UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DEL PERÚ

TEMA:
PRÁCTICA CALIFICADA I

CURSO: CIUDADANIA Y REFLEXIÓN ÉTICA

INTEGRANTES: CUSI BARRIENTOS CARLOS ENRIQUE

HAGLER VILLEGAS ARTICA
VICTOR RAUL ROSALES CUEVA
ELISAMA GUNI MENA DE PAZ

MODALIDAD: SEMIPRESENCIAL

LIMA – PERÚ
Empezaba el día soleado en un distrito limeño. Amelia, como todas las mañanas salé a comprar
algunas cosas para preparar el desayuno a su esposo Dante, ella últimamente se encuentra muy
pensativa por los problemas en casa y encontró la mejor forma de despejar su mente yendo al
gimnasio del barrio, allí se encuentra con unas amigas y pasan parte del día entre conversando y
ejercitándose.

Aquella tarde Dante no tuvo un buen día en el trabajo pues encontró muchas variaciones en sus
documentos que tiene guardados en su laptop, sospecha de muchas personas y por ello encarga a
su asistente Sebastián para que pueda estar pendiente de lo que sucede en la oficina cuando está
ausente, pues Odebrecht la empresa donde labora convoca reuniones de auditoria cada semana.
Al llegar a casa Dante encuentra solos a sus hijos, molesto se va al bar de la sala y comienza a
tomar unas cervezas, sin darse cuenta se había excedido y decide llamar a su esposa, sin éxito
decide esperarla en la sala mientras seguía tomando.

Eran las 2 de la madrugada y su esposa llega en un taxi acompañada de una persona, lo cual ella
baja apresurada y entra a casa sin darse cuenta que su esposo se encontraba presenciando todo,
el taxi inicia su marcha con aquel sujeto desconocido. La pelea en casa no demoró en comenzar,
ambos se reclamaban cosas pasadas y mientras todo ese altercado, Amelia recibe el primer
maltrato físico en su hogar, su esposo en su arranque de celos la había agredido. Sin poder creer
tamaña falta de respeto ella decide irse a vivir con su papá, un congresista muy conocido.

Al pasar los días Dante se sentía solo y había faltado muchos días al trabajo, la depresión estaba
consumiendo sus días, no comía, no contestaba llamadas, no se aseaba, la vida se había vuelto
complicada para él, su asistente era el que se encargaba en los días de ausencia. Esa falta de
profesionalismo comenzó a incomodar a la gerencia y optaron por citar a Sebastián. En aquella
reunión se encontraba los ejecutivos de producción con una propuesta, consistía en ascenderlo al
puesto de su jefe siempre y cuando firmará un contrato donde él estaba postulando a dicho cargo
por ineficiencia de su superior, reemplazando de esa manera a su jefe, en ese momento se inició
un dilema en Sebastián pues su jefe fue quien le abrió las puertas desde que cursaba cursos en la
universidad.

Eran las 8 de la noche y Dante no había probado comida alguna desde hace días, viendo su estado
deteriorado decide ir en busca de su suegro Ernesto, estando ambos reunidos para llegar a una
conciliación puesto que por los problemas suscitados su suegro no quería saber nada de él y por
ende influenciaba en las decisiones de su hija. Entre una, dos, tres copas Ernesto le confiesa a su
yerno que era él quien buscaba algunos documentos en su laptop, pero sin obtener éxito. Ambos
se encontraban mareados y la confianza había aumentado, Dante recibe por parte de su suegro
una propuesta, que le entregue algunos archivos que necesita a cambio de hacer que se reconcilie
con su hija. Dante siente en ese momento una luz para poder regresar con su esposa, pues tenía la
facilidad de quedar como un héroe con su suegro a cambio de unos simples documentos.

Al día siguiente Sebastián busca a su jefe para comentarle aquella propuesta que recibió, le
recomienda que pueda regresar cuanto antes a trabajar para que no pierda su puesto en la
empresa, ya que era una persona que aportaba mucho al personal que tenía bajo su cargo. En ese
momento llega Amelia a conversar con su esposo, le confiesa que estaba empezando a salir con el
instructor del gimnasio, solo se acercaba a retirar sus cosas y que pronto empezaría los papeles de
divorcio. Dante comienza a llenarse de impotencia y sale a buscar venganza cogiendo el arma que
guardaba en uno de sus archivadores.