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Simbolos Patrios Del Peru
Simbolos Patrios Del Peru
Los símbolos patrios de una nación representan una parte importante de su cultura y
patrimonio.
El quetzal, conocido como “ Pájaro Serpiente” en los libros sagrados de los mayas,
es el símbolo de la libertad y la Independencia. Este símbolo patrio aparece en el
escudo y da nombre a la moneda nacional. Los ornitólogos colocan al quetzal entre las
seis aves más hermosas del Nuevo Mundo.
Entre éstas le adjudican el más alto rango, no sólo por su extraordinaria belleza, sino
por la dignidad y antigüedad de una leyenda unida a la cultura más original y avanzada
de la época precolombina. Pertenece a la familia de los tragones y habita en los
bosques nubosos de la Alta y Baja Verapaz, de la sierra de Chamá y de las Minas, y
hace sus nidos en los troncos de los árboles viejos, a los cuales vuelve año tras año,
durante los meses de marzo a junio, para reproducirse. La hembra del quetzal pone
dos huevos, de los cuales nacen generalmente una hembra y un macho.
La Ceiba, árbol nacional
La Ceiba es considerada el árbol sagrado de la vida y, para los mayas desde los
tiempos precolombinos, bajo sus su follaje acostumbraban los nativos celebrar sus
ritos. representa la sabiduría. En sus leyendas cosmogónicas abre sus ramas mayores
hacia los cuatro puntos cardinales, y de esa manera se une a la cuádruple deidad que
rige los vientos y las lluvias.
Sus ramas dividen el mundo inferior, donde moran los espíritus, del Xibalbá o lugar de
la extinción, además de marcar los rumbos en el mundo físico y dividir las estancias de
los dioses en el alto misterio sideral.
La Ceiba es un árbol de forma robusta y llega a medir hasta setenta metros de alto;
crece en clima cálido y es conocido desde México hasta Brasil. En el bosque, la Ceiba
no sólo proporciona sombra y riego a la flora que crece debajo, sino que también es
hábitat para muchos animales y sobre todo para el quetzal.
Como todos los cantos patrios del Continente, el Himno Nacional de Guatemala, ha
tenido que pasar, por algunas vicisitudes; después de los vanos intentos de la
Sociedad Literaria El Porvenir, en 1879, la jefatura del departamento de Guatemala
promovió un concurso en 1887, para elegir la música de la letra del Himno Popular del
poeta Ramón P. Molina, en el que tomaron parte distinguidos maestros de este bello
arte y del cual salió triunfante por la primera vez la del compositor Rafael Alvarez
Ovalle, cuya música acompañó por un largo tiempo la letra del poeta Molina,
compuesta a instancias de la gobernación departamental.
No fue sino hasta el año de 1896 en que el gobierno del general Reina Barrios,
"Considerando que se carece en Guatemala de un Himno Nacional, pues el que hasta
hoy se conoce con ese nombre, no sólo adolece de notables defectos, sino que no ha
sido declarado oficialmente como tal; y que es conveniente dotar al país de un himno
que por su letra y música responda a los elevados fines en que todo pueblo culto
presta esta clase de composiciones", acordó la convocatoria de un certamen para
premiar la mejor letra y música que se presentara en ese concurso, logrando así
encarnar la suprema aspiración de nuestro pueblo de contar con un Himno Nacional,
habiendo sido premiados la música del compositor Rafael Alvarez Ovalle y la letra
amparada con el seudónimo de "Anónimo".
El autor de la letra del Himno Nacional, permaneció en el más profundo misterio hasta
1911, en que se descubrió que su autor era el poeta cubano J. Joaquín Palma.
El estreno del Himno Nacional, tuvo lugar en el acto lírico literario, celebrado en el
teatro Colón, la noche del domingo 14 de marzo de 1897, como uno de los principales
puntos del programa de festejos de la Exposición centroamericana, habiendo sido
condecorado con medalla de oro y diploma de honor, su autor, el maestro Rafael
Alvarez.
La Monja Blanca. Fue adoptada como emblema por decreto presidencial del General
Jorge Ubico, el 11 de febrero de 1934. La monja blanca se dio a conocer al mundo
hace más de 100 años cuando «en el año de 1889 se estableció un intercambió
botánico entre científicos de América y Europa. Las orquídeas guatemaltecas se
expusieron en Viena por iniciativa del profesor Ladislao Cordero. En esa oportunidad el
orquideólogo Lindley estableció los géneros Cattleya y Lycaste. Entre las orquídeas de
este último género se encontraba la que más tarde sería declarada flor nacional de
Guatemala, y cuyo nombre científico fue inicialmente Lycaste skinneri alba. En la
actualidad el nombre ha tenido un cambio debido a las leyes de nomenclatura
botánica, conociéndosele como Lycaste virginalis alba. (Cartilla Cívica Libre al Viento.)
El nombre científico de la monja blanca es pues Lycaste virginalis, variedad alba y es
una de las especies más raras entre las casi ochocientas que se encuentran en
Guatemala, por lo que está prohibida su comercialización. La monja blanca es una
orquídea, y como tal tiene un labelo o pétalo transformado que sirve como una «pista
de aterrizaje» a los insectos que la polinizan. Es además, una planta epífita (vive
encima de otras plantas) y cuenta con un engrosamiento del tallo (pseudobulbo) que le
sirve para almacenar agua. Crece en los bosques de Verapaz, en la sierra de Las
Minas y en las faldas de los volcanes del occidente guatemalteco. Abre sus pétalos
entre los meses de noviembre y febrero. Su fruto es una cápsula que necesita de un
determinado hongo para germinar por lo que es sumamente escasa y sensible al
deterioro de su hábitat. Entre los muchos factores que destruyen su hábitat se
encuentran -la desmesurada tala de bosques, -los incendios forestales ocasionados en
su mayoría por prácticas de agricultura muy primitivas, y el avance de la población en
terrenos que no son aptos para utilizarlos como tierra fértil (ej. Petén). Es por ello una
especie en peligro de extinción. La Monja Blanca Simboliza paz, belleza y arte.
Taxonomía de la Monja Blanca:
Tipo : Espermatofitas Subtipo : Angiospermas
Clase : Monocotiledóneas
Orden : Microspermas
Familia : Orquidácea Género : Lycaste
Especie : Lycaste Virginalis
Variedad : Alba
Nombre Común: Monja Blanca
Ave Nacional de Guatemala
rante el gobierno de Miguel García Granados, en 1871 se declaró al Quetzal como ave
nacional. Es el símbolo de libertad, un ave que no puede vivir en cautiverio.
La Historia Colonial de
Guatemala
La historia colonial de Guatemala empieza con la
llegada del conquistador Pedro de Alvarado en el 1524 y termina
con la declaración de independencia guatemalteca en 1821.
Mientras que Guatemala formó parte del Virreinato de México,
funcionó por aparte como Capitanía General e incluyó lo que ahora
es Chiapas, una parte de Yucatán, Guatemala, El Salvador,
Honduras, Nicaragua y Costa Rica
Consecuencias:
Tributo en hombres.
Tributo en oro.
Tributo en alimentos.
Ser sometidos por las armas:
Consecuencias:
Esclavitud forzada.
Tributo en oro
Decomiso de bienes y alimentos
Lo expuesto anteriormente sirve como antecedente para la ir
configurando la dominación económica que no es más que la
esclavización y la tributación forzosa a la que fueron sometidos los
indígenas.
Los gastos y ganancias de la empresa corrían a cargo de los indígenas,
dividiéndose las ganancias entre la Corona española y los particulares
que habían invertido.
También aparecen los esclavos de rescate, que antes de la conquista
eran parte de la sociedad indígena teniendo funciones serviles, estos
fueron los esclavos comprados a indígenas.
Los descubrimientos y empresas de conquista fueron costeadas en toda
su mayoría por iniciativa de particulares, es por ello que los
conquistadores y primeros colonizadores buscaron resarcirse y cobrar
con creces lo que habían invertido. Como resultado de esto fue
implantado un régimen de terror y muerte.
La Corona Española se encargaba de firmar capitulaciones con los
conquistadores, las cuales estipulaban que, los mismos, quedaban
obligados a conquistar en nombre del Rey, fundar ciudades, separar
para la Corona una quinta parte de la ganancia obtenida (quinto real) y
evangelizar a los indígenas, lo cual se convirtió en la principal excusa
para aceptar como justa la guerra contra los indígenas.
La obligación de poblar hizo que muchos españoles se quedaran en
América, sin regresar a España con un botín. Esto también debido a que
la gente venida de España pertenecía a un nivel económico-social que
no tenía mayor futuro en su patria.
Con la conquista se inicia el latifundismo, ya que los conquistadores se
adueñaron de gran parte de tierra, fueran pertenecientes a indígenas o
no, situación que se fue ampliando cada vez más durante la Colonia,
tanto en el número de “propietarios” como en el incremento de grandes
extensiones de tierra para cada español.
Surgen dos elementos básicos en la sociedad:
Los dominadores o poseedores de la tierra.
Los esclavos, obligados a trabajar y tributar.
Con el primer traslado de la capital a Almolonga se inicia el reparto de
tierras o solares a los españoles, dueños del trabajo indígena. Esto da
inicio a las estancias, que luego darán inicio a las haciendas en las
cuales se impulsó la ganadería y en menor porcentaje la agricultura.
La fundación de pueblos indígenas estuvo relacionada con el
concepto de reducción. Los pueblos surgieron en torno de los antiguos
centros de población tratando de distribuir las grandes masas
poblacionales en diferentes pueblos que por lo general no pasaban del
centenar de personas, tal agrupación se realizaba tomando en cuenta
afinidades de cultura y de origen.
Esta fundación fue importante para los conquistadores, ya que de ellos
dependía la cantidad de encomiendas que se podían adjudicar a cada
español, también fueron de suma importancia para la recolección de
tributos, y finalmente, era de mucho interés para la Colonia que las
tierras estuvieran pobladas, en ningún momento desiertas.
Todos los indígenas que escaparon de la esclavitud forzada fueron
repartidos (repartimiento) y como fruto de esto nace
la encomienda que consistía en encomendar a un español un grupo de
indígenas para evangelizarlos y educarlos pero realmente se buscaba
que tributaran. El tributo fue una contribución personal que se pagaba
por parte de los indígenas por su vasallaje al Rey.
En las ciudades se concentró la población que tenía el poder
económico, político y social, los criollos, es decir conquistadores,
primeros pobladores españoles y sus descendientes; y poco después
funcionarios de la monarquía, familiares y séquitos, finalmente
españoles que llegaron luego en la época colonial. Hacia las ciudades
fluían los cargamentos de productos de toda clase, provenientes de los
pueblos indígenas que se formaban, de las propias haciendas así como
establecimientos ganaderos y agrícolas pertenecientes a los criollos.
Fuera de las ciudades, alrededor de ellas, quedaron establecidos
lugares para la residencia de los indígenas, pero estos quedaban
reservados únicamente para los que eran de confianza para los
españoles; por ejemplo los pueblos de indígenas mexicanos que se
asentaron a orillas de la Ciudad de Guatemala (en el valle de Panchoy),
vale recordar que fueron ellos quienes prestaron gran ayuda a los
españoles para la conquista.
Impuestos o Tributos:
Teniendo la corona española la necesidad de dinero, principalmente
cuando entraba en guerra con alguna otra potencia europea, y con el fin
de realizar esa recaudación con ganancias y llevarlas con rapidez a
aquel país implantó en todas sus colonias americanas un sistema
impositivo de tributos, de aquí surge:
Alcabala: recaudaba un 2 % sobre las operaciones de compra-venta,
traspaso de bienes, herencias y otras rentas o cobros de los
particulares. Fue un impuesto para los criollos, ya que los indígenas
pagaban el tributo.
Tributo: contribución personal que se pagó por los indígenas al Rey de
España como vasallaje,, el monto del mismo fue por lo general de un
peso de plata al año.
Almojarifazgo: Pagado por productos que entraban o salían por medio
de los puertos del reino.
Conclusiones:
Debido a la desunión que había entre los pueblos del Altiplano
guatemalteco por su lucha de dominación, únicamente los Quichés se
resistieron al sometimiento y los demás pueblos como los
cakchiqueles, se aliaron a Alvarado contra esta civilización; resultando
rápida y eficaz la conquista.
La conquista de Guatemala fue una gran oportunidad para la Corona
española que vio en ella la oportunidad de llevarse la mayor cantidad
de riquezas posibles hacia Europa, lo que dio como consecuencia el
despojo de tierras y toda clase de bienes a los indígenas conquistados.
El evangelizar a indígenas se usó como pretexto para cometer muchos
actos que llevaron a la esclavitud de muchos pueblos, llegando a
cambiar drásticamente su forma de vida en todos los aspectos.