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El Oso Solitario Gruñón

H
abía una vez en un país muy lejano un Oso que vivía solitario en un hermoso bosque,
aunque no tenia muchos amigos por su carácter gruñón, un buen día se puso a construir
una casa en un hermoso paraje supuestamente para invitar a todos los animales y así
tener la oportunidad de conservar la amistad de todos que Vivian en el bosque.

El pensó –si tengo una casa bonita todos vendrán a visitarme y así conversaré con ellos y seremos
siempre amigos- otra cosa que pensó fue tratar de dejar de ser gruñón y antipático. De modo que
empezó a trabajar en su casita hasta que al fin la tuvo lista.

Una vez construida la casa

el oso gruñón que era como lo llamaban invito a todos los animales del bosque a su linda casa. Lo
hizo con una tarjeta de invitación que decía:

Jpse Gallardo
Gallardino_2003@yahoo.es
Mis muy apreciados y queridos animales del Se les agradece por favor asistir el próximo sábado
bosque su amigo el Oso les invita a tener una al partir de las 2 de la tarde ya que la fiesta no se
fiesta en mi nueva casa con toda su familia extenderá a mas de las 10 de la noche. No tienen
con motivo de la inaguración de la misma que traer nada solo su grata presencia me seria
agradable.
Llego el día sábado y acudieron a la fiesta todos los animales con su familia, el oso gruñón fue
esplendido con los invitados y todos se divirtieron y gozaron ese día a las diez de la noche

el oso gruñón dijo –Señores se acabo la fiesta muchas gracias por venir les espero el próximo
sábado a la misma hora. Los animales gritaron de alegría que bueno que el oso siga haciendo mas
fiestas para nosotros y se marcharon.

Después de la fiesta el oso gruñón se puso a limpiar el desorden que había quedado en la casa y
después de trabajar duro todo el día se pregunto – Hice este fiestón les di todo para que se
divirtieran y sin embargo ninguno converso conmigo ni se ofrecieron a ayudarme a limpiar, de
modo que el oso dijo- Vamos a ver si esta semana pasa igual. Así que volvió a hacer todos los
preparativos para la otra fiesta.

El oso volvió a pasar la invitación pero con la siguiente nota en la tarjeta, se agradece que una vez
terminada la fiesta me ayuden a limpiar y arreglar mi casa.

Llego el día de la fiesta y nadie vino a la misma y el oso siguió solitario y triste sin amigos y se
volvió a su cueva de la montaña donde hibernaría hasta la nueva temporada.

El oso finalmente dijo para si- Las fiestas no hacen amigos así mucho se gaste Ni la soledad se
cura con ellas y esta es la moraleja de esta historia “Los amigos de verdad contigo siempre
estarán”.

Jpse Gallardo
Gallardino_2003@yahoo.es

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