La armadura de Dios: El yelmo de la salvación.

• Semana 13-19 de mayo 2019

La armadura de Dios: El yelmo de la salvación.
Objetivo: Aprender a vestirnos con la armadura de Dios como un estilo de vida.
Idea Central: Vestir la armadura de Dios no es algo ocasional, es un estilo de vida.
Proposición: Que cada miembro de círculo de amistad aprenda a vestirse con la armadura de Dios como un estilo
de vida.

Introducción:
Un joven salió de su casa en su moto de mañana a comprar unas cosas para la casa, en lo que iba perdió el control
y se estrelló contra un poste de luz. Aunque llevaba el casco puesto, este no le sirvió y termino perdiendo la vida.
Un familiar que estaba comentando lo ocurrido, dijo lo siguiente: Si él hubiese llevado un casco de los verdaderos,
tal vez le hubiera salvado la vida, pero él prefirió ir comprar una copia por esa razón cuando pego, se partió en
dos. Muchas veces nosotros actuamos de esta manera, al pensar que no vivir el evangelio en la verdad, nos
salvaremos cuando venga el día malo. Una persona que camina conforme a la palabra de Dios, llevando una vida
en la verdad, la justicia, camina bajo protección divina, pero requiere un esfuerzo, requiere invertir en uno mismo
y es lo que muchos no están dispuestos a hacer.

Efesios 6:17
“17 Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios.”

El yelmo era un casco de acero o bronce que se ponía en la cabeza y que cubría parte de la cara y el cuello del
guerrero. El objetivo del yelmo es proteger la cabeza de ataques y golpes que, de no llevarlo, serían
indudablemente mortales.
En el ámbito espiritual, el no llevar el yelmo es mortal porque nos puede llevar a entretenernos con pensamientos
que nos distraigan, nos desenfoquen y perdamos la visión del propósito de Dios para nuestra vida.

A continuación vamos a ver algunos puntos que nos muestren la razón por la que debemos ponernos el Yelmo de
la salvación:

Desarrollo:
1. Por qué necesito el Yelmo: “porque antes erais tinieblas, pero ahora sois luz en el Señor; andad como hijos
de la luz.” Ef.5:8.
La razón primordial por la que requerimos portar el yelmo de la salvación es porque necesitamos ser salvos
de la muerte y a través de la salvación, por medio de Jesucristo, Dios nos llevó de las tinieblas a Su luz. Portar
el yelmo tiene que ver con no permitir que las tinieblas vuelvan a invadir nuestra mente. Nuestra mente estaba
entenebrecida, estábamos cegados, éramos esclavos del pecado, sin esperanza, sin entendimiento, pero al
 La armadura de Dios: El yelmo de la salvación.

conocer el evangelio de salvación, nos colocó en un ámbito, donde ahora podemos vivir con entendimiento
de propósito, ya no somos llevados por el sistema, sino somos gobernados por el reino de los cielos.

2. Para qué necesito el Yelmo: Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros
corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo
lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna,
si algo digno de alabanza, en esto pensad. Fil. 4:7-8
El ocupar mi mente en las cosas del reino y no vivir alimentándome de lo que despierta los frutos de la carne
me ayudara a mantener mi mente enfocada en la voluntad de Dios. Cuando protegemos nuestros pensamientos,
protegemos nuestra manera de vivir. Si entendemos de dónde venimos, y que hoy tenemos una visión diferente,
también es importante saber dónde estamos parados, y qué requiero renovar en mi mente para llegar a donde
Dios me quiere llevar, pero no puede ser con la misma mentalidad entenebrecida. El mantenernos en una mente
conforme a la palabra de Dios, no mantendrá a salvo de no caer en pecado, y volver a estar en una muerte
espiritual.

3. En qué me ayuda el yelmo: No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver
si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo
ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está
delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. Fil. 3:12-14
El yelmo nos ayuda a correr con la esperanza de ganar la carrera del Señor, por eso debo guardar todo mi ser
para mantenerme firme hasta el final. El yelmo de la salvación tiene que ver con mi futuro, me protejo hoy
para asegurarme un futuro donde se establezca el propósito de Dios en nuestra vida.

Conclusión:
Entender que la armadura de Dios, tiene que ver con un estilo de vida, nos ayudara a vivir como personas libres,
confiadas, seguras, aún cuando estemos en una condición de prisiones y adversidades. La salvación no es
solamente algo del pasado, ni sólo del presente, sino también trata de nuestro futuro, es por esa razón que debemos
de cuidarla, protegerla. Nos da el perdón de los pecados del pasado, y también la fuerza para conquistar el pecado
en los días por venir.

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