peones bloqueados en el tablero .
columna de la der� cha . Esta estructura móvil , en la cual to­
En la posición 82, donde el peón dos los peones pueden moverse, po­
pasado y defendido no ha llegado see ciertas peculiaridades que fue­
a la fila quinta, el resultado del j ue­ ron estudiadas en los trabaj os de
go, como hemos visto, dependía de Grigoriev.
la situación de los reyes. Cuando re­ 86 87
sulta imposible invadir la zona crí­
tica, las tablas son inevitables .
84 85
·-··
• m
.¿.
i•i•
••
En el 86, saliendo las blancas
la victoria se consigue sencillamente
con l. R2D, luego 2 . R3D, etc. Pero
En el 84, después de l . R2D , si la salida es de las negras, pueden
RSD; 2 . R2R, RSR ; 3 . R2A, l a s ne­ hacer tablas jugando así : 1 . .. R6A !;
gras pueden continuar 3 . . . RSA, o 2 . RlD ( o RlC), P6D ; 3 . P x P , R x P!
bien 3 . . . R6D, capturando el peón 2C. ( o R x P3C ) estando el rey blanco
en l C ) .
Pero en el 85, donde los peones es­ Fracasa e l intento d e romper in­
tán en la fila inmediata superior, mediatamente la fila de peones blan­
esta posibilidad no existe (las ne- cos jugando 1 . . . P6D ?, ya que 2.

46
P4A y ganan . Pero si desplazamos len las blancas y el rey· negro no
esta posición a la fila de arriba, ve­ está aún en la casilla p recisa, hay
remos que el peón de alfil ya no que colocar el peón en la casilla del
posee la salida doble y las negras mismo color que en dicho momento
pueden empezar en vez de 1 . . . RSA, ocupa el rey adversario.
con 1 . . . PSD. A la 2. P x P, sigue 2 . . . Una vez explicada la idea funda­
R4A ! y las blancas s e encuentran en mental de los finales analizados, se
zugzwang; si 3. R2D, entonces 3 . . . comprenderán fácilmente las manio­
R x P4D; y si 3. R2C, entonces 3 . . . bras de las partes en la posición
R x P4C y tablas. 87
Si en esta situación ( R2A, P4C y
P4D de las blancas y el rey negro l . ( R2T) 1 T !
en SA ) saliesen las negras, se en­
Es un camin o original para ganar,
contrarían con el zugzwang y perde­
pero como l . R2C!, PSD; 2. RIA,
rían la partida después de l . . . R x
R6A, lo mismo que l . R I C ?, R6A ! ;
P4D ( o 1 . . . R x P4C; 2. R3D ! ); 2 .
2 . RIA ( 2 . R2T, R x P2A); 2 . . . PSD
R3C !, R4D; 3 . R4T, etc.
conduce a tablas .
86a. Grigoriev, 1933. Blancas : l . ... ( RSC )6A
RSAR, P2D . Negras : RlAR, P2R,
P3AR. Tablas . De las observaciones ó 1 . . . PSD; 2. R2C .
hechas al 86 se deduce que des­
pués de l. R6R !, RlR, las blancas 2 . (RlT)lC ( R6A)SC
deben avanzar su peón de dama de
ó 2 . . . PSD; 3. RIA.
forma que su j ugada ( SD )6D coin­
cida con el rey negro en ID ó lA 3 . (RlC)lA ( RSC )6A
( pero no en I R ) . Por eso 2. P3D !, 4. ( RlA)lD ( P4D)SD
RlD; 3 . P4D, RlR; 4. PSD, RlD; S. S. (RlD)lA y ganan .
P6D, P x P; 6 . R x P6D.
Estos cálculos para el avance de 87a. Grigoriev, 1933. Blancas : R2D,
un peón o de varios peones son tí­ P4C, P3AD. Negras : R4CD, P2D. Ga­
picos de ciertos finales; para faci­ nan las blancas, incluso si salen las
litarlos conviene guiarse por el si­ negras. Después de 1 . . . RSA, resulta
guiente principio : Estando en IR, el la misma situación, más o menos,
rey negro ocupará las casillas ID ó que en el 87, después de la cuar­
lA coincidiendo con el número im­ ta j ugada de las blancas, pero es pre­
par de j ugadas; por lo tanto, el peón ciso tener en cuenta la posibilidad
blanco, en su avance hacia la casilla de movimiento simple o doble del
6D, deberá hacerlo en un número peón dama 2. RID o RIA ( pero no
par de j ugadas . Si saliesen las ne­ R2A?, pues le seguiría P4D ! y ta­
gras, antes ele que el peón empezase blas ) . 2 . . . R4C; 3. R2A !, RSA ( no se
su avance, el rey negro ya estaría debe permitir que el rey blanco pase
en ID o en lA y volvería a ocupar a 3D ); 4 . R2D ( recurriendo al « trián­
esas casillas en un número par de gulo >>, las blancas han ganado tiem­
j ugadas; por eso las negras deberán pos, cediendo la mano al adversa­
jugar ( P2D )4D !, a fin de alcanzar el rio ); 4 . . . . P3D ( si jugasen 4 . . . P4D,
escaque 6D en un número impar de ganarían las blancas en seguida; S .
j ugadas .. R2A, ahora deben ganar tiempos por
Esta indicaciun tiene carácter ge­ segunda vez ); S. RlD, R4C; 6 . R2A,
neral, pues prevé también los casos RSA; 7. R2D, P4D; 8. R2A y ganan .
ele avance ele dos peones blancos La posición final del zugzwang pier­
(números 131, 132 y 133 ) . Pero en el de su carácter obligatorio ( aunque
86a, donde sólo avanza un peón, el sea parcialmente ) si hay en el table­
cálculo resulta más sencillo : si sa- ro otros peones.

47
87b. Alatórzev, tomado de una de 3 . R4R. Ahora ya no se puede
partida por correspondencia en 1934- jugar 3. R3A por 3 . . . P4T .
1935. Blancas : R2R, P4TD, P3R, P4
AR. Negras : RSR, P4TD, P4D . Salen 3 . ( R3R )2A ! ( R4A )SC
blancas : 1 . RlR ! ( es la única juga­
da ) , y queda rechazada la amenaza Si 3 . . . RSR, entonces 4. R2C, P4T ;
de PSD . S. R3T, R4A ; 6. R4T, R3C ; 7. PSA +
Para completar el 87a, nos queda y por el peón de alfil, las blancas
por examinar el caso de cuándo los obtendrían el peón de torre, adue­
peones están distribuidos en la fila üándose al mismo tiempo de las
inmedia. t a superior. casillas críticas del peón 3C.
¿Qué deben hacer ahora las blan­
87c. Moraviets. Blancas : RID, cas ? La situación es completamente
PSD, 4R. Negras : R2AD, P2AR. Ga­ distinta que en 87 y 87a. Es evidente
nan blancas . 1 . R2R, R3D ; 2. R3A, que obtener la posición de « rey blan­
R4R ; 3. R4C !, P3A ; 4. RST !, P4A ; co en 2C, peón negro en 4T, incluso
S. P6D, R x P6D ; 6. P x P y ganan . saliendo las negras», no es ventaj o­
88 so, ya que las negras pueden j ugar
( P4T )ST, valiéndose de que después
de P3C x PST, el peón pasa a ser de
torre y se hace posible la réplica
R x P4A.
Conviene orientarse a la corona­
ción del peón de alfil, tanto más que
el rey blanco, a diferencia de las
posiciones 87 y 87a, maniobra al otro
lado del peón pasado.
Ya que en el caso 4 . R3R, P4T,
las blancas quedan en zugzwang, no
queda otra solución que jugar :

4. ( R2A )2R ! ( P3T )4T

O 4. . . R4A ; S. R3R, RSC ; 6. R4R.


Ahora son las negras quienes están
en zugzwang .
Es muy interesante e instruc tiva
la partida de este ejemplo. S . ( R2R)3R ! ( RSC ) x P3C

1. ( R1A )2D y después de 6. PSA, PST ; 7 . P6A,


P6T ; 8. P7A, P7T ; 9. P8A = D , las
No se puede jugar 1. P4C?, ya que blancas ganan ( véase 3 en «Anexo» ) .
1 . . . P4T.

1. . . . 88a. Leyk , 1939. Blancas : R4CD,


( R3C )4A
P4D, P3R. Negras : R4D, P2AR. Ga­
2 . ( ( R2D )3R
nan blancas. Lo mismo que en el
No basta 2 . R2R?, por 2 . . . RSA y ejemplo 88, pero en las columnas
3 . . . P4T ó 2. R3D ? por 2. . . P4T ; 3 . centrales, donde el juego requiere
R3R, RSC ; 4. R4R, P x P3 C . menos precisión . 1 . R3A, P3A ( 1 . . .
RSR? ; 2 . R4A y ganan ) . R2D ( a di­
2. . . . ( P2T )3T ferencia del 88, aquí es posible
( cabe jugar 3. Rl D ) ; 3. .. R4D ; 4 .
Pierde inmediatamente 2 . . . P4T por R2R, RSR ; S . R2A, P4A ; 6 . R2R y
3 . R3A, así como 2 . . RSC, a causa
. ganan .

48
89 89a te más fuerte. Se ganan, de ordina­
rio, independientemente de l a salida,
si uno de los peones ligados llega a
la fila 6, o, dicho de otro modo, si el
peón adversario se halla todavía en
su casilla inicial . En los restantes
casos, el resultado del j uego se de­
termina por la posición de los reyes
y la salida. En las posiciones de flan­
co, las maniobras suelen tener el
mismo carácter que en situaciones
del tipo 82. Pero si los peones se
encuentran en las columnas del alfil
de las maniobras cambia, debido a
la existencia de puntos de invasión
en ambos flancos.
Examinemos, primero, las posicio­
nes en que un peón rezagado (que
Aunque la idea del sacrificio del se defiende ) de la parte fuerte se
peón pasado por el del adversario encuentra cerca de las columnas
se ha explicado en el ejemplo 88 centrales . En este caso, el rey pro­
( observaciones a la tercera j ugada ) , pio aún está en condiciones de pres­
reproducimos aquí algunos ejemplos tarle cierto apoyo.
para mayor claridad. 90 91
89. ( Herberg, 1936 ) : l. R3C ! (no l.
P3C, por 1 . . . RSC y P2A, 4A, SA ) , --­
1 . . . P4A ( si 1 . . . P3A, entonces 2 . R3T,
P4A ; 3. P3C ; 2. R3A ! , R x P4T ; 3. ·¡-·
�-� .
R4A y ganan .
Al principio, el autor había des­
�� .
plazado esta situación a la segunda �--
�.dí "���
��
7A.
columna a la izquierda. Como se
comprende, en este caso, además En el 90 el peón negro sigue en
de l. R3R, gana también l . P3R ; por su casilla inicial y las blancas ga­
ejemplo : 1 . . . RSR ; 2 . R1R ( o RlD) ; mm, salga quien salga . Por ejemplo :
2 . . . R4A ; 3. R2R, RSR ; 4. R2D , etc. 1 . . . R1A (si L. R2R, entonces 2 .
P6A ) ; 2 . R6R ! (pero no 2 . P6A ?,
89a. Ebersz, 1942 . l . P4T, RSC ; R1C y tablas) ; 2 . . . RlD ; 3. R6D , R1A ;
2. R3D, R4T ! ; 3. R3A ! , R x P4T ; 4 . 4. R7R, RIC ; S. R7D , RlT ; 6. P6A ! ,
R4A, R4T ; S . R x P , y ganan . P x P ; 7 . R7A y mate e n tres juga­
Hasta ahora hemos estudiado las das . Si las blancas tienen la salida,
posiciones de dos peones ligados utilizan el triángulo a fin de pasar
contra uno, teniendo la parte fuerte l a salida a las negras : l . RSR, R3A ;
un peón pasado . Pasemos a· los casos 2. R4D , R2D ; 3. RSD y ganan (pero
en que no hay peón pasado. También no l. P6A + !, R1A ! ; 2. R6D, RIC ! y
aquí caben dos clases de estructu­ tablas ) .
ras de peones : Los peones d e torre suelen dar las
1 ) inmóvil, con dos peones blo­ excepciones habituales. Si desplaza­
queados, y mos la posición 91 a la izquierda,
2 ) móvil . veremos que después de 1 . . . R1C
Los finales con peones bloqueados (1 . . . R2D ? ; 2 . P6C ! ) ; 2 . R6D, RlT,
y sin peón pasado son, como es na­ se hace evidente el resultado nulo
tural, menos favorables para la p ar- de la partida.

49
4
Desplacemos ahora ambas posicio­ las casillas críticas 6C, 6A y 6D, ju­
nes a la fila inmediata inferior. gar : 1 . . . RlD ! ( 2 . RSA, R2A ó 2. RSD,
92 93 R2D ) . (Véase 94 .)
Si desplazamos la posición 90 a la
derecha, el resultado del j uego no
varía : las blancas ganan, salga quien
salga (saliendo las blancas, además
de 1. RSA, resulta posible una ju­
gada más sencilla : 1. P6D + ! ) .
Tampoco varía e l resultado d e la
partida si el ejemplo 92 se desplaza
a la derecha; ganan blancas, si son
mano las negras . Lo interesante de
esta posición es que los reyes han
En el ejemplo 92 las blancas, a salido ya a la « p rimera línea» . Pero
diferencia del 90, no pueden ganar si esto no se ha dado aún, el resul­
teniendo la salida , por ejemplo : 1 . tado del juego se determina por la
R4R, R3R ! ( claro que no 1... R4A ?, situación de los reyes y sus corres­
que permitiría a las blancas la uti­ pondientes maniobras, como vemos
lización del «triángulo» ; las negras, en los ejemplos siguientes .
en este caso, no tienen por qué te­ 94
mer la incursión ; 2. PSA ) . 2. R4A,
R3D !; 3. R4R, R3R ; 4. R3R, R2R o
R2D . Tablas. Conservar la oposición
es obligatorio sólo en la «primera
línea» de la zona crítica ( lo mismo
que en el 82); a2 R4R, las ne­
gras responderán con R3R; y a R4D
o R4A, con R3D .
Si la salida la tienen las negras
(ejemplo 92), pierden la partida : 1 . . .
R3R; 2 . PSA ó 1 . . . R2R; 2 . RSR (se
puede jugar también 2. PSA); 2 . . .
R2D; 3 . RSD ( dominando las casillas
críticas del peón 6C), ó 1 . . . R2A ;
2. RSR !
Es evidente que en el ej emplo 92
el resul tado del juego no cambia
si la posición se desplaza hacia
abaj o . Maniobrando en la retaguardia, las
En cambio, en e l 9 3 ( o en una negras pueden desentenderse de la
posición más desplazada hacia aba­ oposición; tan sólo· en R4R o R4A
jo), lo mismo que en el 9 1 , las tablas deberán replicar, respectivamente,
son inevitables, salga quien salga : R3R o R3A. No conduce a nada la
a 1. . R3D es inútil 2. PSC; si j uegan
.
ten tativa ·de envolver por la derecha :
las blancas, a 1. R4D , se puede re­ a R4C, las negras responderán R3R,
plicar 1 . . . R3D e incluso 1.. . R4C con amenaza de R4D . Si las blancas
(2. R3A, R3A) , ya que para las ne­ intentan el rodeo por la izquierda,
gras no es peligroso perder la opo­ necesitarán 4 j ugadas para llegar a
sición . la casilla ST; por consiguiente, el rey
negro, para llegar a tiempo a 2C,
93a . El rey negro está en lAD. Ta­ puede estar en la columna del alfil.
blas . ( Véase 325 . ) Saliendo las ne­ En eso radica toda la idea de la
gras es preciso, a fin de defender defensa de las negras.

50
l. ... ( R2A )2A ! 95
No se debe 1 . . . R2D?, por 2. R4A ! ,
R1R ( no se puede hacer otra cosa ) ;
3 . R4R, RlD ; 4. RSA, ó 3 . . . R1A ;
S. P5D y ganan .

2. ( R3R )3A ( R2A )2R !

las tablas san evidentes : 3. R4C ,


R3R ! ; 4. R4A, R3A ! ; 5 . R3R, R2A
(o R2R) ; 6. R3D, R2R (o R2R) .
L a posición siguiente muestra los
grandes recursos que tiene la defen­
sa, donde la parte más fuerte tiene
incluso tiempos de reserva.

94a. Ebersz, 1942 . Blancas : R3CR,


P3AD . Negras : R3AR, PSAD , P3D .
Tablas. Las blancas no deben lanzar
su rey de primera intención a la tras que el rey blanco, para alcan­
línea avanzada. Si l . R4A ?, entonces zarla, precisa lo mismo que antes :
1 . . . P4D ; 2. R3A ( 2 . R4C, PSD ) ; 2 . . . 4 j ugadas .
R4A ; 3 . R3R, R4R o l . R4C ?, P4D ; Teniendo la salida, las negras pier­
2. R4A, R3R ; 3. R3A, R4A ; y ganan . den : 1 . . . R2R ; 2. R4C ! , ó 1 . . . R2C ;
A l . R3A, la solución es 1 . . . R4R, y si 2. R3R ! , R2A ; 3. R3D ! ( para replicar
l . R2C ?, entonces 1 . . . R4A ; 2. R3A, a 3... R3A ; 4. R4D, R4C ; S. PSR ) ;
P4D y ganan . Lo correcto es l . R2A ! 3 . . . R2R ; 4. R4A.
( en es te caso la defensa tiene casual­ Pero si salen las blancas , la par­
mente forma de oposición ) ; 1... R3R. tida resulta nula. Salva a las negras
2. R2R ( tiene gran importancia prác­ el conservar la oposición (en las
tica y de principio el hecho de que, columnas principales del alfil de rey
además de esta solución dada por el y caballo de dama). l . R3C, R2C ! ;
compositor, cabe tamién 2. R3R ) ; 2. R3T, R3A ; 3 . R3C, R2C ! (pero no
2 . . R4A ; 3. R3R, R4R ; 4. R3A, R4D ;
.
3 . . . R4C ?, ya que después de 4. R3A,
5. R4A ( se puede j ugar también S . la casilla SA es inaccesible para las
R3R ) ; S . . . R3A ( si S . . . R3R, entonces negras ) ; 4 . R2A, R3A o R1A ; S. R3R,
6. R3R! ) ; 6. R4R, R4A ; 7. R3R, P4D R2R ; 6. R3D , R2D( 1 D ) ; 7. R4D, RlD
( 7 . . . R4C ; 8. R4D ) ; 8. R2D, R4C ; 9. (2D), etc.
R2A, RST ; 10. R2C y tablas . Analicemos ahora las posiciones en
que el peón rezagado ( que se defien­
¿Qué explicación tiene esta dife­ de) se encuentra próximo al extremo
rencia de resultado ( 95 ) en compa­ del tablero . Esta estructura de peo­
ración con el 94? nes es, en cierto grado, aún menos
Como el peón de la parte más dé­ favorable para la parte más fuerte .
bil es central , las negras tienen que Se explica, en lo fundamental, por
defender en el flanco de la dama el hecho de que el rey no esté al
un frente más amplio : tres casillas lado de su peón rezagado y por eso
en lugar de dos . Con el rey blanco el avance, a veces posible, de este
en se resulta insuficiente la réplica último, pierde eficacia.
R2A, por R6T ; a RSC es preciso
responder R2C . Por consiguiente, el En el 96 es imposible sacar el rey
rey negro no puede retroceder a la negro de su rincón : 1 . . . R1A ; 2 .
columna del CR, ya que desde allí R6D , R1C ; 3 . R7D , R1T ; 4 . P6T, RlC !
a la casilla 2C hay S j ugadas, mien- y tablas.

51
96 97 98

Si desplazamos hacia abaj o esta


posición en una o varias filas ( 97 )
el resultado sigue siendo el mismo :
1 . . . R3R! ; 2. R4R, R3D ! , tablas . (Des­
pués de 3. RSA, R4A, ya son las blan­
cas quienes deben procurar tablas .)

97a. Blancas : RSR, P4T, PSC. Ne­ posición del rey blanco en 4D ni en
gras : R2R, P3C Decide el resultado 6D, por el peón (2T )3T. Las casillas
el turno de salida. En esta posición 3D, 3A y 3C de las blancas son las
de los reyes o más distanciados en­ conjugadas de las negras 4R, 4D y 3A.
tre sí, la lucha se lleva por los es­ En esta posición las blancas ganan
caques críticos del peón 6C(3C). Es fácilmente si consiguen pasar la j u­
innegable que las posiciones de este gada al adversario. El método habi­
tipo, en comparación con el 82, son tual para conseguirlo es el <<trián­
mucho menos peligrosos para las gulo•• , es decir, la utilización en este
negras . caso de las casillas de retaguardia
2C y 2A. Para conservar el equilibrio,
97b. Blancas : R4D, P3TD, PSCD. las negras deben hacer lo mismo en
Negras : R3R, P3CD. Tablas . Ni si­ un triángulo similar. Pero en res­
quiera la reserva de tiempos de las puesta a 3 . R2A o a 3 . R2C, las negras
blancas modifiac este resultado . l . no pueden utilizar los escaques de
R4A, R3D ; 2 . R4C, las negras pueden retaguardia 2A ó 2D por la j ugada
j ugar 2 . . . R2D para replicar a 3. P4T del rey blanco (3A)AD, que les da­
con 3 . . . R2A. Pero también pueden ría la victoria, y tampoco disponen
2. . . R2A ; 3. P4T, R2C, ya que des­ del triángulo 3A, 4A y 3D, porque les
pués de 4. R4A, R2A ; S. RSD, R2D, es inaccesible la casilla 4A. Por con­
las negras llegan a tiempo de defen­ siguiente, no les queda más que el
der las casillas críticas y la reserva triángulo 3D, 4D y 3A ; pero si co­
de tiempos de las blancas ya está locan su rey en 4D (ó 3A), permiten
agotada. que el rey blanco ocupe la casilla
Pero o tro resultado se obtiene en conjugada 3A ó 3C, y por ello pier-·

esta posición desplazada a la fila den .


inmediata inferior (98) . Esto se debe En los manuales se dice errónea­
a que el peón 2T conserva la opción mente que se gana tan sólo j ugando
de la jugada doble. 3. R2C y que 3. R2A conducet a ta­
blas . Pero, en realidad, ambas j uga­
l . (R3D )3A (R4R )4D das son equivalentes.
2 . (R3A )3C (R4D )3A
3 . (R3C )2A
Las j ugadas de las negras son úni-
cas, ya que no pueden permitir la ó 3. (R3C )2C

52
y las negras se encuentran indefen­ tOO
sas, por ejemplo : 3. R2A, R3D (3 . . .
R4D ; 4 . R3A, y s i 4 . . . R4R, entonces
R4D ; 4. R3A, y si 4 . . . R3D, enton­
ces S. R4D ; a 4 . . . R3A, se puede re­
plicar también S. R4D y S. R3C ) ;
4. R2C, R3A ; S . R3C , R3C ; 6 . R3A,
R3A ; 7. R4D, R3D ; 8. P37 y ganan ;
lo mismo resulta si se juega 3. R2C,
R3D ; 4. R2A, R3A (4 . . . R4D ; S . R3A ) ;
S. R3C y ganan .
La solución propuesta establecía,
con fines metódicos, la equivalencia
de tres casillas fundamentales (la 3. R4R, R3A ; 4. R4D, D3R ; S. R4A
•línea avanzada>> ) . S abiéndolo se pue­ con la amenaza de 6. PSC) ; S . . . R2D ,
de acortar en una jugada la solución, etcétera ( 100 ) .
utilizando inmediatamente el trián­ Si son mano, las blancas consiguen
gulo : l. R2A ! , R3D ( 1 . . . RSD ; 2. rechazar el rey adversario a la fila
R3C ; l . . . R4D ; 2. R3A ) ; 2. R2C ! siguiente, por serie inaccesible la ca­
R4D ; 3. R3A, R3A ; 4. R3C, etc. silla 60, pero, no obstante, la parti­
Si desplazamos la posición 96 a la da es nula : l. R4D , R2D ! ( no l . . .
columna siguiente o a las pos terio­ R2R? ; 2 . RSR y tampoco l . . . R2A? ;
res ( 99 ), las blancas ganan siempre. 2. R4A, R2R ; 3. PSC ) ; 2. RSR, R2R ;
3. RSA, R2A (4. RSC, R3R) .
99
En l a posición siguiente la parte
débil tiene muchas posibilidades de
defensa en comparación con el ejem­
plo 94.

lOOa. Blancas : R3R, P4CD, PSAD.


Negras : R2R, P3AD . En el 94 se
consiguen tablas con la única ju­
gada 1 . . . R2A ! En cambio, en este
caso cualquier primera jugada de las
negras basta para hacer tablas. (Sin
Saliendo las blancas conviene ju­ embargo, cuando el rey negro esté
gar : l . RSD (no l . RSA?, R3D ) ; l . . . en lAR ó lR y las blancas tengan
RlD ; 2 . R6R, RlR ; 3 . P6C y · ganan . la salida, la defensa debe ser muy
Sin embargo, si desplazamos la exacta ; su índole se deduce de las
posición 99 a la fila inmediata infe­ variantes más arriba expuestas.
rior y más abaj o aún (el peón ne­ Si en el ejemplo 98, anteriormente
gro ya no está en su casilla inicial ) analizado, desplazamos la posición
resulta imposible ganar, indepen­ a la columna de la derecha ( obte­
dientemente de la salida. niendo así peones de alfil bloquea­
En una posición análoga con peo­ dos ) , no se modifica ni el resultado
nes de alfil bloqueados, pero con un ni el carácter del juego . Grigoriev
peon en 4D en vez de 4C, las blan­ varió un poco esta posición y enri­
cas podrían ganar, siempre que sa­ queció la teoría con una idea intere­
liesen las negras. A 1 . . . R3A, segui­ sante y original .
ría 2. PSD . En este caso la incursión Las blancas tienen dos tiempos de
2 PSC pierde eficacia debido a que reserva, pero , ¿cómo utilizarlos? Está
2 . . P x P ; 3. P6A, R3R o 3. RSD ,
. muy claro que la agresión directa a
PSC. No se consigue nada con la j u­ las casillas críticas 60, 6A y 6R
gada 1 . . . R3A, pues 2. R4A, R3R ; no promete la victoria, pues el rey

53
101 da la « Sal» de las maniobras tácticas
se basa en la decisiva conjugación
de las casillas 4A y 6R.

4 . ( R3A )4A ! ( R3R )2D

A la 4. . . R4R, decide la S. P4C y


la 6. PSC .
La continuación es sencilla : S. R4C,
R2A ; 6. RST, R2C ; 7 . P3C ! , R2T ; 8 .
R4C , R2C ( ó 8 . . R3T ; 9. R3A y si
.

9 . . . R4C, sigue 10. P4C y si 9 . . . R4T ;


10. R4A, R3T ; 1 1 . P4C) ; 9. R4A, R2A;
10. R4D, R2D ; 1 1 . RSR, R2R ; 12.
P4C y ganan .
Si uno de los peones ligados es
central, en las posiciones del tipo
se gana siempre , independientemen­
te de la salida . Si desplazamos esta
negro recorrería las casillas 3R y posición hacia abaj o, la parte más
3A (101), reduciéndose la partida al fuerte gana sólo cuando es mano el
número 100. adversario.
Triunfa un plan ingenioso. Manio­ 102
brando con un objetivo aparente, las
blancas colocan su rey en ST, pro­
vocando la réplica R2C . Después de
eso invierten uno de sus tiempos
de reserva en la jugada ( P2C )3C y
obligan así a que el rey negro jue­
gue 2T, cosa que les permite do­
minar en el centro el escaque SR,
teniendo otro tiempo de reserva .
Para llevar este plan a la práctica,
las blancas deben superar todavía al­
gunas dificultades tácticas . En el 102 ( o en la posición de
R5A blancas y R2A negras) se gana
l . ( R1A )2R ( R2A )2D únicamente en el caso de que sal­
gan las negras. Después de 1 . . . R3C
Es inútil 1 . . . R2C ; 2 . R3D, R3T
(ó 1 . . . R2R ; 2 . R5C, R2A ; 3. RSA )
por 3 . P4C, R4C ; 4. R3A, R3T ; 5.
el rey negro queda demasiado lej os
P4A !, R2C ; 6 . R4D y ganan .
de la casilla 2T ( 6 jugadas ) , mien­
2. ( R2R )3D tras que el rey blanco alcanza el es­
( R2D )2R !
caque ST en 5 jugadas . El j uego es
Es un momento crítico . Si 3. R4A, análogo al 9S .
sigue 3 . . . R3R y las blancas se en­ Pasemos ahora al estudio de es­
cuentran en zugzwang : 4. R4D (4. tructuras de peones móviles sin peón
R4C, R4D ) ; 4 . . . R3A ! ; S . R3A, R4R ! ; p asado, es decir, de casos en que
6. R4A, R3R ! y tablas. Pero para las no hay peones bloqueados.
blancas hay otra solución. Cuando los peones están en con­
tacto directo cabe el paso a posicio­
3 . ( R3D ) �A ! ( R2R )3R nes ya examinadas con peones blo­
queados.
ó 3 . . . R2D ; 4. R4C . Ahora son las ne­ Lo fundamental en esta estructura
gras quienes están en zugzwang. To- de peones es que uno de los peones

54
ligados tiene frente a sí peón ad­ 103
versario en la misma columna y el
otro se halla en la columna vecina ;
como éste no tiene enfrente valla al­
guna, posee mayor capacidad de
avance (es un « candidato» a peón
pasado o un « Semipasado » ) . Es evi­
dente que la presencia próxima del
rey propio refuerza la importancia
del peón dotado de mayor moviliclacl,
y resulta mas ven taj osa para la par­
te fuerte que si el rey estuviese le­
jos ; hemos visto la confirmación de
ello en una serie de ejemplos con
peones bloqueados . Otra cosa que
tiene muchísima importancia es la
reserva de tiempos que tenga la
parte más fuerte al pasar a una po­
sición bloqueada.
Y a hemos examinado posiciones tablas . Lo correcto es 2. R3A ó 2 .
con una estructura de peones en los R3D .
flancos y centrale s . Ahora nos con­ Como es natural , en la posición
viene seguir un orden inverso, ya 103 se gana también si se la desplaza
que las estructuras centrales son, arriba o abaj o . Estando el peón ne­
rel ativamente, más sencillas ; tienen gro en 2R (los peones blancos en
más importancia práctica las posi­ SD y SR) después de l. RSA, R2A,
ciones de flanco que, aclemas, son se gana también jugando 2. P6R + .
más complicadas y p oseen un mayor A la parte más fuerte no le con­
n_,mero ele peculiaridades . viene, sin manifiesta necesidad, apro­
Si el peón de la parte débil se ximar demasiado los peones, para
encuentra en alguna columna central tener mu.s de un tiempo de reserva .
( ele clama o de rey), se puede evitar Se gana más 1<-tcilmente si se econo­
el jaque en contaclísimas excepcio­ mizan tiempos ( 103 ) .
nes. En el caso, por ejemplo, de que
el rey adversario se encuentre muy 103a. Fine, 1 943 . Blancas : R4R,
lejos y no pueda prestar el debido P2D y P2R. Negras : R3R, P2R. Ga­
apoyo a los peones ligados. Como nan blancas. La tarea inmediata ele
regla, la parte más fuerte gana siem­ las blancas es ocupar con su rey la
pre. casilla 6R. l . P3R, R3D ; 2. RSA, R4D ;
Lo más sencillo en este caso es 3. P3D, R3D ; 4.P4R, R2D ; S. RSR,
l. R3D ( es decir, apoyar el peón que RlD ; 6. R6R, R1R. Ahora el rey debe
tiene mayor movilidad ) ; 1 . . . R3D ; ocupar la casilla 7D ó 7A . 7. PSR (ó 7 .
2 . R4A, R3A ; 3. PSR y ganan (92). P4D ) ; 7 . . . R1A ; 8. R7D , R2A . Queda
También gana l. R4A, R3A ; 2. R4C por ganar el peón negro ; 9. P4D,
( no 2. PSR + ?, R2A ! , tablas ) ; 2 . . . R1A ; 10. P6R y ganan.
R2C ( a 2 . . . R3C ? l a j ugada decisiva En algunas posiciones las manio­
es 3 . PSR, ya que en el caso 3 . . . bras de los reyes son más compli­
R3T las negras n o tienen tiempo de cadas .
defender el flanco de clama ) ; 3. RSC, Este ejemplo es una ilustración
R2A ; 4. R6T, R3A ; S . PSR+ y ganan . manifiesta de un procedimiento típi­
Si saliesen las negras , entonces a co . l . R3C , R3A ; 2. R4A, P6R ! ; ahora
1 . . . R3A, no se debe contestar 2 . 3. P x P pierde, ya que 3 . . . P6D ; 4 .
R4A ? p o r 2 . . . P4R + ; 3 . P x P + , R3R y R3A, R4R ! ; S . R2 A ( ó S . P4R, RSD ;

55
104 S. R3R) ; 3. R2D, P3R (3 ... R4A ; 4.
R3R) ; 4. R2A, R4A ; S. RlD, R5D ; 6 .
R2D, R4A ; 7 . R3R, P4R ; 8 . R2R, R5D
(8 . . . R3D ; 9. R3A ; 8 . . . R5C ; 9. R3A,
R6A ; 10. R3R, R5C ; 1 1 . P4D ) ; 9. R2D,
R4A ; 10. R3A y ganan .
La posición que damos seguida­
mente es de difícil solución .
106

6. P5R, R6A y ganan ) ; 5. . . R5R ; 6 .


R1A, R6A ! ; 7. R1R, R x P3R. Es co­
rrecto 3. R3A!, R4R ; 4. R2R ! y ta­
blas .
105

No se consigue nada con la tenta­


dora jugada P4R, ya que 1 . . . R7T !
(no 1 . . . R7C ? ; 2. PSR, P3R ; 3 . R4C
y tablas ) ; 2. PSR, P3R ; 3 . R3A (es
vana l a tentativa de capturar el
peón 7D, pus el rey negro tiene tiem­
po de ocupar la casilla 5D) ; 3 . . .
R6T ; 4 . R4A, R5T ; S . R5A, R6C y
ganan .
Tampoco salva a las blancas l .
R5A, porque l . . . R7C ; 2 . R6C, R6A ;
3. R7A, P4R (ó 3 . . . 4D) y ganan .
La unica posibilidad de la defensa
consiste en aprovechar la mala po­
Es muy ilustrativo el ejemplo 105 sición del rey negro. Para este fin
( Leyk, 1 941 ) ; l . R2A ! ( no 1 . R2R?, no sirve l . R3A?, que dej a a las
R6A ; 2. R3R, P4R !¡ ; 1 . . . R4A ; 2. RlD ! negras la réplica l . . . R7T .
( es un error jugar 2. R3A ó 2. RlA,
por 2 . . . P4R, que permite a las ne­ l . ( R4A)3 C ! ( P2R)3R
gras tomar la oposición en la colum­
na principal, lo mismo que en el Si l . . . RBC, entonces 2 . P4R, RBA
15 ; por ejemplo : 2. R1A, P4R ; ( en caso de 2 . . . P3R ; 3 . PSR, el rey
3. RlD, R3D ! ; 4. R2D, R2D ! ; 5 . negro no podrá abandonar la fila p ri­
R3A, las blancas han conquistado la mera) ; 3 . R3A, RBD ; 4. R3D, R8R ;
fila, pero no la oposición ; S . . . R2A !, S. PSR ! (no S. R3R?, P4R ! y ganan ) ;
tablas ) ; 2 . . . R5D ( 2 ... P4R ; 3 . R2R ! ; S . . . R7A (ó S . . . P3R ; 6. R3R) ; 6. P6R,
2 . . . RSC ; 3 . R2D !, P4R ; 4. R2R !, R6A ; P3D ; 7. R4R, R6C ; 8. RSA y tablas .

56
2. ( P2R)4R (P2D)3D 108

ó 2 . . . R8C ; 3 . PSR y tablas.

3 . ( P4R)SR !

Esta j ugada fuerza el resultado


nulo. Después de 3 . . . P4D ; 4. R3T,
el rey negro queda encerrado para
siempre y el movimiento del peón
de dama resulta inútil .
Con un peón de alfil tiene esencial
importancia para la parte débil el
hecho de si es central alguno de los
peones ligados y en ciertos casos a
qué lado de los peones se halla el
rey que los apoya y quién es mano .
107

de las blancas y R3D de las negras


se puede considerar nulo el resulta­
do después de ( P4A)SA, R3A o des­
pués de R4A, R3A : las blancas po·
drían ganar sólo si saliesen las ne­
gras ( R6A, RSR o R6R, R4A) en el
flanco de dama, pero conseguir esta
situación partiendo de la posición
del 108 es imposible .
Si desplazamos el ejemplo 108 ha­
cia arriba, las blancas ganan ; si lo
hacemos hacia abaj o, sigue siendo
tablas, pero si al mismo tiempo si­
tuamos ambos reyes en la columna
de la dama, las blancas ganan sólo
si son mano las negra s .
Si en el 107 desplazamos la posi­
La postcton 107 se diferencia de ción hacia arriba, la victoria resulta
la 103 por el hecho de que el rey, todavía más fácil para las blancas .
por falta de espacio, no puede irrum­ Pero si Jo hacemos hacia abaj o en
pir por la derecha. Sin embargo, se una o dos filas, las negras adquieren
gana j ugando l. R4C , R3C ; 2 . R3A la sorp rendente facultad de hacer
( no 2. PSA + ?, R2A o R2C y tablas ) ; tablas, si bien en el caso de tener
2 . . . R2A ; 3 . R3R, R2R ; 4 . R4D, R3D ; la salida.
S. PSA y ganan . Saliendo las negras :
1 . . . R3C ; 2. R3C ! , R2A ; 3. R3A, R2R ; El secreto de la defensa radica en
4. R3R, R2D ; S. R4D, R3A ( S . . . R3D ; que las negras deben tener siempre
6. PSA ) ; 6. R4A, R3D ; 7. RSC y la posibilidad de replicar a R4T con
ganan. R3C, a R2C con R3A , a R3C con
R2A. El rey negro debe estar más
En cambio, en el ejemplo 108, don­ cerca del centro que el rey blanco .
de las blancas no tienen un peón Ahora explicaremos el p orqué de
central, la partida termina en tablas, esos consejos.
independientemente de la salida. El ejemplo 109 nos lleva rápida­
Cuando se llega a la posición R4D mente a la situación representada en

57
109 110 111

4 . R 1T , R4C) ; 4 . . . R5R ( y se repro­


duce el problema de Grigóriev, nú­
mero 80) ; S. R1R, R6D ; 6. RlD, R6A ;
7. R1A, R6D y tablas .
Saliendo las blancas se gana j u­
el 1 10 . 1 . . . R4C ! (si 1 . . . R3C, . entonces gando : l . R2C( 1 C ) , etc.
2. R4T y las blancas quedan victorio­ Si en el 111 cambiamos la po­
sas ; como tampoco se puede admitir sición de los reyes, situándolos en
3. RST, las negras se ven obligadas 2D y 5D, respectivamente, a las ne­
a jugar 2. . . R3T, pero entonces las gras no las salva el tener la salida :
blancas colocan su rey en 3D, con­ 1 . . . R5A ; 2. P4R ! y ganan .
siguen la situación R3D , RSD y ga­ lila. Keres, 1943 . Blancas : RlTR,
nan mediante R3A, P4A, lo mismo P2R y 2AR. Negras : R5CR, P5AR.
que en el 107. Para defenderse, las Ganan blancas : l. R2T !, R4A ; 2.
negras deberán responder a R3D con R2C ! , R3A ; 3. R1A, R4R ; 4 . R1R,
R4A ! ) ; 2 . R2C (2. R3C, PSA + ; 2. R5D ; 5 . R2D , R5A ; 6 . P4R, R5D ;
R2T, R3C ) ; 2 . . . R3A ! ; 3. R3C y he­ 7. P3A, R5A ; 8. R2R, R5D ; 9. R2A,
mos llegado al problema de Dedrle R4R ; 10. R1A y ganan, lo mismo que
( 1 10). en el 8 1 .
La solución del 110 la damos desde Teniendo tiempos d e reserva es
el principio : 1 . . . R2A ! (conservando más fácil ganar, pero, a veces, resul­
la posibilidad de replicar a 2 . R4T ta bastante complicado.
con R3C, y a 2 . R2C ó 2 . R4A con En el ll2 la victoria es sencilla :
R3A) ; 2. R2A, R3R ; 3. R2R, R4D(3D ) ; l . R4D, R3D ; 2. P4C , R3R (2 . . . R3A ;
4 . R3D (4. R2D , R3D ! o R3A ! ) ; 4 . . . 3. R4R) ; 3 . R5A ; ó l . . . R4A ; 2. R5D ,
R4A ! ; S . R3A ( S . P4R, R3D ! ) ; 5 . . . RSC ; 3 . R6R, R x P3C ; 4. PSA.
R4D ; 6. R4C , P5A ! (y en eso reside Saliendo las negras, las tablas se
todo el secreto : si 7 . P x P, en torrees hacen evidentes en el acto . 1 . . . P4A +
7 . . . R3R ; si las blancas no toman el (2. R4D, R3D) . Analizando este pro­
peón, quedará bastante cerca de l a blema, Berger hizo la sencilla de­
fila d e promoción, cosa que no exis­ ducclUn de que si el peón estuviese
t !a en el ejemplo 107) ; 7. P4R + , en 2C ( 1 13 ) , sería posible 3. P3C
R5D ; 8 . R3C, R3R ; 9 . P5R, R x P3A ; y se ganaría independientemente de
10. P6R, R7C ; 1 1 . P7R, P6A ; 12. P8R la salida . Berger, sin embargo, no ha
=D, P7A y tablas . señalado cómo se gana en el 1 1 3
Saliendo las blancas en el 109 saliendo las blancas.
gana la jugada R3C, R2A, etc., y en Fine ( 1 941 ) p ropuso la siguiente so­
el 1 10, R4A . lución para el ejemplo 1 13 : l . R4D ,
Las tablas se consiguen j ugando R4A ( 1 . . . R3D ; 2. P4C) ; 2. R3R, R5C
1 . . . R5C ! ; 2. R1C, P6A ! Después de (2 . . . R3R ; 3. R4R) ; 3. R4R, R5T ! (no
3. P3R, R4A ; 4. R1A (4. R2T, R5C ; 3 . . . R6C ; 4 . R5A) ; 4. R3A ! (no 4.

58
191 3 ) : l . P4C + condujo a la victoria
112 113
debido al error del adversario . La
posición es de tablas ( 108 ) . Al­
gunos opinaron, y Berger también
nos habla de ello, que se puede ga­
nar jugando l. R2T y si l . . . R3T ( ó
RSC ) , entonces 2. R2C, R3C ; 3. R2A,
etcétera, llevando el j uego al 1 12 .
Ley k opina que en caso l . R2T las
tablas se hacen evidentes después de
1... P4A . Más decidido es el intento
l. R2 C pero con una defensa eficaz
,

no da resultado. Leyk no ha dado


explicaciones para esta última va­
riante, y lo hacemos ahora nos­
otros : l . . . RSC ! ( las demás j ugadas
pierden : 1. . . P4A ; 2 . R3A ; 1 . . . R3C ; 2.
R2A, R4A o R2A ; 3. R3A, R3R ; 4. R4C
RSA ?, R6C) ; 4 . . . P4A ( 4 . . . R4T) ; S . ó 3 ... R3C ; 4. R4R ) ; 2 . R2T ( si 2 . R2A,
P3C, P4A ; 6 . R2A ! y 6 . . . R3C ; 7 . R3R entonces 2 . . R6T ; 3. R3A, P4A ) ; 2 . . .
.

o 6 . . . RSC ; 7. R2C, R4T ; 8. R3A , R3C ; R4A ! ( ésta es la única j ugada : 2 . . .


9. R3R) ; S . R2A ! (pero no S. P3C + ?, R6A ; 3. R3T ; 2 . R4T ; 3 . R l C ) ;
. .

R6T ; 6. R2A, R7T ! ) ; S . . RSC ; 6 .


.
3. RlC ( 3 . R2C , RSC ; 3. R3T, R3C ;
P3C, R4T ( 6 . . . R6T ; 7 . R3A, R7T ; 4. R-, P4A ) ; 3 . . R3R ! Otra vez la
.

8. P4C); 7. R3A ! , R3C ; 8. R3R y única jugada, pero ahora las negras
ganan . ( Véase 12S y 126b, 1936 . ) amenazan 4 . . . P4A y tablas, y en caso
E s t e procedimiento de ganar con­ de 4. P4C las tablas también son evi­
serva su importancia si, por ejem­ dentes .
plo, se da la situación R3R de las En el 115 los peones ligados están
blancas y R4A de las negras o R4R condenados, pero las blancas los sa­
y RSC ; teniendo que j ugar las ne­ crifican a fin de desplazar en bene­
gras. Pero en la posición inicial se ficio p ropio las casillas clave : l .
gana mucho más fácilmente ( según P6A ! , P x P (si l . . . R x P, las blancas
Grigóriev) j ugando : l . PSA + ! , R3D ; tienen tiempo de defender el peón
2. R4A ! , etc. ( 10 1 ) . 4A) ; 2. PSA, P x P ; 3. RlC! y tablas .
El p roblema de Matison tiene la
En el ejemplo 114 ( Lasker-Ward , siguiente distribución : Blancas :
RlTR, P4AR, P4TR. Negras : R3TR,
114 115
P2AR, P4CR. Después de l . P xPC+ ! ,
R4T, obtenemos l a posición repre­
sentada en el 1 1 5 .

U n complemento del 1 0 6 es l a si­


guiente enjundiosa posición que pa­
rece tomada de una partida jugada
en la práctica ( 1 16 ) .
Los peones ligados están amenaza­
dos y tarde o temprano será preciso
jugar ( P2A )3A, para rechazar el ata­
que de R7A mediante ( P2C )4C ; la
réplica ( P4A)SA no es de temer, ya
que después de R4C, al rey blanco le
da tiempo de llegar a 4D. Sin embar-

59
116 blancas, en su plan de atacar al peón
negro por la retaguardia, tendrán
que «envolver» al rey negro ( colo­
cándose a la distancia de j ugada
de caballo ) ; podrán hacer esta ma­
niobra gracias a los tiempos de re­
serva de que disponen ( P2C )P3C o
( P3A )4A . El j uego que sigue se com­
prende, aunque cada variante preci­
sa un cálculo exacto.

4. ( RSC )6C ( R4R)3R


5 . ( R6C )7C !

Aun es temprano para jugar S. P3C


por S . . . R4R ; 6. R7T, PSA !
Y se puede seguir :
a) S . . . R2R ; 6. P4A ! , R3R ; 7. RSA,
R4R (7 . . . R3A ; 8. P3C) ; 8. P7R ! , RSD ;
go, la j ugada inmediata de l. P3A no 9. P3C, R6A ; 10. R6D y ganan .
sirve, ya que 1 . . . R6A ! ; 2. R4T ( 2 . b) 5 . . . PSA ; 6. R6C ( 6 . RSA ?, R3A,
R2T ?, incluso pierde después de 2 . . . tablas) ; 6 . . . R4R ; 7. RSC, R5R ; 8 .
PSA ) ; 2 . . . RSA, etc., y tablas . E s evi­ R6A ! , R6D ; 9 . RSR, R7A ; 10. R4D, y
dente que el rey blanco, para evitar ganan .
que le <<encierren», debe tomar parte e) S . R4A ; 6. R8A ! (no se puede
. .

del j uego, acercándose a los peones. j ugar de otro modo : 6 . R7A, PSA ;
6. P4A, RSR (6. . . R8C, R3A ! ) ; 6 . . .
l . ( R3T )4C ! ( R7A )6R P5A ( ó 6 . . . R3R ; 7 . P4A, l o mismo
que en la variante a); 7. R7A ! ,
Conviene seguir ahora 2. RSA ? Las R4R ; 8 . R7R y ganan.
negras amenazan ya con 2 . . . R7D ; a Como ven los lectores, se trata de
esto le seguirá 3. P3A, R7A ; 4. P4C unas maniobras complej as en casi
y aquí es donde se manifiesta el nue­ todo el t ablero .
vo recurso defensivo de las negras :
4 . . . PSA ! , es decir, la amenaza de ha­ 117 118
cer tablas contra dama, gracias al
peón de alfil. Para evitarlo, el rey
blanco deberá estar lo suficiente­
mente serca ( casilla 3A ! , véase 8Sa ) .
Por consiguiente, por ahora, no s e
debe alej ar de la fila cuarta. E l
peón, sin embargo, s e debe avanzar .

2. ( P2A )3A ( R6R)SR


117 se ¡parece al 90, pero es aún
Se intenta la salvación por otro más favorable para las blancas . 1...
medio . R2D , además de la réplica normal
2. RSD, cabe también 2. P6A, RlR ;
3. ( R4C )SC ( R5R )4R 3. P x P, R2A ; 4. P8C = D y S. R6A .
El resultado no cambia si trasla­
Si 3 . . . R6D , entonces 4. R4A ! El damos la posición hacia abaj o, a
<<paseíto » siguiente de los reyes favo­ cualquiera de las filas . Las excepcio­
rece a las blancas ; disminuye el pe­ nes qu_e se señalan para el caso de
ligro para los peones ligados, y las que las negras tuvieran peón de al-

60
fil, no cuentan para este ejemplo. Se explica porque después de ( PSC)
Con peones en 2A, 2C y 4C, a 1 . . . 6C las casillas 4C y 3A, así como las
RSD l a solución es 2 . P4A ! de 4T y 4A, están conj ugadas ( debido
Es muy interesante la posición del a la amenaza de ( PST)6T .
1 1 8 . La salida en este caso no El conservar la oposición salva a
tiene importancia, ya que las negras , las negras en situaciones semej antes ,
igual si salen que si responden, de­ pero trasladadas a una o varias filas
berán jugar lo mismo ; por ej emplo : más abaj o .
l . RSD, R2A ( 1 . . . R2D? ; 2. P6T ) . 119
Después d e 2 . R6D , RlA ; 3 . R6R se
consiguen tablas con 3 . . . Rl R ! ; 4 .
RSA, R2A !
Sería erróneo, por una aparente
analogía con el ejemplo 96, me­
ter el rey en la esquina antes de la
j ugada ( PSC)6C, por ejemplo :

3. ... (RlA)lC?
4 . (R6R)7R (R1 C )2T

No es una solución j ugar 4 . . . RlT,


ya que S . R7A, R2T ; 6 . P6T ! ( ó
P6C + ) .

S . ( R7R)8A

Se puede también S. R7A, RlT,


pero en vez de 6. P6T ?, R2T, se debe
jugar 6. R6C !, RlC ; 7. P6T, RlT Como las blancas tienen un tiempo
( 7 . . . P x P ; 8 . R x P6T) ; 8. P x P+ ! , de reserva ( P4C )SC, las casillas cla­
R l C ; 9 . R6T y ganan . ve, en este caso, son SD, SR y SA.
( Por eso estando el rey blanco en
S. . . . ( R2T)1T SD y SR, con el rey negro en la sép­
6. ( PST )6T y ganan. tima fila, las negras pierden ) . La so­
lución para ellas es conservar la opo­
Si en el 118 colocamos el rey sición en las columnas de rey y de
blanco en 4C y el negro en 2T dama : l. R4D , R3D (2. R4A, R4R). Si
( 1 18a), las negras, moviendo, con­ l. R4A, entonces l. .. R3A , defendien­
siguen hacer tablas, mediante 1 . . . do de la invasión el escaque se.
RlC ! Jugando primeros las blancas, Pero, ¿cómo j ugar en respuesta a
las negras pierden : l . RSA, RlC (en 2. R3A?
este caso 1 . . . P3C + no implica ta­ No sirve 2. . . R3R? a causa de 3 .
blas, ya que le sigue 2 . R6C , RlT ; R4R ó 2. . . R2R, p o r 3 . R3R ! y l a
3 . R7A ! (no 3 . P6T ?, a causa de 3 . . . oposición está e n manos d e las blan­
RlC ! y tablas) ; 3 . . . R2T ; 4 . P6T, cas . La única jugada es 2 . . . R2A !
P3C ; S. R6A y ganan . En la columna del alfil no es obliga­
En la posición 1 1 8b, Pospishil, torio mantener la oposición por la
19SS, donde las blancas ocupan : existencia de casillas << críticas » ; si
R3CR, PSCR y PSTR. Negras : R4R, 3. R3C, se puede replicar 3 . . . R3A,
P2CR, las blancas no pueden ganar : ya que no se consigue nada con 4 .
l . R4T, R3R ! (no 1 . . . R4A?, en vista R4A, p o r 4 . . . P4C + . En l a columna
de que 2 . P6C, R3A ; 3. R4C y ganan ) ; del alfil, el rey negro encuentra re­
2. P6C, R4A y tablas ; o bien : l . R4C , fugio cuando le amenaza la pérdida
R3R ; 2 . P 6 C , R3A ! ; 3 . R4A, R2R ; de la oposición, por ejemplo : 3 .
4. RSC , RlA ; S. P6T, RlC y tablas. R3R, R4R ( ó 2R) ; 4. R3A, R3A !

61
Una vez aclarado esto, se compren­ 1 20 1 21
derá fácilmente el juego en el 1 19a .
En este ejemplo, dicho sea de paso,
se manifiesta un nuevo recurso de­
fensivo de la parte más débil, estan­
do los peones blancos tanto en la
fila tercera como en la segunda.

1 19a. Grigoriev, 1936. Blancas :


RICD, P3CR, P3TR. Negras : R2CD,
P4CR ( con cambio de colores ) ; ta­
blas saliendo las negras . Debido a la
amenaza ( P3T )4T, las negras deben
entrar en el cuadrado del peón de ( dejaba el desarrollo de la variante
torre, es decir, i r hacia la columna para el lector ) . En relación con eso
del alfil de dama, pero jueguen como presentaba la solución : l. R4R, R3R ;
jue�uen, la oposición sigue en poder 2. PSA + , R3A ; 3. R4A, etc. Sin em­
de las blancas. bargo, precisamente gana antes l .
Hay que buscar la salvación en la PSA ; s i l . . . P3C, sigue 2. P x P, R2R
columna del alfil de rey. (ó 2 . . . R3R ; 3. PSC ! , RZR ; 4. RSR,
L . RZA, RlA ( después de 2. R2A, RlR ; S . R6R, RlA ; 6. R6A, Rl C ; 7.
R3A ! la oposición habría pasado a P7C, RZT ; 8 . P8C = D ! ; saliendo 2 . . .
manos de las negras ; 2. . . R2D ; 3 . R2R, las negras impulsan a · s u ad­
R I D , R2R ; 4 . RIR (las blancas si­ versario a que avance prematura­
guen sin poder iniciar la maniobra mente el peón rezagado : 3 . PSC?,
envolvente ; por ejemplo : 4. R2A, RlA ; 4. RSR, R2C ; S . RSA, R I C ; 6.
R3R ! ; S. R3A, R4R ; 6. R3D, R4D y R6A, RIA ; o RlT y tablas ) ; 3 . RSR !
tablas ) ; 4 . . . R3A ( ahora S. R2A, R4A, y ganan, lo mismo que en la varian­
nos habría llevado a tablas eviden­ te arriba indicada.
tes y por eso las blancas inician una En el 121 todas las jugadas, a ex­
peligrosa maniobra envolvente ) ; 6 . cepción de l . RST?, conducen al ma­
R2D ( a l p arecer, l a s negras se en­ te, como se deduce de las observacio­
cuentran en un callejón sin salida, nes para los números 1 1 8 y 1 1 8a.
todas las jugadas del rey pierden) ; En los ej emplos 122 y 123 los peo­
S . . . PSC ! He aquí la salvación . Des­ nes ligados son más débiles por la
pués de 6 . P4T, R3R !, las negras posición retrasada de su propio rey.
consiguen la posición del 82 (el
peón de torre no ha cruzado el cen­ 1 22 123
tro del tablero) y para hacer tablas
basta que el rey negro se p asee por
las casillas 3D y 3R, mientras que el
rey blanco permanece en la segunda
fila.
La p arte más fuerte puede confiar
más en la victoria si los peones no
están en contacto inmediato y, sobre
todo, si el rey se encuentra delante
de los peones ligados.
En e l 120 no gana únicamente 1.
PSC? por 1 . . . P3C . Es curioso que
Capablanca, en la primera edición
inglesa de <<Ajedrez fundamental»,
afirmaba ( más tarde rectificó ) que
l. PSA tampoco gana por l . . . P3C

62
122. l . R2A, R2C ; 2. R3C , P4T ; 3 . R4A ; 3 . R3A, P3C ; 4 . P3C ) ; 3 . R3T,
R4T, R3C ; 4 . P3C ! y ahora 4 . . . R3T P3C ; 4 . P3C ! , P4C ; S. P4C + y ganan .
conduce a tablas. Es muy instructiva, aunque más
El 123 tiene gran importancia teó­ larga, l a solución dada por Sacconi
rica. ( 1924) ; l. R3A, R4C ( 1 . . . P3C ; 2. P4T ;
l. R2A, R3T ( l . . . R2C ; 2 . P4C, PST ; 1 . . . P4C ; 2. P4C + , reduciendo el jue­
3. PSC ; 1 . . . P4C ; 2. P3C ) ; 2. R3 C, go al 98, pero es más sencillo, na­
R4C ; 3 . R3T !, R4A (ó 3 . . . RSA ; 4 . turalmente, 2 . R3C y 3. P4T ) ; 2 . R4R,
R4T , R4A ; S. P3C ! y tablas, según RSC ; 3. RSR, R4C ; 4. R6R, R3C ; S .
Sacconi, 1924, véase 124) ; 4 . R4T ! , R2R, R2T ; 6 . R7A, R3T ; 7 . P4C , R2T
RSA ; S . P4C ! , P x P y tablas. (7 . . . R4C ; 8. P3T, R3T) ; 8. PSC, R1T ;
1 24 9. R6C y ganan . ( Véanse las o bserva­
ciones al 86a ; en este caso, des­
pués de 9 . . . R1C, el rey pasa a la ca­
silla que le conviene para jugar ST
y por ello el peón debe pasar a un
escaque de otro color : 10. P4T ! )
Más complicado es el juego sa­
liendo las negras. La variante p rin­
cipal de la solución que damos más
abajo se ha hecho partiendo de un
análisis de Grigóriev que no ha sido
publicado *.

l. . . . ( R4A)SA !

Después de esa jugada el rey blan­


co no consigue ponerse delante de
los peones.

2. ( R2A )2R
Esta posición, objeto de numero­
sas discusiones en el pasado, fue so­ Si 2. P3C + , para hacer tablas b as­
lucionada correctamente a los ochen­ ta cualquier jugada del rey en ca­
ta años de haber sido publicada. silla b lanca, por ej emplo : 2 . . . R4A ;
En contra de la opinión de Lasa 3. R3A, R4C, lo mismo que en la va­
( que la propuso en 1 843 ) , Berger riante p rincipal ó 3. P4T, P4C ; 4 .
( 1 922 ) y Fine ( 1 941 ) , las blancas no PST, P S C ó 3 . P 3 T , P4C ; 4 . R3R, R4R
ptteden ganar siendo mano las ne­ ( también 4 . . . PSC) ; 5. P4T, R4R y lo
gras. La demostración que hacen de mismo que 1 19) y tablas. Lo más
la victoria de las blancas siendo sencillo de todo es la réplica 3 . . .

mano, carece de solidez y necesita RSC !


de algunas correcciones .
Berger demostraba erróneamente 2. . . . ( RSA)SR !
la victoria, jugando las blancas, me­ 3 . ( P2C)3C ( RSR)4A
diante : l. R3C, R4C ; 2. P3T, R4T ; 3.
R3A, RST (o antes 3 . . . R4C ; R4R, G rigoriev h a b la anotado esta 'Va·dant c ,
RST ) ; 4. R4A, continuando las ne­ sin come ntarios, en las 1ná·rge n e s del li­
gras 4 . . . P4C + ? ó 4 . . . R4T ?, con lo bro d e Berge·r (Para refutar las d e duccio­
cual pierden . Sin embargo, como ha nes de este últint.o) que me P erten ecía a
1 H Í . Ch éron h a bía S l!lí a l a do t a m b i é n la de­
indicado Sacconi en 1924, 4 . . . P3C,
cisión correcta (1952), citando a Sacco ni;
asegura el empate. p e ro eL aná lisis dad o por Sacconi e s erró­
Chéron ( 19S2), teniendo en cuen­ neo a Pa rtir d e la sexta jugada y l lega a
ta el 123, p recisó la solución : l . la e q u ivocada conclusión de q u e ganan las
R3C, R4C ; 2 . P4T + ! , R4T ( ó 2 . . . blancas.

63
Berger y Fine continúan 3 . . . P4C ?, reserva un tiempo, jugando 7 . P3C, . .

que pierde en seguida por 4 . P3T . las blancas consiguen lo mismo con
También pierde 3 . . . P3C?, ya que 4 . la réplica sutil y nada fácil de 8.
P4T, R4R (4 . . . R4A ; S . R3A, P4C ; 6 . R2R ! ! , siguiendo luego así : 8 . . . RSR ;
P4C + ó S . . . R4R ; 6 . R4C y 7 . PST) ; 9. P4T ; 8 . . R4A ; 9. R3R ; 8 . R3R
. . .

S. R3R, P4C ; 6. PST, R4A (6 . . . PSC ; o R3A ; 9. R3A y ganan .


7. P6T) ; 7. P4C + , R4R ; 8. R3D (esto
es más sencillo que 8 . R3A, R3A ) . 8. ( P3T )4T ( R4D )4R
9. ( R3D )3R (R4R) 4A
4 . ( R2R)3A 10. ( R3R)3A ( P2C)3C !
11. ( P3C)4C + ( R4A)3A !
Es evidentemente débil 4 . P4T,
RSC ; S . R2A, por S . . . P4C y l a con­ y tablas, como en el ejemplo 1 19 .
tinuación P3T nos conduce, con cam­ Los 12S y 126 nos ofrecen u n ejem­
bio de j ugadas y pérdida de tiempo, plo de maniobra complicada.
a la variante p rincipal después de
1 25
4 . . . RSR o R3R (no 4 . . . P4C ? ; S . R3D !
y no 4 . . . P3C ? ; S. R3R ! ) ; S. R2A
(ó S. P4T, R4A ; 6. R3A, PSC ! ; 7 .
P4C + , R3A ! , 1 19 ) ; S . . . R4A ; 6 .
R3R (6. R3A, P4C ! ) ; 6 . R4R ; 7 . R3A,
. .

R4A ; 8. P4C + , R4C !

4. . . . ( R4A)4C !

Pero no 4 . . . P3C ? ; S. P4T y no 4 . . .


P4C ? ; S . P4C + (98).

S . ( P2T)3T

Si S . P4T +, j uega S . . . R4T ; 6 . R4A,


P3C, lo mismo que en el 123 y a
S. P4C sigue S . . . RST y tablas.

S. ... ( R4C)4A ! Salva a las blancas el ataque a los


peones ligados por el flanco y la
Chéron continúa 6. P4T, P3C ! retaguardia ( 125 ) .
(Sacconi analiza tan sólo 6 . . . R3C ? l . RSD , RSC ; 2 . R6R ! , P4A ; 3 . R6A ,
y 6 . . P4C ? ) ; 7 . P4C + , R3A ! y tablas
. P4C ; 4. RSR ! , PSA.
( 1 19 ) . A este mismo final nos lleva Las negras han avanzado al m áxi­
6. P4C + , R4C ; 7 . R3C, P3C ! ; 8. P4T + , mo sus peones, pero la continuación
R3A ! no se presenta fácil : no pueden cap­
El análisis hecho por Grigoriev turar el peón 2C sin perder los su­
pone a las negras ante una nueva yos, ni cambiar el peón SA por el 2C
prueba. sin perder el 4C.

6 . ( R3A)3R ( R4A)4R S . R6A ! , RST ; 6 . RSA !


7 . ( R3R)3D ( R4R)4D !
Esta posición de los reyes es muy
¿Cómo se interpreta este signo de interesante : el que la ha conseguido
admiración, puesto por Grigoriev sin con su j ugada, coloca al adversario
aclaración alguna? en posición de zugzwang.
Se comprende que a 7 . . . P4C, gana
8 . R3R ; pero si las negras dej an en 6 . . R4T ; 7 . RSR !
.

64
Otra vez jugada única. Si 7. R4R?, 1 26 1 27
entonces 7 . . . RSC y 8 . . . P6A . En cam­
bio, ahora a 8 . . . RSC, seguirá 8. R4R.
7 . . . R3C ; 8. R4R ! , R4T ( había la ame­
naza de 9. P3C ) ; 9. RSR ! y tablas.
No cambia nada si las negras, des­
pués de l . RSD, juegan con mayor re­
serva, p rocurando con sus maniobras
desplazar al rey blanco de las casi­
llas conjugadas ; por ejemplo :
1 . . . R4C ( 1 . . . R3T ; 2. R6R, P4A ;
3. P3C! ó 2 . . . R2C ; 3. P4C ; 4 . . . P4A ;
2. R6R, PSA ; 3. R6A, P4C ; 4. RSR ! ) ;
2 . R6R, P4A ; 3 . R7A, PSA ; 4 . R6R ! ,
RS C ; S . R6A, R4T ; 6 . R6R ! ( no 6 .
RSR?, P4C ! ) ; 6 . . . RSC ; 7 . R6A, P4C ;
8 . R6C ! , RST ; 9. RSA ! y tablas .
1 . . . R4C ; 2. R6R, P4A ; 3 . R7A,
R4T ; 4. R6A, R3T ; S. R6R ! , R4C ; En el 126 no se consigue nada j u­
6. RSR, RSC ; 7. R6A, R4T (7 . . . P4C ; gando l . P4A ó l . P3A después de l . . .
8. RSR) ; 8. P3C ! y tablas. R7A. ( Esto se deduce claramente del
Si l. RSD , RSC ; 2. R6R ! , R4C, en­ ejemplo 12S ) . Para ganar, las blancas
tonces 3. P3C ! (no 3 . . . R2A ; 4. RSA ! ) ; tienen que recurrir al distanciamien­
3 . . . P4A ; 4. R7A ! , R4T ; S. R6A ! , R3T ; to del rey negro .
6. R6R ! y tablas.
Es preciso darse clara cuenta de l . ( R3T )2C ! ( R1 R )2R
que si las negras, en el ejemplo 12S,
no pueden ganar, se debe únicamente De ninguna manera se debe permi­
a que no disponen de una columna tir que el rey negro pase a 3R, por
más para poder maniobrar libre­ ejemplo : 2 . P4A?, R6R ; 3 . R3T, P3C !
mente (a la derecha de la columna ó 2. P3A?, R6R ; 3 . P4C, P3C ! ; 4. R3C,
de torre) . Una explicación de ello P4C y tablas.
lo tenemos en los ejemplos 12Sa y
12Sb ) . 2 . (P3C)4C ! ( R7R)6D
125a. Shpilman-Rubins tein . San 3. ( R2C )3A !
Petersburgo, 1 909. Blancas : R6CR,
P2AR. Negras : R4R, P3AR, PSCR. En Otras jugadas conducen a tablas ;
esta posición las blancas abandona­ por ejemplo : 3 . R3T, RSR ; 4. R3C,
ron . Rabinovich dio, en 1938, la si­ P4C ó 3 . P4A , RSR ; 4 . R3C, P3C ! ;
guiente variante : l. R6T !, P4A ; 2 . ó 3 . R3C, RSR ! ; 4 . P3A + , R4R ; S .
RST ! , RSD ! ! ( esta e s una jugada que P4A + , RSR ; 6 . PSC ( s i 6 . PSA, enton­
las negras, en el ejemplo 12S, no han ces . . . 6. R4R ; 7. R4T, RSR ! ) ; 6 . . . R4A ;
tenido ) ; 3. R4T ( ó 3. RSC, RSR ! ) ; 7. R3A, R3R, etc.
3 . . . R6D ! 4 . R3C o RSC, RSR y ganan .
3. . . . ( P2C)4C
125b. Halberstadt, 1936. Blancas : 4 . ( R3A)2C !
R7CR, PSAD, P3D . Negras : R6CD,
P2D . Ganan blancas : l. R6A, RSC No 4. R3C?, por 4 . . . RSR ; S. P3A + .
( 1 . . . R6A ; 2 . R7R, RSD ; 3 . R6D ) ; 2 . R6R ( R4R) y tablas.
P4D, R 4 C (2 . . . RSA ; 3 . RSR ! ) ; 3 . RSA !
(no 3 . RSR? ó 3 . R7R? por 3 . . . R3A ; 4. . . . ( R6D)SD
4. R4R, P3D ó 4. R6A, R4D ; 3 . . . RSC ;
4. R4R ! , RSA (4 . . . R4C ; S. RSD ) ; S . Si 4 . . . RSR, entonces S . R3C , R4R
RSR y ganan . ( ó 6. P4A) ; 6. R3A, RSD ; 7. R2R,

65
5
RSR ; 8. P3A + , RSD ; 9. R2D, R4D ; 1 29
1 28
10. R3D y ganan .
En cambio, ahora nada consiguen
las blancas con S. R3A, R6D, ni S .
R3C, RSR, n i tampoco con S . R3T,
R4R ; 6 . R3C, RSR.

S . ( R2C)1A ! ( RSD )4R

A S . . . R6D , segui rá 6. PSR .

6. (R1A)2R ( R4R)SR
En el 129 no salva a las negras la
Si 6 . . . RSA o RSD, entonces 7. P3A. 1 . . . P4T ( 76 ) , ni 1 . . . R3R ; 2. R4R,
R3A ; 3. RSD, R3C ; 4. RSR, R2C ; S.
7 . ( P2A)3A + y ganan . RSA, R2A ; 6. PST y ganan . Siendo
mano las blancas, l . PST nos lleva a
¡ Una obra de arte analítica ! tablas ( 93 ) . ·

Ingenioso es el ejemplo 127. l .


l . P3C ! (es preciso prevenir l a ame­ 1 29a 1 29b
naza del ( P4C)SC, pero para eso no
P3C ! (es preciso p revenir la ame­
sirve l . P4C ?, ya que 1 . . . R3T ! y ta­
blas ) ; 1 . . . R4T ( 1 . . . R3T ; 2. P4C ! ,
R3C ; 3 . R8C y ganan ) ; 2 . R8C ! ( no
2. P4C + ?, R3T, y no 2. R7C?, PSC ;
3. P4A y tablas ) ; 2 . . . PSC ( ó 2 . . . R3C ;
3. P4C ) ; 3. P4A, R3C ; 4. R8A, R3A ;
S. R8D, R3D ; 6. R8R, R3R ; 7. R8A,
R3A ; 8 . R8C , R3C ; 9 . R8T, R3A ( 9 . . .
R3T ; 10. PSA ) ; 10 . R7T, R2A ; 1 1 . R6T,
R3A ; 12. RST, R4A ; 13. R4T, RSA ; 14.
R3T, R4A ( 14 . . . R6A ; 1 5 . PSA ) , R4C ;
1 6 . R3A, R4A ; 17. R3R, R4R ; 1 8 . R3D
y ganan . El itinerario del rey es de
lo más curioso, habiendo suscitado
no pocas imitaciones .
Si la parte débil tiene un peón de Si los reyes no están aún todo lo
torre, el número de partidas con re­ cerca posible, como ocurre en el 129,
sultado nulo aumenta considerable­ las maniobras se efectúan a base de
mente. Estos finales suelen darse la oposición corriente ( véase 324 ) .
con frecuencia en la práctica y me­ E n e l 129a, a l ocupar e l rey blanco
recen por ello una atención par­ la columna del alfil , las negras se
ticular . salvan tomando en ella la oposición .
E n e l 128 n o tiene importancia si Si son mano las negras, se consiguen
está el negro en 2A o en 2C. Siendo tablas j ugando 1 . . . R3C !
mano, las negras j uegan 1 . . . P3T ; En el ejemplo 129b se consigue ga­
2. P6C + , R2C ( 77 ) , pero pueden nar mediante l . R1A ! Saliendo las
seguir también 1 . . . R2C ; 2. R6R, negras , se consiguen tablas jugando
R1T ; 3. R7A, P3T ó 2 . . . R1 C ; 3. R6A, 1 . . . R4C(3C) o R4R( 3R).
RlT ; 4. P6C, R1C ! y tablas . Salien­ El resultado de la partida no varía
do las blancas, la jugada l. P6T nos si trasladamos la posición 129 a la
lleva al 91. fila inferior. Pero si la desplazamos

66
dos filas más abaj o ( 130 ) , el re­ 1 32 1 33 134 1 35
sultado volverá a ser nulo, indepen­
dientemente de la salida ; por ejem­
plo : l. . . RSR (no 1 . . . P6T? ; 2. P3C + ,
RSC ; 3 . R3R, R4C ; 4 . R4D ! y ga­
nan) ; 2. R2R, RSA ; 3. R3D, P6T ! ;
4 . P3C + , R6A.
1 30 131

R6T, R1T ! Si l . P4T, se debe jugar


Así pues, en las posiciones estudia­ 1 . . . R1T( 1A ) ! ; 2. R6T, R1C !
das ( 128-130), las tablas son inevita­
Dominando libremente los esca­
bles si el peón negro o los peones
ques lC y lT, las negras no pueden
blancos no se han movido ; en las
perder, por muchas maniobras que
situaciones intermedias el resultado
hagan las blancas .
depende del dominio de la oposición .
Con otra distribución de los reyes, En cambio, en el ejemplo 133, don­
el resultado del juego puede ser c E s­ de el peon 2C no se ha movido aún,
tinto . Por ejemplo, si en el 130 las blancas pueden siempre inclinar
el rey negro está en 5/4C, las blan­ el platillo de la balanza a su favor :
cas ganan si son mano. les conviene empezar : l . P4C ! (el
mismo color) ; si son mano las ne­
El ej emplo 131 reproduce una si­
gras , a 1 . . . RlC, seguirá 2. P3C ! (co­
tuación curiosa. Si salen blancas
lor diferente ) .
con l. P6C, la partida acaba en ta�
bias ; pero si j uegan las negras , des­ E s t a « regla del color» permite en­
pués de 1 . . . R1T, gana 2. P6C . Se juiciar rápidamente la posición .
trata de una posición de z.ugz.wang Las posiciones de los ej emplos 134
en la cual a ninguna de las partes Y 135 son una excepción del 133 ; en
les conviene ser mano. La misma ellas las blancas no pueden ganar, a
posición existe estando el rey negro pesar de no haber movido todavía
en 1 T y el peón blanco en 4C en vez un peon .
de SC. Resulta que cuando los peo­ En el 134, las blancas no pueden
nes ligados están en escaque de colocar su rey en 6T sin haber mo­
dife rente color, también los reyes v! do previamente su peón 2C, pero
deben ocupar casillas de color dife­ SI lo hacen perderán toda su ven­

rente ; y si los peones ligados ocu­ taja y harán tablas, lo mismo que en
pan casillas del m ismo color, tam­ el 132. A l . RSA, consigue tablas
b ién los reyes deben ocupar casillas cualquier jugada de rey, menos 1 . . .
del m ismo color. Esta · observación, R3T?, por 2 . R4C, R2C ; 3 . RSC y
hecha por Bird en 1 936, facilita los les toca jugar a las negras .
cálculos previos. En el 135, uno de los peones está
En el ejemplo 132 el resultado es demasiado avanzado y las blancas no
nulo, independientemente de la sa­ tienen tiempos de reserva . Si l. RST,
lida. Los peones ligados están en viene 1 . . . P3T ! y tablas .
casillas del mismo color ; por eso se La posición 136 resultó en la par­
hacen tablas j ugando 1 . .. R1C ! ; 2 . tida Marshall-Schlechter, 1 9 1 1 . Se ve

67
136 137 138 1 39

fácilmente que en caso de l. .. RSC ;


2. R2A, R6T ; 3. RlC, a las blancas
no les da tiempo de ocupar con el
rey la casilla conj ugada (por el co­ l . ( R4T )ST ! ( R2T )2C
lor) lT y pierden . Pero en vez de 2. ( P3T )4T ! ( R2C )2T
eso se jugó 1 . . . RSR? ; 2 . R2A, R6D
(el rodeo es inútil en este caso ) ; Las blancas han terminado su pre­
3. R3A, P4C ; 4. R2A, RSR ; S . R2R, paración .
RSA ; 6. R2A ( véase 137 ) ; 6 . . . RSC ;
7. R2C , PST ; 8 . P3T + y tablas . 3. ( RST )4C ! ( R2T )3C
Saliendo las negras, en el 137, co­
mo hemos visto ya, no pueden ga­ Al parecer, gana ahora 4. R4A, R3A ;
nar, pero tampoco ganan las blancas S. P4C, igual que en el 129 ; pero
en el caso de ser mano : l. R2C , RSC ; a 4. R4A ?, sigue 4 . . . R4T ! y ya no se
2. RlT (se puede 2. R2A ó 2. RlA) ; puede S. RSA, por conducir a rey
2. . . R6A ( 2 . . . R6T ; 3. RlC, 1 32 ) ; ahogado, y si S. R3A, entonces S . . .

3 . RlC, PSC (ó 3 . . . PST) ; 4. RlA ! R3C ; 6 . R4R, R3A ; 7 . P4C, R3R, y ta­
(4. RlT?, R7A ; S. P3T, P6C ó S. P4T, blas . La situación de zugzwang que
R6C) ; 4 . . . PST ; 5. RlC ( ó S. P3T ) ; se origina después de 4 . . . R4T ! , con­
S . . . P6C ; 6. P x P ó 6. P3T y tablas. diciona -el j uego siguiente :
Así pues, a la parte más fuerte no
4. ( R4C )3A ! ! ( R3C )4A
le ayuda siquiera que el rey esté de­
lante de los peones.
O 4 . . . R4T ; S. R4A ( ahora son las ne­
Los ejemplos que damos a conti­
gras quienes están en zugzwang ) ;
nuación ilustran ampliamente las S . . . R3C ; 6 . RSR ! , R4T ; 7 . R6A ! y
maniobras de los reyes en las diver­ ganan. No sirve de nada 4. . . P4T ó
sas peculiaridades de la posición . 4 . . . R3A, por S. R4R ó 4. . . R2A, de­
En el ejemplo 138, muy importan­ bido a S. P4C, R2R ; 6. R3R, R2A ;
te desde el punto de vista teórico, 7. R4D ó 4 . . . R2C en vista de S .
las blancas consiguen el triunfo, pero R4A ! ( no S . P4C?, R2A ! y no 5 .
sólo si son mano ( véase también R4R?, R3A ! )" ; S . . . R3A ; 6 . P4C, R3R ;
el 3S7a ) . 7. R4R.
Ante todo s e debe procurar que
el rey negro no pase a 6C antes de S. ( P3C )4C + ( R4A )4R
tiempo ; por ejemplo : l. P4C ?, R3C ; 6. ( R3A )3R
2. R3C, P4T ; ó l . R4C?, R3C ; 2. R4A,
R3A ; 3. P4C, R3C ; 4. P4T, R3A y ta­ y las blancas ganan ; por ejemplo :
blas . 6 . . . R4D ; 7. R4A, R3R ; 8. R4R, R3A ;

68
9. RSD, R2R ; 10. RSR, R2A ; 1 1 . RSA, l. . .. ( R4A)3A
R2C ; 12. R6R.
Al llegar aquí, Grigoriev, en su de­ No gana 1 . . . RSA ; 2. R6C, R6A ;
seo de llevar el p roblema a una po­ 3. R x P, P4T, por la maniobra de ro­
sicion teóricamente interesante, con deo R-6A-SR-4D-3R ( 58 ) . Véase rodeo
las máximas dificultades para las en el 143 . )
blancas, cometió una inexactitud :
12. . . R3C ( con el propósito de 1 3 . 2 . ( P2T)4T ! ( R3A)2A
R7R, P4T ) , s i n darse cuenta de la ré­
plica 1 3 . PST + ( 13 . . . R4C ; 14. R7A ) . A diferencia del -38, es la parte
S m embargo, la posición que aspira­ débil quien utiliza las ventajas del
ba se consrgue con un sencillo cam­ zugzwang. Conduce a tablas lo mis-
bio de j ugadas : 12 . . . P4T ! ; 13. PSC, mo : 2 . . . R2R ; 3. R6C, RlA ; 4. PST,
R3C. Ahora las jugadas 14. R7R, R2C que 2 . . . R4R ; 3. R6C, RSA ; 4 . R x P,
ó 14. RSR, R2A ! ; 15. RSA, R2C ; 16. P4T ; S. R6A ! , etc.
R6R ! , R3C no conducen más que a
una pérdida de tiempo. Lo correcto 3 . (RST)4C ( R2A)3R
es 14. R6D !, ya que las j ugadas pre­
cisas para conservar la oposición ó 3 . . . P3C ; 4. R3A !
14. . . R3A o R3T son imposibles.
( Véase 76a ) .
4. (R4C )4A
El análisis hecho por Grigoriev
precisa ciertas observaciones com­ Pero no 4. RST ?, R3A ! ; S . R4C,
plementarias. Las negras no pierden R4R y ganan.
porque su peón esté debilitado por
el avance a 3T, como puede parecer 4. . . . ( P2C)3C
a p rimera vista. La causa radica en S. ( R4A)4R y tablas .
la desafortunada posición del rey en
2T. Si el rey estuviese en 2C ha­ 1 43 141
brían sido tablas . Por ej emplo : l .
RST, R2T ; 2. P4T, R2C ; 3 . R4C, R3A !
( en eso estriba todo : 3 . . . R3C ? pier­
de, ya que 4. R3A ! ) . Ahora a 4. R3A
sigue 4 . . . R3C !, y si 4. R4A, se puede
jugar 4 . . . R3R y 4 . . . P4T . De esta ma-
nera, las negras , en el ejemplo 138,
hacen tablas si son mano jugando
1 . . . R2C !
La misma idea, pero en distinta
posición, inspira el N .0 139.

l. ( R4T )ST

Claro que no l. P3T? ó l. R3T ?,


ya que l . . . RSA y no l. R3C ?, por
l . . . R4C ; 2 . R3A, RST y se pasa a
la posición 133. Para el estudio La posición 140 ( Lolli, 1763 ) susci­
teórico de estos finales tiene impor­ taba, al principio, lo mismo que la
tancia que a l . R3T, también gana 124, apreciaciones contradictorias.
1 . . . R4C ; 2. R3C, P4T ! , por ejemplo : Saliendo las negras, las tablas son
3. R3A, RST ; ó 3. R3T, PST ; 4. R2C, sencillas : l . . . RSA ; 2. P3C + (2. P3T,
RSC o 3 . P3T, R4A ; 4 . R4T (4. R3A, P3T ! ; 3. P3C + , R4A ; 4 . R3A, P4T) ;
P4C) ; 4 . . . P3C ( el mismo zugzwang 2 . . . RSC ; 3. R2C, P4T ; 4. P3T + . R4C ! ;
que en el 138 ) ; S. R3C, RSR, etc. S . R3A ( 5 . P4T + , R3C ! ) ; 5 . . . R4A .

69
Se tardó en hallar una defensa 1 42
correcta saliendo las blancas : l. R3A
( 1 . R3C, R4C ; 2. P4T + , R4A ó 2. P3T,
P3T ! ) ; l . . . P4T ! ( Reichhelm, 1 873 ) ;
2. R3R ( 2 . R3C, R4C ; 2. P3T, PST ;
2. P4T, R4R ; 3. P3C, R4A) ; 2 . . . R4R ;
3. P3C, R4A ; 4. P3T, R4R, etc.
Las blancas tendrían probabilidad
de ganar si hubieran conseguido ocu­
par con el rey la casilla 6T ( 131 )
o atacar el peón 2T por la reta­
guardia.
La posición 141 se originó en la
140 en los tiempos en que ( por in­
Jluencia de Lolli y Walker ) se consi­
deraba que las negras no debían
mover el peón 2T para su mej or de­
fensa. ( 1 . R3A, R4C ; 2. R4R, RSC ;
3. RSR, R4C ) . White, con sus aná­
lisis, demostró, en 1873, que en esta nes ( tiempos), a las blancas les con­
posición se podía ganar. viene dej ar, aunque sólo sea un
peón, el 2C, por ejemplo, en su sitio
l. ( RSR)6R ( R4C)3C ( recordando el ejemplo 134 ) y mo­
verlo únicamente en situaciones fran­
Schorn observó en 19S2 que si l . . . camente victoriosas. Citamos algu­
P4T ( a l . . . R - , a excepción d e 3C, nas variantes ( 142 ) .
sigue 2 . R6A ; ó l . . . P3T ; 2 . R7A, P4T ; Saliendo las blancas : l . R4C, R3C ;
3. P3T, PST ; 4. R7C), entonces 2. 2. P3T, P3T ; 3. P3C, R3A ; 4. R4A,
RSR ! (pero no 2 . R7A ?, por 2 . . . PST R3C ; (4 . . . R3R ; S . P4T, R3A ; 6. P4C ) ;
con amenaza de (5T)6T ; 3. P3T, R4A ! S. RSR ( también gana S . P4C, pero
y tablas ) ; 2 . . . RSC, PST ; 3. R6A y no S . P4T ?, R4T !, 1 39 ) ; S . . . R4T ;
4 . P3T + . 6. R6R, R4C ; 7 . R7A, P4T ; 8. P4T + ,
R4A ; 9 . R7C, RSC ; 10. R6C y ganan .
2 . ( P2T)3T (R3C)2C Saliendo las negras : l . . . R3C ; 2.
R4C (se puede también : 2. RSR, lle­
ó 2 . . . P3T (2 . . . P4T ; 3 . P4T) ; 3. P3C. vando el j uego al 141 ) ; 2. . . R3T ;
Si 2 . . . R4C, entonces 3. R7A, R3T 3. RSA, R4T ; 4. R6A, R3T ; S. P4T
( 3 . . . P4T ; 4 . P3C, R4A ; 5. P4T, RSC ; ( S . R7A, R4C ; 6. R7C ?, P4T ! y ta­
6. R6C) ; 4. R6A, R4T ; S. R7C, P3T ; blas ) ; S . . . R4T ; 6. P3C, RSC (6 . . . R3T ;
6. P3C, R4C ; 7. P4T + , R4T ; 8. R7T . 7. R7A) ; 7. R7C , R x P3C ; 8. PST y
las blancas ganan .
3 , ( R6R)SA y l a s blancas ganan ; O 1 . . . P3T, a lo cual gana la jugada
por ejemplo : 3 . . . R2A ; 4. RSC, R2C ; 2. P3T y la 2 . P4T ; por ejemplo :
5 P4T, R2A ; 6. R6T, etc. ( 133 ) . 2. P3T, R3C ; 3 . P4T ! , R4T ; 4. P3C
E n este ejemplo las blancas ganan ( 1 39 ) ; 2. P4T, R3C (2 . . . R3R ; 3.
independientemente de la salida. Las P3C ! , R3A ; 4 . P4C) ; 3. R4C ! ! ( véase
jugadas para ganar no son únicas , 139, las observaciones para la p rime­
pero en cada una de las " ariantes se ra j ugada ) ; 3 . . . R3A ; 4. P3C, R3C ;
requiere , en ciertos momentos, una S. R3A, etc. ( 1 38 ) .
gran precision, teniendo, además, en E l ejemplo 143 viene a ser una
cuenta las posiciones anteriormente síntesis de muchas de las ideas que
examinadas ( a partir del 128 ) . Te­ hemos expuesto antes en situaciones
niendo en reserva j ugaas de peo- de mayor libertad de movimientos

70
del rey negro ( en comparación con ( al rey blanco no le ha dado tiempo
el 142 ) . de ocupar la casilla SA).
143
3. . .. ( R3A)2A
4 . ( P2C)3C ! ( R2A)3A

O 4 . . . P4T ; 5. P4T, R3A ; 6. R6D ! ,


R4A ; 7. R7R ! y g�nan ( 142 ) .
Las blancas deben ahora evitar la
S . R6D ?, R4A y tablas ( véanse obser­
vaciones a la tercera jugada) .

5. ( R7D )8R ! ( R3A )4A


6. ( R8R )7A ( R4A )5R
7 . ( R7A )6C y ganan .

Para poner punto final a esta par­


te del libro que trata de los peones
ligados, nos conviene volver a estu­
diar posiciones del tipo 138 y 139
-las m .. s complicadas- y examinar
l. ( RSD)6D los análisis hechos hace tiempo y
otros más recientes .
No l. R4D ?, RSA y no l. P3T?, 1 44
R5A ; 2 . R6R, R6C ; 3. R6A, R x P ;
4 . P4T, R6A ( ¡ rodeo ! ) y tablas .

l. ... ( P2T )3T

Es inútil 1 . . . R3A ; 2. R7D, R2A,


por 3. P3T, RlA ; 4. R6R ó 3 . . R3A ;
.

R8R, P4T ; S. P3C y ganan .


Si 1 . . . P4T, no se debe j ugar 2.
R7R?, PST ( con amenaza de P6T) ;
3. P3T, R4R ! y el rey blanco queda
al margen del juego, sino 2. R5D ! ,
PST ; 3 . P3T, R5A ; 4. R6R y gana� .

2. ( P2T)3T ! ( R4A)3A !

A 2 . . . P4T sigue 3. R7R, P5T ; 4.


R7A ; s i 2 . . . RSA, entonces 3 . R6R,
R6C ; 4 . R5A ! R x P2C ; 5. P4T y ga­ En el 144 las negras tienen un
nan (la maniobra envolvente 5 . . . tiempo de reserva ( P2C)3C. Por ello
R6A fracasa por culpa del rey blan­ las blancas deben evitar tomar con
co en SA) . s u rey la oposición en columna, ya
que después de ( P2C)3C quedan en
3 . ( R6D )7D ! zugzwang ( l a oposición pasa a ma­
nos de las negras ) . Vemos claramen­
No se gana con 3. P3C?, ya que te, por lo tanto, la conjugación de
3 . . . R3A ; 4. R5D , R3A ; S .R4R, R3R las casillas de la línea avanzada ( con
( 136 ) ; 6. P4C, R3A ; 7. R4A, R3C ; las casillas críticas SR, SA a donde
8 P4T, R3A . O 4. R7R, R5R ; S. R6A, no se debe permitir que pase el rey
R6A ; 6. P4T, R x P3C ; 7. PST, R5A ! negro ; véase 7 ) , negras : R3R 6 3C ;

71
blancas, R4A, y también, negras : R3A seguirá R3A ; p ero si en vez de mo­
y blancas : R4R ( ¡ a distancia de ca­ ver el peón, el rey retrocede, enton­
ballo ! ) ces las negras j uegan ( P3T )4T ; y, al
Sin embargo, a R3A no se puede revés , si ( P3T)4T, ( P4C)SC, y a R3A,
replicar R4C ( por R4R, que les da la se¡¡uirá ( P3T)4T. Si el rey blanco
victoria ) . Esta infracción de las re­ está en 4A y las negras en 3R, la
glas de la conjugación se explica por posición es también de zugzwang.
las peculiaridades tácticas propias Así pues, hemos visto la equivalen­
de dicha estructura de peones que cia de las casillas · en la primera línea .
se ha estudiado en el 1 39 ( a R3A En este ejemplo p ierde a l a s ne­
se puede replicar RST, ya que la gras la circunstancia de que no p ue­
respuesta R4A, que habría asegurado dan tomar la oposición en ningún
el éxito en esta posición desplazada momento antes de la jugada ( P3T)4T.
a la izquierda, no se da aquí por el Se gana así : l. R2D ! Si las negras
peligro de rey ahogado. En esta si­ replican 1 . . . R2A, entonces 2 . P4T !
tuación se manifiesta de nuevo la y quedan las blancas en posición
conj ugación de los escaques . Negras : victoriosa, iniciada por l a maniobra
R3A . Blancas : RST y R2A de las de rodeo de las blancas, con el p ro­
negras con R4C de las blancas . pósito de convertir la oposición dis­
Una vez establecidos esos factores, tante en inmediata. Por ello, el j ue­
el j uego en el ej emplo 144 se hace go se desarrolla del siguiente modo :
muy comprensible : l. R3C ! ( para a 1 . . . R2R (ó 1 . . . R2D ; 2. R3R ! ) ; 2 .
l . . . R2A, replicar 2. R4C) ; 1 . . . R2R ; R3D ! , R3R ; 3 . R4D ! y ganan, y a que
2. R3A ! , R3A ; 3 . R4R ! ó 1 . . . R2A ; a 3 . . . R3D ó 3 . . . R3A, sigue 4. P4T !
2. R4C ! , R3A (2 . . R3R ; 3. R4A ; 2 . .
. . ( Véase 355a. )
R3C ; 3 . R4A, R4T ; 4 . R3C, 1 39 ) ; 3 .
146 1 47
RST y tablas. ( Véase 356a. )
145

La distribución de los peones en


el 146 es análoga al 138. Las blan­
cas disponen de un tiempo de re­
En este ejemplo las blancas dispo­ serva ; las negras, de dos . Si se
nen también de un tiempo de reser­ mueve un peón, se origina una posi­
va y de antemano se adivina que ción ya estudiada, cada una con sus
las negras procurarán colocar su rey peculiaridades , es decir, con su sis­
a distancia de caballo del rey blan­ tema de casillas críticas y conju­
co. La posición de zugzwang recí­ gadas .
proco es la siguinte. Blancas : R4A, Como resulta imposible impedir
y negras : R3C (en caso de ( P3T )4T, que el rey negro ocupe las casillas

72
SA ó SR, las blancas deberán, en blancas son más amplias ; pueden
p rimer lugar, defender sus escaques imponer l a necesidad de la conjuga­
críticos 41<. y 4A. Estando el rey ne­ ción << a distada de caballo», j ugando
gro en 4A, parece posible conseguirlo ( P2C )4C, la toma de oposición con
mediante l<.3A o !UR. Sin embargo, ( P2C )3C. Pero las negras pueden
no sirve la réplica R3R? o R4A, ya neutralizar esta j ugada con ( P3T)4T.
que las negras, mediante ( P3T )4f, Por eso, a las negras les conviene
pueden lograr una situación favora­ j ugar << a la oposicion» con el fin de
ble del tipo 144, o mediante ( P3C )4C poder replicar a P4C con la conju­
la posición es tudiada en el 145, ocu­ gación a dis tancia de caballo.
pando en ambos casos su rey la Por ejemplo, saliendo las negras :
p recisa distancia de caballo. Por l . . . RZA ; 2. R1A, RZR ( maniobrando
ello, la defensa correcta a R4A en la retaguardia lej ana, las negras
es tan sólo R3A ( torna de oposi­ esperan ) ; 3 . RZR, R3R ! ; 4. R3A, k4A ;
ción ) : si ( P3C )4C, R3C , y si ( P31' )4T, S. P3C, P4T ó S. P4C + , P4C y ta­
( P3T )4T ó R3R. Las o tras casillas blas.
conj ugadas de la primera línea son : Pero si salen las blancas, toman
3R, 41<. y 3C, 4C ; por consiguiente, inmediatamente la oposición, obli­
las casillas de l a retaguardia próxi­ gando a las negras, bien a ser las
ma, 2A, 3A y 2R, 3R ( p ara las casi­ primeras en mover el peón, bien a
llas de la re taguardia lejana no es ceder el paso al rey blanco o a per­
necesaria la oposición ) . mitir que las blancas pasen a un
E s evidente que se consiguen ta­ sistema favorable para ellas de ca­
blas j ugando : l . Rll<. !, RZR ; 2. R1A ! sillas conjugadas .
(se conserva la posibilidad de tornar l . RZR ! ( con las casillas críticas
la oposición en 2R ó 2A j ugando las en 4R, 4A y 4C, y la columna prin­
negras 3R ó 3A) ; 2 . . lüA ; 3. RZA,
. cipal de alfil, las blancas inician su
R4C ; 4. R3C, R4T ; a esta j ugada lo maniobra envolvente ) ; l . . . R3A ; 2 .
más sencillo es replicar S. P4T ! , RZA ! , R4C ; 3 . R3R ! , R4A ; 4. R3A,
pero tampoco pierde S . RZC ( n o S . R4R ( 4 . . . R4C ; S. R4R ) ; 5. R4C,
H.2T ?, 138 ) . Se comprende que en R3A ; 6 . R4A ! ( es inútil 6. RST, 138 ;
el 146 ls tablas son incvi tables sa­ ahora son las blancas quienes se
liendo las negras ( véase 3S7a ) . han apoderado de las casillas críti­
En e l 147 las posibilidades d e las cas ) ; 6 . . . R3C o R3R ; 7. P4C y ganan .

2. PEONES AISLADOS

Si no existe la amenaza de que el desprenden del final << rey y peón


peón de la parte débil se convierta contra rey » .
en dama, dos peones suelen ganar L o mismo que e n la parte ante­
fácilmente contra uno, cuando am­ rior, las p artidas que insertamos 1
bos son pasados o cuando están lo continuación están sistematizadas se­
· suficientemente lej os el uno del otro . gún tenga o no un peón pasado la
En último caso, el rey de la parte parte fuerte.
débil no puede . defender simultánea­ Cuando todos los peones son pa­
mente su propio peón e impedir el sados, el j uego no es complicado,
avance del peón contrario. Si el si no hay finales de peón coronado,
cambio de uno de los peones de la y si a la superioridad material no
parte fuerte es inevitable, el desen· se une posición desventaj osa. Esto
lace del j uego, como es natural, de­ último puede complicar el j uego y
pende de las posibilidades que 5e producir un resultado inesperado .

73
y las blancas ganan (5 . . R5A ; 6. P6T,
1 48
.

P6R ; 7 . R3D, R6A ; 8 . P7T, etc . ) .

148a. Grigoriev, 1 928. Blanas : R3R,


P3CR. Negras : R7TD , P3AD y P3R.
Ganan blancas : l . R4D ! , P4R + ( ó 1. . .
R6C ; 2 . P4C, P4R + ; 3 . R3R ! y ga­
nan) ; 2. R3A !

148b. Herberg, 1941 . Blancas : R3C,


P4R, P7TR. Negras : RlTR, P4TR.
Ganan blancas : 1. R4T, R2C ; 2. R5C,
R x P7T ; 3. R x P4T y gana .
Es similar el ejemplo 148c. Gai,
1942. Blancas : Rl CR, P5AD . Negras :
R1R, P5AD, P3AR. Tablas : l . R2A,
R2D ; 2 . R3R, R3A ; 3. R4D , P6A ;
4. R3D ! , R4D ; 5. R2A ! , R3A ; 6. R3D ,
P7A ; 7 . R x P7A, R x PSA ; 8 . R3A y
La cercanía de los peones negros tablas .
y la desfavorable situación del rey
negro es la causa de que pierdan en 148c. Guliaiev, 1930. Blancas : RSTD,
el ejemplo 148 ( y en el 148a ) . La P6TD, P2AD . Negras : RlAD, P2TR.
base de este problema es el final Tablas : l. P7T, P4T ; 2 . P3A ! ó l. . .
de « peon contra peón» . P3T ; 2 . P4A ! ( El problema 74d,
de Grigoriev, nos presenta una po­
l . (RSA)4D sición muy parecida, pero con una
idea distinta . )
A tablas conduce l. R x P?, R6A ;
2. RSD , R5A, etc.
148d. Sevitov, 1937. Blancas : RSTD,
l. . . . ( P3A)4A + P2TD, P6AR. Negras : RlTR, P2TR.
Ganan blancas. l. R7C, P4T ; 2 . R6A,
Ahora 1 . . . R6A es insuficiente por R1C ; 3. RSD, R2A ; 4. P4T y ganan .
2 . P4T ! , R5A ; 3. P5T, P4R+ ; 4 . R3A. Cuando la parte más fuerte sólo
Si l . .. P4R + , entonces 2 . R x P (no tiene un peón pasado, la situación
2 . R4R?, R7R ; 3. P4T, P4A ; 4 . R x P4R. de peones suele ser la siguiente : los
R6D y tablas ) ; 2 . . . R6R ; 3. P4T peones blancos y los negros se en­
( 3 . R6D ?, R5D ) ; 3 . . R6D ! ; P5T ! , P4A ;
. cuentran en la misma columna y,
5. P6T, P5A ; 6. P7T, P6A ; 7. P8T = D , con frecuencia, se bloquean mutua­
P7A ; 8 . D5D + ! y ganan ( véase 9 e en mente .
el Apéndice ) . Hay también, como es natural ,
posiciones en donde los peones ocu­
2. ( R4D ) x P4A ( R7A)6C pan columnas vecinas, y en este caso
Es inútil 2 . . . P4R ; 3. R5D , R6R ; el resultado del juego se determina
4. R x P4R, R6D ; 5. R5D , R6A ; 6 . por la posibilidad y la conveniencia
RSA. Pero ahora, después d e 2 . . . del cambio. La teoría no ha pres­
R6C, n o s e puede jugar 3 . R4D ?, por tado casi ninguna atención a estos
3 . . . R5A ; 4 . P4T, P4R + ; 5. R3A, P5R finales.
( amenazando 6 . . . R4R) ; 6. P5T, P6R ! ; Citamos a continuación casi los
7 . P6T, R6C ! y tablas. únicos ejemplos aparecidos en las
publicaciones teóricas :
3 . ( P2T)4T ! ( P2R)4R Blancas : R3D , P4AD, P4AR. Ne­
4. ( P4T)5T ( P4R)5R gras : R3R, P3D . Ganan blancas, in­
5 . ( R5A)4D ! dependientemente de la salida. La

74
tentativa del cambio 1 . . . P4D se im­ 1 50
pide j ugando 2. PSA .
Alekhine-Reti, Viena, 1922. Blancas :
R4CR, P2TD, PSTR. Negras : R2AR,
PSCD . Tablas, saliendo las negras :
1 . . . R2C, si las blancas intentan cap­
turar el peón se, el rey negro, des­
p ués de comer el PST, llega oportu­
namente a lA. ( Con peones en 3T
y 4C, en vez de 2T y SC, las blancas
ganan, y con peones en 4T y 3C, las
blancas, además del movimiento ha­
cia el peón 3C, pueden encerrar al
rey negro en la esquina 8T y a
( P3C)4C, replicar ( P4T)ST, etc . ) .
E l último ejemplo n o s conduce,
por analogía, a casos prácticamente
importantes con peones de torre blo­
queados.
1 49 en el 149 y en 4R y 3R en el l SO ) .
El resultado de la partida depende
también de lo avanzado que esté el
peón bloqueado de la parte fuerte .
En · el ejemplo 151, después de l .
RSR, etc ., e l rey negro, como s e ve
claramente, no logra ocupar la ca­
silla lA.
Resulta superfluo alargar la parti­
da jugando l. P6C + ?, R2C ; conviene
2. RSC ! (2. R6R?? incluso pierde) ;
2 . RlC ; 3 . R6A, RlA ; 4. R6R, etc.
. .

El resultado del j uego en esta


clase de finales se subordina, según
ha indicado Bird en 1936, a varias
reglas generales (como es natural
con la estructura arriba señalada) .
151
En el ejemplo 149 son tablas : l.
R4R, R4C ; 2 . RSD, R x P ; 3 . RSA,
R4A ; 4. RSC, R3R ; S. R x P, R2D ;
6. R6C, RlA.
En este ejemplo, donde el rey y el
peón pasado están desplazados a la
columna de la izquierda, las blancas
ganan : l. R4D , R4A ; 2. RSA, R x P ;
3. RSC, R4R ; 4. R x P, R3D ; S . R6C,
R2D ; 6. R7C ( 150 ) .
Así pues, e l resultado del j uego
depende del lugar donde se encuen­
tre el peón pasado, suponiendo que
los reyes ocupen una posición « nor­
mal» (en la que se incluye también
la situación de los reyes en 4A y 3A

75
Regla primera. Si el peón bloquea­ Regla segunda. Si el peón bloquea­
do de la p arte más fuerte ha p asado do no ha pasado de la mitad del ta­
del centro del tablero, la p artida, en blero, sólo se puede ganar cuando el
general, se gana siempre . peón pasado está dentro de la zona
Las excepciones son posibles, so­ que limita una diagonal determina­
bre todo cuando el peón pasado se da ( véase 152 ) .
encuentra en l a columna central pró­
xima a los p eones bloqueados o 1 52
cuando está aún en su casilla ini­
cial .
Con un peón bloqueado en ST.

ISla. Blancas : R2AD, PSTD, P2D .


Negras : RSAD, P3TD . Tablas, inde­
pendientemente de la salida. En la
posicion de R3AD, PSTD , P3D. Ne­
gras : P4A, P3T ; tablas jugando · las
blancas. ( Si seguimos desplazando
esta posición hacia arriba, se ganará
en todos los casos, independiente­
mente de la salida.)
Con un peón bloqueado en 6T :

15lb. Son tablas todos los casos


en que el peón pasado está en la co­
lumna de dama, a excepción de la En este ejemplo, con el peón blo­
posición siguiente : Blancas : R6AD, queado en 4TD, la diagonal 6C-2TR
P6TD, P6D . Negras : RlAD, P2TD . Las marca la zona ganancial del peón
blancas ganan si son mano las ne­ pasado ( compárese con el 149, don­
gras . de el peón 4CR está fuera de la
La siguiente posición de tablas zona ' y con el 150, donde el peón
R6D, P6T y P6A. RlD ó lA, P2TD no 4AR se encuentra en la misma pia­
corresponde a la configuración que gonal, es decir, en los límites de la
estudiamos (lo mismo que la posi­ zona).
ción de tablas R6AD, P.:iTD, P6CD . Si el peón bloqueado estuviese en
R1AD, P3TD ) . Por eso tratamos, en 3T, la diagonal se determinaría de
lugar aparte, los casos de peón p a­ forma similar : mentalmente se pasa
sado en la columna del AD . una línea desde el peón negro ST
por las casillas S C y 6A y luego des­
151c. Blancas : R2D , P6TD, P2R. de 6A hasta 2CR ; la casilla 6A se
Negras : RSD, P2TD . Tablas, indepen­ descarta y obtenemos la diagonal
dientemente de la salida ( el único SD-2CR.
caso en la columna de rey ) . Al peón bloqueado en 2T, le co­
E l resultado, naturalmente, será rresponde la diagonal 4D-2AR.
distinto con otra posición de los Chéron observó en 1952 que era
reyes : l S l d . Krum, 1913. Blan­ preciso descartar las columnas del
cas : RlR, P6TD, P2R. Negras : R6R, CD y AD (es decir, las dos columnas
P2TD . Ganan blancas . l . R1A ! , .RSD ; inmediatas ), después de lo cual la
2. R2A, R4A ; 3. P4R ! , R3C (ó 3 . . . RSD ; zona ganancial queda como un trián­
4. R3A) ; 4. PSR ! y ganan. Pero si los gulo, cuyos lados tienen el mismo
reyes y el peón pasado estuviesen número de casillas ; la diagonal se­
en la columna de la dama, serían ría la hipotenusa de ese triángulo.
tablas , como en los casos anteriores A los peones bloqueados en 4T, 3A
( véase 275b ) . y 2T les corresponden tres triángulos

76
de este tipo : 6D-2D-2T, 5D-2D-2CR, y nes, pero de ellas depende la elección
4D-2D-2AR. de cuál de ellos. Si pierden el peón
He aquí un ejemplo que confirma 4T, ob tendrán un final con un peón
la « Segunda regla» : bloqueado de las blancas que ha pa­
sado del centro del tablero ; por
152a. Blancas : R2D , P4TD, P2R. con s iguiente, la situación es de pér­
Negras : R5D, P4TD . Ganan blancas ; dida para ellas . Pero si pierden el
l . P3R + , R5A ( ó 1 . . . RSR ; 2. R2R, peun 3T, se encuentran con que el
etcétera ) ; 2. R2A ! , R5C ; 3. R3D ! , peón pasado del adversario está fue­
R x P4T ; 4. R4A ! , R6T ; 5 . P4R y las ra de su zona ganancial ( diagonal
blancas ganan después de coronar 6R-2T ! ) .
su peón ( véase 3 en el Apéndice ) . Así pues, las negras deberán con­
L a única excepción d e este caso es servar el peón 4T (y no el 3T, como
la proximidad de la columna prin­ puede parecer a p rimera vista) ; para
cipal . ello tienen que defender las casillas
críticas 4R, 4A y 4C. Hasta que el
152b. Blancas : R2AD, P4TD, P2D . rey blanco . no salga a la p rimera lí­
Negras : R5AD, P4TD ; tablas, siendo nea, las negras, maniob rando en la
mano las blancas . retaguardia, replican a l. R3R con
Como el peón pasado se halla fue­ 1 . . . R2A ! ; 2. R4D ( rodeo ) , R3A ! pue­
ra de la zona ganancial, no puede de ganar ( 149) ; 2 . . . R3R? ; 3. R4R y
ganar ( 149) . Chéron considera una ganan) ; 3. RSA, R3R ; 4. R6C, R3D ;
excepción posiciones del tipo R6AR, 5. R x P, R2A (para abreviar la par­
P4TD , P6CR ; RlAR, P4TD, en la que tida se juega 5 . . . R3A ; 6. R7T, R2A ;
se gana saliendo las negras ; pero, 7. P6T, RlA ; 8. R6C, RlC, etc. ) ; 6.
como es lógico, la regla de Bird RSC, R2C . Se ha llegado a la po­
nada tiene que ver aquí. sición « normal » del final que estu­
La utilización de las reglas arriba diamos con un peón p asado en zona
indicadas facilita y acelera, en gran neutra ; el rey negro ocupará opor­
medida, el cálculo, y de ello pode­ tunamente la casilla lA.
mos convencernos con el siguiente Pasemos a otras posiciones con
ejemplo : peones bloqueados o no en la co­
1 53
lumna de torre, pero con una distri­
bución de reyes libre de las limita­
cions del tipo de diagrama 149.

En este ejemplo el rey blanco ne­


cesita espacio para apoyar el avan­
ce del peón en la columna de rey,
pero como ya sabemos por el ejem­
plo 152b se debe evitar, al hacer
las maniobras, la posición R2A-RSA,
siendo mano las blancas. Esta posi­
ción neutral, hallada por Grigoriev,
constituye la base del problema. Las
negras, a su vez, deben evitar la sa­
lida en esa posición .
Es fácil hallar la solución si to­
mamos en cuenta las posiciones au­
xiliares 152a y l S l e .
l . R3C ! , RSR ; 2 . R2C ! , R6R ; 3 .
En el 153, después de l . R3R ( to­ R l A , RSR ; 4. RlR, R6R ( las j ugadas
ma de oposición ) , las negras se ven de las partes son únicas ) ; 5. RlD,
obligadas a perder uno de sus peo- R5A ; 6. R2D , RSR ( ó 6 . . . RSC ; 7.

77
154 157 158

R3R, R X P4T ; 8. R4A y ganan ) ; 7. P3R, niendo en cuenta la posrcwn del


R6A ; 8 . R3D, R6C ; 9. R4R ! ( 9 . P4R?, peón 4T, se han salvado con 3. R1A !
R x P4T) ; 9 . . . RSC ; 10. RSR, R x P4T Si en vez de 2 . . . RSA, las negras hu­
(ó 1 1 . P4R) ; 1 1 . R4A, R6T ; 12. P4R, bieran jugado 2 . . . PST, habría sal­
R2C ; 13. PSR ! ( 13 . RSC?, R6C ! ) ; 13 . . . vado a las blancas 3. RID ! (publica­
PST ; 14. P6R y ganan ( 3 e n el Anej o ) . do en la « Nuova Rivista>> italiana) .
Horwitz y Kling, desconociendo,
154a. Ley k, 1939. Blancas : R2AR, por lo visto, esta solución que pone
P2R, P4TR. Negras : RSCR, P2TR. de manifiesto la fundamental estra­
Ganan blancas : l. R3R, P4T ! ; 2 . R4R, tagema de dicho final, propusieron
R6C ; 3. RSA, R x P4T ; 4. R4A ! ( no en 1839 el problema 1S8, con la
4. P4R, R6C y tablas ) ; 4 . . . R6T ; S . siguiente solución : l. PST, P x P ; 2,
P4R y ganan. RID, PST ; 3. R1A, RSD ; 4 . RZA, RSA ;
S. P3T( ??), y tablas ( ! ? ) . Precisamente
1 55 156 la jugada S. P3T es la que pierde
( lSS ) . Lo correcto sería ( Neustadt,
1899) : S . RID ! (si S. R1A, enton­
ces S . . . R6D ; 6. RID, P7A + ; 7 .
R 1 A , R6A ; 8 . P3T, R 6 C y ganan) ;
S . . R6D ( son tablas evidentes y des­
.

pués de S . . . P6T) ; 6. R1A, P7A ; 7 .


P3T y tabla s . Si despu6s d e l . PST,
P x P ; 2 . R1D, las negras, en vez de
2 . . . PST, j uegan 2 . . . P7A + , son tablas
de todas formas ; 3. R1A, R6A ; 4.
En el ejemplo 1SS, después de l . P3T ! , R6C ; S. P4
P6A, R1A, s e gana valiéndose del Neustadt ha señalado, además, que
<< triángulo >>( véase 17). En el 1S6 se no es obligatorio empezar j ugando
puede ganar de otro modo : sacrifi­ l. PST (se puede empezar l . R1D,
cando el peón de dama y capturan­ P7A + ; 2 . R1A, R6A ; 3 . PST y tablas)
do el peón contrario ; por ejemplo : y si se retira el peón 4T y se tras­
l . P6D, RID ; 2. P7D ! , R x P (2 . . . R2R ; lada el peón 3 C a 2T, ganan las ne­
3. P8D = D + ! ) ; 3 . RSD y ganan . gras, juegue quien j uegue.
En el ejemplo 1S7 ( tomado de una
partida práctica) después de l. R2D , 158a. Grigoriev, 1933 ( véase la ter
P6A + ; 2. R2A, RSA, las blancas, te- . minación del poblema en el 3 1 3 ) .

78
Blancas : RSD, P3CD, P6AD . Negras : en 1938, trató de demostrarlo erró­
R2AD, P4T D, P3TD, si son mano neamente a base de la solución
las negras, las blancas ganan. En el 1S9 ; después de 6. RSA, continuaba
1S8 no tenía importancia si esta­ 6 . . . R1A? ( y después 7. R6D , RlD ;
silla segura para la retirada : l . . . R1D 8. P4T ! ), sin embargo, con un peón
ya que el peón 2T podía, según las en 3T lo único correcto es 6 . . . R1D !
circunstancias, ir a 3T ó 4T. En la
posición de Grigoriev el peon no está 159a. Blancas : R6CD, P3TD, P6AD .
en 2T, sino en 3T, y ya no tiene op­ Negras : R1CD, PSTD ; ganan blan­
ción a la salida doble . Por eso el cas ; l . RST, R2A( 2T ) ; 2. RSC y
rey negro dispone sólo de una ca­ ganan.
silla segura para laretirad a : 1 . . . R1D
y si ahora 2. R6D , R1A ; 3. P7A?, 159b. Chéron, 19S2. Blancas : R1AR,
entonces 3 . . . PST ; 4 . P x P, P4T y ta­ P2AR, P2TR. Negras : R6AR, P2TR.
blas . La situación del peón en 3T, Tablas . l. R1R, P4T ; 2 . R1A, PST ;
en vez de 2T, permite el paso del 3. R1C ( 3 . R1R, R7C ó 3. P3T, RSR ! ;
rey blanco a la casilla 6C y las blan­ 4. R2R, RSA ; S. P3A, R6C ; 3 . . . RSC !
cas ganan, cediendo la salida a las ( no 3 . . . P6T? ; 4. R1 A ) ; 4. R2C,
negras : 1 . . . RlD, sigue 2 R4A(4D ) ! , P6T + ; S. R1C, RSA ; 6 . R1A, R6A ;
l o mismo que e n e l 1 7 . 7. R1R y tablas .
Muchas de las j ugadas que hemos
1 59 examinado en este final están artís­
ticamente realizadas en el 160.
I GO

La observacion final que hemos he­


cho para el 1S8, está ilustrada
con el ej emplo 1S9. l . R4D , R3D ;
l. (R1C)2A (R6T)SC
2. PSA + , R3A ; 3 . R4A, R2A ; 4. RSD,
2. ( R2R)3R !
R2D ; S . P6A + , R2A ; 6. RSA, R1A,
R6D , RlD, P7 A+ (como ha indica­ Las blancas obligan a las negras
do Chejover, cabe jugar también 8 . a mover el peón 2T ; después de con­
P4T, R1A ; 9 . PST ! , RlD ; 1 0 . P7A + , seguirlo ya no les amenaza el mate .
R1A ; 1 1 . R6A, P3T ; 1 2 . R6C ) ; 8 . . .
R1A ; 9 . R6A y ahora ó 9 . . . P4T ; 10. 2. . . . ( P2T)3T
P3T ! , PST ; 1 1 R6C ó 9 . . . P3T ; 10. 3 . (R3R)2A ( RSC)SA
P4T !, P4T ; 11. R6C y ganan . 4. ( R2A) 1R !
Como se verá en el ejemplo 162,
con un peón en 3T en vez de 2T se Es la única defensa con un peón
puede ganar también. Rabinóvich, negro en 3T. Si el peón estuviese en

79
4T (2. . . 4T), sería preciso j ugar 4 . Si salen las negras : 1 . . . R2D ; 2.
R1A ! (véase 1 S 7 ) . RSD, R2A ; 3. PST, R2D ; 4 . ' P6T, R2A ;
Al elegir la casilla para retroceder, S . R6R, R3A ; 6. R7R, R2A ! y tablas.
el rey debe situarse en l a que ten­
ga el mismo color de la que ocupa el 162. l . R4C ! , R3C ; 2. P4T, R3A ;
peón del adversario en la columna 3. PST, R2C ; 4. RSC , R2A ; S. RSA,
de torre ; R2D ; 6. RSD, R2A ; 7. R6R, R3A ; 8 .
P6T ! y ganan .
4. . . . ( RSA)6R Si j uegan primero las negras : 1 . . .
S . (R1R)1A ( P3T )4T R4A ; 2 . R3C, R3C ! ; 3 . R4C, R3A ;
4. P4T, R3C ; S. PST + , R3A y ta­
Si S . . . 7A ; 6. P3T ! , R6A ; 7. P4T, blas .
R6C ; 8. PST . Ahora se comprende que el 1S9
se resuelve más sencillamente : l.
6. (RlA)lR ( P6A)7A + R4C !, R3C ; 2. P4T !, etc.
7. (R1R)1A ( R6R)6A Examinemos ahora posiciones con
8. ( P2T)3T ( R6A)6C parej a de peones, uno blanco y otro
9. ( P3T)4T y tablas . negro , en otras columnas que no
sean de la torre.
Es distinto el j uego si el peón 163
pasado se encuentra en la fila cuar­
ta, y el otro peón, aunque no está
en su casilla inicial , puede asegurar
el tiempo necesario p ara conseguir
una posición en zugzwang. En este
caso tiene importancia que el rey
se encuentre delante de su peón p a­
sado ( 161 y 162).
161 162

La posición 163 es el primer ej em­


plo publicado ( 1920 ) de aplicación
consecuente del método de las casi­
llas conj ugadas en finales de este
tipo ( antes de eso se empleaba el
méiodo práctico del « triángulo » ) .
S e pierde si s e cede a la tentación
de jugar l. P4D, RSR ; 2. R3A, ya
161. l . RSD, R2D ; 2. PST ! , R2A ; que ahora no sigue 2 . . . R4D ? ( que
3 . R6R ! , R3A ; 4. P6T ! ! ( zugzwang ) , pierde por 3 . R3D ) , sino 2 . . . R4A !
R2A (ó 4 . . . R4A ; S . R7D, R x P4A ; y tablas ; por ej emplo : 3. R3D , RSA ! ;
6. R6A , y ganan ) ; S. R7R, R6A ( S . . . 4 . R2D, RSR ; S . R3A, R4A ; 6. PSD
R1A ; 6. R6D , RlD ; 7. R6A, R1A ; 8. (es lo único que se puede hacer) ;
PSA ; 6. R8D, R3D ; 7 . R8A, R3A ; 6 . . . R4R ; 7. P6D, R x P6D ; 8. R4D ! , y
8. R8C, R3C ; 9. PSA + , R3A ; 10. aunque las blancas capturan el peón
R x 2T, R2A ; 1 1 . P6A y ganan. 4C, no ganan, ya que su peón no ha

80
p asado del centro del tablero. En 3. ( R3C )2C !
esta posición desplazada a la fila
inmediata superior, las blancas, ju­ Después de esta jugada, las negras
gando así, habrían ganado ( 1 63a). pierden la conjugación.
Y a que la jugada P4D no da resul­
tado, hay que buscar otros medios. 3. . . . ( R6A )SA
Se echa de ver en seguida que si sa­ 4 . ( R2C )2A ! ( RSA )6A
len las negras, las blancas consiguen
avanzar fácilmente su rey ( 1 . . . RSA ; Hemos hablado ya del paso a la
2. R2R, etc.). Por consiguiente, hay quinta fila ; las blancas han consegui­
que ceder la salida al adversario. do ya su obj etivo fundamental : ce­
Sin embargo , en esta posición no der la salida a las negra s .
basta el simple cálculo del <<trián­
gulo>> . Al triángulo 2D, 2A, 3A (jun­ S . ( R2A )2D
to a la casilla inaccesible 3D, véase
l a << Introducción>>), equivale el trián­ La continuación es relativamente
gulo de las negras 6A, SA, 6R (jun­ fácil : S . . . RSA ; 6. R2R, R4R ; 7. R3R,
to a la casilla inaccesible SR). Estas R4D ; 8. P4D . Se ha llegado a un
casillas constituyen la zona princi­ momento importante : las blancas,
pal y en ellas las negras siempre después de reconquistada la casilla
pueden conservar la conjugación . 3R, no tienen más remedio que per­
Por lo tanto, hay que pensar en mitir a las negras 8 . . . RSA ; se com­
los escaques de la retaguardia inme­ prende que si esta posición estuvie­
diata ; resulta que si el rey blanco se en la columna inmediata de la de­
maniobra por las casillas 2C y 3C, el recha, la posición de las negras,
re�· negro no podrá disponer de los con un peón de alfil, supondría un
escaques 6C y SC, ya que las blancas peligro serio ( la partida terminaría
j ugarían (R3A)4D . en tablas ; véase 163b ) ; pero si el
La base de la solución se hace evi­ peón negro estuviese en 3A, es de­
dente y sólo queda llevarla acerta- ·
cir, toda la posición en la fila in­
damente a la práctica . mediata superior, las blancas gana­
rían : 8 . . . RSA ; 9. R4R, R x P4C . ; 10.
l . ( R2D)2A ( R6A)SA PSD, R4A.
O 10 . . . R4T ; 1 1 . P6D, R3T ; 12. RSR,
Se perdería tiempo con l. R3A, PSC ; 1 3 . R6R ! , P6C ; 14. P7D y ga­
R6R, después de R2A, pierde en se­ n an ; 1 1 . RSR, PSC ; 12. P6D, R3A ; 1 3 .
guida 1 . . . R6R por 2. R3A . R6R, P6C ; 1 4 . P7D, P7C ; 1 S . P8D = D ,
P8C = D ; 16. D8A + y ganan.
2. (R2A)3C ( Véase la posición 163 desplazada
a la columna de la izquierda en el
ó 2 . R2C, pero no 2. R3A . 386a ) .

2. . . . ( RSA)6A 163a. Blancas : R2AD, PSD, PSAR.


Negras : R3CD, P3AR. Ganan blan­
El rey negro sigue en la zona cas . l. R3D , R4A ; 2. R4R, R3C ; 3 .
crítica, ya que el paso a la quinta P6D ! , R3A ; 4. P7D, R x P ; S . RSD y
fila no le proporciona ninguna ven­ gana.
taja, como vemos en la siguiente
variante : 2. . . R4A ; 3. R3A, R4R ; 4. 163b. Blancas : R7CR, P3AD . Ne­
R2D ! , RSD ; S. R2A ! , R4R ; 6. RlD gras : R2D, P4AD, P3R . Tablas . l . R6A,
( maniobra indicada ya por Horwitz R3D ; 2. P4A, R2D ; 3. RSR, R2R ; 4 .
y Kling ) ; 6 . . . R4D ; 7. R2R ! , RSD ; 8 . R4A ! , R3A ; S . R4R, P4R ; 6 . RSD ,
R2D, etc., como e n l a variante prin­ R4A ; 7. R x P4A, PSR ; 8. R6C ! (ju­
cipal . gada única) ; 8 . . . P6R ; 9. PSA, P7R ;

81
6
10. P6A, P8R= D ; 1 1 . P7A y tablas no pueden ganar ni aun saliendo las
(8 en el «Apéndice». ) En la posición negras .
163b, situada en la fila de abaj o, el
164a
peón blanco no habría tenido tiempo
de llegar a )a casilla 7 A.

1 64

l. R1A, R4R ; 2 . RlD, R5D ; 3. R2R,


R5R.
Nada consiguen las negras con
3 . . . R5A ; 4 . R3R, R5C ; 5. R4D , ni
l . P4D (j ugando el peón 40 se
tampoco 4. .. R4C ; 5. R3D ó R4R
gana en el ejemplo 164 si la po­
( pero no 5. R4D ?, R5C ; 6. R3D, P4R
sici_n se desplaz a a la fila inferior,
y ganan ) .
165) ; 1 . . . R2A ; 2 . R5A, R2D ; 3. P5D,
4 . R2A, R5A ; 5 . R2R, R6C ! ; 6 .
R2A ; 4. P6D + , R2D ; 5 . R5D , RlD
R3D !
( lA) y tablas .
Pero no 6. R3R?, P4R ! y ganan .
O l . R5R, R3A ; 2. P4D, R2D ; 3 .
Ahora a 6 . . . R6A le seguirá 7. R x
R5A, R3D ; 4. R5 C, R3R ; 5 . P5D + ,
P6A ! , P4R ; 8. R2D, R7A ; 9 . R3D !
R x P5D ; 6 . R6T, R4R ( Salvioli con­
Después de 6 . . . P4R no se debe 7.
tinuaba : 6 . . . R3D ; 7. R7T, R2D y ta­
R x P6A a causa de 7 . . . P5R.
blas ; sin embargo, a 7, R7T ? se gana
6 . . . P4R ; 7 . R3R ! , R7C ; 8 . R2R ! ,
j ugando 7 . . . R4R ! ) ; 7. R5C ! ( no 7.
PSR ; 9 . RlR ! , R6A ; 1 0 . R1A, P6R ;
R7C ?, R3R ) , y tablas .
1 1 . R1R, P7R y tablas.
Salvioli indicó que con un peón
Chéron, en 1 952, ha publicado este
en 20 en lugar de 30, las blancas
problema de Grigoriev, premiado en
habrían ganado jugando : l . R5R,
un concurso, sin indicar el nombre
R3A ; 2. R5A, R4D ; 3. R5C, R4R ; 4 .
de su autor.
P3D ! , R3R ; 5 . P4D, R4D ; 6 . R6T, etc.
Si el ejemplo 164 se desplaza a la
derecha o a la izquierda, siguen En 1890, Berger señaló tan sólo l .
siendo tablas. Tan sólo la posición R4R, R4A ; 2 . P4D + , R3D, con las si­
R5TD , P3TD, P6AD ; R2TD y P2AD guientes maniobras de Horwitz y
es ventaj osa para las blancas ( véa­ Kling : 3. R3R, R3A ; 4. R2D, R3D ;
se 168 ) . S. R3A, R4D ; 6. R3D . En 1 922 añadió
la variante : 2 . . . R5A ( 3 . R3R, R4C ;
E l problema 164a d e Grigoriev pro­ 4. R3D, R5C ; S. PSD, son j ugadas vic­
fundiza y desarrolla el análisis del toriosas, ya que el peón SA ha pasa­
164, demostrando, entre otras co­ do del centro del tablero, S . . . R4A ;
sas, que en ese ejemplo las blancas 6. R4R, R3C ; 7. P6D, etc. ) ; también

82
165 RSC ! y la continuación 2 . P3A + ,
R6C ; 3 . R2D, RST ! y luego, como
Grigoriev, 3. R2R(3R) ! y ganan, lo
mismo que en el ejemplo 163 .
Pero l o fundamental n o e s eso.
Después de l. R3D, R4C, Berger
analiza la j ugada 2. R3R ! y vuelve
a aconsej ar la toma de oposición
«2 . . . R4A ! >> . En la realidad se consi­
guen tablas j ugando tan sólo 2 . . .
RSA ! y n o 2 . . . R4A ? ; e n e l ejemplo
dado por Berger no pierde, porque
continua 3. R2R?, RSA ; 4. R3A, RSD .
Segun Dedrle ( 1921 ), a 2 . . . R4A ? se
debe replicar : 3 . R2A ! ( maniobra de
Kling, 168 ) ; 3 . . . RSA ; 4. R3C ! , RSD ;
S. R3A, R6A ; 6. R4C y ganan (57) .
En el ejemplo 166, donde se gana
con l . P3D con el avance siguiente
señaló otras dos soluciones : l. R4A,
del peón 2A, no hay necesidad, como
R4R ; 2. P4D + , R x PSA ; 3. PSD y la
es natural , de semej ante rodeo, pero
otra, también sencilla, de l. P3D,
se hace imprescindible si el peón de
R3A ; 2. R4A, R3D ; 3 . P4D, etc. Estas
las negras es de alfil , como en el
j ugadas no consiguen su obj etivo en
167. ( Observemos , de paso, que si la
la posición siguiente, donde el peón
posición 166 se desplaza a la colum­
negro está más próximo de la oc­
na de la derecha, las blancas ganan
tava fila.
sólo si son mano las negras .)
166
167

En el análisis de la posrcwn 166,


Berger cometió algunos errores muy Según Dedrle ( 1921 ), en esta posi­
ilustrativos ( 1916, s .a edición de �:ll il­ ción no gana l . R3D ?, R4A ! ( las va­
guer» ) . Después de l . R3D su conti­ riantes · se deducen de la exposición
nuación « 1 . . . R4C ! » ( ¡ oposición me­ anterior ) , ni l. P3R!, RSR ( en caso
cánica ! ) , no es la mej or de las de­ de 2 . P3R+ , las blancas pierden am­
fensas, ya que se gana fácilmente : bos peones ) .
2. P3A, R4A ; 3. R2D, etc. ( 165 ) . Lo correcto e s l . R2C ! , RSR ; 2 .
Más segura, naturalmente, e s 1 . . . R3T ! , RSD ; 3 . R3C, R6R ; 4 R4T y
. .

83
ganan . La conjugación de las casillas 169
se determina por las posiciones deci­
sivas R3C-RSD y R3T-RSR.
168 1 68a

les falta un tiempo, y l . R6A ? tam­


b":n pierde, debido a 1 . . . RSC ; 2 .
R x P2A, R4A . P o r eso, l . RSA : , ya
En el ejemplo 168 ( Walker, 1841 ) que crea una situación aguda para
la posic.vn crítica es la de R3D-RSC ambos bandos y las negras, en caso
y la solución es análoga en todo al de cometer alguna inexactitud, pier­
167. Sin embargo, antes de empe­ den .
zar la maniobra, es preciso obli­ 1 . . . RST ; 2. R4A, R6T ; 3. R3A,
gar al rey negro a que retroceda a R7T ; 4 . R2A .
la fila sexta ( de otro modo el rey Es fácil de comprender que las
negro se aproximaría .demasiado al blancas no podían en ningún mo­
peón 2T) . Para ceder la salida a las mento ir a la captura del peón de
negras, se utiliza el triángulo 3T- alfil, ya que las negras, dando un
2C-3C. rodeo por la retaguardia, llegarían
l. R3T, R3C ; 2 . R2C ! , R4T ( ó 2 . . . al peón SC y lo tomarían . Las ne­
R3T ; 3 . R2A ! , R4T ; 4 . R2D ! ) ; 3 . gras intentan ahora liberar su rey .
R3C ! , R3C ; 4 . R3A, R4T ; S . R2D !
( señalada por Kling ; Walker conti­ 4. . . . ( P2A)3A
nuó S. P3T?, RST ; 6. R3D, R x P3T y
tablas ) ; S . . . RST ; 6. R3R, RSC ; 7. El cálculo que hacen es el siguien­
R3D, R6T ; 8 . R4R, RST ; 9. RSD, te : mientras las blancas capturan
RSC ; 10. P3T + y ganan . el peón, las negras podrán (en las
En el 168a ( posición fundamental mismas cuatro jugadas) trasladar el
de Walke r ) cabe l. R3C, R4T, lo mis­ rey a SD y ganar.
mo que en el 168, pero es más sen­
S. (R2A)3A (R7T)SC
cillo jugar de primeras ( utilizando el
6 . ( R3A)4R ! !
triángulo 4T, 3T, 3C) ; l . R3T, R3C
(ó 1 . . . R4T ; 2. R3C ) ; 2. R2C , etc. Jugada de doble fin : ahora 6 . . .
Vamos a terminar el análisis de R7t;? sigue 7 . RSA y ganan : después
peones en la misma columna con de 6 . . . R7A, queda interceptado el
algunos ejemplos de maniobra más camino del peón de alfil hacia la
complicada. dama, lo que proporciona a las b lan­
cas el tiempo que les faltaba al prin­
169. Para transformar el peón SC cipio. Así pues : 6 . . R7A ! ; 7. RSD ! ,
.

en dama ( l . RSD?, etc . ) , a las blancas P4A ; 8 . R6A y tablas .

84
1 70 R6R ! ; ó 6. PSA, R x PSA ; 7. R6D ,
R3A ! ) ; S . . . R4A (hay la amenaza
de 6 . . . RSC) ; 6. P4A ! RSD ; 7. PSA !
( 7 . R6D ?, R6R) ; 7 . . . R4R ; 8. R6A !
( 8 . P6A?, R x P6A ; 9. R6D , R2A ! ) ;
8 . . . R x PSA ; 9 . RSD ! y ganan .

170a. Moraviets, 192S. Blancas :


R6R, P2AR, P2TR. Negras : R6TR,
P6AR. Tablas . La amenaza de captu­
ra del P2T, la evitan las blancas ata­
cando P6A. Se consiguen tablas sólo
con l . RSD ! , R7C ! ; 2. P4T, R x P2A ;
3. PST, R7C ; 4. P6T, P7A ; S. P7T !
se hace evidente que en caso de
l. RSA t, lo decisivo habría sido 5 . . .
P8A = D + , y e n caso d e l . RSR?, a
6. P8T = D , seguiría 6 . . . D8T + .

La de salvación de las negras se 170b . Blancas : R7CR, P4R. Negras :


basa en dos posibilidades : 1 ) captu­ R7AD, P4R, P3TR. Las blancas no
ra del peón 2A, para hacer tablas pueden ganar. l. R6A ! , R6D ( también
contra la dama gracias al peón de 1 . . . R6A o R6C, pero no 1 . . . P4T ? ;
alfil, y 2) captura del peón de alfil 2. R x P4R, R6D ; 3 . R4A, RSD ; 4 . PSR,
rey para poder replicar a la jugada R4D ; 5. RSA y ganan ) ; 2. R x P4R,
Rx P6A con R4A. Por ejemplo : l . RSA ! ; 3. R4A, R4A ! ó 3. RSA, P4T !
R8A ?, R3A ! ; 2 . R8R, R3R ; 3 . R8D, y tablas .
R3D ; 4. R8A, R4A ! y si S . R7A, en­ Pasemos ahora al es tudio de posi­
tonces S . . . RSC ; 6. P4A, R6T ; 7 . ciones con peones aislados sin peón
PSA, R7C y tablas (primera posibili­ pasado . En estos casos se gana, por
dad), y si S. P4A, entonces S . . . RSD ; regla general, cuando el rey puede
6. PSA, R4R ; 7. R7A, R x PSA ; 8. R6D , ocupar una posición de bloqueo ante
R3A ! ; 9. RSD , R2R ; 1 0 . R4D, R3D ; el peón enemigo y Juego atacarlo
1 1 . R x P6A, R4A ( segunda posibili­ de lado, o bien cambiar con ventaj a
dad). También se hacen tablas con alguno de sus peones. Suelen tener
l. P3A ?, R4R ; 2. R7A, RSA ; 3. R6R, una importancia decisiva los tiem­
R6R ! ; 4. P4A, R7D, etc. pos de reserva. La partida depende,
Por estas variantes se ve que las en mucho , de la distancia que haya
blancas , en primer lugar, no deben entre Jos peones y la situación de Jos
mover antes de tiempo el peón 2A reyes.
( dejando libre la casilla 3R para el Examinemos algunas posiciones
rey negro ) , y, en segundo lugar, no sencillas de finales con reyes en opo·
les conviene acercar su rey por la sición vertical y horizontal .
octava fila, ya que en ese caso que­
da mucha distancia hasta el peón
negro. En el ejemplo 171, a 1 . . . R2D, si­
De todo esto se deduce la solu­ gue 2. PSD ! ( t... 1 . . . R2C ; 2. PSC ! ) y
ción : ganan . Si son mano las blancas , el
l . R7C ! , R4R ; 2. R7A ! ( aproxima­ cambio de peones es inútil , pues no
ción al peón negro por la séptima se puede ganar.
fila) ; 2 . . . R4A ( ó 2 . . . RSA ; 3. R6R,
R6A ; 4. RSD , R7R ; S. R4A y ganan) ; 171a. Glazcr, 1939. Blancas : RSR,
3. R7R, R4R ; 4 .. R7D , R4D ; S. R7A P2R . Negras : RlR, P4D , P4AR. Ga­
( S . P3A ?, RSD ; S. P4A ?, RSR ; 6. R6R, nan blancas . La idea es la misma :

85
171 1 72 En el 174 se consiguen tablas con
1 . . . R1A ! , pero no 1 . . . R1 T ? ; 2 . R7A !
( 2 . P6T ?, R 1 C !) ; 2. . . R2T ; 3 . RBA,
R1T ; 4 . P6T !, etc.
Esta posicwn angular era conocida
ya por Carrera en 1617 ( 175) .

1 75 1 76

l . R6R ! , RlD (ó 1 . . . PSA) ; 2. R x P4D ;


1 . . . R1A (ó 1 . . . PSD ) ; 2. R >('P4A .
En el extremo del tablero , cuando
uno de los peones es de torre, el
resultado del juego cambia. En el
ejemplo 1 72, las negras se salvan 175. 1 . . . R2D !, o si salen las blan­
con 1 . . . R2A ( ya que nada consiguen cas : l . R4A, R3A ; 2. R4C, R2A ; 3 .
las blancas con 2. PSA ni 2. R6T, RSC, R1A ; 4 . R6C, R1C ; así pues,
R3A ) , pero se pierde, naturalmente, se hacen tablas también cuando el
con l . . . RZT?, ya que 2 . . PST ( véa­ rey blanco está en SC en vez ele SD ;
se 260). este resultado no varía en ninguna
Si las posiciones de los ejemplos fila ni columna.
171 y 172 se desplazan arriba o abaj o, En el ejemplo 176 la partida es
el resul tado no cambia ; pero si el nula independientemente ele quién
peón negro se encuentra en su posi­ tenga la salida ( compárese con el
cion inicial , aparecen ciertas pecu­ 180).
liaridades . 177 178
1 73 1 74

En el 173, después de l . . . RlD, se


hace partida nula inmediatamente En el 177, después de l . R7D ( ó l .
con 2 . P6D ?, ya que 2. . . R1A ! ; 3 . R6R, R3T) , 1 . . . RZC ; 2 . R8D ( ó 2 . RBR,
P7D + , RlD ; e n cambio, gana 2 . R7C ! , RlT !, pero no 2. R8A ?, ya que el peón
RZD ; 3 . RSC ! ( algunos manuales, si­ en 3A impedirá a las negras conser­
guiendo a Chéron, hacen un juego var la oposición : 3. R7R, R2A ; 4.
demasiado sutil : 3. RBT ! ? , como si R6R y ganan ; problema de Neus­
quisiesen ganar << por segunda vez, tadt, 1890) ; 2 . . . R1C falla la combi­
el final ya claro ; esta clase de ma­ nacwn 3. PSC, lo mismo que en el
niobra es, en cambio, muy adecuada 173 (el peón negro se encuentra más
en otro grupo de finales que estu­ cerca de la octava casilla) . Pero las
diamos más adelante ; véase 185) ; negras, en caso ele ser mano, pue­
3 . . . RlD (3 . . . R3D ; 4. RBA) ; 4. P6D ! , den conservar la oposición : l . . . R2C ;
P x P ; 5 . P6C, etc. 2. R7D , R3C ; 3 . RBA y ganan .

86
En el ejemplo 178 al rey negro le Sin embargo, en el 181a, las blan­
fal ta espacio para conservar l a opo­ cas, siendo mano, no pueden ganar :
sición. Las blancas ganan j ugando l . R4C, R4D ; 2. R3A, P4A .
l. R7D, R2T ( ó 1 . . . R2C ; 2. PST ) ;
2. R7A, etc. 1 82 1 83

1 79 1 80

En el ejemplo 179, con un peón en


posición inicial, el dominio de l a
oposición n o salva a l a s negras . E l
juego s e reduce a l a final N .0 173 :
l . R8D, R1C ; 2. P6C y ganan . Lo
mismo en el 1 80 donde el rey blanco En el 182, la tentativa de tomar l a
no es t " en un extremo del tablero, oposición con l . RSC ? fracasaría, ya
como en el 176. que con 1 . . . P3A + , las negras junta­
A este tipo de finales se reducen rían los peones y el rey blanco no
habitualmente posiciones donde hay tendría buenas casillas para re t roce­
una gran distancia entre los peones der : 2. RSA, R2A ; u 2 . R4A, R3C ; ó
o los reyes. 2. RST, R2T y tablas.
Se gana sólo con l. RSA ! , P6A
181 ISla
( de otro modo, 2. R6A), 2. PSC !
Siendo mano las negras , Fine pro­
puso en 1941 , en posición análoga,
1 . . . R3A, que en caso de 2. PSC + , '
R3C, conduce a tablas sin grandes
complicaciones. Ciertas dificultades
produce 2 . R3A, por ejemplo, 2 . . .
R4C ; 3 . PSD, y s i las negras juga­
sen despreocupadamente 3 . . . R3C ?
(3 . . . P3A? ; 4 . P6D) , entonces 4 . R4A
y ganan ; la única salvación es 3 . . .
R3T ! ; 4 . R4A, R3C .
En vista d e eso, saliendo l a s ne- ·

gras, lo más sencillo es continuar


1 . . . P3A ! ; 2 . RSA, R2A ( 17 1 ) , ó 2.
PSC, R3C ! y tablas.
El ejemplo 183 es un viej o proble­
ma teórico ( 1 843 ) , en cuyas comple­
En el ejemplo 181 l a existencia de • jas peripecias es fácil orientarse, co­
un tiempo de reserva ( peón en 3D nociendo los análisis anteriores.
en vez de 4D) permite ganar a las Lo fundamental en él es l a lucha
blancas : l. R4D, R2D ; 2 . RSA, R2A ; por la casilla 4A .
3 . P4D ó 1 . . . R2A ; 2. RSA, R2D ; 3 . Ganan las blancas, si son mano,
R6C ! , R3D ; 4 . P4D ( 177). tomando l a oposición .

87
l . ( R2A)3C . rrecto : « l . P4R, R3A ; 2. R5R, R4A ;
3. R6A?, R5D ; 4. P5 R , R4D ! ; 5. P3A,
S e hacen tablas con l . R3A ?, R4A ! R5R ! (pero no 5 . . . R5A ; 6. R7R,
(no 1 . . . P4A ? ; 2. P3D ó 3C y no R4D ; 7. R x P2D, R x P5R ; 8. R6A y
1 . . . P3A? ; 2. P4D ) , y ni siquiera la gana) ; 6. P4A, R5D ; 7. R7R, R x PSR».
existencra de tiempos de reserva ase­ Fine no indicaba la jugada victoriosa
gura a las blancas la ocupacwn de en lugar de R6A, pero el caso es que
la casilla 4A, por ejemplo : no existe (3. P3A, RSA ; 3. R5A, R5D ;
a) 2. P4C + , R4C ! ( una defensa co­ 4. P5R, R4D ! ; 5. P3A, RSA ó 5. R6A,
rrecta exige que la retirada se haga R5D ) . Por consiguiente, se hacen ta­
en la columna del peón avanzado ; si blas con 2 . RSR? y 3. R6A no es más
2 . . . R4D ?, entonces 3. R3D !, P3A ; 4. que una de tantas variantes. Tam­
R3A y, como antes, es inútil 4 . . . P4A bién es incorreCta en el análisis la
por 5. P5C) ; 3. R3C, P3A y a 4. R3A j ugada «4 . . . R4D ! » ; es más sencilla
u 4. P3D, sigue 4. . . P4A y 4. P4D 4 . . R5R !
.

también conduce a tablas, 175. Cuando los reyes están lej os el


b ) 2. P3C, R4C ! (no 2 . . . P3A ? ; 3. uno del otro, y también de los peo­
P4C + , R4C ; 4. R3C ó 3 . . . R4D ; 4 . nes, los p roblemas teóricos se ma­
R3D ) ; 3 . P4D, o 3 . P4C, P4A. nifiestan en forma algo más compli­
cada.
l. . . . ( R4C)4A
183b. Grigoriev, 1 936. Blancas :
O 1 . . . P3A ; 2. P4D ; 1 . . . P4A ; 2 . R7CD, P5R, P3CR. Negras : RlD,
R3A, P4A ; 3 . P 3 C y ganan . P2AR. Ganan blancas. L R6A, R2R ;
2. R5D, R2D ( en su propósi to de
2. (R3C)3A ( P2A)3A trasladar el rey a la casilla bloquea­
dora 6A, las blancas, desde el princi­
De lo anterior se deduce que si pio, se oponen a la j ugada ( P2A )3A,
2 . . . R4D , sigue 3 . P4C ! , ó 2 . . . R4C, y ahora, persiguiendo el mismo obje­
P4D ! ( En la exposic>Un ulterior omi­ tivo, tendrán que evitar la posición
timos las variantes simétricas .) R4R-R3R, teniendo ellas la salida ) .
3 . R4D ! , R2R ; 4. R3R, R2D ; 5 . R4A,
3 . ( P2C)4C + ( R4A)4C R3R ; 6. R4R, R2D ( es inútil 6 . . .
4. t R3A)3C P3A, por 7 . P x P, R x P6A ; 8 . R4A ) ;
7. R5A, R2R ; 8. P4C, R1 R ! ; 9. RM. !
y las blancas ganan ; por ejemplo : ( no 9. P6R, R2R ó R1A ) ; 9 . . . RlA ;
4 . . . R5T ; 5. R4A, R3C ; 6. P3D ! , R2A ; 10. P5C y ganan ( 173 ) .
7. R5A, R2D (7 . . . R2C ; 8. P5C) ; 8 .
R6C, R3D ; 9 . R7C, R2D ; 10. P4D, 183c. Ebers, 1 942. Blancas : R2D,
R3D ; 1 1 . R8A, R3R ; 12. R7A, R4D ; P3AD, P4R. negras : R3AD , P3D . Ga­
1 3 . R7D . nan blan cas : l. R3R ( 1 . R3D ?, R4A ;
Si son mano las negras, las tablas 2. R2D , RSA ; 3. R2A, R4C ! , tablas
se aseguran con 1 . . . R5C ; 2. P3D 1 82) ; 1 . . . R2D ( 1 . . . R4A ; 2. R3D ) ;
(ó 3C), P4A ! , pero se puede también 2. R3D ! ( 2 . R4D ?, R3R, tablas,
1 . . . R5A ; 2. P3C + , R5C ; 3. P4D ( o de 181a) ; 2 . . . R2R ; 3. R4A, R3R ; 4. R4D
otro modo 3 . . . P4A) ; 3 . . . P3A ; 4. y ganan.
R2C, R4T ! ; 5. R3A, R4C y tablas .
183d. Ebers, 1 94 1 . Blancas : R1R,
183a. Fine, 1 941 . Blancas : R4D, • P2R. Negras : R3AD, P4D, P3AR, ta­
P2AD, P2R . Negras : R3D, P2D . Ga­ blas. Pierde l . R2D?, por 1 . . . P5D ! ; 2 .
nan blancas . Con el rey en 4D se P3R, R4D ; 3 . R3R, P x P ó 2 . P4R ,
consigue fácilmente la victoria con R4C ! ; 3. R3D, R4A. También es mala
l. P4R y 2. P5R. Es interesante el l . P3R?, R4A ; 2. R2D , RSA ; 3. R2R,
ejemplo del siguiente ataque inco- R6A ; 4. R2A, R6D ; S. R3A, P4A y

88
ganan. Lo correcto es l . R2A ! , R3D . de otro modo, las casillas SAR, 4AR
(Nada se consigue c o n 1 . . . P S D ó y 4CR (junto al escaque inacessible
l . . . R4A ; 2. R3A y etc. ; 1 83a) ; 2. SC), son las conj ugadas de las casi­
R3R ! (no 2 . R3A ?, R4R ; 3 . P3R, llas 4D, 4AD y SAD (junto al escaque
R4A ó 3. R3R, P4A ; 4 . R3A, PSD ) ; inaccesible SD). En esas casillas con­
2 . . . R4R ; 3. R3D ! , PSD ; 4. P3R ó 4R j ugadas se salvan las blancas de la
y tablas. funesta, en este caso, oposición (en
los escaques de retaguardia adya­
183e. Moraviets, 1 941 . Blancas : centes las negras no pueden manio­
RSR, P2TD, P2AD . Negras : R4AD, brar, por tener amenazado el peón
P4CD ; ganan blancas. Es prematuro 3A). De todo lo que antecede se
l . P3T?, por 1 . . . R3A ; 2. R6R ( ó 2 . deduce claramente la solución :
R4D , R3D ; 3 . P3A, R3A ) ; 2 . . . R4A ; l. R4C ! ( l . R3R?, R3D ! ; 2. R4A,
3. R7D, PSC ; 4. P4T, R3C. Lo correc­ R3R) ; 1 . . . RSA ( l . . . R3D ; 2. RSA) ;
to es l . R6R ! , R3A ; 2. R7R ! , R2A ; 2. R4A ! , RSD (2. . . P3D ; 3. R4C ; 2 .
3. P3T, R3A ; 4. RBD y ganan . R3D ; 3 . PSR) ; 3 . RSA ! , P 3 D ( después
de esa j ugada las blancas se defien­
1 84 den por medio de la oposición) ; 4.
R4A, R6D ; S. R3A, RSA ; 6. R4C y
tablas.

184a. Ebers , 1 941 . Blancas : R3TR,


P3AD, P2R. Negras : R4TD , P4D , ga­
nan las blancas . La idea es la misma,
pero ofrecen interés las maniobras
en las casillas de retaguardia, próxi­
mas a las zonas críticas : 4CD, 4AD
y SAD de las negras y 4AR, SAR
y SR de las blancas ; l. R4C ! (las
blancas atacan dos casillas de la
zona principal, obligando a las ne­
gras a la defensa correspondiente :
no basta l . R3C?, RST ; 2. R4A, R4C !
y tablas) ; 1 . . . R3C ! (es más débil
1 . . . RST ; 2 . RSA, R6C ; 3 . R6R ! , RSA ;
4. RSR y ganan) ; 2. RSC ! ( no 2. RSA ?,
Como las negras tienen en este R4A) ; 2 . . . R3A ; 3 . R6A ! (amenazando
problema tiempos de reserva, no to­ con ocupar la casilla SR, y como las
man la oposición, sino que esperan negras están lej os de l a 4A, se ven
a que la tomen las blancas , para obligadas a penetrar en la zona p rin­
quitársela con la jugada ( P2D)3D . cipal ; las blancas no tardan en ocu­
Debido a ello, también las blancas par en ella las casillas conjugadas
evitan el tomarla. decisivas) ; 3 . . . R4C ; 4. R6R ! , R4A ;
Siendo mano las negras se j ugaría S. RSA ! (el resultado final ya es evi­
1 . . . RSA ! (no 1 . . . RSD ? ; 2 . RSA, R6R ; dente, pero la continuación sigue
3. PSR ó 2 . . . P3D ; 3. R4A y tablas) ; siendo instructiva) ; S . . . R4C ; 6. P3R,
2. R3R (2. R4C, P3D ! ó 2. RSA, (3A), P3C ; 7. R6A ( toma de oposición en
RSD ; 3 . R4A, P3D ) ; 2. . . P3D ! ; 3. la fila principal ; ( 13) ; 7 . . . R4C ; 8 .
R2R, RSD ; 4. R3A, R6D ; S . R4A, R7R, R7R ( ¡ rodeo , ; 8 . . . R3A ; R6R (la
apoderándose de las casillas críticas oposición distante pasa a ser inme­
del peón 4R (8) ; las negras ganan . diata ) ; 9 . . . R4A ; 10. R7D y ganan .
La partida se determina en este Los siguientes ejemplos muestran
caso por las posiciones decisivas : ciertas peculiaridades de maniobra
RSA-RSD, R4A-RSA, R4C-R4A. Dicho en las filas.

89
1 85 otra distribución de los reyes, en
este caso es de importancia decisiva
el dominio de la « conjugación rec­
tangular», ya que de ello depende la
toma de opos¡c,,m estando el rey
blanco en BD .
Lo veremos más claro si con la
misma posición son mano las ne­
gras : 1 . . . R3C ; 2. R1!C, R3A ; 3 . R8A,
R3C ! (3 . . R3D ? ; 3. R7A) ; 4. RBR,
.

R3A ; S. RSD, R3D (.tij ando para siem­


pre al rey blanco en la fila oc tava)
ó S. R7R(7A) , R2A(2C) y tablas .
Si la posición inicial del rey blan­
co fuese se, la solución dependería
de la salida : las blancas ganan sólo
cuando j uegan las negras .
Examinemos ahora otra defensa
de las negras en este mismo ej em­
Desde el punto de vista teórico , plo, después de l . RSC ; l . . . R4T
Dedrle ( 1 92S ) expuso erróneamente ,v l . . . R4C ; 2. R7A ! ) ; 2. R7C ! ( las
la solución . blancas deben reconquistar del mis­
El rey blanco no puede pasar de mo modo la fila 6) ; 2 . . . RST . Las ne­
golpe a la fila 7, ya que las negras gras renuncian inmediatamente a la
tomarían la oposición distante y la inútil defensa de la fila 6 . Esta fue
partida acabaría en tablas. El rey la causa de la confusión del p ropio
blanco debe acercarse a las casillas autor del problema 18S, quien afir­
críticas del peón SD (véase 8) ma que la única j ugada correcta
por la fila 8 , conservando la conju­ ahora es 3. R6A, y que 3. R6C, con
gacion « rectangular», que poco des­ la toma mecánica de la conjugación
pués ha de transformarse en oposi­ << rectangular», es un error irrepa­
ción lineal decisiva ( véase 13) : l . rable.
RBC (los ángulos del rectángulo Pero en realidad las dos jugadas
6T-8T-8C-6C son del mismo color) ; son buenas : la conjugación << rectan­
l . . . R3C ; 2. R8A, R3A ; 3. RBR, R3D ; gular>> p1erde su importancia, ya que
4. R7A ( como el rey negro ha pasado el rey negro se encuentra en una
a una columna desfavorable para él, fila desventajosa (le estorba su pro­
pues su propio peón le impide man­ pio peon ), por ejemplo : 3. R6A, RSC ;
tener la oposición, las blancas pue­ 4. R6R, RSA ; S. R6D y ganan ) . Des­
den ya emprender la conquista de pués de 3. R6C cabe j ugar 3 . . . R4T
las casillas críticas ; es errónea la ( 3 . . . RSC ; 4. R6A ! , R6A ; S. RSR) ,
afirmación de Dedrle de que no gana 4 . RSC ! (es indispensable tomar la
4 . RBD, por 4 . . . R3A ; S. R7R, R2A ; oposición en la fila principal ) , y
en vez de S. R7R?, lo acertado es ahora o bien 4 . . . R3T ; S. R4A, R4C ;
S. RBA ! , R3D ; 6. R7C y ganan, lo 6. RSA ! ; ó 4 . . . RST ; S. R6A ! y ga­
mismo que en la variante principal ) ; nan . De aquí se deduce que 3 . R6A
4 . . . R2D ; S. R6A, R3D ; 6. RSA, R4D ; es mejor que 3. R6C, ya que, sin ne­
7. R4A, R3D ; 8. R4R, R4A ; 9. RSR, cesidad de maniobras superfluas, lle­
RSA ; 10. R6D y ganan . va más directamente al rey al obje­
En este ejemplo, la fila principal tivo : la conquista de las casillas crí­
es la S, pero las blancas han tenido ticas .
que conquistar primero la séptima,
valiéndose del método envolvente. A 185a. Dedrle, 1 92 1 . Blancas : R7CR,
diferencia del ejemplo 1S, que tenía P2CD, P2D . Negras : R2AD, PSA . Las

90
negras hacen tablas . El rey negro se (esta combinación es posible sólo en
encuentra en posición desventaj osa, el caso de que el peón del enemigo
pero también el rey blanco está le­ esté poco avanzado ) ; 4 . . . P x P (el
jos ; 1 . . . R3A ! ; 2. R6C ( 2 . R6A, R3D rey negro no puede jugar 2A) ; S .
o R3 C) ; 2 . . . R4A ; 3. RSC, RSD(SC) ; PSR y ganan .
tablas . Si l . . . R3D(3C)?, entonces 2 .
R6A, R4D(4C ) ; 3 . RSA, RSD( SC) ; 4 . 185c. Herberg, 1 936. Blancas :
R6R ! y ganan . R3CD, P3R. Negras : RSTR, P4D ,
P3AR. 1 ablas . Nos encontramos con
una forma distinta de la posición
185b. Mandler, 1 929 . Blancas : RS anterior ; 1 . R2A ! (no 1 . R4C?, RSC
TR, P4R. Negras : R2TD, P3D. Ganan y no 1 . R2C, R6T ; 2. R3 C, R7T ; 3 .
blancas : 1 . R6C, R3T ; 2. R7C ! , R2T ; R2C, RBT ; 4 . R 1 C , PSD ó 4 . R3C,
3. RBC ! , R1 T ( la táctica de atracción RBC ; S. R3A , RBA y ganan) ; l . . . RSC ;
del rey negro a la fila 8 resulta fu­ 2. R2D !, R6T ; 3 . R3D, R7C (3 . . . R6C ;
nesta para las negras, y, además, el 4. R3A) ; 4. R2A ! , RBT ; S . RlD ! ,
rey se alej a de su peón) ; 4. PSA ! R8C ; 6 . R1A, PSD ; 7 . R2D y tablas .

3. PEONES AISLADOS

Los peones doblados, naturalmen­ apreciación general , ya que se pue­


te, son mucho más débiles que los de producir fácilmente un final de
ligados o aislados, pero sería erró­ « dama y peón contra dama » . Pero
neo exagerar su debilidad, pues a ve­ si la p artida se resuelve desde el
ces sólo es aparente. En 1 93S, Grigo­ principio hasta el final sólo con peo­
riev escribía : « Los peones doblados, nes, se manifiestan, casi siempre, las
incluso aislados, suponen a veces peculiaridades más típicas de los
una gran fuerza. En todo caso, ma­ peones doblados, es decir, los tiem­
yor de lo que se suele pensar. Pue­ pos de reserva y la inaccesibilidad
den privar al contrario de importan­ de las casillas p ara el ataque lateral
tes casillas y significar tiempos de del rey adversario .
reserva . . . Incluso en apariencia im­ 1 86
potentes, encierran much as posibili­
dades de victoria».
Los finales de peones doblados
contra un peón fueron durante mu­
cho tiempo una « mancha blanca» en
la teoría de los finale s . Los nume­
rosos análisis hechos por Grigoriev
en 193 1 , 1932 y 193S sentaron la base
del estudio de ese final .
El caracter de estos finales cam­
bia, como es lógico, según la dife­
rente estructura de los peones ; los
peones pueden ser p asados, o, si no
lo son, hallarse en la misma colum­
na que el peón contrario o en l a
vecina. Todas e s a s peculiaridades de
la estructura de peones las examina­
remos aisladamente.
Los casos en que todos los peones Este ejemplo ilustra la autodefen­
son pasados se prestan menos a una sa de los peones doblados : 1 . PST,

91
R4A ; 2. P4T, R3D ; 3. D8D, P4A ; 4. 1 87
P6T ! , R3A ; S . PST, PSA ; 6. R8A, P6A ;
7. P7T, P7A ; 8. P8T = D + y ganan .
186a. Grigoriev, 1 93S . ( Problema
didáctico ) . Blancas : R l CR, P2CR,
P3CR. Negras : R4CD, P6R. Ganan
blancas . Lo correcto es l. R1A !, RSA ;
2. R2R, RSD ; 3. P4C, RSR ; 4. P3C,
etcétera (48 y 120), pero no l .
P4C ?, RSA ; 2 . R1A, R6D ! ; 3 . R1R,
RSR ; 4 . P3C, R4R ; S . R2R, RSR ! ;
6 . R1A ( calculando que 6 . . . R6D ? ; 7 .
R1R y ganan ) ; 6 . . . R4R ; 7. R1R, R3A
y tablas.
186b. Grigoriev, 1 93S. Blancas :
RlAD, PSR. Negras : R3CD, P4AD,
P2AD . Tablas. La idea de la defensa
consiste en imponer a los peones ne­
gros el avance hasta 3A y 4A (47).
l . ( RSC )6T ! ( P2D)3D !
l. R2D !, R3A ! ; 2 . R3R, R4D ; 3 .
R4A, H J R ( a l a s negras l e s conviene Sin lucha pierde l . . . P4D? ; 2. RSC,
R2C ; 3. RSA ó l . . . RlT? ; 2 . P7C + ,
ahora o a la séptima j ugada pasar a
un final de dama, con 3 . . . PSA ; 4 . R l C ; 3 . R6C, P4D ; 4 . RSA .
RSA, P6A ; S . P6R, R3D ; 6 . R6A, P7A ; Después de l . . . P3D ! son floj as las
7. P7R, P8A = D , DSA + ; 9. R6C, D4R, continuaciones :
etcétera, ya que el final de peones a) 2. P7C ?, P4D ; 3 . RSC, Rx P7C ;
no da perspectiva alguna de victo­ 4: RSA, R3T ! ;
ria) ; 4. R4R, P3A ; S. R4A, PSA ; 6. b) 2. P3C?, P4D ; 3 . RSC, R2C ; 4.
R4R, P4A ; 7. R4A, P6A ( 7 . . . R4D ! ) ; RSA, PSD ; S . R x PSD, R x P6C ; 6.
8 . R3R, PSA ; 9 . R2R, R x PSR ; 10. R4A, R3A ;
R l D ! (no 10. R3R?, R4D o P4A ; 1 1 . e) 2. RSC ?, R2C (las blancas están
R2R, RSR y ganan ) ; 1 0 . . . RSR ; 1 1 . en zugzwang) ; 3. RST ( ó 3. P3C, P4D ) ;
3 . . . P4D ; 4. RSC, PSD y tablas .
R2A, RSD ; 1 2 . R1A ! , tablas .
186c. A. Votava, 1 937. Blancas : 2. (R6T)ST !
RBTD, P4AD, P2R, P4R. Negras :
R6TD, P2D ; ganan blancas . La solu­ Empiezan a utilizar el << triángulo».
ción está inspirada en la idea de Gri­ En caso de 2 . . . R2C ; 3 . RSC son las
goriev ( 186) : l. PSA, RSC ; 2 . P6A, negras quienes estarán en zugzwang.
P x P ; 3. PSR, R4A ; 4 . P4R, etc. No La continuación es sencilla : 2 . . .
basta l. R7C, RSC ; 2 . R7A, R x P4A R 1 T ; 3 . R4C , R 1 C ; 4 . R4T, R1T ; S .
y tablas ( 1 88b ) . RST, R1C ; 6 . R6T y ganan, como en
las observaciones a la p rimera ju­
La lucha e n el ej emplo 187 es algo gada.
complicada. No se gana con l. RSA, Para finalizar damos un ejemplo
R2C ; 2. P3C, R3T ( ó 2 . . . P4D ) ; 3 . de autoempate, que constituyó la
P4C, R2C ; 4. RSC, P4D ; S . RSA, PSD base de una serie de p roblemas.
y tablas .
Las blancas deben obligar a las 187a. Tomado de un partido prác­
negras a mover el peón 2D, a fin de tico, 1922. Blancas : R7AR, PSTR,
cambiar el p eón 6C. Pero, al mismo P6TR . Negras : RlTR, P4CR, tablas.
tiempo, no deben mover el peón 2C, l. R6A ! , PSC ; 2. R6C, P6C ; 3. P7T,
ya que teniéndolo en 3C sería impo­ P7C ; 4 . R6T, P8C = D o T y rey aho­
sible dominar sus casillas críticas. gado. ( Véase 208, e, d).

92
Peones en columnas vecinas

Esta estructura es, naturalmente, R4C ! , ¡R3A (la casilla SC ! ) ; 4 . R4A,


más favorable para los peones dobla­ R2D ; S. RSC, R2A y ahora decide el
dos, ya que la parte más fuerte pue­ tiempo de reserva 6. P4A ( 7. R6C ;
de tener posibilidades de cambiar 8. P6A ) .
uno de los peones doblados y ganar
con ayuda del otro . Por eso lo me­ 188a. Grigoriev, 193S. Blancas :
jor es colocar el rey en la columna R2D , P3AD, P4AD . Negras : R1TD,
del peón adversario, a fin de ocupar P3CD . Ganan blancas : l. R2A ! , R2C ;
la casilla bloqueadora . En este sen­ 2. R3C, R2A ; 3 . R4T ! , R3A ; 4. R4C y
tido, existe cierta semejanza entre ganan .
esta clase de finales y los del apar­
tado anterior ( peones aislados sin 181lb. Blancas : R7AD, P2R, P4R.
peón pasado ) . Negras : RSAD, P2D ( véase 186c) ;
La dificultad mayor para ganar e s , las blancas no pueden ganar : 1: P3R,
hc>.bitualmente, la gran vulnerabili­ R6D ; 2 . PSR, RSR ; 3. R6D, R4A ; 4.
dad de los peones doblados. ante un RSD, RSC ! ( la posición teórica de
ataque del rey adversario por la re­ Grigoriev ; véanse sus indicaciones
taguardia. en el 188), tablas .
1 88
188c. Krum, 1913. Blancas : R4AD,
P4R, PSR. Negras : R1AR, P2AR ; ga­
nan blancas : l. P6R ! , P x P (ó 1. . .

P3A ; 2. RSA) ; 2. PSR ! y ganan ( 576) .


1 89

En este ejemplo la jugada primera


no conduce al objetivo : l. RlD ? .
R2A ; 2. R3D, R2D ! ( n o 2. . . .i.{3 A ? ;
3. R4A ) ; 3. R4D, R2A ; 4. R4A (4. RSD ,
R2D ) ; 4 . . . R3A ; S. R4C, P3C y t ablas.
Es muy aleccionadora la partida
Tiene interés l a indicación de Grigo­
de este ej emplo .
riev de que en vez de S . . . P3C, se
consiguen también tablas con S . . .
l . (R2T)3C ( R8D )7R
R4D ; 6 . RSC , RSR ! ! (esta posición 2. ( R3C)4A ( R7R)7A
de tablas tiene importancia para l a
teoría). Para hacer tablas, es lo mismo j u­
Lo correcto es l. R2A ! (es el c a ­ gar 3 . P4C, R7C ; 4. P6C, P x P ; S .
mino más corto a la columna dd PSC, R6T ! , que 3 . RSA, R6C ; 4. R6A,
caballo ) ; l. . . R2A ; 2. R3C, R2D ; 3 . RSA ; S. P3C + , RSC .

93
3. ( R4A)SR ! ( R7A)6C blancas se encuentran en zugzwang.
Pero si las negras tuviesen que j ugar
Es úna jugada obligada por la ahora, habrían perdido. Para conse­
amenaza de 4 . R6A, pero ahora las guirlo, las blancas deben llegar a 6C
blancas ponen al adversario en si­ no en dos j ugadas, sino en tres : l .
tuación de zugzwang, alcanzando un R6R ! , RSA ; 2 . R7A, R6C ; 3 . PST,
efecto inesperado . RST ; 4 . R6C, y ahora son las negras
quienes están en zugzwang.
4. ( RSR)SA ! ( R6C)ST
S. (RSA)4A ! 190a. Terminación del problema,
1913. Blancas : RSR, P4TR, PSTR. Ne­
El rey negro está en la retaguardia gras : R6AR, P2CR. Ganan blancas :
de los peones y ocasiona por ello bas­ l . RSA ( no l . P6T, P x P ; 2 . RSA, P4T ;
tantes molestias ; las blancas lo des­ 3. RSC, RSR ; 4. R x P4T, R4A y ta­
plazan a una posición más cómoda blas ) ; l . . . R6C ; 2. P6T ! , P x P ; 3 .
para ellas . P S T y ganan .

S. . . . (RST )4T 190b. Jander-Prokesv, Praga, 1 928 .


6 . ( P2C)3C ( R4T)3C Blancas ; R4AR, P4TD, P2CR. Negras :
7 . ( R4A)4C RSAD , P4TD , PSTR, P4TR. Salen las
blancas, que pierden después de 1 .
y las blancas ganan, lo mismo que R4R, RSC ; 2 . R4D, R x P4T ; 3 . R4A,
en el 188 ( véase 261 ) . P6T ( también gana 3 . . . R6T ; 4. R3A,
E l zugzwang que constituye la base PST ) ; 4. P x P , PST, etc. Más interés
del 189, recibe una explicación com­ ofrece . la variante l. RSC, P6T ! ( úni­
plementaria en los ejemplos rela­ ca ) ; 2. P x P, RSC ; 3. R x P4T, R x P
tivamente sencillos, 1 90 y 1 9 1 , que 4T y ganan .
pueden ser considerados como auxi­
liares para posiciones más difíciles 190c. Moraviets, 1938. Blancas :
rep resentadas en los números 1 92 R6R, P2CD, P4TR, PSTR. Negras :
y 193 . R6CD, PSAD, P2CR. Ganan blancas :
1 90 191 l . RSD, RSC ! ; 2. R6A, RST ; 3. RSA,
R6C ; 4. RSC, P6A ! ; S. P x P, R x P ;
6 RSA, R6D ; 7. RSD, R6R ; 8 . RSR,
R6A ; 9 . RSA, R6C ; 10. P6T ! , P x P ;
1 1 . PST y ganan .
De otro modo se consigue ganar
en el ejemplo 191. Después de l .
RSA ! , R7C ; 2 . PST, R6T, las blancas
en vez de 3. R6C ? (por 3 . . . RSC !) jue­
gan primero 3. RSC ! , para obligar al
rey negro a un retroceso fatal.

En el ejemplo 192 es inútil l . RSC?,


R6A ; 2 . P4T , R7C ; 3 . PST, R6T ó l .
R4C?, R7A ; 2 . P4T, R7C ; 3 . P3T,
P3C.

l. ( R4T )3C ! ( R7R)6R


En el ejemplo 190 no gana l . RSA ?,
por l . . . R6A ; 2 . R6C , R6C ; 3 . PST, Grigoriev rechazaba el intento de
RST o l. PST, R6A ; 2. RSA (2. R6R, ataque por la retaguardia l . . . R8A
RSA ! ) ; 2 . . . R6C ; 3. R6C , RST, que con la siguiente combinación : 2.
nos lleva al mismo final, ya que las P4T, P3C (o, de otro modo, 3. PST

94
1 92 1 93 ó 1 . . . P4T ; 2. RSA ) ; 2. R6A, P4T ;
3. R7C, PST ; 4. R6T y tablas.

193a. Flohr-Ragozin. Moscú, 1936.


Blancas : R6AR, P2CR, P4CR. Negras :
R4D, P2TR. Las negras se han
defendido con toda corrección : 1 . . .
RSR ; 2 . RSC, R6R ; 3 . R6T, RSA ; 4 .
PSC, R4A ; S . RST, RSA ; 6. R4T, R6R ;
7. R3C, RSR ; 8. R4C, R6R ; 9. RSA,
R7A ; 10. R6A, R6C ; 1 1 . R7C, RSC ;
12. R6T, RST, tablas .

193b. Ebers, 1942 . Blancas : RSTD,


P2CD, P3CD. Negras : R4R, P2AD .
Ganan blancas . No basta l . R6T ? ó
l . R4C ? por 1 . . . RSD ! ; 2. RSC ! , R6D
lo mismo que l . P4C ?, RSD ; 2. RSC,
y P4T ) ; 3. R4A ( pero no R4C ?, para R6D . Lo correc to es l. RSC !, R4D
evitar el j aque en la cuarta jugada) ; ( 1 . . . RSD ) ; 2. R6A ) ; 2. P4C, P3A +
3 . . . R7C ; 4. PST ! , P x P ; S. P4T y ga­ ·e es tarde ya para 2 . . . RSD ; 3. R6A,
nan . Grigoriev ha indicado que en R6D por 4. RSD ! ; 19 1 ) ; 3 . RST !
esta posición, desplazada a la colum­ y ganan. ( 3 . . . RSA ; 4. R4T y S. PSC ) ;
na de la izquierda, la combinación serían tablas si 3. R4T ?, RSA ; 4. R3T,
antenor pierde ( en vista de 5 . . . R6D : ( 4. . . R4D ? ; S . R3C , RSD ; 6.
R6C ; 6 . RSA, RST) ; de ahí dedu­ PSC ) ; S . R3C, R7D !, etc.
ce que la posición del problema no
puede ser desplazada, es decir, que 193. Ebers, 1942. Blancas : R3TD,
en ese caso las blancas no pueden P4AR, PSAR. Negras : RSCD, P2CR.
ganar. Ganan blancas : l. R3C, R8A ; 2. R3A,
Sin embargo, después de 1 . . . RSA ; RSD ; 3. R3D, RSR ; 4 . R3R, RSA ; S.
2. P4T, P3C, se puede ganar sin ne­ R3A, RSC ; 6 . P6A, P x P ; 7 . PSA,
cesidad de la combinación , jugan­ R7T ; 8. R4C y ganan . No se debe
do : 3. P3T y si 3 . . . RSC, sigue 4 . de golpe : l. P6A ?, P x P ; 2. R3C, por
PST, P x P ; S . P4T y si 3 . . . R7R, en­ 2 . . . RSA hasta la S. . . RSAR ; 6 . R3A,
tonces 4. R4A, R7A ; S. PST, P x P ; P4A ! y tablas.
6 . P4T y en ambos casos las ne­ La estructura de «peones en co­
gras no pueden rodear por la iz­ lumna» permite hacer un j uego más
quierda (lo mismo que en el 58). variado que el que acabamos de
Esta solución es general, es decir, analizar. Berger, que no daba más
la que proporciona la victoria en to­ que un ejemplo sobre ese tema, y,
das las columnas, y la combinación además, poco típico ( 194), suponía
es una excepción, posible tan sólo que la parte más fuerte gana sólo
cuando hay peones de torre . por excepción, sin embargo, los aná­
Después de 1 . . . R6R, también es lisis de Grigoriev han demostrado
fácil ganar : 2. P4T, RSR ; 3. R4C , que , incluso si son excepciones , no
R4R ; 4. RSC, RSR ; S. PST ! , R6A ; son pocas y acaba uno por no sa­
6. RSA ! y ganan ( 1 9 1 ) . ber si las excepciones son regla en
En e l ejemplo 193 n o se consigue esa clase de finales .
el objetivo con l. RSA ?, P4T ; 2. RSC, Las probabilidades de ganar de­
PST ; 3 . RST, P3T ni con 2 . R6A?, penden exclusivamente de la posi­
RSA ; ( 1 9 1 ) . Se hacen tablas sólo bilidad de capturar el peón adversa­
con l. RSD ! ; por ejemplo : 1 . . . RSC rio. Por eso tiene importancia el
(ó 1 . . . R x P2C ; 2 . R4A, R6T ; 3. R3A ; grado de proximidad de los peones

95
( tiempos de reserva ) y la posición del rey negro a 2CR hay cuatro ;
que ocupan los rilyes . la única salvación de las negras es
En los finales con peones bloquea­ contraatacar el peón SA .
dos predomina la i dea del rodeo por Si son mano, las blancas no ga­
los flancos ; la lucha por el dominio nan ; por ejemplo : l . R4C, RSR ! ; 2 .
de las casillas críticas recuerda en P3A + , R4R ! ó 2 . P4A, R6R ! ; l . l .
mucho los finales de <<peón contra R3C, entonces 1 . . . R4R ! ; 2. R4C, RSR ;
peon» . Si no hay peones bloqueados, si l . P3A, entonces 1 . . . R3D ! , y nada
uno de los medios más eficaces de se consigue con 2 . R4C , R4R !, ni 2.
defensa es el ataque por la retaguar­ R3C, R2R ! ( como las blancas han
dia ( igual que en los casos de peo­ perdido tiempos, el rey negro pudo
nes en columnas vecinas ) , que da acercarse a la casilla 7C ) ; 3. R4T,
lugar a numerosas posiciones de R2A ; 4. R4C, R1A ( con una casilla
zugzwang. Estos finales son mucho de reserva, las negras defienden vic­
más complicados, pues al mover toriosamente ambos flancos ; véase
cualquier peón cambia el sistema de 194a ) ; S . RST, R2C .
las casillas críticas ; los finales del Pero si las negras tienen la salida,
primer tipo ( con peones bloqueados ) están perdidas : 1 . . . RSD ( a 1 . . . R3D
existen en ellos como una posibilidad decide en al acto 2. R4C, R4R ; 3 .
potencial. P3A» ; 2. P3A ! , R4D ; 3 . R3C ! , R3D ; 4 .
R4T ! , R4R ; S . R4C y 6 . RST.
1 94 Por una simple casualidad la posi­
ción 194 fue la base de un problema
de Bianchetti ( 1924 ) y de Griguriev.
La posición de los reyes en el de
Bianchetti era : R1 D-R2CD ; la prime­
ra parte del j uego se reducía a apro­
ximar Jos reyes : l . R2R, R3A ; 2 .
R3A, R4D ; 3 . R4A ( n o sirve, eviden­
temente, 3. R4C ?, RSR). En el proble­
ma de Grigóriev, la situación de los
reyes, R4R-R3AD, creaba una posi­
ción más complicada, ya que plan­
teaba la urgente necesidad de lo­
grar la conj ugación decisiva : l. R3A ! ,
R4D ; 2. R4A ! ( Grigoriev indicaba
que si el rey negro estuviese en 3D
ó 4AD, las blancas no podrían ganar ) .

194a. Grigoriev, 1 93S . Blancas :


Las probabilidades de las blancas R4AR, P3AR, P6AR. Negras : R4D,
están en el flanco del rey ( invasión P2AR. Ganan blancas : l . RSA ! , R3D
de la casilla 6T ) . Las blancas nada \ u 1 . . . RSD ; 2. P4A, R4D ; 3. R4C ! ) ;
pueden conseguir por la izquierda 2 . P4A, R2D ; 3 . R4C, R1 R ; 4. RST ! ,
del peón 3A, si el rey negro se en­ R1A ; S . RSC . Por n o tener u n esca­
cuentra en la misma columna que que de reserva, las negras pierden :
su peón (en la posición, por ejemplo, S . . . RlR ; 6. R6T ; S . . . Rl C ; 6. RSA,
de R4D-R3D, las negras tienen la j u­ RlA ; 7. RSR, RlR ; 8. R6D, RlD ; 9.
gada R3A, que acaba con todos los PSA ó 6 . . . R2T ; 7 . R4R, R3T ; 8 . RSD,
tiempos de reserva de las blancas ; R3C ; 9 . RSR y 10. R6D . ( Si esta po­
en la posición RSD-R2D, lo decisivo sición se desplaza a la izquierda se
es el juego del peón 2A) . gana más fácilmente, pero si se colo­
Entre l a casilla ST y el rey blanco ca más abaj o o a la derecha, no se
median sólo dos jugadas ; en cambio, gana. )

96
194b. Horwitz y Kling, 1 85 1 . Blan­ R5R ; 2. P4C, R5A ( 2 . . . R4R ; 3. P3C ;
cas : R3D, P4D, P5D . Negras : RlD, 2 . . . R6R ; 3. R5A ! y el peón puede
P2D. Ganan las blancas si son mano . avanzar hasta 6C ) ; 3. P5C !, R5C ; 4.
Las negras, teniendo la salida, hacen P3C y ganan .
tablas jugando l . . . P3D ! y conservan­ Después de 3. P5C la posición e s
do la oposición en las columnas de zugzwang recíproco. Si en seme­
p rincipales ( 15 ) . Las blancas ganan jante situacwn tuviesen que jugar
con la j ugada l. P6D !, R1R ; 2. R4A las blancas, habrían sido tablas : l .
(el camino más corto hacia la ca­ P3C + . R5C ó l . RST, R6C ( no l . . .
silla 6T), pero también gana 2. R4R, R4A ?, P3C ) ; 2 . P6C, R5A ; 3 . P4C,
R1A ; 3. R5D, R2D ; 4. R4A ! , etc. R4R.
El resultado no se modifica si la
· Pero S< desplazamos esta posición
posición se traslada abaj o, pero las a la columna del alfil ( 196 ) , las blan­
blancas pueden ganar, en caso de cas no estaran en zugzwang. La pe­
ser mano, sólo en las columnas cen­ netración prematura del rey en 6A
trales ; de otro modo no se consigue se corrige fácilmente : l. R5C ! , R4D
el rodeo. ( 1 . . . R6A ; 2. P6A y 3. R6T ) ; 2. P6A,
Lo mismo ocurre en la posición si­ y 3 . R6T ) ; 2 . P6A !, R4R ; 3 . P3A ! ,
guiente : R3R ; 4 . P4A y ganan .
1 97
194c. Prokop, 1 925. Blancas : R2AD,
P5R, P6R. Negras : RlR, P2R. Ganan
blancas. l. R3D, Rl R ; 2 . R4R ! ( 2 .
R4D ? o R3R?, R2A ! , tablas ) ; 2 . . .
Rl R ; 3. R3R ! , RlD ; 4. R4A ó 3 . . .
RlA ; 4. R4D y ganan.
Las posiciones siguientes ilustran
el ataque por la retaguardia del rey
de la parte más débil a unos peones
doblados .
1 95 1 116
""""""=�

En este ejemplo el rey blanco no


consigue llegar a la esquina lTD,
que le habría asegurado las tablas .
La única posibilidad radica en el
ataque por la retaguardia de los
peones doblados, pero para conse­
guirlo es preciso sacar ventaj a de
las posiciones de zugzwang que ca­
racterizan el ejemplo 195.
En el ejemplo 195, Grigoriev acor­
ta la solución (R8R)7A-( R3R)4R. Des­ l. ( R1 C )2A ( R4T )5C
pués de l . R6C ( no l . R x P2C, R4A ) ,
la posición se simplifica. Es inútil Esta j ugada parece la indicada,
para las negras l . . . R3R ; 2. P4C, pero es mej or la 1. .. R5T, que anali­
R4R ; 3. P3C y 4 . R x P . Por eso l . . . zamos más adelante.

97
7
2. ( R2A )3R ( RSC )6C A 4 . . . P3C ó 4 . . . R6C, sigue S . RSD
y tablas .
Si 2 . . . RSA, entonces 3. R2D ! , R6C ;
4. RlA ! ( pero no 4. R3D ?, P4C ! S . 197a . Grigoriev, 1 93S . Blancas :
R4D, P3C ) ; 4 . . . R7T . S . R2A , P4C RSR, P2CD. Negras : RSTD, P4CD,
( para ganar haría falta la j ugada P2CD, tablas. Se trata de la primera
( P4C )SC ; 6. R3A y tablas. versión simplificada del problema
La jugada 2. . . RST tiene el carác­ anterior, pero se distingue por una
ter de una celada, pero 3. R2D y introducción interesante : l. R6D ! ,
3. R3D consiguen tablas ; pierde la R6C ; 2 . RSD ! , etc.
3 . R4D, por 3 . . . R6C ( 19S ) .
197b. Grigoriev, 1 93S. Blancas :
R l TR, P2CR, P3CR. Negras : R3CD,
3 . ( R3R )4D
P3CR. Ganan blancas . Con un peón
en 2C ( en vez de 3 C ) las negras,
si lo comparamos con el 19S, la po­ sin moverlo, se harían fuertes en la
sicJón de zugzwang parece vuelta del esquina lTR. En este caso las blan­
revés ; es mano la parte más fuerte, cas ganan, pero las negras replican
en vez de la débil , cosa que asegura cin un movimiento impetuoso, por
el resultado nulo : 3 . . . P4C ( a 3 . . . la diagonal 6C-2A, al avance de las
RSC, cabe 4 . RSD y 4 . R3D ) la esqui­ blancas por la columna de torre .
na l T ! ; 4. RSD ! ( no 4. RSA ?, PSC ) ; Es preciso, aunque sea con pérdida
4 . . . PSC ; S . RSA ! , P3C + ; 6 . RSC ó de tiempos, acercar el rey para im­
4 . . . P3C ; S . R6A ! ó 4 . . . RSC ; S. R4D ! , pedir también el movimiento del
P3C ; 6 . RSD, etc. rey negro : l. Rl C ! , R4A ; 2. R2A,
La situación, después de la terce­ RSD ; 3. R3A, R4R ; (ó 3 . . . R6D ; 4 .
ra jugada de las blancas, viene a R4A ! ; y S. P4C ) ; 4 . R4C, R3A ; S . P3A,
ser un curioso p aralelo del 193, don­ P4C + ( de otro modo, 6. RSC ) ; 6.
de los peones doblados se encuen­ R4R, R3R ; 7. P4C y ganan .
ti'an en la columna de la torre . El ejemplo 179b plantea la necesi­
En respuesta a l . R2A, es más dad de analizar detalladamente los
vigorosa la réplica 1 . . . RST (a fin casos de cuando los reyes se en­
de que el rey no es torbe el avance cuentran delante de los peones o al
del peón ) : lado de ellos.

l. ... ( R4T)ST Las posiciones de los ejemplos 198


2 . ( R2A)3R ( P3C )4C y 199 son una ilustración auxiliar de
alguna de las variantes de los pro­
Las blancas deben ser ahora muy blemas de Grigoriev que reproduci­
precavidas . Son igualmente malas : mos más abaj o ( 1936), pero al mis­
3. R2D?, R6C ! ; 4. R1A, R7T ; S. R2A, mo tiempo tienen su p ropia impor­
PSC ! , que 3. R3D ?, R6C ! ; 4. R4D, tancia teorica. Estando los peones
P3C, que 3. R4D?, RSC ! ; 4. RSD, en las columnas centrales, las blan­
R6C ! ; S . R6D ( S . RSA, PSC ) ; S . . . cas ganan.
RSA ! ; 6 . R7A, PSC y ganan . En el 198 ( el rey negro puede
estar también en 2R ) , las negras de­
ben estar en condiciones de respon­
3. ( R3R )4R ! ! ( RST)SC
der con R3C, a R4T .
El rey negro debe man tenerse a la
A 3 . . . P4C se puede re�ponder con izquierda del blanco, ya que si ocu­
4. RSD y 4 . R4D, y si 3 . . P3C ó 3 . . .
.
pa la casilla 3T, el rey blanco se
R6C, entonces 4 . RSD ! apodera de 4D (las negras no alcan­
zan a replicar con R4D a R3R). La
4. ( R4R )4D ! defensa de las negras es sencilla,

98
1 98 Las blancas no pueden ganar, si
son mano, debido a que los peones
se encuentran en la columna de alfil
y no en la central .
La tentativa l . PSA + , R3D , nos lle­
va rápidamente al 194 ; por ej em­
plo : 2. R4D ( 2 . R4A, R4D ) ; 2 . . . R3A ;
3. R3R, R4A ( ó 3 . . . R3D ; 4. R4R,
R4A ) ; 4. R3A, RSD ! ; S . R4A, R4D y
tablas.
Nada se consigue con la otra va­
riante : l . R4D , R3D ( no l . . . R4A ? ;
2 . R3R, R3R ; 3 . R4R y les toca salir
a las negras ) ; 2 . R3R ( ó 2. R3D, R4D ;
3. R3R, P4A ! ) ; 2 . . . R4D ( es erróneo
2 . . . R2R :' ; 3. R3A ! , R2A ; 4 . PSA,
R2R ; S . R4A ! y ganan ; 200) ; 3 . R3A,
P4A ! y tablas, lo mismo que en
el 198.
Si en el ej emplo 199 colocamos
pues a R3C pueden responder con
los reyes en 4CR y 3CR, las blan­
R3A o 2A ; si el rey blanco está en
cas ganan ( véase 200 ) .
3T, el negro puede . ocupar 3A, 2A y
2C. Segun Grigoriev, las negras tie­ 200
nen << exceso de casillas conj ugadas» .
L o mismo ocurre e n e l centro . Por
ejemplo : l . R3A, R4D ; 2. R3R ; p are­
ce que es una posición de zugzwang
para las negras, pero cabe j ugar 2 . . .
RSA y 2 . . . R4A, y a que después de
3. R3A, R4D ! , a la 4. R3C, sigue 4 . . .
RSR ( ó 4 . R2C, R3R).
Se comp rende que las negras no
habrían conseguido defender las ca­
sillas críticas si la posición es tuviese
en las columnas centrales .

1 99

Si la posición del ejemplo 200 es­


tuviese en la columna de caballo, no
habrían ganado las blancas . En la
columna central, las blancas habrían
ganado moviendo su rey bien a la
derecha, bien a la izquierda . Pero en
esta situación el movimiento del rey
hacia el centro l . R4R nos lleva a
tablas, pues l . . . R3R ; 2. P4A, P3A !
( 1 99) .
L a jugada correcta e s l . R4C ( tam­
bién se gana después de l . R3C ) ,
1 . . . R3C ; 2 . P4A, P3A ( 2 . . . P4A + ; 3 .

99
R3A ; 2 . . . R3A ; 3. PSA, R4R ; 4. RSC, 201

�-�%·�-�·!1�
RSR ; S. R6A ó 4 . . . R4D ; S. P6A ! ;
196) ; 3 . PSA + , R2A (ó 3 . . . R3T ; 4 .
P3A y luego S . R4A) ; las blancas

!1·'·····
tienen ahora dos caminos para ga­
nar : 4. RST, R2C ; S. P3A ! , R2T ; 6.
R4C éJ 4. R4A , R2R ; S. R3A ! , R2A ;
6. R4R ( ó S . . . R3D ; 6. R4C ) .
Saliendo las negras 1 . . . R3R ; 2.
RSC, R4R ; (2 . . . P3A + ; 3. R4A ) ; 3.
P4A + , RSR ( 3 . . . R3R ; 4. P3A ó 4.
PSA + ) ; 4 . PSA y ganan como arriba
( teniendo en cuenta el 196 ) . � B B B
200a. Grigoriev, 1 936. Blancas : �- ¿ - - -
R2R, P2AR, P3AR. Negras : R3CR,
P2AR. Ganan blancas : l. P4A ! ( no - - - -
l . R3R?, R4A ; 2. P4A, R3R ; 3. R3A,
P4A , 198, ó 3. R4R, P3A, 199) ; 1 . . . ejemplo 201, en la que están inclui­
R3A ; 2 . R3A ! , R4A ; 3 . R3C ! , R3C ; das todas las variantes . Con el rey
4. R4C, etc. blanco en 3T se harían fácilmente
tablas con R4C ( R6D, PSA ) ; pero si
200b. Grigoriev, 1936. Blancas : el rey negro estuviese en 2D, las
R1AR, P2AR, P3AR. Negras : R2R, blancas habrían perdido , ya que
P2AR. Ganan blancas : l. R2C ! , R3R ; ( P3A)4A y R3A (200a).
2. R3C ( no 2. P4A?, P4A ! , ni tampoco La tarea fundamental de las bl an­
2. R2T ?, R4R ! ; 3 . R3C, P4A ! y ta­ cas, impedir que las negras coloquen
blas ) ; 2. . . R4A ; 3. P4A y ganan ; ó su rey delante de los peones, se con­
1 . . . P4A ; 2. R3C( 3T ) , R2A ; 3 . R4T ! , sigue fácilmente : l. R3 C , R3D ; 2 .
R3C ; 4. P4A y ganan . R4A ! , P4A ( j ugada obligada ) ; 3 . R3D !
y tablas, pues 3 . . . R4R ; 4. R4A, R3D ;
Ahora ya no resulta difícil orien­ S. R3D ó 3 . . . R3A ; 4. P4A ( 198 ) , ó
tarse en la complej a posición del 3 . . . R4D ; 4. P3A, etc. ( 1 99 ) .

l OO
CAPÍTULO V

DOS PEONES CONTRA DOS PEONES

En los finales que hemos estudiado hasta ahora ( con un número mí­
nimo de peones), la exposición era, dentro de lo posible, exhaustiva, pero
a partir de esta parte ya no nos planteamos semej ante objetivo . Teniendo
en cuenta, sin embargo, la posición intermedia de los finales de « dos
peones contra dos peones», hacernos de ellos un análisis más detallado que
de los finales siguientes de << tres peones contra dos y tres peones» .
El aumento del número d e peones n o cambia, claro está, los principios
fundamentales del juego . Muchas de las ideas ya expuestas vuelven a apa­
recer de nuevo en esos finales, en una orquestación más amplia, por decir­
lo así . Pero, al mismo tiempo, el aumento del material impone que se
amplíe el círculo de ideas estratégicas y tácticas , incluso de ideas que no
podían haberse expuesto con menos material . Los finales de dos y tres
peones tienen sus peculiaridades específicas p ropias , y por ello los vamos
a estudiar por separado .
El propósito de sistematizar detalladamente el material según su estruc­
tura de peones tropieza en finales de << dos peones contra dos peones» ( sin
hablar ya de los siguientes) con dificultades considerables, debido a la
multiforrnidad de esas estructuras. Por ello los autores de libros sobre
finales no han hecho, hasta la fecha, ninguna sistematización, limitándose,
en el mej or de los casos, a destacar los finales de peones pasados.
Es indudable que la existencia o la falta de peones pasados da un ca­
rácter raramente distinto a los finales que estudiamos, y por ello los
hemos dividido en dos grupos fundamentales. Pero corno esto no nos pa­
rece suficiente, hemos subdividido cada uno de los grupos fundamentales
en partes complementarias, precisas para destacar mejor los tipos de fina­
les que posean sus propias características .
Estas subdivisiones son las siguientes : a) peones ligados contra peones
ligados ; b) peones ligados contra peones aislados ; e) peones aislados con­
tra peones aislados (incluidos los doblados ) .
Es conveniente subdividir estos finales e n dos grupos : a) finales con
dos peones p asados, y b) finales con un peón pasado .

101
1. FINALES CON PEONES PASADOS

a) Do s peones pasados pedir el avance de los peones adver­


sarios .
Si en el final de «dos peones contra
dos peones» una de las partes posee 202a. Horwitz, 1879. Blancas : R3AR,
dos peones pasados, la otra parte, P4D, PSR. Negras : R4CR, R4AR, P3C .
como es natural, tambi én tiene dos Ganan blantas ( son mano las ne­
peones pasados. Estos peones pueden gras ) : 1 . . . R3T ( 1 . . . PSA ; 2. PSD, R4A ;
ser ligados o aislados, centrales o la­ 3. P6D y ganan ) ; 2. R4A ( o primero
terales, y estar en diversas posicio­ PSD ) ; 2 . . . R2C ; 3. RSC, R2A ; 4. PSD,
nes. Por lo tanto, se podrán hacer de­ R2R ; 4. P6R, R3D ; 6 . R6A y ganan .
ducciones generales sólo en finales
reducidos a grupos todavía más res­ 203
tringidos. La práctica ha demostra­
do, por ej emplo, que los peones late­
rales y aislados tienen, en la mayoría
de los casos, ventaj as sobre los peo­
nes cen trales y ligados .
L a enorme variedad d e casos par­
ticulares nos obliga a pasar a los
ejemplos concretos, distribuidos se­
gún el sistema arriba indicado .

202

En este problema clásico del com­


positor letón, la dificultad de la solu­
ción se debe a la situación del rey
negro en 2A . Si el rey negro estuvie­
se en lR, se ganaría jugando RSR,
En el ejemplo didáctico 202 ( Fine, con amenaza de pasar a 6R. Esta
1941 ) , el rey blanco presta un gran amenaza constituye la base de la
apoyo a sus peones. El peón negro posición 203 . Con el rey negro en lR,
2T necesita hacer cinco j ugadas para el rey blanco podría pasar a la fila
convertirse en dama , pero apenas quinta, sin hacer caso del avance del
haga tres o cuatro j ugadas, las blan­ peón SD.
cas, ganando tiempos gracias a los La jugada frontal de l . R4R nos
jaques, bien coronarán el suyo, bien llevaría a tablas : 1 . . . P4A ; 2. R3D,
darán mate ( 74 ). Las blancas, desde R1R ; 3 . R4A, RZA ; las blancas no
la fila 4, necesitan seis j ugad as por pueden ganar tiempos.
lo menos (y nueve desde la 3 ) para Lo correcto es l. R3A ! , P3A ; 2 .
hacer dama. Por consiguiente, en po­ R4A ! , P4A, y ahora l a s blancas mue­
siciones análogas se puede ganar sólo ven su rey a 3AD en un número im­
si los peones propios no están por par de jugadas : 3. R4R, RlR ; 4. RSD
debaj o de la fila 4, si el rey está bien (se puede también R3D ), 4 . RZD ; . .

situado o si hay posibilidades de im- S. R4A, RlR ; 6. R x P4A, P6D ; 7 .

1 02
R6D, R2A ; 8. R7D y ganan ( véase 204
354 ) .

203a . Lasker, 1 895 . Blancas : R3AR,


P6R, P6AR. Negras : R1R, P2AD, PSD .
Ganan blancas . ( Ej emplo didáctico
tomado del libro «El sentido común
en el aj edrez», que profundiza con­
siderablemente el problema de Be­
tinsh ) . l. R4A !, R1A ; 2. R4R, P4A ;
3 . R3D , R1R ; 4. P7R ! y ganan . Algo
más elegante es la solución estando
el rey blanco en 4AR, a saber : l .
R3A ; B ianchetti ( 1 925) señaló erró­
neamente : « 1 . P7R ! , R2A ; 2. R3A»,
etcétera. A l. P7R? no se debe re­
plicar l . . . R2A ?, sino l . . . P4A ! y ta­
blas . La jugada ( P6R)7R ( toma de la
casilla conj ugada decisiva ) se debe
hacer sólo cuando se alcance la po­ RlC ( 1 . . . PSR + ; 2. R4A ; 1 . . . PSA ;
sición R3D-R1R ( 3S4 ) . 2. R4R ) ; 2. R2A ! , R2A ( 2 . . . PSR ; 3 .
R3R ó 2 . . . PSA ; 3 . R3A, etc.) ; 3 .
203b. Blancas : R2D , P7AD, P6D . R3C, R l C ( 3 . . . PSA + ; 4 . R4C ) ; 4 .
Negras : R2D , PSR, P2AR. Ganan R4T, R2A ( si 4 . . . PSA, entonces S .
blancas. En un manual se daba la RSC ! , R2A ; 6 . R4C ; ó 4 . . . P5R ; 5 .
siguiente solución : « 1 . R3R, P4A ; 2. RSC, R2A ; 6 . R4A ) ; 5 . RSC, P5A ;
R4D, R1A ; 3. RSA, R2D ; 4. R6C y 6. R4C y ganan, colocando el rey
ganan» . Sin embargo, en vez de 3 . . . en 4R.
R2D ?, l o correcto e s 3 . . . R2C ! , des­ 205
pués de lo cual se debe seguir 4.
RSD !, P6R ; S. R6R, P7R ; 6. R7D ,
P8R= D ; 7. P8A = D + , R3C ; 8. D6A + ,
9 . DSA + y 1 0 . D x P4A y gana proba­
blemente.

203c. Herberg, 1 93S ( según Be­


tinsh ) . Blancas : R4AR, P7R, P6AR.
Negras : R1R, PSCD, P2AD. Ganan
blancas : l. RSR, R2A ; 2. RSD, P3C ! ;
3 . R3D ! , P4A ; 4. R4A, RlR ; S . R x P4A
y ganan.

203d. ( Torneo de Barcelona de


1 932 ) . Blancas : R4CR, P6AR, P7CR.
Negras : R2AR, P2D, PSR. Las blan­
cas acceden a tablas. En 1 9SO, Dedr­
le indicó la torma de ganar : l. R3C ! , La complicada pos1c10n de este
P3D ; 2 . R4C ! , P4D ; 3 . R4A, R1 C ; 4 . ejemplo nos hace ver con suma cla­
RSC ! , R2 T ( 4 . . . R2A ; S . R6T ) ; S . ridad hasta qué punto deben permi­
RSA ! , P6R ; 6 . R6R, R 1 C ( 6 . . . P7R ; tir las blancas la aproximación del
7. R7A ) ; 7. P7A + , ó R7R y ganan . rey negro.
Las blancas no pueden dej ar de
Algo más complicadas son las ma­ mover sus peones, pero no constitu­
niobras en el ejemplo 204 : l. R3A, yen una barrera suficientemente

1 03
fuerte ( la casilla 4R ! ) ni amenazan 206
con la conversión ; por ejemplo : l .
R2A?, RSC ; 2 . R3D, RSA ( según Gri­
goriev, se gana en esta posición in­
cluso saliendo las negras *) ; 3. R2A,
RSR ; 4. R3C, R6D, ó 4. RlD, P6D ;
S. RlA, P7A ( se puede también S . . .
P7D + ) ; 6 . R2C ( si 6 . R2D, no se
debe jugar 6 . . . RSD ?, sino 6 . . . RSA ! ;
7 . RlA, R4A ! ; 8 . R2D, RSR, etc. ) ;
6. RSD ; 7 . P4C, RSR ; 8. PSC, R6A ;
9. P6C, P7D y ganan .

l . ( P2A )3A !

Jugada única : al rey negro se le


priva de la casilla 4R. Si l . P4A,
RSC ; 2. P3C ó l . P3C, RSC ; 2. P4A.
entonces 2 . . . R4A y 3 . . . RSR.
puede pres tarles apoyo, tiene deci­
l. . . . ( R4T)ST siva importancia la distancia entre
los peone s . Si les separa una casi­
Es mala 1 . . . R4C ? , por 2. P3C ! y lla, pueden defenderse ventaj osa­
tablas, pero no 2. R2A ?, por 2 . . . RSA ; mente de un ataque frontal del rey
3. R3D, R6C ; 4. R2A, R7A ; S. R3D, adversano . Si median entre ellos
P7A o RBR y ganan . dos casillas, los peones perecen si
no han alcanzado la fila quinta. Si
2. ( P2C )4C ! ( RST )4C son tres casillas las que hay entre
3. ( R3C )2A ( R4C)SA ellos, se sal van si consiguen llegar
4. ( R2A)3D a la fila cuarta.
Así pues, en el ejemplo 206, los peo­
y tablas en vista de la posición de nes negros estarían condenados de
zugzwang (las negras no pueden ga­ nes negros estarían condenados de
nar tiempos). no encontrarse defendido uno de
ellos por su rey. Sin embargo, las
Se puede aplicar a los peones ais­ blancas ganan con una maniobra
lados que se encuentran en la misma exacta : permiten el avance del peón
fila la regla del «cuadrado errante>>, de torre, pero coronan su peón de
que dice : si el cuadrado común de alfil y son las primeras en tener
los peones aislados no llega al extre­ dama.
mo del tablero o se sale de su mar­ l . R4A ! , R3C ( si mueven algún
co, los peones pueden avanzar hacia peón, pierden ambos ) ; 2. RSA ! , R2A ;
la octava casilla por sí solos, sin el 3. R6A ! ( es p rematuro 3. R6R ?, P4T ) ;
apoyo del rey ( véase S l-S4 ) . 3 . . . R3C ; 4. R6R ! , R2A ; S. RSD , P4T ;
Si el cuadrado común de l o s peo­ 6. P6C + , R x P6C ; 7. R x P3D y ganan .
nes no ha llegado todavía al extre­ Ej emplos didácticos :
mo del tablero y el rey propio no
206a. Blancas : R4CR, P4TD, P4R.
Negras : R4AD, P4CR, PSTR. Ganan
* En efecto, si esta posición la consi­
blancas. En esta misma posición, pe­
deranws inicial, las n egras juegan 1. . .
R5C ! ; 2 . R z A ( 2 . P3A + , R6C) ; 2 R4A 1 ; ro con un peón en 3R y 3T, la par­
tida es nula : l . R3T !, RSA ; 2. R4C,
.•.

3. R3D, RsA, y les toca jugar a las blan­


cas, 6 3. P3C, RsA, 6 3 . P3C, RsR y etcétera ( como los peones no están
ganan. obligados a moverse, se defienden in-

1 04
directamente el uno al otro ) . Es muy 207
instructivo el problema de Rauch :
Blancas : R2R, P3CD, P3AR, P3TR.
Negras : RSD, P6CR, PSTR. Ganan
blancas. Si se transgere la salida a
las negras, después de R4D , R3R, los
peones pasan por sí solos . Por eso :
l . R1A, R4D ; 2. R1C, RSD, ; 3. R2C,
R6D ; 4. R1A, RSD ; S. R2R y ganan .

206b. Blancas : R3AD, P6CR, P7TR.


Negras : R2CR, PSTD, P4AD. ( l . R4A,
RlT ; 2. R3A !, R2C ) . Gana la posi­
ción : R4A, P6CR, P7TR ; Rl TR, P4TD,
P3AD ( l . RSA, R2C ; 2 . R6D, PST ;
3. R7R, P6T ; 4. P8T = D + , etc . ) . Son
impotentes los peones centrales liga­
dos contra los aislados de los flan­
cos en la posición : R4CR, P4D, P4R ;
R2D, P4CD, P4CR. P7T, P7D ; 9. P8A = D + , R x P8A ; 1 0 .
P8T = D + y ganan .
L a segunda solucwn no queda eli­
206c. Blancas : R1CD, PSTR, P6TR.
Negras : R3AR, P6TD, P2AR, P6AD . minada si se añade un peón blanco
Ambas partes se encuentran en zugz­ en 2CR, ya que a la quinta jugada
wang : el que empieza, pierde. Si el rey blanco puede ir a 1 e ; por
trasladamos el peón 6AD a SA y el ejemplo : S . R1C, RSA ; 6 . . R2A, R6C ;
rey a 3AD, gana la jugada l . R2A . 7. P6A , P6D ; 8. P7A, P7D ; 9. P8A = D ,
P8D = D ; 1 0 . D3A+ � ganan .
Tampoco elimina ese defecto la
206d. Stoltz-Nimzovich, Berlín, propuesta de añadir un peón blanco
1 927. Blancas : R2D, P4TD, PSCD, en 3AR ( Halberstad t ) , y a que sigue
P3CR. Negras : R4R, PSD, P4AR, siendo posible S. R2C con el final
PSCR. Después de l . . . PSA ! ; 2. P X P, victorioso de dama, después de S . . .
R3D ! !, los peones pasados de las RSA ; 6 . P6T, etc.
negras les aseguran la victoria. Más abaj o incluimos otros dos in­
Otra idea preside el ejemplo 206e . tentos de enmienda, pero en el pri­
Walker, 1841 . Blancas : RSTD, P2TD, mero el camino de los peones está
P2CD. Negras : R4TR, P2AR, P2TR. reducido a la mitad y en el otro se
Ganan blancas . Después de corona­ ha aumentado el material .
dos los peones y cambiadas las da­
más mediante DSC + , decide ( P2T ) 207a. Jachaturov, 1 947. Blancas :
4T. R2D, P4AR, P4TR. Negras : RSCD,
P4D, PSCR. Ganan blancas : l. PSA,
En este ejemplo se gana avanzan­ R4A ; 2 . PST, P6C ; 3 . R 1 R ! , PSD ; 4.
do sucesivamente los peones blan­ P6A, R3D ; S . P6T, P7C ; 6 . R2A, P6D ;
cos : l . P4A ! (no l . R2C?, R6C o 7. P7A, R2R ; 8. P7T, P8C = D + ; 9 .
( P2D)4D, tablas) ; l . . . RSC ; 2. P4T ! R x P8C, P7D ; 10. P8A = D + , R x P8A ;
(2. R2C?, P4T ! y ganan ) ; 2 . . . P4D ; 1 1 . P8T = D + y ganan .
3. PSA, R4A ; 4. PST (la jugada 4 .
R2C ?, R3D, conduce a tablas ) ; 4 . . . 20Th. Maizelis, 1954. Blancas : R1 TR,
PSD ; S . P6A ( también gana S . R2C, P4TD, P3D, P2AR, P2TR. Negras :
RSA ; 6 . P6A, P6D ; 7 . P7A, P7D ; 8. R6TD, P4TD, P3CD, P2CD, PSD. Ga­
P8A = D , P8D = D ; 9 . D 1A + , etc.) ; S . . . nan blancas : l. P4A ( l . P4T ?, P4C ) ;
R3D ; 6 . P6T, P6D ; 7 . P7A, R2R ; 8 . 1 . . . RSC ! ; 2. P4T, P4C ; 3. PSA ! , R4A ! ;

l OS
4. PST, PSC ( ó 4 . . . P x P ) ; S. P6A, 208a. Elinek, 1 944. Blancas : RSC,
R3D ; 6 . P6T, P6C ; 7. P7A, R2R ; 8. P2D, P2TR. Negras : RSAR, P2TD,
P7T, P7C ; 9 . P8A = D + , R x P8A ; 10. P3AR. Ganan blancas : l. P4D, RSR
P8T = D + , R2R ; 11. D7T + ( si en la (ó 1 . . . P4A ; 2 . PSD, R4R ; 3 . RSA,
cuarta j ugada se hubiera j ugado 4 . . . PSA ; 4. P6D, etc. ) ; 2. RSA, P4T ( en
P x P y e l peón, e n vez de 7C, estu­ caso de 2 . . . P4A ; 3. PSD, etc . , lo de­
viese en 7T, se jugaría ahora 1 1 . cisivo es D8R+ ) ; 3. P4T, P4A ( ó 3 . . .
D x PSD ; 1 1 . . . R3D ; 12 . D x 2C y las PST ; 4 . R4C , P4A ; S . PST, PSA ; 6 .
blancas ganan . P6T, P6A ; 7. P 7 T , P7A ; 8 . P8T = D ,
P8A = D ; 9. D S R + y ganan ) ; 4. PST,
208
PSA ; S . P6T, P6A ; 6 . P7T, P7A ; 7 .
PllT = D , P8A = D ; 8. D8R, y ganan .

208b. Blancas : RSCD, P7D, PSAR.


Negras : R2R, P4CR, P2CR. Tablas :
l. R6A, RlD ; 2. RSD, R x P7D ; 3 .
R4R ! ( 3 . RSR?, R2R ; 4 . R4D , R3A ;
S. R4R, PSC ; 6. R4A, P6C ; 7. R x P6C,
R x P y ganan ) ; 3 . . . R3D (ó 3 . . . R2R ;
4. R3A, R2A ; S. R3C, R3A ; 6. R4C
y tablas ) ; 4. R3A, R4R ; S. R4C, R3A ;
6. RST, R x PSA y tablas. Es un final
muy instructivo.
La base de los siguientes proble­
mas es la misma que en el 187a.

208c. Kubbel, 1 922. Blancas : R3R,


PSTD, P6TD . Negras : R1AD, P4CD,
En este ej emplo, los peones negros r2D . Tablas. l. R4D, P3D ! ; 2. R3A !
no alcanzan a ocupar una posición ( obligando la j ugada de las negras
salvadora en l a misma fila ( 106b y e ) , y liberando la casilla SA ) ; 2 . . . P4D ;
p o r l o cual pierden, pero l a lucha 3 . R4D ! , PSC ; 4. R x P4D, P6C ; S .
se complica porque las negras utili­ R6A, R1C ( ó 6 . P7T ) ; 6 . R6C, P7C ;
zan un recurso defensivo inesperado 7. P7T + , R1T ; 8. R6T , P8C = D y ta­
( como en el problema de Reti nú­ blas .
mero 71 ) : l. P3T, P4A ; 2 . R1C, PSA ;
3. R2T ( este ataque al vulnerable 208d. Gorguiev, 1 9SO. Blancas : R4R,
peón « de cabeza» en circunstancias P4TR, PSTR. Negras : R2R, P3AR,
corrientes habría proporcionado la PSCR, tablas : l. P6T, R1A ; 2. PST,
victoria, pero en tal caso entra en R2A ! ; 3 . R3R ! ! ( no 3 . R4A ?, P4A ;
j uego el oculto recurso defensivo de 4. R3C, R 1 C y ganan ) ; 3 . . . R1A ! ;
las negras ) ; 3 . . . P6A ! ; 4 . R3C ! ( si 4 . R4A ! , P4A ; S . R x P4A, P6C ; 6 .
4. R x P6T, entonces 4 . . . R6C ! ; S . R6A ! , R1C ; 7 . R6C, P7C ; 8 . P7T + ,
PSA, RSA ; 6. P6A, R6R ; 7. P7A, P7A ; R1 T ; 9. R6T y tablas.
8. P8A = D , P8A = D + , y tablas ) ; 4 . . .
P7T ; S . R x P7T ( las blancas han con­
seguido que el peón 8A se convierta b) Un peón pasado
en dama sin j aque ) ; S . . . R6C ; 6.
PSA, RSA ; 7 . P6A, R6R ; 8. P7A, P7A ; Hay que distinguir los casos en
9. P8A = D, P8A = D ; 10. D6T + y las· que ambas partes tengan un peón
blancas ganan. pasado o que lo tenga sólo una. En
A continuación damos otras posi­ el primer caso tiene primordial im­
ciones con las mismas figuras , pero portancia la posición del peón ( su
de contenido diverso. proximidad a la octava banda, si está

1 06
defendido o aislado, etc . ) . En el se­ Juegan negras . Para que el distante
gundo caso la existencia del peón peón pasado 2A se corone es indis­
pasado significa, habitualmente, una p ensable impedir la jugada ( P3A )4A.
ventaj a decisiva, pero su coronación l . . . R4R ? ( lo correcto en este caso
suele ir acompailada de ciertas di­ sería : l . . . P7D !, según ha indicado
ficultades y no se excep túan finales Manteifel ; véase más abaj o ) ; 2. P4T ?
de tablas . (hace t ablas sólo 2. R x P ; 2 . . . R4D ? ;
s i s e j ugase 2 . . . P7D, s e podría ga-
209 ( si se j ugase 2 . . . P7D, se podría ga-
nar todavía, pero ahora las tablas
son inevitables ) ; 3 . R x P6D, R4A ; 4.
NA, P4A ; S. R3A, PSA ( por no poder
hacer otras j ugadas, el peón se ha
salido de su zona ganancial ; véa­
se 1 52) ; 6. R3D, RSC ; 7. R4R y ta­
blas, ya que el rey blanco llega opor­
tunamente a lA. Para ganar hubiera
sido p reciso : l . . . P7D ! ; 2 . R x P, RSR ;
3. P4T ( ó 3. R2R, PST ; 4. R2D, P4A ;
S. R2R, PSA, etc. ) ; 3 . . . P3A ! ( pero
no 3 . . . P4A ? ; 4. R2R, PSA, por S. P4A
y tablas ) ; 4. R2R, P4A ; S. R2D,
R6A ! ; 6. R3D ( 6 . P4A, RSR ) ; 6 . . .
PSA, y la partida termina con la co­
ronación del peón y jaque .
210
En el ejemplo didáctico 209, las
blancas tienen un peón pasado ST
que distrae al rey negro de la de­
fensa del suyo en 3A. El bloqueo
de este peón por el rey blanco es
también un factor favorable para
las blancas.
Sin embargo, sería prematuro l .
P6T + ?, R x P6T ; 2 . R x P3A, por 2 . . .
R4T y tablas ( véase 65 ; e l peón está
en 2C y no en 3 C ) . Valiéndose de
que el rey negro se encuentra cla­
vado, las blancas avanzan su peón
por el otro flanco : l. P4C ! , P3T ( ó
1 . . . R2A ; 2. P6T, P3T ) ; 2. P6T + y
ganan.

209a. Nimzovich-Tarrasch, San Se­


bastian, 191 1 . Blancas : RSAR, P2CR, La aparente sencillez de la posición
bastián, 191 1 . Blancas : RSAR, P2CR, 210 puede inducir fácilmente a un
P4TR. Negras : R2AR, P3TD, P3AR. error irreparable.
P4A + ! ! y las blancas abandonan en Es evidente que para hacer tablas
vista de 3. R4D, PSA !, después de lo l. R6T ??, R2A ; 2 . PSC ( 2 . R7T, R3A ) ;
cual pierde los peones 2C y 4T. 2 . . . R l C ; 3. R6C, P4D ; 4. RSA, R2C .
E s menos evidente que también s e
209b . Schelochilin-Magergut, Sará­ hacen tablas j ugando l . R6C ? , R2R ;
tov, 1955. Blancas : R3R, P3TR, P3AD . 2. RSA, R2A ; 3. R4R, R3C y los p eo­
Negras : R4AR, P4TD, . P6D, P2AR. nes perecen al mismo tiempo ( las

107
blancas habrían ganado si en res­ 21 1
puesta a R x P3D, las negras pasasen
a SC por lo menos con una j ugada
de retraso, ya que entonces el rey
negro no llegaría a tiempo a la casi­
lla 8AD ( lAD ) ó 2. PSC, P4D ; 3 .
R7T, PSD y coronarían simultánea­
mente ( pero las blancas habrían ga­
nado si el rey negro estuviese en
6R( 3R) gracias al j aque ) .
La clave para la solución la tene­
mos en la existencia de dos posicio­
nes de zugzwang. La primera de
ellas es de R6C-R2R ; si j uegan las
negras, pierde R3R, por ( P4C)SC y se
corona con jaque, igual que ( P3D )4D,
por RSA. La segunda posición de
zugzwang es RSA-R2A ; saliendo las
negras a R2R, sigue R6C y ganan
lo mismo que arriba. Así pues, las l . R4D ! , RSC ; 2. R3D, R6C ; 3. R2D ,
casillas conj ugadas en t:ste caso son RSA ! ( 3 . . . R7C ? ; 4. P4T y ganan ) ;
SA-2A y 6C-2R. Por lo tanto, lo único 4. R2A, R4D ; S . R3C, R x P6R ; 6.
correcto es l. RSC !, a fin de ocupar R4T, R4A ( si 6 . . . R4D, entonces 7 .
la casilla SA o la 6C, según sea la P4T, P4R ; 8 . PST, R3R ; 9 . R x P4T,
j ugada del a dversario. Las negras no R4A ; 10. RS C y tablas ) ; 7. R x P4T,
disponen de una jugada de espera : P4R ; 8 . R4C ! , RSA (ó 8 . . . PSR ; 9.
l . . . R1A, por 2. R6A y a 1 . . . R2A, si­ R3A, etc. ) ; 9. R3A ! ( 9. P4T ?, PSR ;
gue 2. RSA, R2R ; 3. R6C y ganan . 10. PST, P6R ; 1 1 . R3A, R6A ! y ga­
210a. Ostropolski, 1 952. Blancas : nan ) ; 9 . . . R6A ; 10. R2D, R7A ; 1 1 .
RSCR, P4CD, P3AR. Negras : R3D, R3D y tablas.
P3AD, P2TR. Ganan blancas . El rey En los ejemplos siguientes el peón
negro está situado en la diagonal pasado distante se neutraliza fácil­
fatal de 3T-8A. La jugada l . R6A ! mente .
coloca a las negras en posición de
zugzwang ; en caso de 1 . . . P4A ; 2 . 211a. Grigoriev, 1933. Blancas :
P x P + , R x PSA ; 3 . P4A, este peón RBCD, P3AD, PSAR. Negras : R4TD,
en algunas variantes se corona dan­ P3TD, P3AR. Tablas. l. R7A, R4C ;
do j aque ; si 1 . . . P4T, entonces 2 . 2. R6D, P4T, P4A + ! ( las blancas
RSC, R4R ( 2 . . . R3R ; 3 . P4A ) ; 3 . quieren liberarse del peón que les
P4A + , RSR y ahora n o 4. PSA?, PST ! , haría perder en un final de dam a ) ;
sino 4 . PSC ! ( para limpiar la diago­ 3 . . . R x P4A ( si no lo hace, 4. PSA ) ;
nal ) y ganan . 4. R6R, PST ; S. R x P3A, P6T ; 6. R7R ! ,
P7T ; 7. P6A = D ; 8 . P7A y tablas .
210b. Análisis hecho por Bonda­
rievski y Chej over, 1938. Blancas : 211b. Grigoriev, 193 1 . Blancas :
RSR, P3TD, P2AR. Negras : R2AD, R6R, P3D, P4AR. Negras : R8R, P4TD,
P2TD, P4TR. Las blancas no pueden P4AR. Ganan blancas : l. RSD, R7D ;
ganar. Véase 322, después de la ter­ 2. R4A, R6R ; 3. P4D, R x P4A ; 4 .
cera jugada de las negras . PSD, R4R ; 6. RSA, PST ; 6. P6D, R3R ;
En este ejemplo ; el rey blanco se 7 . R6A, P6T ; 8. P7D, P7T ; 9. P8D = D ,
ve obligado a esforzarse no poco PBT = D ; 1 0 . D8T + , R3A ; 1 1 . D8T +
para conseguir, en hn de cuentas y y ganan . En la partida de Capablan­
gracias al aislado peón pasado 2T, ca-Dake, 1 93 1 , podía haberse produci­
las tablas ( 211 ) . do una situación semej ante, según el

108
análisis hecho por Grigoriev, pero R2R ; 3. RSD , RlA (ó 3 . . . RlR ; 4 .
desplazada a la columna de la dere­ R6R ; P4T ; S . P7C ) ; 4. R6D, R1C
cha, en cuyo caso las blancas no ( 4 . . . R2C ; S . R6R, P4T ; 6 . RSD ) ; S .
podrían ganar ; R4R, P3R, P4CR. Ne­ R7R ! , P4T ( ó S . . . R2C ; 6 R6R ) ; 6 .
gras : R7R, P4CD, P4CR : l . R4D, R x P3A, PST ; 7. P 7 C ( también gana
R6A ; 2 . P4R, R x P4C ; 3. PSR, R4A ; 7. R7R ) ; 7 . . . P6T ; 8 . R6C y mate en
4. RSD, PSC y las negras no pierden dos j ugada s .
l a dama.
213

21lc. Maizelis, 19S4. Blancas : RSR,


PSAR, PSCR. Negras : R2R, P4TR,
P2TR . Ganan blancas, juegue quien
j uegue : l. R4A, R3D ; 2. R3C, R4R ;
3. P6A, R3R ; 4. R4T, P3T ; S. R x P4T ! ,
P X P ; 6 . R6C y ganan . S i j uegan las
negras : 1 . . . PST ; 2. R4A, R3D ; 3.
R4C, R4R ; 4. P6A, P6T ; S . R x P6T,
R3R ; 6. R4T, P3T ; 7 . RST y ganan .

212

E s t e ej emplo n o s muestra u n a po­


sición en la cual, pese a un peón
pasado y defendido, la parte más
fuerte no consigue ganar un peón
aislado del adversario que está a un
lado.
El rey negro defiende el peón 4C,
sin salir de los Iímites del cuadro
del peón SA ; por ejemplo : l . R3R,
R4R ; 2 . R3A, R4A ; 3 . R3C, R4R !
( 3 . . . R3A ? ; 4. R - y gana ) ; 4. R4C ,
R3A, tablas.
( La posición inicial de este proble­ Saliendo las negras, se hacen t a­
ma es : R4TR, PSAR, PSCR, P6TR. blas, según los análisis hechos pos­
Negras : R1 CR, P3AR, P2CR. La posi­ teriorrrÍ ente, con 1 . . . R4R ; 2 . R3R,
ción representada en el diagrama se R4D !, pero no 2 ... R4A?, por 3. R4D,
obtiene después de l. P6C, P x P ; PSC ; 4. RSD ! , P6C ; S. P6A y las blan­
2 . R4C, R1A ) . cas ganan la dama lC o la cambian.
En e l ejemplo 212, l a existencia de La jugada 4 . RSD ! , es l a que más
un peón pasado y defendido asegura rápidamente lleva al objetivo, pero
l a victoria de las blancas. Con su desde el punto de vista teórico tiene
movimiento envolvente por la iz­ importancia que también gana 4.
pierda, que supone una seria ame­ R3R ( según el método indicado en
naza para las negras, bien obligan el 213a). De ahí resulta, por ejem­
a mover el peón 3T, después de lo plo, que en la posición R3R, P4CD,
cual se pierde, bien dan mate. PSAD y R4R, P4CD, PSCR, las blan­
l. R4A, R1R ( 1 . . . P4T ; 2 . R3C, cas ganan, independientemente de
R2C ; 3 . R3T ! y ganan ) ; 2 . R4R, quien j uegue .

109
La situación que nos interesa ( con R2D ( de la posrcwn de zugzwang
un peón aislado en la columna del R3R-R4R, se deduce que las casillas
alfil y no en la del caballo, que de conjugadas son 2A-3D y 2R-4D, cosa
hecho no cambia nada ) , la encontra­ que explica todo el j uego que sigue ;
mos en la variante fundamental del el objetivo de las blancas es conse­
siguiente problema : guir la posición R4AD-R4R con sali­
da de las negras ) ; 4. R1A ! , R3A ; 5 .
213a. Grigoriev, 1 930. Blancas : R1R ! , R4A ; 6. RlD ! ( para esta ma­
R2D, P4TD, P2CD . Negras : R1AR, niobra se tiene en cuenta la conj u­
P4TD, P5AR. Ganan blancas : l. P4C ! , gación de las casillas 2D-3D y 2A-3A
R2R ! ( 1 . . . P x P ; 2 . P5T ) ; 2 . PSC ! , y, además, la conj ugación de 3A-4D
R3D ; 3 . R2R, R3R ; 4 . R3A, R4R ; y 3C-4A, condicionada por la posi­
S. R4C ! , R5R ; 6. P6C, P6A ; 7. R3C ! , ción de zugzwang R4A-R4R) ; 6 . . .
R6R ; 8 . P7C, P7A ; 9 . P8C = D ; 10. R3A ; 7 . R2A ! , R4A ; 8 . R3C ! , R3D ;
D5R+ ! , R7D ; 1 1 . D x P4T + , RSD ( el 9. R4C ! (las blancas se acercan a la
cambio de damas es obligado en . to­ meta decisiva) ; 9 . . . R4D ; 10. R3A !,
das las variantes ) ; 12. DSD + , R8A ; R4R (en el 213b cabía la réplica R4A,
1 3 . DSA + , R8D ; 14. D4D + , etc. pero en este caso, como las blancas
Si en el ejemplo 213 trasladamos tienen un peón de más, la j ugada
el peón 4C a 4TR, o desplazamos la ( PSA)6A gana ) ; 1 1 . R4A ! y ganan .
posición a la fila inmediata superior ( Véase 3S3a.)
( el peón 4C estaría entonces en S C ) , El ejemplo 213d es de otro género .
l a s blancas ganarían sin dificultad. Marishko, 1 948 . Blancas : R4AD, P4D,
P3AR. Negras : R3R, P2CR, P3TR. Ta­
213b. Blancas : R4AR, P4CD, P5AD. blas : 1 . PSD + , R3D ; 2. R4D, P3C
Negras : R4D, P4CD, PSD. Las negras ( si 2. . . P4C, entonces 3 . R4R, P4T ;
pierden si son mano, pero si j uegan 4. RSA, PST ; S. R4C y 6. P4A ; ó 2 . . .
las blancas, entablan ; por ejemplo : P4T ; 3 . R4R, P5T ; 4 . R4A, R x PSD ;
l . R3C, R4R ; 2. R3A, R4A ; 3. R3C, 5. R4C, R4R ; 6. R x PST, RSA ; 7 .
R4R ; 4. R4C , R3R ( mej or todavía RST ) ; 3 . R4R, P4T ; 4. R4A, R x PSD ;
RSR ! ) ; 5 . R4A, R4D, etc . ( Compáre­ S. R5C, R4R ; 6. P4A + , RSR ó R3R ;
se con el 19a, donde los peones · 7. R x P3A y tablas.
están en la fila de arrib a . ) 214
A una posición análoga, pero con
un peón de más de las blancas , nos
lleva a este in teresante y complej o
final :

213c. Halberstadt, 1 9S4. Blancas :


R3TR, P2AR, P3AR, P4CR . Negras :
R2R, P4R, P3CR. Ganan blancas. No
se debe permitir l . . . P4C, pero l . PSC
no gana . Por eso l. P4A !, P4C ! ; 2 .
P5A ! , P S R ( era preciso j ugar así
ahora o a la j ugada siguiente, pues
resulta evidente que defender el peón
4R desde 3D no conduce a nada ; el
autor del problema daba la solución :
2 . . . R2D ! , pero desde el punto de
vista del método resulta más cómo­
do este cambio de j ugadas para pre­
cisar mej or la configuración de peo­ La fundamental del 214 es la lucha
nes y mostrar más claramente las por las casillas críticas del peón pa­
maniobras de los reyes ) ; 3. R2C ! , sado.

1 10
l . R2A, R4T ; 2. R3C, P7T ; 3. R2C ! , En e s t e ejemplo, l a s blancas, con
RSC ; 4 . R1T ! , R x P4T ( 4 . . . R x P4A ; un j uego preciso, deben evitar cier­
S. R x P7T, t ablas) ; S. PSA ! , P x P ; tas dificultades : l . R2A, R6T ( ó 1 . . .
6. R x P7T y tablas (63 ) . P6C + ; 2 . R1C, como e n l a variante
No es menos instructiva la posi­ principal ) ; 2 . R1C (2. PSA, R7T ) ; 2 . . .
ción siguiente, por cierto más com­ RST ; 3 . R2C ( 3 . R2T?, P x P ) . 3 . . . P6C ;
plicada : 4. R 1 C ! ( no 4. R1T??, R6T ! y las ne­
gras dan mate con el peón de torre) ;
214a. Grigoriev, 1 923. Blancas : 4 . . . P7C ; S. R2T ! , PBC = D + ; 6. R x
R4R, P3D, P6CR. Negras : R3R, P4R, PSC y ganan.
P4CR. Ganan blancas : l. P7C, R2A ; Vamos a estudiar ahora posiciones
2. RSA ( 2 . R x P4R?, R x P7C ; 3. RSA, donde sólo una parte tiene peón pa­
R2A, tablas ) ; 2 . . . R1C ! (2 . . . R x P7C ; >ado. De ordinario, la parte más
3. R x P4C y ganan ) ; 3. R4C ! ( a 3 . fuerte consigue la victoria con me­
R x P4C ?, sigue 3 . . . PSR ! ; 4 . P x P, dios elementalísimos. Omitimos esos
R x P7C ; y tablas ) ; 3 . . . R2A ( ó 3 . . . casos para estudiar otros más com­
PSR ; 4 . P x P, R2A ; S . RSA, R1C ; 6 . plicado s .
R6A, PSC ; 7 . PSR y ganan ) ; 4. R x 216
P4C ( puede comerlo, porque e l rey
negro está en 2A : si 4 . . . R x P7C ;
S. RSA, PSR ; 6. R X PSR y ganan ) ;
4 . . . PSR ; S. P6T ! ! , R1C ; 6. P x P y
ganan .
El siguiente ejemplo ilustra la lu­
cha por una posición de zugzwang.

214b. Blancas : R3CD, PSR, PSTR.


Negras : R1CR, P4D, P3TR. Ganan
blancas. En caso de l. R3A, R2A, no
se debe jugar 2. R4D ?, R3R ! y des­
pués de 2 . R3D, R2R, la partida aca­
ba en tablas. Pero las blancas pue­
den alcanzar la casilla 4D, no en dos
jugadas, sino en tres : l. R4C, R2A ;
2. RSA, R3R ; 3. R4D y ganan .
L a única posibilidad d e l a s negras,
215 en el ejemplo 216, es trasladar el rey
a 3A y j ugar ( P3T )4T, a fin de rom­
per la cadena de peones de la parte
contraria. Por ello , las blancas de­
ben defender el peón SA desde la
casilla 4R.
De aquí se deduce la posición de
zugzwang R4R-R3A, que determina
plenamente las maniobras de las par­
tes .
l . R2C, R2C ; 2. R3A, R2A ! ; 3. R3R ! ,
R2R ; 4 . R4D , R3A ( ó S . RSR) ; 6 .
R4R, R2R ; 6 . RSR, R2A ; 7 . P6A,
P4T ( no se puede hacer otra cosa ) ;
8 . P x P, PSC ; 9 . P6T, P6C ( ó 9 . . . R3C ;
10. R6R, P6C ; 1 1 . P7A y ganan ) ;
10. P7T, P7C ; 1 1 . P8T = D , P8C = D ;

111
12. D7T + , RlA ; D7R + , Rl C ; 14. A primera vista no parece difícil
P7A + y ganan. ganar en esta posición ; sin embargo,
217 las blancas tropiezan con serias difi­
cultades, debidas a que la distancia
entre sus peones no es lo suficiente­
mente grande y que, además, uno
de los peones es de torre . No se
consigue la victoria con medios nor­
males ; por ejemplo : l . R4A, R2A ;
2. RSC, R2C ; 3. P6D, ya que después
de 3 . . . R2A, el rey negro logra cap­
turar el peón pasado y ocupar la
casilla lA (en vez de 3 . P6D ?, es
preciso jugar 3 . R4A) .
E l otro contratiempo que acecha
a las blancas lo vemos en la siguien­
te variante : l . R4D, R2A ! (no l. . .
R2R ?, por 2 . RSR, R2A ; 3 . P6D ó
2 . . . R2D ; 3. R6A y ganan fácilmente ;
de esto se desprende la posición de
zugzwang RSR-R2R ; pero también
la posición R4D-R2A es de zugzwang
En la posrcron 217 ( resultante de
como veremos ahora mismo ) ; 2 .
la posición RlA, P4CR, PSTR : RlR,
P6D ? ( fuerza l a s tablas, lo mismo
P2AR, P3C, después de las jugadas
que la continuación 2 . RSA?, P4C ;
l . P6T, RlA ; 2. PSC, RlC ; 3. R2D, pero aun se puede volver a la po­
R2T ) , también existe la amenaza de sición inicial ) ; 2 . . . R3R ; 3. RSA, R2R ;
rotura, pero las blancas obtienen en 4. RSD , P4C ; S . P x P, PST y el peón
compensación un peón pasado y pe­ se corona con j aque . El rey blanco,
ligroso para el bando contrario : l . como se ve, debe evitar la casilla SD.
R3R, P3A ; 2 . P x P, R x P6T, y en la Esta variante nos da la clave para
situación que se origina de «peón resolver el problema ; sabemos ya
contra peón», decide 3. R4A, R2T cuáles son las posiciones fundamen­
( ó 3 . . . P4C + ; 4. RSA, PSC ; S. R6R, tales de zugzwang, es decir, la con­
P6C ; 6. P7A ) ; 4. RSC, RlT ; S. R6T ! , jugación de las casillas SR-2R y 4D-
RlC ; 6. R x P3C y ganan. 2A. El tercer par de casillas inclui­
das en la « Zona principal » es, na­
218 turalmente, 4R-3A (véase la « Intro­
ducción>> ; la zona de las blancas es
SR, 4D y 4R al lado de la casilla
inaccesible SD ; la de las negras :
2R, 2A y 3A, junto al escaque inac­
cesible 3R) .
Así pues, l . R4R ! , R2A (no vale
l . . . P4C, por 2. P x P + , R x PSC ; 3 .
RSR) ; 2. R4D ! , RlR ( e s m á s débil
2 . . . R2R ; 3. RSR ó 2 . . . R3A ; 3. RSA,
P4C ; 4. P x P + ) ; 3. P6D (las negras
ya no pueden replicar R3R) ; 3 . . .
R2D (las blancas se encuentran ante
la última p rueba ; es mala, natural­
mente, 4. RSD, pero ¿ qué elegir?
¿4. RSA ó 4 . RSR? Se precisa un
cálculo muy exacto. Después de 4 . . .

1 12
P4C, se obtendrá un final de dama 219
en el cual las blancas , lo mismo
que en 216, jugarán D7A + ; por con­
siguiente, se hace necesario quitar
al rey negro la casilla 6A) ; 4 . RSA,
P4C ; S. P x P, PST ; 6. P6C, P6T ; 7.
P7C, P7T ; 8. P8C = D , P8T = D ; 9.
D7A + y mate en dos j ugadas .

218a. Pospishil, 19S4. Blancas :


Rl TR, P3CR, P4TR. Negras : R3R,
PSD, P4TR. Tablas . Es la misma po­
sición que la 218, pero con cambio
de color ; el rey, además, está fuera
de la zona crítica (3A, 2A y 2R de
las blancas, y 4R, 4D y SR de las
negras ) . En el 218, el rey atacan­
te ha conseguido tomar inmediata­
mente la conjugación, pero en este
caso no lo consigue. l . R2CR ! (para En caso de 3 . . . PSC ; 4 . P x P, RSD ;
replicar a R4R o R4D con R3A o S. R2D , P3C ; 6. R2A, R6R ; 7. R3A,
R2A, respectivamente) ; 1 . . . R3D ; 2. P4C, y las blancas , después de 8 .
R1A ! , P6D (2 . . . R4D ; 3 . R2A ! ; 2 . . . R2A, RSA, ganan con 9.R2C o R3C,
R4R ; 3 . R1R ! ; 3 . R2A, R4D ; 4 . R3R, lo mismo que en el 163.
RSA ; S. R2D, RSD ; 6. P4C, y t ablas.
4 . R3C, P3C ; S . P4D + , R4D ; 6.
218b. Prokop, 1926. Blancas : R1R, R4C, R3A ; 7. R3T !
P2CD, P4AR. Negras : R2AD, P3TD,
PSAD. Ganan blancas . Se comprende Se harían tablas si 7. PSD + , R x
que los peones SA y 4A se pierden y PSD ; 8 . R x P4C, RSR ! Habiendo con­
ei final es de « peón contra peón» seguido inmovilizar los peones ne­
( del tipo 66) . Las blancas no ga­ gros, las blancas llevan el rey al cen­
nan si a R x SA le sigue R x 4A . Por tro, maniobrando de forma que les
eso no sirve : l. R2R?, R3D ; 2 . R3A, permita replicar a R4D , con R3C y
R4D ; 3. R3R, R3R ! ; 4. R4D , R4A (lo después R3D .
mismo que 40 . R4R, R3A ; S. PSA, 7 . . . R3D ; 8. R2C, R4D ; 9. R3C,
P6A ! ) . De acuerdo con la regla ge­ R3D ! ; 10. R2A, R3R ; 1 1 . R2D !, R3D ;
neral, las blancas deben bloquaer 12. R3R, R4D ; 13. R3D, R3D ; 14. R4R,
el peón SA : l. R2D !, R3D ; 2. R3A, R3R ; 1 S . PSD + , R3D ; 16. R4D , R2D ;
R4D ; 3. PSA (3. R4C?, RSR !) ; 3 . . . 17. RSR, R2R ; 18. P6D + , R1R !
R4R ; 4 . R x PSA (4. P6A ?, R x P6A, ta­ A la 19. R6R seguirá ahora 19 . . .
blas) ; 4 . . . R x PSA ; S. R4D ! , etc., lo RlD ; 20. P7D , PSC ; 2 1 . P x P, P4C y
mismo que en el 66. tablas. Las blancas necesitan ceder la
salida al adversario.
Es muy instructivo este complica­ 19. R4D, RlD ; 20. R4R, R1R ; 21 .
do final : RSR, RlD ; 22. R6R, R1 R ; 23. P7D + ,
RlD ; 24. R6D y ganan.
Grigoriev consideraba que la posi­
l . R3R, R4D .
c""n 219 era la representación más
genuina del problema. Blancas : R1
Es mas débil 1 . . . P4C, por 3. P4D + ! , CR, P3AD , P2D . Negras : R3TD, P3
4. P x P y S . PSD. CD, P2CD ( l . R2A, R4C ; 2 . P3D,
R4A ; 3. R3R, etc. ) . Sin embargo, se­
2. R2D ! , P4C ; 3 . R2A, R4A. gún ha indicado Kopáiev en 19S3, es

113
8
mej or responder a l . R2A con l. . . R4C ; 3. R3D, RST ; 4. R x P6A, R x
P4C ! , y como 2 . R3R, P4C ; 3 . P x P, P3T ; 5 . R4A, R7C y tablas.
R4C ; 4. P4D , R x P4C ; 5. R4R, R4C ! ; Se debe provocar la jugada ( P4A )
6. R5D, R5T ! ; 7. R5A, P4C y tam­ SA : l . R2R, PSA ; 2. R3A ! ( en caso
bién 2. P4D, R3C ! ; 3. R3R, R3A ; de 2. R3R?, habrá que mover antes
4. R4R, R3D ; 5. P5D, R2D ; 6. R5R, de tiempo el peón 3T ; por ejemplo :
2 . . . R4R ; 3. P4T, R4D ; 4. PST, R4A ;
R2R ; 7. P6D + , R1R (o R2A) condu­
S. P6T, R3C ; 6. R4D , R x P6T y ta­
cen a tablas ; en esta última varian­
blas ) ; 2 . . . R4D ; 3. R4A ! , RSD ; 4 .
te, a diferencia del juego análogo
P4T, R4D ( ó 4 . . . R4A ; S . R4R, RSC ;
en el 219, la casilla 6A sigue sien­ 6. R4D , R x P4T ; 7. R x PSA y ganan ) ;
do inaccesible para las blancas, ya S . R3R, R4R ; 6 . PST, R4D ; 7. P6T,
que las negras se abstienen de j ugar R3A ; 8. R4D y las blancas ganan.
( P2C)3C.
En los ejemplos siguientes los peo­ 219b . Moraviets, 1938 . Blancas :
nes negros también pierden su movi­ R3R, P2CD, P6TR. Negras : RlTR,
lidad. P6CD, P2CD. Ganan blancas : 1. R4A ! ,
R2T ; 2 . RSC, R1T ; 3 . R6C, R1C ; 4 .
219a. Halberstadt, 1930. Blancas : P7T + , R1T ; S . R6T, P3C ; 6 . R6C,
R1AR, P3TD, P2AD. Negras : R3D, P4C ; 7. R6T, PSC ; 8 . RSC, R x P7T ;
P6AD, P4AD, ganan blancas. 9. R6A ! , R1C ; 10. R7R ! , R2C ; 1 1 .
No sirve l . R2A ?, R3A ! ; 2 . R3R, R6D, R3A ; 12. RSA , y ganan .

2. FINALES SIN PEONES PASADOS

Si en los finales de << dos peones también tienen sus peculiaridades


contra dos peoneS>> no hay peones específicas debidas, sobre todo, a las
pasados, eso significa que los peo­ complej as maniobras de los reyes.
nes blancos y negros, igual si son
Los ejemplos que citamos más aba­
ligados que aislados, están unos
frente a otros en las mismas colum­ jo están distribuidos en tres grupos
nas o en las vecinas . En el caso de de acuerdo con el carácter de la
que se cambie una pareja de peones, estructura de peones : a) peones li­
nos queda el final ya conocido de gados contra peones ligados ; b) peo­
<< peón contra peón >>, y si se captura nes ligados contra peones aislados,
uno, el de « dos peones contra uno>>. y e) peones aislados contra peones
A pesar de que esos finales más sen­ aislados ; en el concepto de « aisla­
cillos constituyen la base del final dos>> incluimos también los peones
de « dos peones contra dos peones», doblados .

a) Peones ligados contra peones li gados

Si los peones se bloquean plena está bloqueado sólo un par de peo­


o parcialmente, el papel decisivo co­ nes y aun es p osible el cambio . Sin
rresponde, casi siempre, a la profun­ embargo, hay también sus excepcio­
didad de la penetración del rey en nes, sobre todo cuando los peones
el campo adversario, es decir, a la no están todavía totalmente inmovi­
posibilidad de dominar las casillas lizados.
críticas del peón retrasado emplean­
do el método de la oposición o el de En este ejemplo , a l . RSD, las ne­
las casillas conjugadas . gras replicarán con 1 . . . R2A ! , a la
En la mayoría de los casos esos que sigue 2. R6D , R3A ó 2. RSR,
finales son de tablas, sobre todo si R2R. La defensa de la casilla crítica

1 14
220 222 223

En el 222, las blancas j uegan y ga­


6R es sencilla, pero las negras , na­ nan con l . R2A ! , P4T ( ó 2. R6C ) ;
turalmente, pierden, si en la posi­ 2. P4T ! , PC x PT ( ó 2 . PT x PC ; 3 .
. .

ción RSR-R2R juegan primero ( 220 ) . PT x PC ) ; 3 . PSC, y a que las negras


pierden tiempo después de 4. P6C + .
221 222a. Cozio, 1766. Blancas : R8AR,
PSCR, P4TR. Negras : R1TR, P3CR,
P2TR. Esta posición tan poco natu­
ral ( la última j ugada de las negras
ha debido ser, probablemente, la de
P3C ) la j ugaba del siguiente modo
Walker en 1841 ; l. R7A, P3T ; 2 .
R x P3C, P x P ; 3. P x P ; 1 . . . P3T ; 2.
R7A, P x P ; 3 . P x P, R2T ; 4 . R6A.
Brede, en 1844, indicó que a 1 . . .
P3T, se gana antes con 2 . PST . A
base de eso apareció la uosición 222.
Esta idea y demás circunstancias es­
tán plenamente expresadas en el si­
guiente problema.
·
223, final del problema 310a. En
el problema de Matison el rey está
en SR. Prokesh ( 1944 ) lo ha colocado
Con una estructura de peones co­ en 6R y, como vemos , es un error :
mo la del ejemplo 221 , las negras no l . R7A ?, por 1 . . . R2T ; 2. P4C, P4C ;
pierden ni siquiera cuando son ma­ 3. R6A, P4T ó l . P4C ?, P4C ; 2. R7A
no. Se puede j ugar de primeras 1 . . . ( 2 . R6A, P4T ) ; 2 . . R2T ! ( 2 . . P4T ? ;
. .

P4T y hacer tablas ; cabe asimismo 3. P4T ) ; 3. R6A, P4T. Lo correcto es


la j ugada previa 1 . . . R2A ; 2 . RSA l . R6A ! , R2T ; 2. P4C, P4C (2 . . P4T ;
.

y ahora, bien 2 . . . P4T ; 3. R x P4C, 3. PSC ) ; 3. R7A y ganan ( 222 ) .


P x P ; 4 . P x P, R2C, bien sencillamen­
te 2 . . . R2C ; 3. R6R, R3C y tablas. L a posición 224 constituye una do­
Esta última jugada es, claro está, ble excepción : las blancas no gana­
nica en la posición se desplaza a la rían si sus peones estuviesen más
columna de la izquierda. abajo, ni tampoco si se encontrasen

115
224 225 226

a la izquierda. Sin embargo, se trata 226a. Helberstadt, 1929 . Blancas :


de un ejemplo .nteresante, que ilus­ R8AD, P2CR, P4TR. Negras : R7AD,
tra un procedimiento táctico que PSCR, P2TR ; tablas. Pierde l. PST?,
permite a las blancas acercar con R7D ; 2 . P6T, R7R ; 3 . R7D , R7A ; 4 .
tiempos su rey al peón 2C. R7R, R x P2C ; S . R7A, R6A ; 6. R7C,
l. R4A, RST ; 2 . RSR ! , R x PST ; 3. P6C ; 7. R x P2T, P7C ; 8. R8T, P8C = D ;
RSA, RST ; 4 . R6R, R6C ; S . R7A, P4T ; 9. P7T por 9 . . . RSC ! ( N .0 7 en el
6. Rx P2C, PST ; 7. R6A, P6T ; 8. P7C, «Anejo» ) . Lo correcto es l . R7D,
P7T ; 9 . P8C = D + , R7A y tablas. R7D ( ó 1 . . . R6D ; 2 . R6R, RSR ; 3. R6A,
En el 22S, después de l. R7A, las RSA ; 4. PST y tablas, ya que las
blancas pueden ganar un peón, pero negras han perdido t!empos ) . 2.
no la partida : l . . . P4C ! ; 2 . R6A, PSC R6R ! , R7R ; 3 . RSA, PSC ; 4. R4C,
(es lo más sencillo, pero también R7A ; S . R3T, P4T, empate.
2 . . . R4T no pierde) ; 3. P4T, R4T ;
4. RSA, P3T (véase 23 1 , donde la 227
posición está desplazada a la iz­
quierda), y si S. R4A, entonces S . . .
R3C ; 6 . R x PSC, P4T + y tablas, y si
S. R4R, R3C ; 6 . RSR, entonces 6 . . .
R4T ! (pero no 6 . . . P4T ? ; 7 . R6R ) .

En la posición inicial del problema


226, los reyes están en 6TD y 7TD ,
el peón de caballo en 2C. Después de
l. P4C, los reyes se aproximan a
los peones, con la p articularidad de
que las blancas conserYan todo el
tiempo la oposicion . Este ejemplo
muestra la ventaj a de la estructura
de peones de las blancas (la menor
vulnerabilidad de sus peones ) .
l . RSR ! , R7A ; 2 . R6A ! , R6A ; 3 .
RSA, R2C ; 4 . R6C, R6T ; S . RST y En este ejemplo ( tomado de la
ganan. partida Bogoliubov-Selezniev, Tri­
En el ejemplo siguiente el juego berg ) la solución está en el rodeo
termina de un modo inesperado : por la retaguardia : l. R6A ! , RlR ; 2.

1 16
R7C, R2R ; 3. P3C (no 3. P4C?, P4A) ; R2T ; S. R8D ! , y ganan ; por ejem­
3 . . . R3R (ó 3 . . . RlR ; 4. P4C ! ) ; 4. plo : S . . . R2C ; 6. R8R ó S . . . RlC
R8A, R3A ( si 4 . . . P3A, entonces S . ( lo mismo que S . . . R3T ) ; 6. R7R.
R7C, R4A ; 6. R7A ) ; S . P 4 C , R3R ;
6. PSC ! y las blancas ganan ; por 2. ( RSD )6D ( RlA ) l R
ejemplo : 6 . . . P4A ; 7 . PST, PSA ; 8 . 3 . ( P4A )SA ( P3C )4C
P x P, etc. 4. ( R6D )7A !
Tiene un aire muy lógico la si­
guiente posición de un problemista
Pero no 4. P6A ?, RlD ; S . RSR, R2D ;
de Calcuta.
6. RSA, R2D ; 7. R x P4C, R3R, tablas.
227a. R. Fontan, 19S3 Blancas :
R8D, P3AD, P4D . Negras : R2CD, 4. . . . (R1R)2R
P3CD, P3AD . Ganan blancas : l. R7R ! S . ( R7A)8A ! ( R2R)3D
( no l . R7D ?, por 1 . . . P4A ; 2. PSD, O S . . RlR ; 6. P6A.
.

P4C ) ; 1 . . . R2T ( l . . . R2A ; 2. P4A ) ;


2. R7D ! , P4A ( o 2 . . . R2C ; 3. R6D , 6. (R8A)8D ( R3D )4R
P4C ; 4 . R7D, R3C ; S . R8A ) ; 3. PSD , 7. ( R8D)7R ( P2A)3A
P4C ; 4. P6D, PSC ; S. R8A ! , P6C ; 6. 8. ( R7R)7A ( R4R)SA
P7D, P7C ; 7. P8D = D , P8C = D ; 8. 9. ( R7A) X P3A ( R53 ) x P4C
DST + + . 10. ( R6A)6C y ganan.
228
Esta posición desplazada a la de­
recha o abaj o es tablas, pero gana
si es trasladada a la columna si­
guiente de la izquierda o a la segun­
da de la izquierda.
229

La complicada posición de este


ejemplo constituye una valiosa apor­
tación a la teoría de finales que es­
tamos estudiando .

l . (R4A)SD ( R2C) 1A !
La posición decisiva de zugzwang
Es la mejor defensa. Pierde rápida­ en este ejemplo es la de R6R-RSA.
mente : 1 . . . R3T, por 2. RSR, R2C ; Las blancas, si son mano, no pue­
3. R6D, RlA ; 4. R7D, R2C ; S. R8R, den ganar ( P3R + , RSR ; R x P2R,
RlC ; 6. R7R, R2C ; 7. PSA, P4C ; R x PSA). Las negras j uegan y pier­
8. R8R. den ( RSR, P3R ; R x P3R, R x P2R). La
Si las negras, en vez de 3 . . . RlA, segunda posición decisiva es RSD­
continúan 3 . . . RlT, entonces 4 . R7D, R6R (en caso de R x P2R o RSA, ga-

117
na R6R ; saliendo las blancas, es ta­ 231
blas .
Teniendo esto en cuenta se com­
prenderán fácilmente las maniobras
de los reyes.
l . R6C, R6A (con el fin de ir por
SD a 4R ; si l . . . R7D, entonces 2.
R6A, R x P2R ; 3 . R7D , R6R ; 4.
R x P2R) ; 2 . RSA, R7D ; 3 . R6A ! (no
3 . RSD ?, R6R) ; 3 . R6R ; 4 . RSD ! ,
. .

RSA ; 6 . R6R, RSR ; 6 . P3R y las


blancas ganan .
230

Una posición análoga al 231 la he­


mos visto ya en una de las variantes
del problema 22S, donde salvaba a
las negras la situación del rey en un
extremo del tablero . En el caso pre­
sente, las negras no tienen este re­
curso, pero se hacen tablas jugando :
l . R4D, R3R ; 2. R x PSR, P4A + . Las
blancas, para ganar, tienen que ce­
der la salida al adversario.
l. R4D ! ( a otras j ugadas , le segui­
ría l . . . RSC ) ; l . . . R3R ! ; 2. RSA ! , R3A ;
3. R6D, R4A ; 4. RSD, P3A ; S. R4D ,
En este ejemplo las blancas nece­ R3R ; 6. RSA, R2D ; 7. RSD (pero no
sitan colocar su rey en 6AD y rom­ 7. PSA ?, R2A ; 8. RSD, R2D ; 9. R x
per los peones adversarios mediante PSR, R3D ; 1 0 . R4D , R3A ; 1 1 . R4A,
( PSC)6C. Primero se lucha por la R3D, tablas ¡ ; 7 . . . R2R ; 8. R x PSR
casilla SD ( R4D-R3R es la posición Y . ganan.
de zugzwang). Una vez conseguida
232
la posición de RSD-R2D, las blancas
tendrán que gastar un tiempo de
peón para ocupar el escaque 6A ; en
la posición de R6A-R1A, tendrán que
gastar su segundo y último tiempo
de peón, ya que ( PSC)6C no consigue
resultado inmediato (análogo al nú­
mero 171 ) : l . R2A, R2A ; 2. R3R, R2R
(2 . . . R3A ; 3. R4R) ; 3 . R4R ! , R3R ;
4. R4D , R2R (4 . . . P4D ; S . RSA ) ; S .
RSD, R2D ; 6 . P3A, RlD ; 7. R6A, RlA ;
8. P4A ! (no 8. P6C? P x P ; 9. R x P,
R2D ó 9. P4A, P4C ; 10. P x P, R 1 C y
tablas) ; 8 . . . RlD ; 9. P6C, R1A ( si 9 .
. .

P x P, entonces 10. R x P3D ! ; 10. P x P,


P4D ; 1 1 . R x P4D, R x P7A ; 12. RSA
y ganan .

118
La posición 231 es el final del si­ 6. R2A, RSC y 7 . . . R6C . Salva a las
guiente problema : blancas el rodeo por la retaguardia :
l . R7C ! , R2D (nada se consigue con
23la. Bianchetti, 192S . Blancas : 1 . . . R3A ; 2. R6A, P4C ; 3. P x P + ,
R7TR, P3AD, P2D . Negras : R3CD , R x PSC, por 4 . R6D, etc . ) ; 2 . R8C !
P2AD, P6D . Ganan blancas : l . R6C, (pero no 2. R6C?, R3D ; 3. R7C, R4R
R4A ; 2. RSA, R4D ; 3 . R4A, P3A ; 4. y las negras capturan primero el
R3R, RSA ; S . R4R, P4A ; 6 . R3R, R4D ; peón 2C) ; 2. . . R3R (no es mej or 2 . . .
7. R4A ! y ganan. R3D ; 3 . RSA, R4R ; 4 . R7D , RSA ; S .
R6R, R6C ; 6. R6A) ; 3 . R7A, R4A ;
En este ejemplo pierde l. RSC ?, 4. R6D , RSC ; S. RSR, R x P4T ; 6.
por l.. . R3D ! ; 2 . R4A, R4R ; 3 . R3D , R6A(4A), P4C ; 7. RSA, PSC ; 8 . R4A
RSA ; 4. R2R, R6C ; S. RlA, R x P4T ; y tablas .

b) Peones ligados contra peones aislados

Siendo las demás condiciones igua­ fácilmente, gracias a la mala situa­


les, los peones ligados �on más fuer­ ción del rey blanco : l . R8A, R3A ;
tes que los aislados o doblados ; sin 2. R8R, R3R ; 3. R8D , R3D ; 4. R8A,
embargo, el factor decisivo es la su­ R4A ; S. R7D , RSC ; 6. R6A, PSD ; 7 .
perioridad posicional : k situación RSD, R6A ; 8 . P4C, R x P2A ; 9 . R x PSD,
de los reyes (su proximidad a los R6C ; 10. RSA, RST . Saliendo las ne­
puntos de invasión ), el dominio de gras, gana l . . . R3A y aún más senci­
la oposición, etc. El proceso normal llamente l . . . PSD ! (pero no l . . . PSC ?,
del juego y las posibles excepciones tablas ) .
se ilustran con los sigui en tes ejem­
plos. 233b . Duelos , 1904 . Blancas : R4CD,
233 P4TD , PSD . Negras : R3TD, P3CD,
P2AD, tablas . l. R3C ! , R4T ( l . . . P4C ;
2. R4C) ; 2. R3T, P4C ; 3. P x P, R x
PSC ; 4 . P6D ! , tablas (63).

233c. Ebers, 1942. Blancas : R1AR,


P2AD , P3AR . Negras : R4AD, P4D,
P4R. Tablas. l . R2R ! , RSA ( ó l . . . RSD ;
2. R2D , RSA ; 3. P3A, tablas) ; 2. P4A ! ,
P x P ; 3 . P3A, P6A ; 4 . R x P, R x P ;
5 . RSR, tablas .

Saliendo las blancas, decide la ro­ 233d. Szabo-Fushter, Budapest,


tura l . PA x PC (el peón ST se con­ 1937. Blancas : RSAR, P3CR, P2TR.
vierte en pasado ) . Si j uegan las ne­ Negras : R1R, P2AR, P4TR ; j uegan
gras, después de l . . . P3A ; 2. R4R, negras . Después de l . . . R1A?, las
R3R, se apoderan de las casillas crí­ blancas ganan jugando : 2. RSC, etc.
ticas del peón SA. En la posición de Las negras debían de haber j ugado :
RSA-R2A, la jugada l . . . P3A, daría l . . . PST ! ; 2. P4C, P6T ! y tablas
tablas. (3. R4A, P3A ; 4 . R3C, R2A ; S . R x P6T,
R3C ; 6 . R4T, P4A ; 7 . PSC, PSA ; 8.
233a. Mayette-Lasa, 1 8S3 . Blancas : R4C, P6A ) .
R8CR, P3CD, P2AD . Negras : R3CR,
P4CD, P4D . Los adversarios accedie­ En este ejemplo nada se consigue
ron a tablas, pero las negras ganan con l. RSC?, por l . . . R2A ! ; 2 . R4A,

119
234 . Si en el ejemplo anterior era pre­
ciso tomar la oposición en dos filas
para atacar o defenderse con éxito,
en el 235 se necesita tomarla en tres
filas (la S , 6 y 7 ) .
Las blancas deben acercarse al
peón 4D y ganan jugando : l . .R7C ! ,
ya que las negras no pueden respon­
der ni R2A, ni R2T . Se puede j ugar
1 . . . R3A (ó 1 . . . R4A ; 2. R7A ) ; 2. R6C
( tomando la oposic1ón en la fila prin­
cipal) ; 2 . . . R2A ; 3. RSA, R3C ; 4. R6A,
R4C ; S . R7R, R3A ; 6. R6R, R4A ; 7.
R7D y ganan .
A Grigoriev ( 1 932) se le deben va­
liosos análisis de finales con peones
ligados contra peones doblado s . An­
tes de eso - - .o se conocían las si­
guientes posiciones elementale s .
R3D ; 3. R4R, R2D ; 4. RSR, R2R, lo
mismo que l . R6C?, R3A . Las blan­ 236 237
cas necesitan tomar la oposición en
la fila 6 y 7, para hacer el rodeo por
la fila 8.
l . R6T !, R2C ; 2. R7T !, R3A ( ó 2 .. .
R1C ; 3. R6C, R2A ; 4. R7C ; ó 2 . . .
R3C ; 3. R8C, R3A ; 4. R8A, R3D ; 5 .
R8R, igual que e n la variante prin­
cipal) ; 3. R6C ! (para hacer tablas
3. R8C ?, R3D ; 4 . R8A, por 4 . . . P4R ;
S. R8R, R3R) ; 3 . . . R2A ; 4. R7C, R3D ;
5. R6A ! , R2D ; 6. R7A, R3D ; 7. R8R ! ,
P4R ; 8. R8D (no 8 . R7A, P5R) ; 8 . . .
PSR ; 9 . P x P, R4R ; 10. R7D , RSD ;
1 1 . PSR, R x P5R ; 12. R6D, RSD ; 13.
R5C y ganan .
235
En el ejemplo 236, los reyes se ha­
llaban inicialmente en 3AD y 2TR ;
la posición representada en el dia­
grama se consiguió después de l .
R4D , R3T ; 2 . RSR, R3C . E l rey negro
no puede pasar a la columna de al­
fil, para no perder el peón 4C ; las
blancas ganan por tener un tiempo
de reserva y por estar encerrado el
rey negro .
l . R6R, R2T ; 2. RSA, R3T ; 3. P3T,
P3C + ; 4. R6A, R2T ; S . R x P4C, R2C ;
6. P4T y ganan .
En el 237 decide : 1 : R8A ! , P3T ;
2. R7A. Es cil comprender que l .
__

R7A? nos llevaría a un empate .

120
En los ejemplos citados a conti­ negras es privar a las blancas de
nuación, Grigoriev demuestra que el ese tiempo. Por eso 1 . . . R4C ! ; 2.
tener peones doblados no significa la P3A, R3T ! ; 3 . P4A, P4C ; 4. PSA, R2T ;
pérdida irremisible de la partida. S. R7R, RlC ; 6. R8R, RlT ; 7. R8A,
Para ganar, la parte más fuerte debe R2T ; 8. R7A, R3T ! ; 9. R8C, P3C ;
de los peones y, sobre todo, la posi­ 10. P6A y tablas .
cional de su rey, tiempos de reserva
El ejemplo 238 es el de una posi­ 240
bilidad de poner al adversario en
situación de zugzwang. Así pues, la
defensa tiene recursos bastante po­
derosos.
En vista de lo complicados que
son los ejemplos, conviene que exa­
minemos previamente algunas posi­
ciones auxihares, que son, al mismo
tiempo, posiciones teóricas funda­
mentales .
238 239

En este ejemplo. las blancas, a


pesar de tener manifiesta superiori­
dad, no pueden Yencer.
l. R7A, R3T ; 2. R8C (si 2 . P3C,
entonces 2 . . . R2T !, respecto a 2 . P4C,
véase 239) ; 2 . . . P4C ; 3 . P4C (si no
se hace esta jugada, las negras ju­
garían ( P4C)SC ; 3 . . . R3C ; 4. R8A,
R3A ! ; S. P3A, R3C (238) ó S. R8R,
R4R y tablas .
El ejemplo 238 es el de una posi­
241
ción de zugzwang. ugando las ne­
gras, pierde 1 . . . R4T, por 2. R4A, y
también 1 . . . P4C, por 2. R6A . En
cambio, siendo mano las blancas, la
posición de las negras es inaccesi­
ble : l. R4R, R4C ! ; 2. RSR, R3T ! ;
3 . R6A ( R6R) ; R4T ; 4 . R7C, R4C y
tablas .
En el ejemplo 239, las negras no
están en zugzwang (las blancas, in­
cluso si son mano, no consiguen
vencer), pero la defensa exige gran
exactitud : pierde, por ejemplo, 1 . . .
R2T, por 2 . PSC, l o mismo que 1 . . .
P4C, y a que las blancas n o disponen
más que de un tiempo de reserva
(236). La tarea inmediata de las

121
Saliendo las blancas, la partida consiguen nad a ; l . RSD , R3A ( RZR)
es nula ( 1 . R7D, RZA o RSD , RZA ; o l. R7D, R3A, es inútil 2 . R8R, por
2. RSR, R2 ; a l . RSD se puede tam­ 2 . . . R4R (el peón 4C no está defen­
bién 1 . . . RZR ; 2. RSR, RZA ; 3. R6D, dido ) .
R3A ) .
Pero cuando las negras s o n mano, E l ejemplo 242a e s otra forma del
pierden irremisiblemente : 1 . . . RZA ; mismo zugzwang : a l . . . R2A, gana
2. R7D, R3A (ó 3. R3R) ; 3. k&R, R3R 2. R6D , R3A ; 3. P3A .
(3 . . . R4R ; 4. R7A ; 3 . . . RZC ; 4. R7R) ; De esta forma, estando el peón en
4. R8A, R3A ; S. R8C, etc. 2A se establecen las siguientes ca­
242 sillas : 6D y 2A, SD y 3A, SR y 2R.
243

En este ejemplo, las blancas, a di­


ferencia del 241 , tienen en reserva E l conocimiento de las posiciones
una jugada de peón, pero tampo­
finales 241 y 242 facilita en medida
co el rey negro se encuentra en 3A,
considerable la solución del com­
sino en 2A ; tenemos la misma posi­
plejo problema 243 .
ción de zugzwang, pero una jugada
antes . En caso de 1 . . . R3A , gana ; Es evidente que después de l.
2. P3A . Pero jugando las blancas, no P4C, la estructura de peones resul­
tante tiene una distribución ya co­
242a
nocida de casillas conj ugadas . La
mejor réplica de las negras es 1 . . .
RZC ( si l . . . RlC, entonces 2 . RSD,
R2A ; 3. R6D ; 242) ; las negras, des­
de la casilla 2C, pueden ir a 2A y
a 3A. Por eso 2. R6A ! (para poder
continuar, respectivamente, R6D o
RSD ) y las negras ya no tienen de­
fensa ; por ejemplo : 2 . . . R3A (2 . . .
RlA ; 3 . R7D ) ; 3 . RSD ! , RZR ; 4 . RSR,
RZA ; S. R6D ! , R3A ; 6. P3A ! y ganan
(241 ) .
¿ Se puede empezar con l a jugada
l . R6A y más tarde mover el peón
(3C)4C? No, ya que después de l. . .
PSC ! , quedaría l a posición de tablas
238 .

122
En caso de l . R6D (SD, 4D), la ré­ Respecto a este ejemplo, Grigoriev
plica 1 . . . PSC es imposible, pero las indicó también que si el P3C se
negras j ugarían previamente 1 . . . R2C trasladaba a 2C, ganaría cualquier
y luego habrían supeditado su defen­ jugada del rey en la columna de la
sa a las jugadas de las blancas ; por dama, gracias al tiempo de reserva
ejemplo : 2. P4C, R2A ! ( o R3A ! , con de las blancas ; por ejemplo : l . RSD ,
el rey en SD), ó 2. R6R, PSC ! , ó 2. R2C ; 2. RSR ! , R2A ( ó 2 . . . R3T ; 3 .
RSR, R2A ! P4C) ; 3 . P3C ! , R2R o R2C ; 4 . P4C ! ,
Podría parecer que no hay ningu­ etcétera.
na necesidad de hacer esos análisis Para concluir, damos un ejemplo
suplementarios, que basta con fijar que engloba los motivos de las po­
l a j ugada l. PSC de las negras ; sin siciones anteriores. La solución será
embargo, no se debe olvidar que ahora mucho más fácil para nos­
cada es tructura de peones tiene su otros.
sistema de casillas críticas . Por eso,
244
al modificar la estructura de peones,
debemos cerciorarnos previamente
de si podremos dominar las nuevas
casillas críticas .
La siguiente posición de Grigoriev,
con la misma distribución de peo­
nes, pero con distinta situación de
los reyes, constituye un ejemplo muy
instructivo .

243a. Grigoriev, 1932 . Blancas :


R4AD, P2AR, P3CR. Negras : RlR,
P4CR, P3CR. Ganan blancas. La ju­
gada l . P4C, supondría un error
irreparable, ya que resulta imposi­
ble poner el rey negro en situación
de zugzwang, como en el 241 y
242 ; por ejemplo : 1 . . . R2R (lo más
sencillo, según se deduce del ejem­ En comparación con el 236, el rey
pla 242a, es que las negras, después negro de este tjemplo dispone de
de ( P3C)4C procuren tomar la opo­ una mayor libertad de movimien­
sición vertical ) ; 2. RSD , R2D, ó 2. tos, que las blancas paralizan to­
R4D , R3D , y si 2. RSA, entonces . . . mando la oposición horizontal : l .
R3R. L o correcto e s l . R4D ! (no per­ RSC ! , R3C (si 1 . . . P3C, entonces 2.
mitiendo la jugada ( P4C)SC y dejan­ R6A, R2C y gana tanto 3 . P3A, como
do en reserva la jugada ( P3C)4C ) ; 3 . RSA) ; 2. R6A ! , R2A ; 3. R7D , R3A ;
1 . . . R2R ; 2. RSD ! , R2A ; 3. RSR ! ó 4. R6D, R2A ; S. RSR ! , P3C ; 6. R6D
2 . . . R3A ; 3. P4C ! y ganan . (242) ó 5 . . . R3C ; 6. R6R (236).

e) Peones aislados contra peones aislados

Este grupo de finales se sistemati­ es tan variado y diverso, que esa ca­
za habitualmente según la mayor o racterística general no sirve. Por
menor separación de los peones ais­ ello , los ejemplos se han agrupado
lados. Sin embargo, cuando entre aquí, en lo posible, por el princi­
los peones median de dos a cuatro pio de la afinidad de ideas , y no por
columnas, el contenido estratégico el número de columnas entre los

123
peones aislados , pero consideramos des por dominar las casillas críticas
que ese principio es formal y poco del peon 4C y presionar a las negras ,
típico. que jugar l . R3A ; no se trata de
oposicmn ) ; l . . . R3A ; 2. R4D, R3R ;
245 3. R4R, R3A ; 4. RSD , P3R + ; S. R6D ,
R2A ; 6. P4R y ganan .

245c. Ley k, 1942. Blancas : RSD,


P6D, P4AR. Negras : RlD, P2D, P4A.
Ganan blancas : l. R4D ! RlR ( 1 . . .
RlA ; 2 . RSR, RlD ; 3 . R x P4A ) ; 2 .
RSA, R2A ; 3 . R6C, R3C ; 4 . R7C , R2A ;
5. R8A, Rl R ; 6. R7A y ganan.
246

El resultado del j uego en finales


de este tipo depende, casi siempre,
de la mejor posición del rey, de la
existencia de tiempos de reserva en
los peones y, debido a ello, de la
posi bilidad de dominar las casillas
críticas (los puntos de invasión) .
E n e l ejemplo 245 s e gana fácil­
mente j ugando l . R2D , R3R ; 2. R3R,
R4A ; 3. R3R, PSR+ ( de otro modo :
4. R4R) ; 4. R3C, R4C ; S. P3R, R4A ; En el ejemplo 246 las blancas pier­
6. R4T, etc. den inevitablemente uno de sus peo­
nes y pueden salvarse sólo en el caso
245a. Horwitz y Kling. 18S l . Blan­ de que capturen un peón adversario .
cas : R3R, P3D , P2AR. Negras : R3R, Si las negras se dirigen al peón 6T,
P3D , P3AR. Ganan blancas : l . R4R, a las blancas les da tiempo de cap­
P4D + ; 2. R4A ! (no 2. R4D ?, R3D ; turar el de 3R, pero si caen sobre
3. P3A, R3A y tablas) ; 2 . R3R ; 3 .
. . el peón SR, tendrán que responder
RSA, R4A (ó 3 . . . R2R ; 4. P4D, R2A ; a R x PSR con RSC, amenazando el
S. P4A ) ; 4. R x P3A, RSD ; S. R6R, R x peón 2T.
P3D ; 6. R x P4D y 7. P4A. O l . . . De esta manera todo gira en tor­
P4A + ; 2 . R4D , P4D ; 3 . P3A, R3D ; no a la posición de zugzwang RSC­
4. P4A, R3R ; S. RSA y ganan . R4R. En las maniobras de los reyes
Con el peón en 3A es tablas : l . adquieren peculiar importancia las
R4R, P4D + ; 2. R4A, P4A ; 3. RSC, casillas adyacentes a los puntos SR
R4R ; 4 . P4A + , RSD . y SC ; a saber : 4D, SD y SR para las
negras y ST, 4T y 4C para las blan­
245b. Salvioli, 1887. Blancas : R2AR, cas. Con el rey negro en 4D ó SD,
P2R, P4CR . Negras : R2AR, P2R, el rey blanco puede ocupar la casi­
P4CR. En e�te problema todo depen­ lla ST ó 4T, pero a RSR debe res­
de del turno de jugada : l . R3R ( ofre­ ponder obligatoriamente con R4C
ce a las blancas mayores posibilida- ( dicho de otro modo, las casillas

124
conjugadas sólo son la SR-4C y 4R­ P x P ; 3 . R3T ! , R4A ; 4 . R3C, R4C ;
SC). La prueba de ello la tenemos S. P3R, R4A ; 6. R4T, R4R ; 7. R4C,
en la siguientes tentativa errónea de R4D ; 8 . RSA, R4A ! ; 9. RSR ! ( 9 .
la defensa : 1 . R2R?, R3A ! ; 2. R3A, R x PSR?, RSA ) ; 9 . . . R4C ; 10. RSD,
R4D (las blancas no han tenido tiem­ R3C ; 1 1 . R x PSR y ganan.
po de llegar a la casilla 4T y se en­
cuentran en posición de zugzwang) ; 246c. Moraviets, 194 1 . Blancas :
3 . R4A, RSD ; 4 . R4C, RSR ! ; S . R4T, R8TR, P2D, P3TR. Negras : RlD, P6D,
RSA ; 6 . RST, R4A ; 7. R4T, R3C ! PSTR. Ganan blancas : 1. R7T !, R2D
(pero no 7 . . . R x PSR? ; 8. RSC, ta­ ( no cambia nada l . . . R2R ; 2. R7C ,
blas ). Valiéndose del rodeo, las ne­ R3R ; 3. R6C , etc. ) ; 2. R6T, R3D ;
gras han ganado << Otro» peón . 3. RST, R4R ( amenaza de R x PST ) ;
Ahora se comprende que el objeti­ 4. RSC ! , RSR ; 5. R4C, R4R ; 6. R3A,
vo de las blancas es llegar por el R4A ; 7. R3R, R4R ; 8. R x P6D ( las
camino más corto a la columna de blancas han realizado su propósito
torre ( ¡ avance por la diagon al ! ) . Así de la captura del << otro» peón ) ; 8 . . .
pues , 1 . R2A ! , R3A ( en caso de l . . . RSA ; 9 . R2R, R6C ; 10. P4D, R x P3T ;
R2R, las blancas utilizan otra diago­ 1 1 . PSD, RSC ( 1 1 . . . R7C, etc., nos
nal : 2. R3R, R2A ; 3. R4D, R3C ; 4 . lleva al 3 del «Apéndice » ) ; 12. P6D,
RSA, y si 4. . . R x P6T, entonces S . P6T ; 13, R2A y ganan.
R6D, y s i 4 . . . R4C, entonces S . R6D,
R4A ; 6. R7R y tablas ) ; 2 . R3C, R4D ; 247
3. R4T ! ( en el momento debido ) ; 3 . . .
RSD ; 4 . RST ! , RSR ; S . R4C ! , R x PSR ;
S. RSC y tablas.
Este excelente problema de Grigo­
riev suscitó, como es natural , nu­
merosas imitaciones, como la si­
guiente, por ejemplo :

246a. Izenegger, 1940. Bl ancas :


R1AR, P2CD, P3R. Negras · R2R,
P6CD, PSR. El objetivo de las blan­
cas consiste en rebasar el flanco del
rey, ganar primero el peón 6C ( no
se le puede atacar directamente por
el contraataque al peón 3R). Después
de l. R2C, R3A? ; 2 . R3T !, etc., las
blancas consiguen ganar gracias a la
toma y el mantenimiento de la opo­
sición, pero Leyk indicó en 1940 La posicwn de este ej emplo es
que jugando l . . . R3D ! ; 2 . . . R4A ! , etc . bastante complicada . Es evidente
( la maniobra de Grigoriev ) , las ne­ que a las negras no les conviene
gras hacen tablas. mover el peón, ya que haciéndolo
La idea de Grigoriev fue también llegarían rápidamente a la posición
desarrollada por otros problemistas, 246. No queda más remedio que ma­
como veremos en los ejemplos 246b niobrar con los reyes. Se estable­
y 247. ce fácilmente la conjugación de las
casillas 4A-3A y 3R-4R, como tam­
246b. Zhiguis , 1 929. Blancas : R 1AR, bién, por consiguiente, la de 3A y
P2CD, P2R, P3R. Negras : R3D, P6CR, 3R. Una vez establecidas las « zonas
PSCR, P4D . Ganan blancas : 1. R2C ! , principales», los reyes ya tienen la
R3R ( ó 1 . . . R4R ; 2. R3A, R4A ; 3 . debida orientación p ara sus manio­
P4R + , P x P + ; 4. R3C ; 318 ) ; 2. P4R ! , b ras .

125
l . R3C ! (en espera de la entrada cesible para las negra s ) ; 4 . . . RSD ;
del rey negro en la zona principal ) ; S. R2D, RSA ; 6. R2A, RSC ; 7. R1A
1 . . . R3R ; 2. R3A ! , R4R ; 3 . R3R, y tablas.
R3D (3 . . . R3A ; 4 . R4A o R4D ) ; 4. 249
R4A ! (no 4 . R4D : , P4R + ) ; 4 . . . P3R
(4 . . . R3A ; S. RSR) ; S. R4C ! (no S .
R3A ?, R4A ; 6 . R4A, RSD ) ; S . . . R4A
(ó S . . . R4R ; 6. R3A, RSD ; 7. R4A) ;
6. RSC ! , tablas .
Pierde l . R3A¿ , R3R ; 2. R4A, R3A ;
3. PSR + ( 3 . R3A, R4C ! ) ; 3 . . . R3C ;
4. R4C, P3R ; S. R4A, R4T ; 6. R3A,
R4C ; 7. R4R, RSC ; 8. R3R, R4A ;
9. R4D , RSA ; 10. R4A, RSR ; 1 1 . R4C,
RSD ; 12. RSC, R4D ; 1 3 . R4C, R3A ;
14. RST, R4A y R x P6C.
Pese a la existencia de casillas inac­
cesibles para el rey negro, cosa que
247a. Moraviets, 19SO. Blancas :
debía conducirlas a la pérdida de
R8TR, P2TD, P2R. Negras : R1AR,
la oposición, salvan a las negras las
P4TD, P6R. Ganan blancas : l. R7T,
contraamenazas tácticas.
R2A ; 2. R6T, R3A ; 3. P4T ! , R4A ; 4.
l. R7C (a l. R7T cabe 1 . . . R3D y
RST, RSA ; S . R4T, RSR ; 6. R4C, RSD ,
1 . . . R2A ; a l . R6T, sólo 1 . . . R3D y
7. R4A, RSA ; 8. R x P6R, RSC ; 9. R4D ,
R x P4T ; 10. R4A, R6T ; 1 1 . P4R y si 2. R7T, entonces 2 . . . R x P6A ) ; 1 . . .
R2R ; 2 . R8C, RlR ; 3 . R7T ( ó 3 .
ganan. Se puede también 1 . . . R2R ; 2.
R8T , RlA ! ) ; 3 . . . R2A ( posición de
R6C, R3D ; 3 . RSA, R4A, 4. R4R( 4A ) ,
zugzwang recíproco ) ; 4 . R6T, P4A !
RSC ; S . R x P6R, R6T ; 6. R2D ! , R x
y tablas ( S . PSC ! , RlC ! ; 6. RST , R2C ;
P2T ; 7. P4R y ganan de u n a manera
7. P6C, PSA , .
muy parecida ( 3 en el «Apéndice» ) .
Las negras pierden s i j uegan : 1 . . .
248 R2R ; 2 . R7C, R3R ; 3 . R8A, etc.

249a. Bird, 1936. Blancas : R6CR,


PSAD, P4CR. Negras : R3R, P3AD,
P3AR. El autor suponía erróneamen­
te que ganaba l . R6T, porque la res­
puesta 1 . . . R3D es imposible ; por
ejemplo 1 . . . R2D ; 2. R7T, R1R ; 3 .
R6C, etc . ; sin embargo, e n vez de
2. . . RlR?, se debe jugar 2. R3R ! y
tablas . A. l . R6T, se puede también
1 . . . R4R ( 2 . R7C, P4A ) . Siendo mano
En este ejemplo hay que evitar el las negras se hacen tablas j ugando :
movimiento del peón 2C . 1 . . . R4R ; 2. R7A, P4A .
l . R2A ! , RSC ; 2. R1A ! ( no 2. R2D ?, La causa típica de muchos errores
R6C ; 3 . R1A, R7T ; 4. R2A, PSC y es cuando la idea p rincipal de un
ganan ; ahora a 2. . . R6C seguirá : 3 . final que salta a la vista impide ver
R 1 C , PSC ; 4. R 1 A y la jugada 4 . . . otras posibilidades.
R7T ?, mala para las negras por S .
R2A, R8T ; 6 . R3C y ganan ) ; 2 . . . R4A ; La idea de esta extraña posición
3. R1D ( conservando la posibilidad es sencilla ( 1843 ) : el peón 7T está
de tomar la oposición para defender condenado ; a R x P7T, sigue R7A y
las casillas críticas 3D y 3 R ) ; 3 . . . decide entonces la jugada ( P4A )SA
R4D ; 4 . R1A ! ( la casilla 4 R e s inac- de las blancas , después de la cual el

1 26
250 2. RSR, RlA ; 3. R6D ! , RlR ; 4. R6R,
RlA ; S. R2D, RlC ; 6. R7R, RlT ( sola­
mente después de eso se puede cap­
turar el peón 3 T ) ; 7. R6D, RlC ; 8 .
RSA , RlA ; 9 . R4C y ganan.

25lb. Adamson, 192S . Blancas :


R7D, P2CD, P2TR . Negras : R6CD,
P2AD, P2R. Ganan blancas : l . R6R ! ,
P4A ; 2 . RSD, PSA ; 3 . P4T, P3R+ ;
4. RSA ! , P4R ; S. PST, PSR ; 6. R4D,
P6R ; 7. R x P6R, R x P2C ; 8 . P6 Í y
rey blanco queda en libertad ( 250 ganan .
Véase 2SS ) . 252
251

Las maniobras de los reyes, tan


Este ej emplo nos muestra una ma­ complej as a primera vista, en el
nera interesante de ganar tiempos, ejemplo 2S2 no se han explicado
con el fin de impedir la aproxima­ en los tratados de aj edrez, y, a veces,
ción del rey negro . erróneamente, por el método de las
l . R6A ( naturalmente no l. R6R?, casillas conjugadas ; la explicación la
R4C ) ; 1 . . . R4R ( como 1 . . . R x PSA encontramos en el empleo adecuado
no salva, las negras procuran conse­ del método de .la oposición .
guir el empate metiendo el rey blan­
co en la esquina, lo mismo que el
l . (R3A)4R ( R4C)SC
2SO ) . Queda una posición de zugz­
wang : no gana 2 . R7C, pero si la
salida fuese de las negras, habrían A 2 . RSR seguirá 2 . . . R4C, pero no
perdido . Por ello las blancas, a fin 2 . . . R6C ? ; 3. RSA y ganan. Es inútil
de ceder la salida, utilizan el <<trián­ 2. R4D por 2 . . . RST !, pero de ningún
gulo» 2. R7A ! ( no 2. R7D ?, R x PSA ) ; modo 2. . . R6C ? ; 3. RSR, RSC ; 4 .
2 . . . R4D ; 3. R7D ! , R4R ; 4. R6A ! y R6A y ganan .
ganan . Se comprende que las casillas crí­
ticas son aquí 4A, SA, 6A y que la
251a. Moraviets, 1941 . Blancas : fila quinta es la principal.
R3CR, P2TD . Negras : RlTR, P6TD,
P2CR. Ganan blancas : l. R4A, RlC ; 2 . ( R4R)SD (RSC)4T !

127
No 2 . . . R4A?, ya que después de 3 . 253
R4D , e l peón propio impide que se
conserve la oposición.
El objetivo de las blancas es recon­
quistar la oposición en la columna
principal . Para eso no basta 3. R5A,
por 3 . . R4C y a 4. R x P4C, las ne­
.

gras replicarán tomando el P2C (4 . . .


R5C ; 5 . R5A, R6C ; 6 . R x P4C, R x P2C
y tablas ) .
Nada consiguen las blancas , como
hemos visto ya, con la permanencia
de su rey en la fila cuarta.

3 . (R5D )6A !

Después de esta jugada vemos que


las negras no pueden responder de­
bidamente 3 . . . R3C, por 4. R x P4C ! ,
R4C ; 5 . R5A, R5C ; 6 . R4D ! , R6C ; 7 .
R4R y ganan . El rey negro se ve Si 1 . . . P5A, entonces 2. P6C !, P3A ;
obligado a quedarse en la fila quin­ 3. P7C + , R1C ; 4. R6C y ganan . Pero
ta y, por consiguiente, perder la opo­ ahora no se puede 2 . P6C?, por 2 . . .

sición . R1A ! y tablas .

3. 0 0 0 ( R4T)4C 2. ( P2C )3C ! ( R1 C ) 1T


Si 3 o o . R5C o R5T, las blancas co­
menzarían en el acto su movimiento A 2 . . . R1A, seguiría : 3. R7T, RlD ;
envolvente : R6D , etc. 4. R8C ! , R2D ; 5. R7C, RlD ( 5 . . . R3D ? ;
6 . R1A ¡ ; 6 . R6A, R1A ; 7. RSD , R2C ;
4 . (R6A)5A ! 8. R5R, R3C ; 9. R x P4A, R x PSC ;
10. P4C, P4A ; 1 1 . P5C, PSA ; 12. R4R !
Lo que sigue es técnica : 4. 0 0 R5C ; y ganan ( al rey negro se le atrae a
5 R6D, R4T ; 6. R5D , R5T ; 7. R6R ! 3CD y se le da j aque ) .
( sería pérdida de tiempo 7. R4D,
R4T ; 8 . R5D) ; 7o o . R4C ; 8 . R5R, RSC ;
3 . ( P5C )6C ( R1 T ) 1 C !
9. R6A y ganan .
4. ( R6T)5C
252a. Dedrle, 1926. Blancas : R7AD,
P5CD, P2CR. Negras : R4CR, P3CD, Pero no 4 . P7C?, P4A ! ; 5 . R5C,
P5AR. Ganan blancas : l. R6A ! ( l. R x P7C ; 6 . R x P4A, PSA ; 7 . P x P, R2A
R x P3C, R5C ; l. R6D ?, R3T ; l. R7D¿ , y tablas .
R4T ! ( conjugación rectangular ) ; 2.
R6A, R4C ! y tablas por la inacce­ 4. . . . ( R1 C )2C
sibilidad de la casilla SA ) ; L o o RSC 5 . ( P6C ) x P2A ( R2C ) X P7A
( 1 . . . R4T ; 2. R5D , ¡ ; 2. R6D ! y ganan.
Examinemos ahora el grupo de 6. ( R5C )5A y las blancas ganan
finales con peones en columnas ve­ ( a la jugada-celada 6o o . RlD lo co­
cinas . rrecto, naturalmente, es 7. R6D ! y
no R5D ? ó 7. R4D ?, por 7 0 0 . P5A ! ;
l. ( RST )6T
63a ) .
Es prematuro l. P6C?, por 1. .. R2C.
253a. Grigoriev, 193 1 . Blancas :
l. ooo ( R1 T ) 1 C R2TR, P3D, P3TR. Negras : R8R,

128
P3AD, P4CR. Tablas . ( La solución de 5A, para evitar tablas ) ; 5 . . . R3R ;
este problema no se ha publicado . ) 6. R6C, R4R ; 7. R7A y ganan .
l . R3C ( 1 . P4D ?, R7A ) ; 1 . . . P4A ( 1 . . .
R7R, después 2 . P4D ! ! , R6R ; 3 . R4C, 4. ( R4A )5R ( R3C )4C
etcétera, nos lleva a un final nulo 5. ( P2C)3C ! ( R4C )3C
ele damas ! véase 7d en el «Apén­ 6. ( R5R )6R ( R3C l4C
dice» ) ; 2. R3A !, R8A ! ( conservando 7. ( R6R)7A ( R4C )4T !
la posibilidad de atacar a cualquie­ 8. , H.7A )6A ( R4T )5C
ra de los peones ; sin embargo, las
blancas hallan una respuesta ade­ La posición es de zugzwang : se ha­
cuada ) ; 3. R4R : ! ( si ahora 3 . . . R7C, cen tablas j ugando 8. R6C, por 8 . . .
entonces 4 . R5A, y si 3 . . . R7R, en­ P5A ; hay que ceder l a sal ida a las
tonces 4. R5D ) ; 3 . . . R7A ! ( la últi­ negras .
ma tentativa ) ; 4 . R5R ! , R6A ; 5. R6R, 9. ( R6A )5R ! ( R5C )4C
R5A ; 6 . R7R ! ( 6 . R6A ?, R6R ) ; 6 . . . 10. ( R5R)6R
R4R ( 6 . . . R4A ; 7 . R6D J ; 7 . R7D ! , R5A
( 7 . . . R4D ; 8. R7A ) ; 8. R6R ! ! , R6A ; y las blancas ganan, ya que a 10 . . .
9. R5R, R7A ; 10. R4R, R8A ; 1 1 . R3A, R5C, sigue 1 1 . R6A, y s i 1 0. . . R3C, en­
R8R ( 1 1 . . . R8C ; 12. R3C, R8T ; 13. tonces 1 1 . R7D .
R4C) ; 12. R3R, R8D ; 1 3 . R4R, R7R ;
14. R5D, R x P3D ; 1 5 . R x P4A, R5R ; 254a. Grigoriev, 1938 . Blancas :
16. R6D y tablas . R5D, P5AD, P2CR. Negras : R5AR,
254 P2CD, P5TR. Tablas : l. R4A ! ( no
l . R6D ?, R5R, ahora a 1 . . . R6C
sigue 2. R5C y tablas ) ; 1 . . . R5R ;
2. R4C ! , RSD ; 3. R5C, R6A ; 4 R5T ! ,
R5A ; 5 . R6C, R5C ( a diferencia de
la posición análoga en el 254, las
negras no pueden ganar tiempos,
ya que el ataque al peón 2C es de­
masiado laborioso ; 6. P6A, P X P ; 7 .
R x P3A y tablas .

254b. Grigoriev, 1938. Blancas :


R1AR, P4TD, P2TR. Negras : R3CR,
P3CD, P5CR. Ganan blancas : l. R2R ! ,
R4A ; 2 . R3D ! , R5A ; 3. R4D ! , R4A
( 3 . . . R6A ; 4. RSR ) ; 4. R5D , R5A ;
5. R6R, R4C ; 6. R5R, R3C ; 7. R4A,
R4T ; 8. RSA, R5T ; 9. R6C, R6T ; 10.
R5C y ganan .
En esta situación, las blancas de­
ben procurar el cambio de los peo­ 254c. Pospishil, 1953 . Blancas :
nes del · flanco del rey, rodeando el R8CR, P4AD, P4CR. Negras : RSD ,
peón 4A por la retaguardia ( dejando P3AD, P3AR. Ganan blancas : l . R7A,
que el rey negro capture el peón R4R ; 2. R8R ! ( 2 . R7R?, P4A ! , tablas ) ;
de C R ) . 2 . . . R3D ( 2. . . RSA ; 3. R7R, R4C ; 4 .
PSA ; R3C ; S . R6D ó 2 . . . R3R ; 3 .
l . ( R2D )3R ( R2T)3C PSA, R4D ; 4 . R7A, R4R ; S . R7R ) ;
2. ( R3R )4A ( R3C )3A 3. R8D, P4AD ; 4. R8R, R3R ; S. R8A,
3. ( P4C)5C ! ( R3A )3C R3D ; 6. R7A, R4R ; 7. R7R y ganan .

O 3 . . . R3R ; 4. R5C, R4R ; 5 . P3C ! 254d. Ivanova-conde Stiverison,


( no se debe permitir la j ugada ( P4A ) Moscú, 19SS. Blancas : R4AR, P4TD,

129
9
P2CD, P3CR, PSTR. Negras : R3AR, réplica ( P2C )3C. Por consiguiente,
P4TD, P3CD, P4AR, P2CR ; juegan las las blancas deben conseguir una po­
negras : 1 . . . P4C + ; 2. P x P ( no 2. sición en la cual el intervalo sea
R3R?, R2C ; 3. R4D, R3T ; 4. RSR, sólo de una casilla ( SC-2C ó 4C-3C ) ;
PSA ; S . P x P, PSC ! ) ; 2 . . . R x P6C ; 3 . en ese caso podrán cap turar tranqui­
RSR, R4C ; 4. R6R, R3C ; S . RSD , R4T ; lamente el peón 2T.
6. R6R, R3C ; 7. P3C? ( véase más aba­ La solución de este problema no
j o ) ; 7 . . R4C ; 8. R7A, PSA? ( lo correc­
. se había expuesto nunca partiendo
to habría sido 8 . . . R4T ! y tablas ) ; de la teoría de las casillas conj uga­
9. P x P + , R x P4A ; 10. R6R y l as blan­ das y por ello parecía aún más com­
cas ganan . plicada de lo que es en la realidad .
Como ha indicado Romanovski, se Veamos, primeramente, qué casi­
debía haber jugado 7. R7D ! ( dej an­ llas son conj ugadas en el ejemplo
do en reserva la jugada ( P2C )3C ) ; 2SS ( v ... ase también 3S1 ) .
en respuesta no se puede 7 . . . . . . R2T, La primera posición de zugzwang
ya que después de 8. R6A, etc . , el es la de R6CD-R1CD ; las negras pier­
peon de CD se corona y da j aque . den si son mano : 1 . . . RlT ; 2. R7A,
Debido a ello, las negras perderían R2T ; 3. PSC, R1T ; 4. R7D, etc.
la oposición ; por ej emplo, 7 . . R3T . La segunda posición de ztlgzwang
(7 . . . R3A ; 8. R6D ; 7 . . . R4C ; 8. R7R ) ; es RSAD-R2AD ; por ejemplo, l . . .
8. R6D, R4T ; 9. R7R ( rodeo ) ; 9 . . . R2D( 1 D ) ; 2 . R6C , R1A ; 3 . R7T, etc. ;
R3C ; 10. R6R, R4C ; 1 1 . R7A, R4T ; 12. 1 . . . R1C ; 2. R6C ; 1 . . . R1A ; 2. R6D ,
R( A, RSC ; 1 3 . P3C y ganan . RlD( l C ) ; 3. PSC ; 1 . . . P3C + ; 2. RSD ,
Véanse también 326-328, 350 y 404 . R2D ; 3 . P S C . Cuando e l peón negro
pasa a 3C, las blancas se posesionan
255
de sus casillas críticas .
Observemos d e paso que también
RSD-R2D es una posicivn de zugz­
wang decisiva para las negras ( 1 . . .
R2A ; 2 . RSA ; 1 . . . R2R ; 2 . RSA, etc . ) ,
l o mismo que RSR-R2A, y a que a l . . .
R2D, sigue 2. RSD, y s i 1 . . . R3A, en­
tonces 2. R6R, P3C ; 3. R6A ó 2 . . .
P4C ; 3 . RSR ó 2. . . R2A ; 3 . PSC,
RlD ; 4 . R7A, P3C ; S . R6R . De esta
manera vemos que todas las posicio­
nes de zugzwang han coincidido has­
ta ahora con la oposición habitual .
De la conjugaciUn de las casillas
6CD-1CD y SAD-2AD se deduce la
conjugación de SCD-1AD. Con esto
damos por t erminada la precisión
de las «zonas principales» : la 6CD,
La idea fundamental de este ej em­ SCD y SAD ( escaque inaccesible 6A )
plo es la misma que en el 2SO. de las blancas y 1 CD, 1AD y 2AD
Pero la ejecución era allí de una ( escaque inaccesible 2C ) de l as ne­
sencillez elemental, mientras que gras. Estos pequeños triángulos se
aquí, donde Jos peones de caballo recuerdan fácilmente.
se encuentran en la misma columna Pasemos a examinar las casillas de
con un intervalo de dos casillas, es la retaguardia inmediata. El rey
bastante más complicada. Como ve­ blanco en 4AD ataca las casillas
mos después de la j ugada R x P2T, SC y SA de la zona principal y el
R2A, la j ugada ( P4C )SC no evita que rey negro debe estar en 1D para do­
el rey blanco quede ahogado por la minar las casillas conjugadas lA y

130
2A de fU zona principal . Por lo tan­ 4 . ( R4D )4A (RlD)lA
to, las casillas 4A-1D también son S . (R4A)SC (R1A)2A
conjugadas . Y si el rey blanco se 6. I RSC )SA y ganan .
encuentra en 4D ( a tacando 4A y SA),
e i rey negro deberá situarse en lA 256
p ara defender I D y 2A .
Una vez puestas de mailibesto to­
das estas particularidades ( con ma­
yor detalle se txaminan en el nú­
mero 3S l ) , podemos pasar a la solu­
ción, <�hora ya bastante sencilla.
Previamente queremos enun ciar dos
consideraciones generales : 1) lo na­
tural para las blancas es trasladar
su rey al centro a fin de penetrar
lo más profundamente posible en la
disposición de las negras ; 2) las
blancas deben procurar que la dis­
tancia entre ambos reyes no sea
de una columna, sino de dos, ya
que entonces las negras no podrán
responder a R x P2T, con R2A.
En finales de este tipo es de gran
l. (R2AD )3D ! (RlTD ) l C importancia la distribución de los
peones en una u otra fila (es decir,
La réplica 1 . . . R2T contradice el más arriba o más abaj o ) , así como
caracter de la defensa. Después de la distancia entre los peones, o sea
2. R4R ! , R3C ; 3. RSA !, las negras, el número de columnas que media
aunque consiguen acercars':! a la ca­ entre ellas .
silla 2A con 3 . . . R3A o R2 <\. (ya que En el ejemplo 2S6 gana el que
con 4. R6A el rey blanco sigue en toma la oposiciÓn, ya que la oposi­
la misma columna), las blancas con­ ción distante siempre se puede con­
tinuan 4. R6R o RSR y ganan, como vertir en inmediata ; por ejemplo :
hemos explic�1clo antes. l . R2R ! , RlA ; 2. R3D ! ( rodeo) ; 2 . . .
R2R ; 3 . R3R ! , R3R ; 4 . R4R, R3D ;
2 . ( R3D )4R !
S. R4D ! ( no S . RSA?, R4D, y ambos
Esto obliga a las negras a jugar bandos coronan simultáneamente
R2A o RlA, después de lo cual las sus peones ; S . . . R3A (S. . . R3R ; 6.
blancas toman la conjugación . (A 2. RSA ) ; 6. RSR y ganan .
R4A?, habría seguido 2 . . . R2T ! con La tentativa de las negras después
contraataque) . de 6 . . . R2A ; 7. RSD, R2D ; 8. RSA,
R2A ; 9 . R x P4C, R2C de reducir el
2. . . . (RlC)lA j uego al 149 ( peón pasado con peo­
nes de torre bloqueados ) fracasa,
En caso de 2 . . . R2A, gana 3 . RSR. ya que las negras no logran una
Las blancas inician el avance hacia « posición normal» . A 10. RSA ( claro
la zona p rincipal . que no 10. R4A ?, R3C o R3A) tienen
que jugar 10 . . . R2A ( 10 . . . R3T ; 1 1 .
3. ( R4R)4D (RlA)lD R6A) y después d e 1 1 . RSD, R3C, etc.,
3 . .. R2D( 1 C ) ; 4. RSD ; 3 . . . P3C ; el rey negro no llega a tiempo a lAR.
Siendo mano las negras, gana 1 . . .
4. RSR y si 4 . . . R2D , entonces S . R2A .
R6A, P4C ; 6 . RSR, y s i 4: . . R2A, en­ Pero la situación cambia radical­
tonces S. PSC. mente si en el ejemplo 2S6 coloca-

131
mos los peones de 4C y 4C en la 257
columna de torre, 4T y 4T ( 256a ) ;
en este caso, después de l . R2R, las
blancas ganan, lo mismo que antes,
el peón, pero no la partida ; por
ejemplo : l . . . R2R ; 2. R3R, R3D ; 3 .
R4D (ó 3 . R4A, R4D ! ; 4. R5D, R4R,
etcétera) ; 3 . . . R3R ; 4. R5A , R4R ;
5. RSC , R4D ; 6. R x P4T, R4A ; 7 .
R6T , R3A ; 8 . PST, R2A ; 9. R 5 C , R2C
y tablas, ya que se ha llegado a la
« posición normal ». Esta circunstan­
cia neutraliza el dominio de la opo­
sición (lo mismo da sea distante o
inmediata ) .
Si e n el 2 5 6 trasladamos l o s peo­
nes P4T y P4T a P4CR y P4CR
256b), obtendremos una situación
original donde el dominio de la opo­
sicion distante no influye para nada. ganando el peón 5T, las negras, de
En cambio , la oposición inmediata ordinario ( 1 52 ), no pueden ganar.
es fundamental. En respuesta a l . Si los peones están más arriba o
R2R, R2R ( se puede también R2D ) ; más abaj o que en el 257, siendo
2. R3R, las negrs juegan 2 . . . R2D, mano las blancas son tablas ( 257 ) .
en espera de que el rey blanco pase
a la <<primera línea» (3. R4R, R3R 257a. Grigoriev, 1927. Blancas :
ó 3. R4D, R3D ) y tablas, ya que R2CD, P4TD, P4TR. Negras : R4R,
las negras no tienen posibilidades P4TD , P4TR. Tablas : l . R3A, R5A ;
de rodeo . 2. R4D , RSC ; 3. R4R, R x P4T ; 4. R4A
Hemos explicado la im1; ortancia y tablas, como en el 256a .
que ttene el mayor o menor interva­
lo entre los peones que ha!l llegado 257b. Grigoriev, 1927. Blancas :
al centro del tablero . Veamos ahora R2CD, P6TD, P6TR. Negras · R4R,
diversas si tuaciones con peones en P2TD, P2TR. Tablas. Después· de l .
diferentes filas . R3A, R4A : 2 . R4D , R4C ; 3 . RSA, salva
a las negras 3 . . . R3A ! , etc . ; a R x
En este ejemplo, los peones blan­ P2T, sigue R2A y e l rey blanco no
cos han pasado del centro del table­ puede salir de la casilla 8TD . Es si­
ro y esto les asegura la victoria, milar el 257c. Bird, 1936. Blan­
pes<: a la buena situaciór. del rey cas : RlD, P2TD , P3TR. Negras : R4D ,
negro . Después de l. R3A ! ( no l . P6TD, P5TR. Tablas. Las blancas en­
R 3D ?, R4D ! ) , n o salva a las negras tregan el peón 2T, pero defienden
ni 1 . . . R4A ( por 2. R4A, etc . ) , ni las casillas críticas del peón 3T :
1 . . . R4D ; 2. R3D ! , R4A ( por 3. R4R, l . R1R, R4R ; 2. R1A, R5D ; 3. R2A,
dcétera ) , ya que las blancas ccro­ R6D ; 4. R3A, R7D ; 5. R2A ( cabe tam­
nan antes. También es vano el in­ bién 5. R4A ó 5. R4R, pero no 5 .
tento de las negras de responder R4C?) ; 5 . . . R3A ; 6 . R 1 R , R7C ; 7 . R2D ,
a R x P3T con la j ugada R3A ( como R x P2T ; 8. R2A y tablas .
en el 256a ) , pues el peón 5TR ha Las mismas ideas, pero algo más
pasado del centro del tablero ( 151 ) . complejas, presiden las siguientes
Jugando las negras e n e l 257 la posiciones.
partida es nula : a 1 . . . R4A, etc.,
las blancas responden contraatacan­ Este ej emplo, que fue el primer
do el peón 3TD ; si 1 . . . R5D, etc., problema de Grigoriev que se publi-

1 32
258 blancas responden atacando el otro
flanco ) ; 3 . R7R, RSR ; 4 . R6R, RSD
(ó 4 . RSA ; S. RSD , pero no 4 . . .
. .

R6R? ; S . RSR y ganan ) ; S . RSA y


tablas.
259

có, no parece ser un ejemplo de


final de « peón pasado con peones
bloqueados » ; ejemplos 149 a 1S3.
Después de l. P4T !, R6C, las blan­
cas consigue.! frenar el av:mce del
peón pasado de las negras (TR), al­ En este ejemplo salva a las blan­
canzando la « posición normal » : 2. cas l. R3T ?, R6A ; 2. PST, RSA ;
R6R, R x P3T ; 3. RSA , P4T ; 4. R4A, 3. R4T , R4A ; 4. P6T, R3C ; S. R4C,
PST ; S. R3A, R7T ; 6. R2A, P6T ; 7 . R x P6T ; 6. RSA, R2C ; 7 . RSC, ya que
R1A, R6C ; 8 . R 1 C y tablas . el peón 7T se encuentra en la zona
Las posiciones donde cada uno de ganancial ( 1S2 ; gana 7 . . . R2A ; 3 .
los reyes se encuentra en la reta­ R6T , R3D , etc.
guardia enemiga se parecen a las Lo correcto es l. R2A ! , RSC ; 2 .
estudiadas, pero también tienen sus R3D , R x P4T ; 3 . R4A ! , R4T ( 3 . . . R6T,
peculiaridades . La solución está en 4 . R5C ) ; 4. R5A, P3T ( es la única
la toma de la oposición en las co­ forma de que se libere el rey negro,
lumnas principales. pero ahora el pe--n ya no está en
zona ganancial y para hacer tablas
258a. Grigoriev, 1932. Blancas : las blancas no tienen más que tomar
RBD, P4CD, P4TR. Negras : R8R, una <<posición normal » ) ; 5 . R4A, R3C ;
P4CD, P4TR. Ganan blancas : l. R7R ! , 6. R4C y tablas.
R7R ( 1 . . . R7D ; 2. R6D ! y 3 . RSA o Si las negras, después d� l. R2A,
1 R7A ; 2. R6A ! y 3. RSC ) ; 2. R6R !
. . . RSC ; 2. R3D, R x P4T ; 3. R4A no
( no 2. R6D ?, R6A y no 2. R6A ?, juegan 3 . . . R4T , sino 3. . . P3T, las
R6D ) ; 2 . . . R6R ; 3 . RSR, R7R ( 3 . . . blancas , para conseguir una «posi­
R6D ; 4. RSD ! ; 4. R4R ! , R8R ; S. R3R ! ci ón normal », deberán continuar 4 .
y ganan, ya que a 5 . . . RBD, sigue R5A ! ( pero no 4. R3A ?, R4C y ganan ) .
6. R4D ! y si S . . . RBA , entonces 6.
R4A ! 259a. Prokop , 1924. Blancas : R7AR,
P2TD, P3TR. Negras : RlTD, P6TD ,
258b. Grigoriev, 1932. Blancas : F5TR. Ganan blancas. Los peones
RBAR, P4CD, P4TR. Negras : R8D , blancos están casi en sus posiciones
P4CD, P4TR : tablas, juegue quien iniciales y, sin embargo, las negras
j uegue : 1 . . . R7R ; 2. R8R ! , R6R ( al pierden, ya que no pueden ocupar
ataque contra uno de los peones, las una «posición normal» necesaria pa-

133
ra hacer tablas : l . R6R, R2C ; 2. RSD, ejemplo 260 todas las fuerzas a la
R3C ( si 2 . . . R2A, entonces en vez de columna de la derecha .
3. R4A? y tablas, se jugará 3 . RSA ! ,
R2D ; 4 . R4C y ganan ) ; 3 . R4A, R3A ; 260a. Maizelis , 1954. Blancas : R2AD;
4. R4C , R4D ; 5. R x P6TD, RSA ( el F2CD, P2D. Negras : RSCD, P4AD,
rey negro ha alcanzado tan sólo la P3AD . Berger se ha limitado a obser­
casilla 5A, pero no la 6A ) ; 6. R4T ! var qu':' eran tablas porqm.: l. P3D,
( no 6. R2C?, R5C, tablas ) ; 6 . . . R4A RST ; 2. R3A, R4C ; 3 . P3C, R4T ; 4.
(ó 6 . . . R6A ; 7. R5C y 8. P4T ) ; 7. R4A, R3C. Sin embargo, este sistema
R3C ! , R4C ; 8. R3A y ganan. ddens1vo se def,morona si en lu­
Para termin ar, algunos tjemplos gar de 3 . P3C?, se j uega 3. R3C !, de­
con peones doblados . j ando en reserva la j ugada ( P2C )3C.
260
A las negras les queda 3 . P5A + ;
. .

4. P x P + , R4T ; sin embargo, después


de S . R3A, P4A ; 6. P3C ! (ó 5 . . . RST ;
6. P4C ó 5 . . R3C ; 6. R4D ) , las blan­
.

cas ganan De esta forma, en res­


puesta a l. P3D, la j ugada de Ber­
ger 1 . . . R5T es mala. Se consiguen
tablas jugando 1 . . . P5A ! ; 2. P4D, R5T !
( 2 . . . P6A? pierde ) .
Más sencilla y ventaj osa para las
blancas es la sigmente posición :

260b. Berger, 1922. Blancas : R3AD,


P2CD, P2D . Negras : R4CD, P4AD,
P3AD. Ganan blancas : l. P3D, R4T ;
2. R4A, R3C ; 3. P3C y ganan. A 1 . . .
P5A l o más sencillo e s 2 . P4D ( P4A ;
3. P5D ) , mientras que 2. P x P + nos
lleva a unas variantes complicadas
Esta posición fue ideada por Hor­ ( 113).
witz, pero el análisis hecho por él Fine, citando ese ejemplo, empieza
es erroneo ( « l . P3A, R4T? ; 2. R3C, con l. P3C, que en caso 1 . . . P5A
R3T ; 3 . R4C , R2T ; 4 . R x P4T, R2C ; obliga a responder 2 . P X P + . Fine
5. P4T, R2A ; 6. R6T, R3A y ta­ no hace ningún análisis , a pesar de
blas» ( ! ) , aunque 7. P4A gana fá­
cilmente ) . 261
L a solución fue indicada por Sal­
violi : l. P3A, PSC ! ; 2. P4A, P8C ! !
(para responder a 3. P x P + con 3 . . .
RSC y 4 . . . P4C) ; 3 . P3T, R4T ; 4 .
R x P6C, R3T ; 5 . R4C , R2T ! ; 6 . RSC,
R2C ; 7. P4T, R2A ! (no 7 . . . R2T? ; 8.
PST ) ; 8. R6T, R3A y tablas ( 172 ) .
L a posición d e Prokevs, 1946, blan­
cas : R4TR, P3CR, P5CR ; negras :
R2AR, P4AR y P2TR, es una simple
repetición del ejemplo de Salvioli :
l. RST .no l . R3T?, R2C ; 2. R4T ,
R3 C) ; 1 . . . R2C ; 2. P6C, etc. Tablas.
Hasta la fecha se ha <Jnalizado
con poco detenimiento la posición
que resulta si desplazamos en el

134
las numerosas variantes que origina 262
esta j ugada. Por ello la j ugada l .
P3C, a pesar de proporcionar l a vic-
, toria, nos parece menos clara, por
su falta de demos tración analítica .
Jugando las negras, en el 260b
se consiguen tablas con 1 . . . PSA.

La posición de este ejemplo es


precursora de la posición 189. Des·
pués de l. RSA, R7R ; 2 . R x P3A,
R6R ; 3. RSR ! , R7A ; 4. P5C, R6C ;
5. RSA resulta una posición que ya
hemos estudiado en el 189 ( después
de la cuarta jugada de las blancas ) .

L a posición 262 e s e l final d e un


problema ( R4TD , PSTD, P6TD, PSD .
Negras : RSTD, P2TD, P4AD, P3D ) . un final de tablas con damas por e l
l . R4C ! , R5R ( es inútil 1 . . . R3A ; alejamiento del rey negro ) ; 3. R4C ,
2. R4A, P4D + , por 3. R4D ) ; 2. RSC ! , R4R, R4A ! ( ahora 4. RSC ? pierde
R4D ( no hay más remedio que regre­ por 4 . . . P4D ; 5. R6A, P5D ; 6 . R'?C ,
sar con el rey, ya que a 2 . . . P4D , si­ R3D ; 7. R x P2T, R2A ; 8. RBT, P6D ;
gue 3. R6A y si 3 . . . R4R ; 4. R7C, R3D , 9. P7T, P7D ; 10. P6T, R3C ! ) ; 4 . . . .
la partida termina con el rey ahoga­ R5R ( ó 4 . . . P4D + ; 5. R3D ) ; 5. R5C !
do en ST, y si 3 . . . P5D, etc., resulta y tablas.

1 35
CAPÍTULO VI

TRES PEONES CONTRA DOS PEONES Y CONTRA TRES

A este tipo de finales se refiere todo cuanto se ha dicho en la intro­


ducción al capítulo V ( « Dos peones contra dos » ) . En cierto modo viene a ser
la última etapa antes de pasar a finales de varios peones. Es tal la diver­
sidad de las posiciones, que nos vemos obligados a tomar sólo unas cuan­
tas para su análisis . Como es natural , hemos dado preferencia a los fina­
les que tienen valor en el sentido teórico o práctico . En numerosos ejem­
plos se ponen de manifies to muchas ideas estratégicas y procedimientos
tácticos nuevos, condicionados por la estructura de los peones ; en otros
ejemplos resulta interesante el paso, mediante simplificaciones, a posiciones
teóricas más sencillas estudiadas ya anteriormente .
La diferencia fundamental que hay entre este capítulo y el anterior es
el principio empleado de sistematización del material . En el capítulo V
resultaba posible partir de la estructura de !os peones, pero en éste es
imposible hacerlo. Se ha tomado como base la división en dos grupos :
1) finales con peones pasados , y 2) finales sin peones pasados . En cada
grupo el material está distribuido por temas ; sin embargo, y siempre que
ha sido posible, se ha tomado en consideración la estructura de los peones
( por ejemplo : todos los peones en un flanco ; peones en flancos diferentes ;
situación dispersa de peones ) .

l . Finales con peones pasados

De estos finales podemos repetir Si los peones pasados de los ad­


simplemente las observaciones he­ versanos e s tan situados en flancos
chas en el apartado correspondiente distintos, como en los ejemplo 284-
del capítulo anterior. La partida no 288, que citamos a continuación , los
se resuelve, de ordinario, por el nú­ reyes se ven obligados a contener
mero de peones pasados, sino por -a veces con esfuerzo- el avance
sus cualidades , es decir, por las de varios peones.
ventaj as de posición (más adelante Ofrece interés teórico y práctico
se estudian temáticamente). la lucha del rey contra tres peones

136
ligados, que estudiamos a continua­ siguen, que las blancas ganan si con­
ción en varios ejemplos complemen­ siguen detener a los peones adversa­
tarios (266-283 ) . rios, ya que detenerlos significa ani­
Esta lucha tiene lugar cuando el quilarlos.
rey adversario está clavado en otro Hasta la fecha no se han encon­
flanco y no puedé prestar ayuda a trado métodos y p rocedimientos
sus peones. Para el análisis de estos que precisen la estrategia del j uego
casos podemos recurrir a los siguien­ en las diversas distribuciones de tres
tes diagramas (263-265a) : peones ligados. Podemos enunciar
tan sólo la siguiente apreciación ge­
263 264 neral . Si equis peones se encuentran
en sus casillas iniciales o han avan­
zado poco, casi siempre se pierden .
Pero si uno o dos peones han pasa­
do del centro del tablero, la p osición
se hace peligrosa para el rey, y en
algunas estructuras de peones, hasta
crítica (en el sentido de que todo
depende de la salida o de que al
rey le queden pocas casillas desde
265 265a las cuales puede detener la presión
de los peones.
Examinemos, pues, sistemática­
mente estas posiciones críticas rela­
cionadas con la estructura de los
peones.
266 267

En la posición í!63 el rey negro


dispone de todos los tiempos que
quiera ( ¡ ayuda indirecta a sus peo­
nes ! ) ; por eso en el otro fl anco es
inútil toda lucha del rey contra los
peones ligados. Las blancas pueden
intentar el paso de su rey a 6D, a
fin de efectuar la conocida combi­
nación de l. P8T = D + y 2. R7A . Esto,
sin embargo , no es dar una solución
directa, sino eludir el p roblema plan­
teado a las blancas . Por ello exclui­
mos de nuestro análisis posiciones
semej antes en el flanco de dama.
También excluimos posiciones del En este ejemplo pierde quien sea
tipo 264, ya que en la práctica se mano. A 1 . . . P6C sigue 2. R2 C 275 ),
dan muy raras veces. y si 1 . . . P6A ó 1 . . . P6T, entonces 2 .
Por lo tanto, nos quedan los ejem­ R2A ó 2 . R2T, respectivamente, y las
plos 265 y 265a, los más probables en blancas ganan (268 ) . Siendo mano las
la práctica . En posiciones de este blancas, el cuadro es inverso : a l .
tipo, el rey negro no puede moverse R2C sigue 1 . . . P6C ! ; s i l . R2A o R2T,
del sitio bajo amenaza de pérdida son igualmente posibles 1 . . . P6A ó 1 . . .
inmediata. Debido a ello, estimamos P6T ó P6A y los peones, e n todos los
convencionalmente en los finales que casos, obtienen la victoria .

137
Si en el 266 los peones están en la den si s o n mano l a s negras después
fila de más abaj o, las negras ganan de 1 . . . PST y 2 . . . P6T. Con el rey en
con cualquier j ugada ( lo más sen­ 3T, las blancas pierden independien­
cillo es 1 . . . P7C) . Saliendo las blan­ temente de quién j uegue.
cas, a l . RlT lo mej or es 1 . . . P7A En la posición 270 el rey b lanco
(pero no l . P7C + ? ; 2. RlC y ganan) . tiene sólo tres casillas que le ayu­
En el 267 con e s a posición en la dan a detener el avance de cualquier
fila de arriba, las blancas ganan in­ peón ; por ejemplo : l. . . PST ; 2. Rl C !
cluso si son mano : l. R3C, PSC ( a (266) ; 1 . . . P6A + ; 2 . R3C ! , PST + ;
1 . . . PSA + 1 . . . PST + ; sigue 2 . R3A 3 . R2A (268 ) ; 1 . . . P6C ; 2. R3A (3T),
ó 2. R3T) ; 2. R2A(2T) , PSA o PST ; PST ; 3 . R2C (275 ) . Si los peones ne­
3 . R2C y ganan (270 ) . El rey puede gros están en alguna fila de arriba,
situarse en cualquiera de las casillas el número de esas casillas irá en
señaladas . Es funesta para él sólo aumento, pero si están en la de
el escaque 3A ó 3T, jugando las ne­ abajo, las blancas pierden .
gras ; por ejemplo (el rey en 3A) ;
271 272
1 . . . PST ! ; 2. R2A ( ó 2. R2C, PSA ! ;
273 ) ; 2 . . . P6T ! ; 3 . R3A ( ó 3 . R3C,
PSC ! ; 271 ) ; 3 . . . PSA ! ; 4. R2A, PSC
y ganan .
Jugando las blancas, el rey puede
estar en lR, 2R, 3R ( 1 . R3R, P7A ! ) .

. 258 269 270

En el 271 las b lancas, después de


l . . . PST + ; 2. R2A, ganan ; sin em­
bargo, pierden si j uegan : l . R2A,
PST (268) , lo mismo que después
de l. R2T, PST.
En el 268 pierde el que j uega : des­ En la posición 272, las blancas, si
pués de l. . . P6T ; 2. R3C, los peones son mano, sólo tienen una b uena ca­
son capturados unos tras otros ; si silla para retroceder (3A), mientras
son mano las blancas , a 1. RlA( l C ) , que l. R3T ? pierde después de 1 . . .
sigue 1 . . . P6C ( P6T ) . Si trasladamos P4T (2. R2T, P6A ; 2 . R2C, PST, 273 ) .
esta posición a la fila de abaj o , las En la posición de R2C, PSA, P 6 C y
negran ganan aun siendo mano . P7T, jugando las negras, gana l . . .
Si desplazamos la posición a la P6A + ; saliendo las blancas , después
fila de arriba (269), las blancas ga­ de l. RlT, P6A, resulta una posición
nan didependientemente de la sali­ estudiada ya en las observaciones al
da y en el caso de que el rey se en­ 266 .
cuentre en 3A, 2A, lA y l C . Con
otras posiciones del rey, el resultado La peculiaridad de esta estructura
del j uego depende de la salida ; por de peones ( en forma de un triángulo
ejemplo, estando el rey en lR, 2R, abierto a la invaswn del rey ) , con­
las blancas ganan si j uegan y pier- siste en que una de las casillas crí-

138
273 274 A s í pues, después de subrayar el
hecho, asombroso a primera vista,
de que las casillas 4A y 4T en el
ejemplo 274 son funestas para las
blancas , siendo mano las negras, que­
remos señalar que las blancas ganan,
independientemente de la salida, es­
tando el rey en cualquiera de las
casillas señaladas. Con el rey en 3R,
en respuesta a 1 . . . PST, se debe jugar
2. R2A !, P4 3. RlC y ganan .
275 276

ticas, la situada en el centro del


triángulo , se encuentra separada de
las demás .
En este ejemplo, el rey tiene dos
escaques decisivos ( no colindantes ) :
2C y 4C ; en esta posición pierde el
que j uegue.
Si trasladamos los peones a la
fila de abaj o, adquiere primordial
importancia la posición del rey. Si
está en 3C nos encontramos con una La distribución de los peones en
posición de zugzwang ; esta posición el 27S es una de las más débiles. In­
desaparece ( ganan los peones ) si la cluso si trasladamos esta posición
desplazamos a la fila de más abaj o a la fila inferior, los peones gana­
( el rey en 2C ) . Si con los peones rán sólo si j uegan las blancas (por
en 6A, se y 6T, el rey está en l CR, lo tanto, el zugzwang sigue en vigor).
las negras ganan independientemen­ Si los peones se . encuentran más
te de quién j uegue, con la particula­ arriba (276), el rey dispone · de mu­
ridad de que en caso de 1 . . . P6C ; chas casillas que le aseglran la vic­
2. RlT, entran en vigor las conside­ victoria .
raciones expuestas en el
2T1 278 279
Es interesante y merece ser estu­
diada esta posición desplazada a la
fila de arriba (274). Si en esta po­
sición el rey estuviese en SC, nos en­
contraríamos con el mismo zugz­
wang que en el 273 ; el zugzwang
desaparece si la posición se despla­
za a la fila inmediata superior (peo­
nes en 3A, 2C y 3T) ; en este caso las
blancas ganan, independientemente
de la salida, lo mismo si está el rey
en SA, ST (por fin en casillas colin­
dantes ), o en cualquier casilla del
rectángulo 7R, 4R, 4T, l T .

139
En el ejemplo 277, el rey tiene dos 282 283
casillas críticas ( no colindantes ) :
3A y 3T. El resultado de la partida
depende en este ejemplo del turno
de jugada.
En el ejemplo 278 las blancas pier­
den siendo mano, después de l .
R1C, y j ugando las negras des­
pués de 1 . . . P8C = D + ! ; 2 . R x P8C,
P6A .
En el 279, el rey sólo tiene tres ca­
sillas , pero colindantes . La fuerza de
esta dis tribución de peones radica
en que d1sponen, gracias al peun re­
zagado, de tiempos de reserva. Esta
superioridad será todavía mayor si
el peón rezagado se encuentra en su
casilla imcial .
281 casillas , 2C y 3C, que le permiten ga­
280
nar, independientemente de la salida.
Estas posiciones de zugzwang que
hemos examinado determ inan en lo
fundamental su lucha . Si las recor­
damos o, por lo menos, sabemos que
existen, la estrategia del juego re·
sulta más fácil , pues adquiere la de­
bida orientación.
Un ejemplo práctico lo tenemos
en el 283 . Las blancas ganan fá­
cilmente ( nos limitamos a reprodu­
cir las varían tes más características ) .
L . P4A ; 2 . R2C, P4T ; 3 . R3C, P3C ;
4. R2C ! , P4C ( 4 . . . PSA ; S. R3A, P4C ;
6. R2A ) ; S. R1C, PSC ; 6. R2C, PST ;
7. R2T, PSA ; 8. R l C .
L P4C ; 2 . R2C, P4T ; 3 . R 3 C , PSC
(L P4A ; 4. R2C ) ; 4 . R4A, P3A ; S.
En la posición 280 las negras, sien­ R3C, P4A ; 6 . R2C ( 2A, 2T ) .
do mano, j uegan : 1 . . . P4A ( 271 ) ; E n todos los ejemplos examinados
j ugando las blancas , a l . R2T, sigue el rey estaba delante de los peones.
P3A ! Puede plantearse la pregunta, impor­
En el 281 caben varias variantes : tante para la práctica, de la distan­
l . R2C, P4C ( 273 ) , ó l . R2A( 1 A ) , cia que debe mediar entre el rey y
P6T ó l . R2T( 1 T ) , P6A. S i son mano los peones, para que el rey, estando
las negras , juegan 1 . . . P3C ! de lado, tenga tiempo de detenerlos
siendo mano .
Las posiciones del tipo 282, que Por el ej emplo 274, hemos visto
después del 281 son las mej ores que con los peones en 4A, 3C y 4T
para las negras , tienen una gran . ( es decir, con peones que no han pa­
importancia práctica . Las blancas
· sado del centro del tablero ) , el rey
pierden SI desplazamos los peones puede estar en 1 D-4D . Al mismo tiem­
a la fila inferior ( 6A, 6C, 6T ) . Si po, el ejemplo 267 nos hace sa­
los colocamos más arriba ( P4A, P2C, ber que con peones en 4A, 4C y 4T,
P4T ) , el rey blanco dispondrá de dos el límite extremo son las casillas

140
1 R-3R. Se comprende que cuanto me­ (4) Una variante como ejemplo :
nos avanzados estén los peones, más l . R2D(4D, PST ; 2. R3R, P4A ; 3. R2A ! ,
lateral puede encontrarse el rey . P4C(SA) ; 4 . R1C y Jos peones no pue­
Precisando algunos antiguos análi­ den seguir avanzando.
sis de varios ejemplos, se puede ha­ Los restantes casos han sido ana­
cer el siguiente cuadro ( tomando lizados anteriormente.
convenciOnalmente para el flanco de Si en las posiciones (4) y (S) se
la dama la situación del 264 ) : origina en el flanco de dama la si­
tuación 26S, el rey blanco, estando
Cuadro de distancias del rey en 1AD, deberá llevar a cabo el
plan de captura de Jos peones ; pero
Situación de los peones negros si está más arriba, es mejor ir a
6CD .
( 1 ) 4A, 3C, 4T Un buen ejemplo es el siguiente
(2) 4A, 3C, 4T problema, que p arece tomado de una
(3) 3A, 4C, 4T partida práctica :
(4) 3A, 3C, 4T
(S) 2A, 3C, 3T 283a. Troizki, 1924 . Blancas : R1AR,
( 6 ) 2A, 2C, 3T ( 2T ) PSAD, PSD, P4AR, P2CR, P2TR. Ne­
gras : R4CD, P3CD, P2AD, P2D, P2AR,
Situación del rey e n l a columna PSCR. Ganan blancas : l. P6A ! , P x P ;
2 . P6D ! , P x P ; 3 . P4T, P x P ; 4. P x P,
1R-3R R4A ; S. P4T, R4D ; 6. PST, R3R ; 7.
1 D4D P6T, R3A ; 8. PSA ! ( ha resultado la
1D4D posición que nos interesa ; siendo
1AD-SAD mano, el rey blanco podía estar tam­
1AD-SAD bién en 1 C R ) ; 8 . . . P4C ! ; 9. R2R, PSC ;
1D-6D 10. R3D, P4D ; 1 1 . R2A ! ( Troizki su­
ponía que era posible asimismo 1 1 .
Queremos hacer las siguientes ob­ R4D, por 1 1 . . . P4A + ; 1 2 . R3D, PSA ;
servaciones relacionadas con la po­ 13. R2A, pero en vez de 12 . . . PSA + ,
sición de los peones : l o correcto e s 12. . . P6C ! y ganan ;
( 6) El rey llega tarde si se en­ véanse observaciones para el 273 y
cuentra en la columna del AD . Si 274 ) ; 1 1 . . . PSD ; 12. R1A ! ( véase 282 ) ;
l . R2D(3D), sigue 1 . . . P4A ; 2. R3R, 12 . . . P4A ; 1 3 . R2A ! ( 273 ) ; 13 . . . PSA ;
P4T y ganan, ya que el rey no ha 14. R1A ! ( 266 ) y ganan .
llegado a 2C ó 3C ( véanse las obser­ El j uego se complica si ambas
vaciones para el 282 ) . Si 1 R4D partes tienen peones ligados pasa­
(SD), entonces 1 . . . P4A ; de primeras dos. En estos casos hay que tener
no se puede, por 2 . RSR, pero gana en cuenta las p.osiciones de los tres
1. . . P4T ; 2 . R4R, PST y luego 3 . . . P4A . tipos representadas en los diagra­
( S ) La posición es débil, porque mas 284-286.
el peón no está en 2C, sino en 3C.
Estando el rey en 1AD-SAD, llega Para ganar se debe poner al ad­
en dos j ugadas a las casillas clave versario, en ambos flancos, en posi­
3R. Una variante para ejemplo : l . sión de zugzwang. Como procurará
R2D(4D ) , P4T ; 2 . R3R, PST ( ó 2 . . . evitarlo, la ventaj a de tiempos de
P4C ; 3 . R3A¡ ; 3 . R3A, P4A ; 4 . R2C ! , reserva se debe utilizar para el avan­
PSA ; S . R1C ! y los peones están de­ ce amenazador de los peones .
tenidos . aL situación del rey en SD
j ugando las negras es funesta para En el 284 se debe jugar : l . PST + ,
las blancas : 1 . . . P4A ! ; 2. RSR, P4T ; R3T ; 2 . PSA, PST + ( si 2 . . . R4C , en­
3. R4A, PST ; 4. R3A, P4C y las ne­ tonces 3. R2C ! ; ó 2 . . . R2C ; 3. PSC ) ;
gras ganan . 3 . R3T, PSA � 3 . . . R4C ; 4 . R2T, PSC ;

141
284 P4TR. En el flanco de dama las ne­
gras están en zugzwang decisivo, y
en el otro las blancas detienen fácil­
mente los peones ( 273 y 274 ) .

284i. Blancas : R2CR, PSTD, P2CD,


PSAD . Negras : R2CD, P4AR, P2CR,
P4TR. Los peones blancos están más
avanzados y es imposible ya dete­
nerlos ; los peones negros, por .:-1 con­
trario, no son peligrosos ( 281 y 282 ) .

284g. Blancas : R3AR, PSTD, P6CD,


P2AD . Negras : R2CD, P4AR, P4CR,
PSTR. Esta posición es todavía más
favorable para las blancas que la
284c.

284h. Shapiro, 1902. Blancas :


S. R2C, PSA ; 6 . R1 C ) ; 4. P6A, P6A ; R1C, P3AR, P7CR, P6TR. Negras :
S. PSC + , R2T ; 6. P6C + ( es la juga­ R2AR, P6TD, P6AD . Véase 284d.
da más enérgica, pero se puede 6 . Relativamente, no es muy numero­
P2A ) ) ; 6 . . . R 1 C ; 7. P6T, PSC + ; 8 . so el grupo de posiciones de zugz­
R2T, P6C + ; 9. R 1 C , P6T ; 10. P7T + , wang y se han analizado casi todas .
R1T ; 1 1 . P7A y ganan .
285

284a. Blancas : R3CR, P3TD, P4CD,


PSAD . Negras : R3AD, P4AR, P4CR,
P4TR : l . P4T y ganan como se ha
explicado en el ej emplo anterior.

284b. Blancas : R2AR, PSTD, P4CD,


P4AD. Negras : R2AD, P4AR, P4CR,
PSTR : l. PSA y ganan, como se ha
indicado ya arriba.

284c. Chapais, 1 780. Blancas :


R3AR, P4TD , P4CD, P2AD. Negras :
R2AD, P4AR, P4CR, PSTR. Después
de l. PST, las blancas consiguen co­
locar sus peones en 6T, SC y ganan.

284d. Betinsh, alrededor de 1900.


Blancas : R2CR, P6TD , P7CD, PSAD . Tiene interés comparar la posición
Negras : R1CD, PSAR, PSCR, PSTR : del diagrama 28S con el 284b . En
l . R1C ! , P6T ; 2. R2T, P6A ; 3 . R3C, ella, con los reyes en 2AR y 2AD,
R2T ; 4. PBC = D + !, R x P8C ; S. P6A decidía la partida el turno de salida
y ganan . ( l . PSA, etc.), pero aquí a l. PSA,
Para ganar, independientemente de las negras responden l . . . PSA y las
la salida, la superioridad debe ser blancas se encuentran en zugzwang
mayor. en ambos flancos. La misma réplica
seguirá a l . R2T ó l. PSC . A l. R1C,
284e. Blancas : R3CR, PSTD, P4CD, cabe l . . . R3T ; 2 . R2C, PSA ; 3 . PSA,
PSAD. Negras : R2CD, P4AR, P3CR, R4C ; 4. RlC, PSC y ganan . La situa-

1 42
ción en los dos flancos de por sí no 287
es una situación de zugzwang, pero.
la necesidad de tener ( debido a las
condiciones de perfecta simetría) la
última palabra, origina una posición
de zugzwang recíproco .
También suele haber posiciones de
tablas ; un ejemplo de ello es el 286 .
286

avanzar demasiado o colocarse de


forma amenazadora ) ; L. R2D ( ó L.
P4T ; 2. R3A, P4C ; 3. P4T, P5T ; 4.
R4C, P4A + ; 5 . R3T, R2D ; 6 . P4A,
R3A ; 7. P5T y se manifiesta clara­
mente la superioridad de las blan­
cas ) ; 2. R3A, R3A ; 3. P4T, P4T ; 4 .
P4A, P4A ( cada u n a d e l a s partes
Los reyes se ven limitados en su amenaza ahora con avanzar su peón
movimiento a las casillas 2T y 3C, de torre ) ; 5. R3C, R3C ; 6. P4C, P4C
2TD y 3CD. El que intente avanzar el ( P3C ) ; 7. PST + y ganan ( 284 ) . Hay
peón retrasado pierde irremisible­ muchas otras variantes, pero todas
mente ; por e-jemplo : l . P3A ?, P3A ; son bastante sencillas.
2. R2T, R2T ; 3. R3C ( ó 3. P5A, R3C ; Se puede comenzar con l. · P4T,
4. R3C, P4A ) ; 3 . . . P4A ; 4. P4A, R3C ; R2D ; 2. R2R ( pero no 2 . P5T ) , como
5. P5A + , R2T ; 6. P6A, R3C y ganan . tampoco con l . R1R, que es una
Lo expuesto nos permite entender jugada menos fuerte. Esta posición
fácilmente la siguiente posición an­ con el rey en I R la tiene Greco
tigua, que fue certeramente enjuicia­ ( 1612 ) , pero sin ninguna solución jus­
da por Saint ; el primero en anali­ ta ; en esa P()Sición, las blancas ga­
zarla fue Walker, en 1840. naban incluso siendo mano las ne­
gras.
En este ejemplo la estrategia co­ Consideramos que ya se ha expli­
rrecta no consiste en el avance im­ cado con suficiente claridad la lucha
petuoso de los peones, .que de todas del rey contra tres peones ligados.
formas se verá frenado rápidamen­ En los ejemplos siguientes analiza­
te. Se debe procurar superioridad mos los casos de peones aislados y
en ambos flancos a la vez, tratando doblados, así como de dos peones
de colocar al adversario en posición pasados, en vez de tres .
de zugzwang, tanto en un lado como
en o tro ; en el caso de que el con­ En este ejemplo, las blancas ganan
trario lo eluda, se utilizará el tiem­ porque han tenido tiempo de llegar
po de reserva : l. R2R (esta jugada con su peón a 7T : l. P5T, R2R
detiene a los peones negros , pero es ( o R1A, etc. ) ; 2. P6T, R3A ; 3. P7T,
mejor, naturalmente, no permitirles R2C ; 4 . R4A ! ! ( es mala jugada R x

143
288 288d. Khan-Korchnoi, Moscú, 1 9SS
( posic m de una variante propuesta
...

por Khan ) . B lancas : R2CR, P3R,


P4R, P4AR. Negras : R3R, PSCR,
PSTR. Ganan blancas . l. PSR, R4A;
2. R2A, R3R ; 3. P4R, R2R; 4. PSA,
R2A; S. P6R + , R3A; 6. PSR + , R2R ;
7. R2C, R 1 R; 8. P6A, R1A ; 9. P7R + ,
R2A ; 10. P6R + , R1R ; 1 1 . R2A, P6C +
( u 1 1 . . . P6T ; 12. R3C , P7T ; 1 3 .
P7A + ); 12. R3A, P7C; 13. R x P7C,
P6T + ; 14. R1T, P7T ; 1S. P7A + y
P3A, R7D y R7R, o R4D, SR, 6R, por- ganan.
que a las negras les da tiempo de 289
coronar su peón en 8TD ) ; 4 . . . R1 T ;
S. R4D, PST; 6 . RSR, P6T ( ó 6 . . .
R2C ; 7 . R6R y 8 . P8T = D + ) ; 7 . R6A ! ,
P7T ; 8 . P7C + ! , R x P7T; 9 . R7A y
ganan ( 288 ) .

288a. Grigoriev, 1 928. Blancas :


R1CR, P6CR, P7TR. Negras : R2CR,
P2AD, P4D, P2D . Ganan blancas :
l . R2A ! , P4A ( si 1 . . . PSD, sigue 2.
R3A ! , P3A; 3. R4A, P4A; 4. R4R );
2. R3R ! , PSA (ó 2 . . PSD+ ; 3. R4R,
.

R1 T; 4. RSR, R2C; S. R6D ); 3. R4D,


R1T (3 . . . P3D ; 4. R x P4D y S. R6R ) ;
4. RSR ! , R2C; S. R6D, P6A ; 6. R7R
y ganan .

288b. Horwitz y Kling, 18S1 ( final


de un problema ) . Blancas : R2AR,
PSCR, P4TR, P6TR. Negras : R3CR, En este ejemplo el rey blanco está
PSR, P6AR. Ganan blancas : l . PST + , cerca y puede ayudar a sus peones,
R2T ; 2 . R3R, R1C; 3 . P6C, R1T; 4 . lo mismo que en el 203 .
P7T, R2C; S . P6T + , R1T ; 6 . R2A, l. R4R, RSC; 2. P4T, R4T; 3. R4A,
P6R + ; 7. R x P6A (ó R x P6R ); 7 . . . R3T; 4. P4C, R3C; S. PST + , R3T; 6 .
P7R; 8 . P7C + , R x P7T !; 9 . R x P7R R4R, R4C; 7 . R3A, R3T; 8 . R4A, R2T;
y ganan . 9. PSC, R2C; 10. P6C ! ( se hacen ta­
bras con 1 0. P6T + ?, R2T ) ; 10 . . . R3T ;
288c. Grigoriev . Blancas : RSD, 1 1 . R4C , R2C; 12. RSC ! , P6D; 1 3 .
PSCD, P2TR . Negras : R1R, P3CD, P6T + , R 1 C ( lA, 1 T ); 14. R6A y
P2AD, P3D. Ganan blancas. l. R6R, ganan.
R1A ; 2 . R6A, R 1 C; 3 . R6C , R1A( 1 T ); Si trasladamos el rey blanco y los
4. P3T ! ! ( la j ugada ( P6T )7T no debe peones ( en las columnas del Ad y D )
ir acompañada de j aque ; en ello ra­ a la izquierda, siguen ganando las
dica la sutileza del juego . Es erró­ blancas ; pero si los trasladamos a
neo 4. P4T ?, R 1 C; S. PST, R 1 T; 6. la segunda columna de la izquierda
P6T, R1C; 7 . P7T + , RlT; 8. R6T, es tablas, lo mismo que en la posi­
P4D; 9 . RSC , R x P7T y tablas ) ; 4 . . . ción R3CD, P4TD, P3AR y P4CR;
R 1 C; S . P4T, R1T; 6 . PST, R 1 C; 7 . RSAR, P4TD, PSCD, ya que el avan­
P6T, RlT ; 8 . P 7 T , P4D ; 9 . RSA y ce de los peones no culmina con
ganan. un mate forzado ( Fine, 1941 ) .

144
290 peón 2C inicie su peligroso avance.
Si 1. R3C?, P4C ; 2 . P4R, entonces
2 . . . PSC ! y tablas.

l. . . . ( P4D ) x P4R

O 1 . . . PSD ; 2. R3C, P4C ; 3. R4A,


PSC ; 4. RSA, P6C ; S. R6R y ganan.

2. ( R2T )3C ( P2C )4C


3 . ( R3C )4A ( PSR )6R

A 3 . . . PSC, le seguirá 4 . RSA, etc.

4. ( R4A ) x P6R ( P4 C )SC

Si 4 . . . P4A, entonces S. R4A ! ( pero


no S. R4D?, por S . .. PSA ! ) ; S . . . PSC ;
En este ej emplo no es fácil hallar S. RSR, etc.
el camino correcto de la victoria. El
propósito de tomar el «inofensivo>>, S . ( R3R )4D ( P3A )4A
e n apariencia, peón CD, fracasa : 1 .
R3C, P4C ; 2 . R3A , PSC ; 3 . R2R, P4A ! ; En caso de S . . . P6C, las negras,
4. R3D, P6C ! ; S. R3A, PSD + ! ! ; 6 . después de 6. R3A, P4A ; 7 . RXP6C,
P x P , PSA ; 7. PSD, P6A ; 8 . P6D, pierden ambos peones, pero ahora
P7A ; 9 . P7D, P8A=D ; 10. P8D=D , el peón 4A crea la valla precisa.
P8A + ! ; 1 1 . R4C, D8R + ! , y tablas
por j aque continuo . 6 . ( R4D )SR( SD ) y ganan .
La idea de las tablas es la si­
guiente : el rey se 've obligado, antes 290a. G. Reichgelm, 1 900. Blancas :
o después , a comer el peón 8C( 6C ) , R3CR, P7TD, P6CD, P4AD . Negras :
para poder cubrirse con su dama de R1TD, P3D, PSCR, P4TR ; ganan las
los jaques ; después de R x P6C, la blancas : l . R4A, R2C ; 2 . PSAD ! , PD x
dama da j aque por abaj o ( 8C, 8A ) PA ( ahora no sólo se halla expedito
con el propósito de a R4C continuar el camino del rey blanco, sino que
D8C + , y si RSA, entonces D7A + , y en la diagonal 1 CR-7TD ha sido colo­
si RST, D4A + ; el rey blanco no pue­ cada una barrera ) ; 3. RSR y ganan .
de pasar a la fila sexta para evitar Los ejemplos que se dan a conti­
la j ugada D x P6C + . nuación ( 291-294 ) ilustran la fuerza
Nos queda otro recurso : pasar de un peon pasado protegido.
con el rey a 6R ( P8T=D + y R2A ) ,
pero es fácil convencerse que las ne­ Ganan las negras gracias a una
gras alcanzan a coronar el peón CD maniobra precisa : 1 . . . R2C ; 2 . P3T ! ,
y evitar el mate en 6C. De ahí de­ R3T ; 3 . P6A ! ( en caso d e 3 . P4T,
ducimos que es preciso j ugar ( P3R) decide rápidamente 3 ... R4T ; 4. P6A,
4R, a fin de intercep tar la diagonal R x P ; S. R6R, R4C ) ; 3 . . . R3C ! ; 4.
1 C-7T ; ahora bien, ¿ cuándo conviene P4T, R4A ! ! ; S . R6R, PSR ; 6 . R7D ,
hacer esa jugada? P6R ; 7. R x P , P7R ; 8. R7D, P8R=D ;
9. P7A, R x P4D ; 10 P8AD=D, D3R+ ;
1. ( P3R )4R ! 1 1 . R8D, D x D + ; 12. R x D , R3A ! (y
de ningún modo 12 . . . R4A ?, pues 1 3 .
Hay que hacer esta j ugada inme­ R7C ! y tablas ) . L a s blancas aban­
diatamente, para impedir que el donan ( 291 ) .

- 1 45
10
291 fuese aplazada ) ; S . PBC=D, PBA=D ;
6. D4A + , RBR ; 7. D x D + , R x D ; 8 .
R3C, R7R ; 9 . R4A y las negras rin­
den ( ! ), aunque combinando el ro­
deo ( como en el 58 ) con la regla
los peones de torre» (152 ) se con­
seguían apenas tablas, como puede
verse a continuación : 9 . . . R6D ; 10.
RSC, RSR ; 1 1 . R x P, P4R ; 12. R6T,
R3A ; 1 3 . PST, R2A ; 14. RSC (o bien,
14. R7T, R3A ) ; 14 . . . R2C, con lo que
el peón ST se halla fuera de la zona
de ventaja.
A. L::-. v'r.roria se conseguía me­
'!iante : 4. R3C ! , P7A ; S. PBC=D,
PBA=D ; 6. D4A + , RBR ; 7. D x D + ,
R x D ; 8 . R4A, R7R (la diferencia es­
triba en que ahora les toca j ugar
292 a las blancas en lugar de a las ne­
gras ) ; 9 . RSC y ganan.
La idea de este final se encuentra
ya en la siguiente terminación :

292a. P. Gusev, 1 924. Blancas :


R3CR, P2CR, P3AR, P3TR. Negras :
R4R, P4AR, P3CR, P2TR ; posición
ventaj osa blanca. l. 4T (o bien, p ri­
mero, l. P4CD ) ; 1. . . P3T ; 2. P4CD
(no se debe 2. PST + ! ) ; 2 . . . P4C ; 3 .
P4A + , RSR ; 4 P x P ! (4. PSCD ?, R6R
292) ; 4 . . . P x P ; S. P x P, R6R ; 6 .
P6C, PSA + ; 7 . R2C! y ganan.
293

El 292 es un típica «comedia de


las equivocaciones ». Las blancas no
tenían más que parar el movimiento
del peón AR ; sin embargo, en el
momento culminante no supieron
encontrar la jugada correcta. Se pro­
dujo una posición de tablas, pero
Grunfeld consideró que no tenía sa­
lida y se entregó.
l. P6C, PSA+ ; 2. R2C ! , R7R (ame­
nazaba 3. R1A, pero ahora el rey
ha sido atraído a una casilla des­
ventaajosa ) ; 3. P7C, P6A + ; 4. R2T?
( lógicamente, esta jugada debiera
haber conducido a un empate ; véa­
se A ) , 4 . . . P7A (no deja de ser cu­ Previendo esta situación, las blan­
rioso el que en este momento, des­ cas se entregaron antes de que lle­
'
pués de la jugada 72, la partida gara a p roducirse.

146
Sin embargo, la victoria de las ne­ 4. . . . ( R2R)2D
gras es bastante difícil . B ien es ver­ S . ( R3R)3D ( R2D )2A !
dad que, tocándoles jugar a ellas, ga­
narían inmediatamente del modo si­ El objetivo ha sido conseguido, la
guiente : 1. .. P4C ! (2. PST, PSC); des­ oposición pasa a poder de las ne­
pués de haber liquidado todos los gras. Sin embargo, ahora deberán
peones en el flanco del rey, la par­ tener cuidado con las jugadas de los
tida se convertiría en la 76a . Pero peones blancos; por ejemplo :
les toca jugar a las blancas y, claro a) 6. PSTR, R4D ! (pero de ningún
está, mueven : modo 6 . . . R2D; 7. PSCR ! , R3R; 8 .
R4R, o bien, 7. .. R2R; 8 . R3R, ta­
1. P2CR-P4CR blas); 7. R4R, R2R !; 8. PSC, R3R y
ganan;
Ahora las negras sólo pueden ga­ b) 6. PSCR, R3D !; 7. R4R, R2R ! ;
nar si consiguen hacerse con la opo­ 8 . R3R, R3R !; 9 . R4R, P3CR ! y ga­
sición . En el instante que se consi­ nan.
dera, ésta es de las blancas y sólo
puede ser arrebatada en la vertical 6 . ( R3D )4R ( R2A)3A !
<< AD», ya que a R2AD las blancas 7 . (R4R)4D ( R3AD)3D
no pueden contestar con R3AD. 8. ( R4D )4R ( R3D )4A
Al maniobrar con los reyes, las
blancas deberán mantenerse en la y las negras ganan; por ejemplo: 9.
casilla del peón 4CD y las negras en R3D (9. PSTR, R3D); 9 . . . R4D; 10.
el escaque del peón TR; esto último R3R, RSA; 1 1 . PSTR, R4D ! ( en caso
no es obstáculo para que el rey ne­ de 1 1 . . . P6CD ?; 12. R2D y ganan las
gro vaya a la vertical AD, ya que el blancas), o bien, 1 1 . R4R, P6CD, etc.
movimiento P4TR-STR no es peligro­ 294
so de por sí (habría de seguir P4CR­
SCR) y el rey tiene tiempo de vol­
ver a la vertical R .

l. . .. ( R lTR)lCR
2. ( R2CD )2AD (R1CR)2AR
3. ( R2D)3D ( R2AR)2R !

Esto es más lógico y sencillo que


la continuación que señalan Fine y
Chéron; 3 . . . R3R; 4. R4R, R3D; S .
R4D, R3A y 6 . .. R2A, o bien, S . . . R2D
y 6 . . . R2A ( con la aclaración de que
la inmediata S . .. R2AD? conduce a
t ablas debido a 6. PSTR !
Si las blancas juegan R4R o b ien
R4D , las negras ocupan rápidamente
la oposición inmediata y disminuyen La defensa de un peón pasado pue­
la duración de la partida. de, a veces, realizarse indirecta­
mente.
4 . ( R3D)3R En el 294, después de 1. P4R ! , P x P
( 1 . . . R x P; 2 . P x P, R4D; 3 . R2D );
Francamente malo es 4 . PSTR?, 2. PSA lleva a la victoria, y si 2. . .
R3A, o bien 4 . PSCR, R3R; S. R4R, R4D, entonces 3 . R2D, etc. ( o bien,
P3C. 2 . . . R6D; 3. P6A, P6R; 4. RlD ) .

147
294a. L. Prokes, 1946. Blancas : Algunas excepciones.
RlTR, PSCD, P3D, P2AR. Negras :
R4D, P33D, P4R ; posicwn blanca ven­ 29Sa. M. Levit, 1 933. Buancas : RSD,
tajosa. l. P4A ! , P x P ( 1 . . . R4A ; 2 . P4D , PSAR, P2TR. Negras : R4CR,
PSA ); 2. P 4 D , R3R ; 3 . R2C, R2D ; P2TD, P3AR, P4TR ; posición venta
4. R3A, R2A ; S. R x P , R3C ; 6. R4R, josa blanca. l . R4R ! , R3T ! (en el caso
R x P ; 7. RSD y ganan las blancas. 1 . . . P4TD ; 2. PSD, etc., y la dama
El 213 puede servir de ejemplo blanca, después de D8CR+ da ma­
del caso en que un peón pasado pro­ te ) ; 2. PSD, R2C ; 3. P6D, R2A ; 4.
tegido es insuficiente para ob tener RSD, R1R ( amenazaba R6A ); S. R6R,
la victoria. P4TD ; 6. R x P , R2D ; 7. R6C ! , PSTD ;
El contar con un peón pasado 8. P6A, P6T ; 9. P7A, P7T ; 10. P8A=D ,
avanzado es una ventaj a indudable P8T=D ; 1 1 . D7R + . R3A ; 12. D7A+.
de posición, pero pueden darse casos R4D ; 13. P7D y el rey blanco elude
en que esta ventaj a sea neutralizada fácilmente los posibles jaques si­
y hasta superada por factores más guientes en 7TR, o bien, pasando por
importantes (29S-297) . 7CR(7TR), al escaque 6TR .
295 295b. O'Kelli-Mieses , Bruselas, 193S.
Blancas : R4R, P3TD, PSAR, P4TR .
Negras : R3AR, PSTD, P2TD, P2TR ;
les toca a las blancas . l. R4A, R2A ;
2. RSR, R2R ; 3. P6A + , R2A ; 4. RSA,
RIA ; S. R6R, R I R ; 6. RSA ( o bien,
6. P7A + . R8A ; 7 . R6A, P4T ; 8. R6C,
PSTD, tablas ) ; 6 . .. R2A ; 7. RSC, R3R ;
8. R6T, R x P ; 9. R x P, tablas.

295c. Tartakower-Stalda, Venecia,


1949. Blancas : R3D , P4CD, P3AR;
P2TR. Negras : R4D, PSD, P3CR,
P2TR ; les toca jugar a las negras :
1 . . . P4C ; 2. PSC, R4A ; 3. P6C, R x P ;
4. R x P, R3A ; S. RSR, P3T ; 6 . P3T
( aun cuando se pruebe a conservar
los tiempos las tablas son in evita­
En el 295 la resistencia de las blan­ bles ) ; 6 . . . R2D ; 7. R6A, R3D ; 8. R6C,
cas se basa en la buena situación R4R ; 9. R7C, R4A! ; 10. R x P , R3A,
del rey ; ahora bien, lo que no pue­ tablas .
den hacer es conservarla. Dignos de estudio son los dos
ejemplos de tres peones contra dos
l. . . . ( R3A)3D ! en los flancos que se dan a conti­
nuación .
Ahora la situación es francamente
mala : 2 . P3AD?, R6A ; 2 . P4AR?, La posición 296 tiene su histo­
P x P ! ; 2.R3D?, R4D ; 3 . P4AD + . R4A ; ria. Una distribución análoga, con
4. R3A, PSR ; S. P + P ( S . P4AR, P6R ) ; un peón negro más en 3TR, fue dada
S . . . P x P ; 6. R3C, RSD y ganan . a conocer en el afio 1 927 por G. Mat­
tison. La idea de este es tudio era :
2. ( R4A )SC ( P4R)SR ! l. P4C, RSD ; 2. R6R ! ( impidiendo el
3 . ( P3A ) x P4R ( PSA )xPSR paso del rey negro a 4D ; en caso de
4 . ( RSC )4A ( R3D )4R 2. RSA ?, las negras alcanzan a de­
fenderse j ugando : 2 . .. R4D ; 3. R4C,
y ganan las negras. R3A ; 4. RST, R2C ; S. R x P ; R3T ;

148
296 naza P4T-ST, las negras deben man­
tenerse en el cuadrado de la casilla
del peón 4CD ; el tipo de la maniobra
es aquí el m ismo que en el 82) ;
13. R4A, R3D ! ( esta misma contes ta­
ción se hubiese dado en el caso de :
13. R4T ) ; 14. R4R, R4A ! , tablas .
Así pues, después de haber estu­
diado a fondo esta posición, Grigó­
riev halló un sistema completamente
nuevo de defensa por el que el estu­
dio de Mattison resul taba completa­
mente falso.
Pero, ¿por qué la posición 296
( sin el peón de negras 3TR ) da la
victoria a las blancas ? Sigamos la
resolución :
l .P4C, RSD; 2. R6R ! , P3T ( inten­
tando complicar el problema de las
6. R x P, P4A ; 7. P3A -pérdida for­ blancas, como se verá más adelan­
zada de tiempo-, 7 . . . P x P; 8. P x P, te; la 2 . . . P4A ? es mala debido a 3 .
R2C; 9. R6C, R3A; 1 0 . R6A -a las PST ! ) ; 3 . P3A + ! , RSA ; 4 . RSR ! ( de
blancas les ha faltado tiempos para haber estado el peón negro en 4TR,
realizar la jugada R6R + ; 10 . . . R4D , las blancas hubiesen jugado 4. RSA ! ) ;
tablas); 2 . . . P4T; 3. P3A + ! ( gana el 4 . . . P4T ( o bien, 4 . . . P4A; S . PSC,
«tiempo>> que fal taba); 3 . . . RSA; 4 . o de otro modo : 4 . . . P3A ; S . R4R,
RSA, y la defensa R-4D-33A-2C ya n o 6R ! ; S . RSA !, R4D; 6 . RSC, P3A ( con
sirve; es in u ti! jugar 4. . . PST; S . miras a 7. R x P?, P4A; 8. PSC, PSA;
R4C , o bien 4 . . . P3T; 5 . R4A, y a que quedando la oposición en poder de
en todos los casos el rey en cuatro las negras) ; 7. R4T ! , P4A ; 8. PSC,
j ugadas captura los doe peones ne­ PSA; 9. RX P y la oposición es de las
gro s . blancas (p recisamente esto es lo que
Mattison consideraba también in­ explica todos los artificios emplea­
útil la j ugada 4 . . . P4A a causa de S . dos; cualesquiera que sean las juga­
P S C . Sin embargo, es aquí, precisa­ das de las negras, el resultado será
mente, donde Grigoriev descubrió el el mismo ) . La continuación no tiene
error de la solución : él encontró malicia : 9 . . . R3D; 10. R6T ! ( oposi­
que después de S . . . R4D ; 6. RSC las ción en la fila «principal», la central
negras se pueden salvar j ugando 6 . . . del intervalo comprendido entre las
PSA ! ! , creando e n 4AD u n refugio filas quinta y octava) ; 1 0 . . . R2D; 1 1 .
para su rey, en el que éste queda RSC, o bien : 10. . . R4D; 1 1 . R7C
ahogado ( n . R4C-b . RSR, 6R) siem­ ( 1 0 . . . RSC; 1 1. R6C, R3D; 12. R6A),
pre y cuando las negras sean dueñas ganando la partida mediante «ro­
de la oposición ; por ejemplo : 7. deO>> .
R x P, P3T; 8. R x P , R3D ! ( o bien : ¿ Salva la partida el << refugio de
8. R4C , R3R; 9. RST, R4D; 1 0. R x P, rey ahogado >> de Grigoriev si se tras­
R3D ! ) ; se puede, asimismo, dej ar el lada la posición una fila más arriba?
peón en h7 y a la j ugada R x P7T A esta p regunta da respuesta el aná­
contestar con R2D ! lisis de la situación que se dio en
Siendo dueñas de la oposición , las un torneo celebrado en Yugoslavia y
negras no pierden ; así, por ejemplo que a continuación se expone :
( después de 8. R x P, R3D ); 9 . R7C,
R2R; 10. R6C , R3R ; 1 1 . RSC, R4R ; 296a. Blancas : R4AR, PSTD, P4CD,
12. R4C , R3R ! ( en vista de la ame- P4AD . Negras : R3D , P2CD, P2AD,

149
P3TR ; les toca jugar a las blancas . Nimzówitch expresó su disconfor­
L a continuac!Un fue : l . P5C, R4A ; 2 . midad con esta estimación . Veamos
R4C , R3D ; 3 . R5T y ganan. Las ne­ su análisis ( año 1 9 18 ) ; <<l. . . R3A ; 2.
gras no sospechaban que hubiese P3T ! , R3D ; 3. P4T, R3A ( obligado,
posibilidad de salvación . Es en ex­ pues de j ugar 3 . . . R3R, la contes ta­
tremo curioso el que la defensa « Gri­ ción sería : 4. RSA, P4A ; 5. P5C ) ;
goriev» no pueda ser aplicada en 4. P5C ! ( única jugada ; 4. P5T? que­
este caso : l. P5C, P3A ; 2. P6C , P4A ; da rechazada por 4 . . . R3D ; 5. P5C,
3. R4C, R2D ; 4. RST, R3A ; 5. R x P, P x P ; 6. P x P, R3R ! ; 7 . P6C, R3A ! ,
R3D y, a pesar de tener la oposición tablas ; 77) ; 4 . . . PA x PC ( o bien
en su poder, las negras pierden, ya 4 . . . PT x PC , véase A ) ; 5 . PA x PC,
que debido a la necesidad de ma­ PT x PC ; 6. P5T, P5C ; 7. R3R ! ( no
niobrar en el pequeño cuadrado del se debe j ugar 7. P6T?, P6C ; 8. R3R,
peón b6, p ierden aquélla en segui­ P5D + ; 9. R3A, P6D ; 10. P7T, P7D;
da (6. R7C y ganan), En cambio, la 1 1 . R2R, P7C, tablas ) ; 7 .. : R4A ! ( o
defensa << Mattison» salva la partida : bien, 7 . . . P6C ; 8 . R3A y 9 . R x P ) ;
l. P5C ( de lo contrario, 1. . . P3A) ; 8. R4A ! , P5D ; 9. R x P, P6D ; 1 0 . R3A,
l... R2D ! ; 2. R4C , R1A ; 3 . R5T, R 1 C ; R5A ; 1 1 . P6T, R6A ; 12. P7T y ganan .
4. R x P, R2T ; 5. R6C, P3A ; 6. R6A pués de 5 . . . P5C ; 6. R3R, R4A, las
(6. PCD x PAD hubiese sido también y ganan .
inútil) ; 6 . . . PAD x PCD ; 7. PAD x PCD, A) 4 . . . P x P ; S. P x P ( ahora no
R1C, tablas ( 1 1 8 ) . se puede j ugar 5. PST?, ya que des­
pués de 5 . . . P5C ; 6. R3R, R4A las
297 blancas no pueden realizar el movi­
miento 7. R4A, y 7 . P6T, PSD + ; 8.
R2R, P6C conduce únicamente a ta­
blas ) ; 5 . . . R3D ( o bien, 5 . . . P x P ;
6. PST, como s e indicaba anterior­
mente ) ; 6. P6C, R3R ; 7. PST, P4A ;
8. P6T, R3A ; 9. P7C, R2A ; 1 0 . R x P
y ganan.
Examinando la posición que se da
en el diagrama 297 no cuesta tra­
bajo llegar a la conclusión de que la
situación general de los peones per­
mite a las blancas realizar con rela­
tiva facilidad un avance, como re­
sultado del cual consiguen adelantar
más y, por lo tanto, hacerlo aún más
peligroso, un peón pasado ; en lo
que respecta a ganar a hacer tablas,
depende de distinto.s pormenores de
En la interesante posición teórica la posición y, aún a veces, como lo
297, después de 1 . . . R3R ; 2. R5A, demuestra, por ejemplo, el análisis,
P4A ; 3. P3T, PAR x PCR ; 4. PTR x realizado más arriba, única y exclu­
PCR, P5D ; 5. R x P, R3D ; 6. P5A, sivamente de los tiempos.
las negras rinden .
En un libro de partidas ( << Carls­ 297a. Bogohubov-Fine, Zandvoort,
bad, 1907» ), K. Schlechter opinaba 1936. Blancas : R2AD, P3TD, P4AR,
que mediante 1 . . . R3A ! podrian las P2TR. Negras : R1 CR, P3AR, P2CR,
negras hacer tablas ; por ejemplo : P2TR. Juegan las negras. Al no ha­
2 P4T, R3D ; 3 . P5T, R3R ! ; 4. R5A, ber peones bloqueados , a las negras
P4A ; 5 . P5C, P x P ; 6. P6T, R2A ! ; no les es difícil forzar tablas : 1 . . .
7. P x P, P5A . R2A ; 2 . R3D, R3R ; 3 . R4R, P3C !;

150
4. R4D ( 4. PSA + ?, R3D ! pone inme­ R x P ; S. R x P, R4C ; 6. R x P, RSA
diatamente en claro que la partida RSA, R6D ; 9. R4C y ganan.
terminará en tablas ; inútil resulta
también : 4. P4TD, R3D ; S. PST, R4A ; 299
6. P6T, R3C ; 7. RSD en vista de 7 ...
P4C ! ; 8 . PSA -en l a partida que
comentamos se jugó : 8. P x P- ; 8. . .
P4T ; 9 . R6R, PST, llegando simultá­
neamente a promover damas ) ; 4 . . .
R3D ; S. R4A, P3T ( tampoco hubiese
estado mal S... R3A, pero después
de 6 . . . P4C ; 7. P x P, P x P ! y de
P3A-4A-SA, las tablas son evidentes ) ;
6. R4D , R3A ( 6... P4C ? ; 7. R4R ! ) ;
7. R4R, R4C ; 8. RSD , P4C ! ; 9 . P x P,
P x P ; 10. RSR, RST ; 1 1. RSA, R x P ;
12. R6C , RSC ; 1 3. R x P, PSC ! , tablas
( el rey negro se va a lAR).
Generalmete, la superioridad deci­
siva suele consistir en la presencia
de un peón pasado en una de las
partes, mientras que el contrincante
Las pequeñas dificultades por que
no tiene posibilidad alguna de con­
atraviesan las negras en el 299 son
seguirlo (298-299).
debidas a la imposibilidad de jugar
298 inmediatamente P3R-4R. En la par­
tida que se da a continuación se
tiene en cuenta el zugzwang R4R­
R2R .

1 . . . R2A ! ( 1.. . R2R? ; 2 . RSR, R2A;


3. R6D, R3A ; 4. RSA, tablas ) ; 2. R4D,
RlR ! ; 3. RSA ( o bien : 3. R4R, R2D ;
4. RSR, R2R ; S. R4D , R3D ; 6. R4R,
R3A ; 7. RSR, R4C y ganan) ; 3 . ..
R2D ; 4. R6C, P4R ; S . RSA, R3R y
ganan .
300
En una de las notas a la partida
Marshall-Reti, Nueva York, 1924, el
análisis de Alekhine lleva el juego
al 298.
l. PSC ! ( las fuerzas enemigas que­
dan así frenadas por fuerzas infe­
riores ) ; l. . . R3A ; 2. RSR, R2D ; 3 .
R S D ! ( es claro que no se puede 3.
R6A ?, R x P ; 4. R x P, R4R y ganan ) ;
3 . . . RlD ; 4. R6A y ganan .

298a. l. Moraviets, 1 938. Blancas :


RlAD, P3AD, P4TR. Negras : R2D ,
PSAD, P3AD, P2AD ; posición venta­
josa para las blancas. l. R2C ! , R3R ;
( 6 .. . R3A ; 7. R6D ) ; 7. R6D, R6R ; 8.
2. R3T, R4A ; 3. R4C , RSC; 4. RSA ! ! ,

151
En los ejemplos que a continua­ 6 . P6D, PSR ; 7 . P7D , P6R ( si e n su
ción siguen, una de las partes al­ cuarto movimiento el rey blanco hu­
canza a conseguir un peón pasado, biese pasado a 2D, este movimiento
que, además, resulta ser más fuerte del peón que acabamos de anotar
que el de su contrincante ( véase hubiese ido acompafí.ado de jaque
también el 297 ) . y se tendrían tablas ) ; 8. P8D=D y
ganan .

E n e l 300, los blancos , a l romper 300a. V. Smetana, 1942 . Blancas :


la defensa enemiga, deben preocu­ R4R, P2AR, P3AR, PSCR. Negras :
parse de dejar fuera de juego al rey R3R, P3CR, P4TR ; posición venta­
negro , as como de los medios de josa de las blancas. l. P4A, PST ; 2.
lucha contra la « casilla errante » . PSA + !, P x P + ; 3. R3A ! , R2A ; 4.
l . R3A!, P4C ; 2. P4R, PSC ; 3 . R2R ! , R2C, R3C ; S. P4A y las blancas ga­
P6C ; 4 . RlD , R6C ; S . PSR, P x P ; nan.

-
2. FINALES SIN PEONES PASADOS

Hemos dividido los finales sin 301 302


peones pasados en tres grupos.
En el primer grupo, todos los peo­
nes se hallan situados en un mismo
flanco y enfrentados unos a otros.
Primeramente se examina la lucha
de los peones ligados de uno y otro
bando, después de los ligados con­
tra los aislados ( contando entre és­
tos a los doblados) y, finalmente,
de los aislados contra los aislados .
En el segundo grupo, los peones
se encuentran separados unos de
otros y en distintos flancos . Tocándoles jugar a las blancas, el
Las demás disposiciones d e los único camino que lleva a la victoria
peones en el tablero (mezclados, en el 301 es : l. P6C . Tanto l.
sueltos ) han sido recopiladas en el P6T ?, P x P (lSS) como l. P6A-t-?,
tercer grupo. P x P + ; 2. P x P + , R2A ; 3 . RSA , RlR !
Dentro de cada grupo la sistema­ ( 1 S7) conducen a tablas. Después
tización se ha llevado a cabo según de l . P6C ! a las negras no las
un orden temático, lo que en la ma­ salva ni 1 . . . PT x P ; 2 . PT x P ( 90),
yoría de los casos se halla directa­ ni 1 . . . P3T ; bien es verdad que en
mente ligado a la estructura de los este último caso no se puede mover
peones que se considera . En estas inmediatamente 2 . P6A + ?, PC x PA + ;
condiciones se dan en primer lugar 3 . RSA, RlA ; 4. R x P, RlC y tablas
los fmales de tres peones contra dos (77), sino que hay que arrinco­
y después contra tres, pero, como es nar previamente al rey negro en
natural, únicamente en aquellos ca­ lTR ; por ejemplo : RSD , RlA (2 .. .

sos en que a consecuencia de esto R2D ; 3. P6A ; en contestación a 2 . . .

la distribución temática general del R3A se puede mover el corriente


material no sufre alteración alguna . 3. R4R y el aún más simple 3. R6D ,
Examinemos el primer grupo de R x P ; 4. R7R) ; 3 . R6D , RlR ; 4. R6R,
finales, o sea , el de los peones en­ RlA ; S. R7D , RlC ; 6. R7R, RlT ; 7 .
frentados en un mismo flanco . P6A, PC x PA ; 8 . R7A.

152
Si es a las negras a quienes les co­ posición de las negras una fila más
rresponde j ugar: a) l. . . P3T ; 2. P6C, alta, el rey negro no tiene salvación.
o bien, 2 . P x P ( únicamente que no
como indicaba Berger: 2. P6A + ?, ya 301c. Illin-Zhenevski-Abramian, se­
que 2 . .. R2A ! ) ; b) l... P3C ; 2. P1 x P , mifinal del XI Campeonato de l a
PT x P ; 3 . P6A + , o bien, aún más U . R . S . S . , 1 938 . Blancús : R2 R , P2AR,
sencillo: 3. PA x P ! , R1R ; 4 . R6R ! , P3TR. Negras : R3CD , P5AR, P5CR,
R1A ; 5 . R6A (46) ; e) 1. . . R2A ; 2. P5TR ; j uegan las negras. 1 . . . P6A + ?
P6C + , R1C (2 . . . PT x P ; 3 . PT x P + , incomprensible error, puesto que
90), siendo ahora posible tanto 3 . ni siquiera 2. PC x PA, P6A da venta­
RóR, RlT ; 4. R7A, PT x P ( 4 . . . P3T ; ja a las negras ) ; 2. R2A, PC x PT ;
5. P6A) ; 5 . P6T, PC x PT ; 6. PA x PC, 3. PC x PT, tablas. La victoria se con­
como( según Salvioli, 3. PC x PT + , seguía con 1 . . . P6C ! ; por ej emplo:
R x PT ; 4 . R6R, R3T ; 5. R7A, R2T ; 2. R3A ( 2 . R1A no da nada, véase
6. R8A, RlT ; 7. P6T ( 1 80 ) . el 300), 2 . . . R4A ; 3. R x PA, D5D ;
4. R5C, R6R y ganan .
301a. I. Maizelis, 1 954. Blancas:
R4R, P4AR, P4CR, P4TR. Negras: 302. Se trata de una posición de
R3R, P3CR, P3TR ; posición favora­ tablas que no se menciona en nin­
bl e a las blancas independientemente guna parte ( tocándoles j ugar a las
de a quién le toque jugar. (No deja blancas). Si admitimos que el peón
de ser en extremo sorprendente el blanco se hallaba en 2TR y el negro
que esta posición no haya sido co­ · en 2CR, resulta que el movimiento
mentada en ninguna publicación .) El P2T-4T? (lo correcto sería P2T-3T)
desplazamiento de la posición 301 , es, en vista de P2C-3C !, el error de­
e n una o varias filas más abajo, es, cisivo .
en general, favorable a las blancas, Moviendo las blancas : a) l. P5A + ,
pero, en este caso, aparecen peculia­ PC x PA ; 2 . PC x PA + , tablas ( 1 57) ;
ridades propias de esta posición: b) l. P5C, R3D ; 2. P5A, PC x PA ; 3 .
así, l. P5C?, PT x P conduce a tablas R x P, R2R ( 128), o bien, 2 . P5T,
(92, 97) , pero, en cambio, l . P5T, R3R ; (92, 3 . P6T es inútil) , o bien,
o bien, l. P5A +, llevan a la victoria ; 2 . R3A, R3R ; 3. R4C, R2R(2A), ta­
tocándoles j ugar a las negras, a l. . . blas ; e) l. P5T, PC x PT ; 2. P5C,
P4T s e puede contestar: 2 . PC x PT ; P5T ; 3 . P5A +, R3D ; 4 . P6C ( 4. R4A,
2 . P5C y 2 . P5A + , y en el caso 1. .. P6T, tablas ; compárese con el 2 1 1 c ) ;
R3A, ganan tanto 2 . P5T como 2 . P5A 4 . . . PT x PC ; 5. PA x PC, R3R ; d) l.
(pero no 2. PSC + ?). R4D , R3D ; 2 . R4A, R3A ; 3 . R3A,
R2A !, con lo que los peones blancos
30lb. Blancas : R1AD, P3AR, P3CR, no pueden pasar.
P3TR. Negras. R4AR, P4CR, P4TR Tocándoles jugar a las negras, des­
( en 1841, Woker trasladó el rey blan­ pués de 1 .. . R3D , las blancas no con­
co al escaque 1AD ; en 1766, Kotsio siguen nada ni con 2. P5T , ni con
lo situaba en 3AD ) ; el resultado vie­ 2. P5C, lo mismo que con 2. P5A,
ne determinado por el turno de ju­ PC x PA + ; 3. R x PA, R2R ( 1 37) ; 4.
gar. l. R2D, P5T ; 2. PC x PT ! ( Ber­ R5C, R2A ; 5. R6T, R 1 C , tablas (el
ger recomendaba 2. P4C + ?, R5A ; 3 . peón de TR no se halla ni en 3TR
R2R ; sin embargo, 3 . . . R 6 C d a ta­ ni en 2TR) .
blas ; esta variante sólo es posible Después d e 1 . . . R3D se consigue
para las blancas en una posición si­ la victoria de forma bastante com­
tuada una fila más alta ) 2 .. . PC X PT ; plicada : 2. R4D , R3R ; 3. R5A, R2R
3. R3R y ganan . Tocándoles jugar a (o bien, 3 . . . P4T ; 4. PC x PT ! , PC x
las negras, 1. . . P5T ! ; 2. PC x PT ( 2 . PT ; 5. R4D , R4A ; 6 . R3R, R5C ; 7 .
P4C + ? pierden ) ; 2 . . . PC X PT se al­ R4R, R x PT ; 8 . R3A y ganan) ; 4 .
canzan tablas. Estando situada la R5D , R3A ( o bien, 4 . . . R2D ; 5 . RSR,

153
R2R, igual que en la variante prin­ 305
cipal ) ; S. R6D, R2A (no salva la si­
tuación S . . . P4T, debido a 6. PSC + ! ,
R4A ; 7 . R7R, etc.) ; 6 . RSR, R2R ;
7. PSC ! , R2A ; 8. R6D ! ( 8 . ST?, R2R !
no se puede, pues serían tablas ) ;
8 . R1A ; 9. R6R, R1R ; 10. R6A, R1A ;
. .

1 1 . PST ! , PC x PT ; 12. RSR, PST (o


bien, 12 . . . R2R(2A) ; 13. PSA ! y ganan,
lo mismo que en el 211c) ; 1 3 . R4R,
R2R (o bien , 13 . . . R2A ; 14. PSA ! ) ;
14. R3A ! , R3R ; 1 S . R4C y ganan .
303 304

En el 305, saliendo las negras


hacen tablas, pero no mediante 1 . . .
PSA? ( a causa d e 2 . R2C, PA x PC ;
3 . R x PC ! , o bien, 2. . . P6A + ; 3 . R3T,
R4A ; 4 . P4C + !, PT x PC + ; S. R3C),
sino moviendo 1 . . . R6A ; 2 . R 1 C ( tam­
poco da resultado la continuación
2 R1R, PSA ; 3. PC x PA, R x PA ; 4.
R2R, RSC) ; 2 . . PSA ; 3. R2T, PAX
.

PC + ; 4. PA x PC (93).
306
303. l. R3A, R4T ( 1 . . . R4A ; 2.
P4C + , R3A ; 3. R4D, P3C ; 4. PSA
y ganan : 1 . . . P4T ; 2. R4D, R3A ; 3 .
PSA, R2D ; 4 . R4A, R3A ; S . P3C, P3C ;
6. PA x PC , R x PC ; 7. RSD y ganan ) ;
2. P3C, P3C ; 3 . R4D ! , RSC ; 4. PST ! ,
R x PT (4 . . . PC x PT ; S . PSA) ; S . R3A,
P4C ; 6. PSA, PSC + ; 7. R4D y ganan .

304. l. R2T, PSC ; 2. P x P, P x P ;


3 . R1T ! , P7A ( 3 . . . R6C ; 4 . R1 C ) ; 4 .
P3C + , R4C ; S . R2C, R4A ; 6 . R x PA,
RSD ; 7. R2D, tablas .

Al considerar l a posición 305, al­


gunos ( Woker, Berger) han estimado
equivocadamente que el turno de
jugar influía en el resultado .
Sin embargo, la victoria sólo es Es evidente que en el 306 el
posible si son mano las blancas ; romper la línea defensiva contraria
l . R2C, PSA ; 2. PC x PA, R x PA ; 3 . no puede dar la victoria. No queda,
P3A, R4R ! ; 4 . R1A, R4A ; S . R2R, RSA ; pues, más remedio que intentar
6. R2A, R4R ; 7. R3R, R4R ; 8. P4A, aprovecharse de la debilidad del
RSC ; 9. R4R, R x PT ; 10. R3A, etc. peón negro 3AR, manteniendo en

1 54
reserva el tiempo P4T-ST, pero, en De las tres casillas críticas 6AD ,
esta típica posición de j uego, el ca­ 6D, 6R ( igual que en el S), la
mino que conduce al objetivo pro­ «principal» es la columna «D». Si
puesto sorprende por lo inesperado . las posibilidades de las blancas con­
l . R4D , R3A ; 2. R4A, R3D ; 3. RSC ! , sistiesen únicamente en ocupar l a
R4D ! (en caso d e 3 . . . R4R, entonces oposición e n la columna principal,
4. RSA, RSA ; S. RSD, R x P ; 6. 6R6, no obtendrían resul tado alguno. La
o bien : 4 . . . P4T ; S. P x P, R x P ; 6. victoria sólo es posible comb inando
RSD y ganan) ; 4. R6C, R3D ; S. R7C ! , esta amenaza con la P3T-4T conve­
R2D ; 6 . P3T, R3D ; 7 . R8A, R4R ; 8 . nientemente preparada.
R7D , RSA ; 9 . R6R, R4C ; 10. R7A y l. R4R ! , R1R ! ; 2 . R3A! En este
ganan . momento las negras se hallan ante
un dilema : en el caso 2 . . . R2R pier­
306a. Z. Elinek, 19S2. Blancas : den la oposición, y si j uegan 2 . . . R2A,
R2AD, P2AR, P2CR, P2TR. Negras : ó 2 ... R2D , las blancas consiguen rea­
R8TD, P7TD, P4AR, P2TR ; posición lizar P3T-4T, por ejemplo :
ventaj osa para las blancas. Caso típi­ a) 2 . . . R2R ; 3 . R3R, R2D ; 4. R3D ,
co del factor tiempo al enfrentarse R2R ; S . R4A, RlD ; 6 . R4D, R1R ; 7 .
tres peones contra dos, cuando a las RSA, R2D ; 8 . RSD, R2R ; 9 . R6A
blancas sólo les interesa la promo­ (acorta la partida en comparación
ción de dama en 8TR. l . R1A !, PSA con la. continuación 9. RSR, R2A ;
( 1. . . P4T ; 2. P4T ; 1. . . P3T ; 2. P3T) ; 76a ) ; 9. . . R3A ; 10. R6D , R2A ; 11.
2. R2A ! , P6A ; 3 . P4C , P3T ; 4. P3T, R7D, R1A ; 12. R6R, R1R ; 13. P6A,
P4T ; S. P4T y ganan . P3C ; 14. P7A + , R1A ; 1S . R6D ! (véa­
se 241 ) ; 1S . . . R x P ; 16. R7D y ganan ;
307 b) 2 . . . R2A ; 3 . P4T ! ( amenazando
4. PST ; hallándose el rey negro en
2R o en 2D, esto no se llega a pro­
ducir debido a 3 . . . P x P ; 4. PSC,
R3D, siguiendo después R4R ; en
cambio, ahora, el rey no dispone de
la casilla 3R) ; 3 . . . P x P ; 4. PSC,
R2R ; S. R4C, R3D ; 6. R x P, R4R ;
7. R4C, R3D ; 8. R4A y luego PSC-6C
( 90 ) ;
e) 2 . . . R2D ( el rey negro se ha
alej ado tanto que a las blancas les
queda tiempo para l a j ugada prepa­
ratoria que necesitan ; 3. R3C ! , R2R ;
4. P4T , P x P + ; S. R x P, R3A ( de lo
con trario, 6. RSC ) ; 6. RST y ganan .
¡ Buen análisis !

307a. Pillsbury - Mason, Londres,


F. Dedrle ( 19SO ) evitó que cayese 1899 . Blancas : R6R, P4CR, PSCR,
en el olvido la interesante posición P4TR. Negras : R1AR, P3CR, P2CR ;
307. Esta se dio en un torneo les toca a las blancas . l. PST, R1C?
de j uego simultáneo y después de ( j ugando 1. . . P x P ; 2 . P x P, R1R se
unos cuantos intentos infructuosos conseguían tablas ; N .0 118 ) ; 2 . R7R,
de ganar la partida, Jaruzek se con­ R1T ; 3. R8A, R2T ; 4. R7A, P x P ; S .
formó con tablas. No obstante, el P x P, R1T ; 6 . R3C ! y ganan .
análisis realizado por l. y Y. Kvi­
chal demuestra la posibilidad de En el 308 las negras pierden a cau­
ganar. sa de la debilidad del peón SA. l.

155
308 309

R2R, R3A ; 2. R3D , R4R ( o bien, 2 . . . RST, R x P ; 4. R6T , RSC ; S. R x P,


R4C ; 3 . R4R, RST ; 4 . R x P , R6T ; S. P4A ; 6. R6C, tablas ), pero , al descu­
R3R ! , R x P ; 6. P4A ganando en final brir un error en esta variante, rin­
de dama ; véase el 3 en el <<Apén­ den despue-s de dos jugadas . Los co­
dice » ) ; 3. R4A, PST ! ( amenazando mentadores de esta partida afirman
después de PST-6T con crear un re­ que en lugar de 4 . . . RSC, lo único
fugio de rey ahogado en ST) ; 4 . correcto es 4 . . . R3R ! ; S. R x P, P4A
P3T ! , R3R ; S . R4D, R4A ; 6 . RSD , ganando en final de dama (el 3
R4C ; 7. RSR, R3C ; 8. R x P, R3A ; del << Apéndice >> ) ; sin embargo , lo
9. R4R ! (9. R4C?, R4R); 9 . . . R3R ; más sencillo es precisamente 4 . . .
10. P4A, R3A ; 1 1 . PSA, R2A ; 12. RSR, RSC ! ; S . R x P seguido no de S . . .
R2R ; 13. P6A + , R1R ! ( 1S7 y si­ P4A ?, sino de S . . . R4T ! y ganan . En
guiente) ; 14. R4R, R1A ; 1 S . R4A, R 1 R ; lugar de l. P x P ? , las tablas se con­
16. RSR ! (pero no 16. R4C, R1A ; 17 . seguían, como indicó Maroczy, j u­
R x P ? , R2A ) ; 1 6 . . . R2A ; 17. RSA, gando : l. R4C ! , RSR ; 2. P6C ! , P3T ;
P4T ; 1 8 . RSC, R1A ; 1 9 . R x P , R2A ; 3 . RST ! , R x P ; rey ahogado .
20. RSC, R1A ; 2 1 . R x P y ganan .
309a. G . Neustadt. Blancas : RSAR,
308a. F. Zakman, 1913. Blancas : P3CD, P2AD , P3D . Negras : R3D,
R6R, P2CR, P4CR, P3TR. Negras : P4CD, P2AD, P4D ; posición ventajo­
R4CR, P6CR, P2CR ; posición venta­ sa para las blancas. l. P4C ! ( tapan­
josa para las blancas . l. RSR ! ( 1 . do el aguj ero en SAD ) ; 1 . . . P4A ( en
R7A?, P3C ! ; 2 . R7C , RST ! , tablas); el caso 1 . . . P3A, el rodeo y el « tem­
1 . . . RST ! ; 2. PSC ! , R x P ; 3 . R4R, po>> de reserva son los que deci­
R4T ! ; 4. R3A ! ( 4. R4A, RST ; S. R3A, den : 2. P4D, R2D ; 3. R6A, R3D ; 4 .
P4C, tablas ) ; 4 . . . RST (o bien, 4 . . . R7A ! , R2D ; S . P3A y ganan ) ; 2 .
P3C ; S . R x P, P4C ; 6 . R2A , RST ; P4D ! ! , P x PD ( o bien, 2 . . . P x PC) ;
7. R3A, R4T ; 8. R3C y ganan ; S . 3. R6A y ganan.
R4A, P3C ; 6 . R3R, R - ; 7 . R3A , RST ;
8. R4A, P4C + ; 9. R3A y ganan . La ventaj a de las negras en el
310 (Kotnauer - Thomas, Londres,
En la posición 309 ( Chigorin - Tar­ 1 947) es evidente. 1 . . . P4C ! ; 2 . R1A ,
rasch, Ostende, 190S ) las blancas mo­ P4T ; 3. R1C, P3A ( excesiva pérdida
vieron : l. P x P ? ( seguramente pen­ de tiempo. Ya que 3 . . . PST no re­
sando en 1 . . . P x P; 2. R4C , RSR; 3. sultaba de inmediato, debido a 4 .

1 56
310 311 312

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En el 311 las blancas acercan ve­


P4C ; lo lógico hubiese sido 3 . . . P4A ! , lozmente el rey a la casilla SC, con­
y entonces, o bien, 4 . P4T, P x P ; servando de reserva los tres tiempos
S . P x P, R7R ; 6 . R2C , PSA ; 7. RlC, de sus peones . Triunfar de otro mo­
P6A ; o bien, 4. RlA, PST ; S . P x P , do es imposible ; por ejemplo : l .
P x P, etc.) ; 4. RlA, P4A ; S. P4T, P4A ?, R2C ; 2 . R3A, PST ! ; 3 . P x P,
P x P ; 6. P x P, RSC ! (por el método R3T ! , contestando l as negras con l a
anterior es ya imposible conseguir liquidación de l o s peones blancos 4T
la victoria ) ; 7. R2C, R x P ; 8. R3A, y 4A al intento del rey blanco de
R4C ? (a pesar de todo, 8 . . . R6T ! ; efectuar el rodeo ; o bien, l. R2A ?,
9 . R4A, R7C daba el triunfo) ; 9. R3C, R2C ; 2 . R3R, R3A ( ahora no prome­
PSA + ( ó 9 . . . R3C ; 10. P4A) ; 10. R3T . ten ventaj a ni 3. R4A, P4C + ; 4. R3R,
Tablas . R4R ; ni 3. P4A, P4C ! ; 4. R4D , PST ! ,
ó 4 . P4T, PxP ; S . P x P , R3R ) ; 3 .
310a. G. Mattison, 1929. Blancas : R4D , R4C ! (tanto 3 . . . R3R? ; 4 . P4A,
R3CR, P4AR, P2CR, P2TR. Negras : con rodeo gracias al tiempo de re­
RSTD, P3CR, P2CR, P3TR : las blan­ serva, lo mismo que 3... P4C ? ; 4,
cas tienen ventaj a. Es dado suponer R5D serían desastrosas ) ; 4. P4T +
que el rey negro tuvo que capturar ( o bien, 4. . . RSR, PST ! ) ; 4. . . R3A ;
un peón en STD . A pesar de esto, S. P4A ( S . RSD ?, PSA ) , S . . . R3R ; 6.
consigue regresar a tiempo, causan­ RSA, R2R!, manteniendo el negro la
do serios contratiempos al rey blan­ oposición .
co. No da la victoria, por ej emplo : Lo correcto es : l . R3T ! , R2C [no
l . R3A ?, R4C ; 2. R4R, R3A ; o bien, defiende 1 . . . P4C, a causa de 2. P4A ! ,
l. R4C?, R4C ; 2 . P4T, R4A ; 3 . PST, P x P ; 3 . P x P, R2C , y ahora, según
P x P + ! ; 4 . R x P, R4D ; S . R6C, RSR ; Bondarevski, 4 . R4T ! , R3C ; S. P3T,
6. P3C, P4T ! ; 7. R x P (ó 7. R x A, R4A ; R3T ; 6 . R3C, PST +, o bien, R3C ; 7.
3. R4T, P3C ; 9. R3T, P4C ) ; 7 . . R4A ;
. R3A ! y ganan ; a esto hay que aña­
8. R6T, RSC ; 9. PSA, PST ! ; 10. P x P, dir que en el caso 4 . . . R3T gana. S .
R x P . Lo correcto es : l . PSA ! , R4C ; R3C , R3C ( S . . . PST + ; 6 . R x P ;
2. R4A ! , R3A ; 3 . RSR, R2D ; 4. P6A, 168a) ; 6 . R3A, PST ; 7 . R3R ! , y si
Rl R ; S . P x P ( o bien, S. R6R, RlA ; 7 . . . R4T, entonces 8 . P3T !, contes­
6. P3C o P3T ; y Pospishil, 19S6 ) ; S . . . tando a 7 . . . P6T con 8. R3A !, etc.] ;
R2A ; 6 . P8C = D + , R x D ; 7 . R6A y 2. R4T ! , R3A ( a 2 . . . PSA no se puede
ganan ( 223 ) . 3. P4C?, R3T, sino 3. P x P, trasla-

157
dando a continuación el rey a 4R ·
blancas conquistan la oposición gra­
véase el 3 1 8 ) ; 3. P4A, R2A (ahor� cias a la falta de facilidad de manio­
las blancas emplean los dos tiempos b ra del rey negro en el extremo del
de peón que les quedan) ; 4. RSC, tablero : l . R7R, R2C; 2. R6R, R2 T ;
R2C ; S . P3T!, R2A ; 6. R6T, R3A ; 3 . R7A (3 . . . R3T ; 4. R1C, P4C ; S .
7. P4T y ganan . R7A, P x P ; 6 . R6A, ganan) . Véase
también el 319b.
311a. N. Grigoriev. Blancas: R 1 D.
P2AR, P3CR, P3TR. Negras: R1AD,
312c. Match de consulta << Sociedad
P4AR, P3CR, P4TR ; ventaja blanca.
de Ajedrez de Riga» - « Escuela Poli­
Se resuelve de forma análoga: l.
técnica», Riga, 1892. Blancas : R1AR,
R2R. R2 D ; 2. R3A ( 2 . R3R?, P4C! ;
P4AR, P3CR, P4TR. Negras: RSCD,
3. P4T, PSA + ; 4. P x P, P x P ) ; 2 . . .
P4AR, P3CR, P2TR ; juegan las blan­
R3R (o bien, 2 . . . P4C ; 3 . P4T) ; 3 .
cas . ( La misma posición de los peo­
R4A, R3A; 4. P4T, continuando l o
nes que en el 312, pero la de los
mismo que m á s arriba s e indicaba.
reyes favorece a la parte más débil,
En· el 312, las blancas sólo dispo­ es decir, en el caso que se considera,
nen de dos (y no tres) tiempos de a las blancas . ) El blanco perdió des­
reserva ; por eso, el desplazamiento pués de l . R2R? ( 1 . PST ? es también
del rey a 4T está condenado al fra­ insuficiente a causa de 1 . . . P X P ; 2 .
caso ; pero, en cambio, estando blo­ R2C, PST ! , 1 . . . RSA ; 2 . R3R ( otras
queados los peones negros es posi­ jugadas ya no salvaban la situa­
ble el rodeo y ocupar la oposición en ciOn); 2 . . . R6A ; 3. R2R, R7A ; 4. R3R,
la fila principal (la séptima, ya que RSD ; S. R3A, P4T ! Sin embargo, con­
las casillas críticas son 6CR, 7CR forme indicó K. Betinsh, las blancas
y 8CR ) . alcazaban tablas moviendo : l. R2C ! ;
l . R2A, R2A ; 2 . R3R, R3R (ó 2 . . . por ejemplo, 1 . . . RSA ; 2. PST ! , P x P ;
R3A ; 3 . R4D, P4C ; 4 . P4T!, 309a) ; 3 . R3T, RSD ; 4 . R4T, RSR ; S . R x P,
3. R4D, R3D ; 4. P3T!, R3R ; S. RSA, R6A ; 6. RSC (o bien, 6. R4T, RSR ;
R2R ; 6. R6A! (a tablas conduce 6. 7. RSC, R6A) ; 6 . . . R x P ; 7. R x P . Hay
RSD, R2D ; 7. RSR, R2R ; 8. P4T, R2A; que añadir que después de l . R2C !
9. R6D, R3A ; 6 9. RSD, R2A, o R2R; es inútil 1 . . . P4T debido a 2. R2A ! ,
este último tiempo se precisa para quedando e l blanco con la oposición .
conquistar la oposición en la fila · 313
principal ); 6 . . . R3R ; 7. P4T ! , R2R ;
8. R7A ! , R3R ( 8 . . . R1R ; 9. R3D);
9 . R8D, siendo la disyuntiva ora 9 . . .
R4D ; 10. R7R, RSR ; 1 1 . R6A, R6A ;
12. R x P , R x P ( ó 12 . . . RSC ; 13. R6A ) ;
13 RSC ! , ora 9 . . . R2A ; 10. R7D, R1A:
1 1 . R6R, R2C ; 12. R7R, R1 C ; 13 .
R6A , R2T ; 14. R7A, R3T ; 1S. RBC y
ganan.
312a. N. Griguriev, 1 938 . Blancas:
R4TR, P2TD, P2CD, P4AD. Negras:
R1 TD, P4TD, P3CD, P4AD ; ventaja
blanca. Después de l. P4T !, las blan­
cas, disponiendo de un tiempo de
reserva, ocupan fácilmente la oposi­
ción en la final principal ( séptima).
312b. Blancas: R6AR, P4AR, P2CR,
P3TR. Negras: R3TR , P4AR, P3CR, El 313 es instructivo . A pesar de
PSTR ; las blancas llevan ventaja. Las la disposición simétrica de los peo-

158
nes, no se consigue nada ocupando Relativamente mejor. Si S . . . R2R,
la oposición mediante l . R8R, ya entonces 6. P x P ! , R3D ; 7. P7C ! ,
que las negras no están obligadas R2A ; 8 . R6R, R x P ; 9 . R7D , igual
a continuar 1 . . . f4T? ; 2. P4T ; des­ que en la variante principal ; en
pués de 1 . . . R2A ; 2 . R7R encuen­ caso de S . . . R2D, la contestación se­
tran su salvación táctica en la juga­ ría : 6. RSR, R3A ; 7. R6R, P4C ( o
da 2 . . . P4C !, que da la posibilidad bien, 7 . . . R2A ; 8 . RSD , R2C ; 9 . R6D ) ;
de rey ahogado, lo mismo que en el 8. RSR, R2A ; 9. RSD, P x P ; 10. P x P
309 ; por ejemplo : 3 . R6R, PSC ; 4. y 1 1 . R x P ( lSS).
P4T, R3C, etc., en caso de 4 . P x P,
P x P ; S. RSD, se alcanzan tablas S. RSA(6R ! )
moviendo S . . . P4T ! ; 6. RSA, PST. No
se evita la j ugada P3C-P4C ( después Una pérdida d e tiempo e s 6 . RSR
de l. R8R, R2A) mediante 2. P4T, a causa de 6 . . . R2D .
ya que las negras de cualquier modo
mueven 2 . . . P4C ( 3 . PST, P x P ; 4. 6. . . . R2A(3A)
P x P, R3D, etc . ; R7R, R3C ; 4. R6D, 7 . R6R( 7R) R3A(2A)
PSC, lo mismo que se indicaba más 8. R7R( 1 R ! ) R2A( 1A)
arriba). Por eso inmediatamente :
Si 8 . . . R3A ( 8 . . . R3D ; 9 . P x P ! ) ;, en­
tonces 9. R8D ! , P x P ; 10. R7R ! , R2A ;
l. P3T(4T ! ) R1A(2D) 1 1 . R6R, R3A ; 12. RSR, R2A ; 1 3 .
RSD , R3C ; 14. R6D , R2C ; 1 S . R x P,
Ahora 1 . . . P4C sólo debilitaría sin R2A ; 16. RSD , R2D ; 17. PSA, R2A ;
remedio al peón 4A (2. PST, R2D : 1 8 . P6A y ganan ( 1S8a ) .
3 . R7D ) .
L a respuesta d e las blancas 2. PST 9 . PST x P6C ! R 1 R(2C)
es forzada (2. R7A?, P4T ! ), pero al 10. R8R( 7D ) R2C x P3C
mismo tiempo es la base de la solu­
ción. O bien, 10 . . . P4T ; 1 1 . R6D , R x P ;
12. RSD .
2 . P4T(ST ! ) R2R( 3D ! )
1 1 . R7D(8A ! )
A 2 . . . P4C ó 2 . . . P x P sigue 3 . R7A ;
en caso de 2 . . . R3R ( R 1 D) se contes­ ¡ Zugzwang decisivo ! ( Si juegan las
ta : 3 . P x P y 4. P7C, lo mismo que blancas no ganan ; por ejemplo, R8C,
en la variante principal. P4T !, o bien R7D , R4T.)
Ahora para las blancas es prema"
11. ... R3C(3A)
turo 3. P x P, R3A ; 4. R7R. R x P ; S.
R6D , a causa de S . . . R4T ! ( de nuevo
rey ahogado) .
·
Si 1 1 . . . R4T, entonces 12. R7C,
RSC ; 1 3 . R x P y ganan .
3 . R8A( 7A) R3D(2D) 12. R8A( 8C ! )

O bien : 3 . . . R4R ; 4. P x P . Estéril y las blancas ganan ( 12. . . R3C ; 1 3 .


resulta también 3 . . . P x P debido a R8T, P4T ; 14. R8C, PST ; 1 5 . P x P,
4. R6A, R3A (o bien, 4 . . . PST ; S . R4T ; 16. R7C ( 7A), R x P ; 1 7. R6A,
P x P, P4T ; 6 . RSA) ; S . R6R, R3C ; RSC ; 1 8 . RSD ) .
6. R6D , PST ; 7. P x P, R4T ; 8. R x P,
alcanzando antes dama. E n e l 314, los peones 3 T y 3 A po­
drían estar situados en 2T y 2A. En
4 . R7A(6A) R2D(3D) interés del blanco está el bloquear
S . R6A(SA) R3D(2A) los peones enemigos, ya que el rey

159
314 mo que en el 3 1 3 ) , pero no 4 .
,PST ? a causa d e 400. R3R ! ; S . R4A,
P x P ; 6. R4R, PST ; 7. P x P, P4T,
tablas .

4. RSC(6A ! )

Pero n o 4 . RSA ?, P4T ! y tablas,


ya que el blanco no ha conseguido
aún la oposición en la séptima fila.

4. 0 0 0 R2A(2D)

Amenazando con responder a S .


RSR (6A, 7A) con Soo. P4T y tablas.

S . P4T( ST ! )
blanco puede conquistar fácilmente
la oposición en la séptima fila ( al y las blancas, igual que e n e l 3 1 3 ,
rey negro le molesta su propio peón alcanzan una posieión victoriosa des­
3C ) . Es necesario, asimismo, evitar pués del cuarto movimiento blanco .
la jugada P4A( SA), que da tablas . Ambos ejemplos (313 y 3 14), ilus­
tran el debilitamiento de los peones
l . P3A(4A ! ) RlT(2C) negros, que tiene lugar para la colo­
cación del peón en 3T en lugar de 2T .
Las negras amenazan con un re­
fugio de rey ahogado en el 4T me­ 314a. Del torneo celebrado en Ale­
diante P3C-4C-SC . Ademas ( como ré­ mania Oriental en 1 949. Blancas :
plica a 2. RSC, por ejemplo ) , pueden R4D , P4AR, P2CR, P3TR. Negras :
también jugar 200. P4T, amenazando R3D , P4AR, P3CR, P2TR. Después
P4T-ST, y en caso de 3. P4T entonces de l. P4T, las negras se defendieron
300. R2A ! , manteniendo el negro la mal : 1 . . . R3R ; 2. RSA, P3T ; 3 . P3C,
oposición (312c) . P4T ; 4. R6A y ganan . El comenta­
dor de la partida consideró que el
2. P3T(4T ! ) R2C(3A) error decisivo fue 1 . . . R3R y reco­
mendaba 1... P3T ( 2 . P3C, P4T ; 2 .
Los peones negros están paraliza­ P S T , P x P ; 3 . P 3 C , PST ; 4 . P x P, P4T ) ;
dos : en caso de 200. P4C ; 3. PST, pe­ indudablemente, esto daba tablas, lo
rece el peón 4A, y si 200. P4T, las mismo que, dicho sea de paso, 1 . . .
blancas mueven 3. R6T !, conquis­ P4T ; por ejemplo : 2 . P3C, R3R ; 3 .
tando la oposición, ya que el negro RSA, R2R, o bien R2D . ¡No obstan­
no puede jugar R3C . te, 1 . . . R3R no pierde la partida ! El
error decisivo estuvo en 200. P3T ;
3 . RST( SC ! ) en contestación a este movimiento lo
más sencillo hubiese sido 3 . P3T ;
E s claro que n o 3 . R6C ?, P4T, ta­ pero aún después de 3. P3C el negro
blas . (A 200. R2A hubiese seguido no puede defenderse ( a cualquier
3. R6C ! .) jugada del rey sigue 4. PST ) . En lu­
gar de 200. P3T?, tablas daban la ju­
2. 000 R3A(2A) gada 200. R2R ( 2D ) ; estando situados
diagonalmente, los peones negros
O bien , 300. R3D ; 4 . RSA ! ; ó 3oo. son invulnerables, y a P2C-3 C se
R2D ; 4 . R6A ! , R3D ; S. PST ! (lo mis- puede contestar ( manteniéndose en

160
la oposición ) P2T-4T . También 2 . . . 2 . . . PST!; 3. PxP, PSA!; 4. PST,
P4T lleva a tablas ( véase e l 314b). PxP + ! y tablas ) ; 2 . .. RSR! ; 3. P3T
( o bio;n, 3. R2A, PST !, siguiendo lo
314b. I. Maizelis , 19SS. Blancas : mismo que anteriormente) ; 3 ... R4D ! ;
RSAD, P4AR, P2CR, P4TR. Negras : 4. R3A, R4R ( después de esto el blan­
R3R, P4AR, P3CR, P4TR. La partida co se ve precisado a emplear su
conduce a la victoria sólo si les último tiempo ) ; S. P4T, R4D ; 6. R4A,
toca jugar a las negras ( curiosa po­ R3R (7. P4R, PxP ; 8. RxP, P4A + ),
sición de zugzwang recíproco ) . Des­ tablas .
pués de 1 . . . R2R ; 2. R6A, o bien, 1 . . . N. Griguriev ( 1 93S ), indicó que 1 . . .
R2D ; 2. RSD , etc., l o que decide e s el R4D ? hubiese hecho perder, debido
tiempo de reserva P2C-3 C . La partida a 2. R2D ! , R4R (2 . . . PST ; 3. PxP,
es tablas si les toca salir a las blan­ PSA ; 4. PxP, RSR ; S. PST ; 2 . . . RSR,
vas ; por ejemplo : l. R6A, R2R ; 2. 3. R2R ! , PST ; 4 . PxP, PSA ; S . PST!,
R7A, R3R ; 3. R8D, R4D ; 4. R7R ( el R4A ; 6 . PxP, o bien 3 . . . R4D ; 4.
rodeo es inútil, puesto que el peón R3A, R4R ; S. P3T ! , R4D ; 6 . R4A,
4A no está defendido ) ; 4 . . . RSR ; S . R3R ; 7. P4T y ganan) ; 3. RlR!, R4D ;
R6A ! ( S . P3C?, pierde ) ; S . . . RxP ; 4. R2A!, RSR ; S. R2R, ganando las
6. R x P, RSC ; 7. P3C, R x P ; 8. RxPA, blancas.
R x P ; 9. R4A, tablas . Griguriev hizo ver que, además de
315 1 . . . R4R, hubiese sido posible 1 . . .
R2A ; por ejemplo : 2 . R2R, R3C ; 3 .
R3A (3. R2A, R3T ) ; 3 . . . R4C ; 4. P3T,
PST ! ; S . PxP + , RxP ; 6 . R4A ( o bien
6 . R2C, PSA ; 7 . P x P, P4A, empate ) ;
6 . . . R x P ; 7. RxP, R6C , tablas .

315a. N. Grigoriev, 193S. Blancas :


R4D , P3R, P3CR, P2TR . Negras : RlR,
P4AR, P3AR, P4TR ; tablas . l. RSD,
R2D ; 2. P3T, R2R ; 3. R6A, R3R ; 4.
P4T , PSA ! ! (pierde 4 . . . R4R? ; S . R7D ,
RSR ; 6. R6R, R x P ; 7. R x PSA ! , o
6 . . . R6A ; 7. R x P6A, RxP ; 8. R x PSA,
RxP ; 9 . R4A ! , R6T ; 10. P4R, etc.) ;
S. PC x P, R4A ; 6. RSD, RSC ; 7. R6R,
RxP, tablas . De otro modo : l. RSA,
R2R(2D ) ; 2. R6A, R3R; 3. P3T (3. P4T
ha sido ya examinada ; s i 3. R7A, en­
Los peones doblados representan tonces 3 . .. R4R ; 4 . R7D, RSR ; S. R6R,
un . serio debilitamiento de la posi­ RxP ; 6. RxPSA, R6A ; 7 . R x P6A,
ción ; sin embargo, para obtener la PST ! , tablas ) ; 3 . . . R4R ; 4. R7D , PST ;
victoria suelen ser necesarias otras S. P X P, PSA, tablas .
circunstancias favorables . Hay que añadir a lo expuesto que
En el 315, las blancas se esfuerzan a tablas lleva también l. P4R, PxP ;
en trasladar el rey a la 4AR ; por su 2. R x P, PST ; 3. P4C, P6T ; 4. R4A,
parte , el recurso defensivo de las R2A ; S. R3C , R3C ; 6. R x P, P4A.
negras consiste en el movimiento
P4T-ST, que quita todo valor a los 315b. F. Dedrle, 1 942 . Blancas :
peones blancos . La posición decisiva R4AD, P3R, P3CR, P2TR. Negras :
de zugzwang es R2R-R4R. R3R, P4AR, P3AR, P4TR ; vencedor
( ? ! ) . No ha sido posible hallar una
1 . . . R4R ; 2. R2R (en caso de 2. solución publicada, pero basándonos
R2D, Capablanca hubiese continuado en el análisis de Grigoriev, podemos

161
11
suponer que el estudio de Dedrle no -9 . . P4C ; 1 0 . R4C-, 10. R4A, R3T ;
.

la tiene . 1 1 . R4C y ganan) ; 4. RSR, R2A ; S .


P4R, P4C ! ( l a ultima chance ) ; 6 .
315c. Lasker, E., 191 1 . Blancas : PTxP ! , PxP ; 7 . RxP, R3C ; 8 . R4A .
R4AR, P4TD , P3CD, P2AD . Negras : R4T ; 9. P6C, R3T ; 10. RSA, R2C ; 1 1 .
R3R, P4TD, P2AD, P3AD ; juegan las RSC y ganan .
blancas . El obj etivo que se perseguía
con esta posic,un de estudio era ilus­ 2. R3D(4D) R3T(4T)
trar la debilidad de los peones aisla­ 3 . R4D(SD ! ) R4T(3T ! )
dos ; l. R4R, R3D ; 2. R4D , P4A + ;
3. R4A, R3A ; 4. P3A, R3C ; S. RSD , A 3 . RSR? hubiese seguido 3 . . . P4C ;
P3A + ; 6- R4A y ganan . A. Fainstein 4. PxP, RxP , y tablas después de 3 .
( Tallin ) ha indicado que después de RSD ! ; pierde 3 . . . P4C ?, a causa de
l. R4R, se consiguen tablas movien­ 4 . PTxP, RxP ; S. RSR, R3C ; 6.
do 1 . . . P4A ! ; por ejemplo : 2 . R3D , R6R, R4C ; 7 . R7A y 8. R6A .
R4D ; 3 . R3A, P3A ; 4 . R3D , PSA+ ;
S . PxP + , R4R ! y P3A-4A. El ejemplo 4. RSD(6R) R3T(4T ! )
es correcto en la posición R4R-R3D . S . R6R(7R! ! )
316
E n e l caso d e S . R6A(7A ) ?, las ne­
gras se salvan mediante S . . . PSA ! ! ! ;
6 . PRxP, P4C ; 7 . PAxP, o bien
PTxP, rey ahogado.

S. . . . R4T(3T)

Ahora, 6 . R7A sería una pérdida


de tiempo a causa de 6 . . . R2T y las
blancas necesitan conquistar la opo­
sición (312b ) .

6 . R7R(8A ! ) R3T(4T!)

Al objeto de a 7 . R7C ? contestar


con 7 . . . PSA !

l. R8A( 8C ! ) R4T( 3T)


Las blancas tienen que tener en 8 . R8A( 8T ! ) R3T(4T)
cuenta la amenaza P4A-SA ; por ejem­ 9 . R8T(7T)
plo : l. R4D ?, PSA ! ; 2. PxP, R3T ;
3. P4R, R4T ; 4. PSR, P6C ! ; S, R3R; y las blancas ganan de idéntica for­
RxP ; 6. P6R, R6T ; 7 . P7R, P7C, ta­ ma que en el caso 9. . . PSA ; 10.
blas . Sin embargo, no es suficiente PRxP, P4C ; 11. PSA ! , PxPT ; 12.
l. R3R ?, a causa de 1 . . . R3T! ; 2. P6A, PxP, P6T ) ; 1 3 . P6A, P7C ! ; 14.
R4A, R4T ; 3. P3R, R3T ; 4. RSR, P8A = D , P8C = D ; 1 S . D6T + + ; lo
P4C ! ; S. PxP + , RxP, tablas . mismo sucede después de 9 . . . P4C ;
10. PxP, PSA ; 1 1 . PCxP, P6C ; 12.
l. P2R( 3R ! ) R2T(3T) P6C, P7C ; 1 3 . P7C, P8C = D , huyendo
de los j aques de la dama negra
Es la mej or defensa . Si 1 . . . R2C, ( 14 . . . D8C + ; 1S. RST, D8T + ; 16. D7C,
entonces 2 . R4D(4A), R3A ; 3 . RSD , D 1 T + ; 17. R7T, DSR+ ; 18. R8C ! ,
R2R ( o bien, 3 . . . R2A ; 4. RSR, R2R ; D 1 T + ! ; 1 9 . D8A, D7C + ! ; 20 . R8T!,
S. P4R, PxP ; 6. RxP, R3A ; 7. R4A, D2CD + ; 2 1 . D7C, D 1 C + ; 22, R7T,
R2C ; 8. RxP, R3T ; 9. R3A, R4T D8C+ ; 23 . R8C, D 1 C + ; 24 . D8A, etc . ) .

162
Pasemos a examinar el segundo E n e l 317, tocándoles mover a las
grupo de finales con distribución negras, a 1 . . . P3T ( 1 . . . P4T ; 2 . P4A ) ,
separada de los peones en distintos sigue 2 . P3A, P3D ; 3 . P 3 C , P4D ; 4 .
flancos. P4C y ganan .
Cuando no hay más remedio que
317a 317b 317c
jugar sólo con los peones, hay que
estimar previamente a quién se le
acabarán an tes los movimientos
( tiempos ) .

317

En el flanco de rey se supone,


para simplificar, la misma situac,ón
que en el 317 ( en la práctica, el
rey suele encontrarse casi siempre
en posición de zugzwang con gran
cantidad de peones).
En el 3 17a y en el 3 17b, no hay más
El 317, junto con las posiCiones que imitar las jugadas del contra­
que se señalan en 317a, b y e , com­ rio ; por ejemplo (en el 317b) : l.
prende todas las disposiciones ima­ P3C, P3C , o bien, l. P4C, P4C, ó l.
ginables de dos peones contra otros P4A, P4T ! , ó l. P3A, P3T !
dos contrarios, cuando unos y otros En el número 317c, ganan los peo­
se encuentran todavía en sus casi­ nes ligados, independientemente de
llas iniciales . a quién le toque jugar, teniendo en
E n e l 3 1 7 , e l tener que jugar cuenta que en primer lugar debe ju­
implica desventaj a . A l. P4A hay que garse el peón 2C : si mueven las
contestar 1 . . . PST ! , a fin de impedir blancas, l . P4C ! ; comenzando las
la continuación 2 . P4C ( lo que asegu­ negras, 1 . . . P4A ; 2 . P3C!, etc.
ra al blanco la posibilidad de pasar ) , Si la distancia que separa los peo­
y después 2 . PSA, P S T , o bien, 2 . nes es inferior a cuatro filas, o algu­
P3C , P 3 D . A 1 . P3A lo correc to es nos peones se hallan adelantados,
1 . . . P3T ! ; 2 . P3C, P3D . Si a l. P3A, son posible:> otros resultados y ex­
se contesta 1 . . . P4D, entonces, des­ cepciones de diverso género, con la
pués de 2 . P3C, P4T , uno de los peo­ particularidad de que a veces tiene
nes blancos puede de nuevo llegar a no poca importancia el que un peón
dama, aunque más tarde que el (o varios peones ) pueda saltar dos
con trario ( esto hay que entenderlo casillas al salir.
en sentido teórico, por cuanto las
posiciones en el flanco del rey pue­ El 318 nos muestra una combina­
den ser extraordinariamente varia­ ción típica . l. P6A + !, PxP + ; 2. RSR !
das ; en el caso que se considera, el ( no 2 . RSA?, PST ! ) ; 2 . . . PST ( esto
blanco es mate en 4CR ) . es mejor que lo que recomiendan los

163
318 La posición que damos a continua­
ción tiene un cierto parecido leja­
no con la anterior y, a su modo, es
instructiva.

318c . Lovtski-Rubinstein, Varsovia,


1916. Blancas : R2AR, P4TD, P2CR,
P3TR. Negras : RSR, P4TD, PSAR,
PSTR ; juegan las negras. 1 . . . P6A !
( ingenioso intento de ganar ; en el
caso 1 . . . RSD ? ; 2. R3A, RSA ; 3. RxP,
RSC ; 4 . P4C ! , PxP ; S . RxP y el
peón blanco llega antes a la promo­
ción ) ; 2. PxP + , RSA ! ( no 2 . . . R6D ,
a causa de 3 . P4A, RSR ; 4. PSA,
Rx P ; S . R3A y a las negras las sal­
va únicamente el que el peón TR
se halla fuera de la zona de ventaj a ;
162 ) ; 3 . R2R ! ( j ugada única ; e n ca­
so de 3. R2C ? , R6R, el negro gana
autores, 2 . . . R2R, ya que sigue no
el peón AR, después de lo cual su
2. PSA, PST, sino la jugada, aún más
rey se dirige hacia el peón TD, sin
decisiva 2. PST, que da una tácil preocuparse de tomar el peón TR,
victoria ) ; 3. PSA, R2R ; 4 . RSA, R2A ; lo que salvaría a las blancas ) ; 3 . . .
S. RSC, R3R ; 6. RxP, R4D ; 7. RSC , R6C , 4 . R3R ! , RxP ; 5 . R2A ! , R7T ;
RxP ; 8 . P4T, R3D ! ( obligando a las 6. P4A, PóT ; 7. PSA, R8T ; 8. P6A,
blancas a perder tiempo baj o la ame­ P7T, tablas ( ahora a las blancas les
naza de R-2R-1A ) ; 9. R6A ! , P4A ; ha faltado un tiempo para ob tener
10. PST, PSA ; 1 1 . P6T, P6A ; 12. P7T, la victoria. en final de dama).
P7A ; 13. P8T = D , P8A = D ; 14. D8D +
y ganan. 319

318a. B. Horwitz, 1879 . Blancas :


R4AR, P3AD, P2R, P4R . Negras :
R3AR, PSAD, P4AD, P3D ; ventaj a
blanca. l. PSR + . PxP + ; 2. R4C ! ,
R3C( 3 R ) ; 3 . P4R, R3A ; 4 . RST y
ganan .

318b. Del torneo j uvenil celebrado


en Hastings, 1949. Blancas : R3D,
P3AR, P4CR. Negras : R4D, P4R, P3R,
P4CR ; juegan las negras. Los adver­
sarios acordaron tablas. G. Thomas
indicó la forma de ganar : 1 . . . PSR + ! ;
2. PxP + . R4A ! ( 2 . . . R4R? ; 3. R3R,
tablas ) ; 3. R3A, P4R y ganan. Hay
que agregar que la posición inicial
da la victoria a las negras indepen­
dientemente del turno de jugar ; por 319. l. PSC, PxP ( tampoco s alva
ejemplo : l. R3R, PSR ; 2. PxP + ( o la situación 1 . . . P4T ) ; 2 . PxP, R4C ;
bien, 2 . P4A, PxP + ; 3 . RxP, RSD 3. RSD, R3C ; 4. R4A, R4T ; S. RSA,
y ganan) ; 2. . . RSA, o bien, R4R y RST ; 6 . R6C, R6T ; 7 . RSC, R7C ;
ganan. 8. RxP, RxP ; 9. R4A y ganan.

164
Si en este sencillo final se modifica 319d. V . Ber, 1 934. Blancas : R2CD,
la situación de los reyes, se descu­ P3AD, P6CR, PSTR . Negras : RSAD,
bren modalidades interesantes. P4AD, P2CR, P33TR ; ventaj a blanca.
l. R2A, R4D ( o bien, 1 . . . R4C ; 2.
319a. N. Grigoriev, 1932. Blancas : R3D ! ) ; 2. R3C ! , R3A ( 2 . .. R3D ; 3.
R4TD , P2TD, P3CR, P3TR. Negras : R4T ! , R3A ; 4. RST ) ; 3. R4A, R3D ;
R5AD, P5CD, P4CR, P4TR ; tablas. 4. RSC, R4D ; 5. R6C ! , R4A ; 6. R6A
Si los peones del flanco de rey estu­ (no dej a de ser divertida la conquis­
viesen bloqueados, las blancas gana­ ta consecutiva de la oposición en
rían a condición de que les tocase 2AD, 4AD , 6AD ) ; 6 . . . RxP ; 7 . RxP
j ugar a las negras, pero precisa­ y ganan . Tocándoles jugar a las ne­
mente esto es imposible de conse­ gras se alcanzan tablas mediante 1 . . .
guir. l. P4C ! , , P5T ! [ no 1 . . . PxP ? ; R4C ! ( únicamente) ; 2 . R3C , PSA + ,
2. PxP, R4A ( 2 . . . R6A ; 3. R5C ) ; 3 . etcétera.
R5T, R5A ; 4. R6C y ganan ] ; 2. R5T,
R4A ! y tablas ( pero no 2 . . . P6C ? ; 319e. I. Glazer, 1939 . Blancas :
3. PxP + , RxP ; 4. RSC, R6A ; 5. R5A, R4TD, PSD, P2CR, P3CR . Negras :
R6D ; 6. R5D, R6R ; 7. R5R, R6A ; 8. R1R, P2D , P5CR ; ventaj a del blan­
R5A, R6C ; 9. RxP, RxP ; 10. R4A ! , co. l . RSC, R2R ( o bien, 1 . . . RID ;
ganando las blancas en final d e da­ 2. P6D, y ora 2 . . . RlA ; 3. R6T, ora
ma ; véase· el 3 en el <<Apéndice » ) . 2 . . . RI R ; 3. R6C, R2A ; 4. R7C , etc.) ;
N o dej a de s e r interesante e l que 2. RSA, R I D ; 3. R6D , RlR ; 4. R7A,
o tras jugadas, salvo l. P4C ! , ha­ R2R ; S. R8A, R3D ; 6. R8D, RxP ;
gan perder al blanco ; por ejem­ 7. RxP, R4R ; 8. R7R, R4A ; 9. R7A,
plo : l. P4T ?, P5C ! ; 2. RST, P6C, o R4C ; 10 . R6R y ganan.
bien, l . RST?, PSC ! ; 2. PxP, PxP ; 320
3 . R4T, R6A, y 4 . . . P6C. Si en la
posición inicial el rey se hallase en
STR, sería también tablas : l. P4C ! ,
PxP ! ( sólo as,J ; 2 . PxP, R4A. ( La
solucion del autor no fue publicada
y la posición 319a n o fue estudiada
a fondo.

319b. De una partida real , 1936.


Blancas : R4TD , P4CD, P2CR, P4CR.
Negras : RSAD, P3TD, P4CR, P3TR ;
juegan las negras. 1 . . . RSD ! ; 2. RST
( o bien, :'. R3C, R6D ) ; 2 . . . R6A ; 3 .
R4J', R7C ; 4 . P 3 C , R6A ; S . R3T , RSD ! ;
6. R4T, RSA ; 7. R3T, R6A ; 8. R4T ,
R7C y ganan . ( La idea es idéntica a
la del 312b. )
En otro sentido, pero también 320. l. R2A, R4A ! ( en caso de 1 . . .
práctico, son muy interesantes los P4A, las blancas s e apoderan del es­
ejemplos siguientes : caque 4AR con el rey, reservándose
el tiempo P2C-3C) ; 2. R3A, R4R ! ; 3.
319c. M . Levit, 1915. Blancas : P4C, PxP + ; 4. RxP, RSR ; 5. PST,
R3AD, P2TD, P2CD, PSCR. Negras : P4A + ; 6 . R3T !, PSA ; 7. P6T, P6A ;
R4TD, PSTD, P3CD, P3CR ; ventaj a 8. P7T, P7A ; 9. R2C y ganan.
blanca. l. R4A, P4CD + ; 2. RSA, R3T ; Botvinnik compuso este estudio
3. P4CD ! , PxP ; 4. PxP, R4T ; S. R6A!, basándose en un difícil final, del que
RSC ; 6. R6C y ganan. fue protagonista en un torneo si-

165
multáneo, y teniendo en cuenta los 321
errores que él descubrió en el aná­
lisis de Fine ( 1941 ) .

320a. Knoch-Van Schelting, Ams­


terdam, 1936. Blancas : R3CR, P2TD,
P3CD, P4TR . Negras : R3CR, PSCD,
P3AR ; juegan las negras . 1 . . . R4A ;
2. R3A, R4R ; 3 . R4C ( no 3. PST,
R4A ) ; 3 . . . RSR ; 4. PST, P4A + ; S.
R3C (mala jugada ; lo correcto es,
como señaló Botvinnik : S . R3T ! ) ; S . . .
R6R ; 6 . P6T, PSA + , tablas (eviden­
temente, Fine no tuvo en cuenta la
continuación 7. R4C , P6A ; 8. P7T,
P7A ; 9 . P8T = D , P8A = D ; 10. DSR + ,
R7R ! ; 1 1 . D4D + , R7A ; 12. D x P) .
Botvinnik acompañaba s u estudio
de una nota irónica : << Seguramente,
se demostrará que el estudio no es 1 . . . P4TR + ? fue un error decisivo a
original ; ¡ es tan difícil a estas altu­ causa de 2. R4A , R3A ; 3. P4TR. Se­
ras inventar algo nuevo en el aje­ gún señaló P . Romanovski, se empa­
drez ! » . A esta observación respondió taba jugando 1 . . . R3A (y también con
drez» . A esta observación respondió l. .. R2C) . Después de l. . . R3A (1 . . .
O. Nedelkovich en el año 19S 1 , al R2C ; 2 . RSA dej a a las blancas con
hallar el siguiente ej emplo de Euwe un peón de ventaj a en final de dama
( 1940) : << R4TD, D8CD, P3TD ; RSCR, D8TR,
j uegan las negras », quedando las ta­
320b. Blancas : R3R, P2TD , P2CD, blas todavía por demostrar). 2. R4A,
P2AD, P2TR. Negras : R4R, P2TD , R3C (hasta se puede R3R), o bien,
P2CD, P2AD, P2AR ; las blancas tie­ 2. P4TR, R3C ; 3. PST + , R3A ; 4 . R4A,
nen ventaj a. l. P4TD, P4T ; 2 . P4A, R3R ; S. R4R, R3A las tablas son evi­
P4AD ; 3. P3C, P3C ; 4. P4T, R4A ; dentes .
S. R3A, R4R ; 6. R4C, RSR ; 7. PSTR, E n e l 3 2 1 se v e claramente que
P4A + ; 8 . R3T !, etc. deberá darse una posición final aná­
<< Creo que esta combinación no es loga, con la diferencia de que los
nueva», señala Nedelkóvich. Esta su­ peones negros en el flanco de dama
posicwn es cierta ; véase, por ej em­ son mucho más débiles y las blan­
pla, el estudio de Grigoriev 68, el cas necesitan bastante menos tiem­
cuarto movimiento de las blancas po para alcanzar dama.
( 1928) , así como el 333d, 1926 ) . Es evidente que el rey blanco de­
berá ocupar el centro del tablero ,
La interesante y difícil posición manteniendo la oposición . Por eso :
del 321 ha sido hasta la fecha poco l. R2A ! , R2A ! (es claro que no se
conocida, ya que su solución no ha debe jugar l. . R2C ? ; 2 . R3R ; en caso
.

sido nunca publicada. Para hacerla de l. . . R2R, sigue 2 . R3R, y la tarea


más asequible examinaremos en pri­ ele las blancas queda resuelta al ocu­
mer lugar el final, bastante más par la oposiciÓn en la columna << R» ;
sencillo, que damos a cotinuación : por ejemplo : 2 . . . R3R, 3. R4R, R3A ;
4. RSD, o bien, 3 . . . R3D ; 4. R4D ! ) ;
32la. Volpert-Bielova, 1949 . Blan­ 2 R3A, R3A ; 3. R4A, R3C ! (hemos
cas : R4CR, P3TD, P4CD, P3TR . Ne­ llegado al momento más difícil de
gras : R3CR, P3TD, P4CD, P3TR ; les la solución ; a primera vista parece
toca a las negra s . El movimiento que ahora 4. RSR da la victoria ;

166
sin embargo, como se verá más ade­ lurnna principal es la de << R» ( los
lante, esto no es así) ; 4. R4C ! ! (las peones negros 2CD y 2TR son débi­
blancas crean
' voluntariamente esta les). La situacmn en el flanco de
posición que parece conducir irre­ dama es aún más favorable para el
misiblemente a tablas ) ; 4 . . . R3A . (4 . . . blanco . La amenaza de las negras
R2C ? lleva inmediatamente a l a de­ Rx P4TD debe ser contrarrestada
rrota) ; 5. P4T ! , R3C ; 6. P5T + , R3A ; mediante RSA ( R4TD , R6D ), lo mis­
7. R4A, R3R ; 8. R4R, R3A ( continúa mo que en el N .0 224). l . R2A ! ( co­
siendo aun un misterio de qué modo menzando así el rodeo y el acerca­
pueden ganar las blancas ; tanto al miento al peón 7TR ; al mismo tiem­
negro como al blanco les hacen falta po, a R-3AD-4CD se puede contestar
el mismo número de movimientos, ahora R-3R-4D) ; 1 . . . R3R o R1R ( l . . .
ocho, para ser más p recisos, para R2R ; 2 . R3R ; 1 . . . R3D ; 2 . R3A ! , R4D ;
alcanzar damas a la vez) ; 9. RSD , 3 . R4A, R4A ; 4. RSR, o bien, 3 . . . R3D
R4C ; 1 0 . RSA, R x P ; 1 1 . R x P, R5C ; o R3R ; 4. RSC) ; 2. R3C ! , R2A ! ; 3 .
12. R4A ! ! (en esto consistía la so­ R4T ! , R3C ( 3 . . . R3A ; 4 . RST) ; 4 . R4C ,
lucwil : el rey blanco no sólo ha libe­ P3T ; S . P3T ! , R3A ; 6 . R4A, R3R ;
rado el camino de su peón, sino 7. R4R y ganan .
que , adernas, se ha introducido en la
casilla del peón 6TR) ; 12. . . P4T ; 322
3 . R3D ! , R6A (pues de lo contrario
el rey blanco va a lAR ; en caso
de 13 . . . R6C, el rey es j aque en BCD ) ;
14. PSC y la dama negra en 8TR
es capturada en j aque doble .
Queda sólo por dilucidar una cues­
tión : ¿por qué la jugada 4. RSR no
lleva a la victoria por el mismo mé­
todo? La respuesta es que hubiese
seguido 4 . . . R4C ; 5. RSD , RST ; 6.
RSA, R x P ; 7. R x P, con lo que aho­
ra ya no se puede ni 7 . . . RSC ?, corno
en la variante principal, ni 7 . . . R7C ?
a causa de 8. R x P, con el subsi­
guiente cambio de damas (j aque
por la diagonal ), sino 7 . . . P4TR ! ; 8 .
R4A, PSTR ! y, dado que el negro no
ha abierto su sistema de defensa, El análisis de V. Chej over puso al
las blancas se encuentran ante una descubierto las dificultades de la po­
alternativa Igualmente desagradable : sición 322.
ora 9. PSC, RSC ! , ora 9. R3D , R7C ! ;
en ambos casos el mismo resultado, l . R3A( 4A ) P2TR(3T ! )
tablas . Ahora se comprende por qué
era necesario llevar el peón 3TR E n caso d e 1 . . . R3D, tendríamos 2 .
hasta STR, había que quitar a las RSC, R4R ; 3 . P3A ! ( n o 3 . R6T ?, RSA ;
negras la posibilidad de realizar esta 4. PSC, RSC ; S . P3A + , RSA y tampo­
maniobra. co 3. P4A + ?, RSR ! ; 4. PSA, P x P ; 5 .
¡ Esta es una de las numerosas P x P, R4R ; 6 . P6A, R3R) ; 3 . . . P4TR ;
obras maestras de Grigoriev ! 4. P4A + ! (es in �til 4. P x P, P x P ;
S . P4A + , a causa de 5 . . . R3R ! ; 6 .
32lb. I. Louma, 1939. Blancas : PSA + , R2A ; 7 . R x P, R3A ; 8 . R4C ,
R 1 R, P5TD, P6CD , P2TR. Negras : P4T ! ; 9 . P4TD, R2A y tablas ; 152) ;
R2D , P3TD , P2TR ; ventaja blanca. 4 . . . R3R ; 5. PSA + ! , P x P ; 6. P x P ! ,
rno que en el 224). l. R2A ! ( co- P4T ; 7 . P4TD, R2A ; 8 . R x P y ganan .

167
2. R4A(5R) P3TR(4T) 323
3 . P4C x P5T P3C x P4T
4 . P3TD-P4T !

No se consigue nada con 4. R5A,


R3D ; 5. RSC (o bien, S. P4TD, R4D ;
6. R5C , R5R) ; S . . . R4R ; 6. P3A,
P3TD ! ; 7. P4TD, P4TD ; 8. P4A + ,
R3R ; 9 . P5A + , R2A y tablas, l o mis­
mo que más é' rriba.

4. . .. P2TD(4T)

Esta j ugada hace perder. Es tam­


bién mala 4 . . . P3T a causa de S. RSA,
R3D ; 6. RSC , R4R ; 7. P4A + !, R3R ;
8. PST, de igual modo que 4 . . . PSTR
a causa de 5. R4A , R3D ; 6. R4C , R4R ;
7. PST.
Ahora bien, las negras podrían ha­ El 323 es no de los primeros,
llar aún su salvación mediante la su­ y de ¡: ocas conocido, es tudios de
til jugada propuesta por l. Bonda­ Grigóriev ( su solución no fue publi­
revski 4 . . . R3A !, por ejemplo : 5. RSA, cada ) .
R4D ; 6. RSC, RSR ! ; 7. P4A, PSTR, o L a posición d e las negras posee
bien, S. PST, PSTR ; 6. R4A, R4D ; 7 . una capacidad de resis tencia espe­
R4C , R4R ! ( pero no 7 . . . RSR ? ; 8 . cial, debido a que los peones 2CD y
P6T, P6TR ; 9 . R3C ! y ganan) ; 8 . 2CR se encuentran aún en sus casi­
P 6 T ( o bien, 8 . P3A, P3TD ) ; 8 . . . R5R ; llas iniciales ; además, las negras do­
9. P3A + , R6R ; 1 0 . P4A, P6TR, ta­ minan la oposición . La tarea del
blas . blanco consiste en arrebatar a su
A la mala j ugada 4 . . . P4TR siguió : adversario estas ventaj as.
5. RSA, R3D ; 6. RSC, R4R ; 7. P3A ! , 1 . R4R, R2D ! ( ocupando la corres­
R3R ( 7. . . PSTR ; 8 . RSC) ; 8 . P4A, pondencia en 1a <<zona principal>>,
PSTR ; 9. R x P, R3A ; 10. R4C , R3C ; ahora, el apoderarse de la oposición
1 1 . R3A, R3A ; 12. R4R, R3R ; 1 3 . mediante 2. R3D intentando j ugar
R4D ! y ganan ( e l peón se halla preci­ directamente contra el peón 2CD, es
samente en la zona de promoción ; infructuoso, debido a 2 . . . R2A ! ) ; 2 .
1S2 ) . RSR, R2R ; 3 . PSCD ! , P3CD ( debili­
Pasemos a examinar el tercer gru­ tamiento forzado, ya que a 3 . . . R2D
po de ¡males, cuya característica es sigue 4. P5A, P x P ; S. R x P, R2R ;
la disposición « desperdigada» de los 6. R6C, R1A ; 7. R7T , R2A ; 8. PSCR
peones, es decir, cuando unos se y ganan) ; 4. PSA, P x P ; S . R x P ! ,
encuentran en el centro del tablero R2A (zugzwang : las negras pierden
y otros en los flancos. Entre ellos si se les transmite la obligación de
puede haber dos ligados, pero lo jugar) ; 6. RSC ! , R1A (única jugada) ;
más corriente es que todos estén 7. R4A ! ! y, una vez perdida la opo­
aislados . En este caso de debilidad sición, las negras quedan indefensas ;
de los peones de ambos bandos , la por ejemplo 7 . . . R8R (o bien 7 . . .

dificultad estratégica consiste en lo R7A, o R7R ; 8. RSA, P4R) ; 8. R4R,


que podríamos llamar correcta elec­ R2R ; 9. RSR y ganan .
ción de la « dirección del ataque prin­
cipal», ya que el dirigir todos los 323a. N. Grigoriev, 1 938 . Blancas :
esfuerzos contra uno de los peones RlD, P3CD, P3TD, P2TR. Negras :
significa entregar otro al adversario. R1AR, P3CD, P5D, P2TR ; ventaj a

168
blanca. El blanco gana el peón 5D, 323d. V . Leik, 1 940. Blancas : R1CR,
pero pierde el 3CD ; además, cam­ P2D, P4AR, P6TR. Negras : R2D , P6D,
bian los peones 3TD y 3CD ( después P4AR, P2TR ; ventaj a blanca. l . R2A,
de su p romoción) ; el peón 2TR ase­ R2R ; 2. R3R, R3A ( en caso de 2 . . .

gura la victoria. l . R2R, R2R ; 2. R3A, R3R ; 3. R x P, R4D ; 4. R3R, RSA, la


R3D ; 3. P4C ! , R3A (3 . . . R4R ; 4. vict ori;1 se a lcanza. lc mismo que en
R4C ) ; 4. R4R, R4C ; 5. R x P, R x P ; 3 . . . R3C ; 4. RSR, R x P ; 5. R6A, R4T ;
6 . R5R, P4C ; 7 . P4D, R6A ; 8 . P5D, el 1 63 ) ; 3 . R4D ! ( no 3. R x P ?, R3C ) ;
PSC ; 9 . P6D, P6C ; 10. P7D, P7C ; 1 1 . 6. R x P, R3T ; 7. R6A, R4T ; 8. P5A,
P8D = D , P8C = D ; 1 2 . D4D + , R7A L RSC ; 9 . R6R y ganan .
6C ; 1 3 . D4R ó 6C + , R - ; 14. D x D + ,
R x D ; 1 5 . R6A ! , R7A ; 16. R7C ! , P4T ; 323e . N. �rigoriev, 1930. Blancas :
17. R6C, P5T ; 1 8 . RSC, P6T ; 1 9 . R4C , R8AR, P5TD, P2AR, P6TR. Negras :
R6D ; 20. R x P, RSR ; 2 1 . R 4 C y ganan . R3D, P2CD, PSR, P2TR ; superioridad
blanca. l . R8R ! , R3R ( la continua­
ción 1 . . . R3A y l. . . R4R se examinan
323b. Valtuch Michell, Southport, más abaj o ) ; 2. R8D, R3D ; 3. R8A,
1905. Blancas : R2AR, P2TD, P4AD, R4A ; 4 . P5A ! ) ; 3. R x P ; 4. P4TR ! ,
P2TR. Negras : R3R, P3CD, PSR, R3A ; 4 . R8C , R4C ; 5 . R x P, R x P ;
P3CR ; j uegan las negras , gana el 6 . R6A, R3T ; 7 - RSD, R3C ; 8 . R x P
blanco . Las negras cuentan con un y el rey entra cr 6AR . 1 . . . R3A ; 2.
pevn pasado, pero, o bien es cambia­ R7R !, R4A ; 3 . R6R, RSA ; 4. R5R,
do por el 4AD , o bloqueado . 1 . . . R3D R4C ; 5 . R6A ! , R x P ; 6 . R7 C , P4C ; 7.
( si 1 . . . R4R, tntonces 2. R3R, P4CR ; H x P, P5C ; 8 . R7C ! , P6C ; 9. P7T,
3. P3TR, R4A ; 4- P3TD ! ! , R4R ; S . P7C ; 10. P8T = D , P8C = D ; 1 1 . D8TD +
P4TD, R4A ; 6 . P5A ! , P x P ; 7 . PSTD y ganan . 1 . . . R4R ; 2. R7D ! , RSA ; 3 .
y ganan, pero hay que tener en cuen­ R6D ! , RSC ; 4 . RSR, R4C ; 5 . R x P,
ta que serían tablas si 4. P4TD ? , a R x P ; 6. R5A, R2C ; 1. R6R ! , P3T ;
causa de 4 . . . R4R ; 5. P5A, P x P ; 6. 8. P3A ! , P4T ; 9. R5A, R3T ; 1 0 . P4A !
PSTD, R4D ; 7. P6TD, R3A ; 8 . R x P . y ganan .
R3C ; 9 . RSD , R x P ; 1 0 . R x P, R2C ) ;
2. R3R, R4A (2 . . . R4R ; 3. P4TD ! , 323f. K. Tatersoll, 1910. Blancas :
R4A ; 4 . PSA ! ) ; 3 . R x P, R x P ; 4 . P4 R3D, P4AD, 1'5D, P2R. i':egras ; R4R,
TR ! , P4C ; 5. RSR, P5CD ; 6 . R6D (no P3D, P5A ; las blancas llevan ventaj a
6. R6A ?, R6A ; 7. R x P, R7C ; 8. P5TR, (pero si se traslada l a posición a la
Rx P ; 9. P6TR, P6C, tablas ) ; 6 . . . R4C ; izquierda es tablas ) . l. P4R !, P6A ;
7. RSD , R5T ; 8. R4A y ganan, lo mis­ 2. PSA ! ! , P x P ; 3 R3R y ganan . Si
mo que en el 3 1 9 . 1 . . . P x P a p . , viene 2. R x P, R3A ! ;
3 . R4D ! , R2R , 4 . R3A y lé. s hlancas
realizando un movimiento envolven­
323c. V . Leik, 1940. Blancas : R4D , ganan realizando un movimiento en­
P6TD, P3AR, P4TR, P5TR Negras : volvente, lo mismo que en el 102
R6CR, P2TD, P3R, P2CR ; ventaj a (este movimiento es imposible cuan­
blanca. l. RSR, R x PA ( 1 . . . R x PT ; do la posición se encuentra situada
2 R x P, R x P ; 3 . R7D ) ; 2 . R x P, a la izquierda y por eso es tabli1s ;
RSC ; 3 . P6TR ! ( 3 . R6D ?, R x P4T ; 4. véase el 100) . Después de l. P4R, l a
R6A, R x P4T, tablas ) ; 3 . . . R x P ; 4 . situación n o s e salva n i con 1 . . . R31\
R6D y a l negro n o le salva ni 4 . . . a causa de 2. R2R, R3C ; 3. R3A, R4C ;
R x P, ni 4 . . ; R4A . 4 . PSA ! y ganan .

169
CAPÍTULO VII

DESARROLLO DE I,A TEORIA DE LAS CASILLAS


CONJUGADAS

Antes de pasar a la demost ración de los finales de peones en partidas


de torneos, creemos necesario ultimar nuestro estudio de los «finales con
fuerzas reducidas» con un pequeño análisis que amplíe los conocimientos
sobre las casillas conjugadas . Este · capítulo tiene un indudable valor p rác­
tico, pero, a diferencia de los demás, es mucho más complicado, recomen­
dándose su estudio sólo a ajedrecistas de alta calificación.
Las casillas conjugadas comienzan a ser citadas con frecuencia en las
publicaciones del año 190 1 , después de haber editado E . Lasker la situación
que se dio en una de sus partidas (337) . No obstante, sólo en 1922, en
el análisis de N. Griguriev sobre la maniobra de los reyes, fue teóricamente
encauzada esta cuestión .
A partir de entonces tuvo lugar, como sucede siempre en estos casos ,
un proceso de acumulación de material , es decir, de aquellas posiciones
para cuya solución es preciso contar con la existencia de las casillas
conjugadas. De estas posiciones, unas se dieron en la práctica y otras
fueron planteadas en forma de p roblemas. En el período comprendido en­
tre 1925 y 1936 (y posteriormente), R . Bianchetti, K. Ebers, V . Halterstadt
y M . Duchan, V . Berg, etc., publicaron artículos y libros dedicados al es­
tudio de problemas aislados de la teoría de las casillas conjugadas .
En 1936, V. Berg, después de haber recopilado más de cien posiciones
en las que se daban las casillas conjugadas , intentó por vez primera su
sistematización . Aun cuando, a nuestro juicio, son muchos los puntos dis­
cutibles en este trabaj o , y hasta alguno que otro francamente erróneo, la
línea general seguida por el autor nos parece acertada.
En este capítulo se intenta unificar lo esencial de lo que el pensamiento
teórico ha alcanzado hasta la fecha respecto a las casillas conj ugadas , dar
la continuidad necesaria a la exposición de esta teoría y desarrollarla en
ciertos puntos .

170
Es fácil comprender la enorme dificultad que p resenta el examen crítico
del extenso y complicado material que a este respecto existe, expuesto, por
regla general, baj o los contradictorios puntos de vista de diversos autores.
Tanto más, que la mayoría de las posiciones que se es tudiaron sólo pre­
sentan interés desde el punto de mira exclusivamente teórico, lo mismo
que algunos de los métodos que para su resolución se p roponen ( « las dis­
tancias críticas» de Bianchetti, el « sistema coordinado» de Ebers, etc . ) .
De ahí el que nuestra tarea haya consistido en considerar e s t e material
desde el punto de vista p ráctico, eligiendo lo más valioso y ampliando y
profundizando después, en la medida de nuestras fuerzas, la esfera y los
métodos de una verdadera aplicación práctica de la teoría de las casillas
conj ugadas .
En p rimer lugar, expondremos los principales sistemas de casillas con­
j ugadas, sacando a continuación algunas conclusiones .

l. OPOSICION CORRIENTE ( SISTEMA RECTANGULAR )

Es éste el sistema de casillas con­ La s zonas p rincipales en el campo


j ugadas más simple y más frecuente . de cada uno de los adversarios han
Puede observarse en el diagrama 324. sido limitadas por rectángulos. A la
derecha estas zonas no pueden ex­
324 325
tenderse más : si el rey negro se ha­
llase en la columna AR, la victoria
se conseguiría fácilmente continuan­
do 1. PSC, P x P ; 2 . PST.
Examinemos la posición R3R-R3D.
Juegan las blancas y ocupan la opo­
sición en la primera fila moviendo
1. R4D, y despues de 1 . . . R3A, lo que
decide es el movimiento envolvente :
2. RSR, R2A ; 3. RSD, R2D ; 4. RSA,
R2A . Las blancas se han apoderado
de las casillas críticas, pero la opo­
sición ha pasado a poder del negro .
Sin embargo, vuelve a ser conquista­
da inmediatamente moviendo S. PST,
después de lo cual el peón negro 3T
Hallándose distribuidos los peones no tiene salvación .
tal y como se indica en el 324 ( el Hay que prestar especial atención
blanco dispone de un tiempo de re­ a este momento característico ; al pa­
serva), las casillas críticas son SAD , sar el peón a ST ha variado la distri­
SD, SR. bución de las casillas críticas (véase
Las -:asillas conjugadas ( oposición el 325 ) .
inmediata y distante) se hallan seña­ Habl ando con toda exactitud, ha­
lad::�s con idénticas cifras ; en este bría que decir que la variación tuvo
sistema conjugado son SlCmpre casi­ lugar después de la jugada 2. RSR .
llas del mismo color, �ituadas unas Cuando el rey ocupa una de las ca­
frente a o tras en la misma columna sillas críticas, el sistema formado
o en l a misma fila. por estas casillas pierde su valor o

171
es sustituido por otro . Esto tiene lu­ conseguido ni siquiera apoderarse de
gar también en el caso en que el rey, las casillas críticas en la quinta fila
que se ha estado defendiendo hasta y tanto menos podrán hacerse con
cierto instan te, pasa a atacar a su las nuevas de la sexta .
vez. Ahora bien, lo más frecuente es En la posictvn RZR-RlD, las blan­
que es! as variaciones �n el sistema cas ganan si les toca jugar : l . R2D ! ,
de las casillas críticas 5ean produci­ convirtiendo gradualmente l a oposi­
das por el movimiento de los peones . c. - n dis tan.te en inmediata (véase el
En el 325, las casillas conj ugadas 15). Cuando el rey negro se sitúa
están distribuidas no en rectangu­ en la columna AD, el rey blanco rea­
los, sino en cuadrados . A simple vis­ liza un movtmiento envolvente a tra­
ta puede parecer que no hay diferen­ vés de la columna D, con la par ticu­
cia alguna entre ambos casos, puesto laridad de que, como ya se dij o en
que lo que decide es la misma opo­ la << Introducción », el conservar las
sición. Pero la realidad es que en este « casillas conjugadas rectangulares»,
último caso l a única que tiene va­ es decir, la eleccwn de escaques blan­
Icor es la oposición inmediata (la lí­ cos o negros, no influye en absoluto
nea avanzada). Recordemos el nú en la posición 324 ( completamente
mero 93a : R4AD-RlA, tablas, inde­ distinto es lo que hemos podido ob­
pendientemente de a quién le toque servar en la posición 185).
j ugar ; correspondiéndole al negro, El sistema conjugado que acaba­
sigue : 1 . . . RlD ; 2 . R4D , Rl A ! ; 3 . mos de analizar es tan sencillo que,
R5R, RZ A ( amenazando R3A, l o que claro está, en l a práctica no es p re­
impid;:! a las blancas ejecutar el ro­ ciso recordar signo ni cifra alguna .
deo, tan característico de la oposi­ El haber hecho uso de ellos en nues­
ción corriente ) ; 4. R5D, RZD, tablas . tra exposición, tenía por objetivo ha­
Se dan, claro está, situaciones en cer más visible la distribución de las
las que hay que seguir rigurosamen­ zonas principales , así como subrayar
te la oposición distante ; por ej em­ la afinidad característica de las ca­
plo, cuando es necesario defenderse sillas separadas por una fila (esto es
en ambos flancos (en este caso, las muy importante y haremos uso de
casillas P4D y PSD deberán señalar­ ello más adelante ) .
se con la cifra << 4»). Pero en contra­ En el caso de cuatro o m á s casi­
posición a esto se conocen posicio­ llas críticas en una misma fila ( como ,
nes en las que las zonas principales por ej emplo, en las posiciones del
no se h allan situadas siguiendo un tipo de la 256a), las zonas prin­
es tricto orden simétrico, sino en zig­ cipales ( rectángulos) aumentan su
zag. Todo lo dicho nos obliga a con­ longitud, manteniendo la misma an­
siderar el sistema << cuadrado » de chura de dos filas . Como mínimo
conjugacwn como un tipo especial constan de seis escaques.
que se diferencia de la oposición co­
rriente . ( Los numerosos ejemplos En el 326 los puntos críticos son
que se dan en el apartaado siguien­ SAD , 6AD, 7AD, 8AD ( 9 ) . De acuer­
te sirven de confirmación a lo ex­ do con esto se poseen dos filas
puesto . ) prin cipales (la sexta y la séptima),
Si en la posición R3R-R3D le toca teniendo las blancas dos finales po­
jugar al negro, hacen tablas me­ sibles, a elección, para ganar.
diante : 1 . . . R2R ! (pero de ningún Como el escaque 4CD es inaccesi­
modo 1 . . . R4R?, a causa de 2. R3D, ble al rey negro, éste se ve obligado
R4D ; 3 . R3A, y las negras p ierden a pasar a la sexta horizontal en su
la oposición debido a la imposibili­ primera j ugada . Entonces el rey
dad de alcanzar la casilla 4AD ) ; 2 . blanco ocupa en ella la oposición
R4D , R3D ; 3 . R4A, R3A. Ahora, 4 . (lo que decide la partida). Por el
P5TD es inutil : l a s blancas no han momento debe quedarse en la quin-

172
326 fila, las blancas ocupan inmediata­
mente en ella la oposición decisiva.
Si, por el contrario, les toca jugar
a las negras, éstas hacen tablas me­
diante l . .. R2C, 2T, y en caso de
que el rey blanco entre en la sexta
fila, las negras ocupan en ella la
oposición que . las salva. Es impor­
tante señalar que se consiguen tam­
bién tablas jugando 1 . . . R2A( 1A), ya
que ocupan do uno de los escaques
3D ó 1D, el negro tiene la posibili­
dad de jugar contra el peón 4A ; por
ejemplo : 1 . . . R1A, 2. R6A, R2D ; 3 .
R7A, R3D , y n o s e puede mover 4 .
R8R, a causa d e 4 . . . R4R.
El estudio de Zakman tuvo éxito
en los tiempos en que aún no se
veía claramente qué es la fila prin­
ta horizontal , siendo la única posi­ cipal y lo que significa el ocupar
bilidad de hacerlo el jugar l. RSAR . en ella la oposición . El no compren­
La continuación es muy sencilla y der a fondo la esencia de la oposi­
en los capítulos anteriores hemos ción distante explica asimismo la
tenido ocasión de analizarla más de utilizac n totalmente a destiempo
una vez : l . . . R3C (1 . . . R3T ; 2 . R6R) ; del método de las casillas conjuga­
2. R6A, R2C ; 3. R7A, R1C (o bien, das que se encuentra en muchos li­
3 . . . R3C ; 4 . R8R) ; 4 . R6R, R2C ; S . bros de aprendizaj e.
R7D , R3C ; 6 . R8A (esto es más senci­ Hay que tener en cuenta que el
llo que 6. R6D y 7. R x PSA) y ganan . empleo de este método cuando no
Zakman consideraba que la cap­ existe una razón real que lo justi­
tura del peón negro 4AR antes de fique , no hace más que complicar la
haberlo sido el 3AD conduce la par­ solución y desacreditarlo. Los ene­
tida a tablas (este error se mantiene migos de este método han hecho
hasta la fecha en ciertas publicacio­ con frecuencia alusión a desafortu­
nes), por lo que jugaba 4 . . . R2A ; S . nadas explicaciones, como la que
R7R, R1A ; 6 . R6D , R2C, esperando acabamos de reseüar, de la posi­
el lance 7 . R x PSA . E s indudable ción 326, creyendo de es te modo de­
que la j ugada más sencilla para ga­ mostrar la inutilidad del método
nar es 7 . R7D ; sin embargo, es per­ conj ugado .
fectamente posible jugar 7. R x PSA,
R2A ; 8. R4C, R3C ; 9. PSA + ! (y no
9 . R x P4T ?, P4A, tablas ), y 10. R x P4T Para resolver la posición 327 el
( 1 68), o bien, 8.. . R3D ; 9. R x P4T, numerar las casillas ( oposición sim­
R4A ; 10. R3C, R3C ; 1 1 . R3A, P4A ple) es tan poco necesario como en
( R4A) ; 12. R3D y ganan . el 326 . Aquí se da con el solo objeto
Situemos en el 326 los reyes en de poder comparar con el 324, a
SCR y en 1CD. Para esta posición fin de demostrar que la disposición
el resultado depende del turno de vertical de las zonas p rincipales es
jugar ( de quién sea el primero que análoga a la horizontal .
ocupe una de las filas principales ) . El ganar el peon negro 4D no da
Si l e s toca jugar a l a s blancas , nada, ya que a R X PSD sigue R2D ;
es claro que sigue l. R6A, acercan­ RSA, R2A ; PSD, R2D, y mientras el
do el rey a los peones ; en caso de blanco se dedica a capturar los peo­
que el rey negro vaya a la séptima nes doblados, las negras tienen tiem-

1 73
327 327a. I. Moraviets, 1955 ( según
Botvinnik) . Blancas : R4CR, P4TD,
P4D . Negras : RlTD, P4TD, P3TD ,
P4D ; ventaj a blanca . l . R5C ! , R2T
( 1 . . . R2C ; 2. R5A ; o bien, 1 . . . R 1 C ;
2. R3A) ; 2. R6C ! , R1T ; 3. R6A y ga­
nan. He aquí una feliz aplicación del
estudio 327 .
328

po de suprimir el peón « D » y ocu­


par con el rey la casilla lA.
La clave de este estudio reside en
que, en p rimer lugar, hay que cap­
turar los peones doblados y sólo
después de esto el peón negro 4D.
Esto se puede conseguir apoderán­
Además de la oposición ordinaria,
dose de la oposición en las filas
en el 328 desempeña un gran papel
principales ( sexta y séptima) . De
la distribución de las casillas con­
ahí el que, lo mismo que en el
j ugadas cerca del peón negro 3CR.
326, se deba jugar l. R5A, R3C ;
La posición R5CR-R2CR (y la R6TR­
2. R6A ! , R2C ; 3. R7A ! ( sólo después
R3AR) -que en sí es inofensiva pa­
de esta j ugada se puede comenzar
ra el negro-, se convierte para ellas
el movimiento envolvente ; a 3. R5R?
en un zugzwang decisivo a causa de
sigue 3 . . . R2A ! ), 3 . . . R1C ; 4 . R6R,
poseer las blancas el tiempo de re­
R2A ; 5. R7R ! , R3A ; 6. R8D , R3D ;
serva de 3C-4CD . Por cuanto las casi­
7. R8A, R3A ; 8. R8A, R3C ; 9. R8T llas 4AR-6AR se hallan conj ugadas
y las blancas ganan. una respecto a la otra, es fácil de­
No debe perderse de vista que l . terminar el tercer par de casillas
R5TR quita l a oportunidad de ga­ conj ugadas : 4CR-7AR. Esto nos per­
nar. Es cierto que las blancas con­ mite ver claramente la clave de la
quistan la oposición, pero permiten solución : a dos casillas conj ugadas
al negro amenazar al peón 4D, por adyacentes de las blancas (3AR y
ejemplo : l . R5T ?, R3A (2A, lA) ; 2. 4C R ) corresponde un solo escaque
R6C, R3D ; 3. R6A, R2D , y resulta (2A) a las negras .
inútil 4. R5R a causa de 4 . . . R2R, l . R3R, R4R ; 2. R3A, R4A ; 3. R3 C,
mientras que después de 4. R7A, R3R (3 . . . P4CR ; 4 . P5TR ; o bien, 3 . . .
R3D no se puede 5. R8R, debido a R3A ; 4 . R4A) ; 4 . R4C ! , R2A ; 5 . R3A ! ,
5 . . . R3R. Así pues, las casillas 3D y R2R ; 6 . R3R ! , R2A ( 6 . . . R2D , 7 . R4A) ;
2D salvan a las negras , lo que deter­ 7. R4D, R3R ; 8. R4R, R3D ; 9. R4A,
mina el posible grado de alej amien­ R3R ; 10. R5R, R2A ; 1 1 . R6T, R3A ;
to del rey blanco de los peones en 12. P.4C ! (en este momento precisa­
posiciones semejantes ( compárese mente ; si 12. R7TR?, entonces 12 . . .
con el 326 ). P4CR ! , tablas ) ; 1 2 . . . R2A ; 1 3 . R7T,

1 74
R3A ; 14. R8C, R4A ; l S . R7A(7C) y las negras : a los escaques del blan­
ganan. co 6CR, 7CR, 8CR, corresponden los
En este ejemplo se han entrela­ del negro 3R, 2R, IR, pero para la
zado el sistema de la oposición ordi­ casilla blanca 6TR el negro no tiene
naria con un sistema que examina­ <<qué oponer». l . R7C , R2R ; 2. R6T ! ,
remos más adelante. Sin embargo, R2A ; 3 . R7R, R3R ; 4 . R6C , R2R ; S .
la influencia de este ultimo sistema R7C , RlR ; 6 . R6A, RlA ; 7 . P6R, P3D ;
se hace notar únicamente en la lu­ 8. P7R + , RlR ; 9. R6C, R x P ; 10. R7C,
cha por la oposición, siendo esto RlR ( 1 0 . . . R3R ; 1 1 . R8A ) ; 1 1 . R6A,
precisamente lo esencial de la po­ R2D ; 12. R7A y ganan .
sición 328 .
328b. K ril ov-Ru nza, 19S l . Blancas :
328a. K . Ebers, 1941 . Blancas : R6TD, PSAD , P4AR, P3CR, P4TR. Ne­
R8CR, P3AD, P4D , PSR. Negras : RlR, gras : R2R, P2AD, P4AR, P3CR, P4TR ;
P4D , P2D ; el blanco tiene ventaj a . j uegan las blancas. l . R7T ! ( y no l .
Si en el 328 l a zopa principal tenía R7C ?, R2D ; 2 . R8C, R3A ; 3 . R8A,
un «complemento», aquí, por el con­ R x P ; 4 . R x P, R4D y ganan ) ; 1 . . .
trario, se nos aparece en forma irre­ R3R ; 2 . R8C , R4D ( o bien, 2 . . . R2D ;
gular ( mcompleta ) , debido a que 3. R7C, RlD ; 4. P6AD J ; 3. R x P ,
ciertas casillas son inaccesibles a R x P ; 4. R7D y ganan .

2. SISTEMA DEL CUADRADO Y EL TRIANGULO

Después de la oposición corriente, una respecto a la otra, pero pued�


es este sis tema de casillas conjuga­ darse t ambién una disposición ab­
das el que le sigue en importancia y solutamente simétrica de las zona.>
en frecuencia. Su esencia ha sido ( véase el 32S y, de paso, las explica­
transmitida en el diagrama 329. ciones que se dan ) . Además de las
zonas principales tienen también
329 330
gran importancia las casillas de �a
retaguardia colindantes con estas zo ..
nas (su número y las particularida­
des de su situación ) .
Examinemos varios ejemplos.
En el 330 ( V. Halsbers tadt, 1935, la
posicion se halla desviada a l a i z­
quierda en una columna) no se debe
permitir que el rey negro pase al
escaque 3AR. Por eso se debe con­
testar a R2A con RSC, y mediante
el contraataque R6C las blancas se
salvan de R2R del negro . De ahí se
desprende la conj ugación 8AR-STR .
En la posición inicial , el rey negro
puede estar situado en << 1 » ó en <<2» ;
En el 329 las zonas p rincipales se por eso es preciso : l. R4T ! para
presentan baj o la forma de peque­ disponer de las mismas posibilida­
ños triángulos, pudiendo ser las ca­ des ( mala j ugada sería l . R3A ?, R2.\ ;
sillas que los completan a cuadra­ 2. R3R, R2R ; 3. R3A, R2D ! ; 4. R3R,
dos, accesibles o inaccesibles a los R3A ; S. R4R, R3D y ganan) ; l. . . RlA ;
reyes. En el diagrama que comer.­ 2. RST, R2A ; 3. RSC, R2R ; 4. R6C,
tamos, las zonas se hallan desviadas RlA ; S. RST, tablas.

1 75
330a. V. Halberstadt, 1 93S . Blan­ 331
cas : R2TR, PSAR, P3CR. Negras :
R1TR, P4R, P2CR, P4TR ; tablas . Pa­
ra nosotros la solución es extremé!­
damente fácil, pues to que conocemos
la clave de esta posición ( 330 ) . l .
P4C ! ( no l . R2C ?, R2T ; 2 . R3A, R3T ;
3. R4R, R4C y ganan ) ; 1 . . . P x P ( si
1 . . . R2T , entonces 2. PSC, R1 C ; 3 .
R 3 C , R2A ; 4. R3A , tablas ) ; 2. R3C
R2T ; 3. R4T ! ( no 3. R x PC , R3T ; 4.
R4T, PSR ; S . R4C, P6R) ; 3 . . . R l T ;
4. R x PC, R 1 C ; S. R 1 T !, etc.
Damos a continuación dos posicin­
nes más con la misma disposició>r
característica del par blanco-negro
de peones, pero disponiendo de n'O­
vimientos de reserva :

330b. J. M. Labourdonnai s, 1 838. rey pierden ; por ejemplo : l . R3T ?,


Blancas : R2D , P4AD, P2AR, P2CR. R4C ; 2 . R2T, RSC ; 3 . R2C, P4C ; 4
Negras : R3AD , PSD, P4CR, PSCR. R2A, R6T ; S. R3A , R7T ; 6. R4C, R7C,
Labourdonnais estab a en lo cierto etcétera ; o bien, l. R2C ?, R4T ; 2.
al señalar que a la victoria lleva : . R3A , R4C ; 3 . R2C , RSC ; 4 . R2A, R6T :
R3D, R4A ; 2. P3C . Sin embargo , hu­ S. R3A, P4C , etc. Después de l. P4C ! ,
bo críticos que afirmaban que l. R3D las negras n o tienen posibilidad de
pierde a causa de 1 . . . P6C ; 2. P3AR ? ? utilizar el tiempo de reserva P3C-4C ;
( p o r lo visto s e olvidaron de la� por ejemplo : 1 . . . R4C( 2C ) ; 2 . R3C,
reglas de la captura) ; 2 . R4A . Esta
. . R3A ; 3 . R3A ! ( no 3 . R4A?, P4C + ;
posición tiene interés cuando les to­ 4. R3A, R4R ; S. R3C, R3R ; 6. R2A,
ca jugar a las negras ; éstas pueden R2D ; 7. R2R, R3A ; 8 . R2D, R4C ; 9.
salvarse moviendo 1 . . . P6C ! ; 2. P3A ! R2A, RST ; 10. R2C, RSC y ganar¡ ) ;
(2. PC x PA?, pierde) ; 2 . . . R3D ; 3 . 3 . . . R3R ; 4 . R4A, R3A ; S . R3A, R2R ;
R2A, R3A, etc . 6. R4A, R2A ; 7. RSC, R2C ; 8. R4A,
R3T ; 9. R3A, R4C ; 10. R3C , R3A ; 1 1 .
330c . Ein-Zhenevsgi-Botvinnik, se­ R3A ! , tablas . Así pues, a las negras
mifinal del XI Campt)onato de la no les queda otro recurso que inten­
U.R.S .S., 1 938 . Blancas ; R3CR, PSR, tar bloquear los peones con la j u­
P2CR, PSTR. Negras : R2AR, P4AR, gada 1 . . . P4C. Pasan do de largo es­
P2CR, PTR ; j uega el blanco . Siguió : tas primeras j ugada s , considera re­
l. R4A (pensando en 1 . . . R3R ; 2. P3C mos que la posición del diagrama es
y ganan ) ; 1 . . . P3C ! y tablas . Lo co­ lo. inicial .
rrecto hubiese sido, según señaló El 331 es una posición con dos
P. Romanovski : l. R3A ! , P3C ( o puntos de atc.que : el zugzwang :Ie­
bien, 1 . . . R2R ; 2 . R4A ! , R3R ; 3 . P3C ) ; cisivo para las blancas es R3AR-R4R
2 - P x P + ; R x P ; 3 . R4A, P4T ; 4 . P3C. y R2CD-RSCD ( R2TD-RSTD ) . Par�
poder llegar a tiempo a defender el
En la posiciun inicial del estudio flanco de dama ( es decir, para con­
331, los peones se hallan en R3C el testar a RSTD con R2TD ), el rey
blanco y en 3CR el negro . El dia­ blanco debe mantenerse forzosamen­
grama nos muestra la posición que te en la misma columna que el rey
se dio después de las j ugadas l. P4C, negro ; al mismo tiempo, la necesi­
P4C. Las blancas se ven obligadas a dad de defender simultáneamente el
j ugar : l. P4C, ya que moviendo el punto 4AR obliga a las blancas , a

1 76
diferencia de lo que tenía lugar �n 332
el 325, a guardar con todo rigor la
oposición en las zonas principales
( de ahí la numeración de las ca­
sillas 1 , 2, 3, 4 ) . Sólo el zugzwan.;
R3AR-R4R es un «salto de caballo»,
pero las negras no pueden aprove­
charse de esto por impedírselo su
propio peón 3D.
Pasemos a examinar la solución :
l. R3C ( 2C, 1 C ) , R2C ; 2. R2C, R3C
( l a oposición que mantienen las ne­
gras en la columna CR es inútil
por haber en ella una barrera, pero
ahora, a pesar de todo, sobreviene
el momento crítico, ya que no es
indiferente en qué casilla de la co­
lumna CR se encuentra el rey
blanco) ; 3. R1C ! (en esta jugada se
tiene en cuenta la disposición de El ejemplo 332 ( V. Leik, 1941 ) se
las casillas conjugadas en la zona halla muy distante de ser el pri­
principal : 3. R3C ? pierde a causa mero en este sentido y su concep­
de 3 . . . R2A ! ; 4. R3A, R2R ; S. R2R, ción tampoco es original, ya que la
R3R ! ; 6. R2A, R2D , entrando en el idea tiene precedentes . No obstante,
flanco de dama) ; 3 . . . R2A ; 4 . R1A ! , esta posición es cómoda para el es­
R2R ; S . R1R, R3R ; 6 . R2R, R2D ; 7 . tudio, gracias a su sencillez y a que
R! D(2D), R3A ; 8 . R1A(2A), R4C ; 9 . está desprovista de grandes zonas
R1C(3C), RST ; 1 0 . R2T , tablas . de conj ugación ( el 80 era aún más
Las posiciones con dos puntos de sencillo ) .
ataque no son sólo posibles en . ste, E n la posición inicial del proble­
sino en cualquier otro sistema d� ma, la si tuación en el flanco de rey
casillas conj ugadas . La maniobra de es distinta ; a saber : R1AR, P2TR­
los reyes en estas posiciones no vie­ RSCR, PSTR . En contestación a l .
ne determinada de ningún modo por R2C es malo l . . . P6T + , ya que des­
la forma que presente el zugzwang. pués de 2. R2A, RST ; 3. R3A, las ne­
Puede, como en el 33 1 , tener carac­ gras pierden un peón . Sólo queda
terísticas de oposición . Los reye:; 1. .. R4C ! (no se debe 1 . . . R4T ?, a
pueden mantenerse en columnas ve­ causa de 2. R3A, R4C ; 3. P3T, R4T ;
cinas, como en el 332 . La maniobra 3. R2R, encaminándose a 7CD ) ; 2 .
puede ser también mixta ( combina­ P3T, R4T . Esta posición, fij ada � n
da) y hasta completamente distint a e l diagrama, l a consideraremos co­
de l a s d o s indicadas, como se acla­ mo inicial .
rará más adelante . El quid de i ? El 322 se caracteriza por los pun­
cuestión estriba e n que el tipo d e tos de ataque ( casillas críticas ) 4CR
la maniobra depende en cada caso y 7CD y sus correspondientes zugz­
concreto de las características de la wangs : R3AR-R4CR y R6TD-R1CD.
estructura de los peones, es decir, Los caminos más cortos entre las
del sis �ema de casillas críticas que posiciones de zugzwang constan, pa­
corresponde a esta estructura . ra uno y otro adversario, de seis
Consideremos el fundamento te0- escaques (los de blancas 3AR-2R-6TD ;
rico de la maniobra de los reyes en los de negras : 4CR-!D-1CD). El rey
las posiciones con dos puntos de negro debe mantenerse una columna
ataque . a la derecha del blanco .

177
12
El concepto de camino más corto posicwnes , el método a seguir para
fue establecido por R. Bianchetti en ganar consiste en obligar al rey con­
1 92S, al hacer el análisis de una trario a sit¡mrse en una de las ca­
posición . El señaló cada casilla con sillas de su camino más corto y,
dos cifras que indicaban las dis­ después de esto, ocupar la casilla
tancias que la separaban de la pri­ conj ugada en su camino más corto .
mera y de la segunda posición de Es el 332 el problema es más sen­
zugzwang . Aquellos escaques en los cillo. Basta con echar una oj eada al .
que ambas cifras coincidían los con­ diagrama para ver lo estrecha que
sideraba « Conjugados>> . En 193 1 , K. es la « senda» de las negras en la
Ebers adop tó esta nurneracion de octava fila. En ésta no dispone,1
las casillas para construir su teoría de escaques adyacentes al camino
matemática (en gran parte abstrac­ más corto y, por consiguiente, en
ta) de la maniobra de los reyes, ba­ este tramo del camino no se hallan
sada en un sistema de coordenadas . en situación de soportar la menor
El final de su artículo ( las con el u­ desviacwn, cosa que, por el contra­
siones) no fue publicado . En 19S2, rio, pueden permitirse las blancas .
A. Chéron se aprovechó de la inge­ La solucivn debe estar ya clar'l :
niosa idea de Bianchetti, pero con l . R3A, R4C ( las negras se ven obli­
el único fin de escoger por su me­ gadas a realizar una marcha « pa­
diación las casillas conjugadas más ralela») ; 2. R2R, R3A ; 3. R3D, R2R ;
eficaces entre todas ; a partir de 4 . R3A ! , RlR (las negras han podido
este momen to señaló las zonas con­ todavía contestar a la desviación
j ugadas por letras .
del rey blanco, pero ya no pueden
Las distancias que separan las ca­ repeler la segunda y siguiente des­
sillas de los puntos de ataque ( dis­
viación) ; S. R4C !, RlD ; 6 . R4A ! y
tancias « Críticas>>) se ven inmediata­
ganan (6 . . . RlA ; 7. R3D ; o bien, 6
mente en el t ablero, y esto parecía
. . .

R2R ; 7 . RSC ) .
que debiera dar al jugador el pun­
El blanco ha comenzado la ma­
to de orientación que le es tan ne­
niobra decisiva (utilización del
cesario en las complicadas manio­
<< triángulo>>) en la cuarta jugada . El
b ras de los reyes. Sin embargo, co­
aplazarla hubiese sido, para la es­
mo se verá más adelante, y sin de­
tructura de los peones que se con­
jar de reconocer cierta utilidad en
sidera, erróneo ; por ejemplo : 4. R4A,
las consideraciones que acabamos
de exponer, no dej a de ser dudoso RlD ; S. R4C ?, R1A, siguiendo 6 . . .

el que sobre esta base sea posible R1C, con lo que se ponen en condi­
crear un método completo para re­ ciones de atacar a los peones 3R y
�olver las posiciones bloqueadas . 4R. Menos mal que en este caso es
Las casillas del camino más corto posible corregir el error mediante S.
han sido marcadas en el 332 con R3D ! , R2R ; 6 . R3A ! (ejemplo de po­
cifras que señalan sus distancias sición << reversible>> ; si las negras no
(número de jugadas ) al punto de se hallasen tan privadas de movi­
zugzwang izquierdo, primero, y des­ mientos, es decir, si dispusieran de
pués al derecho. Estas casillas co­ una zona suficiente en la retaguar­
rresponden exactamente a las aná­ dia, semejante equivocación podría
logas del adversario y, en este caso, llevar a tablas, y no debe perderse
pueden ser consideradas corno zo­ de vista que estas posiciones << irre­
nas principales . En caso de que el versibles» aparecen con bastante fre­
rey blanco se situase en uno de los cuencia).
escaques del camino más corto , el La posic10n 332 es muy sencilla ;
rey negro deberá responder haciendo el tipo de m aniobra de ésta no hu­
lo mismo, precisamente porque el biera variado aun siendo otra la
camino es el más corto . En muchas posición de los reyes ; por ejemplo :

1 78
R1AD-R1CR. Más adelante examina­ cuente es que la lucha se decida �n
remos casos más complicados . un flanco, generalmente d espues de
Pasemos a considerar las posicio­ haber perdido el tiempo anterior·
nes con un solo punto de ataque . mente mencionado ; en el caso que
Estas posiciones son muy numerosas consideramos los finales pueden ser
y variadas . Pero bajo este nombre se extraordinariamente variados .
suelen comprender sólo las que Después de R2A, las posibilidades
constan ele una o de dos columnas de las blancas en el 333 consisten
libres entre los peones ( general­ en el movimiento P2CR-4CR, lo que
mente, cadenas de peones), y éstas les da un peón pasado, mientras
son ya menos frecuente s . Como re­ que la contramaniobra de las ne­
gla general son muy complicadas . gras reside en la jugada RSD, y, si
hay oportunidad, en P4TD-PSTD
333
( también en PSTD-P6TD ) .
E s t a partida la perdieron l a s ne­
gras después de 1 . . . R4R ; 2. P4TD ! ,
RSD ; 3 . R2D, R4R ; 4 . R3D ! , R4A ;
S. R2R, R4R ; 6. R2A, RSD ; 7. P4CR,
PAR x PCR+ ; 8. R x PCR, R4R ; 9.
R2C !, RSD ; 10. P4AR.
Mucho más consistente hubiese si­
do la defensa 1 . . . PSTD, a la que, se­
gún Taimanov, hubiese podido seguir
2. PCD X PT ! , R4R ( o bien 2. . . R4A,
véase A ) ; 3 . R3D , R4A ; 4 . R2A ! , R4R ;
S. R3A ! , R4A ; 6. R3C, R4R ; 7. PSTD ! ,
PCD x P ; 8 . R4T, RSD ; 9. RSC, PSTD ;
10. P3TD ! , R6A ; 1 1 . R x PA, R6C ; 12.
RSD , R x PT ; 1 3 . PSAD , RSC ; 14.
P6AD, P6TD ; 1S. P7AD, P7TD ; 16.
P8AD = D , P8TD = D ; 17. DSAD + , R6C ;
En el 333, el punto de ataque de 18. D4AD + , siguiendo el cambio de
las blancas es el escaque 4R. Estan­ las damas y una fácil victoria.
do situado el rey blanco en 3D, las A) 2 . . . R4A ; 3 . R3D, R4R ; 4. R3A ,
negras pueden defenderse mediante R3D (o bien, inmediatamente S .
R4R y R4AR. La posición R4R es PSTD ) ; 5 . . R3A ; 6 . PSTD, PCD x PT ;
.

más fuerte, ya que a R3D-2R se pue­ 7 . R4T, R3C (se ha dado una posición
de contestar inmediatamente R4R­ con dos puntos de ataque ; hay que
SD ; estando situado el rey negro atraer al rey negro al escaque 6TD ) ;
en 4AR, las negras, debido a ser 8. P3TD ! , R3T ; 9. R3C, R3C ; 10. R3A,
inaccesible el escaque SR, deberán R3A ; 1 1 . R3D, R3D ; 12. R4R y ganan .
emplear un tiempo más para alcan­ Examinemos ahora otros ejemplos .
zar SD . El negro dispone también 333a. G. Woker, 1 84 1 . Blancas :
de un punto ele ataque (SD) que las R2AR, P3D, P3AR, P4CR. Negras :
blancas pueden defender desde ]a R2CD , PSD, P4CR, P3TR ; las blancas
casilla 3D o la 3AD . no pueden ganar. l. P4A !, R3A ! ( no
Resumiendo, podemos decir qu� 1 . . . P x P ?) ; 2. R3C, R4D, 3D ; S . PSA,
los puntos de ataque se hallan sufi­ ( 3 . R3A, P x P ! ) ; 3 . . . R3D ! ( teniendo
cientemente defendidos y de por d en cuenta la posición de zugzwang
no son peligrosos . Es muy 1 aro el R3A-R4R ) ; 4. R2 A , R4D ; S. R3A,
que en la práctica se dé el caso de R4R ! , y la jugada 6. P6A no da nada .
que en las posiciones con un punto
de ataque se lleve éste a efecto pre­ 333b. Blancas : R3AR, P3AD, PSAR,
cisamente en ese punto. Lo más fre- P4CR. Negras : R3D, PSAD, P3AR,

1 79
P2CR ; tablas. Es inútil l. R4A ó l. lucha la ocupación del escaque lle
R4R, ya que las casillas SR y SA son ataque .
inaccesibles a las blancas . Los esca­ El peón de más y pasado 4D ( «Or­
ques críticos aquí son SD y 4D, y las gullo» de la posición de las negras )
negras pueden defenderlas con éxito. deberá a ciencia cierta ser sacrifica­
do a fin de asegurar un punto de
333c. Blancas : RSAR, P4AD, PSCR,
ataque al rey negro . Pero antes de
P6CR. Negras : R3D, P4AD, P2CR ;
esto es preciso obligar a los peones
ventaj a blanca. En contes tación a
blancos de torre a moverse ( gastar
RSA, las negras se defendieron con
sus tiempos de reserva ) .
R3D ; en caso de R4R habría que
1 . . . P3TD ! (asegurando e l flanco de
j ugar R3R ; sólo a la casilla 4AR no
dama ) ; 2 . R4D, R2D ; 3. RSA, R2R ;
tiene el negro otra que oponer. Por
4. R4D, R2A ( esto obliga a S. P4TR,
eso l . R4A, R3R ; 2. R4R, R3D ; 3.
RSA y ganan. ya que amenaza P3CR-4CR y R-3C-
4T ) ; S. P4TR, R2R ; 6. R3A, R2D ;
333d. R . Bania, 1926. Blancas : 7. R4D, R3A ; 8. R3D , R3C ; 9. R3R !
R1TR, P3TD, PSD, P3CR, P4CR. Ne­ En esta p a rtida las blancas j u­
gras : R1TR, PSTD, P3D, P2D , P4CR ; garon : 9 . R4D , con lo que permi­
el blanco tiene ventaja. ( Para que el tieron que inmediatamente sigu.i esc :
problema tenga solucwn se ha aña­ 9 . . . P4TD ; 10. P3TD, PT x PC, etc. En
dido el peón 3CR. ) l. R2C, R2C ; cambio, ahora preparan una celada :
2. R3A, R3A ; 3. R4R, R3C ; 4. R3D ! , en caso de 9 . . . P4TD ?, seguiría 10.
R3A ; S . R4D, R3C ( las blancas han P4CR ! ! , y en vista de la amenaza
ganado un tiempo ; ahora decide la 1 1 . PSTR, PC X PT ; 12. PSCR, las ne­
partida el peón TD, junto con la gras se ven obligadas a gastar su
maniobra del rey ) ; 6. R4A, R3A ; 7 . tiempo de reserva mediante 10 . . .
R4C, R4R ; 8 . R x PT, R x PD ( de no P4TR, después de lo cual el ganar
existir el peón 3CR, el negro se sal­ es completamente imposible. Pierde
varía jugando : 8 . . . RSA ) ; 9. RSC, 10 . . . PAR x PC , a causa de 1 1 . PSTR,
R4R ! ; 10. P4T, P4D ; 1 1 . PST, PSD ; PCR x PT ; 12. PSAR, PR x PA ; 13. P6R,
12. R4A, RSR ; 13. P6T, P4D + ; 14 . R2A ; 14. PCD x PT ! , P6CR ; 15. P7R ,
P3C !, P6D ; 15. P7T, P7D ; 1 6 . R2A y R2D ; 16. P6TD, PSD + ; 17. R3A, P6D ;
ganan . 1 8 . P7TD , P7D ; 19. R2R, P7CR ; 20.
334 P8R= D + , R x D ; 21. P8TD = D + , y
22 . D x PCR. 9 . . . R2C(2A) ; 10. R2R,
R3A ; 1 1 . R3R, P4TD !
El rey negro se halla más cercano
en un movimiento a la columna « R»,
y el avance 12. P4CR? ya no da re­
sultado : 12 . . . PAR x PC ! ; 1 3 . PSTR,
PCR x PT ; 14. PCD x PT, P6CR ; 1 5 .
PSAR, PR x PA ; 16. P6R, PSD + ; 17.
R3A, P6D ; 1 8 . P7R, R2D ; 19. P6TD,
P7D ; 20. R2R, P7CR ; 21. P7TD, P8D
= D + ; 22. R x D, P8CR = D + y 23 . . .
D x PTD .
12. P3TD (o bien, 12. PCD X PT ; 1 3 .
P4CR, P4TR ! y ganan) ; 1 2 . . . PT x PC ;
13. PT x PC, R2C ó 2A ( sería prema­
turo 13 . . . PSD + ? ; 14. R x PD y la
conjugación quedaría de las blan­
En el 334, después de un interesan­ cas ) ; 14. R4D , R3C ; 1 5 . R3A, PSD + ! ;
te juego en los flancos, resuelve l a 16. R3D , R2C ; 17. R x PD , R3A ! ; 18.

180
R3A, R4D ; 19. R3D, P4TR y ganan 336
las negras.
335

dcanzar el escaque 4CD . La casilla


4AD puede ser ocupada desde do�
La posición 335, cuya composición escaques equivalentes, el 4CD y el
es un tanto irregular, expresa clara­ 3CD . Este « sobrante de conjugación»
mente la idea de un avance en el de las negras obliga a mirar con
centro mediante las maniobras co­ ciertas reservas un posible empleo
rrespondientes, después de lo cual del tiempo de reserva de l as blan lS
se consigue la victoria gracias a que en el transcurso de la partida lme
se dispone de un tiempo de reserva. diante P2TR-4TR) .
Las zonas princip ales son así fá­ En todo caso, se hace preciso obli­
ciles de determinar. Algo más difí­ gar prevramente a las negras a si­
cil resulta establecer la conjugacJUn t uarse en la posición de zug·-:\\ <t t l f,
de las casillas de la retaguardia (2D (R4D-R4CD, y, antes de esto, R4R­
y 2R) ; pero 2R es afín a l a casilla R4AD ) . ¿ Cómo llevar esto a cabo:>
4R y 2D complementa con 2R y 3R Hay que traspasar el turno de jugar
un triángulo . ( Este encadenamiento al negro mediante el método dr!
de triángulos no dej a de ser curioso << triángulo>> . El rey blanco se verá
y caracterís tico .) obligado forzosamente a salir de la
La solución es ahora sencilla : l. zona principal y volver después a
RlD ! , R3A ; 2 . R2D , R4A ; 3 . R2R, ella habiendo conquistado la cvnju
R3A ; 4. R3A, R4D ; S. R3R, R4A ; 6 . gación .
R4R, R3A ; 7 . R4D, R3C ; 8 . R x P3D, El éxito es seguro, ya que si �1
R3A ( ahora nos hallamos ante una r ey negro se sitúa en 4CD o en 3C )
nueva fase, la final ) ; 9 . R4D, R3C ; ( << 1 » ), pierde contacto con la casilh
10. P4AD, R3A ; 1 1 . PSAD, R2A ; 12. 4D ( « 1 »), al tiempo que el rey bl an­
R4A, R3A ; 13. P3AR y ganan . co, maniobrando por los escaques
2R y 2AR, no se aparta ni un ápice
El 336 se dio en la partida Neus­ del esca que 3R ( « 1 » ) ; si, por el con­
tadt-Porges, 1941, que terminó en trario, el rey negro va a mantener�e
tablas . Las zonas p rincipales es­ en la zona principal, las blancns
tán claras ; los reyes se hallan ya si­ gracias al us0 que pueden hacer d e
tuados en ellas, en las casillas que l a s casilla3 d e la retaguardia, �iem­
deberán ir señaladas con la cifn pre hallarán un instante p ropkiCI
« l » .La situación aquí es otra, en las para entrar en la zcna pri ncipal .
casillas de la retaguardia, que en el
335, donde el rey negro no podia l. R3A, R3A

181
Ahora ya no se consigue nada con o bien, R x PAD ; 21 . P6CR, PAR x PC ;
2. R4R, a causa de 2 . . . R4A, y en caso 22 . PAR x PR) ; 2 1 . P6CR, PAR x PC ;
de 3. P4TR?, se tiene 3 . . . R3A ; 4 . 22. P6R, R x PT ; 23 . P7R, R7C ; 24 .
R4D, R4C y tablas, y si 3 . P3TR?, en­ P8R = D , P6TD ; 2S . DSCD + y ganan.
tonces 3 . . . PSTR ! , y tampoco ganan 337
las blancas, ya que a R3A el negro
siempre puede contestar con R4D ;
por ejemplo : 4. R3R, R3A ; S. R2A,
R4A ; 6 . R3A, R4D ! y no se puede
7 . R4C a causa de 7 . . . RSR . Hemos
llegado así al momento principal que
determina la dificultad de este final,
al movimiento de los peones en 1a
columna TR. De antemano es evi­
dente que las blancas no puedeu
avanzar por el centro ; su plan debe
consistir en atraer el peón negro
4TR a 6TR, donde será posible lle­
gar hasta él no sólo desde la casilla
3AR, sino también desde la 2AR.
2 . R2R, ó lAR, R4A ( o bien, 2 . . .
R4D ; 3 . R3R, R4A ; 4 . R4R y las ne­
gras se encuentran en zugzwang) ;
3. R2A, ó 2R, R3A ; 4. R3A ( conquista El final 337 ( *) ha desempeñado un
de la conjugación en la zona princi­ papel histórico en el desarrollo de
pal) ; 4 . . . R4D ; S. R3R, R4A ; 6. R4R,
PSTR ( obligado, debido a 6 . . . R3A ; ( )
* Existe una gran diversidad de opi­
7. R4D, R4C ; 8. P4TR ; pero ahora e s niones respecto al origen de este proble­
preciso conseguir el movimiento del m a y hasta de quién pueda ser su autor.
La comprobación realizada nos permite
peón negro STR-6TR) ; 7. R3A !, R4D ;
afinnar lo que sigue. En la prhnavera
8. R3R ! , R4A ; 9. R4R, R4C \peor se­
· de rgor, Lasker se presentaba e n distintas
ría 9 . . . R6A ; 10. R4D , R4C ; 1 1 . P3TR) ; ciudades de los Estados Unidos, pronun­
10. R4D, P6TR (el objetivo ha sido ciando conferencias y realizando torneos
alcanzado, comenzando ahora un:1 simultáneos. Según testitnonio de un tes­
nueva fase del final , el paso a la cual tigo presencial, el conde A . L . Pazvadovs­
se realiza mediante la típica ganan­ ki, Lasker de1nostró el 21 de mayo de
rgor , e n un club de C h icago, «Uno de sus
cia de tiempo ) ; 1 1 . R3R, R4A ; 12.
últimos finales, ligeramente 1nodi ficado
R2A ! , R4D ; 1 3 . R3A, R4A ; 14. R3C, por Reicbgelm> (337) . Esta noticia fue co­
R4D ; 15. R x PTR, RSR ; 1 6 . R4C y piada por l a revista uShajm atnoe Obozre­
ganan . nie» (190, púg, 245) de uNuova Rivista»
Los diversos finales que se origi­ (núm . 6) . En este tnisn1o año, Lasker
nan no guardan relación directa con publicó su estudio en e l «1\fanchester E\'e­
ning News», y R eichgelm, e n el « C h icago
nuestro tema y se explican de pa­
Tribune » . Queda sin aclarar si la posi­
sada : a) 16 . . . R6R ; 17. R3C, RSR ;
ción 337 se dio e n su totalidad en el torneo
18. P4TR, R6R ; 19. PSTR, PCR x PT ; :-: i m u ltúneo de Lasker o si fue sólo l a dis­
20. PSAR, PR x PA ; 2 1 . P6CR, PAR x tribución característica de los peones, pero
PC ; 22. P6R, PSA + ; 23 . R2T ; b) 16 . . . en todo caso es indudable que el final no
R4D ; 17. R3A, R4C ; 1 8 . P3TR, R4D ; surgió o.en el ntatch Lasker-Reichgelm » .
19. P4T, R4A ; 20. R4C , R4D ; 21 . A tn is preguntas, Lasker, en 1937, contes­
tó : « E l estudio e s n1 ío. Y o conocí a R e ich­
PSTR, PCR x PT ; 22 . R x PTR, RSR ;
gelm e n Filadelfia, e n 1904, donde él me
23 . P6CR, PAR x PC + ; 24. R x PC y dio a conccer !"U n1od ificación » . Hay que
2S. R6A ; e) 16 . . . R6D ; 17. R3A ! , R7A ; reconocer que la variante de R e ichgehn
18. P4TR, R x PCD ; 19. PSTR, PCR x eleva aún más el valor teórico del estudio
PT ; 20. PSAR, PR x PA (20 . . . R x PTD original.

1 82
la teoría de los finales de peones. En se debe mover R1D-2A ! (y no RlA
el período en que la escuela de los o RlR), aun cuando en este caso
partidarios de la oposición triunfaba el número de filas que los separan
en toda la línea y era de todos reco­ inesperadamente resulta ser par y
nocida, se hizo pública una posición los escaques 2A y 2D son del mis­
en la que los seguidores de esta es­ mo color. Si se trata de una excep­
cuela se vieron metidos en un calle­ ción, ¿ qué explicación tiene ? ¿ Cómo
jón sin salida y, hablando lisa y lla­ averiguar estas excepciones para no
namente, les falló el terreno sobre el equivocarse al maniobrar? Es indu­
que se apoyaban.. Este final llamó dable que las recetas p ropuestas no
extraordinariamente la atención y abarcan todo el contenido del 337.
suscitó infinidad de comentarios , El inconvenien te de l as soluciones
conferencias y discusiones ( e n e l cur­ mecánicas consiste precisamente '�n
so de todo esto se volvió a hablar que no permiten averiguar la esen­
de un estudio de Lecocq, publicado cia de las posiciones y se hallan su­
con bas tante anterioridad, y que en jetas al riesgo de caer en un error
su tiempo pasó casi inadvertido ; en cuanto estas últimas se apartan
véase el 342 ) . M. I . Chigorin fue uno lo más mínimo de la norma de ant�
de los pnmeros en señalar la im­ mano establecida.
portancia de las « casillas conjuga­ Examinemos detalladamente la so­
das». lucwn de la 337, por cuanto ésta
Las dificultades que surgen al ma­ i lumina con cl aridad diáfana la teo­
niobrar con los reyes (menores en ría general de los finales de este
el 337 y un poco mayores en la va­ tipo.
riante de Reichgel ni , 337a), se inten­ ¿ Cómo se debe enfocar la solu­
taron salvar múltiples veces , propo­ ción de las posiciones con dos pun­
niendo métodos de solución fáciles, tos de ataque?
<< sin quebraderos de cabeza». Par.t Anto todo deben determinarse las
el final que consideramos se cono­ posiciones de zugzwang alrededor de
cen por lo menos tres recetas ele este estos puntos ( las << a» y « b» en el
tipo. 337) y establecer las características
La última de que tenemos noticia del << camino más corto» entre las
recomienda, después de haber deter­ casillas de zugzwang ( véase el 332 ) .
minado las posiciones principales de Para ambos adversarios éste s e com­
zugzwang ( R4AD-RSCD y R4TR-R3 pone de seis escaques : los del blan­
CR) y de haber comprobado que en co son : 4AD , 3D, 3R(2R), 3AR(2AR ),
éstas los reyes se hallan situados en 3CR, 4TR, y los del negro , 3CD, 2AD ,
columnas vecinas , habiendo una fila 2D( l D ) , 2R( 1R), 2AR, 3CR. En ca > J
de separación entre ellos, considerar de que el camino de las blancas
estas posiciones (lo mismo que cuan­ resultase ser más corto, hablando
do la distancia que separa los reyes en términos generales, no habría « ju­
es de tres y de cinco filas) como gada», el rey se dirigiría sencillamen­
base de la maniobra. Según esto, en te al punto 4TR. Comparando entre
el 337 la solucion es : l . R2C ! , y en sí las casillas conj ugadas del cami­
el 337a, l. RlC !, etc. no más corto, se llega a la conclu­
La primera receta ( teniendo en sión de que el rey negro debe man­
cuenta la época en que fue publica­ tenerse todo el tiempo una columna
da) recomienda en fin de cuentas lo a la izquierda del blanco .
mismo, pero en forma más sencilla : Despues de esto pasamos a exa­
<< Sitúa el rey en la columna vecina minar las posiciones de zugzwan g.
y en un escaque de color distintO•> . No se necesita un análisis para con­
Sin embargo, ambos autores no vencerse de que sería infructuoso
dijeron por qué en la posición R1D­ intentar dar la batalla alrededor del
R2D , tocandoles j ugar a las blancas , punto SCR ; es más, en caso de que

183
el rey negro sea atraído a esta casi­ tión de método y puede s e r enJUI­
lla prematuramente, las tablas son ciada de diversas formas. Los es­
inevitables , ya que las blancas no caques de zugzwang son casillas es­
podrían volver al flanco de dama peciales, p ara las que no hay aná­
a causa del contraataque de las ne­ logas en el tablero . Pero a veces
gras sobre el peun 4AR. se las mcluye en la zona principal,
Si, en gene¡·al, las blancas son ca­ por ejemplo, cuando l a maniobra
paces de conseguir algo, esto solo se halla limitada por falta de espa­
puede ser en el flanco de dama. Uni­ cio (véase a este respecto, entre
camen te « ganándole la partida» aqu1 otros, el 338) .
al adversario (por ej emplo, obligan­ Despues d e haber determinado las
do al rey negro a desviarse dos co­ casillas y las zonas de conj ugación
lumnas a la izquierda) , pueden rea­ (el hallarlas rapidamente se con,;¡­
lizar el ataque decisivo sobre 5CR. gue mediante ejercicios sistemá• i­
Al analizar la situación en el flan­ cos ), pasamos a considerar el mo­
co de dama, partiremos de la posi­ mento principal del análisis, es de­
ción principal de zugzwang 4AD-3CD . cir, a poner en claro si las blancas
La segunda de estas posiciones es l a pueden hacerse con l a conj ugac,vn
3D-3AD ( n o hay que olvidar que l a s en la zona principal . Resulta que
casillas d e l camino m á s corto se co­ las blancas se apoderan de la conj u­
rresponden siempre exactamente gac.un inmediatamente, en su prime­
unas a otras ) . De é!hÍ se desprende ra jugada, en las caslllas de la ret<l­
la conjugación de los escaques de guardia, antes de que los reyes lle­
unión 3AD y 2CD ( señalados con l a guen a la zona principal.
cifra << 2»). A s í pues, la zona principal Concre tamente, en el 337 se debe
de las blancas (en el punto inacce­ jugar l. R2C ! y las negras ya no
sible 4D) es el tnángulo a, 1, 2 ; J a pueden defenders, por ejemplo :
zona d e l a s negras ( en e l punto in­ 1 . . . R2T ; 2. R3C (la casilla l CD es
accesible 3AD ) es análoga. La línea también « Conj ugada>> ; no obstante, a
avanzada ha sido tácil de establecer, la primera oportunidad hay que s a­
entrando después en acción el << en­ lir a la << línea avanzada>>) ; 2 . . . R2C ;
cadenamiento de triángulos» y las 3 . R3A, R2A ; 4. R3D y ganan (4 . .
<< Casillas afines » de que se trató 1'11 R2D ; 5 . R4A, o bien, 4. . . R3C , 2C ;
analizar el 335 . Razonaremos así : el 5. R3R, etc . ) . Una variante intere­
rey blanco alcanza las casillas << 1» sante es : l . R2C, R2T ; 2. R3C, R3T .
y «2>> desde el escaque 2D ( « 3 >> ) ; con Es claro que las blancas continúan
este último sólo puede es tar conju­ 3. R2A !, eligiendo la casilla p ara la
gado el l AD ( una columna a la iz­ que las negras no tienen conjuga­
quierda) y de ningún modo lo está ción (hasta la se hay mucho trecho
lCD ( dos columnas más a la izquier­ y a 3 . . . R3C sigue 4. R2D !, con lo
da). Del mismo modo se determina que el escaque 3A de las negras dej a
el <<4>> y llegaremos a la conclusión de ser inaccesible).
de que nos hallamos ante un siste­ Tocándoles j ugar a las negras , és­
ma de conjugación << Cuadrado-trian­ tas se apoderan de la conj ugación
gular>>. Y si esto es así, la conju­ mediante 1 . . . R2C y, sin perderla
gacwn de las casillas de la zona de ya (2. R3C, R2T , o bien, 2. R2C, RlT)
la << retaguardia>> se ve inmediata­ alcanzan tablas . También se puede
mente, de acuerdo con la caracterís­ 1 . . . RlC, ocupando la conj ugacwn
tica de la << afinidad>> ( saltando u. n después de haber entrado el rey
escaque, según las leyes de l a opo­ blanco en la columna CD .
sición).
¿ Por qué hemos eliminado, en re­ En el 337a ( R1TD-R2TD ) , se debe
sumidas cuentas, la casilla << a>> de jugar l. R l C ! , R2C ; 2. RlA, R2A ; 3 .
la zona principal ? Esta es una cues- RlD. Conservando todo e l tiempo l a

184
conjugación, las blancas no han po­ El 338 es una variante de R. Bian­
dido todavía apoderarse de ella en chetti ( 1925 ) , propuesta por él, junto
la zona principal . Sin embargo, las con el 337, con el deseo evidente de
negras se hallan ahora en .un mo­ demostrar la inmutabilidad del mé­
mento crítico : en caso de 3 . . . RlA, todo de solución de todos los finales
sigue 4 . R2D ! , y si 3 . . . R2D( 1 D ) ; 4. de este tipo. El consideraba que las
R2A !, aprovechándose ele que para blancas ganan después de l . R2C,
la casilla 2A las negras no tienen R2T ; 2 . R3C, etc. Sin embargo, el
ahora conj ugación ( ¡ hasta el escaque parecido de las posiciones le engaiió
8C hay un gran trecho ! ) . Después por completo. Habiendo establecido
de 4 . . . RlA ; S. R2D ! , R2D ; 6 . R3A, para el 337 la numeración de las ca­
R2A ; 7. R3D, la victoria de las blan­ sillas a fin de determinar sus distan­
cas es evidente . Los movimientos cias a ambos puntos de ataque ( lo
finales son extraordinariamente ca­ mismo que en el 332 ) , se olvidó de
racterísticos : después de haber en­ hacer esto para el 338, a pesar de
t rado en condiciones favorables en que estaba obligado a hacerlo, ya
la zona principal, el rey blanco se que había variado la es tructura de
ha acercado consecuentemente al los peones al trasladar los 4AR
punto de ataque (poseyendo también ( blanco ) y 4AR ( negro ) a 6TR y
aquí todo el tiempo la conjugación ), 2TR, respectivamen te. Como ya sa­
hasta que las blancas logran su ob­ bemos, toda variación en la distri­
j e tivo principal : sacan al rey negro bución de los peones da lugar a un
« al camino más corto>> tocándole nuevo sistema de casillas críticas.
j u gar. La esencia de este sis tema puede
Perteneciéndoles mover a las ne­ continuar siendo la misma, pero
gras, se consiguen tablas mediante tamb1én puede cambiar radicalmente.
1 . . . R2C ( también se puede 1 . . . RlC), Es de suponer que Bianchetti com­
pero de ningún modo con 1 . . . R3C?, paró únicamente «los caminos más
a causa de 2 . R2C !, quedando las cortos>> ( a-b) y comprobó que cada
negras sin casilla conj ugada. . uno constaba de cuatro casillas . Pero
Extraordinariamente instructiva debía haber comprobado todos los
resulta la comparación del 337 con escaques de la zona p rincipal . Si
el ejemplo que a continuación se da, tomamos la casilla 2D, veremos que
ya que descubre totalmente la esen­ en el 337 le correspondía solamente
cia de las zonas conj ugadas (la rela­ l a lAD, mientras que en éste se halla
ción mutua entre los flanco s ) . también conj ugada con ella la casilla
lCD, ya que tanto desde 2D como
338 desde l CD se p recisan tres movi­
mientos para alcanzar sus correspon­
dientes escaques de zugzwang « b >>
(las di stancias críticas p ara 2D y
lCD son iguales , respectivamente, a
« 2 , 3»).
Así pues, la zona de conjugación en
el 338 resulta menos rígida para las
negras : a tres casillas (2CD, 2AD y
2D ) de las blancas corresponden dos
( l CD y 1AD) de las negras, en !as
que estas ultimas pueden realizar
maniobras de espera . Esto permite
al negro hacer tablas ; por ejemplo :
l . R2C, R l C ! (y no 1 . . . R2T ?, como
jugaba Bianchetti) ; 2 . R2A, RlA !
( ¡ nada de maniobrar en las colum-

185
nas vecinas ! J ; 3 . R2D, Rl C ! ! ( seme­ que para nuestra posición 338a son
jante « l ibertad» sería inconcebible correctas las zonas señaladas en el
en el 337) ; 4 . R3R (a 4 . R3A, 3D con­ 337.
testarían las negras con 4 . R2C, 2A) ;
. . La conclusión práctica es que, sin
4 . . . RlA ! ; S. R4A, R2D , 1D ; 6. RSA, entrar en los profundos cálculos arri­
R2R, tablas . Bien es verdad que las ba citados , lo más seguro es defen­
blancas pueden realizar a �n una úl­ derse según las zonas del 337 ( a R3R,
tima tentativa : 6. RSC ( en lugar de 4R salva R2D, I D y en caso de R4A,
RSA) ; 6 . . . R2R ; 7. RSA, R2A y da la habría que j ugar RlR ! , siendo l a
impresión de que el rey blanco pue­ continuación : RSA, R2R ! , o bien,
de lanzarse al punto 4AD , pero la RSC, R2A ! ; véase las zonas del flan­
realidad es que se ve ya obligado a co de rey) ; no obstante, cuando no
guardar al peón 6TR. ¡ Esta es la hay elección , hay que defenderse de
verdadera causa de la << libertad de acuerdo con el 338, y si l a defensa
maniobra de las negras » ! El trasla­ no tiene éxito, esto es debido úni­
do de los peones de ambos colores camente a que la posición no tiene
a 6TR y 2TR pone a las negras en defensa de cualquier modo que se la
condiciones de contraatacar, lo que mire .
determina en definitiva todo el sis­ En el 338 es también interesante la
tema ele escaques críticos. distinta disposición de los reyes en
·
Si añadimos a las blancas un peón la columna TD, cuando les toca
en STR ( 338a ), veremos cuán difícil jugar a las blancas. Si el rey negro
resulta a veces determinar las zonas se halla en lTD, la partida termina
principales . Si en el final de dama siempre en tablas; independiente­
que resulta ( 8 . R4R, R3A ; 9 . R3D, mente del lugar en que se encuentre
R4C ; 10. R4A, Rx P4T ! ; 1 1 . RSA, el rey blanco (en lTD, 2TD ó 3TD ) .
R x P3T ; 12. R3A ! , R2C ! ; 13. R x P6D, Estando situado e l rey negro e n 3TD,
P4TR ; 14. R7R, PSTR ; 15 P6D, P6TR ; ganan siempre las blancas . En caso
16. P7D , P7TR ; 17. P8D = D , PSTR = D ) , de que el rey negro ocupe 2TD, son
l a s negras pudieran hacer tablas, se­ tablas si el rey blanco está en lTD,
ría real para el 338a la numeración y c u ando éste se halla en 2TD , son
de las · zonas tal y como en el 338 ; tablas si el rey blanco está en lTD,
pero como las blancas ganan ( des­ y cuando éste se halla en 2TD ó 3TD,
pués de 1 8 . D8AR + , R3C ; o bien, las negras pierden. Todo esto es tá­
inmediatamente, R2T ; 19. D6AR + , cil de deducir de la distribución de
R2T ; 20. D7AR+ y 21 . PSD ), resulta las casillas conjugadas.

3. SISTEMA DE LAS OCHO CASILLAS

Este sistema abarca mayor nú­ desviadas u n a respecto a la otra, es­


mero de escaques que el del cuadra­ tas zonas son simétricas horizontal­
do y el triángulo, pero, como pronto mente .
quedará demostrado, su aplicación
en las partidas es, por regla general, En la segunda distribución , a esta
más fácil. El esquema 339 nos per­ misma zona de las blancas se con­
mite ver los riesgos característicos trapone , a la derecha, la zona simé­
del sistema de las ocho casillas. trica diagonalmente de las negras ( en
En el diagrama 339 se dan dos dis­ el esquema se muestra una simetría
tribuciones distintas. En la prime­ completa, pero pueden darse des­
ra, la zona de las blancas se contra­ viad ones ) .
pone a la zona de las negras, situada Las zonas tienen l a forma d e ·.m
a la izquierda. Aun cuando se hallan cuadrado de 3 x 3, en el cual falta

186
339 tras que de c,.ras, nosotros estima­
mos que se debe hacer uso de una
u otra según el objetivo que se per­
siga. En el caso que estudiamos, la
anotación numérica es sencillamente
imprescindible .
La base del sistema de las ocho
casillas, un núcleo, lo forma el trián­
gulo, que ya conocemos, alrededor
del punto inaccesible. Generalmente,
aun cuando esto no es obligatorio,
la crfra << 1» rep resenta el escaque
de zugzwang ; la << 2 >>, la casilla más
cercana del camino más corto, y la
<< 3 » el escaque de unión . Así pues,
quedan cinco casillas colindantes con
el triángulo. Consideremos la zona
de las blancas en el 339. Las crtras
4, S y 6 se hallan en una misma co­
una casilla ( inaccesible al rey) , y lumna de arriba hacia abajo, y las
constan, por lo tanto, de ocho esca­ 6, 7 y 8, en idéntica fila y de izquier­
que s . da a derecha. Esta distribución
Si en e l sistema d e l cuadrado y e l ( mental) de las cifras debe ser siem­
triángulo e r a relativamente fácil re­ pre seguida.
cordar la conjugac,un de tres y cua­ Pasemos ahora a examinar las zo­
tro casillas, en el que ahora con­ nas de las negras . Merced al eje de
sideramos esto parece más difícil . simetría que tienen, se puede decir
Es, pues, comprensible el que a los que son la « imagen reflej ada en un
prácticos les asuste, generalmente, espejo» de las zonas de las blancas.
l a perspectiva de maniobrar con los Si se dobla mentalmente el tablero
reyes en tan grandes espacios, tan­ por este eje, resulta que las zonas
to más cuanto un movimiento falso (a veces hasta después de haberse
puede variar el resultado de la par­ desviado ), al ser superpuestas, coin­
tida. Sin embargo, estos temores, ciden.
basados en una apreciación super­ Si consideramos la zona izquierda
ficial, son en gran parte exagerados. de las negras, veremos que el orden
Más adelante daremos a conocer mé­ de las cifras en las filas es el mis­
todos sencillos de orientación en las mo que el de las blancas, corres­
zonas de ocho casillas, que permi­ pondiendo en las columnas a la ima­
ten hacer uso de estas últimas con gen invertida por un espej o ( con­
gran facilidad. Y los que es sin es­ fróntense 4 y 4, S y S, 6 y 6 ) .
tas zonas no nos podemos prescin­ A s í pues, nos hallamos ya e n con­
dir, puesto que hasta ahora se des­ diciones de formular la primera de­
conocen otros métodos de solución . ducción práctica : para conservar la
En primer luga r, es necesario lle­ conjugación en la zona principal ( si­
gar a comprender la estructura de métrica horizontalmente ) , hay que
las zonas y, entonces, resulta que contestar al movimiento del rey por
no es tan difícil recordar el sistema una columna ( o por um i fila) con un
de la conjugación ; es más, en fin movimiento análogo del rey propio
de cuentas, no es necesario mante­ por l a columna (o por la fila). Pero
ner nada en la memoria . en los sistemas simétricos diagonal­
En contra de la opinión d e los mente se debe maniobrar precisa­
teóricos que consideran más clara mente al contrario . Examínese aten­
!::- representación por medio de le- tamente el orden de las cifras : las

187
de las blancas situadas en las co­ 340
lumnas (4, S y 6, por ej emplo) , co­
rresponden a las curas de las ne­
gras que se encuentran en filas ( las
mismas 4, S y 6 ) , correspondiendo a
las filas blancas las columnas de
las negras. En este caso es preciso
contestar a un movimiento a lo lar­
go de una columna con otro a lo
largo de una fila, y viceversa . Sin
embargo, no puede ser tomada esta
regla como absoluta. De ella quedan
excluidos los movimientos « envol­
ventes» de los reyes, acerca de los
cuales se hablará más adelante. Pue­
den también darse excepciones en
unos u otros casos específicos de la
posición .
Así pues, debemos recordar : en
los ángulos de cada zona hay siem­
3CR). En el flanco opuesto el punto
pre un « 6», y en el centro, un << 3>> ,
crítico es 6AR . De esto se deducen
En lo que respecta a l a s casillas
las casillas ele zugzwang : 4AD-3CD( l )
de la retaguardia ( afines), se las nu­
y 5AR-2R, así como << el camino más
mera de acuerdo con las leyes de
corto » . Construimos mentalmente el
la oposición (saltando una casilla) .
tnangulo 1, 2, 3 , situamos a la J Z­
Un medio auxiliar para determi­
quiercla la serie vertical 4, S, 6 Y la
nar la conjugacion de las casillas en
zona de las ocho casillas queda com­
ciertos casos complicados puede ser
pletamente determinada . Está tam­
también el color de las m1smas, · e­
bién clara la conjugación ( represen­
gun se verá más adelante. En el
tación) de cada uno ele los escaques
sistema horizontal que consideramos
de la retaguardia . El rey blanco se
(339), las casillas conjugadas son de
encuentra en << 3 » , y el negro, en << S » .
colores opuestos. Si se desplaza la
Las blancas pueden apoderarse in­
zona de las blancas hacia la izquier­
mediatamente de la conjugación (pri­
da sus colores son entonces idénti­
mero en la zona ele la retaguardia ) .
co� ( oposicwn ordinaria) ; lo mis rr:o l . RlC, R2C ; 2 . R l A , R2A ; 3 . R2C !
ocurre si se desplaza la zona hacm
(maniobra envolvente característica :
la derecha . En el sistema diagonal
las blancas aprovechan la primera
(el mismo 339), las casillas conju­
ocasión que se les presenta para ':!n­
gadas son del mismo color, gracias
trar en la zona pnncipal. El blanco
a la simetría absoluta ; pero p ueden
ocupa << 6», por cuanto el negro no
ser de colores opuestos si se despla­
puede contestar ele la misma form a .
za la zona de las blancas hacia l a
Observaremos de paso que a l reali­
izquierda.
zar la maniobra envolvente se puede
Pasemos a examinar algunos ej em­
infringir la << regla del color». Queda
plos prácticos .
por añadir que, además de 3. R2C,
gana también 3 . RlD, y en caso ele
En el 340 las blancas disponen 3 . . . R2C, defendiendo << 7 » y << 8 >>, debe
del tiempo de reserva 2CR-3CR. En j ugarse 4. R2R !) ; 3 . . . RlA (las ne­
relac.un con esto, las casillas 6 TD , gras se basan en que el rey blanco
6CD, 6AD ya no pueden ser conside­ no puede llegar a << 8», pero en estos
radas como críticas, debiendo serlo casos las b lancas continúan el mo­
las STD y SCD (a RSC es insuficiente vimiento envolvente) ; 4. R3C ! , R2A ;
contestar con R2C, a causa de P2CR- S. R4C ! , R3C ; 6. R4A ! ( sería p rema-

188
turo 6. P3CR?, a causa de unas sim­ Las casillas críticas son aquí : SAD,
ples tablas después de 6 . . . R3TD ; l a SD y 6CR. De forma análoga al ejem­
jugada P2CR-3CR liquida todas las plo anterior, los triángulos 1, 2, 3
zonas ) . El problema está ahora re­ se determinan fácilmente . Por cuan­
suelto : a 7. . . R2A seguiría 8. RSC, to no pueden ser complementados
R2C ; 9 . P3CR ; y si 6 . . . R4T ( contra­ hasta un cuadrado, ante nosotros te­
ataque que suprime todas las consi­ nemos un sistema de ocho casillas
deraciones acerca de las zonas ) , ha­ ( véase el dia g rama ; las casillas de
bría que jugar 7. R3D, RSC ; 8. R4R, la retaguardia no han sido cifradas ) .
RSA ; 9. RSA, R x P4D (o bien, 9 . . . Las blancas disponen Jel tiempo de
R x PSD ; 10. R6R, R4A ; 1 1 . P3CR) ; reserva P4TD-STD, y la conjugación
10. R x PAR y, segun se pudo deter­ de las zonas es valedera hasta que
minar hace tiempo contando las ju­
éste haya sido gastado (lo mismCJ
gadas, el peón TR llega antes a la
que en el 340 ) . La posibilidad del
promoción .
cambio P4TD x PCD asegura un col'l­
Comenzando las negras, éstas ha­
traataque inevitable en el futuro de
cen tablas ocupando « 3 >> . Una vez
las negras en el flanco de dama,
que se han hecho con la oposición,
ya no pierden, puesto que nada fre­ cuando el rey blanco se dirij a ( al
na su maniobra : 1 . . . R2C ! ; 2. R1C, final) a la casilla 6CR.
R2T ; 3 . R2T, R 1 C ; 4 . R3T, R2C, etc. Las blancas ganan apoderándose
En los finales de este tipo pueden de la conjugación . l. RlD !, R2D ; 2.
darse varias variantes, pero en re­ R1R, R2R ; 3. R2D ! , RlD (infructuo­
sumidas cuentas no hay necesidad so intento de salvarse mediante la
de ellas : el resultado es evidente de oposición . ¡ No es esto lo que ahora
antemano ; no hay más que no equi­ procede ! ) ; 4. R2R, R1 R ; S. R3D ! ,
vocarse al elegir la casilla conju­ R2R ; 6 . R3R ! (el ocupar junto con
gada (bien es cierto que a veces es la conjugación la casilla « 3 » es siem­
preciso soslayar algún que otro « es­ pre el principio del fin) ; 6. . . R3D ;
colo » ; véase el 344 ) . 7. R4R, R3A . La lucha en la zona ha
terminado a favor de las blancas,
341 pero en el estudio quedan aún otros
sutiles detalle s .
Comienza ahora l a fase del « des­
bloqueo» y de la promoción de los
peones, fase que en cada final pre­
senta facetas distintas . Aquí, el final
es el siguiente (no es fácil calcularlo
de antemano) : 8. R3A, R4D ; 9. R3C !
(en caso de 9. R4C?, salva la situa­
ción 9 . . . RSR) ; 9 . . . R5D ; 10. R4T ! ,
R6A (o bien, 10. . . RSR ) ; 1 1 . R4C,
R6R ; 12. RST, R x PA ; 13. R6C, R4R ;
14. PSTD ! y ganan) ; 1 1 . PT x PC ! ,
PT x PC ; 12. RST, R x PSC ; 1 3 . R6C,
R x P6C ; 14. R x PAR, R6A ! ; 15. RSR I ,
PSCD ; 16. P6AR, P6CD ; 1 7 . P7AR,
P7CR ; 1 8 . P8AR = D , P8C = D ( ahora
el cambio de damas viene forzado ) ;
N . Grigoriev, refiriéndose al escú­ 1 9 . DSAD + , R7D ; 20 . D2AR + , R6A,
dio 341, hizo al margen del libro 6D ; 2 1 . D4D + y ganan .
una lacónica acotación : « ¡ E stupen­ Examinemos las distribuciones dia­
do ! » gonales .

189
342 índole específica de la posicwn , no
todos los escaques << afines» son bue­
nos ; después de 2. . . R2C (amena­
zando R3A y R4R) es ya francamen­
te mala 3. R3T ?, y no hay más re­
medio que jugar 3. R2C ( l C , 3C) en
contestación a la cual tienen las ne­
gras casillas conjugadas que las sal­
van.
A propósito de esto señalemos
que después de 2 . R2C, las negras
no deben pensar en << Oposición» al­
guna y sí unicamente en las << casi­
llas conjugadas » . Pierde, por ejem­
plo, 3 . . . R3A ?, a causa de 4. R2A !
( aprovechándose de que el escaque
7TR se halla muy lejos ; movimiento
envolvente) ; 4 . . . R2A ( o bien, 4 . . .
R4C ; S . R3A ! ; a 4 . . . R3C , 2C contes­
El 342 es la más antigua compo­ tan las blancas sencillamente hacién­
sición sobre el tema que considera­ dose con la conjugacion mediante
mos . Conociendo los dos ejemplos S. R3D , 3A) ; S. R2D ! , R3A ; 6. R2R ! ,
precedentes, no presenta ya dificul­ R3C ; 7 . R3D y ganan . Pero en con­
tad alguna el imaginarse las zonas testación a 3. R2C se alcanzan ta­
de las ocho casillas . Las blancas blas moviendo 3 . . RlT, o bien, 3 . . .
.

ganan si hallándose el rey en 4D R3T (el escaque << 1 » no substituye


pueden j ugar P4R-SR, o bien, encon­ al << 7», aun cuando todo esto es << Opo­
tr.. ndose el rey en 3R, pueden ocu­ sición») ; por ejemplo : 4 . R3C, Rl C
par 4AR . De esto se deducen las po­ (o bien, R3C ) ; S. R2A, R2T, etc.
siciones de zugzwang R4D-R3AR( l ) Es evidente que en un principio
y R3R-R4CR(2 ) . E l camino más corro las blancas deberán maniobrar, no
consta, en total, de dos escaque s . La a lo largo de la columna TD, sino
zona de la retaguardia de las blancas por la p rimera fila, con tanta más
es mucho más rica, lo que les per­ razón que en ésta se apoderan in­
mite elegir el momento en que el mediatamente de la conjugación. Su
rey blanco pueda entrar con éxito juego deberá estar supeditado a dos
en la zona p rincipal ( donde , por ne­ exigencias : 1) hacer llegar lo antes
cesidad, se encontrará mucho antes posible el rey a la zona principal ;
el rey negro ) . 2) entrar sin retraso en el triángulo
Sin embargo, la columna TD no decisivo, poseyendo la conjugación
puede ser utilizada por las blancas en ambos casos o apoderándose de
como base de operaciones a causa ella.
de su alej amiento del peón indefen­ l. RlC !, R2C ( damos una de las
so 4R. Supongamos que en el 342 variantes como ejemplo ) ; 2 . RlA,
les toca jugar a las negras. Estas R3C ; 3. RlD, R4C (ahora tienen oca·
hacen tablas moviendo 1 . . . R2C , ocu­ sión las blancas , por vez primera, de
pando inmediatamente la conjuga­ entrar en la zona principal mediante
ción ( « S » ) . Pero pueden también un movimiento envolvente, es decir,
jugar 1 . . . R2T, ya que las blancas por el momento sin apoderarse di­
no se encuentran en situación ele rectamente de la conjugación ; un;¡
aprovechar esta '<< libertad>> . En efec­ pérdida de tiempo hubiera sido 4 .
to, de acuerdo con el sistema de l as R l R , R3C, viéndose obligadas las
casillas conjugadas, deberían contes­ blancas a regresar con el rey a ID
tar : 2. R2T, pero resulta que, por la para, después de R4C, realizar, por

190
fin, la jugada correcta ; de esto se de casillas ( « ley de las dos casi­
deduce que la maniobra por las ca­ llas >> ) , se consigue o se conserva l a
sillas conjugadas de ningún modo conjugación. A 1 . . . R2C ( 1 , 2) hay
puede ser mecánica) ; 4. R2A ! , R3T ; que contestar 2 . R1A (3, 2). Continue­
5. R2D ( apoderándose de la conj uga­ mos la varían te : 2. . . R3C ( 1 , 1) ; 3 .
ción ; pero en el caso 4 . . . R3A, este RlD (3, 1 ) , R4C ( 1 , O) ; 4 . R2 A ( 2 , 2 ) .
mismo movimiento 5 . R2D hubiese Esto es ya incomp rensible y exige
tenido el valor de un rodeo) ; 5 . . . explicaciones especiales, pues de lo
R4T ; 6 . R3A ! ( 6 . R2R hubiese resul­ contrario acaso no se acierte en esta
tado de nuevo ser << marcar el paso » ) ; jugada. 4 . . . R3T (2, 1 ) ; 5 . R2D (2, 1 ),
6 . . R4C ; 7. R4A ! , R3C ; 8. R3D y ga­
. R4T (2, O) ; 6. R3A ( 1 , 2 ) . ¡ Incom­
nan . ( L a continuación para nues tros prensible de nuevo ! (No obstante, si
fines no presenta interés al guna . ) se juega << Según el sistema>>, hay que
El método d e la conjugación (zona segui r 6 . R2R (2, 0), R3T (2, 1 ) ; 7.
de las ocho casillas ) es actualmente R2D (2, 1 ) , etc. Sin moverse del si­
no sólo el método más sencillo, sino tio . Resulta que el sistema <<falla>>
el más seguro cuando deban jugarse en los movimientos envolventes , a
finales de este tipo. Examinemos , a no ser que los casos en « O>> deban
fin de comparar, otros métodos. ser tratados de forma especial ; pero
Según el metodo de las << distancias ¿ qué forma es ésta?) ; 6 . . . R4C ( 1 , O) ;
críticas » (en el caso que considera­ 7. R4A (0, 2). El mismo « embrollo » .
mos desde ,, ¡ , y << 2»), el escaque 1CR, Sin embargo, e l final es correcto ;
ocupado por el rey negro, se señala 7 . . . R3C ( 1 , 1 ) ; 8. R3D ( 1 , 1 ) , y ganan .
con << 2, 3». Para apoderarse de la Para dar aquí fin a esta breve in­
conjugación, perece que las blancas formación sobre el sistema de << CO·
deberían jugar : l. R2C ( también ordenadas>>, señalaremos su enorme
<< 2, 3 >> ) . No obstante, esto conduce in­ compl icación : 1) en ciertas posicio­
mediatamente a tablas después de nes no se puede determinar por dón­
1 . . . R1T. Es evi dente que en este de deberán pasar los ejes coordena­
caso no se puede partir de las dis­ dos ; 2) al pasar el rey al otro lado
tancias a los escaques de zugzwang. del eje, las distancias vienen dadas
Pero, por consiguiente, tampoco -;; e por magnitudes negativas ; 3) para
puede, en general, hast"\ que no haya explicar las diferentes particulari ·
sido determinado en qué casos y por dades de una posición, su autor
qué hay que hacer excepciones . ( Ebers ) hace uso de numerosos con­
Suscita también dudas el << Sistema ceptos nuevos, abstractos y poco
de coordinadas >> . En éste las distan­ convincentes. Es de suponer que el
cias se miden hasta los ejes coorde­ mismo autor llegó a la conclusión de
nados, cuyos << puntos de apoyo>> son la inutilidad del método, o bien, de
los escaques inaccesibles en el cam­ la imposibilidad de terminarlo, ya
po de cada uno de los contrincantes. que cesó de publicar en la revista la
En las negras , por ejemplo, desde continuación de su estudio .
el punto 4AR, se toman los segmen­ A pesar de todo, c onsideramos que
tos 4AR-1AR y 4AR4TR ; las distan­ sería prematuro rechazar de plano
cias que separan la casilla 1CR de es­ tanto el « sistema de coordenadas >>
tos segmentos quedan especificadas como el << método de las distancias
mediante la anotación << 1 , 3 >> . Para críticas >> . Algo hay de cierto y útil
las blancas ( << punto de apoyO>> 4R) en estas teorías.
se toman los segmentos 4TD4R y Queda aún por examinar el méto­
1R4R. Hay que jugar l. R 1 C ! , ya do simplificado de resolución, <da re­
que el escaque 1CD tiene como coor­ ceta preparada>>, similar a la del 337 .
denadas << 3, 3 >> . Puesto que si una Consiste en la recomendación de
de las cifras coincide, y la otra t'S ocupar en las diagonales de casillas
mayor o menor en un número par negras la oposición ordinaria ( de-

191
j ando un número impar de escaques de las ocho casillas son exactamente
entre los reyes ) y situar los reyes simétricas, sino que Jo son también
en las diagonales de casillas blancas las zonas de la retaguardia ( de igual
de modo que entre ellos haya un magnitud). Los reyes se hallan ya en
número par de é scaques. Berger ( se­ los escaques conjugados, es decir,
guramente teniendo en cuenta las en la posición de zugzwang. La solu­
posiciones del tipo 342a ), hasta se ción tiene dos variantes principales
atrevió a generalizar : en las diago­ ( 1 . RZT, RlC, o bien, l. RlC, R2T,
n ales abiertas, oposición ordinaria ; etcétera) y no contiene nada nuevo .
mientras que en las que tienen ba­ Sin embargo, gana en interés al aña­
rreras, dis tancias pares . Sin embar­ dir a las negras un peón en 4TR.
go, esta receta no resiste comproba­ Con este « regalo» las negras pier­
ción alguna : 1 . R2T, R2A ( entre los
· den hasta jugando el blanco el pri­
reyes hay un numero par de casi­ mero . Después de l . RlC, R2T ( si­
llas) ; 2. R2C, R3A (número impar) ; guiendo el espíritu del sistema de
3. R2A y las negras deben rendirse, contestar a un movimiento horizon­
ya que el escaque 4AR es inaccesible tal con otro vertical ) ; 2. RlA, R3T ;
y el 2TR está muy lejos. O bien, 3. RlD, las negras pierden la conju­
examinemos la posición inicial si­ gación, ya que el escaque que nece­
guiente : R3D-R3CD . 1. R4A, R2A ; sitan, 4TR, es inaccesible, y pierden,
2. R3C, RlC ; 3. R2R, R2A (lo correc­ por ejemplo : 3 . . . R4C ; 4. R2D , R3C ;
to es sólo 3 . . . R2T ! ) ; 4. R2C y las ne­ S. R2A, R4C ; 6. R3C ! ( movimiento
gras pierden de nuevo, lo mismo que envolvente ) ; 6 . R4A ; 7. R4C ! , R3A ;
. .

en el anterior. De acuerdo con la re­ 8. R3A, etc.


ceta propuesta, en la posición R1D­ A causa de la barrera en 4TR las
R4CR hay que jugar 1. RlA, y si casillas en la columna TR han de­
1 . . . R3C, entonces, evidentemente, 2. jado de ser conj ugadas . Pero si se
RlC. En caso de 2. . . R2C, resulta traslada el rey negro a lAR o a 3AR,
que 3. RlT? pierde sin ningún gé­ [as negras pueden siempre hallar la
nero de dudas , mientras que la re­ conjugación en la zona principal,
ceta no nos dice qué es aquí lo co­ sin necesidad de la columna TR
rrecto. para maniobrar, alcanzando tablas
Lo expuesto nos obliga a aceptar si les toca jugar a las blancas.
las « Zonas de las ocho casillas » 343
como base de la solución de Jos
finales que consideramos, sin que
por esto renunciemos a ciertas p ro­
vechosas combinaciones auxiliares
que se proponen en otros métodos,
'
aun cuando de por sí estos últimos
sean defectuosos .
Recomendamos que se examine la
siguiente variación de la posición 342,
ya que pone de manifiesto ciertos
aspectos sumamente instructivos.

342a- V. Bird, 1936 ( según Lecocq ) .


Blancas : RlTD, PSAD , P4D, P3AR,
P3TR. Negras : RlTR, P3AD, P2AD, .
PSAR, PSTR ; ganan las blancas úni­
camente si les toca j ugar a las ne­
gras ; tocándoles a aquéllas jugar,
tablas . Los caminos más cortos son : En el 343 la zona de las blancas
4AD , 3D y 3R, 4AR. No sólo las zonas se halla desviada respecto a la zona

192
de las negras una columna ( la sime­ 344
tría total se había dado de hallarse
esta zona una coluinna más a la
izquierda ) . Debido a esto, las casi­
llas conjugadas son de colores opues­
tos .
No dej a de presentar interés en
este caso la determinación de los
escaques de zugzwang. Estando si­
tuado el rey blanco en 5AD es sufi­
ciente contestar con R2R ; el rey ne­
gro no tiene por qué perder tiempo
en desplazarse al escaque 2D. Pero ,
¿debe acaso admitirse que n R3R
tengan que con testar las negras con
�4C ? En este caso el camino más
corto para las blancas constaría de
tres casillas , y para las negras de
cuatro , lo que traería como resulta­
do el que éstas no pudieran defen­ la demostración analítica de que las
der sus casillas débiles o puntos negras ganan, si les toca jugar, del
críticos (3D y 5CR). Es evidente que
modo siguiente : 1 . . . R2C, l C ; 2. R4C
desde la posición R5AD-R2R, las ne­
( de no contraatacar, las blancas pier­
gras no pueden impedir la jugada
den a causa del tiempo de más ·que
R4AR y deberán contestarla con
tienen las negras ) ; 2 . . . R3A, 2A ; 3 .
R4TR . Así pues, los caminos más
R5A, R3R ( l a existencia d e esta po­
cortos contienen el mismo número
sición de zugzwang era conocida
de escaques y en estos caminos se
de antemano ; de ella parte el siste­
hallan las casillas « 1 » y « 2», a partir
ma de conjugación del cuadrado y
de las cuales construimos mental­
el triángulo que aquí opera y cuyos
mente las zonas principales.
detalles ahora no nos interesan) ; 4 .
La solución no present a para nos­
otros dificultad alguna : las blancas R4C ( n o 4 . . . R4C ?, R3D ) ; 4 . . . R2R ! ;
ganan moviendo l. R2TD, etc . ; co­ 5 . R4T ! (en caso de 5 . R4A, se tiene
menzando las negras, éstas alcanzan 5 . . . P3D + , y a 6. R x P5D, gana 6 . . .
tablas mediante 1 . . . R l CR . R2D ; s i las blancas n o toman en
Aquí , por cierto, aparece de nue­ 5D, entra en acción el sistema de
vo claramente la insuficiencia del diagrama ; por ej emplo : 6. R4C, R2D ;
método de las « distancias críticas », diagrama, por ej emplo : 6. R4C, R2D ;
propuesto por Bianchetti : los esca­ o bien, 6. RSC, R3R y ganan) ; 5 . . .
ques lAD, l D , lR se caracterizan por R3A ! ; 6 . R4C , P3D (cambiando el sis­
las mismas distancias ( « 4, 3»), y los tema de conjugación) ; 7. R3A, R3R ;
2D, 2R, por las «3, 2». Por eso, cuan­ 8. R3D, R2D y ganan .
do el juego tiene lugar en estas ca­ Tocándoles jugar a las blancas, el
sillas, faltan los indicios diferencia­ autor se limita a señalar que des­
dores necesarios para conservar una pués de l . R4C, P3D , se consiguen
conjugación exacta. tablas mediante 2 . R4T ! . El estudio
presenta interés como ejemplo del
En la posición inicial del problema paso de un sistema a otro, así como
344 ( V. Leik, 1939 ) , el rey blanco se por las jugadas que se realizan en el
halla en 3TD y el peón negro 3D, primero de estos sistemas ; no ob s­
en 2D . tante, nosotros sólo examinaremos
Es indudable que el autor preten­ la posición que se da después de l .
dió situar el centro de gravedad en R4C, P3D (344).

193
13
¿A dónde debe ir el rey blanco pa­ puede salvarla con un movimiento.
ra conquistar la conjugación y hacer Así pues, en el 344 se alcanzan
tablas ? Los escaques 3TD, 3CD ( lo tablas con 1 . R4T ! . En cambio, 1 .
mismo que los STD , SCD ) quedan R3A ? pierde, y a que dej a escapar la
inmediatamente eliminados, ya que conjugación a causa de 1 . . . R1C !, etc.
el rey negro ocupa una de las casi­ (el mismo síntoma de afinidad «2»
llas : la « 5 >> o la << 3 >> . Queda única­ y « 5» ) . Esta observación nos per­
mente la difícil elección entre R4TD mite, de ahora en adelante, escoger
y R3AD . Uno de estos movimientos las casillas del movimiento envol­
salva la situación ; el otro, la pierde. vente con mayor seguridad, mejor
E l color de las casillas ( « opuesto» dicho, con seguridad más fundamen­
en el sistema diagonal con desvia­ tada.
ción que se considera) habla en fa­
345
vor de 4TD . Sin embargo, no se pue­
de uno fiar de este indicio, ya que
tanto R4TD como R3A son movi­
mientos envolventes .
En favor d e 4TD tenemos u n indi­
cio más seguro : el rey negro se ha­
lla en el escaque « 6 >> ; por otra par­
te, la comparación de las casillas del
negro lTR, lAR, 1D, lo mismo que
las del blanco 2TD, 4TD, son claros
testimonios de l a afinidad de « 4 >>
y « 6 >>.
Al comprobar esta conclusión me­
diante métodos auxiliares, nos con­
vencemos definitivamente de su jus­
teza. Las distancias críticas para el
negro R1TR son « 5 , 3 » ; y para el
blanco 3AD , « 2, 1» (esto evidente­
mente no nos sirve) , mientras que
para 4TD son « 1 . 3», es decir, pre­ La posición del 345, completamen­
cisamente lo que hace falta (una de te natural por su aspecto, se carac­
las cifras es igual y la otra cuatro teriza por la singularidad con que
unidades mayor) . Del mismo modo, se hallan dis tribuidas las zonas. Los
por el sistema de coordenadas ob­ escaques de zugzwang, Jo mismo que
tenemos : para el negro Rl TR, « 4 , 2» los caminos más cortos, se deter­
y uara el blanco 3AD « 1 , 1» (no minan fácilmente . En estos caminos
sirve) ; para 4AD , « 0 , 2» (plenamente se encuentran << Í » y « 2 » . Pero ¿por
satisfactorio ) . qué al construir las zonas se han
« La ley d e las d o s casillas », com­ tomado (en calidad de puntos de
yprensible en las circunstancias de partida) los escaques inaccesibles 3R
la oposición ordinaria (la distancia y. 6R y no 4D y 5AR o cualquiera
entre los reyes), puede parecer in­ otra combinacwn de estos escaque s ?
comprensible al ser aplicada a las P o r la sencilla razón d e que, e n
distancias críticas. Sin embargo, la caso contrario , « 1 y 2», en ambos
« p aridad» tiene fácil explicación : si contrincantes, no se encontrarían a
uno de los reyes se halla más cerca igual distancia de sus respectivas
que el otro del punto de ataque en casillas de zugzwang.
una casilla, el o tro rey aún puede Una vez determinadas las zonas el
equilibrar la situación, siempre y problema está resuelto : las blancas
cuando le toque jugar ; en cambio, alcanzan tablas con R2A ! ( Tocándo­
una diferencia de dos casillas no les jugar a las negras, éstas no hacen

1 94
más que acercarse al peón blanco no son conjugadas y quedan fuera
3AR . ) de la zona.
346 La solución no presenta ahora difi­
cultad alguna : l . R2A ! (conquista de
la oposición) ; 1 . . . RlCR ; 2 . R3A, RlA
( atrayendo a las blancas a que co­
metan el error 3. R4A?) ; 3. R2D !
(movimiento envolvente y al mismo
tiempo única forma de acercarse al
escaque 4AR sin perder la conju­
gación) ; 3 . . . RlR ! (la mej or j ugada,
ya que la maniobra en las zonas es
completamente in wtil ; por ejemplo :
3 . . . R2A ; 4. R2R, R3C ; S. R3R y ga­
nan ; o bien, 3 . . . R2C ; 4. R3D , R2A ;
S. R4D ! y ganan ; en la última varian­
te, Grigoriev alargaba en demasía l a
solución, considerando que la única
jugada era S. R2R).
La continuación se aparta ele nues­
tro tema, pero el final es, a su
El 346 nos da a conocer un caso modo, interesante.
interesante. Las blancas ganan : 4 . R3R, R2D ;
Las posiciones de zugzwang se de­ S. R4A, RlA ; 6. RSC ! , R2C ; 7. R3C !
terminan fácilmente R3AR-R4CR y (7. R x i" TR? conduce a tablas ) ; 7 . . .
R4AR-R4TR. El escaque 3R, desde d R3C ( o bien, 7 . . . RlA ; 8 . R2C ! ; «fila
que se puede pasar tanto a 3AR principal ») ; 8. R2A, R x PCD ; 9 . R x
como a 4AR, tiene su conj ugado en P7R, P4AD ; 10. R X P6R, PSAD ; 1 1 .
el del negro 3CR ( << 2 » ) . Este es uno R7A, P6A ; 1 2 . P6R, P7A ; 1 3 . P7R,
de los extremos del camino más cor­ P8AD = D ; 14. P8AD = D + y las blan­
to, en el que también se halla situa­ cas, después de haber trasladado la
do <d » (a R3R-4D , las negras se ven dama a SAR, avanzan el peón R.
obligadas <\ contestar R3CR-2AR, ya Tocándoles jugar a las negras, és­
que R3CR-4CR llega tarde). El em­ tas, en el 346, alcanzan tablas me­
plazamiento de las zonas principales diante 1 . . . R2T !, etc.
está ya claro . Como conclusión señalaremos un
Pero ¿ qué sucede con el otro ex­ método práctico para jugar en las
tremo del camino más corto ? A R6A posiciones en las que el número de
ele las blancas las negras pueden casillas conj ugadas es superior a
defenderse con R l D . Sin embargo, ocho, faltando síntomas tan eviden­
después de esto el rey blanco se ve tes para la construcción de las zonas
ya obligado a mantenerse en el flan­ como son los puntos inaccesibles
co de dama, puesto que las negras ( véase el 347 ) .
disponen de un ataque contra el
peón SCD . ¿A partir de qué mo­ E l hallar l o s puntos d e zugzwang
mento se presenta éste? Inmedia­ y el determinar los caminos más cor­
tamente después de las j ugadas RSA, tos no presenta dificultad alguna.
RlR, pueden las negras contestar a En el 347, el rey blanco se halla pre­
R4D con RlD, hac1endo caso omiso cisamente en el centro del camino
de la conjugac10n en las zonas. Del más corto ( 2 , 2 ) . Traslademos con
mismo modo, en la posición R4AD­ la mente al rey negro a esta misma
R1AR alcanzan tablas las negras con posición ( a 3R ) . Los reyes se en­
RlR. Por consiguiente, las casillas contrarán en situación de zugzwang,
4AD ( del blanco) y lAR ( del negro) ya que todas las casillas de los ca-

195
347 Después de haber determinado en
el 347 el emplazamiento y la conju­
gación de las zonas de las ocho ca­
sillas y conociendo, además, la con­
jugación de los escaques del camino
más corto, podremos , si hace falta,
determinar fácilmente en cualquier
momento la conj ugación de varias
casillas adyacentes.
Si el rey negro ocupa << 3 » ( en la
zona de retaguardia ) , las blancas ha­
cen tablas mediante l. R2C !, etc.
A esta conclusión se podía haber
llegado también bas<�ndose en el mé­
todo de las << distancias críticas » ; és­
tas, para la casilla de las negras 2TR,
son << 5, 3», y para la de las blancas
2CD, <<3, 3» ( ley de las dos casi­
minos más cortos se hallan conjuga­ llas ) . No obstante, anteriormente vi­
das unas con otras. Los escaques de mos que en este método los esca­
la retaguardia son también todos ques no tienen una caracterís tica de
conjugados, cuando son adyacentes un solo valor, por lo que pueden
a las casillas del camino más corto . producirse errores ; además, la bús­
Tomando los emplazamientos de los qut:da de la casilla << 3, 3» se halla li­
reyes como puntos de partida, pode­ gada al cálculo de las distancias
mos, utilizando el método corriente, para todas las casillas que la r o­
construir junto a ellos las zonas de dean, con la particularidad de que
las ocho casillas . De este modo he­ estos cálculos ( comparativos ) hay
mos separado el núcleo principal de que realizarlos mientras dure la ma­
la masa de las casillas conjugadas. niobra· ( p rueben a calcular la exacti­
En la realidad, tiene lugar además tud de la maniobra con varias j uga­
la conjugación 4CD-2D y 4TD-1D,
das de antelación ) , mientras que es­
así como 2D-4AR y 1D-4CR.
tando determinadas las zonas com­
Puede decirse que ante nosotros
pletas de ocho casillas , se tiene a
tenemos un sistema de doce casillas,
primera vista la orientación que �e
siendo éste, al parecer, el límite po­
precisa.
sible en el tablero de 8 x 8, a causa
de las barreras de peones. Estos "En caso de que se diesen posicio­
sistemas son poco frecuentes y no nes en las que los caminos más cor­
hay necesidad de recordarlos si se tos posean un número par de casi­
utiliza el método práctico que hemos llas y, por consiguiente, tengan dos
recomendado . Es posible que los puntos medios , éstos pueden ser
sis temas de las ocho casillas sean mentalmente representados por << 1 »
parte ( fragmentos ) de sistemas com­ y <<2», y luego construir alrededor de
pletos de doce que no tienen cabida ellos las zonas de ocho casillas. Para
en el tablero, del mismo modo que otros casos que se puedan dar, es
los sistemas del cuadrado y del imposible que no se encuentre una
triángulo sean parte de sistemas solución práctica que corresponda a
completos de ocho . la situación dada .

1 96
4. SISTEMA «T»

Este sistema, que se presenta fre­ En la posJcJon original los reyes


cuentemente y cuyo nombre propu­ se hallaban en 20 y 1 0 . El desplaza­
so Bird, se halla representado en e1 miento que hemos erectuado persi­
esquema 348 . gue el fin de hacer más visible las
348 348a representaciones numéricas de las
zonas, y, al mismo tiempo , es una
pequeña mej ora del estudio para
el caso en que les toque j ugar a las
negras .
En el 349 se determinan fácilmente
las conjugaciones : 50-20, 5R-2R, 6AR-
1AR y, en relación con esto, SAR-lR.
Los escaques 1 , 2, 3 so atacados si­
multáneamente por las blancas des­
de 4R, con el que se halla conjugado
por parte de las negras 1 0 . Con esto
termina la determinación de las zo­
nas principales .
La estructura de la z ona de la re­
taguardia es característica. Las casi­
llas afines se distribuyen en cada
columna igual que en la oposic,un
En el 348, a tr� s casillas de la fila ordinaria, pero si se abarcan con la
corresponde una zona en forma de mirada las tres columnas a la vez,
tnangulo que puede ser complemen­ resulta que todos los « 3 » y todos los
tada has ta un cuadrado ( 348a ). La « 1 » se encuentran entrelazados unos
zona p rincipal de las blancas tiene con otros por saltos de caballo ( 2 0-
la forma de una « T » . 3AR-40-SAR y 30-4AR-50). Por otro
La determinación del sistema << T » lado, a la derecha y a la izquierda
no suele presentar dificultades ; pero, de la columna central « R», vemos "!n
a veces, se dan casos complicados. cada fila la alternación 1-3, 3-1 , 1-3 .
Veamos unos cuantos ej emplos . Los escaques ZAR, 1 0 , l R , lAR, no
estái). cifrados, ya que en este caso
349 no son activos en relación con las
posibilidades de contraataque de l as
negras ( el peón SCR ! ) . Señalemos de
paso que estando el rey negro en
3R, 2R y lR, no amenaza P2AR-3AR,
a causa de PSCR-6CR.
Después de haber determinado las
zonas, l a solución no presenta difi­
cultad alguna : el rey negro se en­
cuentra en « 3 >> ; por eso las blancas
se hacen con la conjugación l. R2D ! ,
RlD ; 2. R2R, RlR ; 3. R3A, R2R ;
4. R3R, R l R (4 . . . R3R ; 5. R4R) ; 5.
R40 , RlD ; 6. R4R, RlR ; 7. RSA, R2R ;
8. RSR, R20 ; 9. R3A, RlR ; 10. R2C,
R2R ; 1 1 . R x PTR, RlA ; 12. RST y
ganan.

197
Tocándoles j ugar a las negras : 1 . . . presentación por 4, 3 ( en lugar de
RlD ! ( pero d e ningún modo 1 . . . 3, 4 ) ; las representaciones numéri­
R2A ; 2 . R2D ! , R1A ; 3 . R3R ! y ga­ cas restantes no son necesarias. Re­
nan ) ; 2. R2D, R1R ; 3. R2R, RlD ; 4. sulta un sistema del cuadrado y el
R2A (a esta casilla es afín la « 1 » ) ; tr dngulo con la cifra complementa­
4 . . . R2D ; 5 . R3A, R1R ; 6 . R3R, R2R ; ria «3» en 5AR ( parecido al 328 ) ; en
7. R4A, R2D ; 8. R5A, R1R ; 9. R4R, este caso las blancas se hacen con la
RlD ; 10. R4D, R1R ; 1 1 . R5D , R2D ; conjugación l. R2A, R2R ( 1 . . . P4AR ;
12. RSR, R2R ; 13. RSA, R1R ; 14. R6A, 2. PCRx PA, R2A ; 3. R3A y en caso
R1A, tablas . de 3 . . . R3C, se j ugaría 4 . P7AR ! ) ;
2. R3D , R2D ; 3 . R4R, R3R ; 4. R4A,
349a. V. Bird, 1936. Blancas : R2D, R2D ( 4 . . . P3AR ; S. P6CR ) ; 5. RSA,
P5CD, PSCR, PóTR. Negras : RlD, Rl R ; 6. R4R ! ( este escaque también
P3CD, P2AR, P2TR ; ven taj a blanca, es <<3» ) ; 6 . . . R1D ; 7. R4D , con lo que
pero si les toca jugar a las negras la resis tencia de las negras se vie'
es tablas . Las zonas p rincipales son ne abaj o ; 7 . . . R2D ; 8 . RSD, R2R ; 9.
las mismas, pero en relación con RSR, R1R ; 10. R6D ! , RlD ; 1 1 . RSA,
los cambios en la estructura de los R2R ; 12. R4C, R3R ; 13. R x PTD,
peones en el flanco de dama, las ne­ R4A ; 14. R4C, R x PCR ; 15. P4TD,
gras pueden ahora utilizar las casi­ P4AR ; 16. PSTD, PSAR ; 1 7 . R3A,
llas 3D, 3R (en contestación a R4D RSC ; 18. R2D y el rey negro es atraí­
y R4R, y a R4A mover R2D ) . Ade­ do a 7CR, donde sera j aque al pro­
más, a diferencia del 349, las negras mover el peon blanco .
pueden maniobrar con éxito en las Nuestro conocimiento del cambi'J
casillas 2AD y 1 AD ( en contestación de la estructura de las zonas al va­
a R3R y R3A), pero unicamente mien­ riar la colocación de los peones será
tras el rey blanco no esté más allá aún más completo con el ejemplo si­
de la tercera fila . Dan tablas 1 . . . R1A guiente :
( lR), etc. Siendo el turno de las
blancas, éstas ganan con l. R2R, etc. 349d. V. Bird, 1936- Bbncas :
Estas variantes han sido compues­ R2AD, P4CD , P4CR, PSTR. éegras :
tas sobre la base del 349b . R1R, P4CD, P3AR, P3TR ; las blancas
llevan ventaj a. En comparación con
349b. K. Ebers, 1935 . Blancas : R1R, el 349a ,todos los peones se encuen­
P4TD, PSCR, P6TR. Negras : R1R, tran una fila más abaj o y el movi­
P3CD, P2AR, P2TR ; las blancas tie­ miento del peón CR en contes ta­
nen ventaj a . l. R2D, RlD ; 2. ·R2R, cwn a P3AR-4AR carece de la fuerza
R1A( 1 R ) ; 3. R3A, R2A ; 4. R3R, R1A ; que antes tenía. Por esto el rey blan­
S. R4D, RlD ; 6. R4R, R1R ; 7. R6A, co ya no puede maniobrar libremen­
etcétera. te en el fondo de la retaguardia ; la
Es extraordinariamente interesan­ zona de la retaguardia blanca se
te el que, a pesar de la semejanza hace menor. La zona principal de las
de las posiciones, el ejemplo que se negras abarca las casillas 3D, 3R,
da a continuación tenga otras zonas 2D, 2R, y la de las blancas, 4D, 4R,
y exij a una forma completamen te 4AR, 3R. De la zona de la retaguar­
distinta de llevar la partida. dia de las blancas quedan sólo los
escaques 3D <<3 » ) y 3AR ( << l » ). Las
349c. K. Ebers, 1935 . Blancas : blancas ganan mediante l. R2D, R1D
R1CD, P3TD, PSCR, P6TR. Negras : ( si el rey se encamina a la séptima
R1AR, PSTD, P2AR, P2TD ; ventaj a fila, las blancas se apoderan inmedia­
blanca . La zona de las negras es la tamente de la conjugación ) ; 2. R2R,
misma. En la zona de las blancas R1 R ; 3 . R3A, R2D ; 4. R3R, R3D ;
quedan sólo 1, 2, 3 en la quinta fila ; S. R4D, R3A ; 6. R4R, R3D ; 7. RSA,
las casillas 4D, 4R cambian su re- etcétera.

198
Los ejemplos que siguen ilustran En el ejemplo siguiente la zona de
el sis tema <<T » con otras estructuras las blancas se extiende hacia abajo
de peones . hasta el límite del tablero .
350
350a. V<< Bird, 1936. Blancas : R l D ,
P2AD, P4AD, P4TR. Negras : R2D,
P4AD, P3CR ; superioridad blanca .
l . RlR, R2R ; 2. R1A, R2A ; 3. R2C,
R3A ; 4 . R2A, R2A (o bien, 4 . . . P4CR ;
S. PSTR ! ) ; S. R3R, R2R ; 6. R3A, R2A ;
7. R4C, R3A ; 8. R4A, R3R ; 9. RSC,
R2A ; 10. R6T, R3A ; 1 1 . P3AD y ganan .
Al exponer los capítulos anteriores
hemos tenido ocasión de emplear el
sistema «T», pero, por necesidad, en
forma «Camuflada>> .
351

La es tructura de las zonas en el


350 es la misma que en el 349d. Se­
ría erróneo deducir, partiendo de la
posición de zugzwang RSCR-R2CR,
·

que las blancas deben ocupar la opo­


sición con la j ugada l. R2D . Después
de 1 . . . R2R ; 2. R3R, R2A ; 3. R3A,
R2R ; 4 . R4C, R2A ; S . RSC, R2C, es
evidente la inutilidad de las tentati­
vas de regirse por la oposición ordi­
naria.
Lo correcto es l. R2R ! , R1R ( la
entrada en la séptima fila hubiese
permitido a las blancas apoderarse Al explicar la posición 2SS era pre­
inmediatamente de la conjugacwn ) ; maturo hablar al lector, todavía no
2. R2A, R2A ( o bien, 2 . . . R1A ; 3 . preparado para ello, de un sistema
R3C ! ) ; 3 . R3R, R2R ; 4. R3A, R3A ; << T>> . Fue preciso recurrir al método
S. R4C, R3A ; 6. R4A, R3R (o b ien, simplificado del « encadenamiento»
6 . . . R2A ; 7 . RSR, R2R ; 8. PSCD, PTD de los triangulos , lo que, no obstan­
x PC ; 9 . P4CD) ; 7 . RSC, R2A ; 8 . R6T, te, esclarecía de forma insuficiente
R3A ; 9. PSCD ! y ganan . la situación en las columnas AD,
9 . . . PTD x PC ( en caso de 9 . . . PAD D y R.
x PC, se tendría 10. P6AD, R3R ; ! 1 . Pero si se compara ahora la so­
R x PCR, P4TD ; 12. PSTR, PSTD ; 13. lución del 25S con las zonas en el
PCD x PT, PSC ! ; 14. P2AD, R2D ; 15. 351 ( sin perder de vista el obj etivo
P8AD = D + , R x D ; 1 6 . P6TR y ga­ estratégico base de la maniobra ) , r e­
nan ) ; 10. P4CD, R4AR ( 10 . . . R2A ; 1 1 . sulta que aquel complicado ejemplo
R7T, y 12. RSC) ; 1 1 . R7C, P4CR ; 12. se resuelve de forma sorprendente­
PTR x PC, R x PC ; 13. R7A, R4A ; 14. mente sencilla : l . R3D, R1C ; 2 . R4R
R7R, R4R ; 15. R7D , R4D ; 1 6. R7A, ( atacando a «2» y a «3» ) ; 2 . . . RlA ;
RSA ; 17. R x PA, R x PC ; 1 8 . R6C, 3. R4D, RlD ; 4. R4A, RlA ; S. RSC,
RST ; 19. P6A y ganan. R2A ; 6 . RSA, etc.

199
Consideremos ahora una posrcwn 2R-2AR. Haciendo caso omiso de las
con tal entrelazamiento de casillas casillas «a», que no forman parte .le
conj ugadas que la búsqueda del sis­ las zonas , resulta que a la serie 2R,
tema «T» exige una atención con­ 2D ( « 1 » y «2», contando a partir del
centrada. rey blanco ) corresponde la serie 3AR,
352 3R de las negras . Los escaques << 1 ,
2» pueden ser atacados por las blan­
cas desde l D , lR y defendidos por
las negras desde 2R, 2AR. La expe­
riencia adquirida indica que la zona
de las negras es un cuadrado. Lo
único que no sabemos es cómo SI­
tuar en él <<3, 4» ; las distancias crí­
ticas no dan respuesta a esta cues­
tión .
Dirigiéndose al escaque siguiente
clel camino m ás corto, el 3AD, halla
mos la conj ugación 3AD-2D, y por
cuanto 2D-3R nos es ya conocida, �e
c�etermina af imismo la conj ugación
2AD-2R. Esto pone inmediatamente
en claro la cuestión. Junto a los es­
caques « 1, z ,, de las blancas se junta
en la misma horizontal una ter­
En el 352, el autor ha señalado las cera casilla, la conj ugada, de la cual
casillas conjugadas en el campo de se presenta en las negras, en la re­
las negras median te seis cifras ( en taguardia ele la línea más avanzada
la séptima horizontal, << 5, 4 y 1 » ; del cuadrado . Y esto es precisamen­
en l a sexta, <<2 y 3», y en l a quinta, te lo que caracteriza al sistema « T •>.
<< 6 » ) , y con estas mismas cifras ha La situación de las zonas y las re­
marcado de forma an . .loga todas las presentaciones numéricas las vemos
casillas en el campo de las blancas ahora con perfecta claridad. El rey
( 3AD, << 5», 3R, <<6», y las dos primeras negro se halla situado en « 4>>, y las
filas , con « 1 , 4» ) . Se obtienen así blancas pueden conquistar l a conju­
unas zonas de conjugación en cuya gación.
estructura no hay sistema alguno y, De esto se ·deduce que en la inevi­
en todo caso, nada que se pueda re­ table carrera por los « caminos más
cordar para maniobrar en el table­ cortos>> las blancas han de resultar
ro, privado de señales. Todo esto ( s vencedoras . La única contrachance
comprensible si se tiene en cuenta de las negras consiste en sa crificar,
el estado en que en aquel tiempo en el momento oportuno, el peón
se encontraba la teoría. Sin embar­ SCR, a fin de que, después de haber­
go, actualmente, aun conociendo la se situado con el rey en 4TD, j ugar
existencia del sistema << T», no es fá­ P4CD-S CD. Sólo que este momento
cil determinar en seguida el sis tema del contraataque exige un cálculo
que en este caso actúa. exacto, ya que la maniobra de los
Cualesquiera que sean las circuns­ reyes, cuando la relacion de fuerzas
tancias, se debe comenzar por deter­ por ambas partes ha sido puesta al
minar los puntos de zugzwang y los descubierto, es únicamente cuestión
caminos más cortos ( todos los esca­ de « técnic3>> .
ques de los cuales se hallan conju­ l . RlA ! , R2R ; 2 . R l R , R2A ( situa!"­
gados unos con otros ) . Sin dificul­ se en el camino más corto significa
tad podemos encontrar las conjuga­ perder antes : 2 . . . R3R ; 3. R2D , o
ciones 3R-4A y 2D-3R, así como la bien, 2 . . . R2D ; 3. R2R, R3R ; 4. R2D ) ;

200
S. RID, R2R ; 4. R2A, R2D (más débil a primera vista parece una distribu­
es 4 . . . R3R, a causa de S . R2D , R3A ; ción desordenada de las casillas con­
6. R3A, R2R ; 7. R4C, R2D ; 8. RST, j ugadas form a en realidad un sis te­
R2A ; 9 . R6T, RID ; 10. R7C, R2D ; 1 1 · ma armonie>ro
R6C ) ; S. R3A, R2A ; 6 . R2D, R2C ; 353"
7 . R3R, R3T ; 8 . R4A, R4T ; 9 . RSR ! ,
PSCD ; 10. PTD -x P C + , R x PC ; 1 1 .
R6D, R6T ; 1 2 . R x PA, R x PT ; 13.
R x PD, P6T ; 14. P6AD, R6C ; 1S.
P7AD, P7TD ; 16. P8AD = D , P8TD = D ;
17. D X PCR y las blancas ganan.
En la posición que sigue la zona
«T» presenta una forma original .
353

El 213c se basa en un sis tema an:i­


logo. Para determinar todas las par­
ticularidades de la maniobra, ofrece­
mos la confi guración de las zonas
que se señala en el diagrama. La vic­
toria se alcanza de una forma únio;a
que no permite inexactitud ·alguna.
Si se consiente que las negras, en
cualquier instante y lugar, se apo­
Comparando el 353 con el 19a po­ ciercn de la conjugación, las tablas
demos convencernos de que lo qu� 5on inevitables .

5. ALGUNAS OBSERVACIONES Y CONCLUSIONES

En los párrafos anteriores se han dej a de ser ese << coco» que antes
dado a conocer los sistemas de con­ parecía. En resumidas cuentas , es
j uga ción principales y más frecuen­ también bastante sencillo , aun cuan
tes. do en él se hallarán sin duda toda­
La oposictón ordinaria es relativa­ YÍa casos particulares interesantes y
mente �enc:illa y hace mucho tiempo se precisarán detalles generales .
que se conoce, pero para dominarla En lo que respecta al sistema del
a la perfección es necesario conocer cuadrado y el triángulo, que encuen­
la naturaleza de la columna y de la tra amplia aplicación en las más di·
fila p rincipal, incluyendo el principio versas circunstancias, no ofrece la
del « movimiento envolvente» y, menor duda de que debe ser aún
cuando esto es necesario, de la profundamente estudiado . En los
« conjugación rectangular» . « encadenamientos>> de los triángulos ,
El sistema de las ocho casillas, fantasticos a veces , es difícil orien­
después de los métodos prácticos tarse con absoluta claridad. El sis­
de orientación que hemos señalado, tema de la << T>>, descubierto po1·

201
Bird, puede servir de ejemplo de 354
individualización, es decir, de sepa­
ración en un grupo más o menos in­
aependiente de determinadas clases
de conj ugacwn . Es indudable que en
este punto son posibles otros ha­
llazgos felices.
Acaso la misma denominación de
sistema del « Cuadrado y el tnan­
gulo» haya que considerarla como
pasajera. En su sistematización, Bird
reconoce únicamente el sistema del
« Cuadrado» considerando en él co­
mo indispensable la posibilidad ele
que el rey tenga acceso a las cuatro
casillas . Sin embargo, no se observa
diferencia alguna de principio en la
maniobra, cuando una de las casillas
resulta ser inaccesible . He aquí por
qué para empezar hemos reunido to­ uno de los es tudios de Betinsh. Este
dos estos casos, incluyendo adcmas es un ejemplo entre la infinidad de
la conj ugación de los triángulos sen­ casos diferentes de las posiciones de
cillos en un solo grupo. zugzwang que se presentan en la
Bird no paso de su sistematización práctica. En cada caso, estas posicio­
y descripción de las zonas primitivas nes se determinan ( se hallan) en el
en esencia . Por nuestra parte hemos transcurso de la partida. No hay nc·
creído necesario hacer alguna que cesidad de basar en no importa qué
otra generalizacién, dar indicaciones << Sistemas >> todos Jos grupitos de ca­
de carácter práctico y señalar algu­ sillas conjuga da> de este género.
nas experiencias que suelen general­ Otra cosa es la posición que sig•1e :
mente adquirirse cuando se estudia
355
con atención un extenso material
que trata de un mismo tema.
Hay que ponerse en guardia con­
tra la desmedida afición a sis tema­
tizar, que conduce a una sucesión de
fantásticos y << raros» casos de con­
j ugaC Íón. Se está más en lo cierto
partiendo ele que existen unas leyes
generales de distribución de las zo­
nas conj ugadas , aun cuando éstas
pueden sufrir variaciones ( o altera­
ciones) en relación con las particula­
ridades de la estructura de los peo­
nes, o b ien, cuando la parte pasiva
puede jugar a la contra (véase, por
ejemplo, el 346 ) .
Para que sirva de aclaración a l o
dicho, compárense los d o s ejemplos
siguientes . Bird da la anotación del 355 (los
reyes se hallan en l R y lR) como
En el 354 (los reys se hallan situa­ ejemplo de << sistema raro>>, convir­
dos en 4AR y 2AR ) se muestra la tiendo este caso poco menos que en
zona principal, que caracteriza a una excepción, algo así como un

202
<< Caso curioso>> . Pero, en realidad, tación a 1 . . . R2C, lo más sencillo es
esto no es más que una anotación 2 P4TR, pasando al sistema de la
incompleta de las casillas conjuga­ oposición ordinaria, en el que la co­
das, que, por haber sido insuficien­ locación del rey en 2R es equivalent..:
temente madurada, induce a error. al comienzo de un << movimiento en­
Efectivamente, no hay razón alguna volvente» ; gana también 2. R3A co11
que justifique el que no se señale 1a la ocupacwn de la casilla conjugad::1.
conj ugación de las casillas 4R-3AR, Sin embargo, una mala j ugada es
determinando con esto definitiva­ 2 R3D ?, a causa de 2 . . . P4TR ; 3.
mente <<la linea avanzada» ; de acuer­ P5CR, P5TR y tablas . Las casillas
do con esto se determina la conjuga­ 3D y 2CR no están conj ugadas, mien­
ción de las casillas de la retaguar­ tras que las 3AR y 2CR lo están una
dia. Las :tanas presentan entonces con la otra. Del mismo modo, en
el aspecto siguiente : contestación a R4R no sirve R3D,
355a pero esta misma jugada da tablas
si se hace en contestación a R4A .
En el 355a se p roduce el sistenu
de las seis casill_a s, conjugación ésta
que hasta el presente no hemos exa
minado . Para ciertas es tructuras de
peones, lo característico es que en
una de las zonas las marcas << 5, 6»
se encuentren en orden inverso .
U n a correcta ordenación d e las
zonas es de una importancia esencial
(es claro que ahora no nos referimos
a los casos en que se cometen erro­
res de bulto). l os ejemplos 356 y
357 nos servirán para esclarecer este
punto.
356 356a

Compárese con el 335a la solución


de la posición 145 y se verá que . la
conjugación de las casillas explica
fácilmente todas las variantes . E s
m á s , e l esquema 355a d a la solución
general para todos los posibles em­
plazamientos de los reyes en la es­
tructur::l de los peones que se con­
sidera. Sólo se necesita darse cla!"a
cuenta de que estos emplazamientos
pueden llevar en sí (por ejemplo,
cuando el rey negro se halla lo su­
ficientemente cerca, o el blanco ale
j ado, de los peones) la posibilidad
de un contraataque, que, como ya
sabemos, es capaz de hacer ineficaz
la conjugación de casillas aisladas En el 356 se da la ordenación de
( como en el 346) y hasta la de toda Bird, que ve en este caso un sistema
1,� zona. de << cuadrado » . Centrando indebida­
Por ejemplo : en la posición R2R­ mente la atención en no se sabe que
R1AR (juegan las negras) , en cantes- simetría respecto al punto situado

203
entre ( ! ) las columnas, dej a al mis­ La elección que hemos hecho de
m o tiempo sin descubrir todas las las posiciones 355a-357a ( en combina­
correspondencias en los flancos . ción con las 324 y 325 ) , pretendía
Lo correc to es, indudablemente, la alcanzar un obj etivo complementa­
ordenación del 356a, b asada en' que rio y más amplio : demostrar ej em­
se está ante un sistema «T». plos concretos de la posibilidad, que
ya se presentía, de un nuevo méto­
357 35711 do de explicación de una serie de
finales { por ej emplo, << dos peones
contra otro en uno de los .. ancos>> ) ,
en el que ailte todo se estudia l a
estructura d e l o s peones, con lo que
se abarca inmediatamente un empla­
zamiento cualquiera de los reyes .
Cuando este método haya sido ter­
minado, los complicados estudios de
5olución mdividual de antes pasa­
rán, sin más, a formar parte de la
categoría de los finales regulare s .
Después d·� haber sefíalado algu­
nas perspectivas del posib l e des arro­
llo ulterior de la teoría de la conju­
gación, vamos a enunciar la conclu­
sión más importante que se despren­
de de lo que hast01 el presente he­
La distribución hecha por Bird en mos examinado . Sin pretender que
el 357 tiene su origen, evidentemen­ esto sea de,.nitivo ni tampoco alcan­
te, en el 324, por cuanto u ti liza la zar una pr ecisión extraordinaria, se
representación «5». Lo mismo que en puede formular la te5is siguiente :
el 356, las correspondencias en los El cxito del ataque o de la defensa
flancos han sido olvidadas por com­ en las posiciones bloqueadas viene
pleto. determinado de antemano por la
La ordenación que damos en �1 posib ilidad de ccupar y conservar
357a ( sistema del cuadrado) nos pa­ la conjugación en la zona princípal .
r ece ser más correcta. En ella se El obj etivo de la maniobra consiste
descubre con toda precision la po­ en apoderarse de la conjugacwn en
sibilidad de j ugar en el punto 3Tl\. la <<línea avanzada>> de la zona prin­
( <<2 » y <<3>> en el flanco se hallan en cipal.
la oposición y << 1 » es la casilla de Las consideraciones respecto a lo
unión ) . complicado dd m é todo de las con­
Las zonas conjugadas e n e l 355a, j ugaciones son muy dignas de ser
356a y 357a ;:¡ermiten resolver fácil­ tenidas en cuen ta. Sin embargo, no
ITI<>nte todas la!> pc siciones del tipc hay que perder de vista en ningún
138, 139 y 144-147. instan tE: que más complicado que el
No debe pasar inadvertido el que método lo son Jas posiciones a las
en el 357a el movimiento de cual­ que este último se aplica. De mo­
quier peón negro obliga a pasar de mento no existen otros mé todos pa­
!.a oposición a la maniobra en <<s al­ ra resolver estas posiciones. En J o
tos de caballo>> . La jugada P3TR-4TR tocante a l método en s í , es necesa­
trae como consecuencia la transición rio seüalar que su aplicación prác­
e! sistema << T>> (356a), y el movimien­ tica se va simplificando y mej orando
to P3CR-4CR nos conduce al sistema gr:�dua!mente .
de las seis casillas ( 35Sa, cambiando Lo importante es que en los nu­
los colores ) . :neroso� artículos y discu�iones de-

204
dicados a tratar del método de la indicaciones (342, 344). Indudable­
conj ugación no ha habido nadie que mente, es necesario perfeccionar el
hasta la fecha haya podido oponer modo de reconocer las mejores casi­
l a menor obj eción seria, tanto er lo llas para efectuar el rodeo, pero, en
que se refiere a la teoría en sí (lo fin de cuentas, la pérdida de un
que es perfectamente comp ren sible, movimiento no es tan de lamentar ;
puesto que sus principios son irre­ lo importante es que, conservando
tutables), como contra sus métodos la conjugación en la zona principal,
de 'lplicación pr<!ctica ( que, mal que la victoria no se escapa de las ma­
nos pese, dis tan aún mucho de ser nos .
perfectos). Se suele admitir, continúa dicien­
A continuación d2mos, puede de­ do Ebers , que se pueden evitar estas
cirse que el único ejemplo existente , jugadas innecesarias si se tiene la
que subraya, según pien sa su autor, precaución de acercar lo más pronto
los defectos del método, si se tiene posible el rey a los puntos de ata­
tn cuenta su apl icación p ráctica que ; pero he aquí un ejemplo ( 358 )
358 en que, p recisamente, el acercamien­
to es insuficiente, mientras la ma­
niobra << alej ada» que sigue a conti­
nuación resulta ser lo que hacía
falta. Si en el 358 se juega l . RlR,
R3A ; 2. RlA, R2A ; 3 . R2R ( acerca­
miento sin perder la conj ugación),
resulta que después de 3 . . . R3A, hay
que volver a j ugar de nuevo 4. RlA,
para a 4 . . . R2A contestar con S .
RlC ! y seguir e l único camino co­
rrecto que lleva a la victoria.
¿Acaso hay que deducir de esto
que la casilla 2R, que se halla con­
ju gada con la negra 4AD , no conjuga
al mismo tiempo y del todo la casi­
lla << afín>> de este último 2AD ?
La posición 358 puede ser compen­
sada con más profundidad, claridad
Para poner en claro la conjugación y sencillez si se hace uso de la téc­
de las casillas en el 358, el autor hizo nica moderna de solución de estos
uso de 11 ( ! ) letras, sustituidas aquí casos , y que, en comparación con la
por cifras . Señalando como comple­ que se utilizaba en 193 1 , ha avanzado
mento caminos más cortos, cosa que considerablemente (véase 358a).
el autor no hizo, vemos claramente
el método que utilizó para determi­ ¿ Cómo hemos llegado a la conclu­
nar las casillas conjugadas. sión de que en el 358 . tiene lugar el
Ebers afirma que hay casos en que sistem a de las seis casillas? La or­
la ocupación de la casilla conjugada denación << 1 , 2, 3» se determina corno
no resuelve nada por el momento ; de costumbre . El escaque lR se mar­
hay que retroceder con el rey y sólo ca con << ¡, por las leyes de la oposi­
después de efectuar el movimiento ción ; de aquí se encuentran los << 4 »
correcto . Se refiere en este caso a en ambas zonas. Ya n o s inclinarnos
ese estancamiento que se produce a pensar que nos encontramos ante
cuando no se realizan como es debi­ el sistema del cuadrado o de la << T».
do los movimientos envolventes ; de Probemos mentalmente a j ugar : 1.
ello se trató ya en ejemplos anterio­ RlR, R4A ; 2 . R2R, R3A ; 3 . RlA, R2A.
res, y para evitarlo se dieron algunas Nos encontramos en el momento crí-

205
358a cuando ya hemos tenido ocaswn de
comentar este tipo de posiciones, va­
mos a examinar dos ejemplos toda­
vía más difíciles .

359

tico. No tiene objeto retroceder a


2R, donde el rey acaba de estar sin
éxito alguno ; la casilla 2R no se
halla conjugada con el escaque 2AD
y, por consiguiente, lo que tratamos
de resolver no es un sistema del cua­ En el 359, después de l. P4T !, se
drado (la casilla 2AD no puede, por crea una posición en la que << mutua­
su afinidad con la 4AD , ser ordenada mente se excluye>> el tiempo de re­
con « 3 >>). Continuemos nuestro razo­ serva. La distribución de las casillas
namiento : es evidente que no se pue­ conjugadas viene dada en el diagra­
de 4. R2A? (escaque del camino más ma. No queda otro recurso que ma­
corto) ; en caso de 4 . R2C ? se tiene niobrar de modo que sin ocupar las
4 . . . R2D con idénticas « distancias casillas conjugadas se obligue a ha­
críticas>> para ambos reyes (las blan­ cerlo al adversario, apoderándose en­
cas pierden la oposición ). Así pues , tonces de la conjugación merced al
tampoco en el sistema de « T>> , Pero tiempo de reserva . Por ejemplo :
la conjugación establecida « 6 » nos 1 . . . R2A (en caso de 1 . . . R2T, etc .,
permite ya hallar « 5>>, lo que se con­ las blancas se apoderan del peón 2D
firma mediante las << distancias críti­ sin perder tiempo en R x P4D ) ; 2 .
cas>> . ¡ Es un sistema de seis casillas ! R4T ! ( a 1 . . . R l A , hubiese seguido 2 .
De este modo, el ejemplo 358 puso R4C ! ) ; 2 . . . R2R ; 3 . R4C ! , R3R ; 4.
de relieve ciertas dificultades prác­ R5C ! , R4A ( o bien, 4 . . . R2R, 2A ; 5 .
ticas, pero en ningún momento puso R4A, R3R ; 6 . P5T) ; 5 . R5A, R5R ;
en tela de j uicio el sistema. Lo que 6. PST y ganan . En caso de 1 . . . P3C,
no se puede hacer es achacar la cul­ la posición queda completamente
pa a la << teoría>> sin antes haber estu­ bloqueada y la maniobra es la nor­
diado a fondo la posición y señalado mal : 2. R4T ! , RlA ( sin entrar en la
correctamente las casillas conjuga­ zona principal, ya que el adversario
das ( 358a ) . se apoderaría inmediatamente de la
Para terminar, creemos necesario conjugación ) ; 3. RST, RlR ; 4 . R6T ! ,
hacer hincapié en lo enormemente R1A (o bien, 4 . . . RID ; 5 . R6C, R2R ;
difíciles que resultan las partidas en 6. R7A) ; 5. R7C, R2A ; 6. R6C ! , R2R ;
las posiciones que no se hallan blo­ 7. R7A, R3R ; 8. R8D , P3D ; 9. PR x P,
queadas por completo y conservan R x P3D ; 10. R8R, R3R ; 1 1 . R8A, R3A ;
uno u otro grado de dinamismo. Aun 12. R8C, P4C ; 1 3 . P5T y ganan .

206
360 La posibilidad de jugar en el flan­
co que acabamos de examinar (con
su sistema específico de casillas con­
jugadas ) , se combina con la posible
maniobra en el centro, al lado de
las casillas críticas SD, SR, SAR ( sis­
tema de oposición ordinaria en las
columnas D-AR) . La extraordinaria
complej idad de la posición 360 es de­
bida fundamentalmente a que estos
dos sistemas ele conjugación se en­
trelazan .
Sin llegar a señalar por completo
en el diagrama la conjugación sim­
ple 4D-3D y 4R-3R (basta con marcar
los puntos), nos detendremos en l a
conjugación 4AR-3AR, que se forma
en la intersección de los dos sis te­
mas . Esto es la posición p rincipal
La posiciOn 360 parece ser menos de zugzwang (para las blancas l . . .
dinámica que la 3S9, pero en reali­ P4CR + ; 2 . PT x PCR + , R3C ; 3 . R3C
dad ocurre precisamente lo contra­ es inofensivo, pero pierde con l. R4R.
rio a causa de la amenaza que gra­ P4CR ; 2. PTR x PC + , R x PCR ; 3 .
vita sobre las blancas de P3CR-4CR . R3A, a causa d e 3 . . . R4A, etc.). Par­
Ante todo hagamos notar que para tiendo de aquélla se determinan << los
llegar hasta el peón negro 2TD al triángulos» : a l... R2A se puede con­
rey blanco le falta un tiempo, por testar, de no considerarse 2. R3A
ejemplo : l. R6A(7A) , P4CR ; 2. R7C, como evidente, sólo con 2. RSR ( << 2 » ),
PSCR, etc. No queda, pues, otra so­ pues de Jo contrario las negras se
lución que maniobrar en el centro, apoderan de la oposición .
intentando mantener en él el equili­ Bien es verdad que después de 2 . . .
brio, ya que por ahora no se ve la R2R, las negras se hacen también
posibilidad de que, merced a una cir­ con la oposición, pero ya es inútil
cunstancia cualquiera, este tiempo a causa de 3 . RSD . Salva a las blan­
se encuentre . cas el siguiente detalle táctico : si
E s evidente que e l rey blanco debe 3 . . . R3A, se tiene 4 . R6A !, etc ., ya
mantenerse en el cuadrado del peón que después de 4 . . . P4CR ; S . PT x
negro 4TR (por ejemplo, en SD, 4D, PCR + , las negras se ven p recisadas
3D), pero al mismo tiempo hay que a perder un tiempo a car1sa del ja­
estar preparado para el caso en que que, y las blancas alcanzan ya a
P3CR-4CR ; P4TR x PC, R1CR-2A(2C) promover el peón a dama.
no perder el peón SCR o, en última Una vez << 2>> determinado, se halla
instancia, si a pesar de todo las ne­ el « 3 >> ; Jos escaques SD y 1CR son
gras crean la posición R4CR, P4TR, << h . Ahora no ofrece la menor duda
encontrarse en situación de ocupar el que las casillas SD y SR asegu­
con el rey la casilla 3CR(3TR) y de­ ran a las blancas la conjugación,
fenderse de acuerdo con la regla que cualquiera que sea la posición del
ya conocemos, explicada en el 1S1 rey negro en Jos escaques compren­
(si el rey negro ataca al peón SCD, didos entre 2AD y 2AR ; con estas
hay. que tomar el peón 4TR y diri­ casillas (en el orden de cosas de la
girse sin perder tiempo al escaque oposición ordinaria) están también
1AD ) . De lo dicho se desprende que conjugados los escaques blancos en
a R2AR(2CR) hay que replicar con la tercera fila . De este modo, queda
RSR(4R). determinada toda la red de la con-

207
jugación (podemos hacer caso omiso 2 . . . P4CR trae como consecuencia la
del flanco de dama, ya que a R3C les pérdida de un tiempo importante .
b asta a las blancas con replicar En la partida se jugó : l... R2A ! ;
R4A). 2. R6A (en caso de 2. RSR, seguiría
Ahora, la solución es fácil de com­ 2 . . . R2C !, obligando al rey blanco a
prender : l. RSD ! , R2A ; 2. RSR, R2R ; desaloj ar el único escaque ap to para
3. RSD, R2D ( 3 . . . R3A ; 4. R6A ) ; 4 . la defensa ; por ej emplo : 3. R4R,
RSR, R2A ; S . RSD ! , R3C ; 6 . R4A, R2C R3A ; 4. R4A, P4CR + ; S. PTR x PC + ,
(6 . . . R4T ; 7. RSA, RST ; 8. R4A) ; 7 . R3C, con l o que las blancas s e en­
RSA, R 1 C ; 8 . R4A, R1A ; 9 . R4D ! , ta­ cuentran en zugzwang) ; 2 . . . P4CR ;
bla s . O bien : 1 . . . R2C ; 2. R4R !, R3A ; 3. R x PCD, PCR x PT ; 4. RSA (para
3. R4A, R2R ; 4. R3R ! , tablas . cualquier otro retroceso del rey, las
negras cambian las damas después
360a. Krutiansky-Zagorovski, Mos­ de haber llegado lo' peones a la pro­
cú, 1927 . Blancas : RSD , PSCD, P4TR. moción) ; 4 . . . R2R ! (S. P6CD, R2D ) .
Negras : R2R, P3CD, P3CR, P4TR ; Las blancas abandonan .
juegan las negras . A diferencia del La derrota del blanco en el 360a
360, uno ele los peones negros se ha­ es debida a que con las casillas ZAR
lla, no en 2TD, sino en 3CD, con lo y 2CR de las negras está conjugada
que la defensa de las b lancas ya no únicamente la SR de las blancas .
puede b asarse en la regla del 1 S 1 N . Grigoriev hizo constar e n 1922 :
(en caso d e P3CR-4CR ; P4TR x PC, l a « Pueden ponerse como ejemplo infi­
pérdida del peón S C R es desastrosa nidad de posiciones, comenzando por
para las blancas ) . En vista de esto, las más elementales y terminando
a quí no hay · ni siquiera semej anza con las más complicadas e incom­
con las zonas de conj ugación del prensibles, que se resuelven cumpli­
360 . Las negras no pueden jugar in­ damente aplicando el método de la
mediatamente 1 . . . P4CR?, a causa de conjugación>> .
2. PTR x PC , R2A ; 3. RSR, R3C ; 4 . La tarea actual consiste en susti­
R4A (la única posición d e zugzwang tuir los métodos de laboratorio de
recíproco que en este caso es posi­ antaño por métodos prácticos . Este
ble), lo mismo que 1. . . R3A?, pues proceso se encuentra actualmente en
seguiría 2 . R6A, después de lo cual pleno desarrollo.

208
CAPÍTULO VIII

FINALES DE MUCHOS PEONES

Un peón de más en los finales que comenzamos a considerar representa


una seria ventaj a, suficiente en la mayoría de los casos para asegurar la
victoria. Sin embargo, esto sólo es así cuando los peones no hayan
perdido su valor (posiciones bloqueadas, peones doblados , etc.), y el
contrincante no tiene una posición preponderante que compense el peón
de menos.
Generalmente, no cuesta trabaj o aprovechar la superioridad de una
posición cuando el adversario es manifiestamente débil . No obstante, son
también numerosos los casos en que la debilidad de la disposición de los
peones se encuentra todavía en estado más o menos latente y, en primer
lugar, se hace necesario ponerla claramente de manifiesto ; en otros casos ,
hace falta aumentarla ; y, a veces, crearla.
Por el método a seguir para realizar la ventaj a, los finales que consi­
deramos son la mayoría de las veces de maniobra y con menos frecuencia
de combinación ; pero no es raro el caso en que se precisa compaginar
ambos métodos. Para la preparación de los ajedrecistas tiene gran impor­
tancia conocer ejemplos tomados de partidas reales y estudiar los proce­
dimientos específicos que se utilizan en los finales de muchos peones para
conseguir la victoria o alcanzar tablas . La mej or b ase para poder trazar
planes individualmente es conocer la materia en toda su extensión ( las
diversas estructuras de peones ) , así como una serie de modelos p rácticos
de realización de la ventaj a."
De nuestra selección hemos excluido los ejemplos más sencillos, que no
precisan aclaraciones especiales.
En el capítulo, el material ha sido distribuido siguiendo un orden temá­
tico, haciendo la salvedad de que si en muchos finales se puede determinar
el predominio de un tema cualquiera, éste suele aparecer más o menos
mezclado con otras ideas estratégicas .
Esta salvedad hecha, y teniendo en cuenta que hasta una sistematización
convencional es preferible a la falta absoluta de sistema, hemos creído
oportuno reunir el material en tres grupos : 1 ) algunos procedimientos téc­
nicos ; 2) ventaj as y desventaj as de posición en la distribución de los peo­
nes ; 3) ejemplos de la lucha de maniobra por las casillas clave .

209
14
l. ALGUNOS PROCEDIMIENTOS TECNICOS

Entre los procedimientos técnicos de lucha más importantes se cuen­


tan los sigui en tes :
a) Minar la posición contraria a fin de quebrantarla y crear en ella pun­
tos débiles ;
b) sacrificio de peones, tanto para obtener un peón pasado (ataque de
peones ) como para conseguir una incursión del rey.
En los finales 361 a 36S, que se dan a continuación, una de las partes
tiene ( o alcanza rápidamente) un peón de más .

La realización de la ventaj a mate­ R2R, R2C ; 8 . R3R, R2A ; 9 . R2R, R3D ;


rial de las negras en el 361 se com­ 10. R3R, P4CD ; 1 1 . PAD x PC, R x PD,
plica un tanto debido a que el ad­ etcétera.
versario dispone de un peón pasado
protegido . 362

361

En el 362 el peón 3TD no tiene


salvación ; pero las blancas , atacando
Alekhine ganó del modo siguiente : en el flanco opuesto, hallan un modo
1 . . . RSC ; 2. P6D, P7CR ; 3. R2A, R6T ; interesante de salvarse.
4. P7D , P6R + ! ; S. R3A, P8C = D ; 6 . l . R4R, R x PT ; 2 . PSAR ! , PCR x
P8D = D , D7AR+ ; 7 . R4R, P 7 R , etc. PA+ ( amenazaba 3. PAR x PC, PTR
Grigoriev dio a conocer otro modo x PC ; 4 . PSTR ) ; 3 . R x PSAR, P4TR ;
de conseguir la victoria en el que 4. R x PA, PSTR ; S. R7C ! ( no S .
las blancas no llegan a promover su PSCR?, RSC ; 6 . PSTR, P6TD ; 7 . P6CR,
peón a dama. La solución consiste PTR x PC ; 8 . PTR x PC, P7TD ; 9.
en suprimir todos los peones del P7CR, PBTD = D + y ganan ) ; S . . . RSC ;
flanco de dama minando sistemáti­ 6. R x PT, P6TD ; 7. PSCR, P7TD ; 8 .
camente la disposición de los peones P6CR, P8TD = D ; 9. P7CR ( esta posi­
blancos . Este es uno de los p rocedi­ ción es de tablas ) ; 9 . D2TD ; 10 RBT,
. .

mientos de lucha más importantes DSD ; 1 1 . PSTR, D3AR ; 12. R7T,


de muchos peones . D4AR + ; 13. R6T ! , D3AR+ (o bien,
1 . . . R4R ; 2. R2R, R3D ; 3. R3R, R2A ; 13 . . . D2AR ; 14. PBCR= D ! , D x D, rey
4. R2R, R2C ; S. R3R, P4TD ( o bien, ahogado ) ; 14. R7T, D2AR ; 1S. P6TR,
S . . . P3TD ) ; 6 . PCD x PT + , R x PT ; 7. R4A ; 16. R8T, tablas .

210
363 363c. S. Zhiguis, 1 930. Blancas :
R2R, P2D, PSCR. Negras : R1CD, P3D,
P2R, P2TR ; tablas . La misma idea
táctica que en el 363b , pero en una
situación más complicada. l. R3A,
R2A ; 2 . R4C ! (2. R4A?, R3A ; 3 . RSA,
R2D ; 4 . P3D, P4D y ganan ) ; 2 . . .
R2D ! ( 2 . . . RlD ? ; 3 . RST ) ; 3 . RSA !
( 3 . RST?, R3R ; 4. R6T, R4A ) ; 3 . . .
R1R ; 4 . R6R, R1A ; S . P3D ! , R1R ; 6.
P4D , R1A ; 7 . PSD, R 1 R ; 8 . P6CR,
PTR x PC , rey ahogado.

363d. G. Rink, 1912. Blancas : R2AR,


P2R, P4TR. Negras : R8TR, P3D,
PSCR, P2TR ; tablas . l. R3C, P4TR ;
2. P4R ! , R8C ; 3. PSR, PD x PR, rey
ahogado .

363e. A. Kovalenko, 1927. Blancas :


En el 363 ( tomado de una partida
R7CD, P2R, P2AR. Negras : R4TD,
de un torneo celebrado en la Alema­
P4R, PSAR, P4AR ; tablas. l. R6A,
nia Oriental en 1946), después de l .
RSC ; 2 . RSD , R6A ; 3. RSR, P6R ; 4.
R3D ! , R x PTD ; 2 . R4A, e s evidente
R x PSAR ! , PR x PA ; S. R3R, P8AR = D ,
que el blanco tiene tres tiempos de
rey ahogado ( o bien, S . . . P8AR = A ;
peón de reserva, que son precisa­
6 . R4A, A6TR ; 7 . P4R, tablas ) .
mente los que hacen falta para no
dej ar salir al rey negro de su pri­ 363f. T . Gorguiev, 1929. Blancas :
sión : 2. . . R6T ; 3. R3A, PSTD ; 4 . R1TR, P4TD, PSCD, P6CD. Negras :
P3TR ! , R7T ; S. R2A, P6TD ; 6 . P4TR, R1TR, P4TD, P2CD, P3D ; tablas . l .
P3TR ; 7 . PSTR, tablas . R2C , R2C ; 2. R3A , R3A ; 3 . R4R, R3R ;
Este mismo pensamiento d e aho­ 4. R4D , P4D ; S. RSA, R4R, rey aho­
gar al rey en el ángulo 1TD es la gado .
clave de la posición siguiente :
363g. T. Gorguiev, 1 929. Blancas :
363a. Blancas : R4D, P3TD, PSD, R4TD, P2D, P7R, P2CR. Negras :
PSAR, P2CR, P4TR. Negras : R4CD, R2AR, P6D, P3AR, P6CR ; tablas . l.
P4TD, P3D, P3AR, P2CR, P3TR ; j ue­ RSC ! ( no l . R4C?, P4AR ! ; 2. R4A,
gan las blancas. l . PSTR ! , RST ; 2. · PSAR ; 3. R x PD, P6AR ; 4. R3R, PAR
R4A, R x PT ; 3. R3A, PSTD ; 4. P3CR, X PC y ganan ) ; 1 . . . P4AR ; 2. R6A,
etcétera. R x PR ; 3. RSD ( maniobra de Reti,
El rey ahogado se da poco en la 71 ) ; 3 . . . R3A ; 4. R4D, PSAR ; S . R4R,
práctica y sirve de procedimiento R4C ; 6 . R3A, R4A, rey ahogado .
técnico de lucha sólo en algunos ca­ En el problema que sigue, las blan­
sos excepcionales, a pesar de lo cual cas evitan que el adversario ahogue
este tema ha sido y es ampliamente a su propio rey :
t ratado por los problemistas. A con­
tinuación damos algunos ej emplos : 363h. I . Kreichik, 1908. Blancas :
R8R, P3CD, P4AD, PSAD , P4TR. Ne­
363b. A. Troi tski, 1923. Blancas : · gras : R2CD, P2TD, PSCD, P3AD ; ga­
R3TD, P4AD, PSAR. Negras : RlTR, nan las blancas . l. R7D ! ( no l. PS
P3AD , P2D, P2CR ; tablas. l. R4C, TR?, R3TD, siguiendo R4TD y P2TD-
R1C ; 2 . RSA, R2A ; 3 . R6D, R1R ! ; 3TD, rey ahogado ) ; 1 . . . R3T ; 2. R x
4 . PSAD , RlD ; S . P6AR, PCR x PA, rey PAD, R4T ; 3 . R6D, P3TD ; 4 . P6AD y
ahogado . ganan .

211
A veces se da el mate con peones cías a l peón pasado m á s separado
( antes de su promoción ) . de las blancas ; por ejemplo : 1 . . .
R x PA ( 1 . . . R4C ; 2 . P6AR) ; 2 . P4TR,
363i. A . Galitski, « Stratezhi>>, 1900. R4R (o bien, 2 . . . R3C ; 3. R4C, R3T ;
Blancas : R3CR, P2TR, P4TR . Negras : 4. PSTR, etc.) ; 3. R4C, P3AR ; 4. PSTR,
R4TR, P3CR, P4CR, P3TR ; las blan­ R3R ; S . P6TR, R2A ; 6 . RSA, y ganan .
cas ganan ( mate en 4 jugadas). l .
P3TR, PCR X PT + ; 2 . R4A, P4CR + ; 364a. B . Horvitz , 1879. Blancas :
3. RSA, PSCR ; 4. PTR x PC + + . Esta R6TR, P3AD, P4D, PSR, P4AR. Ne­
divertida miniatura, que ilustra cla­ gras : RlD, P4D , P2R, P2AR, P4AR ;
ramente la idea del zugzwang, ha ser­ ventaj a blanca. ( Amenaza 1 . . . P3R y
vido de modelo para infinidad de tablas ; sin embargo, l . P6R? es pre­
composiciones del mismo género . T,u maturo a causa de 1 . . . PAR x PR ; 2 .
curioso del caso es que estas últimas R7C, R2A ! , tablas . ) l . R7C, RlR ;
salieron generalmente a la luz como 2. P6R ! , PAR x PR ; 3. R8C, RlD ; 4 .
« final de una partida j ugada hace R8A, R2D ; S . R2A, R3D ; 6 . R l R ,
poco ( ?) en . . . (el nombre de una P4R ; 7 . PD x PR + , R3R ; 8 . R8A, R2D ;
ciudad cualquiera)>>, pero siempre 8. R7A y ganan .
sin indicación de quiénes fueron los
jugadores. 364b . Schpiss-Bürger, Berlín, 190S .
Blancas : R3CR, P3TD, P4CD , P2AR,
P3AR, P3TR. Negras : R4AR, P3TD,
P4CD, P4CR, P3TR ; juegan las blan­
cas . l. P4AR, PCR x PA + ; 2. R4T ! ,
R4R ; 3 . R4C , P6AR ( o bien, 3 . . . P4
TR+ ; 4. R x PT, R6A ; S. RSC ) ; 4 .
P4TR, P4TR + ; S . R x PT, R4A ; 6 .
R6T, R3A ; 7 . PSTR y ganan .

364c. Scheve - Valbrodt, Berlín ,


1 891 . Blancas : R3CR, P2CD , P4CD,
P2AR, P3AR, P2TR. Negras : R4CR,
P3CD , P4R, P2AR, P3CR ; j uegan las
blancas . l . PSCD , P4AR ; 2 . P4AR + ,
R3A ( o bien, 2 . . . PR x PA + ; 3 . R3A,
R3A ; 4 . R x PA, P4CR + ; S. R3C, si­
guiendo 6. P3TR y 7. P4AR ) ; 3 . PAR
x PR + , R x PR ; 4. R3A, P4CR ; S.
R3R, R4D ; 6 . P3TR, R4A ; 7 . P4AR y
Los peones doblados de las negras ganan . Después de l . PSCD, a las ne­
en el 364 ( K. Rotlender, 1 893 ), sig­ gras no las salva ningún otro movi­
nifican en realidad que las blancas miento ; por ejemplo : 1 . . . R4T ; 2 .
tienen u n peun de ventaj a . Ahora P4AR ! , PSR ; 3 . PSAR ! , P4CR ; 4 .
bien, en el instante que se considere P3TR, P3AR ; S . P3CD, R3T ; 6. R4C ,
amenaza 1 . . . P4AR, lo que evidente­
· R2C ; 7 . P4TR y ganan ; o bien, 1 . . .
mente conduce a tablas . R4A ; 2 . P4TR, P4CR ( 2 . . . PSR ; 3 .
De ahí el que las blancas recurran P4AR ) ; 2 . . . P3AR ; 3 . P3CD ) ; 3 . PSTR,
a un procedimiento característico, al P3AR ; 4. P3CD , R3R ; S. R4C y ganan .
sacrificio de un peón, a fin de faci- ·

litar la incursión de su rey y pro­ 364d. Pirc-Alatortsev, Moscú, 1935.


porcionarle el espacio suficiente pa­ Blancas : R3D , P3TD, P2CD, P4CD,
ra maniobrar. P4AR, P2CR, P2TR. Negras : R3D ,
Después de l. PSAR + !, decide la P2TD, P3CD , P2AR, P4AR, P3CR,
partida el distraer al rey negro gra- P2TR ; juegan las negras . (El peón

212
pasado en el centro no es tan fuerte pone : l . . . R1A ; 2. P4TR, R2R ; 3. R2C,
como en uno de los flancos, por R2D ; 4. PSTR ! , R3A (4 . . . PCR x PT ;
cuanto no obliga al rey contrario a S . R3T, R3A ; 6 . R4T, R4D ; 7 . P4AR ;
distraerse. El sacrificio del peón 4D 4 . . . P4CR ; S. P4CR, R3A ; 6. P4AR ! ,
es también inútil, ya que las blancas R4D ; 7. R3A, RSD ; 8 . P6TR, R4D ;
no consiguen apoderarse de la casilla 9. P3R, PCR x PA ; 10. R x PA ! , R - ;
4AD ) . 1 . . . R4D ; 2. P4TD, P3TD ; 3. 1 1 . RSC y 12. R6A ) ; S. PTR x PC,
P3CD ( o bien, 3. P4CD, P4CD !) ; 3 . . . PAR x PC ( peor es 5 . . . PTR x PC, a
P3AR ; 4 . P4TR, P3TR ; S . P3CR, causa de 6. P4AR, R4D ; 7. R3A, con­
P4CR ; 6. R3R, PCR x PT ; 7. PCR x PT , tinuando luego R-4C-SC y R6A, mien­
P4TR ; 8 . R3D , P4CD ! , y la partida tras que si el rey negro se halla en
termina en tablas a causa de 9. 2R, seguiría P2R-4R, R6A y P4AR­
PTD x PC, PTD x PC ; 10. R3R ( 10. SAR ) ; 6. P4AR, R4D ; 7. R3A, RSD ;
R3A ?, RSR) ; 10 . . . R3D (3A, 3R), etc. 8. P4CR, P4CR ( o bien, 8 . . . R - ; 9.
R3R, continuando después R3D, P2R-
365
4R y P4AR-SAR ; o bien, 8. P31'R ;
9. P3R + , R4D ; 10. R2R ! , RSR ; 1 1 .
R2A, P4CR ; 1 2 . R3C ! y ganan ) ; 9 .
PAR x PC ! ( a simples tablas conduce
ahora 9. P3R + , R4D ; 10. R2A, RSR ;
1 1 . R3C, P3TR ! ; por ejemplo : 12.
P4CR, R x PR ; 1 3 . PAR x PR, R x PR ;
14. R3A, R4R ! , etc. ) ; 9 . . . R x PR ;
10. R3R, R4D ( o bien, 1 0. . . R3D ; 1 1 .
R4A, R2R ; 1 2 . P6CR ! , PTR x PC ; 13.
RSC , R2A ; 14. P4R, R2C ; l S . PSR,
R2A ; 16. R6T ) ; 1 1 . P6CR ! , PTR x PC ;
12. R4A, RSD ; 13. RSC, R6R ; 14. R x
PCR y ganan .
Pasando a considerar los finales
con piezas iguales (en la mayoría de
los casos), continuarems el examen
de aquellos ej emplos en que el prin­
La realización del peón de más, cipal procedimiento técnico conti­
pero doblado, del 365 ( posición posi­ núa · siendo minar la disposición de
ble de una variante de la partida los peones enemigos ; hasta ahora,
Fine-Reshewsky, Nottingham , 1936 ) , sin embargo, los movimientos de lí­
ofrece dificultades . Las negras tras­ nea desempeñan un p apel insignifi­
ladan su rey al centro, impidiendo cante (366 y 367 ) .
así a las blancas hacerse con el es­
caque 6D y realizar el avance P2R­ En el 366 ( Esser-Davidson ) , la po­
P4R, P3AR-P4AR, P3CR-P4CR, segui­ sición del rey negro es muy fuerte,
do de P4AR-PSA, a fin de liberarse mientras que el rey blanco no ha
de los peones doblados. Fracasa tam­ tenido tiempo de ocupar el escaque
bién el intento de las blancas de lAR. De ahí el que el momento sea
irrumpir con el rey a través de la el más favorable para el movimiento
casilla SCR, ya que las negras juegan 1 . . . PSAR. En contestación a esto,
P2TR-3TR. De ahí que las blancas en la partida se jugó : 2 . PCR X PA
deban esforzarse en continuar debili­ ( no 2. P R x PA?, a causa de 2 . . . P6R ;
tando la posición de las negras, cen­ 3. PAR x PR, R x PR y el peón 3CR
trando sus tiros contra el peón avan­ queda indefenso ) ; 2 . . . RSCR ; 3 . R2
zado 3CR. R?, P4TR ! ( no se puede contestar
Fine nos da a conocer el interesan­ inmediatamente con 3 . . . R x PT, debi­
te análisis que a continuación se ex- do a 4. P3AR y tablas ) ; 4. R1A ( aho-

213
te : l. RSD , R2R ; 2 . P4TD, P4TD ( des­
366
pués de esta jugada sólo queda pre­
parar P2CD4CD ) ; 3 . R4D, R2A (3 . . .
P3TR ; 4 . P3CD ) ; 4 . R3A, R2R ; S .
P4CD, R2A (no sirve S . . . P4D, a cau­
sa de 6. PCD x PT, representando p a­
ra las negras idéntica catástrofe tan­
to 6 . . . PCD x PT ; 7. PSAD, como 6 .
R6D ; 7 . P6TD, R x PA ; 8 . PAD x
PD + ) ; 6. PCD x PT, PCD x PT ; 7. R4D
( también se puede contestar inme­
diatamente 7. PSAD ) ; 7 . . . R1R ; 8 .
RSD, R2A y e n este mismo momento
las negras abandonan . Pudo haber
seguido : 9. PSAD, PD x PA (o bien,
9 . . . R2R ; 10. PAD x PD + , PD x PA ; 1 1 .
P7AD , etc.) ; 1 0 . R x PA, R2R ; 1 1 . RSD ,
R2A ; 12. R4A ( ganancia de tiempo
característica ; véase el 333) ; 12 . . .
ra no da resultado 4. P3AR + , PR x R2R ; 13. RSA, P3TR ; 14. RSD, R2A ;
PA+ ; S. R2A, a causa de S . . . P3CR ) ; 1S. R4A, R2R ; 16. RSA, R - ; 1 7 . RSC,
4 . . . R x PTR ; S. R2C, RSC ; 6. R2T, y ganan .
R6A ; 7. R1C, PSTR, y las negras ga· Entre los p rocedimientos técnicos
naron la partida gracias al peón pa­ de llevar la lucha ocupa un lugar des­
sado . tacado el ataque de peones, es decir,
En 1926, Reti indicó que después el sacrificio de uno o varios peones
de 1. .. PSAR ; 2 . PCRx PA, RSC, se a fin de abrir a otro el camino a
alcanzan tablas mediante : 3 . R1A ! ; dama.
por ejemplo : 3 . . . P4TR ; 4. R2C, P3CR Los ejemplos más antiguos se bil­
(4 . . . R x PT ; S. P3AR ) ; S. P3AR + , PR saban fundamentalmente en los es­
x PAR + ; 6 . R2A, R x PTR ; 7 . R x quemas de distribución de los peo­
PAR ; o bien, 3 . . . R x PT ; 4 . P3AR ! , nes que se dan a continuación (368
PR x PA ; S . P4R, RSC ; 6 . PSR, R4A ; a 371 ) .
7. R2A, etc. 368 369
367

La posición representada en el 368


El flanco de dama de las negras la publicó por vez primera K. Cocio
en el 367 se viene abaj o rápidamen- en 1 766 . Como ya es sabido, el rom-

214
pimiento se realiza sacrificando dos salva ni siquiera el ser mano (1 . . .
peones : l. P6CD ! , PTD x PC ; 2. P6AD, P3CD ; 2 . PSCD ! , o bien, 1 . . . P3AD,
PCD x PA ; 3 . P6TD (o bien, 1 . . . PAD 2. PSAD , lo mismo que 2. PD x PA y
x PC ; 2. P6TD, PCD x PT ; 3. P6TD ) . 3. PSCD ) .
Tocándoles j ugar a las negras , éstas
evitan la brecha mediante 1 . . . P3CD 370a. Tomado de una partida.
( pero de ningún modo 1 . . . P3AD ? ; Blancas : R2R, P2TD, P2CD, P3R,
2. P6TD ! , etc. ) . PSR, P4AR, PSCR, PSTR. Negras :
·

En e l 369, las blancas abren bre­ R4AD, P2TD, P4CD, PSAD, P3R, P2AR,
cha moviendo un peón cualquiera, ya P2CR, P3TR ; juegan las blancas . l .
sea mediante l. P6CD, o bien , l. 6AD , P4R ! , RSD ; 2 . PSAR R x PR ( o bien,
etcétera, lo mismo que en el 368, ya 2 . . . PR x PA ; 3. P6CR) ; 3. P6AR, PCR
j ugando l. P6TD ó l . P6D ; ahora x PA ; 4 . PCR x PT y ganan .
bien, en este último caso ambas j u­ En el 371 es también posible abrir
gadas deberán realizarse una detrás brecha : l. PSR, PD x PR ; 2 . PSAD,
de la otra : l . P6TD, PCD X PT ; 2. PCD X PA ( de lo conrario, 3. P6D ) ;
P6D, PAD x PD ; 3. P6CD( 6AD ) , o bien, 3 . P6D, PAD x PD ; 4 . PSTD, etc .
l . P6TD, P3CD ; 2. P6D, PAD x PD ; La brecha se consigue abrir una
3 . PAD x PC . Las negras no pueden jugada antes si el peón negro 2TD
impedir, j ugando uno cualquiera de se halla en P4TD .
sus peones, que rompan sus líneas .
371a. C. Salvioli, 1887. Blancas :
370 371
R1AD, P4D, PSR, P4AR, PSCR, P4TR.
Negras : RSCD, P3TD, P3R, P2AR, P3
CR, P2TR ; j uegan las blancas. La
solución del autor es : l. PSD, PR x
PD ; 2. PSAR, PCRx PA ( en caso de
2 . . . R4A se tiene 3. P6AR ! y 4. P6R ) ;
3. P6R ! (no 3. PSTR ?, R4A ! ; 4. P6R,
R3D ! y ganan ) ; 3 . . . PAR x PR ; 4 .
PSTR, PSAR ; S . PSCR, P6AR ; 6 . R2D
y ganan .
Salvioli hizo la salvedad de que
en caso de haber un peón en 3CD o
en 2CD serían tablas, pero hallán­
dose el peón negro en 3TD, las blan­
cas <<ganan fácilmente>> si se da l .
PSD, R4A ; 2 . P6D . E n realidad, como
El 370 representa una posición de se demostró en 1 937, no pueden ga­
mucha mayor importancia práctica. nar, ya que a RSTD pueden replicar
Después de l. PSCD (también se pue­ siempre las negras con R2CD. ¡ Inte­
de l. PSAD ) ; 1 . . . PTD x PC ; 2. PAD resante ej emplo de la impotencia de
X PC es inevitable ; 3. P6TD ; cual­ un peón pasado protegido, cuando
quiera que sea el peón que se juegue se dan ciertas circunstancias desfa­
en lugar de 1 . . . PTD x PC, las blan­ vorables ! ( Véase el 389 . )
cas consiguen un peón pasado. Si se
admite que en contestación a l. 37lb. Tomado d e una partida j u­
PSCD, las negras realizan un movi­ gada en 1921 . Blancas : R7D, P4TD,
miento cualquiera en el flanco de PSCD, P4AD, PSD, P4R. Negras : R1
rey, las blancas continúan 2. PSAD , CD, P4TD , P3CD, P2AD , P3D ; les toca
o bien , 2. P6CD , e indefectiblemente j ugar a las blancas . l. PSAD ( gana
consiguen que uno cualquiera de también l. PSR ) ; 1 . . . PCD x PA ; 2 .
sus peones alcance la promoción . P6CD, PAD x PC ; 3 . PSR, PD x PR ;
En este caso, a las negras no las 4. R7R y ganan.

2 15
La disposición de los peones en el P3CD, PAD x PC ; S . PAD X PC, PTD x
último ejemplo es afín, en cierto gra­ PC ; 6. R2D, RSA ; o bien, 4. P3AD,
do, a la distribución en forma de PD x PA, y S . . . PAD x PD + ) ; 4 . . . RSA ;
cadenas de peones. Daremos sólo dos S. R2R, P6AD ! ; 6. PCD x PA, PD X PA ;
posiciones de este tipo. 7. RlD, PSCD ! ; 8 . R1A, P6CD ! ; 9 .
PAD x PC, PTD x PC ; 10. P4D, R6R y
371c. B . Horwitz e l . Kling, 18S l . ganan .
Blancas : R2AR, PSCD , P6AD , PSD , Tocándoles jugar a las blancas, és­
P4R, P3AR, P2CR. Negras : RSTR, . tas impiden la apertura de la bre­
P3CD, P2AD, P3D, P4R, PSAR ; las cha mediante . l. P3CD, y después de
blancas ganan. l. P3CR + , PAR X l . . . R3C, las tablas son evidentes .
P C + ; 2. R2C, R4T ; 3. R x PC, R4C ; Sin embargo, la tentativa l . P4TD !
4. P4AR + , etc. ( Una disposición se­ es de mayor alcance. Ahora l . . . PS
mej ante de los peones se dio en la CD? pierde, a causa de 2. RST,
partida Botvinnik-Thomas , Notting­ PSAD ; 3 . P3CD ! , etc. Lo correcto es
ham, 1 936 ; pero Botvinnik disponía 1 . . . PCD x PT ! ; 2 . RST, R3R ; 3. R6C,
además -de un caballo ) . R3D ; 4. R6A, PSAD ; S. PD x PA, R4A ;
6. R x PR, R x PA ; 7. R6D, P6D ; 8 .
371d. l . Minkvits, 1879. Blancas : PAD x PD + , R6C ; 9. PSR, R x PC ; 1 0 .
R1R, P4AR, P3CR, PSCR, P6TR. Ne­ P6R, P6TD ; 1 1 . P7R, P7TD ; 1 2 . P8R
gras : R3AD, PSR, P4AR, P3CR, P2TR ; =D, P8TD = D ; 13. DSR + , R8C ; 14.
victoria del blanco. l . P4CR, PAR x D x D + , R x D ; 1S. RSA, R7C, y ora
x PC ; 2. PSAR, PCR x PA ; 3. P6CR, 16. P4D, PSTD, ora 16. RSC, R6A, ta­
PTR x PC ; 4. P7TR y ganan . blas . ( Puede comprobarse una cierta
semej anza con el final del 72a ; para
372 la psicología del espíritu creador no
dej a de tener interés el que este
análisis precediera al torneo de San
Petersburgo de 1914. )

372a. Maslov-Glebov, Leningrado,


1936. Blancas : R2CD, P3AD, P4R, P3
AR, P3CR, P4TR. Negras : Rl CR, PS
TD, PSAD, P4R, P3AR, P2CR, P2TR ;
juegan las negras . l . . . P4TR ! ; 2. R3A
( o bien, 2. P4CR, P4CR ! ; 3. PTRx
PC, PSTR ; o de otro modo, 2 . P4AR,
PR x PA ; 3. PCR x PA, P4CR ! ) ; 2 . . .
P4CR ; 3 . R x PTD, P4AR ; 4 . RSC ( 4 .
PTR x PC, PSAR ! ; o bien, 4. PR x PA,
PSC ! ; S . PAR x PC, PSR ! ) ; 4 . . . PSAR ;
S. PCR x PA, PCR x PT, y ganan .
De los ejemplos examinados se de­
Lasker señaló que las negras ga­ duce que las posibilidades de abrir
nan moviendo l. . . PSTR ! ( véase el brecha vienen determinadas por la
370). Es dt-bil contestar a esto con misma estructura de los peones ; la
2. RST, a causa de 2 . . . PSAD , etc. superioridad de peones en el sector
Más consistente es 2 . R3A, R4C ; en que tiene lugar el rompimiento,
3. R2R . aclaración de Dedrle ; Las­ aunque frecuente, no es obligatoria.
ker seguía 3. R3C, PSAD ; 4. R3A,
RST, aunque no dej a de ser más En el ejemplo 373 son aleccionado­
sencillo 4 . . . P6AD ! ; S . PCD x PA ; 6. res los errores cometidos por ambos
R2R ; PSCD ! ; 7. RlD, PCD x PT ; B. adversarios. Su examen nos demues­
R1A, P2TD ) ; 3. .. PSAD ! ; 4 . R2D ( 4. tra cuál debe ser la defensa corree-

216
373 se sido más sencillo abrir brecha in­
mediatamente : 4. P6TR, PCR x PT ; S .
PSD + , R3A ; 6 . P6D, P6TD ; 7 . P7D,
R2R ; 8. P7CR, P7TD ; 9. P8CR = D ) ;
4 . . . P4CD ; S. PSD + , R2D ; 6. P6TR,
P6TD ; 7. R2A ( 7. R1A ! ) ; 7 . . PSCD ;
.

8. PTR x PC, P6CD + ; 9. R1C, P7TD + ;


10. RlT, P6AD ; 1 1 . P8CR = D . Las ne­
gras abandonan .

373b. Capablanca-Lasker, Londres,


1914. Blancas : R3D, P2TD , PSCR, PS
TR. Negras : R4D, P3TD, PSD, P4AR,
P2TR ; mueven las negras . Estas po­
drían haberse salvado mediante 1 . . .
R3R, pero perdieron después de 1 . . .
R4R? ; 2 . P6TR ! , y 3 . P6CR.
Si en los ejemplos anteriores la
posibilidad de abrir brecha dependía
ta para evitar que el contrincante de los errore5 del contrincante, en
abra brecha en l a estructura de las posiciones que siguen viene de­
peones . terminada por la misma estructura
Después de 1 . . . P3TR ? ; 2. P4AR?, de los peones.
P3AR ; 3 . PSCR, RSD las blancas rin­
den . Sin embargo, en contestación 373c. Bartts-Shenman, 1 927. Blan­
a la mala jugada 1 . . . P3TR, era posi­ cas : R4AD, PSCD, PSAD, P4AR, P3CR,
ble 2. P6AR ! , PCR x PA ; 3. P4AR, P2TR. Negras : R4TD , P2CD, PSR,
RSD ; 4. PSCR, PAR x PC ; S. PAR x P4AR, P3AR, P3CR ; juegan las blan­
PC, R4R ; 6. PCR x PT , R3A ; 7. R2A, cas . Después de l . P6CD, R3T ; 2 .
y ganan . P3TD, P6R ; 3 . R3D, R4CD ; 4 . R x PR,
Una buena defensa contra la rup­ R x PA ; S . P4TR, R4D ; 6 . R3D y los
tura daba la jugada L. . P3AR ! ; por contrincantes acordaron tablas . Ga­
ejemplo : 2 . P6TR, PCR x PT ; 3. P4 naba sencillamente : l . P4TR, P6R ; 2 .
AR, R4D . A 2 . P4AR, lo mejor '!S R3D, R x P4C ; 3 . P4CR, PAR x PC ; 4.
2 . . . P3TR ! , aunque también es po­ PSAR, PCR x PA ; S . R x PR, R x PA ;
sible 2 . . . R4D ; 3. PSCR, P3TR ! , pero 6 . PSTR, etc.
de ningún modo 3 . . . PAR x PC ? ; 4 .
PAR x PC , R4R, a causa d e S . P6AR, 373d. Gresser-Bikova, Moscú, 19SO.
R3R (o bien, S . . . PCR x PA ; 6. P6CR, Blancas : RlR, P2AD , P4AR, PSAR, P4
PTR x PC ; 7 . P6TR) ; 6. PAR x PC , CR, P4TR. Negras : R4D , PSAD, PSD ,
R2A ; 7 . P6TR y ganan . P3AR, P3TR ; les toca jugar a las
blancas. E l blanco no se ha dado
373a. Stahlberg-Tartakower, parti­ cuenta de la jugada l. PSTR !, con la
da fuera de torneo, 1934. Blancas : que amenaza abrir brecha ; en con­
R2R, P3AD , P4D , P6CR, P2TR . Ne­ testación a ésta, 1 . . . R3D asegura
gras : R3R, P2TD, P2CD , P4D, P2CR ; el empate, pero pierde moviendo 1 . . .
les toca jugar a l as blancas . l . P4AD RSR?, a causa de 2 . PSCR, R x P4AR ;
(la mej or jugada táctica en una posi­ 3. PCR x PT, etc.
ción sin esperanzas) ; 1 . . . PD x PA ? (lo La necesidad de preparar cuidado­
correcto hubiese sido 1 . . . R4A ! ; 2 . samente el ataque para abrir brecha
PAD x PD , R x PCR y ganan ; ahora se ve en la posición siguiente.
las blancas crean una « casilla erran­
te») ; 2. P4TR, P4TD ; 3. PSTR, PSTD ; En el 374 ( Najdorf-Kotov, Estocol­
4. R2D ( según indicó l. Tiurn, hubie- mo, 1 948 ) , la forma más sencilla de

217
374 TD ; S . P8AD = D , P8TD = D ; 6 . D7D + .
RlA ; 7 . R x PC y mate. E n l a partida
se jugó : l. PSAD ?, PCD x PA ; 2. PSTD,
PSAD ; 3 . R4AR, P4CR+ ! ( réplica im­
prevista por las blancas, que crea
un «cuadrado errante» peligroso, me­
diante una contraapertura de bre­
cha ) ; 4. R3R ! ( 4. PTR x PC, P6AD ; S .
R3R ; PSTR ! ) ; 4 . . . P6AD ! ; S . R3D ! ,
PSAR ; 6 . PCR x PA, PSCR ! ; 7 . P6CD,
PTD x PC ; 8. PTD x PC, P6CR, siendo
tablas en final de dama. Es claro que
el modo de abrir brecha viene deter­
minado por las características de la
posición . En el caso, tomemos, por
ejemlo, l. R4AR, R2AR( 3AR ) , no da
resultado 2. PSTD, pero en cambio
decide sin complicaciones 2. PSAD .
375
alcanzar el obj etivo propuesto es l .
P3AR ! , R2R ; 2 . P4AR, R2A ; 3 . PSAR !
( amenazando 4. P6AR ) ; 3 . . . PCR x
PA ; 4. R x PA, R2C ; S. RSC y ganan
( 13 1 , 135 ) . Las blancas jugaron l . PS
CR, después de lo cual sólo queda
abrir brecha moviendo P4TR-ST y
convirtiendo el peón AR en peón pa­
sado ; por ejemplo : l . . . R2R ; 2. P4TR,
R2A. El método más seguro de que
disponen las blancas para llevar la
partida (algo así como una << regla>>,
según Komarov, 1954 ) , es ahora 3 .
R6D, ocupando después la casilla T R
y luego P2AR-4AR, P4TR-STR y P4
AR-SAR ; no obstante, también gana
3. P4AR, R2R (o bien, 3 . . . R2C ; 4 .
PSTR, PCR x PT ; S . PSAR) ; 4 . PSTR,
PCR x PT ( de lo contrario, S. PTR x La posibilidad de abrir brecha en
PC) ; 6. PSAR, R2D (o bien, S . . . PSTR ; el 375 ( Betinsh, 190S ) , mediante P3
6. R4A) ; 6. R4A, R3D ; 7. R3C, R4R ; CR-4C, P4AR x PC ; P4AR-SA es evi­
8. P6AR, R3R ; 9. R4T, P3TR ; 10. dente ; sin embargo, después de P4
R x PT , PTR x PC ; 11. R6C . Naj dorf AR x 4C, el peón negro se hace peli­
no halló ni uno solo de los numero­ groso. De ahí que haya que obligar
sos modos de ganar, y la partida ter­ al rey negro a situarse en la vertical
minó en tablas . CR, donde impedirá el avance de
su propio peón ; por consiguiente, el
374a. Bogatiriov O. - Persits, Mos­ rey blanco deberá retroceder a la co­
cú, 1948 . Blancas : RSCR, P4TD , PS lumna R. ¿ Pero qué es lo correc­
CD, P4AD, P3CD, P4TR. Negras : R2 to : l . RlR, o bien, l. R2R?
CR, P2TD , P3CD, P4AR, P3CR, P4TR ; Si se piensa más en cómo abrir
juegan las . blancas. Lo correcto, se­ brecha, se deduce que después hay
gún el analisis de Bogatiriov, hubie­ que jugar PSAR-6AR, convirtiendo el
ra sido : l . PSTD, PCD x PT ; 2. PSAD, peón TR en peón pasado y promo­
PSTD ; 3. P6AD, P6TD ; 4. P7AD, P7 ver a dama en 8TR, a fin de impedir

218
al rey negro que vuelva a la colum­ que, las negras se ven forzosamente
na TR. De esto se desprende que obligadas a perder un tiempo; si hu­
después de PSAR-6A, P2CR x PA, al biesen contestado 2 . . . R x PC, resul­
negro no le queda otra salida que taría que después de 3. R6R, PSTD ;
avanzar el peón AR ; luego, lo co­ 4. PCD X PT + , tendrían que perder
rrecto es, no l . R2R, sino l . RlR ! , un segundo tiempo, y esto traería ya
para que e l peón A R n o pueda dar consigo la pérdida de la partida. En
j aque en 6AR y de este modo ganar cambio, ahora las negras ganan ; por
tiempo. Un cálculo concre to confir­ ejemplo : 3. R6R (más consistente es
ma este esbozo previo del plan ge­ 3 . R7R ! , PSTD ! ; 4 . PCD x PT , PSAD ;
neral. S. P4AR, P6D ; 6. PAD x PD , PAD x
l . RlR ! , R7C ( resulta floj a la ju­ PD ; 7. PSAR, P7D ; 8. P6AR, P8D = D ;
gada 1 . . . R7T, a causa de 2. R2A, 9 . PSTD + , R x PC ! ; 10. P7AR, pero
R6T ; 3. R3A, R7T ; 4. P4CR y ganan ) ; el rey negro se halla precisamente
2. P4CR, PAR x PC ; 3. PSAR, P6CR ; en la ' zona de promoción ; véase el 9
4. P6AR ! , PCR x PA ; S. P6TR, P4AR del « Apéndice») ; 3 . . . PSTD ! (en caso
( S . . . R7T ; 6. P7TR ; o bien, S . . . R6A ; de 3. P4AR, o bien, 3. R8C, lo correc­
6 . RlA ) ; 6. P7TR, PSAR ; 7. P8TR = D , to sería 3 . . . PSAD ! ; en la posición
P6AR ( de ir acompañado e s t e movi­ que consideramos esto sería erróneo
miento de un j aque, sería posible a causa de 4. PCD x PA, PSTD ; 5 .
P6AR-7AR, dándose una posición de R6D ! y 6 . PSAD + ) ; 4 . PCD x PT, PS
tablas ) ; 8. D8TD ! y ganan. AD ; S. P4AR, P6D , y ganan.
Para lograr el rompimiento en d
375 es necesario realizar una sutil 376a. Tomado del archivo de N .
jugada preparatoria de rey. A este Grigoriev. Blancas : R3TD, P2TD , P6
respecto es también muy significati­ TD, PSCD. Negras : R6D, P2TD, P3CD ;
vo el 206 ( Stoltz-Nimzowitch ) , donde ventaj a blanca . l . R4C , RSD ; 2. P4TD,
un movimiento del rey cortó de raíz R4D ; 3 . PSTD, PCD x PT + ; 4. R4T ! ,
un posible contraataque mediante el R3D ; S . P6CD, o bien, 4. . . R4A ; S .
« cuadrado errante» . R x PT y ganan .
376 El dar un peón al adversario pue­
de obedecer a diversas causas. El
327 es un ejemplo evidente. He aquí
otras posiciones :

376b. Y. Jashek, 1926. Blancas :


R3AD, P6TD , PSAD . Negras : RSTR,
P2TD, P3AD , P2AD ; las blancas ga­
nan. l. R4D, R6C ; 2. RSR, R6A ; 3 .
R6R, RSR ; 4. R7D, R4D ; S . RlA ! ( no
S. R x P2AD ?, R x PSAD ; 6. R7C, R3D ! ;
7. R x PT, R2A, tablas ) ; S . . . R x PA ;
6 . R7C y ganan .

376c. M. Liburkin, 1 9S l . Blancas :


R6A:R, PSTD, P6TD, P3AD, PSD . Ne­
gras : R4CD, P2TD , P4AD , P2AD, P2D ;
superioridad del blanco . l . R7R,
PSAD . ( en caso . de 1 . . . RSA, se tiene
En el 376, después de 1 . . . PSCD ; 2 . 2 : R x PD , R x PD ; 3. R8A ! , R3A ; 4.
P T D x PC + , l a s negras realizan un:1 R8C, R2D ; S. R x PT , RlA ; 6. P4AD
j ugada a primera vista incomprensi­ y ganan ; tampoco salva la situación
ble : 2 . . . R3C ! Sin embargo, esto tie­ l . . . P3D, a causa de 2 . R7D, RSA ; 3.
ne fácil explicación : a causa del j a- R x P2AD, R x PA ; 4 . R7C , PSAD ; 5 .

219
R x PT, R - ; 6. R8C, P6AD ; 7. P7TD, abren brecha y consiguen un peón
P7AD ; 8. P8TD = D , P8AD = D ; 9 . P6 pasado adelantad o .
TD, y 10. D7CD ) ; 2, R8D ! ( 2 . R x PD ?, l. P4AD ! , PCD x PA ; 2. R3R, R4C ;
R4A ; 3. R8A, P3AD ! , tablas ) ; 2 . . . 3. P4TD ! ( método típico a emplear
R4A ; 3 . RIA ! , P3AD ! ; 4 . P6D ! , R x para obtener un peón pasado ) ; 3 . . .
PD ; 5. R8C ! , P4AD ; 6 . R7C y ganan . R x PC ; 4 . P4CD, PTD x PC ; 5 . R3D '.
(j ugado cautamente : en caso de 5 .
376d. Una idea análoga quiso dar P5TD ?, se tiene 5 . . . P6CD ; 6 . R3D,
a conocer A. Kazantsev, 1954, en el P7CD ; 7 . R2A, R6A ; 8. P6TD , R7R ;
problema <<Blancas : R2D, P5TD, P2 9. P7TD, PBCD = D + ; 10. R x PCD,
AD, P4CR. Negras : R1 CR, P2TD , P5 R7D, etc.) ; 5 . . . P5TR ; 6 . P5TD y
AD, P2CR, P2TR ; tablas » . Después ganan .
de l. R3A, R2A se pensaba jugar En Jos f:nales que siguen las rup ­
2. R4C, R3R ; 3. R5C, R3D ; 4. R6T, turas tienen un carácter compl eta­
etcétera, con rey ahogado en 'la es­ mente ciistinto :
quina 8TD . Pero 2 . . . R4C, pierde <l
causa de 2 . . . P6AD ! ; 3. R5C, P4CR ! ; 377a. l . Berger, 1889. Blancas :
4. R4A, P4TR ; 5 . PCR x PT , P5CR ; ií . R3CD, P4TD, P4R, P3AR, P4CR, P5TR.
R4D, R3A, etc. Negras : R4AD, P3CD, P3AR, P4CR,
Tampoco se consiguen tablas con P3TR ; juegan las negras, ganan las
2. R x PAD , a causa de 2 . . . R3R ; el blancas . l. . . R3A ( es peor l. . . R5D ;
problema es, pues, falso y la posi­ 2. R4C ) ; 2. R4C, R3D ; 3. R4A, R3A
ción hace perder a las blancas . Es ( al alcan�ar esta posición las blai;­
interesante la variante : 3. R5A, P3 cas abren b recha) ; 4. P4AR, PCR x
TR ; 4. R6A, P3CR ; 5. R7C, R3D ; 6 . PA ; 5. P5R, PAR x PR (5 . . . R2D ) ; 6 .
P4AD , P4TR ; 7. PCR x PT , PCR x PT ; PR x PAR, R3R ; 7. R4D, etc.) ; 6 . P5
8 . P5AD + , R x PA ; 9 . R x PTD, P5TR ; CR y ganan .
10. P6TD , R4C ! ! (no 10 . . . P6TR ? ; 1 1 .
R8C ! , tablas ) : 1 1 . R7C, P6TR y ga­ 377b. Naj dorf - Buksbaum, Varso­
nan. ( Véase la observación 3 del via, 1929. Blancas : R2TR, P3TD, P4
<< Apéndice» . ) CD, P2AD, P5AD, P4AR, P2CR, P3TR,
Negras : R1 CR, P3TD, P2CD, P5AD ,
377 P4D, P2AR, P4CR, P3TR ; les toca ju­
gar a las blancas . l. R3C, P5D ; 2.
R3A, P4AR ; 3 . P4TD, R2A ; 4 . P5CD,
R3R (4 . . . PTD x PC ; 5 . P6AD, PCD X
PA ; 6. P5TD ) ; 5. P6AD, R3D ; 6.
PAD x PC, R2A ; 7 . PCD x PT y el rey
blanco se dirige a 4CD.

377c. Lasker, 192 1 . Blancas : R4TD,


P5TD, P4CD, P5AD, P4D , P3R, P4AR,
P4TD. Negras : R3TD, P2TD, P3AD ,
P4D, P5R, P3AR, 4AR, P4TR ; las blan­
cas ganan. l. R3C, R4C( 2 C ) ; 2. P6TD,
R x PTD ; 3 . R4T, R2C ; 4. P5CD,
P3TD ( o bien, 4 . . . PAD x PC + ; 5.
R x PC, R2A ; 6. R6T, R1C ; 7. P6AD,
RIT ; 8. R5C y 9. R5A ) ; 5. PCD x PA x ,
R x PA ; 6 . R5T, R2C ; 7 . P6AD + , R x
PA ; 8 . R x PT y ganan .
En el 377, la blancas remontan Pondr emos punto final al eschr<­
enérgicamente las desventaj as de su cimiento de los ataques abriendo brc
situación . Sacrificando dos peones cha con varios ejemplos bastant;!

220
mas complicados, en los que la par­ seguido 2 . . . PSTR ! ; 3 . PCR x PT ; PCR
tida se lleva en ambos flancos (378 x PT ; 4 . R4A ! , PSAR ! ; -en caso de
a 381 ) . 4. P4CD, PTD x PC, o bien, S . P4CD,
P6AR ; 6 . R3D, PTD x PC , el rey ne­
378
gro detiene al peón TD, mientras
que el rey blanco es impotente con­
tra el «cuadrado errante>>-, S. R4D ,
R3D ; 6. R4R, R4A ; 7. R x PA, RSC y
ahora 8. R4C llega tarde, mientras
que 8. R4R, etc., es inútil, ya que
el peón TR ha sobrepasado el cen­
tro del tablero ; 1S1 ) ; 2 . . . PSAR ( ame­
naza 3 . . . PAR x PC y promoción
acompaüada de j aque ) ; 3. PCR x PA,
PSCR ; 4 . PTR x P C , PSTR ( también
gana 4 . . . PTR x PC ) ; S. PSAR+ ( o
bien, S . PSCD, P6TR ; 6 . P6CD, R2D ) ;
S . . . R2D ! ( no S . . . R2R? ; 6. PSCD,
P6TR ; 7 . P6CD, R2D ; 8 . P6AR ! , etc . ) ;
6. PSCR, P6TR ; 7. P6CR, R2R ; 8 .
PCD x PT, P7TR ; 9 . P6TD, P8TR = D ;
10. R6C, R3C, y las blancas aban­
En la posición 378, las negras com­ donan .
prenden que en caso de 1 . . . PSAR ; 379
2. PCR x PA, PCR x PA ; 3. R4D , R4A ;
4. P4CD, PTD x PC ; S. PSTD tiene
lugar un final de dama, con las con­
siguientes dificultades técnicas. Bien
es verdad que si en lugar de 4 . . .
PTD X P C se j uega primero 4 . . . P6
AR ! ; S. R3R y sólo después S . . .
PTD x PC, resulta que a continuación
de 6 . PSTD, P6CD ; 7 . P6TD, P7CD ;
8. P7TD , P8CD = D ; 9. P8TD = D ,
D8R+ ! ; 10. R3D, o bien , R4D ( 10 .
R x PAR?, D8TD + ) ; 10 . . . D7R + , o de
otro modo, D7D + , las negras sitúan
la dama en 6R o en SAR, dando j a­
que, mueven después P6AR-7AR y la
victoria es evidente, aunque exige
todavía cierto tiempo.
Sin embargo, no se puede as�gu­
rar que esta solucion sea la más En el flanco de rey del 379 existe
sencilla . Por eso se comprende el la misma posibilidad de abrir bre­
que el negro prefiriese alcanzar el cha que existía en el 373 . Pero antes
desenlace en un final de peones , cu­ las blancas han de eliminar todas
yas variantes pueden, aunque no con las posibilidades de su adversario
facilidad, ser calculadas previamente en otros sectores del tablero . Llegan
con toda exactitud . a tiempo de cerrar el fl anco de da­
1 . . . P4TR ( las negras procuran ha­ ma, pero se ven obligadas a dej ar
cer pasado el peón TR o, por lo avanzar el peón pasado obtenido por
menos, llevarle hasta STR ; el valor las negras en el centro. A consecuen­
de esto queda claro en la nota si­ cia de esto se hace preciso abrir
guiente ) ; 2. P4CD (a 2. R4D hubiese brecha también en el otro flanco .

221
l . P4TD ! , P4D ; 2. P3CD, PSD ; 3 . 380
P4AR, R3D ; 4 . P4CR, R2R ; S . R2A,
R3D ; 6. R3A, R2R ; 7 . R4R, R3D ; 8.
P4TR, R2D ( ahora las blancas co­
mienzan a intentar obtener peones
pasados en ambos flancos ; el cua­
d rado errante «pequeño » que pone'l
a disposicwn de su contrincante no
es peligroso ) ; 9. P4CD ! , PTD X PC ; 10.
PSTD ! , R2A ; 1 1 . PSCR ! , PAR x PC ; 12.
PAR x P C, PTR x PC ; 13. PTR x PC,
P6CD ; 14. R3D , R2D ; 1 S . P6CR, PAR
x PC ; 16. PAR x PC . El negro rinde.
La posición que se da a continua­
ción se resuelve utilizando un es­
quema de j uego análogo :

379a. Troj anescu-Trajan Ichim, Bu­


carest, 1938 . Blancas : R2AR, P5TD,
P4CD , P4D , P3R, P5R, P2TR. Negras : La respuesta sólo se puede obte­
R4AR, P3TD, P2CD, P3AD , P4D , P3 ner mediante un análisis concreto.
CR, P5CR, P5TR ; en este caso los 1 . . . P3TD parece peor, y en reali­
contrincantes acordaron tablas. La dad permite salvarse a las blancas
tentativa l . P4R + . PD x PR ; 2. R3R de forma bastante instructiva : 2 .
haría perder, debido a 2 . . . P6CR ; P4TR ! ! (lo mejor ; en caso de 2 .
3. PTR x PC, P6TR ; 4. R2A, P6R t- . P5AD, se tiene 2. . . P T D X PC ; 3 .
E l rey blanco queda suj eto al flanco P6AD, R3D y ganan ) ; 2 . . . PCR x PT
de rey. Las negras no pueden, por ( de mover 2 . . . P4TR? son ya las blan­
su parte, abrir brecha en el flanco cas las que ganan mediante 3. P6CD ! ;
opuesto. l. R2C, R3R ; 2. R2A, R2D ; por ejemplo : 3 . . . P6AR ; 4 . PCR x PA,
3. R2C, R2A ; 4. R2A, P3CD ! ; 5. PTD PCR x PA ; 5 . R3R, P7AR ; 6. R x PA,
x PC + ( de lo contrario son las ne­ R5D ; 7 . R3A, R x PA ; 8 . R4R ! , R4C,
gras quienes capturan y preparan 9 . RSD , R x PT ; 10. RSA ! , y 11. R6D ) ;
después l a j ugada P3AD-4AD ) ; 5 . . . 3. PCR x PT , P6AR ; 4. PCD x PT, PCD
R x PC ; 6 . R2C, R2A ; 7 . R2A, R2D ; x PT ; S . R3R, P7AR ; 6 . R x PAR, RSD,
8. R2C, R3R ; 9. R2A, P4AD ! , y en tablas .
caso de 10. PCD x PA, resulta 10 . . . En cambio, 1 . . . P3CD ! asegura a
R2D ! , continuando con P3TD-4T, y las negras una victoria fácil : 2. PTD
si, por el contrario, 1 0 . PD x PA, se x PC (o bien, 2 . P6TD , R3D ) ; 2 . . .
tiene 10. R x PR, trasladando después PTD x PC ; 3 . PSAD ( cualquier otro
el rey a 3AD y abriendo brecha con movimiento es aún peor ) ; 3. . . PCD
P3TD-4T . x PA ; 4. P6CD, R3D ; S . P7CD, R2A ;
6. P 1 CD = D + . R x PC ; 7. R4R, R2A ;
En la posición 380 ( Müller-Rhode, 8. R x PA, P4TR ; 9. P3TR, PSAD ! y
por correspondencia, 1897 ) , siguió : ganan .
l . . . P6AR? ; 2. PCR x PA, PCR x PA ;
3 . P5AD , ganando las blancas abrien­ En el 381 ( E . Post, 1941 , inspirada
do brecha ( 3 . . . R4D ; 4. P6AD, PCD x en una partida real ) , las negras ame­
PA ; 5. P6CD ) . En caso de poder an­ nazan : 1 . . . P4CD ! ; 2. PAD x PC, P5AD ,
ticiparse a este rompimiento, es evi­ etcétera. Es claro que las blancas de­
dente que las negras tendrían posibi­ berán entrar en el cuadrado del peón
lidades de ganar. Pero para conse­ negro 4AD . Al mismo tiempo deberán
guir esto, ¿ qué es lo mejor : 1 . . . P3TR pensar en realizar ia única posibili­
ó l . . . P3CD ? dad de ganar que tienen : P3AR-4A-

222
381 8 . PTD x PC, PSTD ; 9 . P6CD, P6AD ! ;
10. R3R, P6TD ! ; 1 1 . P6AR, P7AD ! y
ganan ) ; S . . . . . . R3R ; 6. R5C, R2A ; 7.
RSA, P3CD ! ( tiempo de reserva sal­
\'ador ) ; 8. RSC, P4D ! ; 9. PAD x PD ,
PSAD ; 10. P3D, P6AD ; 1 1 . P7D, P7AD ;
12. P8D = D , PSTD = D + , tablas .
Así pues, a pesar de todo, lo co­
rrecto es : l . RSCR ! , por la sencilla
razón de que las negr:1s carecen no
ya de un buen mo vimiento, sino in­
cluso de una j ugada «neutral » que no
empeo r e < u �ituación ( ¡ zugzwang tí­
pico ! ) . En efecto, después de 1. . .
R1CD ; 2 . P4AR, etc., el peón alcan­
za la promoción dando j aque ; en
caso de 1 . . . R3T ; 2. P4AR, las ne­
gras, después d:! 2 . P4CD ; 3 . PAD
. .

x PC + . pierden un tiempo, aprove­


SA, etc. Este peón no puede inter­ chándolo las blancas para P4AR-SAR.
ceptar el paso del rey blanco, si éste Sólo queda, pues , 1 . . . P3CD, pero al
tiene que dirigirse a atajar al peón hacer esta j ugada pierden las negras
p asado de AD. Considerado de este su tiempo de reserva, que fue el que
modo, parece ser que se debiera j u­ las salvó en la variante anterior y se
gar l . R4C, y 2. P4AR y no l. RSCR, puede, por lo tanto, continuar : 2 .
después de lo cual 2. P4AR es impo­ R4C ! , R2C ; 3 . P4AR, R3A ; 4. PSAR,
sible, teniendo en cuenta, además, FCR x PA + ; S. P R x PAR, R2D ( o
que el peón negro alcanza en 8AD bien, S . . . P4D ; 6 . P6AR, R3D ; 7.
la promoción dando j aque. PAD x PD ) ; 6. P6AR, R1R( 3R ) ; 7
No obstante, l. R4CR? dej a esca · RS C ! , R2A ; 8. RSA, R1A ( el tiempo
par precisamente la victoria ; por P2CD-3CD ha sido gastad o ; en caso
ej emplo : l . . . R1 CD ! ; 2 . PSAR, R2A ; de 8 . . P4D, resulta : 9. PAD x PD ,
.

3. PSAR ( 3. RSC?, P4CD ! ) ; 3 . . . PCR PSAD ; 10. P6D, P6AD ; 1 1 . P2D y l a


x PA + ; 4. PR x PA, R2D ; S . P6AR ! dama alcanzada da m a te ) ; 9 . R6R,
( no S. RSC?, a causa de S . . . P4D ! ; R1R ; 10. P7AR + , R1A ; 1 1 . R6A, dan­
6. PAD x PD, PSAD ; 7 . R4A, P4CD ! ; do mate en pocos lances .

2 . VENTAJAS Y DESVENTAJAS D E POSICION

Pasemos ahora ·a considerar otras estructuras de peones, cuya fuerza


o debilidad viene determinada :
a) Por el grado de movilidad de los peones (posibilidad de p romover
rápidamente a dama) ;
b) por la circunstancia de que en la posición existan defectos orgánicos
(peones doblados, aislados y retrasados , así como peones avanzados antes
de tiempo y en demasía ;

·
e) por claras ventaj as de posición ( tales , por ejemplo, como un peón
pasado avanzado o protegido, mej or situación del rey, etc . ) .

223
6. P4CR, R2R ; 7. R3D , R3R ; 8. R3AD ,
382
R4D ; 9. P3TD, R3R ; 10. R3D, R3D ( o
bien, inmediatamente 10. . . PSCD ) ;
1 1 . R3AD , R4D ; 12. R3D , PSCD ; 1 3 .
PTD x PC, PAD x PC ; 14. R2A, R3A ;
1 S . RZC ( de j ugar 1S. PSTR decide
también el avance de los peones y
R4D ) ; 1S . . . P6TD + ; 16. R2TD, R6A
y ganan .

382a. Sacado del viej o manual de


aj edrez de Stein, 1789. Blancas : RSD ,
P4TD, P3CD, PSAD , P4CR, P3TR. Ne­
gras : RZR, P4TD , P2CD, P2AR, PZCR,
P3TR ; mueven las blancas . La posi­
bilidad de obtener un peón pasado
mediante P2CR-3CR y 2PAR-4PA con­
trarresta ia fuerte posición del blan­
co. En caso de l. P4TR, se tiene 1 . . .
Lo único que podría contrarrestar P4TR ; 2 . PSCR, P3AR ; 3 . PCR x PA + ,
en el 382 a la amenaza que repre­ PCR x PA ; 4 . P6AD ; PCD x PA + ; S .
sentan los peones negros del fl anco R x PA, R3R ; 6 . RSA ( 6 . RSC, P4AR ;
de dama sería la colocación de los 7. R4A, PSAR ; 8. R3D , R4A ) ; 6 . . . P4
peones bb.ncos que se da a conti­ AR ! ; 7 . R4 D ( 7. P4CD, PSAR ! ) ; 7 . .
.

nuación : P4AR, PSCR, PSTR. La ame­ R3D y P3CD-4C nunca es peligroso


naza PSTR-6TR sujetaría al rey ne­ para las negras, gracias al <<cuadrado
gro a este sector del tablero y en­ errante» .
tonces el rey blanco podría frenar el 383
movimiento de Jos peones negro s .
1 . . . P4R ! (contrarresta e l plan in­
dicado más arnba : en c¡¡so de 2 .
P4AR, PR x PA ; 3 . PCR x PA, l o s peo­
nes blancos serían fácil presa del rey
negro, y si, por el contrario, se
avanzan los peones . hasta SCR y
STR, el rey negro los alcanza desde
el escaque 4AR ; de ahí que a las
blancas no les quede otra solució.1
que trasladar el rey a 3R, para mo­
ver después P3AR-4A y, además de
librarse del peón doblado, abrir ca­
mino a los demás peones ) ; 2. R1A,
P4CD ; 3 . R2R, P4TD ! (en la partida
que comentam os, Alekhine j ugó 3 . . .
P4AD? y después de 4 . R3R, acordó
tablas , en vista del inevitable S. P4
AR, PR x PA + ; 6 . R x PA ; en cambio, En el 383 el avance de los peones
ahora esta maniobra no se puede negros es incontenible, pero sólo si
realizar, ya que en caso de 4. R3R, le toca jugar a este color y merced
PSCD ; S. P4AR, PR x PA + ; 6. R x PA, a la posibilidad de crear una posi­
PSTD, el rey blanco se halla fuera ción especial de zugzwang.
del cuadrado del peón TD ; por 1 . . . PSD ! ; 2. P6R, R2C , 3. P4AR,
ejemplo : 7 . R4R, P6CD ; 8 . PTD x PC, R3A ; 4. PSAR, P6D ; S . R2C, P4TF ;
P6TD ) ; 4. R3D, PSTD ; S . R3A, P4AD ; rindiéndose las Bancas a causa de

224
6. R1A ( o bien, R1 C ) ; 6. . . P6CD ! ; go RSA ) ; 10 . . . P6R ! , y las blancas
ahora si se da 7 . P4TD, P6AD, el mo­ rinden a causa de 1 1 . PCR x PA, RSA,
Yimiento de los peones es irrefrena­ siguiendo R x PA y P6CR-7CR+ .
ble, lo mismo que después de 7 .
PTD x PC, PAD x PC, debido al zugz­ 384
wang de las blancas .
La idea en que se basa este final
aparecería aún con más relieve en
el caso 1 . . . PSD ! ; 2. R2C, P6D ! ; 3 .
R1A, P6CD ! ; 4 . PTD x PC, PAD x PC .
S i s e traslada l a posición a una fila
más arriba ( el rey negro en 1 CR,
el r ey blanco dispondría del t-scaque
de reserva 1AD y no caería en zugz­
wang. Del mi!'mo modo se tendrían
tablas tocándoles jugar a las blan­
cas. l. P3TD ! ( 1 . P4TD?, PSD ! da la
victoria a las negras ) ; 1 . . . PCD X PT !
( 1 . . . P6CD ? pierde a causa de ? . R2C,
PSD ; 3 . P4TD, P6D ; 4. R3A ) ; o bien,
l. R2C( 1C), PSD ; 2 . R1A(2A), P6C ; 3 .
R2D ! y el rey blanco se mueve por
los escaques 3R y 2D.
El 384 es una tentativa original de
383a. N . Grigoriev, 1938. Blancas : demostrar que en la conocida va­
RSAR, P6AR, P2CR, P2TR. Negras : riante ( de los cambios ) de la partida
R1TD, P2TD , P3CD, P4AD , P2AR, española, la estructura de los peo­
P3TR ; las blancas ganan . l. P4CR, nes hace de por sí perder a las ne­
R2C ; 2. P4TR, P4TD ; 3. R4R, R2A ; gras, a causa del peón doblado de
4. PSTR ! , R2D ; S. PSCR, R3R ; 6 . éstas y de la superioridad numérica
PCR x PT , R x PA ; 7. R3D, PSTR 1 0 de las blancas en el flanco de rey .
bien, P4CD ) ; 8 . R2A ! , PSAD ; 9 . R1C ! Y ;:¡un cuando la demostración se
( véase el 282 ) ; 9 . . . P4CD ; 10. R2C, limita solamente a una <<variante
PSC ; 1 1 . R1 C y ganan . ejemplo», ésta no dej a de ser ins­
tructiva a su modo.
383b. Colle-Pirc, Francfort del Me­ l. R2R, R2R ; 2 . R3R, R3R ; 3 . P4AR,
no, 1930: Blancas : Rl CR, P3CD, P4 P4AD ; 4. P4AD !, P3AD ; S. P4TD, P4
CD, PSAD, P2CR, P3TR. Negras : CD ; 6. P3CD (6. PTD x PC?, PAD x
R4D, P2TD, PSR, PSAR; P4CR, P2TR ; PC ; 7. PAD x PC, PTD- x PC y las ne­
j uegan las negras ; 1 . . . P41 R ; 2. R2A, gras, después de haberse liberado
PSCR ; 3. PTR x P C, PTR x PC ; 4. del peón doblado, amenazan por su
R2R ( en caso de 4. P3CD se tendría : parte con obtener un peón pasado a
4 . . . P6AR ; S. R3R, P3TD ; 6. R2A, la primera ocasión ) ; 6. . . P3AR ; 7 .
RSD ; 7. P6AD, P6R + ; 8. R1R, R6D ; PSTD, PSCD ; 8 . P4CR, P4CR ; 9. PSR ! ,
9. P7AD, P7AR + ; 10. R1A, R7D ; 1 1 . PCR x PA + ( 9 . . . PAR x PR ; 10 . . . PAR
P8AD = D , P7R+ ; las negras captu­ x PC ) ; 10. R x PAR, PAR x PR + ; 1 1 .
ran dando j aque al peón CR, des­ R4R, P3TR ; 1 2 . P4TR, R3A ; 1 3 . PS
pués de lo cual lo que decide es el CR+ !, PTR x PC ; 14. PTR x PC + ,
peón SCR) ; 4 . . . P6CR ! , S. R1R, P3TD ; R x P C ( 14. . . R3R ; 1 S . P6CR J ; . S .
6. R2R, R4R ; 7. PSCD ( ¡ zugzwang ! ) ; R x PR, RSC ; 1 6 . R6D, RSA ; 17. R x
7. . . PTD x PC ; 8 . P4CD, R4A ; 9. R1R PA, RSR ; 1 8 . R x PA, R6D ; 1 9 . R x
(o bien, 9 . R1A, P6AR ! ; 10. PCR x PA, PC, RSD ; 20. R3T ( o bien , 20. R4T,
P6R ! ) ; 9 . . . P6AR ! ; 10. R1A (o de pero de ningún modo 20. PSAD ?,
otro modo, 10. PCR x PA, P6R ! y lue- R4D ! J ; 20 . . . R4A ; 21. R4TD, RSD

225
15
( de lo contrario, 22. P4CD ) ; 22. R4C, esté defendido es esencial ) ; 10. RSR,
R4R ; 23. RSA y ganan . R6C ; 1 1 . R6A, R x PCR ; 12. R x PCR,
Hay que tener en cuenta que en la R x PTR ; 13. P4AR ( 1 3 . R x PTR?, pier­
variante propuesta por Euwe el mo­ de) ; 13 . . . PSTR, y el final de dama
vimiento 8 . . . P4CR no es convincente termina ne tablas .
y sula acelera la derrota. Continuan­ La fuerza relativa de los peones
do 8 . . . P3CR, las negras podrían in­ centrales y de flanco es un proble­
tentar llevar la partida bloqueando ma cuyo estudio presenta gran inte­
el centro ( hacerlo inaccesible al rey rés cuando tanto unos como otros
negro ) , lo mismo que en los ejem­ tienden a alcanzar l a p romoción . Se
plos 405 y 406, que se dan más ade­ suele admitir que si los peones p a­
lante. sados de uno de los contrincantes
La debilidad de los peones mu"y pueden aparecer simultáneamente en
avanzados, desligados de sus bases, ambos flancos son, generalmente,
teniendo el contrincante puntos en más fuertes .que los peones ligados
los que abrir brecha ( creados tam­ centrales, excepción hecha de aque­
bién como resultado de estar dema­ llos casos en que estos últimos se
siado avanzados los peone s ) , se ilus­ encuentran cerca de la casilla de
tra en los ejemplos que siguen : p romoción y avancen apoyados por
el rey. Una serie de ejemplos toma­
384a. Tomado de la primera edi­ dos de partidas reales confirman es­
ción del « Bilguen>, 1 843 . Blancas : to. Sin embargo, se conocen también
R2D , P2TD, P3CD, P3AD, PSD , PSAR, posiciones en que el factor decisivo
P4CR, P3TR. Negras : R2AR, P3TD, consiste únicamente en un tiempo
P4CD, P2AD, P3D, P4CR, P2CR, P2 de más. De lo dicho se deduce que
TR ; j uegan · las negras . Después de la aplicación de la « regla general »
1 . . . R3A ; 2 . R3D, R4R ; 3. P4AD, PS exige en cada caso concreto una cui­
CD ! ; 4. R3R, P4TD , o bien, 4 . . . P3TR, dadosa comprobación p revia .
las blancas se ven obligadas a p ermi­ A continuación siguen ejemplos en
tir la incursión decisiva del rey los que l a victoria es obtenida unas
negro . veces por los peones de flanco y
otras por los centrales, según i as
384b. Bec - Fine, Varsovia, 1935. particularidades de la posición .
Blancas : R2AR, P2CD, P3AD, P4D ,
385
P3AR, P2CR, P3TR. Negras : R2AR,
P2TD, P3CD, P2AD, PSAR, P2CR, P3
TR ; j uegan las blancas . En la posi­
ción de las negras no sólo es débil
el pevn avanzado, sino que, además,
lo es también el flanco de dama. l.
R2R, R3A (o bien , l. . . R3R ; 2 . R3D,
P4CD ; 3 . R4R, P4CR ; 4. PSD + , R3D ;
S. P4CD, P3AD ; 6. PD x PA, R x PAD ;
7. P4TR, R3C ; 8. PSTR ! , P4TD ; 9.
PCD x PT + , R x PT ; 10. RSA y ga­
nan ) ; 2. R3D, R4AR ; 3. R4A, P3AD ;
4. PSD, PAD x PD + ; 5. R x PD , R4C .
Aquí ganaba sencillamente 6 . P4AD,
RST ; 7 . P4CD, pero las blancas, se­
ducidas por la posibilidad de ganar
un peón, se apartaron del desarrollo
correcto de l a partida : 6 . RSR?,
P4CD ! ; 7 . P4CD, P3CR ! ; 8 . R4R, RST ; En la posrcwn 385 siguw : 1 . . . P4
9. R x PAR, P4TR ! (el que este peón CD ; 2 . R3C , PSCD ? ; 3. R4A, P4CR + ? ;

226
4. PTR x PC , PTR x PC + ; 5. R x PC, 385c. Levit-M . Langue, Berlín,
P4TD ; 6 . P6D, R2A ; 7 . R5A, PSTD ; 1904. Blancas : R3AD , P4TD, P4AD,
8. P6R + , R1R ; 9. R6A, P6C ; 10. PTD P2AR, P3CR. Negras : R4AD, P4TD ,
x PC, PTD x PC ; 1 1 . P7D + , RlD ; 12. PSR, P4R, P4AR ; juegan las negras.
R7A, las negras abandonan . 1 . . . PSAR? ( imprudente tentativa ) ;
Tarrasch consideraba que hubiera 2. P4CR ! ( es claro que no se puede
sido más fuerte 2 . . . P4TD ! ; 3 . R4A, 2. PCR x PA?, PR x PA ; 3. R3C, RSD
R2A ; 4. PSTR, PCR x PT ; S. RSA, y ganan ) ; 2 . . . P6R ; 3 . PAR x PR, P6
PSTR ; 6 . P6D, P6TR ; 7. P6R + , R l R ; AR ; 4. R2D ! ( no 4. R3D ?, PSR+ ! y
8. R6A, P7TR ; 9. P7D + , RlD ; 10. ganan ) ; 4 . . . R x PSA ; S. PSCR, R4D ;
R7A, P8TR = D ; 1 1 . P7R + , R x PD ; 12. 6. P4R+ ! , R3R ; 7. R3R y ganan .
P8R = D + , R3D ; 1 3 . D8D + , R4A, sien­ En los ejemplos que se dan a con­
do grandes las posibilidades de ga­ tinuación ganan la partida los peo­
nar de las negras . nes centrales .
Sin embargo , Fine encontró que
385d. Pillsbury-Gunsberg, Hastings,
después de 1 . . . P4CD se obtienen ta­ 189S . Blancas : R2R, P2TD, P4D , P3R,
blas me d iante 2. PSTR ! . La clave de P6R, P4CR, P2TR. Negras : R3AD,
esta jugada consiste en que en con­ P4TD, P4D, P3AR, P4CR, P2TR ; jue­
testación a 2 . . . PCR x PT, el rey ha gan las blancas. l . P4R ! , PD x PR ; 2 .
de moverse en dirección al escaque PSD + , R3D ; 3 . R3R, PSCD ; 4 . R x PR,
7AR, pero no pasado por la casilla PSTD ; S .R4D, R2R (en la partida que
SAR, sino por la STR, tomando de comentamos, las negras perdieron
paso el peligroso peón 4TR ; por rápidamente después de 1 . . . P4TR ? ;
ejemplo : 3 . R3C, P4TD ; 4 . R4T, PS 2. PCR x PT , P6TD ; 3. R4AD, P4AR ;
CD ; S . P6D, R2A ; 6. P7D, R2R ; 7. 4. P6TR, etc.) ; 6. R4A ! (6. P3TR?
P6R, PSTD ; 8 . R x PT, P6CD ; 9 . PTD hubiese resultado ser una pérdida
x PC, PTD x PC ; 10. R6C, P7CD ; 1 1 . de tiempo fatal ) ; 6 . . . P6CD ; 7 . PTD
P8D = D , R x D ; 1 2 . R7A, tablas . x PC, P6TD ; 8. R3A , P4AR ; 9. PCR
Es claro que la salvación de las x PA, P4TR ; 10. P4CD , P7TD ; 1 1 .
blancas ha sido posible sólo porque R2CD, P8TD = D + ; 12. R x D, PSCR ;
en el flanco de dama las negras han 1 3 . PSCD, PSTR ; 14. P6CD , P6CR ;
necesitado demasiados movimientos 1S. PTR x PC, PTR x PC ; 1 6 . P6D + ! ,
para alcanzar un peón pasado . R x PD ; 1 7 . P7CD , R2A ; 1 8 . P8CD
= D + , R x D ; 19. P7R y ganan .
385a. Tartakover-Rethy, Mariem­
bad, 192S . Blancas : R3AD , PSTD , P4 385e . N. Grigoriev, 1 928. Blancas :
CD, PSCD, P2AR, P3CR, P2TR. Ne­ R8CR, P3D, P3R. Negras : RSTR, P3
gras : R3D ,' P2TD , P6D , PSR, P4AR, TD, P3CD, P3TR ; las blancas ganan .
P2TR ; les toca jugar a las blancas . l . P4D ! , R4C ; 2. R7A ! , R4A ; 3. PSD,
l . P3AR ! (obteniendo después de 2. R4R ; 4. P4R. Ahora, a 4 . . . R3D sigue
PAR x PR, PAR x PR un peón pasado S. R6A ; en caso de que las negr as
en el flanco de rey) y ganan . lleguen a promover uno cualquiera
de sus peones a dama, ésta es cap­
385b. Gossip-Mason, Manchester, turada mediante un j aque doble ;
1 890. Blancas : R3R, P4TD, P3AD, P4 por ej emplo : 4 . . . P4TD ; S. R7R, PS
AD, P4D , P3CR, P2TR. Negras : R3D, TD ; 6. P6D, etc. ( ¡ Jaque en 8TR ! ) ; o
P4TD , P3CD , P3AD , P4AR, PSCR, bien, 4 . . . P4CD( 4TR ) ; S. R7R, PSCD
P4CR ; le toca jugar al negro . 1 . . . ( ST R ) ; 6 . P6D, etc., siendo el final :
P4CD ; 2 . PAD x PC, PAD x PC ; 3 . D6D + , R x PR ; D6CR( 6AD ) + y ga­
PTD x PC, PSTD ; 4 . R3D, P6TD ; 5 . nan. Este es uno de esos << trucos»
R2A, PSAR ; 6 . PCR x PA, PCR x PA artísticamente realizados, que son
y ganan . imposibles en l a práctica, pero que,
Menos clara está la partida en l a no obstante, sirven para inspirarla
posición que sigue a continuación : y enriquecerla.

227
La fuerza de un peón avanzado o mente, tener tiempo de volver a
protegido es de todos conocida. En lAR (42 ) . Es claro que para las
el capítulo VI se dieron los ejem­ negras tiene gran importancia el
plos correspondientes ( con pocos disponer de un tiempo de más, ha­
peones ) . Damos ahora a conocer ciendo avanzar el peón hasta STR y
ejemplos, complementarios y más clavando el peón blanco en 4TR ;
complicados, de finales de muchos las blancas , por el contrario, han de
peones ( véanse también los 364, 371a, inmovilizar el peón negro en 6TR.
376d, 377, 382) que nos servirán para Por eso, para las negras lo mejor
ilustrar tanto la << regla» como las es jugar previamente l . .. P4TR ! ; 2 .
posibl e s << excepciones>> . PSAR + ( m á s sencillo es aún : 2 . PCR
386 x PT, PCR x PT ) ; 2 . . . PCR x PA + ; 3.
PCR x PA + , R3A . De tocarles ahora
j ugar a las negras, éstas moverían
P2CD-3CD ( R4AR, P3TD ) y la fuerza
del peón pasado se haría notar ple­
namente. Sin embargo , las blancas
impiden esto mediante 4. PSTD ! ( no
4. RSD ?, R x PAR ; S. R6D , P4TD ! , e·
bien, S. PSTD, RSD , RSC ; 6. R6D ,
P4CD ! ) .Ahora es inútil 4 . . . P3CD,
ó 4 . . . P4CD, a causa de S . P6TD ! , y lo
único que salva a las blancas es atEI­
car al peón negro 2TD .
Así pues, si en el flanco de dama
se encontrasen todos los peones en
su posición inicial, una fila más ba­
jos, la jugada 1 . . . P4TR ! habría dado
a las negras una fácil victoria.
Nos queda por añadir que después
La posición 386 fue comentada , de 4 . PSTD !, R2A, lo más sencillo
pero sólo de manera incompleta para las blancas sería mover S . R4A,
( 1 9SO ) . Fue utilizada por G. Lewen­ R3A ; 6 . R4R, o bien, S . RSR, R2R ;
fisch para explicar la fuerza de un 6. P6A R + , R2A ; 7. RSA, RlA ; 8 .
peón pasado y avanzado que tiene R4R, pero d e ningún modo 8 . R6R?,
lugar después de 1 . . . P3CD, etc. a causa de 8 . . . P4CD ! y ganan .
P . Romanovski expresó la opinión de
que, en realidad, lo que el ejemplo 386a. Shumilin - Livshin, Moscú,
demuestra es la fuerza de la posi­ 19SO. Blancas : R4TR, P3TD, P2CD,
ción central del rey blanco : la po­ P4CR. Negras : R3D , P2TD, P4CD,
s ición conduce a tablas ( a pesar del P4AD ; les toca mover a las blancas.
peón pasado y avanzado) ; después Estas ganan después de l. RST ,
de 1 . . . P3CD, se consiguen tablas R3R ? ; 2. R6C ! ( por ejemplo : 2 . . .
tanto con 2 . PSTR como con 2 . PS P4TD ; 3 . PSCR, PSAD ; 4 . R7T, PSCD ;
AR+ ; por ejemplo : 2 . PSTR, PCR x S . P6CR, etc. ) . Según el análisis de
PT ; 3. PCR x PT, P3TD ; 4. PSAR + , Shumilin, hubiese resistido más 1 . . .
R3A ; S . RSD, R x PA ; 6 . R3A, P4CD . R2R ; por ej emplo : 2 . R6T ! , R2A ; 3 .
La clave de la posición consiste ._n RSC ! , P4TD ( o bien, 3 . . . PSCD ; 4 .
lo siguiente : las blancas no tienen RSA ) ; 4 . RSA, PSAD ; S . R4R, PSCD ;
otra defensa que cambiar el peón 6. P4TD, R3C ; 7. R4D, P6AD ; 8. PCD
6CR, dejando a las negras sólo el x PA, P6CD ; 9. R3D , R4C ( las blan­
peón TR, y dirigirse después con cas deben ahora capturar el peón
el rey al flanco de dama para aca­ 6CD, llevando la partida a la posi­
bar allí con todos los peones y, final- ción victoriosa 163, trasladada una

228
columna a la izquierda, pero sería 387
erróneo 10. P4AD I, R x PC ; 1 1 . R3A,
RSA ; 12. R x PC, R4R ; y tablas, como
puede verse en el mismo 163 ) ; 10.
R2D !, R x PC ; 1 1 . R1A, RSA ; 12. R2C ,
RSR ; 1 3 . R x PC, R6D ; 14. R2C, y
ganan, del mismo modo que en el
163 .

386b. Ilin-Zhenewski-Rabinovitch,
1926. Blancas : R3R, P3AR, PSAR, P2
CR, P2TR. Negras : R2R, PSCD , P3
CD, P3D, P2CR, P2TR ; juegan las
blancas . Los peones pasados débiles
de las negras no pueden ser peligro­
sos si carecen del apoyo de su rey ;
esto último es imposible, puesto que
las blancas crean en el flanco de rey
una situación de aper tura de brecha .
l . P4CR ! , R3A ; 2. P4AR ! , P4D ; 3 . R3A ; S. R x PA, R4A, o bien, 5 . . .
R4D, P3TR ; 4 . R3D , R2R ; S . R4D, P4CR ; 6 . R4D ; 6 . R4D ; 6 . RSD, P4CR ;
R3D ; 6. P4TR, tablas . Los peones 7. P4AD, PSCR ; 8. P4AD, etc., cam­
pasados avanzados no desempeñan biando al final las damas ) ; 2. P6TD ! ,
en el 386b el papel corriente de R1A ; 3 . P4AD ! , R1C ( o bien, 3 . . .

« distraen>, ya que el rey negro no R2R ; 4. RSA ! , R3D ; S . R4R, P4CR ;


está en condiciones de atacar a los 6. P4D, PAD x PD ; 7. P4CD ! , PSCR ;
peones enemigos. 8. R x PD , etc., lo mismo que en la
En la posición que sigue a con ti­ variante principal ) ; 4. RSA, R2A ; S .
nuación puede también observarse P4D ! , PAD x PD ; 6. R4R, P4CR ; 7 .
l a insuficiente accrón de << distraer» P4CD ! , PSCR ; 8 . R x PD, R3R ; 9.
que realiza el peón pasado, avanzado R4R, P6CR ; 10. R3A, R4R ; 11. PSAD ! ,
y defendido . PCD x PA ; 12. PSCD, R3D ; 13. P6CD
y ganan .
386c. Woker, 1 841 . Blancas : R3R, En los ej emplos que siguen , d
P4TD, P4CD , PSAD , P4D, P3CR. Ne­ peón pasado avanzado de uno de los
gras : R4AR, P2TD, P3CD, P3AD , P4D, con trincan tes sirve ( en circuns tan­
P4CR ; juegan las negras . 1 . . . P4CD ! cias favorables ) de suficiente contra­
( de lo contrario, 2. PAD x PC y 3 . peso al peón pasado protegido del
PSTD ; también amenaza P4CD-SCD ) ; otro.
2. PTD x PC ( no 2. PSTD ?, RSC ! y ga­
nan ) ; 2 . . . PAD x PC (el peón SAD no En el 388, las negras han comenza­
es peligroso ) ; 3 . R3A, PSCR + ; 4. do antes de tiempo a atacar al peón
R3R, P3TD ; S. R3D ( S . P6AD ?, R3R ; 4AR, mediante l . . . P3TR ?, a lo que
6. R4A, R3D ; 7. R x PC?, P4TD ! ) ; S . . . sigue 2. P4TR ! , y la amenaza de 3.
R3R ; 6 . R3R, R4A, tablas. PSTR, por lo que las negras se ven
obligadas a continuar 2 . . . P4TR, per·
El 387 ( N . Nilsen, 1951 ) nos da un diendo definitivamente la oportum­
ejemplo de posición en la que el dad de realizar el rompimiento que
j uego en un flanco contrarresta y preparaban .
sobrepasa el valor de un peón pasa­ En sus comentarios, Tarrasch anc
do y avanzado en el flanco opuesto. l a : << Según demostraron los análisr;;
l. PSTD ! , R1C ( l . . . P CD x PT es dé­ realizacios después de ter minada ; a
bil ; en caso de l . . . P4CD, se tiene partida, l o más difícil era alcanzar
2. RSA, R2A ; 3. RSR, P3CR ; 4. RSD, la victoria después de l . . . R1AD. Fa-

229
388 389

ra comenzar, las blancas deben mo­ tuvo en cuenta la mej or defensa d�


ver el peón TR. Tarrasch no dio las negras, a saber : 2 . P4TD, o bien ,
. .

a conocer variante alguna que de­ 2 . . . R3A ; 3. RST , R2A ! ; 4. R6T, R I C .


mostrase el triunfo de las blancas Y e n e l momento e n que las tabla·;
Sin embargo , parece ser que n ::> parecen inevi tables, se fuerza la vic ·
s e puede hablar de victoria ; por
· toria : S. PSTR ! , PCR x PT ; 6. P6R ! ,
ej emplo : L . R1A ! ; 2 . P4TR, RlD ; 3. R2A ; 7 . R x PT, R3D ; 8 . R6C , R x PR ;
RSD, R2D ; 4 . R x PR, R x PD ; S . R4L' . 9 . R6A, R3A ; 10. R6D , R3C ; 1 1 . R6R,
R3R ; 6. P4R, R3D ; 7. R4A ( 7 . PSTR, PSTR ; 12. PCR x PT, R2C ! ; 13. R x PA .
PCR x PT ) ; 7 . . . R3A ; 8 . R4C, R3C ; 9 R 2A ; 1 4 . RSR, R2R ; 1 S . PSTR, R2A ;
R4T, R4A ; 10. RST, RSD ; 1 1 . PSR, 16. R6D ! , R3A , 1 7 . P6TR ! , etc ., igual
R4D ; 12. R6T , R3R ; 13. R x PT , P3TR ; que en el 161 . La posibilidad de ga·
14. R6C, P4CR, tablas . nar se basa precisamente en esta po­
sición teórica.
388a. Tomado del análisis de V.
En ei ejemplo que a continuación
Chej over, 1936. ( Posición posible de
sigue, el peón pasado pr<Jtegido e�
una de las variantes de la 32.a par­
rece por completo de fuerza.
tida del match Alekhine-Capablanca,
1 927 ) . Blancas : R3CR, PSTD, P4CD,
389a. Herland-Johnson, Bucarest,
P4D, P3R, P4AR. Negras : R4AR, P2
191 1 . Blancas : R4R, P2TD, P4CD, P4
TD, P2CD, P4D , P4TR ; juegan las
AD, P4D . Negras : R3R, P2TD, P3CD,
negras. Después de L. P3TD, o bien ,
P3AD, P4CR ; j uegan las negras . Des­
L . R3CR, las blancas no pueden
pués de L. P4CD ; 2. PSAD, PSCR ;
ganar.
3. PSD + , PAD x PD + ; 4. R4A, las ne­
En la posición 389, a diferencia d.: gras abandonan .
la 371a ( véase la nota final ) , las blan­ Berger, refiriéndose a este mismo
cas pueden obtener la victoria. Para ejemplo ( por cierto mal descrito ) ,
ello hay que bloquear previamente considera que L. P4CD e s e l error
el peón TD y ligar a él al rey negro . que da la victoria a las blancas . !.. a
Fine recomienda : l . R4C, R3C 2 · realidad es que las blancas no pue­
R4T, P3TD ? ; 3. R4C, R3A ; 4. R4A, den ganar, según ' hizo notar V. Leik
R3C ; S . RSD, etc. en 1942 ; por ejemplo : 4. . . PSD ; S .
No obstante, en la práctica resul­ R x PC, R4D ; 6 . R4A, P3TD ; 7. P3TD,
ta que la tarea de las blancas es P4TD ; 8 . R3A , PTD x PC ; 9 . PTD x PC ,
mucho más complicada. Fine no R4R, tablas ( véase el 213b ) .

230
390
12. R3D, R4C ; 1 3 . R3A, P5R ; 14. R4D ,
R x PCD ; 1 5 . R x PR, R4A ; 1 6 . P4TR,
P3CR ; 17. P3CR, R5A ; 18. P5TR, P4
CR ; 19. R5A, R x PD ; 20. R6C, R4R ;
2 1 . R x PT, R3A ; 22. R7T, etc., que­
dando ahogado el rey en el esca­
que 8TR.

4 . R3A( (3C?)

i Esta es la única j ugada que hace


perder ! Lo correcto hubiese sido 4 .
P3CD ! , y en caso d e 4 . . . R3A, l a s ta­
blas se alcanzan como se ha indi­
cado más arriba, mediante 5. P3TD,
R2R ; 6 . P4CD, etc . ; en caso de 4 . . .

F5R + , se movería 5. R3R ! , R x PC ;


6 . R x PR.

En el 390 ( con un peón pasado y 4. . . . P2CA(3CR?)


defendido en el centro), la salvación
se consigue cerrando los flancos. Tampoco las negras han llegado a
Los comentaristas han considerado comprender las sutilezas de la posi­
siempre que la posición 390 da, sin ción y, a su vez, pierden tiempo.
lugar a dudas , la victoria a las ne­ Después de 4 . . . R3A ! ; 5 . R3A (a 5 .
gras . Pero la cosa no es tan sencil i.a P3CD, hubiese seguido ahora 5 . . . P4
como parece . CD ; 6. PAD x PC, P5R ; 7. R4A, P6R ;
El análisis de V. Sozin, 1 929, que 8. R x PR, R4R ; 9. P4TD ! , R x PD ; 1 0 .
damos a continuación, y que hasta P4CD , PTD x PC ; 1 1 . P5TD, R4A ; 12.
la fecha no había sido publicado , P6TD , R3C ; 1 3 . R4D, P4AD + ! y ga­
demuestra que las blancas podían nan ) ; 5. . . R2R ; 6. P3CD, R2D ; 7.
alcanzar tablas . P3TD, P3AD ! ; 8. P4CD, PTD x P C ; 9 .
PTD x PC, P4CD. ! , l a s negras deben
l. ... R1T(2T) ganar.
La ganancia de tiempo, es decir,
A variantes análogas conduciría ' · · . la circunstancia de que en la posi·
RlC ; 2. P3CD, R2A ; 3 . R2R, R2 R ; ción R3A-R3A ( antes de haberse j :1·
4 . P3TD, R2D ; 5 . P4CD, etc . , como gado P2CD-3CD ) les toca jugar a las
más abaj o . negras, tendría un valor decisivo .

2 . R1A(2R) R2T(3C) 5. P2CD(3CD)


3 . R2R( 3A)
Jugando ahora correctamel"'.te la
Más exacto sería 3 . P3CD . partida acaba de nuevo en tabla� .
5 . . . R3A ; 6. R3A ! , R2R ; 7. P3TD,
3. . . . R3C(4C) R2D ; 8 . R4R ? ( de nuevo pierde ; a
tablas conducía 8. P4CD, etc., de for­
A tablas conduciría 3 . . . R3A ; 4. ma idéntica a la nota que siguió al
P3CD, R2R ; 5 . P3TD, R2D ; 6. P4CD, tercer lance de las negras ) ; 8 . . . P3
PTD x P C ; 7 . PTD x PC , P4CD ! ( si 7 . . . AD ! ; 9. P5CR (a 9. P4CD hubiese
P3AD , s e tiene 8 . P5CD ! , y e l rey seguido 9 . . . PTD x PC ; 1 0 . PTD x PC ,
negro no tiene por dónde pasar ) ; P4CD ! y ganan, pero no 10. . . P A D
8. PAD x PC, R1A ; 9. P6CD ! , R2C ; x PD + ; 1 1 . PAD x PD ! y 12. P5CD,
10. PCD x PA , R x PA ; 1 1 . R4R, R3C ; con tablas ) ; 9 . . . PTR x PC ; 10 . R 3 <\ ,

23 1
P4CD ; 1 1 . P4TD, PCD x PT ; 12. PCD 7. R6A, R x PR ; 8 . R6D , PSTR ! ; 9 .
x PT, PAD x PD ; 13. PAD x PD , R2A PCR x PT ( o bien, 9 . R7R, PTR x PC ;
14. R4C, P5R ! . Las blancas rinden . 10. PTR x PC, R6A y ganan ) ; 9. . . R x
¡ Ins tructivo hnal ! PA ; 10. R7R, P4R ; 1 1 . R6A, PSR. Las
Examinemo<> ahora un grupo de blancas rinden .
finales en los que la mejor posiczón
del rey de una de las partes es deci­ 391a . Blancas : R3TD, P3R, P3AR,
P3TR. Negras : R4R, P3R, P2AR, P4
siva en el resultado de la partida.
CR, P2TR. Juegan las negras.
Estas posiciones se han dado ante­
La victoria se obtiene del mod'J
riormente, pero siempre en combi­
siguiente :
nación con otras circunstancias . En
1 . . . P4AR ! ; 2. R4CD , P4TR !
los ejemplos que se exponen más
abajo se subraya el alej amiento <• Unica forma de ganar. En caso de
la separacwn del rey enemigo de los 2 . . . PSAR?, se tendría 3. PCR x PA + ,
sectores decisivos del tablero o de PCR x PA ; 4 . PR x PA + , R x PA ; 5 .
J os escaques es tratégicos por los qu� RSA, R x PA ; 6 . R6D, tablas . O bieil,
se desarrolla la lucha . Es tas posicio­ 2 . . . PSCR? ; 3. PTR x PC, PAR x PC ; 4.
nes son ya el paso a los finales de PAR x P C, RSR ; S. RSA, R x PR ; 6 .
maniobra puros . R6D , R6A ; 7 . R x PR, tablas.

391 3 . R3AD

Es la mej or j ugada que puede h01


cer el blanco. En caso de 3. RSA, �e
tiene 3 . . . PSCR ; 4. PTR x PC ( o bien,
4. PAR x PC, PAR x PC ! ) ; 4 . . . PAR x
PC ( también gana 4 . . . PTR x PC ; 5 .
P4AR + , RSR ; 6 . R6D, R6A ) ; S . PA R
x PC ( o bien, S. P4AR+ , R4R ; 6 .
R6D, PSTR ! ) ; S . . . PTR x PC y ganan .
3 . . . PSCR ; 4 . P A R x PC, PAR x PC ;
5. PTR x PC, PTR x PC ; 6 . R3D, R4D ! ;
7. P4R + .
En caso de 7. R2D , gana 7 . . RSR ;
.

8. R2R, P4R.
7 . . . R4A ! ; 8 . R3A, P4R y ganan .
Otro ejemplo de rey «alej ado» :

391b. Mason-Inglish, Londres, 1883.


A tablas hubiese llevado 1 . . . R4A ; Blancas : R3R, P4CD, P4AD, P3AR,
2. P3AR, P4CR ; 3. P3TR ( tablas da P3CR, P2TR. Negras : R3TD, P3AD ,
también 3. P4CR + , R4R ; 4. R4C , P4 P4R, P4AR, P3AR, P2TR ; les toca
AR ; 5. PCR x PA ) ; 3 . . . P4TR ; 4 . .N a las blancas . Mediante l. P4CR se
CR + , PTR x PC ; 5. PTR x PC + , R4R ; consigue liquidar a todos los peones
6. R4C, P4AR ; 7. PCR x PA, PR x PA ; en el flanco de rey . Las negras con­
8 . R3A . tes taron con 1 . . . PSAR + ? y no tu­
En la partida se j ugó : 1 . . . R4R ; vieron tiempo de trasladar su rey <. 1
2 P3AR, P4CR ; 3. R4C ( la posición centro a causa d e 2 . R4R, P3TR ; 3 .
después de 3. P3TR se considera P4TR, R3C ; 4. PSCR, PAR x PC ; S .
aparte ; véase el 391a) ; 3 . . . P5CR ; 4 . PTR x PC ; 6. R x PC, P5CR ; 7. R x PA,
P4AR + , R4D ! (no 4 . . . R4R?, a causa PTR x PC, PTR x PC ; R x PR, PSCR ;
de 5 . RSA, R x PR ; 6 . R6D, R6A ; 7 . 7. R x PA, PCR x PA ; 8. R x PA, R2A ;
R7R, R7C ; 8 . R x PA ; R x PT ; 9 . R x 9. R4R, R3D ; 10. RSA y ganan . Lo
PR, R x PC ; 10. P5AR ) ; 5 . RSC ( S correcto hubiese sido l.. . PAR X PC ;
R3A, RSR ) ; 5 . . . P4TR ! ; 6 . R6C, RSR ; 2. PAR x PC, P3TR ; 3 . P4TR, R3C ; 4 .

232
R4R, R2A ; S . PSCR, PAR x PC ; 6 . 6CD, etc. ) ; 3. R x PR, R2R ; 4. RSD,
PTR x PC, PTR x PC ; 7 . R x PR, PSCR ; R2D ( en caso de 4. . . R3A, gana S .
8. R4A, R3D ; 9. R x PC, RSR, tablas . R6A, etc . ; e l rey negro, después de
R x PA, permite a las blancas coro­
392
nar dando j aque ) ; S. RSA, R2A ( vuel­
ve a darse la posición inicial, pero
sin los peones 4R y 3AR ) ; 6. PSAR !
( asegura a las blancas una ventaj a
en la partida a « tiempo» que ha de
tener Jugar ) ; 6 . . . P3TR ; 7. P3TR,
P4TR ; 8 . P4TR, R2D ; 9 . R6C, R2R ;
10. R x PTD, R3A ; 1 1 . R x PCD, R x PA ;
12. P4TD ! , P4CR ; 1 3 . PSTD, PSCR ;
14. P6TD, P6CR ; 1S. P7TR, P7CR ; 16
P8TD = D , P8CR = D ; 17. DSD + , R3A ;
1 8 . D x PTR, D8AR ; 19. R6CD, D7
AR+ ; 20. R3TD ! , D7TD + ; 2 1 . RSC y
las negras no pueden dar j aque .
En la posición que sigue, el « me­
jor>> rey ( que, además, conquista la
oposición ) , es el de las negras .

La antiquísima posición 392 ( saca­ 392a. Loid-Vinaver, París, 1867.


da de la primera edición del «Bil­ Blancas : R4AR, P4AD, P4R, P4CR,
guen>, 1 843 ) , estuvo considerada du­ P41'R. Negras : R3R, P4AD, P2AR, P3
rante mucho tiempo como tablas . CR, P3TR ; juegan las negras . Me­
Berger da las siguientes varianres : diante l . . . P4CR + ! ; 2. PTR x PC, PTR
l . PSR, PAR x PR ; 2. PAR x P R, k2D ; x PC + ; 3 . R x PC ( o bien, 3. R3A,
3. RSD, P4CR ; 4. P6R + , R2R ; S. RSR, R4R ; 4. R3R, P3AR y ganan ) ; 3 . . .

P4TR ; 6. RSA, PSCR ; 7. RSC, R x PR ; R4R l as negras se apoderan del


8 . R x PT, R4A, tablas ; o bien : l . centro . A tos siguió : 4. R6T, R x PR ;
P4TR, P3CR ! ; 2 . RSD, R2D ; 3 . PSR, S . R7C ( ¡ el rey se ha situado en el
PAR x PR ; 4 . R x PR ; 4 . R x PR, R2R, camino de su peón ! ) ; S . . . P4AR ! ! y
tablas. después de 6. PSCR, PSAR, las ne­
Fine demuestra la posibilidad de gras o bien promueven el peón dan­
ganar del modo siguiente : l. RSD, do j aque o bien cambian las damas
R2D ; 2. PSR, PAR x PR (2 . . . R2R ; 3 . y ganan.
PR x PA + , R x PA conduce a u n a p o­ t. Kenningen hizo notar ( 1 899 )
sición que se examina m á s adelante ; que S. RSC ó S. RST ( en lugar de 5 .
en caso de 3 . . . PCR x PA, gana R-6AD- R7C ? ) , hubiese dado tablas .

3. EJEMPLOS DE LA LUCHA DE MANIOBRA

En los finales que se dan más abaj o, la lucha se desarrolla por los puntos
clave de la posición ( casillas de irrupción en el campo adversario, es­
caques críticos) sobre la base ya de apoderarse de la oposición, ya de
ocupar la conjugación . Para alcanzar el objetivo p ropuesto tiene frecuen­
temente gran importancia el disponer de tiempos de reserva, pero, sin
embargo , esto no es una condición imprescindible para ganar.

233
393 394

La particularidad principal de la causa de la opcwn a avanzar dos


posición 393 reside en la distribución casillas del peón 2TR).
característica de los peones SR y Lo interesan te ele esta posición es
4AR, disposición que fuerza a atacar que gana el que comienza, ya que el
sólo en plan de contraataque que co­ primero que j uegue alcanza a estabi­
loque al adversario en zugzwang lizar (o corregir) la situación en el
(véase el 16). flanco << desfavorable » .
l. R3D ! (l. R4C hubiese conducido Las negras podrían ganar del mo­
únicamente a un final de dama con do siguiente : 1 . . . R4R ! ; 2. R3A, P4
un peón de ventaja) ; 1 . . . R2D ; 2 . TD ! 3. P3C (en caso de 3. P4TR, se
P4R ! , PSAR (peones intocables son, tendría 3 . . . PSTD ! , sobrando tiempos
después de este movimiento forzado, en ambos flancos, mientras que si se
los 4R y SAR, con la particularidad da 3. P4TD, el flanco de dama de las
de que el peón SR, que de por sí es negras es ya << satisfactorio>>, y 3 . . .
indefenso, cumple un papel decisi­ P3TR ! e s correcto) ; 3 . . . P4CD ! (ame­
vo, por cuanto quita al rey negro nazando P4CD-SCD ) ; 4. P3TD , PSTD ;
toda posibilidad de maniobra ; 3 . S. PCD x PT (o bien, S . P4CD, P3TR) ;
R2R (amenaza 4 . R3A) ; 3 . . . R3R ; 4 . S . . . PCD x PT ; 6. P4TR, P4TR .
R2A ! y l a s negras abandonan . Tocándoles j ugar a las blancas
moverían l . R3A ! , R4R ; 2 . P4TR ! ,
Esta misma situación se puede P4TD ; 3 . PSTR ! , PSTD ; 4 . P6TR ! ,
apreciar en el ejemplo que sigue, P3CD ( 4 . . . P4CD ; S . P3TD ; 4 . . . P6TD ;
pero combinada con el factor << tiem­ S. PCD x PT, P4CD ; 6. P4TD , PCD x
po». PT ; 7. P3TD ) ; S. P4CD ! , PTD x PC ; 6 .
PTD x PC, P4CD ; 7 . P4CD, y ganan .
En la ins tructiva posicwn 394 Otros ej emplos de partidas en las
( S chveda-Sika, B runn, 1929) , todo que el factor << tiempo» j uega un gran
consiste en la apreciación de los papel .
tiempos de reserva de que dispone
cada uno ele los contrincantes . En 394a. Opochenski - Prokop, Praga,
el flanco ele dama, las blancas tienen 1942. Blancas : R4R, P3TD , P3AD, P2
ventaj a ( el peón negro se encuentra CR, P2TR. Negras : R2AR, P2TD, P3
en 3TD y no en 2TD ) , mientras que AD, P2CR, P2TR ; j uegan las blancas .
en el flanco de rey son las negras Después de l . RSR, R2R, es evidente
las que es tán en superioridad (a que las negras no pueden de ningún

234
modo mover el peón 3AD . Gracias a 395
esto, el peón 3AD lleva en sí dos
tiempos de reserva, lo que decide la
lucha. 2. P4CR, R2D ; 3. PSCR, R2R
( esperanza infundada en le inacce­
sibilidad de la sexta fila ) ; 4. P4TR,
R2D ; S. PSTR, R2R ; 6. P4TD, P4TD ;
7. P4AD, R2D ; 8. P6TR, P3CR ( o bien,
8 . . . PCR x PT ; 9. PCR x PT, R2R ; 10.
PSAD ) ; 9. R6A, R3D (9 . . . P4AD ; 10.
RSR ) ; 10. R7C y ahora es ya inútil
la continuación 10 . . . R2R ; 1 1 . R x
PT, R2A, a causa de 1 2 PSAD. Las
negras abandonan .

394b. Leonhardt-Marshall, Ram­


burgo, 1910. B lancas : R6CD, P2TD,
P4CD, P2CR, P2TR. Negras : RlCD,
P3TD, P2CD , P3CR, P2TR ; j uegan las
blancas . l. P3T, R1A ; 2. P4TD, P4CR
( en caso de 2 . . . R1C, se tiene 3 . P3 La comparación de la posición 395
CR, R1A ; 4. R7 R2A ; S. PSAD, ( tomada de la partida Loman-Van
PTD x PC ; 6 . PTD x PC, P4CR ; 7 . P6 I-Ielder, Amsterdam, 1919 ) con los
CD + , R3A ; 8. P4CR y ganan ; 3. P3 ejemplos p recedentes permite com­
TR, R1C ; 4 . P3CR ! , R1A ; S. P4TR, p render más a fondo el carácter de
PCR x PT ; 6. PCR x PT, R1C ; 7 . RSA, la partida en la que influye el fac­
R2A ; 8. RSD, R2D ; 9. RSR, R3A ( a tor « tiempo».
9 . . . R2R decide 10. PSTD, ya que 10 . Como se vio en el 394 (a y b), lo
P4TR sólo pierde un peón y no pue­ esencial en este tipo de partidas
de ser considerado como un tiempo consiste en crear una posición de
de reserva ) ; 10. PSTR, P4TD ; 1 1 . PCD zugzwang en la que lo que decide es
x PTD, R4A ; 12. P6TR, RSC ; 13. R6A. el último tiempo que queda de re­
Las negras rinden . serva.
394c. Thomas-Maroczy, Niza, 1 930. La posición R3AR-R4AD del 39S no
Blancas : RSAR, P4TD, P2CD, P4AR, es el zugzwang que permite a las
P2CR, P2TR. Negras : R2D , P3CD, negras alcanzar l a victoria. En efec­
P4AD, P3AR, P2CR, P2TR ; les toca to, precisan aún un tiempo de re­
jugar a las blancas . El blanco blo­ serva para obligar a las blancas a
quea ( estabiliza ) el flanco de rey, al jugar R3D (es claro que no R3C?,
mismo tiempo que se procura tiem­ RSD ) ; luego, en la posición que se
pos de reserva. l . P4TR ! , R2R ; 2. da después de PSCD-4C, P6TD-STD !
PSTR, R2A ( en caso de 2. . . P3TR, (ni que decir tiene que . no PTD X
se tiene 3 . R4R, lo mismo que se PC + ?, R x PC y el rey negro ocupa
jugó en la partida ; 3 . R6C, R1A, no la casilla crítica del peón 4R), las
da nada ) ; 3 . R4R, R3R ; 4 . PSAR + , negras necesitan un segundo tiem­
R3D ; S . R3D ! y las negras, que se po ; lo mismo en el caso 1 . . . R3C ; 2.
encuentran en zugzwang, abandonan ; R4A, R4T ; 3. R3C que después de
el ejemplo variante que se da a con­ 1 . . . P6CD ; 2 . R3A, P7CD ; 3. R x PC ,
tinuación es muy significativo : S . . . RSC ; 4 . PSTD, R x PT ; S . R3T, R4C ;
R4D ( 5 . . . R4R ; 6 . R4A ) ; 6 . P3CD, 6. R3C, R4A ; 7. R3A . Paralelamente
R3D ; 7. R4A, R3A ; 8 . P3CR, P3TR ; a esto, la estructura de los peones
9. P4CR, R2A ; 10. RSC, R2C ; 1 1 . en el flanco de rey sólo asegura a
PSTD, PCD x PT ; 12. R x PA, R3T ; 13. las negras uno y no dos tiempos de
R6A. reserva.

235
En la posicwn R4C-R3CD, las ne­ 396
gras, en caso de ser mano, necesitan
también dos tiempos de reserva pa­
ra ganar ( ¡ y sólo uno, si les toca a
las blancas ! ) .
Pero e n la posición R3CD-R4TD ,
las negras precisan un solo tiempo,
ya que al retroceso del rey blanco
sigue RSTD y P4CD-5CD.
En la partida que comentamos, las
blancas no llegaron a comprender
cuál era la oportunidad del enemi­
go y jugaron 1 . . . P6TR?, con lo que
no sólo no mej oraron, sino que in­
cluso debilitaron sus peones , per­
diendo de la aleccionadora forma
siguiente : 1 . . . R3A ! ( con la in tcnción
de alcanzar 4TD, pero evitando el
escaque 3CD, a causa de la réplica
R4C) ; 2. R3C, R2C ! ; 3. R3A (3. P4TD , ticas del peón 3AD ; para conseguir
R3C ! ) ; 3 . . . R3TD ; 4. R2C, R4T ; S . esto último las negras disponen, ade­
R3C, P4CR ( ¡ ahora marcha todo más, del tiempo de reserva 3AD-4AD .
bien ! ) ; 6. P4CR ( o bien, 6 . P4TR, Es evidente que en caso de 1 . . . PS
PCR x PT ; 7. PCR x PT, P4TR) ; 6 . . . TR ; 2 . PCR x PT ? , PCR x PT, las ne­
P3TR ; 7 . R3A, RST ; 8 . R2C, PSCD ; gras pueden alcanzar fácilmente su
9. PTD x PC, R x PC y ganan . objetivo, gracias a su peón pasado
Pero las blancas hubiesen podido y avanzado, pero las blancas pueden
salvarse, de haber corregido, cuando contestar 2. R3T y en caso de 2 . . .
todavía era tiempo, su situación en PTR x PC ; 3 . R x PC, P4AD ; 4 . R2C,
el flanco « desfavorable » : l. P4CR ! RSA ; S . R2A, PSCR ; 6 . PAR x PC,
(el peón 2TR, que puede hacer dos R x PC ; 7. R2C, las negras no dispo­
movimientos, debe quedarse en su nen de otro tiempo de reserva . Por
sitio) ; 1 . . . P4CR (las blancas amena­ eso han optado por maniobrar con
zaban con 2. PSCR ; en caso de 1 . . . su rey para poder j ugar R4A como
P3TR, se tendría 2 . P4TR ! , R3A ; 3 . réplica a R x P3CR y de este modo
PSTR) ; 2 . R3D ! , R3C (esto ahora es reservarse el tiempo P3AD-4AD.
inútil , ya que las negras han perdi­ En la partida que comentamos, les
do el tiempo de reserva ; en caso de tocaba jugar a las blancas y a l .
2 . . . PSCD ; 3. P4TD !, pierde ya 3 . . . R2T siguió : 1 . . . R3A ; 2 . R2C, R3C ;
R3C?, pero aún pueden conseguirse 3. R2T ( sin ningún género de dudas,
tablas con 3 . . . P6CD ) ; 3. R3A, R3T ; 3 . R3T es mej or ) ; 3 . . . PSTR ! ( el plan
4. R2C, R4T ; S. R3C, P3TR ; 6. P3TR. de las negras ha tenido éxito ; no
En los ejemplos que siguen, el ob­ salva a las blancas 4. P4AR, PAR X
jetivo de la maniobra consiste en PC ; 6. PCR x PT, a causa de S . . . R4T ;
hacerse con las casillas críticas . 6. R3T, P4AD ) ; 4. R3T, PTR x P C ;
S. R x PC, R4A ( la continuación es
La solución correcta de la posición aún bastante interesante ) ; 6. R2A
396 estuvo mucho tiempo sin hallar­ ( pierde también la j ugada mej or 6 .
se, pero actualmente no ofrece lugar R2C ; véase m á s abajo) ; 6 . . . RSA ;
a dudas . 7. R2R ( o bien, 7. R2C, PSCR ) ; 7 . . .
.
El plan de las negras consiste en R6C ; 8 . R3R, P4AD ! ; 9 . R2R ( 9 . R4R,
tomar todos los peones del flanco R7A ) ; 9 . . R7C y las blancas aban­
.

de rey, pero de tal modo que el rey donan a causa de 10. R3R, R8A ; 1 1 .
pueda luego ocupar las casillas crí- R4R, R7R.

236
En caso de 6. RZC, gana 6 . . . RSA ; del problema y haber esgrimido to­
7. R2A, P4AD ! ; 8. R2R, R6C ; 9. R3R, dos los datos necesarios para demos­
R6T ! ( las blancas no pueden con­ trar esta victoria, no sacaron las
testar con R3D ) ; 10. R2D ( o bien, conclusiones necesarias y expusieron
10. R4R, R7C ) ; 10 . . . R2T ! ( oposición de forma completamente errónea su
en la fila principal ) ; 1 1 . R3R, R8C ; solución ; a saber : « ( 1 . R2T ), R3A ;
12. R2R, R7C ; 1 3 . R3R, R8A, etc. 2. R3T , R3R ! ! ; 3. R2C, R4R ! ; 4. R2A,
Los tres primeros movimientos R3A». Es evidente que todo esto no
que se hicieron en la partida no con­ demuestra nada todavía : en la po­
vencen de que ésta se llevase de la sición R2A-R3A, la victoria ha sido
mej or forma posib \ e . Berger expre­ demostrada tocándoles j ugar a las
só sus dudas respecto al movimiento negras, mientras que ahora j uegan
3 . R3T, pero se abstuvo de hacer las blancas. Si éstas mueven S. RZC,
el análisis y de dar su apreciación no cabe la menor duda de que las
general de la posición . En cuanto negras tienen que comenzar de nue­
a Fine, para el que evidentemente vo su poco convincente « tiovivo » .
las tres primeras j ugadas no ofre­ En efecto, el continuar maniobran­
cían dudas, anotó debaj o del 396 : do ( del modo que se hizo en la par­
<<Las negras ganan », siendo de seña­ tida o de la forma que se aplica en
lar que cedió a las negras hasta el los análisis), es completamente in­
turno de jugar ( aunque en realidad útil . La posición del rey negro es
les toca a las blancas ), lo que, por suficientemente buena para cual­
cierto , no tiene gran importancia. quier posición del rey blanco (ZAR,
En 1 9SO, M. Bonch-Osmolovski y 2CR, 2TR, 3TR).
N. Ter-Pogosov criticaron esta afir­ He aquí la solución correcta :
mación de Fine . Hicieron notar que
si a 2 . . . R3C hubieran contestado las l . R2CR(2T) P4TR(ST ! ! )
blancas no con 3 . RZT?, sino c'on 3 .
R2C ( po r ejemplo, l. R2T, R3A ; 2 . ¡ Inmediatamente y cualquiera que
R3T, R3C ; 3 . R2C ) , resultaría que sea la posición del rey blanco !
3 . . . PSTR conduciría inmediatamente
a tablas , a causa de 4. P4AR ! ( por 2. R2T( 3T)
ejemplo : 4 . . . PCR x PA ; S . PCR x PT
y 6. R3A ; o bien, 4 . . . R4A ; S. PAR x Se consideraba totalmente descar­
PC, PTR x PC ; 6. R x PC, R x PC y la tado el abrir brecha sin esperar a
oposición no da nada a las negras ) . más, siendo precisamente este error
Así pues, e l traslado del rey a 3CR general el que , como una muralla,
resulta inútil y la afirmación de que impedía ver la solución .
«las negras ganan>> es errónea.
Ambos autores no se limitaron a 2. . . . R3A(4R ! ! )
hacer la crítica, sino que propusie­
ron sus propios análisis, presentándose ante nosotros l a po­
. extraordi­
nariamente importantes para la so­ sición victoriosa de Bonch-Osmo­
lución de la posición dada. Demos­ lovski y Ter-Pogosov, obtenida con
traron que las negras gauan ( tocán­ un simple cambio de j ugadas.
doles jugar ) en las posiciones si­ La victoria de las negras se de­
guientes : 1 ) R2T-R3A, 2) R2A-R3A, muestra así :
3 ) R3T-R4R ; en los tres casos decide 1) a 3. R4C, 2C, 2T, sigue 3 . . .
P4TR-STR. PTR x PC ; 4 . R x PC, R4A, etc ., como
En relación con esto, los autores más arriba ;
consideraban demostrada la victoria 2) en caso de 3 . P4AR + , se tiene
de las negras en la posición inicial 3 . . . PCR x PA ; 4 . PCR x PT , RSR ; S .
( 396 ) ; sin embargo, a pesar de haber R2C ( a S . PSTR sigue S . . . P6AR ; 6.
entrado de lleno en la resolución P6TR, R6R ! ; 7 . P7TR, P7AR ; 8 . P8T

237
= D , P8A = D + ; 9. R4C, -mejor sería R4R, R4C ; 3. R3R ! , P4AD ; 4. PD x
9 . R2T, DSAR +-. 9 . . . D4AR + ; 10. PA, R x PA ; S. R2D ! ( S . R3D ?, R4D ;
R3T, R7A amenazando con dar mate S. R4R?, P4D + y R4C ) ; S . . . R4C ;
y con cambiar las damas ) ; S . . . R6D ! 8. R3A, P4D ; 7. R3C, tablas.
(amenazando con R7R) ; 6. R3A, R x
PA ; 7 . PSTR, R3C ; 8 . P6TR, P6AD ; 397
9. P7TR, P7AD ; 10. P8TR = D , P8AD
= D , ganando fácilmente .
3) a 3. PCR x PT, PCR x PT ; 4. R4C
(4. R x PT?, RSA) sigue 4 . . . P4AD ! ;
S . P4AR + , RSR ; 6 . PSAR, P6TR ! ( con­
duce a un final de dama más favora­
ble que 6 . . . R4R, etc.) ; 7. P6AR, P7
TR ; 8. P7AR, P8TR = D ; 9. P8AR = D ,
D8CR+ ; 1 0 . R4T(ST), R6D y las ne­
gras deben ganar sin grandes dificul­
tade s .
A s í pues, en e l final d e peones n o
se ha podido realizar el plan estra­
tégico fundamental, pero su esencia
no varía cuando se ha llegado a pro­
mover dama.
En el final que a continuación se
da se produjo una idea análoga, aun­
que bajo forma algo más camuflada, La posición 397 ( se dio en la parti­
de ocupación de la casilla crítica da de torneo Hanssen-Nimzowitch)
después de haber cambiado todos los tiene, por extraño que parezca, una
peones en el flanco : gran similitud con el 39S, aun cuan­
do aquélla no tenga el aspecto ni
396a. Eliskases-Skalichka, Pode- los tiempos de reserva de ésta.
bradi, 1936 . Blancas : R1AD , P2TD, En la partida siguió :
P4AD, PSAD , P4R, P3CR, P2TR. Ne­
gras : R2R, P2TD, P2CD , P3AD, P4R, l. ... R3D(2A)
P2CR, P2TR ; juegan las blancas . l . 2. P2AD(3A)
P4TR? ( esto permite a las negras
forzar el cambio y ocupar las casi­ En caso de 2 . P4AD, se tendría 2 . . .
llas críticas del peón 4R ; mediante R3C ; 3 . PAD x PD (es claro que no
l. P3TR, que impide la captura de 3 . PSAD + , a causa de 3 . . . R4C y el
los peones, hubiesen podido hacer subsiguiente RSA) ; 3 . . . PAD x PD ; 4.
tablas las blancas ) ; 1 . . . P4CR ! ; 2. R2A, R4T ! . Las negras ocupan la
R2D, R3A ; 3. R3R, R3C ; 4 . R2A, R4T ; casilla conj ugada. En evidente << Con­
S. PTR x PC, R x PC ; 6. R3A, P4TR ; j ugación>> se encuentran, además, los
7. P3TD , PSTR ; 8. P4TD, PTR x PC ; escaques 3CD-4CD y 2CD-STD, que
9 . R x PC, P4TD y las blancas abando­ junto con las casillas 2AD-4TD, for­
nan. Pierde aún con más rapidez man « zonas triangulares>> en el cam­
l. P4CR?, si va seguido de 1 . . . P4TR ! po de cada uno de los contrincante s .
Una lucha peculiar por las casillas Una vez que se han apoderado d e
críticas tiene lugar en la posición la conjugación, l a s negras ganan .
que sigue .
2. . . . R2A(3C ! )
396b. B . Horwitz, 1879. Blanc a s : 3. . . . R3C(4C)
R3D, P4AD , P4D, PSD, PSAR. Negras :
RSCD, P2AD, P3D, P3AR ; las blancas A 3 . P4AD sigue la jugada de es­
hacen tablas. l. R3R ! , R x PA ; 2 . pera 3 . . . R3T !, y en caso de 4 . PAD

238
x PD, PAD x PD ; 5. R2D, se tiene 5 . . . obligadas a continuar 2 . . . P5CR ; 3 .
R4C ; 6. R3D, R5T y ganan . PTR x PC + , R x PC ; 4 . R2R, P6AD, y
ahora queda claro que la posición
4. R3D( 3A) R4C(5T) R2R-RSCR es el zugzwang decisivo a
l. P4AR( 5A + causa de S. P5D , R4A, o bien, S. RlD,
R6A, y tablas. E s precisamente este
y las blancas quedan indefensas . ataque al peón 3R el que las blancas
¡ Curiosa situación ! ti-enen que retrasar en una j ugada .
398
2. . . . P5AD(6A)

En caso de 2 . . . PSCR, se tiene 3 .


PTR x PC + , R x PC ; 4 . R2A ! , P6AD ;
5. R2R, y ahora son las negras las
que se encuentran en zugzwang.

3 . R1A( 1 R ! )

y e l problema está resuelto : 3 . . . P5


CR ; 4. PTR x PC + , · R x PC ; S. R2R ! ,
P7AD ( no hay más remedio que debi­
litar el peón AD con un movi­
miento anticipado ; en caso de 5 . . .
R4A, o bien, R5T, se tiene 6. Rl D ) ;
6. R2D, R6A ; 7. P5D, PSAD = D + ; 8 .
R x D, R x PR ; 9 . P6D, R7A ; 10. P7D,
P6R ; 1 1 . P8D = D y ganan.
El 398 es una lucha, cuyo resultado
no está claro , ni mucho menos, por
398a. K . Jakobi, 1904 . Blancas :
el tiempo, y que se produce al crear
R5AD, P4TD , P4CD, P6CD, P5R, P5
la posición decisiva de zugzwang .
TR. Negras : R1AD, P2CD, P4CD, P3R,
l . P4AR-5A + P3TR ; ventaj a blanca. l . P5TD, R2D ;
2. P5CD, R1A ; 3. P6TD, R1C ( debido
La necesidad de librarse de esta a la amenaza P6TD-7TD, al rey negro
pieza sin perder tiempo alguno se le quedan sólo los movimientos R1 T
desprende del hecho de que el rey y R1C ; las blancas, para poder ga­
blanco se vea precisado a entrar ur­ nar, deberán ocupar con el rey la
gentemente en el cuadrado del peón casilla 6D, pero únicamente estando
5AD . De jugar inmediatamente l. el rey negro en 1 TD ; de ahí que haya
R2A ?, se tendría 1 . . . P6AD ; 2 . R2R, que ceder a las negras el turno de
PCR x PA ; 3. PR x PA, R4D y después j ugar ) ; 4. R4C, R1T ; S. R3C, R 1 C
de 4. P4AR, R x PD, o bien, R3R, R5A, ( las negras se ven obligadas 'a rea­
las negras tienen segura la promo­ lizar un número « pan> de j ugadas ;
ción de un peón a dama . por eso el rey blanco debe volver a
SAD en un número «impar» de mo­
l. ... R3R x PA vimientos ) ; 6. R3A, R1T ; 7. R4D,
2. R2C( 1A ! ! ) R1 C ; 8. RSA, RlT ; 9. R6D ! , R1C
(a causa de la amenaza R7A, las
De nuevo la jugada natural 2. R2A blancas han ganado un tiempo im­
hubiese sido un error. Las negras portante ) ; 10. R x PR, PSD ; 1 1 . R7A
no pueden esperar pasivamente a y ganan .
que las blancas capturen el . peón
6AD y a que su peón pasado prote­ 398b. Grob - Nimzowitch, Zurich,
gido corone ; de ahí el que se vean 1934. Blancas : R4AD, P4TD, P3CD,

239
P3AR, P4TR. Negras : R3AD, P3TD, 27 ) , no da nada la tentativa de rom­
P4AD , P3CR, P4TR ; mueven las ne­ per brecha 2AR-4AR-SAR ( después de
gras. La situación de éstas es du­ R4R ) , debido a los dos tiempos de
dosa debido a la falta de tiempo ; la reserva de las negras . A pesar de su
continuación lógica 1 . . . R3D dej a a clara ventaj a en el flanco de rey,
las blancas con un peón de ventaj a las blancas se ven obligadas a deci­
en final de dama después de 2. P4AR, dir la partida en el de dama ( des­
R3A ; 3 . P4CD, PAD x PC ; 4. R x PC . pués de haber obligado previamente
R3C ; S. PSTD + , R3A ; 6. R4A, R3D ; a moverse al peón 2TD ) ; o, dicho
7. R4D, R3R ; 8. RSA, R4A ; 9. R6C, con más exactitud, tienen que ma­
R x PA ; 10. R x PT , P4CR ; 11. PTR x niobrar de modo que mantengan sus
PC, PSTR ; 12. P6CR, etc. No obstan­ amenazas en ambos flancos .
te, las negras hallan el tiempo que
les fal ta utilizando <<el triángulo» l. R4D(SA) A3R(4A)
3AD , 2D, 3D. En la partida que co­
mentamos se j ugó : 1 . . . R2D ! ! ; 2 . La mej or defensa. En caso de 1 . . .
P4AR ( conformándose sensatamente R4A, s e tiene 2 . R6D , RSC ; 3 . RSR,
con unas simples tablas, que de lo R x PT ; 4. R6A, RSC ; S. R x PC, PS
contrario hubiesen precisado, para TR ; 6. R6A, P6TR ; 7. P6CR, P7TR ;
obtenerlas, cierto esfuerzo, por ejem­ 8. P7CR, 'i> 8TR= D ; 9. P8CR = D + (9 . . .
plo : 2. R x PA, P4CR ; 3. R4D ! , PCR R6A ; 10. D8TD + ) ; 10. D8CD + . RSC ;
x PT ; 4 . R3R, P4TD ! ; S . R2A, R3R ; 1 1 . D3CR + , R4T ; 12. DSCR + + .
6. R2C, R4A ; 7. R3T, R4C ; 8. P4AR + , Si se tiene l . . . P3TD, conduce úni­
R x PA ; 9 . R x PT , RSR ; 10. R x PT y camente a tablas 2. P3AR?, a causa
el rey blanco llega a tiempo a 1AD ) ; de 2 . . . R4R ! ; 3. R6A, RSA ; 4 . R6D,
2. . . R3D ! ; 3. R3D, P4TD ; 4. R4A, R6C !, etc ., pero ganan tanto 2. P4AR,
R3A ; S. R3A, R3D ; 6. R4A, R3A, ta­ R4A ; 3. R6D , RSC ; 4 . R6R, R x PT ;
blas . S . PSAR ! , como 2 . R4D, R3D ; 3 . R4R,
Siguen ahora ejemplos de manio­ R3R ; 4. P4AR, P4TD ; S. PSAR + , o
bra más complicada ( que en la ma­ bien, 2 . . . R4A ; 3. R3R, RSC ; 4. P4AR;
yoría de los casos abarca a los dos R x PT ; S. R3A, R3A, R6T ; 6 . PSAR.
flancos ) , sobre temas diversos que
frecuentemente se entrelazan . 2 . RSAD(6A) R4R( 3R)
399
Las blancas pueden despreciar la
posibilidad de un contrataque diri­
gido sobre el peón 3TD, tanto ahora
como más adelante ; por ejemplo :
2 . . . RSD ; 3. R6D, R6A ; 4 . P4AR ! , etc.

3 . R6AD(7A) R3R( 2R)

Los reyes están ahora situados en


la fila principal, y la jugada de
<< tiempo» tiene un valor decisivo .
En la partida se j ugó : 4. P3AR,
P3TD ; S. R8AD , a fin de a S . . . R1R
continuar 6 . R7C, pero esto alarga en
demasía la partida.
Después de 4 . P3AR, P3TD, lo más
sencillo es S . P4AR ! (S . . . R3R ; 6.
R8D, o bien, S . . . P4TD ; 6. R6C , y ga­
En el 399 ( de la partida por co­ nan ) . Sólo en el caso 4. P4AR, P3TD
rrespondencia Schwartz-Haas, 1926- se ven precisadas las blancas a ga-

240
nar mediante S. R8A, R1R ; 6. R7C, PSD ; 10. R6C( 8 C ) , P6D ; 1 1 . P7TR,
o bien, S . R6A, R3R ; 6 . RSAD, R4A ; P7D ; 12. P8TR = D ; P8D = D , etc.
7. R6D ( maniobra R6R y P4AR-SA ! ) . Tampoco salva 6 . R4R, a causa de
6 . . . P3TR ; 7. R4D, R2A ( no 7 . . . R2D ;
400 8. RSD ) ; 8. R4R, RlD ; 9. RSA, R2R ;
10. R4R ( 10. R6C , P4D ! ; 1 1 . RSA,
R3D ) ; 10 . . . R3R ; 1 1 . R4D , P4D ; 12.
RSA, R4R ; 1 3 . R x PC, PSD, hay que
reconocer, pues, que en el final 400
las blancas pierden .
401

En el 400, después de l. R4A, R3A ;


2. R4R, R2R ; 3. RSA, R2D ; 4. PSTR,
P4AD ; 5. PD x PA + , R x PA, se dio
una situación que suscitó discusiones
de carácter teórico .
En la partida se jugó : 6. P6TR,
R2D ; 7 . R6A, P4D ; 8. R7C, PSD ; En la posición 401, los peones de
9. R x PT, P6D ; 10. R8C, P7D ; 1 1 . P7 las blancas en el flanco de rey se
TR, P8D = D ; 12. P8TR = D , DSCR + ; hallan sueltos , y en el de dama, de­
1 3 . R7A, D3R + , y las blancas aban­ bilitados por estar avanzados . No
donan . dej a de ser instructivo el plan estra­
A. Zamij ovski recomendaba, en lu­ tégico con que las negras supieron
gar de 6. P6TR, la j ugada << más re­ sacar provecho de estas debilidades ;
sistente» 6 . R6R, P3TR ; 7. RSA, R4D deciden atacar al peón 2TR, ligando
que, sin embargo, a causa de 8. R6C, al rey blanco a la defensa de este
RSA, etc., tampoco impide que ga­ peón ; después obligan a efectuar un
nen las negras . cambio total de los peones del flanco
En obj eción a esto, I. Asaritis con­ de rey, abat1endose a continuación
sideraba 6. P6TR suficiente para al­ con el rey sobre el resto de los peo­
canzar tablas . El estaba en lo cierto nes débiles blancos.
al señalar que, después de 6 . . . R2D ; l . . . R3A ! ; 2. R2D, R4C ; 3 . R2R ( la
7. R6A, P4D , las blancas deberían t.entativa de dirigirse a 7AD llego
continuar, no 8. R7C ?, sino 8. RSR, con retraso, ya que las negras al­
R3A ; 9. R4A ! , R3D ; 10. RSA, PSD ; canzan a capturar el peón 2TR y
1 1 . R4R, P6D ; 12. R x PD, R4D ; 1 3 . llevar a la p romoción el peón 2TR ;
R3A, RSR ; 14. R2A y tablas . siendo, junto con esto, muy impor­
Pero el caso es que después de 6 . tante en contestación a R7AD, in­
P6TR, no hay quien impida a las cluir el movimiento P2CD-4CD ) ; 3 . . .
negras ganar fácilmente mediante RST ; 4 . RlA, R6T ; S . RlC, P4R ! ( im­
6 . . . R4D ! ( en lugar de 6 . . . R2D ? ) ; 7. pide la j ugada 6. P4AR, a causa de
R6A, RSA ; 8. R7C, P4D ; 9 . R x PT, 6 . . . PR x PA ; 7. PRx PA, RSC ; a 6 .

241

P4R, hubiese seguido 6 . . . P4CR ; 7. R2R, PSCD ! ; 6. R2D ( a 6. PTD x PC,
R1T, P4TR ; 8. R1C, PSTR ; 9. R1T, hubiese seguido un bonito ataque :
PSCR ; 10. PAR x PC, R x PC ; 1 1 . R2C, 6 . . . P6AD ! ; 7. PCD x PA + , RSA ! ! ; 8.
P6TR+ y 12 . . . R6A ) ; 6. R1T ( en caso R2D, P6TD ; 9. R1A, R x PA ! ! ; 10.
de 6 . P4TD, las negras hubiesen con­ RlC, R x PC ; 1 1 . R2T, R6A ; 12. R x
tinuado P2AR4AR, lo mismo que en PT, R x PA ; 1 3 . R4C, PSCR y ganan ) ;
la partida ; pero ahora, teniendo la 6. . . P6CD ; 7. P3AD + , RSR ; 8 . R2R,
posibilidad de frenar previamente a RSA ; 9. R2A, RSC ; 10. R1A, R6C ; 1 1 .
los peones enemigos en el flanco de RlC, PSCR ; 12. RlA, R7T ; 1 3 . R2A,
dama, es claro que las negras la R8T ; 14. R3C, R8C, y las negras ob­
aprovechan ) ; 6 . . . P4CD ; 7. R1C, P4 tienen la victoria.
AR ; 8. R1T, P4C ; 9. R1C, P4TR ; 10. 403
R1T, PSCR ( si ahora 1 1 PAR x PC se
tiene 1 1 . . . PTR x PC ; 12. R1C, PSAR ;
13. PR x PA, PR x PA ; 14. RlT, P6CR ;
1 5 . PAR x PC, PAR x PC ; 1 6 . PTR x PC,
R x PC y el éxito del plan concebido
por las negras aparece con todo re­
lieve ¡ ; 1 1 . P4R, PAR x PR ! ; 12. PAR
x PR ( o bien , 12. PAR x PC, PTR x
PC ; 1 3 . R1C, P6R ; 14. PAR x PR, PSR ;
1S. R1T, P6CR ) ; 12 . . . PSTR ; 1 3 . R1C,
P6CR ; 14. PTR x PC, PTR x PC ( lS .
P4AR, PR x PA ; 16. PSR, P7CR ) . Las
blancas abandonan .
402

En el 403, las negras ganaron me­


diante un movi miento envolvente,
realizado en el flanco de dama, des­
pués de haber cambiado un par de
peones. Pero su plan tuvo éxito gra­
cias únicamente a la defensa mera­
mente pasiva de su contrincante. Se­
gún se demostró más tarde, en el
desarrollo de la partida hubo mo­
mentos en los que las blancas hu­
sen podido empatar.
Sin embargo, sería prematuro de­
ducir que la posición 403 ha sido ya
completamente esclarecida y debe
La misma estrategia que en el 401 , ser considerada como tablas , o , por
pero entrelazada con otros aspectos , el contrario, vencen en ella las . n e­
es lo que caracteriza al 402. gras sin ningún género de dudas.
1 . . . RSR ! ; 2. R2R ( o bien, 2. P3CR, Los primeros movimientos no ofre­
PSD ; 3 . PAD x PD , R x PD ; 4 . R2R, cen dudas :
P4CR, etc. ) ; 2 . . P4CR ! ; 3. R2A ! ( en
1 . . . R4A ; 2. R3A, P4TD.
.

caso de 3. P3CR, gana 3 . . . PSD ; 4 .


PAD x PD, R x PD ; S . R2D, RSR ; 6. Las negras amenazan con tomar
R2R, PSCD ; 7 . P3AD , P6CD ! ; etc. ) ; todos los peones del flanco de dama
3 . . . PSD ! ; 4 . PAD x PD , R x PD ; S . mediante P2CD-4CD, etc., para utili-

242
zar después la debilidad de los peo­ 4. R3D ? (4. P4R ! ) ; 4 . . . RSC ; S. R2A,
nes blancos en la tercera fila, situa­ P4CD?
dos más cerca y mucho más vulne­
rables que los peones negros. Después de S . . . P4AR ! , que parali­
za a todos los peones blancos , la
3 . P4TR, P4TR. partida hubiese quedado resuelta.
Por ejemplo :
Indudablemente no son éstas las a) 6. P4R, PAR x PR ; 7. PAR x PR ;
mej ores jugadas posible s . Lo prime­ P4CD ; 8 . PTD x PC, R x PC ; 9 . R3A,
ro que deberían hacer las blancas es R4A ; 10. R3D, RSC ; 1 1 . R2A, P4R ;
sacar los peones debilitados de la 12. R2C, P4TD ; 1 3 . PCD x PT , R x PT ;
tercera fila, intentando la formación 14. R3A, R4C ; 1 S . R3C, R4A ; 16. R3A,
PSR-P4AR-P3CR, ya que en este caso P3CR, y ganan .
la base de la cadena de peones se b) 6. P4AR, R4A ; 7. R3A, P3CR ;
hallaría alej ada al máximo del rey 8. R3D, R4D ; 9. R3A (pierde también
negro . Por esto, lo más fuerte hu­ 9 . R2D, a causa de 9 . . . RSR ; 10. R2R,
biese sido 3. P4R. P4R !, etc.) ; 9 . . . RSR ; 10. P4CD, R6A
Por otra parte, las negras podrían y ganan .
formar una cadena análoga P4R-P3 e) 6. R2C, P4CD ; 7. PTD x PC, R x
AR-P2CR ; pero también podrían, ha­ PC ; 8 . R3A, R4A ; 9 . R3D , RSC ; 10.
ciendo uso de las ventaj as del que R2A, P4R ; 11. R2C ( 1 1 . P4AR, PSR) ;
ataca, adoptar un plan para conmo­ 1 1 . . . PSTD y ganan .
ver la posición de las blancas, pro­ En la continuación, las blancas si­
curando al mismo tiempo conservar guen retrasándose en avanzar P3R-
un tiempo de reserva en el flanco de 4R, y las negras, en P2AR-4AR ; por
rey. eso, casi todas las jugadas, hasta la
En todo caso, la j ugada 3 . . . P4TR décima inclusive, son erróneas .
no sirve, aunque sólo sea porque 6. PTD x P C , R x PC ; 7. R3A, R4A ;
permite, según indicó Fine, alcanzar 8. R3D .
rápidamente tablas mediante 4. P4
CR ; por ejemplo : 4 . . . PTR x PC ( o Según señalaron G. Lewenfisch y
bien, 4 . . . P3CR ; S . PSCR) ; S . PAR V. Chej over ( 1 936 ), las blancas se hu­
x PC, P3AR ; 6. PSTR, P3CD ; 7. P4R, bieran podido salvar mediante 8 .
P4R ; 8. R3D. Al no disponer de un P4R. En caso d e 8 . . P4R ; 9 . P4AR,
.

tiempo de reserva en el flanco de P3AR, se tendría 10. R3D y las blan­


rey, las negras no consiguen nada cas estarían fuera de peligro . Des­
cambiando los peones en el de dama. pués de haber cambiado los peones
Es digno de atención 3 . .. P3AR, en el flanco de dama, su posición
guardando la posibilidad de jugar es invulnerable ; si, por el contrario,
P2CR-4CR ó 3R-4R ( así como la po­ las negras juegan P2CR-3CR, se pro­
sibilidad de no avanzar más, en ge­ duce la forma de « cuarteto» ( véase
neral, los peones), y también 3 . . . el 370), en la que las negras tienen
P4AR, que s e opone directamente a todas las posibilidades de perder y,
la jugada 4. P4R, a causa de 4 . . . en todo caso, deben únicamente pen­
PAR x PR ; S . PAR x PR, P4TR ! , ga­ sar en hacer tablas . Por cuanto a 8 .
nando gracias al tiempo de reserva P4R, es inútil 8 . . . P4AR, a causa de
P2CR-3CR. La única réplica admisi­ 9. PSR, es imposible que las negras
ble a 3 . . . P4AR es 4. PSTR ; después ganen .
de esto, y por cierto en los demás 8 . . . RSC ; 9. R2A, R6T ; 10. R3A .
casos, es difícil demostrar la victoria Ultimo error, después del cual la
absoluta de las negras , aunque sus situación de las blancas es desespe­
posibilidades continúan siendo con­ rada.
siderables .
Volvamos a la partida : 10 . . . R7T ! ; 1 1 . R2A ( o bien, 1 1 . PS

243
CD, PTD x PC + ; 12. R x PC, R7C y las cuentra más cerca del flanco de da­
negras ganan acercándose a los peo­ ma ) ; S. P4AR, R7A? ( parece natural,
nes ) ; 1 1 . . . P4AR ( ¡ por fin ! ) ; 12. R3 pero en realidad deja escapar la vic­
R8C ( ahora, en contestación a 1 3 . toria, que se conseguía mediante
P4CD, gana 1 3 . . . PSTD ! , etc .) ; 13. S . . . R6C ! ; por ej emplo : 6 . R3R, P3CR,
P4R, PAR x PR ; 14. PAR x PR, P4R ; o bien, 6 . PSAR, RSC ; 7 . RSR, R6A ,
1S. R3D, R7C ; 1 6 . R4A, R7A ; 17. RSD, etcétera ) ; 6. PSAR ! , R7C ( en caso de
R x PC, y las negras ganan. 6 . . . R6C, se tiene 7. R3R ! y la opo­
403a. Horwitz - Denker, Filadelfi,a sición queda en poder de las blan­
1936. Blancas : R6CR, PSTD , P3AD, cas ) ; 7. R4A, R7A ( en caso de 7 . . .
P4AD, PSD, P4R, P2CR, P2TR. Ne­ R6T?, hubiesen ganado las blancas a
gras : R1AR, P3TD, P4AD, P3D , P4R, causa de 8. RSC, R6C ; 9. P6AR ! , PCR
P2CR, P3TR ; les toca j ugar a las x PA + ; 10. R x PA, etc. ) ; 8 . R4R ( no
blancas. l. P4TR, R 1 C ; 2 . P4CR, R1A ; 8. RSC?, R6R ! ) ; 8 . . . R7C . Tablas .
3. R7T ( se puede también 3. PSCR, 405
PTR x PC ; 4. R x PC, avanzando, cu­
briendo y cambiando el peón TR) ;
3 . . . RZA ; 4. R8T ! ( a inesperadas ta­
blas hubiese llevado 4. PSCR?, P4
TR ! ; S. R8T, R3C ; 6. R8C, rey aho­
gado ) . Las negras perdieron después
de 4 . . . R1A? ; S. PSCR. Hubiese opues­
to más resistencia 4 . . . R3C ; S. R8C,
R3A ; 6. R8A, P4CR ; 7. PTR x PC +
( no 7 . PSTR, rey ahogado ) ; 7 . . . R x
PC ; 8. R7R, R x PC ; 9. R x PD, y ga­
nan . ( Véase el 227 . )
404

El 405 ilustra la forma de hacer


invulnerable una posición mediante
el sacrificio de un peón, a lo que se
recurre como método de defensa en
circunstancias difíciles . Si en el 390
se cerraban los flancos, en éste se
cierra el centro .
l . P4TR(ST)
Movimiento inicial necesario para
realizar la combinación proyectada.
Las blancas se precaven contra P3
TR4TR y conservan el tiempo de re­
La posición 404 ilustra esta misma serva P2CR-3CR, pero lo principal
idea del movimiento envolvente, pero es que cierran el flanco y obstaculi­
con una cierta <<exageración» en este zan en esta parte las operaciones del
caso. negro .
l. R1A, R4T ; 2. RZR, R x PT ; 3. l. o • • R3R(4D
R3R, R6T ; 4 . R x PR, R7C ( después
de haber capturado al peón AR Momento crítico . Ahora no salva a
detrás del CR, el rey negro se en- las blancas 2. P3CR?, debido a 2 . . .

244
P4AD ! ; 3. R2D , PAD x PC ; 4. PAD X las blancas de crear, si se dan cier­
PC, RSAD ; S. R1A, R6A, lo mismo tas circunstancias favorables, una po­
que 2. R2D ?, RSA ; 3 . P3CR, P7CD ; sición inexpugnable bloqueando el
4. R2A, P8CD = D + ; S. R x P, R6C ! ; centro .
6. R1T, R x PT . En lo que a la partida se refiere,
Tampoco sirve 2. P4AD + ?, a causa en la que ambos contrincantes co­
de 2 . . . PCD x PA + ; 3 . R3A, RSR ; 4. metieron errores, no hubo dificulta­
P4TD, R6R ; S . PSTD, P7CD ; 6 . R x des : 1 . . . P4AD ; 2. R3R, P4D ? ; 3. PR x
PC, R7D ; 7 . P6TD , P6AD + ; 8 . R2T PD ? (en lugar de esto se alcanzaban
(o bien 8. R3C , P7AD ; 9. P7TD, P8AD tablas con 3. P4AD ! !, ya que des­
= D ; 1 0 . P8TD = D , D 1 CD + ; 1 1 . R4A, pués de 3 . . . PSD + , el rey negro no
D7AD + ; 12. R4D , D6AD + + ) ; 8 . . . P7 tiene por donde pasar ; 3 . . . PD x PA
AD ; 9. P7TD, P8AD = D ; 10. P8TD = D , hasta pierde, a causa de 4. R2D , etc.,
DSAD + ; 1 1 . R3T, R6A ; 12. D4TD, y 3 . . . PD x PR ; 4 . P4TD no es peli­
P4AD ; 13. PCD x PA, D x PA ; 14. R2T, groso para las blancas ; por ejemplo :
D7AR+ y mate.
4 . . . R3A ; S . R x PR, R3R ; 6. R3R,
2 . P3TD(4TD ! ) R4A ; 7 . R3D , PSR + ; 8 . R2D(2R), R4R ;
9 . R3R, P3AD ; 10. P3CD y las negras
Unica j ugada. Después d e este mo­ no disponen de un tiempo de reser­
vimiento, la tentativa 2 . . . P7CD hasta va para poder ganar) ; 3 . . . R x PD ;
llegaría a dar posibilidades de ganar 4 . R3D , PSAD + ; S . R3R, PSTD ; 6 .
a las blancas, por ejemplo : 3. R2A, P3TD , P3AD ; 7. R2R, RSR y ganan.
PCD x PT ; 4. R x PC, RSA ; S. R3T, El método de ganar que damos a
R x PA ; 6. R x PT, RSD ! ; 7 . RST, P4 continuación es de Fine : 1 . . . P4D ;
AD ! ; 8. PSCD, etc. 2. R3R, PSTD ; 3. R3D, R3D ; 4. R3R,
R4A ; S. P3CD (obligado, ya que no
2. . . . P4CD x PT se puede permitir que el rey negro
3 . P3AD(4AD + ) alcance SAD ; si S. R3D, se tiene S . . .
R4CD ) ; S . . . PTD x PC ; 6 . PTD x PC,
y el objetivo h a sido alcanzado : 3 . . .
R3D ( ahora 7 . P4AD es ya inútil,
R3D ; 4 . R3A, R2A ; S . R2C, R3C ;
puesto que la posición no queda blo­
6. R3T ( 6 . . . P4AD ; 7. PSCD, tampoco
queada con esto ; las negras comien­
da nada a las negras) , tablas .
zan a preparar la jugada P4D-SD ) ; 7 .
406 R2R, P4AD ; 8 . R3D, P3AD (liberando
al rey de la defensa del peón 4D ) ;
9. R3R, R2A ; 10. R3D , R3C ; 1 1 . R3R,
R4C ; 12. R3D, PSD ; 13. R2D, PSAD ! ;
14. PAD x PD, PR x PD ; 1 S . PCD X
PA + ( o bien, 1 S . PSR, P6AD + ; 16.
R3D , P4AD ) ; 1S . . . R x PA ; 16. R2A,
P4AD, y las negras ganan .

Aunque la superioridad material


de las negras en el 407 viene deter­
minada únicamente por el peón re­
trasado 2TR, éste, a pesar de todo,
está llamado a resolver el final , pues­
to que no sólo asegura el tiempo de
reserva 2TR-3T, sino también la po­
sibilidad del avance P3TR4T . Pero,
previamente, las negras tienen que
En el 406, las negras tienen que descargar la atención en el centro,
contar con la posibilidad que tienen acabando en él con los peones.

245
407 1 8 . R4C, R2A ; 1 9 . R5A, R2C y las
blancas abandonan .
408

l . . . R4C ! ( en caso de l . . . R3C ? ;


2. R4A, P4TD ; 3. P4TD, P3TR ; 4 .
R3A, R2A ; 5 . R3D, R2D, l o s «peones La posición 408 ( de la sexta parti­
intocables» aseguran unas tablas evi­ da del match ) fue considerada por
dentes ; en cambio, ahora las negras Euwe como victoriosa para las blan­
amenazan P4AD-5A-6A y R4A) ; 2. P4 cas, y la verdad es que realmente
TD + , R3C ; 3. R4A, P4TD ( las negras triunfó . No obstante, en la partida
han conservado el tiempo P2TR-3T ; hubo un momento en el que las ne­
por eso 4. R3A, 3D? en este momento gras hubiesen podido salvarse me­
pierde a causa de 4. . . R2A y 5 . . . diante una hábil maniobra de largo
R3D ) ; 4 . P6D , R3A ; 5 . P7D , R x PD ; alcance .
6 . R x PA, R2R (la amenaza 7 . R5C l . R4A, R3A ; 2. R4C, R3C ; 3. P4TD ,
no existe a causa de 7 . . . P4TR ; 8 . P4TD?
PCR x PT, P5CR) ; 7 . R5D, R2A ; 8 . Esto hace perder. Las tablas se al­
R4R (las negras , después d e 8 . . . P4 canzan mediante 3 . . . P3TD ; 4. P4CD,
TR ; 9. PCR x PT, amenazaban con P4CD ; 5 . P5TD, R3A ; 6 . R5T (el aná­
mover R2CR-3TR ; es insuficiente la lisis de Euwe y Pire sólo es convin­
tentativa 8. R4D , P4TR ; 9. PCR x PT, cente después de efectuados estos
R2C ; 10. R5D , R3T ; 1 1 . R6R, debido movimientos ), 6 . . . R4A ! (6 . . . R2C ; 7.
a 1 1 . . . P5CR, etc.) ; 8 . . . R1A ! ! ( man­ P4CR es claro que no da esperanza
tiene la misma amenaza y subraya alguna a las negras) ; 7. R x PTR,
la existencia de zugzwang en las R5A ! ( 7. . . R4R pierde a causa de
blancas ) ; 9 . R3R, R2R ! (las negras 8 . P4CR) ; 8. P3CR + , R6A ! ! (a 8 . . .
pasan a apoderarse de la oposición R x PCD hubiese seguido 9 . R5C ; el
en la columna principal D ) ; 10. R4R, negro espera el movimiento del rey
R3D ; 1 1 . R4D , P3TR ; 12. R4R, R4A ; blanco a 5TR) ; 9 . R5TR, R5R ! ; 10.
1 3 . R3R, R4D (esto gana más rápido P4CR, R x PD ; 1 1 . P5CR, R6A ; 1 2 .
que 13 . . . R5C ; 14. R4D , R x PT ; 1 5 . P6CR, P5D ; 1 3 . P7CR, P6D ; 14. P8CR
R5D, R6C ; 16. R6R, P6TD ; 17. R x PA, =D, P7D . Ahora se descubre que las
P6TD ; 18. R7R, P7TD ; 19. P6AR, blancas no pueden ganar debido a
P8TD = D ; 20. P7AR, P6TD + ! ; 2 1 . que el escaque 4AD es inaccesible a
R8R, D5TD + ; 22. R7R, D5CD + ; 23 . la dama ( no pueden conseguir reali­
R8R, D x PCR, cambiando las da­ zar la maniobra D3AD + , R8D ) ; si,
mas) ; 14. R3D, R4R ; 1 5 . R3R, P4TR ; por el conrario, las blancas, después
16. PCR x PT, R x PA ; 1 7 . R3A, R3R ; de una serie de j aques, capturan el

246
peón 3TD, para a P8D = D continuar PT ; 5. PCR x PT, P4 TD (los peones
D x PCD, esto último no lo consiguen doblados blancos contienen largo
debido a la réplica P8D = D + (he tiempo al enemigo) ; 6. R5A (a la vic­
aquí el p orqué de la importancia de toria lleva también 6 . PCD x PT, PCD
la posición del rey en 5TR ) . x PT ; 7. P3CD , R4A ; 8. R5A, etc. ) ;
4 . P3CR, P4TR + (ahora 4 . . . R3A 6 . . . PTD x PC ; 7. R x PA, R x PD ; 8 .
no da nada, puesto que la dama R6C, R3R ; 9 . R x PT, R3A ; 10. P3CD,
blanca dispondrá del escaque 4AD ) ; R2A ( o bien, 10. . . P4CD ; 1 1 . R7T,
5. R4T, R3T ; 6. P4CR, PTR x PC ; 7 . R2A ; 12. P6TR) ; 1 1 . R5C, y las blan­
R x PC, R3C ; 8 . R4A, R3A ; 9 . P3CD cas ganan, capturando en primer lu­
( ¡ tiempo de reserva ! ) . Las negras gar el peón 3CD .
rinden.
Aún se puede señalar que después 409a. M. Botvinnik, 1945 . ( Posición
de 9 . . . R3R ; 10. R5C, R3D ; 1 1 . R5A, posible en una de las variantes de la
R3A ; 12. R5R, P4CD hay que j ugar partida Botvinnik-Flohr, 1944 ) . Blan­
no 13. PTD x PC + ?, sino 13. R6R ! cas : R5AD, P2CD , P4CD , P2CR, P3
TR. Negras : R3R, P3TD, P2CD , P3CR,
409
P2CR, P3TR ; j uegan las negras . El
camino más seguro para que las ne­
gras obtengan tablas consiste en la
jugada 1 . . . P4TR ! ! . Si, por ejemplo,
1 . . . P4CR?, se tiene 2 . R6C, R4D ;
3. R x PC, R5A ; 4. R x PT, R x PC ; 5 .
P4CR ! ! , R6C ; 6 . R5C, R x PC ; 7 . R4A,
R7A ; 8. R5D , R6D ; 9. R6R, R5R ; 1 0 .
R7A, R6A ; 1 1 . R x PC, y ganan . De ahí
se desprende claramente el sentido
de la jugada 1 . . . P4TR ! ! . Después de
haber sido realizado, el movimiento
5. P4CR es imposible, y las blancas
no tienen más recurso que confor­
marse con tablas .
La cuestión acerca d e si 1 . . . R2D
da también tablas es muy compli­
cada y suscita discusiones teóricas
La posibilidad que de ganar tie­ que no han finalizado aún .
nen las blancas en el 409 parece ma­ En el 410, las blancas considera­
ravillosa. Da la impresión de que las ban necesario cerrar el flanco de
negras pueden bloquear al peón 5D rey mediante la jugada l. P4CR, a
y hacerse con un peón pasado y fin de que las negras no puedan en
avanzado en el flanco de rey . Pero la este punto jugar a la contra en re­
realidad es todo lo contrario : son lación con P3AR-4A y P4CR-5C .
las blancas las que j uegan en el flan­
co de rey, después de haber minado Proponíase la varian te siguiente :
previamente los peones negros y ha­ l. P4CR, R2A ; 2. R2R, R3R ; 3. R3D,
ber asegurado a su rey un escaque R3D ; 4 . R4A, P4TD ( o bien, 4 . . . P4
por el que abrir brecha, dando esto AD ; 5 . R5C ) ; 5 . P3AR, R2D ; 6 . R5A,
como resultado el que el peón pa­ R2A ; 7 . P3AD , PCD x PA ; 8 . PCD x
sado y avanzado que distrae al rey PA, R2C ; 9. R6D, R3C ; 1 0 . P4AD,
negro es el peón D . R2C ; 1 1 . P5AD y ganan .
l . P4CR ! (paraliza a los peones ne­ Sin embargo, a l. P4CR siguió in­
gros, impidiendo ante todo la juga­ esperadamente 1 . . . PTR x PC ! ; 2. PAR
da 1 . . . P4TR) ; 1 . . . R2R ; 2. P4TR, x PC, J05CR ! ; a pesar de que des­
R3D ; 3. R4R ! , P3C ; 4. P5TR ! , PCR x pués de 3. P4TR, las blancas tienen

247
410 y las negras conservan la oportuni­
dad de j ugar P3AR-4A, amenazando
con P4AR-SA .
La partida continuó : 3. P4TR, P4
AD ; 4. R2R, R2TR ; S. R3D, R3TR.
Ahora se descubre que el movi­
miento que p arecía lógico 6. R4AD,
incluso hace perder, debido a 6 . . .

P4AR ! ; por ej emplo : 7. PR x PA,


PSR ! ; 8 . P3AD, P4TD ; 9 . R x PA
(RSD ), P6R, etc., o bien, 7. R3D, PS
AR ; 8. PCR x PA, PR x PA y los peo­
nes negros son invulnerables, mien­
tras que perecen los blancos 4R y
4TR. En vista de esto, los contrin­
cantes, después de 6. P3AD , P4TD ;
7. PAD x PC, PTD x PC, acordaron ta­
blas .
Es digno de atención que las blan­
un peón pasado protegido . El senti­ cas parecen ser incapaces de llevar
do de esta maniobra reside en que a cabo lo que la situación dicta : ce­
el flanco de rey no se halla cerrado rrar el flanco de rey.

248
APENDICE

FINALES DE PEONES QUE PASAN A SER FINALES DE DAMA

Debido a su doble carácter, este grupo «intermedio» no ha sido expli­


cado hasta la fecha de forma sistemática. La dificultad (inexactitud) de
su delimitación es la causa de que los autores de libros de finales no hayan
llegado a examinarlo ni en los finales de peones ni en los de dama .
Hay que tener en cuenta que en los finales de peones lo más frecuente
es hacer las jugadas con miras a un posible o inevitable final de dama.
Si después de haber obtenido dama, se consigue inmediatamente un des­
enlace rápido y forzado, tan sin lugar a dudas que el prolongar la partida
no tiene objeto, o bien se alcanza una posición teórica conocida (positiva
o tablas), que también excluye la necesidad de seguir j ugando, es indudable
que estos finales deben ser considerados como de peones, aun en el caso de
que las damas hayan figurado en el tablero fugazmente, para desaparecer
acto seguido como consecuencia de un cambio forzado . Pero si después
de haber promovido dama, el resultado de la partida continúa sin ser
evidente y es preciso seguir j ugando , debemos admitir_ que nos hallamos
ante un final de dama que ha venido a sustituir al de peone s .
Indudablemente, la norma que proponemos para juzgar d e la rapidez
y evidencia del desenlace es en cierto grado convencional. Así, p ongamos
por ejemplo, para uno de los j ugadores la partida ha quedado completa­
mente definida ( y resuelta) en el final de peones, por cuanto ha conseguido
llevarla a un final de << dama contra peón (o peones)» en que, como él
sabe perfectamente, la victoria es teóricamente imposible ; sin embargo, su
contrincante puede ignorar este empate teórico y la estéril partida continúa,
pero ya en final de dama.
No cabe la menor duda de que para j ugar correctamente los finales de
peones es preciso conocer bien ( en los casos correspondientes ) los finales
de dama, por cuanto entre estos dos apartados existe una ligazón orgá­
nka. En p rimer lugar, es necesario estar impuesto en el final de << dama
contra peón>>, puesto que es el que con más frecuencia aparece en la p rác­
peones es preciso conocer bien (en los casos correspondientes) los finales
de peones, ya que lo correcto, metódicamente, es conocer el objetivo último,
es decir, el final a que puede desembocar la partida .

249
16•
En relación con esto, exponemos a continuación, y a modo de intro­
ducción, los fundamentos teóricos del final « dama contra peón», conside­
rando después el conj unto de aspectos que deben ser tenidos en cuenta
al pasar de los finales de peones a los de dama.

l. DAMA CONTRA PEON

Una dama enfrentada a un peón gana fácilmente, pero se dan algunas


excepciones . A veces, la victoria se alcanza únicamente después de haber
llegado los peones a la promoción , es decir, en realidad, en final de << dama
contra dama», que será el que examinemos en primer lugar.

2 rioridad ; véase, por ej emplo, el 67


de <<Finales de peones» . )
3

l. La dama da mate en ID( I R ) o


en 2AD .
En el la : Blancas : R3CD, D2R. Ne­
gras : RSCD, DBAD, sigue D2TD + + ;
si la dama blanca se halla en 4D, lo
que decide es l . D4R( 3D ) + y 2. D4T
( 6T ) + .
Puede darse e l caso en que todas
estas posiciones estén desplazadas a
la derecha.
En el lb. Blancas : R3R, D4CR. La posicion 3, la más importante
Negras : RSR, DSAR, se debe j ugar : del final que consideramos , puede
l . D4CD + ; 2. D I CD + + . darse después de haber llevado am­
E n el le. Blancas : R3TD, D2D . Ne­ bos contrincantes sus peones a la
gras : RSTD, DBCD, gana l . D3AD + . p romoción ( como en una de las p o­
Por cierto que, si les toca jugar a siciones de Polerio, alrededor del
las negras , es tablas : 1 . . . D6D + ! , pe­ año IS90 ) . �J
ro de ningún modo 1 . . . D7AD ? ; 2 . l. D2TR + , RSAD ( 1 . . . RBCD ; 2.
D I R y 3 . D3AD( DSR ) + . R3CD ; 1 ) ; 2 . D I C R + , R7C ; 3. D2
En e l 2 , siendo distinta l a situa­ AR+ ( no 3. D4D + ?, R7TD !, tablas ) ;
ción de los reyes, también s e da ma­ 3 . . . R6TD ( o bien, 3 . . . RBAD ; 4 .
te. En este caso es también posible D I R + , etc. ) ; 4 . D3R+ , R7C ! ; S .
el desplazamiento de la posición ha­ D2D + , RBCD ( 5 . . . R6TD ; 6. D4CD +
cia la derecha. Así pues, si a veces y 7. D3CD + + ; 2 ) ; 6. R3CD y ganan .
se consigue dar mate, éste siempre
se produce en las bandas . 3a. Blancas : R3D, DBR. Negras :
( Los casos en que se puede captu­ R7CD , D6TD ; ganan las blancas (aun
rar la dama mediante un jaque do­ cuando las negras tengan un peón
ble han sido examinados con ante- en 2TD ) .

250
l . DSCD + ( la posibilidad de dar nes con el rey negro en BCD, salvo
este j aque permite a las blancas ocu­ DBCD( + ). En cambio, resul tan ta­
par rápidamente la casilla 4CD ; blas todas las posiciones con el rey
cuando la dama blanca está situada negro en 7AD ( o 6CD, estando el rey
en otros puntos, se hace necesario blanco en 2D ), ex-cepción hecha de
acercarla mediante D8CD-7AD-6CD­ DBR.
SAD + y en este caso, si las negras Estas particularidades hay que te­
disponen de peones puede haber im­ nerlas en cuenta para el caso en que
pedimentos ) ; 1 . . . R6TD ; 2. DSTD + . un final cualquiera desembocase en
R7C ; 3 . D4CD + , R7T ; 4. R2A, o bien, una de las variantes estudiadas.
3 . . . RBA ; 4. D2D + y S. D2AD + + . Por ejemplo, en la posición RSD,
E l resultado de la partida en po­ D6R - R8CD, TSAD , P7TD conduce a
siciones similares a la 3, no había tablas : l . R x PAD ? ; lo correcto es l .
sido generalizado hasta ahora en D6CD + , RBTD ( de l o contrario, R x
ningún sitio . El análisis que publi­ PA, mientras que 1 . . . TSCD conduce
camos a continuación permite hacer a 7) ; 2. D l CR + , R7CD ; 3. R x PAD ,
importantes conclusiones prácticas . etcétera .
En él se demuestra que la posibili­ Consideremos el final de peone s .
dad de ganar depende de la situa­ Blancas : R4AR, P2TD, P2R. Negras :
ción recíproca de los reyes y del RSCD, P4TD, R3R (final 274a) . Des­
emplazamiento de la dama en la oc­ pués de l . R x PR, R6TD, la j ugada
tava fila. 2. R3D ? conduciría únicamente a ta­
Si el rey blanco se halla en 4AD blas ; lo correc to es 2. R2D ! , R x PT ;
y el negro en 7CD o en 7AD y a las 3. P4R, PSTD ; 4 . PSR, P6TD ; S . P6R,
blancas les toca j ugar, éstas ganan, R6CD ( S . . . RBCD hubiese dado unas
cualquiera que sea la posición de su tablas seguras de hallarse el rey
dama en la octava fila, es decir, in­ blanco en 3D ) ; 6. R7R, P7TD ; 7 . PBR
dependientemente de cuál sea la co­ =D, PBTD = D y las blancas ganan
lumna en que su peón haya corona­ ( mediante 8. DSCD + ) , precisamente
do, con una sola excepción : Blan­ por haber promovido el peón a da­
cas : R4AD, D8TR. Negras : R7CD , ma en SR y no en 8AD, 8D, SAR.
D8TD ; en este caso, las blancas no Véase también el 376d .
ganan, ya que después de RlCD Pasemos a considerar los finales
( 2TD ) , el blanco no consigue dar de << dama contra peoneS>> .
jaque en la segunda fila o ( previa­ 4
mente) en las casillas l D , 3D *. Esto
mismo, claro está, se refiere a la po­
sición del rey blanco en 3D ( el rey
negro en 6CD o en 7CD ) . Sin em­
bargo, hallándose el rey blanco en
4AD (o en 3D), dan tablas todas las
posiciones en las que el rey negro
esté en BCD, salvo D8D (o DBAD, es­
tando el rey blanco en 3D).
Pero esto no ocurre s i el rey blan­
co se encuentra en 4CD(2D ) . Aquí, Acerca de la lucha de peón contra
hallándose el rey negro en 7CD, la dama se puede hablar sólo en el
excepción DBTR+ desaparece y al­ caso en que aquél esté a punto de
canzan la victoria todas las posicio- promover.
Si en estas condiciones la dama
Como, por ejemplo, en la posición :
puede comenzar dando j aque o cla­
vando una pieza, la resis tencia es
*

R4CD, D8CR - R8CD, D8TD . r. D6C R + ,


R7TD ; 2 . D 6 R + , R8CD ; 3 . D4R + , R7TD ; inútil cuando el peón es central o
4· D5D + , R8CD ; 5. D r D + , etc. de caballo. La dama obliga al rey

251
negro a ocupar la casilla de la p ro­ 7
moción y de este modo gana tiempo
para acercar su rey.
l . D4CR+ (más preciso que l. D2
CR +, R6D ) ; 1 : . . RSR ( de lo contra­
rio, D l D ) ; 2 . D4R + , R7A ; 3. D3D,
RSR ; 4 . D3R + . RSD ; S . R3CR, R7AD ;
6. D2R, RSA ; 7. D4AD + , R7C ; 8 .
D3D, PSA ; 9 . D3AD + , RSD ; 1 0 . R3A,
RSR ; 1 1 . D4CD, y mate.
El empate sólo es posible, como
excepción, cuando el rey se halla en
el camino de la dama, poniendo tra­
bas a su acercamiento por las co­
lumnas o las diagonales ; por ej em­
plo, en las posiciones siguientes :
RSR, DSO (o bien ,DSAR). R7R,
P7D , o bien, R7AD, DSCD . RSAD ,
P7CD , tablas. Un problema de T .
Troitski tiene el final siguiente : R6R, La línea de puntos indica la zona
P7T - RSR, P7R . l. P8R = D , R6R ! , ta­ en que debe encontrarse el rey blan­
blas. co para conseguir la victoria : éste
debe hallarse en condiciones, en dos
5 jugadas , de ocupar el escaque 3CD
( diagrama 1 ) , o bien, en un movi­
miento, la casilla 3D o las 2D, 1 D
( diagrama 2 ) .
Por ejemplo : 7a. E l rey blanco en
SD . l. D 1 R + , R7CD ; 2 . D2D + , RSCD ;
4. R3CD y ganan .
O bien : 7b. El rey blanco en 4R .
l . D1R+ , R7CD ; 2. D2D + , RSCD ; 3.
R3D, y ganan.
La solución más simple, pero no
Estos esquemas demuestran por la única, consiste en que la dama
qué cuando se tienen peones de to­ ocupe previamente la segunda fila ;
rre o de alfil no puede ser aplicado en ciertos casos, es posible, en la p ri­
el método para obtener la victoria mera o en la segunda jugada, acer­
que acabamos de indicar. car primero el rey ( teniendo en
En el 5, el rey negro es cierto que cuenta las excepciones indicadas en
ha ocupado la casilla de la promo­ la nota al 3 ) .
ción, pero después de esto quedó S i e n e l 7 el rey negro se halla en
ahogado. En el 6, el rey no va a BTD, y no está ahogado, la zona vic­
SAD, sino a STD, ya que después de toriosa del rey blanco aumenta en
D x PA el rey queda ahogado. Por un escaque en todos los sentidos . A
esto, si . el rey blanco se halla lej os, veces es posible ganar un tiempo, te­
. las tablas son inevitables . niendo ocasión de dar j aque a la
N o obstante, encontrándose el rey descubierta.
blanco cerca, es posible utilizar otro Por ejemplo, en el 7c. El rey blanco
método para ganar : se permite que en 7TD . Las blancas, después de l .
el peón corone, pero, mientras tan­ DSCD + , RSTD ? ( lo correcto e s RSAD
to, se acerca aún más el rey blanco, ( 7D ) , aprovechan ambas posibilida­
obteniendo las posiciones victoriosas des de ganar tiempo : l . R6CD ( evi­
1 ó 2. tando el rey ahogado ) ; l . . . RSCD

252
( 7CD ) ; 2. RSAD + , alcanzando la zo­ Por ejemplo, en el Se. RSD, D2R. ­
na victoriosa normal . RSCD, P7AD, es posible l . R4AD,
Por otra parte, a veces es imposi­ PSAD = D + ; 2 . R3CD, o bien, l . . .
ble utilizar una posición del rey ne­ RSTD ; 2 . DZD ! , etc. Sin embargo,
gro que se sabe mala de antemano : por regla general, las negras pue­
den evitar éstas o semej antes colo­
7d. RSR, DSAR, R6CD, P7TD . Su caciones desfavorables . Así, exami­
propio rey impide a la dama ocupar nemos, por ejemplo, la posición Sd.
la diagonal 1 TD-STR. RSD, DSTR. - R7CD, P7AD . l . DZR,
8
RSTD ! ; 2 . DZD, RSCD ! ; 3 . D3D, R7
CD, o bien, RlTD, tablas .
Ciertas posiciones del rey negro,
aun cuando parecen desfavorables,
no pueden ser utilizadas por las
blancas si su rey se encuentra fuera
de la zona victoriosa.

Se. R4AR, DSR. - R6CD, P7AD, ta­


blas .
9

Aquí la zona victoriosa del rey


blanco es considerablemente menor :
debe estar en condiciones de, en una
jugada, ocupar la casilla 2D o la 3CD.

Sa. Estando el rey blanco en 3R


o en 2R, lR, se debe jugar l. DSCD + ,
RSA ( l . . . RlT ; 2 . R2D ) ; 2 . D4CD ( o
bien, estando e l rey blanco e n 2R,
2 . D7AD y 3. R2D ) y ganan .
En este caso, la zona victoriosa
Sb. Hallándose el rey blanco en del rey blanco es incluso más exten­
4AD o en 4CD, 4TD, se puede inme­ sa que la del peón de dama, ocu­
diatamente l . R3CD ( si la dama está pando dos columnas más a la dere­
en 2R, hay que contar con la réplica cha. El rey debe poder ocupar con
PSAD = C + ; por eso es mejor jugar un solo movimiento una cualquiera
previamente l. R3AD ) . En caso de de las casillas 3AR, ZAR, lAR ( ame­
que el rey negro se encuentre en nazando con D2R+ + como réplica
7CD, hay que jugar primero l. DS a PSAD = D ) o en dos jugadas, el es­
R + , o bien, l. D3AD + , ó l. D2AR. caque 3CD ( cuando el rey negro se
La zona victoriosa también aumen­ acerque a la esquina a través de la
ta en este caso, si se puede dar j a­ casilla SAD ) .
que a la descubierta o cuando el rey Examinemos unos ej emplos .
negro se halla en el escaque de l a
promoción o en otras casillas des­ 9a. El rey blanco en 4CR . l . D3CD
favorables . ( estando la dama en 4TR, hubiese

253
columna CD y luego 3. D3CD ó 3 . después de 1 . . . R6D ! ; 2 . P6TD ( me­
seguido l . D8D + , R8AD ; 2 . D6CD, no jor que 2. R7CD, P4AD ) ; 2 . . . P4AD ;
dejando pasar el rey negro a l a co­ 3. R6CD, PSAD ; 4. P7TD, P6AD ; S.
lumna CD y luego 3. D3CD ó 3. D2 P8TD = D , P7AD. Las negras perde­
CD) ; 1 . . . R7D ; 2 . D2CD, R8D ; 3. R3 rían en caso de 1 . . . R6CD ?, ya que
AR, R7D (3 . . . PBAD = D ) ; 4. D2R + + ) ; las blancas podrían j ugar 6. D 1 D .
4 . R4R y S . R3D . ( Véase el 2 l l a . )
S i e l peón dista dos movimientos
9b. El rey blanco en JCR . l . D3 de la casilla de la promoción, la ta­
CD, R7D ; 2. D2CD, R3D ; 3. R2AR, rea de las blancas se simplifica con­
R7D ; 4. D4D + , R8AD ; S. D4CD y 6 . siderablemente .
D1R+ + .

9c. E l rey blanco e n SD . l . D3D + ,


R8AD ; 2 . R4AD, R7CD ; 3 . D2D y 4 .
R3CD .
Como casos excepcionales son tam­
bién posibles, sin embargo, posicio­
nes de empate.
Por ejemplo : 9d. RSD, D7AD ( o
bien, D8AD, hallándose el rey negro
en 7D ) .
Las negras deben defenderse con El peón de torre puede ser captu­
suma atención cuando el rey blanco rado por la dama sin ayuda de su
está si tuado en SR ( fuera de la zona rey. Acercándose mediante j aques,
victoriosa ) . la dama termina por alcanzar la po­
sición del 10. Si 1 . . . R8TD, entonces
9e. E l rey blanco en SR . L a va­ 2. D2AD, P7TD ; 3. D1AD + + . A 1 . . .
riante l. D3D + , R8AD ; 2. R4D, R7 R8CD sigue 2 . D4CD + , R7TD ; 3 . D3
CD ; 3. D2D, RBCD !, o bien, 3. D2R, AD y el peón perece . En caso de 1 . . .
R8TD ! ha sido considerada ante­ R6CD, s e tiene 2 . D1AD, P7TD ; 3 .
riormente. Queda la tentativa l . D3 D l TD, ganando e l peón después de
CD, R7D ; 2. D2TD ( 2 . D2CD , RBD ) . 3 . . . R6TD ; 4 . D3AD + y S . D2CD .
Las blancas cuentan con 2 . . . R8D ; El esquema 11 ( con peón de caba­
3. R4R, P8AD = D ; 4. R3D . Sin embar­ llo ) ilustra el único caso en que la
go, en lugar de 2 . . . R8D ?, sigue 2 . . . ligazón por diagonal no ejerce, como
R6AD ! , y tablas . es costumbre, una acción decisiva
En posiciones desfavorables del ( véase el 1 2 ) , ya que la jugada 1 . . .
rey negro, puede darse el caso de R8TD e s posible . N o obstante, des­
que pierdan aun cuando el rey blan­ pués de 2 . D4TD + , el rey negro se ve
co se halle fuera de la zona de obligado, a pesar de todo, a ocupar el
ventaj a. escaque delante del peón, permitien­
do que avance y se acerque el rey
9f. N . Grigoriev, 1 932. Blancas : blanco. Con este método se consigue
RSR, D8TD. Negras : R6D, P7AD ; ga­ vencer contra cualquier peón negro
nan las blancas . l . DSD + , R7R ( 1 . . . en la tercera fila.
R6AD ; 2 . D4D + y 3 . D1TD ; 1 . . . R6R ;
2. D2CR ! y 3. DSCR ) ; 2. D2TD ! , La enorme fuerza de la ligazón
RBD ; 3. R4D y ganan . cercana en diagonal se puede ver,
No obstante, da tablas la posición : pongamos por caso, en el ejemplo 12
( con peón de alfil ) . Las negras se
9g. R6CD, D8TD - R6D, P7AD . Este hallan completamente paralizadas :
es el final de R7TD , PSTD - RSAD, los movimientos del rey son inútiles
P2AD, jugando las negras primero, y las blancas contestan a éstos acer-

254
R7CD ! , e l rey blanco pone trabas al
12 1 2a
acercamiento decisivo de la dama.
Hallándose el rey blanco en 8CR,
hubiese seguido 2 . D8TR, R6CD ; 3.
D4D ! ( 12a ) . Si, por el contrario, el
rey se hallase en 7CR (y también en
7TR, 8TR), sería tablas . Sin embar­
go, cuando el rey se encuentra en
6TR, ganan ( 1 . RSCR ! ) .
H e aquí otra posición d e tablas
(ha sido utilizada en el final de uno
cando su rey. En caso de que des­ de los problemas de V. Chejover) :
pués de 1 . . . R6CD ( 12a), las negras Blancas : R7R, D8AD . Negras : R7AD,
jueguen 2 . . . P7AD , se tiene 3 . DlTD. P6AD, mueven las negras. Después
Cuando el peón es de caballo o de 1 . . . R7D ! ; 2 . D8D( 7D ) + , R8AD ! ,
central, no ofrece peligro alguno el las tablas son evidentes . E l empate
permitir que el peón avance un es­ es también inevitable hallándose el
caque. rey blanco en 7D, BD, 6AR ( pero no
Por ejemplo, en la posición R6TD, en 6D o en SCR, ya que a 1 . . . R2D
DBCR - R7TD, P6CD, después de 1 . . . sigue 2 . RSAD, o bien, 2. R4AR, y el
R8TD ; 2 . D l C R + , R7TD hay que rey blanco se sitúa en la zona victo­
consentir 3. RSC, P7CD, continuando riosa.
después 4 . D7TD + y ganan . Análoga a la primera es la posi­
No obstante, cuando el peón es de ción de tablas. Blancas : R6AR, DBR.
alfil, si es imposible evitar que haga Negras : R7D , P6AD . El empate tiene
un movimiento, esto equivale a ta­ lugar aun en el caso en que el rey
blas, siempre y cuando el rey blanco blanco se halle en 7D, BD ó 7R.
se halle fuera de la zona victoriosa. Cuando las negras disponen de dos
La teoría nos enseña algunas de peones, el número de posiciones
estas posiciones de tablas . igualadas aumenta considerablemen­
La más antigua de todas es : R7CR, te. Estas serán estudiadas con todo
D7CD - R8AD, P6AD . Aquí resul-ta in­ detalle en el apartado <<Finales de
útil l. R6AR, ya que el rey alcanza damas», aun cuando de algunas de
sólo SR ( 9e ) . Después de 1 D l TR + , ellas nos ocupamos a continuación.

2. PASO AL FINAL DE DAMA

Las particularidades de la lucha Para alcanzar la victoria :


de una dama contra un peón y las
excepciones que en este final existen 1 ) Promoción acompañada de un
(posiciones de tablas ) , determina con j aque que obligue al rey enemigo a
antelación y en gran parte, la estra­ perder un tiempo ; otros casos de
tegia y la táctica a seguir con los pérdida de tiempo al llegar los peo­
peones en caso de que pueda pr� nes a la promoción .
ducirse un final de dama. Además ,
2 ) Posibilidad de dar un mate for­
es claro que, en consideración, se
zado después de haber alcanzado
toman las posibilidades recíprocas
damas simultáneamente ( siendo
de una partida en que ambos con­
mano ) .
trincantes tienen dama.
He aquí un pequeño resumen de 3 ) Captura forzada d e l a dama.
los puntos p rincipales que de ante­ 4) Conservación u obtención de
mano es preciso tener en cuenta. una ventaj a, material o de posición,

255
para ser utilizada seguidamente en dos ellos mediante un golpe doble
el final de dama. ( j aque a la descubierta ) .
5) Dejar un peón al adversario L a primera jugada d e l a solución
para evitar el rey ahogado . del 167a tenía también en cuenta las
posibles variantes 1) y 3 ) .
Para alcanzar tablas : Además de estos sencillísimos ca­
sos de mate forzado o captura de la
La parte débil, se comprende, pre­ dama, pueden darse otros más com­
senta la mayor resistencia posible en plicados.
todos los casos anteriormente enu­ 13
merados y, además, emplea algunos
métodos específicos.
6 ) Posi.bilidad de hacer tablas
contra una dama, disponiendo de un
peón de torre o de alfil ( teniendo en
cuenta el alejamiento del rey enemi­
go y diversas excepciones ) .
7 ) Tablas con otros peones, gra­
cias a haber sido forzado el peón
normal o merced a una posición ex­
traordinaria de empate .
8 ) Forzar un rey ahogado ( a esto
puede referirse el desprenderse de
un peón propio que estorba ) .

Para ganar o conseguir tablas :

9 ) Forzar el cambio de damas , l . P4TD, P4TR ; 2 . P4CD, PSTR ( 2 . . .


volviendo a un final de peone s . R4R ; 3 . P4AR + ! ) ; 3 . PSTD, PCD x
10 ) Preparar o evitar u n j aque PT ; 4. PSCD ! , P6TR ; S. P6CD, P7TR ;
perpetuo . 6. P7CD, P8TR = D ; 7. P8CD = D + , R4
Muchos de los ej emplos que aca­ AR ; 8 . D8AD + , R4C ( o bien, 8 . . . RS
bamos de enumerar han s1do ya ilus­ AR ; 9. D4CR + ; en caso de 8 . . . R4R
trados en el apartado «Finales de se tiene 9. DSAD + , RSAR ; 10. D3R + ,
peones», sobre todo los tres prime- R4AR ; 1 1 . D4R + , R4C ; 1 2 . P4AR + ,
ros casos : capturando l a dama ) ; 9 . D8CR+ y
1 1 . D4R+ + .
1 ) 67, 68, 68d, 70, 148, 185b, 208,
Un método análogo para capturar
211b, 2S3 y otros . La promoción
la dama ha sido pensado en la po­
acompañada de j aque ( atraer al j a­
sición siguiente : 13a. K. Kunchevski,
que ) persigue el fin de obligar al
193 1 . Blancas : RSCD, P2TD, P3AR.
rey enemigo a perder tiempo. Tam­
Negras : R4D , P2R, P2TR ( l . P4TD,
bién se dan casos de perder tiempo
R3D ; 2 . R6C, R2D ; 3 . R7C, P4TR ; 4.
a causa de haberse colocado el rey
PSTD, PSTR ; S. P6TD, P6TR ; 6. P7
en el camino a seguir por su p ropio
TD, P7TR ; 7 . P8TD = D , P8TR = D ; 8 .
peón ; por ejemplo, los 69a, 169, 392a
D8AD + , R3D ; 9 . D6AD + , R4R ; 10.
y otros .
P4AR+ ) . Sin embargo, después de l.
2) 216, 218, 227, 288a-290 ( también P4TD, salva a las negras una defen­
los 203 y 212 ) , etc. Todos ellos son sa más perspicaz : 1 . . . R3R ! ! ; 2. R6C
ejemplos de mates sencillos, los más ( 2 . PSTD, R2D ) ; 2 . . . P4TR, tablas .
frecuentes en la práctica. Respecto a los casos 4) a 8 ), cu­
3) 67, 68b, 318, 323d, etc. La cap­ yos finales están ligados en grado
tura de la dama se consigue en to- aún mayor a los finales de damas,

256
hay muy pocos ejemplos explicati­ sólo mediante 1 . . . RSR, como en el
vos en los «Finales de peones », por lo 14b, sino también moviendo 1 . . . P4
que más abaj o se dan unas cuantas TR ; 2. P4TD , PSTR ; 3. PSTD, P6TR ;
posiciones complementarias. 4. P6TD, P7TR ; S. P7TD, R7C ! ; 6 .
Acerca del punto 4 ), creemos que P8TD = D + , RSC . Jugando l a s blancas,
los ejemplos 186b, 203b, 392 y 396 son éstas ganan : l . R4D ! ( p ero no l .
suficientes, ya que demuestran que R3D ?, RSA, tablas ) .
no habiendo posibilidad de ganar
en un final de peones puro, la única 14d. N . Grigoriev. Blancas : R8CR,
perspectiva es la de pasar al final P3AD , P2AR. Negras : R6D, P4TD ; ta­
de dama con un peón de desventaj a. blas. l. P4AD !, R x PAD ; 2. P4AR,
En el última ejemplo al 3 de R4D ; 3. R7A ! , PSTD (o bien, 3 . . . RSR ;
este Apéndice ( véase asimismo el 4. R6R ) ; 4. PSAR, P6TD ; S. P6AR,
378 ) se ilustra cómo obtener no una P7TD ; 6. RSC ! , P8TD = D ; 7 . P7AR,
superioridad material , sino de po­ tablas ( 8 ) .
sición.
A continuación damos unos ej em­ 14c. Naj dorf-Vinuesa, Mar de la
plos complementarios , en los que el Plata, 194 1 . Blancas : R3D, P4CD . Ne­
resultado viene determinado no por gras : RSTR, P4AR ; juegan las ne­
una correlación material , sino de po­ gras. 1 . . . R6T ! ; 2. PSCD, PSAR ; 3.
sición . En estos ejemplos aparecen R4R, R6C ! (3 . . . RSC, pierde ) ; 4. P6
ligados los temas de los casos 4 ) CD, P6AR ; S . P7CD, P7CR ; 6. PSCD
y 6). = D + , R7C, tablas .
En los ej emplos que damos a con­
14. N . Grigoriev, 1934. Blancas : tinuación también se unen los casos
R7AR, P2CD. Negras : R8TR, P2TR. 5) y 8) con elementos del 6 ) .
Ganan las blancas . Las blancas lle­ 15
van a cabo su amenaza de atacar al
peón, aproximando resueltamente su
rey. l . R6A ! , R7C ; 2. P4CD, P4TR ;
3. RSC, R6C ; 4. PSCD ! , PSTR ; S .
P6CD, P6TR ; 6. P7CD, P7TR ; 7 . P8
CD = D + . R7C ; 8 . D2CD + , R8CR ; 9.
R4C, P8TR= D ; 10. R3C y ganan .

14a. L. Prokevs, 1937. Blancas : R6R,


PSTD. Negras : R7TR, PSTR ; las blan­
cas ganan . l. RSA ! ( no l. P6TD ? , P6
TR o R8C, tablas ) ; 1 . . . P6TR ; 2.
R4C !, R7C ( celada funesta ) ; 3. P6TD,
P7TR ; 4 . P7TD, P8TR= D ; S . P8TD =
D + y ganan ( 3 ) .

14b. Blancas : R4AD, P4TD. Negras :


RSR, P2TR ; j uegan las negras ; ta­
blas . 1 . . . RSR ; 2. RSA, R3R, y las l . P3TD ( 1 . RSR?, P4TR ; 2 . PSAD,
blancas no tienen más remedio que R4C ! ; 3 . R6D, PSTR y tablas ) ; 1 . . .
dejar pasar al rey a 1AD, ya que 3. P4TR ; 2 . R3C ! , PSTR+ ; 3 . R3T !
R6A? ó 3. R6C, R2D ; 4 . R7C ? hacen ( es necesario parar al peón precisa­
perder. mente en STR y no en 6TR) ; 3 . . .
R x PTD ; 4 . PSAD , PSTD ; S . P6AD,
14c. Blancas : R4AR, P2TD . Ne- R7C ; 6. P7AD , P6TD ; 7. PBAD = D ,
gras : R6AR, P2TR. Tocándoles jugar P7TD ( ahora hay que ahogar a las
a las negras, se obtienen tablas no negras ) ; 8. D7CD + , R7A ; 9. D6TD,

257
R7C 10. DSCD + , R7A ; 1 1 . D4TD + , Malo l. P4TD ?, R7C ; 2 . R4C, R6A ;
R7C 12. D4CD + , R7A ; 13. D3TD, 3. PSTD, RSA ! y después de 4. R x
R8C 14. D JCD + , R8T ( a continua­ PT, R6D, o bien, 4 . R x PA, RSC, ga­
cwn se da movimiento al rey y si­ nan las negras. Lo correcto es l .
gue un mate típico ) ; 15. R4C, P6TR ; R4C ! , R7C ( o bien, 1 . . . P6AR ; 2 .
16. D2AD, P7TR ; 17. D1AD + + . R x PT ; si L . P4TD, lo m á s sencillo
es 2 . P4TD y 3. R x PT ) ; 2 . R x PT,
15a. P . Farago, 1937. Blancas : R8 R x PT ; 3. R2C ! , P6AR + ; 4 . R2A,
TR, PSTD , P4TR. Negras : R2TD , PS R7C ! ( dej ando de antemano sin la
CR ; tablas . En caso de l. PSTR?, casilla 1TD a la dama blanca ) ; S.
R3T !, ! as blancas pierden (el mismo P4TR, P4TD ; 6 . PSTR, PSTD ; 7. P6
zan únicamente con l. P6TD !, no TR, P6TD ; 8. P7TR, P7TD ; 9. P8TR
pudeindo llegar a tiempo las ne­ tando la solución : R8TD es, de cual­
gras para dar mate. Otra posición quier modo que se considere, inevi­
análoga : Blancas : R3CD, PSCR . Ne­ table después de D3CD + ) ; 1 1 . R3R ! ,
gras : R8TR, P4TD, PSCD, PSTR. l . P7AR ; 12. DSCD ! , P8AR = D ; 1 3 . D x
P6CR ?, PSTD + conduce a tablas . Lo D8AR + y ganan ( 3 ) .
correcto es l . R4T, P6CD ; 2. R x PCD, U n a posición análoga es : G . Ga­
PSTD + ; 3. R3T, etc. ray, 1944. Blancas : R3AD, P3D . Ne­
Un ejemplo de cómo desprenderse gras : R8TR, P6CD , PSAD , P2TR ; ga­
de un peón propio que <<estorba» nan las blancas . Después de l . P4D ! ,
fue dado anteriormente en el 211a P7CD ; 2 . R x PC, P6AD + ; 3 . R2AD,
( Grigoriev, 1 933) ; el rechazar el sa­ etcétera, las blancas realizan la ma­
crificio era allí imposible, ya que niobra R3D y DSCR.
entonces el peón llegaría a la p romo­ Si en las posiciOnes del tipo de
ción . A esto se refiere la posición de las que examinamos , al peón negro
Farago, 1953 . Blancas : R4CD, P4TD . le queda solamente una jugada para
Negras : R8AR, P4D , P4AR. l . PSTD , coronar, se puede afirmar que la
PSD ! ; 2. R4A, R7R, tablas . victoria es ya una excepción .
El dej ar al adversario un peón se
ilustra, pongamos por caso, en la 15c. l. Maizelis , 1954. En la po­
posición de l. Louma, 1926. Blancas : sición : blancas : R1D, D3CR ; negras :
R7CD , P2CR, P4TR . Negras : R8AD , R8TR, P7D, P7TR, gana l . D3R ! , R7C ;
P2TD, P3TR ; ganan las blancas . l . 2. D x P2D + , etc. ( 3 ) . Sin embargo ,
P4CR ( l . RX PTD, P4TR, tablas ) ; 1 . . . en la posic1vn : blancas : RlAD, D3
P4TD ; 2 . PSCR, PCR x PT ; 3 . PSTR ! , CR ; negras : R8TR, P7AD , P8TR, ya
PSTD ( en caso d e 3 . . . PSCR s e ten­ es tablas . La pos i ción se hace victo­
dría 4. P6TR y después de coronar riosa estando la dama en SAD y to­
D8TD + ) ; 4 . P6TR, y ganan . cándoles j ugar a las blancas ( 1 . R2D ,
En la posición 15, el peón negro R7C ; 2. R2R ! ) , pero esta situación
fue bloqueado a una distancia de es imposible forzarla a partir de la
tres movimientos del escaque de la posición inicial ( con la dama en
promoción . Si el peón precisa sólo 3CR ) .
dos jugadas para coronar, la victoria La posición d e tablas que hemos
puede ser posible sólo a condición considerado puede darse en el pro­
de que el rey de la parte más fuerte blema de P . Farago, 1937. Blancas :
no se encuentre demasiado lej o s . Los R2R, PSCR, P2TR. Negras : R8TR,
límites de la separación se . ven en PSAD , P7D , P3CR, después de l .
los ejemplos que siguen : P4TR ?, P6AD ; 2 . PSTR, P8D = D + ; 3 .
R x D, P7AD + ; 4 . RlAD, PCR x PT,
15b. P. Farago, 1935 . Blancas : R3 etcétera . Por eso, las blancas no per­
AR, P3TD, P2TR. Negras : R8TD, P3 miten que el rey negro cree un refu­
TD, PSAR, P6TR ; ventaj a blanca. l . gio ahogado en 8TR. Lo que decide
R x PA?, R7C, etc. conduce a tablas. es : l. P3TR ! !, P6AD ; 2. P4TR ; las

258
sólo dos j ugadas para coron a r , la toriosa estando la dama en SAD
victorht puede ser posible sólo a y tod.ndoles j u gar a las b l a nc as
condición de que el rey de la parte ( 1 . R2D , R7C ; 2. R2R ! ) , pero esta
más fuerte no se ei1 cuentre dema­ situación es i m posible farzarla a
siado lejos . Los límites de la se­ partir de la posición in i c ia 1 ( co n
pa ración se ven e n l os ejemplos la dama en 3 C R ) .
q ue siguen : La posición de tablas que he­
m o s · cons iderado puede darse en
l 5 b . P. Farago, 1 953. Blancas : el problema !le P . .Farago, 1 9 37 .
R3AR, P3T D , P2T R . Negras : Blancas : R 2 R , PSCR, P 2TR . Ne­
RSTD , P3TD , P SA R , P6TR ; ven­ gras : R 8T R , P5A D , P7D , P3C R ,
taja blanca . l . R x P A ?, R 7 C , et­ des pués de l . P4TR ? , P6AD ; 2 .
cétera, conduce a tab l as . Malo l . PSTR, PBD = D + ; 3 . R x D, P7
P4TD ? , R7C ; 2 . R4C, R6A ; 3. AD + ; 4 . R 1 A D , PCR x PT, etoé­
PSTD , RSA ! y después de 4 . R x tera . Por eso, las blancas no per­
PT, R6D , o btcn, 4. R x P A , RSC , m iten que el rey negro cre e un re­
ganan l as negras . L o correcto es fugio ahogado en 8TR . Lo que de­
l . R4C ! , R7C (o bien , l . . . P6A R ; cid e es : l . P3TR ! ! , P6AD ; 2 . P4
2. R x PT ; si 1 . . . P4T D , lo más TR ; las negras se verán obl igadas ,
sencill o es 2 . P4TD y 3. R x PT) ; más pronto a más tarde, a mover
2. R x PT, R x P1' ; 3. R2C ! , P6 el rey y enton ces PST ! , gana.
A R + ; 4. R2A, R7C ! ( dej ando de En todos estos últimos casos , la
antemano sin la casilla 1 TD a la dama l ucha b a contra dos peones .
dama blanca ) ; S. P4TR, P4TD ; El número de pos i Ciones de tablas ,
6. P5TR , PSTD ; 7. P6T R , P6T D ; caso (7) , es aquí considerablemen­
8. P7TR , P7TD ; 9. PSTR = D t , te mayor q ue en l os finales ante­
RSC ; 1 0. D8CD + , RST ( acorta a­ riormente considerados de «Dama
do la solución : R8TD es , de cual­ �on tra peói1 » .
qu ier modo que se considere, i n ­ Y a e n e l 262 ( e n l a variante)
evita ble después de D3CD + ) ; 1 1 . Grígórie v señaló una posi ción de
R3R ! , P7AR ; 1 2 . D S C D ! , P8A R empate : B la n cas : R7C D , PSTD ,
= D ; 1 3 . D x D8AR t y ganan (3) . P7TD . Negras : RSR, D8D .
Una posición a náloga es : G. C� a­ He aqul otros ejemplos :
ray , 1 944. Blancas :. R3A D , P3D ,
Negras : R 8T R , P6C D , PS A D , 1 6 . A . T roitski, 1 899 . Blan cas :
P2TR ; ga n an las blanc a s . Des­ RSCD , PSTD , P4R . Negras : R 1 D ,
oués de l . P4D !, P7CD ; 2 . · R x P3D , P 2D , P2TR. Tablas . l . R6C ,
PC, P6AD + ; 3. R2AD , etc . , las R 1 A ; 2. P6T D , R 1 C ; 3. P7TD + ,
blancas realizan la mani obra R3D R 1 T ; 4 . R7A, P4TR ; 5 . R X P3D ,
y D 5C R . P5TR ; 6. R x P2D , P6TR ; 7. PS R ,
Si en l a s posiciones del tipo de P7TR ; 8. P6 R , P8TR = D ; 9. P7R .
las · que examin amos , al pe ó n ne­ La posición que resulta : blanc as :
gro le que d a sólo una j tt gáda para R7D , P7T D , P7R ; negras : R 1 T D ,
coronar, se puede afin11ar gue la D STR es tablas (9 . . . D4D + ; 1 0.
victoria es ya u n a excepcion . R7A, D3R ; ! l . RS D , D 3D t ; 1 2 .
RSA ! , D x PR , rey ahogado ) .
1 5 c . l. Maizelis , 1 954 . En la
posición : blancas : R 1 D , D3CR ; 1 6a. B . Horwitz, 1 879. Blancas :
negras : RSTR , P7D , P7TR, gana R5'A R , P4TD , PSC D , P3TR. Ne­
l . D3R ! , R7C ; 2 . D x P2D + , et­ gras : R6CR, P4TD , P3CD , P4T R ¡
cétera ( 3 ) . Sin embargo, en la po­ tablas . l . R4R ( S R ) , R x PTR ; 2.
sición ; bl ancas : R 1 AD , D 3CR ; RSD !, RSCR ; 3. R6A , PSTR ; 4 .
negras : RSTR , l'7AD, P7TR , ya R x P C D , P6T R ; 5 . R7T ! , P7TR ;
es tablas . La posición se hace vic- 6. P6CD, P8TR = D ; 7. P 7 CD . En

273
la postcwn resultante R7TD , P4 blancas . l . R7R ? no alcanza el
TD , P7CD - R5CR, D8TR , P4TD , objetivo a causa: de l . . . P4CR ! ; 2 .
pone trabas · a las negras su propio R6A, R x PC ; 3 . P4AD , R 5 A ! , ta­
peón 4TD ; lo mejor que pueden blas. Lo correcto es 1 . P4AD ! ,
alcanzar es D x PTD ; P8CD = D . R5R ; 2 . R7R, P4CR (en caso
Véanse asimismo los 362 y 408. de 2. . . R5D ¡ 3. R7A , P4CR,
las blan cas tienen que maniobrar
l6b. A. 1\fandler, 1 95 1 . Blan­ con el rey igu al que en el 67b , con-.
cas : R3R, P4AR, P5AR. Negras : servando en el caso de P4TR ,
RBD , P4AD , P2AR ; tablas . 1 . la posibilidad de llegar a la pro-
R3D, P3AR ; 2 . R4AD, R7R ( 7 D ) ; . moción dando jaque ; 4. R8C ! ,
3. R5D , P5AD ; 4. R6R, P6AD ; P3TR ; 5 . R7A ! y 6 . R6C ) ; 3.
5. R x PA, P7AD ; 6. R7R, P8AD R6A , P4TR ; 4 . PCR x PT, P5CR ;
= D ; 7 . P 6A R , ¡ tablas ! 5. P6TR, P6CR ; 6. P7TR , P7CR ;
El caso 8 ) , rey ahogado, ha sido 7.P8TR = D, f'8CR = D (ahora las
ilustrado hasta ahora con ejemplos blancas obligan a cambiar las da­
en los que únicamente intervenían mas ) ; 8. D7TR + ! , R6A ; 9.
peones de torre o de alfil . Sin em­ D3D + , R5A ; 1 0. D5AR + y ga­
bargo, con damas es posible for­ nan .
zar un rey ahogado por otros me­
dios . 1 8a. R . Dawson , 1 93 1 . Blancas :
R8TR , P5C D , PBD , P4R . Ne gras :
17. S. Zhiguis , 1 928 . Blancas : R7AR , P2TD , P4R, P5CR ; ven­
R6TD , P5D , P5TR. Negras : R l taj a blanca . 1 . P6CD !, PTD x
TD , P6C D , P21\D , P2D . Tablas . PC ; 2. P6D , P6CR ; 3. P7 D , P7
1 . P6D ! , P3AD ! ; 2. P6TR, P7CD ; CR ; 4. P8D = D ; PSCR = D ; 5.
3. P7TR, P8CD = D ; 4. P8TR = D x P + ; 6 . D x D + y ganan .
D + , D 1 CD ; 5. D8D ! ! , D x D , rey
ahogado. 1 8b. 1. Glazer , 1 938 . Blancas :
R5R , P3R, P3CR , P4TR . Negras :
17a. 1. Berger, 1 9 1 6 . Blancas : R5TD , P4TD , P5CR, P2TR , P3
R4D , P6TR . Negras : R5CD, P5 TR ; tablas. Las blancas deben re­
TD , P6CD ; tablas . l. P7TR, P7 troceder con el rey con mucho
CD ! ; 2. P8TR = D , P8CD = D ; 3. tiento, abriendo el camino al peón .
D8CD + , R6T ; 4. D x D, rey aho­ Pierde l . R5A ? , a causa de l . . .

gado. R4C ! ; 2. P4R, P5TD ; 3. P5R,


P6TD ; 4. P6R, R3A ; 5 . R 6 A , P7
17b. F. Richter, 1 953. Bl ancas : TD y el peón corona dando jaque.
R4CD , P5TD , P2CD , P4AD; P5 No obstante , pierde también l .
A D . Negras : R7D , P2D, P6TR ; R5D (6D ) ? , a causa de 1 . . . R5C ! ;
tablas . 1 . P6AD ! , PD x PAD ; 2 . 2. P4R , P5TD ; 3. P5R, P6TD ; 4.
P6TD, P7TR ; 3. P7TD , P8TR= P6R, P7TD ; 5. P7R, PSTD = D ;
D ; 4. P8TD = D , P4AD + ; 5. R3C; 6. P8R = D , y las ne gras fuerzan
D x D , rey ahogado. el cambio de damas ; estando el
El caso (9) , cambio de damas rev en 5D, mediante 6 . . . DSD +
forzado, es de una gran importan­ y 7 . . . D5TD + y con el rey en 6D,
cia práctica . Se dio en las posicio­ jugando 6 . . . D3TD + ; 7 . R7A,
nes 2 1 3a , 29 1 , 292, 323a, 333, 34 1 , D2TD + ; 8 . R6D , D4AD + , etc. No
407 y otras . Damos a conocer al­ hay más que una solución : elegir
gunos ejemplos más . la casilla del rey en concordancia
con aquella a la que se dirija el
18. N. Grigóriev, 1 938. Blan­ rey negro. Por eso l . P4R !, R5C ;
cas : R8D , P3A D , P4CR . Negras : 2. R5A ! , o bien, 1 . . . R4C ; 2. R6D !
R6A R, P2CR , P2TR . Ganan las (no 2. R5D ?, R3C ! y ganan ) ; 2 . . .

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P5TD ; 3. P5R y tablas . Las v a ­ 19. N. G rigóriev, 1 924 . Blan­
riantes d e l ejemplo 32 1 habían y a cas : R4R, P2TD , P2D , P6AR ,
demostrado que, sin necesidad , no P3TR . Negras : R 1 TR, P6TD, PS
se debe determinar de antemano CD, P4AD , P5TR . Tablas. Las
la posición de su rey , sino que lo blancas se salvan, ahorrando un
mejor es avanzar primero un peón . tiempo muy importante, gracias
a la amenaza de j aque perpetu o .
El caso ( 10 ) , jaque perpetu o , fue
1 . R5D ! , R ! C ( en casa de ! . . . P6
posible en una de las variantes
C D , se tendría 2. R6R, PCD x PT,
del 290 . En el 295a, el rey blanco
o bien , P7CD ; 3 . P7AR y 4 . PS
eludía fácilmen te los jaques, mien­ AR D + , dando jaque perpetuo) ;
tras que en el 3 1 6 esto se conse­
=

2. R4A, R2A ; 3. P4D , PAD X P D ;


guía utilizando un método com­ 4. R x PC, P6D ! ; 5. R3A , R x
plicado e ingenioso. Pero esto . per­ PAR ; 6 . R x PD , R4A ; 7 . R3R ,
tenece ya a un final de damas pu­ R4R ; 8. R3A ! (es necesario con­
ro, aunque es preciso tenerlo en servar el peón 3TR ; 1 5 1 ) ; 8 . . .

cuenta cuando se j uegan finales R5D ; 9. R4A, y a R x PD contes­


de peanes . Daremos sólo un ejem­ tan las blancas con R2A, termi­
plo último. nan d o en tabl as ( 257b ) .

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