Está en la página 1de 6

Cazador Nocturno: Dhampyress Capítulo 2

mar., 16 ago. 2016 06:14:04, theangryantihero, [post_tag: brujas, post_tag: brujeria, post_tag: cazador-
de-vampiros, post_tag: cazador-nocturno, category: cazador-nocturno-dhampyress, post_tag: horror,
post_tag: terror, post_tag: vampiros]

Ya es de mañana y las niñas están listas para partir a su viaje, las recoge un mini bus que las llevará al
aeropuerto. Una a una se suben al vehículo guiadas por los guardias armados de Quintanilla. En unas
horas llegan al aeropuerto, uno de los empleados de Quintanilla se hace pasar como maestro de inglés y
llega con las niñas al puesto de control. Una a una las niñas van pasando con sus maletas para llegar a la
puerta por donde tomarán el avión, cada una llega con papeles falsos y autorizaciones de supuestos
padres que les dieron permiso para viajar.

Cate despierta en la habitación de hotel que les fue asignada por la DLAP. Al levantarse empieza a
escuchar ruidos de golpes y objetos siendo lanzados. Cate toma su pistola y con cuidado camina hasta la
puerta, más gritos y ruidos de violencia se siguen oyendo en la habitación contigua.

—¿Por qué estás besando a la maldita parapléjica? Miguelito es mío y de nadie más.

—Hagan algo a esta mujer se le ha metido el demonio. —dice la voz de una señora de edad.

Cate patea la puerta y apunta su pistola a la televisión que está a todo volumen mientras que Alina la
mira con mucho interés y risas. Cate respira profundo y le pregunta a Alina por qué tiene el televisor a
tan alto volumen.

—Es que así la historia es más interesante. Ven, pedí el desayuno come algo.

—Pero ya tu habías visto esa novela como tres veces, no puede ser que te emocione la misma escena
una y otra vez.

—No seas amargada Cate…

Minutos después ambas salen del hotel, Cate recibe una llamada de la DLAP preguntando por Rodrigo
Pérez, ella les dice que no ha sabido nada de él desde el tiroteo. Alina comienza a pensar y empieza a
imaginar que hay algo raro con Pérez, la cazadora le dice a su compañera que le pregunte a los de la
DLAP si Rodrigo tenía domicilio en Juárez, la mujer del otro lado del teléfono les dice que sí y les da su
dirección para que empiecen a investigar.

Minutos más tarde, ellas llegan al apartamento de Pérez. Al llegar ven la puerta destruida y signos de
violencia, Alina entra a la habitación y ve una maleta llena de dinero y ropa.

—Pérez pensaba escapar pero ¿Por qué? Lo que se me ocurre es que seguramente él planeó el golpe.
—Pero no lo hizo solo, hay alguien arriba de él maquinando toda esta conspiración. —dice Cate.

—El que haya sido nos conoce y sabe lo que vinimos a investigar, alguien muy poderoso se ha metida
hasta en la misma DLAP para que mantengamos la nariz fuera de este asunto. —dice Alina que ve algo
de sangre en el piso, toca la sangre y cierra los ojos.

Alina se transporta a los últimos minutos de Pérez en el apartamento usando el poder de la retro
cognición, ve a los dos hombres que se llevan a Rodrigo arrastrado pero no logra ver sus caras con
claridad. Luego de salir del trance le dice a Cate que llame a Suarez para que les haga preguntas a los
vecinos si escucharon o vieron algo.

La policía llega en minutos y comienzan las pesquisas en los apartamentos contiguos. Sin embargo nadie
quiere hablar o al menos es lo que parece ya que nadie ha oído o visto nada la noche anterior. Suárez les
dice a las cazadoras que es algo normal que nadie quiera hablar, los narcos tienen un gran alcance en
todas las instituciones y autoridades de la ciudad, no se sabe quiénes están del lado de la ley o de los
delincuentes y una lengua suelta puede costar la vida.

—¿Y no te molesta ni un poco lo que sucede? ¿Qué haces tú para que sea diferente? —le dice Alina

—No es mucho lo que se puede hacer, yo trato de hacer mi trabajo lo mejor que puedo. Por eso no
tengo familia y lo más cercano a ello son mis compañeros en la policía. Yo peleo con la corrupción todos
los días pero a veces parece imposible. —contesta Suárez algo desesperanzado.

Luego las cazadoras y el detective se retiran del lugar a buscar más pistas. Ahora irán en busca del tal
Ulises que fue el contacto con los sicarios que intentaron matar a Alina y Cate, para eso irán a la cárcel a
preguntar entre los más famosos sicarios quién es este hombre.

Más tarde Cate, el detective y Alina llegan a la cárcel de Juárez. Ahí los recibe el alcaide que los guía a la
sala de visitas. Ahí, Suárez pide hablar con Nacho, el hombre del saco, Gutiérrez. El alcaide lo manda a
llamar y en cuestión de minutos este llega.

—Ah pero mira quién llegó, detective que gusto verlo por aquí con estas dos chamacas, muy buenas las
dos.

—No perdamos tiempo Nacho, necesito saber si conoces a un tal Ulises. —dice Suárez

—¿El Ulises? A ese le llaman el brujo. Yo no soy de creer en leyendas pero dicen las malas lenguas que
es un poderoso hechicero al servicio de los narcos. Nunca lo vi pero los pocos sicarios que se han
encontrado con él son los más locos que he conocido, gente muy peligrosa. Ahora si quiere que le diga
quienes se han encontrado con él aquí en la cárcel dígame Suárez ¿Cuál de estas dos prostitutas es mi
premio?

Cate se enfurece e intenta atacar a Nacho pero Alina la detiene, sensualmente ella se le acerca al sicario
montándose a la mesa quedando frente a frente con él mirándolo a los ojos. Nacho se pone rojo y se
echa para atrás, Alina sonríe y con el dedo te toca la frente haciendo que el tipo se caiga para atrás y
quede balbuceando en el suelo.

—Este no ha estado con una verdadera mujer en años, no tiene las bolas. —dice Alina muy divertida

—¿Alina qué haces? —dice Cate mientras Suárez las mira con desconcierto.

—Lo puse a soñar un poco, no te preocupes esta vez no usé tu imagen para engañarlo.

—¡Alina!

—Está como en trance este hombre ¿Verdad?

—Algo así, bueno ya es hora de despertarlo.

Alina toma la jarra de agua que está sobre la mesa y se la echa encima a Nacho que despierta, al ver a
los tres frente a él se empieza a quejar.

—¿Por qué me despertaron? Estaba en la mejor parte, vamos niña hazlo de nuevo por favor.

-Si nos dices quiénes conocen a Ulises lo haré una vez más.

Al salir Nacho es llevado en brazos a su celda con los ojos bien abiertos, en trance y balbuceando como
un bebé. Suárez no puede creer lo que acaba de ver, Alina le indica que estará así hasta bien entrada la
noche y que eso no afectará su cerebro para nada. Suárez pide hablar con la lista de presos que Nacho le
dio y juntos empiezan una ronda de interrogatorios que los llevan a la primera pista sólida sobre la
ubicación de Ulises.

En la noche Alina y Cate van a un club nocturno de la localidad. La gente baila música electrónica, bebe y
celebra. Las cazadoras se abren paso entre la gente, el lugar está hasta el tope y el aire está pesado.
Alina y Cate sienten de repente una ira incontenible, una sensación que solo sienten cuando están ante
la presencia de vampiros. Cate mira a todos lados a ver de dónde viene esa sensación al igual que Alina.

Cate mira hacia el VIP, arriba ve a Krauser junto con un hombre de cabello lacio y tez negra. El vampiro
le sonríe a Cate y junto a sus secuaces salen del VIP. Cate se desespera y se separa de Alina que sigue
tratando de ver dónde están los vampiros. Cate empuja sin importarle la gente que se queja y la insulta
por su falta de urbanidad. Cuando llega a la escalera del VIP un guardia le impide el paso. Cate mira a su
derecha y no ve nada y luego a la izquierda y ve que los vampiros, junto con aquel hombre misterioso
que ella asume que es Ulises, salen por la puerta de atrás.

Cate se abre paso y llega hasta la puerta, al llegar ve que Krauser se mete en un automóvil y este sale a
toda velocidad del lugar. Frente a ella queda Ulises, los ojos del brujo se iluminan en rojo y empieza a
tirar bolas de energía negra que Cate esquiva con gran maestría. El hombre sonríe con sus dientes
amarillos y desordenados. Cate dispara su arma hacia el brujo que para las balas extendiendo sus
manos.

Cate entonces avanza hacia el brujo y trata de darle una patada voladora pero este se desmaterializa en
una humareda negra haciendo que la cazadora caiga. El brujo aparece frente a ella y usando la
telequinesis la empuja contra un auto destruyéndolo con su cuerpo. El brujo saca una espada de su
bastón y va clavárselo a Cate que se encuentra lastimada en el suelo. En ese momento Alina llega y
tirando un vial de agua bendita grita “In nomine Iesu Christi stare!”.

El brujo al contacto con el agua bendita queda paralizado, Cate se levanta con ayuda de Alina. La gente
se detiene a ver lo que está pasando. Alina entonces llama a Suárez para que venga a arrestar a Ulises.
En hora y media llega la policía y despeja el área. A Ulises se lo llevan en la patrulla a la jefatura donde lo
interrogarán.

Una hora después se encuentran en el cuarto de interrogatorios, Alina embarra con aceite bendito las
esposas del brujo, además dibuja un círculo mágico con un pentáculo alrededor del brujo para que no
pueda escapar. Cate se ve un poco lastimada pero en general se encuentra bien. Alina entonces habla
con Suárez.

—Lo que verás ahora será chocante. No tengas miedo, nosotras sabemos cómo protegernos de estas
cosas. Haz las preguntas que quieras. —dice la cazadora con un semblante serio que casi nunca se le ve,
Cate solo se dedica a observar.

Suárez observa al brujo, con sorpresa ve que el círculo a su alrededor brilla y las esposas se iluminan con
un color dorado, como si de ellas emanara cierto calor, Suárez se siente incómodo y algo asustado.
Seguidamente se aclara la garganta y comienza el interrogatorio.

—¿Quién es usted?

—Un brujo muy peligroso señor, alguien con quienes ustedes jamás debieron haberse metido.

—¿Y qué lo hace tan peligroso?

—Pregúntele a la muchacha de los lentes, ella sabe lo que puedo hacer. —¿Para quién trabaja?

—Para el que me pague más señor, ni más ni menos.

—¿Cuál es tu relación con Johan Krauser? ¿Por qué estabas con él esta noche? —pregunta Cate
enérgicamente.

—El muchacho es amigo mío, solo nos estábamos divirtiendo.

Alina lo mira con mucha seriedad, intenta meterse en su mente pero el brujo resiste sus intentos de
descifrar sus pensamientos. Suárez entonces vuelve a preguntar pero Ulises no responde. Luego de
varias horas de preguntas con respuestas ambiguas o sin sentido Suárez se cansa y pierde la paciencia
con Ulises, Alina detiene el interrogatorio.

—Tengo tiempo que no hago esto, bueno no de esta forma. Tal vez esté un poco oxidada así es que solo
les diré que no me juzguen. —dice Alina, Suárez la mira como si no supiera de qué está hablando. Cate
se levanta asustada.

—No Alina, no es necesario. No tienes que hacer esto.

—Si no lo hago habrán muchas personas en peligro, vampiros y narcos no son una combinación buena,
tenemos que parar esto lo más rápido posible.

Alina se remanga su chaqueta roja, cierra las persianas del cuarto de interrogación y toma del cabello a
Ulises y le muerde el cuello empezando a succionar su sangre. En seguida ve todo lo que ha vivido Ulises
en las últimas horas, ve a las niñas atrapadas en la casa de Quintanilla, a los africanos siendo diezmados
por los vampiros y al capo de la droga fumándose un puro mientras fuerzan a las niñas tragar cápsulas
de cocaína. Suárez horrorizado trata de detenerla pero Cate lo sostiene y le pone la mano en la boca
para que no grite. El detective hace el esfuerzo por zafarse pero Cate es demasiado fuerte para él.

Alina vuelve del trance y con las boca embarrada y jadeando deja de succionar la sangre del brujo que
con los ojos bien abiertos queda en un estado de shock por lo que acaba de pasar. Cate le pregunta a
Suárez si está calmado y él dice que sí, la cazadora le dice que lo va a soltar pero solo si se calma, el
detective responde afirmativamente.

—¿Qué es ella o más bien, quienes son ustedes?

—Somos cazadoras de vampiros, venimos de parte del Instituto Europeo de Ciencias Paranormales y
estamos en una misión encomendada por la Dirección Latinoamericana de Asuntos Paranormales DLAP.
—dice Cate.

—Yo soy un híbrido entre humano y vampiro, soy lo que llaman una Dhampyr. Nací hace más de
doscientos años en una ciudad al sur de la actual Ucrania llamada Zaporiyia. Cuando bebo la sangre de
una persona puedo mantener mi juventud y ver lo que las personas han vivido horas o días antes. Solo
existimos dos como yo en el mundo y Cate es la descendiente de alguien como yo, por eso ni ella ni yo
podemos convertirnos en vampiros si somos mordidas por uno. Nos llaman cazadoras nocturnas,
porque podemos enfrentarnos a los vampiros en la noche sin tener que esperar a que duerman.

—¿Entonces yo tengo que creer que ustedes son una especie de superhéroes que cazan vampiros por
todo el mundo?

—Puedes no creernos y arrestarme por lo que acabo de hacer pero ten en cuenta que somos las únicas
que podemos salvar a esas niñas que están atrapadas en esa hacienda y a los cientos de inmigrantes
africanos que están siendo asesinados por esos vampiros. —dice Alina con una extraña seriedad que
sorprende hasta a Cate.
—Está bien, pero no sé cómo vamos a cubrir esto.

—Tú tranquilo, yo sé qué hacer. —dice Alina guiñándole un ojo.

—Perfecto, ahora ¿Qué necesitan?

—Necesitamos a un retratista, debo hacerte el retrato hablado del hombre que vi además de Krauser.

Alina toca la mordida en el cuello de Ulises y esta empieza a sanar en segundos, Ulises empieza a
despertar y aterrado mira a Alina y empieza a gritar que lo saquen de ahí. Los policías le hacen caso y se
lo llevan a una celda. Más tarde llega el dibujante para tomar la descripción del hombre que Alina vio en
su visión. A medida que va trabajando el retratista, Suárez empieza a reconocer al hombre del dibujo.

Con mucho terror se da cuenta de que es uno de los hombres más poderosos de ciudad Juárez, una
persona tan peligrosa que amenaza con acabar con los mismos cimientos de las instituciones mexicanas.
Ese hombre es Alberto Quintanilla el narcotraficante más grande de México.

—No podemos hacer nada judicialmente, nadie nos va a prestar un solo hombre basados solamente en
las visiones de Alina. Esto va a ser muy peligroso.

—Peligro es nuestro segundo nombre… —dice Alina poniéndose las manos en la cintura, Cate y Suárez la
miran con desaprobación.

Mientras tanto en la hacienda Quintanilla, los vampiros se dedican a un festín de sangre y carne humana
sin precedentes. Decenas de cuerpos están tirados en el suelo que de tanta sangre ya está rojo. Entre
ellos Krauser, embarrado de sangre hasta el pecho, mira el paisaje desde la ventana de la habitación
donde se encuentran. Sonriente, sostiene una vieja foto de Cate cuando apenas era una niña de 16
años.

También podría gustarte