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Si las medidas preventivas necesarias no son tomadas en cuenta, las consecuencias pueden escalar a
medidas muy grandes, tal como lo es el resultado mortal. Dado que cada año son propuestas más de
2,000 nuevas moléculas, los mecanismos de acción ante las sustancias químicas industriales están muy
fragmentadas.
La principal medida contra estas sustancias, se refiere al proceso de identificación de la patología a tratar
en la industria específica. Esta comienza con la sospecha clínica y concluye con un diagnóstico. Para
ello, es de vital importancia difundir la información que los trabajadores necesitan para estar conscientes
del riesgo con el que conviven en sus zonas de trabajo. Exigir y facilitar los datos respectivos de las
sustancias que se utilicen en el medio y mantener el hábito de la información.
“Se entiende por enfermedad profesional la contraída a consecuencia del trabajo ejecutado por cuenta
ajena en las actividades que se especifican en el cuadro de enfermedades profesionales y que esté
provocada por la acción de los elementos o sustancias químicas usadas en el ámbito”
Por ejemplo, las enfermedades profesionales provocadas por inhalación de agentes químicos como:
neumoconiosis, afecciones broncopulmonares, asma. O las enfermedades profesionales producidas por
agentes físicos como radiaciones ionizantes, energía radiante o aire comprimido, son el principal
problema de la industria al referirse al manejo de sustancias denominadas agentes o materiales tóxicos.
Este problema debe ser analizado a fondo y de manera preventiva se debe informar al personal
relacionado respecto al nivel de riesgo y las consecuencias con que el manejo de dichas sustancias
conlleva. Se debe tener presente que el principal factor de riesgo en una planta de producción es la
desinformación del trabajador directo. Debemos usar la conducta segura del trabajador como principal
herramienta para la eliminación de los accidentes e incidentes laborales.