Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
ARTÍCULO - La Tragedia de Macbeth PDF
ARTÍCULO - La Tragedia de Macbeth PDF
uy
LA TRAGEDIA DE MACBETH
(WILLIAM SHAKESPEARE)
GUÍA DE ESTUDIO
Shakespeare’s Macbeth
The Manga Edition
A.Sexton, E.Grandt y C.Chow, 2008
(Copyright © John Wiley & Sons, Ltd.)
Ubicación de la obra
Fuentes de Macbeth
Argumento
Sentido de la tragedia
UBICACIÓN DE LA OBRA
Macbeth
Wiktor Sadowski, 1994
La tragedia de Macbeth fue escrita entre 1606 y 1608; por algunas referencias
de la época se sabe que en 1610 ya se había representado. Su primera publicación
data de 1623, en el First Folio.
La señora Macbeth
Montevideo, 2009
www.ladeliteratura.com.uy
FUENTES DE MACBETH
ARGUMENTO
Trono de sangre
Dir. Akira Kurosawa, 1957
Mientras eso ocurre en el campamento del rey Duncan, en otro lugar –en medio
de una llanura desierta- tres brujas salen al encuentro de Macbeth y su amigo Banquo.
Les saludan con anuncios proféticos: a Macbeth le llaman thane de Glamis (título que
tenía desde la muerte de su padre), thane de Cawdor y rey; a Banquo le anuncian que
de él nacerán futuros reyes. Ante la sorpresa de ambos generales, llegan los
mensajeros que confirman que Macbeth es thane de Cawdor, lo cual alimenta su
ambición por la corona.
noche en el castillo de Macbeth e inculpan del crimen a los guardias. Temiendo por
sus vidas los príncipes Malcom y Donalbain –hijos de Duncan- huyen del castillo; esto
sirve a Macbeth para hacer recaer en ellos la sospecha de traición y parricidio, con lo
cual logra ser nombrado rey en lugar de Malcolm, el legítimo heredero de la corona.
ESTRUCTURA EXTERNA
• II,3- El portero.
Macbeth
Rafl Olbinski, 1999
www.ladeliteratura.com.uy
ESTRUCTURA INTERNA
Exposición
Crecimiento y conflicto
Catástrofe y resolución
Macbeth
David Messer,2005
SENTIDO DE LA TRAGEDIA
LA AMBICIÓN
En la escena 1 del acto I las brujas anuncian que pronto se encontrarán con
Macbeth, lo cual sugiere al espectador que va a existir una relación entre el
protagonista y el mal:
Por encima de estos tres planos opera el mundo sobrenatural (las brujas y las
apariciones) que sirven de aglutinante y los vincula entre sí.
El cosmos o universo.
El gobierno humano.
En su esencia profunda Lady Macbeth y Macbeth son semejantes: los dos son
movidos por un mismo deseo -la ambición de poder-, llevan al extremo del crimen su
pasión y se alientan mutuamente para lograr su meta. Sin embargo, la primera impresión
que tiene el espectador es la del contraste entre la duda de Macbeth y el ímpetu de Lady
Macbeth. Este contraste entre ambos funciona como un recurso dramático para que la
acción trágica avance.
A simple vista, Lady Macbeth pareciera tener un temperamento frío; sin embargo,
la complejidad de su personalidad se aprecia mejor en algunos detalles apenas
sugeridos pero que van adquiriendo importancia a medida que avanza la obra.
En la escena 5 del acto I, Lady Macbeth invoca a las potencias malignas para que
la invadan completamente y borren cualquier rasgo de ternura que pudiera tener:
www.ladeliteratura.com.uy
Macbeth
debería ser borrado, es síntoma de que tiene una conciencia
Dir. Orson Welles, 1948 moral que le advierte cuál es el límite hasta el que puede
llegar el ser humano.
Para acentuar aún más el patetismo de la escena el autor incorporó este detalle
que resulta irónico y cruel a la vez. Aunque es capaz de tramar el crimen en todos sus
pormenores y no teme mancharse las manos con los puñales que trae su esposo, no se
atreve a ejecutar ella misma el asesinato, apenas por un recuerdo muy íntimo: la imagen
www.ladeliteratura.com.uy
del anciano rey apuñalado durante el sueño trae a la mente a otro anciano también
dormido, su padre.
Macbeth
Classical Comics - Jon Haward, 2006
¡Fuera, mancha maldita!... ¡Fuera, digo! Una, dos; vaya, llegó el instante de
ponerlo por obra…¡El infierno es sombrío! ¡Qué vergüenza, dueño mío, qué
vergüenza! ¿Un soldado y tener miedo?... ¡Qué importa que llegue a saberse, si
nadie puede pedir cuentas a nuestro poder!... pero ¡quién hubiera imaginado
que habría de tener aquel viejo tanta sangre!
(…)
www.ladeliteratura.com.uy
¡El thane de Fife tenía una esposa. Ahora, ¿dónde está?... pero ¡qué! ¿No he de
poder ver limpias estas manos? ¡No más, dueño mío, acaba; todo lo echáis a
perder con esos sobresaltos! (V,1)
Pero apenas escucha los saludos proféticos de las brujas, su imaginación le hace
ceder rápidamente a las fuerzas del mal y despierta su ambición. Sin embargo, le
espanta la idea del crimen pues actúa en él la conciencia moral que le advierte sobre la
gravedad de sus pensamientos:
MACBETH- (…) ¡Los temores reales son menos horribles que los que inspira la
imaginación!¡Mi pensamiento, donde el asesinato no es aún más que vana
sombra, conmueve hasta tal punto el pobre reino de mi alma que toda facultad
de obrar se ahoga en inquietudes y nada existe para mí sino lo que no existe
todavía! (I,3)
www.ladeliteratura.com.uy
“No tengo otra espuela para aguijonear los flancos de mi voluntad a no ser mi
honda ambición, que salta en demasía y me arroja del otro lado…” (I,7)
“¿Es un puñal esto que veo ante mí, con el mango hacia mi mano?” (II, 1)
“Me pareció oír una voz que gritaba: ¡No dormirás más!...¡Macbeth ha
asesinado el sueño!” (II,2)
www.ladeliteratura.com.uy
Macbeth
Cambridge School, 2005
¡Fuera, mancha maldita!... ¡Fuera, digo! (…) ¡quién hubiera imaginado que
habría de tener aquel viejo tanta sangre!
(…) ¿No he de poder ver limpias estas manos?
(…) ¡Siempre el hedor de la sangre!… ¡Todas las esencias de Arabia no
desinfectarían esta pequeña mano mía!...
www.ladeliteratura.com.uy
MACBETH- (…) ¿Qué manos son esas? ¡Ah!...Me arrancan los ojos. ¿Todo el
océano inmenso podría lavar esta sangre de mis manos? ¡No!... ¡Mis manos
mancharían la inmensa mar, volviendo rojo lo verde!
LADY MACBETH- ¡Ya están mis manos del color de las vuestras; pero me
avergonzaría de tener un corazón tan blanco! (…) Un poco de agua nos lavará
de esta acción. ¡Ya veis si es fácil!... (II,2)
MacbethLadyMacbeth
Dir. Carlos Alfaro, 2008
lengua, en las manos, y presentaos como flor de inocencia; pero sed la serpiente
que se esconde bajo esa flor… (I, 5)
Sin embargo, al llegar al acto III Macbeth ya no necesita del consejo de su esposa
para fingir y logra arrancar engañosamente a Banquo la información necesaria para
tenderle una trampa: