Para que Colombia pueda alcanzar la meta de ser una de las tres economías más
competitivas de América Latina en el año 2030, además de realizar grandes esfuerzos en
el ámbito nacional, es fundamental que reduzca las brechas existentes a nivel regional, dado que en los territorios es donde ocurre buena parte del desarrollo productivo. La publicación del Índice Departamental de Competitividad (IDC), que llega a su sexta versión, busca que los diferentes actores en los territorios puedan identificar las tendencias más importantes de sus regiones tanto en el ranking general como entre los pilares que lo componen. Santander: buenas prácticas en el pilar de educación básica y media Con la colaboración de Juan Hernando Puyana de la Comisión Regional de Santander. Durante los últimos años, el departamento de Santander ha venido consolidando sus índices en materia de educación en los diferentes niveles de formación: básica, media y superior. Este comportamiento obedece al resultado de un trabajo decidido por parte de los actores regionales por generar un capital humano con altas competencias y de calidad. Dentro de las principales fortalezas de Santander en materia de educación básica y media se destacan la cobertura y la calidad de los colegios. Esto se evidencia en los resultados de las pruebas estandarizadas Saber 11 en colegios oficiales, indicador en la que el departamento se ha mantenido en el primer lugar a nivel nacional desde el año 2013. La implementación de esta visión conjunta entre los sectores académico, privado, público y las entidades de apoyo regionales, plasmada en el Pacto por la Educación en Santander 2030, se ha venido realizando mediante acciones estratégicas en cuatro áreas de intervención: formación docente, primera infancia, familias formadoras y modelo educativo. Igualmente, en conjunto con el sector público y empresarial, se han logrado materializar acciones en el mejoramiento de ambientes de aprendizaje como una estrategia para generar motivación hacia los niños en el aprendizaje creativo, dinámico e innovador desde temprana edad, y la articulación. Santander avanza dos posiciones en este pilar, pasando del tercer al primer lugar y ganando 0,63 puntos en la calificación obtenida. Los buenos resultados del departamento se explican, entre otros, por los logros presentados en el subpilar de gestión del riesgo, en el que descuenta seis posiciones y alcanza una puntuación de 9,97 sobre 10. En el pilar de innovación y dinámica empresarial del IDC 2018, Bogotá, Antioquia y Atlántico se ubican en las primeras posiciones de la clasificación general, con puntajes de 9,68, 5,84 y 4,12 sobre 10, respectivamente. En Colombia la Ley 905 de agosto de 2004, que modifica la Ley 590 de 2000, es por medio de la cual se dictan las disposiciones sobre la promoción del desarrollo de las micro, pequeñas y medianas empresas colombianas, donde está establecido que: una micro empresa es aquella que solo posee entre 1 a 10 trabajadores y sus activos totales son inferiores a 500SMMLV. Ampliando un poco más, las MIPYMES (micro, pequeñas y medianas empresas), son definidas según Ruiz (2012) como, “una empresa de tamaño pequeño. Su definición varía de acuerdo a cada país, aunque, en general, puede decirse que una microempresa cuenta con un máximo de diez empleados y una facturación acotada.” Las MIPYMES son el producto de emprendedores, empresarios recién salidos al campo, con gran visión y que trabajan por ver su empresa prosperar; se consideran MIPYMES ya que no tienen mucha incidencia en el mercado y las actividades que realizan no necesitan de demasiado capital, sin embargo son empresas que tienen mucha importancia en la vida económica de un país, siendo principalmente el motor en los sectores más vulnerables. Este tipo de empresas como generadoras de empleo, también existen algunas desventajas de las cuales habla el autor mencionando anteriormente Ruiz (2012), en donde se puede extraer que la principal, es la falta de financiación, ya que el no poder colocarse metas altas en corto plazo.