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Tema 4: El pensamiento Económico Clásico

Dentro de nuestro estudio del pensamiento económico, llegamos a ubicarnos a


finales del siglo XVIII, donde la obra denominada comúnmente como “La riqueza
de las Naciones” publicada por Adam Smith en 1776, daba inicio a lo que se
conoce como “la Economía Clásica”, una escuela de pensamiento que estuvo
vigente hasta fines del siglo XIX y que dio grandes aportes al desarrollo de la
economía como disciplina científica.

Para entender la esencia de este pensamiento, debemos empezar describiendo


el contexto en el cual surge esta escuela, y podemos empezar señalando que el
siglo XVIII representa una época de revoluciones. La clase burguesa capitalista
había alcanzado su máximo desarrollo gracias a la “primera revolución industrial”
que llegó para transformar los sistemas productivos y de transporte. Las
máquinas a vapor otorgaban la fuerza y la resistencia que harían de las fábricas,
el eje fundamental de la generación de la riqueza para los estados nacionales.

Por otra parte, las luchas de poder económico y político se concentraban en


legitimar ese poder dominante de la burguesía en desmedro del poder
monárquico. Es así como llega la Revolución Francesa en el año de 1789 gracias
al fortalecimiento del pensamiento liberal que aglutinaba el deseo de reivindicar
el derecho del pueblo a independizarse de los abusos del rey y su corte.

Ese pensamiento liberal, expresado en lo político, también confluye en lo


económico, y es ahí donde toman fuerza las ideas de Adam Smith, para
explicar lo que era necesario entender en aquel tiempo Cómo debía
administrarse eficientemente los recursos para la generación de la riqueza en
las naciones y como esta riqueza debía ser distribuida en la sociedad para
garantizar su progreso.

A continuación, en este tema haremos un repaso de las ideas fundamentales


de los pensadores clásicos de la economía en orden cronológico, entendiendo
que a pesar de que todos tienen en esencia una misma línea de pensamiento,
sus aportes son cada vez más profundos y en diversos aspectos del quehacer
económico.

ADAM SMITH

El pensamiento
de Adam Smith retoma las ideas de la Fisiocracia y las conjuga con el pensamiento
liberal de la época en todo sentido. En esencia, podemos decir que Smith es el padre
del liberalismo económico. Liberalismo que se expresa en todos los campos del
actuar económico, como el comercio, el emprendimiento, el progreso individual, la
propiedad privada, la libre elección y el funcionamiento de los mercados. A
continuación, vamos a desarrollar cada uno de estos aspectos.

Para Smith el comercio debe darse con toda libertad, los países deben tener toda la
capacidad de comprar o vender productos con sus similares sin ninguna restricción
o impuestos. Esto garantiza la competitividad y la multiplicación de la ganancia, ya
que, ante el crecimiento de la producción, ese excedente requiere ser colocado en
mercados mucho más grandes, por ello es fundamental exportar.

En otro aspecto, Smith defiende la libre elección como mecanismo para garantizar
primero el progreso individual que conllevaría posteriormente al progreso colectivo,
Es decir, la libertad y el deseo de progresar como persona, se traduce en el progreso
de toda la sociedad. Para este autor, esa aspiración o deseo de superación, está
intrínseco en la naturaleza del ser humano y hay que explotarlo. Así como también
la posibilidad de emprender y conformar empresas.

Para Smith, los individuos deben tener la posibilidad de invertir libremente su


patrimonio sin ninguna regulación por parte del estado y la actividad privada será la
que genere la riqueza y el empleo. Se deberán eliminar los impuestos a la
producción, la regulación de los salarios y el control de las jornadas de trabajo.

Un aporte notable de Adam Smith tiene que ver con la “División del Trabajo”. Este
economista sostenía que, dentro de la sociedad, las personas deben especializarse
en producir determinados productos o materias primas buscando la eficiencia de los
recursos. Por ejemplo, alrededor de la industria del calzado, debía haber quienes
trabajen el cuero, otros los cordones, otros las hebillas, los tacos, etc. Y esto
garantizaría la calidad del producto, así como el ahorro de recursos.
Otro aporte muy conocido de este autor tiene que ver con lo que se denomina “la
mano invisible”. Smith sostenía que los mercados, los precios y las cantidades,
tienden a regularse de manera automática gracias a las fuerzas de oferta y
demanda. Y que toda intervención o regulación por parte del estado u algún otro
agente externo, causa desequilibrio en su funcionamiento. La mano invisible es
entonces, ese mecanismo que hace que la economía fluya mejor sin la intervención
de ninguna institución reguladora.

DAVID RICARDO

Este autor inglés, apasionado


seguidor de las ideas de Smith, desarrolla sus teorías a través de su obra
“Principios de Economía Política y Tributación” publicada en el año 1817, bajo el
mismo contexto de la Revolución Industrial y el crecimiento del capitalismo como
modo de producción.

Conforme avanza el siglo XIX, crece también el progreso económico. La


manufactura se transforma en gran industria y el comercio internacional permite
el intercambio de más y mejores productos entre continentes. El estudio de la
economía se tornaba cada día más importante, por cuanto surgían cuestiones
que quedaban sin explicar, sobre todo en los relacionado a como se debían fijar
los precios y los salarios.

Entre los principales aportes de David Ricardo podemos mencionar


fundamentalmente 4: La Teoría del Valor Trabajo, La Teoría de las Ventajas
Comparativas, la Ley de Hierro y la Teoría de la Equivalencia Ricardiana

En lo que tiene que ver con la Teoría del Valor Trabajo, a diferencia de lo que
sostenía Adam Smith, Ricardo plantea que el valor de las mercancías dependerá
necesariamente de la cantidad de trabajo incorporado en estos y de la facilidad
con la que se encuentre dicha mercancía en el mercado. Es decir, conjuga la
importancia de la mano de obra en el valor y la influencia de las leyes del
mercado en los precios.

Lo que se conoce como “La Teoría de las Ventajas Comparativas” es la


aplicación de la división del trabajo desarrollada por Smith, trasladada al
comercio exterior, explicando que los países también deben especializarse en
producir aquellos bienes que mejor fabriquen o tengan mayor facilidad de hacerlo
por su naturaleza o capacidades. Por ende, existirán países exportadores de
materias primas y países transformadores de materias primas.

Uno de los planteamientos más cuestionados de este autor, es lo que se conoce


como “La ley de Hierro”. Aquí se plantea que el valor de los salarios que deben
recibir los trabajadores, estará determinado por la cantidad mínima de recursos
que garantice su subsistencia y ocupación de los mismos. Afirmando que,
cualquier intento de incremento en su valor reflejaría pérdidas y baja en la
productividad de las empresas.

En el aspecto macroeconómico, los avances que plantea Ricardo son notables,


a través de la Teoría de la Equivalencia. El autor plantea que, ante un déficit
fiscal, el estado tiene dos alternativas: Subir los impuestos o incrementar su
deuda pública. Ricardo señala que endeudarse, a largo plazo, convierte al estado
en ineficiente, debiendo compensar esto con la creación de impuestos. Es decir,
ya sea por la una o la otra alternativa, los impuestos terminan siendo el
mecanismo de financiamiento del estado.

Ricardo también desarrolla la Ley de los rendimientos decrecientes en la


producción agrícola, al afirmar que, si se incrementa un solo factor productivo,
como en este caso, la tierra, pero no así el capital y la mano de obra, la
producción necesariamente tiende a disminuir, hasta que se incorporen en
iguales proporciones los demás factores.

Estas y otras contribuciones de este autor, aún se toman como base para el
análisis económico actual, a pesar de que como vamos a ver, economistas
posteriores como Karl Marx se encargan de criticarlo abiertamente.

THOMAS MALTHUS

Resulta interesante estudiar a este autor porque sus


ideas nos hacen entender que la economía también puede tener límites y ser en
algunos casos contraria a los intereses de la mayoría. Malthus, considerado el
pionero en los estudios demográficos y poblacionales, llega a determinar que la
población crece a ritmos geométricos, mientras que el aprovisionamiento de
recursos, a ritmos aritméticos. Es decir, la velocidad con la que crecen las personas
en el mundo es más rápida a la velocidad con la que crecen los alimentos y demás
bienes para la subsistencia de los mismos.

Lo que da a entender que, en algún momento, los seres humanos estamos


destinados a desaparecer ante la imposibilidad de satisfacer nuestras necesidades
elementales. Malthus plantea entonces la necesidad del control de la natalidad y
también consideraba necesaria la presencia de guerras o pestes que controlen o
regulen el exceso de población.

Otro de los aportes fundamentales de este autor tiene que ver con la seguridad
alimentaria que deben garantizarse los países. Para Malthus, la agricultura era una
actividad sumamente importante y debía ser subsidiada o gozar de beneficios y
ascensiones para que se garantice el aprovisionamiento de a alimentos a toda la
población.

JOHN STUART MILL

El pensamiento de John Stuart Mill sobrepasa el


ámbito de la economía, abarcando aspectos como la filosofía y la política. Nacido
en Inglaterra en 1806, Mill basa sus argumentos en dos líneas fundamentales: El
Utilitarismo y el Liberalismo. Así como también, en lo que tiene que ver con su
metodología, defiende el positivismo como medio para la construcción del
conocimiento.

De esto último se puede decir que, el positivismo aplicado a la economía, le


otorga a esta ciencia, su carácter de tal, al aplicarse métodos numéricos y
estadísticos para explicar los fenómenos económicos. La economía entonces,
gracias a este autor, empieza a ser vista como una verdadera ciencia social, con
verdades demostrables y creíbles.

En lo que tiene que ver con el Utilitarismo, Mill plantea que la búsqueda de la
felicidad debe guiar las acciones de los individuos, y que a pesar de que en algún
momento esa felicidad sea contradictoria entre los mismos, su accionar se
justifica por la aceptación de la mayoría como algo bueno para todos.

En el aspecto ideológico, este autor no comparte del todo las ideas de Ricardo
en cuanto a las absolutas libertades en lo económico. Mill creía necesaria en
cierta medida la intervención del estado para regular sobre todo el
enriquecimiento de la clase terrateniente. Algunos teóricos económicos de
izquierda también retoman las ideas de Mill en algunos de sus planteamientos
para criticar el liberalismo absoluto.

Tema 5: La Economía Política de Karl Marx

Hasta este momento hemos estudiado la economía desde el punto de vista del
desarrollo del sistema capitalista, pero el autor del que trata este tema, se ocupa
de demostrar las múltiples contradicciones que presenta el capitalismo como
modo de producción, sus debilidades, así como también las alternativas en la
búsqueda de una sociedad para él, mas justa y equitativa. Estamos hablando de
Karl Marx, filósofo, sociólogo y economista del siglo XIX cuyo pensamiento sigue
siendo fuente de fuertes debates a nivel académico y político.

Para entender como surgen


las ideas de Marx, es necesario partir como siempre del contexto del autor. Se
vivían años de un crecimiento desmedido del capital y la riqueza, gracias a la
Revolución Industrial y la producción a gran escala en las fábricas. Nadie como
este autor había considerado hasta ese momento la perspectiva de lo que estaba
sucediendo en el otro lado de la estructura social de aquel tiempo, los
trabajadores.

Evidentemente esa desmedida explotación de la mano de obra iba calando en el


malestar de la clase trabajadora de aquel entonces, que buscaba como
organizarse y reclamar sus derechos. El pensamiento de Marx, por ende, surge
como una critica fundamentada a las ideas de sus predecesores y sus
argumentos en defensa del capitalismo y las libertades. Así como también
buscaba explicar lo que había sucedido hasta aquel entonces en las estructuras
de poder y la concentración de la riqueza en determinadas élites.

Los aportes de Marx en el campo de la filosofía, la política y la economía son


indudables. Su máxima obra “El Capital” constituye todo un tratado de economía
política que abarca de manera desafiante, todos los aspectos que el
pensamiento liberal justificó en su momento como verdad. Así como también, las
ideas políticas, de la mano de Engels, sentaron las bases para las doctrinas
ideológicas llamadas de izquierda que forjaron países muy prósperos como la
Unión Soviética.

CONCEPCION DIALECTICA MATERIALISTA

La Dialéctica, como principio filosófico, explica el avance del conocimiento y la


verdad a través de la contradicción o confrontación de posiciones o tesis, y como
método epistemológico existió desde la Edad Antigua con Sócrates, en la Edad
Moderna a través de Hegel y termina siendo una herramienta para Marx para
explicar por qué la sociedad ha evolucionado en esta dirección y hacia dónde se
dirige.

Al hablar de lo material, Marx hace referencia a todo lo que existe en el universo


y señala que lo que hay hoy en día, ha surgido de ese principio de contradicción.
Por ejemplo, la adaptación de las plantas y los animales al ambiente, los
desastres naturales, en fin, todo es resultado de un proceso Dialéctico. Dicho
esto, entonces los fenómenos que se dan en la sociedad no están lejos de esa
constante contradicción y para Marx esto determina también el destino de la
economía y la organización social.

MODOS DE PRODUCCION
Para este autor, los saltos en los modos de producción a lo largo de la historia, se
produjeron por las contradicciones presentes internamente, entre las clases
dominantes y las clases dominadas, marcada por la diferencia de intereses y lucha
constante por superar esa confrontación.

Por ejemplo, el paso de la esclavitud al feudalismo para Marx, se dio porque en


su determinado momento, la clase dominante (los amos) no pudieron soportar la
presión o contradicción ejercida por la clase dominada (los esclavos) y
necesariamente las estructuras productivas tuvieron que dar un salto hacia una
forma de organizarse más madura y civilizada.

Del mismo modo esto se aplica a lo sucedido en el paso del feudalismo al


capitalismo. Donde la clase burguesa, dueña del nuevo poder económico
buscaba espacio en el escenario social hasta terminar por desplazar a la clase
terrateniente y la monarquía hacia un segundo plano.

PLUSVALIA
Marx parte de la Teoría del Valor Trabajo planteada por David Ricardo para explicar
también de donde surge la acumulación de riqueza para el capitalista. Aceptando
que el valor de las mercancías depende de la cantidad de trabajo incorporado en su
producción, Marx introduce el factor tiempo en este análisis y dice que, en la
fabricación de toda mercancía hay una ganancia que él llama Plusvalía que se
obtiene del remanente o tiempo adicional que el capitalista se aprovecha al mejorar
la productividad laboral.

Por ejemplo, si en producir un lote de pantalones se emplean en un inicio 8 horas


de trabajo, si se mejora la productividad de esa fábrica gracias a la incorporación de
nuevas máquinas o técnicas de producción, esos mismos pantalones se producirán
ahora en 5 horas, sobrando 3 horas de la jornada del trabajador que pueden ser
empleadas en producir mas pantalones. Pero esa ganancia que obtiene el
capitalista, dueño de la fábrica, no la compensa en el trabajador como parte de su
salario o beneficios, sino que se apropia y acumula.

CRISIS DEL CAPITALISMO Y SOCIALISMO


La historia de la humanidad para Marx no termina en el Capitalismo, pues como
modo de producción, este, estaba destinado también a ser superado por un modo
de producción superior. Marx argumenta que en el capitalismo subsiste una enorme
contradicción de tipo dialéctico entre la clase trabajadora, a la que llama
“proletariado” y la clase económica dominante “la burguesía”.

Ambas con intereses contrariamente distintos. Los burgueses dueños del capital
persiguen la generación de más y más riqueza a costa de la explotación de la mano
de obra y el proletariado lucha cada día por obtener mejores condiciones salariales
y laborales.

Esto necesariamente traería consigo el paso del capitalismo a un modo de


producción más avanzado a lo que él denomina “Socialismo” en el cual esas
contradicciones se van superando gracias al papel que cumple el estado en esta
labor y que traería consigo a la larga la instauración del “comunismo” como el modo
de producción más civilizado donde el estado desaparece al igual que en la
comunidad primitiva.

Pero esto implica un nivel avanzado de madurez política que haga renunciar al
hombre de sus intereses individuales y piense en el bienestar colectivo, algo que
quizá en la práctica jamás pueda llegar a suceder.

Por ende, para Marx, el rol del estado en la economía es muy importante, para
regular los mercados y los precios, determinar los salarios justos, normar la
acumulación y distribución de la riqueza, negociar el beneficio mutuo entre países.
Este autor estaba en contra del libre mercado al considerar que no existe
competencia leal entre productores. La mano invisible para Marx no existe porque
los mercados son incapaces de autorregularse.

En una economía socialista, la propiedad de los medios de producción pasa a ser


del estado y es éste quien distribuye la riqueza de manera equitativa en toda la
sociedad. La figura de la propiedad privada se extingue y el motor de la economía
se concentra en el ritmo que imponga el estado.

Tema 6: El pensamiento económico Neoclásico

Llegamos a una época en la que el desarrollo de la ciencia había alcanzado su


punto más alto. Los métodos científicos de experimentación y comprobación se
usaban en casi todas las ciencias. Por otro lado, la tecnología estaba
transformado nuevamente las formas de producir dentro de la llamada Segunda
Revolución Industrial, incorporando como fuentes de energía, al petróleo y la
electricidad.

La economía neoclásica es una escuela del pensamiento económico que surge


en la década de 1870 y agrupa el análisis marginalista, que se incluye con
rigurosidad en la ciencia económica hasta 1920, para otorgarle a esta disciplina,
un carácter más técnico y matemático, que deje de lado los elementos históricos
o contextuales en el análisis de los fenómenos o problemas económicos y
proponga modelos objetivos y universales.

El concepto de marginalidad es de particular uso en esta escuela para explicar


el comportamiento de los costos, la utilidad, los precios y demás factores del
mercado. El aporte del marginalismo se nota fundamentalmente en el
fortalecimiento del análisis microeconómico y la economía aplicada a la
empresa. Se desarrolla en algunos países de Europa como Inglaterra, Austria y
Francia. A continuación, se sintetiza los principales postulados de esta escuela
económica.

PENSAMIENTO ECONÓMICO
A diferencia de las demás escuelas del pensamiento económico, el
neoclasicismo incorpora como elemento de análisis, la visión de la demanda o
los consumidores, algo que hasta ese entonces no se había realizado. Por
ejemplo, llegan a establecer que el valor de los bienes está en función de la
utilidad que le asignen los consumidores o la satisfacción que otorga ese bien. Y
es allí donde radica la principal diferencia de la economía clásica y la neoclásica,
en su explicación de la formación de los precios y el valor de los bienes. Los
clásicos lo hacen a partir de la oferta o los productores, mientras que los
neoclásicos a través de la demanda o consumidores.

Como ya se dijo, a más de los elementos marginales para explicar el equilibrio y


comportamiento de las personas y empresas, los neoclásicos parten de los
supuestos de que estos actúan de forma racional en el mercado y buscan
siempre la maximización de la satisfacción y su utilidad respectivamente. Así
como también sus decisiones se basan en información completa y relevante de
las condiciones del mercado.

Antes de los neoclásicos, se creía también que la distribución de la renta siempre


estaba condicionada a los factores históricos del proceso de conformación de la
sociedad, es decir, por las clases sociales. Al excluir en el neoclasicismo todos
los factores subjetivos del análisis económico, se llega a determinar que al igual
que el cualquier mercado de bienes, los salarios, entendido como el pago al uso
del factor producción trabajo, está determinado por las leyes de la oferta y la
demanda. Y lo mismo sucedería con el interés y cualquier otra forma de renta.

Gracias a los neoclásicos hoy en día en la teoría microeconómica se usa el


término “elasticidad” para describir de manera marginal la variación de las
cantidades compradas o vendidas en los mercados frente a la variación de los
precios o los ingresos. La elasticidad será en definitiva una herramienta del
análisis marginal para explicar en términos porcentuales, como el incremento de
una unidad en el precio o en el ingreso, se refleja en la misma o diferente unidad
porcentual de cantidades vendidas o compradas.

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ESCUELAS Y SUS REPRESENTANTES


La escuela neoclásica tuvo representantes principalmente en tres países:
Inglaterra, Austria y Francia. A continuación, se detallan sus exponentes y sus
principales aportes.

La Escuela Inglesa, representada por William Stanley y Alfred Marshall, son


quienes construyeron gran parte del análisis marginalista, acogiendo las
contribuciones de Leon Walras, así como también los planteamientos clásicos
de sus predecesores, Adam Smith, David Ricardo y Thomas Malthus. A Marshall
se le atribuye por ejemplo el concepto de Utilidad marginal, las leyes de oferta
y demanda, la determinación de los costos de producción, el funcionamiento de
los mercados y las bases de lo que se denominará posteriormente
como “Economía del Bienestar”

William Stanley por otro lado plantea la teoría del valor a partir del producto.
Contrariamente a lo que decían sus predecesores a lo largo de la historia, es el
valor de la mercancía lo que debe determinar el valor del trabajo y la cantidad de
trabajo determinar el valor de las mercancías. Es decir, mientras más costoso
sea el bien a producir, se requiere mano de obra más especializada y por ende
ésta será más costosa y viceversa.

La Escuela Austriaca, representada por Carl Menger, a más del análisis


marginalista, se especializa también en explicar la conformación de los precios
en los mercados de tipo monopólico. Introduce también el concepto de “bienes
económicos” cuya necesidad será siempre mayor a su disponibilidad, como, por
ejemplo, el agua o el aire. Menger, además profundiza sobre los grados que las
personas le dan a la satisfacción de sus necesidades en función de la urgencia
o menos urgencia, a través del “Principio de Equimarginalidad”.

Finalmente tenemos a la Escuela Francesa, representada por Leon Walras. Este


autor buscó explicar el equilibrio general de los mercados al juntar en el análisis
microeconómico la interacción de los distintos precios y consumos de la
economía. Por otro lado, también profundiza en el concepto de Utilidad Marginal,
afirmando que, si bien es cierto, la utilidad es satisfacción y a mayor consumo de
bienes, mayor satisfacción, esa satisfacción no es ilimitada, pues las primeras
unidades de un bien consumido nos dan mucha más satisfacción que cantidades
altas de consumo de un mismo bien.
Tema 7: El pensamiento económico Contemporáneo

Este tema abordará el pensamiento económico del siglo XX, caracterizado entre
otras cosas por la crisis del sistema capitalista que se reflejó en la Gran Depresión
de los años 30. Un hecho histórico que modifica la perspectiva a través de la cual
se veía el desarrollo económico. Pero el siglo XX inicia con grandes expectativas,
con lo que se denominó “la Belle Epoque”. Un período de tiempo en el que el
capitalismo había permitido el bienestar de la población a niveles exorbitantes.

Mientras tanto en Europa el reparto colonial de África marcaba las diferencias que
daban origen a la Primera Guerra Mundial, que posteriormente se replicaron en la
segunda, de lo cual, hasta ese entonces, la humanidad no había conocido el poder
de devastación que tenían las armas y los ejércitos. A pesar de que las guerras
trajeron vencedores y perdedores, todos los historiadores y analistas económicos
coinciden en que el Capitalismo, como sistema económico, tuvo un punto de
quiebre, el en que por primera vez los fenómenos especulativos de los mercados
fiduciarios detonaron la más grande crisis económica de la edad contemporánea.

La Segunda Guerra Mundial había dejado también una polarización del planeta en
dos bandos. Por un lado, el mundo capitalista, representado por Estados Unidos a
la cabeza y por otro, el mundo socialista, representado por la Unión de Repúblicas
Socialistas Soviéticas.

El periodo de recuperación después de la década de los 40 había dado inicio


también a la conformación del nuevo orden económico mundial, donde el Fondo
Monetario Internacional y el Banco Mundial jugaban un papel muy importante. El
capital financiero internacional empieza a fluir con mayor velocidad por los mercados
y la economía se vuelve cada día mas globalizada.

El siglo XX termina con la victoria del capitalismo sobre el socialismo y la


instauración del comercio regional y por bloques, donde empieza a tomar
protagonismo China y los países asiáticos. Bajo este escenario, el pensamiento
económico buscaba más que respuestas, soluciones que permitiesen asegurar el
bienestar y la recuperación de las economías de los países luego de esta época
sumamente conflictiva.
JOHN MAYNARD KEYNES

La obra de Keynes logra transformar la forma


en la que se entiende la economía luego de lo sucedido en la crisis de los años
30. A través de su libro “La teoría general de la ocupación el interés y el
dinero” publicado en 1936 Keynes reconoce que el capitalismo es el causante
de la crisis y se concentra en formular las políticas adecuadas para salir de esa
crisis. Según este autor, la economía clásica y neoclásica puede explicar el
comportamiento de la economía en el corto plazo, pero es incapaz de prever las
consecuencias a largo plazo.

A diferencia de las teorías anteriores, el análisis de Keynes parte de lo macro


para favorecer a lo micro. Es decir, luego de entender el funcionamiento de la
economía en su conjunto, se puede mejorar el desempeño de las unidades
económicas.

Teorías como la de la Producción, la Demanda Activa y el Multiplicador de la


Inversión, se concentraban en explicar las causas y consecuencias de la
variación de la demanda agregada dando la razón a Keynes en la manera en la
que se tiene que administrar la economía en un período de recesión.

Ningún economista se había atrevido a proponer ideas anticíclicas para hacer


frente a una crisis. El entender que el problema de la recesión estaba en la sobre
producción, la especulación de los mercados y la falta de demanda, le
permitieron a Keynes plantear soluciones como mejorar los salarios o acelerar la
producción para generar empleo.

Para Keynes, la demanda agregada se compone de la demanda de 3 sectores,


las familias, las empresas y el estado, debiendo este último intervenir para
modificar la conducta de los otros dos. Esta forma de entender la demanda global
se sigue utilizando aún para calcular el valor total de la producción de un país a
afirmar según el principio del pleno empleo, que la producción es igual al
ingreso.
Keynes encuentra en el estado la solución para la recesión. Al no poder controlar
la voluntad de las empresas y las familias, la política económica pública es
fundamental para incentivar el consumo. La inversión publica también es muy
importante en la reactivación económica, porque genera empleo, asegura un
salario al trabajador y garantiza el consumo de bienes y servicios. Las empresas,
al mantener o elevar la producción, pagaran mas impuestos y el estado
recuperará dicha inversión, superando así el déficit público.

MILTON FRIEDMAN Y LA ESCUELA DE CHICAGO

Esta corriente del pensamiento económico se


desarrolla a partir de la década de los años 50 en Estados Unidos con la intención
de criticar los argumentos de Keynes sobre el origen de las crisis económicas y las
medidas a tomarse para salir de estas. Sus exponentes mas reconocidos son Milton
Friedman y George Stigler, ambos partidarios de lo que se
denominaría “neoliberalismo”.

En síntesis, los planteamientos de la Escuela de Chicago se basan en el rescate del


libre mercado y la no intervención del estado en la economía, al considera que
cualquier injerencia distorsiona su funcionamiento natural. En la práctica, proponen
las privatizaciones de los servicios públicos como mecanismo para mejorar su
eficiencia, la eliminación de impuestos y barreras de protección al comercio exterior,
las concesiones a empresas privadas de los servicios que tenga que administrar el
estado, la eliminación de los subsidios y cualquier ayuda tanto a empresas como a
las personas en general y la reducción de la burocracia para que el estado sea más
eficiente.

En América Latina a partir de la década de los 70, se han puesto en acción la


mayoría de estas recomendaciones de política pública, acordadas en las llamadas
“cartas de intención” que los estados firman con el Fondo Monetario Internacional
para obtener financiamiento. De estas experiencias, la mayoría, si no todas, han
dejado malos resultados en los países donde se han aplicado. Por ejemplo, en el
Ecuador, en la década de los 80 y 90, el neoliberalismo trajo consigo la más grande
crisis económica de la historia del país, con el quiebre de 16 instituciones
financieras, la confiscación de recursos de los depositantes, la Dolarización y la
migración.

Al terminar este repaso de las principales escuelas del pensamiento económico


quizá se pueda extraer una lección, los extremos siempre resultan ser negativos
para el equilibro. No se puede estar de acuerdo con el completo control que plantea
por ejemplo el socialismo, pero tampoco con el absoluto libre mercado. Así como
también, abstraer del análisis económico todo elemento contextual y centrarnos
netamente a analizar los fríos números.

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