Está en la página 1de 5

MAQUIAVELO

Bobbio

1 – La novedad de la clasificación de las formas de gobierno que Maquiavelo presenta


en El príncipe consiste en afirmar que todos los Estados fueron y son repúblicas o
principados. Maquiavelo presenta una bipartición en vez de la tripartición clásica
aristotélico-polibiana. El principado corresponde al reino, donde el Estado está regido
por uno, y la república abarca tanto la aristocracia como la democracia, donde el Estado
es regido por varios. Esto significa que, el poder reside en la voluntad de uno o el poder
radica en una voluntad colectiva, que se expresa en un colegio o en una asamblea. La
diferencia entre una república democrática y una aristocrática no es tan relevante como
la diferencia entre la voluntad del soberano único –que es una persona física– y la de un
soberano colectivo –que es una persona jurídica. Lo que cambia en el paso del
principado a la república es la naturaleza misma de la voluntad; lo que cambia en el paso
de una república aristocrática a una democrática, solamente es la diferente formación
de una voluntad colectiva. Una voluntad colectiva para formarse tiene necesidad de que
se respeten ciertas reglas de procedimiento (como la de la mayoría) que no se aplican a
la formación de la voluntad única del príncipe, en cuanto ésta se identifica como la de
una persona física.
Los primeros renglones de El príncipe son muy importantes también porque
introducen un término destinada a tener gran éxito –Estado– para indicar lo que los
griegos llamaron polis, los romanos res publica, etc.

2 – Relación entre la teoría de las formas de gobierno de El príncipe y la realidad


política de su tiempo.
La distinción de Maquiavelo corresponde mucho mejor a la realidad de su tiempo
que la clasificación de los antiguos. La teoría de las formas de gobierno formulada por
los griegos no nació de la cabeza de los filósofos; fue producto de la observación de las
constituciones de las ciudades griegas, de sus características y de sus mutaciones. Tenía
una base histórica. Aristóteles, en una obra que se perdió, recopiló 158 constituciones
de su tiempo. Pero la realidad política de Maquiavelo había cambiado profundamente.
Éste afirmaba que era “más conveniente ir tras la verdad efectiva de las cosas que tras
su apariencia”. La Europa del tiempo de Maquiavelo ofrecía al observador el espectáculo
de los regna –como el inglés, el francés, el español– que se habían formado poco a poco
después de la caída y disolución del imperio romano, y que se estaban transformando
en grandes Estados territoriales de los cuales nació el “Estado moderno”; y el de las
civitates –como las repúblicas de Venecia, Florencia, Génova– que crecían y extendían
su dominio en el territorio circundante que comprendía otras ciudades menores regidas
por señores temporales y electivos, por colegios o consejos de notables, o ambos.
El campo de las reflexiones de Maquiavelo no fueron las ciudades griegas sino la
república romana. Una historia que parecía hecha a propósito en su desarrollo dividido
principalmente, salvo los primeros siglos, en una república y un principado, para
confirmar que los Estados son o repúblicas o principados.
3 – Maquiavelo tiene una opinión negativa de los Estados intermedios: “… ningún Estado
puede vivir ordenadamente sino con verdadera monarquía o verdadera república,
porque todo régimen intermedio es defectuoso. La razón es clarísima: la monarquía,
como la república, solo tienen un camino para desintegrarse; para aquella convertirse
en república, para ésta, en monarquía. Los Estados intermedios tiene dos vías: una la
que les conduce a la monarquía, y otra la que les lleva hacia la república, y de aquí su
inestabilidad”. Así, los Estados intermedios sufren del mal que es característico de los
malos Estados, la inestabilidad.

4 – La diferencia entre los “Estados intermedios” y los “gobiernos mixtos”, según Bobbio,
consiste en lo siguiente. No todas las combinaciones entre las diversas formas de
gobierno son buenas, es decir, son gobiernos mixtos. No es suficiente mezclar una forma
de gobierno con otra para tener un gobierno mixto; hay combinaciones que tienen éxito
y otras que no. Una combinación puede ser una síntesis bien lograda de constituciones
opuestas y entonces será superior a las constituciones simples; pero también puede ser
una contaminación de constituciones que no pueden estar juntas, y entonces una
constitución simple será superior. El gobierno mixto que Maquiavelo identifica en el
Estado romano es una república compuesta, compleja, formada por diversas partes que
mantienen relaciones de concordia y discordia entre ellas. En cambio, el Estado
intermedio, que él critica, no deriva de la fusión de diferentes partes en un todo que las
trasciende, sino de un acuerdo provisional entre dos partes en conflicto que no lograron
encontrar una constitución unitaria que las abarque y supere.

5 – Clasificación de principados y criterio de distinción.


La primera distinción es entre principados hereditarios y los principados nuevos.
En los primeros, el poder se transmite con base en una ley constitucional de sucesión, y
en los segundos, el poder es conquistado por un señor que antes de conquistar aquel
Estado no era príncipe.

6 – Tipología de los principados nuevos.


Principados hereditarios: los hay de dos especies. Los que están gobernados por
un príncipe que elige de entre sus siervos –que son todos– los ministros que lo ayudarán
a gobernar, o por un príncipe asistido por barones que, no a la gracia de su señor, sino
a la antigüedad de su linaje, deben la posición que ocupan. Es decir, hay príncipes que
gobiernan sin intermediarios, cuyo poder es absoluto con la consecuencia de que los
súbditos son con respecto a él “siervos”, y hay príncipes que gobiernan con la
intermediación de la nobleza, cuyo poder no depende del rey sino que es originario. Esta
segunda especie de príncipe ya no tiene un poder absoluto, porque lo comparte con los
barones, aunque conserva sobre todos un poder eminente. Para la primera especie de
principado, Maquiavelo retoma el concepto de monarquía despótica, de la que había
hablado Aristóteles, aquella en la cual la relación entre dominante y dominado es
semejante a la que existe entre amo y esclavo.
Principados nuevos: Maquiavelo distingue cuatro especies de acuerdo con el
modo de conquistar el poder. A) por virtud; B) por fortuna; C) por maldad (por violencia);
D) por el consenso de los ciudadanos. Estas cuatro especies se disponen en parejas
antitéticas: virtud-fortuna, fuerza-consenso.
7 – Concepto de virtud en Maquiavelo:
Virtud y fortuna son conceptos centrales en la concepción maquiaveliana de la
historia. Maquiavelo entiende por virtud, la capacidad personal de dominar los
acontecimientos y de realizar, incluso recurriendo a cualquier medio, el fin deseado; por
fortuna, entiende el curso de los eventos que no dependen de la voluntad humana. Para
Maquiavelo, lo que uno consigue no depende del todo ni de la virtud ni de la fortuna,
sino por una y otra causa en igual proporción.

8 – La diferencia entre los principados adquiridos por virtud y los logrados por fortuna,
está en que los primeros duran más, los segundos son lábiles y están destinados a
desaparecer en corto tiempo.

8 – Consideración de Maquiavelo sobre los tiranos. Criterio de distinción entre la


buena y la mala política.
Con la distinción maquiaveliana entre república y principado, no solo desaparece
la clásica tripartición sino que desaparece la duplicación de las formas de gobierno en
buenas y malas. Maquiavelo no introduce la distinción entre principados buenos y
malos, no repite la clásica distinción entre príncipe y tirano. Él distingue los distintos
tipos de principado en base a los modos de adquisición, y si bien el que adquiere el poder
“por maldad”, corresponde a la clásica figura del tirano, nuestro autor lo considera un
príncipe como todos los demás. Todos los príncipes nuevos serían tiranos y no
solamente el príncipe malvado. En sentido moderno son tiranos porque su poder es de
hecho. Pero porque todos los príncipes son en cierto sentido tiranos, ninguno
verdaderamente lo es. En el discurso maquiaveliano su figura no tiene una connotación
negativa.
El juicio de Maquiavelo no es moralista. El criterio para distinguir la buena
política de la mala es el éxito; el éxito para un príncipe nuevo se mide por su capacidad
de conservar el Estado (el valor de la estabilidad). Así, distingue entre el buen tirano y el
malo. Bueno es el tirano que a pesar de haber conquistado el Estado mediante delitos
terribles, logró conservarlo. Mal tirano es el que logró mantener el Estado solo por un
período corto de tiempo. Entonces, ¿es qué consiste la diferencia entre ambos
príncipes? En el buen y mal uso de la crueldad. Y esto se define por el resultado, que es
lo único que cuenta en política, y es el mantener el poder. El principio maquiavélico “el
fin justifica los medios” tiene como base lo anteriormente dicho. ¿Cuál es el fin del
príncipe? Mantener el poder. El juicio sobre la bondad o maldad del príncipe no parte
de los medios que utiliza sino del resultado.

9 – Tipología de las formas de gobierno maquiaveliana de los Discorsis. Semenjanzas


y diferencias con Polibio.
En buena medida, el segundo capítulo de los Discorsis son una paráfrasis del libro
VI de las Historias de Polibio. Sin embargo, esto no significa que no contenga reflexiones
originales.
En las páginas de Maquiavelo se reencuentran los tres temas desarrollados por
Polibio: la tipología clásica de las seis formas de gobierno, la teoría de los ciclos, y la del
gobierno mixto, ejemplificada como en Polibio, por los gobiernos de Esparta y Roma,
distinguiendo también que la primera fue producto de un legislador, mientras que la
segunda por una tradición que se formó paulatinamente, casi por naturaleza.
Maquiavelo nombra las seis formas de gobierno como un principado, gobierno de
notables y el popular. Y sus degradaciones que son, respectivamente, la tiranía, el Estado
de pocos y el licencioso. El defecto de las constituciones simples es la inestabilidad. Este
defecto es tan grave que incluso las constituciones que serían buenas por sí mismas, en
realidad son malas por falta de estabilidad. Esta acentuación del aspecto negativo de las
constituciones simples es aún más fuerte que en Polibio. En Maquiavelo, como en
Polibio, la clasificación de las constituciones camina de la mano con la indicación de su
sucesión el tiempo. También para Maquiavelo esta sucesión está preestablecida y
permite enunciar una ley natural. Es la ley natural de los ciclos históricos, la polibiana
“anaciclosis”.
Sin embargo, la tesis de Maquiavelo no es una repetición total de la de Polibio;
Maquiavelo es un escritor realista. Parece creer en la secuencia de las seis formas pero
no está tan dispuesto a admitir la repetición indiscriminada de la secuencia.

10 – Lo que ocurre al final del ciclo de las formas de gobierno en Polibio y Maquiavelo.
Lo que sucede al final del ciclo, cuando el proceso de degradación llega a su
término –que en Polibio estaba dado por la oclocracia– es que se produce el regreso al
principio, de donde viene la idea de “rotación”. De la oclocracia se vuelve a una
monarquía.
Maquiavelo duda de que un Estado que cae al nivel más bajo de decadencia
tenga la fuerza suficiente para remontarse al punto de partida. Lo más probable es que
una vez que cae tan bajo se convierta en fácil presa de un Estado vecino más fuerte cuya
“organización sea mejor”. No se presenta el regreso a los orígenes en el ámbito del
mismo Estado, sino una transferencia de dominio de un Estado a otro. Una visión de
este tipo es más realista porque sirve para dar una imagen mucho más congruente con
la dinámica de las fuerzas históricas que crean y destruyen los Estados, porque
comprende no solamente las fuerzas internas sino también las externas.

11 – Noción de historia en Maquiavelo. Papel de la virtud y la fortuna en esa noción.


La teoría de los ciclos confirma la concepción naturalista que Maquiavelo tiene
de la historia. La tarea del historiador es recabar del estudio de la historia las grandes
leyes que en ella regulan los acontecimientos. Solo quien es capaz de explicar por qué
las cosas suceden, está en posibilidad de prever cómo acontecerán. Y la comprensión de
las leyes profundas de la historia no solamente sirve para prever lo que sucederá sino
también para prevenirlo. El hombre no sería el ser parcialmente libre que es, no
determinado completamente por la fortuna, si no fuese capaza, una vez descubierto el
mal, de inventar un remedio. El remedio al fracaso de las constituciones simples existe
y es –otra vez una inspiración polibiana– el gobierno mixto.
12 – Superioridad del gobierno mixto sobre las otras formas.
Una vez dicho que todas las constituciones simples son perjudiciales, Maquiavelo
afirma que un legislador prudente huirá de todas ellas, estableciendo una que participe
de todas, la cual será más firme y más estable. Porque en una constitución donde
coexistan el principado, los notables y el gobierno popular, cada uno de estos poderes
vigila y contrarresta los abusos de los otros. La perfección del gobierno mixto consiste
en la capacidad de durar largo tiempo.

13 – Visión de Maquiavelo sobre el antagonismo y conflicto social. Ruptura con la


tradición precedente.
La virtud del gobierno mixto, para Maquiavelo, no solo consiste en su estabilidad
sino incluye desunión y el conflicto, fundamentales para la preservación de la libertad
de los Estados. No es la armonía sino el conflicto, el antagonismo, lo que establece la
saluda de los Estados y el primer requisito de la libertad.“… Quienes censuran los
conflictos (…) condenan lo que fue primera causa de la libertad (…) Todas las leyes que
se hacen a favor de la libertad nacen del desacuerdo entre estos dos partidos (…) Los
buenos ejemplos nacen de la buena educación, la buena educación de las buenas leyes,
y éstas de aquellos desórdenes que muchos condenan”.
Tal aseveración expresa una nueva visión de la historia, que podríamos llamar
“moderna”, de acuerdo con la cual el desorden, no el orden, el conflicto entre las partes
contrapuestas, no la paz social impuesta desde arriba, la desarmonía, no la armonía, los
tumultos, no la tranquilidad derivada de un dominio irresistible, son el precio que se
debe pagar por el mantenimiento de la libertad.

14 – De acuerdo con Bobbio, el gobierno mixto de Maquiavelo no es solo un


mecanismo institucional.
La concepción del gobierno mixto, es decir, del gobierno en la cual las diversas
partes conviven aunque en una situación de antagonismo permanente, adquiere una
profundidad histórica que la teoría meramente constitucional del gobierno mixto no
había tenido hasta entonces. El gobierno mixto ya no es solamente un mecanismo
institucional, es el reflejo de una sociedad determinada: es la solución política de un
problema (el conflicto de las partes antagónicas) que nace en la sociedad civil.

También podría gustarte