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PUBLICIDAD COMPARATIVA
1.1. Definición
Ahora bien, dado que al efectuar la comparación, el anunciante busca resaltar las
ventajas de sus productos o servicios, este suele recurrir a parámetros de
confrontación que pueden ser objetivos (cantidad, precio, rendimiento, tamaño, nivel
de ventas, antigüedad, entre otros) o subjetivos (aromas, sabores, belleza,
opiniones, entre otros).
1.2. Marco Legal
12.2.- Estos actos se reputan lícitos siempre que cumplan con lo indicado en el
párrafo 11.2 de la presente Ley, caso contrario configurarán actos de competencia
desleal.
1.3. Características
En el Perú, la Ley de Represión de la Competencia Desleal (la Ley) considera lícita
únicamente la publicidad comparativa objetiva, siempre que la información que
transmita sea:
Como podemos apreciar, para que una publicidad comparativa sea considerada
lícita, además de ser objetiva, debe cumplir con rigurosos requisitos. A continuación,
realizaremos algunas recomendaciones para que, dentro del marco legal descrito,
se puedan lograr comunicaciones comparativas comercialmente efectivas:”
La publicidad comparativa puede incluir, sin inconvenientes, las marcas o
cualquier otro elemento que permita identificar los productos o servicios del
competidor aludido.
El mensaje de la publicidad comparativa debe establecerse en base al
análisis del consumidor de todos los elementos que integran el anuncio:
palabras habladas y escritas, imágenes, textos, etc.
La publicidad comparativa puede recurrir al humor, pero debe evitar caer en
la ironía, la burla, la sátira o el sarcasmo injustificado.
Las pruebas que sustenten el mensaje comparativo deben recolectarse de
manera previa a la difusión de la publicidad. Además, dichas pruebas deben
cumplir con determinados parámetros de idoneidad: tener resultados
vigentes, haber sido elaboradas con metodología comprobable y haber sido
realizadas sobre un universo estadísticamente significativo, entre otros.
La publicidad comparativa puede incluir textos legales o referencias a medios
alternativos de información (página web o call center), en los que se precise
o complemente el mensaje principal del anuncio.
No realizar comparaciones sustentadas en criterios subjetivos o la simple
opinión del anunciante.
No efectuar comparaciones sobre aspectos que no transmitan ningún tipo de
información relevante al consumidor.
No difundir publicidad comparativa que pueda vulnerar obras protegidas por
derechos de autor u otros derechos de exclusiva.
Como hemos visto, la Ley permite que el anunciante incluya referencias expresas a
su competidor en la publicidad comparativa, pues aun cuando esta pueda restarle
clientela, se obtienen, a cambio, mayores beneficios: transmitir a los consumidores
información valiosa y comprobable sobre los productos o servicios comparados; e
incentivar que los proveedores compitan por ofrecer productos o servicios
“superiores” frente al riesgo inminente de ser objeto de comparación. Al final, el
mercado resulta favorecido.
No se debe perder de vista, sin embargo, que la difusión de publicidad comparativa
podría generar que el competidor aludido reaccione no sólo en la vía legal, sino
también en la comercial con mecanismos de respuesta creativos y agresivos.