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GRUPO 01 Moral Ética Deontología y Codigo Ético
GRUPO 01 Moral Ética Deontología y Codigo Ético
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INTRODUCCIÓN
En nuestra realidad actual son de uso corriente aseveraciones como: Estamos
enfrentando una grave crisis de valores; los valores se han perdido; la
inmoralidad ha invadido todas las esferas de valores. Estas expresiones, entre
otras, quieren dar cuenta de cómo somos hoy, en un momento determinado de
la historia, el de nuestro propio presente; preguntar por nuestro presente es, de
algún modo, inquirir por el pasado, por un pasado que ejerce cierta actuación
sobre el presente.
En este trabajo desarrollaremos los temas de la moral, la ética, la deontología y
el código de ética. Conceptos y Realidad. Analizaremos sus conceptos de una
forma resumida.
El mundo vive una crisis ética, que al entender de muchos, ha llegado a su
cumbre. Desde luego, esta crisis entraña, al parecer un peligro inminente pues,
en una época en que todo y todos pretenden tener su propia verdad, se erigen
como verdaderas, las más sublimes falacias.
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CAPÍTULO I: MORAL Y ÉTICA
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1.1. ¿Qué es la Moral?
Moral es una palabra de origen latino, que proviene del término Moris que
significa “costumbre”. Se trata de un conjunto de normas, creencias, valores y
costumbres que dirigen o guían la conducta de los hombres en sociedad. La
moral permite distinguir que acciones son correctas (buenas) y cuales son
incorrectas (malas). Otra perspectiva la define como el conocimiento de lo que
el ser humano debe hacer o evitar para conservar la estabilidad social.
Según otra definición, la moral es la suma total del conocimiento que se adquiere
sobre lo más alto y noble, y que una persona respeta en su conducta. Las
creencias sobre la moralidad son generalizadas y codificadas en una
cierta cultura o en un grupo social determinado, por lo que la moral regula el
comportamiento de sus miembros. Por otra parte, la moral suele ser identificada
con los principios religiosos y éticos que una comunidad acuerda respetar.
En la moral podemos distinguir dos tipos, así tenemos:
Una acción humana para ser considerada de tipo moral tendrá las siguientes
características:
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No debe ser impuesto por la sociedad a las personas, sino que el individuo
lo debe poder elegir libremente, por ejemplo, yo debo ser libre de elegir si
acepto moralmente la eutanasia o no, no se me puede imponer mi forma
de valorar ciertas cuestiones. Por este motivo, la moral es, sobre todo,
una cuestión individual.
Debe ser responsable, es decir, debe tener la obligación de responder
acerca de nuestros actos.
Si bien es claro, las tres se basan en lo mismo, tanto práctica como estudio de
reglas personales de conducta, que pueden ser transmitidas de padres a hijos o
inferidas directamente, como sucede en las empresas, donde se
dictan principios éticos.
1.2.1. Objeto de la Ética
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Otros actos como el sueño, el hambre y el dolor, si bien son humanos, no
dependen de la libertad. Son actos involuntarios que ocurren querámoslo o no.
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c. El principio de la dignidad: Toda persona tiene valor por sí misma.
Dignidad es sinónimo de grandeza, importancia, valor, merecimiento,
buena reputación. La dignidad del ser humano se refiere a la importancia
que tiene toda persona por el hecho de ser un ser humano. Es la base de
la consideración y del trato educado que merecen todas las personas.
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En ambos casos se tratan de normas, de percepciones, y de "deber ser". Sin
embargo, moral y ética presentan ciertas diferencias:
Moral Ética
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CAPÍTULO II: DEONTOLOGÍA Y ÉTICA
PROFESIONAL
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2.1. ¿Qué es Deontología?
La deontología o teoría deontológica se puede considerar como una teoría ética
que se ocupa de regular los deberes, traduciéndolos en preceptos, normas
morales y reglas de conducta, dejando fuera de su ámbito específico de interés
otros aspectos de la moral.
a) Origen del concepto
El término deontología procede del griego: to deon (lo conveniente, lo debido)
y logia (conocimiento, estudio…); lo que significa, en términos generales, el
estudio o la ciencia de lo debido. El objeto de estudio de la Deontología son los
fundamentos del deber y las normas morales.
El concepto de deontología fue acuñado por Jeremias Bentham en su
obra Deontología o ciencia de la moral, donde ofrece una visión novedosa de
esta disciplina.
Para Bentham, la deontología se aplica fundamentalmente al ámbito de la moral;
es decir, a aquellas conductas del hombre que no forman parte de las hipótesis
normativas del derecho vigente, aquellas acciones que no están sometidas al
control de la legislación pública.
Esto sugiere una de las intenciones de la redacción de los códigos deontológicos:
explicitar la dimensión estrictamente moral de una profesión, aquellos
comportamientos exigibles a unos profesionales, aunque no estén delimitados
jurídicamente. Cuando esta teoría se aplica al estricto campo profesional
hablamos de deontología profesional y es ella, en consecuencia, la que
determina los deberes que son mínimamente exigibles a los profesionales en el
desempeño de su actividad.
Estos deberes, es habitual que se plasmen en códigos, códigos de ética que
rigen la actuación de los representantes de la profesión (colegiados) con el fin
de que a través del buen hacer se obtengan resultados deseables.
2.1.1. Deontología Profesional
Cuando se habla de deontología profesional se entiende por talos criterios
compartidos por el colectivo profesional convertidos en un texto normativo, un
código deontológico.
La deontología profesional es por tanto una ética aplicada, aprobada y aceptada
por el colectivo profesional, lo que entraña un código de conducta, una
tipificación de infracciones, un sistema de recepción y análisis de consultas,
propuestas o quejas, un procedimiento de enjuiciamiento, y finalmente, si
procede aplicarlo, un sistema de sanciones.
Todo ello ha de tener un respaldo legal y un sistema de garantías que incluye
varios niveles de recurso que alcanzan la justicia contenciosa-administrativa
ordinaria al final.
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2.1.2. Objetivos de la Deontología Profesional
Todo profesional está y debe estar sometido a controles sociales más o menos
rigurosos que permitan exigirle responsabilidades de muy diversa índole en
relación con sus actos, de ahí la necesidad de establecer unos principios éticos.
Independientemente de la propia conciencia, que debiera ser quién más rigiera
el cumplimiento de los códigos morales, existe la figura de los colegios
profesionales para mantener, promover y defender la deontología. Éstos vigilan
el cumplimiento de determinados niveles de exigencia, de competencia y de
calidad en el desempeño del trabajo de sus colegiados.
El Estado, al convertir a los colegios profesionales en corporaciones a través de
mecanismos legales, propicia el modo de mantener la deontología profesional.
Les encarga funciones públicas y les dota de la potestad de imponer una
determinada disciplina a todos los profesionales pertenecientes a este colectivo.
Para que se pueda pedir responsabilidad por actuaciones profesionales se
precisan dos requisitos: la independencia y la libertad. El profesional debe ser
independiente en el momento de tomar decisiones y debe ser enteramente libre
de ejecutarlas.
La deontología es de sumo interés para el mundo profesional, y en concreto,
para profesiones que comportan una elevada responsabilidad social (médicos,
abogados, docentes, psicólogos, periodistas…). Esa deontología busca un
equilibrio entre un determinado estilo de vida moral (lo que antes
denominábamos êthos o carácter moral) y un alto nivel de profesionalidad
técnico-científica. Esta doble dimensión ha de tratarse con armonía y equilibrio
para una mayor dignificación de cualquier actividad laboral.
2.1.3. Características de las Normas Deontológicas
a) Autorregulación
La exigencia de la autorregulación tiene que ver con el principio de autonomía
colegial. Los profesionales son creadores, sujetos y objetos de las normas
deontológicas de su profesión correspondiente.
Los profesionales tienen la responsabilidad permanente de autorregularse. La
función autorreguladora implica una constante actividad crítica y evaluadora. Es
necesario que el público sepa de la existencia del sistema efectivo y responsable
de autorregulación, y que adquiera confianza en él como recurso justo, honesto
y objetivo para dirimir los conflictos relativos al ejercicio profesional y a la
atención recibidos por los clientes o pacientes.
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b) Legalidad
Exigencia de constancia en un texto identificado como normas deontológicas. El
principio de legalidad, es conveniente que las normas deontológicas aparezcan
no dispersas, sino ordenadas en un sistema que ofrezca a todos seguridad
jurídica, sistema al que ha de darse publicidad suficiente para que todos puedan
conocerlas.
De manera que podemos afirmar que las normas deontológicas no son un
catálogo de deberes morales, sino que tienen consecuencias de tipo
disciplinario; que establecen una serie de deberes de obligado cumplimiento, por
lo que no pueden reducirse a consejos acerca de un comportamiento deseable;
y que, tanto en la tradición colegial como en la doctrina jurisprudencial del
Tribunal Supremo, han sido sancionadas, tienen cualidad de ley para los
colegiados, de ley de obligado cumplimiento.
c) Tipicidad
El principio de tipicidad se refiere a la ineludible necesidad de la
predeterminación normativa de las conductas ilícitas y sanciones
correspondientes.
Se ha admitido la flexibilización del principio de tipicidad en la materia
sancionadora en relación a los colegios profesionales, al afirmar: “La utilización
de conceptos jurídicos indeterminados es constitucionalmente lícita en materia
sancionadora cuando su concreción es razonablemente factible en virtud de
criterios lógicos, técnicos, o de experiencia que permitan ver con suficiente
seguridad, la naturaleza o características esenciales de las conductas
constitutivas de la infracción tipificada; así como la flexibilidad en la tipificación
de las infracciones y en la determinación de la sanción correspondiente,
especialmente en el ámbito de la supremacía especial, que caracteriza el
derecho administrativo sancionador, sin que implique en ningún caso
discrecionalidad”
d) Publicidad - Exigencia de difusión
La adecuada publicación de las distintas normas adoptadas por el colegio, en
término que garantice su conocimiento, su autenticidad y su constancia, y que
además permita la impugnación en un proceso declarativo acerca de su validez,
deviene en un requisito imprescindible para hacer posible que su cumplimiento
resulte sometido a sanciones.
A pesar de que no sea necesaria la publicidad en un diario oficial, la eficaz
difusión de las normas deontológicas y el aseguramiento de su completo
conocimiento por los miembros de la corporación constituye un presupuesto
inevitable para su correcta aplicación. En virtud del carácter esencialmente
preventivo y didáctico de las normas deontológicas, es necesario que sean
conocidas por todos sus destinatarios: profesionales, clientes, y potenciales
clientes; es decir, es necesario un conocimiento general accesible.
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Además, los colegiados tienen la obligación de procurar su conocimiento y
difusión. Para ello, sería deseable que el colegio también procurara a los
colegiados formación en deontología. El profesional debe conocer su código
deontológico, el cual, además, no es estático, va evolucionando y adaptándose
a la realidad social.
2.1.4. Elementos Identificados en los Códigos Nacionales
Se ha venido elaborando un estudio de campo que analiza las diferentes
categorías o conceptos que tienen cabida en los códigos deontológicos
nacionales, tanto los conceptos básicos, como los que van más allá de los
tradicionales.
Los elementos que se han identificado en los códigos deontológicos nacionales
son los siguientes:
a) Independencia e imparcialidad
El profesional al tiene el derecho y el deber de su total independencia e
imparcialidad en el desarrollo de su actividad profesional, frente a toda clase
de injerencias, intereses propios o ajenos, presiones, exigencias o
complacencias, evitando prejuicios y discriminaciones que mermen su
objetividad. La independencia es una cuestión fáctica, y la imparcialidad una
cuestión mental.
b) Honestidad e integridad
El profesional conservará un espíritu de justicia y fidelidad con todas aquellas
personas con las que, por motivo de su trabajo, entable relación.
La primera prioridad en la prestación de servicios profesionales deben ser los
mejores intereses del cliente o paciente.
c) Secreto Profesional
El profesional mantendrá el secreto profesional sobre todos aquellos datos,
hechos o cualquier tipo de información de carácter reservado a la que haya
accedido en virtud de su labor o trabajo profesional.
Esta confidencialidad se impone por la necesidad de que exista una absoluta
confianza entre el profesional y quienes acuden a solicitar sus servicios y por
el necesario respeto a la intimidad de éstos últimos.
d) Publicidad
La publicidad personal habrá de realizarse evitando cualquier tipo de
exageración, falsificación, aprovechamiento injusto e informaciones
despreciativas.
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e) Incompatibilidades
Además de cuanto esté legal o reglamentariamente establecido, se
entenderá situación de incompatibilidad, cuando exista colisión de derechos
o de intereses que puedan colocar el ejercicio de la función profesional
posición equívoca, o que implique un riesgo para su independencia.
Cuando el profesional esté incurso en cualquier causa de incompatibilidad,
deberá ponerlo en conocimiento del colegio.
f) Competencia desleal e intrusismo
El profesional no puede proceder a la captación desleal de clientes. Se
considerará intruso a todo aquel que, sin reunir la titulación y condiciones
para el ejercicio de una profesión, actúe en trabajos propios de la misma.
g) Relaciones con los clientes
La relación del profesional con el cliente debe fundamentarse en la confianza.
Todo colegiado estará obligado a velar por los intereses de su cliente o
paciente, siempre que no se opongan a sus propias obligaciones
profesionales, o vayan contra el interés de la sociedad.
h) Relaciones con el colegio
El profesional deberá cumplir las disposiciones recogidas en los Estatutos del
colegio, en el Reglamento General y en el código deontológico, así como en
los acuerdos emanados de los órganos colegiales, con independencia de su
derecho a recurrirlos e impugnarlos, conforme a la legislación vigente.
i) Relaciones con los compañeros
La lealtad y el respeto han de presidir las relaciones que el profesional
colegiado mantenga con sus compañeros.
j) Relaciones con otros agentes
El profesional tratará a los agentes con los que se relacione en su actuar
profesional con el debido respeto y consideración del ámbito de las peculiares
competencias de cada uno, pero no permitirá que sean invadidas las áreas
específicas de su responsabilidad.
k) Retribuciones económicas
El profesional tiene derecho a recibir una remuneración según los servicios
prestados y la responsabilidad asumida.
l) Respeto a la naturaleza y medio ambiente
El respeto y la conservación de la naturaleza y el medio ambiente han de
estar entre las preocupaciones de los profesionales en todos los aspectos del
ejercicio de su actividad.
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El profesional deberá observar una conducta ecológica en el desempeño de
su profesión, debiendo actuar y abogar por y para una defensa de la
naturaleza, encaminada a la protección y mejora de la calidad de la vida, así
como al respeto, disfrute y conservación de un medio ambiente adecuado.
m) Formación continuada
El profesional liberal deberá mantener y actualizar permanentemente sus
conocimientos a lo largo de toda su vida profesional. El profesional ampliará
sus conocimientos durante el ejercicio de su profesión, manteniéndose
informado y conociendo los avances que se vayan realizando en su campo
de actividades.
n) Comportamiento ético de los dirigentes de los colegios
Los colegiados que ocupen cargos directivos no sólo están obligados a
ajustar su conducta y decisiones a las normas estatutarias y ético -
deontológicas, sino a dar ejemplo en todas sus actuaciones al resto de la
colegiación y a promover el interés común de la Organización Colegial de su
colegio, de la profesión y de todos los colegiados.
o) Relaciones profesionales
Se espera que los profesionales desempeñen de manera constructiva el
trabajo en equipo y que respeten las aptitudes y contribuciones de los
compañeros en cada equipo. Si un profesional no está de acuerdo con una
decisión del equipo por motivos profesionales, debe intentar razonar con los
demás miembros del equipo el motivo de su discrepancia hasta aclarar sus
dudas o encontrar la mejor solución en beneficio del cliente o paciente. Si
esto no se consigue y el profesional está convencido de que la decisión puede
perjudicar al cliente o paciente, debe informar a alguien con autoridad
profesional que pueda dirimir la cuestión. Como último recurso podrá informar
él a título particular al cliente o paciente para proteger su seguridad o salud.
p) Seguridad
El profesional cuando participe de un trabajo de equipo, conjuntamente con
otras profesiones, deberá actuar con pleno sentido de responsabilidad en el
área concreta de su intervención.
Asimismo, contribuirá con sus conocimientos y experiencia al intercambio de
información técnica al objeto de obtener la máxima eficacia en el trabajo
conjunto.
q) Protección Social
La dimensión social de cada profesión condiciona al profesional a procurar la
mayor eficacia de su trabajo en cuanto a conseguir una óptima rentabilidad
social y humana de los recursos disponibles.
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r) Responsabilidad Civil
El colegiado deberá tener cubierta su responsabilidad profesional, en cuantía
adecuada a los riesgos que implique.
s) Investigación y docencia
El profesional como investigador no dará a conocer de modo prematuro o
sensacionalista nuevos datos insuficientemente contrastados, no exagerará
su significado, ni los falsificará o inventará, ni plagiará publicaciones de otros
autores y en general no utilizará con poca seriedad y rigor los datos
obtenidos. Es obligación del colegio profesional divulgar a los profesionales
los nuevos descubrimientos, avances, novedades técnicas que puedan
afectar al adecuado ejercicio profesional.
El colegiado, cuando en su ejercicio profesional desarrolle actividad docente,
tiene el deber de velar por la buena calidad de enseñanza de la profesión,
haciendo especial mención de los principios éticos y deontológicos,
consustanciales con la misma.
t) Objeción de conciencia
La responsabilidad y libertad personal del profesional le faculta para ejercer
su derecho a la objeción de conciencia.
El profesional podrá comunicar al colegio profesional su condición de objetor
de conciencia a los efectos que se considere procedentes. El colegio le
prestará el asesoramiento y la ayuda necesaria.
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El profesional debe ejercer su función desde la más estricta honradez y fidelidad
a los principios. Junto a los conocimientos y habilidades para el buen
desempeño, los profesionales deben caracterizarse por sus principios éticos, por
su honestidad a toda prueba, por su incorruptibilidad, por su disciplina, su espíritu
colectivo, por su austeridad, modestia y estilo de vida sencillo. El ejercicio
profesional demanda un amplio campo de autonomía, tanto personal como del
colectivo en su conjunto, cuyo correlato es la asunción de las responsabilidades
inherentes al desarrollo de la actividad. La RESPONSABILIDAD
PROFESIONAL, es un caso paradigmático de responsabilidad ética que
proviene del conocimiento especial que cada uno posee. El profesional debe
dominar una parte especial del conocimiento avanzado, particularmente
conocimiento que tiene que ver con el bienestar de los otros, que demarcan una
profesión
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Aquí se puede situar la ética profesional ya que rige el comportamiento del
profesional en su actividad laboral. Los principios que rigen la profesión se
obtienen a través de métodos similares a los de la ética general: dialógico,
inductivo y deductivo. Para conocer el fundamento ético y moral de un código
ético, se requiere el estudio de la actividad profesional en sí misma y no es
suficiente la labor de un filósofo que desconozca la profesión.
La ética de las profesiones se mueve en el nivel intermedio de las éticas
específicas o “aplicadas”. El profesional se juega en el ejercicio de su profesión
no sólo ser un buen o mal profesional sino también su ser ético. No acaba de ser
considerada una persona éticamente aceptable quien en todos los ámbitos
actuase bien y cumpliese con sus deberes menos en el ejercicio de sus
responsabilidades profesionales. La ética general de las profesiones se plantea
en términos de principios: el principio de beneficencia, el principio de autonomía,
el principio de justicia y el principio de no maleficencia.
El deontologismo plantea los temas éticos en términos de normas y deberes.
Las razones por las que es importante una reflexión deontológica viene dada por:
la necesidad de tranquilizar a los usuarios
la regulación de los intrusismos
la necesidad que el profesional alcance el autogobierno y adquiera plena
capacidad de decisión sobre sí mismo, con el fin que alcance el equilibrio
y la integración de su personalidad en el logro del bien.
Los principios se distinguen de las normas por ser más genéricos que éstas. Los
principios ponen ante los ojos los grandes temas y valores del vivir y del actuar.
Las normas aplican los principios a situaciones más o menos concretas, más o
menos genéricas. Las normas suelen hacer referencia a algún tipo de
circunstancia, aunque sea en términos genéricos. Pero también los principios se
hacen inteligibles cuando adquieren concreción normativa y hacen referencia a
las situaciones en las que se invocan y se aplican. En términos generales un
principio enuncia un valor o meta valiosa. Las normas, en cambio, intentando
realizar el principio bajo el que se subsumen, dicen cómo debe aplicarse un
principio en determinadas situaciones.
Tanto las normas como los principios son universales aun cuando el ámbito de
aplicación de los principios sea más amplio y general que las normas específicas
que caen bajo dicho principio.
Desde la perspectiva de la ética profesional, el primer criterio para juzgar las
actuaciones profesionales será si se logra y cómo se logra realizar esos bienes
y proporcionar esos servicios (principio de beneficencia). Como toda actuación
profesional tiene como destinatario a otras personas, tratar a las personas como
tales personas, respetando su dignidad, autonomía y derechos sería el segundo
criterio (principio de autonomía).
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Las actuaciones profesionales se llevan a cabo en un ámbito social con
demandas múltiples que hay que jerarquizar y recursos más o menos limitados
que hay que administrar con criterios de justicia (principio de justicia). Y, en todo
caso, habrá que evitar causar daño, no perjudicar a nadie que pueda quedar
implicado o afectado por una actuación profesional (principio de no
maleficencia).
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CAPÍTULO III: CÓDIGO DE ÉTICA
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3.1. ¿QUÉ ES CÓDIGO?
En el ámbito del derecho, un código es una agrupación de principios legales
sistemáticos que regulan, de forma unitaria, una cierta materia. Por extensión,
código es la recopilación de distintas leyes que se realiza de una manera
sistemática.
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3.6. PRINCIPIOS GENERALES
Artículo 1º: Respeto por los Derechos y la Dignidad de las Personas
Se compromete a respetar y adherir a los principios establecidos en la
Declaración Universal de Derechos Humanos. En particular, respetar la dignidad
y el valor de todas las personas y el derecho a la privacidad, confidencialidad,
autodeterminación, diversidad y autonomía. Así mismo, respetar las diferencias
individuales, culturales, de género, etnia, religión, ideología, orientación sexual,
condición socioeconómica, u otras.
Artículo 2º: Competencia
Tener un nivel de competencia idóneo, proveyendo sólo aquellos servicios y
técnicas para las que está capacitado por su formación profesional, al igual que
reconocer las fronteras de su disciplina.
Artículo 3º: Compromiso Profesional y Científico
Adherirá a los principios y normas de conducta contenidos en este Código,
asumiendo la responsabilidad por su cumplimiento. Así como también el
compromiso de promover su profesión en cuanto saber científico. En aquellas
situaciones para las cuales aún no existen normas y/o criterios profesionales
reconocidos
Artículo 4º: Integridad
Se guiará por principios de probidad, honestidad, justicia y respeto por los otros
en su ejercicio profesional. En este contexto, tendrá en cuenta sus propios
sistemas de creencias, valores, necesidades y límites y del efecto que éstos
tienen en su trabajo.
Artículo 5º: Independencia
En el ejercicio de su profesión, evitará influencias o presiones personales y/o
institucionales que atenten contra su conformación ética, el respeto por las
personas objeto de su ejercicio profesional y el cumplimiento del código ético de
la profesión. Este principio obliga a explicitar, a quien corresponda, las
situaciones en que exigencias externas entren en conflicto con este Código de
Ética.
Artículo 6º: Responsabilidad Social
Tendrá presente su responsabilidad profesional y científica hacia la comunidad
y la sociedad en que trabaja y vive. Asimismo, su compromiso social implicará
aportar al conocimiento, estudio y transformación de su sociedad, y la promoción
y desarrollo de leyes y políticas sociales que apunten, desde su especificidad
profesional, a crear condiciones que contribuyan al bienestar y desarrollo de la
comunidad.
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3.7. LOS CÓDIGOS DE ÉTICA PUEDEN SER DE TRES
TIPOS SEGÚN FRANKEL (1989)
Aspiracional, educacional y regulador.
Un Código aspiracional es un conjunto de ideales que se quieren
alcanzar.
Un Código educacional es una herramienta para mejorar la comprensión
de los problemas éticos, y un medio para definirlos.
Código regulador, es un mecanismo para tratar las injusticias. Este
Código de la Asociación Americana de Marketing se muestra como
aspiracional, puesto que muestra un pequeño conjunto de ideales hacia
los que sus miembros se deben dirigir.
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CONCLUSIONES
En la formación profesional es esencial que se tengan elementos para
ejercer la profesión de forma que sean socialmente útiles y reconocidos;
en la práctica profesional es indispensable que el comportamiento de un
profesional en el cual se desenvuelve como colegas, usuarios, otros
profesionales y el resto de la sociedad se dé en términos de
una honestidad e integridad para así difundir la credibilidad y
confiabilidad, se hace necesaria la aplicación de un código de ética que
satisfaga las necesidades de los usuarios y complemente las
responsabilidades de los profesionales en la que estable el código de
ética.
La importancia de la ética profesional es doble; tanto teórica como
práctica. Teoría porque, la ética profesional analiza los principios
fundamentales de la moral y la relaciona con los deberes de las
profesiones. La importancia práctica, todos conocemos las desastrosas
consecuencias de la falta de ética en la práctica profesional; los resultados
son funestos y provocan males que van desde pérdidas económicas hasta
la pérdida de vidas humanas.
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BIBLIOGRAFÍA
http://www.monografias.com/trabajos82/codigo-etica
http://es.slideshare.net/olgamendogarcia/etica-profesional
http://www.unionprofesional.com/estudios/DeontologiaProfesional_Codig
os.pdf
http://www.cacvirtual.upla.edu.pe/distancia/as_cf.php/10/deontologia%20
profesional%20-%20final.pdf
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http://sisbib.unmsm.edu.pe/bibvirtualdata/publicaciones/administracion/n
12_2003/a08.pdf
https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/5/5a/Moral_y_%C3%89
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http://www.monografias.com/trabajos82/codigo-etica/codigo-etica.shtml
http://eticaciudadana.blogspot.pe/2007/06/la-tica-profesional.html
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