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UNIVERSIDAD EVANGÉLICA DEL PARAGUAY

FACULTAD DE HUMANIDADES Y CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN

MANUAL DE JUEGOS, DINÁMICAS Y TÉCNICAS

Fanny Soledad Villarreal Rojas

TRABAJO PRESENTADO A:

Profesor: Mgtr. Vania Acuña

EN CUMPLIMIENTO FINAL

PARA LA MATERIA PRÁCTICA AÚLICA

LAMBARÉ

NOVIEMBRE, 2019
LA DIFERENCIA ENTRE EL PERDÓN Y LA RECONCILIACIÓN

Mediante este ensayo, se busca analizar cuál es la diferencia entre el perdón y la

reconciliación, analizando las ideas de diferentes autores para luego sacar una apropiada

conclusión que permita conocer cuál es esta diferencia tan importante, ya que el perdón

y la reconciliación son pasos importantes para que una persona pueda alcanzar una

verdadera comunión con Cristo, porqué, como podrá amar a Dios, si no ama a su hermano

lo suficiente como para perdonarlo y reconciliarse con él.

Como dijo una vez el psicólogo Robert Enright “El perdón es un regalo silencioso

que dejas en el umbral de la puerta de aquellos que te han hecho daño”. Sin embargo, la

mayoría de las veces el ser humano pensando con el corazón lleno de ira, prefiere vivir

con esa ira y enojo en el corazón, que ver las posibilidades de perdonar a ese individuo

que lo ha lastimado, y de esa forma poder reconciliarse y dejar atrás la ira.

Castro (2015) compara el acto de perdonar con la de cancelar una deuda,

mencionando a Mateo 18: 21 – 35, en donde se habla acerca de perdonar las deudas,

diciendo que “perdonar es soltar, dejar”. Es bastante normal que cuando una persona nos

ha lastimado de alguna manera, nos enojemos con dicha persona, sin embargo, no

debemos permitir que ese enojo se transforme en algo más, por ello, siempre es bueno

arreglar nuestros conflictos antes de que pase mucho tiempo, pues, si dejamos que ese

enojo arraigue y eche raíces en nuestro corazón, será cada vez más difícil perdonar a una

persona. Además, como se menciona en Mateo 6:12 -15 en donde se habla acerca de cómo

si logramos perdonar a nuestros hermanos, también Cristo nos perdonará a nosotros, es

un enorme incentivo para reflexionar y ofrecer nuestro perdón.


Cox (2005) menciona una serie de pasos que nos ayudaran a reflexionar con el fin

de poder perdonar a aquellos que de forma intencionada o no, nos han lastimado. Cox

explica que una de las primeras cosas que debemos hacer cuando no estamos seguros de

querer perdonar a alguien es pensar en cómo Cristo, a pesar de todos los pecados que

hemos cometido, aun nos perdona y nos sigue amando, por lo tanto, debemos entregar a

Cristo todo dolor, ira y deseos de venganza que podamos tener y dejar que él sea quien

se encargue, pues, la única persona que sufre, al no dejar ir y perdonar, es uno mismo.

Así también, Cox (2005) nos da dos consejos si deseamos ser perdonados, porque

también hay que recordar que no siempre somos la víctima, sino el agresor, en algún

momento de nuestras vidas hemos lastimado alguien, ya sea de forma intencionada o no.

Uno de los primeros consejos es que debemos confesar, debemos dejar de lado cualquier

orgullo que podemos tener y admitir nuestro error. El segundo consejo es el

arrepentimiento, uno verdadero en donde se note el cambio en la persona, en donde

entienda el mal que ha causado, lo confiese y luego se arrepienta de verdad, para así lograr

una reconciliación con su hermano de ser posible.

Hasta el momento habremos leído ya varias veces la palabra “reconciliación”, sin

embargo, puede que aún no hayamos logrado entenderlo completamente. Trenchard (s.t)

definió a la reconciliación como: "Volver a la concordia a los que estaban desunidos".

Por lo tanto, una reconciliación significa dejar atrás cualquier enemistad que podamos

tener hacia una o más personas, es perdonar y luego trabajar para volver a juntar los

pedazos del vínculo que se rompió.

En la biblia podemos encontrar varias menciones a la reconciliación, como la de

Pablo cuando exhorta a una mujer a reconciliarse con su esposo en 1 Co. 7:11, la historia

de los hermanos Jacob y Esaú acontecida en Génesis 33 o la conocida historia del sermón
del monte, el hijo pródigo. Por lo tanto, podemos encontrar historias en donde parecía que

el rencor y el enojo de los protagonistas era tan grande, que nunca podrían perdonar al

otro, y mucho menos reconciliarse, sin embargo, la biblia nos enseña que a pesar de

cualquier conflicto por el que estemos pasando, y parezca imposible perdonar, si de

verdad lo queremos, podremos reparar el vínculo que se ha roto.

Uno de los ejemplos más increíbles de reconciliación, sin embargo, es el que Dios

tuvo con nosotros. La Biblia habla acerca de que Cristo nos reconcilió con Dios (Romanos

5:10; 2 Corintios 5:18; Colosenses 1:20-21). Por lo tanto, eso nos da a entender que

nuestra relación con Dios estaba rota, que el pecado que habitaba en el ser humano era

tanto que impedía nuestra comunión con Cristo, en Romanos 5:10 se menciona que

éramos enemigos de Dios: “Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios

por la muerte de Su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida”.

Por lo tanto, en base a las obras analizadas de otros autores se ha determinado que

el perdón es diferente a la reconciliación, por supuesto, no hay reconciliación sin perdón,

sin embargo, sí puede haber perdón sin reconciliación. El perdón tiende a ser un proceso

personal interior en donde una persona no necesita necesariamente interactuar con la

persona que le ha lastimado o ofendido, mientras que la reconciliación es un proceso en

donde ambas partes afectadas quieren y buscan reparar el vínculo que se había roto.

Para concluir este ensayo, puedo decir que el perdón y la reconciliación son dos

valores muy poderosos, y si cada uno de nosotros lo practicará tendríamos hoy en día una

sociedad diferente a la que conocemos, ya que si cada uno de nosotros dejará de lado su

orgullo y perdonará a la persona que lo ha ofendido, inclusive si trabajará para reparar el

vínculo roto, logrando así una reconciliación, las personas dejarían de ocupar tanto de su
tiempo en pensamientos y acciones negativas, y lo utilizarían para realizar buenas

acciones.

Es importante recalcar que uno de los pasos fundamentales para llegar a una

reconciliación, es el perdón verdadero sobre cualquier ofensa que se haya cometido, así

como también, el compromiso de no volver a realizar las acciones que lastimaron u

ofendieron al otro. Como mencionan Cortez & otros (2015) “pues si bien el perdón podría

instigar sentimientos de reconciliación, no necesariamente se logra esta.” Allí es donde

radica la principal diferencia entre el perdón y la reconciliación, en que se necesita uno

para perdonar, y dos para reconciliar.


BIBLIOGRAFÍA

Castro, E. (2015). Estudio sobre el perdón. Recuperado el 20 de noviembre de

2019, de https://www.academia.edu/20082649/ESTUDIO_SOBRE_EL_PERDON

Cortés, A. T. (2016). Comprensiones sobre el perdón y la reconciliación en el

contexto del conflicto armado colombiano. 25, 19 - 25. Recuperado el 20 de noviembre

de 2019, de https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1132055915000484

Cox, D. (2005). El perdón y el cristiano. Recuperado el 20 de noviembre de 2019,

de

https://www.academia.edu/6856393/El_Perd%C3%B3n_y_el_Cristiano?auto=downloa

Trenchard, E. (s.f.). Estudio Bíblico: La reconciliación. Recuperado el 20 de

noviembre de 2019, de Escuela Bíblica: Siguiendo al maestro:

https://www.escuelabiblica.com/estudios-biblicos-1.php?id=273

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