Está en la página 1de 10

See discussions, stats, and author profiles for this publication at: https://www.researchgate.

net/publication/305387777

Diagnóstico y Comorbilidades

Chapter · October 2014


DOI: 10.13140/RG.2.1.3823.5123

CITATIONS READS

0 140

4 authors, including:

Hugo Rodríguez

32 PUBLICATIONS   12 CITATIONS   

SEE PROFILE

All content following this page was uploaded by Julio Torales on 17 July 2016.

The user has requested enhancement of the downloaded file.


Diagnóstico y Comorbilidades

Prof. Dr. Julio Torales, Dr. Hugo Rodríguez, Dr. César Ruiz Díaz
& Univ. Oscar García

En general, el diagnóstico de la TTM se establece en función de la clínica y su correla-


ción con los antecedentes médicos del paciente, incluyendo su historial psiquiátrico. Una
anamnesis empática pone en evidencia, por lo general, el hábito del paciente de tocarse
y arrancarse el pelo. Asimismo, en el caso de niños y adolescentes, es frecuente que los
padres se hayan percatado de este hecho y lo reporten en la consulta. 19

La Asociación Americana de Psiquiatría clasifica a la TTM en el apartado sobre Trastorno


Obsesivo Compulsivo y otros trastornos relacionados [Tricotilomanía (trastorno de arran-
carse el pelo) 312.39 (F63.2)] de la 5ª edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de los
Trastornos Mentales (DSM-V).

Los criterios diagnósticos aprobados por la Asociación Americana de Psiquiatría esta-


blecen que un paciente con TTM se arranca el pelo de manera recurrente, con la conse-
cuente pérdida del mismo (Criterio A). Asimismo, ha intentado repetidamente disminuir
o cesar esa conducta (Criterio B), puesto que la misma le genera malestar significativo
o deterioro en las áreas social, laboral u otras áreas importantes de su funcionamiento
(Criterio C). Y, por último, la conducta de arrancamiento o la pérdida del pelo no pueden
atribuirse a otra afección médica (por ejemplo, una afección dermatológica) o a la presen-
cia de síntomas de otro trastorno mental (por ejemplo, intentos de mejorar un defecto
o imperfección percibida en el aspecto como sucede en el trastorno dismórfico corporal)
(Criterios D y E, respectivamente) (American Psychiatric Association, 2013).

El Criterio A requiere que el arrancamiento de pelo genere pérdida del mismo; no obstan-
te, muchos pacientes afectos de TTM pueden arrancarse el pelo de manera difusa, por lo
que la pérdida podría no ser fácilmente detectable. Por su parte, el malestar significativo
enunciado en el Criterio C indica que la conducta de arrancamiento causa efectos negati-
vos que pueden ser experimentados por los pacientes, tales como sentimientos de pérdi-
da del control, vergüenza y culpa. Asimismo, el deterioro funcional puede manifestarse
en diversas áreas (social, laboral, académica y de placer), en parte por evitar asistir al
trabajo, a la escuela o participar de otras situaciones públicas.
El arrancamiento puede acompañarse de una serie de conductas y rituales que involucran
al pelo. Por ejemplo, los pacientes pueden buscar un tipo particular de pelo que arrancar
(según su textura o color), pueden tratar de arrancarse el pelo de una manera específica
(para que la raíz salga de manera intacta) o pueden examinar visual, táctil u oralmente
el pelo luego de ser arrancado (hacer rodar el pelo entre los dedos, morderlos y cortarlos
con los dientes o tragarlos) (American Psychiatric Association, 2013).

! Características asociadas que apoyan el diagnóstico

El arrancamiento del pelo puede estar precedido o ser acompañado por diversos esta-
dos emocionales; asimismo, puede ser desencadenado por sentimientos de ansiedad o
20 aburrimiento, puede ser precedido por una sensación in crescendo de tensión (inmedia-
tamente antes de arrancar el pelo o al intentar resistir la urgencia de hacerlo), o puede
generar sensaciones de gratificación, placer o alivio cuando el pelo es arrancado. Se hace
necesario destacar que en los niños puede faltar el componente de tensión-gratificación
(Cather & Clay, 2005).

El arrancamiento puede ser tanto automático (fuera de la conciencia) y centrado (con


presencia de los componentes de tensión-gratificación); no obstante, muchos individuos
reportan presentar una mezcla de ambos estilos de arrancamiento. Por su parte, algunos
pacientes informan de sensaciones inespecíficas similares al prurito u hormigueo en el
cuero cabelludo, que se alivian tras el arrancamiento del pelo (American Psychiatric As-
sociation, 2013).

Las conductas de arrancamiento en general no se presentan frente a otros individuos,


excepto familiares o amigos íntimos. Algunos pacientes incluso sienten la necesidad
de arrancar el pelo de otras personas, de sus mascotas o de cualquier material fibroso
(como suéteres o alfombras) (American Psychiatric Association, 2013). La mayoría de
los pacientes afectos presenta, además, una o más conductas repetitivas orientadas al
cuerpo, incluyendo trastorno de excoriación y onicofagia, entre otras (Torales Benítez &
Rodríguez Marín, 2014).
 Comorbilidades psiquiátricas

Hasta el momento, solo existen escasas investigaciones que se centren en las comorbi-
lidades que pueden presentar niños y adolescentes con TTM (Flessner, 2012). En 2007,
un estudio reportó que el 39,1% de niños con TTM tenía otra comorbilidad psiquiátrica.
De estos niños, el 30,4% presentaba un trastorno del espectro ansioso; y el 10,9%, un
trastorno externalizante (ya sea trastorno por déficit de atención con hiperactividad,
trastorno oposicionista desafiante y trastorno de conducta) (Tolin, 2007).

Asimismo, otros estudios arrojaron como comorbilidades más frecuentes en niños con
TTM al trastorno de ansiedad generalizada (13%), trastorno de ansiedad social (8,7%),
trastorno obsesivo compulsivo (6,5%), trastorno por déficit de atención con hiperacti-
vidad (8,7%) y trastorno oposicionista desafiante (6,5%) (Flessner, 2012). Un estudio 21
llevado a cabo por Internet encontró que el 38,3% de los niños con TTM tenía al menos
otro diagnóstico comórbido. Entre estos diagnósticos, el trastorno de ansiedad (24,1%),
los trastornos del humor (18,8%) y el trastorno por déficit de atención con hiperactividad
(16,5%) fueron los más comunes (Franklin, 2008).

Aunque arrancarse el pelo a una edad temprana podría considerarse un hábito benigno,
la comorbilidad psiquiátrica es evidente incluso en niños menores de 3 años (Flessner,
2012). Un estudio encontró que el 50% de los niños de entre 1 a 3 años que se arrancaba
el pelo, cumplía con criterios de trastorno de ansiedad, 40% presentaba problemas del
desarrollo, 20% tenía enfermedades médicas crónicas y 100% de la muestra se desenvol-
vía en ambientes con estresores familiares (separación de los padres, falta de hogar, des-
empleo, enfermedades mentales en los padres, entre otros) (Wright & Holmes, 2003). No
obstante, existen aún pocas investigaciones en este grupo etario, por lo que se necesita
de una cuidadosa valoración y precaución al trabajar con esta población de niños.
 Diagnósticos diferenciales psiquiátricos

La tabla 2 informa de las características de los principales diagnósticos diferenciales de


la TTM.

Tabla 2. D    TTM


(American Psychiatric Association, 2013)

Trastorno Características

Pacientes con obsesiones de simetría, en el contexto de un


trastorno obsesivo compulsivo, pueden arrancarse el pelo
22 Trastorno
como parte de sus rituales; por su parte, individuos con tras-
obsesivo compulsivo
torno dismórfico corporal pueden arrancarse pelo que consi-
y trastornos relacionados
deran no estético, asimétrico o anormal. En los casos citados,
no se realiza el diagnóstico de TTM.

Pacientes con trastornos del desarrollo pueden arrancarse el


Trastornos del desarrollo pelo, más no en el contexto de una TTM, sino más bien como
conductas estereotipadas.

Pacientes con un trastorno psicótico pueden arrancarse el pelo


Trastornos psicóticos en respuesta a un delirio o una alucinación. El diagnóstico de
TTM no se realiza en ese caso.

El arrancamiento del pelo puede ser exacerbado por el uso de


Trastornos relacionados ciertas sustancias (como los estimulantes), aunque es poco
con sustancias probable que una sustancia sea la causa de arrancamiento
persistente.

 Diagnósticos diferenciales dermatológicos

La TTM no debe ser diagnosticada si el arrancamiento de pelo o la pérdida del mismo es


atribuible a otra condición médica (por ejemplo, inflamación de la piel u otra alteración
dermatológica).

La TTM debe diferenciarse de otras causas de alopecia no cicraticial (alopecia areata, alo-
pecia androgenética, efluvio telógeno) o cicraticial (lupus discoide crónico, liquen plano-
papilar, foliculitis decalvante, entre otras). Cómo se mencionó previamente en esta guía,
la biopsia confirmará el diagnóstico en caso de duda (American Psychiatric Association,
2013; Stefanato, 2010).
Referencias
American Academy of Child and Adolescent Psychiatry: Facts for Families: Hair Pulling
(Trichotillomania), 2013. Available at http://www.aacap.org/aacap/Families_
and_Youth/Facts_for_Families/Facts_for_Families_Pages/Hair_Pulling_Tri-
chotillomania_96.aspx. Accessed March 17, 2014.
American Psychiatric Association: Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disor-
ders, Fifth Edition. Arlington, VA. American Psychiatric Association, 2013.
Azrin NH, Nunn RG: Habit-reversal: a method of eliminating nervous habits and tics.
Behav Res Ther 11: 619-628, 1973.
Azrin NH, Nunn RG, Frantz SE: Treatment of hair pulling (trichotillomania): a compa-
rative study of habit reversal and negative practice training. J Behav Ther Exp
Psychiatry 11: 13-20, 1980.
Boudjouk PJ, Woods DW, Miltenberger RG, Long ES: Negative peer evaluation in adoles-
cents: effects of tic disorders and trichotillomania. Child Fam Behav Ther 22:
17-28, 2000.
Boughn S, Holdom JJ: The relationship of violence and trichotillomania. J Nurs Scho-
larsh, 35, 165-170, 2003.
Bloch MH, Landeros-Weisenberger AL, Dombrowski P, et al: Systematic review: phar-
macological and behavioral treatment for tricotillomania. Biol Psychiatry 62:
839-846, 2007.
Cather JC, Clay J: A child with nonscarring alopecia. BUMC Proceedings 18: 269-272,
2005.
Christenson GA, Pyle RL, Mitchell JE: Estimated lifetime prevalence of trichotilloma-
nia in college students. J Clin Psychiatry 52: 415-417, 1991.
Clark J, Helm TN, Bergfeld WF: Chronic alopecia. Trichotillomania. Arch Dermatol
131:131:720-721, 1995.
De Sousa A: An open-label pilot study of naltrexone in childhood-onset trichotilloma-
nia. J Child Adolesc Psychopharmacol 18: 30-33, 2008.
Diefenbach GJ, Tolin DF, Crocetto J, Maltby N, Hannan S: Assessment of trichotillo-
mania: a psychometric evaluation of hair-pulling scales. J Psychopathol Behav
Assess 27: 169-178, 2005.
Dimino-Emme L, Camisa C: Trichotillomania associated with the “friar Tuck sign” and
nail biting. Cutis 47: 107-110, 1991.
Dougherty DD, Loh R, Jenike MA, Keuthen NJ: Single modality versus dual modality
treatment for trichotillomania: setraline, behavioral therapy, or both? J Clin
Psychiatry 67: 1086-1092, 2006.
Figueroa Quintana A, Díez Suárez A, Soutullo Esperón C: Tratamiento farmacológico
del trastorno obsesivo compulsivo en niños y adolescentes, in Guía Esencial de
Psicofarmacología del Niño y del Adolescente. Edited by Soutullo Esperón C.
Madrid, Editorial Médica Panamericana, 2011, 231-245.
Figueroa Quintana A, Soutullo Esperón C: Tratamiento farmacológico de los trastornos
de ansiedad en niños y adolescentes, in Guía Esencial de Psicofarmacología del
Niño y del Adolescente. Edited by Soutullo Esperón C. Madrid, Editorial Médica
Panamericana, 2011, 211-229.
Flessner CA, Conelea CA, Woods DW, Franklin M, Keuthen NJ: Styles of pulling in tri-
chotillomania: exploring differences in symptom severity, phenomenology, and
functional impact. Behav Res Ther, 46, 345-357, 2008.
Flessner CA: Diagnosis and comorbidity, in Trichotillomania, Skin Picking and other
Body Focused Repetitive Behaviors. Edited by Grant JE, Stein DJ, Woods DW,
Keuthen NJ. Washington DC, American Psychiatric Publishing, 2012, 83-96.
Flessner CA, Penzel F: Trichotillomania Learning Center–Scientific Advisory Board;
Keuthen NJ. Current treatment practices for children and adults with trichoti-
llomania: consensus among experts. Cogn Behav Pract 17: 290-300, 2010.
Franklin ME, Cahill SP, Roth Ledley DA, Cardona D, Anderson E: Behavior therapy for
pediatric trichotillomania: a randomized controlled trial. Presented at: Procee-
dings of the American Academy of Child and Adolescent Psychiatry; Boston, MA,
USA. 23–28 October 2007.
Franklin M, Flessner CA, Woods DW, et al: The Child and Adolescent Trichotillomania
Impact Project: descriptive psychopathology, comorbidity, functional impair-
ment, and treatment utilization. J Dev Behav Pediatr 29: 493-500, 2008.
Franklin ME, Edson AL, Ledley DA, Cahill SP: Behavior therapy for pediatric trichoti-
llomania: a randomized controlled trial. J Am Acad Child Adolesc Psychiatry 43:
234-245, 2011.
Franklin ME, Tolin DF: Treating Trichotillomania: Cognitive Behavioral Therapy for
Hair Pulling and Related Problems. Springer Science and Business Media; NY,
USA, 2007.
George S, Moselhy H. Cocaine-induced trichotillomania. Addiction 100: 255-256, 2005.
Golomb R, Franklin M, Grant J, Keuthen N, Mansueto C, Mouton-Odum S, Novak
C, Woods D: Expert consensus. Treatment guidelines for Trichotillomania,
Skin-Picking and other Body-Focused Repetitive Behaviors, 2011. Available at:
http://www.trich.org/treatment/Guiasparaeltratamiento.html. Accessed March
17, 2014.
Goodman WK, Price LH, Rasmussen SA, et al: The Yale–Brown Obsessive Compulsive
Scale. II Validity. Arch Gen Psychiatry 46: 1012-1016, 1989.
Goodman WK, Price LH, Rasmussen SA, et al: The Yale–Brown Obsessive Compulsive
Scale. I Development, use, and reliability. Arch Gen Psychiatry 46: 1006-1011,
1989.
Grant JE, Odlaug BL & Kim SW: N-acetylcysteine, a glutamate modulator, in the treat-
ment of trichotillomania. Arch Gen Psychiatry 66: 756-763, 2009.
Grant JE, Odlaug BL, Potenza MN: Addicted to hair pulling? How an alternate model
of trichotillomania may improve treatment outcome. Harv Rev Psychiatry 15:
80-85, 2007.
Hautmann G, Hercogova J, Lotti T: Trichotillomania. J Am Acad Dermatol 46: 807-821,
2002.
Hallopeau F: Alopecie par grattage (trichomanie ou trichotillomanie). Ann Dermatol
Syphilgr 10: 440-446, 1989.
Hernández Otero I: Psicofarmacología de la depresión mayor en niños y adolescentes, in
Guía Esencial de Psicofarmacología del Niño y del Adolescente. Edited by Soutu-
llo Esperón C. Madrid, Editorial Médica Panamericana, 2011, 119-138.
Keuthen NJ, Makris N, Schlerf JE, Martis B, et al: Evidence of reduced cerebellar volu-
mes in trichotillomania. Biol Psychiatry: 61, 374-381, 2007.
Keuthen NJ, O’Sullivan RL, Hayday CF, Peets KE., et al: The relationship of menstrual
cycle and pregnancy to compulsive hairpulling. Psychother Psychosom 66: 33-37,
1997.
King RA, Scahill L, Vitulano LA, & Schwab-Stone M: Childhood trichotillomania: clini-
cal phenomenology, comorbidity, and family genetics. J Am Acad Child Adolesc
Psychiatry 34: 1451-1459, 1995.
Koblenzer CS: Psychosomatic concepts in dermatology. Arch Dermatol 11: 501-512,
1983.
Komossa K, Rummel-Kluge C, Hunger H, et al: Olanzapine versus other atypical an-
tipsychotics for schizophrenia. Cochrane Database Syst Rev 3: 1–150, 2010.

Irons J: Fluvoxamine in the treatment of anxiety disorders. Neuropsychiatric Disease


and Treatment 1(4): 289-299, 2005.
Lerner J, Franklin ME, Meadows EA, Hembree E, Foa EB. Effectiveness of a cogniti-
ve–behavioral treatment program for trichotillomania: an uncontrolled evalua-
tion. Behav Ther 29: 157–171, 1998.
Lochner C, Seedat S, du Toit PL, Nel DG, et al: Obsessive-compulsive disorder and tri-
chotillomania: a phenomenological comparison. BMC Psychiatry 5: 2-5, 2005.
Mannino FV, Delgado RA: Trichotillomania in children. A Review. Amer J Psychiat 126:
505-511, 1969.
Moreno Vázquez K, Ponce Olivera RM, Cano AS, Narváez Rosales V, Sanabria Deseuza
JA, Jurado Santa Cruz J, Ubbelohde Hennigsen T: Dermatología Rev Mex 51(5):
280-286, 2007.
Moore PS, Franklin ME, Keuthen NJ, et al: Family functioning in pediatric trichotillo-
mania. Child Fam Behav Ther 31: 255-269, 2009.
Muller SA: Trichotillomania: a histopathologic study in sixty-six patients. J Am Acad
Dermatol 23: 56-62, 1990.
O’Connor K, Brisebois H, Brault M, Robillard S, et al: Behav ioral activity associated
with onset in chronic tic and habit disorder. Behav Res Ther 41: 241-249, 2003.
Okada Gianoli M, Tolin DF: Cognitive-behavioral therapy for pediatric trichotillomania,
in Trichotillomania, skin picking and other body-focused repetitive behaviors.
Edited by Grant J, Stein D, Woods D, Keuthen N. Washington DC, American Psy-
chiatric Publishing, 2012, 153-173.
Rahman OM, Toufexis M, Murphy TK, Storch EA: Behavioral treatment of trichotillo-
mania and trichophagia in a 29 month old girl. Clin Pediatr 48: 951-953, 2009.
Rahman OM, Woods DW, Flessner CA, Franklin ME, et al: Trichotillomania Scientific
Advisory Board. The Trichotillomania Impact Project (TIP): exploring phenome-
nology, functional impairment, and treatment utilization. J Clin Psychiatry 67:
1877-1888, 2006.
Reeve E: Hair pulling in children and adolescents, in Trichotillomania. Edited by Stein
DJ, Christenson, GA, Hollander E. Washington DC, American Psychiatric Asso-
ciation Press Inc, 1999, 201-224.
Rodríguez-Pichardo A. Tricotilomanía, in: Dermatología y Psiquiatría, edited by Gri-
malt F, Cotterill J. Madrid, Aula Médica Ediciones, 2002, 203-209.
Rothbaum BO, Ninan PT: The assessment of trichotillomania. Behav Res Ther 32: 651-
662, 1994.
Saraswat A: Child abuse and trichotillomania. BMJ 330: 83-84, 2005.
Seedat S, Stein DJ: Psychosocial and economic implications of trichotillomania: a pilot
study in a South African sample. CNS Spect 3: 40-43, 1998.
Stefanato CM: Histopathology of alopecia: a clinicopathological approach to diagnosis.
Histopathology 56: 24-38, 2010.
Stemberger RMT, Thomas AM, Mansueto CS, Carter JG: Personal toll of trichotilloma-
nia: behavioral and interpersonal sequelae. J Anxiety Disord 14: 97-104, 2000.
Swedo SE, Leonard HL, Kiessling LS: Speculations on antineuronal antibody-mediated
neuropsychiatric disorders of childhood. Pediatrics 93: 323-326, 1994.
Tay YK, Levi ML & Metry DW: Trichotillomania in childhood: case series and review.
Pediatrics 113: 494-498, 2004.
Teng EJ, Woods DW, Twohig MP: Habit reversal as a treatment for chronic skin picking.
Behav Modif 30: 411-422, 2006.
Tolin DF, Franklin ME, Diefenbach GJ, Anderson E & Meunier SA: Pediatric trichotillo-
mania: descriptive psychopathology and an open trial of cognitive–behavioral
therapy. Cogn Behav Ther 36: 129-144, 2007.
Torales Benítez J, Arce Ramírez A: Terapia cognitivo-conductual en el Trastorno de
Excoriación, in El Trastorno de Excoriación: de la emoción a la lesión. Edited by
Torales Benítez J, Arce Ramírez A. Asunción, EFACIM, 2014, 91-99.
Torales J, García Franco O, Leguizamón V. Tricotilomanía pediátrica: una puesta al día.
Med Actual 12(1): 23-28, 2011.
Van Ameringen M, Mancini C, Patterson B, Bennett M, Oakman J: A randomized,
double blind, placebo-controlled trial of olanzapine in the treatment of trichoti-
llomania. J Clin Psychiatry 71: 1336-1343, 2010.
Wetterneck CT, Woods DW, Norberg MM, Begotka AM: The social and economic impact
of trichotillomania: results from two nonreferred samples. Behav Interven: 21,
97-109, 2006.
Woods DW, Flessner CA, Franklin ME, et al: Understanding and treating trichotillo-
mania: what we know and what we don’t know. Psychiatr Clin North Am 29:
487-501, 2006.
Woods DW, Piacentini JC, Himle MB, Chang S: Initial development and psychometric
properties of the premonitory urge for tics scale (PUTS) in children with Touret-
te syndrome. J Dev Behav Pediatr 26: 397-403, 2005.
Woods DW, Snorrason I, Espil FM: Cognitive-behavioral therapy in adults, in Tricho-
tillomania, skin picking and other body-focused repetitive behaviors. Edited by
Grant J, Stein D, Woods D, Keuthen N. Washington DC, American Psychiatric
Publishing, 2012, 175-192.
Wright HH, Franklin ME, Edson AL, Freeman JB: Behavior therapy for pediatric tri-
chotillomania: exploring the effects of age on treatment outcome. Child Adolesc
Psychiatry Ment Health 4 (18): 123-27, 2010.
Wright HH, Holmes GR. Trichotillomania (hair pulling) in toddlers. Psychol Rep 92:
228-230, 2003.
Zaidens SH: Self-inflected dermatoses and their psychodynamics. J Nerv Ment Dis 113:
395-404, 1951.
Zuchner S, Cuccaro ML, Tran-Viet KN, et al: SLITRK1 mutations in trichotillomania.
Mol Psychiatry: 11, 888-889, 2006.

View publication stats

También podría gustarte