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ADAM SMITH
El pensamiento
de Adam Smith retoma las ideas de la Fisiocracia y las conjuga con el pensamiento
liberal de la época en todo sentido. En esencia, podemos decir que Smith es el padre
del liberalismo económico. Liberalismo que se expresa en todos los campos del
actuar económico, como el comercio, el emprendimiento, el progreso individual, la
propiedad privada, la libre elección y el funcionamiento de los mercados. A
continuación, vamos a desarrollar cada uno de estos aspectos.
Para Smith el comercio debe darse con toda libertad, los países deben tener toda la
capacidad de comprar o vender productos con sus similares sin ninguna restricción
o impuestos. Esto garantiza la competitividad y la multiplicación de la ganancia, ya
que, ante el crecimiento de la producción, ese excedente requiere ser colocado en
mercados mucho más grandes, por ello es fundamental exportar.
En otro aspecto, Smith defiende la libre elección como mecanismo para garantizar
primero el progreso individual que conllevaría posteriormente al progreso colectivo,
Es decir, la libertad y el deseo de progresar como persona, se traduce en el progreso
de toda la sociedad. Para este autor, esa aspiración o deseo de superación, está
intrínseco en la naturaleza del ser humano y hay que explotarlo. Así como también
la posibilidad de emprender y conformar empresas.
Un aporte notable de Adam Smith tiene que ver con la “División del Trabajo”. Este
economista sostenía que, dentro de la sociedad, las personas deben especializarse
en producir determinados productos o materias primas buscando la eficiencia de los
recursos. Por ejemplo, alrededor de la industria del calzado, debía haber quienes
trabajen el cuero, otros los cordones, otros las hebillas, los tacos, etc. Y esto
garantizaría la calidad del producto, así como el ahorro de recursos.
Otro aporte muy conocido de este autor tiene que ver con lo que se denomina “la
mano invisible”. Smith sostenía que los mercados, los precios y las cantidades,
tienden a regularse de manera automática gracias a las fuerzas de oferta y
demanda. Y que toda intervención o regulación por parte del estado u algún otro
agente externo, causa desequilibrio en su funcionamiento. La mano invisible es
entonces, ese mecanismo que hace que la economía fluya mejor sin la intervención
de ninguna institución reguladora.
DAVID RICARDO
En lo que tiene que ver con la Teoría del Valor Trabajo, a diferencia de lo que
sostenía Adam Smith, Ricardo plantea que el valor de las mercancías dependerá
necesariamente de la cantidad de trabajo incorporado en estos y de la facilidad
con la que se encuentre dicha mercancía en el mercado. Es decir, conjuga la
importancia de la mano de obra en el valor y la influencia de las leyes del
mercado en los precios.
Estas y otras contribuciones de este autor, aún se toman como base para el
análisis económico actual, a pesar de que como vamos a ver, economistas
posteriores como Karl Marx se encargan de criticarlo abiertamente.
THOMAS MALTHUS
Otro de los aportes fundamentales de este autor tiene que ver con la seguridad
alimentaria que deben garantizarse los países. Para Malthus, la agricultura era una
actividad sumamente importante y debía ser subsidiada o gozar de beneficios y
ascensiones para que se garantice el aprovisionamiento de a alimentos a toda la
población.
En lo que tiene que ver con el Utilitarismo, Mill plantea que la búsqueda de la
felicidad debe guiar las acciones de los individuos, y que a pesar de que en algún
momento esa felicidad sea contradictoria entre los mismos, su accionar se
justifica por la aceptación de la mayoría como algo bueno para todos.
En el aspecto ideológico, este autor no comparte del todo las ideas de Ricardo
en cuanto a las absolutas libertades en lo económico. Mill creía necesaria en
cierta medida la intervención del estado para regular sobre todo el
enriquecimiento de la clase terrateniente. Algunos teóricos económicos de
izquierda también retoman las ideas de Mill en algunos de sus planteamientos
para criticar el liberalismo absoluto.
Hasta este momento hemos estudiado la economía desde el punto de vista del
desarrollo del sistema capitalista, pero el autor del que trata este tema, se ocupa
de demostrar las múltiples contradicciones que presenta el capitalismo como
modo de producción, sus debilidades, así como también las alternativas en la
búsqueda de una sociedad para él, mas justa y equitativa. Estamos hablando de
Karl Marx, filósofo, sociólogo y economista del siglo XIX cuyo pensamiento sigue
siendo fuente de fuertes debates a nivel académico y político.
MODOS DE PRODUCCION
Para este autor, los saltos en los modos de producción a lo largo de la historia, se
produjeron por las contradicciones presentes internamente, entre las clases
dominantes y las clases dominadas, marcada por la diferencia de intereses y lucha
constante por superar esa confrontación.
PLUSVALIA
Marx parte de la Teoría del Valor Trabajo planteada por David Ricardo para explicar
también de donde surge la acumulación de riqueza para el capitalista. Aceptando
que el valor de las mercancías depende de la cantidad de trabajo incorporado en su
producción, Marx introduce el factor tiempo en este análisis y dice que, en la
fabricación de toda mercancía hay una ganancia que él llama Plusvalía que se
obtiene del remanente o tiempo adicional que el capitalista se aprovecha al mejorar
la productividad laboral.
Ambas con intereses contrariamente distintos. Los burgueses dueños del capital
persiguen la generación de más y más riqueza a costa de la explotación de la mano
de obra y el proletariado lucha cada día por obtener mejores condiciones salariales
y laborales.
Pero esto implica un nivel avanzado de madurez política que haga renunciar al
hombre de sus intereses individuales y piense en el bienestar colectivo, algo que
quizá en la práctica jamás pueda llegar a suceder.
Por ende, para Marx, el rol del estado en la economía es muy importante, para
regular los mercados y los precios, determinar los salarios justos, normar la
acumulación y distribución de la riqueza, negociar el beneficio mutuo entre países.
Este autor estaba en contra del libre mercado al considerar que no existe
competencia leal entre productores. La mano invisible para Marx no existe porque
los mercados son incapaces de autorregularse.
PENSAMIENTO ECONÓMICO
A diferencia de las demás escuelas del pensamiento económico, el
neoclasicismo incorpora como elemento de análisis, la visión de la demanda o
los consumidores, algo que hasta ese entonces no se había realizado. Por
ejemplo, llegan a establecer que el valor de los bienes está en función de la
utilidad que le asignen los consumidores o la satisfacción que otorga ese bien. Y
es allí donde radica la principal diferencia de la economía clásica y la neoclásica,
en su explicación de la formación de los precios y el valor de los bienes. Los
clásicos lo hacen a partir de la oferta o los productores, mientras que los
neoclásicos a través de la demanda o consumidores.
William Stanley por otro lado plantea la teoría del valor a partir del producto.
Contrariamente a lo que decían sus predecesores a lo largo de la historia, es el
valor de la mercancía lo que debe determinar el valor del trabajo y la cantidad de
trabajo determinar el valor de las mercancías. Es decir, mientras más costoso
sea el bien a producir, se requiere mano de obra más especializada y por ende
ésta será más costosa y viceversa.
Este tema abordará el pensamiento económico del siglo XX, caracterizado entre
otras cosas por la crisis del sistema capitalista que se reflejó en la Gran Depresión
de los años 30. Un hecho histórico que modifica la perspectiva a través de la cual
se veía el desarrollo económico. Pero el siglo XX inicia con grandes expectativas,
con lo que se denominó “la Belle Epoque”. Un período de tiempo en el que el
capitalismo había permitido el bienestar de la población a niveles exorbitantes.
Mientras tanto en Europa el reparto colonial de África marcaba las diferencias que
daban origen a la Primera Guerra Mundial, que posteriormente se replicaron en la
segunda, de lo cual, hasta ese entonces, la humanidad no había conocido el poder
de devastación que tenían las armas y los ejércitos. A pesar de que las guerras
trajeron vencedores y perdedores, todos los historiadores y analistas económicos
coinciden en que el Capitalismo, como sistema económico, tuvo un punto de
quiebre, el en que por primera vez los fenómenos especulativos de los mercados
fiduciarios detonaron la más grande crisis económica de la edad contemporánea.
La Segunda Guerra Mundial había dejado también una polarización del planeta en
dos bandos. Por un lado, el mundo capitalista, representado por Estados Unidos a
la cabeza y por otro, el mundo socialista, representado por la Unión de Repúblicas
Socialistas Soviéticas.