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Etnografía Virtual. Campo PDF
Etnografía Virtual. Campo PDF
EXPLORACIÓN DE CAMPO Y
ESTUDIOS DE ÁREA.
Mario C García Chicano, mario.garcia.chicano@ucm.es
Universidad Complutense de Madrid (UCM), España
RESUMEN
1
1. Introducción.
En esta comunicación reflexionamos sobre las posibilidades y usos que ofrecen las
tecnologías de la información y la comunicación, -TIC-, a los investigadores cuyos
objetos de investigación se sitúan en áreas geográficas ajenas a la propia.
Concretamente nos centramos no solo en los recursos que ofrecen las TIC como medio
de información, sino como trabajo exploratorio previo al trabajo de campo, como
preparatorio de las estancias de investigación y recolección de datos.
Los investigadores prestan cada vez más atención al escenario online. De hecho, las
técnicas de investigación habituales se han adaptado al medio digital y la metodología
de la investigación actúa en Internet.
Si bien resulta una obviedad avanzar que Internet comprende hoy en día una gran parte
de la vida de las personas, lo cierto es que se ha convertido en una herramienta
fundamental tanto para los actores sociales como para los estudiosos de la acción
colectiva. Las ciencias sociales y la metodología de la investigación no están exentas de
la influencia e ineludible ajuste que provoca la tecnología e Internet en las sociedades de
la información. En este texto abordamos, de tal modo, la cuestión del trabajo
etnográfico en Internet y sus múltiples posibilidades.
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Cuestiones que, como decíamos, son aún más patentes en el caso de los investigadores
que se dedican a la sociología de la globalización, los estudios de área y los estudios
internacionales.
3
que las TIC han estado muy presentes (15-M, Occupy Wall Street o Tahrir) han
revelado más su carácter instrumental que finalista, han sido una herramienta conectiva
más de las luchas sociales. Han facilitado y modulado la protesta. Han apoyando las
prácticas militantes y ampliado el repertorio de acción de los movimientos sociales
implicados. Así, podemos decir que las experiencias de protesta global son muestra de
una cierta tendencia a la hibridación entre lo digital y lo presencial, unificando la faceta
mediadora de la tecnología con su dimensión contextual.
Los investigadores prestan cada vez más atención al escenario online. De hecho, las
técnicas de investigación convencionales se han adaptado al medio digital, la
metodología de la investigación actúa en Internet y se renueva a la luz de las dinámicas
del mundo digital. Como decíamos, tanto la antropología como la sociología, la ciencia
política o la educación han producido literatura y método en la investigación en línea.
En el caso de la etnografía, técnica eminentemente antropológica y tradicionalmente
utilizada por los etnólogos, de forma paulatina se ha introducido en el resto de las áreas
de las ciencias sociales -no solo en la antropología-, ‘liberando complejos en una suerte
de eclecticismo metodológico’ (Ruíz Torres, 2007) desde que apareciera, a mediados
del siglo XX, como etnografía de tipo sociológico el texto clásico Street Corner
Society.1
1
Whyte, W. F. (1943) Street Corner Society: The Social Structure of an Italian Slum. University of
Chicago Press: Chicago
4
En el campo de las técnicas cualitativas, la propia etnografía está siendo apellidada de
múltiples maneras, -sobre todo en los años de fundamentación técnica que el propio
medio digital impone con sus ritmos y con sus velocidades-. Tanto es así, que podremos
encontrar denominaciones como netnografía, etnografía virtual, etnografía online,
etnografía digital o ciberetnografía (Puente, 2013; Ardèvol, Estalella y Domínguez,
2008: 3). Distintas maneras de designar esa etnografía específica que entra en relación
con la actividad desarrollada por el cuerpo social en Internet. Etnografía que los
investigadores ponen a disposición -entre otras disciplinas- de la sociología política.
Desde que las TIC se han convertido en una herramienta al servicio de la protesta, en las
denominadas Primaveras Árabes a partir de 2011 (Desrues, 2012) o en 2014 en las
protestas estudiantiles de Hong Kong, se han revelado como un transporte más con el
que vehicular el descontento social, especialmente entre los estudiantes (Cheung, 2010).
3. Etnografía virtual.
La bibliografía sobre etnografía en Internet, tanto como campo de estudio tanto como
método, comenzó a generarse principalmente a fines del siglo pasado: años noventa en
adelante. A pesar de podernos encontrar textos con no muchos años de antigüedad, es ya
posible apreciar las divergencias considerables entre los últimos escritos y los primeros
planteamientos, debates que continúan en la actualidad (Domínguez Figaredo, 2012) en
torno a cuestiones que siempre han preocupado en etnografía y que la irrupción de lo
virtual ha renovado (intereses), ampliado (preocupaciones) y remodelado (tradiciones).
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Todo ello es debido, en gran medida, a la propia materia con la que tratamos, por un
lado, la informática, por otro, las personas y los agentes sociales y políticos.
El tratamiento de ese fenómeno social y político que significa el empleo de las TIC por
parte de los activistas es uno de los retos a los que se enfrenta la ciberetnografía. Las
cuestiones a tener en cuenta van desde los nuevos problemas éticos surgidos de
prácticas antes no contempladas, hasta la enorme cantidad de datos que se generan y
que pueden llegar a tener implicaciones serias, no solo en la llegada al punto de
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saturación que puede quedar muy alterado tal y como se entendía,2 sino también en
retos metodológicos que inciden sobre el binomio cuantitativo-cualitativo tradicional de
la metodología de la investigación, en palabras de Díaz de Rada (2008): «ese volumen
ingente de información en red puede traer interesantes consecuencias en lo referente a
la conversión cualitativa de los efectos cuantitativos». Además, a ello hay que añadir
que la presencia en las redes sociales tiende a tener efectos multiplicadores (Cheung
2010: 4), la participación se incrementa con el uso. El volumen de intercambios,
interacciones y experiencias se disparan, concretándose de este modo en esa cantidad
inabarcable de datos y de información (Beneito-Montagut, 2011).
Estas dinámicas que se generan en torno a la tecnología en manos de una alta parte de la
población impone sus propios ritmos. Obliga al etnólogo que trabaja en el espacio
virtual a una continua adaptación a los cambios, y a unas exigencias metodológicas de
flexibilidad e inmediatismo en muchas de las decisiones que se ve forzado a tomar. El
trabajo sociológico en Internet tiene una doble vertiente espontánea e imprevisible, que
no es sin embargo tan distinta de la interacción física que puede experimentarse en la
investigación más ligada a la antropología clásica, en las investigaciones con trabajo de
campo offline. Campo que se constituye como un escenario mucho menos rígido, más
fluido, pues es un compendio de acciones y momentos situados (Baker, 2013: 133), son
escenarios móviles y volátiles que nos hacen asistir a una reconfiguración de la idea
bourdiana de campo social (Díaz de Rada, 2008: 34).
En los primeros años en los que la etnografía digital toma cuerpo, la concepción de lo
que debía de ser el tratamiento de los informantes con los que el investigador se
relaciona a través de Internet, era algo diferente a como lo entendemos en la actualidad.
El medio virtual de entonces estaba configurado de otra manera, las necesidades que
requería, por ejemplo, en relación a la ética de las actuaciones, ha variado con los años.
Las cuestiones éticas surgidas de las nuevas formas de investigar en los distintos
contextos en los que se desarrolla la vida digital, son objeto de preocupación constante
entre los investigadores, debido a que se desdibuja la tradicional frontera entre lo
2
No solo por la mayor obtención y recolección de datos, sino también por las nuevas capacidades
técnicas para su procesamiento, almacenamiento y cruce.
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privado y lo público (Baker, 2011; Ardèvol y Estalella, 2008; Cora García, Standlee,
Bechkoff y Cui, 2008).
Por el contrario, la idea generalizada en los últimos años es que no se puede trazar línea
alguna que divida la presencia física de la presencia digital. Lo social y lo tecnológico
está unido, es imposible separarlo al modo binario (Sádaba, 2013: 56’), forma ya parte
integrante de nuestro mundo «real» (Baker, 2013: 132). Se está dando un proceso de
integración de ambos mundos que en un futuro no muy lejano puede constituir una
nueva dimensión de la realidad social, una dimensión en la que cada vez esté más
entremezclada una parte y otra. Que las unifique de tal modo que una alimente y
retroalimente a la otra en una suerte de relación dialéctica de imbricación.
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Estamos frente a un nuevo modus operandi en el que lo online conduce fácilmente a lo
offline y viceversa, lo cual es un aspecto muy destacable y muy a tener en cuenta por
parte de los investigadores de área como señalamos a continuación, ya que
tradicionalmente la dirección habitual y menos problemática era la que transitaba desde
lo presencial hacia lo virtual. Esta es una novedad relacional que se impone en el
proceso de hibridación que hemos descrito. Son herramientas biopolíticas de gestión y
producción de vida (Callén B. et al., 2007) que crean marcos concretos de interacción
que hemos de esclarecer en nuestros trabajos de investigación. Producen unas
narraciones simbólicas con unas mediaciones concretas a las que tendremos que atender
para explicar los fenómenos contemporáneos.
Como hemos adelantado, una de las herramientas novedosas que ofrece la tecnología a
la hora de plantear una metodología exploratoria en la investigación son las redes
sociales. En nuestro caso la que hemos utilizado, como elemento de contacto (primero)
y de interacción (después) con los actores objetivo de la investigación, ha sido
Facebook.
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como hemos visto, hoy día se abren otro tipo de posibilidades para minimizar la no
presencia física y lo que es más importante, prepararla de un modo distinto a como se ha
hecho previamente a la digitalización de gran parte de las relaciones sociales. Lo cual,
supone una innovación de carácter epistemo-metodológico importante para toda
investigación que tenga que enfrentarse a escenarios y situaciones similares.
Uno de los planteamientos o enfoques más recurridos es el que asocia redes sociales con
tecnologías, a medida que la hibridación en curso desvirtualiza los contextos online y
virtualiza el contexto offline, los propios vínculos sociales quedan alterados. Es cierto
que la utilización de las redes sociales podría estar derivando asimismo en una nueva
sociabilidad (Domínguez, 2007), que digitaliza los vínculos tradicionales y reconfigura
la distinción ideotípica habitual entre la Gemeinschaft y la Gesellschaft, tal y como las
describió Granovetter (1983). Las investigaciones futuras irán constatando cómo esa
debilitación de los lazos fuertes, junto con la fortaleza de los vínculos débiles propios
de las sociedades post industriales y de servicios, comportan una reconfiguración [o no]
de lo social que se ve reforzada con la interacción tecnopolítica, anunciando la mutación
social contemporánea.
De las distintas formas en las que puede entenderse la etnografía online (Ardèvol et al.
2008), en nuestro enfoque utilizaremos fundamentalmente dos: la obtención de datos
sobre nuestro objeto de estudio a través de Internet, y no en menor medida, la
etnografía online/offline de los sujetos objeto de estudio con presencia en Facebook.
De esos tres elementos fundamentales que Baker señalaba en relación a Facebook, que
se combinan y que ayudan a entenderlo como contexto, como herramienta comunicativa
y como fuente de datos, destacamos sobre todo la posibilidad de interacción directa con
los usuarios.
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otras del tipo LinkedIn, Instagram o Google+, por el momento, no demasiado
populares.
Entre los grupos que nos encontramos en esa búsqueda interna por Facebook, uno de los
que primero llamó nuestra atención fue el de la Unión de Estudiantes por el Cambio del
Sistema Educativo, a partir de los cuales pudimos llegar a otros grupos estudiantiles de
Facebook que eran de nuestro interés, con sus correspondientes perfiles personales,
pertenecientes a círculos de la UNEM (entre otros). Muchos de ellos son grupos
cerrados, a los que se nos permitió el acceso gracias a, por ejemplo, que en nuestros
perfiles aparecían ya como amigos otros estudiantes de la UECSE, consecuencia y
constatación de las capacidades conectivas de las redes sociales y de los entornos
virtuales.
3
Unión de Estudiantes por el Cambio del Sistema Educativo.
4
Unión Nacional de Estudiantes de Marruecos.
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Una posible vía extra de indagación, por el momento no contemplada, son los estudiantes y
organizaciones de estudiantes islamistas.
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Nuestro objetivo era conocer estudiantes que se estuvieran involucrando activamente en
la protesta en general, en el activismo en sus distintas formas y en el activismo
estudiantil en particular.
Además de las interacciones entre perfiles personales, la otra actividad notoria que
realizan en Facebook es la creación de eventos a modo de llamamiento público, tanto
para incrementar la participación como para hacer difusión a coste cero y dar visibilidad
la organización. De hecho, los eventos de Facebook son una especie de vía rápida de
acceso a muchos perfiles de los que no se es «amigo», ya que permiten encontrar gente
entre los asistentes o interesados a la convocatoria, además de poder ver las
interacciones del muro del propio evento, para lo cual solo es preciso adherirse al
llamamiento como asistente o como simpatizante.
A medida que pasaban los días, los chats privados que establecimos con algunos
miembros empezaban a dar resultado, siempre hay quienes entablan confianza
rápidamente y se interesan por quién eres y qué quieres.
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Debido a que la sección local de Rabat concentraba al grueso de militantes más activos,
donde se centralizaba gran parte de la actividad en la calle de la organización,
consistente fundamentalmente en sentadas frente a las instituciones (sit ins) y talleres al
aire libre (teach ins), los perfiles de Rabat y alrededores (Kenitra, Mohammedia y
Casablanca) nos interesaban especialmente. Así, pronto tuvimos acceso a un perfil de
rango alto de una ciudad del entorno de Rabat, que nos sirvió de apoyo constante y de
portero esencial y que se mantiene a día de hoy. Su participación en los teach ins de
Rabat le confería el estatus de informante clave, aunque de un modo más logístico que
experto, nos daba acceso y familiaridad para con el resto de militantes a los que
nosotros queríamos acceder, incluidos los líderes de la organización que no eran tan
accesibles a través de Facebook, requerían de algo más de interacción y de tiempo. Es
decir, habíamos tenido contacto pero no se había desarrollado en exceso, aspecto que se
explica, en parte, por el rol que tenían asignado en las dinámicas organizativas y por la
actividad intensa atribuída.
El otro perfil que destacó sobre todos los demás desde el inicio pertenece a la sección de
Marrakech. Se distinguía del anterior en que formaba parte del núcleo duro de la
organización. En esta ocasión sí ejercía funciones de liderazgo moral-difuso entre el
resto de miembros, contando con un importante capital social que decidió brindarnos.
Quedaba por tanto la prueba de fuego, ese paso de un plano a otro que aventuraba de
hecho otras fases igualmente problemáticas. Por ejemplo, la cuestión de la [necesaria]
autenticidad en la técnica etnográfica manteniendo la relación en el tiempo (Hine, 2004:
21).
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Así las cosas, unos meses después del contacto inicial con el activismo estudiantil
marroquí, viajamos a ambas ciudades para tener en el caso de Rabat un par de
encuentros con el informante -separados por varios días-, y en el caso de Marrakech un
encuentro a lo largo de un día, mañana y tarde. En ambas ciudades el contacto fue como
se esperaba, de total normalidad y cercanía, éramos ya conocidos y «viejos» amigos de
Internet. El contacto presencial fue un plus que se añadía al verdadero contacto que ya
teníamos previo. Para ellos, nativos digitales de 26 y 22 años, en ningún momento se les
planteaba que el contacto online fuera menos serio, real o interesante, sino que para
ellos es una fase más de la relación personal, que ni siquiera tenía por qué ser anterior,
podría darse a posteriori también o de forma simultánea, al modo de lo que sucedía con
otras formas de comunicación. Tanto es así que, del conocido sesgo textual tradicional
de la investigación cualitativa, cada vez más, se está produciendo un sesgo visual y
sonoro. Esto es así por las facilidades y funcionalidades del propio medio digital junto
con la preferencia del mismo de las nuevas generaciones.
En Rabat tuve la oportunidad de ser presentado a parte del núcleo activista joven de la
ciudad, parte del cual se concentra en la UECSE a modo de multimilitancia: casi todos
estaban en alguna organización o colectivo más. Formaban parte de la UECSE por
distintas razones. Algunos militaban en la organización por causas sectoriales ligadas a
la educación o a sus propios intereses como estudiantes, mientras que otros lo hacían
desde otras posiciones, incorporando reivindicaciones diversas, contribuyendo a multi-
posicionar la organización, ampliando el espectro discursivo y las demandas más allá de
la educación.
Tanto con los manifestantes como con los miembros de la UECSE que acudieron a la
convocatoria, la presentación que ellos nos hacían era la más cercana a la realidad: nos
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encontrábamos en el país como sujetos «híbridos», que habíamos salido de Internet y
que habíamos aparecido en sus entornos y en sus vidas de una forma parecida a como
accedimos a sus perfiles de Facebook. No supuso en absoluto ningún tipo de reticencia
y fuimos recibidos con total normalidad. Anunciando que la fase de trabajo de campo
más prolongada que ha de venir, no habría de ser en exceso complicada en términos de
acceso, en términos de trato con los informantes clave y respecto a nuestra propia
presencia. En conjunto, se generaron de momento las condiciones para obtener una
óptima perspectiva emic.
A nuestra partida, existía la sensación de agrado por parte de todos. El cara a cara había
posibilitado, tanto por nuestra parte como por la de ellos, albergar la sensación de que el
tiempo invertido en la relación online había generado buenos resultados. La
asimetrización que concede la tecnología, en la medida de lo posible, facilitó en mucho
la difuminación de la vieja problemática de la inequidad entre investigador e
investigados, la que recuerda los distintos puntos de partida en los que se encuentran
ellos y en el que nos encontramos nosotros. Esto es, el aspecto objetivo-subjetivo de las
relaciones puede ser manejado de forma distinta, tal vez aparecen más posibilidades
para manejar las situaciones complejas en la interacción.
El caso de la UNEM es algo divergente. En primer lugar, sus miembros sufren de una
forma más directa y acusada la represión del Estado, lo cual les hace tener precauciones
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Como de hecho entienden la actividad en la UECSE sus propios integrantes, con la puesta en marcha de
nuevas formas de participación y de estilos renovados de activismo.
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considerables en sus rutinas diarias -especialmente la red- y con sus perfiles en las redes
sociales.
Una vez nos familiarizamos con el «mundo UECSE», poco a poco fuimos incorporando
a nuestra búsqueda y a nuestra actividad a la UNEM, cuestión aún pendiente excepto en
las fases iniciales que describimos más arriba respecto a la UECSE. Numerosos perfiles
UNEM ya han sido localizados sobre todo en otra ciudad cercana a Rabat y en otra
población cercana a Tánger. Contactamos en torno a diez activistas quienes en la
mayoría de los casos responden al perfil de extrema izquierda del militante clásico de la
UNEM. Activistas que con frecuencia están ligados, de algún modo, a los partidos
políticos históricos de la izquierda y de la izquierda marxista marroquí.
Todos ellos han accedido a hablar y agradecieron el interés, pero la mayoría requieren
de algo más de tiempo. Tiempo que genere confianzas online para lo que la mayoría
refiere: una vez en Marruecos, no hay ningún tipo de problema para el contacto, pero
sin pronunciarse sobre ello, sin concretarlo por Internet. Después de una breve charla
indagatoria, en general proceden a emplazar a que el encuentro y la interacción sea una
vez se esté en sus cercanías para no arriesgar demasiado a través del chat de Facebook.
En torno a estas especificidades que impone por un lado la represión (en forma de
seguimientos, hostigamientos o detenciones arbitrarias) y por otro lado la situación
organizativa actual de la UNEM (problemas internos y de facciones), se ha de trazar la
estrategia de acceso online para que facilite en lo posible el cara a cara.
Facebook sin embargo, no solo es una excelente forma de contacto directo con los
jóvenes activistas, sino que destaca a su vez como una forma de acceso a la
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documentación que producen. Van actualizando periódicamente el apartado de archivos
de la página de la organización con manifiestos, actas de sus reuniones, llamamientos
públicos a la acción o comunicados de las asambleas. Para todo ello, Facebook hace una
doble función. Por un lado sirve a las organizaciones de medio de difusión, mientras
que para los investigadores constituye una suerte de archivo desterritorializado.
5. Conclusiones.
El acceso a los medios digitales y a las redes sociales es una forma idónea de contactar
con informantes clave, expertos y sentar las bases de la relación con los sujetos objeto
de nuestra de investigación.
Tras los últimos desarrollos de la etnografía online, del repaso a parte de la extensa
bibliografía existente al respecto, una de las grandes cuestiones que surgen es la del
cambio que se está produciendo en los escenarios en línea y los contextos físicos, entre
lo virtual y lo presencial. Ambas dimensiones tienden a (inter)mediarse.
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Existe una gran cantidad de información sobre la UNEM en otros formatos y soportes: tesinas de
máster, prensa escrita, publicaciones periódicas, informes internos, documentos oficiales, libros, etc.
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El perfil del militante joven actual es conectivo, es una generación muy práctica con una
presencia en la red para cualquier situación y acontecimiento, emergiendo nuevas
prácticas políticas y nuevos aprendizajes. En acontecimientos políticos y en protesta en
la calle, por ejemplo, el streaming ha consolidado la hiperconectividad no solo en el
espacio propio de activismo, sino que trasciende todo tipo de fronteras. Incluso la
transnacionalización y generalización de las retransmisiones en directo ha hecho que la
protesta se revitalice en la esfera internacional, yendo de lo concreto a lo general y de lo
general a lo concreto con suma facilidad y con una velocidad vertiginosa. Tanto es así,
que el contacto siempre difícil con los informantes en investigaciones etnográficas de
carácter político (Auyero, 2012: 20) queda sumamente facilitado. Es posible comenzar a
trabajar a distancias antes imposibles y en tiempos anticipados.
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6. Bibliografía.
19
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