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El día que Kobe Bryant ganó un Oscar con la historia de su vida

El fallecido exjugador de Lakers se llevó la estatuilla por Mejor cortometraje de animación


en 2018.
Considerado como uno de los mejores jugadores de la historia, Bryant ganó un Oscar por
el corto animado basado en el poema con el que anunció su despedida de las canchas:
"Querido baloncesto".
Ese día, 4 de marzo, Bryant agradeció a su familia por ser la inspiración a lo que llegó a ser
en el mundo del basquetbol profesional.
“Soy un jugador de básquetbol, no sé cómo hice esto, gracias a la Academia y a todos los
que influyeron en la realización del corto. Como jugadores de básquetbol, se supone que
debemos callarnos y regatear. Me alegro de que estamos haciendo mucho más que eso.
Gracias a mi esposa y a mi familia, esto es para ustedes”.
'Dear Basketball' se define como un poema animado que está basado en la carta que Kobe
escribió como despedida cuando decidió retirarse del básquetbol profesional en 2015.
Parte de ese poema dice así:
"Tú le diste a un niño de seis años su sueño de ser Laker.
Y siempre te amaré por eso, pero no puedo amarte obsesivamente por mucho más
tiempo.
Esta temporada es todo lo que me queda por dar.
Mi corazón puede resistir el ritmo, mi mente puede aguantar la presión, pero mi cuerpo
sabe que es el momento de decir adiós".

Y estas fueron las palabras con las que se despidió:

"Y los dos sabemos, no importa lo que haga después


Siempre seré ese niño,
con los calcetines subidos
Un tacho de basura en la esquina
:05 segundos en el reloj
La pelota en mis manos.
5…4…3…2…1
Siempre te amaré,
Kobe"
Kobe Bryant nació en Filadelfia el 23 de agosto del año 1978. Fue hijo del también
baloncestista Joe Bryant, que llegó a disputar 8 temporadas en la NBA. En su última etapa
como jugador Joe se fue a jugar 7 años a Italia, es por ese motivo por el que Kobe pasó
gran parte de su infancia en este país.
A pesar de que era la profesión de su padre, durante su juventud se le vio más interesado
en otros deportes como el fútbol. Sin embargo, en 1991 su familia se desplazó
nuevamente a Estados Unidos y Kobe se decidió definitivamente por el basket y se
propuso jugar algún día en la NBA.
Jugando con su equipo de secundaria, hizo unas estadísticas que llamaron la atención de
todos los ojeadores del país: promedio de 30,9 puntos, 12 rebotes y 6,5 asistencias.
Kobe llegó a la NBA como uno de esos ansiosos preparatorianos que querían comerse el
mundo, cuando la liga daba cabida a los juveniles para saltarse el baloncesto universitario.
Sin ese detalle, difícilmente habríamos podido ver a jugadores como Bryant, LeBron
James, Kevin Garnett u otros talentos irrepetibles.
Bryant ganó cinco campeonatos en la NBA, tres de ellos junto con uno de los jugadores
más dominantes de la historia de NBA como Shaquille O'Neal, pero dos de ellos, en el
entendido de que el basquetbol es un deporte de conjunto, se puede decir que los ganó
'solo', y en esas dos oportunidades fue nombrado como el MVP de las Finales de la NBA,
toda una proeza.
Suma 18 participaciones en el Juego de Estrellas, cuatro veces el Más Valioso en el All Star,
11 ocasiones nombrado al equipo ideal de la Liga, nueve al equipo defensivo ideal,
campeón del Slam Dunk en 1997; también capturó dos medallas de oro olímpicas (Pekín
2008 y Londres 2012).
El 24 de agosto se celebra el Mamba Day, una fecha que se combina con otra de las cosas
que lo hicieron único: usar dos números en su carrera, el 8 y el 24 (ambos retirados por los
Lakers) y apenas en 2019, como ejemplo de cuán vigente seguía a pesar de haberse
retirado en 2016, es que la venta de los tenis con su firma, los Mamba, significaron una
ganancia de 16 millones de dólares para la firma Nike.
Bryant fue inspiración para que se escribieran varios libros, pero él también colaboró con
la industria editorial con dos títulos, ' The Mamba Mentality: How I Play' y ' Training
Camp', dos textos que ejemplifican cuán analítico, instenso, apasionado y profundo era
Kobe con respecto al basquetbol. Estas publicaciones ahora cobrarán una mayor
relevancia.
El día de su retiro, el 13 de abril de 2016, luego de brindar un partido que resume su
grandeza, pese a estar disminuido por las devastadoras lesiones de los años recientes, tras
no ser aquel que brillara apenas años antes de colgar los tenis, respondió con 60 puntos y
dio un mensaje que no solo dentro del Staples Center querían oír, sino en todo el mundo,
y al finalizarlo, soltó el micrófono diciendo 'Mamba out', un gesto icónico que luego sería
incluso replicado por el entonces presidente estadounidense Barack Obama.
Parte de su discurso decía:
"No puedo creer lo rápido que han pasado 20 años. Es una locura, una auténtica locura.
Estar aquí, en el centro de la cancha con ustedes, con mi equipo detrás disfrutando de
todo lo que hemos pasado. Hemos estado en épocas mejores y épocas peores, pero lo
más importante es que todos hemos estado juntos", apuntó 'La Mamba' mientras recibía
el caluroso aplauso de una afición entregada.
"Crecí como un incondicional, como un fanático de los Lakers. Sabía todo de cada jugador
que había jugado aquí, así que cuando fui drafteado y traspasado a esta organización y
luego he pasado 20 años aquí... no se puede escribir nada mejor que esto", señalaba un
agradecido Kobe. "Más que de los anillos, de lo que estoy más orgulloso es de los años
bajos en los que jugamos y superamos todo eso e hicimos las cosas de la manera que
había que hacerlas. Todo lo que puedo hacer aquí es daros las gracias. Agradeceros todos
estos años de apoyo, la motivación y la inspiración".
"Ha sido divertido. La cosa que ha estado rondándome toda la noche es que he pasado 20
años escuchando a todo el mundo gritarme para que pasara el balón y en mi última noche
era como 'no pases el balón'. Ha sido precioso y no puedo creer que esto haya llegado al
final. Siempre estaréis en mi corazón y de verdad, de verdad, que lo aprecio. No hay
palabras para describir cómo me siento hacia ustedes. Gracias, gracias desde el fondo de
mi corazón. Los quiero".
Ahora será una leyenda para la posteridad, aunque echaremos mucho de menos verlo en
ese estrado y dando un mensaje que, anticipábamos, iba a ser tan interesante y
apasionado como siempre que tuvo la oportunidad de hablar. Nos quedaremos
anhelándolo.

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