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ROGELIO ESPINOZA MASCUÑANA 1-737-1833

GLOSARIO DE CRIMINOLOGÍA
1. Homicidio. Delito que consiste en matar a una persona sin que exista
premeditación u otra circunstancia agravante. Es un delito que consiste en una
acción u omisión mediante el cual se priva de la vida a otra persona ya sea dolosa o
culposamente. El término procede etimológicamente del latín homicidĭum, un
compuesto de homo, "ser humano", y caedere, "matar", de modo que literalmente
significa "matar a un ser humano". Es una conducta reprochable, es decir típica,
antijurídica y por regla general culpable (excepto en casos de inimputabilidad, donde
no es culpable pero sí responsable penalmente), que consiste en atentar contra
el bien jurídico de la vida de una persona física. Esta palabra está compuesta por
dos partes: homo (hombre) y cidium (acción de matar).
2. Homicidio simple. Es un delito que requiere un resultado material: la muerte de
una persona ya nacida, distinta del autor del hecho, pues de lo contrario se trataría
de un suicidio, salvo que se lo haga mediando coacción por parte de un tercero, que
sería el homicida. Puede ser ocasionada por acción, por ejemplo dispararle a
alguien con un arma de fuego, u omisión, no darle de comer a un niño a su
cuidado. Se configura cuando un ser humano, con dolo o intención pone fin a la
vida de otro ser humano, sin que se configuren las circunstancias que la ley prevé
para atenuar la figura o agravarla.
3. Homicidio agravado. Homicidio que da a entender que la conducta como tal
estuvo rodeada de unas circunstancias que la hacen más gravosa, es decir más
reprochables que si no se hubiesen existido tales circunstancias. Por ejemplo,
quitarle la vida a una persona es un homicidio, pero si se mata al padre entonces el
homicidio, por esa circunstancia de tratarse del padre, hace que tenga un impacto
mayor desde el punto de vista de reproche ya que el bien jurídico que se lesiona (la
vida es el bien jurídico) es el del padre, algo que causa superior rechazo a que si se
hubiese matado a un desconocido, sin querer significar que la vida de quien no se
conoce no tenga importancia.
4. Homicidio concursado: El llamado «concurso de delitos» tiene dos
manifestaciones: el concurso real y el concurso ideal, caracterizándose este último
porque, con un solo pensamiento criminoso y una sola acción, se ocasionan varias
violaciones jurídicas; conociéndose varias hipótesis de esta figura como lo son: un
solo acto, un único resultado y varias violaciones jurídicas; un mismo acto con varios
resultados heterogéneos, y un solo acto con resultados múltiples y homogéneos, en
otras palabras Se trata de un solo hecho antijurídico, que viola más de un precepto
penal y si bien el sujeto activo quiere cometer un único hecho cuando ejecuta el
designio criminal, termina violando dos o más preceptos penales.
5. Homicidio preterintencional. Si la preterintención o preterintencionalidad se
caracteriza por la producción de un resultado delictivo que va más allá de la
intención de quien lo ejecuta, el homicidio preterintencional será aquel en que la
muerte de la víctima se produce sin que haya estado en el homicida el propósito de
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causarla, porque su intención iba encaminada a consumar un delito distinto. El


concepto de la preterintención es aplicable a algunos otros delitos, si bien está
especialmente referido a los de homicidio y lesiones.
6. Homicidio Concausal. Se dice que existe homicidio concausal, cuando el agente
a pesar de tener la intención de matar al sujeto pasivo, su sola conducta no es
suficiente para producir la muerte de su víctima, por lo que tiene que asociarse a
otra circunstancia, desconocida por él, que aunque no depende de su voluntad, le
ayuda a lograr su objetivo de destruir la vida de su sujeto pasivo.
7. Homicidio doloso. El de carácter delictivo cuando el homicida procede con
voluntad de quitar la vida de manera concreta o indeterminada por lo menos. En lo
punible es el homicidio típico. En la culpabilidad, la especie opuesta la configura el
homicidio culposo. Frente a uno y otro, aparece, ya fuera de lo penal, pero no de lo
procesal siempre, hasta determinar la impunidad, el homicidio casual.
8. Homicidio culpable o culposo. La muerte dada por una persona a otra
interviniendo culpa, en el sentido técnico de la voz; es decir, sin intención dolosa,
pero sin circunstancia eximente ni justificante.
9. Genocidio. Del lat. Genus (raza, nación) y caedes (matanza). El vocablo fue
aplicado por primera vez por el penalista polaco Semkin, que lo usó para dar una
denominación precisa al “crimen sin nombre” que tantas víctimas causó durante el
auge del nazismo en Europa. El delito o crimen a que nos referimos ha sido
caracterizado, en el Derecho Penal Internacional, como delito internacional común,
no político, de la máxima gravedad. Es un delito tendencioso y premeditado, que se
cumple con el propósito de destruir, total o parcialmente, un grupo humano
determinado. Es, además, un delito continuo que puede exteriorizarse en forma
individual o masiva.
10. Femicidio. Se denominan los asesinatos de mujeres considerándolos como
homicidio, sin destacar las relaciones de género, ni las acciones u omisiones del
Estado. Es decir, son los asesinatos contra niñas y mujeres que se sustentan en
violencias que acaecen en la comunidad y que no van dirigidas a las mujeres por
ser mujeres,- independientemente de que los hayan cometido hombres- pero tienen
consecuencias irremediables para ellas, y que deben ser tomados en consideración.
11. Magnicidio Es el asesinato de una persona importante, usualmente una
figura política. El magnicida suele tener una motivación ideológica o política, y la
intención de provocar una crisis política o eliminar un adversario que considera un
obstáculo para llevar a cabo sus planes. La figura del magnicidio ha sido
históricamente la más penada en los diferentes Estados a lo largo de la historia
penal. Puede estar tratado como agravante del asesinato, o como un tipo propio.
En general, exige que se produzca la muerte de una o más personas determinadas
en función de su cargo y se reúnan los tipos de asesinato u homicidio en la comisión
del delito.
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12. Asesinato Acción de matar a una persona cuando en ese hecho delictivo
concurren determinadas circunstancias de agravación. Equivale a lo que algunas
legislaciones, como la argentina, llaman homicidio calificado, que se configura por
su comisión alevosa, premeditada o ensañada, así como también por realizarse
mediante precio, recompensa o promesa. La agravación del homicidio simple para
convertirse en calificado o asesinato, puede también estar determinada por los
vínculos de parentesco entre el agresor y la víctima (ascendientes, descendientes
o cónyuges). Se discute acerca del origen de las palabras asesinato y asesino. Para
unos derivan de hassasin, nombre árabe que se daba a una secta de individuos que
se drogaban con hasis (en castellano, hachís, hecho de hojas y sumidades del
cáñamo), que les provocaba un furor homicida para matar a quien su jefe le
ordenaba. Para otros tiene su origen en una secta de los ismaelitas, fundada por
Hasan-ben-Sabbah, cuyos componentes daban muerte a quienes ordenaba el gran
maestre.
13. Infanticidio Delito definido por Carrara como la muerte de un niño naciente o
recién nacido, llevada a efecto con actos positivos o negativos por la madre
ilegítimamente fecundada, con el fin de salvar su propio honoro de evitar inminentes
sevicias.
14. Homicidio calificado El agravado por circunstancias del hecho criminal, en que
se habla de asesinato , o por vínculos personales, en que se está ante el parricidio
en sentido amplio.
15. Homicidio piadoso Corrientemente llamado eutanasia, se caracteriza porque
su móvil se presume inspirado en el sentimiento humanitario de evitar la
prolongación de un sufrimiento producido por una enfermedad reputada incurable,
y a condición de que sea el propio paciente quien pida que se le dé muerte.
16. Delito medio: El delito medio se ejemplifica en la práctica, cuando se comete
un delito para cometer otro.
17. Delito fin: acción que consiste en un delito que se consuma dejando dolo.
18. Alevosía. Cautela para asegurar la comisión de un delito contra las personas.
Sin riesgo del delincuente. Equivale a traición y a perfidia. Actúa, pues, en esa forma
quien comete el delito a traición y sobre seguro. En el Derecho Penal constituye una
de las circunstancias agravantes y codificantes de los delitos contra las personas.
Las formas de la alevosía pueden ser muy variadas, pero generalmente la doctrina
las divide en dos grandes grupos: la alevosía moral, consistente en la ocultación
que el delincuente hace de su intención criminal, simulando actos de amistad u
otros similares (por lo que también se llamó proditorio el homicidio cometido en esa
forma), y la alevosía material, determinada por la ocultación del cuerpo o del acto.
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19. Premeditación. constitutiva de circunstancia agravante de la responsabilidad


criminal es aquella que se realiza con serenidad de ánimo para el mal, revelada por
la decisión reflexiva, manifestada, continuada y persistente, y a condición de que,
entre la premeditación del hecho y su ejecución, transcurra un lapso suficiente para
que el autor haya tenido tiempo de hacerse cargo, con fría razón, de las ulteriores
consecuencias, demostrando así una perseverancia tenaz en su resolución también
es necesario que durante aquél, el agente no haya estado sometido a una insólita
pasión, ya que los estados pasionales son incompatibles con el deliberar
premeditado.
20. Circunstancias agravantes. En el campo del Derecho Penal, los delitos o
determinados delitos pueden ser cometidos, en circunstancias, por medios o
personas que den al hecho delictivo una configuración que podríamos llamar, aun
con impropiedad, normal, ya que intervienen únicamente los elementos
determinantes del acto definido. Pero esos mismos delitos se pueden cometer, en
circunstancias, por medios o por personas que agraven la responsabilidad del autor
sin modificar la figura delictiva, por cuanto revelan una mayor peligrosidad, una
mayor maldad o un mayor desprecio de sentimientos humanos naturales. Entre
esas agravantes pueden citarse la alevosía, la premeditación, el ensañamiento, el
abuso de confianza, la astucia, la nocturnidad o el despoblado. Son también
agravantes la comisión del delito por precio, promesa o recompensa, con auxilio de
gente armada o siendo el autor reincidente. Para determinados delitos,
concretamente los que atentan contra la vida o la honestidad de las personas, el
parentesco en ciertos grados puede constituir también agravante.
21. Circunstancias atenuantes. Son las que se refieren y han de considerar la
embriaguez no habitual ni producida para facilitar la ejecución del delito, la de ser
el autor mayor de cierta edad o menor de otra, la de no haber tenido intención de
causar un mal tan grave como el producido, la de haber ejecutado el hecho en
vindicación de una ofensa grave, la de haber precedido provocación o amenaza por
parte del ofendido, la de haber procedido con arrebato u obcecación (emoción
violenta), entre otras y se determinan las misma según el delito que se trate.
22. Causas de justificación. Norma o hecho que legitima la conducta; En el
Derecho Penal, cada una de las circunstancias eximentes, en que el sujeto no
incurre sino en la apariencia de delito, pues no existe infracción del ordenamiento
jurídico general o de las normas de cultura predominantes, que otros penalistas
erigen como criterio sancionador. Así, el que ejercita un derecho (el que por
defender su vida penetra en el domicilio ajeno, contra la voluntad del dueño), el que
cumple con un deber (el soldado de un piquete que hace fuego contra un reo, al oír
la voz de mando del oficial); quien actúa en legítima defensa no viola ningún derecho
ajeno, porque el propietario o habitante de una casa no puede en tal caso prohibir
la entrada al perseguido injustamente, ni el reo ejecutado tenía derecho a la vida,
según la ley y la sentencia, ni el agresor ilegítimo tiene reconocida su inmunidad.
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23. Medidas de seguridad (Curativas y educativas). Consideradas como de


prevención del delito y de protección tanto de la sociedad como del delincuente
están destinadas a proteger a la sociedad de la exteriorización de esas tendencias
que se encuentran larvadas en muchos individuos marginales, pero la dificultad con
que tropieza el jurista estriba en que dichas medidas deben ser administradas con
suma cautela, para no lesionar el auténtico contenido de la libertad individual.
Además, su elaboración y planteamiento deben hacerse con la colaboración de
antropólogos, psicólogos y psiquiatras que puedan precisar científicamente los
elementos de peligrosidad de cada sujeto en estudio. Las educativas y curativas
refieren su aplicación cuando se circunscribe al campo de la delincuencia o pre
delincuencia juvenil, que afecta a los menores, en razón de su edad “jurídicamente
inimputables”, pero que deben ser protegidos y orientados mediante un tratamiento
curativo y educativo; El criterio actual aconseja la fiscalización por tribunales de
menores, integrados, a su vez, por especialistas médicos y psicólogos, que deben
asesorar a los jueces competentes. Se trata, además, de suprimir o limitar la
internación en institutos de semicastigo, reemplazándola por la colocación del
menor en los que se denominan “hogares sustitutos”.
24. Suicidio. Acción y efecto de suicidarse, de quitarse violenta y voluntariamente
la vida. El suicidio no constituye delito ni tendría sentido que se estimase como
hecho punible si el suicida hubiera conseguido su propósito, pero, en la generalidad
de las legislaciones, tampoco el intento de suicidio contiene una infracción de la ley
penal. El delito se configura, en cambio, con la instigación o la ayuda que un tercero
preste a una persona para que se suicide, lo mismo si el suicidio se hubiere
consumado que si únicamente se hubiere tentado.
25. Inducción o ayuda al suicidio. Es un delito que consiste en ejercer una
influencia física o mental sobre la víctima para conseguir que en un momento dado
ésta cometa suicidio. Es una conducta penada por tratarse de una figura muy
similar al homicidio o asesinato, que atenta contra el derecho a la vida. No debe
confundirse con el suicidio asistido en el cual se da apoyo a una persona que tiene
voluntad propia de suicidarse, pero necesita ayuda para hacerlo. Se han dado casos
de inducción al suicidio en masa de sectas destructivas.
26. Manipulación genética. Finalidad distinta a la eliminación o disminución de
o enfermedades graves, manipulación de genes humanos de manera que se altere
el genotipo. Consiste en las técnicas dirigidas a modificar el caudal hereditario, de
alguna especie, con fines variables, desde la superación de enfermedades de origen
genético (terapia genética) o con finalidad experimental (conseguir un individuo
con características no existentes hasta ese momento).
27. Aborto Acción de abortar, parir antes de que el feto pueda vivir. Ese hecho tiene
dos significados muy diferentes: uno de ellos, de escaso o ningún interés jurídico,
se produce cuando la expulsión anticipada del feto ocurre de manera natural; es
decir, espontánea; porque entonces lo único que sucede es la desaparición de los
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derechos que hubieren podido corresponder a la persona por nacer. Cosa distinta
se presenta cuando la salida del feto del claustro materno se provoca de manera
intencional mediante ingestión de drogas o ejecución de manipulaciones
productoras de ese resultado o que lleven la intención de producirlo. En este último
supuesto, el acto puede constituir delito o no. Será hecho delictivo cuando la
provocación del aborto no esté justificada por ninguna razón suficiente.
28. Aborto provocado o inducido. Es la interrupción voluntaria del embarazo. La
práctica consiste en provocar la finalización prematura del embarazo, impidiendo el
desarrollo vital del embrión o feto para su eliminación.
29. Aborto eugenésico. Aborto provocado y realizado en el caso de sospecha o
certeza de una enfermedad seria del niño. Dicha certeza nunca puede ser completa.
Se suele realizar argumentando que la vida del niño con deficiencias sería de poca
calidad, y no merecería la pena ser vivida.
30. Aborto terapéutico. Practicado por prescripción médica y por profesional
médico, a fin de evitar el peligro para la vida o la salud de la madre.
31. Aborto por honor y causa. El que tiene por finalidad ocultar la deshonra de la
mujer, generalmente soltera, que queda embarazada, concepto que actualmente
resulta anacrónico por cuanto la idea del honor en su sentido sexual ha variado
radicalmente.
32. Lesión por consecuencia de muerte. Daño o detrimento corporal causado por
una herida, golpeo enfermedad, coincidente con el sentido que a ese delito suelen
dar los códigos penales. Tipo de lesión funcional o estructural puede afectar a
órganos y funciones vitales críticas como, el sistema nervioso, la circulación, o la
respiración, determinando la muerte. Es la lesión personal máxima que se presenta
de forma inmediata o muerte súbita, o mediata, en un plazo más o menos corto, tras
el impacto energético. Cuando se presenta a largo plazo (días), se está ante la
muerte aplazada, complicación de la evolución natural de las lesiones funcionales
o estructurales inmediatas al accidente.

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