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SISTEMAS ALEJADOS

DEL EQUILIBRIO:
un lenguaje para el diálogo
transdisciplinario

Pedro Antonio Ortiz Báez


Alfredo Delgado Rodríguez
Francisco Gómez Rábago
Sistemas alejados del equilibrio: un lenguaje para el diálogo transdisciplinario

1a. edición

© Universidad Autónoma de Tlaxcala


Calle del Bosque s/n, Col. Centro,
C.P. 90000, Tlaxcala, Tlaxcala

© CLAVE Editorial
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1a. edición
© 2016 Fernando de Haro y Omar Fuentes

ISBN 978-607-437-345-5 (Clave editorial)


ISBN 978-607-8432-58-5 (UATx)

Dirección del Proyecto Arte


Carlos Herver Díaz Ana Lydia Arcelus Cano
Esther Castillo Aguilar Carolina Alessia Villalobos Pagani
José Eduardo Salinas de la Luz María Mercedes Carrasco García
Ana Paula Cortina Romo

Producción Preprensa
Laura Mijares Castellá José Luis de la Rosa Meléndez

Corrección de estilo Autores


Ana Segovia Camelo Pedro Antonio Ortiz Báez
Alfredo Delgado Rodríguez
Francisco Gómez Rábago

Esta obra fue dictaminada con arbitraje doble ciego por especialistas en el tema y su contenido
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Impreso en México.

CONACYT
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Registro: 2013/17732
ÍNDICE

INTRODUCCIÓN: ABRIENDO LAS PUERTAS DE LA PRISIÓN 7 SEGUNDA PARTE. COMPLEJIDAD, ENERGÉTICA Y SISTEMAS 43
EPISTÉMICA DE BABEL EN EL ANÁLISIS DE LAS SOCIEDADES HUMANAS
Pedro Antonio Ortiz Báez Análisis ambiental y complejidad sistémica
Alfredo Delgado, Enrique Navarro, Raquel Ortiz, Eloy
Juárez y Madaí Gómez
PRIMERA PARTE. LOS LENGUAJES DE LA COMPLEJIDAD 13 Murciélagos en la ciudad de Ensenada: un vistazo desde la
La energética social: una epistemología para la complejidad y energía
la transdisciplina Alain Gabriel Jullian Montañez
Pedro Antonio Ortiz Báez, Alfredo Delgado, Francisco El proceso evolutivo en la parte alta de la microcuenca del río
Gómez y Alain Jullian-Montañez Zahuapan
Complejidad, trama y frontera. Entre el sistema Francisco Gómez Rábago
y la transdisciplina Los humedales del suroeste de Tlaxcala, ¿extinción o supervi-
J. Gustavo Casas Álvarez vencia? Una lectura desde los sistemas alejados del equilibrio
La importancia de los modelos no lineales en la ciencia Pedro Antonio Ortiz Báez y Miguel Ángel García Castillo
de los sistemas Circunscripción, estructuras de poder y cambio sociocultu-
Brenda García Jarquín, Oswaldo Morales Matamoros y ral en una comunidad campesina de la región La Ciénega,
Ricardo Tejeida Padilla Jalisco
Metáforas de la naturaleza y naturaleza de las metáforas. Las Eliseo López Cortés y César Pérez Ortiz
condiciones para la ecopoiesis
Leonardo Tyrtania G.

INTERLUDIO: UN TIEMPO DE HÍBRIDOS 23


Foro “Termodinámica para las Ciencias Sociales: Evolución,
Metabolismo y Energética sociales”
Víctor Toledo, Vivian Scheinson, Leonardo Tyrtania y Pedro
Antonio Ortiz
Introducción: Abriendo
las puertas de la prisión
epistémica de Babel

El cuerpo académico Sistemas Socioambientales Complejos, de la Universidad


Autónoma de Tlaxcala (CA-UATX-214) organiza cada dos años el congreso de-
nominado “Naturaleza-sociedad: visiones desde la complejidad”. En el último
día de trabajos de su tercera y más reciente emisión, ocurrida en noviembre de
2014, se le pidió a uno de los invitados especiales, el doctor Eliseo López Cor-
tés, de la Universidad de Guadalajara, Unidad La Ciénega, que hiciera un ba-
lance de los temas discutidos durante los tres días de congreso. Entre las múl-
tiples ideas que éste expresó, afirmó que había presenciado en este congreso
una “verdadera Babel epistemológica”, haciendo referencia a la diversidad e
inconmensurabilidad de enfoques, marcos teóricos, temáticas, metodologías
y encuadres de investigación usados por los participantes en ese congreso.

La crítica no podía ser más precisa, toda vez que ese encuentro concita y colo-
ca sobre la misma mesa a antropólogos, sociólogos, economistas, geógrafos,
biólogos, químicos, ingenieros, ecólogos, arqueólogos, antropólogos fisicos,
ambientalistas, pedagogos, politólogos, urbanistas, analistas regionales, agró-
nomos, juristas, veterinarios y ecólogos que, desde sus “provincias académicas”,
intentan hacer lo necesario para dar cuenta de las múltiples interacciones, de-
terminaciones, condicionamientos, entrecruces y traslapas que ocurren entre
los ámbitos de lo social y lo natural. Acaso lo más interesante de esta “Babel epis-
témica” es que la gravedad de los problemas ambientales de la actualidad ha
dado motivos suficientes a los “ciudadanos” de esas “provincias científicas” para
sentarse a platicar, en calidad de iguales, en busca de datos, soluciones, miradas
y metodologías novedosas que permitan un entendimiento más abarcador de
los problemas ambientales.

La anécdota viene a cuento porque, a más de 150 años de que las disciplinas
científicas se separaran en campos cada vez más específicos y reducidos, vie-
nen surgiendo aquí y allá iniciativas de estudiosos de la relación naturaleza/
cultura que buscan la manera de sacudirse “la maldición de Babel” mediante
la producción de papers, proyectos de investigación, programas de posgra-
do, simposios, libros y congresos de carácter multi e interdisciplinario. No
obstante, esta tarea de convergencia y búsqueda tiene una de sus princi-
pales limitantes en la carencia de una “lengua franca” que facilite el diálogo
disciplinar y permita la traductibilidad, acoplamiento o intercambio de datos,
modelos, teorías o metodologías, de forma tal que el resultado de ese tipo de
iniciativas pueda ser un entendimiento más abarcador de los componentes

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múltiples, complejos y heterogéneos que caracterizan a la relación naturale- las bases mismas sobre las que se expandió por años en la ciencia el reino
za/sociedad/cultura. epistémico de Babel.

Cuando hablamos de carencia de una “lengua franca” no hacemos referencia Este libro es un intento, una búsqueda, una proposición de rutas transitables,
necesariamente a la gran diversidad y polisemia de los elementos concep- para escapar de las rejas intangibles de la prisión epistémica de Babel. Los
tuales involucrados en esa relación, lo cual quizás sea algo inevitable y hasta textos que lo componen aprovechan para ello la confluencia —en el arsenal
benéfico para el análisis científico. Más bien, pensamos en las dificultades para científico de hoy en día— de varios movimientos y tendencias científicas, desa-
el diálogo interdisciplinario que provienen del cúmulo de métodos y meto- rrollados fundamentalmente en la segunda mitad del siglo pasado, principal-
dologías de investigación, del culto a los panteones disciplinares (es decir, los mente, la formulación de la teoría de sistemas y el surgimiento del así llamado
altares a los ancestros académicos), de la particular historia evolutiva de las teo- “paradigma de la complejidad”, así como todo ese cúmulo de proposiciones
rías relevantes, las tradiciones de argumentación y la conformación de los pro- que, o bien se derivan claramente de ellos, o bien han contribuido a su forta-
blemas de investigación válidos que, disciplina por disciplina, han generado lecimiento y consolidación. Entre ellas sobresalen la teoría de juegos, la mo-
tejidos abigarrados de ideas y estilos de trabajo en cada una de ellas, mismos delación no lineal, la teoría de los sistemas disipativos, la teoría del caos, la
que han dado lugar a formas idiosincráticas disciplinares de hacer ciencia. La lógica difusa, la teoría y análisis de redes, el interseccionismo feminista, el ho-
parcelización cognitiva es de tal grado, que resulta plausible analizar a cada lismo antropológico, la cibernética, los sistemas autopoiéticos, la teoría de los
una de ellas como “subculturas científicas”, por ser tan específicas como incon- agroecosistemas y el constructivismo, por señalar sólo a los que expresamente
mensurables. se definen en torno a la complejidad y los sistemas, o hacen de ellos o sus par-
tes un objeto analítico clave.
Que estas formas idiosincráticas de producir ciencia generan núcleos intraduci-
bles de ideas, procedimientos y certezas, es algo que ya ha sido discutido para También están presentes en el horizonte de los colaboradores del libro, las
conglomerados disciplinarios más grandes por Snow (2000), con su proposi- lecciones y rutas de búsqueda escenificadas por una cantidad importante de
ción de “las dos culturas” (de un lado la de las ciencias naturales; de otro, la de “disciplinas” y teorías híbridas, particularmente de aquéllas que se ubican en-
las ciencias sociales y las humanidades). En la misma tónica, Prigogine identifica fáticamente en la intersección entre naturaleza y cultura, tales como la historia
una clara brecha epistemológica que separa la producción científica en dos ambiental, la ecología humana, el materialismo cultural, el metabolismo social,
campos claramente delimitados: “por una parte el mundo del hombre con su los estudios territoriales, la etnoecología y etnobiología, la geografía de pai-
libertad; por la otra, el de la materia con su determinismo” (Prigogine, 1994). sajes, el evolucionismo social, la economía ambiental o el enfoque de ciencia-
tecnologías- sociedad+innovación.
Vale la pena preguntarse, entonces, tanto por: a) los orígenes de esa seg-
mentación (¿balcanización?) cognitiva, como por b) la posibilidad de generar El supuesto que se haya detrás de los trabajos que conforman este libro es
puentes, teorías, modelos y proposiciones que permitan caminar en sentido que la complejidad, la teoría de sistemas y los híbridos disciplinares han con-
contrario a la segmentación, parcelización e hiperespecialización disciplinar, formado ya una masa crítica de conceptos, rumbos, experiencias, principios,
que dificultan, o de plano impiden, la colaboración entre las “subculturas cien- teorías, métodos y proposiciones, que hacen urgente promover trabajos que
tíficas”. Esta última —por cierto— es una inquietud con ya más de 50 años, a la intenten su síntesis o, por lo menos, exploren diferentes rutas de acoplamiento
que tanto agencias internacionales como universidades y grupos particulares o traductibilidad entre ellas. La hipótesis es que, cualquier intento de escapar
de investigación han intentado responder, promoviendo métodos, condicio- en forma definitiva de los etéreos muros epistémicos de Babel, tiene en la teo-
nes o técnicas para el diálogo inter, trans, multi, meta o in-disciplinario, sin ha- ría de sistemas, el paradigma de la complejidad y los híbridos disciplinares
ber obtenido resultados que susciten consenso o, por lo menos, entusiasmo. los bocetos iniciales pero firmes de su cartografía básica. Esto se sostiene en
dos razones: a) la ubicuidad del concepto de “sistema” en prácticamente todas
A nuestra forma de ver, esto es así, porque quienes han buscado el acerca- las disciplinas científicas y en la mayoría de las teorías importantes que les dan
miento o acoplamiento entre disciplinas lo han hecho sin un deslinde claro forma; y b) la manera en que el abordaje de las realidades complejas obliga
respecto del marco epistemológico que motivó o facilitó la segmentación e a los investigadores a incorporar, en el análisis de un determinado fenómeno,
hiperespecialización de las “subculturas científicas”. Creen que es posible atra- elementos heterogéneos que, históricamente, se han considerado propios del
vesar los límites disciplinares con metodologías comprehensivas, consensos dominio de otras disciplinas. Esta necesidad es aún más apremiante en los
conceptuales o preguntas comunes de investigación, sin atacar de frente los híbridos disciplinares.
orígenes de su propio saber segmentado; esto es, sin reflexionar respecto de

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El objetivo de este libro es, pues, identificar las estrategias disponibles para lógicas— como eje rector para el análisis de la complejidad y los procesos de
completar esos trazos iniciales, poniendo a prueba diferentes rutas mediante articulación sistémica.
las que la complejidad y el pensamiento sistémico pueden adquirir el ca-
rácter de “lengua franca”, y posibilitar así el diálogo disciplinar y el acopla- Acaso la principal derivación epistémica de la segunda ley es aquella que nos
miento, ensamblaje o intercambio de saberes entre las subculturas científi- lleva a deslindarnos de la centralidad analítica del orden, la simetría, la reversi-
cas. Para tal efecto, reúne nueve trabajos originales en los que participan 18 bilidad y el equilibrio, como atributos esenciales de los procesos de organici-
académicos de las más diversas formaciones (antropólogos sociales y físicos, dad y estructuración sistémica; principios que surgieron históricamente de la
biólogos, bioquímicos, especialistas en desarrollo y análisis regional, ecó- confluencia de la mecánica gravitacional de Newton con la primera ley de la
logos y especialistas en sistemas). También se incluye una muy interesante termodinámica. Este deslinde ha de ser complementado, necesariamente, con
transcripción de una mesa sobre híbridos disciplinares, que tuvo lugar en una crítica frontal al dualismo cartesiano, ése que nos hizo pensable y hasta
nuestro segundo congreso. natural la separación radical entre el mundo social y el mundo de la naturaleza.
Cuando eso se consigue —y no es tarea fácil—, la energética social propone
El reto, desde luego, no es fácil, toda vez que ni siquiera quienes trabajan el asumir como principio metodológico básico la idea de que todo aquello que
tema de la complejidad han logrado acuerdos mínimos en ese sentido, al gra- nos es dable conocer puede ser analizado “como si” (es sólo una licencia ana-
do de que, como han reconocido Rodríguez (2011) y Palmas et al. (2011), hoy lítica; una metáfora, diría Leonardo Tyrtania) estuviera compuesto por la arti-
se puede hablar de “tres complejidades”: a) la de las ciencias duras, que se ha culación o interacción de elementos heterogéneos, cuya relación se establece
traducido fundamentalmente en modelación no lineal, b) la de los “sistemas entre ellos mediante la autoorganización, que es el resultado en el tiempo del
complejos”, asociada a la obra creativa pero solitaria de Rolando García, y c) la intercambio de flujos de materiales, energía e información; en resumen, como
del así llamado “pensamiento complejo”, inspirado en la obra monumental de un sistema complejo alejado del equilibrio. El hecho de que esos flujos siem-
Edgar Morin, y que ha devenido en una suerte de filosofía de la complejidad pre transporten, almacenen e intercambien información, genera el marco para
o, quizás, una ontología de lo complejo y de nuestra capacidad para aprehen- el surgimiento del principio de que las variables dependientes pueden influir
derlo. Pese a que comparten autores e ideas clave, los modelos y métodos de también en la trayectoria y comportamiento de las variables independientes
las unas no tienen eco ni diálogo con los de las otras, o lo tienen en un nivel e, incluso, servirles de insumo (realimentación). La energética social, además,
muy bajo. dialoga en forma conspicua con el constructivismo, por lo que no tiene dificul-
tad para aceptar la paradoja de que el observador, con sus métodos, filtros,
El presente libro pone a dialogar a practicantes o seguidores de las tres com- principios, teorías y conceptos, influya también en el comportamiento de la
plejidades (lo cual se hace fundamentalmente en la primer parte), así como a cosa observada y en lo que se pueda conocer de ella; pero escapa del relativis-
destacados teóricos de algunas disciplinas híbridas (véase el interludio, de- mo radical, al ubicar en su contexto los fenómenos observados y tratar de des-
nominado: “Un tiempo de híbridos”). Pero, ante todo, trata de poner a prueba cribirlos o explicarlos en la interacción con su entorno. La idea es que el medio
la capacidad de los principios epistemológicos de lo que aquí se denomina influye en la forma y las condiciones de las partes o elementos en interacción,
como energética social para dar forma a esa anhelada “lengua franca”. No sólo y éstas contribuyen a éste con su acción. Esta síntesis apretada de la “energé-
eso. A diferencia de lo que ocurre en la mayor parte de la literatura sobre com- tica social” puede resultar más clara con la lectura de dos de los trabajos acá
plejidad y sistemas complejos (pero no así en la de la modelación no lineal), incluidos, y que proveen de las ideas marco para pensar a la energética social
en las que la discusión teórico-filosófica concita el mayor esfuerzo de sus prac- no como una “cuarta complejidad”, sino como un puente epistemológico clave
ticantes, este trabajo incluye en su segunda parte cinco textos que ponen a para el diálogo y tránsito disciplinar.
prueba la capacidad de la complejidad, principalmente en su versión de ener-
gética social, para resolver problemas prácticos de investigación. El primero de ellos es el trabajo de Ortiz, Delgado, Gómez y Jullian-Montañez
(anfitriones del libro), titulado “La energética social: una epistemología para la
Es por eso que el mayor número de artículos aquí contenidos son propuestas complejidad y la transdisciplina”. Se trata de un texto que recoge la esencia de
de investigación que pueden encuadrarse en lo que Adams denomina “ener- múltiples y acaloradas discusiones de café, que casi todos los martes de 2014
gética social” (y que es el punto de definición teórico conceptual del cuerpo escenificó ese grupo en el café Kaffeco, de la ciudad de Tlaxcala (en las que
académico promotor de esta libro). Se trata de una proposición teórica de muy también participó el doctor Alberto Conde, lamentablemente ausente en la
alta abstracción (quizás tan alta como una epistemología; probablemente más compilación final). Se trata de una propuesta arriesgada y todavía en ciernes,
alta aún, casi una nueva cosmogonía científica), que resulta de ubicar a la se- que trata de identificar las rutas para la síntesis de las “tres complejidades”,
gunda ley de la termodinámica —o mejor dicho, sus derivaciones epistemo- así como para buena parte de los híbridos disciplinares ubicados en la inter-

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sección de naturaleza y sociedad. El artículo propone que, con el surgimiento se inscribe en la corriente del “pensamiento complejo”, asociada a la obra de
del paradigma de la complejidad, la búsqueda de la interdisciplina logró en- Morin (de hecho, Gustavo Casas es director académico de la Multiversidad
contrar su ruta más firme, pero que ésta no ha fructificado debido al peso que Mundo Real Edgar Morin). El pensamiento complejo es una corriente que in-
aún tienen, al interior del “paradigma de la complejidad”, los principios episte- tegra dentro de sí elementos clave de la teoría de sistemas, así como de las
mológicos de simetría, orden, equilibrio y segmentación entre natura y cultura, bases epistemológicas del paradigma de la complejidad en las ciencias duras,
heredados de Newton, Descartes y la primera ley de la termodinámica; precisa- y las articula con una lectura amplia del constructivismo de Piaget. Con ello,
mente, los mismos que facilitaron la fragmentación del conocimiento científico Morin logró construir un edificio filosófico que le permitió cuestionar algunos
en disciplinas cada vez más específicas e inconmensurables. La propuesta de los más caros principios en los que se sostiene la ciencia moderna, parti-
consiste en afirmar que el diálogo transdisciplinar es ampliamente materiali- cularmente aquéllos que llevaron a ésta a expulsar de sus filas nociones como
zable cuando el concepto de “sistema complejo”, se lee a la luz de la segunda razón, ser, espíritu. Haciéndose eco de la propuesta de Morin, el texto de Ca-
ley de la termodinámica y se le reinterpreta y caracteriza como “sistema aleja- sas explora la relación semántica de las categorías: “complejidad”, “trama” y
do del equilibrio”. Con ese elemento como base, los autores incorporan siete “frontera”, como una manera de “recuperar la comprensión analógica entre las
principios epistemológicos de lo que arriba se ha descrito como “energética ciencias de la complejidad y el problema de la transdisciplina”. La propuesta,
social”, y que —proponen ellos— sientan las bases para la construcción de una afirma el autor, es “renovar nuestras posibilidades de conocer desde todos
lengua franca “en clave energética” para el diálogo transdisciplinar. los flancos: la fenomenología, hermenéutica y semiología empujando redefi-
niciones epistemológicas; así como renovadas investigaciones físico-químicas
Otro trabajo de claro corte epistemológico y encuadrado en los principios de desarticulando y redefiniendo las leyes de la naturaleza”.
la “energética social” es el titulado “Metáforas de la naturaleza y naturaleza de
las metáforas. Las condiciones para la ecopoiesis”, del antropólogo Leonardo Desde otro de los vértices del paradigma de la complejidad: la modelación
Tyrtania. En un repaso profundo y novedoso por la historia de las ideas, el autor no lineal, Brenda García Jarquín, Oswaldo Morales Matamoros y Ricardo Te-
identifica los elementos que condujeron, en la cultura occidental, a la acepta- jeida Padilla desarrollan un artículo titulado “La importancia de los modelos
ción de la brecha inconmensurable entre el mundo natural y el de la cultura. no lineales en la ciencia de los sistemas”. Mediante un rápido repaso por la
Para Tyratnia, la concepción positivista de la naturaleza —que mira a ésta como genealogía de las ideas científicas y filosóficas asociadas a la complejidad, los
externa a la sociedad humana y sujeta a leyes inmutables y reversibles— actuó autores hacen un esfuerzo inicial por ubicar las convergencias y divergencias
como “mapa mental” que permitió el ensamblaje de la “civilización de la má- de los autores de las “tres complejidades”. De allí concluyen que la compleji-
quina”, cuyo resultado palpable es la derrochadora sociedad de consumo, que dad, en la medida que derrumba las certezas del mecanicismo determinista,
ya no puede transferir a “la naturaleza” los costos de su expansión. Después genera en las ciencias de la complejidad una dosis alta de subjetividad meto-
de cuestionar y desmontar las bases de la idea de “la naturaleza como algo dológica. Los autores recorren las principales estrategias de modelación no
externo”, el autor se pregunta sobre los modelos o metáforas de la naturale- lineal (fractales, redes, algoritmos genéticos, teoría de colas, grafos, autómatas
za que nos pudieran ayudar a comprender el sentido del deterioro ambiental celulares, juegos, estructuración disipativa y caos determinístico) en busca de
que —ése es su argumento— no puede seguirse pensando como externo a la aquellas estrategias de modelación que les permitan reducir los elementos
cultura de las sociedades humanas, hoy profundamente globalizadas. Su pro- analíticos subjetivos, pero sin perder los componentes caóticos, fluctuantes o
puesta es pensar la imbricación ambiente-sociedad-cultura bajo la metáfora azarosos de los sistemas complejos. En la modelación fractal, los autores en-
de “ecopoiesis”, que integra conocimiento, ambiente y poder, como un mode- cuentran la oportunidad de emprender una reflexión epistemológica acerca
lo construido en reciprocidad con los ecosistemas de la biosfera terrestre. La de la importancia de las herramientas sistémicas de la complejidad, en las que
propuesta es más que conceptual. Al hacer girar toda esta discusión en torno los fenómenos “no se limitan a relaciones causa-efecto”, toda vez que “estas
al desgaste entrópico de los procesos sistémicos, el resultado es un modelo relaciones son múltiples y confluyen en un ambiente dinámico y caótico”.
dinámico e integral de la relación naturaleza-cultura —o ecopoiesis—, en la que
todo es momentáneo y situado. El universo y la vida misma como procesos, Entre este bloque de textos que componen la primera parte del libro, y la se-
como flujos inmensos, tan caóticos como determinados, en los que nada es gunda parte de éste, aparece la transcripción del Primer Foro “Termodinámica
para siempre. para las Ciencias Sociales: Evolución, Metabolismo y Energética Sociales”, que
tuvo lugar dentro del Segundo Congreso Naturaleza-Sociedad, Visones des-
El texto: “Complejidad, trama y frontera. Entre el sistema y la transdisciplina”, de la Complejidad, en noviembre de 2012. El foro tuvo como objetivo pulsar
de J. Gustavo Casas Álvarez, aborda problemas semejantes, aunque desde las convergencias, tensiones, sinergias o contradicciones que se producen al
perspectivas un tanto diferentes. Se trata de un breve texto casi poético, que colocar en el mismo plano a tres encuadres analíticos que suelen aparecer

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cuando se discute la relación naturaleza/cultura: la energética social, el meta- como casos aislados, sino como una unidad sistémica (como, por definición,
bolismo social y la evolución social. Además, se desarrolló a manera de mesa lo es toda cuenca). Al hacerlo así, se pudieron “identificar elementos transver-
redonda y estuvo integrado por un especialista de cada uno de esos encua- sales que no pueden ser vistos desde las particularidades de cada caso, pero
dres analíticos: Leonardo Tyrtania (energética social), Vivian Scheinsohn (evo- que en el conjunto surgen como elementos que los conjugan”. De allí la ne-
lución social) y Víctor Toledo (metabolismo social). La coordinación del foro cesidad de integrar conceptualmente a ese conjunto como sistema complejo
estuvo a cargo de Pedro Antonio Ortiz Báez, autor de estas líneas. Pese a que alejado del equilibrio. A su vez, esto sólo pudo ser posible mediante una visión
por problemas de agenda el doctor Víctor Toledo sólo pudo participar en la no segmentada, con un análisis integral, de la relación sociedad-naturaleza.
primera mitad del debate, el nivel de las ideas allí vertidas y la facilidad con
que se pudo dialogar entre practicantes de disciplinas y teorías divergentes Un reto semejante fue el que enfrentó Alain Jullian-Montañez, en su texto “Mur-
resultó gratamente sorprendente. La idea de Toledo de que todo el problema ciélagos en la ciudad de Ensenada: un vistazo desde la energía”, en el que trató
de la degradación ambiental ha de resolverse, a fin de cuentas, en el nivel de la de describir algunos elementos etiológicos de aquellos ejemplares de fauna
política, y que fue recogida por Tyrtania y Scheinsohn con argumentos propios, silvestre (murciélagos) que habitan ahora principalmente en las ciudades; en
merece ser analizada con mayor profundidad. Es probable que sea uno de los Ensenada, Baja California, específicamente. La literatura sobre fauna suele ex-
elementos clave en la construcción del mapa que permita escapar de la prisión plicar los comportamientos específicos de las especies en relación con las con-
epistemológica de Babel. diciones que impone el medio natural. Pero cuando éstas migran a las ciudades
y aprovechan medios culturales humanos para su subsistencia y reproducción,
Si bien el nivel y rumbo de la discusión epistémica de la primera parte y el in- los conceptos base, como el de ecosistema, nicho o refugio, deben sufrir ajus-
terludio resultaron altamente esclarecedores, novedosos y sugerentes, acaso tes radicales para que puedan conservar su poder explicativo. Jullian-Montañez
el principal aporte de este libro es el “atrevimiento” de llevar estas discusiones analiza la forma en que la energía lumínica y calorífica de la ciudad de Ensena-
sobre complejidad y sistemas alejados del equilibrio al plano de la investiga- da promueve en ella la presencia de fauna de murciélagos. Para ello hubo de
ción aplicada. En 2013, tuvimos oportunidad de platicar al respecto con un identificar la dinámica de la ciudad como sistema alejado del equilibrio, pues
discípulo destacado de Rolando García, quien nos exhortó a desistir de la in- necesitaba entender las relaciones funcionales y sistémicas que la fauna silves-
tención de llevar el paradigma de los sistemas complejos al plano empírico. tre inmigrante genera poco a poco con el entorno culturalizado.
Según su dicho, la complejidad es una temática adecuada para la discusión
filosófica, pero prácticamente estéril para generar investigación aplicada no- Tal como lo señalan Ortiz et al., en el texto con que abre el libro, al analizar
vedosa y comprehensiva, al menos para las ciencias sociales. los procesos como sistemas alejados del equilibrio “el tiempo importa”. Con
esta premisa en la mano, Francisco Gómez Rábago, en su texto denominado
Que algo tenía de razón este destacado intelectual, lo demuestra el alto con- “El proceso evolutivo en la parte alta de la microcuenca del río Zahuapan”,
tenido teórico que muestran estos esfuerzos de investigaciones específicas, intenta reconstruir el proceso de acoplamiento, sucesión, traslape o refuncio-
que componen la segunda parte del libro. No obstante, el intento de estos nalización de los sistemas sociales que se han sucedido en la parte alta de la
autores por colectar, analizar o discutir la información empírica desde estrate- cuenca del Zahuapan, en el norte del estado de Tlaxcala, como una historia de
gias asociadas a la complejidad y los sistemas alejados del equilibrio muestra “larga duración”. Se trata de un trabajo sui generis que combina el análisis e
resultados alentadores, aunque un tanto desiguales. El caso más radical es el interpretación de fuentes secundarias con algunos testimonios directos de su-
de Alfredo Delgado Rodríguez, Enrique Navarro Frómeta, Raquel Ortiz Mart- pervivientes de los procesos de “transformación energética” más recientes. A
telo, Manuel Eloy Juárez Rosete y Madaí Angélica Gómez Camarillo, quienes, tono con la energética social de Adams, ese trabajo considera “a los procesos
en su artículo denominado “Análisis ambiental y complejidad sistémica”, se ven naturales y sociales como procesos entrópicos, permitiendo entender así a la
prácticamente obligados a desarrollar un modelo, no ya del problema espe- ocupación humana de una región como un proceso de apropiación de la ener-
cífico en investigación, sino de la noción y funcionamiento del concepto de gía disponible, con el consecuente incremento de la entropía”. En este texto, lo
sistema abierto o alejado del equilibrio, para poder resolver su problema de inter o transdisciplinar se articula directamente con los componentes energéti-
investigación. El texto analiza los resultados de tres proyectos de investigación cos del sistema, con objeto de “construir una historia ambiental regional como
sobre genotoxicidad por contaminantes orgánicos prioritarios y emergentes, proceso evolutivo [lo cual] requiere de una visión sistémica y compleja, que
en la parte alta de la cuenca del Balsas. Los tres fueron diseñados, ejecutados permita articular disciplinas separadas durante mucho tiempo”.
y analizados desde el pensamiento clásico disciplinar, a partir de preguntas
de investigación relacionadas con los riesgos derivados de la presencia de El texto de Eliseo López Cortés y César Pérez Ortiz, titulado “Circunscripción,
componentes químicos en el ambiente. El problema surge al analizarlos no ya estructuras de poder y cambio sociocultural en una comunidad campesina de

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la región de La Ciénega, Jalisco”, también ofrece una reconstrucción histórica No sólo busca el encuentro de las ciencias sociales con las naturales, sino que
de procesos regionales, pero desde una temporalidad más corta y bajo encua- dialoga de frente con la historia, la filosofía y, en general, con las humanidades.
dres metodológicos diferentes. Se trata de un texto que pone al día la “teoría Acá no hay ciencias de primera y de segunda, los métodos o teorías de unas
del poder social”, que Adams formulara hacia finales de los años setenta del pueden servir de ejemplo o camino para las otras y viceversa. Así es como se
siglo pasado, y la pone a dialogar con una perspectiva sistémica, que recuerda ha producido siempre el conocimiento. ¿Por qué habría de ser diferente hoy?
los modelos con que Rolando García estudió la modernización agraria en re-
giones cercanas a la estudiada por ellos. Con ese bagaje, los autores analizan Pedro Antonio Ortiz Báez
el impacto fenomenológico que sobre la cultura agraria local tiene el amplio y Atlihuetzía, Tlaxcala
reciente uso de las tecnologías de la información y la comunicación: “nuevas Junio de 2015
tecnologías fusionadas con metalenguajes digitales, los cuales se materializan
en hardwares, softwares y redes tecno-digitales propias, tales como telefonía
móvil, conexiones a Internet, televisión de cable, cámaras digitales, ordenado-
res”. Éstas articulan estos poblados rurales con la sociedad red globalizada, en
forma diferencial pero generalizada. El resultado es el derrumbe de esa visión
de las sociedades campesinas como espacios de relaciones simétricas auto-
contenidas, que se popularizara luego de que Wolf propusiera el concepto de
sociedad campesina como “comunidad corporativa cerrada”. Para los autores,
mostrar a la comunidad campesina tradicional inmersa en una gigantesca red
de flujos externos, no significa la desaparición absoluta de la coordinación co-
munitaria de los procesos, toda vez que los núcleos locales de poder logran,
todavía, conseguir diversos grados de control sobre la direccionalidad cultural
de los flujos comunicacionales.

Cierra el libro el trabajo de Pedro Antonio Ortiz Báez y Miguel Ángel García
Castillo titulado: “Los humedales del suroeste de Tlaxcala, ¿extinción o supervi-
vencia? Una lectura desde los sistemas alejados del equilibrio”. El texto usa los
datos de la tesis de maestría de García Castillo para argumentar en contra de
la irremediable desaparición del humedal del suroeste de Tlaxcala, augurada
por buena parte de los especialistas que lo han estudiado. También trata de
demostrar que la predicción de la inminente extinción de ese ecosistema de
humedad es consecuencia más de los modelos estáticos y simétricos con los
que se le ha estudiado (la sustentabilidad y la teoría de los agroecosistemas)
y menos de los datos objetivos que alientan esas conclusiones. La propuesta
es hacer una nueva lectura de ellos con base en principios que se desprenden
de la termodinámica de sistemas alejados del equilibrio. Se argumenta que,
desde esta perspectiva, la noción de “agroecosistema” puede adquirir “nue-
vos matices y nuevas posibilidades, siempre y cuando se le analice como un
sistema abierto, en el que la cultura y la organización social tienen igual peso
en las relaciones ecosistémicas, que la de las interacciones bióticas, químicas
Obras citadas
y físicas”. Palmas Castrejón, Daniela et al. (2011), “Enfoques teóricos para aplicaciones concretas: Compleji-
dad y turismo”, en Gestión Turística, núm. 15, enero-junio 2011, pp. 99-125.
Como se puede ver, se trata de un libro novedoso, diverso, propositivo y arries- Prigogine, Ilya (1994). “Le futur est toujours une idée nouve”, entrevista en L’Humanité, 22 de
noviembre.
gado, que se compromete de frente con la multi e interdisciplina, y da pasos Rodríguez Zoya, Leonardo G. (coord.) (2011), Exploraciones de la complejidad. Aproximación in-
firmes en la exploración de rutas para la transdisciplinariedad e indisciplina. troductoria al pensamiento complejo y a la teoría de los sistemas complejos. Buenos Aires, CIECID.
Snow, C. P. (2000). Las dos culturas. Buenos Aires, Nueva Visión.

16 17
PRIMERA PARTE.
LOS LENGUAJES DE LA COMPLEJIDAD

LA ENERGÉTICA SOCIAL: UNA EPISTEMOLOGÍA PARA


LA COMPLEJIDAD Y LA TRANSDISCIPLINA

Pedro Antonio Ortiz Báez*


Alfredo Delgado Rodríguez**
Francisco Gómez Rábago***
Alain Gabriel Jullian-Montañez****

Los filósofos modernos han permanecido largo tiempo prisioneros de Newton,
es decir, del determinismo. Por ello, su concepción del mundo era forzosamen-
te dualista: por una parte el mundo del hombre con su libertad; por la otra, el
de la materia con su determinismo. Nuestra época no puede respaldar más ese
divorcio. Queremos un mundo unido donde podamos reencontrarnos.
Ilya Prigogine (1994)

RESUMEN

El artículo se inscribe en los debates en torno a la inter, multi y transdiscipli-


nariedad, que han poblado las páginas de las revistas de ciencias sociales y
naturales en las últimas décadas. Propone que, con el surgimiento del para-
digma de la complejidad, la búsqueda de la interdisciplina logró encontrar su
ruta más fructífera. Sin embargo, el hecho de que el diálogo entre disciplinas
siga siendo más un deseo que una realidad en la actividad científica actual se
debe a que el paradigma de la complejidad ha dejado intactos ciertos princi-
pios epistemológicos heredados de Newton, Descartes y la primera ley de la
termodinámica, que son —precisamente— los que facilitaron la fragmentación
del conocimiento científico en disciplinas cada vez más específicas e incon-
mensurables. La propuesta consiste en afirmar que el diálogo transdisciplinar
es ampliamente materializable cuando el concepto de “sistema complejo” se
lee a la luz de la segunda ley de la termodinámica y se le reinterpreta y ca-
racteriza como “sistema alejado del equilibrio”. Se hace pertinente, entonces,
incorporar ciertos principios epistemológicos de lo que aquí hemos denomi-
nado “energética social”, que ayudan a derrumbar las fronteras disciplinares y,

* CIISDER-Universidad Autónoma de Tlaxcala (UAT) el negro y el rojo@gmail.com


** CIISDER-Universidad Autónoma de Tlaxcala (UAT) adelgado.rdz@gmail.com
*** CIISDER-Universidad Autónoma de Tlaxcala (UAT) erozopilote@yahoo.com.mx
**** Centro de Estudios Universitarios Xochicalco, al304455@yahoo.com
mxozopilote@yahoo.com.mx

18 19
al mismo tiempo, ponen las bases para la construcción de una lengua franca temológicos que pueden operar como lengua franca en la construcción de un
“en clave energética” para el diálogo transdisciplinar. conocimiento transdisciplinario e, incluso, in-disciplinado.

INTRODUCCIÓN 1.LOS HEREDEROS DE NEWTON

Por el peso de la herencia newtoniana en el pensamiento científico, la mayoría Los historiadores y analistas de la ciencia coinciden en señalar a las formula-
de las disciplinas han privilegiado el abordaje y resolución de aquellas pre- ciones de la mecánica clásica de Newton como uno de los pilares centrales
guntas y problemas susceptibles de resolverse o entenderse con base en pro- sobre los que se ha construido el edificio de la ciencia moderna (Wallerstein,
posiciones o enunciados de corte lineal o de determinación simple, forjados 1999; Prigogine, 1994). Cuando Newton formula sus leyes de la gravitación
a lo largo de la evolución de la especificidad disciplinaria. No obstante, este universal, sintetiza y construye con ellas una cosmogonía y una epistemología
recurso pierde poder explicativo conforme las diferentes disciplinas enfrentan científicas desde las que se desprende una imagen del mundo que muestra a
temáticas de corte híbrido (aquellas en las que se involucran elementos que los elementos inmersos en él como si estuviesen gobernados por leyes preci-
forman parte de la tradición de dos o más de ellas), tales como el deterioro sas, rigurosas e inexorables y, por esa misma razón, medibles, cuantificables y
ambiental, la escalada de la delincuencia o de la guerra, la relación naturaleza- repetibles. En un mundo tal, la producción científica se abocó a hacer lo nece-
cultura, la propagación de epidemias, el funcionamiento global del cerebro o sario para descubrir la forma en que esas leyes permitían la operación de un
las mutuas determinaciones entre ciencia, tecnología y sociedad. mundo ordenado, coherente y medible. Al respecto Saravia (1985: 36) afirma
que:
Dada la ubicuidad e importancia analítica del concepto de “sistema” en las más
variadas disciplinas científicas, el surgimiento de la teoría general de sistemas […] la ciencia moderna se desarrolló de acuerdo a las bases impuestas por
(TGS) y su consecuencia epistemológica, el paradigma de la complejidad, han Galileo y Newton, las que podían manejar relaciones simples entre fuer-
sido vistos como una vía firme para el análisis y estudio de las realidades híbri- zas o cuerpos, presentando, en consecuencia, una imagen del universo
das; denominadas, desde esta visión, como complejas. Sin embargo, el abor- reducida a obedecer tales relaciones. La ciencia newtoniana consideraba
daje de éstas sigue siendo enfáticamente disciplinario y, cuando más, conjunta al universo físico como un mecanismo gigante que seguía leyes determi-
grupos multidisciplinares que trabajan en forma segmentada sobre un mismo nistas (un efecto responde a una causa) de movimiento.
objeto de estudio. Desde nuestro punto de vista, el problema consiste en que
el concepto clave de la complejidad, “sistema complejo”, está fuertemente en- Con ello se instaló en la sociedad moderna una imagen del mundo en la que
deudado con tres elementos que son el soporte epistemológico del reduccio- el universo, la vida, la sociedad, la cultura y todo lo que nos es dable cono-
nismo disciplinar: las cuatro leyes de Newton, el racionalismo cartesiano y la cer están enfáticamente ordenados y sujetos a leyes inmutables. Dicho orden
primera ley de la termodinámica. Sostenemos, entonces, que lograr el diálogo operaría tanto en escalas pequeñas, como en medianas y grandes, pero en
transdisciplinar no es un asunto de voluntades grupales, de preguntas más el que unas engranarían perfectamente con las otras, como en un gigantesco
abarcadoras o de teorías y métodos más incluyentes, sino de modificar la ar- mecanismo de relojería, y en el que cada parte cumple una función específica
quitectura reduccionista del pensamiento, tan generalizada en las más diver- en el mantenimiento del gran orden universal. Se trata, como puede verse,
sas tradiciones científicas. de una forma de concebir la realidad que supone el orden como esencia de
las formas de organización y acción, y cuya develación constituye el objetivo
Para aportar al respecto, el artículo se ha dividido en tres partes. En la primera esencial del quehacer científico.
se examina la forma en que, a través del tiempo, se conforman los principios
epistemológicos del orden, la determinación y el descubrimiento de leyes La formulación del principio de la conservación universal de la energía o “pri-
inmutables, que favorecen el surgimiento del reduccionismo científico. Para mera ley de la termodinámica” vino a confirmar y reforzar la idea de un mundo
redondear el argumento, en ese mismo apartado se da cuenta de la forma ordenado y sujeto a leyes inmutables. Su principio clave —el de que la energía
en que el paradigma de la complejidad ofrece una salida a ello mediante el no se gana ni se pierde, sólo manifiesta una infinita transformación— apareció
concepto de “sistema complejo”. En la segunda, se analizan los límites de ese desde el siglo XVIII con Lavoisier y su teoría del calórico. Y fue formulada en
concepto a la luz de las consecuencias epistemológicas de la segunda ley de términos termodinámicos en el siglo XIX, con la confluencia del pensamiento
la termodinámica, ante lo cual se le reinterpreta como “sistema alejado del de científicos como James Prescott Joule (1818-1889), Robert Mayer (1814-
equilibrio”. En la tercera parte se discuten las consecuencias científicas de que 1878) y Hermann von Helmholtz (1821-1894). Al postular un universo en el
los sistemas operen lejos del equilibrio, y se proponen algunos principios epis- que la energía no se gana ni se pierde, el orden universal newtoniano adquiere

20 21
atributos de reversibilidad y equilibrio bajo los cuales el tiempo se vuelve un escalas analíticas propias de la disciplina en cuestión— se le aplica un segundo
elemento intrascendente. Wallerstein (1999) ha señalado que tal visión implica recorte, que permite aislar los componentes específicos de un determinado
una simetría entre pasado y futuro. Si la energía está en constante transforma- conjunto a analizar. Debido a este doble recorte, las relaciones causales que
ción, y en ese proceso nada de ella se pierde, recuperarla de entre los elemen- se postulan son susceptibles de establecerse en forma directa; es decir, a partir
tos primigenios procesados o desgastados en la transformación resultaba un de la formulación de enunciados en los que el comportamiento de un elemen-
asunto lógico y posible, dependiente del desarrollo de las técnicas adecuadas to se explica en forma necesaria y suficiente por la presencia o acción de otro.
para su separación, purificación, recuperación y reensamblaje. Darle valor de verdad a una relación así sólo es posible cuando se elimina del
análisis y los enunciados el contexto más amplio en el que se desarrollan las
Pronto esta confianza en lo inmutable, reversible y equilibrado se extrapoló ha- relaciones observables.
cia el resto del mundo social, biótico y material, de donde resultó una creencia
férrea en la capacidad de la técnica y las ingenierías para encontrar —allí donde Por ello, la consolidación del reduccionismo operó como uno de los más im-
se construyó una casa, allí donde se fundió un metal, allí donde se consumió una portantes alicientes para la separación de los campos científicos en disciplinas
vela, allí donde se formó una civilización, allí donde se produjo un compuesto cada vez más específicas y aisladas, tendencia que de por sí venía desarro-
químico tóxico, allí donde se extinguió una especie— la fórmula para recuperar llándose en la ciencia, dada la manera en que los principios derivados de la
los componentes que les dieron forma y regresar el objeto, la cosa creada, al mecánica newtoniana y de la primera ley de la termodinámica habían hecho
estado primigenio de sus componentes individuales, en un estado infinito de sinergia con los de la llamada “tesis del excepcionalismo humano”, asentada
trasformaciones hacia adelante y hacia atrás (Rubí, 2009). El mundo ordenado y en la tradición científica moderna, sobre todo por el racionalismo cartesiano
sujeto a leyes, heredado del pensamiento de Newton, ahora se volvía equilibra- (Schaeffer, 2009).
do, simétrico e infinito, con procesos reversibles que podían repetirse sin costo
—sin pérdida energética— por los siglos de los siglos (Tyrtania, 2009). En sentido contrario de lo que han postulado la mayor parte de las culturas
que han habitado este mundo, la “tesis de la excepcionalidad humana” es una
En un mundo así —reversible, coherente y gobernado por leyes exactas que proposición que fragmenta el cosmos en dos ámbitos (el natural y el humano)
rigen no sólo el orden, sino también sus transformaciones puntuales, y al que a partir del reconocimiento de atributos esenciales para uno y otro. Al pare-
los científicos, desde la pequeñez de sus laboratorios, intentan arrancarle sus cer, es específica de la civilización occidental (Schaeffer, 2009; González, 2011;
secretos— resulta totalmente explicable que el procedimiento preferido en la Descola, 2012), ya que aparece tanto en los primeros escritos del pensamiento
develación de ese orden haya sido el de aislar, respecto de la totalidad de cristiano, como en aquellos fundantes de la “racionalidad científica”. Para el
que forman parte, a aquellos elementos considerados como esenciales en un cristianismo, tan importante en la conformación del pensamiento occidental, la
determinado proceso de interacción para —mediante el registro de sus trayec- segmentación estaba relacionada con el don de la gracia divina. De allí resulta
torias observadas en experimentos controlados— encontrar las líneas de con- la diferencia entre humanidad (aquellos que tienen alma y, por lo tanto, acceso
ducción que conectan el orden universal cósmico con el movimiento, las tra- a la divinidad), y naturaleza (quienes están privados de ella). René Descartes ac-
yectorias o las transformaciones particulares, observadas y develadas por esos tualiza esa distinción y la refuncionaliza para la ciencia y la filosofía modernas,
experimentos.1 A este procedimiento de aislar elementos de la realidad, para en sus reflexiones en torno al ser y la capacidad de raciocinio. De ello resulta
determinar entre ellos relaciones de causalidad, suficientes y necesarias, es a lo una segmentación entre el mundo material (naturaleza) y el mundo inmaterial
que en este texto se le denomina “reduccionismo científico dominante”. (el pensamiento y la capacidad de cognición), atribuido éste a la humanidad
en forma exclusiva. Como señala González (2011: 48):
El reduccionismo es un principio analítico que postula (sin someter su dicho a
debate) que, para poder conocer o explicar un fenómeno, el mejor procedi- La relación entre “el hombre y la naturaleza” se plantea nuevamente como
miento es descomponerlo en sus partes esenciales constituyentes, para dedu- una relación sujeto-objeto, planteando una dicotomía fundamental entre
cir el orden total del conjunto a través de las relaciones que se entretejen entre un espíritu cognoscente, activo y libre y una materialidad inerte, pasiva y
ellas. Esto significa que, a una realidad total —recortada de antemano por las determinada; planteando una separación radical entre el sujeto cognos-
cente y el objeto conocido, que en última instancia pertenecen a dominios
ontológicos distintos. Manteniendo un carácter radicalmente antropocén-
1
Bateson (1991: 12) ha afirmado que: “Durante 200 años por lo menos, digamos desde la época
trico, la filosofía cartesiana configura una nueva cosmología para el domi-
de Newton hasta fines del siglo XIX, la preocupación dominante de la ciencia fueron aquellas ca- nio y la explotación de la naturaleza, en donde la ciencia pasó a tener un
denas de causas y efectos, que pueden concebirse como fuerzas e impactos”. papel principal.

22 23
Quedaron separadas así, las “dos culturas” (Snow, 2000) que conforman la ciencia-tecnología-sociedad+innovación, historia ambiental, análisis de paisa-
ciencia moderna: de un lado, las disciplinas dedicadas al análisis de los pro- je y etnobiología).
blemas sociales, culturales y filosóficos; del otro, las que hacen lo propio con la
naturaleza y el mundo físico o, como señalara Prigogine (1994), “por una parte Las rutas y tendencias que hacen converger ese impresionante flujo de pro-
el mundo del hombre con su libertad; por la otra, el de la materia con su de- posiciones e investigaciones científicas no son claras ni exentas de debate y
terminismo”. A partir de allí, el mundo de la naturaleza y el mundo de la cultura confrontación pero, en general, todas ellas sostienen hacia su interior alguna
han sido abordados desde la ciencia como si constituyeran dos entidades dis- variante de la idea de que todo aquello que nos es dable conocer puede ser
cretas, claramente diferenciadas, cada una con sus problemas específicos, sus analizado como si estuviera compuesto por un ensamblaje, articulación o sim-
límites bien establecidos y con tradiciones y métodos de investigación acota- ple interacción de elementos heterogéneos, y que éstos “muestran la tenden-
dos. Al interior de ambas “culturas”, a su vez, el peso epistemológico del reduc- cia a organizarse en sistemas interdependientes y que las reglas básicas de esa
cionismo facilitó la creación de disciplinas cada vez más especializadas y sin autoorganización deben buscarse en la dinámica de los flujos de materia, de
capacidad de diálogo entre ellas, incluso pese a haber tenido un origen común energía e información” (Tyrtania, 2001: 14). Buena parte de esos acercamientos
(como ocurre con la arqueología o la etnohistoria en relación con la antropolo- convergentes comparten también alguna formulación equivalente al principio
gía social; o en las especialidades médicas, cada día centradas en objetos de clave de la cibernética: el de que las variables dependientes pueden influir
investigación más pequeños y fragmentarios). El reduccionismo es una estra- también en la trayectoria y comportamiento de las variables independientes
tegia epistémica que ha ofrecido viabilidad a buena parte de los “éxitos” más e, incluso, servirles de insumo (realimentación). También es posible encontrar
visibles de la ciencia; no obstante, se ha vuelto un lastre para el entendimiento en ellas algunas variaciones de lo que Gluckman descubrió en antropología,
de fenómenos que involucran componentes heterogéneos complejos, particu- Heinsemberg en física y Göedel en matemáticas, la paradoja de que el obser-
larmente para aquellos que se ubican en la intersección de las “dos culturas”. vador, con sus métodos, filtros, principios, teorías y conceptos, influye también
en el comportamiento de la cosa observada y en lo que se pueda conocer
2. COMPLEJIDAD E INTERDISCIPLINA de ella. Es frecuente, asimismo, encontrar al interior de ellas algunos de los
términos y conceptos que han dado forma a la teoría de sistemas: procesos
Gregory Bateson (1991) ha afirmado que en todo el siglo XX no se produjo de retroalimentación, estructura, emergencia, relaciones no lineales, función,
ninguna teoría científica novedosa u original, toda vez que el impresionante sensibilidad a las condiciones iniciales, caos y borde del caos, autopoiesis, re-
desarrollo de la ciencia en ese siglo fue, en realidad, subsidiario de proposi- siliencia, agentes adaptativos, homeostasis, autoorganización y coevolución
ciones, teorías y rutas de investigación desarrolladas fundamentalmente en la (Tercero, 2013).
segunda mitad del XIX. Con todo y que esta afirmación pueda ser correcta, a
nuestra forma de ver, desde mediados del siglo XX se ha venido abriendo paso Mientras la ciencia positivista-mecanicista-reduccionista busca, por medio
una modalidad de producir conocimiento científico que podría convertirse en de la fragmentación de la realidad, explicar un orden estático e inmutable,
la única teoría científica importante surgida en el siglo pasado y en lo que va con énfasis en las relaciones de causalidad que lo constituyen y confirman,
del presente. Nos referimos al llamado “paradigma de la complejidad”, que no el análisis y estudio de los fenómenos complejos se perfila como una forma
sería otra cosa que la suma, integración o simple convergencia de todas las alternativa de entender el quehacer científico. Para ello busca reubicar en su
modalidades o perspectivas analíticas con que se estudia en la actualidad el fe- contexto los fenómenos observados y trata de describirlos o explicarlos en la
nómeno de la complejidad. Entre ellas, el pensamiento complejo, la teoría de interacción con su entorno. La idea es que el medio influye en la forma y las
sistemas, teoría de juegos, modelación no lineal, termodinámica de sistemas condiciones de las partes o elementos en interacción y éstos contribuyen a él
alejados del equilibrio, teoría del caos, matemáticas difusas, teoría de redes, con su acción, por lo que resulta temerario analizarlos por separado. Rolando
interseccionismo feminista, cibernética y constructivismo, por señalar sólo a García señala que:
los que expresamente se definen en torno a la complejidad o hacen de ella
o sus partes un objeto analítico clave. Alimentan esas mismas convergencias En el “mundo real”, las situaciones y los procesos no se presentan de manera
una multiplicidad de teorías, modelos, campos y enfoques analíticos de ca- que puedan ser clasificados por su correspondencia con alguna disciplina
rácter híbrido que —pese a que no han hecho de la complejidad su concepto en particular. En ese sentido, podemos hablar de una realidad compleja.
central— han nacido para dar cuenta de fenómenos enfáticamente complejos, Un sistema complejo es una representación de un recorte de esa realidad,
pero que, en la evolución de la ciencia, sus diferentes componentes quedaron conceptualizado como una totalidad organizada (de ahí la denominación
en el dominio de dos o más disciplinas (metabolismo social, energética social, de sistema), en la cual los elementos no son “separables” y, por tanto, no
ecología cultural, economía ecológica, estudios territoriales, agroecosistemas, pueden ser estudiados aisladamente (García, 2006: 21).

24 25
Las ciencias de la complejidad, entonces, escenifican y ponen a prueba enfo- A nuestra forma de ver, ésta es una posición esencialista. La pertinencia de lo
ques, principios, teorías y métodos no reduccionistas, que intentan abordar inter, multi, pluri o transdisciplinario depende, en realidad, de la naturaleza de
realidades más abarcadoras, ya no sólo de los elementos aislados en interac- las preguntas de investigación que se busque responder. No obstante, pode-
ción, sino del impacto y relaciones de ellos con su entorno y, particularmente, mos afirmar que, tanto la interdisciplina como la transdisciplina, son encuadres
de los elementos nuevos que surgen como propiedades emergentes de esas que pueden materializarse con mayor perspectiva de éxito si se les aborda
interacciones. desde los principios epistemológicos que se desprenden del llamado “para-
digma de la complejidad”; siempre y cuando eliminen de sus métodos, teorías
Así las cosas, cabe preguntarse por qué, a 50 años de ensayos de rutas, teorías y encuadres aquellos principios derivados del excepcionalismo humano y de
y métodos para el estudio de la complejidad, éstos no han logrado constituirse la simetría temporal asociada a la primera ley de la termodinámica, y reduz-
en la plataforma obvia o más importante para transitar hacia explicaciones y can la centralidad analítica del orden y las determinaciones directas, herencias
análisis no disciplinarios de la realidad. En efecto, en los debates en torno a lo principales de la mecánica newtoniana. Una manera de conseguir tal cosa se
multi e interdisciplinario, los acercamientos a la complejidad ocupan un lugar logra cuando los sistemas complejos son vistos, leídos, analizados o concep-
subordinado respecto de las discusiones sobre las definiciones conceptuales tualizados como sistemas alejados del equilibrio. Esto es, si se proyecta sobre
y alcances analíticos de lo multi, inter o transdisciplinario. Por ejemplo, hacia ellos la segunda ley de la termodinámica o, mejor dicho, sus consecuencias
finales de la década de los setenta del siglo pasado, la Unesco convocó a di- epistemológicas. Ésa es nuestra hipótesis.
versos paneles de expertos para buscar:
3. SISTEMAS ALEJADOS DEL EQUILIBRIO:
[…] soluciones comunes a los problemas contemporáneos desde el punto MÁS ALLÁ DE LAS SIMETRÍAS Y EL ORDEN
de vista científico y tecnológico. En un principio esta iniciativa impulsó la
búsqueda de formas de trabajo no disciplinares, que lentamente fueron Hemos señalado ya la importancia de la primera ley de la termodinámica en
adquiriendo denominaciones que intentaban determinar la forma en que la construcción de la cosmogonía científica, y que —debido a ella— nos es po-
las disciplinas se relacionaban (Estrada, 2010: 41). sible imaginar un mundo en el que la tecnología y el conocimiento científicos
podrían revertir los efectos del cambio, la transformación, las pérdidas y la de-
Resulta significativo que, en esas y subsecuentes reuniones, las discusiones gradación, “de modo que todo permanezca otra vez exactamente como al co-
privilegiaran el análisis de las formas de concebir lo inter o multidisciplinario, mienzo, sin huellas de lo ocurrido” (Georgescu-Roegen, 1975: 786). Pese a que
así como los métodos más adecuados para su abordaje, dejando de lado la la segunda ley de la termodinámica fue formulada casi al mismo tiempo que la
discusión sobre las teorías y epistemologías que permitieran romper con la primera, tuvo pocos efectos epistemológicos en la construcción de las cosmo-
“Babel epistemológica” (Eliseo López, dixit), que significó el proceso de seg- gonías científicas. Posiblemente porque su formulación resultó oscura, elusiva
mentación disciplinar del siglo XX. Desde entonces, ha corrido bastante tinta y sin consenso;2 tal vez porque no tiene representación matemática, salvo para
en tratar de delimitar los campos y especificidades para lo inter, multi, pluri, in, el caso del gas ideal; o porque depende de un concepto igualmente elusivo,
meta o trans-disciplinario. Para Manfred Max-Neef (2005), por ejemplo, el que- el de entropía,3 para el cual también existen múltiples definiciones (Tyrtania,
hacer científico puede adoptar varias formas, más allá de la disciplinaria. Desde 1999); o porque iba en sentido contrario del optimismo tecnológico propio de
su visión, la multidisciplina se caracteriza por un abordaje de los fenómenos que la segunda mitad del siglo XIX, o quizás por todo ello junto, no fue sino hasta
prescinde de una cooperación real entre las varias disciplinas involucradas, al mediados del siglo XX que diferentes grupos de investigación voltearon hacia
margen de que dicho acercamiento sea simultáneo o secuencial. En la pluri-
disciplina existe una cooperación entre las diferentes áreas, pero se carece de
coordinación entre ellas, además de que suele ocurrir solamente entre áreas 2
En su libro sobre termodinámica de sistemas para las ciencias sociales, Tyrtania (1999) muestra
compatibles del conocimiento (científicos sociales con científicos sociales y cien- variadas y heterogéneas formulaciones para la segunda ley que, pese a sus diferencias, estarían
tíficos naturales con científicos naturales). Desde su punto de vista, la interdisci- mostrando el mismo principio básico, el de la pérdida de disponibilidad de parte de la energía
debido a su transformación en calor: “1) el calor no puede pasar por sí mismo de cuerpos fríos a
plina indica una cooperación coordinada con un sentido jerárquico (desde los cuerpos calientes; 2) la entropía del universo se mueve en todo momento hacia un máximo; 3) en
valores, la normativa o lo pragmático). De todas ellas, sería la transdisciplina la la naturaleza hay una tendencia constante a que el orden se convierta en desorden; 4) cuando una
que garantiza un mejor nivel de encuentro y diálogo disciplinar pues supone forma de energía se convierte en otra, siempre se pierde en forma irreversible cierta cantidad de
calor; 5) el principio de máxima entropía: el estado más probable de un sistema es aquél que max-
la coordinación de todos los niveles jerárquicos anteriores. imiza su entropía global, es decir, la interna más la que transfiere al medio” (Tyrtania, 1999: 218).
3
Georgescu-Röegen (1975: 775) ha señalado que este concepto es tan elusivo, “que ni los mismos
físicos lo entienden”.

26 27
la segunda ley, la “ley de la entropía”, en busca de encuadres que les permi- pérdida, la degradación y los rendimientos decrecientes. Esto mete a todos los
tieran trabajar con conceptos y proposiciones científicas menos estáticas (en sistemas en un “apuro entrópico” (Tyrtania, 2012: 56), pues:
forma sobresaliente el equipo del químico Ilya Prigogine). Pero esto ocurrió
cuando ya era muy tarde como para que su epistemología pudiera inscribirse El procesamiento de energía plantea problemas tanto para el sistema
como parte legítima de la cosmogonía científica. como para el medio. El primer problema es el de cómo conseguirla nue-
vamente, porque no es posible recuperar la energía una vez gastada; y el
Siguiendo la idea de Adams de que, independientemente de cómo se formu- segundo es cómo conseguirla en cantidades crecientes, porque el desgas-
le y aplique en física o en química, “la segunda ley debe usarse por su valor te supone rendimientos decrecientes. El funcionamiento y la reproducción
heurístico” (Adams, 1983: 128), en este trabajo vamos a adoptar de manera de los sistemas disipativos sólo son posibles en la medida en que estos
heurística una formulación muy simple —casi coloquial— de esa ley, que afirma sistemas logren contrarrestar las pérdidas asociadas a toda transformación
que: “cuando una forma de energía se convierte en otra, siempre se pierde en energética. Y eso se consigue únicamente con más disipación. He aquí la
forma irreversible cierta cantidad de calor” (Tyrtania, 1999). La entropía sería la paradoja: si —por arte de magia— los entes vivos pudieran mantenerse en
medida de la magnitud de esa pérdida. Por lo tanto, también se podría enun- estado estable y sin cambio, en equilibrio y armonía perpetua con el me-
ciar el mismo principio de la siguiente manera: “cuando una forma de energía dio, la evolución quedaría sin oportunidades.
se convierte en otra, siempre se produce entropía”.
Esto no es menor, ya que implica el cambio de un mundo equilibrado y reversi-
En cualquier proceso de conversión energética, en efecto, no es posible ocu- ble (a la manera de Newton) a uno caótico e irreversible (según la concepción
par en la transformación 100% de la energía, toda vez que una determinada de Prigogine) y que se construye en el proceso mismo en que se degrada. La
cantidad de ella habrá de ocuparse en producir calor. Independientemente segunda ley provee, entonces, las bases lógicas para sustituir esa visión me-
de que éste pueda tener alguna utilidad en el proceso, cualquiera que sea el canicista de una realidad perfectamente ordenada e inmutable, por otra en la
resultado de la transformación, el calor producido no puede conservarse y se que domina la incertidumbre de un mundo que deviene; que se ordena en
disipa en el ambiente, por lo que ya no puede ser utilizado como soporte de la medida que se transforma; de un mundo en el que nada es para siempre y
nuevos procesos de transformación, al menos no para el propio sistema que en el que el costo energético de la identidad (de permanecer sin cambios) es
lo disipó. Ésta es otra forma de afirmar que el calor no puede reciclarse.4 Así, sumamente alto, al tiempo que material y lógicamente imposible. A diferencia
para mantenerse en funcionamiento, los sistemas se ven en la necesidad de de los postulados de simetría y equilibrio que se desprendían de la primera
compensar tanto la energía consumida en la transformación, como la disipada ley, el fenómeno de la producción de entropía nos conduce a pensar un mun-
en forma de calor, lo que los coloca en una lucha vital por asegurar la continui- do dinámico y en movimiento, resultado de la necesidad de los sistemas vivos
dad del insumo. Como consecuencia de la imposibilidad de conservar el calor, de sostenerse lejos del equilibrio termodinámico, esto es, de embarcarse en la
si en esta lucha los sistemas se embarcan en una estrategia de suma cero, esto aventura existencial de compensar la energía desgastada.
es, de equiparar los ingresos con los egresos, el sistema entrará irremediable-
mente en equilibrio (que es otra forma de decir que muere). Esto es así, porque Para dar cuenta de los atisbos de orden, estructuración y perpetuación que
en cualquier proceso de transformación, como consecuencia de la producción ocurren en ese mundo azaroso, dinámico, caótico y cambiante —un orden que
de entropía, los egresos siempre serán menores que los ingresos o, como diría se crea desde el caos, el desorden y la degradación—, Prigogine acuñó el con-
Georgescu-Roegen (1975: 791): “todo proceso energético consume una canti- cepto de “estructura disipativa”, que describe estructuras de no equilibrio que
dad mayor de entropía baja que la que está contenida en sus productos”. Para “se mantienen sólo mediante una perseverante disipación de energía” (Prigo-
existir, entonces, los sistemas vivos tienen que alejarse del estado de equilibrio gine, 1999: 45), y que únicamente pueden aparecer al interior de los sistemas
durante el mayor tiempo posible, lo cual sólo lo pueden conseguir de dos ma- abiertos,5 esto es, cuando “el sistema se mantiene lejos del equilibrio y si exis-
neras: a) invirtiendo en el proceso cantidades crecientes de energía extraída
del medio, y b) transfiriendo a los sistemas interconectados los costos de la
5
Según Prigogine (1999) existen tres tipos de sistemas: a) aislados, que son aquellos que, para per-
manecer como tales no necesitan intercambiar materia ni energía con el medio (el ejemplo serían
los cristales); b) cerrados, que intercambian energía con el medio, pero no materia (aquí el ejemplo
sería el de la biosfera, que recibe energía del sol, pero no materia), y c) sistemas abiertos, que son
4
En general ningún flujo energético puede reciclarse una vez puesto a trabajar, o “liberado”, en libres “de intercambiar tanto materia como energía con el mundo externo. Una amiba engullendo
el proceso de transformación. Pero las formas nuevas, resultantes del proceso, sí pueden operar su comida es un ejemplo de sistema abierto. Otro ejemplo es una ciudad. La ciudad es un centro
como insumo de procesos subsiguientes. Esto no puede ocurrir con el calor disipado, que pierde en el que convergen flujos tales como alimentos, combustible, materiales de construcción y otros,
su disponibilidad en forma irremediable. mientras que salen hacia el exterior los productos finales y los desechos” (Prigogine, 1999: 53).

28 29
ten ciertos mecanismos no lineales que operan entre las distintas partes del Desde esta propuesta epistemológica, entonces, el sistema alejado del equili-
sistema” (Prigogine, 1999: 67). Siguiendo a este mismo autor, Tyrtania (1999: brio es considerado, en realidad, como un meta-concepto, toda vez que: a) sur-
188) afirma que la estructura disipativa “puede considerarse como una gran ge de la confluencia de tres sistemas teóricos heterogéneos que se ensamblan
fluctuación estabilizada mediante intercambios de materia y energía”. en él: pensamiento complejo, teoría de sistemas y termodinámica de no equi-
librio; b) porque, pese a su carga teórica, esta noción adquiere una categoría
El desarrollo del concepto de estructura disipativa resultó clave para los éxitos operativa que permite la articulación sistemática de un conjunto de principios
científicos que Prigogine y su grupo lograron en las ciencias duras y también y elementos heterogéneos —ordenados al tiempo que caóticos— que dan for-
en el campo de la filosofía. No obstante, para reducir el privilegio analítico ma a la realidad sistémica, tales como: fluctuaciones, azar, caos, condiciones
hacia la estabilidad y el orden estructural —a los que lógicamente da lugar el de contorno, metabolismo, estructura, propiedades emergentes, función, mí-
concepto de estructura disipativa—, nosotros vamos a desarrollar nuestra pro- nima y máxima disipación, mecanismos homeostáticos, no linealidad, dispara-
puesta epistemológica con base en la noción de “sistema alejado del equili- dores, resiliencia, replicabilidad, autoorganización, realimentación positiva y
brio” (SAE), que opera en un campo analítico superior y, por tanto, permite un negativa, y sistemas heterogéneos interconexos. El número, forma, presencia,
análisis más dinámico y abarcador, que no niega al de estructura disipativa, función y arreglos de cada uno de estos elementos al interior de cada siste-
sino que permite colocarla en su contexto y, de esta manera, identificar con ma está íntimamente relacionado con el tiempo que éste tiene evolucionando
mayor claridad sus interacciones e intercambios. como conjunto.

El concepto de “sistema alejado del equilibrio”, en efecto, permite tanto el aná- El meta-concepto de sistema alejado del equilibrio, entonces, recoge los pos-
lisis de las tendencias y fuerzas sistémicas que impelen hacia el orden estructu- tulados clave de Ilya Prigogine (1983, 1994 y 2009), pero enfatiza el hecho de
ral, como el de los flujos caóticos que circulan al interior del sistema, sin seguir que los sistemas vivos y los sociales resultan de la interacción de diversos ele-
o articular patrones regulares de comportamiento o trayectoria. Por esa misma mentos heterogéneos que, a través de largos y azarosos procesos evolutivos,
razón, facilita el análisis de las condiciones de contorno en las que se mueve el consiguen ensamblarse y generar diferentes niveles de organización y orden
sistema, esto es, el de los flujos provenientes de los sistemas interconectados estructural. De esta manera, permite describir, analizar y comprender aquellas
con los que el SAE realiza intercambios de materiales, energía e información. El entidades desarrolladas a lo largo de la evolución y que, entre el azar y la ne-
análisis de la lógica y trayectoria de esos flujos e interconexiones facilita, ade- cesidad, surgen por autoorganización como grandes fluctuaciones estabiliza-
más, asignarle un lugar analítico importante al azar y a la contingencia, como das que —una vez ensambladas— se mantienen alejadas del equilibrio gracias
veremos más adelante. a la incorporación, transformación y aprovechamiento de flujos diversos de
materiales, energía e información, presentes en el medio que les rodea. Por la
El SAE es, entonces, una proposición analítica que busca abarcar a todo siste- forma en que logran sortear el azar y el caos, estas entidades pueden resultar
ma complejo cuyos elementos, al articularse, generan propiedades emergen- sorprendentemente estables frente a las grandes perturbaciones del medio
tes que le otorgan autonomía para acceder a insumos, reproducirse y perpe- e, incluso, ser replicadas en su orden estructural por su descendencia, no sin
tuar su linaje en el tiempo y el espacio. Se trata de un concepto que permite la ciertos niveles de pérdida y degradación. Por su dependencia respecto de los
descripción de cualquier ser vivo y las comunidades que integra, independien-
temente de si éstas toman la forma de un arrecife, una colmena, una ciudad, un
ecosistema, un paisaje o un estado moderno. También permite la descripción 6
Por ejemplo, una máquina de combustión interna opera a la manera de cualquier otro sistema ale-
de los fenómenos de institucionalidad que emergen de las prácticas sociales jado del equilibrio, mientras está funcionando. Pero no puede hacer nada para reabastecerse ante
humanas, particularmente cuando éstas se autoorganizan en formas culturales el agotamiento o interrupción del flujo energético suministrado durante el arranque y la operación,
lo que resultará en el eventual paro de la máquina (equilibrio), salvo que esté diseñada expresa-
o políticas específicas que logran perpetuarse a través de sucesivas formacio- mente para tal cosa, en cuyo caso depende totalmente de que otro sistema conexo le asegure la
nes sociales, toda vez que, como bien han mostrado Blackburn (1999) y Adams continuidad y disponibilidad del insumo. No negamos la posibilidad de aplicar la noción de SAE
(1983), éstas muestran una dinámica procesual y energética semejante a la de a este tipo de sistemas, sólo que esto requiere ajustes y delimitaciones conceptuales, que nuestro
grupo aún no está en posibilidades de desarrollar.
las formas vivas en su lucha por alejarse del equilibrio. Nuestra definición del 7
Usamos el término “mecanismo”, no en el sentido común de dispositivo físico, sino en el de pro-
sistema alejado del equilibrio, sin embargo, no incluye a aquellos sistemas cesos relacionales recurrentes que, en determinadas circunstancias, pueden generar articulaciones
mecánicos y físicos que, aun cuando sean enfáticamente disipativos y tengan duraderas susceptibles de operar como “disparadores” de nuevas articulaciones sistémicas. Es el
mismo sentido en que lo usa Tyrtania (2009). Es cierto, también, que en sistemas con una histo-
propiedades muy semejantes al SAE,6 no han desarrollado mecanismos7 de ria evolutiva muy larga esas articulaciones pueden generar mecanismos altamente sofisticados,
realimentación que les permitan alejarse del equilibrio por sí mismos, lo que complejos, especializados y permanentes, cuyo funcionamiento bien puede ser descrito en forma
les impide su evolución. semejante al de los mecanismos físicos homeostáticos.

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flujos de materiales y energía (Blackburn, 1999), su existencia depende de las (Tyrtania, 2007: 25). La ciencia positiva —y su versión más representativa, el fun-
formas y estructuras con las que interactúan y las condiciones del entorno (de- cionalismo— impulsaron a sus seguidores al desarrollo de teorías, fórmulas,
nominadas, también, “de frontera”) que les permitan mantener dentro de un métodos, modelos, metodologías y experimentos que les permitieran develar
umbral manejable los suministros de materiales, energía e información, que es el secreto oculto del orden detrás de las relaciones y fenómenos observables.
la condición para que el sistema pueda permanecer alejado del equilibrio el La estrategia privilegiada fue la de buscar continuidad, orden y regularidades
mayor tiempo posible. en medio de lo variable, caótico e irregular, vía la construcción de conceptos,
categorías, leyes, fórmulas, enunciados y proposiciones. Esto les permitió lan-
Ante la necesidad de rebasar la parcialización del conocimiento facilitada por zarse a la búsqueda exhaustiva de relaciones de determinación entre dos o
la confluencia de la primera ley de la termodinámica, la mecánica de Newton más variables, en una estrategia en la que “variable” no significa variabilidad o
y la tesis del excepcionalismo humano, el meta-concepto de sistema alejado diversidad, sino que se define por su regularidad en una determinada relación,
del equilibrio puede verse como una herramienta articuladora que facilita y misma que se habrá de modificar —en un sentido acotado y mesurable por es-
orienta la investigación transdisciplinar, toda vez que permite acercarse a la tar sujeto a reglas— en presencia del otro elemento de la relación.
comprensión de la realidad sistémica en cualquier tipo y nivel de organización
de que se trate: orgánica, ecológica, social, cultural o socio-ambiental. En esta Esta situación no cambia con la emergencia del paradigma de la complejidad
tarea, resulta pertinente tomar en cuenta ciertos principios de lo que Adams en las ciencias duras, hacia mediados del siglo pasado. De acuerdo con Min-
ha denominado como “energética social”, y que no es otra cosa que un com- dlin (2008), en ellas la complejidad está íntimamente asociada al caos; pero
pendio de proposiciones epistemológicas que resultan de la aplicación de la en un contexto en el que “caos” no significa carencia absoluta de orden, sino
segunda ley y sus conceptos al análisis de las realidades socioambientales. el surgimiento de comportamientos erráticos en medio de secuencias mode-
ladas que siguen —o deberían seguir— patrones recurrentes. Dichos compor-
4. PRINCIPIOS EPISTEMOLÓGICOS DE LA ENERGÉTICA SOCIAL tamientos llamaron la atención en casi todas las ramas de la ciencia, luego de
que en diversos campos de ésta se detectaran múltiples casos en los que sur-
Se trata de principios muy generales y, en esa medida, altamente abstractos, gía la irregularidad (caos) en forma espontánea, ante modificaciones mínimas
pero de consecuencias epistemológicas gigantescas para el entendimiento y en los valores iniciales de diferentes modelos experimentales. En este sentido,
reconstrucción de las realidades complejas. Son principios que emergen ana- para la ciencia de la complejidad, el caos es variación o desorden que surge
líticamente cuando la mirada y las preguntas de investigación desenfocan el dentro de —y desde— la estructura, las regularidades o los modelos. Podemos
orden, la linealidad y la determinación estructural, y se le abre campo analítico afirmar, entonces, que en ellas el concepto describe una relación en la que el
a las fluctuaciones, el caos, la evolución, el azar, la disipación, el cambio, la in- caos surge en forma espontánea desde el orden; la irregularidad desde los
determinación, la autopoiesis y la historia. La siguiente no es una lista exhausti- patrones; lo fluctuante desde lo estable; el desorden desde la organización.
va o limitativa, sólo incluye aquellos principios que, en esta primera lectura, se
perciben como necesarios de tomar en cuenta para poder garantizar un abor- Hacia mediados de los setenta, Ilya Prigogine y su grupo invierten un tanto
daje diferente, transdisciplinar y más abarcador de las realidades complejas. La esta visión, al hacer de las fluctuaciones y su amplificación el eje de sus espe-
construcción de una epistemología alternativa, “en clave energética”, es una ta- culaciones científicas. Esto les permitió concebir una idea de evolución —esto
rea que supera ampliamente los límites de un artículo de discusión como éste, es, del surgimiento de nuevos patrones de orden, de nuevas estructuras— que
y sólo podrá hacerse realidad si logra convocar a ella reflexiones provenientes considera a las fluctuaciones como materia base (Prigogine, 1999). Esta pro-
de las más diversas experiencias académicas, así como su puesta a prueba en posición, a su vez, les allanó el camino para poder concebir la idea de que los
proyectos específicos de investigación. sistemas alejados del equilibrio son, en esencia, fluctuaciones estabilizadas,
resultado de la convergencia y ensamblaje de fluctuaciones heterogéneas, en
Principio 1. La organización y el orden son un para-producto del caos. sistemas que extraen orden del desorden.

La confluencia de los principios de la primera ley de la termodinámica con los No obstante, se trata de una visión que manifiesta aún cierta centralidad en el
de las leyes de la gravitación y el movimiento, de Newton, así como con los de la orden sistémico, toda vez que manifiesta un proceso que inicia en el orden y
“tesis de la excepcionalidad humana” impulsaron a los científicos naturales (y a termina con un orden nuevo, pues
los sociales, detrás de ellos) hacia la búsqueda del orden, de las estructuras, de
las reglas, de los patrones y las leyes, como fin último de su actividad científica, […] opera en una secuencia de tres fases: función-estructura-fluctuación.
en detrimento de la variabilidad y el cambio, que “fue reducido a locomoción” En una fase (la de función-estructura) el sistema se comporta de manera

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determinista, fluctuando alrededor del promedio de valores de las varia- cientes de materiales, energía e información, que les permitan sostenerse ale-
bles implicadas, mientras que en la otra fase, una fluctuación se amplifica jados del equilibrio. Es cierto que el orden surge del caos, de las fluctuaciones,
hasta el punto de cambiar la estructura misma, después de lo cual la fase de la variabilidad, de los rebotes, de los choques, de las interacciones, pero
anterior se reinicia, pero en circunstancias diferentes (Tyrtania, 1999: 188). sólo una pequeña porción de todo ello se transformará en flujos organizados;
y una fracción aún más pequeña reunirá las características necesarias para ge-
En este texto sostenemos que, para que este tipo de ideas conformen una nerar estructuras que desarrollen mecanismos duraderos de replicación. “En el
nueva epistemología, la ruptura con la centralidad del orden y el determinismo principio fue el caos”; la organización y las estructuras aparecieron después…
newtoniano debe ser radical. De otra forma resulta muy complicado pensar en como accidente.
la tensión, el conflicto, la lucha, la variabilidad, la fluctuación, la competencia,
el cambio y el azar como materias primas en la construcción de los sistemas Principio 2. Todo sistema consume y disipa energía en su lucha por alejarse del
alejados del equilibrio. El marco adecuado para poder pensar una realidad así equilibrio.
lo ofrece Adams (2007: 80), cuando define las condiciones en que surgen las
estructuras alejadas del equilibrio: En nuestra vida cotidiana nos comportamos como si viviéramos en un mar de
energía gratuita e ilimitada. En ella el desgaste entrópico pareciera no tener
Emerge de un conjunto de circunstancias anteriores, que suelen involu- lugar ni existencia; o, si la tuviera, se reduciría a una mera formulación teórica,
crar estructuras disipativas previas, cuando aumenta el flujo de energía. aplicable en forma exclusiva a problemas de la física más abstracta. La muestra
Este aumento, dados los arreglos estructurales existentes, hace necesaria más clara de lo anterior la dan los políticos cuando hablan de desarrollo “sus-
la aparición de fluctuaciones. Éstas son, en cierto sentido, experimentos tentable”, y con ello alimentan en el imaginario popular la creencia de que el
en la búsqueda de nuevas estructuras. Esas fluctuaciones persisten hasta crecimiento económico, las ingenierías y las técnicas de planeación mejorarán
que, como dice Prigogine, se produce un evento crítico. Éste es la apari- la vida en la tierra; y que tarde o temprano se habrá de descubrir una fuente
ción casual, en una fluctuación particular, de un elemento autocatalítico. energética abundante, barata y confiable que sustituya a los hoy menguantes
Este mecanismo, cuya aparición es esencialmente impredecible, sirve para combustibles fósiles y que, además, lo haga sin producir impactos ambienta-
asegurar el nuevo nivel de insumo-producto necesario para mantener a la les. Como señala Tyrtania (2012: 55):
fluctuación en ese punto del tiempo. Así, hay un “orden mediante la fluc-
tuación” [que es una] forma de alcanzar el orden totalmente diferente a la Hay quienes piensan que las sociedades humanas utilizan los recursos de
que puede describirse en la termodinámica o en la dinámica clásica. manera cada vez más eficiente, o que son capaces de ello cuando se lo
proponen. Es grande la fe en la “conquista de la naturaleza”. Pensamos
Pese a la justeza de esa proposición, es necesario eliminar de ella cualquier que una especie tan maravillosa como la nuestra no debe tener límites tan
sesgo teleológico. En una lectura superficial, pareciera que la fluctuación y la prosaicos como los naturales. La humanidad se cree invencible. La autode-
variación están en los sistemas alejados del equilibrio en función de la “nece- nominada especie Homo sapiens se concibe a sí misma como la cúspide
sidad” de ensamblar nuevos órdenes estructurales. Nuestra propuesta es ver de la evolución y como la dueña de la biosfera. Empero, ninguna de estas
a las fluctuaciones, las tensiones, el desorden y el caos, no como la vía hacia creencias puede sostenerse a la luz del segundo principio de la termodi-
el orden estructural, sino como uno de los resultados más notables del “apuro námica. Decir que la energía es renovable es cómo decir que el sol sale
entrópico” (Tyrtania, 2009 y 2012), ese que obliga a los sistemas a mantenerse todas las mañanas. Sólo una manera de hablar bonito.
lejos del equilibrio termodinámico, en un medio esencialmente fluctuante y
caótico. Desde esta perspectiva, el caos, las fluctuaciones y los procesos ca- La confianza en la posibilidad de descubrir fuentes inagotables de energía,
rentes de patrón componen un conjunto inmensamente mayor que el de la desde luego, no es una creencia nueva asociada a los mitos de fin de siglo y
organización y la estructuración. Esto está a tono con la idea de Georgescu- milenio o exclusiva de la sociedad globalizada y posmoderna. Según Georges
Roegen (1999: 126) de que “la transformación espontánea de la energía no Basalla (1991), las investigaciones en torno a la confección de máquinas de
disponible en energía disponible es solamente un suceso muy improbable, movimiento perpetuo —aquellas que, se supone, pueden funcionar en forma
aunque no imposible”. El orden estructural es, entonces, esa alta improbabi- continua únicamente con el impulso inicial, al recuperar como insumo parte
lidad. Es casi un accidente, un para-producto de la articulación y ensamblaje del trabajo realizado— son un elemento consustancial al surgimiento y consoli-
de flujos heterogéneos; una co-incidencia de procesos heterogéneos en un dación del pensamiento científico, y forman parte de la historia y evolución de
momento dado y en un escenario específico, que lograrán replicarse sólo si en los dominios tecnológicos. De acuerdo con el mismo autor, la búsqueda del
su articulación resultan capaces de capturar y procesar flujos constantes y cre- perpetuum mobile seguía siendo un objeto científico legítimo todavía en las

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primeras décadas del siglo XX, cuando aparecían con frecuencia artículos con En su momento, esta idea fue percibida con claridad por autores como Edd-
ese tema en las revistas científicas más influyentes de la época. Esto, pese a ington, Hawking, Gould, Prigogine y Adams, quienes asociaron la segunda ley
que más de medio siglo antes, con la formulación del segundo principio de la de la termodinámica con la irreversibilidad. La idea de la “muerte térmica”, es
termodinámica, se demostró científicamente la imposibilidad de producir má- lo que Prigogine abarca bajo el concepto de “flecha del tiempo”; sin embargo,
quinas o procesos de movimiento perpetuo; principio que la experiencia con- esta proposición no ha dejado de ser fuente de importantes confusiones. Uno
firmaba una y otra vez, puesto que la mayoría de esas máquinas no conseguían de los primeros antropólogos que utilizó la segunda ley para el análisis de la
pasar más allá del movimiento generado por el primer impulso, y algunas ni evolución sociocultural, Leslie White, por ejemplo, instituyó la idea hoy común
eso (Basalla, 1991). en diferentes campos científicos, de que la vida y los procesos de organiza-
ción, estructuración y complejidad caminan en sentido contrario al de la flecha
El sueño de vivir en un mundo en el que la energía útil se conserve y pueda del tiempo, esto es, hacia el punto en el que el cosmos como un todo alcance
reutilizarse ad infinitum es sólo eso: un sueño, una manera “de hablar bonito”, cero producción de entropía. Según White, mientras el cosmos tiende al equi-
de eludir con imágenes de autoengaño el apremio básico de los sistemas ale- librio térmico, los sistemas alejados del equilibrio se perpetúan mediante el
jados del equilibrio: compensar con un ingreso energético mayor la energía mantenimiento de cierto orden a través de la articulación de sus elementos,
disipada en el proceso de transformación o trabajo. Tal como lo demostraron lo que exige un gran esfuerzo organizativo y favorece las tendencias hacia la
Sadi-Carnot, Rudolf Clausius o lord Kelvin hacia la mitad del siglo XIX, la impo- complejidad estructural:
sibilidad de recuperar la energía invertida en forma de trabajo se debe a que
una buena parte de ésta no se ocupa en la transformación o el movimiento, La segunda ley de la termodinámica nos dice que el cosmos, como un
sino que se disipa en el ambiente en forma de calor. Si la energía utilizada y el todo, se disgrega estructuralmente y se extingue dinámicamente; la mate-
calor disipado no se compensan con el ingreso de más energía, los sistemas ria se pone cada vez menos organizada y la energía más uniformemente
entran tarde o temprano en reposo o en equilibrio. difundida. Pero en un minúsculo sector del cosmos, a saber, en los siste-
mas materiales vivientes, el sentido del proceso cósmico aparece inverti-
Esta situación mete en aprietos a todos los sistemas alejados del equilibrio. do: la organización de la materia y la concentración de la energía se hacen
Como dijera Tyrtania (2012), los coloca en un “apuro entrópico”, en un déficit cada vez más elevadas. La vida es un proceso de construcción, estructura-
energético, que lanza a los sistemas alejados del equilibrio hacia una carrera ción. Pero para poder ir en contra de la corriente cósmica, los organismos
desesperada por compensarlo. Esto significa que, para sostenerse lejos del es- biológicos deben extraer energía de los sistemas no vivientes, capturarla
tado de equilibrio, los sistemas abiertos no tienen otra opción que incremen- y ponerla a trabajar en la tarea de mantener el proceso vital. Toda vida es
tar la extracción y procesamiento de energía, lo cual se consigue aumentando una lucha por obtener energía libre. La evolución biológica es sencilla-
nuevamente la disipación. mente una expresión del proceso termodinámico que corre en sentido
opuesto a aquel especificado por la segunda ley para el cosmos como
Principio 3. Al sostenerse lejos del equilibrio los sistemas siempre habrán de un todo. Es un movimiento que tiende hacia una mayor organización, ha-
producir impactos al ambiente. cia una mayor diferenciación de estructuras, una mayor especialización de
funciones, mayores niveles de integración y más altos grados de concen-
Al considerar a la segunda ley como base epistemológica de la complejidad, tración de energía (White, 1964: 340).
resulta imprescindible entender que todo proceso vital produce impactos al
ambiente y a los sistemas interconectados con los que realiza intercambios. La Desde nuestro punto de vista, resulta erróneo plantear a la vida, la cultura o la
razón de esto la señala Rubi (2009) cuando afirma que la segunda ley: complejidad como entes que actúan en el sentido opuesto al fijado a la his-
toria y al cosmos por la flecha del tiempo. La vida, la sociedad y la cultura, en
Nos revela que vivimos en un universo que se torna cada vez más desorde- efecto, constituyen procesos de construcción-estructuración, pero lo son en
nado y que no hay nada que podamos hacer para cambiar esa tendencia. la misma medida en que producen destrucción, degradación, caos y pérdida
El mero acto de vivir contribuye a la inexorable degradación del mundo. de disponibilidad. Al igual que el cosmos que les da cobijo, vida y sociedad
No importa cuán avanzadas puedan llegar a ser nuestras máquinas, no se caminan en forma irreversible hacia el equilibrio termodinámico final; es decir,
librarán jamás de la pérdida paulatina de energía; por consiguiente, al final hacia el estado de cero producción de entropía. En ese sentido, no son excep-
dejarán de funcionar. La segunda ley no solamente acaba con el sueño del ciones en el camino del cosmos hacia su degradación final; por el contrario,
móvil perpetuo, sino que indica que el cosmos agotará un día su energía y constituyen un factor que acelera ese proceso. Al conformar estructuras cada
caerá en un eterno letargo, en una muerte térmica. vez más complejas —cuya estructuración, crecimiento y expansión dependen

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de la extracción y procesamiento de flujos constantes y crecientes de mate- Principio 4. En la lucha por sostenerse lejos del equilibrio, el tiempo importa.
riales, información y energía— la vida y la cultura aceleran la degradación del
medio y la pérdida de disponibilidad de energía y materiales. En un mundo en el que la energía útil resulta imposible de ser conservada,
los organismos y sistemas que dependen de ella para sostener su estructura
No obstante, el problema de la degradación y la pérdida de disponibilidad de y existencia habrán de extinguirse tarde o temprano, conforme se agoten los
materiales, energía e información no es un asunto que competa principalmen- flujos energéticos de los que dependen y a cuyo agotamiento contribuyen
te al “más allá”, del equilibrio térmico final; sino al “más acá”, de la búsqueda con sus procesos vitales. Sostenerse lejos del equilibrio significa, entonces, ser
de recursos en nuestro día a día cotidiano. Hace tiempo que sabíamos que competidor en una carrera llena de incertidumbres por conseguir energía cre-
el petróleo, el gas natural y los minerales eran recursos “no renovables”, por ciente, en la que “no se puede ganar, no se puede empatar, sólo se puede per-
lo que, tarde o temprano, dejarían de estar disponibles como soporte para la der. Ni siquiera es posible recuperar la apuesta” (Tyrtania, 2012: 56). La única
creación de nuevas estructuras.8 Incorporar la “flecha del tiempo” como va- jugada posible para los sistemas, diríamos nosotros, es la de mantenerse en el
riable analítica de los sistemas observables implica, entre otras cosas, asumir juego por mayor o menor tiempo.
que ningún recurso ni ningún proceso pueden ser, en realidad, “renovables”.
Un leño o un cerillo no se pueden quemar dos veces ni una canción se puede Esto ocurrirá según manejen a la alta o a la baja su tasa de disipación; es decir,
interpretar igual al infinito. Como bien ha señalado Tyrtania (2012, 51): “No es dependiendo de si retardan o aceleran el momento de alcanzar el estado final
posible entrar dos veces en el mismo río porque, en primer lugar, el río fluye, de equilibrio.9 Muchos sistemas manejan su tasa de disipación de la energía
y en segundo lugar, nosotros también. Nada es para siempre”. Un bosque cal- bajo el principio de la “máxima disipación”; otros lo hacen bajo el de la “míni-
cinado por un incendio no puede regenerarse, tampoco las especies animales ma disipación”. El principio de la maximización de la energía, también cono-
extintas. Los suelos arrastrados por la lluvia hacia las zonas llanas no volverán cido como ley de Lotka, establece que: “En todos los casos considerados, la
a su posición originaria. Se pueden generar renuevos, se pueden replicar es- selección natural operará de manera tal que aumente el flujo total a través del
tructuras, es cierto, pero sólo a un costo creciente de más materiales y más sistema, siempre y cuando esté disponible un remanente no utilizado de mate-
energía; y ningún renuevo podrá ser una copia exacta de su predecesor, pues ria y energía disponible” (Adams, 2005: 86). Prácticamente todos los sistemas
la información con que se ensamblan las estructuras también sufre desgaste y alejados del equilibrio tienden a buscar la captura del mayor volumen posible
pérdidas durante el proceso. de energía disponible en el ambiente, para garantizar para sí o para su descen-
dencia mayores oportunidades de sobrevivir.
En consecuencia, la búsqueda de la sustentabilidad, la sostenibilidad, las ener-
gías renovables, las energías limpias y el reciclaje pierden su significado utópi- Esto no significa revivir la vieja y desacreditada idea spenceriana de que evo-
co. Nada de ello puede existir si no es mediante el ingreso de flujos mayores lución significa supervivencia del más apto. Al contrario, ganar en capacidad
y crecientes de energía, materiales e información. No tomar en cuenta esto, de captura de energía significa, por lo general, disminuir el tiempo en que el
reduce la sustentabilidad a mero discurso, a sólo una “forma de hablar bonito”. sistema podrá sostenerse en el juego, toda vez que su supervivencia depende
Este no es un argumento en pro de la indiferencia frente al cambio climático, la de que su expansión no agote la energía libre y disponible, de la que depen-
deforestación, la erosión de los suelos, la contaminación ambiental, la pérdida den su crecimiento y complejidad. La única forma de mantener estructuras
de biodiversidad o el agotamiento de los recursos energéticos. Es, más bien, crecientemente complejas es la de aumentar la extracción de energía del me-
un intento de salir de las trampas de la discursividad en torno a lo susten- dio y trasladar a otros sistemas los costos de degradación, empobrecimiento y
table, para fijar la atención en el hecho de que el estado crítico actual de la simplificación del ambiente. El problema fundamental para cualquier sistema
degradación ambiental es consecuencia de la interconexión mundial de los es el de su capacidad para percibir las señales de agotamiento del medio. Por
ecosistemas, vía la globalización capitalista, y de la generación de residuos por lo general, éstas son visibles hasta que ya es demasiado tarde; mucho después
encima de la capacidad de los diferentes ecosistemas para depurarlos, en un de que inician los “rendimientos decrecientes” (Harris, 2002). Pero mientras és-
modelo económico que no reconoce, o no quiere reconocer, los límites eco- tos no aparecen con contundencia, los sistemas resuelven el problema, como
lógicos ni los riesgos ambientales (condiciones de frontera) de su expansión
constante.
9
Aunque esto es algo que difícilmente pueden hacer los sistemas a voluntad, pues esto es algo
que se estructura por autoorganización, toda vez que depende del contexto en que éstos se de-
8
Lo cual, como vimos en el principio 2, no significa que orientemos nuestras acciones frente a ellos senvuelven, en particular, de la abundancia o escasez de energía y de los niveles de competencia
en función de ese carácter finito. por ella.

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diría Vivian Scheinsohn, en este mismo libro, “pateando el problema para ade- de decir que se instalan en un “estado estacionario de no equilibrio” o “estado
lante”. Que otros lo resuelvan. estable” (Tyrtania, 1999: 184). Al respecto Adams señala que:

Esto relativiza el significado del éxito evolutivo de los sistemas de máxima Un estado de equilibrio define las condiciones en las cuales una forma
disipación. Al dominar, someter, subordinar y acoplar dentro de sí a otros energética dada puede esperar persistir. El término “estabilidad” se refiere
sistemas, aumentan su capacidad para mantener su tendencia a la expan- al grado hasta el cual una forma energética retiene su forma espaciotem-
sión, el crecimiento y la complejidad pero, al mismo tiempo, aumentan el cos- poral, así como una organización y una articulación interna particulares. El
to energético del mantenimiento del sistema. De forma tal que su crecimiento proceso es diferente para las estructuras en equilibrio (que dependen del
y expansión sólo podrán sostenerse en el tiempo, como dijera Lotka, “siempre ambiente benigno) y para las estructuras disipativas (que gozan de cierta
y cuando esté disponible un remanente no utilizado de materia y energía”. autonomía). En los sistemas disipativos el equilibrio tiene que ver con irre-
gularidades de corto plazo y es la aptitud para absorber las fluctuaciones
Cuando esto no es así, ya sea porque se han agotado los recursos o por no y regresar al estado anterior (Adams, 2001: 184).
contar con los dispositivos o la tecnología adecuada para aprovecharlos, ya
porque el costo energético de éstos es muy alto, o porque se han contaminado Pese a que, como señala el propio Adams, no hay nada inherente en nuestras
y expoliado hasta el límite los sistemas subordinados o porque en su expan- sociedades que las conduzca al estado estable (Adams, 1983: 18), en la histo-
sión el sistema se ha topado con determinadas condiciones de frontera (se- ria humana sólo el capitalismo y el esclavismo han logrado constituirse como
quías, inundaciones, plagas, enfermedades, guerras endémicas, controles so- sistemas que se alejan enfáticamente del estado estable, esto es, que muestran
bre la reproducción), la maximización encuentra sus límites y el sistema como una expansión y crecimiento constantes. Pero esto lo han logrado por periodos
un todo debe hacer lo necesario para sobrevivir únicamente con la energía muy cortos: alrededor de 600 años el esclavismo, menos de 300 el capitalismo
residual disponible. Adams (2005) conceptualiza lo anterior mediante lo que (Harris, 2002). El resto de los modos de producción experimentados por las
denomina “principio de Prigogine-Waime” o de la “mínima disipación”, según sociedades humanas (cazadores-recolectores, agricultura aldeana, feudalis-
el cual: “Cuando determinadas condiciones de frontera impiden que el siste- mo, así como los sistemas campesinos al interior del capitalismo y el socia-
ma alcance el equilibrio termodinámico (esto es, cero producción de entropía), lismo) han manejado sus tasas de conversión energética bajo los principios
el sistema se instala en el estado de mínima disipación” (Adams, 2005: 87). de la mínima disipación, por lo que han logrado el portento de sostener sus
sistemas en un “estado estacionario de no equilibrio” y, de esa manera, “man-
Al dejar de crecer y expandirse, los sistemas se vuelven sobre sí y tratan de tenerlos en el juego” por cientos y miles de años. Las sociedades de cazadores
mantenerse usando sólo la energía residual. Con ello, la inversión en la for- y recolectores ofrecen los ejemplos más conspicuos de sociedades de estado
mación de nuevas estructuras se vuelve un lujo ostentoso que es castigado estable, pues lograron pervivir durante más de 200,000 años (Harris, 2002).
en el largo plazo por la selección. El sistema debe invertir la poca energía resi- Las sociedades agrícolas del tipo aldeano lograron el estado estable por más
dual en sostener las fórmulas ya probadas y poco dispendiosas, con lo que la de 7,000 años, hasta que fueron absorbidas y realineadas ante la aparición del
búsqueda de procesos de transformación energética más eficientes recibe un Estado (Harris, 2002; Boehm, 1997; Palerm, 2008). Un caso singular es el de
estímulo adicional. Desde luego, siempre y cuando no impliquen una inversión los llamados “estados hidráulicos”, que tanto en Egipto como en Mesopotamia
energética extra. Los sistemas que manejan su tasa de extracción energética y China presentan un patrón de expansión-estabilización. En los tres casos se
bajo los principios de la “mínima disipación” son los más longevos en el tiem- registra un primer periodo de rápida expansión y crecimiento, donde abunda
po. Pero también lo son algunos que presentan una expansión y crecimiento la innovación y la creación de nuevas estructuras; pero, luego de alcanzar un
vertiginoso en sus fases iniciales, pero que, luego de atravesar un determinado determinado umbral poblacional y ecológico, dejaron de expandirse y se es-
umbral, modifican su tasa de extracción, dejan de crecer y se estacionan en la tacionaron en ese estado durante más de 3,000 años (Wittfogel, 1966; Harris,
mínima disipación. 2002).

Cuando los sistemas se desenvuelven bajo la lógica de la mínima disipación Principio 5. El cambio y la evolución son una consecuencia de la lucha de los
de la energía, su ritmo de creación de nuevas estructuras se ralentiza, pues no sistemas por sostenerse lejos del equilibrio.
cuentan con las posibilidades de asumir los altos costos energéticos y de incerti-
dumbre de los procesos de ensayo-error, asociados a toda innovación, incluidas Diversos autores, provenientes de muy variadas disciplinas, han asociado la
las de base científica. Esto conduce a los sistemas a reducir su distancia respec- segunda ley de la termodinámica con la teoría de la evolución. Lotka (1925),
to del estado de equilibrio, a trabajar más cerca de éste, lo que es otra forma White (1964), Adams (2005), Schneider y Sagan (2005) y Tyrtania (2009) en-

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cuentran una clara conexión en ambos campos, al sostener que el ingreso cre- Por si fuera poco, el medio es altamente dinámico y poco constante: cambian
ciente de flujos de energía a cualquier sistema promueve y facilita el ensambla- las temperaturas y el clima, los suelos son arrastrados hacia el mar, cambian los
je de nuevas estructuras cada vez más complejas. Desde esta perspectiva, el calendarios de lluvias, chocan las placas tectónicas y la fertilidad de las plantas
proceso evolutivo se concibe como una constante lucha por la apropiación de cambia de un año a otro. Y todo esto ocurre sin mostrar patrones claros hasta
cantidades cada vez más altas de energía, presentes en el medio. Para explicar que ya es muy tarde, y en tiempos mucho más cortos que aquellos que la va-
cómo ocurre esto, Lotka (1925) construyó una metáfora del proceso evolutivo, riación genética de las especies requiere para fijar en los genes los resultados
que lo equipara a una rueda de molino impulsada por el flujo del agua; cuanto adaptativos de la selección natural.
más se agrande la rueda, más rápido habrá ésta de girar. Al respecto afirma
que: “en todo momento, la selección natural va a operar de tal manera que se Por eso mismo, la energética social permite articular una alternativa al argu-
incremente la masa total del sistema orgánico, que se incremente la tasa de mento finalista y más cercana a los planteamientos de Darwin, que postula-
circulación de la materia a través del sistema y que se incremente el flujo ener- ban la supervivencia de las especies como el resultado de los procesos de
gético total a través del sistema” (Lotka, 1925: 35). La importancia evolutiva de variación-selección-retención, y a los cuales les brinda una base lógica. Desde
este argumento la señala Adams (2005: 87) con las siguientes palabras: el finalismo se evoluciona “hacia” estados de perfección, complejidad, aptitud,
mejoramiento o mayor captura de energía. Para la energética social se evolucio-
En términos generales, una señal de que la selección natural favorece a las na “desde”, porque no se puede hacer otra cosa frente al “apuro entrópico”. La
sociedades que más energía disipan es el hecho de que las sociedades diferencia es más que conceptual. Según Tyrtania (2009: 35), en términos de
que sobreviven y han florecido hasta el presente, dominando a sus compe- evolución:
tidores, son precisamente las que han disipado más energía.
La segunda ley opera unidireccionalmente en el sentido en que todo pro-
Este conjunto de ideas, pese a ser enfáticamente correcto, muestra aún cierta ceso energético resulta en un déficit llamado entropía. Las estructuras, al
influencia del finalismo teleológico,10 que remite de inmediato al enfoque evo- copiarse o reproducirse, son perturbadas por modificaciones pequeñas
lutivo de Spencer, ese que identifica a la “supervivencia del más apto” como o grandes, conservadoras o bruscas, que hacen imposible su reproduc-
motor de la evolución. Desde el finalismo, la adaptación al medio para garan- ción exacta. Una consecuencia de lo anterior es que no hay otro modo de
tizar la supervivencia moviliza todo el proceso evolutivo, en una lucha despia- conservar intacta una estructura, sino reproduciéndola constantemente,
dada de todos contra todos, en la que sólo los más aptos tienen oportunidad mientras se pueda, mientras haya energía para ello y de la manera más
de sobrevivir. Para que un esquema así funcione, el medio debe ser regular y parecida posible. La transmisión de una estructura tiene su propio costo, y
constante, así como energéticamente inagotable; de otro modo, la adaptación este costo, el del flujo compensatorio […] crece con el tiempo. Este hecho
a él no puede ser garantía de ninguna supervivencia. Esto lo había notado Lotka es el que inscribe una dinámica evolutiva a los procesos energéticos: los
con claridad desde principios del siglo pasado, cuando acotó la idea de que la obliga a asegurarse las fuentes de entropía baja, en un ambiente que cam-
selección natural favorece el aumento de complejidad, con la siguiente frase: bia hacia la entropía alta.
“en tanto esté disponible un residuo no utilizado de materia y energía” (Lotka,
1925: 35). Esto significa que la tendencia evolutiva favorable al crecimiento Estas pequeñas o grandes perturbaciones dan lugar a la generación de una
y la expansión podrá sostenerse, únicamente en tanto exista un “remanente gran variabilidad estructural en el corto y mediano plazos. La variación sur-
energético disponible”. ge en forma irremediable cuando los sistemas alejados del equilibrio buscan
compensar la información, la energía y la materia desgastadas en el manteni-
Pero ocurre que la energía disponible es finita (incluida la conversión solar) y miento de la operación del sistema y en los procesos mismos de replicación.
está sujeta al desgaste entrópico; y se agota conforme las poblaciones crecen. Desde esta perspectiva, la selección natural sería sólo el resultado último de
los procesos de variación; que no ocurren “para” adaptarse al ambiente, sino
“como resultado de” o “respuesta a” la acción unidireccional de la producción
10
El problema más fuerte de las concepciones finalistas de la evolución, esas que ven el proceso
de entropía.
evolutivo como un camino “hacia” un estado ideal grandioso (la perfección lamarckiana, el pro-
greso, el comunismo, la utopía, el juicio final), es que colocan ese ideal fuera del sistema lógico y La variación, una vez producida, es incorporada al ambiente sin un plan pre-
de los datos empíricos que le dan fundamento científico a la evolución. Por ello, en su momento
fue relativamente fácil hacer de la evolución la justificación del racismo, del colonialismo y todo
concebido, sin ninguna direccionalidad específica. Es por ello que Scheinson
tipo de intervencionismo, que justifica su acción en el supuesto “atraso” o “incapacidad” evolutiva (en este mismo libro) afirma que la evolución “es un proceso ciego”. En él, cada
de los pueblos sojuzgados. organismo variado, con sus características y dispositivos específicos, habrá de

42 43
buscar las mejores oportunidades de subsistir y replicarse, en un medio diná- ción por parentesco, la simbiogénesis y otras más que se discuten en la
mico y también variable, que no asegura nada a nadie. Ni mayor complejidad o literatura especializada… En total, lo que queda intacto del argumento
mayor fuerza, ni colmillos más grandes, mayor inteligencia o capacidad repro- darwiniano es su disposición abierta, la que permite expandirlo, agregar o
ductiva aseguran la sobrevivencia. Ella depende de la existencia y disponibili- quitar elementos y adaptarlos a datos que suministran las ciencias sociales
dad de la energía, de las condiciones del medio, de la forma en que se ensam- y naturales (Tyrtania, 2009: 29 y 30).
blen o interactúen los factores heterogéneos que lo componen y de la manera
en que los organismos específicos y sus comunidades —no las especies como Una característica importante de esta síntesis evolutiva moderna, es que per-
un todo— logren conjugar esas condiciones en el corto y mediano plazos. La mite reducir la brecha epistemológica abierta entre “las dos culturas”, la de las
selección natural habrá de operar en el largo plazo, eliminando aquellas rutas ciencias naturales y la de las sociales, en relación con la evolución. Desde la
de variación que en su momento no consiguieron sobrevivir ni replicarse; o, energética social, la evolución sociocultural operaría bajo los mismos princi-
sin eliminarlas del todo, manteniéndolas en un estado latente —de poca pro- pios con que lo hace la evolución biológica: esto es, estaría sujeta a los mismos
babilidad, pero también de poco gasto energético—, puesto que en un medio mecanismos de variación-selección-retención, toda vez que los sistemas so-
cambiante y errático es un lujo peligroso eliminar rutas probables y probadas cioculturales también gastan y disipan energía, y dependen del flujo creciente
de subsistencia. El hecho de que los procesos evolutivos sean “ciegos” nos de ella para su operación, crecimiento, expansión y replicación. Como bien
permite, además, postular la idea de una evolución en la que —pese a la exis- señala Scheinson (en este mismo libro), la condición para aplicar el concepto
tencia de tendencias claras hacia la complejidad— la simplicidad estructural darwiniano de evolución a las sociedades humanas consiste:
pueda revestir la misma, o mayor, efectividad al momento de modular y con-
trolar los flujos y las relaciones necesarios para perpetuarse, vía la generación […] por un lado, en derribar esta idea de la naturaleza y la cultura como
de estrategias de articulación comunitaria o social, como es el caso de diversas cuestiones separadas. Por otro, pensar a la sociedad humana como una
cepas bacterianas, de las estructuras virales o las sociedades campesinas. sociedad más, dentro de las sociedades animales [aunque con] una serie
de particularidades; que, por otra parte, también las tienen otras especies.
Es cierto que todo ser vivo, en lo individual, lucha de diferentes maneras por
sobrevivir. No importa que se trate de una bacteria, un anfibio o un mamífero, Las particularidades de la especie humana, en el contexto de la evolución ge-
en cualquier situación éstos harán lo necesario para contar con los suministros neral de las especies, son múltiples y de gran importancia, pero no significan
requeridos para su mantenimiento. Sin embargo, las especies enfáticamente novedades evolutivas inéditas entre los seres vivos. Su importancia es de gra-
individualistas resultan numéricamente muy pequeñas en comparación con las do —esto es, de la muy alta dependencia de ellas para la supervivencia huma-
especies gregarias; y prosperan sólo en nichos ecológicos específicos, donde na— no de excepcionalidad. De entre ellas, dos son las que marcan con mayor
las gregarias son mayoría. Ante un medio dinámico, donde la variabilidad cli- claridad la particularidad evolutiva de la especie humana —insistimos, no su
mática y las fluctuaciones originadas al interior de los sistemas pueden afectar excepcionalidad— frente al resto de los seres vivos: a) la importancia adaptativa
la disponibilidad de los insumos, las estrategias de asociación interespecífica de la construcción de estructuras verticales de expansión (Adams, 2007), y b)
e intraespecífica permiten el despliegue de respuestas adaptativas inmediatas la capacidad de simbolizar y construir con ello estructuras complejas de pen-
que no tienen que esperar las largas y tortuosas secuencias de la variación samiento, comunicación y asociación.
y selección genéticas. De estas respuestas inmediatas, dos son de particular
importancia en términos evolutivos: a) el surgimiento de conductas grupales En general, todas las especies tienden a expandirse horizontalmente en el es-
emergentes, esto es, de aquellos comportamientos que no se manifiestan pacio, buscando colonizar los más diversos nichos ecológicos posibles. Son
cuando los organismos individuales actúan en forma aislada, pero que se ma- pocas, en cambio, las que hacen esto con base en la construcción de estructu-
terializan cuando éstos interactúan con otros de su misma o diferente especie, y ras jerárquicas verticales.11 Roberto Varela (2002: 91), siguiendo de cerca a R.
b) el surgimiento de relaciones simbióticas y la conformación de sociedades; esto N. Adams (1982 y 2007), afirma que en la expansión humana la construcción
es, el ensamblaje de nuevas estructuras cuya autoorganización es una fuente
inigualable de estabilidad en contextos de azar, caos y fluctuaciones. Así, una
síntesis moderna del proceso evolutivo deberá conservar: 11
Los llamados animales sociales (abejas, hormigas y termitas) son los ejemplos más claros de
especies que también construyen estructuras verticales (jerárquicas) complejas. Desde nuestro
punto de vista, los diferentes procesos de asociación inter e intra específicos no son otra cosa
[…] el esquema explicativo de la variación sometida a selección, pero in- que experimentos de diferente nivel e intensidad en la construcción de estructuras verticales de
cluye otras fuerzas o potencialidades evolutivas, tales como la mutación expansión. Desde luego, ninguno iguala a la expansión vertical humana en magnitud ni en impor-
aleatoria, la deriva génica, la recombinación, la selección sexual, la selec- tancia estratégica para la supervivencia.

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de jerarquías resultó crucial para la particularidad evolutiva de la especie hu- Desde luego, estos niveles más complejos podrán prosperar y perpetuarse “en
mana. El proceso de expansión humana estaría, así, compuesto de dos fases: tanto exista un remanente de energía disponible” que permita todo esto. Pero
vale la pena preguntarse si se puede llegar a un punto en el cual las formas
La primera fue la expansión horizontal, i. e., la reproducción de estructuras de resolver “el apuro entrópico” conduzcan al agotamiento de las fuentes pri-
disipativas semejantes en su nivel de complejidad a todo lo largo y ancho mordiales de energía —como en el caso de los hidrocarburos— y que, lejos de
del mundo sin incremento per capita de control energético. La segunda mantener un cierto grado de equilibrio en las estructuras disipativas, no sólo se
fue y continúa siendo la expansión vertical, i. e., el surgimiento sucesivo de inhiba la expansión y la construcción de jerarquías complejas, sino que el sis-
estructuras sucesivas más complejas con base en el incremento per capita tema colapse irreversiblemente y se contraiga hasta dimensiones que nueva-
del procesamiento de energía en sus sistemas. mente permitan un estado estable, con dependencia energética restringida a
los recursos disponibles en escalas locales y de baja disipación. Gómez (2013)
La abundante construcción de jerarquías verticales en la especie humana, a su ha explorado ya esta posibilidad.
vez, fue facilitada por la inmensa capacidad de significación desarrollada por la
sociabilidad humana en su expansión evolutiva. La producción de significados Principio 6. Todo sistema alejado del equilibrio tiene “mente”.
permitió a las sociedades humanas reducir mentalísticamente la complejidad,
por lo que esta capacidad se convirtió en un vehículo clave para el incremento En su lucha por mantenerse lejos del equilibrio, los sistemas vivos han genera-
del control (sobre el medio y sobre otros seres humanos) y el manejo, apropia- do una serie de mecanismos12 que les permiten sostenerse y reproducirse en
ción y procesamiento de energía exosomática. Al respecto, Adams (1983: 140) medio de la fluctuación, la competencia, la variabilidad, la pérdida, la confron-
señala que: tación, la disputa y el desgaste entrópico. Un factor clave en esta lucha es el de-
sarrollo de articulaciones “mentales” que facultan al sistema para evaluar el
[…] en la medida en la que avanza la cultura, el ser humano recurre cada tamaño e importancia de las fluctuaciones (tanto internas como externas) y su
vez a detonadores no humanos: primero las herramientas manuales, luego posibilidad de afectar la continuidad y pervivencia de sus estructuraciones sis-
la domesticación de plantas y animales, enseguida el control del viento y témicas. Lo mental, en este sentido, no debe confundirse con el razonamiento
del agua, más tarde las máquinas y el combustible fósil, y más reciente- o la inteligencia, asociados a los procesos cerebrales, tan característicos de la
mente la energía nuclear. especie humana. Bateson (1991) sugiere que la mente no se circunscribe a lo
ocurrido en esa porción gris presente en diversos organismos. Él define a la
Podemos afirmar, entonces, que el proceso evolutivo general sigue el mismo mente como la articulación de elementos al interior de cualquier sistema vivo13
procedimiento de variación-selección-retención, tanto en biología como en que le permiten a éste coordinar su autorregulación. Desde esta perspectiva,
ciencias sociales, pero opera en una y otra sobre —y con— materiales diferen- la autocorrección o autorregulación es el despliegue de acciones por parte
tes. En las sociedades animales y vegetales se diversifican los individuos y sus de los mecanismos homeostáticos del sistema para identificar, reconocer y
comunidades en el corto plazo y en ese mismo plazo desaparecen; pero los adelantarse a las fluctuaciones, mediante la evaluación del posible impacto de
procesos de reproducción consiguen conservar, en el largo plazo y codificada éstas en sus posibilidades de continuidad, así como las acciones desplegadas
en los genes, buena parte de la información producida en ese proceso, por lo para regresar el sistema a su “estado ideal” o acercarse a él (resiliencia).
que es la especie como un todo la que evoluciona. En las sociedades humanas
este procedimiento opera en forma idéntica mientras la expansión es enfá- Como producto del procesamiento informativo a lo largo de su evolución,
ticamente horizontal, y evoluciona la especie como un todo. Pero conforme todo sistema guarda dentro de sí un mapa codificado del estado ideal de su
la expansión vertical se torna crucial en la supervivencia de los grupos que la funcionamiento. En palabras de Tyrtania (1992: 180):
escenifican, a la variación genética se le superpone la variación cultural y lo
que evoluciona ya no es la especie como un todo, sino los vehículos sociales […] los actores o unidades operativas conservan siempre un mapa cognos-
de supervivencia, primarios y secundarios (Adams, 1983). Estos vehículos cam- citivo que contribuye al mantenimiento de un determinado orden (relacio-
bian, se diversifican y evolucionan en plazos mucho más cortos que aquéllos
con que lo hacen los genes. Cada etapa de la historia formal de la humanidad
puede, entonces, ser entendida como un proceso de crecimiento, desarrollo y 12
Véase la nota 7.
13
Bateson (1991) asocia el fenómeno mental a los circuitos cibernéticos de realimentación, por
expansión, en el que surgen nuevos niveles de integración o vehículos sociales lo que no tiene problema en incluir allí el mundo físico de las máquinas y artefactos construidos
de supervivencia. por el hombre, y dotados de mecanismos homeostáticos. Nosotros restringimos el campo del
concepto sólo a los seres vivos.

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nes espacio-tiempo). La peculiaridad de una memoria de este tipo consiste Para el caso específico de las sociedades humanas, Tyrtania (1999) señala que
en que no sólo sirve en la medida en que la vida (o la evolución) actúa en los procedimientos de ensayo-error-corrección permiten vincular las prácticas
forma repetitiva, sino que también puede compensar cambios imprevistos, y asociaciones causales inmediatas, con los resultados de largo plazo que se
o que está abierta a la novedad. decantan en la cultura. Pero, vale aclarar, una vez más, que la autocorrección
operada por los mecanismos mentales tampoco debe ser vista como una pro-
Nuevamente, desde este punto de vista, la idea de “mapa” debe tomarse con piedad exclusiva de los sistemas vivos dotados de cerebro. Bateson (1991:
cuidado. No implica que los sistemas tengan escondido en algún rincón oscu- 515), por ejemplo, identifica características mentales en una amiba que, pese a
ro el microchip que contiene sintetizado el mapa de cada subsistema —menos que tiene circuitos nerviosos muy rudimentarios, se moverá con mayor rapidez
de la totalidad—, o el código para hacerlos inteligibles. En realidad el “mapa cuando esté hambrienta que cuando esté saciada; también reconoce caracte-
del sistema” no está disponible en forma transparente, ni para el propio siste- rísticas mentales en “un bosque de pinos gigantes de California o un arrecife
ma ni para sus componentes individuales ni para los sistemas conexos con los de coral”. Esto tiene sentido si definimos a la mente, junto con Tyrtania (2009:
que realiza intercambios; tampoco para los científicos de las diferentes disci- 332), como el “conjunto de los mecanismos de realimentación del sistema”,
plinas que intentan dar cuenta de él. El mapa hay que inferirlo, adivinarlo, en- que permiten su autorregulación.
sayarlo, decodificarlo o interpretarlo. Esto es así, debido a que en los sistemas
alejados del equilibrio la información y sus modelos corren, se intercambian, Dado que los sistemas alejados del equilibrio son, en esencia, el resultado del
se procesan y almacenan por todas las líneas del sistema, en especial por sus ensamblaje de sistemas disipativos de distinta naturaleza (Adams, 2001), cada
mecanismos especializados (pero no exclusivamente por éstos), ninguno de uno de los componentes menores del sistema, en tanto estructuras también
los cuales tiene acceso a la totalidad. Como señala Ortiz (2013), hablar del complejas, desarrollan mecanismos mentalísticos propios para el manejo y
mapa del sistema es en realidad una simplificación: procesamiento de las fluctuaciones en el sector metabólico que les es atin-
gente. Como ha señalado Ortiz (2013):
Lo que existen son, en todo caso, “mapas fragmentarios”, que se ubican aquí
y allá, y cuya suma —en los organismos más complejos (los dotados de ra- Al interior del cuerpo humano, por ejemplo, trabajan organismos especia-
ciocinio)— puede dar lugar a una idea aproximada del funcionamiento de las lizados que procesan información sin que ésta sea accesible o esté con-
condiciones reales de la totalidad del sistema; pero también la puede dar trolada por el cerebro. Es el caso de los mecanismos que cierran o abren
sumamente distorsionada.14 los cornetes de la nariz en presencia de partículas que esos mecanismos
detectan, ya como inocuas, ya como peligrosas para el funcionamiento del
Todos los sistemas, tanto los físicos como los bióticos y los sociales, manifiestan sistema respiratorio. Es el caso, también, de los glóbulos blancos, que son
respuestas ante las fluctuaciones del medio. Pero, como señala Bateson (1991: capaces de discriminar si una bacteria establece relaciones funcionales
514), “Si damos un puntapié a una piedra, se desplazará con la energía que con el sistema o bien busca parasitarlo. Esto ejemplifica cómo es que la
recibió del puntapié. Si damos un puntapié a un perro, se desplazará con la información del sistema fluye por todos los componentes de éste.
energía que obtuvo de su metabolismo”. La diferencia no depende de si el mo-
vimiento es producto del manejo de energía en forma somática o exosomática. Así como en el cuerpo humano no toda la información esencial para su funcio-
Más bien, depende de la existencia o ausencia de circuitos de realimentación namiento pasa por su mecanismo centralizado de procesamiento (el cerebro),
que permitan convertir la energía disponible en el sistema, en señales informa- así tampoco en el resto de los sistemas vivos y en las sociedades humanas la
tivas que liberen respuestas sistémicas de “autocorrección”. información funcional esencial depende de lo que procesen los mecanismos
especializados de procesamiento (el cerebro, las universidades, los sistemas
nerviosos, los aparatos de inteligencia del Estado).15 La mente del sistema, en-
tonces, está compuesta por la suma de los mecanismos y los procesos meta-
14
Tyrtania (2007: 35) ha señalado que gran parte de la evolución humana “se produce en términos
de imágenes borrosas, valores que se resisten al cálculo y símbolos que no son compartidos por
todos nosotros. Es por esta razón, entre otras, que en las sociedades humanas todo pasa por la 15
El hecho de que el cerebro, la razón o las instituciones especializadas en manejo informativo no
política. La política es un elemento omnipresente en todas las relaciones humanas, de ahí que los dominen ni centralicen la totalidad de los intercambios de información no significa que unos u
modelos deban tomarla en cuenta. Ahora bien, en tanto manera de ponerse de acuerdo, la política otros resulten superfluos para los procesos evolutivos de las formas vivas de existencia. De hecho,
resulta muy cara, tanto en términos energéticos como económicos”. Adams (2001: 177) comple- el uso de la razón y la producción de significado han permitido que las sociedades humanas de-
menta lo anterior al afirmar que nuestro gran éxito adaptativo, la cultura y nuestra capacidad de sarrollaran formas de adaptación que las hacen específicas —pero no esencialmente diferentes—
simbolización, “nos distraen enormemente a la hora de tomar decisiones”. respecto del resto de los seres vivos.

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bólicos de los que el sistema se ha dotado para reconocer y procesar los flujos como resultado incluso la identificación del conocimiento con entropía
de información. baja (negativa).

Principio 7. Todo sistema alejado del equilibrio procesa y consume información Pero la relación entre energía e información va más allá de la mera coinciden-
en su lucha por alejarse del equilibrio. cia algebraica. Es tal la imbricación entre una y otra, que Tyrtania (1999a: 202)
ha definido a la información como el “aspecto intangible del flujo energético,
Una de las características básicas de un sistema alejado del equilibrio es que sin el cual éste no puede ser reconocido”. En razón de ello, en este trabajo
está abierto al intercambio de flujos de materiales, energía e información. De defendemos la idea de que la información no es entropía que camina en el
esa triada, el elemento menos comprendido es el de los intercambios de flujos sentido inverso a la flecha del tiempo (entropía negativa). No se trata, como
de información, que desde las ciencias de la comunicación han sido reducidos pareciera sugerir Hamilton16 que, por un lado, la energía y la materia se des-
a mensajes; desde la lingüística a reglas de articulación, desde la ingeniería a gasten, pero produzcan estructuración informativa en el sentido inverso. La
datos y desde la semiótica a significados. En ninguna de esas disciplinas suele información también está sujeta a desgaste, como lo puede comprobar cual-
establecerse la relación entre esos y otros niveles en que se puede analizar quiera que haya jugado al “teléfono descompuesto”, intentado reconocer un
el fenómeno informativo, mucho menos sobre la interdependencia entre los rostro en una foto antigua o traducir una obra literaria a un idioma extranjero.
intercambios de información y los de materiales y energía. Son la cibernética
y la energética social las que han transitado por ese camino al insistir en la Es probable que su asimilación con “entropía negativa” esté asociada a su ca-
importancia de la información en la construcción o emergencia de estructuras rácter intangible. Pero intangible no significa inmanente, pues la información
sistémicas complejas. no constituye un flujo independiente, no flota en el aire, sino que sólo se pro-
duce asociada a intercambios de materiales y energía que le sirven como base.
Siguiendo esas tradiciones científicas, Bateson (1991) define a la información Lo interesante, en todo caso, es que —quizá por ese carácter intangible— los
como la “diferencia que hace la diferencia”. Definición que, pese a su aspecto sistemas vivos y los sociales han encontrado múltiples maneras de reducir el
simple y relacional (o quizá gracias a ello), permite identificar manejos informa- desgaste y la pérdida de ella (los rituales, los mitos, la memoria colectiva, el
tivos tanto en los sistemas físicos como en los vivos y en los de carácter social, in- instinto, los códigos genéticos, la escritura, las redes de intercambio, los dic-
dependientemente de la complejidad o simpleza de los mensajes transmitidos cionarios) y recuperar información desgastada en la construcción de nuevas
o de los mecanismos especializados del sistema para procesarlos, reconocer- estructuras. Así como en cualquier intercambio de energía y materiales viajan
los y transformarlos en acción. En concordancia con ello, Tyrtania (1999: 202) encriptados o se producen en el momento diferencias sistémicas susceptibles
define a la información como “el resultado del impacto de un sistema en el de ser reconocidas como información, así cualquier proceso deja rastros infor-
ambiente del otro”; lo cual está a tono con la idea de Adams (2007) de que mativos de sí mismo, irremediablemente asociados a la energía y la materia
la información es, ante todo, “diferencia que adquiere sentido en el sistema desgastados, pero depositados en huellas o marcas diferentes. Debido a ello,
mayor envolvente”. es posible para algunos seres humanos (los paleontólogos, por ejemplo) re-
conocer el paso de dinosaurios por determinadas rutas mediante el análisis
La información se caracteriza, entonces, por ese su carácter dual: intangible y de sus huellas fijadas en el alquitrán, pese a que tal actividad haya ocurrido
relacional, que adquiere relevancia sólo en medio de los intercambios de flujos, hace millones de años. Pero esto se puede hacer siempre que se invierta una
donde puede emerger como diferencia. No obstante ello, tiene propiedades cantidad creciente en energía, materiales y, sobre todo, más información en
que han sido descritas con un lenguaje muy semejante al usado para descri- la tarea, sin los cuales resulta imposible activar y poner a trabajar los códigos
bir el comportamiento de la energía. Al respecto, afirma Georgescu-Roegen y los mecanismos adecuados para su fijación, almacenamiento, transmisión,
(1999: 122) que: recuperación, procesamiento y decodificación.

El responsable de haber abierto las puertas a esta expansión es Claude En este sentido, no es asunto relevante la escasez, abundancia o cualidad de la
Shannon. Al descubrir, en su innovadora contribución de 1948, que el nú- información. De hecho, cualquier variación, o “diferencia que haga diferencia”,
mero promedio de mensajes por señal está dado por la misma fórmula al-
gebraica que la propuesta por Boltzman para la entropía, Shanon se refirió
a este promedio en términos de “entropía de la información”. El término ha 16
“…un sistema no puede operar sin producir entropía, pero tampoco puede expandirse y evolu-
fascinado desde entonces. Una confusa metamorfosis semántica ha dado cionar sin producir información: el paso de la energía a través del sistema evolutivo, tiene conse-
cuencias constructivas y destructivas a la vez” (en Tyrtania, 2009: 92).

50 51
puede ser vista como insumo informativo potencial. Pero el que pueda operar tar y de estrés). Aunque cada parte del sistema registra y responde en for-
como tal dependerá, más bien, del tipo de mecanismos de ensamblaje-de- ma diferencial ante condiciones de estrés, el resultado de conjunto tiende
codificación-interpretación que, en su evolución, el sistema haya desarrollado o trata de estar coordinado ante las amenazas. Al trasladar este enunciado
para reconocerla y procesarla. Al igual que ocurre con la energía —como lo ha hacia los sistemas sociales, no debemos caer en la tentación de postular
señalado White (1964)—, la información no hace nada por sí misma, sólo resulta la existencia de una “mente social” o de una “conciencia colectiva”, entre
relevante cuando es puesta a trabajar por los diferentes mecanismos del sis- otras cosas porque las sociedades humanas tienen una historia evolutiva
tema, de forma que ayude a éste a mantenerse alejado del equilibrio. En los muy reciente, y sus mecanismos de coordinación más rápidos, eficaces y
organismos más simples la información suele operar transformada en impul- antiguos están dispersos en forma de grupos de identidad, familias o et-
sos, vibraciones, reacciones químicas o respuestas mecánicas. En los sistemas nias. Lo que existe en los niveles sociales más inclusivos (las formaciones
sociales humanos el trabajo de ensamblaje/decodificación/interpretación tie- estatales y los bloques mundiales) es una multiplicidad de instituciones y
ne —además de aquéllos— un componente pobremente desarrollado en otras funciones orientadas a centralizar, concentrar y procesar la información, y
especies: el de la producción de significado. Éste ha sido a tal grado impor- buscar respuestas coordinadas a ella. En algunos sistemas con una historia
tante en la evolución humana, que ha dado lugar a una articulación altamente evolutiva más larga, esta coordinación puede dar lugar a una alta centra-
compleja de mecanismos y estructuras de procesamiento, a las que se les ha lización. Pero —debemos insistir— ésta no es garantía de mayores oportu-
denominado saber, conciencia, razón, ciencia o filosofía. Todos esos conceptos nidades de supervivencia. Eso depende del medio. Algunos organismos
describen diferentes grados y modalidades con que los mecanismos humanos con dispositivos de manejo muy rudimentarios pueden tener una captura
—individuales y sociales— transforman la información “cruda” en conocimiento. y procesamiento de información altamente eficientes, como en el caso de
las amibas y otros organismos unicelulares.
La información, entonces, juega diferentes papeles en la lucha de los sistemas
por mantenerse lejos del equilibrio: c) Información como memoria o huella de procesos. Al igual que ocurre con
la energía que debe reconocer y manejar, la información sufre pérdidas
a) Información como insumo. Es el registro de todas aquellas “diferencias” o y desgaste en su paso por el tracto informativo del sistema. No obstante,
“impactos” que los sistemas recogen del medio para poder operar cerca Bateson (1991) sostiene que todo proceso recurrente genera una huella
de lo dispuesto en el mapa del sistema. Al operar y realizar intercambios en de sí mismo, una marca, una impronta, un “testimonio” resistente de su
un medio fluctuante y caótico, al tiempo que con diversos niveles de orga- degradación, que queda ahí, en el flujo informativo, disponible para quien
nización y estructuración, los sistemas vivos y los sociales necesitan recabar quiera y pueda “leerlo”. Dependiendo de su grado de recurrencia, es po-
información tanto del tamaño, cualidad y nivel de las fluctuaciones, como sible que varias de estas “marcas”, depositadas al interior de un sistema
de las recurrencias y patrones que se generan desde los diversos órdenes dado, se intercepten, superpongan, jerarquicen y organicen, hasta gene-
estructurales con que interactúan. rar lo que líneas arriba describimos como “mapa del sistema”, que no es
otra cosa que la codificación “in-formada” que adquiere la estructura del
b) Información funcional. Las diferencias e impactos recabados del medio son sistema (Ortiz, 2013). En la lucha por la sobrevivencia, resulta energética-
puestos a circular al interior del sistema para que los mecanismos especia- mente oneroso someter todas las elecciones conductuales a las inciertas
lizados los procesen e in-formen, de manera tal que quede disponible para fluctuaciones de lo inmediato. Por ello, los sistemas alejados del equilibrio
que los diferentes sistemas y subsistemas operen las acciones activas o tienden a buscar la manera de que las huellas de los procesos se transfor-
correctivas pertinentes (o posibles). La función esencial de esto consiste en men en aprendizaje. Cuando una respuesta aprendida ha demostrado efi-
poder reconocer los flujos energéticos que les son pertinentes al sistema cacia, se favorecerá el surgimiento de mecanismos que logren transmitirla
en general y a cada una de las partes ensambladas de él, necesarios para hacia la descendencia. En la mayor parte de las especies animales estos
que el sistema pueda operar. Es tal la importancia del procesamiento y ma- mecanismos han privilegiado la transmisión de la experiencia mediante su
nejo informativo para la operación de los sistemas alejados del equilibrio codificación en señales bioquímicas y mecánicas; en la sociedad humana
que, en sistemas como el cuerpo humano, alrededor de una quinta parte esto se logra preferentemente por medio de la cultura.
de toda la energía consumida se dedica a sostener en operación su meca-
nismo centralizado de procesamiento informativo (el cerebro). Esto es así,
porque en este tipo de organismos, desde el mecanismo centralizado se
toman decisiones clave para la continuidad del sistema (comunicación, re-
gistro de olores, de movimiento, de amenazas, de condiciones de bienes-

52 53
CONCLUSIONES la noción de sistema es sólo eso, una noción, no una realidad observable, es
una metaconcepto que nosotros ponemos frente al objeto observable para
La ciencia tradicional ha tratado de superar la “Babel epistemológica” existente hacerlo inteligible.
alrededor de la relación entre naturaleza y cultura, buscando y fomentando el
diálogo y el acercamiento multi e interdisciplinario. No obstante, la separación, La energética social es una propuesta epistémica que favorece de especial
polaridad e inconmensurabilidad alcanzada por las teorías, metodologías, manera el diálogo transdisciplinar, toda vez que surge como síntesis y articula-
encuadres, tradiciones de investigación y lenguajes disciplinarios en ambos ción de una serie de propuestas paradigmáticas que buscan explicaciones al-
lados de las “dos culturas” es de tal profundidad, que no basta con formu- ternativas a las de la ciencia clásica o mecanicista, tales como las matemáticas
lar preguntas comunes de investigación o buscar metodologías compartidas no lineales, el paradigma de la complejidad, la teoría general de sistemas, el
para lograr el anhelado diálogo disciplinar. Cualquier propuesta de investiga- constructivismo epistemológico o la teoría de los sistemas disipativos. Al incor-
ción que intente borrar o, por lo menos, difuminar las fronteras entre “socie- porar la segunda ley de la termodinámica al análisis de los fenómenos vitales,
dad como cultura” y “ambiente como natura” está obligada a desmantelar los la energética social también provee de una serie de principios epistémicos
principios sobre los que se basa la radical separación entre esos dos ámbitos. que facilitan la integralidad transdisciplinaria, particularmente por la forma en
Se hace necesaria, en consecuencia, la construcción de nuevos marcos episte- que permiten derrumbar las fronteras entre naturaleza y cultura, apartarse de
mológicos por medio de los cuales se puedan cruzar las diferentes posturas y la simetría, el determinismo y el orden newtonianos y superar las ideas de infi-
aportes disciplinarios, y desde los que las propuestas específicas de investiga- nitud, equilibrio y completud —asociadas a la primera ley— en los procesos de
ción puedan generar nuevos encuadres analíticos, así como nuevas preguntas transformación, reproducción e intercambio.
y problemas válidos a investigar. El objetivo es lograr una clara postura de in-
tegralidad entre los elementos naturales y sociales en la comprensión de los Los siete principios aquí incluidos no pretenden convertirse en la epistemo-
cambios y transformaciones de ambos en contextos espaciales y temporales logía base para la comprensión y análisis de todo tipo de sistemas alejados
específicos. Eso entendemos nosotros por transdisciplina. del equilibrio, sino únicamente indicar las posibles rutas por las que se debe
transitar en la consecución de ese objetivo. Es una discusión inicial que trata
En la búsqueda del diálogo transdisciplinario resulta clave la noción de siste- de buscar soluciones diferentes, de ver las cosas desde otras perspectivas, y
ma alejado del equilibrio, la cual hemos definido como: fluctuación estabiliza- convoca hacia ella las mentes creativas interesadas en acortar las distancias
da que facilita el ensamblaje, alineamiento y realimentación de componentes que separan “las dos culturas” de las que hablaba Snow. Es una propuesta que
físicos, químicos, bióticos, ecológicos, económicos, conductuales, mentales y aún debe mostrar su pertinencia en la resolución de problemas específicos
sociales, en un espacio determinado y en una temporalidad también específi- de investigación, para lo cual habrá de utilizar quizás las mismas herramien-
ca. Al interior del SAE, todos los elementos de soporte, tanto estructural como tas, quizás las mismas metodologías o inventar nuevas, pero mirando las cosas
funcional, y que conforman en lo general la estructura, se interrelacionan de desde nuevas perspectivas epistémicas y ontológicas, que muestren un mun-
manera dinámica y fundamentalmente no lineal en presencia de flujos de ma- do dinámico, abierto y finito, como lo es este que habitamos.
teria, energía e información para dar como resultado los procesos de función
u operación del sistema, de tal forma que las capacidades de producción y Se trata de aportar para la comprensión de la relación natura-cultura bajo
reproducción, el control de flujos, la homeóstasis y la resiliencia pueden ser una perspectiva sistémica. De allanar los caminos para que las interacciones
consideradas como cualidades emergentes del sistema. transdisciplinarias puedan brindar nuevos elementos al conocimiento de esa
relación y abonar a las cada vez más urgentes soluciones novedosas para el
Aun cuando el concepto no es del todo nuevo, abre otras perspectivas para mantenimiento del hábitat social. De entender que, más que la existencia de
aportar posibles soluciones a los problemas que, en todos los ámbitos del que- un binomio entre natura y cultura, lo que tenemos enfrente es un continuo
hacer cotidiano, se deben resolver para asegurar la permanencia de la especie sistémico en el que el ser humano, agrupado en diversos tipos de conjuntos
y de sus formas sociales. Es un concepto que se construye y se genera en el sociales, es un ente ecológico que lucha por la sobrevivencia y compite por
diálogo con diferentes lenguajes para entender el fenómeno desde visones los recursos, bajo las mismas lógicas procesuales y energéticas que las demás
más holísticas. Esto no significa que las ciencias de la complejidad deban re- especies que habitan el planeta.
definir su objeto de estudio hacia la noción de sistema alejado del equilibrio.
Por tanto, nosotros lo definimos no como un objeto de estudio, sino como un
metaconcepto, como un elemento metodológico y conceptual al mismo tiem-
po, que facilita enormemente el análisis de las realidades complejas. De hecho,

54 55
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complejo que recupera la comprensión analógica entre las ciencias de la com-
plejidad y el problema de la transdisciplina.

RENÉ MAGRITTE. LO QUE ES Y NO ES

Existe quien acusa a René Magritte como el más academicista de los surrealis-
tas. En la frontera de lo didáctico, de lo expresivo y de lo representativo, a su
arte se le denomina ilusionismo perverso (Solana, 2010).

Explorando las superposiciones, los estereotipos y las iteraciones, Magritte


construye un ensayo de la vista que demanda, en su abordaje paradójico, una
crítica acerca de la facultad humana de entender la realidad.

Un entendimiento a la vez ficcional e impreciso, contundente e incierto. Ficcio-


nal en tanto que invención; impreciso por parcial y condicionado a la estructura
perceptiva; contundente en tanto que necesario para otorgar sentido; incierto
porque depende de la ubicación espacial y cognitiva del observador, quien es
vulnerado —como la naturaleza— por el tiempo. Una concepción heracliana: lo
que consideramos que es no permanece en tanto su inmutabilidad, sino por
su creación; la cual ocurre, para el humano, en la fragilidad de su percepción y
de su entendimiento (ceci n’est pas une pipe).

* Director Académico. Multiversidad Mundo Real Edgar Morin, gustavo.casas@edgarmorin.org.

58 59
En un montaje inspirado en Magritte, titulado “The concept of time”, de cara a el surrealismo). Harvey se preocupa en aclarar que modernismo y posmoder-
lo que significa la complejidad y el concepto de trama, se encuentran sencilla nidad no son lo mismo; el primero implica un renovado criticismo hacia el pa-
y densamente reunidos elementos representativos en la obra del pintor belga: sado con intención renovadora, especialmente para el arte; y la segunda, por
un marco, el lienzo que es fondo, reclamando formas, y un hombre mirado su apertura a la recuperación de lo clásico y de lo moderno, con desaprensión
por el espectador, que mira al hombre que mira un reloj que incrustado en un formal, destacando la referencialidad y el eclecticismo (Harvey, 1998).
marco, el lienzo que es fondo… Y en la medida en que la vista del espectador
se desplaza al fondo, que es quizá el efecto del tiempo, ve desvanecerse la Pudieran considerarse a las ciencias de la complejidad y al pensamiento com-
imagen del hombre que no es el mismo cada vez, pues su postura física se plejo motores e integrantes de eso que Harvey denomina ciencia posmoderna.
invierte cada vez. Resulta interesante ubicar los dos problemas que, desde mi perspectiva, están
en la base de la ciencia posmoderna: el lenguaje y el tiempo. Fenomenología,
Esta imagen instala al observador en la paradoja del tiempo, la iteración hace hermenéutica y semiología empujando redefiniciones epistemológicas; así
el efecto de la ralentización; imagen que recuerda a Jorge Luis Borges y su como renovadas investigaciones físico-químicas desarticulando y redefiniendo
jardín de los senderos que se bifurcan, a Julio Cortázar y su continuidad de las leyes de la naturaleza.
los parques, a Goerge Perec y el aumento. Para algunos, literatura fractal, una
literatura de la iteración, que se emparenta con una geometría no euclidiana, En las denominadas ciencias duras, sabemos, la escuela de Bruselas ofreció
en rupturas con lo cartesiano. hallazgos desde la termodinámica, mientras que las palabras información y
comunicación tomarían una relevancia capital en los debates que iban desde
Al colocar el reloj y el fondo que se difumina, aquel anónimo que homena- la informática hasta la filosofía del lenguaje y de las ciencias.
jea a Magritte, re-integra al devenir, lo evidencia en una imagen estática: una
imagen que parece superar lo que es, toda vez que pueda expresar lo que no Aunque con una perspectiva sociológica, a esto se refería Harvey cuando afir-
es. Fatalidad y fecundidad. El misterio de la imitatio aristotélica, de eso que mó: “Por debajo de la apariencia de las ideas de sentido común y presun-
denominamos fácilmente, porque nos desnuda profundas incomprensiones: tamente “naturales” sobre el espacio y el tiempo, yacen ocultos campos de
creación. ambigüedad, contradicción y lucha. Los conflictos no sólo nacen de aprecia-
ciones subjetivas reconocidamente distintas, sino de las diferentes cualidades
EL PROBLEMA DEL TIEMPO materiales objetivas del tiempo y el espacio que son consideradas decisivas
para la vida social en situaciones diferentes” (Harvey, 1998: 229).
Si aceptamos a Descartes y a Bacon como los primeros en proponer y exigir
una teoría del conocimiento en la ciencia moderna, y los aceptamos como los En términos físico-químos, Ilya Prigogine, Peter M. Allen y Robert Herman re-
fundadores de las metodologías contemporáneas, amanecemos, según David cuerdan que la dinámica clásica daba respuesta al mundo físico en términos
Harvey (1998), ante el imperio de lo espacial en la ciencia moderna. El tiempo de trayectorias, generalmente bajo la idea de un mundo “unidireccional”. En
ocupará un papel secundario. esta lógica no había distinción entre el futuro y el pasado. Pero en el caso de
los procesos evolutivos es fundamental introducir el problema de la dirección
Descartes propone dos sustancias como componentes de las dos existencias del tiempo. A partir de esto, Prigogine y sus compañeros de investigación
—dios y “yo”—: la extensión y el pensamiento. Se destaca la primera: funda- manfiestan interés en el problema de la evolución, la diversificación y la com-
mento de los seres corpóreos, entendida como anterioridad de los cuerpos plejidad (Prigogine et al., 1999: 51).
(espacio geométrico). Bacon, por su parte, dirige su interés a la resolución de
problemas particulares en un “aquí y ahora”, para dominar el mundo y las fuer- Campos de ambigüedad, conflicto, tiempo, contradicción, subjetividad, diferen-
zas de la naturaleza. La ciencia moderna en sus fundamentos epistemológicos. tes condiciones materiales objetivas; en el fondo, sin participar del concepto,
Harvey reconoce eso que Prigogine denominó complejidad y los problemas de
Para Harvey el principio de la ciencia posmoderna está en la disolución de una propuesta epistemológica y socio-antropológica posterior, el pensamiento
las fronteras entre las categorías de análisis entre las disciplinas y ciencias, así complejo.
como en la preocupación aguda por problematizar el tiempo. La raíz de la
ciencia posmoderna, dice, estaría en el modernismo (obras como En busca del
tiempo perdido, Ulises, Madame Bovary, en literatura; en filosofía basta con
hablar de El ser y el tiempo; en arquitectura, la escuela Bauhaus; en la pintura,

60 61
COMPLEJIDAD Y TRAMA Artistas y científicos, en nuestro tiempo, pese a la contundencia de lo efíme-
ro, procuran hacer de su trabajo (en el presente) promesa de futuro, más allá
Aceptemos en principio que a quien corresponde la denominación “compleja” de sí mismos y su mortalidad. Aquí se ancla, en temas menos intelectuales, la
es a la realidad. Ésta tiene aquellas características que supone el origen etimo- penosa lucha de los técnicos por mantener la promesa de la juventud, como
lógico destacado por Edgar Morin: interrelación, conjunto de relaciones, etc. resistencia (cuando menos cognitiva) a las perturbaciones de la degradación
Compleja por azaroza e incierta, por su devenir y propiedad intervinculante. física y de las facultades intelectuales.
Nos vemos exigidos por la realidad, la vivimos y nos preguntarnos por ella en
razón del cambio (Velilla, 2002), porque nos involucra en un problema funda- Drama de la investigación y del arte. Ansiedad por dar respuesta, por saber,
mental, para toda concepción que reivindica “lo complejo”: la irreversibilidad por comprender, por expresar simbólicamente.
del tiempo (Tyrtania, 1999). El tiempo que atraviesa a la naturaleza y a los seres
vivos, que a la manera de Laborit y su biología del comportamiento resisten al En las relaciones de la trama de la vida, los organismos vivos son sistemas y se
cambio, procuran mantener su estructura y se desestabilizan en su aparente asocian a otros organismos-sistemas. La razón de la existencia de esta trama
regularidad o normalidad. En general aquí radica la posibilidad de interpretar está en los modos en que se dan las relaciones entre los organismos: diversas
la complejidad y la vida como una trama y como drama (desde la perspectiva y, en general, mediadas, fronterizas siempre.
humana), cuestión semánticamente asociada a la noción de complexus.
FRONTERA, SISTEMA Y TRANSDISCIPLINA
De origen latino, el concepto de trama guarda una fuerte asociación semántica
con complexus. Cuestión que destaca en obras como La trama de la vida, de Frontis y limes serían los vocablos del latín que definen la cualidad de distin-
Fritjof Capra (1996) y La complejidad de lo social: la trama de la vida, compila- guir y promover diferencia entre una unidad observable y otra, así como la
ción a cargo de Rafael Alberto Pérez e Isabel Sanfeliu (2013). existencia de esta medianía permeable que representan los márgenes contex-
tuales. La frontera no es el objeto de resguardo, los límites representan este
Recupero tres de las cinco acepciones de la palabra trama, según el Dicciona- otro espacio que se logra constituir en ésta.
rio de la Real Academia española de la lengua:
Un sistema abierto encuentra sentido en su estructura, por ello procura man-
1) conjunto de hilos que cruzados y enlazados, con los de la urdimbre, tenerla (Laborit, 1981), esta estructura se produce de la interrelación entre los
forman una tela. 2) Disposición interna, contextura, ligazón entre las par- componentes del sistema. Por las relaciones entre los componentes, el sistema
tes un asunto y otra cosa, y en especial el enredo de una obra dramática y se auto-determina y se constituye en organización similar o diferente de otros
novelesca. 3) Florecimiento y flor de los árboles, especialmente del olivo. sistemas. Por estas propiedades de similitud y diferencia, los sistemas definen
sus grados de permeabilidad o vulnerabilidad respecto del entorno.
Enlazamiento, urdimbre y relación que produce una consistencia otra. Relación
de múltiples niveles, dijera Capra, que anidan en su interior otros niveles. Es A esto apuntan Prigogine, Allen y Herman (1999, 13) cuando se plantean el
decir, también disposición interna que a la vez vincula, liga y está marcada por problema de los límites de la complejidad: la complejidad está limitada por
una condición abierta, aun cuando fronteriza. Un ser vivo, en la trama de la la estabilidad, la cual, a su vez, se encuentra limitada por la fuerza de acopla-
vida, se debe y participa del contexto, es y hace contextura. miento entre el sistema y su entorno. Y aquí la pertinencia y la relevancia del
abordaje ecosistémico para investigar la complejidad, ya desde una perspecti-
Todo ser vivo obra. Obra y acción, en general, son sinónimos. En la primera va asociada a las denominadas ciencias de la complejidad, lo que Edgar Morin
palabra el hombre ha depositado un peso simbólico, a razón del drama de la definió como “pensamiento complejo”.
perdurabilidad. De ahí la problemática bio-cultural de la herencia y del legado.
La vida y la acción humana, asociadas al problema del tiempo y del cambio, Para las ciencias de la complejidad, el panorama quedó mayormente delinea-
implican el drama de lo perecedero, de la fatalidad. do en razón de los aportes de la termodinámica, la cibernética, la teoría de sis-
temas. Mientras que, en lo tocante al pensamiento complejo, Morin reconoció
La vida, la realidad, no es el resultado de las partes fragmentadas, sino la trama, y tradujo para la epistemología y las ciencias sociales un propuesta conceptual.
la complejidad que hemos intentado entender y explicar separándola, disec-
cionándola como si fuera un objeto petrificado o muerto. Las ciencias de la complejidad y el pensamiento complejo parecían encon-
trarse cerca entre 1980 y 1990. En la primera década del siglo XXI se logra

62 63
entrever un distanciamiento, sin detenerse en los intercambios, encuentros y a niveles de disgregación y enrarecimiento sin precedentes en la historia
conflictos. El trabajo Imposturas intelectuales, de Bricmont y Sokal (1999), con- de estas disciplinas; por otra parte, el imperativo de formalización que ha
tribuyó en este sentido. surgido de los umbrales de validez establecidos por las ciencias “duras”, y
que parecen regir también sin cortapisas las aspiraciones de las “humani-
En esta segunda década del siglo XXI, algunos investigadores se permiten dades” (Mier, 2002: 83).
debatir nuevamente sobre categorías viables y entendimiento analógico-
conceptual. Estos pasos podrían ayudar a descansar el problema de llamar En las últimas páginas de este trabajo, Mier advierte dos cuestiones: la exis-
a las ciencias de la complejidad: “ciencias de complejidad reducida” y al pen- tencia de una constante formulación analógica en la antropología social, mos-
samiento complejo: “ciencias de complejidad general o ampliada” (Morin, trándolo en autores fundamentales: Durkheim, Mauss, Lévi-Strauss; y que ellos
1990); pues queda, entre otros temas, encarar un problema complicado, el manifiestan en su obra condiciones limítrofes de la reflexión antropológica,
de conciliar o debatir que las ciencias de la complejidad se inclinen por la donde los problemas de la organización de los niveles o pliegues de configu-
explicación y el pensamiento complejo por la comprensión, como horizontes ración identitaria y de las emergencias permiten hablar de lo social y lo cultural
aparentemente distantes; debate del que la fenomenología y la hermenéutica en convergencia con las teorías de la complejidad, en una dinámica particular
ya han aportardo significativamente (Gadamer hacia 1960, sin quedar entera- de visibilidad e invención que favorece al quehacer en las ciencias humanas.
mente concluido el debate al respecto) (Vigo, 2002).
CONCLUSIONES
Se puede afirmar que el problema de lo fronterizo también lo comparten la
teoría de los sistemas abiertos y el debate epistemológico acerca del diálogo Raymundo Mier refiere a Roger Callois en la denominación “disciplinas trans-
de saberes. En ambos lados de la frontera epistemológica se logra observar, versales”. Aberraciones e incertidumbre, reconocimiento de las fracturas y de
analógicamente, la impertinencia de jerarquizar las ciencias en el tiempo y la las posibilidades de interconexión en el sistema de conocimiento y, en particu-
dificultad de cercenar sus interconexiones. Cuestión que justifica la preocupa- lar, de la aventura científica.
ción de investigadores como Eric Jantsch, Jean Piaget, Edgar Morin y Basarab
Nicolescu por el concepto de transdisciplinariedad (Pérez y Setién, 2008). Una aventura que, en términos comparables para Peirce, Callois, Jantsch, Piaget,
Morin y Nicolescu, puede y debe aceptar el demonio de lo analógico. Pierce lo
Nicolescu la define como: proceso según el cual los límites de las disciplinas incluye en su concepto de Abdución, Callois en la identificación de anomalías
individuales se trascienden para tratar problemas desde perspectivas múlti- necesarias y fundadoras de otras reflexiones, Jantsch en la procuración de una
ples con vista a generar conocimiento emergente (Nicolescu, 1998). axiomática y una construcción de valores para esta “otra-disciplina”, Piaget en
la evanescencia de las fronteras como posibilidad permanente, Morin en su
Acerca de las ciencias de la complejidad y el pensamiento complejo, Raymun- concepción dialógica, Nicolescu al aceptar el reto de la axiomática de la trans-
do Mier, de manera concisa, en el capítulo titulado “Complejidad: bosquejos disciplina y pretender sistematizar sobre la noción de niveles o pliegues de
para una antropología de la inestabilidad”, menciona: realidad.

[…] a partir de la pregunta sobre la irreversibilidad, sobre las formas de Mauricio Beuchot recuerda en su trabajo Abducción y analogía, las cualidades
estabilidad, sobre la génesis de la autosimilaridad en la naturaleza, entre de perturbación e inestabilidad que pueden empujar a la emergencia en la
los muchos otros interrogantes de las últimas décadas, la situación se ha interpretación y la explicación. La analogía está entre la semejanza y la dife-
trastocado drásticamente […] Se experimenta una suerte de indefensión rencia, pero predomina la diferencia. La analogicidad nos hace movernos con
ante la vacilación de los criterios de validez incluso ahí, donde parecían conocimientos vagos y provisorios, corregibles y mejorables, lo cual nos da un
incontrovertibles: en ciertos dominios de la física, la termodinámica, la ci- margen más abierto para manejar cognitivamente el mundo (Beuchot, 1998).
nética química o la biología molecular. Por su parte, las ciencias “históri-
cas” o, como quisiera volver a llamarlas, “las ciencias del espíritu” se ven Pues entre los retos más importantes, vivencial y cognitivamente, están la irre-
impulsadas hacia las nuevas fisonomías de las ciencias “duras” por dos versibilidad del tiempo y la condición abierta al cambio y la impredictibilidad
fuerzas completamente divergentes entre sí (incluso contradictorias): por que de esto deriva.
una parte, la necesidad de novedad estimulada por el fenómeno de mer-
cado que domina el proceso de institucionalización del trabajo científico
y académico —que ha llevado a las “ciencias sociales y las humanidades”

64 65
Los investigadores que han arropado el problema de lo complejo se encuen- • Solana, Guillermo (2010). “El surrealismo y Magritte”. Diario La Jornada. Di-
tran contantemente ante la pregunta de aquello que es y está por dejar de ser sonible en: <http://www.jornada.unam.mx/2010/04/11/sem-guillermo.html>,
en sus observaciones, en sus aproximaciones explicativas o comprensivas del consultado el 11 de noviembre de 2014.
mundo. • Prigogine et al. (1999). Termodinánica de las supervivencia para las ciencias
sociales. México, UAM.
En particular, en la investigación de fenómenos sociales, la descripción y la • Velilla, Marco Antonio (comp.) (2002). Manual de iniciación pedagógica al
abstracción están constreñidas por el devenir; pues como afirmara Victor Tur- pensamiento complejo. Colombia y Francia, ICFES-Unesco.
ner, no hay tal cosa como la estática social. Es posible que, en términos de la • Vigo, Alejandro G. (2002). “Hans-Georg Gadamer y la filosofía hermenéuti-
producción científica y académica, tampoco exista esa estabilidad que pare- ca: la comprensión como ideal y tarea”, Revista de Estudios Públicos (87), pp.
cería corresponder al triunfo de lo ideológico sobre lo científico. Ésta es qui- 235-249.
zá, en el fondo, la pugna detrás de la emergencia de una noción como la de
transdisciplina.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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naria y mecanismos comunes”, en Tendencias de la investigación en ciencias
sociales. Madrid, Alianza/Unesco.

66 67
LA IMPORTANCIA DE LOS MODELOS NO LINEALES Para Sotolongo y Delgado (2006), la objetividad se deriva de la racionalidad
EN LA CIENCIA DE LOS SISTEMAS clásica, y consiste en reducir la complejidad de las cosas a un orden simplis-
ta (Aguerrondo, 2009) basado en la percepción sensorial (Hessen, 2006). Sin
Brenda García Jarquín * embargo, en la percepción intervienen otros procesos tales como la atención,
Oswaldo Morales Matamoros ** memoria, cognición y creatividad (Johan, 2004). La percepción también es
Ricardo Tejeida Padilla *** considerada un proceso cognitivo que cada individuo interpreta con base en
su realidad (Campos, 2004). También es un proceso de transmisión de datos
RESUMEN donde, según la teoría de la información, siempre existe un riesgo de error.

Este texto comprende una reflexión epistemológica acerca de la importancia Para Morin (1988), a los errores de percepción se le agregan los errores inte-
de las herramientas sistémicas de carácter no lineal, como una contribución a lectuales, que son inherentes a cualquier individuo, por ejemplo, los factores
la búsqueda de la disminución de la subjetividad del conocimiento. Éste suele antropológicos, sociales y noológicos,17 que acompañan a todo ser humano
ser afectado y tiene una alta probabilidad de ser parcialmente subjetivo, debi- desde su nacimiento. Éstos determinan su personalidad, y lo diferencian de
do a los sesgos generados por los procesos de percepción sensorial y de cog- los demás; a esta huella se le conoce como imprinting cultural, término aludi-
nición, por los instrumentos de medición y la carga contextual e histórica de do por Lorenz (1985). De esta forma, se crean concepciones distintas por los
cada individuo, así como por los principios clásicos reduccionistas del método individuos sobre un mismo objeto (Morin, 1999). También se agregan los erro-
científico, por lo que se dificulta considerablemente su objetividad absoluta. res fisiológicos como las ilusiones ópticas, los producidos por las fallas en los
artefactos de medición y los producidos por la visión dicotómica del perenne
Desde el así llamado “paradigma de la complejidad” han surgido herramien- paradigma de Descartes.
tas que buscan disminuir esos sesgos al crear aproximaciones de la realidad
misma a través de modelos que consideran la naturaleza caótica de los fenó- De esta forma, pensar que el conocimiento creado por el método científico
menos, a diferencia del enfoque lineal o determinista que clásicamente se ha resulta “objetivo”, es en realidad totalmente subjetivo, ya que debido a los ses-
utilizado para describir el entorno. Ciertamente, el enfoque lineal ha aportado gos antes mencionados, existen muchas variables que no son consideradas al
a la humanidad una vasta serie de contribuciones importantes en su devenir momento de evaluar el objeto de estudio.
histórico, sin embargo, es imprescindible mencionar algunas de estas herra-
mientas emergentes, toda vez que son el resultado de la consideración de que El mundo de los principios básicos de la realidad funcional se ha derrumbado
las variables que interactúan en los fenómenos no se limitan a las relaciones ante el compás de los clarines cuánticos que cimbró al mundo de la física; se
causa-efecto, dado que estas relaciones son múltiples y confluyen en un am- presentaba como ordenada a todo lenguaje formal. Todo el universo físico hoy
biente dinámico y caótico. es percibido como una inmensa red de relaciones, donde ya nada puede de-
finirse y explicarse a partir de sí mismo, independiente y aislado de las demás
LO SUBJETIVO DE LO OBJETIVO cosas que existen y se observan en esta realidad.

Desde Pitágoras a Einstein se ha trazado el camino de la ciencia y el cono- Hoy el entorno natural es expresado mediante el efecto mariposa (cuando una
cimiento científico. Newton, con su teoría del movimiento sometido a leyes mariposa aletea en el mar de China, puede “causar” una tormenta en New
inmutables y perpetuas en cadenas interdependientes de causas y efectos fun- York).18 Hemos pasado de una concepción estática de elementos aislados —el
dó sus leyes universales y los principios básicos de la física, que han perdurado
por más de 400 años. Tanto Descartes como Newton concibieron el universo
como un sistema mecánico, como un conjunto de materia pasiva e inerte que 17
Las condiciones noológicas, según Marx, están conformadas por el conjunto de creencias, ideas, símbolos, mi-
tos y todos los demás elementos que en el cerebro humano toman forma y consistencia a tal grado que ejercen
se desarrolló y se sigue desarrollando sin la participación de la conciencia, un papel de dominio sobre los seres humanos y además enriquecen las culturas; por ejemplo, las costumbres,
dando lugar a un tipo de conocimiento que se considera objetivo. las religiones y las leyendas.
18
Edward Lorenz estudió el comportamiento de la atmósfera, tratando de encontrar un modelo matemático para
predecir el cambio de las masas de aire a partir de variables sencillas (tiempo, velocidad y temperatura del aire),
a fin de medir el cambio atmosférico que se presenta de forma caótica. Mediante simulaciones en computadora,
* Alumna del Doctorado en Ingeniería de Sistemas, Instituto Politécnico Nacional, observó que pequeñas variaciones en los datos de partida (utilizar 3 o 6 decimales) llevaban a grandes diferen-
jarquin_garcia@yahoo.com.mx cias en las predicciones del modelo. De tal forma que cualquier pequeña perturbación o error en las condicio-
** Profesor-Investigador, Instituto Politécnico Nacional, oswmm2001@yahoo.com nes iniciales del sistema puede tener influencia sobre el resultado final. Esto llevó a Lorenz a señalar que se hacía
*** Profesor-Investigador, Instituto Politécnico Nacional, ricardotp75@hotmail.com muy difícil hacer predicciones climatológicas a largo plazo (Martínez y Ortiz, 2009).

68 69
átomo como una bola de billar— a una descripción dinámica que nos habla de • Los modelos educativos actuales siguen orientando sus esfuerzos bajo
una red o patrón de interacciones multidimensionales de unos objetos relacio- el paradigma racional y unilineal, que fragmenta el conocimiento en
nados con otros (García, 2014). áreas de especialización sin relación entre ellas.
• Es necesario un enfoque transdisciplinario para evitar un saber frag-
La transformación conceptual que ve el universo como un enorme sistema de mentado.
red de redes ordenadas en una gran complejidad,19 viene custodiada con la • La lógica positivista y el pensamiento simplificador generan pobreza.
implementación de una nueva metáfora: ésta explica el universo como arma- • Se debe adoptar un paradigma sistémico para entender la realidad.
zón de relaciones entre los individuos y las cosas que lo rodean, unidos en
nodos que semejan a una gran telaraña que excede por mucho la imagen del Dado lo anterior, la reflexión actual y el replanteamiento se encaminan a revi-
mundo propuesta por la física tradicional, como la de un universo mecánico y sar los fundamentos de la ciencia, sus marcos conceptuales, teorías y métodos;
determinista (García, 2014). es decir, a trazar un nuevo modelo de conocimiento con mayores alcances.
Para ello, se requiere de redefinir aspectos tan importantes como el papel del
Hoy, para apropiarse de la realidad se necesita de un conocimiento mucho sujeto cognoscente y las formas de cómo abordar los problemas y la realidad.
más profundo, y que pueda vincularse con diferentes dimensiones o campos
de conocimiento. Sin embargo, éstos, a su vez, necesitan articularse con otros EL QUIEBRE DEL PENSAMIENTO SIMPLIFICADOR
campos del conocimiento, los cuales, a su vez, deben interactuar con cien-
cias de la naturaleza (física, química, biología). No obstante, esta articulación Hacia la década de los cincuenta, el principio básico de la ciencia, que se sus-
demanda también una organización en sucesión, en la conformación de una tentaba sobre la base del reduccionismo, empezó a trazar un cambio en sus
estructura de un saber universal (Morin, 1981). formas de abordar la realidad. Antes de esta fecha fueron pocos los campos del
conocimiento que en sus corpus teóricos y estrategias epistemológicas incor-
Hay que indicar que el mundo actual transita hacia niveles de creciente comple- poraron perspectivas y explicaciones no lineales, como fueron los casos de la
jidad, cada vez más evidentes por el número de factores que intervienen en la teoría cuántica, la gestalt y la teoría general de sistemas.
vida social y el contacto que estos fenómenos tienen con las relaciones que en-
tablan con el medio físico que los envuelve. Por lo tanto, el número de variables Con los trabajos de Morin (1981) el concepto de sistema obtiene una evoca-
que entran en acción y las múltiples relaciones que se crean entre sí demandan, ción ontológica sin parangón, el cual se aleja de la utilización descriptiva ligera
para su descripción y comprensión, de un enfoque transdisciplinario e interdisci- que se ha hecho del concepto de sistema. Para él “los sistemas están en todas
plinario, integrador y sistémico que permita explicar ese nuevo orden. partes, el sistema no está en ninguna parte de la ciencia”.

Es así que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia Las ideas de Morin resultaron clave para que en la década de 1990 fueran
y la Cultura (Unesco), en los últimos 25 años ha venido advirtiendo a la comu- creados paradigmas explicativos y descriptivos alternativos e interdisciplina-
nidad internacional de la importancia que tiene el cambio del modelo episte- rios más complejos, que permiten describir y explicar el origen, orden, desor-
mológico educativo, de forma tal, que las distintas universidades del mundo den y organización del cosmos (García, 2014).
tienen que propiciar la construcción de un nuevo conocimiento (Ciret-Unesco,
1997; Nicolescu, 2000; Camus, 2001). El anti método, la anti teoría o la anti epistemología que se sugiere en la litera-
tura de lo sistémico y la complejidad tienden a inducirnos hacia una forma de
Entre estas propuestas sobresalen las siguientes: des-aprendizaje y aprendizaje de las estructuras mentales (Bohm, 2008; Bohm,
• Las naciones deberán impartir una calificada preparación en sus profe- Peat y Peat, 1988; Capra, 1983, 1992 y 1996; Heisenberg y Wilber, 2009; Kuhn,
sionistas para arribar a mejores niveles de desarrollo. 2006; Lipovetsky, 2000; Morin, 1981, 1983 y 1984; Pribram y Ramírez, 1980 y
1995; Prigogine, Stengers y Sanz, 1994; Wilber, 1999 y 2001). Esto es así, dado
que se han formado en nuestra precepción de la realidad mediante un esque-
ma simplificador (relacional, reduccionista, analítico y mecanicista). El análisis
19
La complejidad debe entenderse como un entramado de eventos, acciones, interacciones, az- de lo sistémico y la complejidad permiten desarrollar una actitud general sis-
ares y vacíos presenciales que constituyen el mundo fenoménico. La complejidad se presenta, a
nuestro entender, como aquello que es enredado, desordenado, ambiguo y que manifiesta un
témica y holísitca encaminada hacia el mundo y hacia el propio conocimiento
grado de incertidumbre. En oposición a lo complejo está lo simple, predecible, entendible, fácil que puede adquirir el sujeto cognoscente.
de observar y explicar.

70 71
Algunos de estos esquemas se han desarrollado en las últimas cuatro décadas Figura 1. Esquema conceptual de los enfoques
del siglo XX bajo los nombres de: y metodologías sistémicas. Elaboración propia.
• El paradigma de la sincronicidad (Carl Gustav Jung, Wolfgang Pauli,
Xavier Dariex, Charles Robert Richet y Joseph Banks Rhine). Auto-organización
Patrones
Comportamiento Auto-similitud
• El paradigma holonómico u holográfico (Karl Pribran, David Bohm, Fri- emergentes
tjof Capra y Ken Wilber). Dinámico
Relaciones Estructura
• El paradigma eco-sistémico, autoorganización y/o de la complejidad entre agentes Adaptación
Interdependencia
(Alan Turing, Humberto Maturana y Francisco Varela, Edgar Morin y Pri- No linealidad Inteligencia
colectiva
gogine). Autonomía
• El paradigma de la causación formativa y la resonancia mórfica (Rupert Retroalimentación
Sheldrake). Recursividad
• El orden a través de las fluctuaciones (Ilya Prigogine y Stengers).
Atributos
• El paradigma del orden implicado (David Bohm).
• El paradigma sistémico autorreferencial (Bateson y Von Foerster). Metodologías Interdisciplina y
sistémicas transdisciplina
Estos paradigmas han dado paso a una serie de enfoques que se muestran en Pensamiento
la figura 1. complejo

Este esquema muestra las principales metodologías, enfoques y perspectivas Representaciones Teorías
útiles para comprender aquellas estructuras que no pueden explicarse a partir
de la mera agregación de propiedades de los elementos (o tipologías orga-
nizativas previamente alcanzadas por los sistemas), sino por la interrelación
Modelos
que se establece entre sistema y entorno y los elementos que los constituyen.
Fractales
La visión sistémica o, lo que es lo mismo, relacional, procesual, no lineal o cir-
Redes
cular (recursividad), unida a los nuevos principios científicos que explican la
emergencia de estructuras nuevas o más complejas (orden) a partir de lo im- Autómatas
celulares
previsible o aparentemente aleatorio (caos), permiten explicar y comprender
Ciclos de vida
aquellos fenómenos dinámicos (sistemas dinámicos) que ocurren en el mundo
Teoría de colas
real, natural o social.
Grafos
Diagramas
Así, la teoría del caos y el paradigma de la complejidad constituyen modelos
científicos actuales transdisciplinares de los que se nutren los teóricos de diver- Simulación
basada
sas áreas científicas, desde la física, la química, la neurofisiología, la biología y en agentes
la medicina, hasta el derecho, la sociología, la economía y la pedagogía en su Juegos
búsqueda por aproximarse a sus respectivos objetos de estudio. Ambos mode-
los permiten analizar la complejidad o, lo que es igual, indagar las relaciones
dinámicas del todo con las partes y las relaciones dinámicas entre azar (inde- estaría compuesta por elementos interrelacionados que actúan y retroactúan en
terminado) y necesidad (determinado y probabilístico). El “todo” o “sistema”, un flujo dinámico al interior del sistema haciéndolo funcionar y transformándolo
desde la sistémica, implica algo más que una magnitud,20 implica una estructura mediante intercambios con el medio (entorno del sistema).
diferenciada con identidad propia (autonomía) que responde a un tipo de or-
ganización en funcionamiento y en relación específica. Esta estructura o sistema Así, en forma más específica, la sistémica podría definirse como “una disciplina
interdisciplinaria que trata de proveer conceptos generales para la construc-
ción de modelos y resolución de problemas” (Praehofer, 1991). Con base en lo
20
El “todo” al que hace referencia la sistémica no se corresponde con la suma de las partes (prin- anterior, la sistémica reúne las herramientas necesarias para la resolución de
cipio de no sumatividad). problemas, con base en la metodología más adecuada. Sin embargo, antes

72 73
de mencionar las metodologías que la sistémica comprende, es necesario
señalar algunos aspectos metodológicos del enfoque de sistemas, los cuales
cubren las siguientes actividades (Van Gigch, 1993):
a) La explicación de los conceptos básicos del enfoque de sistemas, inclu-
yendo la explicación formal. Tabla 1. Clasificación de algunas metodologías de sistemas (Dyer, 1993).
b) La clasificación de los sistemas, incluyendo la discusión y comparación
de varios enfoques para este problema. Nombre de
c) La identificación y análisis de métodos específicos de investigación de la metodología Descripción Autor
sistemas: la representación sistémica (integral) de un objeto del sistema, la Metodología de los siste- Aborda los problemas del mundo real (Ulloa, 1999)
investigación del sistema conjuntamente con su ambiente, el isomorfismo mas duros o ingeniería en el que un objetivo o un fin para ser
de los conceptos de sistemas y leyes, el análisis de sistemas y la síntesis. de sistemas alcanzados pueden ser tomados o
d) Los métodos para construir el conocimiento teórico de los sistemas. dados. El objetivo es funcional, mate-
rial u organizacional. No considera la
Por otro lado, Sutherland (1973) propone el “alcance sincrético”, que asegura psicología humana, factores sociales y
que los modelos del sistema ayuden a comprender en la forma más comple- culturales.
ta posible, tanto los constructos cuantitativos como cualitativos (White, 1977). Metodología de los siste- Aplicable a la estructuración de pro- (Checkland y
Existen varios tipos de metodologías de sistemas, de acuerdo con sus respec- mas suaves blemas. Se aplica la intervención de Poulter, 2010;
tivos objetivos y usos, y que Dyer (1993) enlista a continuación (tabla 1). los sistemas totales. Jackson, 2003)
Diseño global y gestión Basada en la modelación estructural (John N. War-
Actualmente, existen numerosas definiciones de sistema. La diferencia entre interactiva interpretativa y los métodos de redes. field, 1987)
éstas suele ser sustancial, sin embargo, esto no destruye la esencia del con- Arquitectura de Aplicada al estudio de las estructuras (Herbert
cepto; más aún, la hace más complementaria. Así, se construyó la siguiente la complejidad internas de los sistemas complejos en Alexander
definición: un sistema es un constructo invisiblemente delimitado llamado lugar de administrarlos racionalmente. Simon, 1982)
totalidad, constituido como un conjunto complejo de elementos interdepen- Análisis de reconstrucción Crea modelos más adecuados de sis- (Klir y Way,
dientes que interactúan dinámicamente mediante interrelaciones; se organiza y solucionador general de temas complejos y las formas de cómo 1985)
respecto a un objetivo, es decir, se integra como una red y sólo puede ser problemas de sistemas gestionarlos.
entendido como un conjunto, no aislado (Ackoff, 1981; Bonsack, 1990; Bunge, Diseño co-participativo Aplicada para la mejor integración (Banathy, 1995)
1993; Checkland, 1999; De Rosnay y Zadunaisky, 1990; Dechert, 1968; Emery de grupos humanos en sus propios
y Ackoff, 1972; Francois, 2004; McNeil, 1993; Von Bertalanffy, 1956). diseños de productos.
Ciencia de la gestión Desarrollada principalmente mediante (Ackoff, 1967)
Desde el punto de vista cibernético, habría que agregar que los sistemas po- conceptos meta-disciplinarios y méto-
seen entradas, estados y salidas y, consecuentemente, una ecuación de evo- dos prácticos correspondientes
lución (Vallée, 1974), así como retroalimentaciones, regulaciones y controles Dinámica de sistemas Desarrollada para simular sistemas (Forrester,
(Wiener, 1948), están dotados de variedad (Ashby, 1956), son autopoiéticos complejos en computadoras. 1961)
(Varela et al., 1974) y mantienen relaciones autónomas con su medio ambiente Modelo de sistemas viables Su propósito es definir los parámetros (Beer, 1966)
o suprasistema (Van Gigch, 1974; Vendryes, 1946) y dichas relaciones están básicos de los sistemas complejos
determinadas por el intercambio efectivo de materia, energía e información. para modelarlos y evaluar su viabilidad
o los cambios a ser introducidos.
La figura 2 muestra un modelo de sistema construido con la definición an- Sistemas expertos Basados en los conocimientos exper- (Boden, 2004)
terior. Sus elementos son interdependientes, al estar relacionados unos con tos humanos transferidos a compu-
otros y al funcionar unidos mediante relaciones con un solo objetivo. También tadoras y aplicables a situaciones
muestra los elementos de entrada y los procesos de retroalimentación, donde específicas.
los elementos del sistema contienen a los subsistemas y éstos, a su vez, están
compuestos por elementos como agentes, que interactúan también entre sí al

74 75
Figura 2. Esquema genérico de los componentes de un sistema. donde R es la función de relación y subconjunto de X, Y, Z, de modo que,
Elaboración propia.
R = (x1, x2,x3,…,xn) (y1, y2,y3,…,yn) (z1, z2,z3,…,zn)

sí, se establece que si existe relación entre los agentes, la función de R está
dada por

R = { (X,Y,Z) ∶ x∈X ^ y∈Y ^ z∈Z│ R↔R=verdadero }

La función anterior de R denota que, si existe relación en los subconjutos X,


Y, Z, sólo en ese caso, existirá o será válida la función R, por lo que podemos
definir a R como una función de las relaciones entre los subconjuntos X, Y, Z.,
es decir, R = R (X, Y, Z) .

Por lo que, si y sólo si, hay una interacción efectiva, se concretará una relación,
de modo que no existirá relación si la subsecuente no sucedió, es decir, existe
una relación binaria dada por rij, la cual está dada por,

{
1 si R (X,Y,Z)∈R
rij=
0 si R (X,Y,Z)∉R

donde i y j representan las dimensiones de la matriz rij, de dimensiones i x j.

interior y con los demás subsistemas. Un agente se define como un elemento Luego, que la cantidad de interacciones en el sistema está dada por
activo en un sistema de multi-elementos o red (François, 2004).
QR = ((x1, x2,x3,…,xn)! (y1, y2,y3,…,yn)! (z1, z2,z3,…,zn)!)!
Tanto la definición como el modelo de sistema son representados formalmen-
te, para una mejor comprensión del tema. Lo que es equivalente a QR = R!, es decir, que la cantidad de relaciones total
del sistema está dada por las interacciones al interior de cada subconjunto y
Sea S el espacio universo del sistema delimitado, y sean X, Y, Z ciertos subsiste- entre subconjuntos; las cuales no obedecen a causales directas, puesto que
mas respectivamente, se tiene que, S = {X,Y,Z│X,Y,Z⊆S} para X, Y, Z, los cuales son relaciones múltiples adimensionales. Estas características, pues, definen
son subconjuntos finitos de S, tal que, a un sistema complejo, como lo indica Simon (1991), quien establece que un
sistema complejo es el sistema que contiene un gran número de partes que in-
X = {x1, x2,x3,…,xn│∀ x ∈ R}; teractúan en una manera no simple (Simon, 1991). Estas interacciones implican
Y = {y1, y2,y3,…,yn│∀ y ∈ R}; que los azares que incluyen las relaciones no pueden ser separados.
Z = {z1, z2,z3,…,zn│∀ z ∈ R}
En este caso debemos diferenciar los conceptos de interacción y relación. La
De esta forma, los subconjuntos X, Y, Z que forman parte del espacio S, con- interacción es definida como cualquier intercambio entre elementos, subsis-
tienen elementos (agentes) que interactúan al interior de cada subconjunto. temas o sistemas (Francois, 2004); la relación está definida como una propie-
dad o propiedades de un conjunto de objetos y/o eventos que no existían
Por otro lado, sea R definida como sigue, cuando están separados (Emery y Ackoff, 1972). Así, cuando los agentes inte-
ractúan, sus interacciones sólo pueden concretarse en una relación cuando
R ⊆ X·Y·Z, un agente recibe de forma efectiva los recursos que le fueron transferidos
por el agente emisor.

76 77
Si existen agentes que intercambian recursos (sean tangibles, como recur- Matemáticamente, un fractal es cualquier función compleja que se puede fa-
sos materiales, o intangibles, como energía, información o conocimiento), se bricar por medio de una sucesión definida por inducción, la cual es un con-
tiene que son sistemas sociotécnicos, los cuales se definen como una combi- junto cuya frontera es imposible de dibujar, por ser de longitud infinita. Esto
nación de la interacción entre personas y tecnología (Warfield y Ayiku, 1989). se puede observar cuando cierta sucesión de números convergen y forman
En este contexto, la no linealidad es definida como la característica de un sis- conjuntos que describen propiedades tales como la autosimilitud, la cual se
tema en el cual sus parámetros no varían en la misma proporción aritmética refiere a partes que tienen la misma forma o estructura que el todo, aunque
(François, 2004). pueden presentarse a diferente escala y estar ligeramente deformadas. Estas
formas o estructuras representan patrones que son reproducibles a diferentes
Los sistemas con relaciones no lineales son llamados también complejos, de- escalas dentro del mismo objeto.
bido a que, como resultado de las interacciones entre sus elementos, en ellos
surgen nuevas propiedades que no se presentaban cuando éstos actuaban Aunque la naturaleza y antecedentes de los fractales ya se habían descubierto
de manera individual (propiedades emergentes).21 Las relaciones entre estos desde principios del siglo XIX con Georg Cantor (quien retomó el trabajo de
elementos es múltiple, además de no ser simple. Resulta valioso, por tanto, uti- Stephen Smith (1875)), posteriormente lo retoman Von Koch (1904), Sierpinski
lizar herramientas que permitan representarlos, para descubrir, precisamente, (1915) y Fatou (1920). Fue hasta 1975 que Benoit Mandelbrot le brinda la im-
estas propiedades, de modo que puedan traducirse en posibles patrones de portancia a esta herramienta y le da una denominación, que significa “fractura”
emergencia y describan así el comportamiento del fenómeno. o “fracción”, ya que la dimensión métrica de estos objetos es no entera. Esta
dimensión, a diferencia de la geometría euclidiana, se aplica a objetos que
Ejemplos de estos modelos de representaciones son los fractales (véase la fi- no permiten el espacio tangente, debido a la irregularidad e infinitud de sus
gura 3), las redes, los algoritmos genéticos, la teoría de colas, los grafos, los formas. Es también un exponente en forma de número real que representa el
autómatas celulares, los juegos, la estructuración disipativa y el caos determi- número de formas u objetos auto-similares (patrones) que cubren la totalidad
nístico. En su mayoría, estas metodologías están encaminadas a caracterizar del objeto, conforme se escala en tamaños más finos.
los fenómenos complejos o no lineales, para lograr una mayor comprensión o
acercamiento a la realidad. Con el propósito de describir las bondades de estas Esta dimensión está dada por la siguiente ecuación:
herramientas, a continuación se analizan los fractales como parte de esas herra-
mientas que han ofrecido interesantes resultados en sus aplicaciones. D = log (N/L) / log (1/L) donde,

FRACTALES D: dimensión fractal del objeto


N: número de objetos elementales o de unidades
Derivado de la subjetividad del conocimiento, que es obtenido por medio de L: el tamaño que recubre o completa el objeto
los sentidos, se tiene que la geometría euclidiana (geometría lineal) no ha sido
capaz de describir completamente las formas reales de la naturaleza, pues ni Así, se dice que la dimensión fractal es no entera y, por lo general, es mayor
las nubes son esféricas, las montañas cónicas, las costas circulares o el rayo que la dimensión euclidiana. Todos los cuerpos topológicos tienen dimensión
rectilíneo. Se trata más bien de formas caprichosas que presentan un grado de fractal, incluidos los euclideos, de modo que este número permite medir el
complejidad completamente distinto. El número de escalas de longitud es, a grado de discontinuidad del objeto.
efectos prácticos, infinito. Los matemáticos, sin embargo, han desdeñado este
desafío, y cada vez más han optado por idear nuevas teorías que, poco o nada, La representación de los fractales está expresada en términos geométricos. Sin
tienen que ver con lo que podemos mirar o sentir. embargo, los fractales también se pueden observar en sucesiones de núme-
ros, que pueden caracterizar ciclos o patrones que gobiernen estos fenóme-
Los fractales pues, surgen a partir de la necesidad de comprender estas formas nos. Por ejemplo, si se deseara medir el goteo de agua en un grifo a través de
o sucesiones no lineales. Son objetos geométricos cuya estructura básica, la un diseño de experimentos, se podría registrar la cantidad de gotas en lapsos
cual es irregular, se repite a diferentes escalas. de 1 segundo, 1 minuto y 10 minutos (dependiendo de la estacionalidad del
goteo y el diseño del experimento), y podría hallarse, de esta manera, si existe
un patrón de comportamiento en distintas escalas de tiempo, que probable-
21
Nos referimos a la propiedad de sumatividad, referente al principio de que el todo es más que mente podría ser semejante en todos los niveles. Esto es también un compor-
la suma de sus partes. tamiento fractal.

78 79
Por otro lado, Mandelbrot define un método para caracterizar a los fractales Figura 4. Imágenes de algunos patrones fractales en las venas sanguíneas,
a partir de la sucesión de puntos en el plano complejo, llamado “conjunto de flores, pulmones, pintura y notas musicales. Información extraída
Mandelbrot”. Éste se define a partir de un número “c” cualquiera, que define la de http://sabia.tic.udc.es/.
siguiente sucesión:

{
Z0 = 0 (término inicial)

Zn+1 = Z2/n+ c (relación de inducción)

Para diferentes valores de “c”, se obtienen diferentes sucesiones. Si la sucesión


es acotada, “c” pertenece al conjunto de Mandelbrot, y si no, queda excluido.
Por ejemplo, para c = 1, se obtiene 0, 1, 2, 5, 26, 677, etc. (0, 1 = 02+1, 2 = 12+1,
5 = 22+1, etc.). Para c = -0.5 obtenemos 0, -0.5, -0.25, -0.4375, -0.30859375,
-0.404769897, etc. De esta forma, c = -0.5 pertenece al conjunto y c = 1 no. Esto
se debe a que el conjunto para c = 1, al momento de ser desarrollado en las Las formas fractales, en las que las partes se asemejan al todo, están presentes
ecuaciones de Mandelbrot, tiende al infinito, a diferencia de c = 0.5, donde se en la materia biológica (junto con las simetrías) como las formas más sofistica-
mantiene un patrón cuasi estable. De forma que, si se analizan diversas sucesio- das en el desarrollo evolutivo. Dan lugar a nuevas realidades más complejas,
nes para números reales, se obtienen patrones como los que muestra la figura 3. como en el caso de las hojas, que presentan una morfología similar a la peque-
ña rama de la que forman parte; que, a su vez, presenta una forma similar a la
Figura 3. Conjunto de Mandelbrot. A la derecha, simulación de la sucesión rama; y, a su vez, es similar a la forma del árbol. Sin embargo, cualitativamente
numérica; a la izquierda, extracción de patrones fractales del conjunto. no es lo mismo una hoja (forma biológica simple), que una rama o un árbol
(forma biológica compleja).

Las figuras 4 y 5 muestran objetos con propiedades de auto-similitud, toda


vez que su mínina parte es representativa de la forma general, además de que
también están formados por componentes infinitos, ya que su longitud está
en función del patrón de medición, el cual permitirá dividirlos en segmentos
de menor escala, cada vez que se desee medir. Es decir, pueden ser de longi-
tud infinita, lo cual se ejemplifica con los cuerpos irregulares de la naturaleza,
como una nube, la cual está formada por gases formados por partículas que
están en constante movimiento caótico sin un aparente orden. Lo mismo ocu-
rre con las corrientes marítimas o la dispersión de los ríos.

Una característica importante de la sucesión del conjunto de Mandelbrot es Por otro lado, las aplicaciones de los fractales son vastas y continúan creciendo
que los montículos circulares encajan perfectamente con el grafico de bi- día con día en diversas áreas. Por ejemplo, en las comunicaciones se utilizan
furcación. Esto tiene que ver con la propiedad de la autosimilitud, la cual para el modelado del tráfico en redes; en la informática se han desarrollado
se refiere a que, independientemente de la escala de la figura, ésta siem- para técnicas de compresión de audio y video; en la biología se han descu-
pre poseerá la misma configuración, es decir, obedecerá a un mismo patrón bierto en la configuración del crecimiento de tejidos, la organización celular y
geométrico recursivo. la evolución de las poblaciones depredador-presa; en geología, en el análisis
de patrones sísmicos y su predicción, así como en fenómenos de erosión y
Estas estructuras fractales existen en muchas áreas del mundo real, por ejem- modelado de formaciones geológicas; en economía, en el análisis bursátil y de
plo las ramificaciones de los vasos sanguíneos, las ramas de un árbol, la estruc- mercado; en música, en la composición fractal; en matemáticas, en la conver-
tura interna de los pulmones, los gráficos de datos del mercado de valores, gencia de métodos numéricos; en infografía, en la conformación de paisajes
los latidos del corazón e, incluso, en la música y la pintura. La figura 4 muestra fractales. La robótica los ha empleado en el diseño de robots, y la ingeniería
algunos fractales creados por el hombre y otros presentes en la naturaleza. civil, en el de complejos habitacionales más eficientes.

80 81
Figura 5. Algunos objetos naturales con patrones fractales: costas, montañas, REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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nocimiento, para la resolución de problemas que no son propiamente lineales • Bonsack, F. (1990). “Une version de l´épistémologie gonséthienne: le béton
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forma de ver esa realidad a la que nos invita la ciencia de los sistemas o sisté- blications, pp. 211-221.
mica. La metodología sistémica pretende aportar instrumentos y herramientas • Campos, P. O. (2004). Programas de intervención con disléxicos. Madrid, CEPE.
para estudiar problemas que resultan de las interacciones producidas en el • Camus, M. (2001). “Quelle université pour demain”, Bulletin Interactif du CIRET,
seno de un sistema, y no de las partes consideradas aisladamente. Las herra- 15. Disponible en: <http · //persa club-mternet fr/ nicol/ciret/>, consultado el
mientas que aporta la sistémica, desde los diagramas de influencias hasta los 26 de mayo de 2014.
modelos informáticos, permitirán ver los sistemas que pueblan nuestro entor- • Capra, F. (1983). El tao de la física: un paralelo entre la física moderna y el
no mediante una óptica diferente, con el fin de descubrir aspectos en los que misticismo oriental. Sao Paulo, Cultrix.
posiblemente no hayamos reparado. De este modo, lograremos una visión • _________ (1992). El punto crucial de la ciencia, sociedad, y cultura naciente.
más rica de la realidad. Argentina, Editorial Troquel.
• _________ (1996). La trama de la vida. Una nueva perspectiva de los sistemas
Así, podemos llegar a la conclusión de que la mejor manera de conocer la rea- vivos. Barcelona, Anagrama.
lidad es construyendo modelos, réplicas de la realidad misma. La metodología • CIRET-Unesco (Centre lntemational de Recherches et Etudes Transdisciplí-
sistémica, a través del análisis sistémico como paso previo a la construcción del naires) (1997). “Evolution transdisciplinaire de L’université”, Bulletin Interactif
modelo, permitirá conocer un sistema y los fenómenos futuros que pueda pro- du CIRET, 9-10. Disponible en: <http //pe SO Cl!:Jb- nternet frL nicol/crret/>,
ducir. Cuanto más exacto sea el modelo, con más aproximación lo predecirá. consultado el 26 de mayo de 2014.
Esta exactitud estará en función de la naturaleza dinámica del sistema, que por • Checkland, P. (1999). “Systems thinking”, en Rethinking Management Informa-
lo general está gobernada por caos un de un cierto nivel de complejidad, el tion Systems. Nueva York, Oxford University Press, pp. 45-56.
cual dictará la herramienta más apropiada para analizar el sistema. • Checkland, P. y J. Poulter (2010). Soft System Methodology. Método radical
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84 85
METÁFORAS DE LA NATURALEZA Y NATURALEZA DE LAS METÁFORAS. de muy variada naturaleza: desde los órganos sensoriales hasta el lenguaje,
LAS CONDICIONES PARA LA ECOPOIESIS pasando por la organización social, la economía, la religión, la ciencia, el arte
y otras más. Estos dispositivos intervienen a modo de “interfaces” entre los sis-
temas. A tal punto son importantes las interfaces que en vez de “contacto con”
Leonardo Tyrtania* deberíamos decir “creación de” diferentes realidades y dejar de hablar de la
“cosa en sí”, puesto que no hay realidad sin representaciones.
A perceived relationship between inner and outer worlds,
part of the way we have understood knowledge, worked as an analogy for the En el caso de los sistemas humanos, cuando varios elementos del simbolis-
change of scale mo confluyen en un locus cultural, se constituyen en metáforas y modelos. Los
by which social science in the earlier part of this century constructed society as modelos se elaboran para obtener conocimiento e incidir en la realidad. El
containing a plurality (…). conocimiento surge de la aplicación de los modelos; luego, los modelos se
Changing scale was visualized as an exemplification of perspective —society elaboran para incidir en la realidad, y así sucesivamente: incidir para conocer,
seen as more entender para transformar. Obtenemos explicación cuando los datos se ajus-
than the sum of individuals; and individual seen as more than the social con- tan a un modelo (Adams, 2001). No hay hechos que hablen por sí mismos, los
ventions hechos siempre se interpretan en el contexto de las ideas. Los datos se pro-
it observed. Is abandoning that relational facility for calibrating ducen con la intervención de los instrumentos que los recogen, los procesan
difference and similarity trough partial analogy? y los transmiten. Los modelos —los científicos incluidos— fungen como mapas
Marilyn Strathern (1992: 184) mentales de la realidad, desde el punto de vista del que conoce. Obtenemos
conocimiento cuando los datos coinciden con el modelo previamente formu-
RESUMEN lado, se ha dicho. Pero hay algo más. Un modelo que permite ensamblar los
procesos naturales deviene a ser parte de la realidad misma. Entre la formula-
En un somero repaso por la historia de las ideas se recogen imágenes de la ción del mapa y el reconocimiento del territorio se da una reciprocidad, traba-
naturaleza que se fraguaron hasta la modernidad. La concepción positivista da a tal punto que no se conoce territorio sin mapa.22 Un mapa sin su territorio
de la naturaleza fue el trasfondo o “mapa mental” que sirvió para ensamblar correspondiente es una ficción, pero un territorio sin un mapa mental es irreal
la “civilización de la máquina”. Como resultado tenemos la sociedad de consu- de otra manera: ¿cuántas partes de nuestro mundo nos son completamente
mo desbocado, la que ya no puede transferir a “la naturaleza” los costos de la desconocidas porque no tenemos una manera de concebirlas?
expansión. Ya no sirve de nada concebir a la naturaleza como algo externo. El
agotamiento del modelo de desarrollo basado en el crecimiento económico De modo que nada existe simplemente “como tal” o como “lo dado” para no-
sostenido —que no sostenible— se da a raíz de la crisis ecológica, en medio sotros. Nada se nos presenta directamente, sino a través de nuestras interpre-
de la cual el sistema mundial no encuentra cómo deshacerse de la basura y la taciones. Las interpretaciones, a su vez, influyen sobre la configuración de lo
contaminación que produce. ¿Qué modelo o metáfora de naturaleza nos ayu- observado. No hay observables puros (García, 2006: 41). Así también la natu-
daría hoy a comprender el sentido de la problemática actual? Uno que integre raleza: el término “natura” es un logos que pertenece a un sistema de prác-
conocimiento, ambiente y poder como resultado de un proceso de “ecopoie- ticas socialmente elaboradas. “Naturaleza” no es una noción cuyo contenido
sis”, esto es, un modelo construido en reciprocidad con los ecosistemas de la sea evidente por sí mismo, o una categoría kantiana a priori que condiciona
biosfera terrestre. todo lo que conocemos. Es un constructo que se elabora socialmente a par-
tir de elementos conceptuales y datos empíricos disponibles en cada época
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

Nuestro contacto con las diferentes realidades se establece siempre a través 22


Habrá quien diga: “¿Cómo no? ¿No ves estas montañas y los bosques que están allí antes de
de algún elemento mediador, nadie tiene acceso directo a la “cosa en sí”. Al que tú los hubieras observado y después también?” Desde luego, pero al emplear conceptos ta-
igual que los códigos que las sustentan, estas mediaciones son múltiples y les como “montaña”, “bosque” y “hubieras observado” usamos imágenes mentales prefabricadas
que configuran a su vez la percepción. El realismo ingenuo con el que miramos el mundo exterior
como si fuera independiente de nuestro modo de percibirlo nos puede funcionar bastante bien en
cuestiones sencillas, tales como atravesar un bosque y no tropezar con los árboles. Los problemas
* Departamento de Antropología, Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa, comienzan cuando tratamos con la misma simpleza las “realidades” sociales o los dilemas filosófi-
lt@xanum.uam.mx cos y morales de la vida.

86 87
y en cada cultura. Los datos nunca van a “describir” exhaustivamente ningún zación de la naturaleza (Descola y Palsson, 2001). El hecho es que, hoy por hoy,
fenómeno. Las teorías que interpretan los datos siempre serán parciales, frag- no poseemos una imagen unificada de lo que se ha dado en llamar la “textura
mentarias y provisionales; en última instancia, refutables. Natura es, en todo entretejida de Materia, Vida y Espíritu” (Weyl apud Georgescu-Roegen, 1996:
caso, un quehacer social, una praxis a partir de los conocimientos vigentes. 247). Pero ¿alguna vez se tuvo tal cosa? Por lo demás, aquellos tiempos en los
Que algo sea observable o no, depende del estado actual del conocimiento y que una grandiosa imago mundi justificaba la conquista de otros mundos y
de la tecnología para observarlo. Últimamente en la ciencia se necesitan canti- lanzaba a la gente al saqueo de los continentes —aquellos tiempos heroicos—
dades masivas de teoría y de tecnología para establecer un objeto de estudio ya son o deberían ser historia.
cualquiera.
La naturaleza, en tanto pensada por nosotros, es un conjunto de hipótesis de
No hay discurso sobre “lo natural” que no esté cargado de saberes y certezas, distinto tamaño e importancia. “Naturaleza” con mayúscula es la gran hipóte-
lo mismo que de incógnitas y prejuicios. La proclividad a mistificar la natura- sis de la mente humana de que “allá afuera” existe un mundo real, aunque su
leza como “sabia”, “justa” y “maternal”; o denigrarla como “salvaje”, “violenta” configuración particular sea dependiente de la manera en que lo postula la
e “incontrolable”, depende ya de nuestro estado de ánimo, ya de nuestra ig- mente y de la tecnología con la que recoge los datos. Ésta es la premisa mayor.
norancia, quizá más de esta última que de nuestros conocimientos sobre los La menor es que “la naturaleza no tiene costuras”, según una expresión de Ni-
procesos concretos. Poco es lo que sabemos “a ciencia cierta” de lo que nece- cholas Georgescu-Roegen (1996). La naturaleza es un continuum de procesos
sitamos para sobrevivir y proyectarnos hacia el futuro. En cierto modo, nuestros en el que también tienen lugar las sociedades humanas. La realidad es una
antepasados remotos sabían más sobre su medio que nosotros sobre el nues- sola y está hecha de lo mismo: energía, materiales e información (Margalef,
tro: estaban más seguros de su comportamiento porque no estaba tan interve- 1980). ¿Habrá algo más? Generalmente se cree que a la información hay que
nido. Nuestro mundo es hoy más complejo e impredecible que nunca. De por darle un estatus ontológico aparte, ya que las ideas no tienen dimensiones,
sí azaroso, el comportamiento de la naturaleza devino ser más impredecible peso ni otras propiedades de la materia. Ahora bien, a pesar de todas estas
ahora debido a la intervención de las sociedades humanas. apariencias la información es un fenómeno energético-material: ocupa espa-
cio, necesita tiempo y consume energía.24 La información, pues, no es sólo un
El vocablo “natura” es una traducción al latín de la palabra griega physis, que producto atribuible a la mente humana, como suele pensarse, sino que está
en los escritos de los filósofos de la Antigüedad se refería al mundo físico tangi- presente en los arreglos y las relaciones entre las partes de cualquier sistema,
ble, el de las causas eficientes, el sólido mundo físico de la “acción y reacción”. ya sea físico, biótico o social. La mente, como procesadora de la información
Pero en la actualidad estamos acostumbrados a asociar la palabra “naturaleza” por medios humanos, es parte de la naturaleza.También lo es la cultura, como
más bien con lo biótico, con los seres vivos y el “ambiente natural” impoluto, no una nueva dimensión del ambiente a partir de la cual modificamos lo que hay.
tanto con la física de la “materia inerte”. Por lo demás, los contenidos teóricos Somos naturaleza, pues.
de la física se vuelven cada vez más difíciles de comprender, no sólo para el
lego, sino para los físicos mismos. Como la comprensión del mundo se da en Lo anterior es una opción por el monismo y, como toda opción epistemológi-
función de nuestras categorías culturales semiconscientes, nos concedemos la ca o creencia, su configuración es provisional, hasta que no se presente algo
libertad de conceptualizar la naturaleza de la manera en que esté a nuestro al- mejor.25 Ahora bien, el monismo tampoco puede evadir las muchas dicotomías
cance. Sin embargo, desde la ciencia y la epistemología (una rama de filosofía que lo acosan. A un ser que piensa e imagina le resulta del todo imposible eli-
que vigila el conocimiento) hemos de ser precisos en nuestras definiciones.23 minar la autorreferencia. La dualidad entre el sujeto cognoscente y el objeto
Éste es un problema que ocupó a filósofos y científicos desde hace mucho de su conocimiento puede definirse y redefinirse de muchas maneras, pero no
tiempo y en nuestros días goza de un renovado interés a causa de la mercantili- puede eliminarse, como lo muestra la historia de la filosofía. Todo nuestro pen-

23
El término “naturaleza” suele utilizarse en dos modos, como sustantivo o como verbo. Cuando 24
“Información”es la diferencia (véase Bateson, 1993). Las estructuras, a su vez, son comparacio-
decimos “la naturaleza de un ser”, nos referimos a su “esencia” o la “sustancia” de la que está nes. No puede haber información si no tenemos con qué contrastar el dato. Tampoco hay una
hecho, por oposición a sus características accidentales. Cuando decimos que algo es “por natura- estructura única (como lo sería la “Uhr-estructura” del Universo, que postula el estructuralismo)
leza”, nos referimos a lo que nace o existe por sí mismo. Lo que “existe por sí mismo”, de manera mientras no se pueda contrastar con otra.
espontánea o naturalmente, se define por contraste con lo que surge de la convención, como arti- 25
Si la ciencia contemporánea tiene alguna característica, no es el dualismo cartesiano, sino
ficial. También se usa la palabra “natural” por oposición a lo sobrenatural o lo espiritual. De ahí que el monismo materialista: la idea de que esencialmente sólo hay una clase de realidad, una
lo natural suele definirse por oposición a lo convencional o cultural. La epistemología constructiv- clase de existencia “material”, gobernada por un conjunto de “regularidades”; lo cual sig-
ista pretende deslindarse del esencialismo de estas definiciones, postulando que la sociedad y el nifica que la mente debe entenderse como una función física de un sistema físico (Levitt,
“fenómeno humano” son parte del mundo del más acá. 1999: 19).

88 89
samiento se estructura mediante dicotomías, antinomias y contradicciones. Eso Si de elegir se trata, es posible adoptar una postura provisional, aunque lo más
no significa, no obstante, que la naturaleza sea monista, dualista o dialéctica: lo explícita posible, como la siguiente: La “verdad científica” es un producto his-
son nuestros conceptos y la manera en que los ensamblamos. Pensándolo bien, tórico y no tiene título de validez absoluta, pero puede exhibir resultados con-
sólo podemos cambiar unas dicotomías por otras, pero no deshacernos de ellas cretos, de modo que alguna participación tiene en la realidad (Hacking, 1996:
por completo; eso, bajo la amenaza de no poder pensar nada y de perder el 19 y 32). Las ciencias se valoran en la medida en que producen una tecnología
contacto con la realidad. que incide en la realidad. Somos lo que hay. La tecnología que producen las
ciencias sociales y las humanidades es una tecnología de segundo orden, que
¿Por cuál otra antinomia, entonces, podríamos sustituir la de natura /cultura? consiste en el mantenimiento y cuidado del lenguaje, el de los paradigmas
¿Qué clase de imagen o imágenes de naturaleza nos ayudarían a sortear la de la racionalidad en general, que no es poca cosa si queremos entendernos
problemática ambiental contemporánea? Éstas son las preguntas que me pro- entre nosotros. La elaboración y el cuidado de los códigos de comunicación
pongo despejar en este ensayo. Desde la opción monista la cultura no puede es la función que no se puede relegar al segundo plano, si se quiere que la
ser algo no-natural, extra-natural ni sobre-natural. Adelantaré que estoy apos- comunicación sea efectiva.
tando por un realismo de corte anarquista, por decirlo así. Un realismo que
rechaza el fundamentalismo de la verdad única y que objeta la racionalidad El conocimiento no es simplemente un producto social para “dominar la natu-
dogmática, aunque no niega la realidad, ya que la postula polivalente, com- raleza”; tampoco es una representación objetiva de algo que existe ahí afuera.
pleja e inconmensurable, en el sentido en que admite varias explicaciones. Las El conocimiento es una relación negociada entre el sistema y su medio en un
diferentes “naturalezas construidas” se dan a partir de las distintas experien- proceso de representación, al estilo de “ensayo y eliminación del error”. Para
cias de vivir el mundo. 26 Maturana y Varela (2003: 234) el acto de conocer da origen a un mundo en
el que quien conoce y lo que conoce “se especifican mutuamente”. No hay
Desde el Renacimiento, el concepto de naturaleza poco a poco sustituyó a conocimiento fuera de su contexto particular. Cuando la ciencia presenta sus
las actividades de Dios. Pero si en nuestros tiempos “la naturaleza ha muerto”, productos como verdades objetivas y universales los descontextualiza. Éste es
nada grandioso emergió para sustituirla. La naturaleza se concibe como pro- el verdadero problema no resuelto en relación con las proposiciones científi-
ceso; como un continuum de procesos entrelazados, en los que la cultura (un cas: su descontextualización.
dispositivo de procesamiento de información por medios al alcance de los
humanos) resulta uno de tantos procesos naturales que permiten ensamblar ACUERDOS MÍNIMOS SOBRE LA NATURALEZA DE LA NATURALEZA
los sistemas físicos con los bióticos y los sociales. Un autor que desarrolla una
epistemología constructivista a propósito de esto es Ian Hacking (1996), para Acerca de la naturaleza tenemos una cantidad considerable de ideas, no siem-
quien el ser humano puede definirse como homo depictor, antes que homo pre relacionadas entre sí de manera coherente. Si una persona quisiera infor-
faber. La mente hace representaciones y con ellas en la mano es posible in- marse sobre lo que la ciencia contemporánea tiene que decir al respecto, no le
tervenir la realidad. Ya no se puede creer tan fácilmente que la mente humana alcanzaría la vida. Por lo demás, no todos los conceptos científicos en uso son
refleja la realidad tal cual es y que la ciencia es el “conocimiento verdadero”, sin claros y precisos. También se sabe que muchas de las áreas de investigación
más. Quienes no se creen del todo la realidad de las teorías (como adecuatio son mutuamente ininteligibles y excluyentes. Aún así, una reflexión sobre las
mentis ad rem), argumentan que éstas son constructos históricamente condi- relaciones sociedad-naturaleza no puede hacer a un lado la welt aushauung, la
cionados y cambiantes. Aunque el debate siempre queda inconcluso. visión el mundo que alumbra la realidad. “Alumbra” en el sentido de “ilumina”,
pero también en el sentido que le dan Maturana y Varela, el de “dar a luz” un
mundo. Retomaré esta idea más adelante.

26
La propuesta de distinguir entre el ingrediente ontológico y el epistemológico en el plan- En la medida en que las ciencias sociales están interesadas en diferentes cul-
teamiento de nuestro problema (el de la relación naturaleza–sociedad) es de Bruno Latour. La turas y en la forma como éstas conciben la realidad, no pueden desconocer la
palabra “naturaleza” no va a desaparecer de las discusiones académicas ni del lenguaje común,
pero sus diferentes usos tienen que revisarse a partir de la epistemología o las epistemologías
visión propia que la ciencia contemporánea tiene sobre el asunto. ¿Por qué?
disponibles. El monismo, como todo discurso, también recurre a conceptos dicotómicos. Los con- Porque la mente de un observador no puede ponerse en blanco. Nuestra pro-
ceptos son herramientas provisionales, no son más que agarraderaras o andamios que se usan pia concepción del mundo sirve de referencia en el estudio de otras visiones.
hasta en tanto no encontrar otros más convenientes. El monismo de Hobbes postulaba que el
mundo está hecho de una misma sustancia física. El “fisicalismo” de hoy ya no tiene esta seguridad
Y más nos vale que no sea demasiado caduca. Si desconocemos la discusión
al hablar de lo que es “materia” y prefiere conceptos tales como “proceso”, “flujo”, “disipación” (y sobre el concepto de naturaleza en la ciencia actual, repetiremos las ideas
otros que hablan de evolución y devenir), en vez de sustancias o esencias inmutables. aprendidas en la primaria, a través de las cuales interpretamos las de otras

90 91
sociedades, cosa que los antropólogos suelen hacer sin sentir remordimien- Comencemos por el ya mencionado malentendido de origen. Cuando se fun-
tos. En ciencias sociales se postula que la base de la organización social es da la antropología como disciplina académica a mediados del siglo XIX, el
un “orden simbólico”, cuya relación con el “orden natural” es tangencial, a lo concepto seminal era el de la evolución. Se decía que naturaleza y cultura “son
sumo analógica. Los ámbitos de la existencia humana y de lo social reciben el análogas en la medida en que cada una opera de manera similar, pero de
tratamiento de punto y aparte. El “orden natural” se supone totalmente prede- acuerdo con sus propias leyes” (Strathern, 1992: 73). De ahí que la antropolo-
terminado y predecible, hasta el último detalle. La cultura humana, en cambio, gía se lanzara a la búsqueda de las leyes propias de la evolución social. Hasta
es el dominio del libre albedrío. Tal separación entre dos “universos” —que da ahora no ha encontrado ninguna. Bajo la suposición de que “la cultura es nues-
pie, a su vez, a la división entre ciencias y humanidades— se basa en una idea tra segunda naturaleza” no se pudo llegar demasiado lejos, aunque se avanzó
decimonónica de la naturaleza como “orden en todas partes”; una idea que, sin lo suficiente como para que ambas, cultura y naturaleza, quedaran separadas.
embargo, dejó de ser representativa de la ciencia contemporánea. Por ser éste El problema consiste en que desde la perspectiva de la ciencia social sola no
el origen del malentendido, debemos prestarle atención. es posible percibir la dinámica elemental de los procesos evolutivos, que es
la de los flujos energéticos (Adams, 2001: 139), pues ésta se estudia en física.
¿Qué es la naturaleza en la ciencia de hoy? Si la realidad es la gran hipótesis de Dada la división de trabajo entre las disciplinas científicas (las ciencias duras
la mente humana (Wagensberg, 2002: 17), la naturaleza es la gran hipótesis estudian la materia inerte, las naturales la materia viva y las humanidades la
de una cultura. Se postula, por ejemplo, en la cultura occidental, que ahí afue- naturaleza humana) no hay manera de buscar las explicaciones cruzando estas
ra hay un mundo complejo cuyas reglas de juego no están dadas, pero que barreras tan altas. Lo que define a la “naturaleza humana” es la res cogitans de
pueden reivindicarse, aunque sin más seguridad que la de una conjetura.27 Descartes, y ésta sólo admite métodos de indagación propios. Como resulta-
Algunas de esas reglas se suponen más fijas que otras, se dicen estructurales, y do, tenemos una opinión generalizada de que la evolución social es un proce-
parecen dadas a priori; pero emergieron con la evolución, de ahí que no tienen so que va a contracorriente de los procesos naturales.
nada de eternas ni universales. Nacimos con ellas y por eso las clasificamos
como innatas. No obstante, si las vemos desde la perspectiva evolucionista, Un breve repaso por la historia de estas ideas permitirá entender cómo se
se construyeron sobre la marcha, son locales y temporales. El hecho es que llegó a esa conclusión. También permitirá recorrer hacia atrás el camino que
a través de ellas, y no desde una posición objetiva e imparcial, percibimos la llevó al punto en el que se estableció la oposición cultura-naturaleza, una
realidad. Los conceptos de tiempo, espacio, causa y efecto son postulados ma- dicotomía que atraviesa todo el pensamiento social de Occidente, y que dio
cro o axiomas sobre los cuales descansan las reglas que atribuimos al funcio- lugar a la separación entre las ciencias naturales y las humanidades. De entre
namiento del mundo. La naturaleza “existe” en la medida en que la cultura —y los autores que están abogando por revisar este planteamiento destaca John
dentro de ella la ciencia, entre muchos otros métodos de indagación— imagina Brockman (1995).
los diferentes modos de su existencia, los cataloga y reacomoda. La realidad,
como lo dijo Werner Heisenberg, no existe fuera de nuestros métodos de in- Estaríamos de acuerdo con que la naturaleza, entendida como la totalidad de
dagación. Lo cual, transferido al tema que aquí nos ocupa, quiere decir que la lo que hay, es inconmensurable y que muchas de sus facetas son incognos-
naturaleza no existe fuera de nuestros métodos de supervivencia. Las apuestas cibles. De ahí que nuestros conocimientos de ella siempre serán parciales y
y predicciones sobre su realidad se hacen participando en el juego de la vida, limitados. “En la mayor parte de los casos, ninguna teoría por sí sola es suficien-
nunca desde fuera de él. A esto se refiere la idea de “ecopoiesis”, que explicaré te para explicar un acontecimiento” (Georgescu-Roegen, 1996: 83). Esto nos
más adelante, después de reunir los elementos necesarios para proponerla. lleva a la interdisciplina e incluso más allá. El problema de las investigaciones
interdisciplinarias se desplaza desde la organización interna de las disciplinas
Antes de responder la pregunta sobre el modelo científico de la naturaleza que científicas hacia la epistemología de la “ecología de saberes” (Santos, 2006), en
necesitaríamos, habrá que plantear una igual para la cultura. ¿Cuál es la natura- la que los saberes interculturales vendrían a complementarse, porque el senti-
leza de ésta? ¿Representa el “fenómeno humano” un mundo ontológicamente do metafórico de los conceptos científicos sólo se entiende en el contexto de
distinto, dotado de una trascendencia en relación con el mundo natural? los convencionalismos de la cultura. “Cultura” aquí se define en términos evo-
lutivos, como el dispositivo que propicia “la interconexión entre los procesos fí-
sicos, químicos, biológicos, económicos y sociales” (Georgescu-Roegen, 1996:
395). Los cambios en uno de los niveles definen el escenario de los cambios
La certeza y la confianza en sí misma de la ciencia decimonónica se desvaneció con la aceptación
27

de “la absoluta incomprensibilidad de los fenómenos cuánticos” (Lovelock, 2007: 231). El pensa-
en el otro. De los presupuestos de la epistemología constructivista hablaré a
miento basado en probabilidades resulta más comprensible que las certezas basadas en la fe del continuación.
determinismo.

92 93
SÓLO LO IMAGINARIO ES REAL la estética, el sentido común y los demás ámbitos de la mente humana tienen
cada uno sus propios recursos metafóricos, que habitualmente se confunden y
En nuestra condición de “mamíferos parlantes” los humanos compartimos traslapan; también se contradicen entre sí (y cuando se apartan, se extravían).
narrativas para asegurar nuestra supervivencia. La “metáfora” es un “dispo- Piénsese, por ejemplo, en la cantidad de elementos que puede contener un
sitivo” que tenemos para la comunicación, interpretación y cooperación en símil como el de la “madre naturaleza”.
las tareas de modificar nuestro medio. El pensamiento y el lenguaje, como su
corolario, procesan la información mediante símbolos y sus respectivos códi- El conjunto de ideas compartidas por una comunidad suele definirse como
gos. Estos procesadores no son previos ni posteriores a la recopilación de los paradigma. Thomas Kuhn (1962) habla de comunidades científicas. Un pa-
datos, sino simultáneos a la misma. El conocimiento se debe a la experien- radigma tiene que encajar en una visión del mundo, metáfora ubicada en el
cia, pero no sólo, también están las categorías mentales que lo prefiguran y nivel “superior”, esto es, en la más general de las elaboraciones mentales.28
organizan. No existe ningún medio de comunicación humana que transmita Los grandes paradigmas —el de la evolución viene al caso— se comparten por
significado literal, unívoco o cuyo mensaje se entienda de manera directa, épocas y por áreas culturales. A partir de un paradigma científico y las teorías
sin necesidad de interpretación. En cuanto esfuerzo de figuración, las ope- que lo componen se construyen modelos de investigación. Un modelo tiene
raciones mentales se fincan en analogías, comparaciones, traducciones, me- que estar formulado de tal modo que pueda contrastarse con los datos, en
táforas y metonimias. Estos procedimientos permiten elaborar explicaciones términos “falsables”, como lo demostró Karl Popper (1980). La comprensión de
y asignar el sentido a lo que conocemos. El sentido es una especie de “va- un fenómeno no radica en tener todos los datos a mano, cosa en sí imposible.
lor agregado” y sin él no hay conocimiento. Las metáforas, como imágenes La explicación resulta de varios factores: la coherencia interna del modelo, su
o representaciones de algo, son realidades internas, creadas en el proceso sencillez y belleza, la economía con la que abarca los hechos y su funcionali-
cognitivo individual, que es también transgeneracional y social; un proceso dad. Un modelo es mejor que otro cuando manifiesta algún aspecto nuevo del
que nos permite definir la sociedad como un “nosotros” particular e imaginar fenómeno que enfoca, o cuando propone algo que haya estado inaccesible
la fracción de la realidad en que vivimos como “nuestro” mundo (Cabrera, para los modelos anteriores. Pero aun los modelos defectuosos —todos lo son
2006: 56). El cambio de escala es el mecanismo básico del funcionamiento en algún aspecto— tienen que “participar en la realidad”, que es el argumento
de la analogía, como sugiere Marylin Strather (1992). que estoy desarrollando en este ensayo. El modelo, como el criptograma de
un sistema, no es una descripción detallada del mismo.
Comúnmente la metáfora se asocia con alguna figura poética; sin embargo, el
pensamiento metafórico no es privativo del campo de la ficción. Todo pensa- Se puede ilustrar el problema de teoría/modelo recurriendo al concepto de
miento, ya sea racional científico o de cualquier otro tipo de racionalidad, recu- evolución. La evolución es un paradigma cuyo presupuesto básico es que la
rre a las metáforas. A diferencia de las de tipo literario, las metáforas científicas realidad es un proceso (un proceso cósmico en marcha) que abarca el mundo
incorporan algún “mecanismo de control” que permite evitar cierta clase de físico, el biótico, al igual que el social. La naturaleza, en este caso, no es una co-
errores. Las metáforas científicas se expresan mediante fórmulas matemáticas lección de cosas, sino un devenir y un quehacer, simultáneamente. Ahora bien,
que permiten calcular con cierta precisión un determinado tipo de eventos. el problema de una idea tan general, como el paradigma de evolución, con-
Pero aún así, estas fórmulas necesitan interpretarse verbalmente y recurren a siste en que no es posible aplicarla directamente tal cual porque, como toda
narrativas profusas que nunca dejan de presentar un contorno que se desdi- teoría, se trata de una imagen abstracta, concebida para ordenar e interpretar
buja en la penumbra. Por ejemplo, ¿qué significa la palabra “fuerza” cuando grandes dosis de datos; no para “describir” exhaustivamente la realidad. Las
se habla de gravitación en las fórmulas newtonianas? ¿Cómo imaginar que teorías son estructuras imaginativas basadas en axiomas no verificables; son
dos masas “se atraen” a distancia, con la nada de por medio? ¿Y qué decir del tautologías epistemológicas basadas en supuestos culturales. Los modelos, en
concepto de “leyes naturales”, unas leyes que no precisan de legisladores ni cambio, son los instrumentos a través de los cuales se comprueban o refutan
de una autoridad para hacerlas cumplir? ¿No son éstas unas analogías parti- las teorías. La teoría, pues, debe “aterrizarse” mediante la elaboración de mo-
cularmente oscuras? Y sin embargo funcionan, al menos para ciertos efectos. delos de investigación. El modelo es como el paracaídas. Y vaya que se han
visto vuelos con una buena teoría, pero sin medios para el aterrizaje.
En cuanto a la constitución de nuestros pensamientos, disponemos de una je-
rarquía de metáforas dispuestas en una estructura cognoscitiva, cuyos niveles La metáfora en cuanto modelo —un tipo básico de metáfora— es un criptogra-
se condicionan mutuamente: las visiones del mundo, las teorías, los modelos ma que sintetiza la información del sistema y su entorno. Pero es algo más: una
de investigación, los métodos y las herramientas que se usan para obtener
información. Tanto la razón pura, como la práctica, así como la razón mítica, 28
Su necesidad como mecanismo evolutivo está magistralmente expuesta por Pascal Boyer (2001).

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buena metáfora “trae a mano un mundo” (Varela et al., 1991). Las metáforas Regresemos ahora al modelo científico. Su característica principal es que purga
son una forma de organizar la realidad, de modo tal que crean sistemas y mun- lo superfluo y elimina el ruido. El modelo sintetiza la información prescindien-
dos nuevos. No lo hacen las teorías mientras quedan en un nivel de generaliza- do de los pormenores. De modo que el problema inherente a la elaboración
ciones mentales. Las metáforas son la “encarnación” de las ideas teóricas. Pero del modelo de investigación es distinguir entre lo importante y lo sobrante a
esto se refiere no sólo a las ideas que manipula la mente humana, sino a todos partir de los principios subyacentes y la lógica invisible que se podría postular
los sistemas complejos. La información adquirida por el sistema a lo largo de detrás del devenir. Esa lógica de concatenación de los sucesos la proponen las
su evolución es condensada en una imagen ideal y así pasará a formar parte teorías. La simplificación de la realidad, su reducción a dimensiones maneja-
de la estructura. Es lo que Gregory Bateson (1993) llama “mente” del sistema bles y su traducción a diferentes lenguajes son posibles a través de las metáfo-
y Francisco Varela et al. (1991) “el yo virtual”, o embodied mind. En teoría de ras. La metáfora es la información compactada. Un modelo no puede abarcarlo
sistemas se le dice “autodescripción”. Es una representación codificada del self todo. Si lo hiciera, no sería modelo sino el duplicado de la realidad. Cuenta
(Miller, 1978); es un modelo operacional del sistema que sirve de referencia Borges de un país en el que los geógrafos se propusieron hacer un mapa exac-
ideal y ajuste para su trayectoria real.29 La investigación consiste en descifrar to, a escala uno a uno, del imperio. Pero, ¿dónde iban a guardar aquel mapa?
ese modelo.30 El mapa no es el territorio; el modelo no es el sistema. Los modelos son una
parte específica del sistema, la que procesa la información, de modo que no
La investigación consiste en averiguar qué modelo —metáfora de sí mismo— son separables de la forma energética que los sostiene. Una forma energética
tiene un sistema y compararlo con el que propone nuestra conjetura o hipó- está constituida por el flujo principal y su modelo, el flujo regulador.
tesis de trabajo que investigamos. La estructura subyacente, o la “mente” del
sistema, no es lo mismo que el “espíritu” o el “alma” de una entidad. Es algo El siguiente paso en este razonamiento es que no hay realidad perceptible
mucho más prosaico, es el conjunto de realimentaciones que le permiten al sin construcción de modelos. Un modelo es una representación ideal de un
sistema encontrar el camino por la vida. El conocimiento consiste en hacer sistema y, como tal, como su estructura, el modelo está “incrustado” en su rea-
comparaciones entre la trayectoria ideal-imaginada y la real-histórica. Las es- lidad. El modelo es y existe como una forma energética especializada en el
tructuras son comparaciones, se ha dicho (Adams, 1983); no son esencias, sino procesamiento de información. Un ejemplo clásico es el genoma, la metáfora
procesos basados en la actividad de comparar. El orden es una organización informática de un ser vivo. Los genes son una autodescripción del organismo,
en marcha. La sociedad no debe pensarse como una cosa, sino como un con- la cual evoluciona con la especie. Antes no se habían visto los genes porque
junto de asociaciones entre agentes humanos y no humanos, entre unidades no había tecnología para aprehenderlos. Pero hoy tampoco se pueden ver en
operativas, pues.31 algún sentido literal, esto es, sin la intermediación de las herramientas; siendo
éstas últimas una prolongación de los modelos mentales, no de los sentidos,
como suele decirse. Lo que llamamos “gen”, y nos lo representamos me-
diante alguna gráfica o mediante un programa computacional, no es pre-
cisamente el conjunto de moléculas del ADN. El signo no es el símbolo.
28
Uso la palabra sistema en el sentido de “flujo energético informado”. Esta terminología, que
proviene de la teoría de sistemas, permite economizar las explicaciones, ya que con el mismo
Suponemos que el ADN es el transmisor de las características del organismo
andamiaje conceptual se puede incursionar tanto en el mundo de la naturaleza como en el social. y que organiza la vida desde las etapas tempranas. Pero para comprobar esta
El denominador común de todo lo que existe es el concepto de flujo energético. Existir es disipar suposición no tenemos acceso directo a los genes y sus funciones, sino a tra-
energía. Allí donde hay flujos de energía entrelazados se procesa información y se forman espon-
táneamente estructuras organizadas (Jantsch, 1980). Se trata de un principio físico con el cual ope-
vés de una representación mediante símbolos. Un modelo del gen hace de
ran el universo, la biosfera y el ámbito social humano. El concepto de flujo o de forma energética interfase entre nosotros y la realidad que representa. Los genes son proteínas
es básico para el monismo epistemológico por el que aquí estoy optando. Tal vez su ventaja más que producen proteínas; el genoma, en cambio, es una imagen codificada del
importante es que permite entender la información como una cuestión físico-material. Tomar en
cuenta el soporte material de la información nos obliga a ser más realistas en cuanto los costos
conjunto de las características de una población de una determinada especie.
energéticos que el conocimiento exige. Ningún organismo es poseedor de tal genoma. Los genomas no son parte de
30
Intuirlo y elaborarlo en términos falsables, en contrastarlo con los datos que el sistema tiene y los organismos en cuestión, sino —como una creación humana— son modelos
presentarlo en algún lenguaje en el que el investigador desea comunicarse. Ningún sistema entre-
ga información gratuitamente, tampoco lo hace en un lenguaje comprensible para el investigador.
de investigación, un resumen en cierto nivel de abstracción. Pero eso no quiere
31
La unidad operativa es un conjunto de actores (individuos o grupos) que comparten un patrón decir que, como metáforas, no sean parte de la realidad. En el proceso de su
de adaptación común con respecto a alguna porción del ambiente. El patrón implica la acción co- elaboración, los genomas devienen en parte de un sistema social humano, en
lectiva o coordinada y alguna ideología común que exprese metas o justificaciones (Adams, 1983:
71). Las cosas del ambiente deben incluirse en la definición del sistema como unidad operativa.
la medida en que sirven para manipular o incidir en los procesos biológicos y
La evolución puede verse como la formación de unidades operativas cada vez más abarcadoras y sociales. Con la ayuda de los genomas es posible modificar la fisiología de los
como la aparición de mayores niveles de integración. organismos, manipular la reproducción y muchas otras cosas más.

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Sirva lo anterior para ilustrar un principio básico de la teoría de sistemas. Todo nadas a los recovecos de la mente humana, las bibliotecas y otros dispositivos
sistema consta de 1) flujos energéticos y 2) procesadores de información. Es- informáticos. 34 Pero una metáfora bien ensamblada es algo más que eso. La
tos últimos son modelos o metáforas de “sí mismo” y también obedecen a los autodescripción incorporada en la estructura de cada sistema evolutivo de-
principios de la termodinámica. viene a ser parte de la realidad misma en la medida en que permite operar
al sistema en un determinado medio. Una vez más, hay que insistir en que
En el ejemplo anterior, un “gen” se está asociando con un “rasgo”, porque se esto ocurre en todo tipo de sistemas y también les pasa a las representaciones
supone que lo produce cada vez que se multiplica. Ahora bien, lo hace con mentales que vienen a estructurar la realidad social.
variaciones, con lo cual echa a andar una secuencia que se verificará a través
del mecanismo de la selección. Así opera la “evolución”, aunque tenga más El programa que sirve de instructivo para el sistema se formula a partir de un
mecanismos a su disposición. La evolución es una metáfora de segundo or- código que el sistema y el entorno comparten. Territorio y mapas —juntos y
den, una interfase informática que nos permite elaborar modelos y manipular sólo juntos— forman una realidad concreta que es el sistema, como flujo ener-
la realidad de una cierta manera. De ahí que imaginar y construir son dos caras gético ordenado que porta su algoritmo informático. Así es como el sistema
de la misma moneda; representar e incidir son procesos simultáneos. Es im- comparte con el medio, esto es, con otros sistemas, la capacidad de intercam-
portante advertir que en los sistemas complejos la variación se origina en el biar la información. El mapa opera como la imagen de referencia y, en la medida
modelo (como una mutación genética), y no al ras del suelo como resultado de en que incide en la configuración del territorio, se torna parte del mismo. Nues-
la interacción directa entre los organismos (como en el enfoque lamarckiano). tros métodos de observación, incorporados a la realidad, están amarrados me-
diante metáforas, que sirven como modelos de supervivencia.
No puede haber sistema sin sus procesadores de información. Todo sistema
está ordenado a partir de una metáfora propia. Así como no hay organismo En el terreno de lo social, la metáfora, aparte de ser un regulador de la conduc-
sin su dotación genética,32 tampoco hay ecosistema sin sus mecanismos de ta de individuos y grupos, confiere el sentido a la información que procesa, lo
realimentación. Asimismo, no hay sociedad que carezca de códigos de comuni- cual permite compartirla entre las unidades sociales y dotarla de una “eficacia
cación y mecanismos de regulación. Son las metáforas las que nos comunican simbólica”, de la que los sistemas no humanos carecen. Otra diferencia, desde
entre nosotros y a nosotros con el mundo. La metáfora en este sentido es sinó- luego algo problemática, es que una entidad social cuenta con estructuras in-
nimo de un modelo. No es que la sociedad sea un organismo o una especie corporadas a modo de “metáforas de sí mismo” o mapas mentales muy varia-
de ecosistema, sino que las sociedades, los ecosistemas, los organismos y los dos, que suelen contradecirse, competir entre ellos y equivocarse fácilmente,
sistemas físicos son fenómenos que se pueden entender en el nivel abstracto llevando al sistema a un callejón sin salida.
como un flujo energético, ordenado por un flujo regulatorio. Sin este último es
inconcebible que funcione cualquier sistema disipativo.33 Entre los muchos tipos de metáforas tenemos las que se manejan desde la
ciencia. Éstas cambian de una época a otra. En la física clásica, por ejemplo,
Insisto en la idea siguiente. Si bien la metáfora funge como vehículo de la in- los objetos estudiados tenían que ajustarse a una geometría euclidiana y a un
formación, no se reduce sólo a eso. Si fuera así, las metáforas quedarían confi- tiempo lineal de secuencia interminable. Eso dotaba al mundo de un sentido
sublime; había quienes oían la música de las bóvedas celestes en movimiento,
una metáfora particularmente hermosa. Para el positivismo eso eran nada más
32
Es interesante observar cómo lo conceptualizan distintos autores. Desde la termodinámica se
habla de flujos compensatorios. Si la primera ley es la “ley de conservación”, la segunda podría
que monadas: la verdad debía extraerse de lo demostrable. Ahora se sabe que
llamarse, según la formulación de Planck, la “ley de compensación”. La dirección espontánea del los positivistas pasaron por alto que la veracidad y la exactitud de las verdades
flujo de energía es hacia el sumidero, pero por el camino se dan interferencias, perturbaciones, científicas dependen de una determinada tecnología para la obtención de los
resonancias y nuevas configuraciones. El flujo compensatorio se ha conceptualizado bajo dis-
tintas metáforas, tales como “convertidor catalítico” (Prigogine), “flujo energético de capacitación”
(Blackburn), puerta energética (Margalef), “instrumento exosomático” (Lotka), reloj (Georguescu-
Roegen) y “mecanismo detonador” (Adams). Los flujos compensatorios no evaden la segunda ley, 34
Los vehículos de información también son formas energéticas. Desde los impulsos neuronales,
al contrario, provocan un incremento todavía mayor de desorden, debido a lo cual el sistema se pasando por las ondas sonoras y terminando con las bibliotecas y los satélites, todo eso son reali-
ve en la necesidad de allegarse cada vez más insumos y más instrumentos para compensar las dades físicas que producen entropía. Pero constantemente separamos el vehículo del contenido
pérdidas siempre crecientes. informático. La información se puede “trasvasar” de un vehículo a otro (por ejemplo, de un libro
33
Disipativo, porque depende de un constante insumo energético que él mismo —en tanto sistema a un dispositivo electrónico), pero no hay que olvidar nunca la importancia del costo energético
complejo— tiene posibilidades de regular. Todo sistema de este tipo cuenta con un mapa de sí de esta operación. Como a los humanos la información se nos presenta en símbolos y signos,
mismo y de su entorno; en el caso de sistemas complejos, con varios de ellos dispuestos en una imágenes y metáforas (en su aspecto más manejable), nos da la impresión de que lo material no
jerarquía de funciones. Todo sistema complejo está dotado de una “mente incorporada”, la que importa. Si los modelos no fueran parte de la realidad, en el sentido de que no tuvieran un soporte
sirve de “ordenador” e instrumentaliza su funcionamiento a manera de una unidad coherente. material, ¿cómo podrían interactuar con las realidades tangibles?

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datos, esto es, que la verdad de los hechos es producto de una determinada y bajo ciertas circunstancias. Las ideas que se han concretado o “encarnado”
teoría y las maneras de recabar la información. en el devenir de un sistema, y éste ha pasado por la criba de la selección —
de la praxis, en el caso de los sistemas sociales—, se reproducen atrayendo
En los sistemas sociales, la tecnología como vehículo de información facilita un los recursos disponibles. Son las ideas-modelo a las que podemos calificar de
régimen de procedimientos y configura la realidad y la sociedad de una deter- “verdaderas”, en el sentido de verificadas en un determinado tiempo y lugar.
minada manera, a su imagen y semejanza. Un ejemplo. Siendo tan provisional En este sentido, la verdad no es un problema metafísico. La verdad es un pro-
como toda praxis humana, la industrialización permitió la construcción de la “ci- blema epistémico: es un problema de construcción de modelos que luego
vilización de la máquina” (una imagen de Karl Polanyi) y produjo un sistema de encajan —mal que bien— en la realidad, moldeándola a su manera. La verdad
consumo que muchos querrían pensar como “el mejor de los mundos posibles”. se produce sobre la marcha. En la ciencia contemporánea, al parecer, se está
Inverosímil y hasta peligroso, este mundo devino a ser tan real como cualquier dando una sustitución del concepto de “verdad” por el de “proceso” (Hacking,
otro que pudiera implementarse. Está tan fuertemente amarrado con la metáfo- 1996). La naturaleza es un continuum de procesos. Las cosas son unos recortes
ra del capital —la relación social dominante— que parece el único mundo posi- o instantáneas conceptuales que extraemos de los procesos: cosificamos lo
ble. Ahora bien, admitamos que ninguna descripción de la realidad es cien por que ocurre para poder atraparlo mentalmente.
ciento acertada ni completamente equivocada. Simplemente funciona, y con
ella su realidad existe en la medida en que se reproduce a partir de los recursos La realidad para nosotros es un asunto de “doble trama”, que se teje y des-
disponibles. Por lo demás, cualquier realidad se desgasta, nada es para siempre. teje constantemente en dualidades como “proceso y estructura”, “materia y
Ya no se puede decir, como antes, que una teoría o un modelo sean falsos o forma”, “cuerpo y mente”. El monismo como opción epistemológica tiene que
verdaderos. Sólo puede afirmarse que son posibles o imposibles en determi- reconocer la imposibilidad de prescindir de los contrapuntos conceptuales.
nadas circunstancias; o adecuados para determinados fines, los cuales, desde Por alguna razón, nuestra percepción está hecha a partir de opuestos binarios.
luego, también cambian. No puede hablarse, entonces, de una verdad objetiva Pero no necesariamente es así en la realidad misma. En el caso de las realida-
y neutra sin relación con los intereses que la sostienen, ni siquiera en el caso de des sociales, éstas son resultado de la confluencia entre la parte ideática (de
los enunciados científicos. La ciencia es una discusión en la que las verdades cómo se conceptualizan) y los soportes materiales a disposición (de cómo se
van y vienen. plasman). Una idea que encaja en una determinada realidad se vuelve “la cos-
tumbre” y se reproduce cual epidemia, en la medida en que atrae los recursos
La verdad de las metáforas no es ahistórica, siempre igual a sí misma, precisa tecnológicos y energéticos para su propagación. Es necesario insistir en que
y definitiva. La verdad se construye, se deconstruye y se vuelve a construir. Es el conocimiento y la tecnología disponibles son los factores que deciden qué
un proceso de modelación, falsación e implementación, el cual exige un con- clase de sociedad podemos tener. Lo imaginado y lo imaginable en el ámbito
tinuo mantenimiento. El método es de “ensayo y eliminación del error” —el social no se impone desde arriba, sino que “crece desde el pie”. No es posible
preferido, por cierto, de la selección natural— y se emplea también en todas que un gran ideal de sociedad a futuro se imponga por decreto, o porque lo
las áreas del conocimiento. Imaginar, modelar, medir y adaptar son maneras imagina un visionario. Para que un imaginario social cuaje y sea parte de la rea-
de interactuar con la realidad. Si usted quiere interactuar con su entorno, lidad, debe pasar por la criba de la selección, o sea, por el proceso de autoor-
esto es, si quiere estar presente en el mundo, debe disponer de unas metá- ganización. El proceso de imaginar-intervenir es una réplica a escala humana
foras para eso. “Sólo lo imaginario es real”, decía Albert Einstein. A tal punto de un proceso evolutivo que se da en el ámbito de la realidad física, biótica y
es importante la metáfora, que cuando no hay posibilidad de imaginar algo, social, en el que los actantes tienen un denominador común: todos son formas
ese algo no existe; no para nosotros. Lo real es lo que existe a partir de una energéticas (Tyrtania, 2009). Esta naturaleza común de los procesos decide lo
metáfora de “sí mismo” que podemos descifrar, aunque sea parcialmente. El posible e imposible en circunstancias de aquí y ahora.
modelo no es la realidad, así como el mapa no es el territorio, pero un terri-
torio sin el mapa no existe para quien conoce. Entre la formulación del mapa Las imágenes de la naturaleza que nos son familiares, aquellas a partir de las
y el reconocimiento del territorio se da una reciprocidad a tal punto trabada, cuales se estructuró el mundo en el que vivimos, fungen como modelos o “in-
que ambos se condicionan mutuamente. terfaces” en la evolución social. Gracias a la memoria (genómica, fisiológica,
neuronal, individual, grupal e institucional) somos lo que somos y hemos lle-
Que sólo lo imaginario sea real no significa, desde luego, que todo lo que gado donde estamos ahora. En el nivel de agregación colectiva contamos con
imaginamos pasa a ser parte de la realidad del mundo exterior. La selección, la memoria social. Cuando los vehículos de información dejaron de ser exclusi-
que no es otra cosa sino autoorganización —un proceso de interacción entre vamente endosomáticos y se extendieron inter-generacionalmente mediante
el sistema y su medio— decide lo que es viable en un determinado contexto el habla y luego la escritura hacia el quehacer social, surgieron las instituciones

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y los artefactos culturales. A través de ellos percibimos el mundo, intervinién- La naturaleza, en sí misma bella y bien planeada, fue corrompida por los hu-
dolo simultáneamente. manos y pasó a sufrir los “dolores de parto” como castigo. Pero es un castigo
redentor. Al final de los tiempos no será la decadencia lo que se impondrá,
Resumamos el argumento hasta aquí expuesto. La metáfora como locus cul- sino una realización plena en el más allá. La crisis debida al pecado de la des-
tural es un dispositivo para la construcción/interpretación de los hechos. Las obediencia no es motivo de desesperación, sino que constituye parte de la
narrativas que nos contamos son para entender y modificar la realidad. Cuan- expectativa de la salvación. ¡Feliz culpa! Todo esfuerzo humano orientado a
do la metáfora contribuye a la transformación del medio pasa a ser parte del obedecer a Dios es “la última batalla” en el tránsito apocalíptico hacia “un nue-
mismo. Así, incorporándose como un elemento de su arquitectura, posibili- vo cielo y una nueva tierra”.
ta y condiciona su desarrollo posterior. Se constituye en una autodescripción
(criptograma, mapa, mente) y es parte de la realidad, en el sentido de que sin Las dicotomías que jalonan la historia sagrada (pecado/perdón, caída/salvación,
ella —sin el ingrediente ideático— lo real es inconcebible. Lo anterior vale para castigo /premio, cielo/infierno…) sólo pueden discutirse desde la perspectiva
todos los sistemas, pero en las sociedades humanas se agrega el fenómeno de la religión: un mito se valida cuando es compartido por una comunidad de
de la conciencia, los valores y el sentido de la vida. Es una autorreferencia típi- creyentes, sin la cual no se entiende y queda como una pieza de museo. Pero
camente humana que es imposible de evadir, porque somos parte de la obra mientras cumplan alguna función social, las representaciones míticas permean
que representamos, y tal vez seamos su único público. No sabemos si el uni- las demás áreas de la racionalidad humana, ya que se consideran “la historia
verso se desempaña con o sin un guión, pero sí nos consta que nuestro medio verdadera” (la expresión es de Mircea Eliade). Del argumento de la “naturaleza
efectivo no funciona sin los modelos que nos hacemos de él. En la actualidad caída” queda la idea de que los humanos, desde que hemos probado el fru-
no poseemos una imagen única del mundo, y probablemente ya nunca la ten- to del árbol del conocimiento, somos hijos de la crisis. Surge de allí la idea de
dremos, si es que la tuvimos alguna vez. La mercantilización de la naturaleza que la humanidad necesita redención, porque por sí misma no es capaz de salir
es, tal vez, el acuerdo más generalizado al que en los hechos han llegado to- adelante. En el paraíso del que fuimos expulsados, la naturaleza todo lo ofrecía
das las sociedades del mundo, o casi. Sin embargo, se oyen cada vez más las gratuitamente. Ahora hay que trabajar como castigo por no seguir las reglas
voces de que hay bienes —bienes comunes— que no pueden privatizarse, que establecidas por el Creador, pero el trabajo no afecta en nada a la naturaleza.
no todo es mercancía. Ahora bien, esas visiones disidentes circulan hoy con
mayor facilidad que antes, aunque ya no pueden aglutinarse en una sola ima- El modelo competidor, el de la oeconomia naturae, también fue producto de la
gen o una verdad compartida por todos. Y, sin embargo, el reconocimiento de razón mítica, pero acabó siendo profano. Prescindiendo del pecado y la culpa,
la diversidad puede ser una ventaja. Al desarrollo de estas ideas dedicaré la propuso como punto de partida el “equilibrio natural”, resultado de la bene-
parte restante del ensayo. volencia del Creador, el garante del funcionamiento del Universo. La creación,
una vez echada a andar, funciona por sí sola. Los males del mundo son sólo
LA NATURALEZA Y SUS METÁFORAS, DESANDAR EL CAMINO aparentes ya que todos ellos son, de una u otra manera, útiles y hasta nece-
sarios. Véase, por ejemplo, la perfecta armonía de las leyes naturales, que son
La historia universal —decía Jorge Luis Borges— es la historia de unas cuan- reflejo del plan de Dios desarrollado providencialmente para el bien de sus
tas metáforas. Así también lo es la historia natural. ¿Desde cuándo se separó criaturas. El balance armonioso de la naturaleza también opera en la sociedad
conceptualmente la naturaleza de la sociedad como dos realidades ontoló- humana. El conflicto por sí mismo contribuye al perfeccionamiento de la socie-
gicamente distintas? ¿Por qué es tan difícil deshacernos de esta distinción? dad, es funcional. Estamos cada vez mejor organizados y más libres gracias al
Veamos con cierto detalle los modelos de naturaleza que la modernidad tuvo esfuerzo y el sufrimiento y ambos llevan al progreso. Este modelo se fraguó en
a disposición en Occidente. Comenzaré con dos: el de la “naturaleza caída” o una doctrina llamada “teología natural” que hasta la época de Darwin se en-
natura lapsa y el del “balance armonioso” o oeconomia naturae. Ambos mode- señaba en las universidades. Con el paso del tiempo, la teología fue sustituida
los se remontan a la Antigüedad y presentan argumentos, hasta cierto punto, por una “teleología de la naturaleza” fincada en el postulado de la autosufi-
opuestos. El segundo evolucionó a partir del primero y, finalmente, ganó más ciencia del mundo natural, concebido como un “todo” auto-contenido y como
territorio cuando se volvió secular y se instaló como la metáfora de la naturale- un receptáculo de todas las explicaciones posibles de lo que sucede.
za más popular e influyente en la actualidad, la del “equilibrio natural”.
En concordancia con esta imagen de la naturaleza tenemos “la mano invisible”
En el primer caso se concibe el mundo como creado por Dios en estado de del mercado, la que se encarga de mantener el equilibrio y respetar el orden
perfecta armonía, pero arrastrado a la perdición por la desobediencia. La his- natural de las cosas en el terreno de lo social. Se argumenta que, con el triunfo
toria sagrada enseña que el destino del ser humano es el de toda la creación. del libre mercado, se confirmó la eficacia de la economía de la naturaleza, que

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es la de laissez faire. Los fracasos y las crisis son parte de los ajustes naturales. ña que logra este modelo es proponer una visión divina, o casi, del Universo
La idea central es la del equilibrio que garantizan las leyes de la naturaleza. Si como un todo: el tiempo es eterno, el pasado y el futuro son equivalentes, el
bien el fenómeno humano pertenece a la esfera de lo natural, está llamado a espacio es infinito. La objetividad científica es lo nuestro.
trascenderla. El ser humano es algo excepcional —una idea muy hermosa— y el
“destino manifiesto” de los elegidos lo confirma. Sin embargo, el problema de este modelo es que no puede aplicarse a los
asuntos propiamente humanos. Es muy rígido incluso para los sistemas físicos,
Una primera visión propiamente científica de la naturaleza se la debemos a aunque eso no se supo sino mucho más tarde. El problema se solucionaba
Galileo Galilei. Con su metáfora del mundo natural como un “libro abierto para postulando que el ser humano es humano debido a su espiritualidad: Cogito,
todos”, Galilei inauguró una manera de pensar cuya influencia en nuestros tiem- ergo sum, sentenció Descartes. Según esto, la trascendencia de la racionalidad
pos difícilmente podría exagerarse: concebimos la estructura de la naturaleza nos separa de los demás seres vivos y nos asegura el futuro más allá (o por
como la de un texto, y a la ciencia como herramienta para leer e interpretar su encima) del mundo natural y sus limitaciones. Un ser tan extraordinario como el
contenido.35 La naturaleza es lo que existe “en cuanto tal”; la cultura, a su vez, es humano —ni quien lo dude— no puede someterse a límites tan prosaicos como
un artificio elaborado por los humanos-en-sociedad para entenderla y hacerse los naturales. Ahí está la cultura para probarlo (se entiende, la de Occidente,
cargo de ella. La “conquista de la naturaleza”, ficción fuertemente arraigada en el logro más exquisito de la humanidad). La naturaleza se domina obedecién-
Occidente, encontró aquí su fundamento científico. Conquista, colonización o dola, pero se domina. La podemos subordinar y controlar mediante la ciencia y
“apropiación social” de la naturaleza son todas ellas imágenes que subyacen la tecnología. El universo, armonioso y ordenado, es predecible hasta el último
a la del “ascenso de la humanidad” a una posición dominante sobre el “orden detalle. La humanidad, aunque no tan ordenada como debería de serlo, es su
natural”. El mundo está a nuestra disposición y las consecuencias de nuestras dueña y se apropia de él descifrando sus secretos. La trascendencia de la cul-
actividades sólo pueden ser buenas. tura es el elemento complementario del modelo mecanicista. La cultura no es
un fenómeno natural, sino una prueba de nuestra superioridad, mientras que
En tiempos modernos la metáfora científica de la naturaleza y la imagen tal vez la diversidad cultural, una prueba de la libertad que tenemos para crear.
más celebrada en las escuelas ha sido la del “demonio de Laplace”. Se trata de
una suposición también llamada “hipótesis de Laplace” (Ferrater, 2009: 2071), La doctrina ortodoxa pre-darwiniana en relación con la naturaleza animada,
según la cual el universo es un sistema mecánico. Cualquier estado de un sis- la de la Gran Cadena del Ser, fue formulada a mediados del siglo XVIII por
tema así puede predecirse con exactitud, si se conocen: 1) las leyes que go- Leibnitz. El filósofo alemán sostenía que los organismos individuales son mani-
biernan las relaciones entre los fenómenos y 2) las condiciones iniciales de un festaciones de la esencia inalterable de cada especie. La condición inmutable
proceso. El problema consiste en que nuestra información siempre es parcial. de las esencias se imponía como evidente en sí misma; las variaciones en los
Laplace lo soluciona de manera ingeniosa. Si no somos nosotros quienes po- detalles de los organismos se consideraban como imperfecciones sin impor-
demos alcanzar el conocimiento perfecto, podemos imaginar una inteligencia tancia. La imagen de una cadena sugería que los seres vivos se despliegan
superior, con buena memoria y capacidad de procesar una infinita cantidad de en el marco de un orden establecido de una vez por todas en la creación.37 El
información al instante (porque allí la información, —una suposición oculta— no modelo mecanicista de la física encajaba bien con la idea de la Cadena del Ser,
tiene propiedades materiales). Esa inteligencia podrá dar cuenta de todos los porque la naturaleza se pensaba como una repetición interminable de sucesos
estados pasados, presentes o futuros de un sistema.36 El presupuesto teórico que obedecían leyes estrictamente causales en un Universo concebido como
en este caso es que el determinismo rige el mundo físico-material. La haza- un mecanismo de relojería. El determinismo coincide con la verdad sagrada,
en que “todo está escrito”. Más tarde, el “orden natural” perfecto ya no nece-
sitaba justificarse con la existencia de Dios. La naturaleza pasó a ser “lo que
35
El único problema parecía ser el idioma en que estaba escrito el libro de la naturaleza, que es,
según Galileo, el de las matemáticas. Hoy sabemos que ninguna lectura es literal. La lectura supo-
existe por sí mismo”, un concepto que sustituyó al de Creador.38
ne necesariamente interpretación y construcción de sentido. Muchos teóricos de la antropología
han hecho de esta idea su objeto de reflexión. Véanse las vicisitudes del concepto de la “cultura
como texto” en Jacorzynski (2004). 37
Una imagen del colectivo judeocristiano le confirió un soporte sagrado. Me refiero al pasaje
36
En su Théorie analytique des probabilités (1820), Laplace propone que “una inteligencia que co-
bíblico del sueño del patriarca Jacobo, hijo de Isaac, nieto de Abraham. Jacobo soñó con una es-
nociera en un momento dado todas las fuerzas que actúan en la Naturaleza y la situación de los seres
calera de fuego que ascendía desde la tierra hacia el cielo, conformando una jerarquía compuesta
de que se compone, que fuera suficientemente vasta para someter estos datos al análisis matemá-
por eslabones de los seres vivos, los humanos, los reyes, los santos, los ángeles, los arcángeles, las
tico, podría expresar en una sola fórmula los movimientos de los mayores astros y de los menores
potestades y los dominios, hasta llegar a la divinidad misma. Un mundo jerarquizado y perfecta-
átomos. Nada sería incierto para ella, y tanto el futuro como el pasado estarían presentes ante su
mente ordenado, de una vez y para siempre, la scala naturae.
mirada”. La doctrina del determinismo (axioma que no puede demostrarse empíricamente) se refiere 38
En la mecánica clásica las leyes naturales reflejan la estructura atemporal del mundo. Pensar en
a sistemas cerrados, compuestos por elementos que interactúan mecánicamente.

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A las visiones estáticas de la naturaleza le sucedieron las dinámicas. Al pro- independiente de lo que se pensara de ella. Ésta es la concepción teleológica
poner su teoría de la transmutación —por llamarla de alguna manera— Jean de la realidad, se explica a partir de una causa final manifiesta, en este caso: la
Baptiste Lamarck, en su Philosophie Zoologique, publicada en 1809, hizo dos naturaleza no hace nada sin un propósito. Lo natural devino a ser una verdad
cosas: subvirtió el orden jerárquico “natural” y dotó a la scala naturae de un obvia, que no necesitaba probarse, porque en la mente de los creyentes la
factor de movilidad, con lo cual preparó el terreno para la idea de cambio verdad es independiente de la existencia de la misma mente; y de la expe-
evolutivo. Según Gregory Bateson Lamarck, quien fue probablemente el bió- riencia también (de la manera en que se obtienen los datos). Este es, en una
logo más atrevido de la historia, puso la scala naturae de los seres vivos cabeza palabra, el enfoque esencialista, muy arraigado en nuestra mentalidad y casi
abajo. Lamarck dijo que la escala comenzaba con los infusorios y que desde consustancial a ella.
allí se producían cambios que llegaban hasta el hombre. Ese poner cabeza
abajo la jerarquía fue una de las hazañas más sorprendentes que jamás tuvie- EL PUNTO DE INFLEXIÓN
ron lugar. Fue el equivalente en biología a la revolución copernicana en astro-
nomía (Bateson, 1991: 458). La concepción teleológica de la naturaleza, según la cual ésta obedece a un
designio y no hace nada sin una finalidad preestablecida, fue disuelta en la
Según el enfoque lamarckiano, los organismos se desplazan a lo largo de la ciencia moderna por Charles Darwin. Las especies dejaron de ocupar cada
Cadena del Ser buscando alcanzar la perfección en un proceso de mejora diri- una un lugar necesario y permanente en el espectro de las formas de vida.
gida.39 Resulta difícil imaginar cómo ocurre este proceso en concreto, pero la Desde la perspectiva del evolucionismo darwiniano, las especies representan
hipótesis suena razonable. Según Lamarck, el impulso innato hacia la excelen- un flujo de poblaciones que van y vienen, sin que se pueda predecir su destino
cia es transmitido por unos “fluidos invisibles” para que los seres vivos pue- y sin que haya necesidad de postular un plan previo para ese devenir. Des-
dan subir en jerarquía cambiando de especie, como si se tratara de la misma apareció, por innecesaria, la hipótesis de la vis vitalis como propiedad esen-
escalera ya mencionada en el sueño del patriarca Jacobo. Lamarck no pudo cial de la “naturaleza animada”. Los procesos fisicoquímicos, cada vez mejor
prescindir de esa imagen, porque no pudo desechar los elementos fundamen- conocidos en sus detalles, se prestan a la descripción fenomenológica de
tales de la visión del mundo vigente en su tiempo. Aunque le diera un vuelco “causas próximas”. En la teoría evolucionista se adopta un modelo de causa-
imaginativo al concepto de naturaleza, no puso en duda la jerarquía fija de los lidad que combina el concatenamiento de causas inmediatas con las causas
seres vivos, ya que era “evidente en sí misma”. basadas en la selección como causas estructurales. Es un modelo que admite,
al mismo tiempo, la intervención del azar junto con cierta direccionalidad de
Las grandes ideas que plasman las metáforas de la realidad no desaparecen los procesos evolutivos. La interacción de los procesos masivamente paralelos
del todo mientras cumplan algún papel social o mientras haya una comunidad produce una “memoria” basada en experiencias, que se sedimentan en los dis-
que las sostenga. Las visiones del mundo descritas (la de “armonía natural”, la positivos de los sistemas. Tales dispositivos son su parte informática, y se han
“oeconomia naturae”, “el libro abierto” de Galileo, el “demonio” de Laplace, mencionado como “autodescripción”, criptograma, mente, mapa. La estructura
la “Gran Cadena del Ser” de Leibnitz y el “transformacionismo” de Lamarck) resultante es el conjunto de procesos de realimentación que permite la repro-
tenían un presupuesto tácito que les confería coherencia. Ese supuesto era ducción de estos sistemas, desde los bioquímicos hasta los sociales.
la verdad única inamovible: así como había un solo Dios, también había una
sola Creación. A la postre, un sólo Rey. La naturaleza era una realidad objetiva, El enfoque evolucionista al estilo darwiniano remarca que son las variaciones
las que importan. Ya que no hay esencias inmutables, son las diferencias acci-
dentales las que explican la dinámica del mundo natural. “Dinámico” querrá
decir ahora que una cosa puede transformarse en otra. Tal vez, de toda la teo-
términos del determinismo es posible sólo si se concibe el tiempo como reversible. Éste es el pa-
radigma de la mecánica clásica que influyó fuertemente en toda la ciencia y que se concebía como
ría evolucionista, el comportamiento “estocástico” de la realidad sea el más
la búsqueda de leyes naturales formuladas en términos determinísticos, de tal modo que la expli- difícil de entender, aunque en el fondo sea una idea sencilla.40
cación fuera lo mismo que la predicción. Tal enfoque condujo al dualismo cartesiano y a la que-
rella en torno del reduccionismo. En ciencias sociales prevalece la opinión de que las entidades
socioculturales no son entidades físicas, porque no las caracterizan relaciones de causalidad me-
cánica (O’Meara, 1997: 410). Para el fenómeno social se postula un orden de otro tipo, semiótico
o simbólico, un orden en el que ni los recursos materiales ni la energía tienen importancia teórica.
39
Según Lamarck, hay “un principio creador universal, un esfuerzo inconsciente y ascendente en la 40
“Estocástico” significa encontrado, atinado al azar. Dícese de sucesos que surgen de manera
scala naturae que impulsa a cada criatura viviente hacia un grado de complejidad mayor” (Curtis aleatoria pero que logran un resultado predecible en términos probabilísticos. Una secuencia de
y Barnes, 1994: 29). El objetivo es perfeccionarse y sería impensable que una especie fracase o sucesos es estocástica cuando combina el componente aleatorio con la selección (Bateson, 1993).
desaparezca a causa de algún accidente.

106 107
Más allá del darwinismo, la formulación de los principios de la termodinámi- La primera consecuencia de la irreversibilidad entrópica es que nada en este
ca vino a dar el golpe mortal a la idea de un universo armonioso, concebido mundo está en equilibrio. El equilibrio es el estado de cero producción de
como un mecanismo de relojería. La concepción de un cosmos en estado es- entropía, un estado en que ya no transcurre el tiempo y no pasa nada.41 La
tacionario y de una naturaleza en equilibrio y armonía fue abandonada, en condición sine qua non para que suceda algo es el estado de no equilibrio.
física, en favor de la imagen de un universo en expansión. En la biología, una Nos es difícil aceptar esta idea dado que toda la vida hemos creído que el
naturaleza en incesante regeneración fue abandonada en favor de una natura- orden, en el sentido de estructura fija, es la esencia del Universo. Ahora resulta
leza en trance de evolución, a través de la inclusión de más y más energía en que no hay tal orden universal. En la ciencia contemporánea se habla primero
sus ciclos vitales. Gracias a esta idea, los cosmólogos contemporáneos, por del caos, el azar y la complejidad, y después del orden. El orden es un resulta-
ejemplo, Erik J. Chaisson (2001), pueden aplicar el modelo darwiniano a la do arbitrario y efímero de los procesos de autopoiesis. Es una configuración
evolución del cosmos. La idea de evolución ya está presente en toda la ciencia probabilística, temporal y local que, a la postre, causa más desorden que otra
contemporánea, pero en las ciencias sociales es ignorada. En parte, porque cosa. A lo que le decimos “orden”, sería mejor llamarlo “organización” (Schnei-
se la entiende como un asunto de biología, exclusivamente; en parte, por una der y Sagan, 2008:43). A lo que denominamos “sociedad”, sería mejor decirle
desastrosa experiencia que tuvo la antropología en su etapa formativa, cuan- “asociación” (Latour, 2013). La organización, cuando ocurre, no sucede espon-
do surgió la idea del “darwinismo social”, una ocurrencia de Spencer, no de tánea y gratuitamente, sino que se produce con un gasto energético extraor-
Darwin, de que los grupos raciales luchan por la supervivencia como si fueran dinario. De alguna parte tiene que salir el recurso para crear la organización y
especies. El malentendido se trató de solucionar declarando que la evolución mantenerla por algún tiempo. Y, como toda transformación energética supone
social no es darwiniana, sino lamarckiana, porque se basa en el aprendizaje de una pérdida irreversible, sostener la organización exige un gasto adicional. En
“características adquiridas”. Ahora bien, el “transformacionismo” lamarckiano primer lugar, mantener el ordenamiento continuo en un lugar contribuye al
nunca proporcionó un mecanismo verosímil —el modelo— mediante el cual se caos en otros lugares. En segundo lugar, si cada transformación energética
transfirieran los rasgos de una generación a otra. La hipótesis de transmisión aporta una pérdida irrevocable, entonces, el costo energético del sistema no
de características adquiridas por uso y desuso no resultó ser útil para la inves- puede sino aumentar. Producir la organización y luego sostenerla implica un
tigación en ciencias naturales. En ciencias sociales tampoco ha sido de gran costo de mantenimiento creciente. ¿Por qué creciente? Porque la energía, una
ayuda, debido a los presupuestos metafísicos de esta teoría, como ya se ha vez usada, no es reciclable y hay que buscarla de nuevo en su estado potencial
dicho más arriba (Tyrtania, 2009). para realizar el trabajo. Los costos energéticos para mantener el proceso de
ordenamiento siguen siempre en ascenso, sostener la organización aumenta
La imagen de la naturaleza, que ofrece la ciencia contemporánea, descansa la desorganización en el medio, no la disminuye. ¿Por qué es tan difícil aceptar
sobre la teoría evolucionista de corte darwiniano. Para adoptar el enfoque evo- esta idea?
lucionista en ciencias sociales es necesario hacer una operación epistemológi-
ca previa. Esta operación consiste, en resumidas cuentas, en definir el sistema El argumento de la irreversibilidad de los procesos entrópicos va a contraco-
evolutivo en términos de “sistema disipativo”. El problema de sobrevivir en un rriente de lo que generalmente se piensa, de la naturaleza como una entidad
mundo cuya entropía aumenta a cada instante es un problema común a todos estable y prolífica en eterna regeneración y que no acusa desgaste, como si el
los sistemas abiertos. La contribución decisiva de la termodinámica a nuestra tiempo no la afectara. Sinceramente se piensa que la especie Homo sapiens
concepción de la naturaleza fue lo que Sir Arthur Eddington llamó “la flecha es inmortal y que tiene el mundo puesto a su disposición y disfrute exclusivo.
del tiempo” y la imaginó hacia adelante, pero para abajo. La irreversibilidad Suele argumentarse que la abundancia de la energía puede verificarse por
del tiempo es una implicación del segundo principio de la termodinámica y doquier. La imagen de la Madre Naturaleza generosa, que ofrece todo gra-
es el trasfondo de todas las demás características de la naturaleza. “Natural” es tuitamente, nos tiene fascinados, aun cuando sea una metáfora sumamente
sinónimo de “irreversible” (Planck, 1979). Lo demás es cuestión de extraer las engañosa y un antropomorfismo completamente naíf. Es cierto que el mundo
consecuencias de esta equivalencia. Los principios de la termodinámica nos está lleno de energía, pero su disponibilidad no es gratuita; lo que importa es
informan acerca de cómo funciona nuestro mundo, y la “irreversibilidad del el costo de procesarla. 42
tiempo” es su característica principal. La vida, como lo sabemos de sobra por
experiencia propia, es una lucha contra el tiempo.
42
Por ejemplo, suele argumentarse que toda partícula de materia es una fuente de energía en
potencia, porque contiene la energía nuclear. Un libro de texto para la enseñanza primaria (Jeu-
nesse, 2002) propone el siguiente razonamiento: “La energía contenida en cierta cantidad de
materia es igual a su masa multiplicada por la velocidad de la luz al cuadrado, según la famosa
41
Si usted no produce entropía (calor, desorden, desgaste, deshechos), usted está muerto. ecuación de Einstein. Como la velocidad de la luz es muy grande (300 kilómetros por segundo), la

108 109
En segundo lugar, como la civilización de la máquina comunica ecosiste- evolución se debe al hecho de que el tiempo se agota, la energía se disipa y la
mas diferentes y transfiere la entropía a lugares muy lejanos, esta última se información se encarece.
hace invisible. De ahí que nos es difícil advertir que los costos que deben de
pagarse por la expansión resultan crecientes y devastadores. Si se calcula la El postulado de “orden a partir del caos”, una generalización de Ilya Prigogine
“huella ecológica” que deja una persona o una familia de clase media de un con pretensiones de ser la cuarta ley de la termodinámica, se refiere a que el
país industrializado, resulta que la mayoría de su consumo energético se debe caos no desaparece nunca en tanto fuente segura de fluctuaciones (Prigogine
a la extracción de recursos de lugares muy lejanos, donde “la abundancia” con- y Stengers, 1985). Desde esta perspectiva, el surgimiento de estructuras es una
siste en la mano de obra gratuita, por no decir esclava.43 singularidad accidental en los detalles, pero en tanto un resultado de la selec-
ción, dichas estructuras se tornan necesarias en el nivel macro. La tesis de “azar
Con la complejidad del sistema la cantidad de transformaciones aumenta. Para y necesidad” es conocida en biología como una combinación de variación y
compensar las pérdidas, el sistema debe acelerar la extracción de la energía selección. En física se habla de la “paradoja de la irreversibilidad”. Lo que es
del medio y diversificar sus insumos y egresos. De ahí que los daños al medio azaroso en el nivel micro, da lugar a un comportamiento coordinado en un
serán también cada vez mayores. Sobre el inmenso océano del caos creciente nivel superior de organización. Se reconoce el azar como una de las caracterís-
se forman “islas del orden” (según una metáfora de Kenneth Boulding) que ticas constitutivas de la realidad, no como una consecuencia de algún defecto
se mantienen a flote mientras haya la energía para sostenerlas. Pongámoslo de nuestra percepción, que los tiene muchos y de sobra. La “domesticación
así: caos y cosmos, las dos deidades primigenias antagónicas de la mitolo- del azar” se debe a la selección de los acontecimientos fortuitos locales, de
gía griega antigua, siguen combatiéndose. Pero cada batalla que gana Cos- los que surge conducta global coherente. De las fluctuaciones, perturbacio-
mos contribuye a la victoria de Caos, ya que a ambos los observa Cronos. La nes, interferencias, rupturas de simetría y singularidades irrepetibles resulta
“muerte térmica” del Universo es un asunto muy remoto, tan remoto que no la variación de las formas. La variación se debe a que nada sucede dos veces,
nos debe quitar el sueño. Ahora bien, lo que sí nos debe preocupar, y efectiva- otra consecuencia directa del principio de entropía. Sin embargo, no todo está
mente nos tiene en constante actividad, es que el principio de entropía opera perdido, habrá procesos que se repitan, aunque no de la misma manera, pero
aquí y ahora, a cada instante. Sería bueno saber más sobre el futuro remoto del sí de modo muy parecido. Estos procesos se reproducirán si hay energía dis-
universo, pero es más importante saber qué es lo que pasa en el presente. Y ponible para copiarlos. La energía fluye y no es recuperable. En el nivel de sis-
lo que pasa es que un poco de orden en un lugar se consigue a partir de gran temas macrofísicos lo que se puede recuperar es la información; y teniéndola
cantidad de desorden en muchas otras partes del medio, y es algo que no se a ella como instructivo, se hace posible repetir los procesos.
puede revertir. El palo dado ni Dios lo quita. El dicho popular se refiere a que
ningún proceso natural es reversible: “La evolución es un viaje sin retorno para Las variaciones de los procesos repetitivos pueden ser grandes o pequeñas,
todos”, apunta Nicholas Georgescu-Roegen (1996), y remata: “Sólo se puede pero de alguna manera tienen que encajar en el medio. Las mutaciones son
sobrevivir en un mundo cuya entropía aumenta”. El dilema de la “producción” materia prima para la selección. Como resultado tenemos la diversidad de for-
de entropía sólo puede solucionarse con más disipación, no con menos. La mas y una gran fecundidad de la evolución en los lugares y tiempos donde
la actividad físico-química es abundante. La vida, aunque circunscriba proce-
sos aleatorios, no es del todo un accidente del tipo “azar puro y duro”, sino
cantidad de energía en un gramo de materia es enorme”. Sin embargo, el razonamiento no toma “una respuesta a la estructura fundamental del universo”, sostiene Ilya Prigo-
en cuenta el costo de los detonadores para activar esa energía. Resulta irónico invocar la energía
atómica como ejemplo, porque se trata precisamente de una prueba de lo contrario: demuestra lo
gine (1983). Claude Lévi-Strauss estaría de acuerdo. ¿Cuál es esta “estructura
difícil y mortífero que es manejar una fuente energética de alta potencia. No es imposible, pero el profunda”? Habrá que aceptar que no lo sabemos, a juzgar por lo que pasa
costo es enorme para la sociedad y para el medio. en la ciencia no hay demasiada esperanza de saberlo fácilmente algún día.
43
La “huella ecológica” es el efecto de la transferencia de la entropía al medio. Es una faceta
de la capacidad de sustentación que se puede medir por individuo, por grupo doméstico o por
Es posible que no haya un orden inmanente por descubrir, algo así como la
cualquier otra unidad operativa. Los economistas holandeses Rees y Wackernagel elaboraron, en “estructura fundamental”, sino una innumerable dispersión de organizaciones
1993, una metodología para calcular la huella ecológica de una población determinada en una posibles, provisionales y únicas. Y, ¿qué tal si hay mundos paralelos, universos
superficie requerida, relativa a la producción de cada uno de los elementos de una canasta básica
de consumo anual. Si se tiene el cálculo de la superficie requerida para sostener el consumo pro-
múltiples y una cantidad de modos de existir en un “multiverso” con una can-
medio per capita de un país, obtenemos el “planetoide personal”: la superficie productiva de la tidad infinita de leyes y formas, tal como sostienen los visionarios de la física y
Tierra que cada habitante utiliza de facto anualmente. En los países industrializados ésta rebasa cosmología? En el ámbito humano estos órdenes son “establecidos desde los
con mucho la superficie nacional; en Holanda, por ejemplo, 15 veces. ¿En dónde está la superficie
restante necesaria para mantener a un holandés? En los países que exportan alimentos a Holanda.
juegos de lenguaje en los que cotidianamente participamos y desde las res-
La mayoría de los países industrializados depende de un déficit ambiental, que se deja sentir en pectivas prácticas sociales”, en palabras de Ludwig Wittgenstein (apud Savater,
los lugares más recónditos del mundo. 2008: 261).

110 111
Conceptos tales como “orden natural”, “balance de la naturaleza”, “equilibrio cia se desvanece. Lo que queda entre las cenizas del fogón (la metáfora está en
ecológico” o “sustentabilidad gratuita” son ecos de una imagen decimonó- Margalef, 1980) es un poco de calor con que se podrá avivar el fuego y encen-
nica de la naturaleza y, tal vez, reminiscencias de la nostalgia por un paraíso der una nueva fogata. Si a eso queremos llamarlo “reciclaje”, “recuperación” o
perdido. La naturaleza se pensaba como un reino en perpetua regeneración. “sustentabilidad”, está bien, pero no es más que una manera de hablar. Estas
La imagen correspondiente en física era la de una maquinaria que no sufría palabras son utilizadas en todo tipo de exorcismos, pero no dejan de ser un
deterioro, como si la entropía no tuviera consecuencia alguna aquí y ahora. La monumental autoengaño. Todo el mundo sabe que el tiempo no es reciclable,
fantasía de que el mundo se desempaña sin desgaste tiene una larga historia, la energía tampoco, la información resulta ser cada día más cara y mantener el
tan larga que resulta difícil deshacerse de ella, pero es una imagen terrible- orden en el régimen de no equilibrio supone un gasto creciente.
mente engañosa y pertenece a la etapa infantil de la presencia de las socieda-
des humanas en la biosfera. ¿Qué es lo que está fallando en el razonamiento Para resumir el argumento digamos que la evolución se da en última instancia
de “orden natural en todas partes”? como consecuencia del desgaste irrevocable de los flujos de energía que
configuran nuestro mundo. Sólo se puede sobrevivir en un mundo cuyo des-
La experiencia más trivial nos dice que no se puede quemar dos veces el gaste aumenta. ¿Qué es lo que se puede hacer, entonces? En primer lugar,
mismo leño. Para buscar el siguiente hay que gastar nuevamente la energía, cambiar de metáfora. La tesis sería la de evolution as entropy (Brooks y Willey,
y sabemos que esto siempre seguirá así, en aumento. Los recursos llamados 1988). La evolución en tanto una manera de producir entropía y no morir en
“renovables” no son renovables en ningún sentido de esta palabra. ¿Se puede el intento, es un desafío para la mente humana. Contradice, en especial, todas
renovar la energía una vez gastada? Sabemos de sobra que no, y no es una las visiones del mundo anteriores, las que fueron amarradas con la teleología
cuestión de profundas reflexiones sobre complejidades de la termodinámica, y el antropocentrismo. En nuestros días este amarre se deshizo y con él se
sino una cuestión de sentido común. La energía “renovable” suena como un cayó el contenido interior del paquete, el de la naturaleza como una realidad
remedio para todos los males, pero es un concepto que no resiste un mínimo inmutable, invulnerable y eterna. Es importante que las sociedades humanas
examen, un concepto tan confuso, que se constituyó en la mayor engañifa de aprendan a lidiar con el “lado oscuro” de la explotación de los recursos, de
nuestros tiempos. los que depende su supervivencia a largo plazo. La ilusión de que podríamos
ser dueños del mundo es una ilusión colectiva, por lo que es difícil de erradi-
Ahora bien, ¿es posible buscar energías con el potencial para el trabajo? Y car y sustituir.
digo buscar, porque se trata de implementar dispositivos de captura que tie-
nen su costo. Y éste crece con el tiempo y repercute sobre el sistema y su Cada aumento en el consumo energético condiciona y limita las acciones en
medio. La falla, pues, es pensar que la energía siempre viene gratis, porque es el futuro. Una sociedad adicta a consumir y desperdiciar cantidades descomu-
lo que abunda en el universo. Cuando los economistas calculan los costos de nales de energía representa un peligro para sí misma y para el medio que la
producción lo hacen sólo en términos monetarios. Capturar la energía y trans- sostiene. ¿Por qué es tan difícil aceptar que todo tipo de flujo energético pro-
formarla en trabajo representa un desgaste del medio, en todos los casos. Se duce desgaste y que las “energías limpias” también lo hacen? ¿Serán más efi-
puede sustituir un leño por otro leño, luego por el carbón, éste por el petró- cientes? ¿Más eficientes en relación a qué? Para producir y consumir mediante
leo, para suplirlo por energía atómica. Últimamente se dice que todo esto se la “tecnología limpia” la misma cantidad de energía que la sociedad industrial
debe sustituir por tecnología verde. También se está proponiendo la fisión a requiere, tan sólo de superficie agrícola se necesitaría una mucho más grande
temperatura ambiente. Sí, se puede, pero el costo de sustitución energética que la que dispone el planeta ahora. Aun cuando fuera menos contaminante
será cada vez mayor, no menor. Agreguemos a eso el costo del manejo de en ciertos aspectos, la tecnología verde en gran escala ocasionaría más des-
desperdicios y tendremos la imagen completa de lo que la naturaleza no va a perdicio que cualquier otra anterior. Esto es así porque tenemos que calcular
hacer por nosotros. los costos de producción correctamente, con todas las entradas y todas las sali-
das, no sólo con algunas que le interesan al mercado (Giampietro et al., 2005).
La imagen de la naturaleza y de la dinámica energética que ofrece la ciencia La agricultura orgánica no es posible en gran escala porque es dependiente
de hoy tiene como punto de partida los principios de la termodinámica. Las de los recursos locales y sólo funcionará en cierta proporción con la biota local
pérdidas entrópicas, pues, son de lo más natural: las cosas se enfrían, se desor- no intervenida, a la cual necesita para seguir siendo orgánica. No hay solucio-
denan, se tornan irreconocibles y se hacen polvo. Sucede espontáneamente,
sin que se necesite insumo adicional alguno. Pero si se quiere que las cosas se 44
La captura y el consumo de la misma tienen consecuencias irreparables. El argumento de Gi-
calienten o se ordenen y se mantengan así, debe implementarse energía extra, ampietro puede resumirse así. Los agrocombustibles ofrecen algunas ventajas locales y tempora-
que tiene que salir de alguna parte. La energía no se destruye, pero su poten- les, pero no pueden producirse a un costo “más económico” ni pueden darnos “más por menos”.

112 113
nes milagrosas para la “producción” de energía.44 Así como la energía sólo den de una época y de una determinada comunidad de creyentes, la cual par-
se puede obtener, pero no “producir” (lo cual sería un milagro), mediante el ticipa en su elaboración y mantenimiento. Un paradigma se define en relación
empleo más de energía, igualmente la entropía sólo se puede contrarrestar con la comunidad científica que lo produce, lo profundiza y lo defiende, hasta
y compensar ocasionando más entropía. Sobrevivir en un mundo en que la que surja otro mejor. No se puede decir que las ideas compartidas, así como
entropía aumenta: he aquí el problema. Y el problema comienza por nuestra las realidades que éstas simbolizan y crean, sean falsas o verdaderas, sino que
visión del mundo. En un mundo en que la entropía aumenta (y eso es inde- tienen o no tienen sentido para alguien. Sentido o significado quiere decir
pendiente de nuestra conciencia o inconciencia), la regla de la supervivencia que los símbolos se comparten con otras personas que los entienden de una
consiste en cómo aumentar el gasto energético sin perecer en el intento. manera parecida. La capacidad de simbolización —la cultura— permite “empa-
quetar” la información en metáforas comunes. La metáfora viene a ser la “figura
El modelo económico en vigencia está avalado por una visión del mundo lógica de los hechos”. Habrá tantas realidades cuantos sujetos cognoscentes y
única, de hecho, compartida por toda la modernidad y los Estados-nación par- tantas realidades —o naturalezas— compartidas; cuantas culturas haya, o más.
ticipantes. A la naturaleza se la concibe como un objeto de consumo y mercan-
cía. La “ley de escasez” se interpreta como si fuera una ley natural. El modelo a La realidad se ensambla a partir de piezas heterogéneas cuyo amarre es la
seguir es el de la “mecánica de la utilidad” a corto plazo. La naturaleza, como información relevante que proporcionan los modelos mentales. Relevante,
realidad independiente y objetiva en este contexto, fue un telón de fondo, porque la información exhaustiva es imposible de obtener. Podemos decir,
es en realidad un proyecto eminentemente político, diseñado para “la apro- entonces, que el conocimiento se basa en modelos para los que se recopi-
piación” de los recursos humanos y los no humanos, para su saqueo, ahora a lan los datos. Los datos solos no dicen nada, tienen que encajar en modelos
escala planetaria. previamente elaborados. El conocimiento no refleja la realidad, la constituye.
Los elementos constitutivos son las ideas más la experiencia. La cultura opera
NATURALEZAS MÚLTIPLES CONTEXTUALIZADAS como una “maquinaria autopoiética” que elabora mundos.45 El criterio de vera-
cidad es que sus elementos funcionan en determinadas circunstancias, básica-
En nuestros tiempos asistimos a una disolución de la imago mundi única, la mente cuando hay energía para sostener los modelos eficaces. De modo que
que se comparte ampliamente hasta ahora como una ortodoxia. En la ciencia la cultura es algo más que una colección de metáforas y símbolos. La cultura
contemporánea la verdad pasó a ser una cuestión semántica. Me refiero a que es una dimensión del ambiente que permite organizar el mundo en sistemas
la verdad única, inamovible y atemporal desapareció del “mobiliario ontoló- cada vez más complejos, gracias a la capacidad de los humanos para manejar
gico” (la expresión es de Latour, 2013) en el panorama actual de los saberes. la información por medio de símbolos. La propiedad emergente de esta nueva
El autor se refiere a que el concepto fue usado y abusado demasiado tiempo dimensión es que —en su conjunto y a manera de una propiedad ubicua— pro-
como una explicación omnímoda, un reservorio de todas las explicaciones porciona el sentido de la vida (Varela, 2005). Ahora bien, organizar el mundo
posibles. en sistemas cada vez más complejos es una propensión de la evolución, detrás
de la cual está la necesidad de aumentar el gasto energético como regla de
¿Cuál sería el nuevo “mobiliario ontológico” de una visión del mundo actuali- supervivencia.
zada, acorde con lo que propone la ciencia de hoy? Hemos descubierto que las
verdades dependen de los lenguajes en los que se expresan y de la tecnología La naturaleza, pues, ya no es lo que era antes, orden en todas partes, determi-
con la que se obtienen los datos para validar las maneras de pensar. Depen- nismo puro, predictibilidad con base en el conocimiento de las “leyes”. Pero
tampoco es el caos sin más. ¿Habrá alguna teoría macro idónea para describir
el mundo en una sola metáfora, capaz de sustituir las anteriores y que sea, a
El crudo que se extrae del subsuelo tiene incorporado un trabajo descomunal, un trabajo que se
ha almacenado durante eones, y que ninguna economía podría pagar por lo que rinde ahora. Las
la vez, suficientemente sencilla como para compartirla? Probablemente eso
fuentes energéticas que se dicen “renovables” no pueden producir la misma cantidad de energía ya nunca podrá ser así. Quienes intentan construir una síntesis a modo de una
que las “no renovables”, porque no tienen el mismo respaldo de trabajo incorporado. Por otra gran “teoría del Todo” nunca se dan por vencidos, aunque tal empresa encuen-
parte, el impacto que tienen las “tecnologías limpias” en deforestación, erosión de suelos y acapa-
ramiento de agua, tierra y nutrientes no las hace más competitivas. Lo que las hace competitivas
es el mercado, que calcula los costos a conveniencia de una economía a corto plazo y relega lo
demás como externalidades. El agrobiodiesel es más barato que el diesel de origen fósil sólo si se 45
“Autopoiesis” (del griego “poeta”, hacedor) es la emergencia de propiedades globales a partir
descuentan los subsidios en su producción. Tampoco es cierto que la producción de los agrocom- de interacciones locales. Una serie de mecanismos de realimentación ubicuos se constituye en
bustibles responda a razones ambientales; su razón principal es la política de seguridad energéti- un “yo virtual” por arte de la paradoja de la irreversibilidad. Virtual, porque deja de ser evidente
ca de los Estados que prefieren diversificar las fuentes de energía y transferir los costos de su pro- cuando intentamos localizarlo. Así, por ejemplo, la “mente” como procesador de información es
ducción a los lugares donde la mano de obra es barata y los recursos están expuestos al saqueo. una propiedad extensiva (no es localizable) de un sistema autopoiético (Maturana y Varela, 2003).

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tra cada vez más obstáculos, en la medida en que se abren nuevos campos de la experiencia pasada se deposita en los genes, los procesos fisiológicos, los
investigación. “Se tuvo que admitir la absoluta incomprensibilidad de los fenó- sistemas nerviosos, las comunidades, los ecosistemas, las redes de sistemas
menos cuánticos para forzarnos a aceptar un mundo probabilista, en lugar de interconectados y así sucesivamente. La información se procesa en todo tipo
determinista. El pensamiento basado en probabilidades resulta más inteligible de memorias, hasta llegar a las sociedades de sociedades. En el nivel social, la
que las certezas, basadas en la fe”, constata James Lovelock (2007: 231). información surge, se almacena y transmite por los medios que proporciona la
cultura, sin que esto sustituya a los medios físicos y biológicos y sin que esto
La naturaleza puede definirse ahora –desde el punto de vista fenomenológico– signifique que la cultura se libera de los vehículos materiales que el transporte
como un conjunto cualquiera de sistemas disipativos interrelacionados, en de información exige. Tomar en cuenta los dispositivos —esto es, los medios
constante proceso de evolución o sincronización de sus ciclos metabólicos.46 materiales y la tecnología que los constituye— permite incluir en los cálculos el
La definición más general que pudiera darse de los procesos naturales en la precio del desgaste que supone el manejo de información. El procesamiento
ciencia actual es que son irreversibles, no lineales, estocásticos y que se dan de la información por medios humanos, en la política sobre todo, es la nove-
en condiciones de no equilibrio. En condiciones de equilibrio no ocurre nada; dad evolutiva que aportan los sistemas sociales. Vaya que son medios muy
en contraste, en el régimen de no equilibrio los procesos pueden ser —no es onerosos que el ambiente resiente muchísimo.
que forzosamente tengan que serlo— autopoiéticos. La evolución y la vida sólo
pueden producirse en ambientes de abundancia de energía, no de escasez; y La naturaleza se concibe, pues, como una realidad, interceptada mediante
de intensa actividad, de modo que los procesos interfieren unos con otros, se nuestras categorías culturales, que son temporales y locales. La cultura, a su
traban entre sí y producen cosas nuevas por combinación. Son procesos “no vez, se concibe como un producto más de la evolución, tan natural como todos
lineales”, en el sentido de que pequeñas causas pueden desencadenar efectos los demás de sus productos. “Natural” quiere decir irreversible, cuyos resultados
aparentemente desproporcionados, interrumpiendo una secuencia de causas son provisionales. La tesis de after nature no es una negación de la realidad,
y efectos habitual y creando características nuevas. Para un sistema individual sino de la “realidad única”, de una naturaleza que existiría fuera de la historia,
el problema consiste en seguir disipando energía sin sucumbir al caos. Para fuera del lenguaje, fuera de sus representaciones culturales particulares y en
solucionar la disyuntiva, al menos por algún tiempo, los sistemas encuentran una total independencia de nuestra estructura cognitiva, así como de nuestra
en la asociación mutua ventajas que les permiten tener acceso a más energía experiencia y del modo de obtener la información. Nuestras cosmovisiones
e información. El secreto es expandirse. Es así como se forman redes, niveles son persuasiones, no constataciones, remata Bruno Latour.
de integración y regímenes: sistemas de sistemas cada vez más complejos,
desde los fisicoquímicos, pasando por los bióticos hasta los sociales. En cada Ahora bien, admitir que no hay realidad sin nuestras representaciones por
nivel aparecen novedades evolutivas o “propiedades emergentes”. A partir del delante es una hipótesis que pueda ser razonable, pero que no conduce a una
nivel biológico, el de los sistemas adaptativos, la información es acumulable. imago mundi única, convincente para todos. Antes, lo contrario. Habrá tantas
Tal proeza evolutiva no se podría lograr con procesos disipativos meramente realidades cuantas metáforas de la naturaleza tengamos, se ha dicho. La pre-
físicos o químicos, en los que la repetición depende de las circunstancias. Los gunta que surge de este planteamiento es si habría una plataforma común
sistemas adaptativos bióticos y sociales tienen la capacidad de modificar el para la construcción de un mundo que compartir. Es una vieja pregunta que
ambiente en su favor. La ventaja de la información acumulable es que les per- indaga las posibilidades de un mundo mejor para las generaciones futuras,
mite a los sistemas anticipar las incertidumbres del entorno. La información de que ahora se amplía hacia los “no-humanos” o, más bien, hacia el ambiente
efectivo que alberga a las sociedades humanas. En la ciencia se está gestando
una visión del mundo que elimina la diferencia entre la sociedad y la natu-
46
“Fenomenológico” quiere decir, tal como se muestra el objeto de la experiencia (llamado fenó- raleza concebidas de manera dicotómica. En muchas culturas que describen
meno) en nuestra conciencia racional. En vez de “objeto” podemos hablar de “sistema”, que es cu-
alquier porción de la realidad que —postulamos— que se comporta como un todo en determinadas
los antropólogos esta diferencia nunca ha existido.47 Dejemos de objetivar la
circunstancias. Para fines prácticos, en vez de “naturaleza” es preferible hablar de ambiente (red de naturaleza separando de ella los asuntos humanos y comencemos a pensar en
intercambios tróficos entre los seres vivos). El término “medio ambiente” lo usan los ecologistas términos de una realidad compartida. Eso le daría un nuevo sentido a nuestras
como sinónimo de “ambiente humano”, para separar la sociedad de todo lo demás. “El término
ambiente se refiere al aspecto material-energético, esto es, a las formas o flujos energéticos del
indagaciones.
habitáculo físico y social del ser humano [...] No sólo la topografía, el clima, los recursos naturales,
etcétera, sino también las personas, las ondas sonoras del habla, el comportamiento de los demás,
etcétera, son formas o flujos de energía que pertenecen al ambiente. Dado que en el sentido más
estricto todo lo que existe en el ambiente es una forma de energía, el control sobre los elementos
del ambiente debe medirse hipotéticamente en los términos de energía, o de flujos de energía” A lo largo de su historia, las sociedades humanas ensayaban distintas respuestas a los proble-
47

(Adams, 1983: 28). mas que plantea su relación con el medio. Philipphe Descola observa que la etnología conoce

116 117
Ninguna teoría científica aporta por sí misma el sentido a la información que auto-contenidas o evidentes por sí mismas, como enseña el estructuralismo.
produce. Éste habrá que buscarlo en la interrelación con otras áreas del conoci- Una palabra (vocablo que viene de “parábola”: cuento, metáfora) no tiene sen-
miento, porque el sentido de la vida es una cuestión de un orden semiótico par- tido en sí, sino en relación con el contexto en que es pronunciada. Tampoco
ticular, uno que le proporciona contexto a la información recabada por distintos los hechos hablan por sí mismos, sino que, formulados por quien los enuncia,
medios. Las cosas adquieren sentido sólo en relación de unas con otras. Este se estructuran y toman su forma en secuencias que pueden o no tener sentido
principio se refiere a los sistemas filosóficos de pensamiento: no debemos pen- para el receptor.
sar ninguna área de la racionalidad independientemente de las demás áreas.
Ya sabemos que las creencias o ideologías sin contrapesos producen fanatismo Si bien el mundo es todo lo que sucede, el “todo” es demasiado para nosotros.
y violencia. Una fe irrestricta en la tecnología sola conduce habitualmente a la Lo poco que podemos conocer de él es a través de lo que sucede en noso-
devastación del medio, del mismo modo que la racionalidad económica pura tros en una interacción con el medio exterior. Nuestro conocimiento de los
conduce a la demencia moral. La ciencia por sí sola no puede ofrecer una metá- procesos naturales sólo puede obtenerse a través de los modelos abstractos
fora de la naturaleza convincente para todos, pero cuando esta imagen coincide formulados previamente en nuestra mente, a partir de un sistema de códigos.
con otras elaboradas culturalmente en tantos lugares y tantos tiempos, la cosa En la informática el asunto está claro: sin un programa disponible no se puede
es de pensarse. plantear ningún problema. No hay manera de introducir una pregunta en un
sistema informático si no se comparte un código en que uno pueda formularla.
Para plantear nuestro problema, el de las relaciones naturaleza-sociedad y sus Con otros sistemas de comunicación sucede lo mismo, no es posible hablar
metáforas, es útil distinguir entre “información” y “conocimiento”. En el sen- de “hechos” o presentar “datos duros” sin elegir de antemano un lenguaje que
tido técnico del término la información consiste simplemente en “diferencia los describa. El conocimiento se presenta mediante las figuras lógicas del len-
percibida”. Un bit de información, por ejemplo, es la diferencia entre el fondo guaje. Como afirma Wittgenstein, un lenguaje es la totalidad de proposiciones
blanco y la letra negra (Bateson, 1993). El conocimiento, en cambio, es la infor- sobre el mundo, en la medida en que las estructuras de ambos se correspon-
mación procesada y empaquetada, por decirlo así, en envoltorios que tienen den (Savater, 2008). La diferencia que percibimos entre el mundo interno y
algún sentido para quien conoce. Aquí el acento se desplaza desde lo per- el externo, o entre el modelo interno y la realidad correspondiente, es la que
cibido, hacia al sistema que percibe. Como ya se ha dicho, el sentido de un sirve de “analogía espejo” para concebir la relación entre la sociedad y los
determinado conocimiento se construye en relación con otros “paquetes” de ecosistemas que ésta manipula.
información o “sistemas de notificación”. Es posible que el argumento suene
algo engorroso, pero la idea es sencilla. Del mismo modo que las letras del Tenemos, pues, naturalezas múltiples contextualizadas. La racionalidad pura
alfabeto no significan nada por sí solas, sino cuando están agrupadas unas con no es el único factor que contribuye a su conformación.49 Un paso más en
otras en forma de palabras, tampoco existen conceptos ni prácticas que sean este razonamiento consiste en advertir que son las diferentes racionalidades y
saberes los que se comunican entre sí para producir el conocimiento, esto es,
la información con sentido. Los límites de la complejidad que producen estos
tres modos de “objetivar la naturaleza”, a saber, el totemismo, el animismo y el naturalismo: “en el
saberes no están a la vista. Ninguna de las áreas del conocimiento humano es
totemismo las diferencias entre las especies naturales se usan como modelo de las distinciones suficiente en sí misma para enfrentar los dilemas de la vida. Tampoco se agota
sociales; es decir, la relación entre la naturaleza y cultura está […] basada en la discontinuidad. El la condición humana en la racionalidad pura. El conocimiento científico en su
animismo es definido por una continuidad social entre naturaleza y cultura, fundada en la atribu-
ción de disposiciones humanas y características sociales a los “seres naturales”. Y el naturalismo,
calidad de “descripción condensada” (White) ha de interactuar con otros tipos
típico de las cosmologías occidentales, que presupone una dualidad ontológica basada en una de racionalidad. Es como si viviéramos inmersos en racionalidades diferentes,
discontinuidad metonímica (Descola, 1996: 87). que nos envuelven y nos rebasan: la mitológica, la crítica, la económica, la polí-
48
Si no nos convence la posición basada en la discontinuidad entre naturaleza y cultura, ni la del
dualismo ontológico que sostiene el naturalismo, nos quedaría el animismo, más acorde con el
tica, la ética, la estética y la del sentido común. Ninguna se basta a sí misma,
argumento de la continuidad. Si bien nos es difícil ser animistas en el sentido de atribuirles a las
entidades naturales características divinas o humanas, podemos ver las asociaciones humanas con
los actantes no humanos como entidades naturales, que comparten características básicas como 49
Immanuel Kant llegó a la conclusión de que nuestro conocimiento se debe a la experiencia sen-
sistemas físico-químico-bióticos. La imagen de la naturaleza que ha surgido en la ciencia contem- sible, pero no sólo a ella, sino que también intervienen los conceptos a priori. Las preconcepciones
poránea es la de una imagen de la realidad fragmentada, incompleta, fuera de equilibrio, que de nuestra mente posibilitan y, al mismo tiempo, limitan el conocimiento. Al igual que Kant, quien
se auto-organiza en unidades operativas cada vez más complejas. La realidad que esta imagen, quiso saber los límites de nuestra racionalidad, Ludwig Wittgenstein se propuso establecer los
“refleja” es una realidad impredecible, azarosa, inconmensurable y hasta contradictoria. Éstas son límites del lenguaje como vehículo del pensamiento. Si admitimos que las categorías cognitivas
las características del sistema complejo, más cercanas al pensamiento animista que al naturalismo, son resultado de una evolución, como todo en este mundo desaparece, el problema ontológico
que es una de las versiones del monoteísmo. La idea que ofrece la ciencia contemporánea de la del origen de las categorías, proposiciones y modelos desaparece: son producto de la variación
naturaleza es la de una conjunto de sistemas disipativos en acción, como se ha dicho más arriba. azarosa y la selección en un determinado contexto.

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ninguna es autónoma. Todas son deficitarias y se recargan unas sobre otras. La Es así como la descontextualización/especialización de las disciplinas cientí-
razón pura, abandonada a sí misma, produce paradojas irresolubles, como lo ficas da lugar a interminables discusiones sobre problemas ambientales, que
advirtieron muchos filósofos (Zenón, Kant y Russell, por mencionar algunos y producen más ruido que otra cosa, porque no sitúan los problemas en el con-
de distintas épocas). Pues no podemos pensar ninguna cosa fuera de la posi- texto de la dinámica energética. La termodinámica abre un panorama inclu-
bilidad de su relación con otras, y tal relación la obtenemos a través de las yente para todos los modelos racionales de la realidad, porque sus principios
representaciones mentales internas. nos hablan de cómo funciona nuestro mundo y qué es posible hacer en él y
que no. 50
El secreto del éxito de las ciencias y de la tecnología que éstas producen con-
siste en la ya mencionada “descontextualización” de sus procedimientos. Un LA SALIDA DEL LABERINTO ES A LA INTEMPERIE
ejemplo emblemático de esto es el laboratorio. En él se aíslan los procesos
para tener el máximo control sobre las variables y depurar el producto para En la actualidad, al interior de la ciencia, el modo de hacer investigación des-
introducirlo luego al entorno. En cuanto al costo total del procedimiento, pliega una verdadera diversidad cognoscitiva, la cual brota de las diferentes
nunca se repara en sus efectos, que se transfieren al medio. Se calculan los representaciones de la realidad. Este proceso de diversificación ya es impo-
costos económicos y a lo demás se le llama “efectos secundarios”. Ahora bien, sible de contener. Se admite que la complejidad es un fenómeno que, por
si el producto pega como una “idea hecha realidad”, regresa hacia ella y la definición, exige diferentes aproximaciones. Paralelamente, al reivindicar
modifica con resultados impredecibles, con lo cual la incertidumbre aumenta, diferentes realidades, deberíamos también considerar con seriedad diversas
no disminuye. Cada antibiótico, por ejemplo, produce cepas de bacterias maneras de conocer, en especial las calificadas desde el positivismo como no
resistentes. En el ámbito social no hay experimentación previa como la que racionales. “Demasiadas controversias, demasiada historia, demasiados asun-
ofrecen los laboratorios, pero cuando se experimenta mentalmente con ideas, tos pendientes, demasiados cabos sueltos, como para unificar los puntos de
el problema de volverlas operativas e introducirlas en la realidad social se vista”, constata Bruno Latour.51 A estas alturas ya no se puede proponer una
vuelve agudo, por la misma razón que contribuye al “éxito” del laboratorio: la verdad única y definitiva. Las disciplinas se multiplican a la par que inventan
descontextualización de las áreas de conocimiento. Las grandes utopías, los sus propias reglas de discurrir.
proyectos a largo plazo y la simple planificación, que se sirve de la simulación
de la realidad, adolecen del mismo defecto: no se toman en cuenta los resul- Por afuera de la ciencia se elaboraron interpretaciones que no se dejan sub-
tados negativos que invariablemente acompañan a toda transformación. Así, sumir a una racionalidad estándar cartesiana. Se oyen cada vez más voces
por ejemplo, cuando se promueve una “revolución verde” (con semillas mejo- que abogan por aceptar de una vez las epistemes52 de las distintas culturas
radas e insumos químicos para aumentar la productividad de la agroindustria), (Strathern, 1992; Descola y Pálsson, 2001; Santos, 2003; Latour, 2003). Es el fin
los resultados “no deseados”, tales como el ecocidio en forma de una brutal de una epistemología hegemónica y el fin de la “conquista de la naturaleza”
eliminación de la biodiversidad local, la dependencia de la agricultura de una basada en ella. Aunque no todos compartan esta opinión (“porque la epis-
industria sumamente contaminante, la profundización de las diferencias socia- temología no es una cuestión geográfica de sur o norte”), la mera cantidad
les entre los productores rurales y otras “contingencias” por el estilo, simple- de movimientos de reivindicación debería hacernos pensar que algo está mal
mente se ignoran. Al calcular los benenficios de los procesos económicos, no con la ciencia y tecnología al servicio de esa conquista. Los estragos que está
se toma en serio el lado problemático que presenta la estela de productos
de alta entropía, que quedan por el camino dispersos en el medio. A eso se
refiere la descontextualización, como un truco que la especialización científica
promueve. 50
A este propósito es aconsejable leer lo que dice Georgescu-Roegen (1996) sobre la “indetermi-
nación entrópica” de los principios de la termodinámica.
51
Esto inevitablemente incluye al mismo autor: véase una crítica de las posiciones radicales de
Las “pérdidas colaterales” o las “contingencias” no son tales. De hecho, las Latour en Sokal, 2009.
pérdidas son el resultado principal y el más voluminoso de todo proceso de 52
Sistemas de conocimiento racionalmente fundamentados. Para los griegos que inventaron la
palabra, la episteme representaba el conjunto de conocimientos reglados, propios de un grupo
transformación energética. La tendencia a ocultarlas, como si fuera posible social y de una época; un cuerpo organizado de saberes compuesto, según Aristóteles, de una
ocultar bajo la alfombra de los beneficios los “productos no deseados”, es un “praxis” (praktikè), de una “técnica” o manera de hacer (poiètikè) y de una manera de ver o “teoría”
autoengaño que los mercados favorecen amparados en la especialización que (theoretikè). Para Michel Foucault, quien hizo revivir este término, la episteme es el cuerpo de ideas
que enmarca y moldea la percepción y los saberes propios de una época particular. Para precisar
las ciencias propician. después que, en una cultura y en un momento dado, no hay más que una sola episteme que define
las condiciones y posibilidades de todo saber. Ya sea el que se manifiesta en una teoría o el que
silenciosamente es investido en una práctica (Rahnema y Robert, 2008).

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dejando la “apropiación de la naturaleza por la sociedad” —en realidad por la carnos en una administración eficaz de los asuntos públicos. Esto nos lleva al
civilización occidental— con la ciencia y la tecnología por delante, hablan por siguiente apartado.
sí mismos.
¿PUEDE LA TECNOLOGÍA SOLUCIONAR LOS PROBLEMAS AMBIENTALES?
Toda suerte de conocimientos alternativos y contra-hegemónicos se recupe-
ran al amparo de una “ecología de saberes” y de las “epistemologías del sur” En la disputa por la naturaleza, la pregunta de fondo es si ésta es controlable,
(Santos, 2003), aunque ello sin lograr producir una síntesis superior de índole esto es, si es predecible. La respuesta que se le daba a la pregunta desde
alguna. Los tiempos del monoteísmo científico y de los macro-relatos sobre la el modelo determinista-mecanicista era que sí, que la naturaleza “se domina
“historia verdadera” han terminado. Las narrativas que se cuentan ahora para obedeciéndola”. ¿Qué sucede con la sociedad? En este esquema es un fenó-
entender y componer el mundo son múltiples y variadas. Son parciales, incom- meno sui generis; aunque limitada por las leyes naturales, en lo sustancial se
pletas e insuficientes, pero es lo único que tenemos para disminuir la incerti- escapa a su determinación. El “fenómeno humano” está destinado a trascen-
dumbre del futuro. Por poderse cartografiar en diferentes escalas y a partir de der la naturaleza, que es nuestra humilde condición de origen, pero no de
distintos códigos, la realidad devino a ser compuesta y plural. destino.

Aunque hablen en diferentes nomenclaturas y taxonomías, las diferentes visio- Que seamos una excepción en la naturaleza es una cuestión cuasi religiosa,
nes pueden dialogar. Un conocimiento basado en la interconectividad de imposible de comprobar o refutar. Otra idea es que somos parte de ella. Para
datos vinculados y “sistemas de notificación”, puede dar resultados conver- muchas personas no es un argumento tan atractivo como el anterior, pero es
gentes. Si las diferentes culturas tienen distintas concepciones de la naturaleza fruto de cierta madurez del pensamiento. La imagen de la naturaleza que ha
o no tienen ninguna en especial, es porque la realidad no es transparente en surgido en la ciencia contemporánea es una imagen que se autoorganiza en
absoluto, al menos no para quienes no sean místicos. La información necesaria unidades operativas cada vez más complejas. La realidad que esta imagen
para tomar decisiones “correctas” nunca nos es suficiente. Las distintas repre- mental produce —que no refleja lo que hay—, es una realidad parcialmente
sentaciones de la realidad son conjeturas, sin que ninguna pueda considerarse predecible, azarosa, inconmensurable y contradictoria. Estas últimas son las
de antemano más verdadera que otra, porque ninguna representación refleja características del sistema complejo. La idea que ofrece la ciencia contempo-
“la realidad tal como es”, sino que la construye. El conocimiento como “infor- ránea acerca de la naturaleza es la de una conjunto de sistemas disipativos en
mación con sentido” se obtiene por la combinación de saberes. Los medios de acción. Existir es procesar energía y acumular información en un tiempo que se
transmisión de ideas influyen decisivamente sobre los contenidos del conoci- acaba para todos; si la naturaleza no está ordenada del todo, tampoco debe-
miento y su destino. En la era de la informática eso se ve con más claridad que mos esperar que haya un “orden natural” en los asuntos humanos.
nunca: la información se presenta siempre fragmentada, incompleta, incon-
clusa y acompañada de mucho ruido. La insuficiencia de esa información va Las sociedades humanas representan un nuevo género de complejidad. Las
paradójicamente a la par de la superabundancia de la misma. asociaciones humanas son formas energéticas novedosas que surgen por
combinación o asociación entre las entidades humanas y las no humanas, for-
Si la información siempre es insuficiente y provisional, además de que está mando vehículos de supervivencia inéditos como “sistemas inclusivos autorre-
ordenada de acuerdo a ideas preconcebidas, convicciones y prejuicios de todo plicantes” (Adams, 1983). Somos naturaleza, lo demás es consecuencia de esta
tipo, entonces, cómo podemos estar seguros de las decisiones en circunstan- circunstancia. No es posible concebir la naturaleza sin desligarnos de los pre-
cias en las que no hay tiempo para aclarar todas las dudas. La única manera de supuestos culturales, ni la cultura como algo fuera o por encima de la “natura”.
ponernos de acuerdo es la política. La palabra se asocia inmediatamente con La continuidad entre lo natural y lo social se traza por la capacidad de ambos
la disputa por el poder. Sin embargo, y en última instancia, la política es el ejer- para autoorganizarse. El presupuesto de fondo no es el esencialismo de cosas
cicio del poder social en función de la supervivencia de los grupos sociales y,
como tal, es la única manera de enfrentar los riesgos que la existencia supone.
53
Kant dirá que hay dos mundos, nuestros cuerpos y el mundo exterior, la “cosa en sí”. Lo que se
Si no es la religión, tampoco la naturaleza, tal vez podría quedarnos el conoci- considera externo a nuestras mentes sólo puede experimentarse de modo indirecto, por medio
miento o la fe en la información científica. de la experiencia sensorial, que organizamos a través de las categorías a priori. Remito al lector al
epígrafe de este trabajo. El conocimiento es resultado de la confluencia de lo ideático interno y el
experiencial externo. El idealismo trascendental kantiano puede reinterpretarse desde la opción
En nuestros tiempos de liberalismo, la tecnocracia argumenta que basta con del monismo de corte evolucionista. En la epistemología constructivista, las categorías de tiempo,
la eficiencia tecnológica, en lugar de discusiones ideológicas: debemos enfo- espacio y causalidad son producto de la evolución, la cual es una sola y obedece a la dinámica de
expansión-contracción de la energía, materia e información.

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o sustancias, sino el παμτα σει, el “todo fluye” de Heráclito, quien afirma que ciales, problemas legales, actividades políticas, movimientos sociales. Abarcan
no se puede entrar dos veces en el mismo río, porque el río —metáfora de la cosas, ideas, personas y seres vivos, es una miscelánea descomunal e inédita.
realidad— fluye. Pero nosotros también estamos cambiando, la sociedad, como Funcionarios, productores, comerciantes, consumidores, científicos, agentes
los procesos naturales, consta de procesos fluidos e imbricados.53 financieros, clérigos, juristas, políticos, ciudadanos de a pie, todos estamos
inmersos en procesos que comportan riesgos inimaginables y que en ocasio-
La respuesta a las preguntas planteadas al principio del apartado es que, si no nes adquieren proporciones escandalosas. Recordemos los casos de las “vacas
se pueden controlar totalmente ni predecir por completo los procesos natura- locas”, las epidemias provocadas por virus mutantes, los accidentes industriales
les, tampoco se podrán predecir los sociales. Los procesos evolutivos de largo y las catástrofes ecológicas derivadas del uso de la tecnología moderna.
alcance están fuera del control humano y de cualquier agente que participa en
ellos. Los procesos a corto plazo son azarosos, orientados por el oportunismo En el caso de la biotecnología se trata típicamente de “riesgos manufactura-
que dictan las necesidades de la supervivencia cotidiana, pero a mediano y dos” (Beck, 1998), salvo que no hay a quién atribuirle la responsabilidad. Los
largo plazo (y en ciertas circunstancias que hay que averiguar) surgen estruc- comprometidos con estos experimentos son muchos, difíciles de identificar
turas repetitivas. Ésta es precisamente la paradoja de la irreversibilidad, de la e imposibles de controlar, observa Latour (2003). No hay protocolos de estos
que se ha hablado más arriba: lo que es azaroso en el nivel micro da lugar a un procedimientos ni hay instituciones capaces de monitorear los resultados.
comportamiento coordinado en un nivel superior de organización, en el nivel Por más extraño que parezca, el asunto se asemeja mucho a cualquiera de
evolutivo macro.54 Parafraseando al poeta, el mundo nos da forma a nosotros y los procesos evolutivos o ecológicos de los que la historia natural da cuenta.
nosotros le damos forma a lo que podemos (Charls Bukowski). Los procesos naturales carecen de dirección, planificación y sentido porque
ninguna de sus partes es capaz de controlar “el todo”, no hay una instancia que
La evolución es un proceso de ensayo y eliminación de errores. Las formas se sea responsable de su implementación y ejecución. Ya sabemos, son procesos
expanden y contraen en la medida en que procesan la energía, según el princi- autopoiéticos: si la naturaleza fuera pre-programada, también sería del todo
pio de Lotka. Un sistema evolutivo complejo tiene que mantenerse a flote con predecible y controlable. La naturaleza es un constructo de sí misma, hubo
una multitud de flujos energéticos. Esta confluencia es difícil de asegurar de tiempos en que las estrellas, las galaxias y los agujeros negros no existían. Las
antemano, más si tiene que ir en aumento. La actividad de un sistema cambiará especies biológicas van y vienen, las “especies” de las sociedades humanas
el medio. Lo natural no es lo inamovible, predeterminado y fijo, lo natural es son una continuación del mismo proceso, el de la “poiesis” por sus propios
irreversible, es un experimento sobre la marcha si vemos los fenómenos en su medios. La sociedad humana comparte lo natural con otros sistemas físicos y
propia escala de tiempo. bióticos no como algo a superar, sino como el sustrato común que posibilita la
evolución. Para quienes están acostumbrados a pensar que los seres humanos
Tomemos como ejemplo la biotecnología: ¿qué es lo natural y lo antinatural en somos una gran excepción en este mundo y que nuestro destino es domi-
ella? La investigación en bioingeniería, que comenzó hace relativamente poco narlo, la idea de que seamos producto de una evolución sin rumbo debe ser
restringida a los laboratorios, es ya, a estas alturas, un gigantesco “experimento decepcionante. Ahora bien, todo lo que se puede decir de la evolución no
colectivo” (Latour, 2003) que se realiza en muchos lugares y afecta a todo el significa que no le podamos dar el sentido en el nivel de nuestra experiencia
mundo. En la actualidad, observa Bruno Latour (2003), todos nos encontramos personal. Que los procesos sociales sean autopoiéticos quiere decir que no
inmersos en una red de experimentación a gran escala que desborda los lími- pueden ponerse bajo el control de nadie en particular. Como resultado de la
tes que antes se pensaban “naturales” por inviolables. Esa experimentación evolución físico-biótico-social dependemos unos de otros, de los demás seres
hace desaparecer las fronteras entre lo normal y lo adulterado, entre lo espon- vivos y de los ecosistemas que explotamos. Cifrar nuestras esperanzas en una
táneo y lo inventado, entre lo interno y lo externo. Esos experimentos ya no salvación milagrosa equivaldría a negar lo anterior. Si la Naturaleza —ni que
son simplemente cuestión de laboratorio, un lugar bajo control por definición. fuera Dios— no nos puede salvar como sociedad, tampoco lo hará la tecno-
Ante nuestros ojos se están saliendo de cauce, involucran relaciones comer- logía verde. Sería un verdadero milagro producir energía sin costo, reciclarla
sin contaminar y mantener el equilibrio con el medio. Y es que no es posible
eliminar el desgaste de los procesos energéticos. Tal vez podríamos pensar
54
Los físicos se preguntan ¿cómo conciliar el hecho de que los sistemas macroscópicos sean irre- en controlar el ritmo de la disipación, la distribución de sus efectos nocivos y
versibles, al mismo tiempo que los microscópicos son reversibles? (Coveney, 1993: 218). Con una la eliminación de los más letales, pero no podemos pensar cómo eliminar la
sola excepción, la de la segunda ley de la termodinámica, las leyes fundamentales de la física son
simétricas en el tiempo (todos los instantes son equivalentes) y no distinguen ningún estado final
disipación misma, porque es una imposibilidad termodinámica.55
especial donde se haya gastado todo el potencial de cambio. La paradoja de la irreversibilidad
sigue vigente.

124 125
Las economías, al igual que otros fenómenos vitales, nunca se crean a partir la transferencia de tecnologías y en las operaciones financieras en el “mercado
de una sola fuente energética, sino de muchas, pero todos los flujos energé- libre”, da la impresión de que es posible compartir recursos entre diferentes
ticos disponibles dependen finalmente del funcionamiento de la biosfera. Las naciones y culturas. El hecho es, sin embargo, que los diferentes segmentos en
sociedades humanas no dan señas de haber entendido esta dependencia a los que se dividen las sociedades humanas manejan tecnologías tan especiali-
cabalidad, el quid de la cuestión es que la biosfera funcione como hasta ahora, zadas y tan distintas, que las variaciones conducen hacia la construcción sobre
con sus mecanismos de autorregulación en el nivel planetario, que garantizan la marcha de diferentes mundos. Si somos partidarios del multiculturalismo,
la actividad en el nivel de los ecosistemas locales. Las sociedades humanas son las convicciones que nos animan no deben ocultarnos que en el interior de las
parte de la evolución de este planeta. La evolución es la conducción de flujos sociedades se están constituyendo segmentos con acceso desigual a las nuevas
energéticos hacia el sumidero cósmico y, como tal, obedece a un patrón gene- tecnologías. Hay tecnologías que se basan en flujos de energía no disponibles
ral enteramente fuera de control de sus partes constitutivas. Este patrón con- para el común de los mortales,57 producen distintos tipos de objetos, tan natura-
siste en que la expansión se da a costa de la contracción. Las sociedades en les como los demás, pero en su conjunto y, por ahora, crean mundos excluyen-
ningún momento dejan de ser unidades físico-biológicas, metabolizan como tes. Para responder la pregunta que encabeza el presente apartado, el acceso a
tales y se reproducen como tales, la sobre-reproducción es la norma. Las conse- las diferentes tecnologías de alto insumo energético no nos va a solucionar los
cuencias de esto no son unívocas, no sólo las sociedades, todos los sistemas se problemas más apremiantes, sino al contrario, los estará agudizando. Si el obje-
reproducen a costa de otros sistemas, mientras pueden. tivo es construir un mundo compartido, la tecnología de este tipo no ayuda en la
solución de los problemas ambientales, sino todo lo contrario.
La promesa de salvación religiosa parecía, por un momento, haberse susti-
tuido por las promesas de la ciencia. Hubo un tiempo en el que se creía que la La evolución es un gigantesco experimento ecopoiético, un proceso que en
ciencia capaz de integrar todas las variables en una visión global e interdisci- sus aspectos centrales está al margen de cualquier control. Aun así, como
plinaria sería la ecología. Se pensaba que el conocimiento objetivo, minucioso individuos, grupos o entidades sociales podemos incidir de muchas maneras
y verificable de la naturaleza en su máximo nivel de complejidad, que es el sobre las formas particulares de la evolución conociendo las reglas locales
ecosistémico, sería la solución de los problemas ambientales.56 El concepto de y globales del juego. El factor completamente fuera del control, la variable
naturaleza aún fungía como “un piso firme”, dice Latour (2003), sobre el cual independiente, es la producción de entropía en todo lo que sucede. Entender
podría construirse alguna alternativa viable a la crisis actual. Es más, el concepto las consecuencias de este hecho es entender el margen de creatividad que
de naturaleza mismo era un proyecto político para intervenirla y dominarla, sin queda. Se puede transferir la entropía a la “naturaleza”, pero como somos parte
embargo, es una ilusión controlar los poderes naturales y sobrenaturales que de la misma, quienes pagaremos el precio de esta transferencia seremos noso-
nos proporciona la tecnología, la robótica, la genética y la ingeniería financiera. tros mismos. Afirmar que mediante la tecnología podríamos solucionar los
Aunque con ella se puedan hacer cosas grandiosas, la tecnología por sí misma problemas ambientales equivale a creer en los poderes humanos por encima
no nos asegura un futuro común. de las posibilidades reales de un mundo finito que nos es dado conocer. La
verdad, constata Georgescu-Roegen (1975: 805), no obstante ser desagrada-
Es muy posible que gracias a la transición energética en curso, se haya iniciado ble, lo más que podemos hacer es prevenir cualquier deterioro innecesario
también un proceso de especiación-diferenciación en el interior de las socie- de los recursos y del medio, pero sin pretender que sabemos lo que significa
dades humanas. La globalización, implícita en el manejo de la informática, en exactamente “innecesario” en este contexto (1975: 805). Mientras tanto, lo que
dejó de tener sentido es el discurso de la “apropiación social de la naturaleza”.
55
La paradoja de las sociedades contemporáneas es que utilizan fuentes energéticas de alto Para que se den las condiciones de un acceso justo a los recursos y un manejo
potencial y, por lo mismo, contaminan una enormidad, eliminan mucha vida y dejan una huella
ecológica nefasta; con todo, tienen ventajas a corto plazo. Las sociedades tradicionales también
responsable de los mismos, lo primero es que haya acceso a la información y a
contaminan y pueden dejar exhausto el medio, pero cuando manejan su experiencia ancestral con
cuidado (en la producción de alimentos, sobre todo), sus ventajas son a largo plazo. El mercado, 57
Los niños que nacen ahora —desde luego no todos, sólo los de padres tarjetahabientes—, tienen
sin embargo, no es capaz de advertir estas ventajas. a su disposición células madre guardadas convenientemente en un banco de materiales orgánico-
56
Dada la división de trabajo entre las ciencias contemporáneas, la ecología como ciencia natural genéticos para cuando las necesiten en el futuro. Es posible que estos niños cuando sean adultos
no puede incluir las actividades humanas en sus investigaciones, para eso están las humanidades. decidan procrear dentro de su clase social dando lugar a un proceso de separación genética
La “antropología ecológica”, a su vez, en sus descripciones de la relación hombre-naturaleza no dentro de la especie.
llegó más allá de las sociedades tribales por la misma razón: los primitivos están cerca de la natura- 58
Los trabajos que resumen estas condiciones en una propuesta sobre la administración de bienes
leza y las sociedades civilizadas están más allá de ella. Tal vez la “ecología política” podrá decir algo comunes son de Elinor Ostrom y su equipo (2000). Su idea es que el conocimiento también es un
nuevo, pero sólo si se pone a trabajar sobre nuevos supuestos, distintos a los que predominan y bien común. ¿Será posible algún día manejar el conocimiento científico como un bien común a la
que establecen la estricta separación de lo natural y lo social. vista de todos?

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la tecnología adecuada, lo cual todavía no sucede.58 Quien pueda apropiarse de sentido”, no puede ser literal ni inocente ni objetiva. Cualquiera que sea
de los controles informático-tecnológicos podrá manipular políticamente los el idioma con el que pretendamos entendernos con el mundo y entre noso-
grupos humanos involucrados. Tal vez las nuevas posibilidades que ofrece la tros, no puede ser un idioma unitario, unívoco. Necesariamente consta de gran
comunicación mediante las redes electrónicas permitan en el futuro una cien- cantidad de jeroglíficos o metáforas que deben interpretarse. El concepto de
cia más democrática de la que se practica ahora. Si sumamos a esto la parti- naturaleza no puede ser una explicación universal para todo lo que existe,
cipación de los saberes “no científicos” ancestrales y los saberes locales, se como pudo haberlo sido, o lo sigue siendo para muchos, el concepto de Dios
puede tener una esperanza razonable de que haya salida a la crisis, al menos fundado en la racionalidad mítica. A estas alturas ya no nos ayudan mucho las
para algunas sociedades. El comportamiento estocástico del fenómeno social certezas ideológicas. La ciencia tampoco puede sustituir la pérdida de aque-
humano está aquí a la vista en el sentido en que están en marcha experimentos llas certezas, porque la ciencia es una disputa de nunca acabar, tal parece que
muy variados y adaptados a las condiciones ecosistémicas concretas que las hemos perdido el piso, dice Latour. ¿Qué nos queda, entonces?
tendencias de la globalización no respetan. Las diferentes naturalezas que se
elaboran a partir de las diferentes tecnologías son materia prima necesaria, Ahora ya no podemos esperar a que vengan a salvarnos ni la trascendencia
cuanto más abundante mejor para la selección natural, en la que los mercados de la naturaleza ni la trascendencia de la racionalidad. Si no descubrimos de
tienen algo que decir.59 El peligro que corremos en la actualidad reside en que qué forma puede compartirse el mundo, no habrá más mundo que compartir,
el “progreso” surge donde conviene a algunos, no donde es necesario para la naturaleza no será suficiente para unificarnos, muy a nuestro pesar. En resu-
la mayoría. La regla de la convivencia humana, por ahora, consiste en que las men, podríamos decir que cuando Galileo Galilei modificó el tropo (lenguaje
oportunidades que algunos grupos disfrutan, definen los peligros que muchos figurado) clásico del “libro de la naturaleza” diciendo que estaba escrito en
otros enfrentan. La humanidad está lejos de operar como una unidad evolutiva, caracteres matemáticos, poco podría prever que es un libro de protocolo (de
aunque biológicamente se la defina como especie, he aquí el problema. investigación), un legajo gigantesco y complejo que debe escribirse en una
mezcla de jeroglíficos legales, morales, políticos y científicos.
El conocimiento, si quiere ser parte de una “estructura eficaz” de la realidad,
debe enfocarse hacia las prácticas que contribuyen a un mundo viable a largo EN RESUMEN, NO HAY REALIDAD SIN REPRESENTACIONES
plazo, el mundo posible no está dado de antemano. Si hacemos eco de la idea
de Latour (véase también Dobson, 2010) de “hacer hablar” y “escuchar” a los Así como no hay territorio sin mapa —porque todo espacio transitable requiere
sistemas no-humanos, los ecosistemas de la Tierra parecen decirnos: “Nunca determinado grado de conceptualización por parte de quien lo transita—, una
más sin nosotros”. La naturaleza no es algo que está ahí esperando para ser realidad que no está representada, o que no es susceptible de representarse,
investigado, para convertirse en un objeto de apropiación, ni siquiera de imi- prácticamente no existe. Por analogía, no hay naturaleza sin cultura. Las posi-
tación. La naturaleza es un constructo en el sentido de “un proceso algorítmico bilidades y los límites de nuestro mundo son los de nuestro lenguaje, dijo
de diseño”, un autodiseño a cargo de la evolución, “un proceso no planeado, no Wittgenstein. Él entendía por lenguaje no cualquier medio de comunicación,
previsor, masivamente paralelo y prodigiosamente derrochador, en el que, sin sino el discurso racional. Resulta que este discurso no es el único que inter-
embargo, los incrementos mínimos han sido utilizados económicamente, copia- viene, sino esa “mezcla de jeroglíficos legales, morales, políticos y científicos”.
dos y vueltos a copiar” (Dennett, 1999: 295). Lo que evoluciona, en resumidas El conocimiento adquirido racionalmente es una pequeña fracción de toda
cuentas, es el conocimiento, y éste es el bien común más importante que habrá la información que circula en el sistema social humano, entre éste y los siste-
que preservar en toda su variedad para las generaciones futuras (Lovelock, mas no humanos en los que está integrado. El conocimiento es “la información
2007). El mundo no es un regalo, como quien dice, sino un préstamo, que obtenida por medios humanos”. Como tal, es sumamente oneroso en cuanto
habrá que devolver con intereses. al gasto energético que exige, pero también valioso por muchas otras razones.

La metáfora de Galileo de que la naturaleza es un libro abierto para todos tenía Se ha dicho que no hay realidad compartida sin representaciones compartidas.
un mensaje: “el conocimiento os hará libres”; en la medida en que “saber es Si esto es así, y dado que hay muchos y distintos sistemas de representación,
poder”, nos haría autónomos. Hoy sabemos que la lectura, como “construcción el problema —la dificultad a solucionar— es cómo aceptar que haya diferentes
realidades y convivir en medio de ellas. Las representaciones pueden coexistir
o competir entre sí, también pueden complementarse y colaborar, pero las
59
En privado, Ramón Margalef, ecólogo español, solía decir que el dinero es como “las marcas
diferentes realidades, irreductibles e inconmensurables, nos llevan a “vivir en
que dejan los perros”, en comparación con lo que verdaderamente importa en la ecología de la mundos separados”, mientras que el problema consiste en aprender a cons-
biosfera. truir el mundo común. Cuando se creía en una realidad única, el problema de

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su representación no se presentaba, solo se necesitaba una imagen, que por determinado actor o un grupo social detentan. Es por eso que las cuestiones
ser única era la verdadera. Pero cuando lo real de repente deja de ser inequí- de supervivencia de los grupos sociales se dirimen en la arena política y no en
voco y cuando se admite que hay diferentes maneras de representar los mis- el terreno de la ciencia y la tecnología. La tecnología implica controles físicos
mos hechos, ya no se puede contar con una representación considerada como de las realidades materiales; el poder es básicamente la interacción entre los
la correcta. Tampoco la ciencia puede instalarse como una ortodoxia de última seres racionales, aunque incluye los controles físicos en la medida en que la
hora. El terreno en el que está en juego la veracidad de nuestras nociones de arena política los circunscribe.
la realidad y del mundo es el de nuestra capacidad social de manipular los
elementos del medio a disposición. Vuelvo a la idea de representar-conocer- Cuando se dice “arena política”, la misma imagen nos hace pensar en una plaza
intervenir, como acciones inseparables: una depende de la otra y produce rea- de toros o el Ágora de la ciudad griega en la Antigüedad. Ahora bien, no se
lidades concretas, naturalezas específicas, esto es, mundos tecnológicamente trata tanto de un lugar, sino de un no-lugar, un concepto. Las dimensiones y
manejables. Las conjeturas se tornan realidades en la medida en que contribu- los atributos de la “plaza pública” dependen del nivel en que se ubica nuestro
yen a nuestra capacidad de supervivencia. Éste sería el criterio para juzgar los análisis. Todo lo que se dice en relación con la política habrá que interpretarlo
diferentes tipos de conocimiento: ya sea científico, ya sea tradicional, ya sea teniendo en mente el concepto de “niveles de integración”. La solución a los
complejo, ya sea simple, debe demostrar que contribuye a la supervivencia problemas ambientales como una cuestión política depende del nivel en que
a largo plazo de un mundo, además de humano, compatible con el funciona- planteamos el asunto, el nivel en que se ubiquen los actores o las unidades
miento de la biosfera. operativas involucradas. Desde la perspectiva personal o individual es poco o
mucho lo que se puede hacer dependiendo del grupo u organización a la que
Dada la insuficiencia de nuestros conocimientos y dada la diversidad de situa- uno pertenece. En el ejemplo citado más arriba, el de los agrocombustibles,
ciones e intereses en juego, ¿cuál sería la salida para enfrentar los riesgos puede verse que las políticas implementadas tienen que ver con los reque-
ambientales? La salida no es del tipo salvación o solución definitiva y satisfac- rimientos de las grandes empresas trasnacionales, las que presionan a los
toria para todos. Se trata más bien de dilemas que plantean otros dilemas y así gobiernos con cabildeos, mientras que al público se le dice que su intención
sucesivamente. Las decisiones deben tomarse sobre la marcha, en el marco es “frenar el cambio climático”. El mismo problema abordado desde el nivel
de una participación en las actividades de la biosfera sin que haya seguridad y regional permite ver que el cultivo de los llamados “biocombustibles” daña
certidumbre para nadie. Las decisiones de este tipo se toman en la arena polí- el medio y desplaza la producción de alimentos. Desde este nivel también se
tica del poder social. ¿Dónde más podrían tomarse? El “poder” es una herra- advierte que sus ventajas económicas se deben al subsidio gubernamental y
mienta diseñada a lo largo del proceso de la evolución social para enfrentar los a la explotación de mano de obra semiesclava. Si enfocamos el problema en
problemas de la supervivencia de las sociedades concretas y correr los riesgos el nivel de las comunidades campesinas y unidades domésticas que las com-
que esto implica. La dicotomía de base que se maneja en esta definición de la ponen, aparecen fuerzas en juego que no se manifiestan en otros niveles. Las
política es la de poder/control.60 Dada la insuficiencia de nuestra imaginación exigencias de la administración de los recursos comunes, las condiciones de
(ninguna de las áreas de la racionalidad humana es capaz de construir una sustentabilidad locales, la migración en busca de empleo y la terrible depen-
imagen verosímil del mundo), dada la incertidumbre congénita de la que está dencia de los productores de los insumos que vende una transnacional, sólo
hecha la realidad, en ocasiones se necesita arriesgar mucho. La adopción o el pueden verse desde la perspectiva “de los de abajo”, porque lo dañino que
rechazo de una determinada tecnología (trátese del uso, manejo o explota- resultan los insumos de la agroquímica para el medio sólo puede advertirse
ción de un determinado tipo de control del medio) siempre es una decisión desde la perspectiva local.
política. El ejercicio del poder social consiste en la adopción o el rechazo de
una manera de vivir y de conocer el mundo a partir de los controles que un El poder político se distribuye de acuerdo con los controles de los flujos de
energía e información que las unidades operativas involucradas manejan.
Buena parte de la información no es del dominio común por varias razones.
59
El poder social consiste en una conjunción particular de estructuras energéticas con patrones La secrecía tiene que ver con los poderes fácticos, los monopolios y su com-
mentales, una conjunción de lo energético con lo “mentalístico” o la “mente” del sistema. Es la
cultura la que permite tal conjunción. Las definiciones de estos conceptos son de Adams (1983).
petencia. Los medios tecnológicos para crear y procesar información pueden
El autor recurre al neologismo de “mentalístico” (mentalistic, en el original inglés) para deslin- ser tan caros que quienes invierten en ellos no están dispuestos a compartir los
darse de los usos de conceptos tales como lo “mental”, “ideal”, “idealista” y otros derivados, que resultados. Sin embargo, la “revolución informática” de nuestros días abre las
no dan cuenta de que se trata siempre de una conjunción de la energía y la información, esto es,
de una forma energética. Las formas energéticas son partes operativas del universo. El modelo
posibilidades inéditas en cuanto a la circulación de la información misma y su
de un sistema también es una forma energética, solo que especializada en el procesamiento de rapidez. Cuando Gutenberg inventó la imprenta poco a poco se iban cayendo
información. los controles sobre lo que se publicaba; con las redes electrónicas se abren

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nuevas posibilidades de intercambio de ideas, de modo que la manipulación En la democracia, como un ideal de ejercicio del poder social, el dicho popu-
y la censura resultan cada vez más costosas. El conocimiento científico, por lar “saber es poder” es algo impreciso. Lo cierto es que toda investigación se
primera vez en la historia, podría ser un bien compartido; hasta ahora, buena realiza para obtener el saber y para conseguir de esta manera más control y,
parte de los resultados de la ciencia tienen que ver con el registro de patentes. luego, más poder. Es difícil imaginar una investigación cuyo puro interés sea
Con esto puede apreciarse cómo el conocimiento está expuesto a las distor- el conocimiento objetivo y neutral. Ahora bien, las instituciones académicas
siones del mercado y las insuficiencias de las políticas públicas. Dada la gra- presumen de autonomía, construyen sus objetos de estudio, recogen los datos
vedad de algunos problemas ecológicos compartidos, el conocimiento sobre y publican los resultados de tal modo que todo parezca lo más imparcial posi-
ellos debería manejarse como un bien común (como lo sugiere en sus trabajos ble. Sin embargo, toda esta estructura académica descansa sobre una visión (y
Elinor Ostrom, por ejemplo). una división) del mundo inocultablemente hegemónica en la medida en que
la ciencia reclama para sí el monopolio de la verdad. Su posición epistemoló-
Nos es familiar la idea de que todos los problemas, desde una infección viral gica superior, por muy elaborada, descarta de antemano los saberes que se
hasta el calentamiento global, tienen una “solución científica”. Pero después producen por otros medios. El hecho es que el campo académico está estruc-
de lo que se ha visto desde cuando menos la Revolución Industrial, ya resulta turado como una empresa colonial, al servicio de la conquista de la naturaleza.
difícil sostener esa ilusión. Desde luego, la ciencia ha alcanzado logros espec- A los investigadores de a pie les es difícil reconocer su complicidad en esta
taculares, pero el cómo se usan es el asunto. Es cuestión de control y poder, empresa, sobre todo en su dimensión histórica, la de los proyectos coloniales
en este orden. La distinción es importante: el control se ejerce sobre entida- que ordenaron el mundo tal como lo conocemos. En la actualidad, el dominio
des físicas, el poder, sobre los semejantes (seres racionales con capacidad de de las empresas trasnacionales, de los grandes laboratorios, del sistema de
decisión). Ahora bien, el poder se basa en los controles que tiene un actor o la derechos de propiedad sobre el conocimiento y del aparato industrial-militar
unidad operativa sobre el ambiente. Es necesario entender la palabra “control” no deja mucho margen para una investigación independiente.
en este contexto como participación humana en los procesos de autoorga-
nización entre los actantes humanos y no humanos en unidades operativas En las ciencias sociales estamos acostumbrados a que “lo social se explica
complejas (véase la nota 22). por lo social”. Este principio fue introducido por Durkheim como una regla del
método, pero en seguida se entendió como si fuera un axioma ontológico:
En cuanto al conocimiento, existen maneras ancestrales de aprehender la rea- la sociedad fue concebida como una realidad sui generis. Si en su momento
lidad, consideradas como “no científicas”, las que no obstante son resultado hubo buenas razones para separar la realidad en distintos ámbitos de estu-
de una interacción muy prolongada con el medio. La experiencia del pasado dio, para evitar, por ejemplo, interpretaciones psicológicas de las cuestiones
cuenta. En una “democracia participativa” —el mal menor de todos los cono- sociales —una preocupación de Durkheim—, hoy por hoy la separación onto-
cidos en materia política— distintas formas de saber, así como diferentes con- lógica entre la naturaleza y la sociedad carece de sentido. Sin embargo, por
vicciones, normas morales, procedimientos jurídicos y hasta manifestaciones costumbre pensamos lo social como una serie de “cosas” de otro orden: “Una
del sentido estético habrían de realimentarse entre sí. Las formas económicas sociedad […] de ninguna manera es una estructura física, sino un conjunto de
tradicionales subsisten, como pervive en nosotros la más primitiva y elemen- ideas, reglas, categorías y demás, en las mentes de los individuos que la sostie-
tal reciprocidad y empatía con los seres vivos. Una “democracia deliberativa” nen” (Hallpike, 1988, apud Adams, 2001: 71). Este tipo de mentalidad impide
ampliada, la que permitiría “hablar con” y “escuchar a”, tanto a los humanos pensar la “evolución social” como un fenómeno natural.
como a los no humanos (Dobson, 2010), es una buena propuesta. El problema
consiste en cómo hacer hablar a los no humanos, porque éstos, aunque ten- La evolución, a su vez, es una sola e involucra los elementos físico-químicos
gan la última palabra, no hacen la política. Un nuevo marco para la solución de del sustrato material, los bióticos organizados en ecosistemas y los artificios
los problemas ambientales, si es que hay tal solución, dependerá de qué tanto de origen humano, las instituciones sociales así como la información que cir-
aprendan las sociedades humanas sobre su posición en la biosfera. Mucho cula entre éstos y los actantes no humanos. Todas estas cosas tan disímiles
tiene que decirnos sobre eso el conocimiento tradicional, así como las expe- tienen un denominador común: son “formas energéticas”. Formas que se pue-
riencias fallidas. El aprendizaje se da a través del método de ensayo y elimina- den ensamblar, desmontar y reorganizar como estructuras/procesos que son.
ción del error y no es una casualidad que tal método sea utilizado tanto en la De modo que la sociedad está compuesta por formas energéticas humanas y
ciencia, como en los saberes ancestrales y en todos los sistemas adaptativos. “una cantidad potencialmente infinita de formas no humanas”, lo cual explica
La evolución, se ha dicho, lo tiene como su método preferido. su diversidad y complejidad, así como su evolución (Adams, 2001). La cultura
se concibe como una dimensión emergente, la cual permite ensamblar entida-

132 133
des nuevas debido a la capacidad humana de inventar símbolos y asignar los militar, el cual las puede catapultar hacia configuraciones extremadamente
significados. La información, las ideas y los símbolos también son fenómenos artificiales e incompatibles con la evolución de la biosfera.
materiales: ocupan lugar, no existen independientemente de sus vehículos o
soportes energéticos y producen entropía. LA RESPUESTA ES: “ECOPOIESIS”

Las sociedades son conjuntos de formas energéticas heterogéneas vincula- Si se pudiera elaborar de manera expedita una nueva imagen de naturaleza
das por medio de la cultura, y ésta, se ha dicho, es una maquinaria autopoié- como mundo compartido, ésta sería una imagen “autopoiética”, construida en
tica. Como tal trabaja con lo que hay y no necesariamente es un prodigio de relación con varios “sistemas de notificaciones”, humanos y no humanos. Uno
coherencia y eficacia. El ámbito de lo social no es un espacio autocontenido ni de estos sistemas de referencia, por la misma índole del problema, sería la
autosuficiente. Los fenómenos sociales deben entenderse como parte de un biosfera con sus ecosistemas concretos. El nuevo modelo del mundo, ya no de
sistema energético amplio que se despliega mediante la dinámica de la disi- las relaciones sociedad/naturaleza, sino de un mundo común será “ecopoié-
pación, dinámica común a todos los procesos irreversibles, y que consiste en tico”, o no servirá de nada. Ecopoiético significa construido con base en un
la expansión de unos a costa de la contracción de otros. conocimiento incorporado, como metáfora hecha realidad. Un proceso eco-
poiético con el ingrediente social-humano se podría dar a partir de “una visión
Ahora bien, desde la economía neoliberal se interpreta la expansión como desde el interior de un tejido de reciprocidades, una compenetración de per-
“más de lo mismo”. El punto es que más de lo mismo es inviable incluso a cepciones íntimas y modos de subsistir, una visión compartida de lo que hace
corto plazo. Cuando la adicción al consumo de la sociedad moderna toque falta, aquí y ahora, una expresión del sentido común de la gente que habita
fondo y “cuando la basura nos alcance”, el escenario evolutivo se modificará y una casa, un pueblo, un valle o una región” (Rahnema, 2008: 87). Un “tejido
las reglas del juego tendrán que cambiar. La selección no estriba en la “super- de reciprocidades” quiere decir que es posible el entendimiento de la socie-
vivencia del más apto” sin más, sino en la autoorganización de sistemas, con el dad humana con el medio y una relación sana al interior del conjunto, porque
sobreentendido de que son los sistemas viables a largo plazo los que tendrán ambos son fenómenos naturales en tanto “flujos energéticos que transportan
la ventaja como los más aptos, si se quiere conservar esta expresión, sobre los información” (Adams, 2008).
más brutos. Aunque los humanos tengamos prisa por vivir, los procesos vitales
exigen tiempo y algunos recursos dependen de ciclos de larga duración. El Si bien ya no estamos en condiciones de aceptar una narrativa universal que
conocimiento de los campesinos, por ejemplo, un conocimiento local basado sería válida para todas las sociedades a modo de una metáfora global, tal vez
en prácticas cotidianas milenarias, es importante para la supervivencia, cuando será posible aceptar como punto de partida que el concepto de “naturaleza”
menos, de una sociedad a escala humana. El conocimiento tradicional, elabo- pertenece siempre e invariablemente a un determinado discurso interpreta-
rado a través de procesos de largo alcance, es una muestra viva de que otro tivo y que no es un término que pueda entenderse por sí mismo. Aceptar que
mundo es posible. Un mundo de saberes múltiples e interconectados es más su contenido no se nos brinda de inmediato y con absoluta transparencia, es
viable desde la perspectiva ecológica que un sistema hegemónico regulado el primer paso hacia un acuerdo mínimo entre nosotros. El universo es dema-
exclusivamente en función del capital financiero. El capital no prevé más futuro siado vasto como para poder ser abarcado con una sola imagen. Ninguna
que la ganancia inmediata, sus cálculos de rendimiento son de unos cuantos metáfora o modelo son suficientes para dar cuenta de nuestro mundo y de
meses o años, a lo sumo. Los sistemas ecológicos, en cambio, procesan infor- todo lo que hay en él. El mundo “real”, el que nos es dado vivir, está delimi-
mación de largo aliento. tado por nuestros lenguajes y narrativas, mientras que nuestras prioridades
están dictadas por las condiciones y exigencias de supervivencia como grupos
Las sociedades contemporáneas están frente a esta disyuntiva: ajustar su con- sociales dependientes de los ecosistemas concretos que tienen sus propias
sumo a los ritmos de la biosfera o desprenderse parcialmente de ella para reglas del juego y sus propios ciclos de intercambio. Una cierta dosis de relati-
depender de las fuentes energéticas que no tienen que ver con los ciclos bio- vismo nos haría mucho bien para que nadie se crea dueño de la verdad última,
lógicos, tales como la energía nuclear, la solar directa y otras. Trasciende en la con el derecho de imponerla. Éste sería un gran avance en la dirección de
prensa que hay preparativos más o menos secretos para vivir aislados en unos construir acuerdos acerca de las realidades compartidas. La apuesta no es por
bunkers resguardados por tecnología nada amigable con el medio. En medio muchos mundos dislocados, aunque hacia ahí es adonde parece encaminarse
de estos extremos del dilema habrá un buen número de posibilidades, pero la evolución social, sino por una diversidad de mundos dialogantes. Eso último
eso ya es tema de otro costal (véase George, 2012). El dilema en que están como un ideal, desde luego, porque lo que pasa en realidad (léase under a
atrapadas las sociedades contemporáneas es entre conservar las bases bio- cloac of reality, según una expresión de Beck), lo que podemos observar es la
lógicas de la existencia humana o seguir el desarrollo tecnológico-industrial- tendencia hacia la centralización del poder y la concentración de los controles

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en pocas manos, con el recurso de la violencia y la coacción del Estado y los energético real de esta transformación. En particular, el modelo ignoró el des-
poderes fácticos. gaste que el procesamiento de la energía e información produce. Por inercia
o pereza mental, seguimos pensando que la energía se puede transformar sin
Si somos naturaleza, somos parte de ese gigantesco experimento en mar- costos o que estos costos se pueden recuperar. ¿Se pueden disminuir con la
cha que es la evolución del sistema Tierra, un experimento autopoiético. En eficiencia? Tal vez un poco, pero nunca eliminar del todo. Por lo demás, la efi-
él nada evoluciona por sí sólo, sino en su contexto y con él. El prefijo “auto” ciencia siempre es relativa, de modo que no se la puede aplicar sin antes elegir
indica que nadie está a cargo del asunto. Eso produce cierta extrañeza, porque su valor en relación a dónde la queremos utilizar. Si la eficiencia se refiere a
de ahí en adelante a nadie en especial podemos exigirle responsabilidades. la ganancia individual en el mercado, estimulada a su vez por el consumismo
El desconcierto se debe a que siempre hemos pensado la naturaleza como hedonista, que es la religión más practicada en nuestros días, entonces no se
una jerarquía de sistemas centralizados: las células cuentan con un núcleo, los pueden esperar resultados más allá de la destrucción y el ecocidio.
organismos individuales están gobernados por el sistema nervioso central y
en la selva manda el rey león. La idea de autoorganización, coordinación y Un asunto de primera importancia es el costo del conocimiento. Pensamos
simbiogénesis como característica difusa de los sistemas naturales nos resulta que la información es algo inmaterial que nos llega por iluminación, gratui-
extraña, tal vez, porque los humanos tenemos nuestra identidad puesta en el tamente, además de completa y sin errores. Creemos que la información no
ego. Ahora bien, si se trata de elaborar una imagen racional y actualizada de ocupa lugar, que es atemporal y que puede prescindir de sus vehículos materia-
la realidad, la “autopoiesis” sería el punto de partida que permitiría abordar el les. Tal como lo hacemos con muchos otros recursos, pensamos que podemos
asunto con cierta enjundia. obtenerla recurriendo a la violencia y el saqueo. El hecho es, no obstante, que
ningún sistema cede información gratuitamente. El futuro de un sistema com-
Regresemos una vez más a la idea de que la racionalidad humana no puede plejo depende de la información fina que comparta con el medio con delica-
prescindir del pensamiento dicotómico. Si ahora ya no nos sirve la dicotomía deza y reciprocidad. No será la metáfora de la conquista la que nos lleve a un
sociedad/naturaleza, ¿cuál es la que viene a sustituirla? Como se ha visto en luminoso porvenir intergaláctico.
el apartado en que se ha desandado el camino de las dicotomías, por mucho
tiempo “naturaleza” fue sinónimo de “creación”: el orden de las cosas se debía He aquí la importancia del conocimiento “incorporado al medio” y del poder
a agentes externos. Luego la Naturaleza sustituyó a Dios mismo y la ecolo- como plataforma para actuar: si no descubrimos de qué formas puede com-
gía quiso ser la ciencia normativa. Nada de eso funcionó de cara a los acon- partirse la biosfera, parafraseando a Latour (2003: 105), pronto viviremos
tecimientos en marcha, tales como la contaminación, la extinción masiva de mundos desarticulados y a la deriva. La construcción de un “mundo que com-
las especies y el agotamiento de los recursos vitales. Estos acontecimientos partir” no depende de la “voluntad política” de los actores, tampoco del acopio
siguen su curso acompañados de la pobreza lacerante de la mayoría de la de información correcta y precisa. Esa construcción depende de la interacción
población, la mercantilización del ser humano, el consumismo de los privile- entre el conocimiento compartido, el ambiente efectivo y el poder social. La
giados del régimen y la violencia globalizada. ¿Quién o qué puede sacarnos “información” en ningún caso es completa, el “conocimiento” no es del todo
del bache? ¿El conocimiento científico? ¿La tecnología producto de ese cono- seguro y el ambiente es parcialmente impredecible, de modo que no pode-
cimiento? Ya hemos visto que no son suficientes. El conocimiento es una espe- mos aspirar a una visión divina del universo. Lo que nos queda es enfrentar el
cie de conversación entre diferentes racionalidades y una práctica social en riesgo y la única manera de hacerlo es ejercer la política como la búsqueda de
un mundo sin absolutos (Rorty, 1979). Según este autor, el conocimiento no consenso. Los “controles” que se ejercen sobre los elementos del ambiente, el
avanza mediante la precisión, sino mediante la imaginación. Con la idea de cual consta de agentes humanos y no humanos, no pueden concebirse inde-
que nada es real si no es simultáneamente imaginado, imaginemos entonces pendientemente de las relaciones de “poder”. Los controles que dan lugar al
un mundo autopoiético en el que la nueva dicotomía a pensar la realidad es la ejercicio del poder son de interés común.
organización a partir de la ecopoiesis: “el orden a partir del caos”.
Así, no es posible encerrar en una sola imagen el vasto e inconmensurable uni-
En el caso de las sociedades humanas, teoría y praxis van dejando a su paso verso en el que vivimos. En el pasado eso parecía posible porque el monopo-
productos que se incorporan a la realidad tangible y que condicionan los lio de la verdad única y el monopolio del poder se sustentaban mutuamente.
desarrollos posteriores. Agotados los modelos, éstos se convierten en detritus, En cuanto a la racionalidad científica, las distintas visiones de la naturaleza (la
el cual será el insumo para nuevos desarrollos, dando lugar a nuevos arreglos. física, la biológica, la sociológica, la económica y la humanística) tampoco pue-
Algo así sucede en nuestros días con el modelo mecanicista-determinista, que den unificarse ahora en una sola “teoría del todo”. Para resolver las discrepancias
en su tiempo transformó el mundo, pero que nunca tomó en serio el costo de fondo en cuanto a las diferentes visiones del mundo, no se dispone de un

136 137
método fiable porque no hay una metafísica aceptable para todos. Una imagen REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
ecopoiética de la realidad sería una imagen compuesta a modo de una metáfora
por elaborarse y reelaborarse continuamente en relación con la experiencia. • Adams, Richard N. (1983). Energía y estructura. México, FCE. Traducción
de Energy and Structure: A Theory of Social Power. University of Texas Press,
Para cerrar, dos preguntas últimas, últimas por escatológicas. ¿Qué importan- Austin, 1975.
cia tiene lo que los seres humanos pensamos de la naturaleza y hacemos en • ———— (2001). El octavo día. México, UAM. Traducción de The Eight Day: Social
medio de ella? ¿Ejerce la actividad humana alguna influencia sobre las estruc- Evolution as the Self-organization of Energy. University of Texas Press, Austin,
turas profundas de este mundo, si es que las hay? Si tomamos en cuenta que 1988.
la evolución social es un fenómeno muy reciente (en el reloj que marca los • Bateson, Gregory (1991). Pasos hacia una ecología de la mente. Buenos Aires,
tiempos de la vida ocupa los últimos segundos), tendremos que admitir que Planeta/Carlos Lohlé.
todavía es temprano para saber la respuesta a esta pregunta. Se ha dicho • ___________ (1993). Espíritu y naturaleza. Buenos Aires, Amorrortu.
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gaste del que se produciría sin ellas. Esto es así cuando medimos el expendio ligión? Origen y evolución del pensamiento religioso. México, Taurus, 2001).
energético en términos puramente cuantitativos, por ejemplo, en calorías. En • Brockman, John (ed.) (1995). The Third Culture. Beyond the Scientific Revolu-
términos cualitativos, sin embargo, lo que interesa es —según una expresión tion. Nueva York, Simon & Schuster.
de Georgescu-Roegen— el enjoyment of life, el resultado más importante de • Brooks, Daniel y E. O. Willey 1988 Evolution as Entropy. Chicago, The Univer-
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140 141
INTERLUDIO.
UN TIEMPO DE HÍBRIDOS

PRIMER FORO “TERMODINÁMICA PARA LAS CIENCIAS SOCIALES:


EVOLUCIÓN, METABOLISMO Y ENERGÉTICA SOCIALES”

Víctor Toledo M.*


Vivian Scheinsohn**
Leonardo Tyrtania G. ***
y Pedro Antonio Ortiz Báez (coord.)* ***

El jueves 22 de noviembre de 2012, se llevó a cabo el Primer Foro “Termodiná-


mica para las Ciencias Sociales: evolución, metabolismo y energética sociales”,
en el marco del 2º Congreso Nacional “Naturaleza-Sociedad, Visones desde
la Complejidad”, que organiza cada dos años el Cuerpo Académico “Sistemas
Socioambientales Complejos”, adscrito al Centro de Investigaciones Interdisci-
plinarias sobre Desarrollo Regional, de la Universidad Autónoma de Tlaxcala.

El foro tuvo como objetivo pulsar las convergencias, tensiones, sinergias o con-
tradicciones que se producen al colocar en el mismo plano a tres encuadres
analíticos que suelen aparecer cuando se discute la relación naturaleza/cultura
o naturaleza/sociedad: la energética social, el metabolismo social y la evolu-
ción social. El foro tuvo el formato de mesa redonda y estuvo integrado por un
especialista por cada uno de los tres encuadres analíticos arriba mencionados:
el doctor Leonardo Tyrtania (energética social), la doctora Vivian Scheinsohn
(evolución social) y el doctor Víctor Toledo (metabolismo social). La coordina-
ción del foro estuvo a cargo del doctor Pedro Antonio Ortiz Báez.

El foro se desarrolló en dos partes íntimamente articuladas. En la primera, cada


uno de los especialistas tuvo de tres a cinco minutos para delinear, explicar
y ponderar los alcances explicativos del campo teórico de su especialidad.
Después de esa primera ronda de presentaciones, el coordinador de la mesa
realizó preguntas específicas a cada uno de los especialistas, buscando, en
todo momento, detectar y problematizar los elementos convergentes. En un
segundo momento se generaron preguntas abiertas para ser contestadas por

* Centro de Investigaciones en Ecosistemas y Sustentabilidad, unam, vtoledo@cieco.unam.mx


** INAPL-Conicet/UBA, scheinso@latina.ar
*** Departamento de Antropología, uam-i, lt@xanum.uam.mx
**** CIISDER-Universidad Autónoma de Tlaxcala, elnegroyelrojo@gmail.com

142 143
cualesquiera de los especialistas. En esta ronda de preguntas (en las que tam- que esto derivó del contacto epistolar y de la lectura que hizo Marx de las
bién participó el público asistente) se abordaron los elementos tensos y contra- obras de Darwin, y de un naturalista holandés: Jacob Moleschött (Schmidt,
dictorios, que permitieran llegar a una última ronda general de acercamientos, 1976). El concepto de metabolismo social se ha trabajado fundamentalmente
convergencias y conclusiones. En razón de su abultada agenda, el doctor Víctor a través del análisis de los flujos de materia y energía. Es probable que 90% de
Toledo sólo participó en las primeras dos rondas, pues tuvo que retirarse a aten- los trabajos se hayan concentrado en el aspecto material y energético y en los
der compromisos con otros encuentros académicos. flujos de agua. Pero la sociedad no solamente es eso. Todavía están por inau-
gurarse los trabajos que intentan analizar la parte intangible del metabolismo,
Doctor Pedro Antonio Ortiz Báez. En el conjunto de temas que nos ocupan que sería la dimensión de los flujos de información, de los códigos ligados a
empezaremos por delimitar en qué consisten estas áreas de especialidad, las instituciones, a las reglas, a las leyes, los conocimientos y las cosmovisiones.
estos encuadres teóricos, estos marcos epistémicos. No sabemos con preci- No se puede concebir correctamente el metabolismo social si no se reconoce
sión a qué nos referimos cuando hablamos de metabolismo social, de ener- que existen dos dimensiones: a) la parte material (el flujo de materia, energía
gética social, de evolución social. ¿Se trata de diferentes metodologías? ¿Son y de agua), y b) la parte inmaterial. Siguiendo a Fisher-Kowalski, a la primera le
marcos teóricos?, ¿o se trata más bien de epistemologías diferentes para el hemos denominado el hardware del metabolismo, y a la segunda el software
abordaje de la complejidad en la relación naturaleza-cultura? Empecemos por del metabolismo. Hoy debemos intentar explicar cómo se articulan los flujos
la perspectiva del metabolismo social. materiales con los flujos simbólicos, un tema que implica un reto teórico des-
comunal.
Doctor Víctor Toledo Manzur. Comienzo enfrentando un asunto verdadera-
mente complejo: responder en cinco minutos la pregunta: ¿qué es el meta- También han empezado a surgir trabajos de carácter multiescalar, fundamental-
bolismo social? Bueno, una síntesis rápida. El concepto de metabolismo social mente hechos por un grupo de la Universidad de Barcelona, encabezado por el
se aproxima a las sociedades a partir de una metáfora: como si las sociedades economista Enric Tello, quien, junto con algunos geógrafos, está realizando aná-
fueran organismos que intercambian materia y energía con su medio natural, lisis muy interesantes de los territorios, al entender los flujos de materia y ener-
con la naturaleza. Y es que toda sociedad, para mantenerse y permanecer en el gía en diferentes escalas. También el historiador Manuel González de Molina
tiempo, requiere de apropiarse de recursos o dotarse de servicios del mundo —coautor de nuestro libro— ha hecho un trabajo muy fino en una comunidad
natural, al mismo tiempo que expele, excreta o disemina materiales, energía, cercana a Granada, España, en la cual tuvo acceso a archivos históricos del siglo
sustancias y agua utilizadas, hacia los sistemas naturales o ecológicos. El con- XVIII que le proporcionaron información de conteos muy precisos. Es un tra-
cepto, originalmente formulado por K. Marx y otros autores en el siglo XIX, bajo estupendo, que ya es un libro y está en muchas publicaciones. En él se
permaneció en estado latente durante varias décadas, hasta que autores liga- logra comparar el metabolismo social de una comunidad rural en los últimos
dos a la ecología urbana y la ecología industrial lo retomaron. Sin embargo, fue 300 años, lo que le permite llegar a conclusiones muy interesantes. En la misma
Marina Fisher-Kowalski, investigadora austriaca, quien formalmente lo re-lanzó tesitura están los trabajos de Fridolin Krausmann, realizados en Austria.
hacia finales de los noventa como parte de la nueva corriente de la economía
ecológica. Hoy, tras un periodo literalmente explosivo, existen más de 5,000 Terminaría diciendo que en estos días leí el libro de Leonardo Tyrtania, aquí
publicaciones que llevan el término en inglés, español, francés, portugués y con nosotros, y encuentro interesante descubrir en sus ideas muchísimas simi-
otras lenguas, como puede apreciarse en nuestro libro The Social Metabolism. litudes. Es sorprendente descubrir que dos enfoques diferentes puedan llegar
A Socio-Ecological Theory of Historical Change (publicado por Springer en a conclusiones muy parecidas. Sin embargo, al final, nuestra posición —la mía
2014, en coautoría con Manuel González de Molina). El concepto ha sido utili- y la de González de Molina— es que todos estos análisis no tienen significado
zado fundamentalmente en dos escalas. En la escala nacional se tiende hacia el si no se traducen en una acción política. Es decir, al final no podemos concebir
análisis de los flujos de materia y energía; son estudios que se hacen en varios la ciencia separada de la política. En esta época de crisis de civilización, todos
países, principalmente los europeos. La otra escala es la del estudio de las estos análisis sirven, fundamentalmente, para potenciar la resistencia ciuda-
comunidades rurales —que es en la que más nos hemos concentrado nosotros, dana y la participación política en un sentido quizás nuevo —que no tengo
lo mismo que algunos colegas de España, fundamentalmente de Andalucía. tiempo para explicar— pero que tiene que ver con la supervivencia de la espe-
cie humana y del entorno planetario.
En nuestro libro Metabolismos, naturaleza e historia (publicado en 2011,
también en coautoría con González de Molina) hemos mostrado cómo este Doctor Ortiz: Sólo para precisar, ¿qué es lo que procesa —lo que metaboliza— la
concepto viene desde el siglo XIX. Para sorpresa de muchos, es un concepto sociedad y hace pertinente y fructífero analizar el vínculo naturaleza-sociedad
que fue clave en Marx para hacer su análisis del capitalismo. Ahí señalamos desde la perspectiva del metabolismo social?

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Doctor Toledo: Lo que metaboliza la sociedad, es decir, la fisiología del orga- de la herencia dual, que plantean los antropólogos Robert Boyd y Peter
nismo social, es tanto lo material como lo intangible. Aquí de lo que se trata es Richerson; es el caso de la ecología evolutiva —también conocida como eco-
de descubrir cómo los flujos materiales se están articulando con los sistemas logía de la conducta humana— cuyos representante más conocido en antro-
simbólicos. Eso es, en última instancia, lo que habría que reconocer como lo pología es Eric Alden Smith; la psicología evolutiva de John Tooby y Leda
que se metaboliza en la sociedad, pese a que el término es totalmente de Cosmides (que no hay que confundir con la de Piaget); y más recientemente
médicos o de fisiólogos. la teoría del nicho cultural, a partir de los trabajos de John Odling-Smee, Kevin
Laland, Marcus Feldman y Joseph Heinrich, entre otros, quienes sostienen que
Doctor Ortiz: Le pedimos ahora a la doctora Vivian Scheinsohn que nos plan- la construcción del nicho es un proceso por el cual los organismos alteran su
tée su idea sobre evolución social. propio ambiente, lo que hace que los organismos hereden, además de los
genes, el ambiente que sus ancestros modificaron. Así, la cultura puede modi-
Doctora Vivian Scheinsohn: En principio deberíamos empezar por relacionar ficar el ambiente selectivo de quienes la poseen. También quisiera mencionar
el término evolución con antropología, para tratar de determinar cómo fue esa la teoría de los sistemas de desarrollo, creada en el ámbito de la biología y
historia. Por razones de tiempo voy a ser sintética. “Evolución”, en un sentido que fue retomada por Tim Ingold en el campo de la antropología. Así que en
amplio, fue utilizado para denotar distintos tipos de cambio. Por ejemplo, se la actualidad podemos decir que hay una variada reflexión en el campo de la
habla de la evolución de las ideas, evolución de las estrellas. Pero en un sen- cultura en términos que se podrían caracterizar como darwinianos.
tido estricto, tal como se usa en biología, “evolución” se refiere a cambios feno-
típicos o genéticos que se dan en una población de organismos a lo largo del Para tratar de mostrar cómo se relacionan esas concepciones que tratan de dar
tiempo. Es decir, la evolución es cambio, pero no cualquier tipo de cambio. cuenta sobre la relación entre evolución y cultura, he agrupado esos enfoques
Para el darwinismo, la evolución necesita tres condiciones: la variación, la com- en cuatro. Por un lado, aquellos que consideran a la evolución cultural en tér-
petencia y la herencia. Además, de las distintas escuelas posteriores a Darwin minos analógicos; es decir, que consideran a la evolución biológica como una
surge otra serie de condiciones que están implicadas en el término evolución. analogía, o como una metáfora, de lo que sucede en la cultura. Por otro lado
están quienes sostienen que existe una co-evolución entre gen y cultura, es
Para el neodarwinismo —una de esas escuelas— los cambios deberían ser decir, que la evolución cultural es una realidad, no una metáfora. Desde esta
adireccionales, lo que significa que la evolución no necesita estar atada al posición se sostiene que hay procesos darwinianos que ocurren tanto en el
concepto de progreso. Por otro lado, también implica un pensamiento antie- campo de la biología como en el de la cultura y que, además, hay interacciones
sencialista: es decir, no tipológico, pues los tipos describen esencias. Además entre ellos, ante lo cual se produce una dinámica co-evolutiva. Un tercer grupo
no hay herencia de caracteres adquiridos —idea más vinculada al lamarckismo. lo comprenderían aquellos que ven a la cultura como una manifestación de la
biología y, en consecuencia, a la evolución cultural como una manifestación de
Con estas condiciones en mente, cabe la pregunta de si podemos hablar de la evolución biológica. Finalmente un cuarto grupo lo conformarían aquellas
una evolución cultural o social. Examinemos el caso: para empezar, la evolu- investigaciones más recientes que consideran a la evolución cultural y a la bio-
ción cultural no se ajusta al neodarwinismo, toda vez que la evolución cultural lógica como casos particulares de otro tipo de sistemas, que podríamos llamar
es direccional, y podría ser lamarckiana (según la definición que le demos al “sistemas selectivos”. Se trata de un concepto que sale de la epistemología evo-
término “lamarckiano”). Ahora, ¿se ajusta a las otras condiciones? Bueno, es lutiva de Donald Campbell y que pasa luego a la evolución de la tecnología a
claro que hay variación, que hay competencia y que también hay herencia, partir del libro editado por el físico y epistemólogo John Ziman, en el año 2000.
aunque obviamente no es genética.
Queda entonces abordar la pregunta acerca de la relación entre evolución
Sin embargo, el evolucionismo, tal como se dio en antropología —por lo menos e historia. En definitiva las dos parecen referirse a cambios en el tiempo. Sin
el que existía hasta mediados de los ochenta o los noventa—, no cumplía nin- embargo, cuando hablamos de humanos se entiende que estamos hablando
guna de estas condiciones. Era un evolucionismo progresivista, es decir que de historia; mientras que, cuando hablamos de animales, se habla de evolu-
planteaba la evolución en términos de progreso. También era un enfoque bási- ción. Pareciera ocurrir que la evolución es a la historia, lo que la naturaleza es
camente tipológico, lo cual queda ejemplificado en los tipos de sociedades a la cultura. Ésta es una manifestación más del excepcionalísimo humano, que
establecidos por Elman Service. Y también era lamarckiano. nos lleva a pensar que todo lo humano está apartado de lo natural. Es ésa la
idea que sustenta el hecho de que los humanos tenemos historia; no evolu-
A partir de los años noventa empiezan a surgir nuevos enfoques para la aplica- ción. En realidad la historia es un aspecto del proceso total de la evolución,
ción del concepto de evolución asociado al de cultura. Es el caso de la teoría

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toda vez que este proceso abarca todo el mundo orgánico. Entonces, la histo- ver el medio como fuente que provee de combustible y recursos. No se trata
ria humana es evolución. de que las sociedades necesiten energía y demás insumos para funcionar, sino
que ellas mismas son un flujo energético en sí. No es que se necesite incluir
Me parece que, cuando hablamos de evolución, lo que agregamos es la idea energía en el análisis como una variable más. La energética social postula que
de tiempo. Como arqueóloga, el tiempo es la materia con la cual trabajo. El todo lo que nos es dado percibir puede analizarse como una forma energé-
concepto de evolución es, entonces, fundamental pero siempre desde una tica, porque nosotros también somos una de ellas. La dinámica energética es
perspectiva darwiniana, que es la que deberíamos manejar en antropología. el denominador común de todo lo que hay, porque existir es disipar energía…
Esto significa que no necesariamente tendríamos que pensar que la evolu- y no perecer en el intento. No es un asunto exento de riesgos. El evolucio-
ción lleva al progreso. Otro elemento que aporta la evolución en esta mesa, nismo ofrece la idea de que hay procesos fuera de control (estructurales) y
al incorporar el concepto de tiempo, es la importancia de las condiciones ini- que, sobre esta base, se pueden emprender acciones específicas, pero sólo
ciales. Es lo que planteaba Stephen Jay Gould cuando decía: history matters, cuando sean compatibles con la dinámica energética elemental. Los modelos
la historia importa. que se construyen a partir de la energética permiten hacer esta distinción y
sugieren cómo enfrentar nuestras crisis.
Doctor Ortiz: Afirmaste, doctora Scheinsohn, que la evolución no tiene direc-
ción; pero luego precisaste que: “no debería tener dirección”. ¿Podrías aclarar Me llamó la atención lo dicho por el doctor Toledo de que todo termina con
esto? Si tiene dirección, ¿hacia a dónde apunta? la política. Estoy de acuerdo. Mi profesor, de quien aprendí y con quien tuve
oportunidad de discutir estas ideas, el doctor Richard N. Adams, es un norte-
Doctora Scheinsohn: Lo que quise decir es que no necesariamente la evolu- americano que trabaja en Guatemala, que suele presentarse como alumno de
ción debe ser vista como progreso. Podemos discutir si hay reversibilidad o no. Leslie White (pertenece a la “camada” de antropólogos extraordinarios que
Probablemente sea irreversible en el sentido de que un camino evolutivo, o se dio en la posguerra y que dejó huella profunda, entre ellos Julian Steward,
canalización, como le llamaba Stephen Jay Gould, cierra otros posibles. Podría- Marvin Harris, Roy Rappaport, Marshall Sahlins y Erik Wolf. Fueron ellos quie-
mos decir que lleva a una mayor entropía. Pero a lo que apuntaba es a desli- nes construyeron las bases para el análisis energético de las sociedades —del
garla de la idea de progreso. Puede existir una dirección en este sentido, en cual el metabolismo social sería uno de los modelos ecológicos recientes
el de la canalización hacia un camino evolutivo. Pero no necesariamente esto y mejor elaborados en antropología). Adams afirma, pues, que elaboró las
lleva al progreso, al cual, además, habría que definir. ideas teóricas de la energética social sólo para tener bases para su inves-
tigación en antropología política. La política, entendida como el ejercicio
Doctor Ortiz: Gracias doctora Scheinsohn. De hecho contestaste una de las del poder social, es la manera que tienen las sociedades para ponerse de
preguntas que te iba a hacer, relacionada con las discusiones y debates que acuerdo sobre la adopción o el rechazo de una tecnología, lo cual es una
se dieron en las mesas que trabajaron aquí en el congreso, el día de ayer, en cuestión de sobrevivencia.
las que ni siquiera el tiempo ha sido una variable importante. Casi predominan
los estudios de carácter sincrónico; y cuando aparece la diacronía, lo hace con Para entender la importancia de un modelo y su relación con la teoría social
periodos de apenas unos 10 o 15 años, máximo 20. propongo un ejemplo. Leí en la prensa especializada que hace un año la Unión
Europea lanzó una convocatoria con financiamiento de alrededor de 1,000
Bueno, en un momento regresamos a esta cuestión. Le vamos a dar la palabra millones de euros para el equipo que logre elaborar un programa computacio-
al doctor Leonardo Tyrtania, a quien le pediría que no entrara de momento con nal capaz de monitorear el estado del mundo. El programa se va llamar Earth
el tema de la direccionalidad de la evolución (porque intuyo que nos hablarás Simulator y tiene como antecedente lo que hizo en la década de los setenta
al respecto). De momento te pido que nos expliques en qué consiste el análisis el Club de Roma. El nuevo modelo será alimentado con datos sobre recursos,
energético; que nos digas, ¿por qué es importante incluir a la energía en el población, producción de alimentos, producción industrial y contaminación.
análisis de la relación naturaleza sociedad? Pero esta vez, dado el desarrollo tan rápido de la computación, ya se pueden
agregar otros tópicos. Ahora se pretende monitorear sistemas económicos,
Doctor Leonardo Tyrtania: La energética social es un enfoque que tiene ante- financieros, políticos, sociales, culturales, sanitarios, agrícolas y tecnológicos;
cedentes en la vertiente materialista de las ciencias sociales. La antropología más el clima, las migraciones, la economía informal, el lavado de dinero, las
siempre fue sensible al contexto en el que se desenvuelven las sociedades guerras, las catástrofes y todas esas cosas que la globalización agrega a la pro-
humanas. Ahora bien, el postulado de la corriente en cuestión va más allá de blemática mundial y ecológica. Es un intento descomunal, y ya hay seis fina-
listas, seis equipos de ingenieros en computación, que elaboraron cada uno

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su propuesta de programa de monitoreo del estado del mundo. Además, le bución de los bienes. Ésta, al parecer, es la idea que anima los proyectos como
agregan una novedad, que es el monitoreo en “tiempo real”. Por ejemplo, si el referido Earth Simulator.
sucede una tormenta, este sistema sería capaz de seguirla y predecir sus con-
secuencias en el acto, o tal vez desactivarla cuando es pequeña todavía, como Sin embargo, por alguna razón profunda, este mundo no se deja gobernar
un “efecto mariposa” en larva. con reglas sencillas y criterios prácticos. Y no sólo el “fenómeno humano”, sino
tampoco la realidad física y la biológica son “gobernables”. La realidad nos
Una maravilla, pues, pero no sin problemas. El primero que encuentran los resulta muy opaca y nunca tenemos información suficiente como para tomar
ingenieros en computación es el de cómo enfocar las cuestiones sociales; esto decisiones con cierta seguridad, ni siquiera cuando se cuenta con supercom-
es, cómo se relacionan todas estas variables en un modelo de sociedad que putadoras. La realidad, de ordenada en todas partes, pasó a ser un reino de
tenemos como un ideal. Los ingenieros se preguntan si no habría por ahí una la incertidumbre. La tecnología informática podrá ayudar, pero no sustituirá la
teoría social “útil” para sus propósitos. Por lo visto a los técnicos las grandes toma de decisiones por parte de los humanos. Para esto hay que arriesgarse.
teorías sociales les parecen intranscendentes e inoperantes: ¿cómo meter en Las decisiones importantes no podrán delegarse a unas máquinas científica-
una computadora, por ejemplo, el marxismo, el funcionalismo o el estructu- mente preprogramadas.
ralismo? ¿De qué sirven esas hermosas interpretaciones de la realidad tan
sofisticadas, si no ofrecen modelos cuantificables? Los especialistas en com- Ahora bien, no parece que los politólogos tengan su objeto de estudio bajo
putación están preguntando si tenemos alguna teoría social “confiable” en tér- control. Aun así, no todo está perdido. Hay procesos con bases universales,
minos científicos, “verificable en los hechos”, como dicen. Para las cuestiones como la dinámica evolutiva, y sobre estas bases tendrá que construirse todo
físicas, químicas, agrícolas, climáticas, pueden construirse algoritmos con los lo demás. Así que la política será siempre el capítulo final de las teorías socia-
que sí hay posibilidades de predecir algo (aunque ahí también se podría dis- les. Sólo que persiste la idea de que el fenómeno humano es algo excepcio-
cutir si este mundo físico es tan predecible como ellos piensan). Pero el mundo nal, como observa la doctora Vivian Scheinsohn, que no obedece las “leyes
humano —de plano— les resulta imposible de manejar. naturales”. Se dice que las bases materiales de la vida no son determinantes,
que el ser humano es libre y puede hacer con su vida lo que le da la gana.
Ante la carencia de un modelo formal del comportamiento humano (pues Pues bien, la idea de la excepcionalidad del “fenómeno humano” tiene que
ninguna teoría social puede computarizarse), entre los ingenieros de la infor- replantearse a la luz de la ciencia moderna. Ahora sabemos que somos pro-
mática se perciben dos posturas o posibles salidas de este embrollo: a) Una ducto de la evolución, que somos naturaleza, de modo que el problema de lo
solución es la del famoso “demonio de Maxwell”; esto es, que podemos obser- extraordinario que seríamos sin ella pasa al segundo plano o desaparece. No
var el mundo sin influir en él. El procedimiento consiste en encontrar una fór- es que la humanidad tenga que atenerse a las “leyes de la naturaleza”, sino que
mula basada en regularidades estadísticas, para meter luego los datos y poder nuestros modelos de la naturaleza dejaron de ser mecanicistas-deterministas.
predecir el comportamiento del objeto de estudio. No necesitamos preguntar Ahora entendemos que el caos es el sustrato omnipresente en el Universo y
sobre las causas profundas, porque éstas son intangibles. Se puede saber sin que no se puede eliminar el azar. De modo que el riesgo, en su doble faceta
entender, parecen decirnos. Algo es algo, ¿no?, b) El otro grupo de informá- de peligro y oportunidad, es la característica de nuestra realidad física, biótica
ticos sería partidario de aceptar el caos y la impredecibilidad. Si se dan las y social.
condiciones para que todo se desarrolle libremente, sin imponer sentido ni
direccionalidad a las cosas, tarde o temprano se formará algún patrón. Este Doctor Ortiz: Muy bien, pero, ¿cuál es la relación de esto que acabas de
grupo está abogando por la libertad de difusión de la información en el estado comentar con la energética social?
en que se encuentre.
Doctor Tyrtania: Decía el doctor Toledo que, desde distintos puntos de par-
Los del primer bando se consideran profesionistas, expertos en lo suyo. Al tida, las diferentes ciencias o grupos de científicos llegan al mismo territorio
igual que el equipo de Peña Nieto: ellos van a gobernar —como ya lo avisaron— conceptual común. Tuve esa misma impresión cuando comencé a leer a auto-
con eficiencia; no les interesan las cuestiones partidistas ni la grilla, sino la efi- res como Iliya Prigogine (físico), Nicholas Georgescu-Roegen (economista),
ciencia, nada más. Son los tecnócratas. Max Weber expresó una idea parecida Ramón Margalef (ecólogo), James Lovelock (ciencias de la atmósfera), Gregory
cuando razonó que en el futuro la administración de los asuntos públicos se Bateson (etólogo), Roy Rappaport (teoría de sistemas), Rolando García (episte-
va a profesionalizar y los políticos serán reemplazados por auténticos expertos mólogo) o Richard Adams (antropólogo). Son científicos de alto vuelo prove-
que gobernarán con criterios prácticos de eficacia en la producción y la distri- nientes de diferentes disciplinas que, casi sin conocerse, llegan a converger en
una corriente. Eso refuerza en mí una íntima convicción de que se trata de algo

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importante, del logro más importante de nuestro tiempo, que es la teoría de ser más eficiente, sí, pero eso no significa que dejaré de producir entropía y
sistemas disipativos. La conclusión a la que llegan sus promotores es, en pala- contribuir al caos. Puedo hacer más lento el desgaste o construir un orden más
bras de Margalef, que la realidad se resume en estos tres aspectos: energía, complejo transfiriendo su costo a otro tiempo y lugar, pero no puedo evitar
materiales e información. ¿Hay algo más? Si alguien me lo puede decir, se lo producir el calor. La termodinámica, pues, nos describe cómo opera nuestro
agradecería mucho. mundo, cómo es la naturaleza, cómo nos integramos en este incesante vórtice
de fluir de energía, en el que unos sistemas se auto-organizan a costa de otros.
Con estas tres categorías mentales podemos analizar todo lo que existe, cual- ¿Eso responde tu pregunta?
quier “todo” que podemos distinguir de su medio. La naturaleza se despliega
mediante procesos o formas energéticas “in-formadas”. El concepto básico Doctor Ortiz: Gracias a los tres por intentar ser sintéticos. Ayer, en la conferen-
de la teoría de sistemas es el de “forma energética” o “flujo energético”, cia magistral dictada por el Dr. Víctor Toledo, y hoy en estas tres exposiciones
con realimentaciones que le imprimen un cierto orden local y temporal. El iniciales, me pareció vislumbrar algunos puntos en común. El primero que me
principal patrón del comportamiento de estos flujos nos lo da la termodi- salta a la vista es el de que para que estos encuadres teóricos o metodológicos
námica. Sus principios dicen que la energía se conserva, pero que en cual- de la energética social, del metabolismo social, de la evolución cultural puedan
quier transformación pierde su potencia. Y la pierde en forma irrevocable: tener potencial explicativo, se requiere antes pensar a la sociedad o a la cultura
de ninguna manera se podrá recuperar. Su segundo principio —el llamado como si fueran organismos, como si fueran sistemas. La pregunta es si esto es
principio de entropía— es lo que en la energética se postula como el móvil de correcto. De ser así, la siguiente pregunta es: ¿qué tan deformada nos puede
la evolución. Un sistema tiene que allegarse constantemente energía nueva, salir la descripción de la realidad, cuando pensamos a la sociedad como orga-
con su potencial de trabajo intacto, para poder funcionar. La energía no nismo? Por favor, respondan en el mismo orden de la ronda anterior.
es reciclable, no se puede renovar.
Doctor Toledo: La metáfora de la sociedad como organismo tiene que ver con
Esto mantiene al sistema en un estado de “apuro entrópico”, como dice Geor- el problema del reduccionismo en la ciencia. Si concebimos a los sistemas físi-
gescu-Roegen. Si no puedo recuperar la energía gastada, la tengo que cap- cos, a los biológicos, a los sociales surgiendo unos de los otros, la pregunta es,
turar de nuevo y esto me lanza a la búsqueda de nuevas fuentes. No puedo primero, si los fenómenos biológicos, si los seres vivos, están sujetos a leyes
quemar dos veces el mismo leño ni dos veces el mismo tanque de combusti- físicas; y segundo —y esta pregunta la hicimos en tanto biólogos—, si los fenó-
ble, tengo que llenarlo otra vez. Tengo que ingerir todos los días cierta canti- menos sociales pueden estar siendo explicados por las leyes biológicas e,
dad de calorías, y las calorías una vez quemadas se van al sumidero cósmico incluso, por las leyes físicas y las biofísicas en general.
del calor, no hay fuerza en este mundo, ni en el otro, con que las pueda recu-
perar (como dicen por ahí, el palo dado ni quien te lo quita). Esto imprime La respuesta es sí y no. No, porque estamos hablando de órdenes emergen-
esa dinámica evolutiva de apuro en un mundo en que la entropía opera aquí tes que tienen sus propias particularidades, que se agregan a los fenómenos
y ahora y obliga a moverse. A cada segundo, a cada parpadeo, el mundo es del orden del cual proceden. Es una pregunta central que tiene que ver con
diferente, porque ya se perdió algo y, simultáneamente, se ganó un antídoto los temas que se discuten en este seminario. En principio digo que no. Que
contra estas pérdidas en forma de orden. Sobrevivir en un medio en que la cada dominio de la vida tiene su propia particularidad, dado que constituye
entropía aumenta irrevocablemente me obliga a mí (y a cualquier sistema, ya una realidad nueva. Pero, por otro lado, la respuesta es sí, pues los órdenes
sea físico, biótico o social) a buscar más energía y, por tanto, a producir más surgidos posteriormente están encuadrados; no pueden traspasar las leyes
disipación y desorden en el medio, para mantener un poco del orden que (que son finalmente más generales) de los órdenes que les antecedieron en
puedo lograr. la evolución —digamos— cósmica. Ni los seres vivos ni las sociedades pueden
pasar por encima de —por ejemplo— las leyes de la termodinámica. El asunto
El poco orden que producimos lo pagamos con mucho desorden en los alre- es, entonces, explorar cómo los nuevos dominios de la realidad van gene-
dedores. Uno no puede sobrevivir comportándose bien, simplemente con- rando “órdenes más complejos”, sin violentar o remontar leyes más genera-
sumiendo lo mínimo, porque tiene que asegurar al máximo las condiciones les. Por ejemplo, el mecanismo clásico de la evolución biológica, el modelo
de vida en un contexto en que la producción de entropía aumenta sin parar. darwiniano, parece operar también en la evolución social, donde el carácter
Como dice Woody Allen, hay tres preguntas muy importantes en esta vida: ¿de conservador de la cultura puede evocar la fuerza estabilizadora de la herencia
dónde venimos?, ¿a dónde vamos?, y ¿qué vamos a comer hoy? En esto se genética ante los nuevos mutantes, representados por las nuevas ideas o los
resume la dinámica evolutiva de cada sistema: ¿cómo me aseguro los insumos individuos heterodoxos o iconoclastas o las nuevas combinaciones genéticas.
en condiciones en las que el desgaste entrópico no se puede detener? Puedo

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El abordaje metabólico también pone sobre la mesa la crisis del metabolismo Dr. Ortiz: Quiero insistir en la ausencia de la dimensión histórica y evolutiva
industrial o moderno, y ello nos conduce a adquirir una conciencia de especie. como variable importante en los trabajos que se presentan en congresos como
La idea de conciencia de especie nos genera una praxis política totalmente éste. Pese a ello, y aunque nos deslicemos demasiado al asunto de evolución,
nueva, en la que está en juego la supervivencia de la humanidad y del pla- me gustaría preguntarle, doctor Toledo, sobre la relación entre metabolismo
neta mismo y esto se liga con la cuestión cósmica, y los diferentes órdenes. Es social y evolución; o quizás en forma más general, entre sociedad y evolución.
paradójico, pero creo que todo el conocimiento: el científico y el no científico
(recordemos que la ciencia es solamente el conocimiento de nuestra especie Doctor Toledo: Para visualizar correctamente una respuesta a esa pregunta,
en los últimos 300 años, mientras que el conocimiento precientífico abarca los debemos partir de un hecho histórico: la especie humana tiene una antigüe-
restantes 199,000 y tantos años), al final va a poder ser articulado por la acción dad de, al menos, 200,000 años. Durante ese lapso, las sociedades humanas
política, en la medida en que permita la articulación de los individuos en la han pasado por, al menos, tres grandes regímenes metabólicos: el extractivo o
búsqueda de una especie que sepa convivir con el entorno. cinegético (sociedades nómadas de cazadores, recolectores o pescadores), el
orgánico (sociedades movidas por energía solar directa o indirecta), y el indus-
Doctora Scheinsohn: No me parece que haya que pensar a la sociedad como trial, basado en combustibles fósiles (carbón, petróleo, gas y uranio). El ser
organismo. Pero, de hecho, la sociedad es un conjunto de organismos, es una humano ha vivido el 95% de su historia como miembro de sociedades tribales.
población de organismos, de ahí que el concepto de evolución aplique sin En consecuencia, resulta obligado averiguar o explorar los principales rasgos,
mayor problema, tomando en cuenta las condiciones de las que ya hablé. patrones, valores, actitudes y procesos que permitieron a la especie sobrevi-
vir por tanto tiempo. Es probable que, justo al inicio de la vida sedentaria, la
La condición para aplicar a la cultura el concepto de evolución consiste en, humanidad haya vivido su “época de oro”: unas 12,000 culturas que poblaban
por un lado, derribar esta idea de la naturaleza y la cultura como cuestiones la mayor parte de los ecosistemas del planeta, en forma de aldeas igualita-
separadas. Por otro, pensar a la sociedad humana como una sociedad más rias que se mantenían en un cierto equilibrio con su entorno inmediato, y que
dentro de las sociedades animales. Una sociedad más con, obviamente, una lograban sobrevivir, reproducirse y perpetuarse mediante principios como la
serie de particularidades (que también existen en otras especies). Así, tenemos equidad, la reciprocidad, la autosuficiencia y, en fin, una cierta racionalidad o
aquí una tensión entre, por un lado, ser considerados como una especie más ética comunitaria o colectiva.
dentro de todas las especies que están dando vuelta en el planeta; y, por otro,
el tener conciencia de especie (esto que decía Toledo). Eso es lo que nos da a A partir de entonces comienza un proceso de deterioro —del que llegamos
nosotros la historia: somos una especie que tiene conciencia de sí misma y de hoy al fondo de su abismo— en el que se rompieron las relaciones equitativas
su historia. entre los seres humanos y se rompió el equilibrio con la naturaleza inmediata.
Es decir, surgió un mecanismo tanto de explotación social como de dominio
Doctor Tyrtania: Yo diría que no; que la analogía organismo/sociedad no es sobre la naturaleza, ambos íntimamente relacionados. En ese sentido sí hay
una buena analogía. Las diferencias entre ambos son más profundas que una evolución cósmica, o más precisamente planetaria, que hoy se encuentra
las semejanzas. Por ejemplo, las sociedades no se reproducen sexualmente. amenazada por nuestra especie. Hoy vivimos ya en una fase crucial en la que,
Malinowski salió con esa tesis —de la cultura como organismo— en uno de sus o resolvemos esto o la especie será una especie rumbo a la extinción; o, más
últimos libros, e hizo el gran ridículo. Ahora bien, si a los dos fenómenos les precisamente, a la auto-extinción. En suma, vivimos una época de incertidum-
buscamos un denominador común, entonces podríamos decir que ambos son bre en la que la idea de progreso ha dado lugar a una visión que presagia una
sistemas. Sistemas físicos que procesan energía. Son flujos energéticos: es lo catástrofe o debacle en un futuro no muy lejano. Y es aquí donde destaca la
que tienen en común las sociedades, los ecosistemas, las comunidades bió- teoría del metabolismo social como un instrumento valioso para entender el
ticas, los organismos, las células, las reacciones químicas autocatalíticas, los pasado y visualizar el futuro, al menos en la escala más general o totalizadora.
vórtices y las galaxias. Si los ubicamos así y los pensamos como formas ener- Queda, sin embargo, una única certeza: el futuro va a depender de nosotros
géticas que se auto-organizan, entonces ahí vamos a encontrar semejanzas y (la especie humana), de nuestra capacidad para cambiar el rumbo actual. Si se
diferencias fecundas. En eso consiste el manejo de una metáfora científica: hay retoma y continúa una ruta evolutiva o se trunca para siempre. ¡No lo sabemos!
características compartidas y otras que son emergentes —según el término que
usó el doctor Toledo—. Para terminar este tema diré que todos los conceptos Dr. Tyrtania: Aquí tengo una definición de Daniel Dennett que me parece bue-
son metafóricos, nada es literal. De hecho es la única manera en que puede nísima. Dice que la evolución es “un proceso no planeado y no previsorio, pero
pensar nuestra mente: a través de analogías, binomios y contrastes. masivamente paralelo y prodigiosamente derrochador, en el que los incre-
mentos mínimos han sido utilizados económicamente —copiados y vueltos a

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copiar—, de ahí que se establezcan como patrones”. Si queremos ver en esto grupo de organismos como especie— pero sólo entre los que están presentes
una cierta direccionalidad, pues bien, la habrá, pero a posteriori. Lo impor- en un área geográfica y en un tiempo determinado. Y lo hacen no como espe-
tante es advertir su naturaleza no planeada. El éxito de Darwin fue eliminar la cie en abstracto, separable de las demás formas de vida, sino como una comu-
teleología de la naturaleza. Según el concepto aristotélico, la naturaleza no nidad que coexiste con otros organismos de distintas especies y elementos
hace nada sin un propósito, todo debe ser remitido a causas finales. Darwin, ambientales físicos. Como bien señaló la doctora Scheinsohn, nosotros mis-
en cambio, dedujo lo que pasa a partir de las causas próximas. No obstante mos somos un conjunto de organismos. Nuestro intestino, por ejemplo, es un
ello, el finalismo todavía está muy arraigado en el sentido común, pues fui- ecosistema compuesto por unas 200 especies unicelulares que nos habitan.
mos educados con la idea de que el mundo obedece a un destino manifiesto. Sin embargo, tenemos esta ilusión de ser un solo organismo, una ilusión que se
Darwin dio al traste con la visión finalista o, al menos, la volvió innecesaria en su manifiesta como el ego. Así que podríamos pensar nuestro propio organismo
explicación. El razonamiento científico no puede recurrir al futuro, donde están como una comunidad interactuante de muchos organismos. Las mitocondrias,
las causas finales, porque el futuro simplemente no existe. La naturaleza es una por ejemplo, originalmente eran unas células que se instalaron en otras, que
serie de procesos estocásticos (en parte previsibles, en parte azarosos). Con lo ahora son las “nuestras”, en el proceso de simbiogénesis. Para que algo pueda
que hay disponible, la naturaleza ensambla sistemas de diferente índole. Así, evolucionar tiene que ser un sistema con sus entradas y salidas. El sistema y su
también la sociedad es un conjunto de formas energéticas de origen humano medio, “él y sus circunstancias”, es la unidad evolutiva básica. De ahí la impor-
y no humano, que la cultura (como capacidad de simbolización) nos permite tancia de la energética: la unidad evolutiva es una forma o flujo energético,
colocar juntas. Por ejemplo, el viento que se aprovecha en los veleros seguiría que metaboliza determinados recursos. La metáfora de sistema sigue siendo
de todos modos su camino hasta disiparse por completo; pero las sociedades metáfora, una herramienta, pero es más interesante y más completa que otras,
humanas lo ponen a trabajar mediante la tecnología y de ahí tenemos veleros por su valor heurístico.
y molinos de viento como herramientas. Es creatividad por combinación: jun-
tando elementos preexistentes se hacen estructuras nuevas. Los instrumentos Doctor Ortiz: Dado que el doctor Toledo, lamentablemente, ha tenido que reti-
deben pensarse como partes constitutivas de la sociedad. En este sentido la rarse, es probable que la discusión se cargue totalmente hacia el tema de la
sociedad no sólo está integrada por las relaciones entre humanos —entre per- evolución. Adelante. La pregunta sería: Dado que el paradigma evolutivo como
sonas—, también es la articulación de todos estos artefactos materiales como corriente hegemónica para pensar y entender a la sociedad tuvo su auge hacia
son las herramientas, junto con el lenguaje y otros inventos, tales como el finales del siglo XIX (aunque con algunos otros florecimientos posteriores en
parentesco, la economía, la religión, que al ensamblarse de diferentes maneras los años cuarenta, cincuenta y setenta del siglo XX), ¿existirán posibilidades de
dan lugar a sociedades específicas. En este sentido, la evolución es una sola, que la perspectiva evolutiva ayude en la actualidad a pensar problemas como
en la medida en que relaciona cosas, organismos y sociedades. La evolución los que se presentan en este congreso? Me llama mucho la atención el caso
consiste en el surgimiento de patrones, los que luego van a propiciar y limitar del doctor Tyrtania, que tiene un libro que explora la viabilidad de sociedades
los desarrollos posteriores. Eso es lo que en la teoría de sistemas se denomina pensadas “a escala humana”, pero para llegar hacia ese escenario empieza el
“propiedades emergentes”: aquellas que no fueron impuestas desde afuera, libro con la discusión del concepto de evolución. La pregunta es para ambos:
sino que emergieron de la conjunción entre la evolución física, la físico-orgá- ¿para poder hablar bien de la relación naturaleza-sociedad, será acaso necesa-
nica y la físico-orgánico-social. En ese tránsito, los sistemas desarrollaron sus rio incorporar las discusiones sobre el concepto y las teorías de la evolución?
características propias, que no comparten con los niveles adyacentes. Por lo
tanto se necesitan ciencias y saberes, esto es, la interdisciplina, para entender Doctora Scheinsohn: Quisiera parafrasear a Theodosius Dobzhansky, gene-
este asunto en sus dimensiones particulares, señaladas como niveles. No hay tista ruso que fue uno de los pilares del neodarwinismo, quien decía que en
que pensar que la termodinámica o la física lo explican todo, pero tampoco biología nada tiene sentido, si no es a la luz del evolución. Entonces yo diría
dejarlas como improcedentes para el nivel biótico y social, porque se refieren que en la antropología, nada tiene sentido, si no es a la luz de la evolución. El
a lo que todos los sistemas tienen en común. doctor Tyrtania afirmó que el futuro no existe todavía. Pero lo que sí existe es
el pasado. Así la única forma que tenemos de hacer predicciones es a partir
Los biólogos piensan que tienen solucionado el problema de la unidad evolu- de lo que ya pasó. Más bien podemos hacer retrodicciones. Por tal razón, en la
tiva. Cuando les preguntamos qué es lo que evoluciona, dirán que es la espe- comprensión de lo humano, los arqueólogos y los historiadores tenemos una
cie. Que las especies, a partir de un origen compartido, se diversifican y así es posición privilegiada, porque trabajamos con el pasado. El historiador trabaja
como evolucionan. Pero la totalidad de los individuos de una especie no se con una escala temporal más acotada a los documentos escritos; los arqueó-
relacionan entre sí ni tienen encuentros cercanos entre ellos. No intercambian logos contamos con la ventaja de poder pensar nuestra historia —la historia
el material genético todos con todos. Lo pueden intercambiar —eso define a un humana— desde la aparición de los primeros homínidos, hace cinco millones

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de años aproximadamente, hasta ayer. En ese sentido es que no se puede formulada, lo cual se acepta incluso en ciencias sociales, pero no se la emplea
pensar nada de esto si no es a la luz de la evolución, en donde también está en la investigación. Es como una religión que se cree, pero no se practica. No
implicada la dimensión tiempo. Pero además Richerson y Boyd decían que no hay proyectos de investigación que estén traduciendo las ideas evolucionis-
hay nada en la teoría de la evolución que impida su aplicación a lo humano. Y si tas hacia la praxis social. El modelo de metabolismo social es un intento en
existiera algún obstáculo deberíamos analizarlo, porque nos ayudaría a pensar esta dirección que debemos observar con mucha atención. De todos modos,
mejor la evolución hoy en día la moda es el culturalismo, el estructuralismo y el posmodernismo,
corrientes atemporales que descartan la dimensión evolutiva. Personalmente
Doctor Tyrtania: Me causa una satisfacción particular escuchar la frase de que estoy convencido que, de tomarse en cuenta la perspectiva evolucionista, los
“nada tiene sentido en biología, si no es a la luz de la evolución”. Una vez me problemas contemporáneos que vivimos no tendrían que ir en dirección al
pidieron el prólogo para una obra y la titulé así, sólo que cambié biología desastre.
por antropología: “Nada tiene sentido en antropología (ni en ciencias socia-
les), si no es a la luz de la evolución”. El título me lo objetaron y me pidieron Doctor Ortiz: Tomo como pretexto ese elemento con que terminas, el del desas-
cambiarlo. Finalmente accedí porque yo estaba solo contra un montón de tre ambiental, para comentarles que hace 15 días estuvimos en el congreso de
escépticos. Es interesante observar que cuando nacieron las ciencias sociales, Clacso, en el Distrito Federal. Allí uno de nuestros colegas nos manifestó su
surgieron como teorías evolucionistas. El evolucionismo fue la primera teoría asombro ante el hecho de que, cuanto investigador tomaba el micrófono, el
que se manejó en aquellos tiempos de Darwin, Spencer, Morgan y Marx. El discurso giraba en torno a la “crisis de civilización”, a la “inminencia del colapso
paradigma de evolución se propagó por todas las ciencias. Hoy incluso los físi- del capitalismo” (claro, estábamos en una mesa sobre cambio climático). La
cos hablan de la evolución del cosmos. Darwin formuló su idea en el lenguaje pregunta es acerca de si estas perspectivas, tanto de la termodinámica de sis-
propio de las ciencias naturales, como un mecanismo de variación/selección. temas como la del evolucionismo social, ¿les hacen ver a ustedes la inminencia
En las ciencias sociales desde temprano se aceptó la evolución, pero se pensó o los signos de un probable colapso civilizatorio, de una crisis civilizatoria, de la
que la evolución social es algo especial y obedece sus propias leyes. Este pos- entrada en una fase terminal del capitalismo? ¿Será acaso que este gran éxito
tulado obedecía a la idea de la excepcionalidad del fenómeno humano. Los que tuvo la humanidad en sus procesos evolutivos, que le permitieron llagar a
antropólogos salieron a buscar estas leyes por el mundo, pero no encontraron la luna, realizar operaciones a corazón abierto o el desarrollo de la cibernética se
ninguna. La decepción fue tal, que surgieron escuelas críticas del evolucio- nos está revirtiendo en este momento? De existir este fenómeno, ¿tendrá algo
nismo, tales como el funcionalismo, el difusionismo, el particularismo cultural que ver con las teorías evolutivas?
y el estructuralismo. Todas ellas dejaron de lado la dimensión temporal. Así
las cosas, hasta que se redescubrió el concepto hacia los finales del siglo XX, Doctora Scheinsohn: Primero hay que especificar las condiciones de esas cri-
pero ya con una premisa diferente: que no es cuestión de buscar leyes pro- sis y de qué estamos hablando cuando hablamos de crisis. Porque ahora que
pias de la evolución social, porque la evolución es una sola y sus principios ya esto pasa en el ámbito europeo todo el mundo habla de ello, pero nosotros,
se conocen. Las ciencias sociales nunca pudieron encontrarlos por su cuenta, en Latinoamérica, vivimos en crisis, respiramos crisis. Creo que lo único que
porque es una tarea que rebasa cualquier ciencia particular. La evolución es puedo decir en este contexto es que los colapsos existen, que las socieda-
una manera de disipar energía, consiste en la auto-organización (que es el des humanas se extinguen, y acá en México hay pruebas palpables de eso.
otro nombre de la selección) de sistemas de distinta naturaleza o diferentes En efecto, es una idea que está dando vueltas, pero al mismo tiempo —y esto
niveles de integración. La evolución no es cualquier cambio sino, como afirma lo digo como latinoamericana y argentina— parece ser también que “la” crisis
Georgescu-Roegen, un: “cambio cualitativo provocado por la aparición de la nunca llega al fondo o que, por lo menos los argentinos, tenemos una resilien-
novedad por combinación y por la actuación unidireccional de la ley de la cia extraordinaria.
entropía. Se debe a la interconexión entre los procesos físicos, químicos, bio-
lógicos, económicos y sociales. La única ley claramente evolutiva es la ley de Los seres humanos tenemos esa tendencia de no reconocer los problemas
la entropía”. que se nos presentan enfrente y de “patear” la resolución de los problemas
al futuro. Pero también —insisto— en los procesos históricos hay posibilidades
Para responder la pregunta acerca de si el estudio de la evolución es útil para el de escapar hacia adelante. Así que yo no sé si estamos de verdad frente a
análisis de la sociedad actual, yo diría que no sólo es útil, sino necesario. Nada un colapso concreto. Tiendo a pensar que, si hay una posibilidad de escapar
tiene sentido en ciencias sociales si no es explicado a la luz de la evolución. hacia adelante, lo vamos a hacer. Por ejemplo, llegado el día en que la ciencia
Hay una situación curiosa: todo el mundo está de acuerdo con que la evolu- ficción se hace realidad y acabáramos con los recursos de nuestro planeta,
ción es una teoría más que comprobada o, como mínimo, una hipótesis bien podríamos irnos a otros planetas a agotar sus recursos, como se ha planteado

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ya en varias películas. Pero si podemos evitar el tomar conciencia de los pro- sobrellevar la crisis. Hay un ecologista famoso, James Lovelock, un científico de
blemas que se nos están poniendo hacia delante, lo vamos a hacer. En este ciencias de la atmósfera que trabajaba para la NASA, pero lo corrieron porque
sentido, las ciencias sociales son las únicas que pueden operar para que estos les demostró que no entendían las leyes de la termodinámica.62 Lovelock se
problemas se nos planteen como situaciones a resolver. pasó con los Verdes de Inglaterra, pero últimamente ha estado hablando de
la energía nuclear como la tabla de salvación para la humanidad. Los Verdes
Doctor Tyrtania: Sí, nada es para siempre en este mundo, eso está claro. Nin- levantaron el grito al cielo: “¿cómo puedes defender una industria tan nociva?”
guna sociedad es eterna, ninguna civilización tiene que durar para siempre. Lovelock respondió: “Miren, si algo malo sucede en la biosfera, sólo podrán
Decir que una sociedad evoluciona significa precisamente eso: que comenzó, sobrevivir quienes tengan acceso a alguna fuente energética independiente
se desarrolló y colapsó a su debido tiempo; es algo que no debería extrañar- del Sol y de los ciclos que la energía solar activa. Si se trata de salvar esa can-
nos. Pero en la crisis actual, no sé si la toma de conciencia nos va a ayudar tanto tidad de humanos que hay ahora en cada país, la única fuente con suficiente
como se espera. Al parecer, se entiende que las sociedades actuales sólo pue- potencia para ello es la energía nuclear. Todavía es peligrosa, hay que perfec-
den sobrevivir si la biosfera funciona más o menos como hasta ahora. Sabemos cionarla, pero hoy por hoy no disponemos de una fuente mejor”.
que la biosfera ya pasó por varias extinciones en masa. Se sabe que el 90% de
las especies que poblaron alguna vez la Tierra ya no están aquí. Pero que, por Argumentos van y vienen, pero de todos modos la última palabra la tendrá el
otra parte, de las que tenemos ahora, algunas son muy antiguas y están acá medio. La evolución es un proceso fuera del control humano y no depende
desde los comienzos. Si bien muchas comunidades de especies son fuertes de nuestra voluntad ni de la información que tengamos sobre él. La evolu-
y robustas, no necesariamente es el caso de los humanos. De eso nos dimos ción es un proceso tan vasto, que realmente no podemos hacer gran cosa sin
cuenta cuando comenzaron los viajes espaciales. Montar esas cápsulas con arriesgarnos. Nuestra información relativa al pasado es tan incompleta y frag-
capacidad para garantizar la sobrevivencia de los cosmonautas ahí afuera fue mentaria, que nos puede fallar en el futuro. Lo razonable sería favorecer con-
todo un prodigio: llevaban un pedazo de biosfera consigo. A lo que voy es que diciones de diversidad, propiciar una multiplicidad de intentos. Hablar de la
la conciencia de que tenemos que cuidar nuestro entorno está creciendo, pero supervivencia de la humanidad es generalizar demasiado. “La humanidad”, “la
en los hechos lo que se hace al respecto es lo contrario. Cuando Obama ganó especie”, son abstracciones; lo concreto son los grupos que hacen su lucha, a
sus primeras elecciones, lo primero que hizo fue revitalizar la industria auto- los que la selección natural ofrece oportunidades según las circunstancias con-
motriz estadounidense, que es la principal responsable de la contaminación. Y cretas. Para superar la crisis se necesitaría una fuente energética muy potente y
todos lo aplaudieron. ¿Qué es lo que pasa, entonces? arriesgada. De esto habla Lovelock, pero también dice que si no se logra algún
plan maestro general, lo que hay que salvar con urgencia es la información y la
¿En qué ayuda la idea de evolución para entender lo que pasa? Según Darwin, ciencia. Lo poco que sabemos vale la pena preservarlo. En Europa ya ocurrió
la materia prima para la selección es la variedad. La variación es lo que sucede un fenómeno parecido, cuando la caída de los imperios Romano y Bizantino.
a causa de “la operación unidireccional del principio de entropía”: las cosas Los pueblos salieron a buscar sus oportunidades por ahí y hubo mucho van-
nunca se repiten de manera exactamente igual. Y eso es lo que sucede con esta dalismo y destrucción. Pero en los conventos se conservaron los libros. Así se
serie de experimentos sin rumbo que llamamos evolución. Con conciencia o salvó Aristóteles y otros pensadores antiguos. Eso es lo que hoy deberíamos
sin ella, los humanos estamos ensayando sistemas de producción; y el medio hacer con las tecnologías a disposición: salvar lo que sabemos, para que los
se encargará de decir cuáles permanecen. Un ejemplo es la producción de sobrevivientes del futuro tengan elementos para seguir en la historia… y para
alimentos: sistemas grandes y pequeños, tecnificados y sencillos, con mucho que los arqueólogos tengan trabajo, claro.
capital o poco. Todo esto tiene sentido como variaciones porque, cuando
cambien las circunstancias, unas tendrán más ventajas que otras. Ahí podemos Doctor Ortiz: En el grupo que organiza este congreso tenemos un debate muy
tener alguna esperanza. No tenemos bola de cristal para saber el futuro, pero fuerte, que se produce al intentar regresar hacia el concepto de evolución
dependiendo de las circunstancias y de cómo se muevan los grupos humanos desde una perspectiva más enfáticamente darwiniana; esto es, sin la direccio-
para ganarse la vida, algunos van a tener más posibilidades de sobrevivir que nalidad hacia el progreso, impuesta por Spencer. El problema es que si a la
otros. Es de esperar que, por ejemplo, los grupos con tecnología respetuosa evolución le quitamos la teleología spenceriana, el concepto pierde claridad
con su medio tengan más oportunidad en un mundo con problemas ambien- y ya no se sabe bien a bien qué es lo que evoluciona. En algunas sesiones de
tales severos. No sería la primera vez que la evolución recurre a la estrate-
gia de simplificación: la complejidad no es una tendencia evolutiva por ley, 62
La NASA necesita grandes cantidades de presupuesto, y un gancho para conseguirlo es la
como ya se ha dicho. Pero también puede darse el caso del uso de tecnología promesa de encontrar vida en el planeta Marte. Lovelock les trató de explicar que, en un lugar
sofisticada y hasta peligrosa para que grupos grandes o pequeños lleguen a donde todo está en equilibrio, no puede haber vida, pero no lo quisieron escuchar.

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nuestro seminario yo he insistido en que lo que evoluciona es la complejidad, En cuanto a la coevolución de “gen y cultura”, es una confusión parecida a la
afirmación que ha sido motivo de discusiones tremendas. La pregunta es si la de “tocino y velocidad”. Pueden evolucionar dos sistemas en codependencia,
evolución es, primordialmente, evolución de la complejidad. Asociada a ella pero ambos tienen que satisfacer la condición de ser sistemas disipativos. La
me gustaría preguntarles si es posible hablar de coevolución entre sociedad coevolución entre gene y cultura se refiere a dos cosas disímiles e incompa-
y naturaleza, tomando en cuenta ejemplos como el de las mutuas determina- rables. Gen es un mecanismo de herencia, depende de un código que regula
ciones entre la evolución del maíz y la de las sociedades agrícolas mesoame- las primeras etapas del desarrollo del organismo, principalmente. En cuanto
ricanas. a la cultura, este es otro asunto. Cultura es una dimensión del ambiente que
permite ensamblar formas energéticas de distinta procedencia. Mi maestro, el
Doctora Scheinsohn: La evolución de los organismos, tal como se le conoce doctor Adams, en uno de sus libros externa la opinión de que la discusión de
ahora, presenta patrones que apuntan hacia una mayor complejidad. Pero no gen/cultura no va a acabar pronto, porque la confusión conceptual está muy
creo que sea un problema de la dirección de la evolución. Creo que, en todo arraigada. Para decirlo rápido, el gen es una proteína que produce proteínas.
caso, ese patrón no tendría tanto que ver con una cuestión de evolución bio- Podemos definir la cultura como queramos, pero no la podremos equiparar
lógica, y sí más con una evolución de sistemas, de la cual la biología sería un con las proteínas ni con el tocino. Se trata, pues, de dos diferentes mecanis-
caso. También hay variables que muestran que, con pequeños cambios se pro- mos que intervienen en diferentes fases de desarrollo de sistemas que operan
ducen grandes modificaciones, en una situación que ha sido llamada “al borde en diferentes niveles. Tendría que decirse con claridad cuál es el mecanismo
del caos”. Así la complejidad es, en primera medida, cambio. Si esos cambios mediante el cual interactúan. Por lo demás, no es correcto hablar de la “evo-
siguen el patrón del que hablé (variabilidad, selección, herencia) estamos ante lución de la mano”, “del gen” o de “la cultura”, porque no son sistemas en sí,
un caso de evolución. Pero no hay un sitio hacia el cual evolucionar. La evolu- sino partes de un sistema sin el cual son inexplicables. En cambio, lo que sí se
ción permite encontrar los óptimos locales, pero ahí es donde entra a jugar la puede comparar como dos sistemas en coevolución es el maíz y la sociedad,
historia por lo que, en general, los óptimos globales no ocurren. pues ambos son sistemas reproductivos que interactúan en un territorio, que
es a la vez natural y cultural (lo cual los geógrafos llaman “el paisaje”). La cultura
Sobre el concepto de coevolución y el caso del maíz, yo tengo objeciones ahí, funge aquí como procesador de información, como una memoria biocultural
porque en realidad el maíz es producto de una selección artificial. Si bien es característica de un tiempo y un espacio en el cual el maíz “coevolucionó” a tal
éste el modelo desde el cual Darwin extrae la idea de la selección natural, no punto, que ya es inseparable de quienes lo siembran y cosechan.
es claro hasta qué punto es lo mismo. Darwin mira lo que hacen los criadores
de palomas (él mismo criaba palomas) y a partir de cómo se establecían las Doctor Ortiz: Vamos a proceder ahora con las preguntas del público. Como
nuevas variantes de ellas, extrajo la idea, el concepto, de selección natural. En están por escrito pueden contestarlas en forma puntual o haciendo generali-
el caso del maíz, concretamente, hay mucha gente que lo está seleccionando, zaciones por sobre el conjunto.
y determinando en los hechos qué variante va a prosperar. Las impresionan-
tes variedades de maíces que hay en México tienen que ver con búsquedas Doctora Scheinsohn: La pregunta o comentario dice: “La evolución cultural,
específicas humanas. En este caso, más que de coevolución, yo hablaría de si bien es lamarckiana, podría ser en ocasiones ciega, ya que las propiedades
una selección artificial, y más concretamente, de un proceso de domesticación. emergentes en un sistema, en ocasiones, no son la suma de los comporta-
mientos individuales”. Yo creo que en muchos casos es ciega, porque frecuen-
Doctor Tyrtania: Preguntabas si la evolución es “evolución de la complejidad”. temente estamos generando variación y no sabemos cuál de esas variantes va
La cautela con la que debe responderse a esta pregunta se justifica con que, ser seleccionada. Hay una variación guiada, en efecto, como lo propusieron
como ya quedó claro en la intervención de la doctora Vivian, no hay que con- Boyd y Richerson. Digamos que uno puede proponer, como variación guiada,
fundir la evolución con el progreso, ni la complejidad con una dirección exigida algo que supone va a solucionar cierto problema. Pero la sociedad puede no
por ley. Yo diría que, si la evolución consiste en disipar energía y en cantidades querer esa solución. Un caso típico es el de los sistemas de video, tal como lo
cada vez mayores (para compensar las pérdidas irrevocables), entonces para propuso W. Brian Arthur, un economista que fue uno de iniciadores del Santa
eso un sistema tiene que acumular información y complicarse la vida. En este Fe Institute. Cuando surgen las cintas de video, allá por los ochenta, había dos
sentido la evolución, en efecto, va hacia la complejidad, aunque sólo cuando sistemas: el Beta y el VHS. El Beta era mucho mejor en cuanto a calidad de
hay condiciones para ello; no por default. En tiempos de crisis o escasez, los la imagen. Sin embargo el VHS logró, en los momentos iniciales, una mayor
ecosistemas van hacia la simplificación. Existen muchos organismos relativa- tajada del mercado y esto no se pudo revertir. El Beta terminó desapareciendo,
mente simples a los que los procesos de complejidad no los suprimen ni los a pesar de su mejor calidad. Entonces, claramente, más allá de que la varia-
afectan demasiado. En tiempos de crisis estos organismos tienen sus ventajas. ción pueda ser guiada o ciega, cuando hablamos de cultura, la selección que

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ocurre no necesariamente tiene que ver con óptimos o intencionalidades. Si de energía y materiales cada vez más intensos. En nuestro proceso evolutivo,
lo que uno quiere dependiera de su intención, entonces sólo bastaría propo- durante mucho tiempo, las sociedades prístinas estuvieron confinadas a un
nerse algo para lograrlo. Pero todos sabemos que no es así. ecosistema, a un territorio o a un ecotono (donde confluían varios ecosiste-
mas) pero, de todos modos, bien delimitado.
Doctor Tyrtania: Sí, hay dos preguntas para mí, la primera es: ¿Cómo abordan
los problemas sociales resultantes del consumo/intercambio energético? Res- A través del mercado capitalista, la sociedad moderna ha conectado ya prác-
pondo. “Energía” es un concepto, lo mismo que “evolución”, conceptos que ticamente todos los ecosistemas terrestres entre sí; y los marítimos tampoco
reúnen, interpretan o explican una serie de hechos, pero que siguen siendo quedan a salvo. Con base en el petróleo (que sigue siendo barato todavía) se
conceptos. La evolución no es el hecho o la “cosa en sí”; es más bien nues- transportan con gran facilidad materiales de allí para allá. Hagamos un ejerci-
tra interpretación de los hechos. En cuanto a “energía”, es un concepto tan cio mental, aquí en esta sala, de investigar la procedencia de los objetos que
abstracto que a veces da miedo, pues queda la duda de si se refiere a algo hay en ella. No sé si nos sorprendería la cantidad de rumbos de los que provie-
concreto en realidad. Yo colecciono las definiciones de “energía” y me asom- nen estos objetos, y los miles y miles de kilómetros que han recorrido. Resulta
bra la variedad de usos que se le da. En términos generales, la definición más asombroso que una camisa puede llegar desde la India, sus botones hechos
aceptada es la de “capacidad” para realizar trabajo (los ingenieros hablan en Australia, los teléfonos celulares de China y los elementos con los que fue-
de “potencia”). ¿Podemos trasladar una definición así a la realidad social, sin ron fabricados de África. Más asombroso todavía es que podemos pagar por
preámbulos? Salta a la vista el problema: tenemos una teoría bien armada, todo ello. Con nuestro recuento podríamos demostrar, con ayuda de alguna
pero no podemos aplicarla directamente a los hechos, sino que necesitamos fórmula estadística, hasta qué grado están interconectadas todas las partes
de un intermediario, que es el modelo. Yo puedo leer a los teóricos y hacerme del mundo. Una relación de cosas que hay en este salón también nos daría
de ideas, pero el modelo para analizar mi serie de datos lo tengo que elaborar una idea de qué tan fuerte es nuestra dependencia del mercado mundial. Así
yo mismo, como investigador de a pie. La medición de la energía, por ejemplo, que tenemos una gran capacidad de movilizar materiales y productos, algo
no tiene mayor dificultad en física o en química. Pero medirla como indicador maravilloso; pero no tenemos la capacidad de ver a qué precio real se hace
en cuestiones sociales es un problema muy complicado, si no imposible. Pode- este movimiento.
mos medir calorías de nuestros cuerpos, pero eso no nos dice nada sobre su
valor económico o social. El poder compartir ideas teóricas de fondo (entender Nunca tomamos en cuenta en nuestros cálculos la entropía que se produce en
lo que significa la energía aun sin poder medirla), no significa que podemos la economía humana. Tal sistema de intercambios es posible gracias al trans-
organizar un préstamo de modelos de unas ciencias a otras. Se necesita elabo- porte subsidiado a partir del combustible de origen fósil, que es energía cap-
rar modelos que respeten la naturaleza de los datos con los que trabajamos en turada en épocas lejanas, pero también gracias al subsidio de ahora, el de la
cada ciencia. El modelaje es la dificultad que se manifiesta claramente en las biosfera, que todavía nos soporta. La diferencia entre las sociedades moder-
tesis y los trabajos académicos que elaboramos cotidianamente. Cuando ya nas y las antiguas es la forma en que se traslada la huella ecológica de unas
tenemos la cabeza llena de ideas debemos encontrar la forma de aterrizarlas; partes del mundo a otras. Esta capacidad del mercado de transferir los costos
y esto es un trabajo muy duro, pero el más creativo también. La pregunta fue: a los “menos favorecidos”, como suele decirse, y de hundir la basura tóxica
¿cómo abordamos los problemas sociales desde la energética?, y la respuesta en las profundidades del mar para que no se vea, nos mantiene a todos en el
es: elaborando modelos para cada caso particular. autoengaño infantil y en la inconciencia. Es como esconder la basura debajo
de la alfombra y pensar que la casa está limpia. Nuestra casa es la biosfera y
La otra pregunta dice: “Cuando proponen un marco teórico para la forma de de ese tamaño es el problema. Y la verdad es que no se hace nada para resol-
cómo se apropia la sociedad de la naturaleza, en términos energéticos, ¿qué verlo. Por lo demás, ¿qué podemos hacer con nuestro granito de arena? La
tipo de sociedad observa?” Bien. La expresión de que “la sociedad se apro- civilización va a toda máquina y nadie quiere bajarse de un tren en marcha.
pia”, supone que la sociedad es algo aparte de la naturaleza, que la sociedad Las clases medias, por cierto, queremos que todo siga igual, nadie en su sano
humana y la naturaleza son dos realidades ontológicamente distintas, siendo juicio desea que truene el sistema y que nos quiten las tarjetas de plástico, por-
la primera superior a la segunda. Según la tesis de la energética, la sociedad que entonces habría pánico en las ciudades y en el campo. Seguimos como
es parte de la naturaleza y es tan natural como cualquier producto de la evo- invitados a un banquete gratuito y los gobiernos se aprovechan de la dejadez
lución. ¿Y qué tipo de sociedad observo con este enfoque? Una sociedad de nuestra para prometernos lo que queremos oír.
consumo desbocado, voluntariamente inconsciente de las consecuencias de
este consumo. Me explico. En tiempos modernos lo nuevo es la interconexión Toda esta engañifa adormecedora de discursos sobre el “desarrollo sustenta-
de casi todos los ecosistemas a lo largo y ancho del planeta mediante flujos ble” y la recuperación del “delicado equilibrio con la naturaleza” no es más que

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parte del discurso oficial y nos mantiene en el estado catatónico de compla- describir todo lo que pasa aquí, pues le saldría más de una biblioteca, por-
cencia. Entendí que la pregunta era sobre el tipo de sociedad que se percibe que tendría que incluir también los procesos que en este momento se están
desde la teoría de sistemas disipativos. En primer lugar, no se percibe una desarrollando en mi hígado, así como lo que pasa por nuestras mentes y en la
sociedad que se está adueñando de la naturaleza. No somos nadie para eso, comunicación entre nosotros. Con esto ya tendríamos información para poner
aunque nos creamos dioses. Tampoco se percibe una sociedad que pueda a trabajar equipos enteros de especialistas hasta el fin de los tiempos. Conclu-
vivir en equilibrio con la naturaleza. Donde hay equilibrio termodinámico allí sión: no podemos abarcar todo lo que pasa, no sólo porque sea demasiado,
no pasa nada, como en Marte. En el tercer lugar, se percibe con claridad un sino porque rápidamente se lo lleva la historia, la gran zopilotera de la entro-
sistema de consumo fuera del control, que no tiene mucho futuro. El enfoque pía. Pero hay cosas que se sedimentan, algo va a quedar de lo que ocurre
energético nos puede hacer más realistas, si aceptamos sus premisas; que, por en este lugar, a lo mejor se va a imprimir la memoria del congreso, quizás un
otra parte, son de sentido común. La verdad, aunque sea molesta, es que la libro que —tal vez— alguien leerá. En esta lucha por sobrevivir, la información
evolución es un proceso fuera de control. Pero hay algo más: la evolución con- de esta reunión podría aportar a la evolución algún dato. A lo mejor saldre-
siste en experimentos de variación/selección con los que se ensayan noveda- mos de aquí con alguna pregunta interesante, alguna idea viva o un modelo
des. Un ejemplo: los pequeños experimentos de ganarnos la subsistencia con capaz de reproducirse, como los que mencionábamos. Estas ideas harán una
los recursos locales. Por lo pronto nos pueden parecer insignificantes, pero realimentación con lo que hay y, a lo mejor, surgirá algo. Entre la historia y la
cuando cambien las circunstancias y el petróleo se vuelva caro, se necesitarán evolución se da la misma diferencia que entre el “nivel de articulación”, que es
distintos modelos; y los más viables se promoverán por sí mismos. ¿Tendrán este nivel de acción y reacción, el de las causas próximas y efectos inmediatos,
las generaciones que vienen de dónde escoger? Porque quitándoles el oxí- y el “nivel de integración”, que surge cuando comenzamos a clasificar la reali-
geno, no las dejamos bien pertrechadas. dad de acuerdo con el modelo que hemos elaborado mentalmente y compar-
timos con los demás. De ahí que las ideas se sedimentan y la información se
Doctora Scheinsohn: La pregunta dice: ¿Cómo podemos entender la evolu- reproduce de manera selectiva, por ejemplo en los genes, en los mecanismos
ción sin el “para”, esto es, cuando se le quita el elemento teleológico? Entiendo neurológicos, en la conducta, en la memoria de los grupos, en las bibliotecas,
que la pregunta se refiere a la evolución cultural y cuestiona lo que dije antes, en las computadoras, en la internet. Así es como entiendo que la historia con-
en cuanto a la ceguera de la evolución. ¿Cómo una evolución cultural ciega va tribuye a la evolución y la evolución produce la historia: son inseparables.
a tener éxito? Si entendí bien, diría que en la teoría de la evolución dual, de
Boyd y Richerson, se contempla la “variación guiada”, como una de las fuer- Doctor Ortiz: Muchas gracias a todos.
zas de la evolución cultural, y esa variación tiene un objetivo. Pero, como dije,
contestando la pregunta anterior, nada garantiza que no falle. Por eso daría lo
mismo que fuera ciega o guiada. Pero además de esa fuerza está la que Boyd y
Richerson denominan “sesgo indirecto”, en donde se copian todas las conduc-
tas de un modelo exitoso. Es la base del sistema de las estrellas de Hollywood:
si Julia Roberts usa una cierta marca de anteojos, entonces yo me los voy a
comprar y capaz que me va tan bien como a ella. Ahora bien, no hay éxito
garantizado en esto, porque no a todos los que compran esos anteojos les va
bien. La cultura tiene sus propias fuerzas evolutivas, además de las fuerzas que
son propias de la evolución de los organismos. Pero más allá de esto, aunque
la variación sea guiada, es decir orientada hacia un objetivo, no hay garantía
de éxito. Por ello mismo, la variación puede ser guiada o no, da lo mismo. Pero
debe ocurrir para que opere la selección.

Doctor Tyrtania: La otra pregunta es: “Desde la perspectiva de la termodiná-


mica y el intercambio de energía, materia e información, ¿qué tan viable con-
sidera que se puedan explicar los procesos históricos y cómo los explicaría?”
Yo tengo para mí una distinción muy sencilla entre historia y evolución, dos
procesos temporales, ambos con flechas del tiempo irreversibles. La historia
es todo lo que sucede. Por ejemplo, ahora en este salón: si alguien quisiera

166 167
SEGUNDA PARTE.
Complejidad energética
y sistemas en el análisis
de las sociedades humanas

ANÁLISIS AMBIENTAL Y COMPLEJIDAD SISTÉMICA

Alfredo Delgado Rodríguez*


Enrique Navarro Frómeta**
Raquel Ortiz Marttelo***
Manuel Eloy Juárez Rosete****
Madaí Angélica Gómez Camarillo*****

RESUMEN

El acceso a recursos suficientes para las actividades sociales en todas sus


dimensiones demanda la apropiación de la naturaleza y, en consecuencia,
de la transformación del espacio territorial. Aun cuando pareciera ser para-
dójico, los impactos al ambiente forman parte del mantenimiento de los sis-
temas socio-ambientales y, la mayoría de las veces, se asocian a la presencia
de componentes químicos peligrosos, cuya existencia implica riesgos a la
salud e, incluso, a la integridad de los bienes patrimoniales ya sean bióticos o
abióticos. Esta paradoja es posiblemente la razón por la cual todo problema
socio-ambiental es complejo y, en consecuencia, se debe abordar desde la
multidisciplina y en el contexto de los sistemas complejos.

El artículo aborda tres casos de estudio sobre la presencia de contaminantes


orgánicos prioritarios y emergentes, y sus efectos genotóxicos identificados,
mediante la aplicación de bioensayos. En los tres casos se trata de espacios
ubicados dentro de la parte alta de la cuenca del río Balsas (Alto Atoyac), una
de las más contaminadas en México. Los dos primeros estudios correspon-
den a la calidad del aire en zonas urbanas del estado de Tlaxcala y de la Zona
Metropolitana del Valle de Puebla. El tercero presenta los resultados del estu-
dio de genotoxicidad y la presencia de contaminantes emergentes en el agua

* CIISDER, Universidad Autónoma de Tlaxcala, adelgado.rdz@gamil.com


** Universidad Tecnológica de Izúcar de Matamoros, navarro4899@gmail.com
*** CIGyA, Universidad Tecnológica de Tlaxcala, romarttelo@gmail.com
**** Universidad Tecnológica de Huejotzingo, ma_el@hotmail.com
***** CIGyA, Universidad Tecnológica de Tlaxcala, madai_2001@yahoo.com.mx

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del río Nexapa, en el tramo que va de Atlixco hasta Izúcar de Matamoros, en el explotados una vez aprovechados, lo que de una u otra forma lleva a la modi-
estado de Puebla. ficación de los espacios vitales.

En el contexto de la temática del libro, esta reflexión trata de presentar aportes Es así que la transformación o modificación del ambiente se da como resul-
obtenidos desde el pensamiento clásico disciplinar; es decir, en cada caso se tado de satisfacer las necesidades de todo sistema vivo o conjunto social. Sin
resolvieron preguntas de investigación referidas a los riesgos derivados de la embargo, y aun cuando este principio parece lógico a la luz de la construcción
presencia de componentes químicos en el ambiente, evidentemente se demos- científica, no se alcanza a vislumbrar desde el paradigma mecanicista y del
tró la existencia de contaminación e, incluso, se determinaron aquellos puntos excepcionalismo humano en su relación con la naturaleza. La consecuencia
de mayor riesgo, por inducción de daño al material genético en los organis- de esta miopía implica la segmentación de la realidad y el entendimiento de
mos de prueba. Sin embargo, al integrarlos a través del análisis de la relación diversos fenómenos de manera aislada a través de la especialización discipli-
sociedad-naturaleza, esto es, como sistemas complejos alejados del equilibrio, nar.
se pueden identificar elementos transversales que no pueden ser vistos desde
las particularidades de cada caso, pero que en el conjunto surgen como elemen- En este sentido, por lo genral la reflexión sobre la relación que guardan la
tos que los conjugan y a partir de los cuales se hacen nuevas preguntas sobre el calidad ambiental y el riesgo a la salud se hace de manera lineal, bajo el para-
papel que los procesos sociales juegan en la transformación del espacio. digma mecanicista: todo fenómeno es resultado de una causa y toda causa
implica un efecto. La segmentación de la realidad con la que se abordan estos
INTRODUCCIÓN problemas lleva a una explicación que es, en esencia, restringida y, por lo tanto,
cualquier solución planteada será parcial por su desarticulación en el contexto
La Tierra como planeta se encuentra en constante cambio. Su ubicación en del sistema como una totalidad.
el contexto del sistema solar hace que la temperatura de su superficie per-
mita la presencia de agua en sus tres estados físicos: gaseoso, líquido y sólido. A partir de las limitaciones del acercamiento y de los constructos que se pos-
Este hecho, aunque aparentemente ajeno al contexto social, es en principio la tulan en el seno de estas ideas, se plantea la necesidad de una revaloración
razón por la cual se ha podido escribir este texto y también por la que quien lo del problema desde el paradigma del pensamiento sistémico, para finalmente
tiene en sus manos lo esté leyendo. reflexionar sobre la reunificación del contexto social con lo natural, como un
solo ecosistema cuyos recursos y capacidad son finitos.
En efecto, la vida se genera gracias a la presencia simultánea del agua en sus
tres estados físicos y es la existencia de vida lo que dinamiza en gran medida ANÁLISIS DE LA CALIDAD AMBIENTAL Y SU RELACIÓN CON LOS RIESGOS
la superficie y la atmósfera del planeta. El cambio constante es propio de los PARA LA SALUD: ENFOQUE DISCIPLINAR Y LINEAL
sistemas vivos, la existencia misma del hombre como especie es posible gra-
cias a las transformaciones que ha sufrido la atmósfera terrestre. Sin embargo, Tradicionalmente el deterioro ambiental se ha visto como resultado de las acti-
es esta misma dinámica la que pone en riesgo la permanencia de la especie vidades del ser humano quien, se dice, no se ha preocupado por el cuidado
humana sobre el planeta, y junto con ella a muchas otras formas de vida que del medio ambiente. Se trata de una problemática que afecta al planeta y cuya
están en riesgo de desaparecer. Es posible, entonces, hacerse la siguiente pre- consecuencia es la pérdida de la capacidad para mantener la vida tal como la
gunta: ¿si siempre se han dado cambios globales, regionales y locales y han entendemos hoy en día, en cualquiera de las matrices ambientales: agua, aire
acompañado al hombre desde el surgimiento de los primeros homínidos, por o suelo.
qué justo hoy, en el siglo XXI, existe tanta preocupación ante el cambio climá-
tico global y sus posibles consecuencias? Entre otras causas, esta transformación del espacio ambiental se relaciona con
la contaminación, cuyo origen se encuentra en las actividades antrópicas que
Sin intentar dar respuesta a cabalidad a esta incógnita, parte del razonamiento liberan al ambiente productos y subproductos que alteran el medio. Esto sig-
necesario para dar luz sobre el particular se puede encontrar en las ideas que nifica la incorporación (por causas naturales o sociales) a las matrices ambien-
articulan lo socio-ambiental con los principios de la termodinámica. Articu- tales: agua, aire o suelo, de una o más sustancias nocivas, en cantidades tales
lación patente en la idea de los sistemas complejos alejados del equilibrio, que modifiquen las condiciones necesarias para mantener la vida. Se consi-
concepto abordado en otras partes de este libro y que apunta al hecho de derará en adelante “contaminación” y se entenderán como “contaminantes”
que, para mantenerse alejados del equilibrio termodinámico, dichos siste- a todos aquellos componentes físicos, químicos o biológicos involucrados en
mas requieren de insumos, de materia, energía e información, que deben ser dichos cambios medio ambientales.

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Aunque las tres matrices mencionadas son importantes, en este trabajo se calidad del aire ambiente con 7,200 muertes anuales y 0.5 años de vida com-
presentan puntos de análisis en relación con el agua y, posteriormente, con pletamente sana perdidos por cada 1,000 habitantes (OMS, 2006). De igual
el aire, por ser elementos esenciales para cualquier forma de vida, lo que no manera, los contaminantes presentes en el material particulado atmosférico
resta importancia al suelo como sustrato para la actividad vital, mantenimiento (MP) se han asociado al incremento de las tasas de mortalidad y morbilidad,
y fuente de nutrientes. así como a otros efectos adversos para la salud humana, como enfermedades
respiratorias y cardiovasculares (Ifegwu et al., 2012).
La importancia que tienen el agua y el aire para los seres vivos está fuera de
toda discusión, razón por la cual, cualquier proceso o situación que impida el La exposición pulmonar y gastrointestinal al MP se relaciona con la aparición
contar con agua o aire de calidad aceptable pone en riesgo no sólo el desa- de tumores cancerosos, originados muy probablemente por el daño al ADN
rrollo de actividades socio-económicas sino la prevalencia de comunidades ocasionado por estrés oxidativo, principalmente a través de la formación de
humanas y no humanas. En general, se reconoce que cualquier problemática asociaciones químicas entre el ADN y compuestos ajenos a los procesos fisio-
relativa al agua se puede ubicar en las siguientes formas: la falta de calidad, lógicos de los ácidos nucleicos, asociaciones conocidas como aductos de ADN
su disponibilidad en suficiencia y el acceso oportuno. En el caso del aire, se (Cavalieri et al., 2012; Nilsson et al., 2013).
trata de la posibilidad de vivir en un ambiente tal que el aire que se respira
sea de la calidad suficiente para poder desarrollar todas las funciones meta- Los problemas identificados no atañen únicamente a la asociación entre la
bólicas vinculadas a la generación de energía y procesos celulares necesa- contaminación y los efectos genotóxicos. El espectro de daños es muy amplio,
rios para la vida. abarca incluso el ámbito de las malformaciones congénitas y alteraciones
reproductivas por disrupción endócrina, relacionada esta última con la pérdida
La investigación ambiental de tipo epidemiológico, poblacional, toxicológico de fertilidad, feminización y disminución de viabilidad de los huevos y esper-
y médico, entre muchas otras disciplinas, ha permitido contar con información matozoides. En espacios cerrados, donde las personas pasan cerca de un 90 %
importante, veraz y fidedigna a partir de la cual se definen líneas estratégicas de su tiempo, los compuestos presentes en materiales de construcción, como
de acción, ya sea para la prevención, control o intervención plasmadas en polí- los metales, las tierras usadas en la mampostería, y bienes de consumo como
ticas públicas y documentos oficiales. En los siguientes párrafos se presentan los aparatos electrónicos, pinturas y recubrimientos especiales, insecticidas
algunos datos relevantes en cuanto al impacto y costos en salud por la falta de y aromatizantes, entre otros, pueden ser potenciales disruptores endócrinos.
acceso a agua o aire de calidad. Existe evidencia sobre la migración de estos compuestos desde los espacios
cerrados hacia el exterior, especialmente en zonas altamente pobladas (Zhu,
Se estima que en Centroamérica 86% de las aguas residuales llegan sin tra- Lu, Chen y Amagai, 2009).
tar a ríos y mares (Carabias, Meave, Valverde y Cano, 2009). La Organización
Mundial de la Salud (OMS) considera que las enfermedades diarreicas asocia- A pesar de todo el conocimiento generado sobre los efectos en la salud de los
das a agua de mala calidad o alimentos contaminados con ellas, causaron, en compuestos químicos, el avance en el entendimiento de los mecanismos de
2011, siete millones de decesos en niños menores de 5 años (OMS, 2013a). acción y las formas de ingreso y degradación de los contaminantes ambienta-
Por otra parte, se tienen datos de afectaciones como el brote de gastroenteritis les, así como su impacto en la calidad de vida, y particularmente en el estado
ocurrido en Albacete, España, donde más de 300 personas de la tercera edad de salud de los organismos expuestos, es claro que el alcance de la prevención
enfermaron por el consumo de agua contaminada con materia fecal (Mayo- o la remediación es relativo.
ral et al., 2000). En México, para 2004 (OMS, 2013b) los datos publicados al
respecto por la OMS señalan 4.36 muertes y 197.26 años perdidos de vida Los argumentos al respecto encontrados en la literatura ambiental, tanto cien-
completamente sana por cada 100,000 habitantes. Asimismo, en el año 2011, tífica como de divulgación, para intentar dar explicación y atender las proble-
los costos atribuibles a la contaminación del agua (por agotamiento y degra- máticas ambientales se esgrimen al menos desde tres supuestos. En primera
dación) ascendieron a 92,688.9 millones de pesos, equivalentes al 0.7 % del instancia, la presencia de fuentes de emisión o descarga (su impacto y pos-
producto interno bruto (INEGI, 2013). terior control) contemplan la existencia de relaciones de causalidad entre
los contaminantes y sus efectos en la salud y entre el grado de deterioro y su
Con respecto del aire, según una evaluación de la OMS, más de dos millones impacto en los gastos de atención médica.
de muertes prematuras entre niños y adultos se pueden atribuir cada año a
los efectos de la contaminación de este medio en espacios urbanos abiertos y Una segunda cualidad notoria en los postulados consiste en considerar la
en espacios cerrados o intramuros. Para el caso de México, la OMS vinculó la pérdida de calidad ambiental como una consecuencia no deseada, resultado

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de una serie de acciones de inconciencia, como si dichas consecuencias no dad emerge como una nueva realidad y un nuevo pensamiento sobre la pro-
deseables fueran irresponsabilidad necia o, en cierta forma, operadas como ducción del mundo a partir del conocimiento, la ciencia y la tecnología” (Leff,
un comportamiento perverso del conjunto social. 2009). Con ello deja clara la posición constructivista de su enfoque: práctica-
mente la complejidad no existe, si no es a través de los ojos del ser humano,
Finalmente, una tercera cualidad se refiere a la idea recurrente, casi dogmática, que establece relaciones entre los elementos con los que interactúa.
de que estas problemáticas son por naturaleza complejas. Sin embargo, tanto
los abordajes metodológicos, como las posibles soluciones, se plantean desde En lo que respecta a este trabajo, se considerará a la complejidad como una
paradigmas que, a la fecha, no han dado los resultados esperados. cualidad emergente de los sistemas socio-ambientales. Si bien es cierto que
la construcción conceptual surge del pensamiento y permite articular diver-
Desde esta mirada crítica, en los siguientes apartados se discuten algunas sos aspectos de los conjuntos a los que hace referencia, la complejidad debe
tareas pendientes consideradas como necesarias para la incorporación de nue- verse más allá del concepto mismo e incorporarse como una cualidad de la
vos paradigmas que permitan seguir avanzando en el cuidado del ambiente y naturaleza, que surge de las relaciones entre diferentes organismos vivos y su
la búsqueda de soluciones viables para mejorar las posibilidades de sobrevi- entorno. La complejidad, vista más allá del constructo teórico, obliga a redi-
vencia del ser humano. mensionar las realidades que se pretenden entender a través de las inves-
tigaciones ambientales, por lo que deberá llevar a los investigadores a la
LA COMPLEJIDAD DE LOS PROBLEMAS AMBIENTALES ES ALGO MÁS QUE incorporación de estrategias analíticas que permitan avanzar en la compren-
UN CONSTRUCTO TEÓRICO sión de fenómenos cuya naturaleza es multifactorial y donde las respuestas a
estímulos y fluctuaciones serán eminentemente no lineales.
Cuando se habla de complejidad se hace referencia a marcos conceptuales en
los que todo aquello difícil de entender o de abordar, lo es, en esencia, porque En los siguientes apartados se presentan algunos ejemplos de estudios sobre
es resultado de diversas interacciones permanentes; y del universo de relacio- el recurso hídrico y la calidad del aire en los que las aproximaciones analíticas
nes a partir de las cuales surgen condiciones emergentes que conforman los se alejan de la naturaleza compleja que da origen a los problemas abordados.
fenómenos o sucesos de interés. A pesar de lo simple que parece la idea, el
problema central es la construcción de nuevos paradigmas para entender la Recursos hídricos
complejidad ambiental, la incorporación real del concepto de complejidad al
marco teórico y analítico en los trabajos de investigación y el diseño de estra- De las 13 regiones hidrológico-administrativas consideradas para la gestión del
tegias para comprender la complejidad dinámica que caracteriza estos pro- agua en el país, nueve presentan grados de calidad con severo deterioro por
blemas y que afecta, permanentemente y de manera multifactorial, a todos los sus niveles de contaminación. Aunado a lo anterior, la eficiencia en el sistema
componentes del ecosistema socio-ambiental. de saneamiento hidráulico no llega a ser mayor al 50%. Es por estas razones
que 75% de los cuerpos de agua superficiales tienen una calidad inadecuada
El lector puede hacer una revisión general sobre el tema, en la que notará para consumo humano o uso recreativo (Carabias et al., 2009; Conagua, 2010;
que en muchos, sino es que en la casi totalidad, de los trabajos en los que PNUMA, 2009).
se menciona la complejidad, ésta queda como un concepto ambiguo, cuya
intromisión en el contexto de tales trabajos se da, fundamentalmente, en tanto La pérdida en la calidad y disponibilidad del recurso hídrico es de tal grado,
más elementos analíticos se incorporan a la descripción, o bien, en tanto no se que se ve reflejada en el alto índice de morbilidad y mortalidad causado por
puede explicar de manera clara algún fenómeno. En tales casos, la responsa- enfermedades gastrointestinales, del sistema nervioso y endócrino, de la piel,
ble de los pendientes a resolver será, precisamente, la complejidad. etc., fundamentalmente derivadas de la exposición a coliformes fecales y
otros agentes infecto-contagiosos presentes en el agua (Kumar, 2010). Ade-
Existen diversas perspectivas sobre el análisis de la complejidad, empezando más de la presencia de mezclas de contaminantes peligrosos por su persis-
por aquéllas que la definen como un constructo teórico que permite vincular tencia ambiental, reactividad biológica y bioacumulación, en los últimos años
el pensamiento humano con fenómenos producidos en los contextos natura- se han identificado los denominados “contaminantes emergentes”, que son
les y desde las perspectivas sociales y culturales. En el marco de la educación mezclas de moléculas químicas empleadas para uso doméstico, veterinario o
ambiental, Enrique Leff afirma que: “La complejidad ambiental no emana de terapéutico vertidos al ambiente en concentraciones mínimas, pero constantes
la evolución de la materia ni se descubre en el mundo objetivo, la compleji- (Farré, 2011). Se puede tener idea, entonces, aun cuando sea difícil imaginar su

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impacto, del vasto universo de componentes —de naturaleza y origen diverso—, gestión efectiva de los riesgos asociados a estas moléculas. Evidentemente,
cuyo daño a la salud surge del conjunto de interacciones que se producen en los resultados obtenidos no han logrado el éxito ante tal simplificación.
el medio ambiente (US Geological Survey, 2001).
No existen suficientes recursos para materializar la posibilidad de llegar a
La problemática planteada urge a una mejor gestión del agua, sin embargo, los conocer a profundidad los efectos de cada molécula química existente en el
principios para la administración y evaluación de la calidad de ésta se corres- ambiente (y el tiempo es extremadamente limitado), en razón de lo cual se tra-
ponden con enfoques de relaciones lineales. Como ejemplo se menciona el baja con indicadores clave o componentes prioritarios, en el supuesto de que
trabajo de Rivas-Varela et al., quienes demostraron en 2009 que las actividades su presencia es evidencia suficiente de riesgos para la salud. En esta dirección,
antrópicas, así como la deforestación, el uso intensivo de los agroquímicos y existen hoy herramientas metodológicas y analíticas cada vez más sensibles
otras sustancias químicas son los causantes del incremento de nitrógeno y la y específicas, pero siempre limitadas por los alcances tecnológicos y la natu-
disminución de fósforo en muestras de agua de los principales ríos de Vene- raleza disciplinar de esos estudios: la identificación de una familia química, la
zuela (Rivas-Varela et al., 2009). cuantificación de materia orgánica derivada de la quema de cierto combusti-
ble, o incluso, la dinámica de transformación de compuestos químicos en el
Estos estudios resaltan el impacto de las actividades productivas y los cambios aire ambiente (Chirico y Spezzano, 2007; Jung et al., 2014; Orjuela et al., 2012).
de uso de suelo sobre el recurso hídrico. Sin embargo, hay mucho más por
dilucidar sobre el riesgo ambiental derivado de la presencia de compuestos Es evidente la cantidad de situaciones que emergen de las interacciones entre
químicos y la gestión del agua, para asegurar su calidad y disponibilidad. los factores que intervienen en los procesos antes planteados: la formación de
derivados con cualidades reactivas distintas de los componentes que les die-
Calidad del aire ron origen, reacciones en las que los mediadores son a la vez resultantes (como
en los casos del ozono), los radicales hidroxilo, los radicales nitrato, el dióxido
Para el caso del aire, el enfoque en los estudios y las estrategias de gestión es de nitrógeno, la intensidad y tipo de radiación lumínica, entre otros (Albinet et
similar a los anteriores. El universo de factores biológicos, físicos y químicos pre- al., 2008; Kawanaka et al., 2008; Misaki et al., 2008). Además, por su naturaleza,
sentes en el aire ambiente e incluso en los espacios intramuros, es altamente diversos contaminantes ambientales se acumulan en los tejidos de los seres
complejo. No sólo por la diversidad de factores existentes, sino por la cantidad vivos o bien llegan a permanecer en el ambiente por largos periodos en los
de condicionantes que les dan origen y las interacciones que resultan. cuerpos de agua, sedimentos, suelo y aire. Es así que diversos autores han
reportado estos fenómenos asociados a la emisión y presencia de compuestos
Gran parte de los estudios sobre la química atmosférica se ha enfocado en los emergentes y prioritarios en matrices ambientales y organismos, cuyos efectos
hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAPs), interés que nace de las cualida- se dan a nivel eco-toxicológico y de la salud del ser humano (Jung et al., 2014;
des que hacen nocivos para la salud a estos compuestos orgánicos y cuya pre- Kim et al., 2008 y 2011; Lee et al., 2010).
sencia implica situaciones de riesgo a mediano y largo plazos. Este grupo de
compuestos incluye moléculas carcinogénicas, mutagénicas y teratogénicas. En conclusión, cualquier problema relativo al deterioro ambiental es multidi-
Más aun, su presencia en el ambiente es ubicua, debido a que se forman de mensional y multifactorial. Multidimensional, porque se origina e impacta tanto
la combustión incompleta de materia orgánica, ya sea fósil o no fósil, y provie- en aspectos espaciales como temporales, además de en los diversos niveles
nen tanto de fuentes naturales (como las emisiones volcánicas y los incendios de organización que intervienen en los ecosistemas y las poblaciones huma-
forestales) como de emisiones antropogénicas, como la quema de combusti- nas. Multifactorial, debido a la diversidad de contaminantes, sus fuentes, sus
bles, biomasa y humo del tabaco, actividades permanentes que afectan signifi- destinos y efectos, cuya mezcla ambiental es compleja por la cantidad de rela-
cativamente los niveles de los HAPs, sobre todo en zonas urbanas densamente ciones y de elementos emergentes que resultan de ésta. Todo lo cual hace del
pobladas (Boström et al., 2002; Navarro, 2006; Shi et al., 2007). manejo de los datos y de la interpretación de los resultados algo muy difícil de
articular, aun para los propios investigadores (Samboni et al., 2007).
Los acercamientos al análisis ambiental, para conocer de los efectos toxicológi-
cos provocados por componentes químicos, se han hecho fundamentalmente PRESENTACIÓN DE CASOS DE ESTUDIO: ESTRATEGIAS DE ANÁLISIS
con dos fines: 1) identificar las cualidades químicas que confieren la capacidad Y AVANCES HACIA LA COMPLEJIDAD
tóxica a las moléculas, con la idea de poder caracterizar grupos generales; y 2)
en la certeza de que, una vez identificados, aquellos responsables de la toxi- En el contexto de los sistemas socio-ambientales, la salud del conjunto social
cidad ambiental, es posible aplicar acciones estratégicas para la regulación y será un factor indispensable para el funcionamiento regular de los procesos de

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producción y reproducción. Sin embargo, y de manera paradójica, la transfor- caso de la calidad del agua se enfocó el interés en los contaminantes emer-
mación obligada de los espacios tiene, de una u otra forma, impactos en detri- gentes, por su creciente presencia en ambientes “naturales”. Una vez habiendo
mento del estado de salud de las mismas poblaciones. Así, la modificación seleccionado éstos, se definieron las técnicas analíticas (tabla I) y las estrategias
de las condiciones medioambientales y sus impactos en diversos dominios que permitieran la identificación de componentes específicos con la menor alte-
sociales han sido de interés científico por muchos años, con la idea de generar ración posible de la muestra. Se trataba de un aspecto difícil de resolver ante
conocimiento para establecer estrategias de prevención, control y mitigación. los procesos por los que debe pasar cada una de ellas para cumplir con los
requerimientos analíticos específicos (e.g. toma de la muestra, concentración,
No está por demás enfatizar que con esta misma visión se abordaron las expe- purificación y limpieza), condiciones que no se detallan en este trabajo.
riencias de investigación que se discuten más adelante. A través de ellas,
los cuatro grupos responsables de estos trabajos, articulados en diferentes Otro aspecto que se consideró fue la selección tanto del tipo de daño, como
momentos y a través de distintas oportunidades, han contribuido a la genera- de las células blanco y del nivel de organización del o de los bioensayos a
ción de conocimientos sobre la calidad de las matrices ambientales. La posi- emplear. En este apartado, la determinación del tipo de daño fue de suma
bilidad de generar acuerdos y compartir recursos para la investigación de los importancia, dadas las posibilidades y los alcances de los resultados. En este
riesgos a la salud humana, la calidad del aire y del agua y la identificación de sentido, la selección fue el estudio de la inducción de recombinación génica
estrategias de gestión ambiental, han permitido avanzar en la consolidación en células somáticas; para el caso del trabajo con muestras de agua, lo fueron
de los grupos y generar nuevas líneas de trabajo, con la posibilidad de colabo- las pruebas de valoración de la toxicidad aguda. Para ambos casos se emplea-
rar en el abordaje de nuevos y mayores retos, uno de los cuales se abre ante ron sistemas biológicos in vivo, por ser herramientas valiosas para evidenciar
la necesidad de reorientar las visiones a través del estudio de la complejidad. el daño producido por los componentes presentes en las muestras: prueba
de toxicidad aguda con Daphnia magna Straus (Iguchi et al., 2011; Kim et al.,
Ante la crítica hecha a la tradición newtoniana y mecanicista desde la que se 2008; Teodorović et al., 2009) y la prueba de mutación y recombinación somá-
han abordado generalmente los problemas ambientales, debemos declarar ticas (SMART, por sus siglas en inglés) en las alas de Drosophila melanogaster
que estos trabajos de investigación no son una excepción a la regla. De hecho, (Delgado et al., 1999).
se trata de asociar la inducción de daños al ADN con factores contaminantes, a
fin de evidenciar la presencia de riesgos a la salud por exposición a moléculas Como se muestra en la tabla I, a partir de estos acercamientos se hicieron dife-
químicas. Es clara la intención del análisis de tipo causa-efecto, ante la relación rentes observaciones sobre la presencia espacial y temporal de los contami-
entre la transformación ambiental y la emergencia de riesgos a la salud. nantes elegidos, en los diferentes escenarios de estudio.

Este ejercicio trata de dejar en evidencia la factibilidad de la aplicación del Como se puede constatar en la tabla I, en los tres estudios se logró evidenciar
concepto “sistema alejado del equilibrio”, no sólo desde la perspectiva teó- la presencia de los contaminantes de interés, y se demostró la inducción de
rica, sino del hecho de que bajo esta lupa se pueden identificar cualidades daño genotóxico producido por las muestras ambientales, todo esto en agua
transversales y elementos fenomenológicos que en la individualidad y bajo el y en el material orgánico asociado a las partículas suspendidas en el aire. La
paradigma mecanicista no son posibles o se hacen muy difíciles de identificar. fiabilidad de lo observado se demostró mediante la existencia de relación
entre la concentración de las muestras y la de los analitos o en su caso de los
Dado que el objeto central de los tres casos que se analizan fue la identifica- daños mutagénicos (datos no mostrados). Sin embargo, la complejidad de la
ción de riesgos a la salud para la prevención de daños por la presencia de muestra ambiental, por el universo de actividades sociales y ambientales que
contaminantes ambientales, los tres protocolos valoraron de manera prepon- transfieren emisiones entre las matrices ambientales, impidió la correlación de
derante la obtención de condiciones de prueba, que permitieran generar causa-efecto entre la identificación del origen y de los componentes químicos
información lo más confiable y significativa posible. Esto implicó superar los estudiados, y el daño observado.
siguientes aspectos:
La naturaleza de los sistemas socio-ambientales como sistemas complejos
La selección de analitos con base en su representatividad e importancia, por el que se alejan del equilibrio queda al descubierto ante el hecho de que los
aporte a las posibles correlaciones esperadas entre la degradación de los recur- procesos de transferencia de contaminantes entre medios se derivan funda-
sos y los efectos biológicos. En razón de ello se seleccionó a los hidrocarburos mentalmente del uso de los recursos para el transporte, apropiación y trans-
aromáticos policíclicos como referentes centrales, por ser ubicuos, carcinógenos formación de la materia y la energía, con el fin de satisfacer las necesidades
y resultado de la quema de materiales fósiles y no fósiles. Sin embargo, en el de producción y reproducción. Estos procesos son extremadamente dinámi-

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1. Matriz a la que se asocian los analitos de interés y el medio en el que se encuentran: PST, Partículas Suspendidas Totales. PM10, Partículas inhalables
y azufrados, además, se evidenció la actividad mutagénica de
cos y su influencia en términos espaciales y temporales se hace notar para los

estación no asociada directamente a la zona urbana de Izúcar


manera directa por la presencia de los compuestos químicos,
estación del municipio de Quilehtla (centro del Estado), pero

de Matamoros, ni a la afluencia del río Atoyac. Hubo también


datos biológicos, no se observó toxicidad aguda y en el caso

inducción de daño genético, el cual fue más evidente en una


didas en el aire de la ciudad de Puebla, sobre todo en época

diferencias temporales en los nivele de afectación. Aunado a


lo anterior, el efecto biológico no se correlaciona con alguna
de la mutagenicidad, se observó que ésta se debe principal-

Se cuantificó la presencia de HAP y sus derivados nitro-, HO-

los compuestos orgánicos asociados a las partículas suspen-


Tabla I. Tres casos de estudio sobre la valoración de los efectos a la salud por contaminantes orgánicos ambientales.

fue de las que presentó menor concentración de PST. De los

Emergentes Daphnia magna Se confirmó la presencia de contaminantes emergentes, sin

phnia magna, mientras que en SMART-D.m., se evidenció la


tres casos de estudio, en los que, aun cuando no existieron transformaciones

embargo, no se observó toxicidad en el bioensayo de Da-


Las mayores concentraciones de HAP se detectaron en la

de secas. Esta genotoxicidad observada no se explica de


evidentes en las actividades productivas o en los soportes materiales de las
regiones, la concentración de los analitos y los daños observados mostraron

de las variables químicas o fisicoquímicas evaluadas.


diferencias importantes en términos espaciales y, sobre todo, temporales. Esta

mente a compuestos orgánicos promutagénicos.


variación entre localidad y temporalidad también ha sido reportada por diver-

ni por la densidad de fuentes móviles o fijas.


sos autores (Do Amaral et al., 2006; Erciyas y Sarikaya, 2009; Jacociunas et al.,
2010; Jung et al., 2014; Teodoro et al., 2010).

Los aportes logrados en los tres estudios permitieron, en su momento, ayudar


al avance en la gestión ambiental de las regiones en cuestión, ya fuera para
estrategias de tratamiento de aguas residuales o la generación de políticas o
programas para la gestión de la calidad del aire. Aunque significaron aportes

2. HPLC, Cromatografía de Líquidos. CG-EM, Cromatografía de gases acoplada a espectrometría de masas.


importantes, no lograron resolver el problema de fondo, al no considerar la
complejidad que surge del sistema socioambiental en tanto sistema perma-

4. SMART-D.m., Prueba de mutación y recombinación somáticas en alas de Drosophila melanogaster.


nentemente alejado del equilibrio.

REINTERPRETACIÓN DE RESULTADOS:
Resultados

TRANSVERSALIDAD SISTÉMICA E IRREVERSIBILIDAD DEL CAMBIO

La transformación ambiental es una realidad de la que uno no se puede esca-


par. Se origina por la obtención de recursos y la generación de residuos en
ambiental1 analíticas 2 de interés 3 toxicológicas 4

los procesos de la vida cotidiana, y se traduce inevitablemente en riesgos a


typhimurium
SMART-D.m.

SMART-D.m.

la salud. Así, es evidente que las estrategias de control y tratamiento de las


orgánicos SMART-DM
Salmonella

emisiones a la atmósfera y de las aguas residuales no han logrado evitar su


Técnicas Compuestos Técnicas

impacto en las condiciones de vida de los ecosistemas por la presencia de


agentes químicos. En este sentido, se puede decir que la acumulación de con-
taminantes es uno de los grandes problemas de la humanidad, junto con el
Nitro-HAP

cambio climático global y la disminución en la disponibilidad de energéticos


Oxi-HAP
HAP

HAP

fósiles (Schwarzenbach et al., 2010).

Visualizar el contexto socioambiental como un sistema alejado del equilibrio es


3. HAP, hidrocarburos aromáticos policíclicos.

tarea harto difícil por muchas razones, que no se abordan por motivos de espa-
cio. Sin embargo, en los capítulos anteriores (Ortiz et al., 2015; Tyrtania, 2015)
CG-EM

CG-EM
HPLC

se puede leer sobre las condicionantes que dan carácter a un sistema com-
plejo. En razón de esto, se propone como referencia un modelo conceptual
(figura 1), el cual incorpora las cualidades biológicas y sociales del contexto
ambiente/

ambiente/

superficial

socioambiental y considera también los soportes materiales que se ubican


partículas

Partículas

en el espacio (y que foman parte del sustrato para las relaciones sociales), así
Matriz

PM10

Agua
Aire

Aire

como el universo de conexiones inter e intra-sistémicas.


PST

en la ciudad

El modelo considera de manera esquemática los siguientes principios:


en Tlaxcala
2003-2005

2008-2009
de Puebla,

del agua

Nexapa,
Calidad

Calidad

Calidad

< 10 µm.
Estudio

del aire

del aire

del río

2013

1. El sistema alejado del equilibrio se refiere a todo el conjunto de elemen-


tos que conviven espacial y temporalmente en el “ecosistema social”. Esto

180 181
Figura 1. Modelo conceptual relativo al análisis ambiental desde el enfoque 5. Se entiende que la producción y reproducción sociales se corresponden
de los sistemas complejos alejados del equilibrio. de manera interdependiente y coevolutiva con los elementos de soporte y los
mecanismos o procesos de las funciones de estado del mismo “ecosistema
social”.

Los sistemas de control de flujos incluyen todos los elementos necesarios para
la apropiación, regulación y transformación de los recursos asimilables o que
por el contexto intersistémico deben cruzar en forma de flujos a través de los
elementos de soporte y operación del sistema. Esto implica la existencia de
mecanismos cuyo control será de apariencia centralizada por la formalización
sistémica de los mismos, así como otros que por su naturaleza pueden cruzar
el sistema y ser transformados para las actividades de producción y reproduc-
ción, sin ser notados o percibidos por los sistemas de control formal.

7. ∆S, se entiende como el incremento de entropía a la luz de los principios de


Boltzman, fundamentalmente en el supuesto de una transformación acumula-
tiva del espacio intersistémico (Se) y la resultante de la retroalimentación hacia
el intrasistémico (Si), diferenciales interdependientes debido a las dinámicas
metabólicas del “ecosistema social”.

implica que todos aquellos elemento bióticos y abióticos que dan soporte a 8. Algunos de los elementos resultantes de la interacción entre los “ecosiste-
las actividades de producción y reproducción del conjunto social forman parte mas sociales” y los contextos intersistémicos, y que mantienen los diferenciales
intrínseca del ecosistema y no pueden ser acotados de forma alguna fuera del entrópicos Se y Si, se comportan como disparadores y, en su caso, atractores de
mismo. los procesos de autopoiesis. Por tanto, favorecen la adaptabilidad del sistema
y, en consecuencia, la evolución.
2. Todos los elementos de soporte, tanto estructurales como funcionales, y que
conforman en lo general la estructura, se interrelacionan de manera dinámica y 9. La idea de la existencia de un espacio intersistémico no excluye la visión
fundamentalmente no lineal para dar como resultado los procesos de función holista, que establece que todo sistema pertenece a un sistema más grande y
u operación del sistema, de tal forma que las capacidades de producción y complejo. Se pretende, entonces, generar una matriz contextual en la que los
reproducción, el control de flujos, así como otras relativas a la homeostásis sistemas que se corresponden en el mismo nivel de organización se comuni-
y la autopoiesis pueden ser consideradas como cualidades emergentes del can y compiten por recursos para asegurar su supervivencia en el tiempo, así
sistema. como dominio en el espacio. Esto cumple con los principios de la geometría
fractal, toda vez que lo mismo que sucede en la escala de los “ecosistemas
3. El “ecosistema social” intercambia información que recibe del contexto sociales”, se puede observar incluso hasta la escala celular.
geográfico y ecosistémico en el que se asienta, cuyas realidades también res-
ponden a contextos espaciales y temporales. Este espacio de intercambio de 10. Los procesos de disipación y excreción y los de comunicación intersisté-
materia y energía en el que se genera comunicación con otros sistemas es mica aumentan los diferentes estados posibles del sistema alejado del equili-
denominado espacio intersistémico. brio y del espacio intersistémico (mayor entropía dentro y fuera del sistema),
en consecuencia, el sistema tiende a responder a estas fluctuaciones mediante
4. Los elementos limítrofes del “ecosistema social” por naturaleza son borro- mecanismos de homeostasis y de respuesta vinculados al control de flujos. En
sos. Pueden ser tanto tangibles como intangibles y, por tanto, pueden super- este último sentido, debe recordarse que, en general, se trata de procesos sin
ponerse a las definiciones territoriales, pero difícilmente se establecen a partir intervención de controles centrales toda vez que, por su naturaleza, se encon-
del universo de las actividades productivas o de reproducción, tampoco por la trarían presentes en todos los espacios de frontera y de mediación entre la
existencia física de elementos de soporte material o administrativo. estructura del sistema y los procesos y flujos.

182 183
El marco de este modelo no sólo responde a la visión epistémica de la socie- respuestas ante el surgimiento de nuevos condicionantes, no son más que la
dad como sistema alejado del equilibrio, sino que permite articular esta visión sombra de aquellas cualidades emergentes que obligan a las comunidades y
con los referentes internacionales de salud y medio ambiente. Por ejemplo, la poblaciones del ecosistema a adaptarse y transformar al ecosistema en todas
definición de salud de la OMS como “un estado de completo bienestar físico, sus dimensiones a través del tiempo.
mental y social y no sólo la ausencia de enfermedad o incapacidad” (OMS,
1946), obliga a considerar a la salud como el conjunto de procesos que dan REFLEXIONES FINALES
lugar a estados de salud particulares con cualidades específicas. En corres-
pondencia, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente Un ambiente saludable es un requisito indispensable para el desarrollo de
(PNUMA) sostiene que el medio ambiente “Es el compendio de valores natu- cualquier región, sin embargo, el conjunto de elementos que interactúan en la
rales, sociales y culturales existentes en un lugar y un momento determinado, transformación del ambiente —por la obtención de insumos para la satisfacción
que influyen en la vida material y psicológica del hombre” (Yassi et al., 2002). de las necesidades del sistema social y, al mismo tiempo, la transferencia de
Se trata de un concepto de marcada relevancia, pues incorpora la temporali- emisiones al entorno, derivada de las actividades cotidianas de producción y
dad y la multifactorialidad a las realidades socioambientales como referencia reproducción sociales— hacen que este principio básico y aparentemente sim-
para comprender el estado de bienestar de los distintos grupos sociales en su ple, cobre dimensiones altamente complejas y difíciles de resolver.
entorno ecológico.
No obstante, se puede considerar que, para contar con un ambiente saludable
El supuesto de la salud como proceso obliga a volver la vista hacia varia- es necesario, como mínimo:
bles cualitativas y acumulativas del estado de bienestar, e incluye factores
como la geografía, el clima, el trabajo, el ingreso, la alimentación, la edu- • Una educación integral con componentes ecosistémicos del pensamiento
cación, la vivienda e, incluso, valores éticos. Se debe entender que, de nin- complejo, a través de la cual se reconozca la responsabilidad y la nece-
guna manera, se objeta la importancia de los elementos ambientales como sidad de asegurar la correspondencia entre lo social y lo ambiental, con
el agua, el aire, el hacinamiento urbano, la presencia de productos químicos énfasis en la promoción de actitudes y hábitos para la mitigación de los
y los vectores de enfermedades como elementos de análisis. La idea es que efectos derivados del uso de los recursos naturales y la transformación
éstos no son excluyentes de los aspectos sociales antes mencionados (Cáce- espacial del ambiente.
res et al., 2003). La búsqueda del estado más deseable en términos de salud,
debería partir de la interpretación de las dinámicas socio-ambientales para • Asegurar agua, aire y espacio para la producción y reproducción sociales,
conocer de los mecanismos homestásicos, de autoorganización y adaptación en condiciones lo más adecuadas para una vida sana y productiva.
y así promover el desarrollo pleno de las capacidades y potencialidades de
cada individuo en sociedad. Para lograr esto se requiere de acercamientos multidisciplinarios y multisec-
toriales, ya que, paradójicamente, el deterioro ambiental está estrechamente
Las transformaciones ambientales derivadas de la presencia de grupos socia- relacionado con el desarrollo tecnológico y no se trata sólo de la transforma-
les en el espacio (mayormente en aquellos urbanizados) ha sido reconocida ción en los procesos industriales, sino de la diversificación y el aumento de
desde el inicio de la civilización La diversificación de espacios dedicados a moléculas químicas sintéticas que forman parte de los productos que se utili-
actividades específicas, como la producción primaria y los asentamientos zan hoy día en las actividades de la vida cotidiana, tanto para la satisfacción de
urbanos, es resultado de reconocer que las actividades de producción y repro- las necesidades endosomáticas como de las exosomáticas.
ducción necesarias para el mantenimiento de la sociedad deben contar con
ámbitos particulares y específicos. Las poblaciones existentes en los contextos
socioambientales están expuestas a sufrir enfermedades infecciosas, paisajes
deteriorados o extinción de animales y plantas, con repercusiones tanto eco-
nómicas como sociales.

En resumen, la complejidad es una cualidad cuya existencia está más allá del
constructo social. Se personifica, configura y reconstruye ante cada evento vin-
culado al ecosistema socioambiental. Las transformaciones del espacio y las

184 185
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188 189
MURCIÉLAGOS EN LA CIUDAD DE ENSENADA: de lugares de refugio y de forrajeo por los quirópteros que habitan en el cen-
UN VISTAZO DESDE LA ENERGÍA tro de la ciudad de Ensenada.

Alain Jullian-Montañez* LA CIUDAD COMO SISTEMA TERMODINÁMICO



RESUMEN La termodinámica acepta la existencia de tres tipos de sistemas: abiertos, cerra-
dos y aislados. Los sistemas abiertos intercambian materia y energía con el
La presencia de fauna en las ciudades es un evento recurrente, por lo que medio, mientras que los cerrados pueden intercambiar solamente materia, en
parece oportuno indagar los porqués de dicho fenómeno. En este trabajo, se tanto que los aislados no intercambian ni materia ni energía (Prigogine, 1999).
considera cómo la energía de la ciudad promueve la presencia de fauna en
ella. Se analiza, básicamente, el efecto de las energías lumínica y calorífica, uti- En términos netamente físicos, la ciudad se comporta como un sistema abierto,
lizando, como ejemplo, el caso de los murciélagos en la ciudad de Ensenada, ya que intercambia materia y energía con el medio. De hecho, la ciudad suele
Baja California. ser uno de los ejemplos que se utilizan para mostrar lo que es un sistema ter-
modinámicamente abierto (Prigogine, 1999). Esto se debe a que es relativa-
INTRODUCCIÓN mente sencillo distinguir los flujos de materia y energía que ingresan a ella
para su funcionamiento (por ejemplo, se pueden mencionar materiales como
La presencia de fauna en las ciudades es un fenómeno común y, aparente- ladrillos, varillas, cables, vidrios, agua, y energías como la eléctrica, solar, etc.),
mente, en aumento (Luniak, 2004). Así lo demuestran los trabajos realizados así como los flujos de despercicios que inevitablemente expulsa.63
por Beissinger et al. (1982), Blairand et al. (1997), Ávila-Flores et al. (2005),
Radeloff et al. (2005), Mckinney (2008) y Pineda-López et al. (2013), entre otros. Con lo anterior, se evidencia que en la ciudad convergen diversos tipos de
energía. Las más importantes son: solar, química, eléctrica, lumínica, calorífica
Esto resulta interesante ya que, para vivir en la ciudad, puede ser necesario y cinética. En última instancia, son los flujos y transformaciones de estas ener-
que las especies lleven a cabo algunas modificaciones en su forma de vida. gías las que permiten el funcionamiento de la ciudad.
Estos ajustes pueden ser del tipo conductual, como los cambios en el canto de
las aves (Slabbekoor et al., 2003; Fuller et al., 2007; Nemeth, 2010) o, incluso, Precisando aún más acerca de la definición que se ha hecho sobre la ciudad
del tipo fisiológico, como reducir su umbral de estrés o presentar cambios hor- —como sistema termodinámicamente abierto— se agrega que es una estruc-
monales (Partecke et al., 2006; Bonier et al., 2007; Bonier, 2012). tura disipativa. Esto quiere decir que es una estructura autoorganizada, que
contiene en sí misma los elementos para mantenerse durante cierto periodo
Sin embargo, pese a que varios autores han realizado estudios sobre la fauna de tiempo, siempre y cuando continúe disipando energía (Tyrtania, 1999). Los
urbana, resultan ser pocos ante la magnitud del fenómeno. Así lo refieren Eve- sistemas disipativos tienen cuatro características, éstas son: dependencia del
rette et al., (2001), Ulrey et al. (2005), Oprea et al. (2009), Threlfall et al. (2012) y flujo energético, homeostasis, sucesión y limitación por el costo de transporta-
López Berrizbeitia (2013). Lo anterior, puede deberse a que las investigaciones ción de masa (Blackburn, 1999).
vinculadas a la fauna suelen realizarse en zonas prístinas o poco alteradas por
la acción del humano (Mena et al., 2002). • Dependencia del flujo energético. Todo sistema disipativo desaparece
si se interrumpe el flujo energético. Esto quiere decir que la ciudad des-
Ante este fenómeno, parece pertinente plantear algunas preguntas. Por ejem- aparece como tal si se interrumpen los insumos de energía que la hacen
plo, ¿por qué vive la fauna en la ciudad? ¿Afecta la energía su presencia? En funcionar.
caso de ser afirmativa la respuesta, ¿de qué manera? La respuesta a estas pre-
guntas es el contenido de este trabajo. En lo general, la investigación se centra • Homeostasis. Literalmente, es la autorregulación de la constancia de las
en entender cómo la energía favorece la presencia de murciélagos en la ciu- propiedades de los sistemas influidos por agentes exteriores. Esto se
dad. En lo particular, se busca conocer cómo la energía influye en la selección

63
Para fines prácticos, los flujos de materia en un sistema termodinámicamente abierto son in-
* * CIISDER, Universidad Autónoma de Tlaxcala/Centro de Estudios Universitarios Xochicalaco, dispensables pero, debido a que el interés de este texto es la energía, no se abundará sobre lo
al304455@yahoo.com.mx. relacionado con la materia.

190 191
refiere a que el sistema debe estar expuesto a flujos energéticos que ten- Conviene aclarar que existen otros factores que contribuyen a la existencia de
gan la capacidad para desorganizarlo, y pese a dichos flujos prevalecer. este fenómeno. Por ejemplo, Frumkin (2002) atribuye la responsabilidad de dicho
Así, la ciudad está constantemente regulando las entradas y salidas de efecto a la carpeta asfáltica de color oscuro, y a la falta de árboles que proyecten
materia y energía. Por ejemplo, ¿continuaría funcionando si los desperdi- sombra y enfríen el ambiente a través de la evapotranspiración.
cios de la ciudad no fueran expulsados?
El efecto de la “isla de calor” ha sido reportado para muchos centros de pobla-
• Sucesión. Se refiere a que muestra un cambio de propiedades desde su ción. Por ejemplo, el Distrito Federal, Tijuana, Guadalajara, Monterrey, Puebla,
inicio hasta que alcanza su estado “estable”. En lo general, las ciudades Nueva York, Albuquerque, Cincinnati y Dallas, por citar sólo algunos. (Bornstein
han pasado por varios estadíos desde la edad antigua, cuando comen- et al., 1969; Gallo et al., 1993; Jáuregui, 2005; Morales-Méndez et al., 2007-2008).
zaron a existir. Así, Castells (1977) identifica cuatro tipos de ciudad (impe- Sin embargo, se puede manifestar, incluso, en ciudades pequeñas, de menos de
rial, medieval, primera revolución industrial y actual). Además de estos 10,000 habitantes (Bornstein et al., 1969; Gallo et al., 1993; Jáuregui, 2005).
tipos generales, cada ciudad ha tenido su propio desarrollo. La Ciudad
de México es un buen ejemplo, en forma y función desde la antigua Teno- ¿Qué significa todo lo anterior? Que, debido a la segunda ley de la termodi-
chtitlan hasta la actualidad (sobre este particular pueden contrastarse los námica, la actividad de las máquinas que funcionan en la ciudad generan un
trabajos de Canolly, 2008; Iracheta-Cenecorta, 2000 y Simón-Ruiz, 2007). residuo o remanente energético cuya consecuencia “perceptible” es el incre-
mento en la temperatura de hasta 1.6 ºC, denominado efecto de “isla de calor”.
• Limitación por el costo de transportación de masa. Las estructuras disipati-
vas alcanzan su estado climax cuando toda la cantidad posible de materia Lo anterior es importante ya que algunos autores destacan la importancia de la
se ha incorporado a los ciclos materiales. En este sentido, la ciudad puede temperatura como uno de los principales factores para delimitar la distribución
crecer o desarrollarse hasta que los materiales que puedan ingresar a ella de las especies (Ramos-Vizcaíno et al., 2007). Particularmente para mamíferos
funcionen como factor limitante. Esta característica no se ejemplifica por- pequeños, como los murciélagos, esto es aún más claro. Por ejemplo, Kert et al.
que no se puede asegurar que las ciudades ya hayan llegado a su climax. (2001) comentan que la selección de refugios por los murciélagos está basada,
directamente, en la temperatura. También Ávila-Flores et al. (2004) destaca en
ENERGÍA CALORÍFICA Y FAUNA EN LA CIUDAD su estudio que los murciélagos pequeños (de alrededor de 10 cm) suelen ocu-
par refugios con más de 20 ºC y, preferentemente, de más de 25 ºC.65
Ahora bien, cuando un tipo de energía se transforma en otro tipo de ener-
gía64 siempre existe una cantidad de calor que se disipa en el medio. Esto es ENERGÍA LUMÍNICA Y FAUNA
lo que postula la llamada segunda ley de la termodinámica (Tyrtania, 2009).
Por lo que, cualquier actividad realizada por cualquier máquina en la ciudad La luz es uno de los fenómenos que no han sido explicados del todo en la
disipará, necesariamente, alguna cantidad de calor al medio. Esto es cierto, física. La principal razón es su naturaleza dual de partícula-onda. Esto quiere
también, para cualquier transformación química que realiza el metabolismo decir que la luz se comporta en algunos casos como onda (los fenómenos
de cualquier ser vivo. de difracción son un buen ejemplo) y en otras situaciones como partícula (el
efecto fotoeléctrico es el caso típico). Es por eso que resulta complicada su
¿Existen en las ciudades efectos mensurables de la segunda ley de la termo- definición. A pesar de esto, se ha explicado suficientemente bien como para
dinámica? Sí. Uno de estos efectos se denomina, “isla de calor”. Dicho fenó- aplicar estos conocimientos a tecnologías tales como el rayo láser, la fibra
meno consiste en el incremento de la temperatura en un lugar determinado óptica y las microcámaras de video (González-Arias, 2008). A la energía vincu-
atribuido directamente a la actividad humana. El aumento máximo en la tem- lada con la luz se le conoce como energía lumínica.
peratura reportado para este efecto es de 1.6 ºC. Dicho incremento se consi-
gue por debajo de los 25 m sobre el nivel del piso y va decreciendo hasta los
300 m, donde llega a cero (Bornstein et al., 1968). 63
La perpetuación de los animales en el tiempo requiere, en promedio, de un balance de energía
positivo. El lograr este balance se hace particularmente difícil en mamíferos pequeños, debido a
que el gasto de energía (gasto relativo al tamaño) está relacionado en forma exponencial negativa,
de acuerdo con la relación M/W = 3.42 (Kleiber, 1961), donde M es el gasto de energía en ml 02 /g
64
No se dice que la energía se transforme en trabajo ya que, a fin de cuentas, el trabajo consiste, h y W es el peso corporal en g. A pesar de que W es el principal factor que determina el gasto de
generalmente, en transformar alguna cantidad de energía en movimiento. Es decir, en energía energía, existe una variación residual que se puede atribuir a otros factores, como son los hábitos
cinética. alimentarios, clima, modos de vida y filogenia, entre otros (Bozinovic et al., 1985).

192 193
Para los fines de esta investigación, la luz es un elemento habitual en el paisaje de identificar las especies presentes y situar los refugios. Para la detección e
urbano nocturno. El alumbrado público, la luz de las viviendas, los automóviles identificación de los quirópteros se emplearon dos detectores acústicos Ana-
y los negocios son algunos ejemplos. Sin embargo, cabe preguntar: ¿puede bat™ (Titley Cientific) modelo SD1 durante los transectos (Ellison et al., 2005).
esta luz afectar a la fauna?, ¿cómo? Además, se ubicaron los lugares con mayor iluminación de la ciudad, donde
presuntamente, los murciélagos asistirían a cazar.
Es sabido que varias especies de insectos poseen un fototropismo positivo. Es
decir, que son atraídos a la luz. Lepidópteros (polillas) y dípteros (mosquitos) RESULTADOS
son ejemplos comunes de este fenómeno (Salazar et al., 2006; Zanuncio, et al.,
2006). Como resultado, se localizaron cinco refugios de murciélagos en la zona centro
de Ensenada. Todos ellos tienen una altura igual o menor a los 20 m sobre el
Por eso, si algunas especies de insectos son atraídas a la ciudad, parece lógico nivel del suelo y se encuentran alejados del mar (los dos más cercanos se ubi-
esperar un incremento en las especies insectívoras que se alimenten de artró- can a una distancia de 300 metros, aproximadamente, y los otros tres a más de
podos que presentan fototropismo positivo. ¿Sucede así? Sí. Por comentar sólo 1 km). Además, ningún refugio tiene su acceso con dirección al mar (tabla 1).
un par de ejemplos, se ha reportado que el murciélago insectívoro Eptesicus
nilssoni utiliza las lámparas del alumbrado público en Suecia como sitios de Vinculados a dichos refugios, se registraron visualmente más de 200 murciéla-
forrajeo debido a la concentración de insectos en esos lugares (Navara et al., gos, los cuales fueron identificados con dos especies diferentes: Tadarida bra-
2007). También se ha registrado en las ciudades de Cochabamba y Quillacollo siliensis y Eptesicus fuscus. Estas especies pertenecen a las familias Molossidae
la especie Tadarida brasiliensis. Esta especie muestra preferencia por zonas y Vespertilionidae, respectivamente.
abiertas y bien iluminadas (como campos de futbol) para alimentarse. Otras
utilizan lugares con vegetación abundante y disponibilidad de agua (Siles et Tabla 1. Información sobre los refugios
al., 2005). de murciélagos en la ciudad de Ensenada.

EL CASO DE LOS MURCIÉLAGOS EN LA CIUDAD DE ENSENADA Altura aprox.


Refugio Ubicación Sobre el nivel (n)
del suelo
En la ciudad de Ensenada se ha referido actividad de murciélagos. Particu-
larmente, Couoh (2005), Briones-Escobedo (2005) y Jullian-Montañez (2013) Riviera 31º51’29.25” N 3m 20
trabajaron con la distribución, hábitos alimentarios y presencia de quiroptero- 116º37’07.40” O
fauna, respectivamente, siendo éstos los únicos trabajos realizados en la ciu- Issstecali 31º51’36.50” N 5m 37
dad con miras a conocer los quirópteros presentes. 116º36’53.66” O
Ruiz 31º52’00.44” N 20 m 28
El objetivo de este trabajo es entender si las energías calorífica y lumínica inci- 116º37’38.57” O
den en la presencia de murciélagos en la ciudad. Para buscar a estos organis- Bodega 31º52’12.15” N 8m 120
mos se asumió que: Miramar 116º37’16.35” O
Montemar 31º52’35.55”N 4m 6
a) En vista de que los murciélagos buscan conservar el calor, la mayor can- 116º37’17.00” O
tidad de individuos tenderán a estar en el centro (no tanto en la periferia)
Total - - 211
de la ciudad.

b) Se puede localizar amplia actividad de forrajeo en los lugares donde se También se localizaron 10 lugares de forrajeo (nueve de ellos en la zona cen-
concentra la luz en Ensenada. tro). Seis de ellos vinculados a espacios deportivos donde existe una ilumi-
nación más fuerte que la del alumbrado público. Por ejemplo, en el Campo
Teniendo en mente estos dos supuestos, se realizaron muestreos en la ciudad Nueva Ensenada hay 9 postes con 4 lámparas, y en el estadio Antonio Palacios,
durante los meses de septiembre y octubre del año 2009, al atardecer (entre 18 postes con 6 lámparas (el resumen de ellos se encuentra en la tabla 2).
las 18:30 y 20:30 hrs.). Dichos muestreos consistieron en realizar transectos
por las calles de la zona centro de la ciudad de Ensenada, esto con la finalidad

194 195
El resto de los sitios de forrajeo estuvo vinculado a zonas con vegetación abun- diciales, como aquellos que son vectores de enfermedades como el dengue,
dante. Así, los dos parques ubicados en la zona centro (Revolución y Guadalupe) aportando así a la homeostasis de la ciudad.
tuvieron actividad de murciélagos. Los dos refugios restantes, Bodegas de Santo
Tomás y la escuela secundaria Moisés Sáenz, también poseen vegetación. Con base en los hallazgos de esta investigación, puede afirmarse que las
energías calorífica y lumínica contribuyen a la presencia de murciélagos en
la ciudad de Ensenada. Lo anterior es evidente cuando se sitúan los refugios
Tabla 2. Lugares de forrajeo confirmados en Ensenada, B. C. (ubicados en zonas más cálidas) y los lugares de forrajeo (en zonas más ilumi-
nadas) de dichas especies.
Lugar de forrajeo Ubicación Comentarios
Cd. Deportiva 31º49’28.24” N Tres campos con lámparas La energía calorífica disipada por la actividad humana que genera el efecto
116º35’38.92” O (Fuera de la zona centro) de “isla de calor” es utilizada (¿re-tomada?) por los murciélagos para mante-
Deportivo Sullivan 31º51’17.78” N Lámparas varias a lo largo de la pista ner su propia temperatura corporal y tener un ahorro energético. Esto puede
116º36’50.37”O de atletismo deducirse de la ubicación de los refugios que se encuentran lejos del mar o, al
Parque Guadalupe 31º51’54.09” N Parque arbolado menos, con orientación alejada del océano. Es de destacar que, tanto la con-
116º36’37.93” O centración de refugios como de murciélagos, son más abundantes en el centro
Estadio Antonio Palacios 31º52’03.62” N Estadio de baseball y softball de la ciudad (3 y 154, respectivamente), mientras que los dos refugios relativa-
116º36’43.99” O mente cercanos al mar estuvieron establecidos en construcciones “cerradas” y
con el acceso en dirección opuesta al mar (estos refugios literalmente le dan
Campo Ex Bodegón 31º52’03.72” N Campo de futbol
la espalda al mar). Lo anterior es lo que se esperaría si se considera el efecto
116º37’09.28” O
de “isla de calor” como factor determinante para la selección de refugios por
Parque Revolución 31º52’11.39”N Parque arbolado con fuente parte de los murciélagos.
116º37’36.54”O
Bodega de Santo Tomás 31º52’07.33” N Muro con enredaderas Además, la altura de los refugios encontrados fue menor a 20 m. De hecho,
116º37’20.50” O solamente un refugio tiene una altura superior a los 10 m. Esto es relevante ya
Deportivo Gil Ojeda 31º52’35.79” N Campo de futbol frente a un cerro que la temperatura máxima del efecto de isla de calor prevalece por debajo
116º37’22.23” O de los 25 m. Esto sugiere que los refugios son seleccionados precisamente
Secundaria Moisés 31º52’ 23.91” N Escuela arbolada para aprovechar este incremento de temperatura. Lo anterior está de acuerdo
Sáenz 116º37’20.03” O con Kert et al. (2001) y Ávila-Flores et al. (2004), que reconocen la temperatura
Campo Nueva Ensenada 31º51’18.97” N Campo de futbol como principal factor para la elección del refugio.
116º36’37.89” O
Los desplazamientos de los quirópteros suelen ser a alturas cercanas a los 10
m o por debajo de esta altura. Esto incluye las rutas que emplean para ir de los
COMENTARIOS FINALES refugios hasta los lugares de forrajeo y la actividad cercana a los postes de luz,
en donde se reúnen para cazar. Esta actividad permanece por debajo de los
Como se mencionó anteriormente, las ciudades son consideradas sistemas 25 m, prácticamente todo el tiempo, lo cual sugiere, con base en el trabajo de
disipativos y, en ellas, habita la fauna. ¿Cómo contribuyen estos organismos Bornstein et al. (1969), que los murciélagos en Ensenada se mantienen dentro
al funcionamiento como sistema disipativo del entorno urbano? Lo hacen, del área de comodidad térmica que les brinda el efecto de isla de calor.
principalmente, favoreciendo la homeostasis, que es la autorregulación de la
constancia de las propiedades de los sistemas influidos por agentes exteriores. Por otro lado, la energía lumínica permite a los murciélagos encontrar sitios
Esto se refiere a que todo sistema debe estar expuesto a flujos energéticos y/o de forrajeo con abundante alimento. Por ejemplo, el estadio Antonio Palacios
materiales que tengan la capacidad para desorganizarlo, pero, pese a dichos posee más de 100 lámparas y la actividad cazadora de los murciélagos allí es
flujos, prevalecer. Así, la fauna que habita en las ciudades (particularmente los regular. Las otras áreas de forrajeo están vinculadas a vegetación arbustiva (par-
murciélagos insectívoros que fueron el objeto de estudio de esta investiga- ques Revolución e Ignacio Zaragoza) y aunque estos sitios solamente poseen
ción) contribuye a controlar las poblaciones de insectos que pueden ser perju- alumbrado público, las poblaciones que albergan manifiestan el mismo com-
portamiento reportado por Siles et al. (2005) para Tadarida brasiliensis.

196 197
Lo encontrado en la ciudad de Ensenada está en conformidad con Siles et al. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
(2005), ya que en dicha investigación se asentó que los lugares iluminados o
con vegetación son los predilectos por Tadarida brasiliensis, una de las espe-
cies presentes en Ensenada. A su vez, esto puede explicarse por el fototro- • Ávila-Flores, R. y R. A. Medellín (2004). “Ecological, Taxonomic, and Physiolo-
pismo positivo que presentan las especies presa para esta especie, como son gical Correlates of Cave Use by Mexican Bats”, Journal of Mammalogy, 85 (4),
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Por todo lo anterior puede aseverarse que la energía juega un papel funda- Insectivorous Bats in a Large Urban Landscape”, Journal of Mammalogy, 86 (6),
mental en la actividad de los murciélagos en Ensenada. Por un lado, la energía pp. 1193-1204.
calorífica favorece la selección de refugios y la actividad por debajo de los 25 • Beissinger, S. R. y D. R. Osborne (1982). “Effects of Urbanization on Avian
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200 201
EL PROCESO EVOLUTIVO EN LA PARTE ALTA Estas marcas de las fluctuaciones en la trayectoria histórica de un territorio
DE LA MICROCUENCA DEL RÍO ZAHUAPAN transformado de manera constante y continua permiten señalar la trayectoria
en la “flecha del tiempo”.66 Si bien la flecha del tiempo apunta claramente hacia
Francisco Gómez Rábago* el equilibrio termodinámico, el proceso no necesariamente es un descenso
inmediato al desorden, sino mediante “retardos” escalonados. Sin embargo,
RESUMEN la dirección en la que la fecha termodinámica apunta, es aquella en la cual el
desorden o la entropía aumentan (Hawking, 1996).
A partir de una propuesta que busca cambiar la visión darwiniana de la evo-
lución de la vida en el planeta con base en la aplicación de los principios de Los escalonamientos pueden ser identificados por épocas históricas de apro-
las leyes de la termodinámica (denominada por Richard Adams como “ener- piación de la energía disponible, superponiéndose estructuras disipativas67
gética social”), este trabajo considera los procesos naturales y sociales como cada vez más complejas sobre las ya existentes. La organización de las estruc-
procesos entrópicos, permitiendo entender así la ocupación humana de una turas disipativas conforma así un sistema disipativo complejo, termodinámi-
región como un proceso de apropiación de la energía disponible, con el con- camente abierto y con ello logra mantener estable la estructura mediante la
secuente incremento de la entropía. Ligar los sucesos históricos con la energía fluidez del cambio. Tyrtania (2009: 145) señala que:
y construir una historia ambiental regional como proceso evolutivo, requiere
de una visión sistémica y compleja que permita articular disciplinas separadas Suele pensarse que la evolución es un proceso de largo alcance, una cues-
durante mucho tiempo y, por tanto, entender de forma más amplia las causas y tión de eones, y que a corto plazo no sirve como marco teórico de referen-
los efectos de lo que ahora aparece como una situación crítica en un pequeño cia. Sin embargo, los tiempos evolutivos se miden en ciclos de diferente
espacio planetario, ubicado en la parte alta de la microcuenca del río Zahua- duración, ya sean largos o cortos, en los que el proceso funge como de
pan, en el estado de Tlaxcala. reloj para el otro (el “tiempo objetivo” newtoniano no es más que una ente-
lequia). Los compases evolutivos de los diferentes ciclos tienen diferentes
INTRODUCCIÓN ritmos.

El análisis de los datos históricos de una región permite distinguir como fluc- Hasta ahora, el sistema disipativo global ha logrado mantenerse conforme al
tuaciones los momentos en los que aparecen perturbaciones, disfunciones y principio de Lotka, el cual dice que:
caos inevitables en el proceso evolutivo y en los que el aumento de la disipa-
ción obliga a la búsqueda de nuevas formas adaptativas, ya sea en términos En todo instante considerado, la selección natural va a operar de tal manera
tecnológicos o socioculturales. que se incremente la masa total del sistema orgánico, que se incremente la
tasa de circulación de la materia a través del sistema y que se incremente
Adams sostiene que: “las fluctuaciones son un aspecto inevitable del proceso el flujo energético total a través del sistema, en tanto esté disponible un
evolutivo, sobre todo si reconocemos que el consumo y la destrucción son residuo no utilizado de materia y energía (Lotka, 1925: 335).
partes inevitables del escenario” (1983: 321). Los aportes de Leonardo Tyrta-
nia, uno de los más importantes seguidores de Adams, permiten demostrar La rueda del molino de Lotka se ha agrandado hasta el límite y el giro —y por tanto
que la evolución es una sola, pudiéndose interpretar ésta como un flujo de la disipación— también. La caída en la disponibilidad de hidrocarburos como el
energía, materiales e información. Con base en ello, este autor afirma que, en flujo principal que mueve el molino permite predecir que esta evolución acelera
la trayectoria histórica de una región: “el concepto de Evolución, debe ser apli- la circulación de materia a través del ciclo vital, agrandando la rueda del molino,
cado a todos los procesos de intercambio, independientemente de la escala haciendo que se cumpla la cláusula final: la rueda continuará girando hasta que
del tiempo o del ámbito en el que examinemos los hechos” (Tyrtania, 2009: se presente el residuo inutilizable de materia y energía disponible.
18). Sin contradecir lo señalado por este autor y para abordajes de estudios
de carácter regional, necesariamente se tiene que urgar en los datos históri- Término acuñado por Edintong (1998) para indicar la dirección irreversible de los procesos ener-
66

cos, para entender los procesos de ensamblaje de estructuras disipativas que géticos, debida al aumento de entropía previsto por la segunda ley de la termodinámica.
van evolucionando hacia formas más complejas y disipativas, considerando las 67
“La estructura disipativa en una estructura autoorganizada, que contiene en sí misma los elemen-
fluctuaciones ocurridas en la disponiblidad de sus fuentes energéticas. tos necesarios para mantenerse durante cierto periodo. Las estructuras disipativas sociales son
agregados complejos que se mantienen en el régimen de no equilibrio, mediante un constante
* CIISDER, Universidad Autónoma de Tlaxcala, UAT, ecozopilote@yahoo.com.mx insumo de energía” (Adams, 1978: 40-41).

202 203
LA REGIÓN Figura I. Microcuenca del Zahuapan (CRB, 1963).

Es necesario aclarar que, desde un enfoque sistémico, la delimitación de una


región está determinada por las relaciones sistémicas y los flujos que se dan
en un espacio físico concreto. Es decir, no es la delimitación geoespacial la que
determina la región, sino que los límites se establecen por la representación
ideal —condensada— de un sistema real lo suficientemente sencillo para permi-
tir la descripción al máximo detalle de los hechos; y, además, debe estar for-
mulado en términos falsables. Un buen modelo de región debe comportarse
como el sistema real, ser lo suficientemente bueno como para permitir aventu-
rar de modo bastante acertado las predicciones sobre el comportamiento de
dicho sistema (Tyrtania, 2009).

El modelo está representado por una región física, geográfica y orográfica-


mente identificable en una microcuenca donde la disponibilidad de recur-
sos energéticos ha permitido la sucesión de diversas estructuras disipativas y
cuyas marcas en el tiempo pueden ser identificadas mediante los datos histó-
ricos disponibles, así como mediante el estudio de los procesos energéticos
de autoorganización. históricos que narran los procesos complejos de expansión y contracción
en la continua disputa de la energía disponible (Tyrtania, 2009: 145).
En las microcuencas es posible realizar estudios de “primer nivel”, pudiendo
articular los diferentes subsistemas que integrarán el sistema complejo y que, No debe, entonces, sorprender la ausencia de numerosos temas habituales
en un primer acercamiento, podrán contar con los elementos que justifiquen la en los estudios regionales corrientes, debido a que, tanto en el planteo como
elección de esta región para el estudio pretendido (García, 2000: 15). Debido en el desarrollo de la investigación, sólo aparecen aquellos que se conside-
a que las cuencas tienen límites físicos naturales muy claros, determinados por raron de importancia explicativa para el tipo de problemas que este análisis
el cauce del agua que en ellas fluye, es posible acotarlas y consideralas como intenta elucidar
las unidades más funcionales para la realización de un estudio como el de este
trabajo. El seguimiento histórico abordado a continuación abarca periodos amplios,
desde los antecedentes de ocupación antes del arribo de los españoles, hasta
La región de estudio forma parte de la cuenca alta del río Balsas, ubicada en la llegada de los colonizadores y sus descendientes, convertidos en hacenda-
la parte alta de la microcuenca del Zahuapan, en el estado de Tlaxcala (CRB, dos que aprovecharon el remanente disponible en los recursos forestales para
1963: 4 y 5). construcción, transporte y herrería. También aborda la ocupación de las partes
llanas, aptas para la ganadería y la agricultura, y así llegar a la implementación
Siguiendo las propuestas de García (2000), la determinación física de la región de formas organizativas de alta disipación de energía, con la aparición de la
para este trabajo estuvo orientada por el análisis de procesos evolutivos que modernidad, que se destaca por la intervención de las máquinas de vapor y,
tuvieron lugar en una microcuenca, dadas sus ventajas competitivas para la posteriormente, las de combustión interna, cuyo insumo principal de energía
sucesión de estructuras cada vez más complejas y más disipativas. se basó en el uso de hidrocarburos.

Para poder explicar esto con base en los datos aportados por el estudio del La última etapa considera el periodo de disparo del proceso evolutivo de alta
proceso civilizatorio en la región, sin precisar cómo y cuándo ocurrieron las disipación, en el que la región se encuentra en un momento de clímax de sus
cosas, es necesario: recursos energéticos por la pérdida de sus áreas forestales, la degradación
de los suelos, la contaminación y baja disponibilidad de agua, los efectos del
[…] recurrir a una representación codificada de la realidad, es decir, a un calentamiento global en la producción agrícola y los efectos que pueden pro-
modelo que represente de manera ideal y condensada el sistema real, con ducirse por la caída en la disponibilidad de petróleo, entre otros elementos
el cual sea posible identificar estos escalonamientos a partir de los datos sistémicos en crisis.

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Cada uno de estos momentos o escalonamientos del proceso evolutivo es el La disponibilidad de agua del cauce del río Zahuapan representó un recurso
indicio de un “punto de bifurcación”,68 en el que, de manera estocástica y a importante para la sobrevivencia bajo condiciones climáticas severas (heladas
escala humana —no necesariamente planetaria— puede obligar al abandono y lluvia escasa). Los montes que circundan la región están delimitados por el
de una rama evolutiva y desplazarse hacia otra. Adams señala que: parteaguas continental de la Sierra Madre Oriental, y han tenido una vocación
primordialmente favorable para la explotación forestal, mientras que las esca-
[…] se trata de algo que está absolutamente fuera de control y frecuente- sas llanuras aluviales propias de la región permitieron el desarrollo intensivo
mente más allá de nuestra capacidad de comprensión. La ruta que siga de un sistema productivo. Desde la época prehispánica, el clima favoreció la
una estructura en evolución, puede estar definida por acontecimientos explotación de los magueyes y la producción de pulque, con un considerable
fortuitos o aparentemente triviales desde el punto de vista energético” potencial energético, que aunque actualmente es en menor escala, constituye
(Adams, 2001: 66). un remanente energético disponible de importancia.

ÉPOCA PREHISPÁNICA Las rutas de intercambio ritual y no ritual atravesaban el territorio tlaxcalteca
para llegar a Texcoco y Tenochtitlan, siendo la región de estudio un lugar de
Los antecedentes describen cómo fueron estos procesos de apropiación del paso obligado para ello, con Atlangatepec como el único asentamiento en la
territorio a partir de la Conquista española, considerando que ya existían esta- región antes de la Colonia, que servía como punto de descanso de los mer-
dos e imperios plenamente desarrollados, como el tenochca y el tlaxcalteca. caderes. Posiblemente esta situación estratégica en el parteaguas continental
Una vez ocupado por los colonizadores, se implantó una nueva estructura favoreció el desarrollo de este lugar.
disipativa, detonada por los flujos de información, materia y energía, aprove-
chando los existentes, y transformando totalmente el sistema energético prís- Podría decirse que en todo el tiempo transcurrido antes de la llegada de los
tino. Los primeros asentamientos en el norte de Tlaxcala se registran alrededor españoles, la región se encontraba en un estado estacionario de no equilibrio
del 150 a. C. (García Cook, 1991), sin embargo, la vertiente de la Cuenca Alta (Adams, 2001: 25), al mantener un balance constante entre insumos y pro-
del Zahuapan fue periférica a los grandes centros urbanos del Preclásico y Clá- ductos, debido principalmente a las condiciones adversas, inhibidoras de una
sico. En ese tiempo, los emplazamientos no se establecen en las laderas altas expansión energética. Es decir, el ambiente no era benigno para mantener
de los cerros, sino en las laderas inferiores, por tanto, la zona norte fue un área estructuras disipativas con cierto grado de autonomía. Con una tecnología
que podría considerarse despoblada (Snow, 1991). indígena carente de herramientas de hierro y sin animales de tiro o carretas,
es de suponer que no era posible la apropiación de la materia utilizable, sobre
En esta región se asentaban grupos otomíes, a quienes los tlaxcaltecas permi- todo los recursos forestales.
tieron establecerse ahí a cambio del resguardo de sus fronteras. Los grupos
de pobladores eran escasos, lo que significaba poca presión hacia los recur- LA OCUPACIÓN ESPAÑOLA
sos naturales, entre ellos los bosques. Según un documento publicado por la
Asamblea Popular de Desarrollo Estatal (1970), estas tierras eran propiedad Con la llegada de los colonizadores se modificaron los flujos de información,
de los señores de la Confederación Tlaxcalteca, utilizadas sobre todo como energía y materia, y con ello el estado estacionario de no equilibrio en el que
región recreativa, de manera que en los montes realizaban sus actividades —se puede afirmar— se encontraba la región debido a las limitaciones ambien-
de caza, de recolección de diversas variedades de especies vegetales que no tales. Hay que considerar que los habitantes indígenas mantenían este estado
había en otros lugares y, sobre todo, se preservaban como barreras naturales estable por las restricciones de insumos para el cobijo y la alimentación.
inhóspitas de delimitación territorial.
Los españoles montan nuevas estructuras disipativas sobre las ya existentes,
La principal ventaja competitiva de la región, desde la época prehispánica, es mediante sus particulares dispositivos culturales, que les permitieron detonar
su ubicación como paso natural estratégico desde el Golfo de México hacia el un salto evolutivo para la apropiación de los remanentes disponibles.
Valle de México, a través del estado de Puebla, lo cual posibilitó que la ocupa-
ción territorial dispusiera de buena comunicación con varios centros urbanos En los primeros tiempos de la llegada de los españoles al continente ame-
en expansión. ricano, los recursos locales, sobre todo de variedades arbóreas (de muchas
especies originarias de pinos), significaron la disponibilidad de un importante
68
Describe el comportamiento típicamente estocástico del sistema, que abandona una rama de remanente energético en la masa forestal, constituyéndose en la principal
evolución y se desplaza hacia la otra (Prigogine et al., 1977, apud Tyrtania, 2009: 315). fuente energética, cuyo mecanismo disparador radicó en la expansión y domi-

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nio de los sistemas culturales españoles: herramientas de hierro (tanto para dad de puercos por ser las ciénagas tantas y tan abundantes de raíces para
la construcción como para la agricultura) y medios de transporte tirados por este propósito. Los indios crían gallinas de la tierra y de Castilla, algunos
animales, entre otros. viven de caza de liebres y conejos y de cazar patos y ánsares a sus tiempos
(Martínez, 1994: 151).
Muñoz Camargo describe cómo eran los bosques en la región, en la época
inicial de la Colonia La llegada de los españoles a la región acarreó consecuencias adversas para
los indígenas, y efectos destructivos de los ecosistemas productivos. Podría
Y en este lugar, llamado San Agustín Tlacho [actualmente Tlaxco], ponen decirse que, como vehículo de sobrevivencia, los patrones de población indí-
desde este lugar al pueblo de Zacatlán llamado San Pedro seis leguas, que genas se vieron trastocados por la ocupación española, provocando su dis-
entre estas dos provincias hay esta montaña que contendrá tres leguas de persión, antes de que estas relaciones hubieran causado epidemias y pestes:
travesía, toda de monte muy espeso de pinares y robledales muy grandes
y de gran grosor y altura (Martínez, 1994: 79). […] en su antigüedad eran tierras de mucha fertilidad y abundancia de
maíz y demás legumbres, porque los indios antiguos sembraban semillas
Las tierras fueron despejadas de su cobertura para implantar nuevos cultivos, tremesinas que venían a tres meses. Y los de esos tiempos las han dejado
con granos traídos por los españoles (como el trigo y la cebada, entre otros), y olvidado porque se dan al vicio de las borracheras y lo más se aplican a
cuya producción requería de extensiones llanas para permitir la entrada de ser mercaderes de traer y llevar cosas a otras provincias. Antiguamente,
arados y contar con espacio para el agostadero de las nuevas especies ani- que ha menos de cuarenta años, fue este pueblo de Atlancatepeque muy
males, las que además requirieron también del corte de especies forestales nombrado por tener muy buenas comarcas y sujetos del mismo pueblo
para el cercado. Además, desde luego, de los flujos de información amplia (Martínez, 1994: 151).
facilitados por la escritura, el control social violento por medio de la religión y
el dominio de armas de fuego, que permitieron el incremento en los flujos de Las fluctuaciones ocurridas en la región con la ocupación total del territorio
materias. Las carretas y los nuevos caminos, sin duda, provocaron un violento por parte de los colonizadores españoles se caracterizaron por secuencias
cambio evolutivo que permitió una apropiación mayor de energía y, en conse- progresivas de crecimiento y desarrollo69 en las que van surgiendo estructuras
cuencia, una entropía mayor. disipativas cada vez más complejas y activas.

Por sus características fisiográficas, climáticas e históricas, no se favorecía El insumo energético material estaba presente, pero el efecto detonador fue
(como hasta ahora) la hegemonía de cultivos cerealeros, aunque sí una pro- logrado, gracias al flujo de información que permitió a los colonizadores pro-
ducción en cantidades suficientes para mantener una diversificación produc- cesar una mayor cantidad de energía, obteniendo una ventaja competitiva
tiva y aún obtener excedentes para el almacenamiento y la comercialización sobre la estructura prehispánica existente, al crear una nueva estructura más
(Rendón, 1990). compleja, desplazar y marginar a la cultura indígena.

Los grupos indígenas compartieron el territorio con los españoles, pero bajo Tal fue la ocupación territorial, que no existieron propiamente más que dos
condiciones muy diferentes, como se expresa en lo descrito en los siguientes pueblos de paso, el resto estaba totalmente cubierto por un mosaico de
párrafos referidos a Atlangatepec, como poblado más importante de la región, haciendas que, además, se adueñaron de la mano de obra indígena, sobre
en esta época incipiente de la ocupación del territorio: todo la que no pertenecía a la clase dominante.

Está fundado al pie de un cerro, junto al camino real que va a la Veracruz, Los colonizadores, además, se apropiaron de los sistemas productivos indíge-
por el pie del cual cerro pasa un río que es el que viene a pasar después nas y así explotaron el maguey, combinándolo con la ganadería. Adaptaron
por la ciudad de Tlaxcala (el Zahuapan). Es lugar muy frío y airoso y de muy sus arados tirados por bestias para la siembra del maíz en surcos protegidos
poco aprovechamiento, y los indios de aquel pueblo son muy pobres por- por hileras de magueyes, a los que se les conoce con el nombre en náhuatl de
que cogen por aquella tierra muy poco maíz. Es de muy poca gente por metepantle, detonando así una producción nunca lograda con la coa y la roza
haberse muerto mucha con las mortandades y pestilencia que ha habido tumba y quema:
en esta provincia de doce años a esta parte. Tratan con arrieros y carrete-
ros, viven de sus granjerías de vender allí sus bastimentos […] Hay en torno 69
El crecimiento es el aumento de la biomasa y el desarrollo se manifiesta como el insumo ener-
de este asiento grandes llanos y ciénagas, crían los indios labradores canti- gético per cápita (Adams, 1983: 215).

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También están los lugares de su comarca destruidos de boyadas, comidos para la agricultura en relación acon los del sur del estado (Rendón, 1993), lo
sus frutales de tunas y otros árboles que tienen. Susténtense de magueyes, que implicaba necesariamente cierta tecnología para hacerlos rentables, y con
crían algunas gallinas muy pocas. Podríanse criar gran abundancia de ellas la introducción del arado por los españoles pudieron cambiarse los bosques
en la provincia de Tlaxcala si se diese orden de ello y si se mandase que por cultivos.
tornasen a sembrar sus semillas antiguas en cada tierra y temple de ella
conforme a las que son apropiadas de estos temples. La visión sistémica de Terán (1998) refiere cómo es que las haciendas utiliza-
ron para su construcción recursos locales, entre ellos madera de los bosques,
Y si los lugares pequeños se juntasen, sería de mucho fruto ansí para la sobre todo pino y oyamel, ya que: “tanto la morfología del estado de Tlaxcala,
doctrina como para el sustento y conservación de los naturales. No de la como los factores fisiográficos (integrados por flora, fauna, geología, suelos,
manera de las poblazones que a los principios se quisieron hacer, sino en topografía e hidrología) proporcionaron recursos naturales a las haciendas, en
sus propios barrios y estancias, que en esto hay gran desorden en la pro- particular aquellos que se emplearon como materiales para la construcción”.
vincia de Tlaxcala (Martínez, 1994: 153).
Las haciendas, dadas sus dimensiones, utilizaron grandes cantidades de
Puede considerarse que el dominio español prevaleció en la región, como madera en sus construcciones, sobre todo para su techumbre, en la que se
se verá más adelante, a pesar de la guerra de Independencia, manteniendo empleaba grandes vigas; además de los arcos, puertas, ventanas, muebles,
estructuras de poder social semejantes a la esclavitud colonial. La historia etc. Los bosques madereros fueron explotados desde el siglo XVI, por ello se
regional revela el surgimiento de estructuras energéticas cada vez más com- produjeron grandes deforestaciones (Terán, 1998). Según personas entrevista-
plejas y activas, que permitieron a los españoles y a sus sucesores locales man- das durante esta investigación, cada hacienda contaba con un carpintero de
tener en su poder las decisiones tanto tecnológicas como sociales. planta que elaboraba todos los muebles, techos, pisos, carros e instrumentos
necesarios para la hacienda. Terán refiere que:
Sin lugar a dudas, los sistemas constructivos de las haciendas operaron como
un mecanismo detonador, consiguiendo cambiar el estado energético, al libe- Durante la Colonia, el siglo XIX y el Porfiriato, en Tlaxcala, la madera cum-
rar la energía disponible en las zonas forestales. Nunca antes había sido utili- plía diferentes funciones en la rama de la construcción: como herramienta
zada tanta energía en la construcción, y el insumo de la información aportada y material para la obtención de otros materiales arquitectónicos (cuñas
por los conquistadores propició la deforestación en la parte alta de la cuenca usadas en la adquisición de piedra o la leña utilizada como combustible
del río Zahuapan. en los hornos para fabricar ladrillo o cal viva); en la creación de andamios
o como cimbras durante el proceso de edificación; como elemento arqui-
Con el asentamiento de las haciendas en tierras y bosques, que podrían con- tectónico, apoyos (zapatas, pilares y columnas) y cerramientos (dinteles);
siderarse vírgenes, inició la apropiación del remanente energético disponible y, por último, como material constructivo en techumbres (vigas, tablones,
en los bosques originarios, para utilizarlos en techos, carretas, cocimiento de morillos y tejamanil; en pisos, tablones y duelas).
ladrillos y tejas, fundición de metales para arados y herramientas. Las hachas,
clavos, martillos y muchas herramientas forjadas en hierro permitieron cons- Las haciendas ubicadas en zona montañosa, además de utilizar madera como
truir casas de adobe, techadas con tejas sobre grandes vigas de madera y así vigas y cerramientos, también construían con ladrillo y teja, que implicó de
poder ocupar la región de manera confortable. igual manera el uso de combustibles forestales.

Además, la capacidad de la masa forestal como energía directa (dendroener- Desde el siglo XVII ya existen referencias sobre deforestación a causa de las
gía) se disparó en los ranchos que utilizaban sus propios montes (y a veces los haciendas. Terán (1998), haciendo referencia a Trautman, comenta que:
ajenos) a fin de cubrir sus necesidades de madera para la construcción y para
la combustión, además de la explotación comercial que se hacía de ellos (Ren- Las Reales Provisiones de 1602, 1617, 1651 y 1687 revelan cómo la defo-
dón, 1990). Madera, leña como combustible y lana se convirtieron en detona- restación alcanzó su punto culminante en el siglo XVII […] se debió, en
dores de nuevos procesos evolutivos. primer lugar, a una intensa actividad de desmonte a raíz de un aumento
sustancial del número de predios españoles, ya que sus propietarios ade-
Los bosques eran necesarios para diversas actividades como elaboración de más de aumentar las superficies de cultivo, también necesitaban grandes
herramientas y muebles, fabricación de ruedas para carros, construcción de cantidades de madera para fines de construcción.
las haciendas, etc. Por otro lado, los suelos de esta región son poco propicios

210 211
Hacia finales del periodo colonial se intensificó la explotación de la madera LA GANADERÍA
como efecto del incremento demográfico, la multiplicación de nuevos pueblos
y la erección de haciendas y ranchos. Así, la población española se favoreció Durante todo el siglo XVI, los españoles obtenían mercedes de tierra en la
con la capacidad de utilizar, a partir de los recursos forestales, una mayor canti- parte baja de la microcuenca del Zahuapan, sobre todo para labores agríco-
dad de energía, gracias a este mecanismo detonador “importado” del proceso las o estancias ganaderas, por lo que para la segunda mitad de este siglo, la
evolutivo europeo. Terán (1998) muestra gráficamente a las haciendas y los mayor parte de este territorio tlaxcalteca ya había pasado a manos de españo-
bosques que les servirían para su construcción. La ilustración 2 presenta ese les (Terán, 1998). Así se inicia el crecimiento de las haciendas en el norte del
mapa, que utiliza la “vegetación y uso actual” (de 1981), con las haciendas que estado, en un principio con algunos españoles que compraron tierras a los
existieron en total. Para entonces, la superficie boscosa ya había sido reducida indígenas o que las obtuvieron por mercedes de tierra por parte de la Corona.
en gran parte durante la Colonia y el Porfiriato, por lo que ese mapa muestra
el bosque ya reducido. Aun así, es importante observar la ubicación de las Las haciendas establecidas en el norte de Tlaxcala figuraron entre las más gran-
haciendas con referencia al bosque. des del estado, con la presencia de pocos pueblos. Contaban con un prome-
dio de 1,380 ha y practicaban la ganadería como actividad principal, por tanto,
hacia 1779, el curato de San Agustín Tlaxco no contaba con tierras y pueblos
Ilustración 2. Haciendas y bosques en Tlaxcala. Tomado de Terán (1998). de repartimiento y, menos aún, con las destinadas a la comunidad (Ramírez,
1990). Se trataba de haciendas que tenían como actividad principal la gana-
dería. Un referente lo proporciona la información del obispado de Puebla, que
concentraba todo lo relacionado con la región Puebla-Tlaxcala: “…la vorágine
ganadera estuvo representada, sobre todo, por las ovejas. Un solo estanciero,
Juan López Mellado, criaba 60,000 ovejas en sus vastas posesiones, parte de
las cuales tocaban la raya de Tlaxcala, hacia Nopaluca” (Ramírez, 1990).

La producción ovina cae antes de finalizar el siglo XVI en el obispado de Pue-


bla; esta caída se da debido al agotamiento de las reservas de pastos. Como
refiere Melville (1999), se requiere entre 35 y 40 años para que se dé todo un
proceso: se introduce el ganado, que comienza a crecer exponencialmente
dada la abundancia de vegetación, una vez agotada ésta, las poblaciones de
ungulados comienzan a decrecer y volverán a crecer una vez que la vegetación
se recupere.

Así, según Sempat (1999: 33), ya desde el siglo XVI se habla de erosión de las
tierras bajo jurisdicción del obispado de Puebla. Este autor cita a François Che-
valier, quien afirma que la multiplicación de los rebaños duró en cada región
entre 20 y 30 años. Con referencia a Tlaxcala, dice que los grandes rebaños
penetraron únicamente en los ámbitos de Apizaco, Huamantla y Atlangatepec-
Tlaxco.

De forma permanente, los españoles fueron apropiándose de las tierras y en


1757 se crearon las haciendas y ranchos, que son reconocidos por la Corona
española. Se registran, en aquel entonces, 34 propiedades en el municipio de
Tlaxco. Poco a poco van expandiéndose, hasta que llegan a colindar una con
otra, con la presencia de sólo dos pueblos pequeños: Tlaxco y Atlangatepec
(Rendón, 1990) que, como se había mencionado, ya existían antes de la lle-
gada de los españoles.

212 213
AGRICULTURA Y PULQUE En el siglo XVII se estabiliza la producción ovina y, además, se asocia a los culti-
vos, con lo que se da paso a la producción mixta de las haciendas, por tanto, des-
Como se dijo anteriormente, las haciendas fueron creciendo en extensión y en aparecen las estancias ganaderas puras. Ramírez (1990) afirma que, al comenzar
actividades productivas; en la región de estudio se asentaron algunas de las este siglo, en San Agustín Tlaxco y San Luis Huamantla había una importante
haciendas más grandes del estado de Tlaxcala. En su mayoría fueron agrícolas actividad ganadera: “Para el siglo XVIII las estancias y los ranchos se habían mul-
y pulqueras. tiplicado, transformándose en grandes haciendas cerealeras y ganaderas”.

En un principio se concedieron mercedes de tierra para establecer estancias Las haciendas ganaderas, según comenta Terán (1998), “contaban con grandes
ganaderas, pero los ciclos en la producción ovina (20-30 años) llevaron poco extensiones de tierra para que los animales pastaran o vivieran libremente en
a poco a los propietarios a diversificar sus actividades productivas, por lo que el campo. Por tanto, la ganadería pudo implicar el desmonte para implementar
implementaron el trigo y posteriormente otros cultivos, algunos de ellos pre- pastizales; además, al pastar, los animales endurecen el suelo con sus pisadas”.
hispánicos, como el maguey o la explotación de la grana cochinilla.
EL FERROCARRIL Y LAS REDES DE INTERCAMBIO
Apropiándose de estos remanentes energéticos disponibles, los españoles
consiguieron ventajas competitivas. Esta estructura emergente logró la elabo- Las redes de intercambio en la ruta México-Veracruz se sirvieron de las hacien-
ración de una nueva forma cultural de expansión más compleja. Menegus y das como nodos regionales. Según las crónicas del baron de Humboldt, en
Tortolero (1999: 14) mencionan que: esta ruta se empleaban más de 70,000 mulas. Desde el siglo XVI, hasta finales
del XVIII, los arrieros llevaron el correo, medicinas, oro y plata, y también a
Durante el siglo XVIII, el incremento en la producción se debió a la incor- los frailes que cristianizaron las más apartadas regiones. La riqueza circuló por
poración de las nuevas tierras al cultivo, más que a innovaciones tecnoló- el país montada en mulas. Las mercancías que llevaban los arrieros con más
gicas. En las regiones más densamente pobladas del centro del país, los frecuencia eran: azúcar, almidón, aceite, arroz, aguardiente, ajos, café, cacao,
hacendados incorporaron tierras incultas mediante contratos de arrenda- cacahuate, cal, cebada, cerveza nacional, frijol, oro y plata, chiles, zaleas, vinos,
miento; esto debido a que había una gran demanda de alimentos por el medicinas y cincuenta productos más (Corona, 1975: 80-81).
crecimiento de la población y por el crecimiento de la minería.
Esta importante estructura energética estaba integrada principalmente por la
Conforme se fue expandiendo la ocupación de la región por las haciendas, las arriería, que durante 300 años unió pueblos y ciudades, siendo las haciendas
actividades productivas —elaborando formas culturales “híbridas” y creando las proveedoras de alimentos, reposición de animales, hospedaje y centros de
estructuras disipativas emergentes— fueron apropiándose de una cantidad intercambio.
mayor de energía, con los consiguientes incrementos en la disipación. Los
procesos adaptativos se pueden descubrir en los datos sobre los continuos Era relativamente un sistema autárquico, que permitía vivir a un limitado grupo
cambios en las actividades productivas. de personas al interior de las haciendas, casi sin necesidad de recursos exter-
nos. Gozaban de casa, vestido y sustento, con la aceptación de ser pobres,
Según el catastro de 1712, de los 22 predios del partido de Tlaxco con datos pero contentos.
conocidos, 17 tienen ovejas y suman un total de 12,300 cabezas; siete de estos
predios cuentan con rebaños de 500 a 900 animales, y seis de 1,000 a 1,400. Dentro de las haciendas se ofrecían todos los servicios requeridos para la
Si la escala de los dos últimos stocks demuestra la permanencia de un sector atención de las arrierías que pasaban por ellas. Administradas por las familias
pastoril perfilado hacia el mercado, los demás datos del catastro prueban que de hacendados, o por administradores contratados para ello, existían tiendas,
la cría de ovejas está combinada con una intensa actividad agrícola, orientada panaderías, carnicerías, curtidurías, además de los servicios de hospedaje y
también hacia el mercado (Sempat, 1999). protección. Estos mismos servicios se prestaban al vecindario circunvecino.
Internamente, la hacienda se encargaba de la atención de las necesidades de
Los datos anteriores hacen pensar en una posible relación entre las estancias los peones acasillados y sus familias (Corona, 1975: 172).
ganaderas y la deforestación; no existe información detallada al respecto, sólo
se cuenta con datos que refieren la existencia de haciendas ganaderas en la Es importante considerar un efecto detonador de tipo social, derivado de las
región de estudio. Al interior de ellas se mantenía un sistema de realimenta- relaciones comerciales, productivas y administrativas. En crónicas narradas en el
ción, con una relativa autonomía de baja entropía. libro genealógico de una familia de hacendados escrito por Corona (1975), se

214 215
encuentran varias citas en las que se describen enlaces matrimoniales de hijas Además de los flujos extranjeros de capital que llegaban, los empresarios
de hacendados con empleados, sobre todo administrativos, cuyas demostradas nacionales tuvieron que hacer uso de recursos por lo general fruto de activi-
capacidades para este trabajo, y dada la cercanía en el trato, lograron incorporar dades comerciales, y de sus familiares para el establecimiento de las nuevas
un importante flujo de información al sistema energético de las haciendas. fábricas (Flores, 2007: 55-56). También se establecieron empresas ferrocarri-
leras.
Los nuevos flujos de información, como el manejo de caballos y ganado, expe-
riencia en nuevas formas de trabajo en el campo, relaciones en las redes de Aparecieron las primeras instituciones bancarias, la mayor parte extranjeras y
intercambio en el trabajo de carroceros, entre otros saberes valiosos para el con enormes capitales, para dar una mayor agilidad a una economía que daba
trabajo de campo, fueron aportados por personas que se fueron integrando a su primer empuje industrializador. Las vías ferrocarrileras crecieron por todos
las familias de los hacendados. lados y se dirigieron hacia todos los rumbos: de París a Estambul, de Moscú a
Vladivostok, de Nueva York a San Francisco. Así, los trenes salieron de las ciu-
Los movimientos revolucionarios de principios del siglo XX obligaron a las dades y se pusieron a trepar montañas como cabras, a cruzar abismos, a pene-
haciendas a sujetarse a estas condiciones cambiantes del ambiente y generar trar en regiones remotas y escondidas. Las innovaciones tecnológicas para la
nuevas estructuras adaptativas, con variantes como las de protección de las construcción de puentes, para el tendido de vías, para el mantenimiento de
propiedades mediante el enfrentamiento, la anexión y apoyo a grupos rebel- máquinas, estaciones, etc., absorbió una considerable cantidad de mano de
des o diversas estrategias de negociación entre bandos opuestos. En algunos obra y de recursos naturales, principalmente agua y madera (FNM, 1996).
casos, ante la imposibilidad de controlar los conflictos, optaron por el aban-
dono del territorio, refugiándose en las ciudades de Puebla y México o en El ferrocarril en México comenzó a crecer pausadamente, entre los espacios de
haciendas donde no hubiera tantos conflictos. calma de las guerras intestinas. Formalmente y después de 36 años de iniciado
el proyecto de construcción, el 1 de enero de 1873, Lerdo de Tejada inaugura
LA MODERNIDAD el servicio ferrocarrilero de la Ciudad de México al puerto de Veracruz, cono-
cido como El Mexicano. Con ello, las actividades económicas se transformaron
La modernidad, como elemento cultural, se caracteriza como una combinación sustancialmente, favoreciendo a la vez las corrientes migratorias.
energética que permitió ensamblar nuevas formas energéticas no humanas,
gracias la aparición de la máquina de vapor, que se volvió enseguida símbolo Cuando Porfirio Díaz se hizo cargo de la presidencia de la República, ya no era
de progreso y de poder de los nuevos imperios, dando origen a las primeras novedad y ya funcionaba normalmente la indispensable línea entre México y
fábricas modernas en los sombríos suburbios de las ciudades inglesas, envuel- Veracruz. Sin embargo, es inevitable hacer referencia a este periodo, ya que la
tas en las brumas ya precursoras del esmog. idea de progreso y modernidad, tan en boga en ese entonces, hizo que el anti-
guo régimen dejara a la siguiente generación la herencia de una formidable
A este invento principal confluyeron otros menores que lo perfeccionaron, red ferroviaria, de la cual se aprovechó la revolución.
diversificaron sus rutinas de trabajo y lo hicieron apto para el desempeño de
nuevos papeles. Uno de ellos fue el ferrocarril, que se gestó en las entrañas Cabe preguntarse: ¿qué efectos tuvo la llegada de las máquinas de vapor para
de la revolución industrial, como el primero de los grandes inventos del siglo los sistemas productivos en la región y cómo, posteriormente, con la llegada
XIX. Si bien su origen se asocia al tiempo de la conformación de las primeras del petróleo, se modificaron las estructuras jerárquicas de la organización de
ciudades, las locomotoras y trenes que andaban por breves y civilizados cami- la producción y se impactaron los recursos naturales?
nos pronto mostraron su versatilidad, creando nuevas redes de intercambio a
grandes distancias. Con el advenimiento del ferrocarril, se impuso una nueva etapa tecnológica
para las haciendas, apareciendo un nuevo punto de bifurcación en el proceso
Este periodo de crecimiento se caracterizó por el nacimiento de fábricas meca- evolutivo y, por tanto, un nuevo acoplamiento de flujos energéticos y una
nizadas, que comenzaron a producir bienes de consumo (cerveza, cigarros, nueva forma cultural de mayor complejidad.
jabón) y bienes intermedios (acero, cemento y petróleo). La constitución de
estas grandes empresas implicó importantes inversiones en una época en la La madera disponible en la región constituyó el principal flujo de materia
que las instituciones bancarias recién comenzaban a consolidarse y los merca- necesario para la construcción de una nueva estructura disipativa. La ener-
dos de capital estaban pobremente articulados. gía disponible en las haciendas, en forma de mano de obra, tanto acasillada
como externa, se desplazó también para la instalación de las vías. Los recursos

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forestales para la construcción de las vías férreas y como combustible para las con destino a Chignahuapan, haciendo paradas en las siguientes estaciones:
máquinas de vapor, aportaron una mayor cantidad de energía gracias a que Trasquila, San Luis (donde entroncaba el ramal de la hacienda de Atesquilla),
los aserraderos eran movidos también con máquinas de vapor. La Cueva, El Peñón, Llano Grande, Río Verde y, finalmente, llegaba a Chigna-
huapan. Después de un tiempo de espera, regresaba a su origen.
El factor geográfico, como una condicionante del tipo y nivel de desarrollo
que tuvieron las haciendas, es algo que debe considerarse para este tema, y Don Alberto, campesino y pastor de El Peñón, protagonista de esta época,
Rendón (1993: 221) en coincidencia con autores como Bellingeri, Gil, Cardoso comenta:
o Semo, señala que hacia finales del Porfiriato los factores naturales impri-
mieron una dinámica propia a esta región, no siempre coincidente o relacio- El dueño de esta hacienda (…) metió solito el tren, para sacar madera dia-
nada directamente con la evolución de las estructuras económicas nacionales rio (…) le quedaba al paso de Chignahuapan, era un solo dueño (…) No
o mundiales, las cuales, para esa época, se caracterizaron por una transición nada más sacaban madera, de aquí del Peñón; de La Cueva, Acopinalco,
hacia el capitalismo dependiente. San Ildefonso, también sacaban pulque, no había de qué vivir, la gente de
eso vivía.
La resiliencia70 de las haciendas permitió, después de un periodo de contrac-
ción, integrarse al flujo principal de la modernidad y a la dinámica capitalista, Dos máquinas de vapor se empleaban en El Ramalito; una arrastraba platafor-
con el abastecimiento de dendroenergía y, posteriormente, aprovechando el mas de carga y la otra era para pasajeros. De ida, en algunas de las estaciones
remanente energético disponible (Lotka) en la explotación pulquera, e incor- como El Peñon, cargaba troncos de árboles que se descargaban en la estación
porando a sus procesos productivos la maquinaria agrícola y los molinos, de Llano Grande, donde se ubicaba un aserradero movido por una máquina
movidos mediante máquinas de vapor. de vapor. De regreso volvía con carga de madera aserrada, así como con pul-
que, que se embarcaba para la Ciudad de México.
Una vez concluidas las vías del ferrocarril, aprovechando el mecanismo detona-
dor del ferrocarril, los dueños de las haciendas instalaron sus propios sistemas La ruta propició una nueva forma de flujo energético, comercial y social, que se
de ferrocarriles rurales, sobre todo en las regiones productoras de henequén, expresa en lo comentado por don Alberto:
caña de azúcar, pulque y explotación forestal. Cuando menos procuraban
colocar vías de empalme con la línea principal más cercana del ferrocarril, lla- Era bonito, de todos modos era bonito para los que lo vivimos. Los domin-
madas ramales (Nickel, 1988: 125). gos por ejemplo, era pura fiesta en las estaciones donde paraba el tren.
Se vendía de todo, todo se vendía. La gente de aquí corría con pulque
Dos haciendas de la región construyeron sus ramales y éstos les permitieron inte- curado, agua miel, gorditas, enchiladas, pollos hervidos, y vendían a la
grarse nuevamente a la explotación de los recursos de la región sacando leña, gente que pasaba por acá. Leche, queso, todo. Aquí de eso vivía la gente,
enviando pulque, granos, carne y papas, además de otros productos, como la se vendía de todo para las ciudades, desde aquí, hasta México. Había aquí
venta de madera hacia las ciudades cercanas como Puebla, la Ciudad de México unas señoras que compraban huevos, cestos, mataban borregos y se iban
y otras ciudades que se encontraban en expansión y urbanización donde se ven- hasta México a vender, a limpiar su dinero hasta allá. También hay una
dían también vigas y madera para la construcción (Rendón, 1990: 54). cosa importantísima de la que ya no nos damos cuenta últimamente: Aquí
mataban un toro y nomás en cuatro familias se acababa el toro. Si usted
Así fue como se construyó, en 1903, “El Ramalito”, que entroncaba con la termi- quería un kilo, pues ya no había, porque cada familia se quedaba con un
nal de Muñoz, del ferrocarril El Mexicano, y que permitía comercializar el pul- cuarto. Mis abuelitos iban por un cuarto, una pierna, un cacho de costilla,
que y la madera de la región de la parte alta del Zahuapan, así como otra redes un cuarto de canal, lo hacían cecina, lo picaban, lo conservaban.
troncales, como La Montañesa, que llegaba de la Hacienda de Atesquilla, en el
estado de Puebla, hasta la terminal de San Luis, de El Ramalito. Su ruta diaria Por ejemplo, un puerco también lo mataban, y el chicharrón ya bien dorado,
iniciaba con la llegada de El Mexicano a la estación de Muñoz y luego partía lo echaban en la manteca y se conservaba y luego ya nomás metían la
cuchara y sacaban un pedazo de carne y con frijolitos, no, pues nos sabía a
pastel. Los marranos eran de esos que les llamaban cerdudos, pero ya no
70
La resiliencia consiste en la redefinición de la estructura para permitir que se “adapte” al ambi-
hay de esos. Ya se acabó.
ente cambiante. Por contraste, el equilibrio tiene que ver con irregularidades de corto plazo y es la
aptitud para absorver las fluctuaciones y volver al estado anterior (Adams, 2001).

218 219
Nickel (1988: 19-20) menciona que las variables de la actividad productiva de Ferrocarril, situación geográfica, diversificación productiva, organización interna
las haciendas (ganadería, henequén, cebada, seda, pulque) dependieron de de las haciendas como sistema productivo y, sobre todo, la explotación de los
las características temporales y espaciales, entre ellas, la extensión, el clima, las magueyes para la producción de pulque, son algunas de las ventajas sistémi-
relaciones de competencia y los recursos de que disponían, lo cual es necesa- cas comparativas a las que se refiere el principio de Lotka y que permitieron
rio considerar para el estudio particular de cada caso, y que las modificaciones soportar por un mayor plazo de tiempo la estructura de las haciendas de la
a las variaciones que pudieron tener en la evolución del tiempo, entre otros parte norte de Tlaxcala, mientras en otras regiones, con la atracción de los mer-
orígenes, posiblemente pudieron deberse a la apertura o cierre de vías de cados externos, la orientación productiva y tecnológica se desvió hacia lo que
comunicación o de mercados externos. daba mayor ganancia, desatendiendo aquellos productos y actividades que
sustentaron el esquema anterior. Como señala Nickel:
El ferrocarril se convirtió, de esta forma, en un detonador que, para algunos
casos, significó un mecanismo de liberación y, para otros, un inhibidor. Por un En comparación con los periodos anteriores, el sistema de transporte y
lado, acopló formas energéticas pre-existentes y las articuló en nuevos flujos; y, el intercambio de informaciones en las cercanías de la red ferroviaria fun-
por otro, provocó un mayor estado de disipación, que requirió de un constante cionó rápida y seguramente. Una gran parte de las haciendas poblano-tlax-
insumo energético para mantenerse en este estado. caltecas se encontraban en posición tan favorable que podían aprovechar
estas ventajas (Nickel, 1988: 259).
Siguiendo a Tyrtania (2009: 285) se puede afirmar que, como sistema disipa-
tivo producto de la autoorganización, el sistema energético hacendario de Reafirma lo anterior don Rodolfo, quien comenta lo siguiente:
principios del siglo XIX no podría sobrevivir sin cierta regulación homeostá-
tica que le permitiera un flujo constante, por el cual circularan tanto productos Desde que ya llegó el ferrocarril, lo que eran las postas, donde se que-
de la región hacia las metrópolis en crecimiento, como aquellos provenientes daban y pernoctaban los carreteros, la gente que transitaba, fueron des-
del naciente modelo capitalista. El ferrocarril permitió regular los flujos. Éste apareciendo, pues con el ferrocarril ya fueron más largas las distancias
podría ser un ejemplo típico de la eficiencia obtenida en estado estacionario. que se podían cubrir. No es lo mismo lo que se recorre a caballo que
Sin duda este momento de la historia de la región significó también la eferves- en ferrocarril, que el mismo día que salía de Veracruz llegaba a México.
cencia de innumerables estados caóticos ante los incesantes flujos de energía, Entonces, aunque fue el mismo eje, desapareció todo lo que manejaban
materia e información que la llegada del ferrocarril detonó. las carretelas anteriormente.

La novedad de la máquina de vapor invadió dos espacios, el de los sistemas Por otra parte, el ferrocarril permitió la salida más rápida del pulque, cuya fer-
socio- productivos y el de los naturales La tranquilidad impuesta por la redu- mentación en proceso obligaba a colocarlo en los centros de consumo antes
cida movilidad humana, que aumentaba escasamente con la tracción animal, de que se “agriara”, y a la vez propició la formación de redes de intermedia-
fue modificada a tal grado que incrementó velozmente la población ambu- ción que, lejos de ocasionar problemas a los productores de las haciendas, les
lante, la movilidad familiar, las conexiones entre las ciudades y los pueblos, y representó una ganancia. Doña Mari, hija del administrador de la hacienda de
la demanda y generación de técnicos y especialistas para el mantenimiento de Atesquilla, dice:
máquinas y servicios, así como de herramientas y piezas de repuesto. Labores
sencillas, como el tendido de vías, colocación de letreros o la construcción Era el pulque lo que mantenía a la hacienda y decían que los toros bra-
de estaciones y puentes, arrebataron a los sistemas hacendarios cercanos una vos eran como una alcancía, porque estaban bien cuidados, bien comidos,
importante cantidad de fuerza de trabajo, pero, a la vez, generaron una nueva que reservaban para una comida. No se sacaba aguardiente, sino el puro
demanda de bienes, como madera, agua y espacio territorial. El flujo de infor- pulque sostenía la hacienda (…) No se necesitaba maquinaria, sólo gente
mación de las nuevas tecnologías propició un flujo cada vez más creciente de que trabajaba en el campo, tlachiqueros, y no sé cuantas personas más,
materia y energía. pero eran bastantes.

La llegada del ferrocarril también permitió a algunas haciendas diversificar su Don Rodolfo recuerda que:
producción y, a otras, poder acceder de manera más ágil a los mercados regio-
nales, en este caso a los de la Ciudad de México, el más importante polo de Las haciendas estaban en su apogeo. En el Altiplano mexicano, las hacien-
atracción. das crecieron por la explotación del pulque, ése era un esquirlo que reci-
bían diariamente. Se mandaba el pulque a México, a Veracruz, a Puebla, o

220 221
algunas otras poblaciones. Nosotros lo mandábamos a México, la mayo- nas de mayor eficiencia y el sistema energético pasó a una nueva estructura
ría de los productores de pulque, como Rancho Seco, Tepezala, Piedras disipativa, más compleja que evolucionó hacia formas más exitosas.
Negras, Coaxamalucan, La Laguna, Zotoluca y como nosotros, lo mandá-
bamos a la Ciudad de México. Entonces esas fincas fueron creciendo por- Al respecto, Don Rodolfo Carvajal, miembro de una familia de hacendados de
que tenían el dinero, aunque se mandaba diario, el fin de semana tenían la región comenta: “Bueno, en un principio, en las haciendas todo era por tiro
para rayar, comer, trabajar y todo lo demás. Las cosechas eran más limpias. animal, empezó, yo recuerdo que la trilla en un principio se hacía con máqui-
La lana (dinero) ya llegaba más fácilmente; como se estaba trabajando, nas trilladoras estacionarias de vapor, todavía las conocí… y las alimentaban
viviendo y comiendo con la venta del pulque, lo demás era ganancia. con leña, siempre con leña”.

El pulque siempre se mandó por ferrocarril. Había una norma para que Así, el flujo de información y la nueva fuente de energía configuraron una estruc-
se pagaran menos impuestos si entraba por ferrocarril al Distrito Federal, tura emergente que vino a utilizar de manera más eficiente la energía, obte-
para que entraran menos vehículos a la Ciudad de México. Entonces noso- niendo una ventaja competitiva por parte de agentes extranjeros. Idioma,
tros embarcábamos en Texcoco. Muchas veces… primero era en Pavón y formas de vida y privilegios jerárquicos se impusieron ante una clase nueva de
Mena, y al último, ya llevábamos el pulque diario hasta Texcoco, ya nada proletarios, venidos del anterior régimen hacendado, perpetuándose así las
más para que entrara al Distrito Federal más fácil. relaciones de poder. Don Rodolfo agrega:

PETRÓLEO Yo pienso una cosa, que debe ser en todos aspectos, mientras más se
tecnifique el campo, menos mano de obra se requiere. Entonces, si antes
La historia de la explotación del petróleo en México se remonta a 1869 (Marichal, había carretelas y carreteros, y toda la mano de obra requerida, pues ya
2008), año en el que se realizaron las primeras exploraciones para encon- con la maquinaria, como las combinadas, que van trillando y metiendo
trarlo (pero no se logró encontrar yacimientos petrolíferos de importancia). en un depósito, que después pasa un camión y le vacía directamente al
Como en exploraciones sucesivas no se localizó dicho combustible, varios camión sin dejar de trillar, pues dejó de haber mucho personal que se fue
técnicos afirmaron que en México no había petróleo. Sin embargo, poco desplazando.
tiempo después, las exploraciones efectuadas por el inglés Weetman Pear-
son y el norteamericano Edward L. Doheny, condujeron al descubrimiento de El detonador del petróleo se impuso así a las anteriores condiciones ambien-
ricos mantos petrolíferos. tales, obligando al sistema a buscar un nuevo estado de equilibrio.

De manera semejante al ferrocarril, el petróleo atrajo una nueva clase de con- EL REPARTO AGRARIO
quistadores extranjeros, como trabajadores calificados y supervisores familia-
rizados con las nuevas tecnologías (Brown, 1998: 384) Coinciden los testimonios orales en señalar que el reparto agrario provocó
la caída del sistema productivo hacendario y, por tanto, se puede afirmar
Durante la Segunda Guerra Mundial, camiones de carga y de pasajeros con que este cambio en el subsistema socio-productivo provocó un aumento en
motor de combustión interna sustituyeron al transporte de los pequeños ferro- la disipación energética al atomizarse la propiedad y destruirse la compleja
carriles (Nickel, 1988: 26) Los camiones de carga podían moverse con mayor organización productiva previa y, con ello, la aparición de nuevos procesos
facilidad por los caminos de terracería y llegar con menos costos hasta las esta- adaptativos.
ciones del ferrocarril, sin la necesidad de hacer los traspasos de carretas a El
Ramalito y de ahí a El Mexicano. Incluso, la nueva tecnología de transporte El reparto de tierras en la región no estuvo acompañado por el cambio tecno-
ayudó a que el pulque pudiera ser transportado más rápidamente. Por ello, lógico provocado por la llegada de la mecanización y los vehículos de trans-
en 1951 se retiró la vía de El Ramalito, al mismo tiempo que se iniciaban los porte a combustión interna, entre otros muchos más que se sucedieron. Así,
trabajos de construcción de la presa de Atlangatepec, que inundó una parte los nuevos propietarios se quedaron sin capacidad para poder producir de
del trayecto entre San Luis y La Trasquila. manera eficiente, como se hacía en la hacienda.

Hacia el exterior del sistema, las relaciones comerciales permitieron una mayor Para los peones “liberados”, significó una pérdida de insumos energéticos,
expansión del mercado, pero hacia el interior se provocó una profunda pertur- ya que los nuevos implementos tecnológicos (arados importados, trilladoras,
bación. La energía humana, de alto costo económico, fue sustituida por máqui- tractores, camiones) no quedaron a disposición de los propietarios minifundis-

222 223
tas, sino de los viejos hacendados, quienes, asociados a los ganaderos de la magueyes se explotaron a orillas de los cultivos, limitando las melgas, y los
región, consiguieron ventajas para ocupar (después de los gobernantes mili- tinacales contuvieron el pulque en barricas y tinas de madera cinchados con
tares) los puestos públicos y, por medio de ellos, mantener el poder regional. hierro, hechos a la manera española.

Una vez saqueados todos los recursos naturales y destruido el sistema pro- Desde luego que los acasillados de las haciendas dominaron las técnicas de
ductivo, los empresarios agrícolas y ganaderos de la región abandonaron las labranza españolas y luego las utilizaron en las tierras que les fueron asigna-
haciendas y se instalaron de forma itinerante en ciudades como Puebla, el das con la Reforma Agraria, pero esto no fue suficiente para lograr subsistir
Distrito Federal o algunas de las principales ciudades del estado, como Hua- dignamente.
mantla, Apizaco y Tlaxcala.
La economía familiar de los peones se encontró descapitalizada, con escasos
De manera similar a lo que sucedió en otras regiones, los circuitos comerciales recursos productivos y muy limitadas formaciones sociales en las que apoyarse
basados en las vías ferroviarias y el transporte de carga en camiones queda- para enfrentar a los poderosos. La sociedad hacendada mantenía una clara
ron en poder de los antiguos terratenientes. Las nuevas sociedades agrarias y diferenciación étnica, la escasa población indígena era de jornaleros, mientras
campesinas no tuvieron fuerza en las negociaciones. Las élites siguieron domi- que los blancos eran los administradores, dependientes, agricultores, emplea-
nando mediante una nueva eficiencia productiva, mientras los ahora dueños dos y comerciantes.
de minifundios entraron en un proceso de degradación ambiental, subdesa-
rrollo y atraso (Tortolero, 1996: 294-298) Al igual que en otras regiones, no existieron muchas probabilidades de empleo
fuera de las haciendas, más que de arrieros o tlachiqueros que venden a las
Tal vez esto se deba a que, en esta región, nunca existió la identidad étnica que haciendas su agua miel; por ello, la única vía de salida fue la conflictividad
pudiera lograr una unidad social, con lengua propia, usos y costumbres indí- social, convertida en un modo de defensa de la vida. Molina, apud Tortolero
genas o con sistemas organizativos de autogobierno. Desde antes de la Con- (1996: 20) señala:
quista, el territorio se consideró inhóspito y agreste y, por tanto, despoblado,
así que la ocupación fue primordialmente española (Martínez, 1994). Hasta la La hacienda que no tiene todo, sufre apuros. El medio pues de no sufrir
fecha, se puede notar esto en los rasgos de los habitantes y en la ausencia apuros es tenerlo todo y para tenerlo todo, hay que ensanchar la propie-
de ritos ceremoniales sincréticos entre indigenismo e hispanidad. Más bien dad… por ello, cuando la compleja organización productiva de la hacienda
prevalece un desprecio hacia los “nacos” (peyorativo de totonacos) de la parte se desmiembra y se entregan sus partes a los “campesinos”, el sistema
colindante con la sierra de Puebla. hacendario como tal pasa a una etapa evolutiva de contracción.

También se expresa esta particularidad regional en la ausencia de estructuras Doña Mari, hija de un administrador de hacienda, comenta que:
jerárquicas relacionadas con el servicio comunitario o con la organización de
fiestas pagano-religiosas, como las que prevalecen hasta la fecha en la parte Cuando se murió el dueño (en 1938) nosotros nos fuimos para Sotoluca, y
sur del estado de Tlaxcala. al poco tiempo que estuvimos en Sotoluca, no me acuerdo cuántos años,
supimos que ya la habían repartido. Dentro del agrarismo se formaron
El espacio regional estuvo ocupado básicamente por población de ascen- ocho ejidos, se acabaron las presas, había dos presas muy grandes, con que
dencia española, no sólo de los hacendados, sino también de los trabajado- regaban lo del trigo. Por el reparto de tierras, la gente ya no tenía con qué
res administrativos, caballerangos, charros y hasta peones, y de una menor sembrar, porque les daban las tierras pero, sin con qué, se secó, se acabó.
población indígena, con la que hubo alguna mezcla (registrada en las cróni-
cas familiares como “hijos naturales”). No existen muestras de la existencia de Don Rodolfo, por su parte, opina lo siguiente:
un “gradiente” de etnicidad o indianidad, que Castro (2006: 42) encuentra en
algunas comunidades nahuas en el Altiplano Central mexicano. Creo que la Revolución, después de darse cuenta de que había la gran
demanda de tierras por parte de los campesinos, estuvo bien dirigida, o
Incluso los cultivos prevalecientes y dominantes desde la Colonia hasta ahora qué le dijera, pues bien intencionada, esa es la palabra. Pero después le
(trigo, cebada, avena, así como la cría de ganado) no son mesoamericanos. dieron la tierra, una pequeña parcela de ocho, cinco o menos hectáreas
Y el maíz siempre se sembró aquí con arados tirados por ungulados; se cria- que no se puede mecanizar, a un campesino que no va a comprar un trac-
ron cabras y borregos mediante un sistema similar a la Mesta española; los tor para trabajar ocho hectáreas; no es rentable.

224 225
Entonces empezó a tratar de hacerse comunal la propiedad, para que un La Revolución Verde introdujo una multiplicidad de nuevas redes de captura
ejido tuviera un tractor; era el pleito de nunca acabar. Entonces yo consi- de energía, mediante innovaciones tecnológicas (semillas VAR, uso de agro-
dero que la intención fue buena, pero tal vez que hubiera sido mejor que químicos y mecanización) de mayor complejidad. En estas nuevas asociacio-
pusieran normas en las que los hacendados fueran obligados a dar seguro nes energéticas, los campesinos fueron inducidos hacia los monocultivos. El
social, Infonavit, como una empresa agropecuaria, con sus compromisos cambio cultural fue profundo y permitió incorporar los procesos disipativos de
y entonces hubieran seguido siendo unas empresas, como fueron antes. baja escala de los campesinos a estructuras disipativas de mayor envergadura
(Adams, 2001: 65).
Finalmente, don Alberto dice:
Castro (2006: 326-328) sostiene la existencia de una racionalidad económica
Se repartió todo esto (lo dice señalando las lomas erosionadas, con algu- de costo-beneficio en la agricultura campesina, que surge de combinar un cul-
nos magueyes secos que antes fueron metepantles)... que era de un solo tivo de subsistencia con un cultivo comercial, lo cual significa agregar a una
dueño. Cuando se repartió, automáticamente todo se cayó, porque los tradición cultural que demanda preservar la siembra de maíz, una racionalidad
dueños sí tenían todo bien estricto, ya con los ejidos ya no. Pues ahí está ambiental que aconseja cultivar maíz cuando el cultivo lo permite o sustituirlo
todo, mírelo, se repartió la tierra y ahora pura maleza, ni siquiera árboles por la cebada cuando “el tiempo se atrasa”. Hay que señalar que la “cultura
de calidad, porque el pino de calidad es al que se le saca madera. A todo campesina” de esta parte del Altiplano estaba influida por las técnicas de cul-
esto, qué se le puede sacar, pura maleza, ni para leña. tivo aprendidas por los antes peones y acasillados de las haciendas (y ahora
ejidatarios y dueños de tierra), por lo que destaca en ellos la siembra de la
Las unidades operativas del sistema hacendario se desintegraron para formar cebada.
nuevas estructuras, cambiando de estado energético. Ortoll (2003) considera
que el freno que el presidente Manuel Ávila Camacho puso al reparto agrario Esto generó una nueva estructura de poder, con nuevos controles que susti-
—al considerarlo perjudicial por el continuo desmembramiento de las grandes tuyeron a los anteriores controles de las haciendas, y que dio pie a un nuevo
haciendas porfirianas sobrevivientes a los embates revolucionarios—, operó proceso de expansión del modelo dominante de desarrollo: la era industrial.
como un antecedente de la Revolución Verde en México. Con este cambio en el patrón productivo, el maguey, que en otro momento
mantuvo en auge a la economía regional, sucumbió y dejó desprotegidas las
LA REVOLUCIÓN VERDE tierras al ser destruidos los metepantles. Al respecto, Castro señala:

El panorama anteriormente descrito favoreció la apertura del presidente y fun- El maguey y sus productos —aguamiel, pulque, penca, mixiotes, gusanos—
cionarios de la Secretaría de Agricultura y Fomento hacia propuestas y progra- en cambio, desapareció del mapa productivo de 1985 en adelante. Para
mas procedentes del extranjero, orientados a mejorar la producción agrícola, ilustrar esta observación, basta mirar algunas cifras: en 1930, estaban sem-
denominados como Revolución Verde. La introducción de la maquinaria agrí- bradas con maguey pulquero unas 5,215 hectáreas que alojaban a más
cola ha sido otra de las estrategias utilizadas por la Revolución Verde para de 2,700,000 plantas, de donde se obtenía una producción superior a los
aumentar la productividad. La mecanización temprana de las prácticas agríco- 22,000,000 de litros anuales de aguamiel; en 1960, la superficie sembrada
las ha tenido múltiples consecuencias. de había reducido más del 50% —2,213 hectáreas— y en 1990 sólo queda-
ban 739 hectáreas sembradas con este agave, donde las 36,926 plantas
En primer lugar, se hace necesaria una estructura del campo de cultivo sim- en explotación producían apenas 1,123101 litros anuales de aguamiel,
ple, grande y con una sola variedad plantada para la realización de un trabajo producción 20 veces menor a la década de los treinta (Castro, 2006: 326).
óptimo por parte de la maquinaria agrícola. Así, la estructura de producción
agícola y ganadera se transformó en una nueva estrucura disipativa, que se CONCLUSIONES
orientó hacia la concentración parcelaria y el monocultivo.
Como se ha visto, a pesar de haberse mantenido la propiedad de los lati-
Los altos costos de la maquinaria e hidrocarburos fósiles adquiridos a través de fundios en la región hasta el primer cuarto del siglo XX, quedando algunos
las grandes empresas, además, apuntalaron la penetración de capital extran- remanentes hasta la fecha, este sistema productivo en decadencia obligó a
jero en la vida de los agricultores ejidatarios Así, los ingresos obtenidos en la una nueva transformación productiva, incorporándose a la industrialización y
agricultura se trasladaron hacia las grandes ciudades para pagar a las distantes a la explotación del bosque para la industria maderera. Durante todos estos
empresas productoras de insumos.

226 227
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• Tlaxcala., A. A. (1970). Monografía Tlaxco. Tlaxcala, México, IEPES-CEPES.
• Tortolero, V. A. (1996). Tierra, agua y bosques: historia y medio ambiente en el INTRODUCCIÓN
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nes/Instituto Mora/Potrerillos Editore. El principal objetivo de este artículo es analizar el impacto fenomenológico (en
• Tyrtania, L. (2009). Evolución y sociedad. Termodinámica de la superviviencia sus efectos) de la potencia digital de la sociedad red (firmas mundiales y redes
para una sociedad a escala humana. México, Universidad Autónoma Metropo- digitales globales), sustentadas en las TIC (tecnologías de la información y la
litana. comunicación), y su esfera alternativa, plasmada en las NTIC (nuevas tecnologías
de la información y la comunicación) ligadas a la informática y ancladas en el
nuevo paradigma del materialismo digital (Manovich, 2005). Para ello, en pri-
mer lugar, se analizan sus efectos materiales en las esferas tecnolocales incrusta-
das en los segmentos campesinos, estructuradas en comunidades campesinas
abiertas (Wolf, 1955), encapsuladas en la sociedad regional (Lomnitz, 1995) de
La Ciénega, Jalisco (López Cortés, 2011, 2012 y 2013). Al mismo tiempo, se estu-
dia a los agricultores que producen para el mercado, conceptualizados socioló-
gicamente como “granjeros”, y conectados digitalmente a los oscilantes precios
de la bolsa de valores de Chicago. En este punto se analiza la inserción mutante
de la digitalidad mundial, a través de la penetración mediante las redes glo-
bales, en los niveles de integración local y regional (comunidades campesinas
y granjeras de San Miguel Zapotitlán, Jalisco), de la sociedad regional de La
Ciénega, en Jalisco.

Dicha investigación se hizo mediante estrategias etnográficas cualitativas,


como la observación participante en campo, la tecnografía, la etnografía y la
monografía. Se complementa con información cuantitativa sustentada en estra-

* Universidad de Guadalajara, Unidad la Ciénega, elisao@cuci.udg.mx


** Candidato a doctor en antropología, Universidad Ibeoramericana, ccessare@gamail.com

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tegias sociológicas, como la encuesta levantada en campo y, finalmente, con las estructuras de parentesco siguen siendo el soporte sobre el que se enmar-
los datos digitales obtenidos en la red. Estos nuevos medios de comunicación, can las actividades económicas y de producción agrícola (Palerm, 1997).
tanto digitales como a distancia (telecomunicaciones), implican una nueva
esfera interactiva de medios alternativos de comunicación tele-digital. Esto se El tipo de tenencia de la tierra de pequeña propiedad presenta características
materializa en nuevas tecnologías fusionadas con metalenguajes digitales los particulares: las porciones de tierra varían entre 3 y 10 ha, tanto de riego como
cuales dan forma a hardwares, softwares y redes tecno-digitales propias, tales de temporal, aunque en algunos casos excepcionales llega a 20 o 30 ha. En la
como telefonía móvil, conexiones a internet, televisión de cable, cámaras digita- unidad de economía doméstica de sustrato campesino la infraestructura mate-
les, conectividad, ordenadores (PCs, tablets, laptops), en las que las interfaces rial elemental (la estrategia fundacional) opera como un vehículo de supervi-
(acoplamientos hombre-máquina; en este caso digitales) resultan estratégicas. vencia social primario (Adams, 1977 y 1988), a partir del cual se articulan como
unidades operantes de consenso (y a través de redes de parentelas exten-
La estructura social de las comunidades campesinas/rancheras abiertas (en sas) con culturas económicas complementarias, mixtas y diversificadas, como
este caso, en los niveles locales de la región de La Ciénega, y en las socieda- estrategia económica pertinente (Long y Roberts, 2001). Una vez asegurado el
des regionales del occidente de México, en el estado de Jalisco) se presenta autoabasto alimentario económico de la unidad doméstica, se buscan exce-
a partir de la autoorganización de los procesos de trabajo en su forma origi- dentes y otras alternativas estratégicas para la organización del trabajo social
naria estructural campesina (Wolf, 1977; Palerm, 1981; Meillasoux, 1990), en en unidades de producción conectadas a la economía política de mercado,
la que la mayoría de los miembros de la unidad doméstica participan en las que generen recursos económicos para el consumo de otras mercancías, en
labores del campo como unidades de producción (Chayanov, 1974; Shanin, conexiones con la esfera de la economía política, tal como lo prevé la metodo-
1984; Plattner, 1989); donde predomina la forma de tenencia de pequeña pro- logía M-D-M. Tales mercancías son, en numerosas ocasiones, estratégicas para
piedad y, secundariamente, el ejido. La producción campesina primeramente el uso instrumental de las nuevas tecnologías de la comunicación, concomitan-
genera insumos para el auto-abasto doméstico económico, es decir, las uni- tes a flujos teledigitales crossover de información multipléxica supraterritorial,
dades domésticas aseguran de manera preminente los insumos energéticos sustentadas en las TIC y su otra esfera, las NTIC. Dado que ambas están ligadas
para la reproducción demográfica, bajo pautas estratégicas de subsistencia: a la informática, transforman la esfera de la heterocomunicación cultural en
la comida, como insumo energético. En este sentido, la plataforma de la capa- autocomunicación digital de masas; ello implica un nuevo proceso informático
cidad de sustentación (como recurso estratégico significativo) se orienta, pri- que articula la cultura local campesina con flujos globales supraterritoriales
mordialmente, a la reproducción de los ecosistemas y de los agroecosistemas de información digital de la sociedad red (Castells, 2009) y de la modernidad
para la producción estratégica de alimentos, con múltiples manejos ambienta- digital (Kirby, 2009).
les de amplio espectro (Harris, 1981 y 1982).
En términos teóricos, un espacio regional como nivel de integración es aquel
Al mismo tiempo, la capacidad de sustentación opera como plataforma cons- en el que se concreta una red de interacciones socioculturales diferenciadas,
trictiva ecológica en el dominio del despliegue regional del trabajo social y de pero complementarias entre sí. Se entiende por espacio regional de redes
los contextos civilizatorios para la autoorganización de los vehículos primarios culturales interactuantes, la vinculación y conexión de distintos niveles socio-
de supervivencia social, enmarcados en las esferas de la hetero-comunicación culturales interdependientes (nivel de articulación). Esto es, un tipo de eslabo-
cultural (modernidad analógica) y, recientemente, en la autocomunicación de namiento de culturas económicas diversificadas, mixtas y complementarias, en
masas (modernidad digital). Desde esta lógica de producción, la organización las que la espacialidad regional, a pesar de estar condicionada por los constre-
social del trabajo comienza en el núcleo doméstico y ello crea un sentido autore- ñimientos de diferentes ecosistemas, determina un sentido de autoreferencia
ferenciado de responsabilidades en cada uno de los miembros de la unidad de o de autoadscripción y circunscripción medioambiental localista. Las comuni-
producción campesina, que pueden desdoblarse conductualmente como uni- dades campesinas instrumentan diferentes estrategias de adaptación frente a
dades de producción (Chayanov, 1974; Shanin, 1984; Plattner, 1989) y los obliga las condiciones ecológicas del lugar (siempre cambiantes y contingentes). Su
a participar en las labores agrícolas de la parcela para poder tener derecho (retri- posición en esta red regional opera como un vehículo social de supervivencia
bución a partir de la reciprocidad cultural) a los alimentos básicos. En esta estra- primario, articulado económica y políticamente al eje nodal de la ciudad-regio-
tegia de organización del trabajo campesino, la producción está más orientada nal de Ocotlán. Al mismo tiempo, el funcionamiento de los procesos anteriores
hacia la conservación de las relaciones sociales de reciprocidad y redistribución opera el macroproceso de orden y desorden en los sistemas globales (Fried-
económica, operando sólo secundariamente las relaciones de mercado de la man, 1994). El desorden global opera mediante la sociedad-red a través de las
economía política (hay que anotar que las esferas de los mercados regional y firmas globales, de las firmas coaxiales mundiales.
global inciden más en la unidad doméstica). No obstante, en muchas situaciones

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PROBLEMATIZACIÓN DEL OBJETO DE ESTUDIO La articulación metodológica del modelo de Vertova con las sociedades regio-
nales de consumo, de clusters y de redes, en realidad implica, la web de la
En el modelo de sociedades regionales de Claudio Lomnitz (1995), la cultura sociedad red, como plataforma de la globalización supraterritorial de Scholte
de relaciones sociales, que ensambla a nivel local las culturas íntimas de clase, (2005). Por otro lado, ello permite articular los canales crossover de la sociedad
genera un nuevo modelo de integración comunicacional para la toma de deci- red con la circulación y flujos de mercancías, personas, servicios, productos,
siones estratégicas en la autoorganización de las estructuras de poder a nivel signos, símbolos e información de los procesos globales a partir de las trans-
local (del nivel de integración sociocultural de la sociedad regional, como uni- formaciones globales, planteada por autores como Held et al. (2002). Esta sería
dad operante o vehículo social de supervivencia). Éste se encarga del ejercicio la estructura profunda que conecta a la sociedad de la modernidad digital con
de la ideología local y la nueva coherencia lingüística (la autocomunicación de la sociedad-red, sustentadas en las TIC y las NTIC, ligadas a la informática. En
masas desplaza estructuralmente a la heterocomunicación sociocultural) de la este sentido la hiperrealidad, el ciberespacio y la virtualidad serían las esferas
comunidad campesina, como unidad operante o vehículo local de supervi- tecnoinformáticas de la nueva realidad digital (emanada del crossover de la
vencia social. Ello se da mediante la penetración de las TIC y su otra esfera civilización tecnotrónica y materializada en la modernidad digital), producto
las NTIC, ligadas a la informática. La nueva integración de la estructura social del contexto global de la autocomunicación de masas, que absorbe suprate-
se autorganiza a nivel local mediante las redes digitales globales crossover rritorialmente a las culturas predigitales de la heterocomunicación civilizatoria.
(sociedad red) de las firmas con series de conexiones mundiales (globaliza-
ción y mundialización). Las sociedades regionales se convierten en regiones Metodológicamente, lo anterior significa que, para abordar las redes supra-
abiertas transfronterizas por la supraterritorialidad global y las redes digitales territoriales de conexión inter-regiones, se debe ir más allá no sólo de la terri-
penetran mundialmente todas las sociedades regionales (las periferias y semi- torialidad, donde están anclados Fábregas y De la Peña, sino también de la
periferias en el modelo de Wallerstein), las cuales, conectadas a la sociedad- etnografía multisitios de George Marcus y de los enfoques de la transnacio-
red crean una red mundial coaxial de conexiones, o como dijera Adams, una nalidad. Y a su vez intentar abordar la globalidad con múltiples etnografías de
red de la expansión humana. abordaje global en sociedades regionales estratégicas, para ver los nodos de
redes que permitan el análisis monográfico de las conexiones y articulaciones
Esta investigación parte de múltiples perspectivas etnográficas elaboradas a interregionales y su comparación etnológica posterior.
partir de la antropología social. Para el abordaje del ensamble o acoplamiento
entre las sociedades regionales con la globalización, Giovanna Vertova generó El segundo aspecto del modelo permite explicar los gaps tecnológicos en
el modelo de sociedades regionales abiertas aterritoriales, con elementos y las periferias del moderno sistema mundial, dependientes del consumo de
enfoques supraterritoriales (Vertova, 2006). Dicha propuesta permite incluir tecnologías-mercancía globales. La conexión hacia las esferas globales pasa,
con los enfoques de la globalización de Held et al. (2002), la sociedad red de necesariamente, por el consumo de tecnologías diseñadas en los núcleos de
Castells (2009), la era del acceso a la nueva economía, la globalidad geopolí- innovación tecnológica, que emanan del tecnopolio informático de las firmas
tica de Ikenberry (2001) y la supraterritorialidad crossover de Scholte (2005). mundiales y sus redes globales, y que penetran en las sociedades regionales
Giovanna Vertova define a la sociedad regional abierta como la esfera de arti- de las periferias y semiperiferias de la economía mundo.
culación de regiones económicas núcleo con otras regiones económicas peri-
féricas, tanto de producción, mercado y consumo, de las plataformas virtuales y Se escogió la comunidad de San Miguel Zapotitlán por su carácter de uni-
de redes. El trabajo de Vertova plantea la imposibilidad de la insularidad de las dad operante (Adams, 1977) y vehículo social de supervivencia (Adams, 1988).
regiones, debido a las conexiones con las redes estructurales supraterritoriales Fenómeno a partir del cual se puede observar el ensamble o acoplamiento
de la globalización, sustentadas en las TIC, y las NTIC, ligadas a la informática. tecnoinformático entre las nuevas tecnologías y las redes digitales de las fir-
Su eficacia radica en su inclusión en la coaxialidad global supraterritorial, lo cual mas globales (Castells, 2009) y, sobre todo, las conexiones con la era de acceso
nos lleva a ensamblar las sociedades regionales abiertas de consumo, las socie- (Rifkin, 2000). Ello indica que es un campo legítimo y novedoso de investiga-
dades cuasi-regionales de clusters, las sociedades regionales de redes y las ción, el cual nos dará el contexto de conexión entre actores red informáticos,
regiones virtuales. Lo que deja atrás el enfoque de De la Peña y Fábregas para unidades domésticas y fases palermianas, en una primera etapa. Se estudia
las sociedades regionales territoriales del moderno sistema mundial, o sea, la incrustación de los artefactos analógicos y teledigitales en los espacios del
enfoques fundamentados en disciplinas históricas dentro del moderno sistema hogar de la unidad doméstica, para ver las conexiones sustentadas en las TIC y
mundial. Estamos en desacuerdo con los modelos de enfoque aterritorial y des- NTIC, entre economía doméstica, economía política y economía de la comuni-
territorial de Michael Kearney (1995), por estar rebasados por los enfoques de cación, la era del acceso y el materialismo digital (hardware, software, networks,
Ikenberry (2001), Scholte (2005), Lewellen (2002) y Friedman (1994).

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digital networks), así como entre economía doméstica y culturas íntimas de mente a nivel local los flujos permanentes de comunicación, aculturantes, des-
clase y sus articulaciones en la esfera de la cultura de las relaciones sociales. contextualizantes de las industrias culturales transnacionales, multinacionales,
En tercer lugar se analizará el despliegue de las tecnologías digitales en los mundiales y sus redes globales (López Cortés y Becerra, 2007: 13).
contextos de trabajo para la producción, la distribución, el intercambio y el
consumo de las unidades de producción en el agro (esfera de la producción Aun en sus versiones más avanzadas, el análisis regional no ha logrado más que
agrícola de alimentos en la economía política). En cuarto lugar, se estudian los una demostración de su posible relevancia para explicar fragmentariamente
espacios lúdicos de interconexión entre las clases sociales, o sea, los espacios algunas características culturales de ciertos grupos en determinadas regiones
de la cultura de relaciones sociales a nivel local y su interacción informática con (Lomnitz, 1995: 33-34). La teoría cultural ha padecido de otros problemas en lo
la ideología local de la economía política. que se refiere a la cultura regional: un alto porcentaje de los estudios cultura-
les enfoca cuestiones de discurso y retórica y se desentiende del problema de
HIPÓTESIS la producción cultural en el espacio social. Tanto los estructuralistas como los
postestructuralistas y los posmodernos adolecen de tales limitaciones (Lomnitz,
La nueva integración sociocultural en las estructuras sociales de las comunida- 1995: 34). Cuando Lomnitz aborda el problema conceptual de las regiones cul-
des campesinas se desplaza de la heterocomunicación sociocultural a la auto- turales, económicas y administrativas, define como “cultura regional” a aque-
comunicación crossover de masas, mediante el uso instrumental de las TIC. Las lla cultura internamente diferenciada y segmentada que se produce a través
comunidades campesinas y farmers adaptan los cambios tecnológicos digita- de las interacciones humanas en una economía política regional. Los diversos
les sustentados en las TIC y las NTIC ligadas a la informática; pero no cambia la “espacios culturales” que existen en una cultura regional pueden analizarse en
base económica, porque las tecnologías y los procesos económicos no avan- relación con la organización jerárquica del poder en el espacio. Además, una
zan al mismo ritmo. Hay una constricción sociocultural de la tecno-economía cultura regional implica la construcción de marcos de comunicación dentro
de la unidad doméstica hacia los new-media. Existen constreñimientos estruc- y entre los grupos de identidad, marcos que a su vez ocupan espacios. Las
turales que constituyen los límites de inacción o ineficacia de los new-media. implicaciones espaciales de las ideologías, de los sistemas de control político
y de producción y circulación económica no se traslapan de manera exacta.
Las culturas regionales están cambiando constantemente por el hecho de Por lo tanto, una cultura regional, con sus grupos de identidad y sus marcos
crearse con base en poblaciones culturalmente diversas a las que el poder de de comunicación, no es exactamente predecible a partir de la lógica espacial
una clase dominante fuerza a interactuar entre sí. En cada momento, al correr compuesta de ideología, administración pública y economía (Lomnitz, 1995:
del tiempo, se puede observar la coexistencia de culturas íntimas residua- 39). Los signos generalmente circulan dentro de las fronteras de los sistemas
les, dominantes y emergentes, así como de las correspondientes ideologías económicos y políticos regionales.
localistas. La cultura de las relaciones sociales cambia a través de todas estas
transformaciones (Lomnitz, 1995: 57). Lomnitz emplea el concepto de “cohe- Se crea a nivel regional una nueva red de relaciones simbólicas locales, que se
rencia” al referirse al grado en que las instituciones culturales (y las creencias comunican desde un centro dominante, económico y cultural a las localidades
producidas en el contexto de tales instituciones) son mutuamente referencia- subordinadas, que constituyen una sociedad regional. Puede ser también un
les y compatibles. Una cultura regional emergente depende de las diferencias centro global de autocomunicación crossover o un núcleo regional de hetero-
entre dos o más estados respecto de los distintos procesos de su reproducción. comunicación; a su vez, también se crea una nueva serie de sincretismos loca-
Por esto es importante tener presente la diferencia entre “región de poder”, que les en la cultura de la región, a partir de la matriz de la transfiguración cultural
es una región organizada por el poder de una clase dominante, y “hegemonía”, (telos generador de los valores-meta, la cosmovisión y la memoria regional).
que es una estructura institucionalizada de marcos interaccionales, ideologías Al mismo tiempo que se expropian (alienan) los símbolos locales por los
localistas y culturas íntimas que dan margen para el consenso en torno a un grupos dominantes, se transforman en símbolos regionales, como si fueran
régimen particular. La hegemonía es un producto negociado que involucra representaciones emblemáticas nacidas en la cultura local, pero introducidas
los intereses de todas las élites en un espacio nacional (Lomnitz, 1995: 61). por la élite regional, y que reestructuran nuevamente el telos y la memoria
En este sentido, existen clases para sí, organizadas a escala estatal; y clases local. Las regiones culturales que operan en el campo social de la heterocomu-
en sí, definidas globalmente. La síntesis que propone Lomnitz puede hacerse nicación territorial local autorreferenciada frente al proceso de enclaves de la
desde la perspectiva etnográfica. Las sociedades regionales son la plataforma mundialización supraterritorial crossover, se convierten parcialmente en regio-
de las escenas culturales y de las subculturas. La subcultura regional, mediante nes abiertas transfronterizas donde las fronteras locales son porosas y laxas; son
la escena local, reproduce el patrimonio intangible, reterritorializando cultural- fronteras fragmentadas, con porosidad regional (Vertova, 2006), conectando
(crossover), a su vez, los niveles de integración local, regional, nacional, transcon-

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tinental y global mediante niveles de articulación mentalística, pero creando el Salto (firmas axiales de Holdings transnacionales globales), en la zona indus-
series de incompatibilidades sistémicas. trial de la ciudad de Guadalajara. Este tipo de configuración autoorganizativa
de la economía local responde a una nueva dinámica de patrones regiona-
CONTEXTO LOCAL DE LA INVESTIGACIÓN les enmarcados dentro de una pluralidad de economías mixtas diversificadas
complementarias, que constantemente se articulan a diferentes procesos cam-
San Miguel Zapotitlán es un pueblo urbano con una población “mestiza” de biantes, que rigen las lógicas ocultas de las economías capitalistas digitales de
2,056 personas (INEGI, 2010). Se ubica en la parte centro-oriente del estado los mercados globales sustentadas en las TIC. Ello quiere decir que la socie-
de Jalisco, pertenece al municipio de Poncitlán y cuenta con diversas conexio- dad regional de La Ciénega está bajo la impronta de la economía mundial y
nes viales con la ribera norte del lago de Chapala y la región de La Ciénega— de la coaxialidad mundializante crossover, así como del desorden global de las
sobre todo en la parte jalisciense—. El pueblo está extendido a ambos costados oscilaciones económico-financieras y sus subsecuentes efectos supraterritoria-
de la carretera federal número 45, en el tramo Guadalajara-La Barca, que cruza les en búsqueda de la riqueza y el plusvalor.
La Ciénega de Jalisco. El tamaño de la población y la concentración semi-dis-
persa en la distribución de las casas y tecnologías permiten la observación de En ese sentido, los medios de comunicación masiva y los medios de autoco-
los diversos grupos sociales en un espacio geográfico relativamente pequeño, municación digital, así como de las telecomunicaciones, permiten a los distin-
con un patrón de asentamiento semi-nucleado (tal como se desprende de tos actores red y agentes económicos y sociales informarse permanentemente
las notas etnográficas de Rubén Díaz, obtenidas en San Miguel Zapotitlán en (las veinticuatro horas, en inglés), acerca de las oscilaciones de los precios glo-
2013). Es uno de los pueblos “mestizos” conformados por múltiples poblacio- bales del maíz en la bolsa de valores de Chicago, una cuestión estratégica para
nes de católicos agricultores campesinos y rancheros, con importantes flujos la venta del maíz por medio de contratos mercantiles formales, con las firmas
migratorios hacia diversas localidades de Estados Unidos y hacia diferentes coaxiales de la economía capitalista, enmarcada en la modernidad digital glo-
regiones de México, desde hace más de un siglo. Este proceso de movilidad bal sustentada en las TIC. Entonces, las telecomunicaciones digitales crossover
transfronteriza propició que, desde finales del siglo XIX, exista una presencia —ligadas a las interfases constreñidas por los mensajes de los metalenguajes
importante de iglesias evangélicas venidas de Estados Unidos que convirtie- digitales, enmarcados en las plataformas de la hiperrealidad y el ciberespa-
ron a San Miguel Zapotitlán en un importante enclave posdecimonónico. cio en los ordenadores— son una cuestión estratégica central y global para la
información estratégica clave y la comunicación entre los diferentes grupos
A partir de la división creada por la carretera, se crearon dos mitades territo- sociales que constituyen la comunidad y las unidades domésticas de la socie-
riales: arriba, en el somontano y la montaña boscosa, la propiedad de la tierra dad local de San Miguel, pero también para las dinámicas comunicativas de
se registra como comunidad indígena —sin embargo, no hay indígenas—, que los jóvenes en el país y hacia la arena global, como niveles autoorganizativos
es la esfera fenomenológica de una comunidad invisible. Abajo, rumbo al río, de integración y articulación y sus respectivos procesos mentalístísticos auto-
la propiedad es ejidal. Sin embargo, no existe una correspondencia homoló- rreferanciados mediante verbalizaciones culturales emic.
gica exacta con grupos sociales similares, ya que la cultura de las relaciones
sociales a nivel simbólico tiende a dos grandes polos, sin intersticios o lindes San Miguel tiene una localización generada ecológicamente por la región
mentalísticos intermedios. Existe también el tipo de tenencia de la tierra deno- nodal de La Ciénega de Jalisco. Dentro de la circunscripción espacial
minada como pequeña propiedad, incrustada estructuralmente en la propie- medioambiental, colinda hacia el noreste con la región de los Altos de Jalisco;
dad ejidal. El ejido cuenta con una predominante infraestructura hidráulica la circunscripción ecoacuática, con el lago de Chapala, hacia el sur; y, sobre
y una pequeña red de canales de riego que está conectada a los tipos de todo, la circunscripción social, hacia el noroeste, con la zona metropolitana de
cultivo, pero que mediante el aura fenomenológica de las inter-fases binarias Guadalajara —y su hinterland—. Hacia el este, con el paisaje urbano de la ciu-
transnacionales se conecta digitalmente con la bolsa de valores, en Chicago, dad de Ocotlán —y su hinterland— nos da otra circunscripción social, pero con
mediante la telecomunicación digital acompañada de las TIC y las NTIC. múltiples lindes e intersticios socio-espaciales y diversos paisajes ecológicos.
Éstos, a su vez, se articulan con la sociedad regional que comprende, a escala
Las unidades domésticas productivas (en este caso unidades operantes) se geográfica, espacios territoriales compartidos con los estados de Jalisco y
ensamblan con la economía política de mercado mediante la venta de mer- Michoacán, como vehículo social regional de supervivencia social, en muta-
cancía-trabajo a nivel local (a través de dominios jerarquizados de integración ción hacia ser vehículo tecnoinformático en algunas articulaciones coaxiales,
local), principalmente con la fábrica Loma Alta de San Miguel Zapotitlán (firma debido a la inmersión de los niveles locales, tanto en las retículas digitales
coaxial, con ensambles globales), empresas muebleras del área de Ocotlán como en el contexto coaxial de la modernidad global, anclada en el tecnopo-
(red coaxial regional) y ensambladoras de terminales electrónicas ubicadas en lio informático mundial de la sociedad de la información.

238 239
La ecología cultural de San Miguel está constreñida por la cuenca hidroló- las economías múltiples campesinas locales a la economía capitalista regional
gica conocida como Lerma-Santiago-Chapala, pero este tipo de constricción y mundial, y su concomitante desorden global supraterritorial crossover, las
medioambiental no determina de manera directa las diversas estrategias cuales son complemetarias sólo parcialmente por no ser estructuras económi-
adaptativas o las pautas de organización del trabajo social, mediante las cua- cas homológicas.
les el ecosistema y los nichos agrícolas son permanentemente reconfigurados
por la estructura de la economía política regional en su permanente proceso En San Miguel Zapotitlán, la cultura íntima de las clases se estructura por la dife-
de adaptación agroecológica hacia los mercados mundiales. La mayoría de rencia entre las pequeñas élites (que oscilan hacia el mercado de clases global,
las parcelas ejidales que se encuentran en el valle del Lerma-Santiago cuentan centrado en la bolsa de valores de Chicago), tanto de raíz católica ligadas al
con un sistema de riego que desvía las aguas del río para humedecer la tierra PRI como de minorías políticas conectadas con el PAN. A nivel de cooperación
con el objetivo de sembrar trigo, cuando no se produce maíz, lo que implica económica, los empresarios de San Miguel de la Paz (la otra comunidad estu-
una estratégica rotación diacrónica estacional de cultivos de amplio espec- diada) alquilan cosechadoras eléctricas y camiones de carga a los agricultores
tro. Arriba, en el somontano, y cerca del asentamiento semi-nucleado, en los de San Miguel Zapotitlán desde hace una década. La influencia empresarial
corrales o “ecuaros” de policultivos, se siembra maíz, frijol y calabaza (práctica alteña se irradió a la región de La Ciénega por el canal de San Miguel Zapo-
agroecológica con tendencia a desaparecer), y también se cultivó, en décadas titlán, aunque los de la religión católica no son tan radicales como los alteños.
pasadas, café. Esto implica un proceso de adaptación agroecológica multini- Una minoría de agricultores muestra simpatía por el PRD y actualmente por el
veles en varios pisos ecológicos, que son origen de constricciones ecológicas nuevo partido político Morena; incluso algunos de estos líderes son miembros
muy específicas y generadoras de múltiples pautas de trabajo, lo que puede de iglesias evangélicas. La cultura de las relaciones sociales implica interac-
englobarse como constricción ecológica de la esfera económica. No obstante, ciones centradas en los contratos de compraventa de productos agropecua-
a la fecha este tipo de huertas son relativamente escasas, debido a la prolife- rios y está ligada a los flujos migratorios desde la época de don Porfirio, a
ración de los monocultivos, los cuales han desplazado a los policultivos de fines del siglo XIX. La ideología local es transgeneracional anticristera, ya que
autoconsumo y a la ganadería. desde tiempos decimonónicos llegaron evangelistas norteamericanos, quie-
nes crearon en la comunidad una escuela con grados de primaria, secundaria,
Esto nos habla de un acelerado proceso de expansión de las redes coaxiales bachillerato y estudios teológicos universitarios y de inglés, sólo comparables
de la economía política capitalista global enmarcada en la modernidad digital, con los de la Ciudad de México, pero que han coexistido, no siempre pacífica-
las múltiples conexiones que influyen sobre las unidades de producción de las mente, con el catolicismo cultural regional. Con la guerra cristera se destruyó la
esferas domésticas locales e imponen la estrategia comercial del monocultivo. escuela y los profesores misioneros regresaron a Estados Unidos. En la guerra
Esto a pesar de la que energía agro-acuática de las infraestructuras hidráulicas cristera, la mayoría de los católicos de la comunidad no apoyaron a los criste-
genera permanentes procesos de erosión hídrica y eólica, además de la con- ros. La influencia evangélica hizo que la Iglesia católica, desde la comunidad
taminación generada por el uso de insecticidas, herbicidas y fungicidas, toda de San Miguel de la Paz, creara una escuela de monjas coordinada desde Pue-
vez que las plagas atacan a los monocultivos inducidos por el mercado, lo que bla, la que ejerció gran influencia evangélica en esa comunidad.
significa una articulación local mediante ensambles con las firmas capitalistas
coaxiales, indicadoras de la expansión del desorden sistémico global. Ello dejó un capital cultural con visión bicultural, cosmopolita, empresarial y
con enclaves locales en ciudades como Los Ángeles, San Antonio y, posterior-
Al mismo tiempo, el rompimiento de los ritmos de ensamble ecológico de la mente, Chicago. Los flujos migratorios estructurales a Estados Unidos hicieron
estructura social y de los patrones económicos implica desfases en la estabi- que muchos migrantes tuvieran hijos allí y que varios de ellos regresaran a
lidad del ensamble de las inter-estructuras en la esfera ecológica, ya que las México y viajaran entre ambos países. Por eso la comunidad de San Miguel
nuevas pautas tecno-económicas inducidas implican mutaciones ecológicas Zapotitlán es culturalmente un enclave cultural estadounidense, sobre todo en
regresivas y, por lo tanto, medioambientales irreversibles. Esto se debe a que la visión empresarial de los negocios, incluyendo los agrícolas; pero también
la introducción de monocultivos y semillas mejoradas, que afectan la capa- alberga “inmigrantes” de la Ciudad de México, que se han incrustado en la
cidad de sustentación ecológica (con múltiples problemas de degradación comunidad principalmente como traileros o en pequeños talleres de picahie-
y contaminación, plataforma eco-energética de múltiples gradientes de los los. Por ello, la comunidad es relativamente cerrada hacia sus vecinos locales
agroecosistemas en extinción, lo que genera diversos procesos entrópicos) y regionales y, en cambio, muy abierta hacia las influencias norteamericanas.
por la expansión irreductible de los monocultivos comerciales, bajo las lógicas A nivel cultural, entre ciertos sectores de la juventud no se escucha tanto “la
de conexión del mercado capitalista enmarcado en la modernidad digital. Lo música de banda”. Por otro lado, abundan los fans de estilos musicales ligados
anterior es también un indicador preciso de la diversificación y articulación de al género del rock y el ska. Se escuchan el hard rock, el heavy metal, el punk,

240 241
el grunge y el rock alternativo; son muy populares grupos como Metallica, descontextualizantes, híbridos y multiculturales. En el nivel local, hacia las cul-
Sex Pistols, The Clash, Black Sabbath, Judas Priest, AC/DC, Nirvana, Pearl Jam, turas populares en las sociedades regionales. En las periferias y hacia la cultura
Soundgarden e incluso Rage Against the Machines. racional-humanista, en los núcleos globales y sus periferias, las cuales quedan
parcialmente desconfiguradas y deslegitimadas en las culturas de las relacio-
Por ello en la década de 1990 se ubicaron en el municipio de Poncitlán varias nes sociales y de las íntimas de clase debido a los procesos polifolkdescéntri-
firmas estadounidenses de fabricación de ropa, las cuales contrataron cien- cos de baja resolución, generados por los flujos crossover supraterritoriales
tos de obreros de San Miguel Zapotitlán, e inclusive directivos, pero colap- descontextualizantes, multiculturales, híbridos y generadores de procesos
saron por la crisis económica de fines de siglo. A principios del siglo XXI, polifolkdescéntricos de baja resolución (Pérez, 2012).
una firma judía agroindustrial, Argaman, se instaló a un lado de San Miguel
Zapotitlán, manteniendo fuertes conexiones con el mundo global. La tecnifi- Sin embargo, la cultura mainstream globalizante multicultural de masas,
cación del cultivo de jitomate con hidroponia y otros procesos tecnológicos anclada en la supraterritorialidad digital mediante los niveles de integración
de la empresa Argaman supuso el contrato de los excedentes de mano de social y articulación mentalística crossover (en este caso digital) transforma y
obra de la comunidad. Esto es, personas que no contaban con terrenos eji- erosiona polifolkdescéntricamente a las culturas regionales, las que, al per-
dales o pequeña propiedad ni ganado, pero tenían experiencia como jorna- der la territorialidad y su fuerza socializadora autorreferenciada, dejan a los
leros estacionales. Como a nivel local no existía cualificación tecnológica, los individuos, en el nivel regional o de las múltiples regiones particulares, en una
directivos y supervisores que manejaban las tecnologías de la empresa no indefinición cultural/mentalística/psicológica desconcertante. Los aliena de la
eran de la región. Debido a la inseguridad regional, la comunidad es cerrada heterocomunicación local territorial y los arroja al ciberespacio virtual de la civi-
hacia lo local, aunque, paradójicamente, también era empresarial, transna- lización del espectáculo supraterritorial efímero, en la esfera de la autocomu-
cional, bicultural y global. nicación supraterritorial crossover descontextualizadora de masas. Es decir, la
integración moral, mental y cultural, de la que habían hablado los primeros
ANÁLISIS DEL CAMBIO SOCIOCULTURAL: A MODO DE REFLEXIÓN FINAL sociólogos, como por ejemplo Spencer y Durkheim y aun los estructural-fun-
cionalistas británicos, se debilita al ir apareciendo marcos referenciales y sim-
Una opción para explicar el fenómeno de las yuxtaposiciones intraculturales bólicos en permanente conflicto, desde la hibridación/confusión incrustada y
regionales del campo social es la existencia múltiple dentro de la globaliza- la multiculturalidad forzada. Así, se enfrentan la heterocomunicación regional
ción crossover supraterritorial. Actualmente funcionan cuatro tipos de cultura, autorreferenciada territorial (transfiguración cultural) y la globalización suprate-
contrapuestas y divergentes, entre ellas, a nivel mundial: la cultura racional- rritorial descontextualizante (cuyos efectos se manifiestan en múltiples proce-
humanista, la cultura popular, la cultura de masas y la cultura crossover global sos polifolkdescéntricos locales, pero ligados a niveles de articulación digitales)
(Muñoz, 2005). Esta última anclada y sustentada en las TIC y en las NTIC en propias de la autocomunicación global de masas en la sociedad-red (con una
permanente transformación hacia la cultura de masas y la cultura global, que contradicción, a su vez, entre modernismo digital idiográfico y posmoderni-
se irradia (crossover) desde los núcleos sistémicos (ciudades globales) de la dad multicultural ideográfica). Todo el proceso anterior se enmarca en los flu-
economía-mundo (sociedad de la modernidad digital anclada en ciudades jos no lineales del desorden global y su transformación desestructurante de las
globales y en la era del acceso a la nueva economía) con una contradicción regiones sociales, económicas y digitales. La transfiguración cultural autorrefe-
entre modernismo digital idiográfico (sustentado en las nuevas tecnologías renciada regionalmente es el mecanismo cultural popular local de las culturas
de la información) y posmodernidad multicultural ideográfica. Esto significa regionales, frente a la globalización supraterritorial descontextulizante.
que la modernidad digital se difunde desde las firmas mundiales por las redes
globales y mediante los flujos crossover descontextualizantes y transcultura- Se podría adelantar que la globalización-mundo —utilizando la terminología
les, a través de los niveles de articulación mentalística irradiados desde la cul- conceptual de Immanuel Wallerstein—, conduce de un modo evidente hacia
tura global supraterritorial. Para ello, aquélla retoma la cultura de masas en las el desconcierto constante (hibridación multicultural polifolkdescéntrica) de los
regiones de las ciudades globales. Todo el proceso mundial opera mediante contextos de interacción, desde el punto de vista individual como del colec-
los tecnopolios informáticos digitales y sus plataformas electrónicas de los tivo, tanto en los niveles locales y regionales, como entre la cultura popular,
nuevos medios electrónicos digitales (hiperrealidad o ciberespacio), que con- la cultura neopopular eléctrica, electrónica, analógica y digital, en transición
forman nodos crossover de autocomunicación de la sociedad red, que eclip- hacia la cultura de masas; y entre la heterocomunicación social-regional y la
san digitalmente a las sociedades regionales. Desde la modernidad digital y autocomunicación digital global crossover (y sus esferas mainstrem del espec-
el acceso a la nueva economía, ellos impactan mediante las redes globales. táculo), sustentada sobre todo en las redes digitales supraterritoriales de las
Supraterritorialmente lo hacen mediante flujos supraterritoriales crossover TIC y las NTIC (Kirby, 2009).

242 243
La falta de relaciones entre una cultura popular humanista y una economía rales descentralizados/descontextualizados. Es decir, una serie de categorías
construida sobre las nuevas pautas de supraterritorialización crossover trans- conceptuales que no necesariamente tienen contenidos epistemológicos ni
culturante multicultural híbrida, de múltiples sincretismos flotantes inconclusos teóricos estrictamente definibles (Pérez, 2012).
(aparente desterritorialización local, regional, nacional y transcontinental) pro-
voca una peligrosa y preocupante desorganización simbólica de las sociedades Al mismo tiempo, lo polifolkdescéntrico se reproduce socialmente por la prác-
en su conjunto mundial. Ello se manifiesta tanto en las sociedades regionales tica del consumo global, que genera identidades culturales inauténticas en
como urbanas. En estas condiciones, el “multiculturalismo” (y su consecuente contextos culturales específicos. En otros contextos se configura la autentici-
hibridación/confusión) no deja de ser sino el argumento ideológico que encu- dad de las identidades culturales desde afuera de los contextos donde origi-
bre el dominio absoluto de una transnacionalización crossover supraterritorial nalmente tendrían su “referente de origen”, lo cual equivale a una pérdida de
de los valores que generan las identidades de los ciudadanos globalizados y referentes de heterocomunicación local, ante flujos supra-territoriales digita-
donde la fragmentación es ideal para el consumo segmentado de las merca- les de “autocomunicación de masas”. Es un nuevo proceso digital alienante,
derías digitales de la sociedad global del espectáculo y la subsecuente plane- donde cualquier referente de autenticidad cultural queda eclipsado por las
tización, mediante los flujos supraterritoriales descontextualizantes de la redes dinámicas de los mercados globales en los que la circulación y venta de las
digitales globales. Sin embargo, esta globalización supraterritorial opera en mercancías define los deseos del consumo de cualquier objeto cultural, inclui-
dos arenas: la del moderno sistema mundial y la de la sociedad red, aunque dos todos aquellos que virtualmente no pueden ser mercantilizados, pero que
ensambladas por la sociedad de la modernidad digital soportada por las TIC. conllevan a la sociedad del espectáculo.

Sin embargo, muchas de las culturas populares locales resisten mediante la La transfiguración cultural regional es el mecanismo cultural frente a la globa-
transfiguración cultural (Ribeiro, 1970) a los flujos globales supraterritoriales lización polifolkdescéntrica crossover emanada de los núcleos globales digi-
crossover polifolkdescéntricos, en los niveles mentalísticos de articulación. Las tales, mediante flujos supraterritoriales crossover de hibridación/confusión
sociedades regionales pueden estar parcialmente al margen de la cultura glo- sustentadas en las TIC y las NTIC, ligadas a la informática.
bal o del consumo del mercado mundial o la industria cultural global, pero el
control de los recursos informáticos estratégicos queda en manos del tecno-
polio informático mundial, ya que la autocomunicación de masas subordina la
heterocomunicación cultural regional y local.

El campo polifolkdescéntrico (anclado en la sociedad red y la modernidad digi-


tal) es un proceso comunicacional crossover que refiere a las cadenas digitales
de significantes-significados, creadoras de imágenes difusas que se esfuman
de la mente del sujeto; en el proceso de interfaz se sustituyen los procesos
informáticos de hetero-comunicación cultural por mecanismos sistémicos de
la cibernética y la autocomunicación de masas: do low resolution alienante. Se
le pide al individuo el menor esfuerzo para cuestionarse acerca de los nue-
vos (des)órdenes globales en los que se genera el contexto para, mediante el
predominio de las imágenes, obtener una baja resolución de construcciones
mentalísticas que le expliquen el mundo que habita.

La reinterpretación psicoanalítica de preguntarse acerca de estar-en-el-mundo


queda reducida a una falsa réplica de retóricas posfilosóficas de un desgas-
tado y erosionado paradigma multicultural/fragmentado/digital/posmoderno,
que es reapropiado por las élites intelectuales de la periferia y las regiones
carbón, y redefinido por las culturas de masas en ambientes artísticos poli-
folkdescéntricos, cuyo sentido remite a una multiplicidad de referentes cul-
turales transfronterizos/supraterritoriales que son compartidos mediante la
combinación/fusión del flujo descontrolado crossover de códigos cybercultu-

244 245
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246 247
LOS HUMEDALES DEL SUROESTE DE TLAXCALA, ¿EXTINCIÓN mente productivo y amigable con el ambiente, pero al cual se observa —desde
O SUPERVIVENCIA? UNA LECTURA DESDE LOS SISTEMAS esas lecturas— en proceso de franca decadencia y extinción.
ALEJADOS DEL EQUILIBRIO
De acuerdo con Gliessman (1999) se trata de un sistema tradicional de cul-
Pedro Antonio Ortiz Báez* tivos altamente intensivo, basado en callales72 y plataformas, donde se da el
Miguel Ángel García Castillo** manejo de represas con abonado cada tres años con agualodo y hojarasca del
agua, combinado con el uso de abono animal y el manejo de patrones de rota-
RESUMEN ción de distintos cultivos (maíz y calabaza, entre otros) y de los cuales, afirma
Gliessman, no se conocen todavía sus bases ecológicas. Según González (s/f: 1),
El artículo tiene como punto de partida las experiencias de investigación obte- este sistema agrícola:
nidas en un reciente estudio sobre los humedales del suroeste de Tlaxcala, en
el que pretendíamos determinar la supervivencia o extinción de ese sistema Dicha investigación se hizo mediante estrategias etnográficas cualitativas,
productivo. Los datos contradictorios obtenidos en campo nos condujeron como la observación participante en campo, la tecnografía, la etnografía y la
hacia un cuestionamiento de algunos fundamentos del enfoque de agroeco- monografía. Se complementa con información cuantitativa sustentada en es
sistemas y a hacer una nueva lectura de ellos con base en principios que se
desprenden de la termodinámica de sistemas alejados del equilibrio. Se argu- […] combina largas franjas de tierra y plataformas que corren en sentido
menta que, desde esta perspectiva, la noción de “agroecosistema” adquiere transversal al curso de los ríos (Atoyac y Zahuapan). Las plataformas se sub-
nuevos matices y nuevas posibilidades, siempre y cuando se le analice como dividen, a su vez, en franjas para cultivo (melgas), en ocasiones separadas
un sistema abierto, en el que la cultura y la organización social tienen igual por zanjas que, muchas veces, están arboladas. De las aguas canalizadas
peso en las relaciones ecosistémicas, que la de las interacciones bióticas, quí- entre ambos ríos, deriva un sistema de canales mayores, menores y zanjas;
micas y físicas. los canales mayores corresponden al curso de los ríos canalizados y a los
que corren en dirección noroeste-suroeste de donde, y en línea recta, se
INTRODUCCIÓN deriva la red hidráulica de canales menores y zanjas. Los canales meno-
res llevan agua desde los mayores hacia bloques con varias parcelas, y las
Entre los años de 2009 y 2011 llevamos a cabo una investigación sobre los zanjas dirigen el agua hacia cada terreno y sus melgas en particular (riego
agroecosistemas de humedad del suroeste de Tlaxcala, que buscaba aportar por derrame).
elementos que ayudaran a identificar elementos novedosos en torno al debate
sobre la inminente extinción de esos sistemas productivos.71 Sobre los hume- Si bien esta caracterización puede tener variantes de uno a otro autor, está a
dales tlaxcaltecas y los sistemas agrícolas tradicionales que albergan existe tono con lo que en la literatura especializada se denomina como “agroecosis-
una amplia bibliografía (Luna, 1993; Robichaux, 1999; González, 1989 y 2008; temas de humedad”,73 es decir, formas de agricultura intensiva en áreas con
Gliessman, 1999; Wilken, 1969; Espinoza, 1998, Quintanal y Rivermar, 2014, inundaciones permanentes o estacionales, que dependen para su uso agrícola
entre otros) que da cuenta de las características y complejidad de un sistema
tradicional —con raíces antiguas que datan de la época prehispánica— alta-
72
La forma en que se usa aquí el concepto de callal refleja la ambigüedad con que se ha usado el
término en la literatura al respecto. Tanto González Jácome (s/f) como Robichaux (1999) lo usan
para denominar pequeñas parcelas de cultivo con acceso a riego y cercanas a (o alrededor de) la
* CIISDER, Universidad Autónoma de Tlaxcala, UAT, el negro y el rojo @gmail.com casa habitación; de allí el nombre de callal (de calli = casa, y atl = agua), lo que indicaría un patrón
** Egresado de la Maestría en Análisis Regional, CIISDER, UAT, migarcas@hotmail.com de asentamiento de caserío disperso. Pero este patrón está prácticamente ausente en las regiones
donde ellos lo describen (Teolocholco, en el caso de Robichaux; los humedales del suroeste, en el
71
La investigación formó parte del proyecto más amplio denominado “La cuenca del Zahuapan: caso de González). En ambas regiones, los asentamientos se ubican principalmente en las laderas
la región como sistema socioambiental complejo alejado del equilibrio”, que es un trabajo cole- de los cerros (salvo en algunos cuantos asentamientos como Michac y algunos barrios de Nativi-
giado entre docentes del cuerpo académico “Región y sistemas socioambientales complejos” y tas) y con un patrón de asentamiento concentrado y con una localización de las zonas de cultivo
estudiantes de la Maestría en Análisis Regional, del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en los valles planos e inundables de la parte baja.
sobre Desarrollo Regional (Ciisder-Mar) de la Universidad Autónoma de Tlaxcala. Las reflexiones 73
De acuerdo con Luna (1993), los sistemas tradicionales con manejo de humedad han sido anali-
de este artículo proyectan y discuten en otro nivel los datos y argumentos del trabajo de tesis de zados en la literatura especializada bajo distintas denominaciones: campos drenados (drained
maestría de Miguel Ángel García Castillo, denominado: Los humedales del suroeste de Tlaxcala: fields), campos de camellones (ridged fields), campos elevados (raised fields) y chinampas de
extinción o supervivencia. Análisis termodinámico del agroecosistema lechero en el piso de la tierra adentro. Todos estos conceptos describen agroecosistemas con semejanzas a los del hu-
cuenca Atoyac-Zahuapan, Tlaxcala. medal del suroeste de Tlaxcala.

248 249
de la construcción de plataformas elevadas sobre el nivel de la inundación, ganado vacuno, caballar, porcino, ovino y de aves de corral que crían en los
y que integran una gran red de canales y zanjas que permiten disminuir los patios de sus casas, en plena zona urbana. Los cultivos para el autoabasto se
efectos, tanto de las sequías como de las inundaciones propias de la estación mantienen ahora, aunque en forma un tanto marginal, sembrados principal-
de lluvias.74 mente en las tierras temporaleras y de menor calidad, ubicadas en las partes
altas de los cerros o en terrenos sin acceso a riego.
Según Gliessman (1999), los humedales de Tlaxcala son terrenos con cosechas
continuas y rendimientos registrados de entre cinco y siete toneladas (dato no Esto, pese a que el área de estudio se estableció siguiendo de cerca los criterios
corroborado en campo por nosotros), suficientes para resolver las necesida- con que Luna (1993) y González (s/f) delimitaron los humedales del suroeste,
des de abasto de la familia campesina y generar un excedente para su comer- esto es, terrenos pantanosos y con alto nivel del manto freático, irrigados por
cialización, por lo que en ellos la producción se orienta hacia el autoabasto en la confluencia de los ríos Zahuapan y Atoyac, en los límites entre Puebla y Tlax-
forma primaria, y hacia el mercado en forma secundaria. En esos camellones la cala. Para la confección de este artículo, hemos restringido la región básica-
unidad familiar campesina deviene en la unidad básica de producción. mente a los territorios ubicados en esa área por debajo de la curva de nivel de
los 2,200 msnm, que corresponden a las principales zonas de cultivo de hume-
Pese a las virtudes culturales, productivas y ecológicas que esos autores asignan dad de los municipios de Nativitas, Tetlatlahuca, Zacualpan y Teacalco, que,
a estos sistemas tradicionales, González menciona que los callales se están a su vez, constituyen el núcleo del humedal del suroeste de Tlaxcala. Dado
modificando y extinguiendo en forma acelerada, debido, entre otras cosas, a que los datos censales no están disponibles para el área que encierra la curva
dos hechos fundamentales: a) la creación del Distrito de Riego Número 56 por de nivel de los 2,200 msnm, para efectos estadísticos la región se amplió a la
la SARH, en 1947, en la parte alta de la cuenca Atoyac-Zahuapan, sistema que suma del total territorial de esos cuatro municipios. Las implicaciones de esta
transformó la parte norte de la cuenca, de zona de riego a zona de temporal, b) decisión fueron clave para los descubrimientos teóricos y metodológicos de
el proceso de industrialización del estado, cuya etapa contemporánea se ini- esta investigación.
ció a finales de la década de 1950 y que, por el tipo de industria que trajo a la
región, generó impactos de tipo ambiental (contaminación), demográfico (falta
de fuerza de trabajo permanente para mantener el sistema), económico (urbani- Figura 1. El humedal tlaxcalteca, ubicado por debajo de la curva
zación de las antiguas zonas cultivadoras y diferencias entre el precio de la tierra de nivel de los 2,200 msnm, en los municipios de Teacalco,
agrícola respecto de la urbana) y político (control del agua y de los campesinos Nativitas, Tetlatlahuca y Zacualpan.
que la utilizan). Con mayor o menor énfasis en algunos de esos componentes,
los autores que han descrito el humedal tlaxcalteca coinciden en que, como
tal, se encuentra en la etapa avanzada de un claro proceso de extinción.

Nuestra experiencia de campo nos mostró un panorama un tanto diferente,


a pesar de encontrar aquí y allá los mismos fenómenos que llevaron a esos
autores a concluir la inminente extinción del humedal. El cambio fundamental
por nosotros observado consiste en la sustitución del patrón de cultivos para
el autoabasto (maíz, calabaza y frijol) por un nuevo conjunto de cultivos forra-
jeros (alfalfa, trébol, ebo, avena y maíz-forraje) que, sin embargo, no inclinan la
balanza autoabasto/mercado hacia éste, puesto que los forrajes son utilizados
por los propios productores para la alimentación de sus pequeños hatos de

74
Wilken (1969) denomina a este sistema como “agricultura de campos drenados”, puesto que
desde su óptica el problema principal del suroeste de Tlaxcala es el mal drenaje, y la solución
universal a este problema es la zanja; es decir, el canal de drenaje. Sin embargo, Luna (1993),
González (s/f) y Gliessman (1999) sostienen que, dadas las condiciones ambientales de la zona, los
campesinos que trabajan en el agroecosistema tradicional de camellones en la cuenca del Atoyac-
Zahuapan hacen uso de canales no sólo como drenaje, sino también en términos de irrigación,
esto es: “con la finalidad de mantenimiento de niveles mínimos y máximos de agua” (Gliessman,
1999: 27).

250 251
En las descripciones de los autores que hemos venido citando, la presencia col como fertilizante, combinado con una gran variedad de esquilmos agrícolas,
de ganado mayor y menor entre las especies que se manejan en los callales es que también son usados como forraje complementario.76
algo que puede deducirse de los datos de uso de estiércol de origen animal
como abono. Pero es necesario hacer el ejercicio de deducción, porque esos Cuadro 1. Producción de estiércol en el humedal tlaxcalteca.
autores no conceden en sus descripciones un papel relevante al ganado en la
Total en el agroecosistema* Producción de estiércol**
estructura y funcionamiento del humedal. Para ellos (por ejemplo, Gliessman,
1999), lo que permite caracterizar a los humedales del suroeste de Tlaxcala No. de Kg diarios Aporte anual
como agroecosistemas (y en esa medida asignarles un papel virtuoso y amiga- Especie cabezas por cabeza en toneladas
ble con el ambiente) es el uso de patrones de rotación de cultivos, combinados Bovinos 3,525 5 6,433.12
con la así llamada “fertilización natural”, esto es, la extracción y utilización del Porcinos 3,147 0.450 516.89
agualodo como fertilizante, combinado con otros tipos de materia orgánica Ovinos 1,090 0.34 135.27
en proceso de descomposición que se acumulan en las zanjas. Es claro que se Caprinos 287 0.700 73.33
trata de un patrón productivo que fomenta la biodiversidad, facilita el manejo Aves 14,240 0.025 129.94
biológico de las plagas y contribuye a la estabilidad de los suelos, por lo que
Fuente: *Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, Delegación
resulta explicable que estos autores centraran su mirada en los componentes en el Estado. Subdelegación de Planeación y Desarrollo Rural (2008). En bovinos, para leche, carne
agrícolas del sistema y en las relaciones funcionales virtuosas que éstos ejer- y doble propósito; en ovinos, para carne, lana y doble propósito; en caprinos, sólo para carne; en
cen sobre el medio local. aves, para gallinas, gallos, pollos y pollas, tanto para la producción de carne como de huevo.
** Adaptado de Castellanos (1982) con excepción de lo referente a borregos. Los datos mostrados
por el autor corresponden a la Comarca Lagunera, en Torreón, Coahuila, México. Los valores para
Del uso actual del agualodo en la fertilización y conservación de suelos, nues- borrego se calcularon de acuerdo con lo establecido por el National Plant Food Institute (1993)
tra investigación no recogió ningún testimonio, por lo que es probable que, en para carnero (230-450 g diarios). Se tomó el valor promedio de 340 g de estiércol diario para
borregos.
efecto, sea una práctica en claro desuso en el humedal tlaxcalteca. En cambio,
cualquiera que atraviese la amplia red de caminos, carreteras y brechas que
lo recortan, puede observar, a cualquier hora del día, decenas de campesi- Así, el ganado de traspatio ha pasado a tomar un papel central en la continui-
nos que en carretas, mulas, burros, bicicletas o camiones transportan alfalfa dad y estabilidad del agroecosistema de humedad del suroeste de Tlaxcala, al
u otros forrajes desde el humedal hacia las partes altas, donde se ubican las mismo tiempo que es uno de los actores fundamentales de su transformación
zonas urbanas; y bajar, por los mismos medios pero en sentido contrario, los y evolución. Los campesinos del humedal, por su parte, han pasado de ser pro-
desechos digestivos del ganado, que servirán como fertilizante para los culti- ductores de granos y hortalizas para el autoabasto, con venta de excedentes
vos forrajeros del humedal. hacia el mercado, a pequeños productores de leche sin identidad ganadera77
y sin especialización productiva, y que tienden a combinar la producción agro-
Así, una descripción contemporánea de este agroecosistema debe tomar en pecuaria con labores en la industria, los servicios y el comercio.
cuenta que, como lo muestra el cuadro 1, su producción soporta y ofrece ener-
gía a alrededor de 3,500 cabezas de ganado vacuno, 3,500 de porcino, más Esta realidad arroja un panorama en el que la diversificación de las opciones
de 1,000 de ovino, cerca de 300 de caprinos y más de 14,000 aves de corral laborales cobra un papel cada vez más preponderante en los procesos de
permanecen estabulados en los traspatios de las casas-habitación de las zonas transformación y pervivencia del humedal, la emigración incluida. En el nivel
urbanas locales, ubicadas mayoritariamente en las laderas de los cerros. local, se busca empleo en la maquila textil familiar en comunidades aledañas
(Santa Ana Portales y Teacalco); en el regional, en las zonas fabriles y de ser-
Esa gran cantidad de ganado (a la que no hemos sumado las alrededor de 1,300 vicios de Tlaxcala y los alrededores del vecino estado de Puebla. Se emigra
cabezas de ganado caballar, mular y asnal, por no contar con valores de conver-
sión) produce aproximadamente 7,286 toneladas anuales de estiércol, que son
conducidas casi en su totalidad hacia las partes bajas e inundables, para que 75
Con excepción de lo correspondiente a borregos, el cálculo se realiza adaptando lo establecido
sirvan de abono en los productivos campos drenados, ahora reconvertidos al por Castellanos (1982) para la Comarca Lagunera, en Coahuila.
cultivo intensivo de forrajes. Una investigación de 2005 del Comité Estatal de 76
Según el National Plant Food Institute (1993: 134), la paja ayuda a reducir la pérdida de ni-
trógeno contenido en el estiércol, y permite que en cuatro meses la pérdida del amoniaco sea de
Sanidad Vegetal, con 51 campesinos de Santa Cruz Aquiahuac, municipio de 19%, mientras que sin ningún tratamiento se pierde, en ese mismo tiempo, hasta 56 por ciento.
Tetlatlahuca, reveló que sólo dos de ellos no fertilizaban con estiércol75 de vaca. 77
Una encuesta aplicada a productores durante la fase de campo de la investigación mostró que
Nuestra investigación de campo, por su parte, mostró el amplio uso del estiér- la mayoría de ellos se reconocen como campesinos, no como ganaderos.

252 253
cuando el empleo se encuentra más alejado, en el Distrito Federal o en otros Pero si la diversificación laboral opera sobre el trabajo no agrícola, es igual-
estados del país, y la gente menciona una fuerte corriente migratoria hacia mente pronunciada e importante para las labores agropecuarias en los niveles
Estados Unidos que los censos correspondientes no permiten corroborar. Se local y regional. Hemos manifestado líneas arriba nuestra sorpresa de que los
trata del mismo panorama que muestran los abundantes trabajos sobre rura- campesinos del humedal no se autoidentifican como ganaderos. En realidad
lidad sin agricultura que se producen en la actualidad (por ejemplo Apendini, el hecho de que se autoadscriban como campesinos no está tan lejano de
2008), salvo porque acá lo rural es enfáticamente urbano, y la actividad agrí- la realidad, pues allí predominan ahora patrones combinados y diversificados
cola no decrece. de actividad productiva. En algunas comunidades de Tetlatlahuca identifica-
mos la combinación ganadero-textilero. En Teacalco predomina el cultivo de
La forma en que se vive esta contradicción en el día a día del humedal tlaxcal- tomate para el mercado, pero se combina con la cría de toretes de traspatio
teca puede ilustrarse bien con el caso de E. P., uno de nuestros entrevistados para carne. En Michac se encuentra más hortaliza, pero combinada con siem-
de Santo Tomás La Concordia, en el municipio de Nativitas. Él trabajó durante bra de alfalfa para sostener su ganadería. En La Concordia, se ve más avena
12 años en una fábrica cercana, Hilsa, en el estado de Puebla. Luego de ello que en Michac, pero menos hortalizas. Y han aparecido en los últimos años por
emigró a Estados Unidos, donde trabajó durante siete años y aprendió la car- todo el humedal invernaderos financiados por el gobierno, donde se produce
pintería. Cuando pudo juntar dinero regresó a la localidad, puso una carpin- jitomate para el mercado.
tería, una tienda de abarrotes y compró tierras en el humedal. Tiene una hija
viviendo en el norte del país, donde trabaja como chef, y otro hijo en Estados Lo contradictorio y complejo del panorama anterior nos condujo a la reformu-
Unidos, pero él no vive de los envíos de remesas de éstos, sino de la combina- lación de nuestras preguntas de investigación, ya que, de un lado, parecía indi-
ción de ingresos que él escenifica. La recurrencia de patrones como éste nos car que —hacia el año 2010— se estaban cumpliendo ya las profecías científicas
permite afirmar que en el humedal la emigración no necesariamente significa de González y otros que auguraban la inminente desaparición del humedal
el abandono de la tierra, ni el sostenimiento del agroecosistema con base en del suroeste de Tlaxcala como agroecosistema virtuoso. Pero, por otro lado,
recursos provenientes principalmente del exterior, aunque es bastante proba- pudimos observar un sorprendente vigor y continuidad productiva del hume-
ble que haya adquirido un papel de regulador homeostático del crecimiento dal tlaxcalteca (ahora volcado hacia la ganadería lechera de traspatio) que ha
demográfico local. logrado incluso ralentizar el ritmo de avance de la urbanización sobre las zonas
de humedad y minimizar —que no detenido— el abandono de las tierras de cul-
En la diversificación de opciones laborales no se depende sólo de la oferta tivo y el trabajo agrícola en la región, fenómenos que han sido registrados en
exterior, los recursos y posibilidades locales también juegan un papel impor- otras zonas agrícolas cercanas del país, como ésta, a centros urbanos (Apen-
tante, de forma tal que, en el nivel regional, se está construyendo un patrón dinni, 2008).
laboral específico de los habitantes de los diferentes pueblos del humedal.
En San Jerónimo Zacualpan se han encontrado más opciones laborales en la En un contexto en el que las políticas públicas hacia el campo son contrarias a
formación profesional y los pequeños negocios. En San Vicente Xiloxochitla la agricultura campesina (Bartra, 2003) y que buscan eliminarla como opción
la opción ha sido la elaboración y comercialización de tacos de canasta, que productiva y de sobrevivencia, cabe preguntar si el panorama encontrado en la
se venden incluso en el Distrito Federal y la ciudad de Puebla. La población investigación y descrito en forma muy sintética líneas arriba describe el último
de San Juan Huauctzingo es conocida a nivel local y nacional por su destreza estertor de un agroecosistema otrora vigoroso y amigable con el ambiente,
en la fabricación de pan de fiesta, por lo que se puede encontrar gente de la pero en irremediable agonía; o bien es una muestra más de la impresionante
localidad en las ferias de prácticamente todo el país. En Teacalco y Portales capacidad homeostática de los agroecosistemas de humedad para adaptarse
abundan los talleres familiares de maquila de ropa, cuyos productos inundan a las condiciones cambiantes; y de los campesinos para volcar a su favor las
el cercano mercado regional de San Martín Texmelucan, en el estado de Pue- políticas públicas modernizantes que buscan desaparecerlos del mapa.
bla. Sin embargo, en ninguna de estas localidades la agricultura de humedad
ha perdido importancia; es más, en el Zacualpan de los profesionistas fue en el El caso también permite generar preguntas de tipo teórico. Por ejemplo: ¿el
único lugar donde localizamos explotaciones agrícolas que se ajustan a lo que humedal de deja de ser agroecosistema cuando se abandona la rotación de
González y Robichaux denomina callales, esto es, casas-habitación campesi- los cultivos y la extracción de agualodo y materia orgánica en descomposición
nas ubicadas en medio del humedal, rodeadas de terrenos agrícolas donde se de los canales y zanjas, y se pasa a depender para su fertilidad del excremento
produce una mezcla de cultivos para el mercado y el autoconsumo.78 de vaca producido fuera de él? ¿Las zonas urbanas y los terrenos marginales
y de temporal de la parte alta pueden ser analizados como parte del mismo
78
Agradecemos a Luna habernos colocado sobre esta pista. agroecosistema o forman un agroecosistema diferente odefinitivamente no

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son agroecosistema? ¿Las zonas urbanas con ganadería de traspatio pueden muy intensa línea de continuidad con lo descrito por esos autores. La diferen-
considerarse parte legítima del agroecosistema? ¿El hecho de que se sigan cia radicaría en que, debido a las constricciones propias del encuadre teórico
utilizando los sistemas de canales y zanjas, pese a la alta contaminación que con que leyeron la realidad a investigar (la agroecología), no percibieron algu-
sufren, es condición suficiente para hablar de una pervivencia o continuidad nos rasgos culturales y ambientales que ya estaban presentes en el agroeco-
del agroecosistema? sistema, pero que, o bien no ocupaban un papel central en él y hoy se tornan
cruciales para describirlo, analizarlo y explicarlo; o bien ocupaban un papel
EL HUMEDAL TLAXCALTECA Y LA TEORÍA DE LOS AGROECOSISTEMAS importante, pero ese marco teórico no permitía aprehenderlos o analizarlos
de forma adecuada.
Señalamos líneas arriba que buena parte de los autores que han estudiado los
humedales de Tlaxcala auguraban su inminente extinción, tras poner en rele- Agrónomos y agroecólogos
vancia la convergencia de factores que, a su forma de ver, podían influir en ese
destino. Sin embargo, dado que, como señala Gliessman, del humedal “no se La agroecología es, sobre todo, una respuesta teórico-metodológica al reduc-
conocen todavía sus bases ecológicas”, la simple convergencia de determi- cionismo de la ciencia agronómica. La agronomía, en tanto que ciencia posi-
nados fenómenos resulta poco contundente. Además, nuestra experiencia en tiva, heredó de la ciencia clásica los principios newtonianos de reductibilidad
campo nos mostró que, antes que indagar las posibles causales de la agonía y simetría entre pasado y futuro, así como el dualismo cartesiano, que justifica
del sistema, resultaba de mayor interés científico desentrañar la lógica de su la distinción entre el mundo físico y los mundos social y espiritual (Wallerstein,
sorprendente pervivencia en condiciones sumamente adversas. No obstante, 1999ª; Ortiz et al., en este mismo libro). Su enfoque, según Carbajal y Estrada
por razones que discutiremos enseguida, nos dimos cuenta de que el pro- (apud Ruiz, 1995: 105-106),
blema no se podía resolver sólo buscando nuevos datos, encuadres diferentes
o con un análisis que desentrañara las bases ecológicas de esa pervivencia. […] es reduccionista porque considera a los objetos, eventos y propieda-
des, constituidos por elementos indivisibles; es mecanicista al indicar que
El problema —nos parecía cada vez más claro— estaba en las visiones un tanto todas las interacciones se pueden reducir a una relación fundamental de
románticas que soportan y están detrás del concepto de “agroecosistema”. causa-efecto. Es analítico porque la explicación de cualquier cosa se hace
Desde ellas, los sistemas tradicionales, casi por definición, se caracterizan aislando el fenómeno, dividiéndolo en partes independientes y tratando
por su capacidad de adaptación y mimetización con los factores ambienta- de explicar el todo uniendo las explicaciones parciales.
les locales, por lo que se asocian íntimamente con la sustentabilidad y el
equilibrio ecológico. Y los campesinos que los sostienen (cuando aparecen Ese tipo de enfoque permitió a la agronomía ocuparse de la tecnificación
como actores) generan en ellos prácticas altamente complejas, ritualizadas y de los procesos agrícolas, así como de la experimentación, manipulación y
espirituales cuyo objetivo supremo es mantener esa relación armoniosa con transformación de las especies, sin preguntarse ni preocuparse por los costos
la naturaleza (aunque es cierto que esta visión es más propia de la etnobio- ambientales de esas prácticas ni las repercusiones que pudieran tener sobre
logía). De un sistema así, si alguna vez existió, no encontramos muchos datos las poblaciones objeto de su acción y análisis. La consigna era aumentar la
como para describirlos en nuestra investigación, lo que apoyaría la tesis del productividad a toda costa, cuestión que consiguieron con los impresionantes
colapso y extinción inminente de los agroecosistemas tlaxcaltecas de hume- éxitos productivos de la revolución verde, esenciales para afianzar su hege-
dad. Pero, entonces, ¿cómo explicar los 3,969 ejidatarios y posesionarios que, monía y rodearse de una aura de eficiencia, experticia y fiabilidad en el medio
según el VIII Censo Agropecuario, trabajan cerca de 2,000 ha en el humedal académico y agrícola productivo.
y más de 3,000 en las zonas cerriles y de ladera, donde se produce —además
del maíz, la calabaza, el frijol, los forrajes y el ganado ya señalados— tomate, La teoría o enfoque de los agroecosistemas surge en los años sesnta del siglo
haba, acelga, espinaca, jitomate, lechuga, rábano, cilantro, epazote, cebolla, pasado como respuesta a ese énfasis tecnicista, dualista, reduccionista y meca-
amaranto, yerbabuena, zanahoria, brócoli, ayocote, hinojo y chile ancho? nicista de la ciencia agronómica, para lo cual coloca al hombre y su cultura
¿Son diferentes estos campesinos y su medio a los descritos por González, agroproductiva en el centro de su análisis, tal como lo expresó Hernández
Luna, Gliessman y demás? Xolocotzi, cuando señaló que:

Sin negar que han ocurrido cambios esenciales en el medio y en las formas de […] el centro del fenómeno agrícola no son las plantas o el suelo (como
vida de la región del humedal, nuestras hipótesis plantean que la descripción consideran todavía muchos agrónomos productivistas) sino el ser humano,
actual de ese agroecosistema y los campesinos que lo trabajan mantiene una ya que éste ha desarrollado la agricultura y la domesticación de animales

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para satisfacer sus necesidades no sólo materiales, sino también ideológi- En primer lugar discutiremos esa herencia de la mecánica newtoniana que se
cas (religiosas, de recreación, de liderazgo) (apud Mariaca, 2001: 33). cuela al centro del enfoque de los agroecosistemas, y que induce a pensar
el universo como algo finito y simétrico, sujeto a leyes inmutables desde las
Dado que la visión hegemónica de hacer ciencia agrícola perdió de vista la cuales éste se ordena, y que, en esa medida, permite explicar la lógica y direc-
totalidad del fenómeno “agri-cultura”, el enfoque de los agroecosistemas puso cionalidad de los fenómenos observables. Desde esta visión, nada de lo que
el acento analítico en la interacción compleja de los elementos de esa totali- acontece en el universo es casual, todo está gobernado por leyes ocultas y la
dad, lo que supone una ruptura con los paradigmas convencionales de la agro- labor del científico consiste —precisamente— en develar esas leyes y establecer
nomía. Como ha señalado González de Molina (1993: 25): “frente al enfoque su conexión (sus relaciones de determinación) con los fenómenos observa-
parcelario y atomista que busca la causalidad lineal de los procesos físicos, la bles. Un sistema, desde esta perspectiva, es un arreglo ordenado de partes
agroecología se basa en un enfoque holístico y sistémico”. Este viraje episté- heterogéneas en interacción, en las que todos sus componentes responden al
mico fomentó el encuentro de la nueva corriente del pensamiento agroeco- imperativo de orden que gobierna el sistema. Algo de esto podemos encon-
lógico con las sociedades agrícolas tradicionales, en función de su capacidad trar en Gliessman (1999: 26), quien afirma que:
histórica para generar sistemas altamente estables (sustentables, desde esta
visión) sin recurrir a ingresos considerables de energía externa (Mariaca, 1995: […] el enfoque agroecológico se basa tanto en los rendimientos y cosechas
93) y porque en su acción productiva esas sociedades echan mano tanto de como en los factores complejos que en su conjunto forman al agroecosis-
elementos rituales, ideológicos y culturales como técnicos, ecológicos y orga- tema, dándose más importancia al flujo interno de energía y la recircula-
nizacionales. Este encuentro permitió materializar y aterrizar el concepto de ción de nutrientes. La agroecología tiende a buscar el mantenimiento del
agroecosistema, al dotarlo de modelos con raíces ancestrales y con alta racio- balance del sistema a largo plazo de cada planta y/o animal, ya sea solo o
nalidad ecológica (sustentables, desde esta visión), que pudieron oponer al en siembras mixtas.
modelo de la agricultura insumo-mecanicista de la revolución verde y sus éxi-
tos productivistas. Por su parte, Miguel Ángel Altieri afirma que:

La agroecología, entonces, implica planteamientos teóricos que representan […] a medida que avanza la investigación de las prácticas agrícolas campe-
una clara ruptura con el dualismo cartesiano, que separa naturaleza y cultura, sinas, está puesto en evidencia que estas prácticas son sofisticadas y apro-
y con el reduccionismo y el mecanicismo agronómico. Como señala Alteiri, “la piadas, pues estos sistemas se han confrontado con problemas específicos,
agroecología va más allá de una mirada uni-dimensional de los agroecosiste- como situaciones en pendientes en declive, inundación, sequía, plagas y
mas, de su genética, agronomía, edafología, etc. Ésta abarca un entendimiento enfermedades, baja fertilidad de suelos, etc. Así, los agricultores tradicio-
de los niveles ecológicos y sociales de la coevolución, la estructura y funcio- nales han desarrollado sistemas originales que están dirigidos a superar
namiento de los sistemas” (Atieri, 1999: 9). En esa medida, representa un claro estas limitantes… En general, los agricultores tradicionales han satisfecho
avance para la mejor comprensión de la agricultura, toda vez que esas activi- los requisitos ambientales de sus sistemas de producción (Altieri, 1991: 20,
dad se caracteriza por involucrar y articular un alto número de elementos hete- cursivas nuestras).
rogéneos, tales como suelos, especies animales y vegetales, clima, tecnología,
fuerza de trabajo, conocimientos, sistemas de propiedad, mercados, poder, Nuestra opinión es que encuadres como estos predisponen al investigador
políticas públicas, cultura, familia campesina, sociedad rural y cosmovisión. Y a la búsqueda de aquellas interacciones y retroalimentaciones que generan
de las interacciones complejas entre esos componentes se generan estructu- círculos virtuosos entre los componentes del sistema, al orientarlo como un
ras particulares de funcionamiento, coevolución y autoorganización. todo al imperativo supremo de conseguir un flujo constante que garantice el
equilibrio del sistema con el medio. Se trata, en resumen, de un encuadre enfá-
No obstante, respecto de otras herencias científicas positivistas, los deslindes ticamente teleológico, que explica la lógica del funcionamiento y existencia de
de la agroecología han sido, más bien, tibios. En este trabajo nos vamos a enfo- las partes en términos del sostenimiento del conjunto. Por lo mismo, aquellos
car solamente en tres de esas herencias, que son, a nuestro juicio, elementos elementos que no trabajan en el mantenimiento de ese orden —o tienen una
que dificultan la caracterización, entendimiento y análisis de agroecosistemas relación contradictoria con él—, pese a formar parte del sistema, son elimina-
cambiantes, contradictorios, fluctuantes y no armónicos, como el humedal del dos del cuadro explicativo y analítico. Resulta natural, entonces, pensar que
suroeste de Tlaxcala. cuando uno o varios de esos componentes no operan en forma sinérgica con
el conjunto, son de naturaleza contraria al orden sistémico, por lo cual, de no

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eliminarse, el sistema corre el riesgo de colapsarse y desaparecer definitiva- energía desgastada en energía útil. Con una visión así, es difícil pensar cómo
mente. Volveremos a este punto más adelante. es que un agroecosistema puede colapsar. La única opción es buscar las cau-
sas en los contornos externos del sistema, o localizar fallas en los mecanismos
La segunda herencia de la física clásica que, a nuestra forma de ver, se cuela internos de equilibrio. Pero, ¿qué pasa cuando —como en nuestra región de
peligrosamente en los encuadres de la agroecología, está íntimamente rela- estudio— las perturbaciones externas e internas son de gran magnitud, pero
cionada con la epistemología que se desprende de la primera ley de la termo- el agroecosistema encuentra posibilidad de continuidad y permanencia, pre-
dinámica. De acuerdo con Tyrtania (2009) y Wallerstein (1999a), de las leyes de cisamente, a partir de ellas? También a este punto volveremos más adelante.
Newton se desprendió para la ciencia en general una imagen de un universo
en el que el tiempo es reversible. Si el tiempo no tiene un lugar en ninguna Una tercera herencia positivista y mecanicista entra a la agroecología direc-
de las cuatro leyes que gobiernan el orden universal, entonces un proceso, un tamente desde su predecesora y antagonista, la agronomía hegemónica. Se
fenómeno, que fluye en un sentido, bien puede hacerse caminar en sentido trata del problema de la escala analítica necesaria para entender y analizar
contrario, si somos capaces de deducir las leyes que lo gobiernan, y se cuenta un agroecosistema. La agronomía, dado su carácter reduccionista y mecani-
con la capacidad técnica para revertir los cambios operados por el flujo origi- cista, así como su énfasis en el aumento de la producción, tenía resuelto este
nal. La primera ley de la termodinámica recoge, proyecta e inserta esta imagen problema, pues su ámbito de acción resultaba perfectamente operable en el
en el centro de la ciencia positiva, cuando postula que en el universo la ener- nivel parcela, explotación agrícola o unidad de producción. Lo que ocurriera
gía ni se gana ni se pierde, sólo se transforma. Dado que no existe pérdida, más allá de sus límites resultaba intrascendente para el objetivo supremo del
basta con encontrar la manera de recuperar la energía y materia procesadas o aumento en la productividad y los niveles de producción. Por la misma razón,
desgastadas en el proceso de transformación, para regresar un determinado buena parte de sus esfuerzos se enfocan en garantizar, parcela por parcela, las
fenómeno a su estado primigenio. condiciones óptimas de suelo, humedad, fertilidad, resistencia a plagas y selec-
ción de especies, que permitan el incremento sostenido de la producción. El
La agroecología (muy de la mano en esta tarea con la etnobiología) parece objetivo último de todo esto consiste, como puede verse, en transformar cada
sugerir que los sistemas agrícolas tradicionales han encontrado la clave para parcela particular en un ecosistema completo, con ciclos, procesos y cadenas
detener o revertir los procesos de desgaste de la energía y la materia aso- tróficas definidos dentro de sus propios límites y, por lo mismo, susceptibles
ciados a la transformación agrícola productiva. Por ello tratan de buscar allí de un ejercicio de control sobre ellos (esto es, de ser manejados, modifica-
las claves del tan anhelado desarrollo sustentable. Nuevamente, un texto de dos, intervenidos y resueltos por el campesino dentro de esos mismos lími-
Altieri (1999: 9) nos permite ilustrar nuestro dicho: tes; asesorado, desde luego, por el poderoso arsenal técnico del agrónomo).
La agroecología, pese a su apuesta holista de reconocer el potencial, no sólo
La agroecología alienta a los investigadores a conocer de la sabiduría y tecnológico, sino también social, económico y ambiental de los sistemas tradi-
habilidades de los campesinos y a identificar el potencial sin límite de re- cionales, no ha logrado desprenderse de esta herencia analítica reduccionista,
ensamblar la biodiversidad a fin de crear sinergismos útiles que doten a toda vez que, en no pocos de sus seguidores, la escala analítica del agroeco-
los agroecosistemas con la capacidad de mantenerse o volver a un estado sistema resulta equivalente, precisamente, a la parcela. Por ejemplo, según
innato de estabilidad natural. El rendimiento sustentable de los agroeco- González de Molina (1993: 25-26), el enfoque de los agroecosistemas:
sistemas proviene del equilibrio óptimo de cultivos, suelos, nutrientes, luz
solar, humedad y otros organismos coexistentes. El agroecosistema es […] parte de la base que la explotación agraria es en realidad un ecosis-
sano y productivo cuando prevalece esta condición de equilibrio y buen tema particular, un agroecosistema, donde tienen lugar procesos ecoló-
crecimiento, y cuando las plantas de los cultivos son capaces de tolerar el gicos propios también de otras formaciones vegetales, como ciclos de
stress y la adversidad. Las perturbaciones ocasionales se pueden supe- nutrientes, interacción entre depredador presa, competencia, comensa-
rar mediante un agroecosistema vigoroso, el cual es lo suficientemente lismo, etcétera. Sin embargo, y a diferencia de otros, la agricultura cons-
diverso y adaptable para recuperarse una vez que el stress ha pasado (cur- tituye un ecosistema artificial […] son por tanto ecosistemas inestables,
sivas nuestras). manipulados artificialmente o agroecosistemas: la agricultura, silvicultura,
praderas artificiales, acuicultura, etc. (cursivas nuestras).
La imagen que se desprende de lo anterior es la de unos extraordinarios siste-
mas agrícolas tradicionales, aislados y vueltos sobre sí mismos, que han gene- El problema más fuerte de equiparar la parcela agrícola con un ecosistema,
rado un conjunto abigarrado de mecanismos resistentes al cambio, junto con artificial o no, consiste en que, desde esa escala analítica, resulta sumamente
una serie de estrategias operacionales capaces de reconvertir ad infinitum la difícil incorporar los elementos social, familiar, político, cultural y económico

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al análisis del agroecosistema parcelario. Se trata de un verdadero callejón sin ecosistemas, mezoecosistemas, microecosistemas o, incluso, nanoecosiste-
salida analítico, que dificulta la comprensión y aprehensión del carácter holista mas—, el problema consiste en el grado de deformación o claridad analítica
y complejo de la agricultura tradicional —y no sólo de ésta—, ya que es el ele- que resulte al equiparar la parcela agrícola con alguno de estos ecosistemas
mento clave de la crítica agroecológica hacia la agronomía. A nuestra forma de de nivel medio, postulados teóricamente. Para el caso de los humedales del
ver, buena parte de este problema deriva de la indefinición de escala de dos suroeste de Tlaxcala, donde el minifundismo ha alcanzado un nivel tal que tra-
de los elementos clave del concepto de agroecosistema: ecología y sistema, y bajan en ellos campesinos de media hectárea o de hectárea y media (Peña,
de la forma en que ambos reflejan las herencias positivistas newtonianas seña- 2000), y donde la fase de recirculación de nutrientes tiene su escenario privi-
ladas líneas arriba. legiado en el traspatio familiar ubicado en las zonas urbanas, equiparar la par-
cela a un ecosistema resulta un ejercicio analítico posible, pero que ofrece una
El concepto de agroecosistema, en realidad, conjunta dentro de sí al menos visión sumamente parcial, fragmentada y deformada de la realidad agroeco-
tres componentes analíticos: agricultura, ecología y sistema, que lo hacen tan lógica de la región.
pertinente como problemático para el análisis específico del fenómeno agrí-
cola. El primer elemento, “agro”, es el menos difícil de trabajar, salvo por la LAS SALIDAS DEL LABERINTO
necesidad señalada por Hernández Xolocotzi de incorporar al hombre en el
centro de las actividades de cuidado y cultivo de las plantas. No vemos nece- Líneas arriba hemos sugerido que uno de los problemas fundamentales para
sario agregarle nada al concepto para que, por extensión, abarque también el la correcta caracterización de los agroecosistemas de humedad del suroeste
cuidado de los animales. de Tlaxcala consiste en el énfasis teórico que los analistas de los humedales
otorgan a su supuesto equilibrio y posibilidades infinitas de sustentabilidad.
Con el componente “sistema” las cosas son muy diferentes. Nuevamente, para Es una visión que, para poderse sostener, debe ver a los sistemas como si
la agronomía ese concepto no presentaba mayor complicación, pues conside- fuesen sistemas aislados y en equilibrio. Prigogine (1999) considera que exis-
raba a la parcela como si fuese un sistema completo, aislado de su contexto y ten tres tipos de sistemas: a) aislados: son los únicos que se pueden caracte-
vuelto sobre sí mismo. El problema surge para la agroecología cuando postula rizar con justeza como sistemas en equilibrio, toda vez que no intercambian
—en forma correcta, a nuestro parecer— la necesidad de analizar el agroecosis- materia ni energía con sus vecinos, por lo que dependen de las condicio-
tema en términos holísticos; esto es, como un sistema complejo que involucra nes benignas del medio para su pervivencia (por ejemplo, los cristales). b)
y articula asociaciones bióticas, sociales, culturales, económicas, climáticas, cerrados: aquellos que intercambian energía pero no materia (por ejemplo
hídricas, laborales, políticas, demográficas y de propiedad. ¿Cómo analizar ese la Tierra, que intercambia energía con el Sol, pero no materia. c) abiertos o
enorme conjunto de elementos, cuando buena parte de ellos están inmersos disipativos: “aquellos que su organización depende del vital intercambio de
en dinámicas que dependen de, y están conectados a, estructuras que operan materia y energía con el medio” (Prigogine, 1999: 63). Este autor considera
muy por encima de la lógica sistémica de los elementos involucrados en el que, tanto la organización social, como la biológica, implican la construcción
nivel parcela? ¿Dónde poner, entonces, los límites analíticos para que la totali- de estructuras altamente complejas, cuya continuidad sólo se puede soste-
dad sistémica refleje tanto su propia estructura y dinámica funcional, como su ner mientras el sistema se mantenga alejado del equilibrio. En los sistemas
dependencia respecto de los intercambios intensos que realiza con sistemas abiertos o disipativos esto se puede conseguir únicamente si se es capaz
vecinos o, incluso, con sistemas mayores que la contienen? de incorporar, circular, procesar, aprovechar y excretar energía, materiales e
información provenientes del ambiente.
El problema es aún mayor en relación con el componente “eco”, del término
agroecosistema, toda vez que, como ha señalado Margalef (1984: 882), “el ver- En esta investigación sostenemos que el concepto de agroecosistema sólo
dadero nivel de atención de la ecología es el ecosistema entero”; y día con día resulta pertinente si lo vemos como un arreglo de elementos heterogéneos
gana más adeptos la idea de que no existen ecosistemas en plural, sino sólo unidos o relacionados mediante procesos no lineales de disipación e inter-
un gran ecosistema, y éste se denomina planeta Tierra (Lovelock, 1992). En un cambio de materiales, información y energía. Esto es, si lo vemos —como a la
planteamiento así, cualquier análisis por debajo del ecosistema completo sólo apabullante totalidad de los sistemas vivos— como un sistema abierto, disipa-
es arbitrariedad analítica, que coloca fronteras donde éstas no existen. Pero tivo o alejado del equilibrio, cuyas propiedades esenciales (estructura, funcio-
aun si fuese metodológicamente pertinente la idea de reconocer y analizar nes, mecanismos homeostáticos y capacidad de reproducción) emergen de la
ecosistemas en plural (como sostenemos en esta investigación), y con ello la interacción e intercambio no lineales entre sus componentes; razón por la cual
posibilidad de distinguir pequeñas regiones con condiciones hídricas, climá- el agroecosistema no puede estar en equilibrio, puesto que ello significaría el
ticas, bióticas y edáficas semejantes —que permitan caracterizarlas ya como colapso de su estructura y su muerte como sistema.

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En una visión así, el orden o la estructura sistémica no es la fuerza conduc- Es por ello que las otras respuestas productivas ensayadas, como los tacos de
tora de la pervivencia y continuidad del sistema, por el contrario, el orden canasta, el pan de fiesta, los talleres de maquila de ropa o la producción de
estructural es un paraproducto, es uno más de los resultados de la interacción hortalizas para el mercado no han logrado convertirse en opción productiva
persistente y caótica de los componentes heterogéneos que conforman el sis- para la totalidad de la región, pues sólo permiten la articulación parcial del
tema (Ortiz et al., en este mismo libro). Cuando estas propiedades emergentes potencial productivo del humedal en el nivel local, pero dependen del nivel
se hacen recurrentes y existe un flujo constante que les permite replicarse, regional y suprarregional para garantizar el flujo de insumos para sus activida-
adquieren también capacidad para volverse sobre el conjunto heterogéneo des. Lo mismo ocurre con la necesidad de compensar el desgaste bioquímico
de componentes que le dieron origen, para imbuirlo de orden y trayectoria. del suelo por la intensificación de la actividad agrícola en terrenos de cultivo
Prigogine (1999) ha señalado que la esencia de las estructuras disipativas es su cada día más pequeños: de suprimirse la actividad ganadera, los campesinos
capacidad para extraer orden del desorden. Esto significa que el orden estruc- se verán obligados a depender por entero de la compra de fertilizantes pro-
tural en un sistema, como ya lo había notado Marx en El capital, puede surgir ducidos fuera de la región (sean éstos orgánicos o de síntesis química). En sín-
no sólo entre elementos heterogéneos y fluctuantes, sino incluso producirse tesis, la muy intensa diversidad productiva de los pueblos del humedal puede
con elementos abiertamente contradictorios y antagónicos. interpretarse como fluctuaciones sistémicas que han logrado estabilizarse en
el nivel local, pero que hasta el momento no han logrado articular suficiente
Por razones como ésta, en nuestro análisis de los humedales del suroeste de número de componentes supralocales como para llevar al plano estructural
Tlaxcala, tomamos la presencia de procesos de industrialización y urbanización del agroecosistema de humedad sus elementos funcionales e imponerlos al
cercanos o en el centro mismo del humedal no como indicadores del adveni- resto del sistema.
miento del fin del sistema, sino sólo como una fluctuación más en su proceso
evolutivo (una fluctuación muy potente, es cierto), y enfocamos nuestro aná- Esto nos lleva a la necesidad de resolver ahora el problema de la escala ana-
lisis en identificar la capacidad o limitación de los mecanismos sistémicos de lítica. Aunque creemos que es correcta la idea de Lovelock y Margalef de que
resiliencia y homeostasis para incorporar estos elementos como insumo en la sólo es pertinente hablar de un gran ecosistema único llamado la Tierra, ésa es
conformación y mantenimiento del orden sistémico. Esto no significa que mini- una proposición de escala analítica prácticamente inmanejable a nivel humano.
micemos el efecto que la industrialización y el urbanismo puedan tener sobre Para reducir el concepto a niveles operables, postulamos la idea de que es
la continuidad del humedal como agroecosistema. A nuestra forma de ver, se posible reconocer “ecosistemas” en plural, si limitamos nuestra arbitrariedad
trata de fluctuaciones altamente perturbadoras que se suman al intenso creci- analítica mediante el recurso de identificar al interior de éstos relaciones inten-
miento demográfico escenificado en la región y que presionan a un agroeco- sas de intercambio que justifiquen la idea de un “adentro” sistémico, pese a su
sistema, que hace muchos años alcanzó sus límites de expansión territorial íntima imbricación y dependencia con el “afuera” del que dependen sus flujos
(de allí los impresionantes niveles de minifundismo que escenifica), a producir esenciales. Es una adaptación metodológica de lo que Maturana denomina
para sostener a una población diversa, dinámica y en crecimiento constante. “clausura operativa” (Luhmann y De Giorgi, 1993).

Nuestra idea es que los campesinos de la región han encontrado en la gana- La intensidad de los intercambios entre los componentes del ecosistema genera
dería lechera de traspatio la respuesta a las necesidades de intensificación de asociaciones bióticas particulares, paisajes característicos, simbiosis, codepen-
la producción que les impone la confluencia del crecimiento demográfico, el dencias, mutualismos y cadenas tróficas específicas. Y produce también un
avance de la mancha urbana y la industrialización precaria y tardía que pre- modo peculiar de relacionarse con el “afuera” en relaciones específicas de
valecen en la región. La ganadería lechera de traspatio es, hasta el momento, intercambio. Siguiendo la idea de Bateson (1991) de los “tipos lógicos” —es
el mejor mecanismo al alcance de la familia campesina para incorporar flujos decir, de la posibilidad de producir imágenes mentales parciales del entorno
energéticos externos (incluso desde la propia urbanización y la industrializa- formando secuencias según su grado de complejidad—, desde esta visión
ción) a un agroecosistema cuyas condiciones ecológicas y sociales (en especial también es posible reconocer relaciones de inclusión entre ecosistemas
el tamaño de la tierra) dificultan otro tipo de respuestas. Desde esta posición, menos complejos (nano y micro ecosistemas),79 otros de complejidad media
la ganadería de traspatio en la región de estudio es el resultado del proceso (mezoecosistemas) y ecosistemas más abarcadores, siempre en función del
de conversión de las fluctuaciones en insumo, lo que ha generado un nuevo volumen de energía que en ellos se procese.
escenario de estabilidad sistémica (que no de equilibrio), pues ha encontrado
en la diversidad productiva el secreto de mantener un flujo más o menos cons- Líneas arriba citamos a González de Molina, quien afirmaba que los agroeco-
tante que le permite metabolizar e integrar al sistema los elementos novedo- sistemas eran ecosistemas artificiales, y de ahí concluía que eran menos orde-
sos que traen a la escena las fluctuaciones.

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nados que los ecosistemas naturales.80 Nosotros sostenemos que, tanto el ser indígena para calificar como etnia. Basta el territorio, la lengua, la historia
ecosistema como el agroecosistema son artificiales, en tanto que ambos son y los antepasados en común. Los grupos campesinos del humedal cumplen
construcciones conceptuales y recortes analíticos del científico respecto de un con todos esos elementos, por lo que bien pueden ser analizados como una o
Universo que, como señala Tyrtania (2009), “no tiene costuras”. varias etnias que coordinan o tratan de coordinar, desde su arsenal cultural, la
dinámica de los ecosistemas sobre los que trabajan.
Lo que ocurre con los agroecosistemas es que una de las especies que en ellos
se alberga, la humana, se ha dotado en su evolución de mecanismos comple- Para efectos de esta investigación, entonces, tomamos a los agroecosistemas
jos (la cultura) que le permiten intervenir en su favor sobre los ritmos y los pro- locales como unidades ecosistémicas discretas de nivel medio, intervenidas en
cesos de sucesión y clímax de las otras especies que allí viven, y para favorecer varias de sus estructuras funcionales por las prácticas agrícolas de las etnias que
la propagación y reproducción de sólo algunas de ellas. Pero en un escenario los habitan. En consecuencia, postulamos que coexiste en la región dos agroeco-
en el que la cultura, por más desarrolladas y complejas que se encuentren sistemas diferentes, pero adyacentes, cada uno con sus suelos característicos,
la ciencia y las tecnologías disponibles, no provee a los humanos del control sus especies dominantes, sus regímenes de lluvias particulares, sus niveles
absoluto —ni siquiera parcial— de las condiciones ambientales, ni de la suce- de humedad, sus condiciones de relieve: a) el humedal, en las regiones por
sión ni de las cadenas tróficas. Desde este punto de vista, la cultura no es lo debajo de la curva de nivel de los 2,200 m, irrigadas por los ríos Atoyac y
que nos hace diferentes de la naturaleza, sino que es la forma específica con Zahuapan; y b) los terrenos altos de ladera, donde se practica agricultura de
la que una de las muchas especies naturales —la humana— se relaciona con su temporal. Ambos son articulados, coordinados y dinamizados por, y desde, la
medio y ha logrado una propagación más exitosa respecto de las otras espe- zona urbana ubicada —como en el caso de tantos poblados indígenas serranos
cies con que compite, intercambia y coopera. Desde esta posición, la cultura en el país (Tyrtania, 1989)— en el ecotono, es decir, en la zona de confluencia y
no es principalmente un repertorio de costumbres, valores, comportamientos amortiguamiento entre ambos agroecosistemas.
o bienes materiales, tampoco el producto del intercambio de bienes simbó-
licos. La cultura es, ante todo, una estructura de acoplamiento de elementos La importancia del componente cultural como articulador, coordinador o
heterogéneos (Tyrtania, 2009) que le ha permitido a la especie humana con- simple interventor de los mecanismos funcionales y estructurales de ambos
juntar y articular componentes de sistemas independientes, alejados e, incluso, territorios nos permite postular la idea de que el conjunto constituye un solo
contradictorios, para ponerlos a trabajar en su favor. gran etnoagroecosistema, en el cual los campesinos de la región han tenido la
enorme capacidad de articular elementos bióticos y técnicos heredados de la
En un muy documentado trabajo de 2006, Castro propone que, para el enten- cultura ancestral prehispánica, con especies y técnicas producto del mestizaje
dimiento cabal de los sistemas agrícolas tradicionales, resulta crucial incluir en colonial, junto con recursos, materiales y energía producto de la modernidad
su centro el componente étnico, para cuyo fin postula el concepto de “cultura depredadora, subordinada y abiertamente anticampesina que padece el país
etnoagroecológica”. Mediante él consigue caracterizar a los sistemas tradicio- desde hace ya varias décadas de gobiernos neoliberales.
nales estudiados por los agroecólogos como “etnoagroecosistemas”. Desde
nuestro punto de vista se trata de una proposición pertinente, pues permite Se trata entonces de un gran sistema disipativo, de un importante y complejo
poner énfasis en el componente cultural como parte esencial y legítima (y etnoagroecosistema alejado del equilibrio. En esa medida, es enfáticamente
dinámica en varios casos) de todo agroecosistema. De acuerdo con Viqueira tenso, tan moderno como tradicional, desequilibrado y caótico, y cruzado por
(2004) y Adams (1995), la definición clásica de etnia describe a un grupo que flujos que tienden lo mismo a su conservación y permanencia como a su des-
comparte un territorio, una lengua, una historia y una cultura, y tiene antepa- trucción. Sin embargo, en medio del caos y la tensión, surgen aquí y allá ele-
sados comunes, reales o imaginarios. Desde esta perspectiva, no se necesita mentos estables y ordenadores que son coordinados principalmente desde
sus núcleos centrales en las zonas urbanas. Un etnoagroecosistema que ha
rebasado desde hace mucho tiempo su capacidad para expandirse con base
79
Forzando algunas ideas de Tyrtania (2009) podemos afirmar que un microecosistema puede car- en los recursos autóctonos, y en el que la ganadería lechera de traspatio se ha
acterizarse como un arreglo de intercambios tróficos dentro de un área geográfica muy pequeña.
Por ejemplo, una parcela (¿por qué no?).
perfilado como respuesta productiva generalizada, no tanto por la posibilidad
80
En una cita como ésa, además, se puede rastrear cierta reminiscencia del dualismo cartesiano, de ingreso monetario de la venta de leche o carne (que puede obtenerse tam-
que segmenta los elementos del entorno entre el campo natural y el social. No vemos razón al- bién con la venta de tacos, pan u hortalizas), sino porque los excrementos de
guna para asignarle a la naturaleza características de orden, y a los agroecosistemas de inestabi-
lidad; ambos son enfáticamente inestables, pues dependen para su continuidad del intercambio
las especies en manejo permiten situarse más allá de la línea de frontera del
de energía, materia e información con su medio, el cual, no debemos olvidar, es enfáticamente agotamiento, dotando con ello al sistema de elementos contundentes para
dinámico y fluctuante. sostener su endeble estabilidad.

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Sistemas alejados del equilibrio:
un lenguaje para el diálogo transdisciplinario
se terminó de imprimir en julio de 2016
en los talleres de Imprimex:
Antiguo Camino a Culhuacán, No. 87,
Col. Santa Isabel Industrial,
Del. Iztapalapa, C.P. 09820,
Ciudad de México
Tiraje: 1000 ejemplares.

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